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Bob Knowlton
Bob Knowlton estaba estaba sentado solo en el salón de conferencias conferencias del laboratorio. laboratorio. El resto del grupo se había ido. Una de las secretarias se había detenido y conversado un momento sobre la próxima inducción inducción de su esposo en el ejército y finalmente se fue. Bob, solo en el laboratorio, se deslizó un poco más en el asiento, mirando con satisfacción los resultados de la primera prueba de la nueva unidad de fotones. Le gustaba quedarse después de que el el resto se hubiera ido. ido. Su nombramiento nombramiento como jefe del proyecto era lo suficientemente reciente como para darle un profundo sentido de placer. Sus ojos estaban en los gráficos gráf icos delante de él pero en su mente podía oír al Dr. Jerrold, jefe del proyecto decir nuevamente, “Hay algo en lo que puedes confiar en este lugar: "El cielo es el límite para un hombre hombre que produce”. Knowlton sintió sintió nuevamente el chispazo de la felicidad y la incomodidad. Bien, demonios, se dijo a sí mismo, había producido. No estaba jugando con nadie. Había llegado a Simmons Laboratories dos años antes. Durante una prueba de rutina de algunos componentes Clanson rechazados se le había ocurrido la idea del correlador correlador de fotones y el resto sólo ocurrió. ocurrió. Jerrold había había estado entusiasmado, entusiasmado, un proyecto separado se habilitó para mayor investigación y desarrollo del dispositivo y le habían dado el trabajo de ejecutarlo. ejecutar lo. La secuencia completa de eventos aún parecía un poco milagrosa para Knowlton. Se sacudió el sueño y lanzó determinadamente hacia las hojas cuando oyó a alguien en la habitación frente a el. Miró con atención. Jerrold a menudo menudo se quedaba quedaba tarde y de vez en en cuando conversaban un momento; ello hacía el final del día especialmente agradable para Bob. Pero no era Jerrold. Jerrold. El hombre hombre que había llegado era un extraño. Era alto, alto, delgado delgado y moreno. Usaba anteojos con marco de acero y tenía tenía un cinturón ancho de de cuero con hebilla hebilla de metal. Lucy diría más adelante adelante que era el tipo de cinturón cinturón que usaban los los pilgrims. El extraño extraño sonrió sonrió y se presentó. presentó. “Me llamo Simon Fester. ¿Tú eres Bob Knowlton?” Knowlton?” Bob dijo "Sí" y se estrecharon estrecharon la mano. “El Doctor Jerrold Jerrold me dijo que te buscara. Estuvimos hablando de tu trabajo y estoy estoy muy interesado en lo que estás haciendo”. haciendo”. Bob le alcanzó alcanzó una silla. Fester no parecía pertenecer a ninguna de las categorías de visitantes: clientes, bomberos visitantes, accionistas. Bob señaló las hojas en la mesa. “Estos son los resultados preliminares preliminares de una prueba que estamos ejecutando. ejecutando. Tenemos un nuevo nuevo dispositivo por por la cola y estamos tratando de entenderlo. entenderlo. No está terminado pero puedo puedo mostrarte la sección sección que está siendo probado”. Se puso de pie, pero Fester Fester se sumergió en los gráficos. Después de un momento momento lo miró y dijo: “Estos parecen planos planos de una superficie superficie Jennings. He estado jugando jugando con algunas algunas funciones de correlación correlación de la superficie, tú sabes sobre esto”. Bob, que no tenía idea idea de a qué se refería, refería, asintió e inmediatamente inmediatamente se sintió incómodo. incómodo. “Déjame mostrarte mostrarte al mounstro”, dijo y lo llevó a la sala de trabajo. Después de que Fester se fuera, Knowlton lentamente se concentró en los gráficos sintiéndose vagamente molesto. Luego, como si hubiera tomado una decisión, cerró rápidamente y tomó el largo largo pasillo a la oficina de Jerrold. Jerrold. Pero la oficina estaba cerrada. Se preguntó si Jerrold y Fester se habrían ido juntos.
La mañana siguiente, Knowlton se dirigió a la oficina de Jerrold, mencionó que había hablado con Fester y le preguntó quién era. “Siéntate un minuto” dijo Jerrod. “Quiero hablar contigo sobre él. ¿Qué piensas?”. Knowlton replicó sinceramente que pensaba que Fester era muy brillante y probablemente muy competente. Jerrold pareció complacido. “Lo estamos contratando”, dijo. “Parece haber tenido un buen background en varios laboratorios y tener ideas sobre los problemas que tenemos aquí”. Knowlton asintió, deseando instantáneamente que Fester no fuera colocado con él. “No sé todavía dónde lo pondremos”, continuó Jerrod, “pero parece interesado en lo que tú estás haciendo. Creo que podría pasar un poco de tiempo contigo para empezar”. Knowlton asintió pensativamente. “Si su interés en tu trabajo continúa, puedes añadirlo a tu grupo”. “Bien, parece que tiene buenas ideas aún sin saber exactamente qué estamos haciendo” contestó Knowlton. “Espero que se quede, estaremos complacidos de tenerlo”. Knowlton regresó a su laboratorio experimentando sentimientos encontrados. Se decía a sí mismo que Fester sería bueno para el grupo. No era tonto, produciría. Knowlton pensó otra vez en la promesa de Jerrold cuando lo promovió: “El hombre que produce asciende en este trabajo”. Las palabras parecían cargar una amenaza ahora. Al día siguiente, Fester no apareció hasta la mitad de la tarde. Explicó que había tenido un largo almuerzo con Jerrold, discutiendo su lugar en el laboratorio. “Sí”, dijo Knowlton, “Hablé con Jerry esta mañana acerca de ello, ambos pensamos que te g ustaría trabajar con nosotros un tiempo”. Fester sonrió de la misma manera que sonrió cuando habló de la superficie Jennings. “Me gustaría”, dijo. Knowlton presentó a Fester a los otros miembros del grupo en el laboratorio. Fester y Link, el matemático del grupo se cayeron muy bien y pasaron el resto de la tarde discutiendo el método de análisis de patrones en el que Link había trabajado el último mes. Eran las 6:30 cuando Knowlton finalmente se fue del laboratorio. Esperó largamente el final del día, cuando pudiera sentarse en las salas quietas, relajarse y pensar. “¿Pensar?” se preguntó a sí mismo. No sabía. Luego de las 5:00, todos se habían ido excepto Fester y lo que siguió fue casi un duelo. Knowlton estaba molesto de que le hubieran quitado su quieto periodo y finalmente se determinó a irse después de que Fester lo hubiera hecho. Fester estaba sentado en la mesa de conferencias leyendo y Knowlton estaba sentado en su escritorio en el cubículo de vidrio que usaba durante el día cuando no quería ser molestado. Fester había tomado los reportes de progreso del último año y los revisaba cuidadosamente. El tiempo se detuvo. Knowlton sentía la tensión crecer dentro de él. ¿Qué pensaba Fester que encontraría en los reportes? Knowlton finalmente se rindió y dejaron el laboratorio juntos. Fester tomó varios reportes para estudiarlos en la noche. Knowlton le preguntó si pensaba que los reportes le darían una figura más clara de las actividades del laboratorio. “Son excelentes”, contestó Fester con obvia sinceridad. “No solo son buenos reportes, sino que lo que reportan es una herramienta fabulosa”. Knowlton estaba sorprendido y aliviado a la vez, y estaba casi jovial cuando se despidieron.
2
Manejando a casa, Knowlton se sintió más optimista sobre la presencia de Fester en el laboratorio. Él nunca había entendido totalmente el análisis que Link estaba intentando. Si había algo erróneo en el enfoque de Link, Fester probablemente lo descubriría. “Y si estoy en juicio, murmuró, no se hubiera mostrado especialmente diplomático”. Le describió a su esposa como era Fester, quien pareció muy divertida sobre el cinturón de cuero ancho y la hebilla. “Es el tipo de cinturón que usaría un pilgrim”, rió. “No estoy preocupado sobre cómo mantiene sus pantalones”, rió con ella, “me preocupa que parece el tipo que debe hacer genialidades dos veces al día y eso puede ser perturbador en el grupo”. Knowlton había dormido algunas horas cuando fue violentamente despertado por el teléfono. Se dio cuenta de que había sonado un buen rato y se levantó maldiciendo a los locos y los teléfonos. Era Fester, sin excusas y aparentemente sin darse cuenta del tiempo, se explayó en un largo recital sobre el problema de patrones de Link que podía resolver. Knowlton cubrió el fono para responder a la pregunta de su esposa “¿quién es?” “El genio”, replicó Knowlton. Fester, ignorando completamente el hecho de que eran las 2 de la mañana, procedió a empezar de manera entusiasta un enfoque totalmente nuevo para ciertos problemas del laboratorio de fotones que había descubierto mientras analizaba experimentos pasados. Knowlton trataba de arreglárselas para sonar algo entusiasta y en ese punto se detuvo, medio sorprendido y medio incómodo, escuchando a Fester hablar sin fin de lo que había descubierto. Probablemente no solo era un nuevo enfoque, sino un análisis que mostraba las inherentes debilidades del experimento previo y como la experimentación a lo largo de esa línea había sido ciertamente inconcluyente. Al día siguiente Knowlton pasó toda la mañana con Fester y Link, el matemático. La reunión de la mañana había sido llamada para que el trabajo de la noche previa de Fester pudiera ser estudiado intensivamente. Fester estaba ansioso porque se hiciera y Knowlton no estaba feliz de llamar a la reunión, por sus propias razones. En los siguientes días, Fester se sentó en la oficina que se le había asignado a leer los reportes de progreso del trabajo que se había realizado en los últimos seis meses. Knowlton se descubrió temeroso de la reacción que Fester tendría sobre su propio trabajo. Estaba un poco sorprendido de su reacción. Siempre se había sentido orgulloso, aunque se hubiera puesto una careta de modestia, de la manera en que se habían establecido nuevos hitos en los dispositivos de medición de fotones en el grupo. Ahora, no estaba seguro, parecía que Fester mostraría fácilmente que la línea de investigación que había seguido no era adecuada ni creativa. La mañana siguiente, como era acostumbrado en el grupo de Bob, los miembros del laboratorio, incluyendo a las chicas, se sentaron en la mesa de conferencias. Bob siempre se enorgullecía del hecho de que el trabajo del laboratorio era guiado y evaluado por el grupo en su conjunto y no se cansaba de repetir que no era una pérdida de tiempo incluir a las secretarias en el grupo. A menudo, lo que empezaba como un aburrido recital de suposiciones fundamentales para un inocente escucha, descubría nuevas formas de ver esas suposiciones que no se le habían ocurrido al investigador, que tenía mucho tiempo aceptándolas como una base necesaria para su trabajo. Estas reuniones de grupo también le servían a Bob en otro sentido. Admitía que se habría sentido poco seguro si hubiera tenido que dirigir el trabajo en su mente y luego explicarlo.
3
Con la reunión de grupo, como principio de liderazgo, siempre era posible justificar la exploración de callejones ciegos por el efecto educativo general en el equipo. Fester estaba allí; Lucy y Martha estaban ahí; Link estaba sentado al lado de Fester, su conversación sobre el estudio matemático de Link aparentemente continuaba desde ayer. Los otros miembros del equipo, Bob Davenport, George Thurlow y Arthur Oliver esperaban tranquilos. Knowlton, por razones que no entendía bastante bien, propuso en la reunión de esa mañana, un problema que ya se había discutido largamente antes, con la conclusión de que una solución era imposible, que no existía manera de tratarlo de manera experimental. Cuando Knowlton propuso el tema, Davenport le hizo notar que no tenía sentido hablar de lo mismo, de que habían quedado en que no había manera de enfocar el problema con el equipo y las capacidades físicas del laboratorio. Esta declaración tuvo el efecto de un shot de adrenalina en Fester. Dijo que le gustaría saber el problema en detalle y caminando hacia la pizarra, empezó estableciendo los “factores”, a medida que varios miembros del grupo empezaban discutiendo el problema y simultáneamente listando las razones por las cuales lo habían abandonado. Pronto fue evidente que Fester no estaba de acuerdo con la imposibilidad de atacar el problema. El grupo se dio cuenta de ello y finalmente surgieron nuevamente los materiales descriptivos y el recuento del razonamiento que había llevado al abandono. Fester empezó su discurso como si lo hubiera preparado toda la noche, aunque Knowlton sabía que esto era imposible. No podía menos que sentirse impresionado con la forma organizada y lógica en que Fester presentaba las ideas que se le debían haber ocurrido pocos minutos antes. Sin embargo, Fester tenía algunas cosas que decir que dejaron a Knowlton con una mezcla de molestia, irritación y, al mismo tiempo, un sentimiento de superioridad sobre Fester al menos en un área. Fester era de la opinión que la forma en la que el problema se había analizado era realmente típica de un pensamiento de grupo y, con un aire de sofisticación del que era difícil disentir, procedió a comentar el énfasis norteamericano de las ideas de equipo, describiendo satíricamente las formas en las cuales ello llevaba a un “alto nivel de mediocridad”. Durante este tiempo, Knowlton observó que Link estudiaba cuidadosamente el piso y que George Turlow y Bob Davenport se miraban en ciertas partes del discurso de Fester. Knowlton no podía evitar sentir que este era un punto en el que Fester iba por mal camino. Todo el laboratorio, siguiendo el ejemplo de Jerry, hablaba de practicar la teoría de pequeños equipos de investigación como organización básica para una investigación efectiva. Fester insistía en que el problema no podía ser enfocado y que le gustaría estudiarlo solo un momento. Knowlton terminó la sesión remarcando que las reuniones continuarían y que el mismo hecho de que un problema experimental aparentemente insoluble tuviera otra oportunidad era otra prueba del valor de esas reuniones. Fester remarcó inmediatamente que no estaba en contra de las reuniones para el propósito de informar al grupo del progreso de sus miembros, que el punto que quería recalcar era que rara vez podían lograrse avances creativos en tales reuniones, sino que estos se realizaban con el “convivir” individual con el problema, una suerte de relación personal con él. Knowlton añadió que estaba contento de que Fester citara esos puntos y que estaba seguro de que el grupo aprovecharía un reexamen de las bases en las cuales estaban operando. Knowlton estaba de acuerdo en que el esfuerzo individual era probablemente la base para mayores avances, pero consideraba que las reuniones grupales eran útiles por el efecto en mantener al grupo junto y en ayudar a los miembros más débiles a avanzar más rápidamente en el análisis de los problemas.
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A medida que los días avanzaban y las reuniones continuaban, era claro que Fester empezó a disfrutarlas por el patrón que asumieron. Era típico que Fester asumiera la parte fuerte y era incuestionable que era más brillante y mejor preparado que varios sujetos. Knowlton estaba más y más molesto de que el liderazgo que había sumido del grupo, le estuviera siendo, de hecho, arrebatado. Siempre que se mencionaba a Fester, en las ocasionales reuniones con el Dr. Jerrold, Knowlton comentaba sólo la capacidad y obvia habilidad del trabajo de Fester. No sentía que pudiera mencionar su propia incomodidad, no sólo porque ello revelaría una debilidad de su parte, sino porque era claro de que Jerrold estaba considerablemente impresionado por el trabajo de Fester y sus contactos fuera del laboratorio de fotones. Knowlton empezaba a sentir que quizás las ventajas intelectuales de Fester no compensaban lo que él sentía eran evidencias de un quiebre del sentido de cooperación que sentía en el grupo antes del arribo de Fester. Más y más reuniones eran saltadas. La opinión de Fester sobre las habilidades de los otros miembros del grupo era obviamente baja. A veces, durante las reuniones o en pequeñas discusiones había sido rudo negándose a seguir los razonamientos basados en la ignorancia de los hechos de alguna persona. Su impaciencia con los otros lo había llevado a comentarios semejantes con el Dr. Jerrold. Knowlton infirió esto de una conversación con Jerrod en la cual éste le preguntó si Davenport y Oliver iban a seguir; y el hecho de que no mencionara a Link llevó a Knowlton a pensar de que este era resultado de una conversación privada entre Fester y Jerrold. No era difícil para Knowlton hacer un caso convincente de si la brillantez de Fester era suficiente recompensa para el inicio de esta ruptura del grupo. Tomó la oportunidad de hablar privadamente con Davenport y Oliver, y era bastante claro de que ambos estaban bastante incómodos por la conducta de Fester. Knowlton no presionó la discusión más allá del punto de que se sentían incómodos y a veces era difícil de entender sus argumentos. Knowlton no entrevistó a Link. Cerca de seis meses después de que Fester llegara al laboratorio, se programó una reunión en la cual estarían presentes los auspiciadores. Era común que las cabezas de proyecto presentaran la investigación que estaba siendo conducida en sus laboratorios. Los miembros de cada grupo eran invitados a otras reuniones más adelante, pero las reuniones especiales usualmente sólo eran con los jefes de proyecto, los jefes de laboratorio y los auspiciadores. A medida que se aproximaba la reunión especial, parecía que Knowlton quería evitar la presentación a todo costo. Sus razones eran que no confiaba en sí mismo para presentar las ideas y trabajo que Fester había avanzado porque temía no poder presentarlas con suficiente detalle y responder preguntas sobre las mismas. Por otra parte, no sentía que pudiera ignorar esas nuevas líneas de trabajo y presentar solo el material que había hecho o empezado antes del arribo de Fester. También sentía que la forma brusca de Fester (si estuviera en la reunión) no evitaría hacer comentarios sobre los métodos inadecuados que Knowlton sentía que tenía. También parecía bastante claro de que no sería fácil evitar que Fester acudiera a la reunión, aún cuando no estuviera en el nivel administrativo. Knowlton encontró la oportunidad de hablar con Jerrold y preguntarle al respecto. Este remarcó a Knowlton que con las reuniones por llegar y con el interés en el trabajo y las contribuciones que Fester había realizado, éste probablemente querría ir a estas reuniones, pero sentía que podría herir los sentimientos del resto del grupo si solo él era invitado aunque pasó este tema muy ligeramente añadiendo que no pensaba que el grupo no entendiera que la posición de Fester era diferente y que pensaba que Fester debería ser invitado de todos modos. Knowlton le dijo inmediatamente que pensaba igual y que debería
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presentar el trabajo que había hecho y que sería una forma de reconocer las contribuciones de Fester y premiarlo como un miembros productivo del laboratorio. Jerrold estuvo de acuerdo. La presentación de Fester fue muy exitosa y en varias formas dominó la reunión. Atrajo el interés y la atención de muchos de los asistentes y una larga discusión siguió a su presentación. Más adelante, en la noche, con todo el staff presente en el cocktail, se formó un pequeño grupo de personas alrededor de Fester. Uno de los cuales fue el propio Jerrold y tuvo lugar una animada discusión sobre la aplicación de la teoría que Fester había presentado. Todo esto molestó a Knowlton y su reacción y comportamiento fueron característicos. Se unió al círculo, elogió a Fester ante Jerrold y los demás, y remarcó lo brillante de su labor.
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