Palabras clave: atención, ejecutivo central, bucle fonológico, almacenamiento temporal episódico, block de dibujo visoespacial, memoria de corto plazo.
Memoria de trabajo: teorías, modelos y controversias. Me siento honrado, encantado y desaado por la invitación a escribir este capítulo introductorio. !ncantado por"ue ofrece la oportunidad de abordar una amplia y algo autobiogr#ca visión de mi principal #rea de inter$s, la memoria de trabajo %M&', pero desaado por la magnitud de la tarea. !l tema de la M& se ha incrementado dram#ticamente en cuanto a citación a partir de los (ltimos a)os, no todas relativas o en apoyo de mi propio trabajo, por supuesto, pero un intento reciente por revisarlo %*addeley +-' terminó con m#s de p#ginas de referencias. /o "ue sigue es un parcial, en oposición a lo imparcial, recuento de los orígenes de la memoria de trab trabaj ajo o mult multic icom ompo pone nenc ncia iall %M&M %M&M'' y de mis mis prop propia iass visi vision ones es de sus sus desarrollos posteriores. Mi primer borrador habría sido un capítulo lleno de referencias, me disculpo con todos cuyos trabajos deberían haber sido citados y no lo fueron. 0ngres$ a psicología como estudiante de la 1niversidad de /ondres en 234, una $poc poca muy em emoc ocio ion nante nte par para la psic psico ologí logía, a, "ue se ben benec eció grandemente de los desarrollos durante la segunda guerra mundial, cuando la teoría fue enri"uecida por la necesidad de sortear problemas pr#cticos. 5omo resultado, cuestiones anteriores a la guerra como el con6icto entre la psicología gestalt y el neoconductismo vinieron a ser reemplazadas por los nuevos datos y nuevas ideas, algunas basadas en la cibern$tica, el estudio de sis sistem temas as de contr control, ol, con otros otros in6ue in6uenc nciad iados os por las recie reciente ntemen mente te desarrolladas computadoras digitales. !sto a su vez llevó a un renovado inter$s en la losofía de la ciencia aplicada a la psicología. /as típicas preg pregun unta tass incl incluí uían an:: 7es 7es la psic psicol olog ogía ía una una cien cienci cia8 a8 si lo es es,, 7es 7es $s $sta ta acumulativa o estamos condenados a hacernos las mismas preguntas, preguntas, como parece ser el caso de la losofía8 79 "u$ se asemeja una buena teoría psicológica8 5omo estudiantes, se nos ofrecían dos respuestas a estas preguntas. /a primera, defendida por el lósofo de 5ambridge ichard *raith;aite %234', considerando al Principio de
plí e>plícit citame amente nte por por 5la 5lark rk ?ull ?ull en un intent intento o de
producir una teoría general del aprendizaje, principalmente basado en el estudio del aprendizaje de laberintos de una rata albina. 1n model modelo o alter alternat nativo ivo de teoriz teorizar ar provi provino no de @>for @>ford, d, cuando cuando Atephe Atephen n &oulmin &oulmin %234' argumentó argumentó "ue las teorías son como mapas, maneras de organ organiza izarr nuestr nuestro o conoci conocimie miento nto del mund mundo o e>ist e>istent ente, e, prove proveyen yendo do de herramientas tanto para interactuar con el mundo como para la e>ploración adicional. !d;ard &olman en la universidad de Atanford tiene una visión del aprendizaje aprendizaje de ratas "ue calza en este modelo, utiliz#ndolo para contravenir la postura neoconductista de ?ull. !sto resalta la pregunta crucial de cómo poder decidir entre dos visiones aparentemente opuestas. /a respuesta dominante a esta cuestión, en el eino 1nido al menos, fue la de Barl Popper %233', un lósofo de formación vienesa, "uien sostenía fuer fuerte teme ment nte e "ue "ue una una teor teoría ía v#li v#lida da debí debía a hace hacerr pred predic icci cion ones es clar claras as y comprobables, permitiendo a las teorías rivales confrontarse una a la otra en lo m#s importante: un e>perimento crucial "ue deniera la cuestión. !ste enfo"ue estaba m#s cercano en espíritu a ?ull "ue a &olman. Mi primer primer estudi estudio o publi publicad cado o %*adde %*addeley ley 23C', 23C', formu formulad lado o cas casii como como un e>perimento e>perimento crucial, prediciendo "ue las ratas serían m#s inteligentes "ue lo "ue deberían ser de acuerdo a la teoría hulliana y demostrando, para mi propia satisfacción al menos, "ue ese era el caso. Por desgracia, en el momento en "ue era publicada, todo campo de la teoría del aprendizaje parecía haberse derrumbado. ploradores, e>tendiendo la teoría gradualmente sobr sobre e la base base de m# m#ss y m# m#ss evid eviden enci cia, a, como como en el ca caso so de =ar; =ar;in in88 5laram 5la rament ente e am ambos bos,, ito provenía de estar sentado sobre hombros de gigantes "uienes sin duda estaban sobre los hombros de simples mortales como nosotros. =ar;in tuvo pocos gigantes disponibles. disponibles. Augiero "ue cual"uier teoría completa es probable probable "ue re"uiera re"uiera e>ploradores en sus etapas iniciales y ar"uitectos a convertir los conceptos amplios en modelos detallados. Do mismo soy mucho m#s un e>plorador a n de cuen cuenta tas, s, per pero ac acep epto to la impo import rtan anci cia a de las las habi habili lida dade dess de un ar"uitecto si la teoría est# desarrollada.
producir una teoría general del aprendizaje, principalmente basado en el estudio del aprendizaje de laberintos de una rata albina. 1n model modelo o alter alternat nativo ivo de teoriz teorizar ar provi provino no de @>for @>ford, d, cuando cuando Atephe Atephen n &oulmin &oulmin %234' argumentó argumentó "ue las teorías son como mapas, maneras de organ organiza izarr nuestr nuestro o conoci conocimie miento nto del mund mundo o e>ist e>istent ente, e, prove proveyen yendo do de herramientas tanto para interactuar con el mundo como para la e>ploración adicional. !d;ard &olman en la universidad de Atanford tiene una visión del aprendizaje aprendizaje de ratas "ue calza en este modelo, utiliz#ndolo para contravenir la postura neoconductista de ?ull. !sto resalta la pregunta crucial de cómo poder decidir entre dos visiones aparentemente opuestas. /a respuesta dominante a esta cuestión, en el eino 1nido al menos, fue la de Barl Popper %233', un lósofo de formación vienesa, "uien sostenía fuer fuerte teme ment nte e "ue "ue una una teor teoría ía v#li v#lida da debí debía a hace hacerr pred predic icci cion ones es clar claras as y comprobables, permitiendo a las teorías rivales confrontarse una a la otra en lo m#s importante: un e>perimento crucial "ue deniera la cuestión. !ste enfo"ue estaba m#s cercano en espíritu a ?ull "ue a &olman. Mi primer primer estudi estudio o publi publicad cado o %*adde %*addeley ley 23C', 23C', formu formulad lado o cas casii como como un e>perimento e>perimento crucial, prediciendo "ue las ratas serían m#s inteligentes "ue lo "ue deberían ser de acuerdo a la teoría hulliana y demostrando, para mi propia satisfacción al menos, "ue ese era el caso. Por desgracia, en el momento en "ue era publicada, todo campo de la teoría del aprendizaje parecía haberse derrumbado. ploradores, e>tendiendo la teoría gradualmente sobr sobre e la base base de m# m#ss y m# m#ss evid eviden enci cia, a, como como en el ca caso so de =ar; =ar;in in88 5laram 5la rament ente e am ambos bos,, ito provenía de estar sentado sobre hombros de gigantes "uienes sin duda estaban sobre los hombros de simples mortales como nosotros. =ar;in tuvo pocos gigantes disponibles. disponibles. Augiero "ue cual"uier teoría completa es probable probable "ue re"uiera re"uiera e>ploradores en sus etapas iniciales y ar"uitectos a convertir los conceptos amplios en modelos detallados. Do mismo soy mucho m#s un e>plorador a n de cuen cuenta tas, s, per pero ac acep epto to la impo import rtan anci cia a de las las habi habili lida dade dess de un ar"uitecto si la teoría est# desarrollada.
Mi carrera de investigación comienza realmente con mi llegada al 5onsejo m$dico de investigación unidad de psicología aplicada en 5ambridge. Au rol fue formar un puente entre la psicología teórica y los problemas pr#cticos, y en el a)o en "ue llegu$ =onald *roadbent, su director, acababa de publicar su libro esencial, Percepción y comunicación, el "ue proporcionó una de las chispa chispass "ue "ue encend encendió ió lo "ue "ue poster posterior iormen mente te se hizo hizo conoci conocida da como como la revolución cognitiva. Me asignaron trabajar en la optimización del dise)o de los códigos postales, lo "ue me permitió combinar la tradición cl#sica de del aprendizaje de sílabas sin sentido con las nuevas ideas de la teoría de la información, resultando en generación de códigos postales memorables para cada ciudad del eino 1nido. /a @cina de 5orreos me agradeció y siguió de forma independiente, el código "ue adoptaron podría, de cual"uier forma, haber sido mucho peor, y así es de hecho en algunos países, pero eso ya es otra historia. Por esos tiempo mi perspectiva acerca de la teoría fue apro>im#ndose a la idea de Popper sobre la necesidad de e>perimentos cruciales, en gran parte sobre la base de "ue las predicciones claras sólo parecerían ser posibles en situaciones mucho m#s acotadas "ue las "ue yo encontraba interesantes. Posteriormente descubrí "ue dentro de la losofía de la ciencia, /akatos %23%23-C' C',, y pret preten endi did dam amen ente te el mism ismo Poppe opperr hab había aban bandona donado do posteriormente la dependencia falsicación, argumentando "ue la marca de una buena teoría es "ue $sta demuestre ser productiva, no sólo dando cuenta de los conocimientos e>istentes, sino tambi$n por la generación de preguntas preguntas fecundas "ue increment incrementen en nuestro conocimiento conocimiento.. !sta visión de la teoría como un mapa es la (nica "ue sigo manteniendo. /a memoria de corto plazo. !l t$rmino M& evoluciona del temprano concepto de memoria de corto plazo %M5P' y las dos son todavía son utilizadas indistintamente. Do utilizar$ la M5P para referirme al simple almacenamiento temporal de la información, en contraste con la M&, la cual implica una combinación de almacenamiento y manipulación. Mi inter$s por la memoria de corto plazo comenzó durante mi tiempo en 5ambridge y fue re"uerido a raíz de un problema aplicado, el de encontrar una manera de evaluar la calidad de líneas telefónicas "ue pudieran ser m#s efec efecti tiva vass "ue "ue un simp simple le test test de es escu cuch cha. a. Mi supe superv rvis isor or 5o 5onr nrad ad habí había a desc descub ubie iert rto o rec ecie ient ntem emen ente te el efec efecto to ac ac(s (sti tico co de simi simili litu tud. d. El es esta taba ba estudiando la memoria para proponer códigos de discado telefónico, cuando notó notó "ue inclus incluso o con prese presenta ntacio ciones nes visual visuales, es, erro errore ress de memor memoria ia se asemejaban a errores de escucha %por ejemplo, v por b', y "ue la memoria para secuencias similares %b g t p c' era m#s pobre "ue para disimilares %k r l
" y', concluyendo "ue la memoria a corto plazo depende de un código ac(stico. =ecidí ver si el efecto de similitud ac(stica podía ser usado para dar una medida sensitiva indirecta de la calidad de las líneas telefónicas. istían dos sistemas de almacenamiento, uno fonológico de corto plazo y uno sem#ntico de largo plazo basado. Mi proyecto telefónico fue transferido a un nuevo colega y fui libre para investigar esta línea b#sica de investigación. Ji mi trabajo como parte de un modelo de evidencias sobre el almacenamiento separado de la M/P y la M5P. @tras evidencias vinieron de pacientes amn$sicos "ue habían preservado su M5P, y da)ado su M/P, mientras "ue otros pacientes mostraban un patrón inverso. 1na tercera vía de evidencia vino de las tareas de memoria de componentes "ue comprendió un componente duradero de M/P junto a un componente temporal.
1n ejemplo típico de esto es el efecto de recencia 2 en el recuerdo libre %Llanzer 23-+'. /as (ltimas pocas palabras de una lista eran recordadas bien en una representación inmediata, pero no despu$s de un breve pausa, a diferencia de las primeras palabras. !n este punto, mi simple presunción de dos almacenes de memoria, con una M5P basada en lo fonológico y una M/P basada en lo sem#ntico, llevó a algunas predicciones claras. /os pacientes amn$sicos deberían tener problemas de codicación sem#ntica y la recencia debería estar basada en lo ac(stico. !studios basados en pacientes "ue sufrían el síndrome de Borsako sugirieron un d$cit en la codicación sem#ntica, pero nuestro propio trabajo había mostrado "ue no e>istía evidencia de tal d$cit y trabajos posteriores atribuyeron sus d$cit previamente observados a problemas de ejecución adicionales, "ue usualmente se encuentran en el síndrome Borsako. !n el caso de tareas de dos componentes, "ueda claro "ue la recencia no dependía de de la memoria verbal a corto plazo y "ue el uso del código sem#ntico o fonológico era dependiente de estrategia. /a codicación fonológica del material verbal es r#pido, atencionalmente no demandante, y muy efectivo para almacenar en orden serial. /a codicación sem#ntica puede ser r#pida para secuencias signicativas tal como las oraciones, pero es mucho m#s difícil usarla parapara almacenar el orden de palabras no relacionadas. &ambi$n demostramos "ue secuencias de palabras pueden ser codicadas simult#neamente tanto sem#ntica como fonológicamente y "ue tareas estandarizadas tales como el recuerdo inmediato de series puede re6ejar tanto componentes de corto como de largo plazo, cada uno de los cuales puede ser in6uenciado por factores fonológicos o sem#nticos. !n síntesis, la M5P, retención de material durante un breve período, podría estar basada tanto en una codicación sem#ntica como fonológica. !l primero es f#cil de congurar pero se olvida f#cilmente, el segundo puede tardar m#s en congurarse, pero tiende a ser m#s durable. 9mbas pueden operar luego de un breve lapso, y el hecho de "ue podamos aprender nuevas palabras indica "ue el aprendizaje fonológico a largo plazo tambi$n ocurre.
2 !s el principio seg(n el cual los artículos o las e>periencias m#s recientemente presentados tienen mayor probabilidad de ser recordados mejor. Ai oye una lista larga de palabras, es m#s probable "ue recordar# las palabras "ue oyó (ltimo %al nal de lista' "ue palabras "ue ocurrieron en el medio. !sto es el efecto de recencia. &ambi$n debería notar "ue probablemente recordar# palabras a principios de la lista m#s "ue palabras en el medio, y esto se llama el !fecto de la Primacía.
Jale la pena subrayar la necesidad de distinguir entre M5P como una eti"ueta para un paradigma en "ue se almacenan pe"ue)as cantidades de información por lapsos breves y M5P como almacenamiento teórico sistema. !ste punto fue hecho por Naugh D a un nuevo departamento de psicología e>perimental, donde, en 23-+, me uní a Lraham ?itch como compa)ero postFdoctoral en mi primera beca de investigación. =espu$s de un primer grado en física, había hecho un magíster en psicología en Ausse> y un doctorado con *roadbent en el 9P1. igirles hacer una tarea concurrente "ue probablemente ocuparía la limitada capacidad del sistema de almacenamiento a corto plazo en diversos grados.
/a tarea concurrente "ue escogimos fue la de recuerdo serial verbal de secuencias de dígitos dichos en voz alta. 9 medida "ue la longitud de la secuencia aumentó, los dígitos debían ocupar m#s y m#s de la capacidad disponible, con el resultado de "ue el rendimiento en cual"uier tarea bas#ndose en M& debería deteriorarse progresivamente. !n un estudio, los participantes realizaron una tarea de razonamiento gramatical presentada visualmente mientras escuchaban y trataban de recordar secuencias de dígitos de longitud variable. !l tiempo de respuesta aumentó linealmente, concurrentemente con la carga dígitos. Ain embargo, la disrupción estaba lejos de ser catastróca: alrededor del I para la carga m#s pesada, y, tal vez m#s sorprendente, la tasa de error se mantuvo constante en torno al I. Por tanto, nuestros resultados sugieren una implicación clara, pero no crucial, de cual"uier sistema "ue sustente la retención de dígitos. !l rendimiento disminuye sistem#ticamente, pero no colapsa. !ncontramos resultados muy similares en los estudios "ue investigan tanto la M/P verbal y la comprensión del lenguaje y, sobre la base de esto, abandonamos el supuesto de "ue la M& era una sola unidad de almacenamiento, proponiendo en su lugar el sistema de tres componentes "ue se muestra en la igura 2 % *addeley y ?itch 23-G '. !l objetivo fue "ue nuestra propuesta de sistema fuera lo m#s simple posible, pero al mismo tiempo, potencialmente capaz de ser aplicada a una amplia gama de actividades cognitivas. =ecidimos dividir control atencional de almacenamiento temporal, ya "ue la investigaciones anteriores sugerían "ue podría basarse en sistemas separados verbales y visoFespaciales de corto plazo, los cuales eran de capacidad limitada. ?emos eti"uetado al controlador central como un O ejecutivo central O % 5! ', inicialmente nos referimos al sistema verbal como el O bucle articulatorio O, despu$s de la articulación subvocal+ asumimos "ue era necesario para mantener la información, y m#s tarde adoptamos el t$rmino O bucle + Aubvocalización, tambi$n conocida como el discurso implícito, vocalización interno, o la articulación subvocal, es un lenguaje interior "ue se produce durante la lectura silenciosa. Q2R !ste discurso interior se caracteriza por movimientos minutos en la laringe y otros m(sculos "ue intervienen en la articulación del habla. /a subvocalización juega un papel denitivo en la codicación y el procesamiento de la información verbal y ac(stica en el almacenamiento de memoria. !s uno de los componentes de la propuesta de bucle fonológico de *addeley y ?itch y es importante para el almacenamiento de estos tipos de información en la memoria a corto plazo.
fonológico O para destacar el almacenamiento y no la subvocalización. ?emos denominado al tercer componente O cuaderno de dibujo visoespacial O, dejando abierta la cuestión de si era b#sicamente visual, espacial, o ambos. 5omenzamos centr#ndonos en el bucle fonológico, sobre la base de "ue parecía el sistema m#s manejable para investigar, dada la muy e>tensa investigación anterior sobre M5P verbal. !n este punto, recibí una invitación inesperada de Lordon *o;er para contribuir con un capítulo a una in6uyente publicación anual "ue presenta los (ltimos avances en el #mbito del aprendizaje y la memoria. =udamosK nuestro modelo estaba lejos de estar completo, 7"uiz# debimos esperar8 Aeguimos adelante de todos modos % *addeley y ?itch 23-G ' , presentando un modelo "ue todavía no est# completo casi G a)os y muchas publicaciones m#s tarde. =urante la siguiente d$cada, continuamos e>plorando el modelo y su potencial aplicación m#s all# del laboratorio cognitivo. !n este punto yo estaba de acuerdo en resumir nuestro progreso en una monografía % *addeley , 23HC'. !sta se acercaba la nalización cuando me di cuenta "ue me había dicho nada acerca del !5, "ue es como representar ?amlet prescindiendo del príncipe. Mi reticencia a abordar el ejecutivo se deriva de dos fuentes: en primer lugar, su complejidad probable, y segundo, debido a la importancia crucial de su capacidad atencional. 9un"ue e>istía una serie de teorías altamente desarrolladas y sosticadas de la atención, la mayoría estaba preocupada del papel de la atención en la percepción, mientras "ue el papel principal del !5 era el control atencional de la acción. !l (nico artículo directamente pertinente "ue pude hallar %
lectora, el desarrollo de la M& en los ni)os, y los efectos del envejecimiento. 9un"ue yo tendía a referirme a nuestras propuestas como un modelo, utilizando el criterio propuesto anteriormente, podría ser considerada mejor como una teoría simple, en el sentido de la idea de &oulmin de teorías como mapas, uniendo los conocimientos e>istentes y las investigaciones m#s alentadoras. Ai así fuera, era un mapa con muchas #reas en blanco "ue esperaban ser llenadas por mí y por los dem#s, llegando a ser un modelo m#s detallado a su debido tiempo. 75u#les son entonces los elementos esenciales de la teoría e>tendida8 /a base es la suposición de "ue es (til postular un hipot$tico sistema de capacidad limitada "ue proporciona el almacenamiento temporal y la manipulación de la información "ue es necesaria para la realización de una amplia gama de actividades cognitivas. 1n segundo supuesto es "ue este sistema no es unitario, pero se puede dividir en un componente ejecutivo y al menos dos sistemas de almacenamiento temporal, uno relativo al habla y al sonido, mientras "ue el otro es visoF espacial. !stos tres componentes pueden ser considerados como módulos en el sentido de "ue comprenden procesos y sistemas de almacenamiento "ue est#n estrechamente vinculados entre sí dentro del módulo y m#s d$bilmente vinculados entre módulos, con cone>iones algo m#s remotas a otros sistemas tales como la percepción y M/P. 5onsidero "ue la gran rigidez denición de la modularidad de odor % 23H4 ' como in(til y neuropsicológicamente inverosímil. 1na consecuencia de mi rechazo de la simplicidad fodoriana es la suposición de "ue cada uno de estos sistemas se puede fraccionar en subsistemas y "ue estos estar#n vinculados a la percepción y procesos de la M/P en formas "ue re"uieren una mayor investigación. Mi visión de conjunto de la M&, por tanto, formaba parte, y todavía comprende, un marco teórico relativamente 6e>ible en lugar de un modelo preciso "ue permite predicciones especícas. !l $>ito de este marco debe basarse, seg(n lo sugerido por /akatos % 23-C ', no sólo en su capacidad para e>plicar los datos e>istentes , sino tambi$n en su productividad en la generación de buenos y manejables problemas relativos a los m$todos empíricos a los "ue puede ser ampliamente aplicado. /os componentes propuestos de M& se discuten, a su vez, a partir del bucle fonológico. 5995&!TA&059A =!/ *15/! @<@/UL05@ Jimos el bucle fonológico como un sistema relativamente modular "ue comprende un breve almacenamiento junto con un medio de mantener la información por articulación vocal o subvocal. !n la d$cada de 23C, un n(mero de estudios trató de decidir si el olvido en el sistema de M5P se basa
en el decaimiento de la huella de memoria 4 o en la interferencia %ver *addeley 23-C'. istentes, junto con nuestros propios estudios posteriores, para crear un modelo simple "ue se basa en el m$todo de las operaciones convergentes. !sto implica la combinación de las representaciones de un rango proveniente de diferentes fenómenos, cada uno consistente con el modelo, pero cada uno individualmente e>plicable de otras maneras. Ai ninguna de las interpretaciones "ue compiten son capaces de e>plicar el patrón completo, mientras "ue el modelo de bucle fonológico puede, entonces esto proporciona un valioso apoyo. !ste enfo"ue tiene la ventaja de producir potencialmente un modelo robusto, pero tiene la desventaja de ser re"uerido para hacer frente a una gama de diferentes posibles e>plicaciones alternativas para cada fenómeno individual. !l efecto de similitud fonológica 5omo se describió anteriormente, esto es considerado como una indicación de "ue el almacenamiento fonológico est# involucrado. 9fecta principalmente al almacenamiento del orden de la información. =e hecho, los elementos de información podrían ser ayudados por la similitud ya "ue pone restricciones a las posibles respuestas. Por esta razón, los estudios especícos sobre el bucle tienden a minimizar la necesidad de mantener la información de elementos reiteradamente utilizando el mismo conjunto limitado, por ejemplo, el de las consonantes. /os estudios "ue utilizan conjuntos abiertos, por ejemplo, palabras diferentes para cada secuencia son m#s propensos a re6ejar la p$rdida de información de elementos, mostrar efectos sem#nticos y de otros tipos basados en la M/P. !l efecto de la longitud de la palabra 4 /a teoría de decaimiento propone "ue la memoria se desvanece por el mero paso del tiempo. Por lo tanto, la información es menos disponible para su posterior recuperación a medida "ue pasa el tiempo y la memoria, así como la fuerza de la memoria, se desgasta. Q2R 5uando aprendemos algo nuevo, se crea una Ohuella de la memoriaO neuro"uímica. Ain embargo, con el tiempo esta traza se desintegra lentamente.
9sumimos era probable "ue la articulación vocal o subvocal fuera ocurriendo en tiempo real, y "ue las palabras m#s largas tomaran m#s tiempo lo cual favorecería la desintegración de la huella de memoria, lo "ue conduciría a un peor rendimiento. !studiamos el recuerdo inmediato de secuencias de cinco palabras "ue iban desde una sílaba de longitud %por ejemplo, pen day hot co; tub' hasta las cinco sílabas %por ejemplo, universidad, tuberculosis, oportunidad, hipopótamo, refrigerador' y encontramos "ue el rendimiento disminuyó sistem#ticamente con la longitud de la palabra. 5omo era de esperar, cuando se pide a los participantes a leer palabras de diferentes longitudes lo m#s r#pidamente posible, había una estrecha correspondencia entre la longitud de la palabra y el tiempo de la articulación. /a forma m#s sencilla de e>presar nuestros resultados fue observar "ue las personas son capaces de recordar tantas palabras como puedan articular en dos segundos %*addeley et al. 23-b'. 9 partir de la interpretación de nuestros datos supusimos "ue las palabras m#s largas re"uieren m#s tiempo de repaso, lo "ue resulta en mayor decaimiento de la huella de memoria y un recuerdo m#s pobre. !s probable "ue tal deterioro contin(e durante el lento recuerdo en voz alta de las palabras m#s largas. Presentamos evidencia de decaimiento basado en el tiempo, "ue desde entonces ha enfrentado varios cuestionamientos %ver *addeley +-, pp. G4FG3'. 9fortunadamente, sin embargo, la hipótesis general de un bucle fonológico funcionar# igual de bien ya sea con una interpretación basada en decaimiento o en interferencia para el olvido a corto plazo, lo "ue demuestra el valor de aunar un amplio mapa teórico, dejando "ue el modelado m#s detallado sea decidido por la e>perimentación adicional.
/a supresión articulatoria Ai el efecto de longitud de palabra depende de subvocalización, al evitarla se debería eliminar el efecto. !ste es el caso %*addeley et al. 23-b'. 5uando los participantes est#n obligados a pronunciar de forma continua una sola palabra, como OelO el rendimiento disminuye y es e"uivalente al de las palabras largas y cortas. /a supresión tambi$n elimina el efecto de similitud fonológica para materiales presentados visualmente, pero no cuando la presentación es auditiva %*addeley et al. 23HG'. 0nterpretamos esto como sugiriendo "ue el material hablado obtiene acceso obligatorio al almac$n fonológico, mientras "ue el material escrito debe ser subvocalizado si se va a registrar.
/a armación de "ue la presentación auditiva permite dejar rastro fonológico "ue se establezcan a pesar de la supresión ha sido recientemente cuestionado. Vones et al. %+C' han sugerido "ue el efecto es limitado al componente de recencia del recuerdo serial inmediato, lo "ue sugiere "ue es mejor considerarlo como un efecto perceptivo. Ain embargo, si bien esto puede ser cierto para las listas largas, las listas cortas muestran un efecto "ue opera en toda la curva de la posición serial %*addeley y /arsen +-'. !fectos del sonido irrelevante 5olle y Nelsh %23-C' solicitaron a sus sujetos "ue recordaran secuencias de dígitos presentados visualmente, tanto en silencio como acompa)ados de ruido blanco o por el discurso en un idioma desconocido "ue se les pidió ignorar. Aólo el material hablado afectó el rendimiento en los dígitos presentados visualmente, independientemente de la intensidad de las fuentes de sonido irrelevantes. Pierre Aalame, un visitante franc$s a 5ambridge y yo, continuamos y e>tendimos el trabajo de 5olle, demostrando "ue M5P visual fue afectada en la misma medida por palabras irrelevantes y sílabas sin sentidoK de hecho, las cifras irrelevantes no tenían m#s efecto en el recuerdo de cifras "ue palabras sin sentido "ue contienen los mismos fonemas %por ejemplo, one two reemplazado por tun woo', lo "ue sugiere "ue la interferencia estaba operando a un nivel prele>ical. Ain embargo, encontramos un poco menos de interrupción de cifras monosil#bicas desde nuestras palabras bisílabas "ue de las monosílabas, concluyendo un poco precipitadamente "ue esto sugiere "ue la interferencia era dependiente de la similitud fonológica %Aalame y *addeley 23HC'. 5omo 5olle y Nelsh, sugerimos una e>plicación por de alguna forma de enmascaramiento mnemónico. ue vergonzoso cuando se demostró claramente "ue los elementos irrelevantes "ue eran fon$micamente similares a la secuencia recordada no eran m#s perjudiciales "ue los elementos no similares %Vones S Macken 233, /arsen et al. +'. Por desgracia, nuestra hipótesis inicial llegó a ser considerada como elemento central de la M&, a pesar de nuestra posterior retractación, una saludable lección sobre la teorización prematura. Mientras tanto =ylan Vones y sus colegas en Lales estaban desarrollando un e>tenso programa de investigación sobre el sonido irrelevante. !llos mostraron "ue M5P era afectada no sólo por el discurso irrelevante, sino tambi$n por una serie de otros sonidos, incluyendo, por ejemplo, tonos 6uctuantes %Vones S Macken 2334'. 5on el n de dar cuenta de sus resultados propusieron la hipótesis del Ocambio de estadoO, cuya característica fundamental era "ue el sonido irrelevante necesitaba 6uctuar. Vones %2334' acopla a esto a su hipótesis de registro episódico de objetos orientados %@@!F', "ue supone "ue tanto cifras como sonidos irrelevantes se representan por vías potencialmente competidoras en una supercie multidimensional.
/a hipótesis @@!F no se e>plica en detalle, pero parece suponer "ue orden serial se basa en el encadenamiento, por el "ue cada elemento act(a como un estímulo para la respuesta "ue sigue, "ue a su vez act(a como un estímulo adicional. etener el orden serial 1n lapso de memoria típica es de alrededor de seis o siete dígitos, no por"ue los dígitos a sí mismos sean olvidados, sino m#s bien por"ue su orden se pierde. etener el orden serial es una e>igencia fundamental para una amplia gama de actividades, incluyendo el lenguaje, en el "ue se deben mantener las secuencias de sonidos dentro de las palabras y las palabras dentro de frases, y para habilidades de rendimiento motor tales como como golpear una pelota con un bate o tocar el piano. Ain embargo, como /ashley %232' se)ala, "ue no es nada f#cil e>plicar cómo se logra esto. /a hipótesis m#s obvia es a trav$s del mecanismo de cadenas de asociaciones secuenciales descrito anteriormente. Ain embargo, esto tiene algunos problemas potencialesK si un elemento se pierde, entonces la cadena se rompe y la recuperación posterior debe fallar, y sin embargo, a menudo es el caso "ue a pesar de los errores en el medio de una secuencia, la (ltima parte se reproduce correctamente. =el mismo modo, si un elemento se repite dentro de la cadena %por ejemplo, - 4 3 C', entonces, la cadena debería interrumpirse, pero esta interrupción, cuando se produce, no es tan importante. 1n tercer fenómeno parece ser a(n m#s problem#tico. perimento. ue sólo m#s tarde, cuando yo estaba tratando de precisar la naturaleza del efecto bucle fonológico, "ue me di cuenta de "ue nuestro resultado tenía claras implicaciones para las teorías de la recuperación de orden serial en general %*addeley 23CH' y eran especialmente inconsistentes con las hipótesis "ue dependían de encadenamientos. !l argumento es el siguiente: Ai se considera una secuencia de seis letras como una serie de pares, entonces sabemos "ue la principal fuente de la interferencia proviene de la similitud en el nivel de estímulo, "ue a su vez da lugar a errores en la respuesta posterior %@sgood
23G3 '. Por lo tanto, esperaríamos errores al seguir los elementos similares, cuando en realidad los propios elementos similares eran la principal fuente de error %*addeley, 23CH'. !ste resultado no ha dejado de presentar un desafío a los modelos de orden serial. /a (ltima d$cada ha sido testigo de una actividad considerable en el intento de producir modelos computacionales o matem#ticas claramente especicados de retención de orden serial, "ue se encuentren dentro de la tradición del bucle fonológico. Muy brevemente, los enfo"ues se dividen en dos categorías. 1na clase de modelos asume "ue los elementos est#n asociados con una serie de marcadores internos, "ue pueden ser osciladores temporales como en la hipótesis @A59 de *ro;n et al. %+', u otras formas de marcado ordinal, como en el caso del modelo posteriormente renado por *urgess y ?itch %2333, +C'. 1n segundo enfo"ue est# tipicada como la hipótesis de la primacía de Page y citación "ue se comparte entre la secuencia de elementos. !l elemento primero es el m#s fuertemente activado, el segundo un poco menos, y así sucesivamente. !n el recuerdo, el elemento m#s fuerte se recupera primero y luego es inhibido para evitar nuevas repeticiones antes de pasar al siguiente m#s fuerte. 9mbos enfo"ues pueden manejar el efecto s#nd;ich de similitud, ya "ue no dependen del encadenamiento. 9dem#s, se re"uieren dos etapas, una de almacenamiento y una de cone>ión de la serie, ofreciendo una interpretación del efecto de sonido irrelevante en t$rminos de adición de ruido a esta etapa adicional %Page y plicación de por "u$ la similitud entre los elementos irrelevantes y recordados es es importante. /os modelos de orden serial siguen siendo un campo muy animado con una considerable interacción entre los defensores de los diferentes modelos, los cuales empiezan a ser m#s ambiciosos. *urgess y ?itch ahora est#n intentando crear un modelo "ue relacione el bucle fonológico y el aprendizaje fonológico a largo plazo %*urgess y ?itch +C, ?itch et al. +3', mientras "ue otro desafío es la interpretación de la fragmentación, el efecto "ue hace "ue las oraciones sean mucho m#s f#ciles de recordar "ue las palabras revueltas %*addeley et al. +3'. 7Pueden los modelos de orden serial en M5P verbal generalizarse a M5P visual8 /a respuesta parece ser "ue sí %?urlstone +2'. Ai es así, 7re6ejan un (nico sistema com(n8 Do creo "ue es muy probable "ue la evolución haya aplicado la misma solución a un problema del mantenimiento del orden serial, el cual surge en una gama de diferentes dominios. !l bucle fonológica y M/P
7Wu$ función podría tener el bucle fonológico %P/', aparte de hacer m#s f#ciles las llamadas telefónicas %un objetivo improbable para la madre naturaleza'8 /a oportunidad de investigar esta cuestión surgió cuando un colega italiano, Liuseppe Jallar, me invitó a ayudarle para investigar a un paciente, PJ, con una muy pura y especíca d$cit en la M5P fonológica. Au intelecto se conservó, pero su retención de dígitos auditivos era de sólo dos elementos. !lla hablaba y comprendía con 6uidez, e>cepto por las oraciones articiales largas, en las "ue la ambigXedad sólo podía resolverse mediante la retención de la parte inicial de la oración hasta el nal, nuevamente, no es una gran ventaja evolutiva. !ntonces se nos ocurrió la idea de "ue su bucle fonológico podría ser necesario para el nuevo aprendizaje fonológico a largo plazo. Probamos esto pidi$ndole "ue aprendiera vocabulario ruso %por ejemplo, 6orF svieti', comparando esto con su capacidad para aprender pares de palabras italianas no relacionadas, por ejemplo %castillo F mesa'. !n comparación con un grupo de controles, su capacidad de aprender pares de lenguas nativas era normal, mientras "ue no pudo aprender una sola palabra rusa despu$s de diez representaciones sucesivos, un punto en el "ue todos los participantes normales tenían un rendimiento perfecto %*addeley et al. 23HH '. ?abíamos encontrado una función para el bucle fonológico. 9un"ue el trabajo con PJ tuvo una importante in6uencia en mis puntos de vista teóricos, tuvo mayor importancia pr#ctica mi colaboración con Ausan Lathercole, en el "ue se analizó el papel del bucle fonológico en el aprendizaje de vocabulario, tanto en ni)os con alteración especíca del lenguaje como en ni)os normales. 1na serie de estudios demostró "ue la M& juega un papel importante en las etapas iniciales de la ad"uisición de vocabulario y tambi$n est# relacionada con las habilidades de lectura %ver *addeley et al., 233H para una revisión'. Ae formó la base de una aplicación amplia y e>itosa de la teoría MFM& para la identicación y el tratamiento de d$cits en la M& de ni)os en edad escolar %Lathercole y 9llo;ay +HK Lathercole et al +Ga, b.'. 9 nivel teórico, el trabajo con PJ llevó a un desarrollo importante. Do había tendido previamente para tratar M& y M/P como sistemas separados, aun"ue interrelacionados. !l hecho de "ue el bucle especícamente facilita nuevos aprendizajes fonológicos implica un enlace directo del bucle a la M/P. Lathercole %233' mostró "ue los h#bitos lingXísticos e>istentes in6uencian el recuerdo inmediato de noFpalabras, haciendo "ue las no palabras "ue tienen una estructura similar al ingl$s, como contramponist , sean m#s f#ciles "ue noFpalabras "ue suenan menos familiares como loddenapish %Lathercole 233'. !sto sugiere "ue la información 6uye desde M/P al bucle, y a la inversa. 9dem#s, parecía razonable suponer "ue se produciría una situación similar en el block de dibujo visoespacial, lo "ue lleva a una
revisión del modelo original en la forma indicada en la gura +. !n este caso, se hace una distinción crucial entre memoria de trabajo, representada por una serie de sistemas 6uidos "ue sólo re"uieren de activación temporal y M/P, representando habilidades y conocimientos cristalizados m#s permanentes. !l bucle fonológico: 7amo o esclavo8 !n la formulación de nuestro modelo, nos referimos al bucle y cuaderno de dibujo como sistemas esclavistas, tomando prestado el t$rmino de la ingeniería de control. !s, sin embargo, cada vez m#s claro "ue el bucle tambi$n puede proporcionar un medio de control de acción. !n mi propio caso, esta se hizo evidente por primera vez durante una serie de estudios del !5, en este caso se Figure 2 concentr#ndonos en su capacidad para Una modificación del modelo original que cambiar de tarea. Ae utilizó una tarea considera la evidencia que conecta la memoria de trabajo con la MLP muy sencilla en la "ue los participantes se les dio una columna de dígitos de una sola cifra y se les re"uirió agregar 2 y anotar el total, luego, "ue restaran 2, y en el estado de cambio de tarea, "ue alternaran la suma y la resta. !l cambio de tarea conllevaba una demora sustancial, y "ueríamos saber por "u$. 1tilizamos m$todos de doble tarea, afectando al !5 con una tarea verbal atencionalmente e>igente y una tarea "ue implica la repetición verbal simple. Para nuestra sorpresa, el cambio afectó casi tanto por la supresión articulatoria como por la tarea m#s e>igente del ejecutivo. Wuedó claro "ue la gente estaba usando un código subvocal sencillo de Om#sFmenosFm#sO, etc., para dar pie a sus respuestas. 5uando se proporcionaron los signos relevantes Y y F en la hoja de respuesta, el efecto de supresión desapareció %*addeley et al. +2'. esultados similares han sido obtenidos y posteriormente desarrollados por !merson S Miyake %+4'. /a importancia de la darse instrucciones a uno mismo ya había sido bellamente demostrado por el gran psicólogo ruso 9le>ander /uria, "uien mostró "ue los ni)os aprenden gradualmente a controlar sus acciones mediante la autoFinstrucción abierta, un proceso "ue m#s tarde se convierte en subvocal. El vino a demostrar el valor de las autoinstrucciones en rehabilitación neuropsicológica %/uria, 233'. !l bucle fonológico: 5rítica
!l bucle es probablemente el componente m#s desarrollado y m#s ampliamente investigado de M&, posiblemente debido a la disponibilidad de unas pocas herramientas simples, tales como la similitud fonológica, longitud de palabra, y los efectos de supresión. !sto es, sin embargo, sólo un componente muy limitado de M&. 5uando su uso en la retención de dígitos se impide mediante la combinación de presentación visual con supresión articulatoria, el costo es cercano a los dos dígitos %/arsen S *addeley +4'. Au fortaleza es "ue puede proporcionar almacenamiento temporal secuencial, usando un proceso "ue es r#pido y re"uiere una atención mínima. !s un sistema "ue es muy (til, muy e>tendida, y "ue, como e>perimentadores, ignoramos a nuestro propio riesgo. /a analogía "ue viene a la mente es la de la función del pulgar en nuestra conducta motora: pe"ue)o, no es esencial, pero muy (til. ?ay, sin embargo, un peligro de e>agerar su importancia. Parece ser "ue esto "ue plicar una gama de efectos de la M5P especicadas por tiempo puramente en t$rminos del bucle. !sta hipótesis parece ser atribuida a mí, aun"ue como se ha discutido en otra parte %*addeley +-, pp 4F4H.', las críticas de plicación general de la M5P. ?e tratado el bucle fonológico hasta el momento como si se limitara al almacenamiento de discurso oído y hablado. !s importante se)alar, sin embargo, "ue el mismo sistema, "ue opera bajo restricciones muy similares, parece respaldar la memoria, tanto para leer los labios como para signos %ver onnberg et al., +G para una revisión'. &odos estos son lenguajes relacionado, lo "ue plantea la cuestión de si el mismo sistema se utiliza para la información auditiva no lingXístico como sonidos ambientales y m(sica. plorado, aun"ue e>iste un creciente inter$s comparar lenguaje y m(sica y alguna indicación de solapamiento %Nilliamson et al. +2'. *lock de dibujo visoFespacial !l inter$s en la memoria visoFespacial se desarrolló durante la d$cada de 23C, cuando Posner y Bonick %23CC' mostraron "ue un punto en una línea se retenía en la memoria por un período de hasta 4 segundos, lo cual se veía afectado por la interpolación de una tarea de procesamiento de información, lo "ue sugiere alguna forma de representación activa. =ale %23-4' obtuvo un resultado similar para el recuerdo de un punto situado en un campo abierto. !n contraste con estas tareas de memoria espacial,
Posner y Beele %23C-' han producido evidencia "ue sugiere un almacenamiento visual "ue dura sólo dos segundos. Ain embargo, su m$todo se basa en la velocidad de procesamiento de las letras, en la "ue un código visual de letras parecía ser sustituida por un código fonológico despu$s de dos segundos. 9un"ue esto podría re6ejar la duración de la traza visual, podría igualmente bien re6ejar un código fonológico "ue se desarrolla m#s lentamente "ue luego anula al visual.
M5P visual 1n colega, *ill Phillips, y yo decidimos probar esto usando material "ue no fuera nombrable f#cilmente. !legimos matrices de Z en el "ue apro>imadamente la mitad de las celdas se llenaba al azar en cual"uiera de las representaciones. ?emos probado la retención en intervalos de ,4 a 3 segundos, ya sea mediante la presentación de un estímulo id$ntico o uno en el "ue se cambió de una sola celda, con participantes haciendo un juicio igual o diferente. Ae encontró una disminución constante en el tiempo, independientemente de si medimos el rendimiento en t$rminos de precisión o el tiempo de reacción %Phillips y *addeley 23-2'. 1na serie de estudios realizados por Broll et al. %23-', mediante la supresión articulatoria para interrumpir el uso de un código de nombre en los juicios de letras, llegó a una conclusión similar, "ue el resultado Posner y Beele se basa en el cambio de un código visual a un código fonológico, tal vez debido a una mantención m#s f#cil por representación subvocal. Mientras tanto, Phillips pasó a investigar el almac$n de memoria visual utilizando estímulos de la matriz, demostrando "ue la precisión disminuye sistem#ticamente con aumento de celdas a ser recordadas %Phillips 23-G', lo "ue sugiere "ue la capacidad de la M5P visual es limitada. ue este trabajo el "ue in6uyó nuestro concepto inicial del bloc de dibujo visoFespacial. Memoria espacial a corto plazo. /a prueba clínica "ue se utiliza con mayor frecuencia de la memoria visoespacial es el test de 5orsi de golpes de blo"ue %Milner 23-2', "ue se basa en el espacio e implica presentación secuencial y recuerdo. !l participante ve una serie de nueve blo"ues dispersos a trav$s de una placa de prueba. !l e>perimentador golpea una secuencia de blo"ues, y el participante intenta imitar esto. !l n(mero de blo"ues golpeados se incrementa hasta "ue el rendimiento se rompe, con 5orsi el lapso típicamente es cinco, apro>imadamente dos menos "ue la envergadura del dígito. =ella Aala et al. 2333', utilizando una versión modicada de la tarea de matriz de Phillips, mostró "ue el lapso de patrón visual es disociable de lapso espacial 5orsi, con algunos pacientes "ue tienen una da)ada mientras
"ue la otra se conserva, y viceversa. 9dem#s, el período de patrón puede ser interrumpido por un procesamiento visual concurrente, mientras "ue el lapso 5orsi es m#s susceptible a la interrupción espacial %=ella Aala et al. 2333'. Jolver$ a la distinción visualFespacial en un momento posterior.
M& visoFespacial =urante la d$cada de 23-, la investigación se trasladó desde la M5P visual hasta su función en las im#genes visuales. ito, demostrando "ue algunas tareas de im#genes eran m#s visuales "ue espaciales. El utilizó im#genes visuales mnemot$cnicas mediante en las cuales dos artículos no relacionados se asocian formando una imagen de ambos interactuandoK por ejemplo, vaca y silla podrían ser recordadas como una vaca "ue se sienta en una silla. /ogie %23HC' mostró "ue este proceso puede ser interrumpido por estímulos visuales, tales como dibujos lineales irrelevantes o de hecho por parches simples de color. !n la actualidad hay m(ltiples manifestaciones de la disociación de M& visual y espacial. Blauer y [hao %+G' revisan críticamente esta literatura antes de realizar una serie muy completa de investigaciones del control de artefactos potencialesK sus resultados apoyan la distinción entre M5P visual y espacial, una distinción "ue tambi$n es apoyada por representaciones de neuroimagen %Amith S Vonides 233-'.
Ain embargo, el fraccionamiento del bloc de dibujo parece m#s probable. /a investigación realizada por Amyth y sus colegas han sugerido un sistema kinest$sico o basado en el movimiento utilizado en el gesto y la danza %Amyth y Pendleton 233'. @tro posible canal de información en el bloc de dibujo viene del código h#ptico como el "ue se utiliza para agarrar y sostener objetos, "ue a su vez es probable "ue incluya un componente t#ctil. !l tacto en sí depende de un n(mero de diferentes c$lulas receptoras capaces de detectar la presión, vibración, calor, frío, y el dolor. 9ctualmente sabemos muy poco acerca de estos aspectos de la M5P, y mi suposición de "ue la información de todas estas fuentes converge en el bloc de dibujo est# lejos de estar claramente establecida. /a naturaleza de la representación en el bloc de dibujo tambi$n es incierta. /ogie %233, +22' sugiere una distinción entre un Ocach$ visualO, un almac$n visual temporal, y un sistema de representación y manipulación espacial, el Oescribano internoO, aun"ue la naturaleza e>acta de la representación visoFespacial sigue siendo poco clara. !/ !V!51&0J@ 5!<&9/ !l !jecutivo como hom(nculo !l !5 es el componente m#s complejo de M&. =entro del modelo original se supone "ue sea capaz de enfocar la atención, el almacenamiento y toma de decisiones, pr#cticamente un hom(nculo, un pe"ue)o hombre en la cabeza, capaz de hacer todas las cosas inteligentes "ue estaban fuera de la competencia de los dos subsistemas. 9un"ue nuestro modelo tendía a ser criticado por adoptar este enfo"ue, como hace 9ttneave %23C' considero al hom(nculo como potencialmente (til si se utiliza adecuadamente. !s importante "ue no se vea como proveedor de e>plicaciones, sino m#s bien como un marcador de asuntos "ue re"uieren e>plicación. 5on tal "ue los diferentes trabajos realizados por el hom(nculo sean identicados, de modo "ue se puedan abordar uno por uno, es de esperar "ue a su debido tiempo el hom(nculo sea descartado. Muchos de nuestros trabajos han utilizado tareas concurrentes para interrumpir los diversos componentes de M&, con la suposición de "ue las tareas atencionales típicamente e>igentes colocar# demandas especícas en el !5, en contraste con las tareas "ue re"uieren un mantenimiento simple. Por ejemplo, contar hacia atr#s de tres en tres a partir de un n(mero como +-2 se supone "ue es una carga para el ejecutivo, mientras "ue simplemente repetir +-2 no lo haría. !stas y otras tareas parecidas han demostrado ser una estrategia e>itosa para separar las contribuciones de los tres subcomponentes de la M& inicialmente propuestos %por ejemplo, *addeley et al. +22'.
raccionando al !jecutivo !n un intento de especicar las funciones de la !5, especul$ sobre "u$ podía serK 7"u$ debería ser capaz de hacer un ejecutivo adecuado8 Ae me ocurrieron cuatro sugerencias %*addeley, 233C'. Primero tendría "ue ser capaz de centrar la atenciónK una evidencia de esto se produjo por el impacto de la reducción de la atención en tareas complejas como el ajedrez %obbins et al. 233C'. 1na segunda característica deseable sería la capacidad de dividir la atención entre dos objetivos importantes o 6ujos de estímulos. Do había estado estudiando esto en colaboración con colegas italianos por un n(mero de a)os, centr#ndonos en la enfermedad de 9lzheimer. ?abíamos seleccionado dos tareas "ue implican modalidades separadas: una verbal, "ue implica el recuerdo de secuencias de dígitos, y la otra "ue re"uiere seguimiento visuoespacial. Jaloramos el nivel de dicultad para cada uno de $stos hasta el punto en "ue tanto nuestros pacientes jóvenes como los ancianos rindieron al mismo nivel. 9 continuación, re"uerimos seguimiento y recuerdo de cifras simult#neamente. ?ubo un d$cit marcado en el rendimiento de los pacientes en comparación con cual"uiera de los dos grupos de control. Wuiz#s sorprendentemente, la edad no interrumpió esta capacidad ejecutiva especíca, siempre "ue el nivel de dicultad se e"uiparara en primero %/ogie et al. +G'. 9nte la falta de valoración del grado de dicultad, sin embargo, el rendimiento tiende a disminuir con la edad en las tareas cuando se realizan separadamente, con el d$cit a(n mayor cuando las dos tareas se realizan al mismo tiempo %iby et al. +G'. /a tercera capacidad ejecutiva "ue investigamos involucra el cambio entre tareas, ya "ue nos pareció "ue podría ser un sistema de control especíco. 5omo se mencionó anteriormente, se optó por estudiar una tarea "ue implica la alternancia entre sumas y restas simples, utilizando una concurrente y e>igente tarea verbal ejecutiva y supresión articulatoria como su e"uivalente noFdemandante. !ncontramos un gran efecto de la supresión articulatoria, junto con un m#s bien pe"ue)o efecto adicional cuando una carga del ejecutivo acompa)ada a la supresión. !l estudio del cambio de tarea se ha e>pandido muy sustancialmente en los (ltimos a)os %Monsell +', convirti$ndose en teoría bastante compleja, y en mi opinión, al menos, argumenta en contra de una capacidad ejecutiva unitaria para el cambio de tarea. =ebo se)alar "ue hay muchas otras sugerencias sobre el conjunto b#sico de capacidades ejecutivas "ue son demasiado numerosas para discutirlas en este conte>to %v$ase, por ejemplo, !ngle y Bane +G, Miyake et al. +, Ahallice ++'.
0nterfaz con /&M /a cuarta tarea ejecutiva "ue asign$ a nuestro hom(nculo era la capacidad para interactuar con M/P. !n un intento por limitar nuestro modelo M&, habíamos hecho la suposición de "ue el !5 era un sistema puramente atencional sin capacidad de almacenamiento %*addeley y /ogie 2333'. Ain embargo, esto crea una serie de problemas. 1no se refería a la cuestión de cómo los subsistemas "ue utilizan diferentes códigos podrían integrarse sin alguna forma de almacenamiento com(n. /os participantes no sólo tiene "ue utilizar o bien un código u otro, sino "ue m#s bien los combinan, tanto los códigos visuales como fonológicos son utilizados simult#neamente %/ogie et al. +'. !sta capacidad est# particularmente marcada en el caso del procesamiento del lenguaje, donde una sola frase puede mostrar la in6uencia de la codicación fonológica en retrasos cortos y de la codicación sem#ntica en intervalos m#s largos %*addeley y !cob 23-'. /os lapsos de memoria para palabras no relacionadas son alrededor de , aumentando a 2 cuando las palabras forman una frase. !ste lapso mayor para las secuencias basadas en oraciones parece re6ejar una interacción entre los sistemas fonológico y sem#ntico en vez de un simple efecto aditivo %*addeley et al. 23H-', una conclusión "ue es consistente con estudios de doble tarea posteriores %*addeley et al. +3'. Pero, 7cómo puede ocurrir esta interacción8 @tro desafío al concepto de un ejecutivo puramente atencional llegó desde el e>tenso trabajo sobre las diferencias individuales en M& derivados de la demostración inicial por =aneman y 5arpenter %23H' de una correlación entre una medida "ue denominaron Operíodo de M&O y la capacidad de comprensión de prosa. Au e>perimento re"uería "ue los participantes leyeran una secuencia de frases y luego recordaran la palabra nal de cada una. !ste y otros e>#menes "ue re"uieren la combinación de almacenamiento y procesamiento temporal han demostrado ser e>itosos en la predicción de rendimiento en tareas cognitivas "ue van desde la comprensión de razonamiento complejo y desde el aprendizaje de un lenguaje de programación hasta resistir la distracción %ver =aneman y Merikle 233C y !ngle et al. 2333 para los comentarios'. &ales resultados fueron graticantes para demostrar signicación pr#ctica de la M&, pero fueron embarazosos para un modelo "ue no tenía posibilidades de almacenamiento "ue no sea la limitada capacidad de los subsistemas visuoFespaciales y fonológicos. !n respuesta a estas y otras cuestiones, decidí agregar un cuarto componente, el buer episódico %*addeley, +'. 9un"ue yo era reacio a a)adir otros
sistemas a la teoría de m(ltiples componentes, sentí "ue uno en + a)os "uiz#s era aceptable.
!l buer episódico /as características del nuevo sistema se indican con su nombreK es episódica ya "ue se supone "ue mantiene episodios o trozos integrados en un código multidimensional. =e este modo, act(a como un almac$n intermedio, no sólo entre los componentes de M&, sino tambi$n la vinculación de M& a la percepción y M/P. !s capaz de hacer esto, ya "ue puede contener representaciones multidimensionales, pero como la mayoría de los almacenes temporales tiene una capacidad limitada. !n este punto estamos de acuerdo con 5o;an %+', en el supuesto de una capacidad de alrededor de cuatro partes. 9ventur$ "ue la recuperación de la memoria intermedia se produjo a trav$s de la conciencia, "ue proporciona cone>iones con nuestra investigación anterior sobre la intensidad de la imaginería visual y auditiva %*addeley y 9ndrade +'. !sto resulta en una teoría de la conciencia "ue se asemeja a la propuesta por *aars %23HH', "ue asume "ue la conciencia sirve como un mecanismo para vincular características de los estímulos en objetos percibidos. El usa la met#fora de un escenario en el "ue los productos de los procesos preconscientes, los actores, est$n disponibles a la conciencia, a la audiencia. iste la necesidad de usarlo para hacer preguntas interesantes y manejables, un reto "ue nos ha mantenido a Lraham ?itch, ichard 9llen y yo ocupados en los (ltimos a)os.
M& y vinculación 5omo *aars %23HH', se supone "ue un papel central de la memoria intermedia es proporcionar un medio multidimensional "ue permite "ue características de diferentes recursos se re(nan en trozos o episodios, no
sólo perceptual sino creativamente, lo "ue nos permite imaginar algo nuevo, por ejemplo, un elefante jugando hockey sobre hielo. !ntonces podríamos re6e>ionar sobre este nuevo concepto y decidir, por ejemplo, si nuestro elefante sería sería mejor defensa o portero. !sto probablemente parecería ser un proceso de atención e>igente, así "ue especulamos "ue la memoria intermedia depender# en gran medida de la 5!. !n el modelo inicial %*addeley, +' %ver igura 4', intencionalmente hice "ue todos los accesos pasaran por el !jecutivo, con el argumento de "ue entonces podríamos investigar empíricamente si se necesitaban otros enlaces. !studiamos el papel desempe)ado por la unión por cada uno de los tres componentes iniciales de M&, usando nuestra bien probada estrategia de la tarea concurrente para interrumpir cada vez. Ai, como proponía nuestra hipótesis inicial, el !5 controla el acceso hacia y desde la memoria intermedia, entonces, una tarea concurrente atencionalmente e>igente debería tener un efecto muy importante en la capacidad de unir información, en contraste con efectos menores de la interrupción a los dem#s subsistemas. =ecidimos e>aminar la unión en dos modalidades muy diferentes, a saber, la unión de características visuales en objetos percibidos por un lado, y la unión de las palabras en frases en el otro.
1nión visual y NM tender los m$todos aplicados al estudio de la atención visual al posterior almacenamiento a corto plazo de los elementos percibidos. 1na cuestión central de este enfo"ue se refería a los factores "ue determinan las condiciones en "ue las características tales como el color y la forma est#n integrados y unidos en objetos percibidos y recordados. !l paradigma e>perimental b#sico fue desarrollado por /uck y Jogel %233-, Jogel et al., +2'. 9l igual "ue en el trabajo de Phillips %23-G', se trataba de la presentación de una serie de estímulos visuales, seguido %despu$s de un breve retraso' por un estímulo de sondeo, con los participantes decidiendo si la sonda había estado o no en la serie. Aurgieron varios resultados importantes, entre los "ue destacan la observación de "ue la capacidad se limitaba a unos cuatro objetos y se mantenía relativamente estable, independientemente de si los participantes estaban recordando una sola característica, por ejemplo, el color o forma, o si se les re"uería unir las dos características y recordar no sólo "ue un estímulo de color rojo había sido presentada, o un cuadrado, sino tambi$n "ue los dos habían estado unidos como un cuadrado rojo %Jogel et al. +2'. 1n estudio posterior por Nheeler y &reisman %++' obtuvo el mismo resultado cuando las pruebas involucraban un solo elemento de sondeo. Ain embargo, encontraron un
deterioro del vínculo cuando la prueba de memoria consistía en buscar a trav$s de una serie de estímulos con el n de encontrar un objetivo coincidente, un resultado "ue interpretaron como una sugerencia de "ue el mantenimiento de la unión de características era atencionalmente demandante. igente como contar hacia atr#s de tres en tres. Ai el !5 estaba muy involucrado en la unión, entonces la tarea concurrente debería probar ser m#s perjudicial para la unión %por ejemplo, recordar un cuadrado rojo' "ue cual"uiera de las tareas con una sola característica de sondeo %por ejemplo, rojo o cuadrados'. Ae comparó el estado de conteo hacia atr#s a con el "ue implica la supresión articulatoria. 5omo era de esperar, encontramos un deterioro general en el rendimiento cuando se acompa)a de conteo hacia atr#s. Ain embargo, esto fue tanto para las características individuales como para la condición de unión. 1na serie de nuevos estudios e>ploró este hallazgo, usando otras tareas simult#neas y condiciones de unión m#s e>igentes. !n un caso, por ejemplo, las formas y los parches de color a las "ue cada forma debía estar unida se presentan en lugares separados. !n otro estudio, las características "ue iban a estar unidas fueron separadas en el tiempo, mientras "ue un tercer e>perimentador presentó una característica visual %por ejemplo, un parche rojo' y la forma asociada verbalmente. 9un"ue algunas de estas actividades condujeron a un nivel global m#s bajo de rendimiento, en ning(n caso obtuvimos una alteración distintiva de la unión %ver *addeley et al. +22 para una revisión'. !l e>perimento nal del artículo de 9llen et al. %+C' logró, sin embargo, obtener un efecto distintivo. !n este estudio, formas de colores fueron presentadas secuencialmente, seguidas por una sonda. 5uando el elemento nal fue comprobado, los resultados fueron como antes: sin d$cit vinculante adicional. Ain embargo, los elementos anteriores mostraron una menor retención de estímulos vinculados. 0nterpretamos esto una sugerencia de "ue la unión no e>ige atención e>tra, pero "ue la mantuvo contra la distracción. !>ploramos este efecto de interrupción a(n m#s, utilizando de nuevo la presentación simult#nea, pero esta vez insertando un solo elemento adicional entre la presentación y la prueba "ue los participantes fueron instruidos de ignorar. /a unión se deterioró distintivamente a pesar de "ue los participantes se les dijo "ue ignorar el sujo, lo "ue sugiere "ue aun"ue el vínculo visual no e>ige atención per se, el mantenimiento del vínculo contra la distracción sí lo es %ver *addeley et al. +22 para una visión general'.
Jinculación en M& verbal 9un"ue parece "ue la atención puede ser (til para el mantenimiento de enlaces visuales, nuestros datos indican "ue la simple unión de color y forma no e>ige demasiada atención. Podría, por supuesto, argumentar "ue la unión perceptual es atípica por no re"uerir recursos centrales. 9fortunadamente, sin embargo, como parte de nuestras operaciones convergentes a una teoría, habíamos seguido una serie de e>perimentos paralelos "ue investigaban el papel de los procesos ejecutivos en la unión de las palabras en fragmentos durante la retención de frases habladas. ?emos llevado a cabo una serie de e>perimentos, cuyos resultados se pueden resumir sencillamente %*addeley et al.+3'. /as tareas concurrentes "ue implican el bloc de dibujo visoFespacial tienen un pe"ue)o pero signicativo efecto en el recuerdo el cual se incrementa cuando tambi$n tenían un componente basado en el ejecutivo visual. Aupresión articulatoria simple tuvo un mayor efecto "ue se amplica a(n m#s cuando fueron re"ueridas tanto la supresión como la carga atencional. /o m#s importante, sin embargo, es "ue ninguna de estas tareas interrumpe signicativamente la unión de las palabras en trozos como se re6eja en la magnitud de la ventaja en el recuerdo de oraciones sobre secuencias de palabras no relacionadas. Por lo tanto, al igual "ue con la unión visual, aun"ue las tareas concurrentes perjudican el rendimiento general, no parecen interferir con el proceso de unión en sí, "ue en el caso de las oraciones, asumimos opera relativamente autom#ticamente en la M/P. /a evidencia tanto de unión visual como verbal es por lo tanto incompatible con la propuesta original de "ue el proceso de unión implica la manipulación activa de la información dentro del buer %memoria intermedia' episódico, la cual consideramos como una importante, pero esencialmente pasiva estructura en la "ue las vinculaciones logradas en otros lugares se pueden mostrar. Aigue siendo importante ya "ue permite los procesos ejecutivos para su posterior manipulación. !sto a su vez puede dar lugar a nuevas jaciones "ue implican, por ejemplo, la unión de frases en oraciones integradas u objetos en escenas complejas. !n conclusión, aun"ue la unión se discute a veces como si fuera una función unitaria, sugerimos "ue varía en función del tipo especíco de unión implicada. Por ejemplo, la unión puede ser perceptual o lingXística, y puede ser temporal, como la re"uerida para realizar tareas de la M&, o durable, como en la unión de la nueva información a su conte>to en el M/P, una capacidad "ue es interrumpida en pacientes amn$sicos, "uienes pueden mostrar, sin embargo, mostrar una vinculación normal en la memoria de trabajo %*addeley et al. +2'. &odos estos tipos de vinculación podr#n, de
cual"uier modo, resultar en representaciones vinculadas accesibles a trav$s de la memoria b(fer.
J0<51/950U< !<&! M!M@09 =! /9L@ P/9[@ D M!M@09 =! &9*9V@ !s la M& activada solo por la M/P8 1n n(mero de enfo"ues describen la M& como activada por la M/P %por ejemplo, 5o;an +, uchkin et al. +4'. Mi punto de vista sobre este tema es "ue la memoria de trabajo implica la activación de muchas #reas del cerebro "ue involucran M/P. !sto tambi$n es cierto para el lenguaje, para el cual la activación de la M/P no se toma como una e>plicación. Aupongo "ue en el caso del modelo de 5o;an %+', es una forma de referirse a los aspectos de la M& "ue no son su preocupación principal y no una negación de la necesidad de m#s e>plicaciones. El y yo, creo, podemos estar de acuerdo en "ue el bucle fonológico, el componente m#s simple de M&, probablemente depende de representaciones fonológicas y l$>icas dentro de la M/P, así como los h#bitos de lenguaje basados en procedimientos dependen de la representación.
M& de /argo Plazo !ricsson y Bintsch %233' propusieron este concepto para e>plicar el desempe)o superior de mnemonistas e>pertos, pasando a hacerlo e>tensivo al uso de conocimiento sem#ntico y lingXístico para aumentar el rendimiento de la memoria. 9rgumentan "ue estas y otras situaciones, utilizan estructuras previamente desarrollados de en M/P como medio de aumentar el rendimiento de la M&. !stoy de acuerdo, pero yo no veo ninguna ventaja en tratar esto como un tipo diferente de M& en lugar de verlo como un ejemplo claro de la forma en "ue la M& y la M/P interact(an. /a M/P y el modelo multicomponencial Parece probable "ue algunos de los malentendidos "ue enfrenta la MFNM se derivan de los vínculos m#s bien limitadas con la M/P mostrados en las iguras + y 4. !sto tambi$n se re6ejó en un desacuerdo entre obert /ogie y yo, ya "ue $l insistía en "ue toda la información entraba en el bloc de dibujo a trav$s de la M/P. Aolo cuando trat$ de representar a mis puntos de vista en el modelo simple "ue se muestra en la igura G "ue nos pusimos de acuerdo. /a información de entrada es procesada por los sistemas "ue a su vez est#n in6uidos por M/P. Jeo a la M& como un complejo sistema interactivo "ue es capaz de proporcionar una interfaz entre la cognición y la acción, una interfaz "ue es capaz de manejar la información de una variedad
de modalidades y etapas de procesamiento. !<@W1!A
/9
!l desarrollo de mis propios puntos de vista sobre M& ha sido fuertemente in6uenciado por el estudio de pacientes con d$cits neuropsicológicos, y en particular por los pacientes con da)o especíco en ausencia de d$cit cognitivo general. !l da)o cerebral puede ser visto cientícamente como la producción de una serie de e>perimentos desafortunados de la naturaleza. /a naturaleza no es generalmente un buen e>perimentador: los pacientes suelen tener una gama de diferentes d$cits, pero sólo de vez en cuando ocurren d$cit OpurosO "ue potencialmente, tras una investigación cuidadosa y e>haustiva, permiten e>traer conclusiones teóricas claras. !stas pueden ser e>tendidas para ayudar a diagnosticar y tratar a los pacientes con discapacidades relacionadas pero m#s complejas. ?ay dos aspectos de este tipo de investigación: el conductual, "ue vinculan el desempe)o de la paciente a la psicología cognitiva y la neurobiológico, "ue lo unen a sus bases anatómicas y neurosiológicas. 9mbos son importantes y en (ltima instancia, se pueden combinar. Ain embargo, mi propia e>periencia y la preocupación actual es para lo conductual y el grado en "ue la investigación neurobiológica ha contribuido hasta ahora a la comprensión cognitiva de la MFM&. itoso, y la activación interrumpido fue asociada con el fracaso %LoldmanFakic 23HH'. !sto llevó a algunos a concluir "ue esto se)ala "ue la M& tiene una ubicación frontal especíco. Mi opinión es "ue probablemente formaba parte de un complejo circuito "ue sustenta al bloc de dibujo visoFespacial. !l posterior descubrimiento de c$lulas similares en otras partes del cerebro es consistente con esta opinión. 1na segunda fuente de aparente apoyo al concepto de M& vino desde la neuroimagen, cuando los distintos subsistemas de la MFM& aparecieron localizados relativamente cerca %para revisiones, v$ase ?enson +2, Amith S Vonides 233-'. !sto condujo a un gran n(mero de nuevas investigaciones de neuroimagen de muchos laboratorios diferentes, produciendo una gama
de diferentes resultados, "ue cuando se introducen en un metaFan#lisis a menudo fallan en mostrar un patrón consistente %ver *addeley +-, capítulo -'. Mi propia opinión es "ue esto simplemente re6eja la falta de abilidad de dichos resultados y la complejidad de la M&, así como la necesidad de modicar los paradigmas de cio de las limitaciones de la neuroimagen, por ejemplo, evitando el discurso maniesta. 1na interpretación diferente es ofrecido por Vonides et al. %+H', "uien comentó sobre los Ocambios casi revolucionarios en las teorías psicológicas sobre A&M, con similarmente grandes avances en las neurocienciasO "ue han ocurrido en la (ltima d$cada. Au muy ambiciosa interpretación de la Omente y cerebro de A&MO se discute a continuación. !n t$rminos m#s generales, aun"ue creo "ue es muy importante entender las bases neurobiológicas de la NM, me amnot todavía convencido de "ue ha hecho una importante contribución a las teorías psicológicas de NM. !sto no re 6ejan un rechazo general de neuroimagen, "ue ofrece una herramienta esencial y potencialmente poderosa para la comprensión de la cognición y su base neural. ?ay algunas #reas importantes, como los "ue investigan la conciencia, en la "ue la neuroimagen ofrece un componente crucial en las pruebas y la validación potencialmente distinciones como la e>istente entre OrecordarO y OsaberO %=uzel et al. +2'. !n el caso de NM, sin embargo, tengo dos principales fuentes de duda. !l primero se reere a la aparente falta de replicabilidad en el campo. /a segunda mayor preocupación b#sica es la validez de la hipótesis de "ue la localización anatómica proporcionar# una base teórica rme para un sistema tan complejo como NM en ausencia de una mejor comprensión de la estructura temporal luego de la activación de lo "ue es normalmente disponibles en la actualidad.