Campo Formativo: Estudios Sociales, Políticos e Históricos Línea Estatal de Generación y Aplicación del Conocimiento: Políticas, mercados laborales y actores en la educación.
Materia: Epistemología: Génesis y Evolución del Campo de la Investigación y de la Intervención Educativa.
Profesora: Dra. Ofelia Piedad Cruz Pineda.
Ficha de Lectura 1 Tema 1: Las herramientas analíticas para el análisis epistemológico. 1.- Lectura: Epistemología y Metodología en el Oficio del Sociólogo.
El texto inicia analizando la necesidad de no separar la investigación de la metodología como si fuera entes separados, como dijera Comte, el método no puede ser separado de las investigaciones y sin embargo el sociólogo (que no la sociología), olvida en no pocos casos, ya que separa el método o la teoría de la investigación, la teoría del método o la teoría de la teoría; asunto que me preocupa muchísimo en mis tareas de investigación y que obliga a introducirse en dichas aseveraciones. Lo anterior se plantea como una crítica a la sociología empírica. Abunda también en el hecho de que aunque los métodos son diferentes de las técnicas, si son lo suficientemente generales para aplicarse en todas las ciencias o en un sector importante de ellas, y es allí donde se observa esta ruptura, en que los métodos no necesariamente aplican tal cual en todas las disciplinas científicas, que si bien es cierta la necesidad de aplicar la crítica epistemológica a las prácticas sociológicas, no se puede soslayar tampoco las diferencias metodológicas y epistemológicas de las ciencias de la naturaleza y las ciencias del hombre. La crítica u observación es válida si se trata de imprimir en las prácticas profesionales del sociólogo la necesidad de una metodología sistemática con rigor científico, alejada en lo posible de ambigüedades y prácticas canónicas que se alejen de la crítica o rigor metodológico, necesaria en la investigación, mucho se habrá de avanzar en esta ciencia si nos alejamos de la secrecía y aceptamos el escrutinio epistemología a través de la demostración de que nuestras investigaciones han seguido rigurosamente una metodología apropiada al objeto de investigación. Señala también que la filiación teórica puede ser secundaria, con la intención de no soslayar el problema de fondo que se refiere a la necesidad de que la metodología y las técnicas de investigación social deban someterse a la vigilancia epistemológica, que me parece nadie tuviera que olvidar; de tal manera que siendo afín a Marx, Weber o Durkheim no tendría que ser motivo para construir cortinas de humo en relación a dicha necesidad científica. 2.- Lectura: Epistemología de las ciencias del hombre y epistemología de las ciencias de la naturaleza en el Oficio del Sociólogo.
Esta lectura pone en relieve el problema de la representación falsa de la epistemología de las ciencias de la naturaleza y su relación con la epistemología de las ciencias del hombre, precisa que no es necesario el dualismo de Dilthey o el positivismo que trata de emular a como dé lugar a las ciencias de la naturaleza, sin embargo este positivismo mecanicista se extralimita ya que no es
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posible la imitación automática de las ciencias de la naturaleza debido a la subjetividad de los hechos sociales, en cualesquiera lugar que ocurran; por ello y en contraposición a dichas aseveraciones, se plantea la necesidad no de confrontar a la ciencia ya hecha, a la ciencia verdadera que podría ponerse en duda sobre las formas en que se está haciendo, sino concluye el autor, consiste en someter a una práctica científica a l a ciencia que se está haciendo. Sin embargo, proponen algunos la obediencia ciega a los métodos de la epistemología de las ciencias de la naturaleza, cuestión que desemboca de manera prematura en uno de los preceptos de Freud que se refiere a la “elasticidad en las definiciones”, que coarta en alguna forma
la riqueza de las formas y medios disponibles que tienen las ciencias del hombre y su diferenciación con las de la naturaleza. No se trata, reafirma la lectura de huir de los procedimientos, sino de la canonización de sus procedimientos y entender desde el fondo de los hechos, es decir cómo opera dicha investigación en vez de encerrarla en un decálogo de procedimientos uno a uno, tal cual comprobar de manera férrea que dicho método es un error, como precisa A. D. Richtie, realizar una medición más precisa de lo necesario no es menos absurdo que hacer una medición insuficientemente precisa. 3.- Lectura: La construcción del objeto. El hecho se construye, las formas de la renuncia empirista.
El punto de vista Dice Saussure crea el objeto, por un lado, por otro, Weber precisa, que no son las relaciones reales entre las cosas, quien construye la delimitación de los campos científicos, sino las relaciones conceptuales entre problemas y es solo allí donde se aplican nuevos métodos a nuevos problemas donde nace una ciencia nueva. De tal suerte que no es posible o no se trata de ahorra esfuerzos para construir el objeto sino se abandona la idea de objetos pre-construidos, hechos sociales, hechos marcados, calificados por la sociología espontanea como problemas sociales. El texto ejemplifica: “el ocio de los adolescentes de un complejo urbanístico en la zona este de la periferia de Paris”; en este caso se precis a que después de un análisis exhaustivo de la
epistemología, éste persiste como un objeto común y no llega a ser un objeto científico puesto que no pasa por los filtros de la aplicación de las técnicas científicas. Aquí se resume que un objeto de investigación por más parcial y parcelario que sea no puede escapar a su definición y construcción desde una perspectiva teórica que le permita ser investigado desde el fondo mismo de sus postulados. Las ab dicaciones del empirismo.
Una primera disertación se refiere a la aceptación general de que toda observación, experimentación o investigación implica la elaboración de hipótesis y en este sentido se afirma con Bachelard que el vector epistemológico “va de lo racional a lo real y no a la inversa como lo
profesaban los filósofos de la antigüedad, tal es el caso de Aristóteles hasta Bacón. Por tanto, es
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importante aceptar que toda hipótesis requiere teoría y que sin teoría no es posible ajustar ningún instrumento ni ajustar una sola de sus lecturas. También rechaza al positivismo por lo exagerado de sus afirmaciones ya que confirma los hechos como datos, sin someterse a la reflexión epistemológica, acogiéndose únicamente a la reflexión metodológica. Pero también se acepta que tal vez la maldición de las ciencias del hombre, sea el ocuparse de un objeto que habla, por ello, entender que no basta que el sociólogo escuche a los sujetos, registre con precisión sus razones, justificaciones y aún su conducta, pues corre el riesgo de quedar en sus oscuras prenociones a la de los sujetos que estudia, o por la falsa cienciología espontanea; por ello, es importante ir a los métodos y sujetarse al escrutinio de la ciencia. Hipótesis o supuestos.
Aquí los autores se empecinan en demostrar que toda práctica científica aunque sea del empirismo radical implica el uso de teorías, y que por lo tanto el investigador se mueve entre interrogantes algunas clara y otras confusas, así como un cuerpo de hipótesis construidas a partir de esas teorías; importa pues, no solo el método, sino también cuidar las teorías, y que éstas coincidan con el corpus de la investigación, o en caso contrario, se corre el riesgo de no ser controlada y que sus resultados nos engañen o confundan cuando su elección no ha sido consciente. Se pone como ejemplo el muestreo al azar, en el la técnica como tal es por sí sola importante, pero en manos inexpertas o aniquila el objeto de la investigación o da una significación teórica diferente de la que se quería aplicar. La urgencia de buenas hipótesis a partir de las teorías es más que evidente. La falsa neut ralidad d e las té cni cas: o bjeto c on str uid o o artefact o.
La
ilusión
de
que
las
operaciones
axiológicamente
neutras
son
también
epistemológicamente neutras es falsa ya que limita la crítica al trabajo sociológico, el suyo y de los otros; se trata de entender que cuando el sociólogo se inclina por una técnica de investigación como la entrevista no dirigida y en la que a propósito rehúye por el análisis que implica, está acercándose al error del empirismo, ya que desde sí está arrojando por la borda a otras técnicas igualmente importantes y que con rigor científico proporcionan información siempre fidedigna, en este caso, “la observación etnográfica, que es a la experimentación social lo que la observación
de los animales en su medio natural es a la experimentación en laboratorio, hace notar el carácter ficticio y forzado de la mayor parte de las situaciones sociales creadas por un ejercicio rutinario de la sociología que llega a desconocer tanto más la "reacción de laboratorio" cuanto que sólo conoce el laboratorio y sus instrumentos, tests o cuestionarios ” en el oficio del sociólogo, p. 62. Aquí es necesario precisar que las preguntas, son artefactos construidos por el investigador y que sin embargo al someterse a no a una neutralidad, es muy probable caer en el error de, de
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llevar a la realidad a su encubrimiento, de negar la verdad de las verdades, ya que hasta el cuestionario más cerrado no garantiza la univocidad de las respuestas por el solo hecho de someter a muchos sujetos a preguntas formalmente idénticas. Además de ello, si el investigador confunde su perspectiva con la de sus investigados, recoge su propia perspectiva en el estudio de los sujetos que cree está investigando. El ejemplo se cita cuando se dan preguntas como esta “¿Trabajar y jugar es la misma cosa?, ¿Qué diferencia existe entre trabajo y juego? Aquí el caso es
claro, el investigador es quién define los sustantivos y da sentido según sus propias expectativas; aquí se explica esta falsa neutralidad, por ello se plantea como riesgo al trabajo del sociólogo. Otro ejemplo se da en la investigación de los conflictos sociales, en donde la dificultad para hacer preguntas que comprometan la ecuanimidad del investigado o la imparcialidad de dicho instrumento, sesga peligrosamente no solo los resultados, sino la orientación de la investigación, por ello se ejemplifica el caso de las relaciones entre las clases y más sobre la política están condenadas a agravar dichas tensiones sociales, por lo tanto, se presentan ocasiones en que es preferible evadir estas pretensiones dentro de las investigaciones. Aquí la falsedad de la neutralidad de las técnicas de investigación social, claro está, no puede ser una regla general. Los metodólogos no pueden “estar más atentos a las reglas que se deben observar en la
manipulación de las categorías ya constituidas que en las operaciones que permiten construirlas, ya que el problema de la construcción del objeto no puede resolverse nunca de antemano y de una vez para siempre, ya se trate de dividir a una población en categorías sociales, por nivel de ingreso o según la edad”, ibid, p. 69. Termina esta parte inclinándose por la constante revisión epistemológica de dichos eventos con la intención de dar una claridad no superflua, por la revisión técnica en la conformación de las categorías o supuestos lógicos o sociológicos de cada objeto de estudio a construir e investigar. Por tanto concluye “ La renuncia pura y simple ante el dato de una práctica que reduce el
cuerpo de hipótesis a una serie de anticipaciones fragmentarias y pasivas condena a las manipulaciones
ciegas
de
una técnica
que
genera
automáticamente
artefactos,
construcciones vergonzosas que son la caricatura del hecho metódica y conscientemente construido, es decir de un modo científico ”. He aquí la importancia de la imparcialidad de las acciones del investigador. 4.- Lectura: La ilusión de la transparencia y el principio de la no conciencia. La filosofía artificialista como fundamento de la ilusión de la reflexividad.
Explicaba un psicólogo en una de mis clases que para entender a la educación bastaba con entender el origen y las transformaciones que por ésta habían transcurrido, respondía otro, que el sistema educativo solo se explica desde la complejidad de sus procesos, de la complejidad de su historia y de los participantes que en ella se han construido, terminaba diciendo que la crisis de la educación se debe en más al origen de la escuela, y de ello se remonta al origen de las
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revoluciones, en donde como producto de ella se inserta en la constitución el derecho a la educación sin exclusión por la raza, la clase o religión que se profese; de tal manera que inicia sin maestros, sin método, sin escuelas y sin una finalidad de tipo integral que promoviera el desarrollo de todos los individuos, y que además de ello, los descalabros continuos con líderes que no tienen la intención de promover una educación que mueva a las conciencias desde lo más profundo. Cito lo anterior, ya que esta lectura nos adentra en ello, dice que “ La ilusión de la transparencia se
origina en la idea de que, para explicar y comprender las instituciones, bastaría reencontrar las intenciones de las que ellas son producto. Esta idea del sentido común debe una parte de su fuerza a las actitudes comunes que permite: etnocenírismo o moralismo; la ilusión artificialista conduce a la ilusión del tecnócrata (tal es el caso del sistema actual), que cree poder constituir o transformar las instituciones por decreto, o a la ilusión del evolucionista, para quien el pasado sólo puede suministrar el ejemplo de formas inferiores a las formas actuales. Desde este punto de vista, no es posible deleznar el ideal de la educación pues el sistema educativo no tiene nada de real en sí mismo. La ignoranci a metódica.
Es frecuente que el sociólogo crea que lo aprendido en tal cual sociedad o tal o cual evento es perfectamente susceptible de adaptarse a un sinfín de situaciones, craso error, ya que en todo momento debe entender que para él el mundo social es tan desconocido en su totalidad como para el biólogo antes de que se constituyera la biología; ya que los hechos sociales no son cosas, aunque si sean materiales, pero no son cosas m ateriales, de tal manera que una cosa de esta que estamos hablando se refiere a todo objeto de conocimiento que no sea digerible por la sola inteligencia o como producto de esfuerzo mental sino que llega a comprenderse a través de experimentaciones u observaciones desde lo más superficial hasta lo más profundo e inextricable de sus caracteres. Se explica así incluso el nacimiento de la psicología objetiva, estudiando los hechos desde fuera, o sea como cosas, por ello los hechos sociales no pueden escapar a esta tendencia. El inconsc iente: del sust antivo a la sust ancia.
El sociólogo como investigador debe asumir que todo hecho social asume significaciones a veces de manera consciente, pero otras más surgidas de la inconsciencia, por ello al investigador requiere conocer esta circunstancia para escapar a ella y salir ileso, es decir, sumirse en las profundidades de su estudio identificando estas posibilidades y haciéndolas a un lado. El principio del determinis mo co mo n egación de la ilusión de la transparenc ia.
Aquí se insiste en que la aceptación de la ciencia de los hechos sociales solo fue posible cuando las ciencias naturales aceptan que las sociedades también obedecen a leyes no fácilmente
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de modificar o de manera arbitraria, se entendió pues que tanto los hechos y fenómenos naturales se rigen por generalidades, así también los hechos sociales. El código y el documento.
Aquí se entiende que las preguntas que realiza el sociólogo pueden estar orientadas a un tipo de respuestas y que sin embargo las respuestas al imprimirse en un documento, pueden variar del código que dentro de ellas encuentra sustento, lo anterior quiere decir que puede existir una distancia real y objetiva entre lo que el investigador responde y lo que investigador imprime en el documento; por el hecho de que el documento es un intermediario de los estereotipos, de las costumbres, de los pensamientos del investigado, por ese solo hecho se puede decir que todo documento producto de la extracción de los códigos es subjetivo, puesto que ya se encuentra como intermediario la posición, los conceptos, y las intermediaciones del investigador. Naturaleza y cultu ra: sus tancia y sis tema de relaciones. Naturaleza e historia.
Éste es otro punto de desencuentro entre los economistas, entre los sociólogos, entre otros teóricos; ya que arguyen que las relaciones sociales son producto de la naturaleza y que se rigen por esas mismas leyes, sin embargo, ya Marx lo decía; que cuando las consecuencias o propiedades son atribuidas a la naturaleza es porque se olvidan de su génesis y de su historia, así como de los movimientos, las convulsiones y los procesos que a ellos dieron origen. Se niega pues por un lado que la cultura, que la historia y los procesos en donde participan individuos son diferentes a los que la naturaleza provee, ya se decía de manera muy errónea que las instituciones del feudalismo son artificiales y las de la burguesía eran naturales. Sin embargo, como sostener esto, la misma historia ha demostrado que las relaciones de producción en el feudalismo como en la burguesía no han sido procesos naturales, sino producto de las relaciones a las que los sujetos se han visto sometidos. Conclusiones:
Las herramientas del sociólogo, en este caso las del educador, no tienen por qué ser diferentes en lo esencial de cualquier otra de las ciencias, ciertamente nuestros métodos son diferentes, pero si nos atenemos a que no pasen por el escrutinio o el rigor científico de lo metodológico, o bien estamos ignorando su importancia, o bien aceptamos que tenemos más errores que aciertos. Un buen principio de todo investigador es entender que las hipótesis, las historias, los métodos, las técnicas y demás instrumentos para la investigación no son exclusivas de las ciencias naturales, así también lo son para las ciencias sociales, sin embargo, su utilidad y los resultados son del todo diferente; como ya escrito arriba está, tal vez la maldición del sociólogo, es que su objeto de estudio habla y agregaría que habla dependiendo de su contexto, de su situación económica, política y social; y que en todo momento estas circunstancias dan un viraje a los resultados supuestos de toda investigación.
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