Relativismo Por Julio Mesa
“La materia, es decir, el ser, es percibido por los sujetos cognoscentes. Según sus diferencias individuales, a distintas disposiciones del sujeto, corresponderán distintas representaciones del objeto, y estas disposiciones se puede decir que nunca son idénticas." (Protágoras) El significado de las cosas, su valor y lo que representan están siempre sujetos a una concepción no objetiva; el ser humano percibe y define de manera subjetiva al mundo, dependiendo de las experiencias que tenga y de lo que logre percibir dadas sus nociones preconcebidas. No podemos, al parecer, llegar a concordar de manera universal en la definición, realidad o valor de algo, debido a que dependiendo de nuestro entorno social, psicológico y situacional, cambia la forma en que apreciamos un objeto. Una de los conceptos sometidos al relativismo es la belleza, esta está sujeta a las interpretaciones y situaciones de los individuos; a veces reglada por la estética, pero finalmente interpretada por la ideología de cada persona. La belleza no solo aplica a lo relacionado con el género y la sexualidad, sino también al arte y a la naturaleza, a pesar de tener subjetividad, el arte está normado por la estética, lo cual puede llegar a “facilitar” la concordancia entre varios puntos de vista, pero al adentrarnos a la perspectiva individual encontraremos que sigue siendo subjetiva. Con respecto a la belleza desde el punto de vista sexual, los humanos no tenemo tenemoss realmente un estándar, aunque lo parezca; a pesar de que haya un mensaje y un patrón inyectado por los medios o lo que fuese, todos tenemos una idea de lo que nos es atractivo y si la llegáramos a comparar con lo que tienen conceptualizado otras personas, la mayoría de las veces sería algo totalmente diferente a lo que nosotros pensamos.
Un ejemplo de los extremos de las ideas entre las personas es el filme Belleza Americana de Alan Ball y Sam Mendes. Esta cuenta la historia de un hombre que ha caído en la rutina, que está aburrido y cansado de su vida, por tener una esposa ambiciosa y obsesiva, y una hija que lo odia dentro de su ideología adolescente e inmadura. Lester Burnham es el personaje principal, el cual tiene una catarsis dada su situación. Durante la película conoce a Angela Hayes, una adolescente amiga de su hija, que se siente insegura y ordinaria, y lo compensa buscando la atención de todos los hombres, incluido Lester. Él se obsesiona con ella y esto, junto con otra serie de sucesos, lo lleva a cambiar su forma de vida, saliéndose de la monotonía, disfrutando de nuevo las cosas, diciendo lo que piensa y no teniendo miedo. En el caso de Angela y Lester se muestra la subjetividad de la belleza en el momento en que Lester se obsesiona por Angela, viéndola como alguien muy bella y deseándola, a pesar de que ella se siente insegura de si misma y no se siente especial. Es una perspectiva propia de una persona contrastada con alguien que la ve desde su exterior, que ve las cosas que ella misma no logra percibir. Otro personaje importante es Jane, la hija de Lester, otra chica insegura que tiene un conflicto con sus padres, en especial con Lester, ella prácticamente lo odia. Jane conoce a un chico llamado Ricky, que de una manera poco usual le hace darse cuenta que ella es especial, y se enamora de él. Más allá del conflicto psicológico que tienen los personajes del filme se puede notar que predomina el cambio de percepción que hay de una persona a otra y ejemplifica de una buena manera como la belleza es subjetiva y que está en las cosas simples. "El hombre es la medida de todas las cosas: de las que son, en cuanto que son, y de las que no son, en cuanto que no son" (Protágoras)