PUNTOS DÉBILES DE LA ARTICULACIÓN GLENOHUMERAL ROCÍO MONZÓN
La articulación glenohumeral o del hombro propiamente dicha une la cabeza del húmero a la cavidad glenoidea de la escápula y así, el miembro superior a la cintura escapular. Es una articulación de tipo sinovial, del género de las esferoideas. Dicha articulación consta de una cápsula articular, ligamentos que la refuerzan y músculos periarticulares.
Inserción de la cápsula articular Su inserción en el humero se efectúa, en su mitad superior, sigue el revestimiento cartilaginoso de la cabeza. En su mitad inferior la cápsula se aleja del cuello anatómico y del revestimiento cartilaginoso de la superficie articular, para insertarse en el cuello quirúrgico (las fibras superficiales) y las fibras profundas de dicha cápsula se reflejan sobre sí mismas y vuelven a subir por un trayecto recurrente hasta la superficie articular. En relación a su inserción en la escápula; esta se desarrolla en la periferia del labrum glenoideo y en la porción próxima al cuello de la escápula. Por su parte superior, próxima a la base de la apófisis coracoides, cubre la cabeza larga del músculo bíceps braquial y, por su parte inferior, se fusiona con el tendón de la cabeza larga del tríceps braquial. La parte exterior de la cápsula articular está en conexión con los tendones de los músculos que se insertan en las tuberosidades del húmero: subescapular, anteriormente; supraespinoso, infraespinoso y redondo menor, superior y posteriormente. En los puntos en que la cápsula se pone en contacto con estos tendones, se fusiona con ellos y disminuye su espesor. En los espacios intertendinosos ésta es más gruesa. La cápsula presenta dos aberturas constantes que dan paso a prolongaciones de sinovial que se describirán más adelante.
Ligamentos que refuerzan la cápsula articular - Ligamento coracohumeral - Ligamentos glenohumerales: son tres cintas fibrosas gruesas que se encuentran en la cara anterior de la cápsula, sin embargo no poseen la firmeza necesaria para impedir luxaciones de la cabeza humeral. Están separados entre sí por porciones más delgadas de la cápsula o incluso inexistentes, por medio de los cuales la sinovial envía prolongaciones. Estos espacios entre dichos ligamentos son los puntos débiles de la articulación. - Superior: desde el borde superior del labrum glenoideo, se dirige hacia fuera y termina en una depresión localizada en el cuello anatómico, entre el tubérculo menor y la cabeza humeral. - Medio: desde el labrum glenoideo, al mismo nivel que el precedente, se dirige más hacia abajo y termina en el tubérculo menor del húmero por debajo del tendón del subescapular con el cuál se confunde. - Inferior: se inserta en la porción más inferior del labrum glenoideo y parte del cuello de la escápula hacia la parte inferior del cuello quirúrgico. Entre el ligamento glenohumeral superior y medio se forma un espacio triangular de base lateral, el foramen oval, es el punto máximo de debilidad que se corresponde a la parte superior del tendón del subescapular. Entre el ligamento glenohumeral medio a inferior a veces puede existir un segundo espacio triangular de base medial, el orificio subcoracoideo. Mediante este orificio, se pone en contacto la cápsula articular con la bolsa serosa subcoracoidea.
Sinovial: reviste la cara profunda de la cápsula articular hasta sus inserciones óseas, desde donde se refleja y describe un trayecto recurrente hasta insertarse en el límite del revestimiento cartilaginoso de las superficies articulares. La sinovial envía prolongaciones a través de las aberturas (agujeros con forma triangular) .Una prolongación a través del foramen oval se expande por debajo del tendón del subescapular y se puede fusionar con la bolsa serosa del subescapular, otra a través del foramen subcoracoideo, por medio del cuál se continua con la bolsa serosa subcoracoidea y la última prolongación de sinovial, acompaña al tendón de la cabeza larga del bíceps braquial en el surco intertubercular.
Músculos periarticulares: nombrados anteriormente, subescapular, supraespinoso, infraespinoso y redondo menor, los cuales son parte del manguito rotador. Se dirigen desde diferentes superficies de inserción escapular, hasta el tubérculo mayor del húmero, el primero y a las 3 facetas del tubérculo menor, los últimos tres. A los músculos que forman parte del manguito rotador, se agregan también la cabeza larga del tríceps braquial que se fusiona con la parte inferior de la cápsula y la cabeza larga del bíceps braquial cubierta por la parte superior de la cápsula. Los músculos precitados, son considerados ligamentos activos de la articulación glenohumeral, al mantener unidas las superficies óseas mediante su contracción.