Vegetación ribereña del Estado de Sonora
1
Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Estudios Superiores de Zaragoza
Carrera: Biología
Legislación y Desarrollo Sustentable
Vegetación Rivereña del Estado de Sonora
Profesor: Joel Romero Carmona
Alumna: Patricia Cruz Martín
Grupo: 1702
2010-1
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
2
Vegetación Rivereña en México: El caso del Estado de Sonora
México con una población de 103 263 388 habitantes (INEGI, 2005), requiere de una gran cantidad de recursos, espacio y alimento, que permitan abastecer las necesidades de la población. Pese a las altas demandas, que ha ocasionado el desmonte de grandes áreas naturales ahora destinadas para la agricultura, México cuenta con un patrimonio natural de vegetación muy amplio, con un total probable de 30,000 especies de plantas, es uno de los países más importantes del mundo en término de su riqueza botánica. Las compuestas, gramíneas y cactáceas están más bien representadas en el norte del país, a la vez que las leguminosas abundan más en los climas cálidos del sur. En Sonora y Sinaloa se calcula que hay unas 4,000 especies de fanerógamas, esta enorme diversidad de especies tiene su origen en los cambios climáticos y geológicos que ha sufrido nuestro país a través del tiempo (Suarez ,2002). Otro tipo de vegetación muy importante y de la que se cuenta con pocos estudios publicados, es la vegetación ribereña. En México este tipo de vegetación se presentan en altitudes de 0 a 2800 msnm. y han sido estudiados en Entidades Federativas como Chiapas (Rzedowsky, Ibídem), Jalisco (Rodríguez, 2006), Durango (González et al, 2007), Hidalgo (Instituto de Biología UNAM, 2009). Villaseñor (2003) indica que los datos sobre la diversidad florística de México provienen de una intensa, aunque no exhaustiva, revisión de la literatura florístico-taxonómica, complementada con el estudio continuo del material herborizado y depositado en el Herbario Nacional (MEXU) del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México. La literatura revisada incluye desde descripciones originales, listas florísticas, floras o manuales, hasta revisiones taxonómicas y trabajos de índole fitogeográfica. El trabajo se ha visto beneficiado por la gran cantidad de fascículos publicados por los distintos proyectos florísticos que se llevan a cabo en México, como son los de la Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, la Flora de Guerrero, La Flora de Jalisco, la Flora Novo-Galiciana, la Flora de Veracruz, la Flora del Valle de Tehuacán-Cuicatlán, la Etnoflora Yucatanense, entre otros. Actualmente existen listados florísticos, catálogos e inventarios para diferentes estados o regiones de México que han sido publicados hasta la fecha. De hecho al menos 15 estados ya cuentan con una lista de sus recursos florísticos: Aguascalientes (García et al., 1999); Campeche (Gutiérrez, 2000); Chiapas (Breedlove, 1986); Coahuila (Villarreal-Q., 2001); Durango (González et al., 1991); Hidalgo (Villavicencio-N. et al., 1998); Estado de México (Martínez y Matuda, 1979); Michoacán (Espinosa y Rodríguez-J., 1995); Morelos (BonillaBarbosa y Villaseñor-R., 2003); Querétaro (Argüelles et al., 1991); Quintana Roo (Sousa y Cabrera, 1983); Sinaloa (Vega et al., 1989); Tabasco (Cowan, 1983); Tlaxcala (Acosta et al., 1991) y Veracruz (Sosa y Gómez-Pompa, 1994). Otros trabajos dan cuenta de la diversidad florística de algunos estados adicionales,
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
3
como son el Distrito Federal (Calderón de R. y Rzedowski, 2001), Baja California y Baja California Sur (Wiggins, 1980) y Yucatán (Durán et al., 2000). Solamente 13 estados no cuentan con un recuento publicado de su riqueza florística (Chihuahua, Colima, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas). En México existen diferentes leyes y Normas Oficiales Mexicanas que “velan y fomentan la protección, conservación y restauración de la flora y fauna silvestre”. La Ley de Aguas Nacionales en el Art. 3 Fracción XI considera a las cuencas hidrológicas como el territorio en donde las aguas forman una unidad autónoma o diferenciada de otras, (aún sin que desemboquen en el mar). En dicho espacio delimitado por una diversidad topográfica, coexisten los recursos agua, suelo, flora, fauna, otros recursos naturales relacionados con estos y el medio ambiente. Sin embargo, en muchas regiones del país el acceso a estos recursos hídricos implica el despalme y desmonte de la vegetación nativa. Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, en el Art. 14 BIS 5 referente a los principios que sustentan la política hídrica nacional fracción XVIII conceptualiza a la Flora silvestre como las especies vegetales así como los hongos, que subsisten sujetas a los procesos de selección natural y que se desarrollan libremente, incluyendo las poblaciones o especímenes de estas especies que se encuentran bajo control del hombre. Por lo cual la Federación, por conducto de la Secretaría, podrá suscribir convenios o acuerdos de coordinación, con el objeto de que los gobiernos del Distrito Federal o de los Estados, con la participación, en su caso, de sus Municipios, asuman las siguientes facultades, en el ámbito de su jurisdicción territorial (Art. 11): Obras en áreas naturales protegidas de competencia de la Federación y actividades que por su naturaleza puedan causar desequilibrios ecológicos graves; así como actividades que pongan en riesgo el ecosistema afectando en mayor o menor grado la protección y preservación del suelo, la flora y fauna silvestre, terrestre y los recursos forestales (Fracción IV Art.11) La Ley Forestal en su Art. 106. establece que el aprovechamiento de los recursos forestales, para usos domésticos y colecta para fines de investigación, en áreas que sean el hábitat de especies de flora o fauna silvestres endémicas, amenazadas o en peligro de extinción, deberá hacerse de manera que no se alteren las condiciones necesarias para la subsistencia, desarrollo y evolución de dichas especies. Según la NOM-020-RECNAT-2001, que establece los procedimientos y lineamientos que se deberán observar para la rehabilitación, mejoramiento y conservación de los terrenos forestales de pastoreo, la vegetación ribereña, denominada en algunos casos vegetación riparia, de rivera o de soto: “es la vegetación que crece sobre el margen de corrientes y/o cuerpos de agua en suelos que presentan ciertas características de humedad”. No se consideran los humedales en esta definición.
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
4
Un área riparia es aquella que se encuentra junto o directamente influenciada por un cuerpo de agua. Debido a la proximidad y la interacción con los cuerpos de agua, la vegetación ribereña tiene una forma lineal característica y constituye una zona de transición entre los sistemas terrestres y los acuáticos. Las áreas riparias usualmente mantienen una biodiversidad alta de flora y fauna en comparación con las áreas no ribereñas, siendo en muchos casos el refugio de especies vulnerables de plantas y animales (Robins y Cain, 2002). Las comunidades vegetales ribereñas proporcionan además hábitat y alimento para la fauna y son consideradas corredores para la dispersión de plantas y animales (Meave et al., 1991). Por lo general son áreas más fértiles y productivas, con mejor calidad de suelos y constituyen la última línea de defensa para la protección de la calidad del agua y los ecosistemas. Otra de las características importantes de las zonas riparias es la marcada influencia sobre la organización de la diversidad y la dinámica de las comunidades asociadas con ecosistemas acuáticos y terrestres (Robert et al., 2000), complementando sus servicios ecológicos al brindar un amplio rango de valor económico y social, ofreciendo a las comunidades y productores algunos recursos, tanto maderables como no maderables, además de los servicios ambientales de protección y conservación (Robins y Cain, 2002). La flora ribereña es en sí misma única y diversa, con vegetación generalmente más alta, densa y estructuralmente más compleja que la vegetación circundante. Su microclima en la mayoría de los casos es más húmedo. La sombra que produce la vegetación riparia es determinante en las fluctuaciones de temperatura de las aguas y cantidad de luz solar, afectando el crecimiento de las plantas que viven junto a los cauces, y consecuentemente a los peces de agua dulce y vertebrados que se alimentan de animales y frutas provenientes de los mismos (Price y Lovett, 2002; Boutin et al., 2003). La vegetación que hallamos en las terrazas de inundación en los bosques riparios proveen refugio para peces y otros animales que se encuentran dentro del ecosistema acuático de manera que no sean arrastrados por las altas corrientes que generan las inundaciones y crecientes de los ríos (Boutin et al., 2003). Otro de los factores que caracterizan las áreas en donde se desarrolla la vegetación riparias es el exceso de sedimentos y nutrientes, principalmente fósforo y nitrógeno, procedentes de las áreas de cultivo (Prosser y Karssies, 2001). Estos componentes afectan drásticamente la calidad del agua, trayendo aparejado en algunos casos la pérdida de los hábitats disminuyendo en consecuencia las diversas formas de vida acuática. Las funciones principales del bosque ripario son las de retardar y reducir la escorrentía superficial utilizando para ello el exceso de nutrientes, atrapar los sedimentos y otros contaminantes que se desprenden de los suelos descubiertos o suelos de cultivos, proteger los cuerpos de agua, y aumentar además la infiltración en las áreas de inundación por acción de las raíces de las plantas que crecen en estas áreas. Las áreas riparias proveen de diversos servicios ambientales como la disminución en la erosión de las barrancas de los cursos de agua, la mejora en
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
5
la calidad del agua, ecosistemas sanos, el mantenimiento de la biodiversidad y de los cursos de agua, la disminución de plagas y crecimiento algal, el mantenimiento del stock pesquero, el incremento en el valor agregado, refugio y microclima, la retención de nutrientes, la reducción del nivel de agua, la desnitrificación, oportunidades para la diversificación, la recreación, el entretenimiento cultural y espiritual y el ecoturismo (Lovett, 2003). A pesar de su importancia en el mantenimiento de la biodiversidad regional y en la generación de servicios ambientales, la vegetación ribereña en México ha sido relativamente poco estudiada. Rzedowski (1978) la describe como la vegetación que se desarrolla a lo largo de corrientes de agua permanentes o semipermanentes, generalmente formada por árboles de hoja perenne, decidua o parcialmente decidua, con una altura de 4 a 40 m. Estas comunidades se encuentran entre 0 y 2,800 msnm y comúnmente su distribución es espaciada e irregular. Lot y Novelo (1990) señalan que en ellas predominan los géneros Populus en las zonas áridas y Alnus en regiones más templadas. Se ha descrito también que los gradientes altitudinales presentes en muchos ríos están asociados con cambios en las variables climáticas y en las características de la vegetación ribereña, incluyendo su diversidad, así como sus propiedades estructurales y funcionales Las zonas riparias, se caracterizan también porque no poseen dimensiones absolutas (Robins y Cain, 2002). La finalidad por excelencia, cuando se manejan este tipo de ecosistemas, es la de poder discernir y discriminar las diversas funciones que cada uno de éstos desempeña dentro del paisaje de la cuenca hidrográfica. Por ejemplo, el área riparia puede afectar de manera positiva la estabilidad del suelo de una quebrada, actuar como un área de amortiguamiento sobre los impactos que puede tener la agricultura y ganadería sobre la calidad de agua en la cuenca, y a su vez, ser importantes conectores entre fragmentos de bosques dentro del agro-paisaje (Robins y Cain, 2002). El ancho necesario de la franja de vegetación ribereña, para generar un hábitat o para el simple desplazamiento de una o varias especies en particular, dependerá de los objetivos de manejo que en ellas se realice. La NOM-020RECNAT-2001 especifica que la vegetación ribereña nativa o exótica en una franja mínima de 20 m, medida horizontalmente, se deberá conservar a partir del nivel de aguas máximas ordinarias de las corrientes permanentes y vasos de depósito. Los estudios han revelado que cuanto mayor sea el ancho de la zona riparia más beneficioso será a los efectos de proceder a conservación de la biodiversidad. Sin perjuicio de ello los corredores estrechos son asimismo sumamente útiles para el desarrollo y conservación de algunas especies. Considerando las características que poseen, los corredores estrechos que se encuentran en los paisajes alterados, experimentan una situación de borde mayor debido a su área, y por consiguiente tienden a experimentar efectos de borde más serios, como cambios de temperatura e invasión de hierbas no nativas; siendo ello determinante en la eficacia del corredor mismo.
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
6
El estado de Sonora se localiza en el extremo noroeste de la República Mexicana, cuenta con una extensión territorial de 184,934 Km cuadrados los cuales representan el 9.4 % de la superficie del territorio del país, por lo que es el segundo estado más grande del país. La orografía del estado de Sonora la componen ríos, montañas, lomeríos y las zonas planas que son las que predominan en el estado, los ríos que desembocan principalmente en el Golfo de California, las zonas de bosques del estado se encuentran en parte noreste del estado, la parte plana y de lomeríos se encuentra en el centro y norte, así como toda la zona costera del estado. Los principales ríos con que cuenta el estado de Sonora son el río Colorado, río Concepción, el río San Ignacio, el río Sonora, el río Mátepe, el río Yaqui y el río Mayo. En la actualidad ninguno de los ríos desemboca libremente en el mar. La utilización del agua se realiza en un alto porcentaje para la agricultura. En el estado existen cuatro grupos climáticos que son: seco desértico (BW); semisecos (BS); subhúmedos (AC) y templados (Cw). En el 90 % del área predomina el clima seco y semiseco y en general en el estado predomina la poca disponibilidad del agua. El estado de Sonora tiene una gran diversidad de tipos de vegetación y de plantas, cerca del 70 % del territorio del estado está cubierto de vegetación desértica (Diagrama 1). Se puede dividir en tres regiones bióticas generales: 1) Los matorrales del desierto al oeste y noroeste, 2) los bosques tropicales desde el centro hasta el sur, y 3) los bosques y los pastizales templados al este y noreste. Sin embargo, también suele considerarse vegetación halófila y manglares (Rhizophora mangle y Conocarpus erectus). Diagrama1. Vegetación deSonora(Hectáreas) Vegetación desértica Bosques Pastizales Selva Terrenosagrícolas
En Sonora, el clima es más seco cerca de la costa del Golfo de California y se vuelve más húmedo en elevaciones mayores. En las lluvias de verano, la cantidad y porcentaje de lluvia aumenta de norte a sur y de oeste a este. En general, las heladas del invierno tienen temperaturas más bajas, duran más tiempo y son más frecuentes en el norte y en elevaciones más altas. El límite norte de plantas y animales tropicales reflejan la presencia de heladas. Los incendios son un proceso ecológico en los bosques y los pastizales templados, pero no en los desiertos y las zonas tropicales.
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
7
El Desierto Sonorense tiene cuatro subdivisiones en Sonora: 1) el Altiplano de Arizona, 2) las Planicies de Sonora, 3) la Costa Central del Golfo y 4) el Valle Bajo del Río Colorado. La gobernadora o hediondilla (Larrea divaricata) es un elemento importante en todas las subdivisiones, las cuales se caracterizan por tener clima árido y caliente. El Altiplano de Arizona, se encuentra desde Tucson, Arizona, hasta Magdalena y Caborca. El sahuaro (Carnegia gigantea), la pitahaya (Stenocereus thurberi), el palo verde (Parkinsonia microphylla), el palo fierro (Olneya tesota) y muchas choyas y siviris (Cylindropuntia spp.) son muy comunes en este tipo de vegetación. Las Planicies de Sonora en los valles grandes desde Benjamín Hill hasta Guaymas tienen más árboles leguminosos, especialmente mezquites (Prosopis velutina) y palo fierros, y hay muchos ocotillos machos o jaboncillo ( Fouquieria macdougalii). Los mezquites son ampliamente utilizados, su volumen de madera para la elaboración de carbón vegetal representa una valiosa fuente de ingreso, aportada en gran medida por los municipios de Caborca y La Colorada. El matorral del desierto de la Costa Central del Golfo se encuentra cerca del Golfo de California en Sonora y Baja California y tiene más húmedad del mar. Aquí las plantas son más suculentas, es decir almacenan agua en los tejidos. Ejemplos característicos de estas plantas son los torotes ( Bursera hindsiana, B. microphylla), los sangrengados ( Jatropha cinerea, J. cuneata) y sahueso (también llamado cardón, Pachycereus pringlei). En la Sierra Bacha, al sur de Puerto Libertad, se encuentra la única población de cirios (Fouquieria columnaris) en Sonora, ya que ésta es una planta característica de Baja California. En Sonora, el Valle Bajo del Río Colorado comprende la región del Pinacate y las dunas del Gran Desierto de Altar hasta San Luis Río Colorado. El clima es muy caliente y muy seco y el matorral es muy sencillo con gobernadora, chamizo ( Ambrosia dumosa), zacate galleta (Pleuraphis rígida) y ocotillo (Fouquieria splendens). Desde la Presa El Novillo cerca de San Pedro de la Cueva hacia el sur, la vegetación y el clima son más tropicales, esto significa que tiene más lluvia del verano y casi no hay heladas. La vegetación cambia desde matorral espinoso hasta selva baja caducifolia (SBC), también se le llama bosque tropical deciduo. El matorral espinoso es de transición entre el desierto y la SBC y comparte con el desierto plantas como los torotes ( Bursera fagaroides, B. laxiflora), ocotillo macho y palo santo (Ipomoea arborescens). Los bosques de SBC más intactos se encuentran en Sonora, mientras que una gran parte del área de SBC hacia el sur, llegando hasta Costa Rica, ya están desmontadas. La SBC se diferencia de los matorrales del desierto y espinosos en que los árboles son más altos que los cactus columnares y el dosel del bosque es continuo. En la SBC cerca de Alamos, los árboles y cactus más importantes son el mauto (Lysiloma divaricatum), amapa (Tabebuia
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
8
impetiginosa), pochote (Ceiba acuminata), otros torotes ( Bursera spp.) y etcho (Pachycereus pecten-aboriginum ).
La transición entre los trópicos del nuevo mundo y la zona templada del norte se encuentra más o menos a 29-30° de latitud N en el valle del Río Yaqui entre Tónichi y San Pedro de la Cueva, reflejando las heladas del invierno, las cuales llegan a Sonora como producto de los frentes del ártico. Los bosques templados con encinos, pinos y/o pinabetes se encuentran al este en la Sierra Madre Occidental y al noreste en las sierras aisladas como son las sierras de los Ajos, Huachinera, la Madera, los Pinitos y San Luis. En general, los bosques tienen más encinos (encinales), especialmente con Quercus albocincta, Q. arizonica, Q. emoryi y otros. También se encuentra táscate o huata ( Juniperus coahuilensis) en elevaciones bajas, y más pinos (bosque de pino-encino) en elevaciones más altas. Bosques con pinabetes ( Abies concolor, A. durangensis, Pseudotsuga menziesii) solamente ocurren en los habitats más fríos de la Mesa del Campanero y la Sierra de los Ajos. En los valles en el noreste de Sonora, los pastizales y matorral del Desierto Chihuahuense son otros tipos de vegetación templados con heladas frecuentes. Pastizales con una gran variedad de zacates y hierbas perennes, especialmente de la familia de las compuestas, se encuentran cerca de la frontera con Arizona cerca de Santa Cruz y desde Cananea hasta la frontera con Chihuahua. Estos pastizales son la franja suroeste de los grandes pastizales de América del Norte desde Canadá hasta Texas, al oeste hasta Arizona y Sonora y al sur hasta Durango y Zacatecas. El Desierto Chihuahuense se extiende desde Coahuila y Chihuahua hacia el norte hasta Texas y Nuevo México y al noroeste a Arizona y Sonora. En Sonora el matorral desértico chihuahuense se encuentra en los terrenos de caliza cerca de Esqueda y otros lugares cercanos. Las orillas de arroyos o ríos tienen vegetación y plantas diferentes que la vegetación adyacente porque las cuencas fluviales juntan el agua y los nutrientes de las áreas grandes y transportan semillas desde lejos. También las ciénegas y pozos con agua permanente mantienen plantas diferentes, como son mezquites (Prosopis glandulosa, P. velutina ), palo chino (Havardia mexicana) y teso ( Acacia occidentalis) en arroyos secos que cruzan el desierto. En los pozos con agua dulce cerca del Golfo de California y el río Colorado en el noroeste de Sonora, el mezquite tornillo (Prosopis pubescens) es común. En la Ciénega de Santa Clara hay muchos tules (Typha domingensis) y carrizo (Phragmites australis) las cuales son importantes plantas acuáticas. En muchas áreas riparias, el pino salado (Tamarix ramosissima), una planta introducida del viejo mundo, está reemplazando las plantas nativas. A las orillas de los ríos del sur de Arizona, el norte de Sonora y el río Colorado, hay bosques de álamos ( Populus fremontii) y sáuces (Salix bonplandiana, S. gooddingii ). A orillas de los ríos mayo y yaqui en el sur de Sonora se encuentra el álamo mexicano ( Populus mexicana subspecie dimorpha). Este álamo presenta dos formas distintas de hojas en la misma planta: las hojas típicas de forma acorazonada que tienen los álamos y también las hojas delgadas características de los sáuces.
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
9 Especies dominantes de la Vegetación riparia en el estado de Sonora • • • • • • •
•
Alisedas ( Alnus glutinosa) Saucedas (Salix atrocinerea) Fresnedas (Fraxinus angustifolia) Olmedas (Ulmus minor ) Choperas (Populus alba) Saucedas (Salix spp.) Populus fremontii Salix bonplandiana Populus mexicana subspecie dimorpha
En los cañones y cajones en los bosques tropicales en el sur de Sonora, el sabino (Taxodium mexicanum), la guásima (Guazuma ulmifolia), nacapules y tescalamas (Ficus spp.) y l a uvalama (Vitex mollis) son árboles importantes. Más al norte en el municipio de Yécora, cerca de Tepoca, en los arroyos existen bosques de huérigos (Populus montícola), morera cimarrona (Morus microphylla) y sáuces (Salix spp.). También en los cañones de la Sierra Madre Occidental cerca de Yécora hay bosques con alamillo ( Alnus oblongifolia), aliso (Platanus racemosa), capulín arroyero (Prunus gentryi), fresno (Fraxinus velutina) y sabinos (Cupressus arizonica, Juniperus mucronata ). •
Las actividades de los seres humanos han cambiado la vegetación natural de varias maneras. Con el sobrepastoreo, arbustos como el mezquite y el gatuño (Mimosa aculeaticarpa) han invadido muchas áreas y los zacates han desaparecido de otras. En las Planicies de Sonora y la zona tropical muchas áreas están plantadas con zacate buffel (Pennisetum ciliare), este es un pasto leñoso de África, muy bien adaptado al fuego. Actualmente el zacate buffel está invadiendo los matorrales desérticos y espinosos, tipos de vegetación muy vulnerables al fuego. En las planicies de la Costa del Golfo de California desde Bahía de Kino hasta Sinaloa, grandes áreas de matorrales desérticos y espinosos han sido desmontadas en el pasado para agricultura comercial en gran escala, y actualmente para acuacultura. Además, con las presas que se han construido en los ríos del sur de Sonora, los álamos mexicanos casi no se reproducen por falta de inundaciones anuales. Con la terminación de la carretera federal México 16 entre Hermosillo y la Cd. de Chihuahua en 1992, la tala de los bosques de la Sierra Madre Occidental ha aumentado rápidamente, principalmente por la madera de pinos para construcción y la de encinos para hacer carbón y pulpa para hacer papel. De los bosques sobresale la extracción de madera de pino, que corresponde al 39% de la producción estatal de maderables, cantidad obtenida principalmente en el municipio de Yécora y Nacori Chico. Asimismo, gran cantidad de los terrenos con vegetación están empleados como agostaderos, pero numerosas especies vegetales son afectadas debido a la sobreexplotación. Para dar a conocer la gran variedad floral de Sonora, la Universidad de Sonora (Unison) cuenta con el único herbario virtual a nivel nacional mismo que puede
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
10
ser consultado por cualquier persona de cualquier parte del mundo y a cualquier hora y día del año. El encargado de este Herbario en el Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas del alma mater (Dictus), Jesús Sánchez Escalante, dirigente de la institución, explicó que desde hace ocho años se tiene el sitio www.aguaje.dictus.uson.mx con el registro de más de ocho mil ejemplares representativos de más de dos mil especies del estado. "…Es el resultado de la recolección de especímenes hecha por el Dictus desde 1976 derivado de diferentes trabajos de investigación botánica en estado, además de contar con colaboraciones de especialistas del estado de Arizona, Estados Unidos…", abundó. Sánchez Escalante precisó que el Herbario Unison es un banco de información sobre las plantas representativas de Sonora, en el que el usuario puede obtener listados florísticos, mapas de distribución, información técnica y científica, así como los tipos de vegetación que hay en diferentes lugares del estado. El sitio web permite su consulta desde cualquier parte del mundo, contiene fotos de campo de los especímenes, así como una base de datos desde la cual se pueden obtener listados florísticos. El Herbario Unison se ubica en el Dictus y cuenta con nueve gabinetes con capacidad para almacenar alrededor de mil ejemplares cada uno, en el que también se protege material enviado por personal del herbario de la Universidad de Arizona, resultado de colectas hechas por investigadores estadounidenses en Sonora. La vegetación riparia se desarrolla en los márgenes de ríos y arroyos y actualmente se encuentra muy degradada, siendo difícil encontrar bosques de ribera en buen estado de conservación. Sobre suelos ácidos se instalan alisedas ( Alnus glutinosa), saucedas (Salix atrocinerea) y fresnedas (Fraxinus angustifolia). En áreas ricas en bases, la vegetación riparia está formada principalmente por olmedas (Ulmus minor ), choperas (Populus alba) y saucedas (Salix spp.). No obstante, y a pesar de su significativa importancia, se han eliminado sistemáticamente grandes extensiones de bosques y matorrales que en otros tiempos conformaban la vegetación natural de los ecosistemas riparios, con la finalidad de utilizarlos para el desarrollo de las actividades agrícolas, las que lógica e indefectiblemente acarrean consigo el uso indiscriminado e indebido de plaguicidas, fertilizantes, y otros productos químicos difícilmente degradables, que son fuente de contaminación de los suelos, el agua y los ecosistemas en general. Frente a este hecho, la Ley de Aguas Nacionales en su Art. 29 BIS 4. Fracción X. Especifica que la concesión, asignación o permiso de descarga, así como el permiso provisional aplicable, podrá revocarse si se realizan descargas de aguas residuales que contengan materiales o residuos peligrosos que ocasionen o puedan ocasionar daños a la salud, recursos naturales, fauna, flora o ecosistemas, sin embargo, dicha normatividad no está siendo aplicada y sancionada por las dependencias competentes.
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
11
Asimismo, resulta de suma importancia destacar que la degradación de las tierras riparias está comúnmente asociada con la remoción de la vegetación. La extracción de árboles de esta zona incrementa la luz y el calor que llega a los cursos de agua, favoreciendo el crecimiento de algas nocivas y malas hierbas que alteran de sobremanera los ecosistemas acuáticos. Otra de las circunstancias, que ponen en peligro no solo a la vegetación ribereña, sino también a la vida del cuerpo acuático y organismos que alberga, es el hecho de que los sembradíos se extiendan hasta el borde exterior de las barrancas de los arroyos incrementando la deposición de sedimentos y nutrientes en los arroyos y cursos de agua; originando que los sedimentos que se vierten pueden sofocar el hábitat e incrementar en gran medida el crecimiento de algas. Además, la remoción de la vegetación riparia desestabiliza las barrancas de los arroyos e incrementa significativamente su ancho, provocando asimismo desprendimientos y derrumbes. La deforestación de las zonas referenciadas provoca también que el agua fluya a mayor velocidad contribuyendo en consecuencia al incremento de inundaciones y a la erosión de tierras abajo (Lovett y Price, 1999). El uso indebido que el ser humano viene haciendo de estas tierras desde hace ya bastante tiempo, contribuirá con seguridad en un futuro más que próximo a su total degradación. El pastoreo, en particular, puede causar diversos problemas como sobrepastoreo, pisoteo y el incremento de la tasa de erosión, cambio en la comunidad florística debido a un pastoreo preferencial, invasión de especies exóticas e incremento de la turbidez en los arroyos y de nutrientes y bacterias (Price y Lovett, 2002). La biodiversidad del río Yaqui al igual que el resto del Estado de Sonora, no escapa de las presiones naturales y antropogénica que lo deterioran y disminuyen hasta el grado de la desaparición, así factores o causas como la cacería furtiva, tala y desmontes inmoderados, incendios, contaminación, ganadería excesiva, entre otros, producen efectos como la erosión y pérdida de suelo, que culminan en la disminución de las poblaciones de flora y fauna endémica. Recientes investigaciones en potencia de la Cuenca del río Sonora manifiestan que varios factores han afectado y continúan afectando las regiones ribereñas del noreste de Sonora. Tales problemas incluyen sobre pastoreo, mal uso de aguas en irrigación y explotación de aguas subterráneas. A estos elementos se les aúna la variabilidad climática que ocasiona escasez de precipitaciones. En conjunto, estos factores causan erosión y compactación de suelos y un cambio en la vegetación existente. Se pretende llevar a cabo un estudio en el Rancho Unison en Cananea en el cual colabora la Universidad de Sonora, Michigan Tech y seis estudiantes de maestría de la Institución TIES Agua (USAID-TIES), el proyecto cuenta con un presupuesto de $8,657,462.00. Dicho estudio pretende abarcar los temas de escasez de agua, erosión y cambio en la vegetación ribereña de la cuenca del Río Sonora. Sin embargo, el proyecto se encuentra actualmente en definición y se proyecta trazar un plan de conservación y restauración para esta región.
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
12
La Cuenca Baja del Río Mayo es rica en diversidad de especies vegetales a pesar de las condiciones de perturbación. La diversidad de especies varía de acuerdo al gradiente altitudinal y el número de especies guarda una relación directa con los géneros y familias de cada una de las zonas. La agricultura, acuicultura, ganadería, la industria pesquera y la urbanización, son los giros que causan mayor afectación en los ecosistemas. Especies representativas de una zona riparia como Populus fremontii y Salix bonplandiana están desapareciendo debido a la alteración del entorno. En materia de flora y fauna, se han celebrado convenciones y acuerdos mundiales y regionales en los que se coincide en que es imperioso proteger y conservar especies y géneros de flora y fauna. El titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alberto Cárdenas, precisó que en México es necesario hacer una revisión completa de leyes y artículos en materia forestal, flora y fauna del semidesierto para combatir el tráfico ilegal de especies. Añadió “…se trabaja para incrementar la vigilancia en materia forestal y evitar la tala clandestina, así como para reforestar las zonas que han sido devastadas en años pasados…” En el Convenio sobre la Diversidad Biológica firmado en Río en 1992, los países signatarios convinieron en la utilización sostenible de los componentes de la diversidad biológica y establecieron, entre otros, los siguientes acuerdos: integrar el examen de la conservación y utilización sostenible de los recursos biológicos en los procesos nacionales de toma de decisiones, adoptar medidas para evitar o reducir los efectos adversos para la diversidad biológica, proteger y alentar la utilización consuetudinaria de los recursos biológicos conforme a las prácticas culturales tradicionales compatibles con la conservación, prestar ayuda a las poblaciones locales para preparar y aplicar medidas correctivas en zonas degradadas donde la diversidad biológica se ha reducido y, fomentar la cooperación entre autoridades y sector privado para la elaboración de métodos orientados a la utilización sostenible de los recursos biológicos. En México, la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), señala que las áreas de protección de la flora y la fauna se constituirán de conformidad con las disposiciones de esta Ley, de las Leyes Federal de Caza, de Pesca y de las demás leyes aplicables, en los lugares que contienen los hábitat de cuyo equilibrio y preservación dependen la existencia, transformación y desarrollo de las especies de flora y fauna silvestres. En dichas áreas podrá permitirse la realización de actividades relacionadas con la preservación, repoblación, propagación, aclimatación, refugio, investigación y aprovechamiento sustentable de las especies de flora y fauna, así como las relativas a educación y difusión. Para la preservación y aprovechamiento sustentable de la flora y fauna silvestre, se considerarán los siguientes criterios: I) La preservación de la biodiversidad y del hábitat natural de las especies de flora y fauna que se encuentran en el territorio nacional y en las zonas donde la nación ejerce su soberanía y jurisdicción. II) La continuidad de los procesos evolutivos de las
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
13
especies de flora y fauna y demás recursos biológicos, destinando áreas representativas de los sistemas ecológicos del país a acciones de preservación e investigación. III) La preservación de las especies endémicas, amenazadas, en peligro de extinción o sujetas a protección especial. IV) El combate al tráfico o apropiación ilegal de especies. V) El fomento y creación de las estaciones biológicas de rehabilitación y repoblamiento de especies de fauna y flora silvestre. VI) La participación de las organizaciones sociales, públicas o privadas, y los demás interesadas en la preservación de la biodiversidad. VII) El fomento y desarrollo de la investigación de la fauna y flora silvestre, y de los materiales genéticos, con el objeto de conocer su valor científico, ambiental, económico y estratégico para la Nación. VII) El desarrollo de actividades productivas alternativas para las comunidades rurales. XIX) El conocimiento biológico tradicional y la participación de las comunidades, así como los pueblos indígenas en la elaboración de programas de biodiversidad de las áreas en que habiten. En lo que respecta al fomento del aprovechamiento sustentable de la flora y la fauna, el Programa de Conservación de la Vida Silvestre y Diversificación Productiva en el Sector Rural contempla la conservación y recuperación de especies prioritarias a través de proyectos individualizados para un conjunto de plantas y animales seleccionados por ostentar una categoría de riesgo reconocida internacionalmente. Otra estrategia es el Sistema de Unidades para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (SUMA). Uno de los principales enfoques de conservación es la identificación monitoreo de especies que de alguna manera, nos indica la situación actual de la biodiversidad, así especies catalogadas como raras, amenazadas y en peligro de extinción son utilizadas para evaluar la salud de los ecosistemas. Reiteradamente se ha dicho que México tiene el privilegio de estar considerado dentro de los países megadiversos del planeta (Villaseñor, 2003). Su diversidad poco a poco está siendo conocida, descrita y reportada, aunque a una velocidad lamentablemente lenta, no emparejada con la tasa de destrucción de los ecosistemas donde prospera. Por lo tanto, es importante hacer esfuerzos por sintetizar y analizar la información existente, tanto para dar a conocer lo ya realizado, como para definir estrategias más adecuadas para conocer la riqueza biológica del país en un plazo más adecuado, antes de que sea imposible hacerlo. La vegetación es un recurso insubstituible y si bien es cierto que es de carácter renovable por la capacidad de reproducción de sus componentes, una vez extinguido alguno de ellos, es posible que nunca se vuelva a generar. México, como todo país en desarrollo, afronta en la actualidad un gran número de problemas demográficos, sociales, económicos y políticos, que requieren de urgentes soluciones para asegurar su progreso armónico y continuo. Tales soluciones, sin embargo, deben ser suficientemente sensatas y prudentes para tomar en cuenta no sólo el presente, sino también para asegurar el futuro del país. El debido manejo, así como la planeación del óptimo aprovechamiento y conservación de los recursos bióticos debe constituir uno de los elementos medulares de la política.
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
14
Bibliografia
Acosta P.R., Galindo-F. G.L. y Hernández-C. L.V. 1991. Listado Florístico Preliminar de la Flora Fanerogámica y Micológica del Estado de Tlaxcala.
Universidad Autónoma de Tlaxcala, Jardín Botánico Tizatlán, Tlaxcala. Argüelles E., Fernández R. y Zamudio S. 1991. Listado Florístico Preliminar del Estado de Querétaro. Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes. Fascículo Complementario II. Instituto de Ecología, A.C.,
Pátzcuaro. Bonilla-Barbosa J.R. y Villaseñor-R. J.L. 2003. Catálogo de la Flora del Estado de Morelos. Centro de Investigaciones Biológicas, Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Cuernavaca. Boutin, C.; Jobin B.; Bélanger, L. 2003. Importance of riparian habitats to flora conservation in farming, landscapes of southern Québec. Agriculture, Ecosystems and Environment . 94: 73–87 pp. Breedlove D.E. 1986. Flora de Chiapas. Listados Florísticos de México IV. Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F. Calderón de R. G. y Rzedowski J. 2001. Flora Fanerogámica del Valle de México. 2a ed., Instituto de Ecología, A.C. y Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Pátzcuaro. Cowan C.P. 1983. Flora de Tabasco. Listados Florísticos de México I. Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F. Durán R., Campos G., Trejo J.C., Simá P., May P.F. y Juan-Q. M. 2000. Listado Florístico de la Península de Yucatán. Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C., Mérida. Espinosa G.J. y Rodríguez-J. L.S. 1995. Listado Florístico del Estado de Michoacán. Sección II (Angiospermae: Compositae). Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes. Fascículo Complementario VII. Instituto de
Ecología, A.C., Pátzcuaro. García-R. G., Rosales-C. O., de la Cerda L.M. y Siqueiros-D. M.E. 1999. Listado florístico del estado de Aguascalientes. Scientiae Naturae 1:5-51. González-E. M., González-E. S.y Herrera-A. Y. 1991. Flora de Durango. Listados Florísticos de México IX. Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F. Gutiérrez-B. C. 2000. Listado Florístico Actualizado del Estado de Campeche. Universidad Autónoma de Campeche, Campeche. Lovett, S. 2003. Managing Riparian Land to Achieve Multiple Objectives. RipRap, Edition 23, Land & Water Australia. Lovett, S. & Price, P. 1999. Riparian Land Management Technical Guidelines, Volume One: Principles of Sound Management. LWRRDC, Canberra. Lovett, S., Price, P. & Cork, S. 2004. Riparian ecosystem services. Fact Sheet 12, Land & Water Australia, Canberra. Martínez M. y Matuda E. 1979. Flora del Estado de México. 3 Volúmenes. Biblioteca Enciclopédica del Estado de México. México, D.F.
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
15
Price, P. & Lovett, S. 2002. Managing riparian land. Fact Sheet 1, Land & Water Australia, Canberra. Rzedowski, J. (1978). Vegetación de México. Editorial Limusa, México, D.F. 432 pp. Robins, J. D.; Cain J. R. 2002. The past and present condition of the Marsh Creek watershed. Berkeley, CA: Natural Heritage Institute. 71 p. Sosa V. y Gómez-Pompa A. 1994. Lista Florística. Flora de Veracruz, Fascículo 82, Instituto de Ecología A.C. Xalapa. Sousa-S. M. y Cabrera-C. E. 1983. Flora de Quintana Roo. Listados Florísticos de México II. Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F. Vega A.R., Bojórquez-B. G.A.y Hernández-A. F. 1989. Flora de Sinaloa. Secretaría de Educación Pública y Universidad Autónoma de Sinaloa, Culiacán. Villarreal-Q. J.A. 2001. Flora de Coahuila. Listados Florísticos de México XXIII. Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F. Villaseñor J.L. 2003. Diversidad y distribución de las Magnoliophyta de México. Interciencia 28:160-167. Villaseñor J.L. 2004. Los géneros de plantas vasculares de la flora de México. Boletín de la Sociedad Botánica de México 75: 105-135 (2004) Villavicencio-N. M.A., Pérez-E. B.E., Ramírez-A. A. 1998. Lista Florística del Estado de Hidalgo. Recopilación Bibliográfica. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Centro de Investigaciones Biológicas, Pachuca. Wiggins I.L. 1980. Flora of Baja California. Stanford University Press, Stanford, California. Suarez B. A. (2002). Bosquejo Histórico de Nogales, Sonora: Diversidad Florística local y su evolución. Registro No. 03-2002-061716581500-1 (http://www.municipiodenogales.org)
Villaseñor J. L. (2004). LOS GÉNEROS DE PLANTAS VASCULARES DE LA FLORA DE MÉXICO. Boletín de la Sociedad Botánica de México, diciembre, No. 075 Sociedad Botánica de México, A.C. Distrito Federal, México, 105-135 pp. USAID USAID-TIES “TIES AGUA” Capacitando un Grupo de Expertos en Recursos de Agua Dr. Thomas R. Van Devender. (2005). X O O P C A A C Ö L : La Vegetación y Plantas de Sonora. Arizona Sonora Desert Museum. BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN PARA LAS PLANTAS NATIVAS DE SONORA, A.C
Ley de Aguas Nacionales y su Reglamento (2009). www.conagua.gob.mx Agricultura y vegetación de Sonora II Conteo de Población y Vivienda 2005 www.inegi.gob.mx www.gobiernofederal.gob.mx
Vegetación ribereña del Estado de Sonora
16
www.semarnat.gob.mx