NICOLAS DE CUSA – DE CONIECTURIS – COMENTARIOS CAP. 7 Y 8 Las cuatro unidades que expone Nicolás de Cusa (y según el siguiente cuadro: 1ra unidad Dios 1 Punto 2da Ángeles 10 Línea 3ra Alma 100 Cuadrado Humana 4ª Cuerpos 1000 cubo
sus caracterizaciones) pueden resumirse Iluminación Visio Intelecto Intellectus Razón Ratio Sentidos
Sensus
Los conceptos de unidad – multiplicidad remiten a la concepción platónica sobre la naturaleza de los entes, tal que los que son más simples, son menos corruptibles. El alma, de naturaleza divina, es más simple que el cuerpo, que es un compuesto muy corruptible, por la multiplicidad de elementos que lo componen. Así en el hombre se reúnen según el platonismo dos componentes: UNIDAD: perfección, incorruptibilidad (PSYCHE) – lo que el hombre tiene de divino, el alma. MULTIPLICIDAD: imperfección, corruptibilidad (SOMA) – lo que el hombre tiene de animal, el cuerpo. Estas dos naturalezas según se expone en el Fedón están en pugna, ya que el alma tiende a ascender en busca de lo divino, a cuyo dominio pertenece, y el cuerpo por su naturaleza animal, busca placeres bajos, terrenales, y eso lo lleva a corromperse. Algunos comentarios de los capítulos 7 y 8 CAP 7 27 A Alma: numero de la inteligencia: como explicación, ya que la inteligencia respecto del alma es la unidad, y el alma respecto de la inteligencia es lo múltiple. Dios es la luz de la inteligencia, esta lo es del alma. Hay una gradación de planos, en el que cada plano superior actúa sobre el siguiente inferior y lo determina. 27 B La inteligencia se intuye pero no en sí, sino en el alma. FORMAS: cada unidad es forma de la siguiente. Dios lo es de la inteligencia, y esta lo es del alma. Aristóteles planteaba una relación similar entre los planos o grados del ser, tal que en cada ente existe un componente material y uno formal, y en cada grado lo que es materia, recibe su forma del grado inmediato superior. Esta concepción aristotélica se puede resumir así: En el HOMBRE la materia es la vida sensitiva; la forma es el alma racional En el REINO ANIMAL, la materia es la vida vegetativa; y su forma, es el alma sensitiva, que constituye en el grado superior (el Hombre) su componente material. Y así los siguientes: REINO VEGETAL materia: los órganos; forma: alma vegetativa CUERPOS ANOMEOMERICOS (órganos) materia: tejidos; forma: la función del órgano CUERPOS HOMEOMERICOS materia: los elementos; forma: proporción de combinación MATERIA PURA (sin forma)
27 C El alma se entiende como unidad respecto de lo sensible. Dado que hay un descenso desde lo más elevado a lo inferior, el intelecto desciende a través del alma hacia lo sensible. En ese sentido el alma es una vía de descenso, como también de ascenso si se considera el movimiento inverso, ya que la unidad se explicita en dirección a la multiplicidad, y la multiplicidad se complica en dirección a los niveles más elevados hasta alcanzar la unidad en lo absoluto. 28 C El alma reluce en el cuerpo, en el se ven sus signos. El cuerpo lleva impresa la forma del alma. Los sentidos están marcados por el alma. 28 B La extensión del alma: no se entiende como una cualidad física, sensible, sino como una explicación de su unidad que es la inteligencia. Respecto de lo físico el alma no es extensa, sino que es unidad de lo físico, ya que a través de lo físico se explica. 29 B Las diversidades en un plano, son unidad en el plano superior. Las diversidades en el cuadrado (el alma) son unidad en el plano intelectual. Las diversidades en lo cubico (lo físico, corporal, sensible) son unidad en el plano de la razón (el alma) CAPITULO VIII 30 A Lo corporal se figura por el numero mil, que es la explicación de las unidades (superiores) y no tiene a su vez una explicación, es explicación de las unidades. Cada unidad es explicada por una unidad inferior, pero es explicación de una superior. Todas son unidades en un sentido, pero son numero (multiplicidad) en sentido inverso, salvo el uno que no es numero sino absoluta unidad, y el mil, que es solamente multiplicidad. SUBYACE la idea platónica de relación entre lo simple como incorruptible y lo múltiple o diverso como corruptible (divisible, que puede descomponerse en partes) Un cubo se descompone en planos, un plano en líneas, una línea en puntos. Pero el punto no se divide. El cubo no se puede multiplicar. 30 B Las tres primeras unidades son no sensibles, pueden separarse mediante operaciones de la mente. 31 Ineptitud: los planos inferiores respecto de los superiores son torpes. Al intentar figurar la línea mediante el cuerpo, o el punto mediante la línea, nos aproximamos pero dentro de límites que vuelven imposible alcanzar la realidad de uno u otro. Del mismo modo cuando con palabras se intenta expresar lo inefable. 32 El sentido no discierne. Brinda datos que son confusos. El alma, por medio de la razón, discierne lo que está en el plano de los sentidos, e impone una unidad en lo que es múltiple. El alma usa el sentido como instrumento, pero ella es la que discierne por medio de la razón... 33 A – EL LOGOS EN CADA REGION
En la región de lo sensible se ha alienado toda negación. Todo puede ser afirmado, es el reino de la opinión. En la región de la unidad no hay afirmación. Es la región de lo inefable. En el intelecto hay afirmación y negación complicadamente. Yo lo interpreto como un plano de intuiciones puras, que no admiten ser explicitadas en este plano, pues eso corresponde al plano de la razón. En la razón hay afirmación y negación explicadamente. Se afirma y se niega mediante razonamientos. 33 B - EL TIEMPO EN CADA REGION En la cuarta unidad el tiempo es presente. En la primera no hay tiempo. En la segunda hay presente y no presente pero complicadamente. En la tercera hay presente y no presente explicativamente. 34 Preguntar sobre Dios, “si era ayer”, no es pertinente, porque en la eternidad no hay ayer. En la inteligencia, las afirmaciones sobre presente y pasado, son posibles porque allí la eternidad desciende para explicitarse. Sucede que si hablamos de Dios [que es inefable] le aplicamos reglas de la razón [por ejemplo categorías temporales] que no son del plano de lo divino, sino del plano del alma racional. Pero lo que afirmemos o neguemos de Dios ha de ser negado en la región de la unidad simple. 35 La razón resuelve todo en términos de medida, y donde hay unidad absoluta no hay medida posible. La inteligencia (que está por encima de la razón) comprende que esos términos son inútiles para decir lo indecible. Para expresar lo que es de cada región deberíamos usar las reglas de dichas regiones. Para expresar lo sensible en lo racional, no podemos usar las reglas del plano sensible, sino las del plano racional. Esto último es posible, porque tenemos acceso directo al plano racional, que es propio del alma. Lo que no podemos hacer es acceder al plano de lo uno, ya que el alma no es lo uno simple, sino solamente respecto de lo múltiple sensible. Por eso no podemos concebir a Dios mismo tal como es. 36 La cuarta unidad (el ámbito de lo sensible) no puede continuar su progresión, por lo tanto el movimiento de descenso que ya puesto en movimiento la primera unidad se revierte, comienza un movimiento de retorno hacia la unidad primera. La razón que ha descendido al sentido, el sentido ahora asciende a la razón. El camino de retorno ha comenzado así, y progresa hacia las unidades más perfectas: la razón retorna a la inteligencia, y la inteligencia retorna a la Unidad Primera, es decir, a Dios. El movimiento alcanza su perfección, es una “circulación perfecta”. El fin de lo sensible es el alma. Si no retorna a ella, se aliena, se enajena, interrumpe la perfecta circulación. Dada esta interrupción, a su vez, el alma no puede retornar a la inteligencia. Aquí también recordamos al Fedón, en el cual se dice que cuando el alma se deja arrastrar por las pasiones
que reclama el cuerpo, se vuelve pesada y torpe, como si su naturaleza divina se degradase, y eso le impide retornar (ascender) al ámbito de lo divino, queda aprisionada en un ámbito de sombras y apariencias (lo sensible), no puede ascender de regreso hacia la luz (lo divino). Dado que la interrupción de la circulación perfecta puede producirse en cualquiera de las unidades, si la inteligencia no puede retornar a la Unidad Absoluta (Dios) o se aparta de ella, queda separada de su fin, cae. Esto representaría la caída del ángel, la introducción en el ámbito de la creación de un principio de rebeldía y de enajenación (maldad) que afecta a las unidades menos perfectas ya que no pueden completar su camino de retorno a la Unidad Absoluta.
