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A Noam Chomsky se le reconoce mundialm ente como uno de los grandes intelectuales y educadore s del siglo xx. En La (des)ed11cació11 el gran lingüista norteamer icano critica durament e nuestro actual sistema de enseiíanza. Frente a la idea de que en nuestras escuelas se t'n\eiían los valores democráticos, lo qm· n·alml•ntc t'Xl\le es un modelo coloninl ck l'll'-l'll
CRÍTICA
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NOA M CHO MSK Y
LA (DES )EDU CAC IÓN
Edición e introducción de Donaldo Macedo U-aducción de Gonzalo G. D jembé
CRÍTICA
:o es cien por cien libre ele doro y está 1
Biogratía Noam Chomsky (1928) se doctoró en lingüística en la Universidad de Pcnnsylvania en 1955 y en la actualidad es profesor de esta especialidad en el departamento de Lingüística y Filosofía del Instituto de Tecnología de Massachusetts. Ha escrito numerosas obras sobre lingüística, filosofía, historia de las ideas y sobre política internacional contemporánea. De entre sus numerosas obras destacan: Los guardianes de la libertad (2000), Actos de agresión (2000), B beneficio es lo que cuenta (2001) y B miedo a la democracia (2001 ), todas ellas publicadas por Crítica.
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-----· Prólogo• La democracia ha fracasado porque hay demasiada genJe que la teme. Creen qlU! el bienestar y la felicidad son tan escasos, que resulta imposible -y quizd indeseable- creer en un mundo de personas prósperas y libres ... Si11 embargo, este mundo, con todas sus contradicciones, aún puede salvarse, aun puede renacer; pero no recurriendo al capital, el interés económico, la propiedad y el oro. W. E. B. Du Bois'
n las sociedades llamadas libres abiertas, escuela afronta unas tensiones paradojas fonnidables. Por una parte, tiene la responsabiE lidad de enseñar las ventajas del sistema democrático; por otra, es cómy
la
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plice de la hipocresía inherente a las democracias contemporáneas, en las que, según Noam Chomsky, el término democracia «se refiere a un sistema de gobierno en el que ciertos elementos de la élite, que se apoyan en la comunidad comercial, controlan el estado mediante el dominio de la sociedad privada, mientras que la población observa en silencio. Entendida así, la democracia es un sistema en el que las decisiones son tomadas por las élites y ratificadas públicamente, como sucede en los Estados Unidos. De este modo, la intervención popular en el establecimiento de la política pública se considera una seria amenaza».2 Por esta razón, los movimientos populares de los años sesenta y setenta -que se movilizaron para oponerse a la implicación criminal de los Estados Unidos en la guerra de Vietnam, así como para exigir una mayor protección de los derechos civiles y del medio ambiente- representaron una amenaza real para la clase gobernante. En los F.E.UU., este sector social dominante replicó creando la Comisión Trilateral, cuyo ob¡ctivo era encontrar maneras de evitar que auténticas muchedumbres si)luieran participando, de forma democrática. en el cuestionamiento de la l·onducta inmoral de los gobiernos occidentales. En este proceso, la Co• Quisiera expresar mi
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lA (des)educación
misión Trilateral abandonó toda pretensión de que la escuela enseñara los valores democráticos; sus miembros -enlle los que se contaba el ex presidente Jimmy Carter- pertenecían a una élite int~macional d~ carácter mayoritariamente libeml, y re'iolv1cron las mencionadas t~nst~nes y paradojas de la escuela '
>.' En paralelo a este objetivo de la Trilateral, que buscaba mecanismos para mantener la hegemonía cultural del capitalism o, emergió una plétora de «comisari os» culturales al estilo soviético (cuya empresa era financiada en gran medida P<>r fundaciones y comités de expertos conservadores). Su misión era contener lo que se entendía como un «exceso de democrac ia» y acusar a «los que quisieran democratizar las instituciones y sustituir las relaciones de poder actuales» por la «catástrofe social• de los sesenta.5 Resultaba imprescindible, por tanto, atacar frontalmente los experimentos democráticos que ponían en cuestión la conducta inmoral (e incluso criminal) de los gobiernos , y que culpaban sin tapujos a los «programas para una gran sociedad, no solo por las pérdidas económicas, sino también por el descenso en Jos resultados de los exámenes de secundari a, los problemas con la droga y una generación de niños y j óvenes sin padres, sin fe y sin más sueños que Ja atracción de la calle».6 Mientras la clase gobernan te no pide disculpas por Ja función antidemocrática de las escuelas, se espolea a los gestores culturales de nivel medio (expertos, profesionales y maestros), mediante un sistema de r~ compensas, para que propaguen el mito de que la escuela es un espacio democráú co en el que se enseñan los valores democráticos. Como gestores culturales, los maestros apadrinan estas «verdades teológicas» (o 3. Noam Chomslcy, Language tllld politics, cd C. P. Otero, Black Rose. Nueva York, 1988, pág. 671 [hay trad. cast.: Sobre política y lingüística, Anagrama, Barcelona, 1971]. 4. Chomsky, La11g11age a11d polirics. 5. Stanley Aronowitz y Henry A. Giroux, «Schooling, culwre and_literacy i~ the a ge 5812 of broken dreams: a review o f Bloom and Hirsch», Harvard Educar1onal Review, 178. pág. 1988), de (mayo 6. Adam Pcnunan, «Buchanan announce.~ presidenlial candidacy», Bosron Globe, 15
de diciembre de 1991. pág. 13.
Prófogo
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incuestionadas), de forma que legitiman la función institucional desarrollada por las escuelac; «dentro de un sistema de control y coerción». El ejemplo más evidente de ello lo he mencionado ya en algunas obras anteriores: se trata del caso de David Spritzler, un estudiante de doce años de la Escuela Latina de Boston, a quien se abrió un expediente disciplinario por haberse negado a pronunciar el Juramento de Fidelidad; que le parecía «una exhortación hipócrita al patriotismo», puesto que no existe «libertad y justicia para todos». Para Spritzler, el Juramento pretende unir «a los oprimidos y los opresores. Hay gente que lleva coches impresionantes, vive en casas impresionantes y no tienen que preocuparse por el dinero. Y luego está la gente pobre, que viven en barrios malos y van a escuelas malas. Es como si el Juramento hiciera parecer que todo el mundo es igual, aunque no es cierto. No hay justicia para todos».1 A Spritzler, finalmente, no se le impuso ninguna sanción, pero fue necesario que la Unión Americana en pro de las Libertades Civiles [American Civil Liberties Union] escribiera una carta a su favor, citando un caso judicial de 1943 (Junta Educativa del Estado de Vuginia Occidental contra Barrett), en el que la Corte Suprema de los EE.UU. avaló el derecho de un estudiante a no pronuncia r el Juramento de Fidelidad y permanecer sentado. En el primer capítulo de este libro, titulado «Educar para la libertad», le pregunté a Chomsky a qué se debía que un niño de doce años pudiera detectar la evidente hipocresía del Juramento, y no sus maestros y administradores, que habían recibido una educación de nivel muy superior. Para Chomsky, <
' , *. P.edge o( (tlleg~e: Juramento solemne de fidelidad a los EE.UU., que suele
prohu nunctarse, en )l0Slc160 ergwda, durante la ceremonia del saludo a la bandera, habitual en c..cuelas estadounidenses. (N. del t.) 7. Diego Ribudeneira, " Taking a stand, seated», Boston Glo~. 14 de noviembre de 199l, pág. 40.
JO la (des)ed11rari611
~rofcsionales, expertos o consultores, que proporcionan autori~d c_on su labor, a cambio de importantes beneficios».ª En tanto que func10nanos
pugados por el estado, se espera de los maestros que se com~rome~-con cierto tipo de reproducción ética, social, política y econónuca, disenada . para moldear a los estudiantes a imagen de la ~ociedad do~ante. Aunque afirmamos contar con una educación_ democrá~1ca, la real1dad es muy diferente: tenemos un modelo educativo colomal, muy elahor.ido, y diseñado fundamentalm ente para formar a los maestros con mt'todos que devalúan la dimensión intelertual de la enseñanza. El objetivo principal de este modelo colonial es ~onti~uar di~capacitando a los maestros y estudiantes, de forma que canunen urefleiuvame~te a través de un laberinto de procedimiento s y técnicas. De ello se s1gu~ que el sistema educativo de los Estados Unidos no fomenta el pensrumento crítico e independiente ; antes al contrario, nuestras llamadas ~scuelas democráticas se basan en un enfoque instrumental y acumulauvo, que nonnalmente impide el desarrollo de la clase de razonamiento ~on la \:UUl se puede «leer el mundo» críticamente y comprender los mouvos Y relaciones que subyacen a los hechos. A grandes rasgos, este enfoque instrumental se caracteriza por la realización de ejercicios rutinarios, que no exigen esfuerzo ni tratan temas importantes, y que son repartidos «como preparación para exámenes de tipo test» por maes_tros «~ue no escriben más que galimatías, en imitación de la palabrería s1cológ1ca ~ue los rodea».' A medida que los Departamento s Estatales de Educación reafirman su control sobre el currículo escolar mediante la estandarizadón de exámenes oficiales de tipo test, adquiere más vigencia este tipo Je educación instrumental y acrítica, ya que la enseñanza se confía a los tests, mientras que se desatiende «el aprendizaje que ha de guiar la relaet<>rl del yo con la vida pública y de la responsabilid ad social con las 1 ¡l<"ticiones más generales de la ciudadanía>>. º En este proc~so,_los maestro\ favorecen el aprendizaje rutinario y la simple memonzac1ón de hec:hm. mientras que sacrifican el análisis crítico del orden sociopolítico (:.un tuando este orden empieza por crear la necesidad misma de la edu11 t!dward W. Said, Rtpresenrations o/ 1he inlelkctual. Panlheoo, Nueva York, 1'1114, l'ªll· " ¡hay 1rad. cast.: Reprtsentoc~.s del inlelec1ual, Paidós, Barcelona, I~].
f>alrid 1.. Court.<¡, Lituacy and empowermenl: the meaning makers, Bergm & Q . . . G.1nry, South lfadky (MA), 199l, pág. 4. 10 llcnry A. üirouJt, Critica/ education and cuúural studies: makmg the pedagog1ctli mt11r 11;1/11i<-.1/. 111<'1hlu.
Prólogo
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cación). Habitualment e, los maestros no piden a sus estudiantes que analicen las estructuras sociopolíticas que dan forma a sus circunstancias; y tampoco se les permite emprender el proceso de «descubrir la verdad por sí mismos». En lugar de esto, se espera que los estudiantes aprendan (aunque, en la práctica, no sea un camino para aprender nada) «por una mera trasferencia de conocimiento s, que se engulla con el aprendizaje memorístico y después se vomite» en los tests estatales estandarizado s. No se procura. por tanto, «el desarrollo de un pensamiento crítico e independiente», sino que se anestesia el razonamiento de nuestros estudiantes, como bien supo reílejar John Ashbery en su poema «¿Qué es la poesía?»: «En la escuela I me espulgaron de todas las ideas/ hasta dejar el campo limpio». 11 Dado que nuestra sociedad permite que las culturas corporativas reduzcan las metas de la educación a los requerimientos pragmáticos del mercado y, por tanto, se forma a los estudiantes para que sean «trabajadores sumisos, consumidores expectantes y ciudadanos pasivos», 12 la sociedad se ve forzada a crear estructuras educativas que adormezcan la capacidad crítica de los alumnos, con miras 3 a domesticar el orden social y asegurar así su autopreservac ión. ' Consecuentement e, crea patrones educativos que incluyen «acciones que procuran la domesticació n de la conciencia y su trasformación en un recipiente vacío. La educación, den1ro de esta práctica cultural dominadora., queda restringida a una situación en la que el educador, "que sabe", 14 trasfiere un conocimiento preexistente al estudiante, "que no sabe"». Cada vez más, a medida que la cultura corporativa aumenta su control sobre la escuela, la función de los maestros se ve reducida a imponer «una verdad oficial», predetermina da por «un grupo reducido de personas que analizan, ejecutan, toman las decisiones y mueven los hilos en el sistema político, económico e ideológico». Para poder llevar a rabo esta tarea de educación (que, irónicamente, no produce más que ignorancia), los maestros han de tratar a sus alumnos como vasijas vacías t¡ue se deben rellenar con ideas predeterminad as y, generalmente , desrnnectadas de la realidad social que los envuelve, así como de cualquier 11. «In School / Ali lhoughts got combed out I What was lcft was like a ficld.» John A,hhcry, «What is poeuy?it, Houstboat days: potms, Vilóng, Nueva York, 1977, pág. 47. 12. Giroux, Critica/ education. 13. Paulo Frcire. The politics o/ educalion: culture, powtr, and liberation, Bergin & ti irvry. Soulh Hadley (MA), 1985, pág. 116 [hay trad. cast.: la naturaleza política de la fúm ,,,.;,¡,,; cultura, poder y libtración, Paidós, Barcelona. 1990). 14, Frcirc. Polilics o/ educalion. pág. 114.
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Prólogo 13
La (des)educaciórr
valor
Freire, Politics ofeducation, pág. 117. 16. Tom Paxton, Whal Did You Leam in &hool Today?, Qierry Lane Music Pub. Co., lnc. (ASCA!'), o 1962. 15.
Afortunadamente, no todos los estudiantes aceptan voluntaria y acríticamente esta pedagogía de los grandes embustes, sino que algunos son conscientes de «las mentiras que me contó mi maestro», por tomar el título de un libro de James W. Loewen. Por ejemplo, los profesores de historia intentan promover el compromiso de sus estudiantes usando libros de texto que «retratan el pasado como si se tratara de un drama moral simplificado: "Sé un buen ciudadano ... Puedes sentirte orgulloso de lo que has heredado. Sé lo máximo que pueda~ ser. Después de todo, mira todo lo que han logrado los Estados Unidos"». 17 Esta forma de optimismo falso, según Loewen, «puede acabar suponiendo una carga para los estudiantes de color, los hijos de padres de clase trabajadora, las niñas que observan la ausencia constante de personajes históricos femeninos, o los miembros de cualquier otro grupo que no haya conseguido el éxito económico. No es de extrañar que los niños de color estén alienados».18 En su alienación, se niegan a aceptar el conocimiento que les ha trasmitido un sistema ideológico y doctrinal que falsea la realidad y distorsiona su imagen, con la esperanza de que los estudiantes se acomodarán a vivir en la mentira. Es por esta razón por lo que un gran número de estos estudiantes subordinados planta cara a la educación doctrinal, utilizando el recurso de abandonar los estudios. Y es por esta misma razón, quizá, por lo que muchos de ellos hacen resonar todavía la famosa canción de Pink Floyd Another Brick in the Wall («Otro ladrillo en el muro»): «We don't want no education, / We don't want no thought control...». 19 Tal como he indicado hasta aquí, la escuela procura mantener la hegemonía cultural y económica vigente en las sociedades llamadas abiertas y democráticas, para lo cual recurre a la propagación de mitos. Según afirma Bárbara Flores, los mitos «Son persistentes porque no se los cuestiona; son convincentes porque ofrecen un retrato simplificado de una realidad compleja; y son antirrealistas, porque disfrazan la verdad>>.20 Se sigue, entonces, que la enseñanza de la verdad sin disfrarar -tal como ha sugerido Chomsky persuasivamente- supone una auténtica amenaza para el sistema doctrinal. Un maestro al que se paga 17. James W. Loewen, Lies my teocher told me, The New Press, Nueva York, 1945, 11J11. 3. 18. Loewen, Lies my teacher to/d me. 19. cNo queremos educación I ni control del pensamiento»; Pink Floyd, Another in the Wall, Pink Floyd Music l.Jd., O 1979. 20. Bárbara Flores, L.anguage imerference on injluence: lO"ttc'llrd a theory for hispanic 1•11111¡:110/ism, tesis de licenciatura, Universidad de Arizona, Tucson, 1982, pág. 131. 11111 k
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para que proteja el sistema doctrinal e ideológico vigente tendrá escaso interés en cnscrl ar u sus estudiantes que los Estados Unidos han violado i.istcmáltcanwnte el Juramento de Fidelidad, desde la legalización de la csduvitud y la denegación de Jos derechos de las mujeres al genocidio casi total de los nativos americanos, pasando por las actuales prácticas db<.·111uinatoria'i en contra de las personas que, debido a su raza, etnia o '>Cxu. no son tratadas con la dignidad y el respeto por los que se aboga en el Juramento. htc maestro tampoco tendrá alicientes para explicar la Historia de la ¡.¡eme >. Esta invasión supuso la muerte de miles de víctii 1. Citado en Howard Zinn, Declarations ofindependence: now examining American '''""'"11'" HarperCollins, Nueva York. 1990, págs. 234-235. U . Zinn, Declarations ofindepenáenct.
Pr6logo 15 mas inocentes en el intento de arrestar a un jefe de estado -Manuel Noriega- que, en realidad, era un desaprensivo creado y respaldado por el gobierno de los EE.UU., trabajaba como informador a sueldo de la CIA y siempre había sido considerado <
rrmogo
políticos cometidos por el gobierno y su aparato paramilitar, según las estimaciones del Departamento de Estado, está en eJ mismo nivel que en Kosovo antes del bombardeo de la UTAN, y ha generado por t:ncima dt:I millón de refugiados». En lugar de bombardear Colombia para detener la matanza de los propios colombianos, la administración de Clinton propuso enviar 1.600 millones de dólares para reforzar el ejército -con el objetivo, supuestamente, de combatir la guerra de la droga- y además, según Chomsky, fue <>. De no ser por la amnesia social y la incapacidad de relacionar los diferentes acontecimientos, nos hubiéramos referido, sin duda, a la función desempeñada por Daniel Patrick Moynihan como embajador ante las Naciones Unidas. En su memoria de la invasión de Timor Oriental por parte de Indonesia, titulada Un lugar peligroso, Moynihan arroja luz sobre su papel como embajador estadounidense ante las Naciones Unidas: «Los Estados Unidos querían el resultado que finalmente se produjo y se esforzaron en provocarlo. El Departamento de Estado quería que las Naciones Unidas demostraran su inutilidad en todas y cada una de sus medidas; esta tarea me fue confiada a mí, y puedo decir que la supe llevar a término con un éxito nada despreciable».23 Moynihan añadió que, en tan solo dos meses, habían muerto alrededor de 60.000 personas, «prácticamente la misma proporción de bajas que sufrió la Unión Soviética durante la segunda guerra mundial».N Pero como no se denuncia la relación que vincula estos sucesos, los Estados Unidos han podido seguir proclamando la excelsitud moral de su defensa de las leyes internacionales y la inviolabilidad de las fronteras nacionales, 23. Citado en Noam Chomsky, Towards a new Cold War, Pantheon, Nueva York, 19~2. págs. 339-340 (hay trad. cast.: La segunda guerra fria, Crítica, Barcelona, 1984). 24. Chomsky, La segundLI g uerra fría.
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al par que continuaba violando leyes y fronteras a su entero capricho. La incapacidad de percibir estas contradicciones tan evidentes es un com· ponentt: dave de la manipulación ideológica, que suele producir una de sarticulación de los conocimientos adquiridos, alejando así a los obser vadores de una comprensión crítica y coherente del mundo en el que vi ven. Esta desarticulación del conocimiento conlleva La anestesia de lu conciencia, sin la cual es imposible desarrollar una postura política cla ra. Tal como ha indicado elocuentemente Frei Betto, la percepción cla ra de la realidad requiere que cada cual trascienda «La concepción de la vida como un simple proceso biológico, para llegar a entenderla como un proceso personal y colectivo»." Betto se refirió a esa concepción errónea como «el tendedero de la información»; puede haber colgada en él una gran cantidad de piezas de información, pero no todo el mundo es capaz de relacionarlas unas con otras. No es de extrañar, por tanto, que las potencias occidentales prestaran un respaldo tan eufórico a la «intervención humanitaria» de la OTAN en Kosovo, que pretendía parar la limpieza étnica de los albaneses, pero a la vez fingieran no tener no· ticia de las matanzas en Ruanda, Colombia, Turquía y otros países. La percepción clara de la realidad política requeriría que uno fuera capaz df ~eparar y reordenar las piezas, frecuentemente fragmentarias, del tendc tlao.~ La adquisición de la suficiente claridad de ideas exige un alto ni ' l'I de claridad política, algo que la ideología dominante intenta eliminar 1•or todos los medios -ya desde la escuela-, y que se adquiere a bUY .i,· cribar el flujo de información y relacionar unas piezas con otras, hu 1 1 t¡ue se logra una comprensión global de los hechos y su razón de llCf Podemos ver ahora por qué las personas que han sido educadas llajo u11 modelo domesticador, de trasferencia (o incluso imposición) de \'Uo 111• unientos, no son capaces de interconectar las piezas y distinguir, por J• 111plo, dos dimensiones en la «intervención humanitaria>> de la urAH 11 11.osovo: la mítica y la objetiva. En parte, ello obedece a que los mao119 políticos de tres al cuarto que, como la mayoría de «expertQf! 1 11 1~·eptado ciegamente la ideología dominante- son técnicos que. tn 1 1111 de la educación domesticadora que se les ha trasferido en la línH 1 111oillaje de la fábrica de las ideas, e impulsados por este en"'* ' <"i111do en Paulo Freire y Donaldo Macedo, Uttracy: reading the w11rd tlltlll 11 llci¡un & Garvey, South Hadley (MA), 1987, pág. 130 [hay trad. cast.: Alfol>rt ir 1 .t la f'
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miento engañoso, no suelen llegar a desarrollar una comprensión del mundo crítica y coherente. En resumen, este tipo de pensamiento domesticado hace posible que nos pongamos de parte de los líderes políticos que rcaJi¡¡m el rituaJ de exigir Ja protección de los derechos humanos en todo el mundo, pero que no reconozcamos la complicidad de estos rni,mos lideres en la violación de los derechos de los ciudadanos que viven h11JO regímenes totaJitarios apoyados -abierta o encubiertamenle por los Estados Unidos. La naturaleza selectiva de nuestro respaldo "1ncondicional» a los derechos humanos resulta evidente en los caso~ de Colombia., Guatemala, Indonesia, Haití o Turquía, entre otras naciones. Uno de los componentes centrales de esta pedagogía de las mentiras, dise1lada por la ideología dominante para impedir el desarrollo de una ..comprensión crítica de la realidad>>, es la creación de ~ilusiones necesarias y simplificaciones en gran escala y de gran poder emotivo ... para que el "rebaño desconcertado" -la masa ingenua y mentecata- no se vea aturdido por la complejidad de los problemas reales que, además, tampoco sabría cómo resolver». Es por ello que la escuela y la universidad intentan frenar el desarrollo de una educación más crítica, según los varios modelos propuestos por Chomsk.y, Paulo Freire o Henry Giroux; según ellos, «Como sujetos que sabemos (que tenemos un conocimiento en ocasiones previo, y en ocasiones referido a objetos que aún han de ser producidos}, nuestra relación con los objetos cognoscibles no se puede limitar a los objetos en sí mismos. Necesitamos llegar a comprender el complejo de las relaciones entre los objetos».27 En una época en la que vivimos controlados por una creciente «fabricación del consentimiento».' debida a las triquiñuelas tecnológicas de los medios de comunicación -cortes de voz mínimos y selectivos, manipulación metafórica del lenguaje e ideas precocinadas y carentes de sustancia-, resulta aún más urgente aceptar la propuesta de Chomsky: desarrollemos un enfoque crítico de la educación, «un auténtico servicio público y general, [que] nos proporcionaría técnicas de autodefensa». Vista la tendencia de los seres humanos a construir «"cuentos" placenteros con los que suelen engañarse a sí mismos y favorecerse a sí mis27. Freile y Maccdo. Lite.racy, pág. 131. • Macedo cica aquí. indirectamente, uno de los titulos de Chomslcy, Manllfacturing consent. (N. dd t.)
Prólogo
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mos y sus grupos» 28 (especialmente cuando esos cuentos engañosos son recompensados por el orden social dominante), el desarrollo de una comprensión crítica que enlace el significado de las palabras con un entendimiento más coherente del significado del mundo se constituye en un requisito previo para alcanzar una percepción más clara de la realidad. Tal como indica Freire, es únicamente «mediante la práctica política [como] se empieza a superar la poca coherencia de la sensibilidad ante el mundo, y una empresa intelectual más ambiciosa origina una más coherente comprensión del mundo». 29 Así, con miras a superar las lectura~ de la realidad que no pasan del mero nivel de la palabra (por ejemplo, «intervención humanitaria>>), hemos de desarrollar una comprensión crítica de varias entidades sicológicas, como «las memorias, las creencias, los valores, los significados, etcétera ... que existen realmente allí fuera, en el mundo de la acción y la interacción social».)O Antes de dotar de sentido a una descripción de la realidad en el nivel de las palabras, por tanto, es necesario leer el mundo, esto es, las prácticas culturales, sociaJes y políticas que lo conforman. La lectura del mundo debe preceder, por tanto, a la lectura de las palabras, taJ como sugiere Freire. Ello equivale a afirmar que, para poder acceder al significado pleno y verdadero de cualquier entidad, debemos analizar las prácticas culturales y políticas que vehiculan nuestro acceso al campo semántico del mundo y su interacción con los rasgos semánticos de la palabra. Como el significado es, cuando menos, huidizo, tenemos que basarnos en aquellos modelos culturales que son responsables de «nuestros cuentos» y, frecuentemente, «los cuentos con los que nos engañamos».11 Una ojeada a Ja tesis de la «intervención humanitaria>> en Kosovo basta para desvelar cómo las prácticas culturales y políticas no solo moldean, sino que incluso determinan la manipulación metafórica del lenguaje, facilitada a su vez por imágenes controladas informáticamente y mensajes verbales marcados por «el uso estratégico de un lenguaje ambiguo que oculta a los telespectadores el alcance real del terror
28. James Gee, Tire. social mind: language.s, ide.ology, and social practices, Bergin & Garvey, Soulh Hadley (MA}, 1992, pág. vn. 29. Freile y Macedo. lite.racy, pág. 132. 30. Frcire y Macedo, Literacy. 31. Gee, The social mind, pág. XJ.
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y las matanzas» inherentes a esas «intervenciones ~umanitari'.15»- Para William Lutz, este lenguaje deliberadamente ambiguo «esquiva la responsabilidad o la imput.a a otros, y discrepa de su signifi".3do real,º ptetendido. Es un lenguaje que oculta e impide el pensamiento; mas que 11 potenciar el pensamiento, este lenguaje lo limita». En esta lúcida recopilación de ensayos, Chomsky no solo urge .ª todo aquel que anhele una vida más democrática a que adopt~ una ,ª~t1tud más crítica hacia el mundo, sino que además nos proporciona uttles herramientas para revelar el (des)orden social y, con_ él, las prácti~as hipócritas y deshumanizadoras de nuestras «democracias»; ello ~mvale a «enseñar la verdad sobre el mundo y la sociedad». Chomsky tmpele a los lectores a adoptar un lenguaje critico, necesario para desenm~carar una realidad oscurecida y su manipulación ideológica, pero tamb1en, de acuerdo con lo expresado por Giroux y Freire, promueve una pedagogía de la esperanza, por la cual «Se invita a los estudiantes .ª que ~escubran por sí mismos la naturaleza de la democracia Y_ s~ func1onamien~». En este proceso, los estudiantes abandonan su pos1c16n de I?eros objetos Y se convierten en agentes de Ja historia, a la búsqueda mcesante de la verdad. Según enfatiza Chomsky enérgicamente, los maestros h~ de cesar en su complicidad con la educación tecnocrática que los d~mte lectualiza y hace que «[trabajen] fundamentalmente para reproducrr, legitimar y mantener el orden social dominante, que les reporta beneficios». . Los maestros, por tanto, han de rechazar la tentación de convertirse en «comisarios culturales», y convertirse en auténticos intelectuales, que «tienen la obligación de investigar y difundir la verdad sobre los te~as más significativos, sobre los temas que impo~n». Tal com~ ?rec1s6 Chomsky en nuestro diálogo, «este punto no deja de ser perc1b1do _por los intelectuales occidentales, que no tienen mayor problema en aplicar principios morales elementales en aquellos casos que atañen .ª los e!1:migos oficiales». En esta línea, Chomsky impele a los qu~ quieran ~IVlf democráticamente a unirse al coro de intelectuales genumos, defimdos por Edward Said como los que
se arriesgan a prescindir de las certezas fáciles que nos proporcionan nuestra formación, nuestro idioma y nuestra nacionalidad, y que con tanta frecuencia nos impiden observar las realidades ajenas. También conJleva bus· car e intentar apoyar un único estándar de actuación humana en lo que atañe a cuestiones como la política extranjera o Ja social. De este modo, si condenamos un acto de agresión inmotivado por parte de un enemigo, deberíamos ser capaces de hacer lo mismo cuando nuestro gobierno invade a otro estado más débil. 34
Como intelectuales genuinos, en suma, los maestros tienen que hacer suyo un lenguaje critico que denuncie la hipocresía, la injusticia social y las situaciones de miseria. Han de comprender, también, que «la escuela [representa] a la vez la ideología dominante y la posibilidad de lucha y resistencia, y que [debería ser] defendida por grupos diversos, ya que desempeña un papel fundamental en preparar a los estudiantes para que asuman ia responsabilidad de expandir los horizontes de la democracia y la ciudadanía critica».JS Es desde esta perspectiva a la vez cática y posibilista desde donde Chomsky urge a los lectores del presente libro a tomarse en serio el desafío de convertirse en agentes de la historia; a que trabajen por un mundo menos discriminatorio, más democrático, menos deshumanizador y más justo. Las lúcidas propuestas de Chomsky respecto a la humanización del mundo tienen un eco significativo en las afirmaciones de otro gran educador, Paulo Freire, quien recuerda continuamente a todos los que comparten ese deseo que «pensar en la historia como posibilidad es reconocer la educación como una posibilidad. Significa que, si bien la educación no puede lograrlo todo, ~(tiene algunos logros a su alcance ... Uno de los desafíos a los que nos <'nfrentamos los educadores es descubrir qué resulta históricamente facllhle en la línea de contribuir a la trasformación del mundo, originando un mundo más redondeado, menos anguloso, más humano».36
l4. Said, Representations of the intellectual, pág. xrv. 3S. Henry GirolJ)(, Radical pedagogy anti educational Jwpe: remembering Paulo Freimfdito. 1(,
32 Peter Melaren y Rhonda Hammer, «Media knowledge, warrior citizenry, and postmodem literacies», Joumal of Urban (JfUJ Cultural Studies , 1 (1992), pág. 49. 33. William Lutz, Doublespeak, HarperCollins, Nueva York, 1989, pág. l.
P.aulo Freire y Donaldo Macedo, «A dialogue: culture, language and race,., en
l"•l'I 1.cistyna, Anvie Woodrom y Stephen A. Sherblom, eds., Breaking free: the tr011sfor-
,,.,,,,,.,. puwer of critica/ pedagogy, Harvarc:I Educational Review, Cambridge (MA), 1996. 11A1 '22.
1 Educar para la libertad (un diálogo con Donaldo Macedo)"
DoNALDO MACEoo: Hace algunos años, me sentí intrigado por el caso de David Spritzler, un estudiante de la Escuela Latina de Boston, de tan solo doce años, quien tuvo que afrontar un expediente disciplinario por haberse negado a pronunciar el Juramento de Fidelidad.•• A Spritz/er le parecía «una exhortación hipócrita al patriotismo», puesto que no hay «libertad y justicia para todos». Quería preguntarte por qué crees que un niño de dóce años pudo detectar la evidente hipocresía del Juramento y, en cambio, no lo hicieron sus maestros y administradores. Me deja pasmado que los maestros, que -por la misma naturaleza de su trabajo-- deberían considerarse a s{ mismos intelectuales, sean incapaces de ver lo que le resulta evidente a un niño, o incluso se nieguen a aceptarlo.
NoAM CHoMSKY: No es difícil de entender. Lo que acabas de mencionar demuestra la profundidad del adoctrinamiento tendencioso que se lleva a cabo en nuestras escuelas, e incapacita a las personas instruidas para comprender siquiera las ideas más elementales, al alcance de cual1¡uier niño de doce años. De acuerdo, pero me sorprende que un maestro -que ha recibido Título original: «Beyond a domesticating education: a dialogue»; esta conversaprodujo en junio de 1999. .. Véase la nOla de la pág. 9. (N. del 1.) •
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24 La (des)educaci6n una formación superior- o un director de escuela sacrifiquen el mensaje del Juramento de Fidelidad a la imposición de la obediencia, y exijan a sus estudiantes que lo pronuncien. A mí no me extraña, en absoluto. De hecho, lo que le suc.edió a David Spritzler es lo que se espera de las escuelas, que son centros de adoctrinamiento y obediencia impuesta. Lejos de favorecer el pensamiento independiente, la escuela, a lo largo de la historia, no ha dejado de interpretar un papel institucional dentro de un sistema de control y coerción. Una vez que se te ha educado, se te ha socializado ya de una manera que respalda las estructuras de poder que, a su vez, te recompensan generosamente. Pensemos en Harvard, por ejemplo. En Harvard no aprendes solo matemáticas; aprendes, además, qué se espera de ti por ser un graduado de Harvard, qué conducta has de seguir y qué preguntas no tienes que hacer jamás. Aprendes las gollerías propias de un cóctel, cómo debes vestirte, cómo se imposta el acento de Harvard. Y también cómo relacionarte con una determinada estructura de clase, y cómo conocer las metas, los objetivos y los intereses de esta clase, la clase dominante. Así es. En este caso, hay una diferencia abrumadora entre Harvard y el MJT [Instituto de Tecnología de Massachusetts]. Aunque sería razonable definir el MIT como una institución más de derechas, es, en cambio, mucho más abierto que Harvard. En Cambridge tienen un dicho que refleja bien esta diferencia: Harvard forma a la gente que gobierna el mundo; el MIT forma a los que lo hacen funcionar. Como consecuencia, en el MIT hay mucha menos preocupación por el control ideológico y mucho más espacio para el pensamiento independiente. Mi situación aquí es una buena muestra de ello, pues nadie ha puesto obstáculos a mi acción política ni mi activismo. Ahora bien, no pretendo decir con eso que el MIT sea un foco de activismo político. No ha dejado de desarrollar la función institucional que le corresponde: ocultar la mayor parte de la verdad sobre nuestro mundo y nuestra sociedad. De no haber sido así, si se hubiera dedicado a enseñar la verdad. tampoco habría podido sobrevivir demasiado. Y precisamente porque no enseñan la verdad sobre el mundo, las escuelas estadounidenses no tienen más recurso que el bombardeo propa-
Educar para la libertad 25
gandístico constante a favor de la democracia. Si la escuela fuera en verdad democrática, no sería necesario machacar a los estudiantes con tópicos sobre la democracia. Simplemente, la acción y la conducta serían democráticas; pero sabemos que no es así. En principio, cuanto más necesario resulte hablar sobre los ideales de la democracia, menos democrático será el sistema Esto es bien conocido por los que se dedican a la política y, a veces, ni siquiera se molestan en ocultarlo. La Comisión Trilateral se refería a las escuelas como las «instituciones» responsables del «adoctrinamiento de los jóvenes». Este adoctrinamiento tendencioso es imprescindible, porque las escuelas fueron diseñadas -hablando a grandes rasgospara apoyar los intereses del sector social dominante, la gente de mayor riqueza y bienestar. Desde muy temprano, en la educación se nos socializa para que comprendamos la necesidad de prestar respaldo a las estructuras del poder, sobre todo a las grandes empresas, a los hombres de negocios. La lección que uno saca de esta educación socializadora es que, como no apoyes los intereses de los más ricos y poderosos, lo tendrás crudo: sencillamente, se te expulsa del sistema o se te marginaliza. Y la escuela cumple con éxito este programa de «adoctrinamiento de Jos jóvenes» -por decirlo con las mismas palabras de la Trilateral- gracias a que opera dentro de un marco de propaganda cuyo efecto es deformar o suprimir las ideas y la información no deseadas. ¿Cómo es posible que estos intelectuales, que propagan falsedades al servicio de los intereses de los más poderosos, sin atreverse a salir de dentro del marco propagandístico, salgan impunes de su complicidad? Lo cierto es que no salen impunes de nada. De hecho, están prestando el servicio que se espera de ellos; lo esperan así las instituciones para las que trabajan, y ellos cumplen los requerimientos del sistema doctrinal, ya sea voluntaria o quizá inconscientemente. Es como si contrataras a un carpintero y, una vez realizado el trabajo para el que lo contrataste, te preguntaras cómo ha podido hacerlo. Bueno, ha hecho lo que M' esperaba de él; y los intelectuales ofrecen un servicio muy parecido. "il' comportan tal como se espera de ellos en la medida en que present ,111 una descripción de la realidad mínimamente ajustada, pero sobre todo adecuada a los intereses de los que tienen más poder y más rique-
Educar para la libenad 'L '/ 26 La (des)eáucación que solemos llamar za, es decir, de Ja gente que posee esas instituciones ad entera. socied la r posee a vienen escuelas y que, en el fondo, interpretado un Está claro que, históricamente, los intelectuales han esta postura lista papel vergonzoso con su apoyo al sistema doctrinal. por intelecs tenido ser n -no demasiado honro sa-, ¿crees que puede nes te ocasio varias En o? términ tuales, en el sentid o más genuino del como rd Harva de rsidad unive la de ores has referido a algunos profes o términ ese que creo nte, nalme Perso ico. soviét «comisarios», al estilo la de ices son cómpl los describe mejor que el de «intelectuales», pues narial, puesto funcio rol un ollan desarr s, ademá ; poder del estructura cuando esaun , ación» que defienden los supuestos «valores de la civiliz rio: micontra efecto el ente tos, en muchos casos, han generado justam de masa la de escala gran en ación seria, genocidio, esclavitud y explot trabajadores. n casi exacA lo largo de la historia, efectivamente, esa es una image , verás Biblia la de o tiemp ta de lo que ha sucedido. Si te retrotraes al profes <
«el defensor de la lites al contrario, elogió y bendijo al congr eso como Jos comentarios. sobran que culo bertad». El escándalo es tan mayús magnitud. Imagisu strar demo para a prueb e Pero bastará una simpl unidense y de color na, por ejemplo, lo siguiente: Un comu nista estado poco despu és de se presenta en lo que entonces era la Unión Soviética, ados por fuerasesin sido que seis destacados intelectuales checos hayan y la ensalDuma la a dirige zas entrenadas y armadas por los rusos. Se ra produhubie se ón reacci ¿Qué d». za como <
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La (des)educación
«gunntes y mascanados». Personalmenle, aíiadirfa que no solo llevan te. rilla», sino anteojeras, que les impiden ver lo eviden 2
posmoderCreo que no estoy demasiado de acuerdo con esa crítica vidad; al objeti la ñar desde os debem No na en contra de la objetividad. amos esfon que os tenem d verda la de ución contrario, en nuestra persec por ser objetivos. rechazar la objeMe parece razanable. Con mi critica no pretendía cobertura de obla ar all(l/iz tividad. Lo que sí resulta imprescindible es orar en sus incorp no para s ctuale intele jetivid ad que utilizan numerosos blemente proba que y s, niente conve poco anális is una serie de factor es io de la servic al d verda la de ación elimin la con revela su complicidad ideología dominante.
de objetividad, Así es. Hay que condenar sin tapujos la pretensión ión al serormac desinf y sión distor cuando funciona como un medio de nte en las frecue más o much es ra postu Esa vicio del sistema doctrinal. e unas impon or exteri o mund el ellas, en que, a o ciencias sociales, debid icapac igadores; la constricciones especialmente débiles sobre los invest an afront se que dad de comprensión es más reducida, y los problemas ia, resulta muson mucho más oscuros y complejos. Como consecuenc por tanto, una Hay, oír. sa intere cho más sencillo ignorar todo lo que no as sociacienci las y les natura as cienci diferencia muy marcada entre las de una leza natura la en uan atestig se s hecho les. En el primer caso, los r los ignora pueda r igado invest un que lta dificu que lo forma verificable, s errore los que ello datos que contradicen sus hipótesis favoritas; es por rse repeti n puede les natura no suelen perpetuarse. Como en las ciencias sin mayores problelos experimentos, Jos posibles errores se descubren tarea intelectual. esa rige que a intern mas. Además, hay una disciplina que sea, nos seria por n, igació invest na ningu Aun así, está claro que conducirá fonosamente a la verdad. difusión de verPero volvamos al punto inicial: la escuela impide la maestros --<> los de dades esenciales. Es la responsabilidad intelectual intentar decir cr-ámbit ese en de cualquier otra persona que se muev a moral: averiativo imper un Es . la verdad. Eso me parece indiscutible 2. Ibldem.
y difundirla lo meguar la verdad sobre las cuestiones más importantes, ado. Porqut: ponerjor que uno pueda, y siempre al auditorio más adecu literalmente, y ese se a decirle la verdad al poder es malgastar el tiempo, se las espaldas. A cubrir intento puede ser, con frecuencia, una forma de o irle con la vertiemp de a mi modo de ver, desde luego, es una pérdid a otros que ejero , AT&T de al gener dad a Henry Kissinger o al director de los casos, ya ía mayor la en tivas: coerci cen el poder en instituciones de decir: cuanacabo que lo ar precis teme Permí . la conocen, la verdad as instituciostanci do Jos que están en el poder se apartan de sus circun os, en agenhuman seres nales -si es que lo hace n-y se convierten en resto de las al como ellos a tes morales, en ese caso podemos dirigimos no vale la te camen prácti ntes, dirige personas. Pero en su función como verdad al la e nicarl comu útil más es No o. pena. es una pérdida de tiemp persoser de dejan no que ales, crimin o s tirano poder que a los peores e la decirl que Así nas, independientemente de lo terrible de sus actos. verdad al poder no es ninguna tarea honrosa. te. En el caso Lo que debemos procurarnos es un auditorio que impor como un verlos que hay no antes; de la enseñanza, se trata de los estudi con nidad comu una de ante integr nto eleme simple auditorio, sino como consipar partic poder espera uno que la en preocupaciones compartidas, con. Eso es ya tructivamente. Es decir, no debemos hablar a, sino hablar cualquier escritor o instintivo en los buenos maestros, y debería serlo en trasferencia de mera intelectual. Los estudiantes no aprenden por una y después rístico memo dizaje conocimientos, que se engulla con el apren descucon ver que tiene , efecto en ero, se vomite. El aprendizaje verdad última esta l; oficia d verda una de ición brir la verdad, no con la impos indepene crítico o mient pensa un de ollo desarr al ce opción no condu a sus estudiantes a diente. La obligación de cualquier maestro es ayudar tanto, la informapor ar, descubrir la verdad por sí mismos, sin elimin los más ricos y para s azosa l·ión y las ideas que puedan resultar embar escolar. a polític la en impon e poderosos: los que crean, diseñan la verdad y que ar enseñ ica signif qué e detall Consideremos con más ras. Me pamenti las de es verdad las guir distin a da todo el mundo apren o comú n sentid o 1ece que no requiere más que sentido común, el mism ganpropa as sistem los que nos hace adoptar una postura crítica hacia sugeAntes gas. enemi 1hslicos de las naciones que considerarnos como nuestro país serían incapaces de 11 tiue los más señeros intelectuales de disidentes de las tiranías conidos conoc bien 11nrnbrar ni uno solo de los
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troladas por los Estados Unidos, como por ejemplo la de El Salvador. Sin embargo, estos mismos intelectuales sabrían proporcionarte una larga lista de disidentes de la antigua Unión Soviética. Y tampoco les supondría ningún problema el distinguir las mentiras, deformaciones e incongruencias que sirven para evitar que la población de los regímenes enemigos conozca la verdad. Pero esa capacidad crítica que utilizan para desenmascarar las falsedades difundidas en los estados «delincuentes» se esfuma cuando se trata de criticar a nuestro propio gobierno o a las tiranías que apoyamos. En el trascurso de la historia. las clases mejor formadas han respaldado mayoritariamente a los aparatos propagandísticos y, cuando se mininúzan o se eliminan las desviaciones de la pureza doctrinal, la máquina de la propaganda suele lograr éxitos apabullantes. Hitler y Stalin lo sabían muy bien y, hasta el día de hoy, tanto las sociedades abiertas como las cerradas han procurado y recompensado la complicidad de la clase instruida. Esta clase instruida ha sido considerada una «clase especializada», ya que es un grupo reducido de personas que analizan, ejecutan, toman las decisiones y mueven los hilos en el sistema político, económico e ideológico. Esta clase especializada suele representar un porcentaje ínfimo de la población, que tiene que recibir protección frente a la gran masa a la que Walter Lippmann dio el nombre de «rebaño desconcertado». Es una clase que desarrolla las «funciones ejecutivas», lo que significa que realizan la función de examinar, planear y establecer el <) tienen la posibilidad de participar en la aprobación de uno u otro líder, mediante un proceso conocido como «elecciones». Una vez han aprobado a este o a aquel miembro de la clase especializada, deben retirarse y convertirse de nuevo en espectadores. Cuando el < intenta ampliar su papel como mero espectador, cuando la gente intenta participar en la acción democrática, la clase especializada reacciona en contra de lo que se pasa a denominar una «crisis de la democracia». Esa es la razón de que nuestras élites sientan tanto odio hacia los años sesenta, cuando varios gru-
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pos de personas históricamente marginadas empezaron a organizarse y cuestionar la política de la clase de los especialistas, sobre todo la relativa a la guerra de Vietnam, pero también, en el ámbito interior, la política social. Una de las posibles maneras de mantener el control sobre el «rebaño desconcertado» es adoptar la concepción de escuela que hemos visto antes, la que propuso la Comisión Trilateral: las escuelas son las instituciones responsables del adoctrinamiento de los jóvenes. Los miembros del «rebaño» tienen que ser rigurosamente adoctrinados en los valores e intereses de tipo privado y estatal-corporativo. Los que asimilen mejor esta educación en los valores de Ja ideología dominante y demuestren su lealtad al sistema doctrinal podrán, a la postre, entrar a formar parte de la clase especializada. El resto del «rebaño desconcertado», por el contrario, ha de ser mantenido a raya, de forma que no creen problemas, sean simples espectadores del desarrollo de la acción y no reflexionen sobre aquellos aspectos de la realidad que son de veras importantes. La clase instruida considera que es imprescindible para el «rebaño», porque este es demasiado estúpido como para gobernar sus asuntos por sí mismo y lo haría mal, actuaría de acuerdo con sus «concepciones erróneas». Cerca del 70 por l 00 de los estadounidenses cree que la guerra de Vietnam no era correcta desde un punto de vista moral, pero, según la clase dominante, es necesario protegerlos de sus «concepciones erróneas>>, que los han llevado a oponerse a la guerra; tienen que acabar creyendo en la versión oficial, que indica que la guerra fue, sencillamente, un error. Con miras a proteger al «rebaño desconcertado» de sí mismo y de sus «concepciones erróneas», las clases especializadas de las sociedades abiertas deben girar la vista sobre todo hacia las técnicas de propaganda, denominadas eufemísticamente «relaciones públicas». En los estados totalitarios, en cambio, controlas al «rebaño» colgando un martillo sobre sus cabezas: al que se mueva de su lugar, le chafas la cabeza. Pero en las sociedades democráticas no se puede confiar en la fuerza bruta para mantener la población a raya, así que, para controlar la opinión pública, hay que optar principalmente por la propaganda. En esta tarea de control de la opinión, la clase instruida resulta indispensable, y la escuela desarrolla una función crucial.
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Tus afinnaciones sugieren -y, por mi parte, estoy de acuerdo- que las sociedades abiertas la censura es un componente esencial de la
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estructura de soporte de la propaganda, como intento de «controlar la opinión pública». Desde mi punto de vista, no obstante, la censura de las sociedades abiertas difiere sustancialmenre de la que se ejerce en lus sociedades totalitarias. Y lo que he observado en los Estados Unidos es que la censura no solo se manifiesta bajo una forma diferente, sino que también depende, en cierta medida, de una especie de autocensura. ¿Qué papel desempeiian la educación y los medios de comunicación en este proceso? Eso que has denominado «autocensura» empieza, en realidad, a una edad muy temprana, mediante un proceso de socialización que es, a su vez, una forma de adoctrinamiento; el objetivo es promover la obediencia en sustitución del pensamiento independiente. La escuela funciona como un mecanismo más de esta socialización, y su meta es evitar que la gente haga preguntas importantes sobre las cuestiones importantes que les afectan directamente a ellos o bien a los demás. Es decir, en la escuela no se aprenden solo contenidos. Como te decía antes, si quieres convertirte en un profesor de matemáticas, no te limitas a aprender un montón de nociones matemáticas, sino que, además, aprendes cómo has de comportarte, cómo vestirte adecuadamente, qué tipo de preguntas puedes hacer, cómo encajar (en el sentido de amoldarte), etc. A la que seas demasiado independiente, o cuestiones demasiado a menudo el código de tu profesión, lo más probable es que te expulsen del orden de los privilegiados. De modo que uno se da cuenta muy rápido de que, para triunfar, hay que servir a los intereses del sistema doctrinal. Hay que estarse callado e instilar en los alumnos las creencias y los dogmas más útiles para los intereses de los que están de verdad en el poder. La clase de los hombres de negocios y sus intereses privados tienen un representante en las redes del estado corporativo. Y es que la escuela no es el único de tales sistemas de adoctrinamiento; hay otras instituciones que colaboran para reforzar el proceso. Piensa en los programas que nos echan por la televisión, por ejemplo: se nos propone que contemplemos una retahíla de shows que no nos exigen el esfuerzo de pensar, que deberían distraemos; pero su función, en realidad, es impedir que los espectadores comprendan sus verdaderos problemas o identifiquen sus verdaderas causas. Una de las maneras de afrontar una vida poco plena es comprar sin parar; pues bien, estos programas se dedican a explotar las necesidades emocionales de los espectadores y los mantienen deseo-
nectados de las necesidades de los demás. A medida que se van desmantelando los espacios públicos, las escuelas y los relativamente pocos espacios públicos que quedan trabajan para convertimos en buenos consumidores.
Eso encaja con la sacralización del individualismo. Personalmente, creo que no; yo no lo veo como una forma de individualismo. El individualismo -el individualismo bien entendido- requiere cierto grado de responsabilidad ante las propias acciones; pero este modelo de entretenimiento está vacío y solo nos mueve a amoldarnos al sistema y actuar ante todo por razones emocionales o impulsivas. Y el impulso que está en juego es el de consumir más, el de ser buenos consumidores. En este sentido, tanto la escuela corno los medios de comunicación y la cultura popular están divididos entre los que razonan -esto es, los que diseñan y toman las decisiones en nuestra sociedady el resto de la gente. Para lograr su cometido, estas personas que razonan y se adhieren a la clase especializada tienen que crear <
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34 La (de~)educación No hay razón por la que los intelectuales no puedan adoptar la misma postura respecto a nuestros protectorados en Latinoamérica que respecto a los dominios enemigos. Lo único que hace falta es la voluntad de emplear Ja misma capacidad crítica y el mismo sentido común que aplicamos al analizar las atrocidades cometidas p
Se trata de una especie de ética selectiva. Y al participar en ella, en esta ética selectiva, los comisarios culturales encuentran un fundilmento lógico para justificar su complicidild con lo que Theodor Adorno denominó «lln seco negarse a ver». Yo he vivido bajo dos dictaduras muy diferentes, la de Antonio Salazar en Portugal y la de Franco en España, y la censura, e11 esos regímenes totalitarios, era clara e inconfundible, y estaba bajo control policial Mi experiencia aquí, en la democracia estadounidense, indica que la censura es mucho más difusa y que, habitualmente, se ejerce subliminalmente o por parte de los colegas de tu propio contexto laboral (sin excluir a los estudiantes). A vueltas con la democracia, ¿no te parece irónico que en los Esta-
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dos Unidos (que se precian de ser la sociedild más democrática y ejemplar del Primer Mundo) la escuela siga siendo de lo más antiáemocrática? Me refiero a que es antidemocrática no solo por sus estructuras de gobierno (los directores, por ejemplo, son nombrados desde arriba, y no elegidos por votación), sino también porque reproduce la ideología dominante que, a su vez. desincentiva la rejlui6n crítica e independiente. Vista, pues, la naturaleza antUJemocrática de nuestra escuela, ¿cómo podría lograr la educación ser un estímulo para el pensamiento crítico, en lo que respecta a la creatividad, la curiosidad e incluso las necesidildes de los estudiantes? Han existido varias alternativas a la actual escuela antidemocrática que acabas de mencionar. Por mi parte, yo tuve la fortuna de asistir a una escuela basada en genuinos principios democráticos, en la que se dejaba sentir vivamente la influencia de John Dewey y se motivaba a los alumnos para que estudiaran e investigaran, como proceso para descubrir la verdad por sí mismos. Lo cierto es que si una escuela tiene que imponer la enseñanza de los principios democráticos, hay razón para sospechar; cuanto más antidemocrática resulta ser una escuela, más necesidad siente de enseñar los ideales de la democracia Como te decía antes, si la escuela fuera verdaderamente democrática -en el sentido de dar la oportunidad a sus alumnos de que experimenten en la práctica qué es la democracia-, no le sería necesario adoctrinarlos con tópicos sobre la democracia. Por esa razón, me siento especialmente afortunado porque mi experiencia escolar no consistiera en memorizar mentiras sobre las maravillas de nuestro sistema. Lástima que la influencia de Dewey no se extendiera a todas las escuelas, aunque fue una figura de vani•uardia del liberalismo norteamericano y uno de los principales filósolos del siglo xx. También recuerdo que, en mi adolescencia, fui consejero de un campamento de verano y pude ser testigo, en numerosas ocasiones, del éx.i10 de un proceso de adoctrinamiento similar a la recitación del Juramento de Fidelidad al que te has referido antes. Recuerdo que los niñ.os 'l' emocionaban de veras, y algunos incluso lloraban, mientras recitaban l11111nos patrióticos hebreos que ni siquiera comprendían. Probablemente .tl}•Unos lo entendían todo al revés, pero eso no frenaba su emoción. La 1·rdadera enseñ.anza democrática, entonces, no consiste en insuflar patr11111smo en los alumnos o hacerles memorizar los ideales de la demo-
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cracia; sabemos, además, que ese no ~ el camino para aprender nada El aprendizaje auténtico se produce cuando se invita a los estudiantes a que descubran por sí mismos la naturaleza de la democracia y su funcionamiento. La mejor manera de descubrir cómo funciona una democracia real es poniéndola en práctica; pero lo cierto es que las escuelas no lo hacen demasiado bien. Para medir el grado de democracia real, ya sea en la escuela o en la sociedad, podemos mirar hasta qué punto la teoría se acerca a la práctica; y sabemos que tanto en la escuela como en la sociedad están separadas por un abismo. En una democracia, según la teoría, todos los ciudadanos pueden participar en las decisiones que afectan su vida, por ejemplo determinando cómo ha de obtener y cómo ha de usar el estado sus ingresos, qué política exterior debe promover, etcétera. Un ejemplo muy sencillo bastará para percibir el abismo que disocia la teoría -según la cual todos podemos participar en las decisiones que afectan nuestra vida-- de la práctica, en la que la concentración del poder en el gobierno sirve para restringir las posibilidades de que un ciudadano o un grupo controle sus propios asuntos e, igualmente, para establecer el tipo de política exterior que se pretende seguir. Así que pensemos por un momento en los bombardeos actuales de Kosovo e Iraq. La situación de Kosovo antes del bombardeo del 24 de marzo [de 1999] era -y aún me quedaré corto-- terrible. El 24 de marzo empezó el bombardeo y, al cabo de unos pocos días, había miles de refugiados huyendo de Kosovo, así como un incremento brutal de las violaciones, masacres y torturas; ello fue una consecuencia directa -pero anunciada- de ese bombardeo, que se quiso presentar como una intervención humanitaria para proteger a los habitantes de etnia albanesa Creo que salta a la vista que, si la situación era terrible antes del bombardeo, hoy es catastrófica; si la perspectiva en Kosovo ya era terrible, ha tomado proporciones catastróficas después de la «intervención humanitaria» de la OTAN. La OTAN fundamentó en la Declaración Universal de los Derechos Humanos su derecho a la «intervención humanitaria» para detener, supuestamente, la limpieza étnica de los albaneses. Ahora bien, se ha visto que el bombardeo de la OTAN provocó un agravamiento dramático e inmediato de la limpieza étnica y el genocidio en Kosovo; y provocó igualmente, como era predecible, un incremento drástico de las matanzas, las violaciones y la tortura de los habitantes de etnia albanesa. De hecho, el comandante general de la OTAN, Wesley
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Clark, ya había informado a la prensa de que este sería un efecto <>, según las organizaciones pro derechos humanos. En el caso de Turquía, el genocidio de los kurdos a lo largo de la década de los noventa ha superado en mucho lo conocido en Kosovo antes del bombardeo de la OTAN. Alcanzó su máximo a mediados de los noventa; una prueba de ello es que, entre 1990 y 1994, más de un millón de kurdos huyeron del campo a Diyarbakir, la capital oficial del Kurdistán, mientras el ejército turco destruía su región. En 1994 se lograron dos récords negativos: fue «el año de la represión más dura en las provincias kurdas~. según informó Jonathan Randa! desde el mismo lugar de los hechos, y fue así mismo el año en que Turquía se convirtió en «el mayor importador individual de armamento pesado de fabricación estadounidense y, con ello, en el comprador de armas más importante del mundo». Cuando las asociaciones pro derechos humanos denunciaron que Turquía estaba utilizando los aviones estadounidenses para bombardear los pueblos kurdos, la administración de Clinton supo encontrar la manera de saltarse las leyes que exigían la suspensión del suministro armamentístico. Es lo mismo que hicieron con Indonesia y otros muchos países. Así que, si aplicáramos de nuevo los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, con los que la OTAN 1ustificaba su bombardeo de Kosovo, a la OTAN le sobrarían razones para hombardear Washington.
Examinemos ahora el ejemplo de Laos. Durante muchos años, se ha matado a miles de personas, sobre todo niños y campesinos pobres, en la Llanura de la Discordia, en el nort~ del país, que aparentemente ha sido el escenario de un intensísimo bombardeo en contra de objetivos civiles, probablemente el más cruel de la historia. Y el ataque rabioso de Wa~hington en contra de esta sociedad de campesinos pobres tenía muy poco o nada que ver con las guerras de la región. La peor época comenzó en 1968, cuando Washington (empujado por la presión popular, pero también por la de los hombres de negocios) se vio obligado a entablar conversaciones y a finalizar el bombardeo regular del norte de Vietnam; en ese momento, Henry Kissinger y Richard Nixon decidieron trasladar el bombardeo a Laos y Camboya. Gran parte de las muertes son provocadas por las bombies, pequeñas minas antipersona que son mucho más dañinas que las minas de tierra y están diseñadas específicamente para matar personas, sin afectar a vehículos ni edificios. Kissinger y Nixon colmaron la Llanura con cientos de millones de estos artilugios mortales, que, según el propio fabricante, Honeywell, no siempre explotan a la primera, sino que fallan en un 20 o 30 por 100 de los casos. Es difícil saber si ello se debe a un pésimo control de calidad o, tal vez, a un plan para ir asesinando a los civiles con acciones retardadas. Las minas antipersona son solo una pequeña parte de la tecnología usada, que incluía igualmente unos misiles innovadores, capaces de hallar la entrada de las cuevas en que intentaban refugiarse las familias laosianas. Estas minas causan un número de bajas que se estima entre varios centenares al año y «nna cifra total anual de 20.000» laosianos damnificados (de los cuales mueren más de la mitad), según reportó Barry Wain, el veterano corresponsal del Wall Street Journal en Asia, en un artículo aparecido en Ja edición asiática De modo que, incluso si nos atenemos a las cifras más conservadoras, la simple crisis del año pasado es comparable a Ja situación de Kosovo antes de los bombardeos. Pero la muerte, además, se encarniza especialmente con los niños, según los informes del Comité Mennonita Central, que ha estado allí desde 1977, trabajando para aliviar en lo posible las continuas atrocidades. Los medios de comunicación estadounidenses aplaudieron la intervención de la OTAN en Kosovo -que debía contener la limpieza étnica de los albaneses-, aun cuando el bombardeo no logró más que intensificar esta y otras atrocidades en su contra Pero en el caso de Laos, la reacción de los Estados Unidos fue no hacer nada, a pesar de que somos
directamente responsables de las matanzas. Aquí no abrieron La boca ni los medios ni los comentaristas, siguiendo la designación oficial de la guerra contra Laos como «guerra secreta>>; es decir, era una guerra perfectamente conocida, pero silenciada, al igual que se hizo con la guerra contra Camboya a partir de 1969. El nivel de autocensura que se alcanzó entonces fue extraordinario, pero el de hoy no es inferior. La importancia de este ejemplo ciertamente chocante es clara: mientras que los medios estadounidenses exultaban de alegría cuando el Tribunal Internacional acusó a Slobodan Milosevic de crímenes contra la humanidad, Kissinger, uno de los arquitectos de la matanza de Laos, sigue en libertad y es celebrado como un «experto» cuyas «opiniones» sobre el bombardeo de Kosovo eran seguidas con avidez por los medios de comunicación. En el caso de Iraq, las atrocidades son igualmente incontables, con numerosos civiles asesinados en una guerra biológica singularmente cruel. En 1996, en un programa de la televisión nacional, se le preguntó a la secretaria de Estado, Madeleine Albright, qué tenía que decir ante la matanza de medio millón de niños iraquíes en tan solo cinco años; pues bien, respondió que «es un precio que vale la pena pagar». Según las estimaciones actuales, todavía son asesinados cerca de 4.000 niños cada mes y, al parecer, el precio aún «vale la pena>>. Un análisis más detallado de la guerra del Golfo nos descubriría los mismos principios rectores de la intervención «humanitaria» de los Estados Unidos, o de la que defiende a las «democracias» de todo el mundo. Los medios de comunicación y las clases instruidas cumplieron bien su labor y se limitaron a repetir la afirmación del presidente George llush [padre], según el cual «América permanece en el mismo lugar que \iempre: en contra de la agresión, en contra de los que desearían susti1uir el imperio de la ley por el uso de la fuerza>>. Da igual que pocos me.es antes hubiera invadido Panamá, violando esos mismos principios ··Cn contra de la agresión, en contra de los que desearían sustituir el irn¡)ério de la ley por el uso de la fuerza>>. El presidente Bush era entonces d único jefe de estado que había sido condenado por el Tribunal Inter11.1cional de Justicia debido al «uso ilegal de la fuerza» (en la guerra de Wa~hington contra Nicaragua). Esa pretensión de Bush, ese elevado plincipio moral, no son más que una burla, porque ni los Estados Uni.lo~ ni ningún otro país fueron al golfo a defender principio alguno. La 1r.1cción contra Sadam Husein, que no tenía precedente, no se debió a
40 La (des)educación su brutal agresión, sino que a que pisó a quien no debía, como había hecho Manuel Noriega unos años antes. Los dos son criminales que han sido amigos del presidente Bush. Sadam Husein es un gángster y un asesino, pero ya lo era mucho antes de la guerra del Golfo, cuando era nuestro amigo y uno de nuestros mejores socios comerciales. Está claro que su invasión de Kuwait fue una salvajada, pero no alcanzó el nivel de las múltiples salvajadas que había cometido antes con el apoyo de los Estados Unidos, y fue uno más entre los muchos crímenes similares que han dirigido los Estados Unidos y sus aliados. Así sucedió, por ejemplo, con la invasión y anexión de Timor oriental por p>. Ahora bien, cuando Iraq invadió Kuwait, su gobierno denunció la agresión declarando con solemnidad que «ningún gran país puede invadir a un país vecino más débil y salir indemne de ello». El objetivo real de la política de los Estados Unidos en el golfo era que lo~ incomparables recursos energéticos del Oriente Próximo siguieran bajo nuestro control y que los enormes beneficios que generan ayudaran a potenciar la economía de los Estados Unidos y su cliente británico.
Es triste. desde luego, que aunque los hechos que has mencionado sean tan obvios, la clase instruida de los Estados Unidos -con La excepción de una pequeña minoría-, haya sido incapaz de relacionar entre sí los diferentes acontecimientos históricos, para desarrollar una comprensión rigurosa de nuestro mundo. El vicepresidente Dan Quayle cometió un lapsus freudiano que describe perfectamente la Guerra, anunciando la «emotiva victoria de las fuerzas de agresión». Y al presidente Bush se le escapó un lapsus similar durante una entrevista de Natalie Jacobson, la directora de informativos del Canal 5 de Boston; refiriéndose a la guerra del Golfo, Bush afirmó que «hemos completado con éxito nuestra agresión», en lugar de lo que sin duda quería de-
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cir; «hemos completado nuestra misión». Estas palabras aparentemente involuntarias de Bush y Quayle dejan al desnudo su pedagogía de las grandes mentiras, hasta el punto de que sus afinnaciones reflejan a la perfección la esencia de una frase de José Onega y Gasset. Según este, lo que conocemos como la civilización, si quedara «abandonada a sus propios recursos» y a la merced de comisarios del estilo de Kissinger; vería el renacer del primitivismo y la barbarie. Tus ejemplos sobre la barbarie en Kosovo, en Turquía, en Colombia y en Laos apuntan justamente a la barbarie de la civilización. En muchos casos, el alto grado de complejidad técnica que ha desarrollado esta «civilización» se ha usado de maneras a cuál más bárbara, como atestiguan las cámaras de gas antisemitas y los bombardeos de Laos y Camboya. No me parece que sea una civilización ilustrada la que se complace en devolver a Iraq a la época preindustrial, en tanto que asesina a decenas de miles de víctimas inocentes, mujeres y niños inclusive, y deja en el poder a Sadam Husein, que es nuestro hombre en la guerra. La expectativa más generalizada prevé que la intervención militar estadounidense mantendrá en el poder a este tirano y asesino iraquí, (fuien continuará desarrollando su programa armamentístico, a la vez que pone trabas a Jos observadores internacionales. Y es necesario recalcar también que los peores crímenes de Sadam fueron cometidos cuando era un aliado y socio comercial destacado de los Estados Unidos, y que, inmediatamente después de ser expulsado de Kuwait, los 1 t·.uu. miraron en silencio cómo volvió las matanzas en contra de los rel!éldes iraquíes -primero los chiíes, luego los kurdos-, llegando induso a negarles el acceso a las annas capturadas a Iraq. La historia ofidal no acostumbra a presentar una descripción ajustada de lo que ver1latleramente sucede; y tampoco crea estructuras que pennitan descubrir l.1 verdad. Es por ello que una educación cuya meta sea lograr un mun1111 más democrático debería proporcionar a sus estudiantes herramientas ' 1 ll1cas con las que trazar relaciones entre los acontecimientos que, fi11.1lmente, desenmascaren las mentiras y el engaño. En lugar de adoctri11.1r a los estudiantes con mitos sobre la democracia, la escuela debería ('nmprometerlos en la práctica de la democracia.
Mt> parece poco probable que la escuela cese de adoctrinar a los es-
42 La (des)educación ludiantes mediame mitos, puesto que es precisamente la propagación de mitos el medio que utiliza la ideología dominante para intentar acallar la expresión de una culfllra democrática plena, y mantener así la actual hegemonía económica y cultural. Coincido contigo en que la escuela debe comprometer a los estudiantes en la práctica de la democracia; sin embargo, para lograr eso -como ya has indicado en numerosas ocasiones-, tiene que dotar a los alumnos de instrumentos críticos que les permitan extraer el contenido ideológico de los mitos. Solo así empezarán a entender, por ejemplo, por qué el maestro y el director de David Spritz/er, que habían invertido tiempo y dedicación en el sistema doctrinal hegemónico, llegaron incluso a sacrificar los propios principios del Juramento de Fidelidad con tal de impedir que Spritzler viviera en la verdad; y es que una persona que pretenda vivir en la verdad representa una auténtica amenaza para el sistema doctrinal dominante y debe ser eliminada o, cuando menos, neutralizada. Por ello, no debería sorprendernos que tanto el maestro como el director procuraran tan afanosamente que Sprit<)er no pusiera al descubierto la hipocresía y las diferencias de clase de nuestra supuesta sociedad sin clases. El mito de que vivimos en una sociedad sin clases es un puro chiste, pero hay mucha gente que se Jo cree. Mi hija, que enseña en una facultad estatal subvencionada, me cuenta que la mayoría de sus estudiantes no muestran ningún signo de conciencia de clase y se eonsideran de clase media.
EL propio discurso académico parece apuntar a esta falta de conciencia de clase. En los medios de comunicación aparece muchas veces el concepto de clase trabajadora, y también el de clase media (en titulares como «Rebaja fiscal para la clase media»), pero nunca verás que se mencione ninguna clase alta o clase dominante. No encontrarás ninguna referencia a la clase dominante, porque se eliminan sistemáticamente, eso es todo. Y los alumnos de mi hija, que son de clase trabajadora, no se consideran miembros de la clase trabajadora. El adoctrinamiento funciona, desde luego. La élite dominante, ayudada por La intelligentsia, no se ha parada
en barras a la hora de crear mecanismos que perpetúen el mito de que
F.ducar para la libenad 43 los Estados Unidos son una sociedad sin clases. A pesar de toda la controversia sobre el fracaso de la educación en este país, no se suele mencionar una de las variables fundamentales: la clase social. La clase es un factor determinante del resultado de la escolarización, pues la mayoría de los estudiantes que fracasan proceden de las clases inferiores. Sin embargo, los educadores eviJan religiosamente el uso del factor clase en sus análisis y aseveraciones; en lugar de eso, han creado toda suerte de eufemismos como «marginalidad económica», estudiantes «en situación desventajosa» o «de riesgo», etc., para evitar llamar por su nombre a la realidad de la opresión clasística.. Y como optes por incorporar el factor clase en tus propios análisis, te acusarán de inmediato de estar promoviendo una guerra de clases. Seguro que recuerdas aquella campaña presidencial de 1988, en la que George Bush censuró a su oponente demócrata afirmando que «No pienso tolerar que ese gobernador liberal divida a esta nación . . . Eso estará bien para las democracias europeas o para cualquier otro. No sirve para los Estados Unidos·de América. La clase social 1w nos va a dividir ... Somos el país de los grandes sueños, de las grandes oportunidades, del juego limpio, y este intento de dividir América en clases va a fracasar, porque el pueblo americano sabe que somos un pafs muy especial, porque cualquiera, si se le da una oportunidad, puede triunfar y realizar el sueño americano». Sí, sin duda es un país muy especial: si eres rico. Por mencionar solo un ejemplo actual, fíjate en el sistema tributario, que cada vez es menos progresivo, de forma que enriquece a los ricos mediante un importante descuento fiscal y los enormes subsidios que, tradicionalmente, han rel'ibido las corporaciones empresariales. Bush tiene razón al mencionar la ~uerra de clases. Pero es una guerra de clases concebida para aplastar 11ún más a los pobres. Todos Jos indicadores nos recuerdan que la mise' ia infantil sigue siendo muy alta en nuestro país, y la malnutrición se ha visto agravada por los programas de defensa de los «valores familiares)>. Este asalto al estado del bienestar pretende seguir machacando a los pobres, a las madres del bienestar, a todo el que necesite ayuda, lllicntras que no se toca a la poderosa niñera, subvencionando a las corl'nraciones con trasferencias ingentes de capital. No hay duda de que te1w111os un estado del bienestar, pero del bienestar de los ricos. 'y si quiew~ ayudar a mantener la buena marcha de este estado del bienestar para
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los ricos, hace falta que desarrolles una plena conciencia de clase: la de pertenecer a la clase de los hombres de negocios. El resto de la gente tiene que estar convencida de que vive en una sociedad sin clases. Y la escuela, desde siempre, ha desempeñado una función clave en la pervivencia de este mito.
Democracia y educación*
1 título que se me propuso para esta conferencia -y me alegra poder hablar sobre este tema- es el de «Democracia y educación». sintagma. democracia y educación , me trae de inmediato a la memoria Ja vida, los escritos y la actuación de John Dewey, uno de los pensadores más importantes de los últimos cíen años, quien dedicó la mayor parte de su reflexión y su tiempo a estos asuntos. Supongo que debería advertirles que me mueve un interés especial por la obra de Dewey. Sus ideas ejercieron una gran influencia sobre mí en mis años de formación (y, de hecho, fue así desde que tenía yo unos dos años, por varias razones en las que no entraré aqw'). Durante la mayor parte de su vida -en sus últimos años se tomó algo más escéptic o- Dewey parece haber considerado que una reforma de los primeros niveles de la educación podía provocar cambios sociales significativos. Podía abrir el camino a una sociedad más justa y libre, una sociedad en la cual, citando al propio Dewey, «el objetivo último de la producción no sea la producción de bienes, ,¡no la producción de seres humanos asociados entre sí en términos de igualdad>>. Este compromiso básico, que recorre toda la obra y el pensamiento de Dewey, choca con las dos corrientes directrices de la vida in11·lectual y social moderna Choca, en efecto, con una corriente muy fuerlos años lt• en su día -recorde mos que Dewey escribía sobre ello en veinte y treinta-, relacionada con las economías dirigidas de la Europa ,..·cidental; esto es, con los sistemas creados por Lenin y Trotsky y conw rtidos en una monstruosidad aún mayor por Stalin. La segunda co-
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• «Democracy and education», confe rencia pronunciada el 19 de octubre de 1994 en · 14 llniversidad de Loyola, en Chicago.
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triente la constituye la sociedad capitalista, industrial y estatal, que se estaba construyendo en los Estados Unidos y numerosos países occidentales, en donde el gobierno efectivo lo detenta el poder privado. Estos dos sistemas se asemejan en varios aspectos esenciales, incluidos algunos ideológicos. Los dos fueron - y uno de ellos lo sigue siendo- terriblemente autoritarios en sus principios fundamentales; y los dos se oponían radical y enérgicamente a una tercera tradición de pensamiento: la tradición libertaria de izquierdas. Esta tradición deriva de los valores de la Ilustración, e incluía en esos años peñlles muy diversos: liberales progresistas del estilo de Dewey, socialistas independientes como Bertrand Russell, lidere.s maocistas (sobre todo, los antibolcheviques) y, naturalmente, socialistas libertarios y varios movimientos anarquistas, sin olvidar a la mayoría del movimiento sindical y otros sectores populares. Esta izquierda independiente, en la que estaba integrado Dewey, hunde sus raíces en el liberalismo clásico. A mi modo de ver, procede justo de este liberalismo, y se opone frontalmente a la corriente absolutista formada por las instituciones y el pensamiento tanto del estado capitalista como del socialista. Incluyo en este grupo la clase ciertamente extrema de absolutismo que aquí, en los Estados Unidos, practican los denominados «conservadores», con un uso del término que, si levantaran la cabeza, hubiera despertado la risa de Orwell y la indignación de cualquier conservador auténtico (suponiendo que se pueda encontrar alguno). No hará falta insistir en que, por decirlo suavemente, no es este el panorama que se suele describir por norma general; pero tiene al menos una ventaja: es exacto. Intentaré explicarlo. Pemútanme volver a uno de los temas centrales en Dewey, el ya citado de que el objetivo último de la producción no ha de ser la producción de bienes, sino la de seres humanos que se asocien entre sí en una relación de igualdad. Ello incluye, naturalmente, la educación, que fue una de sus preocupaciones más constantes. El objetivo de la educación -citando ahora a Bertrand Russell- es <
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mucho que Dewey y Russell estuvieran en desacuerdo en numerosos temas -y lo estaban-, ambos coincidían en lo que Russell denominó la «concepción humanística», de raigambre ilustrada: la idea de que la educación no ha de entenderse como el proceso de llenar de agua un recipiente, sino más bien el de ayudar a que una flor crezca según su propia naturaleza. La idea consiste, en otras palabras, en proporcionar las circunstancias en las que se puedan desarrollar las diferentes manifestaciones de la creatividad. Se trata de una idea del siglo xvm, recuperada a la par por Dewey y Russell. Ambos autores compartían también la convicción de que estas ideas rectoras, heredadas de la Ilustración y el liberalismo clásico, tenían una fuerza revolucionaria, y así lo recalcaron en sus escritos (de la pámera mitad de este siglo). Si se llevaran a la práctica, estas ideas podrían crear seres humanos libres, cuyos valores no serían ya el acaparamiento y la dominación, sino la asociación libre en térnúnos de igualdad, de distribución equitativa, de cooperación, de participación igualitaria en la realización de unos objetivos comunes, que se han determinado democráticamente. Los dos sentían simple desprecio por lo que Adam Smith había llamado Ja «máxima abyecta de los señores de la humanidad: todo para nosotros, y nada para los demás»; sin embargo, hoy se nos enseña a sentir admiración y devoción por este principio rector, ya que los valores tradicionales se han debilitado por culpa de un ataque inces ante e implacable, liderado, en las décadas más recientes, por los denominados «conservadores». Tomémonos un tiempo para percibir el alcance verdaderamente radical de este conflicto de valores entre, por una parte, la concepción humanística que procede de la Ilustración y se continúa en figuras señeras del siglo xx como Dewey y RusseU y, por otra parte, la doctrina que se impone hoy, la doctrina que Adam Smith había despreciado por ser una «máxima abyecta». También la había denunciado la prensa de clase trabajadora, hace ahora más de un siglo, condenando lo que se llamó el nuevo espíritu de la época: hazte rico, olvídate de todo menos de ti mismo» (la misma «máxima abyecta» de la que abominaba Smith, por tanto). Resulta bastante significativa la evolución de estos valores, puesto que los de un pensador precapitalista como Adam Smith --quien recalca la empatía, el objetivo de la igualdad perfecta y el derecho inalienahlc de los hombres a un trabajo creativo- contrastan de forma llamativu con los valores actuales, los de quienes defienden el «nuevo espíritu 1lt• la época» y, en ocasiones, llegan a invocar desvergonzadainente el
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del nombre de Adam Smitb. Valga como ejemplo uno de los ganadores todos que lo que Nobel de economía, James Buchanan, quien ha escrito de nosotros buscam os «en una situación ideal» es «domin ar un mundo un ustedes, todos en persigu que lo es esclavos». Por si no lo sabían, eso zo. objetivo que a Adam Smith le hubiera parecid o sencillamente enfermi de real iento pensam el sobre conozco que libro mejor el Por cierto, Adam Smith, llamado Adam Smith ami his legacy for modem capitalism, es obra de una profeso ra de esta casa, de Loyola, la profeso ra Paes tricia Werhane. Claro está que, en la medida de lo posible, siempre . original mejor leer directamente el texto Una de las demostr aciones más evident es del «nuevo espíritu de la en época>> y sus valores son los coment arios de estos días en la prensa a aupar de o proyect nuestro en s topamo que con des dificulta las a tomo benenuevos la gente de la Europa oriental. Como sabrán, son nuestros ficiarios, y les estamos haciendo extensiv os los mismos cuidado s materdel nales que hemos prodiga do a nuestros varios pupilos de tantas partes hemos que os resultad Los s. Filipina las a mundo, desde Latinoa mérica y coobtenid o en esas cámaras de los horrores son terriblemente claros de lección la sacado ha se no , milagro raro algún por pero, , herentes suha qué quiénes somos y qué hacemo s. Podríam os pregunt arnos por cedido así. Pero el caso es que nos hemos decidid o a aupar a esa gente, que se ha liberado por fin del comuni smo, del mismo modo que hemos estado liberando a los haitiano s y a los brasileños y a los guatem altecos y a los filipinos y a los nativos america nos y a los esclavo s del África, seentre tantos otros. El New York Tunes está publica ndo una interesante rie de artículos sobre todos estos problem as, que permite n darse cuenta arde qué valores imperan actualmente. Ha aparecid o, por ejemplo , un coKinzer Kinzer. Steven por tículo sobre Ja Aleman ia del Este, escrito s mienza citando a un párroco que había estado al frente de las protesta apreocup su expresa que y sta. comuni régimen populares en contra del y ción ante los cambio s sociales. Afirma que «la compet encia sin freno y tario, comuni sentido nuestro ndo destroza están dinero de n la ambició icasi todo el mundo es presa del miedo, de la depresión o de la insegur épola de espíritu nuevo el en o dad». Entretanto, la gente se va formand ca, que inculcamos a los pueblos retrasados. El siguiente artículo de la serie trataba del éxito fulgurante de PoloEl nia, un país que está hoy en boca de todos, y lo escribió Jane Perlez. meollo El smo». capitali del camino el en ad velocid «Doble dice titular
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qué de la historia consiste en que hay algunos que ya se han enterad o de de s ejemplo da Perlez os. retrasad siguen otros que va la cosa, mientra s posee o aplicad más pupilo el bien, Pues tes. estudian malos buenos y de to de una pequeña fábrica, un «ejemplo vigoros o» que resume lo mejorci de novia de la modern a Polonia capitalista. En ella se produce n vestidos mila y ricos s alemane los diseño exquisito, que solo pueden adquirir en el núscula porción de polacos arcbimillonarios. Todo ello en un país las de ción instaura la desde do duplica han se que los índices de pobreza ingresos los y l, Mundia Banco del estudio un refleja según reforma s, o le han caído cerca de un 30 por l OO. Ahora bien, el que tenga hambre exvestidos esos falte trabajo siempre puede deleitarse contem plando época. la de espíritu nuevo el quisitos en los escaparates, y percibir así va Es comprensible, por tanto, que se elogie el triunfo de Polonia, que logros. acercán dose a nuestros El artículo cede luego la palabra a otra buena estudiante, que aclara sí que «hay que consegu ir que la gente lo entienda: han de luchar por objetivo el mismos, no se pueden apoyar en nadie». Está describiendo los de un cursillo de formaci ón a su cargo, con el que intenta insuflar lavado. sido había cerebro cuyo valores estadou nidense s en persona s o en Les habían lavado el cerebro median te eslógan es del tipo de «Trabaj enen sirve,.ti no eso bien, Pues yo?». que mejor las minas. ¿Quién hay , inque quitárse lo de la cabeza; hay mucha gente mejor que los mineros s rialemane los para boda de vestidos diseñar saben que los a o cluyend triunfo el ilustrar cos, ya que ese es el ejemplo que se ha escogid o para que de los valores de nuestro país. Aparte quedan los fracasados, los esPerlez smo. capitali del camino el marchan a una velocidad lenta en «Senaños, cuatro y a cuarent de minero un coge como muestra de ellos s tado en el salón de su casa -un salón tapizado de mader a-, mientra telecontemp la los frutos de su trabajo en tiempos del comuni smo: un visor, mueble s cómodo s, una cocina relucien te y moderna» y se pregunlas ta «por qué razón está en casa, por qué está en el paro y depende de de espíritu nuevo el r entende sabido ~ubvenciones». Este minero no ha today , mismo» ti de menos todo de olvídate Ju época, ese «hazte rico, serie vta se cree lo de que es minero y «¿Quién hay mejor que yo?». La leernte interesa Es s. parecido s ejemplo otros con e prosigu s ele artículo los y fijarse en qué es lo que se da por sentado. Lo que está sucedie ndo en la Europa occidental es un paradig ma de mun!11 que lleva pasando muchos años en nuestros dominio s del tercer
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do y, de hecho, encaja en una trama ya muy antigua. Es muy sinúlar a nuestra propia historia, y también a la de Inglaterra, antes de nuestra independencia David Montgomery, de la universidad de Yale, que es un distinguido historiador del trabajo, indicaba en un libro reciente que los modernos Estados Unidos se crearon aplastando la protesta de sus trabajadores. Creo que tiene mucha razón. La protesta era enérgica y clara, especialmente por parte de la clase trabajadora y la prensa comunitaria que floreció en Jos EE.UU. entre Jos primeros años del siglo XIX y la década de 1950, cuando fue finalmente destruida por el poder privado. En Inglaterra, esta destrucción se consumó unos diez años más tarde. El primer estudio importante sobre este tema se publicó en 1924, y era obra de Norman Ware. Su análisis no ha perdido actualidad. Se había publicado aquí, en Chicago, y lo ha reeditado recientemente Ivan Dee, una editorial local. De veras que vale la pena leerlo, porque ha sido un estímulo clave para el desarrollo de la historia social. Ware estudia la prensa obrera, para describir cómo hay que machacar en la cabeza de la gente corriente el sistema de valores por el que aboga el poder privado, cómo hay que enseñarles a abandonar los sentimientos humanos más normales y poner en su lugar eso que se llamaba el «nuevo espíritu de la época». Estudia sobre todo las cabeceras más importantes de mediados del siglo XIX, que, por cierto, eran dirigidas en ocasiones por mujeres de clase trabajadora En ellas se reflejan varios temas que son constantes durante muchos años; la preocupación, por ejemplo, ante lo que denominaban «degradación» y pérdida de la dignidad y Ja independencia, ante la pérdida del amor propio, es decir, ante el menosprecio del trabajador en tanto que ser humano. También preocupaba la decadencia brusca del nivel y el desarrollo culturales, por cuanto los trabajadores estaban sujetos a Ja «esclavitud del jornal», que no les parecía demasiado diferente a la esclavitud tradicional, que habían intentado erradicar durante Ja guerra civil americana. Uno de los efectos más drásticos -y más relevantes para la situación actual- es la decadencia de la que conocemos corno «alta cultura>>; la lectura de obras clásicas y contemporáne as. Las chicas de las fábricas de Lowell, los artesanos y muchos otros trabajadores solían contratar a alguien para que les fuera leyendo mientras trabajaban. Tenían interés en esa cultura, tenían bibliotecas, pero todo eso debía irse al traste. Muchos consideraban -parafraseo ahora a esta prensa obreraque, cuando vendes un producto, conservas el control sobre tu persona.
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En cambio, cuando vendes tu trabajo, te estás vendiendo a ti mismo, pierdes los derechos de hombre libre y te conviertes en vasallo de empresas elefantinas, propiedad de una «aristocracia adinerada» que «amenaza con aniquilar a todo aquel que se atreva a poner en cuestión su derecho a esclavizar y oprimirn. «Los que trabajan en los molinos deberían poseerlos», y no tener el simple estatus de máquinas controladas por «déspotas» privados que están implantando «principios monárquicos en suelo democrático», después de arrasar la libertad y los derechos humanos, la civilización, la salud, los principios éticos y el pensamiento independiente, en esta nueva forma de feudalismo comercial. Por si acaso alguien va desencaminad o, les diré que todo esto es muy anterior a cualquier posible influencia del marxismo; es la experiencia de trabajadores estadounidenses de la década de 1840. La prensa obrera condenaba también a los que designaban como «los vendidos de la clerigalla», refiriéndose a Jos medios de comunicación, las universidades y la clase intelectual, es decir, a los apologistas que se afanaban por justificar el despotismo absolutista del <n un punto de vista próximo al de su contemporáne o Adam Smith- que el valor central de la vida humana era el trabajo creativo, emprendido por 1lccisión propia y realizado en colaboración con otros. Humboldt escrihió que, si una persona produce un objeto por encargo, podemos admi111r su obra, pero a él Je despreciarem os, pues no es un auténtico ser hu111•mo que actúe movido por sus propios impulsos y deseos. Los «Vendí. los de la clerigalla», por su parte, tienen la función de socavar estos val11rcs, de eliminarlos de entre las personas que se venden en el mercado •1.• trabajo. Por razones semejantes, Adam Smith había advertido que, en 1111a sociedad civilizada, el gobierno debería intervenir con el objeto de l ~llar que Ja división del trabajo haga del trabajador «un ser humano de
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mercado -que comestulticia e ignorancia extremas». Su defen sa del de que, si las condiporta numerosos matic es- se basa en la hipótesis mercados tenderían ciones fuesen verdaderamente libres, entonces los on como justificatomar hacia un equilibrio perfecto. Luego los otros lo s, con lo que lo matice los todos ción moral, y la clerigalla se olvidó de nte. difere convertían en una historia muy hered eros de esta Dewe y y Russell son dos de los más destacados dije antes, hunde como que, ión tradic esta de xx, siglo tradición en el más interesanAún sus raíces en la Ilustración y el liberalismo clásico. y las proluchas las n, te y sugerente es el testimonio de la organizació adores y trabaj los o cuand XIX, testas obreras desde principios del siglo ia y justic y d liberta r mayo una guir las trabajadoras intentaban conse tisdespo nuevo del e avanc al frente idos mante ner los derech os adquir mo: el del poder privad o favorecido por el estado. Thomas JefferLa idea central fue formulada con gran claridad por ución Indus Revol la que son, hacia 1816. Lo hizo, por tanto, antes de enton ces ya por pero ias, colon as trial se hubie ra asenta do en las antigu s años, último sus En tiros. los ir a iban podía empez arse a ver por dónde upreoc muy sintió se ntos, cimie aconte los de al observar el desarrollo de so Tenúa el ascen pado por el destino del experimento democrático. que Ja que habían sa omino más aún tismo, absolu de forma una nueva la cual, como es te derrotado duran te la Revolución Americana (duran quiso separa r son Jeffer o). notorio, Jefferson se había distinguido much ente «dederam verda los de s» ócrata entonces a los que llamaba «arist nfían desco y o puebl al temen que «los son mócratas». Los aristócratas clalas a darlas y poder de s forma las todas de lo de él, y quisieran alejar con fican identi «se ses más privilegiadas». Los demócratas, en camb io, deel olo eránd consid a, el pueblo, confían en él y lo tienen en alta estim samás «el no si o», públic s positario más honra do y fiable del interé nacien del es patron santos los eran o bio». Los aristócratas de su tiemp ocien recon cio, despre gran con veía son te estado capitalista, que Jeffer demo la ce entre do a la legua la evide nte contradicción que se produ poque lo a atañe cracia y el capitalismo; desde luego, es así en lo que está guiad o y fique el decir, es real», alismo «capit inar denom dríam os de Inglaterra, los como s, ollista nanciado por poder osos estados desarr s. lugare otros s mucho los Estados Urudos y, de hecho , se concedían poEsta contradicción esencial se agravó a medid a que rativas, y ello corpo turas estruc s nueva las a plenos más deres cada vez
s a que las cortes no mediante proce dimie ntos democráticos, sino gracia son designaba Jeffer que lo n rmaro trasfo dos aboga de justic ia y los es racion adineradas» como «las instituciones de la banca y las corpo de que por entonpesar a (que iban a destru ir la libertad, según afirm ó, trasformaron en Las ). pasos ros ces tan solo estaba n dando sus prime rdarían las desbo que hos derec y es «personas inmortales» con poder Adam como as italist precap dores pensa de más terribles pesad illas ya había adSmith Adarn antes, siglo Medio son. Jeffer as Smith o Thom ver más que sus privertid o contra esta posibilidad, y eso que no pudo meros pasos. desarrollada cerLa diferenciación de aristócratas y demócratas fue y polític o anardor pensa (el in Bakun ca de medio siglo más tarde por las ciencias sode ciones predic pocas las de una quista). De hecho, fue merece ocupa r un luciales que ha acabado por cump lirse; solo por ello, as sociales. Volgar de honor en los estudios de humanidades y cienci gentsia de su inteUi te nacien viend o al siglo XIX, Balcunin predijo que la La prime ra es. posibl nes opcio época se decantaría por una de entre dos estatal, poder el tomar para ares popul consiste en explo tar las luchas impor ó termin que roja», cracia «buro la dando origen a lo que llamó n, opció da La segun poner el régim en político más cruel de la historia. rereal que el poder paralela a la primera, Ja seguirán los que descubran la clerigalJa>>, como de dos vendi <
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valores de América» es muy habitual en la historia contemporánea, puesto que no requiere variar en exceso los valores, sino sobre todo la idea de en qué lugar reside el poder. El miedo a la democracia está muy arraigado. Alexander Hamilton lo expresó con toda claridad cuando describió al pueblo como la «gran bestia» de la que hay que guarecer a las élites gobernantes. Y estas ideas se están arraigando cada vez más hondamente entre los círculos instruidos, a medida que se realizan los temores de Jefferson y las predicciones de Bakunin. La actitud básica, ya en el siglo xx, la reflejó a la perfección Robert Lansing, el secretario de Estado del presidente Woodrow Wilson; es la actitud que condujo a lo que se conoció como el «Miedo Rojo», que se afanó durante más de un qecenio en destruir el pensamiento obrero independiente. Lansing advirtió del peligro de permitir a «la masa de la humanidad, ignorante e incapaz» que «domine la Tierra» o sea influyente en algún grado (eso es lo que creía que pretendían los bolcheviques). Es una reacción histérica y evidentemente errónea, pero es la más habitual entre los que sienten amenazado su poder. Esta preocupación fue luego desarrollada por los intelectuales progresistas del periodo, comandados quizá por los ensayos de Walter Lippmann sobre la democracia (que se publicaron sobre todo en la década de 1920). Lippmann era también el decano de los periodistas estadounidenses y, durante muchos años, fue uno de los más destacados comentaristas de los asuntos públicos. Postuló que «el público debe ser puesto donde le corresponde», de forma que los <
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controlen las elecciones (Shepard creía, equivocadamente, que en el pasado las habían controlado). Uno de los fundadores de la ciencia política moderna, Harold Lasswell, fundador a su vez del campo de las comunicaciones, escribió en la Enciclopedia de las ciencias sociales (de 1933 o 1934) que las técnicas modernas de propaganda, refinadas con todo esmero por los liberales del presidente Wilson, proporcionaban una buena manera de mantener al pueblo a raya. Los logros propagandísticos de Wilson durante la primera guerra mundial impresionaron a muchos dirigentes, entre ellos al propio Adolf Hitler. Pero, sobre todo, impresionaron a nuestra comunidad comercial y de negocios. Ello derivó en una expansión sin precedentes de la industria de las «relaciones públicas», cuya función consistía, en realidad, en controlar la opinión pública. Comrolar es una manera más honrada de decirlo, y así lo hizo Lasswell en la ya mencionada Enciclopedia de las ciencias sociales, refiriéndose sin tapujos a su propuesta en ténninos de «propaganda». Hoy no lo llamamos así. Somos más finos. Como teórico de la política, Lasswell abogó por un uso más complejo de la propaganda, que era la nueva técnica de control sobre el público en general. Ello permitiría, según él, que los hombres más inteligentes de cada comunidad (que son sus gobernantes naturales) superaran la amenaza de Ja gran bestia, que puede acabar con el orden establecido debido a «la ignorancia y la estupidez de las masas», por decirlo en los términos del propio Lasswell. De ajustamos a su teoría, no deberíamos sucumbir al «dogmatismo democrático según el cual cada hombre es el mejor juez de sus propios intereses»; antes al contrario, los mejores jueces son las élites, a las que, a cambio, deben garantizárseles los medios para imponer su voluntad en nombre del bien común. Se trarn, en suma, de los aristócratas de Jefferson. Lippmann y Lasswell representan la corriente de opinión más liberal y progresista, la que le otorga a la bestia, cuando menos, una función n1mo espectador. En el extremo más reaccionario se encuentran hoy los mal llamados «conservadores». Es el caso de los reaccionarios estatalista~ más cercanos a Reagan, que consideraban que el público, la bestia, 1111 debía desempeñar ni siquiera el papel de espectador. Ello puede ayu11.tr a explicar su fascinación por las operaciones de terrorismo clandes11110, que, de hecho, no eran nada secretas, y menos para las víctirnas, 111nque sí lo resultaran para el público estadounidense. Estas operacio11r'' ~e diseñaron de forma que el público de nuestro país no tuviera no-
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ticia de ellas. También exigían unas medidas de propaganda y censura sin precedentes, entre otras actuaciones. que debían garantizar un estado fuerte e intervencionista, protegido de la chusma y al servicio del bienestar de los ricos. La misma preocupación es la que ha conducido al enorme incremento del negocio de la propaganda en los últimos años, así como al reciente asalto de las universidades por parte de las fundaciones de derechas. Es una preocupación despertada por lo que las élites liberales habían llamado la «Crisis de la democracia», es decir, la crisis de los años sesenta, cuando varios sectores previamente marginados y apáticos -como las mujeres, los jóvenes, los viejos, los trabajadores y tantos otros- quisieron incorporarse a la arena pública, aun cuando, según saben todos los aristócratas y derechistas, no tienen derecho a estar allí. John Dewey fue uno de los supervivientes de La tradición liberal de la Ilustración, que se oponía a la regla de la inteligencia y a la acometida de los aristócratas jeffersonianos, independienteme nte de si ocupaban una posición más a la izquierda o a la derecha en este espectro político ciertamente reducido. Dewey supo percibir con claridad que «la política es la sombra que proyectan sobre la sociedad los grandes negocios» y, en tanto que lo sea. la simple «atenuación de la sombra no trasformará su sustancia». Con ello queóa decir que las reformas tendrían una utilidad limitada; lo que la democracia necesita es que se elimine el origen de la sombra, no solo porque controla la arena política, sino porque las mismas instituciones del poder privado debilitan la democracia y la libertad. Dewey pensaba en un poder antidemocrático concreto, y fue muy explícito al referirse a él. A pesar de que escribía hacia 1920, ya afirmaba que «el poder reside hoy en el control de los medios de producción, distribución, publicidad, trasporte y comunicación. Quienes los controlan gobiernan la vida del país», aunque sea sin perder las formas democráticas. El sistema del poder real, el origen de la coerción y el control, son los «negocios que persiguen el beneficio privado mediante el control de la banca, la agricultura y la industria, reforzado por el dominio de la prensa, de los agentes publicitarios y el resto de medios de publicidad y propaganda»; hasta tanto este sistema no sea desballestado, no se podrá hablar de verdadera democracia y libertad. Dewey esperaba que la clase de educación que postulaba en sus escritos, es decir, Ja producción de seres humanos libres, podóa ser un mecanismo útil para socavar ese absolutismo monstruoso.
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En una sociedad democrática y libre, según Dewey, los trabajadores debeóan ser «los dueños de su propio destino industrial», y no herramientas alquiladas por los empresarios. Coincidía, en las cuestiones fundamentales, con los iniciadores del liberalismo clásico y con el sentir democrático y libertario que había animado a los movimientos obreros y populares de la primera Revolución Industrial, hasta que fueron finalmente destruidos por una combinación de violencia y propaganda En el ámbito de la educación, por tanto, Dewey consideraba que era «antiliberal y amoral» el formar a los niños para que trabajen «sin apelar a la libertad ni a la inteligencia, sino en nombre del salario», en cuyo caso su actividad «DO es libre, puesto que no la han escogido libremente». Aquí se puede observar de nuevo la influencia_del liberalismo clásico y de Jos movimientos obreros. En consecuencia, proseguía Dewey, la industria debe pasar «de un orden social de carácter feudal a uno democrático», controlado por los trabajadores y regido por la asociación libre. Nuevamente, encontramos ideales propios de la tradición anarquista y herederos del liberalismo clásico y la Ilustración. Dado que el sistema doctrinal se ha reducido mucho al haber sido hostigado incesantemente por el poder privado, sobre todo en las últimas décadas, estos valores y principios libertarios -que son imprescindibles- pueden sonar hoy exóticos, extremosos o incluso, por decirlo con uno de los términos del moderno pensamiento totalitario de Occidente, «antiamericanos». Vistos los cambios, parece útil recordar que el tipo de ideas que formulaba Dewey son tan «americanas» como la tarta de man1ana. Se originaron, en efecto, en tradiciones muy nuestras, en su mismo meollo; no recibieron la influencia de ninguna peligrosa ideología extranjera; se originaron, como digo, en una tradición muy valiosa, a pe-.ur de que se la suele deformar y olvidar. Creo que todos estos cambios lorman parte del deterioro general de la democracia en nuestra época, tanto en el nivel institucional como en el ideológico. La responsabilidad de la educación, sin duda, corresponde en parte a la escuela, a la universidad y a todos los sistemas formales de informal 1ún. Ello es cierto tanto si el objetivo de Ja educación es educar para Ja libertad y Ja democracia, como postulaba Dewey, o bien educar para 111 obediencia, la subordinación y la marginalización, como exigen las 111.. tituciones dominantes. Un sociólogo de la universidad de Chicago, l11111es Coleman, que es uno de los principales investigadores del siste111;1 educativo y los efectos de la experiencia en la vida de Jos nifios y ha
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la conclusión de realiza do numerosos estudi os al respecto, ha llegad o a ar determ ina los que el efecto global del ambie nte y el trasfon do famili a que el de medid mayor resulta dos obtenidos por el estudiante en mucha a qué forvistazo un echar tanto, la variable escolar. Es necesario, por y la social a polític la ar famili o entorn del ma están dando a los factores cultura dominante. visto muy faSe trata de un tema apasionante. La investigación se ha y llamad o 1993 en cilitad a gracia s a un estudi o de la UNICEF public ado rich soin t neglec [Child Desatenci6n infantil en las sociedades ricas conocimuy se uniden estado ista cieties]. Fue realizado por una econom desde años, quince de o period un a analiz da, Sylvia Ann Hewle tt, que nalas de ocupa Se ta. noven los de ios princip a finales de los setent a los paísobre sino o, Mund Tercer el sobre o estudi un es no ciones ricas; entre las ses más ricos. Pues bien, Hewle tt encontró un contraste agudo Europ a la y Japón el y lado, sociedades angloestadounidenses, por un stadouangloe o model el , siones contin ental, por otro. Según sus conclu resulta ha er, Thatch ret Marga y itas reagan nidense, encabe zado por los japoY o europe o model El s. familia las y do un desastre para los niños favorable, pero nés, sin embargo, partía de una situaci ón que ya era más esas socied aque ademá s la ha mejorado considerablemente, a pesar de mericanas. angloa las des carece n de las ventajas enorm es que sí poseen s únilidade posibi unas y a riquez Los Estados Unido s tienen un nivel de e nodecliv un sufrido ha , Unido Reino cas. Y en cuanto a Inglate rra, al a v~ntaj la menos al tiene pero er, Tbatch bajo te table, muy especialmen en tido conver e habers de s ademá , EE.UU. los de cliente econó mica de ser más dramátiun import ante export ador de petróleo. Eso es Jo que hace trado algudemos han co el fracas o econó mico del thatcherismo, según ur. nos conser vadore s genuinos como lord Ian Gllmo mericano es Hewle tt consid era que el desast re del modelo angloa Sin emlibre». do merca el por gica ideoló atribuible «a la prefer encia «CODel porque ver, de modo mi a s, media a solo bargo, eso es cierto o. mercad libre al servadurismo» de los partidarios de Reaga n se oponía pero , pobres Jos para Para ser más exacto s, defend ía un merca do libre cia y el deavanzó mucho más que todos sus predec esores en la exigen ción esprotec y as públic ciones subven de sarroll o de un nivel altísimo a estos dé le se que e nombr el sea que uiera tatal para los ricos. Cualq condel ción reputa buena la ar manch injusto es gicos, princip ios ideoló estatade lar servad urismo refirié ndose como tal a este model o particu
prefieran, pero lismo violento, ilegítimo y reaccionario. Lláme nlo como ier caso, Hewcualqu En libre. do merca es no Y no es conser vaduri smo. como Ja fuenpobres los para libre do merca el icar identif lett acierta al eviden tes los te bastan te del desastre para las familias y los niños; y son antil que antiinf tu «espíri el efecto s de lo que Hewle tt descri be como aún forma de pero , Unido Reino el en campa en esos países», es decir, e, nidens stadou angloe lo «mode Este s. Unido más cruda en los Estados do merca de lina discip una en basa se , nción» desate en el que domin a la la atenci ón infanpara los pobres , por lo que se ha privati zado casi toda en la impos ibilivisto til, a la vez que fa mayoría de las familias-se han objetiv o de la doble el era dad de atende r personalmente a sus hijos. Tal ica E1 rebritán dama a primer la y n polític a «conservadora» de Reaga y las faniños los para rosa desast ón situaci una sultado, naturalmente, es milias. a que «en el Siguie ndo con el análisis de Hewle tt, la autora observ reforzado, ha social model o europe o, mucho más protector>>, la polític a Jo que Por l. infanti e r en lugar de debilitar, los sistemas de ayuda familia una tener resulta y 1993 de es sé, sin embar go, aun cuand o este inform e de e octubr de [19 hoy a todaví es, relevancia crítica para nuestros interes ido aparec ha No . prensa la en reseña una a 1994) no ha aparec ido siquier sección de libros en el New York Times, por ejemp lo, a pesar de que la tema, y recogí a del pasado domin go se dedica ba especialmente a este intelectuales, el tes predicciones sombr ías sobre el decliv e de los cocien sidad y todas univer la a acceso declive de las notas en los exáme nes de la ciudad de en lo, ejemp por os, esas cosas y sus posibles causas. Pensem aba en el respald y aba postul se que social a Nueva York, donde la polític es por dechaval los de 100 por 40 del cerca a do coloca ha propio nmes trición y enbajo del umbra l de la pobreza, de forma que sufren de malnu que eso es ser parece fermedades, entre otras consecuencias. Pues bien, que lo igual al tuales, intelec tes irrelevante para el decliv e de los cocien staangloe o model del estudio su en tt es todo lo analiz ado por Hewle parerio, contra al Bien . nción» desate la a dounidense, «en el que domin los genes defecce ser que lo más determinante para ese declive son ... eando los genes, tuosos. De alguna manera, a la gente se le están estrop sucede es que que lo y hay varias teorías que intentan explicarlo. Quizá a sus hijos, y te tamen correc ta la leche de las madre s negras no alimen clima hostil. un tiene que , África en on ello se debe quizá a que crecier cienci a de serias, muy s razone Son s. razone las Así que quizá son esas
60 La (des)edi1caci6n puede ignoJa de quemarse los cascos, y una sociedad democrática solo Tunes. Los del al especi rarlas por su propia cuenta y riesgo, según este cómo saben que , inados discipl bien que escriben esto son comisarios, claestán que los de , entales fundam mas distraer la atención de los proble vista la a bien mas Proble social. a polític la con ramente relacionados resulta que son para cualquiera que tenga la cabeza en su sitio, y que ista en un econom analizados con toda minuciosidad por una conocida del día. luz la ver a estudio de la UNJCEF, que aquí difícilmente llegará máxide ón comisi una ó inform Según Los hechos no son secretos. ción Educa de les Estata Juntas de·las ros mo nivel, integrada por miemb «es cana, Ameri a Médic ción Asocia la de y tion] [State Boards of Educa ha ble, saluda la primera vez que la generación de los hijos es menos ción genera la que sido peor cuidada y está peor preparada para la vida gran trasforde sus padres a su misma edad>>. Estamos hablando de una ades ansocied las en solo e produc mación de la sociedad industria], y se este esaños quince e durant o primad ha gloestadounidenses, en Jas que y valosmo vaduri conser de ado disfraz antil, píritu antifamiliar y antiinf anda. propag la de triunfo un de trata se duda, Sin . res de la familia s en que, Como síntoma expresivo de este desastre podemos fijarno internción Conve la libro, en el momento en que Hewlett redactaba su paí146 por ada ratific sido nacional de los Derechos de los Niños había la Es s. Unido s Estado los cativa: ses. En la lista hay una ausencia signifi huos derech sobre es cional interna ciones norma para todas las conven que el conmanos . Ahora bien, seamos justos y no dejem os de añadir u antiinfanservadurismo de Reagan es plenamente católico en su espírit la Salud, de al Mundi til y antifamiliar: cuand o la OMS, la Organización agreción cializa comer por votó si se condenaba a la corporación Nestlé el niños, simos muchí de muerte la siva de una leche materna que causa que dejo Les . contra en uno solo y favor a resultado fue de 118 votos en compa adivinen quién votó en contra. Y aun asf, es un caso menor mata a que ración con lo que la OMS califica de «genocidio encubierto», merde as polític las millones de niños cada año como consecuencia de cionar propor a ricos los de cado libre para los pobres y de la negativa más miserables auxilio. En este campo, de nuevo, uno de los registros EE.UU. los a ponde corres de entre todas las naciones ricas tarjetas de Otro síntoma simbólico del desastre es una nueva línea de un día pases felicitación de la casa Hallmark. Una de ellas dice: «¡Que del debajo n, cuenta genial en la escuela!». Hay que ponerla, según nos
a tomarse el cartón de los cereales, de forma que, cuando el niño vaya je cálido y desayuno antes de ir a la escuela, se encuentre con un mensa para tiempo más afectuoso. Otra de las postales dice: «Me gustaría tener almola de debajo arroparte por la noche». Supongo que esa la pones rio.] Y hay hada, cuand o el niño se va a dormi r solo. [Risas del audito que, en rosa desast ón situaci esta de dos muchos otros ejemplos pareci a empolític La s. salario los de so descen al parte, .obedece simplemente te bajo almen especi muy y años, s úJtimo los e durant estado presan al del a una pequeña R~g~ Y Thatcher, responde al designio de enriquecer o, han logrado lograd han mmon a Y empobrecer a la gran mayoría. Y lo tiene que tragente la que ca e~ctamente lo que pretendían. Eso signifi de las pareía mayor La ivir. sobiev ~ªJª~ mucha<; más horas para poder semahoras nta cincue de más e durant y dos Jas tienen que trabajar los anEntret . familia la de as mínim dades necesi las nales, solo para cubrir reLa ado. dispar t~, curiosamente, los beneficios empresariales se han ando alcanz están antes» vista Fortune habla de que los beneficios «mare más ricos, a cimas nunca vistas en el ránquing de los 500 empresarios ado. estanc ha se ventas pesar de que el volumen de den, es Jo Otro factor crucial es la inseguridad laboral. Ya me entien de trabado merca del ilidad «flexib llamar suelen que los economistas ante, domin ica jo», lo que resultará estupendo para la teología académ desel que está pero es una auténtica maldición para las personas. Claro aséptiores pensad estos tino de las personas no entra ea los cálculos de que trabajar cos. Flexibilidad del mercado laboral significa que tienes lo. No ejemp por , trabajo s tendrá a mañan si horas extra sin saber siquiera las monos cargué lidad: flexibi la es Esa os. ~a~ contratos, no hay derech árselo explic sabría ista econom un que Seguro o. n~deces del mercad trabajan horas me1or que yo. Pero cuando Jos dos miembros de la pareja más bajo, vez cada sueldo extras y, en muchos casos, lo hacen por un Las estado. resulta el ir predec creo que no hay que ser una hacha para la UNIpara tt Hewle de o estudi el en dísti~ lo _reflejan, pueden leerlas nesin te, eviden es a encim viene nos se que lo <"EF, s1 les mteresa; pero o, el afectiv to contac de tiempo el que n Indica tarlas. 1·esidad de consul do drásticamentiempo que los padres pasan con sus hijos, se ha reduci últimos veintilos e te en las sociedades angloestadounidenses, durant padres pasan Jos Hoy tes. recien más l meo años, pero sobre todo en los a. Pero, seman la a horas doce y diez nm sus hijos una media de entre calialta «de. tiempo de ción propor la do .1demás, también se ha reduci
dad>>, esto es, el tiempo durante el cual los padres no hacen nada más que estar con los niños. Eso destruye la identidad y los valores familiares. Hace que la supervisión de los niños se confíe cada vez más a la televisión. Crea lo que se suele conocer como latchkey children, los 'niños con llave de casa', que están solos al volver de la escuela; y es un factor clave del creciente alcoholismo infantil, de la drogadicción infantil, de la violencia criminal de unos niños contra otros y tantas otras consecuencias obvias sobre la salud, la educación, la capacidad de participar en una sociedad democrática o incluso la supervivencia personal, además d.el ya referido descenso de los cocientes intelectuales y las pruebas de acceso a la universidad. Pero no debe preocuparnos. La culpa, como bien saben todos ustedes, es de los genes defectuosos. No son las leyes de la naturaleza las que producen estos efectos. Su causa es una política social cuidadosamente trazada para una meta específica, que es la de enriquecer a los 500 del ránquing de Fortune y empobrecer al resto. En Europa, donde las condiciones son más duras, pero la política no se rige por el mismo espíritu antifamiliar y antiinfantil, se registra la tendencia contraria, y el estatus medio de los niños y las familias es notablemente mejor. Permítanme precisar, sin embargo, e incluso recalcarlo, que el proceso no se limita a las sociedades de los Estados Unidos y Gran Bretaña. Somos un país poderoso. Tenemos influencia. ¿Qué sucede cuando otros países, dentro de nuestra zona de influencia, intentan desarroJlar políticas que beneficien a la familia y los niños? Vale Ja pena preguntárselo, la respuesta es muy llamativa. La región que controlamos más a nuestras anchas es la de Centroamérica y el Caribe. Dos de sus países han emprendido políticas como las mencionadas y, de hecho, con un éxito considerable. Se trata de Cuba y de Nicaragua. No sorprenderá a nadie el que hayan sido justo esos dos países los principales objetivos del ataque estadounidense. Y el ataque ha tenido éxito. En Nicaragua, por ejemplo. la mejora de los estándares de salud, el crecimiento de la alfabetización y la reducción de la malnutrición infantil se han invertido gracias a la guerra terrorista que hemos desarrollado allí, y ahora todos estos indicadores se acercan a los niveles de Haití. En el caso de Cuba, claro está, la guerra terrorista lleva mucho más tiempo en marcha, ya que fue iniciada por John F. Kennedy. Y no tenía nada que ver con el comunismo, no es que estuvieran rondando los rusos. Tenía que ver, más bien, con el hecho de que los cubanos
estaban destinando demasiados recursos a los sectores equivocados de la población; con que estaban mejorando los estándares de salud; con que les preocupaba la malnutrición, la situación de los niños. Así que iniciamos una guerra terrorista implacable. Recientemente se ha desclasificado un buen montón de documentos de la CIA que aclaran numerosos detalles de la época de Kennedy, y son terribles. Hoy en día, la situación continúa siendo la misma. De hecho, se produjo otro ataque hará cosa de un par de años. Y, para colmo, se ha dispuesto un embargo que ha de asegurar que lo pasen realmente mal. Durante muchos años, el pretexto para justificar todo esto eran los rusos, pero no es más que una mentira, como demuestran los acontecimientos de aquella época y, de forma aún más clara, los acontecimientos actuales, toda vez que los rusos han desaparecido. Era una tarea especial para los «Vendidos de la clerigalla»: que nadie se dé cuenta de que después de la desaparición de los rusos hemos endurecido nuestra embestida contra Cuba. Suena un poco raro, si se supone que el ataque obedecía a que eran la avanzadilla del comunismo y el imperio ruso, pero no hay problema, eso se arregla. ¿Cuándo hemos endurecido las condiciones del embargo? Cuando los rusos han desaparecido de la escena, es decir, cuando se ha hecho posible estrangular definitivamente a Cuba. Un demócrata liberal, Roben Torricelli, envió una propuesta al congreso a favor de prohibir que pudiera comerciar con Ja isla ninguna filial de empresas estadounidenses, o ninguna corporación extranjera que utilizara componentes fabricados en los Estados Unidos. La violación de las leyes internacionales era tan evidente que George Bush tuvo que vetarla. Sin embargo, se vio forzado a aceptarla para contrarrestar el avance de los partidarios de Clinton en las pasadas elecciones, con posturas aún más derechistas que las suyas. La ley entró de inmediato en la agenda de las Naciones Unidas, donde fue denunciada por casi todos los países; obtuvo tan solo el voto favorable de Israel -que es automático- y, por alguna extraña ralÓn, el de Rumanía. Nadie defendió la postura de los EE.UU. Viola tan claramente la normativa internacional que incluso el Reino Unido, entre otros aliados, la criticó. Pero qué más da. Es imprescindible que desarrollemos allí donde nos llegue la mano nuestro espíritu antifamiliar y untünfantil, así como nuestra insistencia en una confonnación social extremamente polarizada. Si un país controlado por nosotros intenta emprender un camino diferente, ya nos desvelaremos por cuidarlos también a ellos.
El ataque y el embargo no han cesado. Pero es el tipo de situación que pueden ustedes ayudar a remediar, si así lo quieren. Aquí en Chicago están los Pastores ~r la Paz y la Coalición Chicag~uba, por ejemplo, que están preparando otra caravana humanitaria para intentar paliar el embargo y llevar medicamento s, libros de medicina, leche en polvo para los bebés, entre otras formas de ayuda. Están en la guía de teléfonos local, pueden buscarla por Chicago-Cuba Coalition. Puede hacerlo todo el que tenga interés en contrarrestar el espíritu antifarniliar y antünfantil que reina en nuestro país -y que intentamos exportar de forma violenta en todas las partes del mundo a nuestro alcance-, al igual que se pueden emprender muchas otras iniciativas desde casa mismo. Quisiera añadir que los efectos de esta última propuesta con la que los demócratas pretenden estrangular a Cuba, y que finalmente ha sido aprobada, han sido analizados por dos prestigiosas revistas médicas de nuestro país, como son Neurology y el Florida Journal of Medicine, en sus números de octubre. Se limitan a estudiar Jos efectos de la nueva ley, y a informar de lo que es evidente para todos: resulta que cerca del 90 por 100 del comercio prohibido por la ley de Clinton y Torricelli eran alimentos, ayuda humanitaria, medicamento s y cosas por el estilo. Por poner un ejemplo, se bloqueó la exportación de un mecanis mo de filtrado del agua por parte de una compañía sueca, porque uno de sus componentes se fabrica en los Estados Unidos; este mecanismo se usa en la preparación de vacunas. Hay que estrangularlos hasta que revienten, hay que asegurarse de que muera una buena cantidad de niños. Porque uno de los efectos de esta ley es un repunte drástico de la malnutrición y la mortalidad infantil. Otro es una rara enfennedad neurológica que se ha extendido por la isla, y de la que todo el mundo finge desconocer las causas. Pero las causas son claras: se debe a la malnutrición, es una enfermedad conocida, pero que no se veía desde el tiempo de los campos de prisioneros japoneses, durante la segunda guerra mundial. Lo hacemos a conciencia, como se puede ver. El espíritu antifamiliar y antiinfantil no se ceba solo en los niños de Nueva York, sino mucho más allá. Permítanme recalcar que, en Europa, la situación es muy diferente. Hay varias razones para ello. Una de las diferencias es que existe un movimiento sindical muy fuerte. Eso se integra en una segunda diferencia, verdaderamen te crucial: la sociedad de los Estados Unidos está controlada por el sector de los negocios hasta un extremo sin parangón en ninguna otra parte del mundo; la consecuencia , como cabría esperar, es
que la «máxima abyecta de los señores de Ja humanidach>, como la llamaba Adam Smith, prevalece también de una forma sin igual. El asociacionismo sindical es uno de los mecanismos que permiten que Ja democracia funcione normalmente, pero ahora la mayoría de la población se refugia en lo que la prensa suele denominar «antipolítica>>, esto es, en odiar al gobierno, en despreciar los partidos políticos y el proceso democrático en general. Los «aristócratas» pueden cantar victoria, los aristócratas en el sentido de Jefferson, es decir, los que temen al pueblo y desconfían del él, y quisieran entregar todo el poder a las clases altas. Hoy en dfa las clases altas son las corporaciones trasnacionales y los estados Y las instituciones paragubernam entales que sirven a sus intereses. Una segunda victoria para los aristócratas es que la desilusión, que es palmaria, se convierta en «antipolítica». Un titular del New York Times, que se ocupaba de esta cuestión, rezaba así: «La ira y el cinismo crecen entre los votantes mientras decrece la esperanza. El ambiente va a peor y cada vez más gente se siente desilusionada con Ja política». El magacín del pasado domingo se dedicó a la antipolítica. El nombre es significativo: a la antipolítica, no al descontento con la autoridad y el poder, co" las fuerzas fácilmente identificables que tienen en sus manos los mecanismos decisorios y proyectan su sombra sobre la sociedad bajo el disfraz de la política, como decía Oewey. Esas fuerzas tienen que resultar invisibles. El Times trae hoy otra noticia sobre el tema, en la que cita a algún palurdo que no se entera de la misa la media, y sostiene que «p'sí, en el Congreso están podridos, el Congreso son negocios de los buenos, cómo no van a estar podridos». Pero eso es lo que no hay que ver; se espera que seamos antipolíticos. Ello es así porque, pienses lo que pienses del gobierno, es justo la única parte del sistema en la que se te permite participar, intervenir, sugerir modificaciones. Donde nunca podrás intervenir -lo prohíbe la ley y es cuestión de principio- es en las empresas inversoras o en las grandes corporaciones trasnacionales. /\sí que mejor si esa parte no la ve nadie, mejor si eres antipolítico. Con eso se apuntan otra victoria. La sombra de la política, la que según Dewey proyecta sobre la soriedad el mundo de los grandes negocios -lo cual, dicho sea de paso, t·ra casi una perogrullada para Adam Smith- resulta hoy casi indetectahle. La visibilidad de la sombra ha sido minimizada en gran medida por las instituciones ideológicas y está ya tan lejos de la conciencia del publico que solo nos queda la antipolítica. Se trata de un golpe. severo
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La (des)educaci6n
de poder abpara la democracia, y de un gran triunfo para los sistemas duras penas a nivel un ado alcanz solutistas e incontrolables, que han . Dewey John o on imaginable para Thomas Jeffers os elegir Se nos presentan, por tanto, las opciones habituales. Podem n potambié O o. términ del oniano jeffers o sentid el en ser demócratas, será que el y demos escoger ser aristócratas, que es el camino más fácil, beun arnos deveng recompensado por las diversas instituciones. Puede poder y gio privile a, riquez de neficio muy notable, vistos los extremos o de los dea los que tiende por naturaleza. El segundo camino, el camin ; pero derrota la veces s mucha y nte, consta lucha mócratas, implica la que los pensar puedan que lo todo a ores superi muy ofrece recompensas de te olvída rico, sucumben al «nuevo espíritu de la época», al «hazte de la a r simila ón situaci todo menos de ti mismo». Estamos ante una las de chicas las a ideas estas hace 150 años, cuando se intentaba imbuir otros. El fábricas de Lowell, a los artesanos de Lawrence y a tantos on. Pero Jeffers as Thom de al te diferen muy mundo actual es, sin duda, las misnte cialme sustan son o, cambi en ta, presen nos las opciones que mas.
3-El arte de la «maquinación histórica»*
1 l. El arte de la «maq uinac ión histórica>>
historia es a vocación de maquinar planes que dirijan el curso de la on al elevar la tan vieja como la vida misma, y los Estados Unidos a primer Ja en a entrad su de rango de responsabilidad profesional a partir sernos lares particu casos varios de guerra mundial. Un análisis concreto En el presente vir;í para arrojar luz sobre cómo funciona este sistema. os de un imtomad tivos, ilustra los ejemp dos de emos ep1grafe nos ocupar icación portante proyecto conjunto del gobierno y Jos medios de comun sandi~ los de n realizado a lo largo de los años ochenta: la «demonizació ngton. Washi de stas nistas» Y la defensa paralela de los estados terrori NicaraUna de las pruebas que se han aportado para demostrar que contiel todo por sión subver la e gua es un tumor canceroso que expand deen te consis resto el como il verosím nente -una prueba más, tan teataque un para armas istrado sumin habían istas sandin nun~iar que los noviem en bia, rronsta del M-19 contra el Palacio de Justicia de Colom ó public Times York bre de 1985. El 5 y el 6 de enero de 1986, el New Nicaragua y el sendo~ artículos s_obre la incriminación de Colombia a de enero, Co7 el te, siguien dfa Al üense. postenor desmentido nicarag Asuntos Exde ro minist el ntido; desme este mente lombia aceptó oficial , que «Coprensa de encia confer una en , declaró biano tcrio~es colom de Asunro lombia acepta la explicación de Miguel d'Escoto, el minist
L
o originalmente en Noam • «The craft of "historical engineering"», publicad ric societies, Soulh End, Boston, <ñomslcy, Necessary illwions: 1hough1 comrol in democra 11189, págs. 197-261 (citado en adelante como Ne/). l. Véase «Addendlllll» a Chomslcy, Ne/, pág. 80.
66 La (dt1~ducacl6n para la demoeracía, y de un gran triunfo para los sis1emas de poder absolu1ísuis e incontrolables, que ban alcanzado un nivel a duras penas imagínable para Thomas Jetrerson o John [)ewey. Se nos presen1an, por tanto, las opciones habituales. Podemos elegir ser demócratas. en el senúdo jeffersqniano del l~rmino. O 1ambi~n podemos escoger
3--El arte de la «maquinación histórica»•
1. El ar:te de la (
~lanes
a de maqu_ioar que dirijan el curso de la hLmirio es L tan "'ºJª como la vida misma, Estados UnidQS la elevaron al rango de re.1ponsabilidad y !()S
proíesíooal a partir de w entrada en la primera guerra mundíal. Un análisis concreto de varios casos particulateS nos servirá para am>jar hu. solxe cómo fonciooa cote sistema. En ti prcsenie epígrafe nos ocuparemos de dos ejemplos ílUstrativos, !Ornados de un im· portanie proycc10 conjumo del gobierno y 10§ modios de comunicación, rcahzado a lo largo de los ailos ochema: la «demoniuición de los sanclinisrns• y la defensa paralela de los esoados terroristas de Washington. Una de las pruebas que se han aportado para demostrar, que Nicaragua es un tu mor canceroso que expande la subversión por todo el conUnente -una prueba más .• lan verosímil como el resto- consisle en denuncillr que los SMdinlstn~ hnblon sumínis1t11do atrtias para un alaquc tcrrorisla del M-19 contra el Palacio de JusliGi'a de Colombia, en novlcrn· bre de t 985. BI .S y el 6 do enero de L986, el New York Timts pubUcó sendos anfculos oobrt lo incrimioación de Colombía a Nicaragua y el posterior desmentido nlonrogDensc. AJ día siguien1e, el 7 de enero, Colombia aceptó oficialmcnie este desmeo1ído; el ministro de Asunios Ex1eriores colombiano declaró, en una conferencia de. prensa, que .Colombía acep
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/,4 (def}ed1t
tos B~terio,-es de Nicsraguo, y cqnsitlera cerrado el hlOidonte•. Pero esto notida llO pasó de la página 81 del Bosr011 Globe. (c11 la sección d<> deal portes). En cuanto al 1imts1 ni una palabra sobre lo cuestión; bien por 1 aoabad1 ha bia ~Colom contrnlio, su editoria l del dla 8 afirmaba que de perder la paclentia an10 la evidencia -c!IM:utlda por Nicaruguaque tas terroris los nto~ armame ltad<> que los sandlniuas hablan suminis oq¡aniZ;lr1)tll' el incidente de noviembre. El 1~ de enero. el 1imt1 informó de que .oficlíiles oi;ladounit•> repetlan que.se opinión, finn•dn por Jlll io11 Abroms, en la d. falseda su de sabfWI ~ cdltOl'é los nacionc.•, aunque tanto Abrllrtls como nuo. y aOn reaparecieron en una noticia del 26 de febrero. ignorando de y ión n~'tlsac la ente oficialm o rotjrad habfn bia Colom que vo el hecho de acerPost lo cooslderaba ún lncldente cerrado . Tampoco el W11.1/11irg1011 de ino· tl$ a lnforrnár de qae ColombJa hob(d aceptado las prop11estas ' cMcia bcchftS par kl$ nícaragilenies. El Ul de- inarzo, un cdltorial del T1111u rllulado .,mshuw ·de los ho· «le· r:rores en Nicanguu se ocupó de una ¡¡ropoeslll de Reagan , quien · tonflk su en '' "contra 111 u ayud..,. paru dólares de l; mil!On( querla 100 ba mostra se l to c-0n lo~ tiranos izquierdistas de Nicaragnu•. ¡;¡ editoria · crítico con el discurso de Re.agan , lan n:plcto d6 falsedades y afimla . cambio en ba, postula Se cia. ciooU$ •a Jo presta. o nospald del al C•rlbe, aaemás tie- l:f'll"tl' Aiicdftd ~ fe-11 lea Klot.,., ). l\TT, 15 de thttOi [)t. 1$ de ~ror fkml.V WdNaob, lf>"t1 .l:i de
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••.,o: "'·
lla salvadoreña-.. La lista de •t~gresiones innegables• concluye con de esta frnse; ""ºso lo la piudad ha movido n Tomá1 Borge. el mlni$trp dlspa· que M-19 d~J as guerrill las 1ior misa ln1erior, a panicipar en una · raron SQl>te el Palacio de Justicia ·~e Bog(ll,, en Coloml¡ia.; su osistCQ No ta. rcrmrl! cia cs.uD.A proeha ~vidente ~e su compliciilnd en el ataque la fueron los únicos en quedar impresionados l)Qr esta demostración de drl dtko diplom onsal corr0>p r, iniquidad sandinbta. William Beed1e o .Bo.vfo11 Globe, subrayó In asistencia de 6or&J u una •misa en memoñ tlioe se Origon cuyu «aunas on uüliz,¡r que , M-19• de los guenilJns del los que c.t nicaragllcnse,.; cslll colabon>cioo es el lipO de •Cfl'Or• qne prela «analista& rigurosos• esperan que puede pro\tK:WSe •Si se eleva sión milill1rn sobre. Ntcarugu<1, scg1\11 Recli~t. 1,0lvldJtba que, n11eve dios antes. su propio di11tiQ hábfa informado de la contcs1ación colom· bi3J!D'1 1
Un lector do Arlzon~. el,Dr. lames Hamlllon, quiso sober en qué d
•JI R:SJlll"51• •su preg11nlllool>re Toroh flor¡¡c. (,.,p• Cl\1$) el Sr. tló •unanli" ctlebradn on M•11•gua por el rev. Uriol Molioa1 que cqnme· mini~lrQ oioraba d pii111cr lllliVtl$ariQ de la '""""" de llmigue Sehmidl, el . la~· Dt.nfl(e co1uta. la con trifuka una tn do de Comunic ~Woes, a'iiC\i1ra
q,..,
Be of~iam roll)onia, uno de !~ pr~e~tes &rite\ consisn•~ • favor de ~rnpo.' de•OSté. bandera In t\ tombién una mi1a por el M-J9, y dospleg
Como h~ esctitO Han.tilton, "una misa en memoria de· un an1íg110 r ..:11· IOJembro del goblemo tial, en "una ml•a por la1 guerrillas del M·l9". penniri exl1que er entend dé• y f)mrs refleje una imagen intcn:sada de Borg~ la actitud de M: unn nf11iaci611 eutn: los sanCÜJtistns y el M-1 9, utiliznndo oplnlon~s.o. ~u,< ar respald pim misa !u una de los J"'f'SOOaJ pn»cnt.es en ) , Uecchcf, •fra~ñn¡ NlolU'l\.g\Ul.-, ,llc;, 17 dc.cne:n de4 H11.miltoa, 1nédl10. l987~
1~56.
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El am de la """'1"i11ocld11 histdricn •
ÚI (dtl~U
tt:\Y OIJllflOS cuentos que son demasiado dtiJot cumo J>1ll"' ah1lndonarlos.•
ar resto de las •tmsg¡esiooes innegableu del mtncionadO editorial
mcrcoon el mis!W crédito y. (I~ l\ecbo. tienen su interés tao solo en relación con la hlilcria ~ada en el establishmelll por le negativa de Nic11n1~uo a someterse a órdenes a]ellils y sus esfu(\110s para sobrevivir al desmedido ataque estadQUnidense. Uoa segunda maquinación, a6n más relevante, consiste en establecer una ..simetrl•• entre la contra y las guerrillas de l!I Salvador. Esta simetrfn resultnba crucial para la Jlropag¡tndii ikl gobierno de los &lados Unidos'/' ern. por mn10. un asunto primordial para Jos medios. Puede "'' fácUmunte estubliwlda. pero a .qambio de lgnornr la esenia y el carácte• de In rtyuda que prcstnn los EB1tlll. a la C()ntra y su implloución directa en los !K!IOs de terrotiso10. Y, por otra parte, colabora u I~ simetría la re· petición insistente de que, aunque los rebeldes ele El Salvador niegan recibir ~uda nicaragüense, •e~isten numeroS'1s prueb.1s que la demuestran. y (los rebeldes! tendrían mucha.• dificultades paro sobrevivir, si no fuem por eno t)'Ud:u., en ¡Wabnls de LeMoyne, de:;pués de la firma de los ocuerd
asociación 1v.1R.' que se encarga de supervisar a los Ols uolegas de LeMoyoe también se subieron al rin!. Stcphcn En· gelberg. por ejemplo, escribió que la .ac:U$llcíón d~I gobien10 de tos Es1udus Unld<>s •pnreco haber ~id(.) conflmiada" por Mirandu, c111icn •allr> tuó que los saridinls1a1 trospurtaban ta ~yuda arnmmcnU!t lc~ por 111nr», c~to e•. •cruz.ando el golfo de ~·m1seca•!' llero el splfo no tiene más de •
Fai1 a.l¡Nf"'1 'jitilo'• 'I Ctlm'\:poode ll ~ s'iJ)2' de Faitnt'¡r cutd f\l't'MIU.')' (" Al~
S.'1:11.."tllUd ~ft la, ~taJIUS de CbmWÜC81CÍ(i[L GJ )c{1t)r Cn..:(lnwni, J} fl~ '"" dol llbn>. •• •J>loJ\C'e •• ti q1lC .. at.mllés Olb
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hao fl!ftrencla a iu;~: pero no J ~ ~ ¡,. ill¡ err Honduras. co labC>l'lrn co n las gu ra zona. Bn tuamo a ot na gu nin en r c¡uc íln nin¡ún ptOblema 1im !<'rvat con cautela. varios meses m ú ~gran• na ob n a eló UMoyne se Umltó n a la contra •aparenl .. ldo os pa rd res ue In fcoha, el te de los ac cn as •h e qu bió eri es ot. lecer de milirár Bernard Traln oo ¡e ha podido estab qµe no las tci do lva sa > illa sandlnistas u las guerren Is jerga del 1!mts, eSCJ equlvnl~ a decir sie forma concluyeote.; probatorios que un suminis1lo minó.si:ulo de aoy os ap . ch ad he se ronocen más e las fuerz.as de seguríd ~de qu ttrmirc aílos atrás. ya m"''ho idos. b.ubicnUt iniciado una •guerra de e.t del ras Un lab pa os n tad (e Es indefensa• da s por los ra la población civil ).u nio y genocidio coni suces-Or del asesinado arzobispo Romero . lls lll 03 y a i:r Rh . o obiSp necesaria ble~e la doccrlna dan por Así es COJno se csta que lobos y corderos de o ch !le el nte $a ete inl en o crim el proNo es menos ¡ilficado un tuctntlc slg ra bie hu e qu o: sa con !<» q~ sentado lo mism sa de rncóoos de deíenlo hubiera sido, fen de In il civ n ció y genocidio; \'C Ct a la pobla a de exterminadóo Estaprotegers e de la guerr de una guerra dirig.ida por clientes de ~ nizaga lll tin doda. potw armas de de llll dircc í• slgnJflcado cl6o e lntet\-eoción ber sido pcs!ble, hiht ha de t, Po i Po de ntraste tan sellClllo u la< víctimas el observar que U!\ co vo ati str ilu es . za ble ul ~; ineomprellsiJ!é31o de no Innegable, resulten 14 la no ltll po im su y como este, de conubles. cc m r su cuano AliO iso qu nc oy M Le 8. 98 álisis complero t\ ñnafes de t nf• publicando un an Tu ~l ra pa or ad Jv pasado quin· pom~lfa en 1!J Sa salvaoorem1. '' liabían s acuerdo$ as ill eir gu las a a tad lo •ll Jn ayuda pres o después de ta firmalabdeoración $81ldjoc -p bió cri c.i e qu e de$d iguab111 ta co erosas pniebas» a1cst rían mu111< p u - <111e •num de El Salvador •tend s lla :ni gtK la• e qu de n1•t• . ~"'la ol p111110
lan pa, si no fuen1potesta81udllW. Hab chas dilicullndes pal'll sc¡breviVir director de fa sección de lntemacional sado catorce meses deode que ol las •llumerosas pruebns• no eran tahabla mostr.1do su acuerdo con qu~hnbía ped l(lo a LeMoyne que dedicae les; y nueve me.~es deuk> que ests reales, fueran las q11e fueran (véase h! eba pru las a ero ent r• un artloulo bien •nercce n una lectura n1e$CS de investigación ~otn 8), Nueve largos q~e minuciosa. de la ayuda nicaragüense, de Ja Ahora, los ~nuOJe rosns prueb~s. ado um esf ban se a, su simple '"f\¡¡lstend la.• guerrillas dependían para • meooió o alguna de sus afinnacíoncs por co111pleco. LeMoyne no ltaC mt1e.•tre $\IS pruebas, ni de la conttl1111teriore•, 111 de la pe!ición de qye caron p.va el proyecto de demonl• nifi bucl6n que ~us frases gracuiw sig con ello a los clientes asesinos de do ien lcg pro o, lsm din sao . z11eión del lo base de los acuerdos de pai los Estados Unidos y minando s, y abieriale t1C S1a W1 circ as son ~moy Ahoru reJ ulta ser q!Je las pmel> ino • llmltu· es•. Ya no son "llllmei•o.as~ ••< Además, tas o ablcmente , e~parádlc05•, la veroo seg n, rc6 salvado que mantenla viva i I~ guerrilla s. Clai:o está que tales q00 gmn culos posteriore a informar a partir dt los , ll(V' •ícmrtn, ~e teong~n 1114 d~ I• !\dQ interno del 0Epl1Mam• ""~ "'""' u1 h1n ldih , •11«' 1111 '•Ol'TllfKMó 11., .,, ,_ .. l'líCtOOts u<> un de$eruk •oJ 11~• l mll ~ll « 11blo 111lnlstro< sundlniltlll<, (1Cftl 011 cu1 .•llM •.ii~lnnt.f. pnol*'le¡ Ul ljl a Ut, ni•n .it Médco.l' tll1&letnal.,.~
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gieTQu dcleg,!ldO!I de le» 1rs.l/U, sa diti ha invostlgado, que c11ando los sus con wa \Ui 8, después tle que se tctn s iale a la íron1ern, en febrero de 198 ofl~ n as arm cmpe,iaran a vender tres l'Ulllos dlari11s ficinas y centros logbtlcos ¡lllr8 la ubjcooi6n de sus as. Lo mismo zon s por Nicar~a y o:ra ndemás de In libenad de viajar ses, dejando a un lüdo n los as.uu. y pai podría deciru de muchos orros dos de la n?3 ión, induytndo ACosta esta los J~ i~s; y tOdl
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s In· sus dependenc tipo de ayuda -y una mucho mii nNic llica, f¡nn prest11do .srnr ayuda u la contta esario prcsco1ar a la~ fuerus dtlegadas ble ; durame QSte tiempo, era nec ndo así en la o guenillQs genuinas, insistie de los Estados Unidos· oom y la guetrlnse gOt 11ra entre la cont111 n.ie ideo> de la «Si metría• existe nur para sobrer erio ext ón has de coh1bqraci lln •al vadorena, ne<."e..as fucr las a ¡ 1p< 1len s Jllá por , siempre sin bicn ot nho s; de los medio mito que el ouciuo de.!aparuzcn aparc:tca . Ello implica 11 su ve, que tlos 1c®1u.x:er la intervtnción previa sucederá. ente W. la hí~tothl, como probablem eJ poder $S~ablccídc¡ fija los té.rmlnos ras: clo son gn juo del l.U U. . f'l:g a la ¡1.fu'mediático y gubernamental ~re dlil debato político. ül •ist•nui adoresulv lns rril guc están ayudando a lllS fQr111.r.ló11 de 4ue l lllg 11111 •l•li~I•, :.e.wlcq1ln ~tliuvc se s. Sin embargo, oo st tr-Jta ni t¡;:is dé la p1.,l111• '"'' •1onamcntc escasalble fuc llts ~ a ~. ore vad sut da 11 .:t lft 11 \llft'
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1111111. d~111i1M> ¡•~·
111& ll•t~dos Unidos,
Alln
76 la (ilrs)eilucadó11
qµe, dµrante 1986, SI Salvador sirvió de.ba¡;e p¡1rn fps ataques contra NI, car~gua (y·las mlsmll$' fuemes qu~ dijmm la V<>rdnd ·emone11>, IX''º fueron lgnoradás; 11$everan quo el prPricado pot el pocl~r· que c.~ta posi5ilidad resulta inima~lnable, 01;1servernoJ;1fín;ilmenre, que n!l«<> h;i,di, JXlnsadc.> ~ jod9s Jos.desertores.el U1ÍSn\O trató regio que~ MinlJlda, cuya.de¡c.rdón so·produj Miranl!á, el bombardeo mediático Se inic.iú con dó~ !algos ár· lfculos deportada en el Waslii11gto1~ ffo.rt (publicállos el 13 de·diciemblé de 1987) y fue cominuo durantó vati.llS's~mana.s. Los medio~ te1rasntl1í~n líl propagandlente marina es 1adou11iden~e. co11 envíos· ind~ractab]e~ de armas a El Salvador a través ·del .golfn-<:k: Fon· 17. Ttmbién Mto.''h~n ~«)· ~nv~ Rirét'llt$L1 t!Y111'.k!elrin11.. ehal'lci L&ne, corres~· Sal ~J' NtW.S'K'~elt en Ceatroamérioa. escribt: en el ~\ all 5-trtn Í{llJffltl/ (i>ieJTiprc. IM lliP mente en eomra de ~ i1~u~n1os .s11.11dínls11s de denócar tJ ~ob'iemo de E.t Sth«tdor Y•Wl>S= 1
i'«ÍS<>) q..,. ¡., gu.mtus d• El 5'11''"'°1' «~pcura11 ~ ~· ítlbrlcan t• ni•yor parte ilér """!' n1on19•: ~ "'' •• ""'\1P>'IO .J\O QÍ'Q)tJJOil.0nar¡te ~perimi:.11tQ snndif\isll,t't., una «fV\'Ql~i ófl ~ut. fial'iía $ido ·oro~~dt)fti:., pqf9 que. llO( raz.o~.s que m1 sc. lia~p ;\O~t.n.r1
LUo de lacte. ·c uba. !I c.n ttli r:ampo de. b,tlttlla pan la lúe.ha~ sb.vléi:bi&- ~· m..dQllhl~-n~ Wt1!1 Slrellt Jo¡.¡n~I (W.U)r'2! de d k.~mbto de l~&81-
seca: :y rcpon~ba que lus sandin[$1as planeaban reducir su ~Jército re,gulat Y óntregat armamen.to Ugero ~ IQ~ civjle.s. para que ~ defendieran ante una postble inva~ión de E&JJU, (aunque i:stn dltima noticia rue trasforma® pot Ja prensa indep¡lndiente en la amenaza ele la •des1rucoion y el' terrorismo• contra sus vecínos), '' s Nicarn~lenses, el blQ<'Jµe más importante.!le; la eontra), Tras haber t~ibido asilo en l~ embajada de México e~ 'regucigalP"\ Afee partió P>l!ll Qiu!l~4 de México et) no· v1~mbre de 198.8, y regresó a M11J1agµa ·dur.inte el prograllla de,arnnisl!á del gobiertto nioaragüense. Fue enll'porci006 (letall.es d~ la ~yuda qu~ les pre.sraba,cl Pent~gono, violando las testriccJoncs llel Congrt<>So; ~e. incluía el .enttonamiento lle los- G01ll!a$ por P.árte de instructores mili!ares esraaounidense..¡; a lo lllQlo·d!' 1986. en cierta base militar de un. estadQ del ~ll' (una .base a~rea semÍS). Los insrructores·proveníun de Pol1; Bragg. Cuando finafü:(j la guem de fas MaMnas, en 1,982, lá contra hondureíln p,erdló a los ádie:<\l'advres y consi:jero» argentinos, ·pero en la '\)ilse estadollnldense en la c,¡u~ se !Os fonnaba llegalme111.e. (el propio Atce est11vo allQ, había entre Jos, iuslructores uá especialislá chileno en la guerra sicol\ígica, con lo que. se man1eofru1 los. ~ínclilos con los países neofas.o'istas de Ja órbita estailounidensé. Are~. •Jllte Qlr~. tarubién redbió adiestramiento en la base. aérea. de llopangp, terca ele San Salva(for, por parto 11• inslructores $QIVadorefios y estado.u11idense&. En H.ondurns f\1erou euttenad0$ d!rect~111én~ poJ e1 9j$<> de J~ instruoolón y Iª logbtica, y cedía a sus pUotQs para los vuelos de •umini.stto en Wrltorio de /ílicatagua. Las autoridade.~ hon.:dureüas de Ja. inmigración tnn¡ltién t9labonvon, facilitando el acceso do la QQnlr·a ~ lo~
'º"
J&~ Sobl'l' el t6.$tiroon.in ~ Minin4.
78 lo (dt*duc(lt!ldil
campos de rdugíodos para la l'cCfUJa (en ocasiOt\l.'S fory,osa). LI'5 indios misquHo erM entrenados sepouaanos de la C:IA ~sliln por 1odns parle.~., involucrados hasta Ja m6dula en lo com1pclón gei\eral. Y' prute de la flnunclación de la conlrn ~ o'btenla rnes son un (lOdcr global y, por tanto, cacntan con la capacidad do c1mslrulr $lste.mas muy t-eflnndos do tc1Tori1mo y corno>· clón, u11liiundo para ello a sus e.1taoos clienll!S y mercenarios, así como su tradlcionnl vlru:ulncíóu con d \cfrorismo lnltJnacional y los sindica'"' del crimen. Los oficiales de la embojada csladounic.lenbert McHom. de la cu., y Alexander Zunnennan, quien apsrentemtflle es de la .AID. ~ro • la vez es de la et~•.' Así mismo. AR:e entró en cotllacto dirttlO con l~ almacenes de la Ali> en Tegucigalpa. en I~ sede de la con1Jl6liía eJcctropura; lllD ha ;ervido en el pasado como avanzadilla de lllS operaclon~s terrorislal< de Ja C'JA, y ello :¡e ha reconocido púbHcamente, en especial duranle la .guem clandestina• COlltra La<><. El 19 do julio de 1979, día de la victoria sandlnista, Aroe habíu ht1l· do de NIClllugun con su ¡¡adre, C1>mandan1e de Ja guardia nocional de Son10in. Utt Afio de~1>11~;. fue rcclul'ado para la contm, -Jdoptru1do el nombre de gtlQ(l'Q de 81 me~Bfl<írid; dri eacró de 1981, 111(fp. l'lle nscendlendo hasta lo· grar el rang9 !le co¡n~ndan~. y fue nordbrndo jefe del sorvici" de in1e-ligencía dtspué$ de qvo Rical'\lo L.au. su an1e«sor en el cargo. füera dt
,,.1e _de""' . . . .. Q.. ,..,,¡¡.,lo; J>
• - .. ,. dlV•'ÍOO dd 0q=..... ""°º'de~ 1,1.. ...io..Lr/J. dtl <)
nización e i1tSlt..:tión de los escuadrones de la m11ene en Bl Salvtdor y Guattmala. así como en varioo asesinatos polí1foos comelidps en Hon· duras. lira ....1 má! ladrón de los ladrones•, según A=. El mtrunorio pn:cisó t•mbién que no tP sentíru1 lealtad por sus jefes. Aun a<í, ~• salario cnt muy elevado, comparado con el estándar de la región. Sin iencr un~ fa· lllllia a su cargo. Arce ingrc~aba c<1n;a de 500 dólares mensuales. La~ fucrws armaclus hondureñas •participan en todas Jas opemolo· nes que se desarrollan .:crea Je la front(!nl,., y además a:aliznn servicios de inves1lgación •obre .objetivos· nicatagllenses. tanto mi lílllres como civiles•. Los objetivos olvllei son muy. irnponantes, yu que, segdn Arce. «atacábamos muchas escuelas, c~nlro$ de .salud y csle 1ipo de cosBs. Hemos intentado que el gobierno de Nknragua no pueda prestur ninguna clase de servicios sociales a los campesinos, que no pueda desarrollar su proyecto ... esn es la Idea•. Resulb evidente quc.s.u ln!trucción pOr pat· te de los Estados l/nido~ fue todo "" éxilo y ~Omprclldic.011 de q~ se trataba. An:c lJUbbido se relirió o la r~uentc romipción de los contra<. emJIC2ando por el propio com~ndontt Snriqlll' Bermúdez. y a la \Cllt3 de armas y materiales sumini$1!3dos por los Estados Unidos. •grM pone.de to cual ... acsbaba probabldruen«! en manos de las guerrilla• de El Sal· vador•. Bn col.abofación con oficiales hondi¡reño$ -que $!lean uunblén su tajada del pastel- la contra está vendiendo riíle~ d6 asallo y equipa· miento de radlocomunlcaciooos al f'llO.l'l s de sab\!riol. • Como puede ve!'se, pues. Arce fenr~ 11wc'10 in~s que conlur qu• Mi · randa, y su función en la 11rga11iz•1éi6n do la contin fue mu9llO rná~ relo· vante que I~ ae MJrarnlá cu el goblemo de NicaHtguo. Aclemils, como ya se hn indicado, la c9nlrn se veía favorecida por una atención y publlOi· dad oxtrn0rdiulllius. superiores por lo general a las del prupio 1.1obicrno. Poto cu este caso. oo hubo manera de bastardear su testimonio pata que
v.., ...
IY. M...... c; ..w de M<,ico, C:Mt>ist.t""' l\«'c. Bdttin ,,,.,,_,.,.. "' C r r J - . c;..id>d do O\iaoem.u. 2t dc diñcmbtt dt 1985: l\llN'ol ~loo. D ""'· C"old>d do "'61 .... 6 y 7 -i. f.D ~ 1111.,r-'. Crill "(Siblloleu do llobillo. 17). 81rCtl011L 199?, p$¡, l(,l;J.
de
u,.
81) /.,a (des)cducaciÓ/I
Elª'" de /a n•aq•ín
ayudara a la causa de la -demonización de lo. ~andinistas. y recabara respaldo pdblico para los est~ 1cnori>ll!S; bien •I contrario, su met1· saje iba en el sentido lnverw. lo> diteetores de los medios de comunicación reaUz.aro11 su cl
2. Silencio obligado19 Suele sos1cnor5e en los Estados U1udos la tesis d.e que • los &menea· nos tendemos a flngel1m1os respecto n varios aspectez de nuestro país y sus estados cuentes, aun cuando la.simple voluntad de afrontar esos hechos ya podría >lgnificar un cambio sustaoclal y la limltación --0 incluso el fin- de tales abusos. Este es también el oomportamlcn10 mili habitual en otras reglones; en lo esfera !oviélica, por ejemplo. los disidente• $ On denunciados acremente por los éónlísari/Ji derechistas, en tanto que apo• loglsras de lo~ erlmenos de Occidente. En ouemo país reproducimos el misrno patrón. Tamo en este libro como en otros, no$ hcmo> ocupado ya de nume· rosos ejemplos. Para la evaluación de la cultura polltloo y los medios en I<» 8.lttdos línido$, Jos casos más rjemplares (dejando ahora a un lado Jos crímenes pcrpelrlldos por los pcopios EE.UU.) son los ele sus clientes principales: en los t11timos años, El Salvador e Israel. lll ejemplo de lsniel es singubumenrc explicaifro, desde que la demostración del poder istacll en 1967 despertó unas alabanus y una de\"Oción qua alln no w
han e•tjnguido entre los í11telectuales escadounidenses. La bíbllogntCTa ap0logi!tica no p"5ll de ser. con frecuencia. 11n• mera parodia del periodo cstalinisio." l.as elaboradas campallas de difamación, dirigidas cootta Jos que no satlsfacen las e~igenclas de los Ocles, tampoco $00 nada nuevo. El erecto protcndioo, corno en 01~ Jugares, es el de inrirnidar • lo~ crlricos y allanar el terreuo para el recunm a la violencia, así comu el Je erigir obs· 1áculos a un a<:ue1'CIQ po1C1ico que hace tiempo que está al alcance de.. \a mauo.~
Jsrael pueile estar 1i:111\quiltl¡ mienttns sea considerado un
~valor C$•
trJlégicu*, .cguirá sic11do •el paradigma de Ja respelabilld~d», según lo llamaba el New York "/lmes cuando las all1lCi
incluso a pre$tarlc~ a\ención, Y puede apoyarse en el pollcburd del mo· virnlento laboral 0$!adouulden~e para justificar todol sw actos, para dar fe de que si bien en $U lucha pot mamener el orden, bs fuer-de defensa t....ues h>n rocumdo l no hay duda dt que esos lnc1den1cs deben attibuine a I• ioexreriencia del tjtrcito
Juaclí en el (Olltrol de lo• dts1u1bios y 01Ca> fuo<:!ooes policiales. all ~""° , la fNSU11eió11 ~· s10111en Jos policías ¡~,...tres cWIJldo se cnfreol.\n • jóYcnc> p\ll que tes lan••n flledru y C<íetolcs mólotov." l':!r'J poder apreciar plenamente el alcance de esta afirmildón, es lle· ces!l(io 1ecordur que se produjo de~pllé.s de \JJ\ú de los rato> ptrlodos en Jos que los ¡nedim; de comunicación rcpródujeron al menos pnrtc de lt1s atrocidades que ,e han estado comcúendo durante años en los territorios ocupa
u41Uu.,. ..
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s..
21. Para el ej. Buulool. l914t. ..i; _ . . ~ lll ctl"1 qoe .... ti•.,. dOI ~ 'I"'" I• pt>bbcó on,,.W....lt. ,._. ,. .,. dolo. 1'11• dlo! c;mtplm. po«lco wnc ~ dot libn>. oá -.o mi Ptott In ,., 11Wk Dut1, P..N--. YM<. t9"14. •>¡>. S, Y Fcttfal SoWi Eod. BoM..,, 19991..iala om;>diidO~ 190. !l. V - lle/, A~ v, IC«ión ~ 2'!.. •Sl&tt.ttctt b1 1ht N\.-00 EX«'ciivc Cocncl 01.1 'hrael•, 16 de tmero dt 19811.
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fil 1zr1e dt la 'lnaquinacldn /ti>tt!ric~• 83
Ld (tlts)cd11rur16•
82
menee buenos lle periodismo profesional, cohcrence COI) lu e~lraordina rios marcos ob!tllldas 1n1bllj11Samente duránle la.neos anos. L.o< •PQlogistas de e>ta especie. con pos111ras •imilms a las del conse-jo ejecutivo de ta N-1.-00. han pieslado sus servicios durante Vl'inte años con núrns a dolar (k autoridad ana represión cruel y una romillación inoesa111c. Se ha alcaruaclo ya el nivel de' los pogromm¡ los soldados entran por la fuena eu Jos casas, de.suozan los enseres, p81tcn IOI< hllll$(~ uus h~· hilante.\ y niau111 a p¡ilos a simples adolescentes llcspu6s de WTU-\lrarlos a la cullc; In violenci.a de los colonos se ejerce ron plcua iJJ:Jpunidad; y lo miimo ~Ueécle ccin los suplicto8'.COlec1ivos, .I~ deportació1l y el lerrorismo sis1emá1tco por ordCll del Minlslério de Defen!n. A nicd!\lo que la moda wyn pasnndo. las figuras más seftelaS tic Ja Cámp¡ll\a contraria • I• supervisión 'iolo11Cia contr:i los habi1t(.:. lb de
Cor1 re1pec:10 11 ¡,. dQctrina ckferididi rccumn1emt111C paf' WJt~í1 J.oe:~"'OO 111. .GttllJ es oNltJlt """'""' co el pndel ~IAn e• una t""I IO< r• citados Fattfi,l trt.>ntl• y LA (/'lt.Ja libem14. ~ '!"" ICI Nnl'Ílt mis don» d< I• ttC:lcnto rcprnkd.lo tlel SUeocio en k» .ie 1988. m •l 'll'< ;ú'.,.. qo..e ........a. a - "'wt-cn l'oiil>I ~ ~.so rtitbr • b.ncl+ ~he. n:'f'tl.INüdo a~. Mtc OQ"OJ ftntVTIÍCf'(<"W K111il.atd. que re-s~. ,,.,....,, ~• .._..¡.,, cJc..po mis """ai,uw ~- dO"'"" 1cM1<11 .....~. ro. w.... • rdle•c .... (rictic. ¡¡<>, " " ' ~ P
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Wles.!l cstd pcn~odo en lo" soldados que tap1uraron ~ un cllaml ~ dlaz año> y, cuando estt. se negó a dar los nombres de oiros nii\o\s <1uc hu·
biemn rimdo piedmt. Se pusleroo a •te,-entarle lll t'ltbeza>o, dej4ndolo .como un bistec• (tn palabnu de 106 mismos soldado~>. y luego aolpea· ron igúalméntc ~ su madre. que ln1en1abre la cuflura oceidenial. ViMa la dispen:m, l:¡ruel es tibie de usar la col0$al ayuda de los&· lados Ullldos para enviat a su éjército ~ dirigir op fechn1 en que aparnel'OS jóven~ <1ue el médico·mtlitar dol ~ampamenlo en el c:1minu dél ho~pitnl y iinalmeme •~pulizado brutalmente» por segundo vc2. •:lnte decena.\ de soldadoSJ' (a uno da JO! curues, según l)llrcce. se le ~1~. ~ S - , ~ """'*n«hoo 11•- tm "'1t m T0 .-w.. lc)t ~ 1
- oigani1- P"" ti M"""'rlol de dior .... !«<'ido t l.t!I ~uta. do to f!lotY M!Rltnl>J1vo, J!C"' a ~ ~l en n t:.tados cart•- E.., k>s 'l"" • "'l'.l't' ... ¡,.,,do l'I· ....... Ua>lo5. &1111 -
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El arte dCla ""iaqui11ac.jó11 histórica» 85
probó, su co11d11e.ta). O cotnó forzal"'lu entrad¡¡ en un/I cas~1 arráSll'ar fue. rn a un niño dé si·ete años qué se es40ndfa debajo dé ta cama y entone'"' «aporreadó-salvaj~menle delante de.'6USpadres y fnmlliares'>, ll(ego apa. lear al padre y al llecmano porque nu habi'lln reveJ~do'fl escondíle d_el niño, mien1ras el reJJtQ de los h\jo$ grillrn histéricos •Y la madre nn pu~· de-calmarse porque se Je ha ordenado que np se: mueva~. Q como áp•· Ji2ar sin com,p~si 6n a críos i'ncloso de cini;o años, a vece¡ eom~ tres y cuatro solda(los,,ayudados \le las.porra~. •hasta. pan Irles ,Jas mano~ y. las piernaS><, o tociftflos oon gas dire @fugiad<¡s de J.WaliYil, en el ct1al et ~jéroito, h,a consegui· do: « h()fnjclda:v- por el cnn1po de rel)Jgiados ~ Amru'i. «tirando las pu<\ltas. viol~ntalidt> las ..;asa~ destroz,ando las pro· ple(ladl'S ;y apaliza11do. a los. 1tab~i1~1es, ipúluso a los oiiios.>, pata qpa· leor luego al c<;1nduclt>r (le una 11111btllancja.que vení'~" socorrer a l()s her(dos, tlcsp,u~ de háb<¡rlO' arrás\{~do rw el ~uelo (~n e.ste ~1!,10, fue. obra de u11;1 u11idad,d~ pa!'acaidistas ae 6ll!c, que; .5flg\Ín los· te¡;1fgos. e1uró a sacó sin que mediar~ ningtina provocación), O rl!c)uír a l(n prisi,Qne1·9 •en perfocto e.'tado de salud» y dev0JverlQ «sordo y par~íti¡:.o•, l\l gµe 'IJ)ateee Sér e l resultado de las pall,as y tprtncas brura:J!!s .• gue·,gaturios.de Jellín. O Libénu' a un joven árabe en~arcelado por llaoor gµcmado· el coche de un su· puo~tq iníorm~~or de 1p polioía, tºda -vez {[lle se déScubre que la.eonfé· sión $~ obtuvQ 1oodfllnt~ torturii, p•l'O. 1ln qµ~ el lributtal id el abc)gado del distiltJ> ha$an referencia a la • coítlt$ión obt'llli~a me~iante palizas~ O lo gue le hnbierlln hecho, Y tnntas otros sruvajadas,I•
Existen oumeroS'IS vwíantes, WUly Shfop, comandante'de una lropn do élite, ha descrito lo que vivió eo $U primero Sf,\OlPOa en el Qarnpo ¡je rel'ugiados ae Bl fNrij, cerca Ue ~~~aliY•· Su wudad $Q encoutr:6 u uo niño ·de o~ afias lai1wnd<1 lin,n piedra, y lo llevó a su ca.~a, •donde se ord~nó'~ &u padre «¡ue le wgara, El p&dre le soltó ún bofetón, pero el Qficial gritó: .• ¿A eso Je. llama ~garle11Quc le pegue le digo ! ¡Que le ~g11e! ~; la tensión creció hasta ha~crse insoponable y el 17adre ·~~ puso bisrérico>., comenzand(.) a apalear al hij'o ~esaforadamente, g<,>lpeáIJúQl'o comra el suelo y pateándole el costillar con todas sus fuenas, l¡asta,gue los soldados se qµedarlllh .aparentememe, salis(echos. Cuando la bruta· üdad subió ali¡1 m~ de grado, en ~J verano do 1'188 (t'! ,de1>ir, coando se publicaron lns refl,exiones eje Wiesel), el Jerw;(l/e11t PaJt infwmó de que, segt!n l.os ttal>ajador11s del tlr-IRWA [Organlsmo de Socor.ro de las l\laelo~ ne$ Unida~ p;ua lus. Refugiados Palestinqs en Orien\e Medía] y los médicos de los h<>spítales, las víctima~ del cruel int remento ~•. pctQ dU· r~nte las iemanas a111erlotes la& olliticas hAbl~n •tratado trunbién aJA 11i· iíos y 9iaco niñas de unos' clnco años o monos"> asf ¡¡ofl\O • llW~hos otros u1ños; .por ajelnplo, un nillo de ~iett! aíios «con el tiñóq ~;uignuido y setlales de habel' sido apaleado», Los soldados .gJ>lperur,, pat11au y apa· lean .regulal'J11ente a niños, ¡¡eg¡í0 el (estJmo11io·de l p0'1J~c\kos y loa t'tS· ]>(ms~bles !)e lo~ org~nisfl\()"de sqcprrci,!I Bp u.110 í:le los casos se Uegó ~ jui~io, por lo q4e la prensa (I~ israe. tf; ·S<: entiende} le ~ispensó una atcMióh 0911slderable1 fue.ron detenidos cuntr-0 solruwos de 11n~ S!'Ci¡anle do) • ;unPQ do: Jatllillya. O'I 22 de agosto. Se informó de ello por primera ·vez ~J,1 ,/fa 'aret.z, un m~ más r~rde, Unos niños habían estado lanz1111do piedros, y véulle soldados Ya'11t;!i'' Lazat, H°'ª"'i IS 00 Jallo, ln.f(Wl\\fldu d~ l i1Laliya¡ y.tilU ~ vari_ cs: t'eSet'Yb'.aSi_ en Y(dibr Ahtt\/WI (YAJO. el 10 de junio~ Yemslklkt, ir.J, 17 de junio. sobrc..Jeri~; Ar, ~2 NU de junio'. citar.di> aeu01:.io11c-~ J1:: Ran Cohcn. miembro dt: f:i KlnascL (JI! iuamblea lcgisrauva lsmélíl' t.r. l ~· o:o;,--;t~ de plislón. ~"' Wl"i. ®iCPftl'1f'!tflci6o 1J) ien'U.. v~;¡31t Pwr1t~}1fHg ii tHt/i"r~: """"'""~ rlgJ¡I¡ ,1pl'!ll1Ntt-411ü.1g fhl' Ptil~riliiflri t111ti,flft1• Vf<·,ml~r: l9871P~ettl/)fr l98}j, /\l•H;;q·Yw in O\t Sc~~"b;Í' r..111.11.. R;aJnaln., dit ie.ml:y'C.db- l98S, 21. l'izh.¡ir l!e't•~ Ko·1 Un ~if'\ 26, IJe ososkt ~e 1988; Jo.sh.ua Brllllo.rtt. 1f, 16 de a¡~fu
lo
ni
t~K,
El ~11• dt ia • maqui1:acl6n ldstórlca• ~7
YiOlcnlaron una ca"' y Mmeniaron a golpear a Hani aJ-Shllmi. el padre de uoo de los niños sospechosos; file pateado y apaleado coo pol1'82os y culataros: lo tiraron al sucio, y los soldados le saltaban cnclmA desde la cama. micntr.u su cabc1a sangraba, por los golpes recibidos. Su mujer ti.te igualmente apaleada. Llegó emonces un olici1I, quien. al cncomrar al hombre tan malherido y con \'aria~ hem=agias. 0tdenó que se le lmlildm a las ofiolnas de la admihistración milillll' (en lugar de al ho•pi1~1; e,< el pt~edlmlento acosnunbrado). Más tarde, se notificó a la fa· mUia que ~J,Shami ,hubfa mueno. !'.los soldados de la misma uni\lad afiromron que ~es ciurto. lo apaliwmos. le dlmoo bie11 fuer1e. pero e.' me. JOr partirles los huesos que matarlos.. haciéntlose eco de una.s dednra, clone.< del ministro ele> Defensa. «Hrunos perdldo la lmugcn de $Cre•.hu, mallos•. dijeron más tarde." Cuando se hicillrOn pública'! las detencíones. si~ieron • la luz otrns salvajadas Cié lo mis1no brigada. Entre ellos, la historia de un periodista del cumpo de refügllldos de El Burij, quien luvo que ser hospiloiizlldo despuls de q11e los soldados forzaran &1 casa y le Obligaran a pooe= a cll3tro palas y rcbmnar como un asno, mientrns le propinabun pom12os en los 1egcículos, el 9lcoltC y I& •sp:!ld3, y I<> tonuraban con cables eléctricos, todo ello dunwe llora y medi~ le lrizaron IM gafas. mientra$ gritaban: •1Ahbr~ sera. 11n burro ciego!~. Olros soldados describieron GJ. 1•a1i como •una bñgada sin ley.., acusando a su couiandaJtte y censurarldo su •Orien1ación dcrechLstai., con mucha.' unidudes procedentes de t\e
Ello•"'"'-"""""""·
'°"""bre
~ci, o Je matarla•. l!n su te•tlmonio indicó talilbitn qQt. en las ín>llllll· cioneS" mlli~s a IH que lo 1msludat'Ofl despUés de la paliia. l\abfa !»' dido a un docior que lo atendi!o que lo limpiaran la sangre de la cara; ese mismo Qr qut no se h•bía preocupado l?Qr el o.~Uldo de al· S!tamí. (CSpondló que •OS un, ilrQbe herido, no me interesa, son 4rabe,• y quieren ma1nmos1" Vurios !;Oldados coiJteidieron 011 que .en los dls!urbios, cua11do plUns 11 alguno lo apaUzns ... dá igual SL no se resiste. Es paro que- les a111to el mleclo•. La¡ tropa.• Uenen órdene,< do 'if(lmperles las pie.mas, p9!a que no s11 muevan, y parlirles lw; 01ru1us, p9!n que nn tíren plcdras», 81 mando de una compañía djo •órdcoes clarnSJ< paru que se apalear• a todM los sospechosos has\'! que •queden fuera d.: juego por uo mes o do~l>; es una acción •necei;aria•, ,..gón su tcstin\onio. porque encerrarlos •CS como llewrlos a un c.urso de inst.ru<-Oión 04 la otP». V\olcntor las cosas di! y apali1.a.- a sus habl«Ultes ei •CQU de nuina., El tribunal mill!U ac:ep16 la teoefla de alguien••" El C
ª""'
excepcionts se hlUl cqnvenido en norma•. Los solüados de Gillari ...;il igual que lus mfombros & ()Ira ullld?d el~ élite, oousJda de saquear el camp<> de refugiados de Kalandia-, -11Q entendfan de qué iba el rollo•, pue>to que hablan hecho lo mismo que sus comptd!oros de OU"aS secciones y hablan cumplidó estrictamente las órdenes. como i:c espe111 de ellos: entendflsn que se Jet estaba juzgando lajustamc11tc, porque el apa· Jeamlemo dcspiadailo de clvil<-s árabe.<, Y• sea en In cnUe o en sus propl1L1 casas, forma parte del día a dfá. El tribumll, naturnJ111en1e, se mostró de acuerdo con ellos. Hmig, ó1 término hcbroo para designa.• • 1111a 'excepción', p¡1rcce sigoificar J\t>y, sCJ1cillna1erlte, 'atrocidad'.'' La bnualioati no tnqui•lll a las aut01ldndes. El 01. Marcus L<1vin, que fue llamado o filos para que Sirvi~ra oomo reserva en el oontro m~dico del climpama11to de pris[ooeros de Aosar 2, ha explicado que se Je encomendó ,·erificar la salud de los prisioneros «111tcs y después de los in1errogatorios•. Al pteguntar a los médicos tirulares por qul debla revi· sar a los pre.sos fllespuls de los interrogatorios•. le respondieron que •pOI' nado especial, alg4n que tlllO miembro rotQ. Ayer, por ejemple>, ua. jt'roll a un ni6o de <)oce aoos con las dos pictnll> rOIJISJO ... dtspult del interroge1orio, claro. Lavjn, q""- h;ibla servido diecis.!is ellos en el ej¡!rcito, se dirigió al co1118JldMte y le dijo: •Soy Man:us Levin. y no Jos:eph Mcngale; por mzooes de conciencia, me nicgu a servir en un lugar gue rt<.'Ucrda a las dlc1aduras suramericanas•. La mayorfa, iln em1>argo. 1\0 tlentn problema~ de conciencia, o scncWamonlo mlran n¡lei~ qtm lado. Uno de los médicos le contó a Levin que «al priJ1clpió sí que 11' sientes COlllO 1tn Mengéle, pera te acostumbras e11 seguido..12 Dan Alniagor, esorltor istaelf, <)llont~ c!lmo reCotdó un teletllme que hablo vls10 ~n lnglate1Ta, ouando se conmemoraba el trig6slmcr anivol" snno d~I l11Jclo d~ la sogunéllt guerra mundial, en el cual Sé pregmuaba a vario• oíiclalos 3Jo111anos -un~ v~1 ·cumplida 611 ~ondene por crímene< d~ guemo-por qué hablan fdmado m1nucíosamente tas atroeidades en las que toomon parte. Uno ·de lc>s oficlalci. rci&pondló que •I• mayc>rfa no tu filmAbamos para la histocia». siho «pllra que lof niftos luvíe-
r.-.. 11 de ooritllbrt c1c 19Slf: Mkll:ll Stl• ¡,..,), ,,., M <».-o 7 J de!\:....,,, clc
ran algo cou lo que JU&ar, Clt:ando regresábllmol a Cll!~ el fin de se1nana. Los nlllo> se refon mucho •"<>• ella.<>o, a falte de pelkulu de Mlolcey MouM>, por las re~tticciontS de la gtn:rrá Almagor recotdó ti mencionad<> tclofilnlc al lcet el teStimouio de k>s soldados de Ja brigada GiVa· ú, qUc. st relad tanto con el -alTl1\:tivo• vientre de Hruú al·Shami, «llll blanco petfec10 JJ41'8 101 gnlpes• . Almagor ha descrito. a.si mismo, una visita .a Ci~Jortíanlft, ncompaftgdo J>Clrun comanda11te al cargo de lo lnstruccMn do brigadistas, quien relattlba cou orgullo cómo turraba a lo~ árabe.• co11 Ja porra. llste mando se tlni6 .a; un g:nopo de oncfales y reu· nleron un corro de oyemes que i;e partían d<: risa coll I&~ hl'11>rint do Ull miembro de lo uilnidcrechá <~ligios~. que gubífa su onbezn con un soll· deo de punto: on tllns oontabn c\)mo 11ttasab.1 con el buldózer las c!l.Sus ••ilalildas poi' la ,polio In secreta. incluyendo una quo no estaba 111nrc11da, pcro se encontraba e11rre dos qu<> si lo estaban, o cómo hahfu dc$tmido igualmente unn 1ienda ul Intentar dar Ja vue!IA con la excavadorn. La acre relación de f\lmagor también a mí me trajo a Ja memoria -uertlrno del P"-'3do, antro olios uno de la •Zona de goe1Tw. de 81»WO, donde se exhibía un tcl'l'Oftíico documental japooé.< i;obr't ti bomb.utku de 1liros· bima, como si de un filme pornográfico ~e ltatare:. p¡¡ro él m•yor regodeo de la roncum:nc:!a. O cierta hi>turia o·
Rt\l'M h&Qu.trur, Ho'tJJ?t:.. lOde 1'0\i.embre. do 1981, Vfase ~ 61an R•· btA, Há 0,r'1 $.~""'"'· 2 de dkienthe de 1983, quien rcalha lat mt~ oNer\ackwltl 32. HilJ4! ll'J'
cJ 29 ~ fe:b:ci:nr I~ q\le b...io. llboó b ...ni ¡je lot ...,,.., .... 11.. y ol-tlgó. l• e.!01i•l"'10
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Jeslllfo, GilaU!Jl,Wribe e1 pueblo de Beita,, que!Sec hizo lfisteniM!é fárho· so por el ·asesii1at4 d6 Uilá'. nüla judfa1 a princip1os de abril de 1988; file lt$e~inada por \In escl>ha is(~e'lí dl!:$(fu.fciado que acompañaba•a unC>s excutsionlsw, despllé.• d<>haber 1natado ya a•dOS: hábitañtcs del ppebl<;>. La hemiana de uno de ellos. embara1.uda•de 1.res meses, fue encatt.olad;i por haber arrajado. una piedra al a.<~ino de su he1J11llno, y Oó se· la Uberó hasta pocos dfas llJlles del parto; Có •L'lllllbio. el escolla isrnell no füe siquiera íll'usado de los asesinams, porgue., según afirmó e1 potlavoz del ejércil<1, el •1lron~I Ra~nan Gissen1,entiendo que este trágico.inéidente y ~u resultado ya son urr castigo». Otros resiélentes de a·ci19' han perma. neciao .hiisbl o-0hcuan· do eo l5r¡¡e) re ni·e¡¡an a comprarlo. Y ¡Jos. $Cni&nas antes de. que Gilat volvler~ ·a vísitJm lo P\)bl~ción. un niño de doce años rue tir,.continúa recopilando estas histOJin~ de hon'or, scvicia y humilloóión, miettllas de-0réec progr~slvani<:nlc la .~ns'ib.Wdad Incluso emre los que las leen (.aunque en ~Ul éat11gorla se cuentan s.Qlo uno&(Xh cos dct los que pl\g1111 la< f~~tucas)." lie clracbsolo 1J118 ínfima m11e>ira@ las ~ex~epciones llllrtenialíles>i> 1{. OU>i. lloI~ 61'(¡\liltcibtle l:tm!i1iJ~ qiJ:D. CAl!i.bora coo cf t
que -«rto hay duda>- son atttbuibles a la •lnexperlencia» y la «lru~ t1atlót1>« 'f que aument;iron a medfn.dos M 1988, al tiem¡X¡ que lo~ wedio.5 de comunleaclón es1uaouñidenses dojaban de. prestarlés a1e11ción; estaban rocibii:11do u.11 alu9ión de •critica$. poF el il\iu~to ttnto qui' dis. pensaba_n ·a la Uidefensa Israel, 'l se les acusaba incluso de antisemitismo, A.ií mismo, fueron aparedendo lamentos aillc lá~ lfibulucione.nlel pueblo·iSrael(, '/ sus ~xoosos acclden1ales, por parre .de algunos de lo~ que hablan ayudado a .scn{ar la base de lo q"e ahora teme-ni El encami· zamie.q10 -continúa, al par gue la 11rensa- mlr<11 hacia 0110 lado y los que podt!an ayuclar a.mitigarlo ób.51!rv:to 1-eljgio su v9tQ.dthslleueio, no~ rranqulli~an afirmando•que> 90 <1S11i sucediendo nada gmve,, o ndvlerten aaa.'i-0 do l(JS problemas que puede llegar a ~frontar J.rael ,si nó avlll1UI un pri1ariamenle hebrea) apenils raspan la superfloie. Utf oflci·a1 ctel mini~· terio isrMlí de Asuntos flxleriores.•. gue l'e$<1'S&b• a 'la re.
Tambiért se. ocull'.l1 ~ Ju vj)aa de )1>$ qu~ pngan J~s fucfura; vutjns propuestns actuales, segijn fas cuáles I~ sbhteión J)odda ·pasru' po¡, sencilla• Jnen~, •tro1-1lad;ir. dq zona a la población recalcitrante da los tenitoriM rx:upUdos; se trata de una ·Jdea veílernole, que J'Ccobra ahora su pJ'<íragpnismó, aun cuando sus detractores - la collied1c princij)~I de lo-' comentaristas-suelen argiiir que. no es faclibl~. A mediados de 19&8,. cerítt\ms1ru«Mn tlt. las <:ll$üdutru!dai por el c:jér.:iio). vi-si\6 el pueble> eit com.p:iil(tt 'de uo tbt)réSt!lhUlle del con$u1sdo ·tJe.las,ee..uu.. el mismo dit ctt quc. l\•c "~es-inM\o el 1111\-0. e lnfur1M de elite-$UCC!SO~ así coroo d~ llt dt~rucck5tl c.A\¡,1NJlt pot cJ ª"AACe' vlo~rilo 00 l1;>s•sold!fdN.. q:uo nx:orrlerun un puebfo en ~OCTKlo,, COJI tn· c•lle,~ cusl dci;.1ef\as- C;Jl e,I ~i:nl!J ton ~ @raréelt1ot1 IV$'$<11&(1ó3 t'Of'l ('I ~~ip!Ul1lt!11U'.I ª~~SI. Par.. U.D:t mil)tlr I~"~" \!l6!1 !;Ob,re (ll tWfóndo. b~a "'1 ~~ e:n \Jn:a vllil• fC.rsooal fdn~ &em1:111a J"a.<;pub Clét tri .. U\~lll:fi'i ® liibrii. c~nt"lo el ~blo ~"~ t~~~ bn)o ase;dki ~ l~.i'r~t v~aiio m\ {!.11'C\,{IO•Cfl t'tf1;p, ¡"no de. \?88¡ rt.l~so ~ Ftu/fwl tr(dn11l~1 edcde f999. l~ . Gnd Lior. }~H1. 10 Je juUo !'.le ¡,9ga,
ca de un 4Q por 100 de 19s· judlos 'ele ISniel eran favorables a la expulsión de Ja pobla~ió11 árabe, miemras que el 45 por JOó considétaba que su pals era oxceii•ámente del1l(lcrl!tico. y el 5S pot 100 se oponía a que se otorgara o dos 11\ismos derecho~ a ¡0.1 ciudadanos JsraelJes de origen árabé (éont>ariamente a lo que reza Ja propaganda, siempi;e na habido Una testriCCión i;evera de los derechos de los, árabes, ompci.llJ]dO por el ac.r Jos es.fuer.ros d¡:: la teCOflSltlt~Ótl fsiadf; 'Y e.• psnt el atm·a de un.hombre $ e), ;l)~¡s d~ l~s •nill1~e$. pv<>S!U q""' •till1: las
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!IQs dlti1~as fCllte~oríMJ existo •olo una dlferencla curunitstiya, míentra¡ que i::nlR> Jas dos prl'meras- la d!fct~ncía es cualiuulva.'' 1 "
LQs q~e creen que nt siquiera la.solución del «traSlado• o de.'Jplazamie1¡tn resultaría acw\qtJ~ tienen que partir• . No se escuchó al llll murmullo. s~g\in reportó AleXnttdór Cockbum, cuando, en 1988, la platufor~ .36. l.lara una.~ bttVC$ rcfNc.ncilS a l:.J 00: 19~8'~ Póll, f{divrAf;;1 8 de jun~ de 1988¡ { n t i wfi:rl1Kft1¡\1, que e:ii;chda a los color.o~ t -a IQt-mfem~ de. IM •1\ílbl;l.Us, Un 41 par 100 4fe. lo.s vot31lk:S ~~ r~ ró 11 ft\'Or. Ou'u rtfrréodem cdcbrado pacn ~ re ll~jó \11\ 49 ~ 100 (i!:. 'ioi¡u)tc"'* f~vor de "t"'sfeñr• a Wlis·í rabes de-Jos. terriUll'ios ocup~ ,,,. 11 de ªSI°' 'ºd. 1m. r l\aV Koo~. Jl:aki, Da1Y1r. 26 do S
ma del Partido .Republicano •Uegó a proponer 1lmidamente. la noción &?. ttasferel"l<>l•• con las ~igpieotes palábr;c;; •En fos ¡míse~ vecipQs hay más trabajo y más owrt1midades, lo que !al vez alrnlga las energías de la gen!e joven: de e,>¡tft rolilt~ p(x!rán COUSIJ'Ulr un mundo para sf1e11 lu, gár de destruir el ajeño-," De la génte joven que hn de Jllc~ar por $U$ derechQs contra un ~gimen mllltar implacable, elevado al poden ·y fl. nnttt iado por Jo~ Elilado~ Unklo~.
3. Relll1ióne$ en In cumbre" Durante los Pt:llfl'ltartv(>S· ele la cu1nbte Reagan•Gorbacho'/. que. se celebt'Q en WMhingÍon en dicieml>rn de J98'7, la informit>ión tite prepa-
1"4dª muy cuidadosamente- para que s.ol ideas c9nvenientes. Debía excluirse, IX>' tanto, la votación apabuUante quo, 011 una a'>;lmblea de !;is Naciones Unida~, había condenado In escalada de. In carrera ;umamentfstica, por )a .que abogan los Estados Utúdos eo l{n aislamiento •cnsi total¡ no resuliaba, desde (uego1 urr t11ensaje útil en el momento en que todn< los focos debí¡l¡l ilu[lliaU''I ~e~gan y sus avances en ti camino de la par. uni'versal, Tampoco el movírniento pacifista nacio~al era digno da aparecer en las noticias. Eu su análisis globi!( del trato rnediátlco de la cumbre, la orgartlzac'(ón supervisora. F,: dcs¡illcg1..t dt misiles- do l'IW:cl~ llk M · I• ce., Cáp_accs dc-dC";i;trulr b. liftiól'! So\>iét~ ~e las~ ~'1wl!de:~ 1 en Eu!'.9114 y \'l.. ct.vttsa. (N, .,, ,,j
El
tlcontempori7.ilción [Auli· Appeasement AllianceJ, en la q11c se llldó a Rcagun de ser un •lmbécll ante el Kremlin». Se Informó de cómo Qc, orge Shuhz. el »t<.'retario de Estado, cridcó a los movimientos pacifistas y los noiimó a •reconocer que. se hao equlvoc-ado• , pero, seg~u reílen> Brigid Shea, la secretaria para la ¡>S da ni Ja más mínima oponunidad de explicar 1111estra \'ersióo de los hechos•. La acusación soviéti ca de que los BB,VIJ. bablan ifitenrndo rninar el tratado de no proliferación de los misiles -prua poder d8$a110llar así la «guerra de las galui a.'i"- fue rech11Zada c11 los inforn¡mivos de tclevisló11, considcrándQla •doctrinaria• y «h1>•til• i pero ~e ofreció un •ejen:icio de pn:calentamienio par• la cumbre•, en el qll6 se enfrentaban R,ichard Pcrle-<¡ue criticaba el trntado de 1Nl< desde la m~s rancio c'lcrccha- y el demóctatu Snm Nunn, un lobo disfrnindo de C()r· doro (Tnm tlrokuw, canal NBC). Como siempre, uiste un clebil.te , pero dentru de los lúni1es má.s convenientes." BI programa oficial de la cumbre incluía el papel de Reagan como paclficad~. por tamo, era des1acru: 0$18$ ~os facetas tan nobles de todo to logrado por el presidenle, L• primera era sencilla de resallar: bttach0v ni aeropuerto de Washl ngwn. D&n Ralhet', úlaoslro de ceremonias de la ces, comentó que el preside nte sovié1ico querfa ceouar la disllusión en la ~ón de armame1110. pero que "'Reagan presionará a I• URS5 ~ humanos (léase Cenlrorunérica, PQ• <0jomp lo), pero la "mayorla lampoco Uegaron al e11.trorno del «Ultrollbér.I• Drui Ralher, al interpreiar que la situación de Nicaragua obedecía a una IJ'aSgt ulón sóvié1lc.1." en un aot(oulo de PQ1111<.i.1 del IW!w York TIJnet. Ptiilip Tuub'n1a11 es-
"ª"'°
• l?'MI) es, ,di> In& rnisllm 1ndmisilo4 (1ambJt1f'i 1.'únOOidt.» como u 111l11'li!lile;1 tMil(-11, o..-.), IN 4111.1 39. 6..•tr.fl. ditlll!lnt.e..di:: 19&7. l'oll<ú1 do lo UgO ~ 111 tru.Krip--
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cribió dc<(le Mosc6 que OorbachoV, a pe.'llltde lo que prome1fa, lione 10dávía mucho que aprender. Ú y colegas de mayor edad que están familiarizados con los eB.IJlb • y. por en sub.urbio• margin~les de Chicago. en esta socieQad nuestra que no conoec i. desig11a.ldlld social. la injus1i cla ni Ja explolll<:ión." La cumbre de Moscú, en juni1> de 1988. redbió un tralO ~ilnila los medios. Con escasas eJ derech os hwnn• noSlo, una preocupación que, tal vez. ponen igualmt!n~ ~ manilies10 tanto su admiraoión por los asesb10~ genocidu del man\f ·oel t•rtorl>mO efülul en 'BJ Snlvad nt, JlOt 110 mencionar el amable 11~10 di•pensado a los p<)bros de nu~tro pai•.'' Peor suene ruvo una confertnc1a organimlda en ti Church Cém4!r , cerc.ano n ta sede de las N1lciones Unidas, por parte de una coalid 6n pro 1lcrechos numano" Los medios n.ici
9!S La (áts)tducnr.lñn
El arte dt la •1'1Qt/Ulnad6'1 lústdfiCO•
l!IWU. y los potses dependienle4 de su ayuda: oo ob!>IMte, en lo ronfercncia p;irtlci¡r.uon el director legal de la Unión Americana en pro de las Libertades Civiles y representantes del Ctolru pera los Deréchos Conslitucionales y dtl Movlllliento de los lndios Americanos. ademl.s de asociaciones defensoras de los derechos de los presos. entre otros." Algunas cabeceras d• la prensa extraajera fueron mAs reticentes a adapuirsc al programa dt ~ctos de Washington. Los edllores del Toro11· ro Olobt a11d Mail, por cjó!llp!Q, recalcaron que mientras Roagan •Sen· tln la necesldnd de clnr leéciouos de aeréchQs l\umouos n In U1116n S<>· vlétlori• dura1Jte la cumbre, el New >vrk Times pubUcAb~ nlgunns • intorntilufoncs dcsconC11rtan1es» oob~ lns lorturudhtes in51ruldos y •nnados en HondurM porlos fatado, Uni!los, o sobr~ la prefereoola ¡le la OIA por cierios métodos hlhmnru1os que no dtja11 seftales vl>ibles. Sin embnrgo. el 7i111u no se atrevió a ci1ar la 1101lciu enl11ld-O p0r In DDC seis me.es untes· personal es1ad011nidense esrnvo presenie en el con¡:ilhlbulo en el cual el baialló~ 316-Uno de los escuadrone5 de In mue11e e~rre nados por lo.< E&w.- orOOn6 que :;e as.,,'itrJt11 a un párT'(lC4> de nuestro pols. ti p&lre Jnmes Camey, &n'Ojilodolo ál \'111l!o desde un helicópeero." La función desempcllada por los lit>.UU. en Hondura&, osf como la •ti<:ila aprollación• de la •gue1TI1 :rucia. en Argenrina, no ,;on p~isamenle "1lllltslr&S de respc10 por 14 tlignidad human. y I~ libcltad. dt la& que scmirse orgulloso., segdn los editare! del Globt a11d Mail. que aun así l\ablan sclccciotttldo sus eje~1pl03 de enlre los mtls tibios posibles, Nótese que el Nt11 York '/1mes fue- capaz de pllbllcar esms informaciones. perv, "diforenciu de $U homólogo ca!llld.ien~e. no creyó ver ningán conUlclO COIJ • lo loable y COUlín.llJl di~flmsa que el prc<.Weulo bO.Ce de los de· rechos humanos• en lo Unión S¡,viddca. Por su pa11e, el fJ•w State.111111n londlnen•e afirmó 'ltlc •CUA lquier declarsci6n de superioridad moral por parte del pre se convierte en la más mllCjlbra·dc los hipocrc~ín>•. puc~lo qu~ este -cle1nag0go d" los derecho$ humanos• p~ta su rc.i.pnldo al tctl'Orismo es1a1nl en El Salvada< y
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f•- !.<· Ml>)h<, ,Y,.., I'(,¡ Tf-,M~d!i,.. t~'T"'<'t~ ~ de~ do 1'131. Con r«l""O ol rsdfc
Camr:y, Lt:.'10)1M ir:o ltmltt a recoier b AOC,icia de q.e. flthl• "'5o rj«'C\!UlttO, Pti• 11q Jt&~ ~o do C'ÓlnO )\;1 thf~ Lc~1ttyDC..u,&n. 11 tanurl. vÚ« Nrl. ~fléftdlce V, Sla'ci6o 6.
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campafla tcnorism• CODU11 la indeíensa !!oblación Civil nlcaragUe11sc. El ~ilorial <'Omenta ramblén la •ironi) evidente• de que Rcagan regalant a Gotbacbov una videocinta con la pclítula Fri~hdly Pew•aslon, el dnlco mme de la 1tis1oria de Hollywood en euyot crédilos no consra el
guionlsta: e.ste fue censutado cuando Reagan era presidemc del Sindicato de ActOn!S y e~pul14ba de la organización a loi: •subversivos., du· ranre la ca~ dt brujas de.:McCarthy, anll
4. Los medios y la opinión páblica inlemacional" La viltación de Nt1eioncs Unidas. patalcla a la éilada ~ie (Je di· clembre de 1987 en Wmhingron, y su 1ra10 en los tntdíos, ponen al des· cubierto Uná tendencia m4s geoon!: en !Qs tíldmos Bllos. los E!slldos Unidos encabta.on con dlfel'Cllcia la lista de los vetos a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Entre 1~7 y 1981, por ejemplo, los 61>.W. velaron siete resoluciones de condena a las lmervenciones de Israel en el sur del Llbano, defcn.. de los derecho> de los palestinos o desaulorizaci6o del cambio de esiaius de Jerusalén y del estab)ecloifeQro de cololdas 011 IClS tcmwlos ocupados. En los siete casos, sqlo los EB.uu, vowon en coJllrn. Luogo ha liabii:Jo lreúe vetos adlcfonolcs. por parte de la ~~mltil.&1rncl611 de Reagan, relativos a si1uucío11es sitnllnres, y siempre en elsih!)'liento. ~ Los aa,uv. ~1l11bíén se han quedado solos, o aqompai)aclos de- una pequeíla m.ÍJ)oria, en ~u Qpo:;.iciód o velo a las reSQiucfoaes de la OMJ sobre SudJifriea, la ""nta de annas y Olt8J cuestionc!C pare.<:ídas.
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Al> N"' S..4<1,..., l y 10 de 198$. Pll> fllt,vau e.cloo., del a...... GloN (ati¡. I de p,io, ) Mklla.I J'vU, i.t, ?3 do ""!~do
1988.
'7, W""' '""""""""' 11>',/. r;lg. S9. 4&. A,,..rlra•,..°'* N!Oln. i•Yk
El aria dt lo •1110q•l1111r.f6n hl$16rlea. 9ll
98 /..o (dttltil•udclón Pues bi•n. estas "llaciooes se notician muy raramente o solo de fornia maiginaJ. Y aun esto Información ocasional suele asemejan;e a la que uno espenrln encontrar en una prensa conrrolada por el <$lado.• corro demuestran los ejtmplos ~fcridot má.~ amba. Por poner ouo *mplo: en noviembre de 1988. la Asamblea General de la oxv votó a favor de una resolución que •condena• a Israel por •mn1ar y berir a palestinos Indefensos- dur.tnte la represión del levantamiento palestino, y •lame.nin vivamentCJO que esté país haya desr* Tunes MagcdM dedicó !ocio un reportaje a la cuestión, redactndo por el cotrespoasal ~n Nack>olCS Unidas, RJcbrud Bcmstein.'" Bemsteln éOl1sidera que .se estuchan muchu voces• que~ pteguntin •Con una 1M7_cla de esceptlciSmo 'I aflicción~ sJ la ONU tiene o no aJgdn valor: «Cadll vez se siente con más fuen:a que la! Naciones Unidas se hun convertido en un lugar repelilivo, re16ti<:o, ox1rcmis1a y a11lide111ocrátku, en t i 4ue·se ataca a1os EE.UU. con a~arcntc in1p11nldad. i11clúso gor p().!10 •1110 u11a icleología tt1rermu11dista• -es decir. por la perspeo1lva do la mayoría de sus miembros-y qu~ sus cnfrcmamienlQS con !O!' Rll.UV. son •0Jc.cei;iv05 y arbitrarios-. Bem51ein m~nrícne una valocaci6n como "'5ta a pesar & que la ONU ha condc!Uldo anualnlCilte la intervención sovl
ha reprobado •I dcnioo de un ~vlón KAL. 007 SQbre tenitorio sovi~tko. En cambio. no hubo rcac:ción de condena pata el derribo por pntte db I• mari!lll estadouni~ose de un avión civil i!aqu~ quo se produjo dcnll'O do las agua5 tellitoriales de lraq y causó la muene de WO penonos; y el ataque de los u.~'11. a Viemam del Suri lil igual que IQ; de tlldochina, nunca fueron condonados ni investigados por la oou; de heobo, según apunta Shirley HllZUIJ'd, •durante todos.estos años, la guerra de Vietnam no se ha anallr.adó nunca en las f'juciones Unidasi..'' Rrosigu1endo con ~u rcsenn del hundimiento tic In ONU, Bernstein ob· serva qu~ ranto el Cons~jo de S~guridad col)lo la Asamblea General censuraron Ju lnv:l8ló1\ ~stadounidcn.'e de Ja tsln ~e Oranacla, con el voto a ravor de la mayona de los paises ae la OTMI y el re~•o (Je aliados de los. ES.uu. Ni siqulcru los eefue<, cuando e~istílJ •lltna mayorla auromática» que apoyaba lds propuestas esladounidcmes. «La cuestión•, según concluye Bernstein • no es ••l>cr po< qll lll!.uu. do jugar • la dlplomncio multilateral
f..¡¡ c11e5Uón, en suma. e.i ~&bel por qué el mundo auds 1an de>a· cowpau
SI. Sh!1'ef Hon"'d. o./N• tJf"'1 /dial, .tulaJtic M"°~ Ptt<" tJulo, 9.,..., 1911, ~i. 10111a$ ..., """' «<' Ad!M SUvt-.son pttll::nJ\4, .Ufl n.:tOn.. q¡.., lo.\ 5U(!UeSWS .tOqlae$ CCIGlnl los~ de la MlriN u-~aidbft at:G ~ tckl de Ggc&\óo mililal" C011n los E..;a.SOS Ué
61 q1t• ~la •1ooqul11ac/61¡ hlsrórir:a•
El!,W., que e,, loable por definicióq. asf que para qu6 vamos a disculirta. Una peispeotlva bien dife"'n~ es la e~pre~a pqr el sena de llllij grun ciudad conrroJar(a Ja maquinar!• ele 3u panJcto, [yj nos hemos acostumbrado a Ja idea de que-la ONU es un sitio en donde [!Ode· mos hacer y deshacer a volunrad•, En"° Hi.rlaik• del mlsa10 mocló. fl'ern] el compu11an1ionro de 0<..:1<1<1110 ... hu rcprcsonCAdo, aun -a
nuoyoña dlferen1e.
Sin embargo, ello no h• l'f'O''OCado ~haSl:I el momeoro que nadie se lamentara, sloo solo que sl1llieran rabía•, según apc¡stilla Sbirley Hazdel e.;ludlo de Lllllrd" zard en su Hatzard rclntu bunbitn cc\010, con la compllcidad del scmtario gonernl , Trygvc Lie, los Estado$ U!Údos Impidieron que la ONll creara un ~ervicio civil i111ernacional. de caracter independiente•; este •debía di· vulgar la inform11dón y p(Opólitr medidas correctivas para mfintcrter ~i gentes los prinoiplos que fueron susctltor en Sa11 Frnnclsoo por tos dlforenres gobierno&•. ouond.o 1'> Fundó Ja Ol'IU" Y refiere. a.1( mls1l\Q, la ln-sisioncia de lbs Uli uu. para que se-permi~ al FBI ·emprender un• ¡(Caz~ ele brujas• y controlar la• ~olecciórr del personal, abriendo •lil; compu~r la~ ... o tos nombramientos po1fiicos• y compro1~ilendo 1111' a Ja orgllnlzaclón de fonna Irremediable. En su propio estudio sobre la «autodestruccion de la.• N.i<:iones Uní• das>o, Hauard ha descrito la caza de lxuj8$ en dtcalle, dc.1\-Clando que •la Hl(l)'O rfa de 1os tr-abajadores del ~ewiado "inierlll\Cional" de la Qll1l• fue SQ~tida a l~ ·~íón de los inyestigatlores del FDI, g..,ias a un 11C1Jerdo SC
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deme. ele alcance inferior, p.lreCe i;er WI edicto de .Mussolini referido al secretariado de la Liga de las Naciooes). &te acuerdo secreco signlficó «Dn hito en la hisroria de la ON11, y el momento clave en que el &«rel&rill(!o intetnacionill se entregó decididamente en manos del lnrem nacional, durante los primeros aftós de la organización ... lo que re¡>re3en· ta uruJ violación clara de sus principios fundacionales». Hauard upun\4 que, s1 ~ hubie.ra descubierto uo pacto símilar con In Unión Sovi~tica, ~la protesra lntcmaclonal hubrfa sido tal que, probablemente, habría Sll· puesto el lin de las Naciones i.Joidas;. En este caso, el descubrimiento del pncto posó lnndvcnldo, como es h~bltual, y IW ONU s& sometió i1 tfl voluntad de los BB.llU. porn no perder su contribu~ión económica. Segrtn concluye Hazzard, •ol Concepto de "internacional''• para los au.uu .. ero -y lo sigue siendo- como máximo una suerte de unilaterallsmo bo· nigno" mediante el cual la polltléit estadounidense se lm)l<)ndrla sln cootestadón, p•ro beneOoio de lodos>." Esta conclusión arroja luz sobre Ja acritud manifestada a lo largo de los allos por la opinión pública de los EE.t!U. (y pOr sus medlO!I eo general) en relación con las Naciones Unida.5. Mientras la ONV fue un lns. trumento tlócll, se censuraba con Indignación el negativismo de 18 Unión Soviética, al par que distinguidos clen!Ífieo.s sociales buscablln su rafi; en la cultu!tl rusa y ~u modo de educar y atender a los ni/los. Pero CU3ll· do la orgll'nizaclón cayó bajo la •tiran1a de la mayorla• (que se suele designar también con otro nombre, a.saber: ikmocracla), la opinión pdbli· ca. empezó • :oenrlr la referida •mezela de escepticismo y anlcción», con ra1ce8 Igualmente notables en las deficiencias cttltutnles de nuestra mn· yoria insipiente. La mismo acílu1d es lu que pre.domina ante otras organl1.aciones lnternacíooales. Cuando los delegoclo's Jatiuoamericanos, en una sesión de la Organización de EstadC>s Americanos (OEA), se negaron a plegllN>C a ta voJuntad de los rellganitas -emperrados en ¡jepontr a Manuel NQrie· ga. toda ve¡¡ que ya no les ero atil-, Elaine Sclolino, corres¡ximal tlol New York Tlntt.<, comente\ afligida que """" el paso de l<>s allos, la OSA ha perdido casi toda su autorídad como oonclencia de Latinooml!rica. (29 de febrero de 1988), En rom.1n paladi11D. y¡je decir que ya no Obe·
dec.: las órdenes óe los i:e.uu.
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Como puede 'Yderoso élel mundp, sin .embargó» lóS EE.\Jil. respondan mllnejando la lfalla. El Trmes lía ilifomll! 19.88 (ak rededor de 46 miliones de dólares) corresponden a los 61?.\¡U. •Es una situación llll\ críllcll.·9ue está en J)s programa~ de d~arro11u. añ'14lendo qµe •la dispu(a si' debe al tm• IT)~pdo ohoque entre los \liforanto$ modó~ '1e oonccbir la tuncí6n de la o~eu. cl oontiaeate»,. ya que los 'EE.UU. desaprueban los progr~mns de desrurollo preferidos ,por sus beneficiarios. P,1prpgrama·antidroga tal!!• bién «será in~perante a finales de año•, según ha infofllUldQ el jefe de lfl' Comi·siiíll' lnteral!leri'cana de Control dél. Abuso de las Drógat, 1nie11trns la lldinlt1iwaot6n de Rengan "apuleabíl ·a lo$ gobiernos latinoamericana:> poi s11 incapaciclad ª°" <:Olltrolar el Oujo de drog;1s qu.e e.oJJ:$a •11 lo~ ss,mr. l!,os recortos- pr11supues\l1rios•de. los e·a.uu. sun pAraJo!os a las orlhc&s ·qu~· h!lll ~itlgido a Jil oB>A .algwtos 'funcionarios (le Ja,administración y m)Cllllitos del Y'•I general Nqriega." Un cousresista Ita declarado que «no estábal!los sati~fechos con el rendlrn\ento 'que ~r ofrecía a los <¡ontribuyerttes- de nuestro,país.. La1t®tica de 1a.ad111i1llSttación dec Rengall y sus rufianes no ha logrndo sin!> ~\l-Spertar In soli(larida Ja rnayQ¡fa de lo.s,pafse.< dsJ.éQn\lnente, rnole•tos ºº"'el inti.'1'venctonismo
vergi¡nzante que ha seguido «I repentino c.-mbio de opitú6¡¡ do los
ªª'l)!I, Las Nacioneo U1tidas se enfrentan a Jos misq¡os problemas, ahora que les ha fafladn <>I sentid9 co111~n y ya nQ fiinaiouan como· un órgano del poder estadouuidenSs antes, cuar\do Ja .lista era encahe1.1dn por la !§MS, Jos Efalll,J. habí:lll pn¡mov\d~o uñ requerin\lerllu al Tribunal ln1emacional pnm ·que Jegíslara sobre el pllgo llbligatori'o de la; contribuciones, y se hal>(an adherido a la resolución del Tribunal, seg~n 1~ cual todos los deudores tenían que sru1ea1· sus cuentas. Hoy, sin omba.rgo, l:lS tomas líao .o:amlll•do, y el pago ,de la tleUda ha dejado (le sur una oblig~ilín :Solemne. Además, se. silencia el hecho .de.qµe.-seglÚl ha manif'!SIJ!d¡»la éornisllín ·de la~'N8ciom:s Unida.• en nuestro país- el simple operátivo d11, la QNU •lñwíla entre 400 y 100 millones de dólares ruiuales a. In econotnia Ue Nueva
York y los•ee.uu,...," lbs m~it>s ® e-0mu1úcación también baquetean a la>, diferentes 'Ínstitueiortes tl~I orden mundial, cuans \empre~ (~U/>C)nlendo ¡¡~e t11vietan ·rilgun~ b!llle real). Pero. llontluras tecbazó la p~sencia 1l'e observadores iulemaeiouale.5, ~egún ooniunicó 11 los perlodi~tas .e l portavo;r; de ta OMi. Nicaragua tumbj6.n Jial.>íh pedid(> al 'l\'lbUJtal lntertlaoional'de Ju$ncla que tnvesn~= lo q11e ©n.si.dlmwa qui' eran incursiones- annatlas dcsd~ tenitorin
El artr d• la •11,.,q11ina<1/Jn /1lt16rica• 105
J(U La (duµducai:l6n
hondureño; pero no se bace mención de eUo en el New York 1!mes, quien pretirió reportar que, tres meses ames, el ministro de N untos Exteriores de Honduras, Carlos López Contreras, había propuesto igual~nte la supervisión de la frontera."
5. La demolición de los acuerdos de pai,. Vista la política pot la que abogan en el Tercer Munao , los Estados que Unidos suelen ver reOejado en el espejo su poderlo militllf, a la \~Z entos docum Jos en mente abierta ce recono se que , su deb1lidad política internos. El resultado 11S una oposición slstemátlca a la di plomacia y los reacuerdos pollticos, Y como los hechos no se conforman a la imagen a;" históric ación maquin de querida , e• nctesario aplicar una buena dosis el problema ba surgido constante01ente en los conflic tos centroiunerlc~ oos de los dltlmos aflrn;. Así, los Estados Unidos han bloqneado por siSlema todos los inten· tos de re!JOlver de forma pacífica lo que la corresponsal del 'flm et Shirley Christian ha denominado •nuurra llgonía nicatagllense• , con la li<:>luntad de expresar el sufrimiento derivado de nuestros •esfuerzos csenolnlmeo te Idealistas por resol'itr la situación», en la cual, •sobre In ba· ulanza. probablemente hemos sido los que traíru1 las mejores intenel t1.• iníclativ fas ar bloque logrado han n rambié Umdos s ne.1»." los Estado
ya de Contndooi, frustrar todos los recur>os aJ Tribunal Internacional
Naciones Unídas (requeridos por la ley iñternl\Cional y las leyes supreua mas de los diversos países) y eludir los in1entos reiterados de Nicarag nos merica centroa estados los de por salisfacer los intcrcsc.s legítimos (incluidos lo~ supuestos ~mores de IJll,tru. sobre la seguridad en la zona, por absurd os que sean), B igualmente, procuraron ~acer fracasar las propuestas de paxde Arias en 1987, y tcnninaron por lograrlo enjulio, gmclas a la colabomción de Jos~ Napoleón Duarte, ef prtSidcnre 5alv3do tc~o.
Las propuestas de Reagan y Wrigh1, del 5 de agosto, debían suponer
ef sabotaje definitivo de cualquier posible acuerdo relevante que surgiea pll!n el día r~ de la reu1úón de los presidentes ce11troamerlc~ nos, previst gico~. estraté error do tremen •Un ser ró demost o, embarg siguiente. Sin inIDn•el ó c11 palabras de un diplomálico guatemaltero, ya que despert se to n.aclonnlísta de las delegaciones de Costa Rica y Gúatemala•, que para agosto, de 7 El " fuerza. fa •lntieron «insultada.!» por este U!>O de nmayor constanación de la odmlni.s1r11ción estadounidense. los JllC$ida a. •inspir TT. ulas Esquip de os acuerd los n tcs centroameri011nos fumaro y ora Conlnd de gntp<)~ los do ente perrnán y rio visiona deseo dos por el de apoya [a Latinoamérica)•.'' Los acuerdos del día 7, inespemdos, obligaron a los niedios a "'tirar rapldamente su valoració1t de las propuestas do Reagan y Wrlght como ado gesto para una pa1 cercana. El 6 de ag te, 1•0111(dorwlns un • i1uulto•). Al dfa siguien de tarios manda lus de pai: de o acu~rd l 11u~ h"l>fo quedado alslado pór t
JQ6 'Lo (des)eJucacló11 Ceutroam~ri~a.
UMoyn(. dcscnoió Esqu!pulas
EJ arte de la, «11tcUJliinQció1t hiru1r/,;,11» JQ( ~omo
ua
~~uortlo
que
CQfl)parte «la IJ¡tern;jóq primigenia 'del p!Rn del Sr. lfoag¡in, que e• ige
canibiC)S wlítiCO$ c<)plll adecuatlo- por nq c-0nrinuar apadrinando lasJdeas de Re~gan y Wdglu después de. la lirma del acuerdo de Bsqtiipula$. ¡\segurab¡¡ ~ los leetores qne los pre&idcntes qontroamerlcanos se. hal)lwi quedado «atónitos». an\e el fracas11 del plan, que, en el mundo de Rosenthal, Jos plací~ sobremanera (<'uandQ •en el inundo real to lr.l\)lan despreciado). Ü>s enemigos dcl'Plan presitlenci• (, según•escribió, et táil ay11dando a m.atar . ras propuesta~ de p!lZ Pª'ª NiC!Uagua• ·; es, decir, el wopio plan de Rc~gan. qui'. a dlfi;¡en.c i• de lot acuerdos de &quipulés. !e refenª exolusivamonte a ~ic(ll'.agua y, por lantn, .e~ una própuesta de pa~ comptensible solo para un jin.golst~ e,st<1dounidenle. Canonizando el recurro >1 la violeuqia, RosenUial ¡¡ostilló que •el .i;ecre1ari11 Slniltz.. y HQWafd ~$or, ct"e)'e.ndp !\\le los saajjnistas htlblM sl~o betidoi 1Q suficieóle pl).ra ó~ligarfos a nci,mciitr, lograron Ja a~robación del p¡:e$iden1c~. Pero ahora, lo~ ~pro~andinisras..de nuestro paÍ$• estilo invaliµan<Ío los IJ>gros de· Shulfz y Bllke1· con flU ace(tamientu a Jos.acuerdos de S.quipulás, e t nahlS!l ,.i;e .t omponan cbmo si fu~lá un peCJld.o n\ortal el ¡ugerif que lo.s Estados Unld<>~ no tlcberíau 61. LeMO_ynC. m. 6 )' ? ~ S:i,OS'lO, Sóbce- la re11c.-ti011 rtal (le_ kJs p~i(ll'{1kS Có~~· ;y Mb.. \I~ r~, 14 dt ug.OSto. Para mts dt'.allu. ~')!,?. mi n'iWkJ QJ,l (fU'# i~rrori.'tí;.,
~·· 141y...
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4estntit inmeSi6Uii:IAQ de negociao.." La mayqr'(a. no óbstante, se deea¡ttfil<>n por métodos menos t>fensvos 'f por i111ogrnr el acuerdo de paz en la estructura b~ica del pllin de Rell!lan '! Wiigh~ "El acuerdo de füqulpulas puso en mateha una •tllJJlpaña del gobierno de lbs Estados Unidos para desarbolarlo y man[epcr las .op¡:ion~~ de· a.lacar de< nuevo a Nicaragua, as( com<> (le organizar el sufigiente terrorismo de ~stado· para c.onservar en su sitlQ a las •delnocraoias· inexpenas». La cotab<.1raci6n entusiésta de los U\ la tarea: el resuh.ad.u.anhelado se prQ(lujt> .fu¡aJmenle e:JI enero de 1988. iras una opera<;i611 eonjonta del gobiem. "}' n1r~, Afl~i p:.u,d,Jen ·~$UlttirSCr las• vcr$:i~l.et <\llctada¡ Ae piJs ah'~°" en ZJ/ag.enero )' Ula."'7.o ~ 19S'S,
108 La (drs)ft/11roci6n
Elª"" d• lo •ma.¡ulnacioo hiI•drico•
ofrccé la 11!C$lón cll5i ofidal de la histoJfa; pero el componamiemo de los o!IOS medios fue 1nuy similar." No be ubido encomrar en el ni una sola n:fecencia a los sobornos, a la rápida escalada de los welos de abastecimiento Y, vlgi~~n· cía. nJ al =lmienlo de los ataques ttrroris.tas C011IB la pobllc1ón civil. ru acuerdo de Esquipulas e~lableéla lll) peri~ de, tre,s melei (del 7 .de agosto a principios de no,'1embrel par~ ta realizOC1ón do s~ resolue10· oe 5, y un segundo periodo has1a ~diados de enero, CQns1de.rtldo una primern rase, trftf lo oual la Comisión lht~maoional de VeriJlcaclór> YSe· gulmiento (CJVS) wofa que pcesenlat ull informe sobre los nvnnccs rea. les. Durante ul prlmero do estos dos.perlo(Jos, el comospon•ol del 11"/es en Nloarsguo, Stcphen Klnzer, publicó 4.1 art(culos relacionados con este país. pero omitió cualquier posible referencia• todos estos 11conto.. ciinicu1os clave. Oc, htc110. Incluso la propia existencia do los vuelo• de suminlslfo y control fue 111encionada W1 solo en dos ~asionc.i ... fil. 23 de serie¡nbre, Kinier ¡¡finnú que •miles de contras del mierior de N1c~ ragu& son abas1ecido• acrualmente sobre tudO mediante vutlos de ~um1• ni.siro O
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y la demostraeióo innegable de que Ja gucrdllo era lllla delegución ost:MlounldellSC instaunldé de íOmul artificial (auu<¡uc nunca !le ha llegado a •!.la conclusi6n. segóJI hé podido comprobor). Es una marca que a1e~ centrales de los acuerdu.1: .CCS4 de la ayuda a fuerres irregulares y movimiento.. insurrectos• y •no uso del territorio para olacat a otros es•ados•. Gtacm a esta revisión impll· n:cho intemncion.'lf
68.. Ndl t.e.ttr¡ ..yt 1141: "O'tnJ.llbre.de: t98f, Qtw ~\!jtrM~nmce-klll M-
°"'""'
?. AC$lt!o do la O!V, ''""' Wol. copl\\1lo <
1/(1 Lt1 ldes1
cita dt> lo ncordado en &quip11las, ta; Eslild<>& Unid<>! eran li!KM de acluur a ~u entera llbeníld. con la ap
vo1· la Justicia li<>
ocun6mico, polltioo y social.
AdemM. era necesatlo a~gur.ir pmgresivamunto •ln justicia, In llberU.d y J~ deinocracia•, la libertad de expresión '/ d~ •ceión pOlíticu, y Ja aperlura de los medios de ~ornunlcación ~• todos los grupos ldeoló· gicos., 'fll111bién ll" n!Clamaba un •di:llo¡¡o con todos los grupos no armados de oposici611 polltica dentro de ~olla pals•. asf como Oll'OS pasos hacia la n!COl\eiliadón nacional. Atlcmuís, •se prvmulgllllin decretos de 4ninhtla, ,;entando unas bases que garanticen la inviolabilidad de Ja vida. la Ubttuld, lot bit-oc~ materiales y la seguridad de rodas las per>anas que se acojau 11 los anttdiehos decretos•. BI Solvadot füe el primero en no rcspélat Ja~ Oondkiooc~ de amni. libcráodolo< ~e Ja iJnprobabJe postbilidad tic que fuerátl jUt· godos por sus crímene.1. Los defünsores de los derechos humanos repro-
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SO.piten Kt"'"· ,Vl'r, u de dO 19~7. qii•n • flm>1 <)!"' •l 11ttsk~,.. Arlu sepo¡-.1r11 ¡)l"(ttftdet que Honduras oc~ra lo!i campcimcn1os
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Acucr&l
tm¡wi e~ 111 l'focnvJtirau Ul'la 1Ur.nisl(11 generosa•, t'-c:N eJ de QquiJ"llll.°' nu lmpuso etCa ~1vl ~lón ~ eJ cese de t1 ay1Xb a la coa(n; "I nl Ari.11 ni nidio. h.M mllll" koidiJ q.ic l• ayu6it e,11'tflj~ni a las Sl"-''1Ti1Usd~ Et Sa.L~ador '1 OUtitantt.; m lcll)ima mi.mtr~ ~' ~g~kn una tregt!a C(lf\ J~t fiicru1s ipJJg~nas v ~Cll. ku ttrm~ de Sll.t alltmdóo de km.res >il"' '!"< illJ>I~ ti Jl'Vp que: f'lí)lji ~ ctóan • 1.. hMftQ C'OnChhlón. pero es-ltifkU tiieWml~áf ~· qW. ttÍCftnt'.lilS r.aNes o slnopld 1 - . . ""' r. de Atl.. y la tu!n Je qoc,.. 1o1fta rdt ,iv.vntNe. ~p.ll'a los tt.L'\!... vás;!.fli1flln¡lo t• 7*'8. no•~fltt dlé tm Para •" ~ario sobre- a ..~ iOqWl"fWJentt-• al .ck(Cladtt Alf\ff'fic\IHM\lit :iil ~ • to •U que fO>pawie l W ~ d<> W....._ y a pOOoro<()I pttOOnljel do lo de«lla Rico<, \'hle c..JOcil on f!.m.s¡>hcri< AlTalrt (CCI~ Nr.•1 Cltd o../),.. (•'&.<~ to do'~'° do 1989,
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b6ron tslll iniciativa, prediciendo ~mo efectivamente oounió- qu<> causaría un crecimiento del tenorismo de eslado. fil 7inrn sin embargo. aplaudió la amnistia. Pnc: lo que respecta a1'1icar11gaa. la interpreación de los medios de Washington fue que su amnhlÍll debla ser aplicada de un modo mucho más generoso que el contemplado ~n los acuerdos. ~I \'eremos sobré ello. Era del todo inaccpcoble que los susodichos 11vances hncia la democracla, la jus1icfa so<:lol, In prote.:chjn de. Jos der«>hos humanos, etcétera, se produjeran en los estados terroristas de Washfngton." Es po~cllo qu.e la.~ resoluciones corre$póndientes .tenfan que ser ellminodas de Ja, versión opérallvu de 'los acuetdos. Se optó, de nuevo, pc,¡r el método de silenciat los hechos no deseados y alabar a los gobieruós lerr01isltt$ por su cumpllntiento riguroso de los acuerdo! (que, en reolidud, esu1bá11 violando cadli dla mtú). en se1iembtt, In Comisión lnleramet!cana de ~=hos Huronoo> d< la OEA emitió un Informe que ponío de manifiesto •Un Jescenso perceptible en el respeto a los derechos humano... en Guatemala. y cxprcsabo su ptCOCUpll<;ión por •la recuperación de mé1odos y Slstetnlls do aniquilación masiva y la reaparición de k>s temibles escuadrone,~ de 11 muer· te•. l.a Comisión P3J1I los Derech()s Humanos en CeJ11Jt>amúica (cnDEHUCA), con base en Cosla Rica, iofonniS a las Naciones Unidas en n1>viembre sobre el terrorismo C<>ntinuado que. practiuabon los 1trvlclos de seguridad guatemaltecos y lo• e.,rtina de humo parn topar que Ja situación cJc los derccho.5 llumanos ~s hoy rnuého m~s gmve .•• (y ban sctVidoJ para pennillr su víolación con m'Jcha Mtlyor im,x1nldod> ;
11.
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e/ /Irle de /11 •111•1/l,;lf/ll:'ión ~/,ltd¡icac•
112 la (¡Je.¡)~ducación ha preoi~adq, a\iemás, que los casos documeuradoss0n solo una pattede los abu~os reltles, )'19rgue la mayoría suceden füern de.la CápJtaJ, y ,ha ,,.. fetici<> igualmente 01tas-muahas alrocidade.' del goj¡iq110. ELejército, por su parte, 'ha inioiado una n11eva ofensiva c!fi lils ñlo~1ai\as, para intentar arrasltar a los supervlviéntes de l.ils,anietiores campru1M-~li' prhi6ip ios de los ailos oche.ñl• -e.Sí ge.nocidas- hasm nueva& •póblaciorléS de. de. sacrollo• ~n las qué podían ser controlados por •I@fueria:I• A los lectores estad.ounidenSé~ n~die les li'Mmilló esios hechos. Según la e•peciatlsta ea· Latiiioambléa Suslm~ Jonas, ~du01nle lot seis me.le-~ postetiores.a, la fiC01a ,de !os acuer¡Jos, llJ) apareció en el NB>• York 1fme.s ni siquiera un attk ulo sobre su cumplimient· munic~ción de lo&&lados Unidos •• DespuM de revisar 'el 1'ii11~s. e1 Chrístian Sa/ence. Mo11/1or. el Mfatl1i Hera/J y el Wa.// 5tret t Joumal en· tre octubre de 1987 y ¡nnrzQ (lo 1988, Alexander Cock'btm\ cncontr~ muy f>!)Cas reforon1;táll a Gu~l~ml\I~ y ni un~ sol~ mención ~ Jn creden. te.avalancha de,.,ioleocia1polfüca c:Je\ m(ls de- novicml¡re, c;uan~·en l~ prensa, Si se .combinan tódos los dato.s, concluye. Cook'buro, «en los mee han redoblado:. du· ranté el Jlles sigul~nte a lb,\ aQUerdos se'ha tenido noftcia,de dlei, y cilu· \lnuan eq enero; para todo el afio, las ,cifras de 'Tu lela Legal llablru1·de 88 personas desaparecidas y 96. ascsjnadas pot los escuadrones de la mueri~, las fuenas 1Ull1'1d!IS y ~fensa civil, a~emás (l~ '28Q personal!" a511sln~das -la mayo~ prQbablcmenle. civi!e&-QUl'llllle operacion.e.s>
n..
CQHA, IVr.sh!nglM 'Reparl"" ¡},, ,lf,,,,lip/1u< (~ltlt). J lle ~ll!eln d<.1938: t/P· .i11t-i t:;e11crAi Amt-ricao 'H..U.LOriC&.l ln!tit~ (cWOJ. lJnjvenhlad c:Je,,~g~own, 'WMllh\gtott.
28 ""dicl•mbf(;l.Jf.'b &y Cl/Qrd1.1-n., y-:Cot:kbum1 .A'rtdtrs'ltl Wbo$ de 8 de junio de l988•
Vallt:jA.dy~rif1t~
113
militares del ejércilo. 11 Amadeo RampS, uno d6 los fündactor~ de la As.oóiaél611 Naeion11l de JndigeJiafr Salvadoreños (ANIS), hñ h1formad.o del bombl!r<{eo d,é un asentaml~nlo Indio por p@rle di>! eJérolto. Ir•~ el cuiíl .10s c ~erpos a.. vari.OS' io\!il)s fueron 1\311,ados ~n \lll• 1,cma re.ino1a. nrrojados a, una zanjá•, 11 me.diad9s de ®v'Íembre; colflo no·er'llll mísgwltis uicáragUC.JJses: qué i11.1erés uelll! 'lo que l~s pase. Y asl hubo t1JI(• chos·otros casos drrunálicos, ig11orndos o apenas, o~ncíooados Pl>' nueg,. tros. medios. El Con~Jo,par3 Asuntos del1;Jem1Síetio (CQIJA~ estima (jlie f •desapareoido» .al menos a 87 éivilcs iluranta la primera f1ise de los:acuerdo~de paz (agost~nero\. Chtis Nor10n, uno de los.escasos peribdislas eo!adounielenset ra&c:ados en BI Salvndor. ha declarado tef)lllidamenté q~~ desconocemos· las cjfr~s reales. porque. al i·gual ·que e.n Clua1~m~J14 la ,npyo.rfa
La protección del régimen cliente. duJ3l Saivador es una uecesid;td especialmeme imperiosa. que afcanz~· nlveks lerrilile~'. La suene final lle la E:omisión para lo$ E>ercchos l& muerte fol'IJlMO 74. Hu.man R4 h\.S Watch (,~ri~~ Wat,cfr, Asia W41~h y Arh!nld W'nlt;r~)_y l.aW)'c'rS CQmrnh~ fOf f1urqaq Rig_h~ érirlq:.1.t~ rt.\' kw o} i~ De'partJHe11t ofStotf '5 cq&u~ry rtpPrls w l hHman. ñgh/~· pM<'tit.t~s Jór JPA7, junio do, i987\ !!$te oAál.is.is c.a!idcna_~;1q¡e1ice lO!!
lpfonne! d.:l O.~"""""""' de E.
por •mlombru.< de la policía de la Jiacien& y de la policia naci0nal•.,. C&1ecc: de l'l:levancia, mmbién, el hecho de que MariwlJl O.ircía VlUM, B111i¡11a presldcuta de la CPHF-~. fuera asesinada p0e las fuerzas de SC8llridod {pttkxtánd0$c Ct\tOn~t que formaba panc de la guerrilla). o que otre» miembros hayan sido igualmente asesinados o •dc$apátl:Cido!• por tas rucnas de seguridad. Herbert An~Y• había lido ck:tcnido y torcurado por la policía del tesoro en mayo d< 1986, jumo con otros miembros de líl comisión. Dllronte su eslllllcia en prisión. contluuaron su obru. recopllnndo el teslimonlo, bajo jurruneo10, de otros prisJoneros que hab(an .Ot\:ionGdo el h-ber aparecido fue r· en le.u medios- y fue 6rullltltnte asesinado, probablemente ta~ dó seguridad o sus adltlleres. según illdicó el arzobispo Rivera y Damas en una homilía pronunciMa en In 1;11tedral tnttropolitona (de nuevo, isnorndo por el 11mN). donde aseveró que •hn sido obra de UJI e~tua· clrón de la muQrle•." Con so acritud d" ocultµr de forma si•tél)ljjlica los hechos no co11ve" nlemes de El Salvador, L.e1Vloyne tranquili«ó a sus lectores ll finales U\> noviembre, lndlcandn que el pre.sidente Ouane •hA nvanzndo 1TM:hQ más fqlle los i\andini•ta&J .en la reaJiZación de lns resoJuaJ01ie> ~c.I lraui~ do•, aun cuando tal vez no está ·~rticularmente empcfindo con su es-· p'uitu de reconciliación», ya q~ • pror;ura dividtr a !0 coollcióu de los rebeldes izquierdistas" (c.
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Duane por haber pcnniddo a Jos rebel11cs el oraoce.
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''· l\lldM,$obno et ,..,,....,c1eCJoamor,.., v.u.., ooi¡,.,•&.,!Ode rctxe1ode t9U,
por •miem~ de In policía de la hacienda y de la pollcfQ nadonAl•." Carece de relevancia. también, el hecho de que Marianclu Oarcfo ViUos, anliaua ¡xuidenta de la Q)H6S. fuera asesinada p0r las fuerzas de seguridod (prctexl.l!ndC>S< tntonce$ que formaba pane de la guenilla). o que otro> miembros bayru1 sido igualmcn1e asesinados o •desaparecidos• por las fuerzas de seguridad. lierben Anaya había siclo delellido y tortutado por la poUda del tesoro ·en mayo de 1986, junto con otros miembros de In comisión. Dw-ante su e.staneia en prisión, cootiuunrot\ su ob.ra, recopilando el testimonio¡ bajo j uramento, deº''ºª pris.lo11em• que b•b(an ~ido lorturados; y jpgraron sa.car de la cárcel un dncumcnco COrl pruebns detollndas de la tortura de 430 reclusos, ade.r11il.1 de una videc>cinto ptobatnrin. Sin embargo, L'Orno lo que se dernost.raba cm In tortura po~ puric de los ag<>nt"" y los clientes de los Estados \Jnidos - lnoluyendo un olicilll e.-.tadounidense vestido de uniforme-, sin ref!!roncias a las prisiones rusas· o ~ubanas, las ptllebas no despenaron nlngtln lnter~s. y en los medios nociOflale.s no aporeci6 ni una .sola mención. Después ele ser llberlldo an un Jntcrcrunbio de- prisione~. Anaya fue dt· nuncll!S heoho.~ no oonven1cnres de 81 Sulv•1dor, 1.cMoymnranquili;\6 a. su~ lectoi-cs n finnle,s ~ noviembre, indloondo que el prcsideo1e Duatte • ha nvanzado muchn más [que los sundlnis1asJ en la r'eallz,ación de· las resoluoione.< del lrata ... do•, aun culllldo tal vez no e~tá «J>atticularmen1e empc/la~ con su es~ píritu de rcooncilinción•. ya que •Jlfoi;'Ura dlvídlr ~ la coalición de lo• rebeldes Izquierdistas• (e..<0 0$ lodo). l.l!Moyne trunbi~11 apiaudicl a .. ,,,,,,, ,., Pw> "'" dcutlcs. .~... "'1 l~ La \"o¿ UIND. Z-4 de taUZO ~ 19'8
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dc.1981: .t.saibupo plldo ....., .. l,IWl,..lilt.,.,.. m1 n. "'· tS d0 li ..~. BI 20 ott re11r.,.,, el .,.,..,, .,.Nkó""" bn:,..,.. • ......, ole W. • too ell el ...~ntft'tie 1tlMlf"IM:tlo1'6111.\) se haN.t rtrraaWode iw.
Duane por haber pcnnitido a los rebeldes rl -~ libre a la prenso•; n~te, el COllA ha constatado que «los periodisl8$ pmctican la antOl.'tfruUfll ha$ta 1111 exuerno QC>6 ningún diario pubUcanl jlllltá$ una solo afum11<:ión de los gru¡l(l~ de oposición al g0bicmo•.'' LeMoyne se senúa. así mismo, ilnpresioot'ldo pc¡n¡uc Ounn" hubi(ra ~pennirido que los Uderes civiles lle los rebeldes regre~aran a ca$a y ptrsiguicran ac1ivamcoi• sus objetivos políticos•; y se preguntaba ~i acaso ~al igual que los rebelde.s de El Salv;¡(Jor, la con~ acabnrfa 1111alrnente ... porarric1garse a envinr algunos n:pre•entantes de vueha a Ni• caragun, pnra vcrilicAr la prQmes• saudinis.ta de ofrecer uno auréntlo:i libónad JX>llticn1 dcspu~~ de oéhO arios de gobien10 ).'' LeMoyJle sRb conexión alg1ma con la guenilla. se han vistn ob11glldos a abiindonar el pab, y las amenazas de muerte les Impiden regttsar. En Nicatsgua, sin cmb:irgo, la oposición nunca SI} ha enfreni.do o Uilá ti· tu11Ción ni relllO!amcnle comparable al terrocümo practicado por l~s füerz3$ de seguridad de OUarte y $u~ asociados; eUo a pesar de que;!))(>ya abierlamenrc los a111ques del ~tcito estadounidense, se ldentilica n:> gulannente con ello$ en sus apariciones eri.l..11 PreMO, denuncia pdbUcameate al gobierno y rccl•ma implic!tamcnte ntás ayuda milhar ¡xira le contra en sus vlsllas n Washington,., LeMoyoe cambi~n sabe ped'ecuunonie Qlli' ne¡ solo la op<>1ioión inle. rior parcidarlo de la contra, sino incluso las lidere• 111llhares que hntt re· gresaCupnrse por su vidk, Citaré solo un cliso de vanos: Femoodo Chrunotto1 dirjgonle c~ntrl!, regresó 11 Nlcumgua deSdt Costa Rica y ha sido nqmbn1do 1>rt· s1dénte del Panldo Conservtldot, que a¡x¡ya sin reservas o Jos contras.' ' Compárese con la sitodclón del coro11el sa!Vlll.lorcño Adolfo Majano, que JIQ
/;/ ant lf• /~ ••
no es uo !C$ponsable de la guelrilla. SÍJ1Q el oficial del ~iui qill! lí~ r6 el golpe mililJl! reformi6•ll de oct~bre de 1919 y fue de!Crito entonces ¡>O<" la prensa de lo< e&Ll\J. como «el súnbolo de la p0ll1ica esUldounidense en ~ pals., debido a ¡¡us esfuerzos para promover una "''ºnna delllOCfdtica." Pues bien, despué• de qué las fuenas repre~lvas tradicio de s pistoleros, lo que causó la mueru: de dos de sus guardll. et arioblspo mostró >u acuerdo c011 la 8'"\lS~ión. afümando, en una misa celebrada tres dlas nús tank, c¡ue la nwan1a era obra de +lb& siniestro• cSculldNnc~ de la muer• te.." 61 ln1tn10 de asc&uuuo de MaJ1110 había tenido I~ óe<~s de una ¡¡ene de a"'-Sinatos debidos a las fuct'l..U de seguridall y. pmbabltr 111en1c, ~ los cseuadrone.• de la muerte.. 1ielldo 11 pensar que. de haber 1x:uttillo algi1n sucei;o similar en Managua. el Times .se hubiera 11.:cho ceo de ello. Sin embargo. lo \lnico que· ofreee este periódico soo rcílcxioncs fHo&ótlcaR solm: la libenad y el ~penurismo que cuructcnzan a Ill Salvndllt, co111pArado~ con la lJru~ represión del régimen sandirilsrn. El celo CQn Qll~ l.A.>Moync.
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t6rlc••
11 7
tudlada. Según LcMoyne -el proyecto de relomo de los dos hombre! seriamente con la $iluacióo en la veci.na Nlcani&ua. donde el régimen :.andinista ha prometido qµe encarcelará a todos los lldcrts rebeldes que inten1en regresar para ~llal una acth-idad polftlca.. Cinco días antes. Srcphen Kinzer ltabía reproducido las pall!hras del presidente Onega. stg6n el cual •todos los contra~ que abando
Nuesu'Q ol~o1lvo Inmediato e1 log.r11·r un• trtgua; si los contrM In nooprnn, 1X11li11n unirse al d$1te político coo el ~i10 ~e los partido• nlcarR· gücnscs. Si ('.alem y Bcm1údoz acepillo C$1ll p11>pucsta. seran librCll p:ira recorrer ellllcs de Monagua, org~nizar manifestaciones o lncO!Jl<)l'tt'e Partido t;onservldor o Al p;u1ido que !lea que elija¡\. No .er
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No se i11fomu, en •urna. de los hechos "'lativos a f'erowido Clwn~ rro, Adolfo l\fllJMO u Horaeio Arte. entre Otro$: y tampoco de la "'acción del ¡¡ubiemo salvadortllo cuando Mario AgUii\ada Cam111Z8, comandante de la gucnilln. anuoció su in•ención de regre.w al país y reincoqx¡r:irse a la vida polltica. El gobierno replí di> izquierdas)'' como Ungo tua sodaldemócnlla, intcgrodo en In mls1na lista electoral que Duarle cu 19?2) 84. f...eMoyl\c, Nrr, .21 de Al)~;e!Jl.lxe.de 19$7; S~W K.f'ZCr, N'fJ. 16 ~ Aovttimbn~• 11< 1987. L•Moyn. r oriPJIO .Jo lo< el "'P"l;lo & k>s Ellalb 11~ &S. 61 /{,,.u, Mbb\.17 do l'ltlo do 1918: Cmral ANri<.I Nt,.1Pü. 116. ~ 11 ""'Ido ckl Mo-1ml<'w ~lal, p.,. "' , .. Y 11t.uc~ tcWilt. '4n w• tOcmocracta .e11 r~o· "! ai .t.i41Jitn -Unl .&f"
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huyeron dé,'EI Salvadot por.·las am~r1azas de moer.te, ya que sns cQl~bo taaor<1S y familtan:S ll.llabárl siendo asesiuadQS. F:nt1'0 las vfCtimas "" Coíllaba el·hermano d~ Rubén Z:amo!ll (Mario Zamora, ~!.procurador geJléral del' país, de filiación cris~a110dem6ctatá). Dos semanas·después de que su e!)lega.fuera ~sinado pot un escuadrón de la muerte, Duarte se unió a la Junta y. se afanó en legiti¡nar las mmanzasi ~e ~ntonces. Zamora .y Ungo han rnunteliidn una asoci~~ión ()<)lítica CQn lá.5 gu~rrill'15 salv~doreñas que, en su mayoría; hal1úm sido.om¡¡uJadl!.5 .hatia las m<>nrnñns r.ior eJ tert·o11smo de ,e.5ladu. F.nríqu" RormGdóz, p<:ir cl..cóotrario,. es el comanannte del ej6rcito de la t:ontra. y lulbln ·sido ofici¡¡J I la ClA, ()S Ull tefünocido abogado del lerrorismo; al cual ,se lé hábla Uógado :a profübir. por eiiia razón" la entrada en Co•t• Rica. Adémás, no hay cornparadlón posible entre las guetrilla> indtgeoas de 61 Sal\lad,01:-y el ejército que at~ca ll Nie,. que ~iempre haJl sido llh¡e.; ¡füá intervenir 011 Ja vida pol(tlca. y oo por elio· han llC •ITO:;trat' un l~ rroris1i10 estatal como el pfllcticaao por Wa;hingt~n o Duarte, sino el simple hostigamiento do> la pblítica. 'Son vcfdád~ coma puftos, pe!\> no se. Ja1 verá aparecer en el Times Jli, por )0·9ue sé, e1r las 01r11S cabecer~s impolllljltes, :>31Vo"iomad!silMS exoepclones, La J1istoria oficl3l repite f0nst.inte¡1wnte quó Duar1~ represenra. el ..centm roodef.l~O», pero es lnc~paz oo ~0J1tr0lar Duart:e. que ¡q1nrov(a a ~deSaflat>o a los escuadrones d~ 1.Q muerte. Ehtorr.iQo p<>r entre,\1l1 artículo 'de info1maciiln. el nllsmab!lll un •rm~ento de ulüma tecnologí~. !11 11kance solo ele •rlos oscuadr<;ma; dG l.a muerte, de fr.1Íac.ión1derechista•: .es ·deci·r, de Jo~ escu.adw1tt.S- 11se!lnos del ·ejército ·de Duarte.,;
lln cuaut(> a Hondurllli, <1ll h® siquíe1a, i11le11~i9n de oumplit Jos acuerdos de 1lsquipubu,. LQs '(io~acl9n11S de Jo.; ,llereohos l\urn~nos. QUe se habían c¡mvertido ya eh un pmbI~ma Jnuy setio c11ando IO> &lados únidO.$ 1ra.~forrnarim ~¡ paí~ en una bllJle· roillla~ (en Jn dtc.ada de· los ocherull),.se ihcre¡pe.ntaton .con la finna d~ los acu~rdos. nalllóp C~slJJ dio, presidente .de Ja C9q1lsió1) par·~ J'os Dereº"º" Humanos eo Hondu-ras (co11lill) y de la Comi~íó·n para lps De~ehos Humanos en Centroa· métjc~ (®t>JltllJCAl, hiw p6blico a tínales de occubre .de 1987 que !as carnicerí~s .de I~ fu"1'.z1•s dO!·seguridad ·esr~tales eran cada v9z l!\lls «flagrantes». citando .ejemplos toncretos. Al .(lnaUzar el ¡¡rirner periodo· de tres me.>;<¡s, ·se organizil nna conferen~¡a de prensa iurer¡i~cional on I~ q)l~ Custodia ded¡iró que la situacióu de los derechos .hu~s seguill de.1eriotándóse gravement.e en Honducas despµés de la firma del tratapo de paz. as! óorno en .El .Salvad11r y Guatemala. Pnrante Ja pr~1iera fa.se de los llCUerdos (Jit;osto-enero), esca ~ qll'a> informacioqcs sirollare• vieron 1~ lilr. en Canadá y México, pero füerotl ornilidas en el 1;,,¡.,i• t:oollHhA denuncl.~do que·eo Han.duras~ ptód~jernn¡ durruue 1987,
263 alus~i~iamienlos, tslo es, 144 m;ís que en 19801 !07 de tOJi cual•$ serían atribuibles. il los escuadrones de la tnue(te; también hai pUe$tQ de manifiesto ~l ered.mienlQ de la tortu.ra y lns detenciones üe,gaJes. BI periodisl'a hornJijreñQ Manuel Tones Calderó'n ha indicado que Ja crisis ec9111)mica dciivp~a de la d~n<:léncia de lot 61\'.W. ha «forzado il .gobier110 a imervMir e.n la ooooornla mucho rnás'que su denigrado ~ecino, Ni~gu11», Ltl fuga~ l1apltale~ ha llegado hasn¡ el ex1tcmo o!ftica económica impulsada ¡i
CA" j~ dejul)q de 19S8; Al>'>.~.W. 7,J de.)ulio de 198&; tc•hadQ ~ Tcg•clgalp.?-
f./ mi• d1d t1 •maq11fn<1cf6n /aúlórlru•
agenci35 de notlcla5 han trasmiticlú qU<> el periódico conser112dQr Lo P~tUa1 •que publlca numerosas J>'ginas de infom1Qqión sobre Nicanl· 811ª slgulcn medios tampoco han acertado n enterarse de ta proles!• de la Unión N(l(lional de Campc.~inos de Honduras, que ha deonnciado que la contra reclutaba labriegos; pobreS me4íanle •obomos de 500 dólares (1111 importe colosal para lo habilllal en la región), como se ha puhlloacl<1 en l!:l 11tm¡w, uno de k>s principalei> diarios hondureftos. Poro 10<1()$ c.
La Crcéiente preocupoción de los bond\1rellos por la ~rdid• ~ 111 in'• dependellcia y la lntégridad nacionales bajo lo innuencla de lo.1 &tados Unldos Ulmpoco ha sido pfe<:tsamcnte pOpul&r; Como ya se ha 9isto más arriba. las opmcioocs nic•u•gllenses de mano d6 1988, cll)'O objetivo era Ja contra hot>dureña, tevaniaron en los medios y el Congreso ti la ngrcsi61\ saudinis1a, se otganiió aquí un11 sonada fanfarria pataioteru, pero se ptesi'ó bast~me' rne·nos a1eJ\cióJ\ a la red®i~n surgida en la proplu llondurus; lo$ periodista! hondureños hRbl~n contle11ado la ~Invasión• o.~1adounldense, 8l 'Tle1111'" reprobó que. el g()t)ierno hubiera pedido el envio dt ltópas c1stlrdo11nídense~ -o no Re hubiera opuesto a él- , con.~ldcrándolo ~no soló ilegill, sino vergon>.oso. l!stmno~ pt'OOI~· mando a gritos que el cslado de Hooclunu no eJiste». !lsll! periódico de· signó a las tropaS extr11njeras eómo una •fuerza de ocupack\n., mierum que el Panido Oem6cn11a Cristiano nlinnó que los soldados de IM fi6.~'I:. dtbían volar inmediawnentc de regreso a w país•, y su máxlRJO
dirigen1e, Rubtn Palma, "1ndicó a los pcriodi~tu que Jo.é Aicona, el presídcnle de Honduras, habla actuado lleít'\lmente 11 requerir la prt· senda de (t(lpas elttranjcras sín la necesaria ~utori1odón dal po1rlnmcn· IO•....
fin el 1imts hay poco que leer sobre esw declarru:iQll
cón\o 'hemos visto, graólas a la complicidad el• los oledlos de como.ni· c~oióll-, habCa a1tn dos resoluciones de los acuerdos de pai de Bsc1ul· puJM que resuilaban IJ\!oleJ•ble<1 para Wi15h1ngton: la itnportan• medios era. 01ra vez.. 1ermlnar con es.t~ d<>s resoluciones; el nuevo acuerdo. revisado 11nllntcr~lmen1e por los e:e.w., se aplicaría tan $(110 n Nicaragua y ~in hnormcdiacilip de rungún obstrVador 1ntera1ac:ionnl. De osla fonna, los acuerdo• de pa7., co11trnrios a.1CJ5 intereses estodOunidcn· ™· encajarírul co1L el pluo de Reagan y Wrígjil, el que había sido rechazado e11 ngosw por todo~ Jos presidenle• de Ce1\lroumériQa. El problemn de In iuper-li~ión inlcmati
1".t•. 23 dc """70 de 19&3. -
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·•• .mouJ •• ...,.., 1 I• •lo!«ll'o ....iioi
rrol"'C"•det>ttd•. YlfNll So.t Rlsl:y,~~ l9 dt man9 dt 1991
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ll. honJ......,. de I• caJle. '11t'kG periw qw. cvn la t'Or'ltr.l ftteu de- ll~~i St ac-ahñn '°4 ~ ~ ve loo dot !"Ú"· rdiriiodoto al ni>..,. d< ...,. pod<1>e lib,... de la O<>rAIO: vrt,
91
!lb. R..tett y ,.,, r.,,,.,. G- onJ lftJll (ruol.11). Zl do mMtO dt 19S8; P C'otullhle, tO. lO do ruan" lle 1913: Q Tiropo. t4 de julio de 1917.
121
" Y27 J. rQRO
sobre todo emel ml!rnen~o ªe presenrar la~ conclusJone-s. La <::1vs conde· nó exclusi'vauientC''Q los· Esiados Unidos, por su ayudá continuadil •n las fUér2lls irregul:jrts 'que. operan en contra 'del gobiemo ·dº NicaFagua•, vioJalldo, por tanto, «un 1 de-paz y de este•pi'oé\!dltniento en .su conjunto». Uno de lo$ ll?· pte6enrautes de la c 1vs i'nfon119' a Ja preusa qlle. los ~j>re,;elllante.t latinoam.ericanos se habían quedado .atóuitos.ante las ·aQli!lldes de evidénte temor>» de los sihdicalisl1ls y los polflico'S de la oposición de ,EJ Salyadut y Gua1emala. Luego affádió que Ja CIVS no podia dGlaJlar el grado de c.umplimienlo dé l11n esoluciortcs debi00- a 1.as res.m•as de lo$ góbicmos de Gt1atemalá1 HondulM y El Salvador; Sé trata de un signo plaro de qué hubiera co11stndo en BI' infonne. l.lé no hat!er sido bloqueado por los Bll.Ull. y ~os élieotos. Las conclusioneS elógtaban lo~ •áVan~s collCtctos- hacia la demi:icrotizaéiÓn que habfau podlijo obserVar en l'>/icar¡¡gua. a pe.sar d~ h\s dificultades con •ias qu(lá frase despreciativa¡ UtdÍCllJ1(fo•ian SOIO que SU Conferencia leril(lnó •sin dem.siado acuerdo• (el informe fue aprobado.por unanimidad)., Ut cooi'.le.ua de'los Estados Unidos fue menQjonadll bre-vemenrc -en umar· fículo que también trataba de Dtrus temas._ p<.>r Steprum Ktnzer. qu'ion agregó q11e «1& comisión perdió el favor de algunc~• c('rQUtQl; pollfüioS cuaMo concluy6 que.Nicaragua había ~allzacl.o ":iVAnc~ tu1wrett>s pal\l
ª"
inici~r \Jn p~so tlemoc~tico1'>" L11 c1vs, como untes 1.a QUA, ]\nota
•perdido c&:ión fue de.Sil\antela(la d'ebiélo ·a las pte&ione.1 de los Ell.Utl., lo 4lle posH>il ito Ja continuadón sin trábilS de sus ootos rttrurlstas"y del papel de. Du11ne como restnferro de I~ represión y 1n degollina . 61 segur1do prnblemá. el .del piinéipio de la .,¡simetrfai,. se solllci.406 conue11tr11J1do casi .t!)da la ate.ncíc\n,en Nicaraguit, junto coti la relteJ'austanw de que -füwiendo c~s9 omiso ·de la letra de los iL~uerdt>6 ilc Bsqílipulas- «no liay duda de que las.roooluc.iones prioclpales se:11irl1t ~'lln sobre tbdo ·a,llllcaxagu~. y ~fectatái¡ a 1'jicai'ljgua en rmicha. ml!.Vor
medida qµe o lns otras 11,1ciones ÍllllllllltM del acucrd()• (}ami>$ 4' Moyne). Desde lu~gQ, es asf l(lOf 19 que. ~tañe a las contllciones tll~tadas por Washing¡ón y rtspetatlas es<>11J[ll•lo~amente, po<' Ja. prensa, ¡>líe álgidos.de como¡¡tario soQ!e los acuerdos de paz (del ~(le 11gos10 al !S de setí~mbte de 1987,.y del 6 de"enero al 7 \fe J'ebrerQ ~e 1988). pu.e.s bien. el N•W l'or* 11/nes ~dicó, en .el pri· mero de los. J"'rio~s me~cionadoS', diez. ·Ve(;{ll; nllls artiC\Jlos a Nicaragua c¡ue.a lu snma del resto de paí$<;~,,y. ~.n <>I s~gundo,..o.~ v~ce.s más. BI >111álísís de. otrlls meUiQR refleja proporcío11es slnÜl,lllll!;." Pero todos los intentos de difundit·e~te)> infonnes eu Ja prensa nacional fratasaron. Los repon·ajes y attículos lllm!>ién diferían cuali1aricvan;reilte emre·sl. l'orejemplo, un iooidente relacionado con el lanzamient¡¡ de una piedrzy .en 'Ni~amgua. ~I 23 de, enero. ocupó la portada del IVll.rhi11g't1m Post :y; recibió ~na at~nclón cQnsiderab le, eJ\ el cestQ, imila11 ·se ¡lio una amplia col>ertµra niedi~licra a la ·IJJlleución, el 16 de·eq~ro. de cu•tro,micmbros de la oposición nicaragtten.Se.que veQínn de UJJa r~unión con la contra, y a lo detención, el 19 de e1\ero,. de !lineo repr~sentames. de la oposición; todos &llos fUerón lib.erl)dos si11 IOl rn$guño, ~e$pUés de vari·as horas d<> intorrngetotio. (en ·~I 'Times 10' .dedi· u1uon lll primer jnc(dcnte diecil\Uev.e pl\rrafos y un titular de página, ~ -al 11·gllndo un articulo en.Ja parle ~uperiór de I• pon~da), Meses n1á~ rar1lc. RCly Qu1man se refirió a est<> focido~te en el Was/iing101i f'•.· montando· que «los,~1>\\iemo~ no suelen pel'tl~tlt l¡úé un partjd9 J1de ubril de: 1.gsg
a esos gohiemos•. Ahora bien, cuando ol 15 de enero se msinó en H'onducu a un defensor de los derechos humaoos y un diri¡ente del Partido Demócra1a Cri1úano, J~ noticia oo mereció más que 160 l)llabras de un attf~ulo sln li1ul!r, •n •I qoe, ademá$, no i;e e~1n1ía niilguna conclusión solx'c ~I cumplimiento de los íl'Uetdo. de paz. E!I 23 de onoro, la disolucl6n te de civiles P•l'lidarios del gobierno sandinis1a ocupó un a11lculo prin· clpnl del 1imu y su corre$pondien1<1 fo10: pero la disolución de una marcha de • Madres de Prisioneros Polllicos y Desapat'e.! ca~lk>s. con los pechos eottado1 y el rostro pilltado de rojo. Más tarde, alln en enero. se produjeron (liras c~mlcerl'as; aparecie;on. por ejemplo, una ~ y :unomonados a la manera de los escuadrones. Los dlplomálicos ex1r11njoro~ y los manda!alios de la Iglesia rt$ponsabili1aron de lodo ello a tas. fuerzas anníldas. Rosa Chá\'ei, la auxJ!iar del arrobi~po. afl/T!ló en su homilía del ~ de febl'Cro qµe «Según la informa· ción 1'C~11¡ldo por nUc$tra oficma.[nilela Legal), iol seouestradores [ele dos trabajndores 1ormrados y asesinados] erall hombres vestidos de pni· snno y sol,(JRdos uniformados dé ln sección de co1t!rains11rg~ncia de ¡a primera brlgudu de anlllcrí~· (una imidod de élite, entrenada por Jos tados Unldos'.),11 En cambio. 110 ·S~ pennirió que todos estos hechos IJ~ garan a conochniento do 10< 'l•ctotes del N•w York 7l11U1J, al Igual qu~ l10 se csilmt\ lnitre.sanre una misa televisado del 3 de •.nero en la q"" al ar7oblspo Rivera y Damas volvió a tle11unciar • la práctica tle In tomua,
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qve l"s escu•~ de la muene aplican a l811W!i salvadonlño!.l>, indl· t11ntlo que los obi~pos de varias provindss han informado de: un incremento en las degollinas de los escuadrones y han reclamado el ílnal de los asesina!<» y la 1nnura." Pocas scmanu más llll'dc, mientras los scrvicioS de !legurid!ld Je Duartc y 5us colaboradore; extendían su ~inie.stra lnbot-y tl 7imts. na· tunllme11te, se lu1c(a el disttafd<>-, la Cámaro de Represen1a111es aprobó unu resolución que elogiaba el progreso democrálico de El SnlvadQI'. La propuesltl origina! aseveraba que El Salvador ba desarrollado un sistema •que re~pctu las llbcnudc~ humana~•. pete> ~ rtlpre.sentante liW!Ú Ted Wciss, de Nueva York, logl'6 que se cambiar;i y dijera 11111 solo qlfe •ha procurado~ cs1abtccer ese shtema. «Reconoce que lo han lntcnwdo, Ted:., le. hob(u replic"do el director de a&U'n!os e~tranjeros de la c~maril, Dante Fascell. En diciembre, micnlras el terror Se disparab;l dcspu~s de la fi1111a de lo.~ acuerdos de EsqUipula.•. la cmiara de RcproScn!antet ha· bla aprobadO por mayor!a aplasianie tu\B enmienda que espccifloatxl una lru!a lisia de •acciones que deben
el< ,,,.,.
9'. Dou11lu r.t>h. •f. ~ dt......, de 1981: l!IQ: ceo-mi~'- C1m1111 e1e 1 '26 do ,.., 8 de dle1embtt dt !9$1, H1!0'7f "-• 1• ...,.;s., cle "-"""' ilht•t.,_ ¡;¡,~"""" ele t
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126 l..(J (tits1
una de sus notici~s <'On palab111S COJ11Q •es1a violencia de Ja guerrilla ha causado un incremento de los llSésinatM polllicos», sin citar Ja fuente, Bn una ><:Olúmna ele • In semana n examen•, describe c:-Omo la guerrlllu es1á empezando a adoptar •estrategias 1erroristas•, a lo que anndc que •la guerrilla y sus simpalizantes son también, de forma crceien1e, obje· úvos de la violencia.. Otro análisis secenua en el terrori·s1110 de la. ¡u&o nilh1s, aUnque observa a su - que «parece que el ejérci10 ba vucho a a~esioar a ptdbnto! ii<¡uienlii!a5 conto reprcsalin por lc,s cada vez mb frecuunte< astsillatos, bombardeos y 01ros a1aques de la gueniJI•»·"' El mensaje·""' este: el gobierno testaf•rro de los ee.w. tal vez no sea perl'ecco, pero sus (lefialencia.1 obedecen a las caiitlcerías : lQ de ft t
GNWn. d ~~de Lc~CO)nt-. tigut ~tmer.k el ~mo ptón. Jul. ~~ cott~
din '*""'O&~ J1 \~il ~ bs ~¡g:M nopchtk4 a redJi.tnbW 11 rl• ~ '1e la oaci6n y "'1""'11r ol ~ QU< 'l"'Y"' kMt RM.do. Unidol>, i•cluyondo Ml•
. . _ Q)ft
(fUtS • C'llartdet ge.nertlü 11tl e.jlrcito, em~ • kli pc~UcíM y Jos coches botnbtl en a lwri.n ae<•fnodldo; en c1 1~mro inJ6:ii~. nos c:atefon'°' de Q\lt'llm. deli::nsoret dt IO!I ~ m1bos 1'.umM~ tomunicim .,;Utt fuerte- crccimltnto en t i 1i:rmr(Jn'IO f 1i1$ t{llls¡¡qrcs, flfrlbut•
lega act:p(ó avanzar más H.iltl de I<> ac\)l"Orlunidnd de entenderse con su~ vecinos sin dar la imprc· sión de estar sO!JlttiéndOsc • Washington•; ya no se exíge la símulta· ncidod que, en el mOOICDto de firmar IM acuerdos, se enceudfa que era el verdCS que Oncga habla dcddido .atenerse a los ac~erdQ.I» (vate d«1J a ta versión revisada por Washíu¡¡ton, que 110 so parece demusla!lo ni toxto original), avt$ando. sin emb:lfgoi ~o In pocn c¡edibllidad de «1fe presidente. Ahora que los acuord(>> habían sido relegados al ol~ldo, lus promesa$ del resto de mandatal)os carec(an de importnncia. LeMoyiie, que ci1'lba •oficialtsJO ;o1óui111os, retraed a Ni· can.gua colllO el malCJ de la película, •el ¡tais m4< frecuentemente acusado de mala fe», ahora •cntl$ I& espada y Ja pared. debido a la presión de los o•ros cuatro lideres cemroamericaños10, y obligado a cumplit el 1r.11odc» Los 11,!Ctores quo opt111an por la prensa e~ u-anjera. sin emb;wgo. 1IO(Jla11 leer qué ~Nicarngull hu avanzado mucho más en el camino de 1tjus10111e al plan 1d~ paz para Cerurownécica quQlos otro~ oinCQ firntan, tes. a excepcióo de Cos1a Rlcru.; estaediiorial del Glob1 1111/[ M.ail ts fiel 11 l;i verdad, pero esta fue enmascarada por el bombardeo mediático es· 1..oounidcnse, con 1lln solo alguna mínimo referencia ocatjonAI a los lletll0$ inaceptables."" Los críticos tambíén f~rn11 borrados por la campalla de propaganda. A•í, en un editorisl del Narimi (el 30 de enoro) se lee que 01teg;1 •ha t1~1;ho oonce.
do a kts- e~1.1ttdroaes do la rnucnó •de 11Uo«~" defeChJtta). el tjdrtik'I y bs i:ucrrillas•1 .v1't,
2íl d.> Odpb1> ~ l 9fl8.
101, Editoñ_,, Obs~rvtr. Lon\lrt;i¡, 7 de ftbn:('O de IQJ8, ID.1, Pn Jos detalles. '6wc mis~°' m V«J~. entro 1 marzo de 1958
llJ.I. kditoña!, f."(!, 31 de- roc:ro, IQ:!. i,dloy.., IM, 22 ele ......
128 La l/les)
n&dor.
Durante todo este periodo, pod(R ctetenninatse qué resoluciones del plan oran válidas mediante un algoritmo sencillo: Ja~ vlolnclones ilD los Bscndc>s Unidos y las •democraolns lnexpercas• M cuont•n, y tampoco los requisitos a los que se hubicrn ajustado Nicarag1111. Uno de lrn1 elementos cruciales de los acuerd-Os, por ejemplo, era la trtación de. una Comisión de Reconoiliación Nacional. Solú Nicaragtm eslllblcoió una comisión relevance. escogiendo para encabezarla a s.u crítico ml\s -Severo, el cardenal Miguel Obllndo. Oua~. por el cootrario, cscogló para ese puesto a Áh•aro Magalia, el candidaco presidencial de los e:a.uu., que no hi1.0 nada. En Hooduras, la segunda dependencia estadounidense, práctié•mente no se dio importancia a le comisión, aunque uo puede decirse que esta perma11eclern Inactiva: seg~n mesciguó Ja ~r~nsa hondureftn, In Comisión de Reconclllnoi6n Nnclonal &$taba supervisando la di~· lrlbuoióo del abasteeimionto estodou11ldense a la contra y, con ello, ..yudabu. ¡ubvertir> la u·egua Je- man.() ele 1988.'" De acuerdo con el citado algoritmo. de~apareci6 todo imcr6s por lns resoluciones de es<¡uipulas sobte la> comisiones de retool.'llración nacional. Igualmente. carecen de 1oda utilidad las conclusiones del Aho Comisionado de las NaCÍOllC$ Unidas pata los Rclugiados (ACl>VR), que indicaban que la repair!aci6n de refll&lados habfa sido mucho m4s ed· 10$tl ~n Nicaragua qge en el resto de países, detiid.o a la ~excelente dis· po~ición del gobierno sandinisln•."' Puéra del programa queda, p0r tanto, el «, los medios de co111U11icación rtd~Jcron en seguida los acuerdos de p:12. a •dos puntos ccnunles- 1en palllbros de Stephen 'Kinzcr): 1) ¿Oír<:<:cní Nicaragua una .mnb1í1 a los •pósiooeto.< palllg:os. (sc:g
10!, ""'· 17 ck jl.'11io de 1911t.
1.o; OOfeoS(lfCS de 101 dct'OClhlU h1nnAoos .knn eosidenadc) repcUda.1nc11~ esi:a. 161: 11lco Je IJ\ICrti\ ldoológica, pero Jfüt Cxhn. Pi\r~ m1b dcJIJi•l.ct. "éasc mj arHtlllo c. 'b#tl• t i IO!I.
1(111C:
1988.
2) ¿Aoep
En rélaoióo coo el primer punto, poeos lcctorns ~abtán <¡ue, a principios de noviembre de 1987, la c1vs habfo de1erminlldo que la• 'º'º' luciones de amniWa se apliuarfao oua11do ces11ra la ngresjól\ oonuít Nicaragua: y ni s1qulera un auténtico diorloadicto se habría enterado de que, pocas semanas más larde (to que ol tMMlo de paz no ~íngulari~ ning~n tnito e~peoinl para Nlcarngun. ele t llil se derfvn que, ...egún la versión del 171111s·y •l Departamento de ll&•llllo. Se au1oriui a Ja Unión Sovit!tioo • que envíe armamento y ,q~ml· 111;irc¡s d las guerrilla~ de E!I Slllvador. con , ..no.; vll6l<)6 dWios ~
l IU IC.cuit~ irn, 9 Je OO'tien\hrt. de 1\111. "landn fl lnlonnc. de f1 O\'J do$ dr: ~· • tfl.Noo y a 'JlnO'\ (')fiQ;lt.J lati~'ic.t!M)li: MiAtl.N "'" f/JJIÍ bitl Ji"l ~•pt1H/ Jlw ,,..1tr '1f H"•"1 ft..cy de •mlll'rltmbfe•.Je 1981. eu MI 1~~ ••a)tra "º oli'"l;il, q¡~ l"!f. pro " " ' t;~ Mil\IC' d'filcoco. d n111 üstro de Atu1Muf 6.-c.lefl()tlil de Nltafi)gi,1,4 tq\til!!n, M l\litC 1 ''!fi Slric:cr11ntcn'O ·~14e. te IK\l'Yl\hjria sobrevivir l\ \'fW' .K."l!Crdo)> ti 1 I ~ rJc ll
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Cuba. luma que no se. oomplc1e una reesllUCtutaeión n1dlclll del glll tle Washiogtou. Claro e51~ que nadie met1ciona derivaciO· 11ts como estas. Como ya se ha dicho, si bien El Salvadot tamtiión declaró una amnlslfa, su formulación de,'1llc11df11 lo acordado en Esquipulas. Sin embargo, el N•W ll>rk Times llfllauclló los decretos del gabiemo <(e DLW!e corno •1111 avance concreto patn cumpllt con IQS acllcrclo3 de pai de la región•, compara11do esos progrc50S con la negativa de los 11U1dlnls1u a llevar a cabo lo poctado. a¡xvte de alguuos pasos •insegurou y rcnuen1es111 (unos paw.s que se aclccuub.1n a lo pactado. como ocabamm de ver, aun culllldo el JT111u ouuca informara de elk>). El Toronto Olobe and Mail nn lo contó ooo las nÚSUJ8i palllhrlls. sino que ~ribió el edic10 salvadQreiio como una •amnísúa part los militare.< y I~ csc~;\drones de la muerte~. El noble gesto de Ouarte fue condenado también coq •Cll'Ítud por· tos gt11pos de aercnso de los rterechos hutnarto>, oo solo porqu~ se ox.oulpnba de ante/llano a los asesinos de decenas de miles do perso11ns-(11unque.es impróbabla que hubieran sido pe&gUidos por ello, cuan· do el gobierno eslába bajo control efec!iVQ del ejérd10). sino 1ambién pnrque-<:omo il1<1icó Muria Julia Hemánde-z. de Tutela Legal. des¡rnés de largos meses de atrocidades conúnuadas- •aseguraba a tos mllirares que Len el fururo) tampoco se. comb$tirlan las violaciones de lo, derechos humanolil>. La amnisila o.beneficiaba especialmente a los osculldmne} de la mUerte, ViucuJadOs con el gobiem11>1, segiln el comentario pnl· ciso del Olobe al!.5 bien conocido. y aparec6 dooumentado minucioso111e111e en una monograffa ln:)pol'UIOIC (pero In no1nbrnble) de Edgar Chamorro, a quien la ClA habla scltceionodo p que llClurue de portaVoL de lln íA:nte creado a beneficio del •lcrril · enemigo• interior.'~ Ein un3 sesión de la vista del ca.so l.r4J>.contm, R ben Owon. el vínculo de OUver Nonh con los eodlnls, describió al f 112-
I Jn
1081.
ar-...vr1 J9 de: onllbto de IP8'1: L<~· ..,.,, l~ ,,.111wi
11 l. Chr!s Nonon. Q&.ú. ro clo fobrw dt 19il8.
dki
114'. Ownarrq, Pad,;1W., ""
Aru1Jy.~s.
Nbevl) Yock:, 1081,
«J1llfill,' <''~\e (frM d~ilf/CJnt1dliCH1,
ln1nlune1 of
te civil como «natla m:í$ que un nombra,
encabezado por Adolfo Calero, que es rninb1~n «una creación del gobierno Y• por tanro, el cabaUu que o, puesro guc cspcnrn que los marines les devu11lvan el pode( que han rerdido.11> Sin embatgo. los medios -aplicaron a 1M acuenlos de paz. el ya referido al¡oritmo e lmerprciaron que lo que han lle negociar un acuerdo, tarea que eslá rcsultnndo diífoil porque la •fnc· ción>o gubemaroenml insiste •en que •s~ termine con 1oda la Ayuda ex te· ríor u ln contru• /!al como e.s.ripul"n IO$ ncuerdos de paz, detalle qu6 se omito).'~ Otro periodi$114 en un ao111i~is ele lo, problemas de la región, ckscrlM u los dos contendienle$ por et poder como •los~ bandos ene. migoh; pero en El Salvador, pqf el conuario, la guerríl civil enfrenia al •&ol>ierno. •poyado por los EE.UV.• con lns •aucrrillas marx.isw...1" Bn asta pellcula. ta prccbión liugutslic:a unerpreca un p~J imponante. al igual que la selección culdadosa de los hcd><>s, su defonnaO
lle.. 117 l l8 llilhnll
LiMJeyQ,. ...,,..,.,., 15dcdiclk,i&ra1 (n.n ~"° qut.-nl tiq\licr11 dl'llpaoorr ~él lQCl!L'i 18$ u..1WM~ wa¡ 11t1ldcusui; (11,., d de (et'uro de. 1988), siJI t»«kklnnt p¡.rt Mda el •tM.sk:~imic1uo reguJ.,
do_,.,..,¡¡.
frenlllll a un ejército que, lll men~ sobre el papel, es mu~ho más Jl0r uno guerrilla genuina: el oontrol medíálico de gran parte del pars (pues se cuenta con p<>leotes eruJsoros de radio), In recluta de mercenarios en Hoodura.s 'Y terceros palscs, úna cconom(a arnünada (como resultado de la: guerra económica y el term· mmo "5llldotJnide11ses} y un g~blerno 111ado de manos (gr11eias a Ja gue. na ideol6gíca de Wasllington}, al que se le niega el derecho a tomar medidas ndOjlladas normalmente pnr las democracias occlden1alc5 c11 si· tuaciones mucho menos C0<111ili1atoriM. C:Oo solo una ¡>QrCi6n de la ayuda cxlerior a las fuen.as delegadas de los Efi.llll .. Ja gucoilla sah•adon:· íla hubieru depuesto fácilmenle ni gobierno delegado por los EB.uu.; 'Y podría pensarse que alguna ;upcrpoi.encia ahora inimaginable serlo ca, p~z de establecer oon éxito un muvlmicnlo guerrillero en IM 1.()nos fi· mí1rof01i de nuestra frontetn. as1e rnicaso de los er;.uu. -su Jn<:opaoi.. dod de org(lnizar una guorriJtn hnerlor o. al menos. que 110 requlrlera Ja a)lllda y clirección cx«>rior on lo c.scal• actual, compleramente desconocfd:i- es muy llamativo. y a la _,,x muy ilustrativo, para quien B$té proparoclo para pensar en cuál es su •i~nificación. PO< tanhl. se hacg imprescindible sup y los 111e dios de o¡>QS1ción al :;:mdini$1UO (según ínf 1988). alguno$ de tqs cuales se identit1cnban oblcrta· men1e coa la contra. Ni uno solo ti~ lo.~ «grµpos democráliL'OS 11iC"ar~ gOcnscs.., conw los denomlnn Ja referida l\Jeú1e, tuenta con el sopo<1e llo tnás del 3 por 100 de la poblaclón; •umados, no pasan del !I por 100,.,. ••••hoy la a¡cld>-'>! q0c prou" Ylfl""'' "6'ca y •ml ...W..~. Sohtt lnlit alicbd de lol sisu.'llU O'Jl._. y do comollihi.rr o} ttm>ihll, f'4 91, u l)W •hllt....1.it• lle1al c¡w envla • ls ha.ses b;indi.Jmiu de 11 coon k-t ~ioona un nh'tl M \.ida wrc-ri
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"°' puodo ('Otueguir tn Nlcan,gua. 1 oo .wto e11 ctllmb 1 J0$ alimcn"* !J ti llhl~ím
mllh1t. p.;c$ i t~ iftt'h1\0 equtp1mkt'tl.o dt1>0nJvo de primera l1aie I"~ Jao 01111 1~W. 1J ~ let1tró ck l9.S9), rrootbk-uicnto. n1a fl)1u..1.I 4'.bum1nharia• 1k11~ c1 doblo ~ tiw ito. rruan(e11ef ~ t:u fotl'lll~ ttfll!fiUu C..I oso l"nho1io :r de h ~1'111)"Urtllo 1 ukl&"'Jlkl • rModida (fue empoora lt1 s1llJ.lllli'ón r:~n1Cl4 tfl ¡ u pafs.
decir, ~()S de llll 1ercio del porcent~Je de Ja población que ~palda a los sandlnillll$, .Bstos son algunos de los re6ul1ados de varias encues1as emprendidas bajo los ausploios del Centro Interamericano de lnvostlgn· tio11C$ (rie Mtlltioo) y Ja unlversidad jcsuil3 de Managua (la UCA). l!n ct1an10 al presidente Otttga. el 421por 100 Jo valoraron «excelente o buen<»> 'i ól 29 por 100, «cOm:cto•1Compárese con otra encues1a de la UCA en El Salvtidor-poco noticiad.,...., segun In cual el 6 pór IOO ~e scnl(!lll represeniados por IOs demócrata ctl$1lunos de Duarre y el JO por 100 por Ja del'ttlilsto Allanta Rtpublicana Nacional (AAl!H/\),_rnicotraS que el 75 por 100 consJderaron que-1to habla ningóo partido qu~ los rqxcscnlllr8. 1• Otro resultado interesante de la encuesta salwd0
algunas preguntas de carácier polltlco 1enlan que $tT ouidaclos.amenie •..,. presad4$ en un lenguaje libre dt ""11$11.~· lfn porcenajc signíficauvo clc los utvadorelios nos dij<> que oo di>cutlon nunca ele polílic'a, ni t.iqu!eta con ous omlSO$ o f1111ili~ mn ctlt'l.no<. Por ol ClJCoo0onza.
Los entrevis¡ildore~ de Nicaragua ton•ldcmron que •t.J mayor pró· hlema 0011 que toparon en ei trabajo de cunipo fue el t'elmso éausadó por I• runplifieaoi6n de las tespue.•ta.•Jt, ya que 10& encuestados explicaban nllnuciOllamente el porqué de su apoyo o ~u crOica al r~gimen s;;ndilllsta. l!n cambio, en la encuesta organlzada en Honduras en novien1bn! tJg 11187, el 6S por 100 de los enuevisiados «afirmaron creer que los bon· olurcnos lcn(an miedo de exprc.w sus opiniones políticas en público• lul ~ntrevt<1ndon:s consideraron QlllO líOJO el .36 por 100 de los encues·
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119. /ftt,,·t1m(rlcan'1 PitbUc Oplnlrm S111r•'+rf '1, 4-S de J~nto. l.9%8, tm.tramcrlc11n """'
120, '\'(... "'''· !)!$, lb.
134 lA (~sµducación
1ados habían rcspondldQ s.in signos aparentes ~ 1en1or o dosconOan· Siempre ha sido ovidcn1e que exislfa una díferencla clara. entro el clima polí1ico en NicaraglUl o en Bl SalYa!lor. aunque los meil1os i!Sta· dounlóen:;!Jl',S sobre lo opinión pú. blicn salvadorena, que arrojan luz sobre la ()dlílica de los Es1ados Unl• dos y sobre las inquictudts roales de nue.."' Rubo un acuerdo caSI unánime (rusC'rito por entre el 95 y el 100 por 100 de Jus participanies) sobre . el Jmcaso de les proyec1os de I~ llliministración de .Rea11.an para El Salvadotll; la defonsa de los ncuerdos negociados; la preocupación orcolente allle las ;tiolaoiones de los derec)los humano• y el émpobrccl, miento de la mayoría <1m)illlltas 4110 se hn enriquecido ~na poquena mi· norfn-1 Ja ideniificación de la .roii• del conflic10 oo en una •Ug1Ulón del oomunismo Internacional*, •ino más bien en • la injusticia ostrucrural. que se manifiesta en un• conccnlfl!Ción injustll de la ri.queza> de ~a 1ierra. la industria y el comercio, esf (Omo en •el agotamico10 del cal)I· 1alismó y un modelo de dependencia de 1• e..t ponaclóo agrlcola que fOr• ma parte de una ei.lnlctura injUSto del com=io lnlernacional•. Con el mismo poo;entajc (95· I 00 por l 00 de votos ravorables), ;e condertt1ron
Zil•."'
1. Lll «subordinaciót1 del poder 1)91fUco ~J ·poder económloo•. 2. L• •interferencia. dircot~ y j>Í
I• enor11111 ln1crlcro 11d~ de los BslACIM l1111d<>$ en I06 OSÚlllO$ n.Coonalcs do lil Salvador>. 4. La ayuda mililar•cxtranjera. S. Ln •~ene opoiic)611 (le loo e&IHJ.•, ~"' ulfudos milil1lrcs y J.a dcrech• 111lv11llore~a a lo~ ac11crrk!s de )>llt de BiqulpulO$,. ~ tos cuale¡¡ dcherl& acle· cuai;;o 81Sah·ador,,bajo pro,1ió11 s! ._, neccslU'Ío. 6, L.1 Ley de Arnnisiíq, que e~tulpu •• los llCusadoi¡. de crimen•> ¡)l, gucnu y crl1nenes rontro la f\ull~i~>.
Ade~s, el 88 P'>f 100 obsecva la J)(eSencít ele '«Serios impcdimco• tos pata ol pmcew democrático• y conside11111 que ta nlcmootacia cris· liana et una tapadera del refuerzo de la mlcrferencia n0J1eameilcana..:
entiende que la responsabilidad principal del conflicto :lnt1lldo cabe achacarlo n la • inlervenclón ex¡ranjorn. especialmente a la de lo> E.~la· dos Unidos•: y la lucha armada ~ co11s1dcra oníl respuesta a •la incili· 1encla de formas genuinas d~ panícipacl<)n popular~. La may11ria ex!· gieroí1 el reconocimien10 do las guerrlllus del f1Ml)I ~omo una ..iuc.rza política rcprescn1111i v,.,., sucgída como resp11es1a a la vi 1e 1uprime esto infnm1acló11: se 1ro1a, más bioa, (le algo tan .J111plo como uno reglo m.atrun~lica: esa gente. que hemos so¡netí~o ~ 1urn~ll\I capricho, es del todo lrrolevnn1c. Preoo11pnllie Jl
F.I artt d• 11' •maquiMcidn hbt6rica• 1'7
pensar u tan absurdo oomo querer tomar en cuenta ti cri1erio de un asno
o de un pollo.
La conc:l111ión. en suma, e; clara: los ph1nllicadores e.sllldounl~ - i igual que lar 61itcs instruid
vano1n. sino que.aclemá$ acc)ntece que.son dlametra\mente opue.1tas u las de> sus teórico:; benefactil""i d~ Washington, Nucvn York. Cambridge o donde ~ea, Nada de esto importa, nl siquiera ~le prvstA utc:11ci6n a 1os simples htchos. fil &!precio cllllnifieslo por nuestros pueblos Sdbdltos 03, sencillamence. una clrcunstal\cla má.• ele la vldn. como el aire que rc•piramos. Los oorre.sponsales del N•w York TiR•es suelen pretender que, en NicaBgUl, las oncuesw son ilegales, sin citar ninguDa ptucba, Tampoco so acicnclo a la declmción del respetado padre jesulla que ocupa la rec1oria do la UCA (la oniyersidlld que, en condiciones nOl'ITlales. se encargarla de las encucs~); según el cual las encuestas son legales pero faJ. tau los medios; es uns afmnnclóu plausible, viitas hu ctrcun11aJ1clas. lll yP chooo Informe del Interamericano (v~ase I• not11 119) enciende q\IC la.• oncuerslón de Wa•hinglon, que Nlcarogua lll\'O que 11eep11r por 1' fllerta: la lme'l""'1eclón exlensi ' a l""P""'da por Washington
y su rcqubito ele •libertlld para la prenS11 y los grupos pollúcos, CC$e de la ayuda a las guerrillas de otros paises 'I establecimiento de negociaciones COQ los rebelde$ de Nlcaragu"" (Boston Globe, ngOlito de 1988); en realidad, 10$ otros países no p11etkn violar los acuerdos de paz. hagan lo que hagan. segdn las convenciones de la neolengua OIWcllíana que
practican el gobierno y los medlos.'" Dejando de lado, por el momcnu¡, el silenciamisnto hnbltunl del terrorismo de estado en las •democrtoias 'lne,ocpertas• y la llyuda de Hon· doras a la conim, la referencia a las negociaciones J\o deja de ser audiU; era bien conooido que solo Nicaragua había negociado un ~cuerdo de alto el fuego. Pero se aplicó el algorlnno habitual y, cuando Nicor~L\11• entabló conversaciones hasta acordar una tregua con la contra, cMe •pun10 central• fue suprimido del programa por su consigui•nte inutilidad.
Tambión fua necesario suprimir otro tncooveniente: El Salvador y Ouateroala, haciendo caro omiso de Ja va.Juntad casl unWmc de suJ pueblos,'" se oegaron a muar con las ~rrillas !ndige1111.5. Bn enero -el me.1 cruclal para el clesmantelamlento de los acuerdos- el nme• no quiso intc:mlmpir su reprensión diaria de los sandinbtas pm infor. mar de que •Scglln Jel líder del FllR, Guillermo] Ungo, las conversacio. nes no se han reanudado, a pesar de lás peticioacs del FMLN, debido a la pre; esta notlcia se 1?q¡nentó pcofusoo:iente en la pronsa.m:xicaoa, peui no así eu cJ 11•u•s.'" l!J FMLN/PDR declaró que era la 1ercern vez que Duarte ~e negaba u tllJJl·
&,,.,,,
124. Ka111•, Knigh1°Rldder Sen>ke, Glob< (•Cl. 1 dt •&ClSIO dt ou..; coo~tll•• COll •1 ~ MWltuco propo«lcman •Ut.a tu6",. 'Si no UN e~ para IJIM)Jat wo l'itctioi J4I re· 1•.ocit~ ldem&t. """pol.'O ~jefec:. ÑO,UU in.'lucocia sol'fo d continlliimo tn la cobct-'"'' ... "'noci. "'I& opf~k!o i>d'tíco: edlOoY d-dapOllibks~Go""1:Ul>. El Id.,,.. "' l!llOOn a l..,,u.I, - to.,,00 ,.._._ (jllle O...lel-poll\1• •• lllMlo coa lü "'°'"11"' cid ,,.,._ l2l. E.'
blor conversacl<>nes con ellos desde noVíembre, pero rú esta afinmción, ni la homilía Oll Jn que el ar1obiq>Q Ríve111 y Damas exho<1oba e Duar10 a responder, parecen habbierno la rechaió. Un n.uevo inton10 a¡:omotido en abril, con el apoyo d, Jlllcs ello serlo iM~p!Áble para un gobierno dcrnoctático•. Dado que en Nic!ll1> gu~ -o difcrencía de E.I Salvador- oo h.:ty una democracJa ni un gobítmo elecio. entonces e5 muy adecltlldo wmeterla al terrorismo y 11
u..,
123. El Sol 11!1 s.l•..i.r t>t i1defe"""'Oo19'3. «!l...... or l!'utl¡. U ~; A'.JI'. 13 do nlll)tr. 11(~ l d&ms)'O~ T'*5 S1.ulc, t.-t l~ 11 d6 mayo de 1988. 129. ....... ..... ,,,.• ) "!~ de¡unio el< ¡913, .... 24 de ret..n. y ,)()do ......,., de 1
gueft8 ecooómlca, y de es1e modo prcsicnarla basta que negQCio con los delegados de los ~lados Unidos.'"' El 23 de mano de l 98S se alcu1.ó una tregua en Nlcamgu•; de nucvo, era el llniCo pols que realizaba una dt las n:solbdooe• de los acucr· dos de paz.'H La tregua fue. lnrnediatamcnte saboteada ps medios siguieron sus pasos, como &e ha visto, Las cc:>nversaci<:mcs ulteriores se rompieron ell juolo, nueotrll.'l la con1rn, 11aju una dirCC
la rup1u111 de tas cc111vcrs11nt$ •• Nicon&gua íonnu ("1rte trunblén del pl•n estratt¡Jco dise)lado varias semanas llll"" por l!lliott Abra11n, •I ayudanie del sec:ll!l~ri\I de llmdo; l~ O11 • la «>otra 1 no nr· mar \ro acuerdo de pu oon los sandinls1u. pero ir prolongllll b ~"" dt facro, c¡penndo que al¡una ll(Clón mllitu sandirústa -1• que ruero, COlflO derribar un avión de •uminiolro de le conln o abrir fUl>to cootm al¡btv de ~us unidadc$- pcrmlÚñ• a la Casa Blanca ptoc11r.ir la rtalllld;ick\n de la u1')Jlffel* •Y"da mllilar del Coo¡rcso, Seg¡Ín Ab,..ms. •~ cm el cbjctho mínimo que cspcnba coni<:gi¡ir. Al ptegwitincle q1lé era lo múlnt0 que podrfan llegar a emptender •I $C les insentaba la rcfcñda pcmbllldad, Abnlrns rcplk:ó: • Arrasarc1nos M"anagua...
Entre las jug&UR:! adlcionalM dc.I •plan estral<'g!Co•, lt•s se rvicio~ de intelJgencta de los, ESmd~ Unidos ténían. que lntensitic•t sus •cllv!dl• d~< en Nlcamg11a. oto y lx'eve retención de quince dirigentes de la opo-
))(). a...,,...,,.,...l(¡,.....,,,f11 1S dejun» . . 191!!1.
'"· p.,.,.,úprecl""l.,...,.r...,,...i...ulou<~m.-. "'°'"lloOr lo. o>odlo•..,
,
--~dk:r:ados.
""'"'y
140 fo (da)ed11aoai611
sición política, por manifest¡¡rsc 8J1(• el eilifioio de ta Asamblea Naclom\l déspués de haberse negado a soltcitar er t(>rr0$pondlent~ pe,rmiso: seglln e[ O::OHA, ~en Washington existe,lg convicción gen~r:!lizamend\i celebral' una manifestación noiautonuida• y Jograr as! un ruresti> que aie;tiguarn 1a mala fe de los Si!1tdinistas. '" Varias s•mlUl~S más i;lrde, Stepbeq Kinzet, en un ¡millisi~ de la -si' JUa<;ióu, indi'có que et •J"'r~onal de la administraciól\ atribuye el fnic'aso de \as conversaciones a la intran.sigencia .sandlnista», sin mencionat la posibilidad de ninguna otra explíc~cl<)n. Lds edito~ del 7'ilne.I. afiadicroh que «Sin la guerra, y el cons.iguiente deterioro M la ec<¡nomía na• cional, es probable queManagu11 no bnbiera firmado el plan de Jl'az para l,a re:gión~ de agosto de 1987; y también animaron n la ndmi11htrttci6n "'ª'cQlaborat con los. centroamericano~• para que •e· presione ,a Nicara, gua 'f 0$ta acepte «objetivos,y calendarios lítf, co en positivo•.''' Sigúiendo' la lógici\ editorial, parece raz(lnable qu~ l¡ubiéramot apoyado ,a tjls g~Cfl'Íllas- de El Salvador; sm embargo, siempre$(! ,evita extraer esre ¡ipo de e Esquip•!as, segu/llJI incumplifodolos los p~fses qµe1!hota esmban oxent~ de ,u,compromiso. En SI.Salvador, \a,Ot1cina de<~eoho~ }h1lllanos éJe 1.e lg,lcsia documentó «UJl foéremcnto alarmante» d" lo~ asesinatos poi!" tléos de civiles durante 19&8, El .nrzoblspo, en una homilía domlnicnl, condenó· el •t'.tgieSo a la ley· de la selva», con Jo violle¡]Ci~ crcci~¡¡le dQ los esouadtortes de la muette; s11 auxiliar. Rosa Chívez, de11uudó an I• relev~•lóo nacional el :asesinato de nulf\l!'ro~os ca'mpesinos ·afillnd<¡.s al sindicato UN'l'S, declarando o su ve'?lque • todos- Jo,. indict· venia y nueve afios y so hija), e11 un pucolo r~eión reconstrultlo. 61 ~11 132. Com'1nbdo de pren~ del C'OHI\. 1• tkjunio de ICJXS. !33, Kin~rr y cditori"al, Nrr. 2S d6 ju11t.o ll~ 19t$¡ l.(~{~~ Ntt:, 1 00 ju ni~ d~ 1
dejulio: Rí,lioben!J OJ'C!Jlana, lld;:r del t1(1evo Movimiento por el Parí. la 1ii"'1'3.. el Tn\bajo y la Lib(!rtll!(. fue·a~i n~do por los servicio~ ~ !i6gutid4d,,nacion~, ~g~fi 19.S portavoco,,,dc· la 11Sociaoi6n, La c¡¡miL'eria no- ~e frenó co.n el 111ti9~rsario. Bl'2i d.e agosro, In polí~ía aacionál dctuvQ y Qltltó la ylda ·~ un médico.~uito,.Jutg Wc:ls.~. al cual 1 SU$ oon¡pañero .. aduj~rnn .gue, debido a s~ participación en Ja actiNidad humanitaria, fue ;elec.Qian;\do romo un objetivo,dentro de la ca111paM de repm ión contra lo$ c0Qpe111nt0<; humunitntios y religioso:!'. EJ'll.50..,ln•to fue condenado por u11~ ¡1'$Qlucipn d~I )'arl~momo EurQpeo que se< rcferia a la «credcmc escalada ~él tenorismtl ® l'(!\1t~n i'lmbíén fQml:is más hwes. El ~íé'-"'lto. por ej0j11plo, iITJ¡iidió (JU\" 1u 1g1C$ia abastt()iera n l
c:amente: cµo lquier coocentr~ción pol1tic¡¡ (~egún infll' en· 1rogl\f pr11vil;ion•~ ~ unc1,; trubaj~i!ores. en huelg~ J1f!ri~ne\ l,ós nlllnifr~tantl!);' t'uen:>n det01tldos por la policía (hubo, de1l<'Udio11d9 secuestró y apolizó ttl, au~iliar del operador de sonido. de&pués do l:l4. t.iíHfl. \\'o.s~ih,rrDlf f/'POl'l lo);J 1l1t llt1,,i11there (ttwu). 20 de julio rk l\J&a. cir1111ló 1t 1"(11ela Legal, ArzobilpU, N.tvcra y l>Am.lS. 2!} de m~o: obtJpo Otáv~. dcwunci1~0 f~ ftl-.1•niM eu aliiil: Alen! t,psrr.s)..junid' .)'. ;111ao~ El Sol,.l ®' tf¡.()M(): O:ellana, Et Sul, • ®. ""'"" """"''""' Nue•o Yot~. 17 ~ 'í'<~Q: 81 $<11. •80110 (lo 1983,, Piul"1l"lllO P,u•vtw•¡ eµ.,ui<1r., ·M~lcó.? do-oélubro
2'!""
142 fo (tl•.r)educar/dt1
que el Ulular renunciara a acudir. bajo amcnll.A de mue110, Muchos de los orir~nlUldores ji manif~tante.< fueton retenido.• en la prisión, y •desaparet11l• tillo de los lídert~ del slndlcato del metal, l¡~e e.nunclndo ctlllSignas anle la mullltud. En Honduras. el cjércilo impldió que IO$ tmbJj:td()res partk:íparan en las manifestaciones del día d~I trnh•j<>, organl1.adas en DanH P\lr el •indkato mnyoritárlo de la Hondum s oríonl;ll. A mediados de abril, ln policía do Tegucigalp'll h11bla ttalawdo dlsprn:us al aire y U$4dO gas~ lacrimógenos ¡xtta dispersar una man:hn d cooperantes pro derechos humanos. •desapureció,. un estudiante, Roger Oc¡nul(o ,, 11\lenttas oiros haol'Oo encarcelados por su su, Jl\lesta p1111lcipaciún en •I ya referido ataque del 7 de abril aJ consulado .,,:¡adounidense, Que la policía había obsuvado ímpasible. En Cosla Rica, variGS grnnjcr~ y cOQperJ1ivisU1,¡ en huelga fueron acos~dos y de1eo1dos l)Or la guard1n rural; 011 al menos un casa, se ~ecurrió a los gnscs lacnmógenos y la füetta f(sJca pllr3 evitar que presm1aran una petklión en el ayun1amien1Q."' Ni las atrocidades 0001inulld:u ni los abusos menos grarc.< recibieron la atención de IC>s medios o.~rndounidenses, aparte do alguna breve oolá dlspllcetue. En cambio, la denuncia de In iniquidad sandinista con· tinUaba a un rilmO febril. especiahnente cuando Nlcatagua se ~ó peí¡' un n\Omcntu a algunos de los abui;os mel1Q!'C.\ que pl'aetic1m con r~guta rid~d los pnfses olienies de los fü1ados Unidos; os(,~ mcdlaclos tle julio la ay\Jda pre>lllda a la con1r.1. En su análisis del mtnrer nllo de 1().\ acocraos de pnz. Julia Preslon ha coostmndo qlic •e han próducido muy PQCOS avani.-es, excepto en NI~~·· En llondurl.\, A7con~ no Jl"$il
El ant //•la • IH11q11/11t1clón h/Slól'lca• 143
10, en el que se indica que dos asesinatos pollticos a manos de las fuerus militares y P<'lfad1illtares contln\lan. pooduclfoclose eo gran escala en e.1 Salvador y Ouatemu lu, y en meuor grado en Honduras•, adem~• de ~varios supuestaménte llcontecido< en Nicataguu, llegún al\llde Pttstoll, •dond~ no erán habituales•. •lnlchdmentt, Nleamgua había dado JllU· ohos Jhás pasos que el te.~10 tlé. paises ccntronmorlca11M ¡llll'A ade concen1~ión de opositores [en Nandaiíue], mantuvo en prisión ~ seis de sus dlrlgenits d11nu1te un largo proceso judicial. cerró la Radio Católico lndcfinidamen1e, e~pubó a Melton, el embajador de Estado• Unidos. y expropió la mayor planla• ción azueúrcra del pafs.. Las do• picazmente un comc111arista de radio, en ona de las rtáocioncs más ;u~VC$ a la intentcnción de la policía en N811daime. que recurría por pritnora vez al uso de gases lnc1·hnó&e11os (00spués de llaber re<:lbldo «Qna Uuvla ... de piedras y palos•. seglin el párrafo decimQttm:ero del :u1ículu de Stepbcn Kinier, un tlelalle que de$llpSICc16 do ~JL
1\t 1911
•f'
\l-',d.lr~ l!i·ll ~~de ltgl;Hrt1 19 ck l&'*°;t'Q U., •'-"'. 31 dt-.p•
1l7. A'tT, tl dej.lioJe 198&.
con1n1, las dos cllmanls aprob¡¡ron condenllS ap3sionadas de 13 •brul31 represi611 de )Qs derechos humnuq.- por p81'1a 4e Mllllagua. con mayorías escandalos~s (91 Q 4 en el.Senado, 358 a 18 l'n lo Cfuwa de Re. p~ntantes), según trasmitió l~ prensa·con•satisfacción.'" Recuérdese que In •brt•l31 represión de loi;, den!ch.i;>s h11nta11os• solo se acercó, y soto mom.!!ntánenmen1c, a algunos de loo abusos menoces perpetrados habirualmentc por Jot favoñtos de los Estadi,u Unldos en la región; y que ni de lejos se asemeja al ejercicio regular de 11 •ped¡¡gogla del terrorismo,.. Y recutrdc¡e también que. mientras los scrviCill$ de seguridad de Duilr1l! y sus escuadmoes de la ll1tltrt1' ínc.remeotabJn lo.< acto• terrodstt\S de$puts da la fuma de los acuerdos de B-.viétlcos pora quc desistan de su empeño de a)'tld/11' mllltarmen1e al gobierno de Nicaragua•, de foCJl\I que el llnico J»(s de la región sometido al ataque exll'aajm-cl he de llSI mismo, el ártico complclamente desarmado. El senador Dodd -
quedó profuncfllmen1e intpte.1io111tdo por 1aJcs ob"'1Vacioncs y propues· ta.• y pidJó que "' le pennilíett •31\adir mi voz en honor de ouesuo 11· dCD, el senador Byrd. NQ fue monos efüal\·o en su clogi(l del "'''111iento liderazgo del presidente A¡ias, de Costa Rica: del presiden((! Ceraw. de Oua1ema1a: del presidente Awonu, de lionduras; y del presid~nle ouur· te, de El Salvador, un eran 8JlllgQ de n11es1ro Congreso~, aunque no lan am\go dol pueblo salvadorello, que lo teme. Jo desprecia y no ve siguos de poogceso dc:motrático en el pafs, >egt1n demuestran las varias en· cuesras do la.s que se hace caso omiso, por inúlllos. eJ senador Opdd y otros patrocinlldores de Ja Enmienda Byrd son bien ooosciente.S do IO$ logros ele )<>§ regímeoes mililarés que gobiernan t11 n11esttos estados 1erroñstas, así como de la escalada de terror que, en rcspues11 a Jos acuerdos de pu de a~quipufas, esubl O<.'\Jhando lot •moderados" oficiales • bencflcio del Congreso y los medios. Ptro ciué importa .que lo sopnn. BI Congre~o ha IQm~do una decisión •CXcelem"" al «dar un bucu revés ~ los sandinlstn. por llaber relomado la fórmula dictatorial• y •re· cordarles que los americanos solo lonenios una postura por 1.o que res· peora a los 001echos y ros eKcesos democrátiCQ5•, según comentó el New York Times, utgiendo a los demócrams a que •hagan sa~r pllblicamentc a los ~ndinisias el ñcsgo c¡ue corren por sus acciones de mala f.,,.. BstA claro que k>s editores rambtto elenco solo una postun1 sobre •los derechos y kll excew• democrirlcou en El SaJvadoF: >;icpcen 11n desprtcio máxlmo por Jus derechos democráticos de los salv~doreños, Qomo indica a las clat11s su silenci9, sin olvidar que e!Qgian illce1anlc· mente el progre><> de la democracia en e,er.al, putsto que \os ~ ''"ª~ y des~riciones han dismtnuldo hasia una media de solo un0$ 111~mos al dla. sqdn los grupos pro derechos humalio~, lo cual C$ Inda 11n~ 1114!,lota. oomparada con los ailos precedemes, "" 1--<>s edilores del Kll.•hí11gtori Post, por su pane, hicieron nn 1111111 llHt- f'1hori;ale$, Nrr, 18 de Julio y 1 de .tJjQ3lo d• '""' · I?
1 93~1
Kiuxi::r. ,.,,.,, •fl'4 .....~ "',.,
&/ orte d~ /a ~'111Jquinaeit!n "1.tr6ric11»
mlenro a las 0»A, sin embargo, pocos naclooes 1olerarlan esta intervención: ~was,Jµogton cQnslde.mria lnamist<>· NO, si no proplntnenre ilegal, que un gobierno exU'anjcro linnnolllf8 las cntltlucloi disidentes de le¡~ ae.uu ••• y probableniente no •aprobarla que el em~judor $Oviético en Washington participara en In 01nnifestación de un ¡n1po izqulerdisUI local que e•igiese el derrocamiento del gobierno actual,., por no hablar de la.illlerveoción de Jos embajadores alemanes y japonese.< en 1942, si querelll0$ JraZarun parangón más exacto. También es pooo probable que el em!tajador de una pt>tencla enemiga en guemi con Jos Bstados Unidos ruese siquiera adruitido en el país, y meno.• uno como Mehon, quien, 1ljut11t su caigo en Washington. anunció que "Jl'C• tendo hactt ~ucir lru principios de. América y los valores de la democracia, y cómo Jos sandinil>taS no cumplen ni tan solo los requisitos mlnimos•. No se iban a hacet «nlAS C.OnttSiOlleS• a los sondinistu, según este fovori10 de Elliott Abrams. el lll't}uitccto del ataque terrorista contta Nicart1¡u~. '" Chito e¡¡á que, en el caso de ull enemigo oficial, hay un dnlco rasero,, Pocos 111~S<1S nntos, Sit1,gapill h;lbfll e~pulsndo a un íJJplomáliCQ <11! los Esmdos Unidos. «ncusad.o de interferir impropiamontG e11 los ll.lun• tos nncloonles•, segdn coli1enta 0\veo Hrurles en el perl6díco de derechas 4uedlrige.' " •De aouerdo con la Convencilln de Viena, que rige las relaoiones diplomáticas. esta ln~rferencia e~ inaecptoble, de modo que los tlE.uv. no ten1an más opción que l!Ceptar la expulsión., ya que Sin. gapur acusaba al agregado de haber •animado a singapurenses desc0n1enlo$ a paniolJW en 04'rivi~ ~ntigubemamemaleS>o , Huríes ha ..._ da•-tado una defensa de Singapnt, contra IQ.S cargos de conduc1a i <<1' con la ayuda a la conttat panl que se unan y
l~I "'"lltJI do: ~iode 1981! """"'1!Glll do )olio¡ u,.i.1,. CAia, n de aguslo d< Jtgg, 1~2 . ~ Hi.tfJ'#!IJtII l"1er~.1t1 C'.!l:Ofto de 193&.
do'"""' dc4
m:cta y rcp11sión CSISW y policial. Como Siagapur es un paít scmif.., cista, que olñ!ce un clima favotablc a Ja in,~ión, entonces .e •plica la Convención de Viena. No es el caso de Nicaragua. a la cual tu •U•oddades cuentan entre Jos enemigos. Profundizando en Ja cuestión, el COlló i,ndica que. si bien Melton y oiros miembros del cuerpo diplomático llan &)do e~pubados .por ínter· ferir abienamento en l•>s asuntos lnttriores de Nicaragua, lsin embW'goJ prosigue el uso de la embajada estadounidense para financinr, dirigir y coordinar la$ 11Ctlvidade> ~ubversivas de ta oposició11OMI nicnrngUcn&e, en annonía.con IM acciones de l• contra•: la ftnanoiaoión ínclU}'c, como mlnimo, 7()().000 clólotes del programa \le ayu(I" esrndounitlcnse a In oposiolón, E!I gQbicrno de los El!,uu. «está intentando por tod.os los medios crear un góblcmo parolelo en Nicaragu8", que puedu usunilr el poder antQ una es-:tllada de los •t"'lues o un denumbc aoclaJ."' Bn octubre de 1988. Amnistía Internacional ("1) pubUeó un esludlo u1ola0<:1em, pero dej~n ros cuorp0~ mutilad0> de la,, vrctinm>, pato 01crrorltar • ln pu•
hl~cl(>n,
tnlte las vletlmtl$ ~e cuentan síndicallstas, cooperantes pro derechos ltumanos, jueces y jurat101 que trabaj~n eo casos de viólacíonc~ de de1\.'th y oslu· •IWnlc$. Al re.:oge laniblén que •no se puede recurrir a lo policla o al IU.
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144, Rco!m, ~"· Z6 do -i.. d< 19118: ¡r.,,.; llnv/.t lw ldclM•N\ u•~ lli dt ~ d 1t1h.u1G di• fl('Witdó una htf~ tW ~e A1 'lú..~ wlhlhl Ame.· W&
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cjéteito, J)'uesto que ~on ellos mismos los que reaJitAn las éarñiCcrfas tlt los escuadrones ile la muerte»> [,as matllllíás ~lío oora tló ¡ristoleros de j)lltsa110 y poliof¡is y militares unfformados, y cu~;uan coó la aparente apróbación del ostado; ;dos cscuadroués salva~oeeiíos sirwn.paril ¡¡rote• ger lll gobicttlo d~ s u respo11sabilidad ·en la torjul'll, las·desaparicion~s y las ejecuciones eXtraj11diciales q11e se cometen en su noriibte>>. Vllrios 1uieolbros de los esclfatlrones -algunv-~ de los cuales Viven esdondi-. «os e11 los F.füUU.- indicaton a At que los iittagtantes fueron seleccioirado• do entre lo~ cuerpos espe.clales de la ¡ioliofa. como la pQ)Jcía del te~oro o la gtwdia nacional. U! I~lesia y los grupos de-d~fon~ de 10> derechos humanos· éS1imu11 que, en. l987 1 hallaban cada 1ne'S cerca de una docen~ ·di> o~di\veres con las marcas de llaber sido tortutados y eje. ouwJos ¡¡or l9s &seuodrOnes de 111 muerte, ~o los márgenes de la •arre'"'~ o apilado~ en mo11to11es; Ja. llledlo ¡¡e cuadruplicó a principios d~ 19K8. ,As! mismo, Al tonsidern que el resurgimiento de l!i~ llS se debe en porl<> a lá amnistía aprobada pot el gobiemo ut1 añq antei;, Cal comó Se· hábfa prediého exte11samente ~1 tiempo que e1 IV~w !Drk 1'imcs aplAUdto to$ ptegteSQS de llJ Salvador' hacia ~¡ cwnpli· ltliento pleito de los ·aouerdp< de paz. .El infonue de .<1no fue notioi:l(lo pQr el Times. Y' el) Senado .aprobi\ una resolu~ión '(por· 54 votos contra 12) nd~ütiendo a 11/icaregua de que •la o0fitlnuada rr~sgreslón 'Sllndiuisto•de los acuerdos de pa1, de la región cnu&atla, "muy pcob,iblemente", que- el COngr~so sanciónata un nuev11 envfo.~e atuda militar al año. siguienre;.."' Esuun'Os, de nuevo. anu;.~J lnodelo (onocld\J: a las atroci.dade~ de los gObiemos protegid.os p<¡r ~ !&dos Ubíllo~ "' acompaifa .sello la rigurosa ad»ertenoia a ·NicKragu~ 111> que mejore su co111portamie010 o ¡,e lntensificllr:í eJ terrort$1t10 1>stádou1 11ídense, Bn el mismo ou111bt" de 1983. ~n c;unbi~1 ol Ct11lrlil Amerlca Repon (d~ Ciu~~d ~ Guatemwa) se'l)
Jni!.s cr(!lca éluránte 1988>La .sl!Uaoión dé los derechos hwnáJ!os, por el contrario, tl sistóm~tico \i•I goblemo•I" 13n noViembte, el /Vew York 1lme$ ¡i1Jbllé'6 u11 artículo a disereclón. donde los extremista~ J)'Olíticos• habían·generallza. do el l$rrorc (pe'o no se· menciona gue esos •CXtte.mista; polfticos•. responsables de I~ lnmensa mayoría de las carnicerlas, ~ran -y son todavía- agentes del gobierno re.1paldªdo por lo~ Estados Unidos; de he. ch!). el papel desarrollado· por loH&VU- no S& menciona en todo el artículo), Gruson describe el illtteinento actu(I] do los ·secue.sttos, la tortura y el asesinato; la situación de las ciudádes; .:nda vez l?'IQri y Ja ~dtct~" dura militar de facto» que im¡rera en el campo (segón. Ann1< M1!1]uQI, ob· sorvadora de Amedcas Watch). Los pbjetivQ~ principales, en Ja tiudnd, son «lós líderes y autivlstas sindióilleS y li>S uqulerdlstaS». El portavoz. tle una organi~cfón independiénte pto deteohós humanos ha indicado c¡ue· «ahora hay Ulll\ facha<'!~ demoorátlaá. eso e~ todo. La fao"ada esconde que todo el podet es cletcnJ:¡do pot el ejé,rcito y que le situaéión empcel mit'tiioo responsable del elevado creolmiento de los. abu~os, con c~rca de dqs violacionts dilltias de los dé· rcchos humanos: el lnfotmc..conciuye q~e. además. se trata dt una Ól.fr.a 1irosumiblemen1! Nm 13 de "°"i>ntb
ISO U• (des)ed11cació11 de la facµJt¡¡d de biplQgía dC- lo Universidad Nueiclnal fue dél;l!rüid'Oel 22 de i!icicn\bre, por tteS J) en c1 bombar&:ti. 0tf3 fuMre. cercana al ejército, aclaró guc los mililari>:HJteeq que. Solo·J)ódrátl e-0utrartestar la f\lert.a de la gu~mlla cort «terrorislllo sejectivo~. "' No tuvo demasiado rellejo en los medios, no preooup9 demasi~do, excepto por I~ PQsible ameoaza ~l proyeQtJl' a El Sal \'ll(lor, Tampoc\l los abusos 11w1ort1s cos.aron dura.nte este tiempo. El 13 de setleu¡bre; pór ejemplo, los soldsdos ~ In, policía atacaron una manifos· t¡icjon ~e estudlru1te$ en ·San SalvndoJy dispel'S:)ron otra· én Santa A¡¡a, mientras las foel"l!~S de ~egUridad rodeaban el c'lliñoio del ·sindicato. UN1'S. Fueron arrestados unps .250 est~diahres y trabajadores de la univetsidad, aunque el rwtor afinttó que, hablan sido élete11i~os 600 esfudiantes y•se desconocin el paradero de otros 400. d>urante la mañifOIJ• 11\Qlón .. la poliola ·antldl•Jurbios llisparó r6fijgas 11~ fuo,go roal y lx>tós•da. gases· laorimógen<)S éOntra Unl\ m~JlitUd de· 3,()()(J, JlfllSOU!l-1», hiri~ndo • Vllfias dci;tinas Ujl, manifes1aules» y, apruentemente,.cnllsando la mue te. inclllsó .de un potida.que m1111ej'aba un callón de ng~a (Ctuiml Am r lcq H~part), ''fi'eWIP periodistJIS. locales ·~trnn,i<'ros.
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bi l.M ac-
ciones de Ja. policía p!lrC(;en lener. c.o1110 objeiivo lntitnidar a los particlpanles en l~s prolestns ur,blinas, ah~a qu~ si' inicia u.n periodo electoral decisivo•, Por el coo1rnrio1eJ,ministro·de< Defons11; Vle'rlodistas que «In pncíen~ia de l(IS cu~rpoS' ~ ~guridll.d tie.oe Uldímltl:, '/ ya basta de pmvocaclones eo fo calle ... Ya ·1\11 \¡¡lerare· mos más \~tolenoia-. Pero el' día antes. seg1ín ona noticio del PóffA, los militares habfa11 «alacado a 500 manifestanles en Usnlntán, que ¡¡rotestaban JlilültlcJilllenle con.tra la falta .de ayUda gubcmame111al, de.'pués ,de unns graves inund~ciones». hiriendo a quince. personas ~ deteniendo a ocb0,I"
Al igual que eu los- 1néSGS anter!Qres. fa, importancia de estos abusos menores. palidece· en co1J1ras1e con la estrateg'i:i. gubernamemal QI} lnlimldaéión 1etrt>rista, Pero, en cual.qule~ caso, tarnÍJoco estos úl(unos he" ohos'¡lespettaron, it11eré.~ ni inquietud en nuesrros 111edlos; a·dÜórencín iló lo suce ~11 NandaiJne, donde el gobiemp Sant!in\sta se ~cercó n alguno (le IQ< >$lsJemál\~ ab11sos meno~ gtave~· de ()tnl" regiqnes; lo~ he· cho& de Nan~aJm~. oQ.mo ñemos visto, provOQaroJ\ tanto hort(lr que lo~ pnciflstos del C.Ongr~so ie ·vier\>!1 obligíldo,$ .a renovar ta ayuda a su~ fuenl)S teiroristns,, paril .castigar á Ni~W1lgu~. MM aún. los aliados europeos de lo3 EslCQn El ~al\;'llllor V·01fatelnala; gue cooú111ían 11,1crcciendo su ayud:I.''' De n11e1·0. vem()s 11oc la hipocresía no lien~· fton.teras 'f q,ua Burop~ B.~tá muchQ. m~s Cólo11li~(la d~ lo qoe.,se 1¡4iere creer. Corno,se ha indi~ado en lo nOla 15Q, Snm Dillon, dcj Miomi Elerald, 11 11~e informó sobre Ja.serie :de .abU•Q• ll)llnos ¡¡rnves cometidos en los >111íl\los oliente. l>n un articuJo p¡¡sterior, an~lir.a la crecienle re(ll:esión
"'""'iem"";
l~o. ur1, ro, 14
•O't) Dtllori, Mft, ~ ~ -'~W.,.i'•bt<; ('Ol-lh, 11&~.
BI "'" d• lo ••Mq111f!{>c/d¡1 /olJrJrlco•
que se ex1ieode por la ZQna, "5eñal:indo s Nicaragua cromo el <'lllpable prl"cipal; su mayor dolito foo •liaber lanz.ado gases flllCrimógcnosJ con· tn1 una marufoslación pacífica y cncan:elado a los lideres polnlcos más desucaOO< de Naudaímei.. Luego describe cómo el e~rcllo salvadoreño atacó a varitlS "concentraciones de protesta en los ciudades, numerosas, pero (lllClficu., a lo~ que una «violcnlll poUcla anlldisturbiós ... maclla· có ... con gasc$ laorimógi:nos, 8olpéS de pon1 y mis de 150 de1encione•.,., junio con el at!'e$IO de mochas otras persontlS •en Incursiones noctUn\tlS a las oficinas de dos sindicatos de 11.qu!erds y ~soolaoiones de ca111pcsl11os.. DiUon menciona btevemenle el «radical• 1n()re1!11'nl0 de lo~ •areslnlllo> político$ por parte del ejércilo y lor esouadronos de la mu&rte (pero 1ambi6n por parte de 1as guorrülas).. Conoce los h
uo.
I deoewbo:d&l988
/ JJ
convcrsaciooes de pai era tan solo '"lliC1ico"', y acllló a los rebelde> de perseguir "una mal\lobra eslr'.11égic.t" para c!Gtruit Ja democracia a ltn· vés de las prnpias fibonades democráticaS>O. "' La reunión de la OeA fue seguida en el NtW l'ork 1im« por Llndsey Oruson. quien se refirió. sin excesivo oplimi•mo, q la «perversión• del prooew de pu en Cen1roamérica. Sin embtrg<>, como cabría esptorar, solo se dlll un ejemplo: la eoncentr!IC!ión de Nandaime y la de1e0cclón de campesinos nicaragUenses, acusados de colaborru-cun la conira; ei.10$ aatos represlvot han •debllitndo todos los intMtos de revitalitar las n.ogocioclones•, segOil 01'\Jl\on, que cita aquí a diplo111~tious estndo11nide11scs. Respecto de, BI Sal vodor, tan solo ·w r~ficm a c¡11e la nmnistla de oc1ubre de 1987 pasó lá p~gln.1 de los asesinatos come1ldos nnte• rlom1en1e por lo polloín. Los abusos ·en Oui1emala u Hondums no i;c menciona.o !iqldcra, y tompoco se dke nada del estado de las ncgncillcion.. en fil Salvador y Oua1emala. ni de por qué no se han "ovilali· zndo•.1" En sumo, se aplica un 11111011 medido de la• nece5idadcs de la propagand~ gubemamemal, mediante el clll\l el lem>r\srll(J, Ju tonuru y la represloo que no ~lm!n a los fines de~e:ldos pasan u ~r iniignlfi· Mnto5. Gru.<00 reooge tambi6n que no se pQdo llegar a nlnglln acuen1o sotN'C la fecha de la .~JgulenlC!.cumbrc cenrroamericanll; por r111onct deCubre el velo, al lnf'onnar de que el go~lemo salvadorc"o había cancelado la ct:mb~. que debla celebrar!iC en •11 poís, alegRlldo •falla de capacidad ecbo6mica•. La cwicelaclón, no nh'!Mle, •se prodL1j1> pocli.~ huras desp11és de la vlsiw al vnl& de Morrls lhllbY. el cmbaj11d0r e.1peclal de los Estados Unidos p11ra Cei1troomért•• y .su reunión-con el presidente Du~ne. I.os analistas cilndo~ atrlhu· wn llls suplloSlttS dificultades a •ttu boicoi de< 11'1 as.uu .. e11 el cual Mo· "" llusby tiene su ¡wte de "respou•Abllidod" y quu IJO(lría hober sido 11t...rW'111io ¡lllfa conmll'l'ostnr ta ncgotiva del presldeute Cerezo 11 apoy11r lll '"'ciooos de guel'Ta coniro Nlcaraguu. P~ra el presldeuto Ce111m, •11•l 1mportancia que se pueda celebrar la eumbn: prcJldcoclaJ, $OHdn <~•\Ctvadores, pwque con elb imenta distroo.. la atencióo dr lí vio1~ ~ue asola su peú. asr como i11cremt111ar el ¡xtstiglo inlernnc)crnorl
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J. lndloy
El oru tl• /11 >1llJJl/Uln
que ha lldquiñdo grnci~ a ~ política de neutralidad actiw•.'" 61 modelo es el mismo que hllll1os ido v}endo repetidamente; los 8stlldo$ Unidos preparan iniciaúvas para tlific:ultar lo! acucnl0$ poU!lcos, Ouiute 1115 pon< en prdctica y los medios oo dicen palabra. La 'elección de los telllllt y el estilo del comentario ilustran •ubre los 1necani•mos utilizado~ para inculcar en los lectores los hábitos del pe•· saniicnto correcto. Una do las técnicas más útilc~ consiste en citar, sin trltlciulos, a l(deres con buena repµtadón. Así se hb,o en el verano de l938, Jx>~ ejempl1>, ouando los mfidios y el g1>bien10 proournban revigo. rar el fervor antisandinista: Stephen Kin1.er Informó iobre una reunión de los ll!stndos Uniameri~anos, lndlcnndo que • los ountros países desaprueban ~I sand!nismo y han urgido • Nicaragua p;ini que llbenalke st1régimen, aunque 110 ~'Oillcldon en au61 QS la mejor manera de rjercer esta presióID>. Se cita al presi(kmto Arias comentando que ode>gracillllwmnte. Nicaragua nos ha fnlladff• y expre$.111clo ~mi decepción. nli pena, mi lris1cza•. mientra.Y analizaban los al>Uoos cometidos por los 5'llldinimt:s con sus colegas ccntroamt:ñcAnO~; sobre 11" pnlctica.s & ~os no ~a dojndo en1w,-er ~pc:l6t\ ni tristeza alguna, cuando menos según la venión de 105 medios csl8dounidenses. 81 Pl'C'Jdcn1e Cerero a~atlió que "" siente ,¡muy apc1111do Jl0!1lue l('.'O sandinis1a1 no acepten las reglas de JA democracia•. Oeo~e Shull.(. por ~u parte, denunció al ~gobierno comoni~1~ de Nicaragua, así colllj) a las guerrillas comunistas de El Salvadury Guatemal.. en 1nn10 qpc son una •fuon:a dC$1ruc1iva y deses1abillU» l.1or ~lú mo, •el Sr. Sh,ult.z y los miniWos de 6~1•ri011'S de Uo11duras, Oua1ema• IA, BI Solvador y Cosra Rica exp¡t¡SlJIQrl ' 'gu ro.11ieto l)Or Jo• princlplQll <lo-. 19 y 21 de~ d< 1981: 1..~, Kil\-ief, >."ff. l die agos!O t,ie. 198$.
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~ew•Pol'
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tica o «elesencadenaran una ofcnslvn militar sobn: l<>s ronuaso.; $SO em· brugo, patcee 6Cf que •la imagen del pattldo. no n:sul1a danada por su rupaldo a las atrocidade• continuadas de loo e.lllldos tc:rroristas. Pocot días má.1 tllJ'd6, los senadotts paeifislaS ~pfl)baron una ley que. permilfa el envío de nuevas ayudas milil=~ ~i IQS sandinisiu traicioneros atacaban a Ja 00111ra denrro de Nicaragua o rtcibían más ~poyo milillll' del que el Congreso estimaba rownable."' L.a ageooía.AP cita a Jobo K.crry, 54>· nador liberal por Mnssnchu><:tts, quien apadrina la ~ayuda bumanltllria a los 111beldos» con un VOIO 8 favor del envío reiterado de ar1111uuc11to $1 •co))J.loúa la uflucnoi~ de armamento.soviélico en Nicarnguu, si .los ••11dinistas violuu IQS ucuerdos de paz, del ailo pasado ó ~i el gobierno ni • caragtlen•e intenta "ba1Tor" milita. ni .siquiera dentro do su te· rri1úrio; l:lmJl(lCo • ~cihir armamento del dnico proveedor tolerado por los Ee.w. En Cllmbio, lo~ aliados de los llll:uu. st llMtn del'Cs estadounidenses. Si se nlit~n Ilion su¡ ,p11labru~. el pre· ~idnilal de laAn1fo.imas ~ondldoncs democrll1icas y loo ~ticrd<» de paz que, en los medios, llevan su nombrn; sín embargo, os •1 juez que ha de determinar el grado de c11mpllmien10 lle las rtsolucion11,1 de &qulpulas y de la prá~tica demogática. El presidente de Guattmal•, un paú domlnlldo por los miliiares y que continúa a1cnoñza1ido y ....,iinando a $üS ciudadano5 - aunque sea en una e1<>lll1 menot que en hi. w-1o- 1;g. IS!. Rl!xy, • .,.,, 2do
•PI'• de l"S· "'' ""· J ck apodo 19U.
1$6
w (tlts)tll11rt>ciñn
1uueriore~ está en la ¡>06ición de coodenar a sociGdadts mucho menos tepl\"sivas y más alíicrtas, por su supues1a Incapacidad de avsnur hacia la •, en un¡i, pqsiclón que le pcrmi1e d«:.ldir qui~n está ..aesestabtl lzando• Centroamérica y qué nivel de defensa es el más adccuBC, que cite ótra• foen1es (como el Tribunal Jntcl]la<:lbnai, por ejemplo). que seleccione los hechos mds releva111es s pllrtir tic otros crltorlo6 (Jós deruhos y ne· césidadet hllmánas. In democracia y Ja libertad, al imperio de la ley. y otros valores habituales). Pero pocas veces &e' verá tal cusu en los modios. Bl bombardeo inc6sáole de material convenientemente &<1Ject,:iona· do, jumo con Ja ousencia casi tbtal de. ruonamientol crltlcos y pnsajet de 1111álisis, es lo que Inspira sus presupUestos de partida, confonnahdc así la percepción de la audiencia al sistema general de lo doctrina e rrecl8. con mucha más Me~1ividad que Ja que logrnrfa un Ministerio la Verdad. Entrewno. l!)S mMios pueden alegar que currtplart su la con lotal íranqueu (y lo hacen, aunque no en el sentido que prete~11 A IO largo de esta década espanttm. los que han violado más g111 mcn1e (y con diferencia) los dererbos bumanos han sido o bien e,_· nes dirte«IS de los Estados Unidos -la contra y el gobierno de El S v'l
allo6
Ja evidente reh:vaucia de estos hechos ha sido analizada en 10$ princi· pales medios de comunicación. yo no he sabido dlltl!IC cuenti. La muunleza real de estos regímetlC$ se de5'-tla parcialmenle, en ocasio11C$: pero no ¡e e~incn conclusiones sobre el papel cemrnl desarrollado por los es,uu. en CenlJ'Oamérica. sobre la cullura polflica de nuesuo paJ1 o sobre los principios mol'8les de unas clases pnvllegiadas qu< cunStruyeJI y apoyan estas polf1icai¡. Ell cambio. 11 se cxrraen otra~ conchlsiones, bie11 dlferenteJ. Roberl Pear. correspon&nl diplomálico del New York Times, relato las perspcotl· vas do una •nuevo polflica diplomática en Cen1roamdric•» 111\JO la nd· minilllracio11 lle George H. Bush. Esta e,~peraniadora 11ue~n polftloa del presidemc Bush y su pragmático secretatio de Estado, James Bnker, s• centrará eo colaborar ""' c.stre
pe>r IOs
""""rdol
Para asegurarse do qU<: el lector lucion•s•. Nada q~ lleve a pensar que tilgo puc· dil follar en los cl ientes de los Estados Unidos. n~d
rear añade que «Nlcanigua firmó esos acueidos en
66 La (dt1~ducacl6n para la demoeracía, y de un gran triunfo para los sis1emas de poder absolu1ísuis e incontrolables, que ban alcanzado un nivel a duras penas imagínable para Thomas Jetrerson o John [)ewey. Se nos presen1an, por tanto, las opciones habituales. Podemos elegir ser demócratas. en el senúdo jeffersqniano del l~rmino. O 1ambi~n podemos escoger
3--El arte de la «maquinación histórica»•
1. El ar:te de la (
~lanes
a de maqu_ioar que dirijan el curso de la hLmirio es L tan "'ºJª como la vida misma, Estados UnidQS la elevaron al rango de re.1ponsabilidad y !()S
proíesíooal a partir de w entrada en la primera guerra mundíal. Un análisis concreto de varios casos particulateS nos servirá para am>jar hu. solxe cómo fonciooa cote sistema. En ti prcsenie epígrafe nos ocuparemos de dos ejemplos ílUstrativos, !Ornados de un im· portanie proycc10 conjumo del gobierno y 10§ modios de comunicación, rcahzado a lo largo de los ailos ochema: la «demoniuición de los sanclinisrns• y la defensa paralela de los esoados terroristas de Washington. Una de las pruebas que se han aportado para demostrar, que Nicaragua es un tu mor canceroso que expande la subversión por todo el conUnente -una prueba más .• lan verosímil como el resto- consisle en denuncillr que los SMdinlstn~ hnblon sumínis1t11do atrtias para un alaquc tcrrorisla del M-19 contra el Palacio de JusliGi'a de Colombia, en novlcrn· bre de t 985. BI .S y el 6 do enero de L986, el New York Timts pubUcó sendos anfculos oobrt lo incrimioación de Colombía a Nicaragua y el posterior desmentido nlonrogDensc. AJ día siguien1e, el 7 de enero, Colombia aceptó oficialmcnie este desmeo1ído; el ministro de Asunios Ex1eriores colombiano declaró, en una conferencia de. prensa, que .Colombía acep
-
-4--
La democracia de mercad~ en el sistema neoliberaJ: realidad y doctrina·
e me ha invicado a bablar aquí sobre algón aspec10 relacionado con S la libertad académica o humana, una invi1ación que ofrece muchas a algunas muy senciHas opciones. Me aiend~
La libertad, cuando no hay oportunidades, es un regalo envenenado;
y negarse a pl'OpO(eionar esias oporrunidades es un ac10 criminal. BI des1ino de los más wlnerables es un indicador claro de la distancia que hay de aquí a lo que pueda merec.er el nombre de «eiviliz:ición•: mientras yo es1oy disertando, morirán 1.000 niños de enfermedades fácilmeme evilables. y al menos el doble de mujeres morirán o sufrirán graves secuelas iras el embarazo o el pano. debido a Ja falta de medica• memos y cuidados muy sencillos.' La UN'ICEF es1ima que, para supcr.r esias 1ragcdias y asegurar el acceso universal a los servicios sociales bá~icos, no baria falla má~ que la cuarta parte de los gaslos mllílnres nnuntes de los •países en desarrollo•, o cerca del 10 por 100 del glb~IO mili· lur anual de los Esindos Unidos. Es freme a esle panorama frente al que debemos desarrollar cualquier conversación seria sobre la llbcrmd hu·
"'"ºª· Se suele afirmar que tenemos a nuestro alcance la solución para lo· dM cs1as gra\'eS enfenncdades sociales, que hay razones para la cspe· '""za. Se dice, por ejemplo, que en los úl1imos años hemos visto caer • · ·!l.i:lftet dc9Qcnc:y in a nfOlibc:tal onlcr: doctrines ud ttalify.: ~fmndl Dañe ,.. · - e n la U.~crsiclod de Ciudad dcJ C.... (Suclifrica), ia . .)'O ele 1997, ·'·~~en f,e1a11. l. 1991 (Ciuibd dc:J Cabo). y ea 2 MqmiM, ~-·ftO'I. 1991 (11 Mili· 1..W Stttct. Woods Hdc. Mil 01$43, UJA; www.Z.....0<¡). 1 Ul'l'JClf', Th< l#ilt <>ftlk K·orld'sclli.ldrtn 19'}7, O:cford. OxJonl Univ, Pral, 1991; ~ ~-,_ Tlt~ />l""lftJI 1/ 14a/IOlll 1996, UMCEF Houst, N~a York. 1996.
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160 U:t (d.,)
la denwcr11clo dt '"""'''®en el sistema ne<¡liberal 161
tiranías bn1tale-s, qu~ hemos \listo cre~e_r prometedores av1u1ccs cientlfi· cos, que hay muchos otros argumentos pata tener confillllZR en un fu. 1uro mejor. .El discurro de los privOegiados está siempre marcado po< la confianu y el rriul}falismo: conocemos el camino que 1enemos delante, y no hay otro camino. La idea fundamental, irt!Ctllada con la soficiente fuerza y claridod, Indica que ;Ja victoria de lus Bitados Unidos en la guerra ftla ha significado la victoria de IJ/I compuesto de principios políticos y económicos: democracia y mercado libre.. Estos prin· cipios, s~ dfco, .ron • I• ola del ruturo: an futurn del cual los ES.V\!. son el modelo y a la vez llenen la llavc11. Avabc:> de citar al principal comentarista político dol New York limes, pero es uoa imagen convcn• cionál, repetirla con rrccue11oin en muchas regiones del mundo. y acep.tnda t'()mo esencialment~ vcrdndel'll i11Cluso por los crltlcos. También $e le /la dado el nombre de «Doctrina ClintQn•. ya que este proclamoba que nuestra nuc~a mi~lón es •Con3r& Jo polílica real como sus numerosos antecedentes: ni los E&las: cuando meoos, Ja dt111ocrarfr1 bie11 en• tendida, la que ofrece op0r!unidade.< p.va que lodos gobernemos mrestro~ propios asuntos, colectivo$ o priv~úo~. Algo similar sucede con las mercados, ya que Jos ulliques coutrb la dom<;icrnc.la l' Jos mercado~ esum
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* U'il.t4'n~, t4 ferereucli.1 3 W~Qdrow Wílson. ~idtntc dckl.1 F.&udoot U~ e-11• '"' 1913 ~ t92kv61;> l>\h .,p(tiJlo •f.!<-ta y «!llQlélóll., UI ..,¡~/del lirio *///M '""J<><'I •• oru dnotliq• polkJe. y Obolfko qt10 al!o=bm P"'dr mntt ,t .....do. i'i. ,¡,¡ 1.) 2. "lll1.ido<,.-Yr- R..,_,~ dema¡ode 19'17, dmde ..,._,mo,,l'll>\ÍC"'
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rel11cionados entre sí: tienen su rw el poder de las gr¡mdes corporaclol\C$, que son tolltlilárias en &U cst.ructun interna, están cada vez más lni.erco~edas una& coa Oirás y dependen cada vez más de estados poderosos. y que, co lo fu~ntal, no han de responder de nad8 witc el póblico. Su poder. que ya es iomcnso, esU creciendo aún mú eomo resultado de U118 política social gue •globaliza• el modelo estn1ctural del '!Creer Mundo, oon sectores que oonccnll'M la riqueza y Jos privilegios y un incremento paralelo del «porcentaje •e Jos que trabajarnn sufrlen· do la dureza de la vida y, eu sccreio. suspiraron por un~ distribución más ec111ita1iva ch sus bendiciones,., como predjo J~mes Madi~on, et principal teórico de la democracia es1adounidcn1e, hace doscientos a~os.' Os· ius opciones políticasgoei~ muy cooscientc Je gu clase-y entregada ~ la futrra de cla~s. SI lu ideas que he menciooacJo 5-0ll váldas, entonces el canllnQ h~ rta un mundo mlis justo y más libre qu.eda uera del espac\o estsbk-.aJJ!i
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por el poder y los privil~giaplos in.ttJ'C$CS y exigencias. ~111iai1do l:on ello la llberiad y ~I Ort~n), Se~o lo explioó Bermy~. con ~•I sufragio Ui\iverMl i la odu• c:ación generaliiada ... illcluso los burgue.'lts empeiaroo s seotir mieda1 11nte el pueblo. porque las masas proroellan con""1ti= en sobel'Ql\alo: PQr suerte, e.Ita tendencia w ha in~enido ~ on <;.•Q se contra- a 11 di(la que se diseílab.'lll y aplicaban los nuel'os métodos «de modelar 11
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Es Uamatlv9 que, en las dos democracias pullrcrns do) momento, 1Qer pol(tiCQ recuperado por I~ ma• SAS•, así COmQ del impenUi\'Q de prOSiCguic huta Vl'ncer cla gutua etcí· na PQr el co11trol dtl penillmiemo hlllllBOO• y de •lldoctrinat a los ciudadanns con .el cuenco capitalista» hasta que· •sean capaces de reproducirlo con suficiente fidelidad•, y otras muohas nfU111ociones pllTeCidlL<. en un.al11vi611 i111presi0 nante, que se üoolllptM de ocm tlpd de QS(uerzo; u6n innyores. Sin duda, t>S uno de· los oopltulos cen1rnles de Ja blstoria moderna.• r.ra descubrir el significado real de los •principios pollticos. y "'--Onómicos• que se >'llp<>nc representan da ola del futuro•. hace falta, ló¡¡i<:amente. dizjar atnl.s el precimismo rerodco y los pronQnciamientos ¡itlblicos y analíz.ar la pnlctica real y noe.>tros archivos docuJ1M111tales, 81 escrutinio de ~'1.<0S particulares C$ el camino mils ¡>foductivo, Jl hay