El Surgimiento Del Estado y Los Instersticios Del Parentesco

EL SURGIMIENTO DEL ESTADO Y LOS

INTERTICIOS INTER TICIOS DEL PARENTESCO Instituto Pbro. Dr. Antonio Sáenz

Materia:

Perspectiva espacio-temporal mundial

Profesor: Lic. Ivana Perrotta Curso: 1° HISTORIA Ciclo lectivo: Alumno:

2013

Emiliano Badán

A pr o pó si to de la revolución urbana en Egipto y en Mesopotamia

EL SURGIMIENTO DEL ESTADO Y LOS INTERSTICIOS DEL PARENTESCO

Perspectiva espacio – temporal mundial

¿Qué marco teórico, argumentos específicos y fechas utiliza Campagno para consignar la aparición del estado en Egipto? ¿Cuáles para Mesopotamia?

Los argumentos utilizados por el autor, en su trabajo sobre el surgimiento del Estado y los intersticios del parentesco, están basados en los criterios planteados por Gordon Childe referidos a los indicadores que permitían a la revolución urbana ser caracterizada. Este marco teórico está situado en Egipto y Mesopotamia hacia mediados del cuarto milenio a. C. y a su vez, Marcelo Campagno destaca que este fenómeno sucede de forma casi simultánea. Estos procesos cumplían determinados indicadores básicos de la estructura socioeconómica de las sociedades que se constituyen como resultado de esa revolución urbana. En 1950, Childe, los enuncio en modo sintético:

1) Aparición de las primeras ciudades, marcando una diferencia significante teniendo en cuenta su extensión y densidad. 2) La división del trabajo en consecuencia de la economía excedentaria, aparición de especialistas a tiempo completo. 3) Canalización del excedente de producción como tributo de los productores a la elite gobernante. 4) Construcción de edificaciones públicas monumentales, tales como templos, palacios, etc. 5) División de la sociedad en clases (sacerdotes, jefes militares y civiles, funcionarios), con la mayor concentración del excedente de la producción en la “clase

gobernante”. 6) Aparición de la escritura como sistema de registro. 7) Elaboración de ciencias exactas (aritmética, geometría) y predictivas. 8) Elaboración y expansión de nuevos y más homogéneos estilos artísticos.

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9) Importación a través del comercio, de materias primas no accesibles en forma local. 10) Y por último, una organización del estado basada en la residencia más que en el parentesco. En el texto, Marcelo Campagno, nos ofrece algunos descubrimientos como ejemplos para argumentar y convalidar la teoría de G. Childe. En el caso de Egipto, los ajuares funerarios de la fase Nagada II (3600 – 3300), nos muestran la presencia de objetos manufacturados por artesanos a tiempo completo y asimismo, marca la existencia de elites locales, líderes y gobernantes con un rasgo de importancia significante dentro de estas sociedades. Por ejemplo, el descubrimiento de los “documentos de la unificación” describe al monarca rodeado de funcionarios y sirvientes, así como también se mencionan a sacerdotes y administrativos y hasta personal del servicio doméstico. Del mismo modo, la fase Uruk, en Mesopotamia (3800 – 3100), presenta una cerámica con un tipo de iconografía que marca la presencia de sacerdotes y monarcas. En lo que refiere a l a evidencia escrita, uno de los primeros tipos de testimonios que procede de esta fase, conocido como “lista de profesiones”, enumera por debajo del rey, a los líderes de la ciudad, del arado, de los

corderos, sacerdotes, cocineros, joyeros, ceramistas y diversas profesiones más. También, la existencia del tributo, nos muestra la portación de bienes hacia ciertos edificios (para la construcción del recinto de Eanna, con un área de 300 m2, por ejemplo). En estos ejemplos se puede notar como, ya durante la segunda mitad del IV milenio a. C., tanto Egipto como Mesopotamia nos ofrecen numerosas pruebas de un tipo de organización socioeconómica diversa presentados como ejemplo por el autor y en donde se encuentran varios de los indicadores citados anteriormente para ubicar a estas sociedades en el marco del fenómeno denominado como revolución urbana. El descubrimiento de obras y edificios públicos monumentales, ya sean tumbas o palacios, como por ejemplo en Mesopotamia, evidencia la utilización de determinados conocimientos matemáticos para poder llevarlos a cabo. Estas construcciones se encuentran asociadas a la elite dominante y a la obtención del tributo, otros de los

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indicadores mencionados anteriormente. En el caso de Egipto, la detección de varias necrópolis, deja ver que estos conocimientos en esta y otras disciplinas, eran más que necesarios para sus construcciones. Del mismo modo, la presencia de los materiales utilizados (madera, piedras preciosas, metales), que en ocasiones no estaban ofrecidos en forma natural, indica la presencia de la información a través del comercio. En relación a la escritura, comprendida en el marco funerario (3300 años a. C.), se destacan etiquetas que identifican el contenido, la procedencia o incluso hasta el propietario de las mismas. Como marca anteriormente el autor al citar a Childe, los egipcios debieron disponer de conocimientos matemáticos suficientes para la construcción de las obras mencionadas ya que son de gran porte, así mimo, el calendario civil utilizado desde la Dinastía I estaba compuesto de 365 días, el mismo permitía una planificación sistemática de los momentos del tributo, un claro ejemplo es el de la Piedra de Palermo (Dinastía V), en la que se efectuaba un minucioso control de las crecidas del Nilo, esto refiere al momento de prever el rendimiento agrícola dé cada año. Teniendo en cuenta todos estos ejemplos, enmarcados dentro de los lineamientos presentados por Childe al referirse a una revolución urbana, M. Campagno, por separado, hace referencia a un punto que a su criterio resulta de vital importancia para la conformación de un estado: la organización del mismo basada en la residencia de sus habitantes y no en el parentesco. Menciona que este criterio es decisivo ya que la lógica de la práctica estatal (basada en el control del estado por parte de una minoría, elite gobernante), resulta abiertamente divergente respecto de los principios que sostienen la lógica de parentesco dominante en la organización de las sociedades no-estatales. Es decir, que rechaza la visión evolucionista de la sociedad y que se debe pensar en los que él denomina “espacios intersticiales” o “espacios intercomunales” en donde no rige la lógica

de parentesco. De esta manera, menciona dos tipos de prácticas: por un lado, las prácticas de intercambio que marcaban una interacción entre distintas comunidades, permitiendo así el acceso a diversos bienes no disponibles localmente. Marca también que estos bienes eran de circulación y de prestigio demandados por las elites gobernantes ya que

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subrayaban su condición diferencial respecto del resto de los integrantes de las comunidades. También menciona que las prácticas de conflictos marcan el constituyen el otro tipo de práctica intercomunal y que de esta manera se genera el segundo ámbito al que hace referencia el autor. Y es en estos enfrentamientos en donde, ante la conquista de algún territorio, el nuevo vinculo a entablar era el de coerción estatal y no el de reciprocidad parental. Así es como se sugiere que en el Alto Egipto se ha dado la aparición del estado. Marcelo Campagno marca que los espacios intercomunales podrían constituir solo uno de los escenarios en cuestión de lo intersticial, es por ello que aborda el primer criterio de G. Childe: la aparición de las ciudades como diferencia principal entre esta y otros asentamientos de menor densidad y extensión. Es en la segunda mitad del siglo IV a. C. en la Mesopotamia, en donde tuvo mayor importancia este fenómeno. Esta urbanización puede haberse dado por diferentes motivos, tales como la búsqueda de protección por parte de las divinidades, en la necesidad de buscar sitios más seguros para afrontar amenazas de tipo bélico, al referirse a la migración de las poblaciones hacia núcleos de atracción religiosa, como también se pueden relacionar estos actos migratorios con algunas variaciones climáticas de largo plazo. Según el autor, esta aglomeración en la ciudad de Uruk, facilita la integración permanente entre no parientes llegando a una unificación por vía estatal. En Egipto, estas prácticas no parentales, no se dan a nivel regional y en el caso mesopotámico, a nivel mucho más reducido, en el ámbito urbano. En esto se diferencian estas zonas pero la mayor similitud se encuentra en que las tramas no parentales se dan en el seno de los “espacios intersticios.”

Emiliano Badán

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