TRABAJO ESPECIAL SOBRE LA CREACION En el principio era oscuridad y todo estaba en reposo, pero el ser tuvo conciencia y comenzó a nacer la luz dentro de su propio ser y susurró dulcemente, hágase la luz y la luz fue hecha en la conciencia de Dios. ¿Ustedes se habían dado cuenta que con esta reflexión estamos narrando la historia de la creación? Porque si bien yo lo había notado, no me había dado cuenta que su objetivo es representar en el Templo el punto focal de nuestra conciencia, para que podamos vivirla de nuevo, una y otra vez, para que conozcamos profundamente lo que somos y con qué propósito estamos aquí. Los seres vivos somos sensibles a la luz y la buscamos, pero sólo nuestra conciencia humana responde con un resplandor propio al recibir la luz, de aquí vienen las palabras “en la conciencia humana se reflejarán las glorias del Universo”, entonces brilló la luz, porque se reflejó su propia naturaleza; ósea y la luz fue hecha en la conciencia de Dios, cada una de las palabras de nuestra reflexión inicial, así como su entonación es para atraer nuestra conciencia objetiva, el encendido de las velas es para que cada uno encienda su luz interior y la música suave es para cruzar el umbral del mundo objetivo y llevarnos a ese mundo donde la comprensión no necesita palabras. EL SABER NUNCA TUVO PRINCIPIO, PORQUE DE LA NADA NO PUEDE ORIGINARSE ALGO, esto significa que la nada nunca existió ni puede existir, porque si tomara forma, sería un ser. La nada es una negación, se contradice a si misma. El ser no tiene contraparte, no tiene opuesto, no tiene rival. Es omnipresente, omnipotente, indefinido y eterno LAS TINIEBLAS LO INVADIAN TODO ANTES DE QUE LA LUZ APARECIERA; PERO LA LUZ NO NACIÓ DE LAS TINIEBLAS, PORQUE LAS TINIEBLAS SON FALTA DE LUZ. LA LUZ ES UN ATRIBUTO DEL SER, PORQUE EL SER ES LUMINOSO POR LA RADIACIÓN DE SU ENERGÍA GENERADA POR SUS INCESANTES ESFUERSOS PARA SER. La luz no nació de la oscuridad sino que penetró en ella, y la oscuridad estaba preparada para recibirla. Esta fue la primera acción, el primer Karma, la Primera Ley, el primer contraste, la primera dualidad en que TODO TIENE QUE SER DUAL EN LA NATURALEZA. Fue el primer movimiento que se convirtió en la Ley de que TODO LO EXISTENTE TENDRÍA QUE EXPANDIRSE Y CRECER EN UN ESFUERZO PARA SER. La oscuridad, preñada de RA, la luz se convirtió en la superpadre, MA en cuya matriz se gestaron todas las cosas y dio a la luz toda la creación. LA LUZ NO TENÍA CALOR Y POR ESO EL SER NO SENTIA .LA LUZ NO TENÍA REFLEJO ALGUNO Y POR ESO EL SER NO TENÍA FORMA. El movimiento de expansión implica que cada nuevo punto de luz se transformó en un centro radiante despidiendo rayos a todo su rededor, llenándose el espacio con rayos de luz que se movían en todas direcciones, chocando y desviando el movimiento de los demás, toda esta locura y aparente confusión sólo estaba dando paso al patrón del movimiento cíclico. Ya hemos hablado que todo lo que gira parece ser más estable, pero está en una condición de equilibrio dinámico. Cualquier cosa que gira resiste la fuerza externa, pareciendo que la rechaza y asemeja a algo inerte. Los rayos de luz que mencionaba anteriormente formaban parte de este fenómeno y mientras giraban como remolino en un océano luminoso, se
transformaron en electrones, separándose en positivos y negativos según su sentido de giro, naciendo la POLARIDAD, la ATRACCION y la REPULSION. Nuestros espirales de luz crecían y se expandían en la matriz de la oscuridad, atrayéndose y repeliéndose unos a otros; produciéndose un movimiento dual, donde constantemente se reagrupaban, hasta condensarse y formar entidades de un orden más elevado, los átomos, los cuales se condensaron formando nubes cada vez más densas, las que se comportaron con el mismo patrón de condensación y rotación y uniéndose hasta cuando cada fragmento giratorio se convirtió en un globo, condensándose en una estrella, estas miles de estrellas dieron origen a las galaxias con estrellas que giran unas alrededor de otras; donde los planetas giran alrededor de las estrellas; los satélites alrededor de los planetas, un macro cosmos siempre en movimiento, siempre en expansión, impulsado por sus incesantes esfuerzos para ser, la única obedecida por todas sus partes, desde los electrones hasta las galaxias. Debido a su propia naturaleza, la energía almacenada en las masas empezó a vibrar y pulsar, generando calor. EN SU ETERNO MOVIMIENTO Y DESARROLLO EL SER SE EXPANDIÓ. MULTIPLES SE HICIERON SUS FORMAS Y COMPLEJA SU NATURALEZA. LA COMPLEJIDAD EN EVOLUCIÓN DEL SER DIO ORIGEN A LA DENSIDAD Y LA DENSIDAD PRODUJO CALOR EN LA LUZ. En su eterno LLEGAR A SER causado por sus incesantes esfuerzos para ser, el ser había pasado por seis etapas correspondientes a los primeros seis meses de gestación. En la primera etapa fue algo indefinido; en la segunda, lo indefinido se definió y se hizo dual; en la tercera; la dualidad formó patrones o dualidades distintas; en la cuarta, los patrones desarrollaron sentido de dirección u orientación, y la polaridad; en la quinta, la orientación produjo la forma, la sustancia densa y el calor; en la sexta, las múltiples formas se agruparon de acuerdo con la ley y el orden; y llegó la séptima etapa: el orden desarrolló la organización y la coordinación con un propósito; formar un nivel de existencia más elevado Y ENTONCES COBRARON VIDA LAS COSAS. Las primeras seis etapas de la acción de LLEGAR A SER fueron producto del impulso original y la moción de las masas se convirtió en algo casi mecánico. Pero el ser, que no conoce agotamiento, emitió otro oleaje de rayos que al penetrar en la densidad y capacidad de la materia, se vitalizó y se activó en otro orden de existencia, LA VIDA. Este segundo oleaje que impregnó de fuerza vital las formas de la materia, produjo nuevas entidades que no se movían sólo por la inercia sino por propulsión propia. Cada ser vivo, incluso la célula más simple, es en sí una forma organizada con su propia dinámica, equilibrio y coordinación. Los seres vivos funcionamos de una manera muy compleja; somos muy delicados y sensibles. Reaccionamos ante la fuerza vital que nos moviliza desde el interior y al mismo tiempo, dependemos de los recursos que el ambiente nos suministra, coordinando ambos en un solo proceso. Este incesante esfuerzo para ser se convirtió, para la vida, en el incesante esfuerzo para sobrevivir, evitando a toda costa la extinción. Como la vida de cada ser es limitada y se desarrolla en un ambiente hostil, los seres vivos fueron dotados por la facultad de reproducirse para perpetuar las especies, sobrepujando a la muerte por la fuerza del número. En este continuo nacer y renacer a través de incontables generaciones, el poder evolucionador de la vida ocasionó que una especie de ser vivo se ramificara en muchas otras y las nuevas en muchas otras más. Fue como una carrera en la cual cada forma hizo su mayor esfuerzo por
superar a las otras especies. En este maravilloso experimento se produjeron enormes números y variedades de formas a fin de que la vida pudiera seleccionar a las más aptas para continuar el proceso de evolución, pero la sobre vivencia no era la única meta en la evolución y la vida siempre probando la capacidad de cada una para servir a determinado propósito, determinando cual debía ser eliminada, cual debía sobrevivir y cual podría ser elegida para una labor más elevada. Así pues, en la octava etapa del acto de LLEGAR A SER los seres vivos quedaron organizados en su magnifica jerarquía en la cual cada forma, al vivir en toda su plenitud, habría de cumplir una tarea especial. Algunas formas, aprovechando el trabajo de otras y queriendo seguir el proceso de evolución desarrollaron órganos por medio de los cuales la sensibilidad del ser se transformó en una conciencia y percepción más definidas. Dejando así el espacio preparado para en noveno período. CON LA VIDA EL SER ADQUIRIÓ SENSIBILIDAD, DESARROLLANDOSE EN LA MAGNIFICENCIA DE LA PERCEPCIÓN DEL YO. En esta etapa del desarrollo del ser nació el hombre, y he aquí porque el hombre nace desnudo, con su tierno cuerpo expuesto a las inclemencias de los elementos. Sus movimientos son desmarañados, sus miembros débiles y lentos. No tiene alas para volar, ni aletas para nadar, ni garras para trepar, un uñas, cuernos espolones u otras armas para luchar y defenderse, ¿Cuáles son las posibilidades para sobrevivir en donde hay una lucha incesante por la existencia en un mundo donde para ganar hay que estar equipado con armas superiores? El nacimiento del hombre fue como el despertar de un letargo. Cuando abrió los ojos se sintió deslumbrado y confuso. Gradualmente cobró una sensibilidad distante de la de cualquier otro ser vivo; fue un sentimiento de admiración ante las maravillas de la naturaleza; la brillantez del día se transformó en una sintonía de formas y de colores; se percató de sonidos y aromas. Se puso de píe y elevó las manos hacia la luz sin darse cuenta que con esto originaba un acto de salutación. El calor del sol le hizo sentir que la vida pulsaba en su interior y su propia vida le hizo conocer que todo lo que le rodeaba tenía vida; la cual se manifestaba en el vuelo de los pájaros, en el murmullo de un arroyo, el movimiento de las hojas y en el balanceo de las ramas bajo la brisa y entonces el hombre habló, primero con sonidos inarticulados, como si probara, después mezcló audazmente su voz con los sonidos de la naturaleza. Habló a todas las cosas a su alrededor, les puso nombre, las describió, las clasificó, las comparó y al hacerlo les asignó dimensión. Sus ojos bebían la luz, sus ojos brillaban con la luz misma de la comprensión. Con el hombre nació el universo, resplandeciente y sonante en toda su gloria. EN LA CONCIENCIA HUMANA SE REFLEJARON LAS GLORIAS DEL UNIVERSO Y LA MENTE LES ASIGNO DIMENSION; Y ENTONCES BRILLO LA LUZ, PORQUE REFLEJO SU PROPIA NATURALEZA POR PRIMERA VEZ.