XIIIII 9rs nlw nlw q 9z ppz ppz p 9-+ 9+ 3. La Defensa Lasker
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Introducción
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Planes varios para blancas y negras
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Las blancas juegan la peligrosa 9.c1
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Las negras se desarrollan con ...b7-b6
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El avance liberador alternativo ...e6-e5
EL GAMBITO DE DAMA
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Introducción
La moderna posición inicial de la Defensa Lasker se alcanza después de las jugadas 1.d4 d5 2.c4 e6 3. c3 f6 4. g5 e7 5.e3 0-0 6.f3 h6 7. h4 e4 (ver diagrama 76).
XIIIIIIIIY 9rs nlw q-t rk+0 9z ppz p-v lpz p-0 9-+-+p+-z p0 9+-+p+-+-0 9-+Pz Pn+-v L0 9+-s N-z PN+-0 9Pz P-+-z PPz P0 9t R-+Qm KL+R0 xiiiiiiiiy Diagrama 76 La Defensa Lasker
Una vez desarrollado su flanco de rey lo más rápidamente posible, las negras rechazan el alfil blanco a "h4" y luego saltan con el caballo a la casilla "e4". ¿Por qué deberían las negras emprender inmediatas acciones en el centro, en lugar de movilizar su flanco de dama, como en la Tartakower? Dejaré que un cam peón del mundo responda esa pregunta: "El objetivo es cambiar un par de piezas y, al mismo tiempo, crear una posición llena de posibilidades y con perspectivas de éxito, una vez que se llega al final. Sobre la base de principios generales, parece un plan erróneo, puesto que el mismo caballo se juega tres veces en la apertura, aunque supone el cambio de dos piezas. En realidad, la dificultad de esta variante, lo mismo que en casi todas las variantes del Gambito de Dama, radica en el lento desarrollo del alfil de dama negro". Capablanca, Fundamentos del ajedrez (1921).
El nombre de la variante Emanuel Lasker, campeón del mundo entre 1894 y 1921, jugó en tres ocasiones una versión temprana de esta defensa, contra el campeón de EEUU, Frank Marshall, en su match por el título mundial de 1907. Luego fue adoptada con entusiasmo por el joven Capablanca, planteándola siete veces en su match con Marshall, dos años más tarde. En las diez partidas que Marshall jugó, con blancas, contra la Lasker, logró el penoso resultado de +1 =4 -5. Por otra parte, dado que perdió ante Lasker por 8-0 y siete tablas, y con Capablanca por 8-1 y 14 tablas, no deberíamos apresurarnos a sacar conclusiones.
LA DEFENSA LASKER
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Las jugadas de apertura de estas partidas fueron 1.d4 d5 2.c4 e6 3. c3 f6 4. g5 e7 5.e3 e4, mientras que la secuencia moderna de la Lasker es 1.d4 d5 2.c4 e6 3. c3 f6 4. g5 e7 5.f3 h6 6. h4 0-0 7.e3 e4, como antes se ha indicado. Es curioso que la secuencia original de la Lasker se haya jugado en menos de 60 ocasiones durante un siglo de ajedrez internacional y que, al mismo tiempo, en diez de esas partidas las negras fuesen dirigidas por jugadores que detentaron el título mundial durante 33 años. Capablanca, como Lasker, debe haber comprendido que Marshall era mucho más peligroso en el medio juego que en el final. En consecuencia, trataba de simplificar para poner a prueba la técnica del campeón norteamericano. Si las blancas esperaban poder emprender un ataque al rey negro en el medio juego, seguramente un doble cambio de piezas no sería algo de su agrado.
¿Un satisfactorio alfil de dama? Sí. Las negras pueden estar realizando muchas jugadas en el flanco de rey, pero los cambios inducidos por ... e4 simplifican la posición y hacen posible ...b7-b6 y ... b7, después de lo cual el alfil tiene más o menos garantizada una diagonal abierta, pues ...d5xc4 forma parte integral del plan de las negras.
¡Atención, fans de la Lasker! Las blancas juegan un temprano xf6 Debería repasar la última sección del capítulo sobre la Tartakower, en el mismo punto de su estudio de la Lasker, pues necesitará saber qué hacer si las blancas la impiden con 1.d4 d5 2.c4 e6 3. c3 f6 4. g5 e7 5.f3 0-0 6.c2!?, o bien 1.d4 d5 2.c4 e6 3. c3 f6 4. g5 e7 5.e3 0-0 6. f3 h6 7. xf6. •
Planes varios para blancas y negras Partida nº 21
Baadur Jobava – Davlt Shengelia Campeonato de Europa Batumi 2002 1.d4 d5 2.c4 e6 3. c3 f6 4. g5 e7 5.e3 0-0 6. f3 h6 7. h4 e4 8. xe7 La teoría ha establecido que no beneficia a las blancas capturar el caballo de "e4", aunque eso, por supuesto, no impedirá que sus inadvertidos oponentes lo hagan. Si las blancas juegan 8. xe4?!, entonces es interesante 8... xh4 9.c3. En tal caso, las negras tienen la pareja de alfiles, pero no han logrado todos los cambios que querían. Así, 8...dxe4 9. xe7 xe7 parece la mejor forma de jugar,
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trasponiendo a la línea 8. xe7 xe7 9.xe4?! dxe4. Ahora, 10. d2 f5 es muy cómodo para las negras, que en su siguiente turno pueden jugar 11...e5, aumentando su control del centro. Las blancas podrían evitar el cambio de alfiles con 8. g3, pero tendrían que lamentarlo tras 8... b4! (ver diagrama 77).
XIIIIIIIIY 9rs nlw q-t rk+0 9z ppz p-+pz p-0 9-+-+p+-z p0 9+-+p+-+-0 9-v lPz Pn+-+0 9+-s N-z PNv L-0 9Pz P-+-z PPz P0 9t R-+Qm KL+R0 xiiiiiiiiy
XIIIIIIIIY 9r+-+-t rk+0 9z pl+-w qpz p-0 9-z pn+p+-z p0 9+-z p-+-+-0 9-+Lz PP+-+0 9+-z P-+N+-0 9P+-+Qz PPz P0 9t R-+-+Rm K-0 xiiiiiiiiy
Diagrama 77 Posición después de 8. g3 b4!
Diagrama 78 Una Lasker ideal para las negras
El alfil negro protagoniza toda la acción. Por ejemplo: 9. c2 c5 10. d3 xg3 11.hxg3 dxc4 12. xc4 cxd4 13.exd4 c6, y las negras tienen un juego activo, M. Cebalo – A. Yusupov, Corsica 2004. Habrá observado que Yusupov respondió de forma concreta a la imprecisa 8. g3 de las blancas, moviendo por segunda vez su alfil a "b4" y luego liberando su juego con ...c7-c5. Después de todo, la única razón por la que las negras jugaron ... e7 era deshacer la clavada sobre el caballo de "f6", de modo que si el alfil blanco se retira, ¡también puede moverse el negro! Yusupov no se apresuró a cambiar el caballo y no jugó ... xg3 hasta haber creado contrajuego en el centro, pues tras 8... xg3 9.hxg3, las blancas podrían explotar la semiabierta columna "h" y emprender un ataque con c2 y 0-0-0, etc. Por otro lado, las negras querían presionar sobre "c3". El Gran Maestro ruso también se resistió a jugar 8... xc3, un cambio fácil de realizar en base al perezoso razonamiento de que es la jugada que las negras siempre efectúan en la Lasker. Pero en tal caso, después de 9.bxc3, las blancas podrían crear un esquema de ataque sobre la columna "c", tras un futuro c4xd5 y c3-c4, con lo que el alfil de "g3" desempeñaría un útil papel, al presionar sobre "c7". CONSEJO Si su oponente realiza una jugada que nunca ha visto antes, no se esfuerce por recordar todas las jugadas que ha observado en los libros en una situación similar. Es probable que la posición requiera un pensamiento creativo por su parte.
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8... xe7 9.cxd5 Momento clave para las blancas. Más adelante nos detendremos en 9. c1, mientras que 9. xe4 se comenta en la nota anterior a 8. xe7. La rutinaria 9. d3 difícilmente debe preocupar a las negras. Por ejemplo: 9...xc3 10.bxc3 dxc4 11. xc4 c5 12.0-0 b6 13. e2 b7 14.e4 c6 (ver diagrama 78). Aquí, las negras tienen todo lo que podrían desear, al jugar la Defensa Lasker: 1) Un alfil bien situado en "b7". 2) El avance liberador ...c7-c5. 3) Un flanco de dama sin debilidades y sin estar sometido a presión. Puede parecer extraño que, tras haberse esforzado por fortificar el peón "d5" en la primera fase de la apertura, las negras se contenten luego con su desaparición. ¿Por qué esta traición al concepto? En el diagrama anterior, las blancas, tras la desaparición del peón de "d5", tienen más espacio. Pero ese es el precio que las negras deben pagar por haber conseguido un buen despliegue de todas sus piezas. Además, con ...c7-c5, han situado un peón en el centro. Como veremos, tanto aquí como en defensas similares del Gambito de Dama, la estrategia de las negras a menudo gira en torno a la desaparición de su peón de "d5", seguido de un contraataque sobre "d4", con ...c6-c5 o ...e6-e5. 9.c2 es más engañoso, pero una interesante réplica es 9...c6!?, ignorando la amenaza a "e4". Después de 10. xe4 dxe4 11. xe4 b4+ (la clave) 12. d2 xb2, las negras recuperan el peón, con posición igualada (mientras que las blancas tendrían que rendirse si se pasan de listas: 13. d3? f5!, y las negras ganan una torre). En lugar de tomar en "e4", las blancas pueden jugar 10. d3, pero entonces las negras pueden buscar el tipo de esquema ya comentado: 10... xc3 11.xc3 dxc4 12. xc4 d7 13.0-0 b6 14.e4 b7 15.fe1 c5, etc. 9...xc3 Un cambio necesario, pues de otro modo se perdería "d5". 10.bxc3 exd5 Una interesante alternativa era 10... a3?!, atacando "c3" e impidiendo que la dama blanca llegue a "b3". El final después de 11. c1 xc1+ 12.xc1 exd5 13.c4 dxc4 14. xc4 parece desagradable para las negras, pero si no le importa defenderse durante un rato, 14...c6 y ¡adelante! 11. b3 d8 12.c4 (ver diagrama 79) 12... e6!? Un curioso sacrificio. Tampoco tiene nada de malo jugar sólido: 12...dxc4 13. xc4 c6! (con la amenaza posicional 14... c4, cambiando el fuerte alfil blanco) 14. c3 (un enfoque más seguro para las blancas es 14. e2 b6 15.0-0 b7 16.ac1 a5! –despejando el camino para la jugada liberadora estándar 17. b2 ac8 18.h3 c5, etc.–, con posibilidades equivalentes) 14... g4 15.0-0 (las blancas tientan a la suerte, al dejar que las negras debiliten su flanco de rey) 15... xf3 16.gxf3 f6 17. e2 ac8!, defendiendo "c7" y liberando así al caballo negro para la acción. Ese fue el desa-
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EL GAMBITO DE DAMA
rrollo de la partida A. Karpov – A. Yusupov, Londres 1989, en la que las negras consiguieron crear amenazas contra el rey blanco, a base de ... h4 y ...d5. A. Karpov sobrevivió sacrificando un peón, pero ¿serían tan afortunados sus adversarios?
XIIIIIIIIY 9rs nlt r-+k+0 9z ppz p-w qpz p-0 9-+-+-+-z p0 9+-+p+-+-0 9-+Pz P-+-+0 9+Q+-z PN+-0 9P+-+-z PPz P0 9t R-+-m KL+R0 xiiiiiiiiy Diagrama 79 Las blancas vuelven a atacar "d5"
XIIIIIIIIY 9rs n-t r-+k+0 9z p-w Q-+pz p-0 9-+-+-+-z p0 9+-+P+l+-0 9-+-z P-+-+0 9w q-+-z PN+-0 9-+-+-z PPz P0 9+-t R-m KL+R0 xiiiiiiiiy Diagrama 80 ¿Ha fallado el ataque de las negras?
13. xb7 Las blancas muerden el anzuelo. Es probable que aquí la discreción fuese preferible al valor: 13.c5!? evitaría todas las complicaciones. 13... a3! Si 14.xa8?, 14...c3+ 15.e2 xa1 sería desesperado para las blancas, cuyo rey es la única pieza centralizada. 14.b1 Si 14.d2, 14...dxc4!,y ahora 15. xa8? d5 gana la dama blanca, mientras que si 15. xc4 xc4 16.xc7 c6! 17.xc6 ac8 concede a las negras un fuerte ataque, pues el rey blanco no puede escapar del centro. 14... xa2 15.cxd5 f5 16.c1 a3 17. xc7 (ver diagrama 80) . Caso de 17. xc7 a1+ 18.e2 d7, quizá seguido de 19... db8 o 19...ab8!?, las negras tendrían un gran juego a cambio de sus peones. Ahora, sin embargo, parece que el ataque negro ha fallado. La torre de "d8" está colgando con jaque, y siguen sin desarrollar el caballo de "b8" y la torre de "a8" y, de tener un respiro, las blancas podrían jugar e2 y 0-0, y entonces todo habría terminado. No hay duda de que las blancas esperaban el movimiento 17... c8, y después de la línea 18.xc8+ xc8 19.xc8+ h7 20. e2, habrían obtenido un muy buen juego, ya que pueden enrocar y luego avanzar el peón "d" pasado. Sin la ayuda de la torre o el caballo inéditos, la dama de las negras no puede mantener intacta su posición. Pero las negras disponen de una brillante jugada que deja a un lado todas estas consideraciones: 17...c6!! 18.d1?
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Después de 18. xc6 ac8, la dama blanca no puede escapar, pues cae "c1" con estragos. La única forma en que las blancas podrían salvarse era 18. xc6 ac8 19.e5 xc6 20.dxc6 c1+ 21.e2 c4+, con jaque perpetuo. 18...ac8 19. f4 c2! (ver diagrama 81) .
XIIIIIIIIY 9-+rt r-+k+0 9z p-+-+pz p-0 9-+n+-+-z p0 9+-+P+-+-0 9-+-z P-w Q-+0 9w q-+-z PN+-0 9-+l+-z PPz P0 9+-+Rm KL+R0 xiiiiiiiiy
XIIIIIIIIY 9-+-+-+-+0 9z p-+-+-z pk0 9-+-+-t r-z p0 9+-+Q+-w q-0 9-+-+P+-+0 9+-t r-+P+K0 9-+-+-+Pz P0 9+-+-+L+R0 xiiiiiiiiy
Diagrama 81 El ataque es abrumador
Diagrama 82 Es mate en tres
El ataque negro pronto resultará decisivo, pues las blancas no tendrán tiempo de desarrollar sus piezas del flanco de rey. 20.dxc6 xd1 21.xd1 xc6 22.d2 c1+ 23.e2 c2 Ahí se acaba la historia del caballo. 24.f3 xd2 25.g3 c3 26.g4 d1+ 27.f3 d2 28.e4 xd4 29. e5 Obviamente, las esperanzas de cambiar damas son nulas, aun en el caso de que, milagrosamente, las blancas pudiesen desarrollar su alfil de "f1" sin que cayese "g2". 29...d6 30. e8+ h7 31. xf7 g5+ 32.h3 f6 33. d5 (ver diagrama 82) 33...fxf3+! Un bonito toque final. Si las blancas toman la torre, es mate en una, y en dos si no lo hacen. 34.g3 xg3+ Las blancas se rindieron. •
Las blancas juegan la peligrosa 9.c1
Ahora deberíamos centrar nuestra atención en 9. c1 (ver diagrama 83) , que es, con diferencia, la jugada más popular de las blancas en el momento de escribir estas líneas. Las negras normalmente responden 9...c6. Esto podría parecer un poco torpe, pero las negras no tienen prisa para tomar en "c3", y retrasar esta jugada restringe un tanto las opciones de las blancas que, prácticamente, deberán forzar acontecimientos con 10. d3. No es que hablemos aquí de que las blancas tengan dificultades, pues "d3" es una buena casilla para el alfil, y después de 9... xc3
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10.xc3 c6, pueden jugar 11. d3 de cualquier modo. Pero ¿por qué permitir que puedan elegir? El único caso en que 9...c6 podría ser una pérdida de tiempo es si las negras pudiesen jugar ...xc3 y ...c7-c5, pero sería, sencillamente, demasiado peligroso, en vista de la presión que las blancas ejercen sobre la columna "c".
XIIIIIIIIY 9rs nl+-t rk+0 9z ppz p-w qpz p-0 9-+-+p+-z p0 9+-+p+-+-0 9-+Pz Pn+-+0 9+-s N-z PN+-0 9Pz P-+-z PPz P0 9+-t RQm KL+R0 xiiiiiiiiy
XIIIIIIIIY 9r+l+-t rk+0 9z pp+nw qpz p-0 9-+p+p+-z p0 9+-+-+-+-0 9-+Lz P-+-+0 9+-t R-z PN+-0 9Pz P-+-z PPz P0 9+-+Q+Rm K-0 xiiiiiiiiy
Diagrama 83 Las blancas juegan 9. c1
Diagrama 84 Las negras deben activar el alfil
Así pues, el juego prosigue de esta forma: 9...c6 10. d3 En su obra clásica, Aperturas básicas de ajedrez, Reuben Fine recomienda retirar ahora el caballo, con 10... f6, con el fin de mantener cerrada la columna "c". El aspecto negativo de la jugada es que las negras pierden un tiempo y su posición permanece atascada con tres piezas menores, cuando la idea de Lasker era reducir a dos el número de estas piezas. La preferencia moderna se inclina por la captura en "c3". 10...xc3 11.xc3 La única jugada apropiada, puesto que la torre se ha jugado por "c1". 11...dxc4 Una vez más, la clave del juego negro es entregar el punto fuerte "d5". Si 11...d7, 12.0-0 dxc4, revertiría a lo mismo. 12. xc4 d7 Las negras desarrollan su caballo por la única casilla central disponible, y en la que está bien situado para apoyar una eventual ruptura, con ...c6-c5 o ...e6-e5. 13.0-0 (ver diagrama 84) .
Las negras deben tomar una decisión crucial Hemos llegado a una posición crítica. Si retiramos los alfiles de "c4" y "c8", la posición estaría igualada. Pero tal y cómo están las cosas, sin embargo, el alfil negro está encerrado, lo que es un problema no sólo para la pieza en sí, sino
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también para la torre de "a8", que no puede coordinar su actividad con las demás piezas negras. Ninguna posición puede sobrevivir indefinidamente sin la participación de una torre y un alfil. Por consiguiente, es imperativo que las negras conciban un plan para rescatar el alfil de su confinamiento. Si el coste es un ligero debilitamiento de la estructura de peones, o un rey menos seguro, pues que así sea. Hay tres posibles métodos disponibles: un inmediato 13...c5?; ese mismo avance ...c6-c5, cuidadosamente preparado (después de ...b7-b6 y ... b7, etc.), y 13...e5. Veremos ejemplos de los tres planes.
Los peligros de una jugada liberadora prematura Partida nº 22
Valery Chejov – Gerhard Schmidt Dresde 1997 1.d4 d5 2.c4 e6 3. c3 f6 4. g5 e7 5.e3 0-0 6. c1 h6 7. h4 c6 8.f3 e4 9. xe7 xe7 10. d3 xc3 11.xc3 dxc4 12. xc4 d7 13.0-0 Observe el extraño orden de jugadas, con el que las blancas han diferido f3 hasta la octava jugada. Pero, como sucede a menudo en el Gambito de Dama, todos los caminos conducen a Roma, aunque haya que transitar por algunas rutas secundarias. 13...c5? A pesar del interés de las negras por activar su alfil, deben de proceder con cuidado, a fin de asegurarse de que la actividad de las piezas blancas se encuentre dentro de proporciones razonables. Teniendo en cuenta su retraso en desarrollo, al abrir aquí la columna "c" están jugando con fuego. NOTA El alfil negro de "c8" necesita una salida en el Gambito de Dama, pero ¡eso no significa que las piezas blancas deban concedérsela! 14. e2! (ver diagrama 85).
Una tranquila jugada de gran fuerza. Las blancas abren paso a su torre de rey, para que ésta se sume a la batalla y, como veremos, la clavada del peón de "e6" (tras el cambio en "d4") añadirá dificultades a las negras. 14...cxd4 15.exd4 La recaptura correcta, pese al hecho de que las blancas queden con un peón central aislado. Ahora, las negras tendrán que mantenerse alerta ante el posible avance d4-d5, en cuyo caso el peón de "e6" quedaría atacado tres veces. 15...f6 16. b3! Otra bonita jugada. El alfil despeja la columna "c" para la torre, que tratará de penetrar en "c7" tan pronto como las negras jueguen ... d7. Las blancas no se
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apresuran a jugar 16.d5, pues 16... e8 17.e1 d8! concede a las negras buenas posibilidades de sacudirse la presión. 16...d8 17.d1 d5 18. xd5!
XIIIIIIIIY 9r+l+-t rk+0 9z pp+nw qpz p-0 9-+-+p+-z p0 9+-z p-+-+-0 9-+Lz P-+-+0 9+-t R-z PN+-0 9Pz P-+Qz PPz P0 9+-+-+Rm K-0 xiiiiiiiiy
XIIIIIIIIY 9r+l+-+k+0 9z pp+-w qpz p-0 9-+-+p+-z p0 9+-+rs N-+-0 9-+-z P-+-+0 9+-t R-+-+-0 9Pz P-+Qz PPz P0 9+-+R+-m K-0 xiiiiiiiiy
Diagrama 85 Posición después de 14. e2!
Diagrama 86 El caballo blanco domina la posición
El caballo negro era el alma de la defensa, mientras que el alfil blanco era bastante inútil, de ahí la eficacia del cambio. 18...xd5 19.e5 (ver diagrama 86) . El caballo blanco domina la situación, ya que el alfil tiene un papel totalmente secundario. 19... d8 Schmidt defiende la casilla "c7", pero deja "f7" en el limbo. En cualquier caso, las alternativas tampoco eran seductoras: a) 19... d7 cede la séptima fila, por 20. c7. b) 19...b6 permite 20. dc1 d7 21.c7, atando a las negras, pues si 21... xd4?, 22.c6. c) 19...f6 debilita el flanco de rey y, en particular, el peón de "e6". No obstante, éste probablemente fuese el mal menor. Volviendo a la partida, si las negras dispusieran de una jugada extra, con 20... d7!, seguido de 21... e8 entonces, el alfil seguiría pasivo, pero la torre de "a8" vería la luz del día y la casilla "f7" quedaría reforzada. Por consiguiente, las blancas deben atacar rápido. 20. h5! e8 En caso de 20...f6 21. f7+ h8 22.c7, se produce una invasión a gran escala, con amenaza de mate en "g7". 21.g3! La torre exhibe su versatilidad al atacar al rey negro no hacia delante, sino lateralmente. Ahora no hay buena respuesta contra la amenaza 22. xh6. 21...f8 22. g4 g6 23.f3 (ver diagrama 87) . Las negras se rindieron.
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XIIIIIIIIY 9r+l+qm k-+0 9z pp+-+p+-0 9-+-+p+pz p0 9+-+rs N-+-0 9-+-z P-+Q+0 9+-+-+R+-0 9Pz P-+-z PPz P0 9+-+R+-m K-0 xiiiiiiiiy Diagrama 87 La casilla "f7" es indefendible
La casilla "f7" no puede defenderse, a menos que las negras jueguen 23...f5, en cuyo caso 24. h4! (y no la confusa captura de peón 24. xg6?) 24...g7 (única forma de defender "h6" y de impedir la penetración de dama por "f6") 25. h3! y si 25...h5, 26. g3 conduce a la catástrofe en "g6", mientras que si 25... h8, 26.e7+ g8 27.f7 es mate. Aquí las negras fueron destruidas antes de que pudiesen jugar la torre o el alfil de dama. En la partida anterior, las blancas recibieron mate con su alfil de rey en "f1" y la torre de rey en "h1". ¿Quién ha dicho que el Gambito de Dama es una apertura lenta? •
Las negras se desarrollan con ...b7-b6
Volviendo a la posición después de 13.0-0, consideraremos ahora la segunda opción de las negras: 13...b6 (ver diagrama 88) . ¡Esto es más apropiado! Las negras preparan 14... b7 y sólo entonces 15...c5. En tal caso, no sólo el alfil participará en el juego, sino que también ha sido evacuada la casilla "c8", lo que permite ... fc8, controlando la columna "c". No obstante, por el momento las blancas siguen teniendo ventaja en desarrollo y tanto la casilla "a6" como el peón de "c6" han sido debilitados por 13...b6. Por consiguiente, pueden intentar: 14. e2 La alternativa 14. d3 se analiza más adelante. 14... b7 15. a6! Siempre me ha parecido una paradoja que las blancas inviertan tantos esfuerzos en el Gambito de Dama, tratando de demostrar que el alfil negro de casillas blancas es una pieza inútil, pero que tan pronto como sale por "b7" inmediatamente traten de eliminarlo. Aquí, por supuesto, se trata de poner a prueba la debilitada estructura del flanco de dama.
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EL GAMBITO DE DAMA
XIIIIIIIIY 9r+l+-t rk+0 9z p-+nw qpz p-0 9-z pp+p+-z p0 9+-+-+-+-0 9-+Lz P-+-+0 9+-t R-z PN+-0 9Pz P-+-z PPz P0 9+-+Q+Rm K-0 xiiiiiiiiy
XIIIIIIIIY 9r+-+-t rk+0 9z p-+nw qpz p-0 9Qz p-+-+-z p0 9+-z p-z p-+-0 9-+-z P-+-+0 9+-t R-z PN+-0 9Pz P-+-z PPz P0 9+-t R-+-m K-0 xiiiiiiiiy
Diagrama 88 Las negras juegan 13...b6
Diagrama 89 Las negras alivian la presión
15... xa6 16. xa6 c5 17.fc1 Ambos bandos han conseguido sus objetivos. Las negras ya no tienen el problema del desarrollo de su alfil de dama y ninguna importante debilidad estructural. Por otra parte, la dama blanca de "a6" es un incordio y el peón de "c5" se encuentra presionado. Si, por ejemplo, 17... fc8, 18.b4! y las negras caen en una molesta clavada, que probablemente les cueste un peón. 17...e5! (ver diagrama 89) . Una idea posicional que vale la pena recordar. Si ahora 18.dxe5?, toda la presión sobre "c5" desaparece, mientras que después de 18.dxc5 xc5 19.b5 e4 20. d4 fe8, las negras tienen una posición lo bastante sólida y sin mayores problemas, Greenfeld – Korchnoi, Beersheva 1995. Observe que si 21.b4, 21... d3. Volviendo a la posición después de 13...b6, otra forma que las blancas pueden ensayar es con la insidiosa 14. d3!?, atacando de inmediato el peón de "c6". Las negras, de todas maneras, encontraron un impresionante antídoto en la siguiente partida.
Partida nº 23
Vadim Zviagintsev – Víctor Bologan Poikovsky 2003 1.d4 f6 2.c4 e6 3.f3 d5 4.c3 e7 5. g5 h6 6. h4 0-0 7.e3 e4 8. xe7 xe7 9.c1 c6 10. d3 xc3 11.xc3 dxc4 12. xc4 d7 13.0-0 b6 14. d3 c5! Les guste o no, las negras deben efectuar este avance, pues 14... b7? 15. e4, seguido de 16. c2 dejaría a "c6" indefendible. 15. e4 b8 16. a4 f6! (ver diagrama 90) . Una mejora sobre la rutinaria 16... b7, y ahora 17. xb7 xb7 18.c2! mantuvo bajo control a las negras durante mucho tiempo, A. Karpov – A. Yusupov, Dortmund 1997.
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XIIIIIIIIY 9-t rl+-t rk+0 9z p-+-w qpz p-0 9-z p-+ps n-z p0 9+-z p-+-+-0 9Q+-z PL+-+0 9+-t R-z PN+-0 9Pz P-+-z PPz P0 9+-+-+Rm K-0 xiiiiiiiiy
XIIIIIIIIY 9-t r-+-t rk+0 9+l+-w qpz p-0 9pz pL+ps n-z p0 9+-+-s N-+-0 9Q+-z P-+-+0 9+-t R-+-+-0 9Pz P-+-z PPz P0 9+-t R-+-m K-0 xiiiiiiiiy
Diagrama 90 Un buen momento para ... f6
Diagrama 91 ¿Cómo deben seguir las negras?
En nueve casos de cada diez, 16... f6 será una mala jugada, en vista de 17.dxc5 bxc5, y el peón aislado de "c5" constituirá una fatal debilidad. Pero en este caso concreto, la dinámica de la posición sobrepasa la importancia de sus características estáticas. Las blancas no podrán consolidar de la forma que desean (con c2 y d3, con una posición estratégicamente ganadora) pues es imposible responder a la amenaza 18...xb2 y proteger, al mismo tiempo, el alfil: 18. c2? xe4 19.xe4 xb2, ganando un peón, mientras que 18.b3?? todavía es peor, debido a 18... b4, ¡que gana el alfil! 17. c6! La mejor respuesta, aunque las negras pueden darse por satisfechas de que su rival no pueda pensar ya en e5 y c6. Si 17. d3, entonces 17... d5 parece bueno para las negras, pero la mejor jugada es 17... b7!, pues dañar el flanco de rey blanco es más importante que el peón aislado de "c5": 18.dxc5 xf3 19.gxf3 bx5, mientras que 18. xa7? d5! deja a las blancas amenazadas de 19... xc3 y 19...a8, ¡ganando la dama! 17...cxd4 18.exd4 En caso de 18. xd4, las negras se activan con 18...e5! 18...a6 Las negras preparan su siguiente jugada, impidiendo xa7. En comparación con 18...a5, tiene la ventaja de que no crea un agujero en "b5". 19.e5 b7 20.fc1 (ver diagrama 91) . Después de 20. xb7 xb7, el peón de "a6" está defendido. Ahora, sin embargo, todas las piezas blancas están magníficamente coordinadas... A menos que las negras vuelvan las tornas con un dinámico sacrificio de peón. 20...d5! Mucho más efectivo que 17... d5, como en la partida de Chejov, pues ahora el alfil puede mostrar sus dientes. 21. xd5 xd5! 22. xa6 a8 23. xb6 g5 24.g3
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EL GAMBITO DE DAMA
Las blancas, por supuesto, deben impedir el mate, pero el alfil negro cuenta ahora con una diagonal totalmente despejada, a diferencia de los muchos casos en que un penoso obispo permanece encerrado detrás del peón de "c6". 24...xa2 (ver diagrama 92) . Las negras recuperan un peón, con mucha compensación por el otro. La partida entra ahora en una aguda y curiosa fase final. 25.d7 d2! 26.xf8 xb2 27. xb2 xb2 28.c8 b7! La torre blanca no puede seguir defendiendo a la vez "c1" y "f8", pero... 29.e6+! xc8 30.xc8+ h7 31.f8+ Tablas por jaque perpetuo: 31... g8 32.e6+, etc.
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XIIIIIIIIY 9-+-+-t rk+0 9+-+-+pz p-0 9-w Q-+p+-z p0 9+-+ls N-w q-0 9-+-z P-+-+0 9+-t R-+-z P-0 9rz P-+-z P-z P0 9+-t R-+-m K-0 xiiiiiiiiy
XIIIIIIIIY 9r+l+-t rk+0 9z pp+nw qpz p-0 9-+p+-+-z p0 9+-+-z p-+-0 9-+Lz P-+-+0 9+-t R-z PN+-0 9Pz P-+-z PPz P0 9+-+Q+Rm K-0 xiiiiiiiiy
Diagrama 92 El alfil domina la gran diagonal
Diagrama 93 Las negras juegan la liberadora 13...e5
El avance liberador alternativo ...e6-e5
La última opción para las negras en la jugada 13 es: 13...e5 (ver diagrama 93) . Esta posición podría producirse en la Defensa Clásica, como sigue (si bien, con el peón negro en "h7", no en "h6"): 1.d4 d5 2.c4 e6 3. c3 f6 4. g5 e7 5.e3 0-0 6.f3 bd7 7.c1 c6 8. d3 dxc4 9. xc4 d5 10. xe7 xe7 11.0-0 xc3 12.xc3 e5. En el capítulo sobre la Clásica, después de 13. b3, recomiendo 13...e4 como el mejor plan para las negras. Creo que el mismo tratamiento da buen resultado también aquí, en la Lasker. En realidad, incluso podría ser mejor, pues las blancas no tienen un peón en "h7" que atacar y, además, el rey negro tiene una casilla de escape. Recomiendo al lector que consulte los detallados análisis del capítulo 4, teniendo en cuenta que la posición del peón "h" puede afectar al juego. He aquí un ejemplo de la Lasker (con el peón en "h6", por supuesto): 14. b3 e4 15.d2 f6 16. c2 g4 17.e1 d5!? (ver diagrama 94) . Esto da muy buen resultado, aunque las negras también disponen de medidas menos violentas, como podrá ver en el capítulo sobre la Clásica.
LA DEFENSA LASKER
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18. xd5 cxd5 19.c1? Esto provoca un ataque de las negras en el flanco de rey. Podría intentarse, en cambio, 19.c7 fc8! 20.c1 xc7 21.xc7 xc7 22.xc7 c8! 23.xc8+ (tomar en "b7" pierde el caballo) 23... xc8, y el juego desemboca en un final de tablas. 19... g5! 20.f1 ad8 21.c7 d6! 22.h3 f5 23. c5 g6 24.g4 e6 25.g2 h5! (ver diagrama 95). Bueno, aquí no parece importar que el peón "h" negro esté en "h7" o en "h6". En cualquier caso, el punto "g4" se viene abajo, y las negras impusieron finalmente su ataque en la jugada 40, A. Anastasian – I. Miladinovic, Moscú 1994.
XIIIIIIIIY 9r+-+-t rk+0 9z pp+-w qpz p-0 9-+p+-+-z p0 9+-+n+-+-0 9-+-z Pp+l+0 9+Lt R-z P-+-0 9Pz PQs N-z PPz P0 9+-+-t R-m K-0 xiiiiiiiiy
XIIIIIIIIY 9-+-+-t rk+0 9z ppt R-+pz p-0 9-+-+l+r+0 9+-w Qp+-w qp0 9-+-z Pp+P+0 9+-+-z P-+P0 9Pz P-s N-z PK+0 9+-t R-+-+-0 xiiiiiiiiy
Diagrama 94 Las negras menosprecian la columna "c"
Diagrama 95 El punto "g4" se desmorona
Antes de despedirme, debo recomendarle repasar la sección final del capítulo sobre la Variante Tartakower, para recordar qué debe hacer en caso de que su oponente quiera eliminar su caballo con 7. xf6, antes de que juegue a "e4".
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