EL BUENO, EL MALO Y El FEO
En lo profundo de los bosques de la interminable noche, lejos del resplandeciente centro de purpurina y civilización, acechan esos misteriosos habitantes de la oscuridad: Urano, Neptuno y Plutón terrible. salvo en nuestro c!lido sillón junto al fue"o, sen#mos un delicioso escalofr$o de emoción al contemplar las ac#vidades de estas en#dades indómitas. Ni siquiera el re"reso de %aturno lleva los elo"ios astroló"icos de un cuadrado natal del planeta e&terior e&terior.. 'arca 'arca a su v$c#ma como un hombre hombre apartado de sus compa(ero compa(eros, s, un superhombre, des#nado a luchar con bandidos en los precipicios alpinos del corazón. )*u+ es esta emoción rom!n#ca irresis#ble )*u+ hechicera ne"ra teje sus hechizos en estos mundos distantes, fascin!ndonos fascin!ndonos y atray+ndonos ineludiblemente hacia su red -he ppren#ce, +l mismo un "raduado de la Escuela de strolo"$a ider /a""ard, se aventura sin miedo en este mundo de oscuridad para e&plorar y buscar la verdad.
'!s all! del mar"en
En la impresión de la computadora, computadora, todos los planetas brillan i"ual de brillantes. En el cielo, esto no es as$. En ma"nitud 0. Urano se sit1a en el umbral de la visibilidad: Neptuno y Plutón est!n siempre m!s all!. /ay quiene quieness a2rman a2rman que que Urano Urano fue conoci conocido do por los an#"u an#"uos os caldeo caldeos, s, aunqu aunque e la evidencia de esto se basa en "ran medida en las ilusiones. %aturno, %aturno, el m!s e&terior e&terior de los planetas planetas tradiciona tradicionales, les, es uno de los objetos m!s brillantes brillantes en el cielo. unque Urano habr$a sido f!cilmente visible en los d$as previos al smo" y la contaminación lum$nica, es muy poco probable que al"uien haya notado que una estrella tenue se mueve a una fracci fracción ón del ritmo ritmo pesado pesado de %aturn %aturno. o. dem!s dem!s de la especu especulac lación ión,, hay hay poco poco para para apoyar apoyar el reclamo. 3ebemos ser cautelosos con la tentación de mi#2car nuestro pasado, o terminaremos pensando como los cien42cos. 5aso deses#mado por falta de pruebas. /a sido a2rmado, entre otros, por Patric6 'oore, que 7alileo vio a Neptuno a trav+s de su telescopio al observar las lunas de 81piter en 909, sin darse cuenta de que era un planeta nuevo. 5omo 5omo 81pite 81piterr y Neptun Neptuno o estab estaban an dos si"nos si"nos separ separado adoss en el momen momento to,, esto esto es muy muy poco poco probable: pero conjuntos en 909;, Neptuno habr$a estado estrella> se estaba moviendo, el reciente descubrimiento de lunas alrededor de otro planeta fue tan conmovedor como el mundo estaba listo para tolerar: los nuevos planetas estaban m!s all! de su alcance mental. Es una reminiscencia del descubrimiento vi6in"o de m+rica, olvidado porque, se ha dicho, Europa a1n no lo necesitaba.
hora que hemos descubierto estos nuevos planetas, tenemos el problema de inte"rarlos en nuestro esquema astroló"ico. El an#"uo sistema que une los planetas con los si"nos que "obiernan #ene una ele"ancia cau#vadora y ha servido a los astrólo"os durante al menos dos mil a(os. El %ol y la ?una ri"en un si"no cada uno. ?eo y 5!ncer, mientras que los otros planetas "obiernan dos si"nos, irradiando hacia afuera desde el %ol y la ?una, en su orden natural. ?a astrolo"$a moderna considera que este plan es redundante: pero antes de que lo abandonemos, podr$a ser conveniente encontrar un nuevo sistema superior para reemplazarlo. Esto puede ser posible: pero todo lo que tenemos en este momento es el intent intento o bien bien inten intencio cionad nado o de impone imponerr ideale idealess humanos e@meros de i"ualitarismo en los cielos al ne"arle a cualquier planeta la "obernación de m!s de un si"no. 5omo todav$a no hay doce planetas conoci conocidos dos,, es necesa necesario rio inve invent ntar ar al"o al"o m!s para para ase"ur ase"urar ar que nin"1n nin"1n planet planeta a sea m!s i"ual i"ual que cualquier otro. %i Phil 5ollins puede poseer m!s de una casa, es di@cil entender por qu+ 81piter, que probablemente es m!s importante en el esquema cósmico, no puede hacer lo mismo. ?a ra$z de este sistema parece ser la creencia de que los nuevos planetas, en lu"ar de ser reci+n descubiertos, son en realidad objetos hechos por el hombre, que podemos modelar a nuestro antojo. ?a evidencia de esto es insu2ciente. ?os astrólo"os con mentalidad m!s espiritual ven los nuevos planetas como Aoctavas superioresA de los an#"uos. 5onfrontados con el hecho de que todos parecen ser m!s o menos mal+2cos, e&plican esto por la incapacidad de la mortalidad obs#nada para hacer frente a sus vibraciones superiores. Bmpl$cita en este punto de vista est! la idea de que la humanidad es ahora m!s so2s#cada de lo que era en el pasado i"norante, antes de que estos planetas fueran descubiertos: ahora podemos e&perimentar nuevos órdenes de emoción, pensamiento y espiritualidad. %orprendentemente, los astró astrólo" lo"os os que sos#en sos#enen en este este punto punto de vista vista se encon encontr trar$ ar$an an en estrec estrecho ho acuerd acuerdo o con los cien42cos, cien42cos, que tambi+n tambi+n ven los 1l#mos 1l#mos trescientos trescientos a(os como un ver#"inoso ascenso ascenso hacia la iluminación. No es la menor de las cosas que comparten en i"norancia de las viejas órdenes de emoción, pensamiento y espiritualidad que son esenciales para la celebración de tal creencia. El conocimien conocimiento to m!s super2cial super2cial del pasado pasado preCuran preCuraniano iano arroja dudas sobre nuestra nuestra aparente aparente so2s#cación
reci+n
descubierta.
?a asi"nación de >octavas superiores> a los nuevos planetas implica el desvanecimiento de los an#"uos a las octavas m!s bajas. %i no vemos que los planetas tradicionales con#enen su2ciente profundidad de si"ni2cado para abarcar cualquier octava que podamos e&perimentar, es quiz!s nuestra comprensión, m!s que los planetas en s$, lo que est! limitado.
?e hacemos los viejos planetas, y a trav+s de ello a nosotros mismos, un "ran perjuicio al restrin"ir as$ su si"ni2cado.
?a b1squeda de si"ni2cado
3espu+s de haber descubierto estos planetas, nos sen#mos obli"ados a imponerles un si"ni2cado: si han venido a nuestra 2esta, van a tener que unirse a los jue"os. qu$ radica el secreto de su fascinación, ya que al modelar estos nuevos dioses a nuestra propia ima"en, encontramos, para nuestra feliz sorpresa, que se parecen a nosotros, y nos son mucho m!s interesantes. Por lo tanto, mi natal sesquicuadratura %olCPlutón a 0 " rados de separación adquiere una importancia propia. Para crear su si"ni2cado, tomamos un revol#jo de mitolo"$a, seleccionando cuidadosamente los puntos que nos atraen, sacudiendo bien y pas!ndolo a trav+s de una conciencia de 2nales del si"lo DD. El planeta puede haber e&is#do desde #empos inmemoriales, y estar! all$ durante milenios a1n por venir venir, pero nuestras nuestras peque(as peque(as preocupaci preocupaciones ones contempor contempor!neas !neas son lo su2ciente su2cientement mente e amplias como para abarcar su si"ni2cado. adoptamos el e&tra(o m+todo de tomar la fecha en la que se descubrió el planeta, aplicando un conocimiento de la historia tomado de A900 y todo esoA C omi#endo, por ejemplo, cualquier referencia a la "ran mayor$a de la humanidad que no #ene el su2ciente cuidado para no vivir fuera de Euro Europa pa o m+r m+ric ica, a, y cuya cuya hist histor oria ia evidentemente no concierne a los planetas e&te e&teri rior ores es
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preco preconce ncebid bidas as sobre sobre la natur naturale aleza za del planeta a par#r de ah$. 3esd 3esde e nues nuestr tro o punt punto o de vist vista a actu actual al,, nues uestras tras
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fuer fuerttemen ementte con contra tra est estos even eventtos sobresalientes que hemos e&tra$do de los libros de historia, que aparecen como hitos en el pro"reso del mundo
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venir enir.. ?a
strolo"$a en c.9,3 va a ser un ne"ocio complicado. 5onsideremos el caso de ese e&tra(o objeto, *uirón. 5uando fue descubierto, fue secuestrado por una vociferante minor$a de astrólo"os que se consideran sanadores. %u creencia ilusoria es que la
humanidad est! al borde de una nueva era dorada en la que cada uno sanar! a su prójimo. /abiendo sido descubierto en los albores de esta nueva era, *uirón debe ser el planeta del sanador: y como todos hemos tenido una infancia tan terrible, +l es un sanador herido, el mejor #po, al parecer. Un momento de reFe&ión incluso sobre nuestra circunscrita visión occidental de la historia arroja dudas sobre esta teor$a. 'ucho m!s prominente en el momento del descubrimiento de *uirón que el comienzo de una nueva era de curación fue el ascenso del yuppie, el asesor de inversiones materialista de los mercados burs!#les. %in embar"o, el libro que e&plica a *uirón como corredor de bolsa, herido o no, a1n no se ha publicado. cerc!ndonos al mismo problema desde el otro e&tremo, la reFe&ión de un se"undo momento nos recuerda que la curación hacer todo>= ha estado sucediendo durante si"los dentro de las reli"iones establecidas. ?a 'isa 5ris#ana, por ejemplo, es un ritual de curación altamente efec#vo tanto para el individuo como para la comunidad: >%e(or, no soy di"no de recibirte, solo di la palabra y ser+ sanado>. ?a palabra en cues#ón es la Palabra hecha 5arne, que el comul"ante est! a punto de recibir en el an2trión. *ue el foco de la curación se haya trasladado de la i"lesia a la librer$a no necesariamente hace que e sta curación sea m!s "eneralizada o m!s e2caz.
Esto no si"ni2ca ne"ar que los planetas e&teriores #enen sus efectos, aunque dentro de orbes muy apretados: un par de "rados como m!&imo, "eneralmente uno o menos. Neptuno parece tener asociacion asociaciones es con nieblas, nieblas, alcohol alcohol y en"a(o. en"a(o. 5uando el favorito, un caballo llamado as$ por una bebida alcohólica, no pudo "anar una carrera en la carta para la cual Neptuno hab$a sido el planeta m!s prominente, -he ppren#ce no se sorprendió al enterarse de que la raza se hab$a reducido a la farsa por una manta de niebla descendiendo en el curso. En las pre"untas horarias, Neptuno en una c1spide apropiada a menudo indica duplicidad o ilusión en los asuntos de esa casa. Plutón parece dar una indicación de lesión autoinFi"ida, y, como lo ha demostrado ?ee ?ehman, parece estar relacionado con el vuelo espacial. Pero no hay evidencia de que %aturno se haya animado notablemen notablemente te desde la d+cada d+cada de 9G;, renuncian renunciando do a su trabajo como %e(or de la 'uerte por una edad avanzada cavando su huerto.