Cómo preparar una oposición Consejos y orientaciones para la preparación de pruebas objetivas
Documentación e información para opositores septiembre 2017
Cómo preparar una oposición
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Destinatarios Las notas que siguen son orientaciones para la preparación del primer examen de la fase de oposición de los grupos Auxiliar Administrativo y Administrativo de cualquiera de nuestras Administraciones Administraciones Públicas. El método de trabajo debe ajustarse al tipo de examen que deberemos realizar. Un examen tipo test, de preguntas con respuestas alternativas y corrección automatizada requiere una preparación distinta de un examen que consista en la elaboración de un tema o una parte de un tema. Por ello, las pautas y consejos que ofrecemos están específicamente pensados para este tipo de exámenes. Cada persona sabrá adaptar a su estilo personal de trabajo las sugerencias y recomendaciones prácticas que aquí apuntamos. En primer lugar conviene leer detenidamente las bases de la convocatoria, porque vinculan al órgano de selección, a la Administración convocante y a los interesados. Las bases son "la ley de la oposición (o concurso-oposición, en su caso) y contienen las "reglas de juego". Cualquier recurso que pretendamos interponer, cualquier resolución que dicte el Tribunal o el órgano convocante, deberán estar fundamentados en las propias bases, tal como establece el artículo 35.2 de la Ley 39/2015: 39/2015: "la motivación de los actos que pongan fin a los procedimientos selectivos y de concurrencia competitiva se realizará de conformidad con las normas que regulen sus convocatorias, debiendo, en todo caso, quedar acreditados en el procedimiento los fundamentos de la resolución de que se trate." trate ." Documentación e información para opositores | opositores |
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Material Necesitamos un material teórico y un material práctico. Material teórico
El material teórico está formado por las normas de las que se ha extraído el temario de que se trate. Algunas tienen carácter básico y son de aplicación y obligado cumplimiento en todas las Administraciones públicas (estatal, autonómicas y locales, en sus niveles provinciales, insulares y municipales) y otras pueden específicas de una Comunidad Autónoma. Para trabajar con este material normativo (teórico) necesitamos disponer de accesos sencillos y rápidos a las bases de datos de legislación estatales (Boletín Oficial del Estado, fundamentalmente) y a la legislación de las Comunidades Autónomas (consultando sus diarios oficiales). Este material teórico debe ceñirse al contenido de los temas que integran el programa oficial vigente para cada prueba selectiva, para lo que deberemos analizar el enunciado de cada tema y recopilar las normas, o las partes de las normas a las que haga referencia, procurando no quedarnos cortos ni incluir más materia que la necesaria. Internet nos permite ir más allá del tradicional manual impreso en papel que adquirimos en cualquier librería o recibimos en nuestro domicilio a través del servicio de Correos. Con el ritmo de producción normativa de nuestras Administraciones públicas, un texto de esas características puede quedar obsoleto en poco tiempo. 3
Podemos ir creando un manual electrónico, vivo, en movimiento y constante actualización mediante enlaces directos a las propias Documentación e información para opositores |
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fuentes legislativas. El hecho de poder enlazar con las bases de datos originales nos garantiza disponer de normas auténticas, íntegras y actualizadas. Se trata de sacar el máximo rendimiento a los nuevos canales de comunicación y utilizarlos como fuentes documentales de primer orden, aprovechando las ventajas que nos ofrecen en términos de inmediatez, rapidez, sencillez y ahorro de costes. Tendremos a nuestro alcance un nuevo formato de texto sobre un nuevo soporte que podremos consultar y utilizar en diferentes ámbitos (ordenadores, tabletas, móviles) con la mayor comodidad, rapidez y seguridad. Puede verse un ejemplo de esta recopilación legislativa electrónica en
el
blog
www.paraopositorescanarias.blogspot.com, donde
pueden consultarse, en décimas de segundo, las principales normas de derecho administrativo, consolidadas, actualizadas, íntegras y accesibles. Material práctico
El material práctico son los cuestionarios con preguntas de respuesta alternativa acerca del contenido de cada uno de los temas que integran el temario oficial vigente. Los cuestionarios deben reunir las mismas características que el cuestionario que deberemos realizar como ejercicio de la fase de oposición.
Constarán
de
preguntas
con
cuatro
respuestas
alternativas, entre las que hemos de señalar la correcta o la no correcta, según el tipo de enunciado. En las bases de la convocatoria se especifica el valor de las preguntas no contestadas (en blanco) o de aquellas que no sean acertadas. Será útil trabajar con dos tipos de cuestionarios: en primer lugar, con cuestionarios parciales, tema por tema cuyas preguntas tengan Documentación e información para opositores |
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un mayor nivel de detalle. En una segunda etapa, una vez completado el temario, cumplimentar cuestionarios generales, con preguntas de todos los temas, idénticos o lo más parecidos posible al cuestionario del ejercicio de la fase de oposición. Hay varias formas de conseguir el material práctico (cuestionarios): adquirirlo en cualquiera de las editoriales que los ofrecen, realizarlos por Internet (existen páginas que permiten esta posibilidad sin coste alguno, dado que se financian con la publicidad que insertan), o bien elaborarlos personalmente. Esta última alternativa puede ser un ejercicio de creatividad, una forma eficaz de consolidar las ideas principales y una estrategia activa de trabajo mediante la cual el opositor puede situarse en el lugar de miembro del Tribunal e intentar imaginar el tipo de preguntas que redactaría para un procedimiento selectivo como este.
Bases de datos
Legislación general.
Legislación de las Comunidades Autónomas.
Legislación de la Unión Europea.
Jurisprudencia del Tribunal Supremo.
Jurisprudencia del Tribunal Constitucional.
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Método de trabajo Para desarrollar cualquier tarea o proyecto necesitamos un método, un procedimiento. También para una oposición. Nuestro método deberá cumplir dos requisitos básicos: eficacia y eficiencia . Eficacia, para obtener la mejor calificación posible y asegurarnos una de las plazas en juego, y eficiencia, para conseguirlo con una adecuada utilización de los recursos
disponibles. Con esa finalidad hemos diseñado un método en cinco sencillos pasos: 1. Exploración. 2. Análisis. 3. Síntesis. 4. Evaluación o control. 5. Repaso y refuerzo.
Cinco sencillos pasos 1.
Exploración.
Con el término exploración nos referimos a la primera lectura, rápida y superficial, que realizamos del tema o unidad de trabajo cuyo estudio vamos a comenzar.
La exploración nos ofrece una perspectiva general acerca del contenido, extensión y estructura formal de la materia de trabajo. 6
Metafóricamente, es un vuelo de reconocimiento a gran altura sobre el terreno por el que vamos a aventurarnos, una Documentación e información para opositores |
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rápida ojeada al mapa del territorio que habremos de atravesar.
Esta
tarea
de
avanzadilla
nos
permitirá
una
mejor
planificación del trabajo de la unidad, asignando los tiempos en función de su extensión y densidad. 2.
Análisis.
En esta segunda fase trabajaremos con cada una de las unidades o módulos de trabajo que hemos delimitado en la lectura previa o exploración inicial.
Una unidad de trabajo puede ser un epígrafe, un capítulo o, incluso, un párrafo especialmente extenso.
La lectura será ahora minuciosa, detallada, rigurosa, descomponiendo cada párrafo en partes, identificando las ideas y las distintas relaciones que existen entre ellas.
Hay una relación muy cercana entre lenguaje, pensamiento y realidad.
El lenguaje es el envoltorio del pensamiento, su ropaje, su traje de presentación en el exterior. Hay trajes que quedan anchos y otros estrechos y ceñidos. Hay textos que encierran muchas ideas en pocas palabras y en otros ocurre todo lo contrario, demasiadas palabras y muy pocas ideas.
Por otra parte, el lenguaje debe referirse a la realidad, al mundo y hemos de estar especialmente atentos al sentido y a la referencia de las términos, a la forma en que designan la realidad.
Ello implica que todo párrafo presente una triple estructura:
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Superficial, formal (morfológica y sintáctica )
Lógica (las ideas que encierra un párrafo y sus mutuas
relaciones)
Semántica (los significados, el sentido y la referencia de
los textos, la forma en que se relacionan con la realidad) o
Cuidado con los pequeños detalles.
El análisis nos permite separar, estudiar e identificar los elementos de esta triple arquitectura y establecer el entramado del texto.
Analizar implica distinguir lo importante de lo accesorio.
Para
ello
podemos
utilizar
variados
procedimientos gráficos (subrayados, notas al margen, marcas o comentarios) dependiendo del estilo personal de trabajo de cada uno.
Hay que prestar especial atención a las pequeñas diferencias, a los leves matices que pueden hacer que dos ideas similares, pero no idénticas, se consideren iguales.
Hemos de analizar el texto en su totalidad, de forma exhaustiva y rigurosa, sin dejar ningún cabo suelto, ninguna idea, ninguna perspectiva directa o inversa sin considerar, desde la cual un tribunal de oposición pueda construir una pregunta de examen.
o
Primero las preguntas y luego las respuestas 8
Procuraremos utilizar una metodología activa de investigación, de tal forma que intentemos extraer de Documentación e información para opositores |
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cada párrafo todas las preguntas posibles desde todos los puntos de vista imaginables.
De esta manera, la tarea de estudio se convierte en indagación, pregunta, problema, descubrimiento y búsqueda.
Se trata de localizar las ideas que están debajo de las frases, aquellas ideas que se identifican a primera vista y las que requieren un más fino análisis.
Debemos
separar
el
continente (lenguaje)
del
contenido (pensamiento) considerando con cuidado el significado (relación con la realidad), comprender y
organizar
la
información
de
forma
intuitiva
y
coherente.
Por eso, las preguntas deben preceder a las respuestas, aunque muchos sistemas educativos hayan
recorrido este camino en la dirección contraria, ofreciendo respuestas a quienes todavía no se habían planteado ninguna pregunta.
Comenzar con preguntas es una buena forma de fijar la
puntería y no perderse en el espeso bosque del lenguaje jurídico-administrativo, tan dado a párrafos densos y a la forzada sintaxis. o
En el principio fue el Verbo
No andaba muy descaminado el Génesis cuando nos dejó esta advertencia. El verbo es acción, proceso, movimiento y núcleo de la información.
Un párrafo puede contener varios verbos, pero solo uno de ellos será centro y eje del texto. Documentación e información para opositores |
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Localizaremos en primer lugar este verbo principal y en torno a él iremos planteando, en forma radial, una batería de preguntas que nos permitirán localizar las ideas implicadas y sus mutuas relaciones.
A través de estas preguntas iremos identificando las diferentes subjetivas,
referencias materiales,
del
texto:
personales
modales,
o
topográficas,
temporales, causales y finales, entre otras.
Veamos cada una de estas preguntas con un poco más de detalle:
¿Qué? Señala la referencia objetiva, lo que
sucede, lo que se hace.
¿Quién? Señala la referencia subjetiva, el
sujeto, persona, órgano o entidad que actúa.
¿Cómo? Señala la referencia modal, la
forma, modo o manera en que se realiza la acción o transcurre el procedimiento.
¿Dónde? Señala la referencia espacial o
topográfica, el lugar donde transcurre la acción del verbo.
¿Cuándo? Señala la referencia temporal o
cronológica (fechas de entrada en vigor de las normas, plazos en procedimientos, etc.)
¿Por qué? Señala la referencia causal, la
causa o motivo a que obedece la acción, proceso o procedimiento. Documentación e información para opositores |
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¿Para qué? Señala la referencia final, la
finalidad, objetivo o fin que se persigue con la acción o procedimiento. 3.
Síntesis
Una imagen vale más que mil palabras
Las respuestas a estas siete preguntas pondrán de manifiesto la estructura o entramado interno del texto. Partiendo del elemento central del párrafo (verbo principal) iremos descubriendo los demás elementos implicados, y sus mutuas relaciones.
Una vez separadas e identificadas las ideas y la estructura tendremos ya el terreno despejado para pasar a la fase de síntesis.
Si en el análisis hemos descompuesto un todo (el párrafo) en sus partes, ahora, en la síntesis, haremos todo lo contrario, reconstruiremos el todo pero sabiendo ya el lugar y la función de cada una de sus partes.
Se trata de plasmar las ideas descubiertas de un modo más abierto, visual e intuitivo; no ya camufladas y comprimidas en la espesura de un párrafo, sino separadas en forma de esquemas, tablas, mapas conceptuales, croquis o cualquier otro procedimiento sintético.
La fuerza de la síntesis es la fuerza de la imagen, de la
pura intuición, que nos ofrece de una sola ojeada toda la estructura del texto de forma coherente y con sentido propio.
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La imaginación al papel
La síntesis nos brinda la oportunidad de reorganizar la información de acuerdo con nuestro personal estilo de trabajo.
Son
muchos
y
muy
variados
los
procedimientos utilizables y cada persona puede establecer y desarrollar los suyos propios, de forma que el trabajo de estudio se vuelva creativo y dinámico.
Lo esencial de un esquema, tabla o croquis no es que resulte más o menos elegante, sino que funcione de forma eficaz.
La síntesis tiene que ofrecernos de forma rápida y directa (casi como una imagen) toda la información que necesitamos, estructurada en sus diferentes jerarquías, niveles e implicaciones. Debe permitirnos, en resumen, tener la ideas perfectamente claras acerca del contenido del texto o párrafo que hemos tomado como unidad de trabajo.
Una vez concluida la fase de síntesis, deberíamos estar en condiciones de responder con seguridad a cualquier pregunta que un tribunal de oposición pudiera plantearnos no importa desde qué perspectivas o enfoques.
4.
Evaluación
El control de calidad
Podemos
establecer
una
analogía,
salvando
las
diferencias, entre un procedimiento selectivo y una cadena de montaje de automóviles. En la cadena de montaje, el automóvil no pasa a la siguiente fase sin
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superar un exhaustivo control de calidad al final de la fase anterior.
En el caso de un procedimiento selectivo, deberíamos hacer algo parecido, no avanzar al siguiente epígrafe, párrafo o tema sin estar seguros de haber alcanzado de forma satisfactoria los objetivos marcados en el anterior. En otro caso, el proceso de fabricación será defectuoso.
En nuestro caso, que no ensamblamos piezas de vehículos sino ideas, el control de calidad será la evaluación, parcial (tema a tema) y general (con preguntas de todos los temas).
Existen muchos procedimientos de evaluación, pero es muy aconsejable utilizar en nuestra práctica el mismo procedimiento que nos encontraremos el día del ejercicio de la fase de oposición: cuestionarios de preguntas con cuatro respuestas alternativas.
Creando nuestros propios cuestionarios.
Inventar nuestros propios cuestionarios es, sin duda, un método activo de trabajo y, posiblemente, uno de los más eficaces, no solo como sistema de evaluación y control, sino como recurso de consolidación y refuerzo de lo aprendido.
¿Por qué no meternos en el papel de miembros del tribunal de oposición e imaginar que somos los encargados de elaborar el cuestionario sobre el tema que acabamos de trabajar?
De esta forma, tendremos que pensar no solo en las respuestas, sino, sobre todo, en las propias preguntas, Documentación e información para opositores |
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en los diferentes ángulos desde los que pueden ser planteadas, en las formas directas e indirectas de construir las interrogaciones, los enunciados y las alternativas de respuesta.
Así, partiendo de cada esquema elaborado en la fase de síntesis, estaremos en condiciones de extraer todas las preguntas posibles considerando todos los enfoques que un tribunal utilizará para elaborar un cuestionario.
Estrujando la esponja
Las analogías y las comparaciones son siempre útiles para intentar transmitir nuestras ideas de forma clara y precisa. Echaremos mano otra vez de la analogía y compararemos la tarea que acabamos de adjudicarnos de extraer todas las preguntas posibles de cada esquema con la acción de tomar una esponja húmeda apretarla hasta que no quede en ella ni una sola gota de agua.
De igual forma, exprimiremos cada esquema y cada párrafo, hasta que no quede en ellos ni una sola idea sin abordar, ni una sola pregunta sin plantear, ni una sola perspectiva sin considerar.
Construiremos, así, nuestro propio cuestionario de evaluación con sus preguntas y alternativas de respuesta, del modo más parecido posible al que nos encontraremos el día del examen de oposición.
Además de nuestros propios cuestionarios, es muy aconsejable trabajar con otros que hayamos adquirido o bajado de Internet (si son de libre disposición) y, sobre
todo,
con
cuestionarios
que
propuestos en convocatorias anteriores. Documentación e información para opositores |
hayan
sido
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Cuestionarios parciales y cuestionarios generales
Es conveniente planificar dos tipos de evaluación: parcial, tema por tema, y general, con preguntas de todos los temas del programa oficial.
Las características del cuestionario de oposición están fijadas en las bases de la convocatoria. En ellas deberá concretarse el número de preguntas, el número de respuestas de cada pregunta, la puntuación que corresponde
a
cada
respuesta,
si
los
errores
descuentan puntos o no y el tiempo máximo disponible para el ejercicio.
En una primera fase de trabajo realizaremos los cuestionarios parciales y una vez que hayamos dado la primera vuelta al temario podremos iniciar la práctica con los cuestionarios generales.
Análisis de los errores
La evaluación nos da una perspectiva del grado de solidez del proceso de estudio. Los errores que aparecen en nuestros cuestionarios evidencian los puntos débiles que habremos de reforzar y los despistes más frecuentes que deberemos evitar.
El error ha tenido en los sistemas educativos tradicionales una consideración negativa, vestigio quizás de los tiempos en que el castigo era un sistema de refuerzo pedagógico. De ahí, tal vez, el miedo a equivocarse, el temor al fracaso.
Sin embargo, podemos cometer errores por causas diversas en las que no siempre reparamos. Por ello, tenemos que indagar en los mecanismos que provocan Documentación e información para opositores |
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nuestros fallos, establecer una clasificación de errores atendiendo
a
sus
causas,
porque
solo
siendo
conscientes de ello podremos ir reduciendo el número de respuestas erróneas en nuestros cuestionarios.
Lejos de ser algo que debamos ocultar, el error es una fuente de aprendizaje si, en lugar de camuflarse, se estudia, se analiza, se depura, se desmenuza y se aclaran sus diferentes causas.
Tipos de errores
En los cuestionarios de preguntas con respuestas alternativas suelen producirse varios tipos de errores. Exponemos, a continuación, una sencilla clasificación de los que consideramos más comunes:
Errores de desplazamiento
El día del examen nos facilitarán un cuadernillo de preguntas y una hoja de respuestas. La hoja de respuestas es una tabla con filas y columnas donde debemos marcar las respuestas.
Dado que el espacio entre filas y columnas es muy pequeño y considerando la rapidez y la tensión propias del examen, puede ocurrir que señalemos una letra de una fila superior o inferior
a
la
fila
correcta,
de
forma
absolutamente inadvertida para nosotros.
Es muy difícil que nos demos cuenta de este tipo de errores en el examen, salvo que podamos hacer un repaso final, antes de entregarlo (algo que
es
muy
aconsejable,
siempre
dispongamos de tiempo para ello). Documentación e información para opositores |
que
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Estamos ante un tipo de errores puramente mecánicos (por desplazamiento) que nada tienen que ver con un aprendizaje deficiente, pero es preciso contar con ellos, porque descuentan puntos igual que cualquier otro tipo de fallo.
Una sencilla estrategia puede prevenir estos errores por desplazamiento: señalar con el dedo índice de la mano izquierda el número de pregunta y la letra de respuesta en el cuadernillo de preguntas y, al mismo tiempo, situar el lápiz en la misma posición (número de pregunta y letra de respuesta) en la hoja de respuestas, y, antes de marcar, comprobar, en una décima de segundo, la coincidencia exacta entre ambas posiciones (en el cuadernillo y en la hoja de respuestas). Esta rápida maniobra nos evitará disgustos inesperados cuando se publiquen las soluciones oficiales.
Errores de inercia
Todos
estamos
habituados
a
buscar
las
respuestas correctas, no las incorrectas, a pensar del derecho, no del revés, a las preguntas directas más que a las indirectas, y a las proposiciones
afirmativas
más
que
a
las
negativas.
Pero muchos enunciados piden la respuesta no correcta, en lugar de la correcta o están construidos en forma indirecta o negativa. Ello nos obliga a considerar la otra cara de la realidad, el envés de las cosas y, en cierto modo, a pensar en forma opuesta a como lo hacemos habitualmente.
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En este tipo de preguntas hemos de tener una especial precaución y estar en guardia contra nuestra propia inercia, que nos puede llevar a marcar la respuesta correcta, cuando lo que nos piden es señalar la incorrecta.
Para prevenir este tipo de errores, hemos de ser conscientes de que existen muy diversas formas de plantear una misma pregunta y de camuflar las respuestas. Debemos afinar la lectura e identificar
con
toda
precisión
el
tipo
de
respuesta que nos piden.
En el caso de preguntas en las que se nos pide señalar la respuesta no correcta, hemos de destacar gráficamente en el cuadernillo de preguntas, (encerrándola en un círculo, por ejemplo) la expresión no correcta o incorrecta, para no perder de vista que, en este cado, lo correcto será lo incorrecto y lo incorrecto será lo correcto.
Errores de omisión lectora
Un ejercicio de oposición como este requiere combinar dos factores esenciales: la velocidad y la comprensión lectoras. Necesitamos leer con una cierta velocidad y ejercitar, al mismo tiempo, una fina tarea de análisis.
La necesaria velocidad, unida al nerviosismo propio del momento, puede provocar que ciertos monosílabos (negaciones, conjunciones) nos pases desapercibidos. Ello hará que captemos el enunciado
completamente
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del
revés
y
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respondamos erróneamente creyendo que lo hacemos correctamente.
Para evitar estos errores de omisión lectora podemos utilizar una estrategia muy similar a la que apuntábamos en el caso de los fallos inerciales: rodear la palabra no, la conjunción copulativa y o la disyuntiva o con un círculo de trazo grueso en el cuadernillo de preguntas para no perderlas de vista durante el tiempo que empleemos en decidir nuestra respuesta.
Las consecuencias de considerar que unos enunciados o unas palabras están unidos mediante una conjunción o por una disyunción son totalmente diferentes.
Las consecuencias de no advertir la existencia de una conjunción o de una disyunción pueden ser desagradables a la hora de corregir el ejercicio.
Errores de aprendizaje
No se trata, ahora de errores de desplazamiento, ni de errores inerciales, ni de errores por omisión, sino de puntos flojos en nuestro aprendizaje.
La
ventaja
de
realizar
procedimientos
de
evaluación de forma metódica y sistemática es que cometemos estos errores antes del ejercicio de oposición y, con ello, advertimos nuestros flancos
débiles
y
podemos
adecuadamente.
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reforzarlos
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Las tareas de repaso y refuerzo deben incidir muy especialmente en las debilidades que ponen de manifiesto este tipo de errores.
El aprendizaje no se produce de forma lineal y directa, sino en una trayectoria circular, por aproximación
paulatina
y
reiterada.
Salvo
excepciones, es poco probable que captemos toda la información de un texto en una primera lectura. Posteriores lecturas irán revelándonos nuevos
aspectos
importancia
que
y
matices habían
de
singular
pasado
antes
completamente inadvertidos.
Este trabajo circular de avance y retroceso nos permitirá ir alcanzando una visión más nítida de los datos, las relaciones e implicaciones y captar las ideas en toda su complejidad y riqueza.
5.
Refuerzo y repaso
El refuerzo de los puntos débiles y el repaso de los temas vistos anteriormente completan el círculo de nuestro método de trabajo.
El repaso es un obligado trabajo de mantenimiento para prevenir los efectos del olvido. El problema de un procedimiento selectivo como este no es la dificultad de las ideas que manejamos, sino la cantidad de datos e información que hemos de manipular, organizar y digerir.
Plazos, fechas, órganos, trámites, competencias y normas componen una verdadera maraña de información que es preciso ordenar, clasificar y repasar de forma ordenada. Una planificación circular del repaso facilita el mantenimiento de
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la información esencial hasta la fecha del examen, sin grandes pérdidas.
Un procedimiento selectivo que excede de un año es como una carrera de fondo. El peligro mayor es el abandono a mitad del recorrido, por falta de confianza en las propias fuerzas, por desánimo o por desconcierto.
El repaso planificado es una herramienta que nos permite superar los momentos de flaqueza a mitad de carrera y alcanzar la meta, el día del ejercicio de oposición, en condiciones de presentar batalla.
Un elevado porcentaje de opositores no fracasa el día del examen, porque abandona antes de finalizar la prueba.
6.
Orientaciones para el día del examen
Es muy aconsejable dormir bien la noche anterior al examen (lo es en todo caso y circunstancia, pero muy especialmente en esta).
Conviene llegar al lugar de la prueba con tiempo suficiente para evitar cualquier eventualidad de última hora, para localizar el aula que nos ha sido asignada y escuchar las instrucciones del personal administrativo.
Procuraremos no impresionarnos demasiado por el número de personas que se presentan a la oposición (los demás estarán, por lo menos, tan impresionados como nosotros).
Prestaremos especial atención a las instrucciones del personal administrativo acerca de la cumplimentación de la hoja de respuestas y de las normas que habremos de seguir durante el examen, para evitar cualquier situación que pueda suponer un retraso o, incluso, una descalificación prematura. Documentación e información para opositores |
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Comenzado el ejercicio, nos centraremos en nuestro propio trabajo, sin prestar atención a las personas que nos rodean. El tiempo es un factor esencial y cualquier ojeada hacia lo que hacen o dejan de hacer nuestros vecino de mesa implica una merma en nuestra concentración y una pérdida de tiempo.
Trabajaremos con rapidez sin descuidar la precisión, localizando con cuidado los distintos tipos de construcciones sintácticas
y
lógicas
(preguntas
directas,
indirectas,
afirmativas, negativas, conjunciones, disyunciones inclusivas o exclusivas, implicaciones, dobles implicaciones, etc.)
Cuando
leemos
el
enunciado
de
una
pregunta
del
cuestionario y sus alternativas de repuesta es como si caminásemos por un campo de minas. Hay que prestar la máxima atención a cada palabra, a cada signo de puntuación y asegurarnos de percibir en su integridad tanto la forma como el significado preciso de la pregunta y de las respuestas.
Los enunciados del cuestionario y sus respuestas están sembrados de trampas y requieren extremar la prudencia y la finura de análisis.
Cuidado con los bloqueos:
En una primera vuelta responderemos solo a las preguntas cuya respuesta conocemos con seguridad. En el cuadernillo de preguntas dejaremos marcadas las preguntas que hemos dejado pendientes con el fin de localizarlas con la máxima rapidez en la segunda vuelta.
Esta estrategia nos permitirá evitar bloqueos iniciales ante preguntas rebuscadas que suelen aparecer en la primera hoja del cuestionario. Una vez hayamos completado una primera ronda al ejercicio tendremos un conocimiento exacto del terreno de batalla y de su Documentación e información para opositores |
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extensión y de sus dificultades. Ello nos hará ganar confianza y seguridad para afrontar el segundo asalto al cuadernillo de preguntas.
En esta segunda vuelta atacaremos las preguntas que habíamos
dejado
marcadas
inicialmente
en
el
cuadernillo de preguntas.
A la hora de elegir una respuesta podemos utilizar dos métodos, uno directo y otro indirecto.
Recurriremos al camino directo cuando conozcamos con seguridad o con una alta probabilidad la respuesta que hemos de marcar. Si no estamos tan seguros de las respuesta correcta, tal vez lo estemos de las alternativas que no lo son. Así, de modo indirecto, por eliminación de opciones, podemos irnos aproximando hasta la respuesta válida.
En el caso, poco probable, de tropezar con una pregunta de cuya respuesta no tenemos ni la más remota idea, utilizaremos un criterio de probabilidad matemática. Si los errores descuentan puntos, es mejor no marcar ninguna respuesta que arriesgarnos a señalar una alternativa errónea. Si la pregunta ofrece cuatro posibles opciones de respuesta, la probabilidad de acertar será de 1/4 mientras que la de equivocarnos será de 3/4. En otras palabras, la probabilidad de señalar la casilla errónea será tres veces mayor que la de señalar la correcta. Por tanto, en este caso y solo en este caso, la decisión más prudente será dejar las cuatro casillas en blanco. 23
Utilizar todo el tiempo disponible
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Procuraremos utilizar todo el tiempo disponible y no entregar el ejercicio precipitadamente antes de agotar el tiempo reglamentario.
El nerviosismo y la tensión propios del momento pueden empujarnos a desperdiciar un tiempo esencial para el repaso y la rectificación de posibles fallos. Recordemos los tipos de fallos que hemos descrito y cómo muchos de ellos (los errores por desplazamiento, los inerciales y los de omisión lectora) pueden pasarnos desapercibidos si no tenemos la precaución de revisar el
ejercicio
una
vez
terminado
(siempre
que
dispongamos de tiempo suficiente para ello, por supuesto).
El consejo, por tanto, es apurar el tiempo al máximo, porque localizar un error o no hacerlo puede determinar que consigamos una plaza o que la dejemos escapar.
No olvidemos que estamos en una competición donde aprobar no es suficiente. Necesitamos sumar el máximo de puntos y ello nos obliga a utilizar todos los recursos disponibles del modo más eficiente. El tiempo es uno de los más importantes.
Comprobaremos, antes de entregar el ejercicio, que no hemos cometido fallos mecánicos o de desplazamiento, de omisión lectora, inerciales o simples errores de aprendizaje, y que la hoja de respuestas no contiene ninguna marca o señal extraña que pudiera ocasionar su anulación. 24
Si se han repartido diferentes modelos de examen y cada modelo se identifica con una letra o número que es
preciso
indicar
en
la
hoja
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de
respuestas,
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comprobaremos antes de entregar el examen que hemos cumplido con este requisito administrativo, pues, en caso de no hacerlo pueden darse situaciones desagradables. 7.
Normativa básica de las pruebas selectivas
Para terminar, comentaremos brevemente algunos aspectos normativos que deben respetar las convocatorias de pruebas selectivas de ingreso en la función pública que convoquen cualquiera de nuestras Administraciones públicas estatales, autonómicas o locales.
Un derecho fundamental
El artículo 23.2 de nuestra Constitución reconoce el derecho de los ciudadanos a acceder, en condiciones de igualdad, a las funciones y cargos públicos, con los requisitos que señalen las leyes.
Este derecho tiene rango de derecho fundamental, por lo que puede defenderse, en su caso, mediante recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (Artículo 53.2 CE)
A su vez, el artículo 103.3 del mismo texto constitucional señala que la ley regulará el estatuto de
los funcionarios públicos y el acceso a la función pública de acuerdo con los principios de mérito y capacidad.
Obligatoriedad de la Oferta de empleo público
El artículo 70 del Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de
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la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público regula la oferta de empleo público.
De acuerdo con el apartado primero del citado artículo 70, la ejecución de la oferta de la oferta de empleo
público o instrumento similar deberá desarrollarse dentro del plazo improrrogable de tres años.
Y en su apartado segundo, el mismo artículo 70 establece que la oferta de empleo público se aprobará anualmente por los órganos de Gobierno de las Administraciones públicas y deberá ser publicada en el Diario oficial correspondiente.
Por tanto, la publicación de las ofertas de empleo público no es una facultad discrecional en manos de nuestras Administraciones públicas sino un mandato expreso contenido en el nuevo Estatuto Básico del
Empleado Público, al igual que el plazo máximo de ejecución que nunca podrá superar los tres años.
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