Ética Y Valores Del Estudiante Universitario
INDICE Página 1. Introducción 3 2. Marco Conceptual 4 3. Marco Teórico 5 4. Ética Profesional 8 5. Conclusiones 10 6. Anexos 11 7. Bibliografía 12 INTRODUCCIÓN Los valores éticos o morales son principios, que mediante ellos las personas sienten un fuerte compromiso "de conciencia" y los emplean para juzgar lo adecuado de las conductas propias y ajenas. En términos generales, valor es la cualidad por la que un ser, una cosa o un hecho despierta mayor menor aprecio, admiración o estima. Es decir, un valor nos indica
la importancia, significación o eficacia de algo. Los valores no existen en abstracto, se depositan, algo se le da un valor, ya sea este en objetos o personas. Están ligados los valores a la historia, a las culturas, a los individuos y a las circunstancias que enfrentan. Es por ello que las universidades, desde sus orígenes, han sido las encargadas de formar profesionales y especialistas en diversas áreas del conocimiento, y hoy deberían ser también las encargadas de la formación de auténticos ciudadanos, responsables y comprometidos éticamente y moralmente con la realidad social que les rodea. MARCO CONCEPTUAL La Ética: Es la ciencia que, al estudiar la conducta humana en cuanto al deber ser, traduce sus principios a exigencias prácticas que deben regular cualquier actividad, incluyendo el estudio de la misma. El Valor o Valores: Es la idea que se tenga del hombre y que le ayuda a ser más persona. Es la convicción razonada de que algo es bueno o malo para llegar a ser más humanos. También podemos decir que el valor es la apreciación positiva que se hace de las cosas, conceptos, ideas o personas en relación con la propia cultura. MARCO TEÓRICO
Los valores influyen en nuestra forma de pensar, en nuestros sentimientos y formas de comportarnos y se proyectan a través de actitudes y acciones ante personas y situaciones concretas, es por ello, que se suponen un compromiso real y profundo de la persona ante sí misma y ante la sociedad en que vive. Se integran mediante la reflexión, la interacción con el medio y la práctica social, junto con el desarrollo de las capacidades, cognoscitivas, la personalidad, las habilidades técnicas y las destrezas operativas. En si los valores sirven para orientar la acción humana. En nuestra época, podemos identificar valores que son aceptados, en todo tiempo y lugar, porque posibilitan la existencia de una sociedad más justa y democrática y por eso los deseamos como: • El derecho a la vida • El respeto a la vida • La verdad • La libertad • La equidad • La fraternidad • La justicia • La igualdad • La solidaridad
A su vez, la ética se ocupa de lo que es bueno o malo, y de lo que es justo o injusto. Su derivación es de términos cuyo significado es costumbre o conducta. La ética es un saber práctico, de nada sirve saber mucho de ella si no la ponemos en práctica. Estos valores éticos deben integrarse en el currículo como parte medular de éste, ya que las deficientes técnicas de enseñanza, no observan ningún tipo de inducción ética y por ende el profesional nunca desarrolla una moral y olvida que es un hombre que interactúa en sociedad, que debe trabajar para el desarrollo de la misma, y que como profesional debe orientar sus actuaciones al servicio, a la sociedad y jamás en contra de ella. La educación y formación de valores comienzan sobre la base del ejemplo, que no se pueden reducir a los buenos ejemplos y el modelo del profesor, por lo que la
formación de valores es un proceso gradual, donde es necesario buscar e indagar cuáles valores y por qué vías se deben formar, desarrollar, afianzar y potenciar en diferentes momentos de la vida, según las necesidades que se van presentando en la formación de un profesional. La educación es el medio fundamental para adquirir, transmitir y acrecentar la cultura; es un proceso permanente que contribuye al desarrollo del individuo y a la transformación de la sociedad, es determinante para la adquisición de conocimientos y para formar al hombre de manera que tenga sentido de solidaridad social. Que los estudiantes sean conscientes de sus derechos y al mismo tiempo de sus deberes y practiquen buenos niveles de responsabilidad en el cumplimiento de los mismos. El proceso docente educativo, que de modo consciente se desarrolla a través de las relaciones de carácter social que se establecen entre estudiantes y profesores, con el propósito de educar, instruir y desarrollar a los primeros, tiene que dar respuesta a las demandas de la sociedad, para lo cual se sistematiza y recrea la cultura acumulada por la sociedad de forma planificada y organizada. Esto parte de las necesidades sociales, o de las exigencias que la sociedad hace a sus profesionales, ya que se establecen relaciones entre el alumno y el profesor con el objetivo de instruir en determinada ciencia, desarrollar habilidades y sobre todo educar al hombre en todos los aspectos de la personalidad. Por esto, es importante que todo maestro posea un fuerte compromiso con sus valores, que sea honesto, crítico, respetuoso, preocupado por sus estudiantes, sensible a los avances progresivos de los alumnos, logrando la participación activa y consciente de los estudiantes, y para lo anterior debe ir desarrollando zonas de desarrollo próximo. Esto da como resultado, las relaciones sociales que se dan entre los sujetos que participan, dirigido de manera sistémica y eficiente a la formación de las nuevas generaciones a través de la educación y la instrucción, de manera planificada y estructuralmente organizada, El aula, como espacio de debate, debe integrar análisis que tengan en consideración tales cuestiones. Una institución, en la que el estudiante puede participar en la toma de decisiones, es también un buen lugar donde aprender a profundizar en los estilos de vida y en la ética y valores sociales.
El aprendizaje ético y la perspectiva sobre la formación universitaria en general, tiene que fomentar el desarrollo de auténticas estrategias personales de aprendizaje, defendiendo el conocimiento que posean carácter ético o que plantean cuestiones social y moralmente controvertidas. Se entiende que el interés por el saber y el estar bien informado son valores, no sólo intelectuales, sino que poseen también una clara dimensión ética al tratarse de cualidades que permiten tomar decisiones con mayor criterio en sociedades complejas como la nuestra. Defender la incorporación de contenidos de naturaleza ética que guíen la construcción y el desarrollo de las capacidades personales del ahora estudiante y futuro profesional como miembro de una comunidad. En si se necesita desarrollar valores, actitudes, capacidades y habilidades generales que permitan el dominio y la creación de nuevos conocimientos. El eje de todo esto se encuentra en la educación, en los maestros, y lo más importante en el estudiantado y futuro profesional, porque no tendría sentido hablar de ética, valores y actitudes si no hay nadie a quien le interese desarrollarse como individuo. ÉTICA PROFESIONAL La profesión: Puede definirse como "la actividad personal, puesta de una manera estable y honrada al servicio de los demás y en beneficio propio, a impulsos de la propia vocación y con la dignidad que corresponde a la persona humana". En un sentido estricto, designa solamente las carreras universitarias. En sentido amplio, abarca también los oficios y trabajos permanentes y remunerados, aunque no requieran un título universitario. En virtud de su profesión, el sujeto ocupa una situación que le confiere deberes y derechos especiales, como son: • La Vocación.
La elección de la profesión debe ser completamente libre.
La vocación debe entenderse como la disposición que hace al sujeto especialmente apto para una determinada actividad profesional. Quien elige de acuerdo a su propia vocación tiene garantizada ya la mitad de su éxito en su trabajo. En cambio, la elección de una carera profesional sin tomar en cuenta las cualidades y preferencias, sino, por ejemplo, exclusivamente los gustos de los padres, o los intereses de la familia, fácilmente puede traducirse en un fracaso que, en el mejor de los casos, consistiría en un cambio de carrera en el primero o segundo año, con la consiguiente pérdida de tiempo y esfuerzo. • Finalidad de la Profesión.
La finalidad del trabajo profesional es el bien común. La capacitación que se requiere para ejercer este trabajo, está siempre orientada a un mejor rendimiento dentro de las actividades especializadas para el beneficio de la sociedad. Sin este horizonte y finalidad, una profesión se convierte en un medio de lucro o de honor, o simplemente, en el instrumento de la degradación moral del propio sujeto. • El Propio beneficio.
Lo ideal es tomar en cuenta el agrado y utilidad de la profesión; y si no se insiste tanto en este aspecto, es porque todo el mundo se inclina por naturaleza a la consideración de su provecho personal, gracias a su profesión. No está de más mencionar el sacrificio que entrañan casi todas las profesiones: el médico, levantándose a media noche para asistir a un paciente grave; el ingeniero, con fuertes responsabilidades frente a la obra, etc. La profesión también gracias a esos mismos trabajos, deja, al final de cuentas, una de las satisfacciones más hondas. • Capacidad profesional.
Un profesional debe ofrecer una preparación especial en triple sentido: capacidad intelectual, capacidad moral y capacidad física. • La capacidad intelectual
Consiste en el conjunto de conocimientos que dentro de su profesión, lo hacen apto para desarrollar trabajos especializados.
Estos conocimientos se adquieren básicamente durante los estudios universitarios, pero se deben actualizar mediante las revistas, conferencias y las consultas a bibliotecas. • La capacidad moral
Es el valor del profesional como persona, lo cual da una dignidad, seriedad y nobleza a su trabajo, digna del aprecio de todo el que encuentra. Abarca no sólo la honestidad en el trato y en los negocios, no sólo en el sentido de responsabilidad en el cumplimiento de lo pactado, sino además la capacidad para abarcar y traspasar su propia esfera profesional en un horizonte mucho más amplio. • La capacidad física
Se refiere principalmente a la salud y a las cualidades corpóreas, que siempre es necesario cultivar, como buenos instrumentos de la actividad humana CONCLUSIÓN Para fortalecer los valores no solo basta con invitar y concientizar al alumno sobre la necesidad de actuar correctamente, sino invitarlo a que mantenga su conducta adecuada con las demás personas, es necesario además motivar a los estudiantes por el estudio, prepararlos para la vida, para el trabajo, para el cambio y la transformación, para lo cual es necesario argumentar, demostrar y persuadir, desde los centros educativos. La educación con respecto a la ética y los valores debe ser preocupación de todo centro educativo, de los docentes y los estudiantes mismos.