5. Conceptos y principios éticos fundamentales La libertad no es una filosofía y ni siquiera es una idea: es un movimiento de la conciencia que nos lleva, en ciertos momentos, a pronunciar dos monosílabos: Sí o No. En su brevedad instantnea, como a la lu! del relmpa"o, se dibu#a el si"no contradictorio de la naturale!a $umana... %ctavio &a!, La otra voz
A los seres humanos en todo momento nos es inherente la libertad, entendida como la capacidad de elección. Pero, ¿cómo uno elige?, ¿cómo saber qué es lo mejor o más conveniente? Así transitamos en la vida. omo bien se!ala "ctavio Pa#, Pa#, en cier cierto toss mome moment ntos os deci decimo moss un $í o un %o &ren &rente te a dete determ rmin inad adas as circunstancias. ' es aquí que la ética aplicada, como práctica, nos au(ilia a tomar decisiones más cercanas que nos permitan un buen vivir, tanto en lo individual como en lo colectivo, porque los seres humanos no somos islas) cada uno de nuestros actos morales, en ma*or o menor medida, a&ecta a otras personas, *, dependiendo del valor que encarnemos, vamos a generar actos buenos, que al &inal coad*uven al bienestar * preservación de la sociedad. +ntonces viene otra pregunta ¿qué es lo bueno? A este respecto en la historia de la &iloso&ía diversos pensadores han aportado conocimientos que nos permitan ubicar precisamente qué es eso de lo bueno o la vida buena. Aristóteles elaboró uno de los tratados más importantes en torno a la -tica. +sta obra es la Ética nicomaquea, nicomaquea, la cual aborda los siguientes temas el bien, la virtud, la &ort &ortal ale# e#a, a, la temp templa lan# n#a, a, las las virt virtud udes es mora morale les, s, la just justic icia ia,, las las virt virtud udes es intelectuales, la continencia e incontinencia, la amistad * la &elicidad. +n ella responde a cuál es el &in ltimo de la vida. ' de acuerdo con Aristóteles ese &in es la eudaimonía (en griego) griego) la vida buena, la vida &eli# como el más alto de los bienes. ', de acuerdo con él, todo ser humano aspira a la &elicidad. Aristóteles consideraba que la &elicidad del hombre reside en el ejercicio de la ra#ón, en el ejer ejerci ciccio de una una intel nteliigenc genciia teóri eórica ca que que se basa basa en la contemp contemplac lación ión o comprensión de comprensión de las cosas, que supera * resulta pre&erible al estado de ignorancia en que vivía anteriormente. +sta práctica, segn Aristóteles, es go#osa en sí misma, * su satis&acción se encuentra en la reali#ación de la propia actividad. /al actividad teórica consiste en entender * descubrir aquello que nos parecía oculto * de lo que en algn momento se obtiene una respuesta o e(plicación satis&actoria que hará sentirnos maravillados o poseer un go#o. "tro de los caminos que plante plantea a Arist Aristóte óteles les para para alcan# alcan#ar ar la &elici &elicidad dad es el ejercicio del entendimiento que cons consis iste te en domi domina narr las las pasi pasion ones es * cons conseg egui uirr una una rela relaci ción ón práctico, práctico, que satis&actoria con el mundo natural * social en el que e(istimos. Para alcan#ar tal empresa, Aristóteles considera que las virtudes nos ayudarán a lograrlo, lograrlo, para lo cual cual cons consid ider era a que que la prin princi cipa pall virt virtud ud es la prudencia, prudencia, ente entend ndid ida a como como una una
sabiduría práctica que nos a*uda a deliberar correctamente, * a discernir lo más conveniente en cada momento para nuestra vida. 0a prudencia es mu* cercana a la idea de equilibrio, del autodominio, de elegir el término medio) por ejemplo la &ortale#a o coraje es el término medio entre la cobardía o temeridad. +s decir la prudencia nos permite elegir el justo medio entre el e(ceso * el de&ecto. ' así para alcanzar el fin último de la vida que es la felicidad, una persona deberá ser virtuosa. Pero para que dichas virtudes proli&eren, se necesita vivir en una sociedad que esté regida por buenas le*es) por eso la ética va vinculada con la política, *a que la &elicidad será posible en una polis dotada de le*es justas 1ortina, A. 2334) 5euchot, 6., 2337) $ánche#, A. 89:9;. "tra de las tradiciones del pensamiento &ilosó&ico para responder a qué es lo bueno, es el edonismo! lo bueno como placer, que no se re&iere sólo a los placeres sensibles, inmediatos * &ugaces, como los que proporcionan la comida o la bebida, sino a placeres más duraderos * superiores, como los intelectuales * estéticos 1$ánche#, A., 89:9;. ' es así como el placer se entiende como una satis&acción de carácter sensible, un placer que genera alegría en el ser humano, *, una persona alegre genera actos buenos. "tra de las contribuciones del pensamiento &ilosó&ico para dar cuenta de lo que es lo bueno, es la propuesta del &ormalismo
1) por ello el alcan#ar o no el propósito ni quita ni a!ade valor a la buena voluntad. Cna más de las respuestas a lo que es lo bueno procede del utilitarismo lo bueno como lo til, cu*os principales e(ponentes son Derem* 5entham * Dohn $tuart 6ill, que se!alan que lo til no es un egoísmo ético ni un altruismo ético) es decir, lo bueno no se basa en lo que es til o provechoso para un solo individuo) ni tampoco lo bueno como lo til para los demás en detrimento del propio bene&icio. 0o que realmente plantea el utilitarismo es superar ambas posiciones e(tremas, * establece que lo bueno es lo útil o beneficioso para el mayor número de seres umanos, entre cuyos intereses figura tambi%n el mío propio, 1á#que#, A., 89:9;. $e trata de e(tender la ma*or cantidad de bien para el ma*or nmero, inclu*endo el bien propio. +n esta concepción de lo bueno como lo útil adquieren relevancia
las consecuencias de los actos morales) esto es, que un acto será bueno si tiene buenas consecuencias independientemente del motivo que lo impulsó para su reali#ación, porque es en las consecuencias donde precisamente se plasma el acto moral. /odas las doctrinas aquí mencionadas, si bien tienen di&erencias sustantivas, en todas se puede observar una atención a la necesidad de superar los intereses limitados * egoístas de las personas, para así tener en consideración los intereses de la comunidad o de los demás. +s decir, una vida buena para sí va ligada con el bienestar de la comunidad, con la vida buena de un colectivo.