Macroeconomía
Macroeconomía
Nicolás Salvatore Con la colaboración de Cecilia Lanata Briones
Carpeta de trabajo
Diseño original de maqueta: Hernán Morfese Procesamiento didáctico: Marina Gergich
Primera edición: julio de 2005
ISBN: 978-987-1782-43-7
© Universidad Virtual de Quilmes, 2005 Roque Sáenz Peña 352, (B1876BXD) Bernal, Buenos Aires Teléfono: (5411) 4365 7100 | http://www.virtual.unq.edu.ar
La Universidad Virtual de Quilmes de la Universidad Nacional de Quilmes se reserva la facultad de disponer de esta obra, publicarla, traducirla, adaptarla o autorizar su traducción y reproducción en cualquier forma, total o parcialmente, por medios electrónicos o mecánicos, incluyendo fotocopias, grabación magnetofónica y cualquier sistema de almacenamiento de información. Por consiguiente, nadie tiene facultad de ejercitar los derechos precitados sin permiso escrito del editor.
Queda hecho el depósito que establece la ley 11.723 Impreso en Argentina Esta edición de 500 ejemplares se terminó de imprimir en el mes de julio de 2005 en el Centro de Impresiones de la Universidad Nacional de Quilmes, Roque Sáenz Peña 352, Bernal, Argentina.
Íconos
Lectura obligatoria Es la bibliografía imprescindible que acompaña el desarrollo de los contenidos. Se trata tanto de textos completos como de capítulos de libros, artículos y "papers" que los estudiantes deben leer, en lo posible, en el momento en que se indica en la Carpeta.
Actividades Se trata de una amplia gama de propuestas de producción de diferentes tipos. Incluye ejercicios, estudios de caso, investigaciones, encuestas, elaboración de cuadros, gráficos, resolución de guías de estudio, etc.
Leer con atención Son afirmaciones, conceptos o definiciones destacadas y sustanciales que aportan claves para la comprensión del tema que se desarrolla.
Para reflexionar Es una herramienta que propone al estudiante un diálogo con el material, a través de preguntas, planteamiento de problemas, confrontaciones del tema con la realidad, ejemplos o cuestionamientos que alienten la autorreflexión, etc.
Lectura recomendada Es la bibliografía que no se considera obligatoria, pero a la cual el estudiante puede recurrir para ampliar o profundizar algún tema o contenido.
Pastilla Se utiliza como reemplazo de la nota al pie, para incorporar informaciones breves, complementarias o aclaratorias de algún término o frase del texto principal. El subrayado indica los términos a propósito de los cuales se incluye esa información asociada en el margen.
Índice
Introducción .........................................................................................9 Objetivos ............................................................................................13 Metodología de la Carpeta de Trabajo .................................................13 1. Ciclos, modelos y brechas...............................................................15 1.1. Ciclos económicos........................................................................15 1.1.1. Mecanismos de Impulso-Propagación..................................16 1.1.2. Ciclo y Tendencia ...............................................................22 1.1.3. Ejemplo ilustrativo. Argentina 1993-1994: ¿cambio estructural o sobre-expansión? .....................................................23 1.1.4. Ciclos Económicos y Política Económica ..............................23 1.2. El modelo de un mercado walrasiano.............................................25 1.2.1. Rematador de Walras.........................................................25 1.2.2. El proceso de ajuste natural ...............................................27 1.2.3. Elementos de un modelo....................................................28 1.3. Marco de consistencia macroeconómico ........................................35 1.3.1. Oferta y demanda agregadas en equilibrio ..........................36 1.3.2. Las Tres Brechas de la Macroeconomía de una Economía Abierta.........................................................................38 2. La Demanda Agregada en el corto plazo..........................................45 2.1. Los mercados de bienes: el modelo MKS y la construcción de la curva IS ..............................................................................46 2.1.1. El modelo keynesiano simple..............................................47 2.1.2. Del modelo MKS a la síntesis neoclásica: la construcción de la curva IS ..............................................................................64 2.2. Los mercados financieros y la curva LM ........................................74 2.2.1. Los mercados financieros...................................................74 2.2.2. El mercado de dinero ........................................................78 2.2.3. Construcción de la curva LM ..............................................88 2.3. El modelo IS-LM de corto plazo .....................................................94 2.3.1. Presentación formal del modelo IS-LM ................................94 2.3.2. Las crisis del 30: fallas de coordinación y “Trampa de liquidez” ..................................................................102 3. El mediano plazo...........................................................................113 3.1. Conceptos iniciales ....................................................................113 3.2. El Mercado de trabajo.................................................................114 3.2.1. La ecuación de Salarios: WS ............................................115 3.2.2. La ecuación de Precios: PS .............................................117 3.2.3. La Tasa estructural de desempleo ....................................118 3.2.4. Políticas de demanda expansiva en el mediano plazo ........119
3.2.5. El proceso de ajuste “natural” en el mediano plazo ...........121 3.2.6. Efectividad de las políticas de demanda y política económica .....................................................................121 3.3. El Mercado de Bienes.................................................................123 3.3.1. La Oferta agregada ..........................................................124 3.3.2. La Demanda agregada ....................................................125 3.4. El mediano plazo: mercados de bienes, dinero y trabajo en una economía cerrada .....................................................................126 3.4.1. El proceso de ajuste “natural”, nuevamente ......................127 3.4.2. Políticas de demanda expansiva .......................................128 3.4.3. ¿Cuál es el sentido de las políticas de demanda expansivas? .............................................................................129 3.4.4. Un ejemplo histórico. La economía argentina luego del colapso de la Convertibilidad: un caso exitoso de política de demanda expansiva ...................................................131 4. La economía abierta .....................................................................141 4.1. El Tipo de cambio real y la competitividad de la economía ............141 4.1.1. Un ejemplo histórico: el caso argentino ............................142 4.2. La Balanza Comercial .................................................................144 4.2.1. La Balanza Comercial: la condición Marshall-Lerner y la Curva J...................................................................................................145 4.2.2. Efectos expansivos y contractivos de la devaluación ..........146 4.2.3. La Balanza Comercial y la curva IS ...................................148 4.3. El Balance de Pagos ...................................................................148 4.3.1. El BP en la Argentina de los noventa.................................151 4.3.2. El funcionamiento de la UIP..............................................152 4.4. Regímenes cambiarios................................................................153 4.4.1. El funcionamiento de la UIP y los regímenes cambiarios ....155 4.5. Régimen de tipo de cambio fijo y creíble en el corto plazo ............155 4.5.1. La política monetaria .......................................................157 4.5.2. La política fiscal ..............................................................158 4.6. El régimen de tipo de cambio fijo en el mediano plazo..................159 4.6.1. El modelo: supuestos, ecuaciones y variables ...................160 4.6.2. Política fiscal expansiva ...................................................160 4.6.3. La Devaluación ................................................................162 Referencias Bibliográficas .................................................................175
Introducción
La macroeconomía, en tanto disciplina social, está compuesta por diversos cuerpos teóricos sustentados en contrastaciones empíricas que los validan. Podría afirmarse que dichos cuerpos teóricos poseen dos características principales: a) han surgido como consecuencia de la necesidad de comprender diversos fenómenos históricos, sociales, económicos y políticos; y b) han pretendido abstraer dichos fenómenos mediante la utilización de modelos económico-matemáticos. Dado que cada coyuntura macroeconómica difiere en tiempo y lugar de las demás, los economistas suelen invertir la mayor parte de su tiempo, sino todo, en pretender aplicar el modelo que mejor se ajuste a cada coyuntura. A su vez, esta pretensión no es neutral en términos ideológicos, lo que hace más aguda la disputa intelectual. El estado de esta disputa es tal que, en nuestros días, los economistas no logran llegar a puntos de consenso en problemas básicos que un estudiante recién iniciado en macroeconomía pretendería manejar con cierto grado de certeza. Más aún, la propia definición de la economía como una disciplina social ni siquiera debiera tener este consenso entre sus objetivos. Por ejemplo, un enfoque del mercado de trabajo basado en microfundamentos neoclásicos puede arrojar como conclusión que el desempleo guarda una relación directa con el salario real, relación en la que a su vez la primera categoría jugaría el rol de variable dependiente de la segunda: “si disminuyera el salario real, entonces disminuiría el desempleo”. Por su parte, otro enfoque del mercado de trabajo basado en fundamentos macroeconómicos podría llegar a conclusiones opuestas, según las cuales el salario real guardaría una relación funcional inversa con el desempleo, dependiendo a su vez esta última variable de la primera: “si disminuyera el desempleo, entonces aumentaría el salario real”. Vale decir, tanto la dirección como el sentido de esta relación causal es diferente para cada cuerpo teórico. Enormes disensos en fundamentos básicos como el del ejemplo recién citado recorren toda la literatura macroeconómica, afortunadamente. Un incipiente estudiante de un curso inicial de macroeconomía enfrenta pues el doble desafío de intentar comprender los problemas y los disensos al mismo tiempo. Sin embargo, este joven estudiante enfrenta a su vez otro desafío enorme y tal vez contradictorio con el dilema anterior: intentar comprender qué parte de la biblioteca económica tiene que tomar para resolver el problema concreto que la coyuntura macroeconómica le plantea frente a sus ojos a diario. Si, además, este joven no es un estudiante de economía, –como es el caso de los lectores de esta Carpeta– este problema suele agravarse. ¿Cómo resolver este dilema desde un texto de macroeconomía para noeconomistas? He aquí un desafío enorme, que necesariamente conduce a la permanente introducción de supuestos simplificadores y opciones ideológicas que en muchos casos van guiando al estudiante por un sendero de 9
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Blanchard es uno de los principales macroeconomistas contemporáneos, “Professor” del MIT. Pérez Enrri es un economista argentino que adaptó al castellano la versión anglosajona originalmente escrita por Blanchard.
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respuestas “iniciales” a los problemas macroeconómicos que va enfrentando. Una buena forma de abordar por primera vez los problemas macroeconómicos requiere de la utilización de un “libro de texto” central, al cual pueden agregarse “papers” complementarios; dos o más “libros de texto” suelen ocasionar una catastrófica confusión; y una sucesión de “papers” sin un libro “guía” suele exponer al estudiante recién iniciado en estas artes a una misión casi imposible. Un “libro de texto” sumamente apropiado para abordar este dilema es el de BLANCHARD, O. y PÉREZ ENRRI, D. (2000), Macroeconomía: Teoría y Política Económica con aplicaciones a América Latina, Prentice Hall Iberia, Buenos Aires. De hecho, la versión anglosajona del texto de Blanchard suele ser utilizada por las mejores universidades del mundo en los primeros cursos de macroeconomía de sus carreras de grado. No obstante, este texto de gran calidad posee a su vez dos debilidades para un estudiante que pretenda comprender los fenómenos económicos de una economía pequeña y abierta como la argentina. En primer lugar, está basado en el modelo IS-LM-BP (UIP), modelo que presenta diversos problemas en tanto abstracción teórica de los problemas del mundo actual. En segundo lugar, este texto fue básicamente concebido para entender fenómenos propios de economías desarrolladas. Y finalmente, se podría agregar, fue pensado para estudiantes de economía. Esta Carpeta de Trabajo enfrentará, pues, el desafío de solucionar estos tres problemas al mismo tiempo; para ello, pretende alcanzar, a grandes rasgos, cuatro objetivos principales. En primer lugar, busca contribuir al aprendizaje de un modo de razonar particular, aquél que requieren los problemas macroeconómicos, a través de una primera aproximación a la teoría macroeconómica. Esta manera de pensar problemas específicos de la macroeconomía “pide”, entre otras cosas, un modelo matemático. En consecuencia, un segundo objetivo de esta Carpeta, estrechamente vinculado al primero, consiste en aprender a comprender fenómenos sociales mediante la utilización de un modelo. No obstante, no hay una única manera de formalizar razonamientos macroeconómicos; existen distintos niveles de formalización posibles. Dada la formación académica de los alumnos que estudiarán esta materia –no economistas–, la estrategia de esta Carpeta consiste en utilizar el nivel de formalización “mínimo” que permita comprender los fenómenos macroeconómicos. Podría decirse que el segundo objetivo está claramente subordinado al primero. Este “mínimo” nivel de formalización consiste, pues, en un modelo lineal, cuyos requisitos matemáticos iniciales serán simplemente nociones muy básicas de álgebra y análisis (tales como operaciones con números reales, la ecuación de una recta, saber interpretar un gráfico en dos dimensiones, o resolver sistemas de ecuaciones lineales elementales). A partir de estos elementos iniciales, una importante proporción de esta Carpeta estará destinada a desarrollar dicho modelo. Vale decir, que a los fines de satisfacer el primer objetivo, comprender los fundamentos de la teoría macroeconómica, la Carpeta hará uso de este modelo lineal como una “guía” que ayude a razonar. No obstante, no es el objetivo pedirle a dicho modelo que resuelva todos los problemas en términos
Macroeconomía
formales, sino que habrá otra parte de la explicación de los fenómenos macroeconómicos que escapará a él. Si se hiciera un paralelismo entre esta Carpeta y el conocimiento del cuerpo humano, podría decirse que el modelo aquí desarrollado daría cuenta del “esqueleto” del cuerpo, al que habría que completar con una serie de razonamientos “no-formales” para comprender el conjunto del mismo. El tercer objetivo de la Carpeta consiste en aproximarse lo más posible a la comprensión de los principales rasgos macroeconómicos de la Argentina contemporánea, basándose para ello tanto en la teoría macroeconómica como en el modelo matemático aquí desarrollado. Y finalmente, un cuarto objetivo consiste en brindar una visión crítica del propio modelo –luego de presentado el mismo–, cuestionando sus bondades para explicar fenómenos o resolver problemas. De hecho, buena parte de la historia del pensamiento macroeconómico es en alguna medida la vida real del modelo que se presentará en la Carpeta (IS-LM-BP), debido tanto a su aplicación al mundo real como a su crítica y a los modelos alternativos que surgieron como consecuencia de ella.
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Objetivos
En función de la problemática recientemente planteada, esta Carpeta de Macroeconomía pretende que un alumno, al finalizar su estudio, alcance a manejar las siguientes herramientas analíticas: 1. Aprender a razonar en términos macroeconómicos. 2. Comprender el funcionamiento de distintos modelos matemáticos utilizados en macroeconomía. 3. Modelizar escenarios de coyuntura macroeconómica, aplicando modelos matemáticos al análisis de artículos periodísticos e informes de coyuntura del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y del Ministerio de Economía (MECON). 4. Resolver problemas macroeconómicos. 5. Aplicar los tres instrumentos anteriores para comprender los rasgos principales de la economía latinoamericana y de la economía argentina de las últimas tres décadas.
Metodología de la Carpeta de Trabajo Para alcanzar dichos objetivos, la Carpeta constará de seis herramientas metodológicas que estarán presentes en todos y cada uno de sus apartados: 1. Referencias explícitas de lectura de pasajes estrictamente delimitados del libro de texto de Blanchard y Pérez Enrri. 2. El núcleo teórico de la Carpeta estará compuesto por el cuerpo principal del texto, en el que se presentan las ideas macroeconómicas expresadas en lenguaje escrito. Este núcleo teórico no pretenderá explicar los “principios fundamentales” de muchos de los fenómenos macroeconómicos, ya explicados en el libro de texto citado de un modo difícil de superar, al que la Carpeta hará permanentemente referencia; esta Carpeta pretenderá constituirse en una adaptación tecnológica de esos conceptos a la especificidad de la macroeconomía de una economía pequeña, abierta –y por ende, volátil– como lo es la economía argentina. En consecuencia, este núcleo teórico oscilará, según la pertinencia de cada pasaje de la Carpeta, entre cumplir alguna o varias de las tres siguientes funciones: a) “acercar” el libro de texto Macroeconomía a estudiantes no-economistas, facilitando su comprensión mediante el desarrollo más detallado de sus partes más “densas”; b) profundizar el texto citado mediante el diseño de los modelos antes mencionados, no presentes en dicho texto. c) realizar desarrollos tecnológicos adaptativos, modificando algunos supuestos realizados por los autores del mencionado libro de texto, cons13
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truyendo así diversos modelos en base a dichos nuevos supuestos, con el objeto de: i) modificar supuestos del modelo IS-LM-BP (UIP) estándar presentado por los autores, desarrollando modelos “superadores” del mismo en base a dos cuerpos teóricos: la macroeconomía del desequilibrio y la revolución de las expectativas racionales; y ii) adaptar los supuestos adoptados por los autores –modificados previamente según el ítem (c.i.) citado aquí arriba– a la macroeconomía de una economía pequeña y abierta. 3. Un conjunto de esquemas, insertos en el texto, que mostrarán en forma estilizada las principales ecuaciones de cada modelo y los gráficos correspondientes a ellos. Estos esquemas contribuirán a mejorar la comprensión del “esqueleto” modelístico recién comentado. Sobre él descansará buena parte de la explicación teórica presentada en lenguaje escrito. 4. Una primera clase de Actividades compuesta por un conjunto de Problemas Macroeconómicos correspondientes a cada apartado, acompañados de sus respectivas respuestas finales, a modo de guía para facilitar la autoevaluación del estudiante. Estas breves respuestas no incluirán los desarrollos de la resolución de dichos problemas. Esta metodología es consistente con una de las características principales de la modalidad de estudio virtual, que descansa en buena medida en el estudio “en soledad” durante gran parte del proceso de aprendizaje. El objetivo de este instrumento pedagógico es trabajar en forma interactiva con el modelo, “moviendo sus curvas”. Del mismo modo que es difícil aprender a andar en una bicicleta leyendo su manual, también lo es comprender acabadamente la macroeconomía sin “trabajar sobre” la teoría, resolviendo los problemas que se desprenden de ella. 5. Una segunda clase de actividades, está basada en un conjunto de Artículos Periodísticos que hacen referencia puntual a la problemática abordada en cada apartado, con un cuestionario ad hoc, y persiguen dos objetivos. Por un lado, proponer al estudiante que “modelice” la realidad que lee a diario en los periódicos, con el objeto de que incorpore razonamientos formales para mejorar su comprensión. En segundo lugar, se pretende que el hecho de utilizar las “herramientas” expuestas en la Carpeta le permita al estudiante mejorar su comprensión de la realidad argentina. De este modo, estas actividades pretenderán establecer una estrecha relación entre teoría económica, modelos matemáticos y coyuntura macroeconómica argentina. 6. Un conjunto de Gráficos y Cuadros relativos a la coyuntura macroeconómica argentina que soporten y validen los modelos propuestos.
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1 Ciclos, modelos y brechas Objetivos Esta Unidad 1 constituye una base conceptual sobre la cual se apoyarán las siguientes tres Unidades de la Carpeta. El conjunto de objetivos que esta primera Unidad pretende alcanzar está orientado a que el estudiante logre comprender los fundamentos de cuatro tópicos esenciales: • los fundamentos inherentes a las principales características de los ciclos económicos; • el funcionamiento de un modelo económico-matemático, que será utilizado luego en el resto de la Carpeta; • el conjunto de “leyes mecánicas” que dan sustento a la dinámica de un mercado “walrasiano”; y • las principales ecuaciones macroeconómicas, que desembocan en el denominado “modelo de tres brechas”. Esta Unidad se divide en tres apartados. En el primero se analizan los fundamentos de los ciclos económicos. En el segundo se describe el funcionamiento de un modelo y de un mercado walrasiano. Y finalmente, en el último apartado, se presentan las principales ecuaciones macroeconómicas y se realiza un análisis que es el marco global de la Carpeta, basado en lo que la literatura denomina “Enfoque de tres brechas”.
1.1. Ciclos económicos En este apartado intentaremos responder, en forma simplificada, una de las preguntas más trascendentes que se formula la teoría económica: ¿por qué una economía “cicla”?, ¿cuál es el origen, pues, de los llamados “ciclos económicos”? ¿Por qué una economía, incluso una economía desarrollada, no está en condiciones de crecer a una tasa más o menos constante cercana, por ejemplo, al 3% anual? ¿Por qué, en cambio, observamos permanentemente, en todas las economías del mundo, ciclos económicos que giran en el corto plazo alrededor de una tendencia de crecimiento de largo plazo? Es decir, ¿por qué, al producir los bienes y servicios de una economía los agentes económicos no están en condiciones de hacerlo a una determinada tasa de crecimiento en forma más o menos constante? Tal como anticipamos en la Introducción, esta Carpeta de Trabajo está “interconectada”, asociada, al libro de texto de BLANCHARD, O. y PÉREZ ENRRI, D. (2000), Macroeconomía: Teoría y Política Económica con aplicaciones a América Latina, Prentice Hall Iberia, Buenos Aires. Una primera respuesta podrá ser encontrada, pues, en el Capítulo 1 de este texto. Luego de la
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lectura de dicho capítulo, este apartado 1.1. pretenderá completar esta respuesta.
BLANCHARD, O. y PÉREZ ENRRI,
D. (2000), “Capítulo 1”, en: Macroeconomía: Teoría y Política Económica con aplicaciones a América Latina, Prentice Hall Iberia, Buenos Aires, pp. 1 a 24.
El estudiante no debería preocuparse si no comprende cabalmente el comportamiento de todas las variables incluidas en los ejemplos ilustrativos incluidos en este apartado 1.1, que serán desarrolladas más adelante en esta Carpeta. Están aquí reseñadas sólo a los fines de ilustrar los principales elementos de los ciclos económicos, el objeto de estudio de este apartado.
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1.1.1. Mecanismos de Impulso-Propagación Empecemos por trazar una analogía con una simple ley mecánica que podemos observar a diario. En cierto sentido, podemos afirmar que una economía funciona como una mecedora. Cuando recibe un impulso comienza a balancearse, a ciclar. Comúnmente, estos ciclos van convergiendo, más rápido o más despacio, hasta que la mecedora se estabiliza. La rapidez de esta convergencia dependerá de dos factores: a) la magnitud del impulso y b) las características de la mecedora, es decir, la estructura económica de un país. Dos economías distintas, ante el mismo impulso, pueden mostrar una propagación diferente, tanto en términos cuantitativos como cualitativos. Este proceso, análogo al de una mecedora, es conocido en la literatura como mecanismo de impulso-propagación. Por cierto, no siempre este mecanismo estabilizador de la mecedora ocurre en forma armoniosa. En determinadas circunstancias, las características del mecanismo de impulso-propagación son tales que la mecedora no tiende a converger lentamente a una situación de equilibrio. Por ejemplo, si la magnitud del impulso es muy grande, y/o la mecedora estaba mal construida, tal vez la mecedora se dé vuelta, o se quiebre. Como se advierte, la analogía con el sistema económico es evidente. Las características del mecanismo de impulso-propagación pueden ser tales que la economía pierda los mecanismos de autorregulación que le permitirían converger a un sendero de equilibrio, en donde pueden existir, por el contrario, mecanismos amplificadores de dichas perturbaciones. Por ejemplo, la economía puede tener que producir un proceso de ajuste muy costoso o, peor aún, entrar en una crisis de grandes proporciones. El colapso de la Convertibilidad a fines de 2001 bien podría constituir un ejemplo de ello. El gráfico siguiente (G.1.1.) nos muestra los ciclos económicos argentinos durante una década, entre 1993 y 2004. Aquí se representa la serie del PBI argentino –la sumatoria de todos los bienes y servicios producidos por nuestra economía en un año–, calculado en forma trimestral y desestacionalizada, es decir, quitándole a la serie sus variaciones por motivos puramente estacionales al interior de un año. Como se puede apreciar, los datos observados oscilan alrededor de una tendencia de largo plazo.
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G.1.1. PBI real desestacionalizadoo. Período: I`93 al IV’04 130 123,8 125,7 125
126,5 120
Base I'93 = 100
120
115
110
105 105,5 102,6
100
IV 04
IV 03
IV 02
IV 01
IV 00
IV 99
IV 98
IV 97
IV 96
IV 95
IV 94
IV 93
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Una primera distinción importante que deberíamos tener en cuenta al analizar un gráfico de este tipo es que los únicos datos que hay en él corresponden al PBI efectivamente observado, mientras que la distinción entre el componente cíclico y la tendencia de largo plazo derivados de esos datos observados, son estimaciones, inferencias estadísticas realizadas ex post al conocimiento de dichos datos. Analicemos brevemente los datos del PBI observados. Luego de la fase expansiva de principios de los años noventa, el gráfico nos muestra la recesión originada en el llamado “efecto Tequila”, proveniente del colapso de la economía mexicana de diciembre de 1994, que impactó en nuestra economía durante 1995. La economía argentina, que venía creciendo a tasas muy altas, del orden del 10% anual en el período 1991-1993, se desaceleró un poco en 1994 y, luego del llamado “efecto Tequila”, entró en una brusca recesión. La mecedora se cayó, no pudo converger naturalmente a un nuevo punto de estabilización en forma armoniosa luego del impulso negativo originado por el efecto Tequila. Luego de una situación de equilibrio inicial, la perturbación originó una disrupción tal que la economía no pudo arribar a una nueva situación de equilibrio mediante un proceso de ajuste suave, sino a través de una abrupta y severa recesión. Desde ya, la existencia de un ajuste abrupto, como una severa recesión o una gran crisis, no es condición sine qua non para que este proceso de ajuste se realice. Por ejemplo, ante un “recalentamiento” inflacionario de la economía, el alza paulatina, anunciada y lenta de las tasas de los fondos de la “FED”, que funciona como un potente instrumento de regulación de la política monetaria en EE.UU., podría hacer converger el ciclo económico estadounidense a su tendencia de largo plazo en forma suave. Existen distintas causas por las cuales la mecedora puede empezar a balancearse, y distintas maneras en las que puede hacerlo, en función de sus características de origen. De este modo, los ciclos económicos suelen divi-
La FED es la Federal Reserve (la Reserva Federal) de los Estados Unidos, y cumple las mismas funciones que el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
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dirse en diferentes grupos, caracterizados por el tipo de impulso que los genere. A grandes rasgos, distinguiremos dos grupos de clasificaciones para estos impulsos: a) endógenos o exógenos; y b) reales o financieros. Luego, las características específicas de una economía determinarán que la propagación de ese impulso tenga consecuencias reales, o “tan sólo” financieras. G.1.2. Ciclos
ENDÓGENO - EXÓGENO
Los economistas nos referimos a un shock como exógeno cuando éste ocurre debido a causas que no se originaron en la economía a la cual dicho shock impacta. Por ejemplo, el abrupto derrumbe de las economías del sudeste asiático durante la segunda mitad de los noventa fue una mala noticia para las economías latinoamericanas, fenómeno sobre el cual éstas no tuvieron participación en su generación, en tanto y en cuanto el desarrollo y crisis de las economías asiáticas no fue generado por el de las economías latinoamericanas. Por lo tanto, para éstas el colapso asiático fue un shock exógeno.
¿En qué cree usted que podría residir la diferencia entre los conceptos “shock exógeno” y “shock externo”? ¿Podría brindar un ejemplo del mundo real que constituya un shock exógeno aunque no externo?
Pasemos a la segunda clasificación propuesta unos párrafos más arriba: ¿este shock fue real o financiero para las economías latinoamericanas? Tuvo un principal componente financiero, originado en la salida de capitales internacionales de los países emergentes en general, y de Latinoamérica en particular, dado que los tenedores internacionales de activos financieros en esos países los vendieron. El exceso de oferta de estos activos financieros resultante generó el desplome de sus precios y el alza de sus rendimientos y, por ende, de las tasas de interés de las economías latinoamericanas.
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¿Comprende usted el mecanismo “exceso de oferta = caída del precio = alza de la tasa de interés”? El tópico guarda relación con uno de los ejercicios propuestos en el apartado 1.3. de la presente Unidad.
El alza de las tasas funcionó así como el mecanismo de transmisión por el cual este shock de origen exógeno y financiero tuvo en algunas economías latinoamericanas una propagación real, como en el caso de la economía argentina, en donde al subir las tasas de interés y disminuir la afluencia de crédito externo, el PBI interrumpió el ciclo alcista de 1996-1997, tal como se observa en el gráfico G.1.1., dando lugar al inicio de la posterior recesión. No obstante, no siempre dos economías afectadas por el mismo shock evidencian un mecanismo de propagación similar, y por ende, los impactos reales del shock son diferentes. Por ejemplo, el “efecto Tequila” impactó muy negativamente en la economía argentina, también a través de la disminución de crédito externo y el alza de las tasas de interés, que provocaron una abrupta disminución del PBI del orden del 5%. Sin embargo, el mismo shock impactó de un modo muy diferente en otras economías latinoamericanas, como la chilena, que no evidenció una propagación real significativa luego de un período inicial de turbulencias financieras transitorias, que se revirtieron razonablemente rápido y no llegaron a afectar substancialmente las tasas de interés, el crédito y el crecimiento del PBI chileno. Vale decir, que ante el mismo impulso, las diferentes estructuras de dichas economías generaron mecanismos de propagación muy diferentes en ambos casos; en el caso argentino la propagación fue real, mientras que en el caso chileno la propagación fue financiera y transitoria. Pasemos ahora a analizar el comportamiento del sistema económico ante un shock endógeno. Podríamos definir a un shock como endógeno cuando éste fue generado por el propio desarrollo de la economía, sin necesidad de que existan perturbaciones exógenas a ella. Empecemos por entender un caso típico de ciclo endógenamente generado por una economía. Una de las más famosas ideas de J. Say fue inmortalizada en la literatura económica como la “Ley de Say”, que podría resumirse en la frase “toda oferta genera su propia demanda”. Esta idea supone una poderosa noción de equilibrio, por la cual la suma de los ingresos de una actividad económica (a su vez idéntica al valor del producto generado por dicha actividad) se transforma en la demanda que necesita dicha actividad para existir. Desde ya, J. Say no desconocía el hecho de que los empresarios y los trabajadores que producen acero no sólo consumen acero en su canasta de consumo. Por lo tanto, su idea va más allá y supone que, de ocurrir esto en diferentes actividades, se cruzarán las demandas y de este modo toda oferta estaría generando directa e indirectamente su propia demanda. No obstante, para convalidar la profecía de J. Say resta aún que otra condición necesaria se cumpla. Desde una visión microeconómica, un empresario decidirá asumir el riesgo inherente a una decisión de inversión que le permita ampliar su oferta, decisión ex ante, siempre y cuando espere una demanda acorde a esa decisión. Y ese mismo riesgo es asumido por cada empresario en base a la sumamente escasa información que posee respecto de lo que efectivamente demanden de su producción individual cada una
www.eumed.net/cursecon/economistas/say.htm
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www.eumed.net/cursecon/economistas/keynes.htm
Este incipiente modo de encarar los primeros problemas macroeconómicos asume que los precios son igualmente flexibles al alza y a la baja, supuesto que será levantado más adelante en esta Carpeta, ya que estos movimientos de precios no son simétricos; mientras que la inflación es un fenómeno común, es poco habitual encontrar deflaciones de igual magnitud y duración que la observada en los períodos inflacionarios.
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de las familias y empresas de la economía en el futuro, es decir, ex post a su decisión de inversión. Por lo tanto, una condición necesaria para que toda oferta genere su propia demanda es que en determinado momento exista en una sociedad cierto grado de coordinación entre planes de oferentes y demandantes. En las sociedades modernas, mercantiles, existen ciertas señales de coordinación que les permiten a los empresarios –en forma individual– inferir en forma más o menos acertada dichos planes. Existen diferentes mecanismos de coordinación que envían estas señales. El principal es el sistema de precios de los diferentes mercados, corporizado en la figura del Rematador walrasiano que analizaremos en el apartado 1.2. Existen también otras potentes señales de coordinación como, por ejemplo, las que parten de la política económica, o algunos shocks exógenos como, por ejemplo, el “efecto Tequila” sobre la economía argentina, antes comentado. Si estas señales de coordinación no existieran, o fueran muy negativas –como el “efecto Tequila”–, difícilmente alguno de los empresarios en forma individual tomaría la primera decisión de inversión, porque la probabilidad de que esta decisión presente de oferta encuentre en el futuro cercano su demanda, algo incierto, sería muy baja. Si así fuera, esta sociedad tendría serias dificultades para crecer. Puesto que la sumatoria de empresas individuales conforman la oferta agregada de la economía, esta falta de señales coordinadoras desde la demanda inhibirían a la oferta a ampliarse, conformándose así una profecía autocumplida inversa a la de Say: la posible debilidad de una demanda incierta, posibilidad existente debido a fallas de coordinación, inhibe la expansión de la oferta, y hasta la contrae. Antes de la crisis del 30 los economistas ortodoxos clásicos tendían a subestimar este fenómeno en términos agregados. Es decir, los desequilibrios de algunos grupos de agentes económicos serían compensados por otros grupos de agentes. Una de las ideas que J. M. Keynes desarrolló a partir de esta crisis es que existía la posibilidad de que se produjera un exceso de oferta agregado, producto de una falla de demanda efectiva. Los oferentes, ante cada decisión de oferta, deben estimar los planes futuros de los demandantes, que conforman la demanda planeada en términos agregados, es decir, la demanda agregada. Los errores de predicción acerca de cuál será finalmente la demanda efectiva los llevarán o bien a acumular o desacumular stocks en existencia, o bien a bajar o subir los precios, según hayan cometido ese error en exceso (de oferta) o en defecto (exceso de demanda), o bien a una mezcla de ambos procesos de ajuste. Debido a que el futuro es incierto, existen en todo momento fallas en la estimación de esos planes (ex ante). Si las empresas los habían sobrestimado y ofrecieron un producto acorde a esa sobrestimación, es decir, en exceso, entonces acumularán existencias no planeadas, indeseadas en sus stocks en este período. Luego, en el período siguiente, corregirán su anterior error de predicción y disminuirán su producción, ajustándola a la menor demanda. Si, por el contrario, los oferentes hubieran subestimado los planes de los demandantes, entonces ofrecerían un producto menor a la demanda agregada. El exceso de demanda resultante llevará a las empresas en el período presente a desacumular stocks previos y a subir los precios, por lo que los
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stocks sufrirán una variación negativa. Luego corregirán su anterior error de predicción y aumentarán su producción para satisfacer la mayor demanda. En todo momento las empresas cometen estos errores de predicción, por lo que se verifican habitualmente variaciones de stocks en cada período. Si estos errores de predicción no son muy grandes en términos agregados, son corregidos al período siguiente sin mayores problemas, operando a nivel agregado un ajuste suave de existencias y planes de producción en cada período. Por el contrario, un gran error de predicción agregado implicaría una gran acumulación de existencias en stock, es decir, un gran exceso de oferta de bienes, que podría no llevar a un ajuste suave sino a una crítica recesión. Una falla de demanda efectiva de esta magnitud haría que los procesos de ajuste natural no operen con la suficiente velocidad de ajuste como para evitar la recesión. La economía habría generado así endógenamente un ciclo contractivo. En el momento en que los oferentes sobrestiman los planes de los demandantes, suelen tomar créditos, se endeudan, para producir una cantidad de bienes y servicios acorde a dichos planes sobre-expandidos, creciendo la demanda de inversión de las empresas, la demanda de consumo de las familias y, por ambas causas, la demanda agregada. Éstas suelen ser las principales características de la fase expansiva del ciclo (fase I). Luego, las posibles señales de coordinación antes mencionadas ponen en evidencia que aquella gran demanda planeada ex ante no podría ser efectivamente realizada ex post, dando comienzo así a la fase contractiva del ciclo (fase II): las empresas contraen sus planes de inversión y producción, –restringiendo su demanda de crédito para tal fin–, se contrae la demanda de consumo y, por ende, la demanda agregada. Como se ve, las fases expansivas y contractivas de la demanda agregada y el producto suelen ir acompañadas de fases expansivas y contractivas de la demanda de crédito, ya sea en forma de crédito bancario o de financiamiento a través de los mercados de capitales. A modo ilustrativo, un ejemplo de shock o impulso endógeno podría constituirlo la “revolución tecnológica” de los sistemas de información, ocurrido fundamentalmente durante los años noventa. Tal vez algo inherente a la propia dinámica de crecimiento y acumulación del capital (concepto que supera los alcances de esta Carpeta) condujo a este fenomenal cambio tecnológico, cambio estructural en la economía mundial en general y en EE.UU. en particular; cambiaron los parámetros de largo plazo de nuestro modelo y, por lo tanto, cambió la tendencia de crecimiento potencial de la economía. Este cambio en el modo de producción estadounidense –y mundial–, motivado en el desarrollo de este insumo de uso difundido –la información, los sistemas–, que afectó horizontalmente a casi todas las ramas productivas, generó diferentes percepciones acerca de cuál sería su impacto, lo que motivó fallas de coordinación intertemporales entre oferentes y demandantes como las antes comentadas en este apartado. Este mecanismo de impulso real – propagación real tuvo un correlato, un reflejo, en el lado financiero de la economía a través de la fenomenal valorización de los activos financieros en los mercados de capitales estadounidenses, tildada por algunos destacados economistas como exuberancia irracional.
La relación entre “cambios estructurales”, “parámetros de un modelo” y “tendencia de largo plazo” será tratada con mayor detalle en el apartado 1.2. de esta Carpeta.
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¿A qué fenómeno económico, comentado en estas páginas, cree usted que alude el concepto de exuberancia irracional?
No obstante, es necesario remarcar una importante diferencia a los fines de la comprensión de los ciclos económicos, que hace a esta caracterización del ciclo de EE.UU. en aquellos años. El impulso-shock fue endógeno y real, puesto que lo generó la propia dinámica del sistema económico en el lado real de la economía. Luego, la propagación tuvo tanto un canal real, nuevos sistemas de información que aumentan la productividad y modifican la función de oferta agregada de la economía, como un canal financiero con incidencia sobre la economía real, es decir, activos financieros que se valorizaron y provocaron un efecto riqueza sobre el lado real al sobrestimar el aumento de la demanda de consumo e inversión, haciendo ciclar a la economía por encima de su tendencia de largo plazo. Luego del shock inicial, la incertidumbre que provoca la aleatoriedad de los fenómenos económicos, y sus fallas de coordinación asociadas, son las responsables de que los agentes económicos no ajusten sus expectativas exactamente en la nueva tendencia de largo plazo de la economía, acorde a la nueva potencialidad de crecimiento del producto generada por el cambio técnico. En síntesis, este mecanismo de impulso-propagación de la economía estadounidense de los años noventa, tanto en su fase expansiva como en su fase recesiva de ajuste, tuvo un origen netamente endógeno, sustentado en las necesidades de desarrollo tecnológico que la propia economía estadounidense generó. A su vez, este ciclo de origen endógeno y real, estuvo también acompañado por sus fases de demanda de crédito expansivas y recesivas, fenómeno evidenciado con suma elocuencia en la burbuja producida en los mercados de capitales y, luego, en su posterior colapso.
1.1.2. Ciclo y Tendencia La distinción entre ciclo y tendencia del producto de un país no es clara en la práctica. La razón es que lo único observable son los datos del PBI, pero la distinción entre el componente cíclico de esos datos y su componente tendencial es inferido mediante técnicas econométricas, en este caso el filtro de Hodrick-Prescott utilizado en el gráfico G.1.1., calculado ex post. Es decir, ciclo y tendencia son variables no-observables. Esta característica específica de estas variables nos lleva recurrentemente a un debate, que tiene lugar en cada país y en cada momento histórico: ¿“la economía está creciendo a una tasa que es la de su tendencia de largo plazo –es decir, éste es el nivel de producto potencial de esta economía– o está creciendo menos o más rápido que ello? Como se advierte, la diferencia no es trivial. Por ejemplo, podría ser recomendable realizar políticas expansivas ante una recesión –caída del producto– o de “crecimiento lento”, para evitar las recesiones, que suelen ser dolorosas. O, por el contrario, podría ser recomendable realizar políticas contractivas para “enfriar” la economía si pensáramos que ésta está creciendo más allá de sus potencialidades, debido a que este escenario no sería sustentable y, más temprano que tarde, conduciría a una dolorosa recesión.
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Finalmente, tal vez sería recomendable no hacer mucho desde la política macroeconómica si la economía creciera según su potencial, ya que correríamos el riesgo de incentivar o bien una sobre-expansión mediante una política expansiva o bien una recesión mediante una política contractiva.
1.1.3. Ejemplo ilustrativo. Argentina 1993-1994: ¿cambio estructural o sobre-expansión? Entre 1991 y 1994 el PBI argentino crecía a tasas cercanas al 10% anual, claramente por encima de cualquier promedio histórico de dicha serie. Muchos de los más destacados economistas de la Argentina, incluyendo al Ministro de Economía de aquel momento, argumentaron que las “reformas estructurales” habían cambiado la tasa de crecimiento tendencial de nuestra economía, que se encontraría así en forma sustentable en esos nuevos niveles. En consecuencia, no estaríamos asistiendo a una sobre-expansión de la demanda agregada, por lo que no era aconsejable realizar una política económica anticíclica para “enfriar la economía”. Por lo tanto, no estaríamos asistiendo tampoco a una sobre-expansión de la demanda de crédito –en aquel momento fundamentalmente de origen externo, nominada en dólares–, por lo que los niveles de endeudamiento de nuestra economía serían sustentables. Desde el otro lado, los economistas que argumentaban que una tasa de crecimiento del PBI del orden del 10% era muy alta, sostenían que la economía estaba viviendo una sobre-expansión, que sería bueno moderar desde la política económica para no caer en una recesión posterior y, en consecuencia, sería recomendable también reducir nuestra exposición a posibles shocks externos negativos. En este marco, nuestro elevado ritmo de endeudamiento externo era visto como una peligrosa señal. Este ejemplo ilustrativo nos conduce, al menos, a dos reflexiones. En primer lugar, la conducción económica de los años noventa sostenía que no había un problema endógeno en la economía argentina, que simplemente fue impactada por el shock exógeno del llamado “efecto Tequila”. ¿Fue el “efecto Tequila” una señal de coordinación que evidenció un problema endógeno de nuestra economía o, por el contrario, el régimen cambiario de Convertibilidad era sustentable y fue impactado por un shock exógeno y, por ende, imprevisible? En segundo lugar, ¿cómo distinguir ex ante un cambio estructural de tendencia de crecimiento de una economía y una sobre-expansión de la demanda agregada que, inevitablemente, conduciría a la economía argentina a una recesión cuando una señal de coordinación, en algún momento, desnudaría las fallas de coordinación de oferentes y demandantes, tanto en el mercado de bienes como en el mercado de crédito?
1.1.4. Ciclos Económicos y Política Económica Hemos introducido en este primer apartado dos enormes problemas iniciales que nos plantea el estudio de la macroeconomía en base al estudio de los ciclos aquí reseñados. En primer lugar, el hecho de que un ciclo económico obedezca a un impulso endógeno o exógeno es una variable no observable y, por cierto, sumamente controversial en la literatura referida a la ma-
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croeconomía de América Latina en las últimas tres décadas. En segundo lugar, la distinción entre ciclo y tendencia descansa también en dos variables no observables. ¿Es posible que el paradigma de la economía se base en diferentes cuerpos teóricos que confrontan, desde el inicio, en base a variables no observables? ¿Imagina usted la dificultad que se deduce de estas dos características iniciales del ciclo económico a la hora de llevar a cabo políticas económicas? Bienvenidos al mundo de la macroeconomía y al arte de la política económica. Ésta consiste en acercar el ciclo a la tendencia en forma de ajuste suave, para evitar tanto sobre-expansiones que conduzcan a posteriores recesiones como recesiones en sí mismas. Buena parte de este desafío consiste en inferir el comportamiento de dos grupos de variables; el origen de los ciclos –endógenos o exógenos, reales o financieros– y el componente cíclico y tendencial del PBI. Ambos grupos de variables son no observables.
Ejercicio 1. En el gráfico G.1.3. que sigue se presentan dos series de PBI real del Reino Unido: el efectivamente observado y el producto potencial. Note que en los puntos A, B y C el PBI es igual. Sin embargo, el punto A está por sobre el producto potencial, el punto B coincide con él y el punto C está por debajo. a. ¿Cómo piensa que eso afecta la economía del país? ¿Podría ordenar los puntos según el grado de bienestar económico? G.1.3. PBI Real (efectivo potencial) del Reino Unido . Período: 1985-1995
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b. ¿Cómo modificaría su respuesta anterior el análisis de los siguientes datos? G.1.4. Año
Tasa de crecimiento del desempleo
1989 1990 1991 1992 1993
Tasa de crecimiento de la inflación
-1,7 -0,4 2,1 1,6 0,5
2,9 1,7 -3,6 -2,1 -2,2
c. Ya que en el punto A el producto real está por sobre su valor potencial, ¿podría afirmar que los agentes de esta economía gozan de un mayor bienestar en ese punto? De no ser así, ¿en qué punto cree usted que el bienestar es mayor?
1.2. El modelo de un mercado walrasiano El estudio de la macroeconomía de un país como Argentina puede ser abordado a partir de un modelo desplegado a lo largo de cuatro mercados –bienes, trabajo, dinero y bonos– que interactúan en una economía abierta. Más allá de los rasgos particulares que caracterizan a cada uno de estos de estos mercados, podríamos identificar un patrón de funcionamiento común a todos ellos, propio de todo mercado que es descripto mediante un modelo. El objetivo de este apartado es, pues, analizar ese patrón común, que servirá de marco metodológico para todo el curso. Para ello, intentaremos aquí responder dos preguntas fundamentales: a) ¿cómo funciona un modelo (lineal)? y b) ¿cómo funciona un mercado competitivo?
1.2.1. Rematador de Walras Un mercado de “competencia perfecta” asume, entre sus principales supuestos, que existe un número muy grande de oferentes y demandantes atomizados tal que ninguno de ellos tiene capacidad individual para modificar el precio establecido por el mercado, es decir, por todos ellos como conjunto. A su vez, este proceso de toma de decisiones –relativamente rápido– se basa en que cada participante tiene información completa sobre el set de precios y cantidades de ese mercado. Bajo estos supuestos, oferentes y demandantes concurren a ambos lados de una larga mesa donde todo se ve –el mercado– a vender o comprar una única e indiferenciada mercancía que allí se transa (llamémosle “mercancía A”) bajo la coordinación del rematador walrasiano. Y concurren con una hipótesis previa, construida ex ante al mercado A, acerca de sus posibilidades de ofrecer o demandar dicha mercancía. Una vez sentados a la mesa del rematador, o tal vez parados y a los gritos –están apurados–, exponen sus hipótesis de oferta y demanda. Si bien lo hacen individualmente, el rematador coordina la subasta, que es observada
A diferencia de la mayoría de los apartados de esta Carpeta, dado que este apartado 1.2. es una pieza 100% original, no hay correlación con ningún capítulo del libro de texto de Blanchard y Pérez Enrri, con el que esta Carpeta está interrelacionado. En esta unidad se han escrito muchas palabras en estilo itálico, por una razón metodológica relativa a la comprensión de terminología técnica que será retomada luego en esta misma unidad. Por favor, preste suma atención a dichas palabras técnicas.
León Walras es uno de los grandes economistas de la historia, perteneciente a lo que se catalogó como la escuela (neo) clásica ortodoxa, más precisamente uno de los fundadores de la llamada “revolución marginalista” en la década de 1870. www.eumed.net/cursecon/economistas/Walras.htm
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El fallo lógico que usted pueda encontrar en el argumento de este párrafo no es propio del autor de estas páginas, sino de la teoría económica. El debate epistemológico respecto a este fallo lógico excede el contenido de esta Carpeta.
por todos los participantes en tiempo real. De este modo, si los demandantes ofrecen un precio muy bajo, el exceso de demanda resultante dejará fuera del mercado a los oferentes cuya estructura productiva sea lo suficientemente ineficiente como para quedar fuera de competencia a ese precio. Si, por el contrario, los oferentes requieren que el precio sea muy alto, no todos los demandantes podrán realizar su demanda debido a que su hipótesis de gasto previa no se los permite, generando un exceso de oferta de la mercancía A. Esta subasta tiene una condición de equilibrio: las transacciones no se realizan mientras persistan estos desequilibrios, es decir, hasta que el rematador, escuchando a oferentes y demandantes, no baje el martillo. Cuando el rematador baja el martillo, establece un precio que “limpia el mercado”, es decir, elimina los excesos de oferta y demanda. Este precio es tomado por todos los oferentes y demandantes, que venden y compran todas las cantidades que sus hipótesis de producción y gasto previas les permitan a ese precio de equilibrio. Desde ya, no “todos” los oferentes y demandantes que habían concurrido al mercado A pueden participar efectivamente de las transacciones a ese precio, es decir, “todos ex post” se refiere a “todos los que sobrevivieron al precio que estableció el rematador”. G.1.5. Un mercado competitivo Pa Qsa
PE
E
Q da d qE
s =q E
Q da ,Q sa
F unción Demanda:
Q da = f(P a, P n, Y , G , etc.) =>
Q da = a – b.P a (1)
F unción O ferta:
Q sa = g(P a, P n, K/L, etc.) =>
Q sa = c + d.P a (2)
Condición de equilibrio:
=>
Q da = Q sa
∀ a, b, c, d
(3)
Variables endógenas: Q da, Q sa y P a Variables exógenas: P n, Y, G, K/L => a y c Parámetros (pendientes) : b, d
El gráfico G.1.5. es una representación de este mercado competitivo en esta versión del rematador walrasiano, que suele ser formalizado mediante: Función Demanda: Qda = f(Pa, Pn, Y, G, etc.) = a – b.Pa Función Oferta: Qsa = g(Pa, Pn, K/L, etc.) = c + d. Pa Condición de equilibrio: Qda = Qsa
E.1.1. E.1.2. E.1.3.
∀ a, b, c, d ∈ ℜ+, donde: Qda y Qsa: cantidades demandadas y ofrecidas de la mercancía A Pa: precio de la mercancía A Pn: precio de un conjunto de mercancías distintas de A aunque no indiferentes a ella (sustitutas, complementarias, etc.) 26
+
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Y: nivel de renta agregado K/L: relación tecnológica Capital/Trabajo G: estructura de gustos de los demandantes Se asume aquí que el fundamento económico de las relaciones funcionales que existen entre las variables de las ecuaciones E. 1.1. y E. 1.2. es conocido por los lectores de esta Carpeta.
A propósito, ¿estaría usted en condiciones de explicar el significado económico de la pendiente “d” de la función de oferta, tal que “d” ∈ ℜ+?
En cuanto a la forma, dichas ecuaciones suelen ser presentadas de este modo, es decir, la variable dependiente (Qda o Qsa) como función “f” o “g” de un grupo de variables independientes. A su vez, esta relación funcional, sólo por simplicidad, puede ser expresada en términos lineales: Pa continúa siendo la variable independiente y el resto de las variables se agrupa en un valor dado (“a” para la demanda y “c” para la oferta), la ordenada al origen de la ecuación de la recta. De este modo, este modelo de mercado walrasiano queda definido por un sistema de tres ecuaciones lineales, cuya solución supone determinar valores particulares de equilibrio, qda, qsa y pa, correspondientes a nuestras tres variables, Qda , Qsa y Pa.
¿Son dos o tres las variables en realidad?
En consecuencia, este modelo queda representado por un sistema lineal “3x3”, compatible determinado toda vez que dicha solución existe y es única.
1.2.2. El proceso de ajuste natural La representación gráfica de la escena del rematador walrasiano descripta anteriormente nos muestra más claramente las leyes de movimiento que rigen el proceso de ajuste natural que opera en este mercado. Un precio bajo como P2, en el gráfico G.1.6., generaría un exceso de demanda K-J>0, puesto que las cantidades demandadas qK por los demandantes, según sus hipótesis de gasto ex ante mostradas por la función demanda Qda, son mayores que las cantidades ofrecidas qJ por los oferentes, cuyas posibilidades de oferta a ese precio P2 eran también conocidas ex ante según sus diferentes hipótesis de oferta mostradas por la función oferta Qsa. Este exceso de demanda impulsaría el precio al alza. Análogamente, un precio alto como P1 generaría un exceso de oferta N-M>0 que impulsaría el precio a la baja. Estos impulsos de movimiento de los precios, que duran mientras dure la subasta, no cesarán hasta que los desequilibrios que los generaban desaparezcan también; a su vez, estas leyes de movimientos son tales que provocan la desaparición de dichos desequilibrios, tendiendo a un precio de equilibrio PE.
Simplicidad que se mantendrá a lo largo del modelo lineal que utilizaremos en esta Carpeta. Recordemos que existe un supuesto (matemático) que nos permite, al “simplificar” nuestro análisis y reducir estas relaciones funcionales a dos variables, hacerlo en forma “lineal”, cuando en realidad esta relación es no-lineal. El supuesto es que el mundo en el que nos movemos gira en un “entorno” (muy pequeño) de nuestro equilibrio inicial (el punto E del gráfico G.1.5.). Es decir, las variaciones de precios y cantidades a partir del punto E son de una magnitud pequeña, tanto como para suponer que en ese entorno matemático estas rectas son una aproximación lo suficientemente buena de las curvas de oferta y demanda (no-lineales), de modo tal que los resultados de nuestro análisis no se ven significativamente afectados por esta diferencia. Note que en realidad el gráfico G.1.5. tiene “los ejes cambiados” respecto al planteo algebraico hecho aquí, no obstante las conclusiones de nuestro análisis no variarían si lo hiciéramos al revés (es decir, matemáticamente al derecho). Este gráfico sigue con la tradición económica de mostrar –siempre que sea posible– precios en el eje de ordenadas y cantidades en el de abscisas, tradición que respetaremos a lo largo del curso ya que facilita la comprensión intuitiva. El tiempo de verbo potencial indicado con letra cursiva en este párrafo está íntimamente relacionado con el fallo lógico señalado anteriormente.
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A ese precio el rematador baja el martillo porque observa que a ambos lados de la larga mesa las cantidades ofrecidas qsE por los oferentes son iguales a las cantidades demandadas qdE por los demandantes, según las hipótesis previas de oferta y gasto, que no han variado. Recién cuando el rematador baja el martillo, es decir, luego de finalizada la subasta, comienzan a realizarse las transacciones, todas ellas al precio PE, que es tomado por “todos” los participantes, sobrevivientes, del mercado. La línea de flotación que marca la supervivencia de los participantes ya estaba establecida en las hipótesis previas de oferta y gasto, dadas por las funciones de oferta y demanda. Es decir, la cantidad de oferentes dispuestos a ofrecer la mercancía A a un precio PE es menor a la que hubiera existido al precio P1, al que estaban dispuestos a ofrecer qN cantidades. Los productores menos eficientes no tienen posibilidades de producir y ofrecer la mercancía A al precio PE, aunque sí lo hubieran podido hacer a P1 y, en consecuencia, cuando el rematador baja el martillo en PE se retiran del mercado. Análogamente, los demandantes que, dada su hipótesis de gasto previa Qda, hubieran podido comprar qK cantidades de la mercancía A si el precio hubiera sido P2, no pueden hacerlo a PE, por lo que también quedan fuera del mercado cuando el rematador baja el martillo. De este modo, y sólo así, el punto E es un punto de equilibrio en el que todos los demandantes y oferentes que estén dispuestos a realizar transacciones a ese precio PE participan del mercado. Pese a que existen oferentes y demandantes que ex ante estaban interesados en participar del mercado A, el hecho de que no puedan hacerlo ex post no implica la existencia de desequilibrio alguno, puesto que al precio PE muchos oferentes y demandantes ya no desean (ex post) realizar transacciones y se retiran del mercado A “voluntariamente”, tal como lo indicaban sus hipótesis previas (ex ante) de producción y gasto.
1.2.3. Elementos de un modelo A continuación presentaremos dos elementos claves de un modelo: • las clases de ecuaciones que lo componen • los tipos de variables asociadas
Ecuaciones Las ecuaciones E.1.1. y E.1.2. describen la relación funcional entre cantidades ofrecidas o demandadas y precios, es decir, cuántas cantidades estarían dispuestos a ofrecer o demandar los participantes del mercado a cada uno de los posibles precios que A pudiera adoptar. Es decir, son hipótesis ex ante acerca del comportamiento de estos participantes, esto es, de las diferentes reacciones en sus cantidades ofrecidas o demandadas ante diferentes precios. Este tipo de ecuaciones se suele llamar, pues, ecuaciones de comportamiento. La ecuación E.1.3. tiene una doble lectura, según sea observada ex ante o ex post a la baja del martillo. Ex ante, es una condición necesaria del modelo para que el punto E refleje el equilibrio de precios y cantidades que limpia el mercado. Si no le pidiéramos esa condición al modelo, el rematador podría bajar el martillo a cualquier precio y las transacciones podrían realizarse en desequilibrio. En términos matemáticos, el sistema lineal tendría 28
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dos ecuaciones y tres variables a determinar, por lo que podría existir más de un equilibrio y en consecuencia el sistema sería compatible (la solución existe) pero indeterminado (la solución no es única). Es por esto que la ecuación E.1.3., considerada ex ante, es una condición de equilibrio, sine qua non para que este equilibrio exista y sea único. En cambio, ex post, es decir, una vez bajado el martillo y establecido el punto E, la ecuación E.1.3. se transformó en una identidad, puesto que siempre ocurre que Qda≡Qsa una vez que finalizó la subasta (que, a su vez, finaliza sólo una vez alcanzado E). Finalmente, mencionemos otro tipo de ecuaciones presente en un modelo, las definiciones. Por ejemplo, detrás de la función oferta, al establecer su línea de flotación, cada oferente observa su ecuación de beneficios, definida por “Beneficio ≡ Ingreso – Costo”. El hecho de que la diferencia entre ingresos y costos se llame “Beneficio” es algo arbitrariamente “definido” por la teoría económica en algún momento (también podría haberse llamado, por ejemplo, “excedente sobre costos”). En otro ejemplo, otra definición establece que a la diferencia entre la tasa de interés nominal y la inflación esperada la llamaremos “tasa de interés real”.
Variables Se llama endógenas a aquellas variables (Qsa, Qda y Pa) cuyos valores particulares (qsE, qdE y pE) surgen como consecuencia del desarrollo del modelo, puesto que son los valores que el modelo pretende determinar. En un gráfico, las variables endógenas son las que le dan nombre a los ejes de abscisas y ordenadas. Se llama exógenas a aquellas variables cuyo valor se determina fuera del modelo, es decir, para el modelo están dadas y su valor es cierto. En el ejemplo del modelo que explica el mercado A, dichas variables están condensadas en “a” y “c”, dos valores dados. ¿Por qué son entonces “variables”? Porque su variación ocurre fuera del modelo, en forma “exógena” a él. Por ejemplo, el nivel de renta agregado “Y” depende de un conjunto de relaciones macroeconómicas que exceden el mercado de la mercancía A. Todos los años “Y” varía según un país crece más o menos y esa variable “Y” es tomada por nuestro modelo A como un dato, fijo durante cada año, pero tal vez diferente al año siguiente. Por ejemplo, en el mercado A, un aumento de “Y” podría modificar la “variable” “a” de modo tal de arrojar una nueva función demanda para A al año siguiente. ¿Es “a” un valor dado, cierto, es decir, un número en nuestro modelo? Sí. ¿Varía “a”? Sí, aunque su variación es externa al mercado A, “exógena” a él, y la consideramos por lo tanto fija en el corto plazo. Es decir, si fijáramos arbitrariamente el “corto plazo” en un año, diríamos que cada año “a” está fija –es un valor cierto, está dada, es un número–, y en base a ella analizamos el funcionamiento del modelo A a partir de ese valor para hallar los valores de equilibrio endógenos qsE, qdE y pE. Al año siguiente “a” puede variar, por lo que volveremos a calcular nuevos valores de equilibrio endógeno a partir de ese nuevo valor dado de “a” para ese nuevo año. Finalmente, nuestro modelo A nos muestra un tercer grupo de variables, los parámetros, que también son valores dados (“b” y “d”) pero, a diferencia de las variables exógenas, los parámetros permanecen constantes por un período sensiblemente más largo de tiempo, al que podríamos llamar largo plazo.
Una medida de tiempo relativa y, por ende, subjetiva, no observable.
Otra medida también relativa, subjetiva, no observable.
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Concepto ya estudiado por los lectores de este apartado (que no obstante bien podría ser revisado en cualquier texto elemental de álgebra lineal). Recuerde que los ejes están invertidos.
En nuestro modelo A, “b” y “d” miden las sensibilidades de la demanda y la oferta a variaciones en el precio Pa, como toda pendiente de una recta. Estas sensibilidades dependen de un conjunto de factores (por ejemplo, la conducta de los agentes económicos) que no se modifican durante largos períodos de tiempo y que, por lo tanto, caracterizan a un mercado (o a una sociedad). En el gráfico G.1.5., si la pendiente “b” de la recta Qda fuera mayor, entonces dicha recta estaría más “plana”. Conceptualmente, ante aumentos en el precio Pa, los demandantes reducirán ahora más que antes su demanda de la mercancía A. Un ejemplo macroeconómico de una variable “paramétrica”, que caracteriza a una sociedad, podría ser la propensión a consumir, que en el modelo lineal que usaremos a lo largo del curso determina –junto a otras variables– la pendiente de la demanda agregada. Por ejemplo, el hecho de que la sociedad estadounidense sea más consumista que la sociedad japonesa –más austera– es un parámetro fijo en el largo plazo que caracteriza, describe a esa(s) sociedad(es), y que depende de “parámetros de conducta” de largo plazo como podría ser, por ejemplo, la filosofía confuciana en Japón. No obstante, estos parámetros también pueden variar y de hecho varían, pero su variación es absolutamente esporádica, no planeada por los agentes económicos (al menos no se dan cuenta de que lo hacen) y, por lo tanto, muy difícil de anticipar. Cuando esto ocurre, estamos en presencia de un cambio estructural, que modifica los parámetros de largo plazo de nuestro modelo y redefine el modelo o la sociedad que estamos analizando. Por ejemplo, la Segunda Guerra Mundial introdujo cambios profundos en los hábitos de conducta de muchas sociedades europeas.
G.1.6. Mercancía A
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G.1.7. Shocks Exógenos
El gráfico G.1.7. muestra la formalización de un argumento desarrollado más arriba: el caso de un aumento de la renta agregada Y, una variable exógena al mercado A. Al aumentar Y, cambia la hipótesis ex ante con que los demandantes concurrían al mercado A. Puesto que ahora son más ricos (o menos pobres), a los mismos niveles de precio Pa tienen la posibilidad de demandar más cantidades qda que antes. Como ello sucede para cada uno de los posibles niveles de precio, entonces representamos esta nueva hipótesis mediante un desplazamiento de la función demanda Qda. En términos del modelo, la variación de una variable exógena desplaza una curva. Por el contrario, podríamos ahora revisar el Proceso de Ajuste Natural en términos del modelo y veríamos que, partiendo de un punto de equilibrio como el E del gráfico G.1.5., si variara una variable endógena (es decir, Pa, Qda o Qsa), dado que no se modificaron las hipótesis previas de oferentes y demandantes, se produciría un desequilibrio que ajustaría “naturalmente” al punto de equilibrio inicial E a través del mecanismo del rematador. Volviendo al caso del aumento de Y, partiendo del equilibrio E1 del gráfico G.1.7., los demandantes ahora pueden demandar qM cantidades. Dado que la función demanda se desplazó definitivamente debido a la mayor riqueza de los demandantes, al antiguo precio de equilibrio pE1 existe ahora un exceso de demanda de la mercancía A. En consecuencia, este exceso de demanda impulsa un alza del precio, comenzando a partir de allí un nuevo proceso de ajuste natural como el descripto anteriormente, proceso que girará ahora alrededor de E2, el nuevo equilibrio walrasiano determinado por la nueva hipótesis de los demandantes. Dadas las leyes de movimiento de un mercado competitivo, este proceso convergerá a E2. Es decir, la variación de una variable exógena es un shock sobre el equilibrio inicial que genera transitoriamente un desequilibrio que, proceso de ajuste walrasiano mediante, impulsa la convergencia hacia un nuevo equilibrio acorde a la nueva hipótesis de demanda. En este caso, la comparación de las variables endógenas y sus valores particulares en este equilibrio final E2 respecto del inicial E1 arroja que:
Este ejercicio comparativo suele llamarse “Estática comparada”.
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• la función demanda Qda aumentó, aumento que se ve en el gráfico G.1.7. • • • •
www.eumed.net/cursecon/economistas/robinson.htm
Por ejemplo, un ajuste de stocks en una empresa que se realiza en algunas semanas de tiempo real.
en el desplazamiento de esta curva la función oferta Qsa no varió las cantidades demandadas qdE aumentaron hasta qdE´ las cantidades ofrecidas qsE aumentaron hasta qsE´ el precio de equilibrio Pa aumentó desde su valor particular inicial pE1 hasta su valor particular final pE2
Cabe destacar que entre E1 y E2 los oferentes se movieron a lo largo de su hipótesis inicial de oferta, que no varió: a mayor precio –una de las variables endógenas de dicha función–, mayores cantidades ofrecidas –la otra variable endógena. Es decir, desde el punto de vista de la función de oferta: la variación de una variable endógena implicó un movimiento a lo largo de una curva. Finalmente, debe tenerse en cuenta que el mecanismo de ajuste descripto aquí guarda estrecha relación con la velocidad de ajuste del modelo. El hecho de que E2 sea alcanzado rápidamente y el rematador pueda bajar el martillo y las transacciones comiencen nuevamente a realizarse bajo las reglas del nuevo equilibrio, depende crucialmente de cuán transitorio sea el desequilibrio E1-M generado. Si éste no fuera lo suficientemente rápido y durara mucho tiempo, la economía realizaría transacciones en desequilibrio. Es decir, los participantes de la subasta no podrían esperar dos años al rematador para que éste se decida a bajar el martillo, por lo que comenzarían a intercambiar la mercancía A antes de que ello ocurriera. En ese caso (no explicado en esta Carpeta), el proceso de ajuste podría tomar otro sendero distinto al que conduce a E2, en el que se amplificarían las perturbaciones provocadas por los shocks iniciales (tal como lo comentáramos en el apartado 1.1.) En términos de una prestigiosa economista de la escuela de Cambridge, Joan Robinson, un modelo se desarrolla en tiempo lógico, mientras que la realidad que ese modelo pretende explicar lo hace en tiempo histórico. Para que el primero sea una aproximación lo suficientemente buena del segundo, el proceso de ajuste debe ser lo suficientemente veloz.
A. Problemas macroeconómicos Ejercicio 1. El esquema siguiente modela el funcionamiento de un mercado individual walrasiano: Qda = a – b.Pa Función Oferta: Qsa = c + d. Pa Condición de equilibrio: Qda = Qsa Función Demanda:
E. 1.4. E. 1.5. E. 1.6.
“a,b,c,d ∈ ℜ+”, donde: Qda y Qsa: cantidades demandadas y ofrecidas de la mercancía A Pa: precio de la mercancía A
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Macroeconomía
G.1.8. Demanda rígida
Q
P
d
QQ
s
Q s'
P1
E 1 E'
P2
E2
q
d
E =q
s
Q
E
d
,Q
s
shock exógeno - desplazamiento de una curva - desequilibrio transitorio - proceso de ajuste - nuevo equilibrio
Pn
Q s – Q s’
EOBi: = q sE 1 – qsE ’
P
E2
Suponga ahora que usted desea modelar el mercado cambiario, caracterizado por la oferta y la demanda de divisas y por su “precio”, que es el tipo de cambio nominal entre la moneda nacional y la divisa extranjera. Suponga además que la oferta de divisas es rígida, es decir, es “insensible” a variaciones en el tipo de cambio. En consecuencia, “d” tiende a cero y la función oferta de divisas es vertical. Se pide que: a. Construya ese mercado indicando cuáles serían a su juicio las variables endógenas, exógenas y parámetros, y estableciendo las relaciones funcionales pertinentes entre dichas variables. b. Analice cómo funciona su modelo a partir de un aumento de la demanda de divisas, impulsado a su vez por el aumento de “la incertidumbre”, una de sus variables exógenas. Emplee la metodología sugerida en clase (shock exógeno – desplazamiento de la curva – desequilibrio transitorio – mecanismo de ajuste endógeno – nuevo equilibrio). Compare el equilibrio final con el inicial. c. Señale un ejemplo de movimiento “a lo largo de” la curva de demanda de divisas y otro “a lo largo de” la curva de oferta. Ejercicio 2. Reproduciendo este esquema de mercado walrasiano, explique el proceso de “ajuste natural” en el mercado de trabajo, en el que el salario nominal hace las veces de “precio” y las “cantidades” están dadas por el nivel de empleo. Luego, responda: si toda la fuerza laboral (es decir, la dotación de trabajo de un país) estuviera empleada en un punto como el N el del gráfico G.1.6., ¿existe desempleo en E? Ejercicio 3. “En un modelo, una variable es exógena cuando su valor es constante”. Verdadero o Falso. Justifique. 33
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B. Modelización de artículos periodísticos
La baja en la producción revivirá los agonizantes precios petroleros Fecha: 24/03/1999 | País: Argentina | Fuente: El Cronista | Página: 11 Tal como lo habían acordado en La Haya hace dos semanas, los productores más importantes de crudo ratificaron su intención de recortar sus exportaciones. Los países miembros de la OPEP firmaron ayer un acuerdo por el cual se comprometieron a aplicar nuevos y más severos recortes a la producción de crudo, con la esperanza de poner fin a un año de excesiva oferta y reanimar los agonizantes precios del petróleo. Los ministros petroleros, reunidos en Viena, ratificaron sus compromisos previamente negociados para eliminar 7% de la producción, o 1,716 millones de barriles de petróleo diarios (bpd), del crudo aportado por la OPEP a los mercados mundiales. El ministro de Energía de Arabia Saudita, Ali al-Naimi, dijo que el acuerdo entre los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo tendrá un año de vigencia a partir del 1° de abril y aspira a impulsar los precios petroleros a u$s 18 por barril. “Esta decisión particular tiene el objetivo de reducir el excedente de las reservas y el hecho de que durará un año garantiza la eliminación de cualquier superávit en el mercado”, dijo Naimi tras firmar el acuerdo. En tanto, los precios del petróleo en las últimas semanas vienen reaccionando positivamente ante la expectativa de más recortes. Ayer, el precio del barril de crudo Brent en el mercado de Londres terminó en u$s 13,52, mientras que el petróleo calidad WTI cerró la jornada en u$s 15,48 el barril. La OPEP fracasó en dos oportunidades el año pasado, en su intento por drenar la inundación de crudo en los mercados, pero ahora parece segura de haber superado lo peor de una depresión de precios, que en 1998 evaporó u$s 50.000 millones en sus ingresos por exportaciones petroleras. “Nadie desea ver nuevamente al petróleo en u$s 10”, dijo el ministro de Petróleo de Qatar, Abdullah alAttiyah. “Creo que todos hemos aprendido la lección del año pasado”. Las nuevas restricciones fueron negociadas el 12 de marzo en La Haya por cinco importantes productores con el consentimiento de los otros miembros de la OPEP. “Éste fue un acuerdo cuidadosamente procesado, paso a paso, que terminó en una excelente decisión”, dijo Naimi. Los productores petroleros independientes de México, Noruega, Omán y Rusia prometieron cooperar con la OPEP y permitirán que los recortes de petróleo sumen un total de más de 2,1 millones de bpd. Muchos exportadores ya informaron a sus clientes sobre la reducción del abastecimiento vigente desde abril. Los analistas advirtieron que la recuperación sostenida de los precios petroleros dependerá del grado de cumplimiento de los productores a los límites acordados. “La OPEP recuperó cierta credibilidad. Ahora depende de ellos darle seguimiento”, dijo Bob Finch, jefe de operaciones petroleras de Vitol S.A. Con los nuevos límites de producción, la OPEP eliminará 4 millones de bpd de petróleo del mercado en un año, lo que representa un recorte de 16%. El pacto firmado ayer disminuirá la producción de la OPEP, que controla más de la mitad del comercio mundial de crudo, a 22,97 millones de bpd desde los 24,69 millones en julio de 1998 y 27,28 millones hace un año. El aumento en los precios del petróleo será un alivio para las compañías petroleras, que vieron descender sus ganancias y se vieron obligadas a despedir trabajadores y recortar gastos.
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En base a la noticia “La baja en la producción revivirá los agonizantes precios petroleros”, conteste las siguientes preguntas: Ejercicio 1. ¿Por qué estaba “bajo” el precio del petróleo? (encuadre teóricamente su respuesta, asuma que acaba de ocurrir una crisis internacional y que disminuyó la demanda mundial de petróleo). Ejercicio 2. Defina la oferta y la demanda mundiales de petróleo en función de las variables nombradas en el artículo periodístico y en base a las que usted considere necesario agregar. Ejercicio 3. Construya un modelo para explicar el funcionamiento de este mercado, exponiendo: a. Qué tipo de variables ha utilizado (endógenas, exógenas y/o parámetros); b. qué tipo de relaciones formales ha empleado (condiciones de equilibrio, ecuaciones de comportamiento y/o identidades); c. en qué casos ha utilizado formulaciones ex ante y en qué casos ex post; y d. cuáles son variables “flujo” y cuáles son variables stock. Ejercicio 4. Grafique el mercado mundial de petróleo, estableciendo sus propias hipótesis acerca de las pendientes de las curvas en base las elasticidades-precio de la oferta y la demanda que usted suponga. Fundamente. Ejercicio 5. A partir de este gráfico, aclare si el precio “bajo” correspondía a una situación de equilibrio o a una de desequilibrio. ¿Por qué? Ejercicio 6. Explique cómo se estaría “moviendo” el mercado petrolero a partir del accionar de la OPEP y afines. Encuadre teóricamente su explicación, utilizando un gráfico. ¿Se restablece algún equilibrio?
1.3. Marco de consistencia macroeconómico En este apartado presentaremos las principales ecuaciones macroeconómicas que retomaremos luego a lo largo de toda la Carpeta para desarrollar diversos modelos. Comenzaremos por introducir las principales variables y ecuaciones macroeconómicas y analizar su comportamiento, para luego presentar un enfoque de “tres brechas”, que servirá de marco de consistencia macroeconómico para el resto de la Carpeta. El libro de texto de Blanchard y Pérez Enrri nos brinda una primera respuesta en el Capítulo 2. Luego de la lectura de este capítulo, este apartado de la Carpeta pretenderá completar esta respuesta. 35
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BLANCHARD, O. y PÉREZ ENRRI, D. (2000), “Capítulo 2”, en: Macroeconomía: Teoría y Política Económica con aplicaciones a América Latina, Prentice Hall Iberia, Buenos Aires, pp. 25 a 47.
1.3.1. Oferta y demanda agregadas en equilibrio En el apartado 1.1., al presentar las características de un ciclo endógeno, introdujimos la variante del ajuste suave a través de stocks de existencias y precios, ajuste que ocurre en un período de tiempo razonablemente veloz. Este concepto fue retomado luego también en el apartado 1.2. de esta Carpeta al presentar el comportamiento de un mercado walrasiano. Para empezar a desarrollar nuestro modelo macroeconómico, desarrollo que evolucionará a lo largo de toda la Carpeta, comencemos con un modelo sencillo. Retomemos el enfoque de ajuste suave a través de stocks, agregándole además un supuesto adicional, por el cual no existen aún las señales walrasianas de precios como mecanismos de coordinación. Vale decir, las empresas ajustan sus fallas de coordinación intertemporales con los demandantes sólo a través de sus stocks en existencia, y logran hacerlo en forma armoniosa, suave, año a año. Recordemos que los oferentes, ante cada decisión de oferta, deben estimar los planes futuros de los demandantes, que conforman la demanda planeada en términos agregados, es decir, la demanda agregada. En consecuencia, los errores de predicción acerca de cuál será finalmente la demanda efectiva los llevarán a acumular o desacumular stocks en existencia, según hayan cometido ese error en exceso (de oferta) o en defecto (exceso de demanda). Yt = DAt + EIt
E.1.7.
La ecuación E. 1.7. condensa todo lo expuesto hasta aquí en el apartado 1.1. (sin ajuste vía precios). El producto (Yt) es ofrecido en el período t actual en función de la estimación que los oferentes hicieron previamente, en (t-1), de la demanda planeada, o demanda agregada, para el período t (DAt). Debido a que el futuro es incierto, existen en todo momento fallas en la estimación de esos planes (ex ante). Si las empresas los habían sobrestimado y ofrecieron un producto acorde a esa sobrestimación, es decir, en exceso, entonces acumularán existencias no planeadas, indeseadas (EIt) en sus stocks en este período. Es decir, este flujo (variación de stocks) de existencias EIt >0 no es otra cosa que el reflejo de un exceso de oferta = Yt – DAt (positivo). Luego, en el período siguiente (t+1), corregirán su anterior error de predicción y disminuirán su producción, ajustándola a la menor demanda. Si, por el contrario, los oferentes hubieran subestimado los planes de los demandantes, entonces ofrecerían un producto Yt menor a la demanda agregada DAt. El exceso de demanda resultante, Yt – DAt < 0, llevará a las empresas en el período presente a desacumular stocks previos, por lo que éstos sufrirán una variación negativa, es decir, EIt < 0. Luego, en (t+1) corregirán su anterior error de predicción y aumentarán su producción para satisfacer la mayor demanda. 36
Macroeconomía
La ecuación E. 1.8. define la demanda agregada DA en una economía abierta: DA ≡ C + I + G + X – M
E.1.8.
donde: C: demanda del sector privado doméstico de bienes y servicios de consumo I: demanda de bienes y servicios de inversión G: compras del Gobierno X: demanda de exportaciones desde el "Resto del Mundo" (R del M) de bienes y servicios producidos domésticamente M: importaciones desde el mercado doméstico de bienes y servicios producidos en el R del M En equilibrio, se cumple ex post la profecía de J. Say mencionada en el apartado 1.1. de esta Carpeta, pues toda oferta encontró su propia demanda, es decir: Yt = DAt
E.1.9.
Recuperando la terminología utilizada a lo largo del apartado 1.2., referida a los elementos de un modelo, la ecuación E.1.9. es pues una condición de equilibrio ex ante y una identidad ex post. Es decir, se cumplirá la igualdad de la ecuación E.1.9. siempre que EI = 0, algo que en sentido estricto no se cumple nunca, ocurre sólo por casualidad. La razón por la que se cumple siempre la ecuación E.1.9. a modo de identidad ex post es que una vez finalizado el período t las EI pasan a formar parte de la demanda de inversión I como su parte no deseada. Para el sistema de Cuentas Nacionales, que es un sistema de cuentas en equilibrio y, por ende, ex post, Yt = DAt se transforma en la identidad Y ≡ DA. Cabe aclarar que tanto la noción de equilibrio contable del Sistema de Cuentas Nacionales como la de equilibrio macroeconómico usadas aquí son ambas nociones de equilibrio agregado entre oferta y demanda de bienes y servicios, mientras que la noción de equilibrio del rematador walrasiano corresponde a un mercado individual. En muchos libros de texto suele leerse directamente las ecuaciones E.1.8. y E.1.9. juntas, igualadas, en equilibrio ex post: Y=C+I+G+X–M
E.1.10.
No obstante, el lector ya está en condiciones de advertir que esta ecuación E.1.10. es sólo una condición de equilibrio que: a) está formada por dos variables, la oferta y la demanda, diferentes cualitativamente por cierto, que son los dos miembros de la igualdad; b) dicha igualdad es cierta sólo en equilibrio; y c) se la presenta como una identidad no en el marco de la macroeconomía, sino en el de las Cuentas Nacionales, en donde las transacciones se contabilizan sólo en equilibrio ex post. El lado derecho de la ecuación E.1.10., es decir, la demanda agregada DA, está conformada pues por diferentes clases de demandas agregadas: la demanda privada de consumo, la demanda privada de inversión, la demanda del sector público de consumo e inversión, la demanda externa de nuestras exportaciones y nuestra demanda de importaciones desde el resto del mun-
La lectura errónea de esta ecuación como una identidad ex ante lleva a suponer que el lado derecho de esta igualdad está compuesto por diferentes “clases de producto”, “los bienes de consumo producidos”, “los bienes de inversión producidos”, etcétera.
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Respuesta: sólo por una razón: porque estaban incluidas en el resto de las otras “demandas” y, puesto que no son producidas domésticamente, deben ser deducidas. Ejemplos: el componente de importaciones que poseen las exportaciones, bienes de capital importados por el sector privado doméstico (pertenecientes a “I”) o un electrodoméstico importado por un comerciante mayorista nacional que funciona como bien de consumo durable, o un gasto del gobierno consistente en la compra de una fabulosa PC importada para instalar en la casa de un profesor universitario.
Por simplicidad, y sólo debido a ello, a los fines expositivos, en esta presentación esquemática de las tres brechas se omitió la desagregación de las transferencias TR del sector público al sector privado en las cuentas fiscales (se considera que "T" representa "Impuestos que el sector público le cobra al sector privado netos de las transferencias que le paga"). Desde ya, desagregar esta variable no modifica en nada las conclusiones del análisis aquí expuesto, sólo las refinaría un poco más.
Estrictamente, el ahorro del resto del mundo se corresponde con la Cuenta Corriente del Balance de Pagos (cambiada de signo), por lo que la brecha externa quedaría definida por: (M+Z-X), agrupando Z pagos corrientes realizados por residentes hacia el exterior (básicamente servicios financieros, más utilidades y dividendos de empresas de propiedad extranjera radicadas en el país). A su vez, la definición de producto consistente con esta ecuación es la del PBN. Sólo por simplicidad omitiremos por el momento estas diferencias, que serán abordadas más adelante en la Carpeta.
do. La ecuación E.1.10. expresa entonces la igualdad entre la Oferta Agregada y la Demanda Agregada. Un error común al leer esta ecuación consiste en no responder adecuadamente la siguiente pregunta: ¿por qué las importaciones aparecen en esta ecuación “restando” si no son bienes o servicios producidos domésticamente? Reagrupando los términos podemos obtener: Y+M=C+I+G+X
E.1.11.
Visto de este modo, el lado izquierdo de esta identidad (ex post) muestra la Oferta Global de bienes y servicios que existe en el mercado doméstico, es decir, tanto de bienes y servicios producidos domésticamente (Y) como de aquellos producidos en el resto del mundo (M). El lado derecho muestra la DA incluyendo las importaciones. Por lo tanto, este miembro expresa la Demanda Global de bienes, es decir: la demanda doméstica de bienes y servicios producidos tanto domésticamente (C+I+G sin M) como en el resto del mundo (M), más la demanda externa de bienes y servicios producidos domésticamente (X).
1.3.2. Las Tres Brechas de la Macroeconomía de una Economía Abierta Restando miembro a miembro la Recaudación Impositiva Total (T) en la ecuación E.1.10., obtendremos: Y–T=C+I+G+X–M–T Luego, reagrupando términos nuevamente y recordando que el Ahorro Privado doméstico “S” se define como S = Y–C, obtendremos una nueva identidad ex post: (S-I) + (T-G) + (M-X) ≡ 0
E.1.12.
donde: (S-I) = (C+S) – (C+I) > 0 : ahorro del sector privado doméstico (T-G) > 0 : ahorro del sector público (M-X) > 0 : ahorro del resto del mundo De este modo, la ecuación E.1.12. nos dice que el déficit de un sector es siempre necesariamente financiado por el superávit de alguno de los otros dos sectores (uno de ellos o la suma de ambos). El mecanismo de financiamiento empleado para financiar desequilibrios de unos sectores con desequilibrios de otros son las transacciones con activos financieros, a los que llamaremos “Bonos” en su sentido más amplio.
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G.1.9. Marco de consistencia
? P ≡ Y = DA
•En equilibrio ex post:
Bonos: Es decir, no nos estamos refiriendo a instrumentos de renta fija específicamente sino a todo papel financiero en general, existente en “el mercado de bonos”.
Y = DA = C + I + G + X – M Y=C+I+G+X-M OA
(1)
DA
•Reagrupando: Y+M=C+I+G+X Oferta Global
Demanda Global
•Restando miembro a miembro T en (1): Y-C-T=I+G+X-M-T
(S-I) + (T-G) + (M-X)
≡ 0 (2)
El funcionamiento de la economía a través de estos desequilibrios financiados por los mercados de Bonos es lo que nos dará el Marco de Consistencia para el desarrollo del modelo que analizaremos a lo largo del curso. Es de destacar, nuevamente, que la ecuación E.1.10. es una identidad ex post que supone un determinado nivel de “Y” de equilibrio y, por lo tanto, “Y” está fijo. G.1.10. Bonos
Ejemplo: • Bono zero coupon • K = $50 • Precio de mercado = $40 • T = 5 años
VPN = Pb =
C = (1+r)t
$50 = $40 (1+r) 5
Presentaremos este mecanismo de funcionamiento a través de seis casos que surgen de suponer –sólo a los fines expositivos, por simplicidad– que uno de los tres sectores está en equilibrio, para así analizar los desequilibrios de los dos restantes. Con signo (+) indicaremos superávit, con (-) déficit y con (0) equilibrio. 39
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G.1.11. Modelo de tres brechas
1. (S-I) + (T-G) + (M-X) (-) (+) (0)
≡0
2. (S-I) + (T-G) + (M-X) (+) (-) (0)
≡0
3. (S-I) + (T-G) + (M-X) (+) (0) (-)
≡0
4. (S-I) + (T-G) + (M-X) (- ) (0) (+)
≡0
5. (S-I) + (T-G) + (M-X) (0) (+) (-)
≡0
6. (S-I) + (T-G) + (M-X) (0) (- ) (+)
≡0
CASOS
Caso 1.
(S-I) + (T-G) + (M-X) ≡ 0 (-) (+) (0)
Déficit privado financiado con superávit público. El gobierno emplea su superávit en “rescatar” (comprar) deuda pública anterior, financiando de este modo el déficit del sector privado, quien gracias a este financiamiento puede sostener una demanda de I mayor a su propia capacidad de ahorro.
Caso 2.
(S-I) + (T-G) + (M-X) ≡ 0 (+) (-) (0)
Déficit público financiado con superávit privado. El gobierno emite nueva deuda (“bono”) que compra el sector privado debido a su exceso de S sobre I, financiando de este modo el déficit fiscal. Note que “exceso de S” no significa necesariamente que esta sociedad “ahorra mucho”, sino que este desequilibrio puede deberse también a que parte del ahorro privado fue direccionado hacia la compra de un bono público que ofrecía atractivas condiciones.
Caso 3.
(S-I) + (T-G) + (M-X) ≡ 0 (+) (0) (-)
Déficit del R del M financiado con superávit privado. El sector privado doméstico le presta (divisas) al R del M para que éste pueda comprar nuestras exportaciones, cuyo valor es mayor al de nuestras importaciones. Es decir, un residente argentino compra un bono (público o privado) de un país extranjero. Por ejemplo, partiendo de una situación de equilibrio en las tres brechas, una empresa argentina realiza una exportación financiada por un ban40
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co argentino a través de una carta de crédito contra el R del M (que también es un “bono” suscripto por un no-residente). A la vez que X>M, Argentina destina su superávit privado a financiar al R del M. Si ese superávit no existiera, no se podría haber realizado la venta, porque el R del M, que suponemos también en equilibrio al inicio, no poseería las divisas necesarias para comprarnos más exportaciones argentinas, puesto que tiene que gastar más divisas de las que obtiene por nuestras importaciones. Es decir, nuestro superávit privado es el déficit del resto del mundo, son la misma cosa.
Caso 4.
(S-I) + (T-G) + (M-X) ≡ 0 (-) (0) (+)
Déficit privado financiado por nuestro déficit de Cuenta Corriente del Balance de Pagos (superávit del R del M). El ahorro excedente del R del M nos financia nuestra demanda de I doméstica, mayor a nuestra capacidad de ahorro. Por ejemplo, partiendo de una situación de equilibrio, una empresa argentina importa un bien de capital con una carta de crédito. Se genera, a la vez, tanto un desequilibrio privado (I>S) como externo (M>X). Note que Argentina tiene en esta ocasión dos déficit, privado y externo, fruto de una única operación en este ejemplo. Es decir, nuevamente, el déficit privado es a la vez déficit de nuestro sector externo (superávit del R del M).
Caso 5.
(S-I) + (T-G) + (M-X) ≡ 0 (-) (0) (+)
Superávit de Cuenta Corriente financiado por superávit público. El sector público utiliza su superávit para rescatar Deuda Externa emitida anteriormente y así disminuir su stock (“stock” conocido como Deuda Externa Pública). Al comprarle dicho bono a un no-residente, financia de este modo al R del M para que éste pueda comprar exportaciones argentinas por un valor mayor a las importaciones argentinas que nos vende. Por ejemplo, un no-residente, tenedor de un bono externo del gobierno argentino, compra nuestro exceso de X sobre M y financia esta compra vendiendo ese bono en el mercado secundario (internacional) de deuda, donde el gobierno argentino lo “rescata”.
Caso 6.
(S-I) + (T-G) + (M-X) ≡ 0 (-) (0) (+)
Déficit público financiado por R del M, es decir, por nuestro déficit de cuenta corriente. Por ejemplo, partiendo de una situación de equilibrio, el gobierno compra (a través de una licitación) una hermosa computadora importada para un profesor universitario, y financia esa compra con la emisión de un bono externo, comprado por un no-residente. Esa importación transforma el original equilibrio fiscal en déficit (gastos mayores a ingresos = G>T) y el original equilibrio externo en déficit (M>X). A esta situación se la conoce como “déficit gemelos”. Como siempre, un déficit es el reflejo del otro.
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Estos seis casos, a modo de ejemplo, se basaron en dos simplificaciones. La primera consiste en que sólo dos de las tres brechas están en desequilibrio al mismo tiempo. Combinando los casos se puede notar fácilmente cómo sería la dinámica de un desequilibrio financiado por los otros dos. La segunda simplificación consistió en suponer que, por el hecho de estar en desequilibrio, un sector no participa de las transacciones. En realidad esto es falso, ese sector participa, aunque al final del período termina en equilibrio porque las transacciones que se realizaron en esa brecha arrojaron como resultado un valor de su ahorro neto igual a cero. Por ejemplo, partiendo de una situación de equilibrio en cada una de las tres brechas, el caso 6 podría ser replanteado del siguiente modo. El sector privado compra computadoras importadas endeudándose con un no-residente a través de la emisión de un bono privado externo. A su vez el Gobierno gasta G>T, es decir, compra otros bienes al sector privado doméstico, y financia el déficit público resultante emitiendo deuda pública y colocándola en el mercado interno. En consecuencia, el ahorro neto de nuestro sector privado finalizó en cero, fruto de: importó computadoras, M, y vendió bienes al Gobierno por montos equivalentes, financiando dichas transacciones reales con un préstamo que tomó del R del M (emisión de bono privado externo) y un préstamo que otorgó al Gobierno para que éste financie su déficit, ambos por montos equivalentes. El resultado de las otras dos brechas es el mismo del caso 6 visto anteriormente. A modo ilustrativo, el gráfico G.1.12. que sigue muestra la evolución de estas tres brechas en la economía Argentina durante los 90 y principios del nuevo siglo. En función de todo lo explicado hasta aquí, el estudiante debería estar ya en condiciones de interpretar por sí solo este gráfico.
Se sugiere enfáticamente al lector realizar esta interpretación.
G.1.12. Superávit Sectoriales de la Economía Argentina % del PBI
15
(Spr - Ipr) Ahorro Privado % del PBI (Spub - Ipub) Ahorro Público % del PBI (Sext) (M + Z - X) Cuenta Corriente % del PBI 10
5
1990
0
-5
-10
42
1991
1992
2003
2000 1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2001
2002 Estim.
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Problemas macroeconómicos Ejercicio 1. Explique la diferencia entre una variable stock y una variable flujo. Luego de hacerlo, ¿podría señalar cuáles de las variables que se mencionan a continuación son stock y cuáles flujo? Ingreso nacional - consumo agregado - inflación - deuda externa - billetes y monedas en circulación Ejercicio 2. Un aumento del PBI nominal se debe necesariamente a: a) un aumento de la dotación de factores productivos b) un aumento de la producción de bienes y servicios finales c) un incremento de la tasa de inflación d) un incremento del PBI real e) ninguna de las anteriores f) varias de las anteriores Ejercicio 3. En los dos ejercicios siguientes marque con una cruz la opción correcta y justifique su elección. a. En una economía cerrada, en la que no existe sector público, el ahorro es igual a la inversión ex ante: • siempre • sólo en equilibrio b. Bajo el supuesto de que los déficit público y externo son idénticos a cero, el hecho de que la inversión realizada sea exactamente igual al ahorro privado es: • una condición suficiente para la existencia del equilibrio • una ecuación de comportamiento • una condición ex ante para la existencia de equilibrio • una identidad • ninguna de las anteriores Ejercicio 4. Suponga que, en el marco de las Cuentas Nacionales, el PBN está fijo y todos los mercados están inicialmente en equilibrio. Si el ahorro del sector privado doméstico es equivalente a la inversión privada doméstica, entonces: si el gobierno incurre en déficit público, generará también indefectiblemente déficit de la cuenta corriente del balance de pagos. Verdadero o falso y justificar. Ejercicio 5. Suponga el siguiente ejemplo en el marco de la contabilidad nacional: (S-I) + (T-G) + (M-X) ≡ 0 (-) (+) (0) Déficit privado financiado con superávit público. El Gobierno emplea su superávit en “rescatar” (comprar) deuda pública
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anterior, financiando de este modo el déficit del sector privado, quien gracias a este financiamiento puede sostener una demanda de inversión mayor a su propia capacidad de ahorro. Se pide que: a. Construya cinco ejemplos más, correspondientes a las restantes posibles combinaciones de las tres brechas que surgirían de suponer que en cada caso una de las brechas está equilibrada. b. A partir del ejemplo anterior, reproduzca los seis casos posibles, pero asumiendo que ninguna brecha finaliza en equilibrio y, además, que en cada caso las tres brechas participan de las transacciones. Explique la consistencia de su razonamiento en términos macroeconómicos y muestre una operación económica real para cada caso.
PROPATTO, J C. (2003), El sistema de cuentas nacionales; visión desde la economía aplicada, Macchi, Buenos Aires. BLANCHARD, O. (2004), Macroeconomics, Tercera Edición, Prentice Hall, New Jersey. DORNBUSH, R. y FISHER, S. (1994), Macroeconomía, Sexta edición, Mc-Graw Hill, Madrid. CHIANG, A.C., (1987) Métodos Fundamentales de Economía Matemática, Tercera edición, Mc-Graw Hill, Madrid.
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c. En los 6 casos explicados en el ejercicio 5.a), nos referimos todo el tiempo a los flujos que ocurren en un período, es decir, variaciones de bienes y variaciones de stocks de activos financieros. ¿Podría explicar en qué situación terminan los stocks en cada brecha en cada caso, es decir, la deuda privada total, la deuda pública total y la deuda externa (pública y privada)?
2 La Demanda Agregada en el corto plazo Objetivos Ya presentado en la Unidad 1 el “basamento conceptual” macroeconómico sobre el cual se apoyará el resto de las Unidades, esta Unidad 2 abordará, pues, los primeros modelos macroeconómicos presentes en esta Carpeta de Trabajo. Para arribar a la comprensión de dichos modelos, los principales objetivos que persigue esta Unidad son: • presentar el “Modelo Keynesiano Simple” para luego, a partir de él, derivar la construcción de la “curva IS”; • analizar el funcionamiento de los mercados financieros y construir a partir de ellos la “curva LM”; • construir el modelo “IS-LM”; • utilizar el modelo “IS-LM” de corto plazo y precios fijos para intentar comprender los primeros problemas macroeconómicos.
Introducción A partir de esta Unidad comenzaremos a desarrollar un modelo macroeconómico lineal que completará las ideas económicas presentadas en el libro de texto de BLANCHARD y PÉREZ ENRRI, en donde no se desarrolla un modelo de las características como el aquí presentado, tal como señaláramos en la Introducción de esta Carpeta. Este modelo evolucionará a lo largo de toda la Carpeta, transformándose a medida que vayamos incorporando nuevos supuestos de comportamiento económico con el fin de lograr una mejor comprensión de la realidad que pretendemos modelizar en cada apartado. A su vez, este modelo que se va transformando va dando cuenta, en cada una de estas transformaciones, de diferentes escenarios histórico-sociales, modelizados en forma estilizada. Por lo tanto, cada una de estas transformaciones del modelo inicial debería permitirnos avanzar en el conocimiento de la macroeconomía en dos direcciones. Por un lado, entendiendo a cada una de estas transformaciones como un modelo en sí mismo que caracteriza a una sociedad en un determinado momento histórico. Por el otro, cada una de estas transformaciones podría ser entendida, además, como una simplificación de un modelo más complejo, que se presentará con posterioridad. En realidad, éste y todos los modelos macroeconómicos, si bien surgen como una pretensión de modelizar un fenómeno económico que ocurre en una sociedad y momento históricos singulares, son desarrollados también con el propósito de ser retomados en el futuro, cuando ocurra un escenario económico de características similares.
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www.eumed.net/cursecon/economistas/Keynes.htm
Dado que las sociedades, y los momentos históricos por los que éstas atraviesan, presentan tanto rasgos singulares como características comunes con otros escenarios económicos posteriores, buena parte de la habilidad de los macroeconomistas radica en poder detectar qué aspectos de cada modelo anterior sirve para explicar el nuevo fenómeno económico que está ocurriendo -y que aspectos no-, para poder inferir así cuáles son las políticas económicas más adecuadas para cada coyuntura. Por ejemplo, la gran depresión del 30 en USA –que se presentará en el apartado 2.1.1.– guarda similitudes y diferencias con la gran depresión de finales de la Convertibilidad argentina, por lo que algunas de las políticas recomendadas por J. M. Keynes para salir de la crisis del 30 bien podrían haber formado parte del paquete de políticas económicas utilizadas en la recuperación de la economía argentina iniciada en 2002. De hecho, algo de eso ha ocurrido. Esta Unidad 2 estará dividida, pues, en tres apartados. En el apartado 2.1. se presentará el Modelo MKS y, a partir de él, derivaremos la curva IS. En el apartado 2.2. presentaremos el funcionamiento de los mercados financieros y la construcción de la curva LM derivada de ellos. Una vez reunidos estos elementos del modelo, estaremos ya en condiciones de construir el modelo IS-LM en el apartado 2.3. y utilizarlo para intentar abordar los primeros problemas que presenta la macroeconomía. El primero de ellos, el apartado 2.1., servirá como complemento de los Capítulos 3 y 4 de BLANCHARD, O. y PÉREZ ENRRI, D. (2000), Macroeconomía: Teoría y Política Económica con aplicaciones a América Latina, Prentice Hall Iberia, Buenos Aires. El apartado 2.2. guarda relación con el Capítulo 5 de este texto de referencia y, finalmente, el apartado 2.3. es complementario del Capítulo 6 de dicho libro de texto.
BLANCHARD, O. y PÉREZ ENRRI, D. (2000), “Capítulos 3 a 6”,
en: Macroeconomía: Teoría y Política Económica con aplicaciones a América Latina, Prentice Hall Iberia, Buenos Aires, pp. 49 a 136.
El nombre de este modelo, como explicaremos más detalladamente en los siguientes apartados, obedece a las siglas en idioma inglés Investment (I, Inversión) - Savings (S, ahorro), cuya igualdad funciona como la condición de equilibrio en el mercado de bienes, y Liquidity (L, demanda de dinero) - Money (M, oferta de dinero), cuya igualdad funciona como condición de equilibrio en el mercado de dinero.
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2.1. Los mercados de bienes: el modelo MKS y la construcción de la curva IS En línea con la fundamentación metodológica recién descripta, este apartado 2.1. persigue, pues, un doble objetivo. Por un lado, presentar un modelo en sí mismo al que denominaremos Modelo Keynesiano Simple (MKS), que podría ser una primera y sencilla aproximación útil a los fines de caracterizar una sociedad en un determinado momento histórico: la sociedad estadounidense atravesando la crisis del 30. Por el otro, el modelo aquí presentado funcionará a su vez como el principio de un modelo más complejo que desarrollaremos a lo largo de la Carpeta, conocido como modelo IS-LM. Este último modelo, desarrollado por una escuela de pensamiento deno-
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minada “síntesis neoclásica”, fue empleado usualmente por la mayoría de los macroeconomistas desde la posguerra hasta mediados de los 70 para modelizar la macroeconomía de una economía cerrada y con baja inflación.
2.1.1. El modelo keynesiano simple Presentaremos en este apartado 2.1.1., como ya hemos adelantado previamente, el modelo keynesiano simple.
El sector privado La crisis del 30 podría ser comprendida a partir de algunos grandes rasgos característicos: un elevado desempleo en el mercado laboral, un gran exceso de oferta agregado en los mercados de bienes y una gran incertidumbre en los mercados financieros que los volvía inoperantes para funcionar como mecanismo de intermediación financiera en la economía, es decir, para canalizar el ahorro y transformarlo en inversión física. Dejaremos de lado, por el momento, el análisis relativo a los mercados de trabajo y a los mercados financieros, problemáticas que serán abordadas más adelante en esta Carpeta, y nos concentraremos en el mercado de bienes. Comenzaremos también por presentar una versión simplificada del modelo MKS, enfocada en el funcionamiento del sector privado en el corto plazo, operando en una economía cerrada al resto del mundo, y omitiendo en principio la participación del sector público. Finalmente, debido al funcionamiento atípico de los mercados financieros, introduciremos como último supuesto que por el momento esta sociedad funciona sin dinero, es decir, presentaremos un análisis de los mercados de bienes enfocado en el lado real de la economía, sin el lado monetario. Un escenario de gran recesión y elevado desempleo configuraba en aquel momento una situación particular en los mercados de bienes, que bien podría ser caracterizada por un modelo que ajusta “vía cantidades”. Es decir, recuperando el enfoque presentado en el apartado 1.2., en este escenario no operaban las señales de coordinación de precios, corporizadas en la figura del “Rematador Walrasiano”, de modo tal que los excesos de oferta y demanda llevaban sólo a disminuciones o aumentos de la producción respectivamente, lo que equivale a asumir que en el mercado de bienes los precios están fijos. ¿Por qué este escenario conduce a un modelo que se comporta “como si” los precios estuvieran fijos? Podríamos ensayar una respuesta inicial a esta pregunta en términos relativamente sencillos, en el marco del modelo del mercado walrasiano presentado en el apartado 1.2, estableciendo para ello un paralelismo entre un mercado individual y el mercado agregado de bienes de toda la economía. Las leyes de ajuste natural de este modelo ya no son las mismas que las del mercado walrasiano, por las cuales “los excesos de demanda impulsan el precio al alza y, los excesos de oferta, a la baja”. Dado que el problema de los empresarios es que no logran vender sus mercancías debido a la
Esta escuela pretendió "sintetizar" en un modelo matemático un cuerpo teórico que reconciliara las ideas de J.M. Keynes con algunos aspectos del cuerpo teórico desarrollado por los economistas "clásicos", anteriores a Keynes; de ahí el nombre de "síntesis neo-clásica". Los resultados de este experimento son motivo de debate hasta nuestros días. Luego de este período, la utilización del modelo IS-LM como herramienta para analizar la macroeconomía de una sociedad ha dividido las aguas entre los macroeconomistas: algunos lo siguen utilizando hasta nuestros días, mientras que otros lo han dejado de lado y lo reemplazaron por otros modelos, cuyos fundamentos provienen de la denominada "Revolución de las expectativas", teoría desarrollada desde mediados de los 70 hasta nuestros días Suponer que la economía de USA funciona "como si" se tratase de una economía cerrada no es solamente un supuesto simplificador. Al revés de lo que ocurre con una economía pequeña y abierta como la argentina, el peso del mercado interno estadounidense es tan grande que muchos aspectos de dicha economía pueden ser descriptos en forma "estilizada" utilizando un modelo de economía cerrada.
Se sugiere tener presente el modelo walrasiano presentado en el apartado 1.2. al leer la explicación que sigue a continuación en este apartado 2.1.
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Más aún, en este escenario los empresarios están dispuestos incluso a bajar los precios para poder vender sus mercancías, generando "deflación", tal como ocurrió en la crisis del 30. No obstante, una observación empírica nos permitirá asumir que el mercado de bienes se comporta en una recesión "como si" no hubiera deflación: los precios suelen mostrar una gran "inflexibilidad a la baja". Por ejemplo, en la prolongada recesión de finales de la Convertibilidad en Argentina, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue disminuyendo muy lentamente, mostrando tasas de inflación anual apenas inferiores al 0%, lo que nos permitiría modelizar esta situación haciendo "como si" los precios estuvieran fijos.
gran crisis recesiva, existen muchísimos productores-oferentes dispuestos a vender bienes y servicios sin requerir aumentos de precios para ello. En los términos más formales del mercado walrasiano, existen muchísimos oferentes “eficientes” fuera del mercado –debido a la magnitud de la crisis–, por lo que la “sensibilidad” de la oferta agregada de bienes a aumentos de precios tiende a ser “infinita”. Es decir, un pequeñísimo aumento de precios incentivaría infinitas cantidades ofrecidas, puesto que la hipótesis ex-ante de los empresarios subyacente a esta curva de oferta agregada de bienes es que ellos estarían dispuestos a vender toda su producción al mismo precio. Este escenario se formaliza, en los términos de nuestro modelo lineal presentado en el apartado 1.2. para un mercado individual, mediante una curva de oferta agregada que en el límite es “horizontal”, puesto que está caracterizada por un parámetro de sensibilidad “d” que tiende a infinito. Y = DA + EI
E.2.1.
La primera ecuación de comportamiento del modelo MKS presentada aquí (ecuación E.2.1.) condensa el mecanismo de ajuste vía cantidades en el mercado de bienes. Disminuciones de la demanda agregada (DA) que enfrentan una curva de oferta agregada horizontal generan acumulaciones iniciales de stocks en existencia (EI = Existencias Indeseadas), señal de coordinación para que los empresarios revisen sus planes de producción (Y) a la baja. Análogamente, aumentos en la demanda agregada generan desacumulaciones de stocks (EI negativas) que conducen a aumentos en la producción. El fundamento económico del resto de las ecuaciones de comportamiento que estamos construyendo aquí ha sido ya desarrollado por el libro de texto de referencia en su Capítulo 3. El siguiente esquema nos ayudará a construir las formas lineales de estas ecuaciones, a partir de las cuales comentaremos brevemente dichos fundamentos. Estos breves comentarios no sustituyen de ningún modo la extensa explicación presentada en el libro de referencia, sino que la complementan.
G.2.1. Modelo de Ajuste por Cantidades
Ecuaciones de comportamiento: Y = DA + EI
E. 2.1.
DA = C + I _ I=I
E. 2.2. E. 2.3.
C = C + c.Y
E. 2.4.
==> DA = (C + I) + c.Y ==> DA
(E. 2.5.) S = Y – C = -C + s.Y
2 partes
,
autónoma de Y función de Y
_ A c.Y
s=1-c
Por simplicidad: C ≈ 0 ==> Y = C + S = c.Y + s.Y = (c+s).Y ==> c+s = 1
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Como se puede apreciar, la ecuación de comportamiento ecuación E.2.2. nos dice simplemente que existen dos clases de demandantes, las familias y las empresas, quienes demandan bienes de consumo, y las empresas, que demandan bienes de inversión. Luego, las ecuaciones E.2.3. y E.2.4. describen los fundamentos del comportamiento de estos dos grupos de agentes económicos en tanto demandantes de bienes. La ecuación E.2.3. parece no decir mucho, aunque en realidad dice bastante. En el modelo MKS los empresarios no guían sus decisiones de inversión tal como lo harían en un escenario “normal” (es decir, no como el observado en la crisis del 30), de acuerdo con variables tales como el nivel de ventas de las empresas o el costo del crédito, sino que se rigen sólo por una única regla (también presente en situaciones “normales”): su instinto, sus expectativas, deprimidas en la crisis del 30, representadas por la variable “exógena” Io. Keynes llamó a esta variable, propia de los empresarios a la hora de tomar decisiones de inversión, “espíritu animal”. En cambio, el comportamiento de la demanda de consumo de las familias y empresas muestra, a través de la ecuación E.2.4., una dependencia de dos variables: una de ellas es el nivel de ingreso de las familias, que no es otro que el nivel de renta agregado (Y), variable “endógena” en este modelo; la otra variable, Co, pertenece a la misma clase de variables que el “espíritu animal” de los inversores; es “exógena” en nuestro modelo, ya que su determinación no depende del funcionamiento del mercado de bienes, sino que viene “dada” por otros factores, tales como las expectativas de los consumidores, o un nivel de consumo de las familias que es independiente de que su ingreso aumente o no (por ejemplo, si una familia consume un kg. de pan diario, ese consumo no aumentará por más que los ingresos familiares de dupliquen). La ecuación E.2.5. nos describe simplemente la manera en la que ahorran las familias en este modelo: todo el ingreso que no consumen. Esta forma de representar el ahorro no es un detalle menor; nuevamente, ésta es una ecuación que es relevante no sólo por lo que dice respecto del comportamiento de las familias y empresas a la hora de ahorrar, también es relevante por lo que no dice: el ahorro no depende de la tasa de interés, ésta no funciona como un incentivo a ahorrar, puesto que familias y empresas no ahorran más o menos según puedan obtener mayores o menores retornos de esa porción de renta ahorrada; simplemente, ahorran lo que no consumen. Vale decir, toman su decisión de consumo y, luego, lo que “sobra” lo ahorran. Un último comentario lo merecen los “parámetros” de este modelo, “c” y “s”, llamados propensiones a consumir y ahorrar, respectivamente. Lo que nos muestra el parámetro “c” es en qué proporción aumentará la demanda de consumo cuando la renta agregada aumente en una unidad, es un valor fijo en el corto plazo, un dato, un número dado (como todo parámetro). Por ejemplo, si c = 0.8, esto indicaría que si la renta aumentara en $100, el consumo lo haría en $80. A su vez, tal como muestra el esquema, si c = 0.8, entonces s = 1 - c = 0.2, las familias y empresas ahorran el restante 20% de su renta. Finalmente, el esquema nos muestra también cómo, sustituyendo las ecuaciones E.2.3. y E.2.4. en la ecuación E.2.2., podemos también presentar la demanda agregada en función de dos partes; una de ellas depende
De aquí en más indicaremos que una variable es "exógena" o bien a través del subíndice "o" (en el texto escrito), o bien mediante una "barra horizontal" sobre la variable en cuestión (en los esquemas), en forma indistinta; ambas notaciones representan lo mismo.
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del aumento o disminución del nivel de renta agregado, la otra es “exógena”, y de allí que reciba el nombre de “Demanda Autónoma” (A), en el sentido de que es autónoma de la determinación de la renta (Y), y está compuesta por las dos variables “exógenas” presentadas hasta ahora, Co e Io. De este modo, el modelo puede ser presentado en una forma reducida a sólo dos ecuaciones: DA = A + c.Y ; ecuación de comportamiento de la función DA; y DA = Y ; condición de equilibrio del modelo.
E.2.6. E.2.7.
Este modelo se constituye así en un sistema compatible determinado de dos ecuaciones y dos incógnitas a determinar, “Y” y “DA”, en donde “Y” es la única variable endógena, y “DA” una variable que queda automáticamente determinada, una vez determinada “Y” a través del esquema que se presenta a continuación, basado en una recta de 45º que vincula ambas variables. G.2.2. Modelo de ajuste por cantidades DA Y = DA _ DA = A + c.Y E
_ I
S2 C = C + c.Y
S1
_ A
_
I C Yc
Y1
Y0
Y2
Y
Y = C + S _
DA = C + I
El gráfico G.2.2. nos muestra el funcionamiento de este modelo lineal. Las rectas que se ven allí responden a las ecuaciones lineales presentadas en el esquema G.2.1.. Por lo tanto, las variables “exógenas” (Io y Co) son las “ordenadas al origen” de dichas rectas, mientras que “c” es la pendiente de esas rectas (como las funciones “C” y “DA” tienen la misma pendiente, “c”, entonces dichas funciones están representadas por rectas paralelas). Como es habitual, y fue ya extensamente explicado en el apartado 1.2. de esta Carpeta, en los ejes se presentan las variables “endógenas” de nuestro modelo. En el modelo MKS existe una sola variable endógena, “Y”, siendo DA una ecuación de comportamiento que depende de “Y”. La razón por la cual DA no es otra de las variables endógenas de nuestro modelo –pese a darle nombre al eje de ordenadas– se debe a que el modelo MKS emplea un método diferente al del rematador walrasiano para presentar el funcionamiento del mercado de bienes, dado que aquí no hay precios. Este método consiste en construir una recta de 45º, que funciona como un “espejo”. Puesto que dicha recta de 45º es la función “identidad”, a lo 50
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largo de la cual en todo punto se cumple que “Y = DA”, entonces esta recta representa los hipotéticos puntos de equilibrio en el mercado de bienes, por lo que puntos fuera de ella son puntos de desequilibrio, es decir, excesos de oferta o demanda de bienes. Una vez definida la función DA, el equilibrio de este mercado se da sólo en el punto E. Para una mejor comprensión del mecanismo de funcionamiento del mercado de bienes, que sigue a continuación, se sugiere “leer” la recta de 45º como el nivel de producción “Y” de la economía, mientras que el nivel de demanda se observa a lo largo de la recta “DA”. Un nivel de renta, o producción, “bajo” como Y1 origina un exceso de demanda de bienes, puesto que el valor particular que adopta la variable DA cuando la economía produce un nivel de bienes Y1, menor al de equilibrio Yo, es mayor a la oferta Y1 de bienes, valor particular de la variable “Y” que se ve también “reflejado” en el eje de ordenadas. Es decir, mirando el eje de ordenadas, a ese nivel de producción Y1 los demandantes comprarían más cantidades de bienes que las que ofrecen los productores, tal como se puede apreciar a través del “espejo” de la recta de 45º, que nos permite comparar los valores particulares de “Y” y “DA” en el eje de ordenadas. Vale decir, un nivel de producción “bajo” como Y1 –es decir, menor a Yo– representa un “exceso de demanda de bienes” (EDBi). Análogamente, un nivel de producción “alto” como Y2 representa un “exceso de oferta de bienes” (EOBi). Al igual que en el caso del modelo de mercado walrasiano presentado en el apartado 1.2., existe en este modelo también un mecanismo de ajuste natural, que hace converger la economía hacia un nivel de producción de equilibrio Yo, sólo que este ajuste se realiza ahora “vía cantidades” ya que, como explicáramos, no funcionan los mecanismos de precios como mecanismo de ajuste hacia el equilibrio. Este simple mecanismo de ajuste se basa en la ecuación E.2.1. Si la economía produjera un nivel Y2 de bienes y servicios mayor al nivel de equilibrio Yo, habría un exceso de oferta de bienes, puesto que los productores estarían dispuestos a ofrecer un nivel mayor de bienes al que los demandantes estarían dispuestos a comprar según su hipótesis de demanda “DA”, construida ex ante al funcionamiento de este modelo-mercado agregado de bienes. En consecuencia, según la ley de ajuste del modelo MKS, se acumulan Existencias Indeseadas (“EI” positivas), por la diferencia entre “Y” y “DA” –que se ve en el eje de ordenadas– al nivel Y2 de producción. En un primer momento, las empresas comienzan a vender estos stocks en existencia, que les sirven de señal de coordinación para planificar una menor producción al período siguiente, disminuyendo la oferta Y2 hasta Yo. Desde ya, los empresarios no conocen, en forma individual, cuál es Yo, por lo que podrían reducir la producción hasta un nivel mayor o menor a Yo. Si fuera mayor, volvería a ajustar la producción a la baja al período siguiente; si fuera menor, la economía se encontraría en un punto como Y1, con exceso de demanda de bienes, y se produciría un mecanismo análogo al explicado recién por el cual la economía ajustaría al alza su nivel de producción. Por lo tanto, este mecanismo de ajuste se detiene sólo cuando la economía produce una cantidad de bienes y servicios “Yo”; en caso contrario, las leyes de ajuste natural de este modelo seguirían operando hasta hacerlo converger al nivel de producción Yo, por lo que éste es el nivel de producción de equilibrio hacia el cual la economía converge indefectiblemente. Luego, la ecuación de comportamiento E.2.2. arroja el nivel de DA, las cantidades de 51
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bienes demandadas por los demandantes, iguales a las cantidades ofrecidas por los oferentes, que convergen sólo en el punto E. Prestemos atención ahora a otra relación sumamente relevante a la hora de comprender el funcionamiento de este modelo MKS: la relación entre el ahorro de familias y empresas y la demanda de inversión de las empresas, relación que guarda un estrecho vínculo con la relación entre la demanda y la oferta agregadas, tal como se puede apreciar en el gráfico G.2.2. Observemos el gráfico G.2.2.. La demanda de inversión, variable “exógena” Io en este modelo MKS, es la diferencia, constante, entre las curvas paralelas C y DA. El ahorro está definido como Y - C, es decir, como la zona delimitada por la recta de 45º y la curva C. Esta diferencia, el ahorro, se vuelve negativa para niveles de producción inferiores a Yc (en donde C es mayor a Y): dado que la economía produce muy pocos bienes y servicios en Yc, las necesidades de consumo Co deben satisfacerse en base a “desahorro” de períodos anteriores, si lo hubiera, o en base a endeudamiento (otra forma de expresar ahorro negativo). A medida que crece el producto de la economía, se genera un mayor nivel de ahorro. Si el nivel de producto es inferior a Yo –por ejemplo, en un nivel de producción como Y1–, este nivel de ahorro no alcanza aún a financiar la demanda de inversión Io. Como se ve en el eje de ordenadas del gráfico G.2.2., para dicho nivel de producción, la demanda de inversión (Io, constante) es mayor al ahorro. A un nivel de producto bajo, el ahorro de familias y empresas es insuficiente para financiar la demanda de inversión, determinada solamente por el “espíritu animal” de los empresarios, supuesto constante y exógeno en este modelo MKS. Pero si la economía siguiera creciendo, hasta un nivel de producción alto como Y2 –EOBi–, entonces existiría a su vez un “exceso de ahorro sobre inversión”. En este nivel Y2 “sobra” producción, que nadie demanda y, a la vez, “sobra” ahorro respecto de la demanda de inversión de los empresarios. ¿Cómo explicar este escenario en el que “ahorrar demasiado es malo”, ya que existe de hecho una crisis de sobreproducción, porque los empresarios no pueden colocar su oferta Y2, debido a que no encuentran demanda de bienes que la compre? Keynes: fallas de demanda efectiva y atesoramiento La respuesta a la pregunta que acabamos de formular puede ser alcanzada observando el pequeño esquema situado debajo del gráfico G.2.2.. Por un lado, toda la producción que se genera en todas las unidades productivas de una sociedad es equivalente –es más, idéntica por definición– a los ingresos percibidos por todos los grupos de agentes que concurren a dichas actividades productivas, la renta agregada, “Y”. Una de las primeras preguntas que nos hicimos anteriormente es si el ingreso generado en dichas unidades productivas se transforma efectivamente en demanda de los bienes producidos en esas unidades productivas, fallas de coordinación entre oferentes y demandantes mediante. En un nivel de producto como Y2 estamos ante la presencia de un exceso de oferta agregado de bienes, que es equivalente a un exceso de ahorro sobre inversión. Como muestra el esquema situado debajo del gráfico G.2.2., si aumenta el ingreso (Y) –en el lado de la oferta de la economía–, cuyos destinos son el consumo o el ahorro, entonces aumentarán tanto la capacidad de consumir como la capacidad de ahorrar en dicha sociedad. A su vez, al aumentar “Y”, aumenta la demanda agregada “DA”, pero a partir 52
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de determinado nivel de ingreso “Yo”, la demanda agregada aumenta menos que el destino del ingreso, C + S. ¿Por qué? Una primera respuesta es simple, mecánica: la proporción del ingreso destinada al consumo (C) es la demanda de bienes de consumo (C), pero la demanda de inversión está dada, es constante en un nivel Io; entonces, el crecimiento del ahorro derivado del aumento de Y en determinado momento superará a la demanda de inversión, generándose un exceso de ahorro sobre inversión para un nivel de renta agregada como Y2, correspondiente a un exceso de oferta de bienes. Vale decir, en este modelo MKS, determinados niveles “altos” de Y se transforman en crisis de “sobreproducción”, ya que enfrentan una demanda agregada “DA” que tiene una cota superior para crecer, dada por I = Io, mientras que los destinos de los ingresos, C + S, ambos funciones crecientes de Y, no tienen cota superior. En determinado momento –cualquier nivel de renta y producción mayor a Yo–, los empresarios producen más bienes y servicios que los que las empresas y las familias les demandan, puesto que una proporción creciente de sus ingresos es ahorrada, es decir, “no-consumida” y, por ende, “no-demandada”. Un elemento clave en este proceso es que no hay un vínculo entre el aumento del ahorro y el aumento de la inversión, vínculo que sería “normal” si el proceso de intermediación financiera funcionara adecuadamente. En consecuencia, lo que esta sociedad ahorra en exceso equivale a lo que produce en exceso; los bienes que no son demandados corresponden a la porción de renta que se ahorró “de más”, es decir, en exceso por sobre la demanda de inversión Io, constante. Keynes describía este mal funcionamiento de los mercados financieros observado en la crisis del 30, por los que un mayor ahorro no se transformaba en una mayor inversión, argumentando que bajo determinadas circunstancias los mercados financieros de una economía se transformaban en un “casino de apuestas”. Debido a mecanismos propios de los mercados financieros que se vuelven altamente especulativos –que explicaremos más adelante–, el ahorro de familias y empresas que ingresaba al sistema de intermediación financiera no se transformaba en crédito para que los empresarios aumenten su demanda de inversión. Este fenómeno observado por Keynes lo llevó a distinguir entre dos categorías: el “ahorro”, que sí se transformaba en inversión productiva –proceso de intermediación financiera mediante– y el “atesoramiento”, esa porción del ingreso agregado que quedaba atrapado en un “casino de apuestas” en medio de un fuerte clima especulativo. Además, este escenario desde el lado financiero tenía una contracara en el lado real de la economía: los empresarios tenían sus “espíritus animales” deprimidos en un nivel Io y, en consecuencia, tampoco demandaban más crédito para ampliar su demanda de inversión más allá de Io. Por lo tanto, toda porción de ahorro que ingresaba a los mercados financieros por sobre la demanda de inversión Io era en realidad una porción del ingreso “atesorado”, que salía del circuito productivo. En consecuencia, un nivel de ahorro en “exceso” en este modelo MKS, en donde imperaba un fuerte clima especulativo en los mercados financieros, es simplemente una porción de renta no destinada a comprar bienes de consumo ni a incentivar un aumento de la deprimida demanda de inversión Io, sino que se constituía así en una porción del ingreso “atesorada” en el casino de apuestas, y salía de la esfera de la producción. 53
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En una economía pequeña y abierta como la economía argentina luego del colapso de la Convertibilidad, además, ese ahorro que nunca vuelve a la esfera productiva se transforma en "fuga de capitales" hacia el exterior, o en "dólares atesorados" en una caja de seguridad. La economía argentina de 2002 puede servir de este modo como un ejemplo con algunas características similares al escenario descrito recién, para comprender la diferencia entre ingresos no-consumidos y "atesorados", a diferencia de ingresos ahorrados en el sistema financiero. La principal diferencia entre un escenario y otro es que la sociedad estadounidense del 30 "atesoraba" parte de sus ingresos dentro del sistema financiero doméstico; la similitud entre ambos escenarios es que ese atesoramiento no se transformaba en ahorro que fuera canalizado a través del proceso de intermediación financiera hacia inversiones productivas.
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Por lo tanto, los “espíritus animales” deprimidos Io, no dispuestos a incrementar la demanda agregada vía aumento de la demanda de inversión, sumados a la imposibilidad de esta economía por incentivar esos “espíritus” empresariales desde los mercados financieros, transformados en un “casino de apuestas”, constituyen las dos partes de la respuesta a la pregunta anteriormente formulada: en este modelo MKS, “ahorrar mucho es malo”, porque una parte de él es en realidad “atesorado” en el “casino de apuestas”, y no vuelve a la esfera de la producción como demanda de inversión. Esta crisis de sobreproducción, en la que empresarios con “espíritus animales” deprimidos retroalimentaban su expectativas negativas conforme avanzaba la crisis y no encontraban demanda para vender su producción, fue caracterizada por Keynes como una falla de demanda efectiva, es decir, una deficiencia de demanda en términos agregados (DA) en relación a la oferta agregada de la economía (Y). Esta falla de demanda efectiva, como se acaba de explicar es, a la vez, la contracara del “atesoramiento” de parte de los ingresos, en un escenario caracterizado por un fuerte clima especulativo en los mercados financieros. Volvamos ahora al mecanismo de ajuste natural presentado en el gráfico G.2.2. Si Y1 e Y2 son puntos de desequilibrios inestables y, por ende transitorios, en el mercado de bienes, la economía tiende a ajustar su nivel de producción “naturalmente” a Yo, ajustando también el mercado de ahorro-inversión: cuando existe exceso de ahorro sobre inversión, también existe exceso de oferta de bienes, por lo que tiende a caer la renta y con ella el ahorro hasta el punto E; cuando la economía ahorra menos de lo que sus empresarios demandan para invertir, también existe exceso de demanda de bienes, razón por la cual, al aumentar la renta agregada, aumenta también el ahorro hasta financiar la demanda de inversión en E. De este modo, el equilibrio en los mercados de bienes, sintetizado en la igualdad entre “DA” e “Y”, no es otra cosa que la igualdad entre “S” e “I”. Como se ve en el gráfico G.2.2., en Yo el ahorro “S” alcanza exactamente a financiar la demanda de inversión de los empresarios “Io”. ¿Por qué entonces duró tanto la crisis del 30, es decir, por qué no operó este mecanismo de ajuste “natural”? ¿Por qué duró tanto, por ejemplo, la recesión deflacionaria de finales de la Convertibilidad argentina? Es decir, ¿por qué en ambos casos la economía no pudo ajustar su exceso de oferta de bienes y estabilizarse en un nivel como Yo, si es que este mecanismo de ajuste es “natural”? La respuesta a esta pregunta está relacionada, nuevamente, con dos conceptos desarrollados en la Unidad 1. Para que este proceso converja al equilibrio, es necesario que la velocidad del ajuste sea lo suficientemente alta, de modo tal que las empresas, guiándose por sus aumentos de stocks en existencias, puedan ajustar en algunas semanas de tiempo real su producción a la baja y coordinar así sus expectativas a una menor demanda, realizándose así un proceso de ajuste suave que no desemboque en una crisis de demanda efectiva como la descripta. Si este ajuste no fuera lo suficientemente veloz, las expectativas de empresas y familias pueden ser afectadas por mecanismos amplificadores de los desequilibrios iniciales, retroalimentando expectativas negativas, por lo que este mecanismo de ajuste puede desarrollarse sólo luego de la gran disrupción que implica una severa crisis.
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Parafraseando el lenguaje utilizado en el apartado 1.1. para describir estilizadamente los ciclos económicos, podríamos decir que en este caso “se cayó y se quebró la mecedora”. La pregunta posterior a este colapso consiste en cómo reconstituir la mecedora; es decir, cómo sería posible en este modelo MKS revertir las expectativas y sacar a la economía de esta aguda recesión.
Shocks exógenos Dadas las características del modelo recién presentado, deberíamos plantearnos aquí una pregunta relevante: ¿qué es lo que podría reactivar a esta economía, que venía desbarrancándose en una aguda recesión desde niveles como los de Y2 hacia Yo del gráfico G.2.2. (asumiendo que Yo representara un nivel de “equilibrio” muy bajo de producción y renta, en donde existieran un gran desempleo y enormes capacidades ociosas de utilización del capital –por ejemplo, como los observados en el colapso argentino de 20012002)? Una respuesta inicial podría estar dada por un shock “exógeno”: algún evento que funcionase como señal de coordinación de expectativas para los empresarios, de modo tal que éstos, previendo un aumento futuro de la demanda agregada de bienes, incrementen su demanda de inversión presente hacia niveles más altos. Como se puede advertir fácilmente, este razonamiento tiene mucho de profecía autocumplida basada en un cambio de expectativas: el aumento de la demanda de inversión presente –parte constitutiva de la demanda agregada– es lo único que en realidad convalida las expectativas iniciales respecto de un aumento de la demanda agregada de bienes futura.
G.2.3. Shock exógeno
I DA Y = DA DA ’ = A + c.Y C B
DA = A + c.Y
A
A’
A Y0
DA
Y’0
EDBi DA = = >
Y
Y0 Y0
¿Cuánto?
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El gráfico G.2.3. nos muestra cómo impacta este shock en el modelo MKS. Si cambiaran las expectativas de los empresarios, de modo tal que éstos se volvieran más optimistas respecto a la capacidad futura de la demanda agregada, e incrementaran en consecuencia su demanda de inversión, entonces, al aumentar la demanda de inversión, aumentará la demanda agregada, provocando un desequilibrio transitorio, en este caso, un exceso de demanda de bienes. Retomemos la terminología utilizada en el modelo del rematador walrasiano para analizar este impacto. En el gráfico G.2.3., a partir de un punto inicial de producción “bajo” Yo, un shock exógeno genera el desplazamiento paralelo de la curva DA, debido a que se incrementó uno de los componentes de la ordenada al origen de la recta DA, la demanda autónoma de inversión Io. Este desplazamiento de la recta DA genera un desequilibrio transitorio: al aumentar la demanda agregada, se genera un EDBi, que se ve reflejado en el eje de ordenadas en el segmento (B - A). Este desequilibrio transitorio impulsa la ley de movimiento de este modelo: un EDBi genera una desacumulación de stocks, que funciona como señal de coordinación para que los empresarios aumenten la producción desde Yo hacia Yo´, encontrando la economía un nuevo equilibrio entre DA e Y en el punto C. Una pregunta relevante que surge al analizar este proceso está referida a la potencia de un impulso exógeno como éste, potencia relacionada a su vez con el mecanismo de propagación de dicho impulso que existe en esta economía, propagación dependiente a su vez de su estructura económica. ¿Vale decir, cuánto impacto tendría en el nivel de renta y producción agregados (Y) un impulso exógeno A en este modelo, ya sea vía Co o Io? (Pregunta final del gráfico G.2.3.). Un impulso exógeno genera un efecto multiplicador sobre el resto de la economía y genera un impacto en la renta agregada (Y) mayor al impulso inicial, debido a que la demanda de un sector de actividad económica se va propagando de un sector a otro. En cada etapa, esta cuantía es igual a la propensión a consumir “c”. El fundamento económico de este proceso está extensamente explicado en el Capítulo 3 del libro de texto de referencia; nos detendremos aquí en la formulación matemática lineal de dicho proceso y en sus implicancias para el modelo que estamos construyendo. En el gráfico G.2.3., un shock exógeno A (debido a un aumento de Io) generó un impacto en la renta agregada o producción de equilibrio (Y). Esta variación (∆A) de Io es de una magnitud que la observamos sobre el eje de ordenadas, y está dada por el aumento en la ordenada al origen de la recta DA; mientras que la variación generada en “Y” se observa sobre el eje de abscisas, y está dada por la variación en la renta (∆Y), es decir, la diferencia entre el punto de equilibrio inicial (ex ante al shock) y el punto de equilibrio final (ex post al shock): Yo´ - Yo. El siguiente esquema G.2.4. nos muestra este mecanismo de impulsopropagación.
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Macroeconomía
G.2.4. Mecanismo Impulso-Propagación Impulso exógeno:
A
Propagación? Y = Y 0 = DA = A + c.Y 0 DA = Y 0
en equilibrio ex post
A + c. Y 0 = Y 0 Y0 =
1 .A 1-c α = 1 = 1 1-c s
multiplicador
Y0 = α . α=
A Y0 A
Ejemplo : c = 0,8 ==>α = 5 ==>
A = 10 ==>
Y = 50
Allí vemos que el multiplicador “?”, que mide cuánto se propagó el shock exógeno inicial, se obtiene a partir de una situación de equilibrio de la renta agregada Yo, para luego comparar la magnitud del shock inicial ∆A con el impacto generado sobre ∆Y. De ahí que la deducción de “?” presentada en el esquema parta de una situación de equilibrio Yo = DA. La simple deducción matemática que se observa en el esquema concluye en el valor de “?”, el multiplicador que permite cuantificar la propagación en la producción o renta agregada, ∆Y, generada por un shock inicial ∆A. Esto nos permite extraer dos expresiones de “?”, que se ven en el esquema. ∆Yo = α. ∆A ; α = 1/(1-c)
E.2.8. E.2.9.
La primera de estas dos expresiones (E.2.8.) ya fue comentada. Por su parte, el valor de “α” depende de la propensión a consumir “c”, como se ve en el esquema. Esto guarda relación con la naturaleza del efecto multiplicador explicada en el Capítulo 3 del libro de referencia: cuánto mayor sea la porción del ingreso “Y” que se consume –proporción que viene dada por “c”–, mayor será el impacto en el resto de los sectores de la economía, debido a que la proporción de la renta destinada al ahorro, que no genera una demanda en el resto de los sectores es menor –sale del circuito generado por el efecto multiplicador. Continuando con el ejemplo numérico citado previamente en este apartado 2.1.1. (ejemplo que guarda alguna correlación razonable con la realidad), para un valor de c = 0,8%, α = 5. Económicamente, esto significa que uno de los dos componentes de la demanda autónoma (∆A) –en este caso ∆I– genera una propagación en la producción o renta de equilibrio, ∆Y, 5 veces mayor al impulso inicial ∆A.
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Por ejemplo, dada una situación de equilibrio inicial, la construcción de un puente nuevo por valor de $100, genera demandas en el resto de los sectores de la economía (aserraderos, fabricación de cemento, hierro redondo para hormigón, etc.), sectores que a su vez demandan producción a sus proveedores. En cada etapa de este proceso, se pagan salarios a los obreros, ingenieros y arquitectos que trabajan, se pagan alquileres por las instalaciones utilizadas, y las empresas constructoras y sus proveedores obtienen ganancias. Vale decir, en cada etapa del proceso productivo cada demanda genera una producción nueva, equivalente a los ingresos que se pagan en ella, arribando a un nuevo valor de equilibrio de producción o renta agregada (∆Y), 5 veces mayor al shock inicial dado por la construcción del puente (∆A = ∆I).
Estado y mercado: políticas de demanda efectiva ¿Cuál era uno de los principales problemas de la crisis del 30 (planteado en la apartado anterior)? Los “espíritus animales”, Io, estaban deprimidos, los empresarios coordinaban sus expectativas a la baja, retroalimentando la recesión. En términos del modelo que acabamos de presentar, ∆I era negativo y, en consecuencia, la economía se desplomaba al ritmo de la producción, que caía 5 veces más que Io, dado que: ∆Yo = α. ∆I, siendo ∆I < 0.
Un proverbio extensamente difundido en la teoría económica sostiene que "cada crisis es diferente a las otras". No obstante, también es cierto que existen rasgos comunes en muchas de ellas. ¿Advierte usted algunas similitudes entre el efecto multiplicador que amplificaba un shock exógeno negativo en la crisis del 30 y la experiencia vivida en la crisis recesiva de finales de la Convertibilidad argentina?
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E.2.10.
La demanda agregada, representada por la curva DA, se movía en sentido inverso al presentado en el gráfico G.2.3., contrayendo brutalmente el producto y los ingresos agregados (Y). Desde ya, en este escenario de fuerte incertidumbre, tanto en los mercados financieros como en los mercados de bienes, con un producto (Y) desplomándose, también se desplomaba el consumo, tanto debido a que el consumo depende de los ingresos agregados (Y), decrecientes, como debido a las expectativas de los consumidores, Co, que no podían sino estar deprimidas en semejante escenario crítico. Uno de los grandes aportes de Keynes a la teoría económica (comentado anteriormente) consistió en un adecuado diagnóstico del escenario que estaba ocurriendo en la crisis del 30 –contradiciendo gran parte del pensamiento clásico de la época–, basado en lo que él llamó un falla de demanda efectiva (agregada), en los mercados reales, asociada a un fuerte clima especulativo en los mercados financieros, un “casino de apuestas”, que transformaba al ahorro en “atesoramiento”. A partir de este diagnóstico, Keynes propuso que, bajo este escenario, la economía estadounidense podría salir de la recesión sólo a través de un impulso de la demanda agregada. Dado que el sector privado, por las razones antes mencionadas, no era capaz de generar un shock positivo como éste, debería ser entonces el Estado quien lo generara. Éste es el fundamento básico de la acción positiva que representa la intervención del Estado para sacar a una economía de la recesión en el corto-mediano plazo, y constituye otro de los grandes aportes de Keynes a la teoría económica. Introduciremos el rol del Estado en el modelo MKS a través de un grupo de variables, tal como muestra el siguiente esquema.
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G.2.5. G en el modelo de la Gran Depresión
Una de ellas es el gasto público Go, que es una variable exógena porque no depende del funcionamiento del sistema económico per se, sino de una decisión de política económica “autónoma”, independiente de dicho funcionamiento. Esta variable engloba todas las compras que realiza el gobierno, por ejemplo, cuando contrata a una empresa vial para construir un camino. Vale decir, un gobierno puede decidir aumentar el gasto tanto en una expansión (Y creciente) como en una recesión (Y decreciente), puesto que las autoridades económicas guardan grados de libertad autónomos para definir el valor particular que adopte la variable Go cada año. A diferencia de la función consumo (C) o la demanda agregada (DA), Go es en este sentido una variable cuyo comportamiento es similar, en términos del modelo MKS, a Co o a Io. Una segunda variable exógena relacionada con el rol del Estado en la economía son las transferencias que el sector público realiza al sector privado, TRo. Un ejemplo típico de esta variable lo constituyen los seguros por desempleo o los subsidios a determinados sectores industriales o regiones productivas. Nuevamente, estas decisiones son independientes del hecho de que la producción (Y), la única variable endógena del modelo MKS, crezca o disminuya, y está relacionada con un poder de decisión discrecional que las autoridades económicas se reservan a la hora de diseñar las políticas económicas que creen más convenientes en cada coyuntura. Estas dos variables están relacionadas con erogaciones del sector público, erogaciones que pueden ser realizadas gracias a otro grupo de variables que operan desde el lado de los ingresos del fisco, que conforman la recaudación impositiva, “T”. Tal como se ve en el esquema, T tiene el mismo formato en términos de modelo que la función consumo: una parte depende de la renta agregada, t.Y, siendo t la “tasa impositiva promedio” de una economía, y otra parte es independiente de “Y”, To. Un ejemplo de tasas que forman parte de “t” podrían constituirlo en Argentina el IVA o el impuesto a las ganancias. Consideramos que t, compuesto por tasas como éstas, es un 59
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“parámetro” de nuestro modelo, puesto que no se modifica año a año, como sí lo puede hacer, por ejemplo, el gasto público o el “espíritu animal” de los empresarios. Asumimos pues que la tasa impositiva “t” se comporta “como si” fuera una variable fija en el corto plazo. De este modo, la porción de la recaudación total generada por t.Y puede variar en el corto plazo cuando la economía crezca o se contraiga, pues variará la base imponible “Y” sobre la cual el Estado percibirá dichos impuestos. En cambio, To agrupa las variables que contribuyen a la recaudación impositiva independientemente de que la renta agregada “Y” aumente o disminuya. Un ejemplo de esta clase es, en Argentina, el “impuesto a la riqueza” o el “impuesto a los bienes personales”. El esquema G.2.5. muestra de un modo elocuente cómo se incluyen estas nuevas variables en el modelo MKS, que ahora incluye al gobierno. En primer lugar, existe una nueva categoría, el ingreso disponible YD, que no es otra cosa que el ingreso del cual disponen las familias y empresas luego de pagar, en conjunto, la recaudación impositiva T y recibir las transferencias TRo. El esquema G.2.5. nos muestra también una simple sustitución de la ecuación T en YD, que nos permite obtener una expresión de YD en función de Y. Luego, el modelo se termina de construir al asumir que familias y empresas no consumen ya en función del ingreso que generan menos la porción del ingreso que ahorran, sino que ahora consumen el ingreso que no ahorran luego de pagar impuestos. Es decir, ahora el consumo es una función de características similares a las que presentamos con anterioridad a la introducción del Estado en la economía, sólo que ahora, en lugar de depender del ingreso, depende del ingreso “disponible”, YD, tal como se ve en el esquema G.2.5. Una simple sustitución, como la que muestra el esquema G.2.5., nos permite arribar a una nueva expresión de la demanda agregada, de características muy similares a la presentada anteriormente en cuanto a su forma: una parte depende de la renta agregada, y otra parte es autónoma de ella; sólo que ahora ha cambiado el contenido de ambas. La demanda Autónoma, “A”, incluye a todas las variables que en este modelo no dependen de la renta o producción agregada. Por su parte, la parte de la demanda agregada que varía según la renta, queda definida por: c.(1-t).Y; en donde c.(1-t) es la pendiente de la recta DA. Esta nueva interpretación de la demanda agregada que incluye al gobierno nos dice, por un lado, que ahora la economía puede ser impactada por otros shocks exógenos (componentes de la demanda autónoma “A”) provenientes del sector público, TRo y Go, que se agregan así a los shocks provenientes del sector privado Co e Io. En segundo lugar, ahora, al aumentar la renta, la demanda agregada DA aumentará en una proporción menor a “c”, ya que una parte de los ingresos deben ser pagados en impuestos al fisco cuando la renta aumente. Debido a que tanto “c” como “t” son porcentajes menores a la unidad, c.(1-t) arroja una pendiente de la recta DA menor que la que existía sin la participación del gobierno en la economía. Continuando con nuestro ejemplo numérico, si “t” adoptara un valor como 0,2 (cercano a la tasa de IVA en Argentina, por ejemplo), entonces la pendiente de la recta DA sería: 0.8.(1 - 0.2) = 0.64 < 0.8 (valor de “c” en el MKS sin gobierno). 60
Macroeconomía
El funcionamiento del modelo es análogo al modelo MKS sin gobierno. Dada la recta de 45º, un shock exógeno “A” (originado en cualquiera de variables que ahora componen “A”), impacta en la producción o renta agregada, nuestra única variable endógena a determinar, a través de un proceso multiplicador. Ahora este mecanismo de propagación es obviamente menor, puesto que no sólo la porción de la renta ahorrada no se constituye en demanda de otros sectores de la economía, sino que tampoco lo hace la porción de la renta pagada al gobierno en forma de impuestos. Es decir, el nuevo valor de ?, gobierno incluido, es ahora menor. El esquema G.2.6. nos muestra la deducción de ? de un modo exactamente análogo al utilizado en una economía que no incluía al gobierno. G.2.6. Multiplicador α En equilibrio ex post : DA ≡ Y 0 A + c (1 - t) Y 0 = Y0 A = Y0 [ 1 - c (1 - t)] ∆ A.
1
= ∆ Y0
1 - c (1 - t)
==>
α=
1
, con A = I + G + C + c (TR - T 0)
1 - c (1 - t) Ejemplo: t = 0,2 . c = 0,8: pendiente : c (1 - t ) = 0,8 . 0,8 = 0,64 < 0,8 (sin gobierno) α ≈ 3 < 5 (sin gobierno)
Por un lado, la interpretación económica de ? sigue siendo la misma: ∆Yo = α. ∆A ;
E.2.11.
Sólo que ahora el valor de α es menor: α = 1 /[1-c.(1-t)]
E.2.12.
Bajo los hipotéticos supuestos numéricos que venimos realizando (c = 0.8; t = 0.2), α ≈ 3 < 5 (valor de α sin gobierno). Antes de pasar a analizar el funcionamiento de nuestro nuevo modelo –MKS, gobierno incluido–, detengámonos un instante a repasar los tipos de ecuaciones y de variables que lo componen, explicitadas en el esquema G.2.7.
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G.2.7. El modelo
Variables: • Endógena: Y 0 • Exógenas: las incluidas en A: I , G , C , TR , T 0 • Parámetros: c, t
Ecuaciones: • Condici ón de equilibrio: DA = Y • Identidad: DA ≡ Y 0 • Ecuaci ón de comportamiento: C = f (Y) • Definiciones:
DA = C(Y) + I + G A = I + G + C + c (TR - T0)
Ya constituido el modelo MKS que incluye la intervención del gobierno, utilicemos este modelo para comprender la solución propuesta por Keynes para reactivar la economía estadounidense en aquella época, observando el gráfico de la izquierda del esquema G.2.8.. G.2.8. Política Fiscal ∆G
Tres instrumentos
∆ ( TR - T 0 ) ∆t ↓t
∆G Y = DA
DA C B
Y = DA
DA
DA ’
DA ’ DA
C
DA
B A Y0
A Y 0’
Y
Y0
∆ A por ↑ G ==> A → B : EDBi ==> ↑ Y 0 → Y 0’
Y 0’
Y
↓ t ==> ↑ pte DA ==> ↑ α • hoy: ↑ Y d •mañana: ↑ Y
∆ G → ∆ Y → ∆ T : [∆ G → ∆ T ]
?
• a futuros ∆ A , mayores ∆Y por α mayor
Como comentáramos párrafos más arriba, la economía estadounidense podría salir de la recesión sólo a través de un impulso de la demanda agregada y, dado que el sector privado no era capaz de generar un shock positivo como éste, debería ser entonces el Estado quien lo impulsara. Supongamos 62
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entonces que ahora ese shock exógeno ∆A está determinado por un incremento en las compras del gobierno al sector privado, es decir, ∆A = ∆Go. El funcionamiento, que se ve en el gráfico, es análogo al shock exógeno positivo generado por ∆Io, lo que cambia es el actor. Puesto que el sector privado no estaba en condiciones de generarlo, Keynes propuso que sea el sector público vía ∆Go > 0 quien lo hiciera, e impulsara exógenamente la reactivación de la economía, política que fue, por cierto, sumamente exitosa. El funcionamiento de la economía que vemos en el gráfico G.2.8. logra aumentar el nivel de producción o renta agregada (Y) desde Yo hacia Yo´ gracias al aumento de Go. Al aumentar este componente de “A”, esto supone un traslado paralelo de la función DA, ya que aumentó su ordenada al origen. El mecanismo de ajuste “natural”, que nos traslada desde el equilibrio inicial entre oferta y demanda agregadas, el punto “A”, hasta el nuevo equilibrio en el punto “C”, es similar al de cualquier aumento ∆A. En este caso, el mecanismo de impulso-propagación generado por este shock exógeno, tal como muestra el esquema, es: Shock - impulso exógeno: ∆Go ; que genera Desplazamiento de la curva DA hacia DA´ ; lo que implica un Desequilibrio transitorio: EDBi = B - A. Luego, mediante una Ley de ajuste natural: EDBi impulsa a desacumulación de stocks ; Señal de coordinación de expectativas para Aumentar la producción desde Yo hacia Yo´, nuevo equilibrio (Yo´= DA) La cuantía del aumento de la renta agregada ∆Yo originada en ∆Go es α, tal que • ∆Go .α = ∆Yo , magnitud de la propagación del impulso ∆Go inicial.
• • • • • • •
Por las razones comentadas anteriormente, este shock inicial ∆Go es muy potente para sacar a la economía de la recesión, puesto que la propagación viene dada –siguiendo con nuestro ejemplo numérico– por α ≈ 3. Es decir, cada impulso ∆Go por valor de $100 se multiplica en la economía a través del efecto propagación que existe en este modelo MKS, logrando que la producción o renta agregada aumente $300. En síntesis, bajo los supuestos del modelo MKS presentado aquí, que caracteriza estilizadamente a la economía estadounidense en los 30, una política fiscal expansiva como la recién descripta tiene una propagación muy potente, tanto que logró sacar a la economía estadounidense de una de las crisis más severas de las historia del capitalismo en el siglo XX, en base a las ideas aportadas por J. M. Keynes. Finalmente, el esquema G.2.8. nos muestra otras herramientas que posee la política fiscal para expandir la producción o renta agregada hasta niveles similares a Yo´. Una alternativa a ∆Go > 0 es un shock exógeno de características similares vía ∆TRo > 0 o vía reducción de los impuestos que no dependen de la renta, ∆To < 0. Otra alternativa es la disminución de la tasa impositiva “t” (gráfico de la derecha), que puede lograr una propagación en la renta en la misma cuantía, aunque de un modo cualitativamente distinto. En los términos matemáticos propuestos en el apartado 1.2. (esquema del rematador walrasiano), ya no se trata de un shock exógeno, sino de un cambio estructural, puesto que el gobierno ha modificado uno de los parámetros de mediano-largo plazo del modelo, la tasa “t”, modificando para el futuro la pendiente de la rec63
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ta DA. En términos económicos, también existe una diferencia cualitativa. El impulso en la renta agregada, por tratarse de un cambio estructural, genera un impacto inmediato, ∆Yo > 0, pero también un cambio de carácter permanente, vinculado a la mayor pendiente de la curva DA: a partir de ahora, ante nuevos impulsos exógenos ∆A en períodos futuros, el impacto en la renta agregada será mayor, porque se “multiplicará” una porción mayor de los ingresos que ya no se pagan al fisco; es decir, dado que se ha reducido el parámetro “t” en forma permanente, entonces ha aumentado en forma permanente el parámetro “α”, teniendo futuros shocks exógenos mayor impacto en la producción de equilibrio Yo. En relación a las políticas de demanda efectiva realizadas con el objeto de reactivar la economía de estadounidense en la crisis del 30, ha quedado pendiente una parte importante de la explicación, sin la cual la misma no estaría completa: ¿cómo hizo el gobierno para financiar los aumentos de Go o TRo que permitieron reactivar Yo? Hemos omitido hasta aquí introducir el lado financiero de la economía. Dejaremos señalada pues simplemente esta pregunta, que el lector no debería pasar por alto dada su relevancia, para contestarla luego más adelante en esta Unidad, cuando introduzcamos el funcionamiento del mecanismo de intermediación financiera de la economía.
2.1.2. Del modelo MKS a la síntesis neoclásica: la construcción de la curva IS Como adelantáramos en la introducción de la Unidad 2, en este apartado 2.1.2. abordaremos el modelo desarrollado hasta ahora y el esquema de la recta de 45º olvidándonos de la crisis del 30, para hacer la segunda lectura posible de este modelo en tanto inicio del modelo IS-LM. En este apartado 2.1.2., redefiniremos la demanda de inversión para construir la curva IS. Luego de la lectura de los Capítulos 3 y 4 del libro de texto de referencia, utilizaremos nuevamente la metodología empleada en la Carpeta hasta aquí: repasaremos brevemente los principales conceptos y les daremos formato lineal para introducirlos a nuestro modelo.
La demanda de inversión Asumamos pues que los inversores no enfrentan un escenario como el de la crisis del 30, en donde su demanda de inversión dependía “sólo” de su espíritu animal deprimido Io, sino que los empresarios toman sus decisiones de inversión en una situación “normal”, caracterizada por niveles bajos de desempleo y capacidad instalada en sus unidades productivas y por un buen nivel de certezas –baja incertidumbre– en los mercados de bienes y financieros. Así como la demanda de inversión sigue manteniendo una característica de “espíritu animal”, más “irracional” podríamos decir ahora, que esta función está caracterizada también por otras dos partes ligadas más a la racionalidad en el proceso de toma de decisiones de inversión. En primer lugar, vemos la que la demanda de inversión “I” depende ahora también del nivel de renta o producción agregada, “Y”. La explicación es relativamente sencilla. A medida que aumenta la producción y las ventas de
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las empresas, los empresarios, para poder incrementar su volumen de beneficios, necesitan realizar aumentos en su capacidad instalada para poder vender más mercancías, de acuerdo con la mayor demanda que ellos esperan que los demandantes estén planeando para el futuro. Visto de otro modo, el aumento de las ventas y el agotamiento de la capacidad instalada funcionan como señal de coordinación entre los planes futuros de demandantes y oferentes para que éstos últimos incrementen su demanda de bienes de inversión y amplíen la capacidad de sus unidades productivas. En segundo lugar, los empresarios, al tomar una decisión de inversión, comparan dos variables claves: el flujo futuro de beneficios esperados de dicha inversión derivado del costo de adquirir un nuevo bien de capital vs. el costo del crédito que toman para efectuar dicha compra. Si el retorno esperado por los empresarios al realizar dicha inversión física no fuera razonablemente mayor al costo del crédito que necesitan tomar para realizarla, entonces no estarían dispuestos a correr el riesgo que implica inmovilizar su capital financiero en activos físicos y arriesgar una actividad productiva de resultado incierto. En caso contrario, sí lo harían. Por lo tanto, cuanto menor sea el costo del crédito de una economía, o tasa de interés “i”, mayor será la demanda de inversión agregada, ya que más empresarios estarían dispuestos a tomar dicha decisión de inversión riesgosa para aumentar el stock de capital de la economía. El esquema G.2.9. nos traduce a formato lineal la descripción de la demanda de inversión recién comentada. G.2.9. Inversores “racionales” I = I + a.Y - b.i a = ∆I ∆Y b = ∆I ∆i
DA = C(Y) + I (Y, i) + G DA = A + c.(1-t).Y + a.Y - b.i DA = [ A -b.i ] + [ a + c.(1-t) ].Y
Variables: Exógenas: A = C + c.(TR - T0) +I + G Endógenas: Y, i Parámetros: b, c, t, a
Como se puede apreciar, la demanda de inversión “I” depende positivamente de “Io” e “Y” y negativamente del costo del crédito o tasa de interés “i”, por las razones recién comentadas. El impacto de “Y” e “i” en la toma de decisiones de inversión está medido por dos nuevos parámetros del modelo, “a” y “b” respectivamente. Tal como comentáramos en el esquema del rematador walrasiano en el apartado 1.2., estos parámetros describen las sensibilidades de la demanda de inversión a “Y” e “i”, que muestran cuánto 65
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impactan dichas variables en la demanda de inversión “I”. En términos matemáticos, al igual que en el modelo del rematador walrasiano, los parámetros funcionan como pendientes de rectas: a = ∆Y/∆I ; b = ∆i/∆I ; siendo a > 0 y b > 0.
E.2.13.
El parámetro “b” mide entonces la sensibilidad de una variable dependiente, I, a una –nueva– variable endógena, “i”. Esta sensibilidad (parámetro fijo en el corto plazo) está asociada al grado de certeza –o su contrario, la incertidumbre– que existe en un sistema económico en un determinado escenario. Por ejemplo, en un escenario económico tan incierto como el de la crisis del 30, “b” tendía a ser igual a cero, siendo estrictamente cero en el límite y desapareciendo “i” como variable endógena a la hora de tomar decisiones de inversión. Es decir, debido a la gran incertidumbre acerca del futuro originada en una gran crisis recesiva, por la que los empresarios no esperaban poder vender su producción futura, los empresarios no tomaban el riesgo de aceptar el crédito, por más que los bancos se lo “regalaran” a tasa “i” igual a cero. Así, ahora podemos mejorar la comprensión acerca de por qué el modelo MKS responde a una función I = Io, puramente “espíritu animal”: en aquel modelo signado por una gran incertidumbre respecto del nivel de ventas futuras, los empresarios perdían la “racionalidad” en la toma de decisiones. Por el contrario, en situaciones “normales” en donde existe mayor certeza o previsibilidad acerca de los futuros planes de oferentes y demandantes, “b” es mayor. Es decir, una de las partes “racionales” de esta función, “-b.i”, adquiere más relevancia al tomar las decisiones de inversión, por lo que los movimientos de la tasa de interés “i” afectan más a la variable dependiente “I”; los empresarios son más “sensibles” a “i” al decidir la compra de nuevos bienes de capital. Por su parte, el parámetro “a” vinculado a la variable “Y”, la segunda variable independiente en esta función “I” –endógena en nuestro modelo–, nos muestra cuánto aumenta “I” cuando aumenta “Y”. Si las ventas y el PBI (Y) de una economía están creciendo, entonces los empresarios reciben la señal de coordinación necesaria para demandar más bienes de inversión, ampliando su capacidad instalada para satisfacer la demanda de bienes futura esperada en sus mostradores, esperada tanto por su propia percepción en tanto empresarios individuales como por el crecimiento esperado de la DA y el PBI. Análogamente a “b”, nuevamente, a mayor “racionalidad” en la toma de decisiones de inversión, mayor será “a”, lo que explica a su vez por qué en la crisis del 30 podíamos asumir estilizadamente un valor de “a” igual a cero.
Redefinición de la demanda agregada Una vez redefinida la demanda de inversión, el esquema G.2.9. también nos muestra la redefinición de la demanda agregada “DA” que surge como consecuencia de que una de sus variables dependientes, “I”, ha cambiado de formato. Nada nuevo: sustituyendo la nueva expresión de “I” en la función DA construida previamente, se obtiene la expresión que muestra el esquema, agrupando por un lado las variables que no dependen de la renta “Y”, [A - b.i], y conformarán en consecuencia la ordenada al origen de la nueva rec66
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ta “DA” y, por el otro, las variables que sí dependen de las variaciones de la renta, [a + c.(1-t)].Y. Finalmente, el esquema nos muestra también los tres tipos de variables de nuestro nuevo modelo, agrupadas según la clase a la que pertenecen. Repitiendo los pasos desarrollados anteriormente, el esquema G.2.10. deduce en forma análoga el valor del multiplicador “?”. G.2.10. Multiplicador keynesiano
Deducción DA ≡ Y 0 ≡ [ A - b.i ] + [ a + c.(1- t) ].Y0 ==>
[ A - b.i ] .
1
= Y0
1 [- α + c.(1- t) ] α α=
1 1 - [ α + c.(1- t) ]
==>
∆ Y 0 = α . ∆ [ A - b.i ]
Partiendo de una condición de equilibrio inicial DA = Yo, obtenemos la nueva expresión del multiplicador: α = 1 / {1 - [a + c.(1-t)]} ; siendo, análogamente, ∆Yo = α. ∆ (A - b.i)
E.2.14. E.2.15.
Vale decir, la inclusión de “a” en el multiplicador, que lo hace mayor, nos dice que ahora existe un factor que hará que un shock exógeno se multiplique más en la economía, obteniendo un valor Yo´ mayor. A su vez, este shock exógeno puede venir dado no solamente por una variación en las variables incluidas en A, sino también por una variación del costo del crédito “i”.
Construcción de la curva IS Ya poseemos todos los elementos para construir el mercado de bienes del modelo IS-LM, sustituyendo el esquema de la recta de 45º por un gráfico que incluya una nueva variable endógena “i”, por lo que el nuevo espacio matemático consistirá en un gráfico de dos dimensiones, cuyos ejes estarán denominados por las dos variables endógenas de nuestro modelo, “Y” e “i”. Observemos los gráficos G.2.11. y G.2.12.
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G.2.11. Construcción de la curva IS
DA
Y = DA
↓i
DA ’
B
DA A A -b.i 2 A -b.i 1 Y0
Y
Y0’
i i1
α . [ A -b.i ] = Y
A
==> IS: i = A - 1 .Y b α.b
B
i2
IS Y0
Y0’
Y
G.2.12. Curva iS: Movimiento “sobre”
Ahora, al introducir “i” como variable endógena, que puede adoptar infinitos valores particulares, cada uno de estos valores determinará un nuevo nivel de equilibrio DA = Y, es decir, infinitas cantidades ofrecidas y demandadas de equilibrio, para cada nivel de tasa de interés “i”, correspondiente a cada uno de los infinitos valores particulares que esta variable pueda adoptar. La curva IS es una función que representa los infinitos puntos de equilibrio en el mercado de bienes que podríamos obtener en el esquema anterior, la recta de 45º, al variar “i”, que forma parte de la ordenada al origen de 68
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la recta DA en dicho esquema. Luego, el nuevo espacio “Y-i” nos mostrará cómo y cuánto varía “Y” ante una variación de “i”. Como se ve en el gráfico G.2.11., y por las razones matemáticas explicadas anteriormente, si la ordenada al origen de la recta DA aumentara a partir de un punto de equilibrio inicial “A”, entonces la recta DA se desplazará paralelamente hacia arriba. Ahora, además, comenzaremos nuestro razonamiento suponiendo que ese aumento de la ordenada al origen se debe a una disminución de “i”, desde un valor particular de esa variable, “i1” hacia un valor “i2”, siendo i2 < i1. En el esquema de la recta de 45º, por las razones ya explicadas, este impulso genera un aumento de la renta o producción agregada, “Y”, desde Yo hacia Yo´. En consecuencia, si extrapolamos esta relación entre “i” e “Y” a un gráfico que las vincule en un espacio “Y-i”, observamos la misma relación causal que en el esquema anterior: “cuando disminuye “i”, aumenta “Y”. En términos matemáticos, esto significa que la relación entre “Y” e “i” está dada por una pendiente negativa, por lo que el nuevo equilibrio, el punto “B”, debe estar en el espacio “Y-i” “abajo y a la derecha del punto “A”, de modo tal que la pendiente mencionada sea negativa. La explicación económica de este fenómeno no ha variado: al disminuir el costo del crédito, aumenta la demanda de inversión I, que provoca un aumento de la demanda agregada “DA”, puesto que “I” es parte constitutiva de la función “DA”. Luego, el aumento de la demanda agregada conduce al aumento de la renta, ∆Yo = Yo´ - Yo, tal como se ve en ambos gráficos. Nuevamente, una pregunta relevante, que determinará la pendiente de la recta de la curva IS es ¿cuánto aumentará “Y” ante una disminución de “i”? Para responder esa pregunta, debemos deducir el valor de la pendiente de la relación “Y-i”. De un modo sencillo esa deducción se puede apreciar en el primero de los gráficos. Partiendo de Y = DA (función ya explicada por el esquema previo), se puede obtener la ecuación de la curva IS, en donde i es la variable independiente e Y es la variable dependiente, tal como muestra el gráfico G.2.11.: IS: i = A/b - (1/α.b). Y , siendo α = 1 / {1 - [a + c.(1-t)]}
E.2.16.
Matemáticamente, esta ecuación E.2.16. nos dice que la pendiente de esta curva IS depende de α y b, que era el resultado que estábamos buscando. A mayor α, es decir, a mayores valores de “a” y “c” y menores valores de “t”, menor será la pendiente de la curva IS. En consecuencia, una curva IS con menor pendiente, es decir, más horizontal, nos mostrará que: “ante un determinado shock ∆i, el impacto ∆Yo será mayor”. O, alternativamente, necesitamos un menor ∆i para generar un determinado ∆Yo. Detengámonos brevemente en el fundamento económico de esta explicación matemática: • Cuanto mayor sea el parámetro “b”, mayor será el aumento de la demanda de inversión de los empresarios “I” ante una disminución del costo del crédito “i” que pagan para financiar su inversión. • Luego, dado el impacto del shock “∆i” en “I”, al aumentar I, aumenta la demanda agregada, que se expande a todos los sectores de la economía. • Esta expansión determinará un impacto final en la renta agregada o pro-
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ducción “Y” mucho mayor, debido al efecto multiplicador, dado por α, que depende a su vez de las variables que lo componen: – cuanto mayor sea la propensión a consumir “c”, mayor demanda se trasladará de un sector a otro en cada etapa del proceso multiplicador; – cuanto menor sea la tasa impositiva “t”, menor será la porción que no se multiplica en el sector privado en dichas etapas, puesto que el gobierno absorberá una menor proporción de los ingresos; – cuanto mayor sea “a”, mayor será la respuesta de los empresarios ante aumentos en sus ventas, y demandarán más bienes de inversión, que a su vez se transformarán en una mayor demanda agregada, retroalimentando así el proceso multiplicador.
Desplazamiento de la curva IS Hasta aquí, no han comenzado a operar los agentes económicos en el mundo real para el modelo IS-LM. Sí lo habían hecho en el modelo MKS pero, tal como adelantáramos, estamos ahora en presencia de otro modelo, puesto que el esquema de la recta de 45º funciona a la vez como el principio del modelo IS-LM. Lo que hemos hecho hasta aquí, en términos del modelo IS-LM, es “construir una curva” que, como ya sabemos desde el apartado 1.2, es una hipótesis ex ante a que un mercado comience a funcionar. Al construir esta hipótesis IS, realizamos un ejercicio, consistente en responder la siguiente pregunta: ¿cómo varía “Y” ante una variación de “i”? Esto nos permitió ubicarnos en el espacio “Y-i” sobre la curva IS, es decir, sobre los infinitos puntos de equilibrio del mercado de bienes. En términos matemáticos, esto no es otra cosa que una curva compuesta por una sucesión infinita de pares ordenados (Y,i). Una vez construida la curva-hipótesis IS, veamos cómo y por qué se desplaza, utilizando para ello el gráfico G.2.13. G.2.13. Curva IS: Desplazamiento
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Empecemos por comprender este desplazamiento desde el punto de vista formal. Lo que vemos allí no es más que una aplicación de los elementos de un modelo-mercado explicados en el apartado 1.2.. Partiendo de una situación inicial de equilibrio en el mercado de bienes a un nivel de renta Yo (punto A), un shock exógeno motivado en cualquier aumento de las variables que componen la demanda autónoma A (Co, Io, Go, TRo, o To) genera un desequilibrio transitorio que impulsa un desplazamiento paralelo de la curva IS, ya que se movió una variable exógena, A, contenida en A/b, que es la ordenada al origen de la curva IS. Es decir, al igual que en el modelo-mercado walrasiano del apartado 1.2., cuando se mueve una variable exógena, se desplaza una curva. ¿Por qué? Porque ahora, luego del aumento de A, para los mismos niveles de tipo de interés existen niveles de renta de equilibrio de Yo mayores, cualquiera haya sido el nivel original de tasa de interés. Si partíamos de A, dado el nivel de interés iA, un aumento de la demanda autónoma A provocó un aumento de la demanda agregada DA y, multiplicador mediante, aumentó la producción hasta Yo´, obteniéndose un nuevo punto de equilibrio de producción y demanda agregada al mismo nivel de interés inicial iA = iB. Como este mecanismo ocurriría cualquiera sea el nivel de interés “i” inicial, entonces para cada punto de la curva IS el aumento de “A” genera un nuevo equilibrio de la producción en Yo´. Los infinitos nuevos pares ordenados (Y,i) conforman la nueva curva IS´. En términos económicos, esta nueva curva IS nos muestra cómo, a los mismos niveles de tasas de interés –es decir, permaneciendo estos invariables–, los empresarios enfrentarán en los mostradores de sus empresas una mayor demanda –en términos agregados–, fruto de un nuevo impulso de demanda proveniente de un shock exógeno que aumentó el poder de compra de los demandantes, con independencia de cuál sea el nivel de tasas de interés. La economía acaba de sufrir un shock que posee tres características: es exógeno, real (es decir, no-monetario) e impacta a la economía vía demanda agregada (y no a través de la oferta agregada).
Puntos de desequilibrio IS Finalmente, para terminar de comprender este nuevo espacio “Y-i” que estamos construyendo, una buena manera de mejorar la comprensión de la curva IS en tanto una sucesión de puntos de equilibrio en el mercado de bienes –enfocados desde el punto de vista real, no-monetario–, es preguntarnos qué pasaría si en este espacio existieran puntos de desequilibrio, y cómo sería el proceso de “ajuste natural” posterior por el cual la economía convergiese a algún punto de equilibrio en el mercado de bienes, es decir, ubicado sobre la curva IS.
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G.2.14. Desequilibrio transitorio
Observemos el gráfico G.2.14. Supongamos que la economía produce una cantidad de bienes YA, a un nivel de tasas de interés iA. Este punto A es un punto de desequilibrio, puesto que está espacialmente ubicado fuera de la curva IS. Podemos ver esto de dos maneras, “vía Y” o “vía i”, suponiendo una de las dos variables constante y pensando qué ocurre con la otra. Empecemos por la primera de las opciones. En A, al nivel dado de tasas de interés iA, la producción es “mayor a la de equilibrio” en el mercado de bienes, es decir, mayor a una cantidad producida que sea igual a la cantidad demandada por dicha economía. En el espacio, este punto de equilibrio es el punto que pertenece a la curva IS al nivel de interés iA. En consecuencia, el punto A está mostrando un nivel de producción “mayor al de equilibrio”, es decir, mayor al demandado. En consecuencia, el punto A muestra un Exceso de Oferta de Bienes (EOBi). Análogamente, el punto B muestra un Exceso de Demanda de bienes (EDBi). Lo que nos muestra el gráfico G.2.14. es cómo este mercado de bienes ajusta por sí solo, naturalmente, al equilibrio, si estuviera en desequilibrio. Siguiendo las leyes de ajuste natural “vía cantidades” ya explicadas, un EOBi contrae la producción desde A hasta alcanzar un punto sobre la curva IS –al mismo tipo de interés–, mientras que un EDBi impulsaría la producción al alza hasta alcanzar el equilibrio sobre la curva IS en un punto a la derecha de B, al mismo nivel de tasas iB. Alternativamente, podemos ver este proceso de ajuste “natural” hacia el equilibrio “vía tasa de interés i”. Podemos pensar al punto B como aquél en el cual la economía está en desequilibrio porque el nivel de tasas de interés, iB, para un nivel de renta dado YB, es “más bajo que el nivel de tasas de interés que equilibra el mercado de bienes”, un punto sobre la curva IS ubicado arriba de B, al nivel de producción YB. ¿Cómo ajustaría la economía “naturalmente” hacia el equilibrio? Si subiera el tipo de interés (algo cuyo fundamento lo veremos cuando incorporemos el mercado de dinero –curva LM–), entonces, al mismo nivel de producción YB, se reduciría la demanda de inversión y con ello la demanda agregada “DA”, equilibrándose el exceso de demanda original (EDBi) que existía en el punto B. Análogamente, el punto A muestra un nivel de tasas de interés “i” mayores a las que equilibrarían el mercado de bienes, por lo que debería bajar la 72
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tasa de interés “i”, para que suba la demanda de inversión “I” y la demanda agregada “DA” hasta cerrar el exceso de oferta (EOBi) original existente en el punto A.
Problemas Macroeconómicos Ejercicio 1. A partir del MKS caracterizado mediante funciones lineales: a. Determine cuántas ecuaciones hay y de qué tipo son. b. Identifique variables endógenas, exógenas y parámetros. Ejercicio 2. Analice qué sucede con el nivel de renta de equilibrio si se reduce la propensión marginal a consumir a partir del ingreso disponible. ¿Qué sucede con el multiplicador? Explique económicamente, utilizando el álgebra y los gráficos correspondientes. Ejercicio 3. “Si el gobierno reduce el gasto público en $ 50.000 y simultáneamente aumenta las transferencias a las familias en la misma cuantía, el nivel de ingreso no cambia en absoluto”. ¿Verdadero o Falso? Justifique. Ejercicio 4. ¿Cómo se vería afectada la función de consumo si todos los individuos incrementaran sus deseos de ahorro para cada nivel de renta? Grafique. Ejercicio 5. Explique la paradoja de la frugalidad (sin sector público) bajo dos supuestos distintos: a) la demanda de inversión es exógena. b) la demanda de inversión es una función positiva de la renta y su pendiente es menor que la propensión a ahorrar. ¿Qué caso es más paradójico? Explíquelo económicamente, apoyándose en un gráfico. Ejercicio 6. “Cuanto mayor sea la tasa impositiva menor será la pendiente de la curva IS”. ¿Verdadero o Falso? Justifique utilizando el álgebra y los gráficos correspondientes. Marque con una cruz la opción correcta y justifique su elección económicamente utilizando para ello los gráficos y el álgebra correspondientes. Ejercicio 7. Considere una economía deprimida como la que representamos con el modelo keynesiano simple. El FMI recomienda al gobierno que baje el gasto público para equilibrar las cuentas fiscales, que presentan un déficit. Un poco de trabajo con el MKS nos permitiría predecir que, luego de esa medida: • la economía saldrá de la recesión, gracias a la mejora en la credibilidad del gobierno • la recesión se agravará y el déficit fiscal aumentará
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• el déficit fiscal se reducirá, pero la recesión se hará más severa • ninguna de las anteriores Ejercicio 8. Suponga una economía caracterizada por: a) una profunda y prolongada recesión que instaló niveles de desempleo sosteniblemente altos; b) un fuerte clima especulativo, caracterizado por una sensibilidad “infinita” de la demanda de dinero a variaciones en la tasa de interés y en donde, por lo tanto, el ahorro muestra un comportamiento paradojal; y c) el sector público tiene un peso no significativo en la economía. En este escenario, en el corto plazo un aumento de la propensión a consumir: • disminuye el ahorro agregado pero aumenta el desempleo, siempre que supongamos que la demanda de inversión no depende de variaciones de la renta nacional • aunque, si suponemos que la demanda de inversión depende de la renta, no se modificaría el ahorro agregado y aumentarían la demanda de inversión y la renta • en realidad, si la demanda de inversión dependiera de la renta nacional, disminuiría el ahorro agregado y aumentarían el desempleo y la demanda de inversión • ninguna de las anteriores
2.2. Los mercados financieros y la curva LM En el apartado 2.2.1. se presentarán algunas de las principales características propias de los activos financieros. Luego, en base a dichas características construiremos, en el apartado 2.2.2., el mercado de dinero, conformado por la oferta y la demanda de dinero. Finalmente, la construcción del mercado de dinero nos permitirá derivar la construcción de la curva LM, que utilizaremos posteriormente para conformar el modelo IS-LM en el apartado 2.2.3.
2.2.1. Los mercados financieros Analizaremos en este apartado 2.2.1. qué ocurre en los mercados financieros y cómo éstos influyen en las variables que analizamos en el apartado 2.1.
Activos financieros Habitualmente, un curso de macroeconomía suele utilizar variables agregadas para desarrollar sus explicaciones. Por ejemplo, se suele operar con “la” tasa de interés, cuando en realidad cada uno de los instrumentos financieros de dicha economía ofrece un retorno específico, distinto al del resto de los activos financieros del sistema de intermediación financiera. “La” tasa de interés podría ser interpretada como un promedio de las tasas de rendimiento que ofrece el stock de activos financieros que participan del proceso de intermediación financiera de una economía. 74
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De este proceso participan la banca, a través de su sistema de depósitos y créditos, los mercados de capitales y todos los demás activos financieros que no coticen en ninguno de los dos primeros sistemas de intermediación financiera recién nombrados. Llamaremos de aquí en más “activo financiero” a un contrato que promete devolver el capital invertido en él más una tasa de interés. Es decir, dejaremos afuera de este concepto al dinero nominado en moneda doméstica, cuya tenencia no rinde interés alguno. Algunos ejemplos podrán ilustrar esta definición. ¿Qué es un depósito bancario? Un contrato firmado por el depositante y el banco, quien se compromete a devolver el capital invertido en caso de que el depositante lo solicite y, además, pagarle a éste un interés por conservar su dinero durante un período de tiempo. ¿Qué es un crédito bancario? Otro contrato, por el cual el empresario o el consumidor que toma el crédito se compromete a devolver el capital más los intereses en determinado período de tiempo. ¿Qué es una acción? Otro contrato en donde el inversor que la adquiere pretende obtener determinado retorno esperado por dicho contrato, más los dividendos que eventualmente la empresa decida pagar a sus accionistas. ¿Qué es la divisa extranjera? Otro contrato, implícito, por el cual el inversor espera, a veces, obtener un retorno esperado a raíz de la depreciación esperada de la moneda doméstica durante un período de tiempo. En este caso, la tasa de depreciación es la ganancia obtenida por el inversor, es decir, la tasa de interés implícita en este activo financiero.
Relación entre precio y rendimiento esperado El precio esperado de un activo financiero guarda una relación inversa con su precio. Por simplicidad, explicaremos esta relación a partir de un tipo de activos financieros, un instrumento de renta cierta, o “bono”. La fórmula que sigue a continuación nos muestra esta relación.
P=
c1 +y
+ 2
c2 1+ y
2
2
+ ...+
cn 1+ y
La palabra "cierta" hace alusión a que los pagos periódicos que ofrece ese bono están predeterminados, es decir, no hay incertidumbre respecto a ellos.
E.2.17 n
2
en donde P: precio del bono; C: pagos periódicos, ciertos, que paga el bono; y: rendimiento del la inversión financiera consistente en comprar el bono Como se ve, este tipo de activos financieros están relacionados a estas tres variables, que evoluciona en los “n” períodos que existen hasta su vencimiento o, alternativamente, si el bono fuera vendido en el mercado antes de ese vencimiento, “n” representa el “período de tenencia” en que el inversor conserva el bono en su poder antes de venderlo en el mercado. Dos de estas variables, el precio “P” y la estructura de pagos “Ci” son dos variables observables; la cotización diaria del bono (“P”) en los mercados de capitales es pública, mientras que los pagos periódicos que éste
"C", del idioma inglés, inicial de Cash-Flow. "y", del idioma inglés, Yield.
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ofrece son establecidos por el emisor del bono con anterioridad a la salida del bono al mercado, y están estipulados en el contrato que estable las condiciones que regirán dichos pagos. En cambio “y”, no es una variable observable, sino que se trata de una variable que depende de las otras dos y es inferida a partir de ellas. Cada día el mercado compra y vende bonos y establece así su precio, al mejor estilo del rematador walrasiano. Dado que los pagos “Ci” están predeterminados, si disminuyera el precio “P” del día, aumentaría su rendimiento “y”, tal como se desprende de la fórmula anterior. Es decir, en este caso, el inversor está comprando un activo más “barato” que sigue otorgándole un pago “Ci” cierto, predeterminado. En consecuencia, la inversión financiera consistente en comprar un activo “más barato”, pero que paga el mismo monto de dinero “Ci”, arroja un rendimiento “y” mayor. Además, este inversor podría obtener otro tipo de retorno por su inversión: si en vez de mantener el bono al vencimiento, lograra venderlo en un “buen momento” del mercado a un precio alto, entonces obtendría otra fuente de ganancia, fruto de “comprar barato y vender caro”. Este tipo de retorno se denomina “ganancia de capital” y es propia de todos los mecanismos de arbitraje especulativos que se observan a diario en todos los mercados de capitales del mundo. De este modo, el rendimiento de la inversión financiera consistente en comprar un bono se descompone en tres partes (que a su vez representan tres potenciales riesgos de dicha inversión): a) la ganancia de capital que surge de comprar barato y vender caro el bono en el mercado; b) la tasa de interés sobre el capital implícita en las pagos Ci que ofrece el bono, percibida por el inversor durante el período de tenencia; y c) los “intereses sobre esos intereses” que percibe el inversor, es decir, la reinversión de los intereses Ci en cada período “i”. El retorno compuesto por estas tres fuentes de ganancia se denomina “Retorno Total” (del inglés Total Return), que es el que un inversor estima cuando infiere “y”. Acabamos de mostrar, pues, la relación inversa que existe entre precio y rendimiento de un bono. Algo similar ocurre con el resto de los activos financieros de la economía. Por ejemplo, las acciones no ofrecen pagos ciertos, sino “dividendos” que dependen del desempeño de la compañía en el mundo real; los plazos fijos, no son activos que habitualmente posean un precio que cotice diariamente en los mercados de capitales. Sin embargo, todos los activos financieros ofrecen retornos esperados y poseen un riesgo, características que los hace comparables. Claro está, poseen a su vez diferencias que determinan una escala de riesgos-retornos (“y”), siendo los riesgos inherentes a cada uno de los activos.
Relación riesgo-retorno, mecanismos de arbitraje financieros En el resto de esta Carpeta de Trabajo seguiremos presentando modelos matemático-formales, es decir, abstracciones de la realidad, que utilizarán una sola variable agregada: “la” tasa de interés. Pero detengámonos aquí brevemente a explorar cómo se construye dicho promedio. Supongamos, sólo por simplicidad, que existen sólo tres activos financieros en el proceso de intermediación financiera de la economía argentina:
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a) una Letra emitida a un plazo de un año por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), institución que nunca en su historia incumplió una obligación financiera; b) un Bono emitido por el Tesoro Nacional (correspondiente a una economía “emergente”, pequeña y abierta) que, o bien vence dentro de un año, o bien el inversor espera tenerlo en su cartera de inversiones durante un año, (aunque su fecha de vencimiento sea posterior); y c) una acción de primera línea de una empresa nacional que el inversor evalúa mantenerla en su cartera durante un año. Es decir, asumamos que el inversor construirá un portafolio de inversiones de un año de duración, en donde el rendimiento relevante de dichos activos debe ser tomado en cuenta durante ese plazo, un año. En situaciones “normales”, una Letra emitida por el BCRA suele ofrecer un rendimiento menor al de un Bono soberano, que a su vez ofrece un rendimiento menor al de una acción de una empresa. ¿Por qué estos rendimientos son diferentes? Porque el riesgo inherente a obtener dichos retornos “esperados” al comprar y vender dichos activos en un período de un año también es diferente. La probabilidad de obtener efectivamente, ex post, los rendimientos esperados ex ante es diferente. El BCRA o el Tesoro pueden incumplir sus promesas de pago (algo que ocurre muy rara vez), siendo el riesgo de default del BCRA menor al del Tesoro Nacional, dada su historia de incumplimientos (igual a cero en el caso del BCRA); los rendimientos esperados por el inversor que compró el Bono o la acción pueden ser inferiores al retorno esperado un año antes, al momento de ser vendidos por el tenedor, luego de un año. Dicho esto en un lenguaje más técnico, dichos rendimientos esperados enfrentan un marco de incertidumbre, en donde dichos rendimientos, o tasas de interés, no son ciertos, sino eventuales y, por ende, dichos “eventos” tienen una determinada probabilidad de ocurrencia. Es decir, dichos retornos esperados son las esperanzas matemáticas de las funciones de probabilidad de los retornos de dichos activos financieros, mientras que sus riesgos están dados por la varianza (o el desvío standard) de dicha función de probabilidad. Hasta aquí presentamos tres activos diferentes, que cumplen una relación de arbitraje: a mayor riesgo, mayor retorno esperado. Un primera pregunta que podríamos hacernos es: ¿en qué magnitud difieren dichos retornos esperados? Una primera respuesta podría ser: en alguna proporción que guarda relación con la diferencia entre sus riesgos. Por ejemplo, podríamos suponer que, en equilibrio walrasiano (equilibrio estipulado por infinitos agentes atomísticos que operan con información completa –concepto desarrollado en el apartado 1.2.), la tasa de descuento (o rendimiento o tasa de interés) implícita en la Letra del BCRA podría ser 3%, el Rendimiento Total esperado del Bono soberano podría ser 10% y el Rendimiento Total esperado en una acción podría ser 15%. Una segunda pregunta que sería pertinente intentar responder ahora es: ¿qué ocurriría si dichas relaciones riesgo-retorno esperado no se cumplieran en determinado momento?
"Nunca" incluye la crisis posterior al Colapso del régimen de Convertibilidad argentina.
Es decir, un escenario distinto al de una economía que acaba de atravesar una de las peores crisis de la historia del capitalismo moderno.
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Esta relación riesgo-retorno fue inmortalizada por Markovitz (http://www.eumed.net/cursecon/economistas/markowitz.htm) ya en 1958 como relación mediavarianza, haciendo alusión a los conceptos estadísticos antes mencionados.
En ese caso, se habría quebrado la relación de arbitraje antes mencionada. En consecuencia, algunos de esos infinitos especuladores de los mercados financieros, también conocidos con el nombre de arbitrajistas, que observan en todo el mundo la misma pantalla de Bloomberg o Reuters en tiempo real, ávidos de obtener ganancias ajustadas por riesgo mediante la relación riesgo-retorno esperado más baja posible, entrarían a la subasta del Rematador walrasiano en forma casi instantánea. Por ejemplo, supongamos que, por razones inherentes a la política monetaria, el BCRA ofreciera por su Letra, que se subasta periódicamente, un rendimiento mayor al de la relación de arbitraje antes mencionada, y aumentara su tasa de descuento de 3% a 4% (correspondiente a un instrumento financiero similar). Dado que el riesgo del BCRA permanece invariable, ahora los especuladores o arbitrajistas estarían en condiciones de obtener una mejor relación retorno esperado-riesgo con dicha Letra que con los otros dos activos financieros. Vale decir, el BCRA rompió la anterior relación de arbitraje de equilibrio, generando un desequilibrio transitorio (concepto similar al utilizado en un mercado walrasiano). En consecuencia, los inversores venderán parte de sus tenencias en bonos y acciones para comprar Letras, mejorando la relación riesgo-retorno de su portafolio de inversiones. Este comportamiento generará, al día siguiente de la subasta del BCRA, un exceso de demanda de Letras en el mercado secundario, que subirá su cotización o precio y, por ende, bajará su rendimiento. A su vez, al vender los otros dos activos, generará excesos de oferta de ellos, bajando su precio y aumentando su rendimiento. Este proceso operará hasta que se reconstruya una nueva relación de arbitraje de equilibrio, en la cual los inversores vuelven a ser indiferentes entre unos activos y otros, y dejan de realizar transacciones con ellos. Los inversores habrán hecho así un rebalanceo de sus portafolios, en los que se habrán incrementado sus tenencias de Letras (ahora igual de riesgosas pero más redituables), y disminuido sus tenencias de Bonos y Acciones (ahora igual de riesgosos pero menos redituables en relación a las Letras). Si bien al final del día de transacciones en el mercado secundario el rendimiento de una Letra pudo haber aumentado (i.e. 3,2%), mientras que el de los Bonos (i.e. 9.7%) y las Acciones (i.e. 14,83%) puede haber disminuido, el arbitrajista-especulador-inversor obtiene una mejor relación riesgo-retorno esperado al final del día, debido a que uno de los activos conservó su riesgo pero aumentó su retorno esperado. En función de lo explicado hasta aquí, en forma estilizada y promedial, podríamos decir que “la” tasa de interés “promedio” de una economía en determinado momento del tiempo no es otra cosa que “el” rendimiento del portafolio promedio o “representativo” de dicha economía en cada momento del tiempo.
2.2.2. El mercado de dinero A continuación analizaremos el comportamiento del mercado de dinero en su conjunto.
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La demanda de dinero Los libros de texto de macroeconomía, sólo por simplicidad, suelen denominar genéricamente “mercado de bonos” a los mercados financieros en su conjunto. En consecuencia, no sólo los “bonos” propiamente dichos, sino también cualquier activo financiero como letras, acciones, opciones financieras, plazos fijos bancarios, fondos comunes de inversión, contratos sobre futuros, contratos forward, etc., son tratados “como si” fueran bonos. Utilizaremos de aquí en más este mismo criterio, también por simplicidad, sabiendo que en realidad cuando hablamos de “bonos” lo hacemos en este sentido más amplio y nos estamos refiriendo a activos financieros en general, es decir, a todo contrato que implícita o explícitamente rinde interés o, al menos, promete hacerlo ex ante. Trabajaremos de aquí en más, pues, con dos clases de activos: bonos y dinero. Demandar dinero no es otra cosa que ofrecer –es decir, vender– bonos. Dado que bonos o dinero son las dos opciones en que los agentes económicos pueden poseer su riqueza financiera “W”, cuando los agentes económicos “demandan dinero”, deben vender bonos. Es decir, resignar la renta financiera que implica poseer un bono para tener dinero “líquido”. La demanda de dinero puede deberse a tres posibles causas: para realizar transacciones reales, por precaución, o para especular. Omitiremos por simplicidad la segunda causa, y nos concentraremos de aquí en más en las otras dos, y las formalizaremos a través de la ecuación de demanda de dinero: Md = k.Y - l.(i-ie)
E.2.18.
en donde k y l serán nuevos parámetros o sensibilidades de nuestro modelo (en términos matemáticos pendientes = cocientes incrementales), mientras que Y, i e ie (tasa de interés esperara hoy, en el período “t” para el período “(t+n)”) son las variables que explican el comportamiento de la demanda de dinero Md; siendo Md e i las variables endógenas de este modelo-gráfico-mercado, e Y e ie las variables exógenas a él, tal como se ve en el esquema G.2.15.. G.2.15. Intermediación financiera W = B s + Ms En equilibrio :
W = B s + Ms = B d + Md
==>
(B d - B s) = (Ms - M d) EDBo = EOM M d = k.Y - l (i - i e)
Demanda de dinero:
M d (Y) donde
Md(i)
k =∆ M d ∆Y
l = ∆ Md ∆ (i - i e) 79
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"Hoy" y "mañana" son sinónimos de presente y "futuro", plazo indeterminado, aunque en este caso debe pensarse dentro del "corto plazo", que es cuando los agentes económicos especulan en los mercados financieros (i.e. semanas o meses).”.
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Nótese que el nivel de producción Y se determina en el mercado de bienes, y viene dado exógenamente para el mercado de dinero. Como es habitual en este tipo de análisis, una variable puede ser endógena para un mercado y funcionar a la vez como exógena para otro, tal como adelantáramos con anterioridad en esta Carpeta. He aquí un ejemplo de una variable, “Y”, endógena al mercado de bienes y, a la vez, exógena al mercado de dinero. El primer término de la ecuación E.2.18. nos dice que si la economía crece, es decir, si aumenta “Y”, los agentes económicos necesitarán más dinero para realizar transacciones para demandar bienes, por lo que resignarán algunas de sus tenencias de bonos, vendiéndolos y obteniendo a cambio la liquidez necesaria para realizar dichas transacciones, es decir, “demandando dinero”. Para interpretar el segundo término, haremos uso de la relación preciorendimiento ya comentada en este apartado: cuando aumenta el precio de un bono disminuye su rendimiento. Consideremos a un bono representativo, promedio, de todo el mercado. El segundo término de la ecuación E.2.18. nos dice que si aumenta el precio de los bonos, o del bono representativo, y en consecuencia baja su rendimiento o tasa de interés –promedio del mercado, representativa–, entonces los agentes “especulan” vendiendo esos bonos, es decir, demandando dinero. ¿Por qué? La respuesta a esa pregunta es la esencia de la especulación en los mercados financieros, algo que ocurre cotidianamente en esta clase de mercados. Al subir el precio de un bono –es decir, al bajar su rendimiento o tasa de interés–, en algún momento los agentes económicos evalúan que ese bono está demasiado caro y, en consecuencia, piensan que “mañana” el precio va a bajar. Como la conducta especulativa consiste en vender caro y comprar barato, entonces venden el bono hoy –caro–, pensando en recomprarlo barato mañana. Los especuladores en los mercados financieros ven que el “piso” de caída del precio del bono es un aumento de su rendimiento esperado, ya que podrán venderlo “mañana” realizando una ganancia de capital. Es por ello que cuando disminuye la tasa de interés presente –sinónimo de un aumento del precio actual de los bonos–, aumenta la oferta de bonos, lo que equivale a un aumento de la demanda de dinero. Este razonamiento tiene como condición sine qua non que introduzcamos como supuesto de comportamiento el hecho de que, al demandar dinero, los agentes económicos se comportan siempre en función de los “preciostasas de rendimiento-tasas de interés” futuros, esperados (ie), comparándolas con los valores actuales, corrientes de dichas variables. Ese comportamiento no es otra cosa que la especulación. De ahí el nombre de demanda “especulativa”. Por ejemplo, supongamos que hoy este bono representativo de los mercados financieros, que ofrecía un rendimiento de 10% ayer, aumenta de precio y, en consecuencia, ofrece ahora un rendimiento de 8%. ¿Por qué habría de especular un “especulador” vendiendo ese bono y demandando en consecuencia dinero líquido, que rinde un interés de 0%? ¿Dónde está allí la “especulación”? Hay una sola respuesta para esta pregunta: porque el especulador piensa que mañana el rendimiento va a volver a subir, es decir, el precio va a volver a bajar, no necesariamente hasta su nivel original, pudiendo “rebotar” a un nivel mayor o menor al inicial. Entonces el especulador vende hoy el bono, caro, para quedarse líquido y esperar hasta mañana, cuando el precio
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del bono baje de nuevo y pueda recomprarlo barato. Esto ocurre en los mercados financieros todos los días. Puesto que la especulación es un mecanismo esencialmente de corto plazo –cortísimo en muchas ocasiones– será éste el plazo relevante a la hora de pensar el funcionamiento del mercado de dinero. En dicho plazo, es razonable asumir que la riqueza financiera de una sociedad, “W”, está fija, es decir, en dicho plazo la nueva emisión de bonos es muy poco significativa respecto del stock de bonos en circulación, tanto que nos permite pensar a esta sociedad “como si” la oferta de bonos Bs permaneciera constante. Dado que la riqueza financiera de una sociedad es la suma de dos stocks, la oferta de dinero Ms y la oferta de bonos Bs, y la demanda de riqueza financiera de una sociedad es o bien demanda de bonos Bd o bien demanda de dinero Md, entonces un exceso de demanda agregado de bonos (EDBo) es necesariamente un exceso de oferta de dinero (EOM) y viceversa, tal como se muestra en las primeras ecuaciones del esquema G.2.15.
La oferta de dinero La base monetaria, que suele denominarse H, está formada por los billetes y monedas en poder del público, “BYM”, más los depósitos que los bancos comerciales deben depositar en el Banco Central, que se llaman Reservas, “R”. El objetivo de la constitución de estas reservas por parte del Banco Central, es retirar del circuito bancario-crediticio, una proporción de los depósitos, de modo tal de que esas reservas funcionen como reaseguro frente a una corrida bancaria. Es decir, la base monetaria, compuesta por “BYM + R” constituye todo el dinero que está fuera del sistema bancario. Por su parte, la oferta de dinero, Ms, está conformada por el efectivo en poder del público, BYM, más los depósitos del público en los bancos comerciales, “D”. ¿Por qué existe esta distinción entre base monetaria y oferta de dinero? La base monetaria muestra la cantidad de dinero que no está utilizada en el sistema bancario. Los bancos reciben depósitos, que luego prestan en forma de créditos. Quien recibe un préstamo, por ejemplo un empresario, lo invierte, en este caso, en un proyecto de inversión física: paga salarios, compra materiales, paga servicios públicos, etc. Los agentes económicos que reciben estos pagos los depositan nuevamente en los bancos comerciales, que vuelven a su vez a prestar los nuevos depósitos. Todo este proceso se realizó con la misma cantidad física de billetes. Como se ve, los bancos pueden prestar más de lo que reciben como depósitos, y lo hacen basados en la confianza del público en el sistema financiero, es decir, en la confianza de que el público no retirará de los bancos los depósitos todos juntos y al mismo tiempo. Salvo que exista una crisis de confianza de una magnitud extremadamente excepcional, esto no suele ocurrir. En consecuencia, manteniendo una proporción de los depósitos fuera del sistema bancario, proporción “r” llamada encajes, por ejemplo 30% de los depósitos totales, el Banco Central intenta preservar así la solvencia del sistema bancario, estimando que estos encajes son suficientes para atender cualquier súbita demanda de depósitos por parte del público en caso de una crisis de confianza. El resto de los depósitos se mantiene en el sistema bancario y es prestado a diferentes plazos de tiempo, que no necesariamente coinciden con los de los de-
Del inglés High Power Money = dinero de alta potencia.
Significado alternativo de la palabra "Fiducia".
Este término clásico, hoy a sido reemplazado en Argentina por uno conceptualmente equivalente, aunque técnicamente apenas diferente: "Reservas de libre disponibilidad".
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pósitos, que suelen ser más cortos en una economía de las características de la argentina. Por lo tanto, la oferta monetaria puede aumentar por dos vías: a) emisión monetaria por parte del Banco Central, que aumenta la base monetaria “H”; o b) un aumento de la velocidad del circuito depósitos-préstamos, que, utilizando la misma cantidad de billetes físicos, los hace circular más veces, permitiendo la circulación de más bienes con los mismos billetes. Es decir, es “como si” hubiera más billetes. Existen pues dos fuentes de expansión monetaria, conocidas en la literatura como “expansión primaria” y “expansión secundaria” del dinero. La expansión primaria consiste en el aumento de la base monetaria vía emisión, mientras que la expansión secundaria consiste en un aumento del “multiplicador” del dinero, llamémoslo “q”, que “multiplica” la base monetaria mediante el proceso de crédito, sin creación de nuevos billetes físicos.
G.2.16. Multiplicador monetario
H = ByM + R Ms = ByM + D ByM
+ D
Ms H
ByM + R
==>
bym + 1 bym + r
Ms = H.q
Es decir, H.q = Ms o, alternativamente, q = Ms/H, mostrando el multiplicador –un número mayor a uno–, cuántas veces se multiplicó la base monetaria H al ingresar al sistema de crédito, para constituir la oferta monetaria Ms. El multiplicador “q” queda definido así por q = (bym + 1) / (b + r)
E.2.19.
en donde: Una aclaración algebraica. Nótese que al ser el coeficiente bym un número menor a 1, pese a formar parte tanto del numerador como del denominador de "q", matemáticamente la disminución de bym implica un aumento de "q".
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bym = BYM/D: proporción de billetes y monedas en poder del público respecto de los depósitos totales; y r = R/D : encajes, proporción (porcentaje) de depósitos de los bancos comerciales que el Banco Central estipula prudente inmovilizar. De este modo, la expansión primaria es el aumento de H vía emisión, mientras que la expansión secundaria es el aumento del proceso “multiplicador” del dinero, es decir, el aumento de “q”, que puede deberse a su vez a dos causas: la disminución de “bym” o la disminución de “r”.
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La primera de estas causas, la disminución del coeficiente “bym”, implica un aumento de la bancarización. Por ejemplo, un aumento de la confianza del público en el sistema financiero hace que el público conserve menos saldos monetarios en su poder y los deposite en los bancos. De este modo, estos fondos se movilizan a través del circuito depósitos-créditos y, existiendo los mismos billetes físicos, éstos permiten hacer circular más cantidad de bienes. De este modo, el dinero se multiplica más al ingresar en el sistema bancario. La segunda de estas causas, la disminución de “r”, está vinculada a la política económica. Si el Banco Central decide realizar una política monetaria expansiva, por ejemplo, para sacar a la economía de una recesión, entonces tiene dos vías: emitir más H, ya comentada, o reducir el porcentaje “r”, es decir permitirle a los bancos que presten una mayor proporción de sus depósitos, digamos que r podría disminuir de 30% a 25%.
El mercado de dinero En términos formales, el mercado de dinero que se presenta a continuación funciona del mismo modo que un mercado walrasiano como el presentado en el apartado 1.2. en el que la oferta es vertical, tal como se ve en el esquema G.2.17.. G.2.17. Mercado de dinero
W = W ==> corto plazo ==> Demanda de dinero = Oferta de bonos Y,
Md(Y), EDM = EOBo,
Condición de equilibrio:
Pb,
r = i,
Md(i)
i
Y
Ms = Md = k.Y - l.(i- ie) P Variables: • Endógenas: i, Md •Exógenas : Ms, Y, ie P • Par ámetros: k, l
C
iC
Md’
iA = iB
A
Ms P
B
Md Ms, Md P
En el eje de abscisas del gráfico se ve la oferta real de dinero, Ms/p y la demanda de saldos reales, Md, es decir, las “cantidades”, mientras que en el eje de ordenadas se ve la tasa de interés “i”, que funciona “como si” fuera el “precio” de un mercado walrasiano. La oferta real de dinero Ms/p es una variable exógena, en tanto y en cuanto es autónoma del tipo de interés “i”, debido a que las razones por las que aumenta o disminuye la variable Ms/p obedecen a decisiones de política económica, exógenas a este modelo-gráfico-mercado de dinero.
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En consecuencia, las variables endógenas a todo el mercado son Md e i, mientras que Y, Ms/p e ie son exógenas: Y viene dada desde los mercados de bienes, Ms/p la determina la política económica e ie la determinan todos los agentes que forman sus expectativas en los mercados financieros, tal como se ve en el esquema G.2.17. El sistema de ecuaciones de este mercado queda determinado, pues por: Md = k.Y – l.(i-ie) ; E.2.20. ecuación de comportamiento s s M /p = (M /p)o ; E.2.21. ecuación de comportamiento Ms/p = Md ; E.2.22. condición de equilibrio del modelo. Asumiremos por ahora que el nivel general de precios de esta economía representado por la variable “p” (dado, por ejemplo, por el Índice de Precios al Consumidor elaborado por el INDEC), está fijo en un valor particular (indicado con el subíndice “o”). Éste es un supuesto simplificador útil a los fines expositivos; levantaremos esta restricción más adelante en esta Carpeta cuando continuemos construyendo el modelo e incorporando mercados. Además, la oferta monetaria también está afectada por este subíndice, indicando que es exógena, es decir, determinada por decisiones discrecionales del Banco Central. Dado que la oferta Ms/p está fija en su valor particular (Ms/p)o, es decir, es un número cierto y no una variable, entonces reemplazando E.2.20. y E.2.21. en E.2.22. se obtiene: (Ms/p)o = k.Y – l.(i-ie) ;
E.2.23.
En la cual Ms/po, k y l son datos ciertos, números conocidos, e Y también, puesto que su valor viene dado, por lo que esta ecuación nos permite hallar el valor de i para luego, volviendo a E.2.20., conocer el valor particular que adopta Md. ¿Cómo funciona este mercado? El gráfico correspondiente a este modelo-mercado es el presentado en el esquema G.2.17., y su funcionamiento formal es el mismo que el del mercado walrasiano presentado en el apartado 1.2. Como comentáramos unos párrafos más arriba, existen tres posibles shocks exógenos que pueden impactar y perturbar el equilibrio inicial de este mercado de dinero: ∆Y, ∆Ms o ∆ie. Mostraremos el funcionamiento del mercado de dinero a través de uno de ellos, ∆Y > 0. Si la economía crece y aumenta la producción “Y” (variable exógena), aumenta la demanda de dinero transaccional Md(Y), es decir, se desplaza “hacia arriba” la curva Md, hacia Md´, dado que ahora los agentes económicos necesitan más dinero para realizar transacciones. En términos formales, una vez más, el shock exógeno “Y” generó el desplazamiento de una curva, Md. En consecuencia, al nivel de interés inicial iA (que aún no ha variado), el aumento de la demanda de dinero transaccional genera un exceso de demanda de dinero (B – A), ya que la oferta está fija en su valor inicial, puesto que no ha cambiado la política monetaria. Este exceso de demanda, se ve en el eje de abscisas: la cantidad demandada de dinero MdB (al nivel de B) es mayor a la cantidad ofrecida de dinero, al nivel de A.
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¿Recuerda las diferencias existentes entre "cantidad demandada" y "demanda" por un lado, y "cantidad ofrecida" y "oferta" por el otro, presentadas en el apartado 1.2.?
Este exceso de demanda de dinero (EDM) implica que los agentes están vendiendo bonos: necesitan desprenderse de ellos para demandar dinero, para luego realizar el mayor nivel de transacciones que la economía realiza al nuevo nivel de Y. En consecuencia, el exceso de demanda de dinero B-A no es otra cosa que un exceso de oferta de bonos de igual cuantía, que presiona al precio de los bonos a la baja y, en consecuencia, al alza en sus rendimientos o “tasa de interés”. En el gráfico G.2.17. se ve cómo el exceso de demanda de dinero impulsa al alza a la tasa de interés. A medida que sube la tasa de interés, disminuye la otra parte de la ecuación E.2.20., la demanda especulativa de dinero Md(i), es decir, las tasas de interés mayores equivalen a precios de los bonos más bajos, por lo que los agentes especulan comprando esos bonos hoy, cuyos precios están bajos, para venderlos mañana, cuando esperan estén más caros. Es decir, al comprar bonos con dinero su cartera de inversiones cambia de dinero a bonos, lo que no es otra cosa que “disminuir la demanda de dinero” por fines especulativos Md(i). Al ir disminuyendo la demanda de dinero por motivo de la especulación, va subiendo el tipo de interés desde B hasta C y se va cerrando así el exceso de demanda EDM inicial, hasta retomar el mercado de dinero al nuevo equilibrio en el punto C, una vez que este desequilibrio transitorio (que había sido generado por el shock exógeno “aumento de Y”), se cerró. Como consecuencia, la cantidad demandada total de dinero Md al final del proceso, es decir, el stock de dinero en circulación demandado, es el mismo que al inicio, al nivel de A, lo que cambió es la composición de la demanda de dinero: aumentó la demanda por transacciones Md(Y) y disminuyó la demanda especulativa Md(i). Por su parte, la oferta de dinero Ms no fue modificada por el Banco Central. En consecuencia, comparando el nuevo equilibrio “C” con el equilibrio inicial “A” se observa: • • • •
igual cantidad ofrecida de dinero; igual cantidad demandada de dinero; igual oferta de dinero (¡no se desplazó la curva!); y una mayor demanda de dinero, definida por el desplazamiento de la curva Md originado en el aumento del shock exógeno Y.
Como es habitual en este tipo de mercados de formato walrasiano, la variable que desplaza la función demanda es “Y”, exógena en este mercado, mientras que al aumentar “i” y desincentivar la demanda especulativa, nos estamos trasladando sobre la nueva función demanda Md´, desde el punto B hacia el punto C, dado que “i” es la variable endógena en este mercado. Nada ha cambiado respecto al esquema del Rematador Walrasiano en términos formales: el movimiento de una variable exógena (Y) desplaza una curva (Md), mientras que el movimiento de una variable endógena (i) hace que nos traslademos sobre esa curva, desde B hacia C.
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La política monetaria Supongamos que las autoridades económicas deciden reactivar la economía imprimiéndole un impulso desde el lado monetario, aumentando para ello la oferta real de dinero Ms/p. El gráfico G.2.18. nos muestar cómo podría hacer tal cosa.
G.2.18. OMA expansiva i
iA = iB
A
C
ic
Md Ms P
Ms, EOM =EDBo (B), P
B
Pb, i, Md(i)
Ms’ P
Ms, Md P
(C)
EOM = (Nueva Ms en B) - (Anterior Md en A) P
En términos formales. Nuevamente, este "movimiento a lo largo de" la curva Md se produce cuando, al variar sobre el eje de ordenadas una de las variables endógenas que la definen, "i", varía la otra variable endógena a determinar por esta curva, la cantidad demandada Md (i) sobre el eje de abscisas.
El shock exógeno originado en el modelo por el aumento de Ms/p puede ser llevado a la práctica en los mercados financieros del mundo real por la llamada Operación de Mercado Abierto (OMA), por la cual el Banco Central interviene como un actor más en el mercado comprando bonos emitidos anteriormente con dinero que emitió para tal fin. Tal como nos muestra el gráfico G.2.18., un aumento de Ms/p (traslado paralelo de la curva Ms) genera un EOM (B-A) al nivel de tasas de interés inicial iA, que no es otra cosa que un EDBo por un monto equivalente, dado que el gobierno “rescató” dichos bonos del mercado para “inyectar” dinero Ms. Este EDBo impulsa el precio de los bonos “Pb” al alza, disminuyendo su rendimiento o tasa de interés “i”, hasta ic. Al disminuir la tasa de interés i, aumentó demanda especulativa de dinero Md(i), alcanzando el mercado de dinero un nuevo equilibrio en el punto “C”. Comparando el nuevo equilibrio “C” con el equilibrio inicial “A” se observa: • • • •
mayor cantidad ofrecida de dinero; mayor cantidad demandada de dinero [igual Md(Y), mayor Md (i)]; mayor oferta de dinero (desplazamiento de la curva Ms); igual demanda de dinero, (no se desplazó la curva Md, sino que nos movimos a lo largo de ella entre A y C).
Al lograr la autoridad monetaria disminuir la tasa de interés, se reducirá entonces el costo del crédito que los empresarios deberán pagar para adquirir bienes de capital, aumentando en consecuencia la demanda de inversión, 86
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la demanda agregada y la producción de equilibrio, como veremos más adelante con más detalle cuando construyamos el modelo IS-LM completo. A modo ilustrativo, observemos el comportamiento de este modelo en los mercados reales utilizando un ejemplo histórico, la recuperación de crisis argentina, iniciada en 2002. Por razones inherentes a la forma que adoptó la salida de la crisis argentina, los bancos se encontraron frente a una recuperación de los depósitos, que los proveía de abundante liquidez. Por otro lado, las empresas, que enfrentaron una severa disminución de la demanda de los bienes que producían en 2002 y además habían quedado fuertemente endeudadas, contrajeron fuertemente la demanda de crédito bancario. Por su parte, por razones derivadas de la política monetaria, el BCRA comenzó a emitir Lebacs a corto plazo (instrumento financiero ya comentado en este apartado 2.2.) Dado que los bancos poseían abundante liquidez pero no tenían cómo colocarla entre sus clientes naturales, las firmas demandantes de crédito bancario, entonces las entidades financieras se volcaron masivamente a comprar las Lebacs emitidas por el BCRA, generando un exceso de demanda de este instrumento financiero. En cada “subasta” semanal de Lebacs el BCRA recibía pedidos de compra por parte de los bancos por montos mayores a los que el BCRA ofrecía. Vale decir, existía un Exceso de demanda de bonos (EDBo), Lebacs en este caso. Al igual que en el gráfico G.2.18., el EDBo que percibía el BCRA, equivalente a un exceso de oferta de dinero, generaba tanto un aumento del stocks de Lebacs como un descenso de las tasas de interés, tal como se ve en los gráficos G.2.19. y G.2.20..
Un Lebac es una clase de bono emitido por el Banco Central de la República Argentina a un plazo máximo de un año. Este bono es emitido con “descuento”. La sigla Lebac significa: Letra del Banco Central.
G.2.19. LEBAC: Stock Total
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G.2.20. Tasas de interés (% nominal anual)
Fuente: BCRA
2.2.3. Construcción del la curva LM Del mismo modo que en el apartado 2.1.2. construimos un modelo-gráficomercado nuevo a partir de otro, al pasar del esquema del modelo MKS a la curva IS en el espacio Y-i, ahora construiremos la curva LM a partir del mercado de dinero. En realidad lo acabamos de hacer, sólo que no lo explicitamos. G.2.21. Construcción de la hipótesis
El gráfico de la izquierda del gráfico G.2.21. nos muestra el mismo movimiento A-B del mercado de dinero pero en un esquema Y-i. La curva LM representa los infinitos puntos de equilibrio del mercado de dinero que surgen de los infinitos posibles niveles que pueda adoptar Y, que determinan a su vez infinitos niveles posibles de i. Como es sabido, una recta (curva en rea-
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lidad) no es otra cosa que una sucesión de infinitos puntos de pares ordenados, (Y,i) en el caso de la curva LM. La curva LM no es más que la ecuación E.2.23., pero escrita de otro modo en el espacio Y-i. Ahora la variable endógena “i” es la variable dependiente (eje de ordenadas), y está expresada en función de la otra variable endógena, “Y”, variable independiente (eje de abscisas). En consecuencia, la ecuación E.2.23. se transforma en: LM: i = (k/l).Y + [ie - Ms/(po.l)] ;
E.2.24.
En donde k/l es la pendiente, un número, cociente de dos parámetros, y (Ms/po.l) es la ordenada al origen. La curva LM debería leerse reproduciendo el funcionamiento del mercado de dinero ante un shock exógeno ∆Y > 0, ya explicado en este apartado: si, partiendo de un punto A de equilibrio en el mercado de dinero, aumentara Y, entonces aumentaría la demanda de dinero transaccional, por lo que habría –al tipo de interés inicial iA– un exceso de demanda de dinero que impulsaría al alza al tipo de interés, disminuyendo la demanda especulativa y equilibrando nuevamente el mercado de dinero en un nuevo nivel (Y,i) en el punto B. Como en el espacio (Y-i) las variables endógenas son “Y” e “i”, una variación de una de ellas, en este caso el aumento de “Y”, genera una variación de la otra variable endógena, en este caso un aumento de “i”. Ello implica, en primer lugar, que la curva LM tiene pendiente positiva. En segundo lugar, dado que no cambió la hipótesis ex ante (posición de la curva LM dada por su pendiente y ordenada al origen), un mayor nivel de producción “Y” requiere de un mayor tipo de interés “i” para equilibrar el mercado de dinero. Vale decir, como ya es habitual, si el movimiento de una variable endógena genera el movimiento de la otra, entonces eso implica un movimiento a lo largo de la curva LM.
Desequilibrios LM Una vez construida la curva LM, una buena manera de mejor la comprensión de la curva LM en tanto puntos de equilibrio del mercado de dinero es pensar cuáles serían escenarios de desequilibrio IS-LM, y cómo estos puntos en el espacio (Y-i) convergen al equilibrio en el mercado de dinero, es decir, hacia algún punto de la curva LM. Esta metodología es análoga a la que aplicamos al construir la curva IS. El siguiente par de gráficos (G.2.22.) nos cuenta la historia completa.
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G.2.22. Desequilibrio LM
i
i LM
i1
i0
D
.
.
.
.
A
.
.
D
C
B
C
A
.
.
B
M d’ Md Ms P
Y
M P
V ía Y Proceso de Ajuste V ía i
En función de la explicación que acabamos de dar al construir la curva LM, los puntos A y C de ambos gráficos son puntos de equilibrio en el mercado de dinero y, por lo tanto, puntos situados sobre la curva LM. Los puntos de desequilibrio LM no son otra cosa que los puntos de desequilibrio en el mercado de dinero, ya explicados. ¿Qué tipo de desequilibrio era el punto B en el mercado de dinero? Un exceso de demanda de dinero (EDM), ya que la cantidad demandada de dinero en B es mayor a la ofrecida en el punto A. ¿Qué tipo de desequilibrio muestra el punto D? Un exceso de oferta de dinero (EOM), porque la cantidad demandada de dinero en el punto D es menor a la ofrecida en el punto C. ¿Reconoce la similitud metodológica expuesta aquí con la presentada en el mercado walrasiano en el apartado 1.2.?
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Procesos de “ajuste natural” Las “leyes de ajuste” del mercado de dinero no difieren metodológicamente de las empleadas en cualquier mercado walrasiano, en donde los excesos de oferta impulsaban a la baja de los precios y los excesos de demanda impulsaban los precios al alza. Al igual que en el caso de la curva IS este ajuste puede realizarse “vía Y” o “vía i”. Comencemos con la primera opción. En un punto como el B, una contracción de la renta “Y” originada en el mercado de bienes, en el mercado de dinero desplazaría en forma contractiva la curva de demanda de dinero Md. Como cualquier desplazamiento de una curva, esto es válido para todo nivel de interés. En este caso, esta contracción de la demanda de dinero Md desde el punto B hasta el punto A se realiza al tipo de interés “iA = iB”. El mercado de dinero encuentra así un nuevo equilibrio en el punto A, por las razones antes comentadas al explicar el funcionamiento del mercado de dinero. ¿Qué ocurrió en el espacio (Y-i) en relación a la curva LM? Lo mismo. Al contraerse “Y”, manteniéndose “i” constante, nos desplazamos en el espacio (Y-i) desde el punto B hacia el punto A.
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Ahora examinemos la segunda opción, el ajuste “vía i”. Dada la nueva hipótesis-curva Md´ en el mercado de dinero, el punto B implica un EDM al tipo de interés inicial “iA = iB”. Este EDM impulsa la tasa de interés “i” al alza, hasta alcanzar un nuevo equilibrio en el mercado de dinero en el punto C. En este proceso no varió la renta “Y”, puesto que iniciamos nuestro razonamiento a partir de la nueva hipótesis Md´ ya dada; recuerde el lector que en este proceso nos trasladamos sobre la curva Md´. ¿Qué ocurrió entonces en el espacio (Y-i)? Lo mismo. El EDM existente en el punto B impulsó la tasa de interés al alza, aumentando desde “io” hasta “i1”, al mismo nivel de renta “Y”, encontrando el mercado de dinero un nuevo equilibrio en el punto C, ahora en el espacio (Y-i). En forma estrictamente análoga, un punto como el D, un EOM, ajusta a dos posibles puntos de equilibrio IS-LM, al punto C “vía Y” y al punto A “vía i”. El lector debería, pues, estar ya en condiciones de ensayar por sí mismo estos mecanismos de “ajuste natural”.
Las curvas IS y LM en el espacio Y-i En el apartado 2.1.2. construimos la curva IS, mostramos puntos de desequilibrio en el espacio Y-i y explicamos cómo estos desequilibrios convergen a puntos de equilibrio sobre la curva IS mediante mecanismos walrasianos de “ajuste natural”. En este apartado 2.2.3. acabamos de hacer lo propio con la curva LM. Ya hemos reunido, pues, todos los elementos para posicionarnos en puntos de equilibrio IS-LM y analizar la forma en que éstos convergen simultáneamente al equilibrio en ambos mercados, el mercado de bienes (IS) y el mercado de dinero (LM). G.2.23. Desequilibrio IS - LM i
LM
.
I
I : EOBi , EOM
.
C
C’
IV
II: EOBi , EDM II III: EDBi , EDM
D
.
. A
III
IV: EDBi , EOM
. B
IS Y
(A) EDBi
Y, Md(Y) (B) EDM ≡ EOBo,
Pb, i (C)
I, DA,
Y
Md(i)
(D)
El gráfico G.2.23. nos muestra cuatro zonas de desequilibrio (I-IV): nada nuevo. Cada zona está caracterizada por un desequilibrio respecto de la curva IS más otro desequilibrio respecto de la curva LM. Los desequilibrios que vemos allí ya fueron extensamente explicados con anterioridad en este apartado al construir ambas curvas. 91
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Por esta razón, la comprensión de los párrafos que siguen a continuación bien podría constituirse en un test para que el estudiante autoexamine el nivel de comprensión alcanzado desde el inicio de la Carpeta hasta aquí. Si tiene alguna duda respecto de los párrafos que siguen, es un buen momento para retroceder en la Carpeta y revisar algunos conceptos.
La pregunta que nos resta responder es cómo, a partir de alguna de estas cuatro zonas de desequilibrio, los mercados de bienes y dinero convergen ambos al equilibrio en forma simultánea en el punto D mediante un único mecanismo de “ajuste natural”. Todos los pasos de la respuesta a esta pregunta fueron ya explicados al presentar los mecanismos de ajuste IS y LM por separado, sólo los mostraremos ahora a ambos en forma conjunta. Supongamos que el nivel de producción (Y) y tasas de interés (i) de la economía es tal que nos encontramos en un punto como el A: equilibrio LM pero desequilibrio IS, Exceso de demanda de Bienes (EDBi), como todo punto a la izquierda de la curva IS. Tal como muestra el esquema situado debajo del gráfico anterior, el proceso de “ajuste natural” podría ser descrito como sigue. Dado que los precios permanecen aún fijos en este modelo, un EDBi impulsa un aumento de la producción “Y”, encontrando la economía un nuevo punto de equilibrio entre oferta y demanda agregadas en el punto B (DA = Y). Pero dicho punto, además de constituirse en un nuevo equilibrio IS es a la vez un desequilibrio LM: el alza de “Y” aumentó la demanda de dinero transaccional Md(Y), generando un EDM, como todo punto situado a la derecha de la curva LM. El EDM es equivalente a un exceso EOBo, que impulsa su precio Pb a la baja y su rendimiento o tasa de interés “i” al alza, hasta encontrar el mercado de dinero un nuevo equilibrio LM en el punto C, pero desequilibrando nuevamente la curva IS: el alza de la tasa de interés “i” desincentivó la demanda de inversión “I”, cayendo la demanda agregada “DA” y existiendo en consecuencia un EOBi, como todo punto a la derecha de la curva IS. Este proceso podría repetirse muchísimas veces hasta converger, en el límite, en el punto D. Por simplicidad, daremos dos pasos juntos al pasar del punto C al D. El EOBi existente en el punto C contrae la producción “Y”, en busca de un nuevo punto de equilibrio IS como C´; pero al comenzar a caer la producción “Y” comienza también a caer la demanda de dinero transaccional Md(Y), generando un EDM que impulsa la tasa de interés “i” a la baja y amortigua así la caída en la demanda de inversión “I” y la demanda agregada “DA”, alcanzando la economía el equilibrio tanto en los mercados de bienes como en los mercados de dinero, equilibrio IS-LM, en el punto D.
Velocidades de ajuste Retomando la diferencia entre tiempo lógico y tiempo histórico explicada por Joan Robinson y presentada en el apartado 1.2. de esta Carpeta, podría decirse que el mecanismo de ajuste natural IS-LM presentado recién fue hecho en tiempo lógico, sólo perteneciente a las esfera de los modelos. Una adaptación a este mecanismo nos permitirá acercarnos más a las diferentes velocidades de ajuste que ocurren en el mundo real entre los mercados de bienes y dinero. En los mercados reales, los mercados de dinero ajustan en forma mucho más veloz que los mercados de bienes. Mientras los primeros pueden llegar a ajustar casi instantáneamente, los segundos demoran necesariamente un tiempo mayor, puesto que el mecanismo de ajuste en los mercados de bienes depende de la coordinación de planes entre oferentes y demandantes de bienes de la economía en su conjunto. En cambio, los especuladores en los mercados de financieros suelen realizar sus transacciones en un plazo 92
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muy corto, condición sine qua non para aprovechar las oportunidades de arbitraje que les brindan los mercados financieros: la especulación en los mercados financieros es por naturaleza de muy corto plazo. En consecuencia, podríamos adaptar el mecanismo de ajuste anterior a un esquema que se adecue mejor al funcionamiento de los mercados reales. Observemos el gráfico G.2.24.. G.2.24. Velocidad de ajuste
Tiempo lógico vs. Tiempo histórico i
i LM
LM en el límite
D
. A
. D
ajusta sobre LM
.
.
A
IS
IS Y
Y
El gráfico la izquierda del gráfico G.2.24. podría ser leído del siguiente modo. El EDBi inicial del punto A impulsa al alza de la producción “Y” y la demanda agregada “DA”. “A medida que” comienza a aumentar la producción, comienza a generarse el EDM que ajusta rápidamente el mercado de dinero subiendo la tasa de interés “i”, y volviendo rápidamente a posicionarse la economía sobre la curva LM, pero siguiendo en desequilibrio IS, que vuelve a impulsar la producción “Y” al alza. El proceso se repite hasta alcanzar el punto D. En el límite, en el gráfico de la derecha del gráfico G.2.24., las velocidades de ajuste son tan diferentes que la economía ajusta directamente “sobre la curva LM”. Así presenta este proceso de ajuste el libro de texto de referencia, en tiempo histórico. No obstante, en esta Carpeta, hecha esta salvedad, seguiremos operando en tiempo lógico, tiempo relevante a los fines de comprender mejor cómo se relacionan las variables en un modelo macroeconómico.
Problemas Macroeconómicos Ejercicio 1. “Cuanto más sensible sea la demanda real de dinero a la tasa de interés, mayor pendiente tendrá la curva LM”. ¿Verdadero o Falso? Justifique utilizando el álgebra y los gráficos correspondientes. Ejercicio 2. ¿Cómo influye en el mercado de dinero un aumento del ingreso (Y)? ¿Cómo repercute en el equilibrio del modelo? Justifique sus respuestas económicamente utilizando el álgebra y los gráficos correspondientes. Ejercicio 3. Dado un bono con un rendimiento total de $46, pagaderos en 3 años, y siendo la tasa de interés de mercado 93
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(igual a la tasa de descuento) de 6,6%, calcule el valor presente del bono. Explique conceptualmente. Marque con una cruz la opción correcta y justifique su elección económicamente utilizando para ello los gráficos y el álgebra correspondientes. Ejercicio 4. Para que un inicial exceso de oferta de bonos provoque una disminución del precio de los bonos (en realidad, del precio del bono “representativo” de todo el mercado), debe suponerse: • nada, porque ocurre siempre • casi nada, sólo que la curva LM no sea estrictamente horizontal • algo, que la curva LM sea vertical • todo, de modo que, de modo que ninguna de las anteriores es correcta
2.3. El modelo IS-LM de corto plazo
El supuesto de precios fijos, que levantaremos más adelante, tiene validez también para ser aplicado a un modelo que pretende en forma estilizada caracterizar a una economía con baja o muy baja inflación.
Hemos construido hasta aquí las diferentes partes del modelo IS-LM por separado; lo que resta es construir el modelo IS-LM juntando estas partes para luego utilizarlo en el análisis del funcionamiento de una economía, por ahora cerrada, que opera en el corto plazo y funciona “como si” los precios estuvieran fijos. Todos los conceptos incorporados en este apartado 2.3. se basan en los desarrollos expuestos previamente en las secciones del texto de referencia de esta Carpeta ya comentadas previamente, y en los apartados 1.1., 1.2., 1.3., 2.1. y 2.2. de la misma. Por lo tanto, no reiteraremos aquí dichos argumentos, sino que los asumiremos como ya incorporados por el lector. Se recomienda, pues, robustecer la comprensión de dichos conceptos antes de avanzar en el estudio de este apartado 2.3. El modelo desarrollado en este apartado 2.3. se basa estrictamente en los conceptos presentados en el Capítulo 6 del texto de referencia, cuya previa lectura debería ser, desde ya, anterior a este Apartado 2.3.
2.3.1. Presentación formal del modelo IS-LM Comencemos por recordar todas las ecuaciones que ya hemos analizado extensamente para trabajar con ellas en conjunto. El esquema G.2.25. lo hace, y no merece más explicación que las desarrolladas en secciones anteriores.
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Macroeconomía
G.2.25. El Modelo IS-ML
En términos metodológicos, el funcionamiento del modelo IS-LM descansa en todos los elementos formales de un modelo presentados por primera vez en el modelo-mercado del rematador walrasiano en el apartado 1.2. y empleados luego en numerosas ocasiones a lo largo de los apartados 2.1. y 2.2. Utilizaremos aquí, y en lo que resta de esta Carpeta, este mismo esquema formal de razonamiento, útil para pensar los problemas macroeconómicos de un modo estático de corto plazo. Recordemos la secuencia de esta serie de razonamientos concatenados empleados para pensar esta clase de problemas macroeconómicos: • • • • •
equilibrio inicial shock exógeno desplazamiento de una curva desequilibrio transitorio mecanismo de ajuste “natural”, que incluye el movimiento a lo largo de una curva • nuevo equilibrio • análisis comparativo de ambos escenarios de equilibrio
Shocks exógenos, la política fiscal Los gráficos y su correspondiente sistema de razonamientos concatenados presentados a continuación describen el mecanismo de impulso-propagación generado por un shock de naturaleza exógena. En el apartado 1.2. aplicamos este esquema de razonamiento al funcionamiento de un mercado individual desde un enfoque microeconómico. Ahora, analizaremos aquí el impacto de un shock exógeno, desde un enfoque macroeconómico, en el modelo IS-LM.
Analizaremos en este apartado con mucho detenimiento todos y cada uno de los mecanismos de ajuste que se presentan en los tres mercados-gráficos aquí presentes. Luego, de aquí en adelante, en esta Carpeta asumiremos estos mecanismos como ya incorporados por el estudiante y avanzaremos en forma más fluida sobre las explicaciones económicas.
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G.2.26. Shock exógeno
Partiendo de una situación de equilibrio en los mercados de bienes y dinero (punto A), un aumento de la demanda Autónoma A0 originado en cualquiera de sus componentes, aumenta la demanda agregada, desplazando la curva DA hacia arriba en forma paralela en el esquema de 45º, puesto que ha aumentado uno de los componentes de A0,su ordenada al origen. En una economía sin dinero, es decir, en el esquema de la recta de 45º, la economía hubiera encontrado un nuevo equilibrio entre demanda agregada (DA) y oferta (Y) en el punto B. Sin embargo, al introducir el dinero en el esquema IS-LM, como es ya sabido, al aumentar “Y”, aumenta la demanda de dinero transaccional Md(Y), y se desplaza la curva Md en el mercado de dinero generando un exceso de demanda de dinero (EDM). Este punto B se ve reflejado a su vez en el esquema IS-LM como un punto de desequilibrio LM. Observemos el mercado de dinero. Para obtener la liquidez necesaria para realizar transacciones, los agentes económicos se desprenden de sus tenencias de bonos, por lo que el exceso de demanda de dinero EDM, como sabemos, equivale a un exceso de oferta de Bonos EOBo, disminuyendo su precio Pb y aumentando su rendimiento, o tasa de interés “i”. El mercado de dinero encuentra así un nuevo equilibrio en el punto B´, en donde aumentó la demanda de dinero por motivos transaccionales, es decir, se desplazó la curva Md(Y) aunque, al aumentar la tasa de interés, disminuyó la demanda especulativa de dinero Md(i). En consecuencia, no varió el stock (cantidad) de dinero demandado (como se ve en el eje de abscisas del gráfico), sino que cambió la composición de la demanda de dinero: ahora los agentes demandan más dinero para realizar transacciones y menos por motivos especulativos. Pasemos al esquema IS-LM. El punto B´ muestra el equilibrio recién comentado en el mercado de dinero, y por eso se sitúa sobre la curva LM al mismo nivel de renta “Y” del punto B (note el lector que en el mercado de dinero los puntos B y B´ pertenecen a la misma curva Md y, por lo tanto, corresponden al mismo nivel de renta “Y”). Pero B´ es, a su vez, un exceso de 96
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oferta de bienes EOBi (al igual que todo punto situado a la derecha de la curva IS, tal como vimos en el apartado 2.1.), porque la producción es mayor a la DA, ya que ese tipo de interés tanto alto desincentivaba la demanda de inversión “I”. En consecuencia, el EOBi impulsa a la producción “Y” a la baja, ajustando la economía hacia el punto C del mismo modo que vimos en el apartado 2.2.: al caer la producción Y, disminuye la demanda de dinero transaccional Md, generando un EOM equivalente a un EDBo, que impulsa a su precio Pb al alza y a su rendimiento “i” a la baja, encontrando la economía un nuevo punto de equilibrio en el mercado de bienes entre oferta (Y) y demanda agregada (DA). El mercado de dinero refleja este mismo mecanismo, observemos el gráfico G.2.26.: la caída de la demanda de dinero transaccional desplaza la curva Md hacia abajo hasta Md´´, y –por un mecanismo análogo al ya varias veces explicado– el mercado de dinero encuentra su nuevo equilibrio en el punto C. A su vez, este mecanismo de ajuste se ve también reflejado en el esquema de la recta de 45º: entre B y C se produjo una contracción de la producción (Yc) y la demanda agregada (DA´´), convergiendo la economía al punto C. Analicemos todo el proceso en su conjunto, comparando el equilibrio ISLM inicial del punto A con el equilibrio final del punto C. En un mundo sin dinero, como el de la recta de 45º, el shock exógeno generado por el aumento de A0 hubiera incrementado la producción de la economía hasta YB, pero al introducir el dinero, este aumento de la producción generó a su vez un aumento de la tasa de interés “i”, que contrajo en parte la demanda de inversión “I” y, en consecuencia, la demanda agregada y la producción hasta su nivel Yc. En consecuencia, este impulso exógeno tuvo una parte expansiva sobre la economía, en donde la producción aumentó desde YA hasta YB, y una parte contractiva entre los puntos B y C, que sólo logró moderar el impulso inicial, ya que YC > YA. Realicemos ahora un ejercicio de estática comparada, entre el equilibrio inicial y el final. En primer lugar, el shock exógeno –que podría haber sido impulsado por un aumento del gasto público Go, un aumento de las transferencias al sector privado TRo o un aumento de la confianza de consumidores Co o de los empresarios (Io)– generó entre los puntos A y C crecimiento –mayores niveles de producción “Y” y demanda agregada “DA”– y aumento de las tasas de interés “i”, las dos variables endógenas del modelo IS-LM. En segundo lugar, la demanda agregada DA aumentó debido al aumento de Ao y al aumento del consumo (que es una función positiva y creciente de “Y”). El nivel final de la demanda de inversión “I” es indeterminado, ya que aumentó al crecer la renta “Y”, pero disminuyó al aumentar la tasa de interés “i”. Observando la función “I”, vemos que esa indeterminación se resolverá en función del valor de los parámetros “a” y “b”, es decir, dependiendo de cuán sensibles sean los empresarios al aumento de sus ventas (Y) o al aumento del costo del crédito “i”. Finalmente, el mercado de dinero corrobora también este aumento de tasas de interés entre iA e iC, una menor demanda especulativa Md(i) y una mayor demanda de dinero transaccional Md(Y). El stock demandado de dinero no varió, sólo cambió la composición de la demanda de dinero. Nótese que, debido a que en ningún momento el BCRA amplió la oferta de dinero Ms/p, el nuevo equilibrio en el mercado de dinero entre Ms/p y Md debe ne97
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cesariamente mantener invariable el stock de dinero, tanto demandado (Md) como ofrecido (Ms/p).
La política fiscal Un aumento del gasto público Go, como acabamos de ver, no es otra cosa que un aumento de uno de los componentes de Ao, y es entonces un shock exógeno que opera mediante el mecanismo recién descrito y arroja las mismas consecuencias, crecimiento y aumento de las tasas de interés. Acabamos de ver, pues, todo lo relativo a esta herramienta de política económica (bajo los supuestos sobre los que hemos estado trabajando hasta ahora). Subrayaremos aquí sólo dos aspectos. En primer lugar, la política fiscal es efectiva en el corto plazo, ya que logra expandir la economía. En segundo lugar, al aumentar también el costo del crédito, el aumento de Go desalienta en parte la inversión privada, aunque este efecto se ve contrapuesto por otro, el incentivo a la inversión privada generado por el aumento de las ventas (“Y”). El primero de estos dos impactos del gasto público sobre la inversión, el efecto contractivo generado por el aumento del costo del crédito, se denomina efecto crowding-out (efecto desplazamiento de la inversión privada).
La política monetaria Supongamos que la autoridad monetaria desea impulsar el crecimiento de la economía a través de una política monetaria expansiva, mediante una operación de mercado abierto (OMA), rescatando deuda pública pre-existente a cambio de dinero Ms emitido para tal fin. El sistema de gráficos G.2.27. nos cuenta la historia.
G.2.27. Política Monetaria: OMA expansiva
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Empecemos observando el mercado de dinero, donde se originó esta política económica. El aumento de la cantidad de dinero generó el desplazamiento de la curva Ms/p hacia Ms/p´, provocando un EOM equivalente al EDBo correspondiente a la deuda rescatada del mercado, aumentando Pb y cayendo su rendimiento desde iA hasta iB. El mercado encuentra así un nuevo equilibrio en el punto B mediante el mecanismo de ajuste ya descrito en secciones anteriores, trasladándonos sobre la curva Md original. Observemos el esquema IS-LM. Puesto que aún no ha variado el nivel de renta, YA (correspondiente a la curva Md original), al nuevo tipo de interés iB existe equilibrio en el mercado de dinero pero un EDBi (punto a la derecha de la curva IS), ya que el descenso de la tasa de interés incentivó un aumento de la demanda de inversión “I”, componente de la demanda agregada “DA”, estando aún fija la producción en YA. Este EDBi impulsa la producción al alza, pretendiendo alcanzar un nuevo equilibrio en el mercado de bienes sobre la curva IS en el punto B´. Pero recordemos cómo era en verdad el ajuste en el esquema IS-LM cuando tomábamos en cuenta las diferentes velocidades de ajuste de los mercados de bienes y dinero (tema explicado en secciones anteriores). Al comenzar a aumentar la producción, comienza también a aumentar la demanda de dinero transaccional, generando un EDM que impulsa a la tasa de interés al alza hasta iB y desincentiva la demanda de “I” y la demanda agregada “DA”, lo que modera el aumento originalmente pretendido por la renta Y hasta alcanzar el punto B´ de equilibrio IS. En consecuencia, la producción se expande en realidad hasta Yc, convergiendo la economía a un nuevo equilibrio en el punto C. Este nuevo equilibrio se ve también reflejado en el mercado de dinero, ya que al aumentar “Y” entre los puntos “B” y “C” se desplaza la curva Md por sobre la nueva curva de oferta de dinero Ms/p´, hasta equilibrar el mercado de dinero en el punto C. Analicemos el proceso en su conjunto. La política monetaria expansiva ha resultado eficaz para impulsar el crecimiento del producto en el corto plazo. El mecanismo por el cual lo ha logrado, recién descrito, se denomina mecanismo de transmisión de la política monetaria. Este proceso consta de dos etapas, que debe poder cumplir para que la política sea exitosa. En la primera etapa del mecanismo de transmisión, la expansión monetaria debe poder impulsar efectivamente la disminución de la tasa de interés; en la segunda etapa, la disminución de “i” debe lograr incentivar la demanda de inversión, la demanda agregada y la renta. Si alguna de estas dos etapas no se cumpliera, debido a condiciones particulares de los mercados de bienes y dinero, la política monetaria no sería efectiva en el corto plazo para aumentar la producción. Existen algunos ejemplos históricos en los que este mecanismo de transmisión no fue exitoso. Uno de ellos fue la crisis del 30. Estamos ahora en condiciones de completar la explicación de aquel momento histórico, respondiendo la pregunta que había quedado pendiente en el apartado 2.1. referida al mal funcionamiento del proceso de intermediación financiera en aquel escenario. Pero antes detengámonos previamente a analizar cómo funcionan los parámetros del modelo en cada una de las etapas del mecanismo de transmisión de la política monetaria, observando el esquema anterior situado debajo de los gráficos en el esquema G.2.27. Empecemos por la segunda etapa. 99
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• Cuánto mayor sea la sensibilidad de los empresarios al costo del crédito, “b”, más aumentará “I” cuando disminuya “i”; • Una vez que aumentó “I”, cuando mayor sea el multiplicador “α”, mayor será el impacto final que tendrá el aumento de “I” en la producción, proceso multiplicador mediante. Ahora analicemos la primera etapa, que depende de un paso crucial: que el EOM logre disminuir “i”, proceso intermediado por el parámetro “l”. Recordemos tanto la ecuación de comportamiento de la demanda de dinero presentada en el apartado 2.2. como el proceso de ajuste en el mercado de dinero presentado en este apartado 2.3., observando el gráfico del mercado de dinero presentado arriba y la ecuación Md: Md = k.Y – l.(i-ie)
E.2.25.
• Cuanto menor sea la sensibilidad de la demanda de dinero “Md” a la tasa de interés –es decir, cuanto menor sea “l”– se requerirá una mayor disminución de “i” para que, luego, esto provoque el aumento de la demanda de dinero especulativa Md (i) que lleva al mercado de dinero al nuevo equilibrio. Por lo tanto, un menor valor de “l” logrará un mayor impacto del EOM inicial sobre la disminución de “i”, siendo más potente la primera etapa del mecanismo de transmisión. En síntesis, cuanto mayores sean “α” y “b” y menor “l”, más potente el mecanismo de transmisión de la política monetaria. En términos formales, “α” y “b” determinan la pendiente de la curva IS (1/α.b) y “l” determina la pendiente de la curva LM (k/l). En consecuencia, en un escenario macroeconómico en que dichas curvas sean tales que la curva LM tienda a ser más vertical y la curva IS más horizontal, la política monetaria será más efectiva para impulsar la renta, puesto que las dos etapas del mecanismo de transmisión serán más potentes.
Combinación de políticas monetaria y fiscal Como vimos, una de las consecuencias negativas que generaba una política fiscal expansiva –por ejemplo, a través de un aumento de Go–, era que impulsaba la tasa de interés “i” al alza, generando un efecto crowding out sobre la demanda de inversión privada y, por ende, un efecto contractivo en el equilibrio final “Y = DA” (aunque este efecto contractivo no alcanzaba a compensar el efecto expansivo inicial). Una manera de evitar esta parte contractiva generada por una política fiscal expansiva consiste en realizar una combinación de políticas, monetaria y fiscal, aumentado tanto Go como Ms/p. Esta combinación de políticas permitiría impulsar el crecimiento de la economía en el corto plazo en una magnitud mayor a la alternativa consistente en efectuar solamente una política fiscal. Con los elementos desarrollados hasta aquí y el gráfico siguiente, el estudiante debería estar en condiciones de interpretar el efecto de esta combinación de políticas por sí mismo.
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G.2.28. Combinación de Políticas
El efecto crowding out generado por la política fiscal, se ve así anulado por la política monetaria expansiva, ya que ésta impulsa la tasa de interés “i” a la baja, manteniéndola en su nivel original iA = iC y logra así un doble objetivo: no desincentivar la demanda de inversión y, además, darle un nuevo impulso expansivo al crecimiento de la economía, ya que se trata de una segunda política expansiva que se suma a la política fiscal expansiva original. La posibilidad de realizar esta combinación de políticas depende de otras circunstancias de la coyuntura macroeconómica no abordadas aún en esta Carpeta. No obstante, no constituyen un ejemplo marginal, sino que se trata de una política habitualmente utilizada por las autoridades económicas para expandir la economía en el corto plazo. Ilustremos este escenario de política económica con un ejemplo histórico argentino, el Programa Monetario del BCRA durante 2004. G.2.29 Programa Monetario 2004
Este programa monetario puede perseguir múltiples objetivos, como contener la inflación dentro de cierto rango predeterminado como un target de po101
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lítica económica, o sostener el tipo de cambio nominal dentro de ciertas bandas (como veremos más adelante en esta Carpeta) o impulsar el crecimiento de la economía. Este último objetivo, a su vez, puede lograrse con diferentes herramientas de política económica. Una de ellas es una política monetaria “acomodaticia”. Lo que muestra el gráfico G.2.29. es la emisión monetaria del BCRA durante 2004 de acuerdo con ciertas bandas predeterminadas. Si el gobierno realizara una política fiscal expansiva, y el BCRA “acomodara” la política monetaria de modo tal de emitir dinero Ms al ritmo de crecimiento del producto, entonces podría ser factible evitar la suba de la tasa de interés y lograr el efecto buscado combinando ambas políticas.
2.3.2. La crisis del 30: fallas de coordinación y “Trampa de liquidez” En el apartado 2.1. dejamos pendiente una pregunta: ¿cómo era el mecanismo por el cual el proceso de intermediación financiera en la economía de USA durante la crisis del 30 no funcionaba apropiadamente, de modo tal que el ahorro no se transformaba en inversión física? Como dijimos, existía en aquel momento un clima de enorme incertidumbre en los mercados financieros, transformados en un casino de apuestas. Analicemos este escenario de un modo sencillo, con los elementos que nos permite el modelo desarrollado hasta aquí. Al proceso de intermediación financiera de una economía, –al igual que ocurre en los mercados de bienes– concurren diferentes grupos de agentes que enfrentan potenciales problemas de coordinación de expectativas entre ellos. Entre los agentes más relevantes de los mercados financieros podríamos enumerar a bancos oferentes de crédito y tomadores de depósitos, empresarios y familias demandantes de crédito, familias y empresas que concurren a demandar activos financieros –ya sea en forma de depósitos bancarios o de activos en los mercados de capitales–, o especuladores en los mercados de capitales. Concentrémonos en la demanda especulativa de dinero y en la oferta de dinero, es decir, en la demanda y oferta de activos financieros en los mercados de capitales, mercados de “bonos” –en el sentido amplio que le dimos al término en secciones anteriores. Distingamos allí dos grupos de agentes que concurren a los mercados de capitales: a) un grupo que desea ahorrar –es decir, demandar bonos– y no participa activamente en las negociaciones diarias en los mercados financieros, y b) un grupo de especuladores, “brokers”, cuya actividad central es realizar transacciones en los mercados de capitales y obtener ganancias propias de su actividad principal: especular. Un clima de gran incertidumbre, fuertemente especulativo, podría ser caracterizado mediante una manera particular en la que los especuladores se forman expectativas en los mercados financieros al ofrecer y demandar bonos, es decir, al demandar y ofrecer dinero. Dichas expectativas las hemos representado en forma estilizada en nuestro modelo en la demanda especulativa, Md, como función del parámetro “l” y de la diferencia (i-ie). En mercados de capitales altamente especulativos, tienden a desaparecer los principios fundamentales que deberían determinar los precios de los activos financieros y, en cambio, dichos precios se guían sólo por maniobras 102
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especulativas basadas en expectativas de cortísimo plazo. Por ejemplo, cuando baja el precio de un bono, Pb, los especuladores coordinan sus expectativas asumiendo que rápidamente Pb va a subir “mañana”, por lo que especulan comprando Pb hoy, ya que lo consideran “barato” respecto del precio esperado hoy para mañana, Pbe. ¡Y más vale apurarse! Cuanto antes se compre barato y cuanto más caro de venda mañana, mayor la ganancia especulativa. En este contexto, cualquier mínima disminución de Pb, es decir, un mínimo aumento de su rendimiento o tasa de interés “i”, genera una fortísima tendencia a comprar bonos hoy, impulsando un enorme EDBo y, en consecuencia, casi instantáneamente (tal vez “mañana” sea muy tarde...) aumenta Pb y cae su rendimiento “i”, moviéndose en sentido contrario a su aumento inicial. En consecuencia, en un clima de incertidumbre que conduce a una gran especulación, los mercados de capitales se vuelven altamente volátiles, puesto que los precios de los bonos suben y bajan rápidamente. Observemos ahora este mismo proceso desde el punto de vista de la demanda de dinero Md. En función de lo explicado aquí, todo aumento o disminución de “i” (Pb) genera expectativas en sentido contrario respecto de ie (Pbe). A su vez, la enorme sensibilidad de los mercados financieros al movimiento de “i” está caracterizada en nuestro modelo por el parámetro (“l”), que es en este escenario de una gran magnitud, tanto que en el límite de una enorme especulación financiera tiende a infinito, “∞”. Cuando un agente no-especulador desea ahorrar y concurre a los mercados financieros a demandar bonos –la forma financiera de su ahorro– genera un pequeño EDBo, pequeño en relación al stock de bonos existente en el mercado en poder de los especuladores. Este pequeño EDBo impulsa una pequeña alza en Pb, o caída de “i”. Dado que los especuladores piensan que Pbe será menor (ie mayor), rápidamente concurren masivamente a vender sus bonos, demandados por el ahorrista, cerrando casi instantáneamente el pequeño EDBo inicial, y a modo de profecía autocumplida, convalidan sus expectativas originales sobre Pbe e ie, que vuelven a sus niveles iniciales Pb e “i” hasta que se cierra el EDBo inicial, equilibrándose casi instantáneamente los mercados de bonos y dinero. En consecuencia, en el límite los mercados financieros se comportan “como si” no hubiera variado “i”. En términos de la política monetaria expansiva explicada con anterioridad, una emisión monetaria que genere un EOM, equivalente a un EDBo, no logra disminuir la tasa de interés “i”. Se ha roto la primera etapa del mecanismo de transmisión de la política monetaria. Además, dado el fuerte clima especulativo y la gran recesión existente, por más que “i” lograra descender levemente, esto tampoco hubiera incentivado a los empresarios a demandar más inversión, puesto que no reaccionaban ante una disminución del costo del crédito, ya que su principal problema era la falta de mercados donde colocar sus ventas. Recuerde el lector que ésa había sido la razón por la cual la demanda de inversión “I” estaba definida simplemente por los “espíritus animales” (I = Io), deprimidos en la crisis del 30. Dado que una disminución de “i” tampoco generaría aumentos en “I”, tampoco funcionaba la segunda etapa del mecanismo de transmisión de la política monetaria.
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Acabamos de responder la pregunta que originalmente nos habíamos planteado. Bajo estas condiciones, el mecanismo de intermediación financiera no operaba adecuadamente, imposibilitando que el ahorro lograra transformarse en inversión física. La política monetaria era totalmente inefectiva para reactivar la economía; por más que la autoridad monetaria inyectara Ms en el mercado, nunca lograba expandir la producción “Y”. En términos del modelo IS-LM, si “l” tiende a “∞”, la pendiente de la curva Md es estrictamente horizontal, al igual que la curva LM, por las razones ya explicadas en apartados anteriores. Bajo estas condiciones, como se puede apreciar en los gráficos siguientes, la política monetaria no lograba impactar en la tasa de interés, mientras que la política fiscal expansiva era sumamente efectiva para expandir la renta, ya que no existía efecto crowding out alguno, debido a que la pendiente horizontal de la curva LM generaba un alza nula en la tasa de interés. G.2.30. Trampa de liquidez Política Fiscal
Política Monetaria i
i
∆i=0
A
B
LM
∆i=0
i
B A
Md LM
A
B
IS’ IS
IS
Y
∆ Y= 0
∆Y
Y
∆ Ms P
l→∝ He aquí una explicación más completa (en comparación con la presentada en el modelo MKS) del fenómeno por el cual Keynes, al analizar el escenario de la crisis del 30, propuso una política fiscal expansiva, denominada política de demanda efectiva, ideas que tuvieron un notable éxito para reactivar la economía y sacarla de la Gran Depresión del 30.
Política de demanda efectiva y coordinación Esta ruptura del mecanismo de intermediación financiera podría ser vista como una gran falla de coordinación, entre un grupo de agentes que ahorraba y deseaba invertir y, por otro lado, un grupo de agentes especuladores, falla de coordinación originada en el mal funcionamiento de los mercados financieros. Por lo tanto, esta política de demanda expansiva en los mercados de bienes tenía su correlato en los mercados financieros mediante la intervención del estado para corregir esa gran falla de coordinación. En términos financieros, podríamos pensar que había un grupo de agentes ávidos de gastar en los mercados de bienes aunque “ilíquidos”, y otro grupo de agentes llenos de liquidez, pero que la empleaban con fines especulativos en los mercados financieros. La contracara de una política de demanda efectiva en los mercados de bienes es una intervención del gobierno en tanto agente coordinador de es104
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tos dos grupos de agentes: el gobierno emitía bonos, rápidamente comprados por los especuladores, y con esa liquidez financiaba la política de demanda efectiva, por ejemplo, aumentando el gasto público. De este modo, la intervención del Estado en la economía propuesta por Keynes puede ser vista como una política de coordinación de expectativas ante la falla de coordinación en los mercados financieros que el sector privado no podía solucionar a través de un mecanismo ajuste “natural”. Podría pensarse, pues, que la intervención del Estado en la economía suplantaba al “rematador walrasiano”, ya que la “subasta” no funcionaba por sí sola. Cabe destacar que para que este mecanismo de coordinación funcione, debe darse un escenario del que participen tres grupos de agentes: un grupo de agentes ávidos de gastar en los mercados de bienes, “ilíquidos”, un grupo de especuladores “líquidos” que mantenían esa liquidez en los mercados de capitales domésticos, y un gobierno con capacidad de emitir un bono y vendérselo a los especuladores “líquidos”. Como dijimos en apartados anteriores, una de las habilidades de los macroeconomistas consiste en poder aprender de las experiencias históricas y aplicar los modelos adecuados en las coyunturas que deben analizar. Hagamos este ejercicio trazando un paralelismo entre la Gran Depresión del 30 y la severa recesión por la que atravesó la economía argentina en 2001-2002. Algunos economistas argentinos proponían realizar una política de demanda efectiva para reactivar la economía. Sin embargo, si bien en la crisis argentina existían algunas similitudes con aquel escenario de los años 30, también existían otras tantas diferencias que impedían aplicar una política de demanda efectiva de características análogas durante 2002. Uno de estos tres grupos de agentes era sin lugar a dudas común a ambas crisis: el grupo ávido de gastar pero “ilíquido”. Sin embargo, los otros dos agentes no existían, por lo que el Estado no podía generar el mecanismo de coordinación antes mencionado. El primer agente que no operaba era el gobierno con capacidad para emitir un bono y vendérselo al sector privado, ya que el Estado argentino había incurrido en default de su deuda soberana. El otro agente ausente era el grupo de especuladores “líquidos” que operaban en los mercados de capitales domésticos, ya que ante la incertidumbre existente en una economía pequeña, abierta y volátil como la argentina, los agentes domésticos fugaron sus capitales al exterior.
A. Problemas Macroeconómicos Ejercicio 1. Distinga en el modelo IS-LM: a. Cuántas ecuaciones hay y de qué tipo son. b. Cuáles son las variables endógenas, cuáles las exógenas y cuáles los parámetros. Ejercicio 2. Explique económicamente, utilizando el álgebra y el gráfico del modelo, qué representan las curvas IS-LM. Analice los parámetros involucrados en cada una de las relaciones y explique cómo vinculan a las variables. Ejercicio 3. Explique cómo se reestablecería el equilibrio en una economía descripta por el modelo IS-LM luego de un
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cambio negativo en las expectativas de los inversores (los animal spirits se deprimieron). Ejercicio 4. “El modelo IS-LM plantea lo siguiente. Los agentes domésticos ahorran comprando (demandando) bonos. Si aumenta la renta nacional, aumenta el ahorro, y por ende, la demanda de bonos. En consecuencia aumenta el precio de los bonos, baja su rendimiento, arbitrando la tasa de interés a la baja e impulsando un aumento de la demanda de inversión privada. (El ahorro es la base de la fortuna)”. ¿Verdadero o Falso? Justifique conceptualmente. Ejercicio 5. Al referirse a la parte formal del modelo IS-LM, un estudiante afirmó categóricamente (aunque reprobó de todos modos): • La renta, puesto que es una de las variables endógenas del modelo IS-LM, es una de las variables endógenas del mercado de dinero. • Las variables exógenas y los parámetros funcionan en el modelo como constantes, pues su valor no varía en el corto plazo. • La igualdad entre ahorro e inversión es una condición de equilibrio ex ante y una identidad ex post. • “Todo lo que dije hasta aquí está mal, por favor, profesor, ¡tenga piedad!” Ejercicio 6. Si la demanda de saldos reales es muy sensible a las variaciones de la tasa de interés, la política monetaria del BCRA es muy efectiva. ¿Verdadero o Falso? Justifique. Justifique todas sus respuestas económicamente -es decir, conceptualmente-, utilizando para ello los gráficos y el álgebra correspondientes. Ejercicio 7. ¿Cómo impacta en el mercado de dinero un aumento de la confianza de los consumidores (c)? Ejercicio 8. ¿Cómo repercute luego en el equilibrio del modelo IS-LM? Ejercicio 9. Ante la existencia de desempleo elevado, el gobierno K decide realizar un ambicioso plan de obras públicas con el objetivo de disminuir el desempleo ¿qué política monetaria podría tomar el BCRA para que la política gubernamental no “desincentive” la inversión privada? Ejercicio 10. Suponga que los empresarios, tanto cuando demandan dinero como crédito, poseen sensibilidades “normales” a variaciones en la tasa de interés (¿a qué parámetros se está haciendo referencia en ambos casos?). A partir de una situación inicial de equilibrio, una inesperada noticia disminuye la confianza de los empresarios en la economía K, shock exógeno que restablece una nueva situación de equilibrio, a tra106
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vés de un mecanismo de ajuste. En consecuencia, en el mercado de dinero: • El nuevo equilibrio se restablece a menores niveles de demanda de dinero, oferta de dinero y tasa de interés. • La disminución inicial de la renta presiona a la baja en el precio de los bonos. • Cambió la composición de la demanda de dinero. • El nuevo equilibrio se restablece con una menor cantidad demandada de dinero, pero igual cantidad ofrecida, a menor tasa de interés. • Ninguna de las anteriores. Ejercicio 11. Suponga una economía M en la que inicialmente todos los mercados están en equilibrio y todas las curvas tienen pendientes “normales”, excepto la curva OA. Si el gobierno aumenta las jubilaciones de privilegio (es decir, las transferencias al sector privado), entonces en el corto plazo el mercado de dinero encuentra un nuevo equilibrio caracterizado por (compare el escenario inicial con el final): • aumentos de la demanda de dinero y la tasa de interés, permaneciendo constantes las cantidades ofrecidas de dinero en términos reales. • aumentos de la cantidad demandada de dinero y la tasa de interés, pero disminución de la cantidad ofrecida de dinero en términos reales. • aumento de la demanda de dinero pero disminución de la cantidad demandada de dinero y la oferta monetaria real. • Ninguna de las anteriores. Ejercicio 12. Una política monetaria contractiva es más efectiva cuando: • El sector privado es austero (poco consumista) y, además, el gobierno K establece una tasa impositiva baja. • La demanda de inversión privada de la economía K es poco sensible a variaciones en la tasa de interés, pero muy sensible a variaciones en la renta. • La pendiente de la curva LM de la economía K no es vertical. • Ninguna de las anteriores. Ejercicio 13. El destacado economista Joe Tax, funcionario gubernamental de la economía M durante la primera mitad de los 90, declaró: “en el marco del rápido crecimiento experimentado por nuestra economía, un aumento de la tasa impositiva desincentivará la expansión de la producción y, además, desincentivará sin dudas la demanda de inversión privada” (Joe Tax no enfrenta un escenario de trampa de liquidez). ¿Verdadero o Falso? Justifique.
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B. Modelización de Artículos Periodísticos Artículo 1. “EEUU y el retorno de las Reaganomics”
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Artículo 2. “Caro, pero el peor” OPINIÓN : PAUL KRUGMAN Fecha : 12/01/2003 Fuente : Clarín Página : 9/Económico La cosa es así: enfrentado el gobierno de Bush con un problema real –sea el terrorismo, la economía, o la capacidad atómica de Corea del Norte– su respuesta no tiene nada que ver con una resolución del problema. En cambio, explota la cuestión para impulsar su agenda política. No obstante, los fieles cantan loas a la sabiduría de nuestro glorioso líder. Por diversas razones, entre ellas el deseo de evitar que se los acuse de filo-progresistas, la mayoría de los comunicadores oscilan prolijamente al presentar el tema. Y el público, que sólo lee loas o comentarios fabricados con mosaicos de opiniones, nunca cae en la cuenta de la fundamental desconexión que hay entre el problema y las medidas. Y eso es justamente lo que sucede con el plan de “estímulo” del gobierno. Estimular a una economía que flaquea no es una ciencia del otro mundo. Todo lo que un plan sensible debe hacer es poner el foco en el presente, no en el futuro distante; en los que sufren, no en los que les va bien; y en los que con más probabilidad van a gastar el dinero extra. Hoy por hoy un plan sensible correría a ayudar a los desocupados de larga data, cuyos beneficios –en un acto de increíble insensibilidad– se dejaron caer el mes pasado. Daría ayuda inmediata en gran escala a los vapuleados gobiernos de los estados, sobre los cuales han recaído costosas obligaciones de seguridad nacional aun cuando sus ingresos descendieron. Dados nuestros problemas presupuestarios de largo plazo, cualquier rebaja de impuestos debería ser temporaria, e ir mayoritariamente a las familias de ingresos medios y bajos. El lunes, los demócratas de la Cámara de Representantes dieron a conocer un plan “de libro”: ayuda a los estados y a los desocupados, rebajas para todo el mundo. Pero la pieza central del proyecto del gobierno es, nada más y nada menos que la eliminación permanente del impuesto a los dividendos. Así que en vez de una medida temporaria, tenemos una rebaja de impuestos definitiva. El precio del plan asciende a la monstruosa suma de 600.000 millones de dólares, aun cuando menos de 100.000 millones llegarán en el primer año. El plan demócrata, que sólo costaría en total 136.000 millones de dólares, da en la práctica más estímulos de corto plazo. Y en vez de ayudar a los necesitados, el plan de Bush está casi ridículamente sesgado hacia los muy, muy acomodados. Para quien tiene acciones en una cuenta jubilatoria, sus dividendos ya están exentos de impuestos; este plan les baja la carga tributaria sólo a quienes poseen gran cantidad de acciones por afuera de sus cuentas de retiro. Más de la mitad de los beneficios irían a personas que hacen más de 200.000 dólares por año, y una cuarta parte a gente que gana más de un millón de dólares por año. Ni siquiera los economistas del gobierno se afanan por sostener que este plan tiene algo que ver con incentivos de corto plazo. Más bien lo venden como una respuesta a otros problemas. Sobre todo, se supone que apunta a terminar con el flagelo de la “doble imposición”. Doble imposición Hoy en día, muchos ingresos enfrentan la doble imposición, entendiendo por tal el hecho de que el mismo dólar tributa más de una vez. Por ejemplo, la mayoría de nosotros pagamos impuestos a los ingresos y cargas laborales cuando cobramos nuestros sueldos, y luego pagamos impuestos cuando lo gastamos. Así que 109
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¿por qué se ha vuelto de pronto tan urgente garantizar que los dividendos, en particular, nunca tributen más de una vez? Eso si es que tributan algo. En la práctica, el plan de Bush eximiría a una cantidad de ingresos –los ingresos de la gente rica– de cualquier tipo de impuestos. Gracias a los esfuerzos de los lobbistas, el código tributario para empresas hoy tiene tantos agujeros como un queso gruyere, y las empresas lo están aprovechando con todo. Un ejemplo: entre 1998 y 2001, CSX Corporation, la compañía que dirige el secretario del Tesoro entrante, John Snow, hizo 900 millones de dólares de ganancias, pero no pagó impuestos netos: en la práctica recibió 164 millones en deducciones. Y no se trata de una excepción; el impuesto promedio a las ganancias ha caído a su nivel más bajo en casi 60 años. De todos modos, hasta debatir los pro y los contra de un impuesto a los dividendos es hacerle el juego al gobierno, lo cual es cambiar de tema. ¿No era que íbamos a hablar de un estímulo económico de emergencia? Sin duda, la versión final del plan de “estímulo” va a contener unas pocas medidas genuinas de lucha contra la recesión –un crédito por hijos por aquí, un beneficio de desempleo por allá, unas migajas para los estados– por los cuales el gobierno esperará hacerse acreedor a una inmensa gratitud. Pero el hombre a cargo de esto –es decir, Karl Rove– claramente está apostando a que la economía se recuperará por sí sola, y se propone utilizar el simulacro de estímulo principalmente como una oportunidades para conseguir más rebajas de impuestos para los ricos. Ideología aparte ¿alguna vez esta gente decidirá que una parte de su trabajo es resolver los problemas, y no sólo usarlos como excusa?
Ejercicio 1. Suponga una economía en la que inicialmente todos los mercados están en equilibrio y todas las curvas tienen pendientes “normales”, es decir, no hay desempleo elevado ni trampa de liquidez y los precios son flexibles. Analice económicamente, utilizando para ello los gráficos y el álgebra correspondientes, las consecuencias de una disminución de la confianza de los empresarios en la economía. No olvide hacer la estática comparada del modelo. Ejercicio 2. Los dos artículos periodísticos están referidos al plan de recorte impositivo propuesto por la administración Bush al congreso de EE.UU. a comienzos del 2003. Mientras que el primer artículo, escrito por la Editorial del periódico argentino El Cronista, es una tenaz defensa de dicho paquete impositivo, el segundo, escrito por P. Krugman, es una aguda crítica de esta propuesta fiscal del gobierno republicano. Parte A. Identifique, enumere y explique brevemente los puntos controversiales del debate expuesto en estas noticias. Parte B. Análisis de corto plazo, modelo IS-LM. 1. El primer párrafo de la Noticia 2 hace referencia a una combinación de políticas monetaria y fiscal. Analice los resultados de estas políticas utilizando el modelo IS-LM, brindando una explicación económica que se apoye en los gráficos y las ecuaciones correspondientes.
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2. A partir de la ecuación de déficit fiscal primario DF = G (To+t.Y) y del gráfico que usted construyó en el punto anterior, compare el efecto que tendría este paquete impositivo según las diferentes visiones expresadas por los autores de las noticias 1 y 2. 3. Utilizando las ecuaciones de las funciones consumo y ahorro y el resto del modelo IS-LM explique cómo influye este paquete impositivo en las variables endógenas del modelo a través de su impacto vía reasignación del ingreso entre consumo y ahorro. Muestre las dos visiones que expresan ambos autores al respecto.
Artículo 3. “Estudian subir los encajes a partir de la segunda quincena” Diario Clarín, 4 de agosto de 1993 El presidente del Banco Central (BCRA), Roque Fernández, aseguró ayer que el comportamiento de las tasas de interés dependerá de “cómo vote la gente”, en alusión a las elecciones del próximo 3 de octubre. También sostuvo que es intención del equipo económico “aumentar la capacidad prestable” del sistema financiero, como una manera de reducir el alto costo del dinero, y remató sus dichos al asegurar que Carlos Menem es el líder “sobre el cual la gente puede optar”. Mientras Fernández habla de política y economía, en el BCRA están trabajando a todo vapor para elevar los encajes bancarios (porcentajes de los depósitos que los bancos tienen que inmovilizar obligatoriamente) en la segunda quincena de agosto. Una medida que tiende a quitar circulante del sistema, a disminuir la cantidad de dinero que los bancos pueden prestar y que, en definitiva, se traducirá en un aumento de las tasas de interés. Algo que ya comenzó a tener sus consecuencias ayer en el sistema financiero. Las insólitas declaraciones de Fernández, un hombre habitualmente parco ante la prensa, sorprendieron a los periodistas que ayer cubrieron la reunión del llamado “gabinete financiero” del equipo económico. La sorpresa no llegó por sus opiniones sobre la política monetaria (el peso no se devaluará, las tasas de interés bajarán con el tiempo, no habrá emisión monetaria), que sólo repitieron el discurso oficial del Palacio de Hacienda, sino por su encendido respaldo a Carlos Menem, a quien definió como “el único líder de la Argentina, sobre quien la gente puede optar”. Luego, fiel a la práctica de “palo y zanahoria” del equipo económico, Fernández dejó traslucir una velada amenaza al condicionar la baja de las tasas de interés a “cómo vote la gente, si sabe votar las próximas elecciones” del 3 de octubre. Sin embargo, a pocas cuadras del Ministerio de Economía, donde Fernández habló de una baja en el costo del dinero, en el BCRA están estudiando una medida cuyas consecuencias son exactamente inversas a las promesas de Fernández: una suba en los encajes para la segunda mitad de agosto que significará un aumento en las tasas de interés. Los encajes son el porcentaje de los depósitos (en cuenta corriente y caja de ahorro, en pesos y en dólares) que los bancos deben mantener inmovilizados en el propio Banco Central. Un aumento en los encajes representa menos dinero en
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circulación, los bancos se quedan con menos plata para prestar (ya que deben mantener el efectivo en el BCRA) y, en consecuencia, sube la tasa de interés. El objetivo de las autoridades monetarias al poner vigencia una medida que resta efectivo a la circulación es casi evidente: piensan que es la mejor herramienta para neutralizar los 1.800 millones de pesos que recibirán los jubilados por el cobro de sus deudas previsionales y para mantener ahogado el índice inflacionario de septiembre, que se conocerá en momento de las elecciones de octubre. Hoy, en la reunión de directorio del BCRA, los funcionarios se dedicarán a analizar algunas propuestas concretas sobre la cuestión. Los equipos técnicos de Reconquista 266 están trabajando con dos hipótesis: un aumento general (de 10 puntos porcentuales) en los encajes para todas las operaciones de depósitos, o, en su defecto, encajes mayores pero diferentes, de acuerdo con el tipo de depósito que se trate. En lo que sí hay acuerdo es en la fecha de vigencia de la nueva medida, que regiría a partir de la segunda quincena de agosto (abarcando el período 16 de agosto -15 de setiembre).
Ejercicio 1. En diferentes párrafos de este artículo periodístico se sostiene que “...es intención del equipo económico aumentar la capacidad prestable del sistema financiero, como una manera de reducir el alto costo del dinero..” y “...una suba en los encajes para la segunda mitad de agosto que significará un aumento en la tasa de interés...”. Se pide que, utilizando el modelo IS-LM : a. explique estas afirmaciones; b. infiera las consecuencias que estas políticas tendrían sobre los mercados de bienes y dinero; y c. explique por qué el periodista señala que ambas políticas son contradictorias.
BLANCHARD, O. (2004), Macroeconomics, Tercera Edición, Prentice Hall. DORNBUSH, R. y FISHER, S. (1994), Macroeconomía, Sexta edición, Mc-Graw Hill, Madrid. LEIJONHUFVUD, A. (1980), What was the matter with IS-LM, University of California, Los Angeles.
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Ejercicio 2. a. Utilizando el modelo IS-LM, explique los efectos sobre las variables endógenas de este modelo que tendrán “...los 1.800 pesos que recibirán los jubilados por el cobro de sus deudas previsionales...”. b. Incorpore esta variación exógena a la segunda afirmación de la pregunta (1) y analice –utilizando el modelo– estas dos políticas conjuntamente. ¿Se trata del caso de una política monetaria acomodaticia?
3 El mediano plazo Objetivos El conjunto de objetivos que esta tercera Unidad pretende alcanzar está orientado a que el estudiante logre comprender los fundamentos de los siguientes tópicos: • el funcionamiento del mercado de trabajo; • la formación de la función Oferta Agregada derivada del comportamiento del mercado de trabajo; • la conformación de la función Demanda Agregada, deducida a partir del modelo IS-LM presentado en la Unidad 2, pero esta vez asumiendo flexibilidad de precios; • el funcionamiento del mercado de bienes en un escenario de precios flexibles, a partir de la interacción de la Oferta y la Demanda agregadas; • la dinámica de una economía cerrada en el mediano plazo, fruto de la interacción del mercado de bienes y el mercado de trabajo. En esta Unidad presentaremos en primer lugar el funcionamiento del mercado de trabajo. A partir de él, deduciremos la formación de la función Oferta Agregada de la economía. Luego, a partir del modelo IS-LM presentado en la Unidad 2, deduciremos la conformación de la función Demanda Agregada, pero esta vez asumiendo flexibilidad de precios. Una vez construidas estas dos hipótesis, estaremos en condiciones de comprender, pues, el funcionamiento del mercado de bienes en un escenario de precios flexibles, a partir de la interacción de la Oferta y la Demanda agregadas. Finalmente, la interacción del mercado de bienes y el mercado de trabajo, nos permitirá mejorar la comprensión del funcionamiento de una economía cerrada en el mediano plazo.
3.1. Conceptos iniciales Siguiendo con la metodología utilizada a lo largo de toda esta Carpeta de Trabajo, “interconectada” al libro de texto de BLANCHARD y PÉREZ ENRRI, el abordaje del estudio del mercado de trabajo comenzará con una atenta lectura del Capítulo 15 de dicho texto. Este capítulo es de lectura sencilla, menos “densa” que otros capítulos del libro. Como es habitual, no repetiremos los conceptos claramente explicados allí, sino que los utilizaremos en esta Carpeta para ayudar al estudiante a (re)construir el modelo del mercado de trabajo.
BLANCHARD, O. y PÉREZ ENRRI, D. (2000), “Capítulo 15”, en: Macroeconomía: Teoría y Política Económica con aplicaciones a América Latina, Prentice Hall Iberia, Buenos Aires, pp. 321 a 341. 113
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Los conceptos más relevantes que debieran aprehender al leer el Capítulo 15 del libro de referencia son los que muestra el esquema G.3.1. : G.3.1.
•Formas de contratación laboral a) Negociación colectiva b) Negociación por firma c) Mc Donalds
•Mecanismo de determinación de salarios • Salario de reserva • w = w (u) (-) • Costo de salida del trabajador para la empresa • Salario de eficiencia El primer grupo de conceptos presentados aquí arriba hace alusión a las diferentes formas de contratación laboral existentes, agrupadas en tres grandes categorías según el poder de negociación que cada una de ellas les otorgan a los trabajadores a la hora de negociar sus salarios reales. El segundo grupo de conceptos hace referencia a los cuatro principales mecanismos que influyen en la determinación de los salarios reales. Cada uno de ellos explica una parte de la determinación de los salarios, también en función de cómo contribuye cada uno al poder de negociación salarial de los trabajadores. Esta concepción del mercado de trabajo es una de las diferentes visiones con las que se puede abordar esta problemática. Podría decirse que es una visión “heterodoxa”, pues está basada en fundamentos macroeconómicos, omitiendo los fundamentos microeconómicos que suelen utilizarse en los enfoques más “ortodoxos” y tradicionales del mercado de trabajo, tales como la “productividad marginal del trabajo”, o la “ecuación ocio-trabajo” de los trabajadores.
3.2. El Mercado de trabajo Una vez reunidas las partes, veamos cómo funcionan en conjunto. Emplearemos el mismo esquema de razonamiento que vinimos utilizando desde el principio de la Carpeta. Primero construiremos el mercado, definiéndolo a través de sus ecuaciones de comportamiento; luego veremos cómo este mercado convergería a una situación de equilibrio en ausencia de shocks exógenos mediante un mecanismo de “ajuste natural”; y finalmente mostraremos cómo funciona el mecanismo de impulso-propagación de este mercado generado por un shock exógeno, utilizando la metodología analítica de “estática comparada”: equilibrio inicial- shock exógeno - desplazamiento de una curva - desequilibrio transitorio - ajuste “natural” - nuevo equilibrio. 114
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Como se explica en libro de texto de referencia, el mercado está definido por un simple sistema de ecuaciones, compuesto por dos ecuaciones de comportamiento: • Ecuación de salarios: WS: w = pe . F(u,z) • Ecuación de Precios: PS: p = w . (1+µ)
E.3.1. E.3.2.
y por una condición de equilibrio de mediano plazo: • PS = WS
E.3.3.
3.2.1. La ecuación de Salarios: WS La ecuación E.3.1. reemplaza lo que en un enfoque “ortodoxo” representaría la función de “oferta de trabajo”, y nos cuenta la historia de un modo diferente. En vez de plantear que existe en la mente de los trabajadores (o en los sindicatos que los agrupan) nociones que los llevan a maximizar su nivel de utilidad o satisfacción desde su punto de vista microeconómico, esta ecuación E.3.1. está presentada como el “lugar”, la mesa de negociaciones, en donde trabajadores y empresarios negocian los salarios, nominales y reales. La ecuación de salarios WS nos dice en principio que el salario nominal, w, es función de tres variables: • una variable endógena, el desempleo “u”, • una variable exógena, las expectativas vinculadas a los precios, determinados éstos en los mercados de bienes, “pe”, y • un parámetro “z” (fijo en el corto plazo, como todo parámetro), que agrupa todos los posibles cambios estructurales que pueden afectar al mercado laboral, tales como una ley de reforma laboral, un aumento del seguro de desempleo o un cambio de régimen cambiario que afecte la competitividad de la economía, por ejemplo. La primera de estas relaciones funcionales nos dice que cuando disminuya el desempleo, aumentará el poder de negociación de los trabajadores para poder negociar mejor sus salarios nominales. Pero la segunda variable, pe, nos dice que empresarios y trabajadores, al establecer los salarios nominales, tendrán en cuenta el índice de precios (por ejemplo, el IPC en Argentina) esperado para el período que dure el contrato laboral, e incluido en la negociación en paritarias laborales. Bajo el supuesto de que tanto trabajadores como empresarios pueden estimar razonablemente pe en un determinado período de tiempo futuro –por ejemplo, dos años– entonces podríamos asumir que el nivel de precios efectivamente realizado dentro de dos años, Pt+2, será razonablemente similar al que empresarios y trabajadores pronosticaron hoy, en el momento de la negociación, dos años hacia adelante, t Pe t+2 . Bajo este supuesto razonable, podemos asumir “como si” Pt+2 = t Pe t+2 o, simplemente, P = Pe. Nuevamente nos topamos con uno de los temas más controversiales de la teoría macroeconómica: el modo en que los agentes económicos forman sus expectativas. El supuesto “P = Pe” merece en realidad ser analizado con sumo cuidado, dado que los agentes económicos difícilmente tengan "previ115
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sión perfecta" al realizar sus pronósticos, lo que implicaría que P = Pe en todo momento del tiempo, incluyendo el corto y cortísimo plazo. Sin embargo, este modelo no plantea un supuesto tan fuerte como éste en cuanto a la manera en que los agentes forman sus expectativas, sino que se basa en uno mucho más realista. En efecto, este supuesto no es válido en todo momento del tiempo, sino solamente en el “mediano plazo”. Es decir, en el corto plazo los agentes pueden errar sus pronósticos, pero podríamos pensar que forman sus expectativas “como si” en sus mentes funcionara un “modelo de corrección de errores”, por el cual, una vez que se equivocaron al estimar Pe, al período siguiente corrigen el anterior error de predicción. En consecuencia, el supuesto implícito que está detrás de esta ecuación WS es que si tanto empresarios como trabajadores estiman, por ejemplo, una tasa de inflación baja, por lo que estiman hoy que P aumentará poco en el período que dure el contrato laboral –es decir, hoy creen que Pe es bajo–, y luego la inflación resulta ser mayor a la esperada, entonces corregirán su error de pronóstico sobre el Pe original, negociando en los futuros contratos laborales salarios nominales más altos. El salario promedio de la economía, w, es algún promedio de todos los distintos contratos laborales que se negocian a menudo en los diferentes sectores de la economía en forma superpuesta en cada momento del tiempo. Al tiempo que se van renegociando los nuevos contratos con w mayores, va subiendo el w promedio de la economía, a medida que se van corrigiendo los pronósticos sobre Pe. En síntesis, esta ecuación WS asume que no hay “engaño” de parte de los empresarios a los trabajadores en el momento de la negociación salarial en cuanto a Pe, más o menos bien conocido por empresarios y trabajadores. Tampoco supone esta ecuación que una “sorpresa inflacionaria” posterior al momento de la negociación podrá perjudicar a los trabajadores, porque en ese caso empresarios y trabajadores irán corrigiendo su error de predicción, lo que nos permite asumir que en el mediano plazo P = Pe. No se trata de que los empresarios no deseen sacar ventaja en esta negociación, sino simplemente que ambas condiciones asumen que los trabajadores no están mal informados y/o poseen “ilusión monetaria”, por pretender negociar salarios nominales sin “comprender” que esto automáticamente generará inflación, haciendo que los salarios reales permanezcan invariables en el corto plazo. En consecuencia, esta ecuación WS nos dice que, dado Pe (determinado en los mercados de bienes) los salarios nominales se definen en el momento de la negociación. Además, en el mediano plazo P = Pe, esta ecuación nos dice también que en el momento de la negociación empresarios y trabajadores negocian, pues, salarios reales de equilibrio de mediano plazo. Bajo el supuesto de P = Pe podríamos redefinir, pues, la ecuación WS en el mediano plazo, reemplazando Pe por P: Recuerde que todo cambio en un parámetro como "z", requiere de un "cambio estructural", como, por ejemplo, una nueva ley de reforma laboral, algo que suele ocurrir sólo una vez en períodos prolongados de tiempo.
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WS: w/p = F(u,z)
E.3.1.bis
Esta segunda lectura de la ecuación WS nos dice que, dada la estructura económica que afecta el mercado laboral “z” –supuesta fija en el mediano plazo–, empresarios y trabajadores acuerdan, en el momento de la negocia-
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ción laboral, salarios reales en alguna función “F” del desempleo, función que tiene pendiente negativa: si disminuye el desempleo, aumentará el poder de negociación de los trabajadores y, entonces, luego, aumentará el salario real.
3.2.2. La Ecuación de precios: PS Por su parte, la ecuación de precios representa el modo en que los empresarios forman los precios en base a las mismas expectativas de precios y salarios. Dado Pe, estimado “más o menos bien” por empresarios y trabajadores, en las negociaciones laborales se determina w (nominal). Una vez conocido w, los empresarios forman los precios actuales, p, adicionándole a w un margen “µ”, que incluye los demás costos no salariales y su margen de ganancia empresaria. Este modo de formar precios es conocido en la literatura como mark up, y es consistente con un escenario fácilmente comprobable empíricamente: la mayoría de los mercados no son competitivos, sino oligopólicos o monopólicos, lo que les permite a grandes grupos empresarios que dominan los mercados mantener µ en el mediano plazo –más allá de posibles oscilaciones de corto plazo–, independientemente de lo que pase con w y Pe (dado z). Es decir, los empresarios de un sector trasladarán tanto los aumentos en los costos originados en otros sectores como los aumentos salariales de su sector, a los precios “P” que forman en su sector, de modo de mantener inalterado “µ” en el mediano plazo. Parece un supuesto de comportamiento empresario bastante razonable en términos “estilizados”, propios de un modelo, en función de lo que podría contrastarse con la realidad. Reordenando la Ecuación E.3.2., se obtiene: PS: w/p = 1/(1+µ)
E.3.2.bis
Dado que µ es un parámetro fijo en el corto plazo, es decir, un valor dado, un número, la interpretación de esta ecuación nos dice que existe un valor particular de la variable w/p que permite mantener inalterado el mark up en el mediano plazo. Ese valor es 1/(1+µ), un número dado. Por ejemplo, si en algún sector de la economía, en algún período histórico, µ = 20%, entonces el salario real de equilibrio de mediano plazo sería w/p = 0.83 (miles de $ mensuales = $ 830, por ejemplo). Estamos ya en condiciones de analizar el funcionamiento del mercado laboral, en base a las tres ecuaciones antes mencionadas, redefiniendo las 2 ecuaciones de comportamiento, tal como vemos en el esquema G.3.2:
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G.3.2. Mercado de Trabajo
Ecuación de salarios: w = p e . F(u,z) y
dw dp e
w p
= F(u,z)
p = pe
-+
Ecuación de precios: p = (1+ ).w ==> w w p
1 1+
ps ws uE
WS: w/p = F(u,z) PS: w/p = 1/(1+µ)
u
E.3.1.bis E.3.2.bis
3.2.3. La Tasa estructural de desempleo Obviamente, la condición de equilibrio de mediano plazo del mercado de trabajo nos dice que, dado z, existirá una determinada tasa de desempleo, que llamaremos “tasa de desempleo estructural” uE, que será consistente con un valor particular de salarios reales, aquél que mantenga un determinado nivel de mark up: 1/(1+µ) Condición de equilibrio de mediano plazo: F(u,z) = 1/(1+µ) E.3.3.bis
http://www.eumed.net/cursecon/economistas/Schumpeter.htm
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¿Qué es dicha tasa estructural de desempleo? Una tasa de desempleo consistente con un sendero de crecimiento en el que la economía está creciendo sobre su tendencia de largo plazo, es decir, utilizando todo su potencial de capital y trabajo en su máximo nivel sustentable en el mediano plazo. Aun en esas condiciones existe un nivel desempleo mayor a 0%, propio de las “fricciones” del sistema económico. El crecimiento económico no significa que todos los sectores y todas las empresas de una economía estén creciendo al mismo tiempo. En términos de J. Schumpeter, “el capitalismo es un proceso de destrucción creadora”, en el cual el surgimiento de unos sectores o empresas se da paralelamente al ocaso de otros, que pierden la competencia y salen del mercado. En este proceso, en esa “fricción” propia del sistema económico, mientras los sectores que surgen contratan trabajadores, los sectores “perdedores” los expulsan, y los trabajadores tardan un tiempo en adaptarse a las nuevas circunstancias del mercado laboral. Durante ese “tiempo de búsqueda laboral” de los trabajadores, esa porción de la fuerza laboral está técnicamente desocupada: busca trabajo y no lo encuentra, hasta que lo encuen-
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tra. Ese período de búsqueda puede ser relativamente corto (por ejemplo, tres meses) si una economía está creciendo en su tendencia de crecimiento potencial, sin capacidad ociosa de capital y trabajo. Aun así, por las razones recién comentadas, en todo momento existen trabajadores que se trasladan desde unas empresas hacia otras, y están transitoriamente desocupados. En consecuencia, existe en todo momento alguna tasa uE > 0. ¿Cuán distinta de cero? Dependerá de los parámetros “estructurales” “z”, que caracterizan a una sociedad en determinado momento histórico. Sólo para dar una vaga noción de magnitudes, en algunos casos uE podrá ser 5%, en otros 4%, en otros 6%. Y podríamos asumir que determinados niveles, por ejemplo, superiores al 10% de desempleo, podrían considerarse tasas superiores a la tasa “estructural” de desempleo de una economía. En este caso, la economía mostraría niveles de desempleo que podrían disminuir mediante la implementación de acertadas políticas económicas expansivas, como las que analizamos en la Unidad 2 de esta Carpeta. En cambio, nunca, por más acertada que sea una política económica expansiva, la tasa de desempleo podrá disminuir por debajo de su nivel estructural por períodos prolongados de tiempo en forma sustentable. Como veremos más adelante, este escenario conduciría a “sobrecalentar” el motor de esta economía, pretendiendo que crezca por sobre sus potencialidades, generando un proceso inflacionario que hará retornar a la economía a su potencialidad de crecimiento “estructural” en el mediano plazo. Dicha tasa se denomina, pues, “estructural” porque es la tasa de desempleo de equilibrio de mediano plazo del mercado de trabajo dadas las condiciones estructurales z de una economía en un determinado momento histórico. Es decir, dicha tasa puede ser diferente en distintos países y también puede variar en un mismo país a lo largo del tiempo si se produjeran cambios estructurales “z” que afecten al mercado de trabajo. Por ejemplo, tal vez las políticas neoliberales de reforma estructural “z” implementadas en Argentina en los años noventa, hayan significado un cambio estructural en el mercado de trabajo, de modo que uE haya aumentado en forma permanente –paramétrica– en dicho período histórico. Como se puede apreciar, el mismo concepto de “tasa estructural” de desempleo, al no ser único y variar con las cambiantes condiciones del sistema económico, presenta a los hacedores de política económica un enorme desafío: se trata de una variable no-observable, que sólo puede ser “inferida” mediante algunos indicadores indirectos. Cuando las autoridades económicas observan una determinada tasa de desempleo –por ejemplo, 6%–, ¿será esa la tasa “estructural” correspondiente a esa economía en ese momento histórico? ¿Cómo saber, entonces, si una política expansiva será la política económica más adecuada para reducir el desempleo, dado que el menor nivel que éste puede adquirir en el mediano plazo es el nivel “estructural”, no-observable?
Estos ejemplos de tasas de desempleo estructurales son sólo magnitudes conjeturales, cuyo fin es dar alguna noción al lector. La propia definición de tasa "estructural" hace que sea imposible establecer un nivel de desempleo único para todo tiempo y lugar por encima del cual éste superaría los niveles "estructurales".
Permanente podría leerse como "al menos hasta que haya otro cambio estructural que afecte al mercado de trabajo."
3.2.4. Políticas de demanda expansiva en el mediano plazo Supongamos que las autoridades económicas se equivocan en sus pronósticos, creyendo que la tasa de desempleo que observan es mayor a la estructural, cuando en realidad la economía estaba ya operando en su tasa de 119
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desempleo estructural. En ese escenario, deciden realizar una política de demanda expansiva para reducir el desempleo, para llevarlo hasta el mínimo posible, su nivel uE. El gráfico y el esquema G.3.3. nos muestran qué ocurriría en este escenario. En el gráfico modificamos la pendiente de la curva WS, dado que la hemos construido en función del producto “Y” en vez del desempleo u. Para poder realizar este cambio deberíamos asumir que cuando aumenta “Y”, disminuye “u”, en alguna proporción. Esto suele ser cierto en la mayoría de los escenarios económicos. No obstante, existen algunas excepciones notables, como la Argentina de la primera mitad de los años noventa. Prescindiremos en esta Carpeta de escenarios tan particulares como aquél. G.3.3. Ajuste natural
Y = f (N) ==> u = f (Y) / du dY (A) w p
Como
C
1 1+
A
B
Y, u, poder de negociación
(B)
(A-B) “ exceso de poder de negociación”
ws
. ..
<0
Y > Y E ==> u < uE
==> tensiones en el mercado de trabajo
ps
==> w nominal (B-C), dado p:
w p
hasta w C p YE
Y’
Y
(C)
desequilibrio de LP nuevo equilibrio de CP
Como se ve en el gráfico, si la economía se situaba efectivamente sobre uE, una política de demanda expansiva (monetaria o fiscal) que aumente la DA e “Y”, desde YE hacia Y´ (punto B), generará “tensiones” en el mercado laboral: puesto que no existen más trabajadores disponibles, dado que el desempleo ya es “friccional”, entonces los empresarios se pelean por trabajadores impulsando al alza de los salarios nominales. Dados los precios, aumentarán también, pues, los salarios reales. En consecuencia, transitoriamente los empresarios, en la competencia por satisfacer la mayor demanda de bienes y pelearse por trabajadores, aceptaron transitoriamente disminuir µ, arribando el mercado de trabajo a un punto como el C. El punto C cumple con la ecuación E.3.1.bis, WS: w/p = F(u,z). Es decir, por las razones ya explicadas, al aumentar “Y2 y disminuir “u” por debajo de su nivel estructural uE, aumentan los salarios reales, w/p, fruto de un aumento en los salarios nominales, w. Esto puede ser fruto tanto del hecho de que los precios se mantuvieron constantes como de un aumento de precios menor al aumento salarial. Por ahora, dejaremos el comportamiento 120
Macroeconomía
de P “indeterminado”, asumiendo que cualquiera de estas dos hipótesis podría ser verdadera en cuanto al comportamiento de los empresarios en la ecuación E.3.2.bis, PS:
w/p = 1/(1+µ).
De lo que no caben dudas es de que, en esta competencia por trabajadores, los empresarios se vieron obligados a disminuir transitoriamente su mark up µ, tal como muestra la ecuación PS.
3.2.5. El proceso de ajuste "natural" en el mediano plazo Como se ve en el gráfico G.3.3., el Punto C no muestra una situación de equilibrio en el mercado de trabajo que, como dijimos, es un equilibrio de mediano plazo. Sin embargo, es un equilibrio de corto plazo. Dado que ese mark up µ no es sustentable en el mediano plazo para los empresarios, debido a que no pueden producir con esa relación de costo-precios o costo-beneficio, en “algún momento C” (indeterminado) este escenario conducirá o bien a que los empresarios trasladen el aumento en sus costos a los precios, recomponiendo µ en el mediano plazo (sobreviviendo en el mercado), o bien a que cierren sus empresas si no encuentran demanda a los nuevos precios más altos (saliendo del mercado). En la primer opción, el alza de precios reducirá los salarios reales, contrayendo su poder de compra, la DA y el producto “Y” en el mediano plazo; este proceso es consistente con la contracción de la oferta “Y” originada en la segunda opción, el cierre de empresas que no pudieron competir en esas condiciones. Ambos procesos conducen en el mediano plazo al punto A: alza de precios que recompone µ, cayendo w/p, su poder de compra, la DA y el producto “Y” de equilibrio de mediano plazo. ¿Por qué este proceso se detendrá necesariamente en el punto A de mediano plazo? Porque sólo en ese momento habrán desaparecido las tensiones que llevaron al alza de w/p y la caída de µ. Y estas tensiones desaparecerán en el mediano plazo sólo cuando la tasa observada de desempleo, u, converja a uE, consistente con un nivel de producto potencial, de pleno empleo de capacidad instalada de capital y utilización de la fuerza laboral, YE.
3.2.6. Efectividad de las políticas de demanda y política económica ¿Fue efectiva la política de demanda expansiva para reducir el desempleo? Esta pregunta tiene dos respuestas: en el corto plazo, sí (punto B); en el mediano plazo, no (Punto A). ¿Fue efectiva la política para aumentar los salarios reales, su poder de compra y la demanda agregada DA? En el corto plazo, sí (punto C); en el mediano plazo, no (Punto A). Este razonamiento nos lleva a una pregunta obligada: ¿cuán largo es el corto plazo? o, en forma equivalente, ¿cuán corto es el mediano plazo? La respuesta depende de la ideología con que se mire este proceso. Desde una visión más “ortodoxa”, neoclásica, el mediano plazo es muy corto; desde una perspectiva más “heterodoxa”, keynesiana, el corto plazo es muy largo.
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En consecuencia, desde un enfoque neoclásico las políticas de demanda efectiva son desaconsejables en cualquier caso. Un error de predicción de las autoridades económicas no logrará afectar las variables reales w/p e “Y”, y, peor aún, esta política le genera a la economía un problema adicional sumamente relevante: se ha disparado un proceso inflacionario. Esta visión se completa con otro cuerpo de pensamiento neoclásico vinculado al mercado de trabajo: si el gobierno no interviene en la economía, aunque “u” observado hubiera sido efectivamente mayor al estructural en un punto A inicial, situado sobre la curva WS a la izquierda de YE –es decir, si las autoridades económicas no hubieran errado su pronóstico inicial–, el mercado de trabajo se comportará de un modo similar al mercado walrasiano presentado en el apartado 1.2.: el libre mercado conducirá por sí solo al equilibrio en el punto A mediante un mecanismo de ajuste “natural”, que opera en el corto plazo. Vale decir, desde este enfoque nunca es aconsejable realizar políticas de demanda efectiva; en cambio, sí es aconsejable dejar al mercado de mercado que actúe bajo las condiciones de estricto “libre mercado”. En consecuencia, las políticas usualmente recomendadas van en dirección de la no intervención de los sindicatos y el estado en la economía incentivando, en cambio, políticas “desde el lado de la oferta”, tales como la “desregulación” del mercado laboral o la eliminación de las indemnizaciones por desempleo. Desde la otra punta de la biblioteca, un enfoque más “heterodoxo” aconseja realizar políticas de demanda efectiva en el corto plazo, ya que el mediano plazo es muy largo, y el escenario económico puede variar muchas veces en ese plazo. En el límite, no habría que preocuparse tanto por esos plazos “tan largos” ya que, parafraseando a J.M Keynes, “en el largo plazo estaremos todos muertos”. Un lector atento debiera estar a esta altura bastante preocupado porque estos dos enfoques del mercado laboral llevan a políticas económicas antagónicas. Errar en la aplicación de la política económica más adecuada no es menor en este caso, ya que puede o bien conducir a un proceso inflacionario o bien a mantener una tasa de desempleo mayor a la estructural. Como todos sabemos, el desempleo es doloroso. Pero la preocupación de un lector atento no debiera terminar allí, puesto que existe un problema tal vez más grave y anterior a este disenso ideológico. Esta enorme diferencia de visiones respecto al funcionamiento del mercado de trabajo y a sus políticas asociadas se basa en dos variables no-observables: uE y la relatividad del tiempo. Esta explicación no hace otra cosa que completar la argumentación hecha en el apartado 1.1. referido a los ciclos económicos, argumentación por la cual la política económica se transforma a veces en un verdadero “arte”, en el que el “tanteo” y la “intuición” de los economistas suelen jugar un rol central, que escapa a los modelos económicos. En el apartado 1.1., planteamos que los componentes cíclico y tendencial del producto efectivamente observado son dos variables no-observables. Ahora le acabamos de agregar otras dos variables no-observables a dicho “arte”. Casi podríamos decir que los ministros de economía en determinadas circunstancias deben hacer política económica no tanto de un modo “artístico”, sino más bien de un modo “artesanal”, intuitivo. Esta problemática se agrava aún más en una economía pequeña y abierta como la argentina, en donde las variables macroeconómicas suelen ser muy volátiles, 122
Macroeconomía
complicando todavía más la estimación de variables tan relevantes como noobservables. Claro está, si en estas condiciones la intuición de la autoridades económicas falla, las consecuencias pueden llegar a ser dramáticas. Les damos una nueva bienvenida al “arte” de la política económica que, peor aún, se puede transformar a veces en “artesanal”.
Un lector atento debería estar ya en condiciones de utilizar los conceptos explicados en el libro de texto de referencia para aplicar el modelo presentado aquí a la resolución de dos problemas macroeconómicos, derivados de dos cambios estructurales: a) Un aumento del seguro de desempleo, que impacta vía “z” y “desplaza” la curva WS, llegando la economía a un nuevo nivel uE de mediano plazo. b) Un aumento del precio del petróleo, costo no-salarial que impacta en el modelo a través de un aumento generalizado de precios, “desplazando” la curva PS al cambiar el nivel de µ. Ayudaremos al lector atento presentándole el esquema del caso (a), y dejándole a su cargo la explicación económica basada en él. Luego, yendo un paso más allá, dejamos a su criterio esquema (gráficos y ecuaciones) y explicación económica para el caso (b). G.3.4. Cambio estructural
w p
. ..
z ==> w ==> desplazamiento ws
ws’ ws
==> dados p y µ
B
1 1+
C
A
CP:
ps
w p
LP: p hasta w Y ( u)
Y’
YE
Y
( u) (uE )
• Movimiento AB: de CP • Movimiento BC: de LP
3.3. El Mercado de bienes En este apartado construiremos primero la hipótesis-curva Oferta Agregada “OA” a partir de las ecuaciones PS y WS del mercado de trabajo, luego construiremos la hipótesis-curva Demanda Agregada “DA” a partir del modelo
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IS-LM para, finalmente, analizar el funcionamiento del mercado de bienes con precios flexibles.
3.3.1. La Oferta Agregada A partir de la lectura del Capítulo 16 del libro de referencia y de la reseña del mercado de trabajo realizada en el apartado anterior, ya disponemos de todos los elementos para construir la curva de oferta agregada, como muestra el siguiente esquema G.3.5.
BLANCHARD, O. y PÉREZ ENRRI, D. (2000), “Capítulo 16”, en: Macroeconomía: Teoría y Política Económica con aplicaciones a América Latina, Prentice Hall Iberia, Buenos Aires, pp. 343 a 365.
G.3.5. Modelo IS LM de Mediano Plazo: Construcción de la OA
ws : w = pe . F (u,z) ps : w =
pt 1+
OA: pt = pe (1+ ) F(u,z)
p
o
pt = pe (1+ )
OA Variables Endógenas: p, Y
peE
Variable Exógena: p e Par ámetros: , z
YE
Y
A partir de las ecuaciones WS y PS en términos nominales, reagrupando términos e igualando PS = WS, se obtiene la curva OA:
Aquí esta ecuación vuelve a asumir que un aumento de Y equivale a una disminución de u, por lo cual la variable u (pendiente negativa) es reemplazada por la variable endógena Y (pendiente positiva).
124
• Ecuación de salarios: WS: w = pe . F(u,z) • Ecuación de Precios: PS: p = w. (1+µ) • Oferta Agregada: OA: p = pe.(1+µ). F(Y,z)
E.3.1. E.3.2. E.3.4.
Esta ecuación OA no tiene otra interpretación diferente a la que le dábamos en el apartado 1.2. cuando nos referíamos a un mercado walrasiano, sólo que ahora se cumple en términos agregados para todo el mercado de bienes: a mayores precios “P” (variable endógena), los productores están en condiciones de ofrecer en el mercado mayores unidades de producción “Y” (variable endógena). Siguiendo la metodología habitual de estática comparada empleada en esta Carpeta, dados los parámetros z y µ, si variara la variable endógena P
Macroeconomía
y ello generará una variación de la variable endógena Y, entonces nos trasladaríamos a lo largo de la curva OA; curva que se desplazaría sólo en el caso de que variase la única variable exógena de dicha ecuación, Pe.
3.3.2. La Demanda Agregada La demanda agregada de la economía en este modelo es, como es habitual, una hipótesis más, y está conformada por los infinitos puntos de equilibrio IS-LM que surgen como consecuencia de los infinitos valores particulares que podría adoptar la variable “P”, que ya no suponemos exógena (P = P0), sino endógena. En efecto, al igual que en el mercado walrasiano del apartado 1.2., la Demanda Agregada expresa la relación entre dos variables endógenas al mercado de bienes, “Y” y “P”, sólo que esta vez “P” no es el precio de una mercancía determinada sino el Índice General de Precios de la economía (IPC en argentina, por ejemplo) e “Y” es la producción agregada. ¿Cómo se construye la curva-hipótesis DA? Sólo por simplicidad, para no complicar más el modelo, no daremos aquí una expresión matemática de la curva DA, sino que simplemente mostraremos cómo ésta se deduce a partir de las curvas IS y LM. Empecemos por recordar las expresiones correspondientes a las curvas IS y LM presentadas en la Unidad 2, con una única modificación en la curva LM, en donde P ha perdido el subíndice “o”, ya que ahora P es flexible: IS: i = A/b - (1/α.b). Y ; siendo α = 1 / {1 - [a + c.(1-t)]}
E.2.16.
LM: i = (k/l).Y + [ie - Ms/(p.l)]
E.2.24.bis
G.3.6. Ajuste de precios: Construcción de la hipótesis de DA LM
i
iA
.
LM’
A
.
B
iB
IS Y
P
P PA
.
A
.
B
PB
DA YA
YB
Y
Como ya sabemos, y se ve en el par de gráficos del esquema G.3.6. aquí arriba, la hipótesis DA se construye en un espacio (Y-P), en forma análoga al mercado walrasiano. Para pasar desde el espacio (Y-i) correspondiente al 125
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modelo IS-LM, hacia el espacio (Y-P), correspondiente al mercado de bienes, debemos hacernos una pregunta: ¿cómo variará Y al variar P? En el modelo IS-LM, tal como lo muestran sus ecuaciones, una variación de P implicaría un desplazamiento de la curva LM, ya que se modificó su ordenada al origen. En términos económicos, una disminución de P implica que la misma cantidad nominal ofrecida de dinero, Ms, posee ahora mayor poder de compra en términos reales, por lo que ello genera una expansión de la oferta real de dinero, tal como muestra el gráfico. Como vimos en la Unidad 2, este desplazamiento de la curva LM nos trasladaría sobre la curva IS desde un equilibrio inicial A hasta un equilibrio final B. En este equilibrio final existe una menor tasa de interés iB < iA, un mayor nivel de renta YB > YA y un menor nivel de precios, que no se ve en el esquema IS-LM, pero ha sido el origen del traslado desde un equilibrio a otro. La variación de P se ve en el otro esquema (Y-P), correspondiente al mercado de bienes. ¿Qué ocurrió en dicho mercado? Al disminuir P, aumentó Y, por lo que la curva DA tiene pendiente negativa. El fundamento económico sigue la misma lógica walrasiana del apartado 1.2.: si bajan los precios, los demandantes tiene mayor poder de compra, aumenta la DA y la producción Y. La curva-hipótesis DA se construye, pues, partiendo de las infinitas e hipotéticas variaciones de “P”, que arrojarán infinitas variaciones de “Y”. Acabamos de ver cómo se construye la hipótesis DA y cómo es un movimiento a lo largo de ella. Para terminar de comprender el funcionamiento de la curva DA resta por responder una pregunta: ¿qué originaría un desplazamiento de la curva DA? La respuesta es sencilla: cualquier impulso exógeno de demanda que provenga tanto del lado real, representado por la curva IS como del lado monetario, representado por la curva LM. Vale decir, cualquier variación de las variables exógenas presentes en A0 (curva IS) o de Ms o ie (curva LM). ¿Por qué se desplazaría la curva DA en esos casos? Porque esos shocks exógenos son los que desplazan las curvas IS y LM a los mismos precios P = P0 (recordemos que en el esquema IS-LM los precios están fijos). Por lo tanto, esos shocks exógenos generarían variaciones en “Y”, sin variar P. En el mercado de bienes ello implica, pues, un desplazamiento de la curva DA. Por ejemplo, un aumento de I0 desplazaría la curva IS hacia la derecha, aumentando la renta “Y” al nivel original de precios. En el mercado de bienes ello provocará un desplazamiento de la curva DA hacia la derecha, porque habrá aumentado, a los mismos precios, la capacidad de compra de los demandantes debido a las mayores compras efectuadas por el gobierno. Como veremos más adelante, ese desplazamiento de la curva DA hacia la derecha implicará, como en todo mercado walrasiano, un exceso de demanda de bienes, que se equilibrará posteriormente en el mercado de bienes al interactuar con la oferta agregada.
3.4. El mediano plazo: mercados de bienes, dinero y trabajo en una economía cerrada En este apartado pondremos todos los modelos que vinimos analizando desde el inicio de esta Carpeta de Trabajo hasta aquí todos juntos, de modo
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Macroeconomía
de conformar un modelo “IS-LM, OA-DA, WS-PS”. En consecuencia, lo que sigue podría ser deducido por un lector que haya estudiado esta Carpeta con atención hasta aquí. Los acompañaremos en este “repaso”, aunque no repetiremos aquí los mecanismos de ajuste ya analizados en apartados anteriores, sino que pondremos énfasis en lo nuevo de este modelo: la interacción entre los tres esquemas modelos-mercados-gráficos. Antes de comenzar con el estudio de este apartado, el estudiante deberá leer los Capítulos 16 y 17 del libro de texto de referencia de esta Carpeta.
BLANCHARD, O. y PÉREZ ENRRI, D. (2000), “Capítulos 16 y 17”, en: Macroeconomía: Teoría y Política Económica con aplicaciones a América Latina, Prentice Hall Iberia, Buenos Aires, pp. 343 a 379.
3.4.1. El proceso de ajuste “natural”, nuevamente Lo que vemos en el esquema G.3.7. no es otra cosa que el mismo proceso de ajuste natural explicado en el mercado de trabajo a partir de un punto como el A de este nuevo sistema de gráficos, en donde existen tensiones en el mercado laboral porque la economía se encuentra operando por sobre su producto de pleno empleo YE.
G.3.7. Ajuste natural a Mediano Plazo LM’
i B
LM
C A
IS P PA
Punto A: - tensiones en el mercado de trabajo - equilibrio de CP
PB
Y
OA ’
OA
B’ B C A
- desequilibrio de MP DA Y w p
Punto C: equilibrio de CP y de MP 1
WS A C
1+ µ
PS
YE Y0
Y
El punto A de este esquema de 3 gráficos-modelos-mercados, que conforman ahora un gran modelo (IS-LM,OA-DA,WS-PS), es un punto equivalente al punto C del esquema G.3.3., presentado en el apartado 3.2.5., correspondiente al mecanismo de ajuste “natural” del mercado de trabajo. Cuando 127
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Se recomienda al estudiante seguir esta sección teniendo presente el análisis relativo al mercado de trabajo.
analizamos aquel proceso de ajuste, dejamos pendiente una indeterminación referida a qué rol jugaban los precios en dicho proceso. Ahora podemos comenzar a completar aquella explicación. Comencemos por el mismo mecanismo de ajuste “natural”. Tal como señaláramos, en “algún” punto como el A del esquema G.3.7., el “sobrecalentamiento” de la economía había llevado a aumentar los salarios reales w/p. El proceso contractivo por el cual los empresarios, o bien cesan sus actividades o bien suben los precios, lo vemos ahora en el desplazamiento contractivo de la curva OA. El alza de precios y salarios nominales lleva a los empresarios a formarse nuevas expectativas de precios esperados, estilizadas en el modelo por un mayor nivel de Pe. Dicha variable exógena de la oferta agregada, como sabemos, la desplaza, en este caso en sentido contractivo. ¿Por qué se desplaza esta curva? Porque los empresarios ya no pueden ofrecer los mismos productos a los mismos precios. Este desplazamiento nos muestra que, ahora, el mismo nivel de producción lo podrían ofrecer a precios mayores. Este alza de precios impacta en la demanda agregada, a través de la menor capacidad de compra de la moneda: al aumentar P, cae la oferta real de dinero Ms/p (esquema IS-LM), contrayéndose la curva LM a medida que el desplazamiento de la curva OA aumenta los precios, subiendo los tipos de interés y contrayendo la demanda agregada vía caída de la demanda de inversión, equilibrando el esquema IS-LM en el punto C. Esta contracción de la demanda se aprecia también en los mercados de bienes, al mejor estilo walrasiano: dado el menor poder de compra de la moneda en poder de los demandantes, éstos ya no pueden demandar el mismo nivel de producto inicial Yo, por lo que, dada su hipótesis DA ex ante, a esos precios sólo podrán comprar menos cantidades de bienes. Ajuste walrasiano de por medio, el mercado de bienes obtiene un nuevo equilibrio en el punto C. Finalmente, la contracción de la demanda agregada, vía suba de precios en los mercados de bienes y vía tasas de interés en los mercados de dinero, se ve reflejada también en el menor poder adquisitivo de los salarios en el mercado de trabajo, cayendo w/p hasta el punto C. Esta fase contractiva de mediano plazo de la economía desde A hasta C se da, pues, a través de un proceso inflacionario contractivo vía desplazamiento de la oferta agregada, proceso inflacionario que recompone el margen de ganancia empresaria µ, pese a la caída de la producción hasta YE.
3.4.2. Políticas de demanda expansiva Ahora que analizamos el proceso de “ajuste natural” de la economía cuando ésta está “sobre-expandida” porque había caído el desempleo más allá de su nivel estructural, volvamos a analizar cuál sería el impacto de cualquier política de demanda expansiva, monetaria o fiscal, si la economía se encontrase inicialmente operando sobre su tasa estructural de desempleo. Retomaremos el análisis ya hecho al analizar el mercado de trabajo en el esquema G.3.3., reflejado ahora en el esquema G.3.8.
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G.3.8. Política de Demanda Expansiva
P
.. .
OA
C
PC PB
(A) DA ==> EDBi, Y y P t de A a B en CP ==> (B): Equilibrio en Bienes de CP
OA ’
B
PA
A DA ’ DA Y w p
..
WS
B
1 1+
A =C
PS
Mercado laboral: Y E hasta Y B ut < uE poder de negociación w ( w nominal > Pt) w /p proceso inflacionario en inicio: P B > P A sorpresa inflacionaria: P t >P E e (B) Proceso de ajuste de MP: tensiones en el mercado de trabajo por w /p ( ) proceso inflacionario con OA hasta C = A (recomposición de ) En todo momento
YE YB
Y
P: siempre P t P E
A-B: CP B-C: MP
La política de demanda expansiva que desplaza la curva DA hacia la derecha, ya sea vía LM (aumento de Ms) o vía IS (aumento de G0 o TR0 o disminución de T0 o t), expande la producción disminuyendo el desempleo por debajo de su nivel estructural hasta YB y aumentando los precios desde PA hasta PB. He aquí la parte de la “indeterminación” de P que faltaba completar en el análisis del mercado de trabajo hecho previamente: en el corto plazo, al aumentar los salarios reales w/p, la política de demanda efectiva aumenta los precios, aunque menos que los salarios nominales w. Luego, a partir del punto B de este esquema no hay nada nuevo: se produce el mecanismo de ajuste “natural” de mediano plazo explicado en el apartado anterior, ajustando la economía nuevamente en el punto C, sobre su tasa estructural de desempleo. Sólo que ahora podemos analizar mejor qué ocurrió en el mercado de bienes: en el mediano plazo, no varió la producción, aunque se produjo un proceso inflacionario, evidenciado en el desplazamiento de la curva OA, proceso enunciado con anterioridad, aunque explicado ahora.
3.4.3. ¿Cuál es el sentido de las políticas de demanda expansivas? A esa altura el lector debería estar formulándose la pregunta que da nombre a este apartado. Las razones son, al menos, dos. La primera ya fue presentada en apartados anteriores: las políticas de demanda expansivas son efectivas en el corto plazo para expandir la producción y reducir el desempleo en dicho plazo, aunque la economía se encuentre operando sobre su tasa estructural de desempleo. Dado que el mediano plazo es una vaga noción, y puede ser un plazo muy largo, los efectos de corto plazo sobre el desempleo no son despreciables. En el apartado anterior acabamos de completar esta respuesta: además de reducir el desempleo, el costo de dichas políticas es el inicio de un proceso inflacionario, debiendo las autoridades económicas analizar costos y beneficios de corto plazo de dicha política en un punto como el B del esquema G.3.8. 129
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La segunda parte de la explicación termina de darle sentido a las políticas de demanda expansivas. Hasta aquí hemos supuesto que la economía se encontraba sobre su tasa estructural de desempleo, y al expandirse la demanda más allá de ese nivel de desempleo, daba comienzo a un proceso inflacionario. Pero ahora supongamos que la economía muestra una tasa de desempleo que es efectivamente mayor a la estructural, no habiendo aquí error de estimación por parte de las autoridades económicas al estimar uE y compararlo con la tasa u1, observada: u1 > uE , tal como puede apreciarse en el esquema G.3.9. G.3.9. Política de Demanda Efectiva (nuevamente)
p OA
.. B
A
.
Y DA ’
B
DA
w p 1 1+ m
Y
..
B
WS
. A
PS
A
t Yt YE
Y
Ahora la economía se encuentra en un punto como el A, de equilibrio de corto plazo en los mercados de bienes, pero desequilibrio de mediano plazo en el mercado de trabajo. Dado que el desempleo es alto, el poder de negociación de los trabajadores es bajo, por lo que deben aceptar bajos salarios reales, permitiendo a los empresarios obtener un mark up µ superior al de equilibrio de mediano plazo, tal como se ve en el gráfico del mercado de trabajo del esquema recién presentado. En este caso, es decir, toda vez que u1 (observada) > uE (estimada), la política de demanda expansiva desplaza la curva DA, aumentando el producto y disminuyendo el desempleo. A medida que esto sucede, los trabajadores van recuperando poder de negociación y comienzan a negociar mejores salarios reales w/p, creciendo la economía hasta YE. Es preciso notar que no se ha iniciado un proceso inflacionario, proceso de mediano plazo definido por el desplazamiento contractivo de la curva OA, que acá no se desplaza. Diremos que en esta situación se produjo un “salto discontinuo” (“una vez y para siempre”) en el nivel de precios entre PA y PB en los mercados de bienes, que ajustan walrasianamente hacia el punto B. ¿Por qué no hubo proceso inflacionario, ni “recalentamiento”, ni “sobreexpansión” de la economía? Porque la economía partió de una situación recesiva y creció hasta su nivel de desempleo estructural uE y producto potencial YE. De este modo, una política de demanda expansiva es efectiva en aumentar la renta y disminuir el desempleo, tanto en el corto como en el mediano 130
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plazo, encontrando la economía un nuevo equilibrio, que es a la vez de corto y mediano plazo, en el punto B. Retomemos el análisis hecho en el apartado 1.1. de esta Carpeta referido a los ciclos económicos, observando el gráfico de la derecha del esquema anterior. En un punto como el A, la economía crecía por debajo de su tendencia de largo plazo, por lo que la política de demanda expansiva fue efectiva porque acertó en el “arte” de la política económica: acercar el ciclo a la tendencia, evitando tanto las recesiones, que son dolorosas, como las sobre-expansiones, que, como acabamos de ver, pueden conducir luego, en el mediano plazo, a procesos recesivos por vía inflacionaria.
3.4.4. Un ejemplo histórico. La economía argentina luego del colapso de la Convertibilidad: un caso exitoso de política de demanda expansiva A la salida de la crisis del colapso de 2001-2002, la economía argentina se encontraba en un punto como el A del esquema G.3.9., aunque éste estaba bastante alejado de su nivel estructural, que si bien es no-observable, dado que el desempleo observado era demasiado alto, no quedaban dudas de que u1 > uE. En ese contexto, una batería de políticas expansivas condujo a la economía, desde mediados de 2002 hasta fines de 2004, desde el punto A en dirección a B, aunque sin alcanzarlo, debido a que el nivel de desempleo inicial u1 era muy elevado (superior al 20%). El gráfico 6.3.10. nos muestra el gran aumento del empleo en el período 2003-2004. G.3.10. Evolución de la tasa de empleo total y de la tasa de empleo sin planes
Fuente: Ministerio de Economía
En forma consistente con el análisis hecho recién, el mercado de trabajo argentino se comportó según la curva WS: al disminuir el desempleo aumentaron fuertemente los salarios nominales, tanto los del sector privado registrado como los del sector privado no registrado (excepto los salarios del sector público), como se observa en el gráfico G.3.11. 131
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G.3.11. Evolución del Salario Nominal
Sin embargo, el colapso de la Convertibilidad estuvo caracterizado, entre otras consecuencias indeseadas, por un crash cambiario, multiplicándose inicialmente el tipo de cambio nominal 4 veces, para luego estabilizarse en torno de una paridad 1 u$s - 3$. Como veremos más adelante, en una economía pequeña y abierta de las características de la argentina, el tipo de cambio es un potente mecanismo de transmisión de la inflación, por lo que el Índice de Precios Minoristas (IPC) creció cerca de 50% desde el colapso hasta fines de 2004, mientras que el Índice de Precios Mayoristas (IPIM) más que se duplicó en el mismo período. El siguiente gráfico G.3.12. muestra las trayectorias de ambos índices de precios y del tipo de cambio nominal. G.3.12. Precios Minoristas, Precios Mayoristas y Tipo de Cambio Nominal Indices base Diciembre 2001 = 100
Fuente: BCRA
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Macroeconomía
Este estallido inflacionario inicial hizo que en un principio cayeran los salarios reales w/p. No obstante, las políticas de demanda expansivas aplicadas a partir del segundo semestre de 2002 no sólo fueron sumamente exitosas en reactivar la economía, sino también en recuperar en buena medida los salarios reales, pese a la brusca caída inicial fruto del estallido inflacionario posterior al colapso de la convertibilidad. G.3.13. Evolución del Salario Real (Deflactado por IPC)
Fuente: BCRA en base INDEC
Como se ve en el gráfico G.3.13., la economía argentina parece ajustarse bastante bien al modelo aquí planteado. A medida que se reducía el desempleo, aumentaba el poder de negociación de los trabajadores y aumentaba sorprendentemente el salario real, verificándose aparentemente la ecuación WS aquí planteada. A excepción de los salarios del sector público que siguieron estancados (pues dependen de decisiones de política económica, exógena en nuestro modelo), los asalariados del sector formal registrado recuperaron notablemente todo lo que aumentó el IPC en el período, recuperando hacia fines de 2004 ya el poder adquisitivo pre-crisis de diciembre de 2001; incluso, como se ve, los salarios del sector privado no registrado, que operan en la informalidad, también comenzaron a tomar vigor desde mediados de 2003.
A. Problemas macroeconómicos Parte I. Resuelva nuevamente todos los problemas correspondientes a las Actividades del apartado 2.3., pero ahora incorporando el mercado de trabajo –siguiendo el modelo WS-PS presentado por O. Blanchard– y, por ende, ampliando el horizonte temporal del modelo IS-LM hacia el “mediano plazo”. Luego, compare los resultados de corto y mediano plazo obtenidos. Parte II. En los problemas que siguen a continuación, indique cuál es la opción correcta y luego justifíquelo, encuadrando 133
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teóricamente sus respuestas y basándose en los gráficos y el álgebra correspondientes. Ejercicio 1. Suponga una economía caracterizada por una curva de demanda agregada con pendiente “normal”, en la que inicialmente los mercados de bienes, dinero, bonos y trabajo están en su equilibrio de corto y mediano plazo. Luego de que un shock exógeno inesperado contrae bruscamente la demanda de consumo y genera desempleo, el gobierno analiza la posibilidad de realizar políticas públicas para restablecer el pleno empleo. En ese marco opinan destacados economistas: • “Yo, creo que a nuestra economía le hace falta mayor intervención estatal. Siguiendo a O. Blanchard, creo que el mercado de trabajo no ajustará por sí solo en el corto plazo, por lo que sería conveniente realizar una política fiscal para expandir la demanda agregada y no tener que esperar que las expectativas de deflación operen en el mediano plazo, que tal vez sea muy largo. De este modo, debido a que la política de corto plazo será potente y dichas expectativas no alcanzarán a operar, la caída de los precios y el aumento de los salarios nominales retornarían a la economía a la tasa de desempleo estructural, recuperándose el salario real hasta su nivel original”. • Dr. Imsorry: “Vuestra afirmación es falsa”. Ejercicio 2. Suponga una economía en la que: a) las curvas de oferta y demanda agregadas tienen pendientes “normales”, b) los mercados de bienes, trabajo (modelo WS-PS), dinero y bonos se encuentran en sus niveles de equilibrio de corto plazo, c) los agentes económicos, incluido el gobierno, perciben que la tasa de desempleo es mayor a la estructural, y d) existe inicialmente equilibrio fiscal. En ese marco, el gobierno decide reducir los encajes bancarios drásticamente para así eliminar el desempleo. En consecuencia, esta política genera: • en el nuevo equilibrio de corto plazo, superávit público y caída del precio de los activos financieros en el mercado de bonos • en el nuevo equilibrio de mediano plazo, desempleo estructural y deflación • un aumento del nivel general de precios en el corto plazo exactamente compensado por la caída de precios ocasionada por el proceso deflacionario de mediano plazo • ninguna de las anteriores
Ejercicio 3. Suponga una economía caracterizada por curvas de oferta y demanda agregadas con pendientes “normales”, en la que inicialmente los mercados de bienes, dinero y bonos están en equilibrio en un nivel de producto (Yt) menor al producto potencial (Ye). En ese marco, el gobierno plantea la posibilidad de aplicar una política monetaria expansiva para
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Macroeconomía
impulsar a la economía hacia su nivel de producto potencial. Destacados economistas fueron convocados para opinar sobre el impacto de la política monetaria sobre la recesión actual. Dado que no llegaron a ningún acuerdo, se le solicita a usted que explique quién tiene razón. • Dr. Marketlover: “Dado que la política monetaria es neutral en el mediano plazo, no tiene sentido aplicar una política de corto plazo porque no generará efectos reales. Es mejor dejar que en el mediano plazo operen las expectativas de deflación y el producto converja al nivel potencial”. • Dr. Soundpolicy: “No estoy de acuerdo con usted, en absoluto. Creo que sería conveniente realizar una política monetaria que impulse a la economía en la misma dirección en la que ‘naturalmente’ ajustaría, para no depender así de las expectativas de deflación que operan en el mediano plazo, que tal vez sea muy largo. De este modo, la política de corto plazo permitirá que la economía se acerque a su equilibrio de mediano plazo, llegarán a operar las expectativas de deflación, crecerá el producto hasta su nivel ‘potencial’ y aumentarán los salarios reales". • Dr Whatever: “Estoy parcialmente de acuerdo con mi predecesor y amigo, Soundy. En mi opinión, al aumentar la oferta monetaria, aumentarán los precios y eso provocará expectativas de inflación en el mediano plazo, por lo que la economía convergerá a su nivel de producto potencial a través de un proceso inflacionario”. • Dr. Capo: “No estoy de acuerdo con ninguno de Uds., y no es una cuestión ideológica, sino más bien académica: Uds. no saben nada de economía”.
Ejercicio 4. Suponga una economía en la que: a) las curvas de oferta y demanda agregadas tienen pendientes “normales”, b) los mercados de bienes, trabajo, dinero y bonos se hallan en sus niveles de equilibrio de corto plazo y c) todos los agentes económicos (incluso el gobierno) perciben que la tasa de desempleo es mayor a la estructural. En este marco, el gobierno rescata deuda anterior inyectando dinero en la economía para así acercarla a su nivel de desempleo estructural. Entonces se observa: • en el nuevo equilibrio de corto plazo, superávit público y caída del precio de los bonos • en el nuevo equilibrio de mediano plazo la tasa de desempleo es la estructural y hay deflación • el aumento del nivel general de precios en el corto plazo es más que compensado por el proceso deflacionario de mediano plazo • ninguna de las anteriores En los ejercicios que siguen a continuación desarrolle sus respuestas teniendo en cuanta las siguientes notas metodológicas: 135
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I.
Cuando el mercado de trabajo incurra en algún desequilibrio, explique tanto las causas por las cuales esto sucede como el mecanismo de ajuste por el cual este mercado alcanza –o no– un nuevo equilibrio.
II. Realice ejercicios de “estática comparada”, comparando los valores iniciales y finales de equilibrio de las principales variables, tales como niveles de producto, empleo y desempleo, salario nominal y real. III. Al desarrollar sus argumentos, no olvide explicar el comportamiento de los distintos agentes económicos reales en los procesos de ajuste del mercado de trabajo. Por ejemplo, es deseable que un razonamiento no sólo incluya leyes de movimiento tales como “se desplaza la curva de oferta porque varían los precios esperados”, sino que dicha respuesta también incluya una descripción acerca de cuál es la conducta económica de los empresarios –o las firmas– que “hacen que” dicha curva se desplace. Ejercicio 5. Analice los efectos de una disminución de la demanda agregada en el mercado de trabajo, distinguiendo los efectos de corto y mediano plazo. Ejercicio 6. Analice los efectos de una disminución en las prestaciones por desempleo suponiendo que el mark-up se mantiene constante. ¿De qué forma ajustaría el modelo si la tasa de ganancia no fuera constante y la economía se encontrara sobre su tasa “estructural” de desempleo? Ejercicio 7. Siguiendo a Blanchard, O., en el modelo WS-PS el concepto de “pleno empleo” en el mercado de trabajo implica que la tasa de desempleo observada es: a) igual a cero b) igual a la tasa de desempleo estructural c) aproximadamente igual a 5% d) ninguna de las anteriores
B. Modelización de artículos periodísticos
Artículo 1. “La curva de salarios” Por: Roberto Frenkel Fecha: 26/03/2000 | País: Argentina | Fuente: La Nación La curva de salarios es el título de un libro publicado en 1994 que presenta los resultados de una masiva investigación estadística que comenzó en 1987. El estudio trata principalmente del papel que juega el desempleo local en la determina-
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Macroeconomía
ción de las remuneraciones. La investigación se propuso verificar si existe una relación significativa entre las tasas de desempleo y los niveles de salarios. El gráfico de esa relación en el plano que tiene por ejes las mencionadas variables es la “curva de salarios” que motiva el título del libro. La pendiente de la curva es una medida de la flexibilidad salarial del mercado de trabajo. Blanchflower y Oswald estudiaron los datos de Estados Unidos y Reino Unido utilizando las mayores y más diversas muestras posibles. Además, obtuvieron y analizaron datos de Corea, Canadá y Australia. Por último, recopilaron resultados comparables obtenidos por otros investigadores en varias economías de Europa. Una síntesis de sus resultados puede verse en la tabla adjunta. En ella, el “grado de flexibilidad” se expresa como el porcentaje de variación del salario correspondiente a un punto porcentual de incremento de la tasa de desempleo. En estos países industrializados, la inclinación de la curva de salarios estaría próxima a –2 (para tasas de desempleo próximas a 5%). La medida de la flexibilidad varía entre países, entre –3.8, en el caso de Australia y –0,8 en el caso de Corea. Llama la atención que el grado de flexibilidad salarial de los países no aparece correlacionado con las características institucionales de sus mercados de trabajo. Por ejemplo, los coeficientes de Estados Unidos y Alemania son semejantes. Un comentario sobre este punto puede ayudar a interpretar los resultados expuestos. En los períodos y regiones analizados, tanto el desempleo como los salarios varían menos en Alemania que en los Estados Unidos, pero la relación entre sus variaciones es semejante en ambos países. Inspirados en la citada investigación, economistas brasileños estimaron la inclinación de la curva de salarios en su país. Obtuvieron un grado de flexibilidad de –4, coeficiente que se encuentra en el rango de los presentados en la tabla. Hemos estimado para nuestro país una curva de salarios en la década de los años noventa, utilizando los datos de las Encuestas de Hogares del INDEC correspondientes al Gran Buenos Aires. Nuestras estimaciones relacionan las remuneraciones reales con las tasas de desempleo, controlando los resultados por diferenciales atribuibles al sector de actividad, al sexo, al tipo de ocupación y al nivel de educación. Los resultados obtenidos identifican una curva de salarios y estiman un grado de flexibilidad que se encuentra en el rango de las estimaciones obtenidas para Estados Unidos y otras economías industrializadas. Por ejemplo, para las remuneraciones reales por hora de los trabajadores asalariados a tiempo completo (más de treintaicinco horas semanales) estimamos un grado de flexibilidad salarial de 2.3. Esto es, la remuneración horaria tiende a caer (subir) 2.3% por cada punto porcentual de aumento (caída) de la tasa de desempleo. El gráfico adjunto ilustra la relación en el caso de los asalariados a tiempo completo, de sexo masculino y de educación primaria (completa o incompleta). Los datos corresponden a los años de 1993 a 1998. Las remuneraciones horarias están medidas en pesos constantes de mayo de 1998. Las tasas de desempleo son las experimentadas en el Gran Buenos Aires. Los puntos corresponden a los datos observados. La curva de salarios indica aproximadamente que la remuneración horaria pasa de 2.8 pesos a 2.2 pesos (contracción de 21%) cuando la tasa de desempleo pasa de 10% a 20% (diez puntos porcentuales de aumento). La comprobación de grados de flexibilidad salarial semejantes en mercados de trabajo de diversa organización institucional sugiere, en el caso de la economías industrializadas, que el desempleo puede incidir de distintas maneras en la determinación de los salarios. Por ejemplo, allí donde los salarios resultan principalmente de la negociación entre empresas y sindicatos, la magnitud del desempleo puede afectar la capacidad de negociación de unas y otros. En países con otra organización institucional, donde los sindicatos no juegan un papel relevante en la fijación de los salarios, el aumento del desempleo puede incidir por la vía de incrementar el costo de quedar desempleado del trabajador. De esta manera, 137
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tiende a reducir la prima que debería pagar el empleador para retenerlo. En cualquier caso, aun en diferentes contextos institucionales, se encontraría una relación negativa entre salarios y desempleo. La segunda conclusión es que nuestro país no es una excepción en este conjunto de economías en las cuales se ha identificado una curva de salarios y se ha estimado el grado de flexibilidad salarial. Debe tenerse en cuenta que los datos de la década de los noventa tienen la virtud de corresponder a un período de baja o nula inflación, lo que facilita las estimaciones. Por otro lado, las tasas de desempleo han experimentado grandes fluctuaciones. Si bien esto no es un rasgo que debamos celebrar, también facilita la identificación de la curva de salarios y la estimación del grado de flexibilidad salarial. Todo esto tiende a avalar la robustez de nuestros cálculos. Las remuneraciones reales tendieron a caer con el aumento del desempleo que se produjo entre 1994 y 1996 y tendieron a aumentar con la reducción del desempleo que tuvo lugar entre 1997 y mediados de 1998, en cada oportunidad aproximadamente en la proporción calculable con el grado de flexibilidad estimado. Si la tasa de desempleo tiende a caer en el futuro cabe esperar que las remuneraciones reales tiendan a incrementarse aproximadamente 2% por cada punto de reducción de la tasa de desempleo. Esto no implicaría aumentos de costos sólo si la productividad laboral se incrementa en proporción semejante. Esto puede prácticamente garantizarse, porque la reducción de la tasa de desempleo requiere necesariamente altas tasas de crecimiento.
G.3.14. Estimaciones de la curva de salarios. Grado de flexibilidad. País
Grado de Flexibilidad
Estados Unidos
-2.0
Reino Unido
-1.6
Canadá
-1.8
Corea
-0.8
Austria
-1.8
Italia
-2.0
Holanda
-3.4
Suiza
-2.4
Noruega
-1.6
Irlanda
-7.2
Australia
-3.8
Alemania
-2.6
Fuente: Blanchflower and Oswald (1994)
Ejercicio 1. ¿Qué ecuación del modelo identifica la “curva de salarios” comentada por el Profesor Frenkel? Ejercicio 2. La nota periodística establece una relación causal entre salarios y desempleo: a. ¿Se refiere a salarios nominales o reales? b. En esa relación funcional, ¿cuál es la variable dependiente
138
Macroeconomía
y cuál la independiente? c. ¿La relación funcional entre salarios (¿nominales o reales?) y desempleo tiene pendiente positiva o negativa? Ejercicio 3. La nota cita un “gráfico adjunto” que fue, ex profeso, eliminado. ¿Podría usted ofrecer un dibujo aproximado de dicho gráfico con los datos existentes en la nota periodística? Ejercicio 4. ¿Se ajusta la curva de salarios de la Argentina de los años noventa al testeo empírico que muestran Blanchflower y Oswald?
“Solbes admite que la economía crecerá menos por el petróleo y el déficit exterior”
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Ejercicio 1. ¿Qué variable del modelo se ve afectada por el alza de los precios del petróleo referida en el primer párrafo de la nota periodística? Ejercicio 2. ¿Se desplaza(n) alguna(s) curva(s) del modelo o correspondería “trasladarse sobre” dicha(s) curva(s)? ¿A qué curva(s) nos estamos refiriendo? Ejercicio 3. ¿Podría explicar paso a paso el impacto de este shock en los mercados de trabajo y bienes en el mediano plazo? Ejercicio 4. Muestre cuáles son las proporciones en las que varían las variables endógenas del modelo guiándose por los datos de la nota periodística (¿falta alguno?).
BLANCHARD, O. (2004), Macroeconomics, Tercera Edición, Prentice Hall. DORNBUSH, R. y FISHER, S. (1994), Macroeconomía, Sexta edición, Mc-Graw Hill, Madrid. BRANSON, W. (1979), Macroeconomía, Ed. Harla SA., México, Capítulos 6 y 7. FRENKEL, R., “Evolución y perspectivas del empleo y desempleo”, en: Diario La Nación, 09-04-00. BLANCHFLOWER, D. y OSWALD, J. (1994), The wage curve, The MIT Press, Massachusets.
140
Ejercicio 5. ¿Qué política económica se planea implementar los efectos del shock? ¿Podría mostrarla con un modelo de economía cerrada de mediano plazo?
4 La economía abierta Objetivos Una vez presentado el modelo de una macroeconomía cerrada en el corto y mediano plazo en las Unidades 2 y 3, en esta Unidad 4 se introducirá la apertura de la economía, completando el modelo que caracteriza a una economía pequeña y abierta como la argentina. Para tal fin, esta Unidad 4 persigue tres objetivos vinculados a los tópicos cuya comprensión el estudiante debería alzanzar: • un conjunto de conceptos iniciales vinculados al modelo de una macroeconomía abierta; • un modelo de macroeconomía abierta de corto plazo; • un modelo de macroeconomía abierta de mediano plazo.
En esta Unidad presentaremos el funcionamiento de una economía pequeña y abierta como la argentina. Luego de introducir algunos conceptos iniciales, desarrollaremos dos modelos, uno de corto plazo y otro de mediano plazo.
BLANCHARD, O. y PÉREZ ENRRI, D. (2000), “Capítulos 11 y 13”,
en: Macroeconomía: Teoría y Política Económica con aplicaciones a América Latina, Prentice Hall Iberia, Buenos Aires, pp. 227 a 255 y 281 a 298.
4.1. El Tipo de cambio real y la competitividad de la economía Un tipo de cambio real más alto incentiva las exportaciones y desincentiva las importaciones, definido el tipo de cambio real eR como el tipo de cambio nominal EN multiplicado por el cociente de precios relativos P*/P, donde P* suele medirse por el IPC de EE.UU. y “P” por el IPC de Argentina: eR = EN.P*/P
E.4.1.
Valgámonos de un ejemplo para ilustrar la relación entre tipo de cambio real y competitividad de una economía.
141
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G.4.1. Tipo de cambio
• E n = 3,5
==> 3,5 $ / USD : “cada dólar equivale a 3,5 pesos”
• Tipo de Cambio Real ==> er = En . P* P
•
er
P: índice de precios doméstico P*: índice de precios internacional
incentivo a exportar desincentivo a importar
• Devaluaci ón Depreciación
E n con Tipo de Cambio Fijo Pérdida del valor de la moneda
• Argentina 2002 - 2004: ¿sendero E n, P*/P ?
4.1.1. Un ejemplo histórico: el caso argentino
Acabamos de completar brevemente una somera explicación acerca de la "excepción argentina" hecha en la Unidad 3, cuando analizamos el mercado de trabajo al asumir que, en situaciones "normales" –es decir, no como en el caso argentino de los años noventa– cuando aumenta "Y", disminuye "u".
142
En la Argentina de los años noventa eR era “bajo” o, dicho de otro modo, la moneda doméstica estaba depreciada. Mientras EN estaba estrictamente fijado en una paridad 1$-1u$s mediante la ley de Convertibilidad, durante los primeros años del régimen dicho modelo basado en esta “ancla nominal” (el tipo de cambio) generó la acumulación de un 60% de inflación en el IPC, por lo que el índice “P” aumentó mucho más que P*. En consecuencia, en los años noventa hubo un fuerte incentivo a importar, por lo que se desprotegió nuestro mercado interno y amplios sectores industriales no pudieron competir con las importaciones. Tan potente fue aquel efecto –sumado a otros, como el de las privatizaciones, que impidieron que el sector de servicios absorbiera el desempleo generado en la industria– que en el período 1991-1994, mientras el producto crecía a exorbitantes tasas del orden del 10% anual (desacelerándose en 1994), el desempleo aumentó desde 6% hasta más del 12% en dicho período, para ascender a 18,6% luego del “efecto Tequila”. Luego de la mega-devaluación que sobrevino, no como consecuencia de una decisión de política económica, sino fruto de la explosión de un régimen cambiario que colapsó –EN alcanzó los 4$ por dólar para luego estabilizarse en 3$ por dólar–, a partir del segundo semestre del 2002 asistimos al proceso inverso: se vio protegido el mercado interno y se vieron favorecidas las exportaciones y desincentivadas las importaciones.
Sep - 03
IPC
Ago - 03
Jul - 03
Jun - 03
May - 03
Abr - 03
Mar - 03
Feb - 03
Ene - 03
Dic - 02
Nov - 02
150
Oct - 02
210
Sep - 02
Ago - 02
Jul - 02
Jun - 02
May - 02
Abr - 02
190
Mar - 02
200
Feb - 02
Ene - 02
Dic - 01
Base Dic´01=100
Macroeconomía
G.4.2. IPC y Tipo de cambio
G.4.3. IPC e IPIM
230
Período: Dic´01-Sept´03
220
222,5 215,1
180 IPIM
170
160
140,0 144,6
140
130
120
110
100
90
143
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Tipo de cambio real 380
Indices base 1993=100
330
280
230
180
130
D
F
Jl
S
N
Ab
Ju
Ag
E-00
Ma
O
D
My
F
Jl
S
N
Ab
Ju
E-95
Ag
O
Ma
D
My
Jl
F
S
Ab
N
Ju
E-90
80
Tipo de cambio libre * IPCUSA / IPC local
4.2. La Balanza Comercial Luego de la lectura del texto de referencia, en este apartado presentaremos el set de conceptos que muestra el esquema siguiente: G.4.5. Balanza comercial
• T = X ( e r , Y*) - E n
er , Y) = XN
• Homogeneización de monedas
• Efecto Precio
• Condición Mashall Lerner
• Curva J
144
Macroeconomía
4.2.1. La Balanza Comercial: la condición de Marshall-Lerner y la Curva J El impacto de una devaluación sobre la Balanza Comercial lo muestra la siguiente ecuación E.4.2., en donde la demanda de nuestras exportaciones depende de la producción del resto del mundo, “Y*” (que demanda nuestra producción) y de eR, mientras que las importaciones dependen tanto de nuestra producción “Y”, que al aumentar requiere de mayor cantidad de producción importada, como de eR. XN (exportaciones netas) = X(eR,Y*) – EN. M(Y,eR)
E.4.2.
Lo primero que es conveniente observar en esta ecuación es cómo está construida. La razón por la cual M debe estar multiplicada por EN es homogeneizar la moneda en la que medimos la Balanza Comercial. Las exportaciones se producen en pesos, mientras que las importaciones se producen y son compradas en moneda extranjera, divisas (dólares estadounidenses, para simplificar). En consecuencia, así como está planteada la ecuación E.4.2. nos dice que las XN están valuadas en moneda doméstica (pesos), para hacerlas consistentes con el resto de la demanda agregada (C + I + G), que también se miden en moneda doméstica. Es decir, dado que las importaciones se contabilizan en dólares, al multiplicarlas por EN, cuya unidad de cuenta es “pesos por cada dólar”, obtenemos las importaciones en pesos, que las restamos de las exportaciones, también en pesos. En segundo lugar, examinemos la relación entre EN, eR y XN. La llamada condición de Marshall-Lerner postula que una depreciación de la moneda doméstica –un aumento de eR– mejora la Balanza Comercial, debido al mayor incentivo sobre las exportaciones y al desincentivo sobre las importaciones recién comentado. Es decir, si XN estaba equilibrada, entonces será superavitaria luego de la devaluación. La ecuación E.4.2. nos muestra estos efectos a través de los paréntesis, que nos muestran la relación funcional de las variables Y, Y* y eR respecto de X y M. Sin embargo, para que la devaluación fomente las exportaciones, debe pasar un tiempo en el que los empresarios busquen nichos de exportaciones, cambien la escala de su planta, cambien su estructura de negocios, etc. Por lo tanto, para que se cumpla la condición de Marshall-Lerner debe pasar un tiempo, por ejemplo, uno o dos años, hasta que esta señal walrasiana de precios que funciona como incentivo se transforme en producción efectiva con destino de exportación. En consecuencia, una buena pregunta sería: ¿en qué situación queda la Balanza Comercial durante ese período en que la devaluación ya ocurrió pero los empresarios no reorientaron su set de producción hacia las exportaciones? Esta respuesta nos la da la teoría de la Curva J, a partir de la misma ecuación E.4.2. En un primer momento, aumentaron EN y eR, pero aún el aumento de eR no hizo efecto sobre X, y la economía debe seguir importando la misma cantidad de M debido a que no ha habido tiempo de sustituir las importaciones y producirlas domésticamente. En consecuencia, X y M se mantienen “más o menos” en las mismas cantidades, pero aumentó EN. La consecuencia (mirando la ecuación E.4.2.), es que las importaciones se valorizaron en pe-
Por ejemplo, si M = u$s 100 y EN = 3 $/u$s (“3 pesos por cada dólar”), entonces M. EN = $ 300.
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sos, por lo que la Balanza Comercial empeora; es decir, si estaba en equilibrio, se vuelve deficitaria. Luego, a medida que la señal del aumento de eR se transforma en mayores exportaciones y en sustitución de importaciones, la Balanza Comercial empieza a mejorar hasta transformarse en superavitaria. En consecuencia, la condición de Marshall-Lerner se cumple, aunque en el mediano plazo. En el corto plazo, el efecto precio producido por el aumento de EN es el que prevalece, mientras que a mediano plazo empieza a operar el efecto sustitución de importaciones por exportaciones. Este sendero de la Balanza Comercial XN tiene forma de “J”, es decir, empeora en el corto plazo para mejorar después, en el mediano plazo. De ahí el nombre de esta teoría.
4.2.2. Efectos expansivos y contractivos de la devaluación
http://www.eumed.net/cursecon/economistas/irving_fisher.htm
Una última pregunta que nos quedaría por responder en relación a una devaluación está referida a los efectos que ésta tiene sobre el nivel de actividad “Y”. Sabemos que, si se cumple la condición de Marshall-Lerner, la devaluación tiene un efecto finalmente expansivo sobre las XN y, por ende, sobre la DA e “Y”. Pero ¿podrían existir algunos escenarios económicos en que la devaluación genere efectos contractivos más potentes sobre “Y” que neutralicen el efecto expansivo generado por el aumento de las XN y la DA? No existe una única respuesta a esta pregunta. Mostraremos dos escenarios, propios de diferentes períodos de la historia económica argentina, en los que la devaluación tuvo efectos contractivos sobre el nivel de actividad “Y”. En primer lugar, podríamos caracterizar a la economía argentina –y a muchas economías latinoamericanas–, como una economía que suele entrar en recurrentes crisis que afectan el valor de la moneda doméstica, razón por la cual residentes argentinos depositan buena parte de sus ahorros en el exterior en forma de divisas. Además, por la misma razón, buena parte de los contratos financieros, deudas y acreencias, están nominados en divisas. En consecuencia, la devaluación encarece tanto las deudas como las acreencias. Esto podría tener un efecto neutral en términos de expansión de la demanda agregada y la producción. No obstante, no lo tiene. En base a una teoría desarrollada por un famoso economista vinculado a la macroeconomía y las finanzas, Irwin Fisher, podemos comprender uno de los efectos contractivos de la devaluación bajo las circunstancias descriptas. Deudores y acreedores no participan por igual en la demanda agregada DA: son los deudores los que gastan en consumo e inversión. Justamente para eso se habían endeudado previamente, para demandar “C” o “I”. En consecuencia, dado que luego de la devaluación los deudores son más pobres, cae la demanda agregada DA y, multiplicador α mediante, cae aún más la producción “Y”, siendo este efecto más potente que el efecto expansivo de la devaluación sobre la DA vía mejora de las XN.
¿Podría relacionar este efecto con la razón por la cual se instauró la “pesificación asimétrica” con posterioridad al colapso de la paridad cambiaria post-Convertibilidad? En segundo lugar, otra de las características de muchas economías lati-
146
Macroeconomía
noamericanas, incluida la argentina –vinculada a la descripción recién comentada– consiste en que el aumento de EN es un poderoso mecanismo de transmisión de la inflación. Al aumentar bruscamente “P”, disminuyen también en el mismo momento los salarios reales, w/p, con el consecuente efecto contractivo sobre la demanda agregada vía pérdida de poder de compra del salario. Ésta podría ser una breve y muy sintética explicación de un modelo más extensamente desarrollado por un ilustre economista argentino, Carlos Díaz Alejandro.
Adicionalmente, a su vez este efecto es más potente que la "licuación de los pasivos" originada en la inflación.
http://www.eumed.net/cursecon/economistas/diazalej.htm
Relacione este efecto con dos eventos, posteriores al colapso de la paridad cambiaria post-Convertibilidad: la sostenida disminución del desempleo y la instauración de los “Planes Trabajar”.
Ahora presentemos dos de los principales efectos expansivos de la devaluación sobre la actividad económica, que podrían contrarrestar, o no, los efectos contractivos recién mencionados. El primero opera sobre la demanda agregada DA. La devaluación no sólo incentiva la expansión de las XN, sino que, además, funciona como una protección para las actividades desarrolladas en el mercado interno, alentando un proceso de sustitución de importaciones. Este proceso no sólo tiene un impacto positivo sobre las XN, ya comentado, sino también un efecto expansivo sobre la demanda agregada doméstica y el nivel de actividad “Y”, debido precisamente a las oportunidades de negocios que brinda esa “protección”. El segundo efecto opera también sobre la demanda agregada y refuerza el efecto recién comentado, pero lo hace por otra vía: el aumento del empleo (o disminución del desempleo). En economías importadoras de buena parte de los bienes de capital que utilizan, como muchas economías latinoamericanas, luego de la devaluación cambian los precios relativos del capital y el trabajo: se encarece el costo del capital importado en la proporción del aumento de EN, mientras que se abarata el costo salarial debido a la caída de los salarios reales w/p derivada del aumento de la inflación propio de la devaluación, recién comentado. Vale decir, los empresarios tienen un potente incentivo a sustituir capital por trabajo en su función de producción, aumentando la demanda de empleo. Llamaremos a este fenómeno “efecto intensidad” sobre la demanda de trabajo.
¿Podría, nuevamente relacionar estos dos efectos con la economía argentina del período 2002-2005? Luego, realice un comentario global que abarque los cuatro efectos, contractivos y expansivos, sobre el desempeño de la demanda agregada y el PBI argentino post-crisis.
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4.2.3. La Balanza Comercial y la Curva IS La incorporación del “Resto del Mundo” al mercado de bienes en el modelo que hemos ido construyendo en esta Carpeta hasta la Unidad 3, se da a través de dos vías. En primer lugar, a través de la incorporación de la Balanza Comercial en la ecuación DA y, por ende, en la curva IS. Hasta ahora, en nuestro modelo de economía cerrada: Esta manera de presentar la ecuación E.4.3. (otra versión de la curva IS) está hecha en “forma implícita”, es decir, indicando sólo las variables endógenas de las que dependen las ecuaciones de comportamiento C e I (Go es exógena). Por simplicidad, y siguiendo la notación del texto de referencia, continuaremos con esta metodología de exposición durante esta Unidad 4.
DA = C(YD) + I(i, Y) + Go.
E.4.3.
Hemos introducido hasta aquí dos variables adicionales: “X”, la demanda del resto del mundo de nuestras exportaciones, y “M”, nuestra demanda de importaciones del resto del mundo. Llamaremos “Absorción” doméstica, y la denominaremos A(Y,i), a nuestra anterior función DA de economía cerrada. En consecuencia, utilizando la ecuación E.4.2. (XN), podemos escribir la nueva ecuación de DA de economía abierta: DA = A(Y,i) + XN (Y,Y*,eR)
E.4.4.
Al igual que en la economía cerrada, la ecuación IS supone el equilibrio en el mercado de bienes, Y = DA, por lo que le ecuación IS de economía abierta será: IS: Y = A(Y,i) + XN (Y,Y*,eR)
E.4.5.
Esta ecuación muestra el equilibrio en el mercado de bienes. Aquí, como siempre, “Y” e “i” son las variables endógenas de la curva IS, mientras que las variables que componen la demanda autónoma Ao (que no se explicita en las ecuaciones E.4.3., E.4.4. y E.4.5.) son las variables exógenas, como de costumbre. Por simplicidad, no le daremos una forma lineal al modelo de economía abierta, siguiendo la metodología empleada por el texto de referencia de esta Carpeta, sino que dejaremos escritas las funciones de este modo, en forma implícita. Ahora, la curva IS se desplazará debido a cualquier variación de un componente de Ao (Go, TRO, Co, Io, To –como siempre) o a dos variables adicionales: • La producción extranjera Y*, variable exógena que al aumentar incrementará la demanda de nuestras exportaciones, y • El tipo de cambio real eR, que mejorará las XN y, en consecuencia, expandirá la demanda agregada y la curva IS (asumiendo que la depreciación de la moneda tiene un efecto expansivo sobre el nivel de actividad).
4.3. El Balance de Pagos La segunda vía por donde se introduce el “Resto del Mundo” en el modelo IS-LM es a través de la ecuación de Balance de Pagos, BP, (que incluye a la Balanza Comercial recién presentada), conformando el modelo IS-LM-BP. BP: CC + CK [i-(i* + εe + d)] = ∆R
148
E.4.6.
Macroeconomía
G.4.6. Balance de pagos CC:
Mercancías: X - M = Balanza Comercial Servicios
Reales: fletes Financieros
Intereses
Transferencias CK:
Utilidades y Dividendos
Sector P úblico
capitales
Sector Privado
- IED
autónomos: bonos compensatorios: FMI/BM
- Privatizaciones - Financiamiento comercial - Deuda
autónomos
corto plazo largo plazo
Otros R:
Oro, Divisas, Bonos (Activos BCRA)
BP: CC+CK
R
definición
==> BP ≡ 0 :
CC + CK -
R
0
• La Cuenta Corriente (CC) del Balance de Pagos muestra las transacciones “corrientes” entre residentes y no-residentes, es decir, la Balanza Comercial XN, más la cuenta de servicios reales (fletes), la cuenta de servicios financieros (intereses (netos) de la deuda pública y privada más el envío (neto) de utilidades de empresas extranjeras al exterior y regalías), más transferencias al exterior (donaciones). • la Cuenta Capital (CK) del Balance de Pagos muestra las transacciones de capitales no corrientes, básicamente: la deuda externa pública y privada, el financiamiento de las operaciones de comercio exterior (que se contabilizan también vía XN), los flujos de inversión extranjera directa y los ingresos por privatizaciones, típicos de los 90. La dinámica de la CK depende de una condición de arbitraje internacional, conocida como condición de paridad descubierta (entre tipo de cambio y tipo de interés) UIP, a la que en una economía emergente debemos agregarle el riesgo de default de su deuda soberana, “d”. i = i* + εe + d
Condición UIP, del inglés, Uncovered Interest Parity Condition.
E.4.7.
en donde, i = tasa de interés doméstica (promedio) i* = tasa de interés internacional εe = tasa de devaluación esperada d = riesgo de default de la deuda soberana Los ingresos y salidas de capitales dependerán del diferencial comentado en las ecuaciones E.4.6. y E.4.7.:
149
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[i-(i* + εe + d)]
E.4.8.
Lo que nos dice este diferencial de tasas no es otra cosa que una aplicación de la relación riesgo-retorno presentada en el apartado 2.2. Un inversor no-residente comprará un activo doméstico nominado en pesos si el retorno de dicha inversión financiera es lo suficientemente mayor al de un activo mucho más seguro, como un bono del tesoro de los EE.UU, cuyo rendimiento es i*. ¿Cuánto más alto debe ser el rendimiento “i” ofrecido por un activo financiero doméstico? Éste debe ofrecer un rendimiento extra tal que compense el mayor riesgo inherente a un activo doméstico nominado en pesos. ¿Qué es lo que determina ese riesgo? Dos factores: el riesgo esperado de devaluación de la moneda doméstica, “εe”, más el riesgo de default del activo financiero doméstico, “d”. Ambos conforman, pues, una prima de riesgo, comúnmente denominada prima de riesgo país. En consecuencia, si “i” fuera lo suficientemente atractiva, tal que i > i* + εe + d ,
E.4.9.
entonces habrá ingresos de capitales. Análogamente, si i < i* + εe + d ,
Como veremos más adelante, en un sistema de tipo de cambio "flexible", ∆R = 0, ya que lo que ajuste el BP es la variación "flexible" de EN.
150
E.4.10.
habrá salida de capitales, por ejemplo, si los indicadores de la economía argentina empeoraran y los inversores internacionales percibieran que ha aumentado el riesgo de default, “d”, y/o el riesgo de devaluación, εe, o si por razones de política económica interna bajara la tasa de interés doméstica, “i” (debido a una política monetaria expansiva o una política fiscal contractiva como las presentadas en la Unidad 2, entre otras posibles causas). Por ejemplo, supongamos que i* es 3% y que el mercado internacional requiere 10% extra para cubrirse del “riesgo argentino” (εe + d). En este caso, si el rendimiento de un bono de deuda soberana argentina fuera 13%, entonces los inversores se mantendrían indiferentes entre un bono argentino y un bono de características equivalentes del tesoro estadounidense; si “i” fuera mayor a 13% entonces los inversores venderían bonos estadounidenses para comprar bonos argentinos; y finalmente si “i” fuera menor a 13% venderían bonos argentinos, habría salida de capitales. Se puede notar que, por ejemplo, si se verifica la desigualdad E.4.9. y un inversor externo compra un bono argentino, produce un exceso de demanda de ese bono (EDBo), con lo cual sube su precio Pb y, por ende, cae su rendimiento “i” (tal como explicáramos en la Unidad 2). ¿Hasta cuándo opera este mecanismo? Hasta que vuelva a cumplirse la ecuación E.4.7., es decir, hasta que el propio ingreso de capitales, aumentando el Pb de los bonos domésticos y disminuyendo así sus rendimiento “i”, reestablezca una relación riesgo retorno de equilibrio o indiferencia. • En consecuencia, las entradas y salidas de divisas por CC y CK arrojarán como resultado una variación de Reservas Internacionales, ∆R, que puede ser positiva o negativa según predominen las entradas o las salidas de divisas.
Macroeconomía
4.3.1. El BP en la Argentina de los años noventa El gráfico G.4.7 nos ilustra esta ecuación con un ejemplo histórico: el comportamiento del BP en la Argentina durante los años noventa. Dado que, como comentáramos, se produjo un fuerte proceso de apreciación de la moneda doméstica (eR muy bajo), esto generó durante toda la década un fuerte déficit de CC, que fue más que compensado por ingresos de capitales, permitiendo así a la convertibilidad acumular “R” en la cuantía necesaria para poder emitir pesos en una relación 1 a 1 con las reservas “R” disponibles (en eso consistió la ley de Convertibilidad).
G.4.7. Balance de pagos: cuenta corriente, ingresos netos de capitales y variación del stock de reservas (medias móviles de cuatro trimestres en millones de dólares corrientes) 6000
4000
2000
0
-2000
-4000 92
93
94
95
96
97
98
99
00
01
02
Cuenta corriente Ingresos netos de capitales Acumulaci ón de reservas
He aquí una de las contradicciones básicas de la Convertibilidad. Para sostener el crecimiento del producto era necesario emitir los pesos suficientes, para lo cual era condición sine qua non disponer de las divisas necesarias depositadas en forma de “R” (por ley de Convertibilidad). Dado que eR era muy bajo, la Balanza Comercial impulsaba a una CC permanentemente deficitaria, por lo que la convertibilidad requería de ingresos de capitales vía CK, que fueron acumulando a lo largo del tiempo un creciente stock de deuda pública y privada. Es decir, bajo esas condiciones, el endeudamiento externo era condición sine qua non del crecimiento del PBI experimentado en los años noventa. Dado que la capacidad de endeudamiento de un país en relación a su producto (como el de una empresa en relación a su patrimonio neto) suele tener una cota superior, he aquí una de las principales causas explicativas del default de la deuda soberana argentina luego de 4 años de recesión. Sostener esta inconsistencia durante tanto tiempo tuvo un costo demasiado alto.
151
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4.3.2. El funcionamiento de la UIP Asumamos por el momento, siguiendo la metodología del libro de texto de referencia, que la economía opera con un riesgo de default cercano a cero, d ≈ 0, para poder analizar la relación entre EN e i. Definiremos a la tasa de devaluación esperada, εe, como la diferencia entre el tipo de cambio nominal esperado, Ee, y el tipo de cambio nominal actual, EN, diferencia expresada como porcentaje de EN:
εe =
( Ee - EN ) / EN
E.4.11.
Observemos el esquema G.4.8. donde, a partir de la condición UIP, se puede deducir el mecanismo que un inversor debe realizar, paso a paso, para salir de un mercado o entrar en él, es decir, para que exista salida o entrada de capitales en un país. G.4.8. Uncovered Interest Parity (UIP)
• Econom ía pequeña y abierta: • Riesgo pa ís:
it
it* +tÊ e t+n + d
(i - i*) =Ê e + d Riesgo de default
Riesgo país
Riesgo de Devaluación
• Países desarrollados: d = 0 (Blanchard ) • Estrictamente:
(1 + i) = (1 + i*) (1 +tÊ et+n ) e e e tÊ t+n = tE t +n - E t = tE t +n - 1 Et Et
e tE t +n
•Ejemplo: Salida de capitales: (1 + i) = 1 /t E $
USD/$
(1)
USD
(2)
$/USD
• Tarea para el hogar: deducir (2) de (1)
Supongamos que existen 2 bonos, uno doméstico, cuyo rendimiento es (1+i) y otro extranjero, cuyo rendimiento es (1+i*). Cada vez que un inversor desea vender un bono doméstico para comprar un bono extranjero, debe primero cambiar los pesos obtenidos por dicha venta en el mercado cambiario y obtener 1/EN dólares, para luego invertirlos en un bono extranjero cuyo rendimiento es (1+i*). El proceso inverso debe realizarlo si lo que desea es vender un bono extranjero para comprar un bono doméstico. ¿Por qué la devaluación representa un riesgo para un inversor extranjero? El esquema G.4.9. nos cuenta la historia completa, mostrándonos el caso de un inversor extranjero que desea invertir en nuestro mercado doméstico para aprovechar el atractivo rendimiento (1+i) que ofrece un bono nominado en pesos para, luego de un tiempo, salir del mercado doméstico y realizar su ganancia en dólares.
152
Macroeconomía
G.4.9. Ejemplo: entrada de capitales (1 + i*) = E t. (1 + i) . 1/tE et + n i = 10% n=1 E t = 2 $ / USD 1) Venta de Bono USA: USD 10 = $20 2) Compra de Bono Argentina ==> rendimiento (1 + i) ==> $20 (1,1) = $22 3) tE et +n = 4 $/USD ==> venta del bono argentino luego de la devaluación: $22 . 1/4 USD/$ = USD 5,5 4) Ganancia por inter és:. $2 = USD 0,5 P érdida: USD 4,5 5) Pérdida por E t = USD10 - USD 5 = USD 5
Este ejercicio asume que un inversor, que vende un bono USA obteniendo inicialmente u$s 10, comprará un bono argentino que rinde “i” = 10% anual, a un EN = 2 $/u$s, que se duplicará al cabo de dicho año. El inversor extranjero poseía un bono USA en dólares que ofrecía una tasa (1+i*) < (1+i), el rendimiento del bono argentino. Decide vender su bono USA, obteniendo u$s 10, concurre al mercado cambiario argentino y, siendo EN = 2 $/u$s, obtiene $20, que los invierte en un bono argentino que rinde una tasa (1+10%) anual, obteniendo al cabo del año $ 22. Durante dicho año, la moneda doméstica se devaluó, siendo el tipo de cambio a fin de año 4 $/u$s (coincidente con Ee, esperado un año atrás). Al final del año decide realizar su ganancia, para lo cual vende los $ 22 en el mercado doméstico y obtiene u$s 5.5. En síntesis, en ese momento obtuvo una ganancia de intereses de 2$ = u$s 0.5, y una pérdida cambiaria de u$s 5 debido a la devaluación ocurrida durante el período de tenencia del bono en el mercado doméstico, perdiendo en total u$s 4.5, equivalente al 40.5% de su inversión original. Por esta razón, ningún inversor extranjero que hoy espere que Ee > EN invertirá en nuestro mercado doméstico. Acabamos de ver, pues, por qué una tasa εe > 0 representa parte de la prima de riesgo que un bono argentino debe pagar para ser atractivo para un inversor extranjero (la otra parte de la prima es d), mejorando la comprensión de las ecuaciones E.4.7. a E.4.11.
4.4. Regímenes Cambiarios Existen básicamente 3 tipos de regímenes cambiarios: • EN fijo • EN flexible • “flotación sucia”
153
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Podemos caracterizar estos 3 regímenes a partir de la ecuación del BP, observando el esquema G.4.10. BP: CC + CK [i-(i* + εe + d)] = ∆R
E.4.6.
G.4.10. Regímenes Cambiarios
BP: CC+CK
R
==> BP
0:
CC + CK -
R
0
• Tipo de cambio fijo: Resultado BP (CC + CK) ==> EOD/EDD ==> _ BC: compra/venta divisas con ∆R para sostener TC fijo ( En) ==> ∆R ≠ 0
• Tipo de_ cambio flexible: ==> En ==> R = 0
Resultado BP (CC + CK) ==> EOD/EDD
_ • Flotación sucia: E n flexible+ intervención BC ==>
R
0
En un régimen de tipo de cambio fijo, la autoridad monetaria (el BCRA en Argentina) interviene en el mercado cambiario para sostener una paridad deseada, comprando todo exceso de oferta de divisas (EOD) resultante de (CC + CK) y abasteciendo todo exceso de demanda de divisas (EDD), de modo de dejar inalterado el “precio de la divisa”, EN. Cada vez que el BCRA compra divisas, acumula Reservas internacionales, ∆R > 0, y cada vez que vende, desacumula Reservas, ∆R < 0. En un régimen de tipo de cambio flexible, el BCRA no interviene en el mercado: la ecuación (CC + CK) se autorregula, porque todo EOD o EDD impulsa a EN a la baja o al alza, siendo ∆R ≡ 0. Por ejemplo, un EOD implica la existencia de más dólares en el mercado cambiario, pero cada uno de ellos vale menos, pues EN bajó. Por lo tanto, el valor de la cantidad de divisas en el mercado se mantuvo inalterable. En consecuencia, la ecuación BP para un régimen de tipo de cambio flexible queda determinada por: BP: CC + CK [i-(i* + εe + d)] = 0
E.4.12.
Finalmente, en un régimen de flotación sucia, el BCRA deja flotar EN, pero dentro de ciertas “bandas de flotación”. Cuanto más grandes las bandas, más parecido será este régimen a uno de tipo de cambio flexible; cuanto más estrechas, se parecerá más a uno de tipo de cambio fijo, tal como puede ejemplificarse con el régimen cambiario argentino durante el período 2003-2005. Podría escribirse, pues, una ecuación BP como la que sigue: BP: CC + CK [i-(i* + εe + d)] ≈ ∆R
154
E.4.13.
Macroeconomía
4.4.1. El funcionamiento de la UIP y los regímenes cambiarios Para analizar el funcionamiento de la UIP, retomemos las ecuaciones E.4.11. y E.4.7.
εe =
( Ee - EN ) / EN i = i* + εe + d
E.4.11. E.4.7.
Observemos la primera de ellas. Si el mercado tiene determinadas expectativas sobre Ee , de modo que podríamos asumir que esta variable está fija, cuando EN comienza a bajar, la tasa de devaluación esperada, εe, comienza a subir, ya que el mercado espera que en el futuro EN converja a Ee. Nótese que no es estrictamente necesario que Ee esté fijo. Cuando EN comienza a bajar, es probable que en un principio εe lo acompañe, hasta “algún momento” (indeterminado) en que el mercado evalúe que EN está “demasiado bajo”, ampliándose la brecha (Ee - EN) y aumentando en consecuencia las expectativas de devaluación εe. Observando la ecuación E.4.7. y recordando la relación riesgo-retorno sobre la UIP comentada en apartados anteriores, vemos que acaba de aumentar el riesgo de devaluación y, en consecuencia, los inversores exigirán un retorno mayor para comprar bonos domésticos, acorde a la mayor prima de riesgo soberana derivada al aumento de εe. Tal como lo muestra dicha ecuación: cuando aumenta εe, aumenta “i”, debido a la salida de capitales resultante (EOBo, cae Pb, aumenta "i"), ya los inversores obtendrán una mejor relación riesgo-retorno comprando bonos USA y ganando un rendimiento i*. Pareciera que para que esta relación opere es necesario que exista un régimen de tipo de cambio flexible, de modo que EN pueda bajar o subir y se cumpla la relación de arbitraje comentada en el párrafo anterior. Sin embargo, esta relación también se verifica en regímenes de tipo de cambio fijo (o de flotación sucia cuando las bandas son muy estrechas) en economías pequeñas y abiertas. Cuando ciertos indicadores económicos empeoran demasiado, como un abultado déficit de cuenta corriente, un gran stock de deuda externa o una caída sostenida del PBI, probablemente el mercado cambiará sus expectativas sobre el tipo de cambio futuro, esperando una devaluación, aumentando Ee, ampliándose la brecha (Ee - EN) y, en consecuencia, subiendo εe e “i”.
4.5. Régimen de tipo de cambio fijo y creíble en el corto plazo A los fines de comprender el funcionamiento de la economía argentina tanto durante los años noventa como en la década del 2000, nos concentraremos en lo que resta de esta Unidad en el análisis de los regímenes de tipo de cambio fijo, o de flotación sucia con bandas estrechas. Este régimen no solamente es típico de éstos y otros períodos de la economía argentina, sino de muchas economías pequeñas y abiertas en las que el tipo de cambio nominal es un poderoso mecanismo de transmisión de la inflación. Comencemos por analizar un modelo de corto plazo y precios fijos que cumple con los supuestos que muestra el esquema G.4.11.
155
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G.4.11. Tipo de cambio fijo (creíble)
Supuestos: • Corto plazo • Precios fijos • Sin expectativas • Perfecta movilidad de capitales • UIP:
it
it* +tÊ et+n + d
• Total credibilidad en _ n ==> tÊ et+n = 0 • d =0 ==> UIP:
it
it*
En rigor, no es necesario realizar un supuesto tan fuerte como εe = 0 y “d” = 0, tal como muestra el esquema. El modelo funcionaría exactamente igual si supusiéramos solamente que estas variables están fijas, gracias a la confianza de los inversores extranjeros, basada en indicadores macroeconómicos robustos de la economía doméstica. Asumiremos estos dos supuestos fuertes, tal como los muestra el esquema, sólo por simplicidad. Bajo estos supuestos, y siguiendo el set de ecuaciones de una economía abierta comentado en los apartados 4.2. y 4.3., el modelo queda conformado como muestra el siguiente esquema G.4.12. G.4.12. El modelo
• Gasto de residentes: C + I + G (incluye M) • Gasto en bienes interiores: C + I + G + XN = DA • A = C + I + G = A (Y, i) • XN = X ( er , Y*) - En . M (er , Y) = XN (Y, Y*, er ) Supuesto Marshall - Lerner : er ==> X + M ==> XN Y ==> M ==> XN
• XN
Y* ==> X ==> XN
• IS:
Y = A (Y, i) + XN (Y, Y*, er) = DA
==> er (depreciaci ón) http://www.eumed.net/cursecon/economistas/Mundell.htm
156
IS
Y* Este modelo es conocido en la literatura como modelo Mundell-Fleming, en honor a sus autores. Veamos cómo funciona, analizando los efectos de las políticas monetaria y fiscal en el corto plazo.
Macroeconomía
4.5.1. La Política Monetaria G.4.13. Política Monetaria Expansiva LM
i
LM’ i*
A=C
iB
Superávit de BP BP ≡ 0
B
Déficit de BP
IS Y Ms/P i Y XN i < i*
salida de capitales ==> déficit de BP ==> presión ==> BC vende divisas:
Ms/P
E n ==>
Desacelera salida de capitales hasta BP = 0
i ==> i = i* Y XN (deja de ser deficitaria)
•A
B: salida de capitales
•B
C: ¿ingreso de capitales?
• Movimiento sobre IS cuando endógenas
XN (AB) y cuando
XN (BC) : en ambos casos
iy
Y:
• Política Monetaria Endógena - Arbitraje instantáneo sobre la LM
Dado que ya es conocido para el lector el modelo IS-LM de corto plazo para una economía cerrada (Unidad 2), la “novedad” del esquema anterior consiste en analizar cómo interactúa dicho modelo con la ecuación BP. Como sabemos, bajo los supuestos recién asumidos, la ecuación BP estará equilibrada (BP = 0), cuando los inversores extranjeros sean indiferentes entre comprar un bono doméstico o un extranjero, algo que ocurre sólo cuando i = i*. Si el gobierno decide ahora implementar una política de demanda expansiva, aumentando Ms para bajar la tasa de interés doméstica “i” y, mecanismo de transmisión de la política monetaria mediante, expandir la demanda agregada y la producción de equilibrio, entonces i < i* (punto B). En consecuencia, los inversores venden bonos argentinos porque son menos atractivos que los bonos extranjeros en términos de la relación riesgo-retorno, provocando una salida de capitales. Ello genera un EOBo domésticos, cayendo su precio Pb y aumentando su rendimiento, “i”. Completemos este análisis. Al vender los bonos domésticos (nominados en pesos), para “salir” del mercado doméstico los inversores debieron cambiar los pesos derivados de dicha venta por divisas en el mercado cambiario, generando un EDD que impulsa una depreciación de la moneda doméstica. Para evitar esa depreciación, el Banco Central vende, utilizando parte de sus reservas internacionales “R”, todas las divisas que el mercado le demandó, absorbiendo todos los pesos vendidos en el mercado por los inversores y ofreciendo todos los dólares que el EDD requería. Al absorber pesos del mercado, contrajo la oferta monetaria Ms, desplazándose la curva LM en sentido contractivo y generando un EDM que impulsó al alza de “i”, en forma consistente con el mecanismo mostrado unos párrafos más arriba. Este proceso no se detendrá hasta que “i” no iguale a “i*”, momento en que los inversores internacionales se volverán indiferentes nuevamente y
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dejarán de vender bonos domésticos. En consecuencia las curvas Ms/P y LM retornan así a su posición original en el punto (C = A). El mecanismo recién comentado nos dice que en este modelo la política monetaria es totalmente ineficaz para expandir “Y” vía baja de “i”, volviendo en el corto plazo todas las variables macroeconómicas a sus niveles originales: el mecanismo de transmisión de la política monetaria se quebró debido, ahora, al arbitraje internacional entre “i” e i*. Así, la perfecta movilidad de capitales vuelve “endógena” a la política monetaria, ya que ésta no puede depender más de una decisión discrecional del Banco central, sino que depende ahora de los movimientos de capitales propios de decisiones como las aquí expuestas, tomadas en los mercados internacionales de capitales.
4.5.2. La Política Fiscal En cambio, con la política fiscal ocurre exactamente lo contrario. Observemos el esquema G.4.14. G.4.14. Política Fiscal Expansiva LM
i B i*
A
C
LM’ BP ≡ 0 IS’ IS Y
G
Y XN ==> salida de capitales por CC i ==> i > i* ==> ingreso de capitales: 2 fines: a) financiamiento comercial b) mayor premio i parte del ingreso de capitales es XN < 0 ==> efecto CK > efecto CC ==> ingreso de capitales neto
==> presión
E n ==> BC compra divisas: expande la LM: ↑Ms/P
i ==> i = i* Y XN
• AB: desplazamiento de la IS: ∆ G • BC: a lo largo de la IS: • Y por G y
Ms/P
i Y XN
==>XN < 0: financiamiento: ingreso de capitales ⇔ entre A y C: i > i*
Un aumento del gasto público expande la demanda agregada y la producción, desplazando la curva IS hasta IS´, tal como ocurría en economía cerrada en el corto plazo. Como recordará el lector, al aumentar la producción, aumenta la demanda de dinero transaccional, generándose un EDM y un EOBo, ya que los agentes económicos obtienen dinero desprendiéndose de los bonos. El EOBo impulsa su precio Pb a la baja y, en consecuencia, aumenta su rendimiento o tasa de interés “i” (punto B). Ahora, en este modelo de economía abierta, al aumentar la tasa de interés doméstica “iB” > i*, no se genera el efecto crowding out tal como ocurría en el modelo de economía cerrada, porque otro proceso mucho más veloz impide que este nivel más alto de “i” se convalide: los inversores externos ven atractivo el rendimiento ofrecido ahora por los bonos domésticos, por lo
158
Macroeconomía
que ingresan capitales a nuestra economía para aprovechar esos rendimientos iB > i*. Para comprar dichos bonos, deben primero canjear sus divisas en el mercado cambiario doméstico por pesos. Al hacerlo, generan un EOD que impulsa a la baja de EN. Para evitar la apreciación de la moneda doméstica el Banco Central interviene en el mercado cambiario, comprando el EOD y acumulando reservas internacionales “R”. Estas divisas las compra con pesos, que previamente emitió para tal fin, inyectando pesos al mercado, aumentando así la oferta monetaria Ms y desplazando la curva LM hasta LM´. En consecuencia, genera un EOM que impulsa la tasa de interés doméstica “i” a la baja, hasta iC (punto C). ¿Por qué i bajará hasta ese nivel? Porque si no lo hiciere, seguirían ingresando capitales y continuaría este proceso de disminución de “i”, proceso que se detiene únicamente cuando no hay más incentivos al ingreso de capitales, algo que sólo ocurre cuando los inversores vuelven a ser indiferentes, dado que nuevamente i = i*. De este modo, la política fiscal fue muy potente para expandir la renta, porque logró aumentar la producción “Y” más de lo que implicaba el desplazamiento de la curva IS originado en el inicial aumento de Go: el ingreso de capitales posterior desplazó la curva LM y volvió a expandir la producción. En consecuencia, Y aumentó desde YA hasta YC, no aumentó la tasa de interés “i”, que se mantuvo en su nivel inicial iA, movimiento de capitales mediante, evitando desplazamiento alguno de inversión privada debido al aumento del gasto público (crowding out). Analicemos los componentes de la DA. Dado que aumentó “Y” aunque no “i”, aumentó la DA de la economía: el aumento de “Y” impactó en un aumento del consumo privado, C, aumentó la demanda de inversión, I, (porque aumentó Y), y aumentó Go debido a la política fiscal expansiva inicial. Por su parte, aumentaron las importaciones debido al aumento de la producción (insumos y bienes de capital importados) y del consumo (bienes de consumo importados) y no variaron las exportaciones, debido a que no varió ni Y* ni eR que está fijo, tanto debido al régimen cambiario (EN fijo) como al supuesto de precios fijos en el corto plazo, P0 y P*. Debido a este comportamiento de X y M, la Balanza Comercial empeoró. Este déficit de Balanza Comercial fue financiado por el ingreso de capitales que ingresaron por la CK, permitiendo no sólo financiar este déficit, sino además acumular reservas internacionales “R” en el Banco Central. De este modo, la ecuación BP queda equilibrada (BP = 0), algo que se explica a partir de CC < 0 (debido al déficit de Balanza Comercial) y CK > 0, generando ∆R > 0.
4.6. El régimen de tipo de cambio fijo en el mediano plazo Este último apartado de la Carpeta no presenta casi ningún concepto novedoso para un lector atento. Sólo consiste en agrupar en un solo modelo el funcionamiento de una economía cerrada en el mediano plazo, presentado en la segunda mitad de la Unidad 3, con el funcionamiento de una economía abierta en el corto plazo, presentado hasta aquí en la Unidad 4. Los movimientos de las curvas, los mecanismos de ajuste y las ecuaciones que com-
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ponen el nuevo modelo ya han sido extensamente explicados en esta Carpeta, por lo que no volveremos a repetir en este apartado aquello que ya haya sido analizado en profundidad con anterioridad. Sí nos detendremos, claro está, en analizar las conclusiones surgidas del funcionamiento del nuevo modelo en su conjunto.
4.6.1. El modelo: supuestos, ecuaciones y variables El siguiente esquema presenta el nuevo modelo a partir de todas estas variables ya conocidas por el lector. G.4.15. Tipo de cambio fijo - Precios flexibles - Mediano plazo Supuestos:
Ecuaciones:
• En • Precios flexibles
• IS: Y = A (Y, r) + XN (Y, Y*, er ) = DA • LM: i= k/l .Y - (Ms/Pl + ie)
•tÊ et+n y d > 0
• BP: XN (Y, Y*, er ) + CK [i-( it*+tÊ et+n +d)]
• tÊ et+n = • UIP:
(E e
e
• OA: P = P (1+ ) F(u,z) = P (1+ ) (1- u+z)
- E t) / E t
it*+ Ê e + d
it
R
e
• WS: w/p = P. F(u, z) • PS: w/p = 1 / (1+ )
Variables exógenas
Variables endógenas
• A, Y*, En
(IS)
•Y
•
(LM)
•i
•
• R
•r≡ i -
• Ms, ie • i*,
d,E e
•P e,
e,
n
z,
(BP) (OA)
Curva de Phillips: = ∆OA = ∆P = Pt+1/Pt -1 e
==> acelera OA e
•P •w
Observando el esquema anterior, preste el lector atención a dos cosas. En primer lugar, se ve que la tasa de devaluación esperada y el riesgo de default, tal como comentáramos en apartados anteriores de esta Unidad 4, no necesariamente deben ser nulos (supuesto simplificador hecho anteriormente), sino que basta con que estén fijos en un valor “dado” para que el tipo de cambio fijo sea “creíble”, es decir, para que no haya expectativas de devaluación de la moneda doméstica. En segundo lugar, note el lector que el sistema de ecuaciones está compuesto por 5 ecuaciones y 5 incógnitas, o variables endógenas, de modo tal que el sistema es compatible determinado, es decir, existe una única solución. Si bien en este esquema G.4.15. se presentan 6 ecuaciones, en realidad la curva OA no es más que una deducción de las curvas WS y PS, por lo que el sistema queda en realidad conformado por sólo 5 ecuaciones.
4.6.2. Política fiscal expansiva El siguiente sistema de gráficos nos cuenta la historia completa; como se puede observar, en el modelo presentado estilizadamente en el esquema todo ya está dicho, pues se deduce de los modelos presentados con anterioridad.
160
Macroeconomía
G.4.16. Política fiscal expansiva (I) LM
i
LM’ A’
(A)
C=A
B
G ==> DA
P
IS’ IS Y
P
Y A (Y, i )
BP ≡ 0
OA ’ C
er (En) ==> XN
i=i (A ’): i > (i* +
e tÊ t+n +
d ) ==> ingreso de capitales
• Mercado cambiario: EODiv : BCRA: •Mercado de bonos: EDBo , Pb,
OA
G, C, I
Ms =
R> 0
i
B DA ’ A DA w/p
Y Ws
.
B
Ps
(B) Estable CP: saldos reales negativo más que compensado con LM Inestable MP: tensión mercado laboral ==> OA, P LM (saldos reales) compensado por ingreso de capitales: “sobre BP ”
doméstica
C=A
Y A = YC
er : proceso aprecia moneda permanente proceso mecánico creciente
Y
==> IS
er = En . P* /
ajuste contractivo vía: IS, sobre BP,
P w/p
Exactamente del mismo modo presentado en el apartado 4.5., en el corto plazo la política fiscal expansiva genera un aumento de la producción y de las tasas de interés y, dado que la política monetaria esta “endogeneizada”, el ingreso de capitales hace retornar “i” hasta su nivel i* y vuelve así a darle un impulso, esta vez de origen monetario, a la producción (punto B). Tal como fue presentado en la Unidad 3, un punto como el B es un punto de equilibrio de corto plazo, tanto en los mercados de bienes (en donde la curva DA se expandió por los desplazamientos de las curvas IS y LM) como en el mercado de trabajo. Sin embargo, en este último mercado, existen “tensiones” provenientes de la desigualdad u < uE , que habían conducido anteriormente (desde el punto A hasta el punto B) a la suba del salario real w/p y a una caída del mark up µ. Dichas tensiones generan un proceso inflacionario de mediano plazo que contrae la curva OA, aumentando “P” y perdiendo la moneda doméstica poder adquisitivo, ya que disminuye Ms/p, contrayéndose en consecuencia la curva LM. Se presentará ahora lo novedoso: la forma en que ajusta el mercado de capitales sobre la curva BP hacia el anterior punto de equilibrio (C = A). Por un lado, toda vez que la curva LM comienza a contraerse, ocurre que i > i*, y en cada momento en que ello ocurre ingresan capitales, volviendo a expandir la curva LM en dirección a la curva BP. Este proceso no conduce por sí solo a un nuevo equilibrio estable de mediano plazo: el proceso inflacionario desplaza la curva LM en sentido contractivo, mientras que los ingresos de capitales resultantes impulsan la LM en sentido expansivo. ¿Cómo se resuelve esta inestabilidad en el modelo? Paralelamente al mecanismo recién descripto, el proceso inflacionario genera un segundo efecto: la permanente apreciación del tipo de cambio real, que va contrayendo la curva IS, de modo que la economía se traslada sobre la curva BP hasta el punto original (C = A), escenario de equilibrio de corto y mediano plazo, en el que se recompusieron en el mercado de trabajo los salarios reales y el mark up originales. 161
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En consecuencia, esta política no tuvo en el mediano plazo ningún impacto sobre las variables reales (excepto en una), aunque originó un proceso inflacionario (medido por la variación de “P” entre los puntos A y C del mercado de bienes) que atrasó el tipo de cambio real, única variable real afectada. En la Unidad 3 ya se habían presentado los efectos de una política de demanda expansiva (en este caso la política fiscal) que, partiendo de la tasa estructural de desempleo tiene efectos expansivos en el corto plazo aunque no en el mediano plazo. Eso no ha variado aquí; sólo varió el mecanismo de ajuste “natural”, que opera ahora vía BP.
¿Podría el lector resolver el mismo problema macroeconómico pero asumiendo ahora que las autoridades económicas aciertan al observar u > uE (punto A del nuevo ejercicio, sobre la curva WS)?
¿Por qué cree usted que una política monetaria no tendrá ningún tipo de efecto de mediano plazo en este modelo?
4.6.3. La Devaluación Tal como se observa en el siguiente esquema G.4.17., supongamos un escenario macroeconómico de desempleo mayor al estructural, y asumamos que la devaluación tendrá efectos expansivos, tanto sobre la Balanza Comercial (Marshall-Lerner) como sobre la producción, tal como comentáramos en el apartado 4.2.2.
G.4.17. Devaluación (I) i
LM LM’
Supuestos ad hoc: 1) Devaluación “creíble” (razonablemente ordenada)
A
B
BP ≡ 0 IS’
2) Devaluación expansiva ( Marshall - Lerner ) 3) uA > uE
IS Y
P
(A)
En
efectos:
I. Protecci ón mercado interno → ↑DA (CP)
OA
II. Intensidad del Trabajo (MP)
B DA ’
A
III. XN
DA w/p
Y
==> DA
LM (Banco Central) Y
Ws
P
..
162
A
B
YA
YE
“cambio de precios relativos”
Ps
==> En >> Y
“salto discontinuo”
P
uA > uE ==> er “permanente”
Macroeconomía
En un régimen de tipo de cambio fijo, como se mostrara anteriormente en el esquema inicial G.4.15. al presentar el modelo, el tipo de cambio fijo es una variable exógena que impacta en la curva IS vía mejora de las XN. Al deslazarse la curva IS en sentido expansivo, se repite el mecanismo reseñado en la política fiscal: sube i > i*, ingresan capitales y se expande la curva LM, “endogeneizada”, generándose así un potente efecto expansivo sobre la demanda agregada y la producción (punto B). Tal como señala el esquema, y fuera ya comentado en esta Unidad 4, la devaluación impulsa el aumento de la demanda agregada mediante tres efectos (es decir, vía XN y dos más): • la protección del mercado interno que incentiva la sustitución de importaciones; • la mejora en la Balanza Comercial (XN); • la disminución del desempleo vía aumento de la intensidad en el uso del factor trabajo (sumada a la disminución del desempleo vía protección del mercado interno). En consecuencia, partiendo de este escenario inicial, la devaluación fue exitosa al expandir la producción ya en el corto plazo, puesto que al alcanzar la tasa de desempleo estructural en el punto B no genera efecto inflacionario alguno, sólo un salto discontinuo en el nivel de precios (PB - PA) en el corto plazo. Es decir, la devaluación nominal (aumento de EN) logró transformarse en una devaluación real (aumento de eR), gracias a que el elevado desempleo y la recesión existentes en el punto A sirvieron de contención al alza de precios, aumentando EN más que “P”. Finalmente, la disminución del desempleo entre A y B aumentó el poder de negociación de los trabajadores, aumentando los salarios reales w/p.
En función de los tres gráficos que siguen a continuación, aplique este modelo para interpretar un caso de devaluación exitosa: el caso argentino de del período 2002-2005. G.4.18. IPC y tipo de cambio Período: Dic´01-Sept´03 390
372 370
IPC
350
Tipo de cambio
330
290
290 270 250 230 210 190 170
142,2
150
130,5
130 110
Ago - 03
Sep - 03
Jul - 03
Jun - 03
May - 03
Abr - 03
Mar - 03
Feb - 03
Ene - 03
Dic - 02
Nov - 02
Oct - 02
Sep - 02
Ago - 02
Jul - 02
Jun - 02
May - 02
Abr - 02
Feb - 02
Mar - 02
Ene - 02
90
Dic - 01
Base Dic´01=100
310
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G.4.19. Evolución del salario real
Fuente: BCRA en base a INDEC
G.4.20. PBI real desestacionalizadoo. Período: I`93 al IV’04 130 123,8 125,7 125
126,5 120
120
115
110
105 105,5 102,6
100
IV 04
IV 03
IV 02
IV 01
IV 00
IV 99
IV 98
IV 97
IV 96
IV 95
IV 94
IV 93
I 93
95
A. Problemas macroeconómicos Corto Plazo Indique si las siguientes afirmaciones son V o F, distinguiendo entre corto y largo plazo, y justifique su elección económicamente, utilizando el álgebra y los gráficos correspondientes.
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Macroeconomía
Ejercicio 1. En un régimen de tipo de cambio fijo y flexibilidad de precios, la devaluación es “neutral” en el corto plazo. Ejercicio 2. Suponga una economía abierta en la que los mercados de bienes, dinero y bonos están en equilibrio, aunque con un desempleo elevado que mantiene fijos precios y salarios y con déficit de balanza comercial. Dadas estas condiciones iniciales, una política fiscal contractiva no alterará el equilibrio del balance de pagos (BP = CC+CK-∆R = 0). Responda la siguiente pregunta: Ejercicio 3. A partir de una situación inicial de equilibrio interno y externo, se produce un ataque especulativo sobre la moneda de una economía, originado en fuertes expectativas de devaluación. Explique cómo se perturba el equilibrio inicial, cómo es el proceso de ajuste y compare la situación final con la inicial. Introduzca el supuesto de precios que más le agrade. Marque con una cruz la opción correcta y justifique su elección económicamente, utilizando el álgebra y los gráficos correspondientes. Ejercicio 4. En un contexto de estabilidad de precios, tanto nacional como internacional, y partiendo de una balanza comercial equilibrada que viene dada por la siguiente ecuación (siguiendo la notación de Blanchard): XN = X(ε,Y*) - ε.Q(ε,Y) ; una revaluación generará déficit comercial: • nunca, porque el efecto cantidades siempre es menos potente que el efecto precios; • siempre, porque en todo momento la disminución del valor de las importaciones es menor que el efecto sustitución que provoca la revaluación a favor de las cantidades importadas; • casi siempre, vale decir, recién en el mediano-largo plazo cuando el efecto precio supera al efecto cantidades; • Ninguna de las anteriores. Ejercicio 5. Suponga una economía abierta al comercio exterior pero cerrada para los movimientos internacionales de capitales, caracterizada por un persistente déficit presupuestario y comercial. En este marco, el gobierno decidió subir los impuestos autónomos. Tal como muestra el modelo correspondiente, después de implementada dicha política, los resultados mostrados fueron: • una reducción tanto de las importaciones como de las exportaciones como consecuencia de la caía en la renta, con
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lo cual el saldo de la balanza comercial no se modificó. Así, el gobierno pudo reducir el déficit presupuestario pero no el comercial. • una reducción de las importaciones por la caída de la renta que trajo aparejada una mejora en la balanza comercial, ya que las exportaciones se mantuvieron constantes. Por otra parte, el gobierno fue capaz de mejorar sus cuentas fiscales. • dado que no existe ninguna conexión entre la tasa impositiva y las exportaciones netas, el saldo de la balanza comercial no experimentó variación alguna. Sin embargo, el gobierno logró disminuir el déficit presupuestario. • ninguna de las anteriores. Ejercicio 6. En el modelo IS-LM para economías abiertas y suponiendo tipo de cambio fijo: • La política fiscal es más efectiva que en un sistema de tipo de cambio flexible ya que el ingreso de capitales provoca una acomodación monetaria. • La política fiscal es más eficaz que en un sistema de tipo de cambio flexible, debido a que promueve el crecimiento de las exportaciones netas. • La política fiscal es más eficaz que en un sistema de tipo de cambio flexible, sólo si se cumple la condición MarshallLerner. • Algunas de las anteriores. • Ninguna de las anteriores. Ejercicio 7. Supuestos: a) economía abierta, b) perfecta movilidad de capitales, c) tipo de cambio fijo, d) las expectativas cambiarias siguen una lógica de paridad tipo de cambio-tasa de interés, e) existe un persistente déficit de cuenta corriente que genera crecientes expectativas de devaluación, f) la economía se encuentra en su tasa estructural de desempleo. Para evitar una “fuga de capitales” (corto plazo), el gobierno tiene diferentes opciones de política económica, entre las que se encuentran: • Devaluar cuantas veces sea necesario, para de ese modo adquirir reputación y terminar con las expectativas de devaluación y, a la vez, mejorar la balanza comercial. • No hacer ninguna política y dejar que el mercado ajuste precios y salarios en el largo plazo y así lograr una depreciación real que mejore el déficit de cuenta corriente. • Inducir una recesión en el corto plazo mediante una caída del precio de los bonos que, disminución de los precios de los bienes mediante, restablezca el equilibrio de largo plazo de la cuenta corriente. Para que esta política sea exitosa habría que considerar que: a) cuanto más grande sea la recesión, mayor será la reputación del gobierno, y b) las 3
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Macroeconomía
curvas del esquema IS-LM-BP se desplazan en el proceso de ajuste. • Ninguna de las anteriores. Ejercicio 8. Suponga una economía abierta y en equilibrio en los mercados de bienes, dinero, trabajo y balanza comercial, con perfecta movilidad de capitales, tipo de cambio fijo y flexibilidad de precios, cuya tasa de desempleo es la “estructural” (en terminología de Blanchard) y en la que no influyen las expectativas sobre la paridad cambiaria. Una fatídica e inesperada noticia genera, a través de los mercados financieros, un shock de confianza negativo en los consumidores, ya que se sienten súbitamente más pobres. En consecuencia: • En el corto plazo, proceso de ajuste mediante, la disminución de la demanda agregada se traduce en una caída de la producción y los precios y, en consecuencia, en un aumento de los salarios reales, aunque con una mejora de la balanza comercial originada en la depreciación de la moneda. • En el corto plazo, proceso de ajuste mediante, la salida de capitales originada en los menores niveles de tasa de interés doméstica– es la causa directa de la depreciación de la moneda, que a su vez mejoró la balanza comercial, con aumento del desempleo y caída de precios. • En el largo plazo, la deflación esperada genera un aumento de la oferta agregada que recupera exactamente los niveles de desempleo, salario real, y balanza comercial previos a la fatídica noticia, aunque con niveles de precios menores a los iniciales. • Ninguna de las anteriores. Mediano Plazo Ejercicio 1. Analice las consecuencias de mediano plazo de: a. una disminución en el rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. (i*) b. un aumento exógeno en las expectativas de devaluación de la moneda doméstica. AYUDA: Ambos shocks exógenos desplazan la curva BP. B. Modelización de Artículos Periodísticos
Artículo 1. “A un año de la devaluación huérfana, la competitividad faltó a la cita” Fecha : 08/01/2003 Fuente: El Cronista Página: 5/Sección: Economía La devaluación asimétrica generó por ahora más prejuicios que beneficios a la economía y a la sociedad. Había que devaluar moderadamente, pero hacerlo era una operación muy delicada. 167
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El domingo 6 de enero de 2002 los Reyes Magos trajeron la salida de la convertibilidad y, al principio, una moderada devaluación del peso, que en la apertura del feriado cambiario prevista para el miércoles 9 preveía un dólar a 1,40. El flamante ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, lanzó una frase inteligente: “tenemos que hacer las cosas que hace un país normal”, dijo, aunque en los pocos meses que duró en su cargo jamás pudo cumplir la promesa, ante la locura que desató la salida desordenada de la convertibilidad. Un año después, quedan tres preguntas: ¿había que devaluar?, ¿devaluó el Gobierno o el mercado?, ¿se podía hacer mejor? Si las políticas se miden por sus resultados, hasta ahora éstos generaron efectos secundarios muy graves, aunque ello se debió más a la forma desordenada en que se salió de la convertibilidad que a otras razones. A la pregunta había que devaluar, los historiadores responderán que sí. La paridad real empezó a quedarse corta desde 1995, cuando la gran mayoría de los países emergentes (primero México, luego Asia y Rusia, al fin Brasil) fueron cayendo uno a uno ante el auge progresivo del superdólar y la baja de los precios de los commodities. En un mundo con guerra de devaluaciones competitivas, quedar en una paridad de 1 x 1 se fue haciendo más y más difícil de sostener. Hacia 2001, una corrección moderada era necesaria. Pero este país nunca es moderado, sino pendular, y como en otras ocasiones pasó de un peso sobrevaluado a uno hiperdevaluado: en los meses siguientes, el peso se devaluó en un insólito 72% y el dólar arañó los 4 pesos. Ahora, la sobrereacción cambió otra vez su dirección y ayer el dólar cerró a 3,31 pesos. El temor es una nueva apreciación. A la pregunta sobre si devaluó el mercado, la respuesta es que sin duda había presiones, aquí y afuera, pero la sociedad masivamente prefería seguir dentro de la convertibilidad. Y aunque hoy casi nadie se hace cargo de esta devaluación, lo concreto es que la convertibilidad era una ley del Congreso, y fue éste quien la derogó, pocos días después de declarar un default igualmente irresponsable. En todo caso, esta respuesta se combina con la pregunta siguiente: ¿se podía hacer mejor? Seguramente: una estrategia ordenada, planificada, que considerara los efectos habituales y conocidos de una devaluación en la dolarizada economía argentina hubiera sido mejor que una derogación apurada por el Congreso y la posterior pesificación asimétrica y descontrolada. Si algo tuvo la devaluación argentina es que fue anormal, atípica, y no resolvió por ahora ninguno de los problemas que vino a superar. Hay que admitir que ya en 2001 arreció el debate sobre los pros y los contras de la salida de la convertibilidad. Se sabía que debía ser una operación de alta ingeniería. No se trataba sólo de evitar que el salario real se destruyera (como ocurrió). También se temía que la deuda pública (constituida en dólares en más de 90%) se duplicara, o más, como porcentaje del PIB, y otro tanto para la deuda de las empresas privadas. Y era casi un dato el riesgo de que el sistema financiero quedara atrapado entre las presiones de los ahorristas (que querrían sus dólares) y los deudores hipotecarios, que no podrían pagar ante la mezcla de dólar volador y poder adquisitivo por el piso. Por último, estaba el peligro de que las privatizadas quedaran entrampadas, entre sus contratos con tarifas y costos dolarizados y usuarios con ingresos fijos, y en pesos. Todo ello ocurrió. Pero el punto central tiene que ver con el comercio exterior. En 2001 se exportaron 26.610 millones de dólares, mientras que este año se terminarán vendiendo al exterior 25.600 millones (una caída de 3,9%), aunque hay un leve repunte en estos meses que se explica por aumentos en los commodities y algunos nichos que empiezan a mejorar, aunque lentamente. Las importaciones, en tanto, se desplomaron: de 20.321 millones comprados en 2001, este año se habrán importado unos 9.000 millones, lo que implica una caída de 55,7% atribuible a la profunda recesión generada por la caída del salario y al aumento brutal de la protección que trajo el superdólar. Si lo que se quería era un boom exportador, 168
Macroeconomía
se logró un feroz cierre de la economía que implica una caída de la competitividad. Así, el superávit de 16.600 millones no es para celebrar. Por ahora se logró lo contrario a lo que querían los padres ausentes de esta devaluación que ni siquiera sirvió para equilibrar las cuentas públicas –vía licuación del gasto–, pero dejó a cambio desequilibrios que costará años reparar. Un análisis de Daniel Naszewski
Artículo 2. “Las exportaciones caen u$s 1.264 millones en 2002” Fecha: 03/02/2003 Fuente: El Cronista Página:6 Sección: Economía Santiago Chelala, Buenos Aires Cerca de 3% del deterioro fue debido a una disminución en los precios de los bienes exportados pero el 2% restante fue consecuencia de menor cantidad vendida. A pesar de la devaluación, y de la ganancia de competitividad que ésta generó para el sector externo, las exportaciones sufrieron una reducción de 5% en 2002, es decir, de 1.264 millones de dólares. Si bien 3% de la pérdida se debió a la disminución en el precio de los commodities, el porcentaje restante fue consecuencia de una baja en las cantidades comerciadas. El deterioro más pronunciado se verificó en el sector primario. La venta de los bienes de este origen retrocedieron 13% frente a 2001. Además, cayeron 9% las exportaciones de combustibles y energía, y 8% las manufacturas de origen industrial, cerrando la pobre performance del frente externo. El único avance se reflejó en las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario, que mostraron una mejoría de 9% en la comparación interanual. En total las ventas al exterior sumó 25.346 millones de dólares el año anterior, contra u$s 26.610 millones en 2001. En la baja también influyó el fenómeno de subfacturación. Sin embargo, la aún más paupérrima evolución de las importaciones permitió que la balanza comercial registrara un superávit anual de u$s 16.358 millones, cifra récord. Las compras internacionales totalizaron u$s 8.988 millones, frente a los u$s 20.321 millones del año previo. Algo similar ocurrió en el mercado interno. El consumo en los supermercados, medido como la cantidad de mercaderías vendidas, cayó 26% en 2002. En tanto, los precios aumentaron 51,1% en el interanual. No obstante, las ventas en los shoppings verificaron un aumento de 14,4% durante diciembre frente a igual período de 2001, transformándose en el primer mes del año con variación positiva. Se atribuyó la mejora a las compras del mayor flujo de turistas, aunque los centros de compras acumularon una caída de 21,1% en 2002. La disminución de actividad económica, interna y externa, dejó una profunda huella en el tejido social del país. Las estadísticas oficiales mostraron la semana anterior que 57,5% de la población se encuentra bajo la línea de la pobreza, y que de esta cantidad, 27,5% no cubre sus necesidades básicas alimentarias. Las cifras trepan a 58,1% y a 30,5% de no tener en cuenta el Plan Jefas y Jefes.
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Dos a favor Las buenas noticias en materias de indicadores llegaron en los últimos días por el lado fiscal y de alguna actividad específica, como la construcción. Hoy la AFIP dará a conocer un nuevo récord de ingresos tributarios. La recaudación tomará impulso por encima de los $ 5.400 millones y superará de manera holgada la anterior marca de noviembre, de $ 5.020 millones. Asimismo, esto permitirá cumplir en enero con la meta de $ 424 millones de superávit primario acordado con el FMI. Por otro lado, la construcción confirmó hacia fin de 2002 la mejora que insinuó en los meses previos. En diciembre, el indicador sintético, uno de los componentes del Indicador El Cronista, verificó un aumento de 11,4% en relación a igual período del año anterior y mostró una suba mensual de 4,7%. Esto resulta alentador ya que la construcción tiene una alta correlación con el PIB.
Ejercicio 1. En base a los datos reales presentados en las noticias 1 y 2, ilustre numéricamente las causas del desempeño de las exportaciones netas (XN) argentinas durante 2002; vale decir, muestre la ecuación de comportamiento XN = X(Y*,εR) - εN. M(Y, εR) a partir de los valores numéricos de las variables que la determinan. Si falta algún dato, haga el supuesto ad hoc correspondiente, luego de justificar por qué lo hizo. En caso de haber datos diferentes entre ambas noticias, seleccione los datos que le parezcan más adecuados (sugerencia: tenga cuidado al distinguir entre variables nominales y reales) ¿Podría cuantificar los efectos “precio” y “cantidades” de la devaluación sobre XN? Ejercicio 2. En los dos últimos párrafos de la noticia 1, el periodista muestra cierta confusión conceptual al interpretar la ecuación de comportamiento XN. ¿Podría usted aclararle el punto y reinterpretar el comportamiento de las XN argentinas durante 2002? Ejercicio 3. Aparentemente, este periodista (noticia 1) sugiere enfáticamente que la devaluación tuvo en Argentina un inicial efecto contractivo sobre “Y” durante 2002. ¿Podría dar alguna explicación de este fenómeno? Asumiendo esto como cierto, ¿podría reescribir la ecuación XN de modo tal que ésta muestre esta relación causal entre εN e Y?
Artículo 3. “Prevén otra semana con el dólar en baja” Fecha : 06/01/2003 Fuente : Ambito Financiero Página : 7/Panorama Bursátil Los cambistas de la City porteña coinciden en afirmar que el dólar podría bajar unos centavos más durante esta semana, en caso de mantenerse la relación de fuerzas que actualmente impera en el mercado. Esto es, un único oferente (el Banco Central) que abastece con una importante masa de divisas (producto de las liquidaciones de los exportadores) a una demanda, tanto mayorista como minorista, cada vez más debilitada. 170
Macroeconomía
Lo cierto es que las medidas que entraron en vigencia durante la semana pasada, tendientes a flexibilizar el mercado cambiario y estimular la demanda de dólares, no tuvieron efecto alguno en la cotización del billete. Todo lo contrario, el dólar continuó deslizándose por la pendiente en un mercado que todos reconocen como ofrecido. En este sentido, el viernes la divisa estadounidense descendió dos centavos y cerró a $ 3,31 para la compra y $ 3,36 para la venta. Inclusive, en algunas casas de cambio de la City porteña sobre el cierre de la jornada se llegaron a operar valores de $ 3,32 y $ 3,34 para las puntas compradora y vendedora, respectivamente. En el mercado mayorista del MAE el billete también se reacomodó hacia abajo hasta $ 3,35. En opinión de los cambistas, el dólar baja no tanto por la presión de los vendedores minoristas sino por el generoso abastecimiento de divisas de los exportadores que no encuentra contrapartida en la demanda de bancos e importadores. El viernes el Central sumó a las reservas u$s 70,10 millones a través sus operaciones cambiarias. A este resultado arribó luego de comprar u$s 83,10 millones provenientes casi en su totalidad de las liquidaciones de los exportadores. Del otro lado, intervino en el segmento mayorista del MAE con la venta de u$s 13 millones. El dólar futuro acompañó la tendencia descendente del billete en las pizarras de la City porteña. Los contratos a fin de mes, en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, cedieron 0,87% y cerraron a $ 3,40. Del mismo modo, las posiciones al último día hábil de febrero y marzo bajaron a $ 3,43 y $ 3,47 en cada caso. En este contexto (con un dólar en marcada baja) una de las opciones de inversión más atractivas para los ahorristas son los depósitos a plazo fijo. En los últimos días varias entidades subieron entre 2 y 4 puntos porcentuales las tasas al público con el objetivo de retener y captar la mayor cantidad de fondos posibles. Ocurre que, por razones estacionales, durante esta época aumenta sensiblemente la demanda de efectivo, ya que los particulares utilizan el dinero para realizar compras o irse de vacaciones, mientras que las empresas deben hacer frente al pago de sueldos y aguinaldos. Por depósitos a plazo fijo de hasta 60 días se pagó en promedio una tasa de 1,96% mensual, equivalente a 23,93% en términos anuales. En plazos superiores a los 60 días se acordó un rendimiento en torno a 2,71% mensual, o 34,06% anual. En cambio, quienes priorizaron la liquidez y optaron por destinar sus fondos a caja de ahorro recibieron un interés de 2,10% anual. También subieron las tasas para préstamos entre bancos. El call entre entidades financieras de primera línea se elevó a 6,50% anual, a la vez que los bancos de menor patrimonio se fondearon a 7,25 por ciento anual.
Ejercicio 1. Utilizando la ecuación BP: CC + CK = ∆R y la información contenida en esta nota periodística muestre qué ocurrió el viernes 3 de enero en el mercado cambiario de la “city” porteña. Si falta algún dato, haga el supuesto ad hoc correspondiente, luego de justificar por qué lo hizo. Ejercicio 2. Utilizando la condición de paridad entre tipo de cambio y tasa de interés y la información del artículo periodístico, muestre el comportamiento de dicha condición de paridad el día viernes 3 de enero a partir de los valores numéri-
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cos de las variables que la determinan. Considere que “i” es la tasa que ofrecen los bancos por plazos fijos. Ejercicio 3. Suponga ahora que la economía está cerrada, concéntrese en los párrafos 7 y 8 de esta nota y explique el comportamiento del mercado de dinero utilizando el gráfico correspondiente y la ecuación de la demanda de saldos reales.
Artículo 4. “Los inversores que apuestan a la baja del dólar suponen que la historia se repite” Fecha: 31/01/2003 Fuente: El Cronista Página: 16/ Sección: Finanzas&Mercados Desde febrero de 2001, la divisa norteamericana cayó 26% en relación al euro. Con la economía de Estados Unidos lista para superar a otros bloques económicos el año próximo, podría ser tentador pensar que la declinación del dólar ya concluyó. Pero la historia financiera sugiere que esto no es así. El Deutsche Bank ha investigado los tres cambios de tendencia más recientes del dólar: el alza posterior a 1980; la caída posterior a 1985 y el resurgimiento después de 1995. En promedio, el dólar varió 30% en su relación con el marco alemán en el primer año del cambio y 12% en el segundo. Si la historia se repite, esto dejaría al euro a u$s 1,25 para febrero de 2004. La investigación del Deutsche también mostró que la tendencia de avance o retroceso en el dólar no suele limitarse a un año. Desde 1972, los ciclos del dólar han promediado los siete años. Una de las razones por las cuales la caída del dólar puede ser más sostenida de lo esperado es la tendencia del déficit de cuenta corriente. Calculan que ésta llegó a los u$s 500.000 millones en 2002, lo que requeriría que Estados Unidos atraiga capital neto del exterior por valor de u$s 1.900 millones cada día de operaciones. Parece posible que el déficit de cuenta corriente se amplíe a u$s 600.000 millones en 2003. Esto se debe en gran parte, a que este año Estados Unidos crecería más que la eurozona o Japón, lo que lo llevaría a absorber grandes volúmenes de mercadería del exterior. Pero como el crecimiento se basará más en gasto del gobierno y consumo que en inversión empresarial, parece improbable que Estados Unidos produzca oportunidades de inversión lo suficientemente atractivas como para absorber cantidades aún más grandes de capital extranjero. Será necesaria una caída mucho mayor del dólar para remediar este problema. Lograr que el déficit estadounidense vuelva a un nivel sustentable de alrededor de 3% del PIB, comparado con el 5% actual, podría requerir una caída de 20% ponderada según el comercio exterior. Michael Lewis, estratega cambiario senior de Deutsche Bank, sostuvo que lo aconsejable para los inversores estadounidenses sería incrementar sus tenencias en la eurozona, Gran Bretaña, Escandinavia y Suiza ya que son las zonas en donde parece más probable que se produzcan las mayores declinaciones del dólar. Los inversores de la eurozona tienen ahora una razón apremiante para cubrir el riesgo cambiario en sus inversiones estadounidenses. La ventaja es que las relativamente bajas tasas de interés de Estados Unidos implican que el costo de hacer operaciones de cobertura es más barato que antes. Los inversores tienden a protegerse comprando dólares en el mercado para comprar los activos y vendiendo después los dólares en el mercado a término.
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Macroeconomía
Para los inversores de todo el mundo la caída del dólar seguirá siendo un riesgo y una oportunidad.
Ejercicio 1. Utilice la condición de paridad entre tipo de cambio y tasa de interés para explicar la relación dólar-euro comentada en la nota periodística (¿encontró la tasa de devaluación esperada?). Ejercicio 2. En esta nota se afirma que existe una relación entre el déficit de cuenta corriente de USA y la relación de paridad cambiaria dólar-euro. ¿Podría explicar por qué? Ejercicio 3. ¿Podría explicar, utilizando la condición de paridad entre tipo de cambio y tasa de interés, cuál es el “negocio” financiero sugerido por el periodista del Financial Times? ¿Qué relación de arbitraje tendría que ocurrir para que tal negocio no exista más? Cómo influye la “baja” tasa de interés de USA en este “negocio”?
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