POLICÍA NACIONAL DEL ECUADOR DIRECCIÓN NACIONAL DE EDUCACIÓN DE LA POLICIA NACIONAL DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN A DISTANCIA
MOVILIDAD Y JUSTICIA INDIGENA
ENSAYO: CIUDADANÍA UNIVERSAL
DOCENTE: MSC. PABLO CAICEDO CHÁVEZ
ESTUDIANTE: KLEVER VIDEN ALULEMA MOYA
PERIODO ACADÉMICO: 2016-2017
CIUDADANÍA UNIVERSAL
Para hablar de ciudadanía universal primeramente debemos tener claro su significado y según el liberalismo tenemos dos conceptos¹; el primero que se refiere a todo aquello que los ciudadanos tienen en común y el segundo que se refiere a la universalidad de deberes y derechos de los individuos respecto a la movilidad humana. En nuestro caso tomaremos en cuenta el concepto referido a la movilidad humana ya que este es un tema que ha dado mucho de qué hablar en nuestro país a partir de la Constitución de 2008, pues en ella se promueve la libre movilidad de los ciudadanos extranjeros y el principio de ciudadanía universal en el que se declara fronteras abiertas para toda persona extranjera que desee refugiarse o mudarse a nuestro país con cualquier fin.
Actualmente en Ecuador viven muchos ciudadanos extranjeros, en especial cubanos, peruanos y colombianos que han debido dejar su país para buscar una vida mejor a la que ofrecían sus países; pero ¿realmente se aplica este principio de ciudadanía universal en nuestro país o solo se encuentra estipulado en papeles y se sigue vulnerando los derechos de personas extranjeras? Si bien es cierto la Constitución del Ecuador promulgada en 2008 dice en sus artículos 40 y 416 que no se considerará ilegal a ningún ser humano por su condición migratoria, instaurando así una política de fronteras abiertas con la eliminación del visado para el ingreso al país; también se compromete a proteger y defender los derechos de todo ciudadano extranjero para que no sean vulnerados por ningún motivo, pero en la realidad muchos siguen siendo discriminados incluso por los propios funcionarios públicos, pues se decía que se eliminará las barreras para que puedan conseguir visas de residencia sin tanto trámite y con prontitud pero esto solo ha sido para habitantes del llamado primer mundo más no para ciudadanos en verdadero peligro como los colombianos y haitianos.
Según los críticos este problema se da debido a que no existe en la legislación ecuatoriana ninguna norma que asigne derechos de ciudadanía de manera especial, a no ser el procedimiento ordinario de naturalización que se encuentra vigente en Ecuador desde el siglo pasado² en la Ley No. 1899 de Migración y la Ley No. 1897 de Extranjería promulgadas en el gobierno de Velasco Ibarra, las mismas que más bien son contradictorias a lo promulgado en 2008. Si la población migratoria sigue creciendo en el país como lo revelan los datos del Censo 2010³ que entre 2001 y 2010 la población
migratoria creció del 0,9 al 1,2%, como ecuatorianos apegados a la ley ¿qué debemos hacer para acoger a nuestros hermanos migrantes sin tener que vulnerar sus derechos? ¿Cómo lograremos que todos se sientan verdaderos ciudadanos? ¿Realmente el país está preparado política, económica, geográficamente para cumplir a cabalidad el principio de ciudadanía universal?
En primer lugar el país no está en condiciones de mantener sus políticas de fronteras abiertas pues si no se puede proteger al 100% los derechos de la población interna ¿cómo podría comprometerse por los ciudadanos extranjeros del cual sus gobiernos no se han hechos responsables?; en segundo lugar se debe establecer políticas claras respecto a los migrantes y estas deben ser cumplidas a cabalidad por todos los ecuatorianos, especialmente por los funcionarios públicos que tienen en su misión la protección de dichas personas; y, en tercer lugar como ecuatorianos debemos cambiar nuestra actitud y comprender que las personas que deciden asilarse en nuestro país necesitan nuestro apoyo y de esta manera olvidarnos de toda clase de discriminación y xenofobia.
Como ciudadanos pensantes en que no estamos libres de cualquier peligro sea natural o provocado y que tal vez algún día necesitemos asilarnos en otro país, debemos tomar conciencia y apoyar e insistir al gobierno a que se cumpla y se haga cumplir las leyes, que trabajemos mancomunadamente para lograr una sociedad unida y universal pues independientemente de nuestra nacionalidad, religión, creencia o costumbres todos debemos gozar de los mismos derechos y obligaciones y precisamente de eso se trata la ciudadanía universal.
