TEMA 49.49. - LA NOVELA NOVE LA EN E N LOS LO S SIGLOS IGLO S DE ORO. EL LAZA LA ZARI RILL LLO O DE TORMES. LA NOVELA PICARESCA. 1.- Introducción ! no"#! #$%&o! #n !o$ Si'!o d# Oro. 1.1.- In(u#nci$ ) %#riodo$.
Existen tres grandes infuencias oráneas en la tradición española: la de los novellieri Giraldi, novellieri Giraldi, Cinthio, Straparola,... quienes, siguiendo el modelo del Decamerón del Decamerón de de occaccio, infu!en desde el siglo "#. $tra uente es la del roman ranc%s, roman ranc%s, es decir, de la narrati&a creada en la 'rancia septentrional a partir de la materia %pica, que se ueron no&elando en la a(a Edad media hasta dar el modelo de las no&elas de ca)aller*as ! que entran tam)i%n en España en el "#. "#. +ás )arroca será, por el contrario, la infuencia de la no&ela )iantina, especialmente a tra&%s de -quiles acio, con Leucipo con Leucipo y Clitofonte, Clitofonte, ! /eliodoro, autor de la Historia la Historia etiópica, o amores de Teógenes o Clariclea. Clariclea. En el "#0 España aporta)a la tradición autóctona de exempla, exempla, de&ocionarios ! cuent*stica tradicional impresa1 en el "# tu&ieron especial %xito la no&ela sentimental ! la de ca)aller*as1 no&edosas ! posteriores a %stas son la pastoril, la morisca, la )iantina, la de misceláneas, la picaresca ! los diálogos renacentistas. En el "#00 triunó la picaresca, pica resca, la no&ela corta postcer&antina ! las misceláneas )arrocas mientras que deca*an las no&elas de tendencia idealista propias del 2enacimiento. 2enacimiento. 1.*.- Pr#c#%ti" co#t+n#.
3a no&ela ue un g%nero no &alorado por cortesanos ! contrarreormistas contrarreormistas por su sencille, amplio a mplio p4)lico ! por no tener una moral expl*cita Sin em)argo, tam)i%n es cierto que este g%nero se acog*a a la Poética la Poética,, de -ristóteles, !, desde 5667, a la Philosophía la Philosophía ntigua Poética Poética,, de -lonso 3ópe 8inciano1 con el tiempo se irá ormando una retórica propia de las po%ticas antiguas, independiándose de la %pica, que era lo tratado en los anteriores li)ros. 3os preceptos )ásicos eran: 3a li)ertad creati&a no estri)a)a tanto en la inventio como inventio como en la imitatio de imitatio de modelos anteriores. prodesse, por infu(o de los - Era o)ligatorio el delectare et prodesse, exempla, exempla, ! el movere 9es movere 9es decir, hacer que el receptor reaccione moral o aecti&amente9 de la 2etórica. -
3a &erosimilitud no es condición sine !ue non, pues las de ca)aller*as no sólo la incumpl*an sino que la in&erosimilitud era parte precepti&a de ellas. - 3a &ariedad era indispensa)le: los cam)ios de ortuna, la &ariedad de lugares ! tiempos, el itinerario como soporte de la trama, especialmente en la picaresca ! la )iantina. - Se promo&*a el decoro, o adecuación entre el hacer ! el ser de los persona(es: más no)le era cuanto ma!or uera su estrato social. - Son precepti&as tam)i%n las ran(as catal*ticas: ran(as l*ricas, de inormación o digresiones. -
3ope de #ega reormulará con %xito estos preceptos en los prólogos e intercolunios o ran(as no narrati&as9 de las "ovelas a #arcia Leonarda ;5<=7>: como autor de o?cio insiste en dar gusto al p4)lico aunque se ahogue el arte: sa)e que los receptores no son tanto el auditorio de la lectura en &o alta como la )urgues*a, que impone la lectura en pri&ado1 de ah* que sea indispensa)le atender al p4)lico emenino, que !a puede leer en retiro ! que será uno de los segmentos de p4)lico ma!oritario. 1.,.- Crct#r$tic$ di#r#ncidor$ d# ! nrrti" #$%&o!.
Son tres los puntos que dierencian la no&ela española de la de otras latitudes: cristianiación, hispaniación e hi)ridismo: en cuanto a la cristianiación, !a en el madís ;567@> se cristiania le&emente lo ca)alleresco laico, rasgo que aumenta el las $ergas de %spladi&n ! que es determinante en el madís de 'recia, donde la lucha !a no es por amor sino por moti&os religiosos. 3a hispaniación se de)e a las continuas reerencias locales en detrimento de las m*ticas, dándose as* un grado de &erosimilitud que irá creciendo en el arroco. El hi)ridismo se refe(a en el hecho de que los su)g%neros se da)an en estado puro sólo en los modelos de partida ! en otros escasos: la &ariedad aristot%lica lle&ó a que la no&ela idealista del "#0, ! !a de?niti&amente en el arroco, meclara dierentes g%neros ! modalidades1 algunos e(emplos de estas meclas son: la ep*stola, que es un macrotexto donde todo ca)e que alcana la perección en los Siglos de $ro1 el hecho de que alternen la l*rica con la prosa, mientras que la descripción ! las digresiones morales &an ganando terreno progresi&amente. *.-/or0$ nrrti"$ inicid$ #n #! V. *.1.- L no"#! $#nti0#nt!.
Es un g%nero )a(omedie&al que surge en España e 0talia en el "# como no&eliación del amor cort%s: serán de estas nacionalidades los tres grandes modelos: la %legía di #adonna (iammeta, de occaccio será modelo de análisis psicológico, Historia de duo)us amanti)us, de Eneas Sil&io 8iccolamini, de quien se toma especialmente el recurso episdtolar como soporte de la trama ! $iervo li)re de amor , de 2odr*gue del 8adrón, quien aportará lo esot%rico ! alegórico ! sim)ólico. Con todo ha)rá dierencias entre las italianas ! las españolas: en aqu%llas la suridora es ella ! es la historia de un amor ad4ltero1 mientras que en la española el suridor es %l, más ?el al vehemens amator pro&enal, ! la historia es entre solteros, por el peso de la moral cristiana. -l margen de tales dierencias, la no&ela sentimental posee unos rasgos constantes que la de?nen: +arco ! persona(es alegóricos. Sentimiento amoroso cort%s: existen pocas descripciones externas a a&or del análisis del sentimiento de amor. - 3os amantes, de edad madura ! de estado no)le a causa del decoro, &en cómo se les pone continuos o)stáculos a su unión, !a sean intencionados o aarosos. Ae ah* que tengan un ?nal desdichado en orma destierro, nauragio o suicidio. - 3a orma epistolar se con&ertirá, a causa de estas no&elas, es s*ntoma de cortesan*a. 3iterariamente, es lo que hace que la trama a&ance ! será una aportación primordial a la literatura que le siga. En España o)tu&o mucho %xito, especialmente con o)ras como, además de la de 8adrón, C&rcel de mor ! rnalte y Lucenda, de Aiego de San 8edro1 'risel y #ira)ella ! 'rimalte y 'radisa, de Buan de 'lores ! Proceso de cartas de amores ! *ue+a y aviso contra mor , de Buan de Seguro. -
*.*.-L no"#! d# c2!!#r$.
Será el g%nero más le*do en el siglo "#0. En este siglo atra&iesa tres ases: a> 'ase undacional: la ocupa el madís ;567@>, pues entre %ste ! el #io id ha! un hueco insal&a)le de textos conser&ados. Existieron poemas %picos de los que nos quedan reerencias indirectas en las crónicas medie&ales ! pro)a)lemente se tradu(eran romans ranceses que propiciar*an creaciones autóctonas, de las que el madís ser*a una cristaliación.
Sin em)argo -mad*s es !a un ca)allero renacentista como hom)re de armas ! letras: lucha, como los anteriores, por la ama ! la gloria pol*tica, pero es !a guerrero !, so)re todo, ?rme enamorado. El li)ro de Boan +artorell inaugura una estructura trimem)re que luego será precepti&a: -
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Situación inicial: &irtudes en potencia del niño uturo ca)allero. area ca)alleresca: estructura seg4n la sarta o sucesión de episodios independientes entre s* ! unidos por el hilo conductor de reiteración de persona(es. Situación ?nal: matrimonio p4)lico.
)> Entre 5657 ! 56=6 es el tiempo de la ase constitu!ente se consolida el modelo de +artorell ! se a&ana en la hispaniación. Se cristiania con las $ergas de %spladi&n ;5657> donde el motor de la acción !a no es el amor sino los moti&os religiosos. En el Primaleón ;5656>, a la hispaniación ! a la cristianiación se le añaden un incipiente hi)ridismo, pues se mecla con la tradición )ucólico pastoril. c> Entre 56=< ! 5<76 se da la llamada ase expansi&a: el hi)ridismo es a)soluto, permea)iliándose a todas los g%neros, especialmente el pastoril ! tomando rasgos incluso deormantes, como la )urla ! el enredo gratuito como motor de la acción especialmente el del disra, que pasará al resto de no&elas ! a las comedias9. - partir de 5<76, tras los eectos paródicos del *ui+ote, no ha! nue&as creaciones pero s* una edición masi&a que perdurará hasta 5<7. - todas estas creaciones les corresponderán unos rasgos de?nitorios, que el madís marca, reerentes a los temas ! los persona(es: 3os tres e(es temáticos que conorman el g%nero son: -
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Entorno amiliar: 3a genealog*a es siempre no)iliaria: en el nacimiento el niño muestra señales que lo anuncian como h%roe normalmente, por tradición celta e indirectamente por el roman9 es un hada quien predice las uturas &irtudes ! las haañas )%licas. 8or otro lado es la in&estidura lo que le hace ingresar realmente en el mundo adulto. 3a gloria pol*tico9cortesana enlaa con el aán de inmortalidad ! la dependencia del amor renacentistas. El amor es lo que da ueras para seguir luchando: todas las haañas se hacen en honor de la amada. Cuando so)re&iene el desamor, el ca)allero enerma de Hereos: desanimado el h%roe, la
a&entura se interrumpe ! %ste a)andona su condición de ca)allero temporalmente hasta recuperar la gracia de la dama. 3o amoroso entronca con lo amiliar al culminarse en )odas: de este modo el ca)allero no se perpet4a como vehemens amator ! se elimina el adulterio. 3os persona(es, reales ! mágicos, son de di&ersa *ndole: -
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El ca)allero andante es un homo viator : se hace mediante el itinerario de a&enturas por tierra, islas ! mar, ! son las a&enturas las que lo hacen e&olucionar. Es hom)re de armas ! letras: neoplatónico sentimental ! ardoroso guerrero. 3os antagonistas son el opuesto sim%trico del h%roe ! le o)staculian sus anhelos. 3os a!udantes, normalmente escuderos, acompañan al h%roe ! le a!udan en sus o)(eti&os. 3os testigos son persona(es e&entuales que dan e de las haañas del ca)allero. 3os destinatarios son los que reci)en el )ene?cio de las acciones del h%roe: sólo existen para ensalar las cualidades de %ste.
,.- /or0$ nrrti"$ inicid$ #n #! VI. ,.1.- L no"#! %$tori!.
3a genealog*a )ucólica parte de los -dilios, de eócrito ! de las .ucólicas, de #irgilio, que infu!en decisi&amente en la "infale D /meto ! la "infale (resolano, de occaccio, que, a su &e toma Sannaaro para su rcadia. Esta tradición re&ierte en las 0glogas de Garcilaso !, por ?n, en el li)ro inaugural del g%nero: La Diana ;566D>, de Borge de +ontema!or. /u)o otras no&elas pseudopastoriles anteriores a La Diana que trataron de no&eliar la tradición )ucólica, pero como inserciones en otros g%neros, como en La segunda Celestina ;56=<>, de 'eliciano de Sil&a. 0gualmente se tomó, de la no&ela de ca)aller*as, la idealiación de lo real, mientras que de)e a la no&ela sentimental el predominio de la interioridad sentimental del h%roe ! el análisis del amor. 3os siete li)ros de La Diana marcaron la po%tica de este su)g%nero, el segundo más exitoso del 2enacimiento despu%s de las de ca)aller*as, a despecho de los ataques de los /umanistas por ser entretenimiento del &ulgo, am%n de in&eros*mil, antástica ! engañosa. 3o cierto es que su estructura se irá repitiendo continuamente hasta 5<, con las excepciones de La 'alatea ;56@6>, de Cer&antes, ! La rcadia ;56D@>, de 3ope.
Fo o)stante, se produce una permea)iliación que supone la )arroquiación del g%nero: - -uto)iogra?smo: se puso de modo con el La1arillo ! las &idas de
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soldados del "#00. Se toman como un disra literario de los autores, quienes con*an sus cuitas de amor a amigos su!os, &estidos de pastores, como hio 3ope en La rcadia. En el "#00 e&oluciona hacia una mecla de marco narrati&o )occacciano en orma de diálogo humanista entre el autor ! sus amistades. iantinismo: el p4)lico no soporta)a la petri?cación argumental ! necesita las a&enturas ! &ariedad de la no&ela )iantina hasta culminar en La 'alatea, de Cer&antes. /i)ridismo: comiena con la o)ra de 3ope, donde introduce discursos, listas de pa*ses, templos, escritores,... otorga)a una erudición que trata)a de prestigiar la no&ela. +oraliante: Son a&isos contra -mor como desengaño o destrucción, eliminándose lo melancólico ! lo id*lico, como en Desenga2o de celo, de 3ópe de Enciso. Cristianiación: como refe(o de la Contrarreorma ! de las acusaciones de ausencia de moral clara. /a! una &uelta a lo di&ino en t*tulos tan claros como Pastores de .elén, de 3ope, o Clara Diana a lo divino, de artolom% 8once.
4.- L no"#! %icr#$c. El Lazarillo de Tormes . 4.1.- E! t3r0ino pícaro.
/a! &arias propuestas: $eg4n Fice, pro&iene de 8icard*a, donde se concentra)an soldados &aga)undos de las guerras europeas1 para San +art*n, pro&iene de t%rminos ára)es que signi?can &aga)undeo1 lo cierto es que en el siglo "#0 designa al que es ruin, de )a(a clase social, despreocupado por su honra, carente de laos aecti&os, sin hogar ! moo de muchos amos. 4.*.- Ant#c#d#nt#$.
Es induda)le la infuencia de El asno de oro, de -pule!o, con el que comparte el ham)re como el motor de la acción de un persona(e en este caso un hom)re con&ertido en )urro9 moo de muchos amos que critica a la sociedad. 0gualmente infu!eron, en lo literario, el auge del recurso epistolar aportado por la no&ela sentimental, los relatos auto)iográ?cos medie&ales ára)es ! he)reos ma!amas9 ! las cartas mensa+eras del /umanismo, donde se conta)an historias ?cticias o reales de cr*tica social. Extraliterariamente, los am)ientes sociales marginales se &ienen integrando en la narrati&a de la %poca desde La Celestina. %l La1arillo aparece en 566 en un am)iente de narrati&a idealista: la picaresca responde al agotamiento de %sta, que era importada, ! retoma un realismo uertemente hispaniado. Emplea un claro reerente social: la moral del disimulo ante las expulsiones de (ud*os ha! teor*as que apuntan a %l La1arillo como denuncia social de un con&erso9 ! el contrarreormismo, la o)sesión por la cristiandad &ie(a, la no)lea arruinada ! el clero indigno o la propia mendicidad.
Surge como literatura antimito: hunde sus cr*ticas en pilares sociales corruptos por la limpiea de sangre ! el honor: por eso el p*caro queda uera de estas preocupaciones. El p*caro se reconoce dominado por el aar, no por Aios, ! su enseñana es la de cómo so)re&i&ir inmoralmente en un mundo de moral corrompida. 4.,.- Princi%io$ d# co0%o$ición "i5#6 $#r"icio ) uto2io'r7$0o.
- dierencia de la ca)aller*a, el itinerario se da por )andeos de la necesidad material, no de )usca de honra o amor: es el ham)re el motor de la acción ! el aar como el actor determinante de los cam)ios de ortuna. El persona(e se &a ormando a tra&%s del camino: en el siglo "#0 esta e&olución es optimista: el ?nal del p*caro es el )ienestar social directamente proporcional a corrupción e, indirectamente, a la inocencia1 mientras que en el arroco el camino toma un sentido trascendente ! espiritual: el p*caro aca)a integrándose en la sociedad a tra&%s del arrepentimiento católico ! contrarreormista. En El uscón el p*caro se osilia como tipo ! no llega a e&olucionar: se limita a di&ertir ! a adoctrinar. El ser&icio lo retrata como amo de &arios ! corruptos amos, lo que posi)ilita refe(ar estamentos sociales en su &ida pri&ada con una su)(eti&idad cr*tica que s* ue re&olucionaria en la %poca. 8or 4ltimo, el auto)iogra?smo se le relaciona con las &idas escritas de soldados ! con la literatura epistolar. Supone un medio de inter&ención directa del narrador que se propaga a otros g%neros. Fo ha! que ol&idar que el hecho de identi?car autor ?cticio, narrador ! persona(e es un signo de modernidad. 4.4.- C!$i7cción 8Pnd!. -
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0dealistas9sat*ricas: son contrarreormistas en el sentido moral: el p*caro se desengaña ! arrepiente de sus pecados, como en las dos partes del %l 'u1m&n de lfarache ;56DD ! 5<7>, de +ateo -lemán, o %l .uscón ;5<=<>, de ue&edo. 2ealistas optimistas: lo moral queda en un plano mu! secundario. 3a iron*a no es amarga ! al ?nal de cornudo del protagonista no mitiga su elicidad ante la esta)ilidad material. -s* aparece en %l La1arillo, La pícara 3ustina, 4inconete y Cortadillo o %ste)anillo 'on1&le1. Fo&elescas9descripti&as: 3o picaresco es un ingrediente más dentro de un hi)ridismo narrati&o que se emparenta con la no&ela
corta )arroca. E(emplos de este tipo son: #arcos 5)regón, La 'ardu2a de $evilla, %l .achiller Trapa1a o %l Licenciado 6idriera. 4.:.- El Lazarillo de Tormes .
En 566 aparece en ediciones de -lcalá, urgos ! -m)eres, pero no en +adrid, donde la presión censora ! ?scal a la edición eran ma!ores. Ae todas ormas, circuló más como manuscrito que como impreso, como era com4n en las o)ras sat*ricas de la %poca. Su autor parece ser con&erso por la cr*tica al honor ! al clero, ! erasmista por la cr*tica social ! anticlerical. res son los e(es temáticos de la o)ra: la mendicidad, el anticlericalismo ! el honor. 3a mendicidad de?ne al h%roe porque es el ham)re ! la necesidad el motor de sus a&enturas1 ! se relaciona con actitudes censuradas como la caridad o la limosna. Ae hecho ello se refe(a en el anticlericalismo, mu! completo en canto toma un rasgo de cada amo: el raile a&aro representa la hipocres*a, el also a!uno ! la a&aricia1 el raile del tratado 0# es li)ertino ! se insin4a su pederastia1 el capellán es negociante1 el )uldero negocia tam)i%n pero con )ienes espirituales al tiempo que esceni?ca milagros1 el ciego le enseña oraciones ?ngidas, mientras que el -rcipreste de San Sal&ador le proporciona una esposa que comparten. 3os or*genes de este anticlericalismo ha! que )uscar los, por una parte, en el erasmismo, que no critica la religión como a sus representantes1 de otro lado en la postura propia del con&erso ! en la tradición anticlerical medie&al de los Goliardos ! los -rciprestes de /ita ! ala&era. El honor es una carga más en la no&ela, seg4n se desprende del surido ?ngimiento al que se &e o)ligado a mantener el hidalgo del tratado 000, 4nico de los amos del que 3áaro se compadece, solidariándose por el ham)re com4n. En cuanto a la estructura, el prólogo es totalmente dependiente de la no&ela ! &ice&ersa pues es el que da la cla&e del recurso epistolar con un narrador9autor ! un narratario vuestra merced9: aqu%l explica por qu% escri)e el li)ro: &a a contar qu% le ha lle&ado al caso, es decir, a su situación de inamado por su esposa, lo que mantiene la atención hasta el ?nal. 3áaro da cuenta de una e&olución &ital que (usti?ca una inamia, lo cual aporta)a &erosimilitud a la o)ra. Ae hecho, son las retrospecciones ! prospecciones las que inciden en el proceso psicológico del p*caro, que conclu!e en que, ante la necesidad, sólo es posi)le ascender, o esta)iliarse socialmente, mediante la corrupción moral. El tempo narrati&o se estructura seg4n las raones anteriores:
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3os tres primeros tratados superan la estructura en sartas de la ca)aller*a porque los cap*tulos son interdependientes ! necesarios para entender la e&olución del p*caro. 'ue re&olucionario que un antih%roe refexionara acerca de los hechos, marcando un tempo lento ! ahondando en la &erosimilitud aristot%lica ! de(ando de un lado el narrador omnisciente tradicional. 3os tres 4ltimos tienen un tempo rápido. Hstos s* son sartas pues el persona(e !a está hecho ! sir&en de excusa para ampliar el reta)lo de cr*ticas sociales.