Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
La Iniciación cristiana, «don de Dios y tarea maternal de la Iglesia» Primera línea de acción pastoral del PPD
Delegación de Catequesis
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
La Iniciación cristiana, «don de Dios y tarea maternal de la Iglesia» Primera línea de acción pastoral del PPD
Diócesis de Málaga
Colección PPD 2001-2006
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana Delegación de Catequesis Edita: Obispado de Málaga C/ Sta. María, 18-20
Apdo. Ocial 31. 29071 Málaga Tfno.: 952 224 386 Fax: 952 224 382
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Dep. Legal: Málaga, julio 2002.
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Indice INTRODUCCIÓN
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PRIMERA PARTE LA INICIACIÓN CRISTIANA: ORIENTACIONES RALES
GENE-
1. NATURALEZA DE LA INICIACIÓN CRISTIANA
17
2. UN PROYECTO PASTORAL DE INICIACIÓN CRISTIANA
23
3. LA CATEQUESIS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA: RACTERÍSTICAS Y TAREAS FUNDAMENTALES
15
CA33
SEGUNDA PARTE PROCESO DE INICIACIÓN CRISTIANA ETAPAS
PRIMERA ETAPA: ENCUENTROS PREBAUTISMALES AÑOS)
SEGUNDA ETAPA: EL DESPERTAR RELIGIOSO (1-7 años)
39 (0-1
45
51
TERCERA ETAPA: PRIMERA INFANCIA (8-9 años). CONOCIMIENTO DE JESÚS E INICIACIÓN SACRAMENTAL 63 CUARTA ETAPA: SEGUNDA INFANCIA (10-13 AÑOS). SÍNTESIS ORGÁNICA DE LA FE
73
QUINTA ETAPA: PREADOLESCENCIA Y ADOLESCENCIA (14-18 años). PROFUNDIZACIÓN DE LA FE Y DEL SEGUIMIENTO 83 SEXTA ETAPA: JUVENTUD (18-25 años) UN PROCESO DE CATEQUESIS DE ADULTOS 5
97 105
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ANEXOS
ANEXO PRIMERO: INICIACIÓN CRISTIANA DE ADULTOS BAUTIZADOS
NO 115
ANEXO SEGUNDO: INICIACIÓN CRISTIANA DE NIÑOS Y LESCENTES NO BAUTIZADOS EN EDAD ESCOLAR
ADO123
BIBLIOGRAFÍA
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SIGLAS AG
Decreto Ad Gentes Divinitus , sobre la actividad misionera de la Iglesia (7.12.1965). CA C E E C, Catequesis de Adultos. Orientaciones generales, Madrid, Edice, 1991. CC C E E C, La Catequesis de la comunidad. Orientaciones pastorales para la catequesis en España, hoy, Madrid, Edice, 1983. CEEC C E E . CEC Catecismo de la Iglesia Católica (11.10.1992) CEE C E E CF C E E C , El Catequista y su formación , Madrid, Edice, 1985. ChL J P II, Exhortación apostólica post-sinodal Crhistifideles Laici (30.12.1998). CT J P II, Exhortación apostólica Catechesi Tradendae (16.10.1979). DGC C C , Directorio General para la Catequesis , Madrid, Edice, 1997. EN P VI, Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi (8.12.1975). FC J P II, Exhortación apostólica post-sinodal Familiaris Consortio (22.11.1981). IC C E E , La Iniciación cristiana. Reexiones y orientaciones , Madrid, Edice, 1998. NMI J P II, Carta apostólica Novo Millennio Ineunte (6.1.2001) PO Decreto sobre el ministerio y la vida sacerdotal Presbyterorum Ordinis (7.12.1965). PPD D M, Proyecto Pastoral Diocesano (10.2001). RICA Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos.
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INTRODUCCIÓN Pocas cosas pueden compararse en nuestra misión con la tarea de ayudar a que del seno de la Iglesia nazcan y crezcan nuevos hos de Dios. La Iglesia, decía S. Agustín, «es la única madre verdadera de todas las gentes, que ofrece su regazo a los no regenerados y amamanta a los regenerados». Esta maternidad la ejercita en la Iniciación Cristiana, mediante el anuncio del Evangelio con palabras, obras y a través de los sacramentos. Por eso mismo, pocas cosas pueden compararse en importancia a esa unidad in separable e inquebrantable de sacramentos y catequesis que constituye en su conjunto la Iniciación Cristiana. Hablamos, por lo tanto, de una cuestión capital. En ella se juega el ser cristiano; se inica en la fe una persona, es decir, se le bautiza, conrma y participa en la Eucaristía, se le educa básicamente en la fe, vida y misión de la Iglesia. La Iniciación Cristiana se lleva a cabo en el curso de un proceso realmente divino y humano, trinitario y eclesial. Los que acogen el mensaje divino de la salvación, atendiendo a la invitación de la Iglesia, son acom pañados por ella desde el nacimiento a la vida de los hos de Dios, hasta la madurez cristiana. Se trata de tomar conciencia de que nuestra identidad ha sido transformada por la gracia de Dios. Algunos antiguos catecismos habían sintetizado esta realidad de fe en una breve y exacta respuesta: «sí, soy cristano por la gracia de Dios». Con estas palabras se expresa el gozo del hombre que ha tomado conciencia de que es lo que es por la gracia de Dios; y que esta gracia no ha sido estéril en él, y así se lanza a lo que está por delante, corriendo hacia la meta 1. En realidad, se trata de «cual» es el cristiano que «hacemos» al preparar y celebrar estos sacramentos. Esto es algo muy serio y decisivo. La urgencia 1
CEE, La iniciación cristiana. Reexiones y orientaciones , Madrid, Edice, 1998, 9. 9
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de la Iniciación Cristiana viene determinada por la “obediencia al man dato misionero del Resucitado y la delidad a la condición maternal de la Iglesia”2. Por eso, “es preciso pregúntarnos, ante todo, cómo impulsar y llevar a buen n la dimensión maternal de la Iglesia, la incorporación a Cristo y a la Iglesia; qué debe hacer la comunidad cristiana para constituir al cristiano, para congurar y establecer su personalidad como tal” 3. Nuestro Proyecto Pastoral Diocesano 2001-2006 , nos dice: “En pocos años ha cambiado profundamente el clima religioso que se respiraba entre nosotros. Los intensos cambios sociales y culturales de estas últimas déca das están produciendo una debilitamiento de la fe de no pocos cristianos y un deterioro de la vida moral, personal, familiar y social. Son bastantes los que hoy viven su vida al margen de Dios y de cualquier referencia cris tiana. No parecen necesitar de Él para dar sentido a su existencia. Un tono de indiferencia y desafección religiosa impregna la cultura dominante, el pensamiento, las convicciones más generalizadas, la conducta y el género de vida de no pocos”4. La problemática que actualmente se plantea sobre la Iniciación Cristiana es amplia y relativamente nueva. “Uno de los más graves hechos acontecidos en Europa durante el último medio siglo ha sido la interrup ción de la transmisión de la fe cristiana en amplios sectores de la sociedad. Perdidos, olvidados o desgastados los cauces tradicionales (familia, escuela, sociedad, cultura pública), las nuevas generaciones ya no tienen noticia ni recogen signos del Dios viviente y verdadero o de la encarnación, muerte y resurrección de Jesucristo por nosotros”5. Por otra parte, hoy vemos como un buen número de nuestros bautizados, adultos y jóvenes, o no están iniciados en la fe, o lo están de modo deciente e incompleto. La catequesis, tantas veces instrumento casi único de iniciación, tal y como se está llevando, con una hora semanal en el mejor de los casos, y pensada para una época de cristiandad, resulta absolutamente insuciente 6. Es necesario tomar conciencia de que algo muy serio ha pasado y está pasando en nuestro entorno cultural. El contexto socio-cultural diculta 2
3
2000, 5. 4 5
6
IC, 1. A. C, La iniciación cristiana en la diócesis de Granada , Granada, Obispado, D M , Proyecto Pastoral Diocesano 2001-2006 , 133. (PPD). CEE, Plan Pastoral 2002-2005 , Madrid, Edice, 2001, 28. Cf. A C , La iniciación cristiana , 7. 10
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enormemente la evangelización, la personalización de la fe y, por tanto, la Iniciación cristiana: En este mundo postmoderno la formación parcela el saber, mien tras que la iniciación requiere un aprendizaje integral, que afecte a toda la persona. La pertenencia a grupos e instituciones se realiza hoy en forma de voluntariado y para un tiempo libre, mientras la iniciación reclama una integración y pertenencia plena. Los cambios sociales vertiginosos educan para lo relativo y pa sajero, mientras la iniciación para un compromiso permanente, una delidad. La sociedad impulso el disfrute de lo inmediato, mientras la ini ciación introduce la idea de una felicidad actual, pero que llega a su plenitud al nal. La sociedad desacralizada demanda, en cambio, ritos, mientras que nosotros ofrecemos fe y procesos a «fuego lento». La sociedad exalta la libertad por medio de la utilización de los bienes terrenos, mientras la iniciación, en cambio, propone una li bertad nueva relativizando lo material. La civilización postmoderna ha perdido el sentido de pertenen cia a un cuerpo social, mientras lo que tratamos de impulsar con la Iniciación cristiana son itinerarios iniciatorios en una comunidad estable7. Simultáneamente, no podemos dejar de reconocer, con profunda gratitud, que cientos de agentes laicos de pastoral en nuestras comunidades se entregan, generosa y gratuitamente, a la tarea de transmitir el Evangelio. Igualmente, muchos sacerdotes y religiosos se consagran, sin desfallecer, a su tarea de educadores natos de las comunidades que se les ha enco mendado. Somos conscientes de la gran tarea que Dios nos ha conado al
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Cf. A. L C , La Iniciación cristiana: una problemática actual , en “Teología y
Catequesis” (1999) 72, 7-16.
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enriquecernos con el don de la fe. El nos encarga abrir caminos y preparar una tierra bien dispuesta donde pueda germinar y dar fruto abundante la semilla de la fe. Las realidades brevemente descritas van haciendo surgir en la Iglesia la necesidad de revisar en profundidad la Pastoral de la Iniciación y establecer, en toda su originalidad, la Iniciación cristiana. Pero no sólo lo podemos y debemos hacer como respuesta a los actuales retos sino, también y quizás sobre todo, por una mejor comprensión de la obra de los Padres de la Iglesia, de la necesaria renovación catequética y litúrgica, de la creciente conciencia misionera y maternal de la Iglesia, etc. 8 Nuestra Iglesia diocesana no puede renunciar a lo que le es más propio: su maternidad, su misión de engendrar nuevos hos, por el Espíritu, en el misterio de Cristo y, por eso, promueve una pastoral evangelizadora, que asuma la Iniciación cristiana de sus comunidades como primera linea de acción pastoral. Este Proyecto de Pastoral de Iniciación cristiana, pretende responder a esos desafíos 9. Por ello, es necesario insistir en el hecho de que se consideraría una oportunidad perdida, si todo quedara casi reducido a preguntarnos sobre cómo y a qué edad administrar y celebrar los sacramentos de la iniciación, cómo prepararnos catequéticamente para ellos. Hemos de reexionar, orar, discernir, pregúntarnos sobre todo, cómo impulsar y llevar a buen puerto hoy el proceso de incorporación de Cristo y a la Iglesia; qué es y cuando está hoy iniciada una persona en la fe, qué rostro debemos presentar como Iglesia diocesana y como comunidad parroquial, aquí y ahora, con lo que hacemos, decimos y pensamos para hacernos más aptos a la hora de evan gelizar; qué posibles y diversos caminos iniciatorios debemos emprender. En denitiva, hemos de cuestionarnos con valentía y verdad si nuestras comunidades son o no fecundas, si la dimensión materna de la Iglesia sigue sucientemente viva y operante en nuestros grupos, comunidades, catequesis, movimientos, parroquias, etc. Hemos de insistir en la necesidad de dar primacía en todo al anuncio explícito y misionero de Jesucristo, a la atención prioritaria a la transmisión de la fe, a la solicitud de la identidad comunitaria y maternal de la Iglesia. 8
Cf. M. D C, “La iniciación cristiana”, en: V. P y otros (Eds.), Nuevo
diccionario de catequética , Madrid, San Pablo, 1999, 1240-1241. 9
Cf. PPD 140.
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“Les propongo que pongamos el acento de todas las acciones pastorales en la transmisión de la fe, de nuestra fe, de la fe de la Iglesia que nos glo riamos de profesar en Jesucristo nuestro Señor [...] Les invito a que todos nos sintamos llamados a anunciar explícita y gozosamente, con nuevo vigor, a Jesucristo, Señor de la vida y de la historia; a proclamar la fe que nos salva, la fe de la Iglesia que, el al mandato de Cristo, no ha dejado de transmitir y celebrar a lo largo de estos veinte siglos los Misterios que nos dan la Vida”10.
10
A. R , La transmisión de la fe. Plan pastoral 2000-2001 , Madrid, Arzobispado, 13
PRIMERA PARTE LA INICIACIÓN CRISTIANA: ORIENTACIONES GENERALES
1. NATURALEZA DE LA INICIACIÓN CRISTIANA 2. UN PROYECTO PASTORAL DE INICIACIÓN CRISTIANA 3. LA CATEQUESIS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA: CARACTERÍSTICAS Y TAREAS FUNDAMENTALES
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1. NATURALEZA DE LA INICIACIÓN CRISTIANA “La Iniciación cristiana es un don de Dios que recibe la persona humana por mediación de la Madre Iglesia” 11 , que no puede reducirse reducirse a un simple proceso de enseñanza y formación, sino que ha de ser considerada una realidad que implica a toda la persona , que ha de asumir existencialmen existencialmente su condición de ho de Dios, abandonando su anterior modo de vivir y entrando gozosamente en la comunión de la Iglesia 12. “La originalidad esencial de la Iniciación cristiana cris tiana consiste en que Dios tiene la iniciativa y la primacía en la transformación interior de la persona y en su integración en la Iglesia, haciéndole partícipe de la muerte y resurrección de Cristo” 13. El documento de la Conferencia Episcopal Española La Iniciación cristiana. Reexiones y orientaciones cuando trata de denir la naturaleza de la Iniciación cristiana lo hace en los siguientes términos: “es básicamente la inserción de un candidato en el misterio de Cristo, muerto y resucitado, y en la Iglesia por medio de la fe y los sacramentos” 14. El Catecismo de la Iglesia Católica , inspirándose en las Observaciones
11 12
13 14
IC 9. Cf. IC 18. IC 9. IC 19. 17
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generales generales tanto del Ritual del Bautismo de Niños como del Ritual de la Iniciación cristiana de Adultos arma: “La Iniciación cristiana, como participación en la
naturaleza divina, se realiza mediante el conjunto de los tres sacramentos: el Bautismo, que es el comienzo de la vida nueva; la Conrmación, que es su aanzamiento; y la Eucaristía, que alimenta al discípulo con el Cuerpo y la Sangre de Cristo para ser transformado en Él” 15.
La Iniciación cristiana, como mediación de la Iglesia, se verica principalmente en dos funciones pastorales relacionadas entre sí, la cate quesis y la liturgia. Cada una de estas funciones tiene un alcance propio dentro de la única misión evangelizadora y santicadora de la Iglesia, y de la nalidad común que es la edicación de la comunidad eclesial. La catequesis no puede perder de vista su íntima complementariedad con la liturgia y su apoyo mutuo. En efecto, “la catequesis está intrínsecamente unida a toda la acción litúrgica y sacramental, porque es en los sacramentos y sobre todo en la Eucaristía, donde Jesucristo actúa en plenitud para la transformación de los hombres” 16. La liturgia, por su parte, “debe ser precedida por la evangelización , la fe y la conversión; conversión; sólo así puede dar sus frutos en la vida de los eles: la vida nueva según el Espíritu, el compromiso en la Iglesia y el servicio de su unidad 17. Completada la Iniciación cristiana, es necesaria también la educación permanente de la fe en el seno de la comunidad eclesial 18. Esta educación permanente, junto con la catequesis de Iniciación, ha de formar parte del proyecto catequético global de la Iglesia particular 19. 1.1. Formas de iniciación cristiana
“Desde los tiempos apostólicos, para llegar a ser cristiano se sigue un camino y una iniciación que consta de varias etapas. Este camino puede
15
16 17 18 19
CEC 1275; Cf. IC 19 CT 23; CEC 1074. CEC 1072. Cf. DGC 69 ss. Cf. DGC 72; 274. 18
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ser recorrido rápida o lentamente. Y comprende siempre algunos elementos esenciales: el anuncio de la Palabra, la acogida del Evangelio que lleva a la conversión, la profesión de fe, el Bautismo, la efusión del Espíritu Santo, y el acceso a la comunión eucarística”20. La Iniciación cristiana, manteniendo los elementos y los nes esenciales, ha variado mucho en sus formas y a lo largo de los siglos y según las circunstancias. En los primeros siglos comprendía un tiempo de Catecumenado con los ritos litúrgicos propios que desembocaban en la celebración de los sacramentos de Iniciación 21. Hoy tenemos entre nosotros dos formas de recorrer el camino de la Iniciación cristiana: la más generalizada es la que afecta a los niños que son incorporados en los primeros meses de su vida al misterio de Cristo en la Iglesia por el Bautismo, y se recorre a lo largo de la infancia, la adoles cencia y la juventud mediante un itinerario catequético y sacramental. La meta es siempre la confesión de fe y la plena y consciente integración de los hombres en la comunión y en la misión de la Iglesia. La otra forma: la Iniciación cristiana de personas no bautizadas (niños, jóvenes o adultos) que se lleva a cabo a través de un catecumenado y culmina en la celebración de los tres sacramentos de la Iniciación22. 1.2. El itinerario típico de la Iniciación cristiana: El «Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos»
El itinerario o modelo típico de la Iniciación cristiana, como parte integrante de la misión evangelizadora de la Iglesia, ha sido desarrollado y explicado en el Ritual de la Iniciación cristiana de Adultos 23. Este itinerario está compuesto de las siguientes etapas: El anuncio misionero y pre-catecumenado Aunque el RICA comienza con la entrada en el catecumenado, el tiempo precedente o «pre-catecumenado» tiene una especial importancia. Es el tiempo destinado al anuncio misionero, durante el cual se proclama
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23
CEC 1229. Cf. CEC 1230. Cf. IC 23. Cf. IC 24. 19
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abiertamente y con decisión al Dios vivo y a Jesucristo, enviado por él para salvar a todos los hombres, a n de que, por la acción del Espíritu Santo, crean y se conviertan libremente al Señor 24. “Son elementos fundamentales en este momento: la acogida, el diálogo, el testimonio de la fe, el servicio de la caridad”25. La entrada en el catecumenado El rito de la entrada en el catecumenado expresa la acogida por parte de la Iglesia de los que han aceptado el anuncio del Evangelio, y han sido movidos a la conversión inicial. A partir de este momento los catecúmenos “son ya de la casa de Cristo, son alimentados por la Iglesia con la Palabra de Dios y favorecidos con las ayudas litúrgicas”26.
El tiempo del catecumenado El catecumenado es considerado como pieza fundamental del con junto de elementos que componen el proceso de la iniciación cristiana. “Es un tiempo de maduración de la fe que acaba con la celebración del rito de la elección. Para ser elegidos se requiere la fe iluminada y la voluntad de recibir los sacramentos 27. Durante este tiempo el catecúmeno recibirá una catequesis que le introducirá en el conocimiento del misterio de la salva ción, en la práctica de la vida cristiana y en el ejercicio de la caridad, en la oración y la celebración litúrgica, y en el testimonio de vida” 28. “El catecumenado no debe considerarse como algo independiente de la iniciación, sino como elemento constitutivo e integrante de la misma, que en un momento u otro, de una forma u otra, deberá darse. Por lo mismo, cuando se habla de catecumenado se habla de iniciación y viceversa” 29. El tiempo de la puricación y de la iluminación
La Iglesia, acabado el catecumenado, intensica su acompañamiento mediante la catequesis, la liturgia y la penitencia cuaresmal como dispo sición inmediata a la celebración de los sacramentos de la iniciación, que constituyen el centro y culmen de todo el catecumenado 30. 24
Cf. RICA, Obser. previas, 9-11; DGC 88.
CEE, Orientaciones pastorales para el catecumenado , Madrid, Edice, 2002, 13. 26 RICA, Obser. previas, 18. 27 Cf. RICA 133-142. 28 CEE, Orientaciones pastorales para el catecumenado , 15. 29 D. B, “Catecumenado”, en: D. S - A.M. T (Edd.), Nuevo Diccionario de Liturgia , Madrid, Paulinas, 1987, 314. 25
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“La formación en esta etapa tiene preferentemente un carácter espi ritual y ascético. Se dirige al corazón de los catecúmenos para puricarlos por la oración y la penitencia y se dirige a la mente para iluminarla por un conocimiento más profundo de Cristo. Además de las entregas del Símbolo de la fe y del Padrenuestro, se llevan a cabo diversos ritos, escrutinios y exorcismos”31.
Celebración de los sacramentos de la Iniciación cristiana En el contexto de la celebración del misterio pascual, la Iglesia en gendra en Cristo a los catecúmenos mediante el sacramento del Bautismo; son sellados por el don del Espíritu Santo en la Conrmación y reciben la comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo en la celebración de la Euca ristía.
El tiempo de la mistagogía Es el tiempo de la profundización en los sacramentos recibidos que va desde la octava de pascua a pentecostés y que ha de extenderse a toda la trayectoria de la vida cristiana. De aquí la importancia de la celebración del domingo para todos los eles cristianos, como día en que se hace memoria del Bautismo y se nutre la fe con la Palabra de Dios y con la participación en la Eucaristía. De la perseverancia en esta celebración brota para los bautizados un nuevo sentido de la fe, de la Iglesia y del mundo, al tiempo que se consolidan los vínculos de la comunión eclesial y se fortalece el testimonio delante de los hombres 32. 1.3. Lugares y funciones de la Iniciación La Iglesia particular, cumpliendo el mandato misionero del Señor, ejerce su función maternal, realizando la iniciación cristiana en diferentes «lugares» y por medio de determinadas acciones:
30
31 32
Cf. RICA obser. Previas 21-25; 181; IC 122. CEE, Orientaciones pastorales para el catecumenado , 15. Cf. IC 29-30. 21
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La parroquia es un “lugar privilegiado donde se realiza la comu nidad cristiana”33 es el ámbito natural de la Iniciación cristiana. A través de ella preferentemente, la Iglesia realiza esa tarea maternal de alumbrar a sus hos en la fe, con las aguas del Bautismo, el don de la plenitud del Espíritu y la congregación a la mesa de la Eucaristía. La familia como institución originaria. Su misión es un verdadero ministerio, “por medio del cual se irradia el Evangelio, hasta el punto de que la misma vida de familia se hace itinerario de fe y, en cierto modo, iniciación cristiana y escuela de los seguidores de Cristo” 34. La Acción Católica y las asociaciones y movimientos laicales, que hoy “tienen la misión de ayudar ecazmente a concretar una experiencia eclesial y un espacio comunitario propicio para el crecimiento en la fe” 35. La escuela católica “es un lugar muy relevante para la formación humana y cristiana, que entra de lleno en la misión salvíca de la Iglesia y particularmente en la exigencia de la educación de la fe...Puede ser tam bién una mediación eclesial para la Iniciación cristiana de sus alumnos, colaborando con los planes pastorales diocesanos ” 36. La enseñanza religiosa escolar , aunque “no le corresponde atender todas las dimensiones propias de una formación cristiana integral” 37 , sin embargo, puede ayudar a los educandos a entender el hecho religioso y la inuencia concreta en nuestra cultura. Un «lugar» típico de preparación de los adultos para los sacra mentos de la Iniciación cristiana es el Catecumenado bautismal institucionalizado , estrechamente unido a la comunidad cristiana38.
33 34 35 36 37 38
IC 33. FC 39. IC 35. IC 36. IC 38. Cf. DGC 256. 22
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2. UN PROYECTO PASTORAL DE INICIACIÓN CRISTIANA Un proyecto diocesano bien estructurado, que recoge aspiraciones y aportaciones del presbiterio, de los religiosos y del laicado, aviva la conan za de pertenecer a una comunidad diocesana que sabe a donde va. Puede ser un gran instrumento para vertebrar la acción pastoral de la Diócesis y congregar en torno a ella a los presbíteros, diáconos, religiosos y seglares. Está llamado a contribuir ecazmente a crear una conciencia práctica de comunidad diocesana: una comunidad afectiva y efectiva de tareas, de trabajo y de bienes, dentro de una única misión evangelizadora39. 2.1. Programación pastoral general
Por todas partes ha surgido la renovada conciencia de que la evan gelización es el gran objetivo de la Iglesia del nuevo milenio. Esta conciencia ha sido recogida, expresada e impulsada por el magisterio de la Iglesia, de un modo particularmente vivo desde la celebración del concilio Vaticano II, que ha sido el gran don de Dios para nuestro tiempo. Este concilio, ha sido sin duda el acontecimiento más importante de la Iglesia católica del siglo XX. Al inicio del nuevo milenio nos percatamos con gratitud creciente, de este gran regalo de Dios y consiguientemente, de la responsabilidad que hemos contraído con él. La «nueva evangelización», objetivo global y gran desafío 39
Cf. PPD 1996-2000, 34-40. 23
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“¡Ay de mí si no evangelizare!”, exclamaba San Pablo (1Cor 9,16). El Papa Pablo VI formuló bellamente esta urgencia para la Iglesia: “Ella existe para evangelizar [...] Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y la vocación de la Iglesia, su identidad más profunda”40. Evangelizar es la vocación de la Iglesia y, por tanto, de cualquier diócesis. El Papa Juan Pablo II, al inicio de este milenio nos ha convocado a esta tarea de siempre, con un lema emblemático: “tenemos que mirar hacia adelante, debemos remar mar adentro , conando en la palabra de Cristo: Duc in altum!”41. Un proyecto pastoral es un proceso pedagógico para suscitar en nosotros un modo de ser y de actuar que nos permita evangelizar en esta etapa de inicio de un nuevo milenio; el Proyecto Pastoral nos ayuda a aprender a ser «nuevos evangelizadores». Este objetivo global, es el que unica y organiza los demás objetivos parciales de nuestro Proyecto Pas toral Diocesano42. Juan Pablo II, recogía hace unos años esta inquietud evangelizadora en una expresión: «nueva evangelización». Con ella, el Papa designa un proyecto importante para la vida de la Iglesia del siglo XXI. Más aún, un proyecto absolutamente necesario, ya que en él se juega no solo la ecacia de la acción pastoral, sino la misma identidad de la Iglesia. Por eso una Iglesia diocesana activa y responsable, no puede sustraerse a lo que esta llamada comporta43. Tres objetivos conuyentes para responder a un mismo desafío:
evangelizar
El objetivo global de nuestro Proyecto, se desglosa en tres objetivos prioritarios44: - Primero, un nuevo «ardor e impulso» evangelizador: “el mismo entusiasmo que los primeros cristianos” 45.
40 41 42
43 44
EN 14. NMI 15. Cf. PPD 2001-2006, 77-92. Cf. ChL 34. Cf. PPD 2001-2006, 93-102. 24
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El primer fruto del encuentro con Cristo, del reconocimiento de lo que signica para la propia plenitud, es la pasión porque Cristo sea cono cido, la preocupación porque el otro acceda, de la mejor manera posible, a esta experiencia. El encuentro con el Resucitado provoca «entusiasmo» por hablar de El: “¡Hemos visto al Señor!” (Jn ( Jn 20,25). - Segundo, promover una «espiritualidad «espiritualid ad de comunión»: “hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión” 46. La oración de Jesús, “que todos sean uno” (Jn 17,21), vibra en nuestros corazones, conscientes de que la unidad en la fe y en el amor es la condición necesaria para que el mundo crea. La comunión eclesial, antes que ser una tarea nuestra, es una gracia, un gran don del Espíritu Santo, que todos los cristianos estamos llamados a acoger con humildad y gratitud y, al mismo tiempo, a vivir con sentido de responsabilidad. La fuente permanente de la comunión eclesial es la Palabr Palabraa y los sacramentos y, muy especialmente, la Eucaristía. La urgencia evangelizadora convoca a todos los cristianos y a todas las comunidades, movimientos y asociaciones de la diócesis. El amor y el servicio a la Iglesia se hace concreto cuando pasa a través de un amor realista a la diócesis a la está sacramentalmente ligado. - Tercero, favorecer la formación formaci ón que se hace «experiencia «experien cia creyente»: “promover una pedagogía de la santidad”47. La experiencia pascual es el desencadenante de la evangelización. evangelización. Los relatos pascuales nos ofrecen un dato básico y central. Los encuentros con el Resucitado terminan invariablemente en una llamada a la evangelización: “Id y haced discípulos a todas las gentes” (Mt 28,19). El encuentro con Cristo resucitado no se puede callar, hace surgir el anuncio, provoca la evangelización. Por eso la acción evangelizadora hacia otros arranca siempre de la experiencia personal de la salvación de Jesucristo vivida por los mismos creyentes creyentes en el seno de la comunidad 45
46 47
NMI 58. NMI 43. NMI 31. 25
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cristiana. La tarea apostólica de los agentes de pastoral necesita esta expe riencia fundante.
Es necesario renovar la acción pastoral El Proyecto Pastoral esta destinado a inspirar los planes y programas concretos y las lineas operativas de todos los agentes de la ación pastoral, integrando y respetando los diversos carismas, situaciones e iniciativas. Cualquier proyecto proyecto pastoral, enraizado en nuestro historia dioce sana, mira sobre todo al futuro. Por ellos hemos de dedicarnos con ilusión a renovar nuestra acción pastoral, empezando por nosotros mismos. El Proyecto abarca, además, «el conjunto de la vida y la misión de la Iglesia». Una tarea de siempre, pero que ahora se abre a los desafíos del tercer milenio del cristianismo. 2.2. La iniciación cristiana en el marco de este proyecto
Nuestro Proyecto Pastoral Diocesano presenta como una línea pastoral preferente y transversal “dar un nuevo impulso a la Iniciación cristiana, don de Dios y tarea maternal de la Iglesia” 48. En pocos años ha cambiado el clima religioso que se respiraba en tre nosotros. Un tono de indiferencia y desafección religiosa impregna la cultura dominante, el pensamiento, las convicciones más generalizadas, la conducta y el género de vida de no pocos. Los documentos de nuestros Obispos nos han alertado sobre este hecho. ¿Cómo presentar la salvación salvación cristiana a quienes no parecen ne cesitarla? En denitiva, ¿cómo anunciar y ofrecer al hombre de hoy el Evangelio de la vida y la salvación de Jesucristo de tal manera que pueda ser acogido, vivido y experimentado como promesa de Vida eterna? Nuevo impulso a la Iniciación cristiana Nuestros pastores nos indican unas pistas para vitalizar de nuevo el anuncio evangélico. Así, nos exhortan: “Deseamos hacer una nueva invita 48
Cf. PPD 2001-2006, 133-144. 26
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
ción a favor de una pastoral evangelizadora evangelizad ora más acuciante, que asuma entre sus prioridades la Iniciación cristiana. Nuestras Iglesias están llamadas hoy a desplegar una acción pastoral de evangelización evangelización frente al fenómeno generalizado del debilitamiento de la fe y la difusión de la increencia entre nosotros”49. Para cumplir con esta misión pastoral, la situación actual de la evangelización evangelización postula que el anuncio misionero y la catequesis de inicia ción, se conciban coordinadamente y se ofrezcan, en la Iglesia particular, mediante un proyecto evangelizador misionero y catecumenal y unitario 50. Así lo exige la misma unidad interna de la Iniciación cristiana, en la que el Bautismo “es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el Espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos” 51; la sacramento del don del Espíritu Espíritu es la conrmación conrmación del BautisConrmación , sacramento mo, que pone de maniesto la presencia y la acción del Espíritu Santo en la Iglesia y en los bautizados 52; y la Eucaristía , en en la que la Iniciación Iniciación cristiana alcanza su culminación, signica y realiza la comunión de vida con Dios y la unidad de la Iglesia, es pregustación de la vida eterna y compendio y suma de nuestra fe 53. La Eucaristía, cumbre de la Iniciación cristiana 54 , concentra e impulsa los objetivos de nuestro Proyecto Pastoral Catequesis, Iniciación cristiana y otros sectores pastorales:
Pastoral de juventud, vocacional, educativa escolar y familiar
“Es fundamental que la catequesis de iniciación de adultos, bau tizados o no, la catequesis de iniciación de niños y jóvenes y la catequesis permanente estén bien trabadas trabada s en el proceso catequético de la comunidad cristiana, para que la Iglesia particular crezca armónicamente y su activi dad evangelizadora mane de auténticas fuentes...Es menester propiciar su perfecta complementariedad”55. En concreto, es una prioridad transversal de nuestro Proyecto Pastoral coordinar la Pastoral de Juventud con el Proyecto de Pastoral de Iniciación cristiana. Hay que buscar en él una inspiración y una comple mentariedad; unas respuestas comunes a desafíos misioneros que afectan a todos. Una de las lagunas detectadas en la juventud es la carencia de una catequesis que refuerce su fe y que incida en planteamientos morales
49 50 51 52
53 54 55
IC 5. Cf. DGC 277; IC 17-23. IC 54. Cf. IC 55-56. Cf. IC 57. Cf. PO 5; LG 11; CEC 1368; 2031. DGC 72; Cf. CT 45.
27
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
y vitales acordes con la fe procesada. No hay que olvidar la dimensión vocacional que debe revestir todos estos planteamientos, tanto catequéticos como de pastoral misionera en el campo de la juventud. Por otra parte, hay que resaltar la importancia de toda la Pastoral educativa escolar: “El proyecto educativo de la escuela católica se dene precisamente por su referencia explícita al Evangelio de Jesucristo, con el intento de arraigarlo en la conciencia y en la vida de los jóvenes, teniendo en cuenta los condicionamientos culturales de hoy” 56. También la enseñanza religiosa escolar, aunque no es propiamente un ámbito de Iniciación cristiana, sin embargo puede y debe contribuir a los objetivos propios de ésta, al ofrecer algunas pautas de comportamiento moral que nacen entre la fe y la cultura, y entre la fe y la vida 57. Y por supuesto, esta renovación catequética tendrá como sujeto y objeto pastoral a la misma familia. Por ello, esta prioridad pastoral también afecta a la Pastoral familiar, exigiendo una coordinación especial con la misma. Un mayor impulso a la actividad catequética en nuestra Diócesis, en todos los campos y etapas, y una mayor valoración y formación adecuada de la vida litúrgica de nuestras comunidades son dos soportes imprescindi bles para poder impulsar una renovada pastoral de la Iniciación cristiana, que culmina en la Eucaristía. 2.3. Evangelización y sacramentos: unidad de palabra y sacramento
Es frecuente que en la demanda de sacramentos, en nuestras parro quias, muchos de los que lo piden lo hagan sin un conocimiento o libertad plena. Surge a veces la tentación de la negación de los mismos. El riesgo puede ser excluir a los ya habitualmente marginados de la sociedad de la
56 57
IC 36. Cf. IC 37. 28
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
posible gracia sacramental. Suelen ser los que tienen más dicultad para poder «formular» una fe que nos convenza o para poder asumir nuestras normas rituales. Son los que se acercan al Maestro para «tocar la orla del manto». Es necesario descubrir en muchas de estas posturas una verdadera sacramentalidad: signos de una realidad mayor que les habita, aunque a veces no sean conscientes o no sepan expresarla. Precisamente la tarea pastoral del celebrante consistirá en detectar esa sacramentalidad, desper tada en la celebración y ayudarla a madurar. Hay que descubrir el hálito de Dios en sus vidas, reanimarlo desde rescoldos y llegar a celebrarlo en una liturgia sacramental (bautizo, primera comunión, conrmación, boda) ese es el proceso de «acompañamiento a la gracia». Un falso dilema: «sacramentalización o evangelización» se ha insta lado con frecuencia en nosotros. Como si «evangelización» y «sacramento» fueran contrapuestos, o como si sólo pudieran llegar a los sacramentos los plenamente evangelizados y radicalmente convertidos. Palabra y sacramento, evangelización y sacramento forman parte de un mismo y complejo proceso en mutua incidencia. El sacramento posee una carga evangelizadora y no presupone necesariamente una conversión ya realizada, sino que la puede provocar. Es imposible que en una celebra ción honesta y sincera no se produzca algún acontecimiento de gracia.
zación
La acogida en la Parroquia, al servicio de la primera evangeli-
El presbítero, y los agentes de pastoral de la parroquia, hoy más que nunca, deben ser «el hombre del diálogo». Y dialogamos si nos con vertimos a la acción del Espíritu, y creemos que Él está presente y actúa en las personas -sencillas o inmaduras, o soberbia incluso- que se acerca a nuestros despachos en demanda de sacramentos. Los evangelios están salpicados de continuos diálogos a tres bandas: Jesús habla con su Padre, Jesús habla con los discípulos, Jesús habla a su Padre de sus discípulos, Jesús habla a los discípulos de su Padre. Esto es la oración: «hablarle a nuestra gente de Dios y hablar con Dios de nuestra gente». Es una oración de «rostros concretos». Y cuando mi ministerio se ha acrisolado en el taller de la oración, cambian las actitudes del evangeli zador: se siente enviado por Otro, se siente enviado a otros y portador del Evangelio de Jesús. 29
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Surgen así actitudes humanas de acogida, de acompañamiento, acompañamiento, de ayuda a explicitar lo que no se sabe expresar, expresar, de comprensión lo que aún no se entiende. Más que preocuparnos por cuestiones burocráticas este diá logo debe centrarse en la situación real y de fe de los sujetos. Es la actitud pedagógica de Pablo. Es la actitud de Jesús en la noche de Nicodemo. Es necesario que a las personas que se acercan a nuestras parro quias se le pueda ofrecer una referencia comunitaria. La teología pastoral se basa en una oferta oferta gratuita: gratuita: es la oferta de la Buena Noticia Noticia del Evangelio, Evangelio, la oferta de la «casa comunitaria» que es Iglesia que se reviste de rostros concretos en la parroquia, «hogar de puertas abiertas». Y el pastor, hoy más que nunca «en actitud de padre que acoge al ho a la puerta del templo: éste es el «nuevo otero donde divisamos al pródigo que vuelve». Y a veces el pecado no está hoy en el ho pródigo sino en el hermano mayor que se nos quedó en casa -en el Consejo Pastoral, o en Cáritas, o en el grupo de liturgia, o en el umbral del templo sin la actitud humilde de Simeón y Ana- y que constantemente está demandando el título de delidad y aún no ha descubierto que su acción evangelizadora no es decir al otro ¿donde has ido? sino preparar el banquete de la acogida. Dada la situación de muchos bautizados de nuestras comunidades, la pastoral sacramental debe ser hoy una pastoral «revestida de acogida»; una pastoral por así llamarla de «justo medio»; debe evitar los extremos opuestos a su verdad: ni el rigorismo ni el laxismo, ni sacramento indis criminado ni negación de sacramento, ni sólo atención a la élite ni sólo a la masa, ni exigencia del todo, ni evasión en la nada. En resumen un justo equilibrio entre «la ley de la exigencia y la ley de la misericordia». Colaboración de todos, en un clima de oración Conviene traer a esta reexión las palabras del Papa en Novo Millenio Ineunte : “Sólo la experiencia del silencio y de la oración ofrece el horizonte adecuado en el que pueda madurar y desarrollarse el conocimiento más auténtico, el y coherente, de aquel misterio, que tiene su expresión cul minante en la solemne proclamación del evangelista Juan: «Y la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del padre como Ho único, lleno de gracia y de
30
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
verdad» (Jn 1,14)”58. Sabemos las dicultades que entraña esta pastoral, pero no po demos dejar de armar su preeminencia dentro de la pastoral global de nuestra Diócesis: “La renovación de la Iniciación cristiana es un empeño que compartimos, en unidad de misión, con todos los presbíteros y los diáconos. La colaboración de los catequistas y demás personas dedicadas a esta pastoral es preciosa y necesaria” 59.
58 59
NMI 20. DGC 4. 31
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
3. LA CATEQUESIS DE LA INICIACIÓN CRISTIANA: CARACTERÍSTICAS Y TAREAS FUNDAMENTALES La Iniciación es una acción conjunta, es una obra de colaboración entre Dios, la Iglesia y el sujeto que es iniciado. Es un proceso que se recorre con la ayuda y acompañamiento de la Iglesia, para llegar a descubrir la maravillosa iniciativa salvadora de Dios y descubriendola poder aceptarla en la fe, para vivirla en la misma comunidad por la que se nos ha ofrecido, y así también poder ofrecerla a los demás. Este proceso va unido a un itinerario catequético que ayuda a crecer y madurar la vida de fe, ya que “la catequesis es elemento fundamental de la Iniciación cristiana y está estrechamente vinculada a los sacramentos de la Iniciación”60 , y se maniesta en unas formas objetivas que suceden siempre dentro de una comunidad. Debe procurar “una enseñanza, aprendizaje, convenientemente prolongado, de toda la vida cristiana” 61 , con el n de iniciar a los catecúmenos en el misterio de la salvación y el estilo de vida propio del Evangelio62. 3.1. Características de la catequesis de Iniciación cristiana 60 61 62
DGC 66. AG 14. Cf. DGC 63. 33
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
como:
La catequesis al servicio de la iniciación cristiana se presenta
- “Una formación orgánica y sistemática de la fe” 63. Orgánica, porque procura una síntesis viva de todo el mensaje evangélico, dando unidad a sus diversos elementos en torno al misterio de Cristo. Siste mática, porque sigue un programa articulado. Esta es la característica principal de la catequesis. - “Una formación básica, esencial, centrada en lo nuclear de la expe riencia cristiana”64 , en las certezas más básicas de la fe y en los valores evangélicos más fundamentales. “La catequesis pone los cimientos del edicio espiritual del cristiano, alimenta las raíces de la vida de fe, capacitándole para recibir el posterior alimento sólido en la vida ordinaria de la comunidad cristiana” 65. - “Un aprendizaje a toda la vida cristiana, una iniciación cristiana integral, que propicia un auténtico seguimiento de Jesucristo e in troduce en la comunidad eclesial” 66 , de manera que educa todas las dimensiones de la personalidad humana y así propicia un auténtico seguimiento de Cristo, comprometiendose personalmente en una opción de fe. 3.2. Tareas fundamentales de la catequesis de Iniciación cristiana
La iniciación en la fe y en la vida cristiana comprende las siguientes
tareas67:
Propiciar el conocimiento de la fe: supone acoger dudas y preguntas del catequizando sobre la fe; conocer el designio del Padre que Cristo nos reveló; conocer los contenidos de la fe para llegar a una síntesis de fe; co nocer la Escritura y la Tradición y profundizar en los motivos para creer y saber dar razón de la fe; profundizar el contenido del Credo como síntesis de la fe. 63 64 65 66 67
DGC 67; Cf. CT 22. DGC 67. DGC 67. DGC 67. Cf. DGC 85 y 86. 34
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
La Iniciación cristiana debe ser un momento de fuerte evangeliza ción, capaz de provocar la conversión y llevar a una opción personalizada por Cristo. El anuncio de la Palabra es el camino privilegiado para la edu cación y maduración de actitudes de fe. La educación litúrgica: supone celebrar la presencia salvíca de Cristo en los sacramentos; propiciar el conocimiento del signicado de la liturgia y los sacramentos; llevar a una participación plena, consciente y activa en la liturgia; descubrir el sentido de los diferentes tiempos litúr gicos y estas cristianas. Iniciar a la liturgia signica ayudar a insertarse en el misterio de Cristo celebrado en la comunidad cristiana. Implica una educación a los signos litúrgicos. La formación moral: supone realizar una ruptura y renuncia de aquellos modelos de conducta incompatibles con la fe; hacer desde la liber tad, una opción por Jesús y los valores que Él vivió y proclamó; percibir la moral cristiana no como un código de leyes, sino como una vocación para el seguimiento de Cristo; descubrir la vida cristiana como tiempo de lucha y esfuerzo que hay que vivir apoyados en la fuerza del Espíritu; explicar el sermón del Monte como síntesis de la moral cristiana. La catequesis lleva a asumir el estilo de vida de Jesús y sus enseñanzas, a imitar sus actitudes, y asimilar las exigencias que provienen del Evangelio. Enseñar a orar: supone asumir el carácter orante y contemplativo
que tuvo Jesús; aprender a orar con los mismos sentimientos que oraba Jesús; ayudar a percibir las maravillas de Dios en la vida; pedir la fuerza de Dios para superar los aspectos exigentes del Evangelio; profundizar en el contenido del Padrenuestro como modelo de toda oración.
La educación para la vida comunitaria : supone suscitar las actitudes propias de una vida comunitaria y que Jesús enseñó: sencillez, solicitud por los otros, acogida, perdón, amor mutuo...; descubrir la necesidad de la comunidad para poder vivir la fe y las exigencias del seguimiento de Jesús; cuidar la dimensión ecuménica; proporcionar un adecuado conoci miento de las otras confesiones; suscitar y alimentar el verdadero deseo de la unidad. La comunidad es el verdadero lugar donde se realiza el camino de fe de los catequizandos. La iniciación a la misión : supone capacitar para estar presentes en cuanto cristianos, en la sociedad, en la vida profesional, cultural y social; cooperar en los diferentes servicios eclesiales, según la vocación de cada 35
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
uno; suscitar vocaciones sacerdotales y de especial consagración; preparar para el diálogo interreligioso; saber dar razón de la fe, por la palabra y el testimonio de vida en medio de los hombres. El nuevo estilo de vida y el logro de una forma evangélica de vida, son los frutos que persigue una auténtica iniciación. La catequesis estará atenta a la educación y al creci miento en el compromiso social, caritativo, apostólico y a su efectivo ejer cicio testimonial en la comunidad y en el mundo. El proceso de iniciación debe llevar a los catequizandos a compromisos cristianos proporcionados a sus fuerzas y capacidades. Todas estas tareas son necesarias y cada una, a su modo, realiza la nalidad de la catequesis. Han de apoyarse en la transmisión del mensaje cristiano y la experiencia de la vida cristiana y cada una de ellas hay que desarrollarla tanto en su aspecto de don como en el de compromiso 68 3.3. Los catequistas en la catequesis de Iniciación cristiana
No es fácil delinear la gura del catequista que hoy necesita la Iglesia. Su perl hay que determinarlo, particularmente, en función del horizonte cultural de un siglo que hemos comenzado; horizonte que está reclamando una nueva evangelización. Se necesitan catequistas que sepan actuar en el marco religioso cultural de esta nueva evangelización de bautizados. Hay que tener, por eso, muy en cuenta las necesidades evan gelizadoras de este momento histórico, con sus valores, sus desafíos y sus sombras69. En la catequesis de Iniciación cristiana la gura del catequista es básica. Llamado por la Iglesia a ejercer el servicio de la catequesis, han de estar dotados de70:
Una fe profunda: un profundo sentido religioso, con una expe -
riencia madura de fe y un fuerte sentido de Dios; que sean capaces de dar testimonio de su fe en Dios y de responder a la inquietudes más hondas
Cf. DGC 87. Cf. DGC 237. 70 DGC 237; Cf. R. L-V.M.P, “El catequista”, en : V.M. P y otros (Eds.), Nuevo Diccionario de Catequética , Madrid, San Pablo, 419-420. 68 69
36
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
de los catequizandos para que encuentren el hondo sentido de la vida y el camino de la auténtica felicidad. Una clara identidad cristiana y eclesial: rmes en sus convicciones
cristianas; que sepan educar a los niños, jóvenes y adultos para que sepan confesar su fe y dar razón de su esperanza, por estar anclados en las verda des esenciales de la fe, en convicciones serias y en los valores evangélicos fundamentales; que sepan educar testigos en medio de un mundo donde el relativismo ético ha ganado terreno.
Una na sensibilidad misionera: preocupados por la conversión al
Señor de muchos bautizados actuales. Con una mirada de fe sobre nuestro mundo, para detectar las señales del Espíritu y leerlas como llamadas de salvación; que crean en los increyentes e indiferentes, sabedores de que, trabajados por el Espíritu, puedan ser recuperados para la fe viva; capaces de ponerse en diálogo afectivo y lleno de humanidad con las personas; que irradien esperanza, paciencia y alegría interior como fruto del espíritu que los habita; en n, comprometidos con lo humano, como expresión de la condescendencia divina, anunciadores de la salvación en medio de unos hermanos alejados de la fe.
Una honda sensibilidad social: capaces de formar unos cristianos
que sepan contagiar el fermento dinamizador del evangelio en medio de una problemática socio-económica que crea insolidaridad y manifestar la dignidad inviolable de toda persona humana. “En cierto sentido es la tarea central y unicante del servicio que la Iglesia, y en ella los eles laicos, están llamados a prestar a la familia humana”71. Han de destacar por su madurez humana, cristiana y apostólica 72 , así como por su formación y capacitación catequética73 , como corresponde al cometido que han de desempeñar y que es el de la guía espiritual de los catequizandos, acompañándoles en el aprendizaje y maduración de la fe. Se trata en denitiva de “lograr que el catequista pueda animar e cazmente un itinerario catequético en el que, las necesarias etapas, anuncie a Jesucristo, de a conocer su vida, enmarcándole en la historia de la salva ción, explica los misterios del Ho de Dios, hecho hombre por nosotros, 71 72
73
DGC 19. Cf. DGC 239. Cf. DGC 240-245. 37
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
y ayude, nalmente al catecúmeno o al catequizando a identicarse con Jesucristo en los sacramentos de iniciación”74.
74
DGC 235. 38
SEGUNDA PARTE PROCESO DE INICIACIÓN CRISTIANA. ETAPAS:
+ ENCUENTROS PREBAUTISMALES + EL DESPERTAR RELIGIOSO + PRIMERA INFANCIA: CONOCIMIENTO DE JESÚS E INICIACIÓN SACRAMENTAL + SEGUNDA INFANCIA: SÍNTESIS ORGÁNICA DE LA FE + PREADOLESCENCIA Y ADOLESCENCIA + JUVENTUD UN PROCESO DE CATEQUESIS DE ADULTOS
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
NOTA EXPLICATIVA Desde la Tradición de la Iglesia se contempla la Iniciación cristiana
como un itinerario hacia la fe madura, sucientemente amplio y debidamente
estructurado, integrado por elementos catequéticos, litúrgicos-sacramentales, comunitarios y de vida cristiana. Consiguientemente, tanto la iniciación sa -
cramental como la catequesis, como la experiencia de vida cristiana y la participación en la vida de la comunidad eclesial, son parte integrante de la Iniciación cristiana.
Un Proyecto Diocesano de Pastoral de Iniciación cristiana debe ofre cer un doble servicio: “un proceso de Iniciación cristiana, unitario y coherente para niños adolescentes y jóvenes, en íntima conexión con los sacramen tos de iniciación, ya recibidos o por recibir, y en relación con la pastoral educativa, y un proceso de catequesis de adultos, pensado para aquellos cristianos que necesitan fundamentar su fe, realizando o completando la Iniciación cristiana inaugurada o a inaugurar con el Bautismo” 75. Este doble servicio es lo que la Delegación Diocesana de Catequesis pretende ofrecer al presentar este proceso. Se trata de imaginar los pasos a dar para poder echar a andar a niños, jóvenes y adultos en los primeros pasos de la vida cristiana. Es de suponer que cada comunidad tendrá otros proyectos para continuar madurando a crecer en la vida cristiana a estos nuevos iniciados. Es por ello que a un proyecto de iniciación no cabe pedir le más que el que inicie bien. Los problemas de la pastoral no se arreglan únicamente con la Iniciación cristiana. Para la elaboración de este proceso se han seguido los siguientes criterios: 75
Cf. DGC 274 41
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Tener como referencia el Proyecto Pastoral Diocesano . Desde su perspectiva evangelizadora, queremos dar respuesta al reto de transmitir la fe en las condiciones de vida actuales de los niños, ado lescentes, jóvenes y adultos de nuestra sociedad. No se trata tanto de organizar la catequesis, sino de hacer una propuesta de fe para los diversos momentos de la vida, poniéndose el énfasis en la necesidad del anuncio misionero y la llamada a la conversión. Partir de los que estamos haciendo . Desde la realidad que existe en nuestra diócesis y desde lo que estamos haciendo, se hace la pro puesta concreta de determinadas etapas que integran el itinerario catequético de Iniciación cristiana en su conjunto, dándole unidad y coherencia al mismo. En relación con dichas etapas se presentan los elementos que conguran de cada una de ellas. Binomio iniciación-misión. Se tiene presente las tres dimensiones de la acción evangelizadora de la Iglesia: misionera, catecumenal y pastoral. Pero, tratamos de conjugar especialmente la acción cate quético-iniciatoria con la acción misionera, conscientes de que todo el proceso debe llevar a la conversión y adhesión a Jesucristo. Ámbitos educativos de la fe. Hemos tenido especialmente presen tes el ámbito familiar, el ámbito parroquial y el ámbito escolar. Progresión de los componentes en toda iniciación . Un proceso formativo avanza cuando los objetivos, medios y pedagogía de una etapa avanzan sobre los anteriores y se articulan con los de los siguientes, siempre en función de la evolución psicosocial de los participantes en el proceso. En el proceso iniciatorio hemos tenido presente con frecuencia la experiencia y actitudes de fe, la oración y celebración, la vivencia e incorporación comunitarias, el testimonio, la enseñanza religiosa escolar, el compromiso en la comunidad y en el mundo. Apartados similares en cada etapa. En la mayoría de las etapas se desarrolla el mismo esquema:
42
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
1) condiciones de posibilidad; 2) presupuestos teológicos y pastorales; 3) objetivos; 4); contenidos temáticos; 5) acciones pastorales; 6) algunos criterios pedagógicos; 7) lugares y ámbitos; 8) celebraciones sacramentales y elementos litúrgicos; 9) agentes y catequistas; 10) correspondencia con la enseñanza religiosa en el sistema edu cativo.
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
A P s e l A T a E m s i A t R u a E b M I e r P R P
PRIMERA ETAPA
ENCUENTROS PREBAUTISMALES (0-1 AÑOS) 1. CONDICIONES DE POSIBILIDAD
La mejor forma de incorporar a los niños recién nacidos al pro ceso de Iniciación cristiana es promover con los padres y padrinos una pastoral pre-bautismal, dentro de la Pastoral Familiar. Debemos hacer un esfuerzo por mejorar la situación actual y no contentarnos con dar una o dos charlas a los padres y padrinos como puro trámite para bautizar. Hay que tener en cuenta lo siguiente: 1. Los destinatarios son los padres y madres jóvenes. 2. Están bautizados y han hecho la primera comunión, pero el impacto de la secularización los ha instalado en la indiferencia religiosa, a la mayoría de ellos, y les ha llevado a un alejamiento de la Iglesia y/o de la fe. Su formación religiosa suele ser muy deciente y solicitan el Bautismo para sus hos a la Iglesia impulsados por la fuerza de la costumbre, por complacer a sus padres u otras razones. Cuando se les ofrece el participar en los encuentros o diálogos prebautismales no tienen inconvenientes a pesar de las dicultades que ponen por razón de trabajo. “En estos tiempos de crisis cultural y religiosa, la acogida de la fe y la educación en los valores dependen básicamente de que la persona tenga de ellos una experiencia positiva” 76. PPD 151. El Proyecto Pastoral Diocesano en las páginas 150-153 ofrece una rica reexión sobre el papel de la familia en la educación cristiana de los hos. 76
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2. PRESUPUESTOS TEOLÓGICOS PASTORALES A P s e l A T a E m s i A t R u a E b M I e r P R P
El Bautismo de niños ha de valorarse en su justo sentido. “La celebración del Bautismo señala el comienzo de la Iniciación cristiana de los niños y el principal punto de referencia para todo el itinerario que ha de venir después”77. Es el punto de partida de la Iniciación. La pastoral pre-bautismal con padres y padrinos es sólo un elemento integrante de una pastoral familiar más amplia que necesitará ser completada. Tiene “una originalidad propia en la que con frecuencia pueden conuir la acogida, el primer anuncio y la posibilidad de un primer acompañamiento en la búsqueda de la fe” 78. Su carácter es eminentemente de primer anuncio. “El hecho de que los párvulos no puedan aún profesar su fe no impide que se les conera el sacramento, porque en realidad ‘son bautiza dos en la fe de la Iglesia’, no precisamente en la fe personal que los padres puedan tener, cosa evidentemente deseable (…) No obstante, aunque la Iglesia es consciente de la ecacia de su fe que actúa en el Bautismo de los niños y de la validez del sacramento que ella les conere, reconoce lími tes a su praxis, ya que, exceptuando el caso de peligro de muerte, ella no acepta dar el sacramento sin el consentimiento de los padres y la garantía seria de que el niño bautizado recibirá la educación católica” 79. Por tanto, el bautismo de niños debe celebrarse sólo cuando los padres, por sí mismos o por medio de otras personas, garanticen el crecimiento de la fe de sus hos. 3. OBJETIVOS
“Reavivar en los padres y padrinos una fe activa”80. Propiciar un encuentro con la Palabra de Dios a los que necesitan un proceso de fe.
77 78 79 80
IC 69. DGC 232. IC 75.
Ritual del Bautismo de niños , 3. 46
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Asegurar la fecundidad del sacramento del Bautismo tanto res pecto a la educación en la fe de los niños (identidad cristiana) como en la incorporación a la comunidad parroquial para la construcción de una Iglesia comunitaria y evangelizadora (identidad eclesial). Explicar el sentido del sacramento del Bautismo. 4. POSIBLES ACCIONES PASTORALES CON PADRES-PADRINOS Acogida pastoral.
“La acogida de los padres y padrinos reviste una gran importancia, y no debería reducirse habitualmente a una simple preparación ceremonial de la celebración del Bautismo de sus hos” 81. El primer contacto con los padres-padrinos es fundamental y supone tener previstos los medios necesarios: lugares para los encuentros, fechas di versas para dar facilidades a los padres-padrinos, el equipo de acogida, varios guiones de diálogo para facilitar la labor del equipo, en el caso de celebrarse más de un encuentro, etc. Dada la importancia de este momento de acogida a los que solicitan el sacramento se sugiere algunas orientaciones prácticas: Ser conscientes de que la primera imagen de la Iglesia a descubrir, por los que vienen a solicitar el sacramento, la van a encontrar en el trato que se les dispense. El saludo y la acogida deben transparentar lo que la Iglesia es: signo e instrumento del amor de Dios. Orientar el diálogo hacia el terreno de la experiencia personal, aun en el caso de que la petición o las preguntas de quienes se acercan, se planteen en el terreno de lo puramente externo (organización, hora rios, requisitos necesarios, etc.). Se trataría de favorecer la expresión de lo que verdaderamente van buscando al solicitar el sacramento. El punto de partida del diálogo ha de ser el relato del aconteci miento o las circunstancias que se estén viviendo en ese momento: el nacimiento de un ho. Los que acogen han de ayudar a que aore y se exprese el signicado profundo de ese acontecimiento y cómo ha inuido en sus vidas. Los que acogen no examinan, sino que dialogan, aportando su 81
IC 76. 47
A P s e l A T a E m s i A t R u a E b M I e r P R P
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A P s e l A T a E m s i A t R u a E b M I e r P R P
propia experiencia: cómo viven ellos mismos circunstancias o acon tecimientos parecidos y encuentran en el Evangelio la luz que les permite entenderlos y vivirlos de un modo nuevo, más profundo y más humano. Harán bien en ayudarse de algún pasaje bíblico que les sirva para expresarse mejor. La Buena Noticia puede presentarse a través del relato de la ex periencia cristiana del que habla y, sobre todo, de la experiencia de la Iglesia, a la que pertenece. Lo doctrinal vendrá más adelante. Este diálogo constituye una experiencia eclesial, porque es la fe de la Iglesia la que se invita a acoger como clave que descifra el signicado de la vida de los cristianos y a la que la Iglesia invita a incorporarse para disfrutar de ella. Ofertas de preparación bautismal.
El tiempo dedicado a la preparación del bautismo ha de variar de acuerdo con las posibilidades de los destinatarios. Distinguimos dos modalidades: Encuentros o recorridos formativos a lo largo de unas sesiones. Los catequistas pueden hacer las ofertas que crea convenientes, siempre en línea misionera y siguiendo las indicaciones del material dioce sano: «Encuentros pre-bautismales». También puede ofrecerse un proceso catequético sencillo, o «proceso catecumenal bautismal». Diversos encuentros en la casa de los padres con el mismo objetivo y con una metodología menos sistemática. Se trataría de facilitar a los padres y padrinos la posibilidad de la preparación del Bautismo de su ho en su casa. Unos servicios pastorales de calidad.
Las «ofertas» pastorales in dicadas han de contar con unos objetivos y núcleos temáticos concretos; una pedagogía propia de adultos y unas personas responsables y prepa radas.
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5. CONTENIDOS TEMÁTICOS
“No se trata aquí de repetir lo que ya dice el Ritual del Bautismo de Niños en orden a la preparación y celebración del mismo 82 pero sí de señalar que en la catequesis y en la celebración hay que subrayar la gratuidad de la acción de la gracia de Dios, así como la maternidad de la Iglesia, que no excluye a nadie; y nalmente el compromiso que adquieren los padres y padrinos de ayudar al nuevo cristiano a proseguir el itinerario que tiene su punto de partida en el Bautismo”83. Desde la situación concreta de los padres y padrinos, la Iglesia propone un itinerario de fe en Jesús, a desarrollar en estos encuentros por medio de una catequesis evangelizadora, es decir, una catequesis que haga percibir el signicado de la Buena Noticia del Evangelio y que no puede limitarse a la adquisición de un saber teórico. Debe dar lugar a una expe riencia de encuentro religioso. Ayudará a esta experiencia, el incorporar a la preparación elementos de oración y de celebración permitiendo vivir una experiencia de Iglesia a los padres que viven lejos de cualquier práctica religiosa frecuente. Los materiales diocesanos 84 , actualmente en revisión, ofrecen un itinerario de estas características. Los temas que se proponen y su desarrollo dependen del número de encuentros que se programen. El ideal sería que se pudiese impartir, en diversas sesiones, todo el temario, o al menos, tres de los temas propuestos a continuación:
82
83
84
1º Ha nacido una vida.
5º Venir a este mundo.
2º Ser padre y madre. 3º Llamados por el nombre. tiano cada 4º Nadie está solo.
6º Jesucristo y su Iglesia. 7º Ir haciéndose crisdía. 8º Celebrar el Bautismo… Sí pero ¿por qué?
Cf. Ritual del Bautismo de niños , 1-108, especialmente: 10-32; 54-60 y 87-103.
IC 76. Cf. D D C , Encuentros prebautismales , Málaga, 49
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6. ALGUNOS CRITERIOS PEDAGÓGICOS A P s e l A T a E m s i A t R u a E b M I e r P R P
Proceder con una dinámica de escucha. Evitar preguntas sobre la realidad de su vida partiendo de es quemas preconcebidos sin darles oportunidad a expresarse. reuniones. Bautismo.
No olvidar que ellos son los verdaderos protagonistas de las
No instrumentalizar el diálogo directamente sobre los temas del
Para que esta etapa pueda cumplir sus objetivos, el Secreta riado de Pastoral Familiar podrá organizar distintos encuentros con los sacerdotes, equipos de acogida existentes o promover su existencia y con catequistas de los encuentros pre-bautismales. Estos encuentros pueden ser por Arciprestazgos. 7. CELEBRACIÓN SACRAMENTAL
La prenotandas del Ritual de Bautismo de Niños , en los números 61ss, indican todo lo necesario para la celebración del sacramento del Bautismo. 8. EL CATEQUISTA
Cada comunidad parroquial debe contar con un equipo de catequistas encargado de acoger e impartir las catequesis previas a la celebración del sacramento. Este equipo no actúa en nombre propio, sino que junto con el sacerdote está al servicio de la acción evangelizadora de la comunidad y para la comunidad. Sus miembros han de ser padres co nocidos y aceptados en la comunidad como cristianos que viven elmente su fe, tienen una profunda inquietud evangelizadora y están capacitados para realizar digna y adecuadamente el servicio encomendado.
50
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
SEGUNDA ETAPA
EL DESPERTAR RELIGIOSO (1-7 años) 1. CONDICIONES DE POSIBILIDAD
“El niño pequeño recibe de sus padres y del ambiente familiar los primeros rudimentos de la catequesis” 85. “Esta iniciación cristiana familiar reviste los sencillos caracteres de un despertar religioso que los padres ofrecen a sus hos en las relaciones afectivas familiares”86. En esta etapa del proceso podrá contarse con los padres y padri nos cristianos de verdad que se presten libre y responsablemente a aceptar los servicios que les ofrezca la comunidad parroquial. Sin embargo hay una inmensa mayoría de padres instalados en la indiferencia religiosa o alejados de la fe que la comunidad cristiana no puede ignorar. Estos padres serán objeto de un primer anuncio para favorecer indirectamente un clima pre-iniciatorio de los hos. Inicialmente, estos padres, aceptan asistir a las sesiones que les capaciten para despertar religiosamente a sus hos y puedan pasar a la catequesis de «primera comunión», aunque no hayan participado de las ac ciones que la comunidad les ha ofrecido en los años posteriores al Bautismo de sus hos. Vienen, la mayoría de ellos, con una actitud de increencia o de 85
86
CT 36.
CC 245. 51
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
confusión interior parecida a la del momento del Bautismo de sus hos y no vienen de buen grado, pero en el transcurso de las reuniones descubren la necesidad de formarse y actualizar su vida cristiana. En este sentido, los padres creyentes son los que mejor asumen el ser miembros activos en el proceso de iniciación de sus hos y necesitan los servicios de animación que la comunidad les ofrece en la Catequesis Familiar y los asumirán libre y responsablemente. A o P s o i A g T i E l e R A D r a t N r U e G p s E e S D
2. PRESUPUESTOS TEOLÓGICOS PASTORALES Derecho de los padres. Los padres tienen el derecho y la obligación
de educar a sus hos en la fe y en la práctica cristiana, de acompañarlos de manera efectiva y responsable en su proceso de educación cristiana. Más aún, la familia como estructura básica donde se engendra la persona y se le inicia a la vida, es también estructura básica de la iniciación cristiana, donde se gesta, nace y crece en la vida nueva recibida en el Bautismo. Esta educación cristiana es más testimonial que de instrucción, más ocasional que sistemática, más permanente y cotidiana que estructurada 87. Importancia de los primeros años de vida . En estos primeros años de
la vida del niño “el testimonio de vida cristiana, ofrecido por los padres en el seno de la familia les llega envuelto en el cariño y el respeto materno y paterno. Los hos perciben y viven gozosamente la cercanía de Dios y de Jesús que los padres maniestan, hasta tal punto que esta primera ex periencia cristiana deja frecuentemente en ellos una huella que dura toda la vida. Este despertar religioso infantil en el ambiente familiar tiene, por ello, un carácter insustituible” 88. La Catequesis Familiar . La comunidad cristiana ofrece a los padres
la preparación adecuada para despertar religiosamente a sus hos en la «catequesis familiar». De esta manera se intenta tener una acción misionera con los padres haciéndoles descubrir el compromiso de educar religiosa mente a sus hos, contraído el día del bautismo.
87 88
Cf. DGC 255. DGC 226. 52
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
3. OBJETIVOS 3.1. Generales
Señalamos los siguientes89: Concienciar a la comunidad cristiana de la importancia de ayudar a los padres a cumplir la misión de educar a sus hos en la fe. Ayudar a los padres a que reconozcan, descubran y cumplan la misión de educar en la fe a sus hos. Ofrecer a los padres el anuncio de Jesucristo y la llamada a la fe y conversión, como paso necesario para el despertar religioso y la iniciación cristiana de sus hos. Ayudar y acompañar al niño en el descubrimiento y conocimiento inicial del misterio de Dios. Comprender que el despertar religioso ha de ponerse en relación con el proceso de catequesis de iniciación cristiana que comienza con la recepción del Bautismo y se abre a etapas sucesivas. Ofrecer a los padres los medios necesarios para llevar a cabo el despertar religioso. 3.2. Específcos
Señalamos los siguientes90: Ayudar al niño a descubrir los elementos religiosos presentes en el mundo que le rodea: personas, objetos, imágenes, lugares sagrados, estas y celebraciones. Ayudar al niño a descubrir la presencia de Dios Padre, bueno y providente. Ayudar al niño a descubrir su vida y el mundo que le rodea como un don de Dios, suscitando en él sentimientos de conanza y gratitud por
89 90
Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 11-12. Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 11-12. 53
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
la creación. Ayudarles a descubrir que Jesús nos enseña quien es Dios y nos señala el camino para llegar a Él y nos acompaña.. Iniciarles en la vida de la familia de Dios que es la Iglesia. Suscitar en el niño actitudes cristianas básicas, e iniciar la edu cación de hábitos y comportamientos cristianos. A o P s o i A g T i E l e R A D r a t N r U e G p s E e S D
Iniciarles en los primeros pasos de la oración como principio de un diálogo con Dios (de acción de gracias, bendición y súplica). 4. CONTENIDOS TEMÁTICOS 4.1. En relación con la formación de los padres
Señalamos los siguientes91: Desarrollar una acción misionera con los padres, orientada al anuncio de Jesucristo y la llamada a la fe y a la conversión. Desarrollar en ellos y ayudarles a llevar a cabo la misión recibida en el sacramento del matrimonio de educar a sus hos en la fe. Profundizar en el sentido del Bautismo, la Palabra de Dios, la vida de fe y la pertenencia a la Iglesia como realidades básicas para la educación del niño. Fundamentar el sentido y el valor de la familia y sus hos en la Iglesia: su pertenencia, participación y responsabilidad. Teniendo en cuenta la situación de fe y los sucesivos retos que la cultura y la sociedad plantea a los padres (relativismo moral, diversas formas de vida familiar...) ofrecer a los padres una formación básica cris -
91
Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 12. 54
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
tiana incluyendo el anuncio del evangelio y la llamada a la conversión. Tomar conciencia efectiva de las distintas situaciones de fe de los padres: padres alejados de la fe y de la vida cristiana; padres que no han celebrado el sacramento del matrimonio; u otras situaciones. 4.2. En relación con la catequesis del despertar religioso
Señalamos los siguientes92: Ayudar al niño a descubrir la presencia de Dios Padre. Que el niño abra su corazón a Dios, reconozca el amor que le tiene y le de gracias. Presentar la propia vida del niño como el gran regalo de Dios que le invita a crecer y vivir en su presencia. La acción de gracias y la ala -
banza.
Ayudarle a descubrir la creación y todas las cosas que contiene como obras de Dios que debemos acoger, agradecer y cuidar. Ayudar al niño a dar los primeros pasos en el encuentro con Jesús: Él nos enseña el camino para llegar a Dios. la Iglesia.
Ayudarle a descubrir su pertenencia a una gran familia que es
Iniciar la formación de actitudes y valores cristianos básicos; así como comenzar su educación para el discernimiento del bien y del mal 93. 5. ACCIONES PASTORALES
Con estas acciones la comunidad cristiana quiere realizar una tarea de seguimiento de la pastoral pre-bautismal para ayudar a los padres en la educación de la fe de sus hos recién bautizados. Educar en la fe en
92
Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 13.
Estos contenidos los encontramos desarrollados en el catecismo «Padre nuestro» de la Conferencia Episcopal Española y en los materiales diocesanos correspondientes al «Despertar religioso en la catequesis familiar» o «Despertar religioso en grupos parroquiales». 93
55
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
estas edades supone crear en el ámbito familiar unas condiciones huma no-religiosas y cristianas que ayuden a estimular las primeras expresiones de la fe infantil. Se trata en denitiva de ayudarles a realizar el despertar religioso de sus hos. Para ello han de realizarse algunas acciones, como por ejemplo: - Enviar una carta circular, una o dos veces al año, o una vez al mes, que los oriente sobre algunas actitudes posibles para con sus hos y les de pistas para despertar su sensibilidad religiosa, etc… A o P s o i A g T i E l e R A D r a t N r U e G p s E e S D
- Visitar a las familias, dos o tres veces por curso. - Convocar anualmente para un cursillo sobre pedagogía religiosa fa miliar, el testimonio familiar y su repercusión en la imagen de Dios en los hos, etc., disponiendo de un servicio ocasional de «guardería». - Fomentar la oración familiar mediante un libro de oración que contenga esquemas sencillos para la breve oración diaria o semanal en el hogar, padres e hos conjuntamente (hoy existen muchas pu blicaciones en este sentido). - Convocar a los padres para una «catequesis de adultos». - Promover encuentros de «padres jóvenes». El Secretariado de Pastoral Familiar elaboraría los materiales para estos encuentros y demás acciones. Estas acciones se realizarán con los padres después del bautismo de sus hos hasta la edad de siete años en que se inicia el desarrollo del despertar religioso en la catequesis familiar. Esta se concibe como pre-ca tequesis a los padres para hacer el anuncio misionero del Evangelio. Está implantada en la mayoría de las parroquias de la diócesis. Las acciones propias del Despertar religioso en la Catequesis Fa miliar son: - Encuentros semanales o quincenales con los padres. - Encuentros con los niños en la parroquia, al menos una vez al mes. 56
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
- Ofrecer a los padres los medios para llevar a cabo el Despertar religiosos de sus hos. - Muchas parroquias ofrecen el «Despertar Religiosos» directamente a los niños con reuniones semanales en la parroquia y con los mate riales de la diócesis para este n. En este caso no debe descuidarse la relación con los padres para que ellos participen en el proceso de Iniciación cristiana de sus hos. Esto se puede realizar con encuentros mensuales con los padres o reuniones paralelas a las de sus hos. 6. ALGUNOS CRITERIOS PEDAGÓGICOS
Señalamos los siguientes94: Establecer una relación de conanza y de seguridad básicas en el niño por parte de los padres especialmente, o por parte de aquellas personas que desempeñan esta función paterna. La relación afectiva del padre y de la madre con sus hos, actúa como elemento determinante de asimilación y constituye, por los mismo, el primer principio pedagógico en la transmisión de la fe. La educación centrada en el testimonio. La vida de fe de los pa dres alcanza la mente y el corazón de sus hos de modo ecaz, de forma que las convicciones y valores cristianos que los padres tienen y viven, quedan hondamente grabados en sus hos. Emplear prioritariamente el lenguaje narrativo. La forma de realizarlo es narrando el evangelio de Jesús de manera apropiada a la edad del niño. Hay determinados tiempos festivos muy apropiados para esta narración: Navidad con el belén, Semana Santa con los pasos. Utilización del lenguaje de los símbolos y de los signos. La formación se hará de forma espontánea, no de forma progra mada. El niño aprende de forma natural sin proponérselo expresamente.
94
Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 15. 57
A o P s o i A g T i E l e R A D r a t N r U e G p s E e S D
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
En esta etapa la educación religiosa es más ocasional que sistemática, rea lizada al ritmo de la vida y con motivo de estas y acontecimientos que van ocurriendo a lo largo de los días. Presentación de valores sencillos. Una forma de dar a conocer a Jesús al niño es mediante la asimilación de valores sencillos como la gratitud, el perdón, el bien y el mal, la amistad, el servicio, el amor, el sufrimiento y el dolor. A o P s o i A g T i E l e R A D r a t N r U e G p s E e S D
Metodología activa, sensitiva y receptiva, que ayude a un des cubrimiento gozoso de la realidad corporal, de la realidad de las cosas, haciendo percibir al niño que Dios es el centro de la vida. Ofrecer testimonios de vida, guras de santos, hombres y mujeres buenos, a través de las cuales el niño aprende los valores morales. En las reuniones con los padres: - Partir de las experiencias personales y familiares que nos posibiliten un diálogo en el grupo y ayuden a crear un ambiente de conanza entre las personas. - Formar grupos de talla humana donde la cercanía, la amistad y la ayuda mutua sean expresión del mensaje religioso que queremos transmitir. - Posibilitar experiencias religiosas por medio de la oración, el silencio y la celebración. - Tener encuentros de carácter festivo con los padres y los hos. - Hacer un seguimiento de los niños por medio de los encuentros mensuales en la parroquia. 7. LUGARES Y ÁMBITOS
Junto a la familia, ámbito primero y principal, el centro educativo infantil es otro ámbito donde tiene lugar el despertar religioso del niño. Por centro educativo puede entenderse en esta etapa: la guardería, el jardín de infancia, la escuela infantil. Cada vez más, por las condiciones socio-culturales, tiene mayor importancia, y en el se desarrolla el primer encuentro del niño con los de 58
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
más. La familia y también la comunidad cristiana, deben seguir con atención todo lo que en este lugar ocurre en relación con el despertar religioso de sus hos, ya que los educadores tienen en este momento gran inujo sobre el niño: ellos les enseñan palabras, frases, comportamientos... 95. También la parroquia, más en perspectiva de colaboradora con la familia, tiene alguna función a desempeñar en el despertar religioso, sobre todo cuando éste no se lleva a cabo en la familia, o se hace de modo decitario. 8. CELEBRACIONES SACRAMENTALES Y ELEMENTOS LITÚRGICOS
Los elementos litúrgicos a destacar en esta etapa, entre otros, son los siguientes: La celebración del Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el Espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por tanto este acontecimiento fundamental de la vida del niño tendrá que ser en esta etapa recordado, profundizado y gozosamente vivido por él. A la vez en estos primeros años de su vida, tendrá que estar permanentemente presente en aquellos que le rodean y le educan96.Una forma de hacerlo es la Celebración anual (hasta los cinco o seis años, por ejemplo) de la presentación y bendición de los niños en la esta de la Presentación del Señor, 2 de Febrero 97. Iniciación a la oración, dando los primeros pasos en la actitud de la oración, la alabanza y acción de gracias mediante fórmulas sencillas. Tener la «esta de la oración» o el «día del padrenuestro». Celebración de la palabra, con la «entrega del «padrenuestro» y la primera recitación en común de esta oración por los niños, acompañados de sus padres. La iniciación a la liturgia de la Iglesia. También dando los prime ros pasos en su comprensión y vivencia. Uno de los ejes de esta iniciación lo constituye la preparación y celebración de las estas litúrgicas del año. La liturgia que se vive en casa como pueden ser las bendiciones,
95
96
Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 17. Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 17.
En los nn. 136ss del Bendicional se ofrecen varios ritos de bendición de los niños ya bautizados. 97
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
el belén, las oraciones de la noche… ser:
Celebraciones con los padres que van madurando su fe. Pueden - Celebración del amor de Dios Padre. - Celebración en los tiempos fuertes: Navidad y Semana Santa. - Celebración del amigo Jesús.
A o P s o i A g T i E l e R A D r a t N r U e G p s E e S D
- Celebración del Padre nuestro y entrega del mismo. 9. LOS AGENTES Y CATEQUISTAS
Los agentes de esta etapa son en primer lugar los padres. Con sus manifestaciones de fe, las celebraciones gozosas, la apertura a la solidaridad y al servicio, las oraciones sencillas, serán un buen ejemplo para despertar religiosamente a sus hos. Hacia ellos estarán dirigidas las distintas acciones de la comunidad parroquial para que puedan cumplir con la responsabilidad de educar cristianamente a sus hos. A través de la forma de vivir cristianamente los padres y de ir acompañando a los pe queños en el descubrimiento diario de la vida, de los dones que reciben, de la alegría y de la esta, de la narración, de los gestos y signos conocerán a Dios Padre y a Jesús y estarán dispuestos para recibir el riego de la gracia del Espíritu que se derrama abundantemente sobre los pequeños. También habrá que tener en cuenta a los educadores y cuidadores de los jardines de infancia, guarderías y maestros de la educación infantil de primer y segundo ciclo. En la catequesis familiar, ser catequistas signicará ser anima dor/a y acompañante de un grupo de padres que han decidido continuar su proceso de fe para acompañar en su experiencia religiosa y cristiana a los niños pequeños. Por eso, la expresión «animadores y acompañantes» podría resultar más adecuada. Además, no se trataría de hacer catequesis como tal, pues los padres están en una fase previa a la catequesis, ya ésta supone trabajar directamente el Mensaje evangélico y su seguimiento sa cramental. La comunidad parroquial debe estar atenta a preparar a estas personas (madre, o padre, o el matrimonio) para animar y acompañar en este proceso y en un seguimiento posterior. Será la responsable de que co 60
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
nozcan bien el catecismo «Padre nuestro» destinado al despertar religioso de los niños, su guía pedagógica y los materiales diocesanos de esta etapa, para su correcta utilización. Conviene animar a varios de estos padres para que sean los «catequistas-acompañantes» de los grupos de padres que vienen en cursos superiores. 10. CORRESPONDENCIA CON EL SISTEMA EDUCATIVO
Los aspectos especícos en los que la educación infantil, (espe cialmente en el segundo ciclo de la misma) puede potenciar el despertar religioso son, entre otros, los siguientes98: Ayudar al niño a observar y descubrir los elementos religiosos del entorno familiar y social que expresan las vivencias de la fe, de modo que le ayude a sentirse miembro de la comunidad religiosa a la que perte nece. Ayudar a descubrir y conocer el propio cuerpo como regalo de Dios que le invita a desarrollarse y crecer. Ayudarle a descubrir el mundo que le rodea como obra de Dios y a valorar su dignidad de ho de Dios por el Bautismo. Promover la realización de actitudes que promuevan el desarrollo de valores básicos de respeto, conanza, alegría, admiración, cooperación, generosidad y así despertar a la oración, la fraternidad, el amor a Dios.
98
Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 18. 61
A o P s o i A g T i E l e R A D r a t N r U e G p s E e S D
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
TERCERA ETAPA
PRIMERA INFANCIA (8-9 años) CONOCIMIENTO DE JESÚS E INICIACIÓN SACRAMENTAL 1. CONDICIONES DE POSIBILIDAD
La masicación de nuestras catequesis en esta etapa, dicultan el hacer con seriedad el proceso de Iniciación cristiana por muchos motivos: la falta de catequistas y de medios en las parroquias, el poco interés de los padres en participar en el proceso, etc. No obstante debemos contar con los padres creyentes que sí podrán ser directamente miembros activos en el proceso en que se encuentran sus hos, a los que la comunidad cristiana debe ofrecer servicios de animación que ellos asumirán libre y responsa blemente. La relación entre catequesis y enseñanza religiosa escolar, es en esta etapa un factor muy importante de participación. Por eso la cateque sis procurará tener conocimiento de los temarios de las clases de religión y contactos con los profesores para coordinar la pastoral de Iniciación en esta etapa.
63
A a P i A c T n a E f n I A R a r E e C m i R r E P T
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
2. PRESUPUESTOS TEOLÓGICOS PASTORALES
Es necesario destacar en esta etapa como la catequesis es una “iniciación cristiana integral, que propicia un auténtico seguimiento de Jesucristo, centrado en su Persona. Se trata, en efecto, de educar en el conocimiento y en la vida de fe, de forma que el hombre entero, en sus experiencias más profundas, se vea fecundado por la Palabra de Dios” 99 para no reducir esta etapa a una exclusiva preparación para la celebrar, por primera vez, el sacramento del perdón y de la Eucaristía. Ciertamente ,“la Eucaristía es el compendio y la suma de nues tra fe: ‘nuestra manera de pensar armoniza con la Eucaristía, y a su vez la Eucaristía conrma nuestra manera de pensar’ (S. Ireneo)” 100. Constituye el centro de toda la vida cristiana para la Iglesia, universal y local, y para todos los eles individualmente. “No se puede realizar un proceso de Iniciación cristiana de niños, adolescentes y jóvenes, si no tiene en la Eucaristía su fuente y cima”101. A a P i A c T n a E f n I A R a r E e C m i R r E P T
“La Iglesia celebra con gozo, en las familias y en las parroquias, la plena incorporación de nuevos hos a la celebración y participación en la Eucaristía, que signica y realiza la comunión de vida con Dios y la unidad del Pueblo de Dios por las que la Iglesia es ella misma” 102. La Eucaristía es el punto culminante de la Iniciación cristiana, sin embargo, “no puede considerarse a la primera eucaristía con niños como el momento verdaderamente culminante de dicha iniciación, dadas las circunstancias y situaciones en que se celebra, sino que más bien debe ser considerada como el primer momento de una pedagogía eucarística, en vistas a la participación plena en la Eucaristía de la comunidad parro quial”103. La existencia del Directorio de la misa con niños y sus diferencias en cuanto expresión y participación con la Eucaristía con adultos, nos hace ver que la primera eucaristía es el comienzo pedagógico de una iniciación
99 100 101 102
103
DGC 67. CEC 1327; IC 101. IC 106. IC 104. D. B , La iniciación cristiana , Salamanca, Sígueme, 1996, 585. 64
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Eucarística que debe ser progresiva 104. Los niños, en sucesivas celebraciones de la Eucaristía, irán descubriendo activamente, no sólo por explicaciones catequéticas, las riquezas de este encuentro fraterno con el Señor que es la Eucaristía y que aparecerá cada vez más comprometedor. 3. OBJETIVOS
Señalamos los siguientes105: Crecer en la fe recibida y en el reconocimiento de Dios Padre que por Jesucristo nos ha hecho hos suyos y miembros de la Iglesia, a partir del sacramento de Bautismo, descubriendo su bondad y su misericordia. Completar, incluso en algunos casos iniciar, el despertar religioso del niño, si este no se ha dado en la etapa anterior. Ayudar al niño a descubrir la presencia de Dios, Creador y Padre, y a encontrarse con Jesucristo en su Palabra, su vida, su muerte y resurrección; asimismo, ayudarle a descubrir la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia, y aprender a vivir el mandamiento del amor. Todo ello acompañado del testimonio del catequista y de la familia. Llevar gradualmente al niño hacia una primera y fundamental profesión de fe que nace del encuentro y del reconocimiento del Señor. Es una nalidad que tiene en cuenta la adhesión a la fe del niño y el conoci miento de la presencia amorosa de Dios en su vida. Aanzar el descubrimiento de la Iglesia, Cuerpo de Cristo, que ofrece a Jesús en la Eucaristía y es lugar de encuentro para todos. Es el nuevo pueblo de Dios. Iniciar a la celebración de la Eucaristía y de la Penitencia. Iniciar la educación de la vida moral del niño teniendo como fundamento de la misma el conocimiento y el encuentro con Jesucristo. Sugerir formas concretas y compromisos de vida cristiana. Iniciar en la vida de oración. Invitar a la plegaria habitual y conada.
104 105
Cf. B , La iniciación cristiana , 386-387. Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pags. 23 y 33. 65
A a P i A c T n a E f n I A R a r E e C m i R r E P T
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Descubrir la vida nueva del cristiano, como don de Dios y como consecuencia del seguimiento. 4. CONTENIDOS TEMÁTICOS
El anuncio del mensaje central de la fe cristiana: la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, como revelación plena del amor de Dios Pa dre. El descubrimiento y conocimiento de los signos de la presencia de Dios Padre y Creador. El encuentro con Jesucristo vivo y presente por medio del Espíritu Santo en la Iglesia. A a P i A c T n a E f n I A R a r E e C m i R r E P T
Los núcleos temáticos, siguiendo el Catecismo «Jesús es el Señor» será el siguiente106: 1. Presentación de Dios Padre. El amor de Dios
- Dios es Creador y Padre - El Bautismo nos regenera como hos de Dios.
2. Un amor que encuentra su plenitud en Jesucristo
- El misterio de la Encarnación. - Las palabras y las obras de Jesús. - Jesús muere y resucita por nosotros: Pasión, Muerte y Resu rrección.
3. El Espíritu Santo reúne a la familia de los hos de Dios - La Iglesia. - El Bautismo nos hace miembros de la Iglesia.
Para el desarrollo de estos núcleos temáticos la Delegación Diocesana de Catequesis ofrece los materiales complementarios: «Jesús es nuestro amigo» y «Queremos seguir a Jesús», con sus guías pedagógicas correspondientes. 106
66
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
- Invitados a la cena del Señor. La celebración dominical y la vida fraterna de la comunidad. - El pecado y la Penitencia. - El camino hacia el encuentro denitivo con el Señor. - Dios Padre quiere que transformemos el mundo. 5. ACCIONES PASTORALES
La catequesis semanal de esta etapa, que culminará con la pri mera Penitencia y primera Eucaristía, se desarrolla en dos años y tiene un carácter eminentemente catecumenal por el clima humano y evangélico de la comunidad cristiana y sus catequistas, por la conanza, la comunicación mutua, el contenido, la oración, la iniciación a los símbolos cristianos, la celebraciones de ciertos ritos, como: la entrada en la catequesis, la renova ción de las promesas bautismales, etc, expresión de crecimiento en la fe y por el ambiente de disciplina y de alegría. Ofertar a los padres encuentros semanales o quincenales para seguir profundizando en la vida cristiana y poder ayudar a sus hos en este etapa. Al menos deben ser convocados una vez al mes para reexionar con ellos sobre la catequesis de sus hos. A partir del segundo año se inicia la Catequesis de Adultos. quial.
Celebraciones conjuntas padres - niños y comunidad parro -
6. ALGUNOS CRITERIOS PEDAGÓGICOS
La catequesis, al servicio de la iniciación, es fundamentalmente una pedagogía para la educación de la fe que tiene su origen en el actuar de Dios que a lo largo de la historia ha utilizado una pedagogía original y ecaz. El quiere la salvación de los hombres, se acerca a éste, le acoge, acompaña, cuida, libera y poco a poco, le va haciendo crecer hasta alcanzar la madurez. “Dios mismo, a lo largo de toda la historia sagrada y principal mente en el Evangelio, se sirvió de una pedagogía que debe seguir siendo el modelo de la pedagogía de la fe” 107
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Inspirándose en la pedagogía de Jesús, los rasgos que caracte riza la pedagogía en esta etapa, de la catequesis de infancia, podrían ser: la acogida del niño en sus realidad concreta, el anuncio de Jesucristo, ho de Dios, que nos trae la buena noticia del Reino, la invitación a un modo de vivir fundamentado en la fe en Dios, en la esperanza del Reino y en la caridad al prójimo, el empleo de todos los recursos de la comunicación interpersonal, como la palabra, el silencio, la metáfora, la narración, la ima gen, el ejemplo, etc…; la invitación constante al seguimiento de Jesús 108. Una pedagogía que presenta los acontecimiento de la Salvación, los personajes del Evangelio y las personas que rodean al niño y al niño mismo, de tal forma que el niño vaya comprendiendo que su vida se inserta dentro del proyecto de salvación de Dios109.
A a P i A c T n a E f n I A R a r E e C m i R r E P T
En esta etapa la pedagogía tiene en cuenta los lenguaje propios de la fe para ayudar al niño a comprender el lenguaje de la comunidad cristiana en la que está madurando su fe, y a expresar el encuentro, la adhesión al Señor con las mismas palabras y gestos de esa comunidad: las plegarias, los textos de la Liturgia, las confesiones de fe, las fórmulas doctrinales, el lenguaje de la Sagrada Escritura 110. La pedagogía de los símbolos y de los signos. Con objeto de ayudar al niño a descubrir a través de los signos en general y de los signos sacramentales en particular, la presencia de Dios entre nosotros, la realidad del misterio de Dios y su plan de salvación111. 7. LUGARES Y ÁMBITOS
La parroquia “debe continuar siendo todavía la animadora de la catequesis y su ‘lugar privilegiado’112 , sin dejar por eso de reconocer que, en ciertas ocasiones, la parroquia no puede ser el centro de gravitación de toda la función eclesial de catequizar y que tiene necesidad de completarse con otras instituciones”113. 107
CT 58.
108
Cf. DGC 140. Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 26. Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 27. Cf. CEEC, Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 27.
109 110 111
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
La familia es el espacio donde el evangelio es transmitido de forma única, pues se enraíza en un contenido de valores humanos, que hace más honda la iniciación cristiana114. La escuela católica, que debe ser también una mediación eclesial para la iniciación cristiana de los alumnos, colaborando con la parroquia y siguiendo las indicaciones del Proyecto Pastoral Diocesano. La enseñanza religiosa escolar, que puede contribuir a los obje tivos propios de la iniciación cristiana, ofreciendo dimensiones que nacen de las relaciones entre la fe y la cultura, entre la fe y la ciencia. 8. CELEBRACIONES SACRAMENTALES Y ELEMENTOS LITÚRGICOS
Las principales celebraciones de esta etapa son las de los sacra mentos de la Penitencia y de la Eucaristía, pero junto a estas se ofrecen otras celebraciones no sacramentales que expresan el crecimiento en la vida cristiana del niño y, por medio de las cuales, podrán ir asimilando progresivamente el signicado de la liturgia de la Iglesia. Ofrecemos las que pueden hacerse en esta etapa: El primer año de esta etapa: la admisión de los niños en la cate quesis y la entrega del Catecismo. Puede hacerse en una celebración de la Palabra con la participación de los padres y catequistas o en la Eucaristía dominical con participación de la asamblea parroquial, a la que se le pre senta los niños y niñas que va a comenzar la catequesis. Celebraciones de la palabra sobre el Bautismo. Estas celebracio nes destacan, en el primer año el nuevo nacimiento a la vida de Dios y en el segundo, la entrada a la Iglesia. Se hacen la renovación de las promesas bautismales. Con estas celebraciones se quiere manifestar la unidad de los sacramentos de la Iniciación cristiana. A partir del segundo año, la celebración del sacramento de la Penitencia y la celebración de la Eucaristía dominical con la participación 112
113 114
CT 67. DGC 257. Cf. DGC 255. 69
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
de los padres. Estas eucaristías se inspirarán en el «Directorio para las misas con niños». les.
Iniciación y celebración del Año litúrgico y sus estas principa -
9. AGENTES Y CATEQUISTAS
Los agentes y catequistas en esta etapa de la iniciación, además de todo lo que hemos indicado en el apartado «los catequistas en la cateque sis de la iniciación cristiana» en la primera parte de este proyecto, han de poseer las cualidades siguientes: Conocer los elementos principales de la psicología de los niños, así como tener un completo conocimiento de la situación socio-ambiental en la que viven. A a P i A c T n a E f n I A R a r E e C m i R r E P T
Poseer un claro conocimiento de la iniciación cristiana y de sus dinamismos (catequético y litúrgico, de fraternidad eclesial y de testimo nio). Conocer y manejar bien catecismo «Jesús es el Señor» para la iniciación cristiana de los niños, así como las guías pedagógicas y los materiales diocesanos auxiliares. Explicar elmente y de manera creativa el Evangelio de Jesús y la totalidad de la fe cristiana. Conocer las técnicas elementales de la comunicación y hacer que la participación de los destinatarios sea lo más activa posible. 10. CORRESPONDENCIA CON EL SISTEMA EDUCATIVO Los aspectos especícos en los que la educación primaria (con la que se corresponde esta etapa) puede potenciar la iniciación cristiana son los siguientes115:
Acentuar el carácter formativo de la fe en Dios, de la salvación en Jesucristo y del amor del Espíritu Santo, como fuentes, origen y camino de la formación humana integral y social. 70
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Conocer el signicado y alcance de las formulaciones de la fe, así como de los textos básicos de la misma; así mismo relacionarlos con los elementos fundamentales de las distintas religiones del entorno. Descubrir la importancia de la fe como instancia humanizadora y formativa de la identidad personal y social. Descubrir y aprender a relacionar los principales personajes de la historia de la salvación, de nuestra historia y nuestra cultura. Descubrir la visión cristiana del hombre y del mundo.
A a P i A c T n a E f n I A R a r E e C m i R r E P T
115
Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 29. 71
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CUARTA ETAPA
SEGUNDA INFANCIA (10-13 AÑOS) SÍNTESIS ORGÁNICA DE LA FE 1. CONDICIONES DE POSIBILIDAD
Esta cuarta etapa será viable en la medida en que las parroquias y las familias estén concienciadas de que la catequesis continúa después de celebrar los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía, para seguir creciendo en la vida de fe. Esto llevaría a los padres a no obstaculizar el que los hos participen en el proceso catequético en el día de la semana que corresponda. Para ello, los padres, pueden hacer compatible la asistencia a la catequesis con otras actividades: deportes, aprendizaje de instrumen tos musicales, expresión corporal, talleres de tiempo libre, etc. Los padres deben enviar a sus hos a la catequesis y vigilar su asistencia. Dado que a esta edad no existe la motivación de celebrar un sacramento y los niños vienen libremente, la catequesis debe tener un talante y un estilo distinto a la de los años anteriores; debe ser muy activa, en estrecha vinculación con las distintas áreas de expresión. Sobre todo las actividades grupales, como los juegos y sus reglas, las actividades de tiempo libre, convivencias y campamentos. 73
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Esta convicción de la continuidad en el proceso de Iniciación cristiana dependerá mucho del trabajo de concienciación que se haya realizado en los años anteriores con los padres, durante su participación en las primeras etapas del proceso, de las ofertas que se haga y de las motivaciones que se susciten tanto en los padres como en los niños en los meses últimos de la etapa anterior. El equipo responsable convocará a la catequesis de manera que llegue por varios conductos a los familiares y a los propios niños. Los movimientos existentes en la parroquia (Junior, Mies, Mac, otros), deberán ayudar de manera especial, participando en la dinámica de esta etapa en el seno de la parroquia. Los colegios deberán seguir este plan extensivo de Iniciación cristiana y no ofrecer la catequesis de las etapas anteriores sin garantizar la continuidad del proceso en las sucesivas etapas, en coordinación con la parroquia. 2. PRESUPUESTOS TEOLÓGICOS PASTORALES
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Esta etapa de la iniciación permite un descubrimiento de las raíces de nuestra fe a partir de la Historia de la Salvación. Pertenecemos a un pueblo con una historia en la que Dios es el protagonista principal que sale al encuentro del hombre, que le busca, que le llama. Los cristianos creemos en un Dios personal que se ha manifestado denitivamente en Jesucristo y al que hoy podemos descubrir en la Iglesia. La catequesis de esta etapa no se concibe como algo aislado. Conecta con la etapa anterior y con la etapa siguiente y ha de poner de relieve el estilo catecumenal del proceso. 3. OBJETIVOS
Señalamos los siguientes116: Presentar y adquirir una síntesis básica e integral de la fe, en íntima relación con los acontecimientos de la Historia de la Salvación. 116
Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 39. 74
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Presentar esta narración de la historia de la salvación contenida en el Símbolo de la fe, como fundamento de la vida moral y del compor tamiento del cristiano. Descubrir que esta historia de la salvación se realiza, vive y cele bra hoy en la Iglesia de forma especial en los sacramentos, profundizando así en los ya recibidos. Continuar en el camino de iniciación a la oración, profundizan do ahora en sus fuentes: la Palabra de Dios, la Tradición de la Iglesia, la Liturgia… 4. CONTENIDOS TEMÁTICOS
Hemos seguido, para la entrega de la primera síntesis de fe, el catecismo de la Conferencia Episcopal Española, «Esta es nuestra fe», que nos dice cómo toda la fe cristiana se sintetiza en el amor de Dios a los hombres, manifestado en una historia que la Iglesia nunca ha dejado de narrar y que los cristianos acogemos con fe y gratitud. Desde el resumen de esa historia ofrecida por el catecismo, elaboramos un programa con los siguientes núcleos temáticos 117:
Año primero: Historia de la Antigua Alianza “Esta historia nos recuerda que Dios ha creado el mundo y ha dado al hombre la vida. El escogió a Israel para conarle su designio de reunir en una familia a los pueblos de la tierra dispersos por el pecado” 118. 1. Buscando a Dios nuestro Padre 2. La creación: Dios es vida 3. La culpa: Dios es salvación 4. La promesa: Dios es conanza 5. El éxodo: Dios es liberación 6. El pueblo escogido: Dios es alianza 7. Los enviados de Dios: Dios es vocación 8. Los pobres del Señor: Dios es esperanza 9. María: Dios es bendición Para el desarrollo de estos núcleos temáticos: Cf. D A , Tras las huellas de Dios Padre, Jesucristo, el Espíritu Santo , Secretariado Diocesano de Catequesis, Almería, 1998. 118 CEE, Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia , pag. 8. 117
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Año segundo: Historia de la Nueva Alianza: Jesucristo
“Esta historia nos recuerda que Dios cumplió su designio al en viarnos a su Ho, nacido de la Virgen María, una mujer del pueblo de Israel”119.
tro
1. Jesús es la imagen visible de Dios 2. Jesús nace y vive como uno de nosotros: es nuestro hermano 3. Jesús anuncia el reino de Dios: es el profeta denitivo 4. Jesús nos invita a seguirle: es nuestro guía 5. Jesús hace lo que Dios quiere hasta dar su vida: es el testigo el 6. Jesús ha resucitado de entre los muertos: es el Señor 7. Sacramentos de la Iniciación cristiana: Cristo es nuestro maes -
Año tercero: Historia de la Nueva Alianza: la Iglesia
“Esta historia nos recuerda que Jesús resucitado nos envió el Espíritu Santo: gracias a la acción de este Espíritu los hombres podemos hoy, en la Iglesia, invocar a Dios como Padre y vivir unidos como hermanos hasta que el Señor vuelva”120. 1. El Espíritu nos convoca: la Iglesia comunión 2. El Espíritu nos envía: la Iglesia misión 3. El Espíritu derrama el amor de Dios en nuestros corazones 4. El Espíritu construye la familia, comunidad de vida y amor 5. El Espíritu es Señor y dador de vida 6. El Espíritu promueve la justicia y la verdad 7. El Espíritu es la prenda de nuestra herencia
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119 120
CEE, Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia , pag. 8. CEE, Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia , pag. 8. 76
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5. ACCIONES PASTORALES
Acciones relacionadas con actividades adaptadas a esta edad: - Encuentros semanales en la parroquia. - Una peregrinación a un santuario: con todo su sentido de «espiri tualidad bíblica», de éxodo y de ruta, de esfuerzo, de silencio y re exión, de oración común, etc. (contacto con la naturaleza y respeto a la obra de Dios). - Comportamientos y gestos de caridad evangélica: visita a un hos pital, a un asilo de ancianos, a una zona suburbial, etc… - Compromisos «proporcionados» de solidaridad humana: «encuen tro de compartir», encuentro misionero, etc… - En Navidad la campaña «sembradores de estrellas», en coordinación con la Delegación Diocesana de Misiones . - En la campaña del Seminario: «Venid y lo veréis», en colaboración con la Delegación Diocesana de Pastoral Vocacional. - Encuentros Arciprestales. - Convivencias y campamentos de verano. Acciones relacionadas con el conocimiento del mensaje: - Al nalizar el primer año puede entregarse un folleto con conceptos fundamentales cristianos, a modo de un «vocabulario cristiano»: alianza, amor, creación, cruz, cuaresma, Cristo, justicia, Espíritu, pueblo de Dios, sacerdote, santos, testigos, etc… Este folleto puede ser utilizado en conversaciones con los padres en casa o con el cate quista y los demás compañeros del grupo de catequesis. El objetivo de esta acción es el hacerle entrega del lenguaje propio de la fe en la cual se está iniciando.
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6. ALGUNOS CRITERIOS PEDAGÓGICOS
En esta etapa, la pedagogía tiene en cuenta la experiencia, el gru po y la acción creativa de los participantes. La catequesis parte de la vida concreta de los destinatarios y del ambiente en que viven. “La experiencia ejerce diversas funciones en la catequesis, a la luz de las cuales la existencia misma debe ser siempre debidamente valorada”121. Se trata, en denitiva de las experiencias inmediatas y cotidianas, insertas en una cultura, en un ambiente concreto. Tienen en cuenta el lenguaje y la simbología de los destinatarios. Una pedagogía que presenta los acontecimiento de la Salvación, los personajes del Evangelio y las personas que rodean al niño mismo, de tal forma que el niño vaya comprendiendo que su vida se inserta dentro del proyecto de salvación de Dios 122. En esta etapa la pedagogía tiene en cuenta los lenguaje propios de la fe para ayudar al niño a comprender el lenguaje de la comunidad cristiana en la que está madurando su fe, y a expresar el encuentro, la adhesión al Señor con las mismas palabras y gestos de esa comunidad: las plegarias, los textos de la Liturgia, las confesiones de fe, las fórmulas doctrinales, el lenguaje de la Sagrada Escritura 123. 7. LUGARES Y ÁMBITOS a A i P c A n a T f E I n A a T d R n A u g U e S C
Señalamos los siguientes124: La parroquia “debe continuar siendo todavía la animadora de la catequesis y su ‘lugar privilegiado’125 , sin dejar por eso de reconocer que, en ciertas ocasiones, la parroquia no puede ser el centro de gravitación de toda la función eclesial de catequizar y que tiene necesidad de completarse con otras instituciones”126. La familia es el espacio donde el evangelio es transmitido de 121
122
123 124 125
126
DGC 152. Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 26. Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 27. Los mismos que en la etapa anterior. CT 67. DGC 257. 78
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forma única, pues se enraíza en un contenido de valores humanos, que hace más honda la iniciación cristiana127. La escuela católica, que debe ser también una mediación eclesial para la iniciación cristiana de los alumnos, colaborando con la parroquia y siguiendo las indicaciones del Plan Pastoral Diocesano. La enseñanza religiosa escolar, que puede contribuir a los obje tivos propios de la iniciación cristiana, ofreciendo dimensiones que nacen de las relaciones entre la fe y la cultura, entre la fe y la ciencia. 8. CELEBRACIONES Y ELEMENTOS LITÚRGICOS
La participación en la Eucaristía dominical de la comunidad parroquial debe ser lo más activa posible. Es preciso dar oportunidades a estos niños de celebrar, con la comunidad parroquial, el sacramento de la Penitencia en celebraciones comunitarias con confesión y absolución individual. Encuentros de oración a lo largo del Año Litúrgico. La participación, especialmente preparada, en el bautismo de un niño o en la conrmación de jóvenes. Programar un rito que exprese el «paso», el comienzo de una nueva etapa: el progreso en el camino de la Iniciación cristiana, la apertura a nuevos planteamientos y a una nueva forma de vivir la fe, así como la acogida -por parte de la comunidad parroquial- de la nueva situación de sus miembros y la ayuda que está dispuesta a prestarle para el crecimiento de su fe. El «rito de tránsito» puede ser una convivencia de tres días, fuera del entorno habitual (quizá en tiempo de cuaresma) y podemos distribuirla de la siguiente manera: 1. Despedida de la comunidad: catequistas, padres, otros cristianos
127
Cf. DGC 255. 79
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jóvenes y adultos, que se quedan (hacer una pequeña celebración). 2. Primer día: centrado en el «acto de fe» (asimilación del lenguaje de los iniciados, la expresión pública de la fe… Instrumento el Catecismo «Jesús es el Señor», entregado el primer año de la tercera etapa). 3. Segundo día: centrado en la «expresión o representación de la fe» (expresión personal o simbólica, con objetos de la naturaleza, de lo que es un creyente, escenicaciones de algunos pasajes del evangelio, etc…). 4. Tercer día: centrado en la «celebración o signo de la fe». Preparar con los niños la celebración de la Eucaristía y hacerles entrega de un símbolo o emblema: «Yo creo» o Yo quiero creer» u otro que simbolice el crecimiento en la vida cristiana. 5. La vuelta: se hace la acogida por parte de la comunidad que los despidió. Expresar, con compromisos concretos, que han dado el «paso» a otra etapa; por ejemplo: participando en actividades de otros preadoles centes de la parroquia: nuevos grupos de educación cristiana, movimientos cristianos (Junior, Escultismo, Mies, MAC…). Salidas programadas, etc… Otras actividades: ayudar a preparar la misa parroquial con niños.
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9. AGENTES Y CATEQUISTAS
Además de los señalado en el mismo apartado de la etapa anterior, dadas las características de esta edad, el catequista debe: Tener un conocimiento teórico y práctico de la psicopedagogía de los destinatarios, de los objetivos, núcleos temáticos, estilo pedagógico de la catequesis sistemática e integral de esta periodo, así como del contexto sociocultural y familiar en que los niños se desenvuelven. Ser un animador de grupo que: propone, provoca, relaciona las aportaciones, interroga, presenta la fe de la Iglesia, se deja interpelar, etc. Conocer el catecismo «Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Igle sia», su guía pedagógica y los materiales que la diócesis propone para esta etapa. 80
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Tener la capacidad de integrar la catequesis tradicional en un verdadero y propio camino de Iniciación cristiana, contando con la familia, la escuela, los adultos de la parroquia. Organizar actividades de tiempo libre en clave cristiana como convivencias, excursiones, campos de trabajo, etc. Saber trabajar en grupo con los otros catequistas, participar en la programación y coordinación de las actividades pastorales, dialogar asiduamente con los padres de los niños implicándoles en el camino de fe. 10. CORRESPONDENCIA CON EL SISTEMA EDUCATIVO
Los aspectos especícos en los que la educación primaria (con la que se corresponde esta etapa) puede potenciar la iniciación cristiana son los siguientes128: Acentuar el carácter formativo de la fe en Dios, de la salvación en Jesucristo y del amor del Espíritu Santo, como fuentes, origen y camino de la formación humana integral y social. Conocer el signicado y alcance de las formulaciones de la fe, así como de los textos básicos de la misma; así mismo relacionarlos con los elementos fundamentales de las distintas religiones del entorno. Descubrir la importancia de la fe como instancia humanizadora y formativa de la identidad personal y social. Descubrir y aprender a relacionar los principales personajes de la historia de la salvación, de nuestra historia y nuestra cultura. Descubrir la visión cristiana del hombre y del mundo.
128
Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 29. 81
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QUINTA ETAPA
PREADOLESCENCIA Y ADOLESCENCIA (14-18 años) PROFUNDIZACIÓN DE LA FE Y DEL SEGUIMIENTO 1. CONDICIONES DE POSIBILIDAD
“En las regiones consideradas desarrolladas se plantea de modo especial el problema de la preadolescencia: no se tiene en cuenta sucien temente las dicultades, necesidades y capacidades humanas y espirituales del preadolescente hasta el punto de poder armar en relación a ella que es una etapa ignorada”129. Es necesario tomar en cuenta con seriedad la preadolescencia y llevar a cabo una atención pastoral especíca, utilizando los medios for mativos que proporciona el propio camino de la Iniciación cristiana130. La razón de situar el sacramento de la Conrmación en esta edad está en ir ayudando a los preadolescentes y adolescentes en un recorrido educativo sucientemente extenso, que lo conduzca a la madurez en la fe y promueva su permanencia en la comunidad parroquial, el desarrollo de los carismas descubiertos en el proceso y su testimonio apostólico en el mundo. Ser conscientes de que los preadolescentes que han continuado su itinerario de iniciación y han llegado a este momento del proceso, entran en una evolución religiosa, en la que relativizan muchas de sus «creencias» 129
130
DGC 181. Cf. DGC 181.
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y «prácticas» cristianas de la infancia. En este estado de «crisis religiosa», necesitan «formadores» cristianos que comprendan la ruptura interior y les ayuden a recomponer su personalidad cristiana asumiendo los nuevos valores descubiertos; que les faciliten la transición a otro sentido religioso de Dios, de Jesús y de la vida sin replegarse en la religiosidad infantil; que les acompañen a asumir sus tensiones y rupturas respecto las enseñanzas morales de la niñez, a descubrir el valor de los ritos sacramentales y a recuperar de forma distinta la relación con sus padres, con la comunidad cristiana y con la sociedad. 2. PRESUPUESTOS TEOLÓGICOS PASTORALES
Indicamos algunos presupuestos teológicos y pastorales que ayu darán a comprender con actitud de fe la tarea de los catequistas a realizar en esta alternativa desde una perspectiva misionera y evangelizadora: Dios siempre toma la iniciativa para realizar su plan de salvación. Él es quien elige, quien llama, quien envía, quien sostiene, quien ayuda a superar todo tipo de dicultad. Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1Tm 2,3-4). Jesucristo confía a su Iglesia su misma misión y ésta, el al mandato misionero de Cristo (cf Mt 28, 18-20), se ha ido extendiendo por todos los rincones de la tierra anunciando el mensaje de Jesús y de los apóstoles. La catequesis de inspiración catecumenal para estos adolescentes tiene sentido propio, puesto que ellos aún no han celebrado el sacramento de la conrmación y, además, están entrando en una situación de madurez personal que alcanzará el culmen del período evolutivo humano en los próximos años. Por tanto pueden tomarse decisiones y posturas propias del cristiano que ha conrmado su fe y que se irán «apropiando», practicando y enraizando después de la Iniciación cristiana. a i
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En muchas parroquias de nuestra Diócesis la pastoral de Inicia ción termina con la celebración de la primera Penitencia y Eucaristía. Sin embargo, se hace el ofrecimiento de catequesis con vistas a la Conrmación. En algunas a partir de los 14 años, en otras a una edad más avanzada. Esta etapa quiere dar también respuesta a estas situación.
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Conviene tener claro quienes son los destinatarios:“la experien cia muestra que es útil para la catequesis distinguir en esas edades entre preadolescencia, adolescencia y juventud, sirviéndose oportunamente de los resultados de la investigación cientíca y de las condiciones de vida de los destinatarios… Es necesario distinguir la adolescencia de la juventud, aun sabiendo la dicultad de denir de modo claro su signicado” 131. Con frecuencia los adolescentes, al celebrar este sacramento, concluyen también el proceso de iniciación sacramental, pero a la vez tiene lugar su alejamiento casi total de la práctica de la fe. Por esta razón “es necesario tomar en cuenta con seriedad este hecho y llevar a cabo una atención pastoral especíca, utilizando los medios formativos que propor ciona el propio camino de Iniciación cristiana”132. Hay que tener presente las dicultades, necesidades y capaci dades humanas y espirituales de los preadolescentes y adolescentes que se incorporan al proceso de Iniciación cristiana después de haber estado un tiempo prolongado alejados de la fe o de la Iglesia. Dedicar un tiempo sucientemente prolongado, a asumir aque llos aspectos del proceso que estén en sintonía con el contexto psicológico y social de los preadolescentes y adolescente, antes de comenzar la catequesis propiamente dicha. 3. OBJETIVOS 3.1. Para preadolescentes
Aceptar y valorar positivamente la propia transformación física, psicológica y afectiva. Claricar y conjuntar las inquietudes y búsqueda de los prea dolescentes. Sentirse miembros de la Iglesia a partir de la experiencia de grupo. Llevar a cabo el proceso de iniciación cristiana con la catequesis adecuada. 131 132
DGC 181. DGC 181.
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Impulsar la inserción gradual de los catequizandos en la vida de la comunidad adulta mediante la participación en la Eucaristía dominical y a través de acciones apostólicas adecuadas a su edad 133. Favorecer la relación entre catequesis, educación cristiana fami liar y enseñanza religiosa escolar 134. Iniciar al compromiso cristiano en sus propios ambientes. 3.2. Para adolescentes
Llevar a cabo el proceso de Iniciación cristiana con la catequesis adecuada a la celebración de los sacramentos de la iniciación y especial mente de la Conrmación 135. Cultivar el desarrollo armónico de todos los elementos de la Iniciación Cristiana: el conocimiento del misterio de Cristo, la celebración de la fe, el comportamiento moral y la vida de oración 136. Considerar la conveniencia de acentuar, en los inicios de esta etapa la dimensión misionera, así como atender la posible incorporación posterior a movimientos apostólicos y misioneros137. Insertar este itinerario catequético en la dinámica de las celebra ciones más importantes del Año Litúrgico 138. Cuidar la atención personal, grupal y comunitaria de cada uno de los catequizandos139.
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Plantear el seguimiento de Cristo en clave vocacional como respuesta a Dios que nos ama, nos salva y nos llama a servirle desde las distintas vocaciones en la Iglesia: ministerio ordenado, ocios laicales y vida consagrada140. 133 134 135 136 137 138
Cf. DGC 70; 86. Cf. DGC 76. Cf. DGC 65-68. Cf. DGC 85. Cf. DGC 60-64. Cf. DGC 71; 85. 86
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4. CONTENIDOS TEMÁTICOS 4.1. Para Preadolescentes141 Primera etapa
1. PERSONALIDAD DEL PREADOLESCENTE 1.1. Siento que algo sucede en mí 1.2. ¡Me gustaría ser tantas cosas! 1.3. Para crecer necesito de los amigos 1.4. Para crecer he de empezar a realizar mis sueños 2. LA PERSONA DE JESÚS Y SU MENSAJE 2.1. Jesús un amigo cercano y próximo 2.2. ¿Quién es Jesús de Nazaret? 2.3. Jesús me llama a una tarea 2.4. Testigos que han seguido la llamada de Jesús 2.5. Jesús nos habla de Dios, su Padre 2.6. Jesús nos enseña a vivir como hos de Dios 2.7. ¿Porqué se pusieron todos en contra? 3. JESÚS VIVE 3.1. Al tercer día resucitó
Segunda etapa 1. SOMOS SEGUIDORES DE JESÚS EN COMUNIDAD 1.1. Queremos ser felices, pero es imposible serlo a solas 1.2. En la parroquia hay otros grupos que siguen a Jesús 1.3. ¿Cuál será mi puesto en la comunidad parroquial? 2. EL PROGRAMA DE JESÚS PARA SUS SEGUIDORES 2.1. ¡Felices vosotros! La oferta de Jesús para ser feliz 2.2. Dichosos los que buscan la paz 2.3. Dichosos los que luchan por la justicia 2.4. Dichosos vosotros si sois valientes 2.5. Siempre podemos empezar de nuevo: la conversión Cf. DGC 158-159 Cf. DGC 56; 123; 144. 141 Para el desarrollo de estos contenido: Cf. J M. S-R B , La aventura por descubrir I y II, Madrid, San Pablo, 1996. 139
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3. LOS MEDIOS PARA SER FIELES AL SEGUIMIENTO DE JESÚS 3.1. La Eucaristía 3.2. El dejarse acompañar 4.2. Para Adolescentes 142
Primera etapa DIOS NOS AMA Y NOS SALVA 1. HISTORIA DEL AMOR DE DIOS A LOS HOMBRES 1.1. Dios es nuestro Padre 1.2. Todo es obra del amor de Dios 1.3. Dios promete salvarnos 1.4. Dios muestra su amor en la historia de los hombres 2. DIOS NOS SALVA EN SU HO JESUCRISTO 2.1. Jesús es el Mesías, el Cristo, el Ho de Dios vivo 2.2. El Ho de Dios se hizo hombre 2.3. Con Jesús llega el Reino de Dios 2.4. Jesús dio la vida por nosotros 2.5. ¡Resucitó y vive para siempre! 3. DIOS NOS SANTIFICA POR EL ESPÍRITU SANTO EN LA IGLE SIA 3.1. El Resucitado nos da su Espíritu 3.2. Del amor de Dios nace la Iglesia 3.3. Ecazmente salvados por los sacramentos 3.4. Nacidos del agua y del Espíritu
Segunda etapa JESUCRISTO DICE: ¡VEN Y SÍGUEME! a i A c P n A e T c s E l e A o T d A N I y U e Q r P
1. JESUCRISTO ESTÁ VIVO EN SU IGLESIA 1.1. La Iglesia es Una, Santa, Católica y Apostólica 1.2. Santa maría Madre de Dios y Madre de la Iglesia 142
Para el desarrollo de estos contenidos: Cf. P E G ,
Itinerario catequético de Iniciación cristiana para adolescentes y jóvenes. 88
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1.3. La Eucaristía fuente y cumbre de la vida cristiana 1.4. Celebramos la Cena del Señor 1.5. La Eucaristía, fuente inagotable de caridad 1.6. El Domingo es el día del Señor 2. LA VIDA NUEVA EN CRISTO 2.1. ¡Ven y sígueme! 2.2. El Sacramento de la Reconciliación 2.3. Las bienaventuranzas: anuncio de la llegada del Reino de Dios 2.4. Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón 2.5. El amor es la plenitud de la Ley 2.6. Todos estamos llamados a la santidad en la Iglesia
Tercera etapa EL ESPÍRITU SANTO NOS SANTIFICA 1. EL DON DEL ESPÍRITU Introducción: Dios continúa su Historia de Salvación en la Iglesia 1.1. El Espíritu de Jesús resucitado llena de vida a la Iglesia 1.2. Los Obispos son los sucesores de los Apóstoles y presiden la Iglesia 1.3. Cómo se celebra el sacramento de la conrmación 1.4. Testigos de la fe en la Iglesia y en el mundo 2. LA VIDA EN EL ESPÍRITU 2.1. El amor en la familia 2.2. Respetar la vida humana 2.3. Vivir la sexualidad según el proyecto de Dios 2.4. Dios crea los bienes de la tierra para todos sus hos 2.5. Amar la verdad 3. CIUDADANOS DEL CIELO 3.1. Esperamos la resurrección de los muertos 3.2. Creemos en la vida del mundo futuro
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5. ACCIONES PASTORALES
La reunión semanal. Hay que tener en cuenta la duración de las mismas, las posibilidades que ofrecen los locales de la parroquias, el núme ro de reuniones por trimestre y por curso, etc… Habrá que programar los días especiales que tienen un contenido especíco, bien sea por seguir el Año litúrgico, o bien por responder a campañas parroquiales o diocesanas (Domund, Manos Unidas, Seminario…). Puede resultar motivador trabajar en grupo alguna acción solida ria o campaña que permita conocer situaciones de pobreza o marginación y pensar cómo incidir en ellas. Ofrecer pequeños servicios en el entorno cercano de la parroquia o del barrio, que suponga dedicar tiempo para los demás. Experiencias de campo de trabajo que posibilitan salir de uno mismo para hacer algo por los demás. Programar encuentros parroquiales, arciprestales, diocesanos. Actividades de tiempo libre en clave cristiana. Son momentos que van a permitir a los muchachos manifestarse tal como son. Serán mo mentos gratuitos donde se trabaje fundamentalmente la convivencia. Deben estar muy bien preparadas para vivir en ellos, de manera espontánea los valores que transmitimos a través de los temas y reuniones. Pueden ser: excursiones, convivencias de n de semana, campamento de verano.
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Acompañamiento personal. Todo el proceso de Iniciación cris tiana es personal, por tanto es necesario conocer y estar cerca de lo que cada personas está viviendo. En esta edad cobra una importancia especial el acompañamiento. Los muchachos necesitan claricar sus dudas y tener una persona adulta a la que contarle sus problemas. Será necesario que sientan al catequista cerca, algo que lo va a posibilitar cada momento de convivencia que se viva con el grupo. Hay que hablar personalmente con cada uno, creando una sintonía afectiva y sin forzar situaciones. Programar encuentros con los padres en los que se les informe de la marcha del proceso y su implicación en él.
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6. ALGUNOS CRITERIOS PEDAGÓGICOS
Dada la experiencia de crisis de identidad, física, familiar, social y religiosa, el preadolescente y adolescente necesita ser acogido y escuchado. Ante esta realidad el catequista debe mantener una actitud fundamental de escucha y de acogida, más que de presentación doctrinal. Esto supone, además del acompañamiento personal y grupal, la creación de un clima de diálogo en el que la comunicación sea posible. El acompañamiento espiritual que personaliza las relaciones del sacerdote o catequista y cada uno de los miembros del grupo, cobra espe cial importancia. A través del mismo se hace un seguimiento del camino que está recorriendo el pre-adolescente y el adolescente, se detectarán las motivaciones, dicultades y metas que se van logrando. Se conocerán las situaciones personales y familiares. Se ayudará a los pre-adolescentes y a los adolescentes a plantearse su vocación en un sentido amplio (estudio, futuro trabajo, etc.) y como propuesta explícita a la vida laical comprome tida, vida religiosa y sacerdocio. Es necesaria una pedagogía que una y articule el mensaje de la fe con la realidad que vive el pre-adolescente y adolescente, ayudándole a descubrir que el mensaje cristiano es un mensaje que da vida a quien lo recibe143. Más que dar respuestas, suscitar la pregunta y abrir a otras situaciones y puntos de vista que le interpelen. “Una pedagogía de la llamada al seguimiento y que, en conse cuencia debe articular una catequesis que invite a la conversión constante y que asiente actitudes y comportamientos propios de la vida nueva que se ha recibido. Una pedagogía del encuentro y de la amistad con el Señor que ayude a relacionarse personalmente con Dios; que les enseñe a agradecerle sus dones, a pedirle ayuda y a ofrecerse a la misión. Una pedagogía que presente a los grandes testigos de la fe que, tanto con su vida como con su doctrina y enseñanzas, maniesten la riqueza del Evangelio y su incidencia en la vida concreta de cada hombre” 144.
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7. LUGARES Y ÁMBITOS145
La parroquia, catequesis parroquial. La Acción Católica general y los Movimientos existentes en la parroquia. La familia, la escuela católica y la enseñanza religiosa escolar. 8. CELEBRACIONES SACRAMENTALES Y ELEMENTOS LITÚRGICOS 8.1. Para Preadolescentes Para la primera y segunda etapa
Celebraciones de la Palabra en las que se resalten: gestos, símbo los, contenidos, etc. Además de favorecer el encuentro personal y comuni tario con Dios y con Jesús, preparan para la celebración de los sacramentos como oración de la Iglesia. La importancia de estas celebraciones está en que abren a los preadolescentes nuevos caminos de oración y vivencia interna de la Iglesia: con un talante creativo, personal, compartido, festivo, lleno de vida y con expresiones comunitarias, grupales e individuales. Eucaristías dominicales acompañados de sus educadores, padres, etc. En ellas podría aplicarse la proximidad de edades. Los orientaciones del Directorio para la misa con niños , pueden ayudar a una participación activa de los preadolescentes. Pero, una vez al mes y en algunas festividades, éstos se integrarían en la comunidad parroquial, como expresión de su incorporación progresiva a la misma.
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143 144 145
Cf. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 50. CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 50.
Los mismos que en la anterior etapa. 92
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Celebraciones sacramentales de la Penitencia. Podrán celebrarse de forma comunitaria «con confesión y absolución individual» una vez al trimestre, previa una buena preparación. También debemos invitar a los preadolescentes a la celebración del sacramento de la Penitencia de forma individual. Celebraciones propias de los tiempos litúrgicos fuertes. 8.2. Para Adolescentes
Convocatoria para la catequesis: cursillo de verano de prepa ración o convivencia para inscribirse, con participación de los padres y comunidad. Las indicadas en «el Itinerario de Iniciación cristiana para Ado lescentes y Jóvenes de la provincia eclesiástica de Granada»: Para la primera etapa:
- Admisión de candidatos - Entrega de la Biblia o el Nuevo Testamento - Celebración de la Penitencia - Retiro: la oración del cristiano, Padre Nuestro Para la segunda etapa
nos
- Rito de entrega del Salmo 22: «El Señor es mi Pastor» - Rito de entrega del Padre Nuestro - Cursillo de sensibilización - Retiro de Cuaresma: «Redescubrir el Perdón que Dios ofrece en la Iglesia» Para la tercera etapa - Convivencia: La Iglesia local y rito del
«envío» - Entrega de la invocación «Veni, Creator Spiritus» - Presentación de los padrinos de Conrmación - Retiro de Cuaresma: «La acción del Espíritu Santo en la Historia de la Salvación»
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- Celebración del sacramento de la Penitencia - Rito de entrega del Símbolo de la fe - Celebración de la Conrmación 9. AGENTES Y CATEQUISTAS
El catequista de preadolescentes y adolescentes a de ser alguien inexcusablemente cercano tanto física como psicológicamente. Ha de vivir rmemente la virtud de la esperanza, rebosar de optimismo y entusias mo. Ha de ser testimonio inequívoco de la opción por Cristo y los demás; ser coherente y constante en la vida, en la relación y en el método; cultivar los valores humanos hasta poder ser modelo de identicación, de jando claro que el protagonista, modelo y amigo que no falla, es Cristo. Tener claridad de mente y capaz de hacer síntesis entre fe y cul tura, con lenguaje de hoy; valorar a la Iglesia, a la comunidad cristiana, al asociacionismo...para trabajar en equipo y hacer Iglesia, no su Iglesia. Poseer una espiritualidad que brote de lo cotidiano, nunca ex cluyente de otras formas válidas de vivir la fe. Dominar el método inductivo, las técnicas y recursos. Ser creativo y favorecedor de la creatividad. Capaz de compaginar utopía y realismo. Abierto a lo global y a los detalles, a lo esencial y a lo secundario. Respetuoso con las situaciones y procesos de cada uno, también de su propio papel de adulto educador. Preocupado de su tarea de orien tador vocacional a lo largo de todo el proceso (cada uno donde pueda ser más feliz trabajando por el Reino). 10. CORRESPONDENCIA CON EL SISTEMA EDUCATIVO a i
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Los aspectos especícos en los que la enseñanza religiosa en la educación secundaria y el bachillerato pueden potenciar en esta etapa son, entre otros, los siguientes 146: Atención a la formación de actitudes y valores (libertad, soli daridad, justicia, paz...) que potencian la maduración de la personalidad 94
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
cristiana en diálogo y contraste con los valores culturales del entorno. Educar la apertura al fundamento y sentido último de la vida, ayudando a dar sentido a las grandes preguntas que se hace el preado lescente y el adolescente en estas etapas de su crecimiento, de crisis, de búsqueda de la autonomía. Promoción de la auténtica dignidad de la persona humana, su nalidad y trascendencia. El conocimiento reexivo de los documentos fundamentales de la fe cristiana. Valorar el sentido de la Iglesia como realidad institucional al servicio de la humanización y salvación que Cristo ofrece al ser humano, descubriendo su aportación en la historia y la sociedad. Desarrollar la formación de la conciencia moral en confronta ción con la pluralidad de opciones morales presentes en la sociedad y en la cultura actual cristiana.
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146
CEEC , Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 52. 95
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SEXTA ETAPA
JUVENTUD(18-25 años) 1. CONDICIONES DE POSIBILIDAD
La rapidez de los cambios culturales y sociales, el crecimiento numérico, el alargamiento de la etapa de la juventud antes de entrar a tomar parte en las responsabilidades de los adultos, la falta de trabajo, las presiones de la sociedad de consumo..., ayuda a perlar el mundo de los jóvenes como el tiempo de espera, a veces de desencanto y de insatisfac ción, incluso de angustia y de marginación. El alejamiento de la Iglesia, o al menos de desconanza hacia ella, está presente en muchos como actitud de fondo. A la vez, en los jóvenes se reeja a menudo la falta de apoyo espiritual y moral de las familias y la precariedad de la catequesis de ini ciación, a veces, recibida. Por otro lado, en numerosos jóvenes de nuestra diócesis se descubre una fuerte e impetuosa tendencia a la búsqueda de sentido de la vida, a la solidaridad, al compromiso social, e incluso a la misma experiencia religiosa 147. 147
Cf. DGC 182. 97
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Ante todo, el servicio a la iniciación a la vida cristiana de los jóvenes tiene que estar atento a las luces y las sombras de la vida de los jóvenes, tal y como se dan en nuestra diócesis. La propuesta explícita de Cristo es el corazón de la catequesis de la iniciación; propuesta dirigida a todos los jóvenes y a su medida, en la comprensión atenta de sus proble mas. En el Evangelio, los jóvenes aparecen de hecho como interlocutores directos de Jesucristo que les revela su «singular riqueza», y que a la vez les compromete en un proyecto de crecimiento personal y comunitario de valor decisivo para la sociedad y para la Iglesia148. “Si a los jóvenes se les presenta a Cristo con su verdadero rostro, ellos lo experimentan con una respuesta convincente y son capaces de acoger el mensaje, incluso si es exigente y marcado por la Cruz” 149. Por eso no debe verse a los jóvenes como objeto de la iniciación cristiana, sino como “sujetos activos, protagonistas de la evangelización y artíces de la renovación social”150. 2. PRESUPUESTOS TEOLÓGICOS PASTORALES
Para iniciar a los jóvenes en la vida cristiana es conveniente que hayan “dado su primera adhesión a la persona y al Evangelio de Jesucristo y deseen incorporarse a la plena comunión eclesial” 151. Esta fe y conversión inicial y global a Jesucristo, obra de la gracia, que germina en el corazón del joven afectándole por entero, implica varios aspectos profundamente unidos entre sí. Dichos aspectos ayudarán a discernir la entrada del joven en el proceso de iniciación 152: La aceptación del Dios vivo , con lo que supone de ruptura con la supercialidad, de apertura a la dimensión trascendente de la vida y el trato sencillo, a través de la oración, con el Dios que sale a su encuentro. La voluntad de fortalecer su adhesión primera a Jesucristo , manifestada
148 149 150 151
152
1320.
Cf. DGC 183. NMI 9. ChL 46; Cf. PPD 163-171. CA 36. Cf. J. C. C, “Catequesis de Jóvenes”, Nuevo Diccionario de Catequética , 1319-
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en el deseo de tenerlo como único Señor , y, por ello, en el interés por conocerle a través de la lectura del evangelio y el anhelo de seguirle gozosamente en su vida. El deseo de ser arrancado del pecado para poder llegar a ser un hombre nuevo, que lleva consigo, ante el amor de Dios manifestado en Jesús, los primeros sentimientos de penitencia y la voluntad de cambiar la vida, con las rupturas que lleva consigo. El deseo de incorporarse a una comunidad cristiana donde vivir con otros la fe. Las primeras experiencias en el trato y espiritualidad de los cristianos y la valoración de la tarea evangelizadora de la Iglesia, serán los signos que lo maniesten. En muchos casos la manifestación externa de dichos elementos será patente en la opción libre y madura por la catequesis, en la actitud de búsqueda, asumida con responsabilidad, y la participación ilusionada en el itinerario de iniciación. Estos elementos necesarios habrá que fraguarlos y garantizarlos en la precatequesis y en la pastoral juvenil153. 3. OBJETIVOS
Los objetivos de la iniciación cristiana con jóvenes estarán en función de la situación de fe de los mismos. Formulamos los siguientes 154: Anuncio de Jesucristo. Llamada a la conversión y al seguimiento. Profundización y consolidación de la fe. Completar la iniciación.
153 154
Cf. DGC 62. Cf. CEEC, Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 53. 99
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4. CONTENIDOS TEMÁTICOS A P d A u T t E n A e T v u X J E S
Los propuestos por el Itinerario de Iniciación cristiana para ado lescentes y jóvenes de la Provincia eclesiástica de Granada que podemos resumir en las siguientes etapas:
Primera Etapa CONOCIMIENTO DEL MISTERIO DE LA SALVACIÓN - Historia del amor de Dios a los hombres. - Dios nos salva en su ho Jesucristo. - Dios nos santica por el Espíritu Santo en la Iglesia. El Bautismo
Segunda Etapa LA PRESENCIA SALVÍFICA DE CRISTO EN LA IGLESIA Y EN LOS SACRAMENTOS - Jesucristo está vivo en la Iglesia. - La vida nueva en Cristo.
Tercera Etapa LA VIDA NUEVA DEL DISCÍPULO: CONSECUENCIAS PERSONALES Y SOCIALES DEL SEGUIMIENTO - ¡Ven Espíritu divino! - La vida en el Espíritu. 5. ACCIONES PASTORALES
Reuniones semanales o quincenales, según las posibilidades. oración.
Convivencias, retiros y ejercicios espirituales. Encuentros de
Encuentros arciprestales o diocesanos coordinados por el Secre tariado de Juventud. Las que el grupo o grupos de la parroquia programe. El acompañamiento personal de los jóvenes. 100
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6. ALGUNOS CRITERIOS PEDAGÓGICOS
cas155:
La pedagogía a utilizar ha de tener las siguientes característi -
Pedagogía que enseñe a descubrir la acción de Dios en la vida y que inserte en la vida de la Iglesia. Pedagogía que propicie el encuentro con Dios por medio de la reexión, la oración litúrgica y personal. Pedagogía que conduzca al compromiso. Utilización de un lenguaje experiencial y testimonial Revisión de vida, signos de fe. 7. LUGARES Y ÁMBITOS
Los más apropiados para la iniciación de los jóvenes son: El catecumenado. El catecumenado propuesto por el RICA no sólo está destinado a los adultos sino también para los adolescentes y jóvenes que desean iniciarse cristianamente 156 . Tiene como nalidad ayudar a los jóvenes, en respuesta a la iniciativa divina y en unión con una comunidad eclesial, a que lleven a su madurez su conversión y su fe 157. Los grupos parroquiales de jóvenes: “además de ser un instrumento de aprendizaje, el grupo cristiano está llamado a ser una experiencia de comunidad y una forma de participación en la vida eclesial, encontrando en la más amplia comunidad eucarística su plena manifestación y su meta” 158. La pequeña escuela de comunión que debe ser el grupo de catequesis es la que abrirá al joven las puertas de la pertenencia eclesial y le insertará en su misterio de comunión y misión. Para que los jóvenes alcancen la inicia ción cristiana deseada, es necesario la existencia de grupos de cristianos 155
156 157 158
Cf. CEEC, Proyecto marco de Iniciación cristiana (Borrador), pag. 53. Cf. CEE, Orientaciones pastorales para el catecumenado , 29. Cf. CEC 1248. DGC 159. 101
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ya iniciados en la fe que puedan ser referencia atractiva. Los movimientos y asociaciones. Cuando la iniciación cristiana se realiza dentro de ellos hay que tener en cuenta que, para cultivar con hon dura las actividades espirituales y apostólicas especícas del «carisma», los miembros necesitan una formación empezando por la básica. La formación básica en la Iglesia la proporciona la catequesis. De ahí que la catequesis es una dimensión fundamental en la formación de todo laico. La catequesis no es una alternativa a la formación cristiana recibida en esas colectividades, sino una dimensión esencial de la misma 159. Y como la catequesis, es una formación orgánica, sistemática integral y básica, que inicia a lo común cristiano: “antes hay que educar a lo que es común a los miembros de la Iglesia que a lo peculiar o diferenciador (de un carisma)” 160. 8. CELEBRACIONES SACRAMENTALES Y ELEMENTOS LITÚRGICOS
Además de las indicadas en el Itinerario de Iniciación cristiana de la provincia eclesiástica de Granada, hay que tener en cuenta la posibi lidad de celebrar los sacramentos de la Iniciación: Bautismo, Conrmación y Eucaristía. 9. AGENTES Y CATEQUISTAS
Es, sobre todo en la iniciación cristiana de jóvenes donde la per sona del catequista y otros agentes de pastoral de juventud 161 se convierte en mediación privilegiada que facilita el diálogo entre Dios y el joven 162. Es, a la vez que maestro de fe, testigo del Señor. Sus cualidades humanas, estilo de vida, capacidades educativas, experiencia de fe, vinculación a la comunidad, su relación personal con el catequizando..., vividos como talentos recibidos de Dios y puestos a fructicar en la formación de los jóvenes, serán expresión de la condescendencia divina, por la cual Dios se
Cf. DGC 261. DGC 262. 161 Cf. D M , Proyecto Diocesano de Pastoral Juvenil , Málaga, 2002, Capítulo 6: “El «ser» y el «saber» del Agente de Pastoral Juvenil”. 162 Cf. DGC 139; IC 44. 159
160
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acerca al joven y le trata como amigo163. El catequista de jóvenes ha de tener, en la autoridad personal y en la cercanía amistosa, dos polos que, en un equilibrio inestable, nunca deben faltar. Su autoridad, lograda por la conanza que le conere el joven, respaldará la propuesta cristiana que ha de hacer en nombre de la Iglesia. La cercanía, motivada en la encomienda que la comunidad le ha hecho del grupo de jóvenes, se convertirá en referencia segura para estos 164. Su función de catequista referida a los jóvenes, la ha de realizar subrayando tanto el acompañamiento grupal como el personal. “El cate quista que participa en la vida del grupo y advierte y valora su dinámica, reconoce y ejerce como cometido primario y especíco el de ser, en nombre de la Iglesia, testigo del evangelio, capaz de comunicar a los demás los frutos de su fe madura y de alentar con inteligencia la búsqueda común” 165. En cuanto educador de la persona del joven, ha de subrayar su cercanía personal, el trato de persona a persona, basado en una relación empática, por la que el joven se siente acogido, valorado, corregido y poten ciado desde el cariño y la referencia permanente al evangelio. Sin olvidar que, “gracias a una labor de sabio acompañamiento, el catequista realiza un servicio de los más valiosos a la catequesis: ayudar a los catequizandos a discernir la vocación a la que Dios los llama” 166.
163 164 165 166
Cf. DGC 156. Cf. J. C. C, “Catequesis de Jóvenes”, 1326. DGC 159. DGC 156. 103
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UN PROCESO DE CATEQUESIS DE ADULTOS 1. CONDICIONES DE POSIBILIDAD
Se ha tratado de la Iniciación cristiana que más se trabaja en nuestras parroquias, la Iniciación de niños, adolescentes y jóvenes. Real mente es muy importante para el futuro de nuestras comunidades la incorporación de las nuevas generaciones. Pero dicha incorporación no se dará si no contamos con adultos maduros en la fe y ése es nuestro reto. De ahí que últimamente la documentación catequética del Magisterio de la Iglesia ha presentado la catequesis de adultos como “la forma principal de catequesis, a la que todas las demás, siempre ciertamente necesarias, de alguna manera se ordenan”167. Los obispos españoles, en las orientaciones últimas acerca de la Iniciación cristiana, dedican una gran importancia a la iniciación de los adultos168. Los destinatarios de la catequesis de adultos de inspiración catecumenal pueden presentar situaciones muy diferentes de fe: desde ver daderos alejados que, movidos por la gracia de la conversión, van haciendo el proceso de fe, como si fueran verdaderos catecúmenos, hasta cristianos más o menos practicantes, pero de fe tradicional y sociológica, que buscan personalizarla y aprender a vivirla de forma consecuente. Esta variedad de destinatarios indica también la exibilidad que habrá que poner en juego en estos procesos, con vistas a su ecacia.
167 168
DGC 59. Cf. IC 112-133. 105
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
2. PRESUPUESTOS TEOLÓGICOS PASTORALES
La catequesis de adultos es una de esas mediaciones por las que la Iglesia pone en contacto a los creyentes y no tan creyentes -incluso a los increyentes- con la energía transformadora del Señor resucitado y salvador. En este sentido el primer presupuesto teológico-pastoral para promover y consolidar una auténtica catequesis de adultos es creer fundamentalmente que Cristo sigue salvando hoy a nuestro mundo, actuando misteriosamente en las acciones de su Iglesia, como sacramento universal de salvación 169. E D S I S S O E T U L U Q E D T A A C
Si la catequesis de adultos tiene trascendencia en la formación cristiana es porque se sitúa en las raíces mismas del ser cristiano. El «cate cumenado bautismal» proporcionaba a los catecúmenos la iniciación a la vida cristiana. Hoy la catequesis de adultos pretende reiniciar en la vida cristiana a los creyentes que maniestan algún décit en su fe. La catequesis de adultos ayuda a los creyentes “a asumir personalmente su condición de bautizados”170. La catequesis de adultos ha de tener muy en cuenta las experien cias vividas, los condicionamientos y desafíos que tales adultos encuentran, así como sus múltiples interrogantes y necesidades respecto a la fe. En consecuencia cabe distinguir entre: adultos creyentes, adultos bautizados que no recibieron una catequesis adecuada; o no han completado su ini ciación cristiana o que se han alejado de la fe y adultos no bautizados, que necesitan, en sentido propio un verdadero catecumenado171. 3. OBJETIVOS
Experimentar el encuentro personal con Jesús y su mensaje liberador, de modo que transforme la manera de ser y las actitudes de los creyentes respecto a Dios, al mundo y a su forma de vivir en sociedad. Dejarse sensibilizar y educar para la escucha de la llamada de Dios, que se maniesta a través de su Palabra, la oración y los aconteci mientos. 169
Cf. V.M. P , ¿Cómo poner en marcha grupos de catequesis de adultos? , Madrid,
San Pio X, 1996, 9. 170 CA 136. 171 Cf. DGC 172.
106
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Conocer, profundizar y consolidar la fe. Experimentar su di mensión comunitaria viviendo su pertenencia a la Iglesia como misterio de comunión y salvación. de la fe.
Completar la iniciación y animar a una educación permanente
4. CONTENIDOS TEMÁTICOS
El proceso diocesano está concebido en cuatro etapas 172: Primera etapa: Dios y nosotros nos buscamos mutuamente . Esta etapa trata de “dar respuesta a los interrogantes religiosos y morales de hoy, es decir, aquellas cuestiones que se plantean los hombres de nuestro tiempo”173.
- Vivimos buscando - Buscamos en un mundo en cambio - No estamos solos: otras personas nos acompañan en la vida - El misterio de la persona human: su grandeza y su miseria - El misterio del sufrimiento y de la muerte - Jesús da sentido a la vida Segunda etapa: Dios nos sale al encuentro en Jesucristo . En esta etapa se trata de conocer las grandes experiencias bíblicas, a través de las cuales Dios se ha revelado a su pueblo y fueron vividas por Jesús.
El desarrollo de estos núcleos temáticos y de todo el proceso en general, lo encontramos en: D C: C A D M , Catequesis de Adultos de inspiración catecumenal , I, II , III y IV Etapa. 1995. 173 DGC 175. 172
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- Abraham, padre de los creyentes - El Éxodo, Dios camina con nosotros y nos libera - La Alianza, Dios nos llama a entrar en comunión con Él y los demás - La Tentación: «Ser como Dios» - Los Profetas denuncian nuestras incoherencias y nos invitan a ser eles a la Alianza - La Fiesta, Dios se hace presente en la alegría - Jesús de Nazaret, el Hombre-Dios y el Hombre para los demás - La muerte de Jesús - Jesús está vivo. Ha resucitado Tercera etapa : Jesús nos revela el rostro de Dios, que quiere instaurar su Reino con el estilo de las Bienaventuranzas . En esta etapa se trata de pro fundizar en el conocimiento de la persona de Jesús y lo que signica vivir su mensaje: comprometerse en la construcción de una sociedad nueva y un mundo nuevo.
ca.
- Se llamaba Jesús de Nazaret: Orígenes, vida oculta, vida públi- Jesús nos revela el rostro de Dios Padre - El proyecto de Jesús, el Reino de Dios - Jesús el siervo - Seguir a Jesús - Las Bienaventuranzas - Seguidores de Jesús en la Iglesia y testigos suyos en la historia: María y los santos
Cuarta etapa: Seguimos a Jesucristo en la Iglesia . En esta última etapa se trata de descubrir, experimentar y celebrar el misterio de la Igle sia. Descubrir y celebrar los sacramentos vividos en comunidad, como signos de la acción liberadora de Dios en la historia y descubrir, a través
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
de Cristo Resucitado, el sentido último y denitivo de la creación y del ser humano. - La Iglesia: comunidad en el Espíritu, pueblo de Dios al servicio del Reino - Los sacramentos de la Iglesia: celebrar la vida de fe - Los cristianos ante la sociedad y el mundo: la creación, relación fe-cultura, la nueva creación, etc. 4. ACCIONES PASTORALES
A la hora de promover un grupo de catequesis de adultos es importante entablar un diálogo entre el grupo (mediante algún miembro), el/la catequista animador/a, el párroco y la institución que promueve los grupos de catequesis. Hoy por hoy, es frecuente que sea la institución eclesial: diócesis, parroquia, movimiento, etc., la que lleva la iniciativa. Tenga siempre presente en cuenta tanto el catequista-animador como a los representantes del grupo, porque, más tarde o más temprano, el grupo de catequesis de adultos puede desaparecer; porque el plan no esté motivando a su miembros o porque el animador-catequista no querrá seguir actuando como una marioneta174. Los encuentros presacramentales, la catequesis familiar y las escuelas de padres deben ser lugares donde se promuevan estos grupos. Generalmente es una persona-sacerdote, religioso/a o laico/a-la que, den tro de una institución eclesial, descubre la necesidad de formar grupos de catequesis de adultos. Supuesto lo dicho anteriormente, es conveniente que pronto se forme un equipo responsable de la iniciativa, a n de evitar personalismos y promover corresponsabilidades. Podrían ser cristianos/as que van a tener una incidencia importante en el grupo; entre ellos/as estarán representantes del grupo futuro y el catequista animador/a. Es necesario que la parroquia, asociaciones y movimiento se preocupen de formar catequistas de adultos, que “tendrá muy en cuenta tanto el carácter propio de la catequesis como el momento cultural que estamos viviendo. Pensamos ahora, fundamentalmente, en los catequistas laicos. Se trata de formarlos para una situación de misión, en el contexto de la nueva evangelización” 175.
174
Cf. V.M. P , ¿Cómo poner en marcha grupos de catequesis de adultos? , 41-42. 109
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6. ALGUNOS CRITERIOS PEDAGÓGICOS
Existe el riesgo de transferir a la catequesis de adultos los mé todos y los acentos de la catequesis infantil. La pedagogía de los adultos ha conocido un desarrollo que no puede ignorarse y cuyos avances deben ser incorporados a la catequesis de adultos. La catequesis debe considerar al adulto como tal.
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Pedagogía integradora. La catequesis de adultos debe estar atenta al desarrollo armónico de todas las dimensiones de la fe. El privilegiar sólo alguna, o algunas, en menoscabo de las restantes puede dar como resultado una vivencia de la fe parcial, empobrecida o sin el necesario equilibrio176. Pedagogía diferenciadora, en función de sus características es pecícas: edad, (adulto joven, adulto maduro) cultura, medios sociales en los que viven (trabajo, inuencia ambiental, relaciones laborales y religio sidad (indiferencia religiosa, sentido de lo sagrado, religiosidad popular). Aunque la realidad imponga, muchas veces, la constitución de grupos muy heterogéneos, la pedagogía diferenciadora ayudará mucho al catequista a comprender las diferentes reacciones de los adultos y a responder ade cuadamente a ellas 177. La pedagogía de la fe, a lo largo del proceso catequético, debe atender a la condición especíca del bautizado que vive en el mundo, y que va a continuar inmerso en él después del período de catequesis, y enseñarle a vivir ahí como creyente, a descubrir cómo Dios se va revelando en ese mundo, y a saber que, a partir de su condición de laico, debe ir “buscando el reino de Dios, ocupandose de las realidades temporales y ordenándolas según Dios”178. 7. LUGARES Y ÁMBITOS
Entre los diferentes lugares de catequesis que suelen considerarse, hay varios que son más propios de la catequesis de adultos:
175
CA 244.
176
Cf. CA 263-268. Cf. CA 269-277.
177
110
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Es el lugar por excelencia de la cate quesis y el referente de todas las demás formas de catequesis de adultos. El catecumenado de adultos.
Los grupos catequéticos de inspiración catecumenal .
Estos grupos acogen a adultos ya bautizados, que desean hacer el camino de la fe “a modo de catecumenado, en el que están presentes algunos elementos del RICA, destinados a hacer captar y vivir las inmensas riquezas del bautismo recibido”179. La parroquia.
Dentro del proyecto diocesano de catequesis de adultos, la parroquia es el lugar natural de catequesis de adultos. Por su carácter de comunidad abierta, o de «comunidad de comunidades», en ella tiene un lugar propio todos los bautizados. “Así como no es concebible que una parroquia no asuma y encauce las acciones que en ella se ejercen en favor de la catequesis de niños, tampoco debe ser concebible que la comunidad ignore y no asuma las iniciativas en favor de la catequesis de adultos” 180. Los movimientos y asociaciones de eles . Son, en bastantes ocasiones,
lugares de catequesis de adultos, en cuanto que en ellos, sus miembros encuentran la oportunidad de hacer, si lo necesitan, un camino básico ha cia la fe adulta, que le capacite para vivirla con plena madurez y de forma consecuente181. Suelen tener sus propias estructuras organizativas y sus propios métodos, que suelen conferir a sus miembros una fuerte identi cación. 8. CELEBRACIONES SACRAMENTALES Y ELEMENTOS LITÚRGICOS
El proceso diocesano propone terminar cada tema con una ce lebración de la Palabra en la que se recoge todo el sentido de la reexión y experiencia que el grupo ha realizado.
178 179 180
181
LG 31. ChL 61; Cf. IC 124-133.
CA 114. Cf. A. A, “Catequesis de Adultos”, Nuevo Diccionario de Catequética , 127111
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Al terminar la primera etapa se tiene la presentación del grupo a la comunidad y, siguiendo el RICA, se inscriben en la C.A. Se les entrega la cruz y la Biblia. Al nal de la segunda etapa, tiene lugar el rito de tránsito: es la entrega de la luz, símbolo de la fe en Cristo que un día recibieron el Bau tismo.
E D S I S S O E T U L U Q E D T A A C
Como rito de tránsito de la tercera etapa a la cuarta se propone la entrega del Padre nuestro, resumen del mensaje de Jesús sobre Dios y el Reino. Al nal del proceso se hace entrega del Credo o la confesión de fe, meta de toda la catequesis. ción.
Para los no bautizados: celebrar los sacramentos de la Inicia -
9. AGENTES Y CATEQUISTAS
El catequista de adultos, ante todo, ha de ser promovido como profeta-vigía de nuestro tiempo y como profeta-testigo de la vida del resucitado y su mensaje. Para que, por su coherencia de fe y vida, los catequizandos crean en él. “Hoy más que nunca el testimonio de vida se ha convertido en una condición esencial con vistas a la ecacia real de la evangelización” 182. El catequista de adultos ha de ser formado en la esperanza y en la paciencia, que le comunican una energía interior que se maniesta en la alegría íntima de saberse servidor del Evangelio de Jesús y ser considerado digno de sufrir por su causa. Precisamente esta alegría, que concede el Espíritu (Gal 5,22), es el distintivo auténtico del catequista y la prueba de que el Evangelio le ha llenado (Jn 15,11): “Ojalá que el mundo pueda per cibir la Buena Nueva no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes y ansiosos, sino de ministros (servidores) del Evangelio cuya vida irradie el fervor de quienes han recibido la alegría de Cristo”183.
182
EN 76. 112
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Podrían ser catequistas de adultos los cristianos que, a ser posi ble, hayan recorrido el proceso de una catequesis de adultos de inspiración catecumenal o estén ya avanzados en él y que vayan adquiriendo «ojos nuevos» para descubrir que el Espíritu del resucitado ya está actuando en las personas alejadas que se acerquen a ellos. El catequista de adultos a de estar dispuesto a dedicar el tiempo necesario hasta que los participantes den signos sucientes de su fe en el Señor Jesús y en su mensaje. Ha de estar dispuesto también, a trabajar en equipo, al menos a la hora de preparar las reuniones 184.
EN 8; Cf. CF 61 y 64. Cf. V.M. P, La catequesis de adultos. Condiciones teológico-pastorales para su promoción y consolidación , en “Teología y Catequesis” 15 (1996) 58, 84-86. 183
184
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E D S I S S O E T U L U Q E D T A A C
ANEXO PRIMERO INICIACIÓN CRISTIANA DE ADULTOS NO BAUTIZADOS
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
ANEXO PRIMERO
INICIACIÓN CRISTIANA DE ADULTOS NO BAUTIZADOS 1. CONDICIONES DE POSIBILIDAD
El documento de la Conferencia Episcopal Española Orientaciones Pastorales para el Catecumenado , recogiendo lo armado en el Código de Derecho Canónico185 , nos dice que es el catecumenado el lugar propio de preparación de “aquellas personas adultas que no han recibido el Bau tismo y piden los sacramentos de la iniciación cristiana para entrar en la Iglesia”186. Se ofrecen, en el citado documento, orientaciones a los obispos para su posible institucionalización en las diócesis. El citado documento arma que, “atendiendo las orientaciones de la Iglesia, y consciente de los desafíos actuales que provienen de la situación de fe de los bautizados y el número cada vez mayor de adultos y niños en edad escolar que quieren conocer al Señor y ser bautizados, considera que la restauración del catecumenado en nuestras Iglesias es una oportunidad que Dios nos concede para la renovación de la vida de la Iglesia y una ocasión para mostrar a todos la fe que ella ha recibido 187. A su vez la Iglesia se ve renovada y enriquecida por los nuevos creyentes, que son siempre un signo de vitalidad del Evangelio”188. Teniendo en cuenta que los bautismos de adultos son ordina riamente pocos, hasta ahora, en nuestra Iglesia de Málaga, realizándose 185
186
187
188
Canon 864. CEE, Orientaciones pastorales para el catecumenado , 28. Cf. LG 1; IC 3. CEE, Orientaciones pastorales para el catecumenado , 5. 117
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
su iniciación catecumenal y la celebración de los sacramentos de manera individualizada, la nueva edición del RICA ofrece la forma simplicada de la iniciación de un adulto en tres etapas 189. “El discernimiento pastoral ha hecho aconsejable utilizar ya este modelo cuando una persona adulta ha pedido el Bautismo para contraer matrimonio canónico con un cónyu ge católico o por haberse incorporado a una comunidad cristiana o a un movimiento apostólico. En estas y en otras circunstancias parecidas, es conveniente abreviar las etapas preparatorias y pedir al que va a recibir los sacramentos de la iniciación una continuidad en su formación cristiana dentro de la comunidad o movimiento al que pertenece, o en relación con su cónyuge con el que, por el sacramento del Matrimonio, va a formar como una iglesia doméstica”190. 2. PRESUPUESTOS TEOLÓGICOS Y PASTORALES
Para que pueda bautizarse a un adulto, se requiere que haya manifestado su deseo de recibir este sacramento, esté sucientemente instruido sobre las verdades de la fe y las obligaciones cristianas mediante una catequesis apropiada 191. Según Derecho, debe ofrecerse al Obispo el bautismo de los adultos, “por lo menos el de aquellos que han cumplido catorce años, para que lo administre él mismo si lo considera conveniente” 192. 3. ACCIONES PASTORALES
Es conveniente aplicar la forma simplicada de la iniciación de un adulto. Esta forma comprende las tres etapas siguientes 193: El «rito de admisión a la catequesis», al comienzo de las sesiones catequéticas, con el cual se entra en la primera etapa o tiempo del catecu menado, una vez que se ha dialogado con la persona que pide el Bautismo y se le ha señalado un padrino. 189 190 191 192
193
Cf. RICA 240-277. IC 114. Cf. CIC 865. CIC 863. Cf. IC 116. 118
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Después de un tiempo de catequesis, llega el momento de que el catecúmeno, instruido en la fe cristiana, puede ya prepararse para la cele bración de los sacramentos. Es el momento de la segunda etapa o tiempo de la puricación o iluminación. Se pueden, además, añadir en esta etapa reuniones de oración y la participación del catecúmeno en la celebraciones penitenciales de la comunidad, así como los ritos propios de esta etapa: escrutinios y entregas del «Credo» y «Padrenuestro». Finalmente, en la tercera etapa, se celebran los sacramentos, en la Vigilia pascual o en un domingo, y se entra en la mystagogia, en cuanto esto resulte posible194. “La forma simplicada debe aplicarse de manera que no se prive al candidato al bautismo de los benecios de una preparación más larga 195. La aplicación, pues, de este itinerario simplicado a un catecúmeno o a un grupo de catecúmenos debe plantearse con los mismos objetivos en cada una de las fases que se señalan en el itinerario por etapas o grados” 196. 4. CONTENIDOS TEMÁTICOS
Para la forma simplicada de la iniciación de adultos no bau tizados, el contenido puede estar dividido en dos bloques. En el primero se ha de abordar el tema de la fe y sus manifestaciones y el segundo el de los sacramentos de la iniciación cristiana. En el primero se pretende que el catecúmeno conozca que la fe es más un acto de conanza en Dios que la aceptación de dogmas o verdades incomprensibles. En el segundo bloque se presentará la vida cristiana a partir de los sacramentos de la iniciación. El temario puede ser el siguiente197: PRIMERA PARTE: LA FE - Lo que más importa
194 195
196
Cf. RICA 277. RICA 274-277. IC 117. 119
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
- Lo que realmente importa según Dios - ¿Qué es creer? SEGUNDA PARTE: EL BAUTISMO - Pasar a la otra orilla - En los brazos del Padre TERCERA PARTE: LA CONFIRMACIÓN - Ungidos con el Espíritu - Bajo el signo del Espíritu CUARTA PARTE: LA EUCARISTÍA - Un alimento imperecedero - La Eucaristía y la vida diaria 5. LUGARES Y ÁMBITOS
El documento Orientaciones Pastorales para el Catecumenado 198 nos indica lo siguiente: Por su vinculación con el Obispo, la Santa Iglesia catedral es el lugar originario y propio del catecumenado. A su vez, en atención a las circunstancias de cada Iglesia particular, la parroquia podrá ser donde se realiza el itinerario catecumenal. Algunas de las celebraciones es oportuno que tengan lugar en la Iglesia Catedral199. En cualquier caso hay que asegurar, por una parte, el acompa ñamiento eclesial de los catecúmenos a cargo de cada comunidad y su progresiva inserción en ella y servirá a los mismos eles para su renovación espiritual pastoral, y por otra parte se favorecerá la dimensión diocesana de los nuevos creyentes, contribuyendo a acrecentar la conciencia misionera y maternal de toda la Iglesia particular. Para el desarrollo de estos núcleos temáticos puede utilizarse: F. E , Ser cristiano , Madrid, San Pablo, 1994.. 198 En los números 39, 40 y 41. 199 Cf. DGC 218-219. 197
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
6. AGENTES Y CATEQUISTAS
“Junto al Obispo y sus presbíteros se ha de señalar la función importante que todo el pueblo de Dios tiene en el catecumenado: los pa drinos, los catequistas, la familia cristiana, los movimientos eclesiales, la escuela católica. La iniciación cristiana de los catecúmenos se hace en íntima conexión con toda la comunidad de los eles”200. 7. CELEBRACIONES SACRAMENTALES Y ELEMENTOS LITÚRGICOS
Las propias del catecumenado: el rito de la «entrada a la cate quesis», el rito de la elección del nombre, la celebración de los sacramentos de iniciación cristiana, entregas del Credo y Padrenuestro, encuentro de catecúmenos y catequistas de toda la diócesis, encuentros de oración.
200
CEE, Orientaciones pastorales para el catecumenado , 38. 121
ANEXO SEGUNDO INICIACIÓN CRISTIANA DE NIÑOS Y ADOLESCENTES NO BAUTIZADOS EN EDAD ESCOLAR
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
ANEXO SEGUNDO
INICIACIÓN CRISTIANA DE NIÑOS Y ADOLESCENTES NO BAUTIZADOS EN EDAD ESCOLAR Hasta que en la diócesis no se establezca el «Servicio diocesano al catecumenado», recomendado en el documento de la Conferencia Episco pal Española Orientaciones pastorales para el catecumenado , del 1 de marzo de 2002, transcribimos la nota de la Comisión Episcopal de liturgia sobre la Iniciación cristiana de los niños no bautizados en edad escolar, del 16 septiembre 1992201. NOTA DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DE LITURGIA
1. No es rara en las diócesis españolas la petición del Bautismo para niños que ya han llegado al uso de la razón y que, por diversas causas, no fueron bautizados de párvulos. En la mayoría de los casos se trata de niños que han empezado a asistir con sus compañeros bautizados a la ca tequesis parroquial, con vistas a hacer la Primera Comunión. Los padres o los abuelos o los tutores los han llevado a la parroquia como a los demás niños, aunque no siempre advierten que su ho o nieto no fue bautizado. Otras veces son los párrocos los que tienen que hacer esta averiguación pidiendo la certicación del Bautismo cuando tienen dudas fundadas. En todo caso se trata de una situación nueva para muchos pastores, que obliga a reexionar sobre las causas que la han originado y, obviamente, sobre la solución pastoral que es preciso arbitrar. El hecho que motiva esta nota, afecta de manera más o menos directa a varios aspectos de la misión de la Iglesia y debe llevar a toda la comunidad cristiana a examinar su función evangelizadora y de acompañamiento en la fe de todos sus miembros. 2. La Comisión Episcopal de Liturgia, por medio de esta nota, quiere ofrecer a los responsables de las comunidades cristianas, especialmente a Publicada en el número 195 de la revista “Phase” (1993). Para algunos casos de especiales consultar: Boletín Ocial del Obispado nº 10, año 1996, pag.630. 201
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
los que trabajan en el campo de la educación en la fe y en el de la pastoral litúrgica, algunas consideraciones al respecto basadas en el capítulo V del Ritual de la Iniciación Cristiana de los Adultos (= RICA), que trata preci samente de la Iniciación de los niños en edad catequética. Causas de la situación
3. En efecto, el que los niños no hayan sido bautizados durante sus primeros meses de vida, se ha podido deber a la falta de fe o al descuido de los padres, que no se plantearon entonces la incorporación de su ho a la Iglesia por el Bautismo y la posterior educación en la fe. Pero entre las causas de esta situación, agravada por el ambiente descristianizado, se encuentran también la inadvertencia en las familias cristianas del deber de pedir «cuanto antes» el Bautismo para sus hos, y la decisión de algunos padres de no bautizar a sus hos recién nacidos para no condicionar de este modo su futura libertad. 4. Es preciso reconocer también que el Bautismo de los niños, con todo lo que lleva consigo de preparación de los padres y de los padrinos, no es una exigencia prioritaria de la pastoral de muchas comunidades. Muchos pastores no reaccionan como debiera ante el retraso injusticado de la petición del Bautismo y, consiguientemente, de la celebración, por parte de padres que se consideran cristianos y que dejan pasar varios meses después del nacimiento de sus hos para solicitar el sacramento. Algunas veces también, cuando los padres se encuentran en una situación irregular -por ejemplo, casados sólo civilmente o no casados o divorciados y vueltos a casar esta vez ilegítimamente-, en lugar de buscar una solución en el ámbito de la familia o de la comunidad cristiana para que haya otras personas que garanticen la futura educación cristiana de los niños, se opta por no acceder a la petición del Bautismo rompiendo incluso todo contacto con las familias. Características de la situación creada
5. Una cosa parece clara, en el problema que plantea la situación de estos niños que no fueron bautizados al poco tiempo de nacer y que, no obstante, son presentados por sus padres o tutores para la Primera Co munión. Y es que la solución pastora ha de ser necesariamente distinta de 126
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
la que se adopta para la iniciación sacramental de los niños ya bautizados. Equiparar ambas situaciones, además de faltar a la verdad de cada una, traería consigo consecuencias muy negativas para la identidad cristiana y la maduración en la fe de los que ya están bautizados. No se trata tan sólo de celebrar unos sacramentos, por otra parte necesarios para la salvación, sino de hacerlo de manera que los incorporados a Cristo por el Bautismo puedan crecer en la fe y participar en todos los bienes de la Iglesia como miembros vivos de la comunidad cristiana. 6. La novedad más importante que aparece en la situación de la Iniciación cristiana de los niños en edad catequética, obedece a las condi ciones psicológicas propias de su edad. En efecto, estos niños tienen ya el uso de la razón y han adquirido un cierto grado de responsabilidad y de conciencia moral. Por otra parte, están también en condiciones de com prender de alguna manera los ritos de la Iniciación, y son idóneos para concebir y alimentar la fe propia, dándose cuenta de modo incipiente de lo que signica la adhesión personal a Jesucristo dentro de la Iglesia y los deberes inherentes a la vida cristiana. Por consiguiente la Iglesia no puede tratar a estos niños como a los párvulos, a los que acoge y bautiza en la conanza de que un día asumirán personalmente la fe que reciben en el sacramento. Pero tampoco puede tratarlos como a los adultos, puesto que poseen una mentalidad infantil, dependen todavía de sus padres y tutores y se dejan inuir fácilmente por sus compañeros o por el ambiente. Camino a seguir
7. Sin embargo, es preciso también advertir desde el principio que los niños llegados al uso de la razón y no bautizados en la primera infancia, son equiparados a los adultos, a los efectos de la pastoral de la Iniciación cristiana. De la misma manera aquellas personas que no han llegado al uso de la razón, a pesar de la edad o del desarrollo físico, son considerados como niños o párvulos. Aquí radica un aspecto del problema que obliga a diferenciar la práctica del Bautismo de los párvulos, que son bautizados en la fe de la Iglesia para completar más tarde la Iniciación cristiana, y la práctica requerida por los que han de ser bautizados, conrmados y admi tidos a la Mesa eucarística después de una conversión y una maduración espiritual conveniente, es decir, los adultos, a los que se equiparan los niños no bautizados que ya han llegado al uso de la razón. 127
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
8. Por este motivo la Iniciación cristiana de los niños en edad cate quética no puede hacerse siguiendo el Ritual del Bautismo de Niños, sino el ya mencionado capítulo V del Ritual de la Iniciación Cristiana de los Adultos, que lleva por título Ritual de Iniciación cristiana de los niños en edad catequética. Bautizar a estos niños como si fueran párvulos es impro pio e inadecuado, porque el niño puede participar de manera consciente en la celebración y responder por sí mismo a las preguntas que se le ha cen. Se trata, pues, de realizar una Iniciación cristiana, prolongada cuanto sea necesario, para que los niños no bautizados, pero llegados al uso de la razón, puedan realizar un verdadero «catecumenado», recibiendo una instrucción adecuada y ejercitándose en un modo de vida apropiado antes de acercarse a los sacramentos. Itinerario catecumenal
9. La Iniciación de estos niños debe distribuirse, como en el caso de los adultos, en grados o etapas y jalonarse con diversos ritos, descritos en el Ritual a propósito. Ahora bien, como el progreso de los niños en la formación depende tanto de la ayuda y el estímulo de sus compañeros como de la que reciban de sus padres o tutores, es preciso que se tengan en cuenta ambos inujos: a) Puesto que estos niños pertenecen generalmente a un grupo de compañeros de su edad, bautizados ya, que se preparan en la cateque sis para la Conrmación y la Eucaristía, la Iniciación debe apoyarse sobre la base del mismo grupo catequético. b) Es de desear también que esos niños reciban además, en cuanto sea posible, la ayuda y el ejemplo de sus padres y tutores, cuyo permiso se requiere para comenzar la Iniciación y para llevar en el futuro la vida cristiana. Por otra parte el tiempo de la Iniciación proporcio nará ocasiones oportunas a la familia para tratar con los sacerdotes y catequistas. 10. Cuando haya varios niños llegados al uso de la razón que de ban recibir los sacramentos de la Iniciación cristiana, convendrá reunirlos tanto en la preparación como en la celebración de cada etapa, para que se ayuden mutuamente en el itinerario catecumenal. Si se trata de un solo niño, la preparación se hará, en cuanto sea posible, en el mismo grupo catequético de los demás niños, los cuales podrán participar también en 128
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
las celebraciones del catecumenado. Funciones y ministerios en este itinerario
11. La Iniciación cristiana de los niños en edad catequética, aunque tenga un carácter excepcional como en el caso de los adultos, es una ocasión para recordar la tarea que incumbe a todo el Pueblo de Dios, de transmitir y alimentar la vida de la fe. La comunidad cristiana ha de verse afectada e implicada en esta misión de toda la Iglesia. Es muy importante que la comunidad acompañe a estos niños con su oración durante todo el cate cumenado y se haga presente en las principales celebraciones por medio de las personas que intervienen en el itinerario, como padres y padrinos, catequistas y otros colaboradores de la parroquia, además de los familiares, amigos y vecinos y de los otros niños. 12. Especialmente delicada es la función del catequista que ha de iniciar en la vida de la fe a los niños que no fueron bautizados de párvulos, aunque sea dentro del grupo de los demás niños que siguen el proceso catequístico ordinario de la comunidad cristiana. Convendrá que el cate quista esté especialmente preparado para su misión y que conozca lo que es propio de la situación del no bautizado. De él dependerá en gran medida también que los niños ya bautizados ayuden también a su compañero con su oración, con su testimonio y con su caridad. 13. En la Iniciación cristiana de los niños en edad escolar se requiere también un padrino que represente, a la vez, a la familia, como extensión espiritual de la misma, y a la Iglesia Madre, para ayudar no sólo al niño sino también a sus padres para que el niño llegue a profesar la fe y a ex presarla en su vida. El padrino tendrá que intervenir, por lo menos, en los últimos ritos del catecumenado y en la celebración de los sacramentos. Por tanto, es conveniente que sea elegido con las cualidades requeridas para su función. La Catequesis en el itinerario catecumenal de los niños
14. La catequesis de los niños en edad de la discreción que son iniciados cristianamente, apoyada en el grupo de los demás niños, ha de adquirir todas las dimensiones como introducción no sólo en la doctrina de la fe, sino también en la conversión y en la experiencia de la vida de la comunidad cristiana. Se trata, como se ha dicho antes, de un verdadero y 129
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
propio catecumenado orientado a la progresiva comprension de la Palabra de Dios, de la oración eclesial y de la celebración litúrgica, y a un compro miso de delidad al Evangelio y de amor al prójimo. 15. Esta catequesis, en cuanto acentúa la dimensión catecumenal, ha de tener un tiempo cronológicamente limitado. Normalmente sera el necesario para que la preparación de los niños corresponda al grado de formación catequética con que son admitidos los candidatos a los demás sacramentos de la Iniciación cristiana. En principio a esos niños se les debe pedir una preparación semejante a la exigida para participar por vez pri mera en la Eucaristía. En muchas parroquias esta preparación comprende un tiempo mínimo de dos o tres años, siguiendo el Catecismo Jesús es el Señor, de la Conferencia Episcopal Española. La celebraciones litúrgicas durante el Catecumenado
16. Para las celebraciones litúrgicas del itinerario catecumenal, se seguirán las indicaciones del citado Ritual de la Iniciación de los niños en edad catequética (RICA, cap. V). Al principio puede haber un «Rito de petición del Bautismo y de aceptación por la Iglesia», inspirado en el Rito de entrada en el Catecumenado (RICA, nn. 316-320), tan pronto como los padres o tutores de los niños hayan manifestado el deseo de celebrar el sacramento y, después del conveniente diálogo pastoral con el párroco u otra persona responsable de esta tarea, acepten el itinerario catecumenal para sus hos. Se inicia así un «Precatecumenado» en el que los niños se acercan a la persona de Jesús y entran en el grupo que los acompañará en su bús queda de la fe. 17. Después viene una segunda etapa, el «Catecumenado» propia mente, en la que los niños avanzan en el conocimiento de Jesús y entran en la comunidad cristiana por medio de la señal de la cruz y son admitidos a la liturgia de la Palabra. Esto tiene lugar en el Rito de entrada en el Catecu menado (RICA, nn. 316-329, especialmente nn. 321-329). Esta celebración puede situarse oportunamente al comienzo del primer curso catequético en que los demás niños inician la preparación para la Primera Eucaristía. 18. La tercera etapa se sitúa en el momento en que el niño ya tiene una experiencia espiritual de la vida cristiana y de las dicultades del se 130
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
guimiento de Jesús. Las celebraciones penitenciales o Escrutinios (RICA, nn. 330-342) de esta etapa, que debe coincidir con la Cuaresma del segundo curso catequístico, signican que Cristo fortalece al elegido para los sacra mentos y le ayuda a vencer los obstáculos a la conversión. Normalmente habrá una celebración de Escrutinios, en uno de los domingos III, IV y V de Cuaresma, tomándose para ello el formulario de la Misa para este n que se encuentra entre las Misas Rituales del Misal Romano. Este rito es muy apropiado también como celebración penitencial para los padres y padrinos y aun para los demás niños que, bautizados de párvulos, acompañan a los catecúmenos en el grupo catequístico. Si por alguna causa esta celebración no puede hacerse en uno de los domingos indicados, se tendrá en alguno de los días feriales de la semana siguiente, tornando el formulario dominical que gura en el Misal corno misa ad libitum para estas semanas. Cuando los Escrutinios se celebran fuera de la Misa, algunos ni ños ya bautizados de tiempo atrás, y pertenecientes al grupo catequístico, pueden ser admitidos por primera vez al sacramento de la Penitencia (cf. RICA, nn.332 y 342). La celebración de los sacramentos de la Iniciación cristiana
19. La celebración de los sacramentos de la Iniciación -última etapa, llamada de la Mistagógica- tiene su lugar más propio en la Noche de Pascua. Pero si la Vigilia pudiera resultar demasiado larga para la edad y la capa cidad de atención de los niños, la celebración de los sacramentos se puede hacer en la misa del día de Pascua o en la de cualquiera de los domingos de la Cincuentena pascual. Sólo razones de mucho peso pueden aconsejar que los sacramentos se celebren fuera de este tiempo litúrgico, para que no se debilite el sentido pascual de la Iniciación cristiana. Se procurará, en todo caso, que !a celebración tenga lugar en domingo. Si los sacramentos se celebran fuera de la Vigilia pascual o del día de Pascua, se celebrará la Misa del día o la Misa ritual de la Iniciación cris tiana, tomándose las lecturas de las que propone el Ritual (RICA, n. 388), o del día. 20. El Bautismo se celebra en la Misa en la que participan por primera vez los «neótos». En esta misma celebración se conere la Conrmación por el Obispo o por el presbítero que administra el Bautismo. De este modo 131
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
se expresa «la unidad del Misterio pascual, el vínculo entre la misión del Ho y la infusión del Espíritu Santo, y la conexión entre el Bautismo y la Conrmación» (RICA, n. 34). El presbítero que, por razón de su ocio o por mandato del Obispo diocesano, bautiza a quien ha sobrepasado la infancia, goza ipso iure de la facultad de conrmar (CDC, c. 883, &2). La conveniencia de unir el Bautismo y la Conrmación en la misma celebración responde a la práctica venerable, todavía en uso en la Iglesias de Oriente y, cuando se trata de adultos, en las de Occidente En Occidente cuando se trata de quienes fueron ya bautizados durante la infancia, y mientras se mantenga la unidad orgánica y el principio del orden de los sacramentos de la Iniciación, la Iglesia ha admitido, por motivos pastorales, que estos sacramentos -bautismo, conrmación, eucaristía- se coneran en el curso de celebraciones distintas en el tiempo. 21. Los ministros, al emplear el Ritual de la Iniciación de los niños en edad catequética, han de usar con libertad y sensatez de las facultades y atribuciones que se les conceden en él, especialmente respecto de la celebración de la Conrmación. «Entre los criterios a tener en cuenta en la práctica gura el de la pastoral diocesana del sacramento de la Conr mación, basada en lo dispuesto en el c. 891 y en las determinaciones de la Conferencia Episcopal Española sobre esta materia. No obstante, estas determinaciones no contemplan de manera explícita más que la celebración de la Conrmación para los que fueron bautizados de párvulos. Solución de alguna difcultad
22. Ante la dicultad que pudiera presentarse si alguno de los ni ños candidatos a los sacramentos de la Iniciación desea recibir la primera Comunión con sus compañeros del grupo de catequesis, se puede optar por una de estas dos solucione: a) celebrar la primera Comunión de todo el grupo en la Misa de la Iniciación cristiana del niño que es bautizado; o b) dar la Eucaristía al recién bautizado (y conrmado) en la Misa de su Iniciación cristiana, y admitirle nuevamente en la primera Comunión de todo el grupo. Reexión fnal
23. Las orientaciones anteriores pueden parecer muy novedosas, sobre todo cuando muchas comunidades cristianas se han habituado a 132
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
celebrar los sacramentos de la Iniciación en el momento que parece más oportuno para quienes van a recibirlos. Sin embargo la verdadera novedad para las comunidades y para sus pastores está en el hecho, cada día más frecuente, de la petición del Bautismo para niños que no fueron bautizados al poco tiempo de nacer y obliga a plantear toda la pastoral de los sacra mentos de la Iniciación cristiana. En efecto, ya no se trata solamente de una pastoral que puede ir jalonando en el tiempo los sacramentos del Bautis mo, de la Conrmación y de la Eucaristía, sin olvidar el de la Penitencia, sino de una pastoral que ha de contar con la existencia de un verdadero catecumenado para niños en edad de la discreción. A estos niños se les pide un itinerario de conversión y de preparación para los sacramentos cuyo nivel mínimo es el de los demás niños que se preparan para hacer la primera Comunión, pero que en realidad supone una profundización, si cabe, más exigente en el seguimiento de Jesucristo. Estos niños tienen que pasar de manera consciente de la situación de no creyentes al conocimiento y al amor de Dios Padre revelado en Jesucristo. Por eso necesitan de una mayor ayuda de la comunidad cristiana y de sus pastores, mediante la oración y el acompañamiento. Pero sobre todo nece sitan la gracia de Dios y los dones del Espíritu que se ofrecen gratuitamente a los hombres en el catecumenado y en los sacramentos de la Iniciación cristiana. 24. Los Obispos de la Comisión Episcopal de Liturgia, al ofrecer estas reexiones a nuestros hermanos los sacerdotes, queremos agrade cerles su dedicación y su esfuerzo en la pastoral catequética y litúrgica en la que renace continuamente la Iglesia. Al mismo tiempo les invitamos a profundizar, con el estudio y la meditación, en estas orientaciones y normas que nos ofrecen los actuales libros litúrgicos. Madrid, 16 de septiembre de 1992
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
+ Rosendo Álvarez Obispo de Almería. Presidente + Teodoro Cardenal Fernández Arzobispo de Burgos + José Mª Guix Ferreres Obispo de Vic + Braulio Rodríguez Plaza Obispo de Osma-Soria. + Ricardo Blázquez Pérez Obispo de Palencia.
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BIBLIOGRAFÍA
Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Catecumenado , Madrid, Edice, 2002.
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Proyecto de Pastoral de Iniciación Cristiana
Segunda etapa Itinerario catequético de Iniciación cristiana de adolescentes y jóvenes , Obispado de Jaén, 2000. P , El Espíritu Santo nos santica . Tercera etapa. Itinerario catequético de Iniciación cristiana de adolescentes y jóvenes , Obispado de Jaén, 2001. R V A.M., La transmisión de la fe. Plan Pastoral 2000-2001 ,
Madrid, Arzobispado, 2000. S J. M.- R. B, L I II, M, S P, 1996.
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Colección PPD 2001-2006 1.
¡Duc in altum... Rema mar adentro! Proyecto Pastoral Diocesano 2001-2006
2.
«En tu nombre, Señor...» Carta Pastoral de Mons. Antonio Dorado Soto
3.
Contemplar el rostro de Cristo. Retiros Vicaría para el Clero y la Vida Consagrada
4.
La Preparación al Matrimonio. Los Agentes de Pastoral Familiar
5.
Proyecto Diocesano de Pastoral de Juventud
6.
Secretariado Diocesano de Pastoral de Juven tud
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