REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSIDAD EXPERIMENTAL SIMON RODRIGUEZ
Tendencias Pedagógicas de América Latina y el Caribe FACILITADOR: FELIX HENRIQUE
PARTICIPANTES: ASTUDILLO ROSILDA ASTUDILLO NAVELYN BARRETO YSMELBA BRITO ROSIRIS
CUMANA ABRIL 2015
INTRODUCCION. Los nuevos aires que recorrieron al educación crearon un ambiente propicio para alguna de las doctrinas que transpusieron la frontera de los años 60 se transformasen buscando adaptarse a nuevas ideas y nuevos hechos; otras incapaces de ponerse a la altura de los acontecimientos, debieron recurrir a otros métodos para enfrentar las pedagogías críticas y ponerse al servicio de estilos educativos que también obraron por oposición. Los sistemas escolares de América Latina y el Caribe reflejan una mezcla extraordinariamente de pensamientos filosóficos y pedagógicos que, en
compleja
amalgama,
orientaron
las
discusiones
en
educación,
especialmente al menos desde la generación del ochenta hasta la aparición del modelo de la Escuela Nueva. Es imposible dar cuenta en pocas páginas de la historia de las ideas pedagógicas en América Latina y el Caribe, se tratara simplemente de presentar el panorama de tal manera quede en claro cuáles fueron los caminos que transitó la pedagogía a lo largo de la historia. Conocer algunas de las teorías y corrientes que dan sentido a la pedagogía latinoamericana y el Caribe, nos permitirá ir conformando un marco teórico propio, adaptado y comprometido con el actual contexto.
TENDENCIAS PEDAGÓGICAS EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE. Entre 1960 y 1980 se generó un fuerte crecimiento de una actitud crítica que propicia el contexto ideal para el desarrollo de nuevas doctrinas. Entre ellas la pedagogía crítica, nuevas, viejas y rejuvenecidas teorías que conforman un cuerpo histórico, representan un cambio de frentes en las acciones y visiones pedagógicas en A. Latina y el Caribe. La multiplicidad de interpretaciones provoca diferencias y conflictos entre aquellos que proclaman al discurso pedagógico comprometido con la realidad global. El cambio, el desarrollo y la marginalidad conforman los nuevos marcos referenciales para el desarrollo de esta teoría. Se destaca la idea de pedagogía de la dependencia, a través de una concepción lineal donde logra el pasaje de una sociedad tradicional a una sociedad moderna junto con un desarrollo económico. El estado funciona como modernizador e impulsor de la preparación de los RR HH para el desarrollo industrializador en los países subdesarrollados. Se genera una alienación cultural por un modelo de imitación de los países hegemónicos que impide el desarrollo de las culturas originales. La educación se encuentra como herramienta necesaria para un subsector auxiliar cuyo objeto principal es la preparación de insumos para lograr la modernización. Su principal función es la transmisión de valores propios de esa sociedad sin considerar la inserción de la educación en una estructura social concreta. El hombre es considerado como un sujeto económicamente productivo que tiene que ser educado en función de las necesidades del mercado laboral. El poder es construido a expensas de la marginación de lo demás. Pedagogías de la Liberación a partir del pluralismo que se constituye como una tendencia multifacética basada en teorías de la realidad, se
generan democracias populares, amplio desarrollo del marxismo y el socialismo, se levanta la bandera de la lucha social y se encuentran nuevas formas de cristianismo. En un principio este movimiento pedagógico latinoamericano sienta las bases de la concientización de la politicidad en la educación, de sectores alienados y deshumanizados, practica una voluntad de compromiso por el cambio poniendo énfasis en que la concientización se lleva adelante a través de una praxis liberadora. Paulo Freire se establece como referente en la lucha por la liberación y reconoce la existencia de clases sociales en pugna, se decreta como partidario del método dialectico de Hegel (Existencialismo – Hegelianismo – Marxismo), reconoce a la educación como un hecho de poder y política, cristiano militante sin reconocimiento de la iglesia, relata una movilidad dialéctica del pensamiento y de la acción. Escribe “Pedagogía del Oprimido” donde el objetivo es crear conciencia de opresión en la mente del oprimido teniendo en cuenta la posible generación de una conciencia dual, que es cuando el oprimido se confunde los términos “ser más” con “tener más”, o puede llegar a experimentar miedo a la liberación. La Educación Dialogal – Educación y Concientización. Desde la concepción freireana de la educación dialogal se desprende una relación pedagógica autentica, trascendental e instrumento para la concientización. Desde esta posición se generan nuevas formas de expresar la antinomia de teorías:
Teoría Desarrollista Teorías Liberadoras Educación Bancaria Depósito de saberes Hombres educados mediatizados por el mundo
En A. Latina y el Caribe la educación no formal se ha expandido y ha obtenido resultados favorables. La educación paralela, no escolar o extraescolar ha logrado la proliferación de experiencias tendientes a una mayor democratización de la educación, poniendo en manifestación modalidades educativas diferentes. Dentro de sus metodologías incluyen la concientización de las comunidades y la animación sociocultural donde se provee un aprendizaje a subgrupos particulares de la población. Donde se ha observado las mayores avances de este tipo de educación ha sido en la educación en adultos. Se define a la educación no formal como acciones educativas no formales de las instituciones tipificadas como educativas, aquellas que se ejecutan fuera de sus dominios específicos con el fin de flexibilizar el proceso de enseñanza – aprendizaje en los alumnos. Uno de los rasgos identitários socio-cultural y político característico de América Latina se refleja en la construcción histórica de un pensamiento pedagógico latinoamericano, directamente vinculado a la proposición de un proyecto político emancipador en el ideario de consolidación de un continente libre. Desde Simón Rodríguez y Simón Bolívar, la educación se articula a una propuesta política anticolonialista y emancipadora. Siguiendo esta misma línea, destacados latinoamericanistas cómo José Martí, Luis Beltrán Pietro Figueroa, Paulo Freire, entre otros, dedicaron sus reflexiones, praxis pedagógica y labor político, reconociendo la educación como importante precursora de la emancipación y de una Pedagogía de la Liberación. Lo discutido por estos pensadores gana dimensión empírica y resonancia política con la acción de los movimientos sociales en el siglo XX y primera década del siglo XXI, momento histórico de experiencias que dibujan alternativas con potencial contra-hegemónico al modelo de Estado y de políticas públicas históricamente excluyentes.
En la dialéctica de la resistencia latinoamericana, la educación se sitúa como elemento fundacional de proposición de lo alternativo como postulador de nuevas matices conceptuales y re significadoras de lo Educativo y de lo Pedagógico como espacio dónde se pueden generar una “hegemonía alternativa”, articulando el carácter político de crítica a la coyuntura que engendra las problemáticas de fines de siglo en la región y recuperando la dimensión teórico-práctica de la noción de Poder Popular vinculada a la lucha por la Unidad de los Pueblos en América Latina y en el mundo. Pensando este histórico movimiento educativo-pedagógico, la presente ponencia objetiva profundizar esta discusión enunciando el diálogo entre educación libertaria y pedagogías alternativas en el fortalecimiento del Poder Popular. La intención es apuntar algunos elementos para debatir en qué medida una historia de la educación latinoamericana dio o no seguimiento al tema del Poder Popular, vislumbrando la posibilidad histórica de erigir procesos educativos en conformidad con la génesis de un pensamiento crítico
latinoamericanista
y
de
una
praxis
política
verdaderamente
participativa e incluyente. Un segundo propósito consiste en apuntar se visibiliza la constitución de un sujeto pedagógico latinoamericano en la tesitura de la resistencia expresada en la praxis político-educativa de los movimientos sociales en América Latina y el Caribe. SIMÓN BOLÍVAR. Bolívar sostuvo que, la educación era el pilar de la sociedad del nuevo mundo. Junto a Simón Rodríguez consideraba, que las bases de la Moral de un ciudadano y que la construcción de la nueva sociedad, pasaba por fomentar la educación, en estos vastos territorios americanos, con poblaciones alejadas unas de otras, difíciles accesos, pocas vías de comunicación, poblamiento escaso. Llegó a decir que: “ más nos han
dominado por la ignorancia que por la fuerza..” y “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”. El gran pensamiento de Simón Bolívar, su amplio conocimiento y cultura universal, le permitía debatir con su maestro, cuál era el método más adecuado para las escuelas americanas, si la Lancasteriana, la Robinsoniana, u otra metodología. Concebía Bolívar que las madres eran pilar fundamental para la educación de los hijos, se preocupaba que se publicaran en nuestro idioma las obras extranjeras, pedía que se estimulara a los sabios y escritores sobre temas que valoraran nuestros usos, costumbres y forma de gobierno. Dentro del Poder Moral, Bolívar concebía una cámara de educación, y así quedó establecida en su proyecto presentado al Congreso de Angostura en Febrero de 1819, por supuesto, la incomprensión, si se quiere, el temor de los legisladores impidió que se creara la institución. Hoy tiene plena vigencia el principio de crear un Poder Moral republicano, así ha quedado establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, además de fortalecerse el poder educativo, con principios socialistas, como lo son el de la “Educación para todos” y “Educación para toda la vida” SIMÓN RODRÍGUEZ. Simón Rodríguez expresa la necesidad de estimular la educación popular, y utilizar los medios de su época ("pregones, carteles o gacetas") para instruir "no a unos pocos sino a todos". Hace énfasis Rodríguez en las funciones del Estado: "La instrucción debe ser nacional –no estar a la elección de los discípulos, ni a la de sus padres los discípulos no se han de distinguir por lo que pagan, ni por lo que sus padres valen".
Habla además de la necesidad de dejar de pensar en la educación individualizada, pues lo que vale es la educación para todos. Una de sus grandes ideas la planteo así: "Enseñen a los niños a ser preguntones para que pidiendo el porqué de lo que se les manda a hacer se acostumbren a obedecer a la razón, no a la autoridad, como los limitados, ni a la costumbre, como los estúpidos". Se está notando, por otra parte, que en ese espacio continental se les hacen reclamos a los educadores, se les está exigiendo que sean protagonistas de un proceso de renovación moral, de un proceso de renovación ética y de un proceso de renovación social que se está requiriendo con urgencia. Se nos está solicitando además que seamos dirigentes de nuestro proceso de emancipación. Se nos está reclamando que redimensionemos el papel de la cultura como saber, de la comunicación como saber, de tal manera de crear proyectos alternativos que se orienten en nuestras tradiciones. Dentro de este espacio también se nos está exigiendo a nosotros como educadores, como cultivadores de la cultura y de la educación en América Latina y del Caribe, que reivindiquemos el papel del diálogo del que habla Paulo Freiré cuando señala que no hay diálogo posible si no creemos en el hombre, si no creemos en esa fase del hombre por saber más, el derecho al diálogo no es privilegio de unos elegidos sino el derecho de todos los hombres. Esa posibilidad de comunicación constante es una vía alternativa que se nos está exigiendo como educadores en estos momentos tan complejos que vive nuestra región. Frente a esta situación se ha venido desarrollando un amplio movimiento que trata de solicitar con urgencia la necesidad de la investigación, del debate y del encuentro para la conformación de una postura insurgente específica. Esa situación y ese movimiento se está dando
en los países de la subregión andina, entre otros, en Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela, países que están vinculados por lazos geográficos y por lazos históricos y que de alguna forma están planteando la necesidad de la recuperación de nuestra memoria histórica-cultural, el planteamiento de un pensamiento propio que se oponga a la tutela y al colonialismo intelectual de óptica eurocéntrica. Están solicitando la necesidad de que frente a la homogeneidad económica y social opongamos nuestras heterogeneidades culturales. Por otra parte, hay la necesidad de reivindicar en otros horizontes, es decir lo afroamericano, que implica , los aportes de la cultura negra; en este sentido se están dando evidencias concretas en La Esmeralda en Ecuador, en Palenque en Colombia, en Barlovento en Venezuela; se oye sonar un lamento que es precisamente la música de un pueblo que expresa y que goza a África porque es la capacidad de resistencia de un pueblo negro que se niega a la opresión etno racial y que está recuperando para esos pueblos la matriz de nuestra nacionalidad en cuanto a la posibilidad de potenciar una identidad cultural. El otro gran horizonte es la gesta bolivariana; quizás esa herencia es la más comprometida porque se ha manipulado y sus aportes han sido recapturados por la ideología dominante. Sin embargo, sin sacralizar el aporte de esta gesta bolivariana, es importante destacar el alcance de su proyecto histórico, la visión anti imperialista y además la utopía de la Gran Colombia que son tres lineamientos para el proceso de liberación y de emancipación de nuestros pueblos. Otro gran horizonte, es el hecho de que en América Latina existen colectivos indígenas con una memoria colectiva, con una cosmovisión, con unas prácticas culturales que llevó a Juan Carlos Mariátegui a proponer el
socialismo incaico que es precisamente la posibilidad de rescatar esas culturas y de reconocer su espacio dentro de nuestras matrices de nacionalidades latinoamericanas y caribeñas. Simón Rodríguez expresó su compromiso con la cultura afroamericana, con los colectivos indígenas. Fue un impulsor de la Gesta Bolivariana. El
aporte de Simón Rodríguez,
Venezolano ejemplar, quien construye su paradigma educativo, constituye una referencia única para una educación liberadora, transformadora. Su cosmovisión educativa es la integración de la escuela con la praxis social y con el trabajo creador, la cual se debe entender como la necesidad de romper con un modelo identificado con los intereses hegemónicos que buscan
consenso
valorativo
y cognoscitivo
a
través
de
mensajes
ideologizantes. Ello requiere de un educador que formativamente ayude al desarrollo del alumno en sus dimensiones social, intelectual y afectiva y que oriente la formación de un profesional vinculado estrechamente a su contexto, ya que la relación profesional-entorno social será una manera de entender, explicar y asumir su compromiso con el país. En el siglo XIX nos advertía sobre el papel de las Naciones Cultas. En este inicio del siglo XXI la Globalización produce una rearticulación de la compleja dinámica Internacional. Hoy se está produciendo un proceso de desnacionalización, porque el discurso de la Globalización considera que las fronteras son un obstáculo para la internalización de la economía y la asociación de capitales. En consecuencia la Nación Latinoamericana como unidad espiritual está amenazada. Por ello sustentado en la visión de Simón Rodríguez estamos en la impostergable obligación de asumir un Proyecto Nacional de Democracia Soberana y un Proyecto Educativo Alternativo que reafirme y revalorice su identidad cultural y memoria colectiva. La condición necesaria para una política educacional,
un proyecto curricular o una
experiencia educativa que tengan viabilidad; que los sujetos involucrados e
implicados asuman el compromiso de liderizar la acción educativa y los cambios estructurales de la Sociedad Latinoamericana. “Existen las afirmaciones de varios estudiosos de Simón Rodríguez expresando que sus obras solo son entendidas en proyecciones del siglo XXI. Sólo el estudio prospectivo permitirá descubrir los grandes valores de quien Simón Bolívar llamó el hombre más extraordinario del mundo. (Turner y Díaz, 2007. p. 61). El legado de Simón Rodríguez constituye el aliciente y la esperanza por apostar a la refundación de la escuela como portadora de nuestras utopías y sueños por conquistar un mundo mejor PIETRO FIGUEROA. Morán (2004) plantea que para Prieto la escuela representa el escenario donde el individuo descubre su potencial transformador y donde se forjan los nobles ideales de justicia y solidaridad. Dirá: nuestra escuela, por imperativos sociales debe ser progresista, entendido el término en el sentido de una educación para la formación del hombre integral en su postura de miembro de una comunidad, del ciudadano libre y responsable con el desarrollo económico social, capaz de confluir en una mejor y más grande preocupación, no para aprovechamiento de unos pocos sino para mayor beneficio social. La carga humanista que debe prevalecer en la escuela encuentra su realización plena en la conjunción con el anhelo democrático del proyecto de vida de Prieto Figueroa. Para él humanizar es democratizar, y democratizar es elevar al hombre y al conjunto de hombres a la superior dignidad de persona y el medio de personalizar, de completar la obra de la naturaleza en el hombre es tarea de la escuela. Por ello expresa que el fin supremo de la educación es “Desarrollar las virtualidades del hombre, colocándolo en su medio y en su tiempo, al servicio de los grandes ideales colectivos y
concentrado en su tarea para acrecentar y defender valores que, si fueran destruidos, pondrían en peligro su propia seguridad”. BELÉN SAN JUAN. Belén Sanjuán Colina, la maestra, cuentista, poetiza, luchadora social, política, y forjadora; formadora de generaciones de niñas y niños, implantó en Venezuela, a través de las escuelas experimentales, en método pedagógico, que abarcaba todos los saberes, cuyo objetivo era desarrollar totalmente la personalidad de educandos y educandas, prepararlos para la vida, enseñarlos a aprender para que siguieran aprendiendo y formar en ellos un profundo sentimiento nacional. Nació y murió en Caracas (1916-2004). Estudió en la Escuela Normal de Mujeres y se graduó en 1935, y en 1936 participó en la fundación de la Federación Venezolana de Maestros. "De no haber coincidido mi ingreso a la Escuela Normal de Caracas con el surgimiento de la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria, yo no hubiera podido reconocer desde aquel instante histórico hasta el presente, la importancia de las luchas gremiales para beneficio de la docencia". Sus conocimientos teóricos-prácticos en el campo de la educación integral los obtuvo en las escuelas Experimental José Gervasio Artigas (Catia) y Experimental Venezuela (Los Caobos), bajo la conducción de Sabás Olaizola, integrante de la misión Uruguaya, la cual vino al país contratada por el presidente López Contreras para desarrollar "escuelas experimentales", como modelo para la modernización del sistema educativo nacional. Para enriquecer su experiencia, profundizó en el pensamiento de Simón Rodríguez, y acompaño al maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, y al
defensor de la educación rural en Venezuela, Luis Padrino, en los movimientos de renovación educativa que ambos protagonizaron. "En la Escuela Federal Bolívar, situada en la esquina de la ciudad de Caracas, realicé mi primera experiencia de gobierno escolar". Luego de participar en la organización de varias escuelas de ese tipo en Caracas, asumió la dirección del Jardín de Infancia Experimental de San Cristóbal, estado Táchira, que después ella misma transformó en la Escuela Experimental Bolívar, que abarcaba los seis grados de primaria, en respuesta a la gran cantidad de niños sin escolaridad que existía en ese momento en la región.
Una vez que el proyecto de San Cristóbal se consolidó, Belén
Sanjuán fue transferida a Caracas, por instrucciones del ministro de Educación, Rafael Vegas, para fundar y dirigir la Escuela Experimental América, la cual marcó una pauta de organización educativa, que después de varios años de funcionamiento fue clausurada por la dictadura Pérez Jimenista. El abrupto final de esta rica experiencia no amilanó a esa indoblegable mujer. Por el contrario, al poco tiempo instauró una escuela privada, en compañía de Amalia Romero, para poder preservar el método innovador que ella había implantado con las Escuelas Experimentales. Gracias a la ayuda económica de familiares y amigos, en 1955 fundó el Instituto de Educación Integral, que se convirtió en un laboratorio pedagógico donde Sanjuán amalgamó los principios de Simón Rodríguez, dando origen a una experiencia de educación integral venezolana y venezolanista. "No me conformé con soñar con la educación integral, sino que dediqué mi vida profesional a construirla y reconstruirla. Ahora, a mis 80 años y pico, veo mi sueño hecho realidad en las Escuelas Bolivarianas". Belén Sanjuán dejó mucho material escrito, sin embargo nunca llegó a escribir un libro,
"porqué mis alumnos son las mejores páginas que he escrito". (Fuente: Encuentro con las Heroínas de la Patria - 2da Edición - INAMUJER) Se observa la connotación social que esta autora le da al proceso de aprendizaje, hasta el punto de considerar primordial el estudio de la cultura latinoamericana y por ello plantea la creación de las ESCUELAS Y LICEOS REPUBLICANOS. En el aprendizaje se debe tomar en cuenta el desarrollo integral del estudiante: físico, intelectual y moral, que permita el sano desarrollo de su personalidad y evite los traumas educativos, producto del inhumano trato de los facilitadores y de su entorno. Dentro de las estrategias educativas, obtenidas del análisis de sus lecturas, están: • Lecturas y escrituras dirigidas, que fomenten el sentimiento patriótico, el valor al trabajo, la identidad nacional y latinoamericana. • Promoción de la creatividad a través de la construcción de dibujos, pinturas con los dedos, el doblado, el pegado, la observación dirigida d e animales, fenómenos de la naturaleza, cuentos, leyendas, historias, títeres, juegos, juguetes "La educación integral en el pensamiento de Belén Sanjuán" recoge muchos escritos de la profesora Sanjuán que a decir de la compiladora Bracho, tienen un valor significativo "Belén escribió demasiados ‘papeles’ sobre el acontecer del país, que a pesar de ser ideas, propuestas y opiniones, escritas sin continuidad temática, consideramos demasiado importantes".
La educación integral desarrollada por Belén Sanjuán en su trabajo tiene su punto de encuentro con el Sistema Educativo Bolivariano en la integralidad manifiesta del nuevo modelo educativo propuesto por el Gobierno Nacional. La obra pedagógica de Belén Sanjuán se apoya en el pensamiento de Simón Rodríguez, entre otros pedagogos, y asume como una necesidad para el progreso del país la formación integral de niños y niñas. Es así como expresiones de estos días como Educación Integral, Educación para la Paz, Enseñanzas por Experiencias, Visión Integral de la Realidad, República Escolar transitan con fluidez y libertad entre las páginas de "La educación integral en el pensamiento de Belén Sanjuán". Belén María Sanjuán Colina, educadora venezolana, firme seguidora de los postulados educativos de Simón Rodríguez y del maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, afirmaba que la educación debía ser integral, es decir, preparar para la vida. Según ella, la educación era un camino para la construcción del pensamiento en el ciudadano en su constante relación social, siendo crítica de su contexto. A partir del principio robinsoniano “pensar antes de obrar” Explicar la utilidad de lo aprendido para la vida cotidiana y económica. La educación integral es un método pedagógico para desarrollar la totalidad de la personalidad de los y las estudiantes y comprende: la naturaleza del ser vivo, el ambiente natural, el modelo económico, humano y social a que se aspira como pueblo, como ciudadano y ciudadana, como país, como sociedad mundial. De allí que la educación integral concibe al estudiante como el centro y objeto del hecho pedagógico. Belén Sanjuán consideraba como fundamentales la solidaridad, el trabajo, la cooperación, el respeto
mutuo, la cortesía, la justicia, la democracia, la paz, la amistad en la que el binomio dialéctico familia y escuela se conjuga para lograrlos JOSÉ MARTÍ La filosofía de la educación como un saber universal de los procesos y acciones educativas a partir de presupuestos epistemológicos y axiológicos de la actividad humana con un enfoque crítico general lo apreciamos a través de la Obra Martiana, sus elementos y principios aparecen expresados en forma de críticas, elogios, consideraciones ocasionales, consejos sembrados y aseveraciones absolutas, que en forma de aforismos, revelan la esencia más profunda de su pensamiento filosófico educativo. Una crítica severa y profunda constituye la afirmación: "es criminal el divorcio entre la educación que se recibe en una época y la época, o decir que la educación tiene un deber ineludible con el hombre – no cumplirlo es crimen, o bien que, se está cometiendo en el sistema de educación en América Latina un error gravísimo: en pueblos que viven casi por completo de productos del campo se educa, casi exclusivamente para la vida urbana y no se les prepara para la vida campesina. Estas reflexiones profundas en forma de crítica expresan la naturaleza de lo que se considera un principio básico general de su filosofía de la educación: "educar es preparar al hombre para la vida", este principio general se concreta en sus reflexiones axiológicas, metodológicas, epistemológicas y sociales que pueden enunciar otros principios. Un primer principio particular que se puede apreciar es el relativo al de la unidad entre lo cognitivo y lo afectivo: "el pueblo más feliz es el que tenga mejor educado a sus hijos, en la instrucción del pensamiento y en la educación de sus sentimientos". En esta tesis se reafirma uno de sus tantos
consejos: "un pueblo instruido será siempre un pueblo fuerte y libre". Así revela esa unidad entre lo propiamente intelectual y lo afectivo, lo cual resume el concepto integral del hombre que se debe lograr en la sociedad. Otro consejo que reafirma sus principios se sintetiza en la aseveración absoluta: "hombres recogerá quien siembre escuelas". Este sabio consejo acompaña a otro no menos sabio: "la libertad y la inteligencia son la natural atmósfera del hombre". Ambos nos llevan a interpretar lo que puede catalogarse como un segundo principio particular de la filosofía martiana de la educación, el cual se refiere a la necesidad de educar la inteligencia a partir de la ciencia como algo natural, vinculado a la vida en función del desarrollo humano, y señala "esta educación directa y sana; en aplicación de la inteligencia a partir de la ciencia como algo natural, vinculado a la vida en función del desarrollo humano". Esta educación directa y sana; esta aplicación de la inteligencia que inquiere a (
) la mente en la investigación de todo lo que salta a ello, la estimula y le da nuevos modos de vida; este pleno y equilibrado ejercicio del hombre, de manera que sea como de sí mismo puede ser, y no como los demás ya fueron, esta educación natural, quisiéramos para todos los países nuevos de América. El consejo referido a "saber leer es saber andar, saber escribir es saber ascender" confirma la orientación de sus principios y criterios además de sinónima elementos vitales de la existencia del hombre que lo hacen no solo ser como tal, sino desarrollarse. Determinadas máximas absolutas del decir educativo martiano indican el camino y la concreción de sus principios: "ser culto es el único modo de ser libres", y es que se mezclan los elementos que deben estar presentes en toda filosofía de la educación, interpretando el fenómeno educativo a través y como resultado de relaciones históricas, económicas, políticas y sociales del
individuo. La influencia filosófica estaría allí donde se examina el sentido formativo de los sujetos en los centros educativos, la significación política a partir de los fines de la nación y a cuya realización contribuye la educación, la sistematización de la actividad cognoscitiva y los valores del individuo a partir de su propia identidad y sello ideológico que no puede ocultar en su contexto social. El propio sentimiento de querer echar su suerte con los pobres de la tierra lleva a una de las máximas aspiraciones de la Revolución Cubana, la de vincular el estudio con el trabajo, sería este un cuarto principio particular: que se puede extraer de sus reflexiones educativas; así afirma: "un pueblo instruido ama al trabajo y sabe sacar provecho de él". Este trabajo forjador de futuras generaciones debe de estar orientado a confirmar el individuo en su propia tierra, en defensa de la identidad latinoamericana para consolidar la nación. "Quien quiera nación ayude a establecer las cosas de su patria de manera que cada hombre pueda labrarse en su trabajo activo y aplicable a una situación personal independiente". José Martí considera la educación como un derecho humano, que además conduce a la solidaridad: "al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después en pago, el deber de contribuir a la educación de los demás" y "Que cada hombre aprenda a hacer algo de lo que necesitan los demás". Su concepto de educación no es mera instrucción y propagación de cultura, resulta para él más complejo: integra los elementos axiológicos y sociales que la complementan, afirma: "instrucción no es lo mismo que educación: aquella se refiere al pensamiento, y esta principalmente a los sentimientos. Sin embargo, no hay buena educación sin instrucción".
"Las cualidades morales suben de precio cuando están realzadas por cualidades inteligentes", ya que para él: "educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer de cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive, es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo por debajo de su tiempo, con lo que no podría salir a flote; es preparar al hombre para la vida". En las reflexiones educacionales martianas, el maestro y la escuela ocupan un lugar importante por la naturaleza de su gestión en la formación de la personalidad del alumno a partir de su contexto y mediante la labor creadora que realiza en la escuela. En esta tercera dirección detalla que el quehacer educacional del maestro debe lograr:" esta educación directa y sana, esta aplicación de la inteligencia que inquiere a la naturaleza que responde de textos secos, meramente lineales, no nacen, no, las frutas de la vida". Otro principio de la pedagogía martiana es la enseñanza por la vida y para la vida y su carácter práctico. Por eso expresó: "puesto que a vivir viene el hombre, la educación ha de prepararlo para la vida. En la escuela se ha de aprender el manejo de las fuerzas con las que en la vida se han de luchar". En cuanto a la formación integral martiana expresó que en todo momento debía presentarse al niño la unidad dinámica que existe entre los conocimientos
útiles,
el
desarrollo
del
pensamiento
creador,
la
responsabilidad de actuar para transformar el medio natural y social que lo rodea y la formación de valores morales positivos en todo hombre virtuoso.
CONCLUSION. Aunque la situación, el contexto y los retos educativos de América Latina y el Caribe varían de país a país, es posible identificar una serie de desafíos comunes, que persisten a pesar de los esfuerzos en materia de cobertura, calidad y equidad. Los sistemas educativos latinoamericanos continúan asumiendo el reto de garantizar el acceso a educación de calidad a sus estudiantes. Sin embargo los beneficios que aporta la educación al desarrollo de América Latina y el Caribe no proceden solo de los años de escolarización, sino de lo que realmente aprenden sus alumnos. El desafío de la calidad educativa es enorme. Los sistemas educativos de América Latina y el Caribe han vivido durante las últimas décadas procesos reformistas importantes alimentados por diferentes paradigmas o utopías sociopolíticas, psicopedagógicas o tecnológicas, procesos que siempre han generado expectativas superiores a los resultados realmente obtenidos y, como consecuencia de ello, han provocado no pocas frustraciones. A partir de la situación actual, y de los retos de desarrollo que apremian a la región, es razonable pensar que la mejor utopía no puede ser otra que lograr eficazmente más y mejores aprendizajes para todos.
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ISSN
1315-5216.