Todd Landman Polltíca comparad.a es la mejor inboducción a las estategias {e invËstigación comparada en ciencia política. Dividido'en tres pãtes, el Iibro cosrienza con un exarnen de los diférentes métodos, aplicándolos después a las cuestiones más actuäes de la þolítica comparada en r. amplio abanico de casos reales de todo el
Todd LandmAn f
OII A $U OBJTTI
il ilut$ïtEAGt0il de anáIisis hacé que este texto consti-
''''''.' profesor en la Uni-
es o
ì
"J:,
AJianza
'.
,t;,.,,
.
,.,,:
Editorial
.
Alianza Editorial
Todd Landman Po
líti
ca comparada
Una introducción a su objeto
y métodos
de investigación
Traducción de Carlos luengo Revisión técnica de Elisa Chutiá
Alianza Editorial
Título original:
Issues and Methods in Comparatíve Politics: Am Introduction Traducción autorizada de Ia edición inglesa, por Routledge, miembro de Taylor
& Francis Group. @
Indice
Todos los derechos reservados
Resemdos todos los derechos. El contenido de esta obra €stá protegido por la Ley, que establece penas de prisión y/o multas, además de Ias corespondientes indemizaciones por daños y perjuicios, pua quienes reprodujeren, plagiren, distibuyeren o comuicaren públicmmte, en todo o en pa¡te, ua obn lite¡aia, artÍstica o cieutífica, o su transfomación, interpretación o ejecución artística frjada m cualquier tipo de soporte o comuicada a través de cualquier medio, sin la preceptiw autorización
Lista de figuras ............
u
Lista de tablas
r3
Lista de cuadros resumen.
l5
Agradecimientos
17
Introducción
19
Primera parte Por qué compalar, cómo comparar
@ Toddlandman
@ de la haducción: Carlos Luengo Martín,2011 @ Alienza Editorial, S. 4., Madri( 2011 Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 15; 28027 Madrid; teléf. 91 393 88 88
1.
y qué probLemas entraña [a comparación
¿Por qué comparar países?.............. Razones para la comparación
ISBN: 978-84-206-5475- I
Descripción contex.tual. Clasificación.....
Depósito legal: M. 35.825-2011 Impresión: Larel Industia Gnific4 S. A.
--
-.....
Contraste de hipótesis ...............
hinted in Spain
SI QUIERE RECIBIR INFORMACIÓN PERIÓDICA SOBRE LAS NOVEDADES DE ALIANZA EDITORIAL, ENVÍE UN CORREO ELECTRÓNICO A LA DIRECCIÓN:
alianz
ae
ditorial @anay a.es
Predìccíón La ciencia en la ciencia política... Términos y conceptos científicos......... Teoría
y método.
Ontología, epistemología y metodología Casos, unidades de análisis, variables y observaciones
27 28 28 29 30
3) 35 40 40 41
43
:'':r'ìi,
r:¡
i
ilrä-j T;r
:-¿t
i¡
Niveles de análisis.
44
Segunda parte
,Ulétodos cuanritarivos y cualitativos
45
Comparación de comparaciones
Resumen
Lectu¡as
cornplementarias
...........-.-.....:............
46 46
6.
democracia investigación..... La comparación dc muchos países ...................... La comparación de pocos países. La comparación cuantitativa de pocos países . La comparación cualitativa de pocos países......... Los estudios de un solo país.. Resumen.......... Lectu¡as complementarias Desarrollc sconómico y
12.7
El problema de
-49
2-. ¿Cómo comparar paísesi .................... Inlroducción.....
49 s0
\,Iétodos de comparación. La comparación de mucbos países ..----.-...-.. La comparación de pocos países La comparación a través del esrudio de un solo país.....-
52 53
"{ffrt:!1!::ffi\ ;,,,, :, : Resumen
Lecturas complementarias
3.
La comparación de muchos países
::
7.
139 139
l4l 152 .155 15g
Violencia política y revolución social
159 160
6'.7
El problema de investigación..-.. La comparación de muchos rJ;;''......:::..:......:..:.........::...........:..:.........:.............. ........:..
69 72
i:J:l#å:ïîji,liiîï'iï:
73
Resumen
75
Lectu¡as complementarias
189
: ::
-
: :::
.
161 ),73
:
183 187
79
Oposición política no violenta y movimientos sociales
Supuestos de partida....-....
191
79
El problema de investigación..
La medición de conceptos..... El análisis básico de regresión....-..... Cómo ampliar el modelo básico de regresión La incorporación de la variable temporal. Limitaciones del análisis comparado global
192
82 84 89 90
La comparación de muchos países ...................... La comparación de pocos países.
193
Los estudios de un solo país Resumen
207
91
Lectu¡as complementarias.
2t4 2t6
Las t¡ansiciones a la democracia....................
217
El problema de investigación. La comparación de muchos países La comparación de pocos paÍses. Los estudios de un solo país
218 218
i03
Resumen ..-.......
246
104
Lecturas complementarias
248
Diseño institucional y rendimiento de la.democracia
249
Eì problema de investigación
250
La comparación de muchos países La comparación de pocos países.. Los estudios de un solo país.
253 261 266 269
Resumen Lecturas complementarias
La comparación de pocos países.. Supuestos .--...--.
La selección de casos y el diseño de investigación.... La ampliación del DSMD y del DSMS Casos negativos
La combinación de la comparación cuantitativa y cualitativa.. Limitaciones de las comparaciones de pocos países Resumen
Lecturas complementarias.
5.
54 55 56 59 62
128 132
Los estudios de un solo país como método de comparación.................-... Funciones de los estudios de un solo país... Cómo aumentar las obseruãciones de los estudios de un solo país ...-.--.....-.-.. Limitaciones de los estudios de un solo país.. Resumen ......---. Lectu¡as complementarias
198
93
9.
94 95 95 9B
r06 109 110 110
10.
113
Resumen
114
Lecturas complementarias..
119
12r 122 122
I
l.
Derechos humanos El problema de investigación
225
238
271 273 275
La comparación de muchos países La comparación de pocos países .. Defensa transnacional de los derechos humanos Comisiones de la verdad...
Los estudios de un solo país Resumen...... Lech:ras complementarias
.
278 284
Lista de figuras
284 289 292 296 299
12. Relaciones internacionales y política comparada Problemas de investigación
La comparación de muchos países . La comparación de pocos países Los estudios de un solo país................. Resumen
301 301
304 308 313
314
Lecturas complementarias
316
Tercera parte
Método comparado y nuevos temâ<
13.
Temas comunes y comparaciones diferentes Compromisos metodológicos . La comparación de muchos países La comparación de pocos países . Los estudios de un solo país.-..... La construcción de teorías Conclusión: las lecciones aprendidas Lecturas complementarias.
321 322
322 324 327 330 337 339
l1 t2
l3 T4 2T
22 t4
Nuevos desafios para la política comparada...,... El cierre del círculo..............
341
Nuevos métodos
344
4.1
Cómo mantener la relevancia..
348 3s2 352
51
.
Resumen Lecturas complementarias.
31
34r
Bibliografia ....
353
Indice analítico.
38s
6.I 6.2 6.3 ó.4 6.5 6.6 6.7 '7
.l
7.2 7.3 7.4 7.5 7.6 7.7
3l Formas de gobierno puras e híbridas .............................................. Cuatro hipótesis sobre parricipación electoral Predicciones sob¡e la democracia en el Este y Sudeste de Asia Métodos de comparación ..................... Combinación lógica de dos variables en cuarro países ............. Grafico de dispersión enüe el nivel de violaciones de los derechos humanos y la desigualdad en la distribución de la renta....... Matriz de posibilidades de revolución social usando dos v'ariables dicotor¡rizadas independientes....... Casos
o de relación entre desarrollo económico y democracia... Desarrollo económico y democracia.. Representación de una relación lineal entre y (democracia) ... Representación de una ¡elación curvilínea entre kdesa¡rollo económico) y (democraciÐ). Representación de una relación escalonada ente (desaÍollo económico) y (democraciÐ). El problema de la urna y la inercia institucional... Un argumento sobre la consolidación democrática basado en la inercia institucional Explicación del ¡endimiento institucional democ¡ático en Un modelo causal las luchas civiles Un modelo causal de violencia Relación Relación Relación con forma de U Relación con foÍna de U La curva de
.. política positiva......-.... negativa ............... invertida Loren2..........-..
Italia...-.-.....
.....
32
34 36 51
57 85
t05
u6 128
t29 130 130 131
132 153
162 165
169 169
169 169
170
72
7.8 El coeficiente de Gini............ 7.9 Desigualdad y violencia política ............. 8.1 Estructu¡a de la oporh.rnidad política....... 8.2 Tres perspecîvas sobre las relaciones entre los derechos
r71 t72 200 ciud¿danos
Lista de tablas
y los movimientos
sociales
205
8.3
Una comparación de las decisiones legislativas yjurídicas sobre las mujeres en el Reino Unido, los Estados Unidos y Canadâ........-.. 8.4 Resultados de 53 en los Estados Unidos, 1800-1945....... 9.1 El crecimiento y el declive de la democracia en el mundo 9.2 Transformación democrática en España: resumen de Foweraker (1989)............. 9.3 El Dilema del Prisionero. 9.4 La teoria de juegos y la transición democrática polaca.....-......-.... I0.l Recuento del número efectivo de partidos...... 10.2 Leyes electorales y rendimiento de la democracia...-................. I
1.1
l2.l
Resumen de los estudios sobre derechos humanos de muchos países ...........-..
Vínculo entre relaciones internacionales y política comparada...... 12.2 Laprobabilidad de conflicto entre diferentes díadas de Estados...........
206 209
2r9 240 242 243
2s6 264 282 303 307
2.1 2.2 3.1 4.1 4.2 4.3 4.4 6.1 6.2 6-3 6.4 6.5
7,I
7.2 7
'3
Explicación del Estado burocrático-autoritario en América
valoración
Latina....
Métodos comparados: una Resumen de los datos estadísticos para tes Diseño de sistemas de máxima similitud (DSMS) y diseño de sistemas de máxima diferencia Diseño de sistemas de máxima Diseño de sistemas de máxima Tabla de la verdad Resumen de los principales argumentos desar¡ollados por De Schweinitz en Industrialization and Democracy Las tres vías hacia la sociedad moderna de Moore (1966) condiciones para Ia democracia y el autoritarismo en países Desarrollo y democratización inicial en América Desarrollo económico y democracia en perspectiva Una exploración de las causas de la violencia política: un resumen de la verificación de hipótesis en Hibbs Tipos de organización Condiciones para el estallido de guerras y revoluciones campesinas en el siglo xx ........
variables.........
(DSMD)..........
65
j4 g5
gg
similihrd......... diferencia hipotética......-....
105 10g
(1964).............
144
............. avanzados Latina............. comparada
(1973)............. agricola
104
14.7
149
l5 I 156
t64
ßj l7
5
7.4 Condicionesparalarevoluciónsocia1...... l7g 7.5 condiciones para la revolución social en América Latina, 1956-1990....... rg2 7'6 violencia potítica y revolución desde una perspectiva comparada.................. rBg 8.1 La escala materialista./posmaterialista............. l9.l 8.2 Resumen de los kabajos comparados sobre oposición política no violenta y movimientos sociales T5 9.1 Perspectivas de democracia en el mundo .. 224
).2 Transiciones desde sistemas autoritarios...... 9.3
94 9.5
9.6 10.
I
r0.2
Acuerdos entre élites y transición democrátlca.... Regímenes modernos no democráticos...-..................
Transición democrática y consolidación en Europa Meridional, América del sur y
Europa poscomunista .-................ Transiciones a la democracia en perspectiva comparada............-.. :. -......... Tipos de relaciones ejecutivo-legislativo.........-...... competencias normativas y:ro norm'ativas de los presidentes elegidos por sufragío po-
pu1ar...............0.3
0.4
l1 t.2
Comisiones de la verdad en todo el mundo
Método comparado y la política de derechos humanos Apoyo aI convenio Europeo para la protección de los Derechos Humanos y de las Li-
(CEDH)..........
bertades Fundamentales ............................ Resumen de estudios que examinan el nexo entre va¡iables nacionales e intemacionales. Teorías empíricas de la ciencia política y de las relaciones internacionales: temas y ejemplos de la segunda Evolución de la política comparada: objetos de investigación prioritaria y métodos domrnantes
parte..................
14.1
233
23s 247 251 255
1.4 2.1
t3.l
Lista de cuadros resumen
23r
La institucionalización de los partidos políticos y el rendimiento de la democra cia........ 265 Diseño institucional y rendimiento de Ia democracia en perspectiva comparada............. 270 Los principales inskumentos de derechos humanos.......--...._................. .......... . . _ . 274 Resumen de The Power of Human Rights de Risse, Ropp y Sikkink (eds.) (1999).......... 288
1.3
12.2
227
29r 297
312 315
333 343
1.1 1.2 1.3
Formuiación de clasificaciones: Aristóteles y Finer ............
Conûaste de hipótesis Hacer predicciones........ 2.1 El problema del sesgo de selección.... 2.2 Relaciones espurias Diseño de sistemas de máxima similitud y mixima diferencia 6.1 Relaciones posibles entre las variables y ).........6.2 Argumentos en la línea de la 6.3 Democratización endógena y exógena... 7 .1 Relaciones posibles entre desigualdad económica y violencia política........... '7.2 El coeficiente de Gini como medida de la desigualdad en la distribución de la ¡enta.-.... 8.1 Ronald Inglehart y el posmaterialismo .............. 8.2 Fractu¡as sociales t¡adicionales... 8.3 Derechos ciudadanos y movimientos sociales 8.4 Mancur Olson y los incentivos selectivos 9.1 Acuerdos entre é1ites y convergencia de éIites........... 9.2 Clasificación de tipos de regímenes previos según Linz y Stepan (1996)............-........... 9.3 La teoría de juegos y la ciencia política ............. 10.1 Las relaciones ente los poderes ejecutivo y legislativo.... 10.2 Sistemas electorales 10.3 Recuento del número efectivo de parlidos I 0.4 El umbral electoral .....-........-....... 1 1.1 Instrumentos internacionales de derechos humanos ......... 11.2 Categonas de derechos humanos I1.3 Realismo, modernización y derechos humanos 12.1 El juego a dos niveles.-.
4.I
3l 34 36 65 68 100
t29 131
136
169 r'70
r97 202 205
2t0 230
z)3 241
250 252 256
259 274 276 285 311
Agradecimientos
Escribir y revisar este libro ha sido tanto un placer como u¡ desafio. Estoy muy agradecido a Patrick Proctor, quien me abordó con ocasión del lanzamiento de un libro en Londres
Mi experiencia como docente de política comparada y métodos d.e investigación en Estados unidos, el Reino unido, Italia, A-lemania, Noruega, china y Brasil, ha puesto de
18
Forí-ùica
r:orn¡eiaia
manifiesto que pocos alurnaos comprenden la lógica y el propósito del análisis comparado
Introduccion
sistemático. Mi propia formación intelectual incluyó un entrenamiento razonable en métodos de investigación. Después d.e estudiar Ciencias Políticas en la Universidad de Pensilvania y Estudios Latinoamericanos en Ia Universidad de Georgetown, mi estudio formal de los mé-
largo de mis muchos años en la Universidad de Essex quienes han hecho las aportaciones más importantes. Quiero expresar mi agradecimiento a Hugh ward, David Sanders, David Howarth, Albert weale, christian Anglade, John Bartle, Thomas plümper, Kai Arzheimer, Vera Troeger y Roman K¡znaric por sus comentarios, discusiones, sugerencias y colaboración. Paul Carter, mi asistente de investigación en el verano de 1998, leyó muchos borradores de Ia primera edición para proporcionar la perspectiva del estudiante universitario. Doy las gracias a Joe Foweraker de la Universidad de Oxfor( AtÍacta Ingram de la Universidad Nacional de Irlanda en Dublín, Bert Lockwood de Ia Universidad de Cincinnati, Neil Robinson de la Universidad de Limerick y Darren Hawkins de Ia Universidad BrighamYoung. Gracias a Alice Cooper por trabajar conmigo en la literatura sobre paz democrâtica, que forma parte de la discusión del capítulo 12. Igualmente, me gustaría expresar mi agradecimiento a mis muchos alumnos, a los que he infligido la lógica de la inferencia y he predicado las virhrdes del análisis comparado sistemático. Me gustaría particularmente agradecer la colaboración de Marcelo Gameiro, Ar¡ra Mackin, Marco Lanzza, Jaime Baeza Freer, EdziaCawalho y Ricardo Lwra Corral. Un gran número de amigos personales y familiares han contribuido a hacer de mi estancia en el Reino Unido un auténtico placer y Ia red social que se ha construido a lo largo de los años hace que mi vida cotidiana sea r¡na delicia. Dave Smith, Leigh Amos, Malcolrn, Sibel, así como Max Latchman, Pavlenka y Stephen Small, han sido todos ellos u¡os amigos entrañables druante el proceso de la redacción del libro. Del otro lado del charco, quiero dar las gracias a Drew y Kate Landman, Hank Landman y a mi madre, Laura Landman. para terminar, quiero hacer extensivo mi agradecimiento más grande y sincero a Melissa, Oliver y Sophia por colmar mi vida dia¡ia de risas y alegría. A ellos dedico esta tercera edición.
Este libro pretende ser un texto accesible sobre las estrategias de investigación comparada en ciencia política. Se dirige a estudiantes de ciencia política y política comparada, así como también a los interesados en estudios regionales (política europea, política rusa y poscomunista, política latinoamericana, política del Tercer Mundo, política africana o política asiática), políticas públicas, derechos humanos y análisis político. El libro coloca deliberadamente el método en primer lugar y luego se plantea una serie de de política comparada exami¡ándolas desde la óptica del metodólogo con vistas a enseñar a los estudiantes a reflexionar sobre la lógica subyacente a la comparación y subrayar la necesidad del análisis sistemático en ciencia política. De este modo, el libro considera la comparación como un medio importante para un fin, a saber, la explicación de los fenómenos políticos observados. El libro se apoya necesariamente en una cierta forma ciencia política. Sin caer en el sempitemo debate sobre los diferentes enfoques de investigación en ciencia política, y en ciencias sociales en general, baste decir que este libro parte del supuesto de que existen acontecimientos políticos, actores, intereses, estructuas y resultados observables sobre los que los politólogos pueden formular argumentos analíticos raeonados, i¡formados e inteligentesr. Denomi-nado de diversas formas, tales como ,
Todd Landman Colchester, Essex
I Las divisiones en el seno de la ciencia política se abordan en Almond (1990), Goodin y Klingema.n (1996b), Caterino y Schram (2006). Las críticas postmodernas de las ciencias sociales encuentran un excelente exponente en Rosenau (1992) y Howarth y Gþos (2007). En Kuhn (1970) y Feyerabend (1993) pueden hallarse citicas generales a la ciencia, y en Gordon (1991), Gross y Levitt (1994), así como en Couvalis (1997), respuestas a dichas críticas.
h
å
20
mo) o (postconCuctismo> (Fay I975; Von $/right l97i: Sanders 1995; Lane 1996; Fþberg 2001; Brady y Collier 2004; Catertno y Sclram 20C6), este estilo de ciencia política se centra en comportamientos y acontecimierrtos políticos observables a nivel individual, de o nacional y presupone que las expiicaciones de tales comportamientos son -gmpo (Sanders 1995: 58). Así pues, este ljbro parte de ia hipótesis de que los objetos últinlos de la política comparada existen en su mayor parte con independencia y anterioridad a su investigación (véanse Lane 1996; La-wson 1997). Asimismo, en este libro se sostiene que el mundo de la política está formado oor grandes rompecabezas empíricos a los que los politólogos aplican un conjunto de teorías y métodos a fin de explicarlos y comprenderlos de una manera sensata (véase Gordon 1991: 629-30). A quienes comparten esta perspectiva acerca del estudio del mundo político y social, este libro se propone ayudarles a formular argumentos sobre Ia política basados en la mejor evidencia empírica disponible, teniendo en cuenta las limrtaciones de los recLtrsos de investigación. Así pues, este libro acepta que estas observaciones son imperfectas e inciertas, pero al propugnar sistemáticos y bien fundados (King er a/. 1994: 6) aspira a ayrdar a los estudiantes de ciencia política a foi-mular tales enunciados de la forma más aceptable.
27
En cada capítuio de la segunda parte se i con el ':ropósito de demostrar cómo eligen los investigadores las preguntas de investigación, cómo formulan las teorías, especifican las hipótesis y aplican los métodos comparados para contrastar sus hipótesis. Los estudiantes que carezcan de conocimientos previos en política comparada pueden comenzan leyendo los capítulos de la segunda parte como una primera aproximación al tipo de temas que han recibido un extenso tratamiento en esta área. Luego pueden volver a los capítulos de la primera parte para seguir la evolución de los diferentes métodos de comparación y entender sus puntos ftiertes y débiles para el estudio de la política. A quienes lleven tiempo estudiando política comparada, u otras disciplinas relacionadas, se les recomienda leet el libro en el orden en que se presenta. A todos los lectores se les sugiere leer la tercera parte en último lugar. En la tercera parte se resumen las principales conclusiones de la segunda parte y se apuntan los desafios a los que tendrá que enfientarse la disciplina en el futuro previsible. En el capítulo l3 se resaltan los temas comunes, las concesiones metodológicas y el origen de diferencias que surgen de la comparacion de comparaciones de la segunda parte. El capítulo 14 concluye con un examen de los cesafios tanto sustantivos como metodológicos a los que tendrá qrre hacer frente la disciplina en el futuro. En este último capítulo se resume brevemente la evolución de la política comparada desde su primera (Valenzuela 1988), se examinan los nuevos métodos que se están desarrollando parala comparación transnacional, se avanzan formas para superar dicotomías nacionales en la materia y se abordan algunos temas nuevos que captarán la atención de los comparativistas. El libro también incluye tablas y figuras elabo:adas a partir de ios hallazgos de la investigación comparada; cuadros res s que se aclaran conceptos, términos y relaciones; sugerencias al final de cada capítr-rlo y una bibliografia. Considerado en desde un tratamiento de los diferentes métodos comparados, abordando temas habituales en política comparada, hasta reflexiones sobre la disciplina en el pasado y en el futuro. Dado que es primordialmente un texto sobre
ples and Practice.
Primera parte
Por qué comparar, cómo comparar qué problemas entraña la comparación
F (+. ir I
En los capítulos de esta parte del libro se expone la lógica de la comparación sistemática enhe países, se muestran las diferentes maneras en que cabe compararlos y se examinan los distintos problemas a los que han tenido o tendrán que hacer frente los investigadores comparativistas. Con demasiada frecuencia, tanto la selección de los países como el modo en el que son comparados se deciden por razones no relacionadas con la pregunta de investigación. En estos capítulos se sostiene, en cambio, que Ia estrategia de la investigación comparada es muy importante. Desde la especificación inicial del problema de investigación hasta las conclusiones finales, pasando por Ia elección de los países y del método de análisis, los investigadores deben prestar una especial atención a la pregunta de investigación que abordan y a los modos en los que la comparación ayudará a proporcionar respuestas. Desde este punto de partida, en el capítulo I se muestra que la comparación entre países
resulta útil tanto para una simple descripción como para hacer clasificaciones, contrastar hipótesis y formular predicciones. Seguidamente se indica cómo los métodos de comparación pueden añadir rigor científico al estudio de la política, ayudando tanto a los estudiantes como a los profesores a formular inferencias más sólidas sobre el mundo político que observan. A conti¡uación se incluye una discusión sobre los términos clave necesarios para una ciencia política, a saber: teoría y método; ontología, epistemología y metodología; casos, unidades de análisis, variables y observaciones; niveles de análisis; así como métodos cuantitativos y cualitativos. En el capítulo 2 se ahonda algo más en las diferentes formas en que pueden compararse los países y en las razones por las que estos diferentes métodos son importantes a la hora de extaer inferencias. Se sostiene que los investigadores se enfrentan a una relación de intercambio entre el nivel de abstracción conceptual y el alcance del número de países objeto de estudio. Se muestra asimismo cómo las comparaciones de
F 26
Prr q*le co[,nÌ]ar¿Ç córno comp"ii-rr
1.i
q:lÉ ¡;rrb(en-ras en.i.r.añ¡ t¿ como¡r'aiic¡'r
1.
*
¿Por gué comparar países?
Comparar es una actividad humana natural. Desde la Antigüedad hasta nuestros días, Ios individuos han tratado de comprender y explicar las similitudes y diferencias que perciben entre sí mismos y los demás. Si bien históricamente el descubrimiento de nuevos pueblos respondió a menudo al deseo de conquistarlos, no por ello la necesidad de comprender las similitudes y diferenôias entre conquistadores y conquistados ha sido menos fuerte. Tras la llegada del nuevo milenio, los ciudadanos de todos los países continúan comp¿¡rando su posición con la de otros respecto de identidades regionales, étnicas, lingüísticas, religiosas, familiares y culturales; de posesiones materiales; de posiciones económicas, sociales y políticas, así como de su lugar relativo en los sistemas de poder y autoridad. Y los estudiantes no dejan de tener enla cabeza las modas, los círculos de amistades, los tipos de música, el aspecto fisico y el comportamiento de sus parejas, el dinero que ganan sus padres, la universidad a la que van y la carre¡a que cursan. En definitiva, comparar es humano. Pero más allá de estas comparaciones cotidianas, ¿cómo es el proceso de comparación científica? ¿Y cómo nos ayrda la comparación entre países a comprender el mundo político en sentido amplio? Para responder a estas preguntas frrndamentales, este capítulo se divide en cuatro apartados. En el primer apartado se establecen las principales razones para la comparación, entre las que se destacan: 7) la descripción contextual,2) la clasificación y creación de tipologías,3) laverificación de hipótesis y la construcción de teorías, y 4) la predicción QTagte et al. 1992:24-27;Mack'te y Marsh 1995: 113-176). En el segundo apartado se plantea Ia cuestión de la condición
Nota de la ¡evisión técnica: aunque el autor de este libro pone el énfasis en la comparación entre países
y rttiliza la expresión , en el estudio de la política comparada es f¡ecuente encont¡ar comparaciones que no sólo se dan ent¡e países y, por lo tanto, Ia expresión más habitual para denominar el problema que menciona el autor suele ser Q{. de la R.).
¡
L
28
29
otros términos y conceptos necesarios parala ciencia poiítica. En el cuarto apartado se presenta un resumen de estas razones, justificaciones y condiciones para una ciencia de la po-
senta un ejemplo magistral de descripción contextual. Et tibro es un informe exhaustivo de
1ítica comparada.
la guerra de guerrillas emprendida por Augusto Sandino para expulsar a los marines esta-
Razones para [a comparación Hoy día, la actividad de comparar países se centra en cuatro grandes objetivos, todos los cuales se refuerzan mutuamente en cualquier estudio comparado sistemático, si bien algunos reciben más atención que otros en función de los objetivos del investigador. La descripción contextual permite a los politólogos saber cómo son otros países. La construcción de clasif.cacÌones y tipologías reduce la complejidad del mundo político y, de hecho, proporciona al investigador en los que organizar las pruebas empíricas (Sartori i970: 1039). La función de verificación de hipótesis de la comparación permite descartar explicaciones alternativas de eventos, actores, estructuras, etc., con el fin de construir teorías más generales. Por último, la comparación de países y las generalizaciones derivadas de ella posibilitan la prediccíón de los resultados probables en otros países no incluicios en la comparación original, o bien de resultados futuros cuando se dan ciertos factores y condiciones.
Descri pción
co
ntextu a I
En ei campo de la política iatinoamericana, la obra de Macauley Sandino Affair repre-
dounidenses de Nicaragua tras una crisis de sucesión presidencial. Detalla los eventos específicos que rodean la crisis de sucesión, el papel de la intervención estadounidense, la ma-
nera en que Sandino defendió sus principios de no intervención mediante ataques guerrilleros a los marines de los Estados Unidos y, finalmente, la muerte de Sandino a manos de Anastasio Somoza. El estudio sirve como ejemplo de lo que Alrnond (1,996: 52) denomina , donde el autor relata la historia de este extraordinario líder político, pero sin pretender hacerjuicios de valor sobre la lucha contra el imperialismo. Eti lugar de ello, la atención se centra en los acontecimientos que se desarroliaron en Nicaragua y la participación de los distintos personajes en los sucesos históricos. Con todo, el relato puede aportar mucha información para establecer comparaciones entre pocos países y también desarrollar estudios de un solo país sobre la función de la resistencia indígena a la intervención exterior, la historia del autoritarismo militar en Centroamérica, Ias raíces de los movimientos revolucionarios (los sandinistas actuales de los que proce
Clasificacíón
En aras de la simplificación cognitiva, los comparativistas a menudo establecen diversas clasificaciones conceptuales para agrupar a un número elevado de países, sistemas políticos o acontecimientos en categorías diferenciadas con características identificables y compartidas. La clasificación puede ser una simple dicotomía como la existente entre > y , basada en una serie de criterios establecidos teóricamente que ayudan a determinar en qué categoría incluir a los distintos países. Ahora bien, la clasificación también puede consistir en rma gama más compleja de regímenes y sistemas
cos y autoritarios, países desarrollados y subdesarrollados, países centrales y periféricos, regírnenes civiles y militares, por no citar sino algunos ejenplos de las muchas distinciones posibles.
El proceso de clasificación no es nuevo. El esfuerzo más famoso de clasificación halla en la obra de A¡istóteles Pol distingue entre seis formas de gobi (virtuoso o corrupto) y del número tóteles determinó las seis formas
se
30
y que p.iüû[el""lôs enrrsãe [a cnl.nparl,:ióu
31
CUADRO RESUMEN
1.1
Formutación de clasificaciones: Aristótetes y Finer
y [a ctasificación son los elementos fundamentates de [a política comparada. La ctasificación simptifica las descripciones de los objetos importantes de [a investigación comparada. Una buena ctasificación contendrá categorías pertectamente definidas que permitan organizar [a evidencia empírica. Las categorías que integran e[ sistema de ctasificaLa descripción
no, un cterto sector preeminente de la
toma de decisiones (ibíd.:47); fiere a los gobernaltes d.esde personas))
litia.: st¡.
ción pueden derivarse inductivamente a partir de una consideración minucìosa de [a evidencia disponibte o mediante un proceso de deducción en e[ que se generan tìpos
s
de
A¡isrótel ciudades_estado
luego en ella las distintas
:: istinción scribir y a una de
Contrsste de hìpótesís
A pesar de las diferenci al siguiente objetivo de bras, una vez que las co a investigar los factores
los años cincuenta, los id.o cada vez mín a los métodos compara_ dos para construir teorí orros permite excruir explicaciones iå:rtåï::":å: perspectivas teóricas examinando "rt"..,"t,.\,url"yt1i,ltllrîÏfl,îtï"ï,: similitudes-y diferenciar'i¡t"å".iorrales. con este modo de análisis, la-razón ¿e ser Ae la-inueva) política com_ parada (Mayer 19 fican variabies i*po.tàrrt.r, establecen rela_
ff
ciones entre ellas
construir
teorías.
de manera comparada con vistas a generar
y
e la comparación p
. Este cuadro contiene e[ ejemplo más antiguo de clasificación de formas de gobierno y uno de los más recientes. Tanto Aristótetes como Samuel Finer pretenden estabtecer sistemas de clasificación sìmples para ubicar sociedades reates. Mientras que e[ sistema de Arístótetes se basa en razones normativas, e[ de Finer ha sido derivado empíricamente.
Las
constituciones
y
sus clasíficociones
En e[ Libro III de Política, Aristótetes deriva formas de gobierno que se dividen, de un [ado, entre las y las , y de otro, entre e[ diferente número de gobernantes que integran [a autorìdad decisoria, a saber: una sola persona, una minoría y una mayoría. Los gobiernos puros gobiernan en favor del interés general, mientras que los gobiernos corruptos gobiernan en interés de los que forman [a autoridad dominante. La intersección entre estas dos divisiones arroja seis tipos de gobierno, que son los reflejados en [a figura 1.1. Entre las formas puras se encuentran [a monarquía, [a aristocracia y [a repúbtica. Las formas corruptas incluyen [a tiranía, [a otigarquía y [a democrac'ia. Cada forma se basa en una idea de justicia diferente (McCLel.Land 7997: 57). De este modo, [a monarquía es e[ ejercicio del poder por una sota persona en pro del interés generat, mientras que [a tiranía es e[ poder de uno para ese uno. La aristocracia es e[ gobierno por [a minoría en beneficio deL interés genera[, mientras que [a otìgarquía es e[ gobierno de [a minoría en interés de esa misma minoría. La república es e[ gobierno de [a mayoría en pro del interés generat, mientras que [a democracia es e[ gobierno por [a mayoría en interês de esa nayoría, o [o que Aristóteles [[ama e[ >.
Figura
1.1
Sistema de clasificación deAristóteles
De modo similar, contexto en el que observamos y nt!m9, Mayer (1989: 46) sos fo.r del análisis comparado radica en
enfatizar las relaci énfasis con, ionado por las diferencias propias del variables> (en Kohli et al.'rcl9s: 1l). otundamente, que
acumulativa e incremental de atributos
sis_ témicos a las teorías explicativas existentes, complet:lndol"r ;;i;;;;."rivamente>>. Dicho de otro modo, la comparación_ de países y ál contraste a la acu_ mulación progresiva de conocimiento, ,óbr" el mundo sobre poutìca comparada en World poliiìr'lroni ';äi:;:: ot.
"t
E[ número de personas que gobiernan
Uno
Pocos
Monarquía
Aristocracia
Tiranía
0tìgarquía
Muchos Repúb[ica
Formas de gobiemo Democracia
Corruptas
rurHre: Adaptada de Aristóteles
(gobierno de muttitud)
(195s: 110-115); Hague et øL (1992:26); McC[etl¡nd (7997:57)'
[a
Por qué coÍEÐare!.. cdrnc comparar
32
1r
'i;é
proh[emas entrañâ la colnparac.ión
Formas de gobíemo Finer (L997: 37) adopta un enfoque aristotético para [a clasificación de las formas de gobierno identificando cuatro formas de gobierno (puras)) y sus derivados <>. Cada forma de gobiemo se basa en [a naturateza de su personal gobernante. Las formas puras son e[ palacio, e[ foro, [a nobteza y La lgl.esia. Las formas híbridas son [as seis posibtes combinaciones de las formas puras, a saber: palacio-foro, patacio-nobteza, paLacio-IgLesia, foro-nobleza, foro-Igtesia y nobleza-Iglesia. Est¡s formas puns e híbridas deberían describir todas las formas de gobierno que han existido en [a historia del mundo desde e[ año 3200 antes de nues-
formas de gobiemo que originatmente eran puras degeneraron en híbridas en diferentes momentos históricos. De todas las formas de gobierno, e[ palacio puro y sus variantes son las que se han mantenido como las más comunes a [o [argo de [a historia y, pese a su poputaridad actual, e[ sistema potítico <> que representan l¡s democraciai secutares modernas es una forma de gobierno relativamente ran y reciente (Finer 1997:46).
Figura
1.2 Formas
de gobierno puras e híbridas
Palacio-Foro
Tinnos griegos, dictadores romanos,
Fnncia napoleónica, dictaduns modernas
y
regímenes
hasta 1600
Foro Puro
Foro-Nobleza
La poLeís griega,
Repúbtica
Menonitas
las repúblicas
r0mana,
de Eftata 7725,
romanas y las ciudades-medieva[es
Repúbtica
de Venecia
Amîsh 1700presente t.
las dernocracias secu[ares modernas
Iglesia
FUENIE:
t
Polonia, eL régimen mameluco en Egipto, y Japón
totalitarios
eur0peas;
Nota:
Palacio-Noblezo
Corte de Luis XIV, 6nn Bretaña 7740-7760,
añadido de[ autor.
7:34-sB).
,¡;'tl;:
:"
33
Review (89,2:454-481)y PoliticalAnalysis (Brady et aL.2006), al igual que las nuevas monografias que recogen las reflexiones críticas sobre el estado de la metodología comparuda, sugieren que las cuestiones de la teoría, la e>:plicación y la función de la comparación continúan figurando en primera línea entre las cuestiones de las que se ocupan los politólogos (véanse, por ejemplo, Flyvbjerg 2001; Brady y Collier 2004; George y Bennet 2005). Además, la publicación de libros con enfoques genuinamente comparativos err la disci plina continúa demostrando lo fructífero de este moio de análisis. Por ejemplo, Luebbef (1991) compara Gran Bretaña, Francia, Suiza, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega, Suecia, Checoslovaquia, Alemania, Italia y España para poner de manifiesto los orígenes de clase de los regímenes que gobernaron en la Europa de entreguerras. Rueschemeyer et al. (1992) comparan las experiencias históricas de los países indusbiales avanzados con las del mundo en desarrollo para indagil en la relación existente entre desarrollo capitalista y democracia. Wickham-Crowley (1993) compara casos de actividad revolucionaria en América Latina para descubrir la configuración causal de l¿s revoluciones sociales, cunplidas o frustradas, de la región. Foweraker y Landman (1997) comparan los casos de autoritarismo de Brasil, Chile, México y España para ilustrar la relación entre derechos ciudadanos y movimientos sociales. Dryzek y Holmes (2002) examinan cómo conciben y perciben la democracia ciudadanos de once países ex comunistas. Haw-kins (2002) usa el caso específico de Chile para examinar cómo la movilización internacional de condena de la violac-ón de los derechos humanos llevó a facciones (proclives al imperio de la ley> del régimer: de Pinochet a abogar por uria transición hacia la democracia, cuyas inferencias son aplicadas a los casos de Cuba y Sudáfrica (véase el capítulo 11). For último, inglehart y'ù/elzel (2005) comparan datos de encuestas internacionales y de otro tipo para evaluar la compleja relación existente entre los procesos de modernización (o posmodernización), los cambiantes sistemas de valores y la democracia. En todas estas obras, se definen cuidadosamente las variables explicativas y las resultantes y se muestran las relaciones entre ellas mediante la comparación de evidencias empíricas (véase el cuadro resumen 1.2).
Foro-Igluio
ambos cerca
de Lancaster, Pensilvania
Predicción
El objetivo final y más dificil de Ia política comparada es la extensión lógica del contraste de hipótesis: formular predicciones sobre Io çlue ocurre, o puede ocurrir en el futuro, en otros países, basadas en las generalizaciones a partir de la comparación inicial. En política comparada las predicciones suelen plantearse como probabilidades, por ejemplo: c.los países con sistemas de representación proporcional tienen más probabilidades de contã¡ con muchos partidos políticos>. En este ejemplo, un politólogo anticiparía el efecto probable que tendría en un país pasar de un sistema electoral mayoritario a uno proporcional (Hague er a/. 1992). Otro ejemplo de predicción es el referido a las ventajas electorales que tienen los políticos que ocupan los puestos de gobierno sobre sus contrincantes: con la evidencia empírica recabada en çonvocatorias electorales pasadas, los politólogos pueden predecir con razonable seguridad si en una elección concreta el político que ostenta el poder tiene más probabilidades de ganar que el de la opðsición (véase King et al. 1994).
Í! t I
34
35
CUADRO RESUMEN 1.2 Pa
rtí cí p ocì ó n electo
ra
Contraste de hipótesis
I
En Conte cipación de votan las etecc ê
ótesis referentes a [a paftión se mide por [a asistencia e efectivamente votaron en torado debería ser más alta ados. una constitu_ de parridos alinea_ de los datos procestas variables en [a parficipación del etectorado (representado gráficamente en [a figura L.3).
; d
Figura
1.3
Cuatro hipótesis sobre participación electoral
PIB per cápìta
Sistema.de partidos con só[idos
+
participac,ón electoral
atlneamlentol.p¿r:ldos-grupos(31
Constitución prese ntativa
re
l2l
,
ruwre: Adaptada
(5)
+/ / Leyes favorables aL
voto
(4)
atribuyó a su enfoque de y el > descrito en su libro. El análisis que posteriormente se ha realizado por pares de Estãdos (o ) enhe 1969 y 2003 harevelado que Ia civilización de Hu¡rtington se ha hallado más expuesta que oftos grupos de civilizaciones, y que la díada Islam-Occidente reúne más casos de terrorismo. Sin embargo, en contraste con la predicción de Hrurtington, el grupo islímico no es más violentoper se y, además, los niveles globales de terrorismo no han aumentado significativamente después de la Guerra Fría Q.,leumayer y plümper 2006). Del mismo modo, basándose en observaciones de la presencia de recursos económicos y la incidencia de democracia en el mundo desde mediados del siglo xrx hasta hoy día, Vanhanen (1997: 99-154) ha formulado predicciones acerca de la probabilidad de democratización de distintos países y regiones del mundo. Sus resultados invitan a una investigación ulterior sobre la dinámica de democratización que trascienda Ia consideración de las variables socioeconómicas con las que trabaja (véase el cuadro resumen 1.3). Por último, en el campo de los derechos humanos, Poe y Tate (1994) deducen de su análisis de la variación transnacional en la protección de los derechos humanos que el desarrollo económico y la democracia tienen un efecto positivo sobre la protección de los derechos humanos, mientras que la participación en guerras internacionales y civiles tiene rur efecto negativo. Poe y Tate (1994: 861-866) se sirven de estas conciusiones para estimar las probabilidades de armento de la represión þor ejemplo, las violaciones de los derechos humanos) a lo largo del tiempo atribuibles a la pérdida de democracia, la participación en guerras internacionales y el estallido de guerras civiles, al igual que para predecir el descenso de la represión gracias a la mejora de las condiciones económicas.
de Powell (1982: 121).
Asimismo. su análisis muestra que e[ nive[ de desarrollo económico y [a estructura constitucional no están retacionados directamente con [a participación electoral. pero <
contribuyen aI desarrotto de sistemas de partidos y
I los votantes a acudir a las urnas>> (ibíd.: 120). aL diseño de leyes electorales que animan a Este orden causal se representa en e[ esquema I con las flechas y [a numención de cada variabte. Si bien para los comparativistas actuales la pre importante que en el pasado, algunos siguen articul ciones. Por ejemplo, en la obra de Huntington (1)9
menos
predic-
the Re-
más probabilidades de swgir en á¡eas en las que dos o más de estas culturas concurrieran o <. Huntington no sólo trató de predecir futu¡os conflictos en el mundo, sino que
La ciencia en [a ciencia política En el apartado anterior se han especificado los cuatro grandes objetivos de la comparación en ciencias políticas y, al hacer referencia a cuestiones de explicación, construcción de teorías y predicción, se ha apuntado ya cómo la comparación de países es susceptible de ser considerada un quehacer científico. El término clave utilizado a lo largo de toda esta discusión es el de inferencia. Dicho de forma sencilla, realizar inferencias consiste en <
36
CUADRO RESUMEN 1.3
el
Democracia en
Este
Hacer predicciones
y Sudeste de Asìa
con métodos simitares a los utilizados por Burkhart
y rewis'-neck (1999), vanhanen (1997) ha tratado de predecir e[ niver esperado de demõcracia en paísàs y regiones con-
cretos del mundo basándose en su distribución de [os <. La democracia se mide mediante una combinación de ia cuota etectora[ de los partidos más pequeños y e[ porcentaje de participación etectora[ (ibíd.: 35). La distribución de los recursos de poder se mide mediante un índice que.combina las siguientes variabtes: e[ tamaño de ta pobtación urbana y de [a pobtacìón no agraria, [a proporción de estudiantes. e[
tàmaño de [a pob[ación atfabetjzada, e[ número de explotaciones agrícotas familiares y eL grado de
descentra[ización de los recursos económicos no agrarios (vanhanen 1997:59-60). A tra_ vés del examen de [a relación entre e[ nivel de democracia y ta distribución de los recursos de poder desde 1850 hasta 1993, Vanhanen compara [os vatores democráticos efectivos en 1.993 con [as predicciones resultantes del. anál.isis de regresión. La figura L.4 muestra los valores de democracia efectivos y predichos de 16 paí-ses del Este y Sudeste de Asia.
Figura
1.4 Predicciones sobre ra democracia en el Este y Sudeste de Asia 50
e Ltt 'õ -_ .F
ir
JU
F_Cç EIU
-10 5
0 O-
.g=9=crcc ÔLCÀ;EÑ cG_-oiõñ1. O>:c+=.Y
= EEu,Ze t----l
Valor de democratízación predicho
f
Va[or de democratización efectivo
FLENTE: Adaptada de Vanhanen (1997: gg_g9).
Los 16 países se ordenan en e[ eje horizontal y los vatores del índice de democratización se colocan en e[ eje verticat. Las puntuaciones de democracia predichas representart e[ nivel de democracja que debería haber logrado cada país en 1993. dada su respectiva I distribución de los recursos de poder. E[ nivel real es [a puntuación para 1993. La dìferen. cia entre los dos valores se denomina valor residuat. Japón y ,]orea del Sur parecen haber j alcanzado los nìvetes de democracia predichos, mientras que Matasia, Mongotia y Fil.ipinas registran nivetes de democracia más elevados que los predichos. Por otro [ado, Brunei. China y Taiwán presentan puntuacìones inferiores a las previstas. Estos resultados dìspares ' tienen varias ìmpticaciones. En primer lugar, [a dìscrepancìa entre los valores efectivos y ; los predichos signìficaría que otro factor distinto del de ta distrìbución de los recursos de poder exptìcaría e[ nivel de democracia (véase e[ capítuto 3). En segundo lugar. los casos " atípicos. cuyo nivel de democrac'ia en 1993 resulta ìnesperaco, podrían considerarse excepciones temporales a [a pauta gtobat. En tercer lugar, los i¡dicadores que se utilizaron podÉan no reftejar con exactitud los conceptos que Vanhanen pretende medir (véase e[ i capítuto 3). Ahora bien, generalmente e[ proceso de efectuar predicciones puede suscitar nuevas preguntas de investigación y mostrar [a necesidad de centrarse en los casos que no (encajan> en [a pauta (véase e[ capítuLo 2). i
Definamos como la acumulación gradual de conocimientos sobre el mundo empírico mediante la práctica de investigación sistemática, que incluye la recogida de evìdencia, la generación y el contraste de hipótesis, así como también la extracción de inferencias significativasr. Pero más allá de esta definición básica, ¿qué paralelismos existen entre la ciencia política y las ciencias naturales? ¿Cuáles son las prir:cipales diferencias entre ambas? Y ¿cómo ayuda la comparación a resolver estas diferencias? El argumento más sólido a favor de una ciencia de la política sugiere que la ciencia política (comparada) compafien con las ciencias naturales los objetivos fundamentales de describir, clasificar, contrastar hipótesis y predecir. Ambas actividades exigen la recogida sistemática de evidencias, su esfucturación u ordenación, la búsqueda de pautas discernibles: la formulación y el contraste de explicaciones alternativas sobre pautas observadas; y la construcción de teorías más generales. Así pues, la ciencia política siempre contendrá este de teoría y observación (Feyerabend 1993:23; véase también Gordon 1991:589-634) . Dos ejemplos de las ciencias naturales pueden ayudar a aclarar estos puntos. Tanto la teoría de la evolución como la teoría de la gravedad se basan en la recogida sistemática de pruebas. Charles Darwin trató de documentar la totalidad de la fauna y flora de la Tierra. Originalmente, en su empeño por demostrar la gloria de Ia creación de Dios, Darwin pronto
t Goodin y Klingemann (1996a: 9) ofrecen una definición algo más compleja: .
39
descubrió una pauta en lo que estaba observando para la que era posible una explicación alternativa. La teoría de la evolución,reforzadamás tarde pår la teoìía de Ia selección natural, surgió como una explicación nueva de Ia variedad de especies existentes en el mundo natural' Del mismo modo, Isaac New4on formuló la teoría deìa gravedad basada en la recogida de evidencias (¡la precipitación de la manzaîa al suelol).ïingúa científico ha visto realmente la evolución o la gravedad, sino meramente observado suì efectos. Así pues, la ev intelectuales cuya repetida verificaciónimpíri_ ca de una ley. de manera sistemática þor ejemplo, documen_ tos de archivo, entrevistas, estadísticas oficiales, crónicas o encuesias), buscan pautas discernibles en la evidencia y formulan teorías para justificar dichas pauás. En política comparada, el científico compara países en su empeño por contrastarìas teorías que han sido formuladas- De este modo, tanto las ciencias iaturales como la ciencia política tratan de realizar inferencias basadas en el mundo empírico que observan y buscan maximizar la certeza de estas inferencias. A pesar de estas similituães generales ent¡e ciencias naturales y ciencia política, persisten dos diferencias importantes (aunque no absolutas): la experimentación y la generación de científicas. A continuación abordamos estas diferencias. La primera diferencia entre las ciencias nah¡rales y la ciencia política estriba en el papel de la experimentación. Si bien en algunas áreas de la investigación científica natu¡al, tales como la astronomía y Ia sismología, no es posible la experimentación, por lo general, los avances en las ciencias naturales están respaldados por èvidencias recabãdas dè h experimentación, lo que supone una manipulación controlada d.e la materia objeto de estudio con vistas a aislar factores causales. La evidencia en Ia ciencia política, no suele recabarse mediante experimentación, ar¡n cuando algunos pótitotogor"rr.å*bio, usen experimentos en sus investigaciones þor ejemplo, los que trabajan en los ámbitos ãe la teoría ãe juegos, con grupos de discusión y ). La política comparada, en particular, nã puede recurrir a la experimentación por razones tanto prácticar .o-o éticas. poi ejemplo, seria imposible volver a celebrar las mismas elecciones de la misma manera en un mismo país con un sistema electoral diferente para observar las diferencias de resultados aplicando ambos sistemas. Éticamente, sería imposible redistribuir la renta de manera intencionada en un país en desarrollo para estudiar si estalla una rer,uelta civil. Estos dos ejemplos muestran la necesidad de utilizar o situaciones en las que los investþadores imaginan una situación de la cual están ausentes los factores antecedentes de un deteiminado hecÉo y en la cual se considera un curso de acontecimientos o resultados alternativos (Ferguson l-ggib). Ya se trate de diferentes sistemas electorales, distintas distribuciones de renta, niveles de desarrollo económico desiguales o de la ausencia de grupos revolucionarios concretos, cuando los politólogos formulan afirmaciones sobre factorei explicativos importantes estiín sugiriendo implícitamente una situación contrafáctica. La afirmación de que los sistemas electorales mayoritarios tienden a generar sistemas bipartidistas, en realidad equivale a constatar que los países que no tienen un sistema electoral de este tipo seriin necesariamente sistemas con muchos partidos políticos. Aunque algunos historiadores pueden construir escénarios históricos alternativos basados en (ibíd.: 85), los politólogos comparan países que difieren de forma tal que aportan la situación contrafáctica que necesitan. Por ejemplo, mediante la comparación
de los sistemas de partidos políticos de varios países con sistemas electorales diferentes, el
comparativista trata de demostrar que el tipo de sistema electoral incide en cierta medida en el tipo de sistema de partidos. De esta mânera, la investigación comparada la experimentación (Lieberson 1987: 45; Ferguson 1997b; véase también Tetlock y Lebow 2001). La segunda diferencia entre las ciencias naturales y la ciencia política hace referencia a la categoría similar a ley que se otorga a ciertas teorías científicas. La experimentación y el repetido contraste empírico proporcionan a las teorías de las ciencias naturales el rango de leyes (por ejemplo, la ley de la conservación de la energía, las leyes del movimiento de Newton o la Ley de los Gases de Boyle). Sin embargo, lanafiraleza de las evidencias recabadas para respaldar las teorías en la ciencia política es tal que hace dificil hallar generalizaciones similares a leyes. Con todo, en la disciplina de la ciencia política hay tres ampliamente reconocidas. LaLey de Hierro de la Oligarquía de Michels establece que los procesos naturales observables en la dinámica de las organizaciones y grupos pequeños, con el tiempo, tienden a crear en todos los grupog y las organizaciones una estructura de autoridadjerárquica con una pequeña élite a la cabeza. Esta ley ha sido, por ejemplo, contrastada mediante el análisis de organizaciones de movimientos sociales; la evidencia recogida por Tarrow (1994) apunta a que las organizaciones de movimientos sociaies con más éxito y mayor duración tienden a ser las que presentan estructwas burocráticas formales y órganos de dirección autoritarios integrados por las élites del movimiento. La segunda ley, denominada la de guerra (es decir, de dos países que se declaran la guerra) y demostrado que <[el] número de guerras entre democracias durante los dos últimos siglos va de cero a menos de cinco, dependiendo precisamente de cómo se define democraciu (Levy 1989: 87-88). Se ha sostenido acias es lo más parecido a una ley empor ello que esta ( internacionales> (ibíd.: 88). Además' pírica que tenemo se ha acentuado desde 1974 (véase el con el combinada n cuanto a conflictos capítulo 7), la ley el mundo significaría futuros en el mund sch 1998; Przeworski un menor número eal 2001). et al.2000; ca, el grueso de la investigación compaAparte d pues, ¿cuáles son las grandes conclusiorada evita h nes sobre política comparada que cabe extraer de esta comparación somera con las ciencias naturales? En primer lugar, por razones prácticas y éticas, la política comparada relaja parte
40
47
del rigor de las ciencias naturales, aun cuando sigue empleando la misma lógica de inferencia- En segundo lugar, la política comparada es una ciencia social no experimental (o cuasiexperimental) que trata de hacer generalizaciones basadas en la mejor evidencia disponible
(campbell y Stanley 1963; Lijphart 1975: 162; Lieberson l9s7). En tercer lugar, como
sucedáneo de la experimentación, Ia comparación permite cierto control (Sartori 1Só+, rc¡, al poder mantener ciertas va¡iables constantes mientras se examinan y se explican las diférencias observadas (véase el capítulo 2). En cuarto lugar, si bien no trata deiormular leyes inmutables, Ia política comparada busca la clarida( h õomprensión y Ia explicación de fenómenos políticos sobre los que puede obteneruna certeza raeonable. Por elio, la finalidad de este libro es proporcionar a los estudiantes las he¡ramientas necesarias para lograr esta claridad, comprensión y explicación, evitando al mismo tiempo los tropiezãs y obitáculos que limitan dicha ta¡ea.
Términos y conceptos científicos Antes de concluir este capítulo, es necesario definir y aclarar los términos que han sid.o utilizados hasta el momento, así como los que se hallaián a Io largo del libro. Se trata de los tgrminos generales que se usan en las ciencias sociales y que toãos los estudiantes de ciencia política deben conocer si aspiran a entender el munáo político desde una aproximación más científica- Entre dichos términos figwan y ; , ; (o países), , y uouservaciones>>, . En esta efposición se especifica cómo se usan en el libro estos términos y conceptos de las ciencias sociales.
Teoría
a la evidencia (véase el capítulo 7). Asimismo, las teoias con las que trabaja la ciencia política pueden ser deductivas o inductivas. Las teorías deductivas llegan a sus conclusiones aplicando Iaraz6n a un determinado conjunto de premisas (Stoker 1995: 1'l; Lawson 1997: 16-19; Couvalis 1997). Así, por ejemplo, en el ámbito de la ciencia política, el enfoque ieórico de la elección racional asume que todos los actores políticos maximizan su propia utilidadpersonal, o interés propio, a la hora de elegir entre varias alternativas. A partir de este presupuesto básico, el investigador deduce de manera lógica el abanico de resultados posibles (Ward 1995:79; Levi 1997). Por su parte, las teorías inductivas alcarøarr sus conclusiones mediante la observación de hechos conocidos (Couvalis 1997). Por ejemplo, un estudioso que observa casos más claros de rebelión campesina en zonas geográficas con grandes niveles de desigualdad en la distribución de la tierra y de la iqueza concluirá inductivamente que Ia desigualdad está relacionada con la rebelión. Mediante la comparación de evidencias procedentes de otros paíseis o regiones geográficas se buscaría confirmar esta
generalización. En cambio, el método es el instn¡mento mediante el cual se desarrolla y se verifica una teoría, lo que conlleva recoger datos, formular y contrastar hipótesis, así como deducir conclusiones sustanciales. Las evidencias pueden recabarse, por ejemplo, mediante el examen de a¡chivos históricos, la recogida y el análisis de entrevistas abiertas con activistas políticos, la elaboración sistemática de informes de observación de participantes en actividades de movimientos sociales o el diseño y análisis de encuestas masivas de una muestra de la población. A Ia hora de formular y de verificar las hipótesis, el método hace explícitas las reglas para tomar decisiones y rechazar hipótesis alternativas. Por último, las conclusiones sustanciales se extraen de las teoías y los datos. Como sugiere la exposición previa, aunque este libro no tiene como finalidad primordial analizar las diferentes teorías de la política comparada, sí pretende mostrar las diferentes formas en que cabe recurrir a los métodos comparativos para contrastar teorías políticas empíricas deductivas e inductivas.
y método
La ciencia política dos tipos básicos de teoría: las normativas y las empíricas. Las can cómo deben ser las cosas en sociedad, dadõ un conjunto rltactos y una posición firosófica. Desde los pensadores griegos y romanos hasta los filósofos contempor^áneos como L¡" n"*ii ros partidarios de la teoría normativa política han establecido n arcos para lograr el bien común y resolver
reraciones entre dos o más conceptos, al obje políticos observados. por ejemplo, una teoríã car la importancia de una serie de factores tamiento revolucionario en ciertos tipos de p
mo la edad, la clase social, el sexo, la situa_ ambio' la teoría empírica tata de establecer
0ntologíø, epistemología y metodología Ontología, epistemología y metodología son términos que surgen en el debate de la filosofia de la ciencia y las distir:ciones entre ellos a menudo se desdibujan en la bibliografia sobre política comparada. Literalmente, la ontología consiste en el estudio del ser, es decir, el tratamiento metafisico de la esencia de las cosas, incluida de la investigación comparada (Lawson 1997: l5). Versa sobre lo que puede ser estudiado, lo que puede ser comparado y lo que constituye lo político. En otras palabras, parala política comparada, la ontología se ocupa de los países, fenómenos, actores, instituciones y procesos, entre otras cosas, que son observables y precisan una explicación. La epistemología es el estudio de la naturaleza del conocimiento, es decir, de cómo los investigadores y estudiosos logran conocer el mundo, a través de medios de observación, impresión sensorial y experiencia tarfto ex ante como ex post. Al contrario que la ontología, trata de averiguar qué conocimiento del mundo político es posible y qué normas de investigación han de seguirse a la hora de explorar el mundo político. En la historia y filosofia de la ciencia, la epistemología ha pasado de la afirmación categórica de los posi-
r
42
43
I
tivistas, según la cual es posible la unidad de las ciencias natuales y sociales, a una postura que reconoce cierta pluralidad de enfoques basada en un vínculo entre evidencia e iiferencia del tipo defendido en este libro (véase Gordon 1991: 589-668). A diferencia de la ontología y de la epistemología, la metodología se ocupa de las formÁ de adquirir conocimientos sobre el mundo político. Como su nombre sugiere, la metodología eé et estudio de los diferentes métodos o sistemas de métodos en un campo de invesìigación concreto, Así pues, existen nofinas de investigación específicas para los métodos cualitativos y cuantitativos, aunque ambos traten de proporcionar interpretaciones y explicaciones de fenómenos políticos observados. Estos tres conceptos tienen igualmentã unä y ordenada, de modo que la ontología establece qué es conocibie, la epistemología cómo es conocible y la metodología cómo se adquieren sistemáticamente los ionocimientos (Hay 2002:61-66).
lJnavez definidos dichos términos, conviene que el lector sepa d.e qué forma los temas abordados en este libro están fundados en ciertos presupuestos óntológicos, epistemológicos y metodológicos. Sin entrar en un debate fiiosófico, este libro se basa en la creencia ontológica de que los objetos animados e inanimados del mundo existen en sí y por sí mismos y, por extensión, también los eventos observables existen en sí y por sí mismos. El objeto de la ciencia política es explicar y comprender estos eventos, côncretamente por qué suceden, cómo suceden y la probabitidad de que'sucedan nuevamente en el futuro, ãl igual que en otras partes del mundo. Aun suscribiendo el argumento de que la historia (Lawson 19t7) del mundo, que las ciencias políticas pretenden describir, explicar y comprender. Epistemológicamente, la política comparada abarca un amplio espectro. Desde un extremo del espectro se sostiene que todos los fenómenos políticos y sociales son cognoscibles a través del proceso de deducción basado en presupuestos irrefutables sobre la nafuraleza humana. Esta postura epistemológica suele denominarse y que los procesos de generación de teorías y de observación quizá no sean mutuamente excluyentes (Feyerabend 7993:27; Sanders 1995: 67-68; Couvalis 1997). Por lo tanto, se acepta la posibilidad de llevar a cabo ciertos tipos de comparaciones entre culturas y entre naciones si se adoptan determinados procedimientos (véase el capítulo 2 de este libro). Metodológicamente, el libro se propone aplicar métodos comparados a problemas de investigación reales en el marco de ta diìcþlina
de la política comparada en un intento de aludar a los estudiantes a formular generalizaciones válidas sobre el mundo político observable. Estos distintos métodos de comparación, al igual que sus ventajas y desventajas, se abordan en el capítulo 2.
Casos,
.
unidsdes de anãlisis, variables y obseruqciones
Estos cuatro términos aluden a aspectos cruciales de la investigación sistemática en política comparada. Los casos son aqueilos países que son objeto de análisis comparado. Por ejemplo, en States and Social Revolutions (1979), Theda Skocpol examina los casos de Francia, Rusia y China. Las unidades de análisis son los objetos sobre los que se recaban datos, como por ejemplo individuos concretos, países, sistemas electorales, movimientos sociales, etc. Las variables son aquellos conceptos cuyos valores cambian en el seno de un conjunto de unidades determinado, tales como la renta, la identificación partidista, la tendencia a participar en movimientos de protesta, etc. Las observaciones son los valores de las variabies de cada unidad, que pueden ser numéricos, verbales o incluso visuales. Por ejemplo, un estudio hipotético de los movimientos sociales en el Reino Unido, Francia, Holanda y Alemania podría tener una variable denominada , que incluyera las categorías (actua-
ción a través de grupo de presión>, , , y , y la observación, el valor de la variable para un movimiento concreto en un país determinado. Además de los diferentes valores que toman las variables, estas pueden ser dependientes variables dependientes (también denominadas indistintamente variaindependientes.Las o bles de resultado, variables endógenas o eI explanandum) son los resultados políticos que la investigación trata de explicar. Por ota parte, las variables independientes son las que explican las variables dependientes (y también se denominan indistintamente variables causales, explicativas, exógenas o eI explanans). La distinción entre va¡iables dependientes e independientes se deriva de la pregunta de investigación específica de un proyecto comparado y de la perspectiva teórica concreta que se adopte. Puesto que la mayoría de los fenómenos políticos tienen múltiples explicaciones, es posible que haya más de una variable independiente para una va¡iable dependiente concreta. En los modelos formales y en la formulación estándar utllizada para las ecuaciones de regresión, con frecuencia la variable dependiente se representa como una <>>,Y la variable independiente como una < (véase el
capítulo 3). Como ejemplos de vari partido de izquierda, los g èi.. Todos ellos son ejemp
citar el número de votos que obtiene un luciones o las transiciones a la democrasantes para los politólogos. Las variables
44
45
variables independientes figuraríarr la presencia de grupos guerrilleros, el apoyo de trabajadores y campesinos, la suficiencia de la fuerza militar guerrillera, la presencia de un régimen patrimonial tradicional y la retirada del apoyo militar y económiìo estadounidenseil régimen en el poder (wickham-crowley 1993: 312; véase el capítuio 7 de este libro).
Niveles de anolisis
La ciencia política divide los niveles de análisis entre el nivel micro o individual y el macro o nivel de sistema- En el análisis micro-político se examina la actividad política de personas individuales, como por ejemplo los encuestados en una encuesta, loJintcgrante. ¿" tu élite dirigente de un partido político o gobierno o los activistas en un movimiento de protesta- Los análisis macro-políticos se centran en gmpos de individuos, estructuras de pode¡
clases sociales, procesos económicos, así como en la interacción entre Estados-nación. Al igual que ocurre respecto de otras divisiones en el seno de la ciencia política, hay quienes plensan que' en política, es posible explicar todo centrándose en los pio""ro, de nivel micro y quienes opinan que todo puede entenderse desde los procesos åe nivel macro. A veces esto se denomina el problema de estructura o agencia de la política (véase Hay i995, 2002)' Los microanalistas entienden que el mundo de la política está modelado poi las acciones de (agentes sin estructura>, mientras que los mâcroanalistas consideran que está configurado porprocesos continuos de (esfucturas sin agentes>.
En Ia investigación ,. lisis- En
comparada abundan los ejemplos ãe estos diferentes niveles de anáThe Rationar peasant, Samuel popkin sostiene q,r" iu *"¡o. forma de lisls¡ comprender los movimientos revolucionarios es centrarse en las preferencias y acciones de campesinos individuales (un microanálisis). La justificación
lla en luc Yc
tudio fion I an en
dË esta afirmación se ha-
esini en Vietnam. Al contrario que popkin, emuestra que es más probable
qr. t", i.uo_
análi la vez y luego contrastando los hallazgos de capítulo 2).En Liberalism, Fascism, or Soci ma, que los tipos de regírnenes que surgiero nada que ver con (ibíd.: 306), sino que vinieron de_
:.ï:åï::";î:ä:::,äniîî;::;:î:::,1 t.e6.4 enBras', ar sugerir.que ras de la ruptura ciertamente limitaron, pero no determinaron, las acciones de los distintos líderes individuales. En este libro no se da preferencia a un nivel de análisis sobre otro, sino que más bien se muestra cómo encajan los diferentes niveles de análisis en los distinios métodos comparados y cómo han abordado los diferentes estudios comparados los principios fundamentales rle las teorías empíricas dominantes en ras ciencia, pãlíti.u, (ré"rt;i :;pítulo 13 de
-"",".J:,0.i:i:iiiiälî.1Xiî:"i:i".iîî:î:ï1:
obra).
esta
M
êtodos cus ntitativos y cualitativos
Dicho de forma sencilla, los métodos cuantitativos tratan de mostrar las diferencias numéricas entre ciertos objetos de análisis, mientras que los métodos cualitativos tratan de aislar las diferencias típicas. Los análisis cuantitativos responden a la simple pregunta <¿cualntos hay
como ellos?> (Miller 1995: 154), donde ) representan cualesquiera objetos de comparación susceptibles cle ser contados o de recibir un valor numérico. La ciencia política incþe muchos objetos de comparación, tales como las manifestaciones de protesta, las estrategias de los movimientos sociales, la identificación de los individuos con determinados partidos políticos, las transiciones a la democracia (véase el capítulo 9) y ei grado de protección de los derechos humanos (véase el capítulo 11). Los datos cuantitativos pueden ser datos agregados oficiales publicados por los gobiemos sobre las tasas de crecimiènto, la renta y el gasto, los niveles de producción agrícola e industrial, el índice de delincuencia y de población reclusa o el número de hectáreas de tierra objeto de reforma agraia. Los datos cuantitativos pueden ser igualmente individuales, tales como los hallados en las numerosas encuestas de los estrdios de mercado y sondeos de opinión pública. Los métodos cuantitativos se basan en las distribuciones que presentan estos datos y en las relaciones que pueden establecerse entre las variables numéricas medi4nte el uso de métodos estadísticos simples y avanzados. Los métodos cualitativos pietenden identificar y comprender los atribuios, las características y los rasgos de los objetos de investigación, mientras que la naturalezadel método exige necesariamente que se centre en un número de países reducido. En política comparada, existen tres grandes tipos de métodos cualitativos: la comparación macro-histórica (con sus tres subtipos) (Skocpol y Somers 1980; Ragin et al. 1996); las entrevistas en profundi dad y la observación participante (Devine 1995); y lo que se denomina de diferente forma con los términos interpretativismo, hermenéutica o (Geertz 1973;Fay 1975). Ninguno de estos tipos de métodos aspira a dar-expresión numérica a los objetos de la investigación, y en todos ellos el propósito consiste en proporcionar explicaciones discursivas acabadas y exhaustivas. A menudo se hace referencia a estas explicaciones más completas calificándolas como o , ya que tratan de identificar todos los elementos importantes para la explicación del resultado. Al centrarse en un número de países reducido, la macrohistoria comparada permite la o la explicación (Skocpol y Somers 1980). La demostración paralela de la teoría prueba el rendimiento de la teoría en una variedad de países. El contraste de contextos aluda a identificar rasgos únicos de países en un intento de ilustrar su efecto en los procesos sociales, al tiempo que pone de relieve la riqueza de los distintos países y aspira al . El análisis macrocausal trata de explicar los fenómenos políticos observados mediante la identificación y el análisis de (Devine 1995: 140). De modo similar, el interpretativismo, la hermenéutica y la se ocupan de la interpretación, la comprensión y las estructuras más profi.rndas de significados asociados a objetos de la investigación.
46
47
M y Breslin, S. (1992): Political Science: A Comparatíve introducfion, NuevaYork: St Martin's Press. Un libro de texto de ciencia política escrito desde una perspectiva comparada.
Hague, R., Harrop,
Hay, C. (2002): Political Analysrs, Londres: Palgrave. Un resumen y una exposición excelentes sobre la finalidad y el significado del anátisis político.
King, G., Keohane, R. O. yVerba, S. (199a): Designing Social Inquiry Scientífic Inference ín Qualitative Research, Princeton: P¡inceton University Press. Un esfuerzo exigente, pero valioso de unificación de los métodos de investigación cualitativos y cuantitativos bajo una misma lógica de infe¡encia.
M y Zuckerman, A. (eds.) (1997): Comparative PoÌitics: Rationality, Culture, and Structure, Cambridge: Cambridge University Press. Un texto avaruado sobre teorías racionales, culturales y estructuales y sobre cómo se utilizan en política comparada.
Lichbach,
Resumen En este capítulo se han descrito los cuatro grandes objetivos de la política comparada, destacando, además, que deberían ser concebidos no como mutuamente excluyentes, sino como progresivamente acumulables y necesarios para una investigación sistemática. No es posible rcalizr predicciones sin teorías perfectamente fundadas, ni formular teorías sin unas adecuadas clasificaciones, ni hacer clasificaciones sin unas buenas descripciones. La política comparada es científica por cuanto aspira a formular inferencias sobre el mundo político basándose en la mejor evidencia disponible y en nornas de investigación coherentes. Por último, en este capítulo se han definido los términos clave que se usarán a lo largo del libro. En el capítulo siguiente se examinan los diferentes métodos de comparación, todos ellos pueden utilizarse para hacer inferencias de mayor alcance sobre el mundo político que observamos.
Lecturas com plementafi as Brady, H. y Collier, D. (eds.) (2004): Rethinking SocÌal Inquiry: Diverse Tbols, Shared Standards, Lanham, MD: Rowman and Littlefield. Una reflexión razonada y sólida sobre Designing Social Inquiry deK)ng et al. (1994).
Chilcote, R. H. (1994): Theories ofComparative Politics: The Searchþr a Paradigm Reconsìdered,Boulde¿ CO: Westview.
Una visión general de las principales teorías de política comparada, entre las que figuran la teoría de los sistemas, la teoría del Estado, la teoúa de la culh.ra política, la teoría de la modernización, la teoría de la dependencia y la teoría de las clases. Dogan, M. y Pelassy, D. (1990): How to Compare Natíons: Strategies in Comparative Polítics, Chatham, NJ: Chatham House. Un examen de por qué y cómo comparar países, así como un breve repaso de conceptos habituales en política comparada.
Ma¡sh, D y Stoker, G. (eds.) (1995): Theories and Methods in Political Science, Londres: Macmillan. Una lectu¡a excelente sobre las principales teorías y los métodos más importaates para la investigación en ciencia política.
2.
¿Cómo comparar países?
Introducción Como quedó claro en el capítulo anterior, en ciencia política coexisten diferentes estrate,gias de investigación comparada, que incluyen la comparación de muchos países, la comparación de pocos países y los estudios de u¡ solo país. En contra de lo que afirman algunos comparativistas (por ejemplo, Lijphat 1971; Peters 1998), en este libro se sostiene que estas tres estrategias de investigación quedan recogidas bajo el paraguas más amplio de la política comparada (véase Mackie y Marsh 1995:177), que puede unificarse bajo una sola lógica de inferencia (King et al. 1994). Los libros de ciencia política están repletos de ejemplos de todos estos métodos, pero ¿por qué han surgido? y ¿qué ventajas conlleva cada uno de ellos? ¿Por qué algunos comparatir.istas usan una muestra global de países, mientras otros analizan muestras más pequeñas o un solo país? ¿Cuáles son los problemas pennanentes de la investigación comparada? ¿Cuáles son las reglas generales que deben seguirse a la hora de selecciona¡ casos para comparar? ¿Cómo se resuelven algwros de los principales problemas de la comparación de forma que permita derivar i¡ferencias significativas y generalizaciones empíricas más sólidas? En este capítulo se mostrará que los métodos comparados y las soluciones para muchos de los problemas asociados a la comparación de países deberían ser vistos como una firnción de las aspiraciones explicativas del investigador y del nivel de abstracción conceptual de un determinado estudio. En primer luga¡, se describinán brevemente los diferentes tipos de métodos comparados, valorando, cuando no se antepone un método a otro, en qué medida cada uno de ellos resulta útil para efectuar inferencias. El análisis pone de relieve que cada uno de ellos tiene sus propias ventajas y desventajas. A continuación se esbozan los
50 51 Ë 't,
¡,
t
l¿' la comparación de muchos países, en el capítulo 5 la comparación a través del es ii
¡
Métodos de comparación
f ì,.
La distinción entre los diferentes métodos comparados debería considerarse una función
¡
)
de
I
stigador, del que adopte. alguien que
r:
éxito de las
å
necesa¡iamente habrá de centrarse en el Reino
¿
't.
t ;
ì
ñ 9,i
que segui
rras
familiarizados con los métodos cuantitativos,
:;ef'.,-J,'j;Tj:ï3ä,:::::iffi:1"Äï;ffi:,
los métodos diferentes'de lo. q.r. ,u.t..r utilizar los partidarios de la teoría inductivaQuienes aspiren a generulizactones más universales recurrirán a métodos distintos de los utilizados pår los estudiosos que busquen niveies de explicación contextualmente más específicos. . Æ9t." bien, a pesar de estas consideraciones de carácter más práctico e idiosincrásico, ia distinción central entre los difereltes métodos comparativos estriba en la concesión clave entre ei nivel de abstraccióny.er.número depaíses objeto de estudio (Maìr 1996). En gene_ ral, cuanto más elevado el nivel de abstraccióì conceptual, más margen habrá para incluir un que los conceptos de la ciencia políti_ diferentes (Sartori 1970, 1994). Alterls o en unos pocos países supone que el in_ especíricos objeto de examen por ejempro, uxa comparación de muchos países podría us ticos y comparación de sistemas políticos latinoame concretas de presidencialismo, ya que en to dencialistas (Shugart y Carey 1992; Sartori
""':i'.:ïJt"Ï:iå'ï:î,f:å;å::'-::ïr,î1.ï
(trade-og entre el nivel de abstracción y el número de países. Las celdas que identifican a cada método vienen determinadas por la intersección entre el nivel de abstracción (alto, medio y bajo) y el número cle países (uno, pocos y muchos). La figura es un recurso heurístico para ilustrar esta relación claramente. En realidad, las líneas divisorias entre los distintos métodos son más difusas; diversos estudios utilizan simultilneamente varios métodos diferentes. Por ejemplo, en Agraricut Revolution, Paige (1975) compara muchos países con ei fin de aislar los determinantes estructuraÌes de las revoluciones en el mundo, para luego analizar países concretos (Angola, Vietnam y Peru) y comprobar si los hallazgos generales se sostienen a nivel local. Rueschemeyer et al. (1992) cuestionan los hallazgos estadísticos globales sobre la relación entre desarrollo económico y democracia comparando cualitativamente un número de países bastante amplio (N 53). Por último, Hawkins (2002) analiza el caso de Chile para examinar en qué medida las movilizaciones internacionales en tomo a las violaciones de los derechos humanos afectaron al régimen de Pinochet, para luego ampliar su comparación a los casos de Cuba y Sudáfrica. Esta representación de ios métodos comparativos difiere ligeramente de la descrita en trabajos anteriores sobre política comparada (Lijphart 1971; Collier 1991 9-12). En primer lugar, se incluyen los tres métodos como modalidades de esludio comparado. En el pasado, Lijphart (1971) denominó a la comparación de muchos países usando un análisis cuantitativo, y a la comparación de pocos países usando un análisis cualitativo. Para muchos autores, los estudios de un solo país. por su propia naturaleza, no son comparados, aunque puedan tener un valor comparativo. Muchos de estos estudios manejan conceptos aplicables a otros países, desarrolian conceptos nuevos que resultan de aplicación a otros países y/o enmarcan sus estudios en un contexto comparado (Sartori 1994: t5). En este libro sostengo que si uno se propone efecluar i¡ferencias más
:
r
mlentras
el concepto de plesidencialismo habría de ser afinado aúrn más para dar cuenta de sus matices en un país peculiar como los Estados Unidos. En la figura 2.1 se resurren estos métodos de comparación mostrándose la transacción
k-
u ¡ t.
f I
;' ,:
amplias sobre el funcionamiento de la política mediante alguna forma de comparación y ello conceptos aplicables a más países, aparte de aquel objeto de estudio, 1a investigación será comparada (Lichbach y Zuckerman 1997 4; véase también George y Bennett usa para
Figura
2.1 Métodos de comparación c
ALto
Comparación
!e
muchos países
¡
Comparación de
Medio
p0cos parses
z
Bajo
Estudìos de un soLo paÍs
Uno
Pocos
(.20)
Cantidad de paÍses
rue¡n¡: Basada en Sarrori (1970) y Mair (1996).
Muchos ('50)
52
53
å::'ålï'i,1:Lïi*iåi:.ff ::,îËf ;i:.,.ï:::."îffi jï"å:: En segundo lugar, habinralmente se hace como una comparación con una <>, no conñurdir el uso de la > cuando se I puede hacer referencia al número total de ob carácter global usan series temporales de datos procedentes muchos paÍses, de tal manera que el número totar de observaciones resurta de multiplicar er número'áe país"s $l) por el número de años (T). Asimismo, es posible que el estudio de un como el número de elecciones generales, el de ámbito nacional, el número ãe violacion riodo de tiempo determinado, el número d.e c
usar controles estadísticos que descarten explicaciones alternativas y mantengan constantes determinados factores que pueden inducir a conftisión, su amplia cobertura de países a lo rrobolargo del tiempo Y del
esP
Países ran en la mayor parte de objeto o , disPoprinc Las de verificación. nibilidad limitada de datos para muchos países y periodos de tiempo, lavalidez de los indi-
cadores (a menudo toscas aproximaciones de los conceptos de las ciencias sociales) y las habilidades matemáticas e informáticas que se requieren para analuar conjuntos de datos crecientemente complejos cuya estructura y propiedades violentan algunas de las hipótesis sobre las que se basan los métodos más habituales de análisis estadístico. Además, muchos autores consideran este método de comparación inapropiado pua analizar temas que entrañan mecanismos causales complejos, procesos históricos y significados más profundos que dependen mucho de las peculiaridades contextuales de casos concretos de países. Estos y otros rasgos de este método de comparación se abordan pormenorizadamente en el capítulo 3.
omparación de pocos
y
La comparación de pocos países los esh,tdios cle un
La comparacign de muchos países
comparaclones cualitativas de muchos países, Huntington (1996) y la Historia det Gibierno e comparan muchos países simultáneamente ES
nolo
Comparar pocos países conlleva la selección deliberada de unos cuantos países para su comparación. Esta selección puede hacerse con cualquier número de países, desde dos hasta más de veinte, número a partir del cual la distinción entre comparación de pocos y muchos países comienza a difuminarse en cierta medida. El rasgo definitorio de este método de comparación es la selección deliberada de países dentro de un universo de casos posibles. Como veremos, tal selección de casos, sin tener en cuenta unas determinadas reglas de investigación, puede llevar a inferencias inciertas, hallazgos limitados y, en algunos casos, a conclusiones simplemente erróneas sobre un tema concreto. El análisis de los liamados ilustra muy bien esta cuestión. Los analistas trataron de comprender por qué estas economías habían tenido tanto éxito en su momento. En lugar de comparar una muestra de países de la región (tanto exitosos como no exitosos) a lo largo de un periodo que abarcara toda la historia de su emergencia (desde la dependencia agratía hasta el capitalismo exportador), el análisis se centró en una muestra muy limitada de economías prósperas durante un periodo de tiempo corto, lo que llevó a inferencias incorrectas sobre la estrategia de desarrollo particular seguida por estos países (vgr. industrialización orientada a la exportación - IOE) y el papel de unos gobiernos fuertes, que reprimieron con
Y54 55
dtxeza a los trabajadores (véanse Geddes 1990; Brohman 1996;
ec<-¡nómicas de gran calado
stiglitz 2002). Laspolíticas
muchos ejemplos cabe citar Democracy inAmerica de Tocqueville (1888), Who Governs? de Dahl (1961), The Politics of Accotnmodation (sobre Holanda) de Lijphart (1968), Moderni-
y alcance que adoptaron organizacionei fínancieras internacionales, tales como el Banco.M'ndiar (BM) yìt ronao vtonetario Internacionar (FMI),
se
basaron en este tipo de estudios. No obstante, esta anécdota sugiere que es posible realizar un buen análisis comparado de,unos pocos países. Este método ha recibido diversas denominaciànef t"t., como el método comparado, Ia > (tijphart > (Hague et al- 1992). Consigue conùohr el estudio " cuidadosamenseleccionando te ios países objeto de análisis y aplicando un nivel de abstracción conceptual medio. Los estudios que se sirven de este método son más intensivos y menos extensivos, ya que incorporan un mayor número de.los matices específicos de cáda país. Los resultados-políticos que son objeto de este tipo de comparación a menudo r. (Ragin 1994), yaque la unidad de análisis es frecuentemente el país objeto de ânálisis y el càntrî de ateíción suelen ser las
tilil
i t I I
en posteriores estudios de países concretos
I
tribuciones y limitaciones de los estudios de un solo país se abordan detenidamente en el
*gT'äi
få j:, åï å"
y
en estudios comparados. Las fuaciones, con-
capítulo 5. En este apartado del capítulo se ha mostrado que los tres métodos (comparación de muchos países, comparación de pocos países y estudios de un solo país) deberían agruparse bajo el paraguas de la política comparada si su propósito es formular generalizaciones mediante comparaciones explícitas o si manejan y desarrollan conceptos aplicables a otros países a través de comparaciones implícitas. Comparar muchos países es el mejor método para extraer inferencias aplicables con un grado más elevado de generaiidad. Mediante el uso del método de las diferencias y del método de las concordancias, comparar pocos países puede llevar a unas inferencias mejor firndamentadas al incorporar las especificidades contextuales de los países objeto de análisis. Los estudios de un solo país pueden proporcionar descripciones contextuales, generar hipótesis, confirmar y descartar teorías, así como enriquecer nuestra comprensión de países atípicos identificados a través de otras comparaciones. También ha quedado claro que las diferentes estrategias de comparación deben considerarse como el producto de un compromiso entre el nivel de abstracción conceptual y el número de países, así como de los factores convencionales y prácticos que rodean a cualquier proyecto de i-nvestigación comparada. En el siguiente apartado se examina el proceso de selección de países, los principales problemas asociados a la comparación y las posibles soluciones a muchos de estos problemas.
similitudes y diferencias entre países, en vez d.e las ielaciones analíticas entre vanables. Hay dos grandes tipos de diseño de investigación que se incluyen dentro de este método de comparación. Algunos estudios comparan resultados diferentes entre países similares, en lo Máxima Similirud (DSMS); mientras que o
zation and Bureaucratic Authoritariamsz (Argentina) de O'Donnell (1973), Moral Economy of the Peasant (Vietnam) de Scott (1976), Rational Peasant (Vietnam) de Popkin (1919), The Contentious French de Tilly (1986), Democracy and Disorder (Italia) de Tarrow (1989), Making Democracy Work (ltalia) de Putnam (1993), Ethnic Conflict and Civic Life (India) de Varshney (2002), así como Insurgent Collective Action and Civil War in El Salvador de Wood (2003). Estos son ejemplos de eshrdios de países concretos en los que se han formulado conceptos nuevos y generalizaciones que se han aplicado y/o contrastado
"ïi3'.ï,î: #
åi::'ffÏ:ïff,iJ;t:i3kÏå::i::
qué tienen en común ros países susceptibre."lXfr:i tas distintas estrategias y sus puntos fuertes y débites se abordan dË manera exhaustiva en el capítulo 4.
La comparación a través del estudio de un solo país Tal y como se ha señalado anteriormente, se consideran comparados los estudios de un solo país si emplean o desarrollan conceptos aplicables a otros páís"s, y/o buscan hace¡ inferencias de amplio alcance que trascienden al país original estudiado.-Con todo, hay que reconocer que las inferencias hechas a partir de estudios de un solo país son necesariamente
La selección de países y los problemas de comparación
menos seguras que las resultantes de comparaciones de varios o m.rõhor países. No obstante,
Hasta aquí debería haber quedado algo más claro por qué y cómo los académicos comparan países. Comparan para proporcionar un contexto, rcalizar clasificaciones, contrastar hipótesis y formular predicciones. Lo hacen comparando muchos países, pocos países o estudiando en profundidad un solo país. Habida cuenta de los varios compromisos que de manera consciente ha de asumir el investigador dependiendo de los objetivos que persiga mediante la comparación, tarnbién hay importantes problemas fundamentales que, si no se abordan explÍcitamente, pueden limitar los tipos de generalizaciones que cabe extraer de los estudios. Si bien no suponen obstáculos insalvables parala comparación, es importante abordar estos problemas y describir las estrategias para superarlos de forma que refuercen el diseño de investigación y potencien las inferencias resultantes.
estos estudios son útiles para examinar muchas cuestiones comparativas. para Eckstein (1975)' los estudios de un solo país son el equivalente de los estudios clínicos en medicina, donde se examinan intensivamente los efectos de ciertos tratamientos. Aparte de esto, los estudios de un solo país proporcionan una descripción contextual, desarrôllan clasificaciones nuevas' generan hipótesis, confirman y rechazan teorías, y explican la presencia de países atípicos identificados mediante la comparación internaciônal (véanse iambién Van Evera 1997; Gernng 2004; George y Bennetr 2005; Lees 2006). A pesar de las muchas limitaciones de los estudios de un solo país y de su reciente declive y marginalidad en el mundo acädémico de la ciencia política if""r ZOOO, l0gg-1095), el campo de la política comparada se ha beneficiado enormemànte de ellos. Entre los
t
Y t
56
I
57
Demaiados variables para ton pocos poíses El primero de los problemas es el de la existencia de demasiadas variables y un número insuficiente de países (collier l99r; Dogan y pelassy 1990; Hague et at.l992),también
de_
nominado más generalmente (King er a1.1994: 119). Este probiema surge cuando se han identificado más factores de explicación para el resultado observado que países (u observaciones) presentes en el estudio, lo que nos lleva a lo que se conoce como cliseño dà investigacíón íncleterminarlo. Evidentemente este problema suele asociarse con mayor frecuencia-a estudios de un solo países que a estudios do dos ejemplos sencillos, #Ï:: , se ilustrará usando un ciencia política. cursos de áigebra a menudo presentan ecuaciones simples que adoptan ra siguiente ...]_:: IONlìâ:
x+5:10
tll
Err esta ecuación, r esxna incógnita cuyo valor se halla restando 5 de r0. un problema algo más dificil incluiría dos incógnitas y adoptaría la siguiente forma:
Y:x-rl0
l2l
2x:v+?5
t3l
En las ecuaciones .bargo, al combinar
de x e y no se conocen inmediatamente; sin emtz] v lll,los las dos ecuaciones mediante sustitución, es posible hull* tu.r,o x como y-unz vez que se ha determinado el valor de x, es posible hatlar el valor de7. Los pasos para hacer las sustitr-rciones y pasar las incógrriías cle un lado al otro de la ecuación combinada son los siguientes:
valores
2x: (x + l0) + 35 2x:x+45
x: u z
45;
y:
l4l
y la canlidad de rrercado de un bien se determinan igualando ias dos ecuaciones, es decir, en el punto donde se cruzan. Así pues, clisponiendo de ecuaciones de demanda y oferta específicas, es posible derivar el precio y la cantidad de mercado. Tanto en el ejemplo de álgebra como en el de economía, la idea de un sistema de dos ecuaciones es similar al problema
t5l
55
Figura2.2
Con¡binación lógica tle dos variables en cuatro países
y la cantidad de cualquier bien en un mercado en equilibrio es la demanda der mismo- Los bienes cuya oferta es escasa alcanlos bienes
abundan
Riqueza del país
lós productos cuya deman_
Pobre
Si se produce un desplaza_ esas suben su precio hasta empresa produce una cantidad excesiva de un tâ que se venda el exceso de oferta. Conocer
un bien
eenel a usand
País B Rico y de izquierdas
Izquierdas
Gobierno controlado
por un partido de Derechas
Rico
País C Pobre
y de derechas
País D Rico y de derechas
58
59
del resultado sea problemática. Si bien este problema es más frecuente en estudios de un solo país pocos iaíses, también p;;áe surgir en las compara_ mundo hay un número retativamente pequeño y finiro :::i::? uç Euos ( do posible imaginar un estudio que incòrpore nume_ rosas vari Hay tres soluciones de países, todas ellas b cias) debe ser inferior a La primera solución es riación global en los factores clave del es diendo a los . Esto rítico v s,rs facìores explicativos países al estudio, o comparando subuni En los últimos tra_ bajos de política comparada se ha intentad años usando técnicas del denominado < padas> (véanse Stimson 19g5; Beck repetidas de países recogiendo datos capítulo 3 de esta obra). Como mue (1994) comparan 131 países desde 1972hasta 1989, lo que genera un total de 2.35g observaciones, mientras que Landman (1999) compara 17 páíses-latinoamericanos desde 1972 hasta 1995 para un tamaño de muestra total de 408 observacionesEn cada ejemplo, âgtupar la comparación de países a lo largo del tiempo aumenta .t *rÃ"ro de observaciones. En estudios que comparan pocos países, se extraen más casos de la historia del fenómeno en los estudios de un solo país, se compa_ , como el estudio de putnam (1993a) sobre regiones de Italia, el estudio de Hagopian el esrudio de Beer y Mitchell (2006j'sóbre
objero
:,diiiiiä:î"#;
La segunda solución al problema es usar el diseño de sistemas de máxima similitud (DSMS) para conseguir una comparación más focarizada.n *o. puir"r. como se ha fãio, esbozado brevemente, el ma¡co del DSMS busca contolar aquellos factores que son similar^es en todos los países objeto de estudio, para cenharse únicamente en aquellos que son diferentes y explican el resultad.o. Esta eshategia de comparacio" pr.rìr...
en los estudios de área, aunque algunos opinan que el marco osl,ls simpiemente resultados (przeworski y Teune 1970¡ colier tbm: n¡, ã. ål¿o que muchas expli_ caciones alternativas nunca resultan efect mente eliminadas.'Otra cntica almarco DSMS hace referencia a la perspectiva, en t
den ser diferencias según otro, lo
(Collier 1991; King et at. 1994). A zándose con referencia implícita o e diversos p'ntos fuertes y débiles
de egias DSMD y DSMS de f-orma más detalrada. Latetcera solución consiste en reducir el nlmero de variables centrándose en los factores
explicativos clave que son-srrpuestamente importantes para explicar el resultado. Esto puede lograrse usando el diseño de sistemas de máxìma diferencia gisvo; o contando con especi-
É
ficaciones teóricas más sólidas. El marco DSMD compara deliberadamente un conjunto diverso de países, pero centrándose en sus similitudes clave. Por ejemplo, Opp et al. (1995) comparan la relación entre posiciones ideológicas de izquierda-derecha y el apoyo a la protesta social en Alemania, Peru e Israel. Para ellos, la comparación de países tan diferentes permite una verificación rigurosa de sus principales proposiciones teóricas (ibíd.: 71-72). Mediante la aplicación de rura variación sobre el DSMD, Parsa (2000) compara las revoluciones sociales en lrán, Nicaragua y Filipinas. Estos tres países compartían (desarrollo económico, gobiernos autoritarios, Estados fuertes, y apoyo de los Estados Unitlos), pero (unos opositores políticos i¡sólitos se las arreglaron para haô".r. .o.r el poden>, por 1o que los resultados inmediatos de cada revolución fueron diferentes (ibíd.: 3-4). Además de comparar países extremadamente diferentes como en estos dos ejemplos, gna teoría sólida puede resaltar un conjunto parsimonioso de factores explicativos apliiables a diferentes lugares y momentos en el tiempo. Por ejemplo, Ia perspectiva de la examina la función que desempeñan los en las motivaciones de los individuos para participar en acciones colectivas. Tal atención a los incentivos selectivos ha sido usada para explicar las acciones de los campesinos revolucionarios en todo el mundo y a lo largo de los siglos (véase Lichbach 1994, 1995).
El establecimi ento de equìvalenci as segundo problema es el del establecimiento de equivalencias tanto respecto de los conceptoi teóriõos que se utilizan como de los indicadores operativos de dichos conceptos, cuando unos y otros se aplican en múltþles contextos (Sartori 1970; Macintyre 1971;Mayer 1989). As1, el concepio de participación política puede significar cosas muy diferentes en unos contextos o .r,. otror þènsemos, por ejemplo, en ejercer el voto o movilizar activisvez' tas contra la energía nuclear). Entender un concepto de manera diferente puede, a Su y Coliier (véase Adcock para concepto dicho diferentes de medidas desarrollo llevar al Mayer (1989: 57) sostiene que
El
2001). diferentes das áe los indicadores constituye èl impedimento más grave para la validez en paiabras, otras En empíricamente>>. ¿es posiverificable contextos de una teoría explicatia permitir para comunes significados que tengan e indicadores conceptos ble especificar de clase a todas comparaciones válidas? Por ejemplo, ¿es igualmente aplicable el concepto mismo en las sociedades? ¿significa ta i¿ea ¿e < (Almond y Verba 1963) lo tener m Brasil que en Francia? ¿Es posible (Fuentes y Frank 1989; Escobar
y Alvatez
partido cuando lo hace un diputado britanico se (Hague et al. 1992: 29)? El quid de la cues verdaticos o incluso similares, sino equivalentes, de modo que su comparación adquiera 1994). Sartori 1990; s arrojan luz sobre este problema: 1) la posición universalis3) la posición intermedia- Según la posición universalista' es necesano que para llue los conceptos teóiicos y sus indicadores tengan poder explicativo, de
60
,:
Por ejemplo, los enfoques racionalistas, funcionalistas y estructuralistas adoptan tal posición. Los racionalistas sostienen que todos los individuos nlaximrzan su piopia utiii¿a¿ personal, dado uD conjunto- de preferencias y teniendo ante sí un conjunio de opciones (Ward 1995)- Los funcionalistas alegan que , como la articulación de intereses y la agregación de intereses, (Dogan y Pelassy 1990 42)- Los estructuralistas afirman que macro-estructuras tales como el Estado, el desa¡rollo económico y las clases sociales son omnipresentes, existen en grados diferentes y a ellas cabe atribuir los resultados políticos. En cambio, según la posición relativista, todo significado está determinado localmente; por tanto, una < general de política riamente limitada (Macintyre l97l; véase t Los enfoques etnográfico, interpretativista y (véanse Geeru 1973, Scott en Kohli et al. l Verba (1963) sobre
Macinty de ap fueron examinados s sem turas y otras. Por e sobre cultura cívica deben ser tomadas con crertas reseryas. siit::: u¡ relativista extremo, Sartori (1970, 1994) sostiene que excesivamenr. un .o*.pto àilrry. ,r, significa_ do y precisión; elto implica que, una vez definidos y op".u.ionarrrãJor, sóro ciertos con_ ceptos pueden a otras partes del mundo. Estâ påstura relativista también ha aparecido en el debate sobre ra universaridad de los de¡echos humanos, lo cual, a su vez, afecta arados (véase Landman 2002,2004). y México,
preciso que los comparativistas abandonen
f"xiäi:î:'."J3:tff;]Hî1.å.ïiîHï; sociales para expricar las.pautas de la moviliå:åiJ:l,ii.îffi:i::i:,H î::i::i::: clave
de explicación desde Ia perspect zación y estructura de oportunidaã po tidad y expresión, a fin de analizar lo
ereses, estrategias, micro_movili_ con aspectos culturales de iden_
, fiayectorias y resultados de los os comparativistas se consideran a sí mismos tos para que se ajusten afirman que sacrificar ntes perspectivas, pue_
at. 1995: t5). razones en las que descansa la política com_
::67
soluciones al problema de la existencia de es 1o suficientemente abstracto como para ser aplicado universairnente, Inientras que a frente a disfrutar de frente a (véase también Inglehart y Welzel 2005). En los dos últimos ejemplos, los conceptos importantes se especifican de tal modo que permiten incorpotat ala investigación muestras amplias de países. La segunda solución (centrarse en un grupo reducido de países que los investigadores conozcan exhaustivamente) implica ser < (Sanders 1994:43). El poder explicativo de los conceptos puede mejorarse si se aplican en contextos con los que los investigadores estén muy familiarizados. Por ello, quienes emprenden estudios de área pasan muchos años estudiando la historia, la economía, la política y la cultura de un subgrupo regionai de países en un intento de formular explicaciones cabales de los fenómenos políticos. Este conocimiento puede identificar lagunas entre conceptos teóricos y su aplicación, y redundar en una comparación con más sentido. Sanders (ibíd.: a8) resume este punto: Sólo un conocimiento considerable y detallado permite a los analistas hacerjuicios informados tanto de Ia relevancia de las caracterizaciones que hacen de sistemas particulares como de Ia identidad del significado
ligado a las preguntas que formulan
a personas que
viven en países diferentes.
La tercera solución se deriva necesariamente de la segunda- Si una comparación verdaderamente fundamentada de muchos países es limitada, quienes pretendan comparar mlrchos países
62 63
como signos ce bajaban en paíse
control, dicho resultado se atribuye al tratamiento, dado que todo lo demás permanece
tre 1945 y 1985. similares (Fower plo que sigue la utiliza equipos de especialistas locales para I Es igualmente una práctica establecida en la elab<¡rar informes mundiales. sobre la protección de tales derechos, como los Informes A¡uales de Amnistía Internacional, los informes de Países a"t oåp*iu-ento de Estado de EE'(ru', o el Informe Aruar.de Httman Rights w.atc!. ¡stos inrorå"s frreo"r, usarse ruego para análisis secundarios, tales como los ãnátisis globales t;#ì;;.';esión.de los dere9 de esta obra). La solución final pasa > de conceptos e indicadores. Esta so_
Si comparten similares (las se dirá que so
cumplir tres funciones: autoridad estatal y líder tras que el monarca bri asume las funciones de jefe del ejecutivo y 1990:37). Según en qué funcione, ,. ..ni, comparen, el estudio puede analizar uno, dos cia funcional permite que entidades con ca¡a padas en categorías útiles y exclusivas. En g en qué aspecto es comparable el concepto.
No obstante, si comparten la misma función, por ejemplo, los lídåes
de los países pueden
lica ãe lå náción, prirnei mandatario de una nte francés
.".;;J;;
tres tunciones mien_
ión simbólica y el primer ministro británico
Sesgo de selección
selecció I la posición teóric , que a menudo vi sesgo de
1995; Kingetal
roa?.
'í"0¿ com_
principio científico crucial de utilizar mues-
el
I término grupo de
constante (la denominada condición caeteris paribus). En las encuestas de opinión, se selecciona una muestra completamente aleatoria de individuos y el análisis de las respuestas arroja inferencias significativas sobre el conjunto de la población de la que ha sido tomada la muestra (véase De Vaus 1991). Los estudios de comportamiento electoral han puesto de manifiesto que los ciudadanos de las clases sociales más bajas tienden a votar a los partidos políticos de centro izquierda, mientras que los de las clases sociales más altas suelen votar a los partidos de centro derecha. EI análisis de los datos de la encuesta compara grupos de personas de cada clase social y trata de explicar los efectos de dicha diferencia en su preferencia por partidos políticos concretos. En estos dos ejemplos, la selección de individuos o unidades de análisis no está relacionada con el resultado que debe ser explicado. En política comparada el sesgo de selección ocurre a través de Ia elección no aleatoria de los países objeto de comparación, o la selección deliberada por el investigador (Collier 1995:462). Aunque la selección de países es un elemento central de la comparación, una selección irreflexiva puede ocasionar problemas graves de inferencia. El sesgo de selección más flagrante se produce cuando el estudio sólo incluye los casos que corroboran Ia teoría. Sin embargo, se producen formas más sutiles de sesgo de selección cuando la elección de países se basa en los valores de la variabie dependiente (Geddes 1990; King et al. 1994) y, en el caso de estudios cualitativos, en el uso de ciertas fuentes históricas (Lustick 1996), así como en el énfasis exclusivo en sistema políticos contemporáneos. El problema de la selección no afecta tanto a los estudios que comparan muchos países como a los que comparan pocos países y es un problema serio para los estudios de un solo país. Los estudios que comparan muchos países suelen tener un número suficiente de observaciones para evitar el problema de la selección, y pueden recurrir a varias técnicas estadísticas para eliminar el problema (véanse Gujarati 1988; Fox 1997). AÏora bien, en el caso de las comparaciones de pocos países y de los estudios de un solo país, Ia selección puede afectar gravemente al tipo de inferencias extraídas. Con frecuencia, en estos tipos de estudios, se eligen países sólo porque exhiben el resultado que se pretende explicar, como por ejemplo una revolución social, un golpe militar, una transición a la democracia, el fracaso de la disuasión o un desarrollo económico elevado (Geddes 1990; Collier 1995). Seleccionar de este modo la variable dependiente puede llevar a sobrevalorar efectos que no existen o a infravalorar efectos que sí existen (Geddes 1990:132-133). En otras palabras, a lahora de dar cuenta de un resultado, un estudio puede tanto dar más importancia a un conjunto de variables explicativas como pasar por alto la importancia de otras variables explicativas. Ambos
no compartían los mismos factores precursores, mrentras que sí los compartían países con democracias consolidadas. Por otro lado, cuando la econimía iatinoamericana entró de nuevo vez en crisis a comienzos de los años ochenta, no surgieron ,uevos
CUADRO RESUMËN
casos de F.stado
burocrático-autoritario. Así-pues, ra comparació., .nú. ."ror f **" del tiempo reveló que no podía mantenerse tal fuerte conexión entre estos factoies"-" indepådientes y el autoritTt^mo (cohen 1987). Por tanto, en su estudio de un país individual ó lonnell sobrevaloró el efecto de factores precursores en el resultado político observado (vãase el cuadro resumen 2'l)' Sus resultados le llevaron a refutar la tesis según la cual elìesarrollo económico conduce naturalmente a Ia democracia. Un ejemplo menos obvio, pero iguaimente p Skocpol (1979). Esta autora comparó países que y Francia) para conrrastarlôs con país 91a, !ni1a (Japón' Prusia y el Reino unido) en un intåto de demostrar la relevancia explicativa de cie¡tos factores estructurales en dichas revoluciones. Entre dichos facto.es estructurales figuran las amenazas militares externas, la reforma del régimen, la ãposición de la clase dominante y el corapso del Estado (véanse los capítulos + il i" btã.p"r 1979). Los casos iales.
pero e deala teoría de Skocpol, pero Geddes (1990: de casos seleccionado de manera diferen_
ca obligó a estos países a traspasar (u como democrático> (ibíd.: 23); ès decir, y la instauración de un nuevo gobierno.
EI surgi mi ento
2.1
E[ probtema det sesgo de selección
del Estqdo burocrótico- autoritario
A ta hora de expticar e[ surgimiento del Estado burocrático-autoritario en Argentina. O'DonneLt (1973) se centró en dos factores explicativos clave: 1) e[ estancamiento de [a economía evidenciado por ba[anzas de pagos deficitarias, bajas tasas de crecimiento, creciente inftación, y 2) La ìncapacidad det país de hacer [a necesaria transición de [a a [a de [a industrialización sustitutiva de importacìones (ISI). En [a fase fácìL de [a I5I, et Estado se encargó de proteger [a economía [oca[ con arancetes etevados y cuotas de importación a fin de permitir e[ desarrollo en e[ país de nuevas industrias que produjeran [o que solía importarse del extranjero. La potítica inctuía [a concesión de créditos blandos, una etevada remuneración del trabajo y precios artificialmente altos para las exportaciones tradicionales manipulando los tipos de cambio. De otro [ado, [a fuse dura de ta ISI suponía pasar a producir domésticamente todos los bienes intermedios necesarios para fabricar bienes de capital acabados, [o que se conocía como o de [a economía tuvo lugar después del golpe mititar. A partir de esta cadena de eventos, 0'DonnetL teorizó una conexión entre los factores precursores, e[ advenimiento del Estado burocrático y [a subsiguiente potítica económica de profundización. Este razonamìento se representa en [a cotumna tres de [a tabta 2.1. La posterior comparación con los casos de Brasil, Colombia y Venezuela revetó que mientras los tres experimentaron estancamiento económico, dos (Colombia y Venezueta) no sufrieron golpes mititares, y uno i (Brasìt) ya había empezado un proceso de profundización antes de que e[ gotpe militar derrocara a[ gobierno democrático en 1964. Estos casos opuestos figuran en las columnas cuatro, cinco y seìs de [a tabla 2.1,- Asi pues, [a conceptualización teórica y [a explicación de 0'Donne[[ adolecen de sesgo de setección a[ haberse basado únicamente en e[ caso de Argentìna.
'
,
Tabla
2.1
Explicación del Estado burocrático-autoritario en América Latina Argentina
Factor explicativo 1
ImposibiLidad de hacer
os y ausente en otros. Basándose en estas la movilización obrera no es un . pero su es_ antear el número de observaciones mediante democrática puede generar un diseño de in_ uesto en la figura 2. l, el problema de Collier que es el producto de la intersección entre obrera (sí o no), y 2) democratízación (sí o
Factor expLícativo 2
ResuLtado 2
Venezuela Sí
La
transición a [a fase dura de [a ISI GoLpe
Resuttado 1
Brasil
Estancamiento económico
miLitar e instauración de
un Estado burocrático-autoritario
sí
sí
Profundizacíón de [a economía nacionaI
sí (antes del goLpe)
FUENTE:
Adaptada de O'Donnett (1973); Serra (1979).
Colombia
67
no). Sus observaciones sólo cubren la mitad de todas las combinaciones posibles de la matriz (por ejemplo, casos de reforma democrática con o sin movilización obrera). Para una descalificación definitiva de la hipótesis de que la movilización obrera influye en la demoqatizaciót, idealmente tendría que añadir casos a su muestra en los que: 1) no se dio una reforma democrática, pero sí una movilización obrera, o bien en los que 2) no se dio una reforma democrática ni tampoco movilización obrera. Podría ser que la movilización obrera tuviera un impacto negativo en la reforma democrática. Sin añadir ejemplos de cualquiera de estas dos combinaciones de variables, su análisis adolece de indeterminación como consecuencia de una selección de casos según la variable dependiente (véase anteriormente la referencia al problema de exceso de variables y pocos países). Tanto en el ejemplo de O'Donnell como en el de Skocpol, la selección basada.en la variable dependiente llevó a sobrevalorar la importancia de ciertos factores explicativos, mientras que en el ejemplo de Collier, el sesgo de selección podría haber llevado a una infravaloración de efectos que sí operaban. En general, existen tres soluciones al problema de elegir basándose en la variable dependiente. La primera solución es contar con una variable dependiente que cambie: es decir, países en los que el resultado ha ocurrido y países en los que no ha ocurrido. Sólo comparando entre la presencia y la ausencia de resultados puede determinarse la importancia de factores explicativos. En segundo lugar, a la hora de comparar pocos países, la elección de los países debe reflejar un conocimiento sustancial de casos paralelos (Laitin 1995 456). En tercer lugar, el recurso a una teoría sólida podría contribuir a especificar con mayor exactitud un grupo de países en los que se darían ciertos resultados y para los que valdrían las explicaciones (ibíd.). En cuarto lugar, y relacionado con la tercera solución, una teoría sólida tarnbién identificaría qué países representan ejem-
plos de del fenómeno objeto de investigación (Caporaso 1995: 458). Las cuatro soluciones exigen un atento examen de los tipos de inferencias que se hacen a la hora de elegir deliberadamente los países objeto de comparación. Una segunda forma de sesgo de selección se produce en estudios cualitativos basados en fuentes históricas, en los cuales el analista, intencionadamente o no, elige relatos históricos cuya descripción de los eventos encaja con la teoría particular que se contrasta. Tal y como ha señalado Lustick, (Lustick 1996: 605). La historiograftavana en su descripción de cómo se desarrolló el pasado, qué eventos merecen ser destacados, así como en las diferentes disposiciones teóricas de los propios historiadores. De este modo, las inferencias extraídas de estudios que se sirven de descripciones históricas que se hallarán necesariamente sesgadas (ibíd.: 610). Entre las soluciones para esta forma de sesgo de selección figura el uso de fuentes múltiples para llegar a un relato de los eventos e identificar las tendencias dentro de cada fuente para detectar las posibles fuentes de sesgo. IJna tercera forma de sesgo de selección puede proceder de los periodos de tiempo que se usan en la comparación, especialmente en los estudios que pretenden analizar un comportamiento social que tiene una trayectoria histórica muy dilatada, como guerras, intercambios comerciales, así como la aparición de Estados y regímenes. La selección de periodos
Relsciones espurías
""ili algún
Íi es
,î'.',ï"ï mientras
que al factor identificado se le ha atribuido erróneamente un efecto sobre el resultado. Este
verano attabajar enzonas turísticas de los Estados Unidos. Con eltiempo, el estudiante se percata de que, trabaje donde trabaje, parece que siempre hay un número elevado tanto de flamencos como de jubilados. Decide dedicar su tiempo libre a recabar datos sobre la distribución geográfica de flamencos y jubilados. Consciente del problema del sesgo de selección, el eshrdiante amplía la recogida de datos a todos los estados de los Estados Unidos. Una vez recogidos los datos, el estudiante halla una relación positiva entre el número de flamencos y el número de jubilados. A partir de estos sólidos resultados estadísticos, concluye que los flamencos causanjubilados. Es evidente que el factor no identificado en este ejemplo es el clima. En resumen, tanto los flamencos como los jubilados de los Estados Unidos a zonas con climas suaves. Así pues, la conexión errónea entre los dos se debe al factor no identificado (véase el cuad¡o resumen 2.2). Al omitir la variable del clima, el estudiante concluye erróneamente que los flamencos causan jubilados. Si el estudiante sólo hubiera recogido datos en Florida, podría haber llegado a la misma conclusión, pero esta adolecería además de wr sesgo de selección.
68
69
CUADRO RESUMEN
2.2
En poiítica comparada, con frecuencia se ha atirmado que los regímenes autoritar'os su
Relaciones espurias
Las explicaciones simptes de [os eventos a nrenudo
adoptan La forma <> (Sanders 1994, 1995; Lawson 1997), lo que puede re_ presentarse gráfi camcnte como stgue:
tc x, entonces X
----------> Y
En este ejempto, )c e l son las únicas varÍabtes que han sido identjficadas. supóngase que los datos existentes sobre [a ocurrencia de x e y muestÍan que siempre que (o donde) ocurra n, también se producey. La ocurrencia habítuaLy concomitante ie ambas.variabtes llevaría bien a [a conclusión (débjb) de que.n e y están asociadas [a una a [a otra, o bien la conclusión <> de que;r ¡'ealmente ocasiána y. Ahora bien, ¿qué sucedería si tam_ bién se produjera habituatmente a[gún otro factor zjunto con rú e yiËL .r,rtirt. se arriesga a especificar una re[ación. entre x e que podría ser realmente / eL iesuitado de [a actuación de z sobre -rc e y independientemente. Esta situación se representaría como sìgue:
IJnavezdesacreditados económicamente, los regímenes autoritarios tienden a perder el poder. Por otra parte, las democracias aguantan tanto ' están Observando 1å rehción global, este hecho significa que los regímenes autoritarios sólo factor importante el ignorar pues, al Así prosperidad económica. de épocas poder en el en de > aêt regimen, la conclusión original en apoyo de la conexión entre regímenes autorita;os y p.orp".id"d económica resulta espuria (Przeworski y Limongi 1993,1991)Como se há visto anteriormente, las soluciones al problema de las relaciones espurias están relacionadas con el número de países incluidos en los estudios comparativos; asimismo, las transacciones (trade-offs) asociadas a estas soluciones pueden ser a menudo una fuente de frustración. La solución más fácil para las relaciones espurias consiste en especificar todas las variables relevantes que pueden explicar el resultado observado Esta solución es adecuada si la comparación se hace con muchos países o muchas observaciones, pero si el estudio incluye pocos países o uno solo, la especificación de variables adicionaies puede solaparse con el primer problema identificado en este capítulo (demasiadas variables, número insuficiente de países). Es importante no especificar variables irrelevantes, ya que simplemente podrían enturbiar el análisis. La segunda solución consiste en seleccionar países que encajen con los criterios de la teoría que ha sido especificada, pero esta solución ioincidè en parte con el problema del sesgo de selección. Así pues, el investigador se ve forzado a reconocer estos compromisos, al tiempo que maximiza los tipos de inferencias que pueden extraerse en función de los países y las evidencias disponibles en el estudio-
X
\ /
l
'.
En otro ejempl.o, Lieberson
y
Hansen
(1974
sìdad idiomátìca (.rc) y desarrotlo þ), cuando compararon una mu punto del tiempo. si se hubieran detenido ahí, habrían concluido mática inhibe e[ desarrotto- sin embargo, un análisis más
exhausti
I l
j ,.1
largo ptazo, no exìstía relación u ]; hallaron fue que [a variabte
Falacias ecologicas e indíviduolistas
]
Firebaush 1e80). Este ejernpro de reración Desarro[[o
retacionada con eI desarrotto. De este modo, espuria (véase
.rrrl.o:'.':::|ti:äil'Jåt;:ión
El quinto problema (falacias ecológicas e individualistas) surge cuando un estudio pretende hacèr inferencias sobre un nivel de análisis sirviéndose de evidencias de otro nivel de análi-
,;
i
sis (R-obinson 1950; Scheuch 1966, i969; Miller 1995). Por ejemplo, una teoría de la revolución puede centrarse en factores psicológicos individuales que dan cuenta del comportamiento rebelde, pero la comparación para contrastar la teoría puede usar datos estadísticos agregados internacionales sobre niveles de desigualclad y ejemplos de violencia política. Existen dos tipos de datos en las ciencias sociales: datos individuales y datos ecológicosLos datos individuales, como sugiere su nombre, comprenden información sobre personas individuales. Los datos ecológicos incluyen información que ha sido agregada para unida-
Diversidad idiomática
En ambos ejemplos, e[ hecho cre no identificar e[ factor común subyacente puede [[evar inferencia con respecro a [a retación entre las dos variabtes esfecificada origi_
municipios, provincias, regiones o estados individuales se recaban de los censos que Los datos (Scheuch 1969: 136). y países federados población concreta, de otros medios una de el conjunto periódicarnente sobre realizan se
;#:j:i.
des territoriales, tales como distritos electorales,
I I
70 77
, o bien de encrrestas que se llev población. Los problemas de fal do se extraen inferencias sobre un nivel de lisis. Se produce una falacia e de datos a nivel agregado se
los estudios que intentaron estimar las características socio-económicas de las personas que votaron al Partido l'lazi durante la República de Weimar. Los ejemplos de falacias ecológicas e individualistas no se limitan únicamente a los estudios de un solo país. Gurr (1968) postuló que rebelde era un sentimiento de privación relativa.
individual. Alternativamente,
Ambas falacias son brevalorar relaciones a fuentes, a saber: las pre tos. En el primer caso, un mayor grado de realidad que los datos a o . En cualquiera de los casos, I
conexiones políticas, sociares y económicas entre las personas, tales como <[p]rocesos de distribución, conflictos, poderes y dominaciel orden s formación
ote un
o La disp ya que los personas
es
nte de falacias ecológicas e individualistas,
stituir los datos de un"nivel por los datos de investigación específica en otro nivel. Et primer ce en un estudio del comportamiento electoral de ) poco después de concedérseles el derecho a vo_
porcentaje de mujeres en en ciertos serían más
distritos.r".to,ur.Tl:î:i;?,tJ.Ïä,íf*,iåil?l?JJiX'#:i:,ï"i
referendos proclives mente el número de
Estos
investigáa*., ,uponi-
que las mujeres
ferendos y qie así poariu lrti-u.se indirecta_ cada distritó. Ogburn y Cottra eran consçien_ tes de que podría haber un problema si se extraían inferencias-sobre votantes mujeres combinando datos agregados sobre la población femenina con datos individuales sobre las votaciones de los referendos (véase King 1997: 3-4). De probtemas siÃil"r.s adolecieron
que se da cuando las personas perciben que los < mamente derecho a disfrutan> están muy lejos recursos sociales de que disponen (Gurr 1970: l3). Gurr postulaba que unos altos niveles de privación relativa debían estar relacionados con unos elevados niveles de violencia política. Dada la inexistencia de datos individuales sobre privación relativa, Gurr contastó esta hipótesis usando datos agregados sobre 114 países, que mostraban una asociación positiva entre sus mediciones de privación relativa y violencia política. En este caso, los datos agregados f,reron usados para comprobar una hipótesis a nivel individual (Sanders l98l: 30-31). En Modernization and Postmodernization,Inglehart (1997) incurre en una falacia individualista en su estudio sobre valores en 43 sociedades. Usando una batería de preguntas que van desde la importancia de Dios hasta la protección del medio ambiente, Inglehart constnrye (grupos) de valores que adoptan pautas geográficas distintivas. Estas pautas, en opinión de Inglehart, están distribuidas de manera significativa al¡ededor del mundo de acuerdo con grupos culturales generales, a sabe¡: América Latina, Europa del Norte, Europa del Este, Europa católica, Asia Meridional, África y Norteamérica. En este estudio, tnglehart agrega respuestas a preguntas a nivel individual para establecer clasificaciones simplificadas de países basadas en Ia cultu¡a. Agrupar porcentajes de personas que respondieron de manera similar a una batería de preguntas de encuesta y asignarles culturales es un claro ejemplo de falacia individualista, que confunde propiedades sistémicas con características individuales (véase igualmente Inglehart y Welzel 2005). El examen de Whiteley (2000) de la relación entre capital social y crecimiento económico también incurre en una falacia individualista. Este estudioso compara 34 países usando indicadores a nivel individual de capital social e indicadores agregados de crecimiento económico. Su análisis incluye un gráfico de dispersión del porcentaje de los encuestados en el World Values Survey que afirmó confia¡ más en la gente que en el PIB per cápita (Whiteley 2000: 455). Su análisis de regresión multivariable incluye datos a nivel individual sobre capital socialjunto a indicadores agregados de inversión, educación y crecimiento de la población, entre otras variables de control, para explicar las va¡iaciones en la tasa media de crecimiento de los países incluidos en su muestra. Si bien sí halla una relación estadísticamente significativa entre altos niveles de confianzay crecimiento económico, la inferencia de que el capital social incide en el crecimiento no es fiabie debido al problema de la falacia individualista. Tanto en el ejemplo de lnglehart (1997) como en el de Whiteley (2000), se agregan datos de nivel individual sacados de encuestas nacionales para confeccionar puntuaciones por país que luego se incluyen en modelos analíticos junto a datos agregados. Cada estudio parte de la hipótesis de que los países pueden ser incluidos en diferentes gnrpos cuiturales, o bien clasificados en grupos que tienen un capital social fuerte o débil sobre la base de datos de nivel individual. Scheuch (1966: 158-159) demuestra que no es posible hacer este tipo de inferencias. Por ejemplo, un sistema democrático puede incluir a muchas personas que responden de manera positiva a una serie de preguntas que demuestran sus tendencias
72
73
autoritarias, ahora bien, no por ello el sistema dejará de sel democrático. Del mismo modo, un sistema autoritario puede incluir muchas personas que respondan de manera positiva a una serie de preguntas que demuestran sus tendencias (Almond y Verba 1963), pero no por ello dejará de ser autoritario. En resumen, atribuir un cierto rasgo cultu¡al o sistémico a un país basándose en una rnlrestra de la población es extraer una inferencia i¡correcta sobre dicho sistema basada en un nivel de anãlisis incorrecto. ambas falacias es sencilla. Los datos usados en las investigacio_ n cadena de inferencias entre los conceptos teóricos especifúados s conceptos finalmente utilizados en el análisis. Esta solución Y se
global del estudio compacuanto a los juicios que se han podido hacer en la construcción que se apoya el estudio, la la en teó¡ica perspectiva juicios la àita, cabe rado. Entre dichos de investigación y los diseño identificación de sus variables clave, la espÈcificación de su mismo' límites al tipo de inferencias que cabe extraer del
Resumen comparados disponiEn este capítulo se han repasado brevemente los diferentes métodos En este repaso métodos' distintos estos a asociados habituales Ut., y tor mo.tos problernas países, la comparación muchos de fl métodos general de los ha sostenido que estos métodos se ä. po.o, países y los
estrategia adoptada podría depender asiËntan såbre una y de los recursos del investigatiempo del turrto d. la pregunta de investigación específica, que este adopte. También conpolítica la de el estudio g.n..ripu.u dor como dil enfoque
mis
gares a conclusiones precisas sobre iugares; y los análisis de épocas sólo a conclusioues sobre épocas>>r. Los aspectos pragmáticos de la investigación prr.d"o no permitir la medición directa de los fenómenos, pero la idea global sigue siendo que esã medición debe estar lo más próxima posible al nivel del fenómeno objÀto de .*u-åo. Sesgo de valor
El último problema que deben considerar todos los investigadores comparativìstas es el del sesgo de valor, que se r posición culturai, política y filosófi_ ca particular del invest as conclusiones dè la invéstigación. Durante el último siglo que aceptar que el conocimiento no está >. La clasificación, el análisis y ta iot.þ..tåci¿n sustantiva se ven influidos por la perspectiva particular del investigador. El análisìs empírico moderno acep-
ta, en teóric parar hacer
' según el posioión diante
aplicada a casos de cler ce¡ inferencias sob¡e c
ciar La extensión
der
uestión, el problema de la falacia ecológica se habría resuelto meanzadasy la creación de un software específico (King 1997), a dislínea de investigación. Hasta el la nueva técnica
-orn"nìo,
s en
,0,"
los que
ha sido
se usan datos agregados para ha_
,,,^jj,l,"l:Lî:i jå:ffiîì..:,'ffi|.;,,:î"'.î
pero requerirá técnicas más complejas' No obstante, quienes no deseen seguir esta línea de trabajo, las teorias que poshrlen la existencia de relaciones en niveles individuales debería¡ ser contrastadas con datos recabados a nivel individual, e idéntica regla general habrá de aplicarse a las teorías que presuman la existencia de relaciones a nivel agregado.
et nivel de abstracción y el número de países incluidos en el métodos' análisis. En lós tres capítulos siguientes se profundiza más en estos diferentes este capítulo en posibles, comparación Además de esbozarse los diierentes métodos de que, de no y ha afirmado se asociados problemas de también se ha identificado una serie demasiadas Especificar fiables' no inferencias que extraigan se a llevar resolverse, pueden jnferencias sin contar con suficientes obiervaciones constituye un diseño de investigación que comy indeterminado del que a menudo adolecen los estudios de un solo país aquellos paran pocos países. Establecer equivalenc entre sus indicadores operativos constituye estudios que comp¿Iran muchos países, ya qu mundo puede minar la precisión de su signi relacionados con valores de las variables dei.o¡iu q,r" se pretende ånftastar o qn. "riátr la infravap"nOi.tt .r prr.d. d* lugar a la sobrevaloración de una relación que no existe o a variables u otras control de variables especificar No sí existe. ioración de una relaciórique nilos diferentes Rebasar relaciones. determinadas a sobrevalorar puede llevar importantes persla ignorar último, ,reles de anáiisis también puede afectar al tipo de inferencias. Por puede empapectiva cultural y teórica que subyace a un estudio y desde la cual se investiga comparatlvo' un análisi de ñar las conclusiones sustantivas compaEstos problemas no han sido puestos de relieve para detener a los investigadores extraer las posibles fuentes rativistas, r invesal problemas a estos inferencia ptación pu que inferència d" tigación c en el tortuoso cadã los límites natu¡ales a la investigación comparada es un paso saludable ha idenla exposición mino hacia la generación de conoõimiento. En conjunto, hasta aquí de pro tipos y los comparan los tificado po. qne los politólogos comparan países, cómo tabla2'2 Ia En investigación' de proceso en el blemas u to, qrr" frecuentemente se enfrentan fuertes y débiles, tanto se resumen lós métodos de comparación y se valoran sus puntos a los compromisos que como válidas a inferencias para llegar capacidad a Su con respecto el investigador ha de asumir cuando emplea cada uno de ellos'
lleva un compromiio
átre
çù. r'
74
a
I ¡
75
Métodos comparados: una valoración Fortalezas Comparación de
Control estadístico
muchos países
Sesgo de selección limitado
Alcance amplio Inferencias sólidas y adecuadas para la construcción de teorjas Identificación de países atípicos (casos desviados) Comparación de pocos países
Control mediante la selección de: 1) Diseño de sistemas de máxima similirud (DSMS) 2) Diseño de sistemas de máxima diferencia (DSMD) Adecuada para la construcción de teorías
establecidas entre variables pueden considerarse excesiva_
La recogida y el análisis de los datos pueden llevar mucho ón matemática e informática que muchos comparativistas no
Debilidades / Retos Medidas no válidas Disponibilidad de datos
La comparación de pocos países alcanza validez seleccionando cuidadosamente los
países que
Demasiado abst¡acto/alto nivel de generalidad Consume rnucho tiempo Formación matemática e informática
Sesgo de selección: 1) Elección de países 2) Elección de relatos históricos Aprendizaje de idiomas
relatos históricos usados como evidencias. Por último, muchos comparativistas que se ven a sí mismos como (generalistas> no quieren dedicar tiempo ni energía a aprender los idiomas y a llevar a cabo la investigación de campo en los países que engloban estos tipos de
Investigación de campo
estudios. Los estudios de un solo caso son los más intensivos entre los métodos comparados y representan una gran proporción de la investigación que se realiza en el campo de la política comparada. Los estudios de países individuales que resultan útiles como herramientas de comparación son aquellos que generan hipótesis, validan o invalidan teorías y esclarecen casos atípicos identificados mediante otros métodos de comparación. Los estudios de un solo país son los más propensos a problemas de sesgo de selección, y a considerar demasiadas variables y excesivamente pocas observaciones, así como a producir diseños de i¡vestigación indeterminados que generan inferencias menos fiables que las de los otros métodos de comparación. Al igual que sucede con los especialistas de área, los invierten un tiempo enorrne en el aprendizaje del idioma y de la cultura local de su país
Estudios cle área
Análisis configurativo Mac¡o-historia Intensivo, ideográfico, path-dependent (inercia institucional) y análisis configurativo Seis tipos: 1) Ateórico 2) Interpretativo 3) Generación de hipótesis 4) Confirmación de teorías
sistemas de máxima similitud (DSMS) o en el diseño DSMD). Estos tipos de estudios son intensivos y ade_ as. Evitan forzar conceptos al basarse en un conoci_
Inferencias menos fiables
Evita la Descripción densa
Estudio de un solo caso
e
de sistemas cuados para
Infe¡encias poco fiables Sesgo de selección:
l) Elección de países 2) Elección de relatos históricos Aprendizaje de idiomas Investigación de campo
particular, un compromiso que otros investigadores comparativistas pueden contemplar como excesivamente exigente.
Lecturas comptementarias
5) Rechazo de teorías 6) Países atípicos (casos desviados)
Collier, D. (1991): , en D. A. Rustow y K. P. Erickson (eds.) Comparative Political þnamics. GIobaI Research Perspectives, NuevaYork: Harper Co-
llins,
7-31.
Un excelente repaso de los métodos comparados. Dogan, M. y Pelassy, D. (1990): How to Compare Nations: Strategies in Comparafive Politics,2." edi,ción, Chatham, Nueva Jersey: Chatham House. Esta obra ofrece un excelente análisis sobre el problema del establecimiento de la equivalencia funcional en política comparada. Eckstein, H. (1975): , en E I. Greenstein y N. S. Poisby (eds.) Handboolc of Political Science, vol. 7'. Strategies of Inquíry, Reading, MA: Addison-V/e sley, 79-137 . El examen más exhaustivo del valor científico de los estudios de un solo país.
l
76
.77 '^*"';,ï"Y;,!;,??iì #ïIethodological
:J::ii::î,:ir::::::ïi::,i::î:'
P¡oblems in comparative poli:ics>, Journat of rheoreti-
de sisremas de simiritud máxirna
y de direrencia máxima,
Geddes' B' (1990): , polttical Analys¡¡, 2: 131_150 unoexcelente artículo sob¡e el slsgo de r.l.r.iån que usa ejemplos ¡eales de ia literatura cornpa-
tt"tï;olj,T,ä;l;,lr'.å:*rt'o
s' (ree2): potiticat science'A compaiative tntroductiorz,Nueva
su capítulo 2 contiene breves exposiciones sobre_el ses-{o cle valor, así como sobre los problemas y,rn número insuficienie de países, y d.e la equivarencia.
de exceso de -'¡ariables
t"irî:ï;,ì.:!iå]!;'¿;#:;i:i:T' år:.L":"ot*to
2
se hace una revisión exhaustiva de ros probremas que supone
tuo!]1"1"Í,',nuiil;lir:ln:tive
- ili?¿rjl["toff1-"0t"
el sesgo cre se_
Politics and comparative Method>, rhe American potiticat scien-
tr."#"H:Hlî:"*:hï:'étodo
-
rhe Improvement orsocíar ßesearch and rheory,Berkerey,
conrparado, que io ubica en el campo de la ciencia sociar
cases strategv in comparative Research>, comparative potitÌcar snç
En este ensayo se exponen reflexiones adicionares sob¡e el método comparado.
political
and Science: Muttiple Historicat _l!åJ,l,i?; Political Review, eoi:;: oos-o t a. un buen repaso ,science el sesgo de selección. *""f;;'l"ir#ï,f;?;,Íli'ì";",f::.."".ïLï^fi::xi,i:?,._iuo,
Un breve resumen de los método; Ragin, c' c' (lggg:
f::!,X;:;itarative
'.,n
Records and
y G Stoker (eds) rheory
"".p;;;"r."""
to Qualitative comparativeAnalysis>, enT. Janoski yA. Hicks Potiticat
E""";;;r;l*in'
s**,óiÃliägî,ð*u,iag"
Este ensayo tlistingue entre enfoques i Y4rr4uroö)) una vía para
unificarlos.
universiry
(onentados a casos) y y
Sa
Cioss_national Research>, In
_
o aquellos países de los que el
t"iï.i, itii?¡j:îsîlept
Misinrormation in comparative poritics>, Americart potiticat science
La declaración crásica sobre .
(.1994): , en Kaz.ancígll (eds.) Compartn.g Natktns: Concepts, Strategtes, ,substance, Londres: Basil Blackweli, 14-31 Una reformulación de las principales afirmaciones de 1970 y de la idea (comparar cs controlar>>.
- \4 Dogan y A
Skocpol, T. y Somers, M. (1980): >, contparatit,e Studies in Society and IIistory,22-. 174-197. En este ensayo se describen los usos de la historia comparada, así como los métodos de inducción por concoLdancias y por diferencias de Nlill.
726
numerosas transiciones a
6.
Desarrollo económico v democracia
parte estos desafïos e intereses
repenrmo aumento
rclones) sociales y económicas los intentos de
o. lor;toI:*aminan
esfuerzos por explicar los oríse
no violenta y de la activida
Inicialmente, el interés académico por la relación entre el desarrollo económico y la democracia vino motivado por la búsqueda de las (Karl 1990:2-3) o (Landman 2001) de la democracia. Enfoca¡do la atención tanto en las democracias del triángulo noroccidental de Europa y Norteamérica como en las < democracias del resto del mundo, esta línea de iavestigación trata de identificar los factores
paración en el contraste de hi trando la atención en el méto Cada capítulo comienza explicando los motivos de ofrece a continuación una usando los métodos comp comparaciones pretende re
lugar, ¿llegan los diferente
seño de investigación alguna
en cuenta los distintos estu_ e del libro? por ejemplo, ¿in_ comparaciones los posibles on o no espurias las relacio_ análisis? ¿Surgen problemas confiene un análisis metodo_ n, los ejemplos utilizados en a de investigación.
clave que contribuyen a explicar la aparición y el mantenimiento de las democ¡acias. Entre los muchos factores identificados para explicar Ia democracia, el nivel de desarrollo económico continúa interesando especialmente a los investigadores comparativistas y a quienes adoptan decisiones políticas en el seno de la comunidad internacional dedicada a cuestiones de desarrollo. En este capítulo se comparan trabajos que han examinado comparativamente el vínculo entre estas dos variables, el desarrollo económico y la democracia, pata mostrar si los diferentes métodos de comparación empleados han conducido o no al mismo resultado. Se pasa revista a algunos estudios que comparan muchos países, otros que comparan pocos países y a estudios de un solo país. En cada método de comparación, el aná1isis se centra en cómo las diferentes teorías especifican las variables dependientes e independientes y la nahxaleza de la relación, en cómo se miden los conceptos, así como en los distintos problemas con los que se topan los análisis y en los diferentes resultados que obtienen.
729
E[ probtema de investigación
,tes entre tas variabtes < y (democracia>
? Si es así, ¿por qué? ¿Crea el desarrollo económico
ento de la democracia? IJna vez establecida la de_
modelo de ta figura 6.1 es una ,,-p,"Ïåii tigación. Muestra que Ia democracia es la v la variable independiente. La flecha de la indicar que el desarrollo económico pued la democracia. Este modelo ha cambìado conceptos básicos y la relación entre ellos. Lo
t
La relación entre
y
> puede adoptar djferentes
funcionales, siendo las más comunes [a Uneat, [a curvilínea y [a
escalonada.
formas
I
I
I
Relacion
I
lineql
nómic extrae
paldar
tra en [a figura 6.2.
E[ desptazamìento a [o largo de [a línea en [a figura muestra qu. aumento en una variabte lteva asociado un incremento en [a otra-
Figura
6.2
Representación de una relación lineal entre <
y
E
cos países y los estudios d.e un solo caso cuaiitativas para poner de manifiesto los vlenen en los procesos de desarrollo econó_ ntos más próximos al enfoque de inercia
Õ
Desanollo económico
resumen 6.2).
Figura
6.1
Desarrollo económico y democracia
esta invierte la relación éase
Heliwelt (I994).
Relacìón curvilíneo
y examina si las democra_ . En ot¡os textos
un
-,
130 131
Figura
6.3
R.epresentación de una relación rurvilínea enh.e <> y <
CIiADRO RESUMEN
6.2
ArEurmentos en [a línea de la <
instituciona[.>r Un argumento basado en [a'inercia jnstitucional desarrolta una secuencìa de eventos en un relato histórico. Su hipótesìs básica es que una vez que se produce un evento particular. ya sea una guerra, unas elecciones, una revotución o una decisión importante, e[
a E o
Ê
curso de los eventos que sigue se verá alterado para siempre. Considérense [os dos ejem-
plos sìguientes: un ejempto abstracto denominado e[ (Jackson 1'996:723) y uno de ta ciencia potítica referente a [a consotidación democrática (Burton et 01.1.992).
DesarroLlo econimico Un
o
re lació
n
<
n
a d a>>
La función de un
nte diferente de las dos anteriores. En este caso, a parbir
nivel
En ra
nsura
:iiåi:'.:;i:,J,i:"r,."tï# r,ffiî:.J::::åîïli#ïî
co, sino un punto de hacia [a
Figura
6'4
a.ro.À=i.
(Rostow
rsoi; L.nam.i fsss;.
Representación de una relación escaronada entre < y <
En primer lugar, piénsese en una urna que contìene una petota roja y una pelota blanca. En e[ primer caso, se seleccìona una pelota de La urna, y luego esta y una petota deL mjsmo color son cotocadas nuevamente dentro de [a urna. 5i esta operación es repetida una segunda y una tercera vez (o infinitamente). [a urna se convertjrá en una distribución
de petotas rojas y btancas que es attamente dependiente de las primeras elecciones que se hagan. Esta situacìón se itustra en [a figura 6.5. Las diferentes distribuciones posibles de pelotas rojas y blancas se multiplican rápidamente con cada ronda sucesj'va, pero de [a figura se desprende claramente que cada distribución sucesiva es attamente dependìente de [a ronda previa. Por ejemplo, La parte izquìerda de [a figura muestra que si se elige una pelota roja en [a primera ronda, entonces habrá en [a urna dos rojas y una btanca. Si se escoge nuevamente una roja, [a urna tendrá tres rojas y una blanca, y así sucesivamente. En [a parte inferior de [a figura se muestran cuántos tipos de distribuciones diferentes son posibtes, pero está claro que las dos primeras etecciones tienen un efecto drástico en Las distri bucjones posteriores.
Figura
o
6.5
El problema
de Ia urna y la inercia institucional
E
o Õ
Comienzo
I Desarro[Lo econimico
L 1
BBR
RRB
RRRB
RRRB
RRRRB
BBBRR
RRRBB
BB BBBR
(x6)
(xz)
(x2)
(x6)
B
BRR
B
BBR
BBBR
BBBRR
(xz)
BBRR RRRBB
(x2)
ruenrr: Adaptada de Jackson (1996:723).
En e[ segundo ejempto, Burton et al. (7992:23) desarrotlan un argumento de este tipo para explìcar los diferentes tipos de consotidación democrática en América Latina y Europa meridiona[, taI como se ìlustra en [a figura 6.6. En e[ caso de países que experimentaron transiciones democráticas acompañadas de movjlizaciones poputares, e[ esquema muestra iniciatmente dos pautas: consenso de étites y movilización de masas, o ausencia de consenso de élites y movilizacìón de masas. La primera pauta conduce a [a estabilización, [a ìnstitucionalizacìón y [a consoLidación de [a
i32 133
cjemocracia. La seguncja parte desemboca e masas que, a su vez, se traduce en una demo o incluso en una vuetta aI autor-itarismo. E[ que, una vez que e[ país ll.ega a uno de los n
Figura
6'6 un argumento
sobre la consolidación dernocrática basado en ra
inercia institucional
educación y lavbanización. La riqueza se mide me como rentâ per cápita, médicos, autorrróviles, teléfonos, radios y ej por cada 1.000 habitantes. La industrialización se mide teniendo e de varones empleados en agricultura y el consumo de energía per cápita. La educación se mide a través del porcentaje de po superior; y la urban res a 20.000 habitan 76-17)- Estas distint económico: los valores más altos indican niveles más elevados de desarrollo económico.
lmovitìzacìón socí¿l continúal--ì
--l .l
¡u¡lre: Adaptada de Burton
et
La aplicación de esta definición permitió a Lipset ciividir su muestra de países en cuatro grupos difèrentes. Dividió los países europeos y angloparlantes en democracias estables, de un laclo, y democracias inestables y dictaduras, de otro. Dividió los países de Arnérica Latina en democracias y dictaduras inestables, de un lado, y dictaduras estables, de otro. En cuanto al primer grupo, consideró democráticos a los países en los que se podía documentar una (ibíd.: 72). Los países latinoamericanos fireron clasifìcados como democráticos si contaban con (un historial de elecciones más o menos libres durante la mayor parte del periodo posterior a la Prime¡a Guerra Mundial> (rbíd.:72-73). La comparación proporciona un abanico de indicadores cuantitativos de desarrollo económico para esta muestra de países, entre los que figura lariqtreza,la industrialización, Ia
f
al. (7992:23).
La comparación de muchos países
estudios que tratan de ahondar en esta comparación original.
constitucionalmente establecidas para seno de una sociedad del problema de que perrnite a la mayor parte posible
de elegir entre candidatos alternativos
desarrollo de las sarrollo económi que Cutright (ibí cas
y el nivel de
734 135
La confianza general en sus resultados re rleva a predecir er niver
TïiltX1lä:i:îiä'Íå:
su muestra,
b;;'¿'.
d.e
desarroro político
en ros varores r,,¿iurä,,ur., de ras distinras
nición de desarrollo democrático> (ibíd.: 611). Apoyánciose en los estudios anteriores realizados por Lipset (1959) y Cutright (1963), Jackman sostuvo que la democracia se entiende
el ä
veló que la relación curvilínea es tos argumentos de Dahl
l'å:å:*
Unidos (ibíd.: 573). Cuando los denominados intentaron a los otros países en la economía mundial (Gerschenkron 1962), sus esfuerzos sus sistemas políticos en nto sugiere que los países icos que los países que se
ó su comparación de 60 países no comu_ democracia, así como err
:"t-"":iîx*tón
se hizo
en r97r con cif¡as
der
pNB per
câpita de r957,cuando existían tanto la I,RSS
Así pues, mediante la comparación de 99 países, Bollen pretendió examinar si el nivel de democracia es mayor en los países que se desarrollaron antes, o bien si es más alto en los países que simplemente han logrado mejores niveles de desar¡ollo económico, o ambas cosas. Su índice de democracia incluyó tres indicadores de soberanía popular y tres indicadores de libertades políticas (Bollen 1979: 580). Al þal que Jaclcnan (1973) v cutright y Wiley (1969), Bollen utilizó el consumo de energía como medida del nivel de desarrollo. El momento preciso del desarrollo se midió restando de 1966 el año de comienzo del desarrollo (Bollen 1979: 577). Su análisis estadístico arrojó que el momento preciso del desar¡ollo económico no es relevante, pero que el nivel de desarrollo tiene rln efecto sustancial y positivo sobre la democracia. En otras palabras, para esta muestra de países, el nivel de desarrollo de un país, con independencia de cuándo haya comenzado realmente a desarrollarse, afecta al grado en el que es democrático. Desde esta primera fase de trabajos comparativos se han publicado nuevos estudios que recurren crecientemente a técnicas estadísticas sofisticadas, gracias a las cuales los investigadores pueden comparar muchos países a lo largo del tiempo, incrementando así el número de observaciones (véanse a este respecto los capítulos I y 3 de este libro). Cabe destacar tres estudios que usan este método de comparación. Helliwell (1994) compara 125 países durante el periodo 1960-1985 (n: 1.250); Burkhart y Lewis-Beck (1994) comparaa 131 países desde 1972 hasta 1989 (n : 2.358); y Przeworski y Limongi (1991) y Przeworski et al. (2000) comparan 135 países entre 1950 y 1990 @: a.126). Los dos primeros estudios hallan evi-
734
I
135
La confiar'za general en sus resultados le llev. a predecir ei nivel de desarrollo político para cada país incluido en su muestra, basándose en ios valores individuales de las distintas variables independientes. Para responder ala cririca según la cual I ban la relación eran usando Mundial, con el fin de examinar si dicha rel
:#ål:: ü:;: ìi,ä.ü: li,îl¿:,:;iî . cuarro décadas para renejar er cambio r".;::::iî'åiît:;îi:i::"tå:i,îîiä::,,1;iî; "" económico ;",ff
se tomó ia cantidad de energía consumida.n uì uño dado. La comparación de los 40 países a lo largo de las cuatro déãadas revela una relación significativa y estable endesarrollo económico y ra representación porítica. "Además, puesto que el ra atención en cuatro periodos d.e-tiempo diierentes, cutright y wiley (ibíd.: que el nil-el de representación política es causalmeáte å"penoiente del nivel conómico. En 1971) se mas
P
ocracia,
las co la demo mensiones críticas: contestación y pa ies altos de contestación (es decir, el gozan de libertad para oponerse a ias
a, entre otros países, fueron poliarquías mu_
arrollo económico (Dahl
l97l:
69_70; véase
su cornparación de 60 países no comu_ emocracia, así como en
.#"::ffi*tón
se hizo en 1971 con cifras der
pNB per cápita de 1957,cuando existían tanro ra (rRSS
niciór¡ de desarrollo democrático> (ibíd.: 611). Apoyándose en los estudios anteriores realizados por Lipset (1959) y Cutright (1963), Jackman sostuvo que la democracia se entiend.e mejor como un concepto continuo, en lugar de como uno dicotómico, por lo que deberían contrastarse tanto las formas lineales como curvilíneas de la relación. Su medida de la democracia combina cuatro indicadores, a saber: la participación electoral, la competitividad del sistema de partidos, el grado de irregularidad electoral y una relativa libertad de prensa- Al igual que Cutright y V/iley (i969), como medida de desarrollo económico tomó el nivel de consumo de energía. Su análisis estadístico reveló que la relación curvilínea es más significativa que la reiación lineal, añadiendo así, en línea con los argumentos de Dahl (19'/l), evidencia comparada a la idea de un umbral democrático. Citaremos a Bollen (1979) como ei último estudio en esta muestra de los primeros esfuerzos comparados que examinan la relación entre desarrollo económico y democracia. Además de centrarse en el nivel de desarrollo económico, Bollen también se interesó por la cronología del desarrolio. Este autor se planteó que, posiblemente, los países que se han desarrollado mucho después que los europeos y los norteamericanos hayan tenido más dificultades a la hora de establecer formas de gobierno democrático (véase infra). Por ejemplo, el modelo británico de desarrollo económico rápido tuvo profundos efectos en los paises que se desarrollaron con posterioridad a Reino Unido, como Francia, Bélgica o los Eitados Unidos (ibíd.: 573). Cuando los denominados intentaron > a los otros países en la economía mundial (Gerschenkron 1962), sus esfuerzos en este sentido podrían haber ejercido una presión indebida sobre sus sistemas políticos en ciernes y provocar así la ruptura democrática. Este tipo de argumento sugiere què los países que se desarrollan más pronto seriin más probablemente democráticos que los þaíses que se desarrollan más tarde. Así pues, mediante la comparación de 99 países, Bollen pretendió examinar si el nivel de democracia es mayor en los países que se desarrollaron antes, o bien si es más alto en los países que simplemente han logrado mejores niveles de desarrollo económico, o ambas cosas. Su índice de democracia incþó tres indícadores de soberanía popular y tres indicadores de libertades políticas (Bollen 1979: 580). Al igual que Jackman (1913) y Cutrighr y Wiley (1969), Bollen utilizó el consumo de energía como medida del nivel de desarroiló. El momento preciso del desarrollo se midió restando de 1966 el año de comienzo del desarrollo (Bollen 1979:577). Su análisis estarlístico arrojó que el momento preciso del desarrollo económico no es relevante, pero que el nivel de desarrollo tiene urefecto sustancial y positivo sobre la democracia. En otras palabras, para esta muestra de países, el nivel de desarrollo de un país, con independencia de cuándo haya comenzado reãlmente a desarrollarse, afecta al grado en el que es democrático. Desde esta primera fase de trabajos comparativos se han pubiicado nuevos eshrdios que recurren crecientemente a técnicas estadísticas sofisticadas, gracias a las cuales los investigadores pueden comparar muchos países a lo largo del tiempo, incrementando así el núme¡o de observaciones (véanse a este respecto los capítulos I y 3 ãe este libro). Cabe destacar tres estudios que usan este método de comparación. Helliwell (1994) compara 125 países durante el periodo 1960-1985 (n: 1.250); Burkhart y Lewis-Beck (1994j comparan 131 países desde 1912 hasta 1989 (n = 2.358); y Przeworski y Limongi (t99j) y przewoìski et at. þooo) comparan 135 países entre 1950 y 1990 (n:4.126). Los dos primeros estudios hallan evi-
136 737
CUADRO RESUMEN 6.3
Democratización endógena y ex6gena
otros países en los que [a democracìa está floreciendo en condiciones de escasez económica. Por ejempto, Mongotia es un país democrático desde comienzos de los años noventa en que cayó e[ régimen comunista que ltevaba en e[ poder desde j.922. Durante [a década de los noventa, Mongotia privatizó su economía a[ tiempo que ltevaba a cabo reformas democrática bres a [o largo de todo e[ periodo en partido com uego fue desplazado por una alianza oposición y en una gran coalición. Este y otros [a categoría probabitídad>, ya que su capacídad sin un avance económico sustancial cuestiona los grandes principios de [as teorías de democratización endógena y exógena.
dencias estadísticas sustanciales que respaldan una relación entre desarrollo económico
y democracia. El tercer estudio arroja serias dudas sobre estos hallazgos y una comparación de los tres estudios pone de manifiesto que sus diferentes resultados dependen, en gran medida, de su conceptualización de la democracia y de su especificación de la relación. Helliwell (1994:226) selecciona una muesfa de países para los cuales
ner medidas comparables de renta per cápita y valoraciones periódicas del alcance de los derechos políticos y civiles>. Su índice de democracia (o ) combina dos medidas diferentes de la protección de las libertades políticas y civiles3, y oscila entre bajo (ausencia de democracia) y alto (democracia plena). Además de su medida de desarrollo económico, Helliwelt (lbíd.:228-229) controla los diferentes efectos regionales incluyendo en la muestra países de la OCDE, países productores de petróleo de Oriente Medio, países africanos y países latinoamericanos. Su análisis estadístico arroja un fuerte efecto positivo de la renta per cápita en el nivel de democracia. Asimismo, su análisis revela efectos positivos.para los países de la OCDE y de América Latína, y efectos negativos para los países de Africa y Oriente Medio. Globalmente, los resultados estadísticos confirman la relación entre desarrollo económico y democracia establecida por los primeros estudios comparados.
Bwkhart y Lewis-Beck (1994) usan un conjunto de datos algo más robusto que el de Helliwell 099Ð y una escala de democracia similar, que comprende des<,e la inexistencia de democracia hasta la democracia plena. Recurren al consumo de energía para operacionalizar el desarrollo económico y controlan estadísticamente los efectos de y la de los países incluidos en el estudio. Pa¡a la variable se toman como aproximación valores pasados de democracia, y la identificación de Ia posición de un país en el mundo (central, semiperiférica o periférica) se hace sobre la base de nueve estudios distintos (Burlùart y Lewis-Beck 1994:904-995).Los resultados del análisis estadístico arrojan que las variables y están asociadas positivamente a la democracia, mientras que las posicio-
I
Las escalas separadas fueron desarrolladas originalmente por Raymond D. Gastil y desde entonces se aplican anuaimente por la fundación Freedom House (véase Foweraker y Landman 1997: 55-56).
138
139
nes mundiales periférica y semi-periférica ¡educen estos efectos positivos. En otras palabras' el efecto del desarroilo económico en la democra"ia menor en países recientemente "s as estadísticas mâs avaruadas que las autores con un alto grado de confian_ a (Burkharr y Lewis-Beck 1994: 907; Przeworslci et al. (2000) muestran escepti_ riormente citados. No discuten el hecho de mente, pero sí cuestionan ra
manera.no,,.'#läl:lïäå?iå"ïi"Xi:iî,'^tå:1:Ëill,åî
los países con arreglo a nofinas de vdôración del ejecutivo, el la existe alternancia en el I tiempo sencillo revela q niveles te. Ahora bien, en lugar de proclamar inme mueve la democracia, los autores sostienen convertrrse en países desarrollados económi
La cornparación de pocos países Como se ha señalado en los capítulos2y 4,los estudios que comparan pocos países usan técnicas tanto cuantitativas como cualitativas. Ahora bien, ambas técnicas tienen en común la selección cleliberada de los países que comparan, basándose en criterios tales como adecuación a la teoría, interés en una región o disponibilidad de datos y recursos. Como se expondrá en este apartado, la selección de países puede afectar a las inferencias que se extraen con respecto a Ia relación entre desarrollo económico y democracia (véase tambien el capítulo 3). En este apartado examinaremos, en primer lugar, tres estudios que emplean técnicas cuantitativas para comparar unos pocos países, a saber: ei estudio de Lerner (1958) sobre modernizacrón en Oriente Medio, ia comparación de Neubauer (1961) del desarrollo democrático de 23 países, y varios trabajos sobre desarrollo económico v democracia en América Latina (Landman 1999, 2006a; Mainwaring y P&ez-Llñín 2003). A continuación, se hará un repaso de tres estudios cualitativos que comparan varios países, en concreto: el estudio sobre industrialización y democracia en el Reino Unido, los Estados Unidos, Alemania y Rusia, de Schweinitz Q96fl; el estudio de las , de Moore (1966); y la comparación de las pautas de desarrollo en países capitalistas avanzados, América Latina y el Caribe, de Rueschemeyeî et al. (1992).
La comparación cuantitativa de pocos países
Un año antes de que Lipset (1959) aportara el primer estudio comparativo internacional en-
omparada (véanse los cuadros resumen 6.3
ociedad para llegar a su punto ). De oho lado, un grupo emer_ ación parece corroborarse a lo ya que las d debate entre
n la idea
de
tre desarrollo económico y democracia, Damel Lerner (1958) publicó un ambicioso estudio que examinaba pautas de modernización en Oriente Medio. Su estudio comiewa con una comparación de 73 países que arroja un alto nivel de asociación en una gama de indicadores de modernidad, incluyendo urbanización, alfabetismo, uso de los medios de comunicación y participación política. Esta evidencia inicial le lleva a establecer dichas asociaciones en una muestra de países mucho más pequeña, que incluye Turquía, Líbano, Jordania, Egipto, Siria e lrán, recurriendo a encuestas individuales realízadas por equipos de expertos en los diferentes países. La comparación combinada inicial de estos seis países va seguida de estudios de caso de cada país para identificar las peculiaridades de cada uno de ellos, sin descuidar los rasgos comunes que comparten. Para Lerner (1958: 89), la modernización es una <. Esta tendencia secular se caracterizapor una movilidad fisica, social y psíquica cuya culminación es una sociedad participativa moderna con altos niveles de urbanización, alfabetismo, consumo de medios y capacidades de empatía. Aunque no valora directamente la conexión entre desarrollo económico y democracia, el estudio da a entender que la democracia es la situación de llegada de la modernización, y que para dos de sus sociedades más (Turquía y Líbano), el control del poder político se dirime mediante elecciones (ibíd.: S4-S5). No obstante, la historia ha puesto de manifiesto que ambos países han afrontado dificultades para mantener la democracia: Tirrquía experimentó intervenciones militares en 19ll y 1980, mientras que Líbano sufrió una guerra civil entre 1975 y 1990. Las comparaciones iniciales de
140 147
datos agregados llevaron a la siguiente clasificación de niveles de nos a más: Irán, Jordania, Siria, Egipto, Líbano y Turquía. A esta análisis de los datos a nivel individiut ...ogiøi en las seis encues-
Des
que ciones
Ia importancia del estudio de Lerner reside araciones globales para establecer asocia_
den
å:ii'[,å:fli;,äî::iî,:#3.ix1n *_
en
1o
de estas hipótesis. y como mostrarán.ras comparaciones de pocos países que revrsamos a continuación, el contraste de estas hipótesis rro ., .r, absoruto un asunto zanjado. implicaciones
,,
en las aportaciones de racomparación de muchos y pocos
países, Neubauer ^Apoyándose (1967) comparó 23 países media¡rte un índice de desarrollo democrático e indicadores de desarrollo económico' El índice de desarrollo democrático combina cuatro indicadores
mpetencia electoral presente en un determi_
tilizó los mismos indicadores de desarrollo
durante series temporales mucho más largas que se remontan a los años cuarenta (Mainwaríngy Pérez-Liñán 2003). Al iguat que ios sostienen que las conclusiones de las comparaciones grupos de países más pequeños, en particular, en aquello tanto en desarrollo económico como en democracia. A diferencia del estudio de Neubauer, los países de la muestra están geográficamente próximos y son culturalmente similares, por lo que encajan plenamente en el diseño de sistemas de máxima similitud (véanse los capítulos 2 y 4). La comparación controla (es decir, mantiene constante) la cultura común de Ia región (legados ibéricos y pautas de desarrollo económico similares), y algunos de los modelos controlan adicionalmente las diferencias subregionales entre el Cono Sur y América Central, que presentan durante el periodo pautas de desarrollo y democracia algo diferentes. El análisis estadístico comprueba tanto las formas lineales como no lineales de la relación, y no halla efectos sustanciales entre las variables y a. Así pues, esta muestra más pequeña de países de máxima similitud sirve como una prueba de que refuta las proposiciones teóricas que han recibido un fuerte respaldo empírico en el nivel de análisis global. Tomados conjuntamente, estos estudios emplean las técnicas cuantitativas de los estudios que comparan muchos países, pero limitando sus comparaciones a una selección más reducida de países. Es evidente que la comparación basada en un grupo más pequeño de países arroja resultados diferentes, pero, en ambos ejemplos, la selección de los países no dependía del resultado que se pretendía explicar. Lerner (1958) hizo uso de su extensa comparación inicial como guía preliminar para. su investigación más intensiva de seis estudios de caso, pero mantuvo un gr¿rn número de observaciones mediante el uso de datos a nivel individual. Las comparaciones de democracias y de series temporales de países de América Latina de Neubauer (1967) no revelan relación alguna entre el desarrollo económico y la democracia. Ahora bien, ¿son estos resultados simplemente un producto del tamaño de la muestra, o bien existen razones teóricas e históricas que justifican las dudas acerca de la asociación entre esas variables? La revisión de algunos eshrdios que comparan pocos países cualitativamente pretende aportar algunas respuestas a esta pregunta importante.
mocracias reveló que (ibíd.: 1007). Su única co_ rrelación significativa es Ia existente entre el nivel de .oro*i.u"lonl ei-ren¿imlento de la demo-cracia. En general, concluye que podría existir cierto efecto umbral entre desarrollo económico y democracia, pero que en èl ."ro de los países democráticos, unos niveles de desarrollo económico más altosìo se traducen enmejoras en el rendimiento de la democracia (ibíd.: 1007). examinan la
relación
nte a AméricaLatina
I 995 (Landman 1999),
comparado 17 países
Él
La comparacion cualítatìva de pocos países
El grupo de estudios cualitativos macrohistóricos que aquí se exponen parten del
interés
comú¡ en revelar los factores causales de la
aíses más
Mainwa1os
perio_
ZOO1ù
v
a Un análisis con un planteamiento idéntico se llevó a cabo para América Central, obteniendo resultados similares (véase Seligson 1987).
142
143
termedias clave que conlribuyen a medias figuran la cronología y lanatoraleza e-- J ^-;::T:ï.::iàel des ": zas enrre tas rles, la fortaleza
bién
factores
ables interv las alian-
como tam_
tanto, estos e democracia a
flas, pero no suficientes> para el cracia es
Estados Unidos tuvo muchos factores a su o. El país norteamericano poseía un inmen_
tuvieron que crearse para contener el impulso democrático mientras se daba rienda suelta a las fuerzas del crecimiento económico (De Schweinitz 1964: 142). Ahon bien, al igual que en el Reino Unido, en los Estados Unidos el crecimiento económico se produjo de forma autónoma y el periodo de rápida industrialización no comenzó hasta después de la Guerra de Secesión. De acuerdo con De Schweinitz (ibíd.: 148-152), existen otras tantas condiciones favorables al establecimiento de la democracia en los Estados Unidos, entre ellas, mejores condiciones de trabajo para ios obreros, expectativas económicas más moderadas, menor diferenciación étnica de los grupos de inmigrantes, una arraigada cultura política de individualismo y el gran tamaño del territorio continental disponible; todas estas condiciones contribuyeron a superar el creado por el proceso de industrialización. En contraste con la gradual instalación de la democracia en el Reino Unido y el relativamente británico. En una fase comparable de desarrollo, el Reino unido no era un país plenamente democrático, pero contó con más de medio siglo de paz pata que florecieran las prácticas democráticas. Alemania tenía un legado histórico diferente al británico, que había creado obstáculos más serios a la democratización. Además, el Reino Unido no sucumbió a los problemas políticos y la crisis del continente. Importa señalar aquí que las comparaciones globales tratan los casos atípicos como una ocurrencia normal, toda vez que constituyen simplemente anomalías en una distribución estándar de resultados. En esta comparación, De Schweinitz (1964) encuentra dificultades para explicar por qué Alemania no logró una democracia estable en los albores del siglo xx. El último caso de este estudio es Rusia, un país que estaba más subdesarrollado y tenía menos acceso a los recursos naturales que los otros; un país que no experimentó un desarrollo eipontáneo y autónomo, y estuvo más abierto a la invasión extranjera. Por otra parte, la ausencia de una clase media y Ia persistencia de un sistema de servidumbre dificultaron adicionalmente cualquier avance hacia la democracia. Aunque Rusia logró una rápida industrialización hacia finales del siglo xx, según De Schweinitz (1964),la ideología marxista se convirtió en un factor importante en la conformación de su historia posterior. Al final, Rusia puso en marcha un sistema de gobiemo de partido único sin oposición legítima. Paradójicamente, no se ofrece explicación alguna para la Revolución rusa de l9ll'. En cambio, este evento se convierte en un factor nuevo que ayrda a explicar su falta de demo-
cracia. En última instancia, tanto Rusia como Alemania tuvieron un desarrollo económico tardío y menos autónomo, y una experiencia limitada o inexistente de democracia, mienhas que el Reino Unido y los Estados Unidos experimentaron un desarrollo económico autónomo y desarrollaron valores fundamentales que promovieron el crecimiento de la democracia. Estas comparaciones se resumen en la tabla 6.1.
T
744
I
145
¡
Tabla 6.1 esarrollados por De Schweinitz
i I
del desarrollo
;;;;;
Carácte¡
Desa¡roÌlo
económico Rasgos
únicos
"u,ónoîï temprano Aislamiento geográfico siglo paz
Medio
media sociales ntune¡osa Clase
clases sociales
;...;
Indust¡ialización
,'liiÏi:ï:"n
econó
de
Desar¡ollo de las las
O"rur.o[o
nï;ff
'
pariialmente por
Industria ]jzación
l;ddÏ;triarización
el
autónoma
Estado Espacio,
clima,
recursos
natu¡ales historia
Sin pasado
feudal
Fuerte peso de
Estado
la
cenkalizado
fuerte Ciase media media numerosa numerosa
Escaso acceso a los recursos naturales Estado centralizado
y þersistencia de la se¡vidumbre
media nurnerosa pero Clase
Clase media poco numerosa
alienada
Movimiento fuerte
, Cuitura
obrero
Movimiento obrero obrero Movimiento débil débil Êrc#a .
política Individualismo Individualismo Individualismo libe¡al ñê+;-^_ pertinaz
Resultado
Democracia
Democ¡acia
ob¡ero
Falta de
individualismo Democracia
Clase obrera poco numerosa
Ideología marxista
No democ¡acia
inestablé
,iï:,ï:i:,'å',::ff ffi ',:ff åïr"î'J,",tråï: la relación general entre el desarrollo socioeconó_
posibilidaddequeuna.:fli':iff ilti"tä:::J.'i,:ïiJmilîï,'"îjiïilÏnlJi'i,1 rilidad de rec'rsos nat,rares]la ;;ãä;ioblación, ra ideorogía, así como ra ubicaiqug ta aparición det orden;;ú;;" democrárico> s obstáculos al éxito de h dånociatizaciónresiden crmrento
desarrol políticas
es que se
ituciones
s.
"
centrado en el Estado. A la hora ãe extraer inferen_ comparación de cuato países, De Schweinitz Gbfá., iil ounidense hacia la demõcraciá> y *uotouo que los paíxx tendrían que hallar otros meáios pã.a
"stãbt"c"rior-
nitz (1964), Moore consideraba que ciertos resultados políticos son producto de configuraciones históricas específicas, que podrían no repetirse. Sus comparaciones descubrieron tres <> hacia el mundo moderno: 1) revoluciones burguesas y democracia, 2) revolución desde arriba y fascismo, y 3) revolución desde abajo y comunismo. Como categorías centrales de comparación incluyó el desarrollo económico, las estructuras estatales y las clases sociales.
La vía democrâticahacía la sociedad moderna se logró en Gran Bretaña, Francia y los Estados Unidos. Moore concibió la Revolución puritana (Guerra Civil inglesa), la Revolución francesa y la Guerra de Secesión estadounidense como acontecimientos que cambiaron drásticamente las sendas de desarrollo que tomarían estos tres países. El proceso de desarrollo económico se vio acompañado por un equilibrio de poderes entre la corona y la nobleza terrateniente. El desarrollo de la agricultura comercial debilitó la función de las clases altas terratenientes, engrosando al mismo tiempo las filas de Ia burguesía, lo cual, en opinión de Moore (1966: 418), resultó crucial para el desarrollo de la democracia: . Las clases altas terratenientes y la bwguesía no se aliaron contra los intereses de campesinos y obreros. Por último, en los tres casos se produjo una ruptura revolucionaria con el pasado (lbid-:431).LaRevolución puritana alteró para siempre Ia función de la monarquía en el Reino Unido, mientras que la Revolución francesa abolió el absolutismo real y estableció los derechos políticos de la ciudadanía modernas. Si inicialmente la Revolución Americana neutralizó el papel de la Corona británica, la Guerra de Secesión quebró después a las clases altas terratenientes, allanando así el camino para el crecimiento continuado del capitalismo industrial. Así pues, Moore (1966) sostuvo que estos tres acontecimientos históricos fueron revoluciones bu.guesas, cuyas condiciones de posibilidad creó el desa¡rollo económico, y cuya resolución llevó en última instancia al establecimiento de la democracia liberal. Moore ilustró la vía fascista y hacia la sociedad moderna mediante un detallado análisis de la historia japonesa, comparada implícitamente con la de Alemania. Según Moore (lbíd.: a31), en ambos países el desarrollo de la clase comercial e industrial fue demasiado débil y dependiente para hacerse con el poder por sí sola, por Io cual forjó coaliciones con las altas clases terratenientes y la administración real, . Esta coalición contra los intereses de
5 Moore admite que la Restauración borbónica ( i 815- 1848) provocó cierta involución conservadora, pero hacia 1830 el poder de la vieja aristocracia había sido efectivamente eliminado (Moore 1966: 106)
147
campesinos y obreros recibió el apoyo de un Fstado fuerte que proporcionaba protecció' comercial y control de la clase obrera. Los diferenter lu democracia no fraguaron, ya que, ai fin y al cabo. no eran del gusto "*p..r.n.rrio.".on de las clases altas terratenientes,
Tabla
6.2
Las t¡'cs vías haci¿ la sociedacl moderna de Moore (1966)
siendo
;:åi:i":#:åîå': sociedades contaban con un campesinado acción cotecti,," Àri fu.s, ru
de s
I
ü
III
Gran Bretaña, Francia,
Alemania,
Rusia,
Italia,
China
Estados Unidos
(lndia)
Carácter del
Desarrollo de agricultura
dcsarrollo
oomercial
do y Francia). Ambas
económico
Jl,:tftt:,.,ïiffiiJ,jl
Desarrollo
nstituciones sociales cam_
clases
Japón Desarrollo de agricultura comercial
No desarro-lo de agricultura comercial
Debilitamiento de la
Clase ter¡ateniente
Clase terrateniente
aristocrac ia teüateniente
poderosa
poderosa
Coalición entre una clase
Burguesía débil
ias
Equilibrio de poderes entre Corona y aristocracia
en
ter¡ateniente (en Gran Bretaña,
y una burguesía débil
Francia e India)
y dependiente
de
y coaliciones
ore ns_
Enlat
cuenta clases em prendente
teniendo entre las
en
;e considere el producto de una rupturïå:ili ta con el pasado, no una instalación gradual de una forma política como resultacio de avan-
en
ter¡ateniente poderosa
Ausencia de coalición entre
Campesinado masivo
aristoc¡acia y burguesía oontra campesinos y obreros
con capacidad par:a la
Función del Estado
los aiz igual
as que posibilitaron la democracia. Al resura a señalar que la constelación de aðon_
acción colectiva Estado fuerte que
Estado centralizado
propolciona protección comercial, dirige la
y represión obrera
industrialización y controla a la clase ob¡era
os no era en absoluto inevitable, y o de eventos ligeramente diferentej hacia el mundo moderno.
Ruptura revolucionaria
y violenta con el pasado Resultado
Democracia parlamentaria
Fascismo capitalista
Comu¡Lismo
capitaiista FUENTE:
ión Íac ón 40
Adaptado de lvloore (1966)
cornplejidad de su estudio, aquí se esbozarán simplemente los principales puntos ,lel análisis comparado y el razonamiento subsiguiente. En la primera parte del estudio, los autores compararon las experiencias cle desarrollo y democracia en 17 países avanzados, a saber: suecia, Dinamarca, Noruega, Suiza, Bélgica, Holanda, Francia, Gran Bretaña, los Estados unidos, Australia, canadá, Nueva Zelanda, Austria-Hungría, España, Italia y Alemania. La finalidad de la comparación estriba en la
glggååËåfFååFåflg
rgäflgÈ'**gååå$Fruflss
åååË*gåå$påäFgååågggåg,,,flågg+åË rsç x Ê E 5Ë Ë'.*åå :d_Ë.(D ä IãE =!?ê. 3ã
ååcË
ånrå
aåggF åÐreõ xË Fç ËsËËg g€ ggågglg g'*Fs g ËFËtr Ë"äsõ Ëeä€Sågi E€ [ã, ;;¿Å, åËå+ årgåfl$F$äã ã' õE'g; 3¡ Fe E I õ S õ ã õ"^ õ-ã ri ci :, Ã.)õ É^ t s'årË rË$ç u.*rãËã gËf,ËåËå Ê.J I E-. (D Øoq i äË f,' tËflåäflEËäååäå$äËâ tci(D-X H ö F Fss +TEEEFåäãgiåä rf gËiå$.å=* ?' ã iç sr À s aõÞ¡: s
iFt
q;
ä;ç8 Fsæds fi Y i=-
Q< Øã
eäiËfläEäËlËåååËË+ËËåå+å
¿ñËñ E¿8.È". Häõ-E aåãg FäË[ËËgå[[ÊË.Ë'
=
gggggg
årgg
g
6.3
:sãËq;F
äË**gååråååggg
IåËp ååËË f È ä€ f + ,E
Tabla
ä äfl€Ë.
-HEflFç* åflËåËaË
rruåååå
Condiciones para la democracia y el autoritarismo en países avanzados Suecia, Dinamarca, Noruega, Suiza,
Reino Unido
Bélgica, Holanda,
Estados Unidos,
Canadá,
Austra lia
Nueva Zelanda
Austriâ-Hungríâ, España, Italia,
Alenania
Francia Rápido desarrollo del
Desarroll o
capitalisno indushial la última mitad del
Clases
en
Rápido desarrollo deì
Rápido desarrollo deì
capitalismo indushjal en
câpitalismo industrial en la
Indush'ialización tardía
la úrltirna rnitad del
última mitad del siglo xtx,
siglo xtx
siglo xtx
sólo en EE.UU.
Élite agraria débit
Élite agraria fuerte
Élite agraria fuerte
Élite agraria débil
Burguesía fuerte
Btrrguesía firerte
Burguesía fuerte
Burguesía fuerle
Élite agraria fuerte Burguesía fuerte (salvo en Alemania)
Clase obrera Íìte¡:te
Clase obrela ñrerte
Clase obrera débil
Estado autónomo
Alianza entre Ia élite
Estado autónorno
agraria, la buguesía
y el Estado Agricultura no represiva AglicultLrra no represiva de los
jornaleros
de los jornaleros
Ruptura revolucionaria
Ruptura r evolncionaria
con el pasado sólo en
con el pasado
Agricnltura represiva de los
Agricultura no represiva
jonraleros
los jornaleros
Vastos strministros de tierra
Vastos suministros de tierra
barata
barata
ftrfluencia colonial británica: gobiemo representativo
Infl uencia coloniaì bdtánica: gobierno represetìtativo
y sufi'agio
y sufiagio
Ruptura revolucionaria con el pasado (salvo en Austraìia)
Inexistencia de rupnrra
Inexistencia de ruphrra
revolucionaria con el pasado
revolucionaria con el
..,
o"llo.lu:,u-
nueNte: Rneschemeyet et
Agricultura represiva de los jornaleros
Hegernonía ideológica
del autoritarismo
pasado
Francia
Resultado
de
d
. .,
Democracia
(1992:19-154)
I)emocracia
Democracia .ß..
rct
Õ õ Øv
o.! [3
¿i'è
Hã
jã'x
fi ÈÈg,H RE õ
s
q:'iE.;g ã v Ã.y Þ o o ã Ñ-;6'îgBãeL
r
E-îB -Ë Ë ñ
-;Y
Hõj*rd
^
Fic¡Ñ-D';:'T5Ô
,.ÅSåHÃiA6H
õ g qä ä óÈiã5 Beâ ã t ^ *.a ö-ìåõ
o'- ñ'qN"-cù tõio-õ or¡7*29 t o'K + rD -Þ *r Ë E'o Þ B P
Vpã-^
gäflÊ
-i l.Þ
BÃip.ÈF[, ñ¡n'^ õ:ö:õ: È5-Ø2 g"j.ë
-
ZtÈË"#.äõg .':sã ã-Þ L^ (u F 5 rË¡-rs
6
-
p
bi-'o-
L
õE.:3*
oÞ
Ë g
F,8.8;
Ë=;;
'" õ ÉÞ
ÞÞäá
Desarrollo
Agente
i
O
r¡ B H
o'
Ø
E ó
aBoFË õ õoc ã3ÃFÞ(D
Icuador
ìl
È¿
^SÞg
Colombia,
E Èr
;5
E
O-N-Þø
Urugrray,
I
5 O
Ø S '-'t(D
en
È
Þr
ú=trË Þ.ñ çù õ
I)esarrollo y democratización inicial
o
Èj oa
-3H"eã'
Argerrtina
E q
ã
d.--'ø?E S=o5ß ÀP^P-äO
6.4
õ
ä
o¡ 5Ø o
;lDoPHb
Tabla
I
eH Þ
.!Ë"'ôÊ¡trôai o.ö' Q Ht' l:i*
O'Þ
=
ålFõióõõã
' sË Sã o'"-
o o ã:g'ÉÈ ã H Ê.õ'+
t¡l
fi'3Ë:ËËãã-È:itrôÞÞil
F 3si
Fç ËF ¡
¿äËËrËrr
ñÉi.RðiiR^ 5IEÞ-FNl9 -'=ô ä il +þ.FR,ÊNËF
Àrgq: (D
Ø -
g
É
t
América Latina Bolivia,
Brasil
Chile, Pcrú
Venezuela
Expansión de la exporlación
Expansión de la exportación
Expansión de Expansión de la la exportación expofiación
Expansión de la expoltación
Expansión de ¡\usencia cle la exportación expansión de la exportacióu
Agricultura
Agricultura
Agrìcultula
Minería
Minería
No intensiva en nrano de obla
Intensiva en lnano de obra
Intensiva en mano cle obra
Partidos
Partidos
Estado
movilizadol clientelistas
clientelistas
Industria-
Después de
Antes de 1930
Minetja
1930-1945
Agricultura Intensiva
etr
mano de obra
Parlidos de
radicales
1945
LN o
Después de
1945
Revolución
Partidos
Estado
radicales de
Después de
1945
Antes de
1930
Después d,e 1945
lización
Democracia Antes de 1930
1930-i945
inicial
Ecuador después de 1 945
r94s-r964
1930-1945
1930;
Bolivia después 1930-1945 para de
1945
Peru
Democracia
Democlacia
Democracia
Democracia
Democracia
estable plena
estable
estable
inestable plena
inestable
> 12 años
restnngida
restringida
> 12 años
restrìngida
>
>
12 arios
12 años
Autolitadsrno Autoritarisnro
> 12 años
r¡
752 153
Del examen de estos e¡tud10s se desprencre.claramente que ra comparación de pocos países ofrece a ros investiguao..r ofã.iurìi"¿.,
*^li*"1ä;;.î.r.
u'vrurr comparación permite un examen intðnsivo a. un ,oro-på:su en las diferencias entre países, eco.nómico es capaz d"-pro-ou"., "o".1 fi;;" explical las
Esre mérodo de
ã-"å, å"d"-ocracia. en la comparuôlOn p.r_rt. .ãrjä, T:lTid?s ,.. acontecimientos
Geográficamente, el nivel de rendimiento de las instituciones democráticas es mayor en las regiones del norte que en las del su¡. Basándose en muchos de los mismos estudios revisados en este capítulo, Putnam (ibíd.: 83-86) postuló inicialmente que las diferencias en el rendimiento institucional que observa se deben a los distintos nivelel d.e modernización so-
.
histi ;.- i ;äiil"'.", :] iTå: La diferencia en resultados .nt .r^. --"'" é tabr
ec
iîïüt
imi ento
å muchos países en lo esperar a una discusolo país sobre este
referente a la relación entre desar sión final, ya que es importante
tema.
Los estudios de un soto país más) estudios de_ un sålo país como países en el desarrollo y su relación .on l" d"*o.racia. Desde democracia en los Estados Urridos t urtu .l ,:fti_o n,
el re
tan de vincular ¿"r-T[o .. "l o todos cumplen arguno ros
objetivos de ros estudios com_ trâ medida a las categorías y tes" Entre los. estudios que sã
explicaciones comparadas inc menclonan en esteãpartado fi¡ las instituciones democráticas estudios de caso ,oür" go,r,,
(19!6) Demorr"iy-orã
versa sobre el rendimiento de
o"velopment.
i9), sobre Argentina, y los tres 'luidos en la obra de Leftwich
En Malcing Democracy woik, putnam (lgg3a).aportó un estudio de en el que compara el rendimietto ".ì. un soro país, Itaria, ¿. iut
adminisrrarivas, Putnam (1993a: ticas, que es un
ì"li*ii".* ¿.*o.råtiä
î",
como hasta nes, p
institucional entre régio-
del sur. Putnam sospechaba que Ia relación simple entre desarrollo económico e institucional era espuria, y la paradoja identificada al estudiar la falla norte-sur Ie llevó a buscar algún otro faclor capaz de explicar el rendimiento institucional en ltal:a. En opinión de Putnam, la respuesta se halia en la historia de Ia participación ciudadana en Italia: un lento proceso de acumulación que se remonta ala época medieval y continúa hasta la Italia moderna (ibíd.: 121-162). La participación ciudadana consiste en involucrarse activamente en los asuntos públicos, en el desa¡rollo de ideas de igualdad política, solidaridad, cotfianzay toìerancia, y en la formación de asociaciones de voluntariado (ibíd.: 86-91). Al analízar los efectos de la variable
Figura
6.7
Explicación del rendimiento institucional democrático en ltalia
u.rnr.
regiones elro técnicas ãe ir-vestigació;;;;;;tr*s y cuaritarivas. una medida del rendimiento de las instituciones democrádoce indicado."r^ãå p.o."ro, disposi_ indicadores figuran ia esta¡ii¿aã
durante eI siqlo
¿et
murgacióndereyes.""i#å:lîiffi
arrollo económico ayuda
u
Partic'ipación cjudadana
en los años setenta
:î"t¿:iäffi1ï::,i
le atención primaria, los ins_
el gasto unitario
io.
en
a capacidad de res_ mo variable depen_
Desarrolto económico en los años setenta FUENTE:
Adâptada de Putnam (1993: 157).
imiento en [os años ochenta
t51 x55
no y
Ele qué
3;,i:':ïilj';åj:i.,îiåK,1#îîi
i900
riores a las de Suecia y
ri¡ Argentina f-ranc=ia.
rnás alto que en Austrja e
les de
ltal:
A"
..girt
fonrlal, y que la sociedad seguía caracterizándose por un sistema de gobierno secretista con escasa rcndictón de cuentas, partidos de oposición débiles y una sociedad civil subdesarrolia
ã tasas de crecimiento de " de la Gran Depresión,
"íõ;;;,
:¿ u _"ã'iàa
a los de lo
(ibí
o¡te lerio mcrplente
la política.
pero hacia 1930 ta dt ãe s de e ste h;. :äi"îT:,.","î "ñ"Entre 1930 y de.esta obra). iss:, ;äio ,"i, -sobierno miljtar y 25 presiãenres, I & å. ì"r'lr"r.. i" tos entre 1955 y 19g3. El e a mediados de siglo. Las t clncuenta, el 2,9 por ciento niveles ne,eativos en los och lnlento meciio tle sólo un I p Para explicar las fluctuac man (1989) uti.lizó categorías Sos-t1vo que la aparición y e se debió ante todo a una tasa
;'T::"-fr .î
Ai igual que Moore (1966), Kaviraj (1996) ha argumentado que la secuencia temporal de la relación entie el clesarrollo económico y la democra.cia en India difiere de las pauta.s observadas err Europa. En Occidente, la secularización de la política, la individuación de la sociedad cir''il y el desarrollo de una economía capitalista moderna precedieron al desarrollo de la democracia. En India estos procesos se prorlujeron todos al mismo tiempo. Así
s
:ü: J:,ïï
"ii.i,
do
permiti(
lizãción, la En segundr
en los setenta, e incluso hasta 1983, el país registró uu creci-
e e e e
a, Wais-
(J992). 0-1930)
Pansiórt ron masrva, una rápida urbani_
ón obrera I
Lo
1996) econó nús d
:s de las clases subordinadas
Ahora bien, tenta, el gobierno cuasi militar de Chun D democrática entre 1988 y 1992, y hasta I libres y justas (ibíd.: 140). Así pues, el
un periodo de transición lai prirneras elecciones cimiento económico ha
stituciones políticas dernocrátdolo con ei estudio de Cuba n a la democracia en presen_
(Iolm L
1996), India (Kaviraj
vanlación tanto en desarrolio
olm (1996), Botsuana llevaba racia err cieures. Desde 196-5 clento con una economía
, sosa y bienes manufac_ de democracia parlamentaria
antes examinadas
desde 1965,
bución razo
sión (V/aisman 19g9: g4).
medida, a la aparición de u mrcas muy arraigadas qrre como a la represãrtación de ticas (ibíd.: ZS-SI¡. Este estu( de Hawlcins (200i¡, que tamb cia de condiciones.ecänómica,
pues, el desarrollo de la democracia alteró, pero no desplazó. las identidades traclicionales basadas en el sistema de castas y en las divisiones religiosas. Una redefinición formalizada y del sistema de castas tendría pr los bienes económicos del desarrollo, al igual pias cie los agen.tes políticos y económicos en caso de India pone de manifiesto que tanto el mocracia pueden suscitar expectativas dentro de una sociedad al igual que poner en peligro la estabilidad política (ibíd.: 133-134). El último caso de Corea del Sur se revela como el modelo de modernización con éxito. Como en B
(ibíd.:
y democracia, Holm
103
señaló
n entre desarrollo económico todavía con una democracia
Resumen En la tabla 6-5 se resume Ia sobre la relación entre el
756
Tabla
6-5
Desarro[o económico y democracia en perspectiva coÍiparada
Método de comparación Muchos
Número de Ejemplos
países
países
Entre 48 y 135 en un punto concreto del tiempo o durante todo un periodo
Resultado
Lipset i959; Currighr 1963; Cutright y Wiley i969; Dahl 1971; Jackman
1973;Bollen 1979;
Versión débil: asocia democracia y desarrollo
Versión fuerte: el desa¡¡ollo - causa la democ¡acia
Helliwell 1994; Burkharr y Lewis-Beck 1994; Boix 2003; Boix y Stokes 2003 Przeworski y Limongi 1997 ; Przeworski et aI., 2000 Pocos
países
(cuantitativo)
les suponen como punto de partida una trayectoria común al e de una situación > y ltega a una , lo más temprano, todos y cada uno de ellos efectuarán necesaria-
Una vez establecidas, las democracias ricas no suelen
sucumbir
Entre 6 y 23 en un punto del tiempo concreto o
Lemer l95B; Neubaue¡
Para Lerner, la democracia
1967; Landman 1999,
durante todo un periodo
está asociada a la
200ó; Mainwaring y Pérez-Ltñ.ân 2002
Neubauer, Landman,
modernidad; para Mainwaring y Pérez-Liñán tal relación no existe
países (cualitativo) Pocos
Entre 4 y 37 países a lo largo del tiempo
De Schweinitz
Moore
1964;
1966;
Rueschemeyer et
at.
1992
La democ¡acia es un producto de acontecimientos históricos específicos, no susceptibles
tes de las incluidas en las hipótesis de partida de las comparaciones globales. La importancia del momento histórico y el énfasis en las secuencias históricas están necesariamente vinculados a Ia selección de casos, que, a su vez, se relaciona con las diferencias en los resultados obtenidos de las comparaciones que se han expuesto en este capítulo. Así, por ejemplo, como su objetivo consiste en medir el desarrollo democrático, Neubauer
de repetirse en el futu¡o
Estudios de solo
país
un
Un país a lo largo del tiempo
'Waisman
1989a; 1993a; Holm
Putnam
1996; Kaviraj 1996; Moon y
*-.*gj*u
Los factores específicos de cada país, en parricular la cultura política, condicionan la relación
(1967) sólo compara democracias. Lerner (1958), Landman (1999,2006a) y Mainwaring y Pérez-Läín (2003) comparan países que comparten proximidad geográfica y similitudes culturales. Tanto De Schweinitz (1964) como Moore (1966) eligen los países en función de los resultados en el régimen político; es decir de si conducen a la democracia, al fascismo y al comunismo. Neubauer (1967), De Schweinitz Q96g y Moore (1966) incurren en el problema del sesgo de selección, ya que su elección de casos está determinada por Ia variable dependiente (véase el capítulo 3). El estudio de Lerner (1958) sobre Oriente Medio y los estudios de América Latina no presentan este problema, todavez que su elección de países no está relacionada con la variable dependiente. Rueschemeyer et al. (1992) también evitan el sesgo de selección comparando los países dentro de grupos (el grupo de ios países avanzados, el de los países de América Lafina, el de los de América central y del caribe). En realidad, al examinar las democracias más pequeñas del mundo avanzado, excluyen la
mico y la democracia. Algunas
de.estas comparacrones concluyen que los dos fenómenos están asociados entre sí, otras sostienen que åstán causalmente relacionados, mientras que las restantes mantienen que la relación pósitiva se debe ur rt".no ã. lu"iÍrayezestableci-
das, las democracias ricas no
suelen vênirse abaþ. En cambio, u cåmpu.a.ion de pocos países y los estudios de un solo país afirman que la relación entre el desarrollo económico y la democracia está mediada por otros facto: ås rmportantes, tales
como las estructuras de clase, la na't)taleza del desarrollo económico, la función ¿"r'Brtuão, lã cultura política, los acontecimientos históricos importantes y ros factores internacionares.
11 I
158
ruptura revolucionaria con el pasado como variable explicativa sustancial de la democracia. Aun cuando se evita el sesgo de selección, las diferencias en ios resultados entre las comparaciones globales y las que estudian un número de países más pequeño todavía se explican, al menos parcialmente, en virhrd de los casos seleccionados. Las comparaciones globales centran sus esfuerzos en los rasgos comunes que están presentes en una muestra grande de países. Los casos atípicos constituyen un fenómeno natural en muestras grandes, pero el objetivo del análisis consiste en mostrar todo lo que es común a los países inciuidos en ellas. Por el conh'ario, los estudios que comparan pocos países hacen un mayor hincapié en las diferencias entre los países. Estos estudios demuestran que la relación entre el desarrollo económico y Ia democracia no se confirma en todos los países. I-os comparativistas globales no discreparían de esta conclusión; simplemente replicarían que la relación sí se confirma en una mayoría de casos. Así pues, las diferencias en los resultados radican tanto en la nafl:rlaleza de la comparación como en la interpretación de la evidencia. En definitiva, los distintos métodos comparados deberían verse como complementarios entre sí. Las comparaciones globales establecen las pautas generales de covariación, que pueden ser examinadas en mayor profundidad mediante el análisis de un número de países más reducido. Las comparaciones globales permiten la especificación de explicaciones parsimoniosas basadas en un gmpo reducido de variables, mientras que en los estudios que comparan pocos países pueden especificarse variables adicionales. Por último, ambos métodos de comparación pueden identifica¡ casos anómalos susceptibles de investigación más pormenorizada a travéi del estudio de un solo caso. A propósito de la relación entre el desar¡ollo económico y la democracia, la evidencia sugiere que existe una asociación positiva estable entre ambos fenótantas otras cosas, s a la regla. La a política comparad son importantes rencias generales ac
Lecturas complementarias Boix, C. (2003): Democracy and R Un análisis nuevo e interesante gran exponente de la idea de
la
Cambridge University press. a¡rollo económico y ú democracia, y un a.
Lipset, S. M. (1994): , Anterican Sociological
Revíew, 59 (febrero): | -22. Esta obra brinda una excelente visión global sobre la relación entre el desarrollo económico y la democ¡acia.
Prz
ocracy and Development: poli_ Cambridge University press. económico y la democracia, y
Rueschemeyer, D., Stephens, E. H.y Stephens, J Capitalist Development and Democracy, Cambridge: Polity Press. En el capítulo 2 de este libro se ofrece un repaso de los distintos esfuerzos por examinar la relación entre ei desarrollo económico y la democracia.
7.
Violencia polÍtica y revolución social
El empeño por comprender las motivaciones individuales, estructurales y culturales
de
la violencia política y las condiciones que favorecen el éxito d.e las revoluciones sociales se vio en parte estimulado por el proceso de descolonización iniciado después ¿e Ia Segunda Guerra Mundial. En efecto, el interés por la violenciay Ia inestabilidad políticas rJhullu directamente relacionado con la instauración y el mantenimiento de la democracia. En primer lugar, al intentar comprender los orígenes de la violencia política y las condicio.r"r qu. llevan a la revolución, los investigadores en este campo esperan ante todo promover la paz (Lichbach 1989: 470),la estabilidad democrática (Huntington l96g; Sanders l9g1: l-ii; cammack 7997), la protección de los derechos humanos @oe y Tate 1994) y, en general, una mayor <. Al igual que en las comparaciones de muchos países examinadas en el capítulo anterior, en este se co:alparan el disËño de investigación y los hallazgos sustantivos de las comparaciones de muchos países, pocos países yãe estudios de un solo país, en un intento por comprender y explicãr esta ìmporiante pregunta de investigación. La
767
E[ problerna de investigación La comparación de muchos paises
ä:iri:iîiil:,3;::ffi:,t^äón 1 2. 3.
interrelacionadas rorman la base de este campo ¿e investi-
¿Por qué se rebela la gente? ¿eué sectores de la sõcredad son más propensos a rebelarse? ¿eué factores contribuyen ar éxito ¿" i.ru..votrción social?
duales, estructurales y cultura_ variados y entre ellos cabe ci_ nómicas (popkin 197 9 Lichb ; Moore 1978) y l.a composición estructural de las economías mas característica de los países menos desarrollados
portamiento político violento. Partiendo de este supuesto, buscan factores micro y macro que pueden llevar (o no) a niveles elevados de agravio manifestado a través del conflicto
político.
(pai
pregunra remire a los tipos de grupos más l?:r¡.t^ segunda a ras rebeliones viorentas o u io" movimìentos revorucionanos. Dad.o äTJ;i"t" que mu_ siglo xx ocurrieron en países con unas eco a (Midlarsþ y Roberts 164), las isss, ro3gran peñan lo I que desemos nivel global explicarivos j:
que no han
muchos países tienden a centrarse en los aspectos motiva_ n pocos países y los estudios los grupos clave y de las condiciones necesarias para el éx er de vista las motivaciones individuales ¿. tu n s países enfocan su atención "åtivi¿^¿ prioritaria en la relaciãn entr ;ocioeconómicas y la violencia política, mientras que las c amplían su análisis examinand La.ñterza de grupos guerrilleror mlentras que los estudios de comparaciones de pocos paíse on más explícitos en la atenclon que prestan a la revolució minan la relación entre el desa exaguran en este capítulo ponen e fide manifiesto
violencia política y er éxito ¿" lu,
i"iÍ;f,iå:î,å::îJ,:[ï.""
una
..uoi.r.;;;r. î"
va¡iedad
discusión se centrará ahora en .o*puruau-q,,ì"iri.t "j"drj: ros diferentes;;ã". en ros que
"n
se
como se anticipó en las discusiones metodológicas de los capítulos 2y 3,la indagación de Gurr (1968) en las condiciones causantes de las se basa en un campo de investigación empírica de la política comparada que arrancó con la publicación
delnternalWar(Eckstein 1964).Gurr(1968:1109-1110)operacionalizólanocióndeprivación relativa a través de medidas y de indicadores individuales de privación persistente, privación de corto pIazo, el potencial coercitivo de Ios Estados, los niveles de institucionaIización, el grado de legitimidad política y las condiciones socioestructurales generales. Como variable dependiente tomó la magnitud del conflicto civil, que es una medida combinada de manifestaciones, huelgas políticas, disturbios, rebeliones locales, asesinatos, golpes de Estado, motines, conspiraciones, purgas y reweltas generalizadas con respecto a los años 196i-l965. Los datos fueron codificados a partir de varias fuentes primarias de noticias e informes de países individuales, que arrojaron un total de 1.100 (eventos> de lucha
(ibíd.: 1109). Mediante correlación y análisis de regresión, Gurr mostró que todos
sus
indicadores de privación se hallaban positivamente relacionados con la magnitud del conflicto civil, incluso después de controlar (es decir, mantener constantes o neutralizar) los efectos de las variables <>, >, , y (ibíd.: I I 16-1 1 17). Su modelo final se representa en Ia figura 7.1.
762 163
Figura
7.1
Un modelo causal de las luchas civiies
Prívación persistente
Magnitud del conflicto civi[ 1961-1965
Condiciones
socio-estructura[es
Norq.: (+)) indica efecto positivo, Fr,EN-rE:
y
tes por violencia política y asesinatos políticos. Los componentes de cada uno de estos indicadores (o índices) fueron codificados a partir de fuentes periodísticas y figuran en el World Handbook of Political and Social Indicators (Taylor y Hudson t 972). Ambos índices hacen las veces de variables dependientes que se usan a lo largo de todo el análisis estadístico y sirven como controles recíprocos al existir un cierto solapamiento en su composición. Los datos están disponibles para 108 países y se agrupan en dos décadur ..pu.à,lur, concretamente 1948-195'7 y 1958-1967. En lugar de establecer Hibbs (1973) se ernbarcó en un ejercici (véase el ca_ pítulo 1) antes de pasar a de contrastar las hipótesis, especificó más de 25 relaciones lineales y no lineales diferentes entre sus variables independientes y sus dos índices de violencia politica masiva. Estas relaciones ftieron agntpadas en categorías generales que incluyen desarrollo económico, fracturas sociales y separatismo, coerción y represión estatal, y política nacional. En la tabla 7.1 se re-
)), efecto negalivo.
Adapada de Gun (196g: I t2l) y SanderJ( 1995:7t).
tente y de corto civil, controland estudio pone
variables independientes. Este
igu
gos para construir un elaborado modelo causal multivariable de violencia política que tiene en cuenta la primacía causal de ciertos factores, los cuales, a su vez, determinan loJ resulta-
todo
uruversales que gran un amplio grado delo notraspalabras, sesc varien (véanse I car-^ ö;"adoreceo..".,"_ä:Í.",';#åi1ï"i::#:î,î'5i",få:"'å.näîtJ::i:îïXil: de los análisis más teripranos y exhau: que aquí nos ocupa,rrui¿o
"rt
AI
cal Vi nivele diab>. políticos como el
la pregunta de investigación uso examinar en Mass politicras entre países en cuanto a or a la Segunda Guerra Mun-
estudio ¿
dencias globales. f¡¡Us variable dependiente).
dos, huelgas políticas, nes contra el gobierno. El se
el examen de factores microeralizaciones basadas en evi-
La violencia también tiende a ser mayor en los países sin niveles altos de represión y en aquellos no controlados por regímenes comunistas.
nde ataques armados, muer_
764 165
Tabla
7.1
una exploración de ras
causas de ra violencia porítica: un resu,'ren
de la verificación de hipótesis en Variables independientes
llibbs (1973i
Hipótesis sobre
Población
desar¡ollo
Lineal positiva
Desarrollo económico I (estático) Desar¡ollo económico 2 (dinrímico)
Forma de U inve¡tida
Urbanización Educación
Urbanización/desar¡ollo
Movilidad Movilidad Movilidad Movilidad Movilidad Hipótesis sobre fractu¡as
social social/gasto
social x gasto socialibienesta¡ social x bienestar
Fracturas étnicas x movilidad social Discriminación de grupos
Jipótesis sobre rolítica nacional
No significativa No significativa
No significativa No significativa
No significativa No significativa No significativa
Lineal negativa No significativa
Lineal negativa Lineal positiva
No significativá No significativa
No significativa
Lineal positiva
Lineal positiva Lineal positiva T=ineal
Fuerzas de seguridad internas Represión (1958-1967)
No significativa
Represión (1948-t957)
No significativa
Golpes militares
Lineal positiva
Movilidad sociaVinstitucionalización
No significativa
No significativa
Rendición de cuentas de las élites
No significativa No significativa No significativa
No significativa No significativa
Lineal negativa Lineal negativa
Lineal negativa No significativa
Participación electoral Desarrollo político Régimen comunista Izquierda en el parlamento (% escaños) de Hibbs
(1973:21_131)
---*
I
Lineal negativa
Kepres'ìon
r^
I
/
Rendjmiento deL gobierno bienestar social
VariabLes causatmente anteriores
positiva
Forma de U invertida Lineal positiva Lineal negativa Lineal positiva
Lineal positiva
\* \ f:--._--l
Lineal positiva
Lineal negativa No significativa Lineal negativa
(democracia)
uem: Adaptada
(19s8-1967)
No significativa
Independencia postbélica FIipótesis sobre
Un rnodelc causal de yiolencia política
Guerra interna
Lineal positiva Fonna de U inve¡tida No significativa
Separatismo político
:epresión
7.2
V¿riables dependientes Protesta colectiva (r948-19s7)
económico
Figura
FUENTE:
Variabtes determinadas simu[táneamente
______>
Retación unid.ireccionaI
<---->
Relación simultánea
Adaptada de Hibbs (1973: 135-153).
La fuerza del estudio radica en que Hibbs (1973) trató de evitar el problema del (King er al. 1994:168-132) mediante la inclusión de una multitud de variables que, a su entender, pueden (o no) estar relacionadas cnn la violencia política. Contando con dos décadas de indicadores separadas, efectivamente duplica el tamaño de su muestra hasta 216 países (108 x 2), lo que proporciona unos grados de libertad adecuados para el análisis; sin embargo, el uso de agregados de diez años ha llevado a algunos observadores a cuestionar sus conclusiones (véase Sanders 1981: 41-43). Lo cierto es que las conclusiones de Hibbs se ajustan mucho a los resultados estadísticos y es muy cuidadoso a la hora de especificar qué efectos son causalmente anteriores a otros. A pesar de estas fortalezas, en el estudio no se desarrolla una teoría general de la violencia política, sino que más bien se contrasta una serie de hipótesis interesantes y se construyen modelos individuales de muy diversas formas, lo que realmente, al final, hace que . En todos los modelos, los niveles pasados de violencia se toman como dados, o exógenos al sistema, y su efecto significativo en los niveles actuales de violencia política obliga a preguntarse por la explicación de los ni-
166
veles anteriores de violencia política. Por últimc, aparte de una pequeña referencia, en el análisis nunca se examina ia relación entre la protestâ colectiva y ia guerra interna. Hibbs postuló su estrecha asociación rrlutua, pero no incluyó ninguna de ellas como variable independiente en al,euno de los modelos. En su conjunto, el estudio sirve como ejemplo
de una forma extrema de comparación cuantitativa internacional. Si bien incluye muchas más variables que Gurr (1968), el teórico parece ser considerablemente
767
Tabla
7.2
Tinos d1 orga¡r-ización agrícola
Tipo de
Definición
organización Hacienda
Empresa de propiedad individual que carece de maquinaria de procesamiento
menor.
y la trabajan usufi'uctuarios, jornaleros residentes o asalariados que acuden
En Agrarian Revoltttion, Jeffrey Paige (1975) se marcó un objetivo académicamente diferente del de Gurr (1968) o del de Iìibbs (1973), pero utilizó el mismo método comparado para alcanzarlo. AI igual que ellos, intentó explicar Ia incidencia de la rebelión y de Ia violencia colectiva; sin embargo, se centró únicamente en la rebeiión rural en el sector agratio, y diferenció la variable dependiente dividiéndola en cuatro categorías: reforma,
dia¡iamente a la explotación desde parcelas de subsistencia cercanas
Explotaciones en apatcena
y la trabajan aparceros o arrendatarios
Explotación de jornaleros migrantes
y la trabajan jornaleros migrantes temporeros
Plantación
Miniftindio FLTENTE:
Empresa de propiedad individual que carece de maquinaria de procesamiento
Empresa de propiedad individual que carece de rnaquinaria de procesamiento
Empresa propiedad de una entidad privada o pública, o de una persona fisica si la empresa incluye maquinaria de procesamiento; la trabajan jomaleros residentes por tiempo indefinido o por más de un año
familiar
Empresa de propiedad individual que trabajan el propietario y su familia
Adaptada de Paige (1975: 79)
Cada evento se codificó usando categorías diferentes, destacando entre ellas la ideología, lo cual permite examinar la relación entre el tipo de actividad rebelde y la estructura del sector agrario.
Aplicando el análi una reiación positiva rural. Las actividades vimientos
revolucion
evidencia a favor de e movimiento social ordialmente por mo_ correlaciona fuerte_
I
168
I
pe p infer
A
la organizació-n agrícoia y los eventos protagoni_
zados de
aigeltezs: rzOlî"¡"ãá.o'*pt.ru. una cadena
el se tiva. No obstante, esta cadena de inferencias Gurr (1968), ya que su unidad de análisis que desarrolla. En ambos tipos de sistemas revoluciones, los propietarios de la tierra d poder, mientras que los cultivadores carecen
ucionario (paige 1975: 120_l2I). A teoría, Paige (Tarrow I Aagola y Vietnam), cuya discusión
in_
dio nte
Hibbs (1973) y paige (1975) tienden para la violenciapolítica en el mundo-
elación existente entre la desigualdad intentado aportar evidencias referen_
.i,iïi:åìö;'_îJ,i:"ff:îî:#,i"1,Tïi::fi:'l* li::]
negativa, forma de u y forma sobre desigualdad y violencia política es muy exrenso (Sanders lTt^*ultt lggl; Lichbach 1989: 435-436), este apartado se centrará- en dos ejemptos ¿"staàos àe ese conjunto de entre ellos residen en los diferentes modos
,:å:x1i".i..îî1..i,1î::ïli);iiì,ffiî;ï Sigelman
CUADRO RESttMEl.l
7.1
Relaciones posibtes entre desiguatd;d económica y violencia potítica
Los ìnvestigadores han prestado especial atencìón a [a desiguatdad económica y [a vìo[encia política desde que e[ trabajo Robert Gurr (1968, L970) aportara evidencias de [a existencìa de este vín investigacionès pubticadas a partir de aquel trabajo. [a relacjón puede a mas funcionates básicas: L) positiva, 2) negativa, 3) forma de u y 4) forma de u jnvertida (Lìchbach 1989:
436-440). Abajo se representa cada una de estas formas funcionales. La figura 7.3 jndica que a medida que aumentan los niveles de desigualdad económica, también [o hacen los nivetes de disidencia política, mientras que [a figura 7.4 representa justamente [a relacjón contraria. La figura 7.5 muestra que los puntos extremos de desigualdad económica ltevan asociados nivetes attos de disidencia potítica, mientras que la figura 7.6 refteja [a retación contraria. A [o Largo de los años, [os estudios que comparan muchos paÍses han tratado de aportar pruebas que respatden uno de estos modetos básicos. La discusión sobre [a forma de esta relación trasciende e[ ámbito académico y puede tener implicaciones de política púbLica para [a resotución de conflictos, e[ mantenimiento de [a paz y e[ establecimiento de acuerdos para asegurar [a paz.
5F o o
o
Ê E E
! E
y Simpson (1977)
compararon en 49 países du¡ante los años cenhalès de la
-o
-o
o
Õ Desíguatdad económica
Figura 7.3 Relación positiva
Desiguatdad económica
Figura 7.4 Relación negativa
y el grado de división étrica como indicador d oblación urbana enhe 1950 y 196f (ibíd.: la distribución de la renta, medida por el Finalmente, para medir la violencia poli (1973) (ibíd.: 113-114). Así pues, hJme_
T:1i".*i:ïT:'Jå[ïJj]"','J:,*ïi:l:
mente la relación entre la desigualdad en la distribución de iá renta y tu uioìàrr.iu política.
o
o
è
Ê !
!
!
!
=
Þ
o
o o
Õ
I
Un repaso exhaustivo de comparaciones cuantitativas que examinal la ¡elación entre la desigualdad y el :onflicto político arroja que la falta de u¡ modelado formal cia¡o y de reflexión teórica ha llevado a resul:ados no concluyentes, producto de operacionalizar los conceptos y especificar los modelos de maneras di.erentes (véase Lichbach 1989).
Desiguatdad económica
Figura 7.5 Relación con forma
deU
Figura 7.6 Relación con forma de U invertida
170
771
CUADRO RESUMEN 7.2
Figura
coeficie¡rte de Gini como medida de [a desigualdad en [a distribución de La renta EL
Cada país tiene una renta nacionat, conocida bien como e[ prociucto nacional bruto (PNB), bien como eL producto interior bruto (PIB), que es [a suma de todas las rentas generadas en un año determinacio. La renta nacional se divide entre las personas que realmente ganaron una parte de [a mjsma. La figura 7.7 jlustra esta idea de renta nacional y su distrìbución. E[ eje vertìcal representa eL porcentaje acumulado de renta total en una sociedad, mientras que eI eje horizontaI representa eI porcentaje acumutado de [a población que ganÓ a[guna parte de esa renta nacionat. En una sociedad perfecta¡ente igualitaria. cada porcentaje de [a pob[ación gana exactamente Lo mismo que eI siguiente. En una sociedad no igua[ìtarìa. algunos porcentajes de La pobLación ganan más que otros. De este modo, en e[ punto c de [a figura, e[ 50 por ciento de [a pobLación con menor renta gana aproximadamente e[ 25 por ciento de [a renta nacional, mientras que en
e[ punto F, e[ 10 por cìento de población con mayor renta gana e[ g0 por ciento de
Línea de igLraLdad
c
ùo
La curva de Lorenz
B
Porcentaje de perceptores de renta
n'eNre: Adaptada de Todaro (1997:146).
qn
o
0
50
Porcentaje de perceptores de renta FUENTE:
Adaptada de Todaro (1997: :.4l).
i
catcular e[ grado en e[ que [a curva de Lorenz se aparta de [a línea de iguaLdad perfecta. E[ coeficiente de Gini osci[a entre 0 (sin desiguatdad) y 1 (desiguatdad perfecta). De este modo, cuanto más alto es e[ coeficiente de Gini. más desigual será la distrjbución de [a
renta nacionat. E[ coeficjente de Gjni es una medida ampliamente utitizada en estudios que comparan muchos países, ya que puede ap[icarse a todos los países deI mundo.
En su análisis comparado, Sigelman y Simpson (1977) contrastaron las formas lineales y no lineales de la relación entre la desigualdad en la distribución de la renta y la violencia política. Sus modelos simples sólo incluyen la desigualdad en ia distribución de la renta y
Ê E
E o
Curva de Lorenz
[a
renta nacionat. Esta representación de [a distribución de [a renta se conoce como [a cur1.997:- 1.41-142). En general, cuanto más se aparte [a pendiente de [a curva de Lorenz de [a línea de iguaLdad perfecta, más desiguaI será [a djstribución de La renta. La forma cie representar esta situación de desigualdad en [a cjistribución de [a renta se denomina e[ cociente (o ratio) de concentracjón de Gìni o coeficiente de Gini. La figura 7.8 itustra cÓmo se catcula este coeficiente. 5e trata de [a proporcìón del área marcada con [a letra A respecto del área deLimitada por las letras BCD; es decir, se trata de
7.7
El ct¡eficiente de Gini
'a
va de Lorenz (véase Todaro
Figura
7.8
la población como variables independientes, y sus resultados sugieren la existencia de una relación lir:al positiva entre la desigualdad en ia dishibución de la renta y la violencia política. En otras palabras, entre los 49 países de su muestra, los países populosos con aitos niveles de desigualdad de renta registran altos niveles de violencia política; ahora bien, la relación curvilínea no recibe tal respaldo empírico. Aparte de la población y de la desigualdad en la distribución de la renta, los autores incorporaron a sus modelos más complejos los indicadores de riqueza, movilidad social, heterogeneidad. sociocultural y la tasa de cambio social. Nuevamente se muestra Ia existencia de una relación positiva lineal entre la desigualdad en la distribución de la renta y la violencia política, mientras que la movilidad social y la riqueza parecen tener un efecto negativo, y la heterogeneidad socioculturai un efecto positivo. Estos resultados indican que si bien altos niveles de desigualdad en la distribución de la renta llevan asociados altos niveles de violencia política, existe menos vioIencia política en países ricos con oporhrnidades de avance social, y más violencia política en países con sociedades profundamente divididas.
..', Simpson (1977) publicaran su estudio, Muller y entre la desigualdad y la violencia política. A dios efectos que tiene la desigualdad en la distribución no sólo de la tierra, sino también de la renta, en la violencia política. Midieron ambos n de la tierra y de disel tamaño de la poblala represión, los actos coercitivos del Estado þasados y presentes), el separatismo político, el nivel de desarrollo económico y los niveles pasados de violencia política. Desviándose de los estudios anteriores expuestos en este apartado, Muller y Seligson (1987) definieron
Figura
7.9
Desigualdad y violencia política
Violencia política 1973-7977
Desiguatdad en [a
distribución la tierra
de
Violencía potítica 1968-7972 Actos coercitivos deI Estado 1,973-7917
DesarroLlo económico FUEN'IE:
Adaplada de Muller y Seligson (1987: 442).
clirecta tantes. en la v Paige (
'_.,,
.',.
t.-_,t.
173
po de investigación compamejor la violencia política. agravio generado por algún política, si bien la relación violencia se halla m aración reside en el
inciuidas en el análi estos estudios reside
como unidad de análisis. Si bien esta elección obedece, en parte, a la disponibilidad de datos, la cadena de inferencias requerida por los estudios puede llevar a cuestionar la solidez global de sus conclusiones, ya que, teóricamente, los eshrdios especifican un conjunto de relaciones a nivel individual, pero las verifican con datos recogidos a nivel nacional.
La comparación de pocos países La comparación de pocos países aleja el análisis de la identificación de condiciones universales para el surgimiento de la violencia política, intentando proporcionar explicaciones más holísticas acerca de los grupos que forman los movimientos revolucionarios y de la secuencia y conjunción de eventos que llevan a revoluciones sociales triunfantes. En marcado contraste con las comparaciones cuantitativas de muchos países, estos estudios pretenden
demostrar que <[l]as relaciones entre el ejército y los partidos, entre el proletariado, el campesinado y los intelectuales de clase media se conjugan de modo diferente en situaciones distintas, y no se dejan subsumir en fórmulas simples> (V/olf 1969: 99). En este apartado se expondrán los planteamientos y resultados de diferentes investigaciones comparadas: Peasant l4/ars of the Twentieth Century de Wolf (1969); la comparación de Vietnam, Angola y Peru de Paige (1975); Moral Economy ofthe Peasant de Scott (1976); States and Social Revolutions de Skocpol (19'79); States, Ideologies, and Social Revolufions de Parsa (2000); Guerrillas and Revolutions in Latin America de Wickham-Crowley (1993) y Political Movements and Violence in Central America de Brockett (2005). En todos estos estudios, la comparación de un pequeño número de países si¡ve al objeto de exami¡ar cómo se moviIizaron los dife¡entes gruposr cómo formaron alianzas y de qué manera lograron (o no) derrocar el sistema político dominante en el que vivían. Mediante la comparación de las luchas revoluciona¡ias en México, Rusia, China, Vietnam, Argelia y Cuba, Eric Wolf (1969) trató de identificar los factores comunes que explican el estallido de guerras campesinas y su función en el fomento de revoluciones exitosas. Su
.{ +\
Tabla
7.3
Condiciones parn el estallido de guerras y revoluciones campesinâs en el siglo xy México
Rusia
China
Viefnam
Ai'gcìia
Campesinaclo
Campesinado atado
Campesina
a la tierra
Campesinado tierra
Canrpesinado
atado a la tierra
atado a la
atado a la tierra
.tlado a
Transformación capitalista
Sí
Sí
Sí
Si
Sí
Sí
Modo de
Expansiónvìolenta Enpresarios
Colonizaciónde
Empresarios
Expansión
Em¡lesalios
expansión
de las granjas
tielras nuevas
Condiciones de parlida
ll lierra
Proletariaclo rzucArcìu
violenta de las
capitalista
granJas
Crecimiento de la población
Sí
Sí
Autoridad central
Porfirio Díaz
Zarismo
ChiangKai-shek
Particlarios de la
Ejército
Ejército luso
Ejército Rojo
vanguardia
constitucional
soldados campesinos
Campesinos libres
Sí
eí
Guerra campesina
Sí
Sí
ll
Resultado
Revolución
Revolnción
Revolución
Beneficiarios
Clase media
Partido cornunista
Paftido comunista Partido comunista
Francia
Sí
Sí
Francia
Batista
Sr
Sí
Revoh.rción
Revolución
Revolución
Clasernedia
Ejército-Partido coûtLìlllsta
FUENTE:
Adaptada de V/olf(i969),
{ F
LN
t76 177
vlven tan cerca de una línea de sub_ das en la comuñidad y en normas de
que los campesinos se rebelaron en wr
ario. Mediante una comparación cua_
cción del capitaliimo de mercado en de manifiesto gue :
979) se sirvió del método compara_ Francia, Rusia y China. Aunque su
Wolf (1969), incluyendo losìasos olventar el problema del sesgo de se_
ca del Estado y de las estructuras de supone una reforma de las institucio_ sociales (ibíd.: a). Al igual que Wolf special atención a los campesinos en contraste con estos estudios, su varia_ erior caída ante la creciente pre_ política necesaria para el éxito de una explicación puramente marxista las variabies causales que
remiten arafottalezay la estruchlIa de los Estados del Antiguo Régimen y
s relaciones de las organizaciones estatales I revoluciones triu¡fa¡rtes, casos
sociales. Parsa (2000) basó su estudio comparado de las revoluciones iraní, nicaragüense y a
con las esfucturas de clases pueden discriminar entre casos de revoluciones frustradas y ausencia de revolución mucho mejor que ¡ variables que hacen referencia a relaciones de clases y pautas de desar¡olro económico.
D".:.r,: modo, skocpor (r9l-9) intentó salvar el vacío de ra explicación marxista mediante r análisis directo de los cambios en las pautas de la organizaci'ón su relación con
;*"ü
ronamiento de los Est os tres casos. por otra parte, las comparaciones con Japón, Prusia e la ausencia de estas condiciones condujo a revoluciones políticas, sociales. Unavez establecidas las causas similares de estas revoluciones, Skocpol (1979) dirigió su atención al periodo posrevolucionario. En esta fase de su comparación, sólo cotejó los tres casos principales, descartando los casos negativos por no considerarlos necesarios. Su comparación identificó cinco similitudes básicas en las experiencias posrevolucionarias de estos países, que atribuyó en su totalidad a la manera en que se desarrollaron estas revoluciones. En primer lugar, la denominada estuvo vedada a estos Estados, pero las clases dominantes continuaron siendo vulnerables y los grupos subordinados susceptibles de nuevas movilizaciones. La conclusión de Skocpol sobre Francia contrasta con ra alcanzada por Moore (1966), para quien Francia representaba el ejemplo de una <
filipi-
na en el modelo de Skocpol (1919), especificando variables estructurales, tales como la fortaleza y Ia intervención del Estado en la econornía, y variables relacionadas con los movimientos sociales, tales como Ia acción colectiva y la movilización de recursos y oportunidades políticas, y prestando atención a la composición ideológica de los grupos opositores. Los tres casos comparten una serie de rasgos similares, aunque los resultados de las revoluciones difieren. Los tres siguieron, en gran medida, modelos similares de desarrollo capitalista, tuvieron regímenes autoritarios y excluyentes que habían sobrevivido a episodios
I ETUIULIUII
DUCIAI ! @
Casos positivos
Casos negativos
Francia lngla tcrra Condiciones de crisis: Clase
Clase te¡ratenienle
Nobleza terratenie¡te
Clase le¡rateliente
conre¡cial +
débil + Estado
conlercial
absoltrtista burocrático
absohltista scnlibu¡ocl ático
monarquía absoluta selni-bLll ocrática
Econonría
Creciente no
Clecimiento extensivo
Modelacla
Ext¡enra
Eslntlo
Noblcza
Inexistelcia de
lcr ratcltic¡tc tlébil
-l
Clasc tel I atcniente
clase tel I ateD¡ente
fi.rerte sin Eslado
Estarlo absolrrtistn
+ Estâdo
bul'ocr ático
bLnoctálico
ì:urocÉtico
Sin avar;ces en el
Agricrrltrrra
T¡adicional con alta
Âgr icrrltLrr
desarr ol lo
capitalista
productividad
capitalista
FueIte
lìuelfc/suave
FLrerle
Suave
capi talista
P¡esión extema
*
a
Campesinos: Eshr¡chlras de clase
lvlinìñrndist¿s +
Canrpesinos ptopieta¡ios
Carnpesinos poseen
oposición al sistema
Miniftndistas,
/ anendata¡ios
ConlLlnidades
PeqLrerìos
rierras, miniÍìrndios,
jor naleros, sin
dominadas por
pr
sin cornulridad
conunidad
carnpesinos
selìorial
Comunidad fuerte
lcos
grarrjeros
opietarios +
jomalelos, sin conlrm idacl
Política local
Pueblos autónomos +
Pueblos soberanos +
Terrate
funcionarios reales
burocmcia zarista
rsureros, dominio de
rr
i
en tc s,
Dolninio de los
ControÌ burocri{tico
Teuatenientes
Jt¡nker
sobre la comiluiCad
ligados a la
local
nonarqrria
los iutelectuales Resultados
QLriebra del Estado + revueltas campesinas
Reformas
iniciales;
fiacaso de la
1905; colapso Estado ¿Revolución
social?
Sí
Sí
FUËNrE: Adaptada de Skocpol
ii
ãE
äõ.ä:
Ss;
dõ:3 ãiÞ.n ãq3 O-ô
i'
Be'þ' a.äo þ Þ --.
Ë'ä.a
ä;i ÞÃo ò=-
r>E
f'.,3 ''ËË. Þ -(o
fl58Eoa ã
.ã+g : ã3
:gq
*:ø
9.õ
.:gã FFp cE-ã
fr-acaso llevoluciól politico
revolución I reformas
Monarquía consfih¡cional
burocráticas
7
Sí
[;{i6=Ë$Ë;åãÈËg¡ qrx=ú."Ët3ËF$Îi:e
I+õËHF6a;"¡'CäëÞqt' Ë;a[ËãiÊHõEE$LËe. Ësg[s;HFË, ååËãcia *'FsgFÈ33 ËerÊ;fF' :3= +,¡. q:Ëiã€eg ñroo::x=ix:ñ *H ërg5'Ë-ÊßrËÈ'¡ ËÉ:lã.pgg*'ËE
Ë'g ã¿ ;ts 5Ð
:*EË;E;HÞAË E*ãqt=RsEË.p
.'Ì-9ñäGÞ.ÏHH'" ö-P'o :Fo *Èi+ "'FE8 ld RãJ g;55 X'eL €!"; äB: Sf ã88Ë aà ËEf t"Ë;E frE 9.ô'¿ Ëã e (D g.ã ¡ e x =' =.fiÈ åF3. SEFE H.3ËÉ ãE îËå 3E Ê3: ir*T xãáË ã-ä;; 38Ñ Þ:€ Þõ ø l.=. ã_=ä,o'F só-uô A!. ES*tE.ä_ E ".8 grfl F, g F Ê: õ õ,9-! eA
E'sä
s+É =.<,ã
agralo
Reformas y de la
fs Egfr
åä; FÈä =ax
EËõ:
del
desorrlen
(1979: 155-157).
*ËE i;*E :€ãH äË:-Z Eg qÉE= FoÈ Ê<å ãs[ äFg Íäü EFÊ
äss H.äÉ #;F äåg +FF
l9l
eLliebra clel Estado
revolución imperìal;
H.rro äF*.
ü€g Fõá
EÊs iEÊ s? f lvË
r¡ ?FF
*rsöBõ = ilcÈiâ'ã ò' ËxõãPõ
s
389;i; E
FFcB x+Ër+ "j3'e; *{I;
3;gËå86 äíFt
Ë
80 181
los campesinos a respaldar movimientos revolucionarios es Ia combinación de estas condiciones.
I
agrarias pertinentes se combinaban área en la que preexistían vínculos
2-
El apoyo campesino también podía producirse cuando concurrían las estructuras
3.
agrarias pertinentes con un campesinado históricamente rebelde, o cuando ese campesinado rebelde ya se hallaba vinculado a la protoguerrilla con anterioridad a la insurgencia (Wickham-Crowley 1993: 30g-309).
respecto dos gunda, Ias comp Con
vieron éxito
que, después de 1956, en la región sólo tu_ era ola (1959) y Nicaragua (19i9) en la se-
qué triunfan las revoluciones, sino también por qué fracasan. En la tabla 7.5 se resumen las variables clave que afloran del análisis de Wickham-Crowley (1993: 312), donde se pone de relieve la gran frecuencia de intentos guerrilleros (n:2\, un fenómeno que abarca los países y periodos de ti s. Su (véase el capítulo 4f se organiza en
propuso hallar un equilibrio entre Ia de los estudios de muchos países y el ropio de los estudios de pocos países. orígenes y destinos de los movimiens de cuba, venezuela, Guatemala, colombia, peru y Bolivia durante el periodo entre 1956 y 1970; en el segundo conjunto de comparaciones aplicó la a los movimientos de Nicaragua, El salvador, Guatemala, peru y colombia a
De la comparación rolas> históricas se des ,ar los altos niveles de
res que deben concurrir a primera pregunta, las
revolución social en la región. Con respecto a laron cuatro condiciones importantes para ra
'xistencia de altos
o a los movimientos revolucionarios:
. . . '
nivele
Ianaturaleza de la estructuraagraría; la perhrrbación de la estructura agraria; la presencia de culturas rebeldes; y Ios vínculos entre revolucionarios y campesinos a través de redes sociales sólidamente establecidas.
El análisis de Wickham-Crowley (1993) va más atlá de una mera identificación de esos factores y pone de manifiesto que lo importante a la hora de explicar Ia propensión de
1. 2. 3. 4.
aquellos casos en los que los movimientos guerrilleros triunfaron; aquellos en los que los movimientos guerrilleros contaban con muchas de las condi ciones favorables para el triunfo de la revolución, pero, no obstante, fracasaron; aquellos en los que los movimientos guerrilleros nunca lograron recabar apoyos; y aquellos en los que los movimientos guerrilleros nunca lograron despegar.
Aunque quizá no sorprenda el hecho de que los casos de triu¡fo de la revolución reúnen las cinco condiciones, los factores que determinan el fracaso de la revolución constituyen una dimensión añadida al análisis. En efecto, las dos variables que parecen resultar clave para el triunfo de las revoluciones son la presencia de un régimen patrimonial pretoriano y la pérdida por parte de dicho régimen del apoyo de los Estados Unidos. En otras palabras, un movimiento guerrillero localizado en esta región puede haber provocado una intentona, recabado apoyos significativos y cultivado una fuerza miiitar suficiente, pero no movilizarse contra tal régimen patrimonial pretoriano; en tal caso, el resuitado es el fracaso en el derrocamiento del régimen. El último estudio que se examina en este apartado es la comparación de Brockett (2005) de la movilización y represión campesina en El Salvador y Guatemala. Al igual clue el estudio de Scott (1976), este es un buen ejemplo de comparación binaria, al contrastar resultados diferentes entre dos países muy parecidos (véase igualmente Dogan y Pelassy 1990: 126-134). Ambos países se encuentran en América Central y experimentaron largos periodos de similar conflicto social, durante los cuales se asesinó a un número de personas relativamente elevado, tanto en términos absolutos como en proporción al tamaño total de la población de estos pequeños Estados. La Comisión de la Verdad para El Salvador cifró en 75.000-80.000 las personas asesinadas durante el periodo de guerra civil entre 1980 y 1991
182 183
Tabla
7.5
C¡ndiciones para la revoh¡ción social en A¡nérica Latina, lg56-lggt Condiciones favcrables ¿ la revolución
tentatlvts .-guerrlltetas
.
Fortaleza
ÀDOVO
militar
camûeslno
I 'v oDrero
de la
guerrilla
Régimen
Revolución
Pérdida
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Si
Sí
Sí
Si
Sí
Venezuela años sesenta
Sí
Si
Sí
Sí
Sí
Guatemala años sesenta
Sí
Sí
Sí
Colombia 1970- 1990 Peru años ochenta
Sí
sí
Sí
Si
Sí
Sí
Guatemala 1975-1990
Sí
Sí
El Salvador 1975-1990
Si
Sí
Sí
Sí
Argentina 1914-t9i\ Brasiì años setenm Argentina, montoneros México años setenta
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Uruguay, tupamaros
Si
Sí
Argentina 1958-1963
Sí
Peru 1965
Sí
Bolivia 1967
Sí
Nicaragua 1958-t963
Sí
Rep Dorninicana 1963
Sí
Eouador 1962
Sí
Haití años sesenta
eí
Paraguay l95B-1959
Sí
Honduras 1965 Brasil años sesenta
Sí
2006:110-111).
pâtrimonial de âpoyo pretoriarro de EE.UU.
Cuba 1956-1959 Nicaragua I97 I-19'79 Colornbia años sesenta
(Wood 2003; Brockett 2005: 2;Landman2006: i 10-1 1l), mientras que en Guatemala cerca de 135.000 personas fueron asesinadas entre 1962 y 1996 (Ball et a\.2000; Landman
Sí
sí Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Costa Rica Panamá 1959-1985 Panamá 1985-1989
Sí
Paraguay 1960-1989
Sí
NOIA: n = 28 FUeNTE : Adaptada d" w,"kh;-¿;;;Ë; 3jä,,"bf copvright @ 1993 bv princeton universii press,
iisrl
d;;;;;;.
iËi.
-'
"
autorización.
Sí
Los estudios de un solo país
.Y'
784 185
es :iJl: pdròçs mas
nferencias más generales sobre la violencia polítionaria. Al igual"que i;, ;";;;;".iones de muchos examinan la organización del sector agrícola, la flinción de los campesinos en los procesos revolucionarios, las transformaciones económicas subyacentes, así como la funìiOn del Estado y su re subordinados. Womack (1969) centró su atención hacia la el apoyo campesino en el estado centro_meridional de More rante el apogeo de la revolución mexicana. Por su parte, Nugent (1993) rastreó las relaciones diacrónicas y dialécticas entre Estado y comunidad.o ãt n,.rì el estado norteño de chihuahua cuando los cultivadores rocales s intentos de hacerse con el control de sus tie ras.y Harvey (199g)
, una lucha que propiedad de Ia macro y microcontrola destacan de manera prominente en mparación más importantes se extrajeron de aunque cada uno de ellos se centró en casos respectivamente) dentro del contexto más ge_ s sobre las que se desarrollan los principales
argumentos. Estos estudios difieren de las comp en el contexto mexicano. Womack negó que
análisis del comportamiento rebelde. Máì b 'dad de la revolución en Morelos está en se
re el proceso de lucha política de pròporcionar explicãciones cada uno d.e estos estudios se
y posiblemente la organización de su comunidad; y concluye que este cambio ind¡cido por un poder ajeno y no controlable por la gente del campo la llevó a involucrarse en actividades revolucionarias. Partiendo de esta singular tesis, Womack narró en un relato fascinante las actividades revolucionarias de gente corriente de Morelos bajo el liderazgo de Emiliano Zapata, en un intento de proteger su tierra y su modo de vida. Ese poder ajeno era el de los empresarios emergentes en el periodo prerrevolucionario de po
el de las distintas élites gobernantes impuestas por el Estado posrevolucionario. Merece la pena reproducir la conclusión a la tallar veinte años de compleja historia revolucionaria:
vendiendo huevos, tomates, cebollas, chiles o carbón vegetal, ocupándose de sus huertas llenas de maleza, sembrando desesperadamente las peores tierras de los hacendados, habían perdido la lucha por mantener vivas sus comunidades. Sólo les aguardaba un largo tormento de pena y vetguenza, trabajar por un
[s]i bien esta especificidad no impide efectuar comparaciones, un análisis de estas luchas en este pueblo fNamiquipa] debe centrarse no sólo en una serie de acciones realizadas por personas sobre y
en el mundo y de ¡elaciones entre grupos e individuos y cosas, sino también en la mÀn"ra en la que las personas organizan ptâctica y conceptualmente esas acciones y relaciones (Nugent 1993: 29; las cursivas son
mías).
pareci c cesos de formación examinar est que facilitan de la lucha p
aclarará algo
renc al d En
haciendas, sino ailí donde consideraban que estaba su hogar, en las aldeas, los pueblos y ranchos, todavía exudando al menos . En 1910 se estaban viniendo abajo las bases de Ia única vida que deseaban vivir. Aunque se reventaban a trabajat, labrando diligentemente sus parcelitas desperdigadas de maíz y frijoles, cambiando de vez en cuando un caballo o una vaca por un puñado de pesos,
niendo sus factores, sino únicamente contándol (1993: 28) se propuso examinar el . Sin tivas, factores sistémicos e influencias, insistió en que:
,
en
Nuevas actitudes, nuevas políticas, nuevas leyes, nuevas agencias, nuevas autoridades unos tres quintos de la gente llana del campo de l9l0 se quedaron-. También ellos habían logrado-yuna victoria, simplemente quedándose en sus pueblos, no refugiándose en las ciudades del estado o hacinándose en las
su pretensión de aportar una comprens
De manera de clase, etnicidad,
han condicion como las de
también
efendió el uso de categorías (no esencialistas)) y ciudadanía, centranão suanálisis en los pro_
ión política y compromiso "or, (ibíd.: 1
.t
Estado.
jornal en húmedas plantaciones de caña o de atoz, acatar órdenes de un patrón, mudarse eventualmente a chozas propiedad del jefe, mirar a lo lejos cómo se marchan también los viejos amigos, vecinos y paisanos, nunca más descansar, y al final morir endeudado de todas formas. Ahora, una década después, cuando dos almas han desaparecido por cada tres almas que se han quedado, aún siguen en sus bases y luchando nuevamente. Después de todo, resistir en los pueblos contaba más que el nuevo gobierno, los nuevos campeones, las nuevas reformas. Esas pequeñas comunidades castigadas y amenazadas durante siglos, apenas habían sobrevivido al asedio más vigoroso, implacable e ingenioso jamás ideado contra
ellos, frustrando la mejor, si no la última, oportunidad que tuvieron los usurpadores de erradicarios (Womack 1969: 370)
Al
opular>>,
*
xico y
2 Womack
o
si bien los tres autores han hecho hincapié en la
[N. del
T.]
: en espa-ñol en el original, lo mismo qve serranos en la p. 186. 969: x) no se siente a gusto con el término porque evoca cierta cualidad exótica
(I
que desea evitar.
186
Este pasaje deja bien claro que Womack (1969) consigue mucito más que sólo contar una historia. La conclusión es que la gente del campo, se defina como se defina este colectivo, se opondrá aI cambio, ya sea inducido por la transformación capitalista de la agricultura o por la imposición de proyectos de reforma dirigidos por el Estado; esta es una conclusión que tiene una fuerte resonancia en los demás estudios sobre rebelión y revolución reseñados en este capítulo.
Nugent (1993) se hizo eco de esta conclusión y de esta percepción de la resistencia cuando examinó la historia dialéctica de las relaciones comunid¿d-Estado en Namiquipa. Como Womack (1969), Nugent se sentía incómodo con el término , aferrándose al de serranos (que literalmente significa residente en la sierra), conocidos más generalmente como un tipo de campesinado libre. Nugent adoptó una visión no i¡stmmental del Estado y una definición relacional de ideología, a la que se alribuyó una función mediadora entre los serranos y el Estado. Echando mano de estas categorías analíticas, Nugent se movió hacia atrás y hacia adelante en la historia para desvelar temas comunes en la lucha política por la tierra, una lucha basada en la resistencia a la invasión de outsiders. Entre estos outsiders figuran los apaches en el siglo xvli, Ia expansión de la modernización económica en el siglo xtx y la imposición de reformas agrarias por el Estado mexicano posrevolucionario. En términos generales, la explicación de Nugent se centra en cuestiones tales como la tierra, el trabajo, la identidad y la movilización revolucionana. La inferencia clave es que históricamente se libraron en esta región luchas similares sobre tipos de agravios similares, aunque tales luchas no siguen una pauta evolutiva lineai (ibíd.: 151). Nugent concluyó más bien que la relación entre tierra, trabajo y política se halla inscrita en la ideoIogía de Namiquipa, que responde a los desafios siempre cambiantes llegados del exterior; pero también representa una constante en la historia que el campesinado, independientemente de cómo se defina este término, (ibíd.: 165). Por último, Harvey (1998) analizó la rebelión zapalista, que comenzó oficialmenle en enero de 1994 en el estado sureño de Chiapas. Como su nombrq indica, la rebelión zapatista se basa en la historia de lucha en el sur de México y en el líder de Morelos Emiliano Zapata, pero, según Harvey, añade nuevas dimensiones a las pautas de aquella rebelión más antigua. Al rastrear la historia del conflicto político con uso de violencia entre el campesinado, Harvey puso de manifiesto que la rebelión de Chiapas se basó en nuevas organizaciones campesinas independientes que se habían desarrollado en los años sesenta y setenta, así como en una variedad de redes de ámbito nacional. Además de la exigencia de reforma agtarta en Chiapas, los protagonistas de la rebelión exigían la plena garantía y protección de los derechos de los pueblos indígenas y de las mujeres, al igual que la democrurización del sistema político mexicano (ibíd.: 199-200). Esta forma más reciente de rebelión fue provocada por una serie de (trastornos)) en la región, incluido el mal reparto de la tierra, la modernización económica þroyectos de presas hidroeléctricas, exploraciones petrolíferas, talas de ¿á¡boles y explotaciones ganaderas), los cambios en el seno de la Iglesia católica, la educación de maestros y catequistas bilingües, el activismo estudiantil post-1968 ylagradual liberalización del sistema de partidos políticos mexicano (tbíd.: 228). Para Harvey, el resultado clave de la rebelión fue que los derechos y la cultura del pueblo indígena pasaron a formar parte integral del proceso de democratización en México.
787
Resun'¡en CoÛio ya se argumentó al comparar los estudios que examinan la relación entre el desarrollo económicrt y la democracia, es evidente que los diferentes tipos de comparación explrestos en este capítulo impiican compromisos metodológicos sustantivos. En Ia tabla 7 .6 se resumen los distintos estudios reseñados y comparados y se apuntan estos compromisos. La selección de estudios presentados no es en absoiuto exhaustiva, pero muestra cómo estos clistintos métodos de comparación permiten a los investigadores abordar de diversa forma el estudio de diferentes factores que contribuyen a explicar la actividad política violenta y la revolución social a gran escala. La comparación cuantitativa de muchos países levela la existencia de factores comunes que explican variaciones en la violencia política; estos factores, a su vez, ayudan a orientar las comparaciones con pocos países, así como los estudios de un solo país. A excepción de la relación más específica entre desigualdad y violencia política, con respecto a Ìa cual apenas hay todavía consenso (véase Lichbach 1989), la comparación cuantitativa de muchos países ha puesto de manifiesto Ia importancia de variables tales como la fortaleza y la represión del Estado, las pautas pasadas de violencia poiítica y la configuración política del régimen existente. Los estudios de pocos países parten de estas ideas y recurren al análisis histórico macro-causal para explicar la incidencia de la actividad rebelde y el triunfo de las revoluciones, así como para demostrar los modos en que las variables clave interaccionan a que los estudios de muchos países, la fortaleza y la represión del Estaprocesos revolucionarios al prestar ictos de clases y coaliciones de clases, la fi'mción de la ideología, y a factores externos tales como guerras y la influencia de los Estados Unidos.
'1tr 188
Tabla
189
7.6
Violencia polÍtica y revolución desde una perspectiva comparada
Lecturas complernentarias Gurr, T. R. (1970): W'hy Men Rebel, princeton: princeton University press. La completa decla¡ación teórica y compatada de Gu¡r sobre la motivación del conflicto político
Resultado
violento.
Enke49 y 114 países, ya sea en
Gurr 1968; Hibbs 1973;
un punto concreto del tièmpo, o en
Paige 1975; Sigelnan y
La violencia política responde de diversa forma a la violencia políti.ça pretérita, agí como a pa.utas de privación y desigualdad, a la presencia de fracturas y Separatismos políticos, a los
periodos
Simpson 1977;
grados de represión
diferentes
Muller y
agregados
Seligson 1987
la economla, aunque Ia forma fi¡rcional de la relación no es cla¡a.
y los rasgos esfructurales
de
Sanders, D (1981): Patterns of Instabitity, Londres: Macmiltan. Un repaso exhaustivo de estudios tansnacionales cuantitativos de violencia política.
Lichbach, M. (1989): >, World Politics, 47.. 431-4'7 A. Un repaso exhaustivo de estudios eomparativos, de factu¡a cualitativa, sobre clesigu4ldad económica y violencia política. Skocpol, T. (1994): Soctal Revolutions in the Modern
Entre 3
y
12
países, aunque el
número de
Paíge 1975;
WickùamCrowley 1993
observaciones sigue siendo muy grande
La estructura del sÇptor agrícola es un determinante cþyç del tipo de rebelión rural, si bien las princi¡pleô condiciones de las revoluciones,son: la- organización guerrillera y la fuerza milita¡ el a.poyo a los guerrilleros por parte de otos sectoiès de la soçieda{ y la existencia de un régimen dictatoriai ilegítimo.
Pocos
países
Entre
2y
Los determinantes clave de la rebelión
6 países
(cualitativo)
campesina son la naturaleza económica
y
cultural de la cominjd¿d campesina, la tansforrración bapitalisø de la agriculhu4 una autoridad cenffai fuerte y una configuración cambiante de las oporh:nidades pollticas. Las condiciones i¿aia las revoluciones sociales incluyen la rebelión campesina y un Estado absolutista sometido a presiones extern-¿s, así como ta¡rrbién la distinta capacidad de los grupos etr liza para formar grandes coaliciones.
1969; 1993; 1998
Womack Nugent Harvey
La rebelión campesina y la participación de los campesinos en actividades ¡evolucionarias obedeceo a su resistencia a distintas rnvasiones
históricas de su tierra y comunidad. Nota: Mckham-Crowley (1993) usa una v¿riedad de reducciones algebraicas para identificar los determinâ¡tès clave det triunfo de la revolución enAmérica Latina, un método que combina técnicas cualitativas y cuantitâtivas (véase el capítulo 4).
Wrld,
Cambndge: Cambridge University
Press.
Una recopilación de los ensayos de Skocpol sobre la revolución social y Ia comparación histórica macro-causal-
A ðo
ûposiefém potítÍea R0 vÍo[eltta y rnovimfes¡tos socrates
-ìFt
t92 E[ probtema de investigación
-
Existen muchas preguntas de investigación en torno al tema de los movimientos sociales. En general, los investigadores han intentado explicar la aparición, las estrategias, la forma, el éxito y el impacto de los movimientos sociales en diferentes contextos políticos. La investigación comparada se ha centrado en por qué surgen los movimientos sociales en primer lugar, cómo tratan de alcanzar sus objetivos y qué \ogran realmente. Los estudios que examinan por qué surgen los movimientos sociales centran su atención en las distintas fuentes de agravio colectivo e identidad comirn que llevan a Ia movilización y protesta populares. Los estudios que examinan cómo logran los movimientos sociales captar miembros y seguidores para participar en sus actividades enfocan su atención en la función de las organizaciones de los movimientos sociales y en la movilización de los recursos que se necesitan para mantener una acción colectiva sostenida, tales como dinero, comunicaciones y afiliación. Estos estudios también examinan las diferentes estrategias de los movimientos sociales en función de los distintos sistemas políticos y oporlunidades políticas de movilización a su alcance. Por último, los estudios que comparan el éxito o impacto relativo de los movimientos sociales hacen hincapié de distinta manera en objetivos específicos de los movimientos, los niveles de impacto legal e institucional y el grado en el que los valores y comporlamientos políticos resultan alterados como consecuencia de periodos prolongados de actividad de los movimientos soèiales. El estudio de los movimientos sociales suele distinguir entre las investigaciones sobre la movilización de los trabajadores y las que versan sobre otros movimientos sociales. Esta división es en parte teórica. El movimiento obrero se percibe como un movimiento que articula reivindicaciones más estrechamente ligadas al capitalismo industrial y a los intereses materiales de esos grupos menos afortunados de la sociedad, mientras que los otros movimientos sociales (mujeres, gays, verdes y pacifistas, entre otros) son percibidos como (nuevos>, ya que articulan reivindicaciones más relacionadas con la elección de estilos de vida, y menos con preocupaciones materiales; un cambio hecho posible merced a las transformaciones inducidas por la transición al capitalismo posindustrial. Muchos sostienen que dicha distinción es exagerada, ya que la movilización de gnrpos tales como mujeres y verdes no tiene nada de nueva (Fuentes y Frank 1989; Foweraker 1995; Foweraker et aL.2003:141-165) y, además, porquc el énfasis en los nuevos grupos tiende a ignorar a los grupos situados a la derecha del espectro ideológico tradicional izquierda-derecha. Ahora bien, algunos estudios comparados han incluido al movimiento obrero junto a los demás movimientos sociales (véase Foweraker y Landman 1971), o han abarcado movimientos de todos los ámbitos del espectro izquierda-derecha (véase Gamson 197 5; K¡iesi ¿¿ al. 1995; Payne 2000). En este capítulo se exponen y contrastan ejemplos destacados de la investigación comparada, sin distinguir entre movimientos viejos y nuevos, sino intentando aislar los factores clave que contribuyen a explicar la aparición, la forma y el impacto de los movimientos sociales a través de la comparación de diferentes estudios.
I
:
ì-
ia-:
193
La comparación de muchos países
los años sesenta y setenta; la comparación de Haas y Stack (1983) de huelgas de trabajadores en 7l países; la comparación de Gurr (1993) de protestas y movilizaciones de227 gnrpos comunitarios diferentes en 90 países distintos; y las comparaciones de Inglehart (1997) e Inglehart y Welzel (2005) de la propensión de los individuos a respaldar o participar en las actividades de los movimientos sociales en un gran número de países. En generai, estos estudios tratan de aportar un conjunto acotado y preciso de factores explicativos de las protestas impulsadas por movimientos sociales o de la disposición de los individuos a participar en semejantes actividades. En su comparación de 29 democracias, Powell (1982) proporcionó varios indicadores de rendimiento de la democracia en una gama de dimensiones políticas: el voto, el rendimiento socioeconómico, las constituciones, los sistemas de partidos, la participación ciudadana y la estabilidad democrática. Su análisis de la participación ciudadana (ibíd.: 129-132) inctuye indicadores de . A partir de su muestra de democracias, concluyó que la protesta en los Estados Unidos es típica de un país modemizado con una población grande y pocos partidos políticos efectivos puacanalízar el descontento (ibíd.: 131). Por razones de disponibilidad de información, Haas y Stack (1983) limitaron su comparación a 7l países con datos sobre actividad de huelgas de trabajadores durante el periodo 1976-1918. Conscientes de que la selección de países podría no ser una muestra representativa, defendieron que su selección de países era
195
194
las tre di
unto del representativa de de Asia, planeta e incluye elgas (el diez de Oceanía y número de días de trabajo perdidos por persona dividido por el total de la población activa) recabado por la Organización Intemacional del Trabajo (OIT) y está promediada en cada país por trienios para reducir la fluctuación extrema de la medida en el caso de algtrnos países. Las variables explicativas son similares a muchas de las usadas por Hibbs (1973) en su
estudio sobre la violencia política (véase el capítulo 7). Entre eiias figuran el nivel de desarrollo económico (PNB per cápita), ia tasa de crecimiento econtimico, la tasa de inflación, el grado de afiliación sindical (afiliados a sindicatos como proporción de la población activa), el grado de fragmentación étnica, la emigración del campo a la ciudad y el desarrollo de ios medios de comunicación de masas. Asimismo, para medir el grado de democracia política se utiliza el índice de rendimiento de Ia democracia de Jackman (1913,1915) (véase el capítulo 6).
El a¡rálisis de correlación iniciai entre todos los páíses revela una asociación positiva y sustancial entre el volumen de huelgas y la tasa de i¡flación, el grado de sindicación y el desarrollo de los medios de comunicación de masas (Haas y Stack 1983: 53). Un análisis ulterior de los datos comparados mediante regresiones revela ia existencia de una relación de U invertida ente el nivel (ibíd.: 54). Esta relación curvilínea se coffobora incluso después de mantener constante la tasa de desarrollo económico, el índice de inflación, el grado de sindicacióu, el desarrollo de los medios de comunicación de masas, la fragmentación étnica y la emigración del campo a Ia ciudad. Por último, wr análisis adicional muestra que el nivel de democracia política tiene u¡ efecto negativo sobre el volumen de huelgas. En general, los resultados respaldan la perspectiva de que el volurnen de huelgas tiende a ser mayor er1 las primeras fases de desa¡rollo económico, mientras que tiende a reducirse en las fases posteriores, debido a una separación entre la propiedad y el control de las grandes empresas y al descenso generalizado de la afiliación sindical (ibíd.:44-45). Ahondando en su anterior trabajo sobre violencia política, Gurr (1993, 2000) enfocó la atención en la protesta política de grupos de individuos que él ha denominado , entre l (Gurr 1993: l6l). Sus c<-rmparaciones se centran en más de 250 grupos destacados o activos políticamente entre 1945 y los años noventa que cumplen dos criterios definitorios. El primero es que el grtço debe sufrir o beneficiarse colectivamente de un trato discriminatorio sistemático. El segundo es que el grupo centre su movilización política en la defensa o promoción de sus (ibíd.: 163). Su muestra de grupos ha aumentado de tamaño entre las publicaciones de 1993 y 2000 e incluye tanto a los (o ) como a los se movilizan para conseguir vcntajas y beneficios nuevos, mientras que los lo hacen para conservar los que ya tienen. En general, estos grupos incluyen minorías étnicas, nacionaiistas étnicos, grupos indígenas, opositores en representación de varias comunidades y sectas militantes.
AI igual que hizo en sus trabajos previos sobre la violencia polÍtica, Gurr (1993, 2000) operacionaliza los conceptos de privación relativa y movilización de grupo con el fin de aislar los factores clave que explican la drsidencia política violenta y no violenta de los grupos comunales. La privación relativa plasma Ia moti','eción de la protesta política corro un desfase percibido entre el logro esperado y el real (véanse el capítulo 5 y Gurr 1968, 1970 y 1993l- 167). Por otra parte, el concepto de movilización examina las maneras en las que los grupos consiguen recursos para sostener la acción colectiva (véanse Gurr 1993: 167; Lichbach 1995; Foweraker 1995). Para el estudio de 1993, las dos variables dependientes relevantes para la discusión que nos ocupa son su medida de y las . Valores altos en ambas variables denotan más participación en protestas y más organización de protestas. Como en los hallazgos sobre la violencia política ya referidos en el capítulo anterior, el análisis preliminar de Gurr (1993: 179) de los datos comparados sugiere que el nivel de protesta más alto se halla en los grupos comunales que sufren ciertas desventajas económicas, incluidas la escasez de tie¡ra, altas tasas de natalidad y bajos niveles de salud. Además, ciertos factores políticos y culturales se perfilan como determinantes importantes de la protesta política no violenta, entre ellos, la pérdida histórica de autonomía de grupo y la fuerte identidad de grupo (ibíd.: 179). EI análisis dernuestra que la movilización política correlaciona con agravios expresados en términos de reivindicaciones económicas, sociales y políticas, pérdida de autonomía, tamaño y dispersión del grupo (ibíd.: 180). Los modelos más com;-'-:ics de Gurr estiman los determinantes de grupo y sistémicos de las protestas políticas no violentas, entre los que figuran: la reivindicación de derechos políticos, la reivindicación de autonomía política, los niveles anteriores de movilización, las formas de gobierno no democráticas y el acceso al poder estatal (ibíd. : I 8 6). EI estudio más reciente de Gurr (2000) incluye un mayor número de grupos y un periodo de comparación más largo, 1o que necesariamente arroja más observaciones. Ai igual que el anterior, el nuevo estudio se centra en las formas de privación relativa o en lo que Gu¡r denomina (ibíd: 163), que interactuan con Ia propensión de los Estados a discriminar a las minorías, reforzando la identidad de grupo e incrementando la probabilidad de acción política (véase Crighton 2003). Su análisis descriptivo de las tendencias de los conflictos eûro-políticos muestra que hacia finales del siglo >c<, las protestas y l
196
197
de que
<
democracias perfectamente consolidadas la utilidad del activismo comunal no brinda oportunidades que im>. No obstante, las tendencias dichas protestas no fueron tan
Las últimas comparaciones de muchos países examinan datos a nivel individuai extraídos de 81 sociedades. Como Gurr, con los años Inglehart ha incrementado el número de países con respecto a los cuales recaba datos a nivel individual, cubriendo un abanico de valores
seleccionado mediante encu.estas de opinión estandarizadas. En-Moilernization and post-
La comparación de Inglehart revela un incremento monotónico en las cuatro formas de actividad política no convei--cional. El porcentaje de encuestados que declaran haber considerado o efectivamente participado en u¡ boicot subió en 15 de los ?1 países. Las cifras referentes a la participación en manifestaciones aurnentaron en l6 países; en el caso de huelga aumento se registró en
1'7 en à.
individual a participar
, afibuible a una pauta s subyacente de cohortes sucesivas de personas. Los porcentajes más elevados con tëspecto a las cuatro preguntas se observan en las democracias industriales más avanzadas de la miieska, lo que respalda la teoría más general de Inglehart (1990, 1997) de la ascendencia del en el mundo (véase el cuadro resumen 8.1). En general, las formas convencionales de actividad política, tales como el voto y la actividad en los partidos, han experimentado un declive en la mayoría de los países más ava¡zados, mientras que la actividad política menos convencional, plasmada parcialmente en sus cuatro preguntas, ha registrado un aumento. En la continuación de su estudio, Inglehart y Welzel (2005) han abordado conjuntos de preguntas similares y, con referencia al tema de este capítuIo, han dirigido su atención a los resultados de la acción colectiva, que ellos definen como
cia formal y grados variables de democracia efectiva> (1bíd.: 224). Entendiendo dichos cambios en la democracia como un resultado dado de la acción colectiva, han examinado su variación internacional contrastándola con la variación en los valores de
cuADR0 RESI,MEN
8.1
Ronald Ingl.ehart y e[ posrnateriatismo
Apoyándose en años de investìgación basados en grandes encuestas ltevadas a cabo primero en democracias industriates avanzadas y luego en países de todo e[ mundo, Ronatd IngLehart (1977, 1'990, 1'997, 1998) ha insistido en que existe una relación entre los vatores individuales y e[ nivel de desarrollo económico de un país. Ingtehart ha afirmado que a medida que un país se desarrotla, se produce un cambio globa[ en las orientaciones de los
Tabla
8-1
La escala materialista/posmateriatista
I n d i cado res m ateri a Ii stos Mantenimiento de [a Ley y e[ orden Lucha contra e[ crimen Crecimiento económico Economía estabte Defensa poderosa Lucha contra [a subida de precíos
I n dí ca do res
p osm
atei o li stas
Mayor capacidad particìpativa en eI puesto de trabajo Socjedad menos impersonal Las ideas cuentan It4ayor capacidad participativa en el. gobierno Libertad de expresión Ciudades más cuidadas
ruerre: Adaptada de IngLehart (1998: 65).
Teóricamente, e[ posmaterialismo puede concebirse y emptearse como una variable tan- r Como variable dependiente, e[ posmaterialismo constituye un síntoma de modernización económica. Por ejempto, todos los países modernos y . desarrotlados deberÍan presentar un alto porcentaje de personas que respaldan e[ conjunto central de valores posmaterialistas. Como variable independiente. se usa para expticar las diferencìas en [a propensión indjvidual a llevar a cabo dìferentes formas de acción po[ítica. Por ejempto, los denominados posmateriatìstas deberían estar más dispuestos a respaldar [as actividades potíticas de aquellos movimientos sociates que reivindìcan [a paz, [a igualdad, [a justicia y [a protección del medio ambiente que de aquell.os que defienden [a seguridad en e[ puesto de trabajo, [a ley y e[ orden.
to dependiente como independiente.
:
,
:
,
198
L9-G
país de este movimiento aportan una (gran cantidad Ce destalles descriptivos, [oero] indivrdualmente no son aptos para el cometido de llegar a una comprensión generalizada de los factotes que determinan la dinámica de los movimientos sociales> (ibíd.: 57), con su comparación de estos cuatro casos se propuso extraer inferencias más amplias sobre los factorcs que conformaron la dinámica y el impacto de los movimientos sociales. Su factcr expli-
Tcro.adas en conjr-mto, estas comparaciones de muchos países representan otros tantos intentos cie desvciar los determinantes de la oposición política nc violenta y de la actividad de los movimientos sociales. Los investigadores recurrielon a diferentes muestras de países: sólo democracias (Powell 1982), una selección de países democráticos y tie países no dernocráiiccs (Ingiehart 1997; Inglehart y Welzel 2005) y dos muestras globales (Haas y Stack 1983; Gurr 1993). Asimisno definieron unidades Ce análisis distintas, entre ellas, Estado-¡ación (Powell 1982; Haas y Stack 1983), grrrpos cornunales (Gurr 1993) e indi-
cativo clave es la , extendido entre las bases sociales de los activistas que integrabarr tres grupos: profesionales y empleados del sector público; agricultores y propietarios de terrenos afectados; y estudiantes y jóvenes radicales (ibíd.: 61). Asimismo, los gobiernos en los cuatro países mostraron una determinación similar con respecto al desarrollo cle la industria de la energía nuclear. El concepto de o <>. Por su parte, las estructuras outplrt representan la capacidad de las instituciones de un país para satisfacer las reivindicaciones y reparar agravios de grupos mediante una respuesta de política pública apropiada, y se califican de o . La combinación de estas dos dimensiones genera una malriz 2x2, de tal manera que cada uno de los cuatro casos de este estudio encaja en una de las celdas resultantes (véase la figura 8.1). Esta tipología cuádruple de países se utiliza luego para explicar tanto las estrategias como los impactos del movimiento antinuclear. (lbíd.: 67 -72) conclu-
económico, ya sea en forma cle crecimiento, nivel de desarrollo o desequilibrios estructurales en ia economía, explica parte de la variación en ia actividad de protesta. Powell (1982), Hairs y Stack (1983) y Gr-rr (1993) apuntaron que la heterogeneidad social en fbrma de fi-agmentación étnica o movilización de grupos comunales son factores explicativos importantes cle la protesta política. Haas y Stack (1983) y Gurr (1993) demostraron que la orgauizacióu de grupo es relevante a la hora de dar cuenta de Ia protesta política no violenta. La diferencia ciave entre estos estudios estriba en sus resultados con respecto a los efectos de las formas democráticas de gobierno en la protesta política. Para Haas y Stack (1983), la democ¡acia tiende a inhibir el volumen de huelgas de los trabajadores, mientras que, según Gurr (1993). tiende a brinda¡ l: oportunidad política necesaria para Ia moviiización de grupos comunaies. Estas y otras diferencias en torno al movimiento obrero y otros movimientos sociales constituyen mayormente la base de los trabajos comparados sobre movimientos sociales con pocos países que se examinan en el apartado siguiente.
La comparación de pocos países La comparación controiada de pocos pa.íses arroja pistas iurportantes sobre los orígenes, la forrna y el impacto de los movimientos sociales al permitir un examen más detallado de la dinárnica de la movilización social I'de los rasgos de los contextos políticos en los que los movimientcs sociales pretenden introducir cambios. En este apartado se expondrán los siguientes estudios: la comparación de los movimientos antinucleares en Francia, Suecia, los Estados Unidos y Alemania Occidental de Kitschelt (1986); la comparación de datos de protesta a nìr'el indi.¡idual en los Estados Unidos, ei Rein<¡ Unido, Alemania Occidental y Frarrcia de Dalton (1988); la comparacióu de la dinámica de los movimientos sociales en Hoianda, Aiemania, Francia y Suiza de K¡iesi et al. (1995); el examen de los derechos de cjudadanía y de los movimientos sociales en Brasil, Chiie, México y España de Foweraker y Landman (1.o91); y Ia comparación del movimiento de mujeres en el Reino Unido, los Estados Unidos
y
í
4..
i'
Canadâ de Bashevkin (1998).
Kitschelt (1986) argumentó que el movimiento antinuclear resultaba apropiado parala comparación, ya que surgió en Europa y Norteamérica más o menos al mismo tiempo, pero experimentó una evolución dispar en los cuatro casos de su estudio (Francia, Suecia, los Estados Unidos y Alemania Occidental). Partiendo de que los estudios centrados en un solo
4'rþ
(Suecia y los Estados ilativas>, canalizando
de grupos de presión, peticione En tos que operaban en el marco d ica sensibles (Francia y Alemania de mayor confiontación, incluidas manifestaciones públicas y actos de desobediencia civil. En cuanto al impacto, los movimientos lograron más avances procedimentales en las estructuras de oporhrnidad política abiertas y sensibles de Suecia y los Estados Unidos, donde se había logrado un mayor acceso al proceso f'ormal de toma de decisiones (ibíd.: 74). En los
200 207
Figura
8.1
Estructura de la oportunidad política Estructuras polÍticas rnput
Abiertas Estructuras
Fuertes
potíticas oøtpøt DébiLes
Cerradas
Suecia
Fra
Estados Unidos
Atemania
ncia
0ccidentaL
FrÆNrE: Kitschelt (1986: 64)
y sensibles, el movimiento tuvo un impacto mucho mayor consiguiendo la parulizacíón de centialés nucleares existentes, la ralentización de la construcción de nuevas plantas y el cese dé.la financiación de nuevas centrales (lbíd.: 77 -82). En cambio, la fircrza de los partidos verdes', que representan un impacto estructural de los movimientos, se reveló mucho mayor en las estructuras de oportunidad política menos sensibles. Así pues, las estrategias de los movimientos antinucleares, el grado en que alcanzaron sus objetivos y sus legados vinieron determinados, en gran medida, por los tipos de contextos políticos en los que se movilizaron. En Citizen Politics in Weste¡n Democracies, Dalton (1988) eomparó datos a nivel individual sobre las actividades de los movimientos sociales en los Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania y Francia. Obtuvo sus datos a través de una serie de encuestas que establecen una escala de actividad de movimientos sociales que os.cila entre combatividad mínima y ortodoxa, y combatividad m¡íxima y heterodoxa (ibíd.: 63-6a). Mediante técnicas de regresión, Dalton comparó los efectos de seis variables explicativas sobre la escala de actividad de los movimientos sociales, hallando pautas coherentes eir los cuatro países. En estos países, los hombres jóvenes con una buena educación, una fuerte identificación con un partido político, un sentido particular de la eficacia política y una insatisfacción global con las políticas gubernamentales tienden a participar en actividades sociales más combativas, como manifestaciones, boicots y huelgas ilegales (ibíd.: 69-70). Las pautas en estas cuatro democ¡acias llevaron a Dalton a concluir que la protesta política es menos probable entre individuos que sufren privaciones y alienaciones que entre aquellos que poseen recurpaíses con estructuras de oporlunidad política abiertas
sos políticos
dos, que se caracterizan por formas más convencionales de acción política. Por otra, los países con Estados excluyentes fuertes (como Francia) suelen exlibir niveles de movilizactón social más bajos, que se concentran en formas bativas (Kriesi et al.1995:51-52). En países en los que la
y sociales.
Kriesi e/ al. (l'995) se sirvieron de datos de eventos de protesta en su análisis comparado de cuatro países de Europa Occidental, con el fin de examinar los orígenes, lanaixalezay, con un alcance limitado, el impacto de los movimientos sociales en el contexto de las pautas de movilización más amplias de oüos grupos sociales. Se centraron en los movimientos feministas, estudiantiles, pacifistas, verdes y gays en Holanda, Alemania, Francia y Suiza, comparando asimismo las protestas de grupos de derecha. Los datos de eventos de protesta se codificaron a partir de una lectura de las ediciones del lunes de los grandes periódicos en los cuatro países. No se trata de una selección de eventos aleatoria, sino, según los autores, de r:na muestra representativa, susceptible de reflejar la mayoría de ¡.,-:
It,i
203
202
CUAÐRO RESUMEN
8.2
Foweraker y Lanclman (1997,1999), desplazan (Foweraker y Landman t997: 49), lo que les sitúa en la del diseño de sistemas de máxima similitud (véanse Faure 1 994 y los capítulo s 2 y 4 de este libro). Al igual que el trabajo comparado sobre el desarrollo económico y la democracia (véase el capítulo 6), los autores emplean varias medidas de protección de los derechos políticos y civiles para ilustrar los contornos de los derechos de ciudadanía en los cuatro casos. Los derechos se codificaron a partir de una lectura de las constituciones, las leyes, los decretos y los actos institucionales de los regímenes políticos vigentes en los cuatro países (Foweraker y Landman 1997 5I-52). Los derechos se midieron combinando una serie de escalas publicadas sobre la protección de derechos (1bíd,.: 52-62). Estas dos medidas de derechos se utilizaron luego para generar una tercera que refleja la disparidad entre el ámbito de los principios y la realidad p¡áctica (ibíd.: 62-65). Los eventos de protesta de movimientos sociales protagonizados por trabajadores se recabaron de la Organización Internacional del Trabajo, y los eventos de datos de otros movimientos sociales se codificaron usando fuentes primarias y secundarias sobre actividades de grupos de base, gnrpos de autoaluda y organizaciones feministas y campesinas, entre otras. Ambas medidas de movilización social se aplicaron para describir los perfiles de Ia actividad de los movimientos sociales en los cuatro casos. Las medidas tanto de ilerechos como de movimientos se usaron después para examinar la relación directa entre derechos y movimientos, manteniendo, al mismo tiempo, constantes los factores económicos subyacentes, tales como la tasa de crecimiento, el nivel de desarrollo y el índice d.e inflación
Fracturas sociales tradicionates
Estado-Iglesìa, tìerra-'industría y obrero-propìetario. La fractura entre e[ centro y [a periferia se desarroltó en Europa duranie los sigtos xvt y xvir, y entraña cuestiones tates como ta reLìgión nacionaI frente a [a relìgìón supranacional (por e_iempLo, La Igtesia anglicana frente a [a IgLesia catóLica) y [a adopción de [enguas nacionates frente a[ Latín. La fractura entre Igtesia y Estado hace referencia a cuestiones tales como [a autoridad secutar frente a [a ret'igiosa en materias como [a enseñanza púb[ica, e[ derecho de famìl,ja, eL bautismo, e[ aborto, etc. La fractut'a entre tierra e industria imptica cuestiones tates como eL equì|.ìbrio adecuado entre e[ sector agrario y e[ Índustrial en materia de ìmpuestos, cuotas de producción y aranceles. Por úttimo. [a fractura entre obreros y propietarios atude a [os probtemas de [a expLotación laboral y e[ control de los medios de producción. Tras [a Revolución rusa. se han incorpoi'ado a esta úttima fractura asuntos tales como [a identificación obrera nacional frente a [a identificación obrera supranacional y [a cuestìón de si los trabajadores están o no comprometidos con e[ movim iento revotucio nario i nternaciona t (ì bíd. : 47). 5ì bien estas cuatro fracturas nacieron de desarroltos históricos datables entre e[ sig[o xvr y los comienzos de[ sig[o xx, adquìrieron un impacto enorme en la formación de los partidos potíticos, y su presencia aún se siente en [a época contemporánea. Los partìdos potíticos de corte retìgìoso reftejan diferencias en [a fractura centro-periferia, así como en [a fractura Estado-Igtesìa. Los partìdos tiberales y conservadores responden a diferencias respecto a [a fractura Estado-lglesia. Los partidos comunistas, socialistas y laboristas reivindjcan una mayor intervencìón para patiar La dificil' situación de los trabajadores bajo e[ yugo del capìtatÍsmo industrial y, en cierlos países, del capitalisrno postindustrial. Con e[ tiempo, estas fracturas tradìcionates han perdido intensìdad y se han apaciguado, de tal : modo que los nuevos probtemas han creado nuevas fracturas. La comparacìón de Kriesi ef aL I (1995: 81) de Los movìmientos sociales en Europa 0ccidental muestra que [a atenuación r de [a fractura propietario-trabajador en los cuatro países afecta directamente aI grado i en et que los movimientos sociates han respatdado eL desarrotto de [a nueva izquierda. posmaterialismo y 0e del posmatenaLlsmo generación (véase e[ cuadro resumen 8.1) en algunos países se percibe y entiende como [a generación de una nueva
,
fractura.
-:-.::_.:.¡:øJ
(ibíd.: 172). Las comparaciones iniciales permitieron descubrir en los cuatro casos grandes fluctuaciones a 1o largo del tiempo en la protección de los derechos políticos y iiviles de los
j ,j
i
ciudadanos, una pauta general que evidencia su transición colectiva del autoritarismo hacia la democracia. Estas similitudes generales se contrastaron con las diferencias en la naturaleza de su transición democrática. Chile y España tuvieron transiciones a un sistema democrático, mientras que Brasil y México experimentaron transiciones (ibíd.: xxiv). Asimismo, la comparación muestra las diferentes formas en las que los regímenes de estos países protegían los derechos positivos y los derechos efectivos. Los autores vieron en esta divergencia entre principios y práctica ún elemento crucial para
comprender los orígenes y el impacto de la actividad de los movimientos sociales (ibíd.: 117-118), así como también un reflejo de la estructura de oporhrnidad política (Foweraker y Landman 1999).
204
Con los datos de los eventos de protesta, Foweraker y Landman mostraron que en los cuatro países surgieron olas similares de movilización en el seno tanto del mòvimiento õbrero como de otr ada ola tiene un comienzo, un clímax y un final claros, observ del movimiento obrero tiend.e a p....á", u la movilización de ciales. Esta primacía remporal de la movili_ zación obrera sugiere que es la clase trabajadora de movilización más_general en condiciones auto¡itarias, que es lu movilización de -los demás movimientos sociales (Foweraker y Lan En todos los ca_ sos, el patrón de las reivindicaciones formuladas por los movimientos sociales apunta a que conforme crece la ola de movilización, las reìvindicaciorìes pasan del ámbito de lo material y económico al de la protección de los derechos políiicos y civiles þásicos
(ibíd.: 143-150).
Una vez descritos los perfiles tanto de los derechos ciudadanos como de las movilizaciones sociales, Ia comparación de los cuatro casos se sirve de Ia correlación, la regresión y una forma de análisis booleano para examinar las formas en que están relacionados derechos y movimientos (véase también Wickham-Crowley t993). Los autores postulan relaciones unidireccionales y recíprocas entre los derechos y 1os áovimientos (véase el cuadro resumen 8.3)- Las correlaciones resultan más sólidas int . lu movilizacidn obrera y la protección de los derechos, lo que sugiere bien que la mayor prôtección de los d.erechos alienta los movimientos, bien que los movimientos logrania ampliación de los derechos. El análisis de regresión confirma que existe efectivamènte una relación fuerte y fecíproca ¡ntre la protección de los derechos y la movilización social en Brasil, una relación reoíproca pero parcial en Chile, una relación relativamente débil en México y una relación rltamente concentrada en España. Además, las técnicas booleanas muestran cómo difieren las relaciones en el corto plazo dentro de los periodos de tiempo que se comparan. En su Jõnjunto, estas distintas relaciones sugieren que el proceso d. t urrsfo.-ación democrática -'n estos casos se catacteriza por la lucha de los movimientos ;ociales por los derechos (1bíd.:232). ' El estudio final de este apartado compara las suertes del movimiento feminista en tres países con gobiernos conservadores: las Administraciones Reagan y Bush þadre) en los Estados unidos (1981-1992); el Gobierno Mulroney en canadá (tszl+-tggl);v los años de Ihatcher y de Major en Reino Unido (l)79-1997). Silvia Bashevkin (1993: 3) comienza su tbra Women on the Defe.nsiv¿ con estas tres preguntas importantes para la investigación ;omparada de los movimientos sociales:
cuADRo REsuMEN
8.3
Derechos ciudadanos
y movimientos sociales
Estudìos de historia. sociotogía y economía poLítica especifican de distinta manera [a retacjón entre los derechos ciudadanos y los movimìentos socia[es desde tres perspectivas diferentes: 1) [a perspectjva de los derechos, 2) ta perspectiva de los movimientos. y 3) [a perspectiva duat. La perspectiva de los derechos sugiere que e[ idioma de los derechos individuales actúa como estandate de los movimientos sociales y como moneda común de [a protesta social de tal manera que los derechos jndividuales desencadenan La actividad de [os movimientos sociates. La perspectiva de los movimientos apunta a que las luchas sociates libradas por los pobres, oprimìdos y excluidos logran [a ampliación de los derechos individuales de una manera gradual a [o largo de periodos de tiempo prolongados durante los cuales los movimientos sociates dìfunden e[ conocimiento de los derechos, además de conseguirlos para sí mismos. como su nombre indica, La perspectiva duaI argumenta que derechos y movimientos se refuerzan entre sí. actuando como catalizadores mutuos. Estas tres perspectivas se representan en [a figura 8.2 y et análisjs comparado de los datos llevado a cabo por Foweraker y Landman (1997) sobre los casos de BrasiL, ChiLe, México
Figura
y España ofrece respatdo empírico a [a perspectìva duat.
8.2
Tres perspectivas sobre las relaciones entre los derechos ciudadanos y los movimientos sociales Derechos ciudadanos
fvlovimientos sociaLes
-->
Perspectiva de los derechos i\'4ovimientos sociales
-------]
Derechos ciudada nos
:
l. 2. 3.
¿Qué ha pasado con los vibrantes movimientos sociales de los años sesenta tenta? ¿Fueron engullidos por los buenos y codiciosos tiempos de los años ochenta?
y
Perspectiva de tos movim'ientos Derechos ciudadanos
ê
f4oyimientos sociaLes
Perspectiva dual FLE¡{IE: Adaptada de Foweraker y Lmdman (1997: 226-23I).
se-
¿Trajeron consigo los malos y mediocres años noventa el desastre final, al haber cadavez más gente que adoptaba el enfoque vital de ?
Con su comparación del mismo movimiento en condiciones de gobierno similares, Ba;hevkin resolvió responder a estas preguntas centrándose en el d.el movimiento feninista tras su de los años setenta, marcado por el Año Internacional de la Mujer
que la OIrIU declaró en 1975. En los tres países, el movimiento feminista entró en fase de repliegue, al tiempo que los respectivos gobiernos aplicaban políticas sociales basadas en una forma extrema de individualismo neoliberal que, paradójicamente, buscaba limitar la libertad de opciones de las mujeres respecto a la reproducción y sus otros derechos. La comparación incluye una valoración de los avances y retrocesos antes, durante y después de estos periodos de gobierno conservador mediante un examen del historial legislativo-jurídico y más de cien entrevistas con mujeres activistas. El estudio representa, pues, un ejemplo de diseño de sistemas de máxima similitud que pretende examinar el caso concreto del
207
rovimiento feminista, sin rcnunciar a derivar infe¡encias más amplias sobre el éxito de los r.ovimientos socialés en general. De acuerdo ce.n l<¡s rgsultados de la comparación de las decisiones legislativas y jurídias relativas a cuestiones planteadas por el movimiento feminista (véase la figura 8.3), este Itimo sufrió reveses formales en el Reino Unido y los Estados Unidos, donde el porcenta: de decisiones positivas se redujo durante los gobiernos conservadores. Sólo el moviricnto canadiense registró avances en los años del mandato Mulroney, du¡ante el cual el orcentaje de decisio.nes positivas aumentó sustancialmente. ,De los tres países, el moviriento en los Estados Unidos fue el que más reveses sufrió, particulârmente bajo el manato de Bush, durante el cual el porcentaje de decisiones negativas fue superior al porcenrje de decisiones positivas. Bashevkin (ibíd.: 47) explicó estas diferencias internacionales n parte por la presencia del Tribunal de Justicia Europeo en el caso del Reino unido y r aprobación de la Carta de Derechos y Libertades en el caso de Canadá, que limitaban la apacidad de los políticos de recortar la legislación profeminista.
ligura
8.3
tres casQs, el movimiento feminista tuvo que enfrentarse a un esfuerzo concertado destinado a dividirlo políticamente explotando las fracturas existentes en su propio seno (ibíd.: 165-166)' A pesar de estas similitudes, las activistas brit¡ínicas .n*a..arõn su lucha alaluz
Una comparación de las decisiones legislativas y jurídicas sobre las mujeres en el Reino Unido, los Estados Unidos y Canadá
'o o
Eo Eo .F co o
d
Pre-Reagan
Reagan
Pre-Mulroney
Mulroney
Gobiernos
I ! !
Positivo Negativo
Mixto
ueme: Adaptada de Bashevkin (1998:249-256)
Los estudios de un solo país Los tres ejemplo mientos
08
209
tiles )mp :gia
'
soro caso. E¡ The strategy of sociar protest, Gainson (1975) s en los Estados Unidos con el objetivo de examinar la estra-
Figura
8.4
Resultados de 53 > en los Estados unidos, lg00-1945
ientos sociales entre lg00 y r945iEn Democracy and Disorzr,Tartow (1989) estudió eventos de protesta de r¡na variedad de movimientos sociales rra calibrar sus efectos en la democracia italiana entre 1965 y 1975. Finalmente, con Inving Womenb Rebellion, A¡rne Costain (1992) proporcionó un estudio exhaustivo del moviLiento feminista en los Estados Unidos examinando la relación entre los eventos de pro,sta, las leyes presentadas y aprobadas en el congreso y las pautas de opinión pública. La lmparación de estas obras ilustra claramente sus distintas aportaciones al estudio d.e los
Aceptación
Plena Respuesta Muchas
Lovimientos sociales. Gamson (1975: 19) identificó entre 500 y 600 diferentes (grupos opositores> (challenng groups), u organizaciones de movimientos socialer, .n .f p"iodo comprendi¿o .nt 300 y 1945 en los Estados Unidos, de los que, en su opinión, .r r.pr. :_53. Su análisis > (ibíd.: ix). Definió como grupô
Nuey¿s
I
20t6 (38q") I
prevención
(11%)
ventajas
.
rción formal y conÇacidad. de llevar a cabo desafio: (ibíd.: la). Su muestra alea_
plena
Ninguna
Cooptación I Ninguna
FUENTE:
5122 (e%) |
Cotapso
(42"t")
Adaptada de Gamson (1975: figs 3.1 y 3.2)
*ii'J,'"i""":3t1ïiïffi:Ï:f i:i*.åïîî::1"r#;:
,formistas (32%) yveinte grupos )s tuvo lugar en los años treinta, sesenta y ochenta del siglo ix, así como en pririera la icaday los años treinta del siglo xx, lo que sugiere ciertJnafuraleza recurrente v cíclica r sus movilizaciones (ibíd.: 2l). Según Gamson, el éxito del grupo tiene dos dimensiones. La primera dimensión hace rerencia al grado en el que el grupo logra aceptación por parie-de sus principales antagostas, lo que significa que el grupo ha experimentadõ un cambio desäe <ú hostilidaã o diferencia hasta una relación más positivu (ibíd.: 3l); esta dirnensión se categoriza con etiqueta o noingl-o, (rbid,.:29). Lá combiLción de estas dos dimensiones produce un conjuato de cuato resultados, a saber: respuesta ena, prevención, cooptación y colapso. En la figura 8.4 se muestra esta clasific".ión d. ratro resultados y la cantidad de grupos que puede incluirse en cada una de las categorías. Como indica la figura, la mayor parte de los grupos incluidos en la muestra de Gãmson rlapsaron o lograron una respuesta plena (42 y ZZi:1", respectivamente). En su estudio inntó explicar estas diferencias examinando las característiãas, las estraiegias y los factores stóricos relevantes de los distintos grupos. Mediante una serie de comparaciones bivariable simples, Gamson identificó los factos clave que En cuanto a las características del grupo,
que inte .s objetivos. 'eriguó
cciones
y centralizadas, con muy pocas xterior son los grùþos que más "orr.ìgrr.., os monotemáticoi que no t ut- de cráticas
despla-
r a sus antagonistas y ofrecen incentivos selectivos a sus miembros son los que tienen
ás éxito. Además, estos mismos grupos suelen obtener más éxito si están dispuestos a
Estas conclusiones ponen sustancialmente en entredicho gran parte de la sabiduría po-
pular sobre los movimientos sociales ta¡rto en los Estados Unidos como en otras sociedades avartzadas. En primer sociales no son una respuesta irracional a fallos suby anifestaciones organizadãs, burocráticas y racionales ia de la acción colectiva es máxima cuando los grupos ofrecen a sus miembros (véase el cuadro resumen 8.4). En tercer lugar, el uso de la violencia y el nivel de represión adquieren una repercusión directa en los resultados de los moyimientos. Aparte de estas tres conclusiones, los hallazgos de Gamson (1975) han suministrado un número importante de vías de investigación académica para posteriores estudios sobre los movimientos sociales en diferentes periodos de tiempo y en otros países. Por ejemplo, el estudio de las organizaciones de los movimientos sociales ha continuado siendo importante (véanse Zald y Ash 1966; Dalton 1994; Kriesi 1996), al igual que los estudios comparados sobre la supervisión y vigilancia de la actividad de protesta de los movimientos sociales þor ejemplo, Della Porta 1996;
Della Porta y Reiter 1998). Sidney Tarrow (1989) se planteó la extensión de los límites de la política de masas tomando como caso de eshrdio las protestas en Italia durante la turbulenta década que va desde 1965 hasta 1975. Du¡ante este periodo, el país asistió a una oleada de protestas que comenzaron con huelgas organizadas y protestas universitarias y se propagaron a trabaja-
21C
¿rt CUADRO RESUMEII 8..I
trabajcs sobre los movimientos sociaies y qe prestabâ bien como eshrrjio cle casc ile mínima
Mancur Otson y los incentivos setectivus
dccio¡t que En
En La !ógica de La of Collective Action),lr4ancur gLson (1965) desai'rol[ó una teoría con respecto a [a propensión de [as þerso_ nas a unìrse a grupos. del supuestÖ de que et comporlam.iento poií_ iico individuaI es sjmitar aI comportamiento económico inclividuat. de taI manera que es raciona[ que [a gente sopese los costes V benêficios de ei.egìr seguir un Ceterminado curso de acción. En segundo lugar, Otson asumió que [os grupos que se movitìzan en torno a at_ gún interés cornún están surninistrando un bien púbt.ico, es decir. un bien que beneficia inctuso a quienes no son miernbros del grupo, como, por ejernpto. [a protección del nedio anrbjente. En tercer lugar, Otson sostuvo que e[ suminìstro ¿ei ¡ien púbtìco no basta para hacer que un indivìduo se-una a un grupo. ya que no es necesario formar parte del mjsino para disfi'utar de los beneficios de sus acciones. A este individuo se [e dencmina > o <>. ya que puede disfrutar de los beneficios del grupo sin sopor_ tar eI coste que supone tomar paite en sus actjvidades. En cuarto Lugar. siis racionaI para un individuo ser >, entonces tos grupos deben proporcionaiciertos bienes únicamente a quienes participan en sus actividades. A estos bienes se les denomina < (ibíd': 51). Los incentivos selectivos pueden consistir tanto en una sanción para los no partìcipantes comc en una i.ecompensa para Los participantes. unos y oiros se denominan respectivamente incentivos selectivos negatirros y posiiivos (ibíd.: 51). Er. grupo sóLo puede movilizar a sus m'ititantes ofreciendo tales incentivos. La idea de los incentivos selectivos es irnportante para e[ estudio de los movimientos sociates,.ya que no result¿ nada obvio que e[ agravio baste por sí sor.o para mover a ra gente a [a acción (véase Foweraker 1995: 15-16t La partìcìpación en r.a actividad de Los movimientos sociales es costosa en tiempo. dinero y otros recurscs- En casos extremos, [a actividad de los movimientos sociates puede votverse viotenta y, por.consiguien.te, amena_ zar [a integridad fisica de [os participantes en e[ movimiento. Lri org.n.i.;.iones formates a través de las que se articutan los movimientos sociales, tales como las uro.i..ion.r.ìo-
Una de las aportaciones clave de su estudio a otros trabajos comparados sobre ltts movilriientos sociales es la noción de un (véase la reseña sobre Ki-iesi el a/. I995), q*e tiene los siguientes rasgos y trayectorias identificabies:
logistas.'[os sindjcatos, [os grupos feministas, los cotectivos homosexuates. etc. cieben proporclonar un conjunto de incentivos selectivos para nrovilizar a sus
as de
de
lgs
mjlìtantes.
Estos
por ejempto boletines de noticìas pe_ l. tipos de interés reducidos en tarl.e_ lazzc t, ¡¡-i.^+--
^,,^ ^
., ,, ,::;1'.u,#Xinä:;,î,',ï,ï,
ïï
I I
ü
"l
I
pacientes, ferroviarios y pasajeros, obìspos y bíd : 5). Tarrow defendió la elección ¿.f.ará duró idenotros
272
273
stas a miembros de los grupos de iales (por ejemplo, Ia National O
, y el National Women s Political es.
Durante Ia segunda mitad del siglo xx, declive hasta finales de los años cincuenta, I llegando a su clímax en 797 5, con momento
egistró, primero, un nales de los sesenta, s nuevamente en los
9-10). A lo largo por el Congreso
Volvió a repun1974 durante la Legislatura XCIII (ibíd.: 10-11). Partiendo de esta evidencia, costain (ibíd.: 25) examinó la relación entre las pautas de protesta y de promulgación de leyes, centriándose en la moviiización de recursos del movimiento, en el empoderamiento de sus militantes a través de la concienciación y en las formas en las que el gobierno facilitó las actividades del movimiento. Costain argumentó que la estructura de oportunidades políticas cambió sustancialmente es de los años sesenta y colas protestas y en la legislaAdemás, el cambio de oporde natalidad más eficaz y al impacto de su incorporación masiva al mercado de trabajo, dio lugar al surgimiento de nuevas cuestiones y a la aparición de militantes potenciales para el movimiento feminista que alteriormente no existían. A esta coincidencia de eventos se sumó la promoción directa del movimiento por el gobierno, impulsada inicialmente con la creación por el presidente John F. Kennedy de la Comisión Presidencial sobre el Estatuto de Ia Mujer (ibíd.: 23). A estas alruras, el movimiento feminista tenía la capacidad organizativa y una voluntad cada vez mayor para buscar soluciones colectivas a los problemas sociales de las mujeres (ibíd.: 26). Los datos de las series temporales permitieron a Costain señalar los momentos álgidos y bajos en la lucha del movimiento por la reforma de las instituciones políticas y culturales dominantes de los Estados Unidos. Ahora bien, en lugar de observar un flujo unidireccional de acciones políticas , Costain describió una imagen mâs matizada de la relación mutuamente influyente entre el movimiento, el Congreso y la opinión pública. Esta relación se resume magistralmente en el modelo estadístico que figura en el Anexo de su obra y ha sido desarrollado más pormenorizadamente en trabajos posteriores (véase Costain y Majstorovic 1994). Más allá de sus conclusiones inmediatas sobre el movimiento feminista en los Estados Unidos, Costain (1992) formuló inferencias interesantes sobre la relación entre los movimientos sociales y los gobiernos. Esta relación no es siempre antagónica y, como también indicó Bashevkin (1998), es posible lograr avances significativos dentro de un contexto político que inicialmente podría percibirse como hostil a los .
a 3
åg Tã â'Þ
6
3Ë dF
a ;'
ÊË 9'-Ø
€E¡[iFËäånðËfãåËäg';íË tãË Ë E;'¿qËågåi;ËñFa"¡'r*'ã' sc ñB* - Es* +s-15¡'ãTgHS!3, e¡E*älats 3iFËil:åËãÈg' :fqÞËÉì åE = Nã:E dlsEËFäiä'Ë3lfäããËË,ää, ä3. i äã ! ã [ëgËS ã gÊ Ê ã:eå E¿:5r ä; 4rilåË,BFFEãåËÄåËËårii åâã. o 0ãÉ 9'oT;h+=H-,oEPi<.;;áze
3'i EE
Ë õs
ÊoÞ
F
ãËËlååäåä*åäåË[älÉãå ãßqËiËEEB.-soËe=eeu8Ë
Þã
ää
+
fngäÞaããÉP*sãsi*ËäEË ,sia
F 8-S
å
Ët*H;öÉr*Ëgãfgii,ßásxí åá d$ååËilä¡s+€8ËiirBsää €å
Ø
ir¡¡
Ë î
åg eä
2
H
:
i
i
tãiã;ËifFs€ã;eã;ä+íE Få: såãäËEsxË;ËäåËlËB, ËãË l;HãËË.,trË"AÇäHã+H35,:-' iËsi ã-.j
Ë iå gËäåggäåËåëäflå$*flä$IåíiuãI: ct ct
äãê áY,s
'ãiåååååårËåËrÈäçäFïårã*ä*:
:i
P
g
i
*Ë+äçåFåF3rË$ÉåÉåËåå
313i|=.t3":=l1":.9:I*lllli:',.*pT1d,ï Mérodo de I"ll-"parses
Ejemplos
:"1,': :t":l:ro11ot!jlca
no viorenta
l' movirnientt¡s
Orígenes
Ent¡e 29
mrichos países
democracias
Haas
y 90 países
(1983); Gurr (l 993, 2000);
de
Powell (1982):
y Stack
Inglehart (1997);
so,-riares
Resuliados
Imprcto
Forrn aÆstrategia
Comparacìón
äF
El cambio económico subyrcerrle (creciuriento, desarrolìo, cambio eshrtcÞ,tral), la hcierogeneidad social ¡, ]2 organización de grupos son deteminanles importanles dc
Inglehart y Welzel
las prôtestas. Resultados dispares
(200s)
en cuanto a los efectos de la democracia política
Comparación Entle3yl0
lGtscheit (1986);
Ent¡e ios militantes de los
Las distintas oportunidades polítìcas
pocos paises
países de
Dallon (1988,
nrovimientos sociales en Europa
pueden determinar estralegias
rnciden en el tipo de impacto
Norteanréricl,
figuran personas con educación
diferentes de los movirnrentos
qne ìogr:an los movimientos
Enropa y
1994); Ituiesi et al. (1995);
superior, rentas medias y con
sociales Los movinlientos exhiben
sociales La movilización puede
América Latina
Fcweiaker y
ocripaciones profesionales
olas de movilización con r¡omentos
canrbiar ìa opinión pÍrblica
Landnran (l 997);
La protección cambiante de los derechos políticos y civiles puede
de aumento, álgiclos y declive claros
sobre los temas relacionados
Los primeros ¡reriodos de protesta son menos violenios que los finales. [,a
con los movimientos. Los
nlovilización obrera tiende a preceder a la novilización de otros
avalìces en aîros Los
de
Bashevkiu (1998)
traer consigo una mayor
movilización
Estutiios de
Italia y Estados
Gamson (l 9?5);
nn solo país
IJnidos
'ìirrol
(l989);
Costaiu (l 992)
Las oportunidades políticas
movirni:ntos pueden logr-ar nìovrmlentcs son tìn
movimientos sociales
componente clave deJ proceso ,le democratización
La acción del gobierno puede
En los cicÌos de plotesia siempre lray
facilitar la aclivrdad de los
a los qne iLtego se unen