1.1. CONCEPTOS ANDRAGÓGICOS ANDRAGÓG ICOS FUNDAMENTALES 1.1.1. El ser humano como adulto que aprende A partir del primer acercamiento académico se establece una relación entre quien enseña y quien aprende, y está determinado en gran parte por las concepciones sobre la educación y el aprendizaje que posea cada uno de los participantes, tanto el que aprende como el que enseña. El ser humano aprende desde el momento de su nacimiento, pero su educación dependerá de muchos factores. Para entender al adulto que aprende, debemos tener en cuenta que:
Los adultos se orientan por sí mismos. m ismos.
Los adultos tienen experiencia de la vida y tienden a definirse en ella.
El adulto tiene disposición para para aprender como una necesidad derivada de
sus
aspiraciones.
El adulto tiene un proyecto de vida y metas definidas.
Sin embargo, no debemos dejar de un lado las particularidades de cada individuo; particularidades que podrán favorecer favorecer o limitar el aprendizaje.
En este contexto, si
consideramos la edad de un ADULTO ESTUDIANTE de nivel universitario, tendremos que tratar de determinar si se trata de una persona persona adulta madura o en proceso de maduración. maduración. En el ámbito universitario, nos podemos dar dar cuenta que tratamos con adultos jóvenes (18 a 23 años) con UNA PERSONALIDAD EN FORMACIÓN donde donde la identidad está sujeta al nivel de independencia logrado. De allí, se desprenden ciertos cuestionamientos que pueden tener los jóvenes acerca de las garantías que tienen para enfrentar el futuro basándose en vivencias pasadas y presentes. Quienes logran afirmar una identidad, tienen éxitos en sus elecciones personales respecto de los objetivos que deben perseguir. Tal es el caso, de la mayoría de los estudiantes que asisten a los centros universitarios en modalidad presencial y sobre todo en la jornada diurna o vespertina, pues son adultos jóvenes que cuentan con el apoyo de sus padres y familiares para culminar sus estudios. Sin embargo, en nuestros centros educativos tenemos otro tipo de ESTUDIANTES ADULTOS; aquellos aq uellos que tienen más edad, que han postergado sus estudios por múltiples m últiples razones, que tienen mucha experiencia lograda a través del trabajo y la educación no formal. Estos ESTUDIANTES ADULTOS ya tienen definida su personalidad; sin embargo, a través de la educación el individuo sigue formándose y consigo, también su personalidad. Si quien enseña desconoce estas particularidades de sus estudiantes, enfrentará limitaciones al momento de seleccionar las metodologías adecuadas para el logro de los aprendizajes. 1.1.2. Concepto de adultez Se consideran consideran adultos o adultas, las personas personas que han superado la adolescencia y no han llegado todavía a la vejez. Por tanto, gozan de las libertades, por las que suspiran los
niños y adolescentes. Si consideramos el criterio legal, adulto es toda persona que ha alcanzado la mayoría de edad. En la mayoría de los países esto ocurre al cumplir 18 años. Desde el punto de vista psicológico el adulto es quien ha alcanzado la madurez, esto es un desarrollo mental acorde a su edad cronológica. Las características de una persona madura son las siguientes:
Personalidad Equilibrada (razón, sentimientos y voluntad).
Responsabilidad personal y legal.
Independencia económica y emocional
Participación política en la organización de la vida social, personal y familiar.
En algunos contextos, se consideran adolescentes a los adultos que dependen de sus padres para la satisfacción de sus necesidades básicas (alimentación, vestido, vivienda, educación, entre otros). De manera consistente, los investigadores han podido constatar que: Las personas adultas tratan de resolver las urgencias de su presente, es decir, tratan de hacer todo lo necesario para superarse, para resolver problemas, por ego personal y profesional; tienen metas de vida, es decir cada día que pasa para él o ella tiene un significado. En otras palabras, tienen gran conciencia del presente, pero también tienen una clara visión de su mañana (su futuro). Por el contrario, la persona que no ha llegado a este nivel, espera que los demás le resuelvan sus problemas, viven sin preocupaciones, no tienen planes para su futuro y no se sienten comprometidos con otras personas. Como complemento, podemos considerar los aportes de algunos estudiosos en el campo del Desarrollo Humano, quienes coinciden en afirmar que la edad adulta tiene sub-etapas, y estas son: • Edad Adulta Temprana (entre los 18 y 40 años), conocida como adultos jóvenes. • Edad Adulta Int ermedia (de los 40 a los 65 años) y • Edad Adulta Tardía (después de los 65 años de edad)
Si bien la madurez es importante, también lo es conocer el cómo se comportan los adultos en situaciones de aprendizaje.
1.1.3. ¿Cómo se comportan los adultos al momento de aprender? Ellos participan en lo que aprenden, tienen experiencia y la manifiestan, tienen una memoria selectiva revisando significados prácticos y reales, el conocimiento está destinado a la acción y desarrollan pensamientos más concretos que abstractos. Ruggiero, Susana, 2000. pág. 68 En el aprendizaje adulto y profesional la fuente de ayuda e información se puede encontrar en un marco de ideas, principios y teorías. Donde las capacidades de cada individuo se
desarrollan dado el nivel de aprendizaje mediado a través del proceso de enseñanza aprendizaje bien mediatizado que permita que los objetivos se logren en el tiempo determinado, que el contenido sea más que una teoría programática, una práctica comprendida por las estrategias de aprendizaje asignadas y por la ayuda de recursos didácticos que han tenido que ser previamente coordinados con objetivos, contenidos, actividades y metas. 1.1.4. ¿Cómo aprenden los jóvenes En parte, la respuesta la tiene la familia. La autoestima bien desarrollada y un claro sentido de sí mismo, están relacionados con la percepción positiva y gratificante de los padres. Aquí el docente juega un papel esencial de comunicador que le facilita establecer un vínculo cognitivo, afectivo y social partiendo de algunos criterios. El conocimiento previo del alumno El fomento de la personalidad del educando La adaptación al ritmo de aprendizaje de una manera mediadora, motivadora y valorativa . De hecho, el alumno ha llegado a la plenitud de sus deberes y derechos, pero requiere de
orientación, porque ellos deben regirse por normas, pautas y expectativas que tiene la sociedad. Son adultos en la medida en que son conscientes de su deber como ciudadano, como ente social, como sujeto que aprende, desaprende y re aprende. Sin embargo, cuando tienen que enfrentar problemas personales, académicos, grupales, etc. Se evidencia su necesidad de orientación y apoyo. Para los docentes y facilitadores es necesario determinar con qué tipo de adultos estará desarrollando el programa de estudios para planificar las estrategias y actividades que permitan a todos, alcanzar los objetivos propuestos.
