Oleg Cherne. El Ermitaño. METODO

Oleg Cherne

El Ermitaño

MÉTODO

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Cherne, Oleg El Ermitaño. Método .– 1a ed. – Ciudad Autónoma de Buenos Aires: el autor, 2014. 435 p. : il. ; 21 x 15 cm. ISBN 978-987-33-6372-6 1. Desarrollo Personal. I. Título CDD 158.1

Indice Fecha de catalogación: 12/11/2014

Colaboraciones

Agradecemos la ayuda recibida para la traducción y edición del presente Libro en su publicación en Español de Desislava Tasheva, Ivan Karchev, Alejandra Rotf, Oscar Ramos, Marcelo Plotnik y JLB.

Diseño de la Edición en Español: Román Cherne

Impreso por:

Imprenta Dorrego S.R.L. Dorrego 1102 (CP 1414), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina Hecho el depósito que prevee la Ley 11.723.

Prólogo a la Edición en Español․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 5 Prólogo․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 9

Capítulo 1. La Enseñanza de lo Real ․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 13 Introducción․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 15 1.1 Multiplicación․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 25 1.2 La teoría de las Cinco Montañas․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 29

Capítulo 2. Alumno․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 33 Introducción ․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 35 2.1 Persona que entrena․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 37 2.2 Practicante․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 43 2.3 Alumno ․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 47

Capítulo 3. Los ciclos del desarrollo․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 59 Introducción․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 61 3.1 Ciclos del desarrollo․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 63 3.2 Identidad personal․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 81

Capítulo 4. Cuerpo․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 103 © 2014 Oleg Cherne isbn: 978-987-33-6372-6

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Introducción․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 105 4.1 Tres ciclos․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 111 4.2 Cuerpo․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 113 4.3 Energía․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 151 4.4 Espíritu․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 165

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Capítulo 5. La Medida․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 173 Introducción․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 175 5.1 Espacio․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 177 5.2 Medida․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 181

Capítulo 6. Método․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 187 Introducción․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 189 6.1 La teoría y la práctica․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 191 6.2 Método․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 203 6.3 Cinco modos de Enseñanza ․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 215 6.4 El esquema del Método․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 221 6.5 Método de la limpieza de la médula ósea o Método del llenado verdadero ․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 231 6.6 Método del fortalecimiento de la Unidad o de la conservación de la Unidad․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 251 6.7 Método del fortalecimiento del Cuerpo de enlace o Método de la Sincronización․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 261 6.8 Método de “Escrituras Celestes” o Arte de la adquisición de la Concentración․․․․․․․․․․․․․․․․․ 285 6.9 Método del Emperador de Jade o Método de la Cristalización․․․ 299

Capítulo 7. Alimentación․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 335 Introducción․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 337 7.1 Alimentación․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 339

Capítulo 8. Laboratorio del desarrollo․․․․․․․․․․․․․․․․ 349 Introducción․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 351 8.1 La Enseñanza es Geometría Sagrada ․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 353 8.2 Enseñanza․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 359 8.3 Errores de la persona que entrena․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 379 8.4 El hombre que practica. La diferencia entre el primer y el segundo nivel․․․․․․․․․․․․․․ 389

Capítulo 9. Profesor․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 395 Introducción․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 397 9.1 Profesor․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 399 9.2 Profesor y Alumno․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 417

Capítulo 10. El punto de no retorno․․․․․․․․․․․․․․․․․․․ 437

Prólogo a la Edición en Español La Seducción de una lectura difícil Por todos es sabido la dificultad a la hora de traducir grandes escritos. No por ello los lectores renunciamos a la invitación a su lectura. En la actualidad es posible creer que todo ha sido escrito, traducido, publicado o está próximo a serlo. Las tradiciones orales han dado lugar, en la actualidad, a la difusión escrita de conocimientos en forma indiscriminada, hasta el punto mismo de la contaminación. Hoy en día es muy difícil poder separar la Información del verdadero Conocimiento. Queda en las manos del Lector, el armonioso trabajo de armarse de la paciencia y humildad para poder reconocer qué es lo que entiende como necesario y valedero para sí mismo. Hemos tenido que mantener bajo control el trabajo de la Traducción, con la responsabilidad de respetar al máximo la contundencia del autor y la ilusión de acompañar la narrativa en nuestro Idioma. El Libro se propone como un mapa de un Tesoro escondido. Una herramienta de uso diario con ansias de ayudar la llegada a destino. No pretende convencer a nadie, ni entablar discusión alguna. Es el resultado de un largo proceso de investigación y sobre todo del propio trabajo del autor, quien desarrolla una extensa estructura con definida intencionalidad. 5

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Oleg Cherne · El Ermitaño. Método

Prólogo a la Edición en Español

Este es uno de esos libros que imponen más de una lectura. Se propone como un prisma, un cristal de roca, cuyos diferentes lados invitan al lector a repensar lo que a veces se supone ya pensado. Son justamente los ángulos que se producen en la figura geométrica, los que se ofrecen como la herramienta que ilumina, ya que lo que se propone es lo mismo que se pone en juego. Ver la realidad desde el prisma del esfuerzo consciente. Al igual que la tensión que mantiene unido al cristal. Aun cuando la gramática nos exigía sustituir sustantivos por artículos, hemos respetado la intención del autor en la repetición, con la confianza de entender que su propósito es imprimir el refuerzo de la idea/palabra, la que acompaña con su peso ideal, sin importar el esfuerzo que a veces conlleva el peso de la repetición. Para el gran público de habla hispana, en especial para toda Latinoamérica, el Método se nos revela como un plano inclinado, una inevitable realidad hacia la que indefectiblemente nos dirigimos, motivados por la grandeza que históricamente nos fue otorgada. A sabiendas que en estos tiempos que corren, sólo un cambio en la conciencia de las personas, hará las veces de llave para atravesar las puertas necesarias. Por años en el mundo entero se han establecido métodos de prácticas para la Salud y el Desarrollo de la Conciencia, pero aun así, es preciso encontrar quien pueda dirigir los esfuerzos en este tipo de trabajos, para que los intentos no sean en vano, para que los logros sean posibles de adquirir. Podemos ver hoy en los Gimnasios a practicantes de estas Artes, que por años no mejoran las condiciones desde su llegada, alcanzar un tope inexplicable y sin contenido explícito. Producto, en la mejor de las veces, de buenas intenciones o del propio potencial energético con el que el Instructor o el mismo alumno han venido a la vida. Como si la Conciencia hubiera sido excluida del propósito del Desarrollo de la persona. Aquí se proponen técnicas específicas que ayudan a arribar a un objetivo concreto, al modo de un navegador de auto que nos ayuda a llegar a destino, cuando ni siquiera conocemos la ciudad a la que nos dirigimos.

Por supuesto hemos de recomendar leer la obra en su totalidad para entender el concepto y la fuerza de la misma, pero a pesar de ello, igualmente recomendamos re-leer la obra, con la fuerte convicción de asegurarle al lector, cuánto material nuevo va a encontrar allí donde se le pasó por alto. Verán en el transcurso de la lectura algunas referencias autobiográficas, vivencias de un modelo cultural diferente al nuestro, estados sociales difíciles de comprender y como efecto de ello, los resultados de la incansable búsqueda personal del autor. Celebramos que esta pieza esté en sus manos, hemos cuidado todos los detalles para que Ud. la disfrute tanto como nosotros. Sea Ud. Alumno, Profesor o Maestro, esperamos que aquí encuentre la Llaves para abrir puertas en el camino al destino que quiera proponerse.

Marcelo Plotnik Alumno y practicante del método de Oleg Cherne

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Prólogo Este libro está destinado a aquellos que entienden y buscan. Aquí he tratado de presentar la base del desarrollo de la persona, del ser humano. Un desarrollo competente y sabio. Además, a modo general, también está destinado a enseñar qué significa el desarrollo en sí mismo. En todos los tiempos y épocas ha habido tanta gente sabia como gente ignorante; sin embargo nunca hubo tantos que pudieran estorbar el desarrollo como en nuestros tiempos. Ésta es la condición de nuestro tiempo, en la que las personas han perdido su respiración innata, y por tal razón se ven obligadas a vivir apoyándose en diversos medios falaces y, al mismo tiempo, se enfrentan con la necesidad de protegerlos y declarar que son los únicos verdaderos. Cuando perdemos la capacidad de utilizar nuestra consciencia – aunque ni siquiera entendemos su capacidad –, nos vemos privados de nuestras propiedades y habilidades y sólo nos queda seguir los procesos no regulados, que definen al ser humano como una entidad funcional. En este caso, la definición de "ser humano" se nos aplicaría sólo parcialmente. No podemos buscar ni aspirar a serlo, y por ello no podemos ser plenamente llamados seres humanos. Así que este libro es para aquellos que todavía son capaces de leer y escuchar, para aquellos que no tienen los ojos nublados y los oídos ensordecidos. 9

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Prólogo

Este libro trata sobre el Arte de cuidar la vida. Está basado en mis 30 años de experiencia como educador en todo el mundo. El Método es lo que me ha permitido la participación y el avance real en el desarrollo, y no simplemente adoptar, sin pensar, algún sistema particular tan sólo porque haya estado a mi alcance. El Método es lo que me ha permitido estructurar el Conocimiento, para entender el Arte de pasar a través de las puertas. El Método es lo que me ha ayudado a detenerme, a volver atrás y a empezar de nuevo. El Método es lo que me ha permitido controlar mi “yo”, mi ego. Hoy, cuando la humanidad ha perdido el ritmo y el tono de las relaciones humanas, cuando no entiende la naturaleza de sus acciones y sólo se oculta detrás de fachadas, cuando la existencia parece sazonada con saborizante artificial de vainilla, la pereza y la distracción de la mente expulsan el razonable y satisfactorio principio humano de la acción. En estas condiciones, la única salvación para el hombre es el conocimiento del Método. Hoy en día, cuando la gente no entiende la diferencia entre sentimiento y emoción, cuando la reacción nos priva de la oportunidad de pensar a qué estamos reaccionando, es necesario incluso ¡hacerse la pregunta de si es posible la existencia del principio humano! En la situación actual, cuando en las escuelas, en vez de enseñar a los niños, los saturan con información, convirtiéndolos en títeres, sin entender su ritmo de formación ni las capacidades que tiene cada estudiante en particular, es importante lograr no destruir su singularidad y su personalidad en las tempranas etapas de su formación. Así que creo —y más bien estoy convencido— que para muchos este libro se convertirá en una fuente útil en el camino hacia el Arte del Conocimiento, les ayudará a evitar acciones innecesarias y poco meditadas, les enseñará a formularse preguntas y tal vez a encontrarles respuesta.

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CAPÍTULO 1

LA ENSEÑANZA DE LO REAL

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Introducción La Enseñanza de lo Real nació en la montaña Kunlun —así me lo contó El Que No Tiene Nombre. Después de muchos años de peregrinaciones, los traslados caóticos iniciales pasaron a tener una cierta secuencia; los conocimientos empezaron a asentarse y a ordenarse. O, mejor dicho, se convirtieron en Conocimientos. Mientras no estuviesen clasificados y distribuidos en el lugar adecuado, permanecerían tan sólo como simple información. El Que No Tiene Nombre recibió en mi consciencia el nombre de “Tortuga”. Junto a él, me movía muy lentamente. Sin embargo, lo interesante era el hecho de que siempre llegábamos a tiempo. ¡Es algo fenomenal llegar siempre a tiempo! Como también lo es recibir los conocimientos a tiempo. —Si quieres conocer la Verdad, primero has de conocer la montaña. Y la primera montaña que debes conocer es Zhongshan —me sacó de mis pensamientos El Que No Tiene Nombre.— Esta montaña surgió de la Unidad. La Unidad es aquello que tiene cinco condiciones. Estas cinco condiciones, en realidad, determinan el Arte del Desarrollo. Ésta es la Medida del Conocimiento.

No es importante si te mueves rápidamente o lentamente, si te esfuerzas mucho o no; lo importante es si comprendes la Medida por la que te esfuerzas. La Medida del Conocimiento es una aleación, compuesta por las Cinco Medidas de la comprensión, a las que la gente llama “elementos”. Cada montaña verdadera, es decir, una montaña en la que uno puede lograr la Inmortalidad, tiene Cinco Medidas de esfuerzos. Estos esfuerzos hacen que la energía rote toda su forma. La 15

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La Enseñanza de lo Real

forma perfecta es aquella que tiene las Cinco Medidas de los esfuerzos, lo que significa que se ha puesto en marcha la rueda de la Alquimia. Debido a las ramas que me golpeaban la cara y al sendero resbaladizo de la montaña, me quedé atrás y ya no conseguía oír lo que me estaba diciendo El Que No Tiene Nombre. En treinta minutos llegué a una cueva donde El Que No Tiene Nombre había estado sentado esperándome. Me senté a su lado. —Mira… —me mostró un pasaje que parecía ser la entrada de un desfiladero o quizás una cueva. He ahí la Habitación Iridiscente. Una Habitación similar se encuentra en la Isla de los Inmortales. Ésta es la sala del Inmortal Li Tieguai.

llevará exitosamente a la cultivación. El Elixir de Jade y el Fuego de Oro no lograrán convertirse en Lo Amarillo y Lo Blanco, es decir, no se creará una esencia adicional para la limpieza y la alimentación. Hoy en día, lo más difícil es la limpieza del Vino Tinto y la alimentación con el Néctar de Jade, pues implica aprender a tomar el control sobre la sangre que bloquea al Fuego de Oro (un tipo de energía más perfecta que también es llamada Jing) y a tomar la Esencia del Cielo que formará el Elixir del Cielo. Es obvio que sin el esfuerzo humano es imposible conocer la sustancia con el aroma específico. Sin la limpieza, no sólo no lograremos tomar los Elixires, sino que ni siquiera podremos tomar agua. Aun alimentándonos con la comida correcta, es necesario ser capaces de dirigir su energía y no pensar que basta solamente con comer algo correcto. Asimismo, cualquier práctica será correcta sólo al haber logrado el manejo de su energía. Hay personas que siguen algunos legados, mas no siguen el Arte de su manejo. Por ejemplo, uno puede dejar de tener relaciones sexuales, pero al no tener una consciencia lo suficientemente fuerte, ¿cómo extraerá la energía del semen? Se puede meditar, pero sin la comprensión de los cinco fundamentos de la postura, no llevará a nada. Se puede hacer una práctica de estiramiento, pero acarreará una pérdida de la unidad del cuerpo aún más fuerte. Es necesario comprender primero qué es el tendón. ¿Cómo se puede hacer la práctica de la limpieza de la médula ósea sin el dominio del Arte del Retorno?

Concebir lo dicho no sólo no entró en mis tareas, sino tampoco en mis capacidades. Cabe mencionar que en ese momento me encontraba en un cierto estado transformado de la consciencia, el cual había adquirido durante mi preparación para la consagración en aquella montaña. —La Consagración en esta montaña es obligatoria para la Escuela de la Verdad Absoluta. Y esta sala —El Que No Tiene Nombre me mostró la cueva— es la sala de Li Tieguai. La han visitado muchos Grandes Taoístas como Lü Dongbin y Ge Hong. Esta montaña es de jaspe y de jade. Llaman jaspe y jade también a las escrituras que se guardan aquí. Pero las escrituras no te darán nada si no has comprendido antes lo Real. Lo Real es la Unidad. Sólo la Unidad nos permite manejar los procesos. Sobre lo Real hay una Enseñanza. En la Enseñanza hay ciertas condiciones, escondidas en la montaña Lunhushan, donde se formó el concepto de la Medida, que fue precedido por el concepto del seguimiento del tiempo o del Ritmo. Algo semejante a un perfeccionamiento en el que cada uno aprendía a controlar el proceso, conforme a su propia naturaleza. Este perfeccionamiento siempre se ha basado en el Llenado y en el recogimiento del Elixir en los Campos medio e inferior del cuerpo, mediante su baño y calentamiento con vapor del Campo superior del cuerpo. Es decir, el perfeccionamiento siempre presupone una participación personal en el proceso, en el cual la Voluntad del Cielo se toma en consideración, pero se sigue, por así decirlo, la ley del Ser Humano. Si seguimos la ley de la Voluntad del Cielo, entonces este Método no siempre

¡No se puede hacer una práctica ignorantemente!

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Se debe comprender la integridad, la integridad del Camino, y no inventar nombres y repetir designaciones sin comprender su naturaleza.

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La integridad es el momento en que adquirimos la Plata. Ésta se obtiene del mercurio y el mercurio se obtiene de la viscosidad. La viscosidad se obtiene de los cinco metales; los cinco metales, de los cinco vapores; y los cinco vapores, de la energía de los cinco órganos. Sólo al haber adquirido la viscosidad, empezamos a expresar la Unidad, y no simplemente a declararla. Esto ya es mucho y al mismo tiempo es el principio del Camino, ya que la viscosidad fija la Medida. Es decir, el Cuerpo de Mercurio fija la Medida, que es simbolizada por la aparición del Tigre o el Brote Amarillo del Yin. Algunos Maestros también llaman a esta Medida, la Medida del Yin. Para adquirir la Medida del Yang o el Brote Amarillo del Yang, se debe bajar la esencia del Cielo en el plomo. Bajándola en el plomo, logramos la aparición de una esencia, que es manifestación de la esencia del Niwang Gong (el Palacio central del cerebro) y es la que podemos guardar en la Cueva Secreta. Si a lo largo de nueve meses se guarda allí la esencia, se obtiene la Píldora de Oro. O, dicho de otra manera, cuando hablamos de las “Dos Medidas”, se trata de la Medida del Vaso en el que se prepara el Elixir y de la Medida de la Simetría que distribuye este Elixir. Sin las Medidas del Brote Amarillo del Yin y Yang es imposible obtener el Cinabrio Rojo, es decir, no se puede mezclar nada. El Cinabrio Rojo es la mezcla del extracto de los cinco metales. ¿Por qué Rojo? Porque la sangre lo “aceita”. La obtención del extracto depende de la Medida del Campo de Cinabrio, a pesar de que se realiza a través de la esencia del Cielo que entra en la Cueva junto con la esencia de Niwang Gong. Cuando la consciencia penetra en el Campo de Cinabrio Inferior, ya podemos hablar de una Medida en los tres Campos. La Medida del Campo de Cinabrio Medio guarda en sí un esfuerzo capaz de conectar el Campo Inferior con el Campo Superior y viceversa. La obtención de la Semilla del Cinabrio se realiza sólo al tener comprendida la Medida del Cinabrio. Aunque, de hecho, el Cinabrio es la Medida misma. La gente, hablando del cinabrio, empieza a indagar en tablas, repitiendo algunas denominaciones, sin comprender que esto es simplemente la Medida de la adhesión. Y cuando hablamos de la Medida para la obtención del Cinabrio, estamos hablando de una de las cinco Medidas del esfuerzo.

Cuando finalmente se reúnen las cinco Medidas, se adquiere la sexta Medida, que es el Cinabrio Verdadero. ¿Por qué, entonces, hay que hablar del Cinabrio Verdadero y además de algún otro? Porque una vez obtenida la Semilla, podemos empezar a alimentarla y a alimentarnos de ella. ¿Por qué hay que alimentarla? Para lograr la Cristalización. Entonces el proceso pasa a la etapa de la infinitud. ¿Por qué hay que alimentarse de ella? Para que se realice la sustitución del cuerpo existente. ¿Qué alimenta a la Semilla del Cinabrio? La alimentan las semillas de la Geometría Primaria, el extracto de la médula ósea, la respiración primaria, los glóbulos de la sangre, el esquema séxtuple, la pasta de la estructura del corazón, la esencia fina del hígado y la medida de los riñones. Y todo esto se mantiene en la consciencia a través del Mudra del Centro Único. Alimentando la Semilla, obtenemos el Elixir del que se hace la Píldora. Pero, para obtener la Píldora hay que absorber la Solución de Cinabrio y alimentar con ella el cuerpo. Cuando todo esto se realiza, obtenemos un Cinabrio animado, un Cinabrio capaz no sólo de crear la Píldora, sino también de cultivar en nosotros una nueva sustancia. Por supuesto, la creación de la Píldora cambia también el significado del Cinabrio. La existencia de la Píldora significa que se ha creado el modelo geométrico perfecto del cuerpo perfecto; es la Medida de un esfuerzo de orden superior que tiene una frecuencia diferente, capaz de perfeccionar toda la Geometría del cuerpo. El cambio de toda la Geometría del cuerpo, después de la creación de la Píldora, es la creación de un Cinabrio cristalino, es decir, no un Cinabrio convencional en el que esté presente sólo la Medida, sino un modelo cristalino verdadero. Desde este momento, se inicia la destilación verdadera y nos alejamos más y más de nuestra naturaleza mortal. O sea, sólo después de la adquisición del cuarto estado del Cinabrio comienza la transformación real, capaz de cambiar cinco veces la frecuencia, después de lo cual se produce la disolución completa del cuerpo. El cuarto estado del Cinabrio o cuarta Medida del Cinabrio o cuarta destilación del Cinabrio nos prepara para la liberación de lo más fundamental: del estatus que tenemos de nacimiento. Así que en este momento podemos elegir: mantener nuestro estatus o liberarnos de él —y es entonces cuando la Píldora crea el Embrión Inmortal. Luego, él empieza a crecer y se produce la sustitución completa del cuerpo existente, su cristalización y transformación. Para conocer el Método, hoy en día, es mejor empezar con la obtención de los seis Elixires: el Elixir de la articulación del codo, el Elixir de la articulación de la muñeca, el Elixir de la articulación humeral, el Elixir de la articulación de las plantas de los pies, el Elixir de la articulación de las rodillas, el Elixir de la articulación de las caderas. ¿Por qué? Debido a que el Elixir también es una Medida.

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CAPÍTULO 2

ALUMNO

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Introducción Cuando hacemos algo, es muy importante comprender el estatus que hemos determinado para nosotros mismos y, sobre todo, si alguien lo ha determinado para nosotros. Cualquier desarrollo está compuesto de diversas secuencias de acciones. Y cuanto más formal es nuestra actitud hacia estas acciones, tanto menos profundamente las conocemos. Hoy en día, hay una ciencia que falta por completo: la ciencia del Aprendizaje. Empezamos a conocer algo sin antes haber preparado nuestras condiciones mentales y físicas, y de hecho, dejamos todo a merced de las condiciones que teníamos desde nuestro nacimiento, o de las que, de una u otra manera, fueron cambiadas. Es decir, nadie nos enseña ni nos ajusta a los conocimientos ni nos enseña a ser capaces de comprenderlos. Como resultado, todas nuestras actividades se dividen en cuatro categorías. La primera es aquella en la que empezamos a hacer algunos ejercicios, a memorizarlos, y dependemos más de la memorización que de la verdadera comprensión de por qué los necesitamos. Es decir, acumulamos información que probablemente nunca se convertirá en conocimiento, si se hace sin el ajuste correcto y sin preparación. Por regla general, éste es el tiempo en el que más problemas creamos que lo que mejoramos. Y lo más importante es que éste no es el modo correcto de involucrar la consciencia en el proceso del Aprendizaje. En el segundo período, llamado “etapa de la costumbre”, ya hemos estado haciendo algo durante largo tiempo y nos hemos acostumbrado a ello. Es decir, nos convertimos en “gente que entrena”, puesto que hemos creado un cierto ritmo de dependencia de estos ejercicios, permaneciendo en la fe pasiva de que crecemos y nos desarrollamos. Ésta es otra etapa peligrosa: entrenamos sin la preparación necesaria, lo cual nos lleva, como regla, a la fijación de alteraciones mentales y fí35

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sicas. Estando en este período de entrenamiento, en la gente se crea la impresión de que está desarrollando algo, lo cual es un error. Es imposible desarrollarnos en este estadio, ya que disponemos de herramientas, pero no somos capaces de usarlas correctamente. Y si fuésemos capaces de usarlas, entonces ya no seríamos “personas que entrenan”, sino que ya seríamos “practicantes”. La persona que entrena no ha cambiado su naturaleza, sino que sólo la usa. En consecuencia, todas las herramientas no pertenecen a algo nuevo, sino a lo viejo. La tercera etapa es la del Practicante. El Practicante es la persona ajustada al desarrollo. Esto significa que, o esta persona ha logrado subordinar su naturaleza a este desarrollo (si poseía las condiciones necesarias) o la ha cambiado para poder estar en el proceso del desarrollo. El Practicante, a diferencia de la persona que entrena, es íntegro. Él no está dividido en partes; para él los conceptos de lo mental, energético y físico tienen significado y funciones comprensibles. La cuarta etapa es la del Alumno. Éste es una persona preparada para la Enseñanza, capaz de aprender. Lo más importante es que sigue el algoritmo del desarrollo, conforme al Conocimiento que está siguiendo. A diferencia del Practicante, el Alumno no sigue tanto su ritmo como el ritmo del Conocimiento. Él es capaz de oír e implementar las tareas que se le presentan, construyendo el ritmo de su vida según el ritmo del Conocimiento.

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2.1 Persona que entrena La persona que empieza a entrenarse en algo no tiene estatus: ella simplemente, por alguna razón, está interesada en algo o algunas condiciones han provocado su interés a tal punto que se siente impulsada a tomar participación en ello. A esta persona no sólo le resulta difícil determinar qué es aquello y por qué lo necesita, sino que, lo más importante, le resulta difícil involucrarse en el proceso. Ella viene con principios y reacciones que ha generado, que, en el mejor de los casos, pueden permitirle hacer algunos ejercicios. De todos modos, incluso aquí, es relevante diferenciar entre la gente que simplemente hace ejercicios y la “gente que entrena”. Los que hacen ejercicios dependen de ellos. Como regla, esta gente no tiene ritmo de entrenamiento ni tiene la comprensión de por qué y para qué necesita tales ejercicios. En el mejor de los casos, simplemente cree que lo que hace es bueno. La persona que entrena también hace ejercicios, pero ya en un ritmo determinado. Se puede decir que es como un “rehén de los ejercicios”, puesto que cree que basta sólo con llevarlos a cabo. Éste es un tipo de “trabajador” que está acostumbrado a cumplir ciertas funciones. La persona que entrena puede ser buena, aunque también puede ser mala. La idea de lo bueno y de lo malo le molesta a ella misma, y no sólo eso, sino que ella, a su vez, molesta a todo el mundo, pues nunca deja su carácter de persona que entrena, aun demostrando los atributos externos de las acciones o conducta necesarios. Lo más peligroso es cuando una persona que entrena se considera Alumno. Esto, ante todo, tiene motivos estéticos o egoicos. Y si es pasional, entonces tarde o temprano, tal situación será una catástrofe no solamente para ella, sino incluso para mucha gente a su alrededor, que de manera natural ha sido involucrada por una u otra razón. 37

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2.2 Practicante Resulta fácil dar una definición de qué es el Practicante, pero lograr este estado es bastante difícil. El Practicante es una persona cuya vida depende de su consciencia, es quien regula su ritmo y vive según el esfuerzo. Y su logro más importante es la capacidad de enfocarse. Él ha cambiado la Geometría principal de su cuerpo y ha cambiado la circulación de su energía. Esto le distingue de la persona que entrena y más todavía de la que hace ejercicios. El Practicante es un Creador. Comprende qué significa guiarse por lo correcto y quitar lo innecesario. No busca nada y no tiene prisa; se guía por el Proceso (mejor dicho, su algoritmo). Ha conocido el Método y esto le ha permitido convertirse en un Practicante. Tiene la Orientación y sigue los Conocimientos. Para él no es importante el estatus; para él es importante el movimiento. Por eso puede ser un Alumno, aunque puede que no. En las condiciones de la actualidad, esto es más una ventaja que una desventaja, si bien ha de entenderse la diferencia entre el Practicante y el Alumno, que consiste en la naturaleza y la calidad de los conocimientos. De todos modos, lo más importante es la capacidad de la consciencia para guiarse por el análisis y no por la reacción. Y esto forma cierta regularidad basada en los hechos. El proceso de la obtención de conocimientos es bastante complejo, puesto que muy a menudo trabajamos con cosas “esotéricas”, incomprensibles; y las cosas incomprensibles no son hechos reales. Estamos obligados a volver a examinarnos periódicamente, obligados a volver atrás para luego ir hacia adelante.

No puede uno apoyarse en algo que aún no ha sido revelado, que no se ha manifestado. 42

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Alumno

Éste es el principal error de la persona que entrena. Incluso la presencia de un gran Profesor no garantiza nada hasta el momento en el que nos convirtamos en Practicantes. Mientras que

Incluso desde el punto de vista de la alimentación, la persona que entrena siempre dependerá de la comida que toma desde afuera, mientras que el Practicante está en una condición de independencia de la comida. Este último es guiado por la necesidad y no por el deseo. Y esto debe ser así, ya que él depende del proceso. Y no importa de cuántos recursos disponga, él dependerá del proceso; y si depende del proceso, entonces siempre encontrará la posibilidad de estar en este proceso. Y cualquier proceso ya es un capital; y si el Practicante ha trabajado mucho tiempo en esto, ¡éste es su banco! El Practicante es el que ha unido en un concepto las condiciones Prenatales y Postnatales y ha preparado las condiciones para salir de su dependencia. Y en este momento, por supuesto, un papel muy importante juega el Profesor, puesto que él debe llevar al Practicante al nivel de Alumno. No resulta muy fácil comprender estas condiciones por sí mismo, sumado a que podría tomar mucho más tiempo que si hubiera alguien que pueda enseñarle. Las condiciones Prenatales (las que tenemos de nacimiento) son, ante todo, una comprensión de que está alterado el balance en nuestro cuerpo y mente. Se trata, por así decirlo, de condiciones Prenatales internas. Además de las internas, hay también externas, relacionadas con nuestros padres, con el espacio en el que vivimos y con las circunstancias creadas por las acciones Postnatales (acciones generadas a lo largo de la vida). Es decir, no se trata de errores Postnatales adquiridos, sino de errores prenatales fijados a causa de las acciones Postnatales. Precisamente estas circunstancias muy a menudo se convierten en un obstáculo para el Practicante, obstáculo que, por supuesto, él puede dominar. Pero a pesar de esto, es difícil encontrar el camino sin un guía en un bosque desconocido, aunque uno estuviese bien preparado. La etapa más importante en el Camino del Conocimiento, tanto para el Practicante como para el Alumno, es el conjunto de circunstancias o el grado de las funciones que controlan el comportamiento de la persona. Las circunstancias se forman por las formas de comportamiento o hasta qué grado el involucrarse una persona en el proceso sea superior a la reacción a este proceso. Aquí se trata de la distribución del contenido interno y externo de la persona. Es decir las condiciones que influyen tanto en el proceso mismo de las prácticas como en la vida cotidiana. La capacidad de interactuar con el espacio o reaccionar a él determina lo más importante: nuestra actitud hacia nuestras propias acciones, hacia la gente a nuestro alrededor, y la capacidad, no sólo de construir correctamente nuestras acciones, sino también de evaluar la situación. La capacidad de evaluarnos a nosotros mismos, a nuestras acciones, es muy importante para el control de nuestro accionar y para ser hábiles en la resolución de las circunstancias. Las circunstancias son las condicio-

la persona que entrena, en primer lugar, depende de lo que adquiere de afuera, el Practicante depende de lo que puede expresar desde adentro.

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nes del espacio en el que vivimos. Comprendiéndolas, comprendemos las condiciones que pueden ayudarnos y las que pueden generarnos dificultad. La capacidad de comprenderlas es la tarea más importante del Practicante, ya que precisamente las circunstancias influyen en las acciones del Practicante, formando la experiencia Postnatal. Y en este caso es muy importante entender cuánto tiempo lleva el Practicante generando inconscientemente esta experiencia. Se trata de un conjunto de acciones y pensamientos descontrolados que alteran muchos de nuestros procesos internos. A veces estas alteraciones pueden ser tan serias que se necesitará mucho tiempo para arreglarlas. Ellas pueden ser mentales, energéticas o físicas. Por supuesto, al principio se deberán comprender las alteraciones físicas. Aunque, a fin de cuentas, esto es sólo una consecuencia. El Practicante comprende el sentido de la práctica e implementa su tarea. Y esto es lo más importante. Lo más importante es que él maneja el proceso y no el proceso a él.

2.3 Alumno Ser Alumno es, en primer lugar, una condición para el desarrollo, y en segundo lugar, es una determinación del hombre que puede ser considerado como una persona que posee las cualidades del Alumno. Pero mientras que en el primer caso no depende de la persona, o depende, pero poco, en el segundo caso es una condición generada en la que se conectan la experiencia del aprendizaje y la capacidad de aprender.

El Alumno es una persona constantemente sintonizada con el Ritmo de Aprendizaje que le da su Profesor. Posicionamiento externo

Al hacer algo, debemos entender que el desarrollo (y como consecuencia la función del Alumno) sólo puede provenir de características reales, esto es, del desarrollo de la fuerza interior, la concentración y la comprensión. Y en primer lugar, es un proceso interno. Mientras no tenga desarrollado esto, la tarea del Alumno es la de estar al servicio de aquel que le guía hacia este estado. El Alumno es una persona que constantemente busca el perfeccionamiento y posee no sólo las herramientas para lograr esto, sino también las capacidades.

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La tarea del Alumno es la de invertir al máximo su tiempo en sí mismo. Su estatus de “Alumno” le obliga a ser responsable no sólo con el Conocimiento sino también con quien le enseña. Es importante entender que ser Alumno es una responsabilidad que debe manifestarse en el posicionamiento externo. Esto resulta necesario para la conservación y el control del Ritmo y para la realización del proceso del aprendizaje, el algoritmo del cambio.

El Cambio

El Alumno es una persona que comprende el Método o la Tradición y sigue el Algoritmo del Desarrollo. El Algoritmo del Desarrollo es su verdadero punto de referencia. Él debe depender de los métodos prácticos que le enseña su Tradición o Método. El Alumno es un cierto estatus de una persona que practica, en el que es importante mantener la consciencia y siempre recordar la diferencia entre los actos cuantitativos y cualitativos. El Alumno no está a la expectativa de cambios internos, sino que trabaja para lograrlos, es decir que él, de hecho, regula su perfeccionamiento a través del proceso. Esto significa que para el Alumno el trabajo nunca debe tener un valor imaginario o deseado. Es importante que se comprenda bien este tema, de lo contrario se pierde la comprensión del tiempo y puede que empiece a faltarle. Cuando el proceso es prioritario, el tiempo no se pierde y nunca falta. Los cambios internos se convierten en el apoyo que regula el proceso. Y si tomamos en consideración el hecho de que el Alumno aún está en el estatus de estar al servicio, entonces es importante no sustituir el proceso de servir, pues podría llevar a la pérdida de lo más importante: la práctica. Es decir, el control del aprendizaje depende tanto del Alumno como de su Profesor.

Lo más peligroso para el Alumno es engañarse a sí mismo considerando que él es un Alumno. Precisamente por esta razón es tan importante comprender el estatus del proceso, el estatus del cambio, para que no caigamos en una “pasión por coleccionar” acciones y ejercicios.

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Alumno

El Aprendizaje

El Aprendizaje, de hecho, es lo más importante que crea el Alumno en el Alumno. El principal criterio en este caso es la presencia de una desarrollada capacidad de aprender. Sólo al tener adquirida la capacidad de aprender, podemos aceptar que alguien sea nuestro Profesor y el Profesor puede aceptarnos como Alumnos. Si un Profesor considera a alguien como su Alumno, pero el Alumno no ha dominado el Arte del Aprendizaje, entonces el estatus no se corresponderá con las capacidades. Aunque, por supuesto, si alguien considera a su hijo como su Alumno, es su derecho como padre y asumirá las consecuencias.

Lo más importante en el Arte de ser Alumno es el estado de la consciencia. Además de la comprensión de cómo debemos implementarlo, es necesario también un algoritmo de la implementación que proviene de la comprensión de la Medida. Y en este caso la tarea del Profesor es apartarse de las cualidades demostradas o “presentadas” por el Alumno, ya que el no hacerlo sería destructivo no sólo para la persona que se considera Alumno, sino también para el Profesor. Es decir, el proceso no debe ser sustituido por ningún estatus.

La sensación de ser Alumno

Una persona puede formarse como Alumno sólo al tener la consciencia correctamente preparada. Precisamente en este estado empiezan a formarse y a absorberse los Conocimientos. Éste es el momento en el que hemos logrado la capacidad de plantear preguntas, en primer lugar a nosotros mismos, y en el que hemos logrado la capacidad de encontrar o comprender su respuesta. Para el Profesor, una persona incapaz de aprender es una persona incapaz de oír, de ver, de sentir y de hablar. Entonces, ¿qué clase de alumno será éste? De hecho, a través de esto se determina la autenticidad de un Alumno: si el aprendizaje es superior a las reacciones y juicios generados. Pero si el Alumno reacciona negativamente a las palabras de su Profesor, si le discute y evalúa, entonces el Alumno empieza a evaluar los Conocimientos y se cree superior al proceso del conocimiento, reaccionando al Conocimiento. 49

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Alumno

Entonces no se trata del Conocimiento, sino de un reflejo: “yo lo sé”. Tal alumno no puede ser considerado Alumno o puede que él ya haya alcanzado otro nivel. La sensación de ser Alumno es la capacidad de experimentar el proceso del conocimiento. Por supuesto, si no experimenta o es incapaz de experimentar tal sensación, entonces él no ha sido enseñado a ser Alumno y puede llamarse como quiera sin tener derecho de hacerlo. Lo más peligroso es jugar el papel de “ser Alumno” o apasionarse por una Tradición, Profesor o Escuela. Se debe aprender el Arte de cultivar en sí al Alumno, puesto que esta cualidad es muy importante en cualquier etapa del desarrollo, incluso si uno se convierte en un Maestro o Profesor.

Se han de recordar las siguientes leyes: si el Profesor nos ha aceptado como Alumnos, entonces debemos fiarnos completamente de él y él toma la responsabilidad sobre nosotros. Si el Profesor nos ha aceptado como Alumnos, entonces él debe ver y comprender qué puede hacer con nosotros en el plazo más corto. Si el Profesor nos ha aceptado como Alumnos, pero llevamos entrenando con él menos de tres años, algo es incorrecto, ya que no hemos generado la experiencia necesaria en la interacción y comunicación con él y él no nos ha preparado para que seamos Alumnos. Aunque, por supuesto existen diferentes casos. Sin embargo, en las condiciones reales de la vida de hoy en día, esto es más una excepción que una regla. Como también lo es la espera de que alguien deba vernos y apreciarnos.

El nivel del Alumno

En realidad, ser Alumno es una cualidad que nos permite estar siempre orientados al proceso de aprendizaje. Es decir, no puede haber diferentes niveles de ser Alumno. Puede haber Alumno–Practicante, Alumno–Maestro o incluso Alumno–Profesor. Sin embargo, en las diversas etapas del ser alumno, los procesos se regulan de manera diferente. La etapa más crítica del ser alumno es, de hecho, la creación del Alumno en sí mismo. El alumno no puede simplemente ser alumno, tiene que formarse, incluso si es heredero de una Tradición. Es una etapa bastante difícil, ya que aquí radica la transición desde el posicionamiento externo hacia la realización interna, en la que muy a menudo, las acciones externas se determinan como algo superior a la adquisición de algún resultado basado en el cambio interno. Muy a menudo, el Alumno se apoya en el posicionamiento y pierde la evaluación adecuada del proceso. Lo más importante para el Alumno es recordar que él es, ante todo, un Practicante, de lo contrario se puede convertir en una parte de la Enseñanza o parte de la Tradición, pero sin regular y manejar el proceso. El Alumno debe comprender el Ciclo del Desarrollo y debe depender del crecimiento y no del estatus. Si un Profesor nos ha determinado como su Alumno, pero después de tres años no hemos aprendido el Método y no nos hemos dado cuenta de los cambios en nosotros, entonces se ha alterado la idea de ser alumno.

El Alumno, en primer lugar sirve al Conocimiento y no a algún espacio u hombre. 50

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CAPÍTULO 3

LOS CICLOS DEL DESARROLLO

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Introducción Cuando alguien empieza a entrenarse en algo, se apoya en las condiciones en las que está y en las capacidades que posee. Aquí, muy a menudo, no se toman en consideración ni el sexo ni la edad. Como resultado, al comenzar a entrenar, se pone en marcha un determinado mecanismo de acción que debe volver a funcionar, dejando de ser simplemente una reacción. Para el hombre moderno, cualquier conocimiento es, sobre todo, su reacción al proceso. La capacidad de experimentar el conocimiento, la comprensión de qué es el conocimiento, prácticamente, son inexistentes en la gente moderna. Incluso, si en un nivel subconsciente, se está satisfecho con el proceso, no se posee la capacidad de profundizar esta vivencia. Y en este sentido, ni siquiera vale la pena hablar de una elección consciente o inconsciente. Se trata más bien de algo recibido y aceptado, cierto “hábito” o algo generado, que de una cuestión consciente. Todo esto llevó a que el espacio dijera algo así: “Mira, hombre, si no comprendes y eres incapaz de comprender tus acciones, entonces recibirás un resultado de la calidad que mereces”. Y en esta situación, el principal criterio para una persona es su edad o, de hecho, la experiencia generada que le permite o le impide evaluar. Esto es así en el mejor de los casos. De otro modo, no importa a qué edad una persona empiece a hacer algo: de cualquier manera será incapaz de realizar tareas, planteárselas o incluso simplemente entenderlas. La edad aquí es, ante todo, un criterio para las reacciones y juicios provocados por la percepción emocional de las acciones y no por conclusiones analíticas. Una vez obtenida la fórmula “reacción + edad”, pocos logran entender que esto es un bloqueo para el desarrollo y que, debido a diferentes circunstancias, puede ser un obstáculo insuperable. 60

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Ahora, si hablamos del desarrollo, en primer lugar tratamos acerca de la persona. Sin embargo, sigue pendiente que se revele su personalidad. Y si no se expresa, entonces, ¿quién y qué se está desarrollando? Un desarrollo de “algo” no puede ser considerado un desarrollo, incluso si este “algo” ha acabado la Universidad o se ha dedicado a alguna tarea durante mucho tiempo. En este capítulo, consideraremos algunas cuestiones específicas, momentos típicos que deben ser sabidos por las personas que entrenan.

3.1 Ciclos del desarrollo

Edad

La realización de cualquier tarea depende de los esfuerzos y de la experiencia en el uso de estos esfuerzos. El esfuerzo puede ser generado tanto conscientemente como a través de condiciones externas. Como resultado, la gente divide los esfuerzos en experiencia consciente e inconsciente. Una experiencia sin esfuerzo no puede ser considerada como tal, ya que no hay funciones generadas (si, por supuesto, no consideramos el desarrollo de la pereza como una experiencia). La experiencia inconsciente es peligrosa porque en ella se forman reacciones impuestas desde afuera que crean condicionamientos para el desarrollo del cuerpo, la energía y la mente del hombre. Y si a uno no le han enseñado correctamente, es decir, el modo en que a uno le han enseñado no ha correspondido con la propia naturaleza, y sobre todo, si se ha empeorado su naturaleza (por ejemplo, formación incorrecta de los grupos musculares o formación incorrecta del esfuerzo consciente), entonces esta persona no sólo tendrá alterada la circulación de la energía, sino que también tendrá formada una sensación determinada de la vida relacionada con estas alteraciones creadas (que además le impone una percepción “truncada” de la vida, al nivel de las reacciones y las emociones). A causa de eso, hoy en día es difícil determinar qué edad es más apropiada para el desarrollo, ya que hay que adivinar la fórmula compuesta por las condiciones del Cielo Prenatal y Postnatal. A veces es mejor empezar a desarrollarse teniendo cincuenta años que empezar incorrectamente a los cinco años de edad y a partir de allí formar alteraciones irreparables.

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El ángulo del momento del nacimiento

El ángulo del momento del nacimiento es el esfuerzo que tenemos por naturaleza. Tiene carácter temporal. Dicho de otra manera, es un potencial intrínseco a nosotros, el cual debemos usar para algo. Este esfuerzo forma nuestra actitud hacia el espacio en el que vivimos a través de las reacciones, hasta el momento de la aparición (si, por supuesto, esto pasara) de una percepción consciente de la vida. El ángulo del nacimiento (o mejor dicho, el ángulo de la concepción) es una unidad de medida condicional, o una medida del esfuerzo personal que caracteriza a todos los seres humanos. Cuando nacemos, tenemos un determinado equivalente de la Medida, creado por la Tierra y el Cielo. Precisamente esta Medida divide el Camino de la Enseñanza en dos direcciones básicas: el desarrollo activo de la Medida o su explotación pasiva (para seguir, por así decirlo, el Camino del Cielo).

El Camino del ser humano

El Camino del ser humano es un Camino basado en la naturaleza personal, que introduce la tarea de su perfeccionamiento. Muchas enseñanzas no aceptan este Camino, ya que en él se puede gastar mucha energía en la perfección de sí mismo como ser humano, disminuyendo el desarrollo de las cualidades más altas, o por así decirlo, “cualidades celestiales”. ¿Por qué entonces necesitamos el Camino del ser humano si limita el derecho del Cielo? Sí, es verdad que existe cierto peligro, especialmente si uno va en la dirección incorrecta — aunque en este caso tendríamos un modelo interesante en el cual el hombre empezaría a jugar el papel de creador. Es decir, podemos perfeccionar nuestra naturaleza, pero primero deberemos aumentar nuestra energía. El aumento de la energía es posible sólo si vamos por el Camino del ser humano. Es imposible incrementar la energía yendo por el Camino del Cielo, puesto que en este caso de inmediato nos encontramos con frecuencias que están más allá de nuestro esfuerzo, por muy fuerte que sea. Aunque el ser humano es un valor espacial, este valor quedará desconocido para él mientras su consciencia no posea la fuerza capaz de “captar” las frecuencias más altas, en las que el ser humano llega a orillar las vivencias del Cielo. Creciendo en nosotros mismos, conoceremos la Medida del desarrollo. Siguiendo el Camino del Cielo, no podremos comprender esta Medida, ya que para nosotros esto sólo será una referencia que deberemos seguir, que muy a menudo se encuentra al borde de estados paranormales. Sólo al aumentar su energía, 64

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Los ciclos del desarrollo

el ser humano será capaz de construir condiciones geométricas adicionales en su cuerpo, cambiando su propia naturaleza y destino. Por supuesto, si vamos por el Camino del Cielo, podemos alcanzar más rápidamente algunas propiedades superiores. Pero en este caso no sólo no las comprenderemos, sino que todo esto irá en detrimento nuestra vivencia humana, ya que la subordinaremos a algo que no comprendemos y no somos capaces de comprender, si no hemos nacido con características del Cielo más elevadas. El Camino del ser humano es el Camino en el cual comprendemos el mapa que tenemos de nacimiento y que mejoramos a través del perfeccionamiento de nuestra Geometría. Este es el único Método rápido y correcto que nos permite crear la Medida del esfuerzo de nuestra consciencia, más alta que la que tenemos intrínsecamente por naturaleza, sin caer en el engaño de la Medida Prenatal. El punto débil en nuestra naturaleza es la energía Qi. Y no importa qué cantidad tengamos. Su insuficiencia molesta igual que su exceso. Por lo tanto, necesitamos un eje para la distribución de la energía, distanciándonos de la energía que ya poseemos y sobre la cual influimos indirectamente. Nosotros tenemos algunas conexiones coherentes y algunas incoherentes, las cuales nos imponen absolutamente todo; por eso el desarrollo es una modulación de las condiciones para salir de la dependencia de esos vínculos. Así que no hemos de estar muy interesados en si son fuertes o no.

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Ciclos del desarrollo

Primer Período:

La vida humana se compone de ciclos, algo que es intrínseco a su naturaleza. Es decir, la naturaleza tiene un patrón macrocósmico de movimiento de la energía, que se impone a la vida del ser humano y transforma su energía, influyendo en la Medida personal del esfuerzo. El intervalo del tiempo en el que la Medida natural pasa de una fase a otra es igual a ocho unidades (si es hombre) y siete unidades (si es mujer). Por lo tanto, el código espacial determina el período de desarrollo de la energía en 49 años para las mujeres y en 64 años para los hombres. Este es el período en el que la energía se transforma sin el esfuerzo humano de acuerdo con su Código de identidad. Es decir, tenemos un período peculiar de decaimiento de la energía que se apoya en las características temporales. Esto es un hecho. Este período puede variar, pero tiene un límite promedio. Esto no significa que la gente no pueda vivir más de la edad especificada o menos de ella. Esto es una condición macrocósmica general que tenemos de modo inherente por naturaleza. También hay una condición microcósmica relacionada con el influjo adicional de las vibraciones de baja o de alta frecuencia en el momento del nacimiento de una persona. Como resultado, la gente nace con una determinada fórmula de identidad, inscripta en las leyes macrocósmicas. Esta fórmula ha sido estudiada hace mucho tiempo por los diferentes sistemas de conocimiento, que revelan el mecanismo de regulación, el cual se correlaciona con las condiciones para llevar al hombre al esfuerzo básico del desarrollo, lo que implica la comprensión de la Naturalidad, estado en el cual la energía del cuerpo entra en equilibrio y sincronización. Esto es precisamente lo que relaciona a la persona con el ritmo natural del que depende. A partir de este momento, uno deja de violar las leyes que determinan su naturaleza. La siguiente etapa consiste ya en el desarrollo personal del hombre: si quiere o no cambiar su destino. La condición de la Naturalidad o la condición del Esfuerzo Primario nos muestra que podemos hacerlo. Luego, la tarea es cómo conseguir este esfuerzo. Examinémoslo, no desde el punto de vista de las acciones prácticas, sino en términos de edad.

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Niños de 1 a 8 años. Niñas de 1 a 7 años El primer período se divide en dos etapas: los niños, de 1 a 4 y de 4 a 8 años; las niñas de 1 a 3,5 y de 3,5 a 7 años. Estos períodos se consideran desde el punto de vista de la proporción macrocósmica y no toman en cuenta el esfuerzo personal, que tiene 13 posibles condiciones autónomas relacionadas con la tonalidad que impregna todo el espacio. Ellas expresan uno de los 13 posibles tipos de comportamiento, relacionados con el esfuerzo natural intrínseco, acerca del que luego hablaremos más. El primero es el período de la orientación durante el cual el niño se encuentra con el proceso de vivencia del desenrollamiento de la energía, formando, por así decirlo, la exhalación primordial o la vivencia primordial que se refleja en sus reacciones a los procesos profundamente internos. El primer estadio, para la niña, se asocia con un proceso de enrollamiento de la energía o, mejor dicho, de su recolección. Para la niña, éste es el período de la “inhalación”. Esta peculiaridad distingue el cuerpo femenino del cuerpo masculino y está determinada por la circulación de la energía, que se vincula con el útero de la niña y con el cerebro del niño. De esta manera, el primer esfuerzo que llegan a conocer las personas que entrenan es el esfuerzo de la respiración, el esfuerzo de la inhalación o la exhalación. Para esta etapa, desde el punto de vista del desarrollo, de particular importancia es el espacio en el que vive y al que reacciona el niño. El cerebro de los niños y las niñas no puede ser orientado a la vida exterior, ya que sucede un agrupamiento de la energía, la mente y el cuerpo para el crecimiento del individuo. El punto más importante aquí es conservar el aliento y la saliva, que son los que en realidad alimentan al niño o a la niña y le dan todos los ingredientes necesarios para la vida. El período de 4 a 8 años para los niños y de 3,5 a 7 años para las niñas está relacionado con la apertura y la orientación al mundo exterior. Este estadio es importante para evitar la ruptura del mundo interior del niño o la niña con su mundo exterior, es decir, existe el riesgo de la transición a un estado de reacciones y reflejos. Y ya que la mente apenas ha empezado a formarse y no puede identificar adecuadamente el exterior, es importante que el niño o la niña siga experimentando el proceso del crecimiento, el cual no sólo le llena sino que, lo más importante, no le distrae de sí mismo. 67

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3.2 Identidad personal La Identidad personal es, de hecho, el logro más importante que alcanza la persona que va por el Camino del desarrollo. La Identidad personal tiene criterios bien claros, pero primero consideraremos las condiciones que nos forman como personas.

Condiciones prenatales

Si hemos llegado al estado del Practicante, entonces hemos empezado a guiarnos no por técnicas y ejercicios, sino por las propiedades de nuestra consciencia y cuerpo, es decir que somos capaces de prestar atención a lo que en realidad somos desde nuestro nacimiento, puesto que en las condiciones de nacimiento puede que radiquen problemas que impidan nuestro desarrollo. Es importante entender que no resulta tan fácil cambiar las condiciones prenatales (especialmente cuando nuestro cuerpo está en su proceso de crecimiento natural). La energía primaria es la que forma nuestros procesos energéticos personales. Estos, de hecho, son los parámetros de nuestra personalidad. Dichos procesos personales pueden satisfacernos o no, pero son precisamente ellos los que nos expresan. El cambio de estos parámetros y su mejora constituyen la tarea para los que están en el Camino del desarrollo. Además de tener un determinado ritmo, llevamos en nosotros una dependencia de la energía primaria Qi, inserta en la energía primaria del espacio, vale aclarar: en el espacio en que se desarrolla nuestra energía primaria. Únicamente al cambiar las condiciones de nuestro propio modelo energético, podremos salir no sólo de la dependencia de la Qi primaria, sino también de la Qi espacial. Ellas poseen índices de frecuencia similares y como resultado de estos, la vida humana tiene ciertos

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ritmos primarios, en el proceso de los cuales viven los ocho sistemas del cuerpo. Precisamente de los ocho sistemas depende nuestra Geometría. Ellos son: el sistema dérmico, el sistema óseo, el sistema reproductor, el sistema sanguíneo, el sistema muscular, el sistema endocrino, el sistema de los tendones, el cuerpo estructural. Es decir, cargamos intrínsecamente, por naturaleza, una dependencia; sin embargo, en el momento de la “salida” deberíamos tener una determinada estructura que salga de nosotros. De hecho, si no hacemos nada, la estructura con la que nos vayamos será la misma que aquella con la que hemos venido. Y la única cuestión aquí consiste en el hecho de que la hayamos empeorado o cambiado. La interacción con todos los cuerpos posee un carácter secuencial, y dependiendo del punto de vista, también un carácter paralelo — en el que todos los sistemas ejercen influencia entre sí en diferente grado. Además de esto, tenemos tres ciclos relacionados con el crecimiento físico, energético y, por así decirlo, espiritual. Cada uno de estos ciclos es igual a 20–28 años según la energía prenatal. Y mientras estamos en el período del crecimiento físico, lo energético y, lo más importante, lo mental, sirven a este crecimiento. 82

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Es decir, la conciencia está completamente subordinada al factor del crecimiento. Para el Practicante éste es el período más peligroso, ya que es incapaz de usar correctamente su conciencia y en este caso es más probable alterarla que construirla. Sin embargo, aun estando en la etapa del crecimiento energético, la mente, muy a menudo resulta más débil que la energía que se desarrolla. La conciencia no puede “captar” nada y como consecuencia, ni siquiera puede enfocarse. Sin embargo, la formación del cerebro depende de la energía, y termina sólo después de tener 32 años (los hombres) y 28 años (las mujeres), cuando la energía primaria se ha gastado principalmente en la construcción de lo físico. Después de la construcción del cuerpo, empezamos a depender de nuestro Código Prenatal, el Ritmo que crea la circulación de nuestra energía, y a través del que viviremos la siguiente etapa de nuestra vida. La capacidad de comprender esta circulación es un punto importante para la gente que empieza a entrenar. Esto ocurre sólo en caso de que no estén presentes alteraciones graves por las que la energía prenatal bloquea el desarrollo normal (por ejemplo: si el niño ha perdido a sus padres a muy temprana edad, lo que también puede alterar sus condiciones prenatales). De todos modos, si tal bloqueo ocurre, ante todo deben ser analizadas las oportunidades de recuperación de la persona y no enseñarle. La recuperación y la enseñanza son dos cosas diferentes, a pesar de que dependen una de la otra. Es importante comprender la diferencia entre la expresión de las cualidades que poseemos hasta esta edad y su desarrollo. Independientemente de lo que somos, nuestra naturaleza tiene diferentes ciclos de existencia. Y una cosa es cuando nuestro cerebro depende de ello y otra cuando esto depende del cerebro. Por ejemplo, dos tercios de la gente pueden poseer en sí la condición de ser Alumnos desde su nacimiento. La realización y la expresión de estas condiciones están determinadas, en primer lugar, por los padres, o mejor dicho, por las condiciones que ellos pueden crear. En otras palabras, es la expresión de las condiciones en las que están los padres, pero el desarrollo ya depende sólo de la persona misma. Aquí también podemos hablar del choque entre las condiciones postnatales de los padres y las condiciones prenatales de su hijo.

Los padres están incluidos en dichas condiciones prenatales. Ellos se convierten, por así decirlo, en los principales enemigos o ayudantes del desarrollo del niño. 83

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Padres

Cualquier niño es un volumen, en cuya construcción sus padres juegan el papel de intermediarios. Sin embargo, lo dicho es posible solamente si ellos de verdad comprenden la naturaleza de la generación y no son un producto (no hablamos aquí de las propiedades prenatales) de las propiedades postnatales, es decir: si ellos no están en la experiencia de las formas, acciones y definiciones en las que ellos mismos no han estado en la condición de Alumno. Para los padres que son inmaduros, el hijo es una reacción que revela su inmadurez y deficiencia. En este estado, los padres a menudo trastornan a sus hijos, porque son incapaces de comprender la naturaleza de las experiencias de la infancia y ven las cosas desde la perspectiva de sus propias reacciones y defectos, aspirando, a menudo, a corregir estos defectos a expensas de sus hijos. El niño se convierte en un juguete y todo comienza a depender de una variedad de circunstancias. Como resultado, los padres se convierten en una circunstancia muy grave, en la que el niño puede desarrollar hábitos reactivos que impiden el proceso de aprendizaje y él estará limitado a la repetición de estos hábitos o los desarrollará más, repitiendo los errores de sus padres. El error básico de los padres no consiste tanto en el fortalecimiento de los problemas prenatales del niño, como en introducir y desarrollar errores postnatales. Por ejemplo: el desarrollo incorrecto del sabor, de la conciencia, del cuerpo físico, colocando al niño en un ritmo en el que su respiración prenatal ni siquiera es capaz de expresarse.

Condiciones postnatales

Las condiciones postnatales son, sobre todo, el ritmo en el que vivimos y los esfuerzos que desarrollamos. Se debe comprender que aun no desarrollando ningún esfuerzo, estamos desarrollando el esfuerzo de no desarrollarlo. Por ejemplo: desarrollamos el esfuerzo de la pereza. Nuestro cerebro y cuerpo están constantemente en un proceso, por lo tanto el hombre siempre está en algún tipo de esfuerzo. Este esfuerzo: o nos controla y es pasivo, o nosotros lo controlamos y es activo. Pero independientemente del esfuerzo que ejerzamos, la cuestión principal aquí es a qué nos llevará él. Por ejemplo: nos esforzamos por estirar nuestros tendones. Incluso muy a menudo no se entiende el problema con el que nos encontraremos tarde o temprano: tendones sobre–estirados, músculos fláccidos, alterado el apoyo del cuerpo. Esta alteración de la base del movimiento externo e interno (de la energía) lleva a cambios en la circulación y disminuirá la alimentación del cerebro, alterará la simetría del cerebro o cambiará la posición de los riñones. 84

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CAPÍTULO 4

CUERPO

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Introducción Cuando empezamos a hacer algo, ejercemos una influencia en todos los sistemas del cuerpo. En consecuencia, podemos desarrollar algunas cosas; sin embargo, podemos destruir otras. La incomprensión de nuestro cuerpo, la incomprensión del proceso, hace cada una de nuestras acciones dependientes de las características y las cualidades de nuestro cuerpo, que no son perfectas en absoluto. Por lo tanto, estamos destinados a perfeccionar nuestra imperfección, que tarde o temprano llevará a la destrucción de nuestro cuerpo, consciencia y energía. En la Tradición Taoísta hay un concepto que dice que el hombre debe ascender constantemente la montaña y si no puede, entonces la continuación de su existencia ya no tiene sentido. Es decir que la idea de la vejez, la incapacidad y la debilidad no se aceptan, pues se relacionan con la condición de pérdida en vida. Originalmente el cuerpo humano era un mecanismo unitario apoyado en la Medida de la respiración (formada a través de la fuerza interior del ser humano, que proviene de las cualidades del Espíritu) y en una determinada Medida del movimiento, que proviene de la Medida de la respiración. Ambas Medidas determinan la circulación de la energía en el organismo, que se regula por la tensión de los tendones. En este, por así decirlo, “estado natural”, el ser humano permanece hasta los 3–4 años de edad. Luego, si no se mantiene la Medida, ella se ve alterada y el cuerpo se divide en partes separadas. Una cosa empieza a prevalecer sobre las otras, separando al cuerpo en partes, privándolo de su integridad. En ese estado, el cerebro es incapaz de controlar, no sólo el cuerpo, sino tampoco a sí mismo, y como resultado cae en dependencia de las zonas más desarrolladas del cuerpo, a través de las que circula más energía. De este modo la persona se vuelve dependiente de la mano derecha, de la nalga izquierda, etc., es decir, se vuelve dependiente de lo que más utiliza y lo que más le tensiona. Se altera la imagen espacial general de la existencia del ser humano, dado que éste ya no representa una Medida y, por supuesto, tampoco una unidad. 104


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Cuerpo

La pérdida de la Medida priva al hombre de la posibilidad de refinar completamente los procesos energéticos, confinándolo a satisfacciones parciales en las zonas del cuerpo en las que aún sigue siendo capaz de refinar su estado. Obteniendo sensaciones placenteras y satisfactorias, se convierte, de manera natural, en dependiente de ellas. Así, año tras año, el ser humano sólo empeora su condición, porque se acostumbra a depender de las sensaciones, con respecto a las cuales no tiene ninguna alternativa —y no la puede tener— ya que se han alterado tanto la estructura del cuerpo como el movimiento de la energía, lo cual crea diversas formas psicológicas para la consciencia. De esa manera surge una situación en la que el contenido de los pensamientos se origina y toma forma, no por la persona misma, sino por toda su estructura descontrolada. Como resultado, todas estas formas de pensamientos se sustituyen y se modifican fácilmente. Con ellas también se modifican los parámetros físicos de la persona. Con el paso del tiempo aumenta la dependencia con respecto a las partes del cuerpo que pueden inyectar energía en el cerebro más activamente. Y entonces empezamos a depender de los mismos sentimientos, emociones, sabores e incluso movimientos de siempre. Pero lo más peligroso, en este caso, es que se altera la sincronización interna del movimiento de la energía, por lo cual ella no circula en el cuerpo, sino que salta de un lado a otro. Además aumenta la velocidad de la energía y la consciencia humana ya no es capaz de manejarla correctamente. La energía no circula naturalmente en la consciencia, sino que se inyecta en impulsos. Por supuesto, aquí se podría hablar de las diferentes estructuras del ser humano y expresar diversos índices y capacidades. Pero independientemente de las virtudes que posee una persona comparada con otra, al nivel de las vibraciones de alta frecuencia, estas capacidades se igualan de una manera proporcional al desequilibrio. Por lo tanto la consciencia, el cuerpo y la energía que no han conocido la Medida, de todos modos serán desorientados, a pesar de sus propiedades originales. Pero lo más importante consiste que la Proporción es lo que permite a la persona conocer la Medida interior y es una condición para el movimiento correcto en el espacio. Si nuestro cuerpo no está listo para moverse correctamente en el espacio, entonces pierde la orientación e impide al cerebro enfocarse y de esta manera lo destruye. Y dado que el movimiento ocupa una gran parte de la vida humana, entonces en un nivel energético, dirigimos todo este tiempo a la destrucción del cerebro. Como resultado, la persona maneja sólo partes del cerebro en vez de su integridad, ya que con una Proporción alterada y con el cuerpo dividido en partes, se altera también la Geometría del cerebro. Entonces, para el cerebro resulta difícil concebir que es la integridad en sí. 106


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Ya todo esto se añaden, también, la contaminación química y radioactiva que recibimos del espacio en el que vivimos y que alteran nuestro cuerpo. Como resultado, el hombre pierde la capacidad de expresar su principio humano. Y si alguien ha perdido su habilidad de concebir y expresar, entonces tampoco es capaz de actuar.

Así que si de verdad queremos vivir en una forma rica de contenido, debemos organizar nuestro espacio interior y no ser parte del espacio exterior truncado.

4.1 Tres ciclos A lo largo de nuestra vida, nosotros pasamos por tres ciclos de crecimiento y decadencia de nuestro cuerpo: físico, energético y, por así decirlo, espiritual. Por lo tanto, si hablamos del desarrollo, entonces, ¿qué es lo que debemos hacer para considerar que de verdad nos desarrollamos? ¿Podemos considerar el trabajo con el cuerpo como desarrollo? No, solamente podemos acelerar o ralentizar su decadencia. ¿Podemos considerar que al trabajar con la energía, la desarrollamos? No, si no cambiamos sus parámetros. Y para cambiar sus parámetros, debemos cambiar las tareas del cuerpo físico. ¿Podemos desarrollarnos sin cambiar los parámetros del cuerpo físico? Desde el punto de vista del ser humano, no, ya que tenemos que hacer crecer algo, perfeccionarlo. ¿Podemos trabajar a nivel del Espíritu? Es absolutamente imposible, puesto que es un nivel de frecuencias vibracionales en el que se requiere una consciencia súper–fuerte. Tal vez poseemos por naturaleza una consciencia súper–fuerte, pero no podemos controlarla, ya que ella está bajo el control del Cielo. Para que un ser humano controle esta consciencia, debe cambiar los parámetros de la energía, lo que implica el cambio de los parámetros del cuerpo. Resulta que el desarrollo es una fórmula en la que hay que encontrar la solución de cómo hacer crecer la energía, con cuya ayuda podemos cambiar nuestros parámetros. Por consiguiente, desde el punto de vista del desarrollo, no puede haber una división entre lo físico, lo energético y lo espiritual. Pero en términos del transcurso de la vida, pasamos por esta división, experimentando las capacidades de nuestra vida: primero, a través del cuerpo físico; luego a través del energético, manifestado en las emociones y sensaciones; y al final, a través del espiritual, cuando la energía se agrupa y se prepara para el “ascenso” o “salida”, y el proceso mismo de agrupación genera cierta actividad vital.

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De esta manera, según la realidad de la vida, tal división existe. Pero según la realidad del desarrollo, no. Aunque, por supuesto, en alguna etapa o debido a alguna razón, nuestro cuerpo deja de ser nuestro ayudante. Generalmente, esto comienza con la disminución de la movilidad. En este caso podemos apoyarnos en el cuerpo energético, y para esto, con su ayuda, debemos sustituir al cuerpo físico que tenemos o, mejor dicho, reemplazarlo con un cierto modelo geométrico.

4.2 Cuerpo Bajo el concepto de “cuerpo”, convencionalmente entendemos un cuerpo subordinado a la energía Qi. Es decir, un cuerpo convencional, temporal. Si el cuerpo está subordinado a la energía de un nivel más alto ( Jing), entonces esto ya es otro cuerpo absolutamente diferente. El más perfecto es el cuerpo Cristalino, el cuerpo Shen. En el momento del desarrollo, el hombre tiene tres cuerpos: manifiesto (se percibe físicamente), geométrico (corresponde a algunas zonas internas más perfectas, capaces de generar energía de orden superior) y estructuras aún más pequeñas que tienen forma cristalina. Pero puesto que el segundo y el tercero no están subordinados al ser humano, dividimos los conceptos de cuerpo, energía y espíritu. Cuando una persona comienza a entrenar, entra en contacto, en realidad, con el cuerpo físico, a pesar de las vivencias que experimenta y las fantasías que tiene acerca de la energía. Cualquier tipo de energía subordinada a la consciencia depende de cómo el cuerpo físico esté subordinado a la consciencia. Si en un ser humano se manifiesta una energía de orden superior, entonces éste no es más que un espíritu o, mejor dicho, un representante del espíritu. Tal situación puede ser una alteración de la circulación de la energía o una dependencia de frecuencias más altas. Pero ni una ni la otra hacen del hombre un ser humano. Es decir, no existe un ser que se pueda desarrollar. Al mismo tiempo, quiero llamar la atención sobre el hecho de que al tratar de comprender el cuerpo, debemos ante todo entender hasta qué grado nos pertenecemos a nosotros mismos y si somos capaces de manejar cualquier proceso. Si hemos comprendido lo anteriormente dicho, entonces hemos de plantearnos la pregunta: “Bueno, entonces, ¿qué debemos desarrollar?” Y hemos de darnos cuenta de que no podemos hacer crecer algo que está destinado a morir. Por ejemplo, cualquier trabajo ignorante con el cuerpo es la aceleración de su crecimiento y, como 112


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consecuencia, también de su decadencia. Por supuesto, acelerando el proceso del crecimiento, obtenemos una energía básica excedente, en cuya dependencia caen muchas personas que entrenan. Pero nosotros no podemos hacer nada con ella: sólo podemos “envejecerla”. Cualquier desarrollo del cuerpo significa su reestructuración, y la tarea es la liberación de la dependencia de la energía Qi, es decir, del proceso que poseemos por naturaleza. Mientras permanezcamos dependientes de este proceso, no podremos hacer nada. Sólo podremos mantener o empeorar nuestra naturaleza. Debemos cambiar las condiciones para el desarrollo del cuerpo. Y podremos hacer esto sólo si el cuerpo vive conforme a las leyes del esfuerzo controlado. Por eso debemos considerar el cuerpo como una estructura y no como un conjunto de órganos y sistemas. Precisamente, es la estructura la que interactúa con el espacio, con el macrocosmos, en el que el ser humano debe representar la Medida. Si uno no representa la Medida, entonces ella será representada por la Tierra o el Cielo, es decir, por las formas energéticas que más nos influyen.

La estructura del cuerpo

La estructura del Cuerpo Taoísta es un proceso comprensible de interacción del microcosmos con el macrocosmos según el esquema Cielo–Tierra–Hombre, o por el esquema de los esfuerzos que formaron la naturaleza humana. En este esquema:

La Tierra es una forma; El Hombre es una Medida; El Cielo es una correspondencia, que se basa en una de las trece estructuraciones creadas por nuestro espacio, las cuales se diferencian por sus características frecuenciales. 114


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Cuerpo


El Sistema Dérmico y el Aparato Respiratorio

Ocho cuerpos

El principal esfuerzo en nuestro cuerpo se forma gracias a los ocho sistemas que nosotros construimos en el proceso de la práctica relacionado con el cambio de la Geometría del cuerpo. El primer y más importante sistema del cuerpo que influye en la capacidad de la Cristalización de la energía, es el Sistema Dérmico y junto a él también el Respiratorio. Ambos se consideran juntos, puesto que el desarrollo de la piel depende de hasta qué grado respiramos correcta y profundamente. Es decir, la gente con una respiración superficial tiene simplificado el sistema de glándulas de la piel. Y la gente con más profunda respiración tiene un sistema que le permite cristalizar la energía.

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Sistema Dérmico

El Sistema Dérmico es un sistema estructural complejo que depende principalmente de la circulación de la energía en los pulmones y de la profundidad de la respiración. Entonces, el esfuerzo que tenemos al respirar determina las propiedades y la calidad de nuestra piel. Siendo la cubierta externa del cuerpo, la piel determina el funcionamiento de la energía básica de construcción. El Sistema Dérmico se desarrolla hasta los 32 años, término que puede tener una variante de unos cinco años, dependiendo de la calidad del medio ambiente y si la persona es capaz o no de mantener el intercambio de la energía interna. En la piel se ubica un gran número de formaciones energéticas y se debe ser capaz de alimentarlas; para este fin es necesario entender dónde, de hecho, está la fuente de la alimentación de la piel. La alimentación interna está determinada por la profundidad de la respiración, pero también por la comida que consume la persona. En realidad, esto determina la conexión de la piel con el sistema de los tendones. Aquí, el factor más importante es la calidad de los líquidos que se consumen. A través de la piel fluye una gran cantidad de líquido y cuanto peor es su calidad, se crea un ambiente más hostil para la piel. Los líquidos que consumen las personas que entrenan tienen una gran importancia para la capacidad de profundizar en la práctica. La matriz de la piel o su germen embrionario está asociada con la muñeca. Ella es el lugar donde comienza a formarse la piel y que regula su desarrollo. Es aquí donde se forma y se estructura el tejido conectivo de la piel, que luego representa todo el Sistema Dérmico. En la muñeca se forman cinco tipos de estructuras, que determinan la conexión de la piel con los cinco sistemas del cuerpo. Una de las estructuras pertenece directamente a la piel; de ella se forman las glándulas de secreción exocrina. En la Medicina Taoísta se ha desarrollado todo un sistema de tensiones que mantienen el tono de la piel. Esto es importante, porque de lo contrario se produce una Cristalización incontrolada y bloqueo de la piel. Justamente, son las propiedades de Cristalización de la piel las que determinan sus diferentes tipos. 125

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En general, esto debe entenderse como dos condiciones para el desarrollo de la piel: a partir de la posición de la circulación y el movimiento de la energía en el cuerpo en general y en la piel en particular y desde la posición de la energía en reposo cuando el cuerpo no está activo. En la Medicina Taoísta, la piel es considerada como un sistema muy importante que alimenta, en primer lugar, nuestros diferentes cuerpos, y no solamente se le concede una importancia especial, sino que también se han desarrollado varias técnicas para mantener un cierto esfuerzo en ella. Pero el factor más importante para el desarrollo de la piel es el desarrollo del esfuerzo proporcional en todo el cuerpo.

Sistema Respiratorio

La respiración es el proceso básico para la obtención de Qi externo. La tarea fundamental es la comprensión de la Medida de la respiración, es decir la capacidad no de saciarse de aire, sino de consumir su energía. La comprensión de la Medida de la respiración nos lleva a la comprensión del ángulo de la respiración y esto permite crear condiciones para una respiración centrípeta, conectando la energía de la respiración con la energía del cuerpo. Del ajuste de nuestra respiración depende el funcionamiento no sólo de los pulmones y su meridiano correspondiente, sino también del intestino grueso que regula el descenso de la energía a través de la inhalación. Debido a la posición de los pulmones en la parte superior de nuestro cuerpo, si la respiración está bloqueada o no tiene llenado, entonces en el cuerpo surgen problemas no sólo en la parte baja del abdomen, sino también en la cabeza. La puerta externa de entrada de la respiración es la nariz, y la interna, la piel. Su vivencia emocional es el llanto.

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La respiración determina el ritmo de entrada de energía y el esfuerzo dirigido a la regulación de la sangre. La calidad de la respiración se basa en condiciones fisiológicas determinadas y, ante todo, en el funcionamiento del diafragma. La comprensión de la respiración es la tarea más importante para la persona que se desarrolla. La respiración no regulada ata nuestra respiración a vibraciones más bajas. La tarea del Practicante es llegar a la Respiración verdadera. La Respiración verdadera es la respiración de nuestro espíritu. Esto puede realizarse sólo al reconstruir completamente la respiración que tenemos. Pero debemos recordar que a lo largo de la vida hemos empeorado aún más nuestra respiración. Para adquirir la Respiración verdadera, primero debemos crear condiciones para el fortalecimiento del funcionamiento del diafragma. Se realiza mediante la creación de una tensión específica en el abdomen que se llama “respiración abdominal”. El Sistema Dérmico y el Respiratorio son considerados como un Cuerpo relacionado con el esfuerzo de Estiramiento. El Cuerpo de Estiramiento o Cuerpo Imposible está determinado por el funcionamiento del sistema endocrino del cuerpo, pero su representación se encuentra en el sistema dérmico. Su función está determinada por la condición de la circulación, por la rotación de la energía en el cuerpo. En la Alquimia Taoísta este esfuerzo está representado por el trigrama Gen. 127

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Sistema endocrino

El sistema de los tendones

El sistema endocrino es el sistema más importante en nuestro cuerpo desde el punto de vista de la comprensión de la energía de más alta frecuencia. La creación del centro de la cabeza es comparable con la formación de una glándula. Así que la consciencia, de hecho, puede ser parte de este sistema. Y no simplemente una parte, sino su gobernante. La consciencia representa el Cuerpo de resonancia, o mejor dicho, la zona del cerebro que centra el trabajo de todo el cerebro (que se sitúa debajo del hipotálamo). El cuerpo geométrico se parece a una circunferencia (un toroide lleno) y corresponde al trigrama Qian. El sistema endocrino es el sistema más estrictamente construido en nuestro organismo; divide el cuerpo en nudos–generadores. Desde el punto de vista de la Alquimia Taoísta, el sistema endocrino está compuesto por formaciones energéticas cerradas y está relacionado con a la estructura de las prácticas, relacionadas con la Concentración. Sólo una consciencia concentrada es capaz de hacer cambios en este sistema y hacerlo íntegro. En una persona común y corriente, el sistema endocrino es imperfecto y para recuperarlo se necesita un manejo interno de las energías finas, lo cual será posible sólo al tener un esfuerzo muy fuertemente concentrado. Para la mejora y la recuperación de los nudos generadores (endocrinos), se trabaja en la construcción de las Proporciones del cuerpo. Este sistema depende de la Geometría del cuerpo. Si la Geometría es incorrecta o se está destruyendo, entonces las glándulas reducen su funcionamiento y empiezan a morir. Lo que significa que dejan de generar energía más fina y de alimentar el espíritu. Y aunque el sistema endocrino es el último que muere en el cuerpo, su calidad predetermina no sólo el desarrollo sino, lo más importante, la calidad de las sensaciones y la capacidad de experimentarlas. Nuestro cuerpo está dividido en mini–subcentrales que están conectadas por estructuras llamadas Campos de Cinabrio. Estas subcentrales son nueve: cabeza, pecho, abdomen, cuello, brazos, espalda, pies, perineo, cintura. La cabeza —con su estructura de glándulas—, con el pecho y el abdomen forman el primer grupo de nudos. El cuello, los brazos y la espalda forman el segundo grupo de nudos. Los pies, el perineo y la cintura son el tercer grupo.

El sistema de los tendones es el sistema más importante del cuerpo desde el punto de vista de su desarrollo. Esto se debe a que los tendones se asocian con la forma de energía que resuena horizontalmente, lo que predetermina la profundidad de los logros en la práctica. El Arte del fortalecimiento de los tendones (I Chin Ching) es el Arte más antiguo. Está representado por el Cuerpo de recolección, un cuerpo cilíndrico peculiar, en el que están contenidos y se desarrollan de manera correcta los tendones. Este cuerpo está determinado por el trabajo del sistema tendinoso y corresponde al trigrama Kun.

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Etapas de formación de los tendones

• Hasta los 14 años de las jóvenes y hasta los 16 años de los jóvenes, los tendones son parte del grupo muscular y dependen, en primer lugar del desarrollo de los músculos. • En el período desde 14 hasta 21 años de las adolescentes y desde los 16 hasta 24 años de los adolescentes, empieza a nutrirse y formarse el grupo de los tendones. Los primeros dos períodos no deben ir acompañados de entrenamientos excesivos y no controlados de los tendones. Es importante conservar la integridad del grupo tendinoso. • Desde los 21 hasta los 28 años de las mujeres y desde los 24 hasta los 32 años de los hombres, se inicia una fusión de los tendones con los músculos. Los músculos empiezan a dar energía a los tendones. Termina la generación natural de energía y el organismo empieza a depender de la energía destilada o transformada. • Desde los 28 hasta los 42 años de las mujeres y desde los 32 hasta los 48 años de los hombres se inicia la formación y el fortalecimiento de los tendones. • En el período entre los 42 y 49 años de las mujeres y entre 48 y 56 de los hombres empieza la preparación para la transformación de los músculos en tendones. • Desde los 49 hasta los 56 años de las mujeres y desde los 56 hasta los 64 años de los hombres se inicia la transición al esfuerzo tendinoso. Luego, este proceso puede desarrollarse por dos ciclos más o puede pasar a un esfuerzo óseo, en el que el cuerpo termina su funcionamiento físico.

Estructura de los tendones

Los tendones se componen de articulaciones (sinoviales: móviles; y fibrosas: inmóviles) y ligamentos. La estructura de los tendones es semi–cristalina. Esto quiere decir que, a diferencia de los músculos, esta estructura posee volumen y tres esfuerzos vectoriales. Además, en los tendones se expresa más fuertemente el esfuerzo diagonal, que determina las conexiones bioquímicas de los tendones que ganan su fuerza a los 40–50 años. Mejor dicho, deberían ganarla si hemos controlado correctamente el desarrollo de dicho sistema. Éste es el período en el que los tendones deben ganar más viscosidad.

La tarea de los tendones

En las diferentes etapas de la vida del ser humano, los tendones tienen diferentes tareas: desde el servicio a los músculos, huesos y a sí mismos, hasta la preparación del individuo para la salida del cuerpo al final de su vida. Esto determina la tarea de la Medida del movimiento, la Proporción. Es decir, la tarea de los tendones consiste en producir fuerza en el cuerpo (densificarlo), mantener la Medida de los movimientos y ser conductor de energías más finas.

El esquema de los tendones

El esquema de los tendones está determinado por el esfuerzo de ciertos grupos tendinosos y por su ambiente nutritivo. Cada tendón alimenta uno de los 12 órganos. En consecuencia, tenemos 12 tipos de tendones. Cada uno de los tendones tiene su propio ángulo de torsión que acerca este sistema a la propiedad más profunda del modelo humano, ligada al momento angular del desarrollo. El desarrollo de los tendones va desde abajo hacia arriba y está determinado por las propiedades energéticas de los pies.

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Cómo desarrollar los tendones

Desarrollando los tendones, nosotros desarrollamos la fuerza del tejido conectivo que crea una determinada conductividad para la energía en nuestro cuerpo. Es importante no deformar los tendones, sino fortalecerlos, aumentando su viscosidad. Para lograr esto, es necesario ser capaz de mantener los tendones en tono y de esa manera adquirimos elasticidad y flexibilidad. Lo más importante aquí es que los tendones dependen en menor grado de la energía de la sangre que los músculos. Ellos necesitan energía larga y compleja y no energía corta, como los músculos. En consecuencia, la nutrición de los tendones es uno de los procesos más complejos que depende de la integridad completa del cuerpo y de la capacidad de la consciencia de manejar las energías. El desarrollo puede apoyarse en la centralidad (para hacer eso, se debe comprender el Eje del cuerpo) o en el volumen, es decir en la Integridad. Los tendones se desarrollan todos a la vez. No se pueden dividir en partes separadas, independientemente de sus propiedades y funciones. Además de eso, se debe comprender la idea de la existencia en pares de los tendones: cuando uno de ellos trabaja en la compresión, su par lo hace en el estiramiento. Y si por ejemplo sobre–estiramos un grupo de tendones orientado a la compresión, entonces el organismo empieza a perder energía. Y si tomamos en consideración el hecho de que las fibras tendinosas entran también en la estructura ósea, entonces ya tenemos un problema con el Cuerpo óseo, puesto que los tendones empiezan a tomar energía de los huesos en vez de alimentarlos.

Alimentación de los tendones

Alimentar los tendones significa mantener en ellos un cierto esfuerzo bioquímico. Este esfuerzo se realiza a través del esfuerzo mental y la alimentación externa. En estas condiciones es de suma importancia la capacidad de mantener los ligamentos, mejor dicho, las fibras de colágeno, a las que debemos ser capaces de llenar, alimentando el cuerpo de enlace (la proteína elastina) y el espacio entre las fibras. Para hacer eso, es necesario mantener la actividad de los meridianos energéticos que permiten a los líquidos sinoviales secretar los componentes necesarios para los tendones y alimentarlos directamente. Desde el punto de vista de la alimentación, el tendón más importante es el tendón de Aquiles. Éste se inicia desde el hueso calcáneo y termina en el músculo tríceps sural. Éste es el tendón más complejo e importante que debe ser alimentado constantemente (a través del colágeno).

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Desde el punto de vista del desarrollo es muy importante la cuestión del estiramiento, donde se ejerce una influencia en el sistema de los tendones. El estiramiento es un concepto cimentado en nuestra mente como una acción relacionada con los tendones. Sin embargo, el desarrollo de los tendones es la creación de una determinada resistencia en ellos que mantiene la viscosidad, y no al revés, privándolos de ella. El estiramiento lleva muy rápidamente al ajamiento de los huesos y los músculos y resulta un fenómeno destructivo para el ser humano. Si en el cuerpo de una persona falta la flexibilidad, esto muestra un problema no en los tendones, sino en la naturaleza del individuo, en su comportamiento y alimentación.

El desarrollo de los tendones tiene un carácter no físico sino expresamente mental. El trabajo con los tendones es semejante al trabajo con los raíces de la vid, en el que se necesita cultivar en la planta un hábito de alimentarse desde dentro, aprender a extenderse constantemente, aspirar a la fuente de energía. Es importante entender que el estado de elasticidad y flexibilidad de los tendones se logra no a través del estiramiento, sino mediante un trabajo dentro de ellos; sólo entonces conservaremos la fuerza en los tendones. El estiramiento gasta la energía que en este caso empieza a destruir la estructura del tendón, su Medida. Y si destruimos la Medida de los tendones, alteramos su ángulo y, en consecuencia, la circulación de la energía, tanto en el organismo mismo como en el grupo tendinoso. La energía en el grupo de los tendones es mucho más compleja que la de los músculos. Para la comprensión de estos procesos se debe adquirir la integridad en el cuerpo, es decir desarrollar la capacidad de controlar el volumen de los músculos. Sólo después de lograr esto, podremos hacer algo con los tendones. No debemos desarrollarlos fragmentariamente, de lo contrario se alterará la integridad del estiramiento que vincula nuestro cuerpo desde los pies hasta la coronilla. Con este hecho está relacionado también un efecto negativo: el estiramiento excesivo del grupo de los tendones, o el estiramiento excesivo sólo de los pares de tendones de los pies. El tendón debilitado empieza a ser manejado por los músculos y muere tan rápidamente como ellos (a diferencia de los tendones, los músculos tienen un recurso de desarrollo limitado).

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El tendón incorrectamente desarrollado causa no sólo alteraciones en las funciones del movimiento (hiperfunción), sino que también altera a los grupos tendinosos inmovilizándolos; todo esto lleva a problemas con los órganos internos (por ejemplo con el útero, hígado, riñones) que, o son apretados por los ligamentos o se aflojan, es decir se provoca un desplazamiento de los órganos. Podemos decir que de esta manera el estiramiento “amenaza” la viabilidad no sólo de los tejidos, sino también de los órganos a los que están atados estos tejidos. Además, los tendones excesivamente estirados dejan de alimentarse plenamente, dado que se altera su volumen. Una persona que a menudo estira sus tendones, empieza a depender de los estiramientos constantes, para hacer que la energía pase por los tendones, aumentando de tal modo el flujo de sangre en los tejidos tendinosos y musculares. Es de suma importancia no destruir la estructura semi–cristalina de los tendones y trabajar en su viscosidad y compresión. Es decir, se debe mantener la resistencia en los tejidos. Los tendones están divididos en grupos: plexos. El plexo principal para nosotros es el abdomen, en el que se desarrolla el Centro del cuerpo, al cual muchos llaman Dan Tien. El abdomen es un plexo que podemos perfeccionar y cultivar. Semejante centro, que puede ser cultivado, existe solamente en el ser humano. Estamos compuestos de energía y todos los filamentos de nuestra energía se dirigen hacia nuestro abdomen; sin embargo, ellos podrán interactuar solamente si perfeccionamos nuestra Geometría y consciencia, como condiciones que nos permitirán alimentar este centro. Otra condición es la creación de la respiración energética, cuando la energía generada nos alimenta por dentro y empezamos a salir de la dependencia, primero, de la comida, y luego de la respiración. 149

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El sistema de la estructura corporal

Cualquier cuerpo que pueda rotar es una estructura. Cada ser humano que nace tiene un centro personal, al que nosotros llamamos espíritu, y un centro de la estructura, que se forma mediante los sietes cuerpos descritos anteriormente. En resultado, ésta es la cuestión reunificadora e importante que debemos conocer. Sólo conociendo el cuerpo, su estructura, podremos cambiarlo y perfeccionarlo. Por supuesto, poca gente tiene una estructura expresada, ya que el resto de las partes del cuerpo no están conectadas normalmente una con otra. Y cuando consideramos la Geometría del cuerpo, en primer lugar nos preparamos, nos ajustamos a la comprensión del Cuerpo más importante: el Cuerpo estructural. Está representado por el trigrama Dui.

4.3 Energía El tema de la energía es simple si nos acercamos a él físicamente, y complejo si nos acercamos a él desde una posición de percepción esotérica. Entonces surge la pregunta: ¿y por qué abordarlo esotéricamente si puede ser comprendido físicamente? Aquí radica el mayor problema del hombre moderno: resulta que físicamente él no puede determinar todo. Incluso en el caso de los físicos que han alcanzado una comprensión profunda de la energía y su accionar, no tienen un nivel suficiente de percepción de la misma para dar una definición de lo que están investigando. Y hoy, cuando en realidad la física se aleja de la teoría de las probabilidades y se acerca a la idea de la teoría de las cuerdas, podemos observar una situación sorprendente: mucha gente tiene la comprensión correcta de la energía, pero nadie puede aplicar esta comprensión al ser humano. Por supuesto, como personas que se están desarrollando, nos preguntamos ¿cómo se puede utilizar la comprensión de la energía en relación con nuestro desarrollo personal? Y aquí nos encontramos con una situación extraña: la ignorancia de los esotéricos y la ignorancia de los físicos, puesto que los científicos no reconocen algo que es obvio en el contexto de la evolución del ser humano y los esotéricos no entienden la energía que utilizan. Pero incluso las personas que entienden la esencia de la energía están condenadas a enfrentar una tarea muy compleja, ya que la energía no puede ser explicada; y proporcionar a otra persona la posibilidad de comprenderla sólo es posible a través de la experiencia práctica. Cada persona que nace se subordina inmediatamente a la energía del espacio en el que vive, excluyendo el caso de algunas personas súper conscientes que no perciben este espacio. Nuestra estructura está originalmente adaptada a la vida en esta sustancia. Las personas han dado a esta energía diferentes nombres: Qi, Ki, Prana, pero estas son definiciones generales. Entonces nos preguntamos: ¿hubo algún 151


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tiempo en el que la gente podía comprender la energía no sólo en sentido general, sino de alguna otra forma? Resulta que sí, y aquí hay un punto muy interesante, porque en un principio la gente no estaba orientada a la vida en su espacio, sino a la ida a mundos más perfectos. Empezaron a distinguir los diferentes tipos de energía y no sólo a distinguirlos, sino también a sentirlos e interactuar con ellos. En cada Tradición fueron nombrados de manera diferente. A veces estas energías fueron representadas en sí mismas y a veces en combinaciones. Es decir, la gente podía interactuar con diferentes patrones de vibración y empezaron a darles nombres a estos modelos. ¿Por qué? Ya que cualquier vibración lleva dentro de sí un sonido, ellos reproducían la vibración del modelo a través del sonido. Esto les ayudaba no sólo a denominar estos modelos, sino que también les ayudaba a sintonizarse a la interacción con ellos. Y, por supuesto, un día estas vibraciones fueron fijadas en forma de conceptos. Y la gente empezó a llamar a estos modelos Hazor, Thor y con muchos otros nombres. Sin embargo, en nuestro tiempo, se ha establecido creer que ellos llamaban así a sus dioses. Antes de la fijación del concepto de Dios en la mente, que tuvo lugar con la llegada de la Conciencia Cristiana, para la gente no existía un dios como tal, sino que existía un modelo vibratorio que poseía su propia energía, es decir, lo que hasta hoy en día sigue conservado en el panteón Taoísta. En realidad, pasando del sonido al nombre, la gente perdió la comprensión de la energía. Por eso, hoy en día a las cosas le damos muchos nombres, pero no las comprendemos. Ante todo no nos damos cuenta de que la energía es una figura dotada de cierto volumen. Para el hombre moderno, aunque parezca extraño, la energía es plana. La siguiente dificultad radica en el hecho de que estamos bajo la influencia de la frecuencia espacial y temporal, que se impone a todos los procesos de nuestro cuerpo. Y entonces sería estúpido tratar de comprender nuestra propia energía si no podemos comprender las peculiaridades de la energía del espacio. Y cuando las personas empiezan a entrenar en prácticas internas, en realidad no entienden la idea de lo interior; por tanto: ¿qué pueden hacer realmente con la energía? En realidad, todo lo que las personas llaman Práctica, es simplemente un proceso de agitación, es decir emociones. La gente no sale fuera de los límites del espacio en el que vive, sino que sólo alcanza, en el mejor de los casos, una cierta conservación de energía a la que reacciona. En realidad, nada cambia. Por supuesto, los sistemas serios de desarrollo comprenden este problema y privan a las personas de su participación humana, para que no se engañen de que hacen algo. Ellos guían a la gente en un proceso de acumulación de energía, llevándola a un estado supremo, sin la participación de su consciencia, sustituyéndola 152


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con una vivencia. La persona logra un estado de superconsciencia, conservando y aumentando, hasta donde puede, lo que tiene, conservando la posibilidad de irse. Aquí un momento muy importante es tener bien claro que este Camino no puede ser considerado como un desarrollo, sino el simple uso de lo que uno tiene, puesto que no se crea una energía adicional. Pero para que una persona empiece a desarrollarse, debe comprender la esencia de la energía para no bajar sus características vibratorias. La energía es, en primer lugar, una frecuencia, un esfuerzo, a través del que algo se puede crear o destruir. Vivimos en un espacio en el que la energía posee tres esfuerzos expresados en cuatro direcciones. Y la principal tarea que se les plantea a las personas en el Camino del desarrollo es la comprensión de este fenómeno. Puesto que la gente vive por las leyes de la percepción de una o dos dimensiones, ni su cuerpo ni su mente perciben las cosas en un volumen. Por eso, antes de hablar de la comprensión de la energía, uno debe comprender el espacio en el que se desarrolla esta energía.

Bajo el concepto del Mapa del Espacio se quiere significar volumen. Nuestro cuerpo no vive en el volumen. Por eso, debemos cambiar nuestra Geometría, crear, reconstruir el volumen en el cuerpo. Mientras que no hayamos comprendido este volumen, para nosotros la energía tendrá un sentido general. Esto es, más bien, alguna percepción táctil de la energía. Este tipo de energía en la Tradición Taoísta es llamada Qi y tiene sus propias leyes en tres esfuerzos. Pero para nosotros es importante el hecho de que esta energía es temporal, o sea que ella sólo inicia los procesos. Necesitamos una energía constante, que posea un movimiento interno, una rotación. Sólo la energía rotando puede generar dentro de sí otra energía y puede ser considerada como constructiva y no temporal. En la Tradición Taoísta esta energía es llamada Jing. Pero podemos comprenderla sólo si nuestro cuerpo y consciencia han comprendido qué es el volumen, porque la rotación de la energía puede existir sólo en un volumen. Pero la dificultad más grande consiste en el hecho de que en nuestro cuerpo existen ya zonas en las que esta energía puede ser generada, es decir que puede rotar. Por ejemplo, los estados de éxtasis supremos, como el orgasmo, son la expresión de esta energía, pero dado que no se involucra todo el volumen de nuestro cuerpo, la perdemos y puesto que ni siquiera tenemos donde conservarla, no somos capaces de conservarla. Resulta que, aun generada, esta energía no puede vivir voluminosamente en nuestro cuerpo. Así que si queremos hablar de los otros tres tipos de energía que forman el espacio, además de la energía que está rotando, obligatoriamente debemos tener una forma donde conservarla. ¿Por qué, por ejemplo, en la Tradición Taoísta se presta tanta atención a la cintura? Porque la cintura es una condición para la rotación del cuerpo. Si rotamos el cuerpo sin la participación de la cintura, entonces simplemente llevamos la energía hacia arriba. Cuando usamos la cintura, obtenemos una condición en la que la energía puede rotar en tres direcciones. Sólo después de esto se abre la siguiente posibilidad, la Cristalización de la energía, lo que nos da tres tipos más de energía, la que en la Tradición Taoísta es llamada Shen. La Cristalización depende del esfuerzo de rotación. Y el esfuerzo de rotación depende de la forma en la que se produce esta rotación. Cuanto más perfecta es la forma geométrica que creamos, tanto más perfecta es la rotación. Pero lo más interesante es que a esto podemos añadir también el esfuerzo de la consciencia y entonces nos convertimos en Creadores. No sólo perfeccionamos la forma y a través de ella nos perfeccionamos a nosotros mismos, sino que perfeccionando la forma, perfeccionamos el esfuerzo en esta forma.

Mientras no restauremos el Mapa del Espacio, no podremos hablar acerca de la energía, ya que en realidad no podemos comprenderla.

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Se debe entender, que cuando se estudian los meridianos, lo más fácil es entenderlos desde el punto de vista del Llenado. Segundo es entenderlos desde el punto de vista de la Proporción, viendo la construcción desde la posición de Yin y Yang, dentro del enfoque de Wu Xing. Luego a partir del punto de vista del Eje, del punto de vista del espacio, de la tensión y por último, del punto de vista del Ritmo. Como resultado obtenemos un esquema en el cual se puede basar cualquier tipo de estudio. Así que cuando se trata de los meridianos, debemos entender lo que son y por qué debemos estudiar el cuerpo desde la óptica de la Proporción y la Geometría. Esto también significa que las órbitas Macro y Micro–cósmica se estudian con el fin de centrar los meridianos. Y naturalmente, cada esfuerzo se observa desde la perspectiva de qué lo gobierna. Para el esfuerzo Qi, éste es el abdomen; para el esfuerzo Jing es el pecho; para el esfuerzo Shen es la cabeza, la consciencia. Son llamados Campos de Cinabrio. Cada Campo de Cinabrio tiene su gobernador. Este es el esquema general de la existencia y del funcionamiento de los meridianos. Si estamos interesados en estudiarlo, debemos comenzar no con el estudio de los mismos meridianos, sino con la comprensión del esquema de su funcionamiento. Este entendimiento no fue trasladado a la concepción moderna de los meridianos debido a la prisa con la cual fue creada la medicina china por orden del Gran Jefe.

4.4 Espíritu El Cuerpo del Espíritu es un concepto muy metafórico que en nuestra mente se asocia con un desarrollo espiritual. Sin embargo, el concepto de la espiritualidad desde hace ya mucho tiempo ha dejado de ser racional, llegando a ser irracional. Es como un cuento de hadas o algún dicho esotérico incomprensible para la conciencia humana. Lo que nosotros llamamos espiritualidad, para la gente de la antigüedad era la conexión del ser humano con el espacio. Podía estar determinada por el Cielo, por la Tierra o por el ser humano mismo (por ejemplo su conexión con sus antepasados), pero se trataba de un volumen que abarcaba una existencia llena de sentido, no lineal, y al mismo tiempo comprensible. Hoy en día el concepto más cercano a éste es el razonamiento con imágenes. La espiritualidad es la esencia básica del ser humano y forma su cultura, donde la base está formada por las propiedades, es decir, que existe una dependencia de las propiedades de la receptividad. Pero si en el nivel del cuerpo, conciencia y energía, estamos llenos de basura, ¿de qué receptividad podemos hablar, si cualquier palabra o sonido que emitimos no es más que un eructo energético? La espiritualidad es la percepción de la tonalidad vibratoria suprema, cósmica, cristalina, como quieran… Pero para lograr esto es importante ser capaces de percibir y absorber procesos bastante más profundos en nuestra consciencia y cuerpo. Para lograrlo, el ser humano debe aprender a corresponderse consigo mismo, realizando la condición más importante que es conocerse a sí mismo, porque sólo el que se conoce a sí mismo, puede corresponderse consigo mismo. Y solamente el que se corresponde a sí mismo, puede vivir su vida de acuerdo con su Código interno, con su Ritmo. Y sólo el que vive conforme a su propio Ritmo puede comprender la esencia del cuerpo espiritual e interactuar con las más finas vibraciones intrínsecas a nosotros. 165


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Cuerpo


El desarrollo espiritual

El desarrollo espiritual es un tema que consta de dos conceptos bastante amplios. El primero es el cuerpo y el segundo es un cierto proceso. ¿Por qué la gente habla constantemente de desarrollo espiritual? Esta idea proviene de una propiedad bien comprensible de nuestra vida. Cuando una persona nace, depende del cuerpo físico, y cualquiera que sea su energía y espíritu no tiene ninguna importancia, ya que el cuerpo crece y todo está subordinado a este proceso. Mientras nuestro cuerpo esté creciendo, podremos hablar un sinfín sobre la energía, sobre el espíritu, pero en realidad el crecimiento seguirá su rumbo y cualquier desvío nuestro respecto a él no poseerá fuerza. No somos más que una consecuencia de las condiciones de este crecimiento. La segunda etapa empieza cuando nuestro cuerpo ha crecido y ya es un cierto volumen de energía del que dependemos. Podemos llamarla período energético. El individuo empieza a depender de los procesos energéticos; aunque en realidad empieza a depender de las emociones y las reacciones que ha generado durante la primera parte de su vida, en la que no dependía de ellas pero las generaba, y cuando el cuerpo deja de crecer se hace dependiente de las reflejos que ha acumulado. Resulta que en la segunda etapa ya somos alguna propiedad energética, pero esta propiedad está repartida entre las reacciones y los significados. Este período es bastante duro, puesto que, por un lado dependemos de las emociones y reacciones generadas y por otro aún podemos fortalecer energéticamente esta conexión. En conclusión, de la dependencia del cuerpo físico hemos pasado a la dependencia del cuerpo energético. Y, por supuesto, esta energía tarde o temprano comienza a agotarse, ya que el cuerpo empieza a ajarse (sin tomar en consideración la capacidad o incapacidad de restaurar la energía); entonces el hombre inicia su dependencia de aquello que está destinado a continuar existiendo: del espíritu. De esta manera, obtenemos el tercer cuerpo: el espiritual. En realidad, cuando la gente habla de desarrollo espiritual, habla sobre algo que se puede conservar y mejorar y que luego deberá irse, es decir del cuerpo que sigue existiendo más allá del físico y el energético. El concepto del desarrollo espiritual es muy preciso. Resulta que el espíritu es algún cuerpo y este cuerpo puede ser desarrollado.

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El cuerpo espiritual

Aquí nos planteamos esta cuestión: ¿qué es este cuerpo espiritual que continúa existiendo después que el cuerpo físico y la energía han completado su realización? Por supuesto, el cuerpo espiritual, al igual que el cuerpo físico, es un tipo de energía. Se diferencia no tanto a nivel vibratorio (lo cual es obvio), sino por sus principios intrínsecos, es decir se desarrolla de acuerdo con condiciones diferentes. ¿De qué condiciones depende el cuerpo físico? Dado que el cuerpo físico muere, entonces es una energía temporal que tiene etapas de destrucción. ¿De qué condiciones depende el cuerpo energético? De las leyes de la circulación. La energía puede existir sólo si está circulando, de lo contrario se descompone; sin embargo únicamente puede circular en una forma determinada. ¿Qué define la forma para nuestra energía? O nuestro cuerpo físico o nuestro cuerpo espiritual. Y, ¿qué es el cuerpo espiritual? Es un determinado tipo de energía capaz de transformarse o cristalizarse, que no depende de la forma, sino de la transformación. De esta manera llegamos al concepto de los tres cuerpos. Pero puesto que un cuerpo regula la existencia de otro cuerpo, entonces, según a qué cuerpo estemos más subordinados, éste será el cuerpo que podamos desarrollar. Desde nuestro nacimiento, tenemos una condición inherente de energía y a esta condición la llamamos espíritu. Éste puede generarse y perpetuarse, dependiendo de la frecuencia que posea. Pero, para que lo desarrollemos, nuestra consciencia debe subir a las frecuencias en las que existe nuestro espíritu, nuestro cuerpo espiritual. ¿Puede una persona, por naturaleza, ser superior a la sustancia que le incorpora en el espacio? Resulta que sí, ya que tenemos una parte de dicho cuerpo relacionada con el cerebro, el cual es capaz, como mínimo, de ajustarse a nuestro espíritu, y como máximo, desarrollarlo. Como consecuencia, si una persona hubiera construido el período de desarrollo físico y energético en vistas al futuro desarrollo de su cerebro, entonces habría tenido la oportunidad de desarrollar su cuerpo espiritual de manera natural. El desarrollo espiritual, para la gente contemporánea, de hecho, es un eslogan y no una realidad, aunque ella pueda crear esta realidad. El indicador básico para el cuerpo espiritual es la Medida. Cada ser humano nace poseyendo una medida, pero la medida de cada persona resulta insuficiente para que ella exprese la unidad. Por eso, cuanto más débiles se fueron volviendo las personas, tanto más se fueron uniendo para que juntos representaran alguna Medida. 167

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CAPÍTULO 5

LA MEDIDA


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Introducción El desarrollo debe ser claramente comprobado; de lo contrario, no es un desarrollo sino un cierto interés. Todo debe poseer una dimensión. La dimensión es determinada por la Medida. La Medida es determinada por las condiciones energéticas. Sin la comprensión de la Medida, es imposible comprender el proceso. Precisamente, ésta es la condición que, de hecho, hace al Método tan necesario. El Método debe ayudar al ser humano a comprender la Medida. Podemos cultivar y desarrollar únicamente algo que posee un centro. Y sólo la Medida puede poseer centro, ya que ella es una unidad completa y no transitoria. Nosotros dependemos de la Medida del espacio en el que vivimos, independientemente de que nos demos cuenta de ello o no. El Conocimiento también es una Medida, determinada por un esquema. El Conocimiento tiene índices más rústicos, representados por el cuerpo físico, e índices más finos, representados por la energía de más alta frecuencia. Pero, para que podamos pasar de lo primero a lo segundo, antes debemos conocer lo primero.

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5.2 Medida Para el conocimiento del Método, hoy en día, es mejor empezar con la adquisición de la Medida de los seis elixires: el elixir de la articulación del codo, el elixir de la articulación de la muñeca, el elixir de la articulación de los hombros, el elixir de la articulación de las plantas de los pies, el elixir de la articulación de las rodillas, el elixir de la articulación de las caderas. ¿Por qué? Porque no sólo creamos el elixir, sino que también aprendemos la Medida. La adquisición del elixir está relacionada con la comprensión de las seis partes del cuerpo. La podemos adquirir a través de la mejora de la Geometría de estos sistemas y se asocia con el Método de la Proporción, o la creación y la conservación de la Unidad.

Compás y escuadra

La mayor dificultad para nosotros consiste en que lo hacemos todo sin la comprensión del compás y la escuadra. No somos capaces de conmensurar, de medir y, como consecuencia, regular todos los procesos con los que estamos relacionados. Por eso, hagamos lo que hagamos, nuestras acciones no tienen ni principio ni final. Hoy en día, la gente sólo toma y toma, pero no sabe dónde poner lo tomado. Una persona que no ha aprendido a medir, ha aprendido a desviarse del concepto de que vive sin ningún concepto. Y todo esto no tendría mayor importancia si no fuera porque es este estado aquel en el cual empezamos a desarrollarnos. Al comenzar a entrenar, no entendemos qué es lo que desarrollamos; más bien seguimos algunos eslóganes. Lo más peligroso es que no nos damos cuenta de que no poseemos las herramientas con las que podríamos medir algo y no comprendemos que todo lo que hacemos debe tener una Medida. 181


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El ser humano, según su edad, entrena desde la posición de la afectividad o desde la posición de la reacción o desde la posición de la experiencia personal. El desarrollo provocado por la afectividad es intrínseco a las personas que dependen del crecimiento de su cuerpo físico. La reacción es un conjunto de procesos energéticos generados que nos dan ciertas sensaciones; y este fenómeno es llamado “dependencia del cuerpo energético”. Cuando ganamos alguna experiencia que nos obliga a hacer algo, esto ya está relacionado con el espíritu. En el primer caso, tenemos poder, pero dependemos de índices que no están relacionados con la Medida, dado que aún no hemos crecido; nosotros mismos todavía no somos una Medida. En el segundo, dependemos de las reacciones que hemos generado en un cuerpo sin Medida. En el tercero, ya no tenemos energía, pero nos damos cuenta de que algo en nosotros no está bien y debemos hacer algo. Por ejemplo, los que se entrenan en artes marciales tienen el concepto de que si uno quiere alcanzar algo, primero debe llegar hasta la pared, apoyarse en ella y, si logra romperla, puede empezar a desarrollarse. Pero, en realidad, son pocos los que llegan a esta pared y, como consecuencia, ni siquiera son capaces de apoyarse en ella. Y entre quienes han alcanzado la pared, son menos los que pueden romperla, pues comprender que no sirves para nada y que eres incapaz de ir hacia delante es una prueba bastante dura. Son pocas las personas en las que ha quedado energía y siguen empeñándose. 182


La Medida

El problema consiste en que cuando llegamos a la pared, lo hacemos sin la comprensión de la Medida. Nos apoyamos en ella sin la comprensión de la Medida, e incluso, si la rompemos, no tenemos la Medida necesaria para hacer luego algo más: sólo hemos alcanzado alguna frecuencia en la que estamos preparados para hacer algo con la Medida; sin embargo, primero debemos conocerla. La Medida proviene de la comprensión de la dimensión. Todo tiene su tamaño. El cuerpo físico, el energético y el espiritual tienen una Medida. La Medida del cuerpo físico depende del tiempo; la Medida del cuerpo energético depende del espacio; la Medida del cuerpo espiritual depende del Ritmo. Por supuesto, el logro supremo consiste en el conocimiento de la Medida del cuerpo espiritual, porque la Medida del cuerpo espiritual es la fuerza, la Medida del cuerpo energético es el esfuerzo y la Medida del cuerpo físico es la propiedad. Estas tres Medidas son los verdaderos indicadores que nos muestran si nos desarrollamos o no. En cualquier postura corporal de una persona se puede ver si ésta comprende la Medida o no. Pero para comprender la Medida del cuerpo, uno debe entrenarse desde el punto de vista del trabajo con la Medida del cuerpo. Y si se entrena desde el punto de vista de los ejercicios, entonces ¿cómo se puede comprender la Medida del cuerpo? Resulta que para desarrollar una Medida, necesitamos desarrollar otra Medida, o excluir las condiciones de una de las Medidas. Si alguien quiere desarrollarse, pero no ha conocido la Medida del cuerpo, entonces primero debe hacer todo lo posible para que el cuerpo no le perturbe. ¿Cuándo nos perturba el cuerpo? El cuerpo nos puede molestar cuando nos movemos. Desde luego, nos puede molestar también en quietud, pero en este caso la consciencia tiene un mayor influjo. Por lo tanto, cualquier movimiento sin una Medida es una alteración y uno termina haciendo ejercicios. 183

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CAPÍTULO 6

MÉTODO


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Introducción Podemos hablar un sinfín sobre las Tradiciones, Profesores y Maestros, pero si no comprendemos el Método usado para nuestra enseñanza, entonces nos dirigimos hacia la nada. Hoy en día, cuando la calidad de la conciencia determina nuestra dependencia del tiempo, cuando el nivel de exigencia del trabajo con la conciencia es mucho más elevado que antes, debemos comprender el mapa de nuestro movimiento por el Camino del desarrollo y no ir corriendo sin saber de dónde y hacia dónde. Al operar con los conocimientos y los principios, debemos comprender que su combinación y el algoritmo de las acciones no son menos importantes que la presencia de herramientas e incluso de Maestría. La Maestría siempre será limitada si se apoya sólo en las cualidades naturales de la persona o en sus esfuerzos cuantitativos, y no en el desarrollo. Teniendo en cuenta que en el tiempo el Método no es algo que se produce de una sola vez, sino que es un proceso con muchas instancias, cuanto más temprano prestemos atención a la necesidad de dominarlo, tanto más claro y preciso será nuestro Camino. El desarrollo no es la repetición de algo tras alguien. El desarrollo es la transformación en la que un modelo debe sustituir a otro. Y a pesar de que los principios y las leyes de nuestra existencia se apoyan en un mismo esquema del espacio, los procesos dentro de él cambian (la velocidad, el ritmo, la frecuencia). Por eso, la verdadera Tradición es la definida por el Método del desarrollo. Dicho de otra manera: precisamente el Método debe formar la Tradición, ya que es superior a los Conocimientos. Nos enseña a manejar los Conocimientos; y los Conocimientos, a su vez, son superiores al sistema de desarrollo que presenta uno u otro Maestro. El Maestro o el Profesor son los últimos en la “cadena” del co188


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nocimiento y no los primeros. Ellos se posicionan primeros si enseñan las reglas del movimiento sin explicar con qué fin y por qué uno debe desarrollarse. Si el Profesor o el Maestro no obedecen al Método, se limitan en el conocimiento, en primer lugar, a sí mismos, convirtiéndose en ciertos modelos estéticos de conocimiento y obligan más bien a reaccionar a ellos que a conocer la Tradición. El Maestro debe mantener la distancia con cualquier persona que viene a entrenar con él, independientemente de su posición y capacidades; de lo contrario, no podrá llevar a la persona que entrena al conocimiento del Método. El problema con el “yo” no debe ser ignorado en ninguna circunstancia. El Método debe apoyarse en la Geometría; de lo contrario, será simplemente alguna técnica. Al considerar la técnica como un Método, nos privamos de la verdad. La técnica desarrolla reflejo y emoción, y estos son los que destruyen nuestra mente. Una conciencia destruida deviene incapaz de conocer el Método. Por eso, la primera tarea del Método es abrir la consciencia, enseñarle al ser humano a usarla y recién después llenarla con algunos ideales y convicciones. La persona debe convencerse sola de la exactitud de lo que hace y por qué lo hace. Uno debe aprender a no reaccionar, aprender a evaluar las propias acciones. Por lo tanto, sin el conocimiento del Método, no puede haber ningún desarrollo; más bien puede haber sólo una repetición o comunión con alguna vivencia emocional. Esto no realiza la tarea de construcción del ser humano, sino que simplemente lo convierte en cómplice de algún proceso externo, haciéndole más dependiente del espacio en el que se encuentra.

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6.1 La teoría y la práctica El Método es, ante todo, un principio de organización para nuestra comprensión y participación en lo que llamamos Desarrollo. Hoy en día, para el ser humano, el desarrollo no empieza precisamente con lo que hace y adónde va, sino con su capacidad o incapacidad para organizarse. Una cosa es aprender algo, es decir acumular; otra cosa es conocer y emplear lo acumulado; y un tercer momento es la adquisición de experiencia en su uso. Mientras que lo conocido no se convierta para nosotros en una experiencia, no podremos hablar de su incorporación en nuestra vida. Sin haberlo incorporado, siempre percibiremos dos conceptos separados: desarrollo y vida, sin usar este desarrollo en ella. Y si no lo usamos, entonces no existe. La experiencia nos permite salir del estado de consumidor y pasar al estado de gobernador. Esto es posible, por supuesto, sólo cuando hemos adquirido una experiencia consciente, es decir, cuando la hemos comprendido. El desarrollo verdadero se realiza a través del cerebro, por eso no importa qué es lo que haga uno, si está en movimiento, inmóvil o contemplando. Si para una persona la comprensión del pensamiento de alguien o de una información es un estado natural, entonces esto ya es una práctica. Si está practicando, pero sin estar enfocado, entonces esto ya no es una práctica; ni siquiera es teoría. Hemos aprendido a engañarnos con diferentes formulaciones y lo más peligroso es aceptarlas como axiomas. Sería mejor que uno estuviera aprendiendo incorrectamente una secuencia, aunque aumentando el trabajo del cerebro, que torturar los músculos con movimientos formalmente correctos sin entrenar el cerebro. En realidad, éste es un error típico de muchos que se entusiasman con los ejercicios y las formas.

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Si realmente queremos desarrollarnos, entonces es necesario operar muy cuidadosamente con los conceptos en general: debemos aprender a estudiar. Y al principio son importantes dos cosas: la capacidad de observar y la disciplina de las acciones. Luego hay que reducir la cantidad de acciones innecesarias que nos destruyen, es decir, entender que para el crecimiento debemos liberarnos de aquello que nos destruye, que es la incorrecta orientación de: la alimentación, la respiración y la organización del cuerpo (Geometría), en la que los principales problemas son: los líquidos que tomamos, nuestro hablar y nuestra actividad física ignorante.

La organización de nuestro tiempo debe perfeccionarnos, sin importar qué hagamos: aprender, trabajar, o simplemente movernos o descansar.

Método

Aunque hay que entender que para el hombre que se desarrolla, tal concepto como descanso no debería existir. ¿De qué descansar? ¿Del desarrollo? La gente descansa de las acciones que empeoran su condición, para poder luego continuar auto–destruyéndose. El hombre que se desarrolla debe ajustarse constantemente al desarrollo, estar dentro de él. Sólo en este caso adviene la verdadera práctica y no cuando hacemos, por ejemplo, algunos ejercicios dos horas por día. Los ejercicios son un elemento de la organización: nos enseñan a entrenarnos. Pero el entrenamiento no es aún una práctica; esto solamente significa que hemos aprendido algo y lo repetimos. La práctica llega en el momento en el que podemos sumergir realmente la consciencia dentro de nuestra energía y manejarnos por dentro. Así que, agarrándose de algo, no piensen que algo han empezado, hasta el momento en el que se hayan organizado completamente y se involucren en la dependencia del desarrollo y no de la destrucción. Aquí no se puede tener prisa; tampoco se puede esperar. Simplemente hay que empezar a hacer algo, no “para que”, sino “porque”. El sentido del desarrollo es el cambio de sí mismo y no el logro de algunos resultados externos en los que nos apoyamos, queriendo empezar algo. Debemos prestar más atención a nuestros problemas internos que a los logros externos.

El problema más grave para nosotros es la pereza. 193


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Es necesario guiarse por las acciones y no por declaraciones. La verdad consiste en la naturaleza de la vivencia que proviene de la realización del equilibrio interno. Hemos de buscar, no la Verdad, sino a nosotros mismos y entonces todo será Verdad. Y aquí es importante no luchar contra algo, sino encontrar el “a favor de qué” estamos. No debemos destruir la casa, incluso si estuviera inclinada. Hemos de construir a su lado una nueva y luego trasladarnos a la nueva; entonces la vieja nos habrá servido de algo. La práctica puede realizarse sólo en la nueva casa, lo cual es la comprensión de las capacidades, en las que la consciencia y la energía se comprenden mutuamente. La consciencia no es la cantidad de libros leídos, sino una fuerza formada por las diferentes partes del cerebro. Por eso debemos buscar los principios para construirnos y considerarnos como una piedra preciosa que debemos cultivar, desarrollar.

Uno debe aprender a plantearse cuestiones y ser capaz de preguntarse.

6.2 Método Al mantener la integridad del cuerpo, al haber fortalecido y desarrollado la esencia, te fundirás con la naturaleza. Lao Tsé

Se debe ser capaz de conocer el movimiento en el que Uno da origen a Dos. Esto ya es el entendimiento del esfuerzo. Sólo al haber conocido esta transición, podremos hablar de integridad. La Integridad es un concepto bastante concreto por el que regulamos y comprendemos nuestro cuerpo desde los pies hasta la cabeza. Existe cuando percibimos nuestros órganos internos. Existe cuando físicamente, repito: físicamente, sentimos nuestra consciencia. Este es un concepto real y no abstracto. La abstracción muestra inmediatamente la falta de integridad. No debemos plantearnos objetivos, sino plantearnos tareas y no engañarnos. La tarea puede ser transformada o sustituida, mientras que el objetivo es algo inventado. ¿Cómo se puede sustituir algo inventado? ¿Inventando otra cosa más? La tarea es la realidad. Tomemos por la mañana té verde a lo largo de 30 minutos. Perfeccionémonos en este arte y perfeccionemos el sabor. Y recién después vayamos a otra tarea. Sólo debemos comprender qué queremos perfeccionar. La base es la consciencia; la base es el sabor. ¿Por qué? Porque son condiciones básicas para la vida, que nos permiten alimentar y desarrollar nuestros sentimientos.

El Método es el Arte de cuidar la vida, el Arte del auto–perfeccionamiento del ser humano. El aspecto básico de este Arte son los Métodos Prácticos, condiciones con cuya observación se realiza cualesquier tarea que se plantee. El Método debe ser puesto en funcionamiento verdaderamente; si no a veces se puede llegar a su sustitución. Si el Método está presente, entonces la persona alcanza el estado de Naturalidad, de armonía con su naturaleza interior y con el ambiente que le rodea. Es decir, uno debe adquirir la Integridad o lo que se puede hacer rodar y cultivar. El Método debe ser práctico, debe ser la base del logro tanto de las Artes Aplicadas —Matemáticas, Física, Química (Alquimia, en la antigüedad), Astrología, Medicina, etc.—, como las Humanitarias — Filosofía y ciencias sociales. El Método es lo que forma una percepción específica de la vida como un Camino de auto–perfeccionamiento y adquisición de la integridad en cualquier manifestación de actividad vital. El Método es el navegador que está dirigido al estudio de las técnicas para el trabajo con la consciencia, el cuerpo y la energía a la vez, dado que sólo en cuanto trabajan juntos fortalecen y desarrollan la vitalidad (el potencial energético que es necesario para el perfeccionamiento del ser humano). Para el dominio del Método

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Método

es necesario el dominio del Arte del Aprendizaje, como también la permanencia en un Ritmo de vida que corresponda a la naturaleza personal (con el potencial de fuerza que tenemos por naturaleza, que determina el Ritmo de nuestra existencia natural). Si uno altera el Ritmo de su existencia natural, entonces no sólo acorta su vida, sino que también pierde la energía necesaria para la asimilación de lo nuevo. El Ritmo natural de la existencia puede ser llamado “vida dentro de sí”, puesto que una persona que permanece en él, guía sus propios procesos vitales y no se encuentra en algún estado ajeno a su naturaleza. Para convertirnos en dueños de nuestra vida, primero debemos aprender a correlacionar el Ritmo de la actividad de la vida no sólo con los esfuerzos cotidianos, sino también con las estaciones naturales. La necesidad de tal correspondencia está relacionada con el hecho de que la actividad energética es diferente durante las diversas estaciones del año. Sin tomar esto en consideración, gastaremos más energía de lo necesario en nuestra construcción energética. No cabe duda que, para correlacionar nuestra vida con el Ritmo natural es necesaria una gran experiencia práctica.

Aprendiendo a controlarnos y a desarrollarnos, nosotros nos aproximamos de manera natural a la comprensión de las más profundas conexiones entre el cuerpo, la consciencia y el Ritmo como tal. Mucha gente vive en un estado de prisa constante y siempre ocupada con sus problemas cotidianos, sin darse cuenta de que sin la correspondencia con su propia naturaleza, su vida está vacía (la energía se desgasta). Tal ritmo acorta la vida y no nos deja realizar nuestro potencial natural. Y no se trata tanto de la falta de correspondencia con el Ritmo o las estaciones, como de la pérdida de la consciencia de sí mismo. La Naturalidad del ser humano o el equilibrio de su energía interna es la base del estado equilibrado de la psiquis, los sentimientos y las emociones; es la posibilidad de regular las propias acciones, la correspondencia armónica entre el estado interno y la manifestación externa. El logro de la Naturalidad depende de la sucesión de ciertas acciones; al poseerla, uno puede realizar y acrecentar la calidad de la propia energía. La adquisición de armonía interna, equilibrio y naturalidad no es un capricho y no se trata de algún prejuicio mental, sino que es la necesidad básica de nuestro ser, que nos permite expresar al máximo nuestra naturaleza humana. Pero sin una Concentración desarrollada, sin recuperar la circulación de la energía y sin la capacidad de mantener correctamente la condición fisiológica de nuestro organismo, aun comprendiendo el Ritmo de cada una de las estaciones, no podremos dejar a nuestro organismo vivir en tal Ritmo. Para lograr la Naturalidad es necesario formar la comprensión del Método, que mejorará nuestras acciones comunes y especiales (la práctica). Al hacer las prácticas, construidas por los Maestros que han alcanzado resultados verdaderos en el desarrollo de su energía, en el perfeccionamiento de su cuerpo físico y de su consciencia, una persona puede llegar al camino del perfeccionamiento. La práctica consta de ejercicios físicos y mentales dirigidos al desarrollo de ciertas cualidades y nos enseña a vivir nuestra vida conscientemente, volviéndola una vida llena y profunda. Para convertirnos en personas de acción (aquellas que dependen de su propio esfuerzo y lo controlan constantemente), debemos permanecer en una comprensible —para nosotros— sucesión de acciones, además de ser conscientes del Ritmo propio y de las capacidades que tenemos por naturaleza. Tal persona es capaz de mejorar no sólo sus acciones, sino también su naturaleza personal. De la correcta comprensión de nuestros actos depende no sólo nuestro estado psíquico, sino también la capacidad de mejorar la calidad de nuestra vida.

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6.3 Cinco modos de Enseñanza Podemos distinguir cinco formas básicas de Enseñanza: clase en grupo, clase individual, clase magistral, seminario y campamento. Independientemente del formato en el que enseñemos a alguien, debemos conservar su individualidad. Esto quiere decir, dirigir a la persona, en primer lugar, a sí misma. Para hacer esto, debemos observar dos cosas: cómo se enfoca la persona que entrena durante las clases y cómo mantiene el foco. Hoy en día, el aprendizaje a menudo se convierte en sujeto de gustos personales, cuando la gente hace su elección conforme a índices estéticos o espaciales: dónde, cómo y por qué quiere entrenar. Nadie entiende cómo debe ser enseñada la disciplina y por qué. Y son pocos los que tienen experiencia. Y los que la tienen, a menudo se convierten en víctimas de una posición conservadora. Todo esto crea modos de enseñanza rudimentarios, que incluso los que dan las clases no logran notar. La persona que entrena debe adquirir fuerza, racionalidad y concentración. A esto tiene que contribuir también el espacio. Mientras el hombre sigue haciendo la división entre vida y entrenamiento, le debe quedar bien claro que para él las clases son una razonable estación de combustible donde conservar y recargar su fuerza. Al final de cada clase uno debe irse sintiéndose recogido, con fuerza, con un cierto ajuste y no simplemente salir flotando o volando, aunque tenga la sensación de que ha hecho algo. La tarea de los entrenamientos es, como mínimo, aumentar el potencial de la persona; no sólo enseñarle qué y cómo, sino darle conocimientos acerca de las características de la actitud correcta, de la alimentación correcta, etc. Mucha gente no entiende qué líquidos debe tomar, cómo y por qué tiene que tomarlos y esto destruye todo el proceso de desarrollo. Por ejemplo: podemos entrenar muy seriamente con un principiante, pero si él después va y bebe algo incorrecto, destruirá todas las 214


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uniones moleculares que hemos creado o reorganizado. Esto se refiere especialmente a los que trabajan con jóvenes, ya que ellos son influenciados muy fuertemente por las publicidades. Para el niño de 9–11 años, beber Coca-Cola o Ice Tea es un reflejo condicionado. De hecho, esto nos priva de la oportunidad de hacer algo con ellos, ya que, con estos compuestos químicos son destruidas su voluntad y conciencia, y como resultado estaremos trabajando con “pedazos de carne”. Y si trabajamos con “pedazos de carne”, entonces llegaremos a nada; es imposible arrastrar todo el tiempo a un “pedazo de carne”. Hoy en día, la publicidad crea un reflejo condicionado, que no implica el uso de la conciencia. Por ejemplo, si alguien ve un anuncio de Tai Chi, ya tiene un reflejo condicionado de que se trata de un conjunto de movimientos lentos.

Seminario: Eje

Los seminarios son la verdadera fuente de conocimientos, donde se aclara la tarea, el volumen y el Método de Enseñanza. Son una especie de Eje en el Método de Enseñanza. Precisamente aquí y no en las clases, deben ser dados y comprendidos los conocimientos. Los seminarios son una herramienta muy importante en la enseñanza, donde una persona puede tomar conocimientos y comprender la diferencia entre las cinco modalidades de enseñanza. Esto es con lo que hay que empezar. Los seminarios deben tener carácter programático y orientado. Aquí no hay que dar todo a la vez; en cada acción debe haber una orientación definida.

Clase individual: Proporción

Las clases individuales son un modo de enseñanza en el que la persona que entrena trabaja por sí misma o toma clases individuales. El principio básico de la clase individual es la construcción de la Geometría interna y, a través de ella, comprender los otros cuatro tipos de enseñanza. Precisamente, en las clases individuales, la responsabilidad debe ser asumida completamente por la persona que entrena. Ella debe convertir la información en conocimiento y perfeccionarlo en las condiciones que ella misma crea y mantiene. Aquí, la disciplina de las acciones es lo principal.

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Clase en grupo: Desarrollo del Ritmo

Las clases en grupo son el formato más popular de enseñanza. Los participantes deben entender que el proceso de desarrollo es un tiempo que dedican para sí mismos. Por eso, para ellos es necesario construir el espacio correctamente. La gente necesita la estética del espacio, independientemente de lo que diga. Y en los lugares donde se realizan las clases en grupo, los que organizan las clases grupales deben crear los máximos esfuerzos para el trabajo con el espacio mismo. La clase en grupo es, en primer lugar, un Ritmo que genera una nueva experiencia, en la que enseñamos a la gente a respirar, vivir, moverse, existir de una manera diferente. El Ritmo es de suma importancia. No debemos admitir a los principiantes a participar en las clases de un grupo de un nivel más alto. Debemos instruirlos y aún mejor sería que participaran en algún seminario o clase magistral. De lo contrario, ellos podrían interferir en el Ritmo del grupo, con lo que se quebrantaría la idea misma de la clase grupal.

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Método del Emperador de Jade o Método de la Cristalización

Este Método está basado en el conocimiento del Ritmo. Devino en una base para los que alcanzaron la Inmortalidad. También lleva el nombre “Método de los Ocho Inmortales”. Adquisición de la capacidad de cambiar los parámetros energéticos y físicos del cuerpo. Este nivel nos enseña a generar un apoyo interno mediante nuestro propio recurso, que nos da la habilidad de controlar no sólo los procesos súper–frecuenciales, sino también experimentarlos. De hecho, esto es la cumbre de las capacidades humanas, cuando el esfuerzo creado alcanza la máxima calidad de tensión, capaz de realizar cualquier tarea del cerebro. Sólo después de haber creado y desarrollado la Concentración y de haber construido una circulación equilibrada de la energía, el ser humano llega a la habilidad de conocer la Integridad del cuerpo, la energía y la consciencia a través del pasar por la Cristalización del esfuerzo.

6.5 Método de la limpieza de la médula ósea o Método del llenado verdadero

Llenado

La vida del ser humano es simbólica, pero el sentido del símbolo queda implícito y como resultado cada actividad humana en la actualidad se reduce al proceso del Llenado. El Llenado es la base que permite a la persona fusionarse con el espacio sin gastar esfuerzos adicionales y sin verse obligada a estar dentro de sí misma. El Llenado es el seguimiento de la naturaleza con nuestro esfuerzo interno. Y todo esto no sería tan importante si dicho esfuerzo no fuera temporal.

El llenado, un concepto temporal

El llenado es una especie de prensa temporal que presiona hacia abajo a los habitantes de la Tierra. Está determinado por el ritmo de vida del hombre, el ritmo de su esfuerzo no consciente que no permite a la energía ir más profundo. El ser humano no sabe cómo transformar ni cómo asimilar la energía, quemándola en la parte superior de su cuerpo. En la antigüedad, el llenado tenía un significado sagrado y estaba relacionado con el concepto del Tótem, es decir con la fuerza que representaba al lugar y con la capacidad de asimilar aquella fuerza. La profundidad de la asimilación se refería a lo que alimentaba a la gente para organizar su conexión con las fuerzas del Cielo. El ser humano, al ajustarse a aquellas conexiones a través de su cerebro, nutría lo que más tarde fue llamada “médula ósea”. De tal modo fue formada una de las primeras prácticas básicas: la limpieza de la médula ósea, que determinaba la capacidad del individuo para profundizar la energía del llenado. 231


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El ser humano siempre ha dependido del llenado. Sólo que al principio fue una condición para el mantenimiento de las conexiones con el Cielo; y luego, con el desarrollo de las funciones del cerebro, una condición para la conservación y la transformación de la energía. Hoy en día, el hombre también depende del llenado, pero no comprende en absoluto su naturaleza física y, de hecho, toma parte del llenado y más llena al espacio consigo mismo que lo que el espacio lo llena a él. En los tiempos antiguos, la gente dependía del llenado, entendía su naturaleza y comprendía cómo interactuar con ella. Lo cual no quiere decir que las personas fueran más inteligentes; significa que tenían un punto de referencia asociado con la vida, donde el parámetro era la capacidad o la incapacidad de asimilar la fuerza del Llenado, es decir, de superar sus parámetros temporales. De tal modo, la oposición de la frecuencia de energía más rústica —en cuya condición vivimos— a la de frecuencia más alta —que existe tanto en nuestro espacio como en el espacio paralelo— obligó a la gente a generar determinados esfuerzos. Aquí se trata de leyes de la liberación de lo que es temporal o mortal. Al ser humano en la actualidad le resulta difícil aceptar la idea de la liberación debido a la falta de comprensión u orientación necesarias, lo cual le ha reducido a funciones fisiológicas elementales, alterando su respiración, sabor y movimiento. Ya estamos acostumbrados a la idea de que ¡debemos morir!

De hecho, se debe mencionar que la densidad de la energía era distinta y permitía que el estado de la gente fuera un poco más adecuado desde el punto de vista de la conexión con, por así decirlo, lo superior. Todo esto ni siquiera podía ser llamado Llenado; más bien se trataba de un proceso constante de transformación. Pero al evolucionar, el ser humano aportó su óbolo a esta situación: con sus propias acciones detuvo aquel proceso y agrandó su mente, desplazando su centro. Podemos hablar sin fin sobre la evolución del ser humano, pero en realidad solamente hemos desarrollado el mecanismo del desarrollo, no su uso. Esto llevó a una situación en que, desviada en acciones a corto plazo y en reacciones, la gente dejó de comprender el día después de mañana, puesto que la velocidad del mecanismo del desarrollo determinó su capacidad de absorber este mecanismo.

Como resultado, el hombre ha sufrido un desplazamiento aún más fuerte de los esfuerzos en el cerebro, hacia el hemisferio izquierdo o hacia el derecho. En estas condiciones la gente se vio obligada a sustituir el día después de mañana con un sueño o una meta, pero en realidad se apartó todavía más de la orientación, comenzando a confundir lo deseado con lo real. Los marcos temporales enseñaron al hombre a sustituir una cosa por otra, donde la esencia de la sustitución se mantiene sin cambios. Como resultado, el ser humano ha perdido su constancia y con ella también el ritmo. Con la pérdida del ritmo se ha privado de las experiencias más elevadas y ha quedado relegado de su verdadero potencial con el que podría interactuar. Con todo eso, la velocidad de consumo de energía temporal aumentó, y consecuentemente, la necesidad de este tipo de energía se hizo más grande, ya que se quema muy rápido Aquello cambió también el tono sentimental–emocional del ser humano, que comenzó a ser equiparado con el “placer”. La aspiración constante al choque emocional (asegurarnos todos los medios posibles para la satisfacción o insatisfacción) divide más y más nuestra conciencia en forma de reacciones del hemisferio derecho o izquierdo, haciendo que el cerebro deje de cumplir con sus funciones y de participar en lo más fundamental: en la construcción interna del cuerpo. Aquí obtenemos la rotura más grande de los enlaces entre el cerebro y la médula ósea. De aquí provienen las enfermedades y los virus. El cerebro, por naturaleza, no puede tomar participación en los procesos temporales, ya que no logra experimentarse a sí mismo. Resulta que lo que tenemos ya no es un cerebro, sino su apéndice. Hemos desarrollado el cerebro como un volumen, pero no hemos comprendido qué hacer con él y toda la humanidad no ha aprendido a hacer uso de las capacidades escondidas, haciendo de este órgano un apéndice, o sea cierto mecanismo que sustituye parcialmente las funciones del cerebro. Por lo tanto, lo que hoy en día llamamos “conciencia” no es la consciencia de verdad, es la reacción de alguna parte del cerebro a las acciones reflejas que ha desarrollado, relacionadas con posibilidades de llenarse parcialmente. Incluso los que nacen hasta cierto punto más centrados o armónicos (llamémoslos “los fuertes de nuestro mundo”), reaccionan más que lo que pueden interactuar realmente. Dado que el espacio, desde la perspectiva del Llenado (Tótem), está dividido, se crea un modelo del orden mundial aparentemente equilibrado. Sólo que este equilibrio está definido por parámetros temporales en vez de espaciales, lo cual para la Tierra no tiene importancia, pero es perjudicial para el ser humano, porque reaccionamos uno a otro desde el punto de vista del Llenado y no desde el punto de vista de los esfuerzos que ponemos en nuestro desarrollo. Ellos son simplemente insigni-

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En la antigüedad, la gente no sólo no vivía según el concepto de la muerte, sino que además era capaz de oponérsele.


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ficantes. Y si alguien piensa que está haciendo algo grande, entonces debe tratar de entender: ¿Es su propio esfuerzo o es resultado de las condiciones del entorno en el que vive? ¿Qué es lo que determina sus acciones: lo externo o lo interno? El límite corporal, energético y mental ató al ser humano al espacio temporal, redujo su vida al servicio de funciones simples y le llevó a la existencia conforme a la fórmula de Nietzsche: “Dios ha muerto”. De esa manera, los condicionamientos humanos han sustituido al concepto mismo de la vida humana. La vida humana desde hace ya mucho tiempo se ha convertido en un factor simbólico, dado que el ser humano se ha privado del Arte de vivir en el esfuerzo. Y antes de esto, ha perdido la conexión con el Ritmo, aquello que conserva y realiza la esencia humana.

Excluirse voluntariamente

La gente que se llena de algo, siente una sensación de placer que está al borde de la indiferencia. Ésta es la diferencia entre la satisfacción y el placer. La satisfacción es el estado en el que controlamos los procesos que nos satisfacen. El placer es cuando los procesos nos controlan a nosotros. Por ejemplo: empezamos a comer algo muy rico, lo notamos y lo regulamos. En este caso, nos satisfacemos con el proceso. Pero en cierto momento la cantidad de comida consumida empieza a superar nuestra capacidad de enfocarnos, e incluso sentir realmente lo que comemos. Aquí es donde comienza el placer, cuando la comida empieza a controlarnos. Ya nos hemos saciado y nos volvemos indiferentes. O dicho de otro modo: la energía, que ya nos ha tomado bajo control, nos excluye. Otro ejemplo: Alguien viene a practicar Qigong. Sacudiendo y sacudiendo sus manos, ciertos canales o algunas partes de su cuerpo se abren y empiezan a llenarse de energía. Después de algún tiempo, el hombre se pierde a sí mismo con el mínimo movimiento, ya que esta energía ablanda su cerebro. Es decir, el hombre sólo reacciona a lo que está haciendo, pero en realidad no sólo no puede controlarse, sino que ni siquiera entiende lo que está haciendo. He aquí que, en tal situación, la energía excluye al hombre. Él no se excluye voluntariamente, sino que a él le “excluyen voluntariamente”. La inhabilidad y la incapacidad de controlar el proceso, llevan a la subordinación de la persona a este proceso y luego ya no hace falta analizar adónde se dirige. Cuando alguien se excluye de algo, debe asumir la responsabilidad de sus acciones y no ser sólo una parte de algún proceso. Es decir, hay que entender claramente: ¿seremos capaces de controlarnos al excluirnos de esta manera? Cualquier indiferencia es, en primer lugar, una indiferencia hacia nosotros mismos. 234


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Por ejemplo, viene una persona y dice: “Yo quiero aprender la forma”. Y yo le respondo: “Tú no puedes estar de pie correctamente, ¿cómo entonces podrás moverte?”. Con esto, de hecho, terminan nuestras relaciones. ¿Acaso esta persona aprenderá durante dos horas cada día cómo estar de pie correctamente, para poder alcanzar algo? No lo hará, puesto que cree que anda normalmente. Y yo veo que se mueve de una manera torcida o incluso deformada, mas la persona no puede verlo, ya que esto se ha convertido en algo natural. Yo, por un lado, sé que si entreno con este hombre, dentro de 5–7 años, empezará a caminar de otro modo, lo cual le permitirá tener sensaciones completamente diferentes. Pero éste, a su vez, debe aceptar que recién después de 5–7 años tendrá algunas sensaciones. En esta persona ya existe un esquema de llenado generada: ella bebe algo, consume otra cosa, se mueve de alguna manera, reacciona a un tercero… Tiene algunos amigos que siempre están dispuestos a mantenerle y siguen manteniéndolo durante mucho tiempo en la misma condición en la que está. Y no importa si es positiva o negativa. Resulta que es completamente imposible hacer algo, mientras que no le impongan querer adentrarse de alguna manera en el Método. El ser humano representa el espacio y de este espacio toma algo y se llena. Y aquí de repente se habla de que debe representarse, ante todo, a sí mismo y aprender a crear un esfuerzo que a menudo es superior al esfuerzo de este espacio en el que está. De esta manera, la primera Enseñanza que debe recibir una persona es la Enseñanza del conflicto, la cual radica en la profundización de la comprensión del Llenado y explica al ser humano qué precisamente lo está llenando, cómo lo llena, por qué lo llena y cómo se puede ver la diferencia en el llenado. En este caso, debemos tener bien en claro que ésta es la Enseñanza de la nada, puesto que mientras que estamos hablando del Llenado, seguimos hablando de una misma cosa: de las condiciones en las que estuvimos viviendo hasta el inicio del desarrollo. Pero es muy importante para llegar al mecanismo de la transformación, que está relacionado con el siguiente nivel, la Proporción. Nosotros disponemos de una cantidad condicional de tiempo, en cuyos límites debemos comprender el Llenado, para no fortalecer nuestra experiencia anterior y trasladarla al Método de la Proporción. Si no llevamos a una persona al Método de la Proporción, entonces no podremos cambiar nada y no lograremos nada. La siguiente ley del Método es la Ley de la Proporción. Si no conocemos la Proporción, entonces cualquier desarrollo nos llevará al estado del Sobrellenado. 248


El Sobrellenado

El Sobrellenado es una enfermedad relacionada con que algunas partes del cuerpo funcionan (en mayor o menor grado) y otras no, como también con el hecho de que las más abiertas se llenan más. Un error típico que comete la gente empezando a practicar, es que no recupera y no mejora sus zonas problemáticas, sino que sólo explota las que ya funcionan bien. Pero el cerebro todavía no está listo para la transformación, la energía no circula correctamente, y como resultado, la persona empieza a sobrellenarse. Hay que reconocer que el Sobrellenado es una función desarrollada por nosotros mismos. Por ejemplo: empezamos a entrenar. ¿Qué es lo que en realidad hacemos? Hacemos un par de ejercicios que permiten a nuestro cuerpo vivir en condiciones nuevas, es decir cambiamos su ritmo de existencia. Y él, o mejor dicho, algunas partes suyas, empiezan a llenarse más activamente y más completamente que antes. Y es absolutamente normal que, debido a esto, enseguida se cambie nuestro aspecto y los ojos se llenen de “dicha”. Sin embargo, debemos darnos cuenta de que en esta situación, empezamos a aumentar el volumen de los órganos que comoquiera son capaces de llenarse. Como resultado, los alteramos y se produce un Sobrellenado. Aquí es importante comprender el Método de cómo actuar y dónde actuar. Todo lo anteriormente dicho puede tener para el hombre consecuencias graves, ya que aumentamos más y más la dependencia del Llenado, es decir, al final, no sólo iremos en otra dirección en nuestro desarrollo, sino que ¡nos desviaremos en absoluto de él! Al adquirir la capacidad de mayor Llenado, empezamos a depender de estas propiedades del cuerpo que hemos aumentado a causa del llenado. Tomemos, por ejemplo, todas las corrientes esotéricas. ¿De qué hablan? De amor, de felicidad, hundiéndose en un aumento de las funciones de uno u otro órgano (más a menudo, el corazón, que simplemente calma al cerebro, que sin esto no funciona). El Llenado descontrolado paraliza completamente la actividad del cerebro, mientras que la saturación de Llenado priva al hombre de adecuación. Para no convertirnos en prisioneros del Sobrellenado o del Llenado en general, en la etapa anterior a poder formar un esfuerzo en el cerebro, es necesario desarrollar correctamente el cuerpo. Hoy en día, el trabajo con el cuerpo es nuestra ayuda en la formación de una actitud hacia nosotros mismos. En realidad, en este caso, el cuerpo debe desarrollarse no conforme a las leyes del Llenado, sino a las leyes de la Geometría. 249

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Al desarrollarnos bajo las leyes de la Geometría, permitimos a la energía saturar todo nuestro cuerpo, lo que significa alimentar la médula ósea. Así que, desde el punto de vista del Método, la limpieza de la médula ósea se produce cuando interactuamos correctamente con el espacio y no simplemente haciendo algunos ejercicios de la médula ósea, aunque, por supuesto sea un elemento importante para la práctica.

6.6 Método del fortalecimiento de la Unidad o de la conservación de la Unidad

Proporción

La segunda parte de la comprensión del Método está relacionada con la comprensión de la idea de la Proporción. Como ya hemos mencionado, el principal problema de una persona consiste en su dependencia del Llenado o de las sensaciones que ha generado durante algún largo período o que simplemente son intrínsecas por naturaleza. A uno le debe quedar bien claro que cualquier sensación es una consecuencia del funcionamiento de su organismo. Es un cierto trabajo de los órganos, de las glándulas, la consciencia y los vasos del cuerpo. La persona debe comprender que su cuerpo es un coche que está conduciendo y no puede, en principio, mejorarlo o empeorarlo si no crea un esfuerzo adicional.

El esfuerzo personal

El esfuerzo es lo que determina la condición de permanencia en las tareas planteadas, es lo que nos da la posibilidad de seguir y generar, es decir, es un motor que nos conserva y nos mueve. Nuestra vida es un movimiento que posee parámetros bien claros, pero en realidad resulta que sin un esfuerzo, nuestro cuerpo tiene leyes lineales de movimiento y está privado de lo fundamental: de la rotación interna. Un movimiento no dotado de un esfuerzo personal no puede ser considerado como tal. Es simplemente una oscilación de un lado a otro. El esfuerzo personal es un control consciente de la fuerza que maneja, o mejor dicho, puede manejar nuestro cuerpo. Pero para comprender este esfuerzo, primero hay que comprender la Proporción. 251


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La formación de la Proporción

La formación de la Proporción es la creación de un esfuerzo interno específico que determina la capacidad de incrementar y transformar, parcial o completamente, los parámetros energéticos y físicos del cuerpo. Este nivel implica una comprensión consciente de los principios fisiológicos y energéticos del desarrollo del cuerpo, de aquello en lo que se apoya en su desarrollo y a lo que corresponde un cierto esfuerzo físico. Estos conocimientos son necesarios para la construcción del trabajo correcto de los músculos, los tendones, los huesos, la piel, las arterias. Este nivel nos enseña a crear el apoyo interno que nos permite depender, en primer lugar, de nuestras capacidades, a no confundirnos en una comprensión asociativa del desarrollo sin la correspondencia personal. Un desarrollo físico mecánico paraliza y dispersa la energía, sustituyéndola con una carga aeróbica que sólo en unos cortos intervalos de tiempo sustituye el esfuerzo de la destilación de la energía. Un desarrollo físico sin la Concentración necesaria y sin una circulación correcta de la energía es sólo un mito sobre vivir en forma saludable. El desarrollo del cuerpo físico debe ser comprendido muy claramente: debe basarse en las leyes que ayudan a mantener la alimentación de la consciencia con energía, sin alterar los procesos naturales indicados. Sólo después que una persona haya creado y desarrollado correctamente la Concentración y haya construido la circulación correcta de la energía, puede llegar a tener la capacidad de reunir en un todo íntegro al cuerpo, la energía y la consciencia. Todos los recursos básicos, en este caso, empiezan a funcionar en unidad. Y no importa qué esté haciendo un hombre en ese momento: mueve sus manos, se está concentrando en algo, mantiene correctamente el cuerpo o construye cierta circulación de la energía, todo el cuerpo debe estar conectado en unidad. La energía, la consciencia y el cuerpo deben estar unidos en cada momento. Sin la presencia de esta unidad es imposible llegar al incremento interno, es decir a la acumulación de la energía. Sólo en el caso de acumular un recurso adicional de energía, una persona puede proceder a la transformación de sí misma. La transformación del cuerpo y la energía es necesaria para la generación del aumento de los recursos en nuestro organismo y para la mejora del funcionamiento del cuerpo y la consciencia. La acumulación no puede realizarse sin el perfeccionamiento de la Geometría que permita al cuerpo ser más íntegro y unido. Si queremos cambiar realmente algo, entonces debemos hacer que nuestro cuerpo esté unido, lo cual provocará liberación de una cierta cantidad 252


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adicional de energía (que está repartida en diferentes sistemas del cuerpo y órganos, cuando el cuerpo no funciona como un mecanismo unido). Aquí podemos dar como un ejemplo la dependencia del ser humano de la energía sexual que nos llena de acuerdo con los parámetros a los que somos ajustados. El cambio de los parámetros del sistema reproductor, del corazón, de los pulmones, en general, de todos los parámetros que no están unidos o están alterados, debe pasar a través de los sistemas que permiten perfeccionar nuestra Geometría. Pero en este momento debemos inmediatamente acordar en que cuando una persona empieza a entrenar debe comprender la diferencia entre los ejercicios, los entrenamientos y la práctica. Cuando uno hace algo en un ritmo no regulado, entonces se trata simplemente de ejercicios, que ni siquiera llegan a ser entrenamiento. Cuando alguien entrena, entonces lo hace regularmente, pero sin el enfoque requerido y los enlaces internos. La práctica empieza sólo cuando la consciencia por dentro empieza a controlar todos los procesos, todo depende de la consciencia; sólo entonces podemos decir: “Yo estoy practicando”. Por eso no debemos engañarnos imaginando que practicamos, ya que no iremos más allá de la etapa de los ejercicios como ya hemos dicho. Al principio debemos comprender la esencia del conjunto de los ejercicios constantes que nos permiten crear las condiciones para la reestructuración. Este conjunto de ejercicios consta de cinco fórmulas.

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El Tai Chi es una tarea que nosotros debemos realizar. Es un conocimiento que está constituido por las tres Artes de la Proporción (la Proporción de la Tierra, la Proporción del Cielo y la Proporción del Ser Humano) y en el que están representados cinco niveles en cada secuencia de movimientos. El Tai Chi es un Arte que al principio se apoya en la etapa del Llenado. No resulta tan fácil y rápido construirlo, ya que también debe pasar por cinco niveles de conocimiento.De esta manera, en la Proporción también hay cinco condiciones de desarrollo: al principio, desarrollamos la Proporción desde el punto de vista del Llenado. Hacemos la forma y nos llenamos con algunas sensaciones, con algunos descubrimientos. Pero esto es igual a alguien que ha ido a una cafetería y ha tomado un jugo fresco. Algo vino, algo se fue… La gente, que empieza a entrenar Tai Chi Chuan, normalmente se siente bien cuando lo hace y cuando no lo hace no se siente tan bien, puesto que el cuerpo está como agujereado, y todo viene y pasa como a través de un colador. La siguiente condición es cuando estudiamos la Proporción desde el punto de vista del Enfoque. Es importante no permitir al Llenado obstruir al Enfoque. Nuestra tarea es no permitir a la consciencia perderse debido a algunas sensaciones, es decir, las sensaciones no deben desviarnos de la tarea. La tercera condición es cuando estudiamos la Proporción desde el punto de vista del Ritmo, puesto que si creamos incorrectamente la Proporción, alteraremos la respiración y la circulación de la energía. Por lo tanto, alteraríamos la tarea. Para la comprensión de la Proporción es muy importante con qué velocidad hacemos los movimientos. Dentro de la cuarta condición, nos dedicamos a la Proporción desde el punto de vista del Eje. Si no adquirimos la Naturalidad en la Proporción, entonces no comprenderemos la fuerza. Como consecuencia, no podremos aumentarla. Aquí es muy importante guardar la correlación correcta: debemos aumentar la fuerza para fortalecer la Proporción, es decir, necesitamos la fuerza no para el aumento de la fuerza, sino de la Proporción. Y ya en la quinta etapa, estudiamos la Proporción desde el punto de vista de la Proporción. Mientras que no sintamos la Proporción entre lo izquierdo y lo derecho, entre lo de adelante y atrás, entre lo de arriba y abajo, todo esto será para nosotros una utopía. Mientras que no sintamos físicamente la Geometría de nuestro cuerpo, la Proporción para nosotros no será nada. La quinta condición es cuando sentimos físicamente un cubo dentro de nosotros. Este es el primer paso hacia el conocimiento de la Proporción desde el punto de vista de la Proporción. Luego llegamos al siguiente principio del Método: el Eje. 258


Método

Herramientas del Aprendizaje

A diferencia del Llenado, que no puede tener sus propias herramientas, aquí éstas son un hecho. La Proporción es lo que debe tener instrumentos. La práctica perfecta, capaz de llevar a una persona a la comprensión de la Geometría del cuerpo, es el Tai Chi Chuan.

Proporción en el Arte del Tai Chi Chuan

• Antes de desarrollar el cuerpo (el concepto de cuerpo se refiere a un modelo físico y energético), hay que recuperarlo. • Antes de desarrollar la Geometría y fortalecer la consciencia, se debe formar el Enfoque. • La práctica se construye sólo basándose en un sistema de principios que determinan el desarrollo primario del cuerpo, la consciencia y la energía. • El Tai Chi Chuan se apoya en la Geometría no sólo en movimiento, sino también en quietud (cuadrado en círculo, círculo en cuadrado). La Geometría permite construir la técnica de Tai Chi Chuan en un sistema de coordenadas tridimensional. • El movimiento se apoya en la Naturalidad, lo que significa que éste puede crecer. El Tai Chi Chuan, al apoyarse en un esfuerzo que crece, no tiene límite en el desarrollo. • Se desarrolla la nutrición interna.

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6.7 Método del fortalecimiento del Cuerpo de enlace o Método de la Sincronización El Método del fortalecimiento del Cuerpo de enlace es la creación del Eje, es llevar el estado del cuerpo a un estado sincronizado. La Enseñanza del Eje es una enseñanza fisiológica, energética y mental de la armonía y la Naturalidad. Podemos hablar un sinfín sobre reglas y técnicas, expresar nuestros pensamientos y razonamientos, pero si en nuestra consciencia no hay un apoyo, constancia y fuerza, que provienen de la capacidad de sincronizar y construir la Geometría del cerebro, entonces todo lo que hacemos no será nuestra verdad y nuestro desarrollo, nunca estará dotado de fuerza. Mientras que no equilibremos todos los procesos dentro de nosotros, mientras que no llevemos nuestra consciencia a un estado armónico, no podremos asumir la responsabilidad de lo que hacemos y lo que pensamos. Lo más importante es que mientras que la consciencia no esté sincronizada, no podremos pertenecernos a nosotros mismos, no podremos comprender las cualidades esenciales de nuestra mente, ya que ella no tendrá apoyo. En las condiciones en la que nuestra vida está llena de dinámica y movimiento, vivir en un cuerpo no regulado es igual a salir de la tarea de la vida misma. No podremos estar satisfechos sin una realización en la tarea de la Individuación personal. El Eje es un concepto físico y no imaginario. Cuando tenemos construido el Eje, dentro de nosotros están reguladas las energías y permanecen en control mutuo. En estas condiciones podemos apoyarnos en nuestras capacidades y comprenderlas. Y al tenerlas comprendidas, podremos cultivarlas. Para desarrollarnos debemos ser capaces de aumentar la fuerza, y sin el Eje es imposible hacerlo. Lo más importante, en este caso, es que sin el Eje nos privamos de la Orientación verdadera, inventándonos modelos sustitutos y esquemas que 260


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igual tendrán un carácter temporal. Incluso si desde el nacimiento poseemos un modelo energético relativamente estable, debemos ser capaces de realizarlo y perfeccionarlo, y no simplemente explotarlo.

La formación del Eje es una condición para la creación de la Naturalidad, es decir de un enfoque personal para cada acción, no sólo desde el punto de vista del Conocimiento, sino también con el estado interno correspondiente (desde el punto de vista de la armonía). Para la formación del Eje se requiere la construcción de una correcta circulación de la energía, que da a la persona la posibilidad de generarla y manejar los procesos energéticos en su cuerpo a tal nivel que sea posible un aumento del potencial interno del organismo. Debe quedar claro que cuando la circulación de la energía no está construida, entonces la gente consume más energía que la que desarrolla. Este nivel depende de la cualidad de los hábitos establecidos, relacionados con el Llenado. Sólo tener capacidad de controlar el proceso de nuestras acciones no es suficiente; también debemos comprender conscientemente los principios y las leyes que permiten construir correctamente el trabajo del cuerpo, la energía y la mente. Aquí es importante quitar los bloqueos energéticos internos y no involucrarnos en procesos que llevan a una alteración del trabajo energético de los sistemas del cuerpo. En conformidad con esta situación son necesarios conocimientos y una verdadera comprensión de las cualidades del cuerpo desde la posición de la conductividad energética.

Se debe entender que cuando se habla del Eje se trata de la Orientación (el Eje mental), de la circulación íntegra de la energía (el Eje energético) y de una concordancia interna (el Eje físico). Consideremos los primeros dos aspectos. 262


El Eje mental

• La comprensión personal de nuestras cualidades. • La habilidad de plantearnos las preguntas correctas, relacionadas con el concepto de la cultura energética del ser humano. • El estudio de la experiencia ajena y el trato con gente que en el Camino ya ha aplicado un esfuerzo determinado para el logro de lo ya mencionado. • Lectura de diferentes tipos de literatura, que nos permitirá considerar alguna determinada cuestión desde diferentes puntos de vista. • Participación en lecciones y seminarios en los que se pueden hacer preguntas a las que aún no hemos encontrado respuesta. • La posibilidad de hacer consultas con el fin de precisar lo que no ha quedado claro. • Pasar correctamente el tiempo que se define como laboral. • Pasar correctamente el tiempo que se define como ocio.

La construcción del Eje mental implica conformidad entre la acción y las tareas. Debemos comprender bien claramente las peculiaridades de las tareas y sus diferencias, para asimilar cada material que estudiamos desde diferentes puntos y no apartarnos del resto del volumen necesario. Es importante tomar en consideración el hecho de que en una etapa principal, mientras que no hayamos construido el Arte del Aprendizaje, puede aparecer un deseo de encontrar la técnica que más nos convenga y quedarnos en ella. Esto puede llevar a la posición de “sabelotodo” en condiciones en las que el conocimiento falta en absoluto, lo que resulta una peculiar trampa del Aprendizaje, cuando en vez de considerar el objeto una vez más desde un punto de vista diferente, nuevo para nosotros, aparece la posición de “yo lo sé”. Esto lleva a la aparición de un bloqueo en la percepción. El conocimiento debe iniciar la circulación correcta de la vivencia energética del proceso. 263

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Método


El Eje energético

Para la mayoría de la gente, los conceptos relacionados con la energía están a nivel de vínculos asociativos (quién y qué ha dicho acerca de ella, qué punto de vista tienen los demás, el carácter metafórico y la impropiedad de la información en el proceso de Enseñanza, falta de concentración en la realización de las oportunidades de la percepción, etc.). Todo esto lleva, ante todo, a una incomprensión aún más grande acerca de la cuestión, dando la posibilidad de especular sobre este tema no sólo a los que están involucrados, sino también a los que no tienen ninguna idea de qué se trata en absoluto. Antes de dar cualquier definición a los procesos energéticos, deben ser comprendidas sus leyes. Y esto se refiere especialmente a los seres humanos razonables normales que poseen fuerza y tienen la intención de convertirse en personas de acción, ya que deben liberarse de las formas esotéricas de percepción de la energía (como por ejemplo aura, mal de ojo, embrujo, demonios, etc.). Todos estos conceptos–sustitutos son sostenidos por los débiles, la gente sin voluntad que es incapaz incluso de plantearse la pregunta correcta y ni hablar de tratar de encontrar su respuesta. De hecho, sólo después de la formación de un enfoque razonable y considerado hacia este tema, podremos involucrarnos en los procesos de la construcción energética. El enfoque individual, en este caso, nos permitirá formar nuestro propio esfuerzo en el que luego podremos apoyarnos en nuestro desarrollo. Esto nos dará una máxima adecuación en la evaluación de las cuestiones que son más difíciles de percibir. Es importante comprender que sin tener construida la circulación de la energía dentro del cuerpo (a lo que está dirigida la combinación de diferentes esfuerzos) es imposible hablar de un desarrollo verdadero. En esta situación, uno resulta incapaz de controlar los procesos energéticos que suceden dentro del cuerpo, y si en él todavía hay diferentes bloqueos a nivel físico o mental, entonces la situación puede empeorar aún más a través del surgimiento de problemas relacionados con enfermedades. La comprensión de qué práctica es necesaria y en qué debemos trabajar más desde el punto de vista de los procesos energéticos internos nos permitirá evitar acciones innecesarias. Esto nos dará la oportunidad de pasar más rápida y cualitativamente la etapa de la regulación de los procesos energéticos dentro del cuerpo para llegar a un aumento interno. Debemos entender que cuando empezamos a entrenar, nuestra energía está dispersa, no integrada; y nosotros estudiamos y usamos estas energías separadas, y no aquellas que se auto–sostienen. Esto no sólo no nos permite conocer la naturaleza del espacio intemporal, sino que tampoco la del temporal. 264


Y in–Yang

Yin y Yang son la naturaleza intrínseca del espacio, el cual tiene una medida tridimensional. Es un principio de la existencia en el espacio de la Tierra. El Yin y el Yang están representados en nuestro mundo como dos cosas iguales; forman el espacio conforme a las características indicadas por ellos mismos. Y hagamos lo que hagamos, vayamos donde vayamos, nada cambiará esta naturaleza si no se comprenden las condiciones que nos llevan más allá del concepto de Yin y Yang. Lo que nos puede llevar más allá de este umbral, es la condición Yin–Yang, cuando estos dos elementos ya no son opuestos, sino que comienzan a representar una fuerza unida. Y esta condición puede ser representada sólo en el momento de la rotación, por lo que se necesita un Eje. Si queremos salir de la dependencia del Yin–Yang, debemos empezar a caminar en círculo. Sin esta división, el espacio será para nosotros nada más que un concepto figurativo en el que nos apoyamos, en un concepto incomprensible para nosotros.

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En estas condiciones nos encontramos, ante todo, con el siguiente paso interesante: si en la Proporción nos han molestado los vasos del cuerpo y su potencia, aquí debemos poner atención en los sistemas del cuerpo que no están integrados en un sistema de rotación de la energía o tienen una circulación de la energía deficiente o desequilibrada. Es decir, el Eje influye primero en la sangre (que nos impide enfocarnos), luego en los músculos (que nos impiden estructurarnos) y recién después en los huesos (que nos impiden retornar la energía). La Sincronización o la armonía y la Naturalidad son la primera condición que permite a la energía retornar. Y aquí nos encontramos con la Enseñanza del Retorno de la energía. Resulta que si queremos conservar la energía que hemos desarrollado, entonces debemos aprender a retornarla. La energía tiene que retornar constantemente para que podamos transformarla. Sólo la energía transformada es la que no se dispersa, puesto que ella depende de la frecuencia que está atada a la forma o Geometría de nuestro cuerpo. La Sincronización es una condición para el perfeccionamiento de la Geometría de nuestro cuerpo, que obtenemos mediante su perfección. El tercer aspecto importante para el Eje, después del Llenado y la Proporción, es la Concentración o el Enfoque. No podemos crecer y desarrollarnos en la comprensión del Retorno si no tomamos bajo control la consciencia; por eso, el trabajo relacionado con la mente, desde el punto de vista del Eje, será la siguiente etapa en la categoría del desarrollo del Eje. En realidad, este trabajo es la condición principal, dado que la condición de la Proporción y el Eje son mayormente condiciones dadas. La consciencia es un factor importante para la comprensión del Eje y es la que debe ser regulada. No debe desviarse de la tarea. Para aumentar y entrenar el Eje, es necesario un parámetro más: el Ritmo. Aquí llegamos a la cuarta tarea en la construcción del Eje: la comprensión del Ritmo que usamos en el trabajo con el Eje. Esto significa que nuestra consciencia debería estar enfocada en la tarea en algún volumen constante y formato regulado. Y mientras que no hayamos creado el Eje, debemos constantemente identificar las razones por las que no podemos hacerlo. Cuando ya tengamos creado el Eje, podremos apoyarnos en él. Aquí hay una complejidad más, que consiste en que si hemos creado nuestro Eje en el marco de una Tradición, entonces habremos de tener en cuenta que muchas escuelas no siempre usan la posibilidad de fortalecer la consciencia y a menudo hacen lo contrario, la detienen. Y aquí una persona puede formar el Eje, pero su mente no le dará la posibilidad de experimentar la calidad relacionada con él. Por eso es muy importante el Ritmo en el que nuestro Eje debe ser aumentado y comprendido

por la consciencia. Es importante no apurarnos por crear el Eje, puesto que puede ser formado antes de que nuestra mente esté lista para manejarlo. Esto nos puede tomar de tres a quince años, dependiendo de si tratamos esta cuestión seriamente, regularmente y cualitativamente. Sólo después de hacer esto, llegamos a la quinta parte del desarrollo del Eje desde el punto de vista del Eje. Este trabajo está relacionado con sensaciones físicas reales del Eje. Una vez más repito: ¡es una percepción física y no esotérica o imaginaria! Es algo en relación a lo cual el cuerpo entero puede rotar. Por supuesto, aquí es importante pasar por un trabajo determinado. Este resultado no es un objeto de un simple deseo; es un producto de la experiencia elaborada. Es decir, cuando seguimos el Método, es como si constantemente nos dijera: “Si lo haces, el resultado será tal; si no lo haces, no habrá ningún resultado”. Es como un rompecabezas que debemos reunir. Y por supuesto, cuando sentimos el eje físicamente, para nosotros ese es el conocimiento y la certeza de que el eje existe. Ésta no es, por supuesto, aquella situación en la que alguien dice: “Trabajen en el eje”, pero ni el que escucha ni el que habla entienden de qué se trata realmente. O, tomemos por ejemplo, a un maestro que ha creado el eje (pero su mente está subordinada a este eje y el eje no está dominado por la conciencia). Para él es natural, y su percepción de los cuerpos de las otras personas se realiza través del prisma de sus sensaciones y no a través de la percepción de alguien que no tiene eje. Esto, por cierto, es la razón por la cual muchos maestros de Bagua son considerados “locos”, debido a que crearon un eje que es un taladro que está perforando dentro de la cabeza, pero la cabeza no controla el proceso de la perforación. Mas esto no puede ser considerado en términos de “bueno o malo”, es sólo un hecho (ciertamente para ellos no es algo malo, pero se debe entender esta particularidad). En realidad, todos los cinco elementos que consideramos nos enseñan cómo pasar a través de los cinco pasos, desde equilibrar la conciencia hasta centrar el eje. Esto es algo parecido a “amasar un pan”, llevándolo a una textura densa que revela la esencia. La doctrina del eje para el hombre moderno es una utopía, debido a que en el nivel de la conciencia es difícil comprenderlo y más todavía aceptarlo. A nivel de las percepciones no es accesible y en el nivel de ejecución no se entiende; además requiere una gran cantidad de cambios en el cuerpo. En realidad, necesitamos el eje desde la posición del movimiento, y no desde la posición de la quietud, lo que complica la tarea. Sólo en el movimiento, podemos utilizar la fuerza del eje y sus cualidades. ¿Para qué, de hecho, se crea el eje? Para el desarrollo en movimiento. De todos modos, la naturalidad se puede lograr si

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estamos sentados, sin movernos. Es suficiente tener un centro de apoyo y esto es todo; lo importante es no moverse, para no caer bajo las condiciones del cuerpo que no está formado y no puede sostener el centro. Por lo tanto, aquí los sistemas del cuerpo revelan sus tareas, algo de lo que ya hablamos. En este sentido se debe empezar con la comprensión de los sistemas del cuerpo. El primero es el sistema sanguíneo que determina el llenado, los sentimientos y las sensaciones. En segundo lugar son los músculos. Se trata de dos sistemas que debemos entender si queremos avanzar hacia la creación del eje. El sistema asociado con el retorno de la energía es el óseo (también depende de la proporción.)

Condiciones de la Sincronización (desarrollo del eje)

• Llenado • Proporción • Concentración • Ritmo • Desarrollo del Eje desde la posición del Eje

El movimiento

El movimiento, desde la perspectiva del Eje, tiene diferentes propiedades, en función de si el cuerpo humano es capaz o no de crear esfuerzo en el espacio tridimensional. Podemos dividir convencionalmente todos los tipos de movimiento en lineales y volumétricos. Aunque debe quedar claro que el movimiento ya es algo que contiene un volumen. Pero dado que el cuerpo del ser humano (y especialmente su consciencia) no perciben este tipo de movimiento, entonces los dividimos convencionalmente en lineales (deslizamiento, giro, transferencia del peso, movimiento de avance, inercial) y volumétricos (movimientos de avance y retroceso, de rotación). Consideremos como ejemplo el patinaje artístico o el ballet, en los que es muy fuertemente expresado el trabajo del eje, el cual permite realizar movimientos inabordables para los demás. Por un lado, parece que existiera el uso del eje, pero por otro, en el cuerpo no hay esfuerzo que determine el movimiento. Incluso el uso del eje se realiza a través de la inercia. La conciencia no mueve el cuerpo; simplemente no lo estorba al moverse. ¿Creen que todos estos patinadores desarrollan el eje mediante sus entrenamientos? Es un error creer esto, ¡ellos nacen así! El que nace sin eje, nunca podrá ser patinador independientemente de las torturas que le causen sus padres o entrenadores. El Eje puede ser creado sólo a través de un esfuerzo consciente (o podemos nacer con él). Otro ejemplo es una persona que va andando por la calle. ¿Se está moviendo? No, éste realiza un movimiento de vaivén, según ciertas capacidades funcionales de su cuerpo. Presten atención a cómo la gente se impulsa desde el suelo. No se impulsa, incluso no comprende qué es esto. Presten atención a sus rodillas: en vez de ir hacia delante —lo que debería ser un movimiento hacia delante— las rodillas van atrás. ¡Y muchas personas tienen las rodillas torcidas hacia adentro! ¿Cómo uno se puede mover de esa manera? ¿Cómo podemos hablar, en este caso, de algún movimiento? Consideremos a cualquier deportista. ¿Quién dijo que podemos llamar movimiento al hecho de que un pedazo de carne se está dirigiendo a algún lado? Se acerca al cementerio, sí, pero esto no es un movimiento. El movimiento es una función percibida física, mental y energéticamente. Y es capaz de conocerla sólo el que ha conocido el Cuerpo íntegro, el que ha podido formar el Eje, el que ha podido comprender la energía del movimiento y no la esencia física de algunas partes del cuerpo. Así que cuando la gente habla del movimiento, en realidad no habla de nada. Uno puede, por supuesto, reaccionar a lo dicho y expresar su punto de vista, pero esto no va a añadir calidad al movimiento. 279


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Rodar el círculo

El concepto de “Rodar el Círculo” posee profundas raíces que se extienden desde la Antigüedad. Prácticamente dio origen a todos los esquemas rituales de interacción del ser humano con el Universo, luego a las danzas rituales y a continuación también a las danzas contemporáneas actuales, entre las que la más famosa es el flamenco (aunque sería más correcto llamarlo “Círculo Andaluz”), a las danzas celtas (“Círculo Celta”); al Tango (“Círculo Argentino”); a la Danza del Vientre (“Círculo Árabe”), etc. Sin embargo, estos conocimientos, ya organizados en un sistema, se conservaron en los Sufíes y aún más académicamente, en los chinos, en el concepto del sistema Bagua. Precisamente, ellos mostraron matemáticamente y comprobaron la sacralidad de los movimientos y su importancia. En ellos, la forma del círculo no es sólo una unidad geométrica, sino también una construcción de las cinco condiciones, provenientes de la capacidad o incapacidad de formar un círculo alrededor del Eje. Estas condiciones crean en el Eje cinco esfuerzos que el cuerpo es capaz de generar físicamente. Una vez generados los cinco esfuerzos, el Eje deja de depender del cuerpo y empieza a controlar su movimiento, creando otros tres esfuerzos energéticos posibles en esta condición.

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Método

Los cinco esfuerzos físicos del movimiento en círculo

• La forma del círculo, que permite mantener la forma del círculo. Dirigida a la formación de la esfera. • La forma del círculo, que permite mantener el esfuerzo en el círculo. Dirigida a la formación del Eje. • La forma del círculo, que permite mantener la fuerza del círculo. Dirigida a la adquisición de aceleración. • La forma del círculo, que permite el aumento de la fuerza. Dirigida a la regulación del esfuerzo centrípeto o centrífugo. Cambia la densidad. • La forma del círculo que permite la transformación de la fuerza. Dirigida al cambio de la frecuencia de la esfera de rotación, al cambio del cuerpo. 281

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El rodar el círculo se correlaciona con el concepto del movimiento circular o el movimiento de la bola, la esfera, que se determina por la ley del movimiento en una forma perfecta. Al expresarlo, implementamos el Arte de construir el Eje, que en realidad es fijo. El movimiento circular tiene su algoritmo de aceleración. La formación del Eje nos permite conocer la aceleración de la energía, que, a su vez, lleva a la capacidad de lograr un esfuerzo adicional de recogimiento —a cuenta del esfuerzo centrípeto— o el desenrollamiento de la energía (en sentido horario) —a cuenta del esfuerzo centrífugo.

La Simetría perfecta

Lo más cercano a la simetría ideal, entre los cuerpos físicos, son los cristales, pero en realidad, ella puede ser realizada únicamente por el ser humano que ha generado un esfuerzo energético uniforme en el cuerpo. Sólo en este caso, uno puede sentir la Simetría. Esto significa que la Simetría debe poseer obligatoriamente un Eje. El Eje del ser humano abre ante él capacidades que habían quedado invisibles hasta este momento. El cambio y el desarrollo del cuerpo que posee un Eje se distinguen decenas, incluso centenas de veces, del desarrollo del cuerpo que no tiene Eje. La persona logra una vivencia desconocida, relacionada con una generación constante de energía en el cuerpo que mantiene el Eje.

Los ocho pasos geométricos

Cuando alcancemos una percepción simétrica, nosotros crearemos un modelo íntegro del crecimiento, llegando a la manifestación del No–Retorno en acción. La creación del Eje en el cuerpo es la formación de un cambio constante que nos permite generar una condición para la rotación interna, la condición para la Medida, la condición para el paso. Esta Medida posee su propio tamaño, la medida del codo, es decir la medida del Momento de Rotación o la medida del Paso Verdadero. En las condiciones del Paso Verdadero o el paso en 45 grados, surge el esfuerzo de Retorno y entonces nuestros movimientos se parecen a un péndulo. La oscilación de la energía durante el paso depende exclusivamente de la creación del Eje. Obtenemos la posibilidad no sólo de conservar completamente la energía, sino de formar en un grado unificado, ocho pasos geométricos iguales, es decir nuestros movimientos llegan a ser matemáticamente comprobados. En la Edad Media, los Templarios llamaron a esto “El Paso del Caballero”, el paso de un cierto ángulo determinado. Cada paso contiene 45 minutos angulares. En este caso la medida es una, pero el esfuerzo cambia. La dirección también cambia y como resultado de esto, obtenemos el ciclo lunar completo, en el que el paso rota y se recoge. En resultado, los ocho pasos geométricos tienen 15 fases y llenan toda la superficie.

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La Simetría tiene diferentes niveles y órdenes, relacionados con el ángulo de torsión de la energía. Una persona puede lograr 32 órdenes simétricos en un espacio tridimensional. Pero incluso la presencia de un Eje no correcto hace del hombre un individuo diferente. El Eje del ser humano es un concepto físico, determinado por la frecuencia de la energía. Al formar el Eje, uno verifica la capacidad de existir en un cuerpo de otra clase diferente de energía, diferente en su estado físico y construcción, después de lo cual el Eje puede abrirse conforme a la ley del abanico. Basta sólo con desplegar el Eje más de 90 grados, o sea, crear un ángulo obtuso, para que la persona pueda convencerse de la existencia energética como algo diferente de la física. Lo más importante consiste en que al tener un Eje, el hombre obtiene la posibilidad de aumentar la energía en un orden diferente, es decir hacer crecer en sí otro modelo cristalino. En este proceso ejercen influencia las Leyes de la Proporción que determinan la forma del crecimiento, y este modelo proporcional debe ser en forma de cubo. Por otra parte, esta forma también es imperfecta, pero por lo menos nos da una comprensión del crecimiento, ya que consta de dos ángulos importantes en 30 y 60 grados, lo que permite al cuerpo trabajar en extensión y compresión. El modelo perfecto es la esfera, que permite al ser humano lograr el ángulo de 45 grados, que puede al mismo tiempo cultivar y retornar la energía. Pero esto es una consecuencia. Lo más importante es que al crear el Eje, obtenemos una nueva Orientación de existencia. Para alcanzar el Eje, debemos comprender el cuerpo como una estructura íntegra y si por su naturaleza esta estructura está fuertemente alterada, entonces debemos apoyarnos en las Leyes de la Proporción. Por naturaleza, el ser humano es un modelo dual; por eso mientras que no hayamos construido el Eje, no podremos cambiar nuestro modelo y comprender el volumen en el que podríamos existir. Incluso si tenemos un centro, no podremos estar completamente “armados” debido a la falta de ángulo. Y este ángulo es creado por el mismo Eje.Al tener un Eje, no sólo adquirimos una oportunidad de trabajar con otros tipos de energía, sino que también mejoramos los enlaces moleculares del cuerpo físico. Las transformaciones que logramos obtener de esta manera cambian el destino, la naturaleza con las que hemos venido a este mundo. Desde este momento empezamos a apoyarnos en una energía de más alta calidad que puede transformarnos nueve veces (podemos transformarnos sólo a través de los ocho Ejes y el Centro, según la Ley del espacio tridimensional). Así que la presencia del Eje, además de la vivencia del estado extático que obtenemos mediante la creación de un órgano nuevo, se inicia la escala progresiva de desarrollo, en la que el proceso de la generación y transformación prevalecen con respecto a los procesos de destrucción y opresión y hasta los reduce a cero. 284


6.8 Método de “Escrituras Celestes” o Arte de la adquisición de la Concentración El Método de las “Escrituras Celestes” o Arte de la adquisición de la Concentración está dirigido a la recuperación de la conexión con el Macrocosmos. Basado en el Arte del desarrollo del Enfoque, está relacionado con la teoría del Enfoque.

El Señor Supremo

El Señor Supremo es el que todo lo controla. ¿Qué es capaz, en nuestro cuerpo, de controlarlo todo? Por supuesto, la consciencia. Y no simplemente la consciencia, sino una consciencia concentrada. La consciencia concentrada es el Palacio del cerebro Niwan Gong en el que vive el Señor Supremo que ha tomado bajo control todas las condiciones del desarrollo de la consciencia y con cuya ayuda se puede penetrar en todos los dominios. El Señor Supremo posee un esfuerzo de penetración en todas las partes del cuerpo y es capaz de controlar todos los procesos. Pero lo más importante no es el control de los procesos, sino su perfeccionamiento. Por eso, él enseña a la gente a concentrarse, y no simplemente para contemplar algo sino para ser capaces de cambiar y perfeccionar lo contemplado. El perfeccionamiento de lo contemplado da por efecto la suprema vivencia que únicamente la energía humana es capaz de expresar: este proceso se llama “concebir conscientemente”. Es decir, el ser humano no puede en absoluto concebir conscientemente el proceso de la vivencia antes de haber creado condiciones para la concepción consciente. Tales condiciones están constituidas por la presencia de la Concentración, dado que únicamente ella es capaz no sólo de crear el esfuerzo necesario para la concep285

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ción, sino también, lo más importante, de dirigirlo (lo que significa regularlo). Por lo tanto, la Concentración, en su forma suprema, da al ser humano la capacidad de concebir conscientemente la naturaleza real, verdadera, después de que se logra la capacidad de un desarrollo súper–consciente. Para el ser humano hay nada superior a ello, por eso aquí hablamos del Señor Supremo. De esta manera, cuando nos enseñan a concentrarnos, debemos comprender que esto es todo un conjunto de condiciones y no simplemente una situación en la que el que enseña juega el papel de la persona que mira hacia delante, pero no ve al hombre que está en el agua.

El Método de las “Escrituras Celestes” es un principio para la transformación de la esencia. El principio para la transformación de la esencia se reduce a la habilidad más importante: la habilidad de concentrarse. De hecho, la enseñanza misma de la concentración está determinada por la capacidad de la consciencia de realizar lo que llamamos “Concentración”. Mientras que la consciencia no esté equilibrada, no podrá estar sincronizada. Y mientras que no esté sincronizada, no podrá existir la comprensión misma de la Concentración. Por lo tanto, cuando hablamos de la Concentración, ante todo, debemos entender las condiciones. Si no hemos creado tales condiciones, sólo nos estaremos engañando pensando que estamos concentrándonos y haciendo algo en esta dirección. Estas condiciones consisten, en primer lugar, en el perfeccionamiento de la Geometría del cerebro. 286


Método

La Geometría del cerebro

El error más grande es considerar que el hemisferio izquierdo está encargado, por ejemplo, de la escritura y del habla, mientras que el derecho, de las sensaciones, ya que el hemisferio izquierdo y el derecho realizan sólo las capacidades del cerebro, mientras que el centro es el que se encarga de todo. Si no hay un centro, o está desplazado, entonces la consciencia no está subordinada al hombre. Está subordinada a procesos que se producen en el cerebro y estos procesos de ninguna manera están relacionados con la voluntad de la persona. Por lo contrario, su voluntad está subordinada a estos procesos. Es decir, el hombre puede considerar que él es el que piensa, pero en realidad, simplemente está reaccionando a su “pensar”. La naturaleza de estas reacciones puede tener diferentes características frecuenciales; ellas son las que manejan la actividad del hombre y no es él quien lo hace. Si el cerebro no está centrado, entonces la persona vive en ilusiones, y lo más complejo aquí es que no hay manera de comprender la naturaleza de la centralidad del cerebro si no se ha construido esta centralidad. Se debe entender la Geometría del cerebro, que debe crear un esfuerzo específico en nuestra cabeza. Cuando alguna parte del cerebro, frontal, occipital, temporal, o incluso la de la coronilla, asumen más funciones, caemos en subordinación a ciertos procesos específicos, convirtiéndonos en sus sirvientes. De hecho, el hombre se convierte en un médium, portador de voluntad que no le pertenece. Supongamos que con la llegada de la primavera, uno siente ciertas emociones positivas; en realidad es un proceso de reacción de alguna parte del cerebro. Precisamente de esa manera, el cerebro nos manipula, activándose y reaccionando a un proceso u otro. Y no importa qué parte del cerebro las suscite: mientras que el hombre no comprenda y no construya la Geometría del cerebro, no sólo no será capaz de comprender su naturaleza, sino que tampoco podrá realmente desarrollarse. En tal caso, él estará desarrollando sólo dichas partes, que originalmente tenía activas y abiertas a través de fuentes adicionales (amigos, padres, escuela, etc.). 287

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Herramientas para la creación de la Concentración

La herramienta básica para la creación de la Concentración es la capacidad de mantener tres tipos de tareas diferentes en el sistema de las acciones prácticas. Centralizarse y enfocarse en las tareas tanto en una forma concentrada de trabajo (por ejemplo en las prácticas meditativas) como en el mantenimiento de la tarea en el momento de la construcción de la Proporción y la Sincronización en el cuerpo. Es decir, es importante comprender el esfuerzo de la consciencia tanto en formas estáticas como en las dinámicas. Precisamente, la dirección y el mantenimiento de las tareas son fundamentales para el verdadero desarrollo de la Concentración.

6.9 Método del Emperador de Jade o Método de la Cristalización El Método del Emperador de Jade o Método de la cristalización está basado en el conocimiento del Ritmo. Se convirtió en una base para los que alcanzaron la Inmortalidad. También lleva el nombre de Método de los Ocho Inmortales.

Ritmo

El conocimiento del Ritmo es el Arte supremo que puede alcanzar el ser humano. Y a pesar de que dependemos del Ritmo, participamos en él y expresamos determinados esquemas rítmicos (por ejemplo la respiración, la comida, la medida de los movimientos), no expresamos el conocimiento del Ritmo. Todo el mundo sabe que el Ritmo es la base de la música, la Medida de la música, pero son pocos los que son capaces de experimentar el Ritmo y son pocos los que se dan cuenta que el Ritmo es un Arte de hacer crecer el esfuerzo. El Ritmo regula el proceso de la transformación suprema en la Tierra: la Cristalización.

Sin embargo, para desarrollar en nosotros un conocimiento del Ritmo, debemos aprender a experimentarlo. En esto consiste la base del Arte del Emperador de Jade. Cabe decir que, a menudo, los creadores e intérpretes de música, e incluso gente capaz de percibirla y experimentarla, no conocen la vivencia, sino que simplemente la expresan, disipando su vivencia en emociones. Y la gente que, bajo la influencia de la vivencia, llega a contemplarla, se vuelve loca (como Paganini, Schumann, Mozart). 299


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Para el conocimiento de la vivencia del Ritmo son necesarias la Geometría y la simetría, y precisamente éstas son propias de la danza japonesa clásica. Por tanto: o conocemos y tomamos el Ritmo bajo control —y junto con él todas nuestras vivencias— y entonces el Ritmo se convierte para nosotros en un modelo geométrico estricto, o nos “disolvemos” en las vibraciones y las oscilaciones, pasando a formar parte de la imagen musical o dancística.

Ésta es la capacidad suprema de nuestro cerebro. Mejor dicho, esto debería ser la habilidad suprema por medio de la cual pudiéramos interactuar con las vibraciones de nuestra existencia. En el conocimiento del Ritmo es muy peligroso caer en estados emocionales. Debemos ser capaces de profundizar y sentirlo, que es la tarea principal por la cual es necesario conocer el Ritmo. Conocemos el Ritmo para conocer nuestra verdadera naturaleza y luego aprender a interactuar con las cualidades supremas de nuestro Universo, cuyo lenguaje está formado por códigos contenidos en cierto Ritmo. La vivencia del llenado con el Ritmo es una reacción de nuestro cuerpo, respiración, consciencia, a ciertos enlaces energéticos que llegan a nosotros o que nosotros mismos formamos. El Ritmo se basa en sensaciones cutáneas, musculares, óseas, tendinosas y sanguíneas. Además, existen percepciones (ocho de ellas) relacionadas con el movimiento, con el eje. Y, al final, vale la pena mencionar el sentimiento espacial, relacionado con la capacidad de nuestro cerebro de permanecer en formas supremas (cubo y esfera), que pueden conservar y transformar las frecuencias supremas. Esto quiere decir que podemos conocer y, lo más importante, manejar el Ritmo sólo si nos conectamos con los “casas” del Ritmo (cuerpos geométricos correctos y perfectos). Lo más importante en el conocimiento del Ritmo es su comprensión corporal como la excitación más elevada, vivencia del espacio en el que existimos. Movemos nuestras manos, andamos, hablamos, etc. todo esto es una condición del esfuerzo que depende de nuestro Ritmo interior. Por lo tanto, debemos comprender cómo y por qué sucede esto, y ser capaces de aumentar este esfuerzo. En otras palabras, debemos comprender las propiedades gracias a las que vivimos y recién después perfeccionarnos dentro de estas propiedades.

La vida es un dibujo rítmico peculiar que podemos y debemos conocer. Y el conocimiento empieza con lo más simple: con el compás, el cual caracteriza a la Medida, la capacidad de nuestra consciencia para enfocarse. El Ritmo es un pensamiento sincronizado, es el habla interna. El Ritmo no está determinado por el tiempo; está determinado por la duración de las oscilaciones del sonido. Si queremos comprender la oscilación y no simplemente formar parte de ella, debemos hacer el camino desde el control del ritmo corporal hasta el control del ritmo energético y después del energético, el mental. El Ritmo es una unidad espacial de medición que posee su propia Medida y sus propios parámetros físicos. Es lo que regula el espacio y por ello está por encima del espacio. Es una cantidad de volumen que puede ser expresada a través de un patrón. Este patrón determina las características frecuenciales en las orientaciones indicadas. Para nosotros son tres. Por cierto, la tercera orientación no está expresada, puesto que se correlaciona con la naturaleza del individuo mismo. Por eso al no comprender la Medida interna (la fuerza de la unión interna del cuerpo), el hombre resulta incapaz de permitir al Ritmo integrar en su vida algo más que estos dos ritmos que ya tiene. Originariamente, estas orientaciones fueron determinadas para el ser humano por los siete planetas. En la antigüedad, la comprensión del Ritmo se basaba en índices bien claros: veían el Ritmo, sentían el Ritmo, creían en el Ritmo, pues éste dirigía las transformaciones en la naturaleza humana. La gente no sólo creía en el Ritmo, sino que también trataba de reproducirlo. Aquí, la tarea fundamental fue la fusión con ciertos ritmos. Y dado que cada uno de tales ritmos poseía sus propias características, tuvo como consecuencia la aparición de mayor diversidad de formas y estilos de expresión del Ritmo. Sin embargo, el problema básico consistió en que debido a la emoción se perdió la esencia del Ritmo, aunque indudablemente se hicieron intentos de atar geométricamente el Ritmo a la Tierra y esto fue expresado en formas Totémicas de enlaces (en las que, de hecho, usaban el cuadrado como el modelo geométrico en el cual cabe cualquier ritmo existente). Es decir, el Ritmo puede ser conocido sólo a través del cuadrado (condición de recogimiento), ya que tiene una longitud finita, a diferencia de la figura más perfecta, el círculo. El resto de las figuras son inferiores al cuadrado en sus propiedades. De esta manera, la consciencia de la gente captó el Ritmo en cierto modelo geométrico, tratando de atribuirle movimiento en forma de cierto tipo de animación de la mente y el cuerpo, a semejanza de un taladro o cruz gamada (primer intento del ser humano en el manejo del Ritmo).

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El Ritmo es la Geometría suprema del desarrollo en la que somos capaces de fusionarnos con ciertas frecuencias de nuestra existencia.


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Precisamente, el convertir el Ritmo en un valor práctico fue la tarea principal de todos los grupos étnicos antiguos. ¿Para qué? Para obtener una conexión con el espacio y, junto a esto, una autoridad sobre él con el fin de liberarse completamente de la temporalidad, es decir, para escapar de la dependencia de la muerte. Porque, además de lo anterior, el Ritmo determinaba un esfuerzo específico y, con ello, posibilidades de transformación. Esto es muy razonable. El Ritmo consta de un conjunto de determinados códigos que se modelan a través del esfuerzo espacial, creando un cierto volumen. Es imposible percibir el Ritmo temporalmente, emocionalmente. Uno debe ser capaz de vivirlo. No se puede reaccionar al Ritmo. Uno ha de ser capaz de expresarlo; de lo contrario, se convertirá en un valor lineal. Debemos saber construir las verdaderas relaciones entre nosotros mismos y el espacio; debemos sentir la fuerza que proporciona el Ritmo. En esto consiste la grandeza del ser humano: en conocer el volumen de su propia consciencia. El Ritmo verdadero es captado por el cerebro. La cuestión consiste sólo en la frecuencia de este Ritmo. En el continente africano y sudamericano, la fuerza de la energía del lugar permite percibir y expresar el ritmo a través de habilidades profundas del cerebro mediante la médula espinal. El europeo percibe el Ritmo mediante su cerebro y esto es una gran diferencia en las percepciones. Es una fórmula fisiológica que tiene representación gráfica, obteniéndose una diferencia integral. En la actualidad, tenemos muchos matices en la expresión del Ritmo, pero muy poco conocimiento real de él. De hecho, tal vez la única ciencia que ha quedado, la enseñanza real del Ritmo, es el patrimonio de la cultura Yoruba. Todo lo demás es tan sólo un intento de exploración del objeto en una pequeña medida; y aquí se trata de un objeto enorme, al tiempo que estructurado e inserto en una esfera. Mejor dicho: en un cubo que está dentro de una esfera. Este cubo tiene una palanca y tres formas de expresión del esfuerzo, dependiendo de adónde tomemos la palanca: por la base, por la parte media o por la parte final. La comprensión consciente del Ritmo debe empezar con la matriz. Esta matriz está situada en la superficie; así es la naturaleza. El Ritmo debe ser llenado con un contenido que tenga sentido o, al menos, con un sentimiento, pero en ningún caso con una emoción.

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Método

La emoción no nos permite adherirnos al esfuerzo del Ritmo, por lo cual nos quedamos sólo en la proyección del Ritmo, sin experimentar su volumen. Lo más importante es comprender el desenrollamiento del Ritmo. Está determinado por todo su modelo espacial y es regulado por el esfuerzo que somos capaces de percibir. Y aquí la pregunta fundamental es: ¿Cuántos Ritmos pueden existir en total? Si consideramos el Ritmo desde el punto de vista de nuestra realidad, entonces son siete. Siete esfuerzos de fase en la Tierra crean siete cambios básicos con su propio ángulo. En resultado, tenemos siete condiciones de recogimiento y siete de desarrollo (la espiral gira en ambas direcciones como una Medida del movimiento de la energía). Al principio, esto es un hecho que debe ser conocido. Luego, cuando nos insertemos dentro de este cuadrado, podremos añadir nuestro propio esfuerzo y obtener una multiplicidad de cambios. Por eso si hablamos realmente del Ritmo, entonces debemos comprender su apoyo en nuestra consciencia y cuerpo. El Ritmo es una cumbre accesible a la mente humana a través del conocimiento, ya que de inmediato el Ritmo nos enseña el manejo de nuestras propias vivencias y la correspondencia con ellas. Por supuesto, si consideramos a los súper–humanos, que son, por ejemplo, los africanos en su mayoría, ellos ya han nacido en un específico campo vibratorio. Piensan con vibraciones, sonidos y ritmos. Ellos no se expresan linealmente como lo hacemos nosotros — lo cual a algunos les da motivos para considerarse superiores a ellos. La “estupidez” y la inconcordancia mental de los europeos es lo que simplemente ha paralizado tanto sus mentes que no sólo son incapaces de experimentar sus procesos internos, sino que tampoco pueden expresar su verdadero estado. Por otro lado, es un tema que implica muchas explicaciones acerca de lo que estamos hablando, pero esto es un hecho que impide a muchos comprender la realidad. Sin embargo, una cosa es la incomprensión de la realidad y otra diferente es la reacción y el rechazo de algo debido a que esta reacción no da la posibilidad de fijar incluso la idea misma. El Ritmo es la expresión o la determinación de indicadores ya establecidos. El Ritmo siempre es integridad; pero la integridad no siempre es la correcta, ya que puede estar representando indicadores relativamente más bajos determinados por el espacio. 303

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Modo de expresar el Ritmo

Método

El Ritmo externo y el interno son condiciones en las que vivimos, y ellas tienen sus principios y criterios. El Ritmo interno depende del externo por naturaleza; sin embargo, por su desarrollo puede diferir. El Ritmo externo no depende del interior. Bajo el concepto de interior debemos entender el Ritmo del ser humano. Dicho de otra manera, podemos decir que el Ritmo externo tiene su propio ritmo interno y ésta es una condición de la existencia del Ritmo externo. El Ritmo externo siempre representa la fuerza de alguna Geometría. A nuestro alrededor no hay nada sin forma y caótico, todo está estructurado. El caos que tratan de presentarnos como una ciencia exacta es un mito. El movimiento browniano es una burla. Nos muestran cómo vive el espacio temporal, pero no está estructurado y, por lo tanto no es interesante. En ese espacio no puede haber ningún ritmo constante. Incluso si tomamos la interacción entre el Sol y la Tierra como referencia, que para nosotros indica el tiempo (aunque para la gente de la antigüedad era una referencia espacial, un factor de llenado), entonces el ser humano en un mismo tiempo, en un mismo lugar, encontrándose en diferentes acciones, condiciones o incluso en diferente altitud, interactúa con el tiempo de diferente manera. Pero, de hecho, esto ni siquiera debe ser tomado bajo consideración. Es importante comprender la universalidad del Ritmo externo, el cual está caracterizado por cierta adyacencia de ángulo con nuestro mundo interior. El mundo interior está dotado de un formato humano de existencia y genera fuerza que puede estar subordinada a nuestra consciencia – si está formado, por supuesto, de acuerdo con el Ritmo interno y no con respecto al externo. Ésta es la cuestión más interesante en nuestra existencia, en la que oponemos el Ritmo interno en forma de interacciones con nosotros mismos, donde nuestra Geometría interior entra en interacción con la exterior. En nuestra Tierra influyen constantemente 8 fuerzas, que están agrupadas en 5 figuras independientes, que crean y mantienen el cuerpo de la Tierra. 5 es una constante, que se considera desde el punto de vista de la quietud. 8 es una medida del movimiento. Estas 8 medidas del movimiento representan 7 ritmos. 7 ritmos son la transición de una figura de movimiento a otra. Esto, de hecho, es la condición de rotación de la energía. La condición de quietud de la energía también es un índice importante e interesante pero, en realidad, es insignificante para el ser humano, ya que es algo predeterminado que no se puede cambiar en la medida necesaria para los valores humanos.

La gente debe comprender la energía que se mueve. Pero, en términos generales, para una persona no es importante cómo se desarrollen sus músculos, sino que lo importante es cómo se mueve la energía en ellos. Es decir, el desarrollo del ser humano, en general, y del grupo muscular, en particular, debería depender de la circulación, o sea, de la rotación. En la naturaleza esto tiene una equivalencia en la forma de tormentas, huracanes, viento, lluvia, inundaciones, incendios, etc. Conforme a este esquema fueron descritos estos esfuerzos en un espacio tridimensional por el legendario Fu Xi. Posteriormente, algunas denominaciones fueron cambiadas, pero la esencia quedó igual. Estas figuras son perceptibles, pero no realmente comprensibles, es decir visibles, aunque el modelo de transición que enrolla estas figuras ante los ojos de todo el mundo son los siete planetas. De hecho, cada planeta, en su rotación, introduce el influjo de su globo en el espacio. Sólo 7 de ellos alcanzan la Tierra. Cuando añadimos la rotación de la Tierra, obtenemos 8 figuras. En su rotación cada figura tiene revoluciones relacionadas con algún planeta, debido a que estos planetas ejercen influencia entre sí. Así obtenemos una red de 49 condiciones. Y de esta manera la energía está rotando alrededor de nuestro cuerpo. Es decir, nosotros somos un Microcosmos. Precisamente por este hecho, en el desarrollo se ha introducido el concepto de la creación del Eje. El Eje es la expresión del Ritmo. La expresión del Ritmo es, en primer lugar, una percepción. Y el modo de expresar el Ritmo es la capacidad de vivir en el sistema de señales, en el cual las señales también forman un sistema, en el que el número de planos se convierte en un volumen. Pero para comprender este volumen, debemos enamorarnos de los números. ¿Es capaz la gente de enamorarse de un número? Para comprender el Ritmo es necesario enamorarse de él; pero para enamorarse del Ritmo, al principio uno ha de enamorarse del número. Hablamos mucho del amor, pero para que se pueda expresar, debemos enamorarnos del amor. Y para enamorarnos del amor, debemos enamorarnos del Ritmo. Y para enamorarnos del Ritmo, debemos enamorarnos del número. Es un círculo cerrado. Y en este círculo cerrado debe uno saber cerrarse. Sólo entonces podremos adquirir la energía que nos permitirá enamorarnos del número. Es decir, es imposible enamorarse del número sin expresar las condiciones, sin crear, sin formar este amor. ¿Cuál es el sentido de razonar y filosofar acerca del amor sin comprender su expresión, sin ser capaz de amar el número? Para lograr esto, es necesario estar en contacto con el desarrollo en el que Uno da origen a Dos y no en contacto con la destrucción en la que Uno da origen a menos–uno o a Tres.

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Método

Incluso si comprendemos cómo Uno da origen a Cero, esto ya es un desarrollo, ya que comprendemos el paso hacia atrás. El paso hacia atrás o el paso hacia adelante, no importa, dado que tanto el primero como el segundo son pasos. Si conocemos el paso en cualquier dirección, entonces podremos expresar otro paso, también en cualquier dirección. Éste es el modo de expresar el Ritmo. El Ritmo es el paso, es el crecimiento junto con nuestros índices energéticos, físicos y mentales. Precisamente estas tres condiciones deben estar presentes en el modo (de lo que hablaremos más tarde).No necesitamos una revelación sin una base comprobable, ya que será sólo una parte de la información, aunque nos darán por un corto tiempo algunas vivencias supremas. Ellas serán simplemente emociones sin la presencia de una forma comprobable. Y aquí, la forma comprobable fundamental debería ser la densidad de la materia, la densidad de la Medida, que caracteriza al Ritmo. Esto es semejante al apoyo de la respiración o del paso. Si nuestra respiración no tiene orientación, entonces no tiene un volumen suficiente, entonces ¿de qué crearemos la densidad? Si nuestro paso no posee fuerza, entonces, falta una Orientación real. Puede que les parezca que van adelante, pero en el mejor de los casos, no avanzan. Si están a mi lado, en dos segundos les puedo probar que el 70% de la gente es incapaz de andar hacia adelante, sino que van hacia atrás. Éste es el engaño más grande de la humanidad: las personas creen que van al trabajo, a la Universidad o al mercado, pero en realidad salen de ellos. Hasta que nuestras acciones no tengan contenido, tampoco tendrán una expresión. El contenido es un concepto físico en el que somos capaces de hacer a nuestra mente, cuerpo y energía actuar. De hecho, debemos comprender un modo: el modo de ligar nuestros componentes físicos, mentales y energéticos, y sólo entonces podremos hablar de modos. Al no aprender el único y el más importante modo, el de profundizar en lo que puede ser multiplicado, nos perdemos en acciones en las que Uno da origen a tres o menos–uno. Es decir, para nosotros es importante no arrojarnos en lo que no podemos ver y evaluar el proceso de nuestras acciones. El proceso de las acciones es una mónada. La mónada es una ciencia de la energía. Cada ángulo es un representante de la energía que es descripto por la mónada. Cada mónada tiene su Orientación, que se determina por el Eje del ángulo. La mónada está compuesta por tres niveles, ya que ella es tridimensional. El primer nivel está determinado por la energía simple, temporal; el segundo nivel, por la espacial que es el esfuerzo de la mónada; y el tercer nivel, por el Ritmo. La mónada es la proyección del Absoluto en valores relativos. Es decir, lo que en realidad vive y cristaliza define su significado y vector solamente a dependencia del

espacio. En el ángulo, esto es lo que más se acerca a la superficie, donde la mónada termina su existencia. Es decir, la séptima espira de la espiral. La parte superficial de la mónada es lo que nos ata al espacio en el que vivimos. Es nuestra vida utilitaria sin un esfuerzo adicional que es descripta por otra mónada. Aquí nos encontramos con una cualidad importante: el esfuerzo; por ejemplo, si el pensamiento del ser humano no está dotado de un esfuerzo, entonces éste cae en el grupo de los que piensan más simplemente. En este caso, en la persona quedarán las características emocionales de reacción que le permitirán expresar las cualidades de la energía humana, pero sin procesarlas. Semejante condición convierte a la persona en enemigo de todo lo humano, y mientras en su forma sigue siendo humano, en su esencia ya no lo es. Y dado que este tipo de personas ya son la mayoría, el modelo de la evolución está orientado hacia ellas. Como resultado, la gente que piensa y comprende conscientemente está como apretada entre puertas. No sólo queda incomprendida, sino que el resto del mundo es incapaz de comprenderla. Y, por supuesto, la mayoría de la gente hace avanzar y mantiene a los que más les agitan, ya que la excitación provocada por la concepción no está a su alcance. Es decir, la mónada puede vivir según la ley del esfuerzo e involucrar a la persona en el esfuerzo; o según la ley de la unión, sin involucrarle en el esfuerzo. La diferencia consiste en que si la conciencia no está involucrada en el esfuerzo, entonces no lograremos comprender la forma suprema de la mónada, correlativa con la acción de Dios. Sin esfuerzo, el ser humano no puede conocer la esencia de la naturaleza cristalina, lo cual es la base del Método del Emperador de Jade. Cada ángulo tiene mónada, cuyas tres formas se establecen según el aumento desde la superficie hacia el centro. La correspondencia con el ángulo más la mónada determinan la capacidad o la incapacidad de la persona de acercarse o pasar por el centro. Pasar por el centro significa pasar por la muerte. La tarea de estas mónadas es desarrollar la forma, es decir mantener el Eje del ángulo. Como dijo Leibniz: “La mónada tiene consciencia”. Éste es un punto importante y serio que prueba la vida de la energía, dotada de consciencia. O sea, si el ser humano se desarrolla hasta lograr el estado de la mónada suprema, entonces su mente no desaparecerá. Es perfecto el cuerpo que tiene la expresión de las mónadas en todos los siete ángulos. En nuestro cuerpo hay siete tipos de organización de las estructuras o enlaces moleculares. Hay una estructura cuando se crea un cuerpo capaz de pulsar, es decir dependiente de las tres direcciones. En esto, de hecho está construida la Medicina Taoísta, que hoy en día, en forma mutilada, es conocida como medicina China.

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Método

Estas siete estructuras tienen su principio en estos tipos de sistemas que viven observando la ley de la Estructuración y poseen la condición de una generación infinita. Estos sistemas en nuestro cuerpo son: de la piel, sanguíneo, muscular, tendinoso, óseo, reproductor, endocrino (cerebral) a los que añadimos el sistema matriz (el geométrico–axial). El sistema del cerebro y del útero son los más complejos. El sistema cerebral se correlaciona con el de los impulsos de más alta frecuencia que reproduce el sistema endocrino. El sistema de matriz está relacionado con la “captación” de la energía y es llamado uterino. En las mujeres se correlaciona con el útero y en los hombres con el centro del abdomen, es decir con estas zonas en las que la energía puede recogerse de manera natural. Cada uno de estos sistemas posee su propia Geometría que se correlaciona con la Geometría que forma el espacio. Por ejemplo, en los músculos, tiene la forma de un cilindro, en el sistema de la piel de una estrella. Y éste es el tipo de Ritmo. Precisamente por esto todas las danzas básicas en las que se activan todos los grupos musculares son “cilíndricas”, manteniendo el cuerpo en un cuadrado. Así que si queremos conocer los siete tipos de Ritmo, debemos conocer las leyes del cuerpo que se desarrolla.

El Ritmo siempre posee forma de triángulo, en el que están presentes la energía, el impulso y el apoyo. Éste es el núcleo del ritmo, su matriz; si queremos ver el Ritmo, entonces debemos llegar a ser capaces de ver este triángulo. Debemos aprender a percibir la conjunción de estas unidades. Esto es necesario para el mantenimiento de la atención en la esfera tridimensional. La complejidad consiste en que el Ritmo trabaja con el espacio. El espacio puede ser temporal o atemporal. Al interactuar con el Ritmo en un espacio tridimensional, siempre lo perderemos, dado que éste se fusiona muy rápidamente con funciones similares a él. En el atemporal hay otra complejidad: es espacio que no está limitado por una medida tridimensional. Pero precisamente aquí es posible mantener el Ritmo, no permitiéndole fusionarse, por ejemplo, con la cuarta dimensión. Exactamente aquí, nuestra consciencia puede funcionar en el nivel de la visión del ritmo. Por lo tanto, para hacer esto, se debe tener desarrollada la Concentración y suficiente cantidad de energía no temporal para la visión del Ritmo. Para ver el ritmo, nuestra mente requiere otras condiciones diferentes a aquellas en las que permanecemos. Para lograr esto, debemos aumentar la cantidad de los ejes de rotación en nuestro cerebro. Y para hacerlo, se requiere un Centro (el cual falta en la gente en la actualidad). Incluso los que nacen con este Centro, caen en una sociedad de conciencia limitada, la cual atrofia este centro. Para la generación de la visión, es importante aprender a evaluar el mundo unidimensional, el bidimensional y el tridimensional. Y recién después podremos ir al mundo multidimensional, es decir, al mundo en el que podremos ver el Ritmo. Pero lo más difícil aquí no consiste en que si comprendemos el mundo unidimensional o bidimensional; debemos comprender su orientación, hasta qué grado la orientación nos permite captar el volumen de este mundo, lo que significa hacerlo compacto para nuestra consciencia.En realidad, los mundos de una y dos dimensiones son inmóviles. Todo lo que el ser humano ve, en definitiva, no posee movimiento. Los que, por una u otra razón, empiezan a ver el espacio de una manera tridimensional (como, por ejemplo, los psíquicos), entran en un mundo de rotación en el que existen otras leyes, generadas por cierta tonalidad. Pero este mundo no puede ser completamente conocido mientras que nuestra consciencia no logre la conexión con la orientación atemporal en la que, de hecho, es posible ver el Ritmo. Éste es un complejo estado de la consciencia, que pasa por las etapas de la centralización, de la rotación alrededor de su propio Eje y el conocimiento de la Proporción dentro de sí misma. Pero sin saber de este símbolo y sin orientarnos en él, nosotros seguiremos manteniendo nuestra consciencia en el desconocimiento y la ignorancia.

Las leyes del cuerpo que se desarrolla • El Ritmo de la piel (Ritmo del viento):

condición para el desarrollo de la energía en 5 ángulos.

• El Ritmo del cerebro (Ritmo de la resonancia vertical): condición para el desarrollo de la energía en 7 ángulos.

• El Ritmo del útero (Ritmo de la resonancia horizontal): condición para el desarrollo de la energía en el espacio en 1 ángulo. • El Ritmo de la sangre (Ritmo del volumen): condición para el desarrollo de la energía en 2 ángulos (figuras romboides).

• El Ritmo del sistema óseo (Ritmo de la tensión):

la uniformidad del espacio tridimensional (desarrollo en 3 ángulos, el tetraedro).

• El Ritmo de los tendones (Ritmo de enlace):

condición para el desarrollo de la energía en 6 ángulos (hexágono).

• El Ritmo de los músculos (Ritmo de rotación): condición para el desarrollo de la energía en 4 ángulos (cubo). 332


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CAPÍTULO 7

ALIMENTACIÓN


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Introducción Hoy en día, para la persona que se desarrolla, la comprensión de la alimentación predetermina la posibilidad misma del desarrollo. El desarrollo puede ser considerado como tal si el hombre aumenta y fortalece las funciones de su cerebro. A esto está orientada cualquier práctica. Sin embargo, si consumimos comida da baja calidad en un volumen innecesario, entonces agotamos nuestro cerebro. Como resultado, somos incapaces de generar el enfoque necesario y, como consecuencia, no podemos considerarnos Practicantes. Para el Practicante, la alimentación es nada más que un consumo utilitario de comida, ya que como resultado de las prácticas, la misma debería cambiar, dejando de lado, al principio, la comida mortal, y luego debería alimentarse con alimentos de alta frecuencia. A pesar de todo, esta cuestión debe resolverse no tanto consecutivamente, como paralela–consecutivamente. De esta manera, la generación de una actitud hacia la nutrición, la comprensión de sus niveles y tareas tiene que ser obligatoria para todos los que tratan de desarrollarse y seguir el Método, puesto que la comida debería contener la Medida de la alimentación del cerebro.

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7.1 Alimentación La comida determina nuestras sensaciones, nuestra calidad, nos da o nos quita energía, gasta nuestro tiempo. Al hablar de la nutrición, la humanidad no piensa en que únicamente sigue reacciones, principios o tradiciones. El ser humano, a lo largo de la vida, gana su propia experiencia acerca del tema “comer algo” y crea su propio estilo. Esta experiencia se refleja en las propiedades fisiológicas y, como consecuencia, en las dependencias que surgen en la gente. E independientemente de nuestra opinión acerca de la alimentación, ésta nos determina mucho más que el proceso mismo del comer. La alimentación es nuestra actitud hacia el Sabor, hacia el tiempo que gastamos en su preparación y hacia el proceso mismo de comer. En realidad, cuando hablamos de la ventaja o desventaja de la nutrición, no hablamos de nada, ya que en este ritmo en el que vivimos, en esta conciencia en la que el ser humano evalúa la comida y los líquidos, la cuestión está relacionada, ante todo, no con la comprensión de qué y por qué consumimos algo, sino con la reacción, en la que la comida se convierte en consecuencia de cualquier necesidad. Y en este caso no importa si comemos carne, alimentos crudos o si somos vegetarianos: esto ya no es un indicador para nuestra orientación saludable o no saludable hacia el proceso de nutrición. El hecho de que el vegetariano coma menos comida mortal, no garantiza absolutamente su llenado con vivencias de más alta calidad. Por eso es importante comprender qué alimenta, en realidad, esta zanahoria, qué es realmente y, lo más importante, si hay un esfuerzo consciente capaz de absorber esta energía. Y, de hecho, qué vivencia, qué calidad adquiere del proceso el vegetariano. Pero… ¿hay en realidad un proceso?

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Alimentación

Pareciera que la orientación fuera correcta, mas no hay realización interna; mientras tanto, los que comen salchichones disfrutan de sus rústicas vivencias. Sin embargo, lo más importante en este caso es que si la alimentación no está coordinada y la persona no comprende cómo ésta le puede llevar a una existencia de características de más alta frecuencia, entonces no importa qué y cómo lo coma. Por eso, antes de comprender el mecanismo mismo de la alimentación, se deben comprender los tipos de alimentación.

Para el Practicante, la comida que toma desde afuera, en primer lugar, es considerada desde el punto de vista de la alimentación del cerebro. Y aquí el criterio primordial es qué tipo de agua y líquidos tomamos. La siguiente cuestión importante es la reacción generada o expresada hacia la comida, o dicho de otra manera, la determinación de lo que ha influido o sigue influyendo en la formación de nuestro sabor. Según el sabor, podemos determinar qué es para nosotros la alimentación. Ésta puede ser sensación, emoción, o incluso sentimiento, o puede ser vivencia. Cada uno de ellos crea su propia dependencia y la dependencia determina nuestro principal comportamiento respecto a la alimentación. Y aquí no importa si comemos carne o no. Si dependemos de la alimentación, entonces nosotros no determinamos nuestras prioridades, sino que lo hace la comida. Así que si realmente queremos entender la nutrición, entonces debemos empezar a ganar nueva experiencia. Y no simplemente ganar, sino también comprender las etapas en el proceso de la alimentación.

Tipos de alimentación

• Alimentación con comida mortal • Vegetarianismo • Dieta con alimentos crudos • Alimentación con Sabor • Alimentación con Energéticos • Alimentación con Cristales • Alimentación con Saliva • Alimentación con Prana

Así, existen ocho tipos básicos de alimentación y cada tipo puede ser dividido en tres subtipos, según sus características frecuenciales. Luego todo depende de qué categoría representamos. Dichas categorías pueden mostrar el nivel en el que está la persona que entrena. Para el Practicante que es capaz de adquirir y generar energía, la alimentación básica es la práctica, dado que el Practicante en ella aprende: a activar el Sabor, los Energéticos, los Cristales, y en un nivel más alto, a alimentarse de la Geometría, la saliva y la energía del Macrocosmos. Aquí no quiero profundizar en el tema de la nutrición, pero ha de quedarnos bien claro que la alimentación es parte del Método. Y de cómo combinemos nuestro desarrollo con nuestra nutrición depende, de hecho, si ella se convertirá para nosotros en una parte del proceso del Llenado o parte del Desarrollo Proporcional. 340


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Etapas en el proceso de la alimentación

Yoga de la alimentación

1. Sensación 2. Observación 3. Atención 4. Enfoque 5. Centralización 6. Concentración

Solamente de esta manera podemos tomar consciencia y obtener nueva experiencia. La alimentación es un proceso y al principio es importante aprender a observarlo, luego a participar en él y más tarde a conducirlo; de lo contrario, la alimentación será para nosotros la simple incorporación de un esquema o modelo de alimentación.

Modelos de alimentación

1. Dependencia 2. Ideología 3. Protesta 4. Búsqueda de nuevas sensaciones

Mientras que no dirijamos el proceso de alimentación, independientemente de cómo nos alimentemos, caeremos bajo dependencia de uno o, mejor dicho, varios modelos de actitud hacia la comida. 342


Alimentación

“Yoga de la alimentación” es un mecanismo que en breve se convertirá en el tema más actual para el desarrollo mental, físico y energético del ser humano moderno. El entrenamiento físico que no involucra la conciencia en el trabajo y sólo quema y oxida nuestra energía… diferentes prácticas espirituales que sumergen a la gente en “formas de desarrollo” que son en realidad una reacción de protesta, haciendo avanzar cualquier cosa, excepto las tareas declaradas… los numerosos entrenamientos que en la mayoría de los casos explotan las emociones del ser humano y le privan de las herramientas para sentir… todos ellos son instrumentos del ayer. Y si además tomamos en consideración que con estas herramientas educativas se equipan personas, que no sólo no pueden aprender realmente lo que tratan de enseñar, sino que además ellas mismas no están dotadas de la experiencia necesaria, entonces la situación con el desarrollo del ser humano, hoy en día, llega a un callejón sin salida. Sólo piensen: ¿Cómo podemos aprender de una persona que por sus capacidades mentales, a menudo, es inferior a dos tercios de sus alumnos? Y otra vez, todo está a merced de los pasionales, a quienes les da igual a qué tema se dedicarán y en qué dirección. Pero, lo más importante es que los modelos educativos clásicos ya no funcionan, incluso en manos de profesores y pedagogos muy serios. El tema radica en el fuerte empobrecimiento mental que se ha producido en los últimos 25 años, acompañado por alteraciones físicas provocadas por la actividad física incorrecta y por cambios en los procesos fisiológicos relacionados con la alimentación. Estos últimos son, por así decirlo, el “último clavo” que acabó con la comprensión y el desarrollo del sabor propio del ser humano. A esto hay que añadir también los cambios energéticos que acontecen en la naturaleza y los que se vuelven cada vez más difíciles de absorber por el cuerpo, el cual sigue viviendo según las leyes del pasado o que ya está afectado por dichos cambios (alteración de la circulación de la energía). En general, ahora sucede lo que ha acontecido varias veces en la historia: cuando en lugar de una forma de existencia ha venido otra, la gente ha empezado a buscar métodos de vida alternativos. Está claro que podemos percibir esto contemplativamente según el principio “que le vamos a hacer, la vida es así”. Esto sería verdad si fuéramos animales y si estuviéramos en un ciclo natural de cambios en la naturaleza. Sin embargo, el ser humano se distingue, o mejor dicho, debería distinguirse y separarse de esta cadena de sucesos, aunque sea sólo por el hecho de que posee un mecanismo propio de desarrollo que el resto del mundo no posee. 343

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CAPÍTULO 8

LABORATORIO DEL DESARROLLO


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Introducción El desarrollo es aquello en cuyo proceso podemos generar una participación personal, capaz de incrementar nuestra energía y tomar bajo control la celeste. Cualquier otro Camino es el seguimiento de la naturaleza propia. Es un error creer que podemos desarrollarnos apoyándonos en la energía que ya tenemos. El desarrollo es un conjunto de condiciones: qué hacemos, con quién entrenamos, qué es nuestra naturaleza y cuáles son nuestras capacidades. Cualquier Enseñanza está determinada por una gran cantidad de parámetros. Debemos comprender la esencia del seguimiento. Siempre hemos de darnos cuenta dónde debemos ir. Es importante recordar que existe una probabilidad de que no mejoremos nuestra naturaleza, sino al revés, que la empeoremos.

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8.1 La Enseñanza es Geometría Sagrada El desarrollo es lo que forma la realidad física, lo que forma nuestra vida y se correlaciona con el espacio y el tiempo. Si en la Enseñanza no se trabaja con formas y figuras del espacio, entonces no llegará a estar llena de contenido. La Enseñanza siempre es una Medida y la Medida debe representar algo. La regularidad siempre debe representar lo que se cambia. Y se puede cambiar aquello que tiene forma. Por lo tanto, la Enseñanza de los Cambios es la Enseñanza de la Geometría del cambio o de la Geometría Sagrada. La Geometría Sagrada es la Geometría de la concavidad y convexidad, lo que da impulso al movimiento de la figura, o mejor dicho, a su vida. Cualquier Enseñanza debe ser manifiesta, consciente. Debemos comprender adónde vamos y por qué. Hoy en día, llevamos dentro mucho esoterismo, es decir cosas no concientizadas. Y esto no–concientizado atrae a la gente mucho más que lo concientizado. La Geometría Sagrada es una profundización en lo concientizado y no una aspiración a lo no–concientizado. En realidad, para el hombre moderno incluso lo manifiesto es no–concientizado. Si nos plantean tareas, no somos capaces de realizarlas, porque simplemente no estamos preparados para hacer tal cosa. Tomemos, por ejemplo, la capacidad de concentrarnos. Hoy en día, no sólo la capacidad de concentrarnos, sino incluso la posibilidad de estar atentos u observar algo en un nivel elemental son propias de pocas personas. Incluso pareciera que teniendo lo expresado o consciente —por ejemplo: la tarea de concentrarnos— no podemos expresarlo, y sin esto es imposible asimilar enseñanza alguna. Por eso, en el mejor de los casos, la gente se apoya en sus reacciones con respecto a su percepción de la Enseñanza, reconfigurándola según sus propios criterios esotéricos, es decir, como más le conviene. 353


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La división en etapas es el secreto principal de la Enseñanza verdadera. Siempre debemos ver una etapa más adelante para mantener la Orientación. Pero incluso la tercera etapa, que debemos ver desde la primera, ya es un gran logro. La tercera etapa nos muestra la esencia de la Geometría. Y ella es tanto la orientación como un cierto misterio —mientras no la conozcamos. Independientemente del nivel en el que estemos, debemos comprender el estado de nuestra consciencia. Ésta es el indicador de nuestras capacidades y no nuestra idea acerca de la Enseñanza o nuestra propia importancia dentro de esta Enseñanza. Por supuesto, uno puede declarar: “Yo estoy dotado del Yo supremo” o “¡A mí me envió a la Tierra Jesucristo!”. Pero en este caso no se trata del desarrollo, sino de ciertos dones. El desarrollo es lo que se desarrolla. Y, ¿qué se puede desarrollar en un enviado de Dios? Ya es perfecto respecto al desarrollo humano. Puede ser no perfecto en cuanto al desarrollo divino, pero, ¿por qué deberíamos estar interesados en la imperfección divina? Tal vez sería más útil e interesante ocuparnos de nuestra propia imperfección. ¿Cómo puede razonar en este tema una persona que ni siquiera se encuentra en la primera etapa? Y, disculpen, pero: ¿con qué razona, al fin y al cabo? Lo más peligroso que enturbia cualquier Enseñanza son los discursos acerca de lo que no comprendemos y no está a nuestro alcance. Y aunque para alguna persona esto pudiera ser verdad, para otros miles sería mentira. Lo Sagrado, para la gente en la actualidad, es la posibilidad de cambiar su Geometría. ¡No necesitamos nada más! Si queremos interconectar la tercera dimensión con la cuarta, entonces podremos hacer eso sólo a través de la Geometría. O mediante una imaginación enfermiza… Primero se deben crear las condiciones para el funcionamiento correcto del cerebro y recién después tratar de hacer algo con él, incluso conocer. Sin embargo, hoy en día, ya en la escuela el cerebro de los niños empieza a funcionar incorrectamente. Y un cerebro que funciona incorrectamente es el que no comprende su fuerza, no está centrado. Y, ¿cómo este cerebro no correcto podrá percibir pensamientos correctos? El ser humano en la actualidad es imprudente según sus funciones y no por definición. Nos estamos preparando funcionalmente para estar sin cerebro, para estar descerebrados. Nuestro cerebro se encuentra dentro de un cuerpo artificial que incluso no respira como debería respirar por naturaleza. Como resultado, están mezclados los campos de la visión, las definiciones, las sensaciones y los sentimientos, e incluso han dejado de funcionar en absoluto.

8.2 Enseñanza En realidad, lo real posee su propia Enseñanza. Las condiciones para el conocimiento de lo real y estos conocimientos nos llevan a la montaña Zhongshan en la que en los tiempos de la formación de los conocimientos, el Método fue precedido por el concepto del auto–perfeccionamiento. Cualquier Enseñanza, de acuerdo al Método, debe presentar cinco direcciones: Llenado, Estructuración, creación de la Simetría, el desarrollo del Ritmo y la Concentración. El ser humano puede considerar como desarrollo sólo lo que desarrolla de sus cualidades humanas. Las vivencias son las reguladoras de las cualidades humanas que corresponden al propio ser humano. Éstas están definidas por parámetros energéticos específicos que se correlacionan con la naturaleza humana. Cualquier otro indicador se refiere a la naturaleza de las condiciones de vibración inferior o superior.

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12 tipos de vivencias con las que se encuentra el ser humano 1. Afectivas. Son vivencias instantáneas, resultado del modelo del ser humano construido por reflejo. Están relacionadas principalmente con las reacciones a nivel del grupo muscular. 2. Deseadas. Están relacionadas con la naturaleza humana o han sido elaboradas durante el proceso de la vida. Dirigen al ser humano desde el subconsciente. Una persona depende de estos sentimientos, pero no puede comprender su naturaleza por depender de la frecuencia de estas vivencias, que está por encima de la frecuencia del esfuerzo consciente. Están determinadas por el sistema sanguíneo. 3. Emocionales. Son vivencias generadas a través de la formación y educación condicionada (direccionada) e incondicional (dada por las condiciones de vida). En estas vivencias radica un esfuerzo no– controlado. Dependen del grupo de los tendones y de los procesos a nivel celular. 4. Sentimientos. Son vivencias que dependen de la capacidad del individuo de mantener su naturaleza humana. Se relacionan con el trabajo de los cinco órganos: hígado, bazo, corazón, riñones, pulmones. Esto significa que la capacidad de experimentar estos sentimientos depende de la capacidad de equilibrio y, por lo tanto, de satisfacer la naturaleza de los sentimientos.

Laboratorio del desarrollo

forma con el cuerpo y la consciencia, es decir, comprender el cuerpo como modelo geométrico. 7. Vivencia de la transformación. Es la capacidad de convertir un esfuerzo en otro, es decir, existir en un ritmo particular. Estas vivencias son dependientes del cerebro y del sistema glandular. Incluyen la capacidad para perfeccionar la geometría y experimentar el llenado con el proceso de transformación, o dicho más correctamente, el llenado del proceso de transformación, cuando ocurre un llenado real y unión de la consciencia con la energía del proceso. Es un nivel de la percepción cualitativamente nuevo. 8. Vivencia de la creación. Requiere una fuerza constante, que se forma a partir de los anteriores niveles de vivencia. Permite estar en un constante estado de creación. Depende de la capacidad para manejar la circulación de la energía. 9. Vivencia de la pulsación. La fuente de esta vivencia es el Centro Único, que define todos los procesos en el cuerpo. Esta vivencia se caracteriza por un estado de consciencia cambiado, es decir, por la consciencia asentada en el Centro Único, que permite pensar y percibir el mundo con este Centro. 10. Vivencia de la perfección. Es la vivencia de independencia de la geometría externa, cuando la geometría interna está por encima de cualquier modelo geométrico de la tierra.

5. Temporales. Tienen la capacidad de hacer que se permanezca mucho tiempo en las mismas sensaciones satisfactorias. Dependen del sistema respiratorio, es decir, de la medida de la respiración y de la capacidad para regular permanentemente el llenado del cuerpo.

11. Vivencia del esfuerzo súper consciente. Esta vivencia está formada por la geometría espacial que determina la conexión del espíritu de la persona con la estructura del espacio o con uno de los doce patrones espaciales que formaron la vida del ser humano en la tierra.

6. Espaciales. Se definen por la capacidad de expresar la propia existencia a través del esfuerzo controlado. Dependen del sistema óseo. Estas vivencias están asociadas con la capacidad para mantener una

12. Vivencia del renacimiento. Es la vivencia inducida por el proceso de transición de esta vida a la siguiente. Se define por la preparación y el engranaje con una de las doce estructuras del espacio.

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Vivencias que corresponden al ser humano: • Sentimientos • Temporales • Espaciales • Vivencias de transformación • Vivencias de creación


Aquí se puede hablar mucho de la importancia de la Concentración y el Ritmo, pero sin las condiciones proporcionales es imposible crecer y, sobre todo, aprender a controlar el nivel del esfuerzo. Por lo tanto, una vez aprendidos los esfuerzos, se debe entender qué tipos de condiciones existen para ellos y en qué formatos de desarrollo se establecen. Así podemos definir que el Desarrollo es el mejoramiento de las cualidades personales, lo cual se determina en relación a cada persona individual: si está en condición o no de mejorar sus propiedades naturales.

Podemos hablar muchas cosas en relación al desarrollo; sin embargo éste, en esencia, siempre dependerá de las vivencias, en primer lugar de las humanas y en un nivel más avanzado, de las sobrehumanas —vivencias cuya naturaleza es superior a las humanas—, pero aun así, están al alcance del ser humano que las puede vivir y conocer.

Vivencias sobrehumanas: • Vivencia de la pulsación, • Vivencia de la perfección, • Vivencia del esfuerzo supraconsciente, • Vivencia del renacimiento. Para conocer la naturaleza de las vivencias es necesario conocer la naturaleza del esfuerzo. Esto permite no sólo comprender la vivencia, sino que además permite hacerla crecer. El cuerpo humano existe de acuerdo con esfuerzos que mueven, generan y modifican la energía. Estos esfuerzos establecen las propiedades activas y pasivas del hombre, realizando sus sentimientos y vivencias. Los esfuerzos se expresan de acuerdo con la naturaleza personal que uno tiene, dependiendo de la calidad y la condición del cuerpo, conforme al espacio en el que vive, las condiciones climáticas y estacionales, y la actividad de las condiciones superconscientes. Esto es, por así decirlo, una condición preestablecida. Además, existe la posibilidad de generar esfuerzos adicionales, a los que contribuye el cambio de la geometría de nuestro cuerpo y nuestra mente, lo que lleva a otro estado de circulación de la energía. Por lo tanto, desde la perspectiva de los esfuerzos, las Leyes de la Proporción juegan el papel más importante en este proceso (si, por ejemplo, hubiéramos planteado de una vez la tarea de hacer crecer la superconsciencia o mantenerla, entonces aquí sería importante entender las Leyes del Eje que alimentan esta superconsciencia). 362


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Los ocho esfuerzos que podemos hacer crecer, que nos liberan del espacio, son:

• Esfuerzo de la naturalidad, • Esfuerzo de la geometría prenatal, • Esfuerzo de la proporcionalidad, • Esfuerzo de la sincronización, • Esfuerzo del enfoque, • Esfuerzo espacial, • Esfuerzo del ritmo, • Esfuerzo de la transformación. Y por supuesto, debemos entender que: sólo la consciencia adecuadamente desarrollada es capaz de comprender y manejar todos estos esfuerzos.

8.3 Errores de la persona que entrena Supongamos que alguien plantea la pregunta “¿qué es un ser humano?”. Aparentemente es una buena pregunta, incluso una pregunta necesaria. Pero, para hacer esta pregunta, primero debe uno prepararse: para la pregunta y para la respuesta. Incluso si surge esta pregunta, la consciencia y el cuerpo no están preparados para reconocerla. Es como encender la computadora por primera vez y tratar de entender qué es eso que aparece allí. Cualquier persona normal, primero tendrá interés por aprender cómo usarla. Es lo mismo para un ser humano. ¿Quién y cuándo se dijo que la capacidad humana de conocer tiene las condiciones para comprenderse a sí misma como ser humano? En principio se debe reflexionar y definir las tareas que estamos resolviendo a lo largo de la vida. Pero si estas tareas son de carácter puramente utilitario o cotidiano, entonces no vale la pena ni siquiera preocuparse. Una persona que vive sólo con tales tareas, no reúne los parámetros de existencia humana. Hay dos funciones que diferencian a un ser humano del resto del mundo: su experiencia de los sentimientos y su consciencia. Pero la primera sin la segunda es como nada. En consecuencia hay una tarea: si uno quiere corresponder con el funcionamiento de un ser humano, entonces debe desarrollar su consciencia. Por supuesto que es fácil de decir, mas no tan fácil de hacer, ya que la humanidad ha perdido su comprensión de las funciones del cerebro y de la consciencia, que hoy en día se han desarrollado para beneficio del espacio y las emociones, creando condiciones adversas para la vida humana. El ser humano moderno no depende de la consciencia, no tiene fuerza, no está centrado. Por otra parte, hay un intento de desarrollar la conciencia en nuestra sociedad, pero energética, física y bioquímicamente, simplemente no se está preparado para el desarrollo. Resulta entonces que una persona comienza a pensar, razonar 379


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y hablar sin haber llegado a tener consciencia. Y la única manera de detener este proceso es hacer que la persona reflexione, es decir, que detenga las reacciones en su conciencia, de manera que por lo menos aprenda a girar el pensamiento de izquierda a derecha y de adelante hacia atrás. De hecho, se debe atraer al ser humano hacia una constante tarea de desarrollo. Pero, ¿cómo se hace en una sociedad donde es dominante una conciencia de reacciones, donde prácticamente no hay personas que sepan cómo pensar y trabajar en sí mismas diariamente? No veo ninguna otra manera, excepto tratar de hacer un esfuerzo para prevenir al menos a una parte de los que corren hacia el futuro perdiéndose a sí mismos. Uno debe entender que en el estado actual un ser humano no puede practicar correctamente, inclusive si la propia naturaleza se encuentra bajo el desarrollo. Y aunque haya desarrollo y sea una tarea humana fundamental, no se está preparado para ello. Por lo tanto, para que uno pueda comprender si se está listo o no, es necesario definir el concepto mismo de desarrollo. El desarrollo es un estado de continuo mejoramiento de la energía y las cualidades, también purificándose a sí mismo de características innecesarias dadas desde el nacimiento. Debe haber algo que desarrollemos, y aquí debemos entender de qué se trata en particular y por qué lo desarrollamos. Ésta es una pregunta muy grande, y por ahora vamos a ponerla a un lado, a razón de que no la responderemos sin una correcta orientación de la consciencia y las habilidades para operar con ella. Un ser humano debe ser educado, ante todo, sobre esta cuestión. En lugar de eso, tiene instaladas ciertas ideas que muy posiblemente no correspondan con su propia naturaleza. Incluso si se corresponden, no las entiende. Existe una ciencia que enseña la geometría de la consciencia. Los egipcios, los celtas y los taoístas la enseñaron. Está basada en la capacidad de enfocar la mente y utilizarla para el manejo y la comprensión de las experiencias ligadas a la vida. Esto no se enseña en nuestros días; es más, sucede lo contrario: el ser humano está desconcentrado. Y sólo un pequeño grupo está luchando en el rescate de sí mismo cubriéndose con aspiraciones artísticas y espirituales. Pero este grupo no es comprendido ni aceptado por la mayoría y, en consecuencia, no se está desarrollando tanto como sí está defendiéndose de la mayoría de los sujetos descentrados no pensantes de la tierra. Pero no piensen que se trata de personas sin educación. La mayor parte de ellos detentan posiciones dominantes en la sociedad. Necesitamos consciencia para entender que el cuerpo debe servir a la mente, y no al revés. Miren esos objetos amorfos que dependen de procesos brutos en variadas formas. ¿Creen que ellos se encuentran en un estado de poder comprender experiencias profundas? Por supuesto que no. Pero el problema no es que ellos no

entiendan; el problema está en que no permiten que los demás entiendan. Inclusive a nivel del cuerpo físico se está produciendo un deterioro del cerebro (hasta incluso su aniquilación). La humanidad no puede desarrollar ni siquiera el cuerpo. Se ha perdido la proporcionalidad de la forma, y junto con ello su condición. Y parece tan simple de explicar que el cuerpo es un recipiente y, dependiendo de cómo se está sintonizado, produce un sonido. ¿Quién diría...? Pero, ¿quién y qué se hace al respecto? Incluso habiendo reaccionado y empezado a hacer algo, el ser humano se enfrenta al problema del entorno, del cual hablamos anteriormente, es decir, no puede seguir adelante. Incluso si se sienta en el auto correcto, no puede disfrutar de su conducción, porque la ruta está llena de baches y todo el mundo está conduciendo sin respetar las reglas. En quince minutos se olvida hacia dónde se dirige y por qué va. Uno tiene argumentos y reacciona a los argumentos de los demás. Estamos observando a nuestro alrededor una disminución en las capacidades innatas de los seres humanos y una constante interferencia con la capacidad del ser humano para seguir sus propios objetivos. Si uno no ha comenzado a trabajar en una tarea ¿cómo puede darse cuenta de la esencia de su significado y sentido? ¿Cómo puede uno conducirse a sí mismo hacia una experiencia si no hay forma en la que la experiencia pueda suceder? Como resultado, se dirige hacia un estado reactivo y cae en dependencia del mismo. Acto seguido, se comienza a defender la propia situación y la defensa en sí misma, en todo lo que de alguna manera lo calme a uno mismo y a la propia insatisfacción. Cuando el cuerpo y la mente no tienen forma, entonces no hay posibilidades. Para ir por un camino de formación de uno mismo se precisa algo más que un deseo. Y ese “más” necesita ser cultivado. Por ejemplo: el tiempo. Obviamente, todos vivimos en el ciclo de los acontecimientos naturales, pero eso no nos debe detener en el llegar a ser seres humanos. Si el mundo que nos rodea está tratando de destruirnos, no significa que debamos estar de acuerdo con ese estado de cosas. Sin embargo, no se debe luchar con el mundo que nos rodea, sino llenarlo y llenarnos a nosotros mismos junto con él. Y lo más importante no es buscar una respuesta para mañana, sino arribar a ella después de mañana. Para el mañana no hay condiciones internas ni externas. Trabajando hoy, estamos creando el día después de mañana. Durante algún tiempo no estaremos en condiciones de verlo, pero podemos observar a quienes sí pueden.

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8.4 El hombre que practica.

La diferencia entre el primer y el segundo nivel

Uno de los principales problemas de la persona que entrena es que no se centra en lo más próximo que puede lograr. Se queda en la expectativa de que todo se aclarará solo y que todo vendrá por sí mismo. Como resultado, no sólo no avanza, sino que detrás de la nueva apariencia está cementando los problemas antiguos, es decir, se mueve hacia atrás. Después de algún tiempo, cuando ya ha aprendido un conjunto necesario de ejercicios y ha pasado un tiempo en condiciones diferentes, empieza a considerarse a sí mismo “avanzado”. Pero, ¿es éste un logro tan especial? ¿Existe una profundización real o es simplemente una sustitución de una forma externa por otra, mientras que lo interior se mantiene igual y a veces empeora? Éste es un rasgo distintivo entre las personas en el primer y segundo nivel que, de hecho, determina su avance y comprensión. Y si la comprensión no se desarrolla, a continuación todas las acciones tendrán un carácter de coleccionismo, acumulación, pero no de realización y ni hablar de vivencia. El primer nivel no puede proporcionar ni consistencia ni verdadera capacidad de concentrarse en las tareas, por lo tanto, la fórmula del desarrollo podrá ser sólo aceptada, mas no entendida. En el primer nivel, todo lo hacemos formalmente, mientras que en el segundo nos alejamos de la formalidad. En el primer nivel la conciencia trabaja más para memorizar, acumulando un cierto volumen de cosas. En esta etapa, uno es un coleccionista de algo y por supuesto, no sólo no puede evaluar y determinar lo que hace, sino que lo más importante, tampoco puede sentirlo, porque para él es sólo un proceso de reacción. Y su existencia no es diferente de su modo de vida de siempre, excepto por el hecho de que se crean algunas condiciones previas para el cambio. 388


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El error más grande y más común (que en el mundo de hoy, incluso es un error inevitable), es que ya en el primer nivel la gente considera que está haciendo algo. Curiosamente, sólo a los que están en el segundo nivel se les puede explicar que todavía no han comenzado a hacer cosa alguna, porque los que están en el primer nivel están convencidos de que están practicando desde hace mucho tiempo. Pero cualquier cosa que la gente hace estando en el primer nivel, lo hace desde la posición de su propio punto de vista, de su experiencia anterior y no desde el punto de vista de la comprensión de la Práctica. Sólo adquiriendo nueva experiencia en la Práctica, ellos pueden ver todo desde una nueva perspectiva y de hecho, esto es lo que distingue el segundo nivel del primero. El ego de la persona es tan inconsciente y fuera de control, que le impone identificarse con las cualidades que tiene de nacimiento y que probablemente ha fortalecido a lo largo de su vida. Lo más peligroso para los principiantes es que miden todo a través del tiempo y la reacción a lo que se ve o a lo que se hace. Esto les impide escuchar y entender realmente lo que pertenece al espacio o al ritmo. Un simple ejemplo: la Práctica real, el verdadero desarrollo comienza sólo cuando se logra la armonía interior. ¿Cuál es la verdadera armonía? Esto es cuando uno ha creado las condiciones para una existencia proporcional de su energía y está en contacto con ella, así que por lo menos su cerebro se alimenta constantemente y está en reposo. Pregunta: ¿Ha llegado ud. a tal estado? Esto significaría que sus condiciones de existencia y funcionamiento de la conciencia han cambiado y que el cambio es físico. Ésta es la diferencia entre el primer y el segundo nivel. Es decir, hasta que las condiciones para el aumento de la capacidad no estén formadas, estaremos obligados a gastar lo disponible. Y esto no es la Práctica. En el segundo nivel, debemos entender que todo lo que hayamos hecho antes, por diversas razones, lo hemos hecho formalmente. Y una de las razones principales es que simplemente no podíamos hacerlo de otra manera. No es que el hombre, estando en el primer nivel, no quiera, sino que simplemente no puede admitir sus imperfecciones (incluso si está de acuerdo o declara lo mismo). Y, lo más importante, no puede comparar su condición con la que podría tener. Él carece tanto de una referencia interna como de una referencia externa. Él no puede ver, experimentar y analizar el estado de otra persona que haya alcanzado tal condición. Pero a su alrededor hay muchas cosas exteriores en las que él naturalmente encuentra apoyo, ya que forma parte del subdesarrollo exterior. Debido al hecho de que su conciencia no está centrada, no está en condiciones de

fortalecerse a sí misma, no tiene el poder para hacerlo. Y cuando uno llega al segundo nivel, la primera tarea es llevar la mente a la comprensión. El segundo nivel implica la comprensión de las cosas sobre las que se necesita trabajar y lo más importante, la comprensión del valor y la importancia de este trabajo. Uno se da cuenta de lo “esotérico” que fue todo su trabajo previo, debido a que no tuvo ni siquiera la herramienta para la comprensión de lo que está haciendo. Debo decir que muchas personas, sin pasar realmente al segundo nivel, habiendo ejercido entre 5 y 7 años y ya considerándose profesionales (o por alguna otra razón), empiezan a enseñar a otros, pero en realidad no están enseñando: están tratando de demostrar que saben. Entonces ¿Cómo distinguir si está en el segundo nivel o no? Muy simple. El segundo nivel es trabajo con el esfuerzo. Para ello, es necesario tener como mínimo formado “el contenedor”, es decir, la proporción, y una conciencia que pueda enfocar y mantener las tareas que se le asignen. Tomemos, por ejemplo, esta situación: el hombre se sienta en un cojín de meditación para hacer ejercicio. ¿Con qué se enfrenta? Con el hecho de que ocupa una posición que le resulta cómoda o que le parece correcta. En esta situación, no basta con que su cuerpo no le permita sentarse correctamente, sino que además él aún no entiende cómo desarrollarse a sí mismo, para corregirse y con el tiempo tomar una posición más correcta. La posición no le permite mantener la tarea y la mente no tiene poder para trabajar con el esfuerzo en esta tarea. La diferencia entre el primer y el segundo nivel es que al estar en el primer nivel, uno está constantemente buscando y encontrando una excitación externa, mientras que en el segundo permanece en un estado de excitación interna. En el segundo nivel, lo más importante es no dejarse caer de nuevo en el primer nivel, ya que objetivamente ha aumentado su frecuencia, pero puede volver fácilmente para atrás y todas las formas de interacción con la sociedad elaboradas anteriormente son muy peligrosas, porque reducen la frecuencia. De hecho, en el segundo nivel comienza la lucha por la calidad interior. Uno ha cambiado la percepción no sólo de sí mismo, sino también de la gente que le rodea y lo más importante, cambian las propias necesidades. El segundo nivel significa que uno debe vencerse a sí mismo. Si en el primer nivel uno culpa a todos excepto a sí mismo, en el segundo nivel, el responsable de todo es uno. Si continúa la búsqueda de culpables o piensa que no tiene algo o que algo va mal por culpa de otros, entonces todavía está muy lejos del segundo nivel. Generalmente, el primer nivel se distingue del segundo por el hecho de que en el primer nivel uno va por la vida sin entender el esfuerzo que le hace caminar.

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¿Quién piensa por qué razón camina? ¿Cómo se mueve? ¡Su cuerpo es inconsciente! Se produce algún esfuerzo que le hace caminar, pero él no lo controla. Al entender el esfuerzo de la caminata, uno puede controlar sus movimientos. Éste ya es el segundo nivel. Acérquense a alguien en la calle y pregúntenle: “Amigo: ¿Sientes tu pie cuando caminas?” Le considerará loco o burlón. Sin embargo, para mí, la persona que camina sin comprender las leyes por las que camina, no se pertenece a sí mismo. El hecho de que sus manos se sacudan como espaguetis no significa que sea un ser humano. Para mí, si no siento la medida de mi mano, es como si no la tuviera. Sin embargo, todo el mundo vive sin siquiera la idea de que la mano tiene una medida. Pregúntenle a cualquier persona: “¿Conoces la medida de tu mano?” Seguramente, si hacen esta pregunta en Jamaica, le responderán “¡Yeah, man!” Pero este, probablemente, es el único lugar en la tierra donde la gente comprende la medida o vive con el ritmo de respiración que los llena. Pero eso es así, sin definición. Aquí lo importante es la comprensión, y el segundo nivel proporciona la comprensión de las medidas, las medidas de todo. Uno comprende el apoyo de su habla, incluso si habla solo. Uno debe ser capaz de escucharse a sí mismo. ¡Nunca aprenderá a escuchar a los demás, si no aprende a escucharse a sí mismo! A veces no escucho lo que me dicen o detengo la conversación, porque me doy cuenta que las palabras no pertenecen a la persona que las dice. ¿Por qué debería escuchar a alguien que no entiende de dónde llega este flujo verbal y ni siquiera se escucha a sí mismo? Pero, por supuesto, lo más importante es sentir la medida del movimiento, ya que establece la circulación de la energía. Les puedo decir aún más: existe una medida de la respiración, una medida de la felicidad, una medida para cualquier cualidad, así que debemos ser capaces de evaluar, para aprender a cultivar. Para ello se necesita pasar al segundo nivel de existencia en el que uno realmente trabaja consigo mismo. O más bien, en el que está listo para trabajar consigo mismo. Al iniciar este trabajo cambian todos los conceptos. Consideremos, por ejemplo, algo como el amor. En el mundo actual, la gente no puede amar, al menos, por la sencilla razón de que ha perdido la medida de la respiración, la medida de la existencia y todo lo que se habla del amor es una mentira. ¡Porque no tienen la medida del amor! Y si no hay medida, no hay capacidad para cultivar. Y si uno no sabe cómo cultivar el amor, entonces no hay amor, sino una reacción. El amor es una cualidad individual de la persona, es un potencial, y lo que cause su manifestación es algo secundario. Lo importante es si somos capaces de cultivar las cualidades que valoramos.

Lo más importante es que estando en el segundo nivel uno tiene que aprender por sí mismo a buscar la medida en todo, para poder aumentar la fuerza y el entendimiento. Y se debe trabajar y trabajar hasta llegar al punto de no retorno, cuando se alcanza un nivel de vibración que ya no se reduce. No podremos ser mejores, no podremos estar más felices, no podremos tener más, sin cambiarnos a nosotros mismos. Por ejemplo, si uno desea mejorar algunos de sus parámetros, debe fortalecer su energía. Es muy peligroso pensar que con sólo querer algo, lo harás. Se debe aprender a ser capaz, mientras que el deseo es nada más que una reacción a la incapacidad. Créanme, he visto decenas de miles de personas que se entrenan y que se quedan en las mismas condiciones que tenían desde su nacimiento, con la excepción de aquellos que han pasado a formar parte de un proceso ajeno y siguen estando en él inconscientemente. Si algo en su vida no le gusta, si quiere mejorarla, tiene que cambiar su destino. Cambia tu destino, por favor. El segundo nivel es el comienzo, es incómodo, porque sabemos qué hacer. Por lo general, uno se ha preparado, pero todavía no es natural. En términos generales, cuando vivía inconscientemente, no prestaba atención al hecho de que “¡soy una bolsa con desechos!” y ahora se da cuenta: “¡soy una bolsa con desechos!”. Es incómodo... Cuando una persona vive en la basura, no se da cuenta en qué condiciones vive, pero al salir de allí, entiende dónde estaba, aunque todavía no ha aprendido a vivir fuera de la basura. Al entrenarse en el segundo nivel, debe guiarse no sólo por la fórmula: “Si no sé qué hacer, necesito saber qué hacer cuando no sé qué hacer”, tiene que mantener el control sobre la tarea. La tarea es el primer nivel de esfuerzo. Lo primero en el arte del conocimiento es materializar la tarea, es lograr escapar de la prisa y de la espera. En el primer nivel todos están en la espera; por eso sufren. Hasta que no esté presente el esfuerzo que pueda cambiar la frecuencia, uno permanecerá en el primer nivel y tal vez más abajo.

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CAPÍTULO 9

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Introducción El Profesor, hoy en día, es más bien un fenómeno casual que regular. Es más una denominación que la representación de un cierto estatus. Es que las condiciones del mundo en la actualidad no permiten que se realice el proceso de Enseñanza. Y bajo el concepto de Profesor más bien se trata de instructores o facilitadores. De hecho, hoy en día tampoco es posible ganar experiencia en ser Profesor, puesto que no hay posibilidades de tener la continuidad y trabajar con los conocimientos en el Ritmo necesario en el que éstos pueden ser absorbidos. Hoy en día, la pregunta “¿quién y qué es el Profesor?” resulta, tal vez, más filosófica que práctica, en la cual deberían reflexionar tanto los que enseñan como los que aprenden.

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9.1 Profesor El profesor es alguien que ha vivido en sí la cualidad de ser una persona que simplemente hacía ejercicios, simplemente entrenaba, conoció la esencia de la práctica, llegó a ser Alumno y Maestro. Es decir, es una persona que ha pasado y después concebido conscientemente todas estas etapas. Es quien tiene la experiencia en enseñar a la gente durante no menos de diez años. Pero al mismo tiempo debería permanecer en el proceso de desarrollo no menos de veinte años. Si no están cumplidos estos parámetros, entonces no puede ser considerado como un Profesor, puesto que no ha generado un Método de enseñanza, aunque haya entendido la esencia de lo que él mismo ha aprendido. La primera tarea que se plantea ante el Profesor es no tanto enseñar a otra persona —dado que ésta está muy lejos de la posición de ser Alumno— como de no estorbarle.

Primera ley de la enseñanza: no estorbar

Cuando una persona viene a aprender y solicita ingresar a nuestra clase, antes que nada debe uno preguntarse: ¿Hace falta esta persona en mis clases? ¿No sería mejor aconsejarle que vaya a otro grupo, que se prepare y que luego venga a mi clase…? Tal vez podría decirle que vaya a practicar Capoeira u otra práctica o bien a otro lugar. ¿Ud. considera que si la persona vino a su grupo, indefectiblemente debe estar lidiando con ella? O, por el contrario, su responsabilidad ante la persona es ver qué es lo que le hace falta en ese momento. Tal vez alguien vino para Capoeira y su cerebro no funciona en la medida necesaria para dicha práctica; entonces Ud. debe dirigirlo al instructor de otra disciplina. Pues también existen las danzas y muchas otras orientaciones… Evalúe la situación antes de decidir que esta persona sea conveniente para estar en su grupo.

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Cuando la persona se pregunta dónde y con quién debe aprender, es necesario que se aclaren sus intereses, qué es lo que estuvo estudiando antes y recién después recomendar. Es importante preparar adecuadamente a la persona. Si Ud. no se da cuenta que no puede prepararlo, no sólo no se desarrollará, sino que directamente puede que deje de entrenarse. Lo peor es que, no sólo no desarrollaremos a la persona, sino que además la alejaremos del entrenamiento y del desarrollo. En la primera etapa es ideal que la gente estudie dos o tres programas diferentes al mismo tiempo, dado que, en el contexto de una práctica, la persona no podrá solucionar todas las cuestiones: en alguna no podrá desarrollar el cerebro y en otra, el cuerpo. Es muy importante estar recogido. Así, los que se ocupan de las mujeres, deben desarrollar la femineidad, conservar la suavidad, elegancia, controlar cómo se visten en las clases. Porque una cosa es el desarrollo y otra el posicionamiento de sí mismo en la sociedad. La idea del desarrollo debe formarse desde adentro, no desde afuera. No debe haber exhibicionismo, no se debe provocar la reacción. Es importante que los discípulos no cuenten a otros aquello que ni ellos entienden. De otra forma, puede resultar que la persona que entrena no sea capaz de perfeccionar el espacio a su alrededor, el cual está representado por la gente con quienes interactúa.

Profesor

Los conocimientos deben ser superiores a nosotros

Muchas veces los discípulos se apoyan en un individuo, en una persona en particular. Los invito a analizar esto. Debemos entender que el Conocimiento siempre debe ser superior a nosotros mismos. No es importante cómo se llame ese Conocimiento: yoga taoísta, danza árabe o cualquier otro nombre. En todas partes están los mismos objetivos y principios, o sea, el cuerpo es el mismo, la cabeza es la misma y el espacio es el mismo. La diferencia está sólo en el ritmo y la frecuencia del lugar. Es incorrecto cuando alguien empieza a destacar su propio estilo. Es natural que cada uno, en su orientación, pueda expresarse mejor, pero de todas formas nadie modifica la Ley del Desarrollo. Lo más importante, lo que unifica a todos, es la Consciencia, y para la Consciencia no hace falta nada excepto la Consciencia. No es importante cómo trabaje su cuerpo e incluso su energía, si su Consciencia no trabaja. ¡De qué sirve la energía si su cerebro no puede hacer nada con ella!

La perfección de la inteligencia es justamente el camino de los Conocimientos.

No se debe confundir el desarrollo de una persona con estar a su servicio. El paso siguiente, muy importante, debería ser el posicionamiento del profesor. Éste no debería presentarse como la verdad absoluta. El Profesor debe representar al Conocimiento. Y si quiere, que lo pruebe con su modo de enseñar, independientemente de si le comprenden o no. La tarea del Profesor, después de todo, es perfeccionar la tarea del Método y actuar ante los cambios que ocurren en el entorno. Es muy peligroso involucrar a la gente en la Enseñanza según el mismo principio por el que aprendió el Profesor. Se debe, no sólo no reproducir el propio proceso de Aprendizaje, sino: enseñar a los demás a depender del Método y no del estilo de enseñanza. Yo, por ejemplo, empecé a entrenar treinta años atrás y los diferentes períodos me fueron planteando diferentes tareas y oportunidades. Aplicar este modo de trabajo después de treinta años, significa no comprender la naturaleza de los cambios. 400


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Es imposible expresar una actitud ante algo que no entendemos. Nos involucramos en el proceso, pero no nos involucramos en la cognición. ¡Paralizamos la cabeza con información innecesaria, bebidas innecesarias, comida innecesaria y luego queremos algo más! Cuanto más queremos, más dañino se vuelve. El hombre no debe vivir según los deseos, sino según las necesidades. La necesidad es el esfuerzo que ayuda a la persona a experimentar la interacción con lo que quiere o expresa. El deseo es un acuerdo con la pereza, que se desarrolla en nosotros mucho más rápido que cualquier otra cosa. La pereza es el anti–esfuerzo. Debemos ser capaces de posicionar el cuerpo y el cerebro en el espacio. Vivimos en él, hemos de sentirnos a nosotros mismos y además estar en la comprensión. La consciencia es una función compleja y casi inaccesible para el hombre moderno. Para tomar consciencia, debemos ser capaces de concentrarnos, pero la gente hoy no sabe cómo. De hecho, la concentración se produce después de enfocarse. Para la mujer es más difícil concentrarse, ya que tiene un fuerte flujo de salida de energía del cerebro hacia el útero. Esto es normal. Sin embargo, es importante ser capaz de trazar un plan, para luego permanecer en él. Para las mujeres, el Arte de cuidar la vida se basa en la fisiología, que determina el modo en el que funcionan su cuerpo, su mente y la manera en que circula su energía. Lo más importante es prepararse de manera correcta. A menudo, esta etapa resulta intransitable. La gente no quiere prepararse, cree que ya está preparada. Si una persona no escucha lo que dice, significa que su palabra no tiene retorno. Hablar con atención es estar constantemente atento a ¿qué dice?, ¿por qué lo dice? y ¿qué beneficio obtiene para sí mismo al decirlo? Si no recibimos algún beneficio para nosotros mismos, esto significa que nos colocamos por encima de la gente y ésta es una actitud equivocada. La persona, hablando, debe estar en el conocimiento de lo que dice y esto debe darle una experiencia de calidad. En primer lugar, en un discurso aprendo y comprendo con más profundidad lo que digo, y en segundo lugar, le hago llegar algo al oyente y pongo delante de él ciertas tareas. Las palabras dotadas de poder son más difíciles de escuchar. Ellas requieren una gran concentración, esfuerzo, atención. Para entendernos es necesario tener experiencia en la comunicación y con frecuencia la dimensión del volumen de las palabras es mayor que la frase misma. Es la condición en la que nos hemos colo414


Profesor

cado en el proceso: hemos adquirido una vivencia y al día siguiente adquirimos un poco más de experiencia. Lo más importante: un poco, ya que si adquirimos mucho a la vez, al día siguiente será más difícil. El cambio oscilatorio también debe ser entendido por nosotros en el proceso y esto también debe ser un elemento de vivencia. Hemos de alimentarnos a través de esto. Es similar a las estaciones naturales: podemos disfrutarlas todas: el otoño, el invierno, la primavera, el verano. Simplemente son diferentes. Se ha de ser capaz de experimentar, en lugar de reaccionar. Si empezamos a desear en qué estación del año vivir, entonces algo está mal en nosotros. Esto significa que empezamos a oprimirnos a nosotros mismos en nuestro espacio, o que el espacio nos empieza a oprimir. Así es con todos los sentidos. Se genera una emoción que no se puede asimilar y experimentar. La opresión bloquea el desarrollo. Cuando una persona se basa en los sentimientos, los sentimientos cambian como las estaciones del año. Los sentimientos pueden estar en un momento en calma, y en otro momento en gran excitación. Los sentimientos son un elemento de la tensión interna. Las emociones son un elemento de la tensión externa. La tensión interna permanece en nosotros y podemos experimentarla, mientras que la externa se dispersa. Cuando ella se libera, estamos en estado de agitación. Y esta última condición, se toma como base de la existencia. La gente hoy en día se guía por los estados afectivos; por eso en la sociedad se le da tanta importancia al Año Nuevo, a los cumpleaños, etc. Cuando estamos en el desarrollo, para nosotros cada día es un día de fiesta, ya que el desarrollo nos permite mantener esta tensión. La vivencia es el mantenimiento de un cierto estado en nuestro cuerpo, en la cabeza, en el útero. El desarrollo no debe ser agobiado por la prisa. No debemos hacer algo por alguien y por algo. Hemos de hacer todo para nosotros mismos. Después de solucionar la cuestión del plan, ya se puede dar paso al proceso de desarrollo. No importa con que esté cargado, si con ejercicios teóricos o prácticos, actividades o condiciones, la persona debe ser capaz de permanecer en ellos. Por ejemplo, el 70% de los estudiantes en las universidades no aprenden, sino que sólo estudian para obtener un diploma, y no aplican en su vida los conocimientos que reciben, sólo adquieren algo de disciplina. Aquí no existe el ritmo de aprendizaje, el estudiante aprende sobre todo durante el tiempo de los exámenes y en el resto del tiempo simplemente permanece allí. No puede concentrarse y no puede analizar. Si hay un profesor normal, entonces tal vez lo oyen cinco personas.

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El propio sistema de educación ya no permite a la persona estar consciente del volumen. Todo se condiciona en la escuela cuando en las clases están mezclados los niños y las niñas, y en vez de obtener algún beneficio, sólo se estorban unos a los otros. En cada clase, por ejemplo, hay tres líderes que logran sus objetivos y todos los demás trabajan para ellos. Entonces no importa dónde haya llegado uno, siempre se necesita crear el propio espacio y construir el propio plan. Y después de haber construido el plan, el siguiente paso es ocuparse de la cabeza: nutrirla y cultivarla adecuadamente. Es muy importante entender cómo desarrollar el cerebro, cómo funciona el cerebro y qué tareas puede resolver. No importa cuando se inicie este proceso. Nutrir el cerebro es la tarea de nuestra vida, es nuestra naturaleza humana. Una persona que no usa el cerebro no es diferente de un animal. Por eso somos personas: para darle uso al cerebro y es lo que nos distingue de los demás seres de la Tierra. Todo el desarrollo se debe construir a través del cerebro. Desarrollo significa nutrir el cerebro. El cerebro debe recibir una carga adecuada de energía: manejar adecuadamente los hemisferios izquierdo y derecho. El cerebro debe tener un eje. Es un esfuerzo físico que debe ser cultivado desde que la persona da su primer paso. El hombre que vive sin un eje interno no puede ser equilibrado y armónico. Hoy, para muchos, la existencia natural es hacer lo que les plazca. Pero el estado natural para un ser humano es estar en un constante desarrollo, ya que el desarrollo es la experiencia suprema que puede tener como humano. El Desarrollo es un sistema de funcionamiento adicional. Tenemos cinco sentidos y cuando una persona desarrolla el cerebro incorpora un sexto sentido de existencia y adquiere la más alta experiencia o sentimiento. El Arte de cuidar la vida consiste en las condiciones y en la preparación. Mantenerse en un constante desarrollo es difícil porque en el espacio en el que uno vive hay muchas condiciones que distraen. Entonces tenemos dos opciones: o nos desarrollamos o permanecemos en la condición de consumidores. El Espacio es Geometría. Por lo tanto, hemos de entender la figura en la que trazamos el plan. Al comenzar a trazar un plan, nos protegemos de distracciones futuras. Necesitamos llegar a la condición en la cual las cosas no nos distraigan de nosotros mismos, y por eso hemos de aferrarnos a ciertas acciones, tareas y condiciones de existencia. Ese ya es un plan.

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9.2 Profesor y Alumno La interacción entre el Profesor y el Alumno tiene una única tarea, cuyo nombre es: desarrollo. Precisamente el desarrollo debe formar las relaciones entre ellos. Todo lo demás es, como dicen, retórica. Si el Alumno no comprende qué es el desarrollo, entonces gasta su tiempo y energía en el seguimiento de una experiencia ajena sin formar la propia. Y esto significa que simplemente cumple con la función de participante en un proyecto, trabajando para el Egrégor y, al final, puede que obtenga una forma más perfecta, pero que permanecerá incomprensible para él mismo.Por lo tanto, vale la pena comprender en qué consiste la esencia. Sin embargo, por muy extraño que parezca, no puede ser comprendida debido a una sola razón: la idea misma de la conexión entre “Profesor y Alumno” es imposible en las condiciones de vida actuales del ser humano. Primero, que el Profesor sea capaz de mantener realmente el papel de Profesor en condiciones temporales y espaciales alteradas, lo que sería más una excepción que una regla. Es que el Profesor no es la persona que enseña al Alumno. Aquí, ante todo, es importante la presencia de un Alumno que sea capaz de aprender. Resulta que el Profesor se ve obligado a hacer mucho de lo que, al fin y al cabo, no tendrá el efecto necesario. Y éste tiene que considerar el proceso desde el punto de vista del trabajo con el espacio de la persona que entrena hasta el momento en que se exprese, es decir, hasta que se convierta, de hecho, en Alumno. El Profesor construye al Alumno, le abre los enlaces internos, organiza su espacio interno y externo; no le enseña, simplemente, algunos ejercicios, denominándolos con diversos nombres bonitos. Pero no basta sólo con que esté obligado a ser realmente capaz de hacer esto, sino que además debe continuar el proceso en sí mismo y tener condiciones que le permitan hacerlo con su Alumno. Aunque, incluso si el Alumno entrenara con su Profesor cuatro horas por día, le quedarían unas 417

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veinte horas más, donde la proporción 1 a 5 es bastante asimétrica. En este caso aún no existe lo que se puede, e incluso es necesario, controlar, puesto que el que entrena desde un principio no representa un número entero, no tiene unidad. Y el problema aquí no consiste en que sea imposible controlar a alguien, sino en que si el alumno no ha construido la Geometría y el Eje correctos (lo que de hecho le hace ser un Alumno), entonces será incapaz de percibir la conexión y seguirla. Ante el Alumno está presente la tarea principal: construir la experiencia de ser Alumno. La siguiente tarea es perfeccionarse, concebir conscientemente esta experiencia. Es decir, convertirse en Maestro. El Alumno–Maestro es el que ha concebido su experiencia o se encuentra en una forma transformada e inmutable. En otras palabras, la reestructuración posee cierta constante.

La interacción “Profesor–Alumno” es una interacción bastante imperfecta, en la que sobre la imperfección del Profesor se agrega la imperfección del Alumno y la imperfección del espacio. Precisamente con esto hay que trabajar. El Profesor debe trabajar en su imperfección relacionada con la enseñanza, en la que el factor más importante es la responsabilidad. El Alumno tiene que trabajar en la imperfección de su consciencia, energía y cuerpo. Juntos, ellos deben trabajar en la imperfección del espacio. Por eso, de hecho, se crea también el Egrégor que ayuda al Profesor a interactuar con el Alumno, y al Alumno a usar la experiencia del Profesor, de la escuela o la Tradición. Lo más peligroso surge cuando el Profesor empieza a enseñar a alguien que todavía no se ha convertido en Alumno, imponiendo, de hecho, el juego de “Profesor–Alumno”. Para evitar esto, el Profesor debe crear condiciones para la comprensión, en cuyos límites la persona que entrena debe más aceptar que comprender las etapas de interacción.

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Profesor

Etapas de interacción

1. Ayudar a la persona que entrena a ganar nueva experiencia de una existencia en la que el desarrollo se considera como el único e indiscutible valor para el ser humano. 2. Mostrarle la diferencia entre ejercicios, entrenamientos, práctica y permanecer en el desarrollo. 3. Ayudar a la persona que entrena a permanecer en una nueva, desconocida hasta ese momento, experiencia (no menos de tres años). 4. Identificar y eliminar faltas, defectos y aspectos problemáticos. 5. Guiar a la persona que entrena al estado de Naturalidad como un proceso energético específico. En este proceso, en el interior surge el apoyo que puede ser aumentado y desarrollado. 6. Llevar a la persona que entrena a la comprensión de la esencia de qué y por qué se está desarrollando. De lo contrario no comprenderá qué es lo que debe aumentar y sólo aprenderá cierto conjunto de ejercicios que no podrán asegurar a la persona que entrena condiciones en las que logre convertirse en Alumno.

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CAPÍTULO 10

EL PUNTO DE NO RETORNO


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El punto de no retorno

El no retorno es un estado específico, generado y controlado por el centro Niwan Gong. Este estado nos da una percepción física, energética y mental de la estructura del cuerpo, de la matriz del cuerpo. ¿Qué es el Punto de No Retorno? Es la condición que un ser humano ha logrado, en la cual sus características personales no pueden sufrir reducción. Al aspirar a adquirir el Punto de No Retorno, debemos comprender que, al lograrlo, no podemos volver atrás. El Punto de No Retorno es un estado de la energía que ha cambiado y a menudo ha sido mejorado, estado en el que la energía empieza a vivir, no según la ley de la destrucción, sino de la transformación. Una condición indispensable para el Punto de No Retorno es la creación de Niwan Gong, el centro de la cabeza que regula los procesos de No Retorno. Y, por supuesto, una vez que se tiene, no menos del sesenta por ciento del recurso energético del ser humano está subordinado a este centro. El Punto de No Retorno se caracteriza por un determinado proceso de Cristalización de nuestra energía e incluso de todo el cuerpo, si hemos ganado una experiencia específica con la presencia de Niwan Gong en nosotros. Desde luego, lograr tal estado no resulta fácil, pero tampoco es tan difícil, todo depende de los parámetros naturales y, lo más importante, de la capacidad de la consciencia. Podemos alcanzar el Punto de No Retorno usando la mente o sin usar la mente. A esto se le denomina Camino verbal o no verbal. Pero lo más interesante consiste en que, para alcanzar el Punto de No Retorno sin el uso de la consciencia, también es necesario poner en acción la mente, puesto que luego deberemos detenerla: la mente no debe estorbar. Es el Camino Zen, por así decirlo. Sin embargo, tanto en un caso como en el otro se logra una centralidad; aunque en el primer caso, la centralidad controla a esta estructura, y en el segundo, la centralidad se encuentra subordinada a la estructura interna. ¿En qué se distingue una persona que posee parámetros pasibles de alteración con respecto a otra persona que posee parámetros de No Retorno? En el primer caso se trata de un estado sin forma que cambia muy a menudo; en el segundo, el de No Retorno, se trata de un estado tal que la persona se encuentra como “comprimida”, es decir, más íntegra, además de permanecer constantemente en un estado de ligera tensión o, si quieren, llámenlo tono. Dicho de otro modo: ha sido creada una estructura que posee compresión interna. Para alguien que ha conocido las leyes de la transformación geométrica resulta más fácil comprenderlo, dado que se da cuenta que la Geometría es la base del movimiento; y si la Geometría es la base del movimiento, entonces ésta puede ser 438


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El punto de no retorno

también la base del esfuerzo. El Punto de No Retorno se alcanzaría sólo al haberse logrado la compresión interna, tanto en el cuerpo como en la consciencia. ¿Por qué necesitamos el Punto de No Retorno? Está claro que esto hace a una determinada parte de nuestra energía y cuerpo indestructibles. Pero si por alguna razón dejamos de mantener lo alcanzado, entonces la parte de nuestra energía relacionada con el centro Niwan Gong se irá de nuestro cuerpo. Sin embargo, si seguimos aumentando, profundizando las cualidades del cuerpo, luego alcanzaremos capacidades ilimitadas que dependerán únicamente de nosotros mismos. Por supuesto, lo antecedente está relacionado con ciertos cambios en nuestro cuerpo. Lo principal es la independencia de la comida. Podemos, claro, nutrir periódicamente al cuerpo, pero hemos de comprender con qué fin lo hacemos. El Punto de No Retorno implica que nuestra cualidad personal ya se encuentra libre de la muerte. A mi parecer, esto es lo más importante. ¿Se dan cuenta de lo que acabamos de decir? Seguiremos viviendo sin depender de la muerte en absoluto. Todas las sensaciones se apoyarán en la ilimitación y no en “puede que yo muera mañana”. Entonces sólo de nosotros dependerá hasta cuándo usaremos nuestro cuerpo, porque cuando ya no podamos usarlo, nos desharemos de él de manera natural, y en qué condición nos vayamos dependerá de las frecuencias por las que hayamos atravesado. Por supuesto, podemos apoyarnos en algunos parámetros fisiológicos, pero al surgir estos en las condiciones de No Retorno, en otras frecuencias, se genera un cuerpo completamente distinto, un cuerpo ligero. Otro indicador para este estado es el estado del cuerpo de mercurio en el que dentro de nosotros todo fluye, pero según las leyes de la Geometría; o dicho de otra manera, el movimiento tiene un apoyo proporcional. Lo más importante es la vivencia que experimenta el que ha alcanzado el Punto de No Retorno. Esta vivencia expresa la suprema calidad de vida del ser humano. Lo más fundamental es que todos los procesos deben generar vivencias. A través de ellas, la consciencia obtiene el elemento básico para la alimentación de alta frecuencia. Debemos saber que muchas personas crean incorrectamente tal centro y éste de inmediato les introduce en la súper–consciencia. Sucede con muchos iluminados. ¿Qué es una persona iluminada? Es aquella que no ha comprendido el Punto de No Retorno y se ha vuelto loca por las vivencias que no ha podido dominar. Y dado que su energía tiene una frecuencia más alta que la de los demás, todo el mundo aspira a seguirle. Es decir, la locura es el punto de transición, y es de suma importancia controlar este mecanismo, ya que incluso después de haber alcanzado el Punto de No

Retorno, no es ningún problema convertirnos en Buda, Napoleón, o quien quieran. Lo difícil es ser nosotros mismos. Y también hemos de comprender que el Punto de No Retorno no implica aún el alcance de la completa integridad de nuestro cuerpo. Debido a esto, por dentro se provoca una pequeña guerra, pues algunas partes de nuestro cuerpo todavía siguen viviendo en frecuencias más bajas. Una vez más: ¿Por qué necesitamos el Método? Porque es imposible acelerar este proceso, de lo contrario aceleramos nuestra partida. Éste es el problema de muchos yoguis, dado que han renunciado a todo, no poseen habilidades y simplemente tratan de irse lo más pronto posible. Así que si ha quedado alguna responsabilidad en nosotros, entonces debemos asumir la de ser lo que somos y no considerarnos responsables de todo el mundo. Aquí surge la pregunta: ¿Es necesario el Profesor después de esto? El Profesor, no; sí son necesarios el Método, el Conocimiento y la navegación. Se descarta la importancia personal. Después de esto, obedecemos al Conocimiento y al que lo representa. Otra pregunta:

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¿puede una persona alcanzar por sí misma el Punto de No Retorno? Podemos alcanzar el Punto de No Retorno y de inmediato saltar a la categoría de los mártires, puesto que el estrés que se siente en tal estado es increíble. Esto se debe a que, cuando lo logramos independientemente, es prácticamente imposible mantener el Ritmo correcto. En el mejor de los casos esto termina en la Iluminación o en el manicomio. Es decir, para una persona, hacer esto por sí misma es imposible, incluso teóricamente, si no ha nacido ya con índices de súper–humano, dado que entra en un ritmo y condición no adecuados y no tiene la posibilidad de dominarlos. Hay muchos ejemplos del alcance independiente de la iluminación. Por ejemplo, uno va por la calle, viene el autobús y con el espejo retrovisor le da un golpe en la cabeza; en resultado, su mente se recoge: tenemos un iluminado recién nacido. O por ejemplo: uno salta con paracaídas; el paracaídas no se abre; quedan 20 metros… el paracaídas se abre de repente y surge la Iluminación. Otra vez, esto no se debe a nuestro esfuerzo, sino al paracaídas.

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En otras palabras, es necesario un esfuerzo: o caemos en él o alguien debiera enseñarnos. Pero no es conveniente usar independientemente el autobús, pues el espejo podría darnos un golpe, mas no en la parte necesaria de la cabeza. De hecho, es importante comprender la diferencia entre Iluminación —cuando altas frecuencias controlan a la persona— y Punto de No Retorno —cuando tenemos la oportunidad de controlar las altas frecuencias. Por supuesto, el Punto de No Retorno es una vivencia comparable a la que sentimos al morir, porque la muerte para el ser humano es No Retorno. Por eso debemos experimentarlo antes de morir. Ésta es una de las ideas de pasar por la muerte. Hemos de pasar por ella a través de la vivencia, aunque, por supuesto, ésta tiene varios aspectos y puede ser bastante dolorosa si lo hacemos como práctica. En general, lo más peligroso es tener prisa. Debemos pasar por todos los procesos de Aprendizaje: desde el cambio de la Proporción del cuerpo y la Sincronización hasta el Punto de No Retorno, el cual es también llamado Cristalización.

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Oleg Cherne. El Ermitaño. METODO

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