Carutti, Eugenio - Ascendentes en Astrología I

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--Carutti, Eugenio - "Ascendentes en astrología (I)" --

1ª PARTE








































EL MANDALA

Vamo Va moss a come comenz nzar ar anal analiz izan ando do un símb símbol oloo del del leng lengua uaje je astr astrol ológ ógic icoo qu quee dema demasi siad adoo habitualmente es dejado de lado, pero que en realidad encierra la lógica global de articulación de los demás elementos de la carta natal (signos, planetas, aspectos, etc.). Este símbolo básico es la carta natal misma, o sea, aquel dentro del cual todos los demás símbolos aparecen:

tender a este espacio nos lle!ará a considerar cuál es la estructura que le es propia. Este símbolo, el más abarcati!o de todos los símbolos astrológicos, tiene las cla!es acerca de cómo se organiza la sinta"is, esto es, las le#es de asociación entre los distintos elementos que inclu#e, en tanto que espacio. $sualmente, cuando decimos espacio, imaginamos una entidad !acía en sí misma, en la cual se sit%an las otras entidades. &or ejemplo, cuando pensamos en el uni!erso, suponemos que el espacio es algo que e"iste de por sí, sin una relación estructural con los objetos que lo ocupan' como si uera e"terior a ellos. uestra percepción intuiti!a imagina el espacio como algo pre!io, dentro del cual las cosas caen. o concebimos que lo !acío # lo lleno pueden ser dos aspectos aspectos de lo mismo #, en consecuenci consecuencia, a, no ad!ertimos ad!ertimos la actividad que posee lo que nosotros llamamos espacio.

$tilizando entonces lo que #a sabemos, *qu+ está diciendo este símbolo, en su lenguaje *qu+ esto# diciendo con la superposición de un círculo # una cruz? Esto# estableciendo una relación entre el círculo -esto es, lo ininito, aquello que no tiene










































Entonces, el símbolo de la carta natal está e"presando el ielo en la 1ateria, lo ininito en lo ini inito to en un unaa rela relaci ción ón qu que, e, al mism mismoo tiem tiempo po,, un uni iic icaa # dist distin ingu guee do doss conc concep epto toss undamentales para nosotros: energía # forma.

En una carta natal, el 2istema de asas, cu#o n%cleo es la cruz (en realidad son tres cruces, encarnaci ación ón del estado del ielo en el instante de unaa trip un triple le cruci crucii i"i "ión ón), ), mani maniie iest staa la encarn la cuadratura del círculo - se encuentra nacimiento. El conocido enigma de los antiguos - la

detrás de este símbolo. &or eso, la cruz en el círculo tambi+n alude al &araíso: el lugar donde el ielo está en la 3ierra, donde la orma material reproduce la totalidad celeste sin que ha#a contradicción - para la conciencia - entre ielo # 3ierra, entre energía # orma.










































La carta natal es un mandala omo tal, la carta natal es un caso particular de un tipo de símbolos, del que ustedes habrán escuchado hablar, llamado mandala. /a carta natal es un mandala # ha# mandalas de distintas características, pero que siempre responden a la misma lógica básica. 2e trata de un símbolo que aparece espontáneamente en el psiquismo cuando ha# alg%n contacto entre la conciencia habitual # un ni!el de totalidad. uando esto ocurre, el inconsciente simboliza -o sea, coniere orma- con un mandala. La astrología es un pensamiento mandálico por

e"celencia que, como tal, descansa en las

proundidades de nuestra mente. 2ólo necesitamos permitir que alore en nosotros. uando el ser humano unda, cuando organiza algo que remite a la totalidad, necesita simbolizar un centro que ordene una potencialidad global. 3odas las plazas de las ciudades son mandalas. En las iglesias # templos siempre ha# mandalas' #, por supuesto, abundan en 4riente. El símbolo del 2ol, como tal, es un mandala:

2on mu# conocidos los mandalas tibetanos, con sus demonios # sus ángeles' se intenta con ellos simbolizar, para la meditación de la conciencia, la totalidad sin e"clusiones, sosteniendo una má"ima tensión entre los opuestos.










































costado un con!ento o un asilo, al otro costado las casas de los undadores. En las manzanas peri+ricas, en orden de importancia, los restantes !ecinos. sí se undaron todas las ciudades coloniales de m+rica # algunas de Europa moderna. Es bueno dibujar mandalas, tranquiliza porque remite a un ni!el en que es trascendida la ragmen ragmentaci tación ón # el desord desorden en de la con concie cienci nciaa superi supericia cial. l. 6n!est 6n!estiga igarr acerca acerca de esto esto con mandalas no astrológicos de cuatro, seis, ocho partes, resulta mu# %til para nuestro estudio. 0e esta manera, espontáneamente, se descubre que los mandalas tienen ciertas le#es.

Leyes del mandala Vamos a in!estigar entonces algunos principios que llamaremos le#es o principios básicos de un mandala. 7) El mandala es un símbolo de totalidad # de integración. unca habla de ragmentos. 8, por lo general, está organizado radialmente, con un centro # una perieria, o con distintas perierias conc+ntricas.










































energía. sí, el mandala se !a mostrando en distintos ni!eles de deinición. /a perieria es el ni!el más estable' el centro, el ni!el más !i!o. Entonces, esta es la primera relación entre centro # perieria: en el centro está la totalidad y, desplegada en la periferia, está esa misma totalidad, totalidad, en cuanto multiplicidad.

®unt+monos ahora: *cuál es la dinámica del mandala Este, *se abre o se cierra 0esde un punto de !ista, el centro se despliega como multiplicidad. &ero desde otro punto de !ista, la perieria se disuel!e como !acío central. l pensarlo # !erbalizarlo, puedo decir una u otra cosa, porque el pensamiento es unilateral # nos obliga a ir en una dirección determinada. 0ecimos salgo por la puerta, pero salir del aula es entrar el el palier. !algo o entro e"presa algo algo qu quee está está un unil ilat ater eral aliz izad ado, o, iden identi tiic icad adoo en un unaa po posi sici ción ón qu quee e"cl e"clu# u#ee a la otra. otra. El pensamiento en el ni!el !erbal, en nuestro lenguaje cotidiano, no puede integrar ambos puntos de !ista en una simultaneidad que, sin embargo, es real. En el estado de contemplación que el mandala propicia, los dos mo!imientos son reales # simultáneos.

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Preg Pregun unta ta:: ¿El ¿El mand mandal alaa es es un un sím símbo bolo lo está estáti tico co o din dinám ámic ico? o?

/a represe representa ntació ciónn es e!iden e!identem tement entee estáti estática, ca, pero pero lo simbol simboliza izado do es tremen tremendam dament entee manifesta stació ción n y la consu consumac mación ión,, al mismo dinámi dinámico. co. En todo todo mandal mandalaa está está sucedi sucediend endoo la manife

tiempo, simultáneamente. &ero, desde luego, ha# que comprenderlo a tra!+s de sus le#es de representación. 9a# que imaginárselo, por lo tanto, como un dibujo holográico, dicho en t+rminos t+rminos contemporáneo contemporáneos. s. omo una doble h+lice, h+lice, una que abre # otra que, al mismo tiempo, tiempo, cierra. ecuerden, como a#uda, el caduceo de 1ercurio, con sus dos serpientes enlazadas:










































imposible para el pensamiento !erbal. &rimero se !e una, despu+s otra, despu+s se las relaciona. ómo se las relaciona: este es el problema' # eso depende del estado de la conciencia que est+ en juego. 3raducir, encontrar las lógicas de transformación entre el estado proundo, sint+tico de la conciencia # el estado supericial, atrapado en la multiplicidad concreta del pensamiento !erbal, es nuestra diicultad. 0e hecho, el centro del mandala es un punto !acío' es lo amoro por e"celencia. Es lo que va tomando tomando forma, forma,

hasta escindirse como multiplicidad. 4 sea que, en el centro, ha# una

unidad amora # en la perieria ha# una multiplicidad de ormas. uando se dice unidad, nuestro cerebro lo retraduce como uno, pero no es necesariamente así. En el !acío central que remite a la unidad, no ha# nada en tanto que orma. &iensen en la unidad no como algo sino como !acío generador donde puede estar todo, en otro estado. En este sentido, no es el uno sino el cero. 2i uera algo, estaría #a e"clu#endo otra cosa; ning%n algo puede ser todo. 2i nuestra psique comprendiera esta lógica de la unidad, todo sería mucho más ácil para nosotros. ;) $na de las consecuencias de este doble mo!imiento -en el cual el centro se maniiesta hacia la perieria # a la !ez esta se integra, se disuel!e, se consuma en el centro- es que cualquier mo!imiento en una dirección, automáticamente tiene que estar compensado por el mo!imiento en la dirección contraria. 4 sea que, si aparece una orma en alg%n punto de la perieria, tendrá que e"istir otra orma en el punto opuesto de la misma, que compense a la primera. Es decir, todo lo que aparece en la periferia del mandala tiene que estar representado -u organizado - en forma bipolar.












































Es decir: para que esto sea un mandala, en el mismo momento en que se maniiesta algo en la perieria tienen que maniestarse todos los puntos complementarios, manteniendo así el equilibrio de la totalidad en la representación. "o #ay, en el mandala, la posibilidad de una dirección autónoma, unilateral, independiente de las demás. Esta es precisamente, la ilusión de

la conciencia identiicada con la orma. En rigor, todas las direcciones de la perieria son sincrónicas # necesarias las unas con respecto a las otras. Es decir: la aparición de los elementos en complementación bipolar, es simultánea. 2i e"iste  tiene que e"istir <. &or lo tanto, si e"iste el norte tiene que e"istir el sur, no ha# otra posibilidad: # tambi+n tienen que e"istir el este # el oeste, porque de lo contrario no ha# espacio. En consecuencia, #a sabemos que lo que aparece en un mandala, está ordenado bipolarmente.












































Es decir, intuiti!amente, tendemos a !er uno solo de estos dos aspectos #, por lo general, el que !emos con más recuencia -por nuestro condicionamiento cultural- es el que dice que la periferia es una manifestación del centro. &ero,

en un mandala, no estamos autorizados a

hacer esta polarización' de modo que, si es cierta una dirección, entonces necesariamente tiene que estar presente la otra. ►

...y ...y esas esas dos dos dire direcc ccio ione ness fluy fluyen en cons consta tant ntem emen ente te......

E"acto, ambas pueden ser reunidas en una imagen de luir constante, de modo tal que podamos decir que el mandala pulsa.

►

¿Una ¿Una dire direcc cció ión n tiene tiene que que er er con con la conc concie ienc ncia ia y la otra otra con con el el inc incon onsc scie ient nte? e?












































en otra dirección. simismo, cualquier disolución en una dirección, tiene que estar compensada por una disolución en otra dirección. &or la propia índole del símbolo, acá ha# un equilibrio constante.

►

¿Es una ley de conseración? 2í, lo es. 3odo mandala alude al principio básico de conser!ación de la energía. 4tro símbolo de lógica típicamente mandálica es la serpiente que se muerde la cola, que se

!a de!orando a sí misma hasta que desaparece. uando se de!oró totalmente, reaparece. 2iempre está muriendo, # siempre está renaciendo.

Las leyes del mandala, dentro de la carta natal 3odo lo que hacemos en una carta natal es mo!ernos en un mandala, en un campo que tiene esas le#es, además de otras que iremos !iendo ni su momento. Entre otras cosas, un mandala delimita un espacio sagrado. 0entro 0entro

de ese mandala mandala está lo sagrado, aquello que trasciende trasciende e

6nclu#e el estado ragmentario de la conciencia. &or esto, una carta debe ser hecha mirándola desde adentro # no desde auera, no ?espiando? lo sagrado desde el e"terior. Esto quiere decir, tomar tomar con concie cienci nciaa de los con condic dicion ionami amiento entoss del pen pensam samien iento to !erbal !erbal,, e"tern e"ternoo al espaci espacioo mandálico, que !iolenta el estado de conciencia que el mandala simboliza. 9a# dos ni!eles de conciencia en juego. En uno de ellos, el pensamiento !erbal del lenguaje cotidiano intenta












































►

... o sea! en el Sol... E"acto...# este es nuestro problema. /o que la persona ?es? en tanto totalidad no está en

ning%n punto de la perieria, sino que está en la totalidad de la misma, es decir, en todos los planetas, todos los signos, todas las casas # todos los aspectos organizados de cierta manera. 4 -lo que es lo mismo- en el centro. Entonc Entonces, es, el ser de una persona está en el centro del mandala o en la totalidad de la periferia.

2in embargo, los seres humanos tendemos a hacer identidad en un ragmento de la

totalidad, en un cuerpo particular de la carta natal, básicamente en las características del signo solar, o en la /una o en alg%n otro planeta o conjunto de planetas. 8 decimos que los restantes representan al padre, la madre, los hermanos, la pareja, los acontecimientos e"ternos, etc+tera.

2in embarg embargo, o, nosotr nosotros os sabemo sabemoss que cada cada cuerpo cuerpo es un signi signiica icador dor simult simultáne áneame amente nte,, de personas # hechos e"ternos # de dimensiones internas. in ternas. ada cuerpo e"presa un aspecto de mi interior or y exteri exterior. or. &ero en t+rminos astrológicos, !ínculo !ínculo estructural estructural entre lo que llamamos llamamos interi

esta separación es propia de una e"clusión # de la primacía de la orma -momento canceriano del @odíaco o encarnación -, dicho en t+rminos tradicionales. &recisamente, el mandala como símbolo tiene como sentido e"presar aquello que nuestra conciencia, identiicada con la orma # el tiempo (áncer=apricornio) no puede hacer: la relación sincrónica energía%forma. Vamos a analizar todo esto, más a ondo # desde otro ángulo. 2upongamos que nace un beb+: en el mismo momento en que esto ocurre, la carta natal del chico está constelada en el












































2abemos que en este mapa, en este dise5o, está implícita toda la energía del ni5o, pero esa energía a%n no tomó orma, a%n no se desplegó. &odemos decir que todo ese sistema energ+tico es # será el ni5o, porque sabemos que esa estructura contiene lo que es ho# ese beb+ # lo que !a a ir siendo, como destino. hora bien, lo primero que se maniiesta concretamente -ocalizado- de este sistema energ+tico, es el cuerpo de esa estructura: el beb+. 2in embargo, *la energía de ese instante -que se maniiesta en ese cuerpo- está toda ella presente sólo en ese cuerpo *4 acaso la energía necesita más de una orma para e"presarse en el plano concreto Va#amos deduciendo esto. *Au+ es lo que #o s+ de la carta del ni5o














































!incular del cual el beb+ es el cuerpo, pero que !a más allá del cuerpo: la carta natal como sistema energ+tico es el cuerpo y sus vínculos. En rigor, el cuerpo del beb+ es un !ínculo entre el cuerpo de la madre # el cuerpo del padre' # estos, a su !ez, son !ínculos de otros cuerpos # así sucesi!amente. 0el mismo modo, la constelación del instante del ni5o no está separada de los demás instantes constelados que están presentes en el acontecimiento' esto es, las cartas natales de todos los demás. &ada cuerpo es un campo vincular y cada instante energ'tico tambi'n lo es. El psiquismo

autocentrado es el que simpliica el cuadro # no permite !er la trama sub#acente. ►

¿Est ¿Estoo qui quier eree deci decirr que que las las ener energí gías as est están án toda todass dent dentro ro de de ese ese cuer cuer#o #o y que que se an an a ir ir

desarrollando! de acuerdo a la influencia del mundo e&terno?

Esta pregunta demuestra, nue!amente, cómo preerimos considerar una dirección u otra... 8o esto# diciendo que la energía de la carta natal ?se maniiesta?, en el sentido de que -en el













































--Carutti, Eugenio - "Ascendentes en astrología (I)" -otros cuerpos. Esto

es, la energía se encuentra consigo misma en la interacción de todos los

cuerpos, personas # acontecimientos que necesita, para e"presarse en toda su complejidad. hora, si el beb+ nace con /una en apricornio, habrá una !ibración que lle!a a la sensación del río de ?la balanza sin toallita? # esa !ibración es inherente a ese ser. Esto es, con esta /una habrá una contracción # una austeridad que es inherente a este ser como energía # el ni5o la habrá de ir !i!iendo, distribuida en todos los acontecimientos de su !ida que la )qu' desgracia* desgracia* )podríamos )podríamos #aberla #aberla e"pr e"pres esen en.. laro laro,, un unoo se imag imagin inaa esa esa escen escenaa # dice dice )qu' evitado...*; sin embargo, es lo que es.

►

¿'óm ¿'ómoo infl influy uyee la la ene energ rgía ía de los los #ad #adre ress en en el el cam cam#o #o ener energ% g%ti tico co del del c(i c(ico co??

Va#amos despacio... &or ahora, unilateralizando necesariamente, !eamos que la energía del ni5o utiliza la energía de los padres para maniestarse. 8 no sólo la energía de los padres, sino tambi+n la del ginecólogo, la de la partera, la del arna!al -si nació en ese momento- o














































;. 2e orma un punto ocal ocal de ese campo -que es el cuerpo # la conciencia conciencia que, a la !ez, ese cuerpo !a desarrollando de sí mismo- que !a !i!iendo lo que es, a tra!+s de !ínculos # acontecimientos. Es decir, que !a recibiendo la !ibración. Esto signiica que ha# un ni!el energ+tico que emite !ibración, que se corporiza a tra!+s de la interacción de dierentes ormas #, al mismo tiempo, una conciencia identiicada con una orma -el cuerpo del beb+- que recibe esas !ibraciones.














































soy esto esto y no soy aque aquell llo o.. Vo# Ese Ese psiq psiqui uism smoo es un unaa cier cierta ta cons consta tanc ncia ia de iden identi tida dad: d: soy

incorporando ciertas dosis de mi propia energía, aqu+llas con las que logro identiicarme. 1ás














































!a a marcar el cuerpo, !a a marcar el sistema emocional # !a a marcar la conciencia. sí, co= menzará a generarse una conciencia, labrada a partir de identiicaciones # rechazos respecto de la propia energía.
















































dole mucha intensidad por momentos # luego, retirándosela s%bitamente. 8 esto lo marcará de nue!o emocionalmente: ese cuerpito quedará troquelado por esos espasmos # la angustia concomitante. sicológicamente, podemos

decir que esos acontecimientos aleatorios # esos padres que

astrológicamen amente, te, no podrían haber actuado de otra manera, constituirán su historia. &ero, astrológic

puedo decir eso porque ese acontecimiento es e s el ni5o # ese comportamiento de los padres es +l, en cuanto campo energ+tico atemporal que comienza a generar una memoria interna. 0n cada nueva manifestación cíclica de la energía, tenemos un nivel energ'tico que se
















































/o importante es entender que se trata de la deensa ante mí mismo, como entidad energ+tica, # no simplemente de la deensa con respecto a los demás, que es real en un ni!el psíquico. 2e ha creado -desde el punto de !ista energ+tico- un also adentro, una alsa iden= tidad. o so# quien creo ser. En general, no tenemos una estructura psíquica elástica # le"ible, que logre que las e"periencias que cíclicamente retornarán, nos atra!iesen, para así recrearnos en ellas. os ijamos en una autoimagen # no nos dejamos recrear por la maniestación del cen= tro del 1andala. /a e"pe e"peri rien enci ciaa trae trae siem siempr pree un unaa nu nue! e!aa do dosi siss de mi prop propia ia ener energí gíaa en un unaa nu nue! e!aa
















































que, e!identemente, tendr+ que soltar aquello con lo que me he identiicado, que me obliga a rechazar lo que no puedo tolerar de mí. 8 que surgirá un modo totalmente nue!o de !incularme con los otros. Veamos esto: en el proceso de estructuración de la personalidad uno recibe una !ibración, se organiza, trata de estabilizar una identidad #, una !ez que lo logra, empieza a rechazar sistemáticamente todo lo demás, diciendo )son los otros...*. ►

¿, eso es malo?
















































Ener#$a, autoconciencia y destino Es decir, la ecuación que necesitamos in!olucra identiicación # rechazo (destino). 0e acuerdo con esa identiicación, uno puede conocer su destino, no porque uno ?sepa? el destino de esa persona -en el sentido de que est+ ?escrito? en alg%n lado- sino porque la estructura de ese campo energ+tico se ordenará de esa manera, ine!itablemente. ►

Es deci decir! r! uno uno #ue #uede de #re #reer er el ti# ti#oo de de ene energ rgía ía que que a a a rec recib ibir ir......
















































acontecimiento. ►

Enton ntonce ces! s! ¿lo ¿los otr otros os son el desti estino no de uno uno.. ...? .?

Bustamente, nuestro trabajo más adelante será constatar que el auera es el destino de uno, pero como uno es el auera de otro, podemos concluir que todos co%destinamos. &or ahora, en este este ni!el ni!el introd introduct uctori orio, o, estamo estamoss mirand mirandoo más ?ombli ?ombliguí guísti sticam cament ente?, e?, desde desde un destin destinoo particular. &ero esto es un análisis ragmentario que hacemos de manera pro!isoria, por necesidades didácticas.


















































esta presencia pueden llamarla como quieran. /o cierto es que ha# una presencia energ+tica, ha# algo que está presente desde el principio # que, de alguna manera, es recurrente e


















































?Dachicar, restringir...?, #o ?arremeto?, o sea que tengo este pulso: ?arremeto=achico?. /a realidad de mi energía me dice: ?!os sos impulso # restricción al mismo tiempo?. hora, lo más


















































lo hacemos indi!idualmente sino colecti!amente. /a sustancia de la 3ierra es una trama !incular que hace esto' # sobre esta sustancia polarizada se constela el ielo.


















































LA MATR%& &'D%A(AL





























































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































4 sea que, en la medida que se desarrolla la identiicación con el propio scendente, es cada !ez menor el misterio que encierra esta energía # esto reducirá la reacción que nos producen las personas con estas características, #a sea agrado o desagrado, inquietud, temor, dependencia o ascinación. /a energía, que antes se pro#ectaba en esas personas, es absorbida por mi conciencia # dichas personas pierden la signiicación que tenían en mi !ida, aunque perdure la ainidad natural. 2i, por ejemplo, la persona con scendente en ries comienza a sentir como propia una energía que la lle!a a tomar decisiones rápidas, quizá #a no le resulte imprescindible la relación con aquel amigo osado, impetuoso # amante del !+rtigo, que lo acompa5ó por a5os. Entretanto, podemos decir que cada !ez que cíclicamente somos atraídos con mucha uerza por personas cu#a energía corresponde a la de nuestro scendente, o si -lo que es equi!alente - esa misma energía nos produce un rechazo mu# uerte # entramos en conlicto con ellos, esto ocurre porque en nuestra !ida está por abrirse un nue!o ni!el de e"periencia ligado al scendente propio. &or eso, alguien !iene a interpelarnos con esa cualidad.  !eces nos mo!emos por giros, polarizándonos. Es probable que alguien con scendente en ries, agredido durante su inancia por un compa5erito de banco que le pegaba todo el tiempo, se ha#a puesto luego a practicar Farate. 8 que luego, en su adolescencia, se ha#a ena= morado morado de una jo!encita jo!encita dulce # rágil, rágil, con la cual se complemen complementaba taba a tra!+s de su asa V66 en /ibra. &ero eso es sólo una vuelta; seguramente, debió seguir proundizando su !iaje ariano impactado por la intrepidez en los negocios de un socio, o por la uerza # resolución de las ideas creati!as de un proesor' # así sucesi!amente. 4 sea que ha# una articulación, en la b%squeda de las energías, que nos hace ir oscilando entre el scendente # la asa V66. ►

Pero Pero en la 'asa asa 033 uno uno tamb tambi% i%n n #ro #royect yecta. a....

2í, pero una cosa es pro#ectar una energía con la cual debo aprender a complementarme - asa V66- # otra, es pro#ectar aquello que tendría que maniestar, maniestar, esto es, el scendente scendente.. /a asa V66 son !alencias abiertas a lo complementario # por eso siempre, desde allí, esa asa nos !a a equilibrar, aunque uno sea consciente de la misma. El scendente, en cambio, no es estructuralmente tal !alencia de balanceo. /a totalidad de la carta natal (2ol, /una, planetas, casas) !a maniestándose # generando








































casos. 8 el scendente se seguirá maniestando como desconocido cuando #a siento que ?so#? la /una. sí, ciertas e"ploraciones de la propia energía reci+n las hacemos cuando tenemos estabilizadas otras, desde las cuales miramos a las primeras. 0esde estos distintos tiempos de coagulación de la energía como identidad, !a tomando orma la ecuación carácter 1 destino. &recisamente, si !amos quedando quedando encerrados encerrados dentro de eso que llamamos llamamos -o, es porque ha# algo que se !a instalando como psiquismo, antes que O6 scendente # otros aspectos de mi energía. Esto nos proceso o de florec florecimi imient ento o de la identi identidad dad tiene tiempo tiemposs distin distintos tos y que nos mues muestr traa qu quee el proces vamos vamos explor explorand ando o a nosotr nosotros os mismo mismoss desde desde una identi identidad dad ya coagul coagulada ada.

os seguimos

e"perimenta e"perimentando ndo a nosotros nosotros mismos cuando #a hemos deinido deinido qui+nes qui+nes somos' somos' por ejemplo, a partir de la /una o el 2ol.

d Personas "ue o6li#an a desarrollar el Ascendente !or o!osicin *Medio (ielo en (a!ricornio Estas son autoridades uertes # limitantes, que dan seguridad pero a la !ez limitan. &odemos pensar que, para que lorezca el lado independiente, capaz de conrontar # luchar por lo su#o, característico de ries, no sólo e"istirán personas alrededor que sir!an como espe+o y modelo, sino las que obliguen a desarrollar esas cualidades por oposición. &or eso, tendrán que e"istir necesariamente en su medio ambiente personas de mucha autoridad # de mucho control con las cuales, tarde o temprano, deberá conrontar # hasta enrentarse. Es de obser!ar que, en general, los scendentes en ries tienen padres mu# autoritarios H iguras de su entorno que comparten esas características limitantes- con las que deben enrentarse. /a igura del padre suele ser cla!e en el scendente en ries, pues este resulta por lo general alguien mu# uerte e real o imaginario - para inhibitorio. En alg%n momento habrá que oponerse a este padre - real

liberarse de +l. 3engamos en cuenta que, en el arquetipo de ries, el 1edio ielo está en apricornio # estas iguras saturninas uertes están ligadas a +l. En general, los scendentes en ries, /eo # apricornio tienen destino con el padre # la autoridad, aunque de maneras dierentes. En el caso del scendente en ries, la necesidad de descubrir el propio deseo lo obligará a enrentar a aquellas iguras que lo capturan a tra!+s de su autoridad. /a diicultad es estas personas, dan a su vez muc#a seguridad seguridad y con+uran el miedo a de+arse arrastrar po







































--Carutti, Eugenio - "Ascendentes en astrología (I)" -leitmotiv de estas vidas.

Es bueno aclarar, cuando nos reerimos a personas e"ternas, que alcanzan unas pocas características en ellas para que la pro#ección inconsciente les coniera -en este caso por el 1edi 1edioo iel ieloo en apr apric icorn ornio io- un e"ces e"cesoo de auto autorid ridad ad,, do domi mini nioo e inhi inhibi bici ción ón qu quee no necesariamente quieren ejercer, por lo menos hasta el grado que el scendente en ries suele sentir.

Luna, -ol, Ascendente &ara ubicarnos en este via+e, podemos decir que el scendente es el punto cero. El 2ol o la asa asa V #a son son auto autoco conc ncie ienc ncia ia # e"pr e"pres esió iónn de la energ energía ía'' o sea sea qu que, e, desd desdee aquí aquí,, #a ha# ha# conciencia conciencia clara de la misma. on esto, !emos la distancia que e"iste entre una # otra manera manera de !i!ir una energía. /as energías no son estáticas. ada cualidad posee un dinamismo propio. /a /una, por su parte, está mucho más adelante en el mo!imiento. /a /una es una energía que #a constitu#ó una orma # esta se presenta prácticamente cristalizada o mecanizada. Es casi automática, un hábito. /o que en el 2ol se e"presa, en la /una se con!ierte en mecanismo # pierde !italidad. &or ejemplo: pelearse o decidir es, desde la /una en ries, un mecanismo que tiende a la protección o un talento innato al que se recurre en los momentos críticos. &or eso, no se la e"presa desde un presente, como en el caso del 2ol' ni se la aprende constantemente, como en el caso del scendente. /o su#o !iene #a dado' es una energía del pasado. 0e hecho, una persona con cualquier scendente puede empezar su !iaje en la !ida desde el nivel cero de descubrimiento de esa energía # llegar a e"presarlo con la acilidad propia de su 2ol o incluso de su talento lunar. 4 e!entualmente ir más allá' no ha# límite para este via+e. via+ee está la Esto Esto es lo diíci diícill de la mirada mirada del scend scendent ente: e: no sabemos sabemos en qu+ parada parada del via+

persona o dónde corre el riesgo de quedarse # cristalizar. 0e alguna manera -en todos nosotros- nuestro scendente contiene algo así como un enigma enigma vital que

nos guía. Es una cualidad que necesitamos comprender mu# proundamente.

En personas mu# creati!as, recuentemente el n%cleo especíico de su creati!idad tiene que !er con algo oculto en su scendente. Es algo que ascina, una continua interrogación.








































!elocidad, de modo que el n%cleo 6dentiicado psíquicamente, sentirá que es orzado a ir a ma#or !elocidad de la que quisiera. 2on una constante, aquí, las e"periencias de tener que ir más rápido que los demás o de !erse obligado a hacer cosas para las cuales la persona no se siente preparada. Es como si uera empujada a ellas, como consecuencia de la alta !elocidad de la energía ariana que constitu#e su !ida # que debe comprender, acompa5ándola como pueda. En !erdad, para estas personas la !ida es rápida porque tienen que hacerse cargo de resol!er cuestiones ?arianamente?, esto es, arriesgándose ?# si me equi!oco... mala suerte...?. ries es iniciati!a, abrir caminos, a!entura. &or lo tanto, es ?licencia para equi!ocarse? # esto, que es mu# natural para un 2ol en ries, resultará de una gran diicultad para el caso del scendente. /a !i!encia para la persona es que la !ida es mucho más !eloz de lo que se puede soportar, que no la esperan, que la apuran # obligan a decidir, que no le dan tiempo para hacer los procesos necesarios. &or ejemplo: siento que necesito tomarme un a5o para decidir mi !ocación. &ero se produce una !acante en un lugar de estudio mu# importante # todos me dicen que no la desapro!eche, que la tome ya porque luego será tarde # no puedo perderme esa oportunidad. En deiniti!a, act%o por impulso # con una intuición de mi deseo-es decir. ries- pero como esto# identiicado con otro aspecto de mí mismo mucho más lento, lo sentir+ como obligación, apresuramiento # situación orzada. &or supuesto, con la repetición de estas e"periencias, se !a generando la sensación de ?paren el mundo?, porque tengo que aprender a decidir sin pensar, # una parte de mí !i!irá asustada deseando que todo suceda más despacio, hasta que pueda comprender que esta es la lógica de mi !ida, que esto tiene que !er realmente conmigo. En ries, es natural # espontáneo verá forzad forzado oa el ubicarse en yo abro un camino>>; pero cuando se trata del scendente, se verá abrirlo. &or supuesto que, cuanto más antagoniza con eso, más complicado se !uel!e todo # las

escenas se hacen cada !ez más diíciles # desaiantes. uanto más resiste, más recuentemente se encontrará esta persona con otros que deciden por ella, # con la sensación de no sentirse nunca preparada para asumir cambios # mo!imientos de apertura. ►

+ medi medida da que que a a ace# ace#ta tand ndoo eso! eso! ¿la ¿la #er #erso sona na #ue #uede de lle llega garr a mane mane)a )arr las las e&#e e&#eri rien enci cias as

que le trae el +scendente?

ntes que nada, es preciso !er cómo construimos la pregunta. El scendente no es un








































necesaria como para mostrarnos el paso siguiente a seguir. El destino trae la resolución, siempre # cuando se lo escuche, pero es comprensible que e"istan el miedo # la tentación de ir por el lado más conocido de la energía, o sea, por lo #a identiicado #, a !eces, cristalizado. 4tro punto es que siempre habrá un momento, en la !ida de un scendente en ries, en que la persona sienta que no puede contar con nadie, que tiene que manifestar su deseo y #acerse #acerse cargo de las consecuencia consecuenciass

sin que otros lo respalden. 2upongamos que so# 2ol en

/ibra # /una en áncer: me sentir+ empujado, mu# a mi pesar, a e"periencias en las que siento que no puedo recurrir a ning%n apo#o # que conlle!an un má"imo de inseguridad para mí. En realidad, en este caso no !o# a poder resol!er los desaíos que aparecen, consultando a los arriesgarse. e. 8, para aprender a demás demás ni asociándo asociándome me con otros, otros, porque porque lo natura naturall aqu aquíí es arriesgars

tomar resoluciones, el scendente en ries necesitará un destino que no presente apo#os constantes para esto. 3arde o temprano, habrá que largarlo por su cuenta para que tome sus propias decisiones, aunque esto sea doloroso # !i!ido como un destino de soledad # abandono, en muchos casos. ►

Pero Pero ento entonc nces es!! no no se trat trataa de de la la mis misma ma sole soleda dadd de de 'a# 'a#ri rico corn rnio io...... responsabilidad lidad y o, porque el solo de apricornio no es simplemente solo sino solo, en responsabi

sosteniendo.

$n scendente en apricornio tendrá que sostenerse # sostener' el scendente

en ries, en cambio, tendrá que resolver por sí mismo, rápidamente, sin tiempo y sin apoyo por parte de nadie.

on ries no se trata de soledad sino de autonomía, se trata de salir de la

seguridad. quí se hace necesario deinir una gran independencia e indi!idualidad # por esa razón, en el largo plazo, el destino lo obligará a tomar decisiones absolutamente autónomas. ?4bligado? es la palabra cla!e: el destino, en un momento determinado, nos presiona. o se puede altar a la cita. ualquier persona con 2ol en ries, #a a los diecisiete o dieciocho a5os está intentando hacerse cargo de su propia !ida, mientras que el scendente en ries -debido a la simbiosis que corresponde a su matriz de agua- puede tardar mucho más tiempo en llegar a hacerlo gustosamente o, e!entualmente, no querer hacerlo nunca. En ese caso, uno dice que a esa persona le altan e"periencias por !i!ir. $na de las cosas más complejas de la astrología es darse cuenta de que, tarde o temprano, la persona !a a tener que !i!ir cierta e"periencia que










































puerta para ingresar a la totalidad zodiacal. Es decir, es el acceso directo a la energía del @odíaco, sin intermediarios planetarios, o sea, sin una unción psíquica (planeta personal) asociada que acilite una ocalización interna # una identiicación especíica. l estudiar el @odíaco !imos que este es una matriz, # que e"iste una lógica prounda en el despliegue de los signos. En realidad, lo que llamamos la carta natal es una unidad que nosotros di!idimos para poder leerla. El scendente es la puerta a la !ibración zodiacal indi!isa #, por eso, no tiene intermediación psíquica (no es !ehiculizada por planetas). 2i el @odíaco @odíaco es una unidad unidad donde cada signo contiene contiene a los otros -en un orden que le es especíico- dado un signo, necesariamente se ubican los otros. ries, en sí mismo, implica una cierta distribución de la energía: una orma de materializar, de !incularse, de estabilizar, de e"presarse, de encontrar orden, de acoplarse, etc. etc. manife fest star ar rie culmin inar ar apricornio, consu onsuma marr &iscis o &or &or lo tant tanto, o, mani riess qu quie iere re decir decir culm expresar

/eo' /eo' # !ice! !ice!ers ersa. a. Es deci decir, r, ha# una una ine i ne ! it a bi l i d ad lógi lógica ca por por la cual cual cada cada signo signo

implica una cierta distribución de los demás. hora bien, para todo signo maniestado 3&asa 2, son de particular importancia -desde el punto de !ista psicológico- las casas 6V, V666 # K66 que, en tanto arquetípicamente de agua, encierran el secreto de la inercia que cada signo tiene producen memoria #, en consecuencia, encierran que enfrentar en sí mismo, para manifestarse. Es

decir, cada signo contiene su propia manera

de resonar con el pasado. ries, /eo # 2agitario será el modo de resonar con el pasado de 3auro, 3auro, Virgo # apricornio apricornio,, respecti!ame respecti!amente. nte. 3auro lo será de I+minis, I+minis, # así sucesi!amente. sucesi!amente. /a belleza prounda del @odíaco como matriz holográica # recursi!a reside, entre otras cosas, en que cada punto -cada paso, cada espacio- contiene a los demás en un orden implicado # especíico. aptar la posición de cada signo en la matriz de los otros es una disciplina mara!illosa que,










































empírica, podemos deducirlo lógicamente. &or todo lo dicho, scendente en ries implica en su arquetipo la asa 6V en áncer, la asa V666 en Escorpio # la asa K66 en &iscis. Estas son las tres asas de agua que #acen inercia al scendente # que encierran la

tensión de su despliegue.

Entonces, en primer lugar, decir 6scendente en 6ries quiere decir al mismo tiempo poseer una modalidad modalidad afectiva afectiva de base simbiótica simbiótica

desde la cual la energía ariana aparecerá como

terriblemente agresi!a, peligrosa, casi !iolatoria. $na asa 6V en áncer, desde el punto de !ista psicológico, nos dice que su tendencia buscar refugio, refugio, protección, protección, no querer moverse en lo desconocido, desconocido, etc. 8 es espontánea será buscar

e!idente, asimismo, que esto está en tensión con su scendente ariano. hora bien *quiere decir esto que el @odíaco es contradictorio en sí mismo ntes de arribar arribar a esta esta con conclu clusió sión, n, recorde recordemos mos la distan distancia cia undam undament ental al entre entre energía y formación psicológica,

como metabolizaci metabolización ón primaria de la energía. Esta siempre siempre es una reducción reducción de la

energía # allí es donde se abre la brecha del destino. 0esd 0e sdee el pu punt ntoo de !ist !istaa ener energ+ g+ti tico co,, habe haberr teni tenido do un unaa base base aect aecti! i!aa cance canceri rian anaa es e"actamente lo necesario para e"perimentar una solidez aecti!a que me permita lanzarme a la










































a!entura de !i!ir, antes que realizarla en concreto, constitu#e la modalidad aecti!a de la perso= na # este anhelo de seguridad inconsciente será uno de los polos en los que el destino girará, en tensión a la uerza de ries.

La (asa /%%% en Escor!io omo criterio general, la asa V666 encierra el secreto de e"periencias en las que debo tocar ondo para que algo se usione en mi interior, para que una polaridad antagónica desaparezca, no intelectualmente sino en lo más proundo de la e"periencia e"istencial. /a asa V666 reiere a una modalidad que tiene que terminar, que tiene que ser trascendida en un ni!el que produce conlicto # redescubierta en otro de ma#or integración. Es una especie de ?caja de cambio? peculiar porque, si no la resuel!o, tendr+ allí una ortísima inercia # la presencia de una ambi!alencia inconsciente que se re!ela como conlicto # desgarro. 2ólo si se produce la muerte -entendida como usión de lo que está polarizado- de un malentendido básico, la energía luirá libremente # encontrará su cauce espontáneo 3!agitario%A2. Esta es la lógica del @odíaco. 0scorpio$ entonces, esa es la energía que on ries ascendiendo tenemos la &asa ( en 0scorpio$

tiene que transormarse, morir en un ni!el para pasar a otro, ser trascendido o resigniicado completamente. *Auu+ qu *A quie iere re deci decirr que al sce scennden dente en ries ries le hace ace iner inerci ciaa lo esco escorp rpia ianno, especíicamente *uál es el hábito energ+tico inconsciente de la persona, que tenderá a mantenerla aerrada a un ni!el de conlicto que, si permanece como tal, perpetuará el patrón haci+ndola retornar continuamente sobre el mismo punto El de fusionar su energía con la de otro otros, s, no tene tenerl rla a disc discri rimi mina nada da e inde indepe pend ndie ient nte. e.

omo o mo Esco scorpio rpio es un unaa espe especi ciee de










































o... es un condicionamiento mu# sutil que se comprende si uno atiende a la lógica del @odíaco. /a asa V666 encierra un secreto # su resolución potencia la liberación de la energía del scendente, en todos los casos. ►

¿4e ¿4e ref refer erís ís a la la 'as 'asaa 033 03333 rea reall o a la la arq arque uetí tí#i #ica ca.....? .?

Estamos hablando siempre de la arquetípica, o sea, la matriz lógica que me permite entender las transormaciones de ries en tanto arquetipo o canon. Es claro que si alguien nace con el scendente en los %ltimos grados de ries, puede aparecer la asa V666 en 2agitario. Esto Esto será una partic particula ularid ridad, ad, a superp superpone onerr sobre sobre la anteri anterior or matriz matriz.. G sea que a la matriz arquet arquetípi ípica ca corres correspon pondie diente nte a cada cada 6scend 6scendent ente, e, #abrá #abrá que agrega agregarle rle luego luego los rasgos rasgos personales que dependerán del lugar de nacimiento y pueden dar una distribución de casas completamente desplazada, con respecto al arquetipo. ero esto #abrá que superponerlo a lo 3interior y no invalida la matriz, sólo la complejiza.

2i quieren saber cuál es la cla!e del scendente en ries, obser!en en la asa V666 qu+ es lo que debe morir. En este caso, lo que debe morir es el anhelo inconsciente de usionarse # de compartir energía con otros, como dominante.

La (asa 7%% en Piscis Minalmente, *cómo podemos !er la presencia de la asa K66 en el scendente Esto es quizás más diícil de plantear, por lo que lo iremos desplegando en los sucesi!os scendentes. 2in embargo, podemos pensar que en la K66 están acumuladas e"periencias no consumadas por la conciencia, que acti!an arquetipos del inconsciente colecti!o. $na persona puede quedar atrapada atrapada en estos surcos colecti!os, colecti!os, repitiendo repitiendo e"periencias e"periencias en una inercia inercia que !a mucho más










































indierenciantes. 1uestran una matriz en la cual es bastante natural que el psiquismo se quede identiicado, reorzando una identidad e"tremadamente sensible # dependiente. /a energía ariana que se maniiesta desde aquí resulta atemorizante # diícil de comprender. /a relación entre esta identidad psíquica, # la !elocidad # crudeza de ries, reuerza el temor # la indecisión. sí es como, recuentemente, la resistencia se acumula, abundando entre las personas que tienen este scendente quienes se sienten incapaces de tomar decisiones por sí mismas. 4b!iamente, estos son los casos en los que la energía les !iene desde auera de manera mu# contundente con !iolencia, robos, intrusiones, accidentes. /a propia resistencia a la energía, !a atra#endo ese tipo de escenas e"tremas como equilibrio ine!itable.

8na 5istoria de 3ida 3omemos el caso especíico de esta mujer:

quí tenemos tenemos una combinación combinación diícil para la conciencia: conciencia: !ol en con+unción con la Luna en 0scorp 0scorpio, io, en la &asa (, (, con 6scend 6scendent entee en 6ries. 6ries.

ntes de conocerla personalmente,

podemos suponer que esta persona comparte energías con otros de manera usionante,












































Eecti!amente, cuando cuenta su historia, dice que está casada con un ariano # que trabaja en su empresa. En !erdad, este marido ariano tu!o m%ltiples empresas, porque es alguien sumamente intr+pido, que toma grandes riesgos # que, cada cuatro o cinco a5os, tiene un nue!o pro#ecto empresarial. 4btiene los ondos  ondos de capital hipotecando la casa de ambos -asa V666 en Escorpio- # encarnando la energía de poner en riesgo lo más seguro. Ella, con su scendente en ries, !a atrás # lo sigue en cada uno de estos emprendimientos, trabajando con +l. 2e puede aquí pre!er, tarde o temprano, una crisis. 0sto es astrología$ darse cuenta cuenta de que, en esta #istoria, falta una experiencia.

►

Ento Entonc nces es!! ¿cad ¿cadaa e$ e$ que que a#a a#are rece ce el el dest destin inoo es #orq #orque ue se se está está man manif ifes esta tand ndoo algo algo que que

la #ersona no reconoce de sí...?

E"acto: ha# una porción de sí misma que está totalmente disociada, en el sentido de que no se conecta con ella. /a conciencia, con su identiicación, ha ragmentado el campo energ+tico. Esta mujer !i!e lo ariano desde auera, a tra!+s de las decisiones que el marido toma para ambos. Ql encarna su ries. sí, e"perimentando esta energía inicialmente en el auera, podrá descubrirla luego dentro de sí. /o que nosotros podemos saber, es que el destino presionará para que esto e sto %ltimo ocurra, aunque no est+ escrito en ninguna parte si esto sólo reorzará r eorzará sus identiicaciones -incrementando la sensación de simbiosis dependiente, ante un destino que se repite en orma cíclica- o si ella redeinirá su identidad, ampliando su sensación de sí misma.












































&ueden encontrar muchos casos parecidos al relatado. o deduzcan con esto que el scendente en ries ?se tiene que di!orciar?' pero sí, que tiene que trascender sus !ínculos simbióticos. /a mu# alta tendencia a simbiotizar, que pro!iene de la inercia del agua, es lo que anula su poder de independencia. ►

" sea que en su (istoria tiene que (aber cortes... crisis de indepe independe ndenci ncia, a, para ganar iniciati!as, para obtener su propio o cortes, sino crisis

espacio # lanzarse a la a!entura, su propia a!entura, no importa cuál sea el resultado inal.

'tro e4em!lo Veamos este otro caso, tambi+n de una mujer con scendente en ries. &or supuesto, será la distribución especíica de todos los demás actores de la carta natal, la que e"plique el detalle de los acontecimientos de su !ida. &ero quiero que obser!en aquí una deri!a particular, la insistencia del destino en una determinada dirección # la tensión, notable en este caso, entre la identiicación consciente # sus anhelos con los acontecimientos externos de su !ida, hasta que se produce una resigniicación dramática de la identidad # una primera aceptación de sí misma en tanto ariana. Ella nace en el &er%. &osee una uerte carga jupiteriana # neptuniana #, en los primeros












































total entrega de la propia independencia, iniciati!a # corporalidad, es realmente enorme # podemos pre!er que !a a ser llenada por el destino. Este, entonces, sigue presionando. /as autoridades del gobierno peruano sospechan de ella como cómplice del hermano, lo cual es totalmente also, # e"igen a la orden que ella sea trasladada a un con!ento en otro país. Viaja a Mrancia #, en el nue!o monasterio, se encuentra con una madre superiora mu# autoritaria que impone condiciones de disciplina mucho más rigurosas. Minalmente, estalla un conlicto abierto con ella # es nue!amente trasladada a otro con!ento, esta !ez en la campi5a del sur de Mrancia, en un lugar acogedor # apacible, sin ninguna igura conlicti!a presente. &ero esto, aunque satisaga sus anhelos más proundos, no es compatible con su sistema energ+tico. cá alta una energía energía # esta debe maniestarse' maniestarse' es así como, en una %nica salida absolutamente absolutamente e"cepcional e"cepcional del con!ento por moti!os amiliares, ella sure un episodio de !iolencia callejera en el cual es atacada. Esto desata una crisis # inalmente deja los hábitos. &or alta de dinero se !e obligada a !i!ir en un barrio marginal # mu# !iolento en &arís, rodeada de ladrones # prostitutas, en un medio totalmente opuesto al que ella había so5ado # que le es totalmente hostil. 2e !e obligada a adaptarse a este mundo, haci+ndose mucho más acti!a # peleadora, por lo que protagoniza !arios hechos impensables para su identidad anterior -peleas, amenazas, golpes, etc.- a la !ez que se proundiza su diicultad económica, porque con trabajos de tipo intelectual no logra subsistir. &or %ltimo, decide hacer un curso de conducción de camiones # obtiene la licencia para trabajar de Dcamionera... 9o# recorre las rutas de Europa guiando camiones de doble












































El sentido del Ascendente en Aries tres casa casass arqu arquet etíp ípic icas as de agua agua - (, ( y A omo omo pu pued edee !erse erse,, las las tres - son

e"tremadamente instructi!as, #a que siempre son regidas por un elemento antagónico al del scendente. En el caso de ries, como en todo scendente de uego, las tres casas son, además, especíicamente de agua. $no podría preguntarse: ?pero entonces... *el mandala está en contra de uno, *por qu+ no lo hacen derecho en lugar de hacerlo torcidoR?. En realidad, como dijimos, habría que obser!ar que el mandala no está ?torcido?, sino que -en todo caso- lo que tuerce la energía es la identiicación psicológica. 3ener la asa 6V en áncer ?es lo mejor? porque si e"istió aecto sólido en la base, esto !a a permitirle a la persona, realmente, lanzarse # arriesgarse. ?/o malo? es que, ante la garantía de ese sólido aecto, uno elige !i!ir en la cuevita, cuando se trata justamente de poder hacer lo in!erso. &ero esto #a no es culpa del mandala. ►

" sea sea que que esa esa 'asa 'asa 30 30 en 'án 'ánce cer! r! ade ademá máss de ser ser una una bas basee sóli sólida da!! es una una bas basee a la

cual se #uede oler...

2í, se puede !ol!er todas las !eces que sea necesario, siempre # cuando se trate realmente de una base prounda # no de un reugio en que me aíslo. 0e hecho, ustedes !erán que las personas con este scendente pasan de períodos lentos, seguros y dependientes, a lanzarse a la












































se maniiesta su lucha incipiente con los mandatos # la autoridad, se muestra e"tremadamente peleadora. Es e!entualmente e"pulsada de ellos, para luego !ol!er a buscar otra pertenencia # otra autoridad con la cual repetir la e"periencia. Este girar en círculos de simbiosis%pelea es un clásico circuito de este scendente, hasta que aparece la conianza suiciente como para abrirse camino # encontrar una real independencia. ►

¿;u% ¿;u% #asa #asa cuan cuando do una una #er #erso sona na e&#r e&#res esaa su su +sc +scen ende dent ntee des desde de #equ #eque9 e9a. a...? ..?

Bustamente, los chicos irradian con mucha uerza la energía del scendente # este es, en ellos, e"tremadamente !isible. Es bastante ácil captar la energía ascendente en los ni5os: se la percibe, sobre todo, en el cuerpo, las acciones # la actitud corporal. El scendente se !e con claridad, como una irradiación... hora bien, por el proceso de identiicación psicológica con la /una # con otros aspectos de la carta, progresi!amente, la e"presión del scendente se !a oscureciendo. uanto más !irginal es el chico, desde el punto de !ista psicológico, cuantas menos identiicaciones o miradas del otro moldeen su conciencia -que son tambi+n aspectos ragmentarios de su energí energíaa- tanto tanto más claram clarament entee irradia irradiará rá el scen scenden dente. te. /uego, /uego, irán irán predomi predominan nando do las identiicaciones, con lo que aquella irradiación comenzará a opacarse e inhibirse, en el ni!el consciente, por el ?iltrado? a que es sometida por las identiicaciones contradictorias con +l. + l. En realidad, el scendente es una energía que, de chico, uno irradiaba pero que no se













































--Carutti, Eugenio - "Ascendentes en astrología (I)" -via+ee por el scendente en ries, 9emos 9emos hecho hincapi+ hincapi+ en los primero primeross tramos tramos del via+

subra#ando el aprendizaje de sus ni!eles básicos que lo ligan a la !iolencia, la agresi!idad, la toma de riesgos # el compromiso con el propio deseo. 2in embargo, el despliegue de ries no termina ob!iamente allí # se e"presa en una serie octavas. s. En ni!eles más proundos, este scendente irá descubriendo la cualidad de la de octava

inic inicia iati ti!a !a # cómo cómo arri arries esga gars rsee a modi modii ica carr el medi medioo con con la prop propia ia ener energí gía, a, a riesg riesgoo de desequilibrar # equi!ocarse' entendiendo que la capacidad de equivocarse -en el sentido de abrir camino- es undamental para esta energía. &rimero se e"perimentará esto desde el deseo, más tarde se con!ertirá en !oluntad # habrá que hacerse cargo de la respuesta del otro # de cómo el otro participa del mo!imiento del deseo. /uego, se hará cada !ez más importante la dea # cómo la idea organiza la realidad r ealidad # genera acción.

&or un lado, podemos decir que la energía de ries conlle!a una gran encarnación # la !i!encia de la intensidad de la propia presencia en la modiicación de la realidad. Esto será inicialmente algo corporal, pero luego ine!itablemente mental. La fuerza del pensamiento y la














































esto no puede ser teoría' es certeza. El acto es !ida pura, lo !i!o # deseante por e"celencia # sólo puede ser descubierto en la !i!encia. &or eso, para un scendente en ries esto podrá aparecer ácticamente, sólo si antes es capaz de liberar las inhibiciones básicas ligadas al hecho de permanecer en el mundo de la enso5ación # la seguridad de la pertenencia, o reprimir la presencia corporal o rechazar la unilateralidad inherente a toda acción. &or esto, en el scendente en ries, la !ida ense5a primero en esta base ligada a la agresi!idad agresi!idad cruda o incluso incluso a la !iolencia mental, para poder descubrir descubrir despu+s despu+s otros ni!eles, ni!eles, !iajando por el enigma del acto # la creación.














































A-(ENDENTE EN TA8R'

omo dijimos en el capítulo anterior, in!estigar el tema de ascendentes quiere decir !ol!er estruc uctu tura ra que que está está implícita en el a !er !er los los sign signos os,, pero pero ahor ahoraa haci hacien endo do hincap hincapi+ i+ en la estr uno. 0n este este sentido, está implícito en el scendente en 3auro que la despli despliegu eguee de cada uno. material ialice ice gemini geminiana anamen mente, te, que se desprenda de arquetipos arianos y se vea persona mater equilibrada en 0scorpio. Esto es así, ob!iamente, porque en el arquetipo de 3auro ascendiendo

I+minis cae en la asa 66, ries en la asa K66, Escorpio en la V66, etc.














































decir, la desmaterialización o liberación de la energía (en la tecnología atómica). Esto es, el proceso escorpiano en el que la isión # la usión liberan energía dejando un residuo -o e"creción- de má"ima densidad (el plutonio). La materialización, en cambio, es un misterio, un proceso aun ciego para el hombre, en el que se maniiesta la naturaleza prounda de la !ida. En 3auro, entonces, algo esencial se niega a ser penetrado por la conciencia, se impone a ella como una instancia opaca, oscura, que puede ser !i!ida # gozada pero, en principio, no pensada. La acumulación de la masa con su efecto gravitatorio atrapante -en el sentido de atraer

a

otros cuerpos en su órbita- tiene su correlato en la contundencia de los procesos naturales # biológicos, de los cuales la conciencia no puede escapar. necesi sida dad d de la vida vida es una instancia taurina, resistente a toda idea, uerza de la /a nece

!oluntad o ideal posible. Esta ambi!alencia, !ista e"teriormente, entre gozo # necesidad (las necesidades gozosas del cuerpo, por ejemplo) remiten -para el uego de la mente # la !oluntad - a la naturaleza animal, con su matiz de imposición sobre la conciencia que se idealiza a sí














































trabajo consistirá en que la conciencia se identiique con esta !ibración lenta, natural, de la necesidad de la !ida. Auiero que !ean que, sin lugar a dudas, habrá mucha resistencia a que se produzca esa identiicación, porque la primera reacción a su contacto, para la ma#oría de las conciencias, generará la sensación de perder una cualidad de libertad. Ese, justamente será el trabajo del destino, lo que hemos llamado ?el regalo de las hadas madrinas?. 2e !an a maniestar determinadas condiciones de !ida, en las cuales estará tan presente lo taurino que #o me !er+ obligado a comprenderlo, comprender la belleza de la materia # la necesidad natural, descubrir sus secretos # su goce, algo que un 2ol en 3auro espontáneamente posee. El scendente deberá aprenderlo #, para esto, las ?hadas? constantemente presentarán lo que llam+ la ambivalencia del placer y la necesidad. &ens &ensam amos os siem siempr pree qu quee Esco Escorp rpio io es el sign signoo de lo oscu oscuro ro # el mist misteri erio, o, pero pero en +l la conciencia es naturalmente atraída hacia lo

que se le aparece como oculto # sombrío.

3aur 3auroo es pro proun unda dame ment ntee mist mister erio ioso so en sí en cuan cuanto to abso absolu lutam tamen ente te natu natural ral pero pero la
















































!aloración del alimento' quizá le toque trabajar de mozo en un restorán. Auizá parte de su !ida dinero ro # de su acumulación. Auizá deba reormular muchas !eces sus gire gire en torn tornoo del del dine

pro#ectos, porque el conte"to se le pone demasiado lento o porque se presentan diicultades que le e"igirán un ritmo de constancia # permanencia, con la correlati!a sensación de p+rdida de libertad. 4curre que, si 3auro es una energía áctica, mu# concreta, estas personas tendrán que aprender que el deseo surge a tra!+s del contacto con la necesidad # no a partir de la !oluntad o la idea. &or eso, todo se mue!e con lentitud alrededor de ellas # tienen la sensación de
















































rallará la oportunidad de comprender el particular goce # la sensualidad de la acumulación lenta # orgánica, antes de que se maniieste en su propia conciencia. 3arde o temprano, como dijimos, el dinero se re!elará como mu# importante importante # trabajar en relación a la acumulación, circulación o economía del dinero, suele constituirse en un patrón !ocacional ácilmente obser!able. &or supuesto, quedar ligados con personas muy posesivas, tanto en lo material como en lo emocional, emocional, es un itinerario itinerario casi obligado aquí. omo tienen que e"perimentar e"perimentar la fuerza del apeg apego, o,

con toda su intensidad # consecuencias, en rigor esas personas harán de espejo al
















































2í, es com%n que a una persona con scendente en 3auro, al principio, no le importe el cuerpo # esto le #aga destino comi comien endo do lo qu quee no tien tienee qu quee come comerr # paga pagand ndoo las las consecuencias. ►

¿*a salud alud y la la enf enfer erme meda dadd son son tema temass tau tauri rino nos? s?

$na cosa es el orden del sistema que es el cuerpo y esto es claramente Virgo, donde salud # enermedad serán mu# rele!antes. 8 otra es el #acer cuerpo, el incorporar especíicamente la nutrición pero tambi+n, en algunos casos, problemas ligados a la indiscriminación de lo que
















































la e"periencia ligada al scendente, quedando en un segundo plano si la conciencia reuerza sus identiicaciones anteriores rechazando lo que ad!iene se entrega, modiicándose a sí misma.

Tra6a4ar con la resistencia Vimos en su momento cómo, para un scendente en ries, era esencial la e"periencia de desequilibrar la realidad a partir del propio impulso, más allá de las consecuencias posibles del acto acto &ara &ara el sce scend nden ente te en 3aur 3auro, o, en camb cambio io lo esen esenci cial al cons consis isti tirá rá en descubrir cómo,
















































1ás que a darle, a e"traerle la orma potencial que la inspiración capta, a tra!+s de acompa/ara, la

materia, tomando contacto proundo con la sustancia # no imponi+ndole una

idea abstracta. ►

*a resi resist sten enci ciaa del del mat mater eria iall ¿no ¿no es tam tambi bi%n %n #ro #ro#i #iaa de de la energ energía ía de +rie +ries? s?

2í, pero de manera dierente' en el caso de ries, necesito conrontar con el obstáculo para aprender a desarrollar # coniar en mi propia uerza. /a resistencia del material, en el caso de vivir acompa acompa/an /ando do creado creadoram rament entee proces procesos; os; no 3auro, está para que #o aprenda a vivir


















































rápido # supericial, que no urge de la necesidad prounda. &ueden &ueden imagina imaginarr que el destin destinoo podará rigurosamente pro#ectos # deseos, postergando logros # realizaciones, hasta que no se descubra el mo!imiento espontáneo de 3auro.


















































materia...?. on aquella rase, en cambio, esta persona deine una dirección de !ida que anhela salir de la atracción gra!itatoria de la 3ierra, salir de lo concreto # material, literalmente escapar de 3auro. &odemos darnos cuenta de inmediato que allí no habla el centro del mandala


















































de cualquier manera pastas rescas. hora, si quiere remontar !uelo uera de la 3ierra, al menos tiene base...


















































uria ante el trapo rojo que se agita ante +l. 0esde ese ries esencializado, surge el impulso ine"orable de la uerza taurina, el uego de la necesidad !ital, que es lo %nico que queda del


















































recepti!o. 8esde lo psicológico, el 6scendente, de alguna manera, es siempre como nadar contra la corriente. /a

primacía de la idea sobre los hechos es lo que produce obstáculos al scendente












































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































Personas y escenas e0ternas omo es de pre!er, aquí está presente el arquetipo de la Fran adre; por eso, no sólo será estrecho el !ínculo con su mamá, sino tambi+n con la ?madre de la madre?. Estas personas suelen nacer en ambientes donde ha# iguras maternas mu# uertes -por lo general, madre # abuela- en medio de amilias en las que se !alora mucho lo hogare5o, el aecto del clan amiliar, la tradición, el pasado, las ?memorias de la aldea...?. ►

*os *os dom domin ingo goss sag sagra rado doss en en tor torno no a la la mesa mesa fami famili liar ar......

laro, ese tipo de escenarios son clásicos para este scendente. Es com%n la presencia constante, alrededor, de familias muy clánicas, con pertenencias muy fuertes. 3anto si es mi amilia natal, como la de mi esposa o la de mis amigos. 3odo reside en el impacto que estos ámbitos causan en la persona. Esto puede maniestarse de mil maneras' por ejemplo ?mi mamá nació en un pueblito de atamarca, # se la pasa hablando todo el día de su pueblito?. 4 sea que #o no !i!í allí, pero constantemente capto todo el +nasis puesto en eso. Esa con!ersación que recurre en mi !ida, esa aecti!idad tan intensa hacia el pasado, ese sentido de la pertenencia que me rodea es lo que necesito escuchar, !i!ir, para que se actualicen en mí esas cualidades implícitas. 3ambi+n habrá escenarios ligados con la importancia de los seres !i!ientes, de las criaturas del uni!erso. Es com%n que el scendente en 3auro traiga a la !ida de la persona la importancia importancia del campo, de la naturaleza, naturaleza, de la !ida que produce' produce' en el caso del scendente scendente en áncer, en cambio, lo rele!ante es la presencia de los animalitos. Esto atrae # marca mucho en la !ida, # abre a la persona a la importancia de criar. En %ltima instancia, este scendente se !incul !inculaa con la import importanc ancia ia del período período de crianza crianza # nutrici nutrición, ón, o sea, sea, la etapa en la que es imprescindible proteger extremadamente a un ser desvalido, para permitir su crecimiento.

4tra e"periencia undamental en la historia de estas personas suele ser las casas concretas, que serán mu# importantes en el transcurso de sus !idas. &uede haber grandes !ariaciones de escenario, como siempre. &uede no interesarme en absoluto el tema de la casa' pero quizá mi padre tardó diez a5os en construir aquella donde !i!o, # constitu#ó para +l el centro de su e"istencia. Auizá más tarde, #o e"perimente un tremendo dolor al tener que desprenderme de







































--Carutti, Eugenio - "Ascendentes en astrología (I)" -refugio o de su nillaco natal o su peculiar apropiación de la quinta de 4li!os nuos !iajes al refugi

mientras ue presidente. 0e un modo más abstracto, como despliegue de destino, !eamos cómo la orga organi niza zaci ción ón conc conc+n +ntri trica ca de ámbi ámbito toss - -ni nill llac aco, o, /a ioj ioja. a. rge rgent ntin ina. a. 1erco 1ercosu surrconstitu#e un claro recorrido de scendente en áncer. En !erdad, a tra!+s de distintos ni!eles, lo canceriano se e"pande desde mamá, la amilia, el clan, las instituciones, hacia la importancia de las generaciones futuras, la importancia de la vida, de la nación, de la #umanidad misma, #asta llegar a experimentar el universo como una forma #abitada.

Personas &ensemos que las personas que se sienten portadoras de grandes tradiciones, que atesoran memorias # nos proporcionan la e"periencia de que pertenecemos a algo -un ámbito, una institución, un proceso- estarán necesariamente presentes a lo largo de la !ida de este scen= dente. /as personas con natural ternura # cuidado, dedicadas a los ni5os o a los animales, creadoras de ámbitos e instituciones, producen un gran impacto al scendente en áncer. uando decimos impacto, nos reerimos a una resonancia tan prounda, que es necesariamente ambi!alente # poco clara. Estas personas pueden ser, al mismo tiempo, admiradas # criticadas porque, cuando aparece la totalidad de la energía canceriana encarnada en alguien externo - para una persona que es aín a ella pero a%n no la comprende- le lle!ará a esta mucho tiempo, tiem po, muchas e"periencias, idas # !enidas, hasta desentra5ar todos los matices de esa energía # comprender su cualidad prounda # el !erdadero sentido de sus actos. Esto es ob!iamente así para todos los ascendentes' por eso decimos que estas personas impactantes # que se cruzan en el destino ense5an muchísimo # es mu# importante aprender de ellas. Es preciso intentar comprenderlas proundamente, más allá de sus !irtudes # deectos, porque encierran secretos de la energía que necesito !i!ir. &or supuesto, puedo no aprender de ellas # no e"traer para mí la cualidad de sus !idas, dejando que simplemente ormen parte estable del escenario de mi e"istencia' ahora bien, las personas pueden cambiar, pero la cuali= dad dad se mant manten endr drá. á. 8, de esta esta mane manera ra,, habr habráá un unaa sínt síntes esis is qu quee no se prod produc ucir iráá # un empobrecimiento ine!itable de mi !ida que se traducirá, asimismo, en conlictos ine!itables con las personas de la cualidad del scendente, como resultado de la incomprensión de esta








































mundo de la emoción le será de suma importancia. 2ólo así alcanzará esa calidez propia de la peculiar manera canceriana de reunir e integrar: a partir del aecto, de lo mu# personal # !ital. sí como !imos en I+minis que, para cada scendente, ha# un !ínculo primario con el que se trama el patrón psíquico de resolución de las uturas e"periencias, # en ese caso era el de los hermanos *qu+ !ínculo primario, es de suponer, será undamental para este scendente &or supuesto, el !ínculo con la madre. &ara trabajar bien este scendente habrá que ir mu# a ondo con este !ínculo' de lo contrario, la madre ?me hace de scendente?. El !ínculo con ella será mu# intenso, pero tengamos en cuenta que esta energía es algo nue!o para la persona. Esta aprende, en principio, tendiendo a adoptar el rol pasi!o # diciendo que ?#o no so# eso? -lo materno- sino que ?eso? es su mamá o las uturas iguras maternas de su destino. El centro del mandala irradia una energía que se constela en la particular intensidad del !ínculo con la madre # esto e"ige a la conciencia un aprendizaje particular. 1ás adelante, para este scendente serán mu# importantes los #i+os; # la misma persona -sea !arón o mujer- deberá saber colocarse en un ?lugar maternal?. Es ob!io que, para esto, resulta imprescindible haber resuelto el !ínculo con la propia madre' # no es fácil la resolución de este este víncul vínculo, o, con este 6scenden 6scendente. te.

Ieneralmente, ha# una e"agerada presencia materna,

presentando el !ínculo una enorme ambi!alencia. o será nada ácil discriminarse de la madre porque se experimenta con ella una simbiosis muy fuerte. omo dijimos, esta persona ?tiene? que e"perimentar energía de simbiosis de un modo particularmente intenso, # esta es la simb simbio iosi siss prim primar aria ia,, pero pero con con el sent sentid idoo de po pode derr emer emerge gerr lueg luegoo de la mism misma, a, para para así así desarrollar su propia capacidad de simbiosis protecti!a. 0e lo contrario, quedará por siempre ?del lado del hijo o de la hija?, con lo cual jamás encarnará otra !uelta del scendente en áncer. Este mo!imiento no es ácil. Es un mo!imiento que indica el difícil momento en que la persona, estando inmersa en una energía, emerge de esta para interiorizarla.

El modo de

resolución del !ínculo con la madre condicionará ine!itablemente las uturas e"periencias en las que aparecerá la energía de simbiosis. El patrón psíquico que se establezca con la madre creará un hábito, una toma de posición de la conciencia, que enrentará desde allí las uturas escenas que el scendente irradiara con su insistencia en el principio materno, a tra!+s de otras personas # situaciones. Es ob!io que el desarrollo del !ínculo con la madre es esencial para








































elabor elaboraci ación ón de este este !íncul !ínculo, o, que aparec aparecee como como e"ager e"agerada adamen mente te intens intenso. o. Es intere interesan sante te preguntarle a la persona, por ejemplo, a qu+ distancia !i!e de su madre. Verán que, en una asombrosa cantidad de casos, la respuesta es: ?1amá !i!e al lado...?, o ?mamá !i!e en ustralia...?. Es decir, o la persona ha huido de la madre, poniendo la ma#or distancia posible con ella, o la presencia de la madre es e"cesi!amente cercana, re!elando la simbiosis e"istente. ►

;ue ;ue i iaa en en +us +ustr tral alia ia!! no no sig signi nifi fica ca que que est est%% res resue uelt ltoo el el ín íncu culo lo......

&or supuesto, es necesario ?mantenerla en ustralia...? porque si la madre se acerca, la persona sucumbe a la energía de simbiosis # !uel!e a ocupar un lugar de enorme dependencia, en el que se desata toda la ambi!alencia no resuelta. Estas distancias e"tremas, sólo graican la potencia perturbadora de un !ínculo a%n no asimilado por la persona. Es importante obser!ar que el arquetipo de la madre manda a la persona al lugar del #i+o o de la #i+a eternos, de modo que deberá aprender a salirse de

ese lugar para poder ser adulto,

madre o padre a su !ez, # proseguir con el aprendizaje. Ese es el punto. $na estructura que es prácticamente recurrente en las mujeres -no tanto en los !aronescon scendente en áncer, es la gran importancia de la abuela materna. En realidad, para trabajar a ondo esta energía, es necesario descubrir que, psicológicamente, la verdadera ma% dre es la abuela. El

juego imaginario que se tiende a generar es la sensación de que ?mi mamá

es la hija de mi abuela...?, o sea, que la !erdadera energía materna está en la abuela. Esto lle!a a que despu+s -en otra vuelta - la persona se comporte como una madre hacia su propia madre. /a madre pasará a estar mu# cercana, pero para ser protegida, porque en !erdad la mamá ue #ermanita ita # la persona comienza a ocupar el lugar de la abuela, siem siempr pree un unaa espe especi ciee de #erman

haci+ndose cargo de (odas las carencias de la madre # quedando atrapada en esta simbiosis primaria que condicionará todos sus demás !ínculos # disposición disposición ante la !ida.

►

¿Pued ¿Puedee el +sce +scend nden ente te mani manife fest star arse se tem tem#r #ran anam ament entee con con esto estoss rasg rasgos os?? ,o creí creíaa que que se

manifestaba a una edad más aan$ada! #ero en realidad cono$co #ersonas muy c(icas que ya muestran esto que os estás describiendo...








































masi!amente con la madre, toda la energía del scendente se queda allí, en un estado regresi!o, # no madura hacia ormas más complejas # ricas que permitan e"periencias más amplias # signiicati!as. Es como si la !ida, en un ni!el, se hubiera detenido en ese punto # toda la potencialidad creati!a del scendente en áncer se in!irtiera sólo allí. Es necesario obser!ar si en el registro que la persona tiene de sí, inclu#e lo maternal, la ternura, el cuidado, la gran sensibilidad # la capacidad de contacto personal, lo aecti!o. En el caso de los !arones, este es un acomodamiento clásico. &uede presentar características duras -mu# racionales, agresi!as, rígidas- # la total ausencia de cualidades cancerianas # estar !i!iendo con la madre a los GH a5os o con una esposa -# generalmente con una importante suegra por detrás- que le juegue todas las cualidades maternales que +l rechaza en sí mismo. ►

¿Pued ¿Puedee ser ser que que una una (erm (erman anaa dese desem# m#e9 e9ee un rol rol mate matern rnoo con con sus sus (er (erman manos os men menor ores es??

2í, puede darse... /o importante para nosotros será que allí, psicológicamente, esa hermana aparece como una igura maternal. 0e todos modos, en ese ejemplo #o apostaría que está jugando mu# uerte la asa K66 en I+minis. /o importante, cuando miramos destinos, es no quedarnos en lo literal. /o importante no es que ha#a eecti!amente una abuela o una mamá, sino que esa energía maternal est+ encarnada por alguien con esas características. /o que nos interesa es !er cómo se coniguran ciertas estructuras de destino, que organizan el psiquismo lle!ándolo en cierta dirección. Aui+nes son los protagonistas, en %ltima instancia, no es lo rele!ante. Estamos delineando de qu+ manera torna orma la e"periencia de la simbiosis. &ara ello deinimos personas a quienes -para !er el proceso más claramente- necesitamos ponerles un nombre preciso, como abuela o mamá; pero no #ermana o esposa, o incluso papá o marido. uestro tema es que no registramos cualidades energ+ticas # patrones de energía, porque nuestra conciencia está identiicada con la orma # necesita ormas para !er, ormas uní!ocas # nombres precisos' de lo contrario, se conunde. Esto es lógico, pero es una limitación para lo que estamos in!estigando.  in de que adquiera visibilidad para nosotros # se pueda realizar el apre aprend ndiz izaj aje, e, nece necesi sita tamo moss un unaa cohe cohere renc ncia ia en la orm ormaa (si (si es la mamá no pu pued edee ser ser la #ermana...2, que es propia de nuestra conciencia # no de la manera como la energía se e"presa.

/o energ+tico, que aprehendemos a tra!+s de lo simbólico, no es lo literal. &ero tenemos que










































la energía del scendente en áncer # condiciona ese destino en particular. 6maginemos que est+ en la asa V66, o la 666, o la K6: esto hará aparecer ciertas personas # situaciones más que otras, como maniestaciones del scendente. En este ni!el de análisis nos mantenemos en un punto de !ista general -que a algunos quizá les parezca demasiado general- que respete nuestra necesidad de orma concreta # nos sensibilice, al mismo tiempo, a los patrones relati!amente amoros. lgo que !erán mu# com%nmente, además del peso e"cesi!o de la igura materna, es que el padre

suele ser tambi+n mu# maternal. Es decir, la unción paterna de límite # de le#, suele

estar en!uelta en un e"ceso de ?mimo? que la desdibuja (o la con!ierte en super#ó rígido, por compensación).

Los 5i4os Este scendente implica la capacidad de sentir, de e"perimentar intensamente la orma dentro de la cual !i!o, # de establecer un !ínculo nutricio con esta, porque so# parte de ella # ella es parte de mí. &rimero, lo e"perimentar+ pasi!amente, como !imos' pero luego surgirán las e"periencias en las cuales el destino me e"igirá pasar al lado acti!o de la energía. &or lo tanto, este scendente produce ine!itablemente una educación emocional, en la que necesito estos !ínculos tan uertes, porque con ellos aprendo lo que despu+s he de generar. 3engo que ser capaz, realmente, de transormarme en una persona nutricia, continente' # de re= gistrar lo nutricio # lo continente de las ormas. 2i tengo mal resueltos los !ínculos simbióticos primarios, esto se trasladará luego de manera incon!eniente al resto de mi !ida. /os procesos simbióticos no son, precisamente, una cosa sencilla de aprender. &or supuesto, estos ascendentes pasan por una experiencia básica en la vida, que es el nacimiento de sus #i+os,

aunque esto en realidad -tanto para el !arón como para la mujer-









































--Carutti, Eugenio - "Ascendentes en astrología (I)" -experiencia de transform transformación ación Esto Esto sign signii iica ca qu que, e, si so# so# sce scend nden ente te en ánc áncer er,, mí experiencia profunda tiene que ver, en un nivel, con los #i+os.

&ero para tener hijos, tengo que haber

resuelto !ínculos # estados emocionales simbióticos primarios # esto está !i!ido como algo oscuro, porque me obliga a redeinir mi identidad primaria, que en este caso se mantiene aerrada a un estado inantil. 0e hecho, la intensa carga emocional aecti!a de este scendente hace que estas sean personas de maduración lenta, lo cual es totalmente comprensible. &or eso, el salto a la e"periencia de los hijos será mucho más grande que para cualquier otro. 2e toca con los hijos el n5cleo de destino; es como si se me diera la posibilidad de pasar de recepti!o a acti!o, en la línea del scendente. &or lo tanto, no crean que este scendente se entrega con mucha acilidad a la e"periencia de los hijos. Es mu# probable que la rehu#a por mucho tiempo, sea porque la rechaza, o porque la idealiza tanto que la posterga. En otros casos -particularmente con los !arones, por la ma#or distancia e!idente con la energía- es mu# com%n que los hijos aparezcan ligados con la diicultad e incluso con el dolor. &ara que se inunde de emoción por los #i+os un scendente en áncer áncer -que quizá est+ polarizado polarizado en una personalidad personalidad mu# racional o hiperacti!a hiperacti!a,, con poca autoconciencia de su sensibilidad- el destino necesita traerle e"periencias de tal uerza como para desplazar del campo de su atención otros objeti!os más ?masculinos?, tras los cuales este !arón se protege de su sensibilidad. 0e ahí que quizá, en alg%n momento de su !ida, alg%n hijo reclame dramáticamente su atención a tra!+s de diicultades orzándolo a aceptar toda la emoción # el aecto que guarda dentro de sí. Es ob!io que esto será más diícil, cuanto más alejada de su !ulnerabilidad est+ la persona. El ejemplo de arlos 1enem en relación con la amilia # el destino de sus hijos, es suicientemente e"plícito. Es mu# com%n que en los !arones aparezca toda la importancia que sus hijos tienen para ellos, en el momento de una crisis matrimonial o una posible decisión de di!orcio. El desgarramiento de la separación de los hijos # el temor a aectarlos, inlu#e mu# uertemente #










































/a asa V marca la temática en sí, de la e"presi!idad... ►

Pero la e&#resiidad de la 'as 'asa 0 ¿no de#enderá del grado de integración del

+scendente?

Es un un feedbacI. /a e"presión escorpiana, el in!olucrarse prounda e intensamente con la emoción, !a en dirección de lo canceriano. /o que ocurre es que, con la asa V en Escorpio, puedo tambi+n tener pánico a e"presarme' puedo querer controlar a todo el mundo #, por ejemplo, sobreproteger a mis hijos' pero esto es #a otro ni!el de !ibración escorpiana. 1ás allá de lo psicológico -arquetípicamente- si en áncer me e"preso, muero para mí mismo, para el que era, porque tengo que salir de mí, de mi interioridad. E"teriorizar es muerte para áncer, en el sentido de que me !eo obligado a atra!esar una crisis de desprotección # renunciar a un círculo de pertenencia para ampliarlo. 2algo del hue!o # me encuentro en el corral. ►

4odo 4odo est estoo ¿de# ¿de#en ende derá rá muc( muc(oo de! de! #or #or e)em e)em#l #lo! o! la la ubic ubicac ació ión n del del Sol Sol en la la cart cartaa nata natal? l?

&or supuesto que, si so# 2ol=/una en cuario con scendente en áncer, la distancia a recorrer es mucho más compleja, pero la riqueza de la alquimia será tambi+n mucho ma#or. Es necesario que ustedes midan la diicultad de esa distancia, o de las incorrectas alianzas. &uede haber mucha distancia distancia entre las identiicacion identiicaciones es de la /una # el 2ol acuarianos, acuarianos, respecto de la energía del scendente' en este caso, llegar al contacto más personal # a la sensación de pertenencia, demandará mucho más tiempo. En cambio, si so# 2ol=/una en Escorpio con scendente en áncer, es mu# posible que reduzca todo a !ínculos e"tremadamente posesi!os en mi amilia, # me quede ahí para toda la !ida. Es decir, estar+ e"presando lo emocional, pero cancer eria iano no vía vía 0sco 0scorp rpio io,, es decir, a tra!+s de una simbiosis en el ni!e ni!ell prim primar ario io de lo canc

usionante que no permite realmente crecer ni hacer crecer a otros.










































con+unción !ol%(enus !ol%(enus en &asa ( en !agitario *cómo !a a 2e trata de una mujer. on esa con+unción

plantear la !ida...  tra!+s de mucha libertad, seducción, belleza.... El centro estará antes en sí misma que en sus creaciones #, en consecuencia, que en los hijos. /a e"periencia de lo que está contenido, de la integración en un mundo circunscripto, en que se !a haciendo identidad prounda a tra!+s del contacto con la casa, el hogar, lo íntimo, lo a%n no terminado de desarrollar, etc. -lógicamente- no se lle!a mu# bien con un 2ol en 2agitario en asa V. Eecti!amente, esta persona hu#e de su amilia de origen, no quiere saber nada con la madre # tiene la sensación de que los aectos estables son las cosas que menos le interesan en el mundo. sí, en su !ida ha# muchos juegos de seducción, muchas parejas, # se hiperdesarrolla en ella el plano del pensamiento. 2e aboca a muchos estudios #, si bien se recibe de m+dica, nunca ejerce. 4b!iamente, la medicina es algo que atiende al !ínculo interpersonal proundo, # la hubiera lle!ado a establecer relaciones aecti!izadas con sus pacientes # a abrir posibilidades en rubros rubros equ equi!a i!alen lentes tes de la medici medicina. na. sí, sí, hub hubier ieraa pod podido ido e"p e"perim erimentar entar la energí energíaa del scendente en un acercamiento consciente # natural' sin embargo -quizá por eso mismonunca se dedica a su carrera. 0e manera semejante operó en cuanto a la !ida íntima, #a que tu!o !arios matrimonios, pero nunca quiso tener hijos. onozco a esta mujer cuando tiene #a unos sesenta a5os, despu+s de su %ltimo di!orcio, el










































de la ener energí gíaa mate matern rnaa -q -que ue,, ob ob!i !iam amen ente te,, era era la su#a su#a prop propia iano qu quer erie iend ndoo jamá jamáss comprometerse con ella en ninguna de sus ormas posibles' escapó galopantemente del destino canceriano sosteniendo que ?de simbiosis, nada?. 9asta que, en un determinado momento, algo retorn retornóó a su equ equili ilibri brioo natura natural, l, lle!án lle!ándol dolaa a !i!ir !i!ir una sobredosis de !ibración materna. Es e!idente que un sistema tan altamente desequilibrado, por la posición en que se ijó la concien= cia, requería un reequilibrio e"terno del peso correspondiente. 0e cualquier manera, este hecho ue para ella mu# signiicati!o # además de compensar el circuito, la lle!ó a replantearse toda su !ida. etomó la medicina, comenzó a atender pacientes, se corri corrióó de la po posic sició iónn narci narcisi sist staa de sedu seducc cció iónn indi indisc scrim rimin inad ada, a, ri! ri!ol olid idad ad # ?lib ?liber erta tad? d? sagitariana, comprometi+ndose mucho más con su parte canceriana. 2e !e aquí que para el destino no era tarde. &ero esto re!ela la importancia de trabajar nuestro propio scendente desde el principio, para comprenderlo # comprendernos realmente, sin !ernos obligados a enrentar compensaciones tardías con escenas demasiado masi!as # e"igentes. &orque la energía que debemos !i!ir, tarde o temprano, la !i!iremos.

'tros e4em!los Estos dos ejemplos quizá les parezcan más discutibles, pero los quiero mencionar con la inalidad de sensibilizarnos a maniestaciones mucho más sutiles de los patrones energ+ticos. 3ambi+n, 3ambi+n, para !er de qu+ manera estos constitu#en constitu#en,, en el caso del scendente, scendente, problemáticas problemáticas que atrapan a la conciencia. unque la persona no pueda transitar la totalidad de la energía en todos sus planos de maniestaci maniestación, ón, de todos todos modos modos esta se impondrá impondrá como forma o patrón de su rele"ión # creati!idad. &or cierto que, para ir a ondo con estos dos ejemplos, deberíamos considerarlos desde el punto de !ista de las polaridades (en este

&áncer%&apricornio2 para que aparezcan en toda












































En el caso de Einstein, son conocidas sus diicultades con las mujeres # con sus hijos, llegando incluso a la negación de la paternidad de uno de ellos. El rechazo por la !i!encia aecti!a intensa de lo amiliar ue una constante en su !ida, hasta que inalmente se casó con su prima, e"periencia en la que alora el ni!el simbiótico endogámico que, e!identemente, estaba presente desde un principio. &ero en los ni!eles abstractos, ambos relejan un patrón que es sutilmente canceriano. En los dos casos, su contribución undamental a la ísica de su +poca ue, precisamente, la introducción re!olucionaria del problema del tiempo, que generó las ecuaciones de mo!imiento de los cuerpos, en el caso de Ialileo # la teoría de la relati!idad, en el de Einstein. &or otra parte, si bien esto !iene de op+rnico, para Ialileo es undamental su percepción de la orma helioc+ntrica del sistema solar. E"perimentar -cuando los demás seres humanos están mu# lejos de hacerlo- la orma del uni!erso como cuerpos que giran alrededor de un fuego central es, e!identemente, una captación que surge de

un patrón canceriano.

3ambi+n Einstein ue enormemente sensible a la orma del uni!erso que habitamos, intentando deinirla como curvatura del espacio. /a intuición del espacio como cur!o no es, e!identemente, inmediata para todos # releja tambi+n en este caso un patrón canceriano. Auería proponerles la rele"ión acerca de estos casos de ni!el tan sutil en los cuales - además del ni!el psicológico, con la respuesta que en cada caso pudieron darle- se muestra cómo, de alguna manera, la conciencia recorre un patrón en su rele"ión. En este caso, es el de












































/a asa asa 6V en /ibr /ibra, a, !ist !istaa psic psicol ológ ógic icam amen ente te,, util utiliz izad adaa como como reug reugio io,, tien tiende de a un unaa hiper!aloración de los aspectos ormales de los !ínculos: armonizar, quedar bien, que todos me quieran, que todos piensen bien de mí # que #o complazca a todos... Es decir, la asa 6V en /ibra implica, en el ni!el del reugio, un tipo de !incularidad est+tica # puesta en las ormas, no un contacto en el que corra el aecto !erdaderamente proundo. hora bien: como base real. /ibra dice ?todos somos complementarios...?, lo cual hará que esta persona !alore lo humano de un modo mu# peculiar. Esto es undamental: áncer es un signo proundamente humano' lo humano # lo !ital le son básicos, imprescindibles. /a energía de áncer es simbiosis, pero simbiosis en la que no me pierdo: si no tu!iera capacidad de dierenciación, en ese caso sí me perdería. &or eso, digo que áncer es el signo arquetípico de lo humano: siendo ?#o mismo?, #o so# la humanidad, protejo, cuido # no me pierdo... /o












































son mu# !isibles en personas con este scendente, particularmente durante su ju!entud, cuando maniiestan características propias de I+minis. 2ólo comprendiendo las limitaciones de la inestabilidad # del mo!imiento incesante, esta conciencia será lle!ada al n%cleo amoroso del contacto geminiano para, desde allí, desembocar naturalmente en la estabilización de ormas integradoras de áncer. &ero es e!idente que, por mucho tiempo -ante la inercia inconsciente que lle!a a abrir - la uerza del scendente se presentará como un desaío que obliga a cerrar # hacer procesos, # a pasar del mundo de las posibilidades a la realidad concreta de las emociones # el cuidado de la !ida.

El sentido del Ascendente en (=ncer En este entrenamiento, donde nos abocamos a percibir ormas # estructuras que, hasta ahora, no tenían !isibilidad para nosotros -dentro de las cuales se despliega la !ida de un ser forma a nuev nueva a y huma hu mano no- hemo hemoss !ist !istoo los los rasgo rasgoss gene genera rale less de la orm ormaa canc cancer eria iana na:: la form vulnerable que crece en dependencia simbiótica, dentro de una forma protectora y nutriente.

0e alguna manera, lo que estamos diciendo acerca de la relación entre destino # conciencia se inscribe en este mismo patrón. /a conciencia, como un estado nue!o, necesita !erse inmersa en un mundo, habitar una orma estable en sus repeticiones # aprender a resonar en ella hasta identiicarse con su cualidad, antes de poder e"presarla.












































rígidas. Esto genera una sombra de e"trema !ulnerabilidad, que se les maniiesta como destino. trascender der las experienc encias ias de simbiosis, reduciendo su /a segun segunda da,, el no poder trascen las prim primer eras as experi

!i!encia de lo canceriano al mundo más inmediato. $na identidad inmadura e indierenciada es el resultado de esto, con una hipersensibilidad que puede llegar incluso a la p+rdida de identidad característica del m+dium, quien se de+a #abitar por otros. &ero quedarse encerrado en un peque5o mundo, de ninguna manera es el límite de este sce scend nden ente te,, sino sino qu quee este este se desp despli lieg egaa en la capac capacid idad ad de sent sentirs irsee en su casa, de poder identiicarse # ormar parte de mundos cada !ez más amplios, recorriendo círculos conc+ntricos de identiicación que no tienen rontera. 4rganizar # hacer más habitable un barrio o la nación en la cual uno ha nacido, o crear ámbitos más !astos como regiones # comunidades de naciones en su organización eecti!a -no como idea, lo cual e"presaría un momento acuariano- puede ser el destino de este scendente. 0n el más #umano de los signos, resonar con todos los seres #umanos por el #ec#o de serlo y sentirse #abitado por la memoria de la especie, en una conciencia que puede decir soy la #umanidad, es sólo una estación posible en el via+e por esta energía.

Ella siempre buscará

nue!as ormas !i!ientes con las cuales sentirse estrechamente ligada, por el mero hecho de !i!ir en el mismo planeta o aun, en el mismo uni!erso.












































A-(ENDENTE EN LE'

8a conocemos el dise5o de nuestra indagación. 6gual que en los capítulos anteriores -al imaginar el regalo de las ?hadas madrinas?- comenzaremos entonces por preguntarnos *cuál será el !iaje que tiene que hacer aquí la conciencia /a energía de /eo e"presa el momento del @odíaco en el cual la nue!a realidad, que habitaba la orma canceriana, se dierencia de aquello que la hizo posible # toma conciencia de sí, como identidad creadora. /a creati!idad leonina, energ+ticamente hablando, se maniiesta como irradiación magn+tica capaz de e"presar la !i!encia del !í ismo. Esta genera ormas radiales en las que el centro # la perieria resuenan entre sí, en un feedbacI que ma"imiza la singularización de cada una de las partes.














































El sentido de áncer es crear las condiciones de protección # nutrición para que se produzca algo nue!o, que no se sostendría sin dichas condiciones cancerianas. 0esde ese punto de !ista, /eo es una simple consecuencia de áncer: el momento de e"presar # tomar














































intensidad que podríamos llamar ?cardíaca?. Esto es lo que hacen en un ni!el, por ejemplo, el actor o el cantante: desde su interioridad, estimulan con uerza al otro para que se sienta tocado # de!uel!a esa misma carga. on esto logran que todos los participantes queden en!ueltos en esa misma !ibración, que deja de estar ocalizada en una persona para circular grupalmente. sí como la carga canceriana es aecti!a, la carg cargaa leo leonin nina es pasional$ un unaa inte intens nsid idad ad dram dramát átic icaa pu pues esta ta en lo qu quee se hace hace,, para para entusiasmar al otro, suscitando una respuesta desde ese mismo lugar interno, desde una sensación de intimidad no afectiva. Este es el alimento de la

energía leonina.

3al resonancia con el auera, que conirma la propia potencia e"presi!a, hace que aumente el poder de autoe"presión # que, por lo tanto, aumente tambi+n el campo de resonancia. r esonancia. &ero, desde el punto de !ista psicológico, al buscar conirmación # obtener reconocimiento, se generará generará una uerte uerte imagen imagen de sí. 0e esta manera, manera, la persona quedará atrapada en la fascinación por dic#a imagen, procurando que los demás la compartan, sostengan y requieran.














































Personas y escenas e0ternas hora bien, sabemos que una persona con un ascendente determinado se encontrará, por destino, inmersa en un mundo donde se conigura el patrón de su energía. En el caso del scend scendent entee en /eo, /eo, se encont encontrará rará con person personas as que irradia irradiann uerte uertemen mente te esta esta cualid cualidad, ad, generándose situaciones aparentemente aleatorias que la obliguen a aprender de esta energía #, inalmente, a e"presarla. 0esde este punto de !ista, nuestro signo ascendente es un problema para nosotros, en el sentido de un aprendizaje siempre inacabado, del que tenemos que hacernos cargo. &ero *qu+ signiica estar inmerso por destino en un mundo leonino &or su propia cualidad, aquí ?mundo # escenas? prácticamente coincide con ?personas?.














































encontrándose en la situación reiterada de quedar inmersa en el reino de otro. &or otro lado, la asa K66 en áncer nos habla del anhelo inconsciente de pertenencia # simbio simbiosis sis,, que busca busca descan descansar sar en un aecto aecto grupal' grupal' en ese sentido, sentido, la sensac sensación ión de estar incluido

es uertemente apetecida. En realidad, quedar incluidos por un centro e"terno que nos

re%ne en una totalidad, #a sea el prestigio de la amilia, de una tradición, o de personas importantes como mis abuelos o mi padre, es en sí un patrón canceriano, que aparece aquí como consumación necesaria de la asa K66. En la ambi!alencia de este doble mo!imiento: impacto de la presencia del patrón leonino # anhe anhelo lo inco incons nsci cien ente te de acep acepta taci ción ón inco incond ndic icion ional al en la pert perten enen enci cia, a, se acti acti!a !a el acto actorr undamental de este destino. 2iguiendo con nuestra metáora: las ?hadas madrinas? deben generar condiciones en las que la persona se !ea obligada a desidentiicarse de la pertenecía # buscar su identidad indi!idual ante otras fuertes identidades individuales. *ómo se producirá esto














































o se trata de alguien limitante o autoritario que lo lle!e a conrontar -como ocurría con el scendente en ries-, sino de la presencia de una igura mu# solar, que centraliza el medio a su alrededor # que se constitu#e como uente de admiración para el ni5o pero que, al mismo tiempo, lo deja ensombrecido. nte ese padre luminoso, tarde o temprano, para poder ser, el ni5o debe irse a in de jugar su indi!idualidad que, sin embargo, #a ha quedado marcada por ser ?hijo de...?. &or mucho tiempo, esa igura paterna será la medida de la propia !alía' el centro quedó depositado allí. &or supuesto supuesto que no se trata necesariament necesariamentee del padre' ese lugar puede estar ocupado por un hermano o incluso, en algunos casos, por la madre u otras iguras del medio amiliar, donde alguien desarrolla cualidades que dejan a la persona -!isto desde su subjeti!idad- sin lugar propio. 0e todos modos, esto se repetirá a lo largo de la !ida, como hemos dicho, con otras personas en situaciones dierentes. 1uchas !eces, las escenas típicas iniciales tienen que !er con el nacimiento de hermanos que atraen toda la atención # desplazan completamente a la persona, quien quedará con la sensación de ?no e"isto?. /a escena de la película ?El e# /eón?
















































memoria muchos matices de este desplazamiento originario. sí queda oculto un n%cleo básico # regres regresi! i!oo qu quee hace hace más más cost costos osoo el comp compren rende ders rse, e, tant tantoo en la eso esorz rzad adaa b% b%sq sque ueda da de dierenciación como en el resentimiento sutil por aquellos a quienes les ?ha sido dado el tesoro? de la irradiación magn+tica. &or un lado, el patrón energ'tico -al retornar cíclicamente- me obligará a seguir enrentándo enrentándome me con la misma situación. situación. &ero el patrón psíquico imaginario que se constitu#ó, reuerza el anhelo de pertenecer, ser aceptado # ser id+ntico a los demás, porque sentirme dierente está connotado por la memoria psíquica como peligroso # ligado a la des!alorización.
















































/a astrología trata, básicamente, de lo !incular' esto se !e mu# claramente en el caso del scendente -de cualquier signo- en el sentido de que la persona atrae siempre a otras que, de alg algun unaa man manera, era, la imp impacta actann uer uerte tem mente ente,, la tocan porque hablan, hacen, act%an, imán para la persona que posee esa protagonizan lo que les es propio. 2on una especie de imán

energía desde el scendente' # esto produce desde ascinación hasta rechazo. 2i so# scendente en /eo, tiene que #aber energía leonina en mi !ida. 2i no la juego #o, la jugará otro. 8o debo !i!ir energía de centro, sea acti!a o pasi!amente' si la !i!o de manera pasi!a, dado que en realidad en esas personas se pro#ecta un uerte aspecto mío, mi relación
















































2eguramente, sí. El destino es, por deinición, !incular, pero por ahora lo estamos haciendo !isible con el caso del scendente' o sea, subra#ando determinado tipo de !ínculos que, por cierto, serán distintos de los que e"presan las asas 666, V, V66 o K66. ►

El ínculo El ínculo #referido en esos casos ¿es el de la #are)a?

&uede ser el más !isible, pero por cierto no es el %nico. omo #a dijimos, es casi ine!itable que nos enamoremos en alg%n momento, de personas que encarnan la cualidad del scendente' pero ha# que subra#ar que no se trata de un !ínculo complementario. Es, undamentalmente, un
















































leonina. 2u historia es entonces la de ?tener que irse de casa?, abandonar los distintos ámbitos en los que, a lo largo de la !ida, se reugió en la pertenencia -# que, de hecho, limitaban su creati!idad- para aprender a buscar su propio lugar. Esos hermanos que ocupan todo el espacio, o los compa5eritos de colegio que se muestran siempre # que son líderes espontáneos, ine!itablemente estarán enrente, de modo que, aunque el chico con scendente en /eo tenga su propio anhelo de mostrarse -e incluso oportunidades para hacerlo- se sentirá aectado por esos otros. 8 hasta es probable que se sienta excluido
















































Vol!amos al punto más diícil, a mi modo de !er, para que pueda comprenderse este scendente. El problema principal para comprender el patrón leonino es que este enceguece por su propia naturaleza, sobre%valorando el rol del centro, dentro de la figura radial. sí quedamos en el espejismo de que /eo es una energía indi!idual, oscureci+ndose la percepción de que esta energía es de resonancia # totalmente !incular. 2u sentido está, precisamente, en que evoca la singularidad en un campo vincular. &ara comprender a tra!+s de qu+ tipo de situaciones !inculares se produce el aprendizaje de la energía leonina -# con qu+ dinámica- !amos a rele"ionar ahora sobre una de ellas: el


















































8o tenía una amiga de 3auro a la que le encantaba la m%sica, # ella a su !ez tenía una amiga con scendente en /eo. &ara el cumplea5os de la taurina, su amiga con scendente en /eo le regaló un casete. uando mi amiga llegó a su casa, lo puso en su equipo de m%sica #


















































en alguien que habla directamente al corazón. El aplauso surge espontáneo, aunque la persona que lo pro!oca no lo pida ni lo necesite. 0l aplauso es una forma, un !ehículo de esta !ibración # por supuesto que, en su estado estado más puro, la irradiación, irradiación, la

ancia # el feedbacI leoninos


















































La autoe0!resin *el actor

















































--Carutti, Eugenio - "Ascendentes en astrología (I)" - será independiente de la manifestación formal formal del retorno.

&or todo lo dicho, es e!idente que este scendente será típico de actores, mucho más que el 2ol en /eo. 3odo el camino del actor -teatro, cine, tele!isión- es mu# ormati!o para este


















































política que lo lle!ó a ser gobernador, pero !ale la pena obser!ar cómo se ubica en relación a líderes más importantes que +l.





























































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































Carutti, Eugenio - Ascendentes en Astrología I

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