ENFOQUES ENFOQUES TEÓRICOS TEÓRICOS PARA PAR A EL ANÁLISIS POLlTICO EOGAR EOGAR JIMÉNEZ JIMÉNEZ
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ENFOQUES ENFOQUES TEÓRICOS TEÓRICOS PARA PAR A EL ANÁLISIS POLlTICO EOGAR EOGAR JIMÉNEZ JIMÉNEZ
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CUADERNOS DE ORIENTACiÓN METODOLÓGICA
ENFOQUES ENFOQUES TEÓRICOS TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS POLlTICO EOGAR EOGAR JIMÉNEZ JIMÉNEZ
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PRIMERA EDICIÓN, NOVIEMBREDE 1998. © 1998 INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL VIADUCTO TLALPAN NÚM. 100, COL. ARENAL TEPEPAN, C.P. 14610, MéxICO, D.F. IMPRESO EN Méxlcol
PRINTED
IN MEXICO
ISBN 968-7750-24-3 DISTRIBUCiÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA.
íNDICE ............................................................................. 9
PRESENTACiÓN
1.
INTRODUCCiÓN
2.
LA MODERNIZACIÓN,
3.
LA CRISIS DE LAS TENDENCIAS POLlTlCAS
4.
EL NEOLlBERALlSMO
5.
ENFOQUES TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS rounco
5.1.
AL ANÁLISIS POLITICO ......................•..•..•....•..•..••.....• LOS PARADIGMAS Y LA CRISIS DE LOS ACTORES oo.oo
y LA REFORMA DEL ESTADO ......•.....•.................. oo
EL ANÁLISIS DE SiSTEMAS .......•.....•....•...•....•..•..•....•..•..•....••...•
5.1.1. 5.1.2. 5.1.3.
LA VERTIENTE ANALlTICA DE DAVID EASTON •.••.••.•••••.••.•• LA PERSPECTIVA DE NIKLAS LUHMANN
•.........................
EL ANÁLISIS POLlTICO y LAS TEORIAS DEL DESORDEN •.••.••.•.•.....•.....•..•
6.1.
6.2.
GEORGES NIcoLÁs
BALANDIER
y LA TEORíA DEL DESORDEN Y DEL CAOS ..•.•
TENZER y LA SOCIEDAD DESPOLITIZADA ....•.•.••.••.••.••.••..
7.
MlCHEL
8.
ALAIN T OURAINE y LA SOCIOLOGIA DE LA ACCiÓN •...........•....•..•..••.••..•
8.1. 8.2. 9.
Los
13 17
19 23 23 24 28
EL APORTE DE LA TEORíA GENERAL DE SISTEMAS PARA EL ANÁLISIS POLlTICO o o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
6.
11
CROZIER y LA TEORíA DE LAS ORGANIZACiONES
.............•..•...•.
CONSIDERACIONES
BIBLIOGRAFíA ACERCA DEL AUTOR
35 35 44 49
y ACTORES POLíTiCOS .........................•..•..•.........
53 57 58
FINALES •...................................•..•....•...............
61
MOVIMIENTOS SOCiALES ............•.•..•...••.••..................•.•..•.
DEMOCRACIA
32
........................................................................... oooooo
oo
67 71
7
ACERCA DEL AUTOR
Edgar Jiménez Cabrera es Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Lovaina, Bélgica, y en Economía por la Universidad de La Sorbona de París. También tiene una Maestría en Ciencias Políticas por el Instituto Latinoamericano de Estudios Sociales (ILADES) de Santiago de Chile. Actualmente es director del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana y coordinador del Diplomado de Análisis Político y Prospectiva Política en la misma universidad. Además, ha escrito diversos textos sobre la realidad latinoamericana.
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Enfoques teoricos para el análisis político se terminó de imprimir en la ciudad de México durante el mes de noviembre de 1998. La edición consta de 2,000 ejemplares y estuvo al cuidado de la
DIRECCIÓN
EJECUTIVA
DE CAPACITACIÓN
y EDUCACIÓN
ELECTORAL
CÍVICA
DEL
INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL
PRESENTACiÓN Desde finales del siglo XI X y principios del siglo XX , la ciencia política había alcanzado plenamente su estatus como disciplina científica; sin embargo, no comprendía en su campo de análisis a la totalidad de los problemas políticos e, inclusive, en su seno existía un nutrido debate sobre su objeto de estudio. Algunos teóricos centraban su reflexión en el Estado, otros en el gobierno y unos más en el poder. También la sociología había contribuido notoriamente a la compresión de estos temas, además de las viejas aportaciones del derecho público y la economía política. Los fenómenos políticos reclaman la convergencia de una variedad de disciplinas, cuyas contribuciones tienen un efecto complementario. A mayor número de teorías en el análisis político, más carácter de convergencia multidisciplinaria adquiere la agenda del temario político. En este contexto, el Instituto Federal Electoral presenta el Cuaderno de Orientación Metodológica número 4, "Enfoques teóricos para el análisis político", elaborado por el Dr. Edgar Jiménez Cabrera, especialista en el tema y quien expone en forma precisa las nuevas corrientes de pensamiento predominantes en el estudio de la problemática política contemporánea, así como a los pensadores políticos más significativos que emergen del proceso de globalización en el mundo y que buscan romper las limitaciones planteadas por las crisis de los paradigmas teóricos y de los proyectos político alternativos. Estos enfoques teóricos buscan interpretar los fenómenos políticos a través de la sistematización cognoscitiva y la explicación de la problemática política contemporánea, su reflexión e, incluso, el ejercicio prospectivo para entender los nuevos tiempos y la magnitud del desafio del cambio.
Instituto Federal Electoral
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1. INTRODUCCiÓN AL ANÁLISIS pOLíTICO El análisis político no depende sólo de la acumulación de hechos o de la información sino de una buena interpretación de los fenómenos políticos y ésta depende, a su vez, de la opción epistemológica más adecuada. Este ensayo pretende, precisamente, dar cuenta de las escuelas o corrientes de pensamiento predominantes en el estudio de la problemática política contemporánea. Los autores que se mencionan en este trabajo se distinguen como los más significativos de nuestro tiempo y previsiblemente serán los nuevos "clásicos del pensamiento político contemporáneo". Son pensadores establecidos en el plano teórico-interpretativo que emergen, en la mayoría de los casos, asociados al proceso de modernización que se observa en el mundo y, en un sentido más genérico, buscan romper las limitaciones planteadas por la crisis de los paradigmas teóricos y de los proyectos políticos alternativos. Son muchos los puntos de contacto en la problemática abordada por ellos. Podría decirse que la crisis que se vivió entre 1978 y 1982, por su profundidad y duración, fue el momento culminante del modelo de desarrollo hacia adentro y de los llamados milagros nacionalistas en América Latina. En nuestro continente, principalmente en México y en América del Sur, la década anterior y el inicio de la presente marcaron el periodo de reestructuración del Estado y de la modernización y ajuste estructural de la economía. Al respecto debe recordarse que fue en el periodo previo a la crisis cuando tomaron impulso las teorías de la dependencia, el estructuralismo y el marxismo; posteriormente lo harían las teorías funcionalista y la weberiano-rnarxista, así como el enfoque de la Comisión Económica para América Látina (CEPAL), sin desechar el pensamiento clásico y moderno de la teoría política. En ese marco surgió un discurso con categorías y conceptos tales como clase social, poder, Estado, hegemonía, dominación, nación, masa, imperialismo, ideología, contradicción, dependencia y plusvalía, así como diversas periodiza11
INTRODUCCiÓN
AL ANÁLISIS POLíTICO
ciones vinculadas al proceso de acumulación. Al mismo tiempo, se generalizó el análisis de la correlación de fuerzas, el de coyuntura y el de la lucha de clases -desprendida como categoría del modo de producción y como la expresión viva de las fuerzas y relaciones de producción-, y se hizo mucho énfasis, además, en el estudio político de las relaciones de propiedad, la base oculta, según Marx, de toda forma política de dominación, soberanía y dependencia. El tipo de relaciones de propiedad determinó, en la perspectiva marxista, la naturaleza del sistema económico y, por lo mismo, las formas de intervención estatal y de régimen político. De este modo se estableció una cadena entre sistema económico y sistema de fuerzas político-sociales, lo que dio lugar a entender al subdesarrollo como portador de una estructura económica heterogénea en la que coexisten múltiples formas de modalidades capitalistas, más atrasadas o modernas. Entre tanto, el primer mundo era tipificado por su homogeneidad estructural y la economía mundial analizada por la coexistencia de estructuras de diversa naturaleza, lo que daba lugar a una articulación de dominación y subordinación entre el centro y la periferia. A finales de la década de los ochenta, los procesos observados en el este de Europa, el agotamiento del Estado de bienestar en Europa occidental y del modelo de desarrollo hacia adentro en América Latina trajo consigo, además, la pérdida de consistencia analítica de algunas de las vertientes teóricas mencionadas. En las circunstancias actuales y en el marco del nuevo modelo económico emergente, la sociedad asiste a un proceso de refundación general y las ciencias sociales se han visto afectadas por la "ausencia de teorías", es decir, de una visión global acerca de la estructura de los fenómenos político-sociales como para poder analizar su naturaleza y sus interrelaciones. Otro aspecto de la reestructuración social es la reforma del Estado, la liberación y apertura del mercado junto a las políticas de privatización y ajuste estructural. Dado esto, se trata de encontrar, desde la perspectiva de la teoría política, una nueva relación con el mundo contemporáneo. El propósito principal de este trabajo es dar cuenta del estado actual del análisis político, la temática prioritaria que inunda su espacio, el nuevo lenguaje que la acompaña, su autonomía frente a las ciencias y la modalidad de su inserción en la crisis y adelgazamiento de la política.
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2. LA MODERNIZACIÓN, LOS PARADIGMAS Y LA CRISIS DE LOS ACTORES El proceso que inunda los espacios políticos de Latinoamérica y del mundo es una reacción contra la forma que adoptó el desarrollo nacionalista y el Estado de bienestar a partir de la segunda posguerra. Se inició como un rechazo a toda forma de intervención estatal y cuyo objetivo era señalar y llamar la atención sobre la magnitud de un cambio de época, que parece anunciar el fin de un proyecto histórico en su versión liberal y socialdemócrata. Los cambios que se observan a nivel mundial son de tal velocidad y profundidad que por lo mismo tienen un carácter genérico y global. Al mismo tiempo que crecen el desempleo y la pobreza se incrementa la internacionaIización y apertura de las economías nacionales. La refundación capitalista, el desmantelamiento del Estado nacional y la supeditación de lo público a lo privado acompañan a la apertura económica. Otro de los rasgos determinantes de este cambio es la ruptura entre dos épocas. Por lo mismo, se sostiene que es una crisis de civilización que no sólo es parte de Occidente sino que es una crisis más global. Frente a esta situación los Estados, los partidos y los distintos sectores sociales se han quedado sin referencia, sin liderazgos, sin mediaciones que ofrezcan alternativas que permitan vislumbrar propuestas diferentes a la que hoy ofrece el sistema capitalista. Debido a esto, la crisis de paradigmas puede ser leída desde Occidente también desde la óptica de la caída del socialismo, que representó un modelo y una alternativa frente a la democracia occidental. Según Barnet y Cavanagh, "en las cercanías del fin del siglo veinte está ocurriendo la desglobalización del mundo político, aunque la mundialización de las actividades económicas proceda". En este sentido la ruptura con el viejo sistema genera una supeditación de la cultura, de la política y de la economía, en general, al proyecto de mundialización económica.
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LA MODERNIZACIÓN, LOS PARADIGMAS Y LA CRISIS DE LOS ACTORES
Por eso es que surge la contradicción entre la viabilidad del modelo económico con la ausencia de alternativas políticas.' Pareciera que la crisis política es vista más bien en el espacio de los paradigmas como crisis de credibilidad, de gobernabilidad y de agotamiento de las formas tradicionales de representación político-partidarias. Se asume que la política no sólo se adelgazó sino que se despersonalizó. Tenzer, en la misma línea de razonamiento, señala que al ponerse de manifiesto la individualidad se pierde el sentido de la masa, de la colectividad y de lo popular.' Esta pérdida de centralidad de la clase social, del partido, de la masa y la nación provoca una pérdida del sentido de organización; están cambiando las bases fundacionales de lo público tan rápidamente que no quedan espacios para que la sociedad formule alternativas políticas. Sus propuestas ocurren en universos más cotidianos y, por lo mismo, limitados. Por eso cobran relevancia la ciudadanización de la sociedad civil y las distintas formas de organización social. En esta misma perspectiva, Guy Bajoit señala que, hipotéticamente, se puede sostener que estamos ante el fin de la era industrial y en la transición a otro modelo cultural, razón por la cual se deben estudiar las bases de un nuevo paradigma. Según este autor, los paradigmas de orientación y significación que le dieron sentido a la era industrial-integración, alienación, competitividad y conflicto-- tienden a desaparecer.' Por su parte, c.A. Viano afirma que la modernización se relaciona con el significado de la decadencia que acompaña a toda transición entre dos épocas, lo cual "permite articular el concepto con el de recuperación"; en este sentido, la transición modernizadora significa la completa renovación del paradigma vigente." Cuando hablamos de transición modernizadora nos referimos a la capacidad estatal para sustituir modelos presentes por otros, tanto en lo político, social y económico, como en las representaciones culturales y simbólicas. En estas circunstancias el cambio se da cuando el Estado entiende que para subsistir está obligado a cambiar y su futuro depende de la formación de paradigmas y de nuevas estructuras de mediación. Habermas sostiene que el término "moderno" expresó una y otra vez la conciencia de una época que se mira a sí misma en relación con el pasado y que se considera el resultado de una transición desde lo viejo hacia lo nuevo. Véase Bernet y Cavanagh, "Global Dreams", en Imperial Corportions and The New World Order, Simon and Schuster. Nueva York. 1994. p. 421. Nicolás Tcnzer, La sociedad despolitizada. Paidós, Barcelona. 1992. p. 14. , Guy Bajoit, Pour une sociologie relutionalle, PUF. París. 1992. p. 89. C.A. Viano, "Los paradigmas de la modernidad". en Nicolás Casullo (comp.), El debate modernidad4 posmodernidad, Puntosur, Buenos Aires. 1989. I
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ENFOQUES TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS
pOLíTICO
En esta misma línea de razonamiento, dice Lyotard, estaríamos transitando de la historia universal a la universalidad de la historia.' Esta situación se produjo, según el mismo autor, entre las décadas de los años setenta y ochenta, y toda una generación creyó que el mundo de pronto se derrumbaba. En realidad 10 que ocurrió es un asunto básico: el reconocimiento de una nueva conciencia cultural, de una nueva percepción del tiempo, del arte, de la sociedad, así como de la crítica filosófica, la lógica productiva y la lógica política. En general, de las grandes ideas y valores que utilizamos para relacionamos en la vida privada y colectiva, que carecen en la actualidad de sentido y significación. Sobre este mismo punto comenta L. Tomassini que el mundo asiste al descrédito de una racionalidad colectiva, investida de la responsabilidad de orientar la historia. En este contexto se inscribe la crisis de las ideologías y de las utopías. "El agotamiento de las ideas tiene como contrapartida la reivindicación de la historia como lugar del sujeto, la del sujeto como agente privado y la valoración de 10personal, considerados como los materiales con los cuales se construye el nuevo tejido social"." El cuestionamiento que se hace este autor, sin duda vital para el mundo actual, es en qué medida el proceso modernizador sirve al proyecto neoliberal o, por el contrario, encierra posibilidades capaces de abrir caminos en otras direcciones. Señala, además, "que esta forma de ser de la realidad, y el descubrimiento de las formas de conocimiento adecuadas para capturarla, implica la aceptación de cuatro condiciones":" a. La ausencia de fundamentos absolutos. b. El carácter cambiante de los parámetros, condicionamientos o límites del conocimiento. c. La desaparición de los grandes proyectos o metas de la historia. d. La aceptación de la posibilidad de que haya discrepancia entre la vida individual y los sistemas sociales.
,
1,
7
Véase Jürgen Habermas, "Modernidad: un proyecto incompleto", en Nicolás Casullo (comp.), op. cit., pp. 131-144. Véanse también "Modernidad vel:~us posmodernidad", en 1. Picó (ed.), Modernidad y posmodernidad. Alianza, Madrid, 1988, y Jean Francois Lyotard, La condicián posmoderna, Red Iberoamericana, México, 1990, p. 76. Luciano Tomassini, La política internacional en un mundo postmoderno, Gel, Buenos Aires, 1991, pp. 33 y ss. Los cuatro puntos citados han sido ampliamente analizados por F. Crespi, Modernidad. La ética de una edad sin certeza, en Nicolás Casullo (comp.), op. cit.. pp. 234-235.
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LA MODERNIZACiÓN,
LOS PARADIGMAS
Y LA CRISIS DE LOS ACTORES
Esto puede conducir al surgimiento, en opinión de Tomassini, de la indeterminación, la flexibilidad y la ambigüedad de la realidad. Desde la perspectiva de Luhmann, "puede conducir al riesgo y al caos", y según Balandier al azar y a la nada, y en general a la incertidumbre, como los nuevos problemas políticos que aquejan a la teoría política contemporánea. De manera que las perspectivas epistemológicas se ubican en un proceso de construcción y de desconstrucción (Derrida, Foucault) que sirve para dar validez interpretativa a las nuevas vertientes del conocimiento teórico. En esta misma tendencia teórica, el pensamiento posmodemo tiende a sobredimensionar la "práctica" en contraposición con la "teoría", lo que significa una desvalorización de la teoría y una revalorización de la práctica. La epistemología de la posmodemidad privilegia la "práctica" como el punto de partida de la nueva conformación de las relaciones sociales y políticas y de las conductas individuales, y por lo tanto, como el principal motor del proceso histórico por sobre los modelos generales o proyectos históricos basados en paradigmas colectivos. Paralelamente a esta situación, se asiste en la dimensión política a la revisión de los conceptos del Estado, del poder, a la crisis de los partidos políticos, al adelgazamiento o despersonalización de la política, a la redefinición del papel de las organizaciones sindicales, al surgimiento de nuevos actores con una presencia significativa de la mujer, los jóvenes y las organizaciones raciales. Irrumpe un parroquialismo organizacional que da lugar al "retomo a la sociedad civil", con la consiguiente diversificación de los espacios e intereses en tomo a los cuales gira la actividad política, lo que provoca el debilitamiento de la importancia que tuvieron las ideologías y las propuestas doctrinales. En esta perspectiva, en la cual un conjunto de enfoques y opciones analíticas tuvieron una presencia significativa, éste ha empezado a ser excluido por la necesidad de repensar y rediseñar los marcos de referencia del pensamiento acerca de la realidad y de su conocimiento. De ahí que conceptos tales como la nada, la incertidumbre, el desorden, el riesgo, el caos, el sistema, la gobemabilidad y la ingobemabilidad hayan pasado a ocupar un lugar en el análisis político. La exposición anterior nos plantea la interrogante de si los nuevos problemas representan una "reestructuración teórica" o si, por el contrario, no es más que el resultado de una desorientación teórica frente a una serie de acontecimientos y hechos que suceden en el mundo actual, que tienen un ritmo al que se suma la velocidad de la desinformación.
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3. LA CRISIS DE LAS TENDENCIAS pOLíTICAS En Europa la caída del muro de Berlín y la crisis del socialismo real provocó un desgaste paulatino de los regímenes políticos socialdemócratas: el laborismo británico, el socialismo francés, las socialdemocracias alemana y sueca se han ido debilitando electoralmente frente a una derecha renovada que propone el desmantelamiento del Estado de bienestar. La socialdemocracia se quedó sin proyecto de largo plazo, sin una política económica alternativa al neoliberalismo. Lo mismo acontece con la izquierda desmovilizada frente a las políticas de ajuste económico, los recortes del gasto en salud, educación, servicios públicos y prestaciones sociales. Es en este marco de descomposición de las ideas y de los partidos que habían dado forma a la izquierda durante un siglo que emerge la nueva derecha. 8 El problema en estas circunstancias es que el pos modernismo y la emergencia de la nueva derecha están asociados al surgimiento de conceptos como sociedad postindustrial, nacionalismo, neo liberalismo, neorrealismo, posthistórico y neoconservadurismo. En muchas ocasiones se ha asociado también al posmodernismo con la reflexión surgida del seno de los desencantados del 68 y, otras veces, con la vertiente conservadora. Tal es el caso de la visión de Friederich A. Hayek, quien reivindica los postulados individualistas y racionalistas en demérito de lo colectivo y lo histórico. En su perspectiva, la realidad social está compuesta por una multiplicidad de actores individuales que interactúan en el mercado mediante la competencia, la aplicación de una racionalidad instrumental y la adopción de decisiones racionales." En este contexto surge la crítica dirigida no al capitalismo sino al modo de vida, a la sociedad y a la cultura occidental desde distintos puntos de vista. Ejemplos lo son el proyecto no resuelto de la modernidad de Jürgen Habermas; , •
Véase Alain de Benoist, La nueva derecha. Planeta, Barcelona, 1982. Véase Friederich A. Hayek, Camino de servidumbre. Alianza. México, 1990.
17
LAS CRISIS DE LAS TENDENCIAS
pOLíTICAS
la sociedad postindustrial, de Daniel Bell; la critica de los filósofos Jaen Francoís Lyotard y Gianni Vattimo; la microfisica del poder, de Michel Foucault; el pensamiento complejo, de Edgar Morín; la sociedad del siglo XXI, de Robert Fossaert, y la sociedad despolitizada, de Nicolás Tenzer. La cuestión central para la ciencia política, y en general para las ciencias sociales, es vislumbrar si los cambios que están ocurriendo en los modos de vida, en la cultura, en la ideología y en la civilización pueden aportamos algo para explicar, a su vez, los cambios que se están produciendo en las formas de pensar yen las tendencias teóricas del análisis político. Los cambios que están ocurriendo en la ideología, la cultura y la civilización, sin mencionar los dramáticos acontecimientos económicos y políticos que presenciamos desde 1989, constituyen una crisis que no es solamente específica de esta o aquella economía, de este o aquel sistema político o ideológico; se trata más bien de una transformación de carácter mundial, si bien su impacto específico difiere de una región a otra. Todo ello hace pensar que la crisis se genera y debe ser interpretada también desde una perspectiva histórica global y no solamente coyuntural o regional. 10
10
Véase Erik Hobsbawn, "Crisis de la ideología, la cultura y la civilización", en Coloquio de invierno. vol. 1, La situación mundial y la democracia, FCE, México, 1992, pp. 48-64. Sugerimos, además, Giani Vattimo, En torno a la posmodernidad, Anthropos, Barcelona, 1990.
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4. EL NEOLIBERALISMO y LA REFORMA DEL ESTADO El neo liberalismo, además de la modernización económica, busca introducir cambios de carácter estructural institucional. En este sentido, plantea la reforma del Estado como proceso inherente a la transformación de la sociedad. El momento actual es visto como tránsito de la "esfera pública" hacia la "esfera privada", y es en este contexto que debe entenderse la reforma estatal del sistema político y del régimen jurídico que se observa en Latinoamérica. Esta situación obliga al Estado a un nuevo protagonismo, a las fuerzas políticas a una redefinición ideológica y a los ciudadanos a la necesidad de enfrentar las nuevas condiciones laborales y económicas definidas por la conformación del nuevo espacio. La esfera privada se convierte, así, en el espacio de construcción de la sociedad, de la práctica política partidaria y sindical, y el espacio de desenvolvimiento y reproducción del individuo. Además, el modelo busca calificar a la esfera pública del pasado como algo negativo, portadora de la "falsedad" frente al futuro, esfera de lo privado, que es vista como el espacio de la "verdad". Entre la verdad y la falsedad no caben, en esta perspectiva, espacios ni alternativas intermedias, lo que permite al neoliberalismo afirmar la viabilidad del proyecto a nombre del saber y la verdad, y plantear la derrota de los paradigmas asistenciales. En este sentido, la verdad del futuro es un elemento decisivo para la toma de decisiones, lo que le permite "futurizar" el presente otorgándole una razón de ser, toda vez que para el modelo lo "real" es lo que va ocurrir y no lo que ocurrió. El punto de partida aparece igual para los países, así como para los distintos sectores sociales, pero el punto de llegada es desigual. En el espacio público la política tenía una significación y era posible reivindicar la diferencia (socialdemocracia, nacionalismo, reformismo, socialcristianismo); en la esfera privada la política carece de sentido, y la diferencia 19
EL NEOLlBERALlSMO
y
LA REFORMA DEL ESTADO
cabe como reivindicación individual, lo que ayuda a refrendar la jerarquía y el estatus personal. Por lo mismo, el espacio privado crea las condiciones para el surgimiento del mercado político, marketing, que descansa en candidaturas personalizadas definidas como rechazo a la política tradicional. El manejo de la imagen política y de la opinión pública serían los soportes fundamentales de este mercado (Fujimori en Perú, Palito Ortega en Argentina, Rubén Blades en Panamá y Max Fernández en Bolivia). En otra línea de razonamiento, la nueva relación planteada por el neo liberalismo entre la verdad y la falsedad define hoya los nuevos adversarios. Aquel que permanece en el pasado es visto como el adversario principal, anclado en la oscuridad, ideologizado e irracional. En cambio, el racional es aquel que se ubica en el futuro, lo que le permite entender los nuevos tiempos y la magnitud del desafio de cambio. De este modo surge una serie de interrogantes sobre el tránsito hacia la posmodernidad: si ésta es posible con la institucionalidad vigente para hacer viable la modernidad o si, por el contrario, la viabilidad supone una transferencia y reordenamiento estatal de gran alcance. En este sentido, la reforma estatal no es una simple reconstrucción o renovación de antiguas estructuras y métodos; se trata de la construcción de un nuevo proyecto estatal y la instauración de instituciones renovadoras y depuradoras de sus vicios anteriores, en un nuevo espacio político producto de una nueva relación entre la tecnocracia, las instituciones emergentes y la sociedad civil, los partidos políticos y las organizaciones sociales. Es por ello que en América Latina el Estado tiene la tendencia a replegarse sobre sí mismo, abandonando buena parte de sus antiguas responsabilidades sociales hoy estigmatizadas como "no rentables". Las propuestas en favor de la descentralización son formuladas tanto en países de organización política unitaria (Chile, Perú, Colombia, Uruguay, Bolivia) como en aquéllos en los cuales el sistema político ha sido, en virtud de la reforma de organización federativa, formalmente descentralizado (Argentina, Brasil, Venezuela). La reubicación del espacio local, que justifica en la perspectiva neoliberal la descentralización, se combina con variables económicas, políticas y sociales cuya magnitud reviste gran interés político. Entre ellas pueden mencionarse la modificación del mercado laboral, la economía informal, el aumento de la desocupación y el desempleo, la concentración del ingreso y, simultáneamente, el aumento del costo social debido a las políticas de ajuste y a la distribución inequitativa de sus costos al interior de la sociedad.
20
ENFOQUES
TEÓRICOS
PARA EL ANÁLISIS POLíTICO
De ahí que la descentralización sea expresión de un "nuevo modo de acción pública", en virtud del cual el propio espacio de 1 0 "privado y 1 0 público" tíende a ser redefinido. En esa perspectiva, la actitud de los gobiernos que asumen la redefinición estatal busca generar un impacto en las nuevas formas de participación y en el debate sobre el espacio político que debe crearse. La autojustificación de la nueva gestión estatal descansa en que el tiempo político que 1 0 anima no corresponde al del resto de la sociedad, y en que el saber en el cual se suscribe le otorga a las decisiones gubernamentales un carácter desideologizado, lo que le permite al Estado ubicarse por encima de la sociedad. La modernización para Latinoamérica se convierte en un referente desde el cual se organiza y define el futuro que se busca construir. De esa manera la "modernidad-modernización se constituye en el tema central de actualidad como el signo de los nuevos tiempos". Lo que está enjuego es una lucha por la redefinición del proyecto anterior, que ya está agotado, y la emergencia de otro para buscar otorgar a los países una identidad política renovadora. Como la plantea Francisco Javier Guerra, es la articulación entre dos mundos: el tradicional y el moderno. Finalmente, no es exagerado pensar que vivimos una transición histórica similar a la que se dio en el pasado cuando surgió el Estado moderno europeo, el capitalismo y la ciencia, cuyos efectos transformaron la configuración de las sociedades de Occidente. Es probable que los recientes cambios tengan que ver con la organización del trabajo, con las tecnologías de comunicación y con la nueva institucionalidad política, pero 1 0 cierto es que la tendencia contemporánea para interpretar los fenómenos sociopolíticos, en términos de riesgo, incertidumbre, caos, e ingobernabilidad, tiene siempre un contenido estructural al que debemos prestar mucha atención. De hecho, las sociedades van en camino de transformarse en sistemas más complejos (E. Morín) en donde los procesos parecieran autorregularse al margen de lo político. Así, los partidos y las organizaciones sindicales se ven desbordados por la desglobalización e internacionalización de los mercados, la democracia se halla en una fase de reconstrucción y la sociedad se moderniza en la dirección de los países que buscan ingresar en la posmodernidad. 1 1
11
Sobre la naturaleza y características del modelo neoliberal y la modernización en América Latina, véase Franz Hinkelammert, Crítica de la razón utópica, Ed. DEI, San José, Costa Rica, 1984; Eugenio Tironi "Crisis, desintegración y modernización", en Proposiciones. núm. 18, Ed. Sur, Santiago, 1990, YNorbert Lechner, "El proyecto conservador y la democracia", en Julio Labastida (coord.), Los nuevos procesos sociales y la teoría política contemporánea. Siglo XXI, México, 1996.
21
EL NEOLlBERALlSMO
y LA REFORMA
DEL ESTADO
A partir de los años ochenta, Latinoamérica optó por un nuevo paradigma de desarrollo económico, impulso a las exportaciones, integración a la economía mundial, redimensionamiento del Estado y la reforma estructural. Los programas de reforma estructural buscan modificar las formas tradicionales del funcionamiento de la economía, pretenden redefinir el rol del Estado y otorgar a la sociedad civil un nuevo protagonismo. Ante el fracaso de la economía centralmente planificada y de las directrices impuestas por los economistas keynesianos, el mundo se mueve hacia la economía de mercado dentro de la cual se asigna al Estado un rol claramente delimitado. De esta manera se hace comprensible, comenta Rafael Montesinos, "cómo la derrota del movimiento sindical se traduce en una ausencia de un proyecto de nación alternativo que contemple sus intereses sectoriales. Por esta razón quedan sin demandas globales y su movimiento se restringe a su condición económica, a lo salarial o estrictamente laboral, mientras lo político se aleja de su práctica social". 12 En esas condiciones los individuos se quedan literalmente sin representación política; de allí la tendencia a la apatía, a la confusión y a la desorientación. El riesgo de esta situación es que la política se despersonalice y la sociedad tienda a hablar más de economía, salud, educación, seguridad pública, medio ambiente y familia, es decir, de contenidos más pragmáticos. 13
" Rafael Montesinos. "Empresarios y el proyecto nacional. Una propuesta desde el poder", en Bien comlÍn y gobierno. núm. 22, México. 1996, pp. 33-40. Esta problemática es tratada ampliamente por Joaquín J. Brunner, en Bienvenidos a la modernidad. IJ Planeta, Santiago de Chile, 1994. pp. 93 Yss. 22
5.
ENFOQUES
5.1.
TEÓRICOS PARA El ANÁLISIS
rounco
EL ANÁLISIS DE SISTEMAS ...............................•................•......
5.1.1. 5.1.2. 5.1.3.
LA VERTIENTE ANALiTICA DE DAVID EASTON LA PERSPECTIVA DE NIKLAS LUHMANN
..•................•......
23 23 24 28
EL APORTE DE LA TEORIA GENERAL DE SISTEMAS PARA EL ANÁLISIS POLlTICO ..................•................•.....
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5. ENFOQUES TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS pOLíTICO En el contexto estadounidense, el éxito de la investigación empírica y el desarrollo teórico se dio después de la Segunda Guerra Mundial. Desde esta perspectiva se han propuesto nuevos enfoques y han sido creadas nuevas conceptualizaciones de la disciplina. Las teorías conductistas, el enfoque estructural funcionalista, la teoría de la acción, la teoría de las decisiones, la teoría de las organizaciones o la teoría de la rational choice son algunas de las expresiones de análisis más importantes. Pero, sin duda, fue el análisis de sistemas el insumo que revolucionó a la ciencia política. Podemos mencionar, con el atrevimiento que nos permite la brevedad del texto, algunas tendencias teóricas del análisis de sistemas prevalecientes hoy en el debate estadounidense y europeo.
5.1.
EL ANÁLISIS DE SISTEMAS
La vertiente sistémica en la teoría política se ha convertido hoy en una de las opciones analíticas más importantes. Anatol Rapoport sostiene que el análisis de sistemas está orientado a descubrir las identidades de los elementos que lo componen, la naturaleza de sus relaciones internas y externas, y los cambios dinámicos que rigen la conducta o evolución del sistema en su conjunto. 14 Un autor representativo de este corriente es David Easton, quien propone una serie de categorías de relevancia empírica con el objeto de explicar la vida política como un sistema de conducta.
14
Véase Anatol Rapoport, "Algunos enfoques sistémicos de la teoría política". en David Easton, Esquema para el análisis político, Amorrortu, Buenos Aires, 1984. pp. 197-215. 23
ENFOQUES TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS
pOLíTICO
5.1.1. La vertiente analítica de David Easton
Este autor busca dar respuesta a la siguiente interrogante: ¿Cómo logran persistir los sistemas políticos en un mundo donde coexisten la estabilidad y el cambio? Para él la respuesta constituye el problema central del análisis político. David Easton señala que lo conveniente es interpretar la vida política como una serie compleja de procesos mediante los cuales ciertos tipos de insumos se convierten en productos que podemos denominar políticas autoritarias, decisiones y acciones ejecutivas." Así, el autor considera que la vida política es un sistema de conducta incorporado a un ambiente a cuyas influencias está expuesto el sistema político mismo, y que en su momento reacciona frente a ellas. Lo anterior permite a Easton afirmar que la vida política forma un "sistema abierto", y a partir de ahí podemos "interrogamos sobre los tipos de intercambios que ese sistema mantiene con su ambiente, el modo en que los miembros del sistema responden a este intercambio y las determinantes de estos procesos dinámicos". Para el autor la organización interna de un sistema político es su extraordinaria capacidad para responder a las circunstancias en que funciona. Los sistemas políticos acumulan gran cantidad de mecanismos con los cuales enfrentan a sus ambientes. Gracias a ellos son capaces de regular su propia conducta, transformar su estructura interna y hasta llegar a remodelar sus metas fundamentales. Easton denomina sistema político a aquellas interacciones por medio de las cuales se asignan autoritariamente valores en una sociedad; esto es lo que lo distingue de otros sistemas de su medio. Dicho ambiente puede dividirse en dos partes: la intrasocietal y la extrasocietal. La primera consta de todos aquellos sistemas que pertenecen a la misma sociedad que el sistema político. Los sistemas intrasocietales comprenden series de conductas, actitudes e ideas tales como la economía, la cultura, la estructura social y las personalidades individuales; son segmentos funcionales de la sociedad, uno de cuyos componentes es el propio sistema político. Los demás sistemas constituyen la fuente de muchas influencias que crean y dan forma a las circunstancias en que tiene que operar aquél. 16 Seguimos en este apartado los textos de David Easton (comp.), Enfoques sobre teoría política. Amorrortu, Buenos Aires, 1992, pp. 216-231. Y Esquema pora el análisis político, Amorrortu, Buenos Aires, 1994. ,. Retomamos del autor el capítulo correspondiente a los conceptos mínimos para un análisis sistémico. en Enfoques .... op. cit .. pp. 221-222. Véase también el capítulo "Persistencia en un mundo de estabilidad y cambio", en Esquema ...• op. cit .• pp. 113-124.
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La segunda parte del ambiente, la extrasocietal, comprende todos los sistemas que están fuera de la sociedad dada. Son componentes funcionales de una sociedad internacional, suprasistema del que forma parte toda la sociedad individual. Otro de los temas abordados por Easton es el que se refiere al análisis del equilibrio y los problemas a los que se enfrenta el sistema político. Éste mantiene un flujo de intercambios con su ambiente, intrasocietal y extrasocietal; recibe demandas y apoyos (inputs), envía decisiones y acciones, respuestas y productos (outputs), y genera las condiciones para la retroalimentación del sistema mismo. Por necesidad, un análisis que conciba a un sistema político tratando de mantener un estado de equilibrio tiene que suponer la presencia de influencias ambientales, ya que son éstas las que alejan de su presunta situación de estabilidad a las relaciones de poder del sistema. Es habitual examinar el sistema aunque sólo sea implícitamente, en función de su tendencia a volver a un presunto punto previo de estabilidad. Si el sistema no procediera así, ello se interpretaría como un desplazamiento hacia un nuevo estado de equilibrio que sería preciso identificar y describir.'? Para entender la idea de equilibrio conviene retomar del autor las llamadas "fuentes de tensión", que pueden ser: a. Internas, que surgen de las interrelaciones de los elementos que conforman el sistema. b. Externas, que provienen del ambiente intrasocietal y del extrasocietal. El autor también se refiere al concepto de "persistencia" para definir la forma en que el sistema cambia o se adapta para autorreproducirse. Sobre este aspecto señala: "La noción de persistencia va mucho más allá de la de mantenimiento, se orienta a investigar tanto el cambio como la estabilidad, pues ambos se pueden interpretar como soluciones alternativas para enfrentar la tensión". Menciona, además, que debemos distinguir las "tensiones potenciales", aquellas que representan una grave amenaza para el sistema. Las llama "perturbaciones" y varían en intensidad y en calidad, ya que pueden ser benignas, neutrales o tensionantes. En la perspectiva de Easton el enfoque del equilibrio deja la impresión de que los miembros de un sistema tienen solamente una meta básica cuando tratan de hacer frente a un cambio de perturbaciones: reestablecer el antiguo punto de equilibrio o encaminarse a otro nuevo. "Los miembros de un sistema
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David Easton, Enfoques .... op.cit., p. 219.
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pueden desear a veces destituir mediante acciones positivas un equilibrio anterior e incluso alcanzar algún nuevo punto de desequilibrio continuo. Es lo que suele ocurrir cuando las autoridades tratan de mantenerse en el poder fomentando tumultos internos o peligros externos". Las dos situaciones que a juicio del autor pueden alterar el punto de equilibrio son: a. La adopción y ejecución de decisiones relativas a la sociedad por parte de determinados miembros (autoridades). b. La frecuencia relativa de aceptación de tales decisiones como autoritarias u obligatorias por parte de la comunidad, lo que él llama "productos políticos". Otra de las fuentes de tensión sugeridas por Easton se ubica en el tipo y la cantidad de demandas que surgen del ambiente, interno y externo, pues la perturbación tensiva puede provocar situaciones de crisis cuando el apoyo al sistema disminuye. Esto quiere decir que la interpelación y el sobredimensionamiento de la "demanda" impiden dar las respuestas oportunas y el poder satisfacerlas razonablemente. Sobre este punto comenta que "se puede producir una tensión o alteración del equilibrio cuando las variables esenciales de la 'vida política' son impulsadas o desplazadas más allá del 'margen crítico' del sistema político". Ejemplo de esta situación se da cuando las crisis, económicas o financieras, provocan en el sistema político un desorden y un gran descontento. En esta circunstancia ya no resulta posible la toma de decisiones y el sistema se ve sometido a una dramática tensión en la que las posibilidades de su persistencia se debilitan o desaparecen. En opinión de Easton: Todo sistema tiene la capacidad de hacer frente a la tensión ejercida sobre sus variables esenciales, aunque no siempre lo logra: puede desmoronarse, precisamente, por no adoptar las medidas apropiadas para manejar la tensión inminente. Pero lo primordial es su capacidad de responder a la tensión. La clasederespuestarealmenteadoptada(siseproducealguna)serviriaparaevaluar la probabilidad de que el sistema sea capaz de alejar el peligro. El hecho de interrogarsesobre la naturalezade la respuestaa la tensión destaca los objetivos y méritos particulares de un análisissistemáticode la vida política. Este análisis es especialmente indicado para interpretar la conducta de los miembros de un sistema a la luz de la forma en que atenúa o inte nsifica la tensión ejercida sobre las variables esenciales. IR
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lbid .• pp. 224-226.
ENFOQUES TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS
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Lo que nos parece interesante de este enfoque es que el autor introduce otro concepto a su pensamiento clásico sobre el sistema político, el de "insumo", entendido como los efectos que se transmiten a través de los límites de un sistema hacia otro sistema. Su valor reside en que a partir de él es posible entender el impacto provocado por la gran variedad de hechos, fenómenos y circunstancias ambientales, en la medida que éstos se vinculan con la persistencia del sistema político. Según Easton, sin los insumos sería dificil bosquejar el modo preciso en que la conducta de los diversos sectores de la sociedad afecta lo que ocurre en la esfera política. Los insumos servirían de variables resúmenes que concentran y reflejan todo cuanto en el ambiente es relevante para la tensión política. Se trata, pues, de un poderoso instrumento analítico. Easton considera que a través de las demandas y apoyos se encauza, refleja, resume e influye en la vida política una amplia gama de actividades. De ahí que sirvan como indicadores clave del modo en que las influencias y circunstancias ambientales modifican y moldean el funcionamiento del sistema político. Podemos decir que es en las fluctuaciones de los insumos de demandas y apoyos donde habremos de encontrar los efectos de los sistemas ambientales que se transmiten al sistema político. De esa manera, la relación insumo-producto, retroalimentación de información y reacción de las autoridades, se pone en movimiento dinámico formando una trama inusitada de actividades políticas, lo que provoca una profunda influencia sobre la capacidad del sistema para enfrentar la tensión y poder seguir adelante. En suma, la perspectiva analítica de la teoría de sistemas permite interpretar los procesos políticos como un flujo continuo y entrelazado de conductas de los actores. Si intentamos utilizar el enfoque de Easton, a nivel analítico, podemos señalar, por ejemplo, que la crisis que se observa en América Latina es un problema del sistema social. Los sistemas sociales están integrados por tres grandes subsistemas -político, económico y cultural- los cuales adquieren su unidad en el sistema llamado societal. Por lo mismo, la estabilidad del sistema deberá ser pensada en relación con la cohesión de las partes que conforman tal unidad, de manera que la reproducción del sistema social dependa de la sincronía con que cada uno de los subsistemas responda al cambio social. En este sentido, la crisis es un fenómeno que rebasa la capacidad de respuesta del sistema, pues hace perder a una de sus partes la consistencia que requiere la sociedad para mantenerse estable. De manera que las crisis son perturbaciones que atacan la integración sistémica, porque la estructura de un
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sistema admite menos posibilidades de resolver problemas que las requeridas para su conservación. De allí que la crisis se presenta como una amenaza a la estabilidad de las estructuras sociales, a las prácticas políticas, a las normas de relación económica, etcétera. Si la crisis es resuelta por el sistema societal, sin necesidad de transformar sus estructuras y sin poner en peligro la estabilidad de los otros subsistemas de la sociedad, no será posible hablar de crisis. Por el contrario, si la nueva situación social se presenta como un problema serio y de dificil solución para el sistema, la crisis se expresará afectando a los subsistemas económico, político y/o social. ASÍ, la causa que origina la transformación del sistema social puede obedecer al intercambio que una de sus partes establece con el ambiente (extrasocietal) o en su interacción (intrasocietal) con las otras partes del sistema. Lo importante de este enfoque es que nos permite estudiar de un modo separado a los subsistemas y la forma en que éstos se relacionan entre sí. 5.1.2. La perspectiva de Niklas Luhmann
El pensamiento teórico de Luhmann es un intento de elaborar una teoría general de la sociedad. Considera la necesidad de revisar la importancia de las categorías de análisis que sirvieron para una época pero que ya no sirven para analizar a la sociedad contemporánea. Su objetivo analítico es la "complejidad", entendida como presencia de múltiples alternativas, reino de diferencias y espacio donde gobierna la relación frente a cualquier tipo de determinismo mecánico. Para Niklas Luhmann el punto de partida surge de las categorías sistemaentorno y complejidad. Según Ignacio lzuzquiza, la complejidad que maneja Luhmann puede ser considerada como un concepto multidimensional que "alude siempre a la multiplicidad de relaciones posibles que puede tener un objeto, una acción, una situación". 19 Por lo tanto, el análisis de la complejidad supone otorgar al análisis de las relaciones un carácter central. "La complejidad consta siempre de diferencias: algo es complejo en tanto contiene diferencias y se encuentra estructurado sobre la diferencia"." Los sistemas, para este autor:
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Retomamos en este capítulo el texto de Ignacio Izuzquiza, La sociedad sin nombres, Anthropos, Barcelona, 1990. Véase también Niklas Luhmann, Sociologia del riesgo. Universidad Iberoamericana. México. 1992. Ignacio Izuzquiza, La sociedad ...• op. cit .• p. 65.
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TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS pOLíTICO
...son unidades estructurales de forma variable con respecto al tiempo, y se mantienen frente a un entorno complejo y cambiante gracias a la posición de una diferencia con respecto al entorno. La conservación del sistema es entendida como un operación ordenadora del propio sistema conforme a su propia organización, y en la que el entorno es fuente de constantes estímulos. La conservación de la propia dinámica es el problema supremo al que se enfrenta el sistema. Amenazas permanentes a su patrimonio caracterizan así la relación del sistema con el entorno, al mismo tiempo que las operaciones del sistema tienen como función dar una solución autorreferida a esos peligros. El concepto de complejidad sirve para determinar formalmente la relación sistema-entorno. Llamamos complejo a un sistema cuando para operar se ve forzado a poner en marcha una selección. La complejidad no sólo se determina por incremento cuantitativo de los elementos sino por el hecho de que para realizar una operación estos sistemas se ven coaccionados a seleccionar entre sus propios elementos; un sistema complejo no puede poner todo en marcha al mismo tiempo. En esta perspectiva, el tema de la "autorreferencia y de la paradoja" es importante en el pensamiento del autor, así como el de la "función", aunque en un sentido diferente al de Parsons. Luhmann establece una relación entre función y teoría de sistemas, ya que cada sistema se verá definido por la función que cumple. La función no está subordinada al mantenimiento del sistema; por el contrario, esta última se encuentra subordinada a la función. Otro concepto central en el planteamiento teórico de este autor es el de "observación". Él piensa que "algo es lo que es, en tanto es objeto de observación para un observador determinado". Observar es, para Luhmann, una operación que tiene dos componentes: la diferencia y la indicación o descripción. Observar supone emplear o manipular una diferencia e indicar uno de los lados o miembros de esa diferencia como base para el análisis posterior de lo que se desea observar. Siempre que se habla de observación es necesario considerar la manipulación de un esquema de diferencias. La observación tiene siempre, en la diferencia, su punto de partida." El autor distingue observación: a. La observación b. La observación 21
Ibid.,
p.
cuatro niveles
fundamentales
en el proceso
de
en general. de observaciones.
115.
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TEÓRICOS
PARA EL ANÁLISIS
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c. La observación de observadores. d. La auto-observación. En todos esos niveles se encuentran los rasgos autorreferentes propios de toda observación, que son particularmente importantes cuando se trata de la observación de otros observadores y de la auto-observación.P Señala que: "Cada observador realiza sus observaciones manipulando un esquema de diferencias y describiendo el resultado de la aplicación de ese esquema. Su observación dependerá del esquema de diferencias que utilice, y será éste el que le permita considerar la realidad en un sentido o en otro." En todo caso, la realidad es, para él, el resultado de sus observaciones; un resultado que en último término dependerá del esquema de diferencias que utilice. Y lo que él ve de la realidad será lo que sea la realidad para él, "el espacio en el que podrá actuar, plantear sus selecciones y desarrollar su actividad"." En la perspectiva analítica de Luhmann, la teoría de sistemas es un esquema de observación y un instrumento para abordar el problema de la complejidad. Hace la distinción entre sistemas abiertos y cerrados: aquellos sistemas que son tales en tanto mantienen relaciones con su entorno, y aquellos sistemas que no precisan de su entorno para reproducirse y mantenerse como tales. Luhmann considera que la política es un sistema cerrado y que se constituye como tal mediante su "autorreferencia", Su cierre o bloqueo es condición de su existencia. Sin embargo, no se trata de un sistema aislado del ambiente o entorno sino de un sistema "autorreferente" que, en su cierre, contiene la diferencia entre sistema y ambiente como una distinción constitutiva del sistema político. Sin embargo, debe quedar claro que si el sistema político es un mecanismo reductor de la complejidad lo es en tanto él mismo es suficientemente complejo. Una diferencia con respecto a la teoría de David Easton es que Luhmann introduce el concepto de "mundo": "Es importante distinguirlo del entorno, ya que el mundo de un sistema presenta un nivel más amplio de generalidad que el del entorno, presentando una mayor distancia respecto al concepto de sistemas". El concepto de "mundo" designa la unidad de sistemas y sus entornos. El mundo está compuesto de diferentes sistemas. Debemos señalar que para este autor el mundo no tiene entorno alguno, 1 0 que supone una diferencia con los conceptos anteriores. En este sentido, el 22 2'
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lbid... p. 117. lbid... p. 120.
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mundo no posee ningún "afuera" desde el que pueda analizarse, y se encuentra más allá de la diferencia exterior-interior que caracterizaba al sistema como tal, en tanto el sistema estabilizaba esta importante diferencia. "El mundo es una unidad de referencia que no tiene límite alguno: no tiene ningún afuera que lo determine"." Por otra parte, la diferencia entre sistema y entorno es primordialmente de complejidad y de límite. Los límites del sistema son siempre límites frente al entorno, lo cual es importante y necesario para mantenerse y reproducirse como sistema. Luhmann introduce los adelantos recientes de la teoría de sistemas: la cibernética, las teorías de la comunicación y de la evolución, lo que le permite escapar de la contraposición entre ciencia de la naturaleza y ciencia del espíritu. En suma, la perspectiva analítica de la teoría de sistemas permite interpretar los procesos políticos como un flujo continuo y entrelazado de conductas de los actores. Desde su perspectiva teórica analiza el tema del riesgo y se pregunta: ¿Cómo concebimos nuestra sociedad si captamos el riesgo como un problema universal que no puede ser evitado ni eludido? ¿Cómo se las arregla la sociedad en la realización normal de sus operaciones con un futuro sobre el que no se puede saber nada cierto, sino sólo algo más o menos probable? La explicación, según él, podría encontrarse en las decisiones, en la medida en que el futuro depende de las decisiones, que se toman en el presente y en que una vez que aquéllas son puestas en marcha son irreversibles. Su tesis consiste en que en la sociedad actual cada vez se depende más de tomar decisiones sobre el futuro de la sociedad, de tal forma que las ideas sobre el futuro predominan por encima de las "formas esenciales" del presente. Introduce, también, los conceptos de alto riesgo, umbral de riesgo y umbral de catástrofe. que pueden fijarse de manera muy diversa, según sea el caso, si uno participa en el riesgo como tomador de decisiones o como afectado por las decisiones riesgosas de otros. El problema adicional es que la posibilidad del riesgo obliga a ponderar la decisión (cálculo, percepción, evaluación y aceptación de riesgos) en proceso de "selección de riesgos". En el mismo nivel analítico es importante, en el plano de la observación, tener cuidado con la formación de conceptos. Según este punto de vista, todo observador debe servirse de una distinción, pues de otra manera no podría caracterizar lo que pretende observar.
24
Ibid..
p.
161.
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PARA EL ANÁLISIS POLíTICO
Por lo demás, Luhmann hace dos tipos de distinciones. Primero hace la caracterización de algo, con lo que se lo distingue de todo lo demás, sin especificar el otro lado de la distinción. Llama "objetos" a todo aquello que se diferencia a partir de esta situación. El otro tipo de distinción se desprende de la observación del otro lado del "objeto", por ejemplo, justicia-injusticia; equilibrio-desequilibrio. A los productos de este tipo de distinción los considera como "conceptos". De esta manera, la palabra "riesgo" se agrupa bajo un concepto en el que caben una serie de distinciones. Así el riesgo es un fenómeno de contingencia múltiple que, como tal, ofrece diferentes perspectivas. 5.1.3. El aporte de la teoría general de sistemas para el análisis político
Tomando en cuenta los dos enfoques comentados (Easton y Luhmann), podemos señalar que uno de los objetivos de esta vertiente teórica es la explicación del "funcionamiento de los sistemas". Se trata de la aplicación de la teoría general de sistemas a los problemas sociales. En este tema existen otras manifestaciones importantes, como las de Russel Ackoffy Stafford Beer." El primero de estos autores propuso, durante la década de los sesenta, cuatro "actitudes puras" que debían ser tomadas en cuenta ante cualquier situación; se refería al inactivismo, al reactivismo, al preactivismo y al interactivismo, actitudes que posteriormente se plasmaron en la planeación interactiva. Las publicaciones relativas a la aplicación de conceptos, teorías y métodos sistémicos son abundantes y también muy heterogéneas. Debemos remarcar, para el caso latinoamericano, el esfuerzo realizado por Carlos Matus." Él busca articular el análisis de sistemas a partir del reconocimiento de que el conflicto es inherente a toda forma de sociedad y, por lo tanto, generador de cambios. Es decir, busca articular el método dialéctico con la teoría de sistemas. Para Matus esto plantea los siguientes requerimientos metodológicos: a. Trabajar con "sistemas complejos", es decir, con sistemas donde en la totalidad o unidad existe la diversidad, por lo que la unidad o totalidad es la síntesis de múltiples determinaciones. Un sistema complejo se caracteriza porque contiene múltiples subsistemas fuertemente " 20
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Nos referimos al texto ampliamente conocido de Russell AckofT, Rediseñando elfuturo, Limusa, México, 1994. Véase Carlos Matus, Planificación de situaciones, FCE, México, 1980. pp. 28-53. Véase también el libro Señor Presidente. Fundación ALTADlR, Caracas, Venezuela, 1994.
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PARA EL ANÁLISIS POLÍTICO
conectados. Lo político y lo económico sólo pueden ser analizados como partes de una unidad: "el sistema complejo". b. Autonomía de los sistemas. Los sistemas sociales son sistemas autónomos en el real sentido de la palabra. Todo está dentro de ellos; nada está fuera. Si se alteran o perturban, ello se gesta en el interior del sistema. Si ante las perturbaciones reaccionan compensándolas y volviendo a una situación de equilibrio, esa regulación es una autorregulación inherente a la conformación del sistema. c. Transformación de los sistemas. Los sistemas sociales se autotransforman, es decir, tienen historia y hacen su propia historia. No sólo tienen una finalidad sino, además, conciencia de la finalidad. Se autodirigen conscientemente y una de esas direcciones es la transformación. Esto nos obliga a distinguir estructuras en los sistemas y a apreciar la transformación como algún cambio de las estructuras. Los elementos de dichas estructuras se reordenan, reproporcionan y revinculan, con lo que crean nuevas estructuras y transforman el sistema. d. El equilibrio como compensación de las contradicciones. Un sistema existe porque fuerzas contrapuestas determinan un equilibrio de sus estructuras y de las formas de existir de esas estructuras. Las fuerzas contrapuestas no existen simplemente sino que están en un estado de contradicción y lucha entre ellas; están aplicándose en direcciones opuestas o distintas. \
Matus busca analizar sistemas complejos, autónomos, que se reproducen y transforman, cuyo funcionamiento, reproducción y transformación expresan los intereses de las fuerzas antagónicas que los integran.
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6.
EL ANÁLISIS POLlTICO y LAS TEORIAS DEL DESORDEN ................•.........
6.1.
6.2.
GEORGES NlcoLAs
BALANDIER
y LA TEORIA DEL DESORDEN Y DEL CAOS .....
TENZER y LA SOCIEDAD DESPOLITIZADA ..............•.........
35
35 44
6. EL ANÁLISIS pOLíTICO Y LAS TEORíAS DEL DESORDEN En la perspectiva europea podemos distinguir, entre otras, algunas tendencias teóricas que por su importancia orientan el debate contemporáneo sobre la problemática política. A continuación nos referimos a George Balandier y a Nicolás Tenzer en busca de recuperar lo más significativo del enfoque de cada uno.
6.1.
GEORGES
BALANDIER y LA lEORIA
DEL DESORDEN Y DEL CAOS
George Balandier, representante de este enfoque y de la sociología dinámica, orientado al estudio de los cambios, los movimientos sociales y el futuro de las sociedades, busca dar respuesta a las preguntas de cómo, por qué y hacia dónde se están transformando las sociedades modernas. Este autor es parte de un grupo de pensadores opuestos al paradigma estructuralista, entre los que podemos distinguir a Alain Touraine, Edgar Morín, Georges Gurvitch y Jean Duvignaud. En la perspectiva de Balandier existen otros factores que explican la importancia de las grandes transformaciones actuales -la tecnología, la dominación política, la incertidumbre, la resistencia cultural- que provocan que la noción de estructura pierda su privilegio epistemológico. Señala el autor que otorgarle tanta importancia al análisis estructural es suponer que sólo las estructuras internas de una sociedad provocarán y definirán su futuro. Se impone, por lo mismo, una doble preocupación: tomar en cuenta la "dinámica de los factores externos" y sus interrelaciones." Introduce, además, los conceptos de agentes sociales y permanencia estructural para explicar que las sociedades no son jamás lo que parecen ser o lo que pretenden ser. Éstas expresan, en este nivel, dos rostros: uno superficial ~7
El texto más importante de Georges Balandier es El desorden. Gedisa, Barcelona, 1994. Ha escrito otros. menos conocidos en América Latina, como Sens et. Puissance. Les Dynamiques Sociales. Le Détour: Pouvoir et Modernité y Le pouvoir sus scenes.
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EL ANÁLISIS
POLíTICO Y LAS TEORíAS
DEL DESORDEN
que nos indica formalidad de las estructuras oficiales y otro, más profundo, que nos hace ver las relaciones reales y el fundamento de las prácticas políticoeconómicas y la dinámica del sistema social." Retoma de Henry Lefebre la necesidad de distinguir en toda sociedad la "complejidad vertical" -es decir, la persistencia de formas estructurales y relaciones tradicionalesy la "complejidad horizontal", que corresponde a la forma como se entrecruzan las estructuras tradicionales, modernas y contemporáneas en un mismo tiempo. Por lo mismo, el análisis político de largo plazo, así como el conyuntural, está obligado a seguir el curso de la "complejidad social y política", y de las fuerzas latentes que se revelan o surgen a la par de los conflictos. A nivel político, Baladier pone atención en la reflexión de las relaciones políticas (el poder, el orden y la subordinación). Incluye en este análisis los conceptos de precariedad y vulnerabilidad de la relación política. De los análisis realizados por el autor, sobre todo en el caso africano, se desprenden algunas reflexiones a propósito del conflicto y sus consecuencias: • Cómo y en qué circunstancias los conflictos sociales se convierten en conflictos políticos. • Siendo la política el lugar del conflicto, nos conduce a una lectura sobre las distintas formas de violencia: visibles, institucionalizadas o no visibles, entre otras. • Distingue, además, grados y niveles del conflicto, en la intensidad de las variables que lo conforman, así como en las estrategias de cambio. Por otra parte, Balandier otorga un rol significativo al sistema simbólico, sobre todo en aquellas sociedades de transformación rápida en las cuales se contradicen la cultura y la manera de ser tradicional con las representaciones modernizadoras. Es decir, la oposición entre lo tradicional y lo moderno, y las múltiples combinaciones imprevisibles a que pueden dar lugar. Aquí es importante subrayar que las configuraciones simbólicas respondan a una situación concreta, expresen y le den sentido a lo concreto, lo que permite distinguir la continuidad de las trasferencias simbólicas y los múltiples entrecruzamientos del imaginario político en los Estados modernos. En esta perspectiva, el autor analiza las múltiples figuras de la dramatización política, los múltiples procesos dramáticos empleados por el poder, así como las modalidades de la teatralidad estatal.
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Véase el capítulo "La sociedad ya no es más lo que era", en El desorden. de Georges Balandier, op. cit.. pp,6O-83.
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TEÓRICOS
PARA EL ANÁLISIS POLÍTICO
El poder, señala, se legitima por la producción de imágenes, por la manipulación de símbolos y su organización en un espacio que podemos llamar la teatralidad estatal. Esta situación se expresa de manera muy clara en Latinoamérica, en países en donde el costo social provocado por los políticas de ajuste estructural y la privatización ha obligado al Estado a recurrir a un discurso nacionalista y populista para garantizar la unidad y la cohesión social. En otros casos, mientras se desmantela lo público y lo social buscando crear sociedades privatizadas en los distintos niveles que las conforman, los gobiernos asumen la defensa de la masa y del pueblo reivindicando sus interés y necesidades. Pero lo más representativo de Balandier a nivel teórico es la reflexión que realiza sobre el orden y el desorden. Señala que no hay un orden definitivo en los sistemas sociales, sino que existe siempre un desorden inherente al orden que amenaza permanentemente su desarrollo. Esto no significa que Balandier afirme que todo orden es sólo aparente, que se reduzca al desarrollo o que considere que la transición de la modernidad a la posmodernidad provoque necesariamente situaciones de desorden. Se trata, en el fondo, de las causas por las cuales el orden deviene en desorden. Por lo tanto es importante el análisis de la naturaleza de la "realidad del desorden". En las sociedades contemporáneas, más que nunca, el desorden se desplaza por las diferentes producciones simbólicas, desde la literatura hasta el discurso político. En este universo de transformaciones aparentemente racionales surgen las formas reales de desorden que confirman que el desorden no es solamente parte de la imaginación. Baladier sugiere la necesidad de evaluar el concepto "desorden", iniciando la vía de la reflexión en esta dirección con la finalidad de mostrar las múltiples rutas de la relación orden-desorden y desorden-orden. Este planteamiento rompe con los esquemas estructuralistas de la determinación social y política a partir de la observación del desorden en el seno de los partidos, de las organizaciones sindicales, empresariales y, en general, en la sociedad. Señala, asimismo, la necesidad de prestar atención a lo imprevisto en la vida política, ya que en el sistema político existen zonas claras y obscuras, estructuras altamente formalizadas, y no formalidades que escapan al control de lo determinado. En suma, el objetivo que anima a Balandier al estudiar el desorden es explicar los procesos de cambio y los procesos de estructuracióndesestructuración que se desarrollan en el mundo contemporáneo. Otro aspecto no menos importante que distingue el autor es la problemática que observa en los países en los que se asiste a un proceso de transición, en donde los actores que conducen el cambio tienen una práctica y sentido político distinto y opuesto a las fuerzas conservadoras.
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EL ANÁLISIS pOLíTICO
Y LAS TEORíAS DEL DESORDEN
Considera Balandier que las ciencias sociales, que están condenadas a reformarse, hoy se alejan de los sistemas de referencia y de los modos explicativos que las han orientado durante varias décadas: "El conocimiento de sus conocimientos es uno de sus objetivos". Si las ciencias sociales están condenadas, comenta el autor, se impone un "nuevo" nacimiento, toda vez que la sociedad ya no es más lo que era: su movimiento mismo, sus cambios y desórdenes imponen otro diálogo con lo social a fin de que resulte más inteligible." En busca de otorgar un sentido analítico a las formulaciones teóricas de Balandier, podemos leer la realidad del cambio retomando a LIya Prigonine y a Isabelle Stengers para afirmar que ya no son más las situaciones estatales y permanentes lo que nos interesa, sino las evoluciones, las crisis y las inestabilidades; ya no más sólo lo que permanece sino también lo que se transforma." Por la magnitud de los cambios en el este de Europa y el proceso de ajuste estructural en América Latina, 1 0 simple se ha vuelto complejo, lo múltiple prevalece sobre lo singular, lo alternativo sobre lo determinado y el desorden se impone sobre el orden, de manera que no sólo lo económico se desestructura y recompone; lo social y lo político son también espacios de cambio imprevisibles, de lo inédito, de una producción continua de sí mismos en donde el orden y el desorden actúan juntos, acentuando la complejidad, multiplicador de los posibles e imposibles. Por lo tanto, esa relación se convierte en un factor de lo imprevisible e improbable. En esta línea de razonamiento, Balandier argumenta que "ninguna organización, ninguna estabilidad es, en cuanto tal, garantía ninguna que se impone en derecho. Todas son productos de la circunstancias y se encuentran a merced de las circunstancias". El desorden trabaja siempre, lo que existe lleva el signo de la inseguridad o, si se prefiere, de la vulnerabilidad." Por lo mismo, la refundación del sistema capitalista en América Latina se encuentra a merced de factores externos e internos. Lo que existe en ese proceso de liberalización y apertura del mercado es el signo de la inseguridad, lo que la prensa califica como desconfianza e incertidumbre. De ahí que la desconfianza se convierte en una amenaza que impide y obstaculiza la inversión externa. Balandier busca a través de su contribución teórica dar un lugar al desorden en la teoría social. Comenta textualmente que: "La teoría social actual se inscribe en el proyecto de construir una sociología dinámica, generativa, basada en una doble experiencia: la de las sociedades de la tradición sometidas ,. Ihid..p. 61. '" Ibídem. Ibídem. 11
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TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS POLÍTICO
a la prueba de las grandes transformaciones y la de las sociedades de la modernidad en las que predominaban el movimiento y la incertidumbre"." Un argumento realmente importante para entender la naturaleza del desorden, según este autor, es que toda sociedad revela diferencias sectoriales en materia de temporalidad, presencia activa del tiempo y sus efectos. Esas temporalidades diferentes, de sector a sector, son generadoras de desajustes; cuanto más se acentúan esas diferencias, tanto más se multiplican los desequilibrios y el surgimiento de un estado de desorden y crisis. El planteamiento anterior pareciera señalar la existencia de diferentes tiempos: el tiempo político y el histórico, el tiempo real y los tiempos que acompañan a cada sector. Por lo tanto, se puede hablar de un tiempo en el nivel de la modernización política y de otro tiempo, no necesariamente coincidente, en la reforma económica. Podemos también plantear la diferencia del tiempo que surge del pasado y el tiempo que se desprende del futuro. Siguiendo este enfoque podemos señalar que la transición de la modernidad a la posmodernidad tiene efectos positivos y negativos en todos los campos. Las temporalidades de la sociedades más activas, y por lo tanto dominantes, no son armónicas con las de las sociedades tradicionales durante su búsqueda del progreso y de la reducción del retraso. Se producen, entonces, desajustes de origen externo e interno y, en consecuencia, nuevas posibilidades de ruptura en la continuidad. Se multiplican los lugares de instabilidad y de caos, de riesgos y de desintegración. En estas circunstancias de cambio y transición el orden del conjunto nunca es sino aproximativo y vulnerable, siempre instable y, por eso mismo, es un generador de incertidumbre, lo que permite que la sociedad se presente tal cual es. Surgen fenómenos y problemas que se creían superados como, por ejemplo, los movimientos étnico-raciales en Estados Unidos y Europa, y otros de tendencia radical y fundamentalista en el este de Europa. Otro aspecto es la problemática de la temporalidad sectorial que nos permite explicar las representaciones (político-económicas) actuales de la sociedad. La continuidad es un hecho, dirá Balandier, pero también es una ilusión. El juego de las temporalidades pone a prueba a las sociedades así como a los objetivos principales de las instituciones políticas y de los actores. Sin duda habrán actores cuyo tiempo político (temporalidad) se ubica en el pasado, de manera que sus reivindicaciones, sus demandas, su forma de acción y práctica política se inscriben en ese tiempo. En cambio, otros actores establecen su estrategia y sus objetivos a partir del futuro. Esa situación expresa un escenario '2
lbid.. p. 62 39
EL ANÁLISIS
POLiTICO
y LAS TEORÍAS
DEL DESORDEN
político radicalmente diferente al del pasado, en el que queda redefinida la participación política, el conflicto y las distintas formas de control estatal. En la medida en que la sociedad está en constante transformación ella es el lugar de una "actividad total", donde las temporalidades múltiples (políticas y sociales) se ponen en marcha, conjugándose u oponiéndose. En este sentido, afirma el autor, la sociedad, al tomar conciencia de sí misma, adquiere la doble capacidad de pensarse y reproducirse. En este proceso de ruptura y transformación no cabe la restauración, sino la creación como una constante de producción y autorreproducción. Balandier afirma contundente que: "El estado transitorio es el de una crisis de elementos opuestos que coexisten en un orden sin duración; la ruptura debe producirse impulsada por una necesidad imposible de contrariar y generadora de una forma social radicalmente diferente". El momento histórico es el de una bifurcación: después de la ruina del edificio mantenido durante la transición -su reducción al desorden- una "nueva organización social" aparece. El desorden no interviene sino como condición del nacimiento de otra sociedad en circunstancias históricas excepcionales. Esta situación se observa claramente en el este de Europa. El desorden adquiere, así, un valor explicativo, en la perspectiva del autor. En cuanto condición de las teorías del "cambio social", se trata de otorgarle un "lugar al desorden" en la lógica explicativa de los funcionamientos (modo de existencia) y transformación (modo de situación en el tiempo) de lo social." De allí que la crisis pueda ser vista como un "estado de situación", en el que se combinan el orden y el desorden. La crisis impone la transformación de lo improbable, el establecimiento de estructuras relativamente estables sobre una base inestable. La conciencia de la crisis permite que la conciencia del desorden se convierta en un instrumento político que obliga a ver los problemas y fenómenos bajo los aspectos de la dispersión, de lo aleatorio y del poco control. Revela que la construcción del futuro se efectúa sobre una base inestable. Con este planteamiento el autor nos hace ver que la crisis ya no sólo es conyuntural, sino que la sociedad se encuentra en un desorden permanente. Para validar su argumento nos presenta como ejemplo el desarrollo tecnológico que aparece como productor de un orden cada vez más complejo y de un desorden ya sea catastrófico a nivel ambiental, ya sea perverso con efectos de desastre nuclear, químico y biológico.
" 40
Véase el capítulo sobre "El desorden ilimitable y primero ignorado", ibid., pp. 70-73.
ENFOQUES TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS POLíTICO
El desorden, en esta lógica, se materializa en procesos de autodestrucción. "En los periodos de las grandes transformaciones, mientras que todo es puesto en movimiento, el poder debe contemporizar con la incertidumbre, enfrentar situaciones cuyo conocimiento completo y control total se le escapan; tiene menos que antes la posibilidad de triunfar evidentemente y sus fracasos ocultan o desvalorizan los resultados de su acción". Por último, conviene retornar de Balandier el planteamiento siguiente: "pensar este tiempo y en este tiempo es necesariamente pensar en el movimiento". Las ciencias sociales tradicionales, según el autor, nos llevan a la preferencia de la estabilidad (lo funcional, lo estructurado, lo organizado). En la situación actual, considera, "lo real se aprehende en y por el movimiento, necesariamente; éste requiere que se identifiquen las nuevas formas de temporalidad y, por consiguiente, de los tiempos sociales (políticos)". Señala también que: la comprobación global es la de una descomposición del tiempo unificado que se realiza en el siglo xx, proceso de aceleración que arrasa una larga tradición filosóficaque postulabaesa unidad,y que llevaa noasirmás el tiempounificado sino a partir de sus diversas manifestaciones y en la dispersión. Su estallido hace pensar (y creer) que él mismo está bajo la influencia de los generadores del desorden..14 Buscando hacer un balance, a partir de Balandier, podemos inferir que por encima del "tiempo histórico", surge y se impone un "nuevo tiempo real": el tiempo histórico ya no asegura la unidad y la regularidad del sistema, ya no es el material principal a partir del cual los hombres constituyen y dirigen su temporalidad, con la que se funda su orden político social. Los puntos de referencia temporales ya no tienen referencia histórica y otras señales redefiniendo el horizonte y el proceso de construcción del futuro. Los partidos políticos, que ya no reconocen claramente en su trayecto y en su condición de crisis el tiempo histórico, se han visto despojados de las nociones de estabilidad y regularidad. Incluso se puede señalar que las organizaciones (partidos, grupos empresariales y sindicatos) se deben sentir como "extranjeros" en este periodo de transición modernizante. El gran problema de toda esta circunstancia son las consecuencias que puede generar el desorden, entre otros el caos y la incertidumbre. Balandier expresa claramente esta situación: "Cuando el desorden, por su intensidad, su duración y su extensión, se identifica con el caos, la incertidumbre y la inquietud ya no son la única manifestación que produce." '4
Georges Balandier, El desorden .... op. cit.. p. 157.
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Y LAS TEORÍAS DEL DESORDEN
Ya no es únicamente lo inexplicable, ahora se percibe como el factor de un contagio que amenaza con no dejar nada en buen estado; aparece también como "el revelado" por el cual los problemas y las dudas padecen una especie de acrecentamiento. Muestra las cosas en negativo, convierte las certidumbres, las ignorancias y las indiferencias en recelos que se generalizan y amplifican. Es posible, en este contexto, que el desorden afecte la institucionalidad misma; nada queda en su lugar ni en su sitio, lo que obliga pensar en reformas estructurales y en una nueva planeación estratégica estatal que busque administrar el desorden. La particularidad de esta situación consiste en que el orden del futuro se está construyendo a partir del desorden en el presente. Por ello, el valor analítico que le otorga el autor al "desorden". De manera dramática, en caso de darse ese panorama de desorden en el cambio, la racionalidad se vuelve irracional y en esa circunstancia los poderes parecen paralizados. Sus palabras se vacían todavía más, sus ritualizaciones apaciguadoras ya no funcionan, sus actos se vuelven poco creíbles. Bajo la luz de la crisis reavivada, los políticos parecen situarse fuera de la sociedad,aparte,sin amarrasa la máscercanade las realidades. Asi se encuentra acentuada con fuerza una tendencia que ha aparecido periódicamente en el curso de la historia de las democracias y principalmente de la francesa: la del escepticismo de los ciudadanos que entraña el descrédito de los políticos. El desorden que impone la crisis revela más (y, para los sometidos, con un riesgo personal e inmediato en juego) los límites y las impotencias de los dirigentes. Este debilitamiento de la representatividad, de la capacidad, se encuentra de manifiesto con exageración mientras que es también el resultado de transformaciones anteriores o en vías de realización: la complejidad creciente de los problemas que contraría la búsqueda de soluciones, el movimiento continuo de las cosas que obligan a negociar con la incertidumbre, el nuevo régimen de la informaciónque sometea la leymediáticasegún la cual la imagen (el espectáculo) prevalece sobre el mensaje." "Todo parece entonces deshacerse y se deshace realmente: las jerarquías, el derecho y la justicia, la salvaguarda de las personas y los bienes, la presión de los valores y el conformismo ya no funcionan más; es el retorno de una especie de caos colectivamente puesto en escena." La sociedad paralizada asiste a la pérdida de la ética y la moral; la confusión entre lo legal y lo ilegal irrumpe alterando la normatividad existente. La violencia aflora en todas sus dimensiones y la inseguridad pública prevalece en la vida cotidiana. En esas circunstancias, "
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Ibi d., pp. 179-180.
ENFOQUES
TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS POLÍTICO
la popularidad política puede ser buscada mediante el tratamiento eficaz de la violencia, con una dramatización del orden frente a la agresiones puestas en escena por iniciativa terrorista. Se desarrolla, entonces, lo que fue reconocido en Italia como una "cultura del estado de urgencia", donde los miedos pueden más que las salvaguardas de las libertades, donde los fines se mezclan con la ventaja de los resultadosmanifiestos y dondeel uso delderechoprevalece sobre su letra. La democracia enfrenta el riesgo de pervertirse al asegurar su propia defensa. Es la trampa temida por el terrorismo: mostrar al Estado desamparado o, a la inversa, hacerlo insoportable, empujándolo a un control cada vez más estrecho de la sociedad civil, inclinándolo hacia una especie de totalitarismo.... Dado esto, "la crisis del poder sería también una crisis de la representación; el político ya no representaría a nadie sino a sí mismo y los representados, ya no representados, ya no se considerarían más como tales; ya no participarían más por la adhesión, sino por la emoción y las creencias sinuosas sometidas a los efectos especiales producidos por los medios de comunicación"." En este marco, el espacio de lo político se reforma bajo la presión de la necesidad del Estado; su componente técnico, burocrático-racional, expansivo en el transcurso de las décadas pasadas, no basta, y esto comienza ahora a saberse. Su componente ideológico e ideal, simbólico e imaginario, se reforma integrando los medios de la comunicación moderna. En un mundo trastocado por los cambios, abierto a las incertidumbres y las inquietudes que alimentan la conciencia del desorden, se refuerza la demanda de una "imagen del poder supremo creíble"." Finalmente, Balandier afirma que una sociedad y una cultura que se transforman al punto de parecer en cierto modo extrañas a sí mismas provocan la espera de un poder capaz de concordar con el nuevo estado de cosas a fin de aprovechar sus potencialidades de lograr su control progresivo, organizándolas y de hacer surgir el sentido necesario para la orientación general de las conductas individuales y colectivas. El orden nuevo, producto del nuevo protagonismo estatal, hace de la ruptura con el pasado y de la proyección hacia el futuro una transgresión necesaria. Este nuevo orden niega el curso de la historia anterior, llama enemigos causantes del desorden, agentes del mal social y factores de declinación a todos los emisarios del pasado. El poder, en esas circunstancias, se vuelve más
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"
Véase el capítulo "El político debilitado, la incertidumbre y el desorden", en Georges Balandier, El desorden ...• op. cit., pp. 196-203. lbid., p. 202. Sugerimos sobre este tema, el capítulo "Formas de la respuesta al desorden". pp. 203-222. 43
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Y LAS TEORíAS
DEL DESORDEN
independiente de lo político, se refugia en el "saber" como nuevo atributo que lo legitima. El poder ya no puede disociarse de lo espectacular y, por lo mismo, se ubica por encima de la sociedad, como portador de la racionalidad del futuro.
6.2.
NlcoLAs TENZER y LA SOCIEDAD DESPOLITIZADA
Nicolás Tenzer surge al estudio de esta problemática a partir de la constatación de las crisis "intelectual", "ética", "de la cultura", "de la sociedad", "de la política" y "económica". Considera que se trata de una "crisis global" y que sólo puede ser entendida en su globalidad, pero ante todo la considera política. Tenzer entiende que "la sociedad ya no se percibe ella misma de manera coherente y es incapaz de conducir su unidad"." Conviene retomar los aspectos fundamentales que, según el autor, definen a la crisis política: a. b. c. d. e. f.
El estrechamiento del espacio político. El sentimiento de la inestabilidad de la política. La desaparición de la voluntad para alcanzar un "sentido común". El antagonismo creciente entre la sociedad y la política. Desaparición del debate público. La modificación de la naturaleza de la decisión. La decisión pasa a ser definida por criterios técnicos y no criterios de significación política. Criterios de legalidad y no de legitimidad. g. Las causas ideológicas de la lucha y división políticas han dejado de existir.
En este esquema se percibe a la separación entre "esfera pública y esfera privada" como un problema significativo de la crisis política. La política en la esfera pública tiene "sentido", en cambio en la privada no queda muy claro su ámbito de aplicación y se pone en entredicho la problemática de la legitimidad. En las circunstancias actuales se asiste a una transformación que tiene consecuencias en las formas de representación, en la matriz de las relaciones entre Estado, sistema político partidario, economía y sociedad. La transformación consiste en que transitamos en América Latina de una matriz sociopolítica que se caracterizó por la función, confluencia y subordinación entre estos elementos, a una caracterizada por la creciente autonomía y tensión complementaria entre ellos. "
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Véase Nicolás Tenzer, La sociedad despolitizada. Paidós, Buenos Aires, 1991, en especial los capítulos sobre "La crisis" y "El fin de las referencias", pp. 11-36 Y 163·232.
ENFOQUES
TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS pOLíTICO
El eje clásico de las relaciones político-sociales en Latinoamérica presentaba diversas características, a saber: el Estado o los partidos absorbían y/o supeditaban a la sociedad, la instancia partidaria agotaba las formas de expresión de los actores sociales, o los actores sociales y la sociedad civil se presentaban por sí solos y hacían irrelevante el sistema partidario, esto a través de la expresión directa o por la vía caudillista, c1ientelar o corporativa en el Estado. En todos esos casos la política era el espacio donde se expresaban intereses, necesidades y demandas, era un vínculo que transformaba a los individuos yorganizaciones en actores políticos. La política era el factor clave en la constitución de las identidades de los actores y sujetos. A finales de los años setenta esa matriz clásica de simbiosis entre Estado, política y sociedad, se empezó a alterar y a desdibujar. Posteriormente, en el marco de las políticas neo liberales, se produjo su desarticulación. Las transformaciones y modernizaciones a nivel global hicieron patente el agotamiento de esa matriz clásica, donde la política desempeñaba el rol de articulación, participación y representación. El profundo sentido de los cambios en América Latina se expresa hoy con procesos de descomposición general en donde la cohesión y el control social, la institucionalización de la lucha política, han sufrido un trastocamiento. Se asiste a un nuevo protagonismo estatal, de partidos que buscan redefinirse por su capacidad de representación y sociedades civiles o actores sociales (movimientos sociales) que buscan cada vez más su propia identidad, fortalecimiento y participación en la vida social. Sobre este punto M. Antonio Garretón señala que el éxito de las transiciones modernizadoras depende, en gran medida, de la capacidad que tengan las sociedades de nuestro continente para constituir la nueva matriz de relaciones sociales entre Estado (momento de unidad), partidos (momentos de representación y articulación) y sociedad (momento de la diversidad y participación)." Otro cambio no menos importante es el que se observa en la cultura política en los modelos de acciones y luchas colectivas. Por otra parte, los principios utópicos que servían de marco de referencia a la igualdad, la libertad y la justicia se están descomponiendo aceleradamente. Dicho de otra manera, son la política y la acción colectiva las que están en entredicho y tienden a ser reemplazadas por ideologías individualistas, apatías W
Véase M. Antonio Garretón, S. Sosnowski y B. Subercaseaux, Cultura. autoritarismo y redemocrtnizacion en Chile, fCE, Santiago de Chile, 1993. Véase también de M. Antonio Garretón, Hacia una nueva era política. fCE. Santiago de Chile. 1995. 45
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y refugios diversos, o formas de organización, y que buscan valorizarse en sí mismas y jugar un rol significativo en la constitución de nuevos movimientos sociales. De ahí que, según Tenzer, en el seno del pueblo y la sociedad se valoran las "generalidades formales" en detrimento de las "diferencias reales". Esto sugiere la valoración de la vida cotidiana y los problemas que implican su contenido reinvindicativo específico. Otro problema planteado, que ciertamente llama la atención, es la situación actual en la que el "destino común desaparece" al desmantelarse la esfera pública, lo cual hace imposible que la "conciencia histórica" tenga un lugar. De ahí la propensión del individuo y la sociedad a escapar hacia la esfera privada. Por otra parte, el autor nos invita a reflexionar sobre la crisis en función de la época o momento que vive hoy el mundo. En el pasado se asistía a una crisis en la sociedad, entendida ésta como crisis parcial y particular. En cambio en la actualidad se observa una crisis de la sociedad. El mismo autor dice que no hay esencia intemporal de la crisis: cada una de las crisis debe ser apreciada en función de una época y sugiere la necesidad de evaluar la gravedad específica de cada crisis y la "urgencia de actuar para salir de ella". Tenzer señala cinco factores que, además de impedir una salida de la crisis, la perpetúan y la agravan: a. Una relación ambigua con el poder político. b. El temor a los conflictos, que desemboca en la inacción política. c. Deformación de la idea de libertad. La libertad es separada de un contenido concreto. La libertad se vuelve contra sí misma. El individuo, en nombre de la libertad, es abandonado a la tiranía de las fuerzas del mercado. d. Deficiencias en la definición de las finalidades (objetivos políticos). Incapacidad para definir principios de organización colectiva. e. El fin de las referencias, es decir, de los grandes proyectos y paradigmas y principios institucionales que gobernaban a nuestras sociedades. Tenzer medita, a propósito de la crisis, en torno a la cuestión del sentido de la historia y toma su distancia de las concepciones sobre el fin de la historia. En este punto se expresa de manera clara todo su razonamiento sobre el futuro y la incertidumbre del presente.
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ENFOQUES
TEÓRICOS
PARA EL ANÁLISIS pOLíTICO
En este camino de reflexión teórica el autor plantea que "la cuestión del sentido de la historia es la interrogante capital de nuestra época, cuando hemos descubierto lo absurdo del mundo y la dificultad para imaginar el futuro. Si la historia que se hace no tienen significado, la historia que se dice no sirve para nada; nuestra época ya no merecería el calificativo de historia". "La cuestión del sentido de la historia permite distinguir entre sociedades 'históricas'
y sociedades'
estancadas' , entendiéndose que el grado de historicidad
de una sociedad está dado por la velocidad en que su historia progresa"." Esta distinción permite situar a la historia bajo el signo de la contradicción: la filosofia de la historia no reside en una interpretación del pasado, rico en lecciones para el futuro, sino en una explicación de nuestras incertidumbres y en una exposición de nuestra zozobra ante el porvenir. En esta perspectiva la dualidad de los términos "sentido" y "fin" ilustra los desafio s del debate sobre la historia del futuro. Finalmente Tenzer explica el "síndrome de la despolitización" acudiendo a los siguientes factores: a. El "consenso insignificante". En las circunstancias actuales el consenso sólo puede existir por defecto. Esta situación sucede por el estrechamiento de la política, ocupada ahora por cuestiones en las que el ciudadano no especialista no tiene nada que decir o aportar. b. La orientación del debate hacia los temas tecnocráticos, de manera que el consenso por defecto expresa la idea de que el ciudadano parece querer responder individualmente a los problemas relativos a su manera de ser. En este sentido el consenso por defecto es también la voluntad de no hacer entrar en el campo político temas sobre los cuales no hay consenso a priori. c. La ocultación de los fundamentos históricos doctrinales que han desaparecido de la escena política, 1 0 cual lleva a la idea de que las cuestiones propiamente políticas ya no existen. d. La existencia de una "opinión" pública inalienable. La opinión pública se expresa políticamente mediante la "deliberación". La democracia no es resultado del conformismo, añade Tenzer, sino de la expresión política de la voluntad común. e. La imposibilidad de que la sociedad pueda concebirse a sí misma desde el ángulo de la unidad. Hoy la sociedad está regida por relaciones de fuerzas y poderes en beneficio de intereses tan sólo locales y '"
Véase Nicolás Tenzer, op. cit., p. 208. En general el autor realiza una excelente reflexión sobre el sentido del fin de la historia y sobre el por qué hacer historia.
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parciales. La sociedad parece funcionar sin acuerdo sobre sus principios y en ella se observa una solidaridad organizada, pero sin sentimientos de pertenencia a un mundo conocido. Tenzer valida sus tesis desarrollando otro punto de vista sobre las consecuencias de la pérdida de referencia. Su argumento consiste en que los conflictos en el mundo contemporáneo son menos cruciales porque al carecer de referencias básicas las razones para luchar pierden contundencia; "la indiferencia ejerce un efecto pacificador". El "consenso insignificante" se transforma en un recurso más para que cada cual pueda vivir su existencia individual en las más absoluta soledad. Coincide con Morín y Luhmann al señalar que en este mundo desgarrado, sembrado de barreras infranqueables entre los hombres, "lo universal" podría elegir su domicilio en lo particular, única realidad y único motor de la construcción histórica. Por último, dado el proceso de transformación que se desarrolla en América Latina, estaríamos pasando de una política de confrontación ----como la que caracterizó a la poIítica regional durante las décadas anterioresa una política de consensos, y ello sin duda alguna constituye el inicio de una nueva cultura y estilo políticos. Sin embargo, el gran problema de la "política consensual" es que no se refiere a la política sustantiva o a temas de fondo; pareciera ser que el nuevo estilo se refiere más bien a cuestiones puntuales. El consenso sobre temas fundamentales requiere de una confrontación pública y democrática que tenga efectos en el largo plazo y en el tipo de sociedad que se está construyendo.
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7. MICHEL CROZIER y LA TE TEOR ORíA íA DE LAS ORGANI ORGANIZAC ZACION IONES ES El teór teórico ico Michel Michel Crozie Crozierr consid considera era que las "organ "organiza izacio ciones nes"" consti constituy tuyen en el espectro espectro central central de las socieda sociedades des contemporá contemporáneas. neas. Un punto esencial en este este enfoque es la postura postura adoptada adoptada por los actores, actores, sus represe representa ntacio ciones nes y sus relac relacion iones es intern internas as en la organ organiza izació ción. n. El autor autor,, lejos de consid considerar erar las actividade actividadess y las relaciones relaciones de poder poder como efectos efectos de la estruc estructur turaa y explor explorar ar todas todas las cons consecu ecuenc encias ias de esta esta perspec perspectiv tiva, a, conduc conducee su análisis análisis hacia los comporta comportamien mientos tos de los actore actoress a parti partirr de un margen (espacio(espaciolímites) límites) en determinad determinadas as condiciones condiciones instituci institucionale onales. s. El anális análisis is organizaci organizacional onal conduce conduce a explicar explicar la estrategia estrategia de los actores, actores, a preg pregunt untars arsee no solamen solamente te por sus motiv motivaci acione oness políti políticas cas sino, sino, sobre sobre todo, todo, por la lógica lógica que designe designe sus conduc conductas tas en función función de las particu particular larida idades des organizacionales. Inic Inicia ialm lmen ente te,, y ret retom oman ando do la trad tradic ició iónn libe libera ral, l, Croz Crozie ierr real realiz izaa una una refl reflex exió iónn comp compar arat ativ ivaa sobr sobree las las insti institu tuci cion ones es basa basado do en M. M. Weber Weber y eenn Tocqueville Tocqueville.. Posteriorm Posteriormente, ente, su aporte aporte teórico teórico estará estará influenciado influenciado por la la teoría teoría de sistemas sistemas y por los enfoques enfoques de Bertalanf Bertalanffi fi y Edgar Edgar Morín," lo que le permiti permitirá rá en adel adelan ante te anal analiz izar ar los los proc proces esos os de disf disfun unci ción ón,, las las inada inadapt ptac acio ione ness y las las inad inadec ecua uaci cion ones es,, los los conf confli lict ctos os de pod poder er y las las cri crisi siss peri periód ódic icas as en las las organizaci organizaciones ones e institu instituciones ciones estatales. estatales. En este este sentido, sentido, el concepto concepto "estrategi "estrategia" a" es centr central al en la visión visión del autor. autor. Señala Señala que los actor actores es partic participa ipann funcio funcional nal o disfunciona disfuncionalment lmentee en las organizaci organizaciones ones en condici condiciones ones definidas definidas por el sistem sistemaa normat normativo ivo para para poder poder lograr lograr sus objeti objetivos vos según según sus opcio opciones nes estrat estratégi égicas cas,, conforme conforme a sus sus represen representacio taciones nes e intereses. intereses. 4'
El pensami pensamiento ento de Michel Michel Croizer se encuent encuentra ra fundamental fundamentalmente mente en dos dos de sus textos textos de amplia amplia difusión. Nos referim referimos os a Estado fCE, México México,, 1989, 1989, y El actor y el sistema, Alianza, Estado modesto. modesto. Estado Estado moderno, fCE, México, México, 1990. Sin duda duda alguna Edgar Morín, Morín, con su obra, Le méthode 2, Du Seuil, Seuil, París, París, 1980, influyó influyó Theorie génerale génerale du en el pensa pensami mient entoo de Crozie Crozier, r, al igual igual que Ludwig Ludwig Von Bertala Bertalanffy nffy,, con su texto texto Theorie systemes, Dunod, Dunod, Paris, Paris, 1~73. 49
MICHEL MICHEL
CROZIER CROZIER y LA TEORÍA DE LAS ORGANIZACION ORGANIZACIONES ES
Los Los camb cambio ioss que que ocur ocurre renn a nive nivell mu mund ndia ial, l, la glob global aliz izac ació iónn y la regionaliz regionalización ación exigen exigen el replantami replantamiento ento sobre la intervenci intervención ón del Estado Estado y su lógica. lógica. Lo que que se busca es superar superar la tradiciona tradicionall relación relación de la economía economía con lo social social y cambiarla cambiarla por una nueva "racionali "racionalidad". dad". En la soci socieda edadd actual actual vuelve vuelve a tomar tomar ventaj ventajaa el facto factorr hum humano ano,, por lo que que los los hombre hombress son son cada cada vez vez meno menoss inte interc rcam ambi biab able les. s. Para Para segu seguir ir sien siendo do competitiv competitivas, as, las empresas empresas deben movilizar movilizar los recursos recursos humanos humanos dentro dentro de la la orga organi niza zaci ción ón y rei reint ntro rodu duci cirr la preo preocu cupa paci ción ón por por las las relac relacio ione ness huma humana nass comple complejas jas fuera fuera de ella, ella, tanto tanto con los client clientes es como como con los provee proveedor dores es y los subcontrat subcontratistas istas.. Lo social social ya no se se limita limita a lo distribut distributivo ivo sino que se convierte convierte en un elem elemen ento to esen esenci cial al del del conjun conjunto to de los fact factor ores es de la prod produc ucci ción ón.. Sin Sin embarg embargo, o, se trat trataa de otra otra individ individual ualiza izació ción. n. Aún más que en cualqu cualquier ier otro otro terren terreno, o, lo cuan cuantit titati ativo vo en ella ella cede el paso paso a lo cuali cualitat tativo ivo.. Por otra otra parte, parte, lo social social al "estilo "estilo antiguo" tendía tendía ya a acabar acabar con lo económico económico.. Su proliferac proliferación ión amenazaba amenazaba al equilib equilibrio rio de lo raciona racional.l. Las desviaci desviaciones ones que traía consigo consigo hacían hacían temer temer que se llega llegara ra a absor absorber ber por entero entero el prod product uctoo nacion nacional al bruto, bruto, en la irresisti irresistible ble mecánica mecánica de gastar gastar cada vez más en salud, salud, asistencia asistencia,, educación. educación. En opinió opiniónn del autor autor,, esa situa situació ciónn pulver pulveriza iza el plant planteam eamien iento to social social democr democráti ático co del Estado Estado asiste asistenci ncial al y de bien bienest estar, ar, y pone pone en tela tela de juicio juicio el pensamient pensamientoo tradiciona tradicionall de lo social. social. La semivaloración semivaloración del sistema sistema igualitari igualitarioo rompió rompió en el pasado pasado los modelos modelos de interc intercamb ambio. io. Crozie Crozierr retoma retoma,, al igual igual que Edgar Edgar Morín, Morín, el proble problema ma de la "autorregul "autorregulación" ación",, según el cual el Estado Estado y la la sociedad sociedad deben plegarse plegarse debido debido a la la "compl "complejida ejidad" d" y en donde lo cualitativ cualitativoo se desvalo desvaloriza riza en todos todos los niveles. niveles. En esta esta misma misma perspe perspecti ctiva, va, afirma afirma que: que: "El pretex pretexto to virtuo virtuoso so y sincer sinceroo del inte interé réss gene genera rall ya no es ace acept ptad adoo por por las las parte partess ni por por la mayo mayorí ríaa de los los ciudadanos. ciudadanos. En teoría teoría todavía seguimos sacraliza sacralizando ndo al Estado Estado y revere reverenciand nciandoo a los altos funcionari funcionarios os que son sus guardian guardianes, es, pero en la práctica práctica soportamos soportamos cada vez menos su papel". En otra otra dime dimens nsió iónn anal analít ític ica, a, Mich Michel el Croz Crozie ierr seña señala la la nece necesi sida dadd de replantear replantear por complet completoo la interacci interacción ón del Estado, Estado, debido debido a la "complejida "complejidadd de los probl problema emas" s" y por por la obso obsoles lescen cencia cia de los model modelos os de admini administr straci ación ón que nos nos acom acompa paña ñaro ronn en el pas pasad ado. o. Otro Otro aspe aspect ctoo que que reto retoma ma el auto autorr es la comple complejid jidad ad del mercad mercado, o, que alIa alIado do de sus sus meca mecanis nismos mos automá automátic ticos os que lo fundan, implica otras regulaciones y diversas modalidades en sus interrelaciones. interrelaciones. El gran gran problema problema de este plantea planteamient mientoo es la distinción distinción entre "regulaci "regulación", ón", "desregulac "desregulación" ión" y "reglament "reglamentación ación pública". pública". El concepto concepto regulación regulación señala señala el proces procesoo de acción acción de los "mecan "mecanism ismos os correc corrector tores es que mantien mantienen en un sistema sistema en exist existenc encia" ia";; es empl emplead eado, o, tambié también, n, para para distin distingui guirr la inter interven venció ciónn de las autori autoridad dades es públic públicas as en las activ activida idades des económ económica icas. s. 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TEÓRI TEÓRICO COS S
PARA PARA EL ANÁL ANÁLISI ISIS S poLíT poLíTICO ICO
francesa francesa distingue distingue la regulac regulación ión de la reglam reglamentac entación ión estatal estatal e introduce, introduce, además, además, la difere diferencia ncia entre interés general general e interés interés particular. particular. Croz Crozie ierr menc mencio iona na que que si se se quie quiere re logr lograr ar la mode modern rniz izac ació iónn de las las soci socied edad ades es,, es deci decir, r, su "adap "adapta taci ción ón del del mund mundoo en gesti gestión ón debe debe crea crears rsee un Estado Estado mod modest estoo y moder moderno" no".. En la actu actuali alidad dad se obse observa rva una reacci reacción ón antiantiintervenci intervencionist onistaa en todos todos los países países debida a que los los proble problemas mas que enfrenta enfrenta el Estado Estado en el rengló renglónn económ económico ico tienen tienen una natural naturaleza eza difere diferente nte,, dom domina inada, da, según el autor, autor, por tres grandes grandes tendencias tendencias:: a. La deca decaden dencia cia gradua graduall del mod modelo elo predom predomina inante nte,, la produc producció ciónn en seri seriee para para el con consu sumo mo de masa masas, s, el asce ascens nsoo de las activ activid idad ades es de servicio servicio y la penetració penetración, n, cada vez mayor, mayor, de la filosofia filosofia de servicios servicios en todas todas las acti activid vidade adess económ económica icass hacen hacen caduco caducoss los mode modelos los de organizaci organización ón preferidos preferidos por la burocracia burocracia,, pública pública o privada. privada. b. La mun mundi dial aliz izac ació iónn de la econ econom omía ía que que se man manif ifie iest staa medi median ante te un desarr desarroll olloo parale paralelo, lo, comple complejo jo y cont contrad radict ictori orioo de la compet competenc encia ia y de la cooperación cooperación,, lo que obliga obliga a revisar revisar los modos modos de intervenci intervención ón directa directa de los Estados-nacio Estados-naciones. nes. c. La impor importan tancia cia de la alta alta tecnol tecnologí ogíaa y de de la cien ciencia cia,, no como como nuevos nuevos campos campos de producci producción ón sino como como fermentos fermentos y vectore vectoress de innovación innovación,, obliga obliga a conceder conceder mayor atención atención a las las regulacion regulaciones es complejas complejas y dedelicada licadass de esas esas activi actividad dades es y a hacer hacer relati relativos vos los automa automatis tismos mos demasiado demasiado simples simples de los mercados mercados industrial industriales. es. La incidencia incidencia de esas esas tendencias tendencias en las sociedades sociedades contemporá contemporáneas neas obliga obliga a los Estad Estados os naci nacion onal ales es a un proc proces esoo de adapt adaptac ació iónn o decl declin inac ació ión, n, y a la admi admini nist stra raci ción ón públ públic icaa a un proc proces esoo de revis revisió iónn prof profun unda da debi debido do a qu quee el objeti objetivo vo de la "nueva "nueva gestió gestiónn estata estatal" l" ya no es la protec protecció ciónn y la regula regulació ciónn sino sino el desarro desarrollo llo de la activi actividad dad indust industria riall y la innova innovació ción. n. La viej viejaa concep concep-ción ción públic públicaa result resultaa funcio funcional nal para para una clásic clásicaa socied sociedad ad indust industria riall de masas. masas. Para la sociedad sociedad postindustr postindustrial, ial, comenta comenta Crozier, Crozier, resulta resulta paralizadora paralizadora.. Pero la clave del desarrol desarrollo lo de largo largo plazo de una una economía economía reside, reside, actualment actualmente, e, mucho más más en la resp respue uest staa a las las nec neces esid idad ades es cole colect ctiv ivas as,, que que podría podríamo moss llam llamar ar "inmat "inmateri eriale ales" s" por oposic oposición ión a las las infrae infraestr struct uctura urass materi materiale aless -educa -educació ciónn genera general, l, educac educación ión profes profesion ional, al, invest investiga igació ción, n, desarr desarroll olloo y difusi difusión ón de los los acon aconte teci cimi mien ento tos, s, sist sistem emas as de fin finan anci ciam amie ient ntoo y sis siste tema mass de arr arreg eglo lo de los conflictos. Si la organizaci organización ón pública pública debe, entonces, entonces, cambiar cambiar de filosof filosofia, ia, el autor autor se pre pregu gunt nta: a: ¿Cóm ¿Cómoo traz trazar ar la mejo mejorr fron fronte tera ra entr entree las las venta ventaja jass de una una admi admini nist stra raci ción ón raci racion onal aliz izad ador ora, a, efic eficaz az en el cor corto to plaz plazo, o, y los ries riesgo goss de
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MICHEL
CROZIER
y LA TEORíA
DE LAS ORGANIZACIONES
desviación burocrática inevitables en el largo plazo? La oposición entre la lógica administrativa. incapaz de evolucionar y las necesidades de un servicio complejo resulta demasiado grande. Estas son interrogantes pragmáticas que para ser resueltas exigen un condicionamiento cada vez más preciso de la evolución real del contexto y del entorno. De todas maneras, la lógica administrativa se halla condenada desde ahora en todo lo que concierne a los servicios inmateriales. En lo sucesivo, para este tipo de actividades el problema consiste en desarrollar formas de administración apropiadas para su complejidad. Crozier concluye su reflexión sobre este punto señalando que el Estado regulador, el Estado monopolista que define un sistema público, el Estado financiero, el Estado operador, el Estado intervencionista. debe abandonar su arcaísmo tradicional.
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T OURAINE
y LA SOCIOLOGíA DE LA ACCiÓN ..........••••.•.••.•..••.••.••
8.1. Los MOVIMIENTOS 8.2.
DEMOCRACIA
SOCiALES ..............•......•..•..........................
y ACTORES POLíTICOS ....•....................................
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8. ALAIN TOURAINE y LA SOCIOLOGíA DE LA ACCiÓN No cabe la menor duda que Alain Touraine es uno de los sociólogos más representativos del pensamiento contemporáneo. Director de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales y del Centro de Análisis y de Investigación Sociológicas (CADIS) en París, sus obras están orientadas al análisis de la sociedad como producto de la acción social. 42 Retomando a Thomas Kuhn", podemos decir que la emergencia de nuevas teorías en el marco de la historia de las ideas significa, de alguna manera, una ruptura epistemológica. El paso, por ejemplo, del marxismo al estructuralismo, y de ambos a la sociología de la acción no es la simple sustitución de una explicación por otra forma de análisis, ni el desplazamiento de la atención y análisis de la lucha de clases al de las estructuras. Significa toda una transformación del conocimiento en lo que concierne al objeto de estudio, la construcción metodológica y todo el edificio conceptual que la acompaña, así como la formulación de nuevas hipótesis explicativas de la realidad. En esta perspectiva, Alain Touraine busca repensar las transformaciones de la sociedad e intenta definir el objeto del análisis sociopolítico en términos de la acción social y de los movimientos sociales, por lo que toma su distancia del marxismo y del estructuralismo. Para Touraine, el carácter esencial de la acción social está asociado al objeto de la acción y a la significación que le otorga el actor, en el marco de determinadas condiciones sociales. Por lo tanto el problema no es solamente cómo explicar los cambios de las sociedades sino cómo se constituye la "historicidad" moderna y la orientación de esta acción en el proceso de producción y reproducción de la sociedad.
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Las obras más importantes de Alain Touraine son: Producción de la sociedad, México, UNAM-IFAL. 1995; ¿Qué es la democractai, Buenos Aires. FCE, 1995; Crítica de la modernidad, Buenos Aires, FCE. 1994, y ¿Podremos vivirjuntosi', Buenos Aires. FCE. 1997. Véase el texto de Thomas Kuhn, Le Structure des Revolutions Scientifiques, Flammarion, París, 1982.
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DE LA ACCiÓN
El autor plantea que ya no podemos interrogarnos sobre la "naturaleza de la sociedad, sino únicamente sobre su funcionamiento, es decir, sobre sus orientaciones, sus formas de organización y de cambio"." La sociedad es un sistema de relaciones sociales y su funcionamiento es el resultado de su acción. La sociedad no es sólo reproducción y adaptación; es también creación y producción de sí misma. La evolución social no es continua. Hay que distinguir diversos sistemas de acción histórica que corresponden a un modelo cultural diferente. Ingresamos a una sociedad postindustrial que se define por sus orientaciones y sus relaciones de clase y, en consecuencia, dice Touraine, "por lo que se saca a la luz y se deja en la oscuridad". La nueva orientación del sistema de acción histórica define el campo de las relaciones sociales, el de las relaciones políticas, el de las formas de organización social y el de todas las manifestaciones de conflicto o negociación. La clase dirigente es tal porque asume la responsabilidad de la historicidad, gracias a la acumulación, al conocimiento y al modelo cultural, y porque va más allá de su propia reproducción. Tiene, además, dos características: por una parte es la expresión social del modelo cultural y, por otra, ejerce una coerción sobre el conjunto de la sociedad. Esta clase es también dominante porque crea el modelo cultural y se apropia de él: se sirve de él para construir su poder. Las relaciones de clase constituyen el "campo de actores históricos" o "campo de historicidad". Las orientaciones del sistema de acción histórica están "marcadas" por las relaciones y la dominación de clase. La sociedad es un sistema cuya característica principal es producir y reproducir sus orientaciones, es decir, las condiciones de su funcionamiento. El enfoque teórico de Touraine contempla tres dimensiones: a. La historicidad, que define los instrumentos de producción de la sociedad. b. El sistema de acción histórica, que es el conjunto de orientaciones sociales y culturales mediante las cuales la historicidad ejerce su influencia sobre el funcionamiento de la sociedad.
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Sugerimos de Alain Touraine, Producción de la sociedad. en donde el autor plantea toda su perspectiva teórica y metodológica. En especial se siguió este texto y además el documento de 1. Jerkovic, Sociologie des societes dependan/es. D. Apres y A. Touraine (editores). Centro para el Análisis de Cambio Social. Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. 1984.
ENFOQUES
TEÓRICOS
PARA EL ANÁLISIS
pOLíTICO
c. Las relaciones de clase, que contemplan las modalidades de la lucha de clases por el control de la historicidad y del sistema de acción histórica. En esa lucha los actores establecen dos formas de relación -de "concurrencia" y de "influencia"con aquellos con que comparten normas y están situados en el mismos espacio social. En cambio tendrán relaciones de "conflicto" con aquellos situados en un espacio distinto. En este caso se dará una relación de dominación. Las normas que rigen a las relaciones sociales son resultado de las decisiones políticas y éstas son consecuencia de las relaciones de fuerza y de influencia entre los actores. En esta perspectiva Touraine ha sido considerado como el sociólogo de la historicidad, debido a sus estudios acerca de cómo una colectividad actúa sobre ella misma a partir de un modelo cultural. Él considera importante tomar en cuenta el sistema institucional y político, constituido por el conjunto de mecanismos sociales a través de los cuales las orientaciones culturales -un modo de desarrollo y una forma de dominación social- son transformadas en decisiones al interior de una organización social. Otro punto que considera este enfoque es la referencia que se hace a la organización social, constituida por una colectividad establecida en un territorio, con una cierta forma de poder -legitimada por el sistema institucional- que utiliza ciertos recursos según determinadas formas de funcionamiento interno y que toma en cuenta determinados objetivos con relación a su entorno. En esta perspectiva teórica, el sistema de historicidad se expresa en los movimientos sociales en la medida en que ellos expresan directa e indirectamente los conflictos de clase con la finalidad de apropiarse de un modelo de desarrollo. Por lo tanto, es posible distinguir en los actores una combinación en el conjunto de relaciones que los definen. Esas relaciones sociales son denominadas principios de identidad, de oposición y de totalidad. El principio de identidad es la definición del actor por sí mismo. El principio de oposición es la consideración de la existencia del otro (adversario), el que pone en entredicho las orientaciones generales de la vida social. El principio de totalidad no es sino el sistema de acción histórica, en donde los adversarios se disputan el dominio del modelo cultural. Por lo demás, el movimiento social sólo es identificable como elemento de un campo de acción histórico, es decir, de la interacciones entre el actor de que se trate (movimientos sociales populares o de la clase superior), su adversario y las expresiones relativamente autónomas del sistema de acción histórica.
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DE LA ACCIÓN
Por otra parte, los actores observarán en su práctica formas "defensivas y ofensivas" contra una forma de dominación, y de oposición contra la apropiación de un modo de desarrollo. Por lo mismo, es posible distinguir en los actores un "modo de orientación" y un "modo de significación" en sus prácticas sociales. Alain Touraine considera necesario tomar en cuenta la evolución histórica y estructural de las sociedades, lo que permite especificar las diferentes fases de esta evolución o cambio, y la particularidad de cada uno de los modos de desarrollo. Tomando en cuenta el esquema analítico descrito, el autor considera, para el caso de América Latina, tres fases sucesivas que forman parte de su historia: a. Un tipo de sociedad y de economía agrícola y de constitución del Estado nacional. b. Un tipo de sociedad y de economía basada en la industrialización sustitutiva de importaciones. c. Un tipo de sociedad y de economía basada en la internacionalización del mercado interno. El sentido de esta periodización es permitir el análisis no sólo en su dimensión histórica, sino también explicar en cada fase la problemática histórica sobre la cual se reproduce la sociedad. Podemos decir que las tres fases se sitúan al interior de un proceso de transición entre la vieja y la nueva forma de sociedad. Esto quiere decir que en cada fase podemos observar relaciones sociales provenientes del pasado y del futuro al mismo tiempo, orientadas a la problemática histórica de su presente. En esta perspectiva, es posible entender las orientaciones de los movimientos sociales definidos por: a. Las características estructurales de cada fase. b. Las condiciones de la transición de un tipo de sociedad a otra. c. Las exigencias de los actores con su entorno. Según la tipología de Touraine, es al interior de este esquema que debemos situar las orientaciones de las clases sociales dirigentes y populares. En primer lugar, las sociedades latinoamericanas se caracterizan por la heterogeneidad de sus componentes estructurales. Por lo tanto, la orientación de las relaciones entre clases sociales estará "permeada" por el dilema nacionalismo-modernización.
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ENFOQUES
TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS POLíTICO
En este sentido, los movimientos sociales emergentes en cada fase histórica estarán determinados por el estado de las relaciones de clase, por la forma de la dominación social, el modo de desarrollo y la institucionalización política del conflicto. Es esta relación entre la estructura interna y el estado de las relaciones de clase la que determina la capacidad de acción posible de un movimiento social en cada fase. Cada una de éstas será considerada por los actores como su campo de acción, donde podrá realizar su práctica ofensiva o defensiva.
8.1. Los
MOVIMIENTOS SOCIALES
Touraine entiende por movimientos sociales "la acción conflictiva de los agentes de las clases sociales que luchan por el control del sistema de acción histórica", y considera tres dimensiones en el análisis de las conductas colectivas: a. Los movimientos sociales como movimientos históricos, como nuevas formas de organización social y de vida cultural. El autor privilegia el análisis de los movimientos sociales a partir del conflicto, cuya dimensión no se reduce solamente a la lucha por intereses económicos sino por la apropiación de las orientaciones culturales consideradas como fundamentales para la sociedad, de manera que un movimiento social es siempre portador de un nuevo orden social, de valores y de poder. Así, en el seno de la sociedad, se desarrollan una serie de conflictos latentes o visibles, de dominación, violencia y desorden. Por lo tanto, Touraine intenta comprender la realidad y el cambio social desde su propia producción, esto es, desde los actores y los conflictos que definen su práctica y su propia reproducción. De esta manera, los actores se definirán y cobrarán sentido por las prácticas que ejercen en el espacio de las relaciones de poder, donde la finalidad es el control de los patrones culturales a través de los cuales la sociedad orienta y define sus relaciones con su entorno. b. Se trata de explicar cuál es el tipo de tensión a través de la cual la sociedad se produce y reproduce a sí misma. De este modo, Touraine introduce el concepto de "acción histórica". Lo entiende como la acción que la sociedad ejerce sobre sí misma, sobre prácticas sociales y culturales, así como la orientación de esta acción. c. Explicar la diversidad de los modos de acción de una sociedad sobre ella misma. Por lo tanto, será posible entender la especificidad de los modos de desarrollo "como acción histórica", en el tránsito de un tipo de sociedad a otro. 57
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Por otra parte, en la misma perspectiva de Touraine, el sistema institucional produce decisiones que definen el marco de acción de las organizaciones. La acción de las fuerzas sociales (actores) está definida por cuatro componentes: a. El reconocimiento de los límites del campo de decisión. b. La formulación de una estrategia. c. La posibilidad de mejorar su posición respecto de otras fuerzas sociales en el sistema de influencia. d. La acción de una fuerza social que está orientada hacia una decisión que hay que tomar.
8.2. DEMOCRACIA
y ACTORES POLiTICOS
En sus recientes publicaciones Alain Touraine aborda dos grandes temas que forman parte del debate contemporáneo: la crítica de la modernidad y el problema de la democracia." En esas reflexiones nos entrega valiosos comentarios e instrumentos analíticos que, por su importancia, incluimos en este punto para finalizar con su perspectiva teórica. Comenta que existen tres tipos de democracia, de acuerdo a la importancia que se dé a los factores que la integren: a. El primero da gran importancia a la limitación del poder del Estado mediante la ley y el reconocimiento de los derechos fundamentales. b. El segundo tipo da un lugar preponderante a la ciudadanía y a la Constitución, que son los que aseguran la integración de las sociedad. La democracia se orienta más por la voluntad de igualdad que por el deseo de libertad. c. El tercer tipo se define más bien por la representatividad social de los gobernantes. Estos tres tipos corresponderían a los casos de Francia, Estados Unidos e Inglaterra. Sin embargo, señala que en muchos países se observa en la actualidad una crisis de la representación política y un debilitamiento de la participación, en donde la idea misma de clases sociales aparece desdibujada . .,
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Sobre el debate en tomo a la modernidad y la democracia. hemos seguido sus dos recientes obras citadas. En particular los capitulos referidos a qué es la democracia, modernidad. posmodernidad, actores y movimientos sociales.
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TEÓRICOS PARA EL ANÁLISIS POLÍTICO
Los partidos políticos de derecha y de izquierda ya no se oponen con claridad. Antes representaban intereses de clase; hoy en día representan más proyectos de vida colectiva y sólo en ocasiones a movimientos sociales. Concluye señalando que no puede haber democracia representativa si los actores sociales no son capaces de dar sentido a su acción histórica. La democracia, en esta circunstancias, corre el peligro de reducir a los actores sociales al estado de masa. Por último, para Touraine, movimientos sociales y democracia son indisociables, lo que permite subrayar que la democracia es inseparable de la estructuración y, por lo tanto, de la representatividad de los intereses sociales. La democracia es imposible si un actor se identifica con la racionalidad universal y reduce a los otros a la defensa de su identidad particular. Es por eso, señala Touraine, que la modernización occidental se hizo a menudo de manera antidemocrática. La sociedad actual se define por la "separación creciente de la racionalización y la afirmación del sujeto". La mayor amenaza que enfrenta el mundo, dice Touraine, es su disociación entre el mundo de la instrumentalidad y el de las identidades, donde se vacía el espacio de la libertad. No se trata de hacer estallar el pasado y desvalorizar el presente, sino de evitar el desgarramiento del mundo. Retomando al autor, podemos concluir que no basta la denuncia del presente ni retomar al pasado nostálgico; es más importante recomponer la democracia, asociando la razón, la libertad y la identidad. La democracia es la expresión política de esta recomposición del mundo. Por eso es indisociable de los movimientos sociales de recomposición.
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