EL PODER DE LAS PRIMICIAS Texto: Deuteronomio 26:1, 2; Proverbios 3:9, 10. Introducción:
Las primicias constituyeron en el Antiguo Testamento un recordatorio de la salida de Egipto, por parte de los israelitas, y de su arribo a la tierra prometida,
Pero hoy podemos decir que la primicia tiene un poder para mantenernos enfocados en el propósito o el plan de Dios
I. LAS PRIMICIAS PRUEBAN NUESTRA FIDELIDAD: 1. Cada creyente es administrador de todo lo que posee.
1Pedro 4:10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 2. Cada creyente debe ser fiel como administrador 1Corintios 4:2 Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. 3. Somos administradores porque Dios es dueño de todo S al almo mo 24: 1 La tierra es del SEÑOR y todo lo que hay en ella; el mundo y todos sus habitantes le pertenecen.
Nuestro tiempo en la tierra, nuestro ímpetu, inteligencia, oportunidades, relaciones y recursos son todos dones que Dios D ios nos ha confiado para cuidar y administrar. Somos mayordomos de todo lo que Él nos da. Este concepto de mayordomía comienza cuando reconocemos que Dios es el dueño de todos y de todo en la tierra. 4. Cada creyente dará cuenta personal a Dios de su Administración Nuestra cultura dice: “Si no es tuyo, no lo cuides”. Pero los cristianos cri stianos vivimos bajo otra norma: “Como Dios es el dueño, tengo que cuidarlo lo mejor que pueda”. La Biblia afirma: (2Cor 4:2) “A los que reciben un encargo se les exige que demuestren ser dignos de confianza”. “Tú y yo somos un encargo”
En el relato de los talentos, un hombre de negocios confía sus riquezas a sus siervos. Al regresar, evalúa la responsabilidad de cada siervo y los recompensa equitativamente.
II. LAS PRIMICIAS SON PARA EL SOSTENIMIENTO DE LOS LEVITAS: 1. Las primicias se destinaban al sostenimiento de los levitas Números 18:8-13.
8 El Señor le dijo a Aarón: "Yo mismo te he puesto a cargo de todas las cosas sagradas que los israelitas me traen como contribución. A ti y a tus hijos se las he entregado como su porción consagrada, como estatuto perpetuo. 9 Te corresponderán las cosas más sagradas, que no se queman en el altar. Tuya será toda ofrenda que presenten los israelitas, junto con las ofrendas de cereal, los sacrificios *expiatorios y los sacrificios por la culpa. Todo esto que ellos me traen será algo muy *santo para ti y para tus hijos. 10 Comerás de las cosas más sagradas, y las considerarás santas. Todo varón comerá de ellas. 11 "También te corresponderán las contribuciones de todas las ofrendas mecidas que me presenten los israelitas. A ti y a tus hijos y a tus hijas se las he dado, como estatuto perpetuo. 12 "De las *primicias que ellos traen al Señor te doy también lo mejor del aceite, del vino nuevo y de los cereales. 13 Ellos traerán al Señor las primicias de todo lo que la tierra produce, y yo te las entregaré a ti. Toda persona que esté ritualmente *pura podrá comer de ellas.
en la actualidad estas primicias también se dan a los ministros que dios tiene al frente de su grey, su iglesia. III. LAS PRIMICIAS DETERMINAN NUESTRA BENDICION:
1. Determinan la provisión abundante de Dios. Lucas 6:38 Den,
y recibirán. Lo que den a otros les será devuelto por completo: apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y derramado sobre el regazo. La cantidad que den determinará la cantidad que recibirán a cambio. P roverbios 3:9-10
Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; 10 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto. IV. LA PRIMICIA DEMUESTRA NUESTRA GRATITUD y es lo mejor que podemos hacer por lo que él nos ha dado ¿cuán agradecido estas con el señor 1Corintios 15:20 Pero lo cierto es que Cristo sí resucitó de los muertos. Él es el primer fruto de una gran cosecha, el primero de todos los que murieron. Conclusión: 9
Al ofrendar a Dios las primicias y lo mejor de los frutos, se reconocía que el Señor es dueño y dador de los frutos del campo; todo se debe a su bendición. Habiendo consagrado las primicias a Dios, el hombre podía disfrutar con limpia conciencia del resto de los bienes. El ofrecimiento de las primicias fue regulado por Dios.
Génesis 14:17-20 17 Cuando Abram volvía de derrotar a Quedorlaómer y a los reyes que estaban con él, el rey de Sodoma salió a su encuentro en el valle de Save, es decir, en el valle del Rey. 18 Y Melquisedec, rey de *Salén y sacerdote del Dios *altísimo, le ofreció pan y vino. 19 Luego bendijo a Abram con estas palabras: "¡Que el Dios altísimo, creador [3] del cielo y de la tierra, bendiga a Abram! 20 ¡Bendito sea el Dios altísimo, que entregó en tus manos a tus enemigos!" Entonces Abram le dio el diezmo de todo. Hebreos 5:6-10 6 Y en otro pasaje dice: "Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec."7 En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión. 8 Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer; 9 y consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen, 10 y Dios lo nombró sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
Hebreo 7:11-16 11 Si hubiera sido posible alcanzar la perfección mediante el sacerdocio levítico (pues bajo éste se le dio la ley al pueblo), ¿qué necesidad había de que más adelante surgiera otro sacerdote, según el orden de Melquisedec y no según el de Aarón? 12 Porque cuando cambia el sacerdocio, también tiene que cambiarse la ley. 13 En efecto, Jesús, de quien se dicen estas cosas, era de otra tribu, de la cual nadie se ha dedicado al servicio del altar. 14 Es evidente que nuestro Señor procedía de la tribu de Judá, respecto a la cual nada dijo Moisés con relación al sacerdocio. 15 Y lo que hemos dicho resulta aún más evidente si, a semejanza de Melquisedec, surge otro sacerdote 16 que ha llegado a serlo, no conforme a un requisito legal respecto a linaje humano, sino conforme al poder de una vida indestructible.
1Co 11:23-26
23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.