Globalización y Política Mundial Oportunidades y amenazas de la globalización
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CONTENIDO 1. OPORTUNIDADES Y AMENAZAS DE LA GLOBALIZACIÓN .................................................................... 3 1.1. OPORTUNIDADES ................................................................................................................. .................. 3 1.2. VISIÓN CRÍTICA ......................................................................................................... ............................. 9
1.2.1. Economía..................................................................... ............................................................ 11 1.2.2. Trabajadores .......................................................................... ................................................. 13 1.2.3. Sociedad ............................................................................................ ...................................... 15 1.2.4. Geopolítica ................................................................................................... ........................... 16 1.2.5 Conflictos ............................................................ ................................................................. ..... 17
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1. Oportunidades y amenazas de la globalización 1.1. Oportunidades A partir de lo expuesto en los módulos anteriores surge la necesidad de plantear las oportunidades que presenta la globalización, así como las amenazas que, según los más críticos, suscita al conjunto de la sociedad internacional. Los cambios que la globalización ha provocado en el mercado en su conjunto pasan por situaciones de inestabilidad para todos los sectores, lo que puede llevar a concluir que es una amenaza a los paradigmas y dogmas económicos y del mercado planteados hasta hace poco. Por otro lado, la globalización merece ser analizada desde posturas más objetivas, tanto comerciales como económicas, que en cada país se traducen a una nueva realidad social, no siempre negativa. Si comenzamos con aquellos que no son tan pesimistas respecto a la globalización, y más bien la consideran como una generadora de oportunidades, estos defienden que puede contribuir a un crecimiento más 3
equilibrado, fuerte y propicio para el progreso de los países denominados en vías de desarrollo. La globalización no es un fenómeno al que se pueda responder desde un solo frente, pues su esencia implica no solo la integración mundial en temas comerciales, sino también la integración social, económica, cultural, política. Desde un punto de vista comercial, la globalización plantea la oportunidad de mejorar las condiciones de acceso a mercados, pues se han incrementado los flujos de información, tecnología y capital de cartera. Se concede a las empresas nacionales la posibilidad de conseguir en el mercado internacional los recursos que le permitan exportar, de forma competitiva, sus productos. En otros términos, se aprovecha la apertura económica para que haya competencia para aquellos productos nacionales que por su calidad o precio generen una situación altamente desfavorable en el mercado interno. «La globalización obliga a establecer estrategias para obtener una ventaja competitiva internacional»1. Asimismo, incrementa la competencia, facilita el establecimiento de nuevas alianzas empresarias y sociales, y contribuye a desarticular los oligopolios establecidos. Sin embargo, las condiciones para aprovechar estas oportunidades no son uniformes por lo que se hace imprescindible identificar los sectores en los cuales hay que trabajar en términos de organización, eficacia, productividad, difusión de los conocimientos, etc. Gracias a la reducción de los costos del transporte y las comunicaciones se han incrementado las oportunidades para que economías individuales participen de forma más activa en las redes internacionales de producción, según las ventajas que cada una aporta a la cadena de valor añadido.
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YIP, George S. (1992). Total global strategy. Prentice-Hall, Englewood Cliffs, NJ. 4
En el siglo XX, el ingreso medio mundial per cápita creció apreciablemente pero con considerables variaciones entre los países, pues la brecha de ingresos entre los países ricos y los países pobres se ha ampliado, y hay una mayor desigualdad que a comienzos del siglo. No obstante, hay que tener en cuenta otros factores, como por ejemplo el bienestar o indicadores como el índice de desarrollo humano (IDH), elaborado por las Naciones Unidas 2, y concluir así que los países más pobres han logrado considerables avances. De este estudio se infiere que existe un contraste entre lo que podría denominarse la brecha de ingresos y la brecha entre los indicadores del desarrollo humano . El nivel de ingresos de los países en vías de desarrollo es, incluso, mucho más bajo que el de los países desarrollados a finales del siglo XIX; además, la brecha de ingresos se ha ampliado, pero a juzgar por los indicadores del desarrollo humano, la situación de los países pobres es hoy mucho mejor gracias los avances médicos y a la mejora de las condiciones de vida que han aumentado considerablemente la esperanza de vida. GILPIN3 plantea que la integración de las economías menos desarrolladas en la economía mundial conlleva a un crecimiento significativo de la economía y de los niveles de productividad. Este incremento es notablemente acelerado cuando existe una gran diferencia entre las economías, lo que trae como consecuencia que se homogenicen los países en materia económica y social. Según VILLAMIZAR 4: «El dilema de los países en vías de desarrollo es lograr una economía con base en la exportación, apoyada en la creación de transferencia tecnológica, esfuerzos globales por aumentar la productividad e incrementos permanentes de la competitividad ».
Coincide en este aspecto, la opinión acerca del efecto de la globalización en economías en vías de desarrollo de K HAN5, quien señala una mejora tanto en el
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Nicholas Crafts, Globalization and Growth in the Twentieth Century . Washington, IMF Working Paper WP/00/44, abril de 2000. 3
Gilpin, R. (2003). The Challenge of Global Capitalism: The World Economy in the 21st C entury. En W. Driscoll, & J. Clark, Globalization and the Poor: Explotation or Equalizar?, p. 61, New York, The International Debate Education Association. 4
Villamizar A., Rodrigo y Mondragón A. Juan Carlos (1995). Zenshin: Lecciones de los países del Asia- Pacífico en tecnología, productividad y competitividad. Bogotá, Ed. Norma. 5
Khan, H. A. (2004). Globalization: Challenges and Opportunities . Denver, C. O.: University of Denver. 5
flujo de productos y servicios como en los niveles y factores de producción, promoviendo así el crecimiento económico y el bienestar de las sociedades implicadas. De cualquier modo no se debe lanzar campanas al vuelo ni caer en la autocomplacencia, pues la pobreza sigue siendo un mal endémico presente en muchísimos países.
Fuente. http://datos.bancomundial.org/tema/pobreza
Se hace imprescindible implementar políticas orientadas específicamente a combatir la pobreza, basadas en el crecimiento, tal y como lo manifiestan todos los responsables de la política económica, incluido el FMI. Que sirva a modo de ejemplo la tarea que viene realizando el Banco Mundial mediante el diseño de un programa activo de seguimiento de la pobreza, en el que se evalúa el alcance y las causas de la pobreza y la desigualdad, se examina el impacto del crecimiento y las políticas públicas, y se revisa los datos de encuestas de hogares y los métodos de medición. La comunidad internacional debería esforzarse —fortaleciendo el sistema financiero internacional a través del comercio exterior y de la asistencia — por ayudar a los países más pobres a integrarse a la economía mundial, a acelerar su crecimiento económico y a reducir la pobreza. Esta es la mejor forma de garantizar que todas las personas de todos los países se beneficien de la globalización. En sus dimensiones técnico-económicas, sociopolítica y cultural, la globalización incrementa la eficiencia y la producción, intensifica las relaciones entre los 6
países y las culturas, fortalece el proceso de unidad de los pueblos, y se convierte en la vía ideal para que por ella discurran cauces de solidaridad con los más necesitados. Desde una perspectiva estrictamente empresarial, es evidente que cualquier empresario se enfrenta a competidores internaciones ante los que encontrará todo tipo de retos (tecnología, calidad, capacidad, eficiencia, innovación, costos, etc.), que deberá acometer bajo pena de quedar rezagado y, eventualmente, desaparecer. De cualquier modo se puede ver también como una oportunidad de expansión para los comercios locales al poder penetrar en mercados internacionales y establecerse como pioneros en mercados emergentes. Esta competitividad internacional, que debe conducir al país a un desarrollo económico, debe correr de forma paralela con un desarrollo social. La competitividad global se construye mediante una estrategia, una estructura y una cultura organizacional competitiva. Entendemos por competitividad a la capacidad de un país para competir, producir y distribuir bienes y servicios en los mercados internacionales de manera sostenida. Esta se deriva del talento, la productividad y la tecnología, y es una combinación adecuada de calidad, innovación, costos y oportunidad en los mercados. En palabras de C ANALS JORDI6: «Una integración de las ventajas que ofrece un país y las competencias diferenciales que tiene una empresa pueden explicar a mediano plazo por qué ciertas empresas son competitivas internacionalmente».
Basta analizar pormenorizadamente los informes globales sobre competitividad, elaborados por el Forum Económico Global7, para entender la magnitud de esta variable y los resultados que arroja el Índice de Desarrollo Global asentado sobre tres pilares: ambiente macroeconómico, calidad de las instituciones públicas, y tecnología.
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Canals Jordi y otros. El reto del entorno competitivo internacional, Barcelona: Biblioteca IESE de Gestión de Empresas, 1997, pp. 18-19. 7
http://www3.weforum.org/docs/WEF_GlobalCompetitivenessReport_2014-15.pdf . 7
Con este fin se hace indispensable una estrategia diseñada sobre un estudio minucioso de las particularidades de la empresa, que considere factores propios de la empresa como la infraestructura, capacidad de producción, capital de inversión, etc.; pero también factores del mercado como el mercado objetivo, dinamismo del sector, estabilidad de la moneda, situación sociopolítica, políticas de importación, restricciones arancelarias, o los beneficios al inversionista. Según menciona ARESE8: «Es evidente que el nuevo paradigma que aparece no tiene una base igualitaria para todas las naciones y empresas».
SUTHERLAND9 es optimista respecto a las bondades de la globalización al indicar que, aunque el cambio ha suscitado temores, tanto en los países industriales como en los países en vías de desarrollo, también ofrece nuevas e interesantes oportunidades para elevar los niveles de vida en todo el mundo. La subsistencia de una empresa en un mercado global pasa por la implementación de políticas, estrategias y directrices en todos los aspectos de la misma; y, como señala D AVID10, para este proceso es fundamental desarrollar una cultura organizacional que apoye las estrategias, la creación de una estructura de organización eficaz, la orientación de las actividades de marketing, la preparación de presupuestos, la creación y utilización de sistemas de información y la vinculación de la compensación de los empleados con respecto al rendimiento de la empresa. Esta necesidad de adaptación por parte de la empresa no debe entenderse como una amenaza, sino como una oportunidad de «reinventarse» y adaptarse a una nueva realidad de competencia feroz, de rediseñar sus estrategias que vayan en dirección de sus objetivos, que sean paralelas a sus planes y posibilidades, y que sean viables y pertinentes.
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Arese, H. F. (1999). Comercio y marketing internacional, modelo para el diseño estratégico . Buenos Aires, Grupo Editorial Norma, p. 287. 9
Sutherland, P. D. (2002). ¿Por qué debemos aceptar la globalización? Finanzas & desarrollo, pp. 20-21.
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David, F. R. (2003). Conceptos de Administración Estratégica . México, Person Educación. 8
La internacionalización ha cambiado los gustos y necesidades de un consumidor que es ahora global, y sus deseos van más allá de los límites físicos entre países. Fruto de los avances en las telecomunicaciones, el mundo es, virtualmente, más pequeño e interconectado. La firma de acuerdos comerciales entre países y los avances en las tecnologías de producción han reducido el costo de colocación de productos y servicios en distintas partes del mundo, creando un mercado de productos «buenos, bonitos y baratos» a disposición de los consumidores de cualquier parte del mundo. Otra oportunidad a tener en cuenta es la apertura económica que se ha convertido en una herramienta básica de la globalización, pues estimula el intercambio de productos entre los países, eliminando la mayor cantidad posible de barreras con las que las empresas se puedan encontrar en el momento de comercializar. Sirve como ejemplo la eliminación de aranceles y de políticas proteccionistas que provocan no solo el aumento del precio de los productos, sino también dificultan su venta. La apertura económica de los países favorece las actitudes tendientes a la globalización de la economía mundial. 11
1.2. Visión crítica Desde la perspectiva de los riesgos o amenazas que entraña la globalización, una circunstancia destaca por encima del resto, la heterogeneidad de un fenómeno que se aplica a los bienes, servicios, capitales y seres humanos. Si algo caracteriza al complejo mundo del siglo XXI es el fenómeno de la globalización, que reduce distancias, elimina fronteras, integra economías, y hace a los Estados mucho más interdependientes de lo que fueron en el pasado. Este mundo se encuentra en un proceso de cambio continuo debido al desplazamiento de los centros de poder, el surgimiento de nuevos actores, los desafíos demográficos, o la competencia por los recursos. La globalización tiende a la estandarización de los procedimientos para la toma de decisiones, principalmente en el plano económico, financiero y político; y en menor grado en lo científico y en la vida cotidiana. Esta estandarización se da en dos niveles:
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Arthur Andersen S. A. (1999). Diccionario Espasa de economía y negocios. Espasa Calpe, creación y realización electrónica Planeta Actimedia. 9
Organización impersonal del Estado y asociaciones. Estandarización del procedimiento en todos los planos de la vida humana.
Por el contrario, un proceso imperfecto que haga percibir a una gran parte de los Estados que, en lugar de «aprovecharse de la globalización» están «siendo globalizados», actuará como un potenciador de los riesgos y amenazas tradicionales. La extensión que propone la globalización no solo se da en espacios económicos o a nivel gubernamental, sino que hoy en día gracias a las tecnologías es además un fenómeno social. Estamos en un mundo cada vez más globalizado y con expectativas de avance internacional permanente. Las fronteras se caen en la medida en que las redes de mercado y de contacto así lo permitan. Pero, así como las consecuencias que plantea pueden ser positivas, del mismo modo existe una serie de contras dignos de destacar. Es lo que ANTHONY GIDDENS12 denomina el riesgo de la globalización , consecuencia de los problemas derivados de la modernidad. Por tanto, es necesario adoptar enfoques sistémicos ante la necesidad de hacer frente a los considerados como inconvenientes de la globalización. La globalización es un fenómeno que debe comprenderse a partir de sus ambivalencias y contradicciones. Considerada como instrumento, puede:
Contribuir a que las personas gocen de mayores libertades. Hacer desaparecer economías tradicionales originales, destruir culturas, mediante la imposición de modelos económicos y culturales uniformes. Favorecer los intercambios científicos, mantener un contacto estrecho entre los miembros de familias separadas. Facilitar, también, la concertación entre organizaciones criminales.
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Giddens, A. (1993). Consecuencias de la modernidad . (1.a edición). Madrid, Alianza Universidad. 10
1.2.1. Economía
Las economías están en constante evolución; la globalización es una de las tendencias que la caracterizan. En realidad, la globalización facilita el proceso de orientación de las empresas hacia los servicios, fruto de la madurez de las economías industriales, demandando mano de obra más cualificada y reduciendo su costo para la economía en su conjunto, gracias a los flujos de capital, a las innovaciones tecnológicas y al descenso de los precios de los bienes importados. No obstante, el crecimiento económico del empleo y la consecución de unas condiciones de vida más altas tendrían lugar con independencia de la globalización, siempre y cuando se abrieran las economías tildadas de cerradas. El problema es que las empresas multinacionales entran a los mercados locales y cuentan con características que les otorgan ventajas competitivas sobre las pequeñas empresas. Por ejemplo:
Capacidad de producción. Músculo financiero. Bajos costos de producción. Mano de obra de mayor calidad y/o de menor costo. Procesos de calidad. Incentivos para la inversión extranjera; frente a la situación de las pequeñas empresas que siguen dependiendo de mayoristas y cuentan con una producción e insumos locales.
Al entender la globalización como amenaza, se puede observar que cada uno de los contras anteriores puede ser una desventaja para el progreso de las economías y mercados locales que se encuentren en desarrollo, ya que al traer nuevos competidores, en forma de empresas, bienes y servicios, se debilita el crecimiento de los comercios locales que no pueden competir en condiciones de igualdad con los precios y volúmenes de empresas mucho más fuertes que logran entrar a su mercado. Las nuevas reglas del juego traen consigo lo siguiente: 11
Que la mayor parte del valor agregado en los productos y servicios se derive del conocimiento y de la inteligencia. Que la información pase a ser un fe Que la inmediatez como nueva estrategia empresarial. Que la innovación maniobre permanentemente el cambio.
En palabras de V ALDÉS13: «Las empresas que mejor las entiendan podrán desarrollar rápidamente ventajas competitivas. Las empresas que las ignoren estarán en franca desventaja».
Así, los más críticos consideran que esta economía global trae consigo la destrucción de los lazos de solidaridad entre los ciudadanos: enriquece aún más a los mejores calificados, a la vez que condenan a los demás al empeoramiento de su nivel de vida, particularmente a quienes desarrollan una producción personal, en forma de mayor precariedad y a remuneraciones más débiles. Por otro lado, P AZ14 plantea que la intensificación de los flujos comerciales con regiones —a menudo lejanas —, la «deslocalización» de las empresas, el desplazamiento de la mano de obra y la liberalización de los movimientos de capitales son algunas de las manifestaciones del proceso de la globalización, cuyos efectos han resultado seriamente cuestionados al comienzo del siglo XXI. En palabras del mismo autor15, y asociado a lo planteado con anterioridad, surgen riesgos que inciden directamente sobre la competitividad:
La prepotencia de la economía sobre cualquier otro valor humano y que deja a las culturas sin alma. La lógica mercantilista que con su injusta competencia agranda el abismo entre ricos y pobres. La tendencia de los grandes poderes a configurar monopolios, anular las soberanías nacionales, uniformizar los modelos culturales, etc.
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Valdés Luigi (2002). La re-evolución empresarial del siglo XXI . Bogotá, Norma, p. 22.
14
Paz, J. I. (2005). La globalización: más que una amenaza es una oportunidad . Pp. 21-34.
15
Paz J. I. La globalización realidad hoy irreversible. Medellín, El Empresario, Corporación de Amigos de EAFIT, Año 17, oct.-dic. 2003, pp. 17-20. 12
Este riesgo de marginamiento de los más pobres se ve incrementado por la conjunción de dos elementos determinantes:
La presión demográfica. Los movimientos migratorios masivos.
Aunque los flujos migratorios han existido en todos los momentos históricos, las dinámicas que han experimentado en las últimas décadas, así como su volumen, los han transformado en un fenómeno con implicaciones para la política de seguridad, tanto en los países de tránsito como en los receptores. Agreguemos a este panorama el peligro de que se exacerben los conflictos comerciales, de que se multipliquen las prácticas económicas ilegales y de que estallen las crisis financieras. Bastaría con recordar que por lo menos en tres ocasiones en los últimos diez años, la economía mundial se ha visto sacudida por el peso de un endeudamiento excesivo que ha puesto en evidencia los riesgos financieros de la globalización. En síntesis, la globalización es un proceso irreversible que, adecuadamente conducido en el país, puede brindar enormes ventajas si se conduce hacia la redistribución del ingreso obtenido por las exportaciones y la adecuada comercialización de la producción interna. 1.2.2. Trabajadores
Tal y como afirma un informe del Fondo Monetario Internacional16 (FMI) sobre los riesgos y amenazas de la globalización: «Incluso para las economías avanzadas, la globalización suscita inquietud, pues advierten del riesgo de que los trabajadores de alta remuneración pierdan su empleo y que la demanda de trabajadores menos calificados disminuya debido a la competencia que plantean las economías de bajos salarios».
En la medida en que el proceso de globalización ha avanzado, las condiciones de vida han mejorado apreciablemente en casi todos los países. Sin embargo, los más beneficiados han sido los países avanzados y solo algunos de los países en desarrollo. 16
Fondo Monetario Internacional. Perspectivas de la economía mundial . Washington, mayo de 2000. 13
Las empresas internacionales determinan cada vez más las características del proceso y establecen las reglas de juego, es por esto que los Estados tienen grandes dificultades para tomar parte activa en las cuestiones sociales. El caso del desplazamiento de la mano de obra tiene implicaciones sociales muy graves y se traduce en economías locales desproporcionadas, en el incremento de la competencia laboral, y en problemas asociados a la gestión de la inmigración en los países a los que se desplazan estas comunidades. Estamos en la sociedad del conocimiento y la competitividad de las naciones, las cuales tienen mucho que ver con la calidad de sus profesionales y la capacitación de su fuerza laboral. Únicamente aquellos países con fuertes inversiones en esta área (caso sudeste asiático)17 han crecido a tasas más aceleradas y han logrado reducir la pobreza extrema en forma más rápida. Otra de las consecuencias negativas para los trabajadores es la distribución no uniforme de los beneficios entre los grupos de población. Por ejemplo, los trabajadores de las industrias más antiguas que están en franco declive pueden verse en dificultades para reciclar sus aptitudes e incorporarse a industrias nuevas. La respuesta de las autoridades podría pasar por la protección de las mencionadas industrias, de los trabajadores de bajo salario, limitando el comercio y los flujos de capital. De esta manera se podría ayudar a algunos segmentos de la población en el corto plazo; pero en definitiva, se estarían menoscabando las condiciones de vida de toda la población. Parece, por tanto, más acertado que las autoridades apliquen políticas que promuevan la integración a la economía mundial paralelamente a la aplicación de medidas que alivien la situación de los más gravemente afectados por los cambios. Sería más ventajoso para el conjunto de la economía aplicar políticas que favorezcan la globalización mediante una mayor apertura de la economía y 17
Paz, J. I. La globalización: más que una amenaza es un a oportunidad . Revista EIA (3), junio, 2005, pp. 21-34.
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que, al mismo tiempo, se orienten decididamente a asegurar que los beneficios de esta apertura estén ampliamente distribuidos. 1.2.3. Sociedad
Parte de los peligros y riesgos de la globalización se encuentran enquistados en el ámbito social, aunque en algunos casos se puedan extender a otros ámbitos, pues la globalización se aplica en forma bastante homogénea a bienes, servicios, capitales y de manera bastante desigual a los hombres. En opinión de MICHEL C AMDESSUS18, «La globalización a través de sus peligros sociales contribuye a que se genere una angustia, un gran miedo especialmente en los países industriales donde también se han dejado sentir, aunque en menor escala, los efectos negativos del proceso».
La globalización puede entrañar un riesgo de marginación para un país e incluso para una región, el riesgo de marginación de los más pobres se ve aumentado por el hecho de que los países más avanzados tienden a concentrar la asistencia para el desarrollo en los países pobres que menos manifiestan una voluntad de movilizar sus recursos para salir adelante por sí mismos, situación realmente bastante criticable. R OBERT R EICH19 describe la situación: «Las fuerzas centrífugas de la economía global destruyen los lazos de solidaridad entre los ciudadanos, enriquecen aún más a los mejor calificados, a la vez que condenan a los demás al empeoramiento de su nivel de vida, particularmente a quienes detentan un emple o de producción o de servicio de carácter personal, condenado a una mayor precariedad y a remuneraciones más débiles».
En el plano social, la globalización es cuando menos equívoca20. Se trata, indudablemente, de un instrumento de desarrollo económico, pero al mismo 18
Michel Camdessus. «Reglas, instituciones y estrategias para el bien común en una economía global». Ponencia inaugural de la Conferencia Internacional «Crecimiento económico ¿para qué fut uro?», Jacques Maritain International Institute, Roma, 30/11 a 2/12, 1995. Publicada en: Estudios Sociales, N.º 88, Santiago, 1996, p. 11. 19
Reich, Robert B. (1993). El Trabajo de las Naciones. Hacia el capitalismo del siglo XXI. (Traducida por Javier Vergara). Buenos Aires, Ed. Vergara. 20
V. Pierre de Senarclens. Revista Internacional de la Cruz Roja, Selección de artículos 2000, pp. 105-115. 15
tiempo provoca una mayor polarización en las relaciones sociales. A los desplazamientos poblacionales de la periferia hacia el centro, se añaden ahora, en gran escala, los movimientos transnacionales hacia polos económicos «de acogida» que están, a menudo, lejos de ofrecerles la seguridad social y económica que buscan. 1.2.4. Geopolítica
Junto a las amenazas ya mencionadas, conviven en el mundo global otros factores potenciadores que pueden generar nuevos riesgos o agravar sus efectos. La pobreza, la desigualdad, los extremismos ideológicos, los desequilibrios demográficos o la generalización del uso nocivo de las nuevas tecnologías son algunos de ellos. El cambio climático, considerado también como factor potenciador de riesgo, merece una mención especial. En este punto es interesante traer a colación otro modelo geopolítico que es, probablemente, el que mejor se ajusta al actual mundo global: THOMAS B ARNETT21 en su libro El nuevo mapa del Pentágono pretendía explicar por qué Estados Unidos estaba en guerra, porque iba a seguir estándolo, y dónde se iban a desarrollar los conflictos en el futuro. El valor del modelo de B ARNETT radica en que divide el mundo en dos grupos, en función precisamente del éxito de la globalización en cada Estado:
El «núcleo que funciona», con gobiernos estables y niveles crecientes de desarrollo. El «núcleo no integrado», con regímenes represivos, pobreza, enfermedades y conflictos crónicos que incuban la siguiente generación de terroristas.
Ante los riesgos y amenazas de esta segunda década del siglo, es necesario ser globales sin perder una perspectiva geopolítica, pues esta permite identificar las zonas de las que provendrán los principales riesgos y 21
Barnett Thomas P. M. (2005).The Pentagon's New Map . Penguin. 16
amenazas para la seguridad, la paz y el bienestar de las sociedades. De esta forma es posible mejorar la seguridad global a plazos mediano y largo, conforme un mayor número de países alcancen los beneficios de la globalización 1.2.5 Conflictos
Hoy en día, es difícil determinar en qué medida la globalización favorece las tensiones. Así, autores como AMARTYA SEN22 señalan que la relación de causalidad entre miseria y violencia (incluso la bélica) no está establecida, en absoluto; y de todas maneras, la pobreza es un mal lo suficientemente terrible como para que la lucha por su erradicación no dependa de otros justificativos. «Los conflictos contemporáneos parecen tener, sin embargo, una dimensión económica más importante que en el pasado o, por lo menos, entre las múltiples razones de hacer la guerra, las que se relacionan con el acceso a los recursos económicos ocupan un lugar importante» 23. En cambio, el vínculo entre pobreza y conflictos es más evidente si examinamos las consecuencias de la violencia armada, que aumenta la vulnerabilidad y la indigencia de los pueblos. La frecuencia de los conflictos y la intensificación de la lucha de los Estados contra la amenaza global añaden una nueva dimensión
22
Amartya Sen. «Guerres et famines : divisions et incitations». Désarmement (ONU), vol. XIX, N.° 3, 1997, pp. 16-31. 23
V., en particular: Forum: War, Money and Survival. Comité Internacional de la Cruz Roja, Ginebra, 2000; Herfried Münkler, Les guerres nouvelles , Alvik éditions, París, 2003; y del mismo autor, «Las guerras del siglo XXI»; Revista Internacional de la Cruz Roja, Selección de artículos, 2003, pp. 11-27 (también disponible en: www.cicr.org/spa). 17
a los conflictos armados locales, nacionales y regionales, y a la preservación de la seguridad. Del mismo modo, las redes mafiosas operan en el plano global: tráfico de estupefacientes, de personas y materiales de todo tipo. Esos tráficos se alimentan, al menos en parte, de situaciones de crisis, de zonas de «no derecho» afectadas a su vez por la violencia o por un conflicto. La lucha policial contra esa forma de criminalidad también depende de intercambios de información y de colaboraciones transnacionales más importantes.
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