HISTORIA GENERAL DE LAS RELACIONES EXTERIORES DE LA REPÚBLICA ARGENTINA Tomo I Introducción metodológica Por Andrés Cisneros •
1800-1999: De la que!"a #e la #e$%#a# a u$a $ue&a $%e'"a()$
Emprender una historia de las relaciones internacionales de la Argentina durante el siglo XIX plantea un grave problema metodológico grave que es al mismo tiempo un desafío intelectual. ¿Cómo tratar las relaciones "internacionales" de un país antes de que sea una "nación" ! #$ m%s todavía$ antes de que tenga siquiera un Estado$ cualquiera sea la definición politológica de &ste' (or cierto$ no se trata meramente del hecho formal # ) urídico de que comen*amos nuestro relato # recorrido antes de la Independencia$ sino fundamentalmente de que despu&s$ # durante d&cadas$ las provincias argentinas no pose#eron ninguno de los elementos que definen un Estado$ #a que no e+istía un monopolio de la fuer*a legítima ni de la acu,ación de moneda. (or otra parte$ tampoco tampoco estaba estaba clara la definición definición de la )urisdicción )urisdicción territorial del futuro futuro Estado argentino$ ni definidas sus fronteras. El espacio geogr%fico considerado era$ por así decirlo$ vol%til. El -irreinato del ío de la (lata$ en su antiguo dominio$ estaba llamado a desmembrarse$ # la e+tensión de los Estados resultantes sería en gran medida el resultado del accidente histórico. (erfectamente pudo haber surgido un Estado mesopot%mico inclu#endo a la /anda 0riental1 2ormosa$ 3isiones$ Chaco # partes de Corrientes pudieron haber sido paragua#as$ o por el cont contra rario rio$$ 4rug 4rugua ua## # (ara (aragu gua# a# pudi pudier eron on habe haberr sido sido inte integr gran ante tess del del Esta Estado do arge argent ntin ino. o. 5o que antecede no es un mero ra*onamiento contraf%ctico. En la pr%ctica$ durante d&cadas resultó pr%cticamente imposible deslindar las relaciones entre los Estados hispano6parlantes del Cono Cono 7ur 7ur$ de sus sus asun asunto toss "int "inter erno nos" s"$$ prec precis isam amen ente te porq porque ue no cons constititu tuía ían n soci socied edad ades es suficientemente diferenciadas. El caso m%s claro es el del 4rugua# # Argentina. 8urante mucho tiempo$ en las guerras civiles$ los bandos en pugna de un "país" contaron con estrechos aliados en el otro. 4n e)emplo ilustrativo de esta situación lo constitu#e la muerte de 3arco 3. de Avellaneda$ Avellaneda$ el "m%rtir de 3et%n"$ e)ecutado en 7alta por órdenes del oriental 0ribe$ al rebelarse cont contra ra osa osas. s. Esto Estoss alia aliado doss depe depend ndía ían n el uno uno del del otro otro para para su enco encona nada da luch lucha a cont contra ra el adversario "interno"$ de manera que las fronteras entre estos Estados resultaban irrelevantes en relación a los profundos enfrentamientos políticos internos. En cierta cierta medida$ medida$ una una situación situación similar similar ocurrió ocurrió con con el 4rugua# 4rugua# # el sur del del /rasil9 /rasil9 ni siquiera siquiera entre los mundos luso e hispano6parlante estaba claro el deslinde. Con tanta m%s ra*ón$ ¿como separar nítidamente los asuntos internos del :oroeste argentino de los bolivianos durante la dictadura de 7anta Cru* en el Altiplano' ¿; como separar los asuntos internos del (er< de los de /olivia durante ese período' Esto Esto a su ve* signif significa ica que$ que$ al menos duran durante te el siglo dieci diecinue nueve$ ve$ no podemo podemoss tratar tratar las relaciones relaciones "internacional "internacionales" es" de la Argentin Argentina a en forma autónoma$ autónoma$ desvinculadas desvinculadas del conte+to conte+to ma#or de la realidad histórico6política del Cono 7ur. Cualquier tratamiento del tema que no recono*ca que durante d&cadas despu&s de la independencia formal$ nos encontr%bamos a
separados$ # menos a< estar cerca de conformar una "nacionalidad". :o obstante$ como era de su ma#or inter&s obtener reconocimiento internacional$ aacia !??@$ !??@$ muchos de los ob)etivos de de aquellos Estados se habían alcan*ado. 5os países de la región habían logrado consolidarse # adquirir algenrique Cardoso # En*o 2aletto llamaron "desarrollo dependiente" . Esta categoría conceptual fue de importancia para comprender los mecanismos por medio de los cuales esos nuevos Estados de las regiones perif&ricas se vincular laron con las las economía mías centrale raless. 8esde 8esde !??@ # hasta hasta !B@ !B@ los paíse paísess del Cono Cono 7ur avan*ar avan*aron on hacia hacia una ma#or ma#or importancia importancia internacional$ basada en el esquema descripto. (ero la 7egunda Duerra 3undial tra)o apare)ado un cambio en la estructura del mundo$ que conspiró en t&rminos de igualdad formalcontra esa relativa paridad que los tres países m%s importantes del Cono 7ur estaban logrando frente a las grandes potencias. (or supuesto$ no se intenta afirmar que estos Estados estuviesen alcan*ando una efectiva paridad$ en un plano de poder político$ con dichas potencias$ sino simplemente se,alar que por su grado de organi*ación habían obtenido #a un completo reconocimiento internacional. Estos países podían interactuar$ en la &poca mencionada$ desde una ma#or paridad con las grandes potencias que la que e+iste ho#$ en parte debido a las enormes distancias geogr%ficas con el resto del mundo$ # sobre todo a que la comunicación$ el transporte # la tecnología militar no se habían desarrollado aemi >emisf sfer erio io 0c 0cci cide dent ntal al.. En ese conte+t conte+to$ o$ incluso incluso los desafío desafíoss al poder poder hegemó hegemónic nico o estuvier estuvieron on marcado marcadoss por una asimetría cada ve* ma#or entre las grandes potencias # la periferia$ de modo que el costo de las diferencias se agigantó. (rueba elocuente de ello fue el costosísimo boicot económico # político infligido a la Argentina por los Estados 4nidos$ como consecuencia de nuestra neutralidad durante la 7egunda Duerra 3undial. 7in caer en la e+ageración$ puede decirse que dicho boicot arruinó la economía argentina # causó un gravísimo da,o a su sistema político F. :o bastaba con oponerse a la potencia hegemónica para evitar su dominio. Incluso los desafíos "e+itosos" así evaluados en tanto impedían el logro de los ob)etivos norteamericanos resultaban con frecuencia victorias pírricas$ en las que los costos para un país como la Argentina de conseguir alg
separados$ # menos a< estar cerca de conformar una "nacionalidad". :o obstante$ como era de su ma#or inter&s obtener reconocimiento internacional$ aacia !??@$ !??@$ muchos de los ob)etivos de de aquellos Estados se habían alcan*ado. 5os países de la región habían logrado consolidarse # adquirir algenrique Cardoso # En*o 2aletto llamaron "desarrollo dependiente" . Esta categoría conceptual fue de importancia para comprender los mecanismos por medio de los cuales esos nuevos Estados de las regiones perif&ricas se vincular laron con las las economía mías centrale raless. 8esde 8esde !??@ # hasta hasta !B@ !B@ los paíse paísess del Cono Cono 7ur avan*ar avan*aron on hacia hacia una ma#or ma#or importancia importancia internacional$ basada en el esquema descripto. (ero la 7egunda Duerra 3undial tra)o apare)ado un cambio en la estructura del mundo$ que conspiró en t&rminos de igualdad formalcontra esa relativa paridad que los tres países m%s importantes del Cono 7ur estaban logrando frente a las grandes potencias. (or supuesto$ no se intenta afirmar que estos Estados estuviesen alcan*ando una efectiva paridad$ en un plano de poder político$ con dichas potencias$ sino simplemente se,alar que por su grado de organi*ación habían obtenido #a un completo reconocimiento internacional. Estos países podían interactuar$ en la &poca mencionada$ desde una ma#or paridad con las grandes potencias que la que e+iste ho#$ en parte debido a las enormes distancias geogr%ficas con el resto del mundo$ # sobre todo a que la comunicación$ el transporte # la tecnología militar no se habían desarrollado aemi >emisf sfer erio io 0c 0cci cide dent ntal al.. En ese conte+t conte+to$ o$ incluso incluso los desafío desafíoss al poder poder hegemó hegemónic nico o estuvier estuvieron on marcado marcadoss por una asimetría cada ve* ma#or entre las grandes potencias # la periferia$ de modo que el costo de las diferencias se agigantó. (rueba elocuente de ello fue el costosísimo boicot económico # político infligido a la Argentina por los Estados 4nidos$ como consecuencia de nuestra neutralidad durante la 7egunda Duerra 3undial. 7in caer en la e+ageración$ puede decirse que dicho boicot arruinó la economía argentina # causó un gravísimo da,o a su sistema político F. :o bastaba con oponerse a la potencia hegemónica para evitar su dominio. Incluso los desafíos "e+itosos" así evaluados en tanto impedían el logro de los ob)etivos norteamericanos resultaban con frecuencia victorias pírricas$ en las que los costos para un país como la Argentina de conseguir alg
del :orte$ mientras que Chile se ubicaba en un lugar intermedio. (revisiblemente$ durante el perí períod odo o que que deno denomin minam amos os "de "de sate satelili*a *aci ción ón for* for*os osa" a"$$ hubo hubo dive divers rsas as resi resist sten enci cias as a las las pretensiones del poder dominante$ tanto desde la derecha como desde la i*quierda del espectro político de estos países. (ero como #a se advirtió$ la ma#oría de estos intentos de resistirse a la hegemonía norteamericana se caracteri*aron por las grandes p&rdidas que sufrieron los países d&biles del Cono 7ur$ que no tuvieron contrapartida en los Estados 4nidos$ aenrique Cardoso. A dife diferen rencia cia de período períodoss anterior anteriores es en los que el poder poder del Estado Estado había había sido sido el ob)eti ob)etivo vo primordial de las políticas e+teriores$ la era posmoderna tra)o consigo políticas e+teriores cu#o ob)etivo acia fines del milenio$ por lo tanto$ nuestro país pasó a estar en la vanguardia de la pa* # la convivencia internacional. Este feli* feli* presente presente fue el el producto producto de los los largos largos # dolorosos dolorosos proces procesos os que se se describir%n describir%n a lo lo largo de esta Historia General de las Relaciones Exteriores Argentinas$ cu#a (arte (rimera$ Las icamos mos ho# en seis tomos. Rela Relaci cion ones es Exte Exteri rior ores es de la Arge Argent ntin ina a Embr Embrio iona nari ria a$ publica Como veremos$ los comien*os de la Argentina naciente no sólo pueden ser calificados de difíciles9 fueron tambi&n una aventura hacia lo desconocido. :uestro país nació a partir de la voluntad de un Cabildo que sólo se representaba a sí mismo$ en el conte+to del vacío de poder producido por la prisión de 2ernando -II # la invasión napoleónica de Espa,a$ que volvía ine+orable un cambio$ # que depositaba el futuro en las manos de quienes tuvieran el cora)e$ la fuer*a # la fortuna de imponerse al abismo que se abría a sus pies. Esos fueron los hombres # mu)eres de /uenos Aires.
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El Cono Sur hispanoparlante antes de la Independencia
Con Con segu seguri rida dad$ d$ en los los much muchos os caso casoss a lo anch ancho o # larg largo o de >isp >ispan anoa oam& m&ri rica ca en que que la Independencia significó la guerra tanto civil como e+tran)era #$ por a,adidura$ en el marco de un inmenso territorio con importantes conflictos de intereses # divisiones económicas$ la caída del Estado colonial resultaba inevitable$ # este colapso retroalimentó la anarquía # el caos. al al fue por cierto el caso de la Argentina. 3
En esa especie de de caos primigenio que siguió a la crisis de la Independencia Independencia en en la región región del ío de la (lata$ la idea de conformar un Estado unificado nunca fue totalmente abandonada por las clases dirigentes. 7in embargo$ ninguna de las provincias o regiones estaba dispuesta a renunciar a la opción de una independencia provincial o regional$ si es que no se conseguía estruc estructur turar ar una federa federació ción n compa compatib tible le con sus intere intereses ses.. 5a unión unión "nacio "naciona nal" l"es es decir decir$$ la posibilidad de crear un Estado con potestades supraprovinciales$ fuera o no una aut&ntica "nación"tenía un significado diferente para cada una de las regiones$ intereses # facciones en conflicto$ # estos significados no eran fi)os sino que estaban su)etos a una continua sucesión de cambios$ de acuerdo con el flu)o de las realidades económicas # políticas. E+aminando este proceso$ en el que no e+istía nada parecido a una nación ni a un Estado "nacional"$ # donde hasta cierto punto ni siquiera había un mercado$ resulta incluso difícil definir el concepto de pertenencia a un Estado determinado$ por la falta de una definición de la )urisdicción territorial de referencia. ¿Ciudadano de qu&' :i siquiera estaba claro el significado del vocablo "argentino"$ que como lo revelaron las investigaciones de Angel osenblat !$ hasta la d&cada de !?@ estaba m%s cerca de significar "porte,o" que de designar una identidad m%s amplia. ; de acuerdo con Jos& Carlos Chiar Chiaramo amonte nte$$ en aquell aquellos os primer primeros os tiempo tiemposs el nombre nombre de "Argen "Argentin tina" a" sólo sólo era aplica aplicado do en referencia a una )urisdicción ma#or a la de /uenos Aires$ cuando se daba por supuesto que ese territorio se encontraba ba)o la &gida de dicha ciudad . Esa "(roto6Argentina" era una especie de /uenos Aires6(lus$ /uenos Aires m%s el territorio circundante que /uenos Aires estuviera en condiciones de controlar. Chiaramonte Chiaramonte recupera una deliciosa an&cdota de Jos& 3aría (a*$ quien cuenta en sus memorias que una hi)a del general Ignacio Klvare* homas peruano de Arequipa$ pero 8irector 7upremo Interino de una /uenos Aires independiente le había dicho a su sirvienta9 "<$ Dertrudis$ eres argentina # no debes emplearte en servicio de una familia provinciana$ pues eres me)or que ella" F. 5os Klvare* se consideraban "argentinos" por haberse "avecindado" en /uenos Aires. En cambio$ un nativo de Córdoba que no viviera # pose#era casa en /uenos Aires era cordob&s siempre que pose#era casa en Córdoba$ es decir$ fuese "vecino"$ # era asimismo "espa,ol americano"$ pero no "argentino"$ concepto reservado para los vecinos de /uenos Aires # sus inmediaciones. Como se di)o di)o anteriormente$ anteriormente$ el el movimiento movimiento independentista independentista estuvo claramente asociado con los intereses de /uenos Aires$ # este fue un obst%culo tanto para la independencia como para la unificación. 5as tendencias centrífugas que siguieron a !?!@ degeneraron en conflictos armados crónicos entre ciudades que concentraban poder$ soberanía # un sentido de identidad. 5as provincias emergieron como el %mbito territorial propio de estas ciudades6estado. 5os caudillos no fueron sino los hombres fuertes de los mispanoam&rica$ pero a
el actual$ las dirigencias de los Estados de la Am&rica latina comen*aron a percibir la necesidad de auspiciar integraciones regionales. 2rente a este pro#ecto$ los enemigos de la cooperación e integración pero amigos de las hipótesis de conflicto mili tar entre Estados vecinos podían apelar al e+itosamente generado nacionalismo artificial$ para predicar sobre los peligros de dicha cooperación. ; a esta problem%tica se relaciona$ por cierto$ el pró+imo desafío que enfrenta la Am&rica latina en general$ el Cono 7ur en particular$ # m%s específicamente nuestra Argentina9 reconstruir la identidad comistoria Deneral de las elaciones E+teriores Argentinas. El nuestro ser% un periplo que partir% de la identidad comispanoam&rica1 pasar% por el proceso de su destrucción1 por las guerras # las hipótesis de conflicto con los vecinos1 por nuestra inserción en el mundo como Estado individual$ a veces cooperando # otras confrontando con grandes potencias a)enas a la región latinoamericana$ pero siempre a partir de un pro#ecto político limitado a los estrechos límites de la ep
Divisiones y divergencias de intereses en el Cono Sur hispanoamericano a principios del siglo XIX
:uestro punto de partida no puede ser otro que el del -irreinato del ío de la (lata$ la unidad )urisdiccional del Imperio Espa,ol de la cual emergerían eventualmente cuatro Estados independientes$ entre ellos$ por supuesto$ la epacia !?!L sólo había unos FG propietarios de tierras$ # la ma#or parte de la producción ganadera provenía de la ca*a de ganado silvestre por parte de indios # gauchos nómades$ sin empleo formal. 7eg.7. 2erns$ el gran desafío argentino del siglo XIX fue disciplinar esta mano de obra rural an%rquica$ que tendía a desaparecer como fuer*a de traba)o organi*ada cada ve* que fue necesario movili*arla para nutrir a los e)&rcitos en las guerras e+ternas e internas$ # que adquirió un inter&s creado en la guerra permanente$ #a que &sta le devolvía su libertad primigenia # le abría posibilidades de ascenso social antes desconocidas . 3ientras tanto$ la ciudad de /uenos Aires$ que era desde principios del siglo X-III el centro de importación de esclavos para el e+tremo sur del Imperio Espa,ol$ creció r%pidamente como consecuencia del establecimiento del nuevo virreinato. 7e desarrolló una clase comercial$ alimentada por la nueva inmigración espa,ola. Esta clase comercial dominaba el comercio con lo que posteriormente sería /olivia$ que se conocía como el Alto (er<. Así los comerciantes de /uenos Aires pudieron desarrollar un beneficioso comercio de e+portación al Alto (er<$ a cambio de met%lico de ese origen. 5as provincias que estaban al norte de /uenos Aires en la ruta altoperuana tambi&n vendían sus mulas$ lanas$ cueros # vagones al Alto (er<$ mientras que las provincias ubicadas al oeste vendían trigo$ uvas # alfalfa a dicha región. Algo de este comercio especialmente el trigo # el 5
vino sería despla*ado despu&s de !GG? por reformas económicas que favorecerían la competencia espa,ola. 5as provincias ubicadas al este del virreinato el llamado 5itoral$ inclu#endo la /anda 0riental tambi&n se desarrollaron considerablemente durante la segunda mitad del siglo X-III. 7e beneficiaron con la inmigración de traba)adores de las antiguas misiones )esuíticas$ ubicadas hacia el norte de esa región. 5os indígenas locales no eran guerreros como aquellos que se encontraban m%s al sur$ # si bien ellos tambi&n se dedicaban al saqueo$ eventualmente se convirtieron en los intermediarios del comercio clandestino de las colonias espa,olas con el /rasil portugu&s$ que contribu#ó a la e+pansión de la producción ganadera. Aunque 3ontevideo era la capital natural de estas provincias litorale,as$ encontró difícil la competencia con la ma#or rique*a mercantil de /uenos Aires. 3%s hacia el norte encontramos una dura competencia entre las antiguas misiones )esuíticas # (aragua#. 5uego de la e+pulsión de los )esuitas en !GLG$ las misiones$ que estaban organi*adas como comunidades indígenas$ se pusieron en contacto clandestino con coloni*adores espa,oles$ # su población decreció r%pidamente$ en su ma#or parte debido a las migraciones de indígenas hacia el sur. 5as 3isiones continuaron con su producción de algodón$ e+portando te+tiles primitivos # #erba mate$ cu#o uso los )esuitas habían difundido por una vasta región que llegaba hasta Muito. (ero su producción decreció$ # esto benefició a la competencia paragua#a$ que ganó antiguos mercados )esuitas # tambi&n salió gananciosa de la promoción de la producción de tabaco llevada a cabo por Espa,a. En (aragua#$ el idioma dominante$ usado tanto por los indios como por los mesti*os$ era el guaraní$ a pesar del conte+to de una cultura casi totalmente hispani*ada. Este factor diferenciaba al (aragua# de otras subregiones del virreinato. (or otra parte$ la ma#oría india # mesti*a estaba ba)o la dominación de una &lite criolla que se percibía a sí misma como &tnicamente espa,ola. En contraste$ en las 3isiones e+istía una sociedad indígena que r%pidamente sufría un catastrófico colapso. Dran parte del comercio del 5itoral$ sin embargo$ estaba dominado por comerciantes de /uenos Aires$ #a que a los comerciantes locales les faltaba capital # tenían deudas con los comerciantes porte,os. 5a m%s importante e+portación al e+terior era el cuero$ mientras que las carnes saladas eran en su ma#or parte vendidas al /rasil para el consumo de esclavos. :o obstante$ el centro económico # poblacional m%s importante del -irreinato del ío de la (lata era el Alto (er<$ el cual al decir de ulio >alperin 8onghi se había convertido en una suerte de subcolonia de /uenos Aires por orden de la Corona F. El propósito de crear esta subcolonia era dotar al virreinato 66que fuera establecido$ como #a se di)o$ por consideraciones estrat&gico6 militares66 con recursos financieros propios para su sustento. 5a economía altoperuana estaba dominada por la minería$ principalmente la de (otosí # 0ruro. 5a agricultura local proveía a la demanda generada por esa minería. 5os indígenas estaban sometidos al traba)o for*oso en las minas$ ba)o la institución de la mita. 5os centros comerciales altoperuanos$ de los cuales el m%s importante era 5a (a*$ tambi&n se desarrollaron durante la segunda mitad del siglo X-III. Con la llegada del siglo XIX esta economía comen*ó a decaer r%pidamente$ debido en primer t&rmino a la imposibilidad de conseguir mercurio$ un insumo de la minería importado desde Espa,a$ # luego por el gradual agotamiento de las mismas minas. ; los indígenas$ muchos de los cuales se habían organi*ado en comunidades propias$ tenían que pagar con su traba)o por la manuntención de ambas &lites9 la espa,ola dividida en "peninsular" # "americana" # la indígena. 5a &lite indígena era usada por los espa,oles para mantener su sistema de dominación # generalmente era odiada m%s que los mismos espa,oles. Este era el caso en donde quiera que hubiese una alta densidad de población indígena. A veces$ los )efes indígenas eran convocados por las autoridades coloniales a gobernar sus propias comunidades. Al igual que en Muito$ los indígenas del Alto (er< utili*aban sus lengua)es nativos$ quechua # a#mar%$ # la ma#or parte de ellos no entendía el castellano. 8el otro lado de los Andes$ en el valle central de Chile$ que no era parte del -irreinato del ío de la (lata sino una capitanía que formalmente estaba ba)o la )urisdicción de 5ima aunque en la pr%ctica era casi autónoma$ se produ)o un considerable crecimiento a fines del siglo X-III # principios del XIX. Creció la producción # e+portación de m etales preciosos. Esta era su principal 6
rique*a$ sin embargo. 5ima era el mercado tradicional para el trigo chileno$ # (er< sufría una crisis severa$ debido en parte a que la creación del -irreinato del ío de la (lata había sacado de su domino al Alto (er< # su plata. Consecuentemente$ la demanda de trigo chileno deca#ó$ lo que impidió la e+pansión de la producción de ganado en Chile. El mismo problema se daba con la e+portación de cebo chileno al (er<. Al mismo tiempo$ los cueros chilenos perdieron en la competencia con los de /uenos Aires debido a la venta)a geogr%fica de estos alperín 8onghi$ tanto si tomamos como unidad de an%lisis al Cono 7ur hispano6 parlante como a la unidad ma#or de la Am&rica espa,ola$ el panorama completo de la región es paradó)ico en tanto había simult%neamente una cierta unidad # una enorme fr agmentación en peque,as regiones. 5a coloni*ación se concentró en nispanoam&rica no era necesaria ni "natural". 5os futuros Estados sudamericanos tenían m%s en coma# e)emplos mu# ilustrativos de este fenómeno$ como el de Andr&s /ello$ que habiendo nacido en -ene*uela$ representó primero al grupo revolucionario de su provincia en 5ondres1 luego al gobierno independiente de -ene*uela en Inglaterra1 m%s tarde$ tambi&n en 5ondres$ a otros gobiernos hispanoamericanos adem%s del su#o1 # finalmente se mudó a Chile$ dónde le tocó ser el arquitecto de la primera política e+terior estable de ese Estado. Casos an%logos entre muchos son el presidente de la (rimera Junta revolucionaria de /uenos Aires$ Cornelio 7aavedra$ que era boliviano1 el director supremo interino de las (rovincias 4nidas del ío de la (lata$ general Ignacio Klvare* homas$ peruano de Arequipa1 el primer emba)ador de /olivia en /uenos Aires$ nacido cordob&s$ el de%n Dregorio 7
2unes1 # el fundador del Colegio 3ilitar boliviano$ que no fue sino el e+iliado /artolom& 3itre$ all% por los mismos tiempos en que 8omingo 2. 7armiento era funcionario chileno. (ara comprender cabalmente por qu& fenómenos como los mencionados$ que ho# nos parecen tan anómalos$ eran entonces moneda corriente$ ha# que enfati*ar que cuando decimos que las diversas )urisdicciones # comarcas de la región tenían en comispanoam&rica O. Esta situación generó un clima cultural de grandes similitudes en todo el mundo colonial$ contribu#endo a conformar identidades comparables$ a partir de raíces comunes. F. 0tra e+periencia compartida fue el car%cter # la evolución de los mercados de la región. 4n elemento de dicha e+periencia fue el monopolio comercial$ que adem%s de establecer una ispanoam&rica se abastecía e+ceptuado el contrabando. 5as restricciones a la entrada de libros afectó a todo el Imperio americano. Adem%s$ la región compartió graves vicisitudes$ no siendo la menor la cat%strofe demogr%fica del siglo X-II$ provocada por la sobre+plotación de la población indígena. 8esde 3&+ico a ucum%n$ la agricultura debió ser reempla*ada por la cría de ganado debido a la escase* de mano de obra. 5as comunidades indígenas agrarias$ de las cuales los espa,oles habían obtenido rentas # traba)o$ fueron a veces sustituidas por las haciendas espa,olas$ mane)adas directamente por los peninsulares. (ero el mismo decrecimiento de la población limitaba la producción de las haciendas debido al insuficiente mercado de consumo. ; el traba)o no era libre sino for*ado9 aun donde había nominalmente traba)o libre$ las deudas de los peones con sus terratenientes anulaban esta libertad. El verdadero traba)o asalariado requirió siglos para desarrollarse. En este plano$ como veremos$ la situación del ío de la (lata era particularmente primitiva$ pero era tan sólo un caso e+tremo de un fenómeno que en menor medida # con variantes locales se había registrado en varios momentos # lugares de la historia de >ispano%merica. . 0tro aspecto com
7in embargo$ no debe olvidarse que e+istía en >ispanom&rica una división esencial entre los territorios hispani*ados # los que aabía tambi&n una e+trema desigualdad en la densidad de la población. >acia el final del siglo X-III casi la mitad de los trece millones de habitantes oficialmente reconocidos vivían en 3&+ico$ e incluso allí se concentraban en Anahuac. (ara ilustrar esto$ uno podría recordar una an&cdota contada por >alperín 8onghi$ de un obispo de la provincia de Córdoba$ en el -irreinato del ío de 5a (lata$ quien se preguntó a sí mismo si la e+tremadamente poco densa población de su diócesis no era demasiado e+igua como para hacer posible la disciplina social$ sin la cual no era posible la lealtad política al soberano ni la lealtad religiosa a la Iglesia. En otras palabras$ el caos e+istía en potencia$ # era el poder espa,ol lo que temporariamente impedía que se ense,oreara sobre aquellas tierras. Eso pronto cambiaría. •
La especificidad del Brasil lusoparlante
En algispanoam&rica9 es la totalidad del Imperio (ortugu&s en Am&rica$ sin desmembramientos. 5as raíces de la emergencia de una identidad "nacional" brasile,a son una cuestión opinable. Algunos e+pertos la ubican hacia !LO$ cuando los holandeses fueron e+pulsados del :oreste luego de O a,os de ocupación$ o aispanoam&rica. Entre los diversos factores que e+plican las diferencias entre las circunstancias de las colonias luso e hispano6parlantes pueden incluirse los siguientes9 !. 5a oligarquía brasile,a estaba menos firmemente arraigada en /rasil que la hispanoamericana en sus respectivos territorios. . E+ceptuando el difundido uso de esclavos$ el gobierno colonial portugu&s era menos opresivo que el espa,ol. (ortugal gobernaba a trav&s de la oligarquía local en un grado ma#or que Espa,a. F. /rasil no poseía universidades ni prensa escrita. Esto significaba que la oligarquía local iba a (ortugal a estudiar$ # de este modo los la*os entre las &lites colonial # metropolitana se refor*aban en Coimbra. Era el mismo esquema del sistema colonial brit%nico. Espa,a hi*o lo contrario. . 5a economía esclava generaba temor en la oligarquía. 5os esclavos representaban alrededor de un tercio de la población$ # en algunas regiones # ciudades conformaban la ma#oría. O. 5a economía brasile,a de la segunda parte del siglo X-III estaba orientada hacia la e+portación. 8ependía del comercio transatl%ntico$ # esto generaba una interdependencia entre los comerciantes coloniales # los metropolitanos. 9
L. /rasil dependía del comercio esclavista de (ortugal. G. En /rasil había poco comercio interno en comparación con >ispanoam&rica$ lo que por el momento hacía menos viable la independencia. ?. El monopolio comercial portugu&s estaba menos celosamente guardado que el espa,ol$ per)udicando menos a las &lites locales. B. 5as reformas imperiales de (ortugal eran de menor alcance que las espa,olas # resultaban menos amena*adoras para los intereses locales. !@.(ortugal tenía en ese momento un lidera*go m%s ilustrado que el espa,ol. >abía un gran contraste entre 3anuel Dodo#$ el incompetente # corrupto )efe de ministros de Carlos Idesde !GB en adelante$ # don odrígo 7ousa Coutinho$ quien$ aunque reaccionario$ reconocía las venta)as de una limitada liberali*ación económica. 5a revolución norteamericana había mostrado la vulnerabilidad de los imperios. Como antídoto$ 7ousa Coutinho se ocupó de que se designara a brasile,os en altas posiciones de gobierno$ no sólo en /rasil sino tambi&n en el mismo (ortugal. Como consecuencia de estos factores$ hubo sólo dos rebeliones significativas contra los portugueses en la segunda mitad del siglo X-III. El movimiento de la inconfidencia mineira de !G??6?B fue sin duda el m%s serio$ e involucró algunos de los hombres m%s ricos # poderosos de la región de 3inas Derais. Comen*ó como una protesta contra la tributación arbitraria pero pronto se convirtió en anticolonialista en sus ob)etivos. 7in embargo$ el movimiento fracasó totalmente en inspirar protestas similares en otras regiones. Contrariamente a la inconfidencia mineira$ la conspiración de /ahía de !GB? fue un movimiento mucho m%s radical$ que tuvo el ob)etivo de producir un levantamiento armado de mulatos$ negros libres # esclavos. En la ciudad de 7alvador los blancos eran superados O a !$ # la clase dominante aplastó la rebelión con la energía que el miedo a veces inspira. (or lo dem%s$ la oligarquía de /ahía estaba m%s apegada al esclavismo # al sistema comercial prevaleciente$ debido al auge del a*ispanoam&rica$ neutrali*ando las consecuencias del fracaso de las invasiones inglesas de !?@L6 @G en el ío de la (lata. Como recuerda /ethell $ 5ord 7trangford escribió entonces9 ">e conseguido que Inglaterra estable*ca con el /rasil una relación de soberano a s
7i &sta era la situación$ ¿qu& cosa era el /rasil' ¿A qui&n pertenecía' Al igual que >ispanoam&rica$ el /rasil se encontraba surcado por profundas divisiones regionales$ sociales$ económicas # raciales. Estaban los portugueses # sus protectores brit%nicos$ la oligarquía blanca criolla$ los esclavos$ los indígenas$ los mesti*os ca*adores de indios$ etc. Coe+istían el cinturón a*ucarero$ el sertao$ los intereses mineros # los intereses de los ganaderos sure,os1 estaban tambi&n los productores # los comerciantes$ generalmente defendiendo intereses contrapuestos. 7i en una colonia como la (residencia de Muito podemos simplificar la realidad diciendo que la "nación quechua" estaba dominada por la minoría hispani*ada$ la sociedad brasile,a presentaba una comple)idad mucho ma#or. 8e sólo una cosa podemos estar seguros9 no era una "nación"$ aunque sí fue un Estado donde hubo una continuidad institucional total entre la era colonial # la era independiente. En /rasil$ con la Independencia no hubo crisis severa ni ruptura institucional. :o obstante$ al igual que los otros Estados que emergían en la Am&rica del 7ur$ se disfra*ó de nación$ #a que esta era una forma de legitimar su estructura de poder. >echo esto$ el /rasil se convirtió en el ma#or actor del sistema interestatal que iba a desarrollarse en la Am&rica meridional. •
Definiciones provisorias !
Antes de comen*ar con nuestra historia deben formali*arse algunas definiciones operacionales provisionales$ que cobran relevancia en el conte+to de lo e+presado anteriormente respecto de la parado)a de historiar las relaciones internacionales de Estados que$ en el momento en que comien*a el relato$ eran embrionarios # de ning
se miden en un pla*o m%s largo. ; este concepto se distinguir% de otro a
Chile hacia el :orte$ producto de la Duerra del (acífico. Al producirse &sta$ oca aprovechó para lan*ar su Conquista del 8esierto cuando el grueso de las fuer*as chilenas estaban concentradas en el :orte. esultado9 un tratado de límites que repartió los territorios sure,os de una manera que se apro+imaba a la percepción de lo que debía ser su división natural cordillerana en la d&cada de !?@$ antes de quecon la fundación de 2uerte /ulnes luego (unta Arenas en la d&cada de !?@Chile se adelantara a la Argentina en su proceso de e+pansión hacia el 7ur. El desenlace resuena a )usticia salomónica$ aunque fue el producto de la m%s fiera competencia$ hecho inevitable en los asuntos de Estado. eci&n entonces estuvo consolidado el Estado argentino tal como ho# lo concebimos. eci&n a partir de entonces de)amos de tratar con una tem%tica embrionaria$ al estudiar las relaciones inter6"nacionales" del Estado argentino. El resultado$ sin embargo$ fue e+cepcional porque se evitó la guerra entra la Argentina # Chile$ convirtiendo a estos países en los
son las parado)as propias de la condición humana. El pecado original no inhabilita para la virtud futura$ pero a eso #a lo sabían Ad%n # Eva. Capítulo ! 6 5a destrucción social de la protonacionalidad hispanoamericana. •
Los mitos de pérdidas territoriales de los Estados hispanoparlantes de la América meridional
7i un e+traterrestre estudioso pero desprevenido # algo ingenuo fuera a aterri*ar en el hemisferio occidental terr%queo$ # emprendiera el estudio de los manuales escolares de geografía de los países hispanoparlantes de la Am&rica del 7ur$ al llegar a los capítulos generalmente nominados de "geografía histórica" comprobaría que casi todos estos países registran enormes p&rdidas territoriales a lo largo de su historia. 7i su curiosidad intelectual lo llevara a comparar # sumar las p&rdidas de cada uno de ellos$ se enfrentaría al asombroso descubrimiento de que dicha suma es varias veces ma#or a la masa continental de la Am&rica meridional$ segura se,al de que un agu)ero negro de la historia chupó territorios$ o de que los terr%queos de esta parte del planeta sufren de alg
"Este libro est% destinado a los estudiantes # busca hacer comprender con facilidad toda la magnitud de nuestra tragedia$ los recursos vedados que utili*ó Chile para llevar adelante su guerra de despo)o$ # la incapacidad de nuestros gobernantes para frenar las maniobras del enemigo$ la felonía de &ste # el uso # abuso que hi*o de la fuer*a para e+tender su territorio aprovech%ndose del vecino$ para usufructuar sus rique*as # crecer gracias a ellas L." (osiblemente no sea coincidencia que el Estado que m%s odio instila en sus habitantes contra los de Estados contiguos$ sea uno donde m%s del sesenta por ciento de la población cotidianamente habla quechua o a#mar%$ # donde aun otro segemento ama*ónico se relaciona en otras lenguas indígenas. 7e requiere de un cemento mu# especial para mantener unidas a estas gentes con las poblaciones criollas de 7anta Cru* de la 7ierra$ari)a$ 7ucre # /eni$ en torno del mismo Estado hispani*ado. Est%n unidos no por el amor$ sino por resentimientos compartidos aunque artificiales$ alimentados por un Estado que requiere del odio a Chile para subsistir. Como se apreciar% en el 3apa L G$ las p&rdidas territoriales vene*olanas son aa# muchos otros mitos sobre el origen del Estado # la nacionalidad$ que se incorporaron a las historias oficiales # a los te+tos escolares. En Ecuador$ por e)emplo$ la fundación de la "nacionalidad" local se atribu#e a la cultura chorrera$ que se e+tinguió hace alrededor de @@@ 15
a,os. 2ue ungida como tal porque 6debido a factores que nada tienen que ver con la configuración del Ecuador actual6 su e+tensión territorial correspondió apro+imadamente a la de este Estado sudamericano$ a la ve* que la cultura inca fue desechada porque se considera un imperialismo peruano$ tan vil como el posterior imperialismo espa,ol$ que es el verdadero origen de este Estado hispanoamericano. Mue no ha#a coincidencia entre el territorio abarcado por los indios chorrera hace dos milenios$ # el inmenso territorio bioce%nico supuestamente perdido por el Ecuador de tiempos coloniales$ no parece molestar a los constructores # difusores de mitos ecuatorianos. ampoco les incomoda que entre los chorrera # los incas ha#an medidado varias culturas indígenas de características mu# diversas # dominios territoriales mu# diferentes$ de modo que no e+iste continuidad alguna entre aquel arcaico pasado # estructuras de dominación m%s recientes9 los mitos fundacionales pueden ser tan arbitrarios # contradictorios como ba)o sea el nivel de desarrollo intelectual de la población que los consume. •
Las funciones políticas de los mitos fundacionales
5a historia que se acaba de narrar$ así contada en toda su dimensión comparativa$ tiene ribetes caricaturescos capaces de hacer sonro)ar hasta a un nacionalista convencido de sus propios mitos fundacionales$ #a que si se desnuda el ridículo de los mitos de los otros$ salta a la vista tambi&n que nuestros propios mitos habr%n de parecerles risibles a nuestros vecinos # al resto del mundo. 5a suma de las presuntas p&rdidas territoriales de estos países )ustifica el dicho de Dabriel Darcía 3%rque*$ de que su realismo m%gico no es literatura sino periodismo. 5a Am&rica del 7ur no tiene dimensiones tan colosales$ # los agu)eros negros históricos que chupan territorios son un fenómeno natural hasta ahora no registrado. 7i todas las historias oficiales no pueden tener un fundamento empírico$ si necesariamente alguien est% "equivocado"$ ¿no es posible # hasta probable que lo estemos todos' ¿; a qui&n sirven o sirvieron estos mitos' ¿Cu%les fueron sus funciones políticas$ para pensar el problema en t&rminos mannheimianos$ de sociología del conocimiento'! (ara comprender estos fenómenos$ debemos remontarnos a la realidad imperante en los tiempos en que todos los países hispanoparlantes de la Am&rica del 7ur formaban parte de una misma unidad política centrada en la Corona de Espa,a. Ciertamente$ cuando nuestra historia comien*a a principios del siglo XIX estos países no eran Estados diferenciados entre sí$ ni mucho menos "naciones". Como lo sugirió Andr&s Cisneros en la Introducción metodológica$ el Imperio espa,ol en Am&rica era una suerte de archipi&lago de islas de hispani*ación$ en un oc&ano indígena de etnias # lenguas diversas. 5as islas hispani*adas$ desde 3&+ico hasta /uenos Aires$ tenían en comabía que convencer a la gente local de que el habitante de 16
la )urisdicción contigua a la propia era diferente. ¿(ero como hacerlo si hablaba la misma lengua$ profesaba la misma religión # tenía la misma historia' 5a
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!ué es una naci"n#
7i nos de)amos guiar por los escritos de la ma#oría de los historiadores argentinos de las relaciones internacionales argentinas$ hubo una nación argentina desde el momento mismo de la proclamación de la Independencia. Isidoro ui* 3oreno h.$ por e)emplo$ apela simult%neamente al t&rmino "nación" # al mito de las p&rdidas en t&rminos típicos9 "5a gran nación sucesora del -irreinato del ío de la (lata est% #a mutilada1 no es la misma que midió por el norte el paso marcial de /elgrano1 no es la misma cu#as armas asentó al oriente el general Alvear # cu#as naves llevara al sur el intr&pido /roQn1 no es #a la misma cu#os lindes tra*ara al occidente la espada fulgurante de 7an 3artín .... 4na tras otra hemos visto desga)arse ... las ramas del corpulento virreinato. 5ocura fuera tratar de recogerlas" !. Este segundo mito$ el de una nación # una nacionalidad que e+istieron por lo menos desde !?!L # qui*% desde siempre$ como la 2rancia eterna$ en alg
Dua#aquil' El caso argentino es menos dram%tico$ pero aun así$ ¿no est% claro que$ "ob)etivamente"$ un bonaerense tiene m%s en com
5a primera persona del plural$ uno de los ma#ores misterios del predicamento humano$ emerge muchas veces cuando ob)etivamente el "nosotros" tiene poco fundamento$ a la ve* que otras muchas veces no llega a surgir aun cuando las diferencias entre dos pueblos que se perciben mutuamente como enemigos son perceptibles sólo para ellos mismos t&ngase por caso el de servios # croatas. (or cierto$ tal como lo postuló /enedict Anderson$ qui*% mucho m%s importante que intentar definir ob)etivamente a las naciones es comprender que$ sub)etivamente$ la nación se imagina$ # que es &ste el fenómeno de ma#or relevancia empírica. :o importa qu& factores unan a una población$ si dos segmentos de la misma se imaginan irremediablemente ena)enados. :o importa qu& factores separen a una población$ si sus integrantes se imaginan parte de un mismo pueblo con un destino en com
El origen de las identidades protonacionales
7e di)o anteriormente que hasta bien comen*ado el siglo XIX$ el concepto de "nacionalidad" tal como ho# lo entendemos no e+istía$ # que &ste fue un producto de la ideología rom%ntica del nacionalismo. (or cierto$ hasta entonces el mismo concepto de "nación" fue utili*ado por los ideólogos de la evolución 2rancesa$ # por los patriotas argentinos de la evolución de 3a#o$ entre otros$ no en el sentido antropológico utili*ado m%s arriba que aobsbaQm$ desde este punto de vista las diferencias &tnicas eran tan poco importantes como lo serían posteriormente para los socialistas. "5o que distinguió a los colonos norteamericanos del e# Jorge # sus partidarios no fue la lengua ni la etnicidad$ a la ve* que$ inversamente$ la ep
equivalentes$ como lo eran en muchos te+tos rioplatenses de tiempos de las guerras de la Independencia # la anarquía subsiguiente. 2ue sólo con el romanticismo que cobró auge despu&s de superado el primer tercio del siglo XIX$ que el vocablo "nación" comen*ó a ser utili*ado en su sentido actual$ # fue sólo entonces que emergió una ideología revolucionaria que pronto se volvió hegemónica$ el nacionalismo$ que desafiaba el derecho din%stico$ presuponiendo que un gobierno era legítimo sólo si representaba a una nación definida en t&rminos &tnicos # lingPísticos. (ero &sta no es sólo una cuestión sem%ntica. :o sólo era diferente el significado de "nación"$ sino que no e+istía ning
sorprendentemente universal9 la comunidad imaginada de la cristiandad occidental era mucho m%s inclu#ente que las posteriores comunidades imaginadas nacionales$ a la ve* que el latín obraba como una suerte de cemento lingPístico paneuropeo$ restringido a las clases gobernantes # eclesi%sticas. odo esto comen*ó a cambiar dram%ticamente cuando en !O@ Johann Dutenberg e+itosamente introdu)o la imprenta de caracteres móviles en Europa. 5a emergencia del l ibro impreso primer producto industrial de la modernidad representó una revolución cultural de alcances inimaginables. En !OO #a se intentaba una producción estandari*ada en Amberes. >acia el a,o !O@@ #a se habían publicado alrededor de veinte millones de libros. En un principio$ el producto estuvo dirigido a la intelligent*ia bilingPe paneuropea$ # estuvo impreso en latín9 la industria era tan "universal" como el latín mismo # el fenómeno nos recuerda analogías actuales$ de fines del siglo XX$ cuando otros cambios en la tecnología de la comunicación 66sumados a otros procesos66 est%n produciendo una globali*ación aut&nticamente planetaria. (ero en apro+imadamente un siglo de actividad$ el mercado europeo para el libro en latín quedó saturado$ #a que el pispania patria de ra)ano # de 7&neca$ # una de las regiones m%s romani*adas del Imperio$ la 4niversidad de 7alamanca editó en agosto de !B la primera gram%tica publicada de todas las lenguas romances$ la de Antonio de :ebri)a$ que comien*a con este significativo p%rrafo$ demostrativo no sólo de la gestación de una identidad$ un nuevo "nosotros"$ sino de la cabal conciencia de ello de parte del autor9 "Muando bien comigo pienso mui esclarecida eina9 í pongo delante los o)os el antiguedad de todas las cosas9 que para nuestra recordacion # memoria quedaron escriptas9 una cosa h%llo # s%co por coclusion mui cierta9 que siempre la lengua fue compa,era del imperio9 # de tal manera lo siguió9 que )unta mente comencaron. crecieron. # florecieron. # despues )unta fue la caida de entrambos ." Estas palabras se imprimieron cuando las entonces insignificantes carabelas de larga fama #a habían partido del (uerto de (alos$ pero a
Espa,as$ # la conciencia de la individualidad de la lengua castellana$ hecha posible por la imprenta de caracteres móviles$ estaba en el cora*ón mismo de ese pro#ecto de aquí en m%s$ utili*aremos la e+presión "imprenta móvil" como sinónimo de "imprenta de caracteres móviles". 8e esta manera$ la aglutinación # el aumento de prestigio de los vern%culos contribu#ó a diluir la comunidad imaginada de la cristiandad occidental caracteri*ada por la hegemonía del latín$ # a lentamente gestar nuevas comunidades imaginadas$ en torno de la región en que circulaban libros impresos en determinado vern%culo. Como di)o Anderson9 "5as gentes que hablaban la enorme variedad de lenguas francesas$ inglesas o espa,olas$ a quienes les resultaría difícil o aun imposible entenderse entre sí a trav&s de la conversación$ adquirieron la capacidad de comprenderse mutuamente por medio de la impresión # el papel. A trav&s de este proceso$ eventualmente se volvieron conscientes de la e+istencia de cientos de miles # aun millones de personas en su campo lingPístico$ # al mismo tiempo sintieron que sólo esos cientos de miles o millones pertenecían. Estos co6lectores$ con quienes estaban vinculados a trav&s de la palabra impresa$ conformaban en su invisibilidad secular # particular el embrión de la comunidad imaginada nacional O". Este proceso se vio refor*ado por varios fenómenos complementarios9 !. 5a eforma protestante$ que tuvo &+ito precisamente gracias a la imprenta móvil. Antes del advenimiento de esta innovación tecnológica el -aticano había derrotado a todas las here)ías con relativa facilidad$ debido a la falta de capacidad de difusión de sus mentores. (ero cuando 5utero emitió su propuesta$ &sta no sólo se imprimió masivamente$ sino que adem%s se tradu)o al alem%n # así fue difundida por todas las comarcas de la Europa germ%nica en quince días. El avance de la eforma debilitó enormemente la comunidad imaginada de la cristiandad occidental. . 5os descubrimientos$ que aunque no infligieron heridas en la fe cristiana$ contribu#eron a relativi*ar ligeramente la actitud hacia los dogmas$ en tanto la gente tomó conciencia cabal de que la diversidad de creencias$ de formas de organi*ación social$ # de maneras de vivir la vida humana era mucho ma#or de lo que antes se creía. 5os europeos siguieron siendo cristianos # los católicos siguieron obsesionados por convertir a los infieles$ pero la comunidad imaginada de la cristiandad occidental$ #a dividida por vern%culos prestigiados # por la eforma protestante$ era m%s difícil de imaginar$ lo que significaba que la primera persona del plural$ el "nosotros"$ #a no podía emerger en los mismos t&rminos que antes$ # tendería a hacerlo de manera mucho m%s segmentada$ en suertes de "protonaciones" lingPísticas. F. 5a consolidación en Espa,a$ 2rancia$ Inglaterra # (ortugal de Estados modernos$ # con ella$ el surgimiento de las grandes burocracias imperiales$ que tendió a engendrar nuevos itinerarios$ generadores de nuevos sentidos de identidad # de otros "nosotros" entre los funcionarios que se movili*aban de una punta a otra de un imperio. Entre los europeos estos itinerarios en alguna medida reempla*aban a los antiguos peregrina)es religiosos$ que antes habían permitido generar un "nosotros" mucho m%s inclusivo$ que incluía a e+treme,os$ b%varos$ bretones # napolitanos que se encontraban$ por e)emplo$ en Compostela. . 5a segmentación adicional$ en los grandes imperios coloniales$ entre los europeos nacidos en la metrópoli$ que go*aban de ma#ores derechos # privilegios$ # los descendientes de europeos #a nacidos en ultramar$ cu#as posibilidades de ascenso en la burocracia imperial estaba mucho m%s limitada$ principalmente por el temor al mesti*a)e prevaleciente en las cortes europeas. Esta desigualdad fue el cimiento del sentido de identidad específica del " espa,ol americano"$ diferenciado del "espa,ol peninsular". O. 2inalmente$ la emergencia m%s tardía de periódicos # diarios. Este acontecimiento tuvo una monumental importancia$ especialmente en la gestación de identidades locales en Am&rica. 4n periódico$ que tenía el alcance geogr%fico permitido por los medios de transporte$ llevaba noticias sobre la metrópoli # en medida menor$ sobre otros Estados europeos$ pero principalmente portaba noticias locales sobre el nombramiento de funcionarios # cl&rigos$ la llegada de naves$ la vida social de notables de la *ona$ el movimiento de tropas$ el comercio$ etc. A su ve*$ esto permitió a gentes que no se conocían entre sí$ pero que todas las tardes o semanas leían un periódico local$ 23
ir constru#endo una comunidad imaginada lugare,a$ restringida al %mbito de circulación de la publicación$ que unía al obispo fulano con el comerciante mengano$ con la hi)a de perengano que había contraído matrimonio con el coronel *utano$ # con el ispanoam&rica$ e imaginada como claramente diferenciada de la del Estado contiguo$ no podía surgir del proceso descripto$ porque la cultura postcolombina de toda esta inmensa región nació con la conquista espa,ola$ ba)o el imperio de una sola lengua$ # en tiempos en que la imprenta móvil #a e+istía para impedir que el idioma se segmentara en incontables dialectos vern%culos. En la Am&rica espa,ola$ la emergencia de identidades "nacionales" diferenciadas sólo podía producirse como resultado de la acción intencional de los Estados embrionarios que inevitablemente irían surgiendo en torno de cada ciudad importante$ a partir de la crisis de la Independencia. •
Algunos paralelos entre la comunidad de la Europa cristiana feudal anterior a la $uerra de los %reinta A&os '()(*+,*-. y el mundo hispanoamericano hacia el a&o (*(/
(or cierto$ hacia !?!@$ no sólo no podían distinguirse naciones ni Estados diferenciados dentro de la Am&rica espa,ola$ sino que e+isten fascinantes analogías entre la realidad interna de la Am&rica espa,ola a principios del siglo XIX$ # la realidad interna de Europa durante la Edad 3edia$ donde tampoco e+istían Estados en el sentido moderno del t&rmino ni naciones. En verdad$ las diferencias entre el orden feudal # el orden interestatal moderno eran tan grandes que la unidad )urisdiccional mínima del medioevo$ el feudo$ representaba una estructura de dominación cualitativamente diferente de la del Estado moderno. Aunque hubo desarrollos estatales precoces en el e+tremo occidental de Europa 6Espa,a$ 2rancia$ Inglaterra # (ortugal6 el orden interestatal moderno no adquirió un perfil reconocible hasta el ratado de Nestfalia de !L?$ que puso fin al orden feudal tambi&n en el centro de Europa. En efecto$ siguiendo la h%bil descripción de John uggie ! sobre la transición del mundo medieval al moderno$ podemos establecer interesantes paralelismos entre el mundo medieval europeo e >ispano%merica al momento de la crisis de la independencia9 !6 El mundo medieval era uno en el que e+istían m
moderno del Estado territorial. 2ue reci&n en el siglo XIII que se decidió$ por e)emplo$ que habría límites entre 2rancia$ Inglaterra # Espa,a. :uevamente$ en el caso de las )urisdicciones de >ispanoam&rica en el momento de la crisis de independencia$ los límites entre )urisdicciones eran mu# poco claros$ # los títulos$ concedidos por autoridad real$ eran contradictorios$ a veces superpuestos$ # estaban fundados en el inter&s de la Corona. F6 En el mundo medieval la clase dominante era continental # podía via)ar # hacerse cargo de un gobierno de un e+tremo al otro de Europa. Como #a se se,aló$ lo mismo ocurrió hasta cierto punto durante las primeras d&cadas luego de la independencia en >ispanoam&rica. 8el mismo modo que un príncipe espa,ol podía reinar en :%poles$ el vene*olano Andr&s /ello podía inspirar la política e+terior chilena # el boliviano Cornelio 7aavedra podía ser el presidente de l a (rimera Junta porte,a. 6 En el mundo medieval la autoridad era privada$ residiendo personalmente en el poseedor de la tierra. En gran medida$ esto tambi&n ocurría en >ispanoam&rica. /a)o la Corona espa,ola algunos cargos pispanoam&rica se daba el mismo caso # puede a,adirse que adem%s se compartía una misma lengua. L6 En el mundo medieval las unidades constitutivas del sistema europeo fueron partes de una comunidad paneuropea que se autopercibía como universal. En un mundo seme)ante no tenía sentido hablar de naciones ni acu,ar met%foras metafísicas como la "2rancia eterna"$ a la ve* que era perfectamente lógico que el escudo de armas de la corona inglesa llevara lemas en franc&s. En un conte+to de este tipo$ los soldados peleaban por su religión$ por su soberano o por sus propias vidas$ las de sus familiares # vecinos$ pero no por su "país" o "nación" que eran conceptos sin sentido. 8e manera an%loga # salvando diferencias obvias$ las unidades constitutivas de >ispanoam&rica virreinatos$ gobernaciones$ etc. eran provincias de una comunidad ma#or. 5as lealtades eran mu# locales o mu# generales por e)emplo$ un individuo se podía identificar como porte,o # espa,ol americano$ así como en el medioevo europeo un individuo podía identificarse como florentino # cristiano. :o sólo nadie hubiera caído en el ridículo de hablar de "la Argentina eterna"$ sino que "Argentina" # "argentino" eran t&rminos ambiguos representativos b%sicamente del e+pansionismo de la ciudad6estado de /uenos Aires # los intereses porte,os. (or cierto$ # como #a se di)o$ el mundo medieval no era "internacional" simplemente porque no se podía hablar de naciones en ese conte+to$ pero era mucho m%s inclusivo # universal que el sistema que le siguió despu&s del tratado de Nestfalia de !L?$ generalmente reconocido como el punto de partida )urídico del sistema interestatal moderno. Allí 66despu&s de la devastadora Duerra de los reinta A,os$ que en alguna medida fue una guerra civil de la comunidad imaginada del cristianismo europeo occidental66 se estableció la soberanía de los príncipes del 7acro Im perio$ # se cortaron los vínculos de vasalla)e con el (apa # el Emperador$ creando así las bases para el Estado territorial en una importante parte de Europa donde hasta entonces el orden feudal había permanecido intacto. eci&n con estos acontecimientos$ la evolución política europea se hi*o paralela a la evolución cultural generada por el surgimiento de la imprenta móvil$ la amalgama de vern%culos afines que &sta hi*o posible$ # la subsiguiente emergencia de protonacionalidades lingPísticas. Establecidas tanto las protonacionalidades lingPísticas como el Estado territorial moderno no sólo en los países en que tuvo un desarrollo m%s preco*$ sino tambi&n entre los principados germ%nicos$ comen*ó la lenta evolución hacia el Estado6nación$ mucho antes del nacimiento del vocabulario del nacionalismo. En cambio$ en la >ispanoamerica de !?!@ las circunstancias políticas se parecían m%s a las que e+istían en la Europa anterior al ratado de Nestfalia$ #a que a
e)erció la función que e)erció en Europa$ de destruir la hegemonía de la lengua culta panregional$ sustitu#&ndola por vern%culos diferenciados que proveían de un mercado m%s intensivo a la industria del libro. (or el contrario$ en >ispanoamerica la imprenta impidió que se segmentara la uniformidad del castellano$ cuando las instituciones políticas peninsulares habían fenecido como si el latín de tiempos romanos nunca se hubiera segmentado en romances vern%culos. En otras palabras$ fue porque la imprenta no e+istía que$ cuando ca#eron las instituciones políticas romanas$ el latín se diversificó en romances diversos$ sobreviviendo sólo como la lengua culta # eclesi%stica del cristianismo occidental. Al surgir la imprenta mil a,os despu&s$ # saturarse r%pidamente el mercado culto # paneuropeo para libros en latín$ la industria del libro amalgamó # consolidó los vern%culos que #a habían reempla*ado al latín a nivel popular. (ero fue precisamente porque la imprenta #a e+istía que$ cuando desaparecieron las instituciones políticas que unían a toda la Am&rica espa,ola$ el castellano no se diversificó en dialectos diferentes$ sino que se consolidó a pesar de la segmentación política del otrora Imperio espa,ol americano. (ero con la crisis de la independencia generada por la invasión napoleónica de Espa,a se desató una violencia an%loga a la de la Duerra de los reinta A,os !L!?6!L?$ # de la incapacidad de los diversos centros de poder hispanoamericano para mantener políticamente unida una región que #a no estaba amalgamada por el poder metropolitano$ surgió inevitablemente una eclosión de segmentación de soberanías mutuamente e+clu#entes. 0tra ve* aquí encontramos paralelos 6e importantes diferencias6 con lo que ocurrió en Europa en el tr%nsito desde el mundo medieval al sistema interestatal moderno. En Europa # siguiendo nuevamente a uggie dicho tr%nsito implicó un redescubrimento$ a partir del derecho romano$ del concepto de propiedad absoluta. Implicó asimismo la emergencia de formaciones estatales territoriales mutuamente e+clu#entes$ que le dieron un nuevo significado al antiguo concepto de "soberanía". (or esto$ las alian*as medievales plurales # las superposiciones de poder tendieron a desaparecer$ así como se desvaneció el con)unto de )urisdicciones superpuestas con derechos incompletos de gobierno del orden feudal. En este sentido el Estado moderno$ como una clara unidad territorial$ reempla*ó al feudo # al encadenamiento de relaciones de se,or6vasallo. En la Am&rica espa,ola$ la segmentación política 6casi inevitable6 no significaba necesariamente que debiera emerger un sistema de Estados similar al que comen*ó a adquirir un perfil reconocible con el ratado de Nestfalia # se consolidó con el Congreso de -iena !?! # el 8erecho de Dentes . (ero dicha evolución se convirtió en el modelo de organi*ación política "civili*ada"$ # producida la crisis de la independencia$ la anarquía subsiguiente$ # la segmentación del poder político$ era casi inevitable que las diversas )urisdicciones apelaran al modelo europeo de sistema interestatal$ a la concepción europea del 8erecho de Dentes$ # m%s aispanoam&rica$ en gran parte porque &ste era parte de la estructura intelectual de las &lites locales$ que nunca concibieron otra posibilidad. :o fue el producto de procesos políticos endógenos$ sino que fue importado desde Europa$ convirti&ndose en el modelo ideológicamente hegemónico en >ispanoam&rica$ donde aun mediando la segmentación política la homogeneidad lingPística # cultural hubiera podido engendrar un sistema interestatal sui generis$ de características diferentes al europeo$ si no hubiera sido por la predominante influencia europea en las modalidades del pensamiento$ # su impacto sobre la organi*ación social # política. 2ue por esta influencia ideológica de ultramar sumada qui*%s a la funcionalidad política$ para cada Estado$ de diferenciarse del Estado contiguo constru#endo diferencias imaginadas que un vene*olano en Chile # un boliviano en /uenos Aires pasaron de ser meramente "forasteros"$ a ser "e+tran)eros"$ sin m%s derechos que un alem%n. A partir de cierto momento en la evolución post6 independencia de >ispanoam&rica$ #a no habría lugar para nuevos /ellos$ 7aavedras$ 3itres o 7armientos$ influ#endo cual nativos ilustres en Estados en cu#o territorio no habían nacido. 26
(or cierto$ hacia los tiempos de la generación argentina del VFG las perspectivas ideológicas lentamente comen*aron a cambiar$ # la "nación"$ que hasta entonces había sido concebida en t&rminos contractualistas$ como lo había hecho la evolución 2rancesa $ comen*ó a concebirse en t&rminos m%s afines a los formulados por Johann Dottfried >erder O # Joseph de 3aistre L$ a pesar de que las diferenciaciones lingPístico6culturales en que se basaba el pensamiento de un >erder o un de 3aistre G no estaban para nada presentes en la inmensa pero relativamente homog&nea región de la Am&rica hispana. Esta evolución se produ)o en parte debido al prestigio del pensamiento europeo sobre las &lites hispanoamericanas$ # en parte gracias a la funcionalidad política de la ideología nacionalista$ que a#udaba a legitimar Estados nuevos que habían surgido de la segmentación generada por la anarquía de la crisis de la independencia. Así$ el concepto de "nacionalidad" 6el generalmente ficticio pero fervorosamente "imaginado" la*o de cultura # parentesco entre las personas que habitan una unidad territorial organi*ada como un Estado6 a#udó a legitimar esta nueva realidad política$ hasta tal punto que en el día de ho# este concepto aplicado a las nacionalidades hispanoamericanas es considerado no problem%tico aun por cientistas sociales que presumen de ob)etividad. 7imult%neamente$ se tendió a abandonar las m%s liberales )ustificaciones contractualistas del Estado$ para reempla*arlas por conceptos m%s autoritarios$ que sometían al individuo a una >istoria # una radición que muchas veces era no sólo mitológica sino tambi&n invención reciente$ # que siempre sería interpretada sub)etivamente por quien se encontrara en una posición de poder ?. •
La segmentaci"n de la América espa&ola y la emergencia de Estados em0rionarios
El caos # la anarquía$ sin embargo$ sobrevinieron antes que la idea de "nacionalidades" hispanoamericanas diferenciadas asomara siquiera a la mente de nuestros compatriotas. Como #a se sugirió$ estas provincias no estaban preparadas para una Independencia que se produ)o m%s como consecuencia de la guerra en Europa que como emergente de procesos políticos$ económicos # sociales locales. 3%s a. 7. 2erns # Aldo 2errer. 7egacia fi nes del X-III se habían alcan*ado algunos progresos en la organi*ación económica$ pero estaban limitados a la peque,a fran)a de territorio pampeano conquistado a los indígenas$ que hacia el 7ur apenas tocaba la bahía de 7amboronbón$ dónde había alrededor de tres centenares de e+plotaciones ganaderas de diversos tama,os. ; aun estos progresos eran bien modestos debido a la escasa población. En la formulación de 2errer9 27
"A fines del siglo X-III ... un capata* # die* peones podían atender una estancia con !@.@@@ cabe*as de ganado. 5a superficie de tal e+plotación no sería seguramente inferior a las !O o @.@@@ hect%reas. ... 5a densidad de población en las *onas r urales ocupadas de la región pampeana debía ser de alrededor de un habitante cada O@@ hect%reas. A la &poca del Censo :acional de !?LB la población de las *onas rurales de la (rovincia de /uenos Aires era todavía de sólo un habitante cada !@@ hect%reas . Aunque la demanda internacional de cueros aumentara$ una organi*ación económica tan rudimentaria no podía satisfacerla. Adem%s$ las condiciones económicas se prestaban a un estilo de vida nómade que$ para los desposeídos$ era m%s atractivo que nada ofrecido por las sociedades europeas m%s avan*adas$ cu#a incipiente revolución industrial era bastante insalubre para el traba)ador$ # cu#as fuer*as armadas reducían la tropa a carne de ca,ón. (or lo tanto$ incluso el europeo llegado a las pampas cambiaba de estilo # mentalidad. 0bserva 2erns9 "5a abundancia de campos # el consiguiente efecto sobre la disciplina social a que los europeos estaban acostumbrados eran cosas que podían observarse en forma corriente en el siglo XIX. V7e ha pintado de manera completamente erróneaV$ declaraba el general 5eveson DoQer$ Va las gentes de este país. 7on pere*osos hasta el grado e+tremo # obtienen alimentos a tan ba)o costo que no quieren traba)arV. NhitelocHe observó el efecto disolvente del medio social en el e)&rcito brit%nico. !G@ hombres del egimiento G! habían desertado # Vcuando m%s conocen los soldados la multitud de cosas que el país ofrece # los f%ciles medios de adquirirlos$ es ma#or ... el malV. ... :i el gaucho ni el inmigrante europeo traba)aban de acuerdo con los conceptos europeos del traba)o F." Esto significó que en un primer momento$ aunque subsistieran las "castas"$ era difícil identificar clases sociales en el sentido moderno #=o mar+ista del concepto. El nómade no era un dependiente del que pudiera e+traerse plusvalía$ # por lo tanto era escasa la acumulación de capital posible$ cosa que inhibía el desarrollo. A remediar este mal apuntaba el decreto del F@ de agosto de !?!O$ que dividía en propietarios # peones a todos los habitantes de las llanuras$ imponiendo la obligación de portar una c&dula de empleo a los peones. (ero estos # otros esfuer*os se vieron desbaratados una # otra ve* por la necesidad de movili*ar a los gauchos para la guerra. 5a parado)a consiste en que la )urisdicción que fue la vanguardia del proceso que condu)o a la Independencia de estas provincias$ /uenos Aires$ era tan subdesarrollada que carecía de un verdadero mercado laboral. Esto se agravó porque las medidas tomadas para disciplinar esa fuer*a de traba)o$ que privaron a los gauchos de su primigenia libertad$ los convirtieron en rebeldes reales o potenciales. Danar el favor de los gauchos era casi un requisito de &+ito político$ # esa fue una de las causas del auge de los caudillos. El problema era tanto m%s grave porque la campa,a no tenía representación en las instituciones políticas de entonces$ # porque para aquella cultura política ni siquiera debía tenerla. Aunque hubo algalperin 8onghi nos cuenta sobre fenómenos parecidos en otras regiones de la Am&rica espa,ola$ donde las guerras de la Independencia posibilitaron el nombramiento de los primeros generales mesti*os. Estas oportunidades estaban abiertas tanto entre los "patriotas" como entre 28
los "realistas"$ # la plebe se encarni*aba tanto con unos como con otros cuando alguno de los bandos en pugna era derrotado. 5os estratos populares no eran naturalmente patriotas ni realistas1 estaban con el ganador$ # se nutrían de la anarquía # la guerra. 5os e)&rcitos realistas eran casi tan locales como los patriotas$ # la guerra entre ambos$ m%s que de liberación$ era una guerra civil interminable que no hubiera durado tanto como duró de no ser por esta circunstancia9 despu&s de :apoleón$ el poder propiamente peninsular en Am&rica era mu# e+iguo. Cuando la Independencia estuvo asegurada$ la guerra continuó9 guerra entre los Estados incipientes # guerra al interior de esos Estados. Como #a lo puntuali*aran A. Cisneros # 0. 0s*laH$ e+iste una dificultad esencial en tratar con tem%ticas que se encuentran en estado embrionario$ # este es un problema metodológico que la historiografía frecuentemente de)a de lado$ especialmente si se trata de historiar las relaciones internacionales. El empleo de las categorías # conceptos que generalmente usamos para designar las dimensiones de una sociedad comple)a$ como el Estado$ el mercado$ las relaciones de producción$ las clases sociales$ etc.$ suele presuponer que estas dimensiones est%n desarrolladas por lo menos hasta el punto de tener un perfil reconocible. ¿Cu%ndo es que una nación se convierte en nación' ¿En qu& momento de su desarrollo se convierte una estructura de dominación propiamente en un Estado' ¿Cu%ndo es que unas relaciones primitivas de intercambio se convierten en un mercado reconocible' ¿Cómo se lidia con estas realidades cuando a
que elige cerrar los o)os ante la realidad de unas tribus que serían eliminadas lenta pero ine+orablemente$ una ve* conquistados sus territorios. (or otra parte$ limitando nuevamente el panorama a lo que eventualmente sería la Argentina$ el 3apa !F G presenta una visión m%s clara de la frontera indígena$ que se encontraba mu# cerca de la capital virreinal de /uenos Aires. 3%s del ?@ por ciento del territorio de la futura provincia de /uenos Aires era territorio indígena en !?!@. ; los 3apas ! # !O nos ilustran$ respectivamente$ la evolución de la línea de fronteras en la provincia de /uenos Aires desde !GG hasta !??G$ # la e+pansión de los límites oficiales de 7anta 2e desde !OG hasta !??L ?$ demostrando cu%n adecuada es la met%fora de >alperín 8onghi sobre el "archipi&lago" hispanoamericano. 7anta 2e$ por e)emplo$ se e+pandió hacia el oeste$ hacia el norte # hacia el sur. Como puede observarse en el mapa$ el límite establecido por Estanislao 5ópe* en !?!B era mucho m%s modesto que el del gobernador 2raga en !?O?$ pero aun entonces quedaban por ganar e+tensísimos territorios$ no sólo hacia el norte dominado por indígenas sino tambi&n hacia el sur. 5o que desde !??L durante la gestión del gobernador Jos& D%lve* es el 8epartamento Deneral 5ópe*$ en el sur de 7anta 2e$ era antes de esa fecha una suerte de tierra de nadie entre 7anta 2e # /uenos Aires. >asta mu# avan*ado el siglo XIX aun el terr itorio abarcado por las provincias tradicionales de la epacia el noreste # hacia el sur del país actual$ la cuestión indígena tuvo una resolución mu# tardía. En la provincia de /uenos Aires$ por e)emplo$ la frontera estuvo sobre el río 7alado hasta que 3artín odrígue* # posteriormente auch tomaron posiciones al sur$ en 8olores$ A*ul$ andil # /ahía /lanca. (ero con la caída de osas # la desaparición de los subsidios a los indígenas aliados que detenían los avances araucanos desde el le)ano sur$ se produ)o un gran retroceso$ de modo que en !?OO la frontera estaba mu# atr%s de la de !?L. En !?GG todavía no se había recuperado el límite de !?L. 7e requeriría de la campa,a de oca para dominar todo el territorio actual de la provincia de /uenos Aires. ; como veremos m%s adelante$ reci&n hacia !B!G todo el terrritorio que se reconoce inter6"nacionalmente" como argentino estaría ba)o el control del Estado argentino. 5os indios so)u*gados$ por supuesto$ no eran "indios argentinos"$ como cree la gente sencilla de la (atagonia gracias a un estupidi*ante adoctrinamiento escolar. 5a construcción social de la "Argentina" fue mu# posterior a la organi*ación tribal de esos indígenas$ # en su caso la conquista no fue obra de Espa,a$ sino del novísimo Estado argentino. Est% de m%s decir que lo dicho arriba no responde a un activismo de derechos indígenas. 5a cuestión que aquí nos concierne no es &tica sino empírica # conceptual. 5a nacionalidad es un concepto mu# problem%tico para muchos países latinoamericanos # del mundo entero$ como bien lo se,aló NalHer Connor por diversas ra*ones. 4na de ellas es que algunos países$ como los e)emplos #a presentados del Ecuador # el (er<$ son claramente binacionales. 0tro e)emplo del car%cter problem%tico del concepto de nacionalidad es /rasil. :o sólo muestra una tr emenda diversidad regional$ sino que inclu#e la cuenca del Ama*onas$ cu#os casi O millones de Hilometros cuadrados tienen una densidad de población que ho# llega apenas a los !$L habitantes por Hilómetro cuadrado. 5as *onas m%s remotas de esta cuenca son apenas controladas por el Estado brasile,o. Como es de conocimiento com
se,ala arriba$ imagínese cómo sería la de los territorios que m%s adelante se convertirían en 3&+ico$ /rasil o Argentina en la &poca en que se rompieron los la*os coloniales con Espa,a # (ortugal. En primer lugar considerese el cliva)e entre el territorio hispani*ado o lusitani*ado # el territorio indígena. En segundo lugar considerense los diferentes cliva)es dentro del mismo territorio hispani*ado o lusitani*ado. 5os intereses de los comerciantes de la ciudad de /uenos Aires # de los productores rurales de la región templada que tenían la posibilidad de integrarse en el mundo del mercado$ se encontraban completamente en contraposición con los intereses de los productores de las regiones subtropicales$ quienes tenían muchas menos oportunidades de competir en el mercado mundial # preferían un desarrollo hacia adentro. 5os intereses de /uenos Aires eran tambi&n contrarios a los de los dem%s centros urbanos porque a trav&s de su control del puerto de /uenos Aires$ la capital del -irreinato del ío de la (lata controlaba la aduana$ que era de le)os la principal fuente de divisas de todo el territorio que eventualmente conformaría la Argentina. (or ello$ con la Independencia fue inevitable que la tendencia hacia la regionali*ación se acentuara. Esto llevó al conflicto # a la guerra civil. En este sentido$ el contraste con la relativa homogeneidad del valle central de Chile es significativo. 4n Estado 6tal ve* incluso un Estado6nación6 se consolidó en Chile central mucho antes que en las provincias argentinas$ simplemente porque este territorio comparativamente peque,o fue homog&neamente hispani*ado # estaba bien protegido geogr%ficamente por los Andes hacia el Este$ el desierto de Atacama hacia el :orte # el oc&ano (acífico hacia el 0este$ mientras que hacia el 7ur sólo había indígenas sin capacidad e+pansiva. En el caso brasile,o$ el aparato burocr%tico # militar de la Corona portuguesa$ que fue heredado por el Imperio$ fue el mecanismo a trav&s del cual el orden se mantuvo dentro de los territorios que habían sido efectivamente lusitani*ados. A pesar de los cliva)es económicos # de los conflictos generados dentro del /rasil lusitani*ado$ la unidad política fue preservada gracias a las circunstancias por las que la monarquía fue transferida a /rasil. 5a monarquía$ que sobrevivivió a la Independencia hasta !??B$ fue por largo tiempo factor de estabilidad política para un Estado brasile,o que a pesar de su fragilidad e+istió mucho antes que el argentino. (or cierto$ las instituciones estatales$ que en el caso del -irreinato del io de 5a (lata fueron destruidas por la crisis de la independencia$ sobrevivieron en /rasil$ #a que la crisis independentista se evitó gracias a la temporaria transferencia de la metrópoli del Imperio (ortugu&s al /rasil. (ara /uenos Aires$ en cambio$ la independencia de !?!@ significó no sólo la guerra con Espa,a sino tambi&n con las )urisdicciones del Interior. Contrariamente$ para /rasil la independencia de !? fue casi un arreglo familiar$ sin ilusiones republicanas$ # con una estructura imperial # esclavista que contrastaba fuertemente con la ideología de los revolucionarios de /uenos Aires$ que en fecha tan temprana como !?!F declararon la libertad de vientres. (or cierto$ la invención de la Argentina entra,ó dificultades gigantescas. •
La invenci"n de la Argentina !
El verdadero precursor del estudio de la invención de la Argentina no fue :icolas 7humQa# como podría creerlo alg
intereses de i*quierda en el conte+to de la guerra fría$ que son los que hicieron que sus aportes a la "sociología del conocimiento" no se enmohecieran ba)o el polvo de las bibliotecas. (or cierto$ el título del libro de 7humQa# es m%s que )uego de palabras9 la Argentina fue inventada. (ara comen*ar 6# como #a se se,aló al pasar6 osenblat documentó el hecho de que en un principio el vocablo "argentino" estaba vinculado al ío de la (lata$ su cuenca$ su territorio # sus habitantes9 no abarcaba mucho m%s que /uenos Aires # su periferia. En segundo lugar$ en la terminología de la &poca "argentinos" fueron tanto los criollos como los peninsulares que lucharon contra los invasores ingleses$ aunque no lo hubiera sido un cordob&s salvo que$ como los vi*caínos llamados argentinos$ se hubiera avecindado en /uenos Aires. En tercer lugar$ osenblat tambi&n documentó que la identidad de "argentino" e+cluía a los indígenas9 incluía tan solo a espa,oles americanos # espa,oles peninsulares de la región del ío de la (lata. En efecto$ es porque el sentido de identidad prevaleciente en !?!@ era lugare,o$ # porque no e+istía una nacionalidad argentina ni virreinal$ que la proclama emitida por el general de la "e+pedición au+iliadora" que la (rimera Junta de /uenos Aires envió al Interior decía9 "En este instante$ hermanos # compatriotas$ pis%is #a el terreno que divide a vuestra amada (atria de la ciudad de Córdoba. ... ened presente que vuestra (atria$ vuestra amada (atria$ /uenos A#res$ os observa F." 5a proclama tambi&n alude a la "madre (atria"$ Espa,a$ ilustrando como se superponían dos identidades$ la lugare,a # la espa,ola subdividida &sta en "americana" # "peninsular"$ pero que no había sentido de identidad ligado al -irreinato o a lo que actualmente es la Argentina. (or otra parte$ los mecanismos que a#udaron a plasmar un "nosotros" rioplatense$ netamente lugare,o$ inclu#eron los primeros periódicos de /uenos Aires9 el Correo de Comercio el primero en aparecer$ clausurado en !?!@1 el elégra!o Mercantil, R"ral, Pol#tico$económico e Historiogr%!ico del R#o de la Plata1 el &emanario de Agric"lt"ra, 'nd"stria ( Comercio1 La Ga)eta de B"enos Aires órgano del 8irectorio$ El Censor órgano del Cabildo de /uenos Aires # El L"cero$ entre otros. Adem%s$ la literatura hi*o un aporte que puede estudiarse f%cilmente #a que en !? se publicó La Lira Argentina o Colección de Pie)as Poéticas *adas a L") en B"enos$ A(res *"rante la G"erra de s" 'nde+endencia$ que reunió en !? todos los poemas publicados en /uenos Aires desde !?!@. ípicamente$ el título nos muestra que la "lira argentina" era una lira porte,a. Como sostiene Anderson$ tambi&n aquí la imprenta móvil )ugó su papel en la generación de identidades colectivas. (ero el tema de la e+istencia o no de una identidad "argentina" abarcativa de un territorio ma#or que el de /uenos Aires tiene sus comple)idades # aparentes contradicciones. Chiaramonte$ que endosa los halla*gos de osenblat$ documenta por su parte que a &ste "se le escapó" una modalidad del uso del vocablo "argentino". 7e trata de una modalidad ampliada$ que confundió a historiadores # analistas llev%ndolos a la equivocada conclusión de que #a hacia el a,o !?!@ podía reconocerse una identidad "argentina" similar a lo que ho# concebimos como tal. Esta acepción del t&rmino denotaba un territorio mucho ma#or que el de /uenos Aires$ pero siempre que la )urisdicción en cuestión estuviera ba)o la &gida de /uenos Aires$ o se inclu#era como una )urisdicción sobre la que /uenos Aires normativamente debía mandar. 8urante un largo período los usos m%s abarcativos del vocablo "argentino"$ que sí e+istieron$ estuvieron ligados al predominio # e+pansionismo porte,o. Chiaramonte documenta que Córdoba era una "provincia argentina" desde el punto de vista de los columnistas del elégra!o que habitaban en /uenos Aires$ pero no desde la perspectiva de los colaboradores del mismo periódico que eran vecinos de Córdoba$ 7alta$ 3endo*a o Corrientes. enemos pues tres etapas en la evolución identitaria. En un primer momento$ las identidades superpuestas fueron la correspondiente a la ciudad que se habitaba con la de "espa,ol americano" o "espa,ol peninsular"1 en un segundo momento fue la de la provincia con la de "americano" #a sin "espa,ol"1 reci&n en un tercer momento$ comen*ó la identidad ampliada de "argentino" a reempla*ar la m%s inclusiva de "americano". Como se ve$ a las gentes del Interior # el 5itoral les costó mucho adaptarse al vocablo "argentino". Esto se produ)o como consecuencia de una curiosa vuelta de tuerca. 5os pueblos de las "provincias" comen*aron a apropiarse del vocablo cuando los porte,os comprendieron que intentar dominar esos territorios era demasiado costoso$ # que les convenía la autonomía para no 32
renunciar al patrimonio e+clusivo sobre las rentas de la aduana de su puerto. 2rente a esa combinación de deserción # abdicación porte,a$ las provincias contraatacaron reclamando una participación en esas rentas # en el caso de las del 5itoral la libre navegación de los ríos$ a la ve* que sus gentes comen*aron a percibir la conveniencia de decir "nosotros tambi&n somos argentinos"$ para generar una primera persona del plural m%s abarcativa$ que les permitiera usufructuar de una parte de la rique*a del puerto # asegurarse el acceso al comercio. Esto ocurrió hacia los tiempos del Congreso Constitu#ente de !?6G$ # fue r eci&n a partir de ese momento que comen*ó a gestarse un vocablo m%s consensuado denotando a todos los que ho# llamamos argentinos indígenas inclusive$ aunque ahora con las resistencias de los porte,os$ que tendían a resistirse a incluir a los provincianos dentro del gentilicio. •
La emergencia de una so0eranía ! 1argentina1
(or otra parte$ si las identidades superpuestas generadoras del "nosotros" eran$ hacia el momento de la crisis de la independencia$ la lugare,a )unto con la de espa,ol americano o de espa,ol peninsular$ que era una identidad compatible con la de lugare,o si el individuo estaba formalmente avecindado en una ciudad hispanoamericana como propietario$ no es menos cierto que la soberanía recaía$ de hecho # de derecho$ en el re# # en la ciudad. 5as unidades administrativas audiencias$ intendencias$ gobernaciones no eran depositarias de soberanía. Jos& 5uis # 5uis Alberto omero documentaron el hecho de que las autoridades depositarias de soberanía en toda >ispanoam&rica eran primero el monarca # luego los a#untamientos . ; Chiaramonte documenta cómo en la sem%ntica de la &poca$ "pueblo" significaba "ciudad"$ de donde surge que cada ve* que en algispanoam&rica$ que luego sería corregida por sucesivas amalgamas de soberanía de la ciudad a la provincia 6un peda*o de intendencia6$ # mucho m%s adelante$ de la provincia a la rep
oficios # los de su diputado Juan Ignacio de Dorriti$ elevados a la Junta Drande el !B de febrero$ el de ma#o # el !B de )unio de !?!!$ refle)aban claramente el alcance del espíritu localista. En el primero se solicitaba que en el nuevo sistema de gobierno a establecerse$ la ciudad de Ju)u# # su )urisdicción fuera "reputada como una peque,a repacia !?!F la /anda 0riental$ liderada por Artigas$ #a se comportaba cabalmente como una provincia autónoma O9 aspiraba a una asociación ma#or$ pero conservando la soberanía provincial. A la ve*$ las tendencias autonomistas de varias futuras provincias se reafirmaron en la Asamblea de dicho a,o. Con ma#or retraso$ en !? 7antiago del Estero sentó su posición autonomista frente a 7alta # en !?L lo hi*o 5a io)a frente a Córdoba. En un primer momento$ la pretensión de autonomía no era sino una manifestación de lo que el de%n Dregorio 2unes cu#o pensamiento en este sentido era m u# similar al de Artigas llamaba "nuestra antigua Constitución"$ una le# suprema no escrita que establecía la soberanía de las ciudades$ # fue en torno a cada una de &stas que se institu#ó el r&gimen provincial a partir de !?@. A su ve*$ Asunción evolucionó r%pidamente hacia la independencia total reconocida por /elgrano en !?!!$ lo que ilustra la variedad de situaciones locales frente a la gran cuestión de la centrali*ación de la autoridad. 5a capital del vie)o virreinato estaba pues enfrentada a las capitales de las intendencias en su pro#ecto centrali*ador$ a la ve* que las capitales de intendencia se enfrentaban a las ciudades subordinadas. Este conflicto se refle)ó en los órganos que sucesivamente intentaron imponer su autoridad en la región. 5a (rimera Junta fue el adalid del pro#ecto centrali*ador de /uenos Aires$ pero en !?!! la m%s representativa Junta Drande o Junta Conservadora reconoció la soberanía de las ciudades$ sólo para ser repudiada luego por el (rimer riunvirato$ que restableció el principio centralista$ a la ve* que &ste fue recha*ado en el Interior$ dónde la tendencia era a no aceptar la primacía del Cabildo de /uenos Aires sobre los dem%s cabildos. El primer gran cambio en esta configuración de intereses se produ)o cuando en !?!L$ el 8irectorio # un amplio segmento de la opinión pasta por lo menos !?OF$ la Confederación Argentina no fue un Estado unificado$ # entre !?OF # !?L@ fue un Estado diferente del Estado de /uenos Aires. :o obstante$ gran parte de esta realidad ha sido ignorada flagrantemente por la ma#or parte de 34
la historiografía$ mu# especialmente la de las relaciones e+teriores argentinas$ # en cambio la tendencia ha sido atribuir la anarquía # la fragmentación al fenómeno del caudillismo$ cuando en realidad la relación causal fue la inversa$ # el caudillismo fue el resultado necesario de una fragmentación inevitable. Este equívoco$ como todos los que hemos mencionado aquí$ cumplía una función política$ que en este caso fue la de contribuir a )ustificar el mito de la antigPedad de la nacionalidad$ # el de la continuidad entre el Estado virreinal # el eventual Estado argentino en los hechos fundado reci&n en !?L@. Era importante mostrar que el Estado sucesor del -irreinato del ío de la (lata era el Estado argentino$ #a que eso legitimaría irredentismos territoriales e incluso e+pansiones$ como la producida frente al (aragua# con la Duerra de la riple Alian*a de !?LO6G@ L. oda ganancia frente a Chile$ (aragua# o /olivia recu&rdese tambi&n la (una de Atacama era legítima porque al fin # al cabo$ (aragua# # /olivia "hubieran debido pertenecer" a la Argentina #a que &sta era el
hallaban en el caso de otras naciones igualmente independientes1 # por lo tanto$ les eran aplicables los principios generales del derecho de las naciones". Este príncipio se hizo explícito una y otra vez, coo en el caso !e la "oisi#n $epresentativa !el %acto &e!eral, !on!e se recor!# en 1832 '(ue este cuerpo era eraente !iplo)tico *8+' - para evitar con.usiones terinol#/icas, consí/nese (ue en la poca la palara 'replica' *(ue se utilizaa para re.erirse al conunto !e las provincias 'con.e!era!as'+ no si/ni.icaa un Esta!o uni.ica!o Es por eso (ue en 1835 &elipe rana po!ía halar !e 'la $eplica !e las %rovincias !e la "on.e!eraci#n r/entina'*9+, una autntica con.e!eraci#n, coo se !io, en la (ue nin/n #r/ano supraprovincial po!ía toar !ecisiones (ue a.ectaran !irectaente a la polaci#n !e una provincia, sin el enepl)cito !el /oierno !e esa provincia as provincias eran Esta!os soeranos, !e hecho y !e !erecho &ue recin a partir !e 1853 (ue eer/i# un espacio aplia!o !e soeranía, aun(ue ste an no incluía al Esta!o !e uenos ires, ni ucho enos a los territorios /ana!os posteriorente con la uerra !e la riple lianza, la "on(uista !el esierto y la anexi#n !e la %una !e tacaa :o ostante, coo una cosa es la creaci#n !el Esta!o y otra cosa ien !istinta son las con(uistas !el iso, pue!e !ecirse .ireente (ue un .r)/il Esta!o ar/entinonaci# en 1860, cuan!o uenos ires .inalente se su# a las !e)s provincias ar/entinas Este Esta!o no .ue el sucesor !el ;irreinato !el $ío !e la %lata sino una reali!a! urí!ica nueva, pro!ucto !e una sucesi#n !e aal/aas posteriores a la total se/entaci#n !e la viea uris!icci#n colonial %or otra parte, una i!enti!a! con a los puelos !e !icho Esta!o estaa an leos !e estar consoli!a!a %or cierto, coo oservara Estean Echeverría en 1846, la naci#n para un correntino era "orrientes, para un cor!os era "#r!oa, y para un /aucho era el ho/ar en (ue naci# Echeverría !ecía (ue la naci#n era una astracci#n incoprensile para ellos, (ue no po!ían perciir 'la uni!a! !e la replica sioliza!a por su nore *10+' %ero Echeverría iti.icaa al halar !e esa uni!a!, (ue no existía, y su !iscurso tan solo re.leaa un proyecto norativo (ue haría !e .ructi.icar posteriorente, /racias en parte a sus es.uerzos ain os, cor!oeses y santia/ue>os, sino (ue s#lo sae !e ar/entinos *11+ "on la caí!a !e $osas, los escritos !e ler!i se ostraron an )s explícitos en la postulaci#n !e una nacionali!a! ar/entina preexistente, re.irin!ose por eeplo al restaleciiento !e 'la nacionali!a! !e tra!ici#n *12+' "iertaente, la eneraci#n !el ?37 .ue la precursora i!eol#/ica e.ectiva !el proceso !e invenci#n !e la r/entina, a travs !e lo (ue "hiaraonte llaa 'una activi!a! conscienteente !iri/i!a a construir un sentiiento !e nacionali!a! por e!io !e un len/uae (ue la postula *13+' - esa iti.icaci#n (ue!aría consa/ra!a con las oras !e una /eneraci#n posterior, principalente las !e artolo @itre y ;icente &i!el #pez, (uienes 'acoetieron la tarea !e .ortalecer el sentiiento nacional ar/entino presuponin!olo ya existente en 1810 *14+' %or cierto, coo se ver) en el capítulo si/uiente hasta 1853 las provincias ar/entinas eran soeranas al punto !e tener relaciones exteriores aut#noas, acor!an!o trata!os y a veces estructuran!o alianzas con Esta!os aenos a lo (ue eventualente sería la r/entina (ue hoy conoceos Auiz)s el caso )s claro .ue el !e la alianza entre Entre $íos y rasil contra uenos ires, (ue !erroc# a $osas B&ue esa una /uerra en (u triun.# rasil sore la r/entinaC "laraente no, por(ue la r/entina an no existía coo Esta!o uni.ica!o a alianza entre el esta!o !e Entre $íos y el rasil triun.# sore el /oierno constitui!o !e uenos ires, crean!o las con!iciones para /enerar la aal/aa supraprovincial (ue en la !ca!a si/uiente se convertiría en la $eplica r/entina
Capítulo 23 La e4pansi"n territorial argentina frente al mito de pérdidas territoriales •
La e4pansi"n hacia el sur
Dna lar/a historia suyace a la coparti!a y opuesta percepci#n ar/entina y chilena !e pr!i!as territoriales en el sur, ca!a cual por el expansioniso !el otro Esta es, oviaente, la historia !e la copetencia territorial ar/entinochilena por la re/i#n, una historia (ue a su vez tiene !os !iensionesF una li/a!a a las 36
ne/ociaciones, los asentaientos y las operaciones ilitares, y otra vincula!a al !eate aca!ico respecto !e los títulos hist#ricos a !iensi#n política y ilitar es relativaente ien conoci!a El extreo sur, aun(ue preten!i!o por los espa>oles, nunca .ue ocupa!o por la "orona y .ue territorio in!í/ena hasta .ines !el si/lo !iecinueve "hile a!(uiri# una uena ventaa inicial en su expansi#n hacia el sur !ei!o a (ue su consoli!aci#n coo Esta!o se pro!uo ucho antes (ue la !e la r/entina Era un país pe(ue>o y hoo/neo, (ue no su.ri# la alcanizaci#n y las prolon/a!as /uerras civiles !e la r/entina, y en 1843 haía estaleci!o ya una /uarnici#n en el estrecho !e @a/allanes (ue poco !espus se convertiría en pola!o, %unta renas travs !e alianzas con las trius in!í/enas la in.luencia chilena en la %ata/onia creci# lenta pero constanteente= lo (ue en el !ía !e hoy es la provincia ar/entina !e :eu(un era el territorio !on!e los in!ios en/or!aan el /ana!o (ue roaan en la provincia !e uenos ires para lue/o transportarlo a e.ectos !e ven!erlo en los erca!os chilenos os in!ios llevaan el /ana!o a travs !e lo (ue es actualente la provincia !e uenos ires, entonces territorio in!í/ena, por un sen!ero conoci!o coo el '"aino !e los "hilenos' as pretensiones chilenas respecto !el sur crecieron concoitanteente con el auento !e su in.luencia en esa re/i#nF es así (ue ientras las constituciones chilenas !e 1822, 1823, 1828 y 1833 estalecían la .rontera entre "hile y la r/entina a lo lar/o !e la cor!illera !e los n!es hasta el cao !e Gornos, hacia la !ca!a !e 1870 "hile ya reclaaa to!a la %ata/onia al sur !el río :e/ro @ientras tanto Hcoo vios en el capítulo anterior la r/entina se haía sui!o en una alcanizaci#n (ue tornaa iposile la copetencia con "hile por territorios as provincias tenían sus propios ercitos, /uerrean!o entre sí, acu>aan su propia one!a y uchas veces .iraron trata!os !e coerciales, !e líites y !e alianza ilitar con Esta!os aenos al )ito ar/entino Esta situaci#n tan a!versa .ue o!i.ica!a por etapas sucesivasF 1 "on la caí!a !e $osas, prier paso hacia la uni!a! !e una "on.e!eraci#n r/entina (ue, no ostante, estaa separa!a !el Esta!o !e uenos ires 2 "on el triun.o !e @itre en la atalla !e %av#n !e 1860, (ue estaleci# la uni!a! territorial inicialente .r)/il pero eventualente !ura!era !e lo (ue hoy conoceos coo $eplica r/entina 3 "on la /uerra contra %ara/uay !e 18651870, en la cual /racias .un!aentalente a hores, !inero y aras !el rasil, @itre consi/ui#F a+ estruir un peli/roso copeti!or por territorios coo %ara/uay, (ue era un Esta!o consoli!a!o con una polaci#n !e aproxia!aente 800000 haitantes contra los aproxia!aente 1200000 !e la r/entina, cuya uni!a! era en tal e!i!a .r)/il (ue no ucho antes !e la /uerra el cau!illo entrerriano Dr(uiza le haía su/eri!o al presi!ente para/uayo &rancisco Iolano #pez su alianza contra @itre %or cierto, en 1863 Dr(uiza envi# una isi#n exploratoria a car/o !e a *3+ a /uerra contra %ara/uay .ue, por cierto, un punto !e in.lexi#n en la historia ar/entina (ue pra/)ticaente !ee evaluarse en .ora positiva a consoli!aci#n territorial, política y ilitar (ue ella pro!uo periti# !escontar iportantes ventaas en la copetencia con "hile por los territorios !el sur a conoci!a sentencia !e "harles illy, 'la /uerra hizo al Esta!o y el Esta!o hizo la /uerra', no po!ría aplicarse 37
eor (ue en este episo!io !e la historia ar/entina &inalente, un ltio aconteciiento contriuy# enoreente a invertir la situaci#n en .avor !e r/entina en esta copetencia, esto esF 4 a !ecisi#n chilena !e hacer la /uerra contra %er y olivia %or cierto, la llaa!a "on(uista !el esierto !el /eneral $oca, en (ue las .uerzas ar/entinas ocuparon los territorios in!í/enas hasta el río :e/ro, se inici# !ías !espus !e la !eclaraci#n .oral !e /uerra por parte !e "hile un(ue ya haían triun.a!o ilitarente, las .uerzas chilenas estaan concentra!as en el norte, y )s all) !e sus .ronteras, en el %er a situaci#n haía (ue!a!o inverti!a, con la r/entina en una posici#n ne/ocia!ora ucho )s .uerte (ue antes El !esenlace ne/ocia!o, es !ecir, el rata!o !e 1881, se .ir# tres a>os antes (ue el rata!o !e %az entre "hile y olivia, en un oento en (ue aun(ue su /uerra haía si!o /ana!a, "hile an !eía concentrar sus ener/ías en el norte "asi ila/rosaente, pues, una secuencia uy a.ortuna!a !e aconteciientos le periti# a la r/entina neutralizar su enore !esventaa inicial e to!as aneras, el resulta!o .inal .ue una .rontera (ue es sustancialente la isa (ue la (ue sur/ía !e la priera percepci#n (ue los chilenos tuvieron respecto !e la extensi#n !e su territorio esto es, la percepci#n vi/ente antes !e (ue a!(uirieran su ventaa respecto !e la r/entina, re.lea!a en sus "onstituciones !e 1822, 1823, 1828 y 1833 •
El de0ate so0re los títulos hist"ricos
@ientras la 'ver!a!era' copetencia por el sur se !esarrollaa por estos canales políticos y ilitares, un intenso y eru!ito !eate tuvo lu/ar entre ar/entinos y chilenos respecto !e los títulos hist#ricos a los territorios !el sur un(ue este !eate proaleente haya teni!o uy poco (ue ver con el !esenlace !el proceso !e ne/ociaci#n, se percii# coo su isísio centro, y ha o!ela!o las actitu!es hacia asuntos territoriales !e /eneraciones enteras !e ar/entinos y chilenos os !os actores principales .ueron ;icente Auesa!a !el la!o ar/entino y @i/uel uis un)te/ui !el la!o chileno os se es.orzaron por !eostrar sore la ase !e !ocuentos !e la "orona espa>ola (ue to!a la re/i#n, incluyen!o aas costas, correspon!ía a la uris!icci#n le/al !e sus respectivos Esta!os %ara !esarrollar estos ar/uentos !eieron recurrir a to!o tipo !e .alacias Iu oetivo era !eostrar (ue la intenci#n !e la "orona espa>ola haía si!o incluir a esos territorios en sus respectivas uris!icciones, por(ue haía un acuer!o previo respecto !e (ue ca!a replica sería here!era !e los !oinios (ue le haían si!o a!u!ica!os a ca!a uris!icci#n colonial *1+ Este acuer!o, conoci!o coo el uti possi!etis uris, era astante razonale respecto !e a(uellas tierras (ue haían si!o ien explora!as y en al/una e!i!a ocupa!as "on respecto a a(uellas tierras (ue a)s haían esta!o ao el control e.ectivo !e con(uista!or al/uno, sin ear/o, el acuer!o no era aplicale por(ue, al enos en el caso !e los territorios !el sur, los títulos hist#ricos eran copletaente contra!ictorios y superpuestos *2+ Aue ste huiera si!o el caso era previsile El $ey espa>ol tenía el inters !e ase/urarse contra las pretensiones !e otras potencias %ara hacerlo !eía alentar a sucesivos con(uista!ores a explorar la re/i#n %ero el sur era tan poco atractivo (ue no s#lo no se asent# allí con(uista!or al/uno sino (ue tapoco lo hicieron otras potencias Kncentivos sucesivos se !ieron a con(uista!ores sucesivos sin resulta!o al/uno Dn estu!io oetivo !e las capitulaciones y c!ulas reales uestra claraente la existencia !e superposiciones y contra!icciones as uris!icciones otor/a!as eran enores, especialente al principio= el territorio realente explora!o y ocupa!o era una porci#n uy pe(ue>a !e la uris!icci#n te#rica total Dna uris!icci#n te#rica /ran!e, sin ear/o, !aa al con(uista!or aplia lierta! !e overse y ele/ir la tierra en (ue !eería estalecerse y .un!ar sus ciu!a!es El onarca uscaa ase/urar sus !erechos expan!ien!o la con(uista e.ectiva !el territorio a travs !e una pr)ctica a!inistrativa (ue a)s preten!i# estalecer los !erechos soeranos !e na!ie sino !e sí iso En el caso !e territorios sin ocupar (ue se encontraan entre territorios ocupa!os, la "orona con .recuencia trans.ería uris!icciones cuan!o creía (ue al hacerlo se servirían eor los intereses !e la con(uista ain por otivos a!inistrativos, territorios ocupa!os se trans.erían .recuenteente !e una uris!icci#n a otra *3+ Esto /eneralente se hacía !e anera prolia, sin contra!icciones, para evitar con.lictos entre con(uista!ores, /oerna!ores o virreyes %ero en el caso !e territorios reotos y sin ocupaci#n no se toaan estos recau!os, y superposiciones uris!iccionales contra!ictorias sin una anulaci#n v)li!a !e títulos anteriores .ueron la re/la )s (ue una excepci#n *4+ Iin ear/o, Auesa!a y un)te/ui estructuraron sus ar/uentos coo si el supuesto !eseo !e la "orona .uese un asoluto y coo si una contra!icci#n .uese ipensale l hacer esto, aos incurrieron en 38
.alacias y aos hicieron trapa os trucos !e Auesa!a .ueron (uiz)s enos sutiles (ue los !e un)te/ui, pero los ar/uentos !e ste no eran en la instancia .inal ucho eores (ue los !e Auesa!a *5+ %ara el ar/entino, la ayor !i.iculta! sur/ía !el hecho earazoso !e (ue la $eal "!ula !el 1L !e a/osto !e 1776, (ue .un!ara el ;irreinato !el $ío !e la %lata, no hace ni la )s ínia enci#n !e los territorios !el sur al !e.inir las .ronteras !el nuevo virreinato Auesa!a ar/Mía en .ora poco convincente (ue no se encionaan por(ue se !aa por sai!o (ue pertenecían a uenos ires su vez, un)te/ui ar/Mía en .ora i/ualente poco convincente (ue los !erechos chilenos se rastreaan a travs !e varias c!ulas reales, al/unas !e las cuales haían si!o per!i!as, a los !oinios otor/a!os a Ii#n !e lcazaa en el sur el 21 !e ayo !e 1534 Este ar/uento tropezaa con !i.iculta!es !ei!o a (ue ucho !espus !e esa .echa continuaa la superposici#n !e uris!icciones otor/a!as a con(uista!ores !el $ío !e la %lata, y a (ue las capitulaciones !el $ey con lcazaa no le conce!ían tierras sore el tl)ntico, coo preten!ía un)te/ui, sino (ue s#lo lo autorizaan a !esearcar allí, a/re/an!o (ue (uiz)s se le conce!ieran esas tierras eventualente El punto uy .uerte (ue el chileno tenía a su .avor era (ue en 1775, es !ecir un a>o antes !e la .un!aci#n !el ;irreinato, ola, haía pulica!o un apa *repro!uci!o al .inal !e este capítulo coo @apa 16 y 16 is+ ostran!o los territorios !el sur coo chilenos %or otra parte, el punto .uerte !el ar/entino era (ue con posteriori!a! a la creaci#n !el ;irreinato la ayor parte !e las expe!iciones a la costa pata/#nica se pusieron a car/o !e uenos ires *6+ Este hecho se copa/ina ien con una línea !e pensaiento )s realista Es uy proale (ue cuales(uiera hayan si!o los títulos previos, el estaleciiento !e uenos ires coo capital virreinal eventualente huiera con!uci!o a poner ao su uris!icci#n a la %ata/onia al oriente !e los n!es, por razones pr)cticas !e esencia a!inistrativaF era )s .)cil or!enar expe!iciones por ar !es!e allí (ue !es!e parte al/una !el territorio chileno ocupa!o, (ue estaa )s leos a isa línea !e razonaiento, sin ear/o, con!uce a la conclusi#n !e (ue la costa sur !el %ací.ico nunca huiera si!o puesta ao la uris!icci#n !e uenos ires Esta hip#tesis est) apoya!a por el apa presenta!o al $ey por el Iecretario !e @arina !e la "orona espa>ola, a en el contra!ictorio conunto !e !ocuentos reales !isponile, la per!ieron cuan!o en sus prieras cuatro constituciones !e.inieron su propio territorio coo liita!o por los n!es hasta el "ao !e Gornos, !eostran!o, coo se !io, (ue su propia percepci#n !e sus líites le/ales no incluía territorios sure>os al este !e los n!es, hasta (ue un po!erío increenta!o les periti# aspirar a )s %or otra parte, la pretensi#n ar/entina !e (ue la costa sur !el %ací.ico cayese en uris!icci#n !el $ío !e la %lata carece por copleto !e .un!aento un(ue c!ulas reales tepranas otor/an uris!icci#n a los con(uista!ores !el $ío !e la %lata en lo (ue es ahora "hile central, no es posile lle/ar honestaente a la conclusi#n !e (ue esa costa era !el ;irreinato si se soete el conunto !e la !ocuentaci#n !isponile a un an)lisis oetivo Iopesan!o to!os los .actores, pue!e !ecirse (ue los líites .ia!as por el rata!o !e 1881 se acercan a los (ue la "orona espa>ola huiera .ia!o eventualente, aun(ue la i!ea isa !e intentar !e!ucir lo (ue el $ey te#ricaente !eseaa a partir !e una asa contra!ictoria !e !ocuentos, y !espus !e la experiencia suversiva !e la /uerra !e la Kn!epen!encia, ten/a poco senti!o *7+ "oo ya se !io, el !eate entre un)te/ui y Auesa!a estuvo pla/a!o !e trapas y .alacias por parte !e aos Dn coentario aparte, sin ear/o, erece la aniora )s ur!a !e Auesa!a, (uien lle/# al extreo !e viaar a Ievilla para traer consi/o una copia a!ultera!a !e las capitulaciones !el $ey con %e!ro !e @en!oza, (ue en lu/ar !e !ecir (ue se le a!u!icaan a @en!oza !oscientas le/uas !e tierra por la @ar !el Iur *el %ací.ico+ hacia el Estrecho !e @a/allanes, !ecía (ue la concesi#n era hasta el enciona!o estrecho %ara copren!er el si/ni.ica!o !e esta trapa se !ee tener en cuenta (ue el $ey .ir# tres capitulaciones en un iso !ía, el 21 !e ayo !e 1534, con ie/o !e la/ro, %e!ro !e @en!oza y Ii#n !e lcazaa, conce!in!oles !oscientas le/uas por la @ar !el Iur a ca!a uno, hacia el Estrecho !e 39
@a/allanes a uris!icci#n !e la/ro se hallaa al norte !e los otros !os y al sur !e la !e %izarro a !e @en!oza se/uía a continuaci#n !e la !e la/ro, y la !e lcazaa coenzaa !on!e terinaa la !e @en!oza En las tres capitulaciones se us# la palara hacia, in!ican!o la !irecci#n en (ue harían !e contarse las !oscientas le/uas !es!e el líite norte !e ca!a uris!icci#n hora ien, coo los títulos ar/entinos se ori/inaan en la capitulaci#n !e @en!oza, y los chilenos en la !e la/ro y *supuestaente+ tain en la !e lcazaa, ;icente Auesa!a preten!i# orrar !e la historia a lcazaa y suponer (ue la concesi#n !e @en!oza lle/aa hasta el estrecho !e @a/allanes, a/enci)n!ose una copia a!ultera!a !e la capitulaci#n para '!eostrar' su punto El .rau!e !e Auesa!a era suaente /rosero ya (ue era .)cil !e !esentir %or otra parte, si ien el $ey se contra!ecía con .recuencia en a!u!icaciones territoriales, no ia a contra!ecirse el iso !ía, a!u!ic)n!ole a lcazaa parte !e lo (ue le a!u!icaa a @en!oza a trapa es tan ur!a (ue parece claro (ue con ella Auesa!a no usc# tanto convencer intelectualente a sus a!versarios, coo a!octrinar a sus copatriotas prepar)n!olos para una /uerra posile :aturalente (ue uno tain pue!e ir a Ievilla, si/uien!o las pisa!as !e Auesa!a en el rchivo eneral !e Kn!ias El ori/inal !e la capitulaci#n pue!e consultarse en el Kn!i.erente eneral 415= la letra y la orto/ra.ía son, coo es !ale esperar, arcaicas 'Gacia' se escrie con z y asta trazar una corta raya para trans.orar el 'hacia' en un 'hasta' o!erno *ver ilustraci#n+ "ual(uiera (ue lea unas pocas p)/inas !el Kn!i.erente, sin ear/o, se !a cuenta r)pi!aente !e la !i.erencia entre 'hasta' y 'hacia', ya (ue aos trinos aparecen uchas veces y la escritura !e 'hasta' no presenta nin/una rareza :o hay pues !u!as para una persona honesta respecto !el hecho !e (ue el $ey le conce!i# a @en!oza !oscientas le/uas hacia y no hasta el Estrecho !e @a/allanes "oo se !io anteriorente, las .alacias !e un)te/ui .ueron )s sutiles pero no )s honestas $ehusaa reconocer, por eeplo, (ue la uris!icci#n !e @en!oza sore el tl)ntico no est) claraente estaleci!a en su capitulaci#n y (ue las !oscientas le/uas se aplican al %ací.ico pero no al tl)ntico Esto se enlaza con el hecho ya enciona!o !e (ue preten!e (ue la capitulaci#n !e lcazaa le otor/a uris!icci#n en el tl)ntico, cuan!o la letra !e la isa se re.iere s#lo a !erechos !e exploraci#n un)te/ui le convenía .orzar las letras !e aos !ocuentosF olvi!ar la ai/Me!a! !e la uris!icci#n atl)ntica !e @en!oza liit)n!ola a !oscientas le/uas, y hacer !e cuentas (ue la re.erencia (ue hace el $ey !e !erechos !e exploraci#n !e lcazaa en el tl)ntico y su enci#n !e la posiili!a! !e (ue eventualente le a!u!i(ue esas tierras si resultaa conveniente para la "orona, iplicaa ya !e por sí una concesi#n a concesi#n nunca lle/# a concretarse, en parte al enos por(ue la expe!ici#n !e lcazaa terin# en .racaso rotun!oF se trata !e un típico caso !e incentivo (ue no .uncion# Extrapolaciones y .alacias !e este tipo aun!an en los ar/uentos !e aos Auesa!a y un)te/ui y contriuyeron a la construcci#n !e itos contrapuestos en la cultura política ar/entina y chilena, (ue tuvieron una pro.un!a repercusi#n política y econ#ica •
5ito versus realidad
Aue el !eate haya si!o apasiona!o, eru!ito y !eshonesto no es sorpren!enteF haía !easia!o en ue/o para (ue no lo .uera o (ue es sorpren!ente es no tanto el !eate y sus características coo el hecho !e (ue en los cien a>os (ue si/uieron al iso na!ie, al enos en la r/entina, haya !eostra!o inters por revisar sus trinos os ar/uentos utiliza!os por aas partes se sacralizaron en ca!a uno !e los países involucra!os, y ientras aos países se expan!ieron hacia el sur ocupan!o tierras consi!era!as res nullius por to!as las potencias europeas excepto Espa>a, el sentiiento (ue prevaleci# en aos países .ue no (ue ca!a cual haía /ana!o lo (ue haía po!i!o con(uistar *a los in!í/enas, y en copetencia con el Esta!o conti/uo+, sino (ue ca!a cual haía per!i!o a(uello (ue no haía po!i!o /anar @apas .ranceses, aleanes, norteaericanos y rit)nicos !e e!ia!os !el si/lo !iecinueve uestran los territorios !el sur !e aos la!os !e los n!es coo res nullius %o!rían haer si!o ocupa!os por cual(uier otra potencia y es suaente !u!oso (ue la r/entina o "hile huiesen teni!o el po!er !e hacer la /uerra exitosaente contra Esta!os europeos Esto no ocurri#, y aos la r/entina y "hile lo/raron expan!irse hacia el sur, a pesar !e lo cual aas culturas se ipre/naron !e la creencia !e (ue no haían /ana!o sino per!i!o, /ener)n!ose .rustraci#n y nacionaliso !a>ino parenteente existía una necesi!a! cultural coparti!a !e usti.icar las pretensiones !e ca!a país, no en trinos pra/)ticos !e realpolitiO, sino en trinos urí!icos y orales Esta parece ser la raz#n por la cual el !eate hist#rico y urí!ico .ue tan intenso - esto /ener# la necesi!a! !e entir, ya (ue los !erechos en 40
los (ue aas partes intentaan a.irar sus pretensiones .rente a la otra sipleente no existían, a la vez (ue la necesi!a! !e tener xito en esta copetencia coexistía con la necesi!a! !e usti.icar urí!icaente !ichas pretensiones %or ello, !espus !e haerse resuelto la cuesti#n, el reconociiento !e las /anancias !e ca!a una !e las partes se torn# iposile !itir /anancias era a!itir (ue uno haía enti!o, (ue uno no tenía !erechos a sus apasiona!as pretensiones a to!a la re/i#n es!e el punto !e vista !e la cultura vi/ente resultaa pre.erile laentar una pr!i!aF al enos en la r/entina, un coportaiento cru!aente orienta!o hacia el xito parece haer coexisti!o con una i!eolo/ía oralista (ue tornaa ina!isile el reconociiento !e !icho coportaiento %or lo tanto, las /anancias !eían ocultarse, y laentar una pr!i!a era la nica anera !e lo/rarlo a percepci#n !e la pr!i!a se trans.or# en convicci#n pro.un!aente arrai/a!a *1+ "oncoitanteente, na!ie os# revisar los trinos !el !eate Iu/erir apenas (ue el país !e uno no tenía to!a la raz#n se convirti# en un ipensale acto !e traici#n a la %atria Kntelectualente, el hecho !e (ue na!ie haya intenta!o revisar los trinos !el !eate es un hecho )s interesante (ue la cuesti#n sustantiva respecto !e cu)l !e las partes, si al/una, tenía raz#n *(ue sería el oeto !e una tal revisi#n+ a oisi#n isa se convierte en un oeto !e estu!io )s iportante (ue el conteni!o !e lo oiti!o $evela una cultura en la (ue el coportaiento y la i!eolo/ía est)n en tal alto /ra!o contrapuestas (ue se /enera una incapaci!a! !e aceptar la reali!a! En otros )itos con!uce, por eeplo, a la iposiili!a! !e iponer le/alente la pena !e uerte, y a la asacre paralela e ile/al !e iles inspira!a por el Esta!o Esta !i/resi#n se usti.ica en tanto y en cuanto la existencia !e paralelos su/iere (ue la contraposici#n entre la percepci#n !e las pr!i!as territoriales y la reali!a! !e las /anancias territoriales (ue a(uí analizaos, son parte !e una coplea /estalt cultural Especí.icaente, las percepciones !e pr!i!as territoriales han pro!uci!o la sensiili!a! territorial (ue tan /raveente a.ect# y !a># a aos países en tiepos recientes ener# carreras araentistas innecesarias por cuestiones /rotescaente triviales, ostaculiz# una inte/raci#n econ#ica ur/enteente re(ueri!a *y utuaente provechosa por el car)cter copleentario !e aas econoías+, y contriuy# a epuar a la r/entina a la asur!a y per!i!osa /uerra !e 1982 •
El Estado colonial frente al repu0licano
"oo se su/iri# en otra parte, en el caso !e la r/entina la percepci#n !e las pr!i!as territoriales se a/rava !ei!o a la !esa.ortuna!a circunstancia !e (ue uenos ires, la capital !el Esta!o ar/entino, .ue anti/uaente la capital !el Esta!o colonial !el ;irreinato !el $ío !e la %lata Esto ha lleva!o a los ar/entinos a ar/Mir (ue su país es o !ei# ser el le/ítio here!ero !e to!o el ;irreinato y (ue to!os a(uellos territorios (ue .ueron parte !el ;irreinato y (ue son ahora Esta!os in!epen!ientes esto es, olivia, %ara/uay y Dru/uay !een coputarse coo pr!i!as territoriales Esta es una percepci#n hon!aente arrai/a!a en la cultura ar/entina (ue unto con la cuesti#n !e los territorios !el sur auenta consi!eraleente la sensiili!a! territorial En nuestra opini#n, esta percepci#n es tan poco usti.ica!a coo la re.erente a los territorios !el Iur, )sicaente por cuatro otivos (ue est)n vincula!os a las te)ticas trata!as en los "apítulos 1 y 2F 1 El ;irreinato .ue una creaci#n arti.icial !e la "orona espa>ola, (ue tenía oetivos estrat/icos claros respecto !e su copetencia interiperial con portu/ueses y rit)nicos "oo tal, el ;irreinato tenía una estructura (ue no se po!ía antener sin la e!iaci#n !e la autori!a! y po!er superiores !el Kperio espa>ol "oo lo se>al# ulio Galperín on/hi en el contexto !e una !iscusi#n uy !i.erente, a .in !e proveer al ;irreinato !e los recursos .inancieros necesarios para .uncionar coo tal y llevar a cao su isi#n, la "orona !eci!i# incorporar al iso la re/i#n !el lto %er, es !ecir olivia, con su ri(ueza !e plata @)s an, un porcentae si/ni.icativo !e la pro!ucci#n !e la plata oliviana !eía enviarse a uenos ires sin contraprestaci#n al/una, lo (ue era una suerte !e ipuesto escan!alosaente alto (ue el lto %er !eía pa/ar, cuan!o en reali!a! su copleentarie!a! econ#ica natural era con el %er e esta anera, olivia se convirti# en una suerte !e sucolonia !el ;irreinato !el $ío !e la %lata por or!en !el rey *1+ Dna estructura tal s#lo po!ía iponerse a travs !el po!er !e la "orona :unca po!ría sorevivir a la crisis !e la Kn!epen!encia, y tan pronto coo la insurrecci#n se pro!uo en uenos ires las provincias olivianas uscaron la protecci#n !el virrey !el %er y .ueron reincorpora!as o.icialente a esa uris!icci#n por el /oierno espa>ol 41
2 %ara/uay era, unto con olivia, la re/i#n )s pola!a y !esarrolla!a !el ;irreinato y era en /ran e!i!a aut#noa !e uenos ires, por lo (ue era suaente iproale (ue sunci#n aceptara la autori!a! porte>a !espus !e la insurrecci#n $especto !el Dru/uay, sus prieros pola!ores .ueron portu/ueses y no espa>oles, y esa provincia pas# !e anos portu/uesas a espa>olas y viceversa )s !e una vez, al punto (ue !ee consi!erarse un xito espa>ol (ue ese país terinara sien!o !e hala hispana os nacionalistas ar/entinos ar/uyen in/enuaente (ue el hecho !e (ue ste haya si!o el caso s#lo !euestra el expansioniso portu/us y rasile>o, (ue le periti# a los portu/ueses avanzar consi!eraleente )s hacia occi!ente (ue cual(uiera !e los eri!ianos !e!uciles !el rata!o !e or!esillas !e 1494 l razonar !e este o!o se cie/an al hecho !e (ue Espa>a hizo lo iso ocupan!o las &ilipinas, territorio (ue se/n el rata!o y las ulas papales se encontraa en la parte portu/uesa !el un!o, coo asiiso olvi!an (ue el rata!o !e @a!ri! !e 1750 y el rata!o !e Ian Kl!e.onso !e 1777 !eclararon al rata!o !e or!esillas 'nulo coo si nunca se huiera .ira!o' %or cierto, en el caso !el Dru/uay la copetencia territorial ar/entino rasile>a culin# en un claro epate, en tiepos en (ue el po!er rasile>o era en reali!a! ucho ayor (ue el ar/entino, y la in!epen!encia uru/uaya *.rente al rasil+ represent# un iproale xito ar/entino 3 "oo .ue se>ala!o inteli/enteente por el coronel $#ulo &lix @enn!ez, la i!ea !e (ue la r/entina !ee ser here!era !el ;irreinato es tonta aun(ue )s no sea por(ue el ;irreinato .ue el prier enei/o !el Esta!o suversivo naci!o en uenos ires en 1810 En e.ecto, el /oierno espa>ol trans.iri# la capital a @ontevi!eo y nor# allí un nuevo virrey (ue estaa en /uerra con uenos ires %ue!e ar/Mirse (ue este razonaiento se asa en un uri!iciso hispanocntrico y (ue es por ello .alaz, pero el ar/uento contrario se asa en un uri!iciso porte>ocntrico (ue es )s .alaz an por(ue se .un!aenta en aconteciientos suversivos *2+ 4 &inalente, y sta es tal vez la raz#n )s iportante, no hay continui!a! entre el Esta!o colonial (ue existía antes !e 1810 y el Esta!o ar/entino .ora!o !olorosaente a lo lar/o !el si/uiente e!io si/lo "oo lo se>ala Nscar NszlaO en el contexto !e una !iscusi#n uy !i.erente, las instituciones nacionales haían !esapareci!o copletaente hacia 1820 "oo consecuencia !e la /uerra civil, ese a>o se extin/ui# la anti/ua Knten!encia !e uenos ires, (ue tenía una uris!icci#n territorial uy /ran!e e iprecisa, y sur/i# una nueva enti!a!, la provincia !e uenos ires, con una uris!icci#n territorial ucho )s liita!a, (ue interactuaría con las !e)s provincias )sicaente coo un par "oo se ar/uy# en el "apítulo 2, y al contrario !e rasil o "hile, en la r/entina las instituciones coloniales sorevivieron s#lo al nivel unicipal Entre 1820 y 1860 huo una ver!a!era alcanizaci#n un(ue huiera continui!a!es !e otro tipo *culturales y econ#icas+, el Esta!o (ue sur/i# en 1860 .ue una nueva enti!a! política sin continui!a! con el vieo Esta!o colonial, y sin !erechos sucesorios respecto !el iso por(ue su eer/encia .ue el pro!ucto !e un lar/o y violento proceso !e .acto :uevas instituciones 'nacionales' !eieron ser crea!as as vieas no haían sorevivi!o *3+ %or to!os los otivos expuestos )s arria, vale !ecir (ue el Esta!o ar/entino no es here!ero !el Esta!o colonial sino al/o copletaente nuevo (ue .ue pro!ucto !e un uy a.ortuna!o conunto !e circunstancias, (ue incluyen ciertaente a la uerra !el %ara/uay, la uerra !el %ací.ico y la "on(uista !el esierto %or cierto, to!a el )rea pu!o haer terina!o alcaniza!a en .ora 'peranente' %or ello, la percepci#n !e (ue to!o el territorio anti/uaente inclui!o en el ;irrreinato pero no inclui!o en el Esta!o ar/entino constituye una pr!i!a neta enore es una /rave e(uivocaci#n (ue es en parte pro!ucto !e la circunstancia !e (ue uenos ires haya si!o capital !e aos Esta!os %or cierto, los para/uayos po!r)n perciir (ue per!ieron a &orosa *coo e.ectivaente .ue el caso+ pero no sienten (ue hayan per!i!o a la r/entina En contraposici#n, los ar/entinos, (ue /anaron &orosa y astante )s a costa !el %ara/uay, sienten (ue han per!i!o lo (ue (ue!a !e ese país %or consi/uiente, una evaluaci#n realista !e la evoluci#n territorial ar/entina no pue!e !ear !e reconocer una expansi#n territorial enore !urante la se/un!a ita! !el si/lo !iecinueve %or otra parte, coo lo uestra el @apa 18 *(ue correspon!e a la e!ici#n norteaericana !e Gaon!+, los atlas hist#ricos pulica!os en Europa y los Esta!os Dni!os uestran esta reali!a! uy claraente Iin ear/o, la percepci#n /eneraliza!a en la r/entina se contrapone !irectaente a este hecho, resultan!o un .en#eno cultural !e /ran inters intelectual y relevancia política %or cierto, la nica pr!i!a territorial (ue se pue!e contailizar en trinos hist#ricos realistas es uy 42
pe(ue>aF la !e las islas @alvinas Este es el nico caso en (ue una potencia extranera expuls# a los 'ar/entinos' por la .uerza, !e un territorio (ue ocupaan y a!inistraan ao la autori!a! !e uno !e los varios Esta!os (ue con.i/uraan la constelaci#n ar/entinaF uenos ires Ii los rit)nicos se huiesen asenta!o en ierra !el &ue/o esto no po!ría ar/Mirse honestaente por(ue ierra !el &ue/o era res nullius en 1833 %ero los rit)nicos con(uistaron un territorio (ue no era res nullius, y (ue al contrario !e ierra !el &ue/o se encontraa ao la posesi#n .r)/il pero real y le/al !e uenos ires, (ue eercía soeranía en las islas por !erecho !e priera reocupaci#n !e un territorio vacío *4+ •
La transmisi"n de la percepci"n
Gaien!o !esarrolla!o el an)lisis anterior, po!eos ahora re/resar !e la historia a lo (ue, coo ya se !io, es un prolea contepor)neo encua!rale en el capo !e la sociolo/ía !el conociiento a la vez (ue una variale iportante para la coprensi#n !el coportaiento interestatal !e la r/entina con iportantes consecuencias políticas y econ#icas a percepci#n !e enores pr!i!as territoriales hace a los ar/entinos extrea!aente sensiles a asuntos relativaente pe(ue>os y ori/ina!os en el pasa!o reoto, coo el liti/io !e las @alvinas, (ue en reali!a! representa una pe(ue>a y uy anti/ua pr!i!a en el contexto !e enores /anancias netas @)s an, controversias insi/ni.icantes coo la !el canal !e ea/le y Gielos "ontinentales a!(uirieron una iportancia !esproporciona!a "uan!o se presentan ar/uentos urí!icos e hist#ricos uy siples (ue !euestran la relativi!a! !e los !erechos ar/entinos a esos territorios, stos son rechaza!os eotivaente por los sectores )s nacionalistas, sore la ase !e (ue !ichos ar/uentos son irrelevantes, por(ue !espus !e to!o la re/i#n entera!ei# haer si!o ar/entina, y "hile ya se ha expan!i!o !easia!o a costa !e este país un(ue sectores enos intransi/entes han hecho posile alcanzar acuer!os liítro.es con "hile, coparten !e to!os o!os la percepci#n /eneraliza!a !e pr!i!as territoriales hist#ricas, y una a/u!a sensiili!a! hacia los asuntos territoriales es un ras/o cultural (ue no es solaente la in/enua convicci#n !e asas sin e!ucaci#n sino (ue por el contrario prevalece en ayor e!i!a entre /ente eor e!uca!a Aue ste haya si!o el caso no pue!e sorpren!ernos ya (ue tales itos se transiten .un!aentalente a travs !el sistea e!ucativo os /oernantes no son enos víctias !el iso (ue los /oerna!os, sino se/uraente an )s Ie trata !e una convicci#n honesta !e )s !e un si/lo !e anti/Me!a!, (ue se entronca no s#lo con el !eate ar/entinochileno (ue acaaos !e resuir, sino tain con la prole)tica i!entitaria !esarrolla!a en el "apítulo 1 "oo saeos, en estas provincias, así coo en el resto !e Gispanoarica, la ruptura !e los lazos con Espa>a y el consi/uiente !eseraiento !el Kperio con!uo a la necesi!a! !e construir una i!enti!a! especí.icaente ar/entina, (ue no existía En un contexto !on!e lo (ue haía en con entre to!os los hispanoaericanos alcanzaa para !e.inir una nacionali!a! en Europa, las nacionali!a!es especí.icas s#lo se po!ían en/en!rar por e!io !e la construcci#n !e !i.erenciasF la vili.icaci#n !el Esta!o conti/uo y la /eneraci#n !e hip#tesis !e con.licto En reali!a!, este es el .en#eno (ue explica la .uncionali!a! !el ito !e las pr!i!as territoriales en /eneral, ientras (ue el !eate ar/entinochileno ayu!a a explicar las .oras especí.icas (ue ste a!(uiri# en la r/entina y en "hile Es ovio (ue el ar/uento !e la parte ar/entina en el !eate !el si/lo !iecinueve se trasla!# a los textos a pre/unta interesante al respecto esF B(u consecuencias tuvo para la cultura política ar/entina, especialente en nuestra opini#n plicaC %ara respon!erla, y a nuestro pe!i!o, el Knstituto allup !e la r/entina incluy# en uno !e sus son!eos la pre/untaF 'En relaci#n a los teas !e líites con otros países hay (uienes sostienen (ue la r/entina a lo lar/o !e la historia ha /ana!o territorios para sí Ntros en caio ani.iestan (ue la r/entina ha per!i!o territorios e lo (ue uste! sae, Bcu)l es su opini#nC' Ie presentaron entonces !os opciones, esto es, '/ana!o' o 'per!i!o', en ese or!en a encuesta, lleva!a a cao en arzo !e 1985, aarc# una uestra proailística !e 1021 casos en "apital &e!eral, ran uenos ires, $osario, "#r!oa, @en!oza, ucu)n, ahía lanca y @ar !el %lata "oo pue!e apreciarse en las talas, la hip#tesis (ue!# apliaente con.ira!a, con un 73,6 P !e la uestra (ue opin# (ue la r/entina haía per!i!o territorios y apenas un 6,4 P (ue opin# (ue, por el contrario, los haía /ana!o ain (ue!# con.ira!a la hip#tesis !e (ue cuanto ayor es el nivel e!ucativo !e la /ente, ayor es la ten!encia a pensar (ue se per!ieron territoriosF un 86,1 P !e la uestra con e!ucaci#n superior opin# (ue el país haía per!i!o territorios, contra s#lo un 61,0 P !e (uienes tienen una e!ucaci#n priaria incopleta a percepci#n est) /eneraliza!a en to!os los sectores !e la polaci#n, in!epen!ienteente !e (ue se !iscriine por e!a!, sexo, nivel socioecon#ico, a/rupaci#n i!eol#/ica, zona !e resi!encia o voto en las 43
elecciones previas al son!eo a nica cate/oría (ue uestra una ten!encia al/o ayor a creer (ue la r/entina /an# territorios !entro !e la uestra es la !e a(uellos (ue se i!enti.ican con i!eolo/ías !e 'centro !erecha', entre los cuales el 11,5 P cree (ue el país /an# territorios, contra un 72,7 P (ue cree (ue los per!i#F coo se ve, aun en este caso la aplia ayoría coparte la percepci#n !e pr!i!as territoriales Dn 20,1 P !el total !e la uestra opt# por no contestar o !ecir (ue no saía Entre los encuesta!os con e!ucaci#n superior, este porcentae !isinuy# al 5,1 P %arece claro (ue el !eate !el si/lo !iecinueve, la transposici#n !e su conteni!o a textos !e ense>anza y a pulicaciones !e la )s !iversa ín!ole, la propa/an!a !el /oierno ilitar cuan!o casi nos lanz# a una /uerra con "hile en 1978, y la isa /uerra !e las @alvinas, !earon una clara ipronta en la opini#n plica ar/entina Este proceso !e !i.usi#n !e la percepci#n !e pr!i!as territoriales erece estu!iarse )s pro.un!aente Aue a pesar !e estos resulta!os, aproxia!aente el 70 P !e la polaci#n haya vota!o a .avor !el rata!o !e %az y ista! con "hile en 1984, es un !ato alenta!or (ue hala claraente !e la sensatez y pra/atiso )sicos !e la polaci#n /eneral !e la r/entina a insensatez y .anatiso parecen concentra!as en los elencos !iri/entes y en la polaci#n (ue haita cerca !e los !iinutos territorios liti/iosos a necesi!a! !e instruentar e!i!as !e política e!ucativa para lentaente caiar este esta!o !e cosas no po!ría ser )s ur/ente :o es cosa .)cil !e hacer, sin ear/o, si consi!eraos (ue parte !e la !iri/encia (ue !eería encar/arse !e toar esas e!i!as no cree (ue haya al/o (ue caiar, a la vez (ue las principales víctias !el a!octrinaiento son los aestros, (ue creen a pie untillas en los itos (ue se encar/an !e propa/ar %or lo tanto, en.rentaos un proceso !e a!octrinaiento autoperpetuante os /oernantes son víctias !el iso !e anera !oleF en /eneral, participan !e las creencias .alsas (ue les .ueron inculca!as por el sistea e!ucativo, pero a!e)s son prisioneros !e la opini#n plica, !e su percepci#n a veces !istorsiona!a !e esa opini#n plica, y !el anipuleo !e la isa (ue los parti!os !e oposici#n pue!en llevar a cao El eneral altieri !eostr# cu)n .)cil es llenar una plaza explotan!o esta veta !e la cultura política ar/entina @ientras este esta!o !e cosas per!ure, la toa !e !ecisiones pra/)ticas respecto !e cuestiones territoriales se ver) /raveente ostaculiza!a, lo cual oviaente re!un!a en contra !el ver!a!ero inters nacional *1+ •
Conclusiones
En este capítulo heos pasa!o revista a al/unos hechos concretos !e un alto nivel !e especi.ici!a! Exploraos los ecanisos especí.icos (ue ayu!aron a plasar nuestro propio ito !e pr!i!as territoriales, (ue se incorpor# a la cultura política ar/entina !e una anera epíricaente ensurale Iaeos (ue esta cultura política (ue es un eer/ente !e los reitera!os proleas i!entitarios (ue en.rent# la r/entina en su proceso !e consoli!aci#n coo Esta!o con!icion# !ecisiones políticas !e altísio costo econ#ico a lo lar/o !e la historia !e la política exterior ar/entina *especialente !urante el perío!o 1976 83+ "onoceos pues un ecaniso especí.ico por el cual una cultura, /esta!a por un copleo proceso hist#rico vincula!o al naciiento iso !e un nuevo Esta!o y una nueva couni!a! ia/ina!a, con!iciona y liita el !esarrollo, relaciones internacionales e!iante a !ole !iensi#n te#rica y pr)ctica, intelectual y utilitaria, !e este tipo !e in!a/aci#n est) uy clara a polaci#n /eneral ar/entina i/nora lo (ue i/nora ain lo i/noran su !iri/encia política y hasta sus especialistas en relaciones internacionales B"u)ntos ar/entinos recuer!an (ue en 1811 @anuel el/rano .ir# un trata!o (ue reconocía al epartaento !e "an!elaria, parte !e nuestra actual provincia !e @isiones, coo uris!icci#n para/uayaC Dna itolo/ía .uncional a los intereses i!entitarios y políticos !el nuevo Esta!o r/entino ocult# !atos tan si/ni.icativos coo este :o s#lo estaa "an!elaria en el )rea natural !e in.luencia !e sunci#n, sino (ue la "orona espa>ola la !eclar# para/uaya por $eal "!ula !e 1659 En 1726 la trans.iri# a uenos ires pero en 1743 la volvi# a poner ao uris!icci#n para/uaya, hecho (ue rati.ic# en 1784 En 1806, !espus !e un perío!o !e tres a>os en (ue to!o el territorio !e @isiones (ue!# separa!o tanto !el %ara/uay coo !e uenos ires, la totali!a! !el iso, es !ecir, ucho )s (ue "an!elaria, .ue incorpora!o al %ara/uay - así lle/aos a el/rano y su trata!o ue/o, en 1852, huo otro trata!o, no rati.ica!o, por el cual "an!elaria pasaa a la "on.e!eraci#n r/entina, pero (ue reconocía coo para/uaya lo (ue es hoy &orosa y parte !e la actual provincia !el "haco a .alta !e rati.icaci#n .ue pro!ucto !el !esacuer!o !e la le/islatura ar/entina respecto !el territorio cha(ue>o, pero &orosa no estaa en !iscusi#nF era claraente para/uaya - entonces vino la victoria (ue !io !erechos tal punto !io !erechos (ue una orilla !el río %ilcoayo es hoy ar/entinaF lle/aos a la puertas !e sunci#n 44
%ero cuan!o la r/entina (uiso ocupar tain el "haco para/uayo, los rasile>os !ieron 'no' y nuestro canciller !ioF Est) ien a victoria no !a !erechos - esa .rase, aisla!a !e su contexto, nos .ue ense>a!a a to!os con popa oralista a incorporaos, la creíos, y nos ras/aos las vesti!uras ante las ini(ui!a!es !e otros Esta!os, se/uros !e (ue soos un eeplo oral para el un!o Auiz) hace al/unas !ca!as no huiraos po!i!o !esiti.icar estos aconteciientos con tanta cru!eza, por(ue nuestra isa existencia coo couni!a! ia/ina!a estaa asa!a en una itolo/ía (ue usti.icaa la reali!a! política !el nuevo Esta!o inventan!o una historia a su e!i!a %ero el tiepo ha transcurri!o, la couni!a! ia/ina!a ar/entina est) consoli!a!a, y estas itolo/ías se han vuelto crecienteente !is.uncionales, en la e!i!a en (ue se proyectaron en políticas auto!estructivas para el país y su Esta!o, coo la /uerra !e las @alvinas Es se/uraente por ello (ue esta ora, (ue hasta hace poco tiepo huiera si!o consi!era!a suversiva, pue!e ahora pulicarse sin ayor esc)n!alo y para ene.icio !el país Iiepre es ueno tener con.ianza en uno iso y sus virtu!es, pero no al extreo !e per!er contacto con la reali!a! y epren!er cursos !e acci#n auto!estructivos Esto .ue lo (ue !es/racia!aente ocurri# con la cultura ar/entina, y esto .ue lo (ue se proyect# a nuestra política exterior !urante varias !ca!as, hasta 1989 a !olorosa pero necesaria crítica constructiva (ue a(uí acoetios tiene por oetivo evitar (ue en el .uturo se repitan aventuras suici!as coo la !e 1982 - ahora, !espus !e estos capítulos intro!uctorios, !on!e !esarrollaos el a/ae conceptual in!ispensale para lanzarnos a historiar las relaciones exteriores ar/entinas sin itos ni entiras pia!osas, po!eos pasar ine!iataente a la !ula !e la cuesti#n, con el oo KK !e la %arte %riera !e nuestra Nra 5ar6o (7*8 9pini"n so0re si la Argentina ha ganado o perdido territorio a lo largo de su historia
Se4o :regunta
Educaci"n
Edad
%otal
@
&
1824 2528 2934 3549 5064 Q65
Ba r/entina ha /ana!o territorio a lo lar/o !e su historiaC
6,4
6,5 6,2 7,0
Ba r/entina ha per!i!o territorio a lo lar/o !e su historiaC
73,6
74,9 72,2
:o sae :o contesta
20,1
18,6 21,6 17,1 14,6
otal P
100
100 100
100 100
100
ases
1021 506 515
158 145
89
6,7
75,9 78,7 66,2
3,4
6,8
%K %ri Iec Iup
6,9 6,2 4,8 6,7 6,7 5,1
78,8 74,5 70,8
61,0 72,7 75,5 86,1
17,8 18,7 22,3 27,6 34,3 20,6 17,8 8,9 100 118
100 100 278 233
100 100 100 100 105 466 371
79
5ar6o (7*8 9pini"n so0re si la Argentina ha ganado o perdido territorio a lo largo de su historia
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