PUERTO DE MATARANI
Está
ubicado
en
el distrito
de
Islay en Islay, en Islay, Arequipa Arequipa (Perú). (Perú). Constituye uno de los tres puertos del Pacífico Sur Peruano (Marcona e Ilo) Ilo) por donde sale la carretera la carretera Interoceánica hacia el sur del Perú
y
los
países
vecinos
de Brasil de Brasil y Bolivia interconectando
por
estas vías al atlántico brasileño. Este puerto, logró ubicarse el año 2008 año 2008 como el segundo con mayor tráfico del Perú después del Callao del Callao.1 .1 2 2 El puerto de Matarani, atendió a 10 cruceros 10 cruceros procedentes de diferentes continentes en el 2014 y en enero recibirá a cuatro adicionales, se está consolidando como una alternativa para los cruceros que operan en la costa del Pacífico Sur, permitiendo a los viajeros conocer los principales atractivos turísticos de Arequipa. El último edén marino en el litoral de Entre Islay y Camaná. Arequipa conserva el último paraíso marítimo del Perú. Delfines juguetones, decenas de pingüinos, cangrejos peludos, erizos rojos y hermosas aves componen este inaudito ecosistema que se extiende a lo largo de 200 kilómetros y descansa en caletas, islas y playas. Según expertos, la magnífica conservación de la zona se debe a la inexistencia de rutas te rrestres.
A solo 800 metros de la efervescente actividad comercial del puerto de Matarani (Islay), en la zona suroeste de la región arequipeña, la naturaleza aún conserva un paraíso marítimo que se extiende desde las islas Albizuri (Islay) hasta la reserva nacional Punta Hornillos (Camaná). En 200 kilómetros de costa se reparten dieciséis hermosas caletas y playas adornadas por ponientes multicolores. Como todo paraíso, la vitalidad es un capital constante. El gran complejo marino está nutrido por un ecosistema de flora y fauna con más de 50 especies: garzas blancas, gaviotas peruanas, pájaros piqueros, algas, cangrejos y peces de diversas formas reinan en este edén. "Estos lugares no tienen vías de acceso por tierra, solo se pueden explorar por aire o mar. La carretera Panamericana sube zigzagueante hacia las alturas del desierto. Por ello, este litoral es único y auténtico", expresa Yuri Hooker Mantilla, especialista en Biología Marina de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. La travesía a este circuito virginal se inicia en las islas Albizuri: dos macizos enclavados frente a las costas de Islay que albergan a miles de aves guanay, cientos de pingüinos, lobos marinos y pelícanos pardos. Las rocas de las islas son negras y grisáceas, pero la cantidad descomunal de guano de los pájaros costeros las pintan de blanco. Sin embargo, la explosión de la flora y fauna explota hacia el norte. El investigador Yuri Hooker Mantilla precisa que las caletas y playas de Mollendito, Coloca, Difuntos, Centeno y otras, bullen anchovetas. A partir de la reserva nacional Punta Hornillos se preservan escurridizos erizos rojos, inmóviles pescados tiburón pintarroja, delfines juguetones y cangrejos araña que se camuflan con esponjas inertes del fondo marino. También existen cardúmenes con peces chitas, pintadillas, cabinzas, tramboyos y cangrejos peludos. La masa ictiológica se reparte en las mansas playas y caletas Los Honoratos, La Huata, La Francesa, Centeno y otras. El gran factor natural para mantener esta gran riqueza marina y de avifauna es la corriente de Humboldt. Un flujo interoceánico de aguas frías que nace en la zona central de Chile,
cruza la costa peruana y se extiende hasta las islas Galápagos, en Ecuador. Sus cuatro grados centígrados y alta concentración en nitrato y fosfato permiten la reproducción de fitoplancton y zooplancton que luego alimentan a peces y aves.
IMAGEN
TESTIMONIAL
Estos inauditos parajes fueron redescubiertos por el fotógrafo Fernando Bravo. Tras una larga expedición por la zona, entre 2011 y 2012, publicó el libro titulado Matarani, santuario marino. Un reportaje gráfico que documenta y testifica la exuberancia de la naturaleza marina arequipeña. Provisto de su cámara Nikkon, exploró las playas con la ayuda de los viejos pescadores artesanales, tal vez los únicos hombres contemporáneos cercanos a este edén. "Arequipa guarda el último reducto en el Perú de gran variedad en flora y fauna oceánica. Estas imágenes son un testimonio de nuestra abundancia. Tenemos la obligación de cuidarla", manifiesta. Añade que los antiguos peruanos ya conocían de estos parajes. "El vínculo de desarrollo entre peruanos y esta franja natural fue vital", menciona. Según la documentación de sus investigaciones, las culturas Wari y Chiribaya usaban estas bahías. El emperador Manco Cápac exploraba la costa del sur para obtener guano de isla y mejorar los cultivos. La naturaleza siempre veló por el hombre. Hoy le regala un maravilloso paraje.
muestra las riquezas de la flora y fauna que se encuentran cerca al puerto de Matarani, en la provincia de Islay. En el documento de más de 112 páginas, además de incluir bellas fotografías a todo color de los parajes naturales de la zona, se da cuenta de las especies de aves, mamíferos y plantas que existen en Matarani y que pueden estar en riesgo de desaparecer sino hay un control adecuado de las actividades extractivas. “Esta investigación nace de mi preocupación por preservar de la depredación del hombre las riquezas biológicas de la bahía de Islay. Matarani es uno de los últimos refugios marinos del Perú, por
ejemplo,
ahí
se
encuentra
una
población
de
cerca
de
4.000 pingüinos
de
Humboldt desperdigados en varias islas”, explica Bravo. Algunas especies de peces que deben protegerse de la pesca indiscriminada son el pejeperro, mero y cabrilla. También hay especies de algas y corales en peligro. Con este libro, el autor también prete nde dar a conocer el potencial turístico de Matarani. La reserva natural de Punta Hornillos y las islas Arbizuri en donde se puede apreciar poblaciones de lobos marinos y aves guaneras son algunos sitios que pueden resultar atractivos para los visitantes.
Abren nueva ruta turística entre las islas Albizuri y Hornillos de Matarani Matarani guardaba un secreto. En las dos pequeñas islas color blanco ubicadas frente a sus costas se encuentra uno de los últimos refugios para fauna marina y submarina del litoral peruano. Se trata de las conjunto de islas Albizuri y Hornillos. Las dos elevaciones que integran Albizuri pueden ser divisadas desde la carretera Panamericana, como dos manchas blancas sobre el mar. Allí habitan aves guaneras, lobos marinos, pingüinos de Humboldt, entre otras especies. El director general de la Asociación Cultural Inca Legacy, Fernando Bravo, estudió el lugar y acaba de publicar un libro. Precisa que la bahía de Islay es la zona más beneficiada por la corriente de Humboldt. "Este es un lugar prodigioso: playas de mansas aguas, arrecifes donde el mar arremete con todo su poder para crear extrañas formaciones, desiertos y decenas de especies", señala. Entre Albizuri y la Reserva de Hornillos, ubicada a una hora (en bote) hacia el norte, hay 45 especies de peces, 23 especies de crustáceos, 46 especies de moluscos, 9 especies de equinodermos (como estrellas de mar), 11 especies de animales invertebrados, 14 especies de aves y 3 especies de otros grupos como mamíferos marinos, señala la investigación de Fernando Bravo. Entre las especies de aves que se reproducen en las islas, destacan el zarcillo o gaviota inca, el pingüino de Humboldt, la chuita, el cormorán guanay, el piquero patas azules, el piquero peruano, el pelícano peruano, golondrina de la tempestad peruana. También se puede observar otras especies de aves como los gallinazos cabeza roja y las gaviotas peruanas. ACEPTAN turismo Este hermoso paisaje ahora está al alcance de todos. Empresas como Santa Catalina Tours ofrecen paquetes "full day" por S/. 200 y dos días y una noche por S/. 280. En este caso los turistas pernoctan en una de las playas de la reserva como Honoratos. El gerente de esta empresa, Favio Flores, explicó que en un "full day", los pasajeros parten a la 08.00 horas y están de vuelta a las 18.00 horas. El tour se inicia con una visita al muelle de Matarani y luego a Tisur.
Dependiendo del número del grupo, se partirá hacia las islas en un bote o un yate. Tras media hora de navegación se llega a Albizuri. El segundo destino es la reserva de Honoratos, donde hay una gran reserva de aves y eventualmente se puede ver delfines y hasta ballenas. Allí se desembarca en una playa solitaria como Honoratos, para almorzar bajo una carpa.
