Enfermedad mental y personalidad Capítulo I: Medicina mental y medicina orgánica La medicina mental, a la manera de la medicina orgánica, ha intentado agrupar coherentemente los síntomas y signos (sintomatología), estableciendo (co)relaciones entre tal enfermedad y tal manifestación mórbida. También ha establecido una nosografía, nosografía , estableciendo el curso, pronóstico y las manifestaciones extrañas de la enfermedad. Ahora Foucault Foucault da a conocer los los orígenes orígenes de ciertos ciertos términos que utilizamos: utilizamos: Histeria (Dupré): sus mayores síntomas son la sugestibilidad y las perturbaciones (parálisis, anestesia, anorexia), con origen psicológico (Tx. Conversivos, soy tan clínico jajaja xdxdxd) Psicastenia (Janet): agotamiento nervioso con estigmas orgánicos (astenia muscular, mental y difícil inserción en la realidad, perturbación emocional). Obsesiones: sobre estados de duda aparecen accesos paroxístic os (esta definición me dejó donde mismo) Fobia: crisis de angustia paroxística frente a determinados objetos. Manía y depresión (Magnan): locura intermitente, intermitente , por síntomas depresivos y maníacos (creo que no tengo que decirles qué trastorno es este). Ligadas a un sistema de alternancia regular o irregular. Otras: paranoia, psicosis alucinatoria, hebefrenia (psicosis de la adolescencia), catatonia. Las últimas tres se agrupan como demencia precoz, ya que tienden a ella e intervienen temprano en el desarrollo. En este caso la demencia es un total desorganización de la vida psicológica, donde la personalidad se hunde en la incoherencia. Bleuler amplió esta entidad nosográfica en la esquizofrenia: perturbación de la normal coherencia de asociaciones, ruptura del contacto afectivo con el medio y con la comunicación espontanea. Estos análisis tienen la misma estructura estructur a que en la patología orgánica, síntomas en grupos patológicos. A la base hay dos supuestos:
distribuyendo
1) Enfermedad es esencia, una entidad señalable por los síntomas que la evidencian. 2) Enfermedad como especie natural: hay una unidad detrás del polimorfismo de síntomas, hay una evolución. Entre la enfermedad mental y la orgánica orgánic a hay un paralelismo fundado por los dos postulados anteriores. Este problema hizo derivar patología hacia nuevos métodos. Se ha tendido a quitarle la noción de entidad natural o de cuerpo extraño en el organismo. Se le da importancia a reacciones globales del individuo: enfermedad no es un corte del continuo entre proceso mórbido y el funcionamiento general.
Enfasis en como la patología afecta el organismo, es una respuesta global del organismo ante el ataque de estrés del mundo exterior. Patología mental, siguiendo la totalidad psicológica, sería: alteración intrínseca de la personalidad, una desorganización de estructuras. Se define enfermedades de acuerdo a la amplitud de las perturbaciones en la personalidad. Así, quedan dos grandes categorías: 1) Psicosis, que son perturbaciones de la personalidad global, implican alteración del pensamiento, de la vida afectiva y del humor, del control de la conciencia, de los puntos de vista, del sentido crítico (creen en lo que deliran, no escuchan reparos).} 2) Neurosis, en cambio, son sólo afectados sectores de la personalidad. Se conserva el curso del pensamiento (aunque se pueda volver lento), conservando la lucidez crítica sobre sus fenómenos mórbidos (egodistónico y buena introspección y la wea) La personalidad sería aquello sobre lo que se desarrolla la enfermedad y permite juzgarla (permite medir la enfermedad mental). Esta totalidad permitiría un dominio único el campo de la patología mental y la orgánica (ambos se refieren al mismo sujeto y la noción de totalidad las hace converger). Goldstein parece dar pistas de ello en su investigación sobre la afasia: rechaza la interpretación de lesión orgánica y déficit de inteligencia. Propone que una lesión puede modificar el estilo de respuestas al medio, restringe las posibilidades de adaptación del organismo. Un afásico no es capaz de cierta actitud frente al mundo (no puede denominar, pero puede señalar y acercarse al mismo objeto). En todo caso, la enfermedad refiere a situación global de un individuo en el mundo, no es esencia, es una reacción general del individuo en su totalidad (orgánica y psicológica). Es una reacción patológica “nosotros” queremos demostrar que la patología mental exige modos de análisis diferentes de la patología orgánica, sólo mediante artificio del lenguaje (un discurso, un acto performático jajaja) se significan como iguales. 1) La abstracción: la anatomía y fisiología permiten realizar abstracciones y análisis en la medicina orgánica, no con afán de abstracción arbitraria sino permitiendo que fenómenos singulares se ordenen en una coherencia global (o sea, permiten buscar causas y aislar elementos para buscarlas). Pero la psiquiatría no ha podido hacer lo mismo para la psicología, no ha podido delimitar de tal modo la perturbación que se puede establecer una relación funcional con el conjunto de la personalidad. Todo síntoma se remite a una anterioridad histórica. La perturbación patológica exigen en patología mental métodos distintos. 2) Lo normal y patológico: en medicina se ha ido comprendiendo que la enfermedad no es lo anormal, sino que se da en aparte por los mismos mecanismos normales y reacciones adaptativas, organismo reacciona de un modo ordenado al ataque patológico para repararlo. Así se puede cursar un pronóstico. Así, la enfermedad está inscrita en las virtualidades fisiológicas normales y la cura está delineada en el mismo proceso de enfermedad. En psiquiatría, la noción de personalidad (pa que no se quejen que los textos no hablan de personalidad) hace muy difícil la distinción
normal/patológico. Se pueden construir caracterologías con polos correspondientes a patologías que no ayudan al análisis sino que a la confusión. El examen de la personalidad no permite la distinción entre afección morbosa y respuesta adaptativa. 3) El enfermo y el medio: la dialéctica medio-enfermo no es igual en ambas medicinas. En cuanto en la medicina orgánica es posible aislar el carácter propio de sus reacciones patológicas. En cambio, en la patología mental esto depende de las prácticas médicas , de las actitudes del medio respecto de enfermo. Al histérico se le sugestiona de tal forma que su máximo síntoma era la sugestionabilidad. Conclusión del capitulo: es imposible el paralelismo entre enfermedad orgánica y mental, se debe liberar la patología mental de los postulados de la otra, esta unidad supuesta es un artificio del hombre. Se debe analizar la especificidad de la enfermedad mental, las formas concretas que toma en la vida de un individuo y luego ver las condiciones que hacen posible tales aspectos, para restituir el conjunto del sistema.
Capítulo II: la enfermedad y la evolución . Las enfermedades con mayor afección al individuo se pueden caracterizar en términos de funciones abolidas (incapacidad de ubicarse en el tiempo-espacio; rupturas de continuidad en la conducta; desconexión pasado-presente). A la vez que se pierden funciones se exacerban otras reacciones elementales (automatismos de repetición), el lenguaje interior invade todo el campo de la expresión. Por tanto, la enfermedad mental no es sólo pérdida de conciencia. La psiquiatría del siglo XIX se encargaba de describir la enfermedad de esta forma negativa . La enfermedad no reside sólo en los vacíos, sino que también en la plenitud de las actividades de reemplazo que llenan estos vacíos. Esto se da en una dialéctica entre: 1) Lo complejo y lo simple. Desaparecen las coordinaciones, las comunicaciones, la orientación. Las conservadas son segmentarias y simples, elementos disociados que se liberan en incoherencia. 2) Lo estable/inestable: exagera los fenómenos estables (con solidez psicológica) y suprime los lábiles (la ubicación espacio-temporal, la intencionalidad, la intersubjetividad). 3) Lo voluntario/ involuntario: se acentúa lo involuntario, pierde la iniciativa. Estas diferencias no se dan solo a nivel de estructura (yo no vi la estructura, ¿ustedes?) sino que evolutivo también: estas son características de las reacciones infantiles , ausencia del diálogo y aumento del monólogo, conductas aisladas y fragmentación de la experiencia. En este sentido la enfermedad es un proceso regresivo (adivine de quién hablaremos más rato…). O sea, esta regresión en medida que vuelve a fases anteriores hace desaparecer adquisiciones recientes, redescubriendo formas de conducta anteriores y sobrepasadas. Sigue una lógica: la lógica de la evolución normal, pero en un proceso inverso. Las diferencias en el análisis van en el grado de profundidad de la deterioración , así se definen
de acuerdo al estadio en el que estabiliza la regresión (o sea, en que etapa de Freud quedamos). Jackson approves. Toda una parte de la obra de Freud es el comentarios de las formas evolutivas de la neurosis, la libido y su desarrollo, de recopilacipon de las posibilidades patológicas del individuo. A través de una psicología del niño se construye una psicopatología del adulto. Ahora, etapas de Freud, lo escribiré, pero usted, como ya pasó psicoanálisis, puede omitir esto porque no hay nada nuevo: 1) Primero el niño busca alimentos con su primer instrumento de placer: la boca, una fase de dependencia casi biológica con la madre (acá se produce la neurosis de abandono). Aca describe un caso de una joven que vivía anulada, con la conciencia difusa en su cuerpo hambriento. 2) Etapa anal: luego de la dentición, se organiza defensa que señala los primeros avances de la independencia. Aca se instalan disciplinas, sobre el esfínter en particular, ambivalencia del placer por las destrucción, de la excreción y la retención. El ibjeto bueno y malo de Klein. Aca se dan las obsesiones (más bien TOC), de precaución contra sí mismo. 3) Experiencia del propio cuerpo y el estadio del espejo: narcisismo como estructura de la sexualidad, una ruptura perturba un equilibrio difícil. Aca se darían las fobias (y hartas cosas que no entendí porque lei “espejo”, sorry) 4) Eleción de objeto, fijación heterosexual, idealización del padre: complejo de Edipo. Celos mezclados con erotismo y agresividad. Toda estadio libidinal es una virtual estructura patológica. Janet pone una idea sociológica acá: la caída de energía psicológica que caracteriza la enfermedad hace imposible conductas que se adquieren en el curso de la evolución social. De alguna forma una conducta compleja se compone de una superposición de diversas conductas simultáneas. Hacer una acción y contarla implica una acción real y una virtual, una operación doble. Ahora Foucault da un ejemplo de que contar una historia implica vivirla, verla virtualmente, referirse a un orden de cosas, mentalizar, etc. Implican dualidad de todas las conductas sociales. Toda esta forma de relación dialógica fue producto de la evolución social. El enfermo , incapaz de dialogar, vuelve atrás en toda esta evolución social. Según gravedad, cada enfermedad anula una u otra función, sustituyéndola con otra, más primitiva: 1) El diálogo se sustituye deja lugar al monólogo o a un diálogo con interlocutor imaginario. Al enfermo se le hace difícil actuar bajo la mirada de los demás. 2) Luego se pierde el dominio del universo simbólico, significaciones pierden referencia hacia los demás. 3) Después se vuelve poroso a las alucinaciones, pierde el criterio social de la verdad, se pierde la mirada del otro, el individuo se retrotrae a formas arcaicas de creencia
A la base de estos análisis (Freud, Janet) está la idea de (1)una sustancia psicológica (la libido freudiana) que está en evolución, cuyas recaídas en la enfermedad implican una regresión. Y (2) la identidad (igualdad) entre el enfermo, el primitivo y el niño. Se rechaza esta identidad porque genera una personalidad aditiva, en este sentido: si la regresión/enfermedad sustrae un elemento, la personalidad deja de ser tal y ya no lo sería. O sea, si la personalidad es x+y+z y sustraigo x (un estadio más reciente), y+z ya no corresponde a tal personalidad. De esta forma, la desintegración pura no existe, la personalidad mórbida no es arcaica, sino original. No es que descarte a Janet y Freud, sino que no sirve decir que un adulto enfermo vuelve a ser niño, pero a nivel descriptivo es correcto decir que el enfermo en su personalidad mórbida muestra conductas análogas a edades anteriores. Recordando lo dicho anteriormente, una descripción de la patología mental debiera mostrar los elementos positivos y negativos, aquellos que se pierden y los que se exacerban. 1) Desequilibrios y neurosis son primer grado de disolución de funciones psíquicas. Sólo libera complejos afectivos, esquemas emocionales inconscientes. 2) En la paranoia no se lesiona ni la lucidez no la cohesión mental. Se libera estructura pasional, se exageran comportamientos habituales. 3) La desinhibición de estados oníricos (o sea, de estructuras conscientes disociadas, perdida de control perceptivo y coherencia del razonamiento) son caracteristicos de ilusiones, alucinaciones y falsos reconocimientos. 4) Maniacos y melancólicos: disociación en esfera instintivo-afectiva, perdida de conciencia del cuerpo y de conductas autoconservativas son lo negativo. Lo positivo son los paroxismos de agitación 5) Esquizofrenia: déficit de capacidad, pensamiento en fragmentos aislados, se encierra y aisla. Lo “positivo” (como algo liberado) son las estereotipias, alucinaciones, esquemas verbales cristalizados e irrupciones afectivas. 6) Demencia: disolución tan profunda que no tiene instancias para desinhibir, no hay personalidad (la wea categórica hermanooo) sino un ser vivo. Este análisis es insuficiente, no analiza todo el hecho patológico, por: a) la personalidad nunca desaparece , ya que no hay camino de retorno en la personalidad, o sea, una regresión no se traduce en una personalidad arcaica, no se deben olvidar las organizaciones. Es una estructura coherente para la persona que asegura la unidad de su vivencia. b) No describe el origen de la afección, en la forma en que se ha descrito no hay una causalidad, la locura sería un evento. No explica los contenidos, no permite explicar la historia de la enfermedad como respuesta especifica de la historia personal.
Capítulo III La enfermedad y la historia individual “Evolución psicológica integra el pasado en el presente en una unidad sin conflictos”, en una ordenada unidad definida como una jerarquía de estructuras, una sólida unidad que sólo la regresión patológica cuestionaría. En la evolución el pasado promueve y permite el presente. Por otro lado, la historia psicológica establece una relación entre pasado y presente, señalando una distancia que autoriza la tensión, el conflicto y la contradicción. En la historia “el presente se destaca del pasado y le confiere un sentido, lo hace inteligible”. Devenir psicológico es evolución e historia. Debe analizarse el tiempo del psiquismo según lo anterior y lo actual (evolutivo), y según lo pasado y lo presente (historia). (Perspectiva evolucionista desde Darwin en la ciencia. Psicologías genéticas pasan por alto que hayan dos dimensiones irreductibles -evolución e historia-, y sólo trabaja con la evolucionista. “Pero el genio de Freud” supera enfoque evolucionista y puede llegar a la dimensión histórica del psiquismo, a través del concepto de líbido) Para hablar de la perspectiva de la historia individual en Freud, Foucault da el caso de una tipa que se muestra celosa de su pareja, a sabiendas que éste le era fiel, lo que paradójicamente aumenta sus celos… y BANG! dice que el análisis evidenci a que la señora en verdad estaba enamorada de su yerno y ante la culpa transfiere el deseo a su esposo. Pero no sólo eso, señala que el amor al yerno es ambivalente y oculta un hostilidad celosa, o sea… la doña tenía una fijación homosexual con su hija. Plop! Usa tal caso para evidenciar la existencia de todo un conjunto de procesos (como, metamorfosis, simbolismos, desfiguración de personajes, transferencia de culpa y más...p. 48) a los que se les refiere como rasgos de fabulación infantil. Estos rasgos se identifican desde una perspectiva evolucionista que ve en ellos rasgos de primitivismo psicológico. La gracia de Freud en esto es que otorga utilidad a tales procedimientos infantiles: son recursos de retorno. “(...) constituyen una huída, una forma económica de actuar sobre la realidad, una mítica transformación de sí misma [para el caso mencionado] y de los demás”. El escape del presente implica reemplazar ese presente con algo, por medio de conductas patológicas que refieren al pasado ficticio e imaginario de las substituciones. Dos tipos de substituciones: substitución de forma de comportamiento (se reemplazan “conductas adultas desarrolladas y adaptadas, por conductas infantiles, simples e inadaptadas”) y substitución en los objetos mismo (“sujeto reemplaza formas vivas de la realidad por los temas imaginarios de su primera infancia”). Esto muestra que los juegos de transformaciones y de repeticiones evocan el pasado para substituir la situación actual, que resulta conflictiva. Así los mecanismos de defensa son los que constituyen el valor expresivo del síndrome, a mi entender: el valor expresivo del síntoma/conducta patológica/ enfermedad no es inmediato, sino se haya en las “reacciones de huída y de defensa mediante las cuales el enfermo responde a la situación en que se encuentra”. Es la situación presente la que demanda al sujeto el despliegue de los mecanismos de defensa (que remiten a momentos pasados y/o primitivos de su historia), y a partir de tales mecanismos es que se expresan las conductas patológicas. El papu Foucault señala que las diferentes combinaciones de los procedimientos de defensa determinan los diferentes tipos de neurosis . Estos mecanismos son (según la Anna Freud) además de la sublimación, la represión, la
regresión, la formación reactiva, el aislamiento, la anulación retroactiva, la proyección, la introyección, la vuelta contra sí mismo, la conversión en lo contrario. Luego caracteriza algunas patologías: El histérico → usa mayoritariamente la represión, sustrayendo a la conciencia todas las representaciones sexuales...y quiebra la unidad del cuerpo para borrar de él todos los símbolos y sustitutos de la sexualidad. El obsesivo → tiende a usar el aislamiento, ya que separa la emoción conflictiva de su contexto, dándole símbolos y expresiones sin aparente relación con el contenido real, haciendo surgir conductas impulsivas, rígidas y absurdas. El paranoico → usa preferentemente la proyección, introyección y es delirante. De esta forma las conductas infantiles o primitivas (en último término los mecanismo de defensa) son formas en que se busca proteger de una situación presente que es conflictiva, que resulta contradictoria. “(...) la iteración [repetición] patológica del pasado tiene ahora un sentido...forma parte de los mecanismos de defensa o más bien es el recurso de las formas de protección ya establecidas”. A pesar de que la tensión y la contradicción son parte de la enfermedad, nos dice que estos también forman parte de la vida psíquica normal. [En esta parte me perdí, para quien quiera revisar la página 57 y 58] La diferencia radicaría en que la absurdidad patológica “surge desde el interior como contradicción”, y que si bien le resulta coherente esa conducta patológica al enfermo, éste se encierra en ella -la contradicción-, profundizando la tensión por medio de mecanismo de defensa que paradójicamente buscan evitar tal tensión. Por su parte en el conflicto normal el sujeto se encuentra en una situación ambigua, en que una misma conducta presenta una doble polaridad (ahí su ambigüedad) definida desde una unidad contradictoria [como que una misma situación trae dos afectos/emociones ‘contradictorias’, por lo cual la persona duda, siente remordimiento, se comporta hasta incoherentemente, etc.] 1 El “conflicto normal es ambigüedad de situación; conflicto patológico es ambivalencia de experiencia ”. Así a la experiencia ambivalente la in dica como angustia (que en su extremo produce una desorganización total de la vida afectiva). Angustia ● Dimensión afectiva de la contradicción interna. Experiencia vertiginosa de contradicción simultánea (amor-odio, por ejemplo). ● Foucault ubica a la angustia como el nudo de las s ig nificaci ones patológ ic as , y cada enfermedad define un modo específico de reaccionar frente a la angustia. ● La angustia “fue experimentada por primera vez en las contradicciones de la vida infantil y en la ambivalencia que ellas suscitan; y bajo su empuje latente se erigen los mecanismos de defensa que se repiten” (p. 59). 1
Para mi lo que quiere decir es que el conflicto normal o las tensiones que no ‘provocan’ conductas patológicas se debe a que la contrariedad de esas situaciones se da desde el exterior, o sea, que lo conflictivo de la situación no es propio de la situación ni del sujeto, pero sí genera cierto grado de tensión. Por otro lado en la contradicción patológica, dice que ésta surge desde el interior, y que si bien presenta una coherencia para el sujeto -evitar lo conflictivo-, el carácter absurdo es evidente al producirse una profundización de lo que se trata de solucionar: los mecanismo de defensa profundizan la contradicción en la experiencia del sujeto.
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De esta forma, la angustia transforma la evolución psicológica en historia individual, estableciendo una relación entre pasado y presente, y confiriendoles una comunidad de sentido. La principal característica de las enfermedades psíquicas radica que funciona como un círculo vicioso, en que el sujeto se protege por medio de sus actuales mecanismos de defensa contra un pasado oculto que hace surgir la angustia, al mismo tiempo que se protege de la angustia actual con mecanismos de defensa que en su pasado ya había usado en situaciones análogas. “El enfermo esté enfermo en la medida en que la relación del presente con el pasado no se produce en forma de una integra ción progresiva”. Finalmente el guapo pelon dice que es necesario recurrir a una psicología de la génesis, o a la historia individual del sujeto. para ordenar históricamente las conductas patológicas, y con ello encontrar el centro de las significaciones psicológicas (muy psicoanálisis según moi).
Capítulo IV La enfermedad y existencia Aquí el francés nos dice de una que la perspectiva naturalista e histórica de la psicología no nos permitirá entender la angustia (a la que ubica como el centro de las enfermedad), ya que la naturaleza de esta desborda sus manifestaciones, es una experiencia única anclada en la historia individual, pero un análisis histórico resulta insuficiente ya que pierde parte de su experiencia singular. Para entender la angustia, y con ello las enfermedades psíquicas, propone un método que capta conjuntos como totalidades, en busca de del “mismo tipo de angustia que le da su unidad significativa”. La intuición permitiría acercarse al interior de la conciencia mórbida, viendo el mundo patológico con los ojos del enfermo. No se busca el conocimiento objetivo de la enfermedad, sino funciona en el orden intersubjetivo, buscando comprender (reunir, captar y penetrar) la experiencia patológica, valiéndose así de la psicología fenomenológica. De esta manera se propone dos objetivos para la fenomenología de la enfermedad mental : comprender la conciencia enferma y reconstituir su universo patológico . Para acercarse a esa comprensión de la experiencia mórbida del enfermo el autor nos afirma que el sujeto afectado reconoce su anomalía, y es conciente al menos de una diferencia que lo separa de la conciencia y el universo de los otros. Existe así una conciencia de la enfermedad que es propia de la misma enfermedad (es prisionera la interior de ella), y por tanto el método fenomenológico pretende analizar tal(es) modalidad(es) de conciencia de la(s) enfermedad(es). Así Foucault describe/analiza las variaciones en las modalidades de la conciencia ambigua 2 que se expresa en las enfermedades/los enfermos: 1. Se produce una objetivización de la enfermedad, procurando mantenerla a la mayor distancia de la conciencia enferma. El sujeto se esfuerza en mantener la enfermedad alejada de ser un conflicto psíquico, y le confiere sentido de un proceso accidental y orgánico. [Es más fácil entenderlo en casos en que la persona somati za 2
Modalidad(es) de conciencia ambigua hace referencia al “reconocimiento alusivo, percepción difusa de un decorado mórbido sobre el fondo del cual destacan los temas patológicos” (p. 67), o sea la experiencia ‘conciente’ de la enfermedad de el mismo enfermo (es ambigua en tanto no resulta clara para un estudio puramente objetivo, sino se da desde la experiencia contradic toria misma del sujeto enfermo).
la tensión y alude a este malestar físico sin referirse a los psíquico; también podría ser ejemplo la hipocondriasis] 2. “Comprenden su enfermedad como un destino”. Reconocen el proceso patológico (génesis, situación conflictiva actual, premisas de su enfermeda etc.), al mismo tiempo que son concientes de que ese proceso supone una nueva forma de existencia que altera profundamente el sentido de su vida. Pone como ejemplo perturbaciones obsesivas, paranoias y alguna esquizofrenias. 3. En esta variación, la conciencia del enfermo no puede mantener la unidad paradojal , y los elementos morbosos se escinden de su contexto normal y forman parte de otro mundo autónomo. Entiende que existen estas dos realidades (mundo real y los delirios y alucinaciones), y realiza una yuxtaposición de ambos mundos, manifestando algún grado de conciencia específica de su enfermedad. 4. Para este momento, el enfermo ya se sumerge en el mundo de su enfermedad, pero aún capta el otro mundo, el real como una realidad lejana y velada. La realidad se le vuelve inaccesible, y su experiencia de la realidad (alucinatoria) mantiene de referencia el mundo real que ahora le parece disfrazado o metamorfoseado. Para terminar esta parte el calvo amigo nos dice que siempre existe una conciencia de la enfermedad, y que no se presenta como un absoluto que anula las referencias externas, sino se desarrolla siempre en base a una doble referencia (la de la enfermedad y la real). Para complementar el análisis de la conciencia enferma (que era noética en la parte anterior, o sea referido a la conciencia misma de la enfermedad) Foucault reali za un análisis noemático (en relación al mundo patológico o al contenido de la conciencia enferma). 1. Tiempo o formas temporales del mundo patológico ○ Delirio paranoide: lo caracteriza como una alteración del tiempo determinada por una acumulación del pasado que no puede liquidarse, y también por una comprensión del pasado y presente como no garantizantes del futuro (en el futuro todo es posible). El tiempo no se proyecta ni transcurre. ○ Existencia maníaca: Binswanger nombra la alteración temporal de esta enfermedad como Ideenflucht (fuga de ideas, ideas alineadas o algo así). En esta patología ocurre una fragmentación, el tiempo es momentáneo, no hay abertura al pasado y el futuro gira sobre sí mismo, teniendo saltos o repitiéndose. ○ Esquizofrenia: también es entrecortado, y está quebrado por la inmanencia de lo Súbito y lo Aterrador. El tiempo se fracciona entre la angustia y la eternidad sin forma ni contenido del delirio. 2. Espacio ○ En ocasiones las distancias desaparecen, como casos de delirantes que ven personas que no están, o quienes alucinan con voces perteneciente a un espacio mítico, un cuasi-espacio con ejes de referencia móviles. ○ Se sustituye el espacio transparente por un espacio opaco en que todos los objetos se mezclan (no se dividen como en el mundo normal, sino se mezclan en el universo morboso).
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También puede ocurrir que el espacio se hace insular y rígido. Los objetos pierden su contexto, desaparecen las relaciones instrumentales con los objetos. Desaparece el sentido de la utensilidad , sólo ve Vorhandenen (las cosas o entes) y no Zuhandenen (entes al cuidado de), haciendo referencia a Heidegger. 3. Mitwelt (ser con) o alteraciones en el universo social y cultural ○ El otro para el enfermo se convierte en un universo despoblado, en el Extraño. ○ Síndrome de la ‘anulación simbólica de los demás ’ (psicasténicos y la mayoría de los esquizofrénicos): alteración radical en lenguaje, en la certeza de existencia del otro, pesadez y alejamiento del universo interhumano donde las expresiones coagulan, significaciones tienden a la indiferencia de las cosas y los símbolos tomas el carácter de los enigmas. ○ Delirio alucinatorio (mundo infinitamente fluido): Sensación de que cada rostro es una máscara, constante sensación de que cada uno de los otros es el Otro importante, al que se le enfrente, se le ahuyenta y se le vuelve a enfrentar [me perdí un poco en esta cosa, cualquier cosa p. 75] 4. Experiencia del propio cuerpo ○ Alteraciones en la presencia del cuerpo, al punto en que la conciencia no puede reconocer su cuerpo. ○ Extenuación de la conciencia toda del cuerpo (experiencias propioceptivas), al punto de ser una conciencia de vida incorpórea y la creencia delirante de existencia inmortal. ○ El Eigenwelt (mundo propio) es vaciado (y la creencia de mortalidad se agota en una lenta muerte, coherentemente en el rechazo a la comida). Para terminar este cap, el Uh lala nos dice que no se pueden explicar el mundo patológico por medio de la causalidad histórica (historia individual), ya que ésta causalidad sólo es posible porque existe el mundo patológico. Esta existencia patológica correspondería a ‘una’ forma especial de abandono del m undo, una abandono del sujeto a un destino exterior. El proceso patológico sería una Verweltlichung (mundanización, secularización), en que el sujeto se encuentra en una contradicción entre el mundo privado y el abandono a la inauticidad del mundo. “La enfermedad es a la vez el retiro a la peor de las subjetividades [mundo interior, formas imaginarias, lo onírico, mundo en que estalla su libertad] y caída en la peor de las objetividades [abandono de los acontecimientos, del mundo real.]”
*la enfermedad mental en palabras de Foucault, debe ser pensada como una «reacción global del individuo», abarcando una totalidad fisiológica o psicológica, afectando en gran medida a la personalidad del sujeto, y admitiendo finalmente que «la ciencia de la patología mental sólo puede ser la ciencia de la personalidad enferma»
