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Grupo OCS Curso Escala Básica 2015

TEMA 29: SEGURIDAD EN VEHÍCULOS PRIORITARIOS

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La Segur Segurida idad d en la cond conducc ucción ión de vehí vehícul culos os prior priorita itario rios. s. Definic Definición ión de Seguri Seguridad dad Activa Activa y Pasi Pasiva va Sistemas Sistemas de Seguridad Seguridad Activa Activa y Pasiva Pasiva en en vehículos vehículos tipo turismo turismo y motoci motocicleta cleta Influencia Influencia de los los Sistema Sistemass de Seguridad Seguridad en los accidentes accidentes de tráfic tráfico o Repercusió Repercusión n de los los Sistem Sistemas as de Segurid Seguridad ad en la conducción conducción policial policial y traslado traslado de de detenidos


1.- LA SEGUR SEGURIDAD IDAD EN LA LA CONDUCCI CONDUCCIÓN ÓN DE VEHÍCU VEHÍCULOS LOS PRIORI PRIORITARIO TARIOSS

Como ya se venía señalando en el anterior tema, la sociedad actual presenta una creciente demanda de movilidad. Los ciudadanos reclaman entre sus necesidades más básicas la libertad de movimiento y para ello, el vehículo a motor se ha convertido en el protagonista de la vida de la práctica práctica mayoría de de estos ciudad ciudadanos, anos, pues, pues, el mismo se se toma como un elemen elemento to cotidiano cotidiano e indispensable. Esto conlleva la asunción de una serie de factores de riesgo que deben ser tenidos en cuenta por todos y cada uno de los conductores, conductores, además del resto resto de usuarios de la vía, pues no se debe olvidar que los accidentes de tráfico configuran una triste realidad en el mundo automovilístico. En este sentido, la Seguridad vial hace hace su aparición aparición en escena, escena, siendo ésta un objetivo permanente en la política de todas las Administraciones. 2 La segu seguri rida dad d vial cons consis iste te,, bási básicam camen ente te,, en la prevención de los accidentes de tráfico con el

objetivo de proteger la vida de las personas o en su caso minimizar las consecuencias consecuencias de éstos . De igual modo, se refiere a las tecnologías empleadas para dicho fin en cualquier medio de desplazamiento terrestre. En resumen, podemos definir la seguridad vial de la siguiente manera: “El objetivo que debe tener presente un conductor con conocimientos y habilidades suficientes, que mantiene mantiene un estado físico físico y psíquico adecuado, adecuado, de conducir conducir un vehículo vehículo diseñado y conservado correctamente, por unos itinerarios planificados, mantenidos y señalizados en un entorno social, concienciado del problema y colaborador a la hora de encontrar las soluciones más adecuadas”.

De este modo, se efectúa una aproximación a conceptos de vital importancia relacionados directamente con la seguridad vial y que serán desarrollados a lo largo del presente tema, tales como: tráfico, tráfico, accidente, accidente, vehículo vehículo prioritario, prioritario, facultades facultades del conductor, conductor, la vía, comportamie comportamiento nto de los usuarios usuarios ante un vehículo vehículo prioritario prioritario en servicio servicio urgente, etc.


Tráfico: 

Desde el punto de vista físico:

Desplazamiento de personas, vehículos y animales por las carreteras calles y caminos. 

Desde el punto de vista jurídico:

Tránsito de personas, vehículos y animales por las vías públicas, sin más limitaciones que las establecidas en la legislación sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial.

Accidente de tráfico: Acontecimiento fortuito (debe carecer de intencionalidad ) con origen mecánico, físico, ambiental o humano, producido como consecuencia del tráfico de vehículos, interviniendo alguna unidad de tráfico y en el que el vehículo o vehículos implicados quedan de manera anormal dentro de la calzada o fuera de ella, pudiendo producirse lesiones en las personas o daños en las cosas y que sobreviene en una vía habilitada al tráfico con ocasión del tránsito de vehículos. 3

Según la Orden INT/2223/2014, de 27 de octubre, por la que se regula la comunicación de la información al Registro Nacional de Víctimas de Accidentes de Tráfico, los elementos (víctima, vehículo o persona implicada) inmersos en un accidente serán considerados oficialmente como tal, en base a la concurrencia de siguientes circunstancias:

1. Accidente de tráfico con víctimas. Deben reunir las circunstancias siguientes: a) Producirse, o tener su origen, en una de las vías o terrenos objeto de la legislación sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial. b) Resultar a consecuencia de los mismos una o varias personas fallecidas o heridas. c) Estar implicado, al menos, un vehículo en movimiento. Se incluirán también, por tanto, los accidentes con tranvías, trenes y demás vehículos de raíles implicados, siempre que se produzcan en vías y terrenos públicos aptos para la circulación, en los que resulte de aplicación el referido texto articulado de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.

Las colisiones múltiples entre más de dos vehículos se considerarán como un único accidente, si son sucesivas.


Se excluirán: a) Los accidentes provocados por muertes naturales confirmadas o en los que existan indicios

de suicidio o intento de suicidio, excepto cuando produzcan daños a otras personas. b) Los homicidios, lesiones intencionadas a terceros y/o daños intencionados a propiedades.

2. Vehículo implicado en un accidente de tráfico. Se considera que un vehículo está implicado en un accidente de tráfico cuando concurren una o varias de las circunstancias siguientes: a) Entrar el vehículo en colisión con: -

Otro u otros vehículos, en movimiento, parados o estacionados.

-

Peatones.

-

Animales.

-

Otro obstáculo.

b) Sin haber entrado en colisión, haber resultado, como consecuencia del accidente, fallecidos o heridos el conductor y/o algún pasajero del vehículo, o haberse ocasionado sólo daños materiales. c) Estar el vehículo parado o estacionado en forma peligrosa, de modo que constituya uno de los 4

factores del accidente. d) Sin haber sufrido el vehículo o sus ocupantes directamente las consecuencias del accidente, constituir el comportamiento del conductor o de alguno de los pasajeros uno de los factores del accidente. e) Haber sido arrollado el conductor o un pasajero del vehículo por otro en el momento en que subía o descendía de él, o después de haber caído desde el vehículo a la vía, en cuyo caso ambos vehículos se consideran implicados en el accidente.

3. Persona implicada en un accidente de tráfico. Se consideran personas implicadas en un accidente de tráfico los ocupantes de los vehículos definidos en el punto anterior y también los peatones cuando resulten afectados por un accidente de tráfico o su comportamiento haya sido uno de los factores del mismo, conforme a las siguientes circunstancias: a) «Conductor»: Toda persona que, en el momento del accidente, lleva la dirección de un vehículo implicado en un accidente de tráfico. En vehículos que circulen en función de aprendizaje de la conducción, es conductor, la persona que está a cargo de los mandos adicionales.


b) «Pasajero»: Toda persona que, sin ser conductor, se encuentra dentro o sobre un vehículo, o es arrollada mientras está subiendo o bajando del vehículo. Los conductores que han dejado de llevar la dirección del vehículo y son arrollados mientras suben o bajan del mismo se consideran pasajeros. c) «Peatón»: Toda persona que, sin ser conductor ni pasajero, se ve implicada en un accidente de circulación. Se consideran peatones quienes empujan o arrastran un coche de niño o de una persona con movilidad reducida o cualquier otro vehículo sin motor de pequeñas dimensiones, los que conducen a pie un ciclo, ciclomotor o motocicleta; las personas que se desplazan en silla de ruedas, con o sin motor; las personas que se desplazan sobre patines u otros artefactos parecidos; las personas que se encuentran reparando el vehículo, empujándolo o realizando otra operación fuera del mismo; los conductores o pasajeros que, tras haber abandonado sus vehículos, son arrollados mientras se alejan de los mismos caminando. También se consideran peatones, a los solos efectos de la cumplimentación de los formularios de accidentes, y sin perjuicio de las definiciones establecidas con carácter general en el anexo I del texto articulado de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, las personas que se desplazan sobre un animal de monta y las personas que guían un animal o animales.

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Del mismo modo, existen numerosas clasificaciones de los accidentes de tráfico: Por sus resultados: Mortales, con heridos, con daños materiales. Por su situación: Urbanos o interurbanos. Por el número de vehículos implicados: simples o complejos. Por el modo en que se producen: Colisiones (frontal, lateral, por alcance, etc.), choques, salidas de la vía, vuelcos, atropellos, etc. Accidentes con características especiales (incendios, explosiones, etc.) Otros criterios (hora del día, tipo de transporte, etc.)


Por otro lado, se deben tener en cuenta los factores que influyen en los accidentes de circulación, partiendo de la base que intervendrán tres: el conductor, el vehículo y el ambiental (vía y entorno) .

Con respecto a ello, los últimos estudios de la Unión Europea en materia de seguridad vial, advierten que el factor humano es el que presenta un mayor porcentaje en la siniestralidad , ascendiendo a valores situados entre un 70% - 90%, mientras que el factor vía/entorno presenta valores de entre un 10% - 35% y el factor vehículo entre un 4% - 13%.

Conducción de un vehículo: Se considera como una actividad compleja desarrollada por una persona, la cual consiste en el manejo de un vehículo (con o sin motor) por la vía pública , adaptándose a las normas que rigen la circulación en un entorno determinado y durante el cual percibe una serie de estímulos procedentes del mencionado entorno, seleccionando aquellos que más le interesan según sus intereses y en base a sus capacidades, eligiendo una respuesta adecuada a dicho estímulo, procurando ejecutarla en el tiempo mínimo indispensable.

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Con respeto a lo anterior, se producen una serie de circunstancias que se entrelazan, dejando entrever que esta actividad compleja que supone la conducción no se reduce al simple hecho de circular con un vehículo, ya que, en este sentido, entran en juego factores denominados como “nivel de capacidad” y “nivel de exigencia”, los cuales se desarrollan a continuación: La vía y su entorno establecen una serie de exigencias a las que deben responder las capacidades del vehículo y el conductor, pues el hecho de que el nivel de exigencia de la vía se incremente no supone una causa de accidente si de forma paralela se incrementa el nivel de las capacidades del conductor y el vehículo. Todo ello supone que, a mayor nivel de exigencia, mayor deberá ser el nivel de capacidad, pues en caso contrario, se producirá el accidente de tráfico. Por ejemplo: En una vía bien asfaltada con gran amplitud de carriles y condiciones meteorológicas favorables (primer fotograma), el nivel de exigencia es menor que en una vía estrecha de doble sentido y mal asfaltada (segundo fotograma), en la cual se produzcan unas condiciones climatológicas adversas, siendo por ello por lo que, el nivel de capacidad deberá adaptarse en todo momento al de exigencia.


Pero realmente, ¿por qué se produce un accidente de tráfico? Esto tiene relación directa con el tiempo de reacción del conductor. Es decir, el tiempo que transcurre desde que el conductor aprecia el riesgo (recibe estímulo exterior) hasta que reacciona a ello, mandando la orden oportuna (volanteando, acelerando, frenando, etc.) Este tiempo de reacción guarda una relación directa con el estado psicofísico del conductor, no teniendo que ver con otros factores tales como el estado del vehículo o la vía.

Nivel de capacidad de conducción. Viene determinado por diversos factores que van a influir en que este sea mayor o menor: o

Estado físico

Dependiendo de este estado, el conductor presentará mayores o menores aptitudes para la toma de decisiones durante la conducción, pudiendo encontrarse influido por elementos como la fatiga, el alcohol, las drogas, los medicamentos, enfermedades, etc. En especial la fatiga es uno de los principales factores de riesgo en la conducción, pues provoca un claro descenso del rendimiento debido al esfuerzo psíquico y físico que se desarrolla durante la actividad. 7

o

Estado psíquico

Este es otro de los estados más relevantes a tener en cuenta durante la conducción, pues en este caso influyen las preocupaciones o estados emocionales que presenta el conductor. De igual modo, encontramos un elemento determinante, que es el nivel de estrés que presenta este, pudiendo influir de manera decisiva en la conducción, dando lugar a que la conducción del vehículo se convierta en una tarea peligrosa.

o

Nivel de vigilancia

Este nivel ha de ser adaptado a las exigencias del entorno y del vehículo, anticipando aquellas situaciones que NO deberán de sorprender al conductor y poder de esta manera, garantizar una conducción sin riesgos.


o

Conocimiento de las normas

Una necesidad básica a la hora de practicar la conducción es el pleno conocimiento de las normas que rigen la circulación en la vía por la que el conductor circula, pues de ello dependerá en gran medida que se conduzca o no con corrección, pudiendo evitar situaciones imprevistas y desagradables con consecuencias fatales.

o

Habilidades

Dependen de la formación adquirida durante la obtención del permiso de conducción u otros cursos recibidos, así como la experiencia adquirida por el propio conductor, pudiendo ser la misma beneficiosa o perjudicial en el caso de adquisición de malos hábitos.

Nivel de exigencia. 8

Este nivel viene determinado por la situación en un determinado momento, pudiendo encontrarse determinado por las características de la vía, las condiciones meteorológicas o ambientales, la densidad de la circulación, las normas de la vía, etc.

Todo lo anteriormente expuesto nos lleva a considerar que a la hora de practicar la conducción a bordo de un vehículo prioritario será necesario desarrollar al máximo nuestras capacidades, practicando una conducción segura, responsable y eficiente. Para ello, se deberán desarrollar

una serie de actividades que nos permitan garantizar una conducción segura:


SEGURIDAD EN LA CONDUCCIÓN DE UN VEHÍCULO PRIORITARIO: 

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Realizar una revista interior y exterior del vehículo antes y después de su uso, prestando atención al mantenimiento recomendado del vehículo, vigilando periódicamente la presión de neumáticos, colocación del reposacabezas, luces, etc. Respetar en todo caso los límites de velocidad, semáforos, señales de tráfico y las indicaciones de los agentes que regulan la circulación en situación de normalidad. Tendrá prioridad de paso sobre los demás vehículos y otros usuarios de la vía cuando se encuentre en servicio de urgencia . Incluso podrá circular por encima de los límites de velocidad establecidos y estará exento de cumplir otras normas o señales (salvo las que provengan de agentes encargados de la regulación del tráfico, que serán SIEMPRE de obligado cumplimiento) siempre teniendo en cuenta que para ello deberá cuidar de no vulnerar la prioridad de paso sin antes adoptar extremadas precauciones, hasta cerciorarse de que no existe riesgo de atropello y que los conductores de otros vehículos han detenido su marcha. No arrojar a la vía ni en sus inmediaciones objetos que puedan provocar incendios o accidentes. No conducir sin ponerse el cinturón de seguridad, el casco y demás elementos de protección o dispositivos de seguridad, en los casos y condiciones que determina la Ley. Conducir responsablemente sin cometer negligencias ni adoptar conductas temerarias.

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

No conducir mientras usa manualmente el teléfono móvil, auriculares o cualquier otro dispositivo que distraiga la atención permanente de la conducción, según recoge la Ley. Si bien, debemos tener en cuenta que el art. 11.3 Ley de Tráfico exime a los agentes de la autoridad en el ejercicio de las funciones que tienen encomendadas de la prohibición de usar teléfono móvil mientras conducen. Es fundamental para los usuarios de vehículos prioritarios y cumplir así con su función profesional, el presentar una visión correcta, sin que exista impedimento que les dificulte observar la vía y el entorno con comodidad y precisión. No conducir bajo los efectos del alcohol, sustancias estupefacientes, psicotrópicas u otras sustancias análogas.


2.- DEFINICIÓN DE SEGURIDAD ACTIVA Y PASIVA

Como se viene señalando, los accidentes de tráfico constituyen un problema y una preoc upación, no solo en nuestro país, sino, a nivel mundial. Esto supone que tanto los propios estados, así como diversas organizaciones internacionales traten de resolver los problemas de mortalidad que se derivan de los accidentes de circulación, actuando sobre los diversos factores determinantes de dichos accidentes (el humano, el vehículo y la vía y su entorno).

Por tanto, es posible afirmar que se puede reducir tanto el número de accidentes, como sus consecuencias una vez que se producen, si se actúa sobre el propio vehículo, mejorando de tal modo la seguridad vial, fabricando vehículos más seguros a partir de la dotación de los mismos con elementos necesarios para evitar, dentro de los posible, que se produzcan accidentes o para conseguir que sus consecuencias, una vez producidos, no se agraven.

Es entonces donde aparecen los conceptos de seguridad activa y pasiva:

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2.1.- LA SEGURIDAD ACTIVA Para conducir un vehículo es un requisito indispensable el conocimiento completo del funcionamiento de todos aquellos elementos que inciden directamente en su forma de conducción, así como la correcta utilización de sus mandos, instrumentos y equipamiento. Así, se entiende como seguridad activa al conjunto de mecanismos o dispositivos encaminados a disminuir el riesgo de que se produzca un accidente, por lo que, un buen sistema de frenado, una dirección bien equilibrada y precisa o un motor con buena capacidad de respuesta son elementos que intervienen en este tipo de seguridad considerada como activa.


En definitiva, estos elementos se consideran parte de la seguridad activa porque el conductor del vehículo interactúa directa o indirectamente mediante los mismos y van encaminados a la evitación del accidente: -

Estabilidad, maniobrabilidad y adherencia Facilidad de acceso a los mandos Relación peso-potencia Frenada

-

Visibilidad Confortabilidad y comodidad Iluminación

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2.2.- LA SEGURIDAD PASIVA Este tipo de seguridad hace referencia a aquella que debe presentar un vehículo una vez iniciado el accidente, es decir, tras desencadenarse el mismo. Se pretende disminuir la gravedad de las lesiones producidas al conductor, ocupantes y otras posibles víctimas implicadas en el siniestro. Como sistemas de seguridad pasiva encontramos elementos tales como: -

Habitáculo de seguridad Cinturones de seguridad Pretensores Cristales laminados Parachoques absorbentes

- Superficies interiores redondeadas y acolchadas - Airbag - Reposacabezas - Retrovisores abatibles - Tapicería ignífuga


3.- SISTEMAS DE SEGURIDAD ACTIVA Y PASIVA EN VEHÍCULOS TIPO TURISMO Y MOTOCICLETA

3.1.- SISTEMAS DE SEGURIDAD ACTIVA EN TURISMOS: 

Estabilidad del vehículo: se trata de uno de los factores esenciales de la seguridad activa de cualquier vehículo, dado que, mediante una serie de elementos (ruedas: llanta y neumático, suspensión, control de tracción o control de estabilidad) se proporciona al vehículo una cierta elasticidad (neumáticos, muelles…), mientras que otros absorben la energía acumulada (amortiguadores) u otros le dotan de horizontalidad (barras de torsión):

o

Ruedas: conjunto formado por la llanta y el neumático. La potencia del motor se puede transmitir a las ruedas delanteras (tracción), a las ruedas traseras (propulsión) o a las delanteras y traseras a la vez (motricidad total o integral: 4x4): -

Llanta: parte metálica de la rueda del vehículo. Sobre ellas se montan y se acoplan los neumáticos. Han de garantizar una estanqueidad absoluta y un enganche perfecto del neumático, el cual no debe salirse de la llanta cualesquiera que sean los esfuerzos laterales a los que se vea sometido, incluso cuando la presión de inflado sea inferior a la normal (neumático desinflado o reventado).

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Neumático: Es la parte elástica del conjunto rodante y el responsable del comportamiento dinámico del vehículo. De su correcto funcionamiento depende en todo momento la adherencia del vehículo, y por lo tanto su grado de eficacia evita en gran medida los accidentes de circulación. Entre todos los elementos de seguridad activa, el neumático es uno de los que precisa mayor cuidado tanto en su uso como en su correcto mantenimiento, debiéndose encontrarse siempre en correcto estado. Son funciones del neumático:    

Soportar la carga del vehículo y sujetarlo al suelo, resistiendo los esfuerzos laterales, como el viento o la fuerza centrífuga en las curvas. Asegurar los esfuerzos motrices y desaceleradores. Mantener la estabilidad de la trayectoria del vehículo y supera las causas externas que tienden a hacerle dejar dicha trayectoria. Participar en la seguridad de marcha del vehículo y facilitar una conducción confortable y silenciosa.

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o

Participar en la suspensión. Aísla, tanto a la mecánica como a los pasajeros o la carga, de las sacudidas de los baches, soportando, “absorbiendo” o reduciendo los obstáculos e irregularidades del terreno. Participar en el frenado. La superficie del neumático en contacto con el suelo se agarra al pavimento, lo que se conoce con el nombre de adherencia.

Suspensión: es el conjunto de elementos que absorben las irregularidades del terreno por el que se circula para aumentar la comodidad y el control del vehículo. El sistema de suspensión actúa entre el chasis y las ruedas, las cuales reciben de forma directa las irregularidades de la superficie transitada. Son los muelles, las ballestas y los amortiguadores, los cuales actúan procurando en todo momento mantener las ruedas pegadas al pavimento, es decir, una cierta estabilidad en cuanto a la adherencia de las distintas ruedas. Cuanto más blanda sea la suspensión, más cómodo se sentirán los ocupantes del vehículo hasta un cierto límite. Por el contrario si la suspensión es muy dura, el desplazamiento de las masas sería mínimo pero, al no absorber las irregularidades del terreno, resulta más incómoda para los ocupantes. En cuanto a seguridad activa, se puede decir que un vehículo es más seguro cuanto menos desplazamientos o transferencias de masas se produzcan, es decir, cuanto más horizontal se mantenga; pero a su vez a disponer de una suspensión suficiente para adaptarse a las irregularidades del terreno manteniendo la adherencia en todas sus ruedas. “Un vehículo será más estable cuanto más bajo tenga su centro de gravedad”.

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o

Control de tracción y control de estabilidad: son sistemas de seguridad activa que junto con el sistema de antibloqueo de frenos ABS, permiten realizar una conducción mucho más segura. Pero siempre debemos tener en cuenta que la eficacia de estos controles está limitada por la velocidad del coche, la adherencia y otra serie de condicionantes físicos. -

Control de Estabilidad (ESP: electronic stability program): Su función es hacer que el coche permanezca en la trayectoria deseada por el conductor cuando hay condiciones que podrían impedirlo. Actúa frenando individualmente las ruedas en situaciones de riesgo para evitar derrapes: tanto sobrevirajes, como subvirajes. El control de estabilidad centraliza las funciones de los sistemas ABS, EBD y de control de tracción.

-

Control de Tracción (TCS): actúa electrónicamente, bien sobre la potencia del motor, o bien sobre los frenos. Cuando la fuerza transmitida por el motor a las ruedas es superior a la de rozamiento entre éstas y el suelo, se produce la pérdida de capacidad de movimiento del vehículo y de gobernabilidad. Al presentarse la tendencia al deslizamiento, por ejemplo al arrancar o al acelerar en curva, la gestión del motor reduce la potencia. Si esta medida no resulta suficiente, el sistema actúa sobre los frenos, regulando la tracción de las ruedas motrices cuando patinan.


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El frenado: es uno de los indispensables de la seguridad activa de cualquier vehículo, pues, es el encargado de detener la marcha del vehículo. o

Sistemas de frenado: Son tres los sistemas de frenos de un turismo: el freno de servicio, el freno de socorro y el freno de estacionamiento. -

El freno de servicio es capaz de disminuir la velocidad y detener el vehículo de forma rápida segura y eficaz. El freno de socorro tiene la misma función que el anterior, pero actúa sólo en caso de fallo del primero (doble circuito). El freno de estacionamiento es utilizado para mantener el vehículo inmóvil cuando lo abandonamos.

Asimismo, denominaremos freno motor al efecto frenado que realizamos con la retención del motor: debemos siempre frenar con el freno de servicio en la medida en que con el freno motor no nos sea suficiente y en segunda instancia. De esta forma no debemos pisar el embrague hasta que el vehículo esté casi detenido. Según su tipología, existen dos tipos de frenos: de disco y de tambor (este último ya casi en desuso).

Finalmente, indicar la existencia de dos sistemas diferentes de frenado: -

ABS (Antilock Brake System: La función principal del sistema ABS es evitar que las ruedas se bloqueen cuando realizamos una fuerte frenada, manteniendo la adherencia con la superficie del suelo.

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BASS: es un sistema de asistencia a la frenada de emergencia.

La colocación correcta en el vehículo. La regulación del Asiento: Debe estar cuidado al detalle, regulando el mismo tanto en altura, como en la distancia al volante y al salpicadero, dado que, incide directamente en la seguridad activa. El asiento presentará superficies blandas, de tal manera que el reparto de presiones sea uniforme y la adaptación perfecta, así como zonas de sujeción en los muslos de las piernas y el las dorsales para evitar desplazamientos laterales. Una de las acciones más importantes a llevar a cabo antes de emprender la marcha con un vehículo, es la correcta colocación del conductor en el vehículo. Una postura correcta permitirá accionar los mandos del vehículo con comodidad y eficiencia; no solamente conduciremos con más seguridad, sino que unido al número de horas que pasamos sentados al volante, evitaremos la aparición de la fatiga y de enfermedades posicionales.



Espejos retrovisores: al igual que el anterior, es otro gran aspecto a tener presente a la hora de practicar una conducción segura. Su colocación ha de ser el siguiente paso tras haber ajustado la posición del asiento.


Los espejos exteriores deben estar colocados de forma que en nuestro campo visual aparezca lo menos posible el lateral del propio vehículo, además de presentar una visión paralela al suelo. De este modo, con los retrovisores bien colocados, si en determinadas ocasiones aplicamos un giro de 45°, evitaremos el “ángulo muerto”. 

El sistema de alumbrado del vehículo: otro de los factores esenciales de la seguridad activa, ya que, atiende al conocido criterio de la seguridad vial conocido como “ver y ser visto” , pues, por medio de la señalización óptica de los vehículos, los conductores informan al resto de usuarios lo que van a hacer o están haciendo, además, por supuesto, de permitirnos una correcta visibilidad de la vía y su entorno en condiciones de escasa visibilidad, ya sea por condiciones climatológicas adversas o por nocturnidad.

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Climatización del vehículo: incide directamente en la seguridad activa del mismo. Es importante que la temperatura se encuentre entre los 18 y los 20 grados centígrados: tanto por exceso como por defecto de temperatura del habitáculo, se ha demostrado que las facultades del conductor se ven seriamente mermadas (sobre todo por exceso).

3.2.- SISTEMAS DE SEGURIDAD ACTIVA EN MOTOCICLETAS:

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La generalización de sistemas para incrementar la seguridad del conductor llega paulatinamente a las motocicletas y las marcas incorporan soluciones propias de los coches, por lo que, del mismo modo que los fabricantes de turismos, los fabricantes de motocicletas han ido adaptando a las mismas diversos sistemas y componentes que aumentan considerablemente su seguridad activa. Como elementos de seguridad activa en este tipo de vehículos podremos destacar los siguientes: 

Control de estabilidad (MSC: Motorcycle Stability Control): actúa de manera similar al control de estabilidad de los turismos, suponiendo a los vehículos de dos ruedas una mejora significativa en su seguridad activa. El diseño cuenta con dos canales independientes de frenado, resultando muy compacto y ayudando a mantener la estabilidad según el ángulo de inclinación.

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Iluminación LED, faros de Xenón, luces diurnas o faros de inclinación variable: Al igual que en el caso anterior de los turismos, es primordial la máxima “ver y ser visto”, pues recordemos que la motocicleta es un vehículo más vulnerable que el turismo, por lo que, nos encontramos ante una necesidad básica.

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Control dinámico de tracción (DTC): es una subfunción del Control de Estabilidad) que puede activarse y desactivarse. El DTC tiene dos misiones principales: regular la tracción y permitir una conducción deportiva a la vez que proporciona un control activo de la estabilidad.

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Frenos ABS: Actúa del mismo modo que el sistema de frenos ABS de un turismo, es decir, evitando el bloqueo de las ruedas ante una frenada brusca, pero en este caso, sobre dos ruedas.


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Ajuste electrónico de suspensión (ESA: Electronic Suspension Adjustment): la motocicleta ajustará el sistema de suspensión de manera automática a las exigencias del conductor (modo de conducción, ya sea solo o acompañado y en función del tipo de superficie).

Todos estos sistemas y otros como el sistema combinado de frenos o el control de presión de neumáticos, en la actualidad, lo incorporan motocicletas de gama alta y en consecuencia precio elevado. A pesar de ello, de manera paulatina se están implantando estas mejoras configurándose como elementos de serie y no como elementos adicionales. La UE se encuentra trabajando activamente para que, por ejemplo, a partir de 2017 las motocicletas puedan salir de fábrica presentando el sistema de frenada ABS.

3.3.- SISTEMAS DE SEGURIDAD PASIVA EN TURISMOS: 

Carrocería: se trata de uno de los factores esenciales de la seguridad pasiva de cualquier vehículo, dado que, en la actualidad, la mayoría de las carrocerías de los turismos son de tipo monocasco autoportante, es decir, son a la vez chasis y carrocería, con el fin de conseguir una notable disminución en el peso. La carrocería debe ser lo suficientemente resistente y con una rigidez torsional y a la flexión que impida su deformación. o

Deformación programada: la estructura del turismo cumple dos funciones en caso de producirse el impacto: absorber la energía que se libera en el mismo y proteger a los ocupantes de agresiones externas.

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La estrategia considerada en el diseño de los vehículos actuales para proteger a sus pasajeros es dotarlos de zonas de deformación programada en su sector delantero y trasero, y de un habitáculo rígido que asegure la integridad de la cabina. Este habitáculo lo denominamos célula de supervivencia . o

Habitáculo interior: la célula de supervivencia es una de las partes del vehículo al que los diseñadores de automóviles han dedicado más atención, para la seguridad pasiva de sus pasajeros, a fin de que tengan las menores probabilidades de lesionarse en caso de accidente, ya que, presentarán almohadillado todo su interior, elementos interiores flexibles y sin zonas cortantes.

o

Barras de protección lateral: se trata de unas barras de acero de alta resistencia ubicadas en el interior de las puertas delanteras y traseras y su misión es proteger a los ocupantes del vehículo frente a las colisiones laterales.

o

Seguridad de los peatones: igualmente se han desarrollado tecnologías para minimizar los daños ocasionados a peatones por atropellos, mediante la construcción de parachoques o defensas, delanteros y traseros flexibles o incluso radares detectores de obstáculos que frenan automáticamente. De igual forma, los retrovisores son plegables.


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Sistema de retención de pasajeros: o

Cinturón de seguridad: en caso de impacto, no es suficiente que el vehículo absorba la energía cinética y el habitáculo quede intacto, ya que la deceleración es tan grande que el pasajero continuará a la velocidad que llevaba el vehículo antes del choque. Con el cinturón de seguridad, los pasajeros amortiguan su deceleración y además se evita que éstos impacten contra elementos del vehículo o que salgan despedidos del mismo descontroladamente. Se trata de una banda de tejido muy sólido compuesto, generalmente, de una banda lateral y un cinturón bajo, destinados a retener y proteger el cuerpo del conductor y demás ocupantes del vehículo. Este tejido debe ser extensible para absorber una parte del choque, pero no elástico, a fin de evitar una mala o deficiente sujeción y, después, un choque de retroceso.

o

El pretensor: es un elemento pirotécnico destinado a eliminar la eventual holgura entre el cuerpo y el respaldo del asiento cuando se produce una colisión. Consiste en un mecanismo que tira de uno de los extremos del cinturón, para ajustarlo bien al cuerpo si no lo está en el primer instante del choque, resultando ideal como complemento al cinturón de seguridad. Con él también evitamos sufrir el denominado “efecto submarino” (colarse por debajo del cinturón en la zona del abdomen, sufriendo lesiones en las extremidades inferiores contra el salpicadero).

o

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Sistemas de retención infantil: son elementos que, en cada una de sus diferentes modalidades (capazo, silla con arnés, elevador con respaldo o alzador) suponen la mejor protección que puede llevar un niño cuando circula a bordo de un vehículo, pues hemos de tener en cuenta, que los cinturones de seguridad no se encuentran pensados para ellos. Según la estatura y el peso del niño, cada sistema permite adaptar las necesidades que, por la envergadura de los niños, se adaptan mejor para garantizar la seguridad en caso de incidente.



El airbag: se trata de un sistema de seguridad pasiva que complementa el uso del cinturón de seguridad, ofreciendo una mejor protección y reduciendo los riesgos de una colisión. Consiste en una bolsa de aire que se hincha rápidamente en caso de colisión, llenando el espacio existente entre el ocupante y el volante o el salpicadero. Entre sus funciones encontramos: absorber energía cinética del cuerpo, evitar el impacto directo contra el volante y demás elementos del salpicadero, proteger la cara y los ojos de los cristales o disminuir el violento movimiento del cuello.

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Reposacabezas: un gran desconocido para muchos, pero de vital importancia en la seguridad pasiva de cualquier turismo, ya que puede reducir las probabilidades de sufrir lesiones cervicales en muchos accidentes, principalmente en aquellos por a lcance.


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Parabrisas laminado: los vidrios de los vehículos se conciben como elementos pasivos, dado que, el laminado reforzado de los parabrisas, así como sus distintas capas y su composición, ofrecen una gran seguridad, pues, en caso de accidente se agrietarán, permitiendo cierta visibilidad a través de él e impidiendo la rotura total y la posibilidad de que penetren en el interior los trozos de cristal que pudieran dañar a los ocupantes.

3.4.- SISTEMAS DE SEGURIDAD PASIVA EN MOTOCICLETAS: Del mismo modo que en los turismos existen numerosos sistemas de seguridad pasiva enfocados a la disminución de las consecuencias de un accidente, las motocicletas presentan una serie de elementos encaminados a tal función, tales como pantallas antivaho o mejoras en su aireación interior. Sin embargo, donde se hace más hincapié en este tipo de seguridad no es en el vehículo de dos ruedas, pues obviamente, el mismo presenta una serie de limitaciones (a pesar de existir a día de hoy hasta motocicletas que incorporan airbag), por lo que, será sobre el propio cuerpo del motociclista donde se incorporen los más efectivos sistemas de seguridad pasiva, pudiendo destacarse entre ellos, el casco, guantes, botas, monos, gafas… Señalaremos a continuación los más importantes: 

El casco: en caso de accidente, el conductor y ocupantes de la motocicleta reciben directamente los golpes en su cuerpo, más concretamente, serán la cabeza y la cara, las partes del cuerpo que resulten más afectadas en un accidente.

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Por lo tanto, la misión del casco no es otra que proteger la cabeza para evitar las lesiones o reducir su gravedad en el caso de que ocurra un accidente de circulación, pues presentan un elevado índice de efectividad según estudios científicos. 

Los guantes: las manos presentan una función vital en la conducción de la motocicleta, pues mediante ellas se manejan todos los mandos, por lo que, al verse expuestas a las condiciones climatológicas, deben protegerse. Para ello se hace uso de guantes especiales, los cuales no solo harán que las manos se encuentren protegidas, sino además, cómodas y en caso de accidente, al presentar dichos guantes protecciones especiales, se evitarán lesiones por fricción o incluso roturas.

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Las botas: el calzado más adecuado para montar en motocicleta serán las botas de cuero y con tacón para evitar que el pie resbale sobre el reposapiés. Además deberán ser ajustadas y de forma de protejan los pies, los tobillos y mejor aún si son botas altas y ceñidas que protejan las piernas de posibles quemaduras con elementos de la moto como el tubo de escape. En caso de caída las lesiones y heridas en las piernas pueden ser frecuentes y de cierta gravedad, razón por la que existen botas con protección en los tobillos y las tibias.


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Monos, cazadoras y demás ropa específica: la ropa específica para motociclistas presenta la mejor combinación de protección con un buen ajuste al cuerpo. Esta clase de ropa es diseñada para ser confortable a la vez de conseguir un buen ajuste al cuerpo mientras se practica su conducción.

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4.- INFLUENCIA DE LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD EN LOS ACCIDENTES DE TRÁFICO

Los accidentes de tráfico suponen un enorme coste social y económico, siendo numerosas las víctimas en la carretera año tras año, arrojando unas tasas de mortalidad tristemente elevadas. Esto supone uno de los problemas más graves que existen en todos los países del mundo y sus consecuencias no son sólo las muertes y los heridos que se recuperan, sino los heridos que quedan con minusvalías, y el drama psicológico de todos los implicados en el entorno de los afectados por un accidente. Partiendo de éste hecho, está claro que los organismos y las entidades responsables en materia de seguridad vial, deben unir todos sus esfuerzos para intentar evitarlos. Si bien, esto resulta un imposible a día de la fecha, por lo que al menos, se pretende reducirlos al máximo desarrollando todas las acciones posibles que actúan sobre todos los factores del tráfico, siendo esto algo que toda la sociedad debe conocer y apoyar.

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Entre las estrategias de actuación, se destaca fundamentalmente prevención y la disminución de efectos, resultando necesario para lograr su eficacia aunar recursos y trazar varios campos de actuación. En este sentido encontramos tres grandes líneas generales de prevención que han de cruzarse entre sí:

A. Educación y formación: medidas relativas al hombre, que engloban la educación, la formación y la divulgación en materia de seguridad vial.

B. Ingeniería: medidas técnicas adecuadas al vehículo, a la vía y a sus relaciones.

C. Policía: medidas de control y supervisión del tráfico. Cabe recordar que el accidente sobreviene cuando el conductor, en una determinada situación, no mantiene el nivel de sus capacidades por encima del de las exigidas en esa situación (ya estudiado en el presente tema), la prevención tendrá que so lucionar el problema con dos directrices básicas:  

Disminuir las exigencias del entorno. Aumentar las capacidades de la asociación conductor-vehículo.


4.1.- MEDIDAS EN RELACIÓN CON EL FACTOR HUMANO: Estas medidas pertenecen al bloque “A” de los tres englobados dentro de la línea de prevención, y contienen la educación y formación en sentido amplio. Las medidas preventivas de éste bloque irán dirigidas a: 

Condiciones psicofísicas: se habla de este tipo de condiciones, afirmando que resultan estrictamente necesarias, pues para conducir es necesario utilizar los elementos físicos del hombre (ojos, manos, pies, etc.), así como sus condiciones psicológicas, pues el conductor recibe información del entorno por donde circula, procesa y evalúa dicha información, toma una decisión y la ejecuta, debiendo constantemente los resultados de sus propias decisiones. Estas condiciones psicofísicas deberán mantenerse en perfecto estado mientras se conduce. La perdida, la relajación, el abandono o alguna causa que disminuya el perfecto estado de dichas condiciones serán el detonante que llevará, antes o después, al accidente.



Educación vial: mediante ésta materia se intenta conseguir la f ormación del ciudadano como usuario de las vías públicas, ya sea como peatón, conductor o viajero. Toda persona se encuentra inmersa en la corriente circulatoria durante toda su vida, por lo que, de su comportamiento dependerán los acontecimientos negativos que pudieran generarse.



Formación de conductores: la formación del conductor es uno de los pilares básicos para la mejora de la seguridad vial y por tanto de la prevención de accidentes. Se diferencian dos etapas:

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a) La adquisición de los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para obtener el permiso de conducción. b) El reciclaje permanente.

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Actividad informativa y motivadora: el tráfico, es una actividad social enormemente relevante en la vida de los ciudadanos y, debido a la accidentalidad que acarrea, las Administraciones ponen todo su esfuerzo en prevenir y evitar los accidentes. De ésta forma se comprende que la Administración adopte toda una serie de medidas para mejorar la circulación, basadas en la información y motivación al ciudadano.

4.2.- MEDIDAS EN RELACIÓN CON LA INGENIERÍA: Estas medidas pertenecen al bloque “B”, el cual engloba las técnicas adecuadas al vehículo, a la vía y a sus relaciones, desde el punto de vista de la prevención. Hemos visto cómo el factor humano influye en la reducción de accidentes, y ahora vamos a comprobar cómo la "ingeniería" aplicada a las vías y al vehículo, también son unos elementos importantísimos en la materia de prevención.


Esto se plantea y acomete en dos grandes direcciones básicas: disminuir las exigencias del entorno y elevar las capacidades del vehículo . Hay que tener en cuenta que ambas tienen que realizarse de forma simultánea ya que son complementarias, 

Disminuir las exigencias del entorno: para ello, deben estudiarse y emprenderse un conjunto de acciones, de carácter esencialmente técnico, que permitan corregir positivamente factores de riesgo objetivo, realmente presentes en el entorno y sobre los que se pueda actuar con eficacia aplicando soluciones adecuadas dirigidas a eliminar, o al menos atenuar, esos riesgos.

La circulación se desarrolla en función de tres componentes: o o o

Elementos físicos o estáticos (las vías y sus estructuras en sentido amplio); Elementos en movimiento (personas, vehículos, animales) Elementos variables o ambientales que rodean a la vía (climatología, luminosidad…).

Las medidas para disminuir las exigencias vendrán referidas a los tres grupos indicados: a) En relación con la infraestructura, o riesgos objetivos: desde el punto de vista de la

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seguridad vial las vías deben estar bien trazadas, bien señalizadas y bien conservadas, ya que de ésta forma es difícil que se presenten sorpresas improvisadas con el riesgo que ello supone. Sin embargo esto resulta un esfuerzo importante y costoso. La construcción de autovías o autopistas; ensanchamiento de vías convencionales; la construcción de variantes, pasos elevados, arcenes o mejora de curvas o tramos deslizantes, necesitan una planificación y ejecución por el organismo titular de la vía que suele ser lenta y complicada por la cantidad de trámites administrativos y prácticos que lleva consigo.

b) En relación con la regulación o normativa: la importancia de las normas es doble ya que las regulaciones que se den para cualquier situación en una vía (velocidad en travesía, por ejemplo), va a influir en los dos aspectos básicos de la circulación, fluidez y seguridad, condiciones que deben estar equilibradas para una circulación justa y adecuada. La señalización deberá estar muy meditada para que cumpla su función informativa y sancionadora dentro de los límites razonables en atención al riesgo del lugar donde se ubica. Las señales deben proporcionar la seguridad necesaria para dirigir al conductor.

c) En relación con la información o aviso de circunstancias especiales: nos referimos a la difusión que debe hacerse cuando las condiciones climatológicas son adversas. En estos casos, en que poco se puede hacer para disminuir el peligro surgido que incide gravemente en el índice de seguridad de dicha carretera, hay que informar de la situación en que se encuentra la circulación, de itinerarios alternativos, etc., para que el conductor planifique su viaje de forma que pueda solucionar satisfactoriamente los problemas que se le presenten o al menos, estar preparado para ellos.




Elevar las capacidades del vehículo: en este sentido intervienen dos factores esenciales: a) Fabricación: Le corresponde controlarlo a la Administración. Puede considerarse que se encuentra en progresión constante y a unos niveles muy aceptables. Tanto los constructores, como la reglamentación que establecen las Administraciones, a nivel nacional como internacional, responden a niveles muy elevados de seguridad y la mayoría de los fabricantes tienen sus bancos de pruebas y estudios de ingeniería para mejorar la seguridad activa y pasiva.

b) Uso y desgaste del vehículo: Le corresponde su control al usuario del vehículo, ya que, la utilización del automóvil exige un necesario desgaste que, llevará aparejados desajustes, ya sea por falta de mantenimiento adecuado o por simple abuso en la utilización del vehículo. Esto debe ser una preocupación constante del conductor, por lo que deberá comprobar los mecanismos y órganos básicos, hecho crucial desde el punto de la seguridad activa. De igual modo, las condiciones de circulación y aspectos de la seguridad pasiva es algo de lo que el conductor ha de tomar conciencia y preocuparse, fijándose un calendario sistemático de revisiones, en las que compruebe el funcionamiento de los elementos y acudir con determinada frecuencia a un taller para hacer revisiones más profundas. Así podremos subsanar defectos mínimos o desajustes, que si no se corrigen, pudieran dar lugar a averías importantes y en el momento más insospechado.

4.3.- MEDIDAS EN RELACIÓN CON LA POLICÍA:

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La Policía pertenece al bloque “C” de las líneas de prevención y en su sentido más amplio, comprende la planificación, reglamentación, control y supervisión del tráfico. La planificación y reglamentación son medidas típicamente preventivas, ya que con la primera se pretende organizar en periodos de tiempo, planes, campañas y medidas llevadas a cabo por los cuerpos de policía que tienen la competencia del tráfico, para evitar futuras conductas imprudentes en aquellas vías donde se montan dispositivos y los distintos servicios. En cuanto a la segunda, es la aplicación práctica de las normativas existentes para facilitar la fluidez de la circulación con la ayuda directa y material en situaciones de tráfico difícil que puedan alterar la normalidad de la seguridad o fluidez del tráfico. El control y supervisión del tráfico es una acción a tener en cuenta en vista a la accidentalidad, dado que, la presencia y control en las vías públicas de los agentes encargados de la vigilancia del tráfico repercute de manera positiva en materia de prevención. Y la misma sanción tiene efectos preventivos estudiando sus dos facetas, como medida represiva y c omo medida educacional.


5.- REPERCUSIÓN DE LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD EN LA CONDUCCIÓN POLICIAL Y TRASLADO DE DETENIDOS

EL CINTURÓN DE SEGURIDAD Como ya se indicó previamente, en caso de impacto, no es suficiente que el vehículo absorba la energía cinética y el habitáculo quede intacto, ya que la deceleración es tan grande que el pasajero continuará a la velocidad que llevaba el vehículo antes del choque. Con el cinturón de seguridad, los usuarios del vehículo amortiguan su deceleración y además se evita que éstos impacten contra elementos del vehículo o que salgan despedidos del mismo descontroladamente. Cabe recordar en este sentido, que el artículo 116 y siguientes del Reglamento General de Circulación, hace referencia expresa al uso del cinturón de seguridad, casco y restantes sistemas de seguridad por parte de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad:

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Artículo 116 del RGC. Obligatoriedad de su uso y excepciones

1. Los conductores y ocupantes de vehículos a motor y ciclomotores están obligados a utilizar el cinturón de seguridad, el casco y demás elementos de protección en los casos y condiciones que se determinan en este capítulo y en las normas reguladoras de los vehículos, con las excepciones que igualmente se fijan en dicho capítulo , de acuerdo con las recomendaciones internacionales en la materia y atendiendo a las especiales condiciones de los conductores discapacitados.

Artículo 117 del RGC. Cinturones de seguridad u otros sistemas de retención homologados

1. Se utilizarán cinturones de seguridad u otros sistemas de retención homologados, correctamente abrochados, tanto en la circulación por vías urbanas como interurbanas.


Artículo 119 del RGC. Exenciones

1. No obstante lo dispuesto en el artículo 117, podrán circular sin los cinturones u otros sistemas de retención homologados… 2. La exención alcanzará igualmente cuando circulen en poblado, pero en ningún caso cuando lo hagan por autopistas, autovías o carreteras convencionales, a:

Los conductores y pasajeros de los vehículos en servicios de urgencia.

De todo lo anterior y, basándonos en el propio RGC, se deduce que los funcionarios policiales, así como los pasajeros que pudieran transportar (generalmente personas privadas de libertad, es decir, detenidos) se encontrarán exentos del uso del cinturón de seguridad siempre que circulen en servicio urgente y además, el servicio se desarrolle por vías urbanas (poblado). Sin embargo, a pesar de que la normativa es clara, no parece ser muy coherente, pues, a todas luces, resulta bastante obvio que en los momentos en los que el vehículo prioritario circule en servicio urgente, son aquellos en los que el riesgo de accidente se multiplica de manera exponencial, dado que, conducimos con mayor estrés y aumentamos en muchas ocasiones la 25

velocidad máxima de circulación normal de la vía, lo que puede derivar en que el resto de usuarios a veces no se percaten de nuestra presencia o reaccionen de una forma distinta a la que nosotros esperamos. Por lo tanto, se considerará lo más sensato abrocharse el cinturón en estos momentos. Más si cabe a los detenidos, pues no debemos olvidar que en el momento en el que el funcionario policial efectúa la detención, se convierte automáticamente en el garante de la vida de esa persona, motivo por el que recae sobre él la responsabilidad de la integridad tanto física como psíquica del privado de libertad cautelarmente.

EL CINTURÓN DE SEGURIDAD EN LOS PASAJEROS Existe la errónea creencia de que los asientos delanteros pueden amortiguar el impacto de los ocupantes traseros en caso de choque frontal. Debemos tener en cuenta que los asientos del vehículo policial son rígidos y muy deslizantes, además de existir, por norma general, una mampara que divide el habitáculo delantero de los funcionarios con el trasero destinado al traslado de detenidos. Es por ello, por lo que, en caso de accidente, los ocupantes de la parte posterior sufrirían un tremendo impacto y deceleración contra la mampara o en su defecto, contra los asientos.


De igual modo, de nada sirve llevar el cinturón en los asientos delanteros correctamente abrochado si los ocupantes de las plazas traseras no lo hacen, ya que los últimos podrían crear graves lesiones o incluso causar la muerte a los situados en las plazas delanteras. Para ello, los vehículos policiales “Z” están dotados de un sistema de retención homologado en las plazas traseras que permite el abrochado y desabrochado con seguridad efectiva para los actuantes,

consistente

en

un

sistema

de

cinturones invertido, así como un bloqueo de las puertas y la ausencia de sistemas de apertura interior de las mismas: La banda del cinturón nace de la parte media del respaldo

del

vehículo,

llegando

hasta

un

dispositivo de retención ubicado en la mampara y siendo finalmente abrochado o anclado junto a la puerta, para que, de este modo, el funcionario policial no tenga que exponer todo su cuerpo al detenido para abrocharle el cinturón y de, igual manera, el privado de libertad no disponga de la opción de desabrocharlo aún en el caso de no 26

encontrarse engrilletado (ya sea con las manos hacia adelante o hacia atrás).

FIN

TEMA 29 2015.pdf

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