Ariel Mosquera M. Administrador Publico ESAP-Colombia RESUMEN El dilema de la importación de modelos Organizacionales (hacia una deconstrucción posmoderna del cambio en organizaciones gubernamentales mexicanas). (DAVID ARELLANO – ENRIQUE CABRERO)
Durante los últimos años la globalización ha sido el evento que más se ha debatido, centrándose básicamente en la parte económica, intercambio de mercados, incentivos arancelarios.etc, dejando en un plano muy rezagado el desarrollo social, cultural e ideológico. Se ha desconocido la relación intrínseca que se genera entre la globalización económica versus atomización política y diferenciación social, llevándolo más a un nivel de homogenizar las relaciones sociales (valores y principios sociales), derivando en efectos negativos en la solución de la problemática social (principios Neoliberalismo). Neoliberalismo). Tal efecto se ve más reflejado en la transferencia de las tecnologías administrativas y organizacionales, basadas en las experiencias de otros países con realidades diferentes como es el caso de América latina, cimentados en el supuesto que toda tecnología organizacional aplicada con éxito en un contexto puede ser transferida a otro contexto con cambios y adaptaciones mínimas. Dichos procesos han repercutido sobre las organizaciones, en el sector estudioso y práctico de la administración pública, lo que lleva a pensar en la necesidad de analizar si dichas experiencias importadas se ajusta a la realidad local, mas cuando dichos procesos ha sido un total fracaso en su implementación y ejecución, con la supuesta justificación de que no tenemos dirigentes preparados para implementar implementar correctamente tales modelos. Cuando Cuando la realidad realidad indica que el fracaso se debe a que las identidades culturales y sociales varían de una realidad a otra. Sin embargo si partimos de un supuesto de heterogeneidad y diferenciación en lugar de uno de homogenización y universalidad, pareciera ser una forma de impulsar el desarrollo organizacional autóctono sin desconocer nuestras raíces coloniales. Este enfoque autóctono debe adaptar los procesos externos a la dinámica local, para elevar la capacidad de incidencia y transformación de nuestras organizaciones. Para esto se debe tener en cuenta c uenta tres parámetros: “
Diferenciación social social Relación de las Redes informales informales con las organizaciones organizaciones Poder intra e interorganizacionales de las redes
GLOBALIZACIÓN y ATOMICIDAD: EL EFECTO DE ROMPIMIENTO DE LA ORGANIZACIÓN MONOLITO El efecto atomizante atomizante va abarcando cada día día todos los ámbitos, ámbitos, tanto políticos políticos como sociales, sociales, ampliando cada vez más espacios, interconectando lugares remotos, r emotos, con un único referente que son los espacios de la producción y la distribución de los bienes y servicios, desechando así los viejos modelos de esquemas simplificadores homogéneos y neoliberales y dejando claro que la globalización no es ni puede ser un proceso homogéneo, lineal, basado en un equilibrio de fuerzas. Todo lo contrario, la globalización deberá entenderse como una lucha de fuerzas desproporcionadas, con instrumentos diversos y lo que es más importante, con premisas que son leídas de manera radicalmente distinta por los diversos actores según sus posiciones relativas en redes determinadas. Es por ello que la tendencia hacia la interconexión de espacios y tiempos va mucho más allá de la compleja interpenetración que se está viviendo a nivel de los procesos económicos o de interconexión a nivel de la información. La visión racionalista, sostiene que enfatizando la eficiencia, la lógica ordenada de los procesos y la definición inteligente de incentivos, obligando a la integración sobre la marcha de la jerarquía y minimizando la laxitud, se podrá recuperar el orden sobre una sociedad atomizada y parcializada,
política y culturalmente tiene altas probabilidades de fracasar. Sobre todo en espacios sociales y culturales donde de manera permanente el conflicto, la lucha por el poder, la discrecionalidad han jugado papeles importantes en la dinámica organizacional (es decir, que son países plurales desde su nacimiento). ¿Pero cuál es el mayor problema organizacional en latinoamerica? LAS ORGANIZACIONES EN AMÉRICA LATINA. LA COOPERACIÓN COMO PROYECTO, LA DOMINACIÓN COMO ESTRATEGIA (UNA PROPUESTA INTRODUCTORIA) Indudablemente somos fruto de un proceso de globalización desde nuestro antepasados, tenemos una doble característica desde nuestro nacimiento (es decir, la época de la Colonia, pues el ente latinoamericano no sería el indígena sino sustantivamente el mestizo, que guarda las características de organización política y desarrollo cultural de otras realidades (Europa y particularmente España, una sociedad que a su vez había sufrido una invasión de varios siglos por los árabes). La imposición española con instituciones sustentadas en el dominio patrimonial. Esta forma de organización va institucionalizando la formalidad de las relaciones jerárquicas patrimoniales, pero manteniendo una clara y profunda brecha (étnica y social) piramidal entre el titular de la dominación y el subordinado como eje sustantivo de la relación. Ésta es una de las claves que habría que profundizar para entender a las organizaciones de nuestra región, creemos, que este es el punto de partida para pensar en la cultura organizacional de América latina. Este doble perfil es el que ha llevado a que en latinoamerica, las organizaciones tengan ciertas características: La organización es un espacio de dominación por parte de grupos privilegiados, el cual es cerrado y distante de las masas y organizaciones, cumpliendo un papel de dominado y en el caso que tengan participación, cumplen un rol netamente de intereses a los grupos de poder. La organización se constituye en un foro de luchas de poder , según Michel Crozíer (1964), lo natural en el ser humano es la búsqueda de objetivos personales y de grupo, y la conservación de espacios de poder; las funciones, las responsabilidades y las decisiones, estarán irremediablemente permeadas por esta racionalidad que se constituye en el motor de la acción en las organizaciones y en la esencia de la motivación. Las luchas se dan en referencia a las redes a las que se pertenecen y con aquellas contra las que se lucha. Es una lucha entre desiguales en diversos niveles, en un marco de autoridad difuso y uno de dominación y ejercicio del poder muy claro. El sistema de interrelación es u n sistema de intercambios. La lectura de estas relaciones se basan en términos de reciprocidad y compromiso, según las posiciones que se tengan en las diversas redes. las posibilidades de cada red están sustentadas en parámetros que van de lo racional (cercanía con grupos de poder, por ejemplo), a lo intuitivo (los acercamientos o alejamientos, o la interpretación que los actores realizan respecto de otros grupos en tiempos políticos determinados) e incluso a lo meramente emotivo (simpatías, amor y odios). De esta manera el entendimiento de las redes no puede ser matricial, pues es multidimensional. En otras palabras, las redes no pueden, a su vez, ser sistematizadas como una "meta-organización" ordenada y sistematizada, pues el nivel de regulación y pertenencia son constantemente implícitos, simbólicos e informales. La autoridad se visualiza como un privilegio. Un puesto de autoridad tiene una doble fuente de poder: según la posición sobre los recursos y las funciones y según las relaciones a las que accede. Los diversos grupos y facciones actuarán en referencia a las redes que puede movilizar una autoridad. Ésa es su principal fuerza. Los procesos decisorios, ajenos a una racionalidad técnica , se inclinan a la imposición o a la negociación entre grupos . Esto es así, debido a la complejidad de interpretaciones que un actor realiza dentro de una organización en este tipo de realidades. La negociación es muchas veces el único espacio viable en una relación organizacional que depende del posicionamiento de los actores involucrados.
La estructura formal rígida y poco utilizada. Es una serie de normas escritas por una obsesión del orden formal legal, pero que en el momento de la acción y la decisión es subutilizada ante la dinámica negociadora y clientelista. La reglamentación es una herramienta más del poder, se usa a discreción, tanto para limitar funciones o exigir responsabilidades. La relación entre individuos tiende a ser una relación clientelista. Es decir los ascensos o movimientos en la jerarquía se sustentan en las conveniencias de las relaciones y las redes, y son utilizados como un símbolo, tanto hacia el interior de la relación como hacia afuera, reubicando actores y fuerzas.
Todas estas características son clasificadas como típicas de sociedades premodernas donde privan los principios de la particularidad en lugar de la universalidad, de difusividad en lugar de especificidad, de adscripción en lugar de adquisición (logro) y de afectividad en lugar de neutralidad afectiva. Las organizaciones de nuestra región son en muchos sentidos menos eficientes que las de otros países, sobre todo de aquéllas de países industrializados, debido a los altos costos de transacción que se generan ante tantas reglas y símbolos implícitos. Pero no solo esto ha sido el problema, lo es también la errónea incorporación de esquemas de organización de escuelas anglosajonas que han procreado esquemas organizativos dirigidos a controlar como un fin más que como un medio, y que no tratan con la complejidad y las características propias de las relaciones de dominación típicas de realidades como la de América latina. ¿HACIA UN MODELO AUTÓCTONO? Que es y en qué consiste? Se trata de una estrategia que debe tomar como punto central la complejidad cultural de los actores para mejorar la actuación de las organizaciones en América Latina, Visualizando a la organización como un proyecto más que como un aparato unilateral. Un proyecto organizacional que acepta diversidades marcadas que deberán ser negociadas, teniendo en cuenta que se toman decisiones en ambientes multiorganizacionales, donde existen reglas explícitas y valores implícitos, con múltiples relaciones de poder, donde sea capaz de aceptar la esencia de la visión del mundo y los aprendizajes históricos de ésta, para adaptarla y hacerla incidente en las tendencias mundiales, se trata de reinterpretar las creencias, tradiciones, mitos y símbolos ante una nueva realidad de orden mundial. Construyendo no sólo las acciones que permitan obedecer las ordenanzas del proyecto sino que requieren realizarlo en condiciones tales que permitan reproducir la relación de dominación existente, siendo los propios actores un agente de la dominación que participa de las ventajas de ésta. La estructura debería establecer los espacios y las condiciones necesarias para que los grupos diagnosticaran y dirigieran sus decisiones desde un equilibrio móvil de los intereses de los grupos y las redes respecto de la propia organización como un todo. Esta visión puede potenciar los acuerdos y negociaciones como mecanismos de consolidación de la coalición organizacional; se trata de una estrategia opuesta a la que hasta ahora ha prevalecido, en lugar de intentar inhibir la dinámica intergrupal se le incorpora como motor de la dinámica organizacional.