02-058-095 - 29 copias (Filo Feminista) La / /política política del pensamiento 1 feminista negro Patricia Hill Collins En 1831 María W. Stewart preguntó: "¿Hasta cuándo se verán las nobles hijas de África obligadas a enterrar su talento y su mente bajo una carga de ollas y teteras de hierro?". Stewart, huérfana desde los cinco años, entregada en servidumbre doméstica a la familia de un clérigo, luchó por recoger fragmentos aislados de una educación donde y cuando le fue posible. Por ser la primera norteamericana en dar conferencias públicas sobre temas políticos y dejarnos ejemplares de sus textos, esta pionera intelectual negra adelantó una serie de temas que luego serían retornados por las feministas negras que la sucedieron (Richardson, (Richardson, 1987). María Stewart desafió a las mujeres afronorteamericanas a que rechazaran las imágenes negativas de la feminidad negra tan presentes en su tiempo, señalando que las causas principales de la pobreza de las mujeres negras eran la opresión racial y sexual. En un discurso en 1833 declaró que "como el Rey Salomón, que no puso ni clavo ni martillo al templo, pero recibió los elogios, así los blancos y las blancas de Norteamérica se han hecho de un nombre [ ... ] cuando en realidad nosotras hemos sido su principal cimiento y sostén". Stewart protestó contra la injusticia de esta situación: "Nosotras hemos perseguido la sombra, ellos y ellas han obtenido la sustancia; nosotras hemos realizado el trabajo, tra bajo, ellllos os y ellas han recibido los bene ben eficios; nosotras hemos plantado las viñas, ellos y ellas han comido sus f r f r utos" utos" (Richardson, (Richardson, 1987: 59). A María Stewart no le bastó señalar la fuente de la opresi opres ión de las mujeres negras. Les pidió que forjaran de d efiniciones de autoconfianza y de independencia . "Es inútil que sigamos sentadas con los brazos cruzados, cruzados , haciéndoles haciéndol es repr repr oches oches a los blancos blanco s y a las blancas; porque eso nunca nos n os va a elevar", exhortó exhort ó. "Posean espíritu de independencia [. [ ...] Posean el espíritu de los los hombres, intrépidos intrépido s y emprendedor e emprendedor es, valientes e imperturba imperturb ables" bles" (53). (53). Para Stew Stewart art er er a es esencial el poder de autodefinición autodefinición , pues en ello iba la l a super vive vencia ncia de las las mujeres ne negras. gras. "Luchen en def ensa de sus derechos derechos y pr ivilegios. Conozcan la causa que le s impide alc alcanza anzados. Impor Impor túnenlos túnenlos hasta hasta cansado cansad os. Intentado sólo puede costarles costarle s la vida; y de todos modos nos no s vamos vamos a morir si no no lo hacen" (38). Stewart tambié también desafió desafió a las mujeres neg ne gras a que utilizar utiliz ar an an su rol espe especial como madr es es para forjar poderosos poderoso s mecanis mecanismos de acción política. "[Oh, ustedes las madres madre s, qué res responsabilidad la que les les toca", toca", pr edi edicaba Stew tewart. "Tien "Tienen en almas almas que les han si s ido encarga ncarg adas [...] Son ustedes ustedes las que debe deben crear en las las mentes de de sus niñitas niñita s y sus niños niños una una sed de co conocimiento, nocimiento , amor amor a la virtud, virtud , [...] y el cultivo de un corazón puro". puro" . Stewart sabía la magnitud de la l a tar ea que enfr enta ntaba. ba. "No "No digan que no pueden hac ha cer nada de sus hijos; digan más bien [ ... .. . ] vamos vamos a intenta ntentado" (35). María Stewart fue una de las primer as f eminis eministas negras que valoró la utilidad de l a relaci re lació ón entre mujeres negras negra s en la crea creación de una comunida comunid ad pa p ara el activ ctivismo y la autode autodeter minación. minación. "¿Se segu seguirá diciendo diciendo de las hijas de d e África África que no no tiene tienen ambició ambición, que que no tienen fuerza?" fuerza ?",, preguntó. "De ninguna ninguna manera. Que Que se unan los corazones corazone s femeninos y formemos un fondo; fond o; al al cabo de un año y medio acaso podremos colocar la primera piedra piedra del edificio de una una escue cuela secundaria, ecundari a, para que po p odamos damos disfrutar de las ramas más más alt alta as del saber" (37). (37) . Stewar Stewar t advirtió advirtió el po potencia tencial de las mujeres negras negra s 1
Título original en inglés: "The Politics of Black Feminist Thought" and "Defining Black Feminist Thought", publicado en: Patricia Hill Collins, Black Feminist Thought (Cambridge, M. A.: Unwin Hyman, 1990). Traducción de Leti Leticia Tatinclaux.
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como educa ducadoras y ac aconse nse jó jó "tórnense "tórnense hacia el saber y el el perfeccionamiento, pues en el sabe saber es esttá el poder" poder" (41). (41). Si bien sus discursos hablan poco sobre la política se xual de su tiempo, tiempo, sus consejos a las mujeres afronorteamericanas afronorteamericana s sugieren sugieren que tenía una dolorosa conciencia de los abusos sex sexuales uales su s ufr idos por las mujeres negras. Siguió "abogando por la virtud y los principios puros de la moralidad" (31) para las mujeres negr a negr as. y para aquellos blancos o blancas que pensaban que las mujere s negras eran intrínsecamente inferiores, Stew Stewart les dio una res- puesta mordaz: "Nuestras Nuestras almas se inflaman del mismo amor por la libertad y la independencia que las vuestra s [ ... ] demasiada sang san gre de ustedes corre por nuestras venas, hay demasiado color vuestro en nuestr nuest r as as pieles, como para que no estemos en po- sesión de vuestro espíritu " (40). A pesar de la proeza proeza inte intelectual de María Stewart, las ideas de esta est a mujer extraordinaria nos llegan en fragmentos dispersos que no sólo son atisbas de br i br illantez, sino que además hablan con elocuencia del destino de innumerables intelectuales negra s. Estudios recientes han sacado a luz a muchas María Stewart , mujeres afronorteamer icanas cuy cuyas mentes y talentos fueron anulados por las ollas y teteras que simbolizan la subor subo r dinació dinación de las mu- jeres negras (Guy (Gu y-She -Sheftall, ftall, 1986).2 Demasiadas intelectuales afronorteamericanas han trabajado en el aislamiento y la oscuridad y, como Zara Neale Hurston, Hurston , yacen yacen en tumbas t umbas anónimas. Algunas han tenido más suerte, suerte, pues han llegado llegado a nosotras nosotras , sobre todo, a través de los esfuerzos de académicas negras contemporáneas (Higginbotham y Watts, 1988). Como Alice Walker , estas académicas sienten que "un pueblo no descarta a sus genios" y que "si se los llega a descartar, es nuestr nuest r o deber de artistas, académicas y testigos para el futuro volver a recoger re coger esa genialidad por el bien de nuestros nuestr os hijos e hijas [ . .. ] hueso por hueso,si fuera preciso" (Walker, 1983: 92). El penoso proceso de recoger las ideas y los actos de mujeres negras "descartadas" como María Stewart ha producido un importante descubrimiento. Las intelectuales negras han establecido un cimiento analítico crucial para un punto de vista diferente sobre nuestro yo, yo, la comunidad y la sociedad y, al hacerla, hacerla, han creado una tradición intelectual de mujeres negr ne gr as. as. Si bien es una tradición con claras discontinuidades -ha y momentos en que que las voce voces de las las muje mujeres negras fueron fuer fue r tes tes y otros en que fue esencial adoptar tonos algo m ás discretos-, discretos-, una impactante dimensión de las idea s de María W. Stewart y de sus sucesoras sucesora s es la consistencia temática de su trabajo t rabajo.. Si esta tradición intelectual tan rica existe, ¿por qué se ha mantenido virtualmente invisible hasta ahora? En 1905 Fannie Barrier Williams se lamentaba porque "a la muchacha de color [ ... ] no se la conoce y en consecuencia no se cree en ella; ella ; pertenece a una raza que se designa mejor con la palabra 'proble problema', ma', y vi vive a la sombra de ese problema que la env en vuelve y la opaca" opaca" (Williams, (Williams, 1987 1987: 150). 150). ¿Por qué no se conoce y se cree en las la s mujeres afronorteamer afronorteamer icanas y en nuestras ideas? ideas ? La sombra sombra que opaca la trad tradiición intele intelectual de las la s mujeres negras no es ni accidental ni benigna. El suprimir los conocimientos conocimiento s producidos producidos por por cualquier cualquie r grupo opr opr imido imido facilita el e jercicio del poder de lo lo s grupos do dominantes, minantes , pues la apar ente fa falta lta de una conciencia independiente independiente entr e los opr imidos puede ser toma tomada como una una colaboración colaboración voluntar oluntar ia ia de és ésto toss en su propia victimizaci victimizac ión (Fanon, Fanon, 1963 1963;; Fr eire, re, 197 1970; Scott, tt, 1985) 1985).. Man Mantener la invis invisibilidad de las l as mujere mujeress negras negras y nuestras ideas es es la clave para la la estructuració tructuración del patr ón de relaciones de raza, raza , de género y desigualdad de d e clase clase que dominan toda la estructura socia social. 2
Muchas intelectuales negr as han explorado los temas principales delineados en primer término por Mary W. Stewart (véase Hull et al., 1982 e Higginbotham y Watts, 1988). 1988). Una colección pionera de ensayos sobre historia de mujeres negras de Harley y Rosaly Rosalyn Terborg-Penn (1978) le le abrió abrió el paso a otros trabajos sobre el mismo tema, entre otros los de Noble (197 (1978), 8), Giddins (1984) y D. White (1985). La publicac public ación ión de estudios como los de Barbara Christian (1983) y Hazel Carby (1987) indica que también hay una explosión de crítica literaria sobre mujeres negras negras
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A pesar de esta supresión, supresión, las mujeres mujeres af r ronorteamer onorteamer icanas han conseguido por medio de su trabajo inte int electual que sus su s ideas sean toma tomadas en cuenta. Anna Julia Cooper , Sojourne Sojourner Tr uth, uth, Mar y McLeod Bethune, Bethune, Toni Morr ison, Barbara Smi Sm ith, th, Ida B. B. Wells e innumerables mujeres m má ás han luchado firmemente por hacerse es e scuchar y han propues propuesto temas fundamentales de d e dis discusión que afectan a las mujeres negras. Como la obra de MaríaW. Stewart, el trabajo intelectual de las mujeres negras ha propiciado la resistencia y el activismo. La dialéctica de opresión y activismo, es decir, la tensión entre supresión de las ideas de las mujeres negras y nuestro activismo intelectual frente a la supresión, abarca la política del pensamiento feminista negro. Es más, el comprender esta relación dialéctica es fundamental para entender que el pensamiento feminista negro -sus definiciones, sus temas medulares y su significación epistemológica- está esencialmente esencialmente inserto en un contexto político que ha desafiado su derecho a existir. La supresión del pensamiento feminista negro La amplia mayoría de las mujeres afronorteamericanas llegaron a los Estados Unidos
para trabajar como esclavas. Esta condición inicial perfiló todas las relaciones subsiguientes que tuvieron las mujeres negras dentro de las familias y comunidades afronorteamericanas, con sus patrones y entre ellas, y creó el contexto político para el trabajo intelectual de las mujeres negras. La opresión de las mujeres negras se ha estructurado siguiendo tres dimensiones interdependientes. Primero, la explotación de su trabajo -las "ollas y teteras de hierro" que simbolizan la vieja "guetoización" de las mujeres negras en tarea de serviciosrepresenta la dimensión económica de la opresión (Davis, 1981; Marale , 1983; Jones, 1985). Sobrevivir ha sido una actividad que ha tomado mucho tiempo tiem po para la mayoría de las afronorteamerica- nas y han sido muy escasas las oportunidades de realizar un trabajo intelectual tal como se define tradicionalmente. Las tediosas tareas de las afronorteamericanas afronorteamericanas esclavas y la abismal pobreza 'del trabajo "libre" asalariado en los campos sureños de los Estado Estad os Unidos son ejemplos del precio que han pagado las mujeres neg negr r as por su supervivencia. Las millones de afronorteamerican as pauperizadas y actualmente "guetoizadas" en el corazón de gr andes andes ciudades dan fe de la permanencia de estas primeras f or mas de explotación económica. En segundo lugar, la dimensión política de la opresión ha negado a las afronorteamericanas los derechos y privilegios habitualmente concedidos a los ciudadanos blancos (Prestage, 1980; Burnham , 1987; Scarborough, 1989). La prohibición del voto, la exc ex clusión de todo cargo público y la ausencia de un trato equitativo en el sistema de justicia penal son pruebas de la subordinación política de las mujeres negras. Las instituciones educativas también han promovido este patrón de exclusión. Las prácticas del pasado, pasado , como negar la alfabetización a los esclavos y a las esclavas y relegar a las mujeres negras a las escuelas sin recursos donde se practicaba la segregación, eran formas de asegurarse que una educación de calidad para las mujeres negras fuera la excepción y no la regla (Perkins, 1983; Mullings, 1986b ). Las grandes cantidades de jóvenes negras de las ciudades y de las áreas rurales empobrecidas que siguen abandonando la escuela antes de haber alcanzado una alfabetización plena representan la prolongada eficacia de la dimensión política en la opresión de las mujeres negras. Por último, el predominio de imágenes d e mujeres negras que tienen su origen en la esclavitud dan testimonio de la dimensión ideológica de su opresión (King , 1973; D. White, 1985; 1985; Carb Carby, y, 198 1987 7). La ideología se basa en supuestas cualidades que son atribuidas a las mujeres negras y en la manera cómo esas cualidades son utilizadas para justificar la opresión opresión.. Desde el ama, la Jezabel y las procreadoras de la esclavitud, hasta las imágenes sonrientes de la rolliza "Tía jemima" en las cajas de harina para hacer panqueques, panqueques , las infaltables prostitutas negras y las omnipresentes madres desamparadas de la cultura popular contemporánea , el nexo de los estereotipos
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negativos aplicados a las .mujeres negras ha sido fundamental para su opresión. En conjunto, conjunto, la red invisible de la economía, la administración política y la ideología opera como un sistema de control socia sociall altamente efectivo, efectivo , diseñado para mantener a las afronorteamericanas en el lugar subordinado que les ha sido asignado. Este sistema de opresión más amplio opera para suprimir las ideas de las intelectuales negras y proteger los intereses y las visiones de l mundo de la elite masculina blanca. El haberle negado a las afron afro nor teamericanas teamericanas las credenciales necesarias para su alfabetiza ción sin duda las excluyó de cargos de investigadoras, docentes, esc scritoras, ritoras, poetas y críticas. Más aun, si bien desde hace tiempo existen historiadoras, escritoras y científicas sociales negras, negras , hasta hace muy poco estas mujeres no ocupaban posiciones de lide derazgo razgo en universidades, universidades, asociaciones profesionales, centros edi ditor tor iales, medios de difusión y otras instituciones sociales de validación del conocimiento. La exclusión de las mujeres negras negra s de posiciones de poder en instituciones establecidas ha conduci do a la elevación de las ideas y los intereses de la elite masculina blanca y a la consiguiente supr supr esión esión de las ideas y los intereses de las mujeres negras en el mundo académico tradicional y en la cul c ulttura popular (Scott, 1982a; Hi H igginbotham, 1989). Los estudios de mujeres han presentado un importante desafío a las ideas supuestamente hegemónicas de los hombre s blancos de elite. Aunque pa parezca irónico, la teoría feminista también ha su sup pr imido imido las ideas de las mujeres negr a negr as. A pesar de de que que las inte intelec ectuales tuales negras ya llevan tiempo ex e xpresando una conciencia femi fe min nista única con respecto a la intersección de raza y clase en la estr ucturación del género, género , histór histór icamente icamente no han tenido plena p ar ticipación en las organizaciones feministas blancas (Hooks, (Hooks , 1981; Giddings, Gidding s, 1984; Andolsen, 1986; Zinn et al., 1986). A 1986). Aun un hoy, las mujeres afronorteamericanas, latinas, indígenas y asiátic onorteamericanas rteamericanas cr itican itican al movimiento f eminista eminista y a sus acad aca démicas por ser racistas y por estar abier abie r tamente tamente preocupadas po por temas de clase media bl b lanca (Hooks, 1981; Moraga y Anzaldu Anzald ua, 1981; 981; al., 1982; Cross et al., 1982; Smith, 1982a; Dill, Dill , 1983; Andols Andolsen, 1986; 1986; Dav Davis, is, 1989). 1989). La supresión histórica de las ideas de las mujeres negras ha te ni nid do una marcada influencia en la teoría feminista. Vistas más de cer ca, ca, las teorías presentadas como universalmente aplicables a mujeres como grupo resultan, en buena medida, limitadas por por los orígenes blancos y de clase media de quienes las pro pusieron. usieron . Po Porr e jemplo, el trabajo de Nancy Chodorow (1 ( 1974, 1978) sobre la socialización de los roles sexuales y el estudio de Carol Gill Gil ligan (1982) sobre el desarrollo moral de las mujeres se apoyan ambos considerablemente en muestras de clase media blanca . Si bien estos dos clásicos estudios realizan realizan aportes clave a la teoría feminista, a la vez promueven la idea de una mujer genérica que es blanca y de clase media. La ausencia de ideas feministas negras en éstos y otros estudios los coloca en una posición mucho más débil para desafiar la hegemonía de la academia en nombre de todas las mujeres. El pensamiento social y político negro también ha desafiado los planteamientos académicos dominantes. En este caso el esquema para la supresión de las ideas de las mujeres negras ha sido bastante distinto. A diferencia de la historia de exclusión de las las mujeres negras del discurso académico dominante y de los foros feministas blancos, las afronorteamericanas hace tiempo que han sido incluidas en las organizaciones sociales y políticas negras. Pero si exceptuamos a estas organizaciones, las dirigidas por hombres no han hecho hincapié en temas de mujeres negras (Beale, 1970; Hooks, 1981; Marable, 1983). Si bien las int electuales negras han afirmado su derecho a hablar como afronorteamericanas y como mujeres, históricamente no han ocupado posiciones de primera línea en la dirigencia de las organizaciones organizaciones negras (Giddings,1984). (Giddings,1984). Las experiencias de la activista de derechos civiles Ella Baker en la Southern Christian Leadership Conference (Conferencia Sureña de Líderes Cristianos) ilustran una de las maneras de suprimir las ideas y el talento de las mujeres negras. Baker prácticamente manejaba toda la organización, pero tenía que dejar la toma de decisiones en manos
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de un grupo de dirigentes exclusivamente masculino (Cantarow, 1980). La activista de derechos civiles Septima Clark describe experiencias similares: "Descubrí por todo el sur que lo que el hombre decía tenía que ser así. Ellos tenían razón en todo . La mujer no podía abrir la boca" (Brown, 1986: 79). 3 El pensamiento social y político negro se ha visto limitado tanto por las posturas reformistas frente al cambio de muchos intelectuales negros (Cruse, 1967; West, 1977-78; Childs, 1984) como por la importancia secundaria asignada a las ideas y experiencias de las mujeres afronorteamericanas. La adherencia a un ethos definido por los hombres, que demasiado a menudo equipara el progreso racial con la adquisición de una masculinidad mal definida, ha dejado el pensamiento negro con un notorio sesgo masculino. Calvin Hernton señala que "la perspectiva masculina misma, con respecto a la hombría de la raza negra, siempre ha ocupado el centro de la escena en el drama de la literatura afronorteamericana" (1985: 7). La activista feminista negra Pauli Murray (1970) descubrió que desde su fundación en 1916 hasta 1970 el Journal of Negro History había publicado solamente cinco artículos dedicados exclusivamente a las mujeres negras. Buena parte del pensamiento feminista negro proviene del creciente deseo de las mujeres negras por luchar por la igualdad de género dentro de las organizaciones afronorteamericanas. afronorteamericanas. Septima Clark describe así esta transformación: Solía sentir que las mujeres no podían levantar la voz, porque cuando teníamos reuniones del distrito en mi casa[ ... ] yo no sentía que podía decirles lo que tenía en mente [ ... ] Pero más tarde descubrí que las mujeres tenían mucho que decir y que lo que tenían que decir realmente valía la pena [ ... ] Entonces empezamos a hablar y hemos estado hablando bast bastante desde entonces. (C. Brown, 1986: 1986: 82)
Las intelectuales afronorteamericanas han estado "hablando bastante" desde 1970 y han insistido en que se corrijan tanto el prejuicio masculinista del pensamiento social y político negro como el prejuicio racista de la teoría feminista (véase, por ejemplo, Bambara, 1970; Hooks, 1981; Jordan, 1981). Los trabajos recientes de estudiosas afronorteamericanas y de estudiosas feministas muestran que las voces de las mujeres negras están siendo escuchadas. Así Manning Marable (1983) dedica un capítulo completo de How Capitalism Underdeveloped Black America a expli explicar cómo el sexismo ha fr ena enado el desarr desarr oll ollo de la comun comunidad idad negra. negra . De Dell mis mism mo mod modo, al algunos unos tr aba aba jos jos de des esttac acad adas as te t eóricas f emin eministas blan blancas cas (véase, por ejem ejemp plo, Spel Spelman, an, 1982; Har ding, ding, 1986; And Anders erse en, 1987 1987) eviden videnccian sim similar ilar es es esf uerzo uerzos por incor incor porar las ideas de mujeres ujeres negras. negras. Si bien estos sign sig nos son prometedor es, el reciente resurgi resurg imiento de las ideas de las mujeres negras también ha conocido o posi osicción ión.. La viol violenta nta re rea acción de al algunos hombres negros a tex exttos de mu jer es negr as, com como el an análisi álisiss que hace hace Ro Rober t Staples (1979) del coreo poema de Ntozak Ntoz ake e Shange (1975) For Colored Girls Who Have Considered Suicide y del libro de Michele Wallace (1978) Black Macho and the Myth of the Superwoman, sin duda al algu gun na con defectos, ilustra lo dif dif ícil ícil que que es desa esaf f iar iar el pre j ju uicio masc asculi ulin nista en el el pensamiento pensamiento social socia l y po pollítico negro. Al describ escribiir la respuest respues ta de los hombres negros a la proliferación d e escritos de mujeres negras en e n los años setentta y ochenta, Calvin Hernton ofr ec seten ofr ece e una crítica agu ag uda de la aparent aparente tenacidad del del pre jui juicio mas mascu culinis linistta: 3
La aceptación por mujeres negras de roles subordinados en organizaciones negras no significa que hayan tenido poca autoridad o que hayamos vivido el patriarcado de la misma forma que lo hicieron las mujeres blancas en organizaciones blancas. Véase, por ejemplo, Evans (1979), Gilkes (1985) y el capítulo 7 de Black Feminist Thought.
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Lo revelador en la actitud hostil de los hombres negros frente a las escritoras negras es que ellos interpretan el nuevo impulso de las mujeres como "contraprodu "contraprod ucente" para el el ob je jetivo tivo histór ico de la luch lucha negra. negra. Es de señal seña lar qu que aun aunque que los esc escritores negros han logrado logrado un notabl notable reconocimiento a lo largo de la histo hist oria de las letras negras, las mujeres negras no los han acusado de col co laborar con el el enem enemiigo y de rettr asar el progreso de la r aza. re aza. (1985 (1985::5)
Aunque con menor hostilidad, la comun com unidad idad acad académica feminista blanca también ha veniido resistiendo con firmeza las ideas de las mu jeres negras. Alice Walker (1983) ven cuenta qu que durante una tempor tempor ada ada co compar tió tió una oficina oficina co con n una una pr omi min nente nte femi femin nista blanca blanca que expresab expresaba a un in interés su super f ficial i cial por por las ideas de las mujeres negras a la vez que iba comp com pilan and do una antología de esc es critoras en la qu q ue las muj mujeres eres de color estaban claramentte au claramen ause sen ntes. De la misma manera, mujeres bl b lancas 'con gran compet compe tencia en en la investig vestiga ación de una am amplia plia gam gama a de temas omit omiten a las mujeres de color colo r en sus tr abajos con el argumento argument o de que no están calificadas calificadas para co compre mpren nder “la experiencia de las mujeres negras” . Ambos ejemplos r evel evela an la f alta de voluntad de de muchas muchas feminis feministas tas blancas blancas frente a la posibilidad de alterar los los paradig aradigm mas que guían sus tra rabaj bajos os.. La forma forma del activismo
Aunque no Aunque no lo par ezcan, zcan, situ situa acio ciones nes opr esi esivas como la la supr esi esión de las ideas ideas de las mu jer jer es negr as dentro ntro del mundo mundo de la inv investigació ción y las luchas luchas en el cam c ampo po de d e las críticas críticas de ese sa sab ber es esttableci blecido do son inherente inherent emente mente ine inestables. stables. Las co condiciones ndicion es de la econo conom mía política amplia amplia a la vez establecen lo los lími límites de la subor ubor dinació nación de las las mujeres ujeres negr as as y pr opician su act actiivismo. Las person personas que es esttán opr imidas midas suelen saber aber lo. Para las mujere mujeress afr oo- nor teameri teamericcanas, el el cono conoci cim miento ganad ganado en la intersecci interse cción ón de de r aza, géner géner o y op opr esió sión n de clase pr opor cio ciona el el es esttímulo para diseñar diseña r y 4 tr ans ansmiti itirr el conoc nocimie imiento suby subyugado de una cultura de resis resi stenci tencia de las muje mujeres 5 74;; Fouca 1985). 5). neg negr as (Ca (Caulfie ulfield, ld, 1974 Foucault ult,, 1980; Scott, Scott, 198 Antes de la Segunda Guerra Mundial las comunidades comunidades negras creadas bajo la esclavitud y mantenidas por la segregación de jure y de (acto operaban como un espacio contradictorio que estimulaba una cultura de resistencia entre las afronorteamericanas. Si bien el objetivo amplio de la "guetoización" negra fue el control político y la explotación económica (Fusfeld y Bates, 1984), las comunidades totalmente negras también proporcionaban un lugar separado donde los afronorteamericanos y las afronorteamericanas podían articular un pensamiento afrocéntrico independiente. 4
Mi uso uso del tér mino mino con conocimie cimiento nto sub subyyuga gad do di f fiere i ere li geram gerament e de la la de definici finició ón que le le da Mich Miche el Fo Fouca ucault (198 1980 0). Según Foucault, Foucault, los los conoci ocimi mie entos ntos subyug subyugados ados so son n "aquellos aquellos bloques de de conocimie conocimiento his histtórico que que estaban estaban pr esentes sentes pero enmascarado enmascarados", "toda un una serie de de conocimie conocimientos que ha han sido des descali calif f icados como como inapr opi opiado adoss para su ob j je etivo o insuficie insuficientemente ntemente elaborad elaborados os:: cono conoci cim mientos ientos ingenuos nuos,, de baja baja impo importanc rtancia jer je r árqu rquica, debajo debajo del nive vell r eque quer ido ido de con co noci ocimi mie ento nto o cien enttifici ificid dad" (82) (82). Yo su sugiero que que el pensa ensami mie ento nto femin feminis istta negro no es "un con conoc ocim imie ient nto o ingen ingenu uo" per per o aqu aquellos llos que cont contro rollan los los procesos procesos de legi egitim timació ación n as asíí lo lo han hecho apar apar ecer. Por Por otra otra par par te, Fouca ucault ult expl explica que el co conoci nocimie miento subyuga subyugado do es "un conoc onocimi imiento par par tic icula ular r , loca local, regio regional, un co conocimiento diferenciado, incapa incapaz de unanimi unanimidad y cuya fuer za proviene de la dureza con que se le opone todo todo lo que que lo rode rodea" (82). 2). El compo componente nte de pens pensamie amiento nto fem fe minis nista negr negr o que que an anal aliza iza la opres presión de de las mujer es es neg egr r as as cierta ciertamen mente titiene ca cab bida en es esta definició definición n, pero la la ya ya antig antigua e inde indepen endi die ente nte funda fundamentac mentación afr océntric céntrica de del pe pensa nsamiento miento de mujer es neg negr r as as no ha tenido cabida en el análisis análisis de Foucault. 5 Mi uso del término c ult ult ura de resistencia no significa que exis exista una cultu cultura de resistencia monolítica. Al contrario, quería sugerir que esas culturas contienen elementos contradictorios que alimentan tanto la aceptación de la opresión como la resistencia a la misma. Algunas instituciones sociales claves africano-norteamericanas, tales como la institución de la maternidad ne gra discutida en el capítulo 6 y el activis activismo de las mujeres negras discutido en el capítulo 7 de Black Feminist Thought ilustran estas contradicciones
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Toda cultura tiene una visión del mundo que utiliza para evaluar sus propias experiencias (Sobel, 1979). Para la población afronorteamericana esta visión del mundo se origina en las ideas afrocéntricas de las civilizaciones clásicas africanas, ideas que se encuentran en las culturas e instituciones de diversos grupos étnicos del África occidental (Diop, 1974). Al mantener elementos significativos de esta cultura , las comunidades africanas esclavizadas les ofrecían a sus miembros explicaciones de la esc esclavitud distintas de aquellas que promovían los esclavistas (Herskovits , 1941; Gutman, Gutman, 1976; Webber , 1978; Sobel, 1979) 1979 ). El confinamiento de la población afronorteamericana en áreas totalmente negras del sur rural y en los guetos urbanos negros favoreció la continuación de ciertas dimensiones de esta visión afrocéntrica d el mundo (Smitherman, 1977; Sobel, Sobel , 1979; Sudarkasa, 1981b;Asante, 1987). Aunque esencial para la supervivencia de la población afronorteamer í afronorteamer ícana, el conocimiento producido en las comunidades negras se mantuvo oculto y fue suprimido por el grupo dominante y, en consecuencia, permaneció existente pero subyugado. Como madres, madres sucedáneas, maestras y hermanas, las mujeres negras fueron clave en la retención y transformación de esta visión afrocéntrica del mundo. En las familias y comunidades afronorteamericanas las mujeres negras le dieron independencia al significado de la feminidad negra. Estas autodefiniciones permitieron a las mujeres negras utilizar concepciones de sí mismas y de la comunidad generadas a partir de lo africano y así resistir las evaluaciones evaluaciones negativas promovidas por los grupos dominantes. En términos generales, el anclaje de las mujeres negras en la cultura afronorteamericana tradicional propició el desarrollo de una cultura femenina afrocéntrica diferenciable. diferenciable. Otro espacio contradictorio en el cual la subordinación económica y política creó las condiciones para la resistencia de las mujeres negras fue la posición en la economía política, en especial la "guetoización" del trabajo doméstico. El trabajo doméstico permitió a las afronorteamericanas mirar a las elites blancas, las efectivas y las aspirantes, desde perspectivas habitualmente fuera de la mira de los hombres negros y también de los mismos grupos blancos. En sus "familias" blancas las mujeres negras no sólo realizaron tareas domésticas, sino que a menudo forjaron fuertes lazos con los niños que criaron y con los mismos dueños de casa. En un nivel esta relación resultaba satisfactoria para todas las partes. Hay versiones de trabajadoras domésticas negras que hacen hincapié en el sentido de autoafirmación que adquirieron al ver el poder blanco desmistificado. Pero a otro nivel estas mujeres negras sabían que ellas jamás podrían pertenecer a sus "familias" blancas, que en lo económico eran trabajadoras explotadas y que en consecuencia se mantendrían fuera de ese mundo. El resultado ha sido una extraña postura de afuera/desde adentro, una marginalidad peculiar que estimulaba una perspectiva especial en las mujeres negras (Collins, 1986b) . Tomada en conjunto, la perspectiva de afuera/desde adentro generada por la ubicación de las mujeres negras en el mercado de trabajo y este anclaje en la cultura afronorteamericana tradicional proporcionaron el telón de fondo material para una posición única respecto de sí mismas y de la sociedad. Como marginale s adentro, las mujeres negras tienen una visión nítida de las contradicciones entre las acciones y las ideologías del grupo dominante. Nancy White, una residente negra de un centro urbano , explora este nexo entre experiencia y creencias: creencias : Ahora bien, yo comprendo todas estas estas cosas porque he vivido. Pero una no puede andar echa echada sobre estos estos cómodos lechos floridos y pensar que ademá adem ás está dirigiendo su propia vida. Algunas mujeres, mujeres blancas, pueden 'manejarle la vida al esposo por un tiempo, pero la mayoría de ellas ellas tienen que encargar se de [ ... ] ver aquello que él les les dice que hay hay que ver. Si él les les dice que ellas no están viendo aquello que qu e ellas ellas saben que se guir haciendo como si eso simplemente no no sí están viendo, ¡entonces tienen que seg estuviera allí! (Gwaltney, 1980:148)
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Este pas Este pasaje no sólo habla del poder del grupo dominante para suprimir el conocimiento pr oducido oducido por los grupos subordinados, sino que además ilustra cómo una pos ición de afuera/adentro opera en la creación de un nuevo ángulo de visión con resp ecto al proce proceso de supr esión. La "negritud" "negritud " de Nancy Nancy White la convie convierte en una per p er petua petua observadora desde afuera. Jamás podrá se r una mujer blanca de clase media echada sobre su "cómodo lecho florido". Pero su trabajo al servicio de mujeres bl ancas le permite tener una visión desde adentro de algunas de las contradiccione s entre la la conv convicción de la mujer blanca de que est á manejando su vida vid a y la verdadera erdade ra fuente de poder y de autor auto r idad idad en los hogares patriar patria r cales cales blancos. Las afronorteamericanas cuestionan las contradicciones entre las ideología s de la feminidad y la condición desvalorizada de las muje r es es negras. Si se supone que las mujeres mujeres son pasiv pasivas y f r r ágiles, ágiles, ¿por qué entonces son tratadas la l as mujeres negras como "mulas" mulas" y cargadas con pesadas tareas de limpieza? Como una cultura viable de resistencia no ofrece explicaciones aceptables , el ángulo de visión creado por la condición de trabajadora desvalo r izada izada fácilmente puede volverse hacia dentro, generando una opresión internalizada. Pero la presencia de un legado de lucha sugiere que la cultura afronorteamericana en general y la cultura de las mujeres negras en particular presentan interpretaciones alternativas poderosas . Las intelectuales afronorteamericanas se nutren de esa comunidad amplia de mujeres negras. Mientras que las dimensiones económicas, polít icas e ideológicas de la opresión de las mujeres negras llevan directamente a la supresión de la tradición intelectual del feminismo negro, negro , esas mismas condiciones propician a l mismo tiempo la continuación de una cultura afrocéntr i afrocéntr ica y la creación de una posición afuera/desde adentro esencial para el activismo de las mujeres negras. La postura crítica de las intelectuales negras frente a la investigación académica tradicional, la feminista y la de las estudiosas negras, también ha sido conformada por la cultura afrocéntrica y por la postura de afuera/desde adentro que caracteriza una cultura general de resistencia de las mujeres negras. negras . De la dialéctica de la opresión y el activismo surgen las experiencias de las afronorteamericanas que suelen estimular las ideas de las intelectuales negras. La exclusión de las ideas de las mujeres negras del discurso académico dominante y la curiosa ubicación de las intelectuales afronorteamericanas tanto en el pensamiento feminista como en el pensamiento social y político negro las ha mantenido afuera de las tres comunidades (Hull et al., 1982; Christian, 1989). Los presupuestos en que se apoya una membresía plena -ser blanca en el caso del pensamiento feminista, ser hombre en el caso del pensamiento social y político negro y la combinación para estar en las estructuras de poder de la academia- niegan una realidad femenina negra. No pudiendo pertenecer plenamente a ninguna de estas áreas de investigación, las mujeres negras continúan estando afuera/desde adentro, son seres cuya marginalidad les permite un ángulo de visión diferenciado con respecto a las teorías de esas comunidades intelectuales. La obra de Alice Walker es un ejemplo de ambas influencias fundamentales en la tradición intelectual de las mujeres negras. Walker describe el impacto que tiene la posición de ser de afuera/aunque se esté adentro o sea la posición afuera/desde adentro en su propio pensamiento: "Creo [ ... ] que fue en este período -desde mi posición solitaria, la de una paria- que empecé realmente a ver a la gente y a las cosas, a percibir realmente las relaciones” (Walker, 1983: 244). Walker comprende que “lo que
nos da a veces la soledad es una visión radical de la sociedad o de nuestra gente, una visión que no ha sido tomada previamente en cuenta” (264). Y, sin embargo, la marginalidad no es la única influencia en su obra. Al rescatar las obras de de Zora Neale Hurston y colocar centralmente en su obra las experiencias y la cultura de las mujeres negras, ella se nutre de la visión feminista afrocéntrica alternativa que existe en la cultura de las mujeres negras.
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Rescatando la tradición intelectual feminista negra
Partiendo del presupuesto que las afronorteamericanas han creado un saber independiente, viable y a la vez subyugado con respecto a nuestra propia subordinación; las intelectuales negras contemporáneas luchan por reconceptualizar todas las dimensiones de la dialéctica de la opresión y el activismo, en lo que se refiere a las afronorteamericanas. Un aspecto central de esta empresa es rescatar la tradición intelectual feminista negra. Este proceso de rescate es promovido por la posición de las académicas negras como marginales internas, o sea personas que son de afuera, aunque estén adentro. Con el estímulo de saber que las mentes y los talentos de nuestras abuelas, madres y hermanas han sido suprimidos, la tarea de rescatar el saber subyugado de las mujeres negras asume para nosotras un significado especial. Alice Walker describe cómo este propósito afecta su trabajo: “en mi propio trabajo yo no sólo escribo lo que deseo leer –comprendiendo plena e indeleblemente que si yo no lo hago no hay nadie más vitalmente interesada o capaz de hacerlo a mi entera satisfacción-, escribo todas aquellas cosas que debí haber podido leer ” (Walker, 1983:13). Rescatar esta tradición supone descubrir, reinterpretar y, en muchos casos, analizar por primera vez las obras de intelectuales negras tan extraordinarias extraordinarias que lograron que sus ideas perduraran porque están incorporadas al conocimiento académico. En algunos casos el proceso incluye localizar obras no reconocidas, a las que no se les hace propaganda, dispersas y por mucho tiempo agotadas. La meticulosa edición que hizo Marilyn Richardson (1987) de los escritos y discursos de María Stewart, la cuidadosa compilación que hizo Gloria Hull (1984) de los diarios de la intelectual feminista negra Alice Dunbar-Nelson Dunbar-Nelson y las colecciones de escritos de mujeres negras negras hechas por Mary Helen Washington (1975, 1980, 1987) son ejemplos típicos en este proceso . Del mismo modo, los esfuerzos de Alice Walker (1979) por hacer que la tumba sin nombre de Zora Neale Hurston sea identificada van a la par de su cruzada intelectual por honrar los importantes aportes de Hurston a la tradición t radición literaria feminista negra. negra. Otro componente en este proceso de rescate es la re interpretación de obras conocidas utilizando nuevos marcos teóricos. La reevaluación que hace Mary Helen Washington (1987) de la furia y la voz en Maud Martha, una obra muy desatendida que escribió la novelista y poeta Gwendolyn Brooks, el uso que hace Hazel Carby (1987) del lente de raza, clase y género para reinterpretar las obras de las novelistas negras del siglo XIX o el análisis que hace Evelyn Brooks Higginbotham (1989) de conceptos y paradigmas emergentes en la historia de las mujeres negras son todos ejemplos de cómo se está dando este proceso de reinterpretación de las obras de las intelectuales afronorteamericanas afronorteamericanas a través t ravés de nuevos marcos teóricos. Rescatar la tradición intelectual feminista negra también supone investigar su expresión en espacios institucionales alternativos y entre mujeres que no suelen ser percibidas como intelectuales. Al no haber tenido acceso a la educación formal, Sojourner Truth, la activista feminista negra del siglo XIX, no suele ser considerada una intelectual 6. Sin embargo, el discurso que pronunció en una convención de derechos de la mujer en 6
Las actividades de Sojourner Truth ejemplifican la propuesta de Antonio Gramsci (1971) que cada grupo social crea una o más "capas de intelectuales que le dan homogeneidad y un sentido de su función no solamente en lo económico sino también en lo social y lo político" (5). Los académicos y las académicas son intelectuales formados para representar los intereses de grupos de poder. Por otra parte, los intelectuales "orgánicos" dependen del sentido común y representan los intereses de sus propios grupos. grupos . Sojourner Truth es un ti po de intelectual "orgánica", "orgánica" , de diario, pero el grupo dominante no la declara como tal y no la acepta porque su actividades intelectuales amenazan el orden social. La posición de "persona de afuera que tiene una posición adentro" de las académicas negras nos empuja a n utrimos tanto de las tradiciones de nuestras disciplinas como de nuestra experiencia como mujeres negras pero no a participar enteramente en ninguna de las dos (Collins, 1986b).
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Akron, Ohio, constituye constituye un análisis análisis incisivo incisivo de la definición de de la palabra palabra mujer tal como se usaba a mediados del siglo pasado: Ese hombre ahí dice que a las mujeres hay que ayudarlas a subir a los carruajes y cargadas para cruzar los canales de riego, o dar les el mejor lugar en todas partes. ¡A mí nadie jamás me ayuda a subir al carruaje, o a cruzar charcos, ni recibo el mejor lugar! ¿Y acaso no soy una mujer? ¡Mírenme! ¡Miren mi brazo! ¡He arado y plantado y cosechado para llenar graneros y no me ganó ningún hombre! ¿Y acaso no soy una mujer? ¡Puedo trabajar y comer tanto como un hombre -cuando consigo cómo- y aguantar el látigo como él! ¿Y acaso no soy una mujer? ¡He parido trece hi h jos ijos y los he visto a casi todos vendidos como esclavos y cuando lloré con el dolor de madre, nadie sino Jesús me escuchó! ¿Y acaso no soy una mujer? (Loewenberg yBogin, 1976: 235).
Sojourner Truth revela que el concepto de mujer es una construcción cultu r al al y lo hace contraponiendo su vida de afronorteamericana y las cualidades que se atribuyen a las mujeres. mujeres. Su vida de ciudadana de segunda clase ha sido de duro trabajo físico, sin ayuda de los hombres. Su pregunta "¿Y acaso no soy una mujer?" apunta a las contradicciones del uso indiscriminado de la palabra mujer. Para quienes cuestionan la feminidad de Truth, Truth , ella invoca su condición de madre de trece hijos, todos vendidos como esclavos y vuelve a preguntar: "¿Y acaso no soy una mujer?". En lugar de aceptar la versión establecida de lo que era una mujer y luego intentar adecuar se a ese patrón, Truth lo desafía. Sus acciones demuestran el proceso de deconstrucción, es decir, de exposición del concepto como ideológica o culturalmente construido y no como un reflejo natural o sencillo de la realidad (Alcoff, 1988). Al deconstruir el concepto mujer, Truth demuestra ser una intelectual formidable y sin embargo, Truth fue una ex esclava que nunca había aprendido a leer ni a escribir. El examen de los aportes de mujeres como Sojourner Truth sugiere la necesidad de aplicar un proceso similar de deconstrucción al concepto de intelectual. Así como las teorías, epistemologías y datos producidos por cualquier grupo de seres humanos representan el punto de vista y los intereses de quienes los crearon, la definición misma de quién puede hacer trabajo intelectual con legitimidad es políticamente discutible (Mannheim, 1936; Gramsci, 1971). Rescatar la tradición intelectual feminista negra implica mucho más que desarrollar análisis feministas negros utilizando criterios epistemológicos establecidos. También implica desafiar las definiciones mismas de discurso intelectual. Asumir nuevos nuevos ángulos de aproximación aproximación sobre las definiciones definiciones de quién puede ser ser una intelectual negra y qué es el pensamiento feminista negro sugiere que buena parte de la tradición intelectual de las mujeres negras ha pertenecido a contextos institucionales distintos del académico. En el meollo del pensamiento feminista negro hay teorías creadas por afronorteamericanas que dilucidan el punto de vista de las mujeres negras; en esencia se trata de una interpretación de las experiencias e ideas de las mujeres negras por parte de quienes' quienes ' participan en ellas. Mujeres afronorteamericanas no reconocidas como intelectuales por las instituciones académicas han operado durante muchos años como tales al representar los intereses de las mujeres negras como grupo y promover el pensamiento feminista negro. Si no acudiéramos a estas fuentes no tradicionales, tradicionales, buena parte de la práctica intelectual de las mujeres negras permanecería "no conocida y, en consecuencia, no creída" (Williams, 1987: 150). Rescatar la tradición intelectual de las mujeres negras implica examinar sus ideas cotidianas hasta entonces no consideradas intelectuales. Las ideas que compartimos como madres de familias extensas, como madres sucedáneas en comunidades negras, como feligresas de iglesias iglesia s negras y como maestras de los niños de las comunidades negras han constituido un espacio crucial en el cual las afronorteameric anas han forjado el punto de vista vist a de las mujeres negras. Música Músic as, vocalistas, poetas, escritoras y otr as artistas forman otro grupo de intelectu ales negras que han busc bu scado ado interpretar las
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exper exper iencias iencias de las mujeres negras. negras . Apoy Apoyándose en la tradició tradici ón or al af rocé rocéntr ica, los los músicos en es especial han dis di sfruta frutado de un es estrech trecho o contacto co con la comunidad más amplia mplia de af ronor ronor tea teamericanas ricanas que que conf orma su auditorio uditorio.. También las las act a ctiv ivis isttas, con sus palabras y su sus actos, actos, han apo aporta rtado a la tr adició dición n intelectua intelectual de las las muje mujeres res negras. negras. Por lo ge gener al no se atr atr ibuy ibuye producció producción intelec intelectua tual a artista artistas y activi activistas stas po políticas neg negras. ras. Se suele consider ar a estas mujeres no inte int electuales y no académicas académic as,, clasifica lasificacio ciones que es establecen tablecen una una falsa dicotomía entre academia y activis activismo, mo, entre pensamiento y acción. Exami Examinar las ideas y la las acciones acciones de estos grupos rupos excluido cluidos rev revela un mundo en el cual la la conducta nducta es un plantea planteamiento filosó filosófico y en el que perma permanece intacta una un a vibrante vibrante tra tradición dición a la vez acadé académica y activis activi sta. Obj etivos d el tr abajo
La posición de las mujer muje r es es afronorteamericanas en el plan plano económico, político e ideoló ideológico en que se encuentra el discurso inte intelectual ha ha dado pie a una tradición intelectual f eminista minist a negra diferencia diferenci ada. Los dos componentes componente s bási ásico coss del pens pensamiento feminis feminista neg egro ro -su co contenido temá temático y su enfoque epis epi stemoló temológic gico- han sido sido diseña diseñados por por la pos posición de afuer a/desde adentro de las mujer es mujer es negra negrass y por el anclaje en la cultura afronor afrono r tea teamericana tradicional. Mi objetiv objetivo o globa global en es este trabajo es describir , analizar y explicar el significado de d el pensamiento feminista negr neg r o y además promover su desarrollo. desarrollo . Dentro de este objetivo global he tenido varios otros específicos específico s. En primer lugar, resumo algunos de los temas esenciales esenciales del pen pensamiento feminista ne n egro a través de un panorama de su e xpresión histórica histórica y contemporá contemporánea. nea. Tomando sobre todo del trabajo de académicas afronorteamericanas y del pensamiento producido por las mujeres negras en espacios cotidianos y alternativos de producción del conocimiento, exploro varios temas medulares que conforman la posición de las mujeres negras. La gran mayoría de las pensadoras discutidas en este texto son , hasta donde me alcanza la información, mujeres negras. Cito una gama de pensadoras negras no porque piense que ellas tienen el monopolio de las ideas presentadas, sino porque busco poner en evidencia el espectro espectr o y la profundidad de las pensadoras que existen en mi comunid ad. Colocar en el centro del análisis las ideas de afronorteamericanas comunes y corrientes al lado de intelectuales negras más conocidas produce un nuevo ángulo de visión de los asuntos feministas y afronorteamericanos, un ángulo imbuido de sensibilidad feminista afrocéntrica. Si bien las intelectuales negras han sido consistentes en la investigación de una serie de cuestiones medulares, entre ellas la simultaneidad de la opresión de raza , de clase y de opresi ón y el análisis de género, género, la importancia de la autodefinición para resistir la opresió cuestiones específicas como la maternidad y el activismo político , no todos los temas han merecido igual atención teórica. Mi segundo objetivo específico es explorar una selección de conceptos descuidados que en la actualidad carecen de un análisis feminista negro integral. Por ejemplo, si bien las mujeres negras han escrito sobre temas como la violación, la esterilización, el abuso y el acoso sexual, siguen siendo escasos los análisis feministas negros integrales de política sexual que incorporen la naturaleza entrelazada de la opresión de raza, de clase y de género. Si bien las ideas de las afronorteamericanas se encuentran en la médula de todos los argumentos presentados en este volumen, utilizo las ideas de las mujeres negras como punto de partida en la exploración de los temas descuidados. Al sintetizar las ideas de pensadores de diversos grupos de raza y de género, desarrollo mis propios análisis independientes de temas importantes para las mujeres negras. Mi tercer objetivo específico es desarrollar un marco epistemológico que pueda ser utilizado tanto para evaluar el pensamiento feminista negro actual como para aclarar algunas de las nociones subyacentes que traban el desarrollo de ese pensamiento. El
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tema de la epistemología plantea algunas preguntas difíciles. Veo la necesidad de definir los límites que diferencian al pensamiento feminista negro de otros espacios de análisis inte int electual. ¿Qué criterios pueden aplicarse a las ideas para establecer si son en efecto negras y feministas? ¿¿ -Qué rasgos esenciales comparte el pensamiento feminista negro con otros conjuntos de crítica intelectual, en especial la teoría feminista, la teoría afrocéntrica, los análisis marxistas y el posmodernismo? ¿Se apoyan l as afronorteamericanas implícitamente en medidas alternativas a la hora de determinar si las ideas son ciertas? Las nociones epistemológicas tradicionales sobr e sobr e cómo llegamos a la "verdad" simplemente no bastan a la hora de hacer avanzar el pensamiento feminista negro. Así como debemos desconstruir conceptos tales como mujer e intelectual, es preciso hacerla con el proceso por el cual llegamos a la verdad. Por último, pretendo utilizar ese mismo marco epistemológico en la preparación del trabajo en sí. Alice Walker W alker describe así este proceso: "Escribir los libros que una quiere leer es a la vez guiar la visión y a la vez seguir por el mismo rumbo" (1983: 8). Para mí ése fue un proceso muy difícil, que no sólo me exigió desarroll ar normas y lineamientos para establecer el pensamiento feminista negro, negro , sino además aplicar esas mismas normas y esos lineamientos a mi propio traba trab a jo mientras lo iba creando. Por ejemplo, ejemplo, una dimensión de d el pensami pensamiento feminista neg negro que exploro más adelante es que las intelectuales negr neg r as as crean el pens pen samiento feminista negro al utili util izar sus' sus' propias experiencias experiencias concretas como conocedoras situadas, ituadas , a fin de expresar la posición de las mujeres negras. El adoptar esta premisa epistemológica me ha exigido rechazar los pronombres "ellas" y "su" su" a la hora de describir a las mujeres negras y nuestras ideas y reemplazarlos con "nosotras", "nos" y "nuestra". "nuestra". El emplear las expresi expres iones más distantes "ella" y "su" su" para describir a mi propio grupo y nuestras experiencias podía mejorar mis credenciales como académica y aumentar la credibilidad de mis argumentos en algunos medios académicos. Pero al asumir esta postura epistemológica que refleja mi formación profesional como socióloga, apelo a normas de certificación de la verdad ante las que sigo sintiéndome ambivalente. En cambio, mbio, al identif icar mi posició posición de participante participant e y observadora de mi propia comuni comunidad, dad, corro el riesgo de verme desacr edita ditada por por ser ser dema demasia siado sub je jetitiva va y por por lo tanto menos menos aca académica démica. Pero al tr ansf ormarme en la abo ab ogada de mi traba traba jo, jo, yo convalido la postura epis pistemo temológ lógica que considero fundamental pa ra el pens pensamiento femini fe minissta neg egro ro.. Para mí, la supres upresión de la tradició tradici ón de las inte intelectua lectuales negr negr as ha conv conver tido tido este este pr oceso oceso de de avan av anzzar con el sentimi entimiento ento en e n una un a pos ostura tura episte epistem mológi lógica ca indec indeclina linable. ble. Como adv advierte Wa Walke lker, r, "ell "ella tie tiene que ser su propi ropio o modelo modelo así como el artista, artista, prese presente, nte, que crea, crea, aprende, aprende, logr logr ando ando el mo modelo, lo, es decir, decir, ella mis mism ma" (19 (1983: 83: 8). 8). Defi ni ni endo endo el pen pens samien ient t o f emi ni ni sta sta neg ro ro
Muy utiliza utilizado per o ra rara ra vez def def inido, inido, el pensamie nsamiento femi feminis nista negr o co comp mpren rende de sign ignif icados div iver er sos y contr ntr adictorios. adictorio s. Dos tens tensiones iones interrel interrelacionadas ionada s ponen los temas de discusión en relieve a la hor a de definir definir el pensa pensamient miento o feminis feminista negr o. o. El primer primer o tiene que ver con el es espino pinoso so asunto asunto de qui quién puede se serr una feminista feminist a negra. negra. Una respuesta de actualidad, actualidad , que aparece explícitame explícitam ente en "Selected Bibliography Bibliograph y on on Bla Black Femini minism", sm", de Patricia Bell Scott (198 (1982b 2b), ), es clasificar a to t odas las mujeres afr onorte norteamer amer icanas, icanas, más allá del contenido de nuestras ideas, ideas , como feminis feministas negras negras. Des Desde es esta per spectiva, ctiva, vi vivir como mujeres negr as da da experiencias periencia s que es estimulan una conciencia femini femin ista negra. Pero esta nomenclatura indis indi scrimina criminada funde en una las emini i st st a y hace de la pala palabras mu j er y f emin la ascendencia afr icana -una categoría bioló biol ógica cuestionabl cuestionable- el único determinante determinante de la conciencia feminis femini sta negra. Como ha h ace nota notar Cheryl Clarke: "Yo he criticado a Scott. Scott. Algunas de las las mujeres mujeres que ella cita como 'feminista feministas negras' obviame obviam ente no eran feministas a la hora de escribir sus libros y hasta la fecha no lo son" son " (1983: 94). 94).
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La expresión feminista neg r selecto lecto de r a también ha sido aplicada a un grupo se afronorteamericanas que poseen alguna forma de conciencia feminista. Be verly erly GuyGuy-She Sheftall (1986) argumenta que hombres y mujeres por igua l pueden ser "feministas negros" negros" y cita a Frederick Douglas y William E. B. DuBois como ejemplos destacados. Guy-Sheftall también identifica algunos rasgos distintivos de las ideas f eministas negras basados en que las experiencias de las mujeres negras con la opresión racial y de género resultan en necesidades y problemas diferentes de los de las mujeres blancas y de los de los hombres negros, y que, además, las mujeres negras deben luchar por la igualdad como mujeres y como afronorteamericanas. La definición de Guy-Sheftall es útil en la medida en que su empleo de criterios ideológicos propicia una definición de pensamiento feminista negro que incluye a la vez experiencias e ideas . En otras palabras, ella sugiere que las experiencias de vida como afronorteamericanas estimulan una sensibilidad de feminista feminist as negras. Pero, a la vez, su definición crea problemas, pues hace del ser negra una categoría biológica y el prerrequisito para tener ese pensamiento. Más aún, no explica por qué son ésos los cr i cr iterios ideológicos diferenciadores y no otros. otros. El término feminista negra también ha sido utilizado para describir a determinadas mujeres afronorteamericanas que poseen alguna forma de conciencia feminista (Beale , 1970; Hook, 1981; 1981; Barbara Smith, 1983; White, 1984). Este empleo del t érmino a menudo produce la versión más restrictiva de quién puede ser una feminista negra. El documento pionero del Combahee River Collective (1982), "A Black Feminist Statement", implícitamente se apoya en esta d efinición. El colectivo opina que "como mujeres negras encontramos que cualquier tipo de determinismo biológico constituye una base particularmente peligrosa y reaccionaria para la construcción de una política" (17). Pero a pesar de esta declaración, al indicar implícitamente que sólo las fronorteamericanas pueden ser feministas negras, establece un prerrequisito biológico para la conciencia de raza y de género. El colectivo también ofrece sus propios criterios ideológicos para identificar ideas feministas negras. negras . A diferencia de Guy-Sheftall, pone mayor énfasis en el capit capitalismo alismo como fuente fuent e de opresión para las mujeres negras y en el activismo como rasgo característico del f eminismo negro. negro . En estas definiciones hay un criterio de determinismo biológico inherente en la palabra negra y en la idea de que ser de ascendenci a africana produce de alguna manera cierto tipo de conciencia o de perspectiva. Al presentar a la raza como algo fijo e inmutable -algo con raíces en la naturaleza- estos enfoques enmascaran la construcción histórica de las categoría categorías raciales, el cambiante significado de raza , el rol crucial que tienen la política y la ideología en diseñar las concepciones de raza (Gould , 1981; 1981; Omi y Winant, Winant, 1986). 1986). En cambio se conce conc ede mucha mayor variabilidad a la expresión feminista. A las feministas se las ve ya sea biológicamente determinadas -como en el caso del pensami pensamiento feminista radical, radical , que sostiene que sólo la l as mujeres pueden ser feministas- o como per sonas que han pasado por un tipo de transformación política en teo teoría al alcance de todos. t odos. Si bien la expresión feminista negra también puede ser ut ilizada pa para describir a cualquier persona person a que abrace es esas ideas, ideas, la separ ación ación entre bio biología logía e ideo ideología que este uso uso exige ra rara ra vez aparece en los lo s traba traba jos de intelectuales negra neg rass. A veces las contradicciones entre estas dos definiciones en pugna pueden lleg ar al extremo de hacer que las es e scritoras negras negras las utilicen todas a la vez. Considérese el sig si guiente uiente pasaje del ensay ensayo "New New Directions f or Black Feminist Critici Critic ism", sm", de Deborah McDowell: McDowell : Utilizo Utilizo la la expresión aquí sólo para referirme a crítica críticas negras que ana analizan la las obras de escritor escritor as as negr negr as desde un una per spec pectiva tiva políti lítica feminis feminista. Pero la ex expresió presión tambié mbién puede aplicars aplicarse e a cualquier cr ítica esc escrita rita por una mujer negr a al ma m argen rgen de su te tema o enfoque: un libro escrito por un ho hombr e desde una perspectiv perspectiva feminista o política, política, un libro escr escr ito ito por una mujer negra o so sobre bre auto autoras neg negras en general, general, o cualquier obr a de
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una mujer. (198 1985: 191) 191)
Si bien McDowell dice implícitamente que hombres blancos de elite podrían ser "feministas negros", negros" , no está dispuesta a afir afi r mado mado categóricamente. categóricamente . Desde el punto de vista de McDowell, McDowel l, los blancos, blancos , las blancas, blancas , los hombres negros que abr azan una determinada perspectiva política y las mujeres negras al margen de su perspectiva política, todos y todas podrían ser potencialmente potencialmente críticos feministas f eministas negros. La ambigüedad que rodea las actuales perspectivas sobre quién puede ser femin ista negra está directamente vinculada a una una seg segunda tensión de de d efinició finición en el pensa pensamiento f eminista negro, negro , es decir, ¿qué es e s el femini feminismo negro? negro? La gama de pr esupuestos esupuestos en relació relaci ón con las ideas y sus de defenso fensoras, ras, tal como se ha hace ev evidente en las las obra o brass de Pa P atric tricia Bell Sco Scott, tt, Beve everl rlyy Guy Guy- Shefta ftall, ll, el Comb Comba ahee hee Ri River Col Collectiv ctive y Debor ah Mc McDo Dowel welll, llev lleva a a pr oble oblemas mas de def inició ición n de la la teor teor ía f eminis minista negra. negra. Una Una vez que se llama a una per pe r sona sona "femin feminista ista negra negra"", sus ideas a menudo menud o pasa san n a se serr denomina nominadas del pe pensa sam mie ient nto o feminis feminista neg negr o. o. Esta pr áctica ctica no da cuenta de los los cambios cambios en en el pensa pensamie iento nto individua individu al, ni de las difer encias ncias entre entre las las teó teór icas f emini ministas negras. Se pr ecisa ecisa una definición del pensamiento ensamiento femi feminis nista negro que ev e vite la la pos posició ición n materia materialista lista seg según la cua cual ser negro y/o mujer mujer gener a ciertas ciertas experien periencias que automá utomáticamente deter deter minan minan va vari ria antes ntes de conci conciencia negra y/o feminis feminista ta.. Es Es típico de esta esta posici posición el argumento de que el pe p ensamie nsamiento nto femi feminis nista negro negro es el co coto exc exclusi lusivvo de las afrono fronor teamericanas, eamericana s, al ma margen de de las las exp experiencias y de la visió isión del mundo que tengan tales mujer muje r es. es. Pero una definición del pensa pens amiento feminista feminist a negro ta también debe evi evitar tar la posición idealista según la cual los conceptos pueden se serr eva evalu lua ados al margen de los los grupos que que los crea crean. Las Las defi efiniciones niciones en las cuales cualquiera puede pro roduc duciir pensa pensami mie ento f eminis nista negro corren el riesgo de escamote ar el parti particular ángulo de vi visión que las mujeres negras apo ap ortan al proces proce so de producción de d el conocimiento. . Las dimensiones de la postura de muje r es es ne negras
Para desarrollar definiciones adecuadas d el pensamiento feminista negro es preciso enfrentarse al complejo nudo de relaciones que une la clasificación biológica, la construcción social de la raza y el el género como categorías de análisis anális is,, las co condiciones materiales que acompañan estas construcciones sociales cambiante s y la conciencia de las mujeres negras acerca de estos temas. Una manera de ubicarse frente a las tensiones de definición en el pensamiento feminista negro es especificando la relación entre la ubicación de las mujeres negras -aquellas experiencias e ideas compartidas por las afronorteamericanas y que les proporcionan un enfoque singular de sí mismas, de la comunidad y de la sociedad- y las teorías que interpretan estas experiencias. 7 Yo sugiero que el pensamiento feminista negro es un saber especializado creado por mujeres afronorteamericanas, que pone en evidencia un planteo de mujeres negras, para mujeres negras. En otras palabras, el pensamiento feminista negro comprende interpretaciones de la realidad de las mujeres negras hechas por quienes la viven. Esta definición no quiere decir que todas las afronorteameric anas generen seme j seme jante ante pensamiento o que otros grupos no tengan un rol crítico en su producción. Antes de explorar los contornos y las implicaciones de esta definición práctica, es esencial 7
Para el debate sobre el concepto de postura, véase Harsrock (1983a, 1983b), Jaggar (1983) y Smith (1987). (1987). A pes pesar de que yo uso epistemologías como un concepto organizador en este t r aba aba jo, continúan generando controver sia. ia. Para una crítica útil sobre la epistemología d el término, véase Harding (1986). La reformulación de Haraway (1988) ',se aproxima al uso que yo le doy en este texto .;'
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comprender ci cinco dimensiones clave de la ubicación de las mujeres negras. Los temas medulares de la postura de mujeres negras
Todas las afronorteamericanas comparten la experienci a de ser mujeres negras en una sociedad que denigra a las mujeres de ascendencia africana. Esta comunidad de experiencia sugiere que ciertos temas característicos van a ocupar un lugar prominente en su postura. Un tema común es una herencia de lucha. Katie Cannon advierte que "a través de la historia de Estados Unidos la interrelación entre la supremacía blanca y la superioridad masculi mascul ina ha caracterizado la realidad de las mujeres negras como una situación de lucha, una lucha por sobrevivir simultáneamente en dos mundos contradictorios, uno blanco, privilegiado privilegiado y opresivo, el otro negro, explotado y oprimido" (1985: 30). La vulnerabilidad de las mujeres negras ante agresiones en el trabajo, en la calle y en el hogar ha estimulado su independencia y su autoconfianza. A pesar de las diferencias diferencias creadas por razones históricas, la edad, la clase social, la orientación sexual o la etnicidad, el legado de lucha contra el racismo y el sexismo es un hilo común que engarza a las afronorteamericanas. Ana Julia Cooper, una intelectual negra del siglo XIX, describe la vulnerabilidad de las mujeres negras ante la violencia sexual: Ruego me permitan [ ... ] agregar mi de d efensa a la de las muchachas de color sureñas: ese enorme grupo, luminoso, prometedor, fatalmente bello [ ... ] tan lleno de promesas y de posibilidades y a la vez tan condenado a la destrucción; a menudo sin padre al cual atreverse a dar el nombre cariñoso, a menudo sin un hermano mayor más fuerte que defienda su causa y defienda su honor con su sangre; en medio de acechanzas y peligros, asaltadas por hombres blancos de las capas más bajas, sin refugio, sin protección. (Cooper, 1982: 240)
Sin embargo, en esa misma época las mujeres negras lucharon y construyeron un poderoso movimiento de clubes y numerosas organizaciones comunitarias (Giddings, 1984, 1988; Gilkes, 1985). 1985) . La edad ofrece poca protección para esta herencia de lucha. Demasiadas jóvenes negras habitan ambientes enrarecidos y hostiles. En 1975 recibí un ensayo titulado "Mi mundo" de Sandra, una estudiante de sexto grado que vivía en una de las más peligrosas unidades vecinales de Boston. "Mi mundo está lleno de gente que es violada", decía .Sandra. "Las personas disparan unas contra otras. Chiquillos y adultos se pelean por las chicas. y hay gente sin trabajo que no se puede pagar una educación para conseguir un empleo [ ... ] vagos por las calle violando y matando a las niñitas". Sus palabras expresan con angustia un sentimiento creciente feminista negro de que se puede ser víctima del racismo y de la pobreza. También revelan su conciencia de ser vulnerable a la violación como una forma de violencia sexual espe cífica de su género. A pesar de lo que sentía en su barrio, Sandra no sólo caminaba a diario por sus calles sino que además lograba hacer llegar sanos y salvos al colegio a tres hermanitos. Al hacerlo estaba participando en la herencia de lucha de las mujeres negras. Esta herencia de lucha es uno de varios temas medulares en la postura de las mujeres negras. Los esfuerzos por rescatar una tradición intelectual feminista negra están revelando una antigua atención de las mujeres negras a una serie de temas medulares que fueron inicialmente registrados por María W. Stewart (Richardson, 1987). El tratamiento que le da Stewart al entrelazamiento de la opresión de raza , de género y de clase, su llamado a reemplazar las imágenes denigradas de la feminidad negra por imágenes autodefinidas, autodefinidas, su fe en el activismo de las mujeres como madres, madres , maestras y líderes de la comunidad negra y su sensibilidad hacia la política sexual; todos éstos son temas medulares propugnados por diversas intelectuales feministas negras.
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Variación en las respuestas a los temas medulares
El que existan temas medulares no significa que todas las afro- norteamericanas respondan a ello ell os de la misma manera. La diversidad entre mujeres negras produce distintas experiencias concretas que a su vez determinan diversas reacciones. Hay, por ejemplo, mujeres que al ser confrontadas con imágenes estereotipadas y controladoras de las mujeres negras -como Sojourner Truth- interrogan diciendo: "¿Y acaso no soy una mujer?". Al deconstruir el aparato conceptual del grupo dominante, apelan a la herencia de lucha de las mujeres negras. Otras mujeres, en cambio, interiorizan las imágenes controladoras y llegan a creer que son los estereotipos (Brown-Collins y Sussewell, 1986). Son muchos los factores que explican la diversidad de respuestas. Por ejemplo, si bien todas las afronorteamericanas deben en frentar el racismo, las diferencias de clase social influyen en la manera cómo cada una siente ese racismo. Una joven gerente, graduada con honores en la Universidad de Maryland, describe la forma que puede tener el racismo para par a las negras o los negros de clase media. Antes An tes de volar a Cleveland para explicar un plan de mercadeo por encargo de su compañía, su gerente le hizo leed o tres o cuatro veces delante de él, para que no olvidara su (de ella) plan de mercadeo. Luego le explicó cómo entregar el equipaje en el aeropuerto y cómo reclamado. "Allí pasé todo el almuerzo escuchando a este tipo hablarme como si yo fuera un mono capaz de recordar pero no de pensar", recordó. Cuando se hartó de ese trato, le habló: "Le pregunté si quería atar mi dinero en un pañuelo y ponerme una nota que dijera que yo era una empleada de la compañía. De modo que si me perdía podía ser recogida por la Ayuda al Viajero y podían enviarme de vuelta" (Davis y Watson, 1985: 86). La mayoría de las mujeres negras de clase media no pasan por incidentes tan obvios, pero muchas trabajadoras negras sí. sí . Para ambos grupos se mantiene fuerte la creencia racista de que la gente afronorteamericana es menos inteligente que la blanca. Otro factor clave es la orientación sexual . Las negras lesbianas han señalado la homofobia en general y los temas que enfrentan en su condición de lesbianas negras en comunidades homofóbicas como una influencia importante en su forma de percibir los acontecimientos cotidianos (Shockley, 1974; Lorde, 1982, 1984; Clarke et al., 1983; Barbara Smith, 1983). Beverly Smith describe cómo su condición de lesbiana afectaba su percepción del casamiento de una de sus amigas más cercanas: "Dios mío, quisiera tener una amiga aquí. aquí . Alguien que me conociera y que comprendiera comprendiera cómo me siento. Aquí estoy pretendiend pretendiendo o ser una 'buena muchacha' negra, heterosexu heterosexual al y de clase media" (1983: 172). Mientras que la mayoría de los asistentes sólo veían un acontecimiento festivo, Beverly Smith sentía que su amiga entraba en una forma de servidumbre. Otros factores como la etnicidad, la región del país, la urbanización y la edad se combinan para producir una maraña de experiencias que va dando forma a la diversidad entre las afronor tea teamericanas ricanas.. El r esulta ultado es que es es más más pr ecis iso o dis discuti cutir la pos postura tura de de l as mu mu j er es negra negras s que la r a. a. la postur postur a de de una mu jer neg r La int erd e pen pend d enc enc i ia de ex peri peri enc enc ia ia y c onc onc i ienc e nc i ia
Las Las exp experie rienci ncias de las las muj m ujeres eres neg egr r as as en e n el traba traba jo jo y en la l a familia y sus sus raíc raíces es en la cultura tradicio tradicional nal af r r onorte onort eamerica americ ana sug sugier en que que como como gr upo upo viven viven el mund mundo de f or or ma ma disti distinta nta a la de de las que no n o so son n negr as o mu jeres jeres.. Más aún aún,, esta stass exper iencias concre crettas pueden estimu timular una con onci cie encia ncia f eminis eministta difer enciad iadam ame ente negr a con 8 respe respecto cto a esa rea realidad material. materia l. Ser Ser negra negra y muje mujer puede puede expon exponer er a las 8
Scott Sco tt (1985) def ine la conc conciiencia com como los sí símbo mbolo los, s, normas rmas y f ormas rmas ideo ideológ ógiicas que la ge gent nte e crea pa para dar le sentido a sus sus actos. Para de de Lauretis (1 (19 986) 86),, la concie oncien ncia es un pr oces ceso o, una "conf conf iguració uración par ticular ular de la subj s ubje etiv tividad [ ... ] produci producida en la intersecci ntersecció ón entr e el sentido y la exper iencia iencia [ ... ]. La conc onciiencia está ar r r aig aigada en en la la his histor ia ia pe per r sonal sonal y el yo y la ide id entida ntidad d son ente entend ndido idoss dent entr r o de context contextos
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af r ronortea onorteam merica ricanas a cierta ciertas ex experie periencias co comunes, munes, que a su ve vezz nos predis predispone onen na una conciencia ncia grupa rupal especí ecífic fica, a, pero pero que de ninguna nguna manera garanti gara ntiza zan n que que tal conciencia encia se desarro esarrolllle e entr entr e todas das las mu j je eres o que lleg llegu ue a ser arti articula culada co como mo tal por el grupo rupo. Muchas afr ono onorte rteame americanas ricanas han captado captado este este vínculo entr ntr e lo lo que una ha hace y lo que una una pie piensa. Han Hannah Ne Nellson, una em emplea pleada domés doméstic tica a negr negr a may ayor or , ex expli plica ca cómo el tr abajo config nfigura las per spec spectivas de las mu jeres jeres af af ronorteameric ronorteamericanas y de las las blancas: blancas: "Como "Co mo tengo que tr abajar abajar , no tengo tengo que preoc preocupar me me por las las cosas que pre preocup ocupa an a la la mayorí oría a de las mujeres mujere s blancas blancas par a las las que que he tr aba jado jado. Y si esas muje mujer es hicier an an su su propio propio tra rab bajo ajo,, pensaría pensarían n exactam ctame ente como yo -por lo men menos os en es estto-" (Gwalt (Gwaltney ney,,1980: 4). Ruth Shays, una resid residente negra de un gueto hace notar cóm cómo las las dis distintas tintas experi periencias encias entr e hombr es es y mujeres mujere s llevan a per spectivas ctivas dif dif er entes. entes. "L "La a me m ente del hombre y la mente mente de la la mujer son iguales" dice, "pero este asunto de la vida hace que las mujeres utilicen sus mentes de maneras que a los hombres ni siquiera se les ocurre" (Gwaltney, 1980: 33). El vínculo entre experiencia. experiencia . y conciencia que da forma a la vida diaria de todas las afronorteamericanas recorre el trabajo de las académicas y activistas negras. En su autobiografía Ida B. Wells describe cómo el linchamiento de sus amigos tuvo tal impacto en ella que de allí en adelante dedicó buena parte de su vida a luchar contra los linchamientos (Duster, 1970). Tomorrou/s Tomorrow, un estudio pionero sobre la adolescencia femenina negra escrito por la socióloga Joyce Lardner (1972), fue el resultado de su incomodidad incom odidad con lo que se enseñaba en el mundo académico desde sus experiencias experiencias de joven negra sureña. Así también, en Their Eyes Were Watching God, la obra clásica de Zora Neale Hurston (1937), la transformación de la conciencia de Janie, la heroína de tez clara que pasa de nieta y esposa obediente a mujer afronorteamericana autodefinida, puede ser rastreada en sus experiencias con cada uno de sus tres esposos. En una escena.rel segundo esposo la golpea, molesto porque ella le ha servido un arroz chamuscado, un pescado a medio cocer y un pan húmedo. El incidente lleva a Janie a permanecer "allí donde él la había dejado por un tiempo sin medida" y a pensar. Con su pensamiento reconoce que "su imagen de Jody se había desmoronado y hecho añicos [...] ahora tenía un adentro y un afuera y de pronto sabía cómo no mezclarlos" (63). La conciencia
y
la lucha por una postura auto definida
Como grupo, las afronorteamericanas podemos tener experiencias que nos proporcionan un ángulo de visión único. Pero la expresión de una conciencia feminista negra auto definida es problemática precisamente porque los grupos dominantes tienen intereses creados en la supresión de ese pensamiento. 9 Como nota Hannah Nelson: "He llegado a ser mujer en un mundo en que cuánto más cuerda se es, más loca la culturales ulturales preci precisos sos.. La conci concienc enciia [ ... ... ] no no es nun nunca algo algo f jo ijo, nun nunca se al alcanza anza de una ve vezz y par a siempr mpr e, e, ya que las las f r ronte o nter as as discur siva ivas ca cambi mbian seg según ún las las condici condicio ones his históricas" ricas" (8). 9 La presencia de una cultura cultura de resistencia de la mujer negra (Terbog-Penn 1986; 1986; Dodson y Gilkes, 1987) que es a la vez afrocéntrica y feminista refutados interpretaciones prevalecientes acerca de l a conciencia de los los grupos grupos oprimidos. oprimidos. Una aproximación afirma que los grupos subordinados subordinado s se identifican con los poderos poderosos y que no poseen una interpretación válida e independiente sobre su propia opresión. La otra asume que los oprimidos son menos humanos que sus dominadores y, en consecuencia, son menos capaces de inte interpretar sus propias propias experiencias (Rollins, (Rollins, 1985; Scott, 1985). Ambas inte int erpr etaciones presuponen que una conciencia independiente expresada por un grupo oprimidos no es propia, o bien es inferior a la del grupo dominante. Más aún, aún, ambas explicaciones sugier en que que la supuesta falta de activismo político por parte de los grupos oprimidos oprimidos proviene de del bajo nive nivel de conciencia de su propia subordinación. subordinación.
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hacen parecer" (Gwaltney, 1980: 7). Nelson comprende que quienes controlan las escuelas, los medios y otras instituciones culturales de la sociedad logran establ ecer la superioridad de sus puntos de vista. vista . Las experiencias de un grupo oprimido pueden colocar a su s miembros en situación de ver las cosas de manera distinta , pero su falta de control sobre los aparatos ideológicos de la sociedad dificulta la expresión de una postura autodefinida. Rosa Wakefield, Wakefield , una anciana trabajadora doméstica, doméstica , establece la manera en que divergen las posturas de los poderosos y las de d e quienes los sirven: Si comes es esas cenas enas y no las coci cocinas, si usa usass esas ropas y no las compras o las planchas, planchas, entonces puedes puedes empezar a pensar que todo eso lo hizo el hada madrina o algún espíritu [... [...]] La La gente negra no tiene tiempo para andar pensando así así, Pero cuando una no tiene na nada más que hacer , entonces puede pensar así así, Pero eso no es bueno para la mente. (Gwaltney, 1980: 88) 88)
La señora Wakefield tiene una perspectiva autodefinida que procede de sus experiencias y que le permite rechazar la postura de grupos con más poder. Y sin emba mbargo, ideas como las suyas suelen ser suprimidas por los grupos dominantes. Los grupos de poder desigual resultan también desiguales a la hora de dar a conocer su punto de vista a ellos mismos y a los demás. Durante muchos años las mujeres afronorteamericanas afronorteamericanas han presentado diversos tipos de conciencia frente a nuestro ángulo I de visión compartido. Al agregarse y articularse estas distintas expresiones de conciencia, se hace posible una focalización grupal. La capacidad de las mujeres negras para forjar estas expresiones individuales, desarticuladas y a la vez potencialmente poderosas de la vida diaria y convertirlas en una postura articulada, autodefinida y colectiva es clave para su supervivencia. Como señala Audre Lorde, Lorde, "es axiomático axiomático que si no nos nos definimos nosotras mismas mismas para nosotras mismas, seremos definidas por otros; para su beneficio y en nuestro detrimento" (1984: 45). Un rasgo fundamental de esta lucha por una postura autodefinida incluye aprovechar recursos de la conciencia cotidiana y no articulada, tradicionalmente tradicionalmente denigrada por las instituciones controladas por la gente blanca y los hombres. Para las mujeres negras la lucha incluye abrazar una conciencia a la vez afrocéntrica y feminista. ¿Qué significa esto? La investigación en los Estudios Afronorteamericanos sugiere la existencia de una visión afrocéntrica del mundo distinta y opuesta, en muchos aspectos, a la visión eurocéntrica (Okanlawon, 1972; Asante, 1987; Myers, 1988). Las construcciones académicas sobre la negritud y la raza definen estos conceptos como reflejos de diferencias biológicas y cuantificables entre humanos o como categorías residuales surgidas como respuesta al racismo institucionalizado (Lyman, 1972; Bash, 1979; Gould, 1981; Omi y Winant, 1986). En cambio la visión académica afrocéntrica, si bien a menudo se apoya en nociones biológicas de "raza", sugiere que la "negritud" y el afrocentrismo reflejan antiguos sistemas de creencia entre los pueblos africanos (Diop, 1974; Richards, 1980; Asante, 1987). Si bien la población negra se vio obligada a adaptar estos sistemas afrocéntricos de creencia en vista de los diversos arreglos institucionales de la dominación blanca, el mantenimiento de una visión afrocéntrica del mundo ha sido clave en la resistencia afronorteamericana a la opresión racial (Srnitherman, 1977; Webber, 1978; Sobel, 1979; Thompson, 1983). En otras palabras, ser negro incluye tanto haber sufrido la dominación blanca como además una valoración individual y grupal de una conciencia afrocéntrica independiente y de larga data. Las afronorteamericanas afronorteamericanas recurren a esta visión afrocéntrica del m undo para enfrentar la opresión racial. racial . Pero demasiado a menudo la conciencia afrocéntrica de las mujeres negras se mantiene desarticulada y con problemas para madurar en una postura
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autodefinida. En las sociedades que denigran a las ideas y a la gente de África , e! proceso de valoración de una visión afrocéntrica del mundo es e! resultado de una lucha consciente. Preocupaciones similares pueden ser expresadas frente a la pregunta, ¿qué son las ideas feminista feminist as? (Eisenstein, 1983; Jaggar, 1983). El ser biológicamente una mujer no significa automáticamente tener ideas f e f eministas ministas.. Se precisa una lucha consciente para rechazar las percepciones patriarcales de las mujeres y valorar sus ideas y sus actos. El que más mujeres que hombres se identifiquen como feministas refleja una ma yor experiencia de las mujeres con las consecuencias negativas de la opresión de género. Mujeres (y hombres) rutinaria mente describen e! proceso de con versión al feminismo como una transformación, transformación , una lucha por desarrollar nuevas interpretaciones de realidades familiares. familiares . Las luchas de las mujeres de diversos grupos raciales/étnicos y las de las mujeres y lo s hombres de las comunidades afronorteamericanas por articular posturas autodefinidas representan procesos similares y a la vez diferenciados . Si bien raza y género son categorías socialmente construidas, las de género descansan sobre criterios biológicos más claros que los de las la s construcciones de raza. Clasificar a los afronorteamericanos en falsas categorías raciales es considerablemente más difícil que tomar nota de las claras diferencias biológicas que diferencian a hembras de machos (Patterson , 1982). Pero a pesar de estar unidas por e! sexo biológico, las mujeres no conforman e! mismo tipo o grupo, como sucede con la población afronorteamericana , judía, indígena, vietnamita u otros grupos con historias, orígenes geográficos, culturas e instituciones sociales diferenciados. Pero la ausencia de una tradición que una a las mujeres no significa que se caractericen más por sus diferencias que por sus similitudes. Comparten experiencia experienci as comunes, pero rara vez son del mismo tipo que las que afectan a los grupos raciales y étnico s (King, 1988). Si bien tanto las expresiones de raza como las de género son construidas socialmente, no son elaboradas de la misma manera. La lucha por una conciencia feminista afrocéntrica e xi xige ge abrazar tanto tant o una visió visión afrocéntrica del mundo como una sensibilidad f eminista eminista y utili util izar a ambas ambas para forjar 10 una postura autodefinida. La int int erdepen rdependenci a de pe pensa nsami ento ento y acción
Una razón clave por la la que son suprimidas las posturas de lo s grupos oprimidos es que ellos pueden estimular estimula r la resistencia. Annie Adams, Adams , una mujer negra del sur , describe la manera en que se metió en las luch as por derechos derechos civiles: Cuando r ecié cién n lleg llegué a la pl planta tenía teníamos f uente uentes de ag agua ua seg segregad regadas as [ ... ] Lo mis mismo con co n los exc excu usa sad dos os.. Yo tenía tenía que que limpiar los los excusa cusados dos par par a el cuarto de de inspe inspeccción y lueg luego, cu c uando me alis listaba pa para ir al baño, baño, tenía tenía que ir has hasta el fo fondo ndo de la la escalera, al sóttano. Así que le pregunté só pregunt é a mi jefe: "¿Cuá "¿Cuál es la diferenc diferencia? Si puedo entra ent rarr allí y limpiar esos excusado excusados, ¿por qué qué no puedo usar usar los?" los?" Hasta que empecé a usa usarr ese excusa excusado. do. Decidí que no no iba a camina caminar una milla milla par a ir al baño. (By (B yer ly, 1986:1 1986:13 34)
En es este caso caso Annie Annie A Adam damss encontr ó que f a pos postura del "manda ndamás" más" no era adecuada, adecuada , elabor ó una una pr opia y la puso en marcha marcha. Sus Sus actos actos ilustran los los vínculos ínculos entre exper iencias encias concr etas tas de opresión, la l a elabor elabor ació ación de una postura autode autod efinida sobre la la base de es esas ex experiencias periencias y los consig consiguientes acto actos de de resistencia. resistencia. Esta interdependencia de pensamiento y acción sugiere que las alteraciones en la manera de pensar pueden venir acompañadas de mudanzas en la manera de actuar y que esto puede a su vez estimular un cambio de conciencia. Patrice L. Dickerson , una 10
A pesa esarr de que que co conti ntin nuar é uti utiliza lizando ndo el término pensa pensam mien ient t o f eminis inist t a afrocént ri ri co co de mane manera inte inter cambi cambia able co con la la fras frase pensam pensami i ent ent o femini sta sta neg r ro, o , cr eo que que son son co conceptua nceptual mente distintos distint os..
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estudiiante universitaria feminista negra muy astuta, expresa suc in estud intamente tamente este vínculo al escribir que "uno de mis argumentos fundamentales fundamentales es que en un conte xto social que niega y de d eforma forma la capacidad de de una persona para realizarse, el pro probl ble ema de la autoconciencia no es un mero problema de pensamiento , sino también un proble problema de pr áctica [ ... ] la ex exigencia de poner fifin n a una conciencia de d eficiente debe unirse a la exigencia de que se eliminen las condiciones que la causaron" (comunicación perso pers onal, nal, 1988). La lucha por una conciencia feminis femini sta afrocéntrica autodefinida se da a través de una fusión de d e pensamie pensami ento y acción. acción . Esta dimensión de la postur postu r a de las mujeres negras r echaza echaza el el pensa pensamiento ualquier a d e l os dos, dos, pens dicotómico del uno o el otr ot r o, o, que sostiene que c ualquier pensamiento o acció cción concreta, ncreta, es deseable y que fusionados limi lim ita la eficacia de ambos. Estos enfoques gener an divi divisiones siones entre teó t eóric rica as y activi activissta tass, a menudo más artificiales que reales. En cambio cambio si se as asume ume una orientación del tipo tip o "ambas/y" ambas/ y",, que ve el pensami pensamiento y la la acción acción como par par te te de un mismo pr pr oceso, oceso, se producen posibilidades de nuevas relaci relac iones ones entre el pensamiento y la acción. El que las mujeres negras asuman asu man una or or ienta ientación del tipo "ambas/y" ambas/ y" sur ge de sus experienc experiencias como afronor afronor tea teamer mer icanas, icanas, como mujeres mujere s y, en muchos cas casos, de vivir en la la pobr pobr eza eza. Cuando el pens pensami amiento abs abstracto se une a la acción concret concret a, surgen diver sos tipos tipos de "pens pensamiento" y de "teoría teorías". Al negár negár senos car gos gos como ac académic adémicas as y escri ritora torass que nos permi permiten hacer cer hinca hincapié en pr eocupaci eocupacio ones purame puramente teo teoréticas, réticas, el e l tr aba jo de la mayor ía de las inte int electua lectuales negras se ve ve influido influid o por por la fusió fusión de acció acción y teo teoría. ría. Las Las activ ctividades de intelectuales negras neg ras del siglo XIX, co c omo A mo Ann nna a J. Coo Cooper , Fr anc ances Ellen Watkins Har Har per , Ida Ida B. Wells y Mary Church Terrell dan cuenta de esta tr a tr adición que mezcla el trabajo intelectual y el activ activismo. ismo. Esta Estas muje mujeres produjer produj er on on aná análisis de la opr opr esión esión de las mujeres negras y a la vez trabajaron pa para elimin eliminar ar esa opresión. El movimiento de clubes de mujer muje r es es negras negras fue creado como una un a empres empresa a intel intelectual y de acción. Las intelectuales negras contemporáneas seguimos apoyándonos en esta tradición de usar nuestros actos y experiencias cotidianos para nuestro trabajo teórico. 11 bell hooks describe el impacto que tuvo su trabajo de operadora en la compañía telefónica en sus esfuerzos por escribir Ain't I a Woman: Black Women and Feminism (1981). Las mujeres con las que trabajaba querían que ella "escribiera un libro que mejorara nuestras vidas , que hiciera que los demás comprendie r an an las penur ias de ser mujer y negra" (1 ( 1989: 152). Para hooks "era diferente escribir en un contexto en que mis ideas no era n vistas al mar mar gen gen de la gente real y de vidas reales" (152) . De la misma manera, la histor histo r iadora iadora feminista negra EIsa Barkley Brown describe la importancia que tuvieron las ideas de su madre en el trabajo académico que ella eventualmente produjo sobre las lavanderas af r ronorteamericanas. onorteamericanas. Al comienzo Brown recurrió a la lente que le proporcionaba proporcionaba su formación de histor iadora y estableció que el grupo que estud iaba estaba formado por po r trabajadoras de servicios poco valoradas. Pero con el tiempo llegó a entender a las lavander lavande r as as en su condición de empresar empresa r ias. ias. Al llevar el lavado a quien tuv tuviera la cocina más amplia, creaban una comunidad y una cultura entre ellas. ellas . Al explicar el cambio de visión que le permitió reevaluar esta parte de la historia de las mujeres negras, Brown anota: "Fue mi madre quien me enseñó a hace r las preguntas adecuadas; y todas las que intentamos hacer esa cosa llamada trabajo académico de manera regular somos plenamente conscientes de que las preguntas adecuadas adecuadas son la parte más importante 11
La socióloga canadiense Dorothy Smith (1987) también ve el mundo concreto y diario de las mujeres como una teoría estimulante. Pero el día a día que examina es individual; una situación que refleja en parte el aislamiento de las mujeres blancas de cl ase media. Por el contrario, creo que los valores colectivos en el seno de las comunidades afrocéntricas, al ser combinadas con las experiencias obreras de la mayoría de las mujeres negras, ofrecen un mundo concreto tanto colectivo como individual.
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del proceso" (1986: (1986 : 14). Rearticulando Rearticulando el punto de vista de mujeres negras
La existencia de una postura de mujeres negras no significa que las afronorteamericanas aprecien su contenido, adviertan su importancia o reconozcan el potencial que' que' una postura feminista afrocéntrica tendría como catalizadora del cambio social. Un rol clave de las intelectuales negras es hacer las preguntas adecuadas e investigar todas las dimensiones de una postura de mujeres negras con ellas y para ellas. 12 Es así que las intelectuales negras tenemos una relación especial con la comunidad de las mujeres afronorteamericanas a la que pertenecemos y esta re lación especial define los contornos del pensamiento feminista negro. Esta relación especial de las intelectuales negras con la comunidad corre paralela a la existencia de dos niveles interrelacionadas del saber (Berger y Luckman, 1966). El saber común y corriente, el que se da por sentado, compartido por las afronorteamericanas a partir de nuestros actos y pensamientos cotidianos, constituye un primer y fundamental nivel de conocimiento. conocimiento . Los cimientos de este saber que se da por sentado son las ideas que las mujeres negras comparten entre sí de manera informal y cotidiana, sobre temas como la manera de arreglamos el cabello, los rasgos de los hombres negros "buenos" , las estrategias para tratar con la gente blanca o los recursos para "sobreponerse". "sobreponerse". Las expertas o especialistas que participan en un grupo o sur gen gen de él producen un segundo tipo de saber, más especializado . Estas especialistas son las intelectuales negras que discutimos en la primera parte de este texto y sus teor teor ías ías sobre la postura de las mujeres negras con stituy tituyen el conocimiento especializado del p ensamiento feminista negro. Los dos tipos de saber son interdepe interdependientes ndiente s. Mientras ientras que el pens pensami amiento feminista negr neg r o articula es e ste. saber que se da por sentado y que comparten las afronort eamericanas como grupo, su concienci conciencia puede ser transformada transformad a por ese pensamiento. En el mov mo vimie imiento de clubes de mujeres negras, neg ras, las las accio accione ness de mujeres mujeres neg negras ras educad e ducada as so son n ilus ilustrativas de es esta r elació ación n es especi pecia al entre intel intelectuales negras negras y la comuni munidad más amplia amplia de afrono afronorteamer icanas: canas: Es impor impor tante reconocer que mujeres mujeres negras como Frances Ha Harper, An Anna na Julia Julia Coope ooperr e Ida B. Wells no fueron ge geni nios os intele intelectuale ctuales s ai aislad lado os; f ueron ueron for for madas po por un mov movimi mient ento o más amp amplio de mujer mujer es af rono ronor r teamericanas teamericana s que ellas llas ayuda udaron a cr ear. Esto no es para so sostene tener que ellas llas fueron r epr esenta entativas tivas de todas las mujeres neg negr as; as; ella ellas s y sus contr apartes per tenec tenecían a una elite elit e intelectual ins in strui truida, pero una elite que int intentó desarr ollar una perspectiva perspectiv a cultural e histórica orgánica orgánic a con las condicione condicion es generales generales de las las muje mujer es negras negras.. (Carby, (Carby, 198 1987: 7: 115 115))
El trabajo de estas mujeres mujere s es es important importante pues ilustra una tradic ión que une acade acad emia con activ activismo y de esa forma se nutre de la orientaci ón conceptual "ambas/y" "ambas/y " desde el punto de vista de las mujeres negras. La supresión del pensamien pensamie nto feminist feminista negro en la la cor cor riente riente ce centr ntr al al de la activ activid ida ad 12
Véase el análisis de Harold Cruse (1967) acerca de la tradición intelectual negra y la discusión de John Child (1984) acerca de la relación deseada de intelectuales negros con la cultura afroamericana. Child está en contra de una relación en la que "la gente retrocede -. Se convierte en la mera energía cruda a la que los intelectuales deben darle forma, refinarla y d arle una voz. Para estos intelectuales, la tentación es verse como la base de una fuerza formativa a través de la cual la cultura adquiere una ex e xistencia consciente y ésta es devuelta, devuelta, ya completa, completa, a la gente" (69). Como Childs, sugiero que el rol de las intelectuales intelectualesnegras negras es el de "iluminar la verdadera complejidad y fuerza de del pensamiento pensamiento popular" (87).
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aca académica tra tradicion diciona al y de sus críticas críticas afr océntricas océntricas y feministas ha ha significado tra rad dicional cionalmente pa par a las mujer es es negr as apoy poyar se se en espacios espacio s ins institucionales alternativ alternativos para pr pr oducir oducir co conocimiento especializado sobre ellas. Muchas académica s, escritoras y artistas negras han trabajado solas, como María W. Stewart, o dentro de organizaciones de la comunidad afronorteameric ana, na, como las mujeres negras en el mov movimiento de clubes. El surgimiento de los estudi os de mujeres negras en escue escu elas las superiores y univ universidades en los años ochenta y la aparición de una comunidad de escritoras afronorteamericanas, como Toni Morrison, Morrison, Alice Walker y Gloria Nay Naylor, han creado nuevos espacios institucionales institucionales en los que las intelectuales negras pueden producir un saber especializa especializado. La historia de mujeres negras yla crítica lit erar rar ia ia f eminista eminista negra constituyen dos dos puntos focales de este renacimiento del trabajo de las intelectual es negras (Ca (Carby, rby, 1987 1987). Son mo movimientos paralelo paralel os: el primero apuntaba apuntab a a documentar documentar influencia influencias sociales de carácter estructural que afectan la conciencia de las mujeres mujeres negras; negras; el segundo ex explo ploraba la conciencia cienci a (las autode utodefiniciones) de las mujeres neg negr as as a través de la l a liber liber tad tad que da da el ar te. te. Un peligro que enfrentan las intelec tuales afronorteamer icanas canas que trabajan en estos esto s nuev nuevos espacios tie tiene que ver con el aislamiento potencial de los tipos de e xper per iencia iencia que estimula estimulan una co conciencia femin femi nista afr afr océntr ica: la la falta falta de acces cceso a otras otras mujeres negras negras y su comuni comunidad. Otr Otr o peligr o es la presión po por separ ar el pensa pensamient miento o de la acció ción n -en especial el e l activ ctivismo político- que gener almente aco acompaña mpaña la f orma ormación univer univer sitaria en las discipli discipl inas académicas académic as conv conve encio ion nales es.. A pesar pesar de est estos r iesgos, el pens pensamiento femini feminista afrocéntr ico ico contemporáneo r epresenta epresenta la energía energí a cre c rea ativa tiva que f luye luye entre estos dos puntos focales de la historia y la literatura, una tensión n o resuelta que surge de las ex e xperiencias riencias de las afronorteamericanas y a la vez 'las conforma. El significado potencial del pensamiento femin ista negro como saber especializado trasciende la demos demo stración de que las afronorteamericanas pueden ser teóricas . Al igual igual que la tradición de activismo de mujeres negras de la que surge y que busca ale al enta ntar, el pensamiento feminista negro puede crear entre las afronorteam ericanas ricanas una identidad colectiva sobre las dimensiones dimensione s del punto de vista de las mujeres negras . Ofrecen una visión de sí mismas y de su mundo diferente de la que propone el grupo dominante (Omi y Winant, 1986: 1986: 93). Al tomar los temas medulares desde el punto de vista de las mujeres negras y darles nuevos significados, las intelectuales neg r as as pueden estimular la formación de una nueva conciencia que utilice ese saber cotidiano . Más que concientizar, el pensamiento feminista negro afirma y rearticula una conciencia que ya existe. Más importante aún, aún , esta conciencia rearticulada da poder a las afronorteamericanas afronorteamericanas y estimula la resistencia. En su ensayo "Considering Feminism as a Model for Social Change ", Sheila Radford-Hill hace hincapié en la importancia de la re articulación como ingrediente esencial de una teoría feminista - neg negra que dé poder. A la hora de evaluar si las mujeres negras deben adoptar programas feministas, Radford-Hill sugiere que "el principal tema que deben enfrentar las mujeres negras a la hora de establecer un a posición feminista es el siguiente: si yo, como mujer negra, 'me vuelvo feminista', ¿qué herramientas básicas me proporcionará eso para resistir mi opresión individual y de grupo?" (1986: 160). Para Radford-Hill la relevancia de d el feminismo como vehículo de cambio social debe ser establec establecida en términos de su "capacidad para incluir a las mujeres negras y a otras mujeres de color en una concepción alternativa de poder y de las consecuencias de su uso" (160). Es así que el pensamiento feminista negro busca desarrollar una teoría que sea emancipatoria y reflexiva y que pueda ayudar en las luchas de las afronorteamericanas afronorteamericanas contra la opresión. La definición anterior de pensamiento feminista negro puede ser reformulada ahora para que inc incluya la definición ampliada, la relación entre pensamiento cotidiano y pensamiento especializado y la importancia de la rearticulación como la dimensión clave
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del pensamiento feminista negro. Replanteado, Replanteado, el pensamiento feminista negro consiste en teorías o un pensamiento especializado producidos por intelectuales afronorteamericanas, elaborados para expresar un punto de vista de mujeres negras . Las dimensiones de esta postura incluyen la presencia de temas medulares característicos, la diversidad de experiencias de las mujeres negras en el encuentro con esos temas medulares, las variadas expresiones de conciencia feminista afrocéntrica de las mujeres negras en relación con esos temas, sus experiencias con ellos y la interdependencia de sus experiencias, conciencia y acciones. Este pensamiento especializado debería tratar de infundir nuevo significado a las experiencias y a los pensamientos cotidianos de las mujeres negras y hacerlo rearticulando la interdependencia de sus experiencias y de su conciencia. El pensamiento feminista negro es. es. para las afronorteamericanas pues les da poder para el activismo político. A primera vista esta definición ampliada podría ser leída como que sólo las afronorteamericanas pueden participar en la producción de pensamiento feminista negro y que sólo las experiencias de las mujeres negras pueden constituir el contenido de ese pensamiento. Pero esté modelo de , feminismo ne negro se ve socavado como perspectiva crítica porque depende dé aquellas que son biológicamente negras y mujeres. Dado que rechazo las definiciones excluyente s que confinan "la crítica feminista negra a críticas negras de artistas negras que representan a mujeres negras" (Carby, (Carby, 1987: 987: 9), ¿cómo aborda esta definición ampliada del pensamiento feminista negro las dos tensiones originales de definición? ¿Quién puede ser feminista negra?: la centralidad de las intelectuales negras en la producción del pensamiento feminista negro
Busco desarrollar una de d efinición del pensamiento feminista negro que no se apoye exclusivamente en un análisis materialista -en el cual la biología haría que todas las afronorteamericanas fueran automática mente registradas como "auténticas feministas negras"- ni en un análisis idealista en el que el contexto, la visión del mundo y los intereses de la persona que piensa son irrelevantes a la hora de evaluar las ideas. Resolver la tensión entre estos dos extremos implica establecer la centralidad de las intelectuales negras en la producción del pensamiento feminista negro. También exige examinar la importancia de las coaliciones coaliciones con hombres negros, mujeres blancas , gente de color y otros grupos con perspectivas diferenciadas. Estas , coaliciones son esenciales para promover el aporte de otros grupos como críticos, maestros, defensores y diseminadores de una postura feminista afrocéntrica y autodefinida. autodefinida. Las experiencias concretas de las mujeres negras como miembros de grupos específicos de raza, clase y género, así como nuestras situaciones históricas concretas necesariamente tienen roles significativos en nuestras visiones del mundo. No hay postura neutral, puesto que no hay ser humano o grupo fuera del mundo. El conocimiento no es elaborado por seres solitarios sino por mujeres negras, miembros socialmente constituidos de un grupo (Narayan, 1989). Todos estos f actores encuadran las tensiones de definición definición en el pensamiento feminista negro. Las intelectuales negras juegan un papel central en el pensamiento feminista negro por varias razones. Primero, porque nuestras experiencias como afronorteamericanas nos brindan una perspectiva única de la feminidad negra, que otros grupos no tienen. Hay más probabilidad de que las mujeres negras como parte de un grupo oprimido tengan visiones críticas de la condición de nuestra propia opresión que aquellas que viven fuera de esas estructuras. Uno de los personajes de Iola Leroy, la novela de Frances Ellen Watkins Harper publicada en 1892, expresa esta convicción de que los que han sufrido opresión tienen una visión especial: ,
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Señorita Leroy, la raza misma tiene que producir sus propios pensadores y escritores. Autores de la raza blanca han escrito buenos libros, por los que estoy profundamente agradecida, pero parece ser casi imposible que un hombre bla nco se ponga completamente en nuestro lugar. Ningún hombre puede sentir el hierro que penetra el alma de otro hombre. (Carby, 1987: 62)
Sólo las afronorteamericanas ocupan este centro y pueden "sentir el hierro" que penetra las almas de las mujeres negras, porque somos el único grupo que ha sufrido la opresión de raza, de clase y de género como la sufren las mujeres negras. La importancia del liderazgo de las mujeres negras en la producción del pensamiento feminista negro no significa que los demás no puedan participar. Pero sí quiere decir que la responsabilidad principal a la hora de definir la propia realidad la tienen quienes han vivido esa realidad, las que han tenido cabalmente esas experiencias. Segundo, las intelectuales negras representan un liderazgo único para el "empoderamiento" "empoderamiento" y la resistencia de las mujeres negras. Al discutir la participación participación de las mujeres negras en el mo m ovimiento feminista, Sheila Radford-Hill hace notar estas conexiones entre autodefinición, "empoderamiento" y el emprender acciones en beneficio propio: Ahora las mujeres negras comprenden que parte del problema con el movimiento fue nuestra insistencia en que las mujeres blancas hacen para/con nosotras aquello que nosotras debemos hace para/con nosotras mismas: es decir encuadrar nuestra pr opia acción social en nuestra agenda para el cambio [ ... ] Clave en este debate es el derecho a organizarse en beneficio propio [ ... ] La crítica de las feministas negras debe reafirmar este principio. (1986: 162)
El pensamiento feminista negro no puede desafiar la opresión de raza, género y clase sin empoderar a las afronorteamericanas. "Los pueblos oprimidos resisten al identificarse como sujetos, al definir ' definir ' 'su realidad, al dar forma a su nueva identidad, nombrar su historia, relatar su versión" señala bell hooks (1989: 43). Como la autodefinición es clave para el "empoderamiento" individual y de grupo, emplear una epistemología que cede el poder de autodefinición a otro grupo, a pesar de todas sus buenas intenciones, en lo esencial perpetúa la subordinación de las mujeres negras. Como lo declara escuetamente la socióloga feminista negra Deborah K. King: "El feminismo negro afirma que la autodeterminación es esencial" (1988: 72). Hacer hincapié en la importancia de la centralidad de las mujeres negras para el pensamiento feminista negro no significa que todas las afronorteamericanas ejerzan este liderazgo. Si bien ser afronorteamericana por lo general confiere la experiencia básica para una conciencia feminista afrocéntrica, esas mismas condiciones suprimen su articulación. No se adquiere como un producto acabado, más bien debe ser constantemente desarrollada en relación con condiciones cambiantes. Bonnie Johnson pone énfasis en la importancia de la autodefinición. En su crítica de la bibliografía de Patricia Bell Scott sobr sob r e el feminismo negro, Johnson desafía la categorización categorización de t oda odass las obras de mujeres negras como obras feministas negras y su identificación de una amplia gama de afronorteamericanas como feministas: "El que yo piense que son feministas o no es irrelevante. Ellas no se llamarían a sí mismas feministas" (Clarke et al., 1983: 94). Como explica Patrice L. Dickerson, "una persona llega a existir y se conoce a sí misma por sus logros y a través de sus esfuerzos por ser y conocerse a sí misma tiene logros" (correspondencia personal, 1988). Éste es el meollo del asunto. La conciencia feminista afrocéntrica surge constantemente constantemente y ella es parte de un esfuerzo consciente de fundir f undir pensamiento pensamiento y acción. Tercero, las intelectuales negras son centrales en la producción de pensamiento feminista negro porque sólo nosotras podemos crear la autonomía de grupo que debe preceder coaliciones efectivas con otros grupos. Esta autonomía es claramente distinta
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de aquellas posiciones según las cuales las mujeres negras se separan de otros grupos y asumen una política excluyente. En su introducción a Home Girls, A Black Feminist Anthology, Barbara Smith describe esta diferencia: "La autonomía y el separatismo son esencialmente diferentes. La autonomía procede desde una posición de fuerza, mientras que el separatismo se origina en una posición de miedo. Cuando somos realmente autónomas podemos tratar varios temas con otros tipos de personas y con diferencia, porque hemos formado una sólida base de fuerza" (1983: XL) . Las intelectuales negras que articulan una postura autónoma y autodefinida se encuentran en condiciones de examinar la utilidad de diversas coaliciones con otros grupos, tanto académicos como activistas, activistas , para el desarrollo de nuevos modelos de cambio social. Sin embargo, la autonomía para desarrollar un análisis autodefinido e independiente no significa que la relevancia del pensamiento feminista negro se restrinja a las afronorteamericanas o que debamos limitamos a analizar nuestras propias experiencias. Como lo hace notar Sonia Sánchez: "Siempre he sabido que si una escribe desde una experiencia negra, también está escribiendo desde una experiencia universal [ .. . ] Sé que una no tiene que blanquearse para ser universal" (en Tate, 1983: 142). Si bien el pensamiento feminista negro puede originarse entre las intelectuales feministas negras, no puede florecer aislado de las experiencias e ideas de otros grupos . El dilema está en que las intelectuales negras debemos ubicar nuestras propias exper exper iencias iencia s y nuestra conciencia en el centro de cualquier esfuerzo serio por desarrollar el pensamiento feminista negro, pero sin permitir que ese pensamiento se vuelva separatista y excluyente. excluyente . bell hooks hooks ofrece una solución al problema sugiriendo que dejemos de decir dec ir "soy feminista" y digamos "yo abogo por el fem inismo" nismo". Un enfoque as así podría "servir par a que mujeres preocupadas por el femini femin ismo y por otros otros mov movimie imientos políticos puedan expresar su apoyo a la vez que evitan las estructuras lingüísticas que conceden primacía a un gr g r upo upo en particular" (1984: (1984 : 30). 30). Al propugnar, refinar y diseminar el pensamiento femini femin ista negro, otros grupos -como los hombres negros negro s, las mujeres bl b lancas, los hombres blanc blan cos y otra gente de colorayudan a desar r r ollarlo. ollarlo. Las mujeres negras pueden producir una versión atenuada del pensamiento feminista negr neg r o al mar mar gen gen de otros grupos. Otros gr g r upos upos no pueden produci producir pensamiento feminista negro sin la presencia de afrono r teamer teamer icanas, canas, aunque aunque pueden desarrollar un saber autodefinido que refleje sus propias posturas . Pero la la actualización del pensamiento feminista negro exige un esfuerzo de colaboración con las mujeres negras al centro de una comunida d apoyada en coaliciones entre grupos autónomos. Esas coaliciones exigen diálogos entre intelectuales neg r as y dentro de la comunidad afronorteamericana más amplia. amplia . Un importante primer paso es explorar los temas comunes en el punto de vista de las mujeres negras. Más aún , encontrar maneras de manejar la disidencia interna resulta de especial importancia p ara la comunidad de intelectuales negras. Evelynn Hammond describe cómo el man tener un frente unido en relación con la gente blanca asfixia su pensamiento: "Lo que necesito hacer es desafiar mi pensamiento, crecer. En las publicaciones blancas a veces me siento como manteniendo en alto la bandera de la feminidad n egra. gra. Y eso no me per pe r mite mite ser tan crítica como quisiera" (en Clarke et al., 1983: 104). 04). Cheryl Clarke observa que ella tiene dos diálo diálogos: uno con el público y luego los privados en los que se siente libre de criticar el trabajo de otras mujeres negras. negras . Clarke dice de los diálogos privados: "Han cambiado mi vida, han dado forma form a a mis sentimientos [ ... ] Han tenido impor impor tancia tancia para mí" (103 (103). Las coaliciones también requieren diálogos con otros grupos. Antes de rechazar nuestra marginalidad, las intelectuales negras pueden recurrir a nuestra postura de afuera/desde adentro como una posición de fuerza para la construcción de coaliciones efectivas y el estímulo al diálogo. Barbara Smith sugiere que las mujeres negras desarrollen diálogos basados en un "compromiso con coaliciones principistas, que no se basan en fórmulas expeditivas, sino en una efectiva necesidad mutua de las partes"
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(1983: xxxiii). Los diálogos con un amplio espectro de grupos y coaliciones con ellos, cada uno con su juego diferenciado de experiencias y su saber especializado inserto en esas experiencias, forman el terreno más amplio y general del discurso intelectual y político, necesario para hacer avanzar al feminismo negro. Los diálogos que exploran cómo las relaciones de dominación y de subordinación son mantenidas y cambiadas permiten que la investigación enfoque los paralelos entre las experiencias de las mujeres negras y las de los otros grupos. El diálogo y la coalición de principios crean posibilidades de nuevas versiones de la verdad. La respuesta de Alice Walker a una pregunta sobre cuáles eran para ella las principales diferencias entre la literatura de l a población afronorteamer icana y la de la población blanca blanc a nos permite un atisbo provocativo de los tipos de verdades que pueden surgir con una epistemología basada .en el di diálogo y la coalición. A Walker no lele- tomó mucho tiempo pensar su respuesta, respuesta , puesto que lo que le interesaba no era la diferencia entre dos literaturas, literaturas , sino más bien la manera en que las escritoras negras y las blancas parecían estar escribiendo un único relato inmenso con diferentes partes surgiendo de una multitud de per spectiv pectivas distintas. distintas. En una conversación con su madre, Walker refina esta percepción epistemológica: epistemológica: "Creo que la verdad sobre cualqui cualquier tema sólo aparece cuando se han juntado toda s las facetas de un relato y cuando todos sus diferentes significados hacen uno nuevo. Cada escritora produce las partes que le faltan al relato de otra escritora. Y lo que yo busco es la historia completa" (1983: 49). La respuesta de la madre a la visión de Walker sobre las posibilidades posibilidades de los diálogos y las coaliciones sugiere lo difícil que resulta mantener tales diálogos bajo condiciones de opresión: "Bueno, yo dudo que alguna vez llegues a .obtener de la gente blanca las verdaderas partes que faltan de cualquier cosa -dice mi madre suavemente, como para no ofender a la moza que está limpiando una mesa vecina-; han estado sentados sobre la verdad durante tant o tiempo que ya le han exprimido toda la vida" (1983: 49) . ¿Qu ¿Qué c onst i ituye t uye el f eminismo ne negro gro? ? La visión visión humanista recurrente
Un amplio registro de int elec ectuales tuales af r r onorteamericanas onorteamericanas ha presentado la l a visió isión de que la las luchas luchas de las las mujer mujer es negr as son par par te te de una lucha luch a más más amplia mplia por la la digni dignidad de la huma hum anida nidad y su empoderamiento. En un dis di scurso dir igido a las mujeres en 18 1893, 93, Anna Anna Julia Julia Co Cooper pr esentó esentó con luci lucidez dez esta visión visión alternati alternat iva del mundo: Adherimos a la solida Adherimos olidaridad de la la huma humanidad, nidad, a la unidad de la la vida y pla planteamos la antinaturalida ntinaturalidad y la in jus justici ticia a de todo favo favoriti ritissmo especia peciall, sea de sexo, raz raza, país o condició dición [ ... ] La mujer de co c olor siente que la causa causa de la mujer es una y univ univer sal; al; y que que [ ... ] has hasta que que la r aza aza, el co color lor , el sexo y la co condici ndició ón sea sean n vistos como accide identes ntes sustancia de la vida ida; hasta hasta que lo los dere derech chos os unive univer r sales de la huma humanidad nidad y no como la sus a la vid v ida, a, la libe l iberta rtad d y la bú b úsqueda de la la f elici licidad sean vistos istos como ina inalien ienable abless para para todos todos y todas; todas; hasta que eso eso no suceda, uceda, la lección cción de la muje mujer no no será ense enseñada ñada y la causa de la muje mujer no n o ser s er á ganada; nada; no la l a causa de la mujer bla blanca ni ni de las las mu jeres jeres neg negr as as ni de la la mujer mujer r oja, oja, sin sino o la causa causa de todo hombre hombre y de toda mujer mujer que que se ha reto retorci rcido en silencio ba ba jo jo un poder poder oso agr avio avio.. (Loe (Loew wenbe enberg y Bogin, gin, 1976: 1976: 330-33 330-331)
Como Cooper , mucha muchas intelectuales afronor afronor teamericanas teamericanas asumen esta perspectiva perspectiv a más allá de la l a solución política es e specífica pecífica que pro propongamos pongamos,, lo que estudiemos, o el período histórico histórico en que ha hayamos naci nacido. Tanto si planteamo planteamos traba j jar ar a trav través de organizzaci organi acio ones de muje mujer es es neg negr as, como si pro ropon pone emos integ integr ar orga rgani niza zacion ciones es de mu j je er a sec seca as, o traba jar de dentr o de las estr uctur uctur as po polític líticas as exi existen enttes, o apoy apoyar a las insttituciones ins tuciones de la com comunidad nidad negra, las inte intelec ectu tua ales afron afronor tea teameri ericcanas repetid repeti dam amen ente te identifican este tipo de acciones polít lítica cass como medios para el el
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empo mpoderam eramiien entto huma uman no, antes qu que com co mo fin fi nes en sí. sí. De all allí que qu e el prin principio rect rector or del feminismo negro sea repetidamente una visión humanis humani sta (Steady, 1981, 1987 198 7).13 womani i st st (" La pref pref erenci erencia a de Alice Wal Walker por la pala alab bra woman ("mu mu jerista jerista""), que describe dicie dici endo que "una mujerista es a una feminista lo que el violeta es al la vanda anda", ", aborda este asunto de la solidaridad con la hu h umanidad manidad.. Pa Par r a Walker una es "mujerista ujerista"" cuando se "compr "compr omete omete con la supervi superv ivencia e integr idad de la gente en su total tota lidad, machos o hembras".. Una mujerista "no es separatist hembras" separatis ta, salvo periódicamente por salud" y es "tradicionalme tradicionalmen nte un universa iversallis istta, como lo es: '¿M '¿Mamá, por qué somos marrones, rosados o amarillos y nuestros primos son blancos, beige y negros '. Res Respuesta: 'Bien, 'Bien, tú sabes que la raza de color es como un jardín de flore s, donde cada color de flor está r epresentado'" epresentado'" (1983 (1983:: xi). Al redef inir inir a to tod da la gent gente como "gente de col color ", Walker univversa uni ersaliz liza a luchas chas que que so son n vistas com como típi típicam came ente indiv individua iduales y a la vez deja espacio para movimientos autónomos de autodeterminació autodeterminaci ón. Al examinar el sexismo del movimiento nacionalista negro de los añ os sesenta, la abogada feminista negra Pauli Murray identifica los p eligros de del separ atismo frente a la opción autonomista y se hace eco de la preocupación de Cooper por la solidaridad de la humanidad: humanidad: Aquí se aplica Aquí aplica de manera es especial la lecció lección his histórica se según la cual to todos los los derechos derechos humanos son indiv indivisibles isibles y que la la negativa negativa a adherir a este principio pone en pe pelig ligro los los derechos derechos de todos. dos. Un peligro inherente a un mo m ovimiento agresivamente etnocéntr etnocéntr ico ico que no co considere lo los intereses de otros otros grupos grupos posterga postergados es el de volve olver r se estrecho y f inalme inalmente co contraproducente frente a las las reacc reaccio ione ness hos ostiles, tiles, los aliad aliados os vacil vacila antes ntes y las f rus rustracio traciones nes creci crecient ente es [ ... ] Só Sóllo un mov movimiento de bas base amplia mplia por los los derechos huma humanos puede impedir que la Revolución Negr egr a sea sea aisla aislada y garantiza garantizar su éxi éxito to fina final. (Murr ay, ay, 197 1970: 102) 102)
Sin un compr compr omiso omiso con la la soli solidar ida idad huma humana, sugiere Mur ray, ray, todo movimiento político -nacionali -nacionalista, sta, feminista o antie antielitista tista- puede puede vers verse e conde condenado a termina terminar en el fracaso. El análisis análisis que hace bell hook h ookss del fe femini minissmo añad ñade una di dimens mensión cr ític ica a que tam también debe ser tomada en co con nsi sid dera eraci ció ón: la ne necesida cesidad de una una lucha lucha cons consciente contra contra una ideolog ideolo gía má más amplia amplia de dominaci dominación: Par a mí mí el el f emini eminissmo no no es sólo una una luc lucha por por ter minar minar con el chauvinis inismo masc asculi ulino no o un mov movimi imien entto para para aseg asegu ur arle arle a las las mujeres mujeres igualda ualdad de de derechos rechos con los los hombres; es es un compromiso con la erradicación de la ideolo ideología de la do dominació minación que satura a la cultura occ occidental en va vari rios os niv niveles -s -sexo, r aza y clase c lase,, par a menc mencionar algunos unos-- y un compromiso compromiso de re reo orga rganiz nizar ar la soc socied ieda ad nor teameric teamerica ana par a que el autodes utodesarrollo arrollo de la gente gente tenga prior prior idad frente al imperialismo, la ex e xpansión económica y los deseos materiales. materiales. (hooks, 1981: 194)
La ex diputada Shirley Chisholm también hace notar la necesidad de una lucha 13
Mi uso del del tér min ino o humanista prov provie iene ne de un u n co c ontex texto to his isttór ico dist distinto del criticado por las f eminist ministas as occidenta occident ales. Util Utilizo el el térm rmiino para rescata rescatar un human humanismo afrocén frocénttr ico ico al igua igual que We West (19 197 77-19 7-197 78), Asant A sante e (19 (1987) 87) y Tu Tur r ner ner (1984) Y co com mo pa parte de la tradición teo teológica negra (Mitch (Mitchell y Lewter, 1986; Cann Cannon, 1988). Véase Har ris ris (1981) para una u na disc discu usión de la tradición human umaniista en en lo los trab raba a jos jos de tres es escritoras ritoras negras. Véase Richards Richards (1990) (1990) para una dis discusión de la espiritualidad afroamer icana, una dimens dimensión clave del humanism manismo o afrocéntrico afrocéntrico.. La nove novelista Ma Margaret Walker ofrece una de las más diáfanas disc iscu usiones acer ace r ca ca del del huma humanismo negr o. o. Wa Wallker afirm afirma a: "Cr eo eo que hoy en día, en ple plena er a tec ecn nológica, es más más impor tante que que nunca pon poner énfasi nfasiss en e n el humanismo, humanismo, ya y a que es sól sólo en términ términos os de humanis humanismo que la soci ocie edad puede redimirse a sí misma. misma. Cre Creo o que la hu human maniidad es un una úni ún ica raza -la raz raza hum h umana ana--o Hay muchas muchas ramas en en la f amilia ilia hum humana -muchas razas-. razas-. El mundo undo deb debe apre rend nde er to tod davía vía a aprec reciar iar las las enormes rmes reservas de huma humani nismo smo qu que hay en en to tod das las razas y par tic ticula larm rmen entte en en la r aza aza negra" negra" (Rowell, 197 19 75: 12) 12)..
La política del pensamiento negro
Patricia Hill Collins
consciente contra los estereotipos que refuerzan las ideologías de dominación. "Al trabajar por nuestra libertad podemos ayudar a otros a liberarse de las trampas de los estereotipos", señala. "Al final, el antinegrismo, el antifeminismo y todas las formas de discriminación equivalen a lo mismo: al antihumanismo [ ... ] No sólo debemos rechazar los estereotipos que tienen los demás de nosotros, nosotros , sino también los que tenemos sobre nosotros mismos y sobre los demás" (1970: 181). Esta visión humanista también se refleja en la creciente importancia de los temas internacionales y de las preocupaciones globales en los trabajos de las intelectuales afronorteamericanas afronorteamericanas contemporáneas (Lindsay, (Lindsay, 1980; Steady, 1981, 1987). El volumen Slipping Through the Cracks: The Status of Black Women, editado por las economistas Margaret Simms y julianne Malveaux, contiene artículos sobre las mujeres negras en Tanzania, Jamaica y Sudáfrica. Angela Davis dedica una sección entera de su libro Women, Culture and Politics (1989) a los asuntos internacionales e incluye ensayos sobre Winnie Mandela y sobre las mujeres en Egipto. On Cal!, de June Jordan (1985), incluye ensayos sobre Sudá Sud áfrica, Nicaragua y las Bahamas. Alice Walker escribe con vehemencia sobre los tipos de vínculos que éstas y otras intelectuales negras ven entre los temas de debates de las afronorteamericanas y los de otros grupos: "Para mí, América Central es una sola gran plantación; y veo la lucha del pueblo por liberarse como una revuelta de esclavos" (1988: 177). Las palabras y las acciones de las intelectuales negras de distintos períodos históricos y dirigidas a auditorios marcadamente distintos, sin embargo, resuenan con un tema impresionantemente similar: la unidad de toda vida humana. Acaso la versión más sucinta de la visión humanista en el pensamiento feminista negro la ofrezca Fannie Lou Hamer, hija de agricultores y activista por los derechos humanos en Mississippi. Sentada en su terraza, Fannie Hamer observó que: "No hay manera de que yo pueda odiar a alguien y esperanzar ver el rostro de Dios" (Jordan :, 1981: xi). En conjunto, las ideas de Anna Julia Cooper, Pauli Murray, bell hooks, Alice Walker, Fannie Lou Hamer y otras intelectuales negras, demasiado numerosas para mencionadas, sugieren una respuesta poderosa a la pregunta" ¿qué es el feminismo negro?" Implícita en sus obras y en sus palabras hay una definición del feminismo negro como un proceso de lucha consciente que da poder a las mujeres y a los hombres para actualizar una visión humanista de la comunidad.
La política del pensamiento negro
Patricia Hill Collins
Bibliografía
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