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Beceyro, Raul EnsayOs sabre fotografia.- 1" ed. Buenos Aires: Paidos, 2003. 136 p. ; 22x13 em.- (Estudios de comunicaci6n) .
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Indice
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1. La humilde actividac1
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2. El milimetro y la diferencia
lao edici6n de Editorial Arte y Libras, 1978 1a. edici6n de Editorial Paiclos (aumentada), 2003
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3. El pie incompleto
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2003 de tacIns las eniciones Editorial Paid6s SAICF Defensa 599, BuellOs Aires e-ln;;\ il: li te rari
[email protected]· Ediciones Pnid6s Iberica SA MUl'\uno Cubi 92, Barcelona Editorial Paid6s Mexicuna SA Ruben Daria 118, Mexico D.F.
Qltedu hecho el deposito que previene 1a Ley 11.723 Impreso en la ArgentinlJ. . Printed in Argentina Impreso en MPS, SClnl.lago del Estero 338, Lall\\s, Buenos Aires, en jl.lnio de 2003 T'irada: 2000 ejemplares
ISBN
950~ 12~2718~9
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5. La colabOl'aci6n y la resistencia
7. Cuesliones de ll1etodo 8. Roland Barthes )' ]a fOlOgrafIa
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4. El orden
6. LUI- (Ie cAmara)' con lraluz
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1. La humilde actividad [... J las dos fotografias provienen del mismo .negativo. Una esta copiada sobre una escala muy limitada de gri~ ses, y produce un efecto de luz velada; li otra mas con~ trastada produce un efecto diferente. Por eslas razones ni siquiera la copia de unafotografia es una "pura" trans cripci6n del negativo [ ... J. Si esto es deno para la hu milde actividad de un fotografo, 10 sera aim mas para b de un artista. En realidad cI artista tam poco puede trans cr~bir 10 que ve, no puede sino traducirlo en los Lcrmi nos propios al medio del que dispone. Umbeno Eco: "Semiologfa de los mensajes visuales", Communications,
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"El mensaje fotogrifico", ensayo de Roland Barthes (Communications, nO 1, pp. 127-138), es al mismo tiempo que el intento de contribuir a establecer las bases de "el anilisis inmanente de esta estructura original que es una fotografia", la prueba del fracaso de ese intento; los cami nos que el anilisis de Barthes abre conducen, todos, a ca Ilejones sin salida, y al terminar de leer las diez piginas de ese texto brillante se tiene la impresi6n de haber asistido a un numero de magia y de que el objeto ("la estructur:i' original que es una fotografia") ha sido escamoteado ante nuestros propios ojos sin que nosotros, ingenuos especta dores, nos hayamos dado cuenta. Porque la migica trans posici6n que efectua Banhes (y que explicita la llltima linea de su articulo: "la paradoja [ ... ] que transforma la incultura de un arte 'mecanico' en la mis social de las ins tituciones"), si bien redime ala fotografia de su falta ini cia! de ser pura y simple analogia, la vuelca directa, brutalmente, en el campo de la ideologia, negando de esa manera toda posibilidad al anilisis inmanente. En primer lugar, el ensayo de Barthes se sitln en la am biguedad y la imprecisi6n. Su primera frase es: "La foto grafia de prensa es un mensaje". (Cuil es entonces el objeto de anilisis: la fotografia 0 la foto periodistica? A 10 largo del ensayo la reflexi6n oscila entre esos dos polos,
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dedicacdo largos fragmentos a comentar, por ejemplo, el problema del texto que acompana ala fotografia de pren sa pero, por otro lado, analizando extensamente la foto grafia mas alla de su uso eventual en un peri6dico, Induso, en un momenta decisivo del texto, cuando analiza los pro cedimientos de connotaci6n en las reproducciones anal6gicas de la realidad (cine, teatro, pintura), conduye con la frase siguiente: "ahora bien, en principio para la fotografia no pasa 10 mismo, en todo caso para la fotogra fia de prensa, que no es nunca una fotografia 'artistica'''. Hay aqui demasiados supuestos no explicitados. Esta indefinici6n y este vaiven no son el producto de un descuido moment{meo ni las carencias inevitables de un trabajode pionero. Se repiten en todos los textos teoricos sobre la fotografia, que rfudan, por 10 menos un instante, entre consideraciones meramente anal6gicas, elementales (y entonces hablan sobre"la fotografia", en general) y con sideraciones sociol6gicas, y en tonces aparece inevitable mente la utilizaci6n institucional de la fotografia, la imagen periodistica. EI texto de Barthes tiene la virtud (parad6jica, en sus propias carencias) de senalar claramen te los extremosde todo analisis posible, y si bien el mis mo, que comienza aplastauo en el polo de la analogia, de manera brutal se estrella en el polo de la sociologia, ha per mitido, en su veloz trayectoria, entrever, de manera fugaz, las vastas Ilanuras de un territorio virgen que simplemen-' te ha nombrado pero que se ha abstenido de transitar: el analisis inmanente de esa estructura original que es una fotografia. Barthes intenta, en su articulo, demostrar eI caracter simplemente anal6gico de la fotografia. Para ella que "Ia fotografia tr'ansmite" es "por definici6n la escena misma, 10 real literal", La fotogr"fia, si bien no es exactamente 10 real, es "el analagon perfecto", y su estatuto es el de "un mensaje sin codigo". Los otros mensajes sin codigo, las otras reproducciones anal6gicas de la realidad (dibujo, pintura, cine, teatro) desarrollan "de una manera inme
diata y evidente, ademas dc:l contenido analogico mismo (escena, objeto, paisaje) un mensaje suplementario: se tra ta de un sentido segundo, cuyo significante es un cierto 'tratamiento' de Ia imagen bajo la acci6n del creador, y cuyo significado, sea estetico, sea ideologico, remite a una derta 'cultura' de la socicdad que recibe el mensaje". De esta manera el cine 0 la pintura, liberandose de 10 real, y gracias a esos proceuimientos de connotaci6n, al canzan la esfera del arte 0 bien sucumben a la ideologia, posibilidades que, segLl11 Barthes, estan vedadas ala foto grafia, Ahora bien, en principio, para la fotografia no hay nada de eso, en lodo caso para la 1'0 tografia de prensa, que no es nunca una fotografia "artlstica". La fotografia se muestra como Ull analogo mecanico de 10 real, y su men s
tan cia, no dejando ninglln lugar para el desarrollo de un mensaje segundo. En suma, de todas las estrucluras de infonnaci61l, la fotografia se:rfa la unica que esta exclusi vamentc cOl1stituida y ocupac1a par un mensaje "denota
do" gue agotaria completamentc su ser. 'Sin embargo, pese a que "en principio, para la fOlogra fia, en to do caso para ]a fotografia de prensa" no existe la posibilidad de la connotaci6n, "hay una fuerte probabili dad de que el mensaje fotografico (al menos el mensaje de prensa) sea eJ tambien connotaclo". La contradiccion en que incune Barthes con respecto a la fotografia perio clistica, que pasa, por motivos inexplicaclos, del campo de 10 inevitablemente denotado al de 10 posibJemente conno tado.. tiene, sin embargo, una ilnportanci~l relativa, porque una pagina Illas aclelante Barthes esublece tantas restric ciones a esa posibilidad de la {otografi" de escapar a ]a analogia que 1a reduce practiGunente a 1<.1 nada. J
La cOllllOl.acion, es decir, la imposici6n de un senticlo segundo aI IneW:i(~je fotog,r;1fico propianlcntc dicho, sc ela
bora en los diferentes niveles de producci6n de la obra (e1ecci6n, tratarpienLo tecnico, encuadrc, puesta en pa
gina): es en suma una puesta eu c6digo de '\0 anal6gico fotograGco; es entonces posible deducir procedimientos de connotaei6n; pero estos procedimientos, no hay que olviclarlo, no tienen nada gue ver con las unidades de sig nificaci6n, tales como un analisis poslerior- de tipo seman
tico permitira guiza un dia definir: no forman parte, propiamente hablando, de la eSlructura fotogritfica.
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(POl' que misteriosa razon Barthes declara que esos procedimientos de connotacion "no forman parte de la estructura fotograGca"? Con tra toda evidencia, e incluso contra los propios argumentos que acaba de esgrimir, e ignorando las profundas similitudes de todas las repro ducciones analogicas de la realidad (dibl~o, pintura, cine, teatro y, pOI supuesto, fotografia) rechaza la foto grafia fuera de los limites de las expresiones connotadas. Barthes cierra una puerta, la {mica que debemos obli gadamente abril', si queremos comprender "Ia fotografia" y, sobre todo, si quercmos vel' "las fotografias". Barth"s ciena esa puerta despues de haber hecho girar la !lave en la cenadura y de habcrla entreabierto. Porque si Barthes hubiese continuado con el analisis de los proce dimientos de connotacion, que el comienza !lamando "elecci6n, tratamiento tecnico, encuadre y puesta en pa gina" y que [llego "traducira en terminos estructurales" como "trucaje, pose, objeto, fotogenia, esteticismo y sin taxis", entonccs hubiera debido comenzar a estudiar los elementos que el fotografo utiliza en su trabajo: el pun to de c211nara, la altura de camara, la luz, las line as, los vol {l menes, el encuadre:L~I fotbgrafia, liberada entonces de la hipoteca analogica, podria comenzar a vivir indepen dientemente, Pero Barthcs no puede liberal' a la fotografia de la ana logia porque el supuesto basico de su ensayo es la comple ta depend en cia de la fotografia respecto de 10 real. Es pOl' eso que toda la instancia especifica de la fotografia no for-
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rna parte, segun d, de "la estructura fotografica", porque 10 que Barthes llama eSlructura fotog-rafica es el hecho real que preexiste a la fotografia, y 10 que el se niega a integral' ala organizacion de la fotog-rafia es 10 que fa constituye, los unicos elementos que la constituyen. Tomemos "EI entrepuente" de Stieglitz, y tratemos de establecer la relacion entre el hecho real y la fotografia y, por...o tra parte, los elementos de esa fotografia. EI prime 1'0 de estos elementos es el encuadre, es decir, los limites de la fotografia, y su relacion con los objetos y las perso nas que la fotografia incluye y con los que permanecen "fuera de campo". Los bordes del cuadro estan determi nados pOl' sucesivas elecciones que ha efectuado Stieglitz, de objetivo, de altura y de punto de camara, incluso de diafragma, 10 que permite verde una cierta manera, 0 sim plemente vel', los elementos del cuadro. Hay ademas u':!a organizaci6n del espacio, dos campos,.inferior y superior, separados (unidos) porIa pasarela. En el hemisferio supe rior los personajes (sus vestimentas) son oscuros y e1 fon do (el cielo) es claro; pOl' el contrario, en la parte inferior los tonos son c1aros y e1 fondo es oscuro. Otro elemento a considerar es la luz que proviene de un sol a contraluz que marca fuertemente los contornos y senala de esa manera los voliimenes, sobre todo en la primera fila de la parte su perior, y tambien en eI extremo inferior derecho. Ysi exa min amos a las personas que estan en el hemisferio inferior, vemos que casi todas son mujeres 0 ninos a su cuidado, mientras que en 1a parte superior casi todos son hombres. Ahora bien, si Barthes, aun ante "EI entrepuente", pue de !legal' a decir que el encuadre y la consiguiente organ i zaci6n del espacio, asi como la luz y los tonos, no forman parte de la "estructura fotog-rafica", es porque esta toman do como referencia un hecho externo que supone, erro neamente, que la fotografia se limita a duplicar. Ese hecho, que ning-un espectador de la foto puede conocer con cer teza, porque la foto de ninguna manera 10 reproduce, es, o puede ser, la !leg-ada 0 la partida de un barco al 0 del
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pueno de Nueva York, 0 cualquier otro puerto, Un deta lIe: la ropa colgada en la parte inferior puede hacernos su poner, pOI' e! contrano, que nos encontramos en pleno viaje, (La fotografia tiene como titulo "El momento de la parti da" en ellibro sobre Stieglitz editado por De!pire-Nouvel Observateur en 1977; una posibilidad,) Pero quien creyera que la fotografia de Stieglitz es sim plemente anal6gica, pura reproducci6n de la realidad, advertir{t facilmente las insuficiencias de la informaci6n suministrada porIa imagen, Stieglitz destruye cl plano de la denotacion; el mensaje segundo, la connotacion lla memosla estetica, no es un elemento que viene pOI' ana didllra sobre un mensaje primero, simple denotaci6n; no hay, propiamente hablando, denotacion, todo es conno tacion, Expresandonos con paJabras que no perturban tanto en las otras "reproducciones analogicasde la reali dad", pero que parecen dificilmente admisibles tratando se de la fotografia, podemos decir que el mensaje primero es la oignificaci6n artistiea de esta fotografia, y que la, (mica manera de eomprenderla es, olvidandonos de una buena vez de toda referencia al heeho real que existe antes de la foto (la llegada 0 la partida de un bar co a alguna parte, 0 quiza un momenlO del trayecto) , prou:der al analisis espeeifico de la estruetura de la fa to grafh, estudiando los elementos de esa estructura, Olvi darnos de la analogia y comenzar a movernos en el campo de la estetiea. Esjustamente 10 qlte no hace Barthes cuando toma los procedimientos de connotaei6n en los diferentes niveles deprodllecion de la fotografia ("eleceion, tratamiento tee nieo, encuadre, pllesta en pagina") y los "traduce en ter minos estructurales"; mas que tradueirlos los tergiversa, lleg-ando al extremo de hacer desapareeer "e! eneuadre" durante su "tradueei6n estruetural". Para Barthes, los recursos mediante los euales la foto grafia puede superar la simple reproduecion de 10 ya exis tente son los siguientes:
• 'Trucaje", 10 que se llama tambien fotomontaje; es decir, la union de dos fotografias que simulan formar una sola; el ejemplo que da Barthes es la fotografia trucada de un senador norteamericano'en una ama ble platica con un dirigente comunista, conversaci6n que nunca existi6 realmente. • "Pose", es decir, la actitud del personaje que la foto muestra, y que pertenece a una reserva de actitudes estereotipadas; Barthes ejemplifiea la pose con una foto del presidente Kennedy rezando. • "Objetos", que podria llamarse tambien "pose de los objetos", ya que los objetos 0 bien producen asocia ciones de ideas, 0 bien constituyen ,verdaderos sim bolos. Barthes toma como ejemplo una foto de Fran<;ois Mauriac aparecida en Paris Match, donde los objetivos proporcionan una informacion suplemen taria, adicional: las viii as y las tejas indican que e!lu gar esta situado en el sur de Francia; las flores sobre ]a mesa, que se trata de una vivienda burguesa; la lupa seiiala que e! personaje es un hombre anciano, ya que la necesita para leer, etcetera. • "Fotogenia", gracias a la cual "el mensaje connotado esta en la imagen misma, 'embellecida' (es decir, en general sublimada) pOI' las tecnicas de iluminaci6n, de impresi6n y de copia". : • "Esteticismo", es decil~ las referendas culturales de otras artes, la pintura sobre todo. Banhes toma como ejemplo una fotografia del Cardenal Pacelli, realiza da por Cartiel'-Bresson, y que irnita, casi parodiando las, las caracteristicas de nn cuadro. • "Sin taxis", la uni6n de varias fotografias en una se cnencia fotografica. Estos elementos son heterog'eneos y resulta necesario analizarlos cuidadosalllente. La sin taxis y el trucaje (me ra variacion de la secneneia fotografica, variante vergon zante, ya que intenta disimular la existencia de dos 0 mas
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fotografias, 10 que la secuencia confiesa sin problemas) son tes fotografias, analizaremos los elementos constitutivos de procedimientos supra-fotogra£lcos, que pertenecen ala , "lafot.ogenia", es decir, las posibilidades que tierie la ima esfera de la manipulaci6n, de la ideologia. Si, pOl' ejem """,,',, gen "en ella misma" de producir connotaciones. Como plo, colocaramos a la derecha de "El entrepuente" una de las tesis de este ensayo es que,.justamente "en ella fOLOgrafia que muestra una matanza de ninos, y si indica ,wisma" y mas precisamente "5610 en ella misma", la ima ramos mediante un texto que esa matanza esta sucedien A".ii.' gen produce connotaciones, se comprendera que dejemos do realmente junto al barco, en ese momento, es posible sin considerar 10 que Barthes llama fotogenia, que es, en que algunos de los personajes de la foto de Stieglitz apa cierta·i:f:le,diqa".,uno de los temas de todo este libro. Pero al rezcan, ante nuestros ojos, de una manera diferente. El mismo tiempo, la perspectiva restrictiva en la cual Banhes senor de gorra y camisa blanca que esta en la' parte supe toma en cuenta a la "fotogenia", la hace inadecuada como rior mirando hacia la derecha (mirando, entonces, la ma instrumento de nuestro trabajo. Sera necesario traducirla tanza de los ninos) mani£lesta una pasividad culpable; el en elementos operativos, descomponerla, sustraerla de la joven que en el extrema inferior derecho da la espalda a esfera de la magia y de la ideologia. la matanza, muestra una completa insensibilidad hacia el Los,dos ultimos procedimientos que cita Barthes son "la espectaculo terrible de los ninos asesinados. pose" y "los objetos". Ambos son variantes de un mismo Pero estos procedimientos (el trucaje 0 la secuencia concepto, ya que el mismo Barthes llama a "los obieto~', '"., "pose de los objetos". Para el, 5610 en~iertas fotografias,y:' , fotografica), al mismo tiempo que pueden decirlo todo, son incapaces de decir ni siquiera la cosa mas insigni£lcan en una ciena ~edida, los personajes y'los objetos produ-" teo Porque no es la fotografia la que habla, sino la ideolo cen una signi£lcaci6n extra, que va mas alla de sus sim gia, no es el texto, sino el contexto. De la misma manera ples apariencias (un senor parado,'una lupa sobre la la pagina de un escrito, 0 la bobina de un £lIme, 0 el frag mesa). POI' el contrario, para Barthes, "normalment.e", en mento de una sinfonia, colocados junto a otros fragmen eualquier fotografia, los personajes y los objetos quedan tos,O acondicionados de otra forma, 0 explicados de ciena reducidos a mera analogia, a simple denotaci6n, y son, en
".:; manera, podran ser utilizados para decir, hasta cierto pun el plano de la connotaci6n, insigni£lcantes.
to, 10 que .Ie quiera decir. Pero prcsentar el trucaje y la se Si examinamos "EI entrepuente", advertiremos que los cuencia fotogr:l£lca como ejemplos de las posibilidades que personajes y los objetos participan, todos, de ese proceso tient: la fotografia para producir una connotaci6n, para su de producci6n de connotaciones. Podemos vel', maS alla perar la analogia, es un error; son justarnente procedi de un cuerpo, una situaci6n social, hist.orias partiCl\]ares. mienl:Os que la fotografia no puede usaI', porque vienen POI' ejemplo eljoven de sombrero que !labIa con lajoven despues de ella, y la funci6n de esos procedimientos es 0 mama que tiene el nino en sus brazos, en el extrema infe bien superar las deflcie11cias de esa fotografia, 0 bien tet rior derecho de la fotografia. Y con los objetos sucede 10 giversarla.' " mismo: la escalera que une la parte de ab~io ("el hemisfe Ot.ros dos procedimientos de connotaci6n que Barthes rio de las mujeres", otra connotaci6n) y la di: arriba, 0 esa enumera, "la fotogenia" y "e! esteticismo", constituyen fac pasarela que no .Ie sabe ad6nde conduce, 0 ese enorme tores imprecisos, sospcchosarnente "culturales", ideol6gi mastil (0 chimenea) que alza su silueta oblieua en la parte cos, y dejan sin tocar los problemas de estructuraci6n de izquierda de la foto. Ademas, objetos y personajes son for una fotografia. En los otros capitulos, examinando diferen mas y tonos y volumenes que con£lguran la estructura de C
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la fotografia: las dos grandes masas, la pasarela que las se para y la escalera que las une, y cada rostro y cada cuerpo contribuyendo a formal' conjuntos, el sol marcando los contornos de los personajes y de los objetos (Ia cadena que radea la pasarela), y los cuerpos de atLls contrastando con, el fondo encendido de un cielo que comienza ainvadir los' tonos oscuros. Hayen esta fotografia innumerables his to rias, y ademas una organizaci6n cuyos elementos deben ser de termin ados y esclarecidos pOl' un analisis especifico. Tratemos de encontrar en "EI entrepuente" objetos 0 personajes "insigniflcantes", que no superen el plano de Ia: simple denotaci6n, que no sean mas que sus signos ex teriores. No los hay. Todo elemento incluido en esa foto grafia participa de su estructura; el orden que reune rostras, objetos, tonos, volumenes, es el orden de la orga nizaci6n artistica, todo 10 contrario de la mera denotaci6n, del simple azar, de la casualidad. En general, en una fotografia, y contrariamente a 10 que dice Barthes, es imposible, para un objeto 0 un personaje, permanecer en el plano de la denotaci6n, de 10 literal. Condicionado pOl' "Ia humilde actividad" del fotografo, porIa luz, el encuadre, la distancia, la actitud del persona je 0 el aspecto de un objeto, ese personaje 0 ese objeto sig nifican siempre, obligada e inevitable mente, mas que sus simples apariencias, Incluso Ia "insignificancia" de la acti tud de un personaje adquiere un valor de connotaci6n: 10 natural, 10 cotidiano, 10 no perturbado porIa presencia de la camara, pOl' ejemplo. La unica insignificancia real que puede existir en una foto es la insignificancia artistica, cuando la estructura especifica, a causa del caos 0 del desor den, no llega a existir. Es la misma insignificancia que ace cha a la novela 0 al filme, Contrariamente a 10 que sup one Barthes, que la foto grafia es simple analogia de 10 real y que s610 excepcional mente puede acceder al campo de la connotaci6n, me parece que ninguna fotografia puede presen tar solamen te 10 denotado. Lo que un fot6grafo hace, al mostrar un
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objeto 0 un persomje (desde un punto de vista determi "!:'!:",,, nado) es producir un cierto numero de connotaciones, de '.' . significaci ones que qued,m ahi, para que el espectador las perciba, En ese sentido no hay diferenciaentre el cine yJa ,fotografia; hay aqui tambien similares materiales iniciales anal6gicos, una construcci6n especifica y esa disponibili dad ante el espectador eventual. Finalmente, abandon an do la reserva a la cualla incomprensi6n la habia relegado, la fotografia debe ria comenzar a recorrer el campo de la estetica, es decir de la refJexi6n sobre la actividad artisti ca, campo que es tambien el suyo,
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La que cuenta son las pequenas diferen.das; las "ideas generales" no significan nacla. jViva S.tenc.thal y los pequenos detalles! El milfmerro crea la diferencia.
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l1l'dsunicos personajes. Esa maquina, que en el extrema iz
desborda los limites del cuadro (es mas "grande"
la foto) , en el fondo,junto a la pared, ocupa menos
h cuarta parte de la altura de la foto. De esta manera,
'lasdiferentes secciones 0 partes de la maquina (por ejeJ]l~
'plo, la parte apoyada en el suelo, el "piso" de la maquina,
6 esos objetos oscuros que la nina esta tocanclo can la
mano, 0 la hilera inferior de las bobinas de hila, 0 la parte
superior, el "techo" deJa maquina, donde estan las bobi
nas ya terminaclas) presentan, hasta una cierta altura de'
la foto, lineas que suben a medida que se acercan al fon
'do de la enorme sala de maquinas, y a partir de una cierta
altura las lineas clescienden a medida que se aproximan al
fondo. Hay un punto en el cuallas lineas son rectas y no
suben como en la parte inferior ni bajan como en la supe
rior. Ese pun to, 0 linea, 0 nivel, esta situaclo aproximacla
mente en la mitad de la parte visible de la hilera inferior
cle las bobinas, y si trazamos una linea recta en ese punta,
perpendicular al borde Izquierdo de la foto, veremos que
esta linea pasaria, aproximadamente, par el media de la
nariz de la pequena tejedora y algo mas arriba del codo
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de la persona que en el fondo mira hacia la camara. Esta das en una misma linea, y es tambien par esta razon que es la altura de la camara, altura d.esde la cual el fotografo la niiia im pide verla parle final de la maq uina, alia en el ha hecho funcionar el disparador. fondo, EI fotografo, efectivamente, ha dado un paso al Este hecho permite establecer con precision dos cues cos tado , alejandose de la rnaquina y acercandose ala ven tiones, En primer lugar, las relaciones en tre los dos per .:.".•.•,' . . . "·tana, Para que la nina continue, sin embargo, ocupando sonajes. Lo que a primera vista podia parecer impreciso :\it~Wit!~,el.centro de la imagen (si trazamos una linea vertical que se define: el personaje que esta atras es un adulto, ya que divida a la fotografia en dos partes iguales, esta linea cor la nariz de la pequel1a que aparece adelan te lIega mas 0 taria aproximadamente el ojo Izquierdo de la nina), el fo menos a la altura de su codo. En segundo lugar, otra tog rafo ha debido hacer girar la camara sobre su propio eje, al mismo tiernpo que se separaba de la miquina, y de cerleza: el fotografQ1~lli'~g"s:h.90~tC:Ea!!::.~~~~r.~~Dese chando la altura "normal", la de su propio ojo, el foto esta manera se produce una transformacion: se-Ve mas ma grafo ha preferido bajar y ha elegido como altura de quina que ventana, es decir que el borde derecho de la foto camara la de los ojos de la pequena tejedora, A causa de muestra una pared que esti mis lejana del nivel del foto este hecho, tanto el rostro como el cuerpo de la nina "se gr;afo que el punto de la maquina que marca el borde iz yen bien", La altura "normal ", la del ojo del fotografo, quierdo; la maquina esta vista mas de frente y la ventana hubiese "aplastado" a la nina contra el piso; el plano pi dejada de lado, ya que el fotografo Ie da (relativamente) cado que hubiese resultado tendria como significacion la espalda. La maquina adquiere asi una importancia (pro inlciaI, automatica, disminllir al personaje, "aplastarlo" porcionalmente) mayor, considerando, simplemente, la metaforicamelile. Al elegir otra solucion, 'II colocar la ca posicion que ocupa en la foto. Importa mas, es mas deter mara a la altura aproximada de los ojos de la nina,~ minante, la maquina que la ventana. Ie devuel"e ~L]2.~0j).Il:;tje.todaJa.dignidad_q.Qe_d.p.i.(IQQ,Qle Este paso al costado que el fotografo da planteaba, sin h~!ll£;,?uttir.;:ld.o. Esos cincuenta centimetros que la ca
embargo, un problema: si la camara se colocaba en una mara de~ciende comienzan a producir una transforma posicion en la cualla nina Ie daba la espalda, enlonces Stl cion radical en el material que el fotografo tiene ante sus rostro, que habia condicionado la eleccion de una deter ojos; ell ese mismo momento empieza a precisarse esa or minada altura de calnara, "se veda mal". Para evitar este ganizacion mediante la cuai Hine manifiesta su opinion inconveniente era necesclrio que el personaje girara lige sobre el hecllO real al cual se ve confrontado (una 111a ramente bacia la camara, que, como en la foto, 5U pie de qUiTlCl enorme y dos personas trabajando) y, de esa mane recho estllviese adeLU1tado respecto al Izquierdo y que la ra, su concepcion del mundo. nina estuviese mirando un objeto 5i tuado entre ella y e1 fo Gracias ala perspectiva, entonces, se puede establecer tografo. Eso es 10 que sncede. Pese a que el fotografo se coh precision la altura de la camara. En cuanto al punto ha desplazado haci,l b ventana (que esta a la espalda del de camara exacto, el fotografo no se ha col acado en una personaje), la foto Tlluesu"a el ojo derecho de la nina, 10 posicion, digamos, equidistanle de la miquina, con rela que prueba que sn rostro est:1 tornado ligeramente de cion a.la pequena tejedora, es decir, tan cercano a la ma frente. quina C01110 10 esti la nill3. Es a causa de la posicion de la Lo que se podria objetar a la.s consideraciones que aca camara que la nil1a no tapa a la mujer del fonda, 10 que bo de hacer es su car{lcter irrisorio. Al fIn y al cabo el he sucederia si camara, nina y mujer hubiesen eSlado coloca cho de que la camara este a la altura de los ojos de la ni[1a ;:1
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\Efas'dos soluciones que Hine no ha elegido: el foco sobre
Y6bjeto mas cercano, la maquina, 10 que dejaria el resto
;';Ja·.foto desenfocado; 0 el foco sobre la mujer del fondo,
~:ri,.esepso la nina quedaria imprecisa y secundaria. Esta
19i1~da,soIIlcion (la mujer del fondo en foeo) es bastante
'$ improbable que la del foeo en la maquina, resolucion
~,Hine hubiera podido, efectivamente, efectuar.
~,;j\,lo ;largo del recorrido que hemos efectuado por las &cesivas elecciones de Hine (altura de camara, punto de
tamara, zona de foco) , hemos visto los dos polos en torno
~'Ios.cuales gira la estructura de la feito, la maquina y la '
ii~a. De un lado esta la maquina, el trabajo; del otro lado,
.In.ser humano que se ve obligado a trabajar.
/;.< BI fotografo, a traves de esas sucesivas elecciones, ha ido
',onservando un delicado equilibrio; 1'1 dice que la maqui
ia quiere aplastar al ser humano y que el ser humano Se
)~,resisre. La fotografia es la hisroria de.y.,sta resistencia. El de camara, ese paso al casrado que ha dado el foto 'grato, establece toda la importancia de)a maquina; pero 'al bajar cincuenta centimetros la alturade la camara y al " ciescender al nivel de los ojos de la nina, y ademas al po:, ner eu foco al peisonaje, en ese momenta el fotografo se pone decididamente de su parte. Todo en esta fotografia es matiz, porque ese equilibrio que hemos mencionado debe ser preservado cuidadosa mente. La victoria del ser humano en la cual eI cree (diee Hine en la foto) solo ha de producirse luego de una lueha larga y dolorosa; Hine no subestima el poder de la maqui na (del trabajo, del capitalismo, del dinero, del Estado), )0 sabe enorme, ya su lado puede parecer irrisoria la re sistencia de la nina. Es posible, incluso, que esa nil1a que en 1909 trabajaba en una hilanderia de Carolina !laya sido, ella, vencida, pero sus pares, ellos, lI-iunfaran. Pue cIe pensarse que esa nina oprimida, sometida, humilla da, momentaneamente vencida, es la representante de la clase obrera, yes sobre esa clase que la [oto, flllaimen te, habla.
y ligeramente desplazada hacia la derecha del eje imagi-,., nario que une la niila y la mujer del fondo, puede ser con-i siderado insignificante. Cincuenta centimetros en un caso,.." practicamente 10 mismo en el otro no pueden !legal' "a\" modificar la significacion de una fotografia. Me parece, sinW embargo, que ambos elementos pueden ayudarnos a am;~' lizar b "estructura original" que es esta fotografia. Tanto la altura como el punto de camara son los elementos mas evidentes que se ofrecen al espectador de esta foto; Hine;,. proporciona, al mismo tiempo que el elemen to anecdoti-;,'. co mas evidente (la pequena tejedora), indicaciones para., poder comprender, con exactitud, 10 que ha querido mani~;;, festar en esta foLO. No es necesario violentar la fotografiar:.. o terg'iversar la intencion del fotografo para considerar qu y?' el punto y la altura de camara han sido dos problemas que sei:' Ie planteab?n a Hine, y que el ha solucionado de una eierta, manera, desechando las decenas de soluciones "parecidas": que se Ie o{i'ecian. Queda al analista, al espectador, explicitar todo 10 que supone cada una de estas elecciones, poniendO j " asi al descubierto el mecanismo que ha conducido al foto grafo a efectuarlas. Otro problema al cual el fotografo se ha enfrentado es el del foco. lmposibilitado (relativamente, ya que hubiera podido (::legir esa solucion) de tener en foco todos los ele mentos de la foto, desde el punto mas (ercano de la ma quina hasta Ja pared del fondo, Hine coloca Ja zona de definicion en ellug'ar donde esta la pequeila tejedora: la ni!1a est:! en foco. (Gracias a la perspectiva de la foto po demos establecer otra vez con bastante precision " partir de que punto, y hasta que pun to, las cosas estan en foco, y si bien no podemos ~st,:-91ec<;:r.ladis tan cia exacta que abar ca 1'1 zona de foco, dada la ausencia de referencias suficien tes, podemos rnarOlf exactamente las cosas que estim en foeo ) Es evidente que esta eleccion (poner en foco a 1'1 ni!1a) tiene una enonne importancia, ya que ella sola determina una gran parte de la imagen. Pensemos, por ejemplo, en las
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Otro elemento que debemos observar es el plano elegi:, formales de esta fotografia se presel1tan con la evi do, El personaje central, la nina, esta presel1tado en una';:!,i'lli}:;";'''J;!encia de 10 irrefutable. i.. ' figura entera abundante, un plano "demasiado grande"/'i£i~iii'~{M;g0i';Hastaa qui he analizado los elementos especificos de la si 10 que se quiere mostrar es, solamente, la imagen pate<>~¥~I(~&t'l'~~tructurade la fotografia "Pequena tejedora" de Hine: tica de una nina que trabaja duramente. En ese caw hU-?;l~4iii\Z~0Jj:aalturade camara, el punto de camara, la zona de foco, biese sido mas "correcto" mostrar un plano mas cercano de(~~~:f&'Wl~iji~{JI.planoelegido, la luz. Lo que he tratado de probar es que la nina, 10 que hubiese aumentado, seguramente, la canti;,;,~~';k'1j\,)$it.cada fotografia es a traves de estos medios especificos, dad de "emocion" de la foto. Pero si Hine da, literalmente,';3,~~:i!,t~'i,i;":rbediante una organizacion particular, que e] auto I' con;,~;,;I';;-""_'.';,.-::J:t,_".:\, "un paso atras", e inscribe a ese personaje en el contexto, es,,,~i~i~ir0iikreta efectivamente el contenido de la fota. Lo que una porque quiere que nosotros, espectadores, hagamos 10 mis":;i~i~lgit~f!{otograf1a dice, 10 dice mediante esta estructura especifi . mo. Es ta~bien gracias a esto que vemos, al mismo tiem":~~~1%~0?%5:a,y solo mediante ella. Es 10 que a veces se ha llamado po, a la nma y a la clase obrera, y frente a ella, en la mltad:ii~1i!iit!;';;·'i..,f9togeDla y que, SI observamos bIen, resulta ser, [malmen izquierda de la foto, la maquina de hilar y el capitalismo.:3\1);i;,jt~ii\~' la organizacion de la foto, La fotografia "par ella mis Es el irreductible antagonismo de eotos dos elementos lO::~l*r{{"\~';!,);ina". es decir, mediante su propia estructura, aclara el que constituye el significado central de la imagen. )';~l*~;f,I~l~i;1)echo real, 10 vuelve comprensible y; al mismo tiempo, Ademas, la luz. En la foto, pOl' supuesto. n? hay soL ~a:)ft~~,1~§&1;pone de manifiesto la vis~on del Illundo que expresa, me amplia gama de gnses es el producto de la llumll1aClOnj;~$};;r0i~,;'diante esa Imagen, el fotografo, natural de un interior-dia tipico. Las ventanas que estan ala;. ...... .. derecha de la imagen proporcionan una luz duusa generali~,. ':, zada. La luz, en este lugar, esta para iluminar la maquina, y. unicamente para ello. La maquina traga la luz y la ventac na esta alli para que el trabajador pueda vel' mejor la he' rramienta de su trabajo. La nil1a da la espalda a la luz, al dia, a otra cosa que no sea su trabajo, y no mira la ventana, porque no puede, no tie-
ne tiempo, y adem,'ts pOl"que detras de esa ventana no
hay nada, salvo hangares penumbrosos similares al de la
fotografia, chimeneas humeantes que impiden el paso de
la luz del sol, casas tristes y miserables donde la pequeila
teJ'edara lleo-ara a la noche. despues de un dia de trabajo.
" La luz parece ser aca no ya una eleccion de} fotografo,
sino casi una imposici6n dellugar. Pero tambien en este
caso podemos pensar en las otras posibilidades que Hine
ha desechado; 1'1 hubiera podido elegir otra bora del dia
para sacar la foto, y entonces, pOl' ejemplo, la luz del sol
hubiese entrado pOl' esas yen tam,s, nimbando las !:iguras y
haciendo resplandecer los metales, Nuevamente los ele-
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· El centro (geometrico) de esta fotografia de Cartier Bresson 10 constituye el rostro del niiio. Si trazamos las diagonales de la imagen, la cabeza del personaje quedaria }'colgando" del angulo formado en el centro por las dos ,i 1ineas que unen los vertices. Yes el nino, no solamente su , "rostro, 10 que constituye el "centro" de esa imagen. Pero si al examinar esta foto nos limitaramos (como el
critico literario que cuenta la anecdota de un libro) a ana lizar los elementos de la anecdota de la imagen, y enton ces, por ejemplo, hablaramos de la crispacionjactanciosa del nino (a causa, quiza, de la presencia de la camara), 0 de la clase social modesta a la cual el nino pertenece, 0 de los estragos del alcoholismo en la"poblacion francesa, me parece que estariamos ignorando su significaci on real. Por otra parte, tambien s-eria caer en una tranlpa co menzar a hablar, ante esta fotografia de Cartier-Bresson, como ante muchas de sus fotos, de la espontaneidad y la • llaturalidad del personaje, viendo solamente la parte mas evidente y mas enganosa de la concepcion artistica de Cartier-Bresson. Porquejustamente "10 natural", 10 no per turbado por la presencia de la camara es, en esta foto, mo dificado por la in trusion maS 0 men os brutal de esa camara. EI geslo del nino, su parodia de pose, senala jus lamenle que el fOlografo no ha podido, aunque 10 haya 41
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querido, limitarse a tom~r 1 hecho real La sola presencia de la cam':!3Illo.~2fj.0_l1n_Ll.e.clrg.Lel ~ ~vezmanTt[e·sta··e·satransformacion. L a real ya no es 10 -qu~";;:;:'"~nt~';'dell-aparicion deltotografo, el cual, ;ent".:de.1:>~.re~iKIl~rse_.aI10raa el trr9Jll.cLQ--'Lps-o_dLlClr. ,.,' En otras fotografias, la mirada del personaje hacia la ca mara, al mismo tiempo que denuncia su presencia, man i fiesta el grado primero, el mas evidente, de esa modificacion
que la aparicion de la camara ha producido, En este caso ese elemento primero no existe, ya que el nil10 que lleva las botellas de vino no mira al fotografo, cuya presencia, sin em bargo, condiciona su actitud y su gesto, Es posible que ese gesto no haya sido producido unicamente par la de la camara, sino, por ejemplo, por un companero gos que se encuentra a la izquierda del fotografo. Esto m~ parece, sin embargo, improbable, dada la posicion del nino, directamente frente a la camara, sin que nadie se interpon: ga y pueda, eventualmente, distraer su atencion e Ie advertir la presencia del fotografo, El nino sabe, probablemente, que esta siendo fotogra fiado, y entonces se explica esa pose semialtanera, semi burlona, que crispa su rostro en un rictus ambiguo, impreciso. Curiosamente el rostro del nino, centro geome trico de la foto, es casi insigniflcante, debido a su impreci- ," sion. Sirve, sin embargo, como dato inicial, ya que permite advertir la intrusion de la camara, Yademas, el centro de esta foto e, casi insignificante porque es en los extremos, en los borcles, en las lineas que huyen, en el fuera de eua clro, donde es necesario comenzar a buscar los elementos que componen su estructura"AJ.misl110_ti~rI1p_Q __Cj~~s'(O.s".stima a su "personaj, centraI.:',ju elemento anecdotico mas evidente, yen consecuencia toda su anecdota, la fotogra fia cle Cartier-Bre"son comienza a exhibir su mecanismo, su logic", su economia, Si bien la presencia de la camara ha modificado el ele mento "central" de la foto (el rostro del l1il10) hasta el
'punto de esterili7~arlo, al haccrlo impreciso, hay otro ele mento que el fotografo ha captado de manera inocente: las manos del nil10. E,as manos se aferran a la base de las bote1las, y los dedos, que casi no se Yen, se curvan, coinci . diendo con el hueco para mejor sostener la: bote11as. De todos los elementos mcluldos en la foto, qUlzas entre otras porque es el mas neto, el mas preciso, esos dedos el hueco de la botella, tensos, constituyen el ·dato de la realidad menos reductible a elemento estructu rado, a organizacion; es el elemento que permanece "tal
cual", en estado brllto, EI espectador de esta foto, si mira
Gon atencion esas manos, no podra evitar senlir en sus
propias manos el borde frio del vidrio, y las puntas de
sus dedos tocaran el fonda del hueco de 1a bote11a, y ade mas advertira el peso de las dos enormes botellas sabre sus palmas dobladas, Sucede, en cierta medida, 10 mismo que pasa ante la foto de un cuerpo abierto en la mesa de ope raciones, a ante la imagen del tiro que en ese mismo momento destroza la cabeza del prisionero, En todos estos casas, la anecdota tiende a avasallar la estructura de la foto, a minimizar su organizacion, EI hecho real, desnudo, se impone, casi separado de la imagen, en un primer plano, entre la foto y el espectadOl; impidiendo ver los otros elementos colIloasi el contexto en el cual el mismo se inscribe, Las manos ayudan al propio cuerpo del nino a sostener
las botellas, Esa' botellas SOll el tinico objeto bri11ante de
toda la fotografia. Dentro de la opacidad general de la
imagen, producto tanto del nublado como del cle,enfoque
que invade tocl," la parte posterior de la foto, las clos bote llas se separan netamente clel regia; las estrias bri110sas que
corren a 10 largo cle 1a bote11a de la izquierda, el volumen
rnarcaclo pOl' la posicion de los braLOs y del cuerpo del nino,
SLL dimension enormc cOlllparada con la estatura del
nino, todo eso hace cle las bote11as objetos func!amentales,
('de primer plano') , La zona de foco esUi soore elnil1o, que se ve nftido, en cornparaeion con todos los objetos y person:~es que estan
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enfoque doncle casas, calles, automoviles, mujeres a ninas se debaten contra la insignificancia de la imprecision; lue go viene la zona de foco doncle esta el nino que transpor ta las botellas; y luego, en primer plano, estan las propias botellas, que a causa cle su textura y cle sus brillos estan mas "enfocaclas" que la zona de foco, mas niticlas, mas preci sas, 'ri:l,is' netas que el rostra a el cuerpo clel nino. En esta fotografla los clos primeros elementos que he mas examinado son la modiflcacion que la presencia de la camara opera en el hecho real anterior a la foto y la se leceion que opera el foco. En "El entrepuente", la fotogra fla de Stieglitz, todo esta en foco, debido a la dis tan cia apreciable que separa la camara del objeto mas cercano (1a pasarela que esta en el media), y clebiclo tam bien ala clistancia (relativamente reclucida) que separa la pasarel-a yel objeto mas lejano (los personajes que estan alla arri ba, contra el fonda blancuzco clel cielo). Al estar todo en foco (cle manera inocente y no a causa, par ejemplo, del uso de objetivos gran-angulares exasperados, que coloca rian en foco ann a objetos muy cercanos, pero deforman dolos), el foco desaparece, en "El entrepuente", como elemento signifrcativo. En la fotografia de Stieglitz el foco se ve reduciclo a un simple problema teenico, y al solucio narlo, es clecir, en el momenta en que el fotografo coloca en su camara la clistancia conveniente, el foco clesaparece detras cle otms facto res (la organizacion clel espada, la luz, los bordes del cuadra, etcetera). En "El entrepnente", contrariameme a 10 que he clicho en el parrafo amerior, la impresion de que todo esta en foco es solo una ilusion. Si examinarnos can atencion 1'\ ultima hilera cle personajes, los que estan en la parle su perior cle la foto, veremos que ell os estan clesenfocados" desenfoque parcialmente compensado par la precision extra cle los contornos, producicla pOl' el fonclo del cielo blancuzco en la mitacl izqnierda cle esa hilera cle persona jes, y par la luz del sol en contraluz en]a mitacl clerecha. S, bien en "El entrepuente", entonces, no es cierto que "toclo
detra' de e1. De esta manera, los diferentes "planas" tcriores que se yen en la foto (casa blanca del fonda, au" tos estilcionados, mujer que crun la calle, mujer camina porIa vereda, niiia can el mono blanco, nina qu golpea las manos) resultan desdibujados, a causa del des, enfoque, que convierte cada punta en un circulo que a su'1 vez se superpone y confunde can los puntos-circulos cow,; tiguos. El desenfoque despoja a cada uno de esos ,elemen" tos de sus panicularidades distintivas; la mujer que S~! aproxima es todas las mujeres y al mismo tiempo no esC ninguna, su rostra, una mancha blanca y su vestimenta sin." formas reducen la informacion proporcionaeta par la foto,':: grafh a una cantidacl insignificante. En realidacl esos per;~ sor\ajes son, antes que nacla, formas, manchas, volumenes" Incluso se clesconocen muchas casas de esos persona'.· jes desenfocados; esa nina que cia un paso adelante al parecer, alga en la mana, y si bien puecle ser que golpeando sus manos, como he clicho antes, puecle ser tam, bien que la fOlO haya captado el instante en que est a Ie, vantando las manos, a llevanclo alga a su boca, esa ,que parece tener en la mano, a que esta en sus vestidos, , Al colocar el foco en el nino que esta llevando las botellas, Cartier-Bresson reduce a la insignificancia toclos los ele mentos que eslan detras. Pero eso no es Lodo. El rostra clel ni;io y las botellas es- , t,ll1, aproxintadarnente, a la misnl~ distancia de la ciunara; en consecuencia est,'ln, iguahnente, en £oco. Pero la clife rcncia de maLeriales y cle texturas produce una transfor nlaci6n: las botella.s estan Dlas en foco, por comparaci6n, que el rosLro delnil10. ,(Siempre el foco es Una nocion re lativa, que depende clel tamallo de la ampliacion, del gra no de la fotogTafla, clel formato del negaLivo, del material milizado, de la iluminacion, etcetera.) Pm eso, en "Paris, las provisiones el clomingo a la ma l-,ana, calle Mouffetarcl" podemos "dvertir, desde aU'as ha cia adelante, tres capas sllcesivas y superpuesLas, de definicion y foco crecientes. En el fonda, la zona cle des :'J i._J
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:-'g~~~·t~:~::;t.' esta en foco", me parece que la impresion que tiene el es pectador es que "esta en foco todo 10 que puede estar en foco". Es decir que el foco es efectivamente considerado como simple factor tecnico y que el desenfoque de la hile r" de personajes del fondo senala simplemente ellimite de la tecnica y no el comienzo de la organizacion formaL Si comparamos el problema del foco en "Paris, las pro--,.; visiones el domingo a la manana ... " y "El entrepuente", ad- , vertiremos una diferencia esencial. Esa fila del' fondo en la fotografia de Stieglitz no tiene, evidentemente, el mis mo estatuto que la nina que golpea las manos. Uno puede' incluso sospechar que Cartier-Bresson ha colocado la dis tancia en la camara mas aca del nino, reduciendo vol un tariamente la zona de foco, yaun admitiendo que haya estado obligado, por el diafragma utilizado, a tener una zona de foco reducida, ese dato tecnico "ordena" de tal manera la imagen que automaticamente se transforma en' un principio de construccion. Es tambien 10 que sucede con "Pequena tejedora en una hilanderia de algod6n en Carolina": la eleccion del foco aparece como una opera cion deliberada, cuyas implicaciones el an{llisis debe evi denciar. En "EI entrepuente", por el contrario, el foco desaparece de la gama de recursos utilizados para orga nizar el material. ' En 10 que se refiere a la intrusion de la camara, el otro factor inicial que habiamos advertido en la fotografia de Cartier-Bresson, en "El entrepuente" sucede algo sorpren- , dente: pOl' 10 menos llna media docena de personajes mi ran francamente a 10. camara, sobre todo en la hilera de hombres acodados en la baranda del puente superior. ESle hecho (mirar a la camara) ya hemos vis to que constituye , el aspecto mas evidente, el primero, de una transforma cion que la presencia de la camara opera sobre el hecho real. En "EI entrepuente" tampoco este dato resulta signi ficativo. En 10. folo de Cartier-Bresson, el nino ocupa un lugar tan preponderante que es inevitable que su reaccion ante 10. camara resulte un dato importante. Por el contra
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rio, en ]a fOlOl';rafia de Stieglitz no es cada uno de los per~ sonajes el elemento basico, sino los grupos, los conjuntos, .,10s hemisferios. POl' supuesto que la mirada penetrante i.'dd persollaje con gona de la parte superior (el que esta ;;junto al hombre inclinado que tiene sombrero) define tam !';bii'n al personaje, pero ese hombre (Sll rostro, los tonos de ':su vestimenta) forma a su vez parte de un conjunto qlle lo }iilcluye pero que 10 excede, Esa mirada no tiene, pOl' otra 'ij':parte, nn estatuto diferente (mas definitorio, mas signi'fi i;~cativo) que, pOl' ejemplo, la mirada ensimismada de la '{mujer rubia en el centro del hernisferio de abajo, 0 que iha mirada que 10. mujer con el nino dirige al hombre que P dausura el encuadre en el exlremo inferior derecllo. ii;,:, En "Pequeila tejedora ... " la intrusion de la camara apa ,sf,rece, en principio, explicitada por la mirada que Ie dirige '\(i,~lalI1ujerdel fondo. Pero el desenfoque desdibl~ja, "borra" ';" ·:esa mirada. No es por esa mirada que el fotografo manitles J,/ta su presencia, sino por las sucesivas elecciones que ha efec ",.tuado: punto de camara, altura de camara, zona de foco. ':i: Volviendo al analisis de "Paris, las provisiones el domin 'go ala mailana ... ", su altura de camara es la "normal", es decir, la del ojo del fotografo. Como el personaje princi pal de la foto es un niilo, el resullado es un picado. En "Pequena tejedora.,." Hine habia bajado a la altura de los ojos de la nina para evilar el efeclo que el plano picado parece producir inevitablernente: la situaci6n de inferio ridad de ese personaje tomado desde arriba. Pero adl Cartier-Bresson no quiere "aplastJr" 0.1 personaje, y el es pectador no liene la imprcsi6n de encontrarse !'rente a un personaje "inferior y aplastado". Esto demllestra b inexis tencia de ~igni"ficacionesau(ornaticas, in DIU tables, previas ala estructllra p,uticubr de cada imagen e independien tes del conlexto en d cualun cleterminado element.o (la altura de 1a c{lmara en e:ste caso) debe necesarialnenle
inscribirse. Si bien la altlll'a "normal" de una folo es la del ojo del fOl{)grafo, hoy ell dia la altllt'a "normal" de b t()to de unnillO
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es la altura de los ojos del nino. En 1950 Cartier-Bresson sabe algo que actualmente figura hasta en los prospectos de peliculas y de camaras, y si Cartier-Bresson no quiere disminuir y "aplastar" al personaje infantil, la eleccion de la altura de un hombre para fotografiar al nino es un error (bte es el primero de los tres "errores" que Cartier-Bresson comete en esta foto, supuestos errores que son, por el con trario, elecciones deliberadas, ejes sobre los cuales gira la estructura de "Paris, las provisiones el domingo a la ina
~Quien podrfa neg-ar que la informacion
y la belleza
formal que ofrecen I1UmerOSas fOlografias estfm ligadas al desarrollo constante de las posibilidades tecnicas, COUlD las insLanlaneas tomadas a velocidad u]trarrapida par
. HarolclEclgerton donde se ve, por ejemplo, un proyectil
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Me pal'ece que 10 que dice Susan Sontag es un error. La prepotencia tecnica es en esos casos avasallante, y el con - ... ") . nana tenido real de esas fotos no es ni siquiera el tiempo, su Yseria, efectivamente, un error, si la altura elegida por pretexto tematico, sino la potencia del aparato mecanico. Cartier-Bresson no tuviese en este caso una significacion La fotografia del proyectil 0 de la gota. de leche son sim precisa: el nino esta tomado desde arriba simple mente .ples curiosidades. Esas formas inexplicables, cuya explica porque el fotografo no ha tenido el tiempo necesario para i:ionjustamente es que muestran algo que el ojo humano, agacharse. Esta explicacion no es tan secundaria como 'a causa de sus imperfecciones, no puede ver, ingresan. ra podria suponerse, sino que apunta a uno de los temas cen 'pldamente al museo de las excentricidades. Debido a su trales de "Paris, las provisiones el domingo a la manana... ". estandarizacion, su automatismo, su ban alidad, son al mis Por defmicion las fotografias son imagenes fIjas don e 'rno tiempo la prueba de una victoria' del aparato fotogra deno existe el movimiento, y en consecuencia donde no 'fIco y la confesion de la impotencia del hombre para existe el tiempo. La fotografia no se desarrolla en el tiem ... ...... • ""''''''',-J':,,_:-- ,',' 'i:'ontrolar la maquina, porque es esta maquina,y ella sola, po, y la duracion no entra en la !Ista de sus elementos ',,"Co",' la verdadera autora de esas fotografias. constitutivos. Lo que justamente diferencia fotografia y. . Vimos que uno de los temas de "Paris, las provisiones el cine (serie de fotografias cuya exhibicion ininterrumpi domingo a la manana ... " es el tiempo, y que por interme da produce la ilusion del movimiento) es la duracion, el dio de ]a altura de la camara Cartiel~Bresson habla de la tiempo. Los fotogTafos tratan con frecuencia de llenar fugacidad de un instante que puede ser captado unicamen esta laguna, de ocultar ese defecto 0 de superar esa im te si no se pierde ni siquiera la fraccion de segundo nece posibilidad. No 10 consiguen y 10 lmico que logran es tosaria para bajar la camara. car con sus propios dedos esa barrera que intentan EI segundo eslabon del tema del tiempo y ademas eJ se e1iminar, porque en la fOl.ografia el tiempo no es un com gundo "error" es el horizonte oblicuo. Todos los persona ponenle, sino simplemente un tema que, como la condi jes, empezando por el nino que lleva las botellas, estan cion obrera, constituye la base de algunas fotos. El tiempo inclinados hacia la derecha, porque el aparato fotogr5fI es, por ejemplo, el tema de las fotos donde se ve una bala en el momento de ser tomada la foto, estaba inclinaclo co, alcanzar el blanco, 0 la gola de leche caer formalldo una bacia la izquierda. Esto es aun mas evidente que en los especie de corona. ' personajes, en el borde de la casa que aparece sobre la En un articulo reproducido en un numero especial del cabeza del nino y que corta por la mitad, aproximadamen Nouvel Observil.teurded.iFfldo ala fot.o, Susan Sontag dice: te, a la fotografia. Las lineas horizon tales, entonces, des cienden de izquierda a derecha. 48
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Es sabido que el ojo humano produce permanenlemen- "",,-.:., Hagamos retroceder la fa to un segundo, como ante Una le una correccion del horizonte, y aun cuando tengamos moviola, y pensemos 10 que era ese encuadre un segundo la cabeza inclinada percibiremos el horizonte derecho. La antes, con los dos pies del nino dentro del cuadra. Pese a foto de Cartier-Bresson muestra ese instante fugaz en que' los esfuerzos que ha realizado el fot6grafo (al tamar la folo el ojo no ha tenido el liempo necesario para efectuar la desde su altura "normal", al no bajar a la de los oj os del nino y alno perder tiempo en reacomodar la horizontal), correcci6n, y pOl' eso, los personajes y los bordes de las ese pie cortado registra el fracaso del fotografo, que ha lIe casas est{m inclinados. "Paris, las provisiones el domingo gado' tarde. "Paris, las provisiones el domingo a la ma11a a la ma11ana ... " habla, nuevamente, sobre el tiempo; de na ... " es, anles que la imagen de un nino con dos botellas tiene el movimiento en un instante preciso, ese momento de vino en las manos, la historia de la b(lsqueda de todo fo que no Ie permite al fotografo bajar la camara hasla la al t6grafo, el relato de sus intentos y la constataci6n de su fra tura de los ojos del nino, ni Ie permite al ojo humano caso, reacomodar la horizontal. ~Pero, y si finalmente, pese atodo 10 que hemos dicho, Como se ve no estamos aca, en esta fotografia, anle la Cartier-Bresson se hubiese, simplemente, "equivocado" maquina perfeccionada que denuncia las imperfecciones con el encuadre, y el pie canada fuese, efectivamente, un . del ojo, sino ante la maquina aun mas imperfecta, 0 al me error? nos tan imperfecta como el ojo humano, que registra, fi: Analicemos ellibro en el cual esta fotografia ha sido pu jandola, su propia imperfeccion. Estamos en el polo opuesto blicada, Les europeens (Editions Verve, 1955), que incluye de la instantanea del proyectil alcanzando el blanco. fotografias tomadas entre 1950 y 1955. Veamos todas las Entonces, el fot6grafo no ha tenido tiempo para bajar fotografias en las cuales hay, como en "Paris, las provisio la camara (y pOl' eso el nino esta tomado "desde arriba") nes el domingo a la manana ... ", personajes a los cuales el ni el ojo ha lenido tiempo de corregir las lineas (yenton encuadre carta "arbitrariamente" el pie, personajes que ces el horizonte est'l·inclinado). Falta otro delalIe, eller aparecen integramente en la foto, salvo el pie, 0 un peda cer "error" de Cartier-Bresson: el pie corlado. zo de pie, a un poco mas que el pie; estas fotos son las El borde inferior de la fotografia muestra casi comple numero 16, 17,48,49,63,79,81,97,100,105,106,112 Y tamente el pie izquierdo del nino, aunque semioculto pOl' 114 ("Paris, las provisiones el domingo a la manana ... "). la otra pie rna, pero muestra solo parcialmente la pierna Adaro qU'e en esta lisla no figuran fotografias que, .Ii bien derecha, ya que la corta un poco mas 'lrriba del tobillo y cortan tambien el pie 0 la pierna a sus personajes, resul entonces el pie no se ve. Esta exclusion puede ser consi numero 12, tan mas a menos "normales", como las fotos I • derada un defecto, ya que omile un elemento que podria 27, 39, 46, 55, 60, 73, 86 Y 108. En las trece foloS que he informal' al espectador, de la misma manera que el panta inventariado y que constituyen mas de la decima pane del loncito 0 el cinturon, ambos incluidos en la foto. libw, el pie conado aparece en lodos los'casos como una Ese pie cortado denuncia, en realidad, un encuadre que excenlricidad, como una anomalia; son fotograllas en las "ya" no se adecua al material que enfrenta el fotog-rafo; el cuales "normalmente" el pie se hubiera debido mostrar fotografo ha lIegado tarde, ha lIegado un segundo tarde, cOli1pJetamente. segundo durante el cual la pierna derecha del ni110 ha Ellector de Les eUTO/liens asisle al trabajoso, consciente, dado ese paso que coloca el pie fuera de cuadra. meclitado intento de Cartier-Bresson de exphcitar, en sus 50
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propias fOlografias, las ideas que 1'1 tiene sobre la fotogr
eilmente, las indicaciones del sentido comun, Nus encontrarenlO$ ante dos inlagenes lTIUy parecidas, ya
"que nO diferirian sino en l?s detalle~ que hemos visto. La aoto de Carner-Bresson esta hgeramente desplazada, como :-fl:ll1icalco defectuoso 0 c0I11-0 una caricatura que, como to ,},(las las caricaturas, exagera la realidad para hacerla mas ·';c,clara. Este deslizamiento, en primera instancia inexplica ':'Ie (0 ,expljcable unicamente si consideramos esos tres .detalles co'mo errores del fot6grafo), de pronto, s{lbita itritente, se iluminacon una explicaci6n que, al mismo tiem ,/1po que io aclara, revela una de las sig'nificaciones centrales ::de "Paris, las provisiones el domingo a la mai1ana.,.", ",':',::,£n esta fotografia Cartier-Bresson se niega a dar una 'f;!jmag en complaciente del mundo, de armonia entre 10 real ::,i:~Y,lo artistico, entre 10 existente y 10 que todavia no es. En >:primer lugar, refuta la idea de un fotografo dominando el ,;material, y pOl' eso congelandolo; se niega a considerarse, ·101 mismo, como ese ser superior que, un metro por enci . ma del mundo real, consagra, en la organizacion estable, conservadora,justamente esa superioridad. "Paris, las pro . visiones el domingo a·la manana,., "es inestabilidad, dese quilibrio, bllsqueda, trabajo; exhibe' los problemas, quiza las imposibilidades del trabajo artisti'i:o; en vez de mostrar un resultado muestra· un procesO,en lugar de una obra, un mecanlSlno. Curiosa situaci6n 1a del espectador de esta foto, Colo cado frente a la imagen clel nil10 que lleva las dos botellas de vino en la mano, en un primer momento, y legitima ITlente, ha trtltado de vel' en los elelnentos mas evidentes de la foto (en la actitud del ni1"io, pOI' ejemplo) los indi' cios p".ra detectar su significaci6n. Pero ese analisis Sf.: re vela como insatisfactorio, y el espectador tiene 1a impresi6n de que su mirada resbala sobre las cosas y que, como en e1 esccnario de un crimen, hay indicios que pueden permi tirle identificar al asesino, pero no puede ni encontrarlo.s ni interpretarlos, Esos indicios est<1n ahi: en esa cabeza del nil10 que no llega a tapar a 1a Illujer del fondo (y entonces el especta do.- adviene que la altura de la camara es mas alta
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nes el domingo a la manana ... " comienza a plantear los.:
problemas del proceso artistico, y sobre todo la relacion'
conflictiva entre 10 real y el fotografo, la imagen empieza".'·". a actuar como un espejo, ya que cada uno de esos elemenc , ;'y,. tos (el pie, el horizonte, la altura) remite a una figura que,',f no esta en la fotografia pero que preside toda su estructu-,' ra: el propio fotografo. EI espectador se da cuenta, entonces, de que todo en la organizacion de "Paris, las provisiones el domingo a la mac nana... " Ie seiiala, como con el dedo, a alguien que esta detras de el, a sus espaldas. Es por eso que el espectador comienza a girar lentamente la cabeza, para finalmente girar ciento ochenta grados, y entonces si advierte frente a el al narrador, al autor, al fotografo, "manojo de nervios que espera el momento, y eso sube, sube, y eso estalla, es un goce fisico, danza, tiempo y espacio reunidos. 5i, si, si, si, sf, como la conclusion del Uiises dejoyce".'
4. £1 orden Ewi escrito en el Evangelio: "Al prinCipia fue el ver bo". Y bien, para ml at principio rue la geometri<1. Paso mi tiempo hacienda capias, <.:alcutanclo las proporcioncs en los libritos de reproduccioncs que nunca me abal1 clonan Yes esto 10 que reencuentro en Ia re<.llidacl: en todD ese caos, hay un orden.
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1. Henri Cartier-Bresson: Le !'vl()nd(~> 5 de septiembre de 1974.
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La organizaci6n de la fotografia de Paul Strand es re , gular. Podemos advertir, en su parte central, una linea que , divide la imagen en dos partes exactamente iguales. Esta linea imaginaria se halla marcada por el hijo que esta pa rado en el marco de la puerta, junto a su madre y miran dola, y se prolonga en el hijo que esta sentado y que mira fijamente a la camara, pasa por la nariz del personaje de arriba y por la oreja derecha del personaje sentado, y cor ta el borde inferior de la imagen en su punto medio; si unimos ese punto con cada uno de los vertices superiores de la imagen, tendremos dos triangulos rectangulares en frentados: el angulo recto de cada uno esta formado por los vertices inferiores de la foto. El triangulo rectangulo de la izquierda contiene al hijo de la camisa a cuadros que tiene las manos en los bolsillos y al hijo sentado que mira hacia la derecha de la imagen (y cuya mirada prolonga la linea imaginaria que descien de del vertice superior, que se estrella en la mitad del borde inferior y que constituye un lado de ese triangulo). El triangulo rectangulo de la derecha esta formado por el hijo de chaleco que tiene las manos en los bolsillos y por su bicicleta; la hipotenusa del triangulo corta un pedazo de su sombrero, que queda asi en el area central de la fo tografia.
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Estos dos triangulos rectangulos enfrentados constitu_: ':~eometricasocupan el primer plano. Pero a pesar de eso, yen la base de la imagen y Ie proporcionan una gran esta-' "hay personaJes. bilidad. A ella se une la regularidad de una fotografi",,, :;1),La madre, de unos setenta anos, esta rodeada de cinco donde abundan las lineas rectas y los pilares, pOl' ejemplo':$ ,'e'SUS hijos; el mayor, junto a ella, debe de tener ya una los dos hijos de los extremos, el de la derecha levement{ incuentena de anos. Los otros hijos se escalonan hasta los conado pOl' el borde, el de la izquierda rozandolo, qu~' /einte anos del personaje del extremo Izquierdo. Todos, constituyen una especie de gruesos bordes de la imagen";;:· "siblemente, viven en la misma casa. Los grandes ausen column as que sostienen su estructura. La fotografia, aCF is: el marido, supuestamente fallecido, y las mujeres de igual que sus personajes, esta solidamente "parada" sobre, .. ,,6s hijos, que posiblemen te nunca existieron. Los hijos han sus pies, 0 apoyada en paredes solidas, pero en todos los" :@:-ontinuado girando en torno al planeta materno y pOl' casos rotunda, definitiva, serenamente asentada, estable. i !:(multiples razones siguen formando pane de "la familia". Aun el espectador mas distraido adveniri facilmente;' ·(.Esta familia no solamen te forma a sus miembros, para lue 'I que el principio basico de la estructuracion de "La fami-, :go "Iargarlos" en el mundo, sino que los conserva indefi lia" es opuesto al de "Paris, las provisiones el domingo a I , i\.idamente. Institucion social, la familia tiende, aqui, a manana ... ". No hay en la fotografia de Paul Strand, pqr .,iiemplazar a la misma sociedad, a sustituirla. Antes que supuesto, ni pie conado ni horizonte inclinado. En cuaiJi, Ifrente a "una familia" nos encontramos aqui, como el titu to a la altura de la camara, se sitlia, probablemente, en un' ',1010 indica, fren te al modelo de toda familia, fren te a una punto intermedio, a la altura de los ojos del personaje del .familia tipo que ejemplifica, caricaturizandolos, los ele extremo derecho, 0 un poco mas abajo; de esa manera Ia ,,'mentos de la instimcion familiar. altura de camara desaparece como principio de constru El equilibrio y la estabilidad, que constituyen la base de cion, se borra detras de la captacion "natural" de los per la organizacion visual de la fotografia de Paul Strand, su
sonajes que el fotografo tiene ante sus ~jos. brayanjustamente las caracteristicas del tema, el caracter
Al mismo tiempo que un <;ncuadre estable, definitivo, ·• ~.~~~~1~1;:;; 'estable, conservador, de la familia como institucion. De la perfecto, el de "La familia" se pretende un encuadre "com-' misma manera que esta familia de tan tipica es casi una pleto'·. No hay fuera de los bordes nada que debiera ser exageracion, igualmente la estructura de la foto es el col incluido. Todo 10 necesario esta ahi, el resto no cuenta. mo de la estabilidad, imagen de un orden inmutable, Incluso los elementos que aparecen solo parcialmente en eterno. el cuadro (Ia bicicleta, la ventana de la derecha) pueden Hay, entonces, un "orden" que esa familia representa y ser considerados tambien como "completos", ya que 10 que que la fotografia acentlla mediante una determinada es falta de la bicicleta "esta", porque es previsible. "La familia" trucmra visual. Puede pensarse que hay tambi<':11 el elogio incluye, entre sus elementos, a la bicicleta integra, aun de esa estabilidad que representa la familia, elogio de la cuanda, materialmen I.e, ckje afuera su rueda trasera. "La institucion familiar. Pero puede sospecharse que la ironia familia" es, en Ese sentido, una fotografia "cerrada", reple esta presente en la descripci6n de esta familia italiana, 0 gada sobre Sl misma. al menos que el fotografo norteamericano experimenta, No es casual que 10 primero que el espectador ha per ante esl.OS personajes que siente diferentes (y pOl' eso el cibido en esta foto sea su composicion geometrica. De pun to de vista es frontal, del otro lado de la calle, de la entrada los propios personajes se desdibujan, y las formas vereda de enfrente), la misma sensaci6n del etnografo que
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se encuentra [rente ala tribu primitiva del Brasil a de J; Polinesia, es decir que 1a curiosidad cientifica del etP6,. grafo (quien desea conocer el funcionamiento de la inst( tucion familiar) reemplaza todo sentimiento. Se esta freri,ti a seres "diferentes", y en ese extranamiento debe busC';{ se la causa de una organizacion simetrica (los dos tri~' gulos rectangulos, las dos "columnas" laterales), regul~; y de esa simetria y de esa regularidad se desprende lin~ cierta frialdad. Los sentimientos que podrian existir en { interior de esta familia (sentimientos maternales, filial~t fraternales) se ven reemplazados par las "relaciones" fam:i: liares: de 1a madre con sus hijos, del hijo mayor con l~i hijos menores, de todos elIas can su madre, etcetera. Ca~L. pueden verse las lineas que unen madre can hijos e hijQ~;' entre Sl. Yesas Iineas forman una especie de tela de arail~,: "La familia" time un n ucleo (la madre y el hijo maypt; que esta junto a ella) y cuatro satelites, los otros herrrii! nos.· La geometria eleva al hijo mayor a la misma categ\ ria que su madre, separandolo, entonces, de sus hermano Hay aqui, como en las telaranas, a en los sistemas solare un centro y lineas que se dirigen hacia los bordes. de la fotografla de Paul Strand, como en filigrana, pueae verse una tela de arana que une a los personajes Yclue tituye la tram a sabre la cual esta familia y toda familia
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'lin ada , la tristeza del condenado a muerte. En todos elIas f~y alga de eso, aun en la mirada de la madre, serena y 'esesperada al mismo tiempo. '(', Con la situacion de los hijos se corrobora la idea de tela aral1a; esos hijos han elegido libremente y, al mismo mpo, han sido obligados a permanecer en esa casa, al ._dedor de esa madre, y par esa circunstancia han sido . utilados. Les pasa 10 mismo que al pie cuando un calza a pequeno 10 condiciona hasta el punta de deformarlo ara siempre. "La familia" de Paul Strand habla tambien, ~etras de 1a placida construccion regular y de los persona . s elogiables, de condicionamiento, de resignacion, de , utilacion, de muerte.
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Aun cuando no se este de acuerdo can las explicacio nes que hemos dado (la ironia, la ausencia de sentimien tos, la tela de aralia), y aun cuando se retenga solo la simpatia que el fotografo tiene par sus personajes (que. se puede advenir en el car<'icter de la luz, par ejemplo), no se puede evitar 1a sensacion de hallarse ante un mundo anacronico, moribundo, destinado a desaparecer. Esta fa milia, clue es al mismo tiempo el arq uetipo de toda fami lia, sobrevive penosamente. Esas paredes descascaradas y esas canerias corroidas par el oxido y pOl' el usa, y esas ma denls carcolllidas par la 11l1via son, como los seis persona jes, representantes de un pasado que se va alejando hasta '\ . 63
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5. La colaboraci6n y la resistencia Para el intelectualla soledad absoluta es la unica for~ rna en fa que puede todavia conservar alga de solidari dad. Taclo hacer como los demas, tada la humanidad del trato y de la participacion es mera mascara de la silen~ ciosa aceptaci6n de 10 no humano. Se ha de estar unicio cOn el sufrimiento de los hombres: el mas pequeno'paso orientado hacia sus alegrias es un paso lucia el cndure cimiento contra el dolor. Thcodor W. Adorno: Minima momlia.
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"Liheraci6n de Chartres) 1944", Robert Calm (Le Nouvel Observateur, Special Photo, j~mio de 1977).
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Esta fotografia de Capa esta tomada, posiblemente, el dia en que las tropas aliadas ocuparon la ciudad rancesa de Charlres durante la Segunda Guerra Mundial; 'la abundancia de banderas y de personas en las calles, fes fejando, as! parecen indicarlo. El craneo rapado de la mu que lleva el nino en los brazos indica que se trata de alguien que colabor6 con el ocupante aleman; la prueba flagrante de esa colaboracion esjustamente el niiio. Unos pasos delante de ella camina su padre, que lleva un atado con sus ropas. A los lados de la "colaboracionista" marchan policias que la llevan detenida. Acompanando a la colabo racionista, y festejando su detenci6n, van los habitantes de Chartres, muchos de ellos sonrientes. La mujer rapada se dirige, supllestamente, ala prisi6n. Hasta aqul he tratado de describir la fotografia de Capa, de la manera mas objetiva y mas neutra posible. No es fa cil, por dos razOnes. En primer lugar, porque ninguna des cripci6n es neutra: la eleccion de una palabra en lugar de otra "parecida" supone un matiz, una connotacion que aun inconscientemente estamos produciendo; el orden de la enumeraci6n ya supone jerarquizaciones, prioridades. En segundo lugar, porque la imagen de Capa tiende justa mente a destruir la neutralidad.
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En el origen esta la captaci6n de un hecho r e a l , f u s i l a d o s , de rondas policiales, de ,detenciones, dedepor ci6n que efectua Capa mediante esta fotografia, y al taciones. Pero la fotografia de Robert Capa senala otro hay una "Iectura" de esa imagen por el espectador, mas preciso, de la alegria: la detenci6n de la mujer, que no es de ninguna manera inocente, ingenua, .el hecho de raparla, marca infamante y s610 realizable mela violencia, y su marcha por las calles de Chartres sino cultural, ya que en ese momento el espectador en juego toda una serie de referencias: sus a la prision. En la lectura de esos espectadores-actores esos dos mo politic as, el conocimien to preciso que puede tener la Segunda Guerra Mundial, 0 sobre la Ocupaci6n de tivos de la alegria tienden a eonfundirse. La colaboracio cia, sus sentimientos respecto a "los vencidos" en
nista es el simbolo de la Ocupaci6n, del ejereito aleman, o sus ideas sobre la guerra, que a su vez pueden originarse de las humillaciones, del terror. Es, ademas, un simbolo en una experiencia personal, etcetera. Es decir que todo' cercano y vulnerable. Solamente una minoria de resisten espectador lee esta fotografia a traves del prisma de su tes enfrentaron, en toda Francia, al ejercito aleman verda pia ideologia y de sus propias convicciones. dero, literal. En cambio ahora, y sin temor a ninguna La fotografia de Capa es ejemplar en la exhibici6n represalia, es posible enfrentarse al simbolo de ese ejerci to, y eso esta al alcance de todos. complejo juego de "Iecturas" sucesivas que toda fotogra; fia origin a, lecturas que se encabalgan 0 se contradicen; Hay que pensa!', incluso, que en ese desahogo, en el grito 0 la risa dirigidos a la mJljer flanqueada por los poli que coinciden 0 se enfrentan violentamente. Existen en cias hay, en muchos casos, un intento de expiaci6n. Du general tres niveles sucesivos que es necesario examinar se,
paradamen teo
rante cuatro anos la vida cotidiana de la Francia oeupada La primera lectura es ya no (0 todavia no) de la foto, ha recogido miles de historias terribles en las cuales la sino del hecho real que la foto registra (Ia propia fotogra cobardia 0 el terror impulsaron a mucha gente a mezquin fia es la materializacion de la lectura numero dos de esc dades y delaciones, acciones que hoy seguramente los ha hecho real, la lectura que efectua el fotogra[o). Esa prime, cen sentirse despreciables, 0 que quiza olvidaron. Yahora ra lectura es realizada por los espectadores del hecho real, se les presenta la ocasion de redimirse, la oportunidad de que son tambien acto res, ya que forman parte de ese hedemostrar ese heroismo que habia permanecido durante cho. Esos espectadores-actores aparecen en la foto: son los tantos anos sin poder manifestarse. Cuanto miedo, rabia, habitantes de Chartres que presencian el paso de la mujer impotencia y cobardia hay en esos gritos y esas risas. rapada 0 que Ia acompanan en su marcha hacia la prisi6n. En realidad, esa lectura que los espectadores-actores La lectura del hecho real que realizan sus espectadores efectuan modifica completamente el hecho real, 10 carga contemporaneos se puede percibir inmediatamente en sus
de una significaci6n y un sentido que 10 exceden:Donde reacciones: estan con ten tos, rien; ademas estan bien vesti-
hay una mujer rapada con un nino en los brazos, los habi tantes de Chartres yen el ejercito de Ocupacion aleman; dos, vestidos como para ir a una fiesta. En realidad partici pan de una fiesta, 2pero cual es la causa de tanta alegria?
caminar junto a esa mujer 0 simplemente presenciar su Hay un motivo global, general, que la fotografia explicita
paso se convierte en un acto heroico. de manera imper[ecta: la liberacion de una ciudad fran Esta metamorfosis re,ulta hasta cierto punta compren cesa pOl' parte de las tropas aliadas y el fin de la Ocupai sible, si pensamos en el contexto historico en el cual el cion de las tropas alemanas. Basta entonces de "resistentes" i hecho real se producia. Podemos, entonces, entender esa
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explosion de alegria, esa momentanea perdida de la con-' ciencia, esa especie de borrachera colectiva en la cual pari ticipaban todas las personas que aparecen en la foto (todos los personajes menos tres). 'yt Pero en ese mismo momento en las calles de la ciudad::: de Chartres, presenciando el paso de la mujer rapada;c,' habia por 10 menos una persona que no participaba de 1(;';£ excitacion general, que conservaba la cabeza fria, que des':':'::~' chaba la lectura enganosa realizada por los habitantes di" la ciudad, y que efectuaba Una segunda lectura de ese hee.· cho, que quedaba registrada en la imagen. Esa persona el fotografo Robert Capa. Capa pone, en 1a foto, las cosas en su lugar. Frente a se encuentra una mujer rap ada con un hijo en sus brazo~ que camina hacia]a prision y es seguida, acompallada, una multitud endomingada y alegre que se buda de No hay alii ni ejercito aleman ni heroismo; simplem un parentesis al horror de la guerra, un descanso no to completamente de tragedia. Frente a esa situacion 10 que hace Capa es avanzar metros "hacia" la mujer rapada, "enfrentar" a la multitud que se aproxima y entonces gatillar su camara fotograficac' El punto de camara que ningun habitante de Chartres ".'."'," comparte, porque todos ellos estan "frente" a la camara, es el medio mas eviden te que utiliza Capa para explicitar su lectura del hecho real. En la version "completa" de la fotografla (la que !leva el titulo "Francia, 1944"), que incluye la nina en el extre mo derecho cerrando el cuadro, es aun mas evidente la sensacion de enfrentamiento del fotografo con la multitud, Capa no tiene, a su lado, a nadie; en las veredas, detras de eI, no hay gente esperando, en consecuencia es improba ble que haya alguien detras de la camara; el fotografo adopta un punto de camara, es decir, un punto de vista, que es antagonico con respecto al punto de vista de los ri suenos personajes que acompanan a la mujer rapada. La version de la fotografia que tiene como titulo "Liberaci6n
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de Chartres, 1944" elimina a la nina y a la mujer de la dere cha; de esa manera prolonga virtualmente a la derecha la de personas que acompanan ala colaboracionista. En version completa, por el contrario, los espacios vacios que entre los personajes en el extrema derecho de la foto indicar que ademas de los personajes que se ven, eno hay otras personas esperando el paso de la colaboracio nista. De esta manera, Capa nO comparte con nadie su pun to de vista; hay alii una prueba material de la divergencia de puntos de vista y de lecturas, del fotografo con los , espectadores-actores, En la version mutilada de la foto este . enfrentamiento y esta divergencia son menos evidentes. Me parece que ese punto de vista del fotografo, que "en frenta" los puntos de vista de los espectadores, y que de esa manera explicita una lectura diferente, ha sido una elec cion deliberada de Capa. Pensemos en los innumerables puntos de camara posibles desde los cuales un fotografo pudo mostrar el hecho que la camara ha registrado. Cada uno de esos puntos de vista ordena los materiales de una manera diferente, jerarquiza esos personajes, valoriza sus gestos. Es posible concebir, por ejemplo, una foto sacada por un fotografo mezclado con los habitantes de Chartres, compartiendo entonces sus puntos de vista, y en la cualla mujer seria solamente un craneo rapado escoltado por numerosas personas que la ocultan completamente. Aun si el punto de camara fuese exactamente el mismo que el elegido por Robert Capa, pero si la foto hubiese sido saca da diez 0 veinte segundos antes, entonces la mujer, invisi ble a causa de las personas que esperan su paso, estaria disimulada en medio de una multitud. 0 si no, pensemos en ese mismo hecho, pero registrado un minuto despues; la camara gira, siguiendo a la mujer, los policias y los cu riosos, y entonces la imagen fija una muchedumbre indiferenciada. o imaginemos una foto que haya sido sac ada desde ese mismo punto de camara, y aproximadamente en el mismo momento en que Robert Capa saco ]a foto, quiza un se
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gundo antes 0 despues, y entonces el gesto de la co1aborac' cionisla, esa mirada que dirige a su hijo que lleva en zos, mirada que quiza dejo de existir un instante despue!>, ' esa mirada no es registrada por la camara. .t>''" Lo que quiero decir cuando aconsejo estos ejerciciQ~i"
imaginativos, esas fotos "posibles" pero que no existen, tando, aunque sea en nuestra imaginacion, de hacer vari~' los elementos significativos de la foto (el punto decam'J" ra, e1 gesto neto, preciso, de la mujer rapada), es que jus' tamente la Iectura que Robert Capa ha efectuado de es! hecho real ha condicionado la eleccion del lugar y d~r momenta en que la foto ha sido tomada. Ese lugar y ese:-,::; rnomento no SOD} de ninguna manera) "naturales", es deAi':,Ei\ cir, obvios, los primeros que se Ie hubieran ocurrido a euaJi:i~Y quier fotografo, ni tampoco "insignificantes" (ante tema tan dramatico como la guerra, la eleccion del punt",; de camara 0 del momento carecerian de importancia),!: Solamente desde ese punto de vista preciso (enfrentando,~. se a las habitantes de Chartres) yen ese momento (en <;);(: inst.ante exacto en que la mujer rapada mira a su hijo) s<;,ji;
produce Ja concordancia entre la vision del mundo
fotografo y los elemen tas especificas de Ia fotografia:
to de camara, gesto del personaje. Ese gesta, ese punta
vista, esa vision del mundo se ordenan como sol, luna y tiee,
rra durante un eclipse solar, en ese momento preciso en,.
que ellotografo se encuentra en ese lugar, en el instante. en que la mtijer mira al hijo que tiene en los brazos, cuane. do Robert Capa aprieta el disparador. La tercera Iectura es la que efectua el espectador de la. fotagrafia. No se trat.a de la lectura del hecho real, como las efectuadas por los acto res y por el fot.ografo, sino]a Iece t.ura de una lectura, la del fotografo, que ha originado 1a imagen que tenemos impresa aqui, ante nuestros ojos. La leetnra dellotografo (es decir, la propia fOlografia) y Ia lectura del espectador mantienen relaciones complee jas. Is obvio que, por una parte, Ia fotogralla condiciona poderosamente a sus lectores, dado que delimita un cam
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po de significaciones virtuales, que corresponde a cada uno de sus espectadores percibir y comprender. EI fotogra fo solicita asi el asentimiento del espectador y dispone en la fotografia los elementos para poder convencer!o. Hay,' .entances, una cierta compulsion par parte del fotografo para imponer su lect.ura (Ia fotografia) como la unica po sible, 0 al menos como la mejor. I:ero, por otra parte, Ia lectura de toda fotografia (yes pecialmente de una fotografia "historica" como "Francia, 1944") pone en funcionamiento en cada espectador tado un marco de referencias en el cualla fotografia se inscri be, marco que ella sola no puede modificar completamen teo Pensemos que las lecturas de esta fotografia que pueden haeer un ant.iguo habitante de Chartres, 0 un frances re sistente, 0 un colaboracionista, 0 un indio del Brasil son obviamente diferentes. No hay, digamos, lecturas natura les, sino exclusivarnente lecturas culturales, donde cada espectador pone sobre el tapete sistemas de valores, opi niones politic as, prejuicios y convicci·ones. AI mismo tiempo compuisiva (tendiendo a imponerse al espectador) e impot.ente (chocando contra la idealogia de cada espectador, ideologia cuya solidez "o!o puede conmover parcialmen te), la fotagrafia abre asi un cam po de significaciones posibles, campo que nosotros, sus espectadores, tenemos que tratar de delimitar y comen zar a recorrer. Hay, en primer lugar, un clima de festejo y de celebra cion, marcado por las banderas, par las personas que se asoman a las ventanas 0 que estan en \a calle. En esta fies t.a participan todos los personajes de la foto excepto Ires: ]a mujer rapada (el caracter infamante de esa cabeza ra pada, signo de colaboracion y prueba de haber mant.eni do relaciones sexuales con los soldados enemigos, es un dato que el espectador liene almacellac10 v que Ie permit.e com prender la infonnaci6n que slunjnlstra la fotograffa), luego eI nino 'Iue esa mujcr tiene en los brazos y que es, evidentemente, su hijo, y en tercer lugar el viejo que, con
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la mirada clavada en el suelo, lleva un envoltorio de ropasy,'t es, supuestamente, el padre de la colaboracionista.,;:,,'''' EI eje sabre el cual gira toda la estructura de la foto',et la oposicion entre esos tres personajes y todos los otr0~[ Hay dos mundos que se enfrentan, universos que Ca\!" detalle contribuye a diferenciar. Los habitantes de Chartrf' estan vestidos como para ir a Una fiesta, los hombres col corbata, las mujeres (sabre todo si sonjovenes, como I~". tres muchachas que marchan junto al policia que earn); na al lado de la colaboracionista) bien peinadas y bie !. vestidas. Por el contrario, la mujer rapada, can esa especie d~ guardapolvo blanco, y sabre todo su padre, can un mam~" luco y un saco par encima, estan pobremente vestidos. Es,i envoltorio can ropas y ese paiial que envuelve al niiio so i dos detalles que confirman la impresion de pObreza. La apariencias muestran un enfrentamiento que es tambie economico. Incluso ante la pobreza de la colaboracionis. ta y de su familia, uno puede preguntarse en que ha COIl, sistido esa colaboracion y cual ha sido el beneficio que eso~', personajes han sacado. EI pecado ha sido, guiza, tener ' amante aleman. La moral pequeiioburguesa de la gente,!"",:~i;i),': bien pensante de una ciudad de provincia aparece en se", gundo plano, amenazante. Luego estan las miradas. La colaboracionista mira a su hijo can un gesto neto, preciso. EI padre clava los ojos en el suelo. Se los ve solos, desamparados, humillados. Frente a elIos, los rostros debilitados par esas sonrisas y por la curiosidad deshonesta. En esa indiferencia compie" ta ante la tragedia frente a la cual se encuentran, en esa sonrisa bobaIicona, en esa regocijada participacion en el desfile, hay toda una definicion. Esos personajes endomin" gados son al mismo tiempo grotescos y despreciables. Fijemonos en las piernas. Las unicas que presentan un dibujo neto, preciso, 10 que a su vez evidencia gestos tam" bien netos y precisas, son las piernas de la mujer rapada. Comparemoslas con las piernas desdib~iadas de las tres
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muchachas que caminan a sU lado y que la miran desvet" gonzada y provocadoramente. : La mirada franca, la linea recta de una pierna bien asen" pisando el empedrado de Chartres, la determinacion "I tomar a su nino con ambas manos. Frente a ella, manos que no saben que hacer (miremos las manos de esas mis" ': mas tres muchachas), un caminar impreciso, sonrisas 0 semisonrisas idiotizadas. Es posible que un antiguo habitante de Chartres, 0 el
miembro de una sociedad de excombatien tes, pueda sen
tirse indignado ante .esta lectura que he efectuado de la
fotografia de Robert Capa, y que en su indignacion crea
conveniente tirarme a la cara la lista de resistentes fusi!«
dos 0 el relato de hechos que prueban la bestialidad de la
Ocupacion nazi. Estos son datos inutiles, porque la foto"
, grafia no habla ni sobre los fusilamientos de resistentes ni sabre la Ocupacion nazi. Y si habla sabre Ia Ocupacion y so bre la Resistencia, 10 hace a su manera, como veremos mas adelante.
Si yo digo que la fotografIa de Capa no habla sabre los
resistentes ni sobre la Ocupacion nazi, no es para estable"
cer un criteria restrictivo. Pretendo dejar de lado elemen"
tos puramente anecdoticos, pero no para despojar a la
fotografia de esos elementos, s,ino para hacerla escapar a
la trampa en la cual puede caer toda fotografia "historica"
y en general toda obra de arte vinculada a un hecho histo"
rico preciso. Esta trampa consiste en encerrar esa obra en esa circunstancia historica, haciendole perder asi toda
posibilidad de comunicacion con un espectador que no
tenga de ese hecho historico una experiencia personal
directa. Si la fotografia de Robert Capa es simplemente el
reflejo de un hecho sucedido en la ciudad de Chartres,
durante la liberacion, hoy no podria entablar una relaci6n
con espectadores para los cuaIes ese hecho aparece leja"
no, distan teo
Me parece, sin embargo, que por un procedimiento que
puede observarse en toda obra artistica valiosa y efectuan"
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caminar, a sus gestos, la colaboracionista es 1a verdadera do un rodeo, "Francia, 1944", la fotografia de Robert Capa, protagonista; en ese mismo momento deja de ser la "co habla tambien sobre los resistentes y sobre la Oeupaci6n. laboradora". Rapada, humillada, vencida, sola entre una Hay aqui, en efecto, la humillaci6n de la derrota, la pre- . potencia del niimero y de la fuerza, la complicidad de una' ',,,:":'i',:,.,,'" multitud que la mira como a una bestia enjaulada, y en raz6n de su propia tragedia, ella se convierte en la resis mayoria y la determinaci6n (determinaci6n marcada una mirada, por un gesto, por la linea de una pierna), tente. Incluso las miradas de los habitantes de Chartres que alguien que se opone y que va a luchar, que va a ml·p,Hor. . estantO n la foto convergen, ladas, en un nllcleo, un punto sobrevivir. Pero la resistencia no esta alii donde se podria suponer, y Ia escena sufre una completa inversi6n, que Ie \',;:;O\",::,J centra!, ese rostra marcado nitidamente par la luz cenital que seiiala claramente e1 volumen, y por e] fonda blanco permite escapar a la anecdota y hablarnos a sus especta de la camisa del hombre que marcha detras. Esas miradas, dores actual loS. Quien resiste, parad6jicamente, loS la cola inconscientemente, seiialan el verdadero eje del aconle boracionista. La mujer rapada se eleva a un plano de ,(d>.,:::\11 cimiento que presencian, revelan la insignificancia de los significaci6n mas general y se convierte en el simbolo otros personajes, denuncian su impotencia y su subordi de toda resistencia, la de los franceses ante el ejercito de, <;',\::\\"(i': naci6n. Esos personajes no son nada sin la mujer rapada Ocupaci6n aleman, la del negro sudafricano 0 la del obre que, ella si ordena toda 1a imagen, seiiala el orden de im ro argentino ante los regimenloS opresivos. portancia de los elementos, descalifica gestos y sentimien Capa habla aca de humillaci6n, de sometimiento, de te tos, y coloca en el centro, mediante una mirada 0 Un gesto, rror, y habla tambien de la resistencia de una mujer humi
el sentimiento profundo y verdadero. lIada frente a una multitud sonriente y amenazadora.
Resulta claro que la lectura de la foto que acabo de ha Los espectadores-actores creian estar viviendo un instan
cer, que es mi lectura, esta, como cualquier otra, determi te de heroismo al enfren tarse al ejercito de ocupaci6n, no nada por las ideas y los sentimientos que el espectador se daban cuenta de que se limitaban a abuchear a una mu
tiene previamente ala contemplaci6n de la foto. Y que si jer que tenia un hijo en sus brazos. Capa desenmascara
bien, como en las lecturas de todas las fotos de este ensa cruelmente aestos ocupados que acaban de dejar de serlo
yo, he tralado de manejarme con los elementos que el "lex para convertirse inmedialamente en ocupadores, enfren-
to" (es decir, la foto) proporciona, es indiscutible que mis tadas, ellos tambien, a una resistencia.
ideas (mi ideologia, diria alguien que estuviese en desa EI rnismo dia en que, al menos para los habitantes de cuerdo con mi lectura) aparecen a 10 largo de todo el es Chartres, una tragedia tocaba a su fm, y el ejercito de Ocu crito. La mas evidente es un cierto escepticismo ante e1
paci6n aleman se iba y lIegaban los Iiberadores, eSe mis espectaculo de la historia y, sobre todo, una cierta descon
mo dia ,ucia otra tragedia, la de una m~jer con una marca fianza an te las victorias.
infamante, junto a su hijo. Es esta tragedia que nace el En 1954, en e1 prefacio del libro de Cartier-Bresson De
tema de la fotografia. una China a.la aim, Jean Paul Sarlre decia: "Agradezcamos
Puede suponerse que el dia de la Iiberaci6n los "libera Ie (a Cartier-Bresson) haber sabido moslrarnos la mas hu
dos" ocupan el centro de la escena, son los prolagonistas, mana de las victorias, la unica que se pueda, sin ninguna
y en torno a ellos, los otros, los alemanes vencidos, los reserva, amar". Asi Sanre emilia reservas sobre todas las
colaboracionistas desenmascarados, se Iimitan a cumplir viclorias anteriores a 1954; es Iicito compartir esc escepti el roI de oscuras comparsas. Pero gracias a su mirada, a su [
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y aun con las victorias posteliores. Mas que cOltlra~:'
con la leyenda "Se van, se van y nunca volveran" aludien
do al abandono del poder politico por parte de los milita
res. Lo grave nO es que el25 de marzo de 1976, menos de
tres aiios despues, los militares argentinos se instalaron
nuevamente en el gobierno; 10 grave es que ese eslogan,
breve, sumario, como todos los esl6ganes, hijo del festejo
de la victoria, exteriorizaci6n de una alegria profunda y
verdadera. estaba err6neamente apegado a los sign as ex
teriores de la realidad.
Para toda actividad intelectual, y sobre todo para la ac tividad artistica, hay alIi una trampa mortal, enredarse con los elementos superficiales de las cosas, confundir la epi dermis y la significaci6n profunda de un hecho, EI escepticismo aconseja lafrialdad y la distancia. Cuan ta fl'ialdad, en efecto, Ie fue necesaria a Robert Capa para no ser arrastrado al festejo del arresto de la colaboraeio nista, hecho que la euforia del momento tergiversaba com CiSIIlO.>
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pletamente; cuanta frialdad y cuant~ insensibilidad aparen te, ya que eJ era el tinico que nO participaba de una ale gri a en la cual "todos" participaban, para poder descubrir, detras de las apariencias engaiiosas, los sentimientos pro fundos Ylas cosas verdaderas. Frente a nosotros tenemos dos versiones de la misma fo tog rafia de Robert Capa. La primera, que tiene por titulo "Francia, 1944", apareci6 en ellibro RobeTt Capa, que re line una seleccion de fotografias de Capa, acompanadas de textas suyos y de John Steinbeck, Irwin Shaw, Ernest Hemingway. Este libro fue editado por Studio Vista y la ICP (International Fund for Concerned Photography), funda ci6n creada en 1966 en memoria de los fotografos Werner Bishop, Robert Capa y David Seymour. Ellibro fue impre so en 1974 y el editor es Cornell Capa, hermano de Robert y tambien fotografo. La segunda versi6n, que tierie por titulo "Liberaci6n de Chartres, 1944", apareci6 en un numero especial de la re vista francesa Le Nouvel Observateurd('oicado ala fotogra fia y editado en el mes de junio de 1977, Las diferencias entre las dos versiones denuncian el condicionamiento que sufren las fotografias. Toda fotogra fia se encuentra en la misma situaci6n de una novela a la cual, por ejemplo, se Ie cambia el titulo, se Ie elimina un capitulo y se publica con un comentario que no coincide c
necesariamente con las intencioncs de
5U
autor. Nadie
habla de censura cuando una fotografia es recuadrada, por decisi6n de la publicacion ('n la eual apareee, ni nadie acu sa de tergiversaei6n a un eomentario tendeneioso que acompaiia a fotogTafias a las euales eontradiee de manera flagrante (pienso ell el reportaje de Cartier-Bresson sobre la Cuba socialista aparecido en la revista Lit'e). Primera difereneia entre las dos versiones, los titulos: "Francia, 1944" y "Liberaei6n de Chartres, 1944". Un titu lo se :imita a informar cl lugar y la fecha en que esa foto fue realizada; el otro, ademas de esa informacion, habra de la "liberaei6n" d(' una dudad franeesa. En frances, para 83
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Un publico frances, la palabra "liberation" es mas neutq. Por supuesto que el personaje central del reportaje que de 10 que parece a un extranjero; es la toma por parte . incIuia la foto de Capa no era la colaboracionista rapada los ejercitos aliados de una ciudad anteriormente ocupa,;;, ;:".'.ino una resistente. EI titulo de ese reportaje era: "La re da por el ejercito aleman, duran te la Segunda Guen~'i de Chartres: la bellajoven de 17 anos Nicole cuen Mundia\. "Liberation" es una referencia historica pre tisa ,':'?}':; corresponsal de guerra de Life la historia de como ella (sucede 10 mismo con la palabra resistencia), desprovist~,i.i;tf' a un aleman". en cierta medida, de emotividad. . .. Comentarios diferentes, explicaciones diferentes, lectu Segunda diferencia, los comentarios. Arubas versiones 4e,;l Seria interesante efectuar el inventario de Ja foto Son acoinpanadas por un comentario. EI de la pUb!\~':~' lOdas las ocasiones en que la fotografia de Capa fue pUbli cacion norteamericana es breve y neutro: "Perseguida POJ1)i;'i:;:>.';
cada, todos los titulos que recibi6, todos los comentarios los abucheos y marc ada por la cabeza rapada, una colab()'f~r#;:lf~h'<..." que Ie fueron dirigidos. racionista es exhibida a traves de las calles de Chartres l"ci·.,'·Wi;;·,P,'.;,; Pero mas interesante, y al mismo tiempo mas esencial go de la captura de la ciudad por las tropas aliadas". que los titulos 0 los comentario's, que al fin y al cabo son EI Nouvel Observateur comenta: epifenomenos que, como hemos visto, pueden y no pue Esta fotografia que todo el mundo ha vislo es mente una fotografia desconocida, reprimida. Es insaporc:>;:?:
table,
demasiad~ clara para ser simple. Una mujer rapad~i'i\
','
Una colaboracionista. Ella paga, pero ~que exactament~f.jJ;;;}§1',~~~/:
minable 0 bien ella es la hermalla de 13 nifla de Never1\:«!:f$
que estara enamorada aun en Hiroshinla. ~Es verdadera:
mente una fiesta de ]a liberacion? Sf, perc entonees
que enlenderse. Liberacion del miedo para muchos.
tejan la suerte de no ser ellos los rapados. Fiesta innoble;':
Esta i,mag-en no tiene Hombre. Es quiza la mas terrible [9
lografia de guerra de Cap,l.
::i I; Ii:
I i I'
La fotografia de Robert Capa habia aparecido pOl' prime ra vez en Ja pagina 21 de Life el 4 de 'eptiembre de 1944. EI comentario que esta al pie de la foto es el siguiente:
I
Colaboracionist
I,
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den hacerle decir a la foto 10 que ellos quieren, mucho mas determinante para.la propia foto son las modificaciones que "en ella misma" sufre, las transformaciones que se Ie obliga a soportar. En primer lugar el tamano. "Francia, 1944" esta impre sa ocupando mas de una pagina dellibro (a eso se debe la linea vertical que corta la foto) , Y sus dimensiones son, aproximadamente, 23 em de ancho y 15 ern de alto. "Li beracion de Chartres, 1944" ocupa una doble pagina int.e gra del Nouvel Observaleur, su superficie es tres veces mayor que la version americana de la foto, ya que se despliega en 41 ern de ancho por casi 28 ern de alto. Las dimensiones dispares provocan una serie de diferen cias. En la ampliacion mas grande se pierde algo de defi nicion y el grano aumenta, 10 que provoca una impresi6n mayor de "actualidad". En ellibro sobre Capa, ademas de presentar una ampliacion mas pequena, en consecuencia can menos grano y mas definida, el papel es de mayor ca lidad que en la revisla francesa; en consecuencia hay una gama de grises mas vasta y entonces la "actualidad del !le cho contempor:llleo" deja su lugar a 1a nostalgia del hecho pasado. La copia del Nou.vel Obse1vateur presenta (anos empastados, mientras que en "Francia, 1944" los volullle nes y los tonos son netos, precisos.
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""""1
I ~L
La version "Francia, 1944" sufre dos amputaciones; en
primer lugar, una franja a todo 10 largo del borde izquier-'
do (en "Liberacion de Chartres,.l944" la pierna izquierda""
dda miljer que,con su hija de lamano, est:fenel borde!
Izquierdo aparece completa:eihdusose' ve unapequeii'al'
franja del empedrado, 10 que no sucede eri'~Fraii'cia';
1944':,ya que'e! borde corta la.piernade la mujer) ,Ade;
mas, a causa· de la impresion sobre dos paginas, la union.
de esas paginasha elirhinado eompletamente un persoiia:t:.
je,la mujer sonrienre queaparece junto a: la nina con chj)
leeo, y que ha desaparecido, magicamerite, d'e la fow ..
La versiori titulada "Libeiacion de Chaitres,1944"
fre una modificacion del encuadre;yaque o~iie los dos""
petsonajes que ocupan el extre!"o'derecno de la versioii'
"corhtHeta" (comO'seve, no hay vetsi6n'(;ompleta): bmdY
je,r d:lllsorhbre'ro y lanina'i:l'i~mirahaciaatras en'ditet
cioh ik Ianl'tijeI'rapitda'" Ali eXcluirlOi 'dos' "ulti'rh~6~
p;rsorajes (ulii.mospor 'Pilrticla doble, ya'que son 10sqJ
. ipar&en'ch~ando elellcuadr~;Y:fide~as porq lie' esposi:
hie qui,\iesRues de ellosrio, haya n~die Illas, fuera de lcl~;;'
l\~itesdelcJad~,?; porque yahayespatios,vaCios rqistanL
ciis entielas'personas que ap'arecen en la foto),' "Libera:
cion de Chartres, 1944" deja suponer, contraiiamentea la'
otra version, que a la &~redla del cuadro hay mas especta:
dores y, 10 qlle es mas importante, que entre los habitan;
tes de Chartres hay gente que comparte el punto de'
camara, es decir el punto de vista, de Capa, Pero justamen
te una de las cuestiones basicas de esta fotografia es que
Capa no comparte con nadie el punto de vista, ya que "en- .
frenta" a los habitantes de Chartres y sus puntos de vista,
literales y metaforieos, AJ omitir a la nina y la anciana, y
de esa manera al dejar indeterminada la presencia de otros
espectadores fuera de los lfmites de la foto, a la derecha
del cuadro, la version titulada "Liberacion de Chartres,
1944" disimula, oscurece, una de las significaciones cen
trales de la fotografia de Robert Capa.
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6. Luz.' de camara y contraluz . , . "
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Lo que se advierte en primer lugar ante el retratd de Julia Jackson' realizado por Julia Margaret Camer6n'es la franja intehsamente 'iluminada' que oesdehde' desde l::i ca beza hasta ",I tuello, En esta;tbrrio'en'todasla~fotbgrafias, 'd gracias.a:Ja luz que un objeto'existe, Lo que 'queda ftii: ra de la luz, en 1::1 sornbta; Ib quFno'se ve, n'o histe.'!;'·'·; '. ·En segundo lugat,' enest"Jfot'ografia sd tiene la imr ie: sion ae que la luz''Ilega'',ue's detirque'nb )\'i!staba~' ::In'1; anterior a la fbto. Pero riosolamente laluz llega'sino que parece "estar llegando" eI} el preciso momenta en qile se produce la lectura del espectador; nos encorittamas ante dos lecturas casi simultaneas, la del rayo luminoso y la del espectador. La luz dirige lalettura del espectador y este no puede sino subordinarse. EI hecho de que la fotografia de la Cameron sea un re trata no debe hacetnos olvidar que antes que nada es una fotografia. Debemos evitar la tentacion de elevar el retra to ala categoria de "genero fotografico", con leyes y nor mas particulares, intransferibles, que no sirven sino para el. Las considerationes sobre los generos generalmente disecan a las obras, las encierran en compartimientos, fa bricando asi modelos rigidos y canminatorios. La nocion de genero no sirve para nada. En primer lu gar, porque todas las grandes obras tienden a destruir el 91
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caparazon del madela del genero, yes casi siempre su di·'
sidencia respecta al madela preexistente un sintama de su.'
valar- Yparque cuanda se pretende que esa gran abra fun,,,,
da un genero, y actua asi cama un gendarme de las obias' futuras, abligandalas a adecuarse al madelo, se tergiversa completamente su caracter y su prapia razon de ,ser, ql\~; es justamente la de abrir perspectivas nuevas, Y 1,10 la d~;. restringir el campo de significaciones pasible, alobligara:' las abras que vendran a transitar determinados caminos,'" sa pena de excomunion, La unica luz que ilumina a Julia Jackson (la mujer de"
Leslie Stephens y madre, entances, de Virginia Waalf) vie,), . ne de arriba, de la derecha y de atras; 1.0 primera que toea';'::'
es la Il"orte superior.
d,eJimita, elpbjeto,j\I-o separa,ct",I,[ol1d9P!'CUfP,,!";; ,.iY:Yi,
·,.J,;l1 eg9,'esa; luz re,CalTe.la.ca,PeZil"Se, dempraen, llt1!P~i£ q.uepP.,lI,\e.cl;!Qn cfecapellos.9Icinadas 'pw, ",.I );ontiallJ~;i, t>aj?1P9l;\a fr"'nte; r",,corxeJaIJ,ariz,amplia,,la;bo<:a,,la ,ba" billa,La.l~z lrlVfptilria, asi,cacfa.,l,lrio .d,e Ips el"rnentosd¢I "rpstr9d"J.uliaja Cksol1;,a,I'm ism9 .Siett1pQqqe,va,ill,ltnirt an; , d.oIQ;yelespectadortiene]a il11Pxesi6n cleiirte(9rriitndolQ '" con Jayema,cfel dedairidiq,: frente, nariz; boca, barqiUa; , !,.uego, ia luz,ban-eel,cuello de JuliaJatksan y' desp-\ bre IQs brillas de los adornos sabre suyestidQ; ,cuella,y vestidosan los ultimas detalles iluminados del retrata; hi luz reaparece, esparadicamente, de manera mas Qmenos evidente, en la linea de la nuca, en un pliegue casi imper-' ceptible de Ja tela del fondo, sobre el hambra, En la re praduccion de esta misma fatagrafia impresa, cama ,tarjeta pastal, par la Natianal Partrait Gallery de Londres, repro duccion que disminuye el contraste can una copia en una gama dG grises maS amplia, estas detalles (el cartinado del fonda, la nuca) son claramente perC<':ptibles, En el retra ta deJuliaJacksan hay una cantidad limitada de elemen tas: la linea del rastro, el cuella, el ajo (el parpada, la pupila, el crista/ina brillanda can esa luz que Ie llega casi de frente), Otros detalles que "narmalmente", es decir, si 92
la fota se adecua al modela del genero, canfiguran ,un ,re trata (las manos, la actitud del cuerpa, el diecarada', por ejempla) son amitidas. ,"Hayaqui; nuevamente, cama'en,varias de las fotogra fia' que heinos examinado, un canflicta, Laomision deJa'; detalles'que',nosan irriprescindibles deja, frente afrente, uri'r6stto y una fuente de luz; entre esas do:' eleri1<,ntoii se prdduteuna tension, tension que'organiza brillas,line~s, rextliras,volumeh'es: c'; La (inka fuente'de Juz, entonces, esta'calocada a la de' recha der'persanaje, arriba (es decir a una altura mayor 'que sus ajos) y atras, can relaci6nal fatografo, ya'queilu mina sola parcialm'ente la parte visible, pa~a 13' camara, de'l rostra de JiiliaJackSan; esa fuente de luz esta caldcadafo'r ma,?-d(j 'iin aii~ula '6btllsoc<,m'eleje de la camara, es il'las urh:orittalllz'que un:a luide camara. " ,... ,'" .... , 'Hnitllit?e diinar~ esaqllella que se encuentd'pr8x~' '~'~~sic!~Illara 'copsecuen·cia/ ilumina 'exacta~e'n_t~ 1(>"(l'ie ve 'lacail1ara, La.s fatos sacadas con flash adosado,~ la'cama,ra'canStltuyeri su ejemplacatitature,sco, Es/:a' dis· posiciohde la lin tiende a destruir unelerriento hiiied para'h perci'pcion deliri objeta, latextura. Elf1
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camara un angulo de unos ciento veinte grados. De esta
manera, esa luz cumpie una doble fun cion, ya que esta cer,
cana a los noventa grados, el angulo ideal para evidencia~,if
I", textura, pero se inclina en direc.cion a los cie1Jto ochen~'
tagrados, y 'lsi marca: netamepte los vollimenes.,:
Si esa fuente de iluminacion, colocada definitivament~
'" los ciento veinte grados, estuvie~e ,ubic~cia a IaIIlisni
,altura que los ojos deJuliaJackson"tocaria solamente hasp:
ta un poco mas arriba de lafrente.Julia Margaret Cameron:;
eleva la altura de esa luz y, entonces; 1'1 linea de 1'1 parte")
sup~rior de 1'1 cabeza queda marcada claramente.
La altura exacta de 1'1 luz, su posicion respecto 'II ejed~ la camara son ele~ci?nesque, 'II misp1otiempoque se pre, septan c?mo las I1).ejOles,proce<;len deyna"speciede/9;,: venmio de.las <;ltras solucione:s posi1:Jles;:(le~.ec\1aclas p?,( e1 fotograf<;l. PorejerIJplo, e.sa lipea qlfe ,en"elrostro cleJuli~: J'.'ck~?~ Wflf;cala separaciop-union d",la zon'.' iluminaday: 1'.'~W'la,de" SOrIJpra, ;lineq, quedes~iende d", .19S cabel1%;!
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Sus fotografias son jtous no porque ella hubieta'delie beradarnen te buscado ese medio de expresi6 n -no es sino': mas tarde que se puso de moda- sino iinicamente': poi-que"
los objetivos que ella utilizaba no eran adecuados para ret gistrar .detalles riguros()s. i'"'J~;;,'
dej\l.I~~i"~Plelcontipent~',dela~,~~bra:i,~cluyelu~g())
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los ojos"en la,llfz, luego qtraviesaJa meji1]ay d"sapafece/; ~n).aha~b.ill\l' ~e~orrierido tOcl?e~e pai~.ajey desliza~~: dci,se.sobreesa carne, eS;J; linea indica la posiciopexact"
de 1'1 fuen'te de luz y tambien, al ,mismo tiempe" senal,,
esa posicion como 1'1 solucionque ha sido flnalmente ele
gida.·
El borde superior de 1'1 cabeza, nitidamente seiialado,
marca, a su vez, 1'1 altura de 1'1 camara y, por omision, las
alturas desechadas. En tocias las grandes fotografias se per- .
cibe 1'1 trama de la organizacion formal; las grandes foto
grafias hablan, tambien, de ellas mismas, y 'lsi despliegan,
arite el espectador, su propia estructura, indicando sus puntos de tension. En su Histaire mondiafe de fa jJhotograjJhie (edicion fran cesa adaptada por Emmanuel Sougez), Peter Pollack dice que Julia Margaret Cameron "se contentaba con 1'1 debil c1aridad que bajaba de 10 alto de su estudio". Asi Pollack parece insinllar que esa luz que vemos en el retrato deJulia Jackson es simple mente obra de una rutina perezosa, prue 94
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Nuev<\mente .el azar, otra vez, laCameron.ptisionqa,r1.e: las.imperfecciones tec'nicas. Pero abandonemos el di,lirio del historiador y temitamonos 'II retrato de Julia Jackson:c En ese rdrato,"efectivamente, la,zonade foco p estrecha ycorre, exactamente; poreLperfil de laJackson;adelante:. (por ejemplo, el ojo) y detras (Ia parte .posterior delclfe:; 110) nos encontramos con d desenfoque. Es precisamente gracias'll foco limitado, como antes gracias ala luz, qu'e la fotografia efectlia, e incita a efectuar, un nuevo recorri: do por ese paisaje, desde el perfil dramaticamente defini dopor esa luz que recorta el volumen, descendiendo lentamente por el desnivel semipenumbroso de 1'1 pared' lateral de 1'1 nariz, hasta la planicie, 1'1 mejilla parcialmen te dese nfocada. Porque justamente en su economia, en esa linica luz in suficiente y en ese foco limitado, 1'1 fotografia ofrece, pa radojicamente, el inventario de todas las texturas posibles, de todas las defmiciones posibles, de todas las iluminacio nes posibles. Exactamente 10 contrario de esa resignacion ante las limitaciones tecnicas que insinlia Pollack. Nos en contramos ante una expresion artistica que utiliza todos los instrumentos que tiene a su disposicion, sacando e1 maximo provecho incluso de sus limitaciones. Extension 95
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de las fronteras, busquedas de nuev~s horizontes yde nin-'.'tf'~\~i~·!~{f;
guna manera enCierro en un pequeno terreno vedado; no, ,i);o!:"!';i.
GO~1templacion melancolica de los barrote's, sinojustaJ;Ile~-".,,:;' ",if.>
te explosiondeJoslimites; descubrimiento de territori6s;J!
"irgenes, busqueda de algoque.; antes deJulia Margaret;:,
Cameron,parecia jnaccesible,· , ," "", . '. "', 'iAli
,'En el rerrato de]uliaJ ack~onno hay grises, solonegrd~;
y blancos: blancos, 10 que la ltiztoca; negros, 10 que no al")
canza a tocar, la sombra, Ante esta foto en la cual no hay' tonos intermedios, se tiene la curiosa impresion de podpr ,/' reconstruir todo el proceso que conduce a la imagen, panirdel negativo'virgen al cual hiere elhaz de,luz,lu2'" que el reveladoconcreta en unas huellas que han de quec',',,'li dacsolas luego que"el fIJadorsaca, el resto, 10 'que' no ha'<:' '.,·h·' sid,:> tocado por la luziEnesta imagendonde hay solamfn'\i;: te;negros yblancos, comonotener presente laimageiliI\'f"i vertida;, esenegativo 'elque'loblanco:se traduceiie~I; negr6,y,ivicev~rsa.'Ante'dretrato.de JuliaJackson no,,',en";, coiHramos; cas!; comoanteel 'daglierrotipoque bastagi~,; raceh Ja.mandpara' quela imagen positiva se transforme!,' rapidamenteen"'legati;:o,' '", ',,',Esta imagen'final'que:desairolla, ante nuestros ojos, proceso integra de su elaboracion es la misma que marca,: ba; en la posicion de la fuente de luz, todas las otras ciones desechadas, y en la altura de eSa fuente, las alturaS que no han sido elegidas; yes tambien laimagen que pare' ce hecha con casi nada, pera cuya precisa estructura co' mienza a revelarse en la linea del perfil, en la nitidez de la estrecha franja iluminada, en la ausencia total de grises 0 en la omisi6n de los elementos que no son imprescindibles, Yfinalmente, detras de esa imagen advertimos la figura de esa mujer que hace mas de un siglo, "contentandose con la debil clarid:idquebajaba de 10 alto de su estudio", utilizaba, como un escalpelo, la delgada franja de un foco precario, porque los objetivos que utilizaba no permitian captar con precision los detalles, para, de esa manera, fi jar para siempre el perfil de un rostro de mujer,
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7. Cuestiones de metoda
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, En'labasedei intento deexplicacion de media docena: de'fotcigrafias que'constituye este, libra, se encucntra un; problema,material:,la dificultad, ante un'a fotografia, de'; proceder a un ,analisis racipnal; de fundamentar pertinen"; temente: hnjuicio 0 aun Ia dificultadde..emitir unjuici6> En'el'bbsque'de'la,fotbgrafia, en medio de las innumera.",' bles fotografias ,con -las' cuales nos: vemos confrontados,a ; diaiio, parece que nosotros, sus'espectadores, nos hallamos, completamente desamparados, sin brlijula: Ante ciertasfO-', tografias experimcntamos una sensacion difusa, indefmi-' ble;'que guedaa la postre indefinida;' , , L'osescritos que tienen com'O objeto la fotbgrafia con- , tribuyen solo excepcionalmente a aclarar el problema. En . primer lugar,casi todos son historicistas; la perspectiva his torica esta en la base del proyecto, 10 que dispensa de otro tipo de consideraciones mas riesgosas; la monotona ,eite racion de fechas y de nombrcs siempre identicos es al pa recer ,inevitable. En segundo lugar, abundan los estudios sociologicos, de los cuales los trabajos de Cisele Freund son ejemplos. La perspectiva sociologica aparece siempre como un desvio tentador; se comienza a hablar de la fotografia yfinalmen te se termina examinando eI problema del periodismo en la Alemania prehitlerista 0 la situacion de los Estados Uni-
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dos durante la Segunda Guerra MundiaL Se desborda el objeto de analisis, se 10 deja de lado, se 10 coloca entre parentesis, y en su lugar aparecen consideraciones mas.! manejables. . Otra categoria de textos sobre la fotografia son los es;,,/ critos "esteticos", simplemente ejemplos de un enfoque,i precientifico. EI arte, "reserva de la irracionalidad", apa-;," reCe como el refugio de una actividad (la fotografia) qu,,) si recibe el salvoconducto artistico es solamente para con-,' finarla en un compartimiento inoperante, Las revistas es-:/ pecializadas en fotografia abundan en este tipo de textos, ? La ultima serie de escritos sobre la fotografia esta in,'" tegrada por los que aplican al area de la imagen fotogra-'; ficajnslruinentoS y metodos nacidos,. perfeccionado,~ aplicados .priori tariainen tee,notros·. dOlpinios ,.~La)te.i~ flexi6n sobreJa,foto .aparece.comb un subproducto .ql}~( toma,en.cuen ta mucho' inas los principias gene:rales.quec eLcampo, particularalcualse,apliean,.Cuando jen: "EI men" saje.fotografico", 'ensayo de Roland,Barthes qlfe heITios'; examinado·en.el capitulo 1, se,traducen en. "terrpcino's true.tur'ales::':.los pracedimientos de'connotaci6n diferentes niveJe:s. de'producci6ndela fotografia! produce'una enumeraci6n de dudosa aplicaci6n,en I,a, nueva parcela (la fotografia), parcela queel, Metodo,-; con, un criterio imperi<.lista, pretend" simplemente anexar. Pido al lector disculpas por la simplificaci6n a la que, toda generalizaci6n obliga, pero si he efectuado este resu-,: men.de los textos sobre la fotografia es por dos razones. En primer lugar, porque todos los ensayos, historias y articulos sobre el tema que he leido durante la prepara-: ci6n de este trab~jo pertenecen, sin excepci6n, a una u otra de estas categotfas. Yen segundo lugar, porque este libro tiene una pretensi6n desmesurada: no participar de ninguna de las categorias de textos existentes. En conse cuencia, este ensayo no es ni historicista, ni sociologica, ni "artistico", ni semio16gico.
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EI lector de este libro ha podido advertir que consiste eri el analisis deun cierto numero de fotografias, que he pretendido explicar tomando en cada una de ellas los ele mentos especificos que el fot6grafo ha utilizado. En todos loscasosse' trata·de fotografias que a'precio enormemen-' te/Y antes que nada he tratado de explicai-me a mi mismo', . lasb.z
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"Y, pOl' otra parte, desde el momento inicial de nuestro texto hemos querido que el analisis se enfrente a objetos
autonomos, suficientes, valederos. Evitar sucumbir, pOl'
ejernplo, a Ia: tentaci6n c!e analizar fotos pubJi~itariaso.
imagenes estereotipadas de cualquier tipo. Nos encontra"
mosante:fotografias fmicas, de ninguna manera intercam'
biables; yqueexigen,dada una de elias, enfoques precisos,! originale$, acordes con. suspropias caracteristicas.
No hay en este libro un modelo, de analisis que pued~',
ser aplicado, 'con algun retoque circunstancial, a todaslas
fotografias. D,e la misma manera que no hay modelos para
hacer,una fotografi a (simplificando: no hay tecniCil), tam,
poco puede haber modelos para analizar)a. Es pOl' eSO que"
porrejemplo, para con,siderar la fotpgrafia.de Stieglitz se,
ha,obsetvado'la organizati6nc!el espa~i9;paraanaliprla,: " "
foto dd:fine se ha destacado la altura de camara y e!focpi Y}'~'I;~{~B;
elementos.que,resultan inadecuados para .comprender "E1,g":""C
enlrepiiente"; ,Yasl ,.On las,olr,,,s fOlOgqfias: en '''Paris,:1"s,:{ provisiones el domingo a lamanana;j""'e),prQblemadelils;[ '. , !ineas oblicuas ydel deseqlJilibrio es .central; en la fOlo si,:, guiente CLt familia"), por el contrario; son las lineas rec,'· tasy laregularidad e,l principip.bisico de cqnstruccion. No.. hay, entonces; mOdelo de analisis. POl' otra parte, las fotoS elegidas son "ejemplares"; cada ,. una de elias presenta un elemento central, que con fre' cuencia las otras consideran de manera secundaria. EI analisis, . entonces, Se eocuentra ante el problema de de, tectar ese elemento central, ese principio de construccion, y luego explicarlo y deducir todas sus implicaciones. Si bien en la eleccion de las fotos no se ha actuado de acuerdo a preconceptos, espero que se advierta que esa eleccion obedece, sin embargo, a ciertos criterios basicos. No hay, pOl' ejemplo, fotos en colores 0 fotomontajes, y el conjunto de las seis fotografias permite esbozar un cier' to tipo de fotografia al cual va, evidentemente, mi predi' leccion. Que tlguren Cartier,Bresson, Hine y Strand y que, pOl' el contrario, nO figuren David Hamilton 0 Sam
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Haskins no es, obviamente, casuaL No hayaqui ejenl'pl;'s . de esas imagenes que Cartier'Bresson califlcabacomo "puestas en escena sin el menor sentido de la formay,.pe la dialectica, esas here,ncias de la moda y delapubliddad". Este texlO sobre la fotografia es un 'ensayo.-Lo es:por' que responde estriCI~mente, induso en suslimitacionesy .suscarencias, a 10 -que Georg Lukacs en el prologo. de El alma y las formas y, sobre todo, Theodor W.Adorno en "EI ensayo como forma" establecieron como definicion dd ensayo; y se ajusta a las 'consideraciones que Adorno, un ensayista, ha efecmado. En primer lugar, el ensayo, al ser "uria especulacion.acer, ca de objetos especificos, yapreformados culturalmente", se encuentra en una situacion de dependencia respectq a . esos objetos preexistentes (en este caso un conjunto deJo~ tografias) que intenta analizar. En la aparente modestia.<'\1: esta existencia dependiente, el ensayo esconde, sineinJ:'1~i-" go, Ia soberbia. "La sencilla modestia [de la palabra e,ns~y?l es una orgullosa corte;sia. EI ensayista despide las pq:'piis; orgullosas esperanzas que alguna vez se creen habei.ll~ia~ do cerca de 10 ultimo: se ttata solo de comentari'osa'las' poesias de otros, eso es 10 unico que el puede ofrecery, en el me;jor de los casos, comentarios a los propios conceptos. Pero ironicamente se adapta a esa pequenez, a la eterna pequenez del mas profundo trabajo mental frente a la vida, y con ironica modestia la subraya aun." La modestia es, al mismo tiempo,aparente y reaL En el respetuoso acercarse ala obra que constituye su objeto, en esa modestia real, se halla la pretension de hablar de igual a igual con esa obra, de entablar un dialogo de pares. EI ensayo pretende completar ese objeto, prolongar sus con' tenidos virtuales, continual' la obra del artista. EI ensayis ta, espectador privilegiado, se convierte en coproductor. Su actitud se encuentra mas proxima a la creacion que a la recepcion, y el ensayo reproduce, en su area, la situa cion azarosa, titubeante, del propio creador. Con pie de plomo avanza pOl' un terreno resbaladizo y no quiere vel"
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se llegado al final del camino, a diferencia del criticcuike ,considera, en un cierto momento, haber,dado cuenta4 ,Ia obra. 'j',."o'!\:,,\:? Asfseexplica que:.el errsayo sea parcial y fraglI)~ri,t~ ,"Mientras armoniza.concept9s los unos,conlQ s ott(i§'i(' retrocede arite e1.concepto, superior. bajo'el c,ual h,/-br f";i!l · .subsumirlos a todos;: 'I', por otra parte,!'1a discontin\1ii'k~ ·es,e~enciai alensayo, [yaque] su c~sa,essieII1pre,ui):/cO: :flicto' detenido ".c ".", -.> <-' ....': :')·1Y.~~';~V:ib~; Parcial, fragmentarioiel ensayo pue4e parecer t<1.m caprichoso e incompleto. Como dic.e Adorno ".[el ,e).),§<1Y.\;\) · no empieza por Adari y Eva, sino por<1qy,ellode que;:<:ttiX~~: ·re hablar;dic~10 q).le a su propositocse I", OC).lrre; terjJ:ii.M' . . ,cuando. se. sien te ,Ilegado al.f1n<1I'.', '" I',. Ct" ' i
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Treinta y cinco anos despues del momento en que Bazin escribi6 su ensayo, la revista Cahiers du dnerna cOIllenz6la
publicacion de una coleccion de libros sobre cine, EI prie;; mero es La camara lucida, cuvo tema no es el cine sino la"" fotografia (en esa coleecion 'es el {mico libro sobre fot';':; grafia). AI parecer, para hablar de dne, en la recopilaci6n~l' de ensayos de Bazin 0 en la coleccion de libros sobre cineY hay que empezar hablando de fotografia. " En el campo de la fotografia la reflexion de Roland';'.;; Barthes es la mas seria, profunda y util. Esta utilidad quizi se deba a que Barthes despliega no s6lo los resultados de la reflexion sino tambien sus avatares: 10 que quiere hacer, es decir, su programa, las carencias que quiere resolver, los problemas que enfrenta, sus exitQs YS\ls fril~asos, Barth~s "humaniza" la reflexi6n al hacerla elirabajo de un horne q~e,'ypor eso I)osincitaa que,(losQ\r
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Roland Barthesdesanolla por primera vez eItema, de la fotografia en "EI mensaje fotogrmco", ensayo publicado en 196Q en larevista Communications. Ese texto estaanalizado detalladamente en ~i capitulo 1 d~ este libro, No hay nada que aiiadir a eso, ya que tengo la impresion de que en el momento en que 10,escribi sabia mas de 10 que se ahora, Hay dos observaciones, sin embargo, que desearia hacer. .La primera es personal. Lamento no haber destacado mas claramente e1 valor que Ie adjudicaba al texto de Barthes, y 1amento haber dado a veces por sobreentendido ese valor. Cuando escribia ni remotamente pensaba que eI propio Barthes iba a leer mi texto, y a eso se debe la desene voltura de algunas de mis observaciones, que hoy me ree sultan desagradablcs, A pesar de eso, y mostrando una humildad sorprenden e te en una celebridad como eJ, el propio Barthes deda que
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10 que yo habia escrito divergia "con 'cortesia, segiin 'ileo; de mi texto, escrito hace tiempo". , En segundo lugar, unO advierte que en "EI mensaje fOe tografico" Barthes toma como objetonoya la fotogratlii sino la fotografia periodistica. En el segundo eslabon, de su reflexion
de entrada, y en funci6n de la delimitacion desu objeto,
el problema de 10 que se podria llamar el "sentido" de I;
fotografia, tomando fotografias que, Ie pareee a Barthes,
tienen inevitablemente sentido. Para eJ una foto periodis:
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tica 0 publicitafia siempre "quiere decir algo". . Pero 'esta decisiori 10 deja insatisfecho, ya que nosola meritetoma primerolafoto periodistica y 1uego 1a publi' eitaria, ·sino 'que, cuando prosiguiendo con su teflej(ipn sohre 1a fotograffa escribe.La camara lucida; empieza.tO' mandofot<;>grafias "que aelle gustan",fotognifias; di'gil rrios,"de valor", hedias por Mapplethorpe 0 Avedon; par ejemplo. Es sobre 1a base de estas ,'buenas" fatos que Barthes va a construir SU dupla "studium-punctum", pero a milad del camino, al.terminar la primera parte de La camara lucida, abandona esas buenas fotos y comienza a trabajar con la fotografia de su madre recientemente fae Hedda, tomada cuando era nina, en e1 jardin de invierno. Es a partir d~ esta folo "privada", que Barthes no nos va a mostrar, que elabora la formula del "esto-ha-sido", A1 parecer, a 10 largo de su Vida, Barthes ha estado tra bajalldo sucesivamente diferentes "tipos" de fotografia (periodistica, publicitaria, "buenas fotos", privadas), que ha ido tomando y desechando cada vez. De ahi que una relectura actual de "EI mensaje fotografico" permita per cibir claramente un rasgo central de la reflexion de Barthe" es Ull trabajo de pionero. Dado que, al mismo tiempo, tiene que inventar su objeto, delimitar su territo rio, fijar su programa y 1uego desarrollarlo, uno corupren
III
de que tantee, que titubee, que intente algo y que Iuego desande el camino. (Seguiri asi hasta el final: al terminar Ia primera parte de La camara lucida efectuara su "palii1o~:: dia";es.decir,su retractacion, y comenzara a hablar.dela;;'! foto de su madre.) :'..:" .. Pero eneste trabajo de pionero uno tiene Ia inipresi6 ll,;' de que cada una de sus observaciones es.utiI,yaun.i:uarr.j;: do no desarrolle esas ideas, 0 aun cuando Iasdeseche; e1: lector.de Barthes podra, a partirde sus textos, seguirpeu'c sando,reflexionando·, . ': Algunos ejemplos: cada uno de los procedimieIitos'de: connotacion que Barthes enuncia en "EI mensaje fotqgfa'. ' fico"puede ser analizado y desarrollado. Las veinte lineas que dedica al trucaje,·nombre dado pore! a 10 que se' dna llamar ,"fQtomontaje", por ~jemplo;'nOs:permitenpeh- .:,,,,,.,,, sar'en esa fpto 'que'muestra algo.que:nunca.se produjo (ese' ",,';<,;;X', encuehtro de un pbliticonorteamericanoxun.Qirigente c.omui1i~ta)i pero' tambie.n p6demos pehsa~:. en,fotomolb !;i~rill~;ir:1~ii taj~s.donde vem:bsalgo que qJ:lizaseprodujq"como elg':, Ieb~e;fotomontajeantiilazien elcual.Hitler esti recibiendo dinero de los grandes industriales alemarie.s. Eso. que nin, guna fotografia podria mostrar, pero que se produjo en la iealidad. Se habla mucho del "Programa" que establece Barthes: Iareflexion sobre la fotografia debe ayudar a realizar ':eI analisis inmanente de esa .estructura original que es una fotografia". Pero en "EI mensaje fotograflco" tambien Barthes habla a menudo de la "Iectura" de una fotografia: una fotografia "no es solamente percibida, recibida; es lei da", y es Barthes quien subraya la palabra. Mas adelante Barthes dira que "Ia lectura de la fotografia [... J depende del 'saber' del especta,dQr". Hay ahi todo un trabajo que puede ser realizado, a par tir de Barthes, en torno a los elementos necesarios para efectuar esa "Iectura" de Ia fotografia y para poder anali zar tambien el "saber" del espectador.
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112
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3. Retorica de Ia imagen
:..EIsegundo eslabon, entonces, es ':Ret6ticad:e!lai'ffua gen;',tambiep.publica'doen Ia revista C6inmun-;i;ciKi(Jiikf':~J,.,. . . 1964/'Nos daremos,al comeniar, una facilid'l(12bii~fd~~iJJi::r:.i~ ble: estudiaremOs 1",imagen publiCitaria'eP o;'~~~?;:'i1~tq~~ ';.;:,;:,·;1 en publicidad: ja significaci6ncte la imageri~·$J~giJi."~i!l~i'lft;ri;[ teo in.tencio'na!.'? " '. ' . ...: .:?: . : :A~Cipartir delanalisis del aviso del6sfi~Sq Barthes establecera la existencia de tresmeIigi\.'" mero' esellingiiistico, que busca confirin:a/i:~;:: Ia informacion, el segundo es el mensaje 'i'~~f,w denotado, y el tercero, el mensaje iconicosirri,$':~:::
notado. . , ..,J;:;: . Por .otra parte, .Barthes sigue emi'tidi(l();;~ mientos a la posibilidad de que lail11i';: rarse antecedentes del "eStoCha-sidb": "1~fOtcig urii cCHiciencia de j!(ibir~estad(;.alif:y",haY~4i<:) fiir Ii eviden~ia [ ...]deq"ue dtopaso as":"; ." 'En otras palabras, la totografia c'onfirm:i.qile:e's~ :"',:,:n.,':.L,l:,·'.",:"!'Xil ';:' tamos viendo existio realmente en el pasado,.Y~~tiM~,~'~~~:i,:;" eso que estamos viendo es verdad. " 'if':"'",';:",?,:;"!,,,, .'. De esta manera, Barthes establece una separa<;i6~1#j~~~)'!"" te entre el dne y la fotografia: "estariamos autmi:\i~4Q~a: ,'."";.",1">:'''' ver entre el cine y la fotografia no una simple,dif~re,,,,yiA; de grado, sino una oposicion radical; el cine noseri4JotQ-:', ' grafia animada; en el cine el haber-estado-alli dd~p~I'~2e' ante el estar-aM de la cosa". ., . .• ' , ' Asi mientras que la fotografia muestra algo que'perte~ nece al pasado, el cine muestra un eterno presente.Lo,que vemos en una pelicula esci sucediendo. Es por eso que cuando un filme quiere contar algo que sucede en el pasado tiene que explicitarlo constantemen te, a traves de la imagen en blanco y negro, 0 Ia imagen ,
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113
desenfocada, 0 diferencias evidentes de decorado, vestua' rio 0 apariencia. '" Esto su,cede cu,ando, en el prescote ',de 10 que narra un film,e, apfirece algo perteneciente,ill.pasado, :En'e!'casb ,de,' J'!-fip.aricj9n deuncart.el que diga,."Sejs mese,s,despues"; ;; a,continuacjon veITICJS;cosas, qU<;;.S,u,ceQen .en.d futuroQ¢ I,? que ,a9!,Jaillos,de ver,' elcarte(ilO yu,e)ve'ipasadq]: lora .' visto, no tiene un efecto retroactivo. EI cartel::Seis meses despues" une,o separa, dos presentes;consecutivos; en cine. \odo es presente. ,,;,Es nuev,!-mentegrilcjasa Roland Barthes que podem\1S , seguir pens",ndo. .. , ' ,," .':,.
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de la imagen"). El primero de estos sentidos es el nivel in formativo, literal, 10 que se ve, 10 denotado. EI segundo sentido es el simbolico, eso que esta mas alia de la literalidad, que Barthes llama sentido "obvio", Finalmen te Barthes peicibe el tercer sentido, que llama sentidO. ObtllSO:" . , " . .'. ~Qu~ es el seritido obiuso, que es ese tercer sentidoque Barthes percite en la fotografia? Se trata de algilll detalle . de'la imagen que "teica" al espectador; hay ahi una espe cie de einbri6n de 10 que; diez aiios despues, en La camara lucida, sed. ei "punctum:', ese detalle de la im~gen qU'e aplmta, s~iiala; atrap'a a su espei:tador. . . Sin ~mbatgo, no es seguro que e~te tercer nivel de sen' ticl9seaint~nCibll~1..(B#thes cliceque"no se pi.iedeg~: ra:iiiizai'li lnieri'cionaliclad" del senticlo obtuso') FuMe' ."/!( ',';","".J;j(:;!;";":"!,: "!':".~-, ,>,-,j! pensars,e, entonces, quetiene mellOS que vei con' elprei " ) . .' J '. ,'. "",' . -,' . ! ,.".,. "'.' ..- ", <:l\lcJPf de la imagen qlle 'Con su lector, menos cOn la,"ip.c ~~nc"Q.n ,i del'Morquecon Ia."oeurrencia" dellect9r.,' '.' . 'C)l'~ndc> Barthesanalizaot~o fotograma de undOSlF rllent~1 sobre dlna~j~llJ.9,per~lo~ lll(aseriede deta:nes como elementos pro<:lgctores ~e'ese te~cer sentido: lae;'; presion tonta de un joven que lleva las fleehas que esta ti rando Goering, las uiias de la mano de Goering que empuiia elarco, su anillo de pacotilla, "Ia somisa imbedl de un hombre con anteojos que esta al fondo, visiblemen te un chupamedias", dice Barthes. De la misma manera que despues veremos con el "punctum" de La camara liicida, este tercer sentido es un instrumento inestable, azaroso, poco confiable. EI propio Barthes dice que se experimenta "derta incertidumbre cuando se trata de describirel sentido obtuso (de dar algu na idea de adonde va [ese sentido] 0 adonde se va; el sen tido obtuso es un significante sin significado; de ahi la dificultad para nombrarlo: mi lectura permanece suspen dida entre la imagen y su descripci6n".
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114
115
5.La camara lucida
mucho mas alia de la constataci6n de suexistencia"'.£l "punctum" es uninstrumento poco s e g u r o . · , "t EI propio.Barthes.emiteduda sobre su metodo. Toqo,]o quese puede de,cir frente a una foto esque "e1 obj~to'1)ab)~ e)nduC\O,.vagamente, a pensar".'pata eI unaJoto;'es,s{~~: preinvisible':;Jo quew ye esel Refe~erite.. "Pornqtu'
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.: La camara Z"cida, que segun Barthes iba a decepciqnar::
a!qsJot6grafos, porque "no ~s una sociologia, ni urp est&;,i,F
ticq.nj,unahistoria de Iq fotografia':, es, un libra de un~~t'
180 paginas,. dividido en dos partes, cada una <;:omE~s~t,G:,.
9SJ1,q'pitu!os,ilustradq por 24 fotografias. " . ",~~..0
Barthes comienza constatando "COn irritaci6n': que,S!'>.!o)? ", ,,'. '.' - -, ' ' ' ' ' , . ." , " . ", '''-:;·li,\:~: haydos discursos admitidos en 10 que conciernea la foto->.,
g~if'ia.i'Uri~ es tecnico, y paraver e]significan:tt;fotografi.,,·
CO esta o\>ligado a situarse m~y,cerca." Elotro discurspes,
hi~t6rico0 sodol6gico y Pi'Fl. obse~v;'r el fen6meno gl6,t
Ipl,c\~}\,fo\ogrqf'iaesta obiigadq a situarserrlUY lejos.Es:,
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Ah,ora bien, Ulla tarde,denoviembre,'poco V~TP:'; despues de la muerte de mi madre, yo estaba ordenaq4o fotos. [... J Asfiba yo mirando, solo en eI apar1~l1Je}it8 donde ella acababa de morir, bajo)a lar,npa.%u.rf.,'1:M,ni,· esas fotos de mi madre [... j. Ylades¢ubH.'", c" """::'C,,
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La f()tSd~1 jardiri d~,\nVler~d:ddHdeseXea: l!ilri~~i~' cteB~rt!'i~s:i ios 5 ~~6s:icorripanada.delherrriii.no mdyq~,: )' de l
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':'~()l()'-exisiep_~ra: rili solo. Par~ v9'sbtros; s6lo seria u'ilaJ
iridistinta t .. .] .)
Es,sin
~rhbargo,
gracias a lafoto de sumadreque el noema, la esencia, "el 'rasgo inimitable de.la fotografia": "el esto-ha-sido". ,Para Ba,thes tada fotografiacertifica la existencia real, ,en ,el pasado, de sureferente.' . Ypuede pensarseque Barthes cae prisionera de sudes cubrimienio. Afirmando de esta manera radical la prima cia del objeto, del referente, el analisis debe detenerse, porque no hay mas nada que decir. Barthes 10 dice: "es pre ~arthes vaa encontrar finalmente
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* Roland Barthes, La crlrnam {ueida, Buenos Aires, Paid6s, 2003. 117
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'cisamente en esta detencion de la interpretacion que esti la certeza de la foto". Porque enla medidaen queel ref~_:·t rentees considerado.central, tanto'el fotografo co.mq el es-,'" pedaddrnoJil~i1ennada que hacec Cmindolaprirnadatl:t}} objeto se afJrma;'ese objet
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Cuando William Klein fotografia "El Primero de Mayo de;1959 en Moscu",.me ensena COmo se visten-h); sovieti-'
cos (10 cual, despu~s de todo, ignoro): noto la v01uminos'! gorr'! de·un ITluchacho, la corbata de otro, el pa'luelo de caben de la vieja, e1 corte de.pelo de un adolescente.
'En un'reportajerealizado apenas aparecido ellibro, el propio WiIliam Klein comenta 10 que dijo Barthes:' .' . En su libro sobreh,fotograHa, Roland Barlhes habla de " dO~lde mi.s fotos. UIla de ellas esti tomada el prim~ro de m"yo en Moscll. Esun grupo de rusos que esperan el des .. fiIe.. ~Qu~ es. 10 qUe yo vi? En primer lugar queer tres '~e'tros~u,adr~'d~s habr~'un ref>resentanle d'eGida una d:,~ jas ci~coetniasdifere;:'tes, la fotode farrlili~ delimpe~io' . r'u~,~,cpri abue1'~de Gorki dd i~galo Ademas, tiria,iius- . trac'ion' de la reladon suje'to-fotografo. La abuelas,i'sabe ':fotografiatda y'posa: Ella est\. en elcentro yIa apunto;perd •'emj:>1e6 Urigtar\'angularydtros sds'persoriajes han encori~ trado un'au(bttsiri,saberlo, Gada un6ilustra un comporta: miento posible Jrent~ a una camara: ironia, in'quj'et~'d; desconf,anza, 0 quiza dignidad violada. En el plano grilli
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Barthes eseribe:
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cO. hay un juego d~_,m.iradas que,se remilen unas a otras, pl.a,l1o. ~e ~apL ~as y de cuerpos que c
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especie de fbto~fresco a11/25 de segundo, 10 que siempre he buscado. YadcInas, por supuesto, el documento:' aqui esran los [USOS, en 1959. Se visten aSl, se poncn asilos som breros y gorras, se cortan asi los cabellos.
Ustedes diran que son demasiada" cosas que hay que ver en una minifraccion de segundo. Pero ieso es la fotografia! EI hombre, al ahogarse, parece que ve su vida en algu nos segundos. Apriete una teela de su calculadora y hara, diez operaciones instantineas. "Disparando", eI fOlogra
(0 tambien. Ellmen fotografo puede hacer todavia mas operaciones, mas ricas, mas particulares.
En fin ... para volver a Barthes. Todo 10 que quiere ver "El Prime-ro de Mayo de 1959 en A1oscu. ", William Klein.
118
es e1 documento: la vestimenta, los cortes de cabello. Esta
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bien. Trato de poner un monton de cosas en una foto. Estin ah; como en eada particula de vida. ereo saber 10 que puse.' Que se.lo vea 0, se vea otra cosa, eS nornlal. Y
".:')~ 'ql.:leJri~:'iu~ta¢nBarthcs cs:quc ve 10 que quiere, ylo': 'justiflea alegremente .. Pero 10 que me sorprende es que 'se,,"1)i
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JJespuesde haber leido loque Barthes dijo deiafoto dS Klein ylo queelpropio Klein cOntest6,miri\mos.esta fote) can la impresi6n de saber demasiado. No se trata de unsa-' b!,I\'ddipd general (10 que elespeetador sabe, por ejem pld,:de'laUni6n 50vietiea; de Lis fotosde Klein); sino de
tiiHlibei'muy puntGal:1b que dospersonas, po; otraparte
i1jiiy' califica1as, han'clich6 sooffl~foto.Dado que estas .
4\5~~opl~ibn
;., . ....:,,r-I''',',',.I " ~~p.!i8'<5;aer¢gir. Elcamp61.e:s!griifi"ad6ri se redll~e dra- . ..J" , "".,.. " • • , Wati<:~(=nt5': es CO!,I1~si''''Delmqn:lep.tod<;cq\?<:ar~efren:. J",;,,4~f~~9grafia,e(espe<:ta~ore~~0P'i'ra~ayau~a p
rrn!ltituci,qti,el,~i,in pig e 'lcerc.:'lise,Se,siepte dema.si.ado k~- .
J?s"h.allegadotarcte"otros yahanmirado la foto,y 5610.
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,;si'iJ emba:;go,la fotoresiste y afirma su existencia pro pia:Hay,al comienzo, uriaespecie de tejido, construido por: lasmiradas, trama que,' de una cierta manera; desdi biJjaa los propios personajes. La mt~er del centro dirige a lacamara (al fot6grafo,a nosoiros) una mirada recta. Los dosj6venes que estan adelante se miran. Los tres persona jes del fonda miran a los dos j6venes, mas que al fot6gra fo. Eljoven cortado porel borde inferior mira haeia ab~jo, fuera de campo. .Lamirada de la vieja devela I", presencia del fot6grafo; ese rostro actua como una especie de espejo, porque nos permite ver, 0 casi, la imagen del fot6grafo, con la cama ra, tomando la foto. Hay otro elemento que tambien habla del fot6grafo: el joven del borde inferior. Es eierto que todo encuadre es 120
arbitrario e incompletO; siempre hay, a derechaya iiquier da, arriba y abajo, casas que el fot6grafo eligi6 ri6iricluiJ, o que M pudo incluir. A veces se construye laiil1,ag",ncon Ia tensi6ri entre 10 que se muestra ylo que se~xcli'iy~;Acjui eljov~[\ cOltado,enprimer plano, es undeialled~i4asia do evidente paraqlle sea obra del azar. Por oria pa.rte, este cietalle;junto' aotros(eljoven de la derecha,o efhotnbre deJ.r?ndo,ala izquierda)(evidenciat;l un cU'ldroil).uy"po~ bIado.";,-verdaderamellte llena de gellle. . ....•....•.,' ...'.' •. '. Peii otra parte, en este encuadre donde hayrm.lcha g5'l,l
te, tenemos ]a impresi6n de que son "extranjeros". No ex:
tranos a nos()tros, sino entre ellos. Yeste detalle habla de
un: va'sth~ohji.zi1to,]a multirracial y gigantesca Union Soc
! ' ,'" -, , ' ,' ',' ~ ':,:.. ' .. vietiea, oSlinplementc laespeciehumana. ." ,", . ' . ' ,,':M\pare9~ q:;~ l?,q~e ,acabode ;decir ~ufstr~q~e'f1\' lectura se enct)entramas mea de lade I
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Pero eso no es todo. La utilizacion por parte de Kl~in, .. de un gran-angular modifica 10 que tiene frente a d. En .• primer lugar, todos .los personajes estan en foco y en coiv':·:,.' \., . " . , c'.. " ,. _ .'" J ,,"'.' secuencia son igualmente importantes, ",un, por ejemp16,./." el ql\ees~a al fond?,de,t~as de !avieja. ,. .... . Adem<)-s, la uhhza~l.on del gran:<)-ngular pro,d,ucellU
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Nueva York,,J~93 (© Museum ofMOdfrn 4(t, Nueva York).
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7. Bartltes y Stiegiitz' C.
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La primera fotografia deLa cd';'ara lucida es "La termi nal de tranvlas de caballos", dt:' Alfn'dStieglitz: De esafoto Barthes dice:
[...J constataba que en el fonda mUlca me gustaban lodas las [alas de un mismo fot6grafo: de Slieglitz s6lo me gus ta (pero can locura) su.folo mas cono<:ida ("La terminal de tranvias de caballos", Nueva York, 1893).
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Si se explicita 10 que dice Barthes, la linica fotografia de Stieglitz que Ie gusta es "La terminal de tranvlas de ca ballos"; en consecuencia a Barthes no Ie gustan las otras fotos de Stieglitz (y "El entrepuente", entre otras). Ademas, Barthes dice que "La terminal..." es la foto de Stieglitz mas conocida. Es posible, pero no ignora que exis122
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te "Ia otra" fotografia de Stieglitz, por 10 menos igualmen te celebre. Si revisamosla lista de "Referencias"(libroso r~vistas) utilizadas por Barthes en la elaboracion de su tra .bajo;lista que esta al final de La camara lucida, podemos perisar que Barthes ha visto tantas veces, por 10 menos,."EI entrepuente" (que a el no Ie gusta) , como "La terminaL," (que Ie gusta mucho). DeahLa pensar que, de una cierta manera, a Barthes Ie gusta "La terminal. .. " contra "EI entrepuente" hay un paso, que se puede razonablemente dar. Como sucede frecuentemente, aquila simple "cuestion de gusto" implica muchas cosas. Gustar de una foto indica una conformidad, un acuerdo con 10 que la sostiene, 0 con las implicancias que tiene esa foto, aun cuando se este de acuerdo con algo que permanece embrionario y que no es explicitado. En la frase de Barthes las cosas estan como mezcladas. Se produce una especie de desplazamiento del enunciado: de no gustarle todas las fotos de este fotografo se pasa a que solamente Ie gusta una. Y, ademas, no se ha bla de "Ia otra" foto de ese fotografo.
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fotografia, consiste en 1'1 organizacion de eso que d foto grafo tiene frente a el, Stieglitz, muy consciente de 'esta situacion, "scribi6., a proposito de las condiciones en las que t0l1'\0 "EI entrepuente": "
La escena me fascino: un sombrero de paja redondo; la ch\menea inc1inada ha¢ia la izquierda,'la;pasarela bla.n: .. , .\a,1os Liradores,blancos dyunhombre ~h la Parte de ,aba '.j?, las maqui~aria:S, y los. m~stiles delbarco que co(taba.n ~lcido [ormando un tr\angulo.Vefa formas'yIaZOS.que las ullian; una fotografia de fafmas con, en flligrana, un4 nJ~,eva vi,~i?n, que me c,autlvo: p~rson~s simp1e~,,4:n b3:~c?,' •
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G0I!iers4wcinerlZ~;ieIcriticoAlain Bergala habla de
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realizar una operaci6n dc1icada, de la eual es un modelo: ' "'\'ns'cribirformalmente la marca, la diferencia, la division, , par~ constituirse como sig'no totalizante, modela reduCi
do, metafora global.
, Me parece evidente en "EI entrepuente" (y creo que es por eso que Berg'ala habla de la insistencia "ejemplar y sos pechosa" y que Banhes, hasta cieno punto, elige "La ter minal. .. " contra "El entrepuente") que mas alla de los elementos visibles en 1'1 imagen, Stieglitz exhibe un ejem plo perfecto del "trabajo del [Otografo". Este trabajo que, por otra pane, es 10 unico que justifica que se haga una 124
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J:'cisdtros, espei:ridor~s actual;:sde"EI entrepue~te"'P?' demos faeilmente efe2tuar una lectura. de esta fotografi", que vaert el sentido de 10 'que ''dice Stieglitz. Porquee;':El eiltrepti~nte"r'ompe',' de manera:ejemplar,esaa.iilbigliedad que pareceacoh1pa'nai, inevitablemente, lOda fbtogI''ifia. Lit rompe ya nO por 1'1 utilizaci6ndeleyendas 0 comentarids'u organizandola' en'secuencia, siho mediante tin ttabaja'de control sobre los materiales que usa el fotografo·. De mane ra flagrante, y provocadora, "EI entrepuente" habla, ante lOdo, de'la organizaci6.n de las "masas" de tonalicbdes die versas; habla, por ejemplo, de los dos hemisferios, el de arri ba con las vestimentas oscuras contra el fondo claro del cielo, el de abajo (el hemisferio de las mujeres) con las to nalidades claras contra un fondo oscuro. Es precisamente a causa de esto que "EI entrepuente" plantea un problema a todas las teorias cuyo enunciado ba sico sea 1'1 preeminencia del objeto fotografiado (como el "esto-ha-<3ido" elaborado por Barthes) yen general toda re flexi6.n que descuide el "trabajo" del fotografo. En esos ca 50S 0 bien se dice que "E1 entrepuente" es "sospechosa" 0 simplemente se hace un rodeo, evitandola, y se elogia "1'1 otra" foto de Stieglitz. 125
Porque "La terminal..:' parece, a primera vista, el ree verso de"EI entrepuente ", debido a la disposicion de los. caches, las personas y, sobre todo, lOs caballos, que buscan;, "escapar", yendo hacia 1'1 derecha; rompieI\do aparent~;i mente un encuadre demasiadorigido( como el de
se- al margen, me parece, de las discusiones corrie-tites sobre la imagen. La moda actual entre los cQmentaristas:
<;Ie FOto,grafia (soci610gos y semi610gos) tiende a !aseMi- , yjd"d semantisa: nada de ,"real" (Pe~fecto <;iesprecio pqri , ,loR,"r,ealistas", qlle no yen q'i-e lafoto esci siempre<;ocli£ka; .' da); r,;;ns610 ~rtifi<;io: Thesi;, y noPhysis; ia Fotogi-afi~; ~i~.
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8. Mi respuesta a Barthes
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En el capitulo 36 de La camara lucida Roland Barthes
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'estaf~bri<;ado, ya que la 6pti<;a fotografi<;a se enweht~a ,'~ _. . , " ". I ' ; ~ ~ ., .someti~a ".la pe~spectiva albertihiana (p~rfectamente Jiisl6ri<;a) y que la insqip<:i6n en d di~h~ hace,:de un objeto tridimensionai una efigie bidimensionaL Tal deba' . te es vano:nadapuede ill)J;edir que la Fo'togia,fiasea anal6gka; peroal mismo tienipo el nbeina de la fotbgra fia nO reside en modo alguno en la arialogia ([asgo que wmparte wn toda suerte de representadories). Los realis , tasJ, entre los que me cuento y me contabaya cua.nd~(1flr~ m~ba' q{i{J'a Fotografia:-era 'uha im~gensiri' 26d1!'1? .' -induso si;como es eVldente', hay <;6digos qiie'iho{jific~E su lectura-, nq toman en ·~bso1u.to·la·foto 'comb:_:uti,a"'''¢~9~' 'pia"- ~le 10 '~eal,: sino como 'una eman'ici6i1 'de 'ld ~~t ~n >~l . p'asado: una'indgia;no un-:arte.lnteri6garse sobt(i sl-1~(f6::: tografia es anal6gi<;a 0 <;odifiC:adano es una viaade<;i\ida para el analisis.Lo important<: es que, la foto posea.iuila {uerza wnstativa, y que 10 wnstativo de la Fotqgrafiaata-, iia \10 al objeto, sino al.tiempo. Desde un puntode vista fenomenol6gko, en la Fotografia elpoder de autentifi <;a<:16n prima sobre el poder de representa<:i6n. . i'
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Al margen del texto, ala aimrade "dicen", esta escrito mi nombre, y el sistema de citas utilizado por Barthes (hay nombres al margen del texto que remiten a los libros de la bibliografia) permite suponer que "los comentadores de la fotografia", entre los cuales me encuentro, dicen que 1'1 fotografia no es el analogon del mundo, y para probarlo dan dos razones. La primera es que la "optica fotografica esta sometida a la perspectiva albertiniana" (del nombre de Leon Battista Alberti, arquitecto y te6rico Italiano del siglo XV). La segunda, que "1'1 inscripd6n en el cliche hace de un objeto tridimensional una efigie bidimensional". 127
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mensi6heS de una foto para explicat que esta no puede ser:, Ja simprereproducd6n delbbjetdreal que ~I f6tografo tie: \ l1efr~nte i~r: Elpropi6 Roland Barthes lon~diChcialgu-'" ~f-vez::' '~,,' ;·:·:"~·;c: <,: 1. \ '; '! ~': " .,:'\ ' '. r l ' ~" :;:, .,):. '-: "~', ~:, ") , <
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la oplica 0 las dos dimensiones. entonces esta ganada de antemano por cualquier fotagrafo, en el momento en que aprieta el disparador. Pienso exactamente 10 contrario: organizando "cada una" de sus fotos, el fotagrafo puede vencer la insignifican cia de la den?tacion, y esta batalla no esta de ningull a manera ganada de antemano; 'debe serlo, cada vez, foto por foto. . "Resu;hiendo: nunca hable del problema de la perspec tiva, ni de las dos dimensiones de la foto, y no hubiera podido hacerlo porque pienso que esas dos cuestiones son observaciones generales que no ayudan a "ver" 0 "leer" cada foto particular. Para lerminar quisiera reiterar algo que seiiala mi pro funda deuda con Roland Barthes. Mi tentativa por anali zar fotos concretas, y ademas fotos "que me gustan", tiene como base, como punto de partida, la obra de Barthes. Simplemente trato de continuar.esa via que eI abrio. En "El mensaje fotogrmco" dijo:
[... J sean cuales fueren el origen y el destino del mensa je, la fotografia no es solamenle un producto 0 una via, es tam bien un objeto, dotado de una autonomfa estruc tural; sin pretender de ninguna mancra cortar este obje
to de su uso, hay que prever aqui un metodo particular, anterior al propio analisis sociologico, y que no puede ser sino el anaIisis inmanente de esa estructura original que es una fotografia.
Dentro de los limites de mis posibilidades, 10 que siem pre he tratado de hacer en mis textos es precisamente efec tuar el "analisis inmanente de esa estructura original que es una fotografia".
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