PENSAMIENTO POLÍTICO REVOLUCIONARIO EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE América Latina es el conglomerado de países entre los cuales se encuentran: México, América Central (incluyendo Belice), América del Sur incluyendo Brasil y las Guyanas y algunas islas del Caribe, tales como Cuba, La Española y Puerto Rico. Sin embargo, podemos señalar que la definición más generalizada destaca que América Lati na es un continente que posee una tradición, historia, lengua, cultura y religión co munes, y cuya característica más significativa es el mestizaje. En estas regiones (A mérica Latina), podemos ver que atreves de toda la historia han surgido movimiento s populares, los cuales tenían como fundamento, la independencia política y las mejo ras de las condiciones socio económicas del pueblo. Sobre estas ideas aparecen en la Historia de América latina y en Caribe grandes pensadores y actores en las dife rentes luchas por la transformación política y económica, entre ellos tenemos: EMILIANO ZAPATA (1877 – 1919) Emiliano Zapata nació en 1877 en Anenecuilco, Morelos, hijo de campesinos “siempre s e distinguió por la defensa que hizo de sus compañeros ante los amos de la hacienda” ( Robles, 1997, p. 14). Encabezo el movimiento revolucionario en el estado de More los, y el 25 de noviembre de 1911 da a conocer el Plan de Ayala, que tiene entre sus principales puntos: • Cons Consid ider erar ar inep inepto to para para el carg cargo o de de Pre Presi side dent nte e de de la la Rep Repub ubli lica ca a Mad Mader ero, o, por por no no h aber cumplido con las promesas que le hizo a la Nación en el Plan de San Luis Poto sí. • Pedi Pedir r el el res resta tabl blec ecim imie ient nto o de de las las tier tierra ras, s, agua aguas s y mon monte tes s que que se habí habían an usur usurpa pado do du rante el Porfiriato, las cuales pasarían al poder de la nación. • Para Para apli aplica car r los los proc proced edim imie ient ntos os resp respec ecto to a los los bien bienes es ante antes s men menci cion onad ados os, , se se apl apli i carían las leyes de desamortización y nacionalización. Durante el régimen huertista, Zapata modifico este plan, el 30 de mayo de 1913, co n dos propósitos: “desconocer a Victoriano Huerta y a Pascual Orozco y asumir el man do militar; y restablecer las tierras.” (Ulloa, 1994, p. 1120). El 20 de octubre de ese año, lanza un manifiesto en el que ratifica el Plan de Aya la y explica los propósitos que perseguía…”garantizar con nuestra propia cabeza el adven imiento de una era de paz que tenga por base la justicia y como consecuencia la libertad económica” (Robles, 1997. p. 29-30). Desde que Huerta disolvió la Casa del Obrero Mundial en mayo de 1914, varios de su s integrantes se unieron a Zapata, los cuales apretaron su cohesión con una ideolo gía rigurosa y militante y le proporcionaron el lema: “Tierra y libertad” (Ulloa, 1994 . p. 1120). La Ley agraria del 26 de octubre de 1915 define las reivindicaciones agrarias co mo la razón íntima y la finalidad suprema de la revolución, y señala como su objetivo es pecífico: “la reglamentación de los principios del Plan de Ayala para su inmediata apl icación”. (Córdova, 1974, p. 166). Zapata, que siempre había hablado del “amor a la tierra” y de la necesidad de no dejar las armas hasta que se repartieran los terrenos dijo: “Lo relativo a la reforma a graria está resuelto de manera definitiva, pues los diferentes pueblos… han entrado en posesión de terrenos” (Falcón, Meyer & Vázquez, 1998) La reforma agraria disipo los sueños de las autonomías locales, dando la tierra a lo s campesinos; pero el programa llego tarde y es muy probable que en manos de los campesinos no habría tenido nunca posibilidades de hacerse una realidad, dice Córdo va (1974 p. 173). En el contexto internacional, el periodista norteamericano William Gates, declar o que “la revolución mexicana -iniciada realmente por Zapata en 1909, antes de Mader o- no terminara nunca hasta que los campesinos de las montañas de Morelos obtengan lo que les corresponde” (Womack, 1985, p. 315). El 10 de abril zapata fue asesinado. Le dieron muerte en una emboscada, la cual, “en buena medida, fue ideada por el coronel Jesús Guajardo y por Pablo González” coment a Womack. (1985 p. 315). El pensamiento político de Emiliano Zapata en todo momento estuvo encaminado a la devolución e igualitaria repartición de tierras; estaba en contra del hacendado, el terrateniente y el minero por explotar la tierra, al obrero, al indio y al peón; n o reconocía al gobierno ni a los tribunales, por violar las leyes naturales y las
atribuciones humanas. Dicha postura revela el profundo espíritu agrarista del caud illo, quien exigió tierra y libertad para los mexicanos y lanzo la sentencia que c ontinua vigente aun hoy: “la tierra es de quien la trabaja”. FRANCISCO (PANCHO) VILLA (1878 – 1923) José Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido por su seudónimo Francisco Villa o el hip ocorístico de éste, Pancho Villa. Fue uno de los jefes de la revolución mexicana, cuya actuación militar fue decisivo para la derrota del régimen del entonces presidente Victoriano Huerta. Originario del estado de Durango (se desconoce si era de Río Gr ande o de San Juan del Río), nació el 5 de junio de 1878 y murió asesinado en una embo scada en Hidalgo del Parral (Chihuahua) el 20 de julio de 1923. Durante la revol ución fue conocido como "El Centauro del Norte". Villa destacó por su astucia, su sagacidad y por su agresividad sorpresiva, pero e ste implacable guerrillero mexicano sobresalió más, substancialmente, porque él mismo era un producto nato de la discriminación, del abuso y de la pobreza de su context o social. Villa evolucionó de ser víctima a vengador de su propia identidad de segre gado, razón que explica por qué la clase pobre y explotada se identificaba con él; el caudillo era el pueblo mismo a caballo, voz y expresión colectiva de los desposeídos , quienes anhelaban una emancipación social. A través de Villa, ya como elemento de la catártica revolución, el clamor por justicia encontraba un portavoz para promover el cambio social. Villa fue una temible descarga emotiva para el grito reprimid o del desheredado social, del ciudadano doblegado por la vara desmedida del abus o. Como fenómeno social, Pancho Villa fue la hoz que recogió la cosecha de las semillas de injusticia sembradas por la elite de ricos. Como manifestación sociológica y ant ropológica, Villa fue un monstruo social, concebido en el vientre de una sociedad ultrajada. De esa monstruosidad, de ese ente espantoso que era Villa, esa misma minoría selecta se escandalizaba, como el progenitor que se perturba con el produc to de su propio incesto, y que tiene que vivir con la pesadilla que él mismo engen dró. En su irracionalidad bandolera, Pancho Villa fue el vómito de una nación hartada en su gula de despotismo, atropello, y dictadura; en su raciocinio revolucionari o, en contraste, este ser, mitad hombre y mitad caballo, mitad realidad y mitad leyenda, fue un grito de parto para el nacimiento de un México con facciones de ju sticia social. La dualidad de la naturaleza rebelde y revolucionaria del llamado Centauro del N orte, lo mismo le habilitó que le deshabilitó. Cuando cabalgó por la avenida de la cau sa sociopolítica, bajo la inspiración democrática de Madero, la agenda de Villa fue la reforma social, y su actitud, la de un líder igualitario. Pero cuando los avatares de la revolución lo despojaron de esa expresión justiciera, Villa volvió a transitar por sus conocidos atajos de bandolerismo, y a reagrupars e en las montañas que atestiguaron su endurecimiento como bandido sanguinario. Vil la volvía a comunicarse en el dialecto de la venganza y el odio violento. A causa de esa ambigüedad que caracterizó su vida y su muerte, no es posible encasillarle so lamente como bandolero o revolucionario, o como héroe o villano, porque su carácter traspasó no sólo las estructuras sociales, pero también las dimensiones de su propio p ensamiento guerrillero y militar, el cual le mitificó y le convirtió en un personaje de leyenda. Villa fue lo uno y lo otro a través de su vida. A pesar de su eminencia guerrera, la visión revolucionaria de Villa nunca llegó a se r desarrollada plenamente. Su naturaleza indómita y combativa al servicio de la ca usa lo encumbró como un soldado nato e ideal para la batalla, pero su interés por la reforma social fue esporádico, y su movimiento careció de una clara ideología política. Villa no tuvo la capacidad de establecer un aparato legal para implementar un p rograma de progreso social a gran escala, debido a que la suya era una concienci a de lucha armada, no de discernimiento político. Su protesta violenta fue un símbol o de redención, pero fue por igual un estigma de penitencia. CESAR AUGUSTO SANDINO (1895 – 1934) Augusto Nicolás Calderón Sandino (18 de mayo de 1895 – 21 de febrero de 1934), más conoc ido como Augusto Sandino, fue un patriota y revolucionario nicaragüense. Es Héroe Na cional de Nicaragua y junto con el poeta Rubén Darío constituyen la máxima expresión de
la nacionalidad nicaragüense. Es llamado «General de Hombres Libres». Sus acciones y e nseñanzas fueron la base ideológica para la fundación. Años más tarde, del FSLN (Frente Sa ndinista de Liberación Nacional) por Carlos Fonseca Amador. Fue un líder de la resistencia nicaragüense contra el ejército de ocupación estadouniden se en Nicaragua. Tras la retirada de las fuerzas estadounidenses, fue asesinado a traición por el general Anastasio Somoza García, jefe director de la Guardia Nacio nal (creada por Estados Unidos) quien tenía un proyecto político personal para el qu e Sandino era un estorbo. Fue asesinado junto con sus lugartenientes Francisco E strada y Juan Pablo Umanzor por miembros de la Guardia Nacional el 21 de febrero de 1934 en Managua. Ese mismo día fue asesinado su hermano Sócrates Sandino en un e nfrentamiento en la casa de Sofonías Salvatierra. Santos López otro de sus lugarteni entes logro salvarse defendiéndose a tiros y saltando los techos de las casas veci nas. Muchas personas tienden a ligarle con ideologías de izquierda más o menos radical po r su relación con importantes personajes del ámbito y de la época, como el reconocido comunista salvadoreño Farabundo Martí, o sus contactos con otros movimientos y parti dos del continente. No obstante, su verdadera corriente ideológica fue, en base, e l liberalismo, destacándose como uno de los generales de la revolución constituciona lista de 1925 y posteriormente inicia su gesta continental en contra de la ocupa ción estadounidense en Nicaragua. Gesta con la cual se solidarizaron los más célebres intelectuales de América Latina, como la chilena Gabriela Mistral, el hondureño Froy lán Turcios, la educadora dominicana Ercilia Pepín quien le envió a Sandino una bander a de Nicaragua bordada por las niñas de su escuela. Somoza García gobernó de manera dictatorial durante 40 años, con algunas pausas en las que imponía un presidente títere y contando siempre con el respaldo de EE. UU. Esto le permitió acumular una enorme fortuna y gracias al crecimiento de la economía glo bal posterior a la Segunda Guerra Mundial (en la que llegó a declarar la guerra a la Alemania nazi) le fue posible dar un gran impulso a las actividades agroexpor tadoras, que dieron un cierto beneficio al país, el cual no era muy sentido por la s clases populares. Anastasio Somoza García fue baleado en un acto de ajusticiamiento el 21 de septiem bre 1956 por el joven poeta Rigoberto López Pérez. Al frente del país quedaron, sin em bargo, sus hijos Luis Somoza Debayle como presidente, y Anastasio Somoza Debayle como jefe director de la Guardia Nacional. Ambos continuaron las directrices po líticas de su padre, si bien es cierto que Luis permitió una mayor apertura política. En este contexto el hombre que huyó de la casa de Salvatierra, Santos López, así como Carlos Fonseca Amador y otros, fundaron en 1961 el Frente Sandinista de Liberación Nacional como un movimiento de oposición armada a la dictadura de los Somoza y su s allegados, logrando en 1979 derrocar al hijo menor de Somoza García (Anastasio S omoza Debayle), dando lugar a la Revolución Nicaragüense y gobernaron Nicaragua hast a 1990 y nuevamente a partir del 10 de enero de 2007, aunque esta vez por un pro ceso electoral. En ambos periodos de gobierno el presidente fue Daniel Ortega Sa avedra. FARABUNDO MARTÍ (1893 – 1932) Agustín Farabundo Martí (Teotepeque (El Salvador), 5 de mayo de 1893 - San Salvador, 1 de febrero de 1932), fue un político comunista salvadoreño. Fue dirigente del Partido Comunista Salvadoreño (PCS), fundado en 1930, mientras E l Salvador vivía los efectos de la crisis económica internacional. El dirigente izqu ierdista ya era conocido por sus actividades comunistas y es así que fue exiliado por el presidente Pio Romero Bosque antes de las elecciones de finales de 1930 p ara las elecciones presidenciales. Terminadas las elecciones, en las que fue gan ador Arturo Araujo, Martí es liberado de la cárcel y regresa a El Salvador clandesti namente. El 2 de diciembre de 1931, tras el derrocamiento del presidente civil A rturo Araujo, el general Maximiliano Hernández Martínez ascendió al Poder Ejecutivo. E n enero de 1932, el PCS participó en las elecciones municipales y legislativas, de nunciando en los días siguientes, la realización de actos constitutivos de fraude el ectoral por el gobierno de Martínez. En esta coyuntura, el Comité Central del PCS de cidió preparar un levantamiento popular contra el gobierno martinista. Farabundo M artí fue detenido, el 19 de enero de 1932, en una casa del barrio San Miguelito de
San Salvador, junto a los estudiantes universitarios Alfonso Luna y Mario Zapat a. El levantamiento se inició el 22 de enero de 1932, y se extendió por la zona occi dental del país. Los campesinos lograron tomar algunos cuarteles pero estaban mal armados y carecían de un plan estructurado. La insurrección fue aplastada por el ejérc ito del presidente Martínez, con una fuerte represión que, en pocas semanas, provocó e ntre 15.000 y 30.000 muertos (nunca se supo la cifra exacta de la matanza). Su figura fue retomada por la izquierda salvadoreña, en las décadas siguientes como símbolo de resistencia frente a los sucesivos gobiernos militares. En 1980 se baut izó en su honor la alianza de organizaciones guerrilleras (actualmente transformad a en partido político vencedor de las elecciones en 2009) Frente Farabundo Martí par a la Liberación Nacional (FMLN). Una de las agrupaciones originarias del FMLN, la más poderosa durante la guerra civil que vivieron los salvadoreños entre 1980 y 1992 , también llevaba su nombre: las Fuerzas Populares de Liberación "Farabundo Martí". En 1972, el historiador salvadoreño Jorge Arias Gómez, publicó la obra Farabundo Martí: Esbozo biográfico que contiene un estudio detallado de la vida de este dirigente p olítico. También en 1971 salió a la luz por medio del historiador Thomas Anderson, Matanza, u n libro muy lleno de testimonios de personajes que vivieron durante esa época de 1 932, edición en Inglés, pero también traducida al español por EDUCA, Costa Rica. Martí, y sus compañeros Luna y Zapata, estuvieron encarcelados en la Vieja Penitenci aria de San Salvador luego de haber sido encontrados por elementos de la Policía N acional, y Osmin Aguirre y Salinas como Director de ella. Fueron juzgados y cond enados por un tribunal militar, solamente Martí aceptó su responsabilidad por ser el máximo líder del levantamiento insurrecional como representante del Socorro Rojo In ternacional. Asimismo, defendió a los estudiantes Luna y Zapata, diciendo que ello s no habían sido profundamente involucrados en los hechos. En efecto, antes de Mar tí, se le permitió la palabra a Luna y a Zapata y ellos dijeron ante el tribunal no ser directamente responsables de los hechos, sino que habían buscado a un maestro en Farabundo Martí, al ser ellos buscados por publicar el boletín Estrella Roja. En la tarde del 31 de Enero de 1932 los prisioneros fueron llevados a una capill a para un servicio, y luego dos sacerdotes llegaron, Padre Prieto y Padre Rutili o Montalvo. Marti entonces dijo que no tenía pecados por los cuales confesarse. En la narracion de Rodolfo Buezo, "Sangre de Hermanos" (Pag. 79-80) dice que Marti le dijo a un sacerdote que "he perdido la fe en los principios omnipotentes, lo s cuales de acuerdo a ustedes, son todos justicia y todos amor", y preguntó al sac erdote si era justo lo que habían hecho el ejército y los burgueses a los fallecidos de "nuestros rangos". Los otros dos acusados si se confesaron y aun Luna cuando fue permitido de decir algo admitió que no había comprendido los actos que serían nec esarios para hacer justicia por los pobres, ya que se le acusaba de los actos in humanos hechos por la revuelta comunista. Los tres fueron fusilados el 1 de febr ero de 1932. También perecieron otros dirigentes del levantamiento, como Feliciano Ama (líder indígena de Izalco), Francisco Sánchez (que dirigió el levantamiento de Juayúa ). JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI (1894 – 1930) José Carlos Mariátegui La Chira (Moquegua, 14 de junio de 1894 - Lima, 16 de abril d e 1930), fue un escritor, periodista, sociólogo y político marxista peruano. Autor p rolífico a pesar de su temprana muerte, El Amauta (nombre con el que también es cono cido en su país) es considerado el pionero de los estudios marxistas aplicados a l a realidad latinoamericana, destacando entre todas sus obras Los 7 ensayos de In terpretación de la Realidad Peruana. Fue el fundador del Partido Socialista Peruan o (que pasaría a denominarse Partido Comunista Peruano en 1930, a instancias de la III Internacional), en 1928, y de la Confederación General de Trabajadores del Pe rú en 1929. Según el sociólogo y filósofo Michael Löwy, Mariátegui es "indudablemente el p sador marxista más vigoroso y original que América Latina haya conocido”. Mariátegui se adscribe, desde su regreso de Europa, al marxismo, en la versión lenin ista de la III Internacional, encontrándose notables similitudes con el pensamient o de Antonio Gramsci, especialmente en lo que atañe a la importancia de la superes tructura cultural no como mero "reflejo", sino desde la valoración de sus potencia lidades revolucionarias para generar contrahegemonía. Fruto de dicha noción será su re
vista teórica Amauta y el órgano revolucionario Labor, que será clausurado por el régime n de Leguía. Crítico incansable del reformismo de la II Internacional y de la social democracia, Mariátegui es considerado el primer marxista de América Latina, al enfat izar al papel de las masas indígenas como el auténtico "proletariado" del continente y pregonar la necesidad de una revolución socialista, influenciado por el sindica lismo radical de Georges Sorel. El esfuerzo Mariateguista, siempre estuvo dirigido porque el hombre común del Perú s e descubriera victorioso, digno, histórico. La Revolución Bolivariana en boca de Cháve z y en la práctica de sus seguidores, es un solo canto de reivindicación de sus raíces populares. Y así como Mariátegui, en su tiempo, reconoce el avance de Europa, mient ras reivindica la especificidad latinoamericana, de igual modo hoy, la propuesta bolivariana reconoce el adelanto de la técnica y la ciencia occidental, asumiéndola como producto de todo el esfuerzo de la humanidad y que debe estar al servicio de los pueblos para su desarrollo, bienestar y disfrute de una vida digna. ERNESTO “CHÉ” GUEVARA (1928 –1967) Ernesto Guevara, más conocido como «Che Guevara» (Rosario, Argentina, 14 de mayo de 19 28 – La Higuera, Bolivia, 9 de octubre de 1967), fue un político, escritor, periodis ta y médico argentino-cubano. Guevara fue uno de los ideólogos y comandantes que lid eraron la Revolución Cubana (1953–1959) que desembocó en un nuevo régimen político en ese país. Guevara participó desde entonces y hasta 1965 en la organización del Estado cuba no desempeñando varios altos cargos de su administración y de su Gobierno, principal mente en el área económica, siendo presidente del Banco Nacional y ministro de Indus tria, y también en el área diplomática como responsable de varias misiones internacion ales. Convencido de la necesidad de extender la lucha armada en todo el Tercer Mundo, el Che Guevara impulsó la instalación de focos guerrilleros en varios países de América Latina. Entre 1965 y 1967, él mismo combatió en el Congo y en Bolivia. En este último país fue capturado y ejecutado de manera clandestina y sumaria por el Ejército boliv iano en colaboración con la CIA el 9 de octubre de 1967. La figura despierta grandes pasiones en la opinión pública tanto a favor como en con tra, convertido en un símbolo de relevancia mundial; para muchos de sus partidario s representa la lucha contra las injusticias sociales o de rebeldía y espíritu incor ruptible, mientras que es visto por muchos de sus detractores como un criminal r esponsable de asesinatos en masa, acusándolo además de una mala gestión como Ministro de Industria. Su retrato fotográfico, obra de Alberto Korda, es una de las imágenes más reproducidas del mundo tanto en su original como en variantes que reproducen el contorno de su rostro, para uso simbólico, artístico o publicitario, siendo uno de los iconos de l movimiento contracultural. El Che Guevara siempre tuvo un pensamiento fuertemente internacionalista. No sol o era partidario de que se abrieran nuevas experiencias guerrilleras en otras pa rtes del mundo, sino que pensaba que solo generalizando la lucha armada en América Latina, Asia y África sería posible derrotar al imperialismo. Guevara discrepaba ab iertamente con la estrategia de coexistencia pacífica que proponía la Unión Soviética y él mismo se veía combatiendo en otras revoluciones. Desde el mismo momento en que la Revolución Cubana tomó el poder, el Che comenzó a org anizar y promover experiencias guerrilleras en América Latina, destacándose las que se abrieron en Guatemala, Nicaragua, Perú, Colombia, Venezuela y Argentina. Todas ellas fracasaron, pero en algunos casos sentaron las bases de futuros movimiento s guerrilleros, como el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua y lo s Tupamaros en Uruguay. Esta posición llevó a un fuerte enfrentamiento del Che Guevara con los partidos comu nistas de América Latina, que en general no aprobaban la estrategia de lucha armad a generalizada que aquel proponía. En realidad el Che Guevara deseaba fervientemente iniciar la lucha armada en su país natal. En 1963, luego de un extenso entrenamiento en Cuba, envió a un grupo gue rrillero a la Argentina. Estaba dirigido por Jorge Masetti, el periodista peroni sta que había dirigido la agencia Prensa Latina y que debió renunciar a su cargo deb ido a su enfrentamiento con el partido comunista cubano (PSP). El grupo se insta
ló en la provincia de Salta, bajo el nombre de Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP) , con apoyos en Bolivia, Córdoba y Buenos Aires. Masetti llevaba el grado de Coman dante Segundo, reservando el grado de Comandante Primero para Guevara. Luego de enviarle una carta al presidente democrático Arturo Illia anunciando su decisión de iniciar la lucha armada, el grupo fue sufriendo diferentes complicaciones que lo llevaron a un colapso completo en 1964. Algunos de sus miembros murieron en com bate, como el cubano Hermes Peña, uno de los hombres del círculo íntimo de Guevara; ot ros fueron detenidos y Masetti desapareció en la selva sin dejar rastro. En ese contexto, en algún momento entre el 17 de marzo y el 17 de abril de 1964 el Che Guevara se reunió con Juan Domingo Perón en la casa que este último habitaba en s u exilio en Madrid. El encuentro ha sido mantenido en el mayor de los secretos y solo ha podido conocerse recientemente. El Che le entregó a Perón fondos para apoya r su retorno a la Argentina, intento que fue impedido por el gobierno brasileño es e mismo año. Perón se habría comprometido a apoyar las iniciativas guerrilleras contra las dictaduras latinoamericanas, cosa que efectivamente hizo hasta 1973. El fracaso guerrillero en la Argentina lo llevó a evaluar la posibilidad de partic ipar en otros lugares distintos de su país e incluso otros continentes. En ese sen tido, África comenzó a aparecer como una posibilidad adecuada. El Che Guevara solía decirles a los futuros guerrilleros que se entrenaban en Cuba para abrir nuevos focos revolucionarios una frase que no solo impactaba fuertem ente en quienes la recibían, sino que define acabadamente la actitud que había asumi do frente a la vida: Hagan de cuenta que están muertos y que lo que viven de ahora en más es prestado. El Che Guevara desarrolló una serie de ideas y conceptos que se han conocido como "guevarismo". Su pensamiento tomaba el antiimperialismo, el marxismo y el comuni smo como elementos de base, pero con reflexiones sobre la forma de realizar una revolución y crear una sociedad socialista que le dieron identidad propia. Guevara otorgaba un papel fundamental a la lucha armada. A partir de su propia e xperiencia desarrolló toda una teoría sobre la guerrilla que ha sido definida como f oquismo. Para él, cuando en un país existían "condiciones objetivas" para una revolución , un pequeño "foco" guerrillero podía crear las "condiciones subjetivas" y desencade nar un alzamiento general de la población. Para el Che existía un vínculo estrecho entre la guerrilla, los campesinos y la refo rma agraria. Esta posición diferenció su pensamiento del socialismo europeo o soviétic o, más relacionado con la importancia de la clase obrera industrial, y lo acercó a l as ideas maoístas. Su libro "La Guerra de Guerrillas" es un manual donde se expone n las tácticas y estrategias usadas en la guerrilla cubana. Otorgaba un rol fundamental a la ética individual, tanto del guerrillero durante l a revolución, como del ciudadano en la sociedad socialista. Este aspecto lo desarr olló bajo el concepto del "hombre nuevo socialista", al que veía como un individuo f uertemente movido por una ética personal que lo impulsa a la solidaridad y al bien común sin necesidad de incentivos materiales para ello. En este sentido Guevara o torgaba un valor central al trabajo voluntario al que veía como la actividad funda mental para formar al "hombre nuevo". ANÍBAL PONCE (1898 – 1938) Aníbal Ponce (6 de junio de 1898–18 de mayo de 1938) fue un ensayista, psicólogo, prof esor y político argentino. Huérfano, desde su adolescencia comenzó a demostrar virtudes como escritor y pensado r, obtuvo la Medalla de Oro de su promoción en el Colegio Nacional de Buenos Aires y, antes de terminar el colegio ganó un premio por un ensayo sobre Nicolás Avellane da. Cursa Medicina en la UBA hasta su tercer año, en 1918, donde un altercado con un profesor, quien lo había aplazado injustamente, le decide a interrumpir sus est udios formales y dedicarse a la investigación en Psicología, siendo uno de los pione ros en la Argentina. En 1920 conoce a José Ingenieros, con quien codirigirá la Revis ta de Filosofía, haciéndose cargo de la dirección al morir Ingenieros en 1925. En 1930 funda el Colegio Libre de Estudios Superiores, en cuya publicación Cursos y Conferencias se publicaron, en varios números, “Educación y lucha de clases”, obra fun damental, en 1934. Por esos años se vincula al Partido Comunista de la Argentina y visita la Unión Soviética. En 1935 funda la Asociación de Intelectuales, Artistas, Pe
riodistas y Escritores (AIAPE), de la que es su primer presidente. Ocupó cátedras de Psicología en varias casas de altos estudios del país. En 1936, cuando su figura estaba en pleno crecimiento, fue exonerado de sus cargos por su adhes ión al marxismo y su militancia activa. Decide exiliarse en México, donde dicta curs os psicología, ética, sociología y dialéctica en distintas universidades, sin dejar su m ilitancia política. Se une a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios de Méx ico (LEAR). En 1938 un accidente de tránsito le deja heridas internas que no son descubiertas a tiempo, causándole la muerte. FIDEL CASTRO (1926 - ) Fidel Alejandro Castro Ruz (Birán, Holguín, 13 de agosto de 1926) es un revolucionar io y estadista cubano. Fue mandatario de su país como Primer Ministro (1959-1976) y Presidente (1976-2008). También fue Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Re volucionarias (1956 -2008) y Primer Secretario del Partido Comunista (1965-2011) . Es diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular (desde 1976). Es abogado , doctor en Derecho Civil y licenciado en Derecho Diplomático. Fidel Castro se inició en la vida pública como político opositor y destacó especialmente tras el asalto al cuartel Moncada en 1953, por el que fue condenado a prisión. Tr as ser indultado gracias a la presión de la opinión pública, se exilió en México, donde pl aneó la invasión guerrillera de 1956. Llegó al poder tras encabezar la Revolución Cubana , que triunfó el 1 de enero de 1959, derrocando a la dictadura de Fulgencio Batist a. Fue nombrado Primer Ministro el 27 de febrero del mismo año por el Presidente M anuel Urrutia. Lideró en 1961 la adopción del marxismo por el gobierno revolucionari o, estableciendo el primer Estado socialista de América. Tras la reforma constituc ional de 1976, fue electo presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Mini stros. Fue el fundador del Partido Comunista en 1965 y desde entonces, hasta 201 1 fue su Primer Secretario. El 19 de febrero de 2008, en una carta publicada en el diario Granma, anunció que no se presentaría ni aceptaría el puesto de presidente y comandante en la reunión de l a Asamblea Nacional del Poder Popular del 24 de febrero del mismo año. En el ámbito internacional, inicialmente trató de establecer buenas relaciones con l os Estados Unidos; entabló, luego, estrechos lazos con la URSS. Después de una serie de expropiaciones a propietarios estadounidenses, los desencuentros con los EUA desembocaron en el embargo económico contra Cuba. Desde entonces, su relación con l a superpotencia ha sido abiertamente antagónica, lo que quedó confirmado tras la fra casada invasión de Bahía de Cochinos en 1961. Debido a su larga gestión y a las características controvertidas de sus políticas, se ha generado un polémico e intenso debate entre opositores y partidarios sobre su g obierno: desde calificarlo como una dictadura hasta considerarlo la expresión de l a voluntad del pueblo cubano. Fidel Castro fue nombrado primer ministro el 16 de febrero de 1959 y electo pres idente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba el 3 de di ciembre de 1976, cargos que ocupó hasta el 24 de febrero de 2008. Actualmente es D iputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular y Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba. JORGE ELIÉCER GAITÁN (1898 – 1948) Jorge Eliécer Gaitán Ayala (Bogotá, 23 de enero de 1903— Bogotá, 9 de abril de 1948), fue un político y abogado colombiano, fue alcalde de Bogotá en 1936, ministro (Educación 1 940 - Trabajo 1943), congresista (varios periodos desde 1929 - 1948) y candidato disidente del partido liberal a la Presidencia de la República para el periodo 19 50-1954, con altas probabilidades de ser electo gracias al apoyo popular, en par ticular de la clase media y baja. Su asesinato en Bogotá produjo enormes protestas populares conocidas como El Bogotazo, y posteriormente La Violencia se extendió p or buena parte del país. Su asesinato transformó la historia de Colombia. Bogotá quedo destruida y quemada después de la muerte de Gaitán ya que se fue la única esperanza d e este país. Gaitán resurgió con nuevos ímpetus en las votaciones del 16 de marzo de 1947 para el C ongreso, en donde logró una mayoría indiscutible en el Senado (73 senadores Liberale
s y 58 Conservadores) y en la Cámara (34 representantes Liberales y 29 para Conser vadores). El 24 de octubre Gaitán fue proclamado jefe único del Partido Liberal. A i nicios de 1948 al saberse la noticia de la masacre de varios liberales en varios pueblos del país a manos de conservadores y viceversa, Gaitán organiza varias march as entre las que se conocen como la "marcha de las antorchas" y sobre todo la "M archa del Silencio" donde eleva una plegaria al Presidente Ospina para que ayuda ra a cesar La Violencia y donde eleva unas horas del silencio donde solo se oían b anderas y pancartas movidas por el viento. En abril 1 de 1948 recibió el título de doctor honoris causa en Ciencias Políticas y S ociales de la Universidad Libre. El 8 de abril de 1948 presentó su último caso legal : la absolución del teniente conservador Jesús Cortés; un militar acusado de la muerte del Periodista Eudoro Galarza Ossa. A Gaitán no se le pudo hacer un funeral adecuado y sus familiares en gesto de prot esta se negaron a llevarlo a un cementerio hasta que el gobierno de turno cayera , velándolo en su propia casa. En la actualidad su cuerpo se encuentra en la que f uera su última residencia de la calle 42 No. 15-52 de Bogotá (Casa Museo Jorge Eliécer Gaitán) un sitio de acceso público. Posteriormente, la violencia bipartidista se ex tendería a otras regiones durante la época conocida como La Violencia. La figura de Gaitán se mantiene vigente en Colombia. Esto se puede ver en los monu mentos que están a lo largo de las poblaciones colombianas, un municipio, Puerto G aitán, fue llamado así en su honor, incluso el billete de $1.000 tiene imágenes y fras es de Gaitán. Jorge Eliecer Gaitán Ayala, contribuyó también a la fundación de medios alternativos de comunicación, como el periódico Tribuna, fundado con su amigo Luis David Peña, un bogo tano que acompañó a Gaitán en los ministerios que ocupó. SALVADOR ALLENDE (1908 – 1973) Salvador Allende Gossens (Valparaíso, 26 de junio de 1908 – Santiago, 11 de septiemb re de 1973) fue un médico y político socialista chileno, presidente de Chile entre e l 4 de noviembre de 1970 y el 11 de septiembre de 1973. Allende fue un destacado político desde sus estudios universitarios en la Universi dad de Chile. Fue sucesivamente diputado, ministro de Salubridad del gobierno de Pedro Aguirre Cerda, y senador desde 1945 hasta 1970, ejerciendo la presidencia de dicha cámara del Congreso entre 1966 y 1969. Fue candidato a la presidencia de la República en cuatro oportunidades: en las ele cciones de 1952 obtuvo un magro resultado; en 1958 alcanzó la segunda mayoría relati va tras Jorge Alessandri; en 1964 obtuvo un 38% de los votos, que no le permitie ron superar a Eduardo Frei Montalva; y, finalmente, en 1970 en una reñida elección a tres bandas, obtuvo la primera mayoría relativa de un 36,6%, siendo ratificado po r el Congreso Nacional. De ese modo, se convirtió en el primer presidente marxista en Occidente que accedió al poder a través de elecciones generales en un Estado de Derecho. El gobierno de Allende, apoyado por la Unidad Popular (un conglomerado de partid os de izquierda), destacó tanto por el intento de establecer un camino no revoluci onario hacia un Estado socialista usando medios legales –la "vía chilena al socialis mo"–, como por proyectos como la nacionalización del cobre, en medio de la polarizac ión política internacional de la Guerra Fría y de una grave crisis económica y financier a interna. La Cámara de Diputados, de mayoría opositora, aprobó un documento en agosto de 1973 en el que acusaba al gobierno de Allende de incurrir en violaciones per manentes de la constitución. Su gobierno terminó abruptamente mediante un golpe de E stado el 11 de septiembre de 1973, en que participaron las tres ramas de las Fue rzas Armadas y el Cuerpo de Carabineros, tres años antes del fin su mandato consti tucional; ese mismo día, luego que el Palacio de La Moneda fuese atacado por avion es y tanques, se suicidó. Tras el fin de su gobierno sobrevino una dictadura militar encabezado por el gen eral Augusto Pinochet, que duraría 17 años. Sus restos fueron enterrados en el Cementerio Santa Inés de Viña del Mar, sin una p laca que lo identificara, en una discreta ceremonia a la que solo pudieron asist ir Hortensia Bussi, Laura Allende y dos sobrinos del presidente, Patricio y Jaim e Grove, además del comandante de la FACH, Roberto Sánchez.
Casi 18 años después, el 4 de septiembre de 1990, por órdenes del presidente Patricio Aylwin, Salvador Allende recibió un nuevo funeral, pero esta vez masivo y con los honores de Estado que le correspondían como ex mandatario. Al contrario de lo que se pretende presentar -en un intento por justificar el go lpe de Estado de 1973, como la culminación de una etapa de violencia descontrolada , el Gobierno Popular de Salvador Allende fue, no sólo la consecuencia legítima de l as luchas del pueblo chileno y de la maduración de su conciencia sobre los urgente s y profundos cambios que exigía nuestro país, sino también el fruto de un pensamiento político de avanzada del que el Presidente Allende fue el más alto exponente. UNA NUEVA SOCIEDAD "Crear una nueva sociedad en que los hombres puedan satisfacer sus necesidades m ateriales y espirituales, sin que ello signifique la explotación de otros hombres. (...) Que asegure a cada familia derechos, seguridades, libertades y esperanzas . (...) Una sociedad capaz de progreso continuado en lo material, en lo técnico y en lo científico. Y también capaz de asegurar a sus intelectuales y artistas las con diciones para expresar en sus obras un verdadero renacer cultural". PARTICIPACIÓN POPULAR ECONÓMICA Y POLÍTICA "Tenemos y hemos tenido limitaciones que por suerte han sido superadas en gran p arte. Por ejemplo, ahora se ha ampliado el plantel electoral, haciendo posible q ue voten los jóvenes desde los 18 años. Ahora, también la ley establece que votarán los analfabetos, con lo cual se está reconociendo que ser analfabeto no es un hecho vo luntario...". "Es decir, se busca la forma para que en realidad sean las mayorías las que tengan una representación más auténtica. (...) De ahí entonces que nosotros señale mos la participación masiva de los trabajadores en dos aspectos: en los centros de trabajo, lo cual significa la participación económica; y en el control de los centr os políticos, vale decir, la participación política propiamente tal". LOS TRABAJADORES "Tenemos que insistir que no sólo estamos luchando por una mayor participación, sino para dar a esta participación un sentido creador y consciente; no aceptaremos jamás que el trabajador sea considerado como un factor pasivo en el gran proceso de l a tarea común. Al contrario, él es el motor, él es el dínamo, es la gran fuerza con que nosotros contamos para hacer posibles los cambios que requiere nuestra patria". "Los que viven de su trabajo tienen hoy en sus manos la dirección política del Estad o. Suprema responsabilidad. La construcción del nuevo régimen social encuentra en la base, en el pueblo, su actor y su juez. Al Estado corresponde orientar, organizar y dirigir, pero de ninguna manera reem plazar la voluntad de los trabajadores. Tanto en lo económico como en lo político, l os trabajadores deben detentar el poder de decisión. Conseguirlo, será el triunfo de la revolución". DERECHOS DE LA MUJER "Lo dijimos muchas veces en la campaña electoral: la mujer es mucho más explotada". (...) "Hemos establecido igual salario para el hombre y la mujer, lo que antes n o existía" (...) "De qué familia estamos hablando, compañeros? ¿Es una familia real la q ue tiene la mujer campesina, la mujer de grandes sectores de trabajadores? No, n o puede haber familia normal donde falta lo esencial para la existencia; no pued en asentarse el vínculo y el afecto cuando la mujer, joven todavía, envejece prematu ramente; cuando pasa las 24 horas del día desgreñada y sucia; cuando tiene que ir a acarrear el agua para el consumo elemental; cuando tiene en una pieza a 4 ó 6 pers onas..." (...) Todos estos problemas, que tienen una raíz económica y social, que so n la expresión de una moral corrupta, sólo pueden solucionarse cuando haya un cambio en el espíritu del hombre, que signifique respeto para la gran función y la delicad a tarea humana que tiene la mujer". LIBERTADES POLÍTICAS "Para nosotros, representantes de las fuerzas populares, las libertades políticas son una conquista del pueblo en el penoso camino por su emancipación". (...) "De a hí también nuestro respeto por la libertad de conciencia y de todos los credos". (..
.) "Pero no seríamos revolucionarios si nos limitáramos a mantener la libertades polít icas. El Gobierno de la Unidad Popular fortalecerá las libertades políticas. No bast a con proclamarlas formalmente, porque son entonces frustración o burla. Las harem os reales, tangibles y concretas, ejercitables en la medida que conquistemos la libertad económica. En consecuencia, el Gobierno Popular inspira su política en una premisa artificialmente negada por algunos: la existencia de clases y sectores s ociales con intereses antagónicos y excluyentes y la existencia de un nivel político desigual en el seno de una misma clase o sector". LIBERTADES SOCIALES "Nuestro camino es instaurar las libertades sociales mediante el ejercicio de la s libertades políticas, lo que requiere como base establecer la igualdad económica". (...) "Una revolución simplemente política puede consumarse en pocas semanas. Una r evolución social y económica exige años". EL ESTADO Y LA ECONOMÍA "La importancia del sector público es tradicional en nuestro país. (...) El sector púb lico fue creado por la burguesía nacional para favorecer la acumulación privada, par a consolidar las estructuras productivas concentradas desde el punto de vista te cnológico y patrimonial. Nuestro Gobierno pretende hacerlo cuantitativamente más imp ortante todavía, pero también cualitativamente distinto. El aparato estatal ha sido usado por los monopolios para desahogar sus angustias financieras, obtener apoyo económico y consolidar el sistema. Lo que caracteriza hasta ahora a nuestro sector público es su naturaleza subsidiaria de la actividad privada. (...) Por lo tanto, es preciso ampliar la propiedad social y construirla con una nueva mentalidad. Las expropiaciones de los medios de producción más importantes permitirán lograr el gr ado de cohesión del aparato público imprescindible para los grandes objetivos nacion ales". CULTURA E IDENTIDAD "América Latina está abocada a una nueva lucha, en busca de un proyecto nuevo para e lla misma. Los líderes, conductores de las fuerzas populares, deben comprender cuán fundamental es emanciparnos de viejos prejuicios, de dominios de clases, de hege monías foráneas. Tenemos, sobre todo, que reivindicar nuestra cultura. Necesitamos h acer que brote de nuevo la capacidad creadora del hombre y la mujer de nuestra t ierra". "Ahora nos encontramos frente a una revolución tecnológica, con sus propias manifestaciones de dominación y de neocolonialismo, desde la nuevas formas de gest ión las empresas multinacionales. En lucha contra esta realidad tenemos dos altern ativas: la movilización refleja, es decir, la modernización refleja que algunos quie ren imponernos como fórmulas de las viejas castas. Y la aceleración de la evolución en la dirección latinoamericana, autónoma y propia, en forma profunda, sistemática y org anizada, con un espíritu definido claramente en el pensamiento revolucionario". "¿Será posible que con medidas técnico-científicas y neomalthusianas podamos solucionar de verdad lo que ocurre en nuestras patrias? ¿Es que América no tiene respuestas? (. ..) El problema es organizarse de manera distinta, prepararse de manera diferent e. Buscar, de acuerdo a la realidad de cada país, primero el camino y después la anc ha avenida por donde pase el pueblo. Ayer luchaban hombres, hoy luchan las masas ". MANUEL MARULANDA VÉLEZ O TIROFIJO (1930 - 2008) Pedro Antonio Marín, mejor conocido por su alias de Manuel Marulanda Vélez o Tirofij o (Génova, Quindío, 12 de mayo de 1930 - Meta, 26 de marzo de 2008), fue un guerrill ero colombiano, comandante y cofundador de la guerrilla de las FARC (Fuerzas Arm adas Revolucionarias de Colombia), organización considerada terrorista en 31 países, entre ellos la Unión Europea y Estados Unidos. El primer hecho que lo impactó es la destrucción y quema del municipio de Ceilán y la masacre de la población liberal. Este era el pueblo a donde él llevaba la madera y e l queso a vender. Esta situación lo obliga a abandonar el trabajo y empezar a prot
egerse. Viene a Génova, su pueblo natal, donde la policía lo detiene (única detención en su vida) y es acusado de haber participado en los hechos de Ceilán, cuando los pr omotores de estos hechos era la misma policía y los conservadores armados, situación que resolvió pidiendo un permiso a sus captores para ir a finalizar un asunto de trabajo y no volvió a presentarse a la policía, este hecho sucede a finales de 1948. En 1949, la situación en Colombia continuó empeorando, decide con solo 21 años, organi zar la primera guerrilla, la cual crea con sus primos y parientes, aquí es donde i nicia su carrera de guerrillero y se convierte en Comandante de esa guerrilla. Fue el guerrillero más veterano del mundo y de su tiempo. Sus apodos, Tirofijo pos iblemente proviene de la habilidad para acertar en el blanco al disparar con arm as de fuego durante sus días de combatiente, y Manuel Marulanda proviene de un ant iguo líder comunista asesinado durante La Violencia, lideró a las FARC hasta su muer te. Pedro Antonio Marín, quien entonces ya había tomado el nombre de Manuel Marulanda, u n dirigente sindical asesinado, y a quien por su puntería comienzan a apoderarlo T iro Fijo, dirige el movimiento campesino. La irrupción de las FARC como nueva guer rilla se produciría en 1964 como respuesta a la instrumentación del Plan Laso en el gobierno de Guillermo León Valencia, cuando con el señalamiento de que se trataba de repúblicas independientes fuera lanzada contra Marquetalia una operación militar qu e integró a 10 mil unidades del Ejército en un marco de tierra arrasada. Los campesi nos organizados adoptaron la estrategia de guerrilla móvil y proclamaron públicament e, a través de la voz de Jacobo Arenas, un programa agrario. De 48 hombres en arma s, en la época de Marquetalia, las FARC pasaron a ser con los años un ejército revoluc ionario de más de 20 mil hombres. Manuel Marulanda dirigió las FARC desde su nacimie nto, hasta que producto de un infarto cardiaco perdiera la vida el 26 de marzo d e 2008. El líder guerrillero, convertido por los campesinos en una leyenda, sobrevivió a la confrontación armada tras 14 gobiernos y sucesivos anuncios de su muerte que engra ndecieron su leyenda. Le apostó a la paz pactando acuerdos importantes como el alc anzado en 1984 con los acuerdos de La Uribe en el gobierno de Belisario Betancou rt, que dio origen a la Unión Patriótica, el acuerdo que facilitara la liberación de m ilitares retenidos por la guerrilla en La Macarena, y conversaciones como las de Cravo Norte, Caracas, Tlaxcala y El Caguán. Manuel Marulanda, fue un producto histórico de la realidad colombiana, un hombre c onstruido con el acero del conflicto interno y pasará a la historia como un guerri llero legendario, cuyo nombre estará inevitablemente unido al clamor de los colomb ianos por encontrar una solución política a 44 años de confrontación armada. En lo político, también, pudo enfrentar las pretensiones de la oligarquía por desmovil izar al movimiento armado sin dar solución real a las causas que originaron el con flicto, entre ellas: en 1953, al asumir el poder el presidente Rojas Pinilla; en 1958, con el Frente Nacional; en 1983, con Belisario Betancourt Cuartas, en Cas a Verde, después en 1991, en Caracas y México y, finalmente con Andrés Pastrana en San Vicente del Caguán en 1999. Siempre estuvo atento y listo para orientar y dirigir los planteamientos emanado s del movimiento, sin permitir que se fuese a cometer algún fallo. El 26 de marzo de 2008, a la edad de 80 años, el corazón del Comandante Manuel Marul anda Vélez dejó de latir, rodeado de sus escoltas y en brazos de Sandra, su esposa, su amiga, compañera y combatiente. El origen de la principal guerrilla colombiana, las FARC-EP (fundada 27 de mayo de 1964), se remonta a los pequeños núcleos de campesinos militantes y simpatizantes del Partido Comunista Colombiano que se alzaron en armas a partir de 1948 para defender sus vidas y comunidades ante la matanza generalizada ordenada por el pr esidente conservador Ospina, luego del asesinato, por la oligarquía y la CIA, del candidato democrático-popular Jorge Eliécer Gaitán y de la insurrección espontánea con que el pueblo respondió heroicamente (Bogotazo). DANIEL ORTEGA (1945 - ) José Daniel Ortega Saavedra (La Libertad, 11 de noviembre de 1945) es un político ni caragüense, presidente de ese país desde 2007 y líder del Frente Sandinista de Liberac ión Nacional (FSLN).
Fue el jefe de estado anteriormente, en el período de 1985 hasta 1990 cuando el FS LN perdió las elecciones ante la Unión Nacional Opositora (UNO), una coalición de 14 p artidos opuestos al FSLN, que llevó a la presidencia a Violeta Chamorro, y más adela nte en 1996 y 2001, siendo derrotado nuevamente. En las elecciones presidenciale s del 5 de noviembre de 2006 fue electo como presidente de Nicaragua. Durante su vida ha sido uno de los líderes más importantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), formó parte del directorio que se hizo cargo del poder a l triunfo de la revolución Sandinista que derrotó la dictadura que la familia Somoza venía manteniendo en el país, con apoyo de Estados Unidos, desde 1934. Las primeras acciones del gobierno presidido por Ortega fueron el restablecer la gratuidad de los servicios de Educación y Salud. En educación se prohíbe el cobro, en las escuelas públicas, de matrículas, mensualidades, material escolar y otros insum os. En Salud se eliminan las consultas privadas en los centros públicos y se resta blece la gratuidad de los medicamentos, las operaciones quirúrgicas y las pruebas clínicas que se realicen en los centros sanitarios dependientes del Estado. Según Ortega: El pensamiento crítico debe ser una herramienta para construir identid ades colectivas, mediante la movilización en la calle pero también de las ideas. Ide ntidades construidas no alrededor de una cúpula, de un caudillo, sino desde la rel ación democrática de base, desde el valor de la multitud que actúa consciente y rechaz a la sumisión. Finalmente, el pensamiento crítico tiene toda su fuerza en el rigor con que acomet e no sólo la crítica del campo contrario sino que también del campo propio. Daniel Ortega Saavedra encabezó en Nicaragua la campaña de resistencia urbana del Fr ente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que expulsó al dictador Anastasio Somo za en 1979. Fue elegido presidente en 1984, tras conseguir el 60% de los votos. Su gobierno intentó estabilizar la economía del país, pero su administración se vio ento rpecida por la presión económica de Estado Unidos y la presión militar de las fuerzas de la "contra" nicaragüense (financiada por EU), que se oponía a su política izquierdi sta. En 1990 triunfó la coalición antisandinista Unión Nacional Opositora (UNO), formada po r 14 partidos, Violeta Barrios de Chamorro se convirtió en la presidenta de Nicara gua y tuvo que hacer frente a una importante oposición tras asumir el cargo. En 1991 Violeta Barrios de Chamorro nombró a Humberto Ortega, hermano de Daniel Or tega y destacado dirigente sandinista, jefe de las Fuerzas Armadas, que logró el d escontento de los que apoyaban a la contra, muchos de los cuales volvieron a tom ar las armas, la crisis estalló en 1993, cuando las fuerzas de la contra secuestra ron a 38 personas para forzar la renuncia de Humberto Ortega. Nicaragua se adhiere a la Alternativa Bolivariana para la Américas (ALBA) y a part ir de esta incorporación comienza a desarrollar los siguientes programas: Programa para eliminar el analfabetismo a través del método "Yo sí puedo" como parte d e la voluntad política de ofrecer educación a todos los ciudadanos nicaragüenses. Mejoramiento del sistema de salud de la población con la incorporación de la Operación Milagro, formación de médicos en Cuba en la Escuela Latinoamericana de Medicina. Otro de los cambios que operan en Nicaragua es el referido al profundo proceso d e reformas que ha sufrido la Constitución Política como norma fundamental de Estado nicaragüense que concluyó en 1995. Esta constitución define a Nicaragua como Estado in dependiente, libre, soberano, unitario e indivisible. VALOR DEL PAPEL DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA LIDERADA POR EL PRESIDENTE HUGO CHÁVEZ FRÍAS EN EL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN REVOLUCIONARIA DE AMÉRICA LATINA, EL CARIBE Y EL MUNDO DEMOSTRAR LA VIGENCIA DEL PENSAMIENTO INTEGRACIONISTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR En su tiempo Bolívar surgió en Venezuela y en el continente Americano como el hombre que marcó el curso de los acontecimientos de la independencia y la formación de las Primeras Repúblicas. Su memoria cruzo la barrera de los tiempos para quedarse con nosotros. Fue y es reconocido en todas partes de mundo como El Libertador. El genio del Libertador se expresó sobre todos los aspectos de la vida pública de su tiempo. Muchas de sus actuaciones y obras en el terreno político, militar, social
y económico se proyectaron más allá de su época, y algunas de ellas cobran especial vig encia en nuestros días. El pensamiento del Libertador con respecto a la integración latinoamericana se enm arca dentro del proceso de las luchas independentistas en Hispanoamérica (1810-182 5) en los años posteriores al logro de la misma hasta su prematura muerte en 1830, cuando solo contaba con 47 años de edad, por lo que se infiere que sus proyectos e ideas al respecto van a desarrollarse bajo condiciones extremadamente difíciles. Podremos comprender la riqueza que devela su pensamiento. En primer lugar su den uncia surge desde la moral de la emergencia propia de un continente sometido que reclama por el reconocimiento de su derecho: "un derecho con que la naturaleza lo ha dotado": la libertad. La denuncia a la sociedad europea que se enaltece al reconocerse como único sujeto de la historia, que se reconoce como la acreedora d el título de civilización, no ha conocido sino los dictámenes oscuros de una razón empeñad a en considerarse legítima, a costas de la ilegitimidad de sus acciones. En segundo lugar, el sujeto que enuncia ese discurso vuelve sobre si, se "autoaf irma" como sujeto y al hacerlo se valora y exige el reconocimiento de su "propia humanidad" y de su "identidad". La conciencia de su ser, la pretendida afirmación del sujeto americano que había comenzado su tarea en la emancipación política, se enc uentra ahora ante el conflicto de dar cuentas de su propia identidad, encuentra en su desnudez la complejidad que existe en ese particular modo de ser. La integración latinoamericana es una idea nacida del calor de la formación de nuest ras nacionalidades, es decir, del nacimiento de una conciencia independiente a l a impuesta por la metrópolis y enarbolada por un sector importante de los criollos que comienzan a elaborar y a concernir proyectos integracionistas Acerca de la integración latinoamericana se han realizado importantes investigacio nes, pero existe la dificultad de no encontrarse sistematizado, de manera especi al, un estudio que comprendiera los momentos de su nacimiento, desarrollo, avanc es y frustraciones. Este es un reto a cumplir en un futuro no lejano en aras de reivindicar el pensa miento y la acción de todos aquellos que han luchado por tan noble propósito. Por ta nto, profundizar en el estudio de tan complejo problema en el pensamiento de bolív ar se convierte en una necesidad, fundamental a través de documentos, cartas y ref erenciando en cada momento histórico la forma de cómo el proceder venezolano asumió la idea de la integración. PAPEL DE VENEZUELA EN LA TRANSFORMACIÓN REVOLUCIONARIA DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE Venezuela está transitando por una situación muy especial, diríamos que única: es la pri mera vez que el pueblo venezolano asume un rol protagónico en la construcción de su propia historia. Es la primera vez que conquista su dignidad y que hace realidad una ciudadanía que antes era letra muerta. Para hacerlo tuvo que barrer las rémoras de décadas de estéril y corrupto bipartidismo, y enfrentar a una poderosísima constel ación de intereses –las clases dominantes tradicionales, la iglesia, el sindicalismo amarillo, los grandes monopolios mediáticos, la partidocracia decadente; etcéteraorquestada, financiada y promovida por el gobierno de Estados Unidos. Un proceso que se ha dado en llamar revolucionario, porque implica una transformación profun da de las estructuras políticas, sociales y económicas; y bolivariano, porque se ins pira en Simón Bolívar, el prócer de la independencia nacional, de cuyo pensamiento ret oma los valores de soberanía, libertad, construcción de la nación y la búsqueda de la in tegración latinoamericana bajo un proyecto de emancipación, claramente anticolonial y antiimperialista. Un proceso revolucionario democrático cuyo líder, el presidente Hugo Chávez Frías, de fo rma inédita, como ningún otro mandatario antes y durante un periodo de seis años, ha s ido por ocho veces sometido en las urnas a la valoración del pueblo y ha salido le gitimado cada vez por mayor diferencia devotos; pese a lo cual, ha sido califica do como antidemocrático. Un proceso que tiene un protagonista indiscutible: el pue blo venezolano. Su voluntad se ha expresado en las urnas, y materializada cada día gracias a la entrega de miles de mujeres y hombres que han decidido ser visible s y han irrumpido en la escena política y socioeconómica para llenar de contenido, c on su participación, el término "democracia". Los logros de la Revolución Bolivariana han forzado a los presidentes y candidatos
presidenciales de América Latina a caminar por la delgada línea que hay entre profe sar que seguirán el ejemplo de Chávez, para evitar alienar a sus bases, y que no est orbarán a Washington. A Estados Unidos le gustaría aislar a Chávez, al presidente cuba no Fidel Castro, a los manifestantes de Bolivia y a cualquier otro que desafíe el statu quo; pero no terminan de darse cuenta que mientras la Revolución Bolivariana se profundiza, es cada vez más improbable que los pueblos de América Latina toleren las promesas electorales incumplidas. En el contexto de los logros del modelo b olivariano, las protestas y el descontento probablemente aumenten; hasta que los líderes electos demuestren que son merecedores de la retórica democrática que defiend en, y que produce resultados concretos y cambios profundos. Parte fundamental de l curso degenerativo y destructivo del capitalismo mundial es la catástrofe económic o-social de la periferia, donde vive el 85% dela humanidad. América Latina compart e este desastre. Para mejor exportar su crisis, el imperialismo quiere profundiz ar el sometimiento semi colonial de los países latinoamericanos. Ya no le basta que el FMI, las multinacionales y las embajadas de los países imper ialistas, en especial de EEUU, actúen como otros tantos súper poderes. Ahora, con el ALCA, EEUU pretende dar un salto cualitativo en la colonización. En esa situación, el combate antiimperialista (como la defensa del gas por el heroico pueblo boliv iano) asume una importancia fundamental. El no pago de las deudas externas, la r uptura con el FMI, el rechazo al ALCA, la expropiación de multinacionales y bancos , la oposición al Plan Colombia y a la presencia militar de EEUU son otros tantos puntos de lucha. Al mismo tiempo, con la misma claridad, decimos que para librar una lucha consecuente contra el imperialismo y que vaya hasta el final, no pode mos depositar la menor confianza en los movimientos nacionalistas burgueses o pe queñoburgueses. La experiencia latinoamericana y mundial de un siglo de estos movimientos nos di ce que tarde o temprano todos terminaron capitulando, y volviéndose contra los tra bajadores que los apoyaron. La presión colonizadora del imperialismo, por un lado, y de la resistencia de las masas, por el otro, ha generado en Venezuela una ree dición de los movimientos nacionalistas que en el siglo XX dominaron la escena de muchos países del Tercer Mundo. Pero Chávez y su revolución bolivariana´ son una pálida imitación, que no ha llegado a tom ar medidas radicales como las de Cárdenas en México, Perón en Argentina, Nasser en Egi pto o Velasco Alvarado en Perú. Sin embargo, tanto EEUU como la burguesía vende patr ia de Venezuela desean sacárselo de encima. En esa situación estamos incondicionalme nte junto a las masas obreras populares de Venezuela contra los intentos golpist as de la burguesía y el imperialismo, y por la unidad de acción para derrotarlos. Pe ro, a la vez, planteamos no depositar la menor confianza en Chávez y a organizarse en forma totalmente independiente del chavismo´. NIVELES DE PARTICIPACIÓN POLÍTICA En América Latina, las nuevas formas de participación popular que han surgido últimame nte permitieron realmente democratizar al Estado? Podemos definir una nueva form a de participación política como un nuevo modo de relacionar el Estado con sus ciuda danos. Definimos un movimiento social como una forma de acción colectiva que busca desafiar a las élites por medio de movilizaciones masivas con un impacto signific ativo sobre la esfera política. En las últimas décadas, muchos Estados latinoamericano s se han visto obligados a redefinir su forma de regular a la sociedad y su mane ra de intervenir en el mercado y en la economía. El Estado ha tenido que adaptarse a un contexto internacional cada vez más dominad o por actores privados y particularmente por actores económicos transnacionales. E n ese contexto global de pérdida de legitimidad del Estado, su estrategia ha sido de tratar de inyectar cada vez más participación popular en la toma de decisiones públ icas. Así que una nueva forma de relación más horizontal ha nacido entre ciudadano y E stado y que poco a poco el modelo de la democracia participativa se ha sustituid o al modelo tradicional de la democracia representativa. Últimamente, uno de los m ecanismos políticos encontrados en la región andina para generar más participación popul ar fue el de la Asamblea Constituyente. Ya en 1991, el gobierno de Colombia implemento la primera Asamblea Constituyente en la región andina, después este mecanismo político fue implementado también en Venezu
ela (1998), en Bolivia (2006) y en el Ecuador (2007). Si unas reformas institucionales son indispensables para darles más legitimidad po lítica a la totalidad de los gobiernos de la región andina; sin embargo no pueden so lucionar todos los problemas de gobernabilidad. Últimamente, en varios países andino s Venezuela, Bolivia, Ecuador la producción de una nueva institucionalidad democráti ca ha funcionado como un imaginario colectivo que supuestamente iba a solucionar lo todo. En efecto, siguen habiendo muchas divisiones sobre el papel exacto que se le otorga a la participación popular y a los movimientos sociales en un régimen c lásico de democracia representativa. ¿Es posible una democracia sin partidos, en la cual los partidos estén sustituidos por los movimientos sociales y por un alto niv el de participación popular? Finalmente, en América latina y lo vemos hoy en día en los casos extremos de Venezue la y de Bolivia - siempre se ha planteado la cuestión de la relativa poca autonomía de los movimientos sociales frente a la esfera política. Si la agenda y las temáticas principales de la movilización social así que las herrami entas jurídicas implementadas están definidas y diseñadas por el Estado, el movimiento social tendrá poca capacidad de incidencia y poder de transformación social en la e sfera política 1) ampl amplit itud ud del del res resul ulta tado do a obt obten ener er, , seg según ún se prod produz uzca ca un bene benefi fici cio o col colec ecti tivo vo o particular; 2) grad grado o de de con confl flic icto to en el que que se se ver verán án envu envuel elto tos s los los part partic icip ipan ante tes; s; 3) nive nivel l de de ini inici ciat ativ iva a per perso sona nal l req reque ueri rida da para para real realiz izar ar la acti activi vida dad; d; y 4) grad grado o de de coo coope pera raci ción ón con con otr otros os ciud ciudad adan anos os nece necesa sari rio o par para a lle lleva var r a cabo cabo la actividad. LA INTEGRACIÓN POLÍTICA DE AMÉRICA LATINA, VIGENCIA DEL PENSAMIENTO BOLIVARIANO (CASO URUGUAY, BRASIL, ARGENTINA, POLO CARIBEÑO) La vigencia del pensamiento Bolivariano es indudable, Bolívar llenó su tiempo porque en la teoría y en la práctica supo interpretar los anhelos de los pueblos de nuestr a América, y supo conducirlos en una heroica guerra deliberación que transformó esclav os y siervos en hombres y fijó los cimientos de nuevas naciones republicanas y dem ocráticas, donde antes imperaba el colonialismo más oscuro y degradante. Y, para consolidar la independencia y defender la libertad recién conquistada, lla mó a nuestros pueblos a unirse y confederarse, para formar un bloque continental d e pueblos libres, que pudieran hacer frente a las amenazas y agresiones de las p otencias de Europa y Norteamérica, alertándonos, con palabras tantas veces confirmad as por los hechos: "Los Estados Unidos de Norteamérica parecen destinados por la providencia para pla gar a la América de hambre y de miseria, a nombre de la libertad´, tal como lo expre so en Guayaquil desde 1829. Si lo que Bolívar propuso en su tiempo hoy pugna por su cabal realización para const ruir el porvenir de nuestros pueblos, ello quiere decir que estamos próximos e ins ertos en la era de Bolívar, nuestro líder y contemporáneo. Con razón nos dice José Martí q Bolívar está en la roca de crear al frente de estos pueblos, que son los suyos porq ue son los nuestros, en el crisol de sueños y de sangre de América. Queremos destacar la alta significación que hoy tiene el presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez Frías, al reavivar la presencia de Simón Bolívar en toda su dimensión patriótica, internacionalista, democrática y pedagógica, para despert ar a esta América que recomienza su paso incontenible y progresista, cuya independ encia y libertad significa como enseña el libertador en su proclama a los soldados vencedores de Ayacucho, "la esperanza del universo". Venezuela es un ejemplo para nuestros pueblos que claman para que el pensamiento democrático que nos legó El Libertador, tenga cabal cumpliendo ahora, tanto en el ámb ito nacional como en el internacional. Nuestros países han sufrido después de la ges ta de la primera independencia, el azote de regimos plutocráticos, teocráticos, caco cráticos y despóticos: feroces y sanguinarios frente a las justas reivindicaciones p opulares y arrodilladas y corruptas frente a la voracidad del imperialismo. PENSAMIENTO POLÍTICO DE HUGO CHÁVEZ EN RELACIÓN CON LA PAZ, LA INTEGRACIÓN Y LA GLOBALIZ ACIÓN, ENTRE OTROS.
Con relación a la Paz: El Sr. Presidente, aún con su verbo fuerte, es un luchador no solamente en pro de la paz, sino de la justicia. Sus expresiones en pro de la p az del pueblo colombiano, boliviano, haitiano e iraquí, entre otros, son sentidas y sinceras en la búsqueda de propuestas que contribuyan a minimizar el dolor de su s pueblos, cuyo sufrimiento surge a través del intervencionismo estadounidense y d e la disociación de sus nativos cómplices pro-yankees. Siempre hace llamados por la igualdad social y por el respeto entre naciones, ya que de allí es que surgen los elementos que ponen en peligro la paz. Con relación a la Integración: Innegable es la misión que el Sr. Presidente de Venezue la lleva adelante, desde hace años, para procurar la integración de las naciones sur americanas. Argentina fue una de las primeras naciones que se recuperó, gracias a la mano que le brindó Chávez una vez Memnen y otros secuaces, dejaron en bancarrota a los argentinos hasta con un corralito financiero. Y, como ése, hay infinitos pro gramas de cooperación mutua con diversos países, tanto en lo educativo como en la sa lud, lo comercial, agrícola, etc., que en cierta forma contribuyen a la integración pero, como él mismo lo ha dicho, es una tarea difícil dada la idiosincrasia propia d e cada nación y a lo separado que hemos vivido durante siglos. Con relación a la Globalización: El Sr. Presidente siempre ha sido escéptico a los pos tulados globalizadores, en medio de un escenario unipolar, donde ese modelo no c ontribuye al desarrollo de los pueblos latinoamericanos. Y, EL TIEMPO LE HA DADO LA RAZÓN A HUGO CHÁVEZ FRÍAS, ahora que hasta lo del libre mercado está en entredicho a l destaparse el escándalo bancario en EE.UU. EL EJÉRCITO COMO ALIADO DEL PUEBLO (CASO VENEZUELA) Desde el año 1999 en la que el Presidente inició esa política de sacar a los soldados a la calle, en el famoso Plan Bolívar 2000, considero que ha sido exitosa esa estr ategia al haber un acercamiento entre esos seres humanos y la población civil. ALBA VS ALCA La confrontación ALBA versus ALCA, no es otra cosa que la expresión contemporánea del antagonismo de dos proyectos históricos: Bolivarianismo o Monroísmo. El primero, es la propuesta de unidad de los pueblos latinoamericanos caribeños, la idea del Libe rtador Simón Bolívar de conformar, en todo el territorio de nuestra América, una Confe deración de Repúblicas. El segundo, es aquel que se resume en la frase ³América para los americanos´, entendiéndose los ³americanos´ como los estadounidenses. En síntesis: una pr opuesta imperialista de dominación enfrentada a una propuesta patriótica deliberación. Es entonces que debemos asumir al ALBA, teniendo en cuenta el Documento Conjunto para la creación del ALBA, firmado entre Cuba y Venezuela, el 14 de diciembre de 2004, donde se lee: ³el objetivo de construir una Patria Grande en la América Latina , según lo soñaron los héroes de nuestras luchas emancipadoras´. Por lo tanto el ALBA reconoce sus antecedentes en la mejor tradición delas luchas independentistas y por la unidad nuestra americana. Ahí aparece, entonces, la figu ra del Precursor, Francisco Miranda, con su Plan de Gobierno para esta región, a l a que él llamaba Colombia. Y nos encontramos, sin duda, con la obra y el pensamien to del Libertador Simón Bolívar, con su Carta de Jamaica, su Discurso de Angostura, la correspondencia con Martín de Pueyrredón, la Convocatoria al Congreso Anfictiónico de Panamá, los acuerdos Mosquera-Monteagudo, Mosquera-O’Higgins, Santamaría-Alamán, la c orrespondencia con José de San Martín y tantos otros documentos que anuncian el cami no hacia la unidad latinoamericana caribeña. Toda la obra del Libertador es antece dente del ALBA, ya que Bolívar fue quien más cabalmente comprendió la necesidad vital de la alianza entre nuestros pueblos. El ALBA se fundamenta en la creación de mecanismos para crear ventajas cooperativa s entre las naciones que permitan compensar las asimetrías existentes entre los país es del hemisferio. Se basa en la cooperación de fondos compensatorios para corregi r las disparidades que colocan en desventaja a los países débiles frente a las prime ras potencias. El ALBA es una propuesta para construir consensos para repensar los acuerdos de integración en función de alcanzar un desarrollo endógeno nacional y regional que erra dique la pobreza, corrija las desigualdades sociales y asegure una creciente cal idad de vida para los pueblos.