Cap´ıtulo 3 Congruencias 3.1. 3.1.
Clas Clases es resi residu dual ales es
En su obra Disquisitiones Arithmeticae, publicada en el a˜ no no 1801, Gauss introdujo el concepto de congruencia. Supongamos que a, b y m > 0 son n´ umeros enteros. Diremos que a y b son umeros congruentes m´ odulo odulo m si m divide a a − b y designaremos esta situaci´ on on mediante el s´ımbol ımb oloo a ≡ b (m´od od m). La congruencia es una relaci´ on de equivalencia puesto que verifica las propieon dades reflexiva, reflexiva, sim´ sim´etrica etrica y transitiv transitiva. a. Esto nos permite agrupar a los enteros enteros en familias disjuntas de manera que dos n´ umeros son congruentes m´ umeros odulo odulo m si y s´olo olo si est´an an en la misma. Estas familias se denominan clases residuales m´ odulo odulo m, y se designa por Zm al conjunto formado por ellas. De la definici´on on anterior se deducen inmediatamente las siguientes propiedades. od od m) y c ≡ d (m´od od m), entonces Proposici´ on on 3.1.1. Si a ≡ b (m´ i) a + b + b ≡ c + c + d d (m´od od m). ii) ka ≡ kb k b (m´od od m) para todo entero k ∈ Z. Z . iii) ac ≡ bd (m´od od m). iv) an ≡ b n (m´od od m) od m) para todo polinomio f con v) f ( f (a) ≡ f ( f (b) (m´od f con coeficientes enteros. Los enteros 0, 0, 1, . . . , m − 1 est´an an en clases residuales distintas. Como todo entero n puede escribirse de manera unica u´nica de la forma n = mc + mc + r r con c entero 1
CAP ´ ITULO 3. CONGRUENCI CONGRUENCIAS AS
2
y 0 ≤ r ≤ m − 1, resulta que todo entero es congruente m´ odulo odulo m con uno de los enteros 0, 0, 1, . . . , m − 1. En particular existen exactamente m clases residuales m´odulo odulo m y cualquier conjunto de enteros incongruentes m´ odulo odulo m constituyen un sistema residual completo. El conjunto Z conjunto Z m , m ≥ 2, dotado de las operaciones suma y producto emanadas de la proposici´on on anterior es un anillo conmutativo cuyo elemento neutro aditivo, clase 0, es 0 = (m (m) = mZ m Z y cuya unidad multiplicativa es 1 + (m (m). Proposici´ on on 3.1.2. Si {a1, . . . , am } es un sistema residual completo y (k, m) = 1,
entonces el conjunto {ka 1 , . . . , k am } tambi´en en es un sistema residual completo. Demostraci´ on. Si ka i ≡ ka j (m´od od m) entonces m | k(ai − a j ). Pero al ser k y m primos primo s entre s´ı, necesariam neces ariamente ente m | (ai − a j ). Es decir, los ka i son incongruentes entr en tree s´ı m´odulo odulo m y por lo tanto forman un sistema residual completo. De una manera an´ aloga podemos definir un sistema residual reducido como aloga todo conjunto de φ(m) residuos incongruentes m´ odulo odulo m, cada uno de ellos primo con m. De manera similar se demuestra la siguiente proposici´ on. on. ( k, m) = 1, { a1 , . . . , aφ(m) } es un sistema residual reducido y (k, Proposici´ on on 3.1.3. Si { entonces el conjunto {ka 1 , . . . , k am } tambi´en en es un sistema residual reducido reducido.. Se designa por Z∗m al conjunto de las clases residuales primas con m. Es f´acil acil ver que constituyen un grupo multiplicativo de orden φ(m).
3.2. 3.2.
Cong Congru ruen enci cias as line lineal ales es
En esta secci´ on on intentaremos intentaremos resolver la ecuaci´ on en congruencias m´ as as sencilla de todas: la congruencia lineal. od od m) tiene exactamente Teorema 3.2.1. Si (a, m) = 1, la congruencia ax ≡ b (m´ una soluci´ on m´ odulo m. Demostraci´ on. Por la proposici´ on on 3.1.2, el conjunto {a, 2a , . . . , m a } es un sistema residual completo. En particular uno y s´ olo uno de los residuos ser´ olo a congruente con b m´odulo odulo m. od od m) y d = (m, c), entonces a ≡ b (m´od od m/d) m/d). Lema 3.2.2. Si ac ≡ bc (m´ Demostraci´ on. Como m | c(b − a), enton entonces ces (m/d) m/d) | (c/d)( c/d)(a a − b). Pero Pero como como (m/d, m/d, c/d c/d) = 1, entonces (m/d (m/d)) | a − b.
3
3.2. CONGRUENCIAS LINEALES
Teorema 3.2.3. Supongamos que (a, m) = d. Si d b la congruencia
ax ≡ b
(m´od m)
no tiene soluciones, mientras que si d | b la congruencia tiene exactamente d soluciones m´ odulo m que vienen dadas por x1 , x1 + m1 , . . . , x1 + (d − 1)m1, donde m 1 = m/d, a1 = a/d, b1 = b/d y x 1 es la soluci´ on de la congruencia a 1x ≡ b 1 (m´od m1). Demostraci´ on. Si la congruencia tiene alguna soluci´ on entonces, como d | a y d | m, necesariamente d tiene que dividir a b. Cualquier soluci´ on x de ax ≡ b (m´od b) debe serlo tambi´en de a1 x ≡ b1 (m´od m1). Pero como (a1 , m1 ) = 1 la soluci´on x1 es u´nica m´odulo m1 . Sin embargo la clase residual m´odulo m1 a la que pertenece x1 consta de d clases residuales distintas m´odulo m: las clases a las que pertenecen los n´ umeros x1 , x1 +m1 , . . . , x1 +(d − 1)m1 . Por lo tanto la congruencia ax ≡ b (m´od m) tiene exactamente las d soluciones descritas en el enunciado. El teorema anterior nos muestra cmo las congruencias lineales se reducen a resolver congruencias donde el m´ odulo y el coeficiente de la x son primos entre s´ı. La manera m´ as econ´ omica de resolver esta la congruencia ax ≡ b (m´od m) con (a, m) = 1 consiste en resolver primero la ecuaci´ on ax ≡ 1 (m´od m) utilizando el algoritmo de Euclides y multiplicar dicha soluci´on por b. Ejemplo: Resolver
la ecuaci´on 51x ≡ 27 (m´od 123).
Observemos primero que (51, 123) = 3 y que 3 divide a 27. Luego esta congruencia tendr´ a exactamente 3 soluciones que ser´ an x1 , x1 + 41, x1 + 82 donde x1 es la soluci´on de la congruencia 17x ≡ 9 (m´od 41). Para resolver esta congruencia resolvemos primero la congruencia 17x ≡ 1 (m´od 41) con el algoritmo de Euclides: 41 = 2 · 17 + 7 17 = 2 · 7 + 3 7 = 2·3+1 Yendo hacia atr´ a s tenemos que 1 = 7 − 2 · 3 = 7 − 2(17 − 2 · 7) = 5 · 7 − 2 · 17 = 5(41 − 2 · 17) − 2 · 17 = 5 · 41 − 12 · 17. Es decir, 17 · (−12) ≡ 1 (m´od 41) y por lo tanto 17 · (−12 · 9) ≡ 9 (m´od 41). Luego x1 ≡ −108 ≡ 15 (m´o d 41), y las tres soluciones de la congruencia original son 15, 56 y 97.
CAP ´ ITULO 3. CONGRUENCIAS
4
od m). Teorema 3.2.4 (Euler-Fermat). Si (a, m) = 1, entonces aφ(m) ≡ 1 (m´ Demostraci´ on. Sea r1, . . . , rφ(m) un sistema residual reducido m´ odulo m. Entonces, por la proposici´on 3.1.3, ar1, · · · , arφ(m) es tambi´ en un sistema residual reducido m´odulo m. Los productos de todos los elementos en cada sistema tienen que coincidir m´odulo m, r1 · · · rφ(m) ≡ a φ(m) r1 · · · rφ(m) (m´od m) y como r 1 · · · rφ(m) es primo con m, podemos cancelarlo (ver lema 3.2.2) para obtener aφ(m) ≡ 1 (m´od m). Teorema 3.2.5 (Fermat). Para todo primo p y para todo entero a tal que (a, p) = 1,
se verifica la congruencia a p−1 ≡ 1 (m´od p). Demostraci´ on. Basta con observar que φ( p) = p − 1. El teorema de Euler-Fermat nos proporciona la soluci´ on expl´ıcita x = ba φ(m)−1 para la congruencia ax ≡ b (m´od m) cuando (a, m) = 1. 1739
En el ejemplo anterior tendr´ıamos que x1 ≡ 9 · 1739 (m´od 41). Para calcular (m´od 41) calculamos 0
172
≡ 17 (m´od 41)
17
21
≡ 2 (m´od 41)
17
22
≡ 4 (m´od 41)
17
23
≡ 16 (m´od 41)
17
24
≡ 10 (m´od 41)
5
172
≡ 18 (m´od 41)
y como 39 = 25 + 22 + 2 1 + 20 entonces 1739 ≡ 18 · 4 · 2 · 17 ≡ 29 (m´od 41). Luego x1 ≡ 29 · 9 ≡ 15 (m´od 41) y a partir de aqu´ı se procede como antes. Se advierte y se aconseja utilizar el algoritmo de Euclides para resolver las congruencias lineales por ser un m´etodo m´ as sencillo y eficiente que este que acabamos de ver.
3.3.
Congruencias polin´ omicas. Teorema de Lagrange
El estudio de congruencias polin´ omicas de grado superior resulta m´ as compli´ cado. Unicamente para las congruencias de grado 2 existe un m´etodo razonable (que se ver´a en el siguiente cap´ıtulo) para decidir cu´ ando tienen soluci´ on.
´ 3.3. CONGRUENCIAS POLIN OMICAS. TEOREMA DE LAGRANGE
5
Cuando el m´odulo es primo tenemos, sin embargo, el siguiente teorema. Teorema 3.3.1 (Lagrange). Dado un primo p, sea f (x) = c 0 + c1 x + · · · + cn xn un
polinomio de grado n con coeficientes enteros tal que p c n . Entonces la congruencia polin´ omica f (x) ≡ 0 (m´od p) tiene, a lo m´ as, n soluciones. Demostraci´ on. Vamos a proceder por inducci´on sobre el grado del polinomio. El caso n = 1 ha sido estudiado anteriormente. La congruencia c0 + c1x ≡ 0 (m´od p) tiene una soluci´on si (c1 , p) = 1. Hagamos la hip´otesis de que el teorema es cierto para n −1: si x1 es una soluci´ on n n n de c0 + · · · +cn x ≡ 0 (m´od p), la ecuaci´ on c1 (x − x1 )+ · · · +cn (x − x1 ) ≡ 0 (m´od p) debe ser verificada por cualquier otra soluci´ on. Es decir, existen enteros a2 , a3, . . . , an tales que (x − x1 )(cn xn−1 + a2 xn−2 + · · · + an ) ≡ 0
(m´od p)
debe ser satisfecha por todas las soluciones de nuestra ecuaci´ on. Como p es primo, las soluciones distintas de x1 deben serlo tambi´en de cn xn−1 + a2 xn−2 + · · · + a n ≡ 0 (m´od p) y, por hip´otesis de inducci´on, existen, a lo sumo, n − 1 soluciones de esta ecuaci´ on, lo cual completa la demostraci´ on del teorema de Lagrange. Corolario 3.3.2. Si la congruencia
cn xn + cn−1xn−1 + · · · + c0 ≡ 0
(m´od p)
tiene m´ as de n soluciones, entonces los coeficientes c 0 , c1 , . . . , cn deben ser m´ ultiplos de p. Demostraci´ on. Supongamos que no es cierto y sea r el mayor entero tal que p c r . La congruencia del corolario es equivalente a la congruencia cr xr + · · · + c 0 ≡ 0 (m´od p), que tiene a lo m´as r soluciones. La contradicci´ on surge porque estamos suponiendo que tiene por lo menos n + 1 soluciones. Teorema 3.3.3 (Wilson).
( p − 1)! + 1 ≡ 0
(m´od p).
Demostraci´ on. Consideremos la congruencia (x − 1)(x − 2) · · · (x − ( p − 1)) − (x p−1 − 1) ≡ 0
(m´od p).
El grado de esta congruencia es p − 2 y, sin embargo, tiene p − 1 soluciones por el teorema de Euler-Fermat. Por lo tanto, todos los coeficientes deben ser m´ ultiplos de p y en particular el t´ermino independiente.
CAP ´ ITULO 3. CONGRUENCIAS
6
Observaci´ on: Toda congruencia de la forma
an xn + · · · + a0 ≡ 0
(m´od p)
es equivalente a una de grado menor o igual que p − 1. Para verlo basta con aplicar el teorema de Fermat x p ≡ x (m´od p).
3.4.
Congruencias simultaneas. Teorema Chino del resto
A continuaci´on vamos a cambiar de tercio y en vez de una sola congruencia vamos a considerar un sistema de ellas. umeros m1 , . . . , mk son primos entre s´ı, Teorema 3.4.1 (Chino del resto). Si los n´ entonces el sistema
x ≡ b 1 x ≡ b 2 ··· x ≡ b k
(m´od m1 ) (m´od m2 ) (m´od mk )
tiene una unica ´ soluci´ on m´ odulo m = m 1 · · · mk y ´esta viene dada por x = M 1 M 1 b1 + · · · + M k M k bk , donde para todo j = 1, . . . , k, M j = m/m j y M j es el inverso de M j mdulo m j . Demostraci´ on. Es claro que x ≡ M j M j b j ≡ b j (m´od m j ) para todo j, ya que M i es un m´ ultiplo de m j para i = j y M j M j ≡ 1 (m´od m j ). Por otra parte, si x es otra soluci´on del sistema entonces x ≡ x (m´od m j ) para todo j y, como los n´ umeros m1 , . . . , mk son primos entre s´ı, resulta que x ≡ x (m´od m).
Veamos ahora una aplicaci´ on del teorema chino del resto para resolver congruencias polinmicas donde el m´ odulo es compuesto. umero de j. El n´ Teorema 3.4.2. Sea m = m1 · · · mk con (mi , m j ) = 1 para i = soluciones de la congruencia an xn + · · · + a0 ≡ 0
(m´od m)
es el producto del nmero de soluciones de cada una de las congruencias an xn + · · · + a0 ≡ 0
(m´od m) j , j = 1, . . . , k .
3.4. CONGRUENCIAS SIMULTANEAS. TEOREMA CHINO DEL RESTO
7
Demostraci´ on. En primer lugar es claro que cada soluci´ on de la congruencia mdulo m satisface cada una de las congruencias mdulo m j , j = 1, . . . , k. Por otro lado, si para cada k-upla (r1, . . . , rk ) donde r j es una soluci´on de la congruencia an xn + · · · + a0 ≡ 0 (m´od m) j y si x es la soluci´on del sistema
x ≡ r 1 ··· ··· x ≡ r k
(m´od m1 )
(m´od mk )
dada por la proposici´ on anterior, entonces an xn + · · · + a0 ≡ a n r jn + · · · + a0 ≡ 0
(m´od m j )
para todo j y, por tanto, an xn + · · · + a0 ≡ 0
(m´od m1 · · · mk ).
El n´ umero de k-uplas (r1 , . . . , rk ) es precisamente el producto del n´ umero de soluciones de la congruencia an xn + · · · + a0 ≡ 0 (m´od m) j ara cada j = 1, . . . , k y cada una de ellas da lugar a una soluci´ on distinta de la congruencia original. Ejemplo: Para
resolver x3 + 2x − 3 ≡ 0 (m´od 45) escribimos el sistema
x3 + 2x − 3 ≡ 0 x3 + 2x − 3 ≡ 0
(m´od 5) (m´od 9)
.
La primera de estas ecuaciones tiene soluciones x = 1, 3, 4 m´odulo 5 y la segunda x = 1, 2, 6 m´odulo 9. Por lo tanto, la ecuaci´ on x3 + 2x − 3 ≡ 0 (m´od 45) tiene 9 soluciones. Para encontrarlas teneos que resolver los 9 sistemas
x ≡ a (m´od 5) x ≡ b (m´od 9)
a = 1, 3, 4
b = 1, 2, 6.
Utilizando el Teorema Chino del resto se halla f´acilmente que las soluciones son x = 1, 6, 11, 19, 28, 29, 33, 34, 38 (m´od 45). Seg´ un lo visto hasta ahora, el problema de encontrar las soluciones de P (x) = a n xn + · · · + a0 ≡ 0
(m´od pα1 1 · · · pαr r )
CAP ´ ITULO 3. CONGRUENCIAS
8
queda reducido a estudiar congruencias de la forma P (x) ≡ 0 (m´od pα ), donde p es un n´ umero primo. A continuaci´on vamos a presentar una estrategia que nos permite reducir dicho estudio al caso sencillo α = 1. Si f (a) ≡ 0
(m´od pα ),
0 ≤ a < pα ,
entonces f (a) ≡ 0 (m´od pα−1 ) y a ser´a de la forma a = qpα−1 + r con 0 ≤ r < pα−1 para alg´ un q , 0 ≤ q < p. Claramente f (a) ≡ f (r) ≡ 0 (m´od pα−1 ) y decimos que r ha sido generado por a. Es decir, cada soluci´ o n de f (x) ≡ 0 (m´od pα ) genera otra de f (x) ≡ 0 (m´od pα−1 ). Pero precisamente estamos buscando el proceso contrario. Si f (r) ≡ 0 (m´od pα−1 ), ¿cu´ando existe un a tal que f (a) ≡ 0 (m´od pα ) y que genere r? Cuando esto ocurra diremos que r puede subirse de pα−1 a pα . on de Teorema 3.4.3. Sea α ≥ 2 y r una soluci´ f (x) ≡ 0
(m´od pα−1 ),
0 ≤ r < pα−1.
a) Si f (r) ´ de pα−1 a pα . ≡ 0 (m´od p), entonces r se sube de manera unica b) f (r) ≡ 0 (m´od p) b1 ) Si f (r) ≡ 0 (m´od pα ), entonces r puede subirse de p α−1 a p α de p formas diferentes.
≡ 0 (m´od pα ), entonces r no puede subirse de pα−1 a pα . b2 ) Si f (r) Demostraci´ on. Si a genera r, a tiene que ser de la forma a = r + qp α−1 ,
0 ≤ r < pα−1 ,
0 ≤ q < p
y adem´as f (a) ≡ 0 (m´od pα ). Por lo f´ormula de Taylor en el punto r tenemos f (r + qp
α−1
) = f (r) + qp
α−1
f (r) + (qp
f (r) ) + ··· 2
α−1 2
Observemos que todos los sumandos a partir del tercero son m´ ultiplos de p α . Luego 0 ≡ f (r + qp α−1 ) ≡ f (r) + qp α−1f (r)
(m´od pα ).
3.5. RA´ ICES PRIMITIVAS
9
Como f (r) = kpα−1 para alg´ un entero k, deberemos encontrar q tal que k + qf (r) ≡ 0
(m´od p).
Si f (r) ´ nico y por tanto r puede subirse de ≡ 0 (m´od p) dicho q existe y es u manera u´nica. Si f (r) ≡ 0 (m´od p) y f (r) ≡ 0 (m´od pα ) entonces p | k y k + qf (r) ≡ 0 (m´od p) para todo q, 0 ≤ q < p. Es decir, r se puede subir de p maneras diferentes.
≡ 0 (m´od pα ) entonces p k y r no se puede subir Si f (r) ≡ 0 (m´od p) y f (r) porque no existe ning´ un q tal que k + qf (r) ≡ 0 (m´od p). Ejemplo. Hallar
las soluciones de la congruencia x3 − x2 + 3x + 1 ≡ 0
(m´od 121). Como 121 = 112, primero buscamos las soluciones de la congruencia f (x) ≡ 0 (m´od 11) donde f (x) = x3 − x 2 + 3x + 1. Se comprueba a mano que las nicas soluciones son r1 = 2 y r2 = 8. Veamos si estas soluciones se pueden subir de (m´o d 11) a (m´ od 121). Calculamos f (x) = 3x2 − 2x + 3. Entonces f (2) = 11 ≡ 0 (m´od 11) y f (8) = 179 ≡ 3 (m´od 11). La solucin 8 (m´od 11) se puede subir de manera u ´nica y la soluci´on (m´od 11) ser´a a = 8 + 11q donde q es un entero tal que k + qf (8) ≡ 0 (m´o d 11) y k se define como k = f (8)/11 = 473/11 = 43. Finalmente la congruencia 43 + 3q ≡ 0 (m´od 11) tiene como soluci´ on q = 4. As´ı que a = 52 es la soluci´on (m´od 121) que se sube desde la soluci´ o n 8 (m´od 11). La solucin 2 (m´od 11) se puede subir de 11 maneras. La razn es que f (2) ≡ f (2) ≡ 0 (m´od 11). Siguiendo el teorema anterior, las 11 maneras corresponden a las soluciones a = 2 + 11q, 0 ≤ q < 11.
Hemos demostrado que la congruencia original tiene 12 soluciones y las hemos calculado todass.
3.5.
Ra´ıces primitivas
Supomgamos que (a, m) = 1. El teorema de Euler nos asegura que aφ(m) ≡ 1 (m´od m), pero es posible que φ(m) no sea necesariamente el entero positivo m´ as peque˜ no x que verifica la ecuaci´on ax ≡ 1 (m´od m). umeros primos entre s´ı, a y m, llamaremos exponente Definicion 3.5.1. Dados dos n´ de a m´ odulo m al menor entero positivo e tal que ae ≡ 1 (m´od m). Usaremos la notaci´ on e = expm (a).
CAP ´ ITULO 3. CONGRUENCIAS
10
Claramente si a ≡ b (m´od m) se verifica que expm (a) = expm (b). Esto nos permite considerar, indistintamente, exponentes de enteros o de clases residuales primas m´odulo m. umeros a0 , a1, . . . ae−1 son inconTeorema 3.5.2. Si e = expm (a) entonces los n´ gruentes entre s´ı m´ odulo m. Adem´ as ak ≡ a j (m´od m) si y s´ olo si k ≡ j (m´od e); en particular ak ≡ 1 (m´od m) si y s´ olo si k es divisible por e. Demostraci´ on. Sean k = c1 e + r 1, j = c2 e + r 2 , 0 ≤ r1 ≤ r2 < e y supongamos k j que a ≡ a (m´od m). Entonces ar1 ≡ a r2 (m´od m), lo que implica que ar2 −r1 ≡ 1 (m´od m) y, por tanto, r1 = r 2 debido a la propia definici´ on del exponente e. Los n´ umeros expm (a) son, por tanto, divisores del n´umero φ(m). Puede darse el caso de que exista g de manera que expm (g) = φ(m). Es este un caso importante que recibe un nombre especial, se dice que g es una ra´ız primitiva m´odulo m. La existencia de una ra´ız primitiva g es equivalente a que el grupo multiplicativo Z ∗m sea c´ıclico y generado por las potencias de g. Por ejemplo g = 3 es una ra´ız ´ primitiva mdulo 7: {31 , 32 , 33 , 34 , 35 , 36 } = { 3, 2, 6, 4, 5, 1}. Sin embargo 2 no es ra´ız primitiva porque exp7 (2) = 3; es decir, 23 = 1. . A continuaci´on vamos a caracterizar los m´ odulos m para los que existen ra´ıces primitivas. odulo m si y s´ olo si m = 1, 2, 4, pk , 2 pk , Teorema 3.5.3. Existen ra´ıces primitivas m´ donde p designa a un n´ umero primo impar y k ≥ 1. Demostraci´ on. Veremos primero que si m es de la forma 1, 2, 4, pk o 2 pk con p primo impar, entonces Z∗m es c´ıclico. Lo haremos en varios pasos: (1) Los casos m = 1, 2 son triviales. Z∗4 = {1, 3} y es claro que 3 es una ra´ız primitiva. (2) Consideremos ahora Z p∗ con p primo impar. Sea f (d) = #{a ∈ Z p∗ : expm (a) = d }, donde d es un divisor de φ( p) = p − 1. Es claro que d| p−1 f (d) = p − 1.
Por otro lado sabemos que d| p−1 φ(d) = p − 1. Si probamos la desigualdad f (d) ≤ φ(d) para todo d | p − 1, las dos identidades anteriores fuerzan la igualdad f (d) = φ(d) para todo divisor de p − 1. En particular f ( p − 1) = φ( p − 1). Es decir, existen φ( p − 1) ra´ıces primitivas m´ odulo p.
3.5. RA´ ICES PRIMITIVAS
11
Para completar el argumento s´ olo nos queda demostrar la desigualdad f (d) ≤ φ(d): Dado d | p − 1, si f (d) = 0 necesariamente existe un elemento a ∈ Z p∗ tal que d = exp p (a) y, en particular, ad ≡ 1 (m´od p). La congruencia xd ≡ 1 (m´od p) admite, a lo m´as, d soluciones m´odulo p y como la colecci´ on 1, a , . . . , ad−1 la satisface y son, adem´as, incongruentes entre s´ı m´odulo p, constituyen un conjunto completo de soluciones. S´olo nos queda contar cu´ antas de entre ellas tienen exponente igual a d. Es claro que si exp p (ak ) = d entonces (k, d) = 1 y, por tanto, su cardinal es a lo m´as φ(d) como quer´ıamos demostrar. (3) Sea g una ra´ız primitiva m´odulo p. Es claro que g + tp es tambi´en una ra´ız primitiva m´odulo p cualquiera que sea el entero t. Consideremos (g + tp) p−1 = g p−1 + ( p − 1)g p−2 tp + Ap2 = 1 + sp − g p−2 tp + Bp 2 = 1 + p(s − gp p−2 t) + Bp 2 , donde A, s, B son enteros y g p−1 = 1 + sp. Podemos elegir el entero t de manera que s − g p−2 t ≡ 0 (m´od p), es decir, p−1 ≡ 0 (m´od p). (g + tp) = 1 + pu, u Vamos a probar que, con dicha elecci´ on, g + tp es una ra´ız primitiva m´ odulo k p , para todo k ≥ 1. Supongamos que (g + tp)d ≡ 1 (m´od pk ), siendo d un divisor de φ( pk ) = pk ( p − 1). Como gd ≡ 1 (m´od p) y g es una ra´ız primitiva m´odulo p, d habr´a de ser un m´ultiplo de p − 1 y, por ser adem´as un divisor de pp k ( p − 1) podemos suponer que tiene la forma d = p l ( p − 1) para alg´ un l con 0 ≤ l ≤ k − 1. Ahora bien, como l
l
(g + tp) p ( p−1) = (1 + up) p = 1 + vp l+1 para alg´ un v ≡ 0 (m´od p), necesariamente tiene que ocurrir que l = k − 1. (4) En el caso restante, m = 2 pk , p primo impar, podemos proceder de la manera siguiente: Sea g una ra´ız primitiva m´ odulo p k . Obviamente g + pk tambi´en lo es. Sea h el elemento impar del conjunto {g, g + pk }. Vamos a ver que h es ra´ız primitiva m´odulo 2 pk .
CAP ´ ITULO 3. CONGRUENCIAS
12 k
k
k
Como h φ(2 p ) ≡ h φ( p ) ≡ 1 (m´od pk ) y obviamente h φ(2 p ) ≡ 1 (m´od 2), entonk ces h φ(2 p ) ≡ 1 (m´od 2 pk ). Por otro lado, si d divide a φ(2 pk ) = φ( pk ) y es tal que hd ≡ 1 (m´od 2 pk ), al ser h impar, tambi´en ser´a cierto que hd ≡ 1 (m´od pk ) y por tanto g d ≡ 1 (m´od pk ). Pero como g es una ra´ız primitiva m´odulo pk entonces φ( pk ) | d, lo que implica que d = φ(2 pk ). Luego h es una ra´ız primitiva. Para concluir la demostraci´ on del teorema tenemos que probar que Z∗m no es c´ıclico si m no es uno de los enteros considerados en los casos anteriores. Lo haremos en dos pasos. (5) Caso m = 2k , k ≥ 3. Es una consecuencia de la observaci´ on siguiente: Si a es un n´ umero impar, φ(2n ) entonces a 2 ≡ 1 (m´od 2k ). Lo demostraremos por inducci´ o n en k. El caso k = 3 se comprueba directaφ(23 ) mente. Observemos que 2 = 2 y que 12 ≡ 3 2 ≡ 5 2 ≡ 7 2 ≡ 1 (m´od 23 ). Supongamos el resultado cierto para k: a miembros al cuadrado obtenemos
φ(2k )
2
= 1 + 2k n. Elevando ambos
k
aφ(2 ) = 1 + (n + n2 2k−1 )2k+1 ≡ 1
(m´od 2k+1 ).
Basta, pues, observar que φ(2k ) = 2k−1 = 21 φ(2k+1 ). (6) En el caso general m = 2k pa11 · · · par r , donde k ≥ 2 si r = 1 y r ≥ 2 si k = 0 o φ(m) k = 1, tambi´en demostraremos que si (a, m) = 1 entonces a 2 ≡ 1 (m´od m). Sea g una ra´ız primitiva m´ odulo p a11 , y sea n un entero positivo tal que g n ≡ a (m´od pa11 ). Tenemos que a
φ(m)
2
≡ g n
φ(m)
2
a1 1
≡ g φ( p1
a
r ) 2 nφ(2k )φ( p2 2 )···φ( pa r )
(m´od pa11 ).
Es claro que bajo nuestras hip´ otesis sobre el n´ umero m, podemos afirmar que a2 1 k ar el exponente 2 nφ(2 )φ( p2 ) · · · φ( pr ) es un entero. En particular la congruencia anterior nos indica que a
φ(m)
2
≡ 1 (m´od pa11 ).
De manera an´ aloga podemos probar que a
φ(m)
2
≡ 1 (m´od pai i ),
i = 1, . . . , r .
´ 3.6. LEY DE RECIPROCIDAD CUADR ATICA
13
Nos queda por probar que la congruencia anterior tambi´en se verifica para el m´odulo 2k . Si k ≥ 3 aplicamos la misma demostraci´ on del caso (5) para obtener que a Y como
φ(2k )
2
φ(2k )
es un divisor de
2
≡ 1 (m´od 2k ).
φ(m)
2
habr´ıamos acabado.
Si k ≤ 2 tenemos que φ(m) = φ(2k )φ( pa11 ) · · · φ( par r ) = 2nφ(2k ) para alg´ un entero n. Por tanto, tambi´ en es cierto que a
φ(m)
2
k
= a nφ(2 ) ≡ 1
(m´od 2k ),
como quer´ıamos probar.
En el apartado (2) hemos observado que existen exactamente φ( p − 1) = φ(φ( p)) ra´ıces primitivas m´ odulo el primo impar p. Esto sigue siendo cierto para el caso general. Sea g una ra´ız primitiva m´ odulo m. Es claro que el conjunto
{g k : 1 ≤ k ≤ φ(m), (k, φ(m)) = 1} consiste, precisamente, de todas las ra´ıces primitivas m´ odulo m. Por lo tanto, si m = 1, 2, 4, pk ´o 2 pk , p primo impar, existen exactamente φ(φ(m)) ra´ıces primitivas m´odulo m o, lo que es igual, el grupo c´ıclico Z∗m tiene φ(φ(m)) generadores. Observemos tambi´ en que, fijada una ra´ız primitiva g m´odulo m, entonces φ(m)−1 {1, g , . . . , g } es un sistema residual reducido m´odulo m. Por lo tanto, dado a, primo con m, podemos asignarle un u ´ nico n´ umero k, k k ≤ φ(m) − 1 de manera que a ≡ g (m´od m).
3.6.
0 ≤
Ley de reciprocidad cuadr´ atica
En el cap´ıtulo anterior hemos desarrollado con detalle la teor´ıa de las congruencias lineales ax + b ≡ 0 (m´od m). Ahora vamos a considerar las congruencias cuadr´aticas x2 ≡ a (m´od m). odulo m, representada por el Definicion 3.6.1. Dada una clase residual prima m´ entero a, diremos que es un residuo cuadr´ atico si la congruencia x2 ≡ a (m´od m) tiene soluci´ on. En caso contrario diremos que a es un residuo no cuadr´ atico.
CAP ´ ITULO 3. CONGRUENCIAS
14
Es claro que el car´acter cuadr´ atico es independiente del representante elegido. En lo sucesivo mantendremos la ambig¨ uedad consistente en hablar de un entero particular como residuo cuadr´ atico o residuo no cuadr´ atico, en vez de mencionar a la clase residual que lo contiene. umero primo impar. Existen exactamente p−1 resiProposici´ on 3.6.2. Sea p un n´ 2 duos cuadr´ aticos y p−1 residuos no cuadr´ aticos m´ odulo p. 2
Demostraci´ on. Consideremos el siguiente sistema residual completo m´odulo p:
p − 1 p − 1 , . . . , −1, 0, 1, . . . , − 2 2
Como (−k)2 = k 2 , existen, a lo m´as,
p−1
2
.
residuos cuadr´ aticos.
Por otro lado, la congruencia k 2 ≡ j 2 (m´od p), 1 ≤ k, j ≤ implica la igualdad k = j:
p−1
2
, necesariamente
(k − j)(k + j) ≡ 0 (m´od p) implica que k − j ≡ 0 (m´od p) o bien k + j ≡ 0 (m´od p), lo que junto con la relaci´ on 1 ≤ k, j ≤ p−1 nos da k = j. 2 Por lo tanto, los n´ umeros 12, 22, . . . , p.
p−1 2
2
son incongruentes entre s´ı m´ odulo
umero primo impar p, el s´ımbolo de Legendre Definicion 3.6.3. Dado un n´ la funci´ on aritm´etica definida de la forma siguiente:
a p
=
0, +1, −1,
a p
es
si a ≡ 0 (m´od p) si a es un residuo cuadr´ atico si a es un residuo no cuadr´ atico
umero impar. Tenemos que Proposici´ on 3.6.4 (Criterio de Euler). Sea p un n´ n p
≡ n
p−1
2
(m´od p), para todo entero n.
Demostraci´ on. Si n ≡ 0 (m´od p), entonces el resultado es inmediato. Supongamos que (n, p) = 1. El Teorema de Fermat nos dice que n p−1 ≡ 1 (m´od p). p−1
p−1
Es decir, (n 2 − 1)(n 2 + 1) ≡ 0 (m´od p) y por lo tanto, una de las dos relaciones siguientes debe ser verificada: i) n
p−1
2
− 1 ≡ 0 (m´od p).
´ 3.6. LEY DE RECIPROCIDAD CUADR ATICA
ii) n Si
n p
p−1
2
15
+ 1 ≡ 0 (m´od p).
= 1, la ecuaci´ on x 2 ≡ n (m´od p) tiene soluci´ on. En particular n
1 (m´od p): es decir, n verifica i): n
p−1
≡ 1 =
2
p−1
n p
p−1
2
≡ x p−1 ≡
(m´od p).
Observemos que la ecuaci´ on x 2 ≡ 1 (m´od p) tiene como soluciones los p−1 2 residuos cuadr´ aticos y que, por el teorema de Lagrange, no puede tener m´ as soluciones. Si
n p
= −1, entonces n no es un residuo cuadr´ atico y por tanto n
(m´od p). Necesariamente n
p−1
p−1
2
≡1
≡ −1 (m´od p).
2
on comCorolario 3.6.5. El s´ımbolo de Legendre es, para cada primo p una funci´ pletamente multiplicativa. Demostraci´ on.
mn p
≡ (mn)
p−1
≡ m
2
p−1
2
n
p−1
2
m p
≡
n p
(m´od p).
Pero como los valores que toma el s´ımbolo de Legendre son +1, 0, −1, necesariamente tenemos la igualdad
mn p
3.6.1.
m p
=
C´ alculo de los s´ımbolos
n . p
−1 p
y
2
p
umero impar. Tenemos que Proposici´ on 3.6.6. Sea p un n´
−1 p
= (−1)
p−1
2
=
+1, −1,
si p ≡ 1 si p ≡ 3
(m´od 4) (m´od 4).
Demostraci´ on. Basta con aplicar el criterio de Euler y observar, como antes, que ambos miembros de la congruencia toman los valores +1 o −1 y, por tanto, la congruencia implica la igualdad. Proposici´ on 3.6.7. Para todo primo impar p tenemos la identidad:
2 p
= (−1)
p2 −1
2
=
+1, −1,
si p ≡ ±1 si p ≡ ±3
(m´od 8) (m´od 8).
CAP ´ ITULO 3. CONGRUENCIAS
16 p−1
Demostraci´ on. Consideremos las
2
≡ 1( −1)1 ≡ 2( −1)2 ≡ 3( −1)3 ≡ 4( −1)4
p − 1 2 p − 3 4 ··· r
donde r es
p−1
2
o´ p −
p−1
2
congruencias siguientes:
≡
p−1
2
(−1)
(m´od (m´od (m´od (m´od p−1
2
p) p) p) p)
(m´od p)
seg´ un el caso.
Multipliquemos estos sistemas de congruencias y observemos que cada entero situado en los miembros de la parte izquierda es necesariamente par. Resulta que: 2 · 4 · 6 · · · ( p − 1) ≡
p−1 p − 1 !(−1)1+2+···+ 2 2
(m´od p).
Es decir, 2
p−1
2
p2 −1 p − 1 p − 1 ! ≡ !(−1) 8 2 2
(m´od p).
Podemos dividir por ( p−1 )! para obtener 2
2 p
≡ 2
p−1
2
≡ ( −1)
p2 −1
(m´od p)
8
que, por la misma raz´on de la proposici´on anterior, implica la igualdad:
2 p
3.6.2.
= (−1)
p2 −1
8
.
Ley de reciprocidad cuadr´ atica
La ley de reciprocidad cuadr´ atica fue descubierta por Euler en torno al a˜ no 1745. Gauss, a su vez, tambi´en la descubri´ o y produjo la primera demostraci´on completa en 1796, varios a˜ nos despu´es de sus Disquisitiones Arithmeticae . Hoy en d´ıa se conocen muchas demostraciones distintas. A continuaci´ on vamos a presentar una de las m´ as sencillas conceptualmente, que est´ a basada en el siguiente lema de Gauss.
´ 3.6. LEY DE RECIPROCIDAD CUADR ATICA
17
Lema 3.6.8 (de Gauss). Sea p un primo impar y a un entero no divisible por ´el.
Dado x = 1, . . . , p−1 , sea ax ≡ x ux (m´od p), donde ux es un entero del conjunto 2 p−1 {1, 2, . . . , 2 } y x = ± 1. Entonces
a p
= 1 · · · p−1 . 2
, tanto el Demostraci´ on. En primer lugar observemos que dado x, 1 ≤ x ≤ p−1 2 entero ux , 1 ≤ ux ≤ p−1 como el n´ umero x est´ an un´ıvocamente determinados por 2 la relaci´on ax ≡ x ux (m´od p). En efecto, si ax1 ≡ u (m´od p) y ax2 ≡ −u (m´od p), entonces a(x1 + x2 ) ≡ 0 (m´od p), lo que es imposible por ser 1 ≤ x 1 , x2 ≤ p−1 . 2 Multiplicando las congruencias para cada x, 1 ≤ x ≤ a
p−1
2
p − 1 1 · 2··· 2
Es decir a
p−1
2
≡ 1 · · · p−1 1 · 2 · · · 2
≡ 1 · · · p−1 2
p−1
2
p − 1 2
obtenemos (m´od p).
(m´od p).
Basta entonces con aplicar el criterio de Euler para concluir la demostraci´ o n del lema. atica). Sean p y q n´ umeros primos imTeorema 3.6.9 (Ley de reciprocidad cuadr´ pares distintos. Tenemos que
p q
(p−1)(q−1) q 4 = (−1) . p
Demostraci´ on. Sean p = 2n + 1, q = 2m + 1. Apliquemos el lema de Gauss para a = q con respecto al conjunto {1, 2, . . . , n}, n = p−1 . 2 Tenemos, para cada x, 1 ≤ x ≤ n, qx ≡ x ux
(m´od p) con 1 ≤ u x ≤ n,
x ∈ {−1, +1}.
Es decir, qx = x ux + py donde x , ux , y est´an un´ıvocamente determinados por estas condiciones cuando x est´a dado. En particular x toma el valor −1 si y s´olo si py = qx + ux , con 1 ≤ u x ≤ n.
CAP ´ ITULO 3. CONGRUENCIAS
18 Ello implica que y > 0 y, adem´as, y ≤
1 1 q + 1 (qx + ux ) ≤ (q + 1)n < = m + 1. p p 2
En otras palabras, x = −1 si y s´olo si podemos fijar un y tal que la pareja (x, y) satisface las condiciones
1 ≤ x ≤ n 1 ≤ y ≤ m 1 ≤ py − qx ≤ n.
Consiguientemente, si N designa al n´ umero de tales parejas, el lema de Gauss nos dice que q = (−1)N . p An´alogamente p = (−1)M , q
donde M es el n´ umero de parejas (x, y) que verifican
1 ≤ x ≤ n 1 ≤ y ≤ m 1 ≤ qx − py ≤ m.
Ahora como p y q son primos entre s´ı y 1 ≤ x < p entonces qx − py no puede ser nunca cero y podemos escribir
p q
q = (−1)M +N , p
donde ahora M + N es el n´ umero de parejas que satisfacen las condiciones
1 ≤ x ≤ n 1 ≤ y ≤ m −n ≤ qx − py ≤ m.
Sea S el n´ umero de parejas (x, y) tales que
1 ≤ x ≤ n 1 ≤ y ≤ m qx − py < − n.
´ 3.6. LEY DE RECIPROCIDAD CUADR ATICA
19
Sea T el n´ umero de parejas (x , y ) que verifican
1 ≤ x ≤ n 1 ≤ y ≤ m qx − py > m.
Entre estos conjuntos existe una correspondencia biyectiva dada por x = n + 1 − x y = m + 1 − y.
Por lo tanto S = T . Por otro lado M +N +S + T = mn, entonces (−1)M +N = (−1)mn y el teorema queda demostrado.
3.6.3.
Ejemplos y aplicaciones
La ley de reciprocidad cuadr´ a tica es uno de los resultados m´as notables de la Teor´ıa de los N´ umeros: una relaci´ on sorprendente y a la vez sencilla entre las 2 propiedades de las congruencias x ≡ q (m´od p) y x2 ≡ p (m´od q ). Es tambi´en pieza importante de otras teor´ıas aritm´eticas. a) La ley de reciprocidad cuadr´ atica nos permite calcular el valor de muchos casos.
m p
en
que queremos estudiar si la congruencia x2 ≡ 315 (m´od 65537) tiene soluci´ on, sabiendo de antemano que 65537 es rimo. Ejemplo: Supongamos
Por supuesto podr´ıamos ir comprobando todos los restos m´ odulo 65537, pero la ley de reciprocidad cuadr´ atica nos proporciona un m´etodo mucho m´ as r´apido. Recordemos que el s´ımbolo de Legendre es una funci´ on multiplicativa. 32 5 7 = = 65537 65537 65537 4·65536 6·65536 7 65537 65537 = (−1) 4 (−1) 4 65537 5 7 2 3 = = (−1)(−1) = 1. 5 7
315 65537
=
5 65537
32 · 5 · 7 65537
Es decir, la congruencia x2 ≡ 315 (m´od 65537) tiene soluci´ on. De hecho tiene exactamente dos soluciones pero la Ley de reciprocidad cuadr´ atica no nos da una pauta para encontrarlas.
CAP ´ ITULO 3. CONGRUENCIAS
20
b) Otro ejemplo interesante de aplicaciones es el siguiente. Queremos saber para qu´e primos, la congruencia x2 ≡ 3 (m´od p) tiene soluci´ o n. Es decir, para qu´e valores de p se tiene que p3 = 1.
3 p
Como
p = 3
y
(−1)
p−1
2
=
=
+1 −1
+1 −1
p−1 p (−1) 2 . 3
si p ≡ 1 (m´od 3) si p ≡ −1 (m´od 3) si p ≡ 1 (m´od 4) si p ≡ −1 (m´od 4)
resulta que
3 p
3.7.
=
+1 −1
si p ≡ ±1 si p ≡ ±5
(m´od 12) (m´od 12).
Ejercicios del cap´ıtulo 3
umero. Luego se ha escrito otro, permutando las cifras del 3.7.1. Se ha escrito un n´ primero. La diferencia de los dos n´ umeros es 391738X ¿Qu´e d´ıgito es la ultima ´ cifra representada por X ? 3.7.2. Sea S un conjunto de n enteros no necesariamente distintos. Demostrar que
alg´ un subconjunto no vac´ıo de S posee una suma divisible por n. 3.7.3. Demostrar que
n k=1
k10k es m´ ultiplo de 3 si y s´ olo si n ≡ 1 (m´od 3).
3.7.4. Hallar el resto al dividir el n´ umero 999 998 997 . . . 003 002 001 000 entre
13. umero n expresado en base 2 se escribe 10010100111010100011, Decir si 3.7.5. El n´ es m´ ultiplo de 3. od n), 3.7.6. Probar el rec´ıproco del teorema de Wilson: Si (n − 1)! + 1 ≡ 0 (m´ entonces n es primo. 3.7.7. Demostrar que si n + 2 es primo, n > 1, entonces n2n + 1 no es primo.
3.7. EJERCICIOS DEL CAP ´ ITULO 3
on f (x, y) = 3.7.8. Sea la funci´ y! + 1.
y−1
2
21
{|B 2 − 1| − (B 2 − 1)} + 2 donde B = x(y +1)+
a) Demostrar que f (x, y) es primo para todo x, y ∈ Z. b) Demostrar que para todo primo p = 2, existen unos ´ unicos x e y tales que f (x, y) = p. 3.7.9. Demostrar que para todo n ≥ 3, n
π(n) = 1 +
j =3
( j − 2)! ( j − 2)! − j j
.
3.7.10. Sean a,b,x0 enteros positivos, y sea xn = axn−1 + b para todo n ≥ 1.
Demostrar que xn no puede ser primo para todo n. o en un colegio que ten´ıa entre 150 y 300 colegiales. Ahora, 3.7.11. D. Jos´e estudi´ aunque no recuerda el n´ umero de colegiales que eran, s´ı se queja de no haber podido practicar ni f´ utbol, ni baloncesto, ni balonmano porque, cuando en cada deporte se intentaba organizar el colegio en equipos, siempre faltaba o sobraba uno. ¿Podr´ıas recordar a D.Jos´e cu´ antos colegiales eran? 3.7.12. Caracterizar los enteros x que satisfacen simultaneamente las congruencias
x ≡ 7 (m´od k), 2 ≤ k ≤ 10. ¿Puede alguno de estos enteros ser un cuadrado? od 98). 3.7.13. Hallar todas las soluciones de la congruencia x 3 +2x2 − x+6 ≡ 0 (m´ od n) para todo a, (a, n) = 1, entonces h divide 3.7.14. Demostrar que si a h ≡ 1 (m´ a φ(n). 3.7.15. Demostrar que el conjunto de puntos de coordenadas visibles desde el origen
contiene cuadrados vac´ıos tan grandes como queramos. od 561) para todo a con (a, 561) = 1. 3.7.16. Demostrar que a560 ≡ 1 (m´ ´ cifra de 13n! . 3.7.17. Para cada entero positivo n encontrar la ultima 3.7.18. Demostrar que existen infinitos enteros positivos que no son suma de tres
cuadrados. umero de Fermat y p un primo. Demostrar que si p divide a F n 3.7.19. Sea F n un n´ entonces p = 2n+1 k + 1 para alg´ un entero k. 3.7.20. Probar que todo entero satisface alguna de las congruencias
x ≡ 0 (m´od 2), x ≡ 3 (m´od 3), x ≡ 1 (m´od 4), x ≡ 3 (m´od 8), x ≡ 7 (m´od 12), x ≡ 23 (m´od 24).
CAP ´ ITULO 3. CONGRUENCIAS
22
odulo p y sea A = { a1 , . . . , a p−1} el subconjunto 3.7.21. Sea g una ra´ız primitiva m´ de Z ( p−1) p donde cada a i se define como la ´ unica soluci´ on m´ odulo ( p − 1) p al sistema i x ≡ i (m´od p − 1), x ≡ g (m´od p). Demostrar que A tiene la propiedad de que todas las diferencias ai − a j , i = j son distintas. Demostrar tambi´en que no puede haber un conjunto A con p elementos que tenga esta misma propiedad. 3.7.22. Demostrar que existen infinitos primos de la forma 4n + 1.
on x2 ≡ 5 (m´od p) tiene solu3.7.23. Hallar los primos p para los cuales la ecuaci´ ci´ on. on necesaria y suficiente para que la progresi´ on aritm´etica 3.7.24. a) Dar una condici´ an + b tenga infinitos cuadrados. b) Utilizar el apartado anterior para estudiar la existencia de infinitos cuadrados en la progresi´ on 160 + 103n. on necesaria y suficiente, en funci´ on de a, b y c, para que 3.7.25. Dar una condici´ la congruencia ax2 + bx + c ≡ 0 (m´od p) tenga soluci´ on. Aplicar esto ultimo ´ para 2 estudiar la existencia de soluciones de la congruencia 5x − 13x + 8 ≡ 0 (m´od 37). on la congruencia 5x2 − 3.7.26. Caracterizar los primos para los que tiene soluci´ 3x + 1 ≡ 0 (m´od p). 3.7.27. Demostrar que para todo polinomio Q(x) = ax 2 +bx+c, no constante, existen
infinitos primos p para los que la congruencia Q(x) ≡ 0 (m´od p) tiene soluci´ on. aticos positivos y me3.7.28. Demostrar que el producto de todos los residuos cuadr´ nores que p es congruente con (−1)
p+1
2
(m´od p).
od 101) tiene una unica ´ solu3.7.29. Demostrar que la congruencia x5 ≡ 300x (m´ ci´ on. ultiplo 3.7.30. Demostrar que la suma de tres cuadrados consecutivos no puede ser m´ de 19. un 3.7.31. Demostrar que si (x, y) = 1 entonces x2 + y 2 no es divisible por ning´ primo p ≡ 3 (m´od 4). olo si 3.7.32. Demostrar que n puede escribirse como suma de dos cuadrados si y s´ en su factorizaci´ on en n´ umeros primos, ν
n = 2
pj ≡1
todos los β k son pares.
αj j
p
(m´ od 4)
qk ≡3
(m´ o d 4)
q kβk
3.7. EJERCICIOS DEL CAP ´ ITULO 3
23
od ps ) con p primo impar, s ≥ 1, 3.7.33. Consid´erese la congruencia x2 ≡ pt b (m´ (b, p) = 1. Probar que a) si t ≥ s, la congruencia tiene soluci´ on. b) si t < s, la congruencia tiene soluci´ on si y s´ olo si t es par y b es un residuo cuadr´ atico m´ odulo p. 3.7.34. Probar que
p x=1
x p
x+1 p
= − 1 si p es cualquier primo impar.