DAVINI María Cristina CONFLICTOS EN LA EVOLUCIÓN DE LA DIDÁCTICA
DAVINI María Cristina CONFLICTOS EN LA EVOLUCIÓN DE LA DIDÁCTICA: La demarcación entre la didctica !eneral " las didcticas es#eciales Intr$d%cción La evolución de las disciplinas delinea trayectorias, derivaciones y revoluciones. Se producen reacomodaciones, reconstrucciones y cambios de paradimas. !l cam cambio bio est" est" marca arcado do,, en part parte, e, en #un #unción ción de nuev uevos av avaances nces de la investiación y de la comunicación entre distintos campos del saber. !sas trans#ormaciones no son solo acumulativas, sino $ue implican procesos con#lictivos. %no de los aspectos m"s interesantes de esas revoluciones es el an"lisis de los #actores e&trametodolóicos, ideolóicos en los momentos de cri crisis sis y la tra trans#o ns#orm rmaación ción del del pen pensam samient iento o y la pr" pr"ctic cticaa disci iscip plina linari riaa correspondiente al interior de la comunidad de e&pertos. !l campo de las Cs de la educación re#le'a m"s $ue la interación de distintos campos del saber, una tendencia a la #ramentación donde se ven pu'as por la dominación. La de#inición del "mbito de la did"ctica eneral y las did"cticas especial es de recurrencia (istórica. La inclu inclusi sión ón de la did" did"ct ctica ica como como disci discipl plin inaa en el camp campo o de la educ educac ació ión n corr corres espo pond ndee a la trad tradici ición ón euro europe peaa )!ur )!urop opaa centr central al y medi medite terr rr"n "nea ea** y se e&ti e& tien ende de a Lati Latino noam am+r +ric ica. a. !n los los país países es anl anlos osa' a'on ones es no se apre apreci ciaa esa esa inclusión )la did"ctica es como una aplicación de la ps educacional*. !n los ltimos - a/os se observan preocupaciones por reconceptuali0ar la)s* did" did"ct ctic ica) a)s* s* alre alrede dedo dorr de los los cont conten enid idos os de !. Se de#i de#ine nen n las las did" did"ct ctic icas as especiales como campos especí#icos de las respectivas ciencias, sin relación con un marco de did"ctica eneral, cuya propia e&istencia se cuestiona. Se orani0aron orani0aron rupos de investiaci investiación ón y ! así como Conresos, Conresos, donde no (ay especialistas en did"ctica )e' conreso de pro#esores de $uímica*. 1or otra parte los didactas eneralistas se preocupan sobre la delimitación epistemolóica de la did"ctica como campo de conocimiento )Camilloni* Si bien es saludable $ue una disciplina cuestione sus supuestos, en este caso esos esos cuesti cuestiona onamie miento ntoss ponen ponen en tensió tensión n proceso procesoss disolv disolvent entes. es. Los puntos puntos centrales de controversia, en el terreno epistemolóico, pertenecen, m"s all" de la did"ctica, al campo de las Cs de la educación, en el $ue se observan tendencias a con#ormarse con un con'unto de teorías de di#erentes oríenes y ba'a articulación, donde muc(as veces la #alta de consenso es pací#icamente aceptada por la comunidad acad+mica. -
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La ! es un ob'eto comple'o en el $ue con#luyen mltiples dimensiones problem"ticas y diversas disciplinas $ue pretenden e&plicarlas. Sin embaro, la interdisciplinariedad en las Cs sociales y (umanas, cuando se ocupan de A y !, est" le'os de ser una actividad leítimamente consolidada. )23* La comprensión de las disputas y las oposiciones no puede de'ar de considerar las relaciones (eemónicas entre los campos cientí#icos, en las cuales unas disciplinas tienden a ser dominadas por otras, consideradas 4m"s serias5. A esto se a/aden tambi+n #actores políticos. La c%estión de la &ase n$rmati'a %no de los puntos centrales en la de#inición epistemolóica de la did"ctica reside en la cuestión de la base normativa. La disciplina sure (istóricamente como espacio de concreción normativa para la reali0ación de la !, dentro de una concepción poco con#lictiva y (asta inenua de la sociedad y del su'eto. )26* Desde la Did"ctica Mana de Comenio, la disciplina se constituye en el "mbito de la orani0ación de las relas del m+todo para (acer $ue la ! sea e#ica0. La producción del discurso de la did"ctica est" liado a7 La bs$ueda de utopías, pansó#icas y reliiosa y de (umanismo +tico La concreción de relas de acción para la !, con#orme a pasos y medio determinados. Si bien estas relas presentaban una #uerte cara de disciplinamientos del docente y los alumnos, el problema de los #ines de la educación y el de proyectos de construcción de un mundo de valores an conservaba su normatividad. !l desarrollo de los sistemas educativos moderno y el optimismo pedaóico para la construcción de una sociedad me'or como responsabilidad de los !stados nacionales. !n las primeras d+cadas del S 88 sure el ideario de la !scuela Nueva y propuestas did"cticas con#ormadas sen las etapas evolutiva del alumno. Se produce un despla0amiento desde el disciplinamiento y la instrucción (acia el desarrollo del su'eto de aprendi0a'e )S 88 como silo del ni/o 9Decroly, :reintet, Montesori;* !l peso burocr"tico del aparto escolar #ue tras#ormando estas contribuciones en did"cticas especiales para distintos niveles o ciclos de !. ello produ'o un nuevo despla0amiento del centro del en#o$ue7 del su'eto de ! (acia la orani0ación del sistema escolar. Así debilitó la demarcación epistemolóica de las especiali0aciones. Sin embaro, a$uella proli#eración de iniciativas no #ue #ramentaria sino articulada en un amplio proyecto pedaóico social, en el $ue la obra de De
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Así, la normatividad de la did"ctica pudo #uncionar como bisara o reali0ación intersticial de los postulados de la utopía pedaóicas y las pr"cticas educativas. %n punto de distorsión de esta 4armonía5 se encuentra en la e&pansión del en#o$ue tecnicista de la !. !ste no abandonó el criterio normativo sino $ue lo deslió del debate ideolóico. !l componente utópico político #ue neutrali0ado por este en#o$ue de pretensión as+ptica, encarnado en el #uror plani#icador de etapas y metas. La did"ctica se desarrolló como e&presión de la tecnocracia, basada en una epistemoloía inenua. Las propuestas did"cticas sini#icaron el re#uer0o de la certe0a metódica basada en el ob'etivismo, la neutralidad política y la eliminación simbólica del su'eto y de los (ec(os de conciencia. Sus desarrollos se basaron en conclusiones de la psicoloía conductista y en la e&pansión de la plani#icación e#icientista. )2=* Diversas investigaciones mostraron la debilidad teórica y política de esta propuesta. Desde la escuela crítica )Adorno y Marcusse*, desde las teorías de la
reproducción )?ourdieu y :oucault* !n lo epistemolóico, las contribuciones representan un distanciamiento del positivismo y reivindican la comprensión de #enómenos sociales en su especi#icidad )distinta de los cs naturales*. !sto supone pensar desde un conte&to, en una realidad din"mica y dotada de sini#icado. Se recupera la dimensión de la sub'etividad. !n lo político, el nuevo paradima destaca el papel de la ideoloía y sus usos. !n lo metodolóico, la !scuela Crítica abandona el ritualismo y la prescripción t+cnica del realismo inenuo para #avorecer la (ermenetica. Con#luyendo en esta perspectiva, otras teorías sin relación con la !scuela Crítica, en#ati0an en la comprensión y operación de los su'etos y desde pr"cticas concretas. )2@* Se reali0aron investiaciones interpretativas de procesos $ue se dan en la vida del aula, con sini#icados e intenciones $ue no se observan directamente otros aportes destacan el car"cter de situado de los problemas de !. 1ara ello se impulsa la investiación como componente del desarrollo del Cu y la participación directa de docentes en el proceso )Sten(ouse* 1or otro lado, dada la relevancia $ue se le asina ala comprensión de lo particular y a la irrepetibilidad de las situaciones de la !, se corre el rieso de #ortalecer irracionalismos pelirosos. !n lo cientí#ico, llevaría a leitimar posiciones #enomenolóicas y naturalísticas. !n lo político, sini#icaría un retorno al particularismo basado en la ilusión de la transparencia, $ue obtura la comprensión de las reularidad socio culturales. )6-* 3
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Cómo avan0ar en la comprensión de totalidades comple'as en este conte&toB No se estar" deleando la responsabilidad de construir nuevos criterio de acción did"ctica comprometidos con la trans#ormación de tales relaciones a docentes encuadrados en estas relas de dominaciónB Dos cuestiones7 una se re#iere al propósito de sostener la re#le&ión y la comprensión de la totalidad en lo particular dentro del proceso de #ormación de los docentes. La otra se re#iere a la virtual ausencia de criterio b"sicos de acción propuestos por la did"ctica $ue permitan operar en los casos concretos y reali0ar una acción crítica en la escuela. 4!n la nueva perspectiva de la did"ctica debiera plantearse, respecto de la normativa, un mínimo acuerdo $ue, aun reconociendo $ue supone marcos teóricos a probar, represente conocimientos pblicos, es decir $ue puedan compartir y utili0ar otras personas y no sean patrimonio de la intuición intrans#erible del su'eto $ue investia o ense/a.5 )6-* F%!as teóricas " met$d$ló!icas en la(s) didctica(s) A medida $ue la did"ctica #ue dominada por el en#o$ue e#icientista tecnocr"tico y se e&tendieron #uentes de #inanciamiento para la plani#icación de los sistemas educativos, se #ue despla0ando la perspectiva, lo $ue convirtió al Cu en instrumento de control social. ?obbit construyó una teoría de estructuración del Cu como instrumento de (omoenei0ación. yler y la orani0ación del Cu centrado en ob'etivos. A pesar de esta impronta tecnicista de la noción de Cu, los en#o$ues críticos y (ermeneticos otoraron nuevos sini#icados7 lo e&plícito y lo implícito, lo t+cnico y lo político, el aula y la institución. Alunos de estos ricos estudios de socioloía del Cu #ueron7 an"lisis etnor"#icos )ocEell, Mc Laren*, estudios del interaccionismo simbólico )Delamont*, an"lisis de la ecoloía del aula )Doyle*, etc. De esta #orma, la did"ctica ;eneral; #ue creciendo en caudal interpretativo 9 descriptivo aun$ue an #ramentario y diluyendo su dimensión propositiva 9 normativa, aun$ue estuviera resini#icada como criterios sistem"ticos de acción. )63* !n lo $ue se re#iere a propuestas de acción, #ueron las did"cticas especiales las $ue m"s se desarrollaron. 1areciera $ue de la ! se encaran los especialistas 4contenidistas5 9 y no los didactas; amparados en el recorte de niveles de realidad7 el contenido y sus relas y el su'eto de aprendi0a'e. !s epistemolóicamente leítimo $ue las did"cticas especiales #ocalicen su producción en una o dos dimensiones del problema es el sentido de la especiali0ación. Sin embaro el peliro se da cuando esas dimensiones 2
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#ocali0adas pretenden constituirse en dimensiones autonomi0adas o en teorías cerradas e&plicativas del #enómenos total. 1or lo tanto el campo de la did"ctica 9especial y eneral; no (a superado an la situación ya planteada por Sc( a/os7 4De las cinco principales Cc cientí#icas con la $ue cuenta la escuela media, cuatro #ueron elaboradas y mane'adas por especialistas de las materias $ue tratan. La contribución de los educadores #ue pe$ue/a y la de los especialistas casi nula.5
1or un lado se eneraron 4meateorías5 en el campo de la did"ctica eneral )e' Fimeno Sacrist"n y su pretensión de elaborar un discurso uni#icados para la did"ctica donde anali0a el cu y sus distintos niveles de concreción. Se convierte en un collae de teorías sin articulación $ue se constituye en una ran maa teoría.* 1or otro lado se elaboraron 4teorías dia#ram"ticas5 en las did"cticas especiales $ue reducen el proceso de ! a una tarea #ormativa en las distintas materias y se contribuyen como teorías autonomi0adas y #ramentarias )e' C(evallard, ?rousseau * !n el primer caso, estamos #rente a una meateoría $ue rene teorías de distintos oríenes y tiene una ran limitación7 no poder operar sobre la acción debido a su 4peso e&cesivo5. Al incorporar tantas dimensiones y variables se va convirtiendo en una teoría interpretativa descriptiva y no en una teoría pr"ctica. !ste prototipo teórico se esta en un proceso de retracción de teoría pedaóica, como resultado de la ruptura ideolóica y epistemolóica con el inenuo optimismo educativo. Las teorías críticas (an tenido un impacto (asta (oy di#ícil de superar para el pensamiento pedaóico. La posición bisara entre el proyecto pedaóico y la acción se (a resentido por esta ausencia. !l discurso de la pedaoía, m"s $ue en una trama descriptivo 9 interpretativa, se asienta en la eneración de proyectos de política social y cultural. !ste corrimiento de #uncionalidad teóricas, políticas y de acción pr"ctica (a permitido $ue la #ormulación de las propuestas normativas $uedaran en manos de las did"cticas especiales desvinculadas de una propuesta did"ctica lobal y por ende, del proyecto político cultural pedaóico. Sin el entramado de un proyecto político compartido, las did"cticas especiales por disciplina se est"n consolidando como teorías dia#ram"ticas con pretensión e&presa o latente de neta autonomía. Alunas posturas son las de C(evallard y el rupo I!M. !stos ltimos sostiene $ue 4La matem"tica tiene una lóica inmanente propia y $ue la did"ctica de la matem"tica es una rama de la matem"tica no de la did"ctica ni de las cs de la educación5.
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1ara ellos lo $ue se ! y como se ! depende e&clusivamente de los matem"ticos $ue son los nicos $ue domina el ob'eto y sus relas. )Ver arumentos de ?rousseau en p" 6@* Nadie parece dispuesto a cuestionar la activa participación de los matem"ticos como especialistas en la construcción de proyectos de did"cticas especiales. emiten a con#lictos de poder entre las distintas comunidades cientí#icas $ue (istóricamente, producen un movimiento pendular de neación de unos sobre otros. !n la cuestión de la eliminación simbólica del 4otro5, se mani#iesta un problema de poder propio de la lóica acad+mica del campo universitario y de la investiación, en donde (istóricamente (an tenido mayor peso los especialistas de ciencias b"sicas donde la did"ctica (a tenido un peso menor. La did"ctica de en#o$ue tecnocr"tico obturó durante muc(o tiempo, cual$uier re#le&ión sobre el tema del conocimiento, constituy+ndose en aplicación del planeamiento e#icientista en las escuelas. )6@* Gay asistimos a un movimiento contrario en el $ue la did"ctica busca e&plícitamente discriminarse de su papel m"s t+cnico, lo $ue le restaba status dentro del mundo acad+mico. Mientras tanto las did"cticas como disciplinas procuran su dominio y autonomi0ación en la producción y en la intervención en la pr"ctica escolar. !stos movimientos se entienden en el marco de con#lictos de campos acad+micos y de pu'as por el dominio de #inanciamiento de la investiación o de producción curricular. *Marc$s c$nce#t%ales es#ecí+ic$s $ c$m#artid$s, La autonomi0ación teórica y metodolóica de las did"cticas especiales encontraría leitimidad si se comprobase $ue +stas (an alcan0ado la producción de marcos conceptuales propios, de e&istencia y sini#icación especí#ica en el marco de cada 4micro5 disciplina. Sin embaro una revisión reciente en las distintas teorías no parece mostrar este desarrollo. !l concepto de rasposición Did"ctica acu/ado ba'o el supuesto de su especi#icidad para la ! de la Matem"tica, (a enerado su uso para cual$uier otra disciplina. Si bien no en todos los campos displinarios se alcan0an #uertes consensos en la comunidad cientí#ica, ya es considerado de uso y circulación para la trasposición del contenido de las distintas disciplinas. De este modo el aporte de C(evallard (a contribuido al desarrollo de la did"ctica eneral. Alo similar sucede con conceptos enerados en el marco de I!M, contrato did"ctico, situación did"ctica y a did"cticas son utili0adas en distintas disciplinas adem"s de la matem"tica. Sucede lo mismo con el planteo de ineniería did"ctica. H
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Esto no significa subestimar las importantes investigaciones sobre la E de la matemática, sino resaltar que más allá de los estudios de la materia específica hay un bagaje conceptual para la construcción teórica de la didáctica general.
!ntretanto, las producciones para la ! de las ciencias sociales, las ciencias naturales, el lenua'e y el arte muestran #enómenos e$uivalentes. !'7 ideas intuitivas de alumnos y sini#icados previos )cs sociales* con#licto conitivos ) cs naturales*, perspectiva psicoen+tica, parir de los conocimientos de la vida cotidiana )cs sociales*, elaboración de mapas conceptuales, etc. )H3* Puede formularse la hipótesis de que estas propuestas didácticas no representarían producciones correspondientes a disciplinas específicas o autonomiadas. Por el contrario, las ideas centrales rastreadas pueden intercambiarse entre las diferentes áreas sin perder su potencialidad, tal como se e!presa en su tratamiento compartido entre las variadas disciplinas. "on ello, resultarías producciones significativas generaliables.
!n seundo luar, puede apreciarse $ue ellas representan productos de un 4di"loo5 entre los especialistas en los distintos campos y los aportes de corrientes actuales de la ps conivitiva, en especial las derivadas de las obras de 1iaet e In(elder, ?runer, ViostEy, Ausubel y otras conceptuali0aciones. )H3* #Pareciera que la didáctica general y sus especialiaciones están mucho más unidas que lo que una primera visión puede suponer, y que las separarían cuestiones no e!actamente referidas a estructuras conceptuales diversas. $ientas tanto se observa una clara supresión de la figura del #didactca% y la organiación de un diálogo directo entre las especialidades y la psicología cognitiva y del aprendiaje.5
Así, la (eemonía del discurso de la psicoloía siue presente solo $ue articulada al aprendi0a'e de un determinado campo de conocimientos5 )H2* De la didctica !eneral " las es#eciali-aci$nes & pesar de las dificultades para su desarrollo, hoy ya es un punto de acuerdo el reconocimiento de los espacios de especialiación que requieren la indelegable participación de los e!pertos en el contenido disciplinario, abandonando la pretensión tecnicista de plantear a la didáctica como repertorio de t'cnicas independientes de qu' y para qu' se E. Ello no implica que la didáctica general desapareca como disciplina o se fragmente en didácticas especiales, como algunos pretenden u otros temen.
La ! plantea desa#íos importantes $ue re$uieren propuestas $ue solo pueden elaborarse dentro de la did"ctica eneral esto es, $ue no se resuelven desde ninuna especiali0ación ni desde la psicoloía. !stas cuestiones representan espacio de producción y de problemas $ue (oy muestran ba'o desarrollo por =
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estar absorbidos por la meateoría o bien ocupados por decisiones de los oranismos internacionales. ecuperar estos problemas sini#icaría retomar cuestiones $ue (an sido sini#icativas en la (istoria de la did"ctica. Veamos alunas. La #ormulación de proyectos de orani0ación de la escuela !'7 !scuela Nueva, :reinet, Montesori. !stas propuestas renen desde principios (asta procesos, materiales, distribución del tiempo y del espacio, con#iuración de las relaciones sociales en la escuela, rupos de participación y estión m+todos de traba'o y variadas concreciones. al ve0 el e#ecto de estudios críticos sobre Cu (aya incidido en la licuación de propuestas sobre al propia escuela. Goy se observan se/ales de crisis en la orani0ación de la escuela7 burocrati0ación, resultados de aprendi0a'e dudosos, distanciamiento de los cambios del 4mundo e&terior5, etc. !s importante entonces comprender las escuelas tal cual son y proponer alternativas y #ormas de reali0ar los cambios. 4disciplina5 o las #ormas de comunicación productiva entre La eneraciones La problem"tica de al brec(a entre la cultura de los 'óvenes y la de los adultos re$uiere ser considerada en nuevos proramas de acción. Se necesita abordar el desarrollo de proyectos educativos de traba'o $ue resini#i$uen la ! y convo$uen el mundo de sentidos de ni/os y adolescentes )valores, pr"cticas, códios comunicacionales*. !l estudio y desarrollo de la cuestión metodolóica )conceptuali0aciones y criterios* 1or un lado podría reconstruirse una trama comprensiva a partir de las investiaciones de las did"cticas especiali0adas para elaborar a$uellos conceptos y metodoloías v"lidos para la !, superando su visión atomi0ada y #acilitando la acción y la construcción de e&periencias por parte de los docentes. !' principios de at(s )@=* !s necesario el desarrollo sistem"tico de variados modelos metodolóicos de ! $ue consideren la relación entre propósitos educativos, dise/os Cu, recursos y teorías psicolóicas y sociolóicas. Los sistemas de evaluación La evaluación re$uiere ser resini#icada e instrumentada para constituirse en una estrateia participativa de cambio y superación, m"s $ue un sistema de control 4normali0ador5. La #ormación de los docentes La problem"tica de la #ormación docente es asunto de la did"ctica eneral, $ue no puede aotarse en sus especiali0aciones.
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!l dise/o de Cu en cuanto a trayectorias #ormativas La proyección de un Cu atiende a diversos #actores de importancia7 los valores educativos $ue se persiuen, el conte&to, la (eteroeneidad sociocultural, las perspectivas de los actores, los GG y t+cnicos y las e&periencias previas en este terreno, entre otras. La cuestión podría ser pensar en dise/os Cu sen características especí#icas de cada escuela. !s necesario $ue esto se realice en #orma con'unta con el repensar la escuela y la #ormación docente. Debiera pensarse a la did"ctica eneral y a las did"cticas especiales como campos cooperativos $ue se alimenten mutuamente y construyan alternativas para la acción de los docentes. La actualidad permite ver $ue e&isten di#icultades para la autonomi0ación de los campos, no alcan0an la con#iuración de concreciones articuladas en un proyecto did"ctico al menos podrían sostener relaciones de producción y e$uipos interados.
(as refle!iones aquí presentadas llevarían a plantear la necesidad de reconstruir la dimensión normativa de la didáctica general, en cuanto a criterio y estrategias para orientar la acción de los docentes.
econociendo la necesaria crítica a la visión tecnocr"tica de la ! y de la escuela, parece necesario discriminar a$uella visión por un lado y la crítica a cual$uier #ormulación propositiva para la acción por otro. La orientación t+cnica de la did"ctica, no es sinónimo de tecnocracia o tecnicismo7 las estrateias y t+cnicas de acción no son cieas ni as+pticas. econocen #undamentos en el conocimiento producido y en la intencionalidad +tico 9 social de los actores. !&plicitar el por $u+ y el para $u+ de lo $ue se propone es un e'ercicio saludable para el desarrollo de criterios propios en la docencia. Cabe pensar $ue el papel bisara de la did"ctica, entre la teoría y la acción, necesitaría la recuperación del discurso de la pedaoía. Jste no se aota en la interación de la socioloía del Cu, del an"lisis institucional, de la ps del aprendi0a'e. Aun$ue la pedaoía se nutra de estos aporte, su estatuto empírico implica la construcción de un proyecto de política social y cultural en el campo de la educación, $ue otorue sentido a la proyección de la !. al ve0 su recuperación despe'e el campo para $ue la did"ctica desarrolle a$uellos necesarios cursos de acción.
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