Sintesis El Criterio Logica Jaime Balmes

Síntesis literaria:

Primera mitad de la obra: “EL CRITERIO” de Jaime Balmes

CAPÍTULO I - Consideraciones Preliminares I - En qué consiste el pensar bien que es la verdad La verdad es la realidad de las cosas. Cuando la conocemos, alcanzamos la verdad; por lo que si deseamos pensar bien, debemos de conocer la verdad y la realidad de las cosas.

II - Diferentes Modos de Conocer la Verdad Cuando conocemos perfectamente la verdad, estaremos ante un espejo donde vemos las cosas tal cual son; pero si tenemos un error, estaremos ante una ilusión, ante algo que realmente no es. Si solo conocemos esa verdad a medias, lo que se nos presente estará alterado.

III – Variedad de Ingenios Entre los hombres existe variedad de ingenios; algunos creen ver mucho en todo, tanto, que ven aquello que no existe; éstos son los típicos charlatanes. Otros ven bien, pero poco y solo ven una parte de lo que se les ofrece. Aquel que tiene un entendimiento claro y exacto, es aquel que ve todo el objeto, por todos lados y ve la relación que tiene este con el medio que lo rodea. Las conversaciones y escritos de estas personas, tienen claridad, precisión y exactitud. Al escucharlos, al leerlos, nos convencen, no necesitamos esforzarnos para entenderlos, ahorrándonos tiempo y fatigo.

IV – La perfección de las profesiones depende de la perfección con que se conocen los objetos de ellas. Tanto en las diferentes profesiones como en los oficios más sencillos, el perfecto conocimiento de los objetos que se traten o se manejen será la causa de que sean los mejores en su ramo. Por ejemplo, en la agricultura, el mejor agricultor será aquel que conozca más verdades en lo relativo a la producción de la tierra. Es por eso que se deben poseer las mayores cantidades de verdades en cada profesión u oficio para realizar cualquier trabajo con éxito.

V – A todos interesa el poder del bien El pensar bien interesa tanto a los filósofos como a la sencilla. El entendimiento es un don regalado por Dios para guiados en nuestras acciones, es la luz que nos guía y sin quedamos en tinieblas, por lo que siempre debemos de avisarle siempre sea buena y no nos perdamos.

gente poder ellas para

más ser nos que

VI – Cómo se debe enseñar El pensar bien se debe enseñar de manera sencilla, práctica. Al lado de la regla se pone el ejemplo y así se práctica, nunca a la fuerza.

Capítulo II - La Atención Se deben de enseñar a emplear los medios que nos conducen al conocimiento de la verdad para poder desarrollar el arte de pensar correctamente.

I - Definición de la Atención. Su necesidad La atención es la aplicación de la mente a un objeto. Primero debemos de Alumno: Martínez

Sánchez Jaime Alejandro



atender bien. Muchas veces no atendemos, estamos distraídos, nuestro espíritu esta en otra parte y no vemos lo que se nos muestra. Es por ellos que debemos adquirir el hábito de atender lo que estudiamos o hacemos. Si se nos refiere un suceso y escuchamos con poca atención, mirando o manoseando objetos que nos distraen, se nos escaparán datos interesantes que harán que al tratar de contarle a otros o meditar nosotros mismos sobre el hecho éste estará borroso, incompleto, lleno de errores, todo por no haber puesto la atención debida.

II - Ventajas de la Atención e inconvenientes de su falta Si ponemos la debida atención, aprovecharemos el tiempo, percibiremos mejor las ideas, con mas claridad y exactitud; y las recordaremos mas fácilmente y de manera ordenada. Si estamos distraídos, habrá confusión de ideas que se borrarán unas a otras.

III - Como debe ser la atención. Atolondrados y ensimismados La atención que pongamos deberá de ser suave y reposada para que nos permita hacernos cargo de cada cosa sin esfuerzo. No deberemos ser ni atolondrados, ni ensimismados, pues estos carecen de atención. Un hombre atento debe ser educado para no lastimar a los demás.

IV - Las Interrupciones No debemos de temer a las interrupciones mientras estemos atendiendo algo y dejar de quejarnos si nos vemos ante tal situación. En caso de ser interrumpidos, debemos suspender la acción que estamos realizando y una vez terminada la interrupción volvemos a proseguir nuestra tarea.

Capítulo III - Elección de Carrera I - Vago significado de la palabra "talento" Debemos de dedicarnos a la profesión por la que creemos sentir más aptitudes. Una persona puede ser sobresaliente, extraordinario en un ramo y nulo para otro. Pocos serán los que alcancen una capacidad igual para todo, e incluso podríamos afirmar que nadie.

II - Instinto que nos indica la carrera que mejor se nos adapta Dios es quien distribuye en los hombres las facultades en diferentes grados, y con ese instinto nos muestra nuestro destino. Al tener una inclinación duradera hacia alguna ocupación es señal de que nacimos para ello; en cambio, cuando algo nos desagrada o no podemos realizar con facilidad, nos esta diciendo que no fuimos dotados para eso. Es por esto que los padres y maestros deben de poner mucha atención en este punto y no provocar la perdida de un talento que mal guiado podría terminar realizando algo para lo que no nació. Es a los doce años cuando podemos empezar a notar lo que a ese niño le hace sentir más inclinación, lo que le cuesta menos trabajo, en que estudios se adelanta más fácilmente y que tareas realiza con más ingenio y destreza.

III - Experimento para discernir el talento peculiar de cada niño.

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El autor nos aconseja observar a los niños de entre diez y doce años al ponerlos en contacto con diversos objetos y podríamos hacer clasificaciones según sus instintos y aptitudes. También ponerlos en contacto con las artes y grandes descubrimiento hallaremos. Un hombre dedicado a una profesión que no ha nacido, servirá de poco y sufrirá.

Capítulo IV - Cuestiones de Posibilidad I - Una clasificación de los actos de nuestro entendimiento y de las cuestiones que se les pueden ofrecer. El autor divide los actos de nuestro entendimiento en dos clases: especulativas y prácticos. Los especulativos son los que se limitan a conocer, y los prácticos los que nos dirigen para obrar. Si solo queremos conocer algo, nos preguntaremos si es posible o no, si existe o no, que naturaleza tiene. Si queremos obrar y conseguir algún fin, nos preguntaremos cual es el fin y cual es el mejor medio para alcanzarlo.

II – Ideas de posibilidad e Imposibilidad, sus clasificaciones Ambas palabras (posibilidad e imposibilidad) expresan ideas diferentes, pero también tienen una gran relación. Cuando ambas se consideren sólo en relación a un ser, sin haber una causa, se les llama intrínsecas y cuando se atiende a una causa se le denomina extrínseca. La imposibilidad aunque suena negativa, muchas veces expresa una idea que se presenta como positiva a “esto es muy posible”. Hay tres clases de imposibilidad: Imposibilidad absoluta o metafísica Imposibilidad natural o física Imposibilidad ordinaria o moral   

III – En Que consiste la Imposibilidad Metafísica o Absoluta Ésta es la que se funda en la misma esencia de las cosas, es absolutamente imposible aquello. Es por ejemplo la existencia de un círculo triangular, o es un círculo o no es un círculo, o es un triángulo o no es un triángulo.

IV –La imposibilidad absoluta y la omnipotencia divina. Lo que es absolutamente imposible no puede existir, cuando decimos que Dios es todopoderoso, podemos entender que también Dios hace cosas absurdas, pero más bien debería decirse que estas cosas no pueden ser hechas, no que Dios no pueda hacerlas.

V – La Imposibilidad absoluta y los dogmas Si queremos afirmar que una cosa es absolutamente imposible deberemos tener ideas claras, porque de otra forma podremos poner como absurdas que en realidad no es. Así tenemos el dogma de la trinidad y el de Encarnación que aunque son incomprensibles para los hombres débiles, son absurdos y o tenemos derecho a pensar que no lo sea.

de lo la no

VI – Idea de la Imposibilidad Física o Natural

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Esta consiste en que un hecho este fuera de las leyes de la naturaleza. El hombre no puede cambiar estas leyes, le es imposible, pero para Dios no.

VII – Modo de juzgar de la Imposibilidad Natural Para poder afirmar que un hecho es imposible naturalmente, debemos de estar seguros de que existe una ley que se opone a la realización de este hecho la cual no deberá ser destruida por otra ley natural pues la naturaleza es muy poderosa y desconocida.

VIII – Se deshace una dificultad sobre los Milagros de Jesucristo Los incrédulos creen que los milagros son tal vez efectos de causas, que son desconocidas y que no prueban la intervención divina. Jesucristo se nos presentó enseñando una doctrina tan nueva como sublime, ofreciendo los títulos de su misión en una forma sencilla, llevando una vida de santidad y pureza llena de amor y perdón. Sus milagros no son producto de leyes o cultos, y prueban la intervención divina.

IX – La imposibilidad moral u ordinaria Esto es lo opuesto al curso regular u ordinario de los sucesos y nada tiene que ver con la imposibilidad absoluta ni la natural. Las cosas que son moralmente imposibles no dejan de ser muy posibles absoluta e naturalmente.

X - Imposibilidad imposibilidad moral

del

sentido

común

impropiamente

contenida

en

la

Hay imposibles que no podemos decir que sean con imposibilidad absoluta ni natural, pero vivimos pensando que no se realizará. Existe la teoría de las probabilidades que ayudada por las combinaciones, pone de manifiesto esta imposibilidad. Cuando la naturaleza habla en el fondo de nuestra alma con voz clara y decisiva, debemos escucharla.

Capítulo V - Cuestiones de Existencia. Conocimiento Adquirido por el Testimonio de los sentidos. I – Necesidad del Testimonio de los Sentidos y los diferentes modos con que nos proporciona el conocimiento de las cosas. Sobre la existencia o no existencia de un ser, o si de una cosa es o no es podemos cerciorarnos de dos maneras: por nosotros mismos o por medio de otros. Nosotros adquirimos ese conocimiento a través de los sentidos mediata o inmediatamente, o ellos nos presentan el objeto, o también por las impresiones que nos causan, pasando luego al entendimiento haciéndose sensible o no. Si los sentidos no están en acción nada sabemos, ni nada pensamos y no sería capaz de comunicarnos, lo que nos pasa, ni por palabras, ni por señas.

II –Errores en los remedio. Ejemplos.

que

incurrirnos

por

ocasión

de

los

sentidos,

su

Muchas veces no ponemos la debida atención a lo que nuestros sentidos nos dicen y caemos en errores, es por eso que debemos estar bien atentos a lo

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que se nos muestra o también tomamos la percepción de los sentidos con ligereza o precipitación.

III – Necesidad de emplear en algunos casos más de un sentido para la debida comparación Para conocer la existencia de un objeto a través de los sentidos, no basta usar un solo sentido sino que hay que emplear otros al mismo tiempo. Muchos objetos nos dan la impresión a simple vista de ser de una forma, pero si los miramos de puntos diferentes o si utilizamos también el tacto, nos daremos cuenta que estábamos en un error.

IV –Los sanos de cuerpo y enfermos de espíritu. Aunque se disponga de un cuerpo con los sentidos sanos, errores y engañarnos primero a nosotros mismos y luego a muchas veces queremos encontrar pruebas para vencer y queremos se cierran los ojos a la luz para poder engañar vernos precisados a mentir.

podemos caer en los demás, pues vemos solo que a los otros sin

V – Sensaciones reales pero sin objeto externo. Explicación de este fenómeno. En este aspecto es importante mencionar que las sensaciones no se verifican en los órganos de los sentidos, sino en el cerebro. Por ejemplo aunque el ojo esté sano, si el nervio óptico está lesionado estaremos completamente ciegos, por lo tanto desaparece el sentido. Una imaginación vivamente poseída de un objeto obra sobre los mismos sentidos y alterando el curso ordinario de las funciones, hace que realmente se sienta lo que no hay.

VI – Maniáticos y Ensimismados Las manías están distribuidas en muchas clases y graduaciones y las continuas y por intervalos, extravagantes y arregladas vulgares y científicas. Exaltan la imaginación por algo y se ve lo que se quiere ver. Por otro lado los hombres que piensan mucho o son muy ensimismados corren el riesgo en caer en manías, en ilusiones.

Capítulo VI – Conocimiento de la Existencia de las cosas adquirido mediatamente por los sentidos. I – Transición de lo sentido a lo no sentido Es a través de los sentidos que percibimos la existencia de muchos objetos, cuyo valor es admirable. Pero tenemos también que donde no alcanzan los sentidos llega el entendimiento pudiendo conocer la existencia de objetos insensibles por medio de los sensibles; por ejemplo, la lava solidificada en un terreno nos hace conocer que hubo un volcán en ese lugar, o las conchas encontradas en un monte nos indican que hubo elevación de las aguas y por lo tanto que hubo una catástrofe que nosotros no vimos; las ruinas de antiguas ciudades nos muestran como vivieron hombres que no conocimos. Así es como los sentidos nos muestran nos muestran un objeto y el entendimiento llega a conocer otros.

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Es un camino de lo conocido y lo desconocido, y que no podría ser si no tuviéramos alguna idea del objeto desconocido; es decir hay una relación entre ambas.

II – Coexistencia y Sucesión En el orden físico como en lo moral, son muy escasas e incompletas las ideas que poseemos sobre los principios que constituyen a los seres, son preciosos secretos guardados por la mano de Dios. Al faltarnos estos conocimientos nos vemos obligados a hacer conjeturas de como algo depende de otra cosa, porque muchas veces existen juntas o porque esta viene después de aquella (coexistencia y sucesión). Este razonamiento muchas veces os lleva al error pues no es fácil saber si la coexistencia y sucesión son o no son. Es arriesgado juzgar la relación de dos objetos solo porque se ven unidos una vez, siendo que solo fue una coincidencia casual sin haber relación alguna entre ambos.

III – Dos reglas sobre la Coexistencia y la Sucesión La primera regla es que si se nos presentan los objetos existentes a un mismo tiempo y que si uno se presenta después del otro y más aún si falta uno también falte el otro, entonces podemos decir que ambos están legítimamente unidos. La segunda regla es que si los objetos se suceden siempre y que al existir uno siempre existe el otro podemos deducir que si hay dependencia en ellos. La mayor parte de los usos de la vida están fundados en este principio.

IV – Observaciones sobre la relación de Causalidad. Una regla de los Dialecticos. Es conveniente advertir la diferencia que va de la observa una sola vez a cuando son repetidas veces; por no coincide una que otra vez en relación con la posición que es constante, por lo tanto existe una relación entre marea o posición de la luna.

sucesión que se ejemplo la marea de la luna, sino ambos fenómenos:

Los dialécticos no hablan de una sucesión constante porque aunque si la hubiera ellos dicen que puede indicar dependencia de una causa común y o que uno sea causa de los otro. Dos hechos que siempre se suceden tienen entre sí alguna dependencia; la existencia del uno indicará la del otro.

V – Un ejemplo El auto nos pone el ejemplo de que en dos montañas contiguas se produce el siguiente fenómeno. A cierta hora de la noche en una montaña se prende un fuego y posteriormente en la otra montaña se ve una luz. Fácilmente se podría pensar que ambas cosas van unidas porque se repiten día con día, y se diría que son señales que se dan ambos lugareños para hacer algún delito; pero el buen pensador razonará que en dando se hace fuego es porque a esa hora el centinela hace su fogata para calentarse y en la otra montaña se prende la luz porque es a esa misma hora que sus moradores se acuestan y alguien prende su linterna para revisar que todo está en orden. Pero no hay ninguna relación entre ambas noches.

VI –Reflexiones sobre el ejemplo anterior En el ejemplo anterior notamos que aunque no había ninguna relación entre los dos hechos ambos tenían un mismo modo de origen: el sonar la hora de

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acostarse. Aquí el error no estaba en pensar en que había alguna relación entre ellos ni en la coincidencia casual, sino que se trataba de juntar a las personas en un mismo hecho por lo que podemos decir que la sucesión constante arguye algún vínculo o relación o de los hechos de un tercero.

VII – La razón de un acto que parece instintivo La relación entre los hechos sucesivos es la aplicación de un principio que tenemos grabado en el fondo de nuestra alama y del que hacemos continuo uso sin advertirlo siquiera. Este principio es el siguiente: donde hay orden, donde hay combinación, hay causa que ordena y combina, el caso es nada. Una que otra coincidencia la podemos mirar como casual, sin relación; pero siendo repetida podemos decir “aquí hay enlace, hay misterio, no llega tanto la casualidad”.

Capítulo VII – La lógica acorde con la caridad I – Sabiduría de la ley que prohíbe los juicios temerarios La ley cristiana que prohíbe los juicios temerarios es no solo ley de caridad, sino de prudencia y buena lógica. No debemos de juzgar las acciones solo por las apariencias pues lo que nos aparece muy complicado, puede ser lo más natural, lo más sencillo y arreglado.

II – Examen de la Máxima “Piensa mal y errarás” Esta recta de conducta se nos advierte con frecuencia siendo que es contraria a la caridad cristiana como a la sana razón. La experiencia nos enseña que el hombre más mentiroso dice mucho mayor número de verdades que de mentiras y que el más malvado hace muchas más acciones buenas o indiferentes que malas, de lo contrario la sociedad reclamaría que se les apartase del resto de sus semejantes. Es por ellos que si juzgamos mal sin tener el debido fundamento es totalmente irracional.

III – Algunas reglas para juzgar de la conducta de los hombres Las siguientes reglas de juicios a cautela son: Regla #1: No se debe de fiar de la virtud del común de los hombres puesta

a prueba muy dura. El resistir a tentaciones exige virtud firme, pues la experiencia nos enseña que en semejantes extremos la debilidad humana suele sucumbir y quien ama el peligro perecerá en él. En algunas ocasiones es prudente desconfiar de la virtud de los hombres. #2: Para poder creer en la conducta de una persona es preciso conocer su inteligencia, su índole, carácter, moralidad, intereses y cuanto pueda influir en su determinación. El olvido de una sola circunstancia nos puede llevar al error. El ceder es debilidad, el volver atrás cobardía, el faltar al deber es manifestar miedo. El hombre de intención recta y corazón puro mirará las cosas con ojos muy diferentes y tendrá que atender a todas las circunstancias del individuo que se ha de juzgar. Regla

#3: Debemos de cuidar mucho de despojarnos de nuestras ideas y afecciones y guardarnos de pensar que los demás obrarán como obraríamos nosotros. El hombre se inclina a juzgar a los demás tomándose por pauta a Regla

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sí mismo, y esto es uno de los mayores obstáculos para concentrar la verdad en lo que se refiere a la conducta de los hombres.

Capítulo VIII – De la Autoridad Humana en general I – Dos condiciones necesarias para que sea valedero un testimonio No siempre adquiriremos el concomimiento de la existencia de un ser por nosotros mismso y es preciso valernos del testimonio ajeno, y para no caer en errores el autor nos aconseja dos condiciones. Primera, que el testigo no se engañado Segunda, que no nos quiera engañar  

Si falta alguno de estos, su testimonio no nos servirá para encontrar la verdad.

II – Examen y aplicaciones de la primera condición Sabremos si el testigo ha sido engañado al saber de que medios dispuso para alcanzar la verdad, por ejemplo cuando el narrador noes el testigo ocular y no nos permitimos preguntar quien lo ha contado, pues sus palabras pueden merecer poca fe, y los medios que ha tenido para cerciorarse de lo que afirma son escasos, habrá que desconfiar de él.

III – Examen y aplicaciones de la segunda condición En esta condición el narrador pudo haber sido engañado. Cuando tratamos de calcular la probabilidad de un suceso que no sabemos sino por el testimonio de otros es importante tener dos condiciones presentes: el conocimiento y la veracidad. Además de los testimonios que nos narran debemos de reunir los datos correctos para poder creer en lo que se nos cuenta, combinarlos para no errar.

IV – Una observación sobre el interés en engañar Para poder dejar crédito a que un narrador está interesado en faltar a la verdad, es necesario considerar si las circunstancias de la mentira son tan desgraciadas que poco después haya de ser descubierta en toda su desnudez sin que le quede al engañador la excusa de que se había equivocado o le habían mal informado.

V – Dificultades para alcanzar la verdad mediante mucha distancia de lugar o tiempo Sí es difícil encontrar la verdad en hechos de nuestro presente y en nuestro medio, será aún más difícil saber de lo que pasa en otro lugar y en otros tiempos. En lo primero tendremos muchos medios para evitar los errores pues vemos las cosas por nosotros mismos, pero el querer saber la verdad de las cosas ajenas a nosotros por tiempo o distancia y solo se puede confiar en periódicos o lecturas de diferente índole suele ser más complicado.

Capítulo IX – Los periódicos I – Una ilusión Si se piensa que en los países donde la libertad de imprenta, la verdad es fácil de encontrar al creer en las noticias y opiniones que les Alumno: Martínez




brindan los periódicos, están en un error, pues estos medios de comunicación no lo dicen todo aun sabiendo quienes escriben la realidad de las cosas.

II – Los periódicos no lo dicen todo sobre las personas Siempre hay una lucha interna entre los diferentes periódicos, pues mientras unos elogian, sus adversarios maldicen por lo que el lector debe andar con cuidado y no caer en el error. En muchas ocasiones la opinión pública en general recae sobre algún personaje y parece que todos los periódicos mienten en común acuerdo sobre él. A menudo los periódicos tienen el temor a ser denunciados, a respetar la vida privada, al decoro propio que les impiden poner la verdad sobre determinado personaje. Los escritores distinguen entre el hombre privado y el hombre público y a este último se tiene cuidado de no divulgar su vida privada pues perjudicaría su imagen ante el público.

III – Los periódicos no lo dicen todo sobre las cosas En cuanto a política, los periódicos no lo dicen todo, pues al escribir deben guardar cierta formalidad y no siempre dicen lo que realmente piensan.

Capítulo X – Relaciones de Viajes I – Dos partes muy diferentes en las relaciones de viajes De quienes se dedican a viajar y hacer escritos, sobre sus viajes, podemos ser advertidos que no todo lo que escriben es verídico por lo que debemos ser desconfiados, pues muchas veces exageran, desfiguran o fingen, formándose ideas falsas sobre el país que describen , tratando de hacer agradable las aventuras que tuvieron en dichos lugares. El autor tratará de darnos unas reflexiones para ayudarnos a no caer en el error de creer en todo lo que se nos cuentan.

II – Origen y formación de algunas relaciones de viajes La mayoría de los viajes se realizan deteniéndose en los lugares más famosos y pasando lo intermedio lo más rápido posible con tres propósitos: ahorrar tiempo, economizar dinero y disminuir la molestia. Sí el país es culto el viajero visitará las grandes ciudades en medio de grandes comodidades, mientras que los intermedio le será desconocido y dirá sobre estos lugares noticias falsas. Entre más grande sea un país, será más difícil su descripción real, pues el viajero se limitará a escribir solo sobre sus edificios principales, monumentos, bellezas que encuentra en su guía; y cuando se dispone a vender sus ejemplares sobre dicho lugar nos hace creer que van a hablar de todos los temas con gran acierto, pues estuvo solo un breve tiempo en dicho lugar como para saber la verdad de todo.

III – Modo de estudiar un país Para formarnos un real concepto de un pequeño lugar y poderlo describir tal y como es, es necesario familiarizarse con la lengua, pasar allí largas temporadas, tratar a mucha gente, preguntar y observar hasta el cansancio. Solo así podremos obtener noticias exactas y formarnos un

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juicio acertado. Es así lugares de esta manera.

que

debemos

de

leer

a

quienes

estudian

los

Capítulo XI – Historia I – Medio para ahorrar tiempo, ayudar a la memoria y evitar errores en los estudios históricos Estudiar la historia es útil y necesario y para ellos debemos distinguir lo que es cierto. Será la memoria lo que nos ayudará a clasificar lo que es realmente certero, o es solamente probable o hasta falso.

II – Distinción Aplicaciones.

entre

el

fondo

del

hecho

y

sus

circunstancias.

Hay datos incuestionables de la historia pero también es verdad que se deberá de desconfiar de sus narradores pues ellos al realizar la descripción de los hechos pueden hablar mejor o pero del tema al que ellos se inclinan, por ejemplo en una batalla entre dos países, el narrador hablará mejor del país al cual tiene afinidad.

III – Algunas reglas para el estudio de la historia Para llevar una investigación sobre la verdad de la historia, el autor nos señala reglas para su estudio: Regla 1: Saber de que medios se valió el historiador para encontrar la verdad y que probabilidad tienen estos de ser verdaderos. Regla 2: Es preferible creer en los testigos oculares. Regla 3: De los testigos oculares es mejor aquel que no formó parte de los sucesos, ni ganó ni perdió en el hecho. Regla 4: Es preferible confiar en el historiador contemporáneo. Regla 5: Los anónimos merecen poca confianza, pues no podemos confiar en alguien que se pone un velo en el rostro. Regla 6: Antes de leer la historia es importante leer la vida del historiador, así sabremos quien era, cual fue su conducta y demás circunstancias de su vida. Regla 7: Las obras póstumas publicadas por manos desconocidas o poco seguras pueden estar alteradas, ya que el interesado no puede desmentir. Regla 8: Las historias fundadas en memorias secretas y papeles inéditos que al editar solo introdujo no merecen crédito. Regla 9: Se deben de recibir con desconfianza todas aquellas relaciones de negocios ocultos, de Secretos de Estado, anécdotas picantes sobre la vida privada de personajes célebres. Regla 10: Cuando se nos escribe sobre la historia de pueblos antiguos o muy remotos es poco creíble lo que nos refieran sobre su riqueza, moradores, tesoros de monarcas, ideas religiosas y costumbres domésticas ; pues todos estos puntos son difíciles de averiguar ya que se necesita mucho más tiempo de residencia para poder saberlos con exactitud. 

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Capítulo XII – Consideraciones Generales sobre el modo de conocer la naturaleza, propiedades y relaciones de los seres I – Una clasificación de las Ciencias

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En este capítulo el autor conducirá a averiguar las reglas para poder investigar la naturaleza, propiedades y relaciones de los seres. Estos pueden ser naturales si están sometidos a leyes de la creación; morales al orden moral; histórico o social si pertenecen al orden de la sociedad humana y religiosas si pertenecen al orden de la prudencia. Todo se funde en una idea: Dios ha creado el universo y cuanto hay en él, sometiéndoles a leyes constantes y necesarias, de aquí el orden natural y su estudio podría llamarse filosofía natural . Dios al crear al hombre le dotó de razón y libertad, pero sujeto a ciertas leyes de orden moral, dando lugar a la filosofía moral . El hombre ya en la sociedad ha dado origen a una serie de acontecimientos de orden social, dando lugar a la filosofía social o de la historia . Dios no está ligado por las leyes que Él mismo hizo, pudiendo obrar sobre y contra esas leyes, dando lugar a hechos de un orden superior, de aquí el estudio de la religión o filosofía religiosa . Podemos decir entonces que la palabra filósofo significa el que se ocupa en la investigación de la naturaleza, propiedades y relaciones de los seres.

II – Prudencia científica y observaciones para alcanzarla La prudencia es muy difícil de adquirir y puede ser el costo de amargos y repetidos desengaños. El autor nos muestra algunas observaciones para obtenerla. Observación 1: La íntima naturaleza de las cosas, nos es por lo común, muy desconocida. Dios no ha dado el suficiente conocimiento para acudir a nuestras necesidades físicas y morales y poder aplicar a estas el uso de los objetos que nos rodean, pero ignoramos su esencia. Aunque vivimos en el Universo, no sabemos en que consiste, no sabemos si es un ser o nada. Pensamos y no comprendemos lo que el pensamiento, en nuestro espíritu bullen las ideas e ignoramos lo que es una idea; en nuestra cabeza se presenta el esplendor del universo y no sabemos lo que es la imaginación. Observación 2: A veces la misma naturaleza de las cosas sobre las cuales se suscita la pregunta indica la imposibilidad de resolverla. Para esto es necesario saber que datos necesito. Observación 3: Como los seres se diferencian muchos entre sí en la naturaleza, propiedades y relaciones, el modo de mirarlos y el método de pensar sobre ellos han de ser también diferentes. 

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III – Los sabios resucitados El autor nos pone el ejemplo de resucitar y reunir a un gran número de hombres célebres (Napoleón, Newton, Pascal, Miguel Ángel, etc.) en un mismo lugar rodeados de lujos, riquísimos archivos, inmensas bibliotecas, maravillas naturales, y a pesar de que sus pensamientos son precisos, estos hombres no se entenderán unos a otros si sus profesiones son diferentes y aunque se tratase de una sociedad de genios, sería una reunión de capacidades vulgares. Ya comunicados entre sí estos personajes no se entienden y mejor volverlos a enterrar. Así no se desacreditarían ni perderían sus títulos de inmortalidad. Lo que veía uno, no acertaba el otro, se tachaban de estúpidos unos a otros; lo que uno apreciaba el otro lo juzgaba, y nos preguntaríamos: ¿Por qué grandes pensadores no se ponen de acuerdo? ¿Por qué las verdades no se presentan iguales ante todos? Es porque estas verdades son de especies diferentes, pues pertenecen a órdenes diferentes como lo son la naturaleza de las cosas, porque la verdad es la misma realidad; y ni estos hombres privilegiados podrán ejercerla cual conviene.

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Capítulo XIII – La Buena Percepción I – La idea Un pensador debe poseer tres dotes: percibir con claridad, exactitud y viveza juzgar con verdad y discurrir o ideas con rigor y solidez. Percepción, es aquel acto interior con el cual nos hacemos cargo de un objeto; y la idea es aquella imagen, representación que sirve para llevarnos a la percepción. Quién piensa no puede estar continuamente pensando que piensa y cómo piensa y en vez de ocuparse de lo que debe, se ocupará de sí mismo.

II – Reglas para percibir bien Percibiremos con claridad y viveza si nos acostumbramos a estar atentos a lo que se nos ofrece. Una percepción debe ser clara, cabal, que nada deja que desear, que deja satisfecho al que habla y al que oye.

III – Escollo del análisis No puede negarse que el análisis, ósea la descomposición de las ideas, sirve admirablemente en muchos casos para darles claridad y precisión; pero no debemos de olvidar que la mayor parte de los seres son un conjunto y que el mejor modo de percibirlos es ver de una sola ojeada las partes y relaciones que los constituyen.

IV – El tironeo y el Filósofo El autor nos refiere un ejemplo de como tuvieron un encuentro un tintorero y un filósofo, donde el segundo criticaba el trabajo del primero al mezclar este diferentes sustancias para producir este diferentes tinturas y como el filósofo le decía que iba a echar a perder todo,

el

tintorero

le

dijo

que

“todo

era

posible

hacer”

y

que

mejor

volviera unos días después ya que terminara su trabajo. Cuando días después volvió, grande fue la sorpresa del filósofo al encontrarse con una exquisitez de telas teñidas con admirables matices de colores. El filósofo no tuvo palabras para decir lo admirado y maravilloso que encontró todo y mejor se marchó confuso y con un pensamiento: no es lo mismo una cosas por sí sola, que la combinación con otras y que desde ese entonces el también descompondría y separaría para volver a componer y reunir, pues estaba seguro que haría prodigios.

V – Objetos Vistos por una sola cara Cuando los objetos son vistos solo por un lado acaban por conducir a resultados extravagantes, es por ello que cuando se tenga la verdad no debemos convencernos de cambiar nuestra opinión.

VI – Inconvenientes de una Percepción demasiada rápida Aunque se cuente con una percepción rápida de las cosas se debe de estar prevenido de la inexactitud y al ver superficialmente las cosas, sólo nos ofrecen eso, la ligereza de lo que hablan.

Capítulo XIV -

El Juicio

I – Que es el Juicio. Manantiales de error.

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Cuando decimos que una cosa es o no es, o que es o no es de esta o aquella manera, entonces hacemos un juicio. Lo falso de un juicio es cuando tenemos una mala percepción. Los juicios errados por percepciones equivocadas tienen su origen en los falsos axiomas, en las definiciones inexactas, en las palabras sin definir, en las suposiciones gratuitas, o en las preocupaciones en favor de una doctrina.

II – Axiomas Falsos Un axioma es un principio de eterna verdad, y sin embargo muchas veces son axiomas falsos dando como resultado que el error sea aún más peligroso. Es como aquel hombre de ciencia que se apoya en una idea para su teoría, pero para que esta idea sea creída, el finge que es la verdadera porque él sabe que o tendrá mucho tiempo para fortalecerla y alucina sobre sí mismo hasta creer que es la verdad, aunque no la sea.

III – Proposiciones demasiado generales Como conocemos poco la esencia de las cosas y de una manera imperfecta, o muchas veces nada, es común que no nos sea posible hablar de los seres vivos con seguridad. Las proposiciones generales se resienten en este defecto, pues al expresar lo que nosotros concebimos y juzgamos, no pueden extenderse sino a lo que nuestro espíritu ha conocido.

IV – Las definiciones inexactas Éstas al igual que los axiomas, sirven de la luz para dirigir la percepción y el juicio y de punto de apoyo para razonar. Pero si las definiciones so inexactas ¿cómo se va a explicar lo que no se conoce? Y así en las ciencias unas y otras se pasan haciendo diferentes definiciones de las cosas y para definir algo correctamente se necesita conocer la esencia de ellas.

V – Palabras mal definidas. Examen de la palabra “Igualdad”. Aunque en apariencia sea muy fácil definir una palabra porque al emplearla se cree saber lo que se dice, la realidad es que son muy pocos los capaces de saber el sentido de las voces que usan, y aunque se les escuche discutir de sus ideas al final estarán confusos y no aceptarán la definición de otro, pero ni ellos mismo sabrán la respuesta correcta. El autor nos expone en una acalorada discusión sobre la palabra “igualdad”

y

nos

hace

ver

que

no

hay

igualdad

en

los

seres

ni

en

la

naturaleza, ni en derechos, ni en lo social, ante la ley, pues en todo habrá desigualdades y en lo único que somos iguales es en que todos nacemos y moriremos.

VI – Suposiciones Gratuitas. El despeñado. Cuando no tenemos un principio general tomamos a veces un hecho que no tiene más verdad y certeza de la que nosotros le damos. Quienes se dedican a explicar fenómenos sin tener datos positivos sobre su naturaleza y origen entran en este peligro y terminan por atribuir el efecto a una causa posible, quedando lejos de la realidad. No nos debemos de fiar de sus posiciones gratuitas para no confundir al realidad con la posibilidad y no alucinarse con apariencias. El autor expone el ejemplo de un hombre que murió al despeñarse y cuya muerte tiene tres suposiciones: una caída, un suicidio o un asesinato.

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Los pobladores tratan de dar suposiciones gratuitas para determinar su muerte.

VII – Preocupación en favor de una doctrina Este es uno de los mayores obstáculos para encontrar la verdad. El hombre dominado por una preocupación o busca ni en los libros ni en las cosas, lo que realmente hay, sino lo que le conviene para apoyar sus opiniones. Lo más triste es que abusa de la buena fe haciendo pensar que esta trabajando por la causa de la verdad. El hombre antes de inducir a otros al error, se engaña muchas veces a si mismo; es por ello que cuando se trata de convencer a otros es preciso separar la causa de la verdad de la causa del amor propio.

Capítulo XV – El Raciocinio I – Lo que valen los principios y las reglas de la dialéctica Cuando los autores tratan del razonamiento se apoyan en reglas de argumentación fundadas en principios y que no fallan. Pero en la aplicación y en la práctica no son de gran utilidad. Es verdad que estas reglas dan al entendimiento cierta precisión y poder tener más claridad en un discurso, pero es difícil ponerlas en práctica.

II – El silogismo. Observaciones sobre este instrumento dialéctico. El silogismo en un tipo de razonamiento basado en reglas dialécticas y solas se queda en ejemplos ya que en la realidad no sirve pues en este último las reglas se olvidan o es cansado aplicarlas. Cuando el hombre razona ancla en actos reflejos sobre su pensamiento; se presenta una idea, se la concibe con más o menso claridad, en ella se ve contenida otras u otras, con estas se suscita el recuerdo de otras, y así se va caminando con suavidad sin complicaciones.

III – El Entinema El Entinema es un silogismo en que se calla alguna de sus proposiciones. Esta forma se las enseño a los dialécticos la experiencia de lo que estaban viendo a cada paso pues notaron que en la práctica se omitía el razonamiento extenso.

IV – Reflexiones sobre el término medio. El arte del razonamiento consiste en comparar los extremos con un termino medio para poder saber la relación que tienen entre sí. Cuando estos extremos y ese termino medio ya se conocían se puede hacer la comparación fácilmente. Los ejemplos que suelen abundar en los libro de dialéctica de anda sirven para la practica si no se aprende a pensar.

V – Utilidad de las formas dialécticas. Estas formas dialécticas pueden ser útiles para presentar con claridad y exactitud, el unir las ideas a la hora de razonar, y pueden ayudarnos en la enseñanza, por lo que no se deben de eliminar pues convienen conservarlas.

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Capítulo XVI – No todo lo hace el discurso I – La Inspiración El discurso bien empleado sirve para enseñar pero poco para inventar. Casi todo lo que el mundo admira en cuanto a feliz, grande y sorprendente se debe a la inspiración, esta es una luz instantánea que brilla de repente en el entendimiento del hombre sin que el mismo sepa de donde viene. Es un fenómeno admirable. Pasa que a menudo después de largas horas de meditación no se puede llegar al resultado satisfactorio y cuando el ánimos está distraído ocupado en otros asuntos, se presenta la verdad como una aparición misteriosa.

II – La meditación Cuando tratamos de comprender algo que nos es muy difícil, lejos estamos de poder dirigir nuestras meditaciones y cuando realmente meditamos no nos damos cuenta.Cuándo meditamos miramos las cosas por todos lados, mencionamos su nombre interiormente buscando algo que sospechamos pero que no sabemos el lugar exacto en donde se encuentra.

III – Invención y Enseñanza Quien enseña sabe a donde va conoce el camino que ha de seguir porque ya lo ha recorrido otras veces. El que descubre tal vez no se propone nada determinado, solo examina lo que hay en el objeto que lo ocupa, tal vez tenga un objetivo, pero no sabe si podrá alcanzarlo, o llega a dudar si existe, o llega a pensar que solo sea un capricho de su imaginación; y en caso de estar seguro de su existencia, no conoce el sendero que a él ha de conducir. Es por esto que los grandes descubrimientos se enseñan por principios muy diferentes de los que guiaron a los inventores.

IV – La Intuición Unas de las características de los grandes hombres es la intuición, ellos ven si ¿ esfuerzo lo que otros descubrirán con mucho trabajo; verán el objeto lleno de luz mientras los demás están en tinieblas; de una idea o de un hecho descubrir en infinidad de circunstancias y relaciones antes desconocidas mientras que para los otros serán insignificantes.

V – No está la dificultad en comprender, sino en atinar. El jugador de ajedrez. Sobieski. Las víboras del Aníbal. Muchas verdades no son difíciles en sí, y sin embargo a nadie se les ocurre sino a los hombres de talento; y cuando estos hombres los presentan, o las hacen advertir, todo el mundo las ve tan claras, tan sencillas, tan obvias que parece extraño no la hayan visto antes. EL autor narra como ejemplo la jugada en un juego de ajedrez, una jugada tan sencilla que paso inadvertida para los observadores y que al llevarle al triunfo todos se dieron cuenta de lo fácil que era. Menciona también otros ejemplos que nos dicen que el talento consiste muchas veces en ver una relación que esta latente y en la cual nadie atina.

VI – Regla para meditar Para pensar bien no es bueno poner el espíritu en tortura, sino conviene dejarlo concierto desahogo contemplar por largo rato el objeto, repetidas veces sin violencia hasta que de repente se descubre la incógnita.

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VII – Carácter de las inteligencias elevadas. Notable doctrina de Santo Tomás de Aquino. Cuándo más elevada es una inteligencia, menos ideas tiene; porque encierra en pocas lo que las más limitadas tienen distribuidos en muchas. El Creador como ser infinito e inteligencia infinita, todo lo que ve en una sola idea, única, simplicísima, pero infinita; su misma esencia. Los genios superiores no se distinguen por la mucha abundancia de sus ideas. Si al común de los hombres no le es posible situarse de golpe en el mismo lugar al menos debe de procurar llegar a él a fuerza de trabajo, con eso se ahorran muchísimo tiempo y alcanzaran resultados ventajosos. Según Santo Tomas de Aquino llevo una doctrina admirable donde el discurrir es señal de poco alcance del entendimiento.

VIII – Necesidad de Trabajo Para desarrollar cualquier facultad hay una condición es el ejercicio. En lo intelectual como e lo físico, funciona se adormece, pierde su vida, el miembro que paraliza. La intuición, el ver del entendimiento, no se un hábito engendrado por el mucho mirar.

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indispensable que el órgano que no no se mueve, se adquiere sino con


Sintesis El Criterio Logica Jaime Balmes

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