Universidad de Costa Rica Sede Rodrigo Facio Diseño III
Investigación Psicología en el Arte Bruto: La Demencia de los Desertores Sociales
Felipe Ramírez B. 12 de mayo del 2011
Introducción
La presente investigación ha sido concebida con miras a plantear las particulares características que definen al Arte Bruto como tal desde un punto de vista psicológico,
y cómo su análisis
deriva en
una serie de
cuestionamientos que conllevan a una contradicción entre el arte realizado originalmente por un grupo de exponentes cuya demencia los ha excluido del plano convencional de la sociedad por su inadaptabilidad a la misma; y el propuesto por otro grupo aceptado dentro de los límites sociales, que buscan asimilar y reproducir estas características en sus propias obras. A pesar de que el Arte Bruto incluye personas con graves desequilibrios mentales,
niños,
presos,
ancianos,
marginados
sociales,
etc.,
esta
investigación se mantendrá apegada al arte producido por personas cuya enfermedad mental es la impulsora de su creación. Esto debido principalmente al hecho de ser sus exponentes más comunes y en los cuales las características, que serán mencionadas a lo largo del desarrollo de los temas, son más marcadas. La manera en que se expondrán los puntos que se han de tomar dentro de la investigación será mediante la contraposición de ideologías y el origen de las mismas,
siempre
con
la
mediación
concernientes al tema en cuestión.
de
las
propuestas
psicológicas
Objetivo General •
Estudiar los factores psicológicos, contextuales e ideológicos que influyen en el proceso y resultado de la creatividad artística de enfermos mentales, y la relación que estos guardan con otros artistas considerados normales.
Objetivos específicos •
Utilizar el análisis psicológico como base para el entendimiento del origen de la expresión creativa tanto en los psicóticos como en los artistas normales.
•
Identificar la particularidad de las principales características que diferencian al Arte Bruto de otras tendencias no académicas.
•
Enumerar la catalogación de las enfermedades mentales y la manera en que estas influyen en los enfermos.
La concepción del Arte Bruto: El Arte Bruto surge en Francia a mediados de los años cuarenta y fue un término inventado por el pintor francés de vanguardia: Jean Dubuffet, considerado el padre de este movimiento, lo utilizaba para nombrar un tipo de arte que era creado por personas que se encontraban al margen de la sociedad y por lo tanto libres de la forma de expresión artística convencional, sobre todo enfermos mentales, que se manifiestan en su obra de forma espontánea por una necesidad elemental interior. En palabras de Dubuffet, el Arte Bruto se define de la siguiente forma: “producciones de toda especie de dibujos, pinturas, bordados, modelos, esculturas, etc., que presentan un carácter espontáneo y fuertemente inventivo, que nada les deben a los padrones culturales del arte, y que tienen por autores a personas oscuras, extrañas a los medios artísticos profesionales”. Dubuffet comenzó a coleccionar este tipo de arte desde el año 1945, y en 1948, junto con los escritores André Breton y Jean Paulhan, crean la Compagnie d’Art Brut (La Compañía de Arte Bruto), en París. Ese mismo año publica el manifiesto “El Arte Bruto preferido a las artes culturales”. El interés principal del artista Jean Dubuffet era el de buscar un tipo de representación que tuviera un sentido más primitivo y esencial, más ligado a los sentimientos de pureza y sin la corrupción proveniente de la estética cultural común: buscaba pasiones, delirios, deseos, instintos; muy alejado de reglas compositivas y del diseño que marcaba las pautas del arte convencional, para poder dotarlo de esa manera de originalidad. Por esta razón es que encuentra su inspiración en la creación de los niños, presos y enfermos mentales, principalmente, incorporando todo esto a su propio trabajo pictórico y escultórico, experimenta con diversos medios para plasmar sus emociones
(tierra, aserrín, hojas, etc.), mediante diferentes técnicas siendo en su caso quizá la más reconocida el collage.
El inicio del análisis psicológico en el arte: El primer análisis psicológico relacionado propiamente con el arte y la demencia que obtuvo una verdadera importancia y una gran popularidad en el quehacer de otros psicólogos se presentó en un libro publicado en el año 1888 llamado “Genio y Locura”, escrito por un psiquiatra de nacionalidad italiana llamado Cesare Lombroso. En su obra da una extensa relación entre el arte y la locura citando a varios de los artistas más importantes de la época en los cuales encontró cierto nivel de debilidad psíquica cuyo origen atribuyó a la herencia, y por lo tanto de carácter innato en el enfermo. Las ideas que Lombroso proponía en su libro desataron la indagación en el tema de varios psiquiatras de los cuales su contemporáneo más importante fue el alemán Max Nordau, que publica un libro en 1894 titulado “Degeneración”, en el que afirma que los místicos y egotistas son enemigos de la sociedad, la cual debe defenderse de ellos. No obstante, esta relación entre arte y demencia no alcanzó realmente su madurez hasta veintiocho años después, en el año 1922, que el psiquiatra alemán Hans Prinzhorn publica su libro “Expresiones de la Locura”. Este libro contiene el primer estudio detallado de las expresiones visuales de personas internadas, basada en la observación de la colección de obras de enfermos mentales de la Heidelberg Psychiatric Clinic donde él trabajaba, el valor estético de esas obras comenzó a ser reconocido públicamente, ejerciendo influencia en el medio artístico sobre artistas de la talla de Alfred Kubin, Oskar Schlemmer, Max Ernst, Paul Klee y André Breton. Así el interés por el estudio y las investigaciones de esta reducida población marginada ya no se limitaban casi exclusivamente al interés de otros psiquiatras, sino que despertó el interés de otras personas y artistas. Los aportes de Prinzhorn fueron de gran interés y de mucha importancia, y a su vez gozaron de gran aceptación. Dentro de estos aportes cabe destacar
algunos de los principales debido a su mayor relevancia en la presente investigación: •
En su libro Prinzhorn presentó teorías innovadoras sobre la psicología de la expresión, dándole un gran valor a la producción artística de los enfermos, demostrando así que el impulso creador y la necesidad de expresión instintiva sobreviven a la desintegración de la personalidad provocada por ciertas patologías.
“Nuestros pacientes se encuentran en contacto, de manera totalmente irracional, con las más profundas verdades, y muchas veces revelan, inconscientemente, visiones de trascendencia. Reencontramos así, en un contexto diferente, la idea de la existencia de formas de expresión psíquica y de objetos de formas correspondientes que en todos los hombres, en determinadas condiciones, serían casi idénticas, como los procesos fisiológicos”. (Hans Prinzhorn)
•
Afirma que la expresión artística de los enfermos mentales tiene como origen la misma fuente que cualquier otra expresión artística profesional. Los clasifica en el de expresión, el del juego, el decorativo ornamental, el que marca el ritmo y la regla, el copiado, y el de la necesidad de lo simbólico. En tanto lo que deja claro es que no existe diferencia alguna en cuanto a lo que se refiere a la producción normal y la producción psicótica.
•
El éxito de su libro “Expresiones de la locura” da a conocer los trabajos artísticos de los enfermos mentales de la Heidelberg Psychiatric Clinic, llegando a alcanzar su difusión a muchos grandes artistas que se llegaron a interesar en aspectos como el uso de materiales, temática, libertad, espontaneidad y originalidad, entre otros, de este arte recién descubierto.
El psicoanálisis y las enfermedades mentales: Fueron varios los psicoanalistas que se apoyaron en la teoría y práctica terapéutica de Sigmund Freud, que consideraba que los sueños eran una
expresión de la mente inconsciente, y utilizaba las asociaciones libres para avanzar desde el contenido onírico hacia los complejos que causan la conducta neurótica. Sin embargo, el psicoanalista Jung se preocupaba más por la naturaleza misma del sueño, debido a que le resultaba más importante utilizar las imágenes metafóricas para permitirle al paciente resolver sus dificultades al captar la significación específica de su sueño, en lugar de recibir únicamente interpretaciones más generales, así sería más factible ofrecer soluciones. Una de los aportes psiquiátricos más practicados hasta el día de hoy consiste en las técnicas proyectivas que se utilizan con este tipo de arte psicótico, el uso de medios artísticos como el dibujo, la pintura, la escultura, etc., para descubrir los conflictos personales de los enfermos mentales, y así lograr establecer vínculos. Las enfermedades mentales pueden catalogarse en dos modelos básicos de personalidad: 1. El ciclotímico, caracterizado por la tendencia a la emotividad y por un sentido del humor cambiante y que se ve muy influido por el ambiente. 2. El esquizoide, presente en personas que tienden a racionalizar y centrarse en algo en concreto, motivo por el que se aíslan completamente de sus percepciones externas, limitándose a las internas. Estos dos modelos de personalidad pueden estar presentes también en personas sanas, aunque en mucha menor medida. La psicosis es la culpable de causar trastornos psicológicos en la personalidad y la conducta de la persona. La psicosis puede catalogarse en dos tipos, con sus respectivas particularidades: 1. Psicosis exógenas, relacionadas a causas externas producidas por hechos de la vida.
Paul Salvado Oroverde es un artista que desarrollo una enfermedad mental debido a la muerte de su madre, y logró superarla con la ayuda del arte A la izquierda se muestra su obra más conocida llamada “El urgottheit”.
2. Psicosis endógenas: Psicosis afectivas, como lo son la manía, melancolía, psicosis maniacodepresivas, etc., en este caso trataremos las dos más comunes. Psicosis maniaco depresivas: Se alternan periodos de profunda depresión, que se caracteriza por la tristeza, inhibición del pensamiento, sentimiento de culpa, que puede llegar a adquirir carácter delirante. Muchas veces conllevan al suicidio. Psicosis maníacas: destacan por la expansión afectiva, con alegría incontenible y, a veces, fuerte irritabilidad, aceleramiento del pensamiento, desinhibición psicomotriz, comportamiento desordenado, y exaltación de todos los sentimientos vitales. Psicosis delirantes, entre ellas la esquizofrenia, paranoia, parafenia, etc., en este caso trataremos las dos más comunes. Esquizofrenia: Su principal característica es la pérdida de contacto con la realidad que sufre el paciente, y su tendencia a encerrarse en un mundo interior. Ideas delirantes y trastornos de la afectividad, además de las alucinaciones, casi siempre auditivas que se presentan al paciente como voces. El delirio representa el momento álgido de la enfermedad.
Martín Ramírez fue un esquizofrénico
paranoico
que
paso la mayor parte de su vida internado
en
un
manicomio.
Durante su estancia, Ramírez creó
una
gran
cantidad
de
dibujos de gran formato que hoy en día resulta muy actual.
Contexto histórico: La Segunda Guerra Mundial tuvo lugar desde 1933 hasta 1945, un periodo de seis años durante el cual se cometieron los mayores crímenes en la historia de la humanidad. En 1933 la Clínica Psiquiátrica de Heidelberg es tomada por el nazismo. Se instala el programa con el pleno objetivo de lograr la exterminación de los enfermos mentales, la colección artística producida por los internados de este centro es usado como propaganda nazi. Inmediatamente se inicia una serie de exposiciones tanto en Alemania como en Austria que buscaba comparar de manera despreciativa estas obras con las de exponentes de arte moderno (Van Gogh, Cézanne, Klee, Kandinsky, entre otros). Estas exposiciones tenían como título "Arte degenerado", con muchas obras de arte contemporáneo que habían sido confiscadas de varios museos alemanes, y estaban destinadas a ridiculizarlo. La razón que movían a Hitler y su gobierno a actuar así era el persibir al arte contemporáneo como un ente corruptor de la moral y la estética alemana, y por lo tanto debía ser eliminado. Cabe destacar que esta posición ideológica tan radical con respecto al arte fue principalmente impulsada por el libro “Degeneración”, publicado por el psiquiatra alemán Max Nordau en 1984, mencionado anteriormente, y cuyas consecuencias no se limitaron al arte en particular, sino que impulsó incluso el nazismo.
A partir de 1945 comenzaron a publicarse reportes acompañados de fotografías de los campos de concentración, donde aparecían un gran número de cadáveres como resultado de la guerra. En este momento en que la guerra recién había terminado, un periodo de asimilación y recapacitación por parte de todos, el gran papel como ente reconstructor y renovador le fue otorgado al arte. Primero con la aparición del Dadaísmo durante la primer postguerra, producto de la desesperación por la decadencia de la humanidad. Ahora este sería el turno de los vanguardistas con su planteamiento del Arte Bruto, y teniendo como una de sus bases los planteamientos ideológicos característicos del mismo arte Dada, con unas preocupaciones similares, pero con un planteamiento y proceso por completo diferentes: concibiendo un tipo de arte extraño, diferente y grotesco, producto del malestar causado por la Segunda Guerra Mundial. Jean Dubuffet comienza a coleccionar las producciones de los enfermos mentales a partir de 1945, el mismo año que termina la guerra, y a implementar las características pertenecientes a los mismos en sus propias obras de arte, bautizándolo con el nombre de Arte bruto. Al igual que en los trabajos de los psicóticos, Dubuffet recurre a aspectos como separación de la formalidad de reglas artísticas convencionales, el azar y la improvisación, lo gestual y matérico, la libertad de color, el uso de líneas y manchas, uso de todo tipo de materiales incluso de desecho, etc.
Autor: Jean Dubuffet. Obra: L.'Hourloupe (Grupo de Cuatro árboles). 1972. Técnica: Escultura, poliestireno pintado con vinílico.
La interioridad propia del artista y su entorno: Hasta ahora se ha mencionado el principio primitivo-esencial de lo que se conoce como Arte Bruto, y las causas y anhelos que llevaron a su Jean Dubuffet a generar un planteamiento artístico que expresara las mismas sensaciones de espontaneidad y desprendimiento cultural, así como algunos de los puntos más importantes con relación a la psicología del arte en los dos grupos de exponentes artísticos a estudiar: enfermos mentales y artistas profesionales. No se ha profundizado mucho en ninguno de estos casos y apenas si se ha hablado superficialmente del estilo artístico en cuestión; no obstante, ahora que se han dejado claros algunos de los aspectos más básicos y se ha contextualizado el tema, vamos a entrar a un plano un poco más profundo en el que se integra la relación de los aspectos citados anteriormente con el sentido de interiorización de los artistas correspondientes a este arte de los marginados.
Para la mayoría de personas resulta realmente difícil creer que la obra que realice un enfermo mental pueda ser arte, y la verdad es que esto conlleva cierta lógica, la lógica de una cultura que tiende a segregar a todo aquello que no se ajuste a sus normas. Según Elías Norberto Abdala, profesor titular de psiquiatría, USAL y IUSAM, existen dos posicionamientos ideológicos que podrían responder a esta pregunta: los que dicen que no, debido a que creen que este tipo de personas no tienen creatividad alguna sino que expresan sus delirios tal y como los perciben. Mientras que los que dicen que sí lo aprecian como un arte primitivo totalmente desprovisto de amarras culturales y reglas a las cuales aferrarse para cumplir las normas de una sociedad determinada en la que residen, debido a que son personas que se encuentran por completo aisladas de una realidad común. Ambas respuestas tienen lógica, pero ambas no pueden ser verdaderas porque son completamente contradictorias, quizá el problema reside en la cabalidad con que se afirman. Según el psiquiatra argentino López de Gomara, difícilmente se podría diferenciar un cuadro realizado por un pintor considerado normal de uno realizado por un psicótico, esto debido a que según él “todas son metáforas de su delirio”, osea, que los enfermos mentales no reproducen sus delirios en su obra tal y como los perciben, sino que crean una metáfora a partir de ellas y luego las reproducen, y esto último deriva en una prueba de que realmente poseen creatividad.
Autor: Obra: Técnica: Formato:
Enzo Cucchi Musica Ebbra (1982) Óleo y aluminio sobre tela 190x120cm
Autor: Glenn Brady Obra: Sin título Técnica: Tiza sobre cartón Formato: Desconocido
Enzo Cucchi es un artista perteneciente a un movimiento transvanguardista considerado como una tendencia dentro del Neoexpresionismo mundial. Su arte es contemporáneo y no tiene como origen ni el mínimo atisbo de características propias del Arte Bruto producido por el artista Glenn Brady. Sin
embargo, en las obras de estos dos artistas, tal y como lo señala el psiquiatra López de Gomara, la diferencia que denota la expresión del sentimiento, así como el resultado estético, no difiere demasiado. Así que dos artistas completamente distintos, concientemente ajenos cada uno al movimiento del otro, producen un tipo de arte muy semejante. De lo anterior se deduce fácilmente que el proceso creativo de ambos artistas, uno normal y uno psicótico, se dio de una forma similar, y que, por lo tanto, la creatividad se encuentra presente en los dos exponentes. Solo cabe mencionar que existen ciertas características en el Arte Bruto que suelen repetirse en diferentes obras como por ejemplo los colores brillantes, las figuras fragmentadas, las repeticiones, los ojos desorbitados o la obsesión por no dejar ninguna parte de la hoja sin colorear. Pero esto no resta autoridad ni tampoco niega la afirmación anterior. Pues bien ya se ha demostrado que la creatividad forma parte del proceso artístico de los enfermos mentales, esto ya es un gran avance puesto que ahora tenemos un punto de partida para un esbozo de entendimiento de las interrogantes interiores, pero ahora surge una nueva pregunta: el tipo de creatividad que se presenta en un psicótico es el mismo que en un artista normal? Bueno, según Enrique Pichon Hirvieren en este sentido hay diferencias notorias: 1. “En el artista normal, el proceso creativo se da en forma controlada y es definidamente temporal. En cambio, en el alienado es más automático, más permanente y, en cierta medida, más necesario”.
2. “La obra del alienado participa de las características del pensamiento mágico, y está impulsado a crear con el fin de transformar el mundo real; no busca un público ni trata de comunicarse. La del artista normal no carece de magia, en tanto también él trata de ejercer un dominio y control sobre este mundo, pero no crea para transformar el mundo exterior de una manera delirante, sino que su propósito es describirlo a otras personas sobre las cuales trata de influir, teniendo la idea de un significado definido. Aprende, progresa, haciendo
ensayos, sus modos de expresión cambian y su estilo puede transformarse, en tanto no está estereotipado en ninguna imagen o situación”.
En cuanto a estas dos afirmaciones resulta necesario detenernos un momento para contemplarlas más detenidamente. Con respecto a la primera, tanto los artistas comunes como los enfermos mentales poseen una percepción mucho más intensa de su entorno que cualquier otra persona, esto debido a un déficit de la inhibición latente, que es una característica neurológica innata que permite a las personas procesar toda la información que reciben sus sentidos y luego tomar solamente la que les resulta más útil para la vida. Esto provoca que la mayoría de artistas no sean del todo comprendidos por otros y vivan muy cerca de la psicosis. Lo que sucede es que en los enfermos mentales este déficit suele ser aún mayor, y por lo tanto también tienen una mayor necesidad de expresión causado por ese exceso de percepción que provoca que su mente deje de ser comparable a la de los demás, como consecuencia impidiendo una vida social normal. En la segunda afirmación de Hirvieren hay un punto en extremo importante en relación con la forma en que utiliza el arte, la cual difiere mucho de un artista normal a un enfermo mental, y es que mientras el primero busca con su creación trasmitir su forma particular de ver el mundo e influir en los espectadores, el segundo crea por y para sí mismo, por la necesidad de reconstruir su propio mundo real, es una creación artística individual que busca reacomodar todo un mundo, su propio mundo en caos, en lugar de mostrarlo al mundo. Y es en este punto donde se contradice completamente la ideología artística de Jean Dubuffet, cuando intenta integrar los principios artísticos del Arte Bruto en su propio trabajo tanto escultórico como pictórico, la cual contó con una gran aceptación del público, rompió quizá la características más importante en lo referente a este arte: su carácter íntimo creado para sí mismo y no para buscar la aprobación de otros, la característica anticomercial que tanto admiraba Dubuffet del verdadero Arte Bruto. Además, cualquiera podría entender que el simple hecho de querer reproducir las características propias de un arte que se encuentra vedado casi totalmente para un artista convencional sin un caso elevado de psicosis, sería inútil, lo único que lograría
sería cambiar las pautas artísticas que ha manejado hasta el momento por otras que le parecen más atractivas, y de seguro podrá lograr unos resultados muy parecidos, pero el objetivo y el proceso creativo continuará siendo básicamente el mismo.
Autor: Jean Dubuffet. Obra: Parade of Objects (1944). Técnica: Pintura. Formato: 23 x 29 pulgadas.
Conclusiones
Muchos son los factores psicológicos, contextuales e ideológicos que pueden influir en la creación artística, así como muchos los medios y procesos para expresarlos. Y tanto un artista que se encuentre dentro de los límites considerados normales dentro de la normativa social como los que se encuentran excluidos de la esta, se hallan en posición plena de recrear sus más profundos sentimientos mediante la obra artística. El hecho de que una persona sufre de una determinada enfermedad mental no lo condiciona a un plano inferior de expresión, esto incluso podría percibirse de manera completamente contraria puesto que es su calidad de una mayor percepción y sensibilidad hacia su entorno la que incentiva mayormente la creatividad, así que si la mayor parte de artistas poseen hasta cierto grado esta característica no existe nada que indique que una mayor dosis de sensibilidad choque con la producción artística. Se ha demostrado que entre el arte realizado por un psicótico y un artista normal no existe una verdadera diferencia lo cual nos lleva a entender que la única diferencia real entre estos es la forma en que percibe y asimila su entorno, pero la forma de expresión se mantiene, a excepción de que el primero lo hace de forma más natural y espontánea, y sobre todo de forma íntima, mientras el segundo se ve sujeto a las reglas a las que le ha condicionado la sociedad a la que pertenece, y por supuesto busca describir su modo de ver la realidad a esa sociedad, e incluso influir en ella en la medida que sea posible. Se ha dejado claro el hecho de que, a pesar de que un artista normal se base en las características del arte de los enfermos mentales, este no podrá nunca llegar a crear su arte de la misma forma solo podrá imitarlo estéticamente. Desde el momento en que se intenta reproducir este arte se esta creando un conjunto de reglas a seguir y esto solo significaría que se están cambiando un conjunto de normas sociales preestablecidas por otras diferentes, incluso su calidad anticomercial original se pierde, porque esta copia estilística buscará la aprobación de la sociedad a la que pertenece.
Bibliografía
Las fuentes que fueron consultadas para realizar la presente investigación son las siguientes:
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Stokes, Adrean: La pintura y el mundo interior. [Séptima edición en 1967] Editorial: Editorial Paidós, Buenos Aires; Argentina. Vigotski, Liev Semiónovich: Psicología del Arte. [Edición en 1972] Editorial: Barral Editores, Barcelona; España.
Anexos
El siguiente es el manifiesto titulado “El Arte Bruto preferido a las artes culturales”, escrito por el artista Jean Dubuffet en el año 1948, en relación al Arte Bruto: “Por este término entendemos trabajos producidos por artistas a salvo de la cultura artística, donde el mimetismo forma poca o ninguna parte (contrario a las actividades de los intelectuales). Estos artistas lo encuentran todo (temas, elección de materiales, medios de transporte, ritmos, estilo al escribir, etc.) en sus propias profundidades y no en las concepciones del arte clásico o el que esté de moda. Nosotros somos aquí testigos de una operación artística completamente pura, cruda, fea, y completamente
reinventada en todas sus fases gracias únicamente a los
impulsos propios del artista”.