Revista Digital Ftl-lpz-bol Nro 2

Lup’iñani Refexionemos Jun Juntos tos

Fraternidad Teológica Latinoamericana

Núcleo • La Paz Año 1/02

Lup’iñani es una revista digital

gratuita. Se permite la copia y distribución siempre y cuando se cite las uentes y autores correspondientes. Dirección: Lourdes Cordero Diseño gráco: Julio Willver Mamani el.gra[email protected] el.gra[email protected] • 71972949

Colaboran en este número: Julio Córdova. Córdova. Sociólogo, es director

de Diagnosis S.R.L (Consultora de estudios sociales). Está casado con Cinthia Luna y tienen dos hijas y un hijo.

Haroldo Thomas. Thomas. Es parte de la igle- Lourdes Cordero. Estudio Literatura y

sia de los Amigos Evangélicos de la Junta Anual Noroeste (Cuáqueros) de los Estados Unidos. Unidos. Tiene su Ph.D. en misiología con la concentración en antropología cultural del seminario Teológico Teológico de Fuller en Pasadena, Caliornia. Junto con su esposa Nancy Nancy trabajó desde 1972 a 1989 como misionero y educador en Bolivia. Entre 1999-2007 undaron y dirigieron una maestría en misiología en la Universidad Evangélica Boliviana en Santa Cruz. Desde 2007 trabaja con el programa doctoral de PRODOLA como director asociado de investigación.

Humberto Gutierrez. Gutierrez. Miembro de la

iglesia los Amigos en Villa San Antonio, es escritor de CALA. Tiene varios textos de ormación. Casado, tiene dos hijas y un nieto. Núcleo La Paz - Bolivia

Filosoía en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), actualmente es coordinadora de la Editorial Lámpara, casa publicadora de la Comunidad Comunidad Cristiana Universitaria de Bolivia.

Nancy Thomas. Thomas. Forma parte de la igle-

sia de los Amigos Evangélicos de la Junta Anual Noroeste (Cuáqueros) de los Estados Unidos, tiene su Ph.D. en misiología con una concentración lingüística del seminario Teológico de Fuller en Pasadena, Caliornia. Por 30 años años sirvió junto junto a su esposo Haroldo como misionera y educadora en Bolivia. Es poeta y escritora. escritora. Ha escrito escrito varios libros de poesía y textos teológicos. Actualmente Actualmente sirve en PRODOLA como directora asociada curricular y enseña el curso, Cultura, espiritualid e spiritualidad ad y misión. Tiene dos hijos y siete nietos.

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CONTENIDO Bolivia y el nuevo escenario social, un enoque bíblico. Nancy Thomas Iglesias, evangélicos y desarrollo histórico en Bolivia. Julio Córdova Los murales de Walter Solón Romero Bolivia y el nuevo escenario social, un enoque eclesial. Humberto Gutierrez Bolivia y el nuevo escenario social, un enoque teológico. Haroldo Thomas Interculturalidad, una mirada personal. Lourdes Cordero

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Fraternidad Teológica Latinoamericana

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EDITORIAL

L

a oto de la portada es un cuadro dades políticas y las uerzas socioeconómicas socioeconómicas de la pintora boliviana Elvira Espejo en el mundo y el contexto donde a las iglesias titulado jiwasa (nosotros). El mismo les toca ser testigos; el enoque eclesial, reestá realizado en una técnica mixta conociendo que ella es el agente primordial (tejido y óleo). Considero C onsidero que de algún modo de la misión de Dios en el mundo y el enoque expresa el tema de nuestra revista: Bolivia y del peregrinaje personal, agentes humanos el Nuevo Escenario Social: Oportunidades que Dios usa en su misión. y Desaíos para la Iglesia Evangélica . La Aunque en el conversatorio conversat orio no se presentó presentó una pintura nos muestra por un lado un teji- ponencia con un enoque desde el peregrinaje do en pleno trabajo e inconcluso y por otro personal, se ha decidido incluir el artículo lado, al autor de esta construcción, que no Interculturalidad, una mirada personal para es un sujeto individual sino una colectivi- completar este acercamiento integral e interdad. Cuando hablamos de un escenario social disciplinario. y de la iglesia, creo que ambas tienen estas Como miembros del “cuerpo de Cristo”, como características. iglesia de Dios viviendo en un espacio y tiemEste número recoge las ponencias pre- po concretos, ¿Qué desaíos y oportunidades sentadas en el conversatorio conversat orio auspiciado por el tenemos para ser agentes transormadores de núcleo de La Paz, el 28 de ebrero de este est e año. nuestro país? ¿Nuestra participación participación en el teLa metodología que se ha usado para tratar jido de nuestra sociedad sociedad es integrad integradora, ora, beneeste tema es una aproximación multidiscipli- cia a otros? ¿En el cumplimiento de la misión naria: un enoque bíblico, social y teológico. de Dios podemos unir nuestras manos a las Durante el conversatorio se reconoció la ne- de otros para tejer una manta que abrigue? cesidad de buscar una integración de las cua- Esperamos que estos artículos le de algunos















BOLIVIA Y EL NUEV NUEVO O ESCENARIO SOCIAL: Oportunidades y desaíos para la iglesia evangélica evangélica Enoque bíblico: Nancy Thomas

H

ace varios años experimenté una situación de crisis en mi relación con la iglesia local; mi actitud hacia ella era rancamente crítica. Sentía que a las congregaciones les altaba vida, compromiso y la presencia del Espíritu Santo. Por esa razón preería quedarme en casa los domingos, aunque tenía la intención de asistir. En ese mismo tiempo mi esposo Haroldo planeaba un viaje a los Estados Unidos para terminar su tesis doctoral. (Nuestro plan original de que Haroldo terminara su tesis mientras trabajaba en el campo ministerial minister ial era muy muy ingenuo). Estimamos que le tomaría unos dos o tres meses para concluir su proyecto. Mientras él trabajaría en su doct doctorado orado en otro país, yo me quedaría en la ciudad donde estábamos sirviendo en un programa de maestría en una universidad evangélica. En ese tiempo sentí la necesidad de desarrollar una estrategia, no solo para sobrevivir a la ausencia de mi esposo y la crisis personal que estaba viviendo, sino para superar y disrutar de la vida del ministerio como una cristiana madura. Pensando en la situación de la iglesia y en mis reacciones personales ha-

lenguaje superlativo, me era diícil comprender a cabalidad estas declaraciones. ¿Cómo puede ser posible esto? me preguntaba acerca de muchos pasajes que parecían exageraciones, tan lejos de la realidad en que vivía. Al mismo tiempo, algo dentro de mí sabía que no eran exageraciones, que la Realidad de la iglesia desde la perspectiva de Dios Dios descrita en la Biblia es prounda y bella. La disciplina espiritual de meditar pasa jes bíblicos y memorizar memorizar los mismos es una herramienta que me ayuda ir más allá de lo racional; me lleva a “ver con los ojos del corazón” (Eesios 1:18). Cuando practico esta disciplina con regularidad y le doy suciente tiempo, me transorma. Al principio de este ejercicio, cuando empecé a estudiar Eesios, busqué datos en un diccionario bíblico para entender bien el contexto original del libro. Pero uera de esa herramienta, decidí no consultar ningún comentario. Leí el libro en varias lenguas y versiones, incluyendo el griego. Decidí leer el libro entero por lo menos una vez cada semana y luego concentrarme en el pasaje especíco que estaba memorizando. Elegí la versión Reina Valera (1960) porque estaba ya acos-















penetraba mi corazón. Y en vez de leer yo la Biblia, la Biblia empezaba a leerme a mí. En lugar de los dos o tres meses, mes es, Haroldo se quedó uera siete meses, hasta completar su disertación. disertac ión. (En medio de esos meses largos yo viajé una sola vez para estar con él) Pero, para mí resultaron necesarios los siete meses para mi proyecto de memorización, porque progresaba intencionalmente con lentitud. El antropólogo y misiólogo Dr. Charles Krat (quien también era mentor de Haroldo en su trabajo doctoral) identica dos niveles de realidad. El primero es la realidad actual en que vivimos—el medio ambiente, la cultura, la situación actual de las congregaciones y denominaciones, todos los aspectos de la sociedad con todos sus desaíos y logros. El tema de esta reunión, “Bolivia y el nuevo escenario social”, se reere a este nivel de realidad, y es de mucha importancia que la entendamos. Krat lo llama “realidad con ‘r’ minúscula”. El segundo nivel de realidad, según Krat, es la “Realidad con ‘R’ mayúscula”. Es todo lo que está pasando detrás de la realidad visible, todo lo que está pasando en la esera espiritual. Incluye la obra de Dios, el mover del Espíritu Santo, los cambios que resultan de las oraciones del pueblo de Dios, y mucho más. Incluye también la obra del maligno, del enemigo de Dios y su iglesia. Según Krat, tenemos que aprender a vivir percibiendo perci biendo simultáneamente las dos realidades; esto est o nos ayuda a comprender y tomar en serio la realidad con ‘r’ minúscula, y poder responder adecuadamente. Al mismo tiempo, percibir la otra Realidad1 nos da esperanza, sabiduría y nos ayuda a cooperar con lo que Dios está haciendo.

(denominación) en particular. par ticular. Parte Parte del proceso era reconocer y conesar mi pecado de una actitud demasiado crítica. Mi comprensión creciente en la Realidad de la iglesia, desde la perspectiva de Dios descrita en el libro de Eesios,me ayudó a ver la realidad de las congregaciones, en su entorno socio-cultural, con compasión y e en lo que el Señor está haciendo. Esta experiencia que relaté la viví hace varios años. La realidad social de Bolivia ha cambiado mucho; es nueva, como el título de este conversatorio lo señala. También son nuevos los desaíos y oportunidades que enrenta la iglesia evangélica, pero las Realidades maravillosas de la iglesia descritas en el libro de Eesios son las mismas. La importancia de ver simultáneamente los dos niveles de la realidad presente también continúa. Es un ejercicio espiritual que podemos desarrollar. Lo que sigue son algunas percepciones de la iglesia en Eesios que son aplicables a la iglesia evangélica en Bolivia hoy. En mis muchas lecturas del libro observé varias metáoras para la iglesia: cuerpo de Cristo, amilia de Dios, edicio santo, ejército santo. Después de estas lecturas, considero que la metáora principal, la que da coherencia al libro y provee su estructura, es la del cuerpo de Cristo. Impregna por todo el libro. La estructura estruct ura del libro responde a tres posiciones corporales: sentarse, andar y pararse. La primera es “sentarse” (aunque solo se usa una vez) y marca la primera división del libro en los capítulos 1-3. Esta sección presenta los undamentos teológicos de la iglesia. Habla del signicado de lo que Cristo hizo por la iglesia, lo que tiene la iglesia como resultado















de la misericordia de Dios, mediante Cristo, a la iglesia. Dice que “juntamente con [Jesús ] nos resucitó, resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús…” (E. 2:6). Es una posición de autoridad, pero también de descanso y conanza, basado en lo que logró Cristo. No habla del uturo sino de nuestra posición presente en una Realidad espiritual, semejante al versículo 3 de Eesios capítulo 1, que dice: “Bendito “Bendit o sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo…”, Cristo…” , hablando de la Realidad presente. Andar es la segunda postura. Es la metáora que Pablo usa para la sección práctica de Efesios, capítulos 4:1-6:9, y aparece varias veces. La primera aparición está en la primera sección, en 2:10, cuando Pablo escribe: “Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios D ios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Otras apariciones incluyen “andéis como es digno de la vocación con que uisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia… (4:1-2); “andad en amor” (5:2); “andad como hijos de luz” (5:8); andad “como sabios, aprovechando bien el tiempo” (5:15-16). Andar es la metáora activa para la iglesia, iglesia, el cuerpo de Cristo. Es una propuesta para seguir sirviendo, relacionándose, participando en la misión integral de Dios. La tercera posición corporal es la de estar de pie, pararse. En la Reina Valera no es tan obvio porque se traduce “estad rmes”, pero contiene el signicado básico. La palabra en griego, στεναι (en su orma innitiva), tiene el primer signicado de estar de pie. La metáora signica estar rmes y uertes, con toda la armadura de Dios, en contra de las

de Cristo, que no orma una sección del libro, sino se aplica a todas las secciones. s ecciones. Es la rase verbal, “doblar las rodillas”, y aparece así al comienzo de la oración de Pablo en Ef. 3:14: “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo…” y sigue la oración. Pablo muestra la importancia de la oración en la iglesia en la primera sección del libro, en sus propias oraciones por los hermanos en Éfeso (1:15-22; 3:14-21), y también en la última sección de la guerra espiritual cuando exhorta a la iglesia a estar “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia rancia y súplica por todos los santos” (6:18). Luego pide que los hermanos oren por él, reconociendo que cualquier éxito en el ministerio viene como respuesta de las oraciones del cuerpo de Cristo. Propongo algunos pasajes recomendados para una refexión seria de la iglesia boliviana hoy en día (pensando especícamente en la iglesia evangélica aymara): De la primera sección de Eesios (E. 1-3):

Para una iglesia tentada a verse como pobre y oprimida (quizás una parte de la realidad social que debe que ser tomada con seriedad), refexionar sobre la abundancia de lo que tiene en Cristo (E. 1:3-23). Meditar sobre lo que signica que la iglesia tiene “la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo” (E. 1:23). • Pensando en la diversidad cultural, inin cluso dentro de la iglesia, meditar en E. 2:1122 donde Pablo explica cómo en Cristo todas las barreras raciales/sociales/culturales han sido rotas. ¿Qué implica ser amilia de Dios? De la segunda sección de Eesios (E. 4:1-6:9):















Espíritu en el vínculo de la paz” (4:2-3, y mumu - vechar de las oportunidades del mismo. Quiechos otros pasajes en esta sección). ro animar a mis hermanos bolivianos a aprenDe la tercera sección de Eesios (E. 6:10-20): der a ver simultáneamente las dos realidades. Repito que es importante entender entender la presen• Meditar sobre la Realidad de la batabata - te realidad socio/cultural del país y responder lla que enrenta la iglesia. Sería bueno un apropiada y adecuadamente. Para lograr esto estudio sobre el signicado teológico de “los con sabiduría y eectividad es necesario ver principados, potestades, gobernadores de las simultáneamente la otra Realidad que inclutinieblas de este siglo, huestes espirituales de ye la batalla espiritual que viene de parte del maldad maldad en la regiones regiones celestes” (E. 6:12). Se- enemigo, y, más que todo, la Realidad de lo ría también importante analizar las prácticas que Dios está haciendo detrás de la escena. populares de “guerra espiritual” a la luz de un Una de las uentes mayores para una visión estudio bíblico con una hermenéutica correc- de esta Realidad es la Biblia, estudiada, est udiada, interta. Es parte de ver la Realidad detrás de las pretada y aplicada a nuestro contexto actual. luchas y desaíos sociales contemporáneos. Presentada en una reunión de la FTL, La Paz, Seguramente hay otros temas en el libro Bolivia de Eesios que serían de provecho para ayudar a la iglesia evangélica de Bolivia a enrentar El 28 de ebrero de 2013 los desaíos del nuevo escenario social y apro-

















IGLESIAS, EVANGÉLICOS Y DESARROLLO HISTORICO EN BOLIVIA Julio Córdova

1.Introducción El presente artículo estudia la relación entre el movimiento evangélico y el desarrollo histórico del país. El análisis se ocaliza en la interacción entre el discurso y las teologías evangélicas, con dos dimensiones del contexto: a) el poder político y b) la cultura predominante en la sociedad. El propósito es entender cómo gran parte de los evangélicos en Bolivia han reaccionado rente al contexto, y de qué manera esta reacción ha sido el al mandato bíblico de ser sal y luz “del mundo” (Mt. 5:13,14). Este somero repaso permitirá identicar algunas “lecciones aprendidas” que puedan enriquecer nuestra refexión, sobre la manera en la cual debemos cumplir la Gran Comisión hoy. hoy. Por la brevedad del artículo, el repaso general de la historia del movimiento evan-

algunas innovaciones al país. En algunas etapas ha predominado la asimilación; en otras la innovación. Se propone que el escenario que más se acerca a los desaíos de la misión cristiana y a los valores del Reino de Dios, es una encarnación en el contexto local boliviano, acompañada de innovaciones que incidan en la conormación de una sociedad más equitativa, incluyente, plural, democrática y sostenible. En el siguiente punto se propone una periodización de la evolución del movimiento evangélico en unción de los cambios estructurales en la historia del país. Los subsiguiensubsiguientes puntos analizan someramente la relación entre movimiento evangélico y contexto socio político en cada periodo identicado. Finalmente se proponen algunas conclusiones en clave misionológica.















mismas, el movimiento evangélico reajusta su a) organización, b) su discurso y c) su relación con el contexto. Así, a cada modelo de acumulación/distribución de la riqueza social, correspondería un modo de ser del movimiento evangélico. En este sentido, se distinguen grosso modo cuatro modos de acumulación/distribución, a los que corresponden -a su vez- cuatro etapas en el desarrollo del movimiento evangélico en Bolivia: Modos de Años acumulación/ aproximados distribución

1900-1952 19521952-198 19855 1985-2005 2005 en adelante

Etapas en la evolución evangélica

Oligárquico Misionera Naci Nacion onal al popul populis ista ta Deno Denomi mina naci cion onal al Neoliberal Neopentecostal Plurinacional

Diversicación

En los siguientes acápites se hará un somero análisis de cada etapa tocando los siguientes puntos: a) características del contexto, b) características del movimiento evangélico y c) relación entre evangélicos y contexto.

3.El movimiento misionero en el periodo oligárquico (1900-1952) 3.1. Características del modelo oligárquico El periodo oligárquico en Bolivia comienza

no amplía su dinámica productiva hacia otros sectores de la economía a través de un vigoroso mercado interno. Al contrario, reuerza patrones pre capitalistas en el área rural, en tanto que en el área urbana se consolida un exiguo sector terciario (comercio-servicios) 3. Este modo de acumulación sin distribución del excedente minero, y su articulación a las estructuras pre capitalistas de producción en el área rural, se asocia a la consolidación de un “Estado exiguo”. Un mero supervisor de los intereses oligárquicos. Un Estado débil a veces administrado directamente por la élite minera (Aniceto Arce por ejemplo). Un Estado que sólo llega hasta donde alcanza la magra infuencia de la minería de exportación (Altiplano y Valles) 4. Este modelo de acumulación “híbrido”: moderno capitalista en la minería, articulado y alimentándose de estructuras pre capitalistas de tipo cuasi eudal e udal en el área rural, se expresa en una cultura “ecléctica” tanto en las élites como en varios sectores urbanos. Admiran y buscan el “progreso capitalista” y la “democracia representativa” representati va”.. Al mismo tiempo que “desprecian” y excluyen de este sueño a las masas populares y a los sectores indígenas del área rural. Esta doble postura se expresa en el llamado darwinismo social de varios intelectuales de la primera mitad del siglo XX. El capitalismo, la modernidad y la democracia















Las primeras misiones protestantes llegan al país a nes del s. XIX e inicios del XX, de la mano de los liberales en el poder 6. Ellos no sólo veían en los protestantes la oportunidad para debilitar a su tradicional enemigo: la Iglesia Católica. También esperaban que trajeran al país algo de la “infuencia positiva” de la “cultura progresista” de EEUU y del “mundo desarrollado” en general. A su vez, los misioneros protestantes no sólo se veían como portadores de una nueva “doctrina religiosa”; sino también de una “nueva cultura” cult ura”.. Frente al “oscurantismo “os curantismo católico” que mantenía en la era eudal a América Latina y Bolivia, se esperaba que el Evangelio traiga la luz espiritual y el “progreso económieco nómi7 co y cultural” . Por eso, no sólo llegaron con el nuevo mensaje; sino también trajeron sus colegios, sus modelos productivos agropecuarios, y sus pautas democráticas de organización religiosa. La élite política y económica de las ciudades aceptó con gusto la oerta educativa protestante. Enviaron a sus hijos a los colegios evangélicos con la esperanza que sean ormados en la cultura anglosajona y en los valores de la modernidad (occidental). Pero no estuvieron dispuestos dispuest os a “cambiarse de religión”. gión”. Quienes sí se s e integraron a las l as nacientes iglesias evangélicas ueron algunos segmentos de artesanos, proesionales independien-

sociedad estamental con escasa movilidad social, no necesitaba, por de pronto, nuevos discursos religiosos.

3.3. Evangélicos Protestantes y Sociedad Estamental En términos generales, en la etapa misionera, el movimiento evangélico adquiere un cariz protestante. Es decir, tanto su organización, su liturgia, así como su discurso teológico se orientan por valores tributarios de la Ilustración y de la racionalidad occidental. El carácter democratizante de su dinámica interna, permite al mismo tiempo la ciudadanización en el ámbito social. Convierte al eligrés en protagonista de la vida religiosa. Lo impulsa a leer por sí mismo las Escrituras. Escrituras. A ser parte de las decisiones de su comunidad de e. Orece el acceso a una educación laica asociada a la modernidad capitalista, a dierencia del escolasticismo colonial de los colegios católicos, y de la incipiente educación estatal. Mientras el Estado niega al indio la educación ormal, los protestantes extienden sus redes de escuelas en el área rural. Si en el modelo oligárquico el campesino-indio no accede a la propiedad de la tierra, son so n los protestantes quienes reparten la tierra, antes que la Reorma Agraria del 52. Si la producción agrícola está sumida en relaciones cuasi eudales, en las haciendas protestantes el indio















Los misioneros protestantes anglosajones son portadores de una cultura liberal democrática más robusta y radical, que la élite oligárquica, atada todavía a estructuras semi eudales de producción en el área rural.

4.El movimiento denominacional en el nacionalismo desarrollista (1952-1985) 4.1. El Nacionalismo Desarrollista La Revolución de 1952 marca un cambio en las élites gobernantes; pero no una transormación en el modelo de acumulación 9. La minería (del estaño) sigue siendo el principal sector de generación de excedente. Pero esta vez es el Estado quien lo administra. En una primera etapa, este excedente permite integrar el oriente boliviano boliv iano al mercado nacional y potenciar la producción agropecuaria de esta región. En un segundo momento, el excedente minero gestionado por los militares (1971 en adelante), ortalece a la burguesía emergente tanto en occidente como en oriente. En la primera etapa del nacionalismo desarrollista (1952-1971) se produce produce la integraintegración social, económica y política de sectores marginados en el periodo oligárquico. Principalmente obreros, campesinos y segmentos populares urbanos 10. Esto produce una importante movilidad social y espacial. Hay una

co, hay una mayor demanda de nuevos discursos políticos (nacionalismo revolucionario, socialismo, comunismo) y de nuevos nuevos discursos discurs os religiosos (movimiento evangélico). Las clases medias (civiles y luego militares) con el apoyo de obreros y, sobre todo, de campesinos, reemplazan a la oligarquía minero-eudal en el manejo del Estado. El recambio de élites en la administración del aparato gubernamental se produce mediante golpes de estado. La democracia ormal queda en suspenso en la mayor parte de este periodo. La cultura nacionalista permea a todas las clases y segmentos sociales. La centralidad de la “nación”, de su progreso vía “industrialización de recursos naturales” y la legitimidad del Estado en la gestión del excedente económico minero, es compartida por todos los actores socio económicos, políticos y religiosos.

4.2. El Movimiento Evangélico Denominacional La repentina movilidad espacial, social y económica que trajo consigo la Revolución de 1952, implicó también una importante movilidad religiosa. De ser unos cuantos centenares en el periodo oligárquico, los evangélicos se incrementaron geométricamente después del 52. Miles de personas engrosaron las las evangélicas. Especialmente en aquellas zonas















(paralela a la nacionalización de las minas a nivel de país). Como en el Estado, las clases medias reemplazan a los misioneros en el liderazgo evangélico. c) Una nueva generación de misioneros impactados por las revoluciones comunistas en China (1949) y en Cuba (1959) llegan a América Latina y Bolivia. Traen un discurso anti comunista, reacio a implicarse en “cuestiones políticas”, junto con una teología ultra individualista y dispensacionalista obsesionada con la “salvación del alma” y “el n de los tiempos”. El cariz liberal y democratizante de la primera generación de misioneros prácticamente desaparece de la escena evangélica. El movimiento evangélico se aleja velozmente del ethos protestante. Dicho de otro modo: el protestantismo liberal “exótico” se “bolivianiza” (se nacionaliza). La organización y el discurso evangélico minimizan su orientación democratizante y de participación ciudadana liberal. Se consolida un movimiento evangélico signado por ueres liderazgos de clase media de tipo caudillista (como en el país). El libre examen individual de las Escrituras promovido por el protestantismo misionero del periodo oligárquico, da paso a la demanda de aceptación de las doctrinas de la denominación, y de sus normas organizativas internas crecientemente burocratizadas (como en el Estado).

4.3. Denominaciones Evangélicas y Nacionalismo Las denominaciones evangélicas internalizan en el periodo nacionalista pautas de organización y de discurso del contexto socio político. Caudillismo, burocratización, énasis en el liderazgo de clase media. Al mismo tiempo asumen una postura de desinterés en temas sociales y políticos. Si en el periodo oligárquico el protestantismo misionero juega un rol de contestación modernizante rente a la estructura discriminadora y excluyente de la sociedad y el Estado, en el periodo nacionalista las denominaciones evangélicas desempeñan un rol de “legitimación implícita” del modelo nacionalista. Esta legitimación más que discursiva es práctica. La mayoría de las denominaciones evangélicas cumplen la unción de irradiar valores nacionalistas reacios a la democracia deliberativa, a través de sus prácticas organizativas. Sólo un pequeño grupo de líderes y pastores evangélicos, asumen una postura de crítica radical rente a las dictaduras militares, a partir de un discurso aín a la teología de la liberación. Junto con movimientos católicos, ayudan a ortalecer a las organizaciones sociales en la deensa de los derechos humanos y la recuperación de la democracia en los lo s 70 y 80. Varios suren persecución, exilio y cárcel.

















En los años 70 en tierras altas (katarismo) y en los 80 en tierras bajas, comienzan a estructurarse movimientos indígenas que se desmarcan del discurso nacionalista. En la conormación de estos movimientos juegan un rol importante líderes evangélicos indígenas, apoyados por ONG’s conesionales católicas o cercanas a esta orientación 14.

5. Nepeontecostalismo en el periodo neoliberal (1985-2005)

proceso de decrecimiento del PIB 17. Todo esto acompañado con una serie de reormas institucionales tendientes a modernizar el aparato estatal, estat al, y a consolidar la democracia representativa. La misma vuelve a ser el mecanismo de recambio de élites gubernamentales, después de no haber estado vigente en gran parte del anterior periodo nacionalista. Se consolida la denominada “democracia de pactos” entre partidos políticos anes al modelo neoliberal y partidos de corte populista. La valoración del Estado como administrador ineciente de empresas productivas. La expectativa en la tecnología y la capacidad de inversión a gran escala del capital (trans) internacional. Y las esperanzas en la “modernización” económica, social e institucional, reemplazan al anterior nacionalismo estatista, en tanto sentido común de gran parte de los estratos urbanos y de las élites políticas del país.

5.1. La Reorma (Neo) Liberal La crisis de la deuda externa de principios de los 80, y el crack de los precios internacionales de los minerales; principalmente del estaño, marcan el n del periodo nacionalista. El Estado ya no puede gestionar esta crisis. El emblemático decreto supremo 21060 de agosto de 1985 da inicio al periodo neoliberal. Como en el resto de América Latina, en Bolivia ya no será el Estado el agente principal para redistribuir el (exiguo) excedente econó- 5.2. La (Neo) Pentescostalización del















El movimiento neopentecostal se origina en Bolivia a partir del “avivamiento” con Julio César Ruibal a principios de los 70 20. Pero tiene su crecimiento explosivo en los 80, en pleno ajuste estructural. est ructural. A dierencia de las denomidenominaciones evangélicas crecientemente institucionalizadas y burocratizadas, con una organización, liturgia y un discurso de tipo lógico instrumental 21, el movimiento neopentecostal asume ormas menos institucionalizadas. Signado por uertes liderazgos carismáticos, en los años 80, este movimiento experimenta un crecimiento numérico “explosivo” liderado por mega iglesias propietarias de medios masivos de comunicación (undamentales cadenas de radio y televisión) 22. En los años 80 y 90, las expresiones neopentecostales asumen un creciente liderazgo en el campo evangélico boliviano, desplazando progresivamente de este rol a las denominaciones tradicionales. En estas últimas se multiplican expresiones neopentecostales. A tal punto que el estilo litúrgico

Desde las segunda mitad de los 90 y durante los 2000, la articulación entre movimiento neopentecostal y derecha religiosa en EEUU23infuye también en Bolivia. El discurso de deensa de la amilia de James Dobson y Enoque a la Familia, el énasis en la autoridad y el “orden cristiano” del Club 700 y Pat Robertson, o la demonización del Islam como “enemigo N° 1” del cristianismo, enatizado por el movimiento de la “ventana 10/40” o por el ministerio de Franklin Graham, y otros connotados líderes de la derecha religiosa norteamericana, comienza a circular prousamente a través de las iglesias neopentecostales. Este viraje de la dirigencia evangélica de clase media, desde el “apoliticismo individualista” del periodo denominacional, a “posturas conservadoras” en la etapa neopentecostal, va a marcar los varios intentos de “presencia e incidencia” evangélica en el ámbito público y político a nes del periodo neoliberal y comienzos del plurinacional 24.















las certezas necesarias en un mundo cada vez más inestable. b) Rearmación de expresiones culturales posmodernas. Los meta relatos políticos de la etapa estatista (nacionalismo (nacionalismo y socialismo) socialismo) ya no interpelaban a los jóvenes. El proceso de desideologización política ue acompañado por una creciente mediatización electoral. Los jóvenes urbanos de clase media media optaron como alternativa por la esta y el espectáculo. Desde la entusiasta participación en entradas olclóricas hasta los desenrenados conciertos de música (rock, cumbia). Principalmente a través de su liturgia, el neopentecostalismo rearmó estas tendencias posmodernas en el ámbito evangélico religioso. c) Formación de tendencias disidentes conservadoras rente a la progresiva aceptación social de discursos sobre equidad de género, derechos sexuales y reproductivos, autonomía de la mujer y democracia. Estos discursos son interpretados como atentato-

lado, el movimiento indígena – campesino y los sectores urbano populares, que por años rechazaron el discurso neoliberal, comenzaron a movilizarse para que el país acceda a una mayor proporción del excedente social. Principalmente el generado por la exportación de gas. A partir de las convulsiones sociales del 2003 creció la demanda de “nacionalización del gas” en el occidente, y de autonomía en tierras bajas del oriente. El modelo de democracia pactada perdió legitimidad. El mismo era ahora sinónimo de acuerdos espurios para el asalto de las arcas públicas por po r los “partidos “pa rtidos tradicionales”. tradicionales”. Una constante y creciente movilización indígenacampesina-urbano popular llevó al MAS y a Evo Morales a la presidencia sin interrumpir la vigencia de los mecanismos de la democracia representativa. El MAS, con el respaldo de un movimiento popular con raíces indígenas y campesinas, pudo consolidar su propuesta del















dierentes culturas y naciones indígena originaria campesinas29. Gran parte de la sociedad civil (especialmente los sectores pobres) ha asimilado el modelo estatista estatist a y desarrollista del MAS. Pero, la meta del Estado Plurinacional en tanto aspiración de sentido común en las sociedad, todavía no es una realidad.

6.2. Diversidad Evangélica en el Nuevo Periodo Plurinacional No se observan cambios signicativos en el campo evangélico tras el paso del periodo neoliberal al plurinacional. Las dinámicas de la etapa neopentecostal continúan. Aún es muy pronto para una valoración de largo plazo. El “nuevo” Estado apenas tiene 4 años (desde la aprobación de la CPE en ebrero del 2009). A lo sumo cabe mencionar una tendencia a la diversicación del campo evangélico. Si bien el movimiento neopentecostal mantiene su liderazgo y cierta hegemonía en las iglesias

gélicas en el periodo nacionalista del 52. Al contrario, si predominan las innovaciones en desmedro de la encarnación en el contexto, el movimiento evangélico tiende a ser un actor exógeno con escaso poder de impacto, como en el protestantismo misionero del periodo oligárquico. El escenario más adecuado es un movimiento evangélico encarnado en su contexto local. Que haya internalizado los patrones más relevantes del entorno. Y que, desde esta posición, desarrolle innovaciones relacionales, organizativas y discursivas que infuyan en la sociedad y el Estado. Es decir, una encarnación transormadora. Existen, al menos teóricamente, tres posibles tipos de innovaciones a partir de las cuales el movimiento evangélico puede infuir en el entorno: a) “Innovaciones progresistas” que apuntan a una sociedad más equitativa, plural, inclusiva, democrática y sostenible. A este tipo se acerca el aporte misionero en la















y prestigio, encuentran el poder del Espíritu Santo, y acceden a puestos de liderazgo eclesial. El asalariado de clase media que debe arontar la inestabilidad inesta bilidad laboral y amiliar, encuentra una comunidad aectiva que le orece satisacción y estabilidad, etc. c) “Innovaciones deensivas” orientadas a preservar algunas prácticas sociales e impedir o, por lo menos, retrasar el cambio cultural. Se acercan a este tipo los discursos y prácticas evangélicas que reuerzan la amilia “tradicional”: nuclear, nuclear, de tipo patriarcal patr iarcal y en unción de identidades heterosexuales excluyentes. O las aspiraciones de una “cristiandad protestante” con las iglesias evangélicas infuyendo en la sociedad desde el poder político 30. Este tipo de innovaciones se han intensicado en los últimos años con posturas social y políticamente conservadoras en varios sectores evangélicos, sobre todo de clase media urbana. Para que se produzcan en las comunidades evangélicas estos dierentes tipos de in-

menos jerárquicas y más democráticas; menos dogmáticas y más plurales; menos patriarcales y más equitativas; menos individualistas y más comunitarias; menos obsesionadas por el crecimiento numérico y más orientadas a un crecimiento integral; menos ansiosas de poder e infuencia y más abiertas al servicio sacricial. En suma, comunidades contraculturales del Reino de Dios.

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ISEAT: La Paz

















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SECCIÓN ARTE

Los murales

de Walter Solón Romero















RESEÑA DE LOS MURALES













































LA NUEVA REALIDAD NACIONAL: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS















pero éstas se han acentuado con la presente situación. En el pasado, podían mantener su disposición de servicio y el mantenimiento de su e cristiana; pero en la actualidad la comunidad siente mayor poder para orzar a los cristianos evangélicos.

Antes de la reorma de la nueva constitución del estado boliviano ¿cómo cumplían los creyentes sus deberes comunales? Generalmente salían de la iglesia (con licencia) de ese modo, según ellos, podían cumplir con todas sus costumbres; su idea era regresar a la















BOLIVIA Y EL NUEV NUEVO O ESCENARIO SOCIAL: Oportunidades y desaíos para la iglesia

angélica.















do aún no había una distinción dist inción marcada entre la escritura aceptada y la refexión patrística y de credo. Después se detiene en la segunda estación de la prioridad del texto bíblico, enatizada en la Reorma Protestante y que aún hoy es reconocida, pero de una manera

se revela a la humanidad y su creación caída. La respuesta humana implicada corresponde a la importancia de la razón y la ciencia en la comprensión de la naturaleza de la revelación. Por esta razón, no hay un quinto círculo aparte para el proceso de la razón. Las cuatro















enatiza la autoridad bíblica en tensión con las otras tres consideraciones. Por esto el texto bíblico ocupa el sitio predominante en el modelo de pensamiento teológico. Pero hay otras posibilidades posibil idades que se deenden. La teología católica reconoce la dierencia en-

desde la oscuridad que está más allá de nuestra comprensión, de nosotros y de su creación caída y extraviada. No lo conocemos ni lo podemos conocer en su plenitud. Pero sí lo podemos conocer en su humanidad mediante el Hijo, Jesucristo. Por Él somos conscientes de

















































































































Revista Digital Ftl-lpz-bol Nro 2

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