François Lyotard: el agotamiento y la desaparición de los grandes relatos de legitimación, especialmente el relato religioso y el relato político. Se asiste incluso a la disolución de las fuerzas sobre las que se apoyaba la modernidad clásica. Que no dejan de tener relación con lo que conocemos bajo el nombre de neoliberalismo, ilustran la mutación actual en la modernidad: lo posmoderno es a la cultura lo que el neoliberalismo es a la economía. Por lo tanto hay una "pérdida de referentes entre los jóvenes" una nueva condición subjetiva cuyas claves nadie posee, tampoco los responsables de su educación. Y resulta ilusorio creer que algunas lecciones de moral a la antigua puedan bastar para atajar los daños. Esto ya no funciona porque la moral hay que impartirla "en nombre de". Pero, precisamente, ya no se sabe en nombre de quién o de qué. La ausencia de un enunciante colectivo creíble está caracterizando la situación del sujeto posmoderno, que debe a hacerse a sí mismo sin contar con los recursos para ello, y sin ningún antecedente histórico o generacional con legitimidad para remitirse a él. Ya que no hay sujeto desde los orígenes debe haber Otro que es condición y posibilidad de subjetivación. Como indica Duschatzky y Corea, el Estado- nación, mediante sus instituciones principales, la familia y la escuela, ha dejado de ser el dispositivo de la “moralidad” del sujeto. Todo parece indicar que la violencia con el otro, la violencia a modo de descarga o pulsión descontrolada es el índice de la incapacidad del dispositivo para instituir una subjetividad regulada por la ley simbólica. Parece que todos por lo tanto las anteriores figuras del Otro de la modernidad, son ciertamente posibles y están disponibles, pero ya ninguno de ellos tiene el prestigio necesario para imponerse. Todos se han visto afectados por los mismos síntomas de decadencia. La decadencia de la figura del Padre en la modernidad occidental. Por ello, el análisis del devenir decadente del Otro en el período posmoderno debe incluir los tiempos neoliberales que vivimos, definidos por la "libertad" económica máxima acordada a los individuos. Lo que se llama el "mercado" no vale en absoluto como nuevo "Otro", este pretende hacerse cargo del conjunto del vínculo personal y el vínculo social Como afirma Galende, las grandes instituciones que en la modernidad iluminista mediatizaron la realización de la razón histórica como progreso se han visto crecientemente desinvestidas por los individuos en su función de agrupar, unificar y ordenar los proyectos del conjunto. Aun cuando persisten sus funciones burocráticas, cada vez mas los individuos están en ellas para su realización personal ya no para el progreso o la defensa de lo colectivo. Además este autor agrega que el empobrecimiento de la vivencia de un tiempo histórico, dando lugar en grandes grupos humanos a la presencia de una experiencia del tiempo como vacío, homogéneo, en el cual se borra el sentido del porvenir y se incrementa el puro estar en repetición. Repetición que expresa la perdida de la experiencia de lo colectivo, el empobrecimiento del deseo, el crecimiento de la autodestructividad y también de la agresividad especular con el semejante. Esta la violencia se traduce como la falla de lo simbólico que intenta ser una respuesta de urgencia a estas situaciones de emergencia. Podría plantearse que la violencia emerge como una modalidad de socialización, como un estar “con” los otros o buscar a los otros, una forma incluso de vivir la temporalidad. Vale también recordar lo que plantea Winnicott12 (1998) en relación a la esperanza que hay en juego en una conducta antisocial. Los adolescentes expresan y actúan una violencia a la manera de un espejo deformante de la degradación global de los vínculos humanos, degradación que remite al procesamiento de lo simbólico y a las fallas de su transmisión. La destrucción de los lazos simbólicos que
entraman las relaciones humanas está en el centro de la violencia contemporánea que nos sacude y la desligazón pulsional está en el centro del despliegue de una violencia que se desencadena en la realidad cada día de manera más impactante.