ASESORAMIENTO EDUCATIVO FAMILIAR
EDUCAR EL CARÁCTER
ALFONSO AGUILÓ PASTRANA
Colección Hacer Familia. Ediciones Palabra S.A. Madrid PAOLA CALLE RIOFRÍO
ASESORAMIENTO EDUCATIVO FAMILIAR
CAPÍTULO I Felicidad y carácter ¿Qué significa tener carácter? El carácter es un modo de obrar siempre consecuente, cuyos móviles son principios firmes; constancia de la voluntad en el servicio del ideal reconocido como verdadero; perseverancia interior en plasmar un noble concepto de la vida…
¿Qué puede hacer un padre o una madre para que sus hijos sean personas de carácter? 1°. Reflexionar sobre los principios o ideales que quieres para tus hijos. 2°. Procurar que vayan entendiendo la importancia que esto tiene para sus vidas y que nadie podrá hacerlo en su lugar. 3°. Determinar de qué modo se van acostubrarán a obrar según estos principios, pues lo más difícil no es formular rectos principios, sino persistir en ellos a pesar de todo.
El éxito está en descubrir esa natural sucesión educativa: Motivación en los valores Actos favorables Arraigar el carácter Consolidar el carácter
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Revisar objetivos Es preciso lograr que padres e hijos piensen sobre cómo son, sobre cómo les gustaría a ellos ser y sobre cómo deberían ser; es decir: Hacerles razonar y hacerles capaces de hacer lo que la razón les diga.
hacerles frente con un poco de buen humor, riéndose de uno mismo si es necesario. Chejov afirmaba que “La tranquilidad y la satisfacción del hombre están dentro de él mismo, y no fuera. Que el hombre vulgar espera l o bueno o lo malo del exterior mientras que el hombre que piensa lo espera de si mismo.
CAPÍTULO II Si se educa realmente la inteligencia, no habría problema porque cuando las cosas se entienden con claridad y a tiempo, la voluntad se dirige a ellas sin muchas dificultades.
Aprender a ser feliz La vida es un forcejeo permanente con las adversidades, un intento por solucionar las dificultades, apoyado por el amor y el trabajo. Tienes que aprender a encontrar la felicidad en la lucha normal de cada día
Dificultades en la etapa adolescente Vencer la timidez La timidez puede tener su raíz en un excesivo proteccionismo de la infancia, en algún defecto o limitación o en una educación que no logra contrarrestar suficientemente el amor propio y a veces responde directamente a la timidez de los propios padres.
Talante positivo Piensa que hay gente que lo pasa mucho peor y sabe sobreponerse.
Razones para sonreír El remedio para estar siempre contenta consiste en salir de si mismo, interesarse por los demás, comprender que quienes nos rodean tienen derecho a vernos alegres. Miedos y debilidades tenemos todos los hombres, la diferencia entre unos y otros está en el modo de afrontarlos. Lo sensato es
Un buen profesor pregunta en clase al alumno tímido cuando supone que está en condiciones de responder correctamente, y hace así que tome seguridad y vaya actuando, poco a poco, en presencia de otras personas. Un padre sensato sabe dar confianza a su hijo de modo que poco a poco vaya mejorando su nivel de autoestima. Vencer la timidez no es cosa de un día. Es una batalla difícil en la que no hay que perder la esperanza y en la que también hay que saber perder con deportividad, perdonarse a uno. mismo, darse la mano y tirar otra vez hacia delante.
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Superar el egoísmo El egoísta vive en una permanente búsqueda de la propia satisfacción, una búsqueda que acaba por ser angustiosa porque el egoísta a cada paso se sorprende con que ha vuelto a perder el rastro y que no consigue disfrutar un poco de tiempo con casi nada.
: e u q e t n a t r o p m i s E
La envidia
Los padres logren que sus hijos descubran la satisfacción que la generosidad encierra y reflexionen sobre el regusto de tristeza que a todos queda cuando nos comportamos de forma desconsiderada, implacable y egoísta con los demás.
es
Entristecerse por el bien ajeno
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La pereza y, en general la falta de una adecuada educación de la voluntad, constituyen una de las más dolorosas formas de pobreza: porque impiden a quienes la padecen disfrutar de la vida.
No rendirse a lo fácil El camino de la vida fácil, aunque ameno al principio, se hace cada vez más trabajoso; y al final se aguarda un amargo despertar. “No es m s f ci l la vida ácil”
Ante la falta de dotes naturales El que tiene menos talentos pero se esfuerza por hacerlos rendir, aunque le parezcan escasos, acaba finalmente por superar a otros muchos más capacitados.
Se puede y se debe vivir l a propia vida acept ndose como es.
Lo mejor es ser el que somos y procurar ser cada día un poco mejor.
La esclavitud de la pereza. El ocio
Un error advertido a tiempo
El ocio entendido como matar el tiempo, como no hacer nada o como dejarse llevar es pereza y por lo tanto desaconsejable.
Urge hacer justicia al amor, recatar sus atributos más genuinos, mostrar a todo el mundo que un amor apasionado no puede ser otra cosa que una entrega apasionada a buscar el bien de la persona a la que se quiere.
El tiempo libre bien utilizado puede ayudar a ennoblecer al hombre e impulsarle la creatividad, a la iniciativa personal, a cultivar el espíritu, a huir de la vulgaridad.
Saber de sexo es mu y f ácil , pero saber de am or es más di fíci l.
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Importa mucho facilitar a los hijos modos de ocupar su tiempo libre. Es preciso hacer un derroche de imaginación para proporcionar a los hijos alternativas válidas a realizar en el tiempo libre como: hacer deporte, leer, cultivar los hobbies diversos, organizar tertulias, viajes o excursiones, aprender idiomas, etc.
CAPÍTULO III La rebeldía adolescente Una conversación sorprendente Especialmente los adolescentes pueden pasar por una fase en la que parece como si para ellos lo único importante es lo inmediato, y no se atreven a creer en nada más, porque tienen miedo a decepcionarse luego.
Prefieren creer en poco y esperar en nada, porque así se sienten más seguros.
En este caso, hay que procurar darles ánimo y respaldar su confianza en sí mismos; tener esperanzas aunque a veces se vea defraudada. Es decir, “Apostar por algo en la vida”
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Es importante desahogarse y pedir ayuda a quien no las puede prestar
La vanidad lleva a creerse algo distinto a lo que uno realmente es. El vanidoso piensa que hace maravillas y se siente herido si los demás no lo valoran
Hay que aspirar a ser buena persona y a ser coherente con uno mismo.
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Ante el dolor, la humillación o la desgracia La adversidad y el dolor no deben verse como cosas tan terribles, es decir, los golpes de la adversidad son amargos, pero nunca estériles. Los padres deben dar ejemplo de serenidad frente a los reveses de la vida, de mantener la alegría.
Aprender a equivocarse. El perfeccionismo Los perfeccionistas son personas que tienen: Cosas Positivas:
1°. Porque nos hemos dado cuenta de que necesitamo s ayuda.
2°. Porque al explicar las cosas a otra persona adquieren objetividad.
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3° Porque nos pueden ayudar mucho con un Buen Consejo.
Corregir en la familia. Las cuatro reglas
Creen en el trabajo bien hecho Procuran terminar bien las cosas Ponen ilusión por cuidar los detalles.
Bastante Negativas:
&
Viven tensos Sufren mucho cuando no pueden llegar a la perfección anhelada Son muy exigentes con quienes no son tan perfeccionistas.
Autosuficiencia y consejo La crítica en la familia para que sea positiva se puede resumir en cuatro reglas: Todos necesitamos la ayuda de alguien que nos ayude y nos comprenda; de alguien, al menos, con quien poder desahogarnos alguna vez.
El problema no está en que esas adversidades o esos dolores sean muchos o pocos, sino en la riqueza espiritual de las personas que los sufren y en el modo en que los asumen.
1°. Quien corrige debe ser una persona capacitada para reconocer lo bueno de los demás y capaz de decirlo. 2°. Corregir por cariño. Persona serena y ponderada, sin precipitaciones ni apasionamientos. 3°. No hacer la corrección sin antes hacer examen sobre la propia culpabilidad en lo que se va a corregir. 4°. Se refiere a la forma de llevar a cabo la corrección: cara a cara, en privado, evitar comparaciones, prudente, específica y concreta, oportuna y poniéndose antes en su lugar.
Debemos aprender a darnos cuenta de que no es una tragedia equivocarse, puesto que la calidad humana no está en no fallar, sino en saber reponerse de esos errores.
Una aclaración sobre la humildad No debe confundirse la humildad con algo tan simple y grotesco como tener una mala opinión acerca de los propios talentos.
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No es humilde quien:
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Humilla a los demás Regatea los elogios a los hijos de otros cuando se lo merecen Compara con otras personas Se autoculpa, pero no acepta que sea otro quien le dé a entender. Dice “Es que soy así” y se abandona en sus defectos, sin intentar mejorar.
CAPÍTULO IV Carácter y naturalidad El “qué dirán”. Aparentar El qué dirán constituye una agobiante preocupación que se abate sobre muchas personas. No se puede andar por la vida al vaivén de lo que los demás piensen o digan de nosotros. Se trata de tener una personalidad propia y atreverse a manifestarla así, aún en medio de un ambiente o unas personas que piensen de modo distinto.
El andamiaje de la mentira Si tiene el hábito de mentir y tú eres excesivamente riguroso, tu hijo tendrá que apuntalar cada mentira con otras nuevas y eso es peor. No daremos un solo paso efectivo en la educación, si tu hijo percibe doblez, falsedad o fingimiento en lo que decimos o hacemos. Por ello, debemos enseñarle a:
Saborear la alegría de saber rectificar Que sepa pedir perdón y aceptar la culpa Que comprenda que cuando consigue algo por medio de la mentira ha pagado demasiado caro. Que cuando escapa de un mal gracias a la mentira, ha caído en otro mal peor. Que cuando ha conseguido admiración ante a los demás mintiendo, ha perdido el honor ante su propia conciencia.
¿Exceso de sinceridad? Decir la verdad que no resulta conveniente revelar, a quien no se debe, o en momento inadecuado, es más bien una carencia de sensatez.
Personas de criterio Fortalecer la voluntad La voluntad crece con su ejercicio continuado y cuando se va entrenando en direcciones determinadas. Una voluntad recia no se consigue de la noche a la mañana. Hay que seguir una tabla de ejercicios para fortalecer los músculos de la voluntad, haciendo ejercicios repetidos y que supongan esfuerzos. Ejercítate cada día en vencerte aunque sea en cosas muy pequeñas.
La sinceridad no es simplemente un desenfreno verbal. “Hay que decir lo que se piensa, per o se debe pensar lo que se dice”.
Conócete a ti mismo Mejoraremos procurando conocernos. Mejoraremos escuchando de buen grado la crítica constructiva que nos vayan haciendo con cualquier ocasión. Procura conocer cuáles son tus defectos dominantes, pues el conocimiento propio también es muy útil para aprender a tratar a los demás
No vendría mal tener en la cabeza nuestros fallos y errores a la hora de corregir, para saber conjugar la exigencia con la comprensión.
CAPÍTULO V
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Los padres deben alabar más el esfuerzo de los hijos y elogiar menos sus dotes intelectuales, pues lo primero produce estímulo y los segundo sólo vanidad.
La educación no lo es todo, porque entre otras cosas hay que contar con la libertad Es preciso formar personas de criterio Para acrecentar la sensatez y el buen juicio de los jóvenes es preciso enseñarles a razonar debidamente y junto a ello que crezcan en las diferentes virtudes.
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Virtud
Sensatez
Elegir bien el colegio Ir conociendo a sus amigos Procurar que la televisión se vea de modo familiar Un ambiente favorable al buen desarrollo de su personalidad. Elegir los lugares donde ir de vacaciones o de fin de semana
Una vieja especie: el opinador Es preciso que estén ligadas, porque cuando falta la virtud es fácil que se extravíe la razón, para adaptarse a las conveniencias del vicio correspondiente
Observar, leer y pensar
ES importante que los hijos adquieran cierta calma y capacidad de reflexión, porque la vida es como un interrogatorioHace falta un poco de calma y serenidad para poder analizar las situaciones que a cada uno se le presentan y sopesar con prudencia las ventajas e inconvenientes de una u otra solución. Leer en familia es una buena costumbre.
La personalidad y el entorno. Modelos Los profesores son las primeras personas distintas a sus padres que el niño conoce con cierta continuidad, y es quizá de ellos de quienes más aprenda a hacerse adulto; por tanto puede ser positivo:
Detrás de una actitud de crítica sistemática suelen esconderse la ignorancia y la injusticia; por ello la crítica debe analizar lo bueno y lo malo, no sólo subrayar y engrandecer lo negativo.
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Desconfiados y resentidos La familia debe vivir en un clima de generosidad y confianza, de prestar ayuda siempre, de no llevar cuenta de los favores, de no pensar si alguien es merecedor de un servicio, etc. La desconfianza está: Detrás de los resentidos Detrás de los solitarios De los enfermos que temen que nadie les comprende De los jóvenes que ven a los mayores como que si nunca los van a entender. De los tímidos que se encierran en su propio corazón.
¿Comprometerse? Para que los hijos sean decididos, es preciso que vean esa actitud en los padres. Que no se queden paralizados ante la duda. Que no tiren la toalla ante la primera dificultad. Que no cambien inmediatamente de objetivo si éste se presenta costoso. La vida es optar y adquirir vínculos: quien pretenda almacenar intacta su capacidad de optar, no es libre: es un pionero de su indecisión.
Es ineludible comprometerse porque la vida está llena de compromisos: compromisos en el plano familiar, profesional, social, afectivo, jurídico y mucho más.
Cuando uno actúa buscando el provecho propio por encima de casi todo, suele suceder que en cierto momento de la vida recibe el pago de la falta de generosidad. Es decir , se encuentra con que, con su egoísmo se ha hecho mucho más daño a sí mismo, mientras disfrutaba de su juventud aprovechando al máximo el presente, no ha logrado otra cosa que arruinar su futuro.
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CAPÍTULO VI Fortaleza y Generosidad Serenidad y dominio propio El hombre sereno y que se domina a sí mismo irradia de todo su ser tal ascendiente que sin esfuerzo disipa las dudas de uienes están a su alrededor.
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Para educar es también eficaz por dos razones: 1°. Porque educar exige tiempo y por tanto, orden para sacar partido al tiempo que tenemos, que es limitado. 2°. Porque el orden es una virtud muy importante en la configuración del carácter de los hijos.
Muchas veces lo agobios por falta de tiempo son más bien agobios por falta de orden
¿Cómo mejorar el dominio de uno mismo?
No hacer declaraciones ni tomar decisiones en medio de las olas de la vanidad ofendida. Privarnos de lo que debamos privarnos En las comidas, por ejemplo, comer lo que nos sirvan Aprender a decir que no, si hay que decir que no, con claridad y firmeza.
El premio de la generosidad y del egoísmo
El error cuando los hijos llevan una vida demasiado fácil y cómoda, tiene diversas manifestaciones: Cuando los hijos tienen demasiadas cosas. Cuando permitimos que entren en el juego de la fiebre consumista. Cuando no les enseñamos el valor del dinero y a administrarlo.
“El que quiera lograr algo en la vida, no haga reproches a la suerte, sino coja la ocasión por los pelos y no la suelte”.
Lanzarse y perseverar Se trata de la común tentación de hacer lo urgente antes que lo importante, lo fácil antes que lo difícil, lo que se termina antes que lo que requiere un esfuerzo continuado.
Orden y pereza activa Imprimir un ritmo ordenado a la vida, ser dueños del propio tiempo y de la agenda, tener un claro orden de prioridades en lo que hemos de hacer….. son premisas básicas para la eficacia de cualquier trabajo.
Consumismo y temple humano
Constancia y tenacidad. Querer la verdad La pereza activa puede hacer estragos en tu hijo estudiante que no termina de comprender que más vale estudiar intensamente tres horas y luego descansar tres horas, que pasarse las seis horas intentando lo uno y lo otro y dejarlo todo a medio hacer y con una gran sensación de descontento. Es también pereza activa cuando un padre de familia no cesa de ir de un lado a otro cuando debería estar con su familia.
La Puntualidad.
es
Un detalle muy formativo de la virtud del orden.
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Audacia y constancia
Dos aspectos inseparables que se complementan
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La losa de la desesperanza ¿Cómo infundir esperanza en la familia? Hay muchos detalles: Transmitir siempre un aliento positivo en todo aquello que hacemos. La gente necesita que le digan de vez en cuando que lo ha hecho bien. Afronta con serenidad, las contrariedades, los destrozos, los errores de los hijos. Ante la sombra de no hay futuro, es fácil caer en la tentación de huir del esfuerzo cotidiano, de intentar hacer soportable la vida; pues muchas veces no comprendemos que “ El futuro está en el presente”.
El hastío y el aburrimiento El aburrimiento es una enfermedad difícil de curar. Hay tres remedios contra esto: El trabajo, el amor y el interés por los detalles pequeños. Además debemos tener paciencia, pues estos remedios sólo se venden e n forma de semilla. El trabajo es uno de los mejores educadores del carácter, enseña: A dominarse a uno mismo A perseverar A templar el espíritu A olvidar tonterías y a muchas cosas más.
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Grandeza de ánimo. Ideales y horizontes La magnanimidad es grandeza de ánimo, pues aparece sin rebajar a alguien, sin sobrevalorarse a sí misma con nobleza. El hombre magnánimo está siempre dispuesto a ayudar, no se asusta ante las dificultades, se entrega sin reservas a aquello que cree que vale la pena.
Lo propio de un adolescente correctamente educado es albergar en su cabeza la idea
Las personas que componen la familia son de una determinada manera y hay que aceptarlas como son, ayudándoles a mejorar sin dejar a nadie por imposible. Veamos algunos detalles de la autoridad de los esposos que crean un ambiente propicio para la formación del carácter de los hijos:
Que puede y debe llegar a ser Un hombre grande
CAPÍTULO VII
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Procurar someterse ambos a una cierta colegialidad en las decisiones de alguna importancia. Acostumbrarse a dar cuenta de donde estamos y de las cosas que hacemos. Tener cada vez en más le juicio ajeno. Fomentar iniciativas de los demás Saber ceder, y si fallara el otro no pasar la vida recordándoselo.
Personajes presuntuosos “El mayor negocio del mundo sería comprar a un hombre por lo que vale y venderlo por lo que cree que vale.”
Personalidad y soberbia
Sócrates
Séneca
Intentos de supremacía En toda familia hay que encontrar esa particular y personalísima síntesis entre exigencia y cordialidad, autoridad e indul encia, res eto cercanía.
“La
mayor
sabiduría humana es saber que sabemos muy poco”
“Muchos
habrían sido sabios si no hubieran creído demasiado pronto ue a lo eran”
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Reparto de culpas
CAPÍTULO VIII
Una de las dificultades grandes de la convivencia familiar es dar tanta importancia al tener la razón.
Por las que tienen remedio
Quererse, estar en paz, convivi r alegremente, es mucho más im portante qu e saber qu ié n t iene l a r azón.
Dedicarse a buscar ese remedio sin enfadarse
Nuestra verdad Si examinamos nuestra vida, muchas veces parece que tenemos nuestra verdad y nos cuesta dar entrada en ella a cualquier idea que venga de fuera. Como si tuviéramos una oposición permanente a todo lo ajeno, una tendencia a condenar, a discutirlo todo. Si pasaríamos por el tamiz de nuestra ironía las razones que nos llevan a discutir, descubriríamos que habitualmente resulta más grato y más enriquecedor “buscar las cosas que unen en vez de las que separan ” y que cuando hubiera que contrastar ideas lo hiciéramos con elegancia.
El mal genio Los enfados suelen ser contraproducentes y pueden acabar en espectáculos l amentables, porque cuando un hombre está irritado casi siempre sus razones loa abandonan.
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Fuller decía que “hay
dos tipos de cosas por las que un hombre no debe enfadarse nunca:
Por las que no tienen remedio
Los padres y el carácter de sus hijos Adolescencia de los hijos….¿o de los
padres? Más vale no discutir si son inevitables
Hay que aceptar como natural que un adolescente se sienta un poco tiranizado por sus padres y por todo el mundo, Debemos aprovechar las buenas oportunidades que brinda la infancia para preparar a los hijos a hacer frente a la adolescencia.
Susceptibilidad. Piensa bien y acertarás La susceptibilidad tiene su raíz en el egocentrismo y la complicación interior: “que si no me tratan como merezco…., que si ése que se ha creído…, que no me tienen consideración…, que nos e preocupan de mí…, que no se dan cuenta…” y así ahogan la confianza y hacen difícil convivir.
Algunos padres no se dan cuenta de que no pueden estar encima de los hijos todo el día, porque si lo hacen los hijos se rebelan y rompen, o se infantilizan y no aprenden a decidir. Es mejor darles responsabilidad y luego pedirles cuentas.
Algunas ideas para alejar ese peligro:
Guardarse de la continua sospecha No querer ver segundas intenci ones en todo lo que hacen o dicen los demás No ser tan ácidos, tan críticos Salvar siempre la buena intención de los demás Confiar en que todas las personas son buenas mientras no se demuestre lo contrario
¿A quién echas las culpas? Hay que tener la valentía necesaria para enfrentar nuestros fallos y defectos; es decir ser sinceros con nosotros mismos y ser críticos con nuestras propias excusas.
Procura aprender cada día un poco sobre tu oficio de educador. No olvides que
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quien tiene el privilegio de enseñar no puede olvidar el deber de aprender.
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Tener un proyecto educativo no significa meter a los hijos en un molde a presión.
No olvides el pasado
La verdadera labor del educador es mucho más creativa Siempre te será útil recordar cuáles serán tus rebeldías de adol escente.
Conviene saber en qué cuestiones suelen los chicos ser más críticos con sus padres, para actuar en ellas con más prudencia:
Las actitudes excesivamente paternalistas Ponerle en evidencia de inferioridad al ayudarle. Planteamientos perfeccionistas, desconfiados Falta de sensibilidad por lo que aprecia la juventud. Incongruencia entre la vida de los padres y lo que exigen a él. El autoritarismo.
San Josemaría Escrivá recomendaba: “Mantener el corazón joven para que les sea fácil recibir con simpatía las aspiraciones nobles e incluso las extravagancias de los chicos. La vida cambia y hay muchas cosas nuevas que no son malas pero no nos gustan, son simplemente otros modos de vivir sin más trascendencia”.
Una labor de artesanía
Consiste en
Descubrir una fina escultura dentro de un bloque de mármol, quitando lo que sobra, limando asperezas y mejorando detalles. Es decir, ayudar a qui tar sus defectos para desvelar l a ri queza de su f orma de ser y de enten der l as cosas
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CAPÍTULO IX Educar con el ambiente familiar La educación de la afectividad
Es un aspecto de decisiva importancia en la educación del carácter; pues para educar la afectividad es cuestión clave que los padres se quieran mucho entre sí y que quieran mucho a los hijos. Cualquier persona inteligente sabe que las relaciones sociales más importantes son las de su propia casa.
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Afabilidad Educación principesca Muchos padres confunden la verdadera educación con una instrucción principesca, por lo que están dispuestos a sacrificarlo casi todo. Quisieran que sus hijos fueran los mejores en los deportes, en los estudios, en los idiomas, etc; pero este interés no se ve acompañado de una preocupación seria por educar a los hijos en los valores más elementales, y se transforma en un afán egoísta, en el que hay mucho de vanidad , de ganas de aparentar, de ostentación, etc. “Edu car en val ores les va a ser m ás úti l en la vida, que otras cuali dades que a algun os tanto deslumbran”.
Hay que poner cariño en detalles pequeños
Detall es de afabil idad
Esforzarse por ser delicado en el trato Acostumbrarse a no mandar sin razones No encasquillarse por cosas que no tienen importancia Estar asequibles y facilitar a los hijos que hablen cono nosotros, a solas si es preciso. Hacer que sea natural prestar pequeños servicios a los demás Aprender a reprender o a denegar un permiso sin ponerse antipático Saber algo de las cosas que interesan a los hi os
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Tacto para la convivencia
Detalles concretos para mejorar en las múltiples facetas de las virtudes de la convivencia:
Averiguar los gustos ajenos y procurar satisfacerlos siempre que se pueda. Ser complaciente y buscar factores amenazantes de la convivencia No hablar demasiado No darse aires de persona ocupadísima, ni de sabelotodo Aprenderse los nombres de quienes trabajan con nosotros Decir cosas agradables a la gente siempre que se pueda No olvidar la importancia de los buenos modales Hacer favores sin llevar la cuenta Animar a los desanimados
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Los adolescentes deben darse cuenta de que:
El mejor camino para ser libres
es
La razón
Lograr ser dueños de uno mismo
La verdad
Lo propiamente humano es:
El esfuerzo
El trabajo
Detalles que facilitan la obediencia:
La amistad entre padres e hijos se puede armonizar perfectamente con la autoridad que requiere la educación.
La autodisciplina y la mediocridad La fuerza de voluntad
Autoridad, amistad y obediencia
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Exígete tú en los mismos puntos en que aconsejas, mandas o corriges Manda con afán de servir, son dar la sensación de que lo haces por comodidad personal No exhibas demasiado la autoridad Procura saber lo que hiere a cada uno, para evitarlo delicadamente si es preciso Habla sin exagerar, procurando ser objetivo Habla con claridad, a la cara Sé positivo al juzgar y pon en primer término las cualidades, antes de ver los defectos No quieras fiscalizarlo todo Respeta la intimidad de tus hijos, sus cosas, su armario, su mesa de estudio, su correspondencia; y enséñales a respetar a los demás y a su intimidad. No dejes que se prolonguen demasiado las situaciones de excesiva exigencia
El bien
Hay que inculcar a los hijos un inconformismo natural ante lo mediocre.
La mediocridad es una enfermedad sin dolores, sin apenas síntomas visibles.
Tenemos que ir llenando la vida de algo que le dé sentido, apostar por una existencia útil para los L demás y para nosotros mismos.
La vida está llena de opciones
Vivir es apostar y mantener la apuesta.
Apostar y retirarse al primer contratiempo sería morir por adelantado.