DEDICATORIA
A Dios, a mis padres y hermano quienes siempre estuvieron para apoyarme, y a quienes indirectamente me prestaron su apoyo
Gandhi Livia Córdova Ramos
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AGRADECIMIENTO.
El autor expresa sus agradecimientos a: Los Directores y Docentes en General de la Universidad Alas Peruanas “UAP” por su grandísima colaboración en esta etapa de la carrera y porque de ellos aprendo mucho. A mis compañeros y en general a la comunidad universitaria de la UAP, por la experiencia vivida en esta institución.
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INDICE INTRODUCCION………………………………………………………….………………..6 CAPITULO 1…………………………………………………………………..……………..7 1. TRATADOS LIMITROFES CON BRASIL………………………………….……………8 a) El Protocolo Velarde-Río Branco…………………………………………….…………10 El Tratado…………………………………………………………………………….………12 CAPITULO II………………………………………………………………………………..15 2. FRONTERA CON BOLIVIA……………………………………………………………….16 1) La Guerra del Pacífico: el tratado de “secreto” con Bolivia (1873)…………………..18 Tratado de abril de 1886…………………………………………………………….…...20 Tratado Osma-Villazón…………………………………………………………….…….20 Tratado Polo-Bustamante………………………………………………………….…….20 Tratado de Chuquisaca…………………………………………………………….…….22 Intervención peruana en Bolivia (1828)………………………………………….…….. 22 Tratado de Piquiza………………………………………………………………….....….23 Tratado de Arequipa………………………………………………………………..…....24 La confederación Perú-Boliviana (1836-1839)……………………………………….......…24 • Estado Nor-peruano (también conocida como República del Norte del Perú)…….....…25 • Estado Sur-peruano (También conocido como República del Sur del Perú)………........25
Estado de Bolivia (República de Bolivia)…………………………………….…...…25
Tratado de Cusco……………………………………………………………………….…....25 Guerra entre Perú y Bolivia (1841-1842) ……………………………………………...…...26 Tratado de Puno……………………………………………………………………….…..…26 Tratado de Arequipa…………………………………………………………………..….….26 Tratado de Sucre………………………………………………………………………..….…27 CAPITULO III………………………………………………………………………...……...28 3. FRONTERA CON COLOMBIA………………………………………………………...…..29 * UN MODUS VIVENDI……………………………………………………………..……...29 * MODUS VIVENDI………………………………………………………………….….….30 DEFENSA NACIONAL
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a) El Combate de Caquetá…………………………………………………………….…….30 Conflicto de La Pedrera (1911) ……………………………………………………….……34 Negociaciones entre el Perú y Colombia (1911-1922) ……………………………….……35 Creación, disolución y reinstauración del Virreinato de Nueva Granada………………35 Real Cédula de 1740………………………………………………………………….….......36 Real Cédula de 1802…………………………………………………………………………36 Real Cédula de 1803…………………………………………………………………………37 Real Cédula de 1816…………………………………………………………………………37 Real Cédula de 1819…………………………………………………………………………37 Uti possidetis iure……………………………………………………………………………38 Independencia de la Gran Colombia (19 de agosto de 1819)……………………………..38 Independencia de Guayaquil (9 de octubre de 1820)………………………………….…..38 Creación del Distrito del Sur…………………………………………………………….….39 Independencia de Tumbes (7 de enero de 1821) ………………………………….…….…39 Creación del Departamento de Trujillo……………………………………………………39 Independencia de Jaén (4 de junio de 1821) ………………………………………………39 Independencia del Perú (28 de julio de 1821) ……………………………………………..39 Independencia de Maynas (19 de agosto de 1821) ………………………………………...40 Negociaciones de límites entre Colombia y Perú (1822-1823) ……………………………40 El Perú bajo la influencia bolivariana (1823-1826) ……………………………………….41 Guerra grancolombo-peruana (1828-1829)……………………………………………….. 42 CAPITULO IV……………………………………………………………………………….43 4. FRONTERA CON CHILE……………………………………………………………...…..44 a) Chile sostuvo:…………………………………………………………………………..…….44 b) El Perú sostuvo: ……………………………………………………………………..……....44 Acuerdo del 8 de marzo de 1968 entre Chile y Perú…………………………………..…..49 A. Nota peruana………………………………………………………………………..……49 B. Nota chilena…………………………………………………………………………..…..50 Acta del 26 de abril de 1968 entre Chile y el Perú………………………………………...51 CAPITULO V………………………………………………………………………….……53 5. FRONTERA CON ECUADOR………………………………………………………….…54 El Convenio de Girón se firmó el 28 de Febrero de 1829 En el Occidente ……………...55 DEFENSA NACIONAL
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a) En el Oriente…………………………………………………………………………………60 Independencia de Guayaquil en 1820……………………………………………………...61 Tumbes……………………………………………………………………………………....61 Jaén……………………………………………………………………………………….….62 Acta de Independencia de Jaén de Bracamoros:……………………………………….…62 Maynas…………………………………………………………………………………….…64 Independencia del Perú (28 de julio de 1821) …………………………………………….64 Negociaciones de límites entre Colombia y Perú (1822-1823) …………………………...65 La guerra grancolombo-peruana (1828-1829) ……………………………………………67 Tratado de Guayaquil (Larrea-Gual) de 1829…………………………………………….68 Instrucciones de Simón Bolívar a los comisionados para la demarcación de límites…...68 La misión de Tomás C. Mosquera en Lima……………………………………………….70 Protocolo Pedemonte-Mosquera de 1830………………………………………………….71 Disolución de la Gran Colombia…………………………………………………………...74
CONCLUSIONES……………………………………………………………..76 BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………....77
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INTRODUCCION La República del Perú surgió a la vida independiente, teniendo como fundamento histórico los pueblos y territorios que en el momento de la independencia formaban el Virreinato del Perú. Dos principios jurídicos sirven de sustento a este hecho grandioso que se ha denominado la constitución inicial del Perú independiente: El Principio de Uti-Possidetis y el de Libre Determinación. Los nuevos Estados americanos que nacieron a la independencia decidieron fijar las fronteras entre sus países basándose en dos principios: El principio del Uti-Posidetis. Según el cual cada país debía mantener el territorio que poseían en 1810, fecha en la que se iniciaron las guerras de la independencia. El principio de la Libre Determinación, el cual dictaba que el principio anterior de posesión, estaba limitado por la libre elección que cualquier pueblo podría hacer acerca del país al cual deseaba pertenecer. Si, por ejemplo, la provincia de Jaén (que pertenecía a Quito) prefería pertenecer al Perú, se debería respetar esta decisión. Todo pueblo que rompe sus lazos con la antigua metrópoli dominadora o Estado dominador, tiene el libre derecho de expresar su opinión para constituir su nueva nacionalidad. Este derecho fue ejercido por el pueblo del Perú, como así lo ejercieron los demás pueblos americanos cuando consiguieron el triunfo de la guerra emancipadora. El ejercicio de estos derechos se fundamenta en dos principios jurídicos que han servido de norma para la constitución de los nuevos Estados americanos: EL DE LA LIBRE DETERMINACION DE LOS PUEBLOS o SOBERANIA DE LOS PUEBLOS EMANCIPADOS, para constituir su nacionalidad, y el del UTI POSSIDETIS para la delimitación de su territorio. En la aplicación del Uti Possidetis se ha hecho una distinción entre lo que se denomina el Uti Possidetis jure y el Uti Possidetis facto. Según lo primero, los Estados tienen derecho al territorio que les pertenecía en 1810 según los títulos coloniales, es decir según la delimitación hecha por el Rey de España y vigente en 1810. Según lo segundo, los Estados tienen derecho al territorio que ocupaban sus habitantes y no al que señalaban sus títulos.
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1. TRATADOS LIMITROFES CON BRASIL La primera frontera que logró delimitar el Perú fue con el Brasil. La demarcación y determinación de los límites del Perú con el Brasil, tuvieron sus inicios en las discusiones que sostuvieron España y Portugal de los territorios que ocupaban cuando descubrieron América. Estas discusiones fueron sometidas al arbitraje del Papa Alejandro VI, llegándose a firmar el Tratado de San Ildefonso en 1777. Posteriormente Brasil reclamó la caducidad del tratado, que según ellos tenía sólo carácter de preliminar. En el año de 1827 el Perú propuso al Brasil un arreglo de límites, pero fue en 1841 que se firmó un Tratado de Paz, Amistad, Navegación y Comercio. Los firmantes fueron el Ministro peruano don Manuel Ferreyros y el Ministro brasileño Duarte Da Ponte Ribeyro, documento que no fue ratificado, habiéndose suscrito diez años después, el 23 de Octubre de 1851, la CONVENCION FLUVIAL DE COMERCIO Y NAVEGACION que resultó ser también un parcial acuerdo de límites celebrado entre el Ministro de Relaciones Exteriores don Bartolomé Herrera por el Perú y Da Ponte Ribeyro por el Brasil siendo Presidente de la República el General don Rufino Echenique. En dicho documento se consideraron las siguientes cuestiones:
El Comercio y en tránsito libre de las mercaderías de ambos países a través de los ríos especialmente el Amazonas.
La prohibición del comercio de esclavos.
La fijación de una línea de fronteras comprendiéndose como bases las riberas de los ríos Tabatinga, Yapurá, en su frecuencia con el Apaporis y el río Yavarí, desde su confluencia con el Amazonas.
El nombramiento de una comisión Mixta con facultad de proponer cambios en los territorios en arreglo.
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Estos acuerdos resultados de la gestión diplomática, fueron atacados duramente porque en ellos se reconocía al Brasil territorios comprendido entre las grandes extensiones de las riberas del río Caquetá y del Amazonas, así como los ribereños de los ríos Apaporis y Tabatinga lo que dio lugar a posteriores replanteamientos. En cuanto a la libertad completa del Perú a la navegación a todo lo largo del Amazonas y del Brasil en los ríos peruanos, se logró en otra Convención Fluvial que se firmó el 22 de Octubre de 1858.
El auge de la industrialización del caucho, fue en realidad el gran incentivo que determinó a los caucheros brasileños a penetrar en la amazonía peruana, incursionaron en territorios del Alto Yurúa y el Alto Purús, lo que desencadenó manifestaciones violentas entre los caucheros de ambos países. A esta situación se sumó que desde 1898 se habían establecido puestos oficiales del gobierno peruano en esas zonas y frente a ellas, en los lugares más bajos de la selva, oficinas del gobierno del Brasil, que tenía el control de los derechos sobre la venta de la goma, lo que provocó frecuentes rozamientos de diversos grados de intensidad, hasta que en 1904, el Brasil, desconociendo tratados anteriores que permitían a ambos países la libre navegación y el comercio, en un acto de arbitrariedad, prohibió, el 6 de Mayo, el tránsito de armas destinadas al Perú, que llegaban por la vía del Amazonas. Nuestra Cancillería protestó y entre tanto se produjeron acciones bélicas como:
- La acción de armas de Amuheya, en el Alto Yurúa, cuando los brasileños atacaron a la guarnición peruana, pero fueron valerosamente rechazados por los soldados al mando del Sargento Primero Francisco Bartet. - El ataque a la pequeña guarnición peruana del mismo lugar el 4 de Noviembre de 1904, defendida por el Capitán Manuel Ramírez Hurtado; ataque que, por agudizarse la lucha, obligó a intervenir a los representantes diplomáticos, que llegaron a los siguientes planteamientos:
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a) El Protocolo Velarde-Río Branco Llamado así por haberse firmado entre el Ministro Plenipotenciario del Perú en Río, don Hernán Velarde, y el Ministro de Relaciones Exteriores del Brasil, Barón José María da Silva Paranhos de Río Branco, y que dió paso a negociaciones que duraron cinco meses; sin embargo las conversaciones se extendieron hasta la firma del TRATADO DE LIMITES, COMERCIO Y NAVEGACION EN LA CUENCA DEL AMAZONAS, que se firmó el 8 de Setiembre de 1909. Por este documento se consideró: a. La ratificación del principio de amplia libertad de tránsito tanto por tierra como por la vía fluvial en los ríos dentro de la zona fronteriza. b. El establecimiento de una Comisión Mixta para la demarcación de los límites. c. La detención de la carrera expansionista del Brasil, que amenazaba con llegar hasta el Ucayali, tal como lo sostuvo el Ministro de Relaciones Exteriores del Perú don Melitón Porras, cuando tuvo que enfrentarse a las polémicas que se suscitaron por haber reconocido el Perú las posesiones de facto del Brasil. La determinación definitiva de los límites entre ambos países, estableció la demarcación al sur de Yavari y reconoció "el principio de la más alta libertad de tránsito terrestre y navegación fluvial para ambas naciones así como que "los buques peruanos destinados a la navegación en esos ríos comunicaran libremente con el Océano Atlántico por el Amazonas". Según dicho tratado, la frontera al sur de Yavari es la siguiente:
A partir de la naciente del Yavari, el divortium aquarium o línea divisoria de las aguas entre el Ucayali y el Yurúa, hasta encontrar el paralelo de la boca (desembocadura) del río Breu en el Yurúa (9º24' 42'').
El paralelo de la boca del río Breu y el Breu mismo hasta su cabecera principal (origen).
La línea divisoria de las aguas entre el alto Yurúa, al oeste de las que van para el mismo río al norte, pasando la frontera entre las cabeceras de los ríos Piqueyacu y Tarahuac, hasta encontrar el paralelo de los 10º.
Continua por el paralelo de los 10º hacía el este y por la división de las aguas entre el Río Embira (Brasileño) y el Río Curanja (Peruano), hasta encontrar la naciente, cabecera u origen del río Santa Rosa.
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El río Santa Rosa hasta su confluencia con el Purus.
Remonta el río Purus hasta su confluencia con el río Shambuyacu.
El río Shambuyacu hasta su origen, y el meridiano de su nacimiento hasta encontrar el paralelo de los 11º.
Desde el paralelo de los 11º hasta encontrar el origen del río Acre, y por el álveo de este río hasta encontrar el arroyo Yaverija, en donde comienza la frontera con la Bolivia.
La frontera al sur del Yavari no fue tocada por desconocerse totalmente esas regiones. La frontera que estableció esta Convención al Norte de Tabatinga, ha quedado modificada por el tratado con Colombia en 1922. litigios limítrofes con prácticamente todos sus vecinos. El problema más álgido era con Chile, por la llamada cuestión de Tacna y Arica, sobre la cual la cancillería peruana volcaba entonces sus mayores esfuerzos. Con el Brasil, con el que se compartía la Amazonía, solo se había llegado a una solución parcial de la delimitación fronteriza, faltando definir un extenso sector al sur del río Yavarí, por lo que, desde las décadas finales del siglo XIX los brasileños hicieron avances sobre los territorios en cuestión, en el contexto de laFiebre del caucho, avances que a principios del siglo XX adoptaron caracteres violentos. Pero también existían problemas limítrofes con Ecuador y Bolivia con los que se intentó infructuosamente recurrir a la fórmula del arbitraje, llegándose con cada uno de dichos países al borde del conflicto bélico, en abril y en diciembre de 1910, respectivamente, amenazas que felizmente fueron superadas de manera pacífica. Con Colombia también existían desacuerdos por la región situada entre el río Putumayo y el río Caquetá, los mismos que en 1911 adquirieron un matiz violento (combate de La Pedrera). En todos estos conflictos con Bolivia, Ecuador y Colombia, la diplomacia peruana creyó ver, con mucha razón, la mano oculta de Chile, que trataba de buscarle al Perú problemas en las otras fronteras, precisamente en momentos que se agravaba la cuestión de Tacna y Arica. Se sabe que en plena tensión peruano-ecuatoriana de 1910, Chile proporcionó armas al Ecuador, parte del cual parte llegó a Guayaquil en el vapor Maullín. El Perú vivió entonces profunda y constante intranquilidad, pero al final lograría delimitar pacíficamente sus fronteras. No es casualidad que el primer arreglo definitivo de sus fronteras lo DEFENSA NACIONAL
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hiciera precisamente con el Brasil, ya que era prioritario un entendimiento con la gran potencia sudamericana, con la que solo cabía la solución diplomática, pues una guerra habría sido letal para el Perú, más aún, con los problemas que enfrentaba con el resto de sus vecinos. Luego que en 1851 se firmara la Convención Fluvial sobre Comercio y Navegación y Parcial Acuerdo de Límites entre Perú y Brasil, el arreglo definitivo de la cuestión limítrofe entre ambos países, al sur del río Yavarí, se había venido dilatando en el tiempo. En teoría, al Perú le pertenecían inmensos territorios colindantes con el Brasil, ilusión basada en los viejos mapas coloniales del siglo XVIII nacidos del Tratado de San Ildefonso, aunque en la práctica los brasileños iban avanzando sobre la Amazonía y ejercían su dominio de facto en ella. Ello se debía a la mayor fuerza expansiva y el dominio sobre la parte baja de los ríos amazónicos que tenía el Brasil. A fines del siglo XIX, los caucheros brasileños empezaron a incursionar en los territorios peruanos en el río Purús y el río Yurúa. El 25 de octubre de 1902, la guarnición peruana de Amuheya rechazó a un destacamento brasileño que le exigía abandonar su puesto. El final de la Guerra del Acre en el que Bolivia cedió a Brasil el territorio del Acre arreció los avances brasileños sobre territorio peruano. En 1903, una lancha con personal peruano del comisariato de Chandles fue baleada en el Acre. En 1904, el coronel brasileño José Ferreira arribó al río Santa Rosa, afluente del Purús, y saqueó caucho y siringa a extractores peruanos. Ennoviembre de ese año, la guarnición de Amuheya se rindió ante fuerzas brasileñas superiores después de dos días de combates. Esto implicaba de por sí un casus belli, pero el gobierno peruano optó por la solución diplomática. En 1903 el distinguido diplomático y escritor peruano Hernán Velarde fue acreditado como ministro plenipotenciario del Perú en el Río de Janeiro (entonces la capital de Brasil), donde el 12 de julio de 1904 negoció un modus vivendi por el cual se contuvo el avance brasileño sobre territorio peruano. Se puso así fin a la amenaza bélica, y se reanudaron las negociaciones para fijar definitivamente las fronteras pendientes. a. El Tratado Por fin, el 8 de septiembre de 1909, se suscribió entre el Ministro de Relaciones del Brasil, José María da Silva Paranhos, Barón de Río Branco, y el Ministro Plenipotenciario del Perú en Río de
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Janeiro, Hernán Velarde, el Tratado Definitivo de Límites, Comercio y Navegación, que completó la demarcación iniciada por la Convención de 1851 y consagró para el Perú la libre navegación en el Amazonas. Según dicho Tratado los límites entre el Perú y el Brasil al Sur del Yavarí quedaron fijados así:
La divisoria de aguas existente entre los ríos Ucayali (Perú) y Yurúa (Brasil), hasta el paralelo 9º24'36" S, que corresponde a la boca del río Breu, afluente del Yurúa.
Sigue por este paralelo en dirección este, hasta la boca del río Breu; sigue por el Breu, aguas arriba, hasta su naciente.
La divisoria de aguas entre los ríos Torolluc, en el Perú y Embira en el Brasil, hasta el paralelo 10º de latitud sur;
Por el paralelo 10º de latitud sur, hacia el este, hasta la divisoria de aguas entre el Embira, en territorio brasileño, y el Curanja, en territorio peruano, hasta encontrar la naciente del río Santa Rosa.
El río Santa Rosa, aguas abajo, hasta su confluencia con el río Purús;
El río Purús, aguas arriba, hasta la boca del río Shamboyacu, aguas arriba, en todo su curso. Desde allí, siguiendo el meridiano del lugar, en dirección sur, hasta el paralelo 11º de latitud sur;
Del paralelo 11º de latitud sur, una línea que va a encontrar la naciente del río Acre;
El río Acre, aguas abajo, hasta la boca del riachuelo Yaverija, donde empieza la frontera con Bolivia, cerca a la ciudad de Iñapari.3 Posteriormente ambos países suscribieron en Petrópolis (7 de diciembre de 1909) otro tratado que puso fin a las diferencias limítrofes. En el Perú, como ha sido una constante en lo que respecta a los tratados de límites firmados con los países vecinos, este Tratado ha sido muy criticado, aduciéndose que el gobierno peruano cedió al Brasil extensas zonas en la cuenca del Yurúa y del Purús. Sin embargo, estas críticas suelen por lo general estar descontextualizadas, o bien politizadas, al ser usadas por los opositores del gobierno de turno para ganar réditos electorales, alimentando interesadamente el mito de un país que siempre llevó las de perder en las negociaciones con sus vecinos. El historiador Jorge Basadre ha hecho al respecto observaciones muy atinadas.4 Según él, con Brasil había que entenderse cuanto antes, pues los brasileños, en su avance imparable, estaban ya DEFENSA NACIONAL
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a punto de llegar a las nacientes del río Ucayali. Si el Perú hubiera arreglado antes con Brasil, quizás esta nación habría avanzado menos. Al firmar este Tratado de 1909, puso fin a dicha expansión. En todo caso, el Perú no perdió territorio sobre el cual ejerciera efectiva posesión. La bandera peruana no tuvo que arriarse en ningún punto. Ningún ciudadano peruano se vio afectado. La otra opción, esto es, ir a la guerra contra el Brasil, hubiera sido un desatino total, máxime si se tiene en cuenta las crisis que sobrellevaba el Perú con otros países vecinos, mal llamados “países hermanos”. Ya mencionamos la actitud de Chile, por ejemplo, durante la crisis peruanoecuatoriana de 1910, por lo que se vislumbra fácilmente qué hubiera ocurrido si el Perú, como Bolivia en el Acre, se hubiera dejado arrastrar a un conflicto bélico con el Brasil. De hecho, hubo la posibilidad de una alianza entre Brasil y Ecuador contra el Perú.5 Otra ventaja del tratado fue que consagró la libre navegación de los ríos amazónicos.
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6. FRONTERA CON BOLIVIA La segunda frontera que le tocó delimitar al Perú fue con Bolivia, también con este país se produjeron problemas limítrofes que tuvieron relación con el auge del caucho porque reclamaba la pertenencia en las inmediaciones de la cuenca del Purús. A raíz de estos acontecimientos se llevaron a cabo continuas negociaciones diplomáticas, se llegaron a realizar dos tratados; el primero se ocupó de la frontera del lago Titicaca (río Suches) al sur, y el segundo del mismo sitio del norte. En 1902, entre el 23 de Setiembre y 30 de Diciembre se firmaron los Tratados relativos a la demarcación y otro al arbitraje para el arreglo final de la cuestión de límites. En dichos actos diplomáticos, el Canciller boliviano don Eleodoro Villazón y el Canciller peruano don Felipe Osma firmaron un documento que en lo referente a la demarcación consideraba lo siguiente:
La división de la frontera de Perú y Bolivia en zona fluvial y en zona terrestre.
La zona terrestre estaba comprendida entre el límite con Chile y el río Suches.
La zona fluvial, tenía la comprensión del norte del río Suches, hasta el límite con el Brasil.
Este último punto fue materia de discusión, ya que Brasil disputaba a Bolivia, la rica zona cauchera, por lo tanto se acordó someterlo al arbitraje de la Argentina, que aceptó. El Perú expuso su alegato por intermedio del distinguido diplomático Dr. Víctor M. Maúrtua, y el 9 de Julio de 1909, la Argentina, en la persona de su Presidente, Dr. Figueroa, hizo pública la expedición del Laudo Arbitral, que no aceptó en su integridad la propuesta peruana en cuestión de demarcación, primando el criterio de equidad. Como esta resolución no llenaba las aspiraciones expansionistas de Bolivia, fue rechazada; especialmente el pueblo expresó su disgusto mediante manifestaciones que iban contra el Perú y la Argentina, llegando el ambiente a hacerse tan tenso, que Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Argentina; además la guerra con el Perú parecía inminente, estando nosotros en difíciles circunstancias internacionales con Chile por la realización del plebiscito de Tacna y Arica. DEFENSA NACIONAL
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Afortunadamente no se llegó al extremo de la guerra, reanudándose las conversaciones con la intención de lograr una modificación del laudo arbitral, haciéndose efectivo el 17 de Setiembre de 1909 con la firma del Tratado de Rectificación de Fronteras, en el que actuaron el Ministro Plenipotenciario peruano Dr. Solón Polo y el Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia Dr. Daniel Sánchez Bustamante. Por ese Tratado, que la historia conoce con el nombre de Tratado Polo-Bustamante, se fijaron las fronteras en la siguiente forma:
La línea de demarcación de fronteras debía partir del lugar en que los límites coincidían con el río Suches.
Cruzar la línea del lago del mismo nombre y dirigirse por los cerros Palomani-Tranca y Palomani-Kunka, pico de Palomani y cordillera de Yagua Yagua.
Luego, tomar el rumbo por las cordilleras de Huajra, de Lurini y de Ichocorpa siguiendo la línea de división de aguas entre los 14 grados de latitud sur, para luego avanzar hasta encontrar en el mismo paralelo el río Mosoj-Huaico o Lanza.
Continuar por el río Lanza hasta su confluencia con el Tambopata, llegando la frontera a encontrarse con la cabecera occidental del río Heath.
Seguir el curso del río Heath aguas abajo, hasta encontrar el río Amarumayu o Madre de Dios.
Desde la confluencia del río Heath con el Madre de Dios, se trazaba una línea geodésica, que partiendo de la boca del Heath, fuera al occidente de la barraca Illampu sobre el río Manuripe, quedando esta propiedad del lado de Bolivia, siguiendo la frontera hacia la confluencia del arroyo Yaverija con el río Acre.
Quedaban de propiedad definitiva y perpetua para Bolivia, todas las tierras situadas al oriente de dichas líneas.
Quedaban de propiedad definitiva y perpetua para el Perú, los territorios al occidente de las mismas.
En 1910, la situación con Bolivia volvió a tornarse violenta al producirse el combate de Guayabal, a orillas del río Manuripe en la frontera con Bolivia. Allí fue defendida heroicamente hasta la muerte por el Sargento Carlos Zela y el Teniente Alejandro Acevedo. DEFENSA NACIONAL
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Después de conocido el hecho en Lima, se produjeron manifestaciones, expresando el repudio al acto violatorio de fronteras, causando una crisis política en el Perú; pero al final fue resuelto el conflicto con la firma del Protocolo Leguía y Martínez-Fernandez Alonso, el 30 de Marzo de 1911, actuando como representantes de ambos países, el Ministro de Relaciones peruano don Germán Leguía y Martínez y el Ministro boliviano don Severo Fernández Alonso. Mediante este documento, se consideró:
La resolución de dificultades que podrían derivarse de la realización del Tratado de Límites de 1909.
El mutuo acuerdo, para someter las diferencias que se derivaron del incidente de Guayabal, al arbitraje del Tribunal Internacional de La Haya.
Del río Suches hacia el Sur, la frontera de acuerdo al Tratado de 1902 (y al Protocolo de 2 de Junio de 1925) es la siguiente:
De la confluencia del arroyo Pachasili con el río Suches, continúa la frontera hasta la bahía de Coccahui, en el Lago Titicaca.
Una línea irregular que atraviesa el Lago Titicaca y la Península de Copacabana hasta el Desaguadero. (Aquí hubo necesidad de un acuerdo rectificatorio que se firmó en La Paz el 15 de Enero de 1932).
Continúa por una línea estipulada según la tradicional propiedad de las comunidades de uno y otro país, hasta la confluencia del río Maure con el Ancomarca, en donde principiaba la frontera de los territorios entonces ocupados por Chile. Entre la mencionada confluencia y el actual término de la frontera con Chile, no existe frontera establecida por tratados sino una de facto.
2) La Guerra del Pacífico: el tratado de “secreto” con Bolivia (1873) En 1873 Bolivia creyó conveniente firmar un tratado de alianza defensiva con el Perú. La decisión de la cancillería boliviana fue en respuesta a la expedición de Quintín Quevedo, un militar boliviano, partidario de Melgarejo, supuestamente armada y financiada desde Valparaíso en contra del gobierno boliviano de entonces. Se pensaba que un posible respaldo del Perú evitaría en el futuro aventuras de este tipo. El documento se firmó en Lima el 6 de febrero de 1873. En el texto se puso especial énfasis que el tratado era estrictamente defensivo, obligando a los firmantes a defenderse de toda agresión DEFENSA NACIONAL
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exterior. En ninguna parte del texto se hizo referencia a Chile. Lo firmaron el canciller peruano José de la Riva-Agüero y el plenipotenciario boliviano Juan de la Cruz Benavente. Lo censurable estuvo en ser un acuerdo secreto, y la diplomacia chilena se las arregló para conocer su existencia. Incluso a la cancillería de Santiago llegó una copia del tratado. Pero los gobiernos chilenos de entonces, estratégicamente, no lo denunciaron internacionalmente. Definitivamente lo tomaron como una carta secreta bajo la manga que en cualquier momento podían utilizar a su favor. Los planes de Manuel Pardo, presidente del Perú en 1873, incluían a la república de Argentina, que debía sumarse a la alianza secreta. Quería aprovechar una disputa argentina-chilena sobre unos territorios en la Patagonia. Pardo veía en Argentina una aliada natural. Pero esta inclusión nunca llegó a realizarse pues el congreso argentino analizó detalladamente las posibilidades militares y políticas de Perú y Bolivia, así como una eventual alianza militar entre Chile y Brasil, países con los cuales Argentina tenía disputas territoriales. ¿Porque firmó el Perú el tratado con Bolivia? Jorge Basadre escribió que se creyó conveniente resguardar las salitreras de Tarapacá, vecinas de las salitreras de territorio boliviano y amenazado por el avance chileno. La alianza al crear el eje Lima-La Paz con ánimo de convertirlo en un eje Lima-La Paz-Buenos Aires, pretendió forjar un instrumento para garantizar la paz y la estabilidad en las fronteras americanas buscando la defensa del equilibrio continental. Como vemos, el punto de vista de los historiadores peruanos es que el objetivo no fue provocar sino contener a Chile. De esta forma, quedó unido el Perú a un país como Bolivia, caótico, desprotegido y sin ningún poder militar (ni siquiera tenía escuadra). En efecto, era muy ingenuo por parte del Perú aliarse con Bolivia, un país anárquico en el cual cada gobierno tenía su propia forma de actuar. Sus distintos gobiernos tenían una actitud oscilante y muchas veces contradictoria respecto al Perú o a Chile.
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Tratado de abril de 1886 Después de la guerra que nos enfrentó contra Chile, fue necesario establecer la demarcación fronteriza; así se firmó el tratado preliminar de límites del 20 de abril de 1886, en la ciudad de La Paz, por el cual ambos países acordaron iniciar negociaciones para concluir un tratado preliminar de límites y preparar la demarcación definitiva de las fronteras. El tratado de La Paz no logró efecto alguno y más bien, en la siguiente década, ocurrieron incidentes en las zonas de Acre y Purús, lo que dio origen a negociaciones en la ciudad de Sucre, en las que se acordó un modus vivendi que el gobierno peruano no consideró adecuado. Tratado Osma-Villazón El 21 de noviembre de 1901 se firmó la Paz el tratado general de arbitraje. Sobre la base de este documento, en 1902 el ministro plenipotenciario del Perú, Felipe de Osma y el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Eliodoro Villazón, firmaron dos tratados, uno el 23 y el otro el 30 de setiembre. En el primero se acordó la demarcación de la frontera en la zona terrestre, la misma que reconoció la de la época colonial y en la que no había discrepancia; el caso del sector de Tacna y Arica, ocupado en ese momento por Chile, no se consideró hasta el retorno de esas provincias al Perú. En el segundo tratado se buscó delimitar la frontera en el sector fluvial, la que debía remitirse a los títulos coloniales reconocidos en 1810; esta linea fue sometida al arbitraje del presidente de Argentina. Tratado Polo-Bustamante El Tratado
Polo-Bustamante o Tratado
Polo-Sánchez
Bustamante fue
un Tratado
de
Rectificación de Fronteras firmado entre Bolivia y Perú. Fue suscrito en La Paz, el 17 de septiembre de 1909, por el ministro plenipotenciario del Perú, Solón Polo, y el Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Daniel Sánchez Bustamante. Gobernaba entonces en el Perú el presidente Augusto B. Leguía (primer gobierno), y en Bolivia el presidente Eliodoro Villazón Montaño. Los incidentes sucedidos a principios del siglo XX entre caucheros peruanos y brasileños alcanzaron también a los bolivianos, porque Bolivia se sentía con derecho a la cuenca del río Purús. Varios intentos para solucionar el problema limítrofe entre Perú y Bolivia habían DEFENSA NACIONAL
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fracasado, hasta que, gobernando en el Perú el presidente Eduardo López de Romaña fue acreditado como ministro plenipotenciario en Bolivia el ilustre diplomático peruano Felipe de Osma, quien, el 23 de setiembre de 1902, firmó con el canciller boliviano Eliodoro Villazón un tratado de demarcación directa de la frontera peruano-boliviana, entre el río Suches y la frontera con Chile. Por un tratado adicional suscrito el 30 de diciembre de 1902, quedó sometido al arbitraje del Presidente de la República Argentina la zona materia de mayor conflicto, situada al norte del río Suches hasta la frontera con Brasil. Del alegato peruano se encargó el eminente internacionalista Victor M. Maúrtua, quien realizó una extraordinaria investigación documental, en colaboración con los especialistas Luis Ulloa, Víctor Andrés Belaunde y Carlos A. Romero. El alegato fue publicado en Madrid en 1906-1907: la exposición consta de dos volúmenes; la prueba documental, doce volúmenes; la contestación a la demanda de Bolivia, un volumen; la contestación al alegato de Bolivia, un volumen; y la prueba de la contestación de alegato, siete volúmenes. Por fin, el 9 de julio de 1909, durante el primer gobierno de Augusto B. Leguía en el Perú, el presidente de Argentina José Figueroa Alcorta expidió su laudo arbitral, que decidía la ubicación de la línea fronteriza entre ambos países. Este laudo no dio toda la razón al Perú, ni tampoco a Bolivia, sino que era de equidad, más que de estricto derecho. El Perú aceptó el laudo, pero no ocurrió lo mismo con Bolivia, que se rebeló contra el mismo, produciéndose en su territorio manifestaciones en contra del Perú y la Argentina. El día 11 de julio las turbas bolivianas atacaron la legación peruana en La Paz y se produjeron saqueos de propiedades de varios ciudadanos peruanos. Las objeciones de Bolivia al laudo fueron, a todas luces, incongruentes:
Acusó de extralimitación al árbitro, lo que no era exacto, pues el convenio lo facultaba para fallar con equidad.
Reclamó el derecho de pedir una revisión, pese a que ambas partes se habían comprometido a considerar el laudo como definitivo e inapelable.
Tachó al árbitro por haberse negado a una inspección ocular, pero ocurría que esa diligencia no la pidió en el momento oportuno, sino cuando ya el laudo estaba formulado.
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Ambos países movilizaron sus ejércitos a la frontera común, surgiendo la amenaza de guerra. El rechazo al fallo por parte de la cancillería boliviana originó también que La Paz y Buenos Aires rompieran sus relaciones diplomáticas. Tratado de Chuquisaca En un inicio, Bolívar se opuso a la independencia de Bolivia, intentando mantener su unión política con el Perú.9 Sucre, en cambio, tuvo la idea de concluir cuanto antes un tratado de límites entre ambas naciones, que incluya el puerto de Arica para la nueva república.10 Similar opinión tenía el peruano José Faustino Sánchez Carrión, quien se dirigió al Congreso peruano, para resolver definitivamente los límites entre ambas repúblicas. El Perú reconoce a Bolivia como nación soberana y envía a su plenipotenciario Ignacio Ortiz de Zevallos.11 El 15 de noviembrede 1826 firmó un tratado con los representantes bolivianos Facundo Infante y Manuel Ureullu. En ese acuerdo, el Perú y Bolivia se comprometían a formar una liga que se llamaría Federación Boliviana. Además, se fijaba la frontera litoral en el río Sama, por lo que el Perú cedía la provincia de Tacna, siendo compensada por la provincia de Apolobamba o Caupolicán, el pueblo deCopacabana y satisfacer la cantidad de 5.000.000 de pesos a los acreedores del Perú: La línea divisoria de las dos Repúblicas Peruana y Boliviana, tomándola de la costa del mar Pacífico, será el morro de los Diablos o el cabo de Sama o Laquiaca situado a los 18° de latitud, entre los puertos de Ilo y Arica hasta el puerto de Sama; desde donde continuará por la quebrada honda en el Valle de Sama, hasta la cordillera de Tacora: quedando a Bolivia el puerto de Arica, y los demás comprendidos desde el grado 18 hasta el 21 y todo el territorio perteneciente a la provincia de Tacna y demás pueblos ubicados al S. de esta línea. El tratado fue ratificado por el congreso boliviano, pero el gobierno peruano, dirigido por Andrés de Santa Cruz, lo desaprobó. Intervención peruana en Bolivia (1828) El 1 de setiembre de 1826 Bolívar se retiró del Perú. Su influencia en el país acabaría definitivamente el 26 de enero del año siguiente, con la sublevación de las tropas colombianas acantonadas en Lima, que regresarían definitivamente a su patria meses después.
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Sin embargo, el Perú veía amenazada su independencia, ante la inminente guerra con la Gran Colombia. Rodeada por su ejército por el norte y por el sur (Bolivia), se encontraba en una situación muy peligrosa. Sin embargo, en el país altiplánico ya sucedían choques con los colombianos. El mismo presidente Sucre sufrió un atentado, que lo hirió en la cabeza y en el brazo derecho. El general peruano Agustín Gamarra y su ejército entraron en Bolivia el 1 de mayo de 1828, con la manifiesta intención de salvar a dicho país de la amenaza de la anarquía y proteger la vida de Sucre, aunque su verdadero motivo era expulsar a los colombianos y poner punto final al predominio bolivariano en dicho país, contando con el apoyo de sectores de la población boliviana. No encontró resistencia y entró triunfante a La Paz.16 Tratado de Piquiza El 6 de julio de 1828, se firmó un tratado entre los generales Agustín Gamarra y José María Pérez de Urdininea, por cual se acordó, entre otras cosas, el retiro de las tropas gran colombianas de Bolivia y la renuncia a la presidencia por parte de Sucre: En el término de quince días contados desde el en que serán ratificados estos Tratados por los señores Generales en Jefe de los ejércitos beligerantes, empezarán a desocupar el territorio de la República Boliviana todos los individuos que existan en su ejército, ya sean colombianos o extranjeros de nacimiento. El día siguiente de ratificados estos Tratados expedirá S.E. el General en Jefe del ejército boliviano un decreto convocando para el 1° de Agosto al Congreso Constituyente que se halla en receso, el que se reunirá en la ciudad de Chuquisaca para ocuparse: 1° de recibir el Mensaje y admitir la renuncia del Presidente de la República, Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, según lo tiene protestado; 2° de nombrar el Gobierno provisorio; 3° de convocar inmediatamente y a la celeridad posible una Asamblea Nacional, que revea, modifique o declare subsistente la actual Constitución.
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Tratado de Arequipa No obstante el acuerdo de Tiquina, aún existía rivalidad entre ambos caudillos. Sin embargo, gracias a la mediación del plenipotenciario chileno en el Perú Miguel de Zañurtu, fue firmado el 8 de noviembre de 1831 el tratado de Arequipa, con los mismos protagonistas del acuerdo de Tiquina. En este tratado, se aseguró la paz entre los dos estados y se acordó la reducción del ejército del Perú a 3.000 hombres y el de Bolivia, a 1.600. Ninguno de los dos países intervendría en las cuestiones internas del otro. Los límites serían fijados por una comisión mixta que levantaría el plano de la frontera y determinaría los cambios y compensaciones de territorios que fueran convenidos. Entre tanto, se respetarían los límites actuales. Asimismo, se firmó un tratado de comercio, en el cual se aprobó la igualdad de derechos, se declaró libre la navegación en el Lago Titicaca y quedaron exentos algunos artículos necesarios para la industria y la agricultura de ambos países.20 Este último acuerdo fue rechazado por el Congreso boliviano, negociándose uno nuevo, que fue aceptado. La confederación Perú-Boliviana (1836-1839) Llamamos Confederación Perú – Boliviana a la unión de ambos países, Perú y Bolivia, en un solo Estado. Esto fue obra de Andrés de Santa Cruz, entre 1836 y 1839. La unión solo duro por tres años. Pero antes de estudiar este tema nos preguntamos ¿por qué los políticos – hombres de gobierno – de ambos países, buscaron, a los pocos años de proclamada la independencia de cada país – de Perú y de Bolivia -, unirlos nuevamente, para formar un solo Estado? En cada uno de los Estados de la Confederación había, desde 1837 hasta la disolución, un Presidente provisional en virtud del mariscal Andrés de Santa Cruz, quien era el Supremo protector de la Confederación de acuerdo con la Constitución de 1837.
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• Estado Nor-peruano (también conocida como República del Norte del Perú) Esta República estaba conformada por los antiguos departamentos La Libertad, Amazonas, Lima y Junín y su capital fue la ciudad de Lima. Tenía fronteras al norte con la República de Colombia y República del Ecuador y al este con el Imperio del Brasil. • Estado Sur-peruano (También conocido como República del Sur del Perú) Esta República sureña estaba conformada por los antiguos departamentos de Arequipa, Cusco, Ayacucho y Puno. La capital fue establecida en la ciudad de Tacna. .Estado de Bolivia (República de Bolivia) La República de Bolivia, estuvo conformado por su territorio completo en ese entonces. Estaba dividido en los antiguos departamentos de Cochabamba, Chuquisaca, La Paz, Potosí y Santa Cruz, y la capital fue la ciudad de Sucre. Este Estado heredó y mantuvo sus símbolos patrios de Bolivia. El fin de la confederación cuando inicio de la alianza entre Perú y Bolivia, los gobiernos de Chile y Argentina se proclamaron en desacuerdo por el pacto, ya que esto supondría una gran desventaja política, económica y militar para ellos. El gobierno chileno envió a sus tropas, en una primera expedición, para una lucha frontal con el ejército confederado. Estas fueron derrotados en la localidad de Paucarpata (Arequipa), en noviembre de 1837. Poco después, los chilenos organizaron una segunda expedición, en la que participó el ex presidente peruano Agustín Gamarra (1785-1841). El 20 de enero de 1839, derrotaron a Santa Cruz en la batalla de Yungay (Ancash), finalizando con ello la existencia de la Confederación que tuvo una existencia de tres años aproximadamente. Gamarra asumió el poder, continuando en nuestro país, una época de anarquía, que terminaría recién con el gobierno de Ramón Castilla, en 1844. Tratado de Cusco La cuestión de límites volvería a surgir tras la destrucción de la confederación Perú-Boliviana. El 14 de abril de 1839, se firmó en el Cusco un tratado preliminar de paz, suscrito por el ministro DEFENSA NACIONAL
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peruano Manuel de Mendiburu y su par boliviano Eusebio Gutierrez. La demarcación de límites se haría tomando como punto de partida el Desaguadero. Los Gobiernos de las Repúblicas de Bolivia y del Perú se comprometen a hacer una demarcación de límites de ambos fijando por base el Desaguadero que es el linde natural y el único que servirá de partida para la operación. Guerra entre Perú y Bolivia (1841-1842) Artículo principal: Guerra entre Perú y Bolivia El nuevo presidente del Perú, Agustín Gamarra, intentó anexar Bolivia, objetivo que le costó la vida en Ingavi en 1841. El ejército boliviano, al mando de Ballivián, invadió el sur peruano, desde Moquegua hasta Tarapacá. Fueron expulsados en 1842. Tratado de Puno El 7 de junio de 1842, se suscribió un tratado de paz, para poner fin a la guerra entre el Perú y Bolivia. Como mediador sirvió el plenipotenciario chileno Ventura Lavalle. Ambos beligerantes acuerdan dejar en el olvido los motivos de la guerra y se renunció a alguna indemnización. No se discutió algún tema limítrofe. Tratado de Arequipa La tensión entre el Perú y Bolivia duraría hasta 1847. Ese año, se llegó a un acuerdo claro de límites (3 de noviembrede 1847). Por parte del Perú, el ministro Domingo Elías; por Bolivia, Miguel María de Aguirre. La frontera se señalaría por una comisión adoptándose por linderos los ríos, lagos, montañas o límites arcifinios. Ambos países se harían las cesiones y compensaciones necesarias de territorios. Se nombrará por ambos Gobiernos una comisión destinada a levantar una carta topográfica de sus fronteras y otra que forme las estadísticas de los pueblos situadas en ellas, a fin de que, sin detrimento de los dos Estados, puedan hacerse recíprocamente las cesiones que sean necesarias para una exacta y natural demarcación de límites. Estos deberán ser ríos, lagos o montañas, en el supuesto de que ni el Perú ni Bolivia se negaran a hacer las enajenaciones que fuesen convenientes para satisfacer este objeto a condición de prestarse mutuamente las competentes indemnizaciones o compensaciones que sean a satisfacción de ambas partes.
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Tratado de Sucre El 10 de octubre de 1848, por parte del ministro peruano Cipriano Coronel Zegarra y el boliviano Casimiro Olañeta, se firmó un acuerdo en Sucre, revisión del pacto firmado el año anterior. En éste, se estipuló que los límites serían los de los antiguos amojonamientos, sin que ninguno de los estados se hiciese cesión o compensación alguna. Los productos de la industria boliviana se extrajeran por el puerto de Arica y las mercaderías que se importaran por este puerto a Bolivia estarían libres de derechos de tránsito. Se nombrará por ambos Gobiernos una comisión destinada a levantar una carta topográfica de sus fronteras, con el objetivo de que restituyan uno a otro Estado los terrenos confundidos entre las fronteras actuales, restableciendo al efecto sus antiguos amojonamientos, a fin de evitar dudas y confusiones en lo sucesivo, y obligándose a ambos Estados a conservar el territorio que les ha pertenecido siempre, y a no pedirse ni solicitar territorio alguno del otro, por enajenación, compensación u otro motivo de ningún género.
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CAPITULO III
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7. FRONTERA CON COLOMBIA Después
de
los
problemas
surgidos
con
Colombia en el siglo pasado, volvieron a surgir discrepancias con este país cuando colaboró con el Ecuador para frustrar el arbitraje del Rey de España, en el litigio que manteníamos con el gobierno ecuatoriano. Para solucionar estos nuevos problemas fronterizos, se firmó un Tratado el 6 de Mayo de 1904 entre el Canciller peruano don José Pardo y el Plenipotenciario colombiano don Luis Tanco Argáez, por el que se comprometieron ambos países a someterse al arbitraje de España sobre fundamentos del derecho y equidad, de acuerdo a las conveniencias de las Altas Partes Contratantes; a pesar de estos acuerdos la Cancillería colombiana no las aprobó, aduciendo que su representante había procedido sin las debidas instrucciones de su gobierno. En respuestas el Perú con la finalidad de arreglar diferencias y buscar la armonía y la paz, logró que se firmaran los siguientes documentos: * EL TRATADO ARBITRAJE GENERAL DE 12 DE SETIEMBRE DE 1905, Entre el representante peruano don Hernán Velarde y los colombianos don Chímaco Calderón y don Luis Tanco Argáez. * EL TRATADO DE ARBITRAJE Y LIMITES, Sometiendo a la cuestión de apreciación de fronteras al arbitrio de su Santidad el Sumo Pontífice Romano. * UN MODUS VIVENDI, que consideró al río Putumayo dividido en dos zonas: la peruana al sur, es decir en la margen derecha, entre los ríos Cobuya y Catuhé; y la colombiana a la margen izquierda, o sea al norte. Sin embargo el Perú no aprobó esta Convención Arbitral General hasta que fue necesario plantear lo siguiente:
* MODUS VIVENDI, que se firmó el 6 de Julio de 1906 en Lima, mediante el cual ambos DEFENSA NACIONAL
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países acordaron: Retirar del Putumayo y sus afluentes las guarniciones, aduanas, autoridades civiles y militares que estaban destacadas en esos puestos de avanzada, mientras se resolviera el problema de los límites sometidos al arbitraje, puesto que ya había sido aprobado. Las negociaciones de límites, siguieron sobre la base de los arreglos anteriores, pero inexplicablemente Colombia, desconociendo los acuerdos diplomáticos, envió dos expediciones hacia el lugar llamado LA PEDRERA a inmediaciones de la orilla derecha del río Caquetá, en donde estableció una Aduana fortificada en Puerto Córdova, violando el Modus Vivendi que se había firmado en 1909. Esta actitud incomprensible de Colombia originó una situación tensa, originando:
a) El Combate de Caquetá El Perú respondió a la actitud de demostración de fuerza de Colombia, movilizando al Batallón No 9 de Infantería acantonado en Chiclayo, que contaba con más de trescientos efectivos, bajo la dirección del Comandante Oscar R. Benavides. El batallón avanzó por las rutas de Cajamarca, Chachapoyas, Moyobamba, Balsapuerto, llegando a Iquitos, en donde se embarcaron en varias lanchas dirigiéndose al lugar del conflicto. Colombia al tener conocimientos de la movilización de tropas peruanas, organizó otra expedición al mando del General Neyra, pertrechada para la guerra. Esta situación de comienzos de un conflicto bélico, obligó a los Cónsules de ambos países que se hallaban en Manaos, a realizar gestiones para evitar la lucha y el derramamiento de sangre, solicitaron a sus respectivas Cancillerías que ordenaran la detención de ambas expediciones. Esto se cumplió en un primer momento y el 19 de Julio de 1911 se firmó en la ciudad de Bogotá, un Modus Vivendi, en cuyo acto intervinieron los plenipotenciarios Olaya Herrera-Tezanos Pinto, los que reconocieron:
El puesto colombiano que se hallaba en la Pedrera en el río Caquetá.
Colombia reconoció a su vez los establecimientos peruanos en el río Caquetá.
Colombia reconoció a su vez los establecimientos peruanos en el río Putumayo.
Colombia se comprometió a no atacar a las guarniciones peruanas en las riberas del Putumayo.
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A pesar de estos esfuerzos para evitar el enfrentamiento y el derramamiento de sangre en Caquetá se llegó al combate, habiéndose desarrollado las acciones de la siguiente manera:
La expedición peruana al mando de Oscar R. Benavides llegó a la Pedrera el 10 de julio, procediendo como acto seguido a notificar a los Generales colombianos José Isaías Gamboa y Gabriel Valencia, al mando de las tropas cuyos efectivos pasaban de doscientos más hombres de poblaciones selvícolas de las tribus de los huitotos, para que desocuparan el puesto de Caquetá, dándoles toda clase de garantías y facilidades para su traslado. El pedido del general peruano no obtuvo respuesta, deseando evitar el enfrentamiento Benavides hizo un segundo requerimiento, recibiendo en cambio un intenso tiroteo de las líneas colombianas. Esta situación obligó a los peruanos a realizar una riesgosa maniobra de desembarco, avanzaron con la lancha cañonera "América" en medio del nutrido fuego del enemigo, a pesar de sufrir un gran número de bajas entre muertos y heridos en las que destacaron las hábiles y heroicas maniobras del Teniente Manuel Clavero y del Ingeniero de máquinas Juan M. Runcinam, logró desembarcar el Batallón peruano, esta acción de arrojo y valentía hizo que los colombianos huyeran hacia la zona boscosa, dejando a su paso armamentos y demás pertrechos de guerra. El conflicto terminó a las 5 de tarde, en el campo de batalla se izó el pabellón Peruano. En este combate, sufrimos la caída de los Tenientes César A. Pinglo y Alberto Berguerie, y se recuerdan al Mayor Manuel Ramírez Hurtado y el Comandante de la "América" Manuel Clavero, al lado de numerosos soldados del Batallón No 9 que tomó en recuerdo de esa hazaña el nombre de "Caquetá" y recibió la condecoración de la orden de Ayacucho.
El Perú siempre respetuoso de los convenios diplomáticos, procedió a desalojar las tropas peruanas de la Pedrera, porque con anterioridad había sido reconocida como posesión colombiana; además procedió con toda nobleza a devolver los trofeos de banderas y armas capturadas en la lucha, así como a los prisioneros de guerra. Las negociaciones diplomáticas siguieron constantes, para del logro de una solución que mediante demarcación de fronteras llegará a concretar la armonía y el respeto de los derechos de ambos países. Producto del esfuerzo promovido por el Perú el 24 de marzo de 1922, se firmó un DEFENSA NACIONAL
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Tratado de Límites, entre le ministro de Colombia acreditado en Lima don Fabio Lozano Torrijos y el canciller del Perú don Alberto Salomón Osorio durante el gobierno de don Augusto B. Leguía. Este tratado basó las líneas de frontera en el río Putumayo y en la configuración de los límites se creó un trapecio dentro del cual estaba incluida la población de Leticia que pasó a Colombia. A cambio de ello recibimos la zona triangular de San Miguel Sucumbios.
La frontera impuesta por el gobierno de Leguía y sus seguidores, corría a la siguiente descripción:
* Desde un punto del álveo del río Putumayo, situado frente a la desembocadura del río Güepi; por el citado álveo, el río Putumayo aguas abajo, hasta el punto de confluencia del río Yaguas en el Putumayo; de allí una línea geodésica que en este extremo tiene un rumbo verdadero de 32º 34'14" O.S.W-, hasta el punto donde la geodésica intercepta el río Yaguas; sigue por la orilla derecha del río Yaguas, hasta donde la geodésica la corta y se separa francamente del curso del río; continúa en línea recta hacia la desembocadura del río Atacuari en el brazo del Tigre en el Amazonas; continua por el thalweg del "Brazo Tigre" y del río Amazonas; Amazonas, hasta el punto tripartito de las fronteras entre Perú - Colombia - Brasil, frente a la quebrada San Antonio en el citado río Amazonas. NOTA .- Por Acta Nº 04 del 11 de noviembre de 1929 se acordó cambiar el álveo por el thalweg. El Jefe de la Comisión Peruana expresó...también propone, de acuerdo con la facultad que le concede el artículo 3º del Tratado, fijar como línea en el río Putumayo el álveo mismo de este río, en lugar del thalweg debiendo formar parte integrante de cada país las islas adyacentes a las respectivas márgenes .....El Jefe de la Comisión Colombiana declaró.....que aceptaba la propuesta de su colega, el Jefe de la Comisión Peruana, en lo que respecta a la sustitución de la línea del thalweg en el río Putumayo por la línea del álveo del mismo río.
El Tratado SALOMON-LOZANO. Seccionó parte de nuestro territorio peruano, la ciudad peruana de Leticia pasaba al país vecino, se cambió la nacionalidad de muchas personas cerca de 17,000 peruanos cambiaron de DEFENSA NACIONAL
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nacionalidad sin haberles consultado. Entre los territorios cedidos se encontraban la zona baja del Putumayo y el Caquetá y sobre todo el TRAPECIO AMAZONICO, otorgando una salida al Amazonas a Colombia. Este tratado tuvo detractores y se sucedieron constantes observaciones bastante graves por parte de ambos países; protesta de los internacionalistas peruanos que afirmaban que se había cedido a Colombia gran extensión entre los ríos Caquetá y Putumayo, así como la salida libre al Amazonas, motivando una fuerte oposición para la ratificación del tratado, logrando conseguirse sólo por la presión ejercida del Ejecutivo al Congreso, aprobándose en la sesión del 20 de diciembre de 1927.
La oposición parlamentaria de 1931 consiguió con mayoría de votos de ambas Cámaras, que el Tratado Salomón Lozano sea revisado, a esto se sumó que un numeroso grupo de peruanos residentes en Leticia, pidieron ser escuchados en sus demandas de revisión y anulación de dicho Tratado y poder ser reintegrados a la nacionalidad peruana. Al no poderse solucionar estos impases, se llegaron a producir hechos de protesta y levantamientos: Un grupo de habitantes en Leticia, que pedían su reintegración al Perú, en coordinación con los pobladores de Caballococha y de loretanos que estaban sirviendo en la guarnición de Chimbote, tomaron en forma pacífica el puerto fluvial de Leticia el 1 de Setiembre de 1932, colocando al Perú, al borde de la guerra. Esta situación obligó al gobierno peruano a realizar conversaciones con Colombia, pero sin éxito. Colombia movilizó sus tropas en las fronteras peruanas y de igual forma las tropas peruanas se concentraron en Tarapacá, en las riberas del Putumayo en Güepi, Pantoja, Puerto Arturo y otros lugares. Este posible conflicto obligó a la intervención de la Liga de las Naciones, se produjo el primer choque armado en el Puerto Meléndez en donde resultó muerto un Sargento colombiano que fue magnificado como héroe, creciendo la agitación contra el Perú y el deseo de vengar la muerte del caído. La situación se complicó por los avances y encuentros de la marina y de la aviación de ambos países, entre ellos el combate de Güepi el 26 de marzo de 1932 que duró ocho horas destacando el valor y heroísmo del Sargento peruano Fernando Lores, el Cabo Alberto Reyes y los Soldados Alfredo Vargas y Reynaldo Bartra. Al fin Güepi cayó en poder de Colombia. El conflicto fue llevado a la Liga de Naciones en Ginebra, en donde se llegó al arreglo definitivo en la Conferencia de Río de Janeiro entre 1933 y 1934 y firmándose un DEFENSA NACIONAL
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Protocolo el 24 de mayo de 1934, que restableció la paz en ambos países, de acuerdo a la aprobación y aceptación del gobierno del Perú y Colombia del arbitraje del Señor Sean Lester, Presidente de la Liga de Naciones, a nombre de dicha institución. Conflicto de La Pedrera (1911) Artículo principal: Conflicto de La Pedrera En 1911, Colombia comenzó a establecer guarniciones militares en la orilla izquierda del río Caquetá, en clara violación al tratado Porras-Tanco Argáez, que establecía que esa zona era territorio peruano. Envió a una expedición comandada por el general Isaac Gamboa, conformada por 110 hombres, que ocupo Puerto Córdoba, también llamada La Pedrera. En junio, zarpó otra expedición a Puerto Córdoba al mando del general Neyra. Mientras tanto, el gobierno peruano, resguardando sus intereses en la zona que estaban siendo amenazados por las expediciones colombianas, solicitó la suspensión de la expedición Neyra, pero fue denegada. Entonces, las autoridades de Loreto destacaron un contingente peruano, al mando del teniente coronel Óscar R. Benavides, para desalojar a los colombianos de La Pedrera.97 Fue entonces cuando los cónsules de Perú y Colombia en Manaos, conscientes de las consecuencias de un posible enfrentamiento, propusieron telegráficamente a sus gobiernos la desviación de las expediciones: la expedición colombiana, al mando de Neyra, se detendría en Manaos; y la peruana, de Benavides, en el Putumayo. Sin embargo, por falta de conocimiento de estas negociaciones, se produjo un choque armado entre las fuerzas peruanas y colombianas. El 10 de julio, Benavides exigió la retirada de los colombianos de La Pedrera, solicitud denegada. Por ello, comenzó el ataque a Puerto Córdoba: después de dos días de combates, el contingente colombiano fue obligado a retirarse.9899 100 El 19 de julio de 1911, una semana después de los enfrentamientos en La Pedrera, el ministro plenipotenciario peruano Ernesto de Tezanos Pinto y el canciller colombiano Enrique Olaya Herrera firmaron en Bogotá el Convenio Tezanos Pinto-Olaya Herrera. En este acuerdo, Colombia se comprometió a no aumentar el contingente ubicado en Puerto Córdoba y no atacar a las posiciones peruanas ubicadas entre el Putumayo y el Caquetá. Al mismo tiempo, las tropas
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peruanas se vieron obligadas a abandonar La Pedrera y a devolver los trofeos de guerra capturados a los colombianos Negociaciones entre el Perú y Colombia (1911-1922)
Tras el incidente de La Pedrera, las relaciones entre Colombia y el Perú se vieron perturbadas: civiles colombianos apedrearon la casa del embajador peruano en Bogotá y su prensa atacó la actitud de su gobierno. La separación de Panamá, episodio muy sensible, todavía estaba en la mente colectiva. Muchos se preguntaban: ¿sería Caquetá otro Panamá? 105 Mientras tanto, las cancillerías de ambos países se preocupaban en iniciar nuevas gestiones. Entre 1912 y 1918, ambos países insistieron en la idea del arbitraje. Colombia, dirigida por los conservadores, planteaba el arbitraje del Papa: el Perú, en cambio, proponía como árbitro al Tribunal de la Haya o al Presidente de la Confederación Suiza. En 1919, se inició una nueva fase del conflicto. Colombia propone un arreglo directo, sin embargo, la línea propuesta por el ministro colombiano Fabio Lozano Torrijos a la cancillería peruana no fue aceptada, por cuanto no implicaba cesión alguna de Colombia. La contrapropuesta peruana tampoco fue aceptada por el ministro colombiano Creación, disolución y reinstauración del Virreinato de Nueva Granada
Artículo principal: Virreinato de Nueva Granada Hasta 1717, los dominios coloniales españoles en América estaban divididos en dos grandes jurisdicciones: elVirreinato de Nueva España y el Virreinato del Perú. Sin embargo, por la extensión del último, se requirió, para su mejor administración y gobierno, su división en diversas provincias. El 27 de mayo de 1717 se erigió por Real Cédula, sobre la base del Nuevo Reino de Granada, la Capitanía General de Venezuela y la Real Audiencia de Quito, el Virreinato de Nueva Granada.1 Sería
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temporalmente
el 5
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noviembre de 1723 y
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territorios
reincorporados al Virreinato del Perú.2 Pero en 1739 se restableció nueva y definitivamente, con los mismos territorios y derechos que tenía según la Real Cédula de 1717.
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Real Cédula de 1740 El rey Felipe V, mediante Real Cédula, fijaría los límites entre el Virreinato del Perú con el de Nueva Granada. Partiendo desde Tumbez en la costa del Pacífico sigue la línea por las serranías y demás cordilleras de los Andes por la jurisdicción de Paita y Piura, hasta el Maranon a los 6º30'de latitud Sur y la tierra adentro, dejando al Perú la jurisdicción de Piura, Cajamarca, Moyobamba y Motilones y por la cordillera de Jeveros atravesando el río Ucayali, a los 6ºde latitud Sur hasta dar con el río Javari o Jauri en la confluencia del Carpi y las aguas de este al Solimaes o Amazonas y las de este aguas abajo hasta la boca más occidental del Caqueta o Yapura, en que comienzan los límites con el Brasil...
Real Cédula de 1802
Carlos IV, el 15 de julio de 1802, dictó una Real Cédula, según la cual, el Gobierno de Maynas y el Gobierno de Quijos, así como las misiones establecidas en los ríos que desembocan en el Marañón, que pertenecían hasta entonces al territorio de la Real Audiencia de Quito y (por consiguiente) al Virreinato de Nueva Granada, pasaban a la jurisdicción política y eclesiástica del Virreinato del Perú.4 He resuelto que tenga por segregado del virreinato de Santa Fe y de la provincia de Quito y agregado a ese virreinato el Gobierno y Comandancia General de Mainas con los pueblos del Gobierno de Quijos, excepto el de Papallacta por estar todos ellos a las orillas del río Napo o en sus inmediaciones, extendiéndose aquella Comandancia General no sólo por el río Marañón abajo, hasta las fronteras de las colonias portugueses, sino también por todos los demás ríos que entran al Marañón por sus margines septentrional y meridional como son Morona, Huallaga, Paztaza, Ucayali, Napo, Yavari, Putumayo, Yapurá y otros menos considerables, hasta el paraje en que éstos mismos por sus altos y raudales dejan de ser navegables: debiendo quedar también a la misma Comandancia General los pueblos de Lamas y Moyobamba... A cuyo fin os mando que quedando como quedan agregados los gobiernos de Mainas y Quijos a es virreinato auxiliés con cuantas providencias juzguéis necesarias y os pidiere el Comandante General y que sirvan en DEFENSA NACIONAL
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ellos no sólo para el adelantamiento y conservación de los pueblos, custodia de los misioneros sino también para la seguridad de mis dominios impidiendo se adelanten por ellos los vasallos de Corona de Portugal nombrando los cabos subalternos o Teniente de Gobernador que os pareciere necesarios, para la defensa de esas fronteras y administración de justicia...Así mismo he resuelto poner todos esos pueblos y misiones reunidos a cargo del Colegio Apostólico de Santa Rosa de Ocopa de ese Arzobispado...Igualmente he resuelto erigir un Obispado en dichas misiones...YO EL REY Real Cédula de 1803 Carlos IV, debido a la solicitud de la Junta de Fortificaciones de América, emitió la Real Cédula del 7 de julio de 1803, por la cual en lo militar y lo político el Gobierno de Guayaquil volvió a depender del Virreinato del Perú.5 (...) debe depender el gobierno de Guayaquil del virrey de Lima y no del de Santa Fe, pues éste no puede darle, como aquel en los casos necesarios, los precisos auxilios, siendo el de Lima por la facilidad y la brevedad con que puede ejecutarlo, quien le ha de enviar los correos de tropas, dinero, pertrechos, armas y demás efectos de que carece aquel territorio; y por consiguiente, se halla en el caso de vigilar mejor, y con más motivo que el de Santa Fe, (...) Real Cédula de 1816 En 1816, se revoca y anula lo decretado por la Real Cédula de 1802; y el 22 de septiembre de ese mismo año, el Presidente de Quito, Toribio Montes, recibe los expedientes relativos a esta orden. El 22 de julio de 1818, el nuevo Presidente de Quito, Melchor Aymerich, pide al Virrey del Perú, Joaquín de la Pezuela, el cumplimiento de la cédula de 1816. El 23 de agosto de 1818, se devolvía plenamente la provincia de Maynas a la Presidencia de Quito. Real Cédula de 1819 El cabildo de Guayaquil pidió al Rey de España que segregara su provincia del Virreinato del Perú y la adhiriera nuevamente al de Nueva Granada. Fernando VII contestó a esta petición con la Real Cédula de 1819: (...) en cuya consecuencia he venido en declarar que estando ya restablecido el Virreynato de Santa Fé y en exercicio de sus funciones el Presidente y Audiencia de Quito á ésta toca atender en todas las causas así civiles y criminales del Gobierno de Guayaquil como en los asuntos de mi DEFENSA NACIONAL
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Real Hacienda, permaneciendo el mismo Gobierno sujeto en lo militar a ese Virreynato. Y para que esta mi Real determinación tenga su más puntual cumplimiento, he resuelto preveniros, como por la presente mi Real Cédula os prevengo, dispongais inmediatamente la reposicion de la ciudad de Guayaquil y su provincia al ser y estado en que se hallaba antes de acordar en el año de 1810 vuestro antecesor el Marqués de la Concordia su agregación a ese Virreynato. Uti possidetis iure Tras la abdicación de Carlos IV de España y de su hijo, Fernando VII de España (1808), en favor del emperador Napoleón; se formaron juntas de gobierno en toda la América española. Poco a poco, estas juntas fieles a Fernando VII fueron más radicales en sus ideas y comenzaron a surgir voces que apoyaban firmemente la ruptura con la Península. Tras la guerra de independencia, se propuso que los países hispanoamericanos emancipados conservasen las antiguas fronteras de las colonias del Imperio español en América. Es decir, que los nuevos estados surgidos tendrían como fronteras las que le corresponderían de las colonias españolas en el año 1810, provisionalmente hasta la existencia de un tratado, alegando el año 1810 como el último de la monarquía española para la posesión legítima de sus dominios americanos. Independencia de la Gran Colombia (19 de agosto de 1819) Artículo principal: Independencia de Colombia Tras la batalla del Pantano de Vargas y la de Boyacá, en las cuales el ejército patriota venció al realista, Bolívar y sus hombres tuvieron vía libre hacia Santa Fe de Bogotá, ingresando a la ciudad el 10 de agosto de 1819. El 19 de agosto de ese año se proclamó la República de Colombia, pero recién el 17 de diciembre, el Congreso de Angostura declaró formalmente su independencia. La nueva república se constituyó en los territorios pertenecientes al antiguo virreinato de Nueva Granada, a saber, Venezuela, Cundinamarca y Quito.
Independencia de Guayaquil (9 de octubre de 1820) Artículo principal: Independencia de Guayaquil
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El cabildo de Guayaquil se independizó formalmente de España el 9 de octubre de 1820, y con ese episodio, comenzaría la guerra de independencia de Quito (hoy Ecuador).7 En la provincia, las opiniones estaban divididas: uno apoyaban la anexión al Protectorado del Perú, otros a la Gran Colombia y unos terceros, a la independencia.8 El 31 de julio de 1822, la ciudad de Santiago de Guayaquil declaró su anexión oficial a la Gran Colombia. Creación del Distrito del Sur El 12 de octubre de 1821, el Congreso colombiano dictó una ley de división del territorio de la República: ésta sería conformada por tres distritos: Distrito del Norte, del Centro y del Sur. En este último se encontraba incluida la provincia de Jaén de Bracamoros y Mainas, su capital Jaén.9 Independencia de Tumbes (7 de enero de 1821) Tras la proclamación de independencia de Trujillo, ocurrida el 29 de diciembre de 1820, otras regiones siguieron su ejemplo: Tumbes se declararía independiente el 7 de enero de 1821, y se integraría a la naciente República Peruana.10 Creación del Departamento de Trujillo El 12 de febrero de 1821, José de San Martín (llegado hacía ya varios meses con una expedición para liberar el Virreinato del Perú) dictó un reglamento provisional en su cuartel general de Huaura, donde incluía como territorio peruano al departamento de Trujillo, donde incluía a Cercado de Trujillo, Lambayeque, Piura, Cajamarca, Huamachuco, Pataz y Chachapoyas.11 Independencia de Jaén (4 de junio de 1821) Los pobladores de Jaén y los principales vecinos de los demás pueblos de Colasay, Chirinos, San Ignacio y Tomependa, declararon el 4 de junio de 1821«proclamada la patria y jurada la gloriosa independencia», notificando al general José de San Martín e incorporándose a la Presidencia de Trujillo. El 22 de julio de 1822, Sucre ordenó que Jaén jurase la constitución colombiana. La ciudad rechazó el mandato, aduciendo que tenía diputados en el Congreso peruano. Bolívar mismo hizo que Sucre desistiera de sus propósitos por las mismas razones.12 Independencia del Perú (28 de julio de 1821) Artículo principal: Declaración de Independencia del Perú DEFENSA NACIONAL
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Tras la llegada de San Martín al Perú, la independencia de Trujillo y el retiro del Ejército realista de Lima; el Ejército Libertador entró a esta ciudad el 9 de julio de 1821.13 San Martín proclamó la independencia del Perú con las siguientes palabras: Desde este momento el Perú es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende. ¡VIVA LA PATRIA!, ¡VIVA LA LIBERTAD!, ¡VIVA LA INDEPENDENCIA!. José de San Martín. Lima, 28 de julio de 1821. Independencia de Maynas (19 de agosto de 1821) Tras
la
llegada
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las
noticias
de
la
llegada
de
San
Martín,
los
patriotas
de Moyobamba y Chachapoyas desconocieron al gobierno realista y los derrotaron en la batalla de Higos Urco, el 6 de junio de 1821. La jura de independencia de Maynas se realizaría el 19 de agosto de 1821.15 Por la libre integración de los pueblos, Maynas se integró a la República Peruana, jurando las bases y la mismaConstitución de 1823 Negociaciones de límites entre Colombia y Perú (1822-1823) Gobernando el Perú José de San Martín, llegó a Lima Joaquín Mosquera, en calidad de ministro plenipotenciario de Colombia. Los objetivos de su llegada fueron:
El reconocimiento por parte del Perú de que Guayaquil se incorporara a Colombia; y
Gestionar la adhesión del Perú a un pacto de unión, liga y de confederación perpetuo entre las naciones de América. Mosquera se entrevistó con el ministro de relaciones exteriores del Perú, Bernardo de Monteagudo, argumentando que «debían respetarse los límites virreinales de 1810, en cuanto no estuviesen modificados por el derecho posterior a la revolución» y, por ende, la anexión de Guayaquil a Colombia. Sin embargo, probablemente desconocía las reales cédulas de1803 y 1807, que estipulaban la reincorporación de la ciudad al virreinato del Perú. Monteagudo quien (probablemente por su calidad de extranjero) también ignoraba los derechos del Perú respaldados por la Real Cédula de 1803 y su ratificación de 1807, se opuso a la anexión
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y, en cambio, respondió a Mosquera que el Estado del Perú reconocía a la Junta Gubernativa de Guayaquil. No logrando ponerse de acuerdo sobre la cuestión de Guayaquil, postergaron las discusiones de límites para otra ocasión y firmaron el 6 de julio de 1822 un tratado de amistad y alianza entre el Perú y Colombia, en el que se comprometían a defenderse mutuamente y se concedían privilegios a los ciudadanos de ambos países.17 Además, estipulaba que «la demarcación de los límites precisos que hayan de dividir los territorios de la República de Colombia y el Estado del Perú se arreglará por un convenio particular después que el próximo Congreso Constituyente del Perú haya facultado al Poder Ejecutivo del mismo Estado para arreglar este punto…».18 El Perú bajo la influencia bolivariana (1823-1826) El 1 de septiembre de 1823 llega al Callao, a bordo del bergantín Chimborazo, Simón Bolívar, invitado por el Congreso peruano «para consolidar la independencia». El 18 de diciembre del mismo año se firmó en Lima el Convenio Galdeano-Mosquera, el cual establecía que «Ambas partes reconocen por límites de sus territorios respectivos, los mismos que tenían en el año de mil ochocientos nueve los ex virreinatos del Perú y Nueva Granada.» Fue aprobado por el Congreso peruano, pero meses después lo desaprobó el congreso colombiano. El 9 de diciembre de 1824, en los campos de Ayacucho, se consumó la independencia del Perú. Pasados los ánimos triunfalistas, muchos patriotas se manifestaron contra Bolívar, quien se mantuvo como Dictador. Durante su gobierno, no planteó reclamos territoriales e incluso nombró gobernadores en Jaén y en Maynas, reconociendo así la pertenencia de esta provincia al Perú.20 21 22 Ya antes, en correspondencia con Santander del 3 de agosto de 1822, Bolívar reconocía que tanto Jaén como Maynas pertenecían legítimamente al Perú. Al retirarse Bolívar en 1826, los elementos liberales y nacionalistas en el Perú pusieron fin al régimen bolivariano, en enero de 1827. El nuevo gobierno despidió a las tropas colombianas y expulsó al agente diplomático colombiano, Cristóbal Armero.20 En todo el país, se organizaron actos indignantes contra Bolívar y Sucre.24 Al mismo tiempo, el ejército peruano al mando de Agustín Gamarra entró en Bolivia y obligó a renunciar a Sucre a la presidencia, acabando con la influencia colombiana en ese país.
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Para remediar la crisis, el Perú envió a Colombia como ministro plenipotenciario a José Villa. Bolívar se negó a recibirlo y, por intermedio del canciller colombiano, pidió explicaciones al Perú sobre la despedida de tropas colombianas, la intervención en Bolivia, la expulsión de Armero, la deuda de la independencia y la restitución de Jaén y Maynas.25 Enseguida, Villa recibió sus pasaportes. Guerra grancolombo-peruana (1828-1829) Tanto en Colombia como en el Perú se produjeron excitaciones bélicas. El 17 de mayo de 1828, el Congreso peruano autorizó al presidente José de la Mar a tomar medidas militares, a causa de la expulsión de Villa.27 Sin embargo, sería Bolívar quien daría el primer paso: el 3 de julio de 1828, la República de Colombia declaró oficialmente la guerra a la República Peruana. La marina peruana bloqueó la costa pacífica gran colombiana y asedió el puerto de Guayaquil,29 ocupándola el 19 de enero de 1829.25 El ejército peruano ocupó Loja y Azuay. A pesar de estos éxitos, la guerra terminó cuando elejército peruano fue derrotado en el Portete de Tarqui, el 27 de febrero de 1829; y con la firma del Convenio de Girón, al día siguiente, que estipulaba la desocupación de Guayaquil y Loja porque «Colombia no consentirá firmar un tratado mientras tropas enemigas ocupen su territorio». Este punto es destacable, pues implícitamente Colombia no consideraba como territorio suyo a Jaén y Maynas, al no exigir su desocupación.
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CAPITULO IV
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8. FRONTERA CON CHILE El cuarto país con el cual definimos nuestra frontera fue Chile. Los primeros intentos de arreglos con este país fueron las conferencias que se llevaron a cabo con la intervención del gobierno norteamericano
a
bordo
del
barco
"Lackawanna" anclado en la bahía de Arica. Participaron en esta reunión los delegados de los países en guerra, por el Perú don Antonio Arenas y Aurelio García y García; por Bolivia don Juan C. Carrillo y don Mariano Bautista; por Chile don Elogio Alamparon, don José Francisco Vergara y don Eusebio Lillo; y el Ministro norteamericano acreditado en Lima Sr. Christiancy, así como el que estaba acreditado en Santiago, Sr. Osborn. Las reuniones se llevaron a cabo los días 11, 25 y 27 de Octubre de 1880, en las cuales los países presentaron fórmulas de arreglo al conflicto: c) Chile sostuvo:
La entrega de la zona del litoral de Bolivia.
La cesión de Tarapacá.
El pago por el Perú y Bolivia de veinte millones de pesos por concepto de indemnización.
La devolución del transporte "Rímac".
La anulación del Tratado Secreto de Alianza con Bolivia.
La ocupación de Moquegua, Tacna y Arica por las fuerzas chilenas hasta el cumplimiento total de sus demandas.
El rechazo al arbitraje de los EE.UU. de Norte América.
d) El Perú sostuvo:
La intangibilidad territorial.
La negativa por imposibilidad de pagar la indemnización a Chile.
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La entrega del arbitraje a los EE.UU. de Norte América.
El Perú rechazó las desmesuradas pretensiones de Chile, fracasando estas primeras negociaciones lo que hizo que la guerra continuara, los chilenos habían destruido la Escuadra peruana y venciendo la línea de las defensa de tierras en San Juan, Chorrillos y Miraflores, ocuparon Lima. Posteriormente en varias oportunidades, durante el desarrollo de la guerra, se continuó tratando de conseguir la paz, hasta que se efectuó el Tratado de Ancón cuya redacción se hizo en el balneario del mismo nombre, siendo firmado en Lima el 20 de Octubre de 1883, entre don Jovino Novoa por Chile y don José Antonio de Lavalle y don Mariano Castro Saldivar por el Perú. Por este Tratado se acordó:
La cesión a Chile en forma incondicional y perpetua de la Provincia de Tarapacá, comprendiendo la quebrada y el río Camarones por el norte; la quebrada y el río Loa por el sur; la república de Bolivia por el este, y el Océano Pacífico por el oeste.
La entrega a Chile de Tacna y Arica por el término de 10 años, sobre las bases de los límites del río Sama hasta la quebrada de Camarones al Sur.
La realización de un plebiscito al término de los diez años, para que Tacna y Arica decidieran su nacionalidad.
El pago por el Perú de la suma de diez millones de soles por concepto de indemnización a Chile. Después de este injusto Tratado, como refiriera el General Cáceres: "Fue una paz implorada de rodillas", el ejército de ocupación abandonó Lima, dejando algunos enfermos en los hospitales y quedando tropas en Miraflores, Barranco y Chorrillos, además de las que todavía permanecían en la sierra: Chosica, Tarma y Ayacucho; hasta que al final abandonaron el Perú en Agosto de 1884.
Al cumplirse los diez años del plazo para la realización del plebiscito, éste no se llevó a cabo y en 1894, siendo Presidente de la República el Coronel Remigio Morales Bermúdez, hizo grandes esfuerzos sin conseguirlo, ya que Chile alegaba que existía un Protocolo complementario del Tratado, que no había sido firmado, en el que se consideraba:
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"Que Chile podía mantener su ejército en el lugar del Perú, que le conviniera comprometiéndonos nosotros a subvencionar todas las necesidades de dichas fuerzas de ocupación". El Perú rechazó tan humillante condición; pese a las dificultades que hacía surgir Chile, para evitar el plebiscito. Durante el gobierno de don Nicolás de Piérola, se reiniciaron los tratos para hacer cumplir las cláusulas del Tratado de Ancón, pero estos fracasaron. Durante el tiempo que Chile ocupó Tacna y Arica, intensificó su campaña de hostilidades contra el Perú, expulsando a los maestros, a los curas y a los que se les daba plazos de cuarenta y ocho horas por ser difusores del sentimiento de amor y fidelidad al Perú; de ellos dice el Dr. Basadre: " Acaso el más arrojado y elocuente fue el Vicario de Arica J. Vitaliano Berroa y con análogos merecimientos Monseñor Juan Gualberto Guevara, quien más tarde llegó a ser Arzobispo del Perú". Además separaron a todo peruano que consideraban influyente en la formación de la juventud; de igual manera procedieron a clausurar muchas escuelas peruanas hospitalizando de tal modo a la población que llegaron al extremo de prohibir las celebraciones de efemérides peruanas, así como despliegue de la bandera, que sólo era prohibida en el interior de los hogares, asimismo se había decretado la prohibición de entonar el Himno Nacional. También hubo maltratos y despidos de trabajadores peruanos que laboraban en el Puerto de Arica y además clausura de todas las iglesias de Tacna y Arica. En los años de 1908 y 1909 se extremó esta campaña que se llamó de "chilenización". Sin embargo las poblaciones de Tacna y Arica realizaban verdaderos esfuerzos patrióticos por mantener la lealtad al Perú, estos se manifestaban a través de periódicos y libros, destacándose en esta labor periodistas como José María Barreto; poetas como Víctor Mantilla, José Corvacho y Federico Barreto, que alentaron al pueblo en el recuerdo permanente de la Patria; pero por sobre todas las cosas, fue notable la sostenida campaña del amor al Perú por las mujeres tacneñas que fomentaron en sus hijos los sentimientos de la profunda raíz peruana de su pueblo, contrarrestando durante muchos años la campaña de odio y el esfuerzo de chilenización al que fueron sometidos los niños y jóvenes de las poblaciones cautivas de Tacna y Arica.
El 8 de setiembre de 1908, el Perú inauguró la Cripta de los Héroes caídos en la guerra del DEFENSA NACIONAL
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Pacífico, en el cementerio "Presbítero Maestro" de Lima; en esa ceremonia se produjo el llamado "Incidente de la corona", porque el Ministro chileno don Miguel Echenique Gandarillas, ofreció a nombre de su gobierno una corona de bronce, para ser colocada en el santuario patriótico. El Canciller peruano don Melitón Porras, a nombre del Perú rechazó dicho presente, terminando el incidente con el retiro el embajador chileno con la consiguiente ruptura diplomática con el país del sur.
Chile, mientras tanto expidió leyes destinadas a hacer grandes inversiones en la zona de Arica tendientes a cambiar la opinión entre los pobladores a su favor. En 1910, se produjo la protesta peruana por los abusos que se cometían en las provincias ocupadas y por la constante negativa de Chile para cumplir el Tratado y que a la vez se manifestó con el retiro de nuestro embajador en Santiago. Los acontecimientos del final de la primera guerra mundial influyó en el criterio del gobierno peruano, sobre todo con el espíritu que animó el Tratado de Versalles que puso término a la conflagración mundial, condenando entre otras cosas los acuerdos y tratados realizados por compulsión violenta del vencedor, así como la condena a las guerras de conquista, planteamientos aprobados por todos los países del mundo; sirviendo de base para que el Perú pronunciara el desconocimiento del Tratado de Ancón. A pesar de ello se volvió a retomar los arreglos, y el presidente Leguía sostuvo la necesidad de someter el problema al arbitraje de los EE.UU. de Norteamérica, cuyo Presidente, Señor Calvin Coolidge, emitió el fallo Arbitral de 4 de Marzo de 1925, considerando como "indispensable la realización del plebiscito que decidiera la suerte de Tacna y Arica". El Presidente Leguía y su Ministro de Relaciones Exteriores don Alberto Salomón Osorio, tuvieron que aceptar el laudo y preparar al país para el plebiscito. Con la participación de EE.UU. de Norteamérica quién nombró al general John J. Pershing para que estuviera al frente de la Comisión del plebiscito, la que se instaló en Arica en agosto de 1925. El general Pershing se dio cuenta de la coacción ejercida por Chile en Arica, con la clausura de los órganos de expresión y de todo medio de comunicación unido a ello a las evidentes pruebas de la persecución chilena, lo cual hizo cambiar la actitud de Pershing, quien junto con la comisión llegó a la conclusión de que era imposible efectuar el plebiscito en forma libre; de igual forma procedió su sucesor del General William Lassiter, quien también descubrió vicios en los padrones redactados para el plebiscito, en ellos se DEFENSA NACIONAL
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habían escandalosamente aumentado nombres de residentes en Tacna de residentes chilenos de Arica, direcciones falsas y otros documentos cuya identidad se ponía en duda. La Comisión se retiró el 21 de junio de 1925, lo mismo que la delegación peruana integrada por los Drs. Angel Gustavo Cornejo y Emilio Valverde. Posteriormente al reanudarse las conversaciones, el Perú nombró una nueva Comisión presidida por el diplomático peruano don Manuel Freyre de Santander y como Asesores don Alberto Salomón Osorio, don Anselmo Barreto y don Manuel María Forero. EE.UU. de Norteamérica que volvió a intervenir, con la participación de su Secretario de Estado Dr. Frank Kellogg, cuyas opiniones de dividir territorialmente Tacna y Arica o de conformarlas dentro de un Estado neutral, fueron rechazadas y los tacneños heroicamente siguieron defendiendo la integridad peruana de su suelo. El 3 de junio de 1929 se suscribió el Tratado entre el Canciller peruano Pedro José Rada y Gamio y el plenipotenciario chileno don Emiliano Figueroa Larraín. Este Tratado consideró los siguientes aspectos:
La línea divisoria que se constituye en la frontera entre Perú y Chile partirá de un punto de la costa, que se denominará "Concordia" distante diez kilómetros del puente del río Lluta, para seguir hacia el oriente, paralela a la vía de la sección chilena del ferrocarril de Arica a la Paz, con las inflexiones necesarias para utilizar la demarcación de los accidentes geográficos que permitan dejar en territorio chileno las azufreras del Tacora y sus dependencias.
Pasando luego por el centro de la Laguna Blanca en forma que una de sus partes queden en el Perú y otra en Chile.
Chile cede a perpetuidad todos sus derechos sobre los canales de Uchuzuma y del Mauri llamado también "Azucarero". · Se acuerda el nombramiento de una Comisión Mixta para fijar y señalar los hitos de las fronteras.
Chile se compromete a construir a su costo un malecón para facilitar el atraque de barcos de gran calado en la bahía de Arica y que sea puesto al servicio del Perú.
Chile se compromete a la construcción de una Agencia Aduanera y una Estación Terminal para el ferrocarril a Tacna.
Los hijos de los peruanos nacidos en Arica conservarán la nacionalidad de sus padres hasta llegar a la mayoría de edad (21 años) en que podrán adoptar su nacionalidad definitiva; en igual forma se procederá con los hijos de los chilenos nacidos en Tacna. DEFENSA NACIONAL
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El tratado del 3 de junio de 1929 significó para el Perú la pérdida de Arica, aunque le reconoce una serie de derechos específicos sobre ese territorio; la pérdida de una tercera parte de la provincia de Tarata, quedando además supeditada al puerto de Arica. El 28 de agosto de 1929 Chile devolvió Tacna al Perú. La reincorporación de Tacna al Perú, fue recibida con muestras de emocionado júbilo en todo el país. Este tratado a pesar de estas contingencias adversas, fue un instrumento de paz entre los dos países, posteriormente se reanudaron las relaciones diplomáticas y se restableció la amistad con el país del sur.
MAPA QUE MUESTRA EL SUR DEL PERÚ ANTES DE 1879
Acuerdo del 8 de marzo de 1968 entre Chile y Perú Acuerdo para construir postes o señales de apreciables proporciones visibles a gran distancia, en la zona marítima fronteriza, establecido por intercambio de notas de 6 de febrero y 8 de marzo de 1968 entre los gobiernos de Perú y Chile. A. Nota peruana Lima, 6 de febrero de 1968 Nota N° 1 (J) 6-4/9
Señor Encargado de Negocios: Tengo a honra dirigirme a su señoría para comunicarle que, a raíz de la entrevista realizada en Lima por el señor Embajador don Fabio Pío Valdivieso, Director de Fronteras del Estado, y el señor Coronel don Alejandro Forch, jefe del Departamento de Límites de Chile, y el Embajador DEFENSA NACIONAL
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don Bolívar Ulloa, Asesor Técnico, y el Ministro don Jorge Velando Ugarteche, Jefe del Departamento de Fronteras de esta Cancillería, este Despacho estima, considerando lo tratado en la entrevista, que es conveniente que se proceda a construir por ambos países, postes o señales de apreciables proporciones visibles a gran distancia, en el punto en que la frontera común llega al mar, cerca del hito número uno. Si el ilustrado Gobierno de Chile está de acuerdo con esta proposición, mucho le agradeceré dármelo a conocer, así como el nombre del técnico que tenga a bien designar para reunirse en el terreno con el que comisione el Gobierno del Perú a fin de llevar a efecto la construcción de la mencionada señal. Aprovecho esta oportunidad para reiterar a su señoría las seguridades de mi más distinguida consideración.
Al Honorable Señor Don José Oyarzun González Encargado de Negocios a. i. de Chile B. Nota chilena
Embajada de Chile N° 81 Lima, 8 de marzo de 1968 Señor ministro: Tengo el honor de dar respuesta a la atenta nota de Vuestra Excelencia N° (J): 64/9, de fecha 6 de febrero pasado, por medio de la cual me comunica que, a raíz de las conversaciones celebradas en Lima por las autoridades peruanas y chilenas de fronteras y límites se llegó a establecer la Conveniencia de que se procederá a construir por ambos países, postes o señales de apreciables proporciones y visibles a gran distancia, en el punto en que la frontera común llega al mar, cerca del hito número uno. Sobre este particular, puedo informar a Vuestra Excelencia que mi Gobierno estima aceptable vuestra proposición, para que dicha reunión de técnicos peruanos y chilenos se lleve a efecto en el
hito
número
uno,
en
la
fecha
y
hora
que
disponga
Vuestra
Excelencia.
La delegación de Chile estaría compuesta por el jefe del Departamento de Limites DEFENSA NACIONAL
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Internacionales, Ingeniero Geógrafo don Alejandro Forch y el Consultor Marítimo de esa repartición, Capitán de Navío en retiro especialista en hidrografía don Alberto Andrade.
Al Excelentísimo Señor Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de Hacienda y Comercio Encargado de la Cartera Acta del 26 de abril de 1968 entre Chile y el Perú Reunidos los Representantes de Chile y del Perú, que suscriben, en la frontera chileno-peruana, acordaron elaborar el presente documento que se relaciona con la misión que les ha sido encomendada por sus respectivos Gobiernos en orden a estudiar en el terreno mismo la instalación de marcas de enfilación visibles desde el mar, que materialicen el paralelo de la frontera marítima que se origina en el Hito número uno (N°.1). Previo un reconocimiento del terreno, una apreciación hecha desde el mar y el consiguiente cambio de ideas para el objetivo de la señalización que se proyecta realizar, los Representantes de ambos países acordaron someter al estudio y resolución de sus respectivos Gobiernos las proposiciones que se detallan: 1. Instalar dos marcas de enfilación con señalización diurna y nocturna; la marca anterior quedaría situada en las inmediaciones del Hito N°.1, en territorio peruano; la marca posterior estaría ubicada a una distancia aproximada de 1.800 metros de la marca anterior, en la dirección del paralelo de la frontera marítima, lo que la situaría al lado sur de la Quebrada de Escritos, en territorio chileno. 2. Las marcas tendrían las siguientes características: a) Torre anterior.- Estructura metálica no menor de 20 metros de altura, con paneles alternados para visibilidad, diurna y además, reflector de radar para todo tiempo; b) Torre posterior.- De características similares a la torre anterior y con los mismos elementos de señalización diurna y de reflexión de radar; pero con una altura estimada no menor de 30 metros sobre el nivel medio del mar (esto, sobre la base de que la diferencia de nivel apreciada entre ambas torres es de aproximadamente 10 metros).
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3. Los fanales para la identificación nocturna serían del tipo eléctrico de destellos, con una fuente de energía propia, cuyas características de visibilidad y alcance aproximado sea de 15 millas, con luminosidad para todo el horizonte y de color verde claro. 4. La construcción, instalación, mantenimiento y conservación de las torres corresponderían la anterior al Perú y a Chile la torre posterior. Finalmente, en vista de que el paralelo que se proyecta materializar es el correspondiente a la situación geográfica que para el Hito de concreto N°. 1 señala el Acta suscrita en Lima el primero de agosto de 1930, los Representantes sugieren se verifique por una Comisión Mixta la posición de esta pirámide antes de la realización de los trabajos que recomiendan. Se suscribe el presente documento en dos ejemplares originales de igual tenor, a los veintiséis días del mes de abril del año mil novecientos sesenta y ocho
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9. FRONTERA CON ECUADOR Luego del desembarco del Libertador de América, general don José de San Martín en Paracas, el 8 de setiembre de 1820, Guayaquil proclamó su independencia el 9 de octubre del mismo año, y formó parte de la Gran Colombia. El 7 de Enero de 1821 Tumbes proclamó y juró su independencia en un Cabildo Abierto y el 4 de junio del mismo, hizo lo propio Jaén bajo el amparo de la protección de San Martín procediendo en 1822 a enviar diputados al Congreso Constituyente del Perú de 1822, pidiendo ser integrantes del territorio peruano. Maynas a su vez, se incorporó a la vida independiente como integrante del departamento de Trujillo, jurando la Constitución liberal del Perú de 1823. Años después se trató de establecer los límites definitivos del Perú, con los países vecinos y esto se intensificó al hacerse presente la delegación neogranadina que presidió Don José Joaquín Mosquera, portador de las ideas bolivarianas de unir a los pueblos de América en una poderosa Confederación, éste se entrevistó con don Bernardo de Monteagudo quien por entonces era Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, a quien le manifestó: "Que se reconociera la provincia de Guayaquil como integrante de Colombia, de acuerdo al proyecto de la Confederación redactado por Don Pedro Gual Ministro de Relaciones de Colombia", en respuesta Monteagudo le manifestó la idea de San Martín de: "Dejar a Guayaquil la libertad de unirse a Colombia o al Perú". Estas conversaciones produjeron discrepancias resultando la firma del Tratado Monteagudo-Mosquera, que consideraba:
La Unión, Liga y Confederación de los Estados de América, dejando expedito el camino para la aprobación por los Congresos de los Estados.
El reconocimiento tácito al Perú de la posesión de Tumbes, Jaén y Maynas. En estas conversaciones y acuerdos finales no se habló de Guayaquil, posteriormente al reiniciarse las conversaciones sobre algunos aspectos pendientes, en un proyecto convenio se estableció que: DEFENSA NACIONAL
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"Ambas partes reconocen los límites de sus territorios respectivos, los mismos que tenían el año 1809 los ex-Virreinatos del Perú y de Nueva Granada desde la desembocadura del río Tumbes al mar Pacífico, hasta el territorio del Brasil". Este planteamiento originó la oposición del plenipotenciario peruano José María Galdeano, quien aprobó el principio del uti possidetis de 1809, pero en rechazó el trazo de límites de la desembocadura del Tumbes hasta el mar, porque iba en contra de los intereses del país. En 1828, se inició la guerra con la Gran Colombia, que al final del conflicto se firmó el Convenio de Girón, luego el tratado de Piura hasta conformar los planteamientos mediante el Tratado de Guayaquil.
El Convenio de Girón se firmó el 28 de Febrero de 1829 entre los representantes del Presidente La Mar, Generales Gamarra y Orbegoso; y de parte de Sucre los Generales Flores y O'Leary, que en materia limítrofe consideraba: La aceptación del principio del Uti possidetis de 1809, como base para la delimitación de las fronteras. La devolución de Guayaquil a las respectivas autoridades colombianas. La retirada del ejército peruano del sur de Macará.
En este convenio no se consideró la controversia sobre los territorios de Tumbes, Jaén y Maynas, contó el convenio con la aprobación de Sucre más no la del Presidente La Mar, que lo declaró nulo "por contener frases injuriosas contra el Perú", exigiendo las más amplias satisfacciones de Sucre. De igual manera se pronunciaron el Coronel Prieto, Jefe de las Fuerzas Armadas peruanas y el jefe de la Escuadra Hipólito Bouchard, ambos en "Junta de Guerra" acordaron oponerse a la entrega de Guayaquil, prosiguiendo en estado de guerra. En aquellas circunstancias, se produjeron cambios políticos en el país, con la sublevación que encabezó Gamarra y que depuso al Presidente La Mar; el nuevo jefe del gobierno peruano llegó a un entendimiento con los colombianos, firmándose el Convenio de Piura, posteriormente el Tratado de Paz y Amistad en Guayaquil en Setiembre de 1829, entre el plenipotenciario peruano Don José Larrea y el colombiano Don Pedro Gual, en el cual se establecía: DEFENSA NACIONAL
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Reconocimiento de ambas partes por límites de sus respectivos territorios los mismos que tenían antes de su independencia los antiguos Virreinatos de Nueva Granada y el Perú.
La obligación de realizar recíprocas cesiones de pequeños territorios que contribuyan a fijar la línea divisoria de una manera natural y exacta, capaz de evitar competencias y disgustos entre autoridades y habitantes de las fronteras.
El nombramiento y constitución por ambos gobiernos de una Comisión compuesta por dos individuos por cada República que recorriera, rectificara y fijara la línea divisoria.
Sometiendo la decisión a un Gobierno amigo de ambos países, si surgieran discrepancias.
En el año de 1830 se desintegró la Gran Colombia, dando nacimiento a Ecuador, Colombia y Venezuela que ingresaron a la vida de países independientes. El Ecuador aprobó su Constitución en Riobamba el 10 de agosto de 1830, y el Perú luego de reconocerlo como nuevo Estado inicio cordiales relaciones diplomáticas. Al año siguiente, en 1831, llegó al Perú Don Diego Novoa, Encargado de Negocios del Ecuador y entabló conversaciones con nuestro Ministro de Relaciones Exteriores Don José María Pando, entre quienes se firmó dos Tratados, uno de Amistad y Alianza y otro de Comercio. En el primero se tomó la decisión de formar una cuádruple alianza incorporando a Chile y Bolivia para los casos de sufrir agresiones extrañas. A pesar de los acuerdos llevados a cabo, a los Tratados realizados, continuaron durante varios años los problemas con el Ecuador, llegándose a redactar diversos tratados con el fin de lograr un entendimiento y paz entre los dos países; pero en 1857 el Ecuador considerándose con derechos a las tierras amazónicas, cedió en parte de pago a sus acreedores ingleses una cantidad considerable de tierras de Canelos entre el río Bobonaza. Esta actitud arbitraria, motivó la protesta de nuestro representante en Quito, Don Juan C. Cavero, amparando su protesta en el Uti possidetis de 1810. Ecuador por medio de su representante Don Antonio Mata, negó todos los derechos del Perú; ante estos hechos el presidente don Ramón Castilla, al ver amenazada la paz, procedió al bloqueo del puerto de Guayaquil y a su ocupación; este conflicto terminó con el Tratado de Paz de Mapasingue, el 25 de Enero de 1860, suscrito por Don Manuel Morales por el Perú y Don Nicolás Estrada por el Ecuador, en el cual se consideraba entre otros lo siguiente:
La nulidad de la adjudicación de terrenos que el Ecuador hizo a sus acreedores británicos.
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Se convino en la rectificación de los límites territoriales, mediante una Comisión Mixta que debía ajustarse a los documentos presentados por ambas partes, estando vigente lo enunciado por el derecho de uti possidetis reconocido por el artículo V del tratado de 1829 entre la Gran Colombia y el Perú y que tenían los antiguos Virreinatos del Perú y Santa Fe, fundados en la Real Cédula de 1802.
Durante varios años, mientras se sucedían los cambios de gobierno en el Ecuador como en el Perú, el problema de límites seguía vigente, celebrándose reuniones diplomáticas que llegaron a contiendas bélicas, hasta que en 1879, estando en el gobierno del Ecuador el General Ignacio de Veintimilla, inició el movimiento de sus tropas, en clara ventaja de que el Perú atravesaba los desastres de la guerra con Chile; tomó posesión de los territorios que se hallaban en disputa, llegando a atacar Tumbes, y aprovechando su superioridad numérica y la situación en que se encontraba nuestro país, tomó posesiones en Jubones y en Zarumilla, entre los ríos Machala y Santa Rosa. De igual manera, en la zona montañosa llegaron al Alto Napo hasta la desembocadura del río Coca, ocupando varios pueblos vecinos. Esta actitud adquirió características de mayor indignidad, ya que el Perú en esos momentos sufría las consecuencias de la pérdida de la Escuadra y de gran parte del ejército que había sido aniquilado en el desastre sufrido tras la derrota frente a Chile. Al llegar el año de 1887, el Ecuador volvió a ceder a sus acreedores ingleses terrenos de nuestra pertenencia en el Alto Amazonas, lo que motivó la protesta del Perú por intermedio del Ministro de Relaciones Exteriores Don Cesáreo Chacaltana, terminando Ecuador por aceptar un arbitraje que solucionara el problema de los límites acudiéndose a la intervención del Rey de España, y que debía emitir un fallo definitivo e inapelable. España luego de aceptar el arbitraje, y recibir los alegatos que fueron presentados por los diplomáticos Don José Pardo Barreda, por el Perú, y Don Pablo Herrera, por el Ecuador. Pardo, se pronunció de la siguiente manera: El derecho del Perú a los territorios de Maynas, de acuerdo a la Real Cédula de 1802. El derecho al territorio de Tumbes como integrante del Corregimiento de Piura en la Intendencia de Trujillo. El derecho al territorio de Jaén por haberse anexado al Perú sobre las bases de la libre determinación. La aceptación de la anexión de Guayaquil al Ecuador, como compensación por Jaén. DEFENSA NACIONAL
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La determinación de los límites entre ambos países. Este alegato, ha servido de base a posteriores revisiones del litigio con el Ecuador.
En 1901 surgió otro problema con posesiones en Aguarico, en esa fecha el Prefecto del departamento de Loreto, el Coronel Pedro Portillo, redactó un informe sobre la penetración ecuatoriana, así como las medidas que adoptó para impedirla como reforzar la comisaría Fluvial de las riberas de los ríos Napo y Aguarico, encomendando para ello a Don Manuel Carrillo, esto originó la protesta del Ecuador que acusó a Carrillo de posesionarse de la boca del río al frente de su escolta. El Perú respondió que en ningún momento había ocurrido violación de dominios; sin embargo se ordenó el retiro de las fuerzas peruanas hacia Iquitos, retiro que fue aprovechado por los ecuatorianos quienes siguieron penetrando en territorio peruano, apoderándose del Alto Napo y del río Aguarico, con el objetivo de acercarse al río Amazonas por la boca del río Curaray.
El Coronel Portillo, enterado del avance ecuatoriano envió al Capitán Juan Francisco Chávez Valdivia, oficial al mando de las tropas peruanas, quienes fueron atacados por las tropas ecuatorianas librándose el combate de Angoteros (26 de junio de 1903), en la cual hizo replegarse a las fuerzas ecuatorianas, logrando el desalojo del lugar. Estos acontecimientos dieron lugar a firmarse en Quito el Protocolo, entre el Ministro Plenipotenciario del Perú en Ecuador Don Miguel Velarde, por el que acordaron ambos países someter el conflicto al arbitraje de España, que aceptando, nombró como Comisario Regio al literato Don Ramón Menéndez Pidal quien luego de recibir los informes del personal técnico de geógrafos e historiadores, preparó la sentencia resolutoria que debía ser elevada a conocimiento del Rey de España; pero antes que esto sucediera se produjeron manifestaciones violentas en Quito y Guayaquil, con expresiones de hostilidad para el Perú, con palabras que llegaron a hechos. Lima se cubrió de indignación y se preparó un ejército de 20,000 hombres. Estos preparativos de guerra hizo intervenir a Argentina, Brasil y los EE.UU. de Norteamérica, proponiendo a los países litigantes lo siguiente:
El retiro de las fuerzas de ambos países de las fronteras.
El Perú replegó sus tropas a Tumbes. DEFENSA NACIONAL
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Ecuador las retiró hacía Machala.
Se acordó la desmovilización de ambas fuerzas.
Se acordó la presentación de un proyecto de Protocolo que obligaba a esperar el Laudo Arbitral. El protocolo no fue aceptado por Ecuador, pese a la intervención de los países que se habían esforzado por impedir la guerra, esta actitud hizo que España al apreciar la reacción nada conciliadora del Ecuador, decidió dar por terminada su gestión arbitral sin pronunciar sentencia. Posteriormente se propuso llevar el litigio al Tribunal Internacional de la Haya, planteamiento que tampoco aceptó el Ecuador. Durante los años 1910 a 1924, siempre subsistieron las reclamaciones y las conversaciones para un arreglo directo que propiciaba el Ecuador, y el arbitraje que propugnaba el Perú, inclusive se adoptó la propuesta "mixta", con la intervención del gobierno de Washington; pero estas gestiones diplomáticas tampoco tuvieron éxito, produciéndose los incidentes bélicos de julio de 1941 (Zarumilla), en que las fuerzas peruanas al mando de general Eloy G. Ureta, rechazaron la agresión ecuatoriana y en admirable combinación de las tres armas, en breves días ocuparon la provincia ecuatoriana de El Oro. Los países americanos intervinieron como mediadores en el conflicto, entre ellos, Brasil, Chile, Argentina y los EE.UU. de Norteamérica, quienes se reunieron en la ciudad de Río de Janeiro, el día 29 de enero de 1942, firmándose el PROTOCOLO DE PAZ, AMISTAD Y LIMITES entre el Perú y el Ecuador, sobre las bases del Tratado de Amistad, Paz y Límites. Por el Perú intervino el Ministro de Relaciones Exteriores Dr. Alfredo Solf y Muro y por el Ecuador el Sr. Julio Tobar Donoso.
La frontera establecida en dicho tratado está referida a los siguientes puntos: b) En el Occidente
1. Boca de Capones en el Océano Pacífico 2. Río Zarumilla, aguas arriba y Quebrada Balsamal o Lajas 3. Río Puyango o Tumbes, aguas abajo hasta la quebrada de Cazaderos 4. Quebrada de Cazaderos, aguas arriba y por la divisoria de aguas entre ésta y el Río Chira, hasta la naciente de la Quebrada de Pilares DEFENSA NACIONAL
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5. Quebrada de Pilares, aguas abajo, hasta su desembocadura en el Río Alamor, siguiendo aguas abajo hasta su confluencia con el Río Chira 6. Río Chira, aguas arriba 7. Ríos Macará, Calvas, y Espindola, aguas arriba, hasta los orígenes de este último en el Nudo de Sabanillas 8. Del nudo de Sabanillas hasta el río Canchis 9. Río Canchis, en todo su curso, aguas abajo 10. Río Chinchipe, aguas abajo, hasta el punto en que recibe el río San Francisco.
c) En el Oriente 1. Desde la boca del Río San Francisco, en el Chinchipe, aguas arriba por este río hasta su naciente. 2. De la naciente del Río San Francisco sigue por la divisoria de aguas que hay entre el Río Zamora (ecuatoriano) y el Río Santiago (peruano), esto es, la Cordillera del Condor; hasta la boca del Río Yaupi, en e Santiago. 3. Una línea hasta la boca del Río Bobonaza en el Pastaza. De allí otra línea recta hasta la confluencia del río Cunambo con el Pintoyacu, para formar el Río Tigre. 4. Desde allí una línea recta hasta la boca del Río Cononaco en el Río Curaray, siguiendo aguas abajo hasta el lugar llamado Bellavista. 5. Una línea hasta la boca del Río Yasuni en el Río Napo. Por el Napo, aguas abajo, hasta la boca del Río Aguarico; 6. Por éste, aguas arriba, hasta la confluencia del Río Lagartococha o Zancudo, con el Río Aguarico. 7. El Río Lagartococha o Zancudo, aguas arriba, hasta sus orígenes y de ahí una recta que vaya a encontrar el Río Güepí, y por éste hasta su desembocadura en el Río Putumayo, y por el Putumayo arriba, hasta los límites del Ecuador y Colombia.
Firmado este Protocolo, el Perú no perdió ni ganó nada, solo reafirmó sus derechos con un espíritu de justicia, de acuerdo a los principios existentes, han quedado definitivamente fijadas nuestras fronteras y determinado el patrimonio territorial del Perú.
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Independencia de Guayaquil en 1820 El lunes 9 de octubre de 1820, el puerto de Guayaquil se independiza de España. El miércoles 8 de noviembre, convocados por el ayuntamiento de dicha zona, los 57 representantes de todos los ayuntamientos eligieron a José Joaquín de Olmedo como Jefe Político de la Provincia Libre de Guayaquil,9 dictándose un "Reglamento Provisorio de Gobierno". La Carta entregó el poder a un triunvirato integrado por José Joaquín de Olmedo, Francisco María Roca y Rafael Jimena. De inmediato se enviaron a Quito y Cuenca para que se unieran al pronunciamiento. La opinión en la ciudad estaba dividida, unos defendían la propuesta de que la Provincia Libre de Guayaquil se agregara al Protectorado del Perú, otros defendían la anexión a la Gran Colombia, mientras que la mayoría guayaquileña, fiel a sus principios de Libertad, Autonomía e Independencia que arraigaban desde época de sus antepasados indígenas, los siempre Rebeldes Huancavilcas, sostenían que Guayaquil debía permanecer independiente.10 El general Bolívar respaldado por un fuerte contingente militar se proclamó Jefe Supremo de la Provincia de Guayaquil y anexó a esta a la Gran Colombia, desconociendo al gobierno presidido por Olmedo. Ello provocó que Olmedo se dirigiera hacia el Perú, mostrando su desacuerdo con Bolívar. Simón Bolívar recibió unos días después a José de San Martín, en calidad de Jefe del gobierno de la Provincia de Guayaquil, realizándose entonces la célebreEntrevista de Guayaquil, entre los dos libertadores de América. Uno de los puntos que debía discutirse en ese encuentro era el destino de Guayaquil, lo que Bolívar zanjó desde antes que San Martín desembarcara en el puerto, cuando desde tierra firme, envió al libertador argentino una epístola cordial en la que lo invitaba a desembarcar para poder abrazarlo «en el suelo de Colombia». Desde entonces, una corriente peruanista extrema ha insistido en que Bolívar arrebató al Perú la provincia de Guayaquil.11 El 31 de julio de 1822, la ciudad de Santiago de Guayaquil declaró su anexión oficial a la Gran Colombia. Tumbes Región que formó parte de la Real Audiencia de Quito según la Cédula Real de 1563 sin modificación. En la gesta emancipadora, Tumbes respaldó la independencia de Trujillo y proclamó su propia independencia de España como todas las regiones del Perú lo hacían, bajo el DEFENSA NACIONAL
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principio de libre determinación de pueblos, el 17 de enero de 1821. Seis meses después, el 28 de julio de 1821 José de San Martín declaró laindependencia del Perú y Tumbes decidió unirse con Perú bajo la libre determinación de pueblos. Simón Bolívar consideró esto una ilegal ocupación y usurpación de territorio de la Gran Colombia por Perú durante la guerra de independencia y mandó una protesta. Jaén Inicialmente Jaén de Bracamoros perteneció a la Real Audiencia de Quito y el Virreinato de Nueva Granadabajo el mando del gobernador Juan Miguel Melo. El Gobernador de Jaén fugó antes la noticia de que una fuerza armada de patriotas chotanos del pueblo de Choros venia a Jaén. Juan Antonio Checa fue elegido nuevo gobernador de Jaén el 8 de mayo de 1821 por el Cabildo de Jaén. Por influencia de su gobernadorJuan Antonio Checa, vino a proclamar la independencia de la ciudad de Jaén de Bracamoros, la cual fue ratificada el día 4 de junio de 1821. Algunos años después, bajo el principio jurídico de libre determinación de pueblos, decidió unirse con Perú que se declaró independiente el 28 de julio de 1821. Acta de Independencia de Jaén de Bracamoros: Don Juan Antonio Checa gobernador por la patria de la provincia de Jaén de Bracamoros. Certifico: Que en este día habiéndose reunido todo el vecindario de esta ciudad a consecuencia de la citación que se le hizo, proclamo la patria y juro voluntariamente la gloriosa independencia con general aplauso y repetidos vivas, que luego conducidos a la Iglesia en ella juro igualmente la misma independencia el venerable cura Licenciado Don Juan Francisco Garai. Manifestando tener orden para el efecto del Señor Gobernador del Obispado comunicada por medio del vicario de provincia que en seguida hizo una exhortación muy elocuente y expresiva al intento; y después celebró la misa de gracias necesaria en estos casos con su respectivo Te Deum, que de este modo concluyo este acto manifestando, siempre todo el concurso muchos plasemes y regocijo que en los pueblos de esta jurisdicción no dudo se este practicando lo mismo a consecuencia de las órdenes y comisiones que tengo dadas, cuyas contestaciones de cumplir con exactitud quedan en mi poder. Y para que conste donde convenga y obre los efectos que hay lugar en derecho, firmo la presente en la Ciudad de Jaén Independiente.
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En lo civil Jaén dependía de la Real Audiencia de Quito pero eclesiásticamente dependía de la diócesis de Trujillo de la que era Obispo el Dr. José Carrión y Marfil, mientras que Alejandro Crespo y Casaus era el Cura y Vicario de Jaén. José Ignacio Checa, natural de Quito, gobernó la provincia de Jaén hasta 1815. Juan de Melo, su sucesor, nombrado por el Presidente de Quito, gobernó Jaén y Maynas hasta 1821, en que proclamaron la independencia. A consecuencia de la fuga del gobernador Juan de Melo, el Cabildo de Jaén eligió gobernador a Juan Antonio Checa el 8 de mayo de 1821 y Juan Antonio Checa aceptó el 9 de mayo de 1821. El Cabildo abierto del 4 de junio de 1821, después de jurar la independencia de Jaén, ratificó el nombramiento del gobernador Checa, quien se dirigió inmediatamente al general San Martín, notificándole su nombramiento, comunicación que envió por medio del gobernador de Lambayeque y el presidente de Trujillo, Torre Tagle. La comunicación pasada a San Martín sobre el juramento de la independencia de Jaén fue contestada por el MinistroBernardo Monteagudo. La presidencia de Trujillo le comunicó al gobernador de Jaén la proclamación de la independencia en Lima el 28 de julio de 1821 y el establecimiento de la bandera y el estandarte nacional. El 30 de junio de 1822, la presidencia o Departamento de Trujillo pasó una circular que se proceda a realizar elecciones de diputados al Congreso. La provincia de Jaén respondió a ese llamamiento y procedió a elegir como diputado propio a Alejandro Crespo, quien fue reconocido como uno de los diputados de la Presidencia de Trujillo por la Junta Reguladora del Departamento. La provincia de Jaén se incorporó a la Presidencia de Trujillo bajo el principio jurídico de libre determinación de pueblos. Dentro del sistema electoral adoptado por el Perú en 1822, Jaén estuvo representada por todos los diputados de la integridad de la Presidencia de Trujillo. Alejandro Crespo se incorporó a la Cámara el mes de noviembre de 1822 y firmó, como los otros diputados de Trujillo, las bases de Constitución peruana. El 22 de julio de 1822 Sucre ordenó que Jaén jurase la constitución colombiana y procediese a realizar elecciones; al mismo tiempo la Corte de Quito comunicaba su instalación, a esta provincia. La ciudad de Jaén rechazó la orden de Sucre indicando que tenía diputados en el Congreso de Perú.
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Maynas Conformado por los actuales departamentos peruanos de San Martín, Amazonas y Loreto, nació como parte del Virreinato del Perú desde 1563 y fue adscrita alVirreinato de Santa Fe de Bogotá recién en 1717, pero después de 1802 pasó a ser una gobernación directamente dependiente del Virrey del Perú o Virreinato del Perú por Real Cédula del 15 de julio de 1802. En el año de 1816 el Rey de España dio un Real Orden revocando y anulando lo decretado por la Real Cédula de 1802. El 22 de septiembre 1816 el Presidente de Quito recibió los expedientes respectivos, y el 22 de julio de 1818 pidió al Virrey del Perú el cumplimiento de la Real Orden. El 23 de agosto de 1818, el Virrey del Perú, con menoscabo, dio cumplimiento a la Real Orden de 1816, pasando nominalmente la provincia de Maynas a la jurisdicción de la Presidencia de Quito. Luego de la llegada del general San Martín al Perú en 1820, los patriotas peruanos marcharon hacia Moyobamba, la capital de Maynas, y derrotaron a los realistas en la batalla de Higos Urco, el 6 de junio de 1821. La jura de la independencia de Maynas se llevó a cabo en Moyobamba, el 19 de agosto de 1821. El Decreto Supremo del 26 de abril de 1822, firmado por el gobierno peruano del Marqués de Torre Tagle, transformó la Comandancia General de Maynas en el Departamento de Quijos con derecho a elegir diputados al Congreso del Perú. En 1825 Maynas pasó a integrar el departamento peruano de La Libertad. En resumen, Maynas pasó a ser parte de la República del Perú sobre la base de dos principios: el uti possidetis de 1810 y, fundamentalmente, por el de la libre determinación de pueblos. Independencia del Perú (28 de julio de 1821) A pesar de que el Virreinato de Perú fue el centro de la dominación española, que reprimió a los movimientos juntistas surgidos en el continente a partir de 1809, se produjeron algunos movimientos revolucionarios en territorio peruano, de los cuales destacó la rebelión de los hermanos Angulo y de Pumacahua en el Cuzco, en1814. Los revolucionarios cuzqueños se dividieron en tres frentes y tomaron La Paz, Huamanga y Arequipa. Esta sublevación fracasó
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debido a la reacción de los realistas, quienes, contando con la ventaja militar, derrotaron, capturaron y ajusticiaron a los líderes rebeldes. En ese entonces, las fuerzas de Bolívar por el norte y las de San Martín por el sur, constituían un serio peligro para el último reducto de los realistas en el Perú. En efecto, San Martín avanzó por el Pacífico con un poderoso ejército y desembarcó en Paracas, de donde envió al general Juan Antonio Álvarez de Arenales hacia el interior y él por su parte se acercó al Callao, lo bloqueó con sus buques y luego desembarcó en el norte de Lima, estableciendo su cuartel en Huaura. Las provincias del norte se adhirieron a San Martín (entre ellas Tumbes, Jaén y Maynas, que juraron su independencia); también se pasaron a sus filas una parte del ejército del Virrey. Después de estos acontecimientos importantes, San Martín penetró en Lima el 9 de julio de 1821 y proclamó en la Plaza Mayor la independencia del Perú, el 28 de julio de 1821. En vista de que fuerzas realistas mantenían una férrea resistencia en la Sierra Central y Sur, el Congreso Peruano llamó a Bolívar para que culminara la guerra de la independencia de la América española en suelo peruano. Las tropas patriotas, conformada por gran colombianos y peruanos, libraron las batallas de Junín, el 6 de agosto de 1824 y de Ayacucho, el 9 de diciembre del1824. Como resultado del triunfo en estas luchas se firmó la capitulación de Ayacucho, en la que las autoridades españolas reconocieron la Independencia del Perú
Negociaciones de límites entre Colombia y Perú (1822-1823) En 1822 llegó a Lima Joaquín Mosquera, en su calidad de ministro plenipotenciario de Colombia, ante el gobierno del Perú (representado entonces por el Protectorado de José de San Martín). Se entrevistó con el ministro de Relaciones Exteriores, el argentino Bernardo de Monteagudo, para discutir sobre dos asuntos:
El reconocimiento de parte del Perú de que Guayaquil se incorporara a Colombia; y
La adhesión del Perú a un pacto de unión, liga y de confederación perpetuo entre las naciones de América.
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Mosquera, argumentaba los derechos de Colombia sobre Guayaquil a base de los límites virreinales de 1810«en cuanto no estuviesen modificados por el derecho posterior a la revolución». Sin embargo, es obvio que ignoraba o desconocía que Guayaquil había retornado al Virreinato del Perú por la Real cédula de 1803. Monteagudo respondió que el Perú ya había reconocido la independencia de la Junta de Gobierno instalada en Guayaquil, cuyos habitantes estaban mayormente a favor de pertenecer al Perú, más no usó su favor la Real Cédula de 1803 y su ratificación de 1807, sin duda por desconocerla, ya que era extranjero. Al no ponerse de acuerdo en este punto, postergaron las discusiones de límites para otra ocasión y firmaron el 6 de julio de 1822 un tratado de amistad y alianza entre Perú y Colombia. En el quedó estipulado que «la demarcación de los límites precisos que hayan de dividir los territorios de la República de Colombia y el Estado del Perú se arreglará por un convenio particular después que el próximo Congreso Constituyente del Perú haya facultado al Poder Ejecutivo del mismo Estado para arreglar este punto…» Ya vimos anteriormente cómo finalmente se impuso la voluntad de Bolívar y Guayaquil fue anexada a Colombia, atropellándose así la voluntad autónoma de los guayaquileños. La razón de Bolívar era entendible: Quito y toda la región andina del actual territorio ecuatoriano no habrían podido desenvolverse sin un puerto como Guayaquil. Arribado Bolívar al Perú, se firmó en Lima otro tratado entre Perú y Colombia, el Convenio Galdeano-Mosquera, el 18 de diciembre de 1823. En él se estableció que «Ambas partes reconocen por límites de sus territorios respectivos, los mismos que tenían en el año de mil ochocientos nueve los ex virreinatos del Perú y Nueva Granada.» Fue aprobado por el Congreso peruano, pero meses después lo desaprobó el congreso colombiano. Cabe destacar que mientras gobernó Bolívar como Dictador del Perú entre 1823 y 1826, no planteó reclamos territoriales al Perú e incluso nombró gobernadores en Jaén, reconociendo así la pertenencia de esta provincia al Perú. En septiembre de 1826, Bolívar regresó a Colombia, dejando el gobierno del Perú a un Consejo de Estado, para que gobernara en su nombre. Sin embargo, una reacción liberal y nacionalista en el Perú puso fin al régimen bolivariano, en enero de 1827.
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La guerra grancolombo-peruana (1828-1829) El 3 de julio de 1828 estalló una guerra entre la República Peruana y la Gran Colombia, compuesta
en
esa
época
por
los
territorios
de
Cundinamarca
(Colombia),
Ecuador, Panamá y Venezuela. El presidente grancolombiano, Simón Bolívar, después de diversos incidentes diplomáticos, en los que ambas partes se ofendieron mutuamente, declaró la guerra. El objetivo expreso de la Gran Colombia era obligar a Perú a que le entregara los territorios de Tumbes, Jaén y Maynas, que consideraba suyos, y que habían sido ocupadas por las tropas peruanas en el curso de la guerra de la independencia. A lo cual el Perú repuso que dichas provincias habían decidido voluntariamente ser parte de su territorio, bajo el principio de la libre determinación de los pueblos. Sin embargo, el origen real de esta guerra fue el encono de Bolívar hacia el Perú, debido a que este país puso fin al régimen bolivariano o vitalicio tanto en su territorio como en Bolivia, entre 1827 y 1828. Los reclamos territoriales no fueron más que una excusa, como se desprende de la correspondencia del mismo Bolívar con Santander el 3 de agosto de 1822; en ella, el Libertador reconocía que tanto Jaén como Maynas pertenecían legítimamente al Perú. En el transcurso de la guerra, el Perú ocupó el puerto de Guayaquil y la provincia de Loja en el departamento de Azuay, que era uno de los tres departamentos que componían el Distrito del Sur de la Gran Colombia (que corresponden al territorio del actual Ecuador). El ejército peruano lo integraban alrededor de 4.000 soldados y el grancolombiano, 4.200. El último encuentro librado fue la Batalla del Portete de Tarqui (27 de febrero de 1829). La batalla dio inicio cuando una avanzada peruana de reconocimiento compuesta por alrededor de 1.000 hombres, se vio cercada por el ejército de la Gran Colombia. A pesar de la derrota, el grueso de las fuerzas peruanas se mantuvo intacto, esperando la batalla final. La caballería grancolombiana, bajo el mando del Coronel Daniel Florencio O'Leary, intentaba cortar la retirada de la infantería peruana; en vista de ello el general argentino Mariano Necochea, al frente de los Húsares de Junín, comandó una carga de caballería que consiguió desbaratar a la caballería contraria. Fue en este encuentro cuando se produjo el célebre duelo a lanza entre el coronel peruano Domingo Nieto, jefe del primer escuadrón de los Húsares de Junín, y el coronel José DEFENSA NACIONAL
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María Camacaro, que mandaba al célebre escuadrón Cedeño, para evitar así más derramamiento de sangre y ahorrar municiones, que tenían agotados ambos ejércitos, acordando que el perdedor aceptara su derrota, donde triunfó el coronel Nieto y Camacaro fue muerto. La batalla final nunca sucedió, pues ambas partes decidieron poner fin a la guerra, celebrándose el Convenio de Girón. Se acordó que las fuerzas peruanas se habrían de retirar de la provincia del Azuay y Guayaquil. La Gran Colombia reconoció implícitamente la soberanía peruana en Tumbes, Jaén y Maynas al no reclamarlas como territorio grancolombiano. Sin embargo, tras declaraciones ofensivas por parte de Sucre, La Mar decidió continuar con las hostilidades. La Marina de Guerra del Perú aún continuaba dueña del mar y el ejército grancolombiano no se hallaba en condiciones de intentar recuperar Guayaquil. Finalmente el mismo Bolívar se había desplazado hacia el sur para dirigir la campaña para recuperar el puerto. La guerra acabó inesperadamente con un golpe de estado por parte de Agustín Gamarra y otros jefes peruanos en Lima, que derrocó a La Mar. El nuevo gobierno de Agustín Gamarra cesó las hostilidades y se avino a celebrar la paz. Tratado de Guayaquil (Larrea-Gual) de 1829 Ante la insistente petición de Bolívar, se pudo concretar el Tratado de Guayaquil (también llamado Tratado Larrea-Gual), el 22 de septiembre de 1829, y de inmediato las partes designaron sus representantes. Por Colombia intervino su ministro plenipotenciario Pedro Gual y por Perú actuó su ministro plenipotenciario José de Larrea y Loredo. Es necesario resaltar que este Tratado fue de “paz y amistad”, más no de límites, pues no trazó una línea de fronteras, ni tampoco se refirió a la soberanía de determinadas provincias. Se restringió a establecer la baseque debía servir para la delimitación entre ambos países y el procedimiento que se emplearía para la misma. La base se explica en el siguiente párrafo: Ambas partes reconocen por límites de sus respetivos territorios, los mismos que tenían antes de su independencia los antiguos Virreynatos de Nueva Granada y el Perú, con las variaciones que juzguen convenientes acordar entre sí, a cuyo efecto se obligan desde ahora a hacerse recíprocamente aquellas cesiones de pequeños territorios que contribuyan a fijar la línea divisoria de una manera más natural exacta y capaz de evitar competencias y disgustos entre autoridades y habitantes de la frontera. DEFENSA NACIONAL
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Es decir, estableció que como referente básico para una delimitación definitiva se consideraran las fronteras virreinales, pudiendo hacerse pequeñas modificaciones de común acuerdo, para facilitar dicho trabajo. Y, en cuanto al procedimiento para realizar dicha delimitación, dispuso que se debería nombrar una Comisión de dos personas por cada República para que recorrieran, rectificaran y fijasen la línea divisoria, trabajos que se debían iniciar 40 días más tarde de haber sido ratificado el tratado por ambos países. El trazo de la línea comenzaría en el río Tumbes. En caso de desacuerdo se sometería a un arbitraje de un gobierno amigo. Instrucciones de Simón Bolívar a los comisionados para la demarcación de límites Los comisionados colombianos designados para la demarcación de límites fueron Eugenio Tamariz y Agustín Gómez. Con fecha el 10 de octubre de 1829, Bolívar les dio las siguientes instrucciones: "Siendo el objeto de la Comisión de límites recorrer, fijar y ratificar la línea divisoria... conforme a las bases del artículo 5... deberían comenzar desde río Tumbes... Continuará la operación entre las Provincias de Jaén y Mainas, para lo que servirá de gobierno que la Gran Colombia desea recuperar todos los territorios desde el río Tumbes hasta donde entre el río Marañón en el territorio de la Provincia de Jaén. Las aguas de dicho río Marañón serán los términos divisorios de ambas Repúblicas; bien entendido que no se debe ceder nada de esta parte del Marañón que antes pertenecía a la Presidencia de Quito yVirreinato de Nueva Granada, ni reclamar nada del otro lado del Marañón, por ser este río el límite natural entre ambas Repúblicas. Deberá, por consiguiente, incorporarse en el territorio de la Gran Colombia todo el que se encuentre en este lado del río Marañón, aunque se suscite la disputa de estar en poder del Perú, además de ser territorio de la Provincia de Jaén, que es de la Gran Colombia, éste ceda el territorio que está al otro lado de la ribera opuesta. Como laProvincia de Jaén se extiende hasta el otro lado del río Marañón, y la Gran Colombia cede la parte de dicha Provincia opuesta a la ciudad de Jaén y separada por el río Marañón se tendrá entendido que el punto de coincidencia que forma la línea divisoria entre el territorio peruano y entre la Provincia de Jaén y el río Marañón al entrar en el territorio de esta última Provincia, será el punto más meridional en estos límites, y allí se fijarán, de una manera muy ostensible, las señales adaptadas para la fijación de límites divisorios."
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El encuentro entre los delegados de la Comisión Delimitadora bipartita no llegó a producirse. Cuando los delegados colombianos llegaron a Tumbes en diciembre de 1829 no hallaron a sus pares peruanos y, ante el inicio de la estación de lluvias, decidieron postergar los trabajos. En abril de 1830 fueron nombrados los delegados peruanos José Félix Castro y Modesto de la Vega. Al llegar estos a Tumbes, ya se habían retirado los colombianos. Poco después, ocurrió la disolución de la Gran Colombia. La misión de Tomás C. Mosquera en Lima Al mismo tiempo en que enviaba a los comisionados colombianos a la frontera, Bolívar designó como ministro en Lima a Tomás Cipriano de Mosquera, a quien, el 1 de noviembre de 1829, dio instrucciones "sobre dudas que pueden ocurrir respecto de la Provincia de Maynas. Yo insisto terminantemente en que debemos tomar el río Marañón por límites de esas tierras, porque laCédula de 1802, si es que ha existido, no ha llegado a tener cumplimiento como estoy muy bien informado sobre este punto. Además, la naturaleza nos ha dividido, por el río Marañón en esos desiertos, y es el único modo de evitar guerras y querellas." En resumidas cuentas, Bolívar insistía en su reclamo de Jaén y parte de Maynas, queriendo imponer como límite el Marañón (es decir, el río Amazonas), lo que iba contra el espíritu y la letra del Tratado de 1829, al querer obligar al Perú a ceder extensas regiones selváticas, cuando dicho tratado solo hablaba de “pequeñas concesiones” mutuas. Mosquera comenzó sus gestiones a principios de diciembre de 1829. Propuso al canciller peruano José de Armas, hacer un convenio de límites que sirviera de base a los comisionados, pues el Tratado de 1829 se mostraba “indefinido” al respecto. Ambas partes llegaron a ponerse de acuerdo en algunos puntos. Al principio, hubo consenso en empezar la línea en el río Tumbes, pero, en cambio, no se pudo llegar a un acuerdo sobre los ríos Chinchipe y Huancabamba. Los peruanos querían que la línea pasara por Chinchipe, pero Mosquera insistía en Huancabamba. En febrero de 1830, el señor José María Pando, nuevo canciller del Perú, envió un sorpresivo oficio al negociador colombiano, en el que indicaba que, a fin de evitar confusión, las partes debían acordar el siguiente proyecto de límites: la línea Río Zarumilla (en vez de Tumbes), Chinchipe (en vez de Huancabamba) y Marañón (es decir, el río Amazonas). Esto último implicaba que el Perú cedía generosamente toda la extensa región selvática al norte del Amazonas, es decir, gran parte de Maynas. Pero la intransigencia del ministro colombiano, que DEFENSA NACIONAL
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no se contentaba con solo ganar “unas selvas en Jaén y Maynas”, hizo imposible un arreglo definitivo. Poco después, ocurrió la disolución de la Gran Colombia, por lo que el gobierno de este país no llegó a responder oficialmente al proyecto de Pando. Protocolo Pedemonte-Mosquera de 1830 Según la versión ecuatoriana, como no se cumpliera por parte del Perú el envío de sus miembros de la Comisión Delimitadora a Tumbes, reclamó el Gobierno de laGran Colombia, y, en repuesta de esta gestión, se suscribió en Lima, un Protocolo Adicional al Tratado de Guayaquil de 1829. Este es conocido como el Protocolo Pedemonte-Mosquera de 1830 y se suscribió supuestamente el 10 de agosto de 1830 entre el Ministro de Relaciones Exteriores del Perú –Dr. Carlos Pedemonte –, y el Ministro Plenipotenciario de Colombia –General Tomás C. Mosquera–. Como Carlos Pedemonte mencionara la Real Cédula de 1802, el general Tomás C. Mosquera contestó que conforme al artículo 5 del Tratado de Guayaquil de 1829 entre las dos repúblicas, debía reconocerse como límite el que tenían antes de la Independencia los dos virreinatos de la Nueva Granada y el Perú; que se redactó en tales términos el artículo para tener un punto de partida seguro para fijar límites; y que siendo aquellos límites indefinidos si se ve con atención la Cédula del Rey de España Don Felipe II, que erigió la Audiencia de Quito (29 de agosto de 1563), se vería que una gran parte del territorio de la derecha del Marañón pertenecía a aquella jurisdicción..., que la Provincia de Maynas volvió a pertenecer al Virreinato de Nueva Granada, y que en la Guía de Forasteros editada en España, para 1822 se encontraba aquella provincia agregada al Virreinato de Nueva Granada y le presentó un ejemplar auténtico. Le leyó también una carta del Libertador y Presidente de Colombia Simón Bolívar, donde respondía sobre el particular a una consulta que le hizo, y propuso que se fijase por base para los límites el río Marañón desde la boca del Yurati (en Brasil) aguas arriba hasta encontrarse con el río Huancabamba y el curso de este río hasta sus origen en la cordillera y de allí tomar una línea al río Macará para seguir y tomar las cabeceras del río Tumbes… Después de detenida la discusión convino el Ministro de Relaciones Exteriores del Perú en estas bases; pero que las modificaba poniendo por término no la embocadura de río Huancabamba sino la del río Chinchipe... El Enviado de Colombia manifestó que todo lo que podía ceder era lo que ya había ofrecido, pues estaba probado, según él, que la Cédula de 1802 no fue aplicada y que tanto Maynas como Jaén dependieron del Virreinato de Nueva Granada. Finalmente, el Ministro de Relaciones Exteriores del Perú aceptó las bases propuestas por el Ministro Plenipotenciario de DEFENSA NACIONAL
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Colombia, dejando como punto pendiente su modificación y se consultase al Gobierno de Colombia esta modificación que pondría término a una cuestión enojosa... El Ministro de Colombia convino en todo, dando por reconocido el derecho de Colombia a todo el territorio de la ribera izquierda del Marañón, y reconociendo al Perú el dominio de la ribera derecha, quedando únicamente pendiente si los límites irían por Chinchipe ó Huancabamba… En resumen, este protocolo habría dejado reconocido el derecho de la Gran Colombia a todo territorio de la ribera izquierda del río Marañón (Amazonas) y, consiguientemente, todo territorio de la ribera derecha del Río Marañón (Amazonas) al Perú. Esto implicaba que la mitad de la inmensa provincia de Maynas pasaba a poder de Colombia. Quedarían solo pendientes los límites definitivos entre los ríos Chinchipe y Huancabamba, donde se localizaba Jaén de Bracamoros. El Estado de Perú considera el Protocolo Pedemonte-Mosquera inexistente o al menos inválido, basándose en los siguientes puntos: 1. La no existencia de ningún original en los archivos nacionales de ninguno de los países involucrados. 2. Mosquera regresó a su país a bordo la goleta Guayaquileña que zarpó del Callao el 10 de agosto de 1830, el día antes de la supuesta firma del Protocolo. 3. El supuesto protocolo nunca fue ratificado por Perú o Gran Colombia, por lo que en el supuesto de encontrarse evidencia de su existencia, este carecería de toda validez. 4. Ecuador se había separado de la Gran Colombia meses antes de la supuesta firma del Protocolo; es decir, la Gran Colombia ya no existía el día de la supuesta firma, por tanto Mosquera no pudo firmar documento alguno, a nombre de un Estado que ya había dejado de existir. 5. El único texto producido de supuesto documento es una copia de una copia encontrada originalmente en el archivo de un ciudadano particular. 6. En la fecha de la supuesta firma del Protocolo, era Matías León –y no Carlos Pedemonte,– el encargado de la Cancillería peruana. León había asumido interinamente dicho despacho por hallarse mal de salud el ministro titular Pedemonte. El historiador Basadre abunda más sobre las razones para sostener la falsedad de este protocolo: DEFENSA NACIONAL
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El historiador Luis Ulloa, a quien débese una minuciosa investigación sobre las relaciones peruano-colombianas en 1829 y 1830, ha demostrado la falsedad del supuesto protocolo que Mosquera dio a conocer sólo en 1870. Algunas de las razones enarboladas para sostener esta falta de autenticidad se relacionan con la historia de la misión Mosquera, las circunstancias predominantes en agosto de 1830, el estilo del documento, las diferencias entre las copias presentadas y su contenido. Aparte de sus fallas gramaticales, el protocolo aparece como sospechoso a la luz de una crítica interna porque, de acuerdo con su texto, en el cambio de ideas entre los dos negociadores, Pedemonte se vuelve mudo cuando, ante su referencia a la cédula de 1802, Mosquera le presenta una Guía de Forasteros editada en España que incluía al gobernador de esa zona entre los funcionarios del Virreinato de Santa Fe. Esto quiere hacer creer que un hombre de tanta cultura como el canciller peruano ignoraba la existencia de las Guías de Forasteros publicadas en el Perú, según las cuales Maynas pertenecía a este Virreinato y tampoco tenía noticias de otros documentos comprobatorios de la vigencia de la cédula. Toda la habilidad dialéctica y la erudición histórica se concentran en el plenipotenciario colombiano cuya elocuencia aparece reproducida con prolijidad ajena a la técnica de un protocolo de fijación de límites. Ulloa presentó, además, pruebas analíticas, testimoniales y materiales de la falta de autenticidad del referido documento. Entre otras, enumeró las siguientes: 1° En un folleto impreso en 1843, Mosquera se limitó a hacer la historia de sus negociaciones con Pando y no mencionó a Pedemonte ni al protocolo; 2° El mismo Mosquera, en una carta que mandó al ministro de Relaciones Exteriores de Nueva Granada en 1853, a propósito del tratado peruanobrasilero de 1851, narró nuevamente la historia de su misión en Lima, más o menos en la misma forma que en 1843 y tampoco aludió al protocolo permaneciendo en igual mutismo posteriormente y manteniendo la misma actitud en su defensa autobiográfica cuando estaba enjuiciado en 1867; 3° En su memoria de 1831, Pedemonte no comunicó al Congreso la firma de documento alguno en relación con los límites peruano-colombianos; 4° Mosquera, según consta en periódicos de la época, se embarcó en el Callao en viaje a Colombia el 9 de agosto en un buque que se dio a la vela el 10, o sea un día antes de la fecha en que aparece firmado el protocolo; 5° Entre el 7 y el 11 de agosto estuvo a cargo del despacho de Relaciones Exteriores el ministro de GobiernoMatías León cuya firma aparece en los documentos oficiales de aquel ramo; 6° El 6 y el 11 de agosto el comodoro Waldegrave, jefe de la división naval inglesa en el Pacífico, dirigió notas al canciller Matías León con motivo de un juicio de presas que se seguía DEFENSA NACIONAL
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ante el tribunal respectivo en el Callao; 7° Cuando Mosquera llegó a Guayaquil en 1830 no dio a la publicidad la noticia de que habían concluido sus gestiones con la gran victoria diplomática para Colombia que se atribuyó en 1870; 8° Cuando en 1841 discutieron los señores Valdivieso y León los límites territoriales del Ecuador y el Perú y esgrimieron ambos diplomáticos argumentos de carácter histórico, el protocolo de 1830 no fue mencionado (esta última reflexión fue formulada por primera vez por el escritor colombiano Gumersindo Yépez en 1911 y Ulloa la recogió y amplió). Para concluir, lo único cierto de esta historia del Protocolo Pedemonte-Mosquera es que, efectivamente, hubo negociaciones para el trazado de límites entre el enviado colombiano Tomás C. Mosquera y la cancillería peruana en Lima entre 1829 y 1830, pero que estas no se cristalizaron en acuerdo alguno. La disolución de la Gran Colombia puso punto final a las negociaciones. El mismo Mosquera declaró en un libro que publicó en 1843, que en 1830 se retiró de Lima sin haber concluido un acuerdo de límites. Disolución de la Gran Colombia Por el año de 1830, todos los pueblos integrantes de la Gran Colombia se mostraban descontentos con el Gobierno de Simón Bolívar y con el predominio de los militares en todas partes. El propio Libertador comprendía que los hombres y las cosas gritaban por la separación. Como una medida para apaciguar los ánimos, Bolívar convocó a un Congreso Constituyente que fue calificado de Congreso Admirable. Los representantes de todos los Departamentos eligieron al Antonio José de Sucre como Presidente de este evento. La medida no produjo los efectos deseados y el 6 de mayo de 1830 la antigua Capitanía General de Venezuela proclamó su emancipación y se organizó como República soberana e independiente. El Congreso Constituyente de ese país desconoció las resoluciones del Congreso Admirable, declaro a Bolívar fuera de la ley y nombró como su primer Presidente al General José Antonio Páez. En la ciudad de Quito, se reunió una Junta de notables para dilucidar sobre la posición del Distrito Sur (compuesta por las 3 Departamentos de Colombia - Ecuador, Azuay y Guayaquil) frente de la Gran Colombia y al gobierno de Simón Bolívar, luego de la separación de Venezuela. DEFENSA NACIONAL
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Luego de varias intervenciones el 13 de mayo de 1830 resolvieron constituirse en Estado libre e independiente con el nombre de República de Ecuador, integrado por los Departamentos de Ecuador, Azuay y Guayaquil y los otros Departamentos de la Gran Colombia que más tarde quieran incorporarse (como el Departamento de Pasto). El Departamento de Pasto antes de la separación había pedido su incorporación al Estado del Ecuador. El General Juan José Flores se encargó del mando supremo, hasta cuando se reuniera la Primera Constituyente.
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CONCLUSIONES
Brasil fue uno de los primeros países con quien delimito sus fronteras.
En 1841 que se firmó un Tratado de Paz, Amistad, Navegación y Comercio con Brasil.
En cuanto a la libertad completa del Perú a la navegación a todo lo largo del Amazonas y del Brasil en los ríos peruanos, se logró en otra Convención Fluvial que se firmó el 22 de Octubre de 1858.
Bolivia fue el segundo país con quien delimito sus fronteras.
Tanto como para Brasil y Bolivia el auge de la industrialización del caucho fue el principal motivo por el cual se llevaron a cabo continuas negociaciones diplomáticas que estaba situada en la cuenca del rio Purús.
Existieron dos principios jurídicos, El Principio de Uti-Possidetis y el de Libre Determinación.
También se decía que todo pueblo que rompe sus lazos con la antigua metrópoli dominadora o Estado dominador, tiene el libre derecho de expresar su opinión para constituir su nueva nacionalidad y fue ejercido por el pueblo de Perú y todos los pueblos americanos.
En vista que no llegaban a ningún acuerdo entre Perú y Colombia llegaron a un acuerdo y firmaron EL TRATADO ARBITRAJE GENERAL DE 12 DE SETIEMBRE DE 1905. EL TRATADO DE ARBITRAJE Y LIMITES, Sometiendo a la cuestión de apreciación de fronteras al arbitrio de su Santidad el Sumo Pontífice Romano. UN MODUS VIVENDI, que consideró al río Putumayo dividido en dos zonas: la peruana al sur, es decir en la margen derecha, entre los ríos Cobuya y Catuhé; y la colombiana a la margen izquierda, o sea al norte.
Cuando Chile formula las amesuradas pretensiones para arreglar el conflicto Perú rechaza y fracasan estas primeras negociaciones lo que hizo que la guerra continuara hasta que se firmó el Tratado de Ancón cuya redacción se hizo en el balneario del mismo nombre, siendo firmado en Lima el 20 de Octubre de 1883.
Uno de los principales tratados fue la realización de un plebiscito al término de los diez años, para que Tacna y Arica decidieran su nacionalidad la cual no se cumplió.
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BIBLIOGRAFIA
http://ds-republicadelperu.blogspot.pe/2010/11/tratados-limitrofes.html
http://historiaperuana.com/periodo-ndependiente/republica/frontera-peru-bolivia/
https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_Polo-Bustamante
https://es.wikipedia.org/wiki/Conflicto_lim%C3%ADtrofe_entre_el_Per%C3%BA_y_Bolivia
http://blog.pucp.edu.pe/blog/juanluisorrego/2008/08/26/la-guerra-del-pacifico-el-tratado-desecreto-con-bolivia-1873/
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