Melissa Good 07 Convergencia Tropical

Melissa Good – Convergencia Tropical

Traducción – Martha Lo 2017

CONVERGENCIA TROPICAL (TROPICAL CONVERGENCE) POR MELISSA GOOD

TRADUCIDO POR: MARTHA LO 2017

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Capítulo Uno La sala de conferencias estaba casi llena, todos los asientos en la larga mesa ocupados a excepción del de la cabecera. La luz del sol de la tarde entraba en la habitación, resistiendo los valientes esfuerzos del gran aire acondicionado para aliviar sus efectos, y después de un momento de protegerse los ojos, Mark Polenti se paró y se acercó al panel de vidrio. "Hijo de puta." Él bajó las persianas. "Podría cocinar un maldito huevo en esta cosa." "No bromees," Peter Prescott, uno de los líderes del grupo de IT, estuvo de acuerdo. "Empiezo a sudar sólo de pensar en ir a mi coche." Con un movimiento de cabeza, Mark regresó a su asiento. El MIS -Gerente de Sistemas de Información -- recogió y volteó su lapicero, acomodándose en una de las sillas de cuero que rodeaban la mesa. "Condenado largo verano." "Mm." "Sí." El acuerdo resonó alrededor de la mesa llena de varios directivos técnicos. "No iría afuera diez minutos más de lo que tenga que hacer," Peter añadió. "Hombre, veo a esos locos turistas en la playa y sólo puedo verlos freírse como pavos en Acción de Gracias." "Tienes razón," Mark resopló. La puerta de la sala de conferencias se abrió y todos se giraron. Los ojos se abrieron de par en par cuando el recién llegado comenzó a bailar en el interior, escuchando una canción aparentemente sólo audible para ella mientras se abría paso a través de la habitación y terminaba rebotando en la silla al final de la mesa. Relativamente baja, pero luciendo una estructura muscular ágil, la mujer colocó una carpeta de cuero sobre la mesa, luego se quitó la chaqueta azul perfectamente adaptada y la colgó en el respaldo de la silla, antes de apoyarse en la superficie acolchada en un final alegre de su baile. "Hola, chicos." Kerry les sonrió. "¿No es hoy un día increíble, o qué?" Los jefes del departamento de operaciones se miraron el uno al otro, y luego miraron la mesa mientras su rubia líder se sentaba. Kerry estaba vestida con un traje de negocio sensato, con una blusa de seda color crema impecablemente planchada, pero su claro cabello, cortado por el verano estaba tan despeinado que parecía que había sacado la cabeza por alguna ventana del coche al regresar del almuerzo. "Um." Mark se aclaró la garganta. "Sí, está bien," admitió. "Tenemos la máquina de café funcionando de nuevo, por lo menos." Sus cejas se arquearon. "¿Has ... bebido un par de copas para celebrar o algo así?" "No." Kerry entrelazó los dedos frente a ella sobre la mesa. "Adivina otra vez." 3



"¿Hicimos nuestros números?" Peter aventuró una conjetura. "Sí, pero no es por eso que estoy animada," ella respondió. "¿Tu perra tuvo cachorros?" Ellen Jasmine intervino desde el otro lado de la mesa, su avejentado rostro se arrugó en una sonrisa. "No, no, no." Kerry agitó la mano. "Ni cachorros, ni gatitos y ni Dar ni yo estamos embarazadas así que ni siquiera vamos allí." Bailó un poco en su asiento. "Vamos, vamos ... sólo hemos estado hablando de esto durante un mes." Mark hizo una mueca. "No me digas que estás toda trastornada de ir a la convención de tecnología." Kerry sonrió ampliamente. Su audiencia no estaba segura de si reír o gemir. "Jesús." Mark se cubrió los ojos. "Hombre, pensaba que era el primo friki en este lugar." Señaló a Kerry. "No más. Tú ganas. Me rindo." Kerry abrió la carpeta de cuero, y se rió entre dientes. "De hecho," miró a su alrededor y bajó la voz, "me importa el trasero de una taltuza (tipo de roedor) sobre la convención. He estado esperando para volver a Disney World con Dar desde siempre." Su cara se arrugó en una sonrisa de nuevo, su bronceado de verano enfatizando la blanqueada tonalidad de su pelo, y el verde intenso de sus ojos. "Ahhhh!" Ellen se echó a reír. "¡Ahora lo entiendo!" "Augh ... Orlando en Julio? Kerry, te vas a arrepentir," Mark objetó. "Ni siquiera Mouse me podía llevar allí con este tiempo." "Tú," Kerry le señaló, "obviamente nunca has estado en Disney con Dar." Ella sacó su agenda. "Ahora, veamos dónde estamos este mes." Suavemente cambió de marcha, su voz dejando caer algunas notas y se volvió más empresarial. "Muy bien, tengo algunas buenas noticias y malas noticias." La sala se acomodó, y se puso más seria. Alrededor de la mesa, los ojos se encontraron con ligera aprehensión. Aunque la mayoría en la sala confiaba en Kerry, y a todos les gustaba, también sabían exactamente dónde estaban sus lealtades. "Déjenme sacar las malas noticias del camino," Kerry dijo. "En primer lugar, quiero dejar en claro que de ninguna manera puedo yo, o Dar para el caso, responsabilizar a alguien aquí por el hecho de que el veinte por ciento de nuestros contratos de renovación este trimestre no firmaron." Alzó la vista, encontrándose con los ojos frente a ella directamente. "Nuestro servicio no estaba en cuestión, ni tampoco era un factor en las firmas." Mark exhaló. "Malditos Lowballers (*)."

(*) Persona que negocia muy por debajo del precio al por menor o razonable.

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El expresivo rostro de Kerry se crispó un poco. "Para que lo sepas - cuando las ventas trajeron los números finales a la mesa, fue Dar que dibujó la línea y dijo que no les contraofertaríamos. De acuerdo?" Les dio un momento para absorber las palabras. "Dar dijo que no cambiaría nuestros niveles de servicio por los números de papel. Decidimos que no podíamos proporcionar niveles aceptables de respuesta por los dólares que estaban sugiriendo." Ella hizo una pausa. "Estuve de acuerdo sinceramente." Los cuerpos se relajaron alrededor de la habitación, cayendo de nuevo en las sillas de cuero con chirridos apenas audibles. "Kerry, eso es algo increíble de escuchar," Ellen dijo, en un tono serio. "Tengo un amigo que trabaja para nuestros amigos en el oeste, y la última vez que algo como esto sucedió, les llevo mucho tiempo responsabilizarse." Kerry apoyó la barbilla en sus manos. "Dar nunca dejaría que eso ocurra," dijo. "Pero déjenme decirles, esas reuniones en Houston la semana pasada no fueron bonitas." "Sí, lo apuesto," Mark murmuró. "Sin embargo, Kerry, vi esos malditos números. De ninguna manera esos tipos pueden entregar lo que dijeron que harían." Su jefa se encogió de hombros ligeramente. "El tiempo lo dirá. Pero mientras tanto, tenemos el veinte por ciento de nuestro presupuesto que necesitamos para encontrar fondos, o de lo contrario perderlo. Eso significa que todos ustedes necesitan mirar muy cuidadosamente sus libros y ver si tenemos espacio para la holgura," advirtió. "Si tenemos una repetición el próximo trimestre, las cosas se pondrán muy apretadas por aquí." Todos asintieron con sombrío entendimiento. "Ahora, por el lado positivo." Kerry cambió de marcha otra vez. "Hicimos nuestros números de servicio. De hecho," sonrió cálidamente, "los excedimos. Estoy muy orgullosa de ello, y también Dar." Sus ojos brillaron un poco. "Y así, a pesar de que sé que todos deben haber oído hablar del salario congelado ..." Mark se aclaró la garganta. Ellen apartó la mirada hacia la ventana. El resto de la mesa encontró algo que estudiar que no implicara a mujeres rubias de altura media. Todo el mundo sabía lo mucho que Kerry odiaba los chismes de oficina, y la gente sabia no lo mencionaba en su presencia. "No se aplica a nosotros," Kerry terminó en voz baja. "He procesado el primero de los aumentos y bonos de este trimestre, y deberían impactar en sus listas de trabajo para cuando regresen a sus oficinas." Casi sonrió a los jadeos instintivos ante la inesperada declaración. "Por favor, háganles saber a su gente que apreciamos todo el trabajo duro que han puesto en este año, y esperamos que continúen durante el resto del año." Por un largo momento hubo silencio alrededor de la mesa. Entonces Mark se balanceó adelante y golpeó con los codos sobre la mesa. "Mierda, jefa. Mis

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calcetines siguen rebotando en las paredes aquí," dijo. "El resto de los tipos no van a estar enojados?" Kerry se echó hacia atrás en su silla, extendiendo sus piernas y cruzándolas por los tobillos. "Bueno." Ella juntó los dedos y golpeteo las puntas contra su barbilla. "En primer lugar, nadie debería estar hablando de ello." Una ceja rubia se arqueó significativamente. "Pero en segundo lugar, si alguien tiene un problema, diríjanlos por ese camino." Sacudió el pulgar hacia un lado, hacia la dirección general de la oficina de Dar. "¿No a ti?" Ellen le preguntó con curiosidad. Las fosas nasales de Kerry se encendieron ligeramente. "Órdenes de Dar," respondió brevemente. Después de otro momento de silencio, asintió. "Muy bien, entonces, lo siguiente en la agenda ..." Su personal se movió alrededor de la mesa y se inclinó hacia delante, ordenando sus propios papeles y relajándose. Kerry aprovechó la oportunidad de evaluarlos en silencio, absorbiendo el aire de sorpresa ante su última declaración. Ellos sabían que era una feroz defensora de sus propias prerrogativas, y una de las pocas personas en la empresa no sólo dispuesta, sino también capaz de enfrentarse a su legendaria Directora de Información. Por supuesto, Kerry tenía la ventaja inherente de estar casada y viviendo con Dar y mientras eso no disminuía su valor, por lo menos lo hizo comprensible para todos en la sala. Ah bueno. Kerry cruzó las manos sobre su estómago, haciendo girar los pulgares. Todo el mundo lo superaría en unos días, y después de todo, había Disney World para contemplar. No era que ella estuviera haciendo ligeros los problemas de la compañía -que pesaban sobre sus hombros más que la mayoría. Pero como le había dicho a su personal, los problemas no habían sido puestos en su puerta, y lo mejor que todos podían hacer en ese momento era seguir haciendo su trabajo. Y eso significaba poner un buen espectáculo en la convención. "Todo el mundo listo para la exposición, ya que lo mencioné?" "Empacado y ansioso el equipo de avanzada," Mark respondió, comprobando algo en su agenda. "¿Quien esta a cargo?" Kerry preguntó. "Vas?" Mark la miró. "Peter. Él es amigo del jefe quejumbroso de Eleanor. Ellos se llevan muy bien." "El que tiene las cejas perforadas?" "Eh ..." "Buena elección." Kerry hizo girar sus papeles. "De acuerdo, dime lo que no llegó a tiempo esta semana."

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"DAR, ESCUCHA." "Estoy escuchando." Dar Roberts seleccionó un colorido dardo de la caja apoyada sobre sus rodillas y lo hizo volar, sonriendo triunfante cuando su punta se enterró en un objetivo montado en la nueva pared. "No estoy escuchando nada más que el bilge wash (*) hasta ahora, pero estoy escuchando." "Bilge wash? ¿Has estado fuera en ese barco tuyo de nuevo?" Alastair McLean se rió. "He estado por ahí con mi papá," Dar contestó, lanzando otro dardo. "Alastair, hemos estado dando vueltas y vueltas con esto. Los dos sabemos que no hay una maldita buena respuesta." Un largo suspiro se emitidó a través del teléfono. "He puesto tanta presión en todos los proveedores que tenemos, presionarlos tan duro como pude, consiguiendo que todos bajen al menor costo que pueden hacer sin perder dinero," Dar dijo. "Sé eso." "Cortar nuestros costos hasta el hueso. No tenemos ningún relleno, ningún área que pueda señalar y decir un halago." "Dar, sé eso también." Dar sacudió otro dardo en la diana, clavándolo en el centro del blanco. "¿Entonces por qué estamos todavía en esta llamada? ¿Qué más quieres de mí, Alastair? ¿Quieres que venda mi escritorio? Hacer que Kerry hornee pasteles y realice un sorteo para ti? ¿Qué?" Otro largo suspiro. "Puedes parar esos aumentos." "No." "Dar." "No," Dar repitió con firmeza. "Quítalo de mi cheque si quieres. Esas personas se lo merecen." Su jefe gruñó. "El peor momento para que te conviertas en Robin Hood." La puerta interior a la oficina de Dar se abrió, y una cabeza rubia peluda se asomó dentro. La cara de Dar respondió con una amplia sonrisa, y giró un dardo en silencio, señalando el teléfono y pretendiendo mirarlo. "Yo, Robin Hood? Sal de aquí. Valoro a mi gente tanto como tu valoras a la tuya." Kerry chasqueó los dedos en silencio, y luego señaló a Dar, mordiéndose el labio. "Ejem." Alastair se aclaró la garganta. "Me metí en esa, no?" él admitió. "Está bien, pero por favor, Dar, intenta conseguir algo bueno en la convención, ¿quieres? Necesito algo que no sean malas noticias para la reunión de la junta el próximo mes." "Haré lo que pueda." "Sé que puedo contar contigo Dar," Alastair concluyó. "Buena suerte." (*) Producto para limpieza de las sentinas, manchas, motores de barcos. 7



La línea se apagó. Dar rodó los ojos, mientras esperaba no muy pacientemente a que Kerry cruzara la alfombra y llegara a su lado. "Hola." "Hola." Kerry se sentó en el borde del escritorio de Dar, colgando sus pies y permitiendo que sus moderados tacones se deslizaran fuera. "Él suena preocupado." "Lo está," estuvo de acuerdo su pareja. "No pareces preocupada." Dar lanzó otro dardo a su tablero, un regalo recién bautizado de Kerry. "¿Quieres saber la verdad?" Ella buscó el rostro de Kerry con atención. "No sé cuánto me importa realmente." Kerry extendió la mano y pasó los dedos por el pelo espeso, oscuro de Dar, moviendo el flequillo ligeramente enmarañado de sus ojos azul pálido. "Sí, lo sé," murmuró. La piel bronceada de Dar era de un tono más oscuro que el de ella, y había varias mechas aclaradas por el sol en los mechones que su mano movía. Las pestañas de Dar revolotearon y jugueteó con un dardo. "Ah, todavía me importa." Se medio encogió de hombros. "Simplemente no puedo tomar todo el asunto tan malditamente en serio." "Está bien," dijo su pareja. "Tengo que admitir que estoy más emocionada de volver a Disney World contigo que sobre la convención, así que no me siento mal." Dar miró hacia ella. "¿De verdad?" Kerry sonrió sinceramente. "Sí. Sigo tratando de averiguar cómo podemos ejecutar los escenarios de presentación desde nuestro PDA." Rascó a Dar detrás de las orejas con sus dedos. "¿Te gustaría ir un poco temprano para ver el centro de convenciones?" Dar abrió el cajón plano en la parte delantera de su escritorio y sacó una carpeta, con destreza abriéndola con el pulgar y mostrando el contenido. "Mmm ... creo que esos son billetes de avión." Kerry dijo en placer. "Creo que tienes razón," Dar estuvo de acuerdo. "Vamos." Se levantó, rodeando con su brazo la cintura de Kerry y levantándola también. "Vamos a conseguir algunas maletas hechas, yanqui." Kerry devolvió amablemente el abrazo, apoyando su cabeza en el hombro de Dar y reflexionando sobre la sorpresa de su amante al encontrar sus maletas ya hechas. "Oye, Dar?" "Esa soy yo." "Si conseguimos una ampliación de memoria para mi Palm, realmente creo que puedo operar las aplicaciones de datos." "Mientras bajamos por los toboganes de agua?" "Sí."

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Dar la condujo hacia la puerta, considerando la cuestión. "Necesitarás un estuche a prueba de agua para eso." finalmente concluyó. "Creo que la tienda de buceo los tiene en azul." Kerry sólo se rió entre dientes, mientras caminaban por la puerta, y se dirigieron hacia el ascensor.

AHH. KERRY CERRÓ los ojos, y exhaló, disfrutando del ligero enfriamiento del aire acondicionado del condominio contra su piel recién duchada mientras descansaba en el sofá. Todavía podía oler ligeramente las especias de su cena sofrita en el aire, y sentir el dolor de su sesión de entrenamiento en sus brazos. La vida era buena. A pesar de que no estaba del todo segura de que iba a hacerse popular en el kickboxing, descubrió que amaba cada minuto de las clases que estaban tomando para ello. También era una nueva habilidad para Dar, y el proceso de aprendizaje se sentía emocionante y divertido. Además, Dar se veía tan linda en guantes de boxeo. "Hey, Ker?" Kerry abrió un ojo, y lo giró a su alrededor hacia el dormitorio de Dar. "¿Sí?" Se movió en una posición más cómoda sobre su espalda en el sofá, y esperó. "Crees que una camiseta estará bien en el avión?" Camiseta. Kerry consideró la pregunta con la debida seriedad. "Camisetas sin mangas," ella no estaba de acuerdo. "Como esa agradable azul pálido que tenías el otro día." El leve roce de pisadas desnudas penetró en la sala de estar, acompañada por su creadora. "¿Qué?" Dar preguntó, poniendo sus manos en sus caderas. "Los malditos aviones tienen aire acondicionado, Kerry." "Lo sé," ella estuvo de acuerdo. "Pero de verdad me encantas en esa camiseta, y si tienes mucho frío, siempre puedo calentarte." Estudió la figura alta, esbelta en sus jeans gastados y sujetador. "O podrías ir así." Su amante se acercó y se sentó en el borde del sofá, pasando su brazo sobre las caderas de Kerry y mirándola cariñosamente. "¿Eso significa que usarás tu traje nuevo en el avión entonces?" preguntó, con una sonrisa. "El gris?" Kerry aventuró. "Dar, es de una clase transparente." Dar sonrió. "Hm." Kerry deslizó su mano por la parte interior del muslo de Dar. "No, vamos a dejarlo para la piscina de olas," ella concedió. "Estoy deseando ir a este viaje." Su rostro se arrugó en una sonrisa fácil. "Tengo recuerdos tan geniales del último." Los ojos azules brillaron intensamente. "Yo también," Dar dijo. "Ojalá no tuviéramos la estúpida convención para tratar, pero supongo que es una excusa

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tan buena como cualquier otra para pasar una semana allí." Se inclinó un poco contra Kerry. "Tienes todo empacado? Papá recogió a Chino mientras estabas en la ducha." "Sí, estoy lista. Una maleta de tamaño mediana llena de ropa de diversión, y un portatrajes para los trajes de etiqueta. ¿Estás lista? Iré a poner en marcha el coche." "Sólo tengo que ponerme la camisa." Dar se inclinó hacia delante, sonriendo mientras los brazos de Kerry se deslizaban alrededor de su cuello y se besaban. Después de unos momentos de creciente intensidad, se reforzó y se deslizó, estirándose de medio lado, la mitad sobre el cuerpo de Kerry. Era un sofá de buen tamaño, y tenían mucha práctica en acomodarse juntas. Dar mantuvo el beso mientras lentamente deslizaba su mano debajo de la tela de la camisa de algodón de Kerry, trazando un sendero por el centro de su vientre y terminando enrollando sus dedos alrededor de la curva del pecho derecho de Kerry. Incluso después de un año y medio, la reacción de su cuerpo ante el suave toque de Dar todavía agarraba a Kerry justo en sus entrañas, por lo que era difícil pensar con claridad. Kerry devolvió la atención, más fácil para ella ya que no había nada entre su pareja y ella excepto la fina seda del sujetador de Dar. Le encantaba la forma en que el cuerpo de Dar encajaba en sus manos. "Vamos a perder el avión," Kerry susurró, rodeando el ombligo de Dar con su dedo índice. "Podemos manejar." Dar mordió el lóbulo de la oreja suavemente. "Mis padres y yo solíamos hacerlo todo el tiempo." Kerry se perdió en el rico olor de la piel de Dar. Hizo una pausa, y luego pinchó a su pareja en las costillas con mucha suavidad. "¿Sabes qué?" Dar se puso cara a cara con ella, lamiéndose los labios con una atenta lengua. "¿Qué?" "Manejemos." Kerry deshizo el botón superior de los jeans de Dar. "Será divertido." Dejó que el resto de sus pensamientos se alejaran, ardiendo por el calor de la pasión encendida en sus entrañas. "Tú ... yo ..." "Corn Dogs (*) en la autopista de peaje. Si." Dar rió suavemente. "Estoy a favor de ello." Kerry se rió con ella, y saboreó el tacto de la piel desnuda de Dar. Le encantaba cómo se sentía Dar, amaba la textura sedosa de su piel, y las ligeras sacudidas de sus reacciones mientras las manos de Kerry la exploraban. Le encantaba el bajo murmullo de aprobación cuando le hacía cosquillas en la oreja, y la presión cuando Dar deslizaba su muslo entre los de Kerry y quitaba sus shorts. (*)

Salchicha empanizada, banderilla, perrito de maíz o perrito empanado es una especie de perrito caliente compuesto de una salchicha recubierta con una masa de pan de maíz y que posteriormente se fríe en aceite muy caliente.

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Ya sabes, a veces la vida simplemente se balanceaba.

DOS HORAS MÁS TARDE, estaban sentadas lado a lado en el Lexus de Dar, manejando por la autopista de Florida mientras el último rayo de sol desaparecía detrás de los pinos que bordeaban la carretera. Kerry tenía el asiento del pasajero empujado todo hacía atrás, y sus pies descalzos apoyados contra el tablero, mientras Dar se echó hacia atrás en una actitud relajada con una mano en el volante. "Sabes, creo que esto realmente es una buena idea," Kerry comentó. Después de que habían estado amigablemente en silencio durante unos minutos, ella eligió un nuevo CD para escuchar. "Necesitamos un coche allí de todos modos, y con todo el tiempo para llegar al aeropuerto en Miami, y desde el aeropuerto hasta allí, es probablemente un disturbio." "Uh huh." Dar extendió la mano detrás de ella, y sacó una botella de YooHoo de la nevera en el asiento trasero. "Y tenemos mejores refrescos durante el vuelo." Kerry deslizó el CD en la unidad y se recostó, rodeando una rodilla con sus brazos. Observó el paisaje que pasaba, y decidió que la mayor parte del estado de Florida tenía mucho en común con partes del estado de Michigan, en términos de terreno plano y aburrida horticultura. "¿Es así todo el camino?" Dar dio un vistazo alrededor en el crepúsculo. "Más o menos," admitió. "Solíamos salir a las 4:00 a.m. para llegar hasta aquí. Papá siempre decía que no había nada que mirar, no tenía sentido desperdiciar la luz del sol," ella recordó, cambiando el coche en el carril izquierdo para pasar un camión yendo despacio. "Ibas en viajes por carretera mucho?" Kerry apoyó la cabeza en el respaldo del asiento. "No con mi familia, no," respondió, en un tono tranquilo. "Pero cuando fuimos al campamento en el verano, sí. Todos nosotros en el autobús. Eso fue un poco divertido." Un breve destello de civilización azotado por una casa blanca solitaria frente a la carretera con un viejo, medio oxidado autobús en frente de ella. "En realidad no era un campamento salvaje y loco -- era de mi escuela. Pero Angie y yo contábamos los días hasta que íbamos allí y siempre lamentábamos tener que irnos." Dar se movió a la derecha de nuevo, y se acomodó. "¿Donde estaba?" "Arriba en las montañas," respondió su pareja. "Teníamos estas pequeñas cabañas preciosas con servicio de limpieza dos veces al día, y un ayudante de cámara para hacer la colada. Ya sabes." Sus ojos se deslizaron hacia los lados. "Bueno, no, no lo sabes, pero miro hacia atrás ahora, y me doy cuenta de lo malditamente pretencioso que era todo." "Eh." Dar se rió un poco. "Fui al campamento Uno o dos veranos, pero cuando llegué a la edad suficiente, fui a los programas de verano en la base." Los labios de Kerry se torcieron. "Sin ayudante de cámara, ¿eh?"

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"No." Dar negó con la cabeza. "Había chicos que crecieron en una base militar, que tenían esa mentalidad para empezar, y que vivían en esa cultura. Hicimos juegos de guerra, acampando, cazando ..." una sonrisa apareció. "Me lo pasé genial. Fue una de las pocas veces que recuerdo haber estado realmente ..." Ella hizo una pausa. "¿Feliz?" Kerry supuso. "Contenta," Dar enmendó. "Aceptada, tal vez." Se movió a la izquierda de nuevo para pasar un coche Lincoln Town. "Estaba tan absolutamente segura que era el mundo que quería." "Bueno." Kerry robó la botella de YooHoo y tomó un trago. "Nunca me sentí de esa manera en el campamento. Estaba contenta de estar fuera de la vista de los ojos de mis padres. Todo era tan malditamente falso. Tenían clases de comportamiento, por amor de Dios." "¿Qué?" "Cómo caminar, hablar y saludar a la gente sin tropezar y tirar tu vino blanco sobre ellos" Kerry explicó. "Eso y hacer cordones. Jesús, sabes cuántos cordones hice? Cada maldito color del arco iris y no hablemos de las agarraderas." Dar se rió. "Tú y yo venimos de planetas tan diferentes," dijo. "Lo único que hice en el campamento fue un cinturón de viejos cartuchos de munición que recogí en la base y una cincha de rifle que alguien había tirado." Miró a Kerry, observando las comisuras de la boca curvándose en una sonrisa. "Hubiera tomado una agarradera y usarla para limpiar mi ..." "Dar!" "Hey, sabes qué opciones tienes en los arbustos?" Dar dijo. "Ahora ya sabes de donde salió mi disgusto de acampar." Kerry se echó a reír. "Oh, Dios mío, no tienes idea de lo divertido que es. En nuestro campamento, un verano, les entregaron el papel higiénico equivocado. Era ese tipo de papel marrón que por lo general tienen en las paradas de descanso?" "Ay." "Sí." Kerry asintió, sin dejar de reír. "Bueno, yo, la pequeña rebelde que era, robé la caja, y lleve el resto de mi cabaña llenando la casa del consejero principal tanto que ni siquiera podía ver la puerta." Ella hizo un pequeño baile en su asiento. "Oo… oo ... la perra se puso roja como un tomate y no nos habló durante una semana!" "Alborotadora." "Angie estaba tan enojada conmigo." Kerry se rió. "Pero esa mujer ya me odiaba así que..." "¿Por qué?" Dar preguntó, con curiosidad. Su compañera se detuvo a medio pensamiento. "No tengo ni idea. Me ponía muy incómoda. Supuse que estaba tratando de conseguir algo de mis padres," Kerry dijo. "Ella me daba escalofríos." 12



Dar observó los potentes faros del Lexus dividir la carretera delante de ellas por un largo momento, y luego volvió la cabeza hacia Kerry. "¿Cuántos años tenías?" "La escuela secundaria," Kerry respondió. "¿Por qué?" "Hm." Dar dio golpecitos con el pulgar contra el volante. "Alguna vez pensaste que tal vez ella estaba interesada en ti?" La frente de Kerry se frunció. "Bueno, sí -- quiero decir, le dije que era, Dar," ella respondió, luego se detuvo cuando vio la ceja de Dar alzarse expresivamente. La realización la golpeó, e inhaló en ligera sorpresa. "Oh. ¿Quieres decir ... ese tipo de interés? Como ... románticamente?" "Uh huh." Dar volvió su atención en la carretera, moviendo los ojos a los letreros que pasaban y tomando nota de su contenido. "No me sorprendería. Eras linda en la escuela secundaria," dijo, con una leve sonrisa. "He visto fotos." Kerry permaneció en absoluto silencio durante unos minutos, succionando distraídamente en el cuello de la botella YooHoo mientras observaba los sombreados árboles pasar. Finalmente, resopló un poco, medio sorprendida y medio disgustada. "Nunca me habría pasado por la cabeza," admitió. "Creo que ... Brian y yo acabábamos de empezar a salir. Ni siquiera lo llamo salir. No fue tan serio. Probablemente me habría asustado si ella..." "Trató de seducirte?" Dar estiró su brazo libre y lo puso sobre los hombros de Kerry. "Habría sido una idiota, considerando tu gente, pero ..." Rascó el cuello de Kerry con la yema de los dedos. "Eras realmente una niña adorable." Kerry se sonrojó ligeramente. "Sabes, realmente nunca pensé en nada de eso. En ese entonces, había aprendido cuán lejos la gente llegaría para contactar con mi padre, yo solo ..." Ella exhaló. "Supongo que ella era más de lo mismo." "Bueno, tal vez lo era." Dar sintió el malestar de su pareja. "Sólo estaba presentando otro punto de vista." Ella tiró del lóbulo de la oreja de Kerry. "¿Quieres una pequeña parada?" Señalo una señal que indicaba una parada de descanso por delante. "Todo es comercial ahora, pero puedo mostrarte donde solían vender los más extravagantes recuerdos de Florida en este lado de Key Largo." Kerry se relajó, y terminó la bebida de chocolate. "Claro," ella estuvo de acuerdo. "Tenemos suficiente tiempo." Dar señaló y tiró hacia la izquierda, preparándose para salir de la autopista. Después de un segundo, miró a Kerry, sin sorprenderse de encontrarse siendo estudiada por esos ojos verde mar. Ella hizo un guiño a su pareja y fue recompensada con una sonrisa, la cual regresó. El viaje se estaba convirtiendo en una maldita visión más interesante de lo que había recordado.

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LA GENTE ERA TAN divertida. Kerry se apoyó contra la pared y observó a algunos de sus compañeros de viaje pasar por ahí. Eran bastante ajenos a todo en su camino para conseguir comida, o bebidas, o hacer sus necesidades, y sin embargo prácticamente todos los demás se detuvieron para mirar la figura que estudiaba el mapa de la autopista en la pared. Por supuesto, Kerry estaba haciendo lo mismo, pero sentía que tenía un derecho innato, ya que el elegante cuerpo envuelto en mezclilla desteñida y la camiseta sin mangas de algodón pertenecía a su pareja. Los jeans de Dar eran los viejos, rasgados de motorista que Kerry había encontrado hace tiempo para su reunión de la escuela. Ella tenía su camiseta sin mangas metida en ellos y chico, se veía bien. Recientemente había tenido su segundo corte de pelo de verano, y dejó la mayor parte de los hombros al descubierto. Los últimos meses de su vida habían sido mucho trabajo, es cierto, pero casi cada fin de semana lo pasaban en la cabaña y sus nuevas clases en el gimnasio habían dado a Dar un bronceado más intenso y añadió un poco más de músculo a su cuerpo alto. Mm. La parada de descanso fue una interesante combinación de punto de venta y difícil para turistas. Kerry deambulaba por el vestíbulo principal, examinando los bastidores de folletos mientras succionaba un cono lleno de yogur de fresas congeladas. Florida era definitivamente impulsada tanto por turistas, y eclécticos, y ella hojeó a través de anuncios de cosas tan variadas como una casa de misterio donde las cosas corrieron cuesta arriba, a Monkey Jungle, a Weeki Watchee. "Paladar?" "¿Sí?" La voz de Dar surgió justo detrás de ella, incluso después de todo este tiempo haciendo saltar a Kerry. "¿Llamaste?" "¿Qué diablos es un Weeki Watchee?" Kerry seleccionó el morboso panfleto del bastidor y lo sostuvo en alto. "Parece como una granja de sirena." "Más o menos," Dar estuvo de acuerdo. "Es un lugar donde las sirenas dan espectáculos, y venden baratijas." "Sirenas?" Su pareja la miró. "No manatíes?" "Sirenas" Dar le aseguró, señalando en la colorida página. "Mujeres en trajes de cola de pescado con senos grandes." Kerry se quedó mirando el anuncio. "Y la gente va allí? ¿En serio?" "Bueno." Su pareja examinó el anuncio. "Tienen bonitos jardines, también, y creo que una cafetería." Kerry se rió y se alejó, sacudiendo la cabeza. La parada de descanso era un lugar relativamente pequeño, con un vestíbulo central que tenía restaurantes afuera en ambos lados, y un conjunto de baños sorprendentemente limpios. También había una tienda de regalos, donde podrías, si por alguna razón se había olvidado de comprar naranjas dulces o luces Navideñas brillantes de

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color rosa flamenco en algún otro lugar, obtener esos regalos de última hora para llevar a casa contigo. Hm. "Globos de Nieve." Kerry seleccionó uno y lo sacudió, divertida por los copos blancos de plástico que caían sobre las palmeras y la playa. Un destello de movimiento le llamó la atención y miró a un lado, viendo su propio reflejo en el espejo en la parte posterior de la vitrina. La preparación cuidadosamente presionada, planchada y metida que una vez había sido ahora se había ido. Kerry sintió que sus cejas se alzaban mientras revisaba sus pantalones cortados, desgastados y su larga, desteñida camiseta. Corrección, larga camiseta desteñida que ni siquiera le pertenecía. También había dejado que su cabello creciera más largo que de costumbre, no realmente fuera de control, pero dándole un toque de aspecto desgreñado que no había tenido desde que era pequeña. El efecto general, dado su bronceado y la decoloración del sol de sus ya claros mechones, era la de una rata de playa atrapada en las compras. "Así que, rata ... ponte a hacer compras," Kerry se dirigió alegremente a sí misma, brindando hacia su reflejo con su yogur. Vio a un cocodrilo de peluche y lo recogió, encontrándose sonriendo en su rostro con dientes de algodón. Metió el juguete debajo de su brazo y siguió explorando. Para su botín, agregó un paquete de rebanadas de naranja cubiertas de chocolate y una camiseta delante de ella dejó todo sobre el mostrador y sacó la billetera del bolsillo trasero de sus shorts. "Hola." "Hola," la cajera. respondió "Yawannalotta? (Quieres lotería)" Kerry parpadeó. "¿Disculpa?" "Yawannalotta? Grande esta semana." En una pérdida total, Kerry instintivamente buscó a su guía nativo, quien dejó caer un billete de veinte dólares en el mostrador. "Ella tomará tres," Dar pronunció, "y toma el resto de esta Floridiana de esto." "Tres de qué?" Kerry susurró. "Por supuesto." La cajera tomó el dinero y pasó las compras de Kerry. Ella le dio a Dar un poco de cambio, entonces marcó algunos números en una máquina negra cercana y entregó los boletos rosados y blancos resultantes. "Aquí tienes. Tengan un grandioso día." "Gracias." Dar tomó los boletos, el cambio, la bolsa, y una habitante del Medio Oeste totalmente confundida y las sacó de la tienda de regalos y hacia el vestíbulo. "Ten. Guarda tus boletos de lotería. Si los ganas, obtendré un diez por ciento." "¿Mi qué?" Kerry tomó los boletos y los examinó. "¡Oh!" Mordisqueó el cono. "Jesús, sabes en todo este tiempo aquí nunca me he molestado en comprar una de estas cosas?" Ella siguió a Dar afuera, intercambiando el frío punzante del aire acondicionado por el cálido realce del aire nocturno. "Gracias

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por comprar mis chucherías, corazón. No tienes que hacer eso. Tengo mi cartera." Junto a ellas, una camioneta con placas de condado de Dade acababa de estacionar, y la puerta lateral se abrió permitiendo que un grupo de niños saliera. Corrieron hacía las puertas del edificio, con una mujer de aspecto agobiado persiguiéndolos. En la parte trasera de la camioneta Mickey Mouse estaba llevado allí metido en cada pulgada cuadrada. Un hombre salió del lado del conductor y cerró la puerta con un aire de martirizado agotamiento. Miró a Kerry y Dar y les dio un civilizado asentir de cabeza antes de alejarse detrás de su familia. Dar lo vio irse. "Crees que sería cruel decirle que va en la dirección equivocada?" Kerry lo miró, luego un vistazo al gran letrero ‘Al norte’ sobre la puerta. "¿Y si él no lo está, y eso es sólo desde la última vez?" Ella señaló a la camioneta. "Y no me has contestado acerca de comprar mis cosas." "Uh huh." Dar desbloqueó el Lexus, lanzando el botín adentro en el asiento trasero. "Compraste la cena." Miró a la camioneta de nuevo. "Mamá tenía razón." "¿Sobre?" "Solo uno." Dar señaló a su pecho y se deslizó en el asiento del conductor. "Ah. Hm. Sí." Kerry se metió en el lado del pasajero y se instaló cómodamente en el gran asiento de cuero. "Ese restaurante era bastante bueno, ¿no? Me gustó mucho esas especias que usaron." Dar succionó un bocado de batido y colocó el vaso en su soporte antes de que pusiera en marcha el coche. "Fue bastante buena, pero la tuya es mejor," dijo. "Me gustan esas cosas crujientes que pones." "¿Cacahuate?" Kerry se rió entre dientes. "¿O te refieres a las castañas?" "Lo que sea que es." Dar retrocedió cuidadosamente del sitio en el que había estacionado, y recorrió su camino a través de la zona del estacionamiento y pasó el estacionamiento de camiones pesados. "Me gusta." Dejó que un Volvo agresivamente acelerando las pasara, y luego se metió en el carril de confluir para regresar a la autopista. "Cuidado, Roberts. Si se trata de las castañas es casi un vegetal." "Pfft." Dar sacó la lengua. Una vez en la carretera, se echó hacia atrás en su asiento y se relajó, disfrutando de la cercana presencia de Kerry y la perspectiva de pasar el largo viaje a su lado. Estaba tranquilo. Las carreteras estaban casi vacías ahora que habían dejado la parte más poblada de Florida, y al final del viaje había diversión en serio esperando por ella. La vida era buena. Dar dio golpecitos con el lado de su pulgar contra el volante y asintió con la cabeza un poco con la música que salía de los altavoces. "Entonces qué pensabas sobre esa teoría de las aves?" Kerry se había desprendido de sus sandalias, y ahora tenía los pies descalzos apoyados en el tablero de nuevo. "Dar, ¿sabías que es muy probable 16



que te hubieran atado a un árbol y golpeada hasta la muerte por los maestros en mi escuela secundaria sólo por pensar en la teoría de las aves?" Dar la miró. Ambas cejas se alzaron. "¿Qué tenían contra las aves?" "Nada." Kerry mordisqueó cuidadosamente un círculo exacto alrededor de su cono. "Pero chico, ellos tenían un problema con Darwin." "Ah." "Mm." Kerry estuvo de acuerdo. "Sabes una cosa, es gracioso, pero creo que esa fue la primera vez que me encontré cuestionando la naturaleza absoluta de mi religión," reflexionó. "Recuerdo haber visto algo — en PBS (Servicio Público de Radiodifusión), supongo — acerca de la evolución de las especies, y la forma en que lo explicaron, simplemente tenía mucho sentido, Dar." "Uh huh. Siempre me molestó que insistían en llamarla la teoría de la evolución en lugar de la ciencia de la misma," Dar estuvo de acuerdo. "Tenía esta discusión con alguien en la base sobre eso y la mujer quería que me encarcelaran por herejía." "Mm." Kerry asintió. "Eso es lo que me pasó cuando fui a la escuela al día siguiente y empecé a preguntarles a mis maestros sobre eso. Hoo chico." Terminó su convite y limpió sus dedos. "Pero sabes, para mí nunca causó un problema el aceptar la ciencia evolutiva, pero todavía creía en Dios y en Jesús y la Biblia," continuó. "Viendo la exquisita maravilla de cómo funciona la vida, ¿cómo podría alguien no creer en un poder superior?" Dar estiró su brazo a través del divisor y lo dejó reposar casualmente en los hombros de Kerry. "Es fácil para la gente quedarse atascada en una visión estrecha, Ker. Sabes eso. Incluso esos tipos, los científicos — estaban prácticamente peleándose a puñetazos sobre la idea de que los dinosaurios evolucionaron en aves ... y es tan estructuralmente obvio." La voz de Dar aumentó en un toque más animado. "Todo lo que tienes que hacer es mirar a los dinosaurios carnívoros, y mirar un avestruz, y está allí mismo en su cara." "Dinosaurios en aves, lagartos en serpientes, proto-homínidos en nosotros ..." Kerry reflexionó. "¡Vaya ... supongo que voy al infierno por esto último. Una vez más." Ella se rió entre dientes. "Oye, ¿qué opinas de eso que vimos la otra noche acerca de los humanos siendo los mamíferos acuáticos durante su evolución?" La teoría era muy interesante, Dar concedió. "La mocosa de la marina es la persona equivocada para preguntar acerca de eso," bromeó. "Siempre asumí que era una especie de nutria anormal." Su rostro se puso ligeramente introspectivo. "Para mí, el agua era siempre mi casa." "Sí," Kerry estuvo de acuerdo, con una sonrisa. "Eres tan natural bajo el agua. Pensé en ti cuando estaba viendo ese programa. Desearía sentir esa comodidad." "Dale tiempo," Dar le aconsejó. "He estado buceando desde que tenía dos años." 17



Inclinándose hacia atrás, Kerry echó la cabeza hacia un lado y contempló el espeso, oscuro cielo nocturno. Era divertido simplemente sentarse y hablar. Dar tenía una mente activa, inteligente y era tan curiosa sobre muchas cosas como Kerry. Manteniendo su mente en un estado de aprendizaje, se había dado cuenta, la hacía mucho mejor en todo lo que hiciera. Siempre estando abierta a nuevas ideas y nuevas formas de ver las cosas. "Oye Dar?" "Siiiiii?" "¿Quieres jugar a '¿qué es?'" "De acuerdo." Dar sonrió. "Empieza." Dio a Kerry algunos microsegundos. "Animal, vegetal o mineral?" "¿Escogería un vegetal para que la adivines? Dame un minuto." Dar tamborileó con los dedos en el volante y esperó, tarareando en voz baja, anticipando ya el juego. ¿Sería un animal? A Kerry le gustaban los animales. Escogería uno extraño sin embargo. Ornitorrinco, tal vez?

Capítulo Dos Llegaron al centro de convenciones más tarde de lo que Dar había previsto originalmente. El edificio estaba iluminado en el exterior sin embargo, y había dos guardias de seguridad y un revuelo de movimiento sobre el lugar que les tranquilizó. Dar paseaba por el patio delantero, acercándose a las puertas y haciendo contacto visual con los guardias. "Buenas noches," saludo al primero cordialmente, mientras sacaba su identificación de su bolsillo trasero y la ofrecía. El hombre estudió la identificación, y luego la miró. "La entrada de carga es por atrás," le dijo cortésmente. Una finamente arqueada ceja oscura se alzó. "¿Disculpa?" "Los trabajadores de la construcción entran por la parte de atrás," aclaró el guardia, aún con cuidadosa cortesía. Dar se miró a sí misma, luego hacia el guardia. "¿Te parezco un trabajador de la construcción?" "Sí, señora," respondió el hombre. "Puede entrar por la parte de atrás." Kerry se tapó la boca para mantener la risa amenazando con estallar. La expresión en el rostro de su amante era tan invaluable. "Esto no es gracioso," Dar le dijo, con irritación. "Vamos." Kerry se tragó su diversión, tomando el brazo de Dar y yendo por la parte trasera del centro. "No tiene sentido discutir con él, Dar. Llama al grupo de servicios de convenciones por la mañana y haz que toda la compañía sea despidida." Dejó que su voz se elevara ligeramente, lo suficiente para saber que el guardia la escucharía. "¿Parezco un trabajador de la construcción para ti?" Dar ignoró el discurso, girándose y dándole una mirada indignada. 18



"Absolutamente no," Kerry le aseguró. "Debe ser la camiseta sin mangas y los jeans rasgados, cariño. Orlando no está obviamente preparado para los CIO en menos que rayas finas." Ella tomó el brazo de Dar de nuevo y le dio unas palmaditas." Vamos." Por el rabillo del ojo, pudo ver los ojos del guardia convirtiéndose en platos redondos." Apuesto a que si de verdad lo intentaras, podrías tener a toda la empresa de servicios de convenciones echada. ¿No sería divertido?" Los ojos de Dar se estrecharon de repente. "Te estás divirtiendo asustando al guardia, ¿verdad?" pronunció, en voz baja. "Sí." Kerry le sonrió encantadoramente. "Dame dos minutos más, y necesitará un cambio de shorts." Movió sus dedos hacía el hombre. "Se lo merece por ser un cretino culo con la visión de un rinoceronte en la oscuridad." Dar se rió, su humor restaurado. Pasó su brazo sobre los hombros de Kerry y se dirigió hacia la parte trasera del edificio, dejando al desventurado guardia detrás de ellas. Sin embargo su ego seguía herido por la observación del hombre, y era lo suficientemente consciente para saberlo. "Imbécil." Kerry sostuvo la puerta abierta que conduce a la zona de carga y esperó a que Dar pasará. "¿Qué podría él estar pensando, Dar? Digamos que era verdad." "¿Qué?" "Shh. Sólo digamos que eres uno del equipo de preparación," Kerry pacificó a su pareja espinosa. "Es casi medianoche. A quién le importa si vas en la puerta de entrada? ¿Quién te va a ver, el personal de limpieza?" Cerró la puerta detrás de ellas y siguió a Dar hacia una puerta abierta de la zona de carga, los sonidos de martillazos y golpes claramente audibles adentro. "No lo sé, y no me importa un bledo," Dar gruñó, mientras cruzaban del cálido aire de la noche al edificio frío, pero oloroso a humedad. Iluminado con luces fluorescentes, y con un suelo de concreto vertido que se parecía el interior de una bodega más que nada. Lo cual, por supuesto, era básicamente. La nariz de Kerry se arrugó ante el olor a moho procedente de un conjunto de cortinas dejadas caer en una pila cerca de la puerta. "Bonito." "A lo mejor tienen un martillo que podía tomar prestado," Dar murmuró. "Dar," Kerry le dio una palmada en el trasero. "¿Podrías relajarte? Él esta lleno de flatulencias de caballo. No me digas que te estás poniendo tan sensible en tu vejez." Su compañera frunció el ceño severamente. "Bueno." Kerry podía ver un montón de gente por delante de ellas, todos ocupados. Tomó el brazo de Dar y tiró de ella a un alto apenas dentro de la zona de carga, fuera de la vista de la habitación principal. "Cariño." Realmente no era que Dar fuera tan sensible, y Kerry sintió que un momento tomado aquí daría resultado a la larga. "¿Eso realmente te molesta?"

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Su compañera más alta se apoyó contra la pared, y se pasó una mano por el pelo. "Estúpido, ¿verdad?" admitió, levantando sus ojos. "Sólo me golpeó de manera equivocada, supongo ... y ni siquiera tengo la excusa de que sea ese momento del mes." Kerry metió los dedos en la pretina de los jeans de Dar. "Escucha, te pedí que usaras esto porque creo que es muy sexy." Ella tiró un poco. "Y no me casé con un trabajador de la construcción." Se detuvo, considerando. "Aunque, lo haría si hubieras sido uno." "¿Lo harías?" Dar a regañadientes sonrió. "Absolutamente." Kerry alzó la mirada hacia ella. "Sabes que lo haría." La expresión de Dar se suavizó. "Lo sé." Miró hacia abajo. "Y dado que elegí un par de botas para llevar que utilicé cuando estábamos pintando la cabaña, supongo que él podría haber tenido razón." "Hm." "Camisetas sin mangas, jeans rasgados, botas de montaña salpicadas de pintura ... todo lo que necesito es un tatuaje y podría pasar como un muy buen estereotipo de butch." De acuerdo, la crisis termino. Kerry se relajó y sonrió. "No, necesitas pantalones de cuero para eso." "Los tengo." Dar le recordó. "Pero tendrías que arrestarme para conseguir que me los ponga en verano." Golpeó la rodilla de Kerry con la suya. "Vamos. Veamos lo que los chicos están haciendo, y larguémonos de aquí." Caminaron a través de la puerta del garaje abierta y entraron en el centro de convenciones, deteniéndose por un momento para orientarse. La habitación era enorme, y estaba lleno de nerds. El olor de las computadoras nuevas mezcladas con el aroma del viejo café era casi abrumador. "Whoa". Kerry se frotó la nariz. "Qué zoológico." "Uh huh." Dar se estiró en toda su altura, revisando la habitación. Estaba diseñado en normativa de la manera de exhibición comercial, con puestos de marco de madera estirados en filas ordenadas intercaladas con exhibiciones más largas construidas por algunas de las empresas más grandes. "Ah. Ahí estamos." Señaló una bandera con el logo familiar, media colgado, media cubierta sobre unos soportes de tubos metálicos. "Bonito lugar." Kerry la siguió entre dos puestos de madera, agachándose mientras un técnico luchaba con una pantalla de proyección y casi le cayó encima en el proceso. Caminaron a través de montones de cajas de equipos, y salieron a un espacio más abierto que contenía la exhibición ILS. Era sin duda uno de los más grandes. Ocupaba un lugar de honor en el centro del pasillo abierto más grande y se extendía en una serie de óvalos a cada lado. Cuatro de sus técnicos estaban en las escaleras tratando de levantar y atornillar el tubo de acero enmarcado que el departamento de marketing había diseñado, y observaban la pesada estructura inclinada precariamente hacia un 20



lado. Sin decir una palabra entre ellas, Kerry y Dar reaccionaron, saltando hacia adelante para ayudar. Kerry agarró la escalera más cercana, que había comenzado a volcarse, mientras que Dar utilizaba su altura mayor para alcanzar y agarrar la estructura de acero, tomando su peso mientras los técnicos luchaban por recuperar el control sobre él. "Whoa!" Kerry gruñó, lanzando su cuerpo contra la escalera mientras amenazaba con caer encima de ella. "Tómenlo con calma, chicos!" "¡Maldición!" la técnica en su escalera maldijo. "Este pedazo de mierda fue construido por un anormal Gumby (Figura de arcilla humanoide)!" "Está bien, espera." Dar agarró la escalera y subió varios de los escalones, levantando el marco con ella mientras caminaba. "Pon ese extremo allí, Bruce." El técnico en la siguiente escalera parpadeo, sólo entonces dándose cuenta de quién se estaba dirigiendo a él. "¡Santo cielo!" él exclamó. "Cuando llegaste aquí, señora!" "Justo a tiempo, al parecer," Dar gruñó. "Vas a poner esto en su lugar, o todos vamos a terminar con nuestros culos en el concreto? No puedo sostener esto para siempre." Kerry podía oír la tensión en la voz de su pareja, y por debajo de la mezclilla desgastada, podía ver las piernas de Dar tensas para mantener su carga equilibrada. Con el peso de Dar en la escala, sin embargo, ya no amenazaba con volcarse y cambió su agarre para envolver su brazo alrededor de las pantorrillas de Dar en un asimiento seguro. "Está bien ... está bien ... casi lo tengo." Bruce jadeó, extendiéndose en la escalera para poner una llave de tubo sobre los tornillos que Dar estaba sosteniendo, incluso. Él los ajustó rápidamente, con los músculos saltando bajo su piel mientras apretaba la rejilla en su lugar en un extremo. "¡Hecho!" Dar relajó su agarre con cautela, aliviada cuando la estructura parecía probablemente que permanecería en un lugar. Ella flexionó sus dedos y sacudió los brazos mirando hacia la técnica todavía encaramada en los escalones por encima de ella. "¿Por qué demonios están haciendo esto?" Bruce terminó de atornillar el otro extremo de la estructura entonces se bajó de la escalera. Era de estatura mediana, y de complexión ligera, con grandes ojos castaños que tenían una perpetua mirada de asombro en ellos. "Teníamos que poner el puesto señora." El hizo una pausa. "¿No es así?" Dar se bajó de la escalera, y sacudió las manos mientras la técnica encima de ella bajó con cautela también. "Ellos no tienen un equipo de instalación aquí?" Miró a su alrededor, consciente ahora de que en muchos puestos alrededor de ellos obviamente los equipos corporativos en camisetas estaban luchando por montar las estructuras. "¿Qué demonios? Kerry, no contratamos para que esto se construyera?"

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"Bueno," Kerry se aclaró la garganta, "no tengo el papeleo delante de mí, pero estoy dispuesta a apostar que no esperaba que nuestro personal de instalación manejara la carpintería." "Hum." Kerry se agachó por debajo de la escalera y se unió a ella, mientras el resto de sus técnicos se reunían alrededor. "Hola, chicos," los saludo con una sonrisa, manteniendo un ojo en Dar que comenzó a investigar su entorno como un gato de casa grande, sospechoso. "Hola, jefa." El más cercano le devolvió la sonrisa, su cabeza rubia no superando la suya por mucho. "¿Qué están haciendo ustedes aquí? Mark dijo que estarían en unos días." "Eh." Kerry puso sus manos en las caderas. "Decidimos llegar un poco antes. ¿Han dicho por qué no había nadie aquí de la compañía de producción? Ustedes no deberían estar haciendo esto. Dar tiene razón. Pagamos mucho dinero para que alguien más lo haga." "Bueno," Bruce se acercó a ella, "llegamos aquí hace un par de horas, y el encargado nos dijo que si queríamos algo más levantado, tendríamos que hacerlo," dijo, con un pequeño encogimiento de hombros. "Todo el mundo aquí estaba quejándose de seguro, pero qué podíamos hacer?" "¿Llamar?" Kerry lo miró, extendiendo las manos en cuestión. "No es como si mi número de teléfono celular fuera un secreto." La técnica rubia junto a él hizo una mueca. "No queríamos que pensaran que éramos unos llorones. No es mucho por hacer. Poner esos tubos para que podamos comenzar el cableado. No como los otros chicos, que están tratando de juntar esa madera sin apenas herramientas." "Mm." Kerry sacudió la cabeza. "Los chicos a cargo, todavía están aquí?" "De ninguna manera." Bruce resopló. "Se fueron y dejaron a los guardias en el frente. Manojo de ... um ..." Él se acordó con quién estaba hablando y su voz se apagó. "Nos encontramos con ellos," su jefa murmuró. "No nos causaron una muy buena impresión. Oye, Dar?" Su compañera se había acercado al siguiente puesto, y estaba hablando con sus ocupantes. Ella levantó una mano para reconocer la llamada de Kerry, pero continuó su conversación. "Bueno, de todos modos, podemos ayudarte a instalar," Kerry dijo a los técnicos. "¿Qué hay junto, esos postes de ahí?" Ella señaló. Dar volvió antes de que pudieran empezar, y no parecía feliz. "Los chicos Lucent dicen que escucharon que el centro no pagó a su equipo de instalación en la última convención o algo así, por lo que se fueron," informó. "Son muy torcidos. De acuerdo con su líder técnico, el centro básicamente les dijo que podían esperar hasta mañana, cuando tal vez tendrían algunos trabajadores, o hacerlo ellos mismos y callarse." "Agradable," Kerry murmuró, "muy profesional."

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Bruce asintió. "Eso es lo que nos dijeron también," estuvo de acuerdo. "Así que hablamos de ello, y decidimos ver lo que podíamos hacer. No queríamos que ustedes llegaran aquí y no estuvieran las cosas listas." Dar suspiró. "Así que en cambio, nos tendrás apareciendo y ayudándote a transportar el cable. Será una buena historia en la oficina. Vamos. Más rápido lo hacemos, más rápido saldremos de aquí." Kerry se acercó y reclamó un carrete de cable y una llave inglesa. "Son aquellos los interruptores allí?" Señaló una pila de cajas de cartón marrón con una etiqueta familiar en ellos. "Cody, por qué no empiezas a desempaquetarlos." "Hablando de ..." Dar se dio la vuelta, y luego echó la cabeza hacia atrás. "Déjame adivinar. Ellos no pronunciaron nada de Telco (Empresa de telecomunicaciones), ¿verdad?" "No," Bruce dijo. "Eso iba a ser un verdadero problema," admitió. "Mark no envió a ningún chico de WAN aquí." "Ya no es un problema." Kerry lanzó a Dar un kit de perforación, el cual su pareja maniobró con gracia consumada. "Creo que las cajas de enchufe están en ese poste, Dar." Ella empujó a Bruce hacia el resto de la estructura que aún no estaba colgando. "Vamos chicos – muevan esas escaleras." Dar sacó un bolígrafo del bolsillo y garabateó los números de conector en el poste que Kerry había visto. Se detuvo cuando vio a varias personas paradas cerca de la entrada trasera observándolos. Ninguno era familiar, pero si entrecerraba los ojos, podía distinguir el logotipo de la camisa del más cercano. "Ahh," Dar murmuró, "nuestros adversarios barateros." El brillo tenue apareció en sus ojos, mientras metió el trozo de papel en el que había escrito en su bolsillo trasero, y se dirigió al espacio de Telco, que habían pasado en su camino. Dos de los recién llegados pasaron por delante de ella hasta el espacio, ahorrándose sólo unas fugaces miradas. Los otros tres permanecieron en la entrada, hablando entre sí con miradas agrias en sus rostros. Ellos regresaron distraídamente el gesto de saludo de Dar, luego la desestimaron mientras ella pasaba y siguieron hablando entre ellos. "Me encantaría salir, pero quiero esperar hasta que ILS tenga su sistema establecido, y luego ver lo que podamos averiguar sobre eso. Esos tipos parecen que van a hablar de nosotros todo lo que quieran." El más cercano al puesto - un hombre corpulento con pelo grueso y negro que tenía el aire de un gerente señaló hacia la zona de ILS. "Tal vez podamos reclutar a algunos de ellos ... he escuchado que están contemplando los despidos." El otro hombre se rió. "Típico. Cortar a las personas que hacen el verdadero trabajo y proteger a los ejecutivos que no hacen nada." Probablemente él se habría detenido, si se hubiera molestado en darse la vuelta y ver los helados ojos azules perforando invisibles agujeros en la parte posterior de la cabeza, pero su atención se centró en el puesto y por lo tanto se perdió el gesto grosero también.

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"Ve por los chicos. Tomaré a esa chica con los cables." El hombre más bajo también se rió. "Les daré una cosa, ellos contratan por el aspecto. Ella es caliente." Dar miró el kit en sus manos, lo abrió, seleccionando un par de pinzas de punta de aguja y estudiándolas, preguntándose en cuánto tiempo de cárcel incurriría si sacara las gónadas del bastardo con la herramienta. Luego suspiró y la regresó, girándose y continuando su camino con encomiable moderación. Trabajo antes que el placer. Su momento llegaría muy pronto.

"AQUÍ TIENEN, chicos." Kerry regresó a su puesto, acunando una media docena de latas de refresco en una bolsa hecha de la larga cola de su camiseta. Los técnicos se reunieron alrededor de ella escogiendo tímidamente sus opciones mientras Kerry se ponía en medio de ellos. "Vamos, están frías." "Gracias, señora." Bruce se sentó en un interruptor, secándose la frente. Dos horas habían pasado, y habían terminado la estructura del puesto sólo para darse cuenta de que el centro había apagado su aire acondicionado. Había pasado rápidamente de relativamente cómodo a aburrido a sofocante antes de que Dar hubiera izado su banderín de pirata y encontrado la sala de control del aire acondicionado. Se ocupó forzando la cerradura y movió interruptores adentro hasta que las unidades se volvieron a encender. Ahora el aire circulaba lentamente de nuevo, y Dar había vuelto para metódicamente abrirse camino a través de los circuitos no marcados en busca del que habían ordenado. "Bueno." Kerry se sentó con su propio refresco y lo abrió, tomando un largo trago antes de continuar. Estaba sudorosa y cubierta de polvo, y le dolía la rodilla donde se había golpeado en la esquina de un interruptor, pero mientras miraba alrededor el progreso, estaba satisfecha. "Una vez que tengamos la línea, habremos casi terminando hasta que los servidores lleguen mañana." Los técnicos parecían cansados, pero aliviados. "Crees que el circuito estará activo esta noche?" Bruce preguntó. "Oh, estoy segura de que lo estará." Kerry se echó hacia atrás y extendió sus piernas, cruzándolas por los tobillos y observando su desnuda longitud cuidadosamente. "Incluso si Dar tiene que correr un cable de fibra hasta Miami, quedará activo." Miró a su grupo, con una sonrisa. "Tengo fe." Los cuatro técnicos le devolvieron la sonrisa. "Gracias por pasar y darnos una mano, señora. Eso fue genial," Cody dijo. "No hay problema." Kerry miró a un lado cuando un movimiento le llamó la atención, y dejó de hablar cuando vio un grupo de sus competidores acercándose. Los observó a medida que se acercaban, mirando el puesto con ojos intencionados. "Hola." "Hola," el hombre en frente la saludó con una sonrisa amistosa. "Ustedes seguro han estado ocupados." 24



"No lo están todos?" Kerry respondió. "Qué lío, eh?" "Sí," el hombre estuvo de acuerdo. "Vamos a esperar un poco de ayuda mañana para poner las cosas, pero supongo que decidieron hacerlo ustedes mismos, ¿eh?" Kerry miró a su alrededor en su puesto. "Parece así," ella convino. "Podemos irnos e ir a dormir en paz ahora." El hombre metió las manos en los bolsillos y se rió entre dientes. "Sí, estoy seguro de que ustedes tienen que tener cuidado con eso. He oído que las cosas están en el aire para ustedes. No quieren correr ningún riesgo, ¿eh?" Todos los técnicos miraron a Kerry, que miraba al hombre con los ojos verdes suavemente curiosos. "¿Perdona?" ella preguntó. "Ah, vamos, hemos oído hablar de sus problemas ... demonios, hemos causado algunos de ellos!" El hombre se rió. "Sin resentimientos. De hecho, ustedes se ven bastante brillantes. Interesados en venir al otro lado?" Las cejas de Kerry se alzaron. El resto de su grupo se mantuvo prudentemente callado, al parecer bastante satisfechos para dejar que hablara. "No tengo ninguna queja en contra de quien me paga," ella dijo. "¿Qué hay de ustedes amigos?" Sus ojos se movieron hacia sus técnicos. "Estamos bien," Bruce contestó. "Sin quejas aquí," agregó, mientras el resto de los técnicos sacudían la cabeza. "Ahora, venga." El hombre levantó ambas manos. "Aquí están, sudando como cerdos, reventando sus jorobas para tener todo esto funcionando, y los chicos que hacen los grandes dólares están sentados en sus culos en alguna silla de cuero en un penthouse. Así es cómo les gustan las cosas?" Bruce se rió, sus ojos fijos en la figura desaliñada de Kerry, que había empezado a tomar en distintas líneas de tensión enojada. "Ah eh ..." "Así no es como funciona nuestra compañía," dijo el hombre, aparentemente ajeno. "Tampoco es así cómo realmente funciona nuestra empresa," Kerry respondió en un tono tranquilo. "¿Sí? ¿Cuándo fue la última vez que viste a tu jefe recoger un cable?" el hombre respondió. "Apuesto a que nunca lo has hecho." Los labios de Kerry se torcieron en una sonrisa renuente. "Apuesto a que estás equivocado," dijo, cuando vio la figura distintiva de Dar acercándose al grupo. Su amante parecía estresada, pero triunfante, y pasó por delante de los intrusos mientras recogía un cable de interfaz y lo metió en su lugar. "¿Te conectaste?" "Hijo de puta pedazo de mierda, infraestructura mediocre," Dar gruñó, enchufando su enrutador y reiniciándolo. "Me sorprende que el maldito bloque de sesenta y seis no estuviera pegado con chicle de uva." "Así que, estamos conectados." Kerry interpretó la maldición. Todos los técnicos aplaudieron y silbaron.

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Dar estudió las luces, y luego gruñó. "Sí." Se sacudió las manos y dio a los dos extraños una mirada adusta. "Disculpa." Se sentó junto a Kerry y examinó la palma de una mano, que estaba cubierta de polvo y raspada en carne viva. Después de un segundo, volvió a mirar a los hombres. "¿Quieres algo?" espetó. Tomados por sorpresa, sus bocas se abrieron. "Ah, no, simplemente visitando. Escuchen, chicos tómenlo con calma, ¿de acuerdo? Vengan a hablar si están interesados en lo que tenía que decir." El hombre en frente levantó la mano y la agitó. Luego dio un paso hacia delante y se la ofreció a Kerry. "Mi nombre es Robert Caustens, y soy el director de IT, para Telegenics." Kerry tomó rápidamente su mano y la estrechó. "Kerry," respondió. "Encantada de conocerte. Espero que arregles las cosas." Los dos hombres se fueron. "Jesús." Kerry sacudió la cabeza. "¿Qué tan poco profesional fue eso?" "Él se ofertó?" Dar preguntó, sus ojos moviéndose en el resto de los técnicos en cuestión. "Sí, señora." Cody asintió. "Dijo que no debemos trabajar para una empresa donde los peces gordos permanecen en sus torres de marfil." Él parpadeó hacia Dar, manteniendo una cara seria. "Fue muy divertido." Dar extendió sus botas, y dejó que sus manos raspadas descansaran en sus rodillas. "Sabes, eso es malditamente chistoso." Miró a Kerry. "Se supone que estamos en una torre? ¿Cómo es que no me lo habías dicho? ¿Qué diablos estoy haciendo aquí cubierta de polvo, entonces?" Kerry le dio unas palmaditas en el hombro. "Se olvidaron de poner eso en nuestros contratos, cariño." Dar suspiró. "Y cómo es que él no me lo ofreció?" "No lo sé, jefa. Quizás lo asustaste." Kerry tomó la mano derecha de Dar y le dio la vuelta. "Creo que tienes una astilla aquí. Déjame sacarla." "Gracias." Dar se relajó. "Muy bien, vamos a limpiar aquí, caballeros, y salir de este maldito garaje." Bruce se levantó y enderezó el enrutador, mientras que el resto de los técnicos comenzó a poner orden en el lugar. Kerry inclinó la cabeza sobre su tarea, tratando de ver con claridad en la molesta luz fluorescente. "¿Son esos los chicos que tomaron esas cuentas?" Cody le preguntó a Dar, tímidamente. "Esas por las que todo el mundo estaba tan enojado?" "Mm." Dar asintió. "Son una empresa arribista. Sólo entraron en escena el año pasado, apuntando a un montón de contratos que se acercan a su renovación. No sólo a nosotros. Nos complicaron bastante mal, aunque nuestros otros amigos ..." Dar señaló a la derecha, donde otro de sus rivales más grandes estaba instalándose. "Perdió un par también." "¿Son tan buenos?" Bruce preguntó. 26



"Son tan baratos," Dar contestó. "Ese es su terreno de juego - que son austeros y mezquinos, y que pueden dar servicio a los contratos a un costo menor." Ella miró la clara cabeza de Kerry. "Qué es una pequeña escala que pueden, si todo funciona perfectamente." "Como cuando pasara eso alguna vez?" Kerry murmuró. Bruce estaba montando el interruptor que habían traído en un gabinete con ruedas con una puerta con cerradura, mientras Cody lo ayudaba. "Pero le han dicho eso a todo el mundo," él dijo. "Por lo tanto - pueden hacerlo por una empresa a la vez, pero no pueden hacerlo por todas sus empresas todo el tiempo." Dar produjo una cálida, atractiva sonrisa. "Lo tienes," ella lo felicitó. "Es como el mercado de valores. No puedes quedar colgado en el corto plazo." "Los chicos de ventas están preocupados," Cody comentó. "Los oí hablando en el comedor." "Lo sé." Dar asintió. "No es una situación cómoda. Pero entrar en pánico no lo resolverá. Nuestra diferencia en el mercado es la calidad de nuestro trabajo. Si nos rebajamos a su nivel, corremos el riesgo de eso. No vale la pena." Los técnicos la estudiaron con caras solemnes. "Ahí." Kerry se enderezó, deslizando su pulgar sobre la piel rugosa en la palma de su pareja. "Eso no era una astilla, Dar, era metal," dijo. "Y podría haber estado oxidado. Debemos ir a ponerte algo de primeros auxilios." "Gracias, Dra. Kerry." Dar le dio una mirada afectuosa, golpeando su hombro ligeramente. "Bueno, creo que hemos terminado aquí. Deja que los nerds de marketing se arrastren por todo este lugar por la mañana." Miró a los técnicos. "Ustedes chicos tienen un auto para su hotel?" "Um ... creo que hay un servicio de transporte," Bruce dijo, vacilante, mirando su reloj. "Vamos." Dar se levantó, estrechando la mano de Kerry en la suya y levantándola también. "Va a estar lleno, pero llegaremos allí." Se enderezó en toda su estatura, mirando a su alrededor. La mayoría de los grupos se habían dado por vencidos y marchado, y estaban prácticamente solos en la cavernosa sala, sólo unos cuantos otros equipos seguían haciendo intentos desesperados para completar sus montajes. "Buen trabajo, todos." Bruce miró hacia ella. "¿Señora?" él dijo. "Creo que ustedes hicieron la mayor parte de ello." "¿Nosotras?" Kerry, dijo arrastrando las palabras en respuesta. "Nah. Estamos en nuestra torre de marfil, recuerdas? En nuestras agradables sillas de cuero, comiendo ... um ..." "Quiche." Dar palmeó el estuche. "O caviar." "Qué asco." La nariz de Kerry se arrugó. "Pasaré. ¿Qué tal una pizza, en cambio?"

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Todos los técnicos se echaron a reír, mientras seguían a sus dos líderes hacia la puerta trasera, después de que Bruce comprobó dos veces las cerraduras de los gabinetes rodantes. Pasaron a algunos rezagados, pero no vieron a ninguno de sus amigos de Telegenics, y la zona en que se habían instalado estaba oscura y silenciosa. Afuera estaba oscuro y silencioso también. El guardia de la puerta trasera los observó mientras se iban. Rodearon el edificio y se dirigieron hacia el solitario Lexus de Dar. Un zumbido provenía de grillos en los arbustos que rodeaban la zona de estacionamiento, y Dar hizo su coche chirriar en respuesta mientras desbloqueaba de forma remota las puertas. "Alguien quiere dejar que Kerry se siente en su regazo?" Dar preguntó, cuando llegaron al coche. Cuatro pares de aturdidos ojos la enfrentaron con una conmoción tan evidente que la hizo sonreír. "No lo creo." Abrió la puerta trasera, y empujó sus maletas más. "Uno de ustedes aquí, el resto en la parte de atrás. No es un viaje largo." "Eres tan mala." Kerry abrió la puerta del pasajero. Dar observó al grupo apilarse, y luego abrió su propia puerta, deteniéndose cuando un movimiento a través del estacionamiento le llamó la atención. Un coche estaba estacionado cerca de la puerta principal del centro, y mientras observaba, dos figuras salieron y se dirigieron hacia la vigilada puerta principal. Dar parpadeó, y se inclinó un poco hacia delante. A pesar de la distancia y la oscuridad, las reconoció a ambas, un conocimiento que le produjo una leve mueca de su rostro y un nudo en su estómago. "Dar?" Kerry la llamó. "Sí." Dar se deslizó en el asiento del conductor. "¿Ves eso?" Señaló a las dos figuras. "Las reconoces?" Kerry miró a través del cristal. "Um ... en realidad no ... oh." Se incorporó. "¿No es esa Michelle Graver?" "Uh huh." Dar asintió. "Seguro que es." "¿No entró en el negocio por su cuenta? Me dijiste eso, pensé." "Uh huh," Dar dijo de nuevo. "Encontró un nuevo socio, al parecer." Su cara podría haber sido cortada en hielo, los ángulos eran tan fríos. "Incluso podrían merecerse la una a la otra." Arrancó el Lexus, y lo puso en marcha. "Parece que Shari finalmente encontró un espíritu afín." La mandíbula de Kerry se cerró audiblemente. Dar salió de la plaza de estacionamiento y condujo lentamente por delante del coche estacionado, que llevaba una publicación en la puerta lateral del conductor. Ella se rió sin humor mientras lo leía y escuchó un sonido de mezcla de consternación y disgusto provenir de Kerry. "Hija de puta." Ella cogió velocidad y pasó por delante de la puerta principal, donde el guardia estaba cortésmente abriendo la puerta para las dos mujeres. "Telegenics." 28



"Mierda," Kerry pronunció. "Tienes que estar bromeando." "Ahora no es eso una apestosa rara posibilidad" Dar dio golpecitos con sus pulgares en el volante. "¿Por qué es esto una maldita sorpresa?" "¿Pasa algo, jefe?" Cody preguntó vacilante desde el asiento trasero. "Oh no." Kerry se echó hacia atrás en su asiento y se cruzó de brazos. "Todo es color de rosa." Sus ojos se deslizaron hacia el perfil de Dar. "Sóóóólo color de rosa," repitió. "No crees que se metan con nuestras cosas, ¿verdad?" Dar se detuvo en la salida del estacionamiento, apoyándose en el volante y considerándolo. "No." Continuó su giro, saliendo a la carretera principal. "Es probable que no creen que lo necesiten ahora." "Pero establecerás un monitor cuando lleguemos al hotel." "Sí," Dar murmuró. "Será mejor enviar a alguien temprano para revisar la configuración. Por si acaso." Kerry suspiró. "Esto va a apestar." "Oh si." Dar sonrió sombríamente. Se relajó, y se echó hacia atrás, los nudos en su interior aflojándose. "Ah, Al diablo con ellas. Espera hasta que hayan visto el despojo donde está su puesto." Cambió de tema, consciente de que los técnicos estaban escuchando. "Y el nuestro no está en despojo." Kerry sonrió. "Casi valdría la pena estar allí para ver sus caras. Casi," Dar reconoció, alegre de que el frío aire acondicionado del coche diera contra ella, y esperando la ducha que sabía que estaba al final del viaje. Kerry estiro la mano sobre el divisor del asiento y puso una mano en la rodilla, los ojos verdes llenos de una promesa que sabía también estaba esperando allí. Al diablo con ellas. "Déjalas sudar. Apagué el aire acondicionado antes de irnos." Kerry amortiguó una carcajada. Los técnicos se unieron, no muy seguros de lo que estaba pasando, pero dispuestos a seguir el ejemplo de Kerry de todos modos. Se dirigieron hacia la noche, dejando las luces encendidas del centro de convenciones detrás de ellos.

"GRACIAS." DAR dio al aparcacoches una propina, moviendo la cabeza cuando él fue a retirar su equipaje y el de Kerry de la parte trasera. "No, eso se queda con nosotras." Ella cerró la puerta trasera y caminó hacia la puerta lateral del conductor. "¿No nos alojamos aquí?" Kerry puso una mano en el marco de la puerta del coche, dando a Dar una mirada inquisitiva. "Pensé que teníamos reservaciones." Alzó la vista hacia el alto, respetable hotel delante del que estaban estacionadas, dejando que los técnicos salieran. 29



"No." Dar entró y cerró la puerta, esperando que Kerry hiciera lo mismo. "Tengo otros planes." "Ah, bien." Kerry entró y apoyó el codo en el brazo del asiento, viendo el perfil de su pareja mientras Dar salía del camino de entrada del Marriott, y se dirigió de nuevo a los caminos en su mayoría vacíos. "Ya veo." Ella evaluó la sonrisa medio oculta, y decidió que cualquiera que fuera el plan de Dar, lo agradecería. "Telegenics. Gran sorpresa, ¿eh?" Dar resopló. "Podrías haber pensado que el detallado análisis que hizo Mark habría arrojado ese poquito de información hasta arriba. ¿Nos hemos perdido eso?" Ella se preguntó. "De ninguna manera. Él lo habría señalado, por lo menos." "Sí, no lo entiendo," Kerry estuvo de acuerdo. "¿Cómo fue que pasó eso? Tal vez no Shari, pero definitivamente Michelle debería haber estado en los filtros. ¿No?" "Yo no ..." Dar hizo una pausa, mientras pensaba. "Tal vez no, Ker. ¿Se les considera una amenaza empresarial? Dolor personal en el culo para nosotras, sí, pero para la compañía?" "Buen punto." Kerry se acercó ociosamente y empujó un poco de cabello de Dar detrás de una bien formada oreja. "Yo diría que ellas nos atacaron, pero sé que no lo hicieron. Ha habido otras empresas afectadas por ellos también." "Exactamente." Dar mordisqueó el labio inferior mientras pensaba. "No pensé que Shari tendría algún interés en el campo de IT." Una de las cejas rubias de Kerry se levantó. "Yo diría que ella tenía un interés muy significativo en una parte específica del campo de IT," comentó secamente. "Tal vez vio una oportunidad de matar dos pájaros de un tiro." Dar la miró. "Me estás llamando sabihonda?" Ambas rieron, aliviando la tensión. "Ah." Dar se encogió de hombros. "Así que será interesante. Ayuda, de alguna manera. Por lo menos conozco algunos de sus motivos y más de una de sus tácticas." Envolvió sus manos alrededor del volante y flexionó los dedos. "Un canasto una canasta ..." "Un par de perras en una canasta." Kerry trinó hacia ella, uniéndose a Dar en otra ronda de absolutamente muy cercana risa vertiginosa. "Jesús, es tarde." Finalmente suspiró. "Lo pierdo. Lo estamos perdiendo." Sus dedos se cerraron alrededor del bícep de Dar, y apoyó la cabeza en su hombro."¿Entonces adónde vamos?" "Al mismo lugar que fuimos la última vez," Dar dijo, "por muchas razones," continuó, al darse cuenta evidentemente que Kerry la estaba mirando fijamente. "En primer lugar, si quiero complacerte en el balcón, entonces realmente no quiero preocuparme por alguien cuyo cheque de pago firme mirando desde el de junto." Se aclaró la garganta. "En segundo..." "Ahahahaha." Kerry se estiró y le tapó la boca. "Whoa. Ese primero es suficiente para mí." 30



Dar sonrió, sintiendo la presión de los dedos de Kerry pellizcando suavemente su piel. Después de un momento, fue liberada. "Quiero despertar contigo envuelta a mí alrededor, y no tenerte casi desmaya del horror de todo eso." "Ahhh." Kerry se rió suavemente en voz baja. "Oh, sí recuerdo eso." Ella medio se tapó la cara con una mano. "Si pudiera haberme arrastrado a través del suelo de la habitación, lo habría hecho." Recordó con ironía. "No tienes ni idea de cómo casi levité de la cama cuando me desperté - lo único que me impidió volverme loca era saber que te despertaría si lo hacía." Dar giró hacía la carretera de acceso que conducía a su destino. "Creo que lo supe, incluso en sueños." ella dijo. "Estaba soñando con acurrucarme." Kerry la miró por el rabillo del ojo. "¿Hablas en serio?" Dar asintió. "Sentí maravilloso. Entonces desperté, y se fue. Estaba enojada." "Lo recuerdo." Una lenta sonrisa cruzó el rostro de Kerry. "Dijiste que era una resaca." Ella hizo una pausa. "Espera un minuto - ¿cómo lo supiste? Nunca te pregunté eso ... fue sólo un golpe de suerte?" Dar extendió la mano y retorció los dedos por el pelo claro de Kerry. "Dejaste evidencia," ella respondió. "Pero sí, era una media suposición. Estabas actuando como si te hubieran atrapado con las manos en la masa." "Hum". Kerry logró una mirada digna, que rápidamente se disolvió en una tímida sonrisa. "Me sentí muy, muy estúpida." Dar hizo una mueca. "No, no ..." Kerry levantó su rodilla y envolvió sus brazos alrededor de ella mientras observaba las silenciosas farolas pasar rápidamente. "Me sentí como si estuviera fuera de control ... como si mi corazón estuviera clavado en la solapa de mi chaqueta o algo así." "Entonces ..." Dar arrastró las palabras, "mi engatusarte de dormir en mi cama no te dio una pista que yo no estaba en mejor forma?" Kerry pensó en eso por un rato mientras se dirigían a través de la vasta propiedad de Disney, hacia el grande, blanco, esparcido hotel Grand Floridian. "¿Lo hiciste?" "Te persuadí con el chocolate," Dar le recordó, con una sonrisa. "¿Recuerdas?" ¿Cómo había terminado en la cama de Dar, de todos modos? Habían estado viendo las noticias, y se había dormido. Recordó el sabor dulce del chocolate caliente en sus labios, y luego la taza había sido tomada y las mantas tiradas a su alrededor. "Podría haberme levantado y haber ido a mi propia habitación," Kerry reflexionó. "Uh huh," su pareja estuvo de acuerdo. "Pudiste hacerlo." "Pero no quería hacerlo." El recuerdo surgió dulcemente sobre ella. "Quería quedarme allí contigo. No quería estar sola." 31



"Yo tampoco." Dar hábilmente sorteó el gran Lexus hacia la entrada del hotel, deteniéndose en el pórtico majestuoso, de estilo victoriano y poniendo el coche en estacionar. "Quería que te quedaras allí conmigo." "Ah, ya veo." Kerry tuvo que sonreír. Un aparcacoches salió trotando a su encuentro. "Así que quería volver aquí, y disfrutar del hecho de que lo que sentí esa mañana ..." Dar abrió la puerta y dio al aparcacoches una leve sonrisa, luego bajó la cabeza en el interior del coche. "Era totalmente de verdad." Kerry sintió, y sospechaba que se veía, levemente con los ojos ensanchados por la repentina y algo inesperada inmersión de Dar en el desenfrenado romanticismo. "Está bien, cariño," ella estuvo de acuerdo. "Estoy totalmente a favor!" La cara de Dar se convirtió en una sonrisa, y sus ojos centellearon antes de desaparecer de nuevo y fuera a abrir la cajuela para el aparcacoches. Kerry se sentó por un momento, y luego simplemente sacudió la cabeza, abriendo la puerta y saliendo. El hotel no había cambiado. Kerry tomó una bocanada de cálido aire perfumado con jazmín nocturna mientras se unía a Dar en caminar hacia la puerta. A esta hora, era muy tranquilo, un toque suave de música de los altavoces y el ruido de los equipos de limpieza era todo lo que las acompañaba hasta la puerta. Una ráfaga de aire frío las encontró cuando entraron, y atravesaron por el hermoso vestíbulo que casi tuvo éxito en llevarlas directo a otro mundo. Kerry se permitió estar embelesada, y pasó unos minutos simplemente mirando a los techos altos mientras Dar resolvía los detalles de su habitación. "Vamonos." Dar puso una mano sobre su hombro, y sonrió. Kerry tomó la mano y la sostuvo mientras caminaban desde la recepción, y dio un paseo a través de un listón plateado de sus propios recuerdos.

"MM. BONITO." Kerry miró afuera, viendo las pequeñas luces parpadeantes, mientras un barco cruzaba el lago hacia el muelle en frente del hotel. O tal vez era la parte trasera del hotel. Era difícil de decir, aunque las vistas en este lado tenían todo sobre las que estaban en el otro lado. Kerry se apoyó en el frío cristal, su respiración empañándolo ligeramente mientras exhalaba. Por debajo de ellas, pudo ver algunas figuras solitarias caminando por los senderos, y en el extremo del muelle dos figuras se sentaron juntas, al parecer simplemente disfrutando de la vista como ella. Los vio inclinarse juntos, uno contra el otro. La hizo sonreír porque sabía exactamente lo bien que se sentía. Le dolían los hombros, y se sentía cansada por el largo día y su activa noche, pero no tenía sueño. Detrás de ella, podía oír a Dar dando vueltas en el baño y pasó un momento contrastando la realidad de ella ahora, con los recuerdos del pasado. 32



Era casi demasiado dispar para comparar. En ese entonces, cada movimiento de Dar, cada sonido había chocado contra su conciencia insegura, haciendo que su corazón saltara. Ahora, hicieron que otras partes de ella saltaran, y su corazón simplemente palpitaba con calma, esperando a que su otra mitad terminara de quejarse y viniera a unirse a ella. Kerry ya podía sentir la calidez del toque de Dar y dividió su atención - la mitad en el reluciente castillo que se veía en la distancia más allá del cristal, y la otra mitad en el reflejo de la habitación detrás de ella, esperando. Dar terminó de arreglar sus artículos de tocador y volvió a entrar en la habitación, viendo a Kerry presionar su nariz contra la puerta corrediza de cristal. "Creo que recuerdo haber sido embaucada por esas bonitas luces la última vez que estuve aquí." Ella flexionó sus dedos de los pies descalzos contra la alfombra. "Por esa misma mirada, también." Kerry se había girado y le sonreía. Estaba envuelta en su vieja, desgastada camiseta de Pooh, el pelo húmedo de la ducha que habían compartido. "No costó mucho embaucamiento," dijo. "Fue sólo una pequeña apelación a tu orgullo, y listo". Ella chasqueó los dedos. "Paseo en monoriel instantáneo." "¿Oh si?" "Oh si." Kerry asintió alegremente. "Aunque seguí tratando de convencerme de que lo estaba haciendo para ayudarte a relajarte, y que era por tu propio bien." "Mm." Dar estiró su cuerpo, haciendo estallar sus hombros en su lugar. "Lo fue." "¿Por tu propio bien?" "Oh si." Dar se le unió en el cristal y deslizó un brazo alrededor de ella mientras Kerry se giraba y miraban afuera hacia el agua oscura, hacia los iluminados parques temáticos más allá. "Estoy encabronada." "¿Conmigo?" "Con esas estúpidas pedazos de estiércol." Los ojos de Dar se entrecerraron. "Están poniendo un freno a mis planes de diversión, y no me gusta." Kerry se acercó y le dio un frotamiento en el vientre. "Todavía podemos divertirnos. Tenemos nuestras cosas echas esta noche, ¿verdad?" ella preguntó. "Alguna razón por la que tengamos que estar allí mañana para que ellos pongan esa tontería?" Dar lo consideró. Luego gruñó. "No," respondió. "No se supone que debemos estar aquí por otro día y medio." "Exactamente," Kerry estuvo de acuerdo. "Así que tú, yo, y un par de pases park hopper (*) residente de Florida vamos a tener un tiempo salvaje y loco mañana." (*) Es una opción que se puede añadir a los pases de Disney World que permite visitar más de un parque en el mismo día.

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"Hm. Tenemos esos?" "Siiiii." Kerry sonrió. "Desde que supe que no me ibas a dejar poner el hotel en mi tarjeta." Ella batió las pestañas a su pareja. "Así que preparé tu traje de baño, Dardar." Por toda respuesta, Dar apartó un poco de cabello de Kerry fuera del camino y besó suavemente su cuello. "¿Quieres un poco de chocolate caliente?" pronunció en el oído de la mujer más pequeña. "No." Los ojos de Kerry cerrados. "Te quiero." Dejó que su mano se deslizara lentamente por el muslo de Dar. "Te quería la última vez que estuve aquí, pero no podía tenerte." Dar se rió suavemente en su oído. "Kerrison, me tenías desde el primer día." Pasó sus brazos alrededor de Kerry, y la guió hacia la cama, girando en círculos perezosos mientras sonreían a los ojos de la otra. "Pero te quería también." "¿Lo hiciste?" Kerry sintió que el borde de la cama le pegó detrás de las rodillas, y terminó esparciéndose sobre ella, con el cuerpo de Dar inclinado sobre ella. "Lo hice." Los labios de Dar mordisqueando a través del punto del pulso de Kerry. "Oh, nena. Me tenías." Kerry se rió débilmente. "En cuerpo, corazón y alma. Tal como lo haces ahora mismo." Dar hizo una pausa y apoyó su peso sobre los codos, estudiando a su pareja. Las manos de Kerry ya estaban debajo de la tela de su camisa, acariciándole la piel con dedos suaves, conocedores, y podía ver la honesta pasión en esos ojos que la miraban fijamente. "¿Cómo he sido tan afortunada?" "¿Afortunada?" Las cejas de Kerry se arquearon. Dar sonrió y bajó la cabeza, besando los labios esperando. "Realmente podríamos recrear esto, y dar la noticia." Kerry sugirió, entre ligeros besos a través de la clavícula de Dar. "Inténtalo, y te muerdo los dedos," Dar contestó. "Oo."

AMBAS DESPERTARON al mismo tiempo. Kerry escuchó a Dar tomar una respiración repentina e irregular, mientras abría los ojos para ver el sol de la mañana que entraba por la ventana. Una vez más, estaba durmiendo la mitad de su lado, la mitad en su estómago, y acurrucada firmemente contra el cuerpo de Dar. Oh, pero qué diferencia. Kerry sonrió. Esta vez no tenía ningún deseo urgente de levitar fuera de la cama en estado de conmoción pura, y su corazón no trató de salir de sus oídos con su martilleo. Esta vez su bienvenida estaba segura, y el hombro de su mejilla apoyaba era tan familiar como su propia almohada. 34



Bueno, a menudo era su propia almohada. Kerry deslizó uno de sus muslos sobre el de Dar y le dio un apretón, tarareando bajo en su garganta mientras el sueño se aclaraba lentamente de sus ojos. "Buenos días, amor." "Eeurrgh." Dar hizo un ruido de ronroneo a cambio. "Buenos días a ti también." Frotó la espalda de Kerry con las yemas de sus dedos. "Y que agradable es." Volvió la cabeza y observó la luz solar deslizarse a través del piso, todavía teñido de coral en vez del blanco brillante aún por venir. Sería otro más en una serie casi interminable de los días de verano, calurosos y pegajosos, lo claro de la mañana con la siempre presente posibilidad de tormentas eléctricas por la tarde mientras la tierra luchaba por deshacerse del calor del sol. Parques acuáticos por la mañana, decidió Dar. Entonces tal vez una visita a Epcot por la tarde, ya que el parque tecnológico ofrecía un montón de atracciones interiores para escapar del calor, y posiblemente la lluvia también. "Te apetece cenar en Living Seas?" preguntó. "Me encanta ese acuario." Los ojos verde mar se iluminaron. "Oo ... sí." Un asentir de cabeza. "Buena idea." Dar sonrió con satisfacción. "Creo que suena como un plan," dijo, mientras arqueaba su espalda para estirarla, levantando a Kerry un poco con ella antes de relajarse de nuevo bajo las sábanas. "Maldita sea, me alegro de que hayamos conseguido toda esa mierda arreglada anoche. Si hubiera entrado allí hoy con nada hecho, las cabezas hubieran rodado." Kerry trazó un patrón ocioso en la caja torácica de Dar. "Así que la única razón por la que no lo hiciste fue porque no había cabezas que rodaran?" "Hm." Dar gruñó después de un momento de silencio. "¿Sabes una cosa? Realmente no lo sé." Ella levantó un brazo y colocó su mano detrás de su cabeza. Después de otro breve silencio, pensativo, se encogió de hombros. "Ah ... probablemente más rápido si yo misma lo hago de todos modos." Kerry asintió levemente. "Tuve el sueño más formidable anoche," relató, cambiando de tema. "Tú y yo nos íbamos a casar." Las cejas de Dar se torcieron. "Um ... ¿no estamos?" "Sí, ya sé que estamos casadas, pero no ... quiero decir, era toda esta ceremonia con arroz y flores," Kerry sintió que Dar empezaba a reírse. "Tu y yo en bonitos vestidos." "No me digas que blancos." Dar gimió. "Claro," Kerry aceptó alegremente. "Te veías preciosa. Tenías este escote de encaje transparente y ..." "Kerry." Dar le dio un golpecito en el hombro. "Necesitas un poco de café o algo?" "¿No, porque?" "Solo preguntaba." "De todos modos. Estábamos en esta hermosa catedral, con vitrales, y todo el mundo estaba lanzándonos bolsitas de arroz ..." 35



Dar se medio sentó, llevando a Kerry con ella y mostrar la considerable fuerza de sus músculos abdominales. "¿Qué?" Kerry se tambaleó y rodó en el regazo de Dar, mirando hacia arriba mientras ella yacía de espaldas sobre las piernas de su pareja. "¿Qué?" "Bolsitas de arroz? ¿Qué era eso, una boda cubana? ¿Había bolsitas de frijoles también?" Dar preguntó, echando la cabeza hacia atrás para despejar el pelo desordenado de sus ojos. "Bolsitas de cinco libras? Diez? Cincuenta?" Kerry cruzó las manos sobre su estómago desnudo. "Cariño." Ella giró sus pulgares. "A los yanquis no les gusta sacar sus recogedores durante una boda. Envolvemos una pizca de arroz en una bolsa de tela y la lanzamos a los recién casados," le informó a su amante. "Se supone que es de buena suerte." Dar puso la punta del dedo contra su nariz. "Se supone que es para la fertilidad, así tendrás un montón de bebés," ella la corrigió en un tono irónico. "Deja a los Yanquis olvidar convenientemente eso." "Mm ... no lo olvidamos." Suavemente los ojos verdes relucientes miraron a Dar. "Fue tan agradable. Todos nuestros amigos estaban allí, y Chino tenía un sombrero puesto ... tu padre estaba en un esmoquin." Su pareja sonrió por reflejo. "Tienes sueños lindos." "Tuve uno la primera vez que estuvimos aquí también," Kerry admitió. "Recuerdas lo que dijiste que hiciste? Antes de que nos despertaramos? Yo también" Se sentó y puso sus piernas cruzadas debajo de ella, empujando el pelo hacia atrás con una mano. "No tenía arroz, ¿verdad?" Dar se apoyó en un codo, frente a ella. Las sábanas cubrían holgadamente su cuerpo, dejando al descubierto aproximadamente la mitad de su torso y toda la longitud de una larga pierna. "No." Kerry apoyó los codos en las rodillas. "No lo recordé hasta después de salir de Orlando. Estábamos tú y yo arriba de un árbol." "Un árbol." Dar esnifó reflexivamente. "Me gustan los árboles," ella permitió. "¿Qué clase de árbol?" Un encogimiento de hombros. "No tengo ni idea. Pero estábamos en el, mirando el cielo." Kerry echó un vistazo a las sábanas, trazando su dedo sobre la superficie suave. "Recuerdo que estaba tan feliz, una sensación extraña para mí en aquel entonces." Dar puso una mano en la rodilla de Kerry. "¿Y ahora?" "¿Ahora?" Kerry se rió, un sonido ligero, alegre. "Oh, Dios mío, Dar. Qué pregunta." Miró a los ojos de su pareja. "¿Sueno como una idiota balbuceante esta mañana o qué?" Los ojos azules brillaron. "¿Quieres desayunar aquí, o ir a buscar algunos personajes desafortunados para hostigar?" Dar frotó la piel debajo de su mano suavemente. "Aquí." Kerry rodó sobre su lado y se estiró en la cama. "Plátano relleno, tostadas francesas?" ella sugirió. "Entonces podemos agarrar nuestros trajes de baño e ir a buscar problemas." Con un rápido movimiento, tiró de las sábanas de 36



Dar y se alejó de la cama con ellas mientras su pareja se levantaba aceptando el desafío y perseguirla. Casi se escapó y luego sus pies se enredaron en las sábanas. "Augh!" Kerry saltó locamente para liberarlos, rebotando por toda la habitación y casi provocando que Dar soltara un ojo de la risa. En el último salto, Dar la rodeó con un brazo y ambas cayeron, golpeando la alfombra y dando vueltas con la sábana enrollándose alrededor de ellas. "Ee!" Kerry se retorció, mientras dedos largos, cosquilleantes atacaron sus costillas desnudas. "¡Tú vándala!" "¿Sí? Mira quién habla!" Dar forcejeó con ella, la tela enredándose alrededor de ellas y enrollándolas juntas más estrechamente. "Auarrgguhhh !!" "Ooooo ... Te agarré!" Kerry envolvió su brazo alrededor de la pantorrilla de Dar y atacó al interior de su rodilla, sintiendo la poderosa extremidad sacudirse en respuesta a su cosquilleo. "¡¡¡¡Ah ah ah ah ah ah!!!!" Zumbido. La cabeza de Dar salió de debajo de su envoltura de algodón. Ella miró tan intensamente a su teléfono celular en la funda de cuero casi arrugada. Zumbido. Un largo brazo serpenteó y agarró el instrumento, pero luego se detuvo mientras Dar tomó un momento para recuperar el aliento antes de abrir el teléfono. "¿Qué?" Ella gruñó en él. "Oo." Kerry se movió hacia arriba y asomó la cabeza para escuchar. "Interrupción revoltosa. Qué grosero." "Bueno, buenos días a ti también, Dar. Siempre es un placer hablar contigo." La voz de Eleanor contenía partes iguales de sarcasmo y diversión. "¿Estabas levantada?" Los ojos azul pálido de Dar se entrecerraron. "Sí," dijo. "Fuiste asignada para la llamada de despertador esta semana? Pensé que Alastair iba a invertir en software para hacer eso." La vicepresidenta de marketing se rió entre dientes. "Oh, hay partes de ti que nunca cambian, no es así? Es un alivio realmente ... como la muerte, los impuestos ... ¿sabes?" "Eleanor, ¿qué demonios quieres?" "¿Está Kerry allí?" Eleanor preguntó, abandonando su tormento. Dar le dio a su teléfono celular otra mirada malvada. "Es un cuarto para las siete de la mañana, estoy en mi habitación de hotel, y no estoy vestida. ¿Qué crees?" Una pausa. "Bueno podrías ponerla en el teléfono, por favor? Ella es por lo menos civilizada antes del café." Kerry cayó hacia delante sobre el pecho de Dar, riendo impotente, tapándose la boca para evitar que Eleanor la oyera. "Está ocupada en este momento." Dar miró abajo hacia la mujer rubia que le cubría. "¿Qué deseas?" 37



Eleanor suspiró audiblemente. "De acuerdo, de acuerdo - hay un montón de gente realmente molesta aquí, Dar," dijo. "Estoy a punto de dirigirme a una reunión con diez de nuestros compañeros expositores." "¿Y?" Dar acarició con la nariz el cabello de Kerry, mordisqueando su suavidad. "Si el salón está jodido, ¿qué quieres de mí? No es mi culpa." Ella se apoyó en la cama, deslizando su mano libre alrededor de la ahora forma inmóvil de Kerry. "Y desde luego no es culpa de Kerry." "No ... Jesús, está bien! Aquí voy!" Eleanor sonaba más que exasperada. "Escucha, Dar ... en conclusión, estos chicos quieren saber a quién pagaste para colocar nuestro puesto. No es nada elegante. Están frustrados, y fuera de tiempo, y quieren conseguir todo terminado así que ... a quién le doy el cheque? " Dar sonrió a su teléfono celular. "A mí." "¿Qué?" Dar sonrió maliciosamente. "No pague a nadie, Eleanor. Fui ... lo siento ... fuimos allí anoche y lo hicimos posible." "¿Tú?" "Yo," Dar confirmó. "Diles que acepto tarjetas de crédito. ¿Qué opinas, tres, cuatro mil por minuto? ¿Cuánto vale mi tiempo?" Ella se rió entre dientes. "Te diré que, les llevará todo el maldito día para tirar de los circuitos, ya que los imbéciles que los instalaron no etiquetaron las malditas cosas. Tuve que comprobarlos uno por uno y déjame decirte, estaba levantando el techo en esa maldita habitación de Telco." "Oh Dios mío." Eleanor amortiguó una carcajada. "Todo el mundo piensa que sobornaste a la compañía de gestión." "Ah." Dar miró a los ojos expresivos de Kerry. "No necesitamos sobornar a nadie para ejecutar la tecnología la cual somos responsables de implementar." "¿Puedo citarlo?" Eleanor sonaba alegre. "¿Por favor?" "Por supuesto." Dar bajó la cabeza y rozó los labios de Kerry con los suyos. "Simplemente no me rifes. Estoy ocupada." "Ratas. Podría haber recuperado el desembolso para la maldita convención," Eleanor suspiró burlonamente. "¿Cuándo vienes?" "No vamos." Dar movió su cabeza un poco, por lo que su respiración combinada no resonaría a través del teléfono. "Tengo otras cosas que hacer hoy. Cumplí mi tiempo anoche." "Oh. Bueno, está bien." Eleanor sonaba un poco desbalanceada. "Pensé que te gustaría estar aquí para ver la diversión." "Yo hago mi propia diversión." Dar observó a Kerry morder el interior de su labio para no reírse. "Llámame si me necesitas, pero más vale que realmente me necesites." "Está bien," Eleanor suspiró. "Te llamaré más tarde. " "Adiós."

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Kerry cerró el celular y lo arrojó sobre la cama. "Vamos nerdmeister (*). Oigo un plátano diciendo mi nombre." Ella recibió un último cosquilleo, riéndose mientras Dar se balanceaba hacia atrás con ella en sus brazos. "Puntuación uno para el equipo friki." El sol entraba en la habitación, pintándolo de plata, salpicando a través de la alfombra y capturando la piel bronceada y enredado cabello oscuro y claro. Dar interrumpió por aire, frotando suavemente la nariz de Kerry con la suya. "Puntuación dos." "¿Estaba Eleanor molesta?" Kerry preguntó, después de un momento. "Acerca de que no estemos allí?" Dar se encogió de hombros. "No me importa si lo estaba," dijo. "No es mi trabajo establecer coloridos folletos y preparar las pelotas para el estrés." Besó a Kerry. "De todas formas no se suponía que estuviera allí tan pronto." "Cierto." Kerry le devolvió el beso, deslizando sus manos a lo largo de los lados de Dar. "Pero con Telegenics allí, por no mencionar de nuestras amigas, tal vez ella piensa que cada oportunidad cuenta." "Tal vez lo haga." Dar hizo una pausa y miró a los ojos de Kerry. "Entonces ella debe hacer su trabajo, y promover la empresa a todos en el edificio, ¿cierto?" Kerry vaciló, y luego asintió. "Cierto."

Capítulo Tres KERRY CLAVÓ su teléfono celular a la pretina de sus shorts, y deslizó sus lentes de sol junto a él. Estudió el resultado en el espejo y decidió que, además de la camiseta metida de peces tropicales, era aceptable. Llevaba el traje de baño que había comprado la semana anterior, una sola pieza verde agua relativamente sosegada, con un tipo de escote, debajo de su ropa. Comprar trajes de baño se había vuelto mucho más divertido desde que había empezado a vivir con Dar, eso era seguro. Siempre había estado nerviosa por cómo se veía en ellos antes, tantos años de críticas de su familia metida en la cabeza haciéndola tímida a la hora de ponérselos en público. Pero Dar vivía en el agua, prácticamente. Si no estaba en el barco, estaba en la piscina o en la playa y Kerry se dio cuenta después de que habían comenzado a salir que iba a tener que superarlo si quería compartir ese estilo de vida.

(*) Persona que es tan inteligente y tan nerd que da tutoría a otra persona inteligente nerd.

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Recordó la primera vez que había ido de compras para la playa con su madre, después de que había conseguido la edad suficiente para ser realmente consciente de su cuerpo y su figura. Ella quería un traje de dos piezas al igual que todas sus amigas, y había sido tratada con una hora de crítica sobre por qué no podía llevar uno debido a lo que la prensa podría decir sobre ella que no exactamente se había deshecho de la capa de grasa de bebé. Jesús. Kerry se encontró con sus propios ojos en el espejo y se guiño a sí misma irónicamente. Qué espectáculo de horror eso había sido. Así que se mantuvo alejada de los bikinis, aunque sabía, con su físico nuevo, atlético y su bronceado, podía ahora usar un bikini en un magnífico estilo. Dar dijo que se veía más sexy en los lisos, de una sola pieza de color sólido funcionales que tendía a usar, así que quién necesitaba un bikini de todos modos? Dar se limitó a reír cuando le sugirió a su pareja que usara uno. Ah bueno. "Correcto." Se dio un asentir de cabeza, y luego levantó la vista cuando Dar apareció detrás de ella en el espejo, ya vestida con sus lentes de sol envolventes y camisa de algodón sin mangas y shorts. "¿Te importaría?" Kerry le dio a Dar el protector solar. "Nunca." Dar roció un poco de la loción bronceadora en sus manos y comenzó a trabajar en la parte expuesta de la piel de Kerry. "¿Quieres recogerte el cabello?" Kerry movió sus mechones claros fuera del camino, de manera que Dar pudo poner el aceite hasta la parte posterior de su cuello. "¿Crees que aguantará?" "Por un rato." Dar dio un vistazo a la botella. "En teoría resistente al agua, pero lo llevaremos con nosotras. No quiero ponerme tostada, y sé que tú tampoco." "Nuh uh." Kerry simplemente permaneció en su sitio, disfrutando de las fuertes manos dándole un masaje en el proceso de proteger su piel. "Dar, ¿puedo preguntarte algo?" "Por supuesto." "¿No tienes curiosidad en cuanto a lo que esas dos están haciendo?" "No." Kerry miró en el espejo, observando el rostro de su pareja mientras trabajaba. La expresión de Dar era relajada y tranquila, y cuando los ojos azules se alzaron y se encontraron con los de ella, no había evasivas en ellos. "¿De verdad?" "Nah." Dar negó con la cabeza. Luego medio encogió un hombro. "Quiero decir, supongo que no quiero verlas echarnos de la ciudad, y creo que vamos a tener que sentarnos y realmente analizar lo que están haciendo ... cuál es su plan ... si realmente tiene algo diferente con lo que no podemos competir, ese tipo de cosas." "Pero no te preocupa que sean ellas?" 40



"No." "Hm." "¿A tí si?" Dar la estudió por un momento. La cara de Kerry se crispó un poco, sus músculos de la mandíbula se agruparon mientras lo consideraba. "¿Crees que es personal?" Kerry tomó el aceite y lo tapó. Hhizo un gesto para que Dar se girara y la precediera al baño, y no habló hasta que metió la botella en la pequeña mochila que había planeado llevar y la sujetó a su alrededor. "Creo que podría ser, sí," admitió, mientras se dirigían hacia la puerta y salían al pasillo. "Pero tal vez son sólo mis ojos verdes hablando." Dar tocó el botón del ascensor, manteniendo un silencio reflexivo. Caminaron a través del vestíbulo, y salieron a la parada de autobús. Kerry quitó los lentes de sol de su pretina y los colocó firmemente sobre la nariz. Se sentaron juntas para esperar el autobús correcto, estremeciéndose un poco cuando sus cuerpos tuvieron que adaptarse de la comodidad del aire acondicionado del hotel al calor como sauna del exterior. "Creo que me acabo de dar cuenta en algún lugar del camino durante el año pasado que madure," Dar dijo, de repente. "Quizás sí tienen motivos personales, pero no me importa una mierda. No tengo tiempo en mi vida para sus dramas." Kerry golpeó apartando un osado insecto de su rodilla desnuda. Ya podía sentir el sudor acumulándose debajo de su ropa ligera, y estaba esperando el frío beso del agua en su destino actual. Ella se había dado cuenta el año pasado, a pesar de que optó por vivir en el subtrópico, no le gustaba mucho respirar el aire pantanoso la mayor parte del tiempo y guardaba sus excursiones en el verano para temprano por la mañana y tarde en la noche. "Ese es un punto de vista interesante." Dar se encogió de hombros. "¿Prefieres ir al centro de convenciones y meterte con ellas?" preguntó sin rodeos. "Estás teniendo dudas acerca de que estamos afuera hoy?" "No." Kerry negó con la cabeza. "Eso no es en absoluto, Dar." "¿Entonces cuál es el problema?" ¿Tenía un problema? Kerry frunció el ceño, sintiendo los bordes de su propio temperamento cosquillear. "¿He dicho que tengo un problema?" preguntó, medio girando su rostro hacia su pareja. Dar se limitó a levantar las cejas, cruzando los brazos sobre su pecho con muda elocuencia. Kerry exhaló, mirando hacia arriba mientras su autobús se acercaba. "No tengo ningún problema. Quiero asegurarme de que mi trabajo está cubierto." Se levantó y se dirigió hacia la puerta. "Nos pagan mucho dinero para hacer lo que hacemos. No quiero pensar que estoy estropeando esa responsabilidad." "Estropeando esa responsabilidad?" Dar preguntó. "Se suponía que no estarías hoy aquí, ¿recuerdas?" 41



"Lo sé," Kerry admitió. "Creo que tal vez enterarme de lo que descubrimos anoche ... y si empiezan algo?" Dar subió tras ella, y se sentaron cerca de en medio del autobús. Dar estiró las piernas y estudió los calcetines cuidadosamente doblados que se veían sobre el borde de sus tenis. "Hum." Varios otros visitantes entraron detrás de ellas incluyendo una familia con tres o cuatro niños, todos con los ojos muy abiertos y emocionados mientras sus padres los acorralaban desde atrás. Dar los observó durante unos minutos, y luego echó un vistazo al perfil de Kerry. Kerry le devolvió la mirada al mismo tiempo. "Si es personal, y que están haciendo fuego para nosotros, eso va a arderles como el infierno si no nos presentamos." Dar sonrió como un pirata, sus ojos brillantes. "¿Lo crees?" "Es como si no las consideráramos una amenaza valiosa," Kerry continuó, dándole a su compañera más alta un empujón en el hombro. "Eres demasiado inteligente para tu propio bien, Paladar." "Tú no estás nada mal." Dar se echó hacia atrás. "Si te hace sentir mejor, sí, mis instintos deberían ir allí y simplemente arrasar con todo el mundo, la micro-manejando todos los detalles como un conserje dopado," admitió. "Pero estratégicamente, dado que ya estamos un paso por delante de ellos, tiene sentido mantenerse al margen y dejar que todos se peleen." "Mm." Dar contempló el techo del autobús. "Y es una gran racionalización para mí hacer lo que quiero hacer de todos modos." Se aclaró la garganta. "Qué es pasar el día divirtiéndome contigo." "Ah." Kerry se rindió con una sonrisa irónica. "¿Es este un caso de plan de acción que tiene dos objetivos paralelos?" ella preguntó. "¿O simplemente estamos inventando buenas excusas para nosotras?" Después de revisar sus palabras, y la quietud de la cara de Dar, levantó una mano. "Está bien, tregua. Olvida eso." El autobús avanzaba a través de una miríada de baches en la carretera, y eventualmente se detuvo en el parque acuático. La puerta se abrió y a través del calor Kerry captó un olor del sol calentando el concreto y cloro. Siguió a Dar por los escalones y se quedó detrás de ella un paso mientras se dirigían hacia la entrada. Bueno, Al diablo. Con una sacudida de cabeza, Kerry aumentó la longitud de sus pasos y alcanzó a su compañera, deliberadamente chocándola con el hombro. Dar la miró, luego la golpeó de nuevo. "Terminaste de pelear con tu conciencia?" "Mm." Kerry palmeó su teléfono celular. "Si nos necesitan, estamos aquí," concluyó. "Además, ¿qué diablos podría pasar en una exposición comercial antes de que incluso se abra?" 42



Mostraron sus pases en la puerta y fueron admitidas, los sonidos de salpicaduras y risas ya comenzaron a rodearlas tanto como el olor del agua. Aseguraron un casillero y Kerry se quitó la camiseta y los shorts, metiéndolos y el resto de su equipo en el pequeño espacio. Guardo el teléfono, el cual puso en un estuche resistente al agua antes de enlazar el cordón del estuche alrededor de su cuello. Luego cogió su toalla, y se unió a su compañera ahora en traje de baño mientras se dirigían hacia el sol.

DAR SE ALZO fuera de la piscina de olas por enésima vez, sacudiéndose libre de un chorro de agua clorada mientras esperaba a que Kerry se uniera a ella. Kerry se dirigió en su camino, arrastrando una bodyboard (Tabla) detrás de ella con una gran sonrisa en su rostro. "Bien hecho," Dar la felicitó. "Sí." Kerry exhaló, pasando los dedos por el pelo empapado. "La siguiente parada, Hawai." Se sentó en el borde de la piscina para recuperar el aliento, echando la cabeza hacia atrás para observar la inclinación del sol en el cielo. "¿Sabes qué?" "Es hora del almuerzo," Dar respondió. "¿Quieres hacer el gran tobogán una vez más antes de tomar algo?" Kerry aceptó la mano ofrecida y se puso de pie, mirando a su alrededor. El parque no estaba lleno del todo, no casi tanto como había estado la última vez que estuvieron allí. Era el calor del verano ahora, así que eso no era inesperado. Sin embargo, había hecho aún más agradable no tener que luchar contra las aglomeraciones y largas filas. "Claro," concluyó. "Déjame buscar una toalla y limpiarme mis ojos. El agua los está matando." Dar condujo el camino de vuelta a la silla de la que se habían apoderado, recogiendo la toalla de Kerry y entregándosela mientras levantaba la suya y secaba la mayoría de las gotas de agua con ella. Ahora, en vez de ser opresivo, el sol se sentía bien y cálido en su espalda, y se sentía agradablemente cansada de toda la actividad. Por costumbre, comprobó su teléfono. Sin llamadas. Con una sonrisa, comprobó el de Kerry, que también carecía de llamadas perdidas. Ella admitió a sí misma que la curiosidad empezaba a pincharla suavemente, preguntándose lo que, en todo caso, estaba pasando en la exposición comercial. "¿Por qué no llamas?" Kerry la había estado observando, y ahora producía una sonrisa de complicidad. "¿Te hará sentir mejor si lo hiciera?" Dar contrarrestó. Kerry se sentó en la tumbona de playa, y extendió sus piernas desnudas, cruzándolas casualmente en los tobillos. "Sí." Ella movió sus dedos. "Marca, empollona." Se acomodó más cómodamente en la tumbona y se puso los lentes de sol, luego cruzó las manos sobre su estómago. Dar se rió, pero abrió el estuche y sacó el teléfono. Marcó el número de Eleanor y esperó. El teléfono sonó dos veces, y luego fue contestado. 43



"¿Sí?" "¿Es una convención todavía?" Dar preguntó. Eleanor rió maliciosamente. "Eso es lo que pensé. Nos necesitas para algo?" "Sólo como cereza del pastel. Divirtiéndose?" Eleanor preguntó. "Sí, estamos," Dar afirmó. "Me alegro de que todo va bien allí." "Dar, ¿sabías quiénes son los directores en Telegenics?" Eleanor preguntó de repente. "El equipo operativo, quiero decir? No la gente de dinero?" Dar exhaló. "Sí," respondió de manera uniforme. "Siempre es bueno tener viejos amigos en el negocio, ¿eh?" "Mm," Eleanor gruñó. "Bueno, creo que se dieron cuenta que tenían un poco de competencia con nosotros aquí. Mis fuentes me dijeron que estaban involucradas en por qué no tuvimos personal aquí anoche." "Ah." Dar sonrió sin humor. "Eso explicaría por qué se presentaron a las oficinas cuando ya nos íbamos," dijo. "Así que pensaron que sería un autentico tropiezo, eh?" "Aparentemente." Eleanor sonaba muy satisfecha. "Estaban buscando ser los peces gordos y venir al rescate esta mañana. Terriblemente decepcionadas, al parecer, cuando descubrieron que ya estábamos proporcionando ese papel generosamente prestando nuestros recursos para ayudar a todos nuestros amigos y enemigos a poner sus cosas en marcha. " "Aww." "Terriblemente decepcionadas al no encontrarte aquí." "Doble awww." Dar rió. "Ellas pueden besarme el culo." "Eso podrían hacer precisamente, ¿no?" Eleanor bromeó. "Pero para que lo sepas, se fueron, y uno de los chicos las escuchó decir que iban a ir a buscarte. La perra pequeña aparentemente tenía alguna idea de dónde podrías estar." Las orejas de Dar se alzaron y muy lentamente giró la cabeza para explorar su entorno. No vio a nadie conocido, pero había una gran cantidad de áreas que no podía ver, tampoco. "Agradable," murmuró. "Haces encantadoras enemigas, Dar". Eleanor suspiró. "De todos modos, nos dejaron solos, así que gracias a Dios por eso. Vas a pasar esta noche para asegurar de que todo va bien para mañana, ¿verdad?" "Estaremos allí," Dar respondió en voz baja. "Bueno. Nos vemos!" Eleanor colgó, su voz ya elevándose para hablar con alguien mientras desaparecía en el celular perdiéndose.

"TENÍAS RAZÓN. Ahí están." Shari se apoyó en el balcón del restaurante, mirando pensativamente hacia abajo a través del bosque de tumbonas.

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"Parecen tener una afinidad por el agua," Michelle Graver comentó, mordiendo las palabras con aguda precisión. "Recordé que pasaron tiempo aquí la última vez." "Durante la oferta de Vista?" Shari preguntó. "Exactamente." "Mm." La mujer más grande volvió a prestar atención a sus sujetos. Mientras miraba, Dar envolvió la toalla alrededor de su cuello y se sentó en la tumbona al lado de donde estaba su rubia compañera. Pero en lugar de unirse a ella, la mujer alta se mantuvo derecha, simplemente mirando a su alrededor. "Siempre ha sido tan guapa?" Michelle preguntó, con curiosidad. Shari pensó en ello. "Eh." Encogió un hombro cubierto de tela. "El potencial siempre estuvo allí, pero había tanta mierda cubriéndolo que nunca lo habrías adivinado." Resopló ligeramente. "Sí que se mantuvo en forma sin embargo. Maldita sea mucho mejor que yo." "Mm." Michelle asintió. "Ella está en karate, o eso me han dicho." "No es el karate." Shari sacudió la cabeza. "Alguna otra cosa rara. No es de extrañar. Creció en esa base naval y le perturbo la cabeza realmente. La mitad del tiempo pensé que era una psicópata." "No lo parece ahora," Graver observó, notando las elegantes líneas del perfil de Dar. "Si no me hubieras dicho cuál era su trasfondo, nunca lo habría imaginado." "No," Shari admitió. "Ella lo limpió todo bien. Ahora, por lo menos." Sus ojos se dirigieron a la ocupante de la otra tumbona. "Así que sigue con la pequeña rata rubia, ¿eh?" Ella reflexionó. "Me pregunto cómo se las ha arreglado para conseguir que se quedara." Michelle giró la cabeza para darle a su compañera una mirada. "No te vayas con la finta de nuestra avispa joven rubia menuda. Ella tiene cerebro," dijo." Y por lo que sé, tiene un conjunto de bien cuidados, exquisitamente dentados colmillos debajo de toda esa dulce mierda del Medio Oeste," agregó. "Las pocas veces que tuve que tratar con ella, respetaba lo que hizo por mí." Un encogimiento de hombros. "Lo que sea." Shari se quedó mirando a las dos con una mirada casi obsesiva. "Nunca pensé que iba a durar, especialmente si ella tiene cerebro. ¿Quién podría vivir con un animal como Dar?" "Ella podría haber cambiado," Michelle sugirió. "Nunca tuve la sensación de que era cualquier cosa excepto aguda, y malditamente implacable. Cuando sacó a ese grupo de la oferta hizo que mi corazón repiqueteara, eso es seguro." Ella consideró. "Su reputación no está hecha sobre pura mierda, Shari. Sé que has estado en el lado de las ventas y el desarrollo, pero yo no lo he hecho." "Los leopardos no cambian las manchas." Shari sacudió la cabeza. "Pero ella es la clave de todo ILS. Ella es la piedra angular. Viste lo que hizo anoche? Me rompí el culo, pero Dar terminó con eso." Resopló con disgusto. "Aquí me

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imagine que haríamos un poco de revuelo, y conseguir una confrontación esta mañana entre ella y nosotros." "Era un buen plan," su compañera le permitió. "Dejar que los clientes vean nuestras diferencias de estilo, cara a cara. Nunca imagine que aparecería anoche." "No." Los labios de Shari se fruncieron. "O convertirla en mecánica para nosotros. Aunque debería haber recordado ese lado de ella. Lo usaba para volverme loca." "Mm." Michelle asintió pensativa. "Ella hace que las cosas sucedan. Le dije eso cuando la conocí y nada de lo que he visto desde entonces contradice eso. Así que," mientras observaba a sus sujetos, "Ahora va a ir tras nosotras. Perdimos nuestra sorpresa." "Entonces." Shari observó a Dar alzar una pierna y rodearla con ambos brazos los músculos bajo su piel bronceada ondulando visiblemente incluso a esta distancia. "Bueno, tal vez tenemos que replantear nuestra estrategia. Hubiera sido bueno haber podido entrar allí hoy y hacer puntos, pero no lo hicimos." La mujer más baja alzó una ceja de color jengibre hacia ella. "No, y tendré que darle al equipo ILS su crédito, esas personas saben cómo lucirse, y saben lo que están haciendo." "Pah." "Shari, no los desestimes," Michelle advirtió. "Sólo porque hemos tenido algunos éxitos, y tenemos una pequeña ventaja en este momento, no olvides que ellos son el gran jugador aquí." "Ese es su problema. Han estado por demasiado tiempo, haciendo la misma cosa de la misma manera demasiado tiempo." Shari dijo. "No pueden reaccionar rápidamente, y son conservadores como el infierno. Viste las lecturas estratégicas de ellos que te dí, ¿verdad?" "Es cierto," Michelle dijo. "Pero te diré una cosa, Dar nunca me pareció conservadora." "Ella lo es," Shari dijo. "Lo que tenemos que hacer es mantener la presión sobre ellos, y lanzarle algunas bolas curvas. Si podemos hacerlo delante de todos, podemos eliminar algo de esa mística." Michelle parecía dudosa, pero intrigada. "Vamos," dijo. "Eso podría funcionar." "Vamos a almorzar," Shari sugirió. "Salir de este maldito calor. Se me había olvidado lo mucho que lo odiaba." Dieron media vuelta y se encaminaron hacia la puerta. Cuando llegaron a ella, Shari se detuvo y miró por encima del hombro. Por designio o casualidad, la cabeza de Dar se giró, y estaba mirando directamente hacia ella desde detrás de sus lentes de sol plateados.

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A pesar de que estaba lo suficientemente lejos para saber que la mujer de pelo oscuro no podía verla, Shari se estremeció de todos modos, y se apresuró a meterse. "Psicopata," murmuró, cerrando la puerta detrás de ella.

"ME ENCANTA EPCOT," Kerry dijo, mientras caminaban a través de la entrada principal del parque. "Creo que es mi lugar favorito aquí." "Yo también," Dar estuvo de acuerdo. "No sólo porque es el cielo nerd, también. Sino que mantiene mi interés más que los otros parques." Eso era significativo, Kerry decidió. Dar tenía una capacidad de atención sorprendentemente limitada, algo que había descubierto con el tiempo para su perplejidad. Si quería su ayuda, condensó su problema en sus aspectos esenciales, y lo ponía frente a ella en claros términos en blanco y negro. Entonces ella lo revisaría, decidiría y lo regresaría a tí a veces en cuestión de minutos. Nada más que eso, o Dios no lo quiera, si alguien optaba por hacer una presentación en PowerPoint para presentar su caso, y la perdía. Kerry había visto que pasaba más de una vez. Su amante dejaba descansar la cabeza en una mano, y empezaba a dibujar, ocupando su mente inquieta con algo más interesante que lo que sea que la persona presentando estaba diciendo. Lo cual trajo a una pregunta interesante. "Oye, Dar? ¿Eras hiperactiva cuando niña?" Dar giró la cabeza y se centró en Kerry, lejos de las fuentes danzantes hacia las que estaban caminando. "Lo era?" Ella reflexionó. "No sé. Era un dolor en el culo de niña, eso es seguro. Sólo pregúntale a mi madre." El aroma de los pasteles las distrajo a ambas y Dar condujo a Kerry hacia una panadería en la plaza central. Subieron los escalones y entraron en la tienda, poniéndose en la fila mientras revisaban sus opciones. "Mm." Kerry miró un mousse de chocolate. "Otra razón por la que me gusta Epcot. Buena comida." "Uh huh," Dar acordó, haciendo contacto visual con el cajero y señalando el mousse. "Dos y dos capuchinos, por favor," dijo. "Sí, creo que lo es." "¿Eh?" Kerry tenía su mente en los pasteles. "Crees que eras crema batida, cariño?" "Hiperactiva." Dar hábilmente evitó los intentos de Kerry para pagar su convite y dejó caer un puñado de billetes en su lugar. "Probablemente mis padres no tenían ni idea, pero cuando miro hacia atrás ahora y pienso en cómo estaba, sí. ¿Por qué?" "Sólo curiosidad," Kerry respondió. "Me di cuenta de que estás muy inquieta la mayor parte del tiempo cuando estás en el trabajo, así que me preguntaba." Dar recogió la bandeja con sus golosinas y empujó a Kerry hacia una mesa. "O eso o era todo el maldito chocolate que comí." Se sentó y entregó el mousse de Kerry, tomando el suyo y comenzando un ataque metódico en

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él. "Está bien. Consigamos unas reservaciones para cenar, luego podemos pasear en esta parte por un rato." "De acuerdo." Kerry lamió su cuchara. "Primera parada, Test Track. Room, room." "Room, room," Dar acordó con una sonrisa, embadurnando un poco de mousse en la nariz de Kerry. "Lo tienes."

SE ESTABA HACIENDO de noche, y el crudo calor del día se estaba moderando ligeramente a medida que la brisa se alzaba. Kerry tiró de la parte delantera de su camisa, contenta de sentir el frío toque del aire y estaba deseando que el sol cayera más rápido y trajera el alivio del crepúsculo. "Uf." "Sí." Dar entró en el camino de una pistola rociadora, dejándola rociarla con una fina niebla de agua. "Vamos a buscar algo adentro." Se detuvieron frente al quiosco de reservaciones, y Dar se metió en la pantalla táctil buscando lo que quería. "Reservaciones... reservaciones ... World Showcase, no ... Ah. Living Seas. Aquí." Revisó sus opciones. "Hora ... ¿qué te parece, a las siete? Si podemos conseguirlo?" "Oo". Kerry extendió una mano y agarró la muñeca de su compañera. "Espera ... ¿qué es eso?" Ella señaló. "Reservaciones de buceo?" Las cejas de Dar se dispararon. Pulsó el botón requerido y se inclinó hacia delante, con Kerry apretada contra su costado con curiosidad. "Whoa," dijo. "Nunca vi esto antes." Estudió el anuncio. "Buceo en el Living Seas. Peces tropicales, tortugas, tiburones. Hmm." Sus ojos se volvieron hacia Kerry. "¿Quieres hacerlo?" "Necesitas preguntar?" Kerry dijo. "Buceo en un acuario de millones de galones? Apúntame!" Ella observó mientras Dar mostraba su interés. Después de un momento, una persona real apareció en la pantalla. "Hola." "¡Hola!" La cara le devolvió la sonrisa. "¿Cómo puedo ayudarte?" Después de haber pulsado un botón específico, Dar había esperado más o menos que el operador supiera lo que quería. "Queremos ir a bucear en el Living Seas." "¡Estupendo!" la mujer respondió. "¿Eso sería para hoy?" "Sí." La mujer hizo algo por su parte que implicaba escribir. "Genial," dijo de nuevo. "Tenemos espacios disponibles a las cinco y media. ¿Qué tal eso?" Kerry miró su reloj. "Son las cinco ahora," dijo. "Parece perfecto." Dar rebotó arriba y abajo sobre las puntas de sus pies felizmente. "Hazlo," dio instrucciones a la mujer. "¿Qué necesitamos?" La mujer tecleó por un momento, y luego alzó la vista. "Está bien, necesitará trajes de baño, y por supuesto, tiene su tarjeta de certificación?" Dar asintió. "Sí, las tenemos."

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"Fantástico! Vaya al centro de servicio al cliente a las cinco y cuarto, y ellos se encargarán desde allí." La mujer sonrió ampliamente. "¿Emocionada?" "Sí." Kerry se anticipó a la respuesta de Dar. "¡Gracias!' Observó a la mujer despedirse, y luego se volvió hacia Dar. "Oh, esto va a ser tan bueno." Dar sonrió mientras solicitaba sus reservaciones para cenar. "Sí," dijo. "No es que no hayamos estado buceando en lugares más exóticos, pero esto será diferente." Terminando, puso sus manos sobre los hombros de Kerry y la dirigió hacia el centro de servicio. "Vamonos."

HABÍA OTROS SEIS en su grupo de ocho, Dar descubrió. Eran un grupo diverso complejo que iban desde los buceadores certificados con muy limitada experiencia, a otros dos como Dar misma, experimentados maestros buceadores saliendo por un poco de diversión. Después de una solemne sesión de introducción, y el pago de la cuota, todos ellos pasaron a través de una puerta sin marcar, yendo desde la parte pública del parque temático, al área de trabajo que normalmente los visitantes nunca ven. Dar más o menos ignoró el parloteo a su alrededor y pasó tiempo mirando a su alrededor en las instalaciones, las cuales estaban bien cuidadas e impecables, aunque mucho menos decoradas que las propias áreas del parque temático. Pasaron junto a las oficinas administrativas, y cruzaron un camino de servicio hasta la parte trasera de la exhibición de Seas, que contaba con un enorme sistema marino atendido por un inmueble entero lleno de bombas y equipos de tratamiento de agua. Dentro de la exhibición, se movieron cuidadosamente alrededor de enormes tuberías y subieron varios tramos de estrechas escaleras hasta una pequeña aula. Una vez allí, se les dio formularios de autorización y refrescos mientras los llenaban. "¿Cuándo fue la última vez que buceamos, Dar?" Kerry mordió la punta de su lapicero. "El martes o fue el Jueves pasado?" "El Jueves." Dar estaba ocupada garabateando. "Fuiste casi mordida por ese pez loro malhumorado que seguías persiguiendo." "Ah sí." Kerry terminó de escribir y firmó su nombre en la parte inferior de la autorización, fechándola con cuidado. "Sólo estaba tratando de tomar una foto. Podrías pensar que él era una estrella de televisión en Los Ángeles o algo así." "Tal vez esa barracuda que me perseguía era su agente." Dar deslizó el formulario de Kerry de debajo de sus manos y se los dio ambos al hombre vestido de color caqui dándoles indicaciones. "Aquí tienes." Se echó hacia atrás y observó a sus compañeros de buceo mientras el guía recogía todos sus papeles, y comprobaba las tallas para sus equipos. "Muy bien, chicos." El hombre terminó y les dio una sonrisa soleada. "A continuación, bajamos a los vestuarios y nos vestimos. Sus bolsas de equipo

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están en los bancos. Cuando hayan terminado, salgan hacia el pasillo y me encontraré allí para llevarlos hasta la plataforma de buceo. De acuerdo?" "Buen trato." Kerry se levantó y siguió a Dar mientras salían de la habitación, viajando por un corto tramo de escaleras a otra en una serie aparentemente interminable de corredores de color azul pálido. Tocando la pared, podía sentir una vibración distinta, y el olor del agua parecía penetrar hasta el grueso concreto. El aire también estaba húmedo, y combinado con el frío de los aires acondicionados, bastante refrescante después de estar afuera. Los vestuarios eran sorprendentemente lujosos. Las cejas de Kerry se alzaron al notar las duchas bien equipadas, completas con champú y jabón. "Hey. Agradable." Ella los felicitó, mientras Dar sacaba sus respectivos trajes de neopreno. "Casi como en casa." "Ten." Dar le lanzó un traje a Kerry, moviéndose hacia adelante mientras una de las otras dos mujeres pasó a su lado hacia los vestidores. La otra mujer la siguió, dejando a Dar y Kerry en la sala principal juntas. Ellas intercambiaron miradas, y luego Kerry señaló uno de los vestidores. "Después de tí, pequeño pescadito. Me das una mano para ponerme esto?" Dar sonrió con complicidad. "Por supuesto," respondió en un tono informal. Entraron en el mismo espacio y cerraron la puerta, mientras Dar echaba los dos trajes de neopreno sobre la pared divisoria. "No utilizamos estos mucho." "No." Kerry se quitó los shorts y la camiseta, inclinándose hacia adelante y dando a Dar un beso en el ombligo mientras ella hacía lo mismo. "Demasiado caliente la mayor parte del tiempo." Se quitó el traje de baño todavía mojado y lo deslizó, haciendo una mueca por su tacto pegajoso. "Alguien va a inventar secadores instantáneos de traje algún día. Brr." Dar ajustó los tirantes del traje de Kerry, luego agachó la cabeza y mordisqueó su cuello, pasando sus manos sobre la tela transparente ligeramente para calentarla. "¿Eso es mejor?" preguntó, al oído ahora rosa brillante de Kerry. "Mucho." Kerry se frotó el puente de la nariz, mientras la oleada de calor de sus entrañas se sentía como que iba a producir vapor de la humedad. "Gracias." "En cualquier momento." Dar se puso su propio traje y lo ajustó, luego cogió el traje de neopreno de Kerry y lo sostuvo para ella. "Sin bromear." Kerry se metió en el cortito traje y lo jaló sobre sus muslos y más allá de sus caderas antes de que metiera los brazos en él y se enderezara. "Siempre me siento como un pingüino en uno de estos." Señaló, mientras Dar jalaba del neopreno en su lugar y subía la cremallera de la espalda. El traje era restrictivo, y pasó un momento moviendo los brazos y ajustando las mangas cortas mientras Dar se metía en el suyo. "¿Alguna vez te dije que te ves muy bien en un traje de neopreno?" Dar se detuvo en el proceso de tirar en una manga y la miró. "Me veo bien como un pingüino? Gracias, Ker. Eres un encanto." Jaló el neopreno sobre sus

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musculosos hombros y estiró los brazos; haciendo muecas cuando la obstinada tela se tensó excesivamente antes de que entrara a regañadientes en su lugar. Kerry tiró de la cremallera y le dio una palmada en el costado. El grueso látex delineaba el cuerpo de Dar elegantemente, y a pesar del abrumador aroma de carbono, lo encontró pareciendo algo sexy. "No te ves como un pingüino, cariño. Te ves como un superhéroe." Dar se miró a sí misma, luego a Kerry. "Creo que eres la que necesita lentes, Kerry." Ella se rió. "Vamos. Veamos algunos peces." Cogió su ropa y abrió la puerta del vestidor, esperando a que Kerry saliera antes de que se moviera hacia un conjunto de casilleros donde les habían sido asignado uno de arriba para sus cosas. Las otras dos mujeres ya habían salido, y cuando Dar y Kerry abrieron la puerta encontraron a la mayoría del grupo esperando. Se unieron a su guía, ahora también en traje, y permanecieron en silencio mientras el último del grupo finalmente salió del vestuario de los hombres. "De acuerdo, subamos." El guía se giró y dirigió el camino, pasó por anónimas puertas azules y subió otro conjunto de escaleras antes de llegar a una puerta marcada ‘Entrada de escenario.’ "Bien, vamos a entrar en Living Seas ahora, así que todos aguanten y vean bien." Antes de que alguien pudiera reaccionar, el guía abrió la puerta y fueron recibidos con una ráfaga de aire frío. Más allá de la entrada podían ver el interior del pabellón público lleno de visitantes, algunos de los cuales ahora estaban viéndolos con curiosidad. "Oh ... hm," Kerry murmuró, mientras salían y comenzaron a cruzar por el suelo alfombrado. "Chico, eso podría ser embarazoso." Dar simplemente siguió caminando con ironía esperando no tropezar con nadie conocido. Atravesaron la planta principal y llegaron a la zona central, donde un enorme tubo con ventanas de plexiglás mostraba el área cerrada del buzo. Por un momento Dar se preguntó si realmente iban a atravesarla, entonces el guía les llevó a una puerta en la parte trasera y desaparecieron en un hueco de la escalera que conducía arriba. El olor del agua era mucho más fuerte aquí, hasta el punto de que Dar casi podía sentir la sal reunida en la parte posterior de la lengua mientras caminaban hacia arriba. En la parte superior de la escalera circular estaba una puerta abierta, y salieron a una plataforma de acero. El acuario estaba colocado debajo de ellos, la entrada a él una gran habitación circular entrecruzada con pasarelas de acero para dar acceso a la superficie del agua. Había enormes grúas y eslingas sobre el agua, y equipos para el mantenimiento de la gigantesca pecera estaba sujeto por todas partes. Aquí, más que el punto de vista público de un espectáculo entretenido, seguro, alegre era en cambio la plataforma de un hábitat marino profesional y un aire de ciencia de naturalidad aparente. 51



Dar lo encontró fascinante. Pero estaban siendo conducidos a la zona de lanzamiento, así que lo desestimó y siguió a Kerry hasta la plataforma inferior donde los buzos entrarían en el agua. Ya, ocho juegos de equipos se habían colocado a un lado, cuidadosamente ordenados. Muy profesional, señaló con aprobación. "Bueno." El guía se puso de frente a ellos. "Vamos a prepararnos y meternos en el agua. Les llevaré alrededor del tanque, y les avisaré cuándo sea el momento de interactuar con los visitantes. Ahora, ya saben que una gran parte de esto es ser parte del espectáculo, así que asegúrense de divertirse con él." Kerry giró la cabeza y miró a su compañera, cuyas cejas se arrastraron casi hasta la línea del cabello. "Uh oh." "Parte del espectáculo?" Dar articuló en indignación. "Tendrán la oportunidad de interactuar con nuestros visitantes en las burbujas de observación, y en el restaurante. ¿No es genial? A los visitantes les encanta. Creen que eres uno de nosotros, así que vamos!" El guía tomó el brazo de la primera mujer y comenzó a moverla hacia el equipo. "Espera un minuto," Dar empezó a protestar, pero se quedó en silencio cuando Kerry le puso una mano en su brazo. Ella fulminó con la mirada a su compañera, pero se encontró prendida por cálidos ojos verdes, y una expresión suavemente suplicante y supo que iba a disolverse debajo de ello en el momento mismo en que lo vio. "Kerrrryy ..." "Va a ser divertido," Kerry insistió, tomándola del brazo y tirando de ella hacia el equipo. "Vamos, Dar, no siempre quisiste trabajar en Disney World?" "No." La mujer más alta frunció el ceño. "No hago de saludador de WalMart, Kerrison." "Sólo pretende que son más peces para mirar," Kerry la calmó. "Será divertido." Dar resopló, pero de mala gana la siguió hacia la plataforma, parpadeando un poco mientras el agua fría golpeaba sus pies. "Si te beso bajo el agua, crees que nos echaran?" murmuró. "Dar." "Je."

KERRY SE HUNDIO LENTAMENTE en el agua, dejándose sumergir mientras miraba a su alrededor dentro de la pecera. Junto a ella, todavía ceñuda visiblemente incluso a través de su máscara, Dar estaba haciendo lo mismo, las manos cruzadas sobre el estómago mientras permanecía en vertical al lado de Kerry. Kerry la empujó. Dar giró la cabeza y esperó, sus ojos fijos en Kerry desde detrás de los paneles de cristal. "Te amo," Kerry firmó con sus manos, mirando atentamente hasta que vio el flujo de burbujas cambiando mientras Dar sonreía alrededor de su 52



regulador. Después de echar un vistazo al guía, Dar le devolvió el mismo mensaje, y luego pareció relajarse, inclinándose hacia atrás y aleteando perezosamente en un círculo mientras el resto del grupo descendía. Eso dejó a Kerry libre para simplemente flotar y ver a los peces que la rodeaban, una explosión de vida marina más grande que cualquier otra que haya experimentado hasta ahora, incluso en el prolífico Caribe. El agua era cristalina, y aunque los corales eran falsos, los colores hacían que los peces se destacaran en las vívidas ondas. Era muy diferente de bucear en el océano. Para eso, se necesitaba tener en cuenta las olas y las corrientes y la visibilidad a menudo no era muy buena debido a los desechos flotantes. Esto era algo totalmente diferente - como tener las mejores partes de un conjunto de buceo delante de ti sin las partes desagradables que tienes que vivir. Cómo Disney, Kerry pensó, mientras estiraba una mano con curiosidad hacia un gran pez loro circundando cerca. Se acercó más y mordisqueó su piel, una sensación de cosquillas que le hizo arrugar la nariz. Ella sintió un tirón en su brazo, y se volvió para ver al guía moviéndolos a todos hacia la parte principal de la pecera. El agua estaba fría, pero el corto traje de neopreno la mantenía lo suficientemente cálida hasta que su cuerpo comenzó a adaptarse a él. Kerry sacó suavemente algo de aire de su BC (Chaleco compresor) y se hundió un poco, moviéndose hacia el fondo. Se quedó un poco hacia atrás entonces, viendo al resto del grupo a medida que exploraban la primera gran estructura falsa de coral. Dar se había relajado lo suficiente para adoptar su habitual postura de buceo, su flotabilidad completamente equilibrada, sus brazos ligeramente entrelazados delante de ella mientras un Delfín se lanzaba en un lento círculo alrededor del coral. Ella desaceleró, y una nube de peces la rodeó, acercándose más de lo que jamás estarían en la naturaleza. Dar se quedó inmóvil, sólo moviendo su cabeza mientras los cuerpos plateados rozaban el suyo, y detrás del visor Kerry podía ver esos pálidos ojos azules ampliarse. Genial. Kerry sonrió, deseando tener su cámara subacuática con ella. Un movimiento le llamó la atención, y giró la cabeza, sus propios ojos ampliándose mientras una forma larga, gris, elegante nadó hacia ella. Se quedó completamente inmóvil mientras el pequeño tiburón olía sus aletas, luego se movió con un movimiento imprudente de su cola. Ella lo observó nadar, y luego se giró para encontrar a Dar mirándola, con una mano levantada con su pulgar hacia arriba. Kerry respondió positivamente, y nadó para reunirse con su pareja mientras seguían al grupo hacia una gran roca circular. El guía hizo que todos los buceadores nadaran a través de ella, se dio cuenta, emergiendo en la parte superior, donde había un camarógrafo filmando a cada uno de ellos mientras aparecieron. Ah. Se metió en la fila amablemente. Un ofrecimiento de video debe estar en un futuro próximo. 53



Dar estaba frente a ella, así que puso la mano en la cadera de la mujer más alta, sosteniéndose en su lugar mientras Dar empezó a avanzar, remolcándola. Ambas llegaron al agujero circular juntas, y Kerry se apretó contra su pareja mientras se deslizaban a través, su equipo apenas despejando las rocas. En el otro lado, el camarógrafo las capturó, dándoles un gran pulgar hacia arriba mientras ambas nadaron libres del recinto y dando volteretas frente a él. Je. Kerry tomo la delantera ahora, dirigiéndose hacia abajo a donde el guía estaba señalando algo detrás de una roca. Cuando se acercó, vio que era una enorme tortuga, y se acomodó cautelosamente al lado para tener una mejor visión. Dar flotó por encima de ella, estudiando el animal con interés, entonces el movimiento le llamó la atención y levantó la vista para ver caras presionadas contra la pared de plexiglás junto a ellos. Varias personas la saludaron agitando la mano. Dar levantó una mano y devolvió el saludo vacilante, sorprendida cuando las caras más pequeñas comenzaron a moverse mientras sus dueños saltaban arriba y abajo. Curiosamente, se deslizó más cerca, y observó a los niños señalándola. Ella señaló en respuesta. Ellos chillaron, abriendo y cerrando sus bocas. Con una ceja levantada, Dar decidió intentar algo más interesante, y se invirtió cuidadosamente, volteando su cuerpo y colgando en el agua boca abajo con las burbujas arrastrándose a lo largo de ella. Una multitud se había reunido ahora, y al parecer ella era el centro de atención. Dar miró hacia abajo, para encontrar a Kerry tumbada sobre el piso de la pecera, las aletas cruzadas en los tobillos, mirándola con gran diversión. La tortuga decidió que estaba siendo eclipsada, y alzó sus aletas arañando el agua mientras pasaba junto a Dar y la empujaba con el pie. Dar levantó las rodillas y dio una voltereta por encima de él, y luego se lanzó hacia el fondo de la pecera mientras el resto del grupo se acercaba. Kerry la alcanzó y le dio un tirón lúdico en su cinturón de peso, entonces se encontró con un banco de peces de arrecife amarillos para centrar su atención. Otro tirón. Dar suspiró, una columna de burbujas se precipitó hacia la superficie, pero luego miró hacia su compañera y levantó la mano en cuestión. Kerry se señaló, y luego cerró el puño, y entonces sostuvo ambas manos juntas y las sacudió. Te amo. Dar quitó su regulador y le sacó la lengua, entonces tiró de ella a toda prisa de regreso cuando el agua fría la sorprendió con su picadura. Volvió a colocar su regulador en la boca y mordió la boquilla, aspirando una bocanada de aire fresco, seco, perfumada de látex. Recogiendo los restantes fragmentos de su dignidad, se dio la vuelta en el agua, mirando a su alrededor mientras el guía les hacía señas. Delante de ellos había más cristaleras del suelo al techo, con la gente detrás de ellas. Dar se acercó, dándose cuenta de que estaba viendo el interior del restaurante donde cenarían.

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Mientras flotaba pasando de la primera ventana, sus ojos se centraron en las personas que estaban más allá y sintió un escalofrío subiendo y bajando su espina dorsal al reconocer las caras. Ella dio media vuelta para encontrar a Kerry, sólo para tener los cálidos dedos sujetando su muñeca mientras Kerry se acercaba a ella. Dentro del cristal, perfiladas en las inquietantes acuáticas sombras del agua, estaban Shari y Michelle. Sentadas en una de las mejores mesas de vista, ninguna estaba prestando atención a los lugares de interés. En cambio, estaban hablando animadamente sobre platos llenos de cena, mientras Michelle señalaba con el tenedor a Shari para demostrar algo. Shari puso su vaso en la mesa y le sacudió un dedo juguetonamente, y las dos se rieron. Dar hizo una seña con la mano. Kerry asintió. Ambas se volvieron y nadaron un poco lejos, flotando a media pecera mientras observaban al resto del grupo pasear por las ventanas principales. Después de un momento, Kerry señaló el piso de la pecera, y luego levantó las manos de repente, empujándolos hacia arriba en un apuro. Detrás de la máscara, los ojos azules de su pareja brillaron maliciosamente. Dar miró a su alrededor. Ella y Kerry nadaron lentamente hasta el fondo de la pecera, flotando a pulgadas del suelo mientras se abrían camino hacia la pared. En la base de la pared se detuvieron, sin respirar. Dar levantó un dedo, luego dos, luego tres. En el tercero, ambas se dispararon pasando la ventana, exhalando un gran escape de burbujas que sonaba como un trueno alrededor de ellas. Dar escuchó, incluso a través de la ventana, el sonido estrepitoso de platos siendo dejados caer. Se inclinó hacia arriba con Kerry junto a ella como una lapa, buceo hacia abajo hasta otra parte de la exhibición e intercambiando amistosas agitaciones de manos con dos niños pequeños en idénticas orejas de Mickey Mouse. Después de unos instantes, Dar miró por encima de su hombro, viendo como dos camareros apresuradamente intentaban limpiar los dos platos de comida caídos, mientras Shari intentaba frenéticamente de limpiar el vino tinto de su chaqueta. Una risita se le escapó, provocando que una nube de burbujas saliera de su regulador, y movió su mandíbula, mordiendo el hule mientras trataba de controlar su risa. Era infantil, reconoció para sí misma, mientras veía a Michelle tirar la servilleta manchada con disgusto. Pero fue divertido. Dar resueltamente giró la cabeza hacia su público expectante, y procedió a hacer una mueca hacia ellos, soplando burbujas mientras presionaban sus caras contra el cristal. Kerry rodó sobre su espalda y apoyó las manos sobre su vientre, haciendo girar sus pulgares mientras sonreía. Luego se apresuró a rodar de nuevo y prestó atención a los niños pequeños, mientras las dos mujeres se giraron de repente y

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viendo por la ventana de observación, señalando y gritándole al asustado camarero. Dar se dejó caer de rodillas en el fondo sosteniendo sus manos y jugando palmaditas con el más pequeño de los dos niños. Él estaba chillando de alegría, sus ojos brillantes de emoción mientras golpeaba el plexiglás de su lado, su madre mirando con una sonrisa. Kerry se asomó por encima del hombro de Dar, esperando que sus facciones estuvieran lo suficientemente oscurecidas por su equipo cuando vio a las figuras en la ventana mirándolas. Por un momento, pensó que sus ojos se encontraron con los de Michelle y ella se quebraba, pero después de una fracción de segundo las figuras miraron a otra parte, finalmente señalando hacia dos de los buzos masculinos que se perseguían mutuamente dentro y fuera del coral. Aww. Kerry sintió una sensación de culpable placer. Dio la espalda a la ventana y clavó los ojos en su pareja en cambio, quien ahora estaba nadando lentamente lejos de los cristales del restaurante, llegando junto a uno de los pequeños tiburones grises. Kerry la siguió, cayendo en su posición habitual en el hombro de Dar al acercarse a la siguiente formación de grandes corales, instalándose lentamente hasta el fondo en sus rodillas mientras todo un banco de peces de colores brillantes se arremolinaba alrededor de ellas. Echó la cabeza hacia atrás y extendió los brazos, sintiendo las aletas rozar las yemas de sus dedos. Por delante de ellas, la mayoría del grupo se agrupaba cerca del tubo de plexiglás transparente, divirtiendo a una gran cantidad de personas tomando fotos. Kerry decidió que era el turno de ellos para estar en el escenario, y se quedó donde estaba, jugando con un curioso, pequeño pez ángel mordisqueando un lado de la máscara. Su corazón aún latía rápidamente de su travesura. Se preguntó si el de Dar lo estaba, notando que su pareja estaba simplemente moviéndose alrededor de la rocosa formación, girando lentamente a lo largo de su longitud mientras se adentraba en la pecera. Casualmente, ella extendió la mano y la cerró alrededor del tobillo desnudo de Dar, sintiendo el aleteo constante de su pulso bajo sus dedos. Dar la miró, y agitó su aleta, dando a Kerry un pulgar hacia arriba y un guiño claramente visible incluso tras su máscara. Je. Kerry la soltó y onduló su cuerpo, buceo hacia el fondo de la pecera para tener una presentación cercana y personal con otra tortuga gigante andando por ahí. Esto fue divertido. Tocó el caparazón de la tortuga, retrocediendo un poco mientras detenía su metódico masticar de algas y la miraba con sus insondables ojos negros. Había visto la tortuga su broma? ¿Acaso pensaba que era divertido, también? Kerry le rascó en costado de su cuello, encantada por la apacible mirada de la criatura.

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Entonces la tortuga le guiñó un ojo y nadó, buscando nuevos lugares de algas para consumir. Kerry se apoyó en el codo, y luego giró la cabeza cuando algo la empujó. Esperando ver a Dar, vio un tiburón en su lugar. Pero ya que era un tiburón de Disney, el animal, en lugar de comerla, simplemente la golpeó con su nariz y se deslizó pasándola, dejándola pasar sus dedos sobre su piel de lija. Increíble. Kerry sonrió. Simplemente un día increíble.

"ESO FUE INCREÍBLE." Kerry se secó la cara con una toalla, deseando un vaso de cualquier cosa para limpiar el sabor del látex de su boca. "Dar, ¿puedes creer que hayamos afrrff." De repente, el sabor del látex se hizo irrelevante cuando Dar cerró la puerta de su cubículo del vestidor y la besó, cortando efectivamente lo que pretendía decir. "Mm." "Shh," Dar le susurró al oído, señalando con la cabeza hacia los siguientes cubículos donde las otras dos mujeres en el buceo estaban saliendo de su equipo. "Sí, no puedo creer que estuviéramos tan cerca de esos peces tampoco," añadió, en un tono más alto. "Increíble." Kerry hizo un movimiento giratorio con los dedos, desabrochando el traje de Dar y separando el neopreno para revelar los hombros bronceados de Dar. "¿Viste ese tiburón?" "Mmhm." Dar se quitó el traje y salió de él, colgándolo sobre la pared del cubículo y se inclinó para iniciar la ducha abierta. "Hemos visto la mayoría de esas cosas antes, pero nunca en un solo lugar, y nunca tan condenadamente con claridad." "Sip." Kerry se quitó su propio traje y lo añadió al de Dar, luego se quitó el traje de baño y lo colgó también. Se metió en la ducha mientras Dar se desnudaba y se unía a ella, y cediendo ante los estrechos confines del pequeño espacio, saco el máximo provecho de ello poniendo sus brazos alrededor de Dar y abrazándola. Dar pulsó el botón del dispensador de champú, y utilizó un puñado para enjabonar el cabello de Kerry por ella. Frotó los mechones gruesos, claros mientras Kerry simplemente permanecía en silencio, con las yemas de los dedos subiendo y bajando por la espalda de Dar en un ritmo lento. El agua caía sobre ellas, calentándolas después de la larga inmersión en la pecera fría, y la fría caminata bajo la cerradura del buzo. Dar enjuagó el jabón del cabello de Kerry, y se arrodilló, apoyando la barbilla contra el muslo de Kerry mientras Kerry le devolvía el favor. Su piel se sentía un poco sensible, y los esfuerzos del largo día habían empezado a extender un ligero dolor a través de su cuerpo. Estaba deseando una cena agradable con Kerry, y luego deslizarse bajo las sábanas de espaldas en su cómoda habitación. Entonces se produjo un pensamiento. "Oh, mierda." 57



"¿Pasa algo?" Kerry se inclinó hacia ella. "¿Le di a la quemadura en tu cuello?" Dar suspiró. "No. Acabo de recordar que prometí a Eleanor que iría al centro de convenciones esta noche y me aseguraría de que todo esté bien para la apertura de la exposición de mañana." "Oh." Kerry pasó los dedos por el cabello de Dar, quitando el jabón mientras su pareja echaba la cabeza hacia atrás y la miraba. "Bueno, eso no tomará mucho tiempo. Podemos ... oh, mierda." "Mmhm. Tenemos que volver y conseguir el coche," Dar dijo. "Tomamos el autobús y el monorraíl." Ella suspiró de nuevo. "Oh, bueno. Sólo tenemos que ir a hacerlo." Con eso, apoyó la mano en el tenso muslo de Kerry y se levantó, estirándose para llegar a los controles de la ducha para apagarlos. "Después de cenar." "Absolutamente. Estoy lo suficientemente hambrienta para haber comenzado a masticar a esas tortugas ahí abajo y eso habría sido una lástima porque eran adorables," Kerry estuvo de acuerdo, mientras seguía a Dar fuera de la ducha y le entregó a su pareja una de las dos grandes toallas que habían dejado a la espera. Las otras dos mujeres ya habían terminado de vestirse, y oyeron cerrarse la puerta mientras se secaban. "No muy amigables, ¿eh?" Kerry miró en dirección de la salida. Dar se levantó de puntillas y miró por encima de la división, asegurándose de que estaban solas en la habitación. "No." Mordió la oreja de Kerry juguetonamente. "¿Viste las cruces? Son de un seminario de Kansas." Kerry permaneció inmóvil, disfrutando del hormigueo provocados por los dientes de Dar. "¿Y?" Ella palmeó el cuerpo de su pareja en seco con su toalla, quitándole las gotas insolentes de entre sus pechos. "¿Ellas suponen que somos gay o algo así? Les dimos un indicio?" "Ni idea." Dar observó a Kerry inclinarse más cerca y besar unas cuantas gotas más. "Tal vez sean nuestros cortes de pelo." Kerry la miró, arqueando una ceja bruscamente. "Lo más probable es la forma en que nos miramos la una a la otra." Dar sonrió. "O el hecho de que pasamos más tiempo vistiéndonos y desnudándonos mutuamente que todos los demás juntos." Ella revolvió el pelo mojado de Kerry. "Vamos. Vayamos a comprar nuestras camisetas y nuestros certificados, y vamos a comer." Kerry se secó con la toalla la cabeza vigorosamente, y cogió su ropa, descartando a sus vecinas poco amistosas con un encogimiento de hombros. No todo el mundo, se recordó, aceptaba su estilo de vida tan fácilmente como sus amigos o los padres de Dar. De hecho, se dijo, mientras se ponía los shorts y los abrochaba, la mayoría de las personas que no eran homosexuales realmente no parecían estar cómodas con la idea, al menos al principio. Lo que había descubierto, sin 58



embargo, fue que después de un tiempo, incluso los más cuidadosos generalmente se acostumbraban a ello, y luego se olvidaban. Eso fue más o menos lo que pasó con ella y Dar en el trabajo. Al principio, había habido mucha gente que la había evitado como la peste a menos que tuvieran que venir a ella por algo. Ahora, sin embargo, rara vez conseguía lo que ella se refería como la respuesta 'ew – gay piojosa'. La gente generalmente la trataba como cualquier otra persona, y eso en realidad era todo lo que podría haber pedido. Con un suspiro satisfecho, colgó a su hombro su pequeña bolsa y siguió a Dar afuera del vestidor, colocando ambos trajes de neopreno en el cesto marcado. Se pasó los dedos por el pelo para ponerlo en algún tipo de orden, y se frotó un poco de agua restante de sus ojos mientras Dar abrió la puerta al pasillo y se unieron al resto del grupo. "Bueno." El guía reapareció, con dos de sus amigos llevando un sujetapapeles y una pila de bolsas. "Tengo sus camisetas y sus certificados garantizados aquí ... alguna persona interesada en comprar el video? Lo tenemos adentro, y es de sólo veinte dólares. El dinero va hacia el instituto de ciencias marinas aquí, por lo que podemos seguir haciendo este tipo de servicios." "Tomaremos uno," Kerry habló por delante de los otros, que estuvieron de acuerdo y asintieron. "Estupendo." El hombre le sonrió. "Hey escuchen, ¿alguno de ustedes vio algo raro pasar en la pecera? Como por las ventanas del restaurante?" Kerry sintió a Dar inhalar, e instintivamente dio un paso más cerca de ella, atrapada desprevenida por este nuevo peligro de revelación. Alguno de los otros las había visto? Y si lo hubieran hecho, lo dirían? Dejó que sus ojos vagaran lentamente alrededor del grupo, y luego los fijo de nuevo en el guía. Todos tenían una mirada de perplejidad. Incluso Dar había fabricado una agradable, ladeando la cabeza oscura hacia un lado y bajando las cejas. "Está bien, bueno, yo no vi nada tampoco, pero alguien dentro del restaurante jura que alguien asusto hasta la caca a un par de personas en una de las mesas de la ventana, así que ... tuve que preguntar. Probablemente era un pez. " El guía descartó todo el asunto, y fue pasando sus bolsas de regalos. "Uf," Kerry murmuró en voz baja. "Mm." Dar devolvió la sonrisa al guía y tomó su botín. "Gracias ... eso fue genial. " "Oye, gracias a ti! Tú estuviste genial." El guía respondió. "Te postaste muy bien con los niños. Te amaban! Tienes alguno?" "Sólo un perro," Dar respondió. "Me alegro de que fue un éxito." Kerry tomó su bolso. "Fue realmente fantástico," felicitó al guía. "Me divertí mucho."

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"Eres una buena buceadora," el hombre respondió. "Tienes un gran control de flotabilidad. Buceas mucho eh?" "Lo hago, si," Kerry acordó. "Sobre todo en el Caribe y en el Atlántico Sur." Ella le sonrió. "Esto fue realmente genial." "Gracias! Dile a todos tus amigos." El hombre le devolvió la sonrisa, y siguió adelante. "Sus cintas saldrán en un minuto, y después de eso, mi amigo John aquí les llevará de vuelta al vestíbulo. Esperamos que todos se hayan divertido!" "¡Sí!" el grupo respondió a coro. Dar a poyó su antebrazo sobre el hombro de Kerry, y ambas se relajaron mientras el guía se iba y el resto del grupo pululaba alrededor a la espera de sus vídeos. "Esto fue muy agradable," comentó. "Totalmente disneyficado, pero agradable." "Uh huh," Kerry estuvo de acuerdo. "Y por lo menos no canalizan ‘It's a Small World’ a través de altavoces subacuáticos." Ella guió a Dar hacia las puertas, donde un nuevo miembro del personal había aparecido con una pila de cajas de cintas de vídeo de plástico. "Vamos, vayamos." Dar tomó la cinta de la mujer y se escaparon a Living Seas, mezclándose en el escaso público y dirigiéndose hacia la salida. Al pasar por las puertas, Shari y Michelle entraron desde la otra dirección, deteniéndose para mirar a su alrededor atentamente antes de continuar.

Capítulo Cuatro DAR NI SIQUIERA se molestó con la puerta principal en esta ocasión. Tiró del Lexus a la parte trasera y estacionó en el muelle de carga, saltando y cerrando de golpe la puerta mientras Kerry hacía lo mismo. Caminaron hacia la entrada en amigable silencio y se metieron. Era mucho menos caótico y mucho más organizado, Dar se dio cuenta de inmediato. Caminó lentamente por los pasillos de los puestos ya terminados, dando a los extraños guardias de seguridad ahora en servicio una mirada amable mientras pasaba junto a ellos. El pabellón de ILS estaba en el centro de la habitación, y lo rodeó por completo una vez antes de entrar en el espacio perfectamente hecho. "Agradable," le comentó a Kerry, que estaba revisando el gabinete cerrado lleno de enrutadores e interruptores. "Todo bien?" Kerry se acercó a uno de los conjuntos y lo trajo, codificando su contraseña y ejecutando unos cuantos comandos rápidos. "Parece muy bien," dijo. "Rendimiento decente." Dar se apoyó en la columna central con las manos en los bolsillos de sus shorts, admirando el contraste de la piel dorada por el sol de Kerry contra el

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algodón blanco de su camiseta. Las mangas estaban enrolladas, y la camiseta estaba metida en sus shorts de mezclilla desgastados y Dar encontró toda la imagen bastante atractiva. "¿Sabes qué?" dijo arrastrando las palabras. "¿Qué?" Kerry levantó la vista con curiosidad. "Eres hermosa." El bronceado de Kerry se profundizó varios tonos, y echó un vistazo alrededor del espacio antes de producir una sonrisa. "Um ... gracias," murmuró. "Qué trajo eso?" Dar se encogió de hombros. "Simplemente una observación. ¿Estamos obteniendo una descarga de dos megas?" Kerry parpadeó. "¿Qué?" Sus cejas fruncidas por un largo momento antes de que se diera cuenta de lo que estaba hablando Dar. "Oh ... um." Volvió a mirar a la pantalla con confusión, y luego pulsó unas cuantas teclas. "Uno punto ocho." "Bastante bien," su pareja decidió. "Estamos transmitiendo a nivel local de todos modos. Por lo menos espero que estemos. Comprueba para ver si los imbéciles de marketing descargaron los archivos MPEG." Ella se acercó a la parte más alejada del pabellón, examinando los coloridos folletos con curiosidad mientras Kerry se inclinaba sobre la consola de nuevo. Una puerta se cerró. Dar levantó la cabeza al oír el sonido, girando y mirando a través del centro hacia la parte delantera de la habitación. Vio a las dos figuras y apenas contuvo el impulso de agarrar a Kerry y desaparecer, razonando que tendrían que enfrentarse contra sus dos adversarias tarde o temprano. Pero no había sentido apresurar la confrontación, por lo que simplemente volvió a examinar la literatura de marketing. "Dar?" La voz baja de Kerry llegó hasta ella. "Lo sé," Dar respondió calmadamente. "Sólo haz lo tuyo." Kerry se sentó en el asiento más cercano y continuó su análisis, examinando las estructuras de archivos de las presentaciones que habían enviado desde la oficina ese mismo día. Sus orejas estaban alerta, sin embargo, mientras escuchaba los pasos errantes a través del pasillo, los cuales sabía, finalmente terminan justo donde estaban. Ella sonrió un poco, y tronó sus nudillos.

MICHELLE SE DETUVO cuando llegó al borde del puesto y esperó a que las dos mujeres dentro miraran hacia arriba. Cuando no lo hicieron, ella se aclaró la garganta. "Bueno, bueno." Kerry levantó la vista de su pantalla. "Oh, hola." Saludó a su visitante cordialmente. "Pasa." Michelle se aprovechó de la invitación y entró en el puesto, rodeando el escritorio en el que Kerry estaba y tomando asiento en el borde de la consola. "Hola, Dar." Miró a la segunda ocupante del puesto y se detuvo. 61



"Hola." Dar apoyó la barbilla en su puño y levantó la vista brevemente, y luego volvió a estudiar la configuración que había estado investigando. "¿Cómo te va?" De alguna manera, no fue la recepción que Michelle parecía haber estado esperando. "Condenadamente bien, en realidad. Apuesto a que estás sorprendida de verme aquí." "Realmente no." Kerry terminó de revisar su pantalla, y se trasladó a otra. "Ustedes se encargaron de todo? Hemos oído que hubo algunos problemas ayer por la noche. Pensé que su puesto se veía bastante bien juntos." "Nuestro puesto?" "Mmhm ..." Kerry señaló el de Telegenics mostrándose unas pocas filas más abajo. "Me gusta el desplazamiento LCD - es bueno." Ella pulsó algunas teclas, e hizo clic dos veces con su ratón, revisando los resultados. "Ahí, eso es mejor. ¿Ajustaste eso, Dar?" "Uh huh," Dar respondió. "Poniendo prioridades y filtrando algunas de las basuras de Mark." "Así que te gustaron nuestras cosas, ¿eh?" Michelle decidió ir con el flujo de la conversación. "Nos alegra escuchar eso. Hemos trabajado duro en ello, al igual que hemos estado trabajando duro para conseguir nuevas cuentas por aquí. Debes haber notado eso también." Kerry se echó hacia atrás y miró pensativamente a Michelle, luego giró sus ojos hacia Dar, quien había levantado la vista y ahora estaba haciendo girar sus pulgares en su estación de trabajo. Dar se encogió de hombros. "¿Lo están? Bueno, felicidades, entonces," ella respondió. "Entonces, no se dieron cuenta que tomamos ocho de sus cuentas desde aquí?" Shari dio un paso alrededor del poste y se enfrentó a ellas, apoyándose en el mostrador justo encima de donde estaba sentada Dar. "Hola, Dar." "Hola," Dar respondió, sin moverse una pulgada. "Los negocios son los negocios, supongo. A veces se gana, a veces se pierde." Ella echó la cabeza hacia atrás, encontrando a los ojos de Shari uniformemente, sintiendo sus tripas apretarse. Después de un largo momento, Shari apartó la mirada primero, ostensiblemente girando su atención a Kerry. "Esa es la forma en que lo ve también, Sra. Stuart?" "¿Hay alguna otra manera?" Kerry preguntó. "Tenemos una gran cantidad de competidores." Michelle y Shari intercambiaron miradas rápidas. "Bueno, eso es genial," Michelle dijo. "Francamente, estábamos esperando que te sintieras de esa manera. Quiero decir, sí, somos competidores, pero todos tenemos mucho en común, ¿no es así? Sería bueno hacer alguna interconexión de redes amistosa para variar." Ella les sonrió. "De hecho, esperábamos que ustedes dos estuvieran aquí hoy. Registramos un par de veces, pero no te vimos alrededor."

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"Nah." Dar se echó hacia atrás y extendió sus largas piernas, cruzándolas casualmente en los tobillos. "Llegamos y hicimos nuestra parte anoche. Hemos estado descansando todo el día." "En los parques?" Michelle volvió a sonreír. "Al igual que ustedes, eh?" Kerry indicó las camisetas Goofy que llevaban puestas. "Fue un día hermoso, ¿verdad?" Shari se miró a sí misma, y su rostro se torció en una media mueca. "Sí, bueno, nos gusta ir de compras," murmuró. "Nunca se puede tener demasiado de estos." Dar deslizó su mano hacia arriba, cubriendo la sonrisa que amenazaba con aparecer en su rostro. "Escucha." Michelle arrebató el control de la conversación. "Realmente nos acercamos para asegurarnos que las cosas estuvieran listas antes de regresar a nuestro hotel. Ustedes dos están libres para desayunar mañana? Tal vez podamos conversar entonces." Yo prefiero comer los huevos de gelatina de Donald Duck sobre una tostada con una pandilla de pantomimos. Kerry vaciló, tratando de recordar cuál era su horario para el día siguiente. La convención comenzaba a las diez, así que ... miró a Dar, leyendo el conjunto resignado de las cejas y el leve tirón en ambos lados de su boca. Kerry arrugó la nariz ligeramente, y vio el brillo irónico aparecer en los ojos de Dar. "Creo que estamos libres para desayunar, ¿verdad? A menos que hayas prometido a marketing que nos reuniríamos con ellos." Graciosamente dio a Dar una salida de todos modos, y esperó su decisión. "No puedo aguantar a Eleanor antes del café," Dar contestó. "Sí, estamos libres." Miró a Shari. "¿Dónde te estás quedando?" "El Sheraton enfrente de aquí," Shari respondió cautelosamente. "Pero su restaurante es lamentable." "El nuestro no lo es," Kerry dijo. "¿Por qué no nos vemos allí? Es el Grand Floridian." Apagó el monitor en el que había estado trabajando y se levantó. "Tienen un estupendo plátano relleno con tostadas a la francesa." Dejó que sus manos se apoyaran en sus caderas y ladeó la cabeza hacia ellas. "A las ocho de acuerdo? Nos levantamos temprano." Dar cruzó los brazos sobre el pecho, contenta de dejar que Kerry se abriera su camino a través con sus encantadores y piratescos buenos modales. "Sí, eso es bastante temprano para extrañar a los personajes. No quiero asustar a Plutón de nuevo," comentó con una sonrisa fácil. Michelle parecía como si hubiera chupado una naranja amarga. "Claro," ella finalmente accedió. "Nos encontraremos allí." Se levantó y salió del pabellón, dando a Shari una palmada en el brazo. "Vamos. Salgamos de aquí." Kerry se encaramó junto al asiento de Dar y las vio salir, apoyando casualmente la muñeca en el hombro de su pareja. "Creo que hemos anotado,"

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comentó mientras caminaban a través de la entrada y fuera de la vista. "Tenías razón, Dar. Eso era exactamente cómo manejarlas. Bien dicho." "Oh si." Dar cerró su conexión y se puso de pie, estirando su cuerpo. "Round uno para Roberts y Stuart, Ding ding." agregó. "Pero ahora tenemos el segundo round a las ocho de la mañana." "Sí." Kerry suspiró. "Qué manera de arruinar perfectamente una buena tostada francesa." Ella deslizó su brazo alrededor de la cintura de Dar mientras caminaban juntas hacia la puerta trasera. "Sabes, Dar, realmente no me gusta Shari." "¿Oh en serio?" Dar abrió la puerta trasera y la sostuvo mientras salían. "De verdad." Kerry tomó una respiración del aire húmedo, cálido de la noche. "De hecho, me gustaría tomar un Cat 5 Crimpers (Herramienta para cortar y jalar cables) y sujetar el extremo de su nariz con ellos." Dar la miró. Una ceja levantada. "¿Qué haría eso?" "Hacerla gritar como un gato en una licuadora," Kerry respondió, con un firme asentir. "Iniciar mi día libre a la perfección." Las fosas nasales de Dar se ensancharon. "Recuérdame no encabronarte, ¿de acuerdo?" Ella colocó un brazo sobre los hombros de Kerry. Kerry se rió y sacudió la cabeza.

"GRACIAS." KERRY GARABATEÓ su nombre en el registro de servicio de habitaciones y se lo devolvió al camarero, y luego cerró la puerta detrás de él mientras se deslizaba hacia el pasillo. Sobre la mesa cerca de la ventana había dejado una bandeja, que contenía una gran cafetera de porcelana blanca, dos tazas y un plato lleno de fresas cubiertas con chocolate. Kerry inspeccionó la bandeja, levantando la tapa de la cafetera y olfateando con apreciación. "Mm." Puso la tapa abajo y sacudió las manos, dándole la espalda y dirigiéndose hacia el baño. Dar estaba adentro, aplicando aloe a sus hombros, que eran un color profundo, caoba medio bronceado y medio quemado por el sol. Kerry tomó la botella de ella y untó la sustancia a través de su espalda, frotando suavemente en las zonas entre los tirantes de su traje de baño. "Conseguiste el tostado, cariño." "Lo presiento." Dar parecía avergonzada. "La próxima vez recuérdame ponerme mi maldito protector solar después de salir del agua, ¿vale?" "Lo siento. Pensé que lo habías hecho." Kerry hizo una mueca ante las marcas rojas. "Mi culpa. Debí haberlo comprobado cuando me pusiste un poco." "¿Tu culpa?" Dar se rió suavemente. "Podría haberme acordado cuando te estaba poniendo un poco." Ella flexionó los brazos y se giró, tomando la botella y poniendo un poco en sus dedos. Luego pintó cuidadosamente la cara de Kerry con ello, trazando la

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piel rosada sobre sus pómulos redondeados. "Tienes un poco de tostado también." "Ciertamente lo tengo." Kerry dejó que sus manos descansaran sobre las caderas de Dar. "Pero sabes qué? Tuve un gran día. El buceo fue estupendo, y asustar hasta la mierda a esas dos fue de primera." Dar sonrió. "Sí, lo fue," admitió. "Un poco infantil, sin embargo." "También tu intento de crear problemas anoche," Kerry declaró. "Y también el que se aparecieran anoche y trataran de usarnos de carnada. Así pues." "Así pues." Dar se inclinó y la besó, saboreando un toque de bálsamo labial mientras exploraba la boca de Kerry. "Estoy empezando a preguntarme ahora lo que están haciendo, sin embargo." Y añadió, "Ser perra lo entiendo. Ellas siendo agradables es aterrador." Kerry tomó su mano y tiró. "Bueno, vamos a darles el beneficio de la duda, Dar. Nunca se sabe - tal vez decidieron madurar también." "Mm." Dar la siguió de buena gana. "Como nosotras, quieres decir?" "Exactamente." Kerry se detuvo y señaló la bandeja. "Por lo tanto, adulto. ¿Quieres compartir un poco de chocolate caliente y frutas conmigo?" Caminaron hacia la mesa de la mano. Dar miró las golosinas con una sonrisa, recogiendo una pieza de guarnición de manzana y tomando un bocado de ella. "¿Qué más podría pedir una mujer?" preguntó con su boca llena de manzana. "Compartir." Kerry se puso de puntillas y cerró los dientes alrededor de la rebanada de manzana, y ambas mordisquearon hacia el centro, riendo mientras sus narices chocaban y peleaban por el último trozo. "Ups." Dar rodó su lengua alrededor de un punto pequeño y duro. "Semilla." "¿Dónde?" Kerry cogió el apéndice rosado en sus dientes, sorprendiendo a Dar en liberar la semilla en su boca. "¡Ah! ¡La tengo!" Ella se echó hacia atrás y se tragó la semilla sacando la lengua unas cuantas veces como un lagarto. "Mm." Dar se rió. "Acabas de tragarte eso?" "Sip." Kerry recogió una fresa y mordió su cubierta de chocolate sin piedad. "Escuché una historia una vez que si te comes una semilla de manzana hace que el árbol del conocimiento crezca dentro de ti." "Um." "Ten. No lo pienses. Sólo come." Kerry le ofreció la mitad de una fresa. "Era una historia tonta, pero es mejor que la otra que escuché." Dar mordió su fresa con satisfacción. "Que te hace saludable, rica y sabia?" Ella aventuró una conjetura. "Que te hace quedar embarazada." Dar escupió un poco de fresa a medio camino sobre la mesa y casi inhaló el resto. Se tapó la boca cuando una risa brotó de ella.

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Kerry le palmeó la espalda solícitamente. "Te dije que era boba. Te sorprenderías de lo que termina siendo enseñado en la escuela dominical tan al norte, cariño." "Jesús ... recuérdame de lanzar un poco de nuestro presupuesto de educación hasta allá, quieres?" Dar hundió la cara en el hombro de Kerry. "Antes de que comiencen a enseñar la teoría creacionista de Cabbage Patch." Kerry le dio un beso en la cabeza y exhaló felizmente, acariciando la mejilla de Dar cuando levantó la cabeza. "Lo haré." Rozó la mejilla de Dar con los labios."Pero ellos tiraron el libro cuando llegaron contigo." Dar sirvió dos tazas de chocolate caliente, levantó la suya, y la chocó contra el borde de la de Kerry cuando alzó la suya. "Por nosotras." Miró a los ojos de Kerry. "Al diablo con todos los demás." Kerry tomó un sorbo, y le dio un beso. "Voy a brindar por eso en cualquier momento."

DAR ESTABLECIÓ SU equilibrio, agarrando las pesas con ambas manos a la anchura de los hombros y presionándola contra el banco de pesas. Lentamente, levantó la barra quitada, y la bajó, empujándola lejos de ella con la misma deliberación hasta que sus brazos estuvieron rectos. Estaba muy silencioso en el gimnasio del hotel, no es de extrañar ya que era antes del amanecer. Dar bajó la barra y la presionó arriba de nuevo, manteniendo un ritmo uniforme hasta que lo había hecho diez veces. Luego volvió a poner las pesas en la barra y dejó caer los brazos. "Ay." Flexionó su hombro con cuidado, estirando la mano para sondear la tensión que podía sentir todavía en la articulación. Había sanado en su mayoría después de su lesión, pero conseguir una completa gama de movimiento y nivelar la fuerza entre sus dos brazos estaba demostrando un proceso largo y, para ella, tedioso. Pero era un proceso, y se deslizó hacia abajo, encajando sus piernas debajo de la prensa de piernas y flexionando los músculos de los muslos para levantar de manera constante las pesas que había puesto en él. Aparte de sus nuevas clases de kickboxing, había sentido la necesidad últimamente de reafirmar el poder que había tomado años construir en su cuerpo y había empezado a hacer un poco más de levantamiento de pesas de lo que había sido durante un tiempo. No había ninguna razón real para ello. Dar cruzó las manos sobre su estómago y contó en silencio. Sólo una fase que estaba pasando, al parecer, pensando que tal vez su carrera y otros esfuerzos la estaban aburriendo en ese momento. El desayuno también estaba en su mente. Mientras se ejercitaba, Dar repasó las posibles maniobras que pudiera tomar en su próximo combate de

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esgrima con Shari y Michelle. Debería darles el beneficio de la duda y asumir que tal vez querían enterrar el hacha de guerra? Tal vez Kerry tenía razón. Dar se deslizó hacia arriba en el banquillo y cambió de nuevo al de las prensas de pecho. Tal vez estaba dejando que el lado personal del asunto se interponga un poco de más. Después de todo, Shari no era nada de lo que tenía que preocuparse ahora. Ella había pasado sus años en el campo de la estrategia empresarial. Era una exitosa ejecutiva corporativa, y tenía la relación amorosa estable que Shari había estado tan segura de que no habría sido capaz de tener. Por lo tanto, era su juego, set, y partido, y no tenía nada que temer ni de su ex amante, ni de la compañía de su ex amante, ni del desayuno que iban a tener en tan sólo unas horas. Correcto. Dar dejó caer la barra de nuevo, y apoyó sus piernas, comenzando un conjunto de abdominales, contrayendo los músculos de su torso en un ritmo más rápido. Entonces por qué tenía nudos en sus entrañas? Durante unos largos instantes apartó los pensamientos, concentrándose en el ejercicio en su lugar. Entonces sus ojos se alzaron y se reunieron con la mirada del reflejo de los espejos en la pared y vio el irónico levantamiento de sus propios labios. "Creo que toda esta mierda de 'madurar' no era un cien por ciento ahora, verdad Paladar?" Se dirigió a sí misma en un tono de burla. "Aún dolida por ese primer golpe, eh?" Sólo la articulación parecía ayudar. La nudosa sensación dentro de su estómago se alivió, y sintió que su cuerpo se relajaba en respuesta a ello. "Escuincla provinciana fraudulenta." Ella sacó la lengua y aminoró el movimiento, girando la última crisis a sus pies mientras se encaminó a la prensa de piernas con un suspiro. "Apaga las hormonas, enciende las sinapsis. Piensa en lo que tienes en este momento." Cargó un plato extra en la barra y se metió debajo de ella, levantándola sobre sus hombros cuidadosamente y haciendo una pausa para colocar sus pies. Con una respiración profunda, se fue abajo con el peso, luego enderezó sus piernas y se relajó de nuevo. Lo hizo otra vez, disfrutando de la tranquilizadora sensación de control mientras su cuerpo respondía suavemente. Eres la energía de esto, Dar. Se recordó en silencio. Ellas quieren algo de ti. Eso significa que tienes que manejar la situación a tu favor. Puedo hacer eso. Su voz interior respondió. Podemos hacer eso. Dar estudió la pared del fondo del gimnasio. Espero.

LA MAÑANA SIGUIENTE comenzó encantadora, Kerry razonó, mientras contemplaba el kiss de chocolate que descansa directamente en su ombligo. Dar no estaba a la vista en ninguna parte, pero llegó a la conclusión que el kiss no podría haber venido de un camarero de Disney, así que lo desenvolvió y se lo metió en la boca mientras se deslizaba de debajo de las mantas y se levantaba de la cama. 67



Un estruendo de truenos le llamó la atención, y miró afuera por la ventana, donde un día gris y lluvioso se encontró con sus ojos. "Hm." Ella levantó la camiseta del respaldo de la silla y se la metió, girándose para comprobar el reloj junto a la cama. "Las seis y media." Asomó la cabeza en el baño, y dedujo por la única cuidadosamente colgada, pero aún húmeda toalla sobre la barra de la ducha y el distintivo, persistente aroma de su gel de baño que Dar había tomado de su limpieza de la mañana y salió a hacer ... ¿Hacer que? Kerry se limpió los dientes y reflexionó sobre eso por un rato. Dar no había mencionado salir antes de reunirse con sus invitadas no deseadas para desayunar, así que en que andaba su pareja? La respuesta llegó de manera inesperada cuando la puerta de la habitación se abrió. Kerry sacó la cabeza y vio a Dar entrar, vestida con unos pantalones de chándal y una camiseta de algodón cortada. "Hum." "Buenos días." Dar la saludó con una sonrisa alegre. "Lista para el desayuno?" "Nph." Kerry señaló con el cepillo de dientes a Dar. "A dóde fuiste?" "Al gimnasio," Dar respondió. "Me desperté a las cinco, y no pude volver a dormir." "Hum." Kerry desapareció, fue al lavabo y se enjuagó la pasta dental de la boca. "Podrías haberme despertado. Habría ido contigo." Se secó los labios y volvió al marco de la puerta. Dar se despojó de sus pantalones de chándal y pasó junto a ella, dándole un beso en la nuca. "Lo sé. Pero estaba haciendo prensas pesadas, y sé que no te gusta eso." "Mm." Kerry rodeó con sus dedos la tela de la media camiseta de Dar y la siguió como un cachorrito hacia la ducha. "Es cierto, pero no tengo que hacerlo y me gusta ver cuando lo haces." "Te veías demasiado linda para despertarte." Dar se quitó la camiseta y el sujetador deportivo, luego tiró de la camiseta de Kerry. "Compartes una ducha conmigo?" Apaciguada, Kerry se quitó la camiseta y se metió en la ducha mientras Dar ajustaba el rocío. "Gracias por el kiss, por cierto." Ella recogió el estropajo, todavía húmedo por su uso anterior, y apretó un poco de gel en él. Dar se unió a ella. "No hay problema." Estiró ambos brazos y flexionó sus manos. "Pensé que te gustaría dormir lo más que pudieras, ya que empezamos temprano, y va a ser un día largo." Kerry reprimió un bostezo y logró no suprimir una sonrisa triste. "Sí," admitió. "Ahora me gustaría no haber sido una boca tan inteligente y sugerir desayunar al amanecer." ella frotó el pecho de Dar solícitamente. "Sin embargo, valió la pena ver sus caras amargas."

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Dar deslizó sus brazos alrededor de Kerry y la sostuvo por un breve momento, dándole un abrazo antes de soltarla de nuevo. "¿Sabes que?" Con precaución, los ojos verdes miraron hacia arriba entre unos mechones húmedos de pelo claro. "¿Vas a hacer que me ruborice de nuevo?" Kerry preguntó. "No es que me molestara el cumplido," agregó. "Eso es cierto." Dar exhaló con satisfacción. "Pero lo que iba a decir era que estoy esperando este maldito desayuno." Kerry dio un ligero restregón alrededor del ombligo. "¿Por qué?" "Sólo estoy," Dar contestó, acariciando la mejilla de Kerry con sus nudillos. "Incluso podríamos divertirnos." Podríamos. Kerry se rió en silencio para sí misma. Ella siempre había defendido ferozmente a Dar, incluso desde el principio. Ahora, frente a alguien que había deliberadamente lastimado a su querida amiga y amante, Kerry encontró un muy inesperadamente feroz instinto protector elevándose en su cabeza dentro de ella. Kerry terminó de lavarse, y salieron para secarse la una a la otra. Ella quería patear el culo de Shari y la violencia del pensamiento casi la sorprendió. Casi.

DAR SE RELAJÓ en el banco en el vestíbulo, estirando las piernas y recostándose mientras observaba a Kerry rodear el bonito atrio examinando las aves. Al llegar un poco más temprano, se instalaron para esperar a sus invitadas, mientras la lluvia continuaba tamborileando en las ventanas de vidrio cilindrado. Ella agarró una rodilla cubierta de mezclilla y apoyó su tobillo sobre su par, examinando las pequeñas puntadas cruzadas azules y blancas en un costado de sus tenis. Había frío en el vestíbulo, y deseó brevemente haberse puesto una camiseta de manga larga en vez de una camiseta de manga corta, pero consideró que la escritura en la parte delantera de ello probablemente valía la pena un poco de frío. Kerry volvió de su observación de aves improvisada y se sentó junto a Dar, pegando con sus talones un poco escuchando mientras sus tenis chirriaban ligeramente en el piso recién pulido. "Un buen clima," comentó. "Mm," Dar estuvo de acuerdo, con un asentir de cabeza. "Espero que hayan quedado atrapadas en él." Kerry continuó, con voz suave. "Tu deseo escuchado al dios del trueno." Dar señaló a través de la ventana. "Buen trabajo." Kerry miró a través del cristal rayado por la lluvia para ver a Shari y Michelle corriendo torpemente a través de la lluvia para llegar a la puerta del estacionamiento. "Je," se rió. "Debe ser duro correr con esos tacones." "Mmhm," Dar acordó. "Debe ser."

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Las dos llegaron a las puertas y entraron, sus trajes de negocios elegantes y bien adaptados manchados de lluvia, las cuales también brillaban en gotas en cada pulgada cuadrada de ellas. Ambas sacudieron las manos con disgusto mientras miraban a su alrededor. "Hola." Kerry agitó la mano. "¡Por aquí!" Dar esperó a que ellas caminaran antes de que descruzara las piernas y se parara. "Buenos días," les saludó brevemente. "El comedor esta por aquí." Se dio la vuelta y se dirigió a los escalones, claramente esperando que la siguieran. "Buenos días," Michelle saludo a Kerry en un tono educado. "Clima agradable." Miró a Shari, que simplemente se puso en marcha detrás de Dar. Después de un segundo ella empezó a caminar también, y Kerry se puso a caminar a su lado. "Por lo tanto, es aquí donde tú inicias la rutina del policía bueno, policía malo?" "Hm?" Kerry ladeó la cabeza. "¿Qué rutina?" Michelle sacudió la cabeza y resopló. "No importa." Ella exhaló. "Parece que la convención va a comenzar a tiempo, si alguien viene en este lío, eso es." "Creo que lo harán," Kerry dijo. "Pero en cualquier caso, las personas que realmente queremos allí ya están aquí, y con este tiempo, en realidad es más probable que asistan a la exposición a que se escabullan y vayan a los parques. Así que funciona a nuestro favor." Michelle la miró, y luego hizo un pequeño sonido de acuerdo a regañadientes. "Entonces cómo van las cosas?" ella preguntó. "Tratamos de entrar en Vista, pero he oído que firmaron un contrato a largo plazo con ustedes este año." "Cierto." Kerry le hizo un gesto a Michelle antes de que llegaran al restaurante. Dar y Shari ya estaban en el puesto del servidor, esperándolas para que pudieran sentarse. "Hemos sido capaces de poner la mayor parte de sus cosas en nuestra nueva red, y significó un buen ahorro de costos para ellos si firmaban ahora. Así que lo hicieron," continuó, mientras seguían a una mujer uniformada a una mesa cerca del frente. Se sentaron una frente a la otra, Kerry cuidadosamente se deslizó al lado de Dar mientras la mujer les entregaba sus menús. "Gracias." Dejó el suyo colocado abajo, ya sabiendo lo que iba a ordenar. Y lo que Dar iba a pedir, para el caso. Observó cómo Dar jugueteaba con su tenedor, y luego se movió y se inclinó hacia delante, poniendo su rodilla en contacto con su pareja. "Entonces cómo van las cosas contigo?" ella preguntó a Michelle. "¿Te estás divirtiendo haciendo esta puesta en marcha?" "Ha sido una ráfaga," Michelle respondió amablemente. "Hasta esta semana, es decir. Había olvidado lo horrible que era el clima aquí en esta época del año." Tomó su servilleta y trató de secarse. "O tal vez deliberadamente lo bloqueé de mi memoria."

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"Me he acostumbrado a ello en el sur," Kerry dijo. "Recuerdo la vez que vi mi primera tormenta tropical que pensé que el mundo estaba llegando a su fin." Dar se rió. "Pero tenemos un montón de planes para el futuro," Michelle concluyó. "¿Qué hay de tí?" El camarero llegó y se quedó preparado, una mirada de pregunta educada en su rostro. "¿Señora?" Se dirigió a Michelle primero. "¿Le gustaría ordenar?" "Me gustaría que me pusieran en el ciclo de centrifugado," respondió la menuda pelirroja. "Pero voy a tomar un desayuno continental, por favor," añadió. "Café, pan tostado de trigo." El camarero garabateó por un momento, y luego desvió la mirada hacia Shari. "¿Señora?" "Jugo y un plato de cualquier cereal seco que tengas," Shari respondió a la brevedad. "Leche descremada." Kerry cruzó las manos sobre la mesa e hizo contacto visual con el camarero mientras él la miraba inquisitivamente. Ella cambió su mirada hacia el perfil de Dar, y luego lo miró. "Dos órdenes de tostadas francesa con tocino crujiente, café, y dos vasos grandes de leche, por favor." El hombre le sonrió, y tomó los menús que ella le entregó. "Vuelvo enseguida." Dar se echó hacia atrás y apoyó los codos en los brazos de la silla, entrelazando sus dedos juntos, y luego doblándolos hacia adentro. "Tenemos planes para el futuro, también," ella admitió. "Hemos comenzado recientemente el trabajo de desarrollo en G2 de nuestra red." Shari frunció el ceño, pero Michelle parpadeó y se inclinó hacia delante. "Pero la pusiste sólo el año pasado," ella objetó. "Difícilmente puedes tener una línea de base todavía." "Tenemos una," Dar contestó. "He proyectado cinco años, y con las tendencias actuales en el desarrollo de aplicaciones, necesitaré un G2 en veinticuatro meses a más tardar. Nos falta transferir algunos ciclos de desarrollo integrales en el firmware." "Impresionante." Michelle asintió, con una expresión seria. "Pero si sus proyecciones con cortas, podría ser costoso e inútil." La expresión de Dar permaneció relajada. Flexionó los dedos un poco, las luces atrapadas en el anillo que llevaba en su tercer dedo mientras se movían. "Es circular." Ella sacudió su cabeza. "En este momento, hemos proporcionado un conducto para algunas empresas que les permite triplicar sus ciclos de producción. Lo que acelerará su demanda, la que regresarán a nosotros. Nadie más puede hacerlo ahora mismo." "Eso es lo que tu bombo de publicidad de mercadeo dice," Shari interrumpió. "Pero hay más que un hardware costoso." "Las capacidades del sistema no son bombo de publicidad," Kerry dijo. "O sino nuestras cuentas que tú elegiste como blanco para la conversión no 71



hubieran sido las de los servicios externos y programación. No fuiste detrás de alguna con nuestra infraestructura." Shari miró a Kerry, sus cejas levantadas ligeramente. Kerry le devolvió la mirada con una expresión suave. "Los contratos son contratos," respondió. "Sólo empezamos con esos." Dar se rió. "Y el servicio es el servicio. Qué va a pasar la primera vez que uno de ellos te llame y quiere que su contrato se amplié sobre el terreno para una nueva cobertura, o se trasladen a un sistema diferente que no tienes?" "Podemos manejar eso," Shari respondió rápidamente. "Tenemos a la mejor gente en el negocio ... algunos de ellos estaban muy contentos de venir de ti, de hecho." "Si venían de nosotros, no eran los mejores en el negocio." Dar apoyó la barbilla en su puño. "No dejamos que el mejor se vaya." "Tal vez se cansaron de lo mismo de siempre entonces," Shari replicó. "Tenemos una actitud totalmente nueva sobre lo que hacemos. Personas así." Michelle respiró y dio a su compañera una mirada. "Hey. Se supone que estamos trabajando en red. No en boxeo," dijo. "Por supuesto que elegimos ciertos escenarios para competir. No somos estúpidos," agregó." Pero estamos en un modo de expansión." El camarero volvió y sirvió el café, dándoles a todas un momento de descanso. Cuando terminó y se fue de nuevo, Shari se echó hacia atrás. "Michelle tiene razón," concedió. "Ha sido un inicio difícil, y estamos muy orgullosos del progreso que hemos hecho." Kerry agitó su café y tomó un sorbo. "Bueno, puedes agradecernos por hacerlo más fácil de lo que podría haber sido," ella habló. "Muchas de las cuentas en las que entro en los equipos de licitación, que nunca han trabajado con nosotros todavía no están seguros de si las mujeres pueden manejar IT, ya sabes. Las cuentas con las que trabajo ya saben que podamos." Michelle y Shari intercambiaron miradas. Shari inclinó la cabeza hacia un lado, y sus labios se curvaron. "En realidad nunca consideré eso," ella permitió. "Mm." Michelle asintió brevemente. "Ese es un buen punto. Estuve en el otro lado por un largo tiempo, y nunca tuve ninguna duda de mí misma ..." Ella se rió con auto desaprobación "Pero recuerdo haber estado sentada en seminarios interempresariales con muchos viejos que lo hicieron." "Sí." Los labios de Kerry se tensaron en una media sonrisa. "Viví con uno durante muchos años." Ella puso su mano sobre la mesa, su muñeca rozando la rodilla cruzada de Dar. "Hemos trabajado duro para lo que hemos logrado también." El camarero regresó de nuevo, esta vez con una gran bandeja. Colocó sus desayunos, entonces fue a la parte delantera de la mesa y se enderezó. "Algo más que pueda ofrecerles ahora mismo?" él preguntó. "¿Todo esta bien?"

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Kerry inspeccionó su plato de tostada francés, mientras que Dar agarró el vaso de leche y tomó un largo trago. "Se ve muy bien," felicitó al hombre. "Gracias." Cogió el tenedor y el cuchillo, cortó un pedazo de la tostada fragante y la introdujo perfectamente en un poco de almíbar antes de meterla en su boca. Se quedó en silencio durante unos minutos, mientras todas se concentraron en comer. Dar cortó típicamente su tostada en cuadros manejables entonces puso el cuchillo abajo, y seleccionó el cuadro más cercano para ahogarlo liberalmente en almíbar. "Así que no crees que podamos competir contigo por los servicios?" Shari preguntó, tras un largo momento de silencio. "Creo que estas equivocada." Dar la miró. Luego volvió a comer. "Puedes pensar lo que quieras." Kerry tomó un sorbo de leche. "Tenemos contratos que van a otros lugares todo el tiempo," comentó. "Todo el mundo quiere obtener la mejor oferta para su empresa, después de todo." "Exactamente," Shari estuvo de acuerdo. "No puedes competir con nosotros por los precios." "No." Kerry se limpió los labios. "No ignoramos nuestro modelo de precios." "Es por eso que tenemos todas esas cuentas," Shari dijo. "Así que no digas que no podemos competir." "Tienes esas cuentas porque te permití tenerlas," Dar dijo, manteniendo su atención en su tostada francesa. "Yo fui la que optó por no contrarrestar la oferta. No vendo barato el envío." Kerry levantó la vista, y captó una mirada de sorpresa en el rostro de Michelle, y una aturdida en la de Shari. "Como he dicho, sucede todo el tiempo," comentó. "Tenemos otra categoría de cuentas que llamamos reboteadores." Sus ojos brillaron un poco. "Así que mejor asegura tu desempeño para esos clientes o no los tendrás por mucho tiempo." "Definitivamente sabemos cómo cuidar de nuestros clientes." Michelle se recuperó. "Pero escucha, como he dicho, no estamos aquí para boxear. Tenemos muchas cosas en común, y no tiene sentido que peleemos todo el tiempo." Dar alzó la vista de su plato, miró a Michelle, luego a Shari, luego intercambió miradas con Kerry antes de que se riera y volviera a comer. "Me parece bien," Kerry dijo diplomáticamente. "Estoy deseando que empiece la convención. Tienen algunos paneles interesantes este año, ¿verdad?" "Siempre me encantan esos paneles," Michelle acordó sombríamente. "Cierto Shari?" "Sí. Me encantan."

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"ESO NO FUE MUY exitoso." Dar se apoyó en el balcón interior, viendo un pájaro volar a través del interior del enorme vestíbulo. "No para ellas, no", ella estuvo de acuerdo. "Pero seguro que me divertí." Kerry enganchó un dedo en el cinturón de Dar y tiró de él. "Vamos a cambiarnos, corazón. Tenemos que estar en la convención en cuarenta minutos." Se dio la vuelta y comenzó a caminar, arrastrando a su compañera más alta detrás de ella. "Sabes, Dar, no sé si fastidiar a esas dos fue realmente una buena idea." Dar suspiró agraviadamente. "Kerry no las fastidie a propósito. Simplemente respondí las malditas preguntas. ¿Querías que mintiera?" Kerry desbloqueó la puerta de su habitación y la abrió. "Quiero decir, no me gustan tampoco, pero podríamos haber tenido una tregua durante la exhibición. Realmente no quiero pasar los próximos dos días esquivando dardos." "Si, lo sé." Dar pasó junto a ella y se quitó los tenis, abriendo la puerta del armario para dejar al descubierto la ropa de negocios bien planchada que colgaba allí. "Lo siento." Tiró de su camiseta sobre su cabeza y la arrojó sobre el respaldo de la silla cercana, desabrochó sus jeans con una mano, y los deslizó sacándolos. Kerry se apoyó contra la cómoda, viendo a su pareja durante unos minutos. Se apartó y se acercó a ella, presionando su mejilla contra el hombro desnudo de Dar por un instante. Dio un beso en el mismo hombro y pasó junto a Dar, deslizando sus uñas a lo largo de la espalda de Dar mientras se dirigía hacia el baño. Dar casi la dejó salir fuera de su alcance, luego en el último instante extendió un largo brazo y cogió la manga de Kerry. Al sentir el jalón, Kerry se detuvo y se volvió a medias, levantando las cejas en cuestión. Sus ojos buscadores encontraron algo en Dar que la hizo retroceder y apoyarse contra ella, esperando en silencio mientras los músculos de la mandíbula de su pareja trabajaban brevemente. Después de un pequeño silencio entre ellas, Dar levantó una mano y trazó suavemente la curva de la mandíbula de Kerry, una inusualmente mirada de tristeza en su rostro. "¿Qué?" Kerry preguntó, en un tono bajo. "Es Shari, ¿verdad?" Los labios de Dar se movieron ligeramente. "Es una idiotez," respondió. "No puedo ser amable con ella, Kerry, no importa cuánto intento racionalizarlo." Kerry se apoyó en su toque. "Sé que te ha hecho daño." Dar parpadeó un par de veces. "Casi me hizo perder la oportunidad de conocerte," respondió en voz baja. "Kerry, la odio. No puedo fingir que no." Exhaló, sintiendo una sensación de alivio casi absurdo al decir las palabras,

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y más aún cuando vio la comprensión en los ojos de Kerry. "Sé que esto son negocios, pero no puedo hacerlo." El teléfono celular todavía sujeto a los jeans desechados de Dar zumbó, pero Kerry tomó las dos manos de Dar en las suyas y lo ignoró, mirando a su pareja directamente a los ojos. Su respiración casi se detuvo en su pecho, al ver una expresión en esa cara que nunca había visto antes. Entonces Dar parpadeó, y desapareció, pero Kerry sabía que había tenido un vislumbre de la joven mujer confundida que había conseguido una patada en la cabeza por amor hace todos esos años. Se agitó un sentimiento en su interior, profundo y poderoso, y presionó su cuerpo contra el de Dar, deslizando sus brazos alrededor de la forma robusta de su pareja y tirando de Dar más cerca. "Entiendo." Ella inclinó la cabeza para mirar hacia arriba. "Nos encargaremos de eso. Se tan desagradable como quieras ser. Estoy ahí contigo." Sus brazos se apretaron. "Estoy aquí para ti." Dar suspiró. "Chico debo sonar como una idiota," murmuró en voz baja. "Nunca," Kerry respondió. "Sí, lo hago." Dar apoyó la mejilla en la cabeza de Kerry. "Pero qué demonios. Ellas esperan que yo sea una idiota. Estaré a la altura de sus expectativas." Ella medio se rió, un sonido pequeño, irónico. "Pero no más desayunos. No voy a malgastar un centavo más de mi cuenta de gastos indigestándome." Kerry dejó caer su mano y dio al vientre de Dar un masaje. "¿De verdad?" Un suspiro. "Sí," Dar admitió. "Bueno." Kerry respiró hondo. "Esto es lo que me gustaría que hicieras. Vas a pensar en ello al menos antes de empezar a hacer esos gruñidos?" Atrapada en el acto mismo de prepararse para hacer precisamente eso, Dar se aclaró la garganta en cambio. "Um, seguro." "Me gustaría que te quedaras aquí un tiempo, y dejarme mostrar mi cargo en la exhibición por un rato." Kerry dijo. "¿Harías eso por mí?" "No necesito que hagas eso." "No," Kerry estuvo de acuerdo. "Pero me gustaría de todos modos. Por favor?" Dar consideró la petición en serio. Su primer impulso fue negarse, y reflexionó sobre eso mientras sus dedos revolvía el cabello de Kerry, observando la iluminación gris afuera capturar tonos claros y oscuros en los suaves mechones. Los pros y los contras se clasificaron tan fácilmente, y después de una breve pausa, asintió. "Está bien." Kerry sonrió. "Con una condición." Los ojos verdes rodaron. "Siempre una condición." "Si alguien te pregunta dónde estoy ..." Dar juntó las manos y las puso detrás del cuello de Kerry. "Mm?" 75



"Les dices que me agotaste anoche y tuve que tomar una siesta." Kerry produjo un ruido en algún lugar entre un estornudo y una tos, sus dos cejas subiendo. "Dar!" Por fin, su pareja se rió suavemente. "Sólo bromeaba," cedió. "En realidad, voy a arrancar e iniciar una investigación profunda sobre Telegenics." Sus cejas se contrajeron. "Si nos perdimos quién estaba detrás de ellos, podríamos haber perdido mucho más. Sabes cuánto odio las sorpresas." "Suena como un plan." Kerry tiró de la cinturilla de las bragas de Dar, un par de azules cubiertos de sonrientes goldfish. "Te podrías sentar afuera en el balcón con éstos. Todo el mundo pensaría que es un traje de baño. Nadie lo sabría." "Yo lo sabría," Dar refutó. "Mi papá no me crió para mostrar mis bragas en público, pequeña concisa yanqui." Ella empujó un poco a Kerry. "Vamos. Eleanor probablemente está poniéndose tan nerviosa que sus pestañas están tocando su ombligo." Tranquilizada por el tono de su pareja, Kerry se movió hacia el armario para sacar su traje. Cuando se dio la vuelta, Dar se había puesto un par de shorts y estaba tumbada en la cama, ya jalando de su laptop hacia ella. Satisfecha con su plan, Kerry tomó la percha con su traje, un nuevo azul plateado con una blusa de seda aguamarina profundo que había comprado poco antes. Pasó un momento colocando su pin favorito en la solapa, y luego estudió los resultados. Serviría. Miró por encima del hombro a Dar, cuyo cuerpo medio desnudo se perfilaba vívidamente contra las sábanas blancas y se perdonaba un momento de envidia, y entonces empezó a vestirse para la exhibición. "Hey, Ker?" Dar la interrumpió. "Deberías dejarte esa camiseta puesta." Kerry hizo una pausa y miró a la prenda. "Oh, esa sería hacer una gran impresión, Dar." Ella se rió, un tono avergonzado. "Estabas pensando que podría abrir la chaqueta y destellarla a cualquiera que me moleste?" Dar se puso de lado y cruzó los tobillos. "Hm." "Estaba bromeando." Kerry tiró de la camiseta hacia ella, aterrizando en su cabeza y mirándola divertida mientras cubría la mitad de su rostro y oscurecía un ojo azul claro. "No llevo una camiseta que diga RTFM (Read The Fucking Manual, Lee el Maldito Manual) a una exposición comercial." Su compañera movió un dedo del pie cubierto con calcetín hacia ella. "Sí," estuvo de acuerdo. "Te pasarías todo el maldito tiempo explicando lo que significa." Kerry se echó a reír, quitándose los jeans y reemplazándolos a regañadientes con la austera, en línea recta falda que llegaba a un nivel respetable de la rodilla y la liviana, camisa de seda que era afortunadamente sin mangas. Se metió la blusa en la pretina de la falda y abrochó el cinturón integrado, cogió sus zapatos y los llevó a la cama con ella mientras se sentaba

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para ponérselos. "Creo que me gusta más la que tienes," ella dijo. "la de programación?" Dar rió. "Me gusta el 'no, no voy a arreglar tu maldita computadora'." Ella apoyó la cabeza en el puño e ignoró la pantalla de su laptop. "Oye, Ker?" Kerry ajustó el reloj en su muñeca y se levantó, volviéndose hacia la cama. "Hm?" "Gracias." "¿Por?" Un visible ojo azul centelleó. "Ser mi mejor amiga." Kerry cogió su chaqueta y se acercó al lado de la cama, inclinándose para besar a Dar en los labios. "Y que placer es serlo," susurró, empujando a un lado la camiseta todavía cubriendo para poder mirar en ambos ojos. "Te llamaré cuando sea el momento para que puedas hacer tu gran entrada triunfal, ¿de acuerdo?" "Está bien," Dar acordó. "Que te diviertas." Kerry se encogió de hombros en su chaqueta, sacudiendo la tela de lino ligero y abrochando el único botón. Era un corte un poco bajo, lo que acentuaba su físico estrecho, y dio a Dar un guiño mientras aceptaba la mirada francamente admiradora de vuelta en ella. "Se ve bien?" "Te ves mejor fuera de eso," Dar contestó. "Pero sirve por ahora." Observó a Kerry comprobar su imagen en el espejo, luego se detuvo para sujetar el teléfono celular a su cinturón. "Dales el infierno." "Haré lo mejor que pueda." Kerry se dirigió a la puerta, mirando hacia atrás mientras la abría y se apoyó contra el marco. "Podrías..." "Mantener un ojo en los tubos?" Dar giró su portátil, mostrando una pantalla llena de indicadores saltando. "Nah." Kerry sonrió y salió por la puerta, dejándola cerrarse tras ella. Dar dejó que los ecos se desvanecieran antes de girar la laptop y minimizar las pantallas, trayendo otra pantalla y tecleando una solicitud concisa. "Muy bien ... veamos qué demonios tenemos aquí," murmuró para sí misma. "Antes de que nadie que no sea yo se dé cuenta de lo embarazoso que es que dejé que estos tipos nos pisoteen y ni siquiera prestar atención en eso." Dejó la solicitud correr y se recostó contra las almohadas. Después de unos momentos, el silencio de la habitación comenzó a molestarla y alcanzó el control de la televisión, haciendo zapping en el televisor de la habitación. Después de explorar sus opciones, se decidió por ESPN y lo dejó correr en el fondo mientras abría su programa de correo. La bandeja de entrada se llenó de líneas negras que les echó un vistazo, dividiendo su atención entre los encabezados y las mujeres jugando voleibol en la pantalla. Después de unos minutos, sin embargo, abandonó el correo y vio el juego, metiendo la desechada camiseta de Kerry debajo de su cabeza mientras

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la dejaba sobre la almohada. En su visión periférica, una delgada línea de indicadores de alerta parpadeaba tranquilizadoramente de verde.

FUE UN CORTO viaje, pero Kerry estaba contenta de que todo había terminado. Conducir a través de un aguacero lo suficientemente pesado como para ahogar langostas con turistas nerviosos no era su idea de diversión en ningún momento. Estaba más que feliz cuando estacionó el gran Lexus de Dar cerca de la parte delantera del edificio y corrió hacia la puerta. Una p equeña multitud se arremolinaba allí, y mientras deslizaba sus dedos por el pelo para quitar la lluvia de ellos, el guardia vio su insignia de la compañía y amablemente abrió el camino. Kerry le dio una amable inclinación de cabeza entonces se dio cuenta tardíamente que era el mismo tipo de la noche en que habían llegado. Su rostro se arrugó en una sonrisa irónica mientras él le sostenía la puerta para ella. "Gracias," se dirigió a él agradablemente. "Seguramente es mejor que entrar por la entrada de construcción." Él se quedó inmóvil, pero ella no le dio la oportunidad de responder mientras entraba y se dirigía a la sala de exhibición. Ahora, las luces en el vestíbulo exterior estaban encendidas, y un murmullo de conversaciones llenaba el espacio del alto techo. Carteles estaban colgados en las puertas y los representantes de las empresas estaban por todas partes, repartiendo artilugios de marketing y la tarjeta de visita ocasional. Todo era demasiado familiar para Kerry. Que había tenido más que su parte asistiendo a exposiciones comerciales en nombre de ILS, y mientras se abría paso entre la multitud y era reconocida, regresó los saludos con agradables buenos modales. Era irónico en extremo que su entrenamiento temprano en la casa de su padre, ahora le servía tan bien, haciendo sus respuestas amables y automática y completamente olvidables. Kerry se excusó de entre dos directores de ventas de su distribuidor principal y se escapó a su pabellón, dando a los técnicos y al personal de ventas una breve agitación de mano. "Hola chicos." "Kerry!" Mark apareció aparentemente de la nada, vestido con una fresca camisa de la compañía y unos pantalones negros plisados. "Me alegro de que estés aquí." "Uh oh." Kerry se quitó una última gota de su manga. "Qué se rompió?" Su gerente de MIS puso las manos en las caderas. "¿Tiene que ser algo malo que estés aquí?" él preguntó quejumbrosamente. "No," Kerry le sonrió. "Los verdaderos desastres esperan a Dar." Echó un vistazo a la multitud. "Están a punto de abrir las puertas? Mucha acción pasando por aquí." "No me digas," Mark estuvo de acuerdo. "Oye, ¿sabes quién está aquí?" Su voz cayó, y se acercó a Kerry. Kerry le dio una mirada irónica. "Supongo que si." 78



"Desayunamos con ellas." Kerry dirigió su mirada por el interior del pabellón, y dio una rápida sonrisa a Eleanor que se acercaba. Todo parecía listo, y exhaló esa pequeña cantidad de aprehensión que seguía tensando sus entrañas de su abandono del día anterior. "Buenos días, El." "Buenos días a ti también, Kerry." Eleanor estaba de buen humor. "El maldito clima nos va a golpear en el culo por un tiempo, pero eso es algo bueno. Comienza lento, pero sólido." Se apoyó en el mostrador al lado de Kerry. "¿Dónde está la peor pesadilla de Rambo?" "Resfriada." Kerry observó a un grupo de vendedores de su mayor proveedor de equipos de red salir de un apiñamiento y llegar directo hacia ella. "Llegará más tarde." "Bien." Eleanor vio un flujo lento, pero constante de personas en la habitación. "Vamos a mantenerlos esperando ... sé que hay al menos cuatro grandes conversadores por ahí que estaban buscando para conocerla." Eleanor se frotó las manos juntas. "Todas las personas correctas - comienza el espectáculo. Vamos por ellos." Mark se acomodó junto a ella mientras la gente de marketing se despejaba, empezando a filtrarse a través de la multitud con sus bolsas llenas de bolas de estrés ILS y las muy inteligentes pequeñas pelotitas suaves colgantes del monitor que se asemejaba a un dibujo animado Rottweiler teóricamente cuidándote. "Hombre, había gente hablando por todo el lugar hoy," él le dijo a Kerry. "Esos barateros estaban diciendo a todos que son los nuevos jugadores de poder por aquí." Kerry se rascó la nariz. "Ellos hablan mucho," ella estuvo de acuerdo. "Vinieron aquí hablando mierda, pero los corrí," Mark agregó. "Dolor en el culo." "Mm." Kerry cruzó los brazos sobre su pecho. "Ellos trataron de reclutarnos la otra noche." Mark se rió. "Sí, los chicos me dijeron," él acordó. "Apuesto que él se va a cagar cuando se entere de con quién estaba hablando." Kerry vio a su pequeño amigo en cuestión y se rió en voz baja. "Sí." Se apartó de la consola y se alejó. "Apuesto que lo hará."

EL SUAVE TIMBRE de su laptop lentamente penetró el sueño ocioso, sin forma de Dar y después de unos momentos de confusión, abrió los ojos, parpadeando un par de veces para recuperar su enfoque. "Umph." Levantó una mano y se frotó la cara, bajando su cabeza y casi dejando que el cálido confort de su almohada la reclamara. Levantó una mano y tocó el panel táctil, y estudió los resultados de su consulta en silencio. Una ceja se levantó lentamente. Se incorporó sobre un codo y tecleó otra solicitud con una sola mano, haciendo rodar el puntero por encima y haciendo clic para enviarla. 79



Había dormido durante dos horas, y se sentía como si pudiera dormir unas cuantas más. Tal vez era el clima. Dar miró por encima de su propio hombro hacia la ventana, que todavía estaba siendo azotada por la lluvia. Estaba oscuro dentro de la habitación, y fresco - día perfecto para quedarse en la cama. Bueno. Dar se movió un poco. Eso es exactamente lo que estaba haciendo, no es así? Perezosamente se dio la vuelta y estiró su cuerpo, mirando fijamente la televisión. El juego de voleibol había terminado, sustituido por una competición de gimnasia. Observó a las chicas caer en sus intrincadas rutinas, y ociosamente imaginó que Kerry participaría cuando era más joven. Una de las chicas se situó en el borde de la colchoneta, su lengua de fuera un poco mientras se concentraba y Dar se encontró sonriendo, sabiendo que Kerry probablemente habría estado haciendo lo mismo. Ella lo hacía, cuando se centraba en algo, a menudo sin darse cuenta. Era muy lindo. Dar puso sus manos detrás de su cabeza y se permitió un poco a soñar despierta. Fue interrumpida, sin embargo, por el timbre del teléfono de la habitación. Dar giró la cabeza, frunciendo el ceño mientras juzgaba cuánto tiempo Kerry se había ido. Cogió el teléfono y lo puso en su oído. "¿Sí?" "Sra. Stuart?" "Tenías un cincuenta por ciento y lo arruinaste," Dar contestó. "Oh, lo siento, Sra. Roberts?" "¿Sí?" "Tengo aquí un paquete en la recepción para la Sra. Stuart. ¿Está bien que lo envie arriba?" ¿Paquete? Dar estaba desconcertada. "Por supuesto," respondió, tratando de recordar qué paquete Kerry podría haber estado esperando. No vino a ella, así que colgó el teléfono y se levantó, se dirigió al baño y corrió un poco de agua para lavarse la cara. Estaba secándose la piel cuando llamaron a la puerta, por lo que arrojó la toalla y se dirigió a la puerta, abriéndola para encontrar a un chico bajo, de pelo rizado, de pie allí con el paquete prometido. "Hola." El chico parpadeó y tragó, y luego le tendió el paquete a ella. Dar lo tomó, mirándolo perpleja mientras él se giraba y se alejaba, desapareciendo en la esquina del pasillo en cuestión de segundos. "Eh." Dar cerró la puerta y miró hacia la caja, sólo entonces se dio cuenta de que todavía estaba solo en su sujetador y jeans. Una risa avergonzada se forzó a salir y se tapó la cara con una mano, preguntándose si debía darse un golpe en la cabeza para poner su cerebro a funcionar de nuevo. Desestimo al botones y examinó el paquete en cambio. Era relativamente pequeño, pero más pesado de lo que esperaba para su tamaño. En la etiqueta iba dirigida a Kerry, por supuesto, hacia la dirección del hotel, pero la dirección del remitente era ... "¿Nueva Zelanda?" Dar repitió. "¿A quién diablos conocemos en Nueva Zelanda?" Varias cuentas importantes, por supuesto, pero no creía que Kerry 80



conociera personalmente a ninguno de ellos, y además, la caja era de lo que parecía ser una empresa. Dar se acercó a la mesa y dejó la caja, luego se dejó caer en la silla junto a ella y cruzó los brazos sobre su vientre desnudo. Tenía curiosidad. Una mano se levantó y tambaleó la caja con el dedo, escuchando una fuerte solidez dentro. Hm. Dar cogió la caja y la acercó a la cara, oliéndola. Cartulina. "De acuerdo." Examinó el envoltorio, el cual estaba muy cuidadosamente con cinta adhesiva. Después de un momento, lo puso de nuevo abajo y tamborileó sus dedos sobre la mesa. Probablemente podría abrirlo. A Kerry probablemente no le importaría, ya que el objeto había sido enviado a su habitación de hotel y sería lógico asumir que Dar lo vería de todos modos. "Muy bien, ¿cómo te sentirías si ella lo abriera y fuera tuyo?" Dar preguntó a la habitación vacía. "¿Te importaría?" ¿Podría? Dar alzó una rodilla y la rodeó con los brazos, tomando un raro ahondamiento en su propia psique. "No," finalmente habló con franqueza. "No me importaría un bledo, lo que significa que probablemente Kerry lo haría. Así que déjalo en paz," Ella se levantó y dejó el paquete donde estaba, volviendo a la cama y dejándose caer de nuevo al lado de su laptop. Pero ahora que estaba despierta, se sentía inquieta de nuevo. Así que a pesar de que puso su computadora en el regazo, también arrastró el teléfono y lo recogió. "Servicio de habitaciones," la voz metálica respondió con prontitud. "Hola." Dar tecleó un comando en su programa de correo. "¿Me puede enviar una gran jarra de café, una jarra de leche y un tazón de helado de chocolate?" Silencio. "¿Hola?" Dar frunció el ceño hacía el teléfono. "Sí, señora - será una jarra de café para... cuántas personas?" "Una persona que realmente le gusta el café," Dar contestó. "Cualquiera que sea su más grande." El sonido de escritura. "Está bien, y una jarra ... es como un vaso?" "No." Dar miró el primer correo en la bandeja. "Si quisiera un vaso, pediría un vaso. Sólo tráeme un medio galón, o lo que sea." "Nuestro más grande. Lo tengo," el empleado de servicio de habitaciones respondió. "Y nuestro mayor tazón de helado de chocolate?" "Lo estás pillando," Dar dijo. "Estará en unos quince minutos." "Gracias." Dar colgó el teléfono y se recostó, acomodando las almohadas detrás de ella y resolviendo al menos trabajar un poco. Después de unos minutos sin embargo, encontró su atención vagando del correo mundano en su portátil y centrándose en la televisión. Una chica rubia extremadamente linda estaba en la 81



barra de equilibrio, y mientras Dar miraba, la chica hizo una voltereta hacia atrás y falló. "Ouch." Dar hizo una mueca de dolor, mientras el pequeño cuerpo golpeó el travesaño, luego la esterilla. Ella se levantó de inmediato, pero estaba obviamente aturdida, y vaciló mientras trataba de volver a la barra. "¡Hey! Detenla, cretino!" ordenó al entrenador de la chica, visible justo a un lado del suelo exhortándola. La chica puso las manos en la barra y se impulsó, poniendo sus pies debajo de ella y levantándose. Pero cuando comenzó a caminar, perdió el equilibrio otra vez y cayó en un montón en la estera, esta vez permaneciendo allí. Dar se sorprendió de la indignación que sentía como el entrenador gritó, débilmente audible, para que la chica se levantara. "Estúpido hijo de ..." ladró a la televisión. "Ve a ayudarla!" El entrenador no lo hizo. Sin embargo, como si estuviera escuchando a Dar, una de las otras competidoras, una chica más alta de pelo oscuro se apresuró a arrodillarse junto a la gimnasta caída a pesar de que su traje indicaba que ella estaba en un equipo diferente. El entrenador volvió a gritar, pero la chica de pelo oscuro levantó la vista y gritó con enojo, y entonces la gente comenzó a correr al suelo y a rodearlas. "Mm." Dar volvió su atención a su correo. "Eso es mejor. Ve, chico." Ella tecleó en silencio por un momento, entonces la ironía de la situación la golpeó. Volvió a mirar hacia la pantalla a tiempo para ver a la gimnasta alta ayudar a la más baja en la estera, sus brazos envueltos alrededor una de la otra. Dar se mordió el labio interior y luego sonrió, haciendo una nota mental para revisar el sitio web de ESPN después y averiguar quiénes eran las niñas. Había, sospechaba, una historia allí en alguna parte. Sus ojos se dirigieron a la mesa, sospechando que había una historia dentro de la caja también. Con un suspiro, volvió a su escritura. Cuando terminó un correo y se encontró mirando la televisión antes de ir al siguiente, recordó algo que Kerry había dicho. "Inquieta," Dar murmuró en voz baja. "Sí. Más como despistada."

KERRY SE ACERCÓ POR atrás del Sr. Slimy, dándole una sonrisa cuando él notó su presencia y se volvió hacia ella. "Hola." "Oh! Hola ... um ..." Los ojos del hombre cayeron a su insignia corporativa. "Kerry no era ... ah." "Así es," Kerry respondió." Y puedes hacerme un gran favor cortando la mierda y dejar de perder el tiempo de mi gente." Él de hecho dio un paso atrás. "Hey, espera un minuto ..." "No, tú espera un minuto." Kerry cuadró los hombros y le dio una mirada directa. "Son demasiado inteligentes como para hacer algo pero se ríen de alguien que va detrás de la espalda de su jefe y se acercan a ellos de esa

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manera. Si me lo haces a mí, se lo harías a ellos. A nadie de mi gente les gusta los juegos estúpidos." El hombre parpadeó. "Mira, no era nada más que un negocio como de costumbre, Sra. Stuart. No me digas que no lo haces." "No lo hago," Kerry contestó de inmediato. "Y si lo haces de nuevo, vas a tener que explicarle a mi jefe por qué estás molestando a mi personal." Él levantó las dos manos. "Está bien, señora. Está bien." Él dio un paso hacia atrás en el pabellón de Telegenic. "No hay problema ... recibí el mensaje." Michelle Graver de repente apareció por el otro lado del pabellón. "¿Qué mensaje?" Miró a Kerry, una ceja de jengibre levantada ante la postura agresiva de la rubia mujer. "Algún problema, ah ... Kerry?" De los dos, Kerry encontró mucho más fácil de tolerar a Michelle, por algunas razones probablemente no muy nobles. "Tienes granujas trabajando para tí," ella le informó. "Ya he terminado. Él no sabe cómo aceptar un no por respuesta." Michelle le dio a su director una mirada, y él se escabulló, desapareciendo en el interior del pabellón. Luego se volvió hacia su visitante. "Ah. Intentando un poco de caza furtiva, eh?" Kerry puso una mano en su cadera. "Él intentó contratarme a mí y a Dar." Las dos cejas de Michelle llegaron a la línea del cabello con una grieta casi audible. "Ambicioso," murmuró en voz baja. "En realidad no. Él no tenía idea de quiénes éramos." "Ah." Michelle se aclaró la garganta. "Lo siento." Ella sonrió levemente. "Somos bastante agresivos. No me disculparé por eso." Sus ojos se alejaron, luego volvieron a Kerry. "El desayuno fue divertido." Por un momento Kerry no respondió, mientras dudaba, decidiendo cómo responder. Luego relajó su postura un poco. "¿Qué es lo que realmente esperabas?" preguntó. Graver exhaló, y medio se encogió de hombros. "Maldita sea si lo sé," dijo, dando a su cabeza una ligera sacudida para relajar el comentario. "Vamos a ver si puedo empezar de nuevo. Te puedo invitar una taza de café?" Policía bueno, policía malo. Kerry casi sonrió. "Claro," aceptó, Michelle se giró y se dirigió hacia la cafetería a un lado de la sala de convenciones. "Buena participación. No esperaba eso con la lluvia." "Lo hicimos." Kerry dejó caer sus brazos a los costados y alargó sus pasos, disfrutando en secreto la sensación de tener a alguien más bajo que ella para mantenerse a su nivel. Dar era una bestia de esa manera - no lo hacía a propósito, pero sus piernas eran mucho más largas que las de Kerry y siempre sentía como si estuviera teniendo que tomar un pequeño salto para mantenerse a su nivel. "¿Y tú?" "Orlando está lleno de distracciones." Kerry llegó a la cafetería y señaló el café, luego levantó dos dedos. "Sin embargo, la mayoría de ellos están al aire 83



libre. Nosotros no." Se apoyó en el mostrador y se puso de frente a Michelle. "Me alegro de que me divertí ayer." Michelle tomó uno de los vasos que el servidor les ofreció e indicó una pequeña mesa cercana. Ella abrió el camino y se sentó, esperando a que Kerry ocupara el asiento frente a ella antes de hablar. "Escucha." Se apoyó en un codo. "Esto es una ... delicada ... especie de situación, lo sé." Las cejas de Kerry se arquearon. "Realmente no queríamos que esto se convirtiera en una guerra." "Claro que lo hiciste." Kerry la interrumpió, pero en un tono muy suave. "Tú viniste aquí preparando el escenario para que chocáramos." Michelle suspiró. "Bueno, lo hiciste. No es mi culpa," Kerry dijo. "No fui yo quien trató de pagar al personal de la convención para no ayudar a preparar el lugar, y no fui yo la que envió a mis lacayos a tratar de robar los empleados de otras compañías." Michelle la miró. "No eres tan agradable como solía ser," remarcó. "Dar debe estar contagiándote." Lejos de ofenderse, Kerry produjo una sonrisa soleada en eso. "Gracias." Se echó hacia atrás y tomó un sorbo de café, esperando la próxima andanada de Michelle. Mientras tanto, dejó que sus ojos escudriñaran la habitación casualmente, viendo al equipo de marketing de ILS haciendo lo suyo en los pasillos. Eleanor tenía al vicepresidente de tecnología de uno de sus clientes más importantes por la solapa, y ella hizo un punto de hacer contacto visual con Kerry mientras pasaba con él. "Ah. Siento interrumpir esto, pero se requieren mis servicios." Michelle no era nada si no tenaz. "Está bien. ¿Podemos tratar todo esto de nuevo en la cena esta noche? Llámame cretina, pero todavía quiero tratar de hacer este trabajo. Todos podemos aprender unos de otros." Kerry arrugó su vaso y lo tiró a la papelera cercana. "Gracias." Se puso de pie y apoyó las manos sobre la mesa, inclinándose en ellas un poco. "Pero no, gracias. Tenemos planes para esta noche y le prometí a Dar que ella no tendría que tratar con ninguna indigestión más de ustedes." Se enderezó y se giró, alejándose sin mirar hacia atrás. Michelle se levantó y dejó caer el vaso a medio terminar en el cubo de la basura. "Bueno, creo que he perdido suficiente tiempo por un día," comentó al receptáculo. "¿No es así?" Con un resoplido, siguió a Kerry hacia la planta.

DAR HABIA CAMBIADO su ropa casual poco ortodoxa por un par de shorts de mezclilla y una camisa polo, y dejó su portátil detrás, mientras investigaba el hotel. Ella había contestado a todo su correo que sentía que necesitaba contestar, y descartó el resto, perdiendo el interés en el levantamiento de pesas que se estaba visualizando en ESPN también.

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Así que allí estaba, paseando por el vestíbulo con los pies descalzos, viendo a los turistas deambular por ahí dando al todavía tiempo tempestuoso malas miradas. El interior del hotel era blanco pristino, y toda la decoración era una de ligereza y elegancia. Dar encontró un rincón cómodo y prácticamente vacío y seleccionó un asiento en él, apoyándose contra la fresca tela mientras observaba el mundo pasar por unos minutos. Había familias aquí, pero también vio una gran cantidad de parejas, caminando juntos o sentados y hablando a su alrededor. Sus propias visitas aquí en su juventud habían sido muy diferentes. Dar apoyó la pierna con un tobillo sobre la rodilla y frotó el hueso prominente con su pulgar. No habían sido ricos. Lejos de eso, de hecho. Lo mejor con lo que su padre podía arreglárselas era uno de los pequeños moteles molestos en la avenida en Kissimmee o, memorablemente, la zona de acampada en el interior del propio parque. Fort Wilderness. Dar sonrió para sí misma. Había amado ese lugar. Había estado lleno del olor a pino y caballos, y había pasado horas con su padre nadando en la alberca hecha en el lado del lago. Había sido una de las mejores vacaciones del mundo. Sólo cuatro días, un fin de semana largo antes de partir a su próximo despliegue. Sin embargo, fue una de las pocas veces que Dar podía recordar donde todos habían estado sólo ... felices juntos. Habían dormido en la parte trasera de la camioneta de su papá, bajo la tienda de campaña de nylon y sudaban como cerdos. Había hecho el lago mucho más dulce. "Disculpe." Dar miró arriba para encontrar a un hombre parado junto a ella, mirando hacia abajo. "¿Sí?" "¿Es usted Dar Roberts?" Un cosquilleo de sorpresa recorrió de arriba abajo su espina dorsal. "Sí," Dar respondió brevemente. "¿Por qué?" El hombre se sentó y extendió una mano, que Dar ignoró hasta que él la retiró torpemente. "Mi nombre es Peter Quest. Usted no me conoce." "Tienes razón. No lo conozco. ¿Qué quieres?" Dar le dio una mirada directa. "Estoy buscando hacer un pequeño negocio, Sra. Roberts. Me dijeron que sería alguien con quien podría hablar," Quest respondió. "Estaba en la exposición comercial esta mañana buscándola, pero me dijeron que no estaba." "Así que decidiste andar por los hoteles de Disney preguntando a la gente al azar si eran yo?" Dar preguntó. "Agradable." El hombre negó con la cabeza y se rió. "No, tengo una foto suya," admitió. "Espero que no le importe."

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Dar puso sus pies en el suelo y se inclinó hacia delante. "Me importa," habló suavemente. "Así que mejor explica por qué me estás acosando antes de que te patee el culo justo afuera por esa puerta hacia la lluvia, amigo." Quest se echó hacia atrás lejos de ella. "Le ruego me disculpe, Sra. Roberts. Estoy haciendo un gran lío de esto, y lo siento. Realmente no pretendía hacer daño. Sólo quería hablar con usted." Él se humedeció los labios. "Tengo una propuesta de negocios que creo podría estar interesada." Dar estaba a punto de echarlo de todos modos, cuando las palabras de Alastair hicieron eco en su memoria. Nuevo negocio. "Muy bien," respondió en cambio, relajándose de nuevo en su silla. "Estoy escuchando." Su cabeza inclinada ligeramente, y fijó al hombre con una mirada penetrante. "Empieza a hablar." "Um ..." Quest reunió visiblemente su ingenio disperso, confundido por su cambio de actitud. "¿Y bien?," Dar preguntó. El hombre levantó una mano, y luego respiró hondo. "Está bien," dijo. "Dígame. ¿Cómo se siente acerca de los cruceros?" Las cejas de Dar se fruncieron ferozmente. "¿Cruceros?" "Sí." El hombre continuó con más confianza, produciendo una gran sonrisa. "Cruceros." "Bien." Dar hizo una pausa para pensar. "Soy una profesional de IT. Por qué iba a pensar algo acerca de los cruceros? No tenemos nada que ver con ellos." "Ah." Quest apoyó los codos en las rodillas. "Bueno, ahí es donde creo que puedo cambiar su opinión entonces. Nosotros queremos que usted tenga mucho que ver con ellos." Dar lo estudió. "Muy bien. Continúa," dijo. "Estoy escuchando."

KERRY PODÍA SENTIR un dolor de cabeza formándose, y sutilmente puso su mano detrás de su cuello y lo frotó mientras escuchaba el tono suave de Eleanor. Su pabellón ahora estaba lleno de espectadores interesados, la mayoría mirando a las pantallas de los monitores de red que se exhibían prominentemente en cada esquina. Estaban mostrando una visualización en tiempo real de sus sistemas, reflejado desde el gran monitor que Mark tenía en el centro de operaciones en Miami. Por costumbre, se encontró mirándolos, también, porque la pantalla colorida, rebotante representaba cosas que eran totalmente su responsabilidad. En el trabajo, tenía un gemelo de esa pantalla montada en una pantalla plana en su oficina y conocía cada gráfico como si estuviera escrito en el dorso de su mano. "Sra. Stuart?"

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Kerry se giró, tratando en vano de mantener que sus fosas nasales se encendieran al reconocer la voz de Shari. "¿Sí?" La fornida mujer se apoyó en el borde del pabellón. "Voy a hacer esto breve y dulce." Ella mantuvo su voz baja. "Michelle es del tipo decente, y realmente tiene una idea de que su empresa y la nuestra pueden ayudarse mutuamente." Kerry se limitó a esperar en silencio. "Déjame fuera de eso," Shari continuó, después de que se hizo evidente que no iba a obtener una respuesta. "Sé que Dar tiene un problema conmigo." "Estás equivocada. Ella no tiene ningún problema contigo," Kerry interrumpió. Shari puso los ojos en blanco. "Está bien, está bien. Ella no tiene ningún problema, pero no es muy probable que empecemos a ser amigas en el corto plazo, ¿cómo es eso?" Dio a Kerry una mirada sarcástica. "Ella nunca tuvo un control en tratar con la gente. Es bueno saber que nada ha cambiado." El escozor de la ira no sorprendió a Kerry esta vez. Casi se sentía bien, en cierto modo, porque sabía que la emoción estaba basada en el amor que sentía por Dar. "¿Sabes que?" Kerry finalmente habló. "Supongo que estás siendo la misma idiota que eras en ese entonces también. Ella no tiene ningún problema, pero eso en realidad no me importa porque yo tengo un problema contigo. Así que hazme un favor y ve a buscar a alguien más a quien rondar. ¿De acuerdo?" Shari se quedó en silencio y la miró por un segundo antes de enderezarse y dar un paso atrás. "De…acuerdo." Levantó las dos manos y las dejó caer. "Es bueno tener el aire despejado." "Lo estará, tan pronto como te vayas." Kerry se sintió ligeramente avergonzada al dejar que su temperamento se apoderara de ella. "Disculpa." Se movió hacia donde Eleanor estaba despidiéndose de su última víctima. "El?" "Hm?" Eleanor se volvió. "Oh, hola Kerry. ¿Estás lista para ir a buscar algo de comer? Mi concisa labia a languidecido." La idea de la comida le hizo sentir un poco mal del estómago. Estaba temblando tanto por dentro. "En realidad, iba a decirte que me dirijo al hotel para recoger a Dar. Voy a tomar algo allí." Kerry miró a su alrededor. "Tenemos una buena multitud. Me imagino que es hora para que una superfriki aparezca." Eleanor sonrió con complicidad. "Ve." Le dio un codazo a Kerry. "Nos vemos después del almuerzo." Kerry le indicó a Mark que se iba, obteniendo un pulgar hacia arriba de él mientras cerraba la caja de interruptores con llave. Sintiendo que todo estaba relativamente bien controlado, se giró y comenzó a abrirse paso para salir de la habitación. Incluso la lluvia en el exterior no la disuadió. Abrió la puerta y salió, casi dando la bienvenida al lavado de agua caliente que le pegó el pelo en la cabeza y 87



rápidamente humedecido su ropa. Llegó al Lexus y desbloqueó la puerta, abriendo el lado del conductor y deslizándose adentro con una sensación de alivio. Olía a cuero teñido con el leve indicio del perfume habitual de Dar, y Kerry se sentó allí durante un minuto inhalando. Se tomó un momento para recordar la primera vez que se había subido en este coche, en una lluvia no muy diferente de la que acababa de escapar, pero con poco semejanza. Había sido una de las noches más miserables de su vida, y una de las más maravillosas. Kerry se recostó en el cómodo asiento y pasó los dedos por el pelo mojado, empujándolo hacia atrás de su frente. "¿Sabes que?" reflexionó. "Una sudadera de la marina seguro se sentiría bien ahora mismo." Con un suspiro, Kerry sacudió un par de gotitas de agua de sus manos y puso en marcha el coche, cambiando suavemente en reversa y saliendo del lugar del estacionamiento que había elegido. Si no podía tener una sudadera de la marina, al menos sabía dónde encontrar la segunda mejor opción.

"NO." DAR COLGÓ la pierna sobre un brazo de la silla, apoyándose en la otra. "No me interesa." Peter Quest parecía perplejo. "¿No estás?" preguntó. "No entiendo. Eres una empresa de servicios, estamos buscando a alguien que venga e instale, de mantenimiento y administre las redes en todos nuestros barcos. ¿Cuál es el problema?" "No estoy en el negocio de ser parte de un circo," Dar contestó. "¿Por qué no sólo abres el negocio a las licitaciones? Hay muchas empresas por ahí que estarían dispuestas a licitar. ¿Por qué hacer a escondidas ofertas secretas para que la gente entre?" Quest miró a su alrededor con cuidado, y luego bajó la voz. "Es muy complicado." Él dijo. "Escucha, podemos ir a un lugar más privado ... como el bar?" Las cejas de Dar se alzaron. "No," dijo. "Mi pareja va a volver aquí para buscarme y maldita sea si ella va a buscar allí," le dijo a Quest. "Así que habla, o ve a tomar un paseo." El hombre exhaló. "Es una persona difícil, Roberts." Dar se encogió de hombros. "Eso me han dicho. Pero entonces, tú viniste a buscarme, no al revés." "Está bien, éste es el trato," Quest continuó. "Mi empresa, American Visions, pretende ser la primera línea de cruceros de Estados Unidos en décadas," dijo. "Hemos conseguido la disponibilidad de cuatro barcos, y los estamos reconstruyendo a las especificaciones de Estados Unidos en Nueva Zelanda." Nueva Zelanda de nuevo? Dar casi se dejó perder el rumbo. "¿Sí?" 88



"Pero todo es confidencial. Si podemos traerlos a los Estados para Enero, podemos agarrar un gran segmento del mercado nacional de los cruceros. Si esos cuatro lo logran, tenemos ocho más esperando en el extranjero para unirse a la flota." Dar miró. "Confidencial?" repitió. "Son barcos de crucero. ¿Cuánto es lo que pesan ... setenta, ochenta mil toneladas? ¿Cómo demonios los escondes?" Quest volvió a mirar a su alrededor. "No vamos a revelar quién es el dueño," dijo. "Y van a tener su pintada final en San Diego. De todos modos, el setenta por ciento de las restauraciones tienen que ser en Estados Unidos, y eso incluye la infraestructura técnica." "¿Y?" "Y si lanzamos licitaciones abiertas, es probable que las personas que no queremos que sepan acerca de esto se van a enterar, porque van a enviar espías para averiguar lo que estamos haciendo." Dar apoyó la barbilla en su puño. "Y si soy un espía?" preguntó. "Su empresa no tiene ninguna relación con el negocio," él respondió con prontitud. "Tampoco las otras tres compañías estadounidenses que pedimos para competir por el contrato ... y tengo algunos amigos en el gobierno que me dicen que puedes mantener tu boca cerrada." Dar negó con la cabeza. "Todavía no estoy interesada," dijo. "No sé si queremos involucrarnos en esto. Suena irregular." "Bueno ..." Quest respondió. "Realmente no lo es, es sólo un negocio. Tengo que arreglar unos papeles del gobierno y es por eso que tiene que ser mantenido en silencio. Entiendes? Es política." Dar frunció el ceño. "Tenemos una gran cantidad de contratos con el gobierno," dijo. "Creo que no queremos ser parte de ello." Ella hizo una pausa. "¿A quién más preguntaste? Tal vez pueda darte algunos nombres para que hables con ellos." Quest la miró, mordiéndose el interior de su labio. Finalmente se inclinó un poco hacia delante. "Advanced Tech, KDC, y Telegenics." "Ah." La expresión de Dar no cambió, pero un brillo oscuro iluminó sus ojos. "interesantes opciones." "Telegenics lo hace sonar sincero. Ellos han estado cortejando a mi director sobre otro contrato, así que ..." Quest se encogió de hombros. "De todos modos, ya que no estás interesada, déjame dejar de perder tu tiempo." Él se enderezó en su asiento, y se volvió a medias, deteniéndose cuando una de las figuras caminando por el vestíbulo le llamó la atención. "Seguro que debe estar lloviendo afuera." Dar observó el objeto de su atención, una sonrisa inconsciente apareciendo en su rostro. Incluso empapada, Kerry tenía la cabeza en alto, y a pesar de que la lluvia humedeció su ropa tenía una gracia innata mientras se acercaba a lo que atrajo más sus ojos que los de Quest. "Mm."

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Quest comenzó a ponerse de pie mientras Kerry se acercaba a ellos, pero ella le dio una sonrisa educada mientras se dejaba caer en la silla al lado de Dar y se apoyaba en su brazo. "Hola." "Hola." Dar rodó la cabeza hacia un lado e indicó a su visitante un tanto indeseado. "Kerry, este es Peter Quest, Sr. Quest, ella es Kerrison Stuart, mi pareja." Kerry extendió una mano cortésmente, y agarró la suya, luego lo soltó. "Sr. Quest." "Encantado de conocerte," él respondió. "Bueno, Srita. Roberts, como ya he dicho, no tiene sentido desperdiciar su tiempo. Le dejo para que pueda continuar con su día." Él se dio la vuelta y se marchó, dejando a Dar y Kerry detrás mientras desaparecía. Kerry se mantuvo en silencio por un momento, y luego se volvió hacia Dar. "Entonces, ¿qué fue todo eso?" preguntó. "Alguien te hace proposiciones, ya que andas con ropa tan provocativa?" "Difícilmente." Dar se empujó enderezándose. "Vamos arriba y me quitaré la ropa mientras te pongo al tanto." Se levantó y esperó a que Kerry se uniera a ella. "Te ves como..." "Una rata ahogada?" Kerry suspiró, levantándose y siguiendo a su pareja. "Me siento como una rata ahogada que ha sido golpeada en la cabeza con un ladrillo." Se frotó el cuello. "No estoy teniendo un buen día." Dar pasó el brazo por la espalda de Kerry, ignorando la humedad. "Problemas en la exhibición?" ella preguntó. "Deberías haberme llamado." Kerry suspiró y guardo silencio, tomando consuelo en la comodidad de la cercana presencia de Dar. "No es la exhibición," admitió después de que entraron en el ascensor. "Fui catalogada por ambas de nuestras nuevas amiguitas y creo que perdí la paciencia con ellas. Me hicieron enojar." "Uh oh." Dar rió suavemente. "¿Derramaste sangre?" "No es gracioso, Dar," Kerry murmuró. "Les dije a las dos que se fueran." Dar deslizó su tarjeta-llave en la puerta y la abrió, luego la mantuvo abierta mientras Kerry entraba. La siguió y cerró la puerta, parpadeando al darse cuenta de que el servicio de limpieza había estado dentro y limpió la habitación mientras había estado ausente. De alguna manera, habían logrado hacer la cama y colocar el computadora portátil en su posición exacta donde la había dejado. "Me alegro de haber cerrado la pantalla." Kerry se quitó la chaqueta y la puso sobre el respaldo de una silla. No levantó la vista cuando Dar se acercó a ella, pero cuando un par de un cálidas, fuertes manos tocaron su cuello y comenzaron a masajearla giró la cabeza hacia un lado y rozó la más cercana con sus labios. "Entonces de qué se trataba todo eso con ese tipo?" "Hizo una oferta que rechace," Dar dijo. 90



"Mm. Ha sido esa clase de día." "Puedo llamarlo de regreso, pero quería hablar contigo primero." Dar respondió, manteniendo su rítmico masajeado. "¿Almorzaste?" Kerry negó con la cabeza. El dolor de cabeza estaba desapareciendo, y sintió que la tensión se desvanecía en el hábil toque de Dar. Se desabrochó la falda y la dejó deslizarse hacia abajo, dándole un puntapié a un lado y casi tropezar mientras Dar comenzó a mezclar unos pellizcos juguetones junto con su masaje. "Así que no te importa si volé cualquier posibilidad de que seamos civilizados con nuestros vecinos del pabellón?" "No." Dar sopló en su oído. "Me has ahorrado la molestia." Ella deslizó sus brazos alrededor de Kerry. "Además, podría funcionar a nuestro favor si terminamos compitiendo cara a cara con ellos para un nuevo contrato de servicios." Kerry se detuvo a medio movimiento y miró por encima del hombro. "¿Qué?" "¿Cómo te sientes acerca de Nueva Zelanda?" Las cejas de Kerry se arquearon. "¿Nueva Zelanda?" ella preguntó. Po ... " Dar se rió. "Vamos a conseguir algo de comer, y te explicaré toda la maldita cosa," dijo. "Y puedes contarme lo que pasó con Heckle y Jeckle (Las urracas parlanchinas)." "Mmph." Kerry se giró a medias en los brazos de Dar y se acurrucó junto a ella, tirando de uno de los sujetadores de sus shorts. "Esa es la mejor oferta que he escuchado en todo el día." Sus ojos se posaron sobre la mesa. "Oh." Ella parpadeó. "Vino eso para mí?" "Uh huh." Dar esperó expectante. "Vas a abrirlo?" Finalmente, una sonrisa apareció en el rostro de Kerry, junto con un brillo diabólico en sus ojos. "No." "¿No?" "Nunca llegaremos a almorzar." Kerry le dio un beso rápido, y se deslizó fuera del apretón de Dar, dirigiéndose a su maleta para conseguir un cambio de ropa. Dar la miró, luego se volvió y miró la caja misteriosa. Ambas cejas se arrastraron arriba hasta la línea del cabello y apareció una sonrisa encantada. "¡Ajá!." Cruzó de brazos. "No podríamos llamar al servicio de habitación en cambio?" Kerry simplemente se rió y sacudió su dedo índice hacia su pareja.

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Capítulo Cinco SI ACASO, LA SALA estaba aún más llena cuando volvieron a entrar. Sin embargo, la lluvia había disminuido al menos, por lo que sólo estaban ligeramente rociadas con la humedad mientras pasaban de la humedad caliente al frío de la sala. Kerry pasó sus ojos sobre la multitud y vio a Mark regresando de la cafetería, "Mark!" El gerente de MIS reconoció el saludo y se detuvo a medio paso, girándose y dándoles una agitación de mano mientras las veía acercarse. "Hola." "¿Todo bien?" Dar preguntó. A regañadientes había cambiado sus cómodos overoles por un traje de negocios bien ajustado, y era consciente de que su apariencia distintiva ya estaba atrayendo la atención de varias personas en la corriente cercana de asistentes. "Parece una buena multitud." "Muy calmado hasta ahora, jefa." Mark asintió. "Los matones de marketing te estaban buscado hace unos minutos ... algún tipo de presentación o algo así." Dar frunció el ceño y miró a Kerry. "Se suponía que debía hacer una? Alguien se olvidó de decirme?" Kerry estaba igualmente sorprendida. "No que yo sepa," respondió. "No he visto tu nombre en el programa, Dar. Lo habría mencionado." "Me imaginé que lo harías." Dar se enderezó y miró por encima de la multitud, encontrando a Eleanor parada cerca de la entrada de la sala. "Déjame ir a averiguar qué demonios está pasando." Se abrió paso hacia adelante, pasando a través del vestíbulo lleno con sorprendente facilidad. "¿Sabes una cosa? Me estoy cansando de tener perfectamente buenas comidas arruinadas por pendejadas." Kerry sacudió la cabeza y comenzó detrás de Dar, encontrando un poco más difícil pasar a través de la aglomeración que su pareja más alta. Llegó al lado de Dar a tiempo para verla adoptar una postura beligerante, sin embargo, y hábilmente evitó el codo de Dar cuando la mujer más alta plantó las manos en las caderas. "¿Que pasa?" Eleanor parecía más divertida que preocupada. "Oh, su majestad no quiere ir a lucirse, eso es todo." "Ese no es el punto," Dar gruñó. "¿De dónde sacaste de ofrecerme como voluntaria para este circo?" Mantuvo su voz baja, pero la ira detrás de ello era real. "Vamos, Dar. Pensé que te gustaría ... tú y un par de otros frikis hablando por encima de la cabeza de todos. ¿Qué más se puede pedir?" Eleanor protestó. Dar miró a su alrededor, viendo una pequeña sala de máquinas expendedoras a un lado. Tomó del brazo a Eleanor y se giró, tirando de la mujer más pequeña con ella mientras se dirigía hacia el rincón. Mordiendo una protesta, Eleanor hizo todo lo posible para mantenerse al paso, mientras Kerry se

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deslizaba en el lado opuesto de ella y ayudó a despejar el camino con breves sonrisas y algún encantador 'disculpe.' "Hey. Si ustedes dos me van a poner en botas de cemento, déjenme llamar a casa primero, ¿de acuerdo?" Eleanor dijo, en un tono exasperado cuando llegaron a la habitación y entraron en ella. "Vamos ahora. Esto es un negocio, Dar!" "Sí." Dar se giró y dejó que su temperamento se encendiera. "Es un negocio." Eleanor dio un paso atrás por puro instinto. "Ahora, Dar." Levantó ambas manos. "Tómalo con calma. Voy a decirles que no estás interesada. No necesito una pelea a gritos contigo aquí." Dar sostuvo la mirada con una intensidad feroz. "No iba a gritar." "Espera, espera, espera." Kerry se interpuso entre ellas, poniendo una mano en la espalda de Dar. "Esperen, chicas." Ella mantuvo su voz suave. "Hagamos una pausa Zen aquí." Dar giró la cabeza. "pausa Zen?" El objetivo de Kerry era romper el enfoque decidido de Dar, y se felicitó en silencio en hacerlo en un solo intento. No era fácil, y a pesar de su relación siempre contenía el aliento cuando lo hacía. "Dar, tienes razón." "Maldita sea que la tengo." Dar resopló. Eleanor suspiró audiblemente. "Pero aparte de eso, sería realmente perder para ti que lo hagas?" Kerry preguntó. "Tú y algunos nerds ... hablando de engranajes electrónicos y ruedas dentadas ... suena más divertido que escuchar las repetitivas pendejadas de José toda la tarde." Dar frunció el ceño. "Kerrison." Suaves ojos verdes la miraron. "¿Cierto?" Kerry preguntó, confiando en la lógica simple de su argumento. "Quiero decir, sí, sé cómo te sientes, Dar. Me sentiría de la misma manera si alguien me ofreciera voluntariamente para algo sin que yo lo supiera." Se volvió hacia Eleanor. "No hiciste eso, ¿verdad?" "Me pasó por la cabeza," Eleanor admitió. Las cejas de Kerry se arquearon. "Eleanor, eso es realmente inapropiado," dijo. "No trabajamos para tí." "Sí, sí." La otra mujer levantó una mano. "Mira, lo siento," dijo. "Honestamente no pensé que te importaría un carajo, Dar. Tienes que estar aquí de todos modos, pensé que tendrías un poco de diversión." "Yo hago mi propia diversión," Dar gruñó. Sin embargo, se enderezó un poco y se acercó a Kerry, relajando su postura. "Maldita sea, Eleanor, no hagas esta mierda." Le dio un golpecito a la otra mujer en el hombro, y luego pasó por delante de ella. "O me aseguraré de que todo tu departamento trabaje en blocs de notas con pantallas VGA." Fuera de la línea de visión de Eleanor, Kerry dio a su compañera una palmada en el trasero, y luego observó mientras se dirigía a través del vestíbulo y

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se metió en la sala. Su cabeza se giró para mirar a Eleanor. Puso las manos en las caderas. "¿Qué fue eso?" Eleanor se encogió de hombros. "Ya sabes, ni siquiera lo pensé," admitió. "Últimamente, nos olvidamos a veces lo que Dar solía ser. Lo acabo de recordar. Lo recordaré la próxima vez." Kerry perdió las palabras brevemente. "Oh, no sé, Eleanor ... quiero decir..." "No te atrevas a decirlo," Eleanor interrumpió. "No te atrevas a decir que ella no ha cambiado, Kerry. Los dos sabemos que no es así. Recuerdas lo que era cuando empezaste. Recuerdas entrar en las reuniones que representan operaciones y tener gente animada." Kerry si lo recordaba. "Mm." Ella asintió brevemente. "Maldición, odiaba el lugar," admitió. "Quería vomitar la mayoría de las tardes." Eleanor tuvo la decencia de parecer incómoda. "De todos modos, ha sido una gran diferencia, y aunque algunas cosas probablemente se hicieron más rápido de la vieja manera, no lo cambiaría por ello. Solía temer las reuniones de personal. " Miró de nuevo en el vestíbulo, que había empezado a vaciarse. "Ella ya no está intimidando a toda la industria, y sí, probablemente perdimos a causa de eso, pero no me importa." La frente de Kerry se frunció. "Realmente no piensas eso, ¿verdad?" preguntó. "Que hemos perdido ventas debido a que Dar no está gritando a todo el mundo todo el tiempo?" "Bueno." Eleanor se volvió y apoyó un hombro contra la pared. "Es tentador, ¿no es así? Es más fácil pensar que es por ese motivo que debido a que José y yo no estamos haciendo nuestro trabajo." Una mirada sardónica cruzó su cara. "No, realmente no creo eso. El mercado simplemente se está volviendo hacia las empresas más pequeñas en este momento. Todo el mundo piensa que es mejor economía." "Pero en realidad no lo es." Kerry se relajó. "A la larga." "Mm." Su compañera dio una media sacudida de cabeza. "No ayuda a mi informe de resultados trimestrales sin embargo." Le dio a Kerry una mirada irónica. "¿Quieres ir a escuchar a la vieja gruñona estallar a los nuevos chicos del barrio? No tienen ni idea que la ofrecí voluntariamente." Una sonrisa incontenible apareció en el rostro de Kerry. "Tienes una vena mezquina, El." Hizo un gesto hacia el vestíbulo. "Seguro, vamos."

DAR SE DETUVO en el borde del espacio abierto, revisando el pequeño grupo de hombres agrupados a un simple paso del mini escenario. Dos que sabía ligeramente, eran directores técnicos de alto nivel en la industria que había conocido a principios de año en una función de red, y otras tres personas cuyos nombres había escuchado por ahí. Todos hombres, todos en sus treinta años,

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todos con ese aire de no exactamente dirección sobre ellos que los técnicos suelen tener; pantalones plisados con chaquetas deportivas, o trajes de trabajo. Dar se detuvo brevemente para arrojar su molestia a Eleanor, y luego se abrió camino a través de la última línea de observadores y dio un paso hacia la plataforma. "Buenas tardes, caballeros." Los cinco hombres y el moderador se giraron al oír el sonido de su voz. Los dos hombres que sabían quién era ella asumieron inmediatamente lo que Dar siempre había pensado como ‘la actitud de oler a pañal sucio’, y se dio cuenta de que había pasado bastante tiempo desde que lo había visto. La hizo sonreír. El moderador dio un paso adelante y extendió una mano. "Ah, Sra. Roberts. Me alegro de que pudiera unirse a nosotros." Dar apretó sus dedos en los de él y los soltó. "Cuando quieras," dijo, volviendo sus ojos hacia los dos hombres más cercanos a ella."Hola, John. ¿Cómo va ese experimento con interruptores a nivel usuario?" El hombre al que ella se dirigió hizo una mueca. "Nosotros ... ah ... bueno, tomamos una ruta diferente con eso, Dar. Gracias por preguntar!" Se volvió hacia su compañero." Ted, conoces a Dar Roberts, ¿verdad? " "Uh ... seguro." Ted extendió su mano con cautela. "Nos topamos en la conferencia IEEE hace un par de meses ... una estupenda presentación que hizo allí." "Gracias," Dar respondió amablemente, dando a los otros tres un breve asentir de cabeza cuando el moderador hizo las presentaciones. "Entonces que pasa con esto? Estamos hablando de IP v6, o algo realmente de importancia trascendental como los últimos agujeros en la seguridad en SNMP (Protocolo Simple de Administración de Red)?" "Eh ... ja." El moderador terminó de poner algunos taburetes en el lugar para sus invitados. "Bueno, la seguridad de nuestras redes es el tema ... ah sí," "Mm." Dar reclamó el último taburete en un lado y se sentó en él, dejando que sus ojos se movieran ociosamente sobre la multitud mientras el resto de los oradores se ponían en su lugar. Vio los rasgos distintivos de Shari cerca del fondo pero dejó que sus ojos pasaran directo sobre ella, colocándolos en cambio en la mujer rubia ahora situada en el pabellón cercano. Kerry le dio un pulgar hacia arriba. Dar puso los ojos en blanco y cruzó los brazos, pero dirigió un guiño a su pareja no obstante. "Muy bien, amigos." El moderador aplaudió. "Vamos a iniciar este debate." "¿Debate?" Dar se rió. "Eleanor la cagaste de nuevo. Escogiste mal a uno de nosotros." John se inclinó más cerca. "Lo siento, ¿Dijiste algo, Dar?" "No," Dar respondió. "La pregunta que estamos haciendo aquí ..." El moderador los miró subrepticiamente. "Son nuestras redes seguras?" preguntó. "Con todas las cosas que hemos escuchado en las noticias últimamente ... sitios de Internet

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hackeados, tarjetas de crédito robadas, conducir por la piratería informática... están todos ustedes preocupados? ¿Son sus redes seguras?" Dar miró a los oradores mirándose el uno al otro, esperando a ver quién iba primero. "Esa es una pregunta idiota." Ella lanzó la frase para provocar un poco de diversión. "¿Qu ... qué?" el moderador tartamudeó. "Esa es una pregunta idiota," Dar repitió, un poco más lento para él. "¿De verdad crees que alguien aquí va a ponerse de pie delante de clientes potenciales y sus compañeros y decir ‘por qué no ... mi red es una favorable coladera! Gracias por sacar el tema!’" Los otros hombres en la plataforma rieron un poco y John asintió, haciendo un gesto en dirección a Dar. "Sí, lo que ella dijo." Desconcertado, el moderador se aclaró la garganta. "Bueno, bien, veo su punto. Pero qué pasaría si ..." Se detuvo. "Muy bien, ¿Qué pasaría si trajera a un hacker aquí, a la plataforma, y decirme que podría entrar en cualquiera de sus redes. ¿Qué le dirías?" Los otros cuatro se miraron entre sí, y luego al unísono, miraron a Dar. "¿Quieres un trabajo?" Dar comentó, con una sonrisa. Toda la multitud comenzó a reírse. "Sra. Roberts, es una pregunta seria." El moderador trató desesperadamente de tomar el control de nuevo. Dar se levantó y metió las manos en los bolsillos de su falda. "Por supuesto que lo es," respondió. "Todos inyectamos una parte significativa de nuestros presupuestos colectivos para el endurecimiento de nuestras redes." Una media inclinación de su cabeza. "Pero para responder a tu pregunta, no." "¿No?" "No, nada en la vida es perfecto." Dar negó con la cabeza. "Puedes poner maquinaria y mano de obra en ello hasta la exasperación, pero en algún lugar va a haber un agujero. Hay muchos lugares donde es posible y a veces fuera de nuestro control." John asintió de nuevo. "Dar tiene razón," dijo, y luego se detuvo. "Bueno, por supuesto, porque Dar siempre tiene razón, y todos lo sabemos." La multitud se rió de nuevo. Dar respondió con una sonrisa relativamente amable. Sus ojos atraparon un movimiento en el fondo de la multitud; la distracción resultando ser Shari teniendo una discusión un tanto animada con Michelle. Estaban discutiendo. Las cejas de Dar se alzaron, cuando captó un gesto en dirección a ella. Pero Michelle apretó firmemente el brazo de Shari y comenzó a alejarla. Hm. Los ojos de Dar se deslizaron a su izquierda, viendo la cabeza de Kerry girada en esa dirección.

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"Pero sabes, realmente hemos hecho algunos avances en esa área ... déjame repasar sobre algunos de ellos," John continuó. "Espera un minuto," un hombre robusto con un traje gris claro interrumpió. "Déjame preguntar ... oye, señora." Dar lo miró. "Realmente contratas hackers?" el hombre preguntó. "Quiero decir, es una gran historia ... que ILS contrata a hackers." Él se giró y obtuvo el acuerdo de aquellos junto a él. "Como cliente, no sé cómo me siento sobre eso." "Alguna vez has estado puesto en peligro?" Dar preguntó. "No ... quiero decir, no que yo sepa," respondió el hombre. "Quieres decirles?" La voz de Shari atravesó la multitud. Por el rabillo del ojo, Dar vio a Kerry deslizarse desde su sitio y comenzar a través de la multitud como un decidido ciclón en miniatura. El romance del movimiento le atrajo, y la risa que provocó sacudió el sonido de la voz de Shari de sus oídos. "Por supuesto que les diríamos," Dar respondió a la pregunta en un tono sereno. "Nunca hemos tenido que hacerlo." "No has respondido a mi pregunta," el hombre de gris acusó. "¿Cuál es tu pregunta?" Dar dio la vuelta a la situación. "¿Estás preguntando si alguna vez contraté a alguien que había deliberadamente entrado en los sistemas informáticos de otra persona?" "Sí." "Por supuesto," Dar respondió. Los otros hombres en el podio se alejaron de ella, poniendo algo de distancia entre ellos como si se desvincularan de la misma idea. "Pero sólo si tenían éxito en ello," ella continuó. "Sólo contrato a los mejores. Es por eso que nuestra red ..." sus ojos se dirigieron a la habitación, "nunca se ha visto en peligro." "¿Nunca?" John exclamó. "Nunca," Dar dijo, con tranquila certeza. "Pensé que habías dicho que ninguna red era perfecta?" el moderador interrumpió. "Lo hice," Dar dijo. "Pero la nuestra es tan perfecta como puedo hacerla y nunca ha estado puesta en peligro." Ella cruzó los brazos sobre su pecho. "Es por eso que nunca he tenido que decirle a un cliente que han sido hackeados. Contractual y legalmente, definitivamente tendría que hacerlo." "Está bien, así que ..." El moderador echó un vistazo a la multitud inquieta. "Bueno, esa es una gran afirmación." "Vamos. Inténtalo." Dar lanzó el reto. "Alguien por ahí tiene el valor para desafiarnos?" Miró hacia el lugar donde había estado Shari, pero el área era ahora solo un agujero en la muchedumbre. Kerry había, ominosamente, también desaparecido. "Somos condenados todo el tiempo por ser costosas camisas almidonadas. Bueno, obtienes lo que pagas y la seguridad no es barata." 97



"Apuesto a que tu director de seguridad no te está queriendo en este momento," John murmuró. Dar le dio una mirada divertida. "Él estaría contento con el reto." "Muy bien, amigos." El moderador finalmente decidió tomar el control de nuevo. "Así que esto resultó ser un tema muy interesante después de todo." "Mucho," el hombre de gris murmuró. "Pero no lo entiendo," una mujer en la parte delantera se dirigió a Dar. "Pensé que los hackers eran criminales." "Depende," Dar dijo. "Pueden serlo, pero la verdad es que estamos enfrentando serios ataques de personas que violan la ley, que tan responsable sería yo de no tener personas que pudieran contrarrestarlos?" La multitud estaba inquieta. El moderador se adelantó frente a ellos. "De acuerdo. Entonces, vamos a hablar de algunos de los informes que hemos tenido últimamente sobre troyanos, eh?" Dar se sentó en su taburete de nuevo y se cruzó de brazos. Y eso, pensó, le enseñaría a Eleanor para ofrecerla voluntaria, ¿verdad? Sintió los ojos en ella, y giró la cabeza, no del todo sorprendida al encontrar a Peter Quest cerca, mirándola, con una sonrisa en su rostro. Ahora él no parecía preocupado por los piratas informáticos en absoluto. Mientras Dar, por el contrario, estaba preocupada por tener que rescatar a una mujer de ojos verdes que amaba mucho. Era hora de poner fin al debate.

HABÍA VECES, y ésta era una de ellas, que Kerry maldijo el lanzamiento de los dados genéticos que la condenaron a una vida casi un pie más baja que su compañera. Podía ver a su presa delante de ella, pero cuando pasó a través de la última línea de cuerpos trajeados y se metió en lo despejado, Shari y Michelle no se encontraban en ninguna parte. "Hija de puta." Kerry se dirigió hacia los puestos, medio escuchando el comentario condenatorio de Dar detrás de ella. El debate de la seguridad había empezado mal y fue en picada desde allí, y la despreocupada confirmación de su jefa que contrataron a hackers seguro que no iba a hacer su vida más fácil, pero esos eran detalles menores. Shari yendo en su manera de atacar Dar no lo era. Kerry rondaba por los pasillos, buscando a las dos mujeres. Al pasar junto a su propio puesto, sin embargo, se detuvo. "Está bien, espera un minuto." Se sereno. "Y qué vas a hacer cuando las persigas, Kerrison?" preguntó "Empezar una pelea de gatos? Pelea de bar en la exposición comercial? Eso hará titulares." "¿Señora?" Uno de sus técnicos se escabulló, viéndola allí de pie. "¿Dijo algo?"

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Kerry suspiró. "Nada inteligente, no." Pero sus ojos seguían barriendo la sala de todos modos, medio esperando que pudiera detectar lo que estaba buscando. "Oye." Mark apareció. "Dar me ha expuesto!" Parecía sorprendido. "¿Escuchaste eso?" Kerry se apoyó en el borde del pabellón. "Lo oí. Así como todos los demás. Sé lo que voy a pasar las próximas dos semanas explicando." Sintió que la multitud volvía al área de exhibición detrás de ella. Sin girarse sabía que Dar se dirigía hacia allí. Era una sensación muy extraña. Para probarlo, casualmente Kerry giró la cabeza justo cuando Dar despejó los puestos de un pasillo y apareció a la vista. Observó cómo una leve mirada de alivio cruzaba la cara de su pareja al verla, y se sintió un poco avergonzada mientras Dar subía a la plataforma con ella."Hola." "Hola." Dar echó un vistazo a su alrededor. "¿Estás bien?" Kerry se aclaró la garganta suavemente. "Si quieres decir, si noquee a alguien recientemente, no," murmuró en voz baja. "Chico, pero me daban ganas. Creo que será mejor que me vaya de aquí antes de que mis hormonas nos lleven a la corte." "Nah." Dar sonrió. "Voy a ponerte una camiseta sin mangas con las palabras ‘Mi guardaespaldas’ directamente en el pecho." Ella sopló un mechón de pelo oscuro de los ojos."Está bien, creo que estropee esto bastante en grande. Lo siento." "Eh." Kerry indicó a Mark, que estaba estudiando una consola a través del puesto. "La mayoría de nuestros clientes han trabajado con Mark durante años. No va a ser la gran cosa. Me ocuparé de ello." Puso su mano sobre el hombro de Dar. "Para cuando termine, habrás iniciado la nueva tendencia en la contratación de IT." Eleanor se apresuró a entrar en el puesto desde el otro lado, explicando cuando vio a Dar. "De acuerdo, tú ganas!" Ella levantó las dos manos. "La próxima vez, me atendré a repartir bolígrafos de ILS para la publicidad!" "Dar!" José llegó desde la dirección opuesta, sudando. "Jesus! ¿Nos podrías haber advertido que ibas a hacer eso? Dios mío!" Dar esnifó. "Tenemos la atención," ella comentó. "¿No eres tú el que siempre dice que cualquier publicidad es buena?" Ciertamente se estaban convirtiendo en el centro de atención rápidamente. El puesto estaba rodeado de espectadores curiosos, así como los clientes que ahora clamaban por la atención. El hombre de gris se abrió paso hacia adelante, dirigiéndose directo hacia Dar. "¿Es aquí donde me quito y te dejo limpiar mi desorden?" Dar preguntó, con una débil sonrisa. Eleanor suspiró. "Es una broma." Dar enfrentó a la multitud y sostuvo sus propias manos arriba. "Está bien, amigos. Cálmense."

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"Dar ..." "Lo tengo," Dar le dijo en voz baja. "Vigila a nuestras amigas. Si las ves ..." "Entro en mi personificación de WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza)?" Kerry dijo en broma. Dar se giró y la miró con expresión desconcertada. "Vas por un panda?" "¿Panda?" "No importa." Dar se volvió hacia la multitud. "Está bien. Vamos a poner esto en perspectiva, ¿de acuerdo?" Ella alzó la voz. "¿Cuántas personas aquí creen que los agentes de policía siempre obedecen las leyes de tránsito?" "¿Qué?" el hombre de gris balbuceó. "¿Qué tiene eso que ver con esto?" "Levanten sus manos." Dar lo ignoró. "Vamos." "¿Cómo puedes esperar seriamente que confiemos en alguien que infringe la ley? El hombre tercamente se mantenía en su rostro." ¿Eh? " Dar lo miró. "Soy de Miami," le recordó con una leve sonrisa. "Elegimos a los criminales allí." "Dar." Eleanor se estaba poniendo nerviosa. Mark se acercó. "Hola, Sr. T!" saludó al hombre de gris. "¿Cómo está ese sitio web, todavía estable?" El hombre frunció el ceño. "Um ... sí, bien, bien, Mark. Escucha, podemos hablar de eso más tarde. Ahora quiero algunas respuestas acerca de esta cosa de hacker." Mark se inclinó sobre el borde del puesto y bajó la voz. "Oiga, Sr. T?" Molesto, el hombre lo miró. "Dije..." "Soy hacker." Mark señaló su propio pecho. "Sólo soy como el número dos, si sabes lo que quiero decir." Su pulgar avanzó hacia la imponente forma de Dar. "Estás bastante a salvo. No se preocupe." El hombre de gris lo miró con ojos desorbitados. "Muy bien, entonces hablemos de la seguridad." Otro hombre empujó hacia adelante. "Me importa un carajo a quien contrate. Dices que no puede ser forzado? Mi sitio ha sido puesto fuera de línea tres veces en dos meses. Dime cómo puedo detenerlo." "Contrátanos." Dar se encaramó en la esquina del mostrador, dejando que sus manos descansaran sobre su muslo mientras se acomodaba en un elemento más cómodo. Su comentario atrajo un poco de risa, y ella sonrió en respuesta. "En serio. Es una gran cantidad de esfuerzo intensivo, y un maldito presupuesto sustancial. No puedes parar nunca ... no hay tiempo para que puedas tomar un respiro y decir estamos bien." "Correcto." Mark asintió. "Las 24 horas del día, estamos revisando, vuelto a revisar, doblemente revisar, viene con nuevos cheques ... nunca se detiene." Kerry se echó hacia atrás y se relajó un poco, dándose cuenta de que Dar, de hecho, tenía la situación muy bajo control. Se reclinó contra el poste central del puesto, soltando un silencioso suspiro de alivio. Entonces, por supuesto, vio a

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Shari y Michelle en la periferia de la multitud. Sus ojos se estrecharon, pero las dos parecían contentas con solo estar paradas y escuchar. "Qué circo." Eleanor se apoyó en el poste junto a Kerry. "La próxima vez voy a enviar a mi asistente. Voy hacer un crucero en su lugar." "Mm." "Sabes, es divertido ver a la vieja Dar de nuevo, sin embargo," la mujer mayor reflexionó. "Me alegro de que ella es señalada así, no de esta manera." Kerry exhaló. "Me alegraré cuando las malditas puertas se cierren esta noche y podamos largarnos de aquí." Eleanor la miró, con una expresión de desconcierto. "No te sientes bien, Ker? Has estado inquieta todo el día." Lo había estado? Kerry frunció el ceño, pensando en sus acciones desde la mañana. "Sí, bueno ..." Ella se encogió de hombros. "Entre el clima y nuestras amigas de allá, lo último de mi paciencia consiguió enviarse por Fargo alrededor de la hora del almuerzo." Eleanor le dio una palmada en el hombro, y entonces gimió y se dirigió a reunirse con José. Kerry observó un momento más, y luego se sentó detrás de una de las consolas y sonrió a un cliente lo suficientemente valiente para pasar por delante de Dar para mirar por encima del hombro. "Hola." "Hola." El hombre se sentó junto a ella y miró la pantalla. Qué actualmente mostraba su vista de nivel superior, los enormes segmentos principales que constituían el núcleo de su red. "Eso es realmente impresionante." "Gracias." Kerry le sonrió. "Es un muy buen diseño. Hay tanta redundancia, incluso cuando tratamos de estrellarlo, no podemos." "Apuesto a que costó un dineral," el hombre le devolvió la sonrisa. "Lo hizo, pero ya está pagado por sí mismo," respondió. "Observa esto." Kerry escribió un comando, derribando uno de los núcleos de los centros de enrutamiento y eliminándolo de la red. Aparte de un pulso un poco más verde, la red apenas parpadeó, reencaminándose alrededor de ello en un abrir y cerrar de ojos. "Guau." Kerry restauró el centro antes de que su buscapersonas comenzara a golpear el techo y observó las rutas reestablecerse. "Es flexible y auto curativo. Un placer manejarlo." Miró más allá del hombre, un poco sorprendida de encontrar a Peter Quest allí, observándola. "Bueno, vamos a tener que ver nuestros presupuestos," dijo el hombre. "Es una economía difícil." Palmeó el escritorio y se alejó, despejando el camino para que Quest se acercara. "Hola," el hombre repitió, extendiendo su mano. "Nos conocimos antes? Mi nombre es Peter Quest." Tomó los dedos extendidos de Kerry y los estrechó. "La gente me dice que eres a quien dirigirse sobre un nuevo negocio. Eso es verdad?"

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Las orejas de Kerry se animaron un poco. "Podría ser," ella permitió. "Soy una de las personas. ¿Qué tienes en mente?" Quest le sonrió de nuevo. "Permítame preguntarle algo primero," dijo, inclinándose sobre el mostrador con un codo. "¿Estás lista para un desafío? ¿Puedes poner tu nombre en una línea punteada, y competir frente a frente por algunos negocios ... podría resultar ser bastante grande." Kerry cruzó las manos. "¿Que me estas preguntando?" preguntó. "¿Puedo negociar un contrato para ILS? Por supuesto." "Incluso si otra persona de tu compañía ya dijo que no?" "Bien." Kerry se echó hacia atrás. "Tal vez. ¿Por qué no me dices cuál es tu propuesta, y luego hablaremos de ello." Quest asintió, con una mirada de satisfacción. "Eso es todo lo que pido." Se inclinó hacia delante. "Esté es el asunto."

DAR SALIÓ DEL baño, secándose el pelo un poco seco, vestida sólo con una segunda toalla que apenas era decente en su alta figura. Se detuvo para apoyarse en la puerta, mirando la forma tumbada en la cama. "Ker?" "Ungh." Kerry tenía el brazo echado sobre los ojos. "Shh. Kerry no está aquí. Es sólo una ciruela pasa, haciéndose pasar por Kerry." "Uh huh." Dar se sentó en la cama junto a ella, casi tirando de su toalla suelta. "Eso fue un aguacero. Me alegro de que hayamos regresado aquí." Se acercó y utilizó la otra toalla para secar la cabeza de Kerry. "Qué dolor en el culo este largo día." Kerry rodó y colocó su brazo sobre el muslo de Dar. "Tenemos que hacer eso de nuevo mañana, Dar. Augh!" Tamborileó sus pies contra las sábanas y se encogió en el regazo de Dar. "Pig farts! (*)" No en absoluto disgustada por el desarrollo, Dar tiró la toalla en algún lugar cerca del baño y se concentró en su brazada de linda rubia en su lugar. Estaba aliviada de que el día había terminado, y estaba muy ansiosa por las próximas horas a solas con su pareja. En consecuencia, deslizó su mano bajo el cuello de Kerry para sostenerla mientras se inclinaba y le dio un beso sin prisa, disfrutando de la simple pasión de ello. Pudo saborear los últimos restos del refresco de limón que Kerry había agarrado en su salida de la exposición, y mientras sus lenguas jugaban suavemente una contra la otra, dejó escapar una risita. "¿Que es tan gracioso?" Kerry preguntó. "Me divert en la sesión de la tarde," Dar admitió. "Creo que tengo todo bajo control."

(*) Nombre de una escuela imaginaria en el musical de Harry Potter.

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Kerry ajustó la toalla, tirando libre de su pliegue y exponiendo el torso de Dar. "Mmhm." Trazó un círculo alrededor del ombligo de su pareja. "Creo que lo hiciste también. Gracias." Sintió los músculos bajo la piel de Dar contraerse. "Tengo la sensación de que vas a salir en las noticias, sin embargo ... vi reporteros allí. Con cámaras." "Eurgh." Dar hizo una mueca. Kerry se rió entre dientes. "No es que necesitaran un escándalo para tomar fotos de ti ... lo hacen de todos modos. Podrías haber estado explicando el encubrimiento de la subred y aun así habrías conseguido una multitud." Ella dejó caer la mano a la cama y cerró los ojos. "Umph." "¿Pasa algo?" Dar preguntó. "Dolor de cabeza." "¿De nuevo?" Dar cerró los dedos alrededor de la nuca de Kerry y la masajeó suavemente. "Veo que mi amigo Quest te encontró .. eso te dio esto?" Kerry permaneció en silencio, disfrutando del masaje. Luego exhaló. "No fue tan malo," admitió. "Tenía algunas cosas interesantes que decir." Dar mantuvo el movimiento de sus manos. "Ah," murmuró, sorprendida. "¿Qué ha dicho? Debe haber sido diferente de lo que me dijo." Tenía la mejilla apoyada en la pierna de Dar, y Kerry dejó que sus dedos acariciaran la piel allí antes de contestar. "Creo que fue la misma oferta." Dar lo consideró por un rato. "¿Qué le dijiste?" preguntó finalmente. "¿Estás de acuerdo en hacerlo?" Kerry rodó la cabeza hacia un lado y abrió los ojos, mirando a Dar con una expresión ligeramente triste. "Cariño, honestamente crees que haría algo que ya me dijiste que habías rechazado en nombre de la empresa?" Alzó la mano para hacerle cosquillas al ombligo de Dar de nuevo. "Estaba realmente, realmente curiosa en cuanto a por qué lo rechazaste, sin embargo. " "Lo que no entiendo es por qué te lo preguntó," Dar dijo. "¿Cuál es su juego?" "Bueno ... si la mamá dice que no." Kerry se burló de ella. "Simplemente vas a preguntarle a ... um ... ya sabes lo que quiero decir." Ella cerró los ojos otra vez mientras los dedos de Dar encontraron un nudo en la parte posterior de su cráneo. "Me preguntó si yo tenía el valor para pasar sobre ti." "¿Y?" Kerry abrió un ojo y la miró. "¿Qué piensas?" Una sonrisa se torció en las comisuras de la boca de Dar. "Creo que ahora mismo confío en que tu criterio es mejor que el mío. Para ser honesta, no puedo decir por qué diablos lo rechacé, Ker. No tenía ninguna razón para ello ... ninguna razón de negocios, de todos modos." Las cejas de Kerry se alzaron. "Luego cuando reconsideré ... fue porque Telegenics también estaba haciendo una oferta, y quería patearles el culo. No porque hubiera hecho una

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buena opción de negocio." Dar exhaló, pero parecía tranquila. "Creo que es hora de que desocupe esa oficina, mi amiga. Simplemente no me apetece seguir." "Dar ..." Dar puso sus dedos en los labios de Kerry. "Es la verdad, las dos lo sabemos," dijo. "No voy a salirme, Kerry, pero no estoy haciendo mi trabajo." Vacilante, Kerry cedió, confundida y perturbada por la admisión de su pareja. Dar no parecía molesta por ello, pero ella lo estaba, y no tenía sentido fingir que no lo estaba. "No estoy muy feliz de escuchar eso," suspiró. "Sobre todo porque creo que eres brillante en lo que haces, y este último año lo has demostrado una y otra vez." Dar trazó el surco en la frente de Kerry. "De todos modos ... podemos hablar de ello cuando lleguemos a casa," dijo. "Entonces ... ¿qué le dijiste al pequeño Peter?" Kerry se puso boca arriba y colocó las manos sobre su estómago. Reconoció el cambio de tema por lo que era, y se preguntó sobre si dejar a Dar salirse con la suya. Entonces el dolor en su cabeza se hizo sentir de nuevo, y decidió que si Dar no quería hablar de eso en este momento, eso estaba bien con ella. Tal vez lo pensaría un poco más. Había sido un día difícil. "¿Qué le dije al pequeño Peter?" repitió. "Bueno, le dije que era una propuesta interesante, que era algo en lo que tenemos mucha experiencia en hacer, algo que probablemente podríamos manejar con facilidad, y algo en lo que estaríamos interesados en participar." Dar deslizó sus manos bajo la cabeza de Kerry y reanudó su masaje. "Sin embargo," Kerry continuó: "También le dije que tenía nada más que el máximo respeto a tu juicio, así que si él estaba buscando un campeón para confrontar contigo, escogió a la rubia equivocada." "Mm." "Él parecía pensar que eso era gracioso." "Hmm?" "Creo que es cuando mi dolor de cabeza comenzó de nuevo." Kerry cerró los ojos contra la luz en la habitación. "Le dije que estaría en contacto y lo eché del puesto." Dar dejó que el silencio se alargara después de eso, mientras seguía trabajando en los tensos músculos de Kerry. Observó como la piel de la frente de su pareja se aflojaba, y su respiración se ralentizó mientras se relajaba. "¿Quieres hacerlo?" finalmente preguntó en voz baja. El mínimo asomo de una sonrisa apareció en los labios de Kerry, y entreabrió un párpado. "Quiero que lo hagamos," respondió, con voz ronca. Hm. "Nosotros como en ... tú y yo, quieres decir?" Kerry asintió. "Creo que sería bueno para la empresa, seguro ... pero para demostrar que tengo mi cabeza en mi lugar de trabajo tanto como tú la tienes,

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realmente sólo quería ir allí, sólo nosotras dos, y azotar el trasero de todos los demás." "Ahhh ..." motivos ocultos. Dar se rió suavemente. "Algo como eso." Kerry alcanzó detrás de ella y capturó el pie de Dar. Ella pasó sus dedos sobre los tendones y amenazó con hacerle cosquillas, sintiendo los músculos contraerse instintivamente. "Además, me gustaría ver Nueva Zelanda." Dar dejó una mano apoyada en el estómago de Kerry. "Ahhhhh". Golpeó el borde de su pulgar contra las abdominales de Kerry. "Eso trae a tooodddaa esta cosa al punto de partida." Con la otra mano, levantó algo de la mesilla de noche y lo dejó caer sobre la cama junto a su pareja. "A esto." Kerry volvió la cabeza y miró la caja. "Ahh." Imitó a Dar. "Sabes, cariño, si realmente querías saber podrías haberlo abierto." "Ese no es mi nombre en la etiqueta." Dar se retorció en un lugar más cómodo y se apoyó en un codo, mirando expectante el paquete y luego a Kerry. "Te sientes mejor?" ¿Cómo podía no sentirse mejor? Kerry se preguntó, mientras rodaba sobre su costado y alcanzaba por la caja. Estaba tumbada en la cama, con la cabeza en el regazo desnudo de Dar, esperando ansiosa lo que estaba en la caja. El dolor de cabeza había desaparecido bajo el toque de Dar, y la sensación de reprimida tensión estaba siendo sacada por una combinación de estar donde estaba y ser capaz de sentir el cariño que casi salía de su compañera mientras la apacible, extremadamente suave caricia recorría su cuerpo. Sería muy fácil simplemente dejar que el mundo desaparezca. Pero allí estaba su caja para abrir y la cena que tenía que tener, y fuegos artificiales para ver desde su balcón. Así que Kerry obediente arrancó la envoltura de la caja, rasgando y liberando la caja de sus ataduras. "No. Tienes las dos manos libres. Ábrela." Dar no necesitaba una segunda invitación. Cogió la caja y quito la tapa, mirando dentro. Luego le dio la vuelta y dejó caer el contenido en su mano. Era un frasco, con una tapa blanca y una etiqueta aparentemente escrita a mano. Dar parpadeó. "Doble caramelo de pintura corporal?" Ella leyó en voz alta. "De Nueva Zelanda?" Kerry fingió una mirada inocente. "Ellos no lo tenían en Sawgrass Mills." Dar se mordió el labio, y luego se echó a reír, dando la vuelta al frasco en su mano con deleite. "Oooohh ... el servicio de limpieza va a estar enfadado con nosotras." Ella se rió. "Kerry, que te hizo pedir esto?" Sus ojos se posaron en la cara de su pareja. "Aburrida?" Por primera vez en mucho tiempo, Kerry se puso color rojo ladrillo, el cambio de color muy evidente contra su blanca camiseta de algodón. "¡No!" Soltó, agarrando el frasco. "Estaba comprando! En Internet!" "Comprando por ..." Dar bromeó. "Frascos, caramelo, juguetes sexuales?" 105



Kerry se aclaró la garganta con fuerza. "¿Sabías que tienen dulces con sabor a leche allí?" Ella cambió de tema. "Y bueno, mira ... tengo un lienzo listo para probar esto." Pellizcó el vientre desnudo de Dar. "Para ser honesta, estaba buscando algunas cosas que podríamos llevar en el barco y señalé e hice clic sólo un poco ... ah ..." "¿Fuera de rumbo?" Dar sonrió. "Tú y un ratón. Peligroso." "Trackball (Bola de seguimiento). Odio los ratones." Kerry la corrigió. "Bolas sucias - no es mi estilo." Se inclinó y mordisqueó un poco la piel de Dar. "Entonces qué dices, Dixiecup? ¿Quieres ver si tengo siquiera un hueso artístico en mi cuerpo esta noche?" Dar puso el frasco abajo y recogió a Kerry en cambio, encrespando el cuerpo alrededor de su pareja y entregándole un serio beso apasionado que provocó un suave gemido desde las entrañas de Kerry y colocó las manos de la mujer rubia errantes sobre la piel de Dar. "Sí," susurró al oído de Kerry. "Pinta lo que quieras en mí. Ni siquiera voy a revisar la ortografía." "¿Ortografía?" Kerry se rió, relajando su cuerpo contra el de Dar. "Nena, no voy a escribir nada. Vas a ver cómo nuestra reprimida blanca anglosajona y protestante pinta con los dedos." Se revolcaron sobre la cama, riendo mientras se enredaban en las sábanas y terminaron casi cayéndose. Dar entrelazó sus brazos alrededor de Kerry y la abrazó con fuerza, soltando un suspiro profundamente satisfecho. "Al diablo con todos ellos," dijo. "Vamos a divertirnos." "Grrowl."

"ESTOY EN EL CIELO." Kerry puso sus pies descalzos en la barandilla junto a los de Dar mientras se sentaban y miraban los fuegos artificiales. Ausentemente, se acercó y tomó la mano de Dar en la suya, mientras dejaba que la otra descansara en un muy satisfactoriamente vientre lleno. "Gracias a Dios que no hacemos esto todo el tiempo. Sólo puedo imaginar la cantidad de sudor del gimnasio que tendría que poner para seguir el paso." Dar flexionó los dedos de los pies y se inclinó más cerca, presionando su hombro contra el de Kerry mientras un nuevo juego de luces de colores explotaba en la distancia. "Mm." Ella estuvo de acuerdo con ambos sentimientos, aunque era difícil concentrarse en la pregunta a través de la cerveza que habían compartido durante la cena y la lasitud del aire cálido que estaba presionando sobre ella. "Eso fue bonito." "Uh huh." Kerry apoyó la cabeza en la parte superior del brazo de Dar. "Paladar Katherine?" "Mmm ..." Dar la miró. "¿Qué he hecho?" "Nada. Sólo me gusta tu nombre." Kerry exhaló con satisfacción. "Entonces ... ¿cuál es nuestra estrategia para mañana? Hay dos grandes paneles en la

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tarde ... uno es en la dirección de la conexión inalámbrica, el otro en la contratación externa. Creo que deberíamos estar en los dos, ¿no?" "Oh," Dar reflexionó. "Como si no hubiera hecho suficientes problemas hoy, quieres que lo intente de nuevo mañana? Alastair probablemente ya destrozó su protector de escritorio." Levantó la taza de café que estaba junto a su codo izquierdo y tomó un sorbo de ella. "Me sorprende que no ha llamado." "Tal vez él no ha escuchado," Kerry sugirió. "No fue la gran cosa, Dar. Una vez que empezaste a hablar con ellos, todo el mundo realmente se relajó." "Umph." Dar observó varios cohetes elevarse, estallando en patrones de rojo y azul sobre su cabeza. "Sí, está bien. Me apunto. Es más interesante que deambular en la sala inventando." Ella apretó los dedos de Kerry. "Además, tengo la sensación de que una de las propuestas de Telegenics es que son mucho más vanguardistas que los viejos aburridos de ILS." "¿De verdad?" Un perceptible brillo apareció en los ojos de Dar. "Recibí un correo electrónico hoy de un viejo conocido en una de las cuentas que cambié. Ella se detuvo a charlar," dijo. "Y, me dieron un poco de información privilegiada." "Ahhh." Kerry retumbó suavemente. "¿Percibo algunas reservas tempranas?" "Cubre tus apuestas." Una sonrisa apareció. "Shirley Applebaum ... ella tiene mucho sentido, y aunque nos peleábamos mucho cuando firmaron por primera vez con nosotros, ella es buena." "Peleaban ... como tú y yo hacíamos?" Dar se rió. "Kerrison, nadie en mi vida jamás se ha peleado conmigo como lo hiciste tú," le aseguró a su pareja. "No, sólo recientemente que me había convertido en gerente regional cuando llegaron a bordo ... ellos fueron mi primera cuenta." "Oh." "Hablando acerca de una experiencia de aprendizaje." Dar cubrió brevemente los ojos con una mano. "Durante un tiempo, pensé que iban a ser mi última cuenta. Pero funcionó." "Y ella dijo...?" Dar se frotó la mejilla y apoyó la barbilla en la mano. "Sólo que había estado hablando con su nuevo jefe, que es el que hizo el cambio de contrato, y él está todo creído acerca de cómo se ha ido con los nuevos jugadores de vanguardia en lugar de los veteranos." "Veteranos." Kerry se miró a sí misma, y luego a su pareja. "Podría ofenderme por eso." Dar rió. "Shirley dijo que esperaría para juzgar hasta después de que ocurra su primer gran problema. Ella es un poco escéptica acerca de todas las promesas."

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"¿Somos realmente tan conservadores?" Kerry preguntó. "Los modelos que utilizamos, la estructura de fijación de precios — que siempre me pareció una buena práctica de negocios para mí." Dar se echó hacia atrás y pensó en eso por un momento. "No lo somos realmente," concluyó. "Nuestra nueva red es de vanguardia, y la mayoría de la gente lo sabe. Creo que es que hemos estado por aquí tanto tiempo, y somos tan grandes, que es difícil reaccionar tan rápido como una empresa más pequeña lo haría. Eso es probablemente cierto." "Hmm." "Por otro lado, tenemos recursos muy profundos," Dar continuó, en un tono pensativo. "Así que una vez que estás bajo contrato con nosotros, si tu negocio cambia o si necesita que se haga algo de inmediato, no es nada más que una llamada telefónica." "Eso es cierto. He hecho eso por los clientes un centenar de veces. Nunca lo pensé de esa manera," Kerry dijo. "No es algo que los vendedores pueden utilizar cuando van a contratar?" "Difícil." "Obviamente." Kerry admiró un repentino estallido de color mientras se extendía a través del cielo. "Eso realmente es bonito, pero me alegro de no estar debajo de él. No me gusta el olor de la pólvora." Ambas saltaron un poco y se giraron cuando sonaron unos golpes dentro de la habitación, haciendo eco débilmente a través de la puerta corredera de cristal. Dar frunció el ceño. "¿Estamos esperando a alguien?" "Por supuesto que no." Kerry se levantó y empujó la puerta abierta, intercambiando el cálido concreto por la áspera rugosidad de la alfombra contra sus pies desnudos. Presionó sus manos contra la puerta y miró por la mirilla, empujándose hacia atrás con molestia cuando reconoció el rostro de Michelle en el otro lado. "Hija de puta," murmuró. "¿Qué quieres a las diez de la noche?" Durante un breve momento, se debatió consigo misma, considerando seriamente ignorar el golpe y regresar al balcón. Luego con un suspiro, agarró la manija de la puerta y la giró, su educación superando sus inclinaciones más bajas por un pelo. "¿Sí?" Michelle le devolvió la mirada, por una vez vestida con una camisa y jeans y habiendo dejado la mayor parte de sus pretensiones en casa, al parecía. "Hola." "Hola," Kerry respondió, apoyándose contra el marco, pero no permitiendo que la puerta se abriera más allá del ancho de su cuerpo. "¿Qué puedo hacer por ti?" "¿Podemos hablar?" Michelle preguntó. "Sé que es tarde, sé que ha sido un largo día, sé que no estás contenta de verme aquí." Kerry sintió una cálida corriente de aire de repente en la nuca, y de alguna manera logró no saltar cuando las manos de Dar se posaron en sus caderas. Su

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pareja permaneció en silencio, sin embargo, dejándola decidir. "Si sabes todo eso, por qué forzarlo?" preguntó. "Tal vez mañana sea una idea mejor." "Probablemente lo sea. Pero me gustaría hablar contigo de todos modos," declaró su indeseada visitante. "Con ambas," agregó, un poco tardíamente. La cara de Kerry se contrajo un poco mientras era pellizcada muy suavemente en el trasero. Entonces el calor detrás de ella desapareció, y se enderezó. "Hazlo rápido." Dio un paso atrás y abrió la puerta. "Tenemos planes para el resto de esta noche." Michelle levantó las cejas mientras pasaba por delante, dándole una mirada a la camiseta descolorida de Kerry y los pies descalzos. "Gracias." Kerry la siguió al interior. Dar se había acomodado en el sofá, sus largas y desnudas piernas extendidas a través de la alfombra y los brazos extendidos en toda la parte posterior de los cojines. Dejó suficiente espacio a su lado para otra persona, siempre que fuera alguien a quien le gustara Dar. Michelle prudentemente se sentó en el sillón frente a ella, y esperó hasta que Kerry se sentó dentro de la extensión del alcance de Dar antes de cruzar un tobillo sobre la rodilla y aclararse la garganta. "Está bien, iré al grano, ya que todas no queremos estar aquí." "No." Dar dejó caer su brazo sobre los hombros de Kerry. "Queremos estar aquí." Giró la cabeza y contempló el perfil de su pareja. "Lo que no puedo entender es por qué diablos no sigues tu plan de negocios y nos dejas en paz." Ella volvió a mirar a Michelle, levantando las cejas en cuestión. Michelle exhaló. "Porque tú eres parte de mi plan de negocios," respondió. "Mira, conozco mi infraestructura hasta las tuercas y tornillos como tú lo haces." Miró a Dar directamente. "Sé cuál es la capacidad, y estoy en ello. No puedo expandirme ya más." "¿Y?" Dar se encogió de hombros. "Podría haberte dicho eso. Has prometido el mismo nivel de servicio para todas las cuentas que has recogido este año. Si ..." Ella señaló a Michelle. "Si todo funciona perfectamente, y nadie tiene ningún aumento en la demanda, puedes proporcionar lo que prometiste." "Sí." "Pero las cosas nunca funcionan perfectamente," Kerry dijo. "Excepto en tu red," Michelle concluyó. "Así que por eso que estoy aquí. Sé lo que ILS debe pagarte. También sé que has estado con ellos desde siempre, y tal vez estás lista para un nuevo conjunto de desafíos. Quiero contratarte." Kerry miró a Michelle, luego se giró y miró a Dar. "Sabía que estaba hablando de tí, no de mí," afirmó, con una media sonrisa. "En realidad, no soy estúpida," Michelle la contradijo. "De ambas. Sé lo que es un conflicto de intereses y odio perder dinero." Mierda. Kerry mantuvo la boca cerrada y esperó la reacción de Dar. Podía sentir el acariciamiento lento y rítmico de los dedos de su pareja contra la parte posterior de su hombro y estaba lo suficientemente cerca para oír la respiración constante de Dar. 109



Dar esnifó reflexivamente. "No tienes el dinero." "Para pagarte?" Michelle se rió. "Mm ... tienes un ego." Pero Dar negó con la cabeza. "No tienes el dinero para poner la infraestructura que necesitarás para competir, no sólo con nosotros, sino con el resto de los perros grandes," dijo. "Hemos revisado su capitalización de mercado. Estas en el fondo en este momento." Su visitante se levantó y caminó alrededor del respaldo del sillón, caminando con pasos cortos y deliberados. "Si puedo conseguir las proyecciones justificadas, puedo conseguir el dinero. Tengo partidarios alineados que están esperando ... ver si podemos llegar a la cima. Estaban muy impresionados por los progresos que hemos hecho hasta el momento, pero ahora tengo que dar el siguiente paso." Se detuvo y se apoyó en el respaldo del asiento. "Tú eres el siguiente paso. No hay ninguna lógica confusa implicada. Cada bolsillo profundo que tengo detrás de mí sabe quién eres y lo que puedes hacer." Dar simplemente la observó, con una leve sonrisa en su rostro. "Por lo tanto," Michelle concluyó, volviendo a la parte delantera del sillón y sentándose de nuevo. Vestida como estaba, parecía más como ellas, que la figura almidonada con la que habían estado tratando los últimos días. "Eso es lo que me trae aquí. Lamento que ha sido tan incivilizado los últimos dos días. Mi culpa. Decisiones estúpidas." Kerry decidió permanecer en silencio. No estaba de ninguna manera tentada por la oferta, y sabía a pesar de las palabras de Michelle que había sido incluida por razones que no abarcaban totalmente sus calificaciones como ejecutiva de IT. Sin embargo, las palabras de Dar antes esa misma tarde resonaron en su mente, y tuvo que preguntarse si su pareja no estaba por lo menos un poco halagada e intrigada por el interés. Y de hecho, no culpaba a Michelle ni un poco - ni mucho menos. Ella dio a la mujer puntos altos por ir detrás de un premio que ella misma valoraba por encima de todos los demás. De hecho, si hubiera elegido este enfoque desde el principio, ella podría de hecho haber conseguido la sinergia que había estado esperando. Sin embargo. "No espero ninguna respuesta," Michelle continuó. "Quería poner la idea ahí. Tenemos el resto de esta maldita exhibición para atravesar, y haría mi vida mucho más fácil si pudiéramos poner la contienda ahora." "No es mi contienda," Dar finalmente habló, en una voz tranquila. Michelle observó la cara de cerca, pero al parecer no encontró nada allí. Levantó una mano y la dejó caer sobre su rodilla vestida de mezclilla. Todos quedaron en silencio brevemente. Entonces Kerry se aclaró la garganta un poco. "¿Quieres un café?" ofreció, señalando la mesa. "Es muy bueno aquí." Michelle le echó un vistazo. "No, gracias." Hizo una media mueca, media sonrisa. "Nunca conseguiría dormir. ¿No te molesta?"

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"No, realmente no." Kerry negó con la cabeza. "Aunque generalmente prefiero el té por la noche." Se apoyó en Dar discretamente. "¿Por qué no acordamos comportarnos como profesionales durante los próximos días? Estoy segura de que todos podemos manejar eso." "Mm." Michelle miró a Dar. "No recibiste ningún tratamiento especial," Dar dijo. "Así es como siempre actúo cuando la gente se me pone delante. Haz que tu gente se quite de enfrente, y lo pasaremos muy bien." Ella clavó a Michelle con una mirada fría. "Tu personal ha estado jugando con nosotros desde que llegué aquí. Me hiciste pasar la mitad de la noche en esa maldita sala debido a tus pequeños trucos, y tus gerentes siguen hostigando a mi personal. ¿Qué te hace pensar que algo de eso hace que tú o tu empresa sea siquiera en lo más mínimo atractivo para alguien como yo para trabajar?" Michelle, sorprendentemente, no contrarrestó sus acusaciones. En cambio, ella bajó la cabeza hacia un lado. "Concedido. Como he dicho, malas desiciones. Asumo la responsabilidad de eso." Dar se relajó un poco. "Muy bien, entonces," concedió. "No deberíamos tener más problemas en ese caso. Mantente fuera de mi vista y no me antagonices y te garantizo que mañana será mucho más agradable de lo que fue hoy. De acuerdo?" "Creo que podemos manejar eso." "Creo que puedes manejar eso," Kerry tomó la palabra. "Creo que si realmente quieres que esto suceda, envía a tu Rottweiler a casa." Michelle suspiró. "No estás haciendo que sea más fácil con toda esta mierda sobre protectora, Kerry." "Difícil." Kerry no se molestó en protestar por el comentario. "¿He ido a tu puesto durante tu presentación y te he fastidiado?" Michelle levantó una mano y luego la dejó caer. "Somos chicas grandes. Podemos aceptarlo." "¿Por qué tendrías que hacerlo?" Dar preguntó. "¿Por qué no actuar como profesionales como el resto de nosotros?" Michelle consideró eso, y luego asintió. "No prometeré que no serás desafiada," dijo. "Pero haré todo lo posible para mantenerlo civilizado." Kerry exhaló casi sin hacer ruido. "Trabajo civilizado," Dar dijo. "Mantenlo profesional y deberíamos estar bien." "Bien." Su visitante puso las manos en los brazos del sillón y se puso de pie. "Entonces no tomaré más de su tiempo. Es tarde, y ha sido un largo día." Sus ojos se posaron en el frasco, colocado pacientemente en la mesa y ella parpadeó, leyendo la etiqueta, luego las miró, levantando una ceja. Kerry le sonrió amablemente. "Nos vemos mañana." Ella movió sus dedos.

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Miche lle atravesó la habitación y salió, cerrando la puerta tras ella con un chasquido claro y nítido. Dar tamborileó los dedos sobre el hombro de Kerry, y luego inclinó la cabeza hacia atrás y soltó una larga carcajada. "Oh, no es esto una red enmarañada." "Ellos van a estar de pendejos mañana," Kerry predijo. "Vas a tener que encerrarme en el armario del equipo o te lo juro, Dar, voy a terminar poniéndome violenta con ellos." "Cosita salvaje." Dar le revolvió el pelo cariñosamente. "Me encanta eso." "Sí, bueno ... esas dos viudas negras pueden besarme el trasero." Kerry agarró el frasco y envolvió sus manos en la camisa de Dar, tirando de ella hacia arriba. "Vamos, Dixiecup. El hedonismo llama." Afuera de la ventana, los fuegos artificiales alcanzaron su punto máximo en el glorioso silencio, moteando la habitación con luces parpadeantes. Ellos, sin embargo, se perdieron en sus ocupantes.

KERRY SALUDÓ al sol emergente bañando el balcón con un bostezo. El calor se sentía bien ahora después del frío de la habitación del hotel, pero sabía que no pasaría mucho tiempo antes de que pasara de calmado a molesto y decidió disfrutarlo mientras pudiera. Tanto había sucedido el día anterior, pasó unos minutos revisando todo. Luego levantó la vista cuando la puerta corredera se abrió y Dar salió al balcón. Ella tomó el asiento al lado de Kerry y acunó su taza de café en sus manos, los ojos somnolientos con respecto a la vista amigablemente. "Kerrison?" "¿Sí?" "Tengo chocolate en muchos lugares que Dios no tenía la intención," Dar anunció. "Y tú, mi pequeña salaz salamandra, me lo vas a limpiar esta mañana en la ducha." Ella brindó con Kerry con el café. "De hecho, creo que todavía tengo tu nombre garabateado en mi pierna." "No, no lo tienes." Kerry se lamió los labios. "Créeme." Dar rió entre dientes, estirando las piernas hacia el sol y tensando sus músculos del muslo. "Te diré algo. ¿Qué tal si vamos allí antes que todos los chiquillos y entramos en la piscina por un rato, antes de entrar en nuestros trajes ridículos? La exhibición no comienza hasta las diez." Kerry aspiró una bocanada de aire de pino perfumado, aunque cálido. "Sí. Me gusta esa idea." Ella decidió. "Hagámoslo. Entonces podemos tomar un desayuno rápido en esa pequeña cafetería." Se levantaron, pasando juntas por la puerta de cristal y chocando entre sí juguetonamente mientras se dirigían al baño para tomar sus trajes de baño.

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Varios minutos después, tenían las toallas en la mano y se dirigieron hacia la puerta. Este temprano, el hotel estaba tranquilo, y podían oír a los trabajadores que comenzaban a instalarse en los restaurantes mientras se deslizaban por la puerta trasera y se dirigían a la piscina. Era enorme. Pero la tenían más o menos para ellas mismas, salvo unos pocos bañistas tentativos reunidos en un extremo y con timidez extendieron las toallas en las cómodas tumbonas. Dar echó la toalla sobre una vacía en el lado opuesto de la piscina y se zambulló sin dudarlo un segundo. Kerry tomó un momento para doblar la toalla y la dejó al lado de la de Dar. Se enderezó y se acercó al borde de la piscina y se zambulló. El agua estaba más caliente de lo que esperaba, pero todavía refrescante. Salió a la superficie y nadó hasta donde Dar daba volteretas perezosamente en su lugar, disfrutando del líquido claro para variar después de nadar principalmente en agua de mar durante los últimos meses. Dar tenía su traje gris plateado. Tenía un escote funcional, pero lados de corte alto dejaban ver sus largas piernas. Ella se volcó sobre su estómago y comenzó a nadar a lo largo de la piscina, sus poderosos brazos tirando de ella a través del agua con facilidad sin esfuerzo aparente. Kerry fue tras ella, trabajando un poco más duro para mantenerse mientras nadaban lado al otro todo el camino hasta el otro extremo de la piscina de forma irregular. Al llegar a la pared, se giraron, luego se echaron hacia atrás y miró a través del agua, parpadeando el cloro fuera de sus ojos. "Te echo una carrera?" Kerry sonrió. Dar la miró con complicidad. "¿Cuántos minutos de ventaja tengo que darte?" Sacando la lengua, Kerry arrancó y comenzó a nadar lo más fuerte y más rápido que podía, sabiendo perfectamente bien que era una causa perdida. A ella le gustaba nadar, pero había llegado tarde al deporte, puesto que no habían tenido una piscina en Michigan y la idea de que fuera a una piscina pública nunca habría sido aceptada. Después de trasladarse a Florida, y desde luego después de irse a vivir con Dar, había adquirido mucha más experiencia, pero todavía estaba trabajando para adquirir las habilidades, mientras que su compañera ... "Dar!" Kerry sintió las manos arrancar impúdicamente su traje. Metió la cara en el agua y abrió los ojos, observando a Dar casi justo debajo de ella, nadar bajo la superficie lo más rápido que podía nadar encima de eso. Mientras miraba, ralentizando su brazada, Dar se dio la vuelta y rodeó debajo de ella, soltando una bocanada de burbujas que retumbaron contra la piel de Kerry y surgieron a su alrededor. Entonces Dar braceó hacia arriba y salió justo en frente de ella, andando en el agua en círculos alrededor de Kerry. "Presumida." Kerry la salpicó. "Sí, a veces," estuvo de acuerdo, relajándose sobre su espalda y dirigiéndose con limpias brazadas y potentes patadas de aleteo.

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Kerry se metió en un estilo pecho y la siguió, comenzando a sonreír cuando vio Dar apuntar hacia el alto tobogán. Aceleró tras ella, alcanzándola mientras Dar se empujaba fuera del agua y sobre el concreto, luego se giró para ofrecerle su mano. "Gracias, señora." Kerry se enganchó a la parte trasera del traje de Dar y la siguió por las escaleras hasta la parte superior del tobogán. "Creo que esto se supone que es para los niños." "¿Y?" Dar se lanzó por la superficie resbaladiza. "Vamos, mocosa!" Kerry se acomodó en el tobogán y se empujó hacia delante, disfrutando del chorro de agua mientras giraba hacia abajo hacia la piscina. "Mejor sal de mi camino, tortuga!" gritó en señal de advertencia, metiendo sus brazos contra los costados mientras aceleraba. "Yahhhhhhh !!!" Ella salió del tobogán y se sumergió en la piscina, relajando las piernas mientras anticipaba golpear el fondo. A medio camino, fue interceptada abruptamente mientras fuertes brazos la envolvieron y la detuvieron. Dar ya se había empujado del fondo y subieron de nuevo hacia la superficie, rompiendo a través de ella en el aire caliente con un grito gemelo. "Yo una mocosa?" Kerry barrió una brazada de agua hacia su pareja, empapándola completamente. "Tú eres una mocosa, pequeña ..." "¿Pequeña?" Dar la levantó y la inclinó hacia los lados, poniéndolas a ambas bajo el agua. Lucharon hasta que Kerry logró zafarse, entonces rompió en el aire abierto de nuevo. "¡Rata!" Se zambulló con Dar y forcejeó con ella de nuevo, pero cometió el error de acercarse demasiado y gruñó cuando sintió que los brazos de Dar la apretaban con una fuerza irresistible. "Rata, eh?" La voz baja de Dar le hizo cosquillas en la oreja. Kerry intentó retorcerse, y luego se relajó, dándose cuenta de que estaba bien y atrapada. Giró la cabeza para mirar a su compañera, dándole un beso en la húmeda nariz. "Está bien. No eres una rata," dijo. "Eres un HAMSTER!" Se retorció de repente y puso una pierna envuelta alrededor de Dar, tirando de las dos fuera de equilibrio y de vuelta bajo el agua. Finalmente volvieron a subir cerca del borde de la piscina, riendo como niñas. Dar se inclinó hacia atrás y se enderezó, deslizando el pelo hacia atrás mientras se apoyaba en el concreto. "Whoo." Kerry sacudió rápidamente la cabeza, esparciendo agua por todas partes antes de unirse a su pareja. "Eso fue divertido." Miró a su alrededor, notando que la cubierta de la piscina estaba volviéndose un poco más poblada, y varios cuerpos solitarios se habían unido a ellas en el agua. "Sí, lo fue," Dar acordó, sus ojos flotando a través de la cubierta. "Ah. Mira quién se dirige hacia aquí." Kerry en realidad gruñó. "Si sus nombres comienzan con M o S, esta piscina se pondrá roja lo juro."

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Dar resopló, pero negó con la cabeza. "No, es nuestro amigo Peter, Peter, comedor de cruceros." Ella asumió una expresión fría cuando Quest llegó al lado de la piscina, agachándose junto a ella en su traje fresco, gris. "Buenos días." "Buenos días, señoras," Quest respondió. "Sra. Stuart, pensó en lo que hablamos ayer? Tengo que irme justo después de la conferencia de hoy, así que no creo que podamos tener la oportunidad de reunirnos de nuevo." "Dios, eso es una lástima," Kerry respondió suavemente. "Sr. Quest, ¿puedo preguntarle algo?" "Por supuesto." Peter apoyó los brazos sobre las rodillas. "¿Cómo supiste dónde encontrarnos?" Kerry alcanzó casualmente, y lo agarró del dobladillo de sus pantalones. "Estoy bastante segura de que no dejamos una nota en la recepción." Él vaciló. "Um ..." Dar se inclinó más cerca, dándole una mirada helada. "Responde a la señora." "¿O?" Quest se recuperó, con bravuconería encomiable. "O te vamos a tirar en la piscina y posiblemente ahogarte," Kerry le sonrió amablemente. "Ni a Dar ni a mí nos gustan los fisgones o comadrejas." Quest miró hacia los fuertes dedos sujetando alrededor de la pierna del pantalón. "No es un gran misterio," respondió. "Le pagué al botones para que te vigile." Una sonrisa apareció. "Ellos no parecen pensar que era una tarea difícil." "Ah, ya veo," Kerry murmuró. "Bueno, Sr. Quest, aparte del hecho de que no me gustan las trampas, y tiene muy mal gusto en sastres, realmente no creo que necesite una empresa de nuestro calibre en su pequeño concurso." Quest parpadeó, obviamente sin escuchar lo que había esperado totalmente. "Pero..." "¿Pero?" Kerry respondió, soltando sus pantalones. "Dijo que podía tomar decisiones." "Um ... justo lo acabo de hacer." Los ojos verdes brillaron un poco. "Podría repetirlo si quieres. Dije ..." "Te oí." Quest frunció el ceño. "Pero maldita sea, pensé ..." Dar puso las manos en el concreto y se presionó fuera del agua. Se puso de pie y miró hacia abajo a Quest. "Pensó que Kerry iría contra mí." Él miró hacia arriba. "Ella es ambiciosa." El se encogió de hombros. "Subir la escalera no es una rebanada de pastel, incluso en su empresa." Se puso de pie y se sacudió las manos. "Mis fuentes me dijeron que era algo que le interesaba." Sus ojos cayeron en una Kerry un poco aturdida. "Mis fuentes dicen que es mejor que cuides tu espalda, Roberts." Kerry puso una mano sobre su boca, ahogando una risa. Dar se frotó el puente de la nariz. "¿Tus fuentes se molestaron en mencionarte que Kerry y yo estamos casadas?" Hizo una pausa, viendo su cara quedarse floja. "Una con la otra?" aclaró, señalando a Kerry y luego a sí misma. 115



Sus fosas nasales se encendieron. "Ah ..." él frunció una ceja. "No, no, no lo hicieron." Dar casi sintió lástima por él. "¿Cómo se siente el ser usado?" Ella se agachó y le ofreció la mano a Kerry. "Te diré qué, Quest. Entraremos en tu oferta. Envíame los papeles a primera hora de la mañana." "¿Lo harás?" él dio un paso atrás, mirándola con recelo. "Sí." Dar sacó a su pareja de la piscina. "Y puedes decirle a tu fuente que son perdedores sin remedio." Quest se quedó de pie y las vio alejarse, con la mandíbula colgando ligeramente.

"¿QUÉ DEMONIOS FUE eso?" Kerry lanzó la toalla alrededor de sus hombros, alargando sus zancadas para emparejarse con el rápido caminar de Dar. "¿Hola? Dar?" Ella se enganchó a su pareja por la parte de atrás del traje. "Dar!" Dar fue más despacio, pero no se detuvo. "¿Sí?" "Si tengo que aguantar que me hagas quedar como una idiota, por lo menos me gustaría saber por qué." Ahora Dar se detuvo. Se apartó en un pequeño rincón fuera del camino, que tenía un banco robusto en él. "Siéntate." Se sentó ella misma, y esperó a que Kerry siguiera su ejemplo. "No estaba tratando de hacerte ver como una idiota." Kerry se apoyó en sus rodillas. "Ya lo sé. No creo que lo hicieras a propósito, sólo reaccionaste a algo y no puede imaginar qué era o qué demonios está pasando aquí." Dar la miró. "¿No lo escuchaste? ¿No le escuchaste decir que le habían dicho que estabas buscando apuñalarme por la espalda?" "Dar, hemos escuchado eso antes. ¿No te acuerdas?" Kerry puso una mano en la rodilla de Dar, viendo el malestar en su postura. "No le presto atención ... estoy acostumbrada a que la gente piense todo tipo de cosas acerca de nuestra relación." "Lo sé," Dar suspiró, echándose hacia atrás y estirando sus brazos sobre el respaldo del banco. "Pero no lo encuentras realmente una coincidencia que este tipo viene aquí ... a esta exhibición ... y consiguiera ese tipo de cosas? ¿Crees que vino de nuestra gente?" "No." "Yo tampoco." Dar mordió las palabras de forma precisa. "Pero estaría dispuesta a apostar que sé de dónde lo sacó." Kerry dejó escapar un suspiro lentamente. "Bien." También se echó hacia atrás, sintiendo por primera vez el frío de las gotas de agua, entonces el calor de la piel de Dar tocó sus hombros. "Así que ... estás pensando que fue deliberado? O ... ¿qué estás pensando, Dar? "

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Dar permaneció en silencio, mirando sombríamente el seto verde que las separaba del sendero. Kerry esperó pacientemente, secándose los brazos con su toalla. Los grillos sonaban a su alrededor, y sacudió el pie cuando una hormiga trató de utilizarla como una carretera. "Es algo que Shari le habría dicho a él." "Ah." "Eso es exactamente como ella piensa." Dar continuó. "Que todo el mundo busca algo. Qué quieren algo." "No lo entiendo." Kerry sacudió ligeramente la cabeza. "Sí, ella parece ser el tipo de persona que diría eso, pero maldita sea, Dar ... ¿qué sentido tiene? ¿Qué está tratando de hacer?" "Separarnos." Kerry estornudó. "Mi madre siempre dijo que estornudabas en la verdad," Dar comentó irónicamente. Kerry se volvió y la enfrentó, apoyando su codo sobre el brazo de Dar. "¿Estás hablando en serio? ¿Crees que eso es lo que estaba tratando de hacer? O ... quiero decir, si están haciendo una oferta, no tiene ningún sentido en absoluto el provocarte ... provocarnos ... en participar." "No." Kerry volvió a estornudar. "Idiotas." Se limpió la cara con la toalla. "Todo ese cloro se me metió en la nariz." Ella suspiró. "Dar, ¿qué diablos está pasando entonces? Digamos que tienes razón. Digamos que su motivo era tratar de separarnos. ¿Qué es lo que lograra?" Dar estudió la cara de Kerry, observando la luz solar captar destellos ambarinos en la profundidad de sus ojos. "La satisfacción de lastimarme?" Las rubias cejas de Kerry se alzaron. "¿De verdad crees que eso es lo que está buscando?" "Realmente creo que sí," Dar respondió. "Es por eso que le dije que nos gustaría hacer la oferta. No es que lo quiera ... diablos, en realidad no es lo suficientemente grande para que nos molestáramos. Simplemente no quiero que ella lo consiga, y estoy personalmente dispuesta a asegurarme de que eso no va a suceder." Kerry se mordió el interior del labio. "Hm." "Sí. Lamento haberte saltado." Dar continuó. "Fue una decisión rápida. Probablemente no es una buena idea. Definitivamente basada en algo distinto de los negocios." "Entonces, lo que estás diciendo es que Shari hizo algo para llegar a tí, que va en contra de tus intereses de negocios, ¿cierto? O ... Dar, ¿y si intentaban forzarnos a entrar en la oferta - como un enfrentamiento."

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Dar lo pensó por un minuto. "Mierda, no lo sé." Exhaló. "Creo que va a hacer cualquier cosa para hacernos quedar mal, eso es cierto, pero también creo que ella está tras de mí. Tras de nosotros." "Bien." Kerry se apoyó en ella. "Entonces ha perdido ya, porque estoy segura que no dejaré que nada como eso suceda." Ella puso su brazo alrededor de la espalda de Dar. "No te preocupes, Dar." "Lo siento, nos metí en esto." Dar apoyó los codos en las rodillas. "Je." Kerry se rió suavemente. "Bueno, relájate, Dar ... estaba diciendo que no porque no pensé que quisieras tener nada que ver con ir contra ellas. Pensé que íbamos a dejarlas en paz. Pero si quieres enfrentarlas, estoy ahí contigo." Frotó el hombro de Dar. "Mi ego vivirá." Los ojos de Dar cayeron. "Por supuesto, en realidad podríamos enviar un equipo de análisis de ofertas, como lo haríamos con cualquier otro cliente potencial." Kerry le recordó. "Tengo gente que hace ese tipo de cosas, ya sabes." "Lo sé." Kerry estiró la mano con una esquina de su toalla y secó el sudor formándose en la sien de Dar. "Eso es probablemente lo que ellas van a hacer. No creo que Michelle sea un ingeniero cualificado, y dijiste que Shari estaba en marketing." "Es cierto," Dar admitió. "Pero no es la manera para nosotros." Ella inclinó la cabeza, arqueando una ceja. "Podemos hacer esto." "Por supuesto." "Quiero hacerlo." Un encogimiento de hombros. "Es nuevo, es diferente ... nunca he estado dentro de esa industria antes." Dar lo consideró pensativamente. "Me gustan los barcos." Apartó un poco de pelo rubio empapado de la frente de Kerry. "Tal vez tenías razón. Estoy inquieta. Pero no tienes que involucrarte - tienes mucho entre manos aquí." Kerry le tomó la mano y le besó los dedos. "A dónde vayas, voy," ella respondió simplemente. "Poético, pero ya sabes a lo que me refiero." Dar sonrió de todos modos. "Es el desarrollo de nuevos negocios, y la implementación de nuevas tecnologías," Kerry respondió alegremente. "Ambos son mi trabajo. De hecho, es mi prerrogativa asignar un ingeniero para el proyecto, ya sabes." "Eso es cierto, lo es." Dar se puso de pie. "¿Qué tal si negociamos mis servicios con un pastelillo de maíz? Tengo hambre." Kerry se levantó y siguió mientras Dar comenzó a regresar hacia el sendero. Ella alcanzó y golpeó el hombro de su pareja más alta mientras caminaban juntas. "Hm ... ¿puedo pagarte?" Preguntó en broma. "Tal vez debería asignar a un ingeniero subalterno." "Y por qué quieres algo que no sea lo mejor?" Dar preguntó. "Trabajo por galletas Oreo y leche. No podrás conseguir mucho más barato que eso."

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"Je. Es cierto." Kerry estudió la superficie de roca lisa en la que estaban caminando. "¿Puedo contarte un secreto?" Dar se dirigió a la pequeña cafetería. "Por supuesto." "A veces estoy un poco inquieta también." Kerry empujó a Dar a un asiento cubierto de plástico, dirigiéndose hacia el mostrador. "Mi convite, monstruo de la galleta. Te quedas aquí." Dar se acomodó en la silla y metió la toalla húmeda alrededor de su cuello, contenta de simplemente ver a Kerry mientras se acercaba al mostrador y hacia su pedido. Después de un momento, sonrió, apoyando la cabeza en un puño. "A donde voy a ir, ¿eh?" pronunció suavemente. "Sabes, me gusta el sonido de eso." Kerry se volvió, apoyándose en el mostrador mientras esperaba. Sus ojos se encontraron con los de Dar, y sonrió. Dar le devolvió la sonrisa. Hoy, decidió, no podía esperar a ver lo que el destino tenía reservado para ellas. Querían un espectáculo? Les daría uno.

Capítulo Seis KERRY SE INCORPORÓ a la plataforma de su puesto, saludando a los técnicos que trabajan afanosamente en las consolas. "Buenos días muchachos." "Hola, Kerry." Mark levantó la vista, luego se levantó y se acercó. "Escucha, creo que los frikis de marketing metieron la pata de nuevo. Vi su nombre aparecer en otra de esas presentaciones." "Lo sé." Kerry asintió. "Está bien. Lo puse en él. De hecho, estoy en una también. Algo que pase?" Mark negó con la cabeza. "No ... bueno, ustedes estaban protagonizando un gran momento en Tech TV, eso es todo. Eso es sobre quién las cámaras estaban ayer. Creo que están de vuelta." Señaló por encima del hombro. "Ellos siguieron repitiendo todo el asunto con la Gran D reteniendo a las masas a la entrada del puesto." "Ah." Kerry puso las manos en las caderas y miró al equipo de noticias aproximándose. "Bueno, vamos a ver cuánta buena prensa podemos conseguir hoy." Una mirada irónica cruzó su cara. "Jesús, nunca en mi vida pensé que me escucharía decir eso." Kerry empezó a avanzar, haciendo contacto visual con el reportero a la cabeza. El hombre sonrió, apreciando la atención, y fue directo hacia ella. "Aquí vamos," ella murmuró en voz baja.

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"Eres la cara del Medio Oeste Republicano WASP (Blanco anglosajón y protestante) de ILS, Kerrison ... ahora vamos a permitirles que echen un vistazo a la radical motorista gay sin tomar en cuenta el tatuaje debajo de todo eso." "¡Hola!" el reportero la saludó. "¿Podemos tener una rápida entrevista con usted, Sra. Stuart?" "Absolutamente." Los ojos verdes brillaron. "Siempre y cuando no me pidan mi tarjeta de hacker. La dejé en mi bolsa de gimnasio." El reportero se echó a reír. Lo mismo hizo el equipo. Por el rabillo del ojo, Kerry vio a Michelle yendo en dirección a ella, y se colocó en el borde del puesto, el logotipo de ILS justo detrás de su hombro dando una gran foto a los camarógrafos. "¿Tienes algo nuevo para nosotros?" el reportero le preguntó primero. "ILS no acostumbra venir a través del filo de la navaja, pero pensé que nos dieron una visión diferente ayer. ¿Quiere seguir sobre eso?" Kerry sonrió, cruzando los brazos. "Sí, quiero." respondió. "Déjame decirte lo que tenemos planeado, pero será mejor que ates tus calcetines." Una multitud se había reunido para escuchar, y vio a Michelle en el borde de la misma, pretendiendo estudiar un folleto desde un puesto cercano. "Hemos recibido una gran cantidad de prensa últimamente por lo que todo el mundo piensa que es una razón negativa," Kerry dijo. "Déjame decirte cuál es la verdadera historia." Michelle se giró y se quedó mirando directamente a sus ojos. La sonrisa de Kerry se amplió, y su mirada se volvió helada. ¿Quieres una pelea? Tienes una.

DAR MERODEÓ A TRAVÉS de las exposiciones, consiente y disfrutando de la atención dirigida hacia ella. Después de la sesión abortada del día anterior, y su pavonearse en su puesto, no había muchos en la sala que no supieran quién era ella. Tenía la intención de asegurarse de que el número era cero antes de irse. Mientras miraba críticamente un nuevo producto de firewall, sin embargo, su teléfono celular sonó. Lo sacó y le echó un vistazo, reconociendo el número inmediatamente. "Cielos. Ya era hora." Caminando hacia un pequeño rincón, contestó. "Buenos días, Alastair." "Mierda, Dar!" Dar sonrió. "Me encanta comenzar el día después de haberte hecho decir eso," anunció alegremente. "Mejor que una taza de café con leche." Su jefe suspiró audiblemente. "No esperaba comenzar mi mañana viéndote en MSNBC (Canal de noticias), como el titular de la tecnología." "Estaba?" Dar meditó. "Ni siquiera los vi allí. Pensé que AP y UPI (Agencias de noticias) nos estaban saltando este año porque la tecnología no

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está de moda." Miró alrededor casualmente, viendo a uno de sus competidores más grande acorralando a dos clientes de ILS. "Bueno, Dar, cuando vayas y anuncies que contratamos a hackers, y desafíes a cualquiera para tratar de hackear nuestra red para demostrar que sólo contratamos a los mejores ..." Alastair respondió, en un tono seco. "Es un comentario que nadie podría resistir." "Nos dio atención." El CEO de ILS suspiró de nuevo. "Lo único que compensó la ‘atención’ fue la forma en que lo manejaste. La cámara está fascinada por ti." Él se aclaró la garganta." Con buena razón. Lindo traje, también." "Uh huh." Dar se apoyó contra la pared entretejida, sintiendo un ligero pinchazo a través de la tela de su chaqueta. "Así que déjame adivinar. La junta está enloqueciendo." "Sorprendentemente, no," Alastair respondió. "En realidad, me pidieron que te llamara y decirte lo complacidos que están." Dar apartó el teléfono de su oído y lo estudió con una expresión profundamente incrédula. Luego lo golpeó contra la pared, haciendo un sonido de golpeteo agudo. "Dar?" La voz de su jefe llegó a ella diminuta. "Dar? ¿Qué está pasando?" "Lo siento. Creo que tenemos una línea cruzada," respondió. "Sé que no acabo de escuchar eso." Alastair se rió. "Bueno, ya sabes, me sorprendió también," admitió. "Sin embargo John dijo que había recibido muchas críticas últimamente sobre cuán pesados somos ... bueno, la mayoría de nosotros, de todos modos. Él pensó que esto era una muy buena patada en los calzoncillos para todos aquellos expertos que pensaban que éramos momias en trajes de tres piezas." "Eh." Dar gruñó. "Me alegro de que les haya gustado, pero no fue planeado. Maldito hombre simplemente me encabronó." "Cualquiera que sea la razón." Su jefe se encogió de hombros. "Algo bueno vendrá de ello." Dar miró a Peter Quest entrar y cruzar a su puesto, donde Kerry estaba actualmente dando sus discursos. Michelle estaba allí también, y notó por su postura, no totalmente feliz. "Kerry está dando una entrevista en este momento a TechTV," comentó. "Así que escucha, déjame ir a ver si necesita respaldo. Nos invitaron a una pequeña oferta para un nuevo negocio de IT en cruceros." "¿Qué?" "Sí." Dar estiró el cuello para ver a la multitud. "Podría terminar siendo un contrato de tamaño decente." "Dar! ¿Por qué no me lo dijiste!" "Porque decidí hacerlo. Escucha, Alastair ... déjame ponerme en contacto contigo. Tengo gente que me busca aquí." Dar estudió el lenguaje corporal de Kerry con ansiedad.

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"Dar, maldición, habla conmigo por un minuto," su jefe replicó. "Kerry es perfectamente capaz de hacer una entrevista, ¿verdad?" El áspero grito atrajo la atención de Dar de su amante. Se sereno y se concentró en el teléfono. "Sí, lo es," respondió. "No tengo tantos detalles, Alastair. Se me acercó un tipo de American Cruise Ventures, que quieren poner nueva tecnología en todos sus barcos, especialmente los que van a traer a los Estados Unidos." "¡Fabuloso!" Dar suspiró. "Sí, bueno, nos enfrentamos a otras tres compañías, incluyendo a Telegenics." Hubo un pequeño silencio en el otro extremo del teléfono. "¿De verdad?" "Sí." Otro silencio. "Bueno, vamos a tener que asegurarnos de ganar este," Alastair declaró positivamente. "No te arriesgues, Dar. Quiero que te ocupes de esto personalmente." Dar examinó su teléfono celular de nuevo, esta vez con una mirada de desconcierto. Ella pulsó un botón experimentalmente, luego un segundo, haciendo un pequeño interludio musical. "Dar?" "Lo siento." Dar puso el teléfono en su oído de mala gana. "Estaba revisando algo. Ya sabes, tengo gente cualificada trabajando para mí." "Dar, este no es momento para eso. Estos bastardos han estado pisoteándonos sin miramientos. Aquí hay una gran oportunidad para detener su ímpetu. Esto es demasiado importante para dejar que alguien más lo haga," su jefe argumentó. "Quiero que te ocupes de ello. De hecho, toma a Kerry si eso te hace sentir mejor. Ella es tu protegida." "Alastair?" "¿Qué?" "Podrías hacer arreglos para instalar una máquina de helados en mi oficina?" "¿QUÉ?" "No importa." Dar casi se echó a reír. "Me ocuparé de ello. Tengo un interés personal ... ¿sabías quienes son los que mueven los hilos en Telegenics? Me topé con ellos aquí." "Ejem." Alastair se aclaró la garganta. "No son los cotidianos. Tienen algunos partidarios interesantes. Sé que tienen grandes bolsillos. Japoneses, creo." "Michelle Graver, y alguien de mi pasado que odio con una pasión," Dar le informó. "Así que sí, me encargaré de este, Alastair. Lo tomaré y las golpearé tan mal que van a ir corriendo a San Francisco para vender camisetas tie-dye (*) y entradas para Alcatraz." (*) Camisetas con varios colores, realizado a través de un proceso de teñidos y nudos. 122



Era, al parecer, el turno de su jefe de estar desconcertado. Hizo un sonido algo como un cloqueo, y luego se aclaró la garganta. "Ahora, ¿puedo hablar contigo más tarde? La persona que odio con una pasión está a punto de empezar a molestar a mi esposa." Otro cloqueo. "Adiós, Alastair." "Uh ... adios, Dar. Hablamos más tarde, ¿eh?" "Por supuesto." Dar cerró el teléfono y lo sujetó a su cinturón. Luego se enderezó la chaqueta y se dirigió al puesto.

"SABEMOS DÓNDE tenemos el liderazgo en el mercado." Kerry se echó hacia atrás y cruzó los tobillos. "En este momento, nuestra prioridad no es desperdiciar tiempo defendiéndonos de los vendedores ambulantes de contratos de servicios lowball. Estamos interesados en tomar un paso adelante en proveer a nuestros clientes de red central con la mejor infraestructura en el mundo." "Eso es audaz," el reportero de TechTV comentó. "Ustedes pusieron una red muy sólida en su lugar, todo el mundo sabe eso. Pero a dónde van desde allí? Sólo tantos accesorios que puedes agregar antes de que se conviertan en más adornos que los clientes tengan que pagar." "Exactamente," Michelle elevó la voz, el labio temblando ante el comentario lowball. Kerry se encontró con su mirada de manera uniforme. "No nos molestamos con los adornos." Se volvió hacia el reportero. "¿Cuál es el siguiente paso? El siguiente paso es hacer que la red sea inteligente. Dándole la capacidad de sentir el ser capaz de reaccionar a las condiciones cambiantes, y lo suficientemente flexible como para responder dinámicamente al desafío de los nuevos requisitos de ancho de banda." El hombre la miró, y luego inclinó la cabeza. "No puedes hacer eso. No existe la inteligencia." "Todavía no," Kerry estuvo de acuerdo en silencio. "Pero será." "No si son simplemente promesas vacías," Shari dijo. "Suena como vaporware (*) para mí." Kerry podría haber reaccionado, pero optó por no hacerlo. Simplemente le dirigió a Shari una mirada breve, despectiva, y luego se volvió hacia uno de los hombres en el frente. "Eddie, ya sabes de lo que estoy hablando. Eres un piloto local."

(*) Término utilizado para denominar al software o hardware anunciado por un desarrollador mucho antes de realizar el desarrollo, pero que después no llega a emerger.

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Empujado de repente en el centro de atención, su cliente casi se fundió en un charco de zona protegida. Kerry le dio una sonrisa sin embargo, y parpadeó en el redondo, ojo mirando de la cámara y logró asentir con la cabeza. "Eh ... sí," tartamudeó. "Fue genial. Era como si las tuberías (*) supieran cuando el programa necesitaba más espacio, y como ... um ..." él se encogió de hombros. "Se lo di a ellos. Verdaderamente genial." "Espera ... pensé que habías dicho que no existía todavía." El reportero se acercó más a ella. "¿No acabas de decir eso? Acaba de decir eso, ¿verdad?" le preguntó a la audiencia. "Cierto," Michelle dijo arrastrando las palabras. "Eso es lo que dijo." Kerry se deslizó en una silla de consola cercana y giró el monitor sobre el escritorio de modo que el público pudiera verlo. "No está en producción," concedió. "Pero tenemos el prototipo. ¿Quieres ver?" Tuvieron suerte de que el puesto estuviera bien construido. Kerry repentinamente se encontró rodeada de nerds curiosos y un camarógrafo que parecía estar más interesado en revisar sus lóbulos de las orejas que ver lo que estaba haciendo en el monitor. Ella flexionó los dedos, y echó un vistazo a la parte de la multitud incapaz de caber, dando a sus rivales una breve, muy placentera, sin palabras sonrisa maliciosa. "Bien, así es cómo funciona." Ella tecleó un comando rápido, pescando en su memoria por los códigos que había aprendido de Dar. Códigos encriptados. Dar nunca hizo nada obvio o fácil, al menos en la parte final. Ella permitió que las personas de las aplicaciones pusieran una apariencia vistosa en la interfaz de usuario en sus cosas, pero en donde contaba, era toda la facilidad en las manos y mejor saber lo que estás haciendo a tiempo. Básico y funcional, sencillo y elegante. Como Dar. "Digamos que tienes este ancho de banda asignado ..." "Entonces qué, estalla. Gran cosa," Shari comentó. "Hey cállate." Uno de los hombres en el frente se dio la vuelta. "No quieres escuchar esto? Da un paseo." Él miró la insignia de Shari. "Toma tu pequeña rivalidad y deshazte de ella, hermana." Ah, caballerosidad. "Gracias." Kerry puso una mano en el brazo de su poco probable campeón. "No me des las gracias todavía, señora," el hombre le advirtió. "Si esto es todo tonterías, te masticaré después."

(*) En informática, una tubería consiste en una cadena de procesos conectados de forma tal que la salida de cada elemento de la cadena es la entrada del próximo. Permiten la comunicación y sincronización entre procesos.

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Apuesto a que no lo hará. Kerry sintió la presencia de Dar y supo, si giraba la cabeza, que encontraría a su compañera cerca. "No estoy preocupada," le dijo al hombre. "Ahora, ¿dónde estaba? Ah. Sí. El ancho de banda. Vamos a usar un T1, por ejemplo." Shari comenzó a empujar hacia adelante, pero de repente se encontró retenida firmemente. Se dio la vuelta enojada, sólo para encontrarse en el centro de dos astillas de furia helada sólo ligeramente teñidas de azul. "Muy bien, ahora..." "Si sabes lo que es bueno para ti," Dar habló en una absoluta voz plana. "Vas a seguir el consejo de los señores." "Está bien, ustedes dos. Sepárense." Michelle se empujó suavemente entre ellas, dando a Dar una sonrisa decidida. "Tiempo fuera. Continuaremos la discusión después."Tomó el brazo de Shari y a pesar de su diferencia de tamaño, maniobró a la mujer más grande fuera de su adversaria enfurecida. "Como ella dijo, estalla." El ruidoso hombre sacudió la cabeza, ajeno al drama pasando detrás de él. "¿Cual es el problema?" "El gran problema es la forma en que estalla." Kerry soltó un aliento, viendo a Michelle y Shari salir de su visión periférica. "Analiza el flujo de tráfico, y toma decisiones sobre cómo encaminar, qué ruta, y lo que debe priorizar en base a la capa de aplicación." "¿Qué?" El hombre resopló. "A nivel de red? Eso es imposible de implementar a gran escala. Claro que se puede hacer por un enrutador ..." "No es imposible." Kerry negó con la cabeza. "Dar está trabajando con los fabricantes de hardware para grabar el código esencial en el firmware." "De ninguna manera." El hombre sacudió su cabeza. "Supongo que tendrás que esperar y ver." Kerry sonrió. "Pero no esperes demasiado tiempo. Tus competidores no lo harán." "Oooh. Suena fenomenal," el reportero la felicitó. "Pero ... esto realmente funciona?" "Realmente funciona." Dar juzgó que su cuerpo había dejado de temblar lo suficiente para poder subir a la plataforma y unirse a Kerry. Sus rodillas todavía temblaban un poco mientras la adrenalina se drenaba lentamente de su torrente sanguíneo, y cuando se acercó por detrás de su compañera, sintió una súbita calidez cuando la mano de Kerry le dio unas palmaditas en la pantorrilla. "No está mal para un viejo hacker, ¿eh?" Una risa fue alrededor de la multitud. "¿Podemos hacerle unas cuantas preguntas al respecto?" el agresivo hombre contrarrestó, con un grado visiblemente más alto de respeto. "Tal vez." Dar dejó caer las manos sobre los hombros de Kerry. "Pero si contesto, tendré que matarte." Otra risa. Hasta ahora, Dar decidió, todo bien. Roberts y Stuart varios, Michelle y Shari, ninguno. 125



Vamos a asegurarnos de que se mantenga así.

MICHELLE ENCONTRÓ un rincón, y las puso a ambas en él. "¿Puedo preguntarte cuál es tu maldito problema?" Ella echaba humo. "Maldita sea, estoy tratando de construir algo que podamos usar aquí." Shari le devolvió la mirada. "Es todo una mierda!," Dijo. "¿No puedes ver lo que están tratando de hacer? Pasamos cuántos meses armando una campaña, consiguiendo nuevos clientes, cavando una brecha en ellos. Vamos a volar si las dejamos robar el centro de atención!" Michelle se pasó las manos por el pelo. "Shari ... Shari... no estás pensando con claridad. Míralas." Giró a su compañera y señaló. "¿Cómo diablos te gustaría eliminarlas del centro de atención?" "Deberías haberme dejado sola! Si seguía con ellas ..." "Si seguías con ellas ..." Michelle apretó los dientes. "Ibas a conseguir una paliza en cualquier momento. ¿No viste esa mirada que estabas recibiendo? Tú eres la que solía dormir con ella. Habría pensado que te darías cuenta de eso." Shari hizo un sonido de disgusto. "Psicópata." "Oye." Michelle le palmeó el brazo. "No es psicópata ir detrás de alguien que está lanzando críticas hacia su pareja. Estabas siendo desagradable." "No estaba." "Lo estabas." La mujer más baja exhaló. "Así que cálmate. Regresa al puesto y codéate. Déjame hacer frente a esas dos. Al menos puedo tener algún tipo de conversación con Stuart Además ... quiero ver lo que sea que están desarrollando - suena como tecnología que no podemos ignorar." Shari fulminó con la mirada hacia el puesto de ILS, y luego se encogió de hombros. "Lo que sea." "Deja de antagonizarlas." La voz de Michelle se suavizó. "Sigues presionándolas, y ellas presionan en respuesta. ILS podría cubrir nuestro presupuesto en el dinero del almuerzo de Robert. Así que vamos a retroceder, y ver lo que van a hacer a continuación. Lo último que queremos es que ellas vengan por nosotras." "Podemos manejarlo." "Tecnológicamente, no, no podemos," Michelle le dijo, con un torcedura irónica en los labios. "Nuestra fuerza son lugares pequeños, personalizados, y cuentas donde podemos competir con ellas basados en márgenes delgados. Cuando se trata del gran silicio ... nena, somos vidrio reciclado." "Vamos, esto no es ciencia espacial." "Shari." Michelle la tomó de los hombros. "Escúchame. En el nivel en que Dar Roberts trabaja, es una ciencia espacial, y ella es una científica espacial. Es posible que no hayas entendido lo que Stuart estaba diciendo, pero yo lo hice, y si es cierto, van a ser dueños de este mercado." Shari la estudió. "Esas falsas cosas estallando?" 126



"Esas falsas cosas estallando," Michelle replicó. "¿Entendiste lo que ella estaba diciendo que están trabajando con los proveedores de hardware para que lo pongan en el firmware? Eso significa que es real, y lo ha patentado, y si funciona todos vamos a estar pagando a ILS por el privilegio de usarlo." "¿Me estás tomando el pelo?" "No te estoy tomando el pelo," Michelle dijo. "Es un gran problema. Estoy realmente sorprendida de que incluso estén hablando de eso aquí." Shari tamborileó con los dedos sobre la mesa. "¿Podemos robarlo? Apoderarnos de eso y mirar en la ... la programación o lo que es?" Michelle hizo una mueca. "No desarrolles una conciencia en mi ahora." Shari interpretó correctamente la expresión. "Si podemos conseguir esto, si piensas que es algo importante, entonces podemos utilizarlo nosotras mismas y competir con ellas en sus propios términos." "Puedo tratar de echarle un vistazo," Michelle contempló. "Tal vez ella esté dispuesta a alardear de eso y dejar poner mis ojos en ello." Ella exhaló. "Déjame ver lo que puedo hacer. Por lo menos no tenemos que preocuparnos de ir en contra de ellas por la oferta de Quest. Quiero que esa sea toda de nosotros." "No estaba preocupada. Las quería adentro." Su compañera más alta metió las manos en los bolsillos de su falda. "Quiero mantenerlas fuera de balance," dijo seriamente. "A Dar le gusta controlar lo que está pasando. Pero no lo hace bien cuando tiene que improvisar." Michelle estudió la forma espigada, de cabello oscuro acechante detrás de la figura sentada de Kerry. "No estoy segura de eso," ella discrepó. "Pero en todo caso, vuelve al puesto y déjame hacer lo mío. Soy la nerd, y me toca a mí encontrar una manera de darnos la tecnología suficiente para obtener una ventaja sobre estos tipos mientras tú los deslumbras con los ahorros que obtendrán." "Mmph. Está bien," Shari finalmente accedió. "Creo que a veces miró a Dar, y veo a esa chica grotesca con la que me acosté en el fondo de mi estúpida juventud. No puedo ajustar mi enfoque para creer que esta es realmente una CIO de una importante compañía de servicios de IT. Simplemente no puedo." Michelle le palmeó el brazo de nuevo. "Bueno, la conocí de esa manera, así que es más fácil para mí. Y, mientras estás en ello, vamos a alcanzar y contactar a cualquiera que creas que pueden entrar en la red de ILS. Ofrece una recompensa. Esa es una manera de criticar restando brillantez al representante." "Hm." Shari parecía pensativa. "Correré la voz a nuestros muchachos. Les gusta un desafío," dijo. "Esa fue una solemne estupidez que hizo." "Eso, estoy de acuerdo contigo al cien por ciento." Michelle asintió. "Vamos." Dio un empujón a Shari, viéndola mientras se retiraba de mala gana a su pabellón más pequeño, pero elegante. Comenzó el regreso hacia su objetivo, pero se detuvo cuando Peter Quest se interpuso en su camino inesperadamente. "Oh hola." 127



"Bueno, Sra. Graver, ¿cómo está?" Quest parecía muy satisfecho de sí mismo. "Lista para un reto?" "Por supuesto," ella le aseguró. "Estamos muy seguros de que podemos preparar un paquete para tí que te dejará asombrado." Él se rió entre dientes. "Será mejor." Se dio la vuelta y señaló a la multitud alrededor de ILS. "Tomará mucha genialidad para eliminarlas. Esperemos que su austera, tacaña, ahorro de costos máquina esté a la altura." Con una sonrisa, él se alejó, juntando sus manos detrás de su espalda mientras hacía una pausa para escuchar la voz suave, del medio oeste de Kerry. "Mierda," Michelle maldijo. "Creí que él había dicho que lo habían rechazado. Qué demonios cambió ..." Ella hizo una pausa para pensar. "Pensé que las habíamos hecho retroceder ayer. Maldita sea." "¿Dijo algo, señora?" Un acomodador que pasaba preguntó. "¿Necesita indicaciones?" "Necesito un tranquilizante. Tienes alguno?" ella respondió. "No, ¿eh?" Observó al acomodador retirarse confundido. "Maldición, maldición, maldición." Quest había estado tan malditamente seguro. Enojado, de hecho, por la forma en que había sido tratado y ella había tomado ventaja rápida en organizar su posición como su principal ofertante en su contrato. Magnifica publicidad. Shari ya había escrito el comunicado de prensa. Entonces qué había cambiado? Los ojos de Michelle se estrecharon, recordando de pronto la actitud alterada de Kerry al entrar en la sala esa mañana. De hecho, si la mujer rubia hubiera contado con un conbatiente estaba segura de que se habría enfurecido. Tamborileó con los dedos en su muslo. Algo había sucedido. A Michelle no le importaba la competencia, pero sabía que no era un escenario que quería compartir. "El momento no es el adecuado, maldita sea." Se estacionó cerca del puesto de ILS y esperó su oportunidad, ociosamente envidiando a Kerry su relación amistosa, abierta con la multitud. Kerry era natural. Agradable y bien parecida, inteligente y comprometida, ella era la verdadera chica de cartel para ILS y puesto que también era menos intimidante que Dar era el enfoque perfecto para las cámaras de televisión cercanas. Maldición. Kerry terminó su presentación ante el aplauso de su público. Dar se posó detrás de ella como un águila bien vestida, con una mano nunca lejos de la espalda de su pareja. Como si percibiera, Kerry se dio media vuelta y golpeó a la mujer más alta con su hombro, sonriéndole con íntima calidez. "Dar tiene unas camisetas de 'Hola, soy un hacker de ILS'," Kerry anunció. "No creo que estén listas antes de que la exhibición termine sin embargo."

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"Aww," el reportero de Tech TV se rió. "Esa fue una pregunta candente de verdad ayer. Lo hiciste a propósito, Roberts? Has sido acusada de ser demasiado conservadora, ya sabes." Las dos cejas de Dar subieron. "¿Yo?" dijo. "Amigo, me han llamado muchas cosas por mucha gente ... esa no es una de ellas." La multitud se rió con ella. "ILS," el reportero reiteró, con una sonrisa tolerante, "ha sido acusada de ser demasiado conservadora," Dar se encaramó en la esquina del escritorio donde estaba sentada Kerry, dejando ambas poderosas manos descansar en su rodilla. "No, realmente no lo soy." Su voz alterada, yendo a un toque más serio. "Fue algo que surgió de la discusión que estábamos teniendo. No es algo que alguna vez escondí, pero por otro lado, no es algo que incluimos en el folio de los accionistas cada año tampoco. Esto viene de tener la habilidad requerida puesta en los lugares correctos todo el tiempo. A veces lo hacemos, a veces no, pero nunca contrataría a alguien con ese conjunto de habilidades sólo porque podría ser visto como radical." Kerry tomó aliento, habiendo salido corriendo mientras escuchaba uno de los más largos fragmentos del discurso que había escuchado a su pareja pronunciar alguna vez. "Creo que la mayoría de nosotros vemos a los hackers como algo malo," reconoció el reportero. "A veces lo son," Dar estuvo de acuerdo. "Pero los realmente buenos también tienen un espíritu de descubrimiento, y un hambre por adquirir conocimiento de que en mi negocio, señor, no tiene precio." Guau. Kerry parpadeó. Me gusta eso. Ella ladeó la cabeza y miró hacia el perfil de Dar. "Sabes, eres el mejor ejemplo de eso que he visto en mi vida." Sorprendida, Dar se volvió y se encontró con sus ojos, una sonrisa vacilante tirando de sus labios. "Gracias." La habitación se desvaneció por un solo instante mientras se miraban. Entonces el aire acondicionado se encendió, y los zumbadores junto a ellos se apagaron, y otra pregunta se dirigió a ellas desde la multitud. Dar se giró y respondió después de una breve vacilación, dejando a Kerry para apoyar sus codos sobre el mostrador para simplemente observar y escuchar. Kerry vio a Michelle cerca de la esquina donde dos paredes se unían, mirando también, pero ya no había ninguna señal de Shari. Kerry dio a Michelle un punto de sensatez por sacarla de la habitación, porque ella había visto la cara de Dar, cuando se había acercado detrás de su objetante. Oo. Ella había estado enojada. Los comentarios desagradables de Shari realmente no le habían molestado tanto a Kerry – había visto cosas peores tanto en las ofertas públicas de adquisición y juntas directivas de la competencia. Pero descubrió que los instintos protectores de Dar eran encantadores en extremo. Sin embargo. 129



Ciertamente Kerry había sentido ganas de golpear a sus rivales ayer, pero en realidad, si Dar hubiera perdido su temperamento, sabía que alguien podría haber sido realmente lastimado. Probablemente no habría sido Dar. "Así que eso es todo lo que tenemos que decir por el momento," Dar concluyó. "Ustedes chicos mejor vayan a prestar a todos los demás algo de atención." Las luces de la televisión se apagaron, y la gente poco a poco comenzó a dispersarse, hablando entre ellos mientras Dar se bajaba del escritorio y se dejaba caer en la silla junto a Kerry en cambio. "Alguna vez te dije lo mucho que odio las exposiciones comerciales?" pronunció en voz baja. "Lo mismos te digo." Kerry sonrió amablemente a las multitudes que pasaban. "Chico, me alegraré cuando sean las cinco. ¿Puedo ofrecerte la cena y una cerveza después de eso, jefa?" "Mmmmmm". Dar retumbó bajo en su garganta. "Tengo un gusto por lo mexicano. ¿Quieres ir al pabellón conmigo en Epcot?" Kerry encontró la irritación de la mañana esfumándose. "Si podemos tener postre en Francia, seguro." ella estuvo de acuerdo. "Y me compras esa cerveza en Alemania." Dar se inclinó hacia atrás y entrelazó sus dedos detrás de su cuello. "Estás adentro, Yanqui," ella acordó. "Voy a enviar a nuestro equipo de vuelta al hotel una vez que hayamos cerrado. Dejen que alguien más limpie esta basura - le di al gerente del bar mi tarjeta de crédito para que todos se pongan borrachos." "Dar." Kerry se cubrió los ojos. "Eso es tan irresponsable de tu parte." Un encogimiento de hombros. "No están conduciendo," Dar respondió sin arrepentimiento. "Se lo merecen. Trabajaron duro." Hizo una pausa y se inclinó, tocando el brazo de Kerry. "¿Has hablado con alguno de ellos sobre sus aumentos?" Kerry negó con la cabeza ligeramente. "No pensé que este fuera el lugar," dijo. "Podría sacarlos uno a la vez supongo ... podría ser una tarde mucho más entretenida para mí de lo que sería de otra manera." "Hazlo," Dar dijo. "Cubriré este sitio." "Déjame agarrar mis papeles." Kerry se levantó y se dirigió hacia el gabinete del interruptor cerrado, donde había guardado su maletín igualmente cerrado. "Hay un pequeño cuarto ... oh, sí, lo veo. Por allí cerca de la entrada." Dar asintió. Kerry sacó una carpeta de su maletín y cerró el gabinete. Luego se levantó y se dirigió al primero de sus técnicos, sentado en una de las consolas más pequeñas. "John? ¿Puedo hablar contigo un minuto?" El hombre de cabello oscuro la miró, sorprendido. "Claro ... um ..." "Vamos." Kerry lo tomó por el codo, y lo llevó fuera del puesto, dándole al resto de los técnicos ahora muy alertas observándola una sonrisa. "Todos ustedes siguen. No se preocupen."

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Dar observó a los chicos, después de que Kerry salió del alcance del oído, por el rabillo de los ojos. Estaban claramente confundidos, pero ninguno de ellos parecía particularmente preocupado. Ahora, si hubiera estado ella haciéndolo ... "Hola." Dar se giró para encontrar a Michelle en el otro lado del divisor. Puesto que estaba sola, Dar apoyó las manos en la consola y ladeó la cabeza en cuestión. "Hola." Michelle lo tomó como una señal alentadora. "Así que estás enseñando a los enrutadores a pensar?" Dar sonrió brevemente. "Algo así," admitió. "Es un proyecto en el que he estado trabajando durante unos meses." "Kerry hizo que sonara bastante impresionante. verdad?" Michelle preguntó, tratando de lograr un equilibrio entre la amistad cautelosa y el desafío. Estaba bastante segura de que Dar sólo despreciaría la adulación. "Veremos," Dar dijo. "Hasta ahora he conseguido una métrica eficiencia de trescientos por ciento, pero es pronto todavía." Michelle parpadeó. "¿Me estás jodiendo?" "No." Dar parecía divertida. "Una de las ventajas de trabajar para una vieja y conservadora empresa de IT es que tenemos un presupuesto de R y D (Investigación y desarrollo)." Ella echó un vistazo a la multitud y luego volvió a mirar a Michelle. "Así que he escuchado que vamos a estar compitiendo en un par de barcos de crucero." Los labios de Michelle se crisparon. "He oído que no estabas interesada en el proyecto. De hecho, el director estaba llamándote todo tipo de nombres por mandarlo a volar." "Cambié de idea." Dar la miraba con esos ojos azul pálido agudos, insondables, tan vívidos con inteligencia que eran casi difíciles de mirar. "Deberá ser interesante." Ella se levantó. "Me tendrás que disculpar, pero me están saludando." Indicó a José y Eleanor, que estaban de pie con dos hombres de traje, señalándola. "No hay problema." Michelle se apartó del puesto. "Alguna posibilidad de que me muestres cómo funciona tu vistosa rutina enrutadora más adelante?" Dar la miró, un cruce entre malicia y leve irritación en su cara. "¿Puedes leer ensamblador?" Michelle suspiró. "No." "Lo siento, entonces. Supongo que no estás de suerte." Dar se bajó del puesto y se dirigió a sus colegas, dejando a su indeseada invitada parada allí y mirando. Michelle suspiró. "Lo triste es que, probablemente me estaba diciendo la verdad." Ella se apartó del puesto y se dirigió de regreso al suyo. "Así que tenemos que encontrar alguna otra manera de conseguir ese asunto."

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"MUY BIEN, ROBERTS." Dar inclinó la cabeza hacia un lado, haciendo contacto visual con el agresivo interrogador de gris que ella había pensado que había pasado a cosas más interesantes. "¿Sí?" Moderó su respuesta habitual. El hombre se acercó al puesto y le dirigió una tarjeta. Dar la agarró y la miró, notó la insignia del Ejército luego se la regresó. "Puedo hacer algo por usted, Capitán Mousser?" El hombre se giró hacia una de las sillas alrededor y se sentó en ella, cruzando los brazos por la espalda y estudiándola con ojos brillantes, alertas. "Sí. Hablemos. ¿Alguna vez jugaste G.I. Joe cuando niña?" Dar parpadeó. "¿Qué?" El capitán le sonrió. "¿Quieres jugar con los juguetes más geniales que tu empresa podría permitirse dentro de veinte años?" Oh ... Dar gimió por dentro. Tengo un mal, mal presentimiento sobre esto ... "No," ella dijo. "Estoy contenta con los juguetes que tengo, gracias." El capitán del ejército se levantó y se encaramó en la esquina de su escritorio de la consola. "Escúchame. Podrías terminar interesada." Dar estaba a punto de desestimarlo, cuando pensó en cómo de manera similar había desdeñado a Quest. "Muy bien." Se acomodó para escuchar. "Proponme."

KERRY SE RECOSTÓ en su asiento y vio pasar un barco lleno, con dos risueñas muchachas en la parte delantera y dos adolescentes besuqueándose en la parte trasera. Se preguntó si estaban todos relacionados, y eso le recordaba de alguna manera sus años más joven. Ellos nunca habían ido a Disney World, pero habían ido a un par de emocionantes parques más pequeños en el norte, por lo general con algunos mienbros del personal de su padre para vigilarlos. Kerry recordó una de esas tardes en el otoño, cuando el aire frío había hecho que todo pareciera brillante y fresco para ella. Ella y Angie había compartido una hojaldra de masa frita cubierta de azúcar blanca polvoreada, y finalmente había convencido a su hermana para que fuera con ella en la alta montaña rusa. Angie no había disfrutado en absoluto, recordó con pesar. Había vuelto a subir la montaña rusa de nuevo sola, pero de alguna manera no era lo mismo y para el año siguiente ... Kerry descartó el pensamiento y sacudió la cabeza, tomando un sorbo de su cerveza en cambio. Dar iría a las montañas rusas con ella, y las disfrutarían, ¿no? "Dar?" "Siiii?" "¿Cómo te sientes acerca de las montañas rusas?" "Sí," respondió al instante. "No tienen suficiente de ellas aquí." "Je." Kerry tomó otro sorbo de cerveza y sonrió. "Deberíamos intentar Universal la próxima vez. Tienen algunas montañas asesinas." 132



"Lo tienes." Exactamente la respuesta que quería oír. Kerry exhaló en satisfacción, echando su mirada alrededor de su entorno con una agradable sonrisa. Estaban dentro del pabellón de México, donde el aire era fresco y seco, y la iluminación de un perpetuo crepúsculo. Era tranquilo y pacífico, y el aroma de las especias mexicanas llenaba el aire. El restaurante estaba medio lleno, y tenían una mesa en la esquina con una buena vista del ‘río’ todo para ellas. Era agradable. Kerry cruzó sus tobillos cubiertos de mezclilla debajo de la mesa contenta más allá de las palabras que estaba fuera de su traje y en sus jeans y la camiseta ligera que ahora llevaba. Había notado una tendencia en sí misma últimamente a tener cada vez menos afecto por la ropa formal de negocios que llevaban en la oficina, y en actividades como esta. Aunque nunca le había importado vestirse, y era lo suficientemente consciente de si misma para reconocer la vanidad de gustarle como se veía en la tela perfectamente adaptada, se había encontrado deseando deshacerse de ellos al final del día en favor de los algodones suaves y mezclilla que ambas usaban en casa. Kerry dejó su mano apoyada en el muslo, deslizando su pulgar sobre la superficie azul desvanecida con una sonrisa ausente. Al otro lado de la mesa, vestida de manera similar, Dar estaba estudiando el menú con los ojos azules medio cerrados. "Hey," interrumpió de nuevo las rumiaciones de su compañera. "Mm?" Dar miró más allá de lo escrito hacia ella. "¿Estás tan contenta como yo de que se acabó?" Kerry sonrió de todo corazón. "Por supuesto, Dixiecup." Ella levantó la cerveza, esperó a que Dar hiciera lo mismo, y luego tocó su vaso con el de su pareja. "He aquí una especie de exposición comercial exitosa." Dar tomó un largo trago antes de colocar el vaso en la mesa. "Creo que fue un éxito." Ella ofreció su opinión, pensativamente. "Para la empresa. Para nosotras fue un gran dolor en el culo." "A excepción del buceo," Kerry le recordó. "Y ese primer día. Eso fue divertido." "Uh huh." "Y esta noche." Kerry se inclinó sobre la mesa y ajusto sus dedos alrededor de los de Dar, dándoles un suave apretón. "Y sabes, anoche también fue genial." Un brillo aumentó en los ojos de Dar. "Así que en realidad, fueron las dieciséis horas que tuvimos que pasar en esa sala que se desplomaron," Kerry concluyó. "Y puesto que es esta noche, y sé que esta noche va a ser genial, al diablo con eso." Ella levantó la vista cuando su camarero llegaba, dándoles a ambas una sonrisa. "Hola." "Buenos noches, señorita," el chico la saludó alegremente. "¿Qué puedo ofrecerles a ustedes bellas damas esta noche?"

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"Dos de estos, dos de estos, y uno de este." Dar le señaló el menú. "Y dos más de estas en unos minutos." Indicó la cerveza. "Lo tengo. Gracias." El camarero tomó el menú y desapareció. Dar se estiró en su silla, y luego se deslizó hacia abajo, extendiendo sus largas piernas debajo de la mesa. Acunó el vaso en las manos, sorbiendo su bebida lentamente mientras observaba el restaurante llenarse a un ritmo muy lento. Pocas familias, señaló, más parejas que parecían estar disfrutando de la baja luz y del ambiente romántico del pabellón. Inclinó ligeramente la cabeza y dejó que Kerry entrara en su línea de visión, admirando el agradable tinte dorado que la cálida iluminación traía a su piel. La atención de su pareja aún estaba en el río, por lo que tuvo unos momentos tranquilos para simplemente mirarla y disfrutar de la vista. Kerry debió de percibirlo, una mano se acercó para jugar con su pelo y lo agitó retirándolo por encima de su oreja en el lado que daba hacia Dar. Era una entrañable dosis de auto-conciencia, y Dar respondió a ella dejando caer su mano debajo de la mesa y encontrando la rodilla de Kerry para darle un ligero apretón. Su compañera giró la cabeza y apoyó la barbilla en su puño. "¿Quieres subirte en el barco conmigo después de la cena?" ella preguntó. "Si nos sentamos en el asiento de atrás," Dar dijo. "Por supuesto." Kerry sonrió. "Sabes, estaba pensando en la última vez que estuvimos aquí." "Mm ... ese festival de comida fue una explosión." "Me divertí mucho," Kerry dijo. "No me había divertido tanto con nadie desde hace años, Dar. Años." Flexionó los dedos de su mano libre en frente de ella, la luz captando el anillo en su dedo. Ambas de repente se habían encontrado llevándolos, después de mantenerlos colgando al cuello durante tanto tiempo, y ninguna de ellas realmente había discutido por qué todavía. Una mañana, por alguna razón, ella decidió ponerse su anillo. Más tarde ese día, en una reunión con Dar había mirado a través de la mesa de conferencias y había captado el destello del anillo de su pareja mientras ella movía sus papeles. Extraño. Sinérgica de un modo que no entendía bien, pero de alguna manera también muy reconfortante. Tal vez encontrarían tiempo más tarde para hablar de ello. "Años? Yo tampoco," Dar respondió. "Recuerdo estar sentada en el bar mirando al otro lado de la mesa en medio de la cena, y dándome cuenta que nunca quise salir ese día." "¿De verdad?" Dar asintió. "¿Recuerdas cuando estábamos hablando de IPv6?" Kerry se rió entre dientes. "Sí."

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"Creo que me enamoré de ti en ese momento." Dar sonrió con facilidad, riendo cuando vio el rubor arrastrarse por el cuello de Kerry. "No, eso no es realmente verdad." "¿No?" "No." Dar apoyó la cabeza en su puño. "Lo hice cuando te vi por primera vez, en esa vieja oficina tuya," admitió. "Allí estaba yo, parada en esa puerta, simplemente mirándote como si acabara de ver mi primera matriz de disco multiparticionada." Kerry arrugó la nariz. "Gracias. Creo." Dar se rió. "Había visto una foto tuya, pero no te hacía justicia." "¿La viste?" Kerry preguntó, ladeando la cabeza. "Por supuesto." Dar ahogó un bostezo. "Mark pensó que era necesario añadir una imagen a todo color a tu archivo personal cuando me lo dio." "Oh, él lo hizo, ¿no?" Kerry se echó a reír. "¿Para qué?" Dar permaneció en silencio durante un minuto. "No lo sé," dijo. "Para que pudiera reconocerte cuando te viera, supongo ... o tal vez porque a los dos nos gustan las mujeres guapas?" Su tono era un toque avergonzado. "No pensé en preguntar en ese momento, pero guarde tu carpeta en mi maletín durante un mes para que pudiera ver esa maldita foto." Kerry se sonrojó un poco. "Maldita sea si sé por qué me tomó tanto tiempo averiguar que estaba enamorada de ti." Dar suspiró teatralmente. "Podrías haber pensado que esa era una pista lo suficientemente grande junto con lo sin habla que estaba cuando nos conocimos." Kerry se entregó al recuerdo de buena gana. "Recuerdo ese momento," murmuró. "Recuerdo que fue un día tan malo ... después de que Robert me dijo lo que estaba pasando, y con toda esa gente mirándome ... dependiendo de mí para protegerlos." Sus labios se separaron mientras un suspiro se filtraba. "Y fue un mal día para mí de todos modos. Había hablado con mis padres la noche anterior y me habían puesto todo tipo de presión para salir de Miami." "Grr." "Mm." Kerry asintió con ironía. "Entonces toda la banda de la oficina fue a comer ese día y me invitaron a ir con ellos. Realmente quería, pero me quedé allí con mis zanahorias en cambio." "Y me conociste." "Y te conocí," Kerry estuvo de acuerdo. "No importa lo desagradable que fue, chico ... déjame decirte, supe que algo me pasó en el momento en que levanté la cabeza y miró en esos ojos azules. Fuiste lo único en lo que pensé durante el resto de ese día." Alargó la mano y enredó sus dedos con los de Dar de nuevo. "Mi corazón saltaba cada vez que veía un correo electrónico tuyo entrar en mi bandeja de entrada." Dar le sonrió.

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Kerry le devolvió la sonrisa y ambas se disolvieron en una risa silenciosa. "Somos un par de bobas, ¿lo sabías?" "Sí," Dar admitió. "Pero no me importa un carajo." "A mí tampoco." Kerry se enderezó mientras el camarero regresó colocando los aperitivos que Dar había ordenado. Entregó su vaso vacío, y acomodó la servilleta en su regazo mientras examinaba cuidadosamente el sabroso plato de nachos y otros aperitivos mexicanos. "Mm. Se ve bien." Dar seleccionó un bocado y lo mordisqueó. "Olvide decirte un par de cosas antes de irnos." Kerry levantó la vista de una pila alta de nacho, atrapada a medio camino en un bocado. Sus cejas hablaron por ella, levantándose bruscamente en cuestión. "Alastair llamó." "Ah." Kerry tragó y se limpió los labios con la servilleta. "¿Está enojado?" Dar negó con la cabeza. "No." Ella jugueteó con la tortilla en sus dedos. "Bueno, lo estaba, pero después de hablar con él durante un rato se relajó. Pero ... um ..." Uh oh. Kerry podía ver las inquietudes ya empezando. "¿Qué pasa?" Dar colocó el nacho abajo y se echó hacia atrás, apoyando sus manos sobre los brazos de la silla. "Le hablé de la oferta del barco," dijo, haciendo una pausa cuando el camarero volvió con dos vasos helados para ellas. Puso los vasos abajo y les lanzó a ambas miradas curiosas. "¿Todo bien aquí, señoras?" "Bien, gracias." Kerry casi se sentó sobre sus manos para evitar ahuyentarlo. Ella esperó a que se fuera, y luego deslizó su silla más cerca de Dar. "¿Y?" "Él quiere que yo – quiere que nosotras - hagamos personalmente la oferta." Kerry parpadeó. Miró a su alrededor en el restaurante, luego se centró de nuevo en la cara angular de su pareja. "Siiii... y? Eso es un problema? Íbamos a hacer eso de todos modos." "Correcto," Dar coincidió. "No es un problema, pero él más o menos me dijo que espera que yo entregue el contrato, cueste lo que cueste." Kerry se echó hacia atrás y levantó una rodilla, rodeándola con sus brazos mientras consideraba la declaración. "Muy bien," dijo finalmente. "Y esto es una noticia? Dar, siempre espera milagros de ti." Un pliegue se formó en su frente. "Piensas que va a ser un problema?" Dar tomó un sorbo de su cerveza. "No, realmente no." Su compañera se frotó el puente de la nariz. "Está bien, así que cuál es el problema, cariño?" preguntó en voz baja. "Si ese no es el problema, cuál es?" "Me reclutaron." Dar se acercó más y bajó la voz.

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"De nuevo? Jesús! Pensé que le dijimos a ese tipo que retrocediera, y Michelle dijo ..." Kerry se enderezó indignada. "No por Telegenics." "Oh." "Por el ejército." La mandíbula de Kerry bajó ligeramente. "¿El ejército?" repitió. "Espera. ¿Qué? Como ... el Ejército de los EE.UU? Quieren que hagamos una oferta para algo? " Con una expresión que era una mezcla de consternación y vergüenza, Dar negó con la cabeza. "No. Ellos me quieren." Empujó su pulgar en su propio pecho." Como en... alistamiento." "¿Tú?" "Yo." "¿En el ejército?" Kerry miró desorbitadamente hacia ella. "Como … campo de entrenamiento y todo?" "Uh huh." Kerry se cubrió los ojos inmediatamente. "Oh Dios mío." Miró a través de sus dedos a su compañera. "Tienes que estar bromeando." Miró a Dar sacudir la cabeza solemnemente. "¿Qué les dijiste? ¿Cuándo ocurrió esto, Dar? ¿Dónde estaba yo? Estuve contigo la mayor parte de la tarde. ¿Qué hicieron, te siguieron al baño o algo así?" Dar se acomodó de nuevo, al fin permitiendo que una risa irónica saliera. Después de que ella había superado la conmoción de toda la maldita cosa, había sido un poco divertido. "Les dije que no." Ella exhaló. "Pero él fue bastante insistente. Me hizo tomar su tarjeta y dijo que estaría en contacto. Ellos tienen algún tipo de proyecto para el que están buscando ingenieros de alto nivel." "Jesús." "Estabas hablando con los chicos," Dar continuó. "Quizás pueda hablar con él de contratar servicios. Él hablaba como si estuviera ocurriendo ahora mismo, sin embargo," reflexionó. "Ah." Kerry cogió un nacho y lo examinó, luego lo masticó pensativamente. Tragó, bajando su bocado con un sorbo de cerveza mientras reflexionaba. "Ahora mismo como en el mismo tiempo que el acuerdo del barco." Dar asintió. "Así que ese es el problema." Kerry cogió otro nacho. "¿Estaba molesto cuando le dijiste que no?" Un encogimiento de hombros. "Maldita sea si me importara eso ... diablos si pensara que incluso lo consideraría." Kerry se inclinó y le ofreció a Dar un nacho, sonriendo un poco mientras su pareja lo tomaba de sus dedos con una gracia delicada. "Por supuesto que no. ¿De verdad él esperaba que dejaras tirado todo ... tu trabajo, tu vida ... y simplemente unirte el ejército? Eso es una locura, Dar." 137



"Tienes razón." Dar se lamió los labios. "¿Qué diablos le iba a decir a mi padre? Me perdonó ser una rebelde, me perdonó ser gay, y me perdonó convertirme en una yuppie." Ella se estremeció. "Él nunca me perdonaría por esto." Kerry se estremeció de risa, tapándose la boca apresuradamente. "Perseguirá mi trasero y me azotaría hasta que cantara Dixie," Dar murmuró, sacudiendo la cabeza. Se echó hacia atrás mientras el camarero volvió con una bandeja, dejando sus platos principales. "Nunca oirás el final de eso, por supuesto." Observó a Kerry dejar caer su cara en su mano, sus hombros sacudiéndose en una risa silenciosa y después de un momento, se relajó y aceptó lo absurdo de todo. "Que maldito día." Que día. Kerry dejó que su risa se agotara, y luego cogió su vaso y lo extendió, tintineándolo contra el de Dar. "Déjalo para mañana. Pase lo que pase, sólo tendremos que hacer que funcione, tú y yo" Ella dejó salir una sonrisa, mirando directamente a los ojos de Dar mientras decía las últimas palabras. "No podemos hacer nada." "Esta noche es para nosotras," Dar acordó tranquilamente. "Por nosotras," Kerry repitió, tintineando el vaso por tercera vez. "Por nosotras." Un guitarrista ambulante se acercó detrás de ellas, tocando una melodía romántica sin palabras mientras el río tomaba otro grupo de amantes anónimamente río abajo.

KERRY LAMIÓ EL último sabor del chocolate de sus labios mientras paseaban alrededor del lago hacia la entrada del parque. El último fuego artificial se había perdido en lo alto, y ahora las multitudes se dispersaban, las tiendas se cerraban y el parque se iba aquietando por la noche. Colocó su mano en la de Dar mientras caminaban, disfrutando de la cálida comodidad mientras los dedos de su pareja se cerraban alrededor de los suyos. "Un viaje demasiado corto de nuevo." "Mm." Dar había estado tarareando en voz baja. Ahora giró la cabeza hacia Kerry. "Aquí, quieres decir?" "Uh huh. Quiero unos días más para jugar en los parques acuáticos, y montar Space Mountain, e ir al Animal Kingdom. Hay tanto que no logramos hacer," Kerry se quejó con tristeza. "Pasamos mucho tiempo siendo estresadas y agravadas por esas idiotas." "Bueno." Dar echó la cabeza hacia atrás, mirando las pocas y espesas nubes flotando sobre las estrellas. "Todavía tenemos mañana. Tenemos el coche, y hay un horario para atenerse," respondió. "Tengo que conseguir la propuesta oficial de la oferta del Sr. Skunk (Zorrillo), pero aparte de eso, soy toda tuya." 138



Kerry sonrió en reacción pura. "Hmm ... eso está bien, supongo." "¿Supones?" Dar rió. "Quiero más," Kerry dijo. "Quiero pasar una semana contigo aquí simplemente jugando." "Ahhh". Dar soltó la mano de Kerry y colocó su brazo sobre los hombros de la mujer más pequeña en cambio. "Eso suena bastante bien para mí, Kerrison. Te diré que. Vamos a poner eso en el calendario para un par de meses a partir de ahora." Kerry hizo un puchero. "Justo después de Acción de Gracias. Vamos a venir aquí por dos semanas, y hacerlo bien." Dar prometió. "Ellos tendrán la luces de Navidad puestas ... es precioso." "¿Sí?" Kerry estaba dispuesta a ser persuadida. "Y no tan caluroso." A pesar de la ligera brisa de la noche y su ropa ligera, Kerry estaba sudando como un cerdo, y reconoció que su sabia, nativa pareja de Florida podría tener razón. "Buuueeennoo ..." "Podemos aprovechar al máximo el tiempo que tenemos mañana," Dar continuó. "Nos iremos directamente del parque cuando lo cierren ... llegar a casa a medianoche más o menos. De acuerdo?" Había una nota en la voz de Dar que llamó la atención de Kerry. "Por supuesto." Enroscó su brazo alrededor de la cintura de Dar. "Estaba bromeando, sabes. Quiero pasar tiempo contigo aquí, pero sé que tenemos trabajo que hacer." A pesar del calor de la noche, el contacto se sentía bien. "Sólo estaba bromeando." Dar gruñó suavemente, pero no respondió. "La navidad será muy bonito." Kerry dijo escasamente. "¿Has estado aquí antes en esa época?" Un asentir de cabeza. Rodearon el borde de World Showcase, y comenzaron a través del pasaje hacia la entrada del parque antes de que Dar volviera a hablar. "Me alegro de que te guste aquí," aventuró. "Solía pensar que estaba siendo ... ahm ..." Sus hombros se encorvaron un poco en un encogimiento de hombros avergonzado. "Infantil por gustarte tanto como a mi." Kerry se apoyó en ella, dependiendo del sentido de la orientación de Dar para evitar que ambas se dirigieran a un arbusto. Había tomado tres cervezas, y aunque no estaba ebria, había una capa de agradable borrosidad entre ella y el suelo. "Dispara." Ella hizo un gesto a la multitud que las rodeaba. "La mitad de la gente aquí no tienen hijos como excusa para estar aquí, Dar. Todo el mundo ama este lugar." "Mm. Sí." Su compañera suspiró. "Supongo que estas en lo correcto."

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"Espera." Kerry las condujo hacia una carreta todavía abierta. "Necesito un poco de eso." Tiró a Dar a detenerse fuera del puesto de café y levantó dos dedos hacia la empleada. "Quieres alguno también, ¿verdad?" "Por supuesto." Dar simplemente se envolvió a sí misma sobre Kerry, apoyando la barbilla en la parte superior de la cabeza de su pareja. "Ha sido un largo día." Sus ojos se levantaron para estudiar a la mujer que estaba haciendo sus cafés, notando la breve sonrisa que les dio a las dos mientras que sus vasos se llenaban. "Apuesto a que es un día más largo para ti, ¿eh?" "¿No lo son todos?" la empleada respondió irónicamente. "Creo que los del verano duran al menos 48 horas." Roció un poco de chocolate en polvo en la parte superior de sus bebidas y las puso abajo. "Pero, por otro lado, hay menos gente. Así que ..." "Sí." Kerry le entregó algo de dinero. "Tiene sus compensaciones. La mía incluyo ir a Test Track dos veces." Ella sonrió con picardía. "Vale la pena el sudor." "Sí, pero no estás llevando poliéster." La mujer le devolvió la sonrisa. "Pero podría ser peor – dame un carrito expendedor cualquier día en lugar de ser un personaje," dijo. "Mi amigo acaba de ser Goofy durante el día y estaba demasiado cansado para incluso conducir a casa." "Todo es relativo," Dar comentó. "Sí," la mujer estuvo de acuerdo. "Este trabajo es genial. Llego a ver gente durante todo el día, no como mi madre. Ella trabaja en la contabilidad en el edificio principal. Todo lo que ve son paredes de los cubículos." Se inclinó sobre el mostrador." Mi pareja, por el contrario, le gusta mucho ser una de las personas de paisajismo. Cortar cortar." Pareja. A Kerry siempre le había gustado ese término, y recordó la primera vez que Dar se había referido a ella de esa manera con gran cariño. South Beach. Kerry miró a su alrededor con leve desconcierto, viendo como las multitudes paseaban más allá de la pequeña mesa donde ella y Dar estaban sentadas. Ellas dieron miradas a cambio, casualmente evaluando, y se encontró más que un poco cohibida allí en medio de todas las tendencias y turistas. Incluso la siempre serena Dar parecía un poco cautelosa, sus ojos azul pálido ocultos detrás de lentes de sol plateados mientras enganchó una rodilla cubierta de mezclilla y apoyó un codo en ella, su polo sin mangas exponiendo sus musculosos brazos al sol. Kerry se sacudió un poco de si misma bajó su camisa de manga corta de algodón bien planchada y se sentó un poco más erguida. "Vienes mucho aquí?" preguntó, todavía un poco tímida en su nueva relación. "Es algo divertido."

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"Eh." Dar jugueteó con la cuchara apoyada en su plato de café. "En realidad no. Está bien, supongo. Solía pasar el rato cerca, desde hace tiempo." Ella dio a las multitudes que pasaban una mirada superficial. "¿Solías?" La cara de Dar arrugó un poco. "En mis días más salvajes," explicó. "Cuando descubrí por primera vez de qué lado de la calle estaba caminando." Kerry apoyó la barbilla en su puño. "¿Quieres decir cuando descubriste que eras gay?" Las cejas oscuras se crisparon. "Ah, sí." "¿Pero no ahora?" Un suspiro. "No, no soy mucho de toda la escena gay," Dar dijo. "Guardo un perfil bastante bajo." Era Dar tan ambivalente acerca de eso como parecía? Kerry se preguntó. Vio pasar a varias parejas más convencionales, tomadas de la mano y riéndose. Le hizo pensar en su casa, y Brian, y en las veces que habían salido juntos con un grupo de sus amigos a alguna parte. Era diferente, cuando eres gay, ¿verdad? En lugares como South Beach, podrías hacerlo tranquilamente. Pero no en otros lugares. Kerry sintió una punzada de pérdida irracional mientras recordaba lo normal que se había sentido en un restaurante o pasar un rato en el centro comercial con Brian. Si él había puesto su brazo alrededor de ella, o si se habían agarrado de las manos, nadie se fijaba en eso. Si ella tomaba la mano de Dar, la gente miraría dos veces, Kerry se dio cuenta. Mejor quedarse, como Dar había dicho, en un perfil bajo. No tenía sentido sobresalir. Ah bueno. Ella miró y estudió la cara de Dar en cambio, contentándose con el conocimiento de que se había encontrado algo muy especial aquí, independientemente de cómo el resto del mundo lo mirara. Y qué si ella nunca llegara a lanzar un ramo? "¡Hola! Dar!" Kerry levantó la vista para ver a un hombre y una mujer acercándose. Ellos estaban muy bien vestidos, y de mediana edad, y parecían contentos de ver a su compañera. "Hola, Marge, Charlie." Dar hizo un gesto hacia las dos sillas vacías en su mesa. "Tomen asiento." Kerry observó en silencio mientras se acercaban y se sentaban, preguntándose brevemente quiénes eran. "¿Cómo estás, Dar? No te he visto en años. No has cambiado mucho," Charlie dijo, con una sonrisa fácil. "No es así, Marge?" "No, en absoluto," la mujer acordó. "Eso debería hacer que te sientas bien, Charlie, ya que le enseñaste en la escuela secundaria."

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Oh. Uf. Profesores. Kerry cruzó las manos sobre la mesa e imaginó encontrándose con algunos de los suyos allá en casa. Uff. Podía imaginarse a todos mirando a Dar con esos ojos de desaprobación mientras presentaba a su ... amiga? Hm. ¿Cómo sería el proceso de presentación de tu media naranja si eres gay? Como tu novia? La frente de Kerry se frunció. Tu amante, y tendría que morir de la vergüenza sin importar lo cierto que era? "Me está yendo muy bien, para variar," Dar contestó. "Kerry, este es Charlie, mi profesor de matemáticas de la escuela secundaria, y su esposa Marge. Chicos, ella es Kerry Stuart." "Hola." Kerry les dirigió una sonrisa amable. "Kerry es mi pareja," Dar continuó sin perder el ritmo. "Ella es de Michigan." ¿Pareja? Atrapada por la sorpresa honesta, Kerry sólo pudo parpadear durante un largo momento, mirando los rostros de estas personas de mediana edad normales, ordinarias y preguntándose qué demonios estaban pensando de ella. De ellas. "Michigan, eh?" Charlie se rió entre dientes. "Chico, estás lejos de casa. Tengo un primo en Detroit que he estado tratando de que se mude a vivir aquí durante veinte años." "¿De dónde en Michigan, Kerry?" Marge preguntó. "¿Han estado juntas mucho tiempo?" Y de nuevo, Kerry dejó escapar el aliento que había estado conteniendo, a veces encuentras aceptación en los lugares que menos te lo esperas. "No, no mucho tiempo," se las arregló para decir. "Y ... Saugatuck, en realidad, pero yo..." Sin pensar realmente, se encontró alcanzando por, de todas las cosas, la mano de Dar. "Creo que estoy mucho más en casa aquí de lo que nunca estuve allí." Los dedos de Dar se cerraron sobre los suyos y les dio un apretón, enfatizando la declaración bastante bien. Pareja. Kerry apretó en respuesta, sintiendo que sus dudas se disolvían en el sol de la tarde. Sí. "Ker?" Dar le dio un empujón. "Durmiendo ya?" Kerry enrolló su brazo alrededor de la cintura de Dar y le palmeó la espalda. "Nop. Vamos, pareja." Cogió su café y saludó a la empleada con él. "Gracias. Que tengas una buena noche," agregó mientras se giraban para continuar su camino. "Yo sé que la tendré."

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KERRY ACOMODÓ SUS lentes de sol en la nariz contra el brillo de la mañana, y luego apoyó las manos en el volante del Lexus de Dar mientras esperaba fuera del centro de convenciones. Se alegró de permitir que Dar entrara y manejara a Quest. Después del cambio drástico de su pareja, se sintió un poco avergonzada por encontrarse con él de nuevo, por lo que se contentó con relajarse en el coche y ver a los asistentes del parque temprano por la mañana. Se dirigían al parque Animal Kingdom, en cuanto Dar recogiera la documentación de la oferta. Kerry estaba muy ansiosa por hacerlo, y sonrió, silbando un poco en voz baja mientras esperaba. Una familia salió de los baños cercanos y se dirigió hacia su coche, los padres cargados con mochilas casi rebosante de juguetes. Un niño y dos niñas corrieron por delante, gritando de alegría mientras se perseguían en círculos. Kerry trató de recordar siendo pequeña. Vagamente podría evocar algunos viejos recuerdos de ella y Angie y Mike jugando, pero parecían desvanecidos y desenfocados. En la parte trasera de la casa en Michigan, detrás del majestuoso porche y el jardín que era meticulosamente cuidado por sirvientes, había habido un tramo de césped verde. Se les había permitido jugar allí por las tardes, pero en su mayoría recordaba sólo el olor de eso. Denso y verde. Recordó rodar por el césped y saborear el olor de la tierra, y el verde recién cortado, y viendo diminutos caracoles alejarse de sus curiosos dedos. La niñera la había castigado, por ensuciar toda su ropa. Kerry ni siquiera había entendido lo que estaba hablando en ese momento. "Bueno, hola." Sacudida fuera de sus ensoñaciones, Kerry giró la cabeza para encontrar a Michelle allí, mirando en la ventana. "Buenos días." Ella bajó la ventanilla y apoyó el codo en él. "¿En tu salida?" "Esperando nuestro viaje al aeropuerto," Michelle dijo. "Veo que condujiste hasta aquí." "Lo hicimos," Kerry estuvo de acuerdo. Michelle miró a su alrededor, y luego se volvió hacia ella. "Supongo que necesitas volver a empezar a planificar tu estrategia, ¿eh?" Kerry ladeó la cabeza hacia un lado. "¿Para qué?" La pelirroja parpadeó, sus cejas elevándose. "La oferta del Sr. Quest? Sabías que eras parte de ella, ¿verdad?" "Oh eso." Kerry empujó sus lentes de sol un poco en la nariz. "Nah, vamos hacia Animal Kingdom. Tal vez hacer más parques acuáticos más tarde, depende del clima." Ella apoyó la cabeza en su puño. Michelle se cruzó de brazos. "Si esto no es tan importante para ti, ¿por qué decidiste participar?"

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Kerry vio a Dar saliendo del centro, una carpeta pegada bajo el brazo. "A Dar le gustan los barcos." Se negó a subir al anzuelo colgando de Michelle. "Es algo en lo que no estamos involucrados, sonaba interesante ... ¿por qué no?" "Pensé que tal vez lo habías hecho para conseguir un cara a cara con nosotros." Michelle la miró directamente. "¿Tienes algo que demostrar?" Kerry estaba contenta de haberse puesto sus lentes de sol. "Algo que demostrar?" Inyectó un tono burlón en su voz. "Michelle, durante los últimos dos años he presidido un par de miles de ofertas de contrato que hemos ganado. Debes tener un ego muy inflado si piensas que estás haciendo de este un gran negocio." "Entonces supongo que no te importará si te derrotamos en este caso. Porque tengo la intención de hacerlo," Michelle dijo. "Tal vez no estaban buscando un desafío cara a cara, pero nosotros ciertamente estamos." Kerry inclinó sus lentes hacia abajo, dejando al descubierto sus brumosos ojos verdes. "Dame un descanso." "¿Seguro que no quieres reconsiderar? Podría ser embarazoso para ti." La puerta del pasajero se abrió y Dar subió, lanzando la carpeta en el asiento trasero y dando a Michelle una breve mirada. "Vamos. Hay cabras para mascotas y tigres para tomar fotos." Ella miró por encima de Kerry. "Buenos días." "Eso sería no," Kerry respondió a la última pregunta de Michelle. "Nos disculpas. Tenemos lugares para visitar y personajes para ver." Subió la ventana mientras Michelle dio un paso atrás, luego puso el SUV en conducir y liberó el freno de estacionamiento. "Cielos." "Cielos qué?" Dar se acomodó en el asiento del pasajero, contenta de dejar que Kerry condujera a través de los vastos terrenos hacia su destino. "Michelle estaba pescando." Kerry se detuvo en una señal de alto, esperando a girar. "Lancé una lata en su anzuelo." Se dirigió hacia las señales que indicaban el camino hacia Animal Kingdom. "Ella parece pensar que estamos en este juego a causa de ellas." "Lo estamos," Dar respondió en un tono apacible. "Lo sé. Pero no iba a darle la satisfacción de saberlo." Kerry entró en la fila en la entrada del estacionamiento. "Al diablo con ellas." "Esa es mi opinión." Dar tenía sus lentes de sol firmemente en su nariz. Estaba vestida con un par de shorts de algodón y una camiseta sin mangas, y tenía el pelo recogido en una cola de caballo. "Me alegro de que decidimos quedarnos hoy." "Yo también." Kerry tiró a través y siguió la línea de coches a un lugar del estacionamiento. Detuvo al Lexus y salieron al aire cálido y húmedo. Kerry se puso una gorra en la cabeza para protegerse del sol y esperó a que Dar se uniera a ella antes de empezar el paseo hacia el frente del parque, que apenas se podía ver a través de los árboles. Su equipaje estaba almacenado en la parte de atrás de la camioneta. Ahora Kerry estaba triplemente contenta de que habían decidido

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conducir, ya que les daba muchas más opciones sobre cómo pasar su tiempo. Sin prisas, sin aeropuertos ... "He oído que tienen una habitación llena de murciélagos," Dar comentó. "Me gustaría ver eso." Kerry tiró de su gorra más firmemente sobre su cabeza. "Dirige." Mostró su pase a la agente de la puerta, y chasqueo al interior. "Hacia la selva. Rowr!"

Capítulo Siete DAR SILBÓ SUAVEMENTE mientras giraba hacia la calzada y se dirigía hacia la oficina. El sol de la mañana se vertía a través de las ventanas polarizadas, y estaba muy contenta de que ya se había puesto sus lentes de sol. "¿Cómo sientes la espalda?" le preguntó a su compañera. "Uf." Kerry tenía los ojos cerrados contra el resplandor. "Me gustaría no tener la ropa puesta." Su compañera hizo un pequeño ruido de risa. "Podría aceptar eso," ella estuvo de acuerdo con solemnidad. "Te dije que no te durmieras antes de cenar ayer." "Si, si, si." Kerry agitó una mano hacia ella, haciendo una mueca de dolor cuando el movimiento provocó una punzada en sus hombros quemados por el sol. "Eran las cuatro en punto, Dar. Jesús, el sol ya debería haber estado abajo entonces." Ella señaló a su compañera. "Y podrías haberme despertado, ratoncita soplona." "Cotilla." Dar hizo una mueca, mostrando sus dientes. "Estaba haciendo tus compras, recuerdas?" "Ermf." Kerry apoyó la barbilla en su puño y observó las palmeras pasar mientras Dar hábilmente negociaba el tráfico de la mañana. "Eh, me divertí de todos modos," admitió. "Lo pasé muy bien en el parque animal." "Yo también." Dar tamborileó los dedos sobre el volante ligeramente. "Maldita sea, estoy cansada, sin embargo," admitió. "Larga noche anoche." "Temprano en la mañana esta mañana," Kerry respondió. "Dos horas de sueño no es mucho para empezar el día." Pinchó a Dar en las costillas. "¿Nos estamos haciendo demasiado viejas para trasnochar?" Dar giró en el estacionamiento de la oficina, esquivando un camión de reparto y llevando al Lexus a un lugar cerca de la parte delantera del edificio. "Depende de lo que estemos haciendo toda la noche." Ella le dio a Kerry una sonrisa descarada. "Podrías haber dormido en el camino a casa." Kerry abrió la puerta y se deslizó fuera, encogiéndose de hombros con cuidado en su chaqueta antes de tomar su maletín por el mango y cerrar la puerta. Empujó sus lentes de sol más arriba en su nariz mientras rodeaba la

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parte delantera del coche y se unía a Dar para la corta caminata a la entrada del edificio. Sí, podría haber dormido, estuvo de acuerdo en silencio, cayendo al paso al lado de la mujer más alta. Pero había sido más divertido obligarse a inventar juegos para mantenerlas alerta para el largo, oscuro regreso a casa en las primeras horas de la mañana. Habían querido salir después de la cena, pero el atractivo de los parques había conseguido lo mejor de ellas y terminaron cerrando el lugar deteniéndose por un helado encima de todo eso. Habían salido después de la medianoche, intercambiando su noche de diversión para ir a trabajar en su mayoría sin ningún descanso. Pero había valido la pena, Kerry decidió. Y qué si necesitaría seis tazas de café cubano para llegar al almuerzo? Había conseguido el tiempo de juego de calidad con Dar que había anhelado, lo suficiente para sostenerla por un tiempo, de todos modos. "Buenos días, John," saludó al guardia de seguridad en la puerta. "Buenos días, damas," el guardia respondió cortésmente. "Que tengan un buen día." "Haremos lo posible," Dar murmuró, quitándose sus lentes de sol. El aire acondicionado del edificio era bienvenido mientras entraban y se dirigían a los ascensores. Era temprano, y el vestíbulo estaba muy tranquilo mientras se dirigían hacia arriba, solas en la cabina mientras iban al piso catorce. Kerry ahogó un bostezo mientras las puertas se abrieron y dio un paso atrás para dejar a Dar salir primero. Caminaron por el pasillo en amigable silencio, Dar le dio una palmada en el costado cuando llegaron a la oficina de Kerry. "Tómalo con calma hoy," Dar dijo. "Si sientes que necesitas una siesta, cierra la puerta y dile a Mayte que me reenvíe tus llamadas." Kerry le dio a su jefa una mirada cariñosa. "Sólo si prometes hacer lo mismo," respondió. "Tú fuiste la que manejó toda la noche." Se deslizó dentro de la puerta exterior de su oficina y le hizo un guiño a Dar antes de que desapareciera. "Mmph." Dar miró la madera pulida con una sonrisa burlona, antes de continuar por el pasillo hacia su propia oficina en la esquina. "Buenos días, María," saludó a su asistente, que ya trabajaba detrás de su escritorio. María levantó la vista con ligera sorpresa. "Buenos días, Dar," respondió. "No te esperaba aquí hoy!" Dar se detuvo en su camino hacia la puerta interior. "No lo esperabas?" Ella frunció el ceño. "Dije que estaría de regreso después de la exposición, ¿verdad?" "Sí, sí," María estuvo de acuerdo. "Pero tengo aquí el aviso de que tus billetes de avión fueron cancelados. Pensé que tú y Kerrisita se quedarían más

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tiempo." Ella levantó el papel. "Sé que ha Kerrisita le gusta mucho el mundo de Disney." "Oh." Dar se relajó. "Sí, tenemos ..." Sus fosas nasales se abrieron ligeramente. "Es decir, decidimos conducir en lugar de volar. Regresamos ayer por la noche." Se dio la vuelta y abrió la puerta. "Realmente muy tarde anoche." "¿Quieres un poco de cafecito, Dar?" Maria dijo detrás de ella a sabiendas. "Un cubo de el." Dar se dejó caer en su silla. "Tal vez si meto mi cabeza y hago gárgaras, duraré a través de la conferencia de ventas a las diez." Ella encendió la máquina debajo de su escritorio y se inclinó hacia atrás esperando para proceder. Contrariamente a sus peticiones por el café, realmente no se sentía tan mal. Dar pensó, mientras sacaba una carpeta de su maletín y la abrió sobre su escritorio. Dentro estaba la propuesta de la oferta. Era un documento relativamente fuerte, y ahora abrió la primera página, plegándola hacia atrás para mantenerla abierta y revisar la portada. Su PC surgió y baló por su atención. Dar tiró de su teclado e inicio sesión, introduciendo su contraseña de treinta y dos caracteres sin dudar. La máquina obediente se conectó, pero Dar tamborileó con los dedos sobre el escritorio, recordando las conversaciones que había tenido en la exposición en materia de seguridad. Ella pulsó un botón en su teléfono. Después de dos timbrazos, respondieron. "Centro de Cómputo, M ... oh, hola jefa." La voz de Mark llegó a través del teléfono sobre el siempre presente ruido de llaves. "¿Qué pasa? Cuándo regresaste?" "Hace un par de horas," Dar contestó. "Dime otra vez por qué no tenemos seguridad biométrica todavía?" preguntó, abriendo su programa de correo electrónico y escudriñando las líneas oscuras mientras comenzaban a aparecer. "Uh ..." "Se me ocurrió mientras estaba sentada aquí escribiendo completamente malgastando en escribir mi contraseña que si me emborracho y se la doy a alguien podría volar toda la compañía," Dar dijo. "Arréglalo." "Uh." "Adiós." Dar colgó el teléfono y apoyó la cabeza en su puño. Casi todo el mundo sabía que ella había estado en la exposición, pero tenía un buzón lleno de notas de todos modos e hizo clic en su columna marcada para clasificarlos por urgencia. Luego seleccionó todos los marcados urgentes y los eliminó. "Si eres lo suficientemente estúpido como para enviar un correo urgente a alguien que tiene una notificación fuera de la oficina, eres demasiado estúpido para que yo te responda." Dar anunció a la pantalla. "¿Siguiente?" Hizo clic en la primera nota no marcada y la abrió, luego volvió su atención a la página de apertura en el formulario de ofertas. 147



Escaneado las primeras líneas, abrió el cajón de su escritorio y sacó la comida para peces, abriéndola y pellizcando algunas hojuelas, luego rociándolas a sus peces luchadores en la pecera en el otro extremo del escritorio. "¿Cómo están chicos, ¿eh?" Dio a los peces un vistazo, mientras devoraban su desayuno. "Me pregunto cómo sería nadar en una pecera llena de ustedes?" El pez rojo sopló una burbuja hacia ella. Dar le dio una sonrisa indulgente, y luego volvió a sus papeles. No era el pez original, por supuesto. Había pasado a través de dos cambios de ellos desde la primera visita a la tienda de mascotas cuando se había permitido ser obligada a darles un hogar en su escritorio. Pero se había acostumbrado a ellos y ahora disfrutaba tenerlos allí para darle algo que mirar entre los deberes. De hecho se había detenido para mirar a una serpiente la última vez que habían estado en PetSmart, intrigada por sus colores. Sin embargo, antes de que pudiera considerar añadirlo a sus chucherías de escritorio, Kerry la había arrastrado rápidamente afuera. Ah bueno. Dar miró la pantalla y borró el primer mensaje, pasando al segundo antes de continuar leyendo la oferta. Tal vez debería empezar con algo pequeño, con una salamanquesa. Tiró de su teclado y pulsó responder, mirando su pantalla mientras escribía una respuesta al correo continuó revisando el contrato de la oferta. Las condiciones eran bastante claras. Dar pulsó enviar, y luego estudió el siguiente correo por un segundo, antes de simplemente eliminarlo. "Estúpido cretino." Alzó la vista cuando la puerta se abrió, su nariz crispada en el aroma del café cubano reciente. "Ah." María trajo la bandeja pequeña, plateada y la puso abajo, luego colocó la pequeña taza de porcelana frente a Dar. También dejó un platillo en el borde del escritorio, y equilibró una pequeña cafetera encima de él. "Traje el extra, Dar. Ellos no tenían los cubos." "Gracias." Dar alzó la taza y bebió. Miró la bandeja, que también tenía un plato lleno de delicados, hojaldrados pasteles. "Esos son para mí también?" "Si, por supuesto." Los ojos de María brillaron. "¿Te divertiste, Dar? Vi a Kerrisita abajo y creo que lo hizo." Ahora que, Dar se preguntó, que quería decir con eso? Se echó hacia atrás en su silla y tomó un sorbo de café para darse un momento para considerar, estudiando el rostro de María mientras lo hacía. La expresión de su asistente era abierta y cálida, sin embargo. "Por supuesto," Dar respondió. "Tuvimos una exposición decente, y Kerry y yo pasamos algún tiempo en los parques. ¿Qué tan malo podría haber sido?" María deslizó el plato de pasteles. "Todo el mundo aquí estaba hablando de las entrevistas sobre ti."

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Dar indicó la silla frente a su escritorio. "¿Estuvieron? Sé que pateé algunos traseros ese primer día," admitió, con una sonrisa. "Pero creo que todo salió bien ... nos veíamos bien en la televisión?" Su asistente sonrió y sacó un sobre de debajo de un brazo, extendiéndolo hacia Dar. "Esto es del programa de televisión que fue de allí. Lo vi con mi familia. Estamos muy orgullosos de ti y de Kerrisita, Dar. Estuviste maravillosa." Dar dejó su taza y se levantó, estirando la mano y recuperando el sobre. Lo abrió y sacó una foto de 8 por 10, colocándola sobre el escritorio para examinarla. "Huh." Era una foto de su puesto, Kerry sentada en la consola dando su presentación y atrapada en el acto de mirar directamente a la cámara con una intensidad atractivamente dulce. Dar estaba posada detrás de ella, y en la foto, también estaba mirando directamente a la lente, con los brazos cruzados y su actitud de intimidante protección. "No me veo aterradora," reflexionó. "No, Dar, te ves muy guapa!" María objetó. "Estaba tratando de dar miedo." Dar levantó la vista de la foto. "Había un par de personas allí que no eran amigas." Estaba un poco sorprendida de que María no lo había escuchado. "La empresa que ha estado avanzando sobre nosotros en el sudeste ... Telegenics?" "Ah." María frunció el ceño. "He oído el nombre, sí." "Está dirigida por Michelle Graver, y ... um ..." Dar exhaló, "Shari." María parpadeó con honesta sorpresa. "No, Dar, no esa mujer!" jadeó. "No puedo creerlo. ¿Es cierto? Después de este tiempo, tenerla de regreso y molestarte?" Ella juntó las manos. "Nunca me ha desagradado una persona como lo hizo esa mujer." María se convirtió en su asistente cuando Dar fue ascendida a gerente regional y eligió a la mujer como su asistente. Cuando Shari entró en la vida de Dar por primera vez, María se había llevado la peor parte de los comentarios cáusticos de Shari cuando ella descubrió quién estaba incorporando sus cuentas. "Sí, bueno." Dar se encogió de hombros. "Kerry y yo nos ocupamos de ellas. Pero se puso feo un par de veces." "Tch." "Sí." Dar estudió la imagen. "Ella tuvo suerte. Pensé que Kerry iba a golpearla en la cabeza con una silla." Levantó la mirada hacia María. "En cierto modo, casi me sentí bien verla." María la miró. "Porque ahora eres feliz," aventuró. "Creo que lo eres." "Mhmm." Dar asintió. "Lo soy. Que me condenen si esto no le ardió." Una sonrisa burlona apareció. "Estamos compitiendo con ellas en esto." Señaló la carpeta que estaba leyendo. "Algo que surgió durante la exposición." "¿Algo bueno?" Dar se encogió de hombros. "Puede ser. Probablemente el contrato vale veinte o treinta millones, no uno importante para nosotros, pero es una 149



oportunidad a algún lugar en el que no estamos ahora." Hojeó las páginas. "¿Me haces un favor? Lanza esto en la fotocopiadora y envía un juego arriba a jurídico, y uno a la oficina de José." "Si." María se levantó y aceptó la carpeta. "Es bueno tenerte de vuelta aquí, Dar. La gente decía esta semana que las cosas eran demasiado ... cómo dices tú ... demasiado parecido?" aventuró. "Que hiciste las cosas al revés, pero que era algo bueno." Dio a Dar una sonrisa, y salió de la oficina, cerrando la puerta detrás de ella. Dar se sirvió otra pequeña taza de café y tomó un sorbo de ella. Un dedo se estiró y tocó la foto un par de veces, y se encontró sonriendo ante la imagen que presentaba. "Bien." Finalmente suspiró. "No sé lo bueno que fue, pero supongo que estaremos descubriéndolo." Sin embargo, recordar cómo se sentía hacer frente al desafío estaba despertando un interés en ella que no había sentido desde que había terminado su proyecto de red. Hacer la segunda generación de la tecnología estaba bien, pero Dar no había encontrado el mismo interés que tenía con el original. Ahora bien, esto, por otro lado, esto era nuevo. Dar cogió un pastel y se lo metió en la boca, masticando con entusiasmo pirata y soplando unas migajas en la superficie de su escritorio.

KERRY TERMINÓ DE GARABATEAR su nombre por enésima vez, pasando sus ojos sobre la orden de compra antes de levantarla y arrojarla en su bandeja de salida. Tenía la cabeza apoyada en una mano, y ahora se enderezó un poco, siseando ligeramente mientras su camisa se ponía sobre su espalda quemada por el sol. "Hijo de una galleta." Su teléfono sonó. Comprobó la pantalla, y luego pulsó el botón fácilmente. "Hola, Col." "Hola chica," Colleen respondió. "Estás lista para el almuerzo?" ¿Almuerzo? Kerry echó un vistazo a su reloj. "Cielos ... no me había dado cuenta que era tan tarde. Seguro." Empujó el resto del montón de papeles en la bandeja de entrada y se incorporó. "Vayamos abajo. Realmente no quiero ponerme la chaqueta para ir al comedor." "Funciona para mí," Colleen aceptó. "Nos vemos junto a los ascensores?" "Lo tienes." Kerry colgó y se estiró cuidadosamente, luego rodeó su escritorio y se dirigió a la puerta. Pasó a Mayte ocupada en el trabajo, y tamborileó con los dedos sobre el escritorio de su asistente. "Vamos a almorzar, MT. Protege el fuerte." "Eso lo haré seguro," Mayte respondió. "¿Puedo tomar lo que terminaste?" "Eh." Kerry se apoyó en sus nudillos. "No hay mucho. Firmé algunos de las pendientes órdenes de compra, y he revisado el informe de integración. Eres bienvenida a lo que está ahí. Estoy esperando una llamada de la oficina de Los

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Ángeles sobre algunos circuitos nuevos, y mantente atenta para Dar. Está en una conferencia telefónica con los grupos de ultramar." "¿Ella necesitara contactar con usted, Sra. Kerry?" Mayte preguntó. Los labios de Kerry se movieron ligeramente al expresarse. "Nunca se sabe," dijo. "Si me necesita, probablemente me envíe un SMS, pero podría necesitar algunas de las estadísticas en las que he estado trabajando durante las últimas dos semanas. Están en mi escritorio, en la carpeta de infraestructura. De acuerdo?" Mayte asintió y sonrió, dando a Kerry una pequeña agitación de sus dedos mientras salía de la oficina.

"HOLA, COL." KERRY vio a su amiga mientras salía del ascensor, uniéndose a ella mientras caminaban por el vestíbulo hacia la cafetería. "¿Cómo te va?" "Ocupada." Colleen la miró. "Tienes algunas quemaduras de sol, eh?" "Mm. Me dormí en el sol ayer como un turista," Kerry admitió. "Nos relajamos después de la exposición comercial." Colleen se echó a reír. "Sí, vimos la grabación de eso, amiga ... chico, ustedes dos alguna vez son noticia. Que se metió en Dar? Ella ha estado tan relajada últimamente, que fue una verdadera sorpresa verla salir balanceándose así." "Mm." Kerry tomó una bandeja y le dio una a su compañera. Sonrió a la empleada, y repasó sus opciones. "Ensalada del chef, por favor, y un gran té helado." Encargándose de eso, se volvió hacia Colleen mientras esperaban sus órdenes. "Creo que Dar aprovecho la oportunidad de poner la marca allí afuera. Ya sabes?" Ella se medio encogió de hombros. "Es para lo que son las exposiciones comerciales, Col." "Oh, lo sé." Colleen tomó su plato y empujó a Kerry hacia adelante. "Y un gran trabajo que hizo. Duks estaba elogiándola arriba y abajo por los pasillos, lo estaba." Se dirigieron a una mesa en el nivel elevado de la cafetería que estaba prácticamente vacío. Por alguna convención no escrita ese nivel era reservado generalmente para los miembros de los pisos superiores que no les gustaba comer en el comedor de arriba. Kerry dejó la bandeja y se acomodó en una silla, apoyando los codos sobre la mesa con una mueca. "Te quemaste, ¿eh?" Colleen se rió entre dientes. "Oh, si." Kerry tomó un sorbo de su té helado, y revisó su ensalada del chef. No era algo que solía imaginarse, pero el clima caluroso hacía que la idea de comida caliente fuera desagradable, y la ensalada era una buena mezcla de verduras y proteínas calculadas para mantenerla alerta durante toda la tarde. "Entre eso, y no conseguir dormir la noche anterior, estoy en gran forma hoy." 151



"Sabes, Kerry, no hay tal cosa como demasiada información." Su amiga apuntó con el tenedor hacia ella. "Hm?" Colleen se rió de ella. "No tienes idea de lo que estoy hablando, ¿verdad?" Kerry pinchó una rebanada de huevo y se lo metió en la boca. "No." Ella sacudió su cabeza. "De todos modos, aparte de todo eso, fue un buen viaje. Tal vez hayamos conseguido algunas pistas sobre algunos nuevos negocios." "Hey, Ker? ¿Puedo hacerte una pregunta?" La pelirroja bajó la voz. "Sobre algo que oí?" Dios. "Um ... seguro," Kerry respondió. "Si puedo responder a ello, lo haré." Colleen se acercó un poco más. "Alguien dijo que una de esas nuevas compañías rivales causándonos dolor está dirigida por un viejo amor de Dar. ¿Es eso cierto?" Kerry sintió un conjunto de emociones en conflicto surgir a través de ella. Por un lado, conocía a Colleen desde hace mucho tiempo – mucho más de lo que había conocido a Dar, para el caso. La pelirroja había sido su vecina en Kendall, y alguien con quien había pasado mucho tiempo, tiempo que recordaba con cariño. Sin embargo, odiaba los chismes. Todo el mundo sabía que odiaba los chismes. No quería dar lugar para habladurías con Colleen, pero tampoco quería que su amiga pensara que estaba evadiendo la pregunta. Ella bajó su tenedor y se apoyó en sus antebrazos, fijando a Colleen con una mirada directa. "Uh oh." Colleen hizo una mueca. "No he visto esa cara desde hace tiempo." Kerry hizo una pausa, levantando una ceja mientras se dejaba distraer. "¿Qué cara?" "Esa cara de ‘te voy a decir de lo que vas a morir’," su amiga le respondió con una sonrisa franca. "Lo siento, Ker. ¿Toqué un tema delicado?" "¿Tengo una cara como esa?" Kerry apoyó la barbilla en la mano. "Sé que Dar la hace." "La tienes. Es linda, pero aun así 'retrocede'," Colleen admitió. Kerry volvió a diezmar su ensalada. "Bueno, sí. Supongo ... sabes lo mucho que odio la mierda de habladas. Especialmente sobre ella." "Lo sé. Todo el mundo lo sabe." "Es cierto," Kerry dijo. "Telegenics está dirigido por Michelle Graver, de quien te hablé." Masticó un momento, y luego engulló. "Y su pareja es alguien llamada Shari Englewood, que hace tiempo estuvo involucrada con Dar." "Mm," Colleen gruñó. "Ese tipo de cosas son siempre difíciles. ¿Te lo pasaste mal con eso?" "¿Yo?" Kerry parecía sorprendida. "Aparte de querer estrangular a las dos por acosar a Dar? No. Por qué?" Cogió una zanahoria y la comió.

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Colleen jugueteó con su tenedor. "Bueno, quiero decir ..." Miró a su alrededor, y luego se encogió de hombros. "No es el hecho de que había alguien antes que tu hace una diferencia para ti, Ker? Sé que lo hizo para mí. El último tipo que envié lejos. Tropezamos con su ex novia en Quiznos, y después de eso ... fuera de la puerta, Chico!" Kerry frunció el ceño, sus ojos se movieron hacia un lado mientras consideraba la idea. Le importaba a ella? "Um ... no, en realidad, no hace una diferencia para mí en absoluto, sobre todo porque sé que Dar nunca ha tenido una relación feliz, estable, a largo plazo antes de la nuestra," respondió con honestidad. "¿Por qué me molestarían los fracaso, excepto por sentirme mal por Dar, quiero decir?" Su amiga se echó hacia atrás y se limpió los labios con la servilleta, observando a Kerry en silencio mientras terminaba su ensalada. Había poca semejanza entre la mujer con la que compartía una mesa ahora, y la vecina que había conocido justo después de que Kerry se mudara a Florida. Kerry había sido siempre divertida para pasar el rato. Ella era inteligente, y tenía un sentido del humor suavemente astuto. En general, parecía estar disfrutando de la vida, a pesar de los problemas que Colleen sabía estaba teniendo con su familia. Pero el conocer a Dar la había cambiado profundamente a los ojos de Colleen. Recordaba muy claramente la noche en que Kerry había llegado a casa desde Disney la primera vez, tan obviamente perdida en la agonía de su primer amor verdadero que se había preocupado de que su amiga se ahogaría en él. Nadie, Kerry le había dicho una vez, la había amado por ser ella. Nunca. No hasta que conoció a Dar, y Colleen había estado realmente muy asustada por ella al principio. Había estado tan profundamente. "Ustedes dos son muy sólidas. Eso es bueno," comentó suavemente. "Mira, lo siento si entré en ello, Ker. Sabes que sólo me preocupo por ti." Los hombros de Kerry se relajaron bajo su cubierta de seda. "Sí, lo sé," dijo. "Chico, ambas estábamos enfadadas con ellas por completo sin embargo. Sabes lo que hicimos?" Su expresión se volvió traviesa. "¿Qué?" "Has estado a EPCOT, ¿verdad?" Fue el turno de Kerry para bajar su voz. "Por supuesto." "Living Seas? El gran acuario?" "Con las vacas marinas, seguro," Colleen acordó amablemente. "Dar y yo fuimos a bucear en ella." La pelirroja se inclinó hacia delante. "¿A propósito?" Kerry se rió, drenando su vaso de té helado. "Sí, a propósito ... es un programa que tienen. De todos modos, fuimos a bucear y una de las ventanas de la pecera se encuentra en el restaurante." "Sip, he estado allí. Bonita vista." Colleen asintió.

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"Sí, bueno ... Shari y Michelle estaban cenando, y les dimos un susto hasta la mierda y les hicimos derramar todo sobre ellas mismas," Kerry le dijo. "Fue muy gracioso. Nos reímos tan fuerte que casi nos ahogamos." Colleen se cubrió los ojos. "Por todos los dioses y los pececillos, Kerry. Podrías haber sido expulsada del parque por eso!" Su compañera de almuerzo sonrió. "Pero valió la pena. Estaban siendo tan idiotas. Sabes que su compañía realmente trató de reclutarnos?" "¿A tí?" "A ambas! No tenían idea de quienes éramos!" Kerry respondió. "Y entonces Michelle intentó comprarnos. Fue un desastre." "Jesús, Kerry." Los ojos de Colleen se ensancharon. "¿Crees que nos atacaron deliberadamente? Debido a Dar? ¿Es por eso que ellos fueron detrás de nuestras cuentas?" Kerry hizo un movimiento vago de callar con la mano, mientras varias personas se les unían. "No sé ... no, no creo que fuera eso. Creo que es lo grande que somos. Somos un buen objetivo. En todo caso ..." ella vaciló. "En todo caso, creo que tienen miedo de Dar." "Huh." Su amiga exhaló, tomando un sorbo de su bebida. "Bueno, después de la exposición de esta semana, bien deberían estar! Además de eso, mi amiga, no te has visto en la televisión todavía? Lo grabé." "Eurf." Kerry hizo una mueca. "Vamos arriba," Colleen la invitó, con una sonrisa. "No viste lo que Dar estaba haciendo detrás de ti tampoco, estoy pensando." "Uh oh." Kerry se levantó, llevando su bandeja al fondo de la mesa. "Dime que estaba haciendo caras." "Buuueeeeno ..." Kerry volvió a gruñir, y la siguió.

"MUY BIEN, JAVIER." Dar estaba recostada en su silla, con los pies apoyados en su escritorio. "¿Cuánto me va a costar esto?" "Ahora, Dar ..." El director de ventas de Sudamérica se rió. "Sabes que nunca, nunca he pedido más juguetes para nosotros aquí abajo, ¿verdad?" Dar tenía los ojos cerrados mientras la luz de la tarde teñía sus ventanas. "No." "Bueno. Ahora, si tuviéramos esta capacidad disponible aquí, en Buenos Aires, podría hacer cosas muy buenas con ella. He vendido muy bien los sistemas que me has dado, ¿no?" "Sí." "¿Entonces?" Dar movió los dedos de los pies, pensando en silencio.

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"¿Es mi culpa que tanta gente está viendo tu programa de cable?" Javier preguntó, después de una pausa. "He tenido seis consultas sólo hoy. La gente está muy nerviosa por la seguridad." "Entonces quieren contratar a hackers?" Dar preguntó perplejamente. "¿Qué dice eso exactamente acerca de Brasil, Javier?" "Tccha." "Lo revisaré, veremos lo que tenemos disponible para poner allí," Dar concedió. "Podríamos tener una instalación que pueda desviar hacia allá, depende de las proyecciones previstas la próxima semana." La puerta interior de su oficina se abrió, revelando a una muy cansada, muy desaliñada Kerry. Dar agitó sus dedos hacia ella, dándole una mirada irónica cuando Kerry caminó por la alfombra hacia su escritorio y se sentó sobre él, acomodando un brazo sobre las piernas de Dar. "Excelente! Esa es una muy buena noticia, Dar. Dejaré que mi gente lo sepa." Javier sonaba complacido. "Así que dime, cada hacker del mundo ahora está tratando de entrar en nuestras puertas? Esa fue toda una fanfarronería que hiciste. Espero que no se vuelva en tu contra." Dar se inclinó e hizo clic en su ratón, tirando de una pantalla de monitoreo y revisando los resultados. La estudió brevemente. "Eh," finalmente gruñó. "Los golpes han aumentado, pero no es nada demasiado terrorífico." Se apartó de la pantalla, prefiriendo mirar a Kerry en su lugar. "Sólo tenemos un gran sitio web que nos expone, y eso está estrictamente fuera de la red." "¿De verdad?" Javier murmuró. "Claro. Toda nuestra clase A esta enmascarada, así que el primer problema que tienen los hackers es encontrarnos. No tenemos un montón de cosas que anden por ahí. Tengo cuatro tubos redundantes que sirven de mantenimiento a la página web con la lógica que detecta DOS en cualquier enlace y ejecuta un silenciador automático en los paquetes entrantes," Dar dijo. "Así que sí, podrían escoger probablemente a algunas de las cuentas más pequeñas que tenemos, pero sólo aquellas en las que no proporcionamos la infraestructura. La red en sí está bastante bloqueada." Hubo un silencio respetuoso. Entonces uno de los gerentes de ventas internacionales se aclaró la garganta. "Enca ntador. ¿Podemos tener una porción de papas fritas con eso, entonces, Dar?" Dar rió. "Me alegro de que el programa tenga algún giro positivo. Trataré de asegurarme de que no tengamos contragolpes si algún nerd asqueroso tiene suerte," ella admitió. "Todo es posible, pero Mark ha estado trabajando en algunas nuevas rutinas que incorporan parte de la lógica inteligente que estoy usando para la actualización de la red, así que ya veremos." Otro poco de silencio. "Tiene una pinta de Guinness con eso," el mismo gerente elevó la voz. "No importan las papas fritas."

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Hubo una ronda de risas en el teléfono. Kerry movió su brazo y comenzó a masajear los pies descalzos de su pareja, demasiado cansada para concentrarse realmente en lo que estaba ocurriendo. Por supuesto, los gerentes en el teléfono no entendían una palabra de cada diez que Dar estaba diciendo en el lado de la tecnología tampoco, pero eso no era realmente inusual. "Escuchen, me voy de aquí, amigos," Dar dijo. "Llegué de la exposición muy tarde anoche." Ella se acercó y puso una mano en el muslo de Kerry, acariciándolo suavemente. "Tengo los elementos de acción que todos ustedes pidieron - les haré saber cuáles serán mis decisiones mañana." Dejó que la línea de la conferencia se apagara después de una ronda de despedidas y centró su atención en la mujer rubia sentada en su escritorio. "Te vez tostada." "Busca la mermelada y mantequilla, Simbad," Kerry admitió. "Te quiero, una taza de té caliente, una ducha, y nuestra cama de agua. Puedes hacer que eso suceda, jefa?" Dar quitó las piernas del escritorio y se sentó, alcanzando abajo por sus zapatos. "Puedes apostar tus migajas que puedo, mi pequeña tostada Yanqui," dijo. "¿Qué tal si pedimos algo ligero del club de playa y vamos a dormirnos?" Kerry se inclinó y se derrumbó sobre Dar, poniendo los brazos sobre los hombros de su pareja. "Llévame." Dar se las arregló para ponerse de pie, y giró extendiendo a Kerry en un abrazo de cuerpo entero, cuidando de no apretar los hombros quemados por el sol. "Vamos." Cogió su maletín y empujó a Kerry hacia la puerta. "Estoy tan exhausta que estaba a punto de aceptar todo lo que me pidieron en esa maldita llamada." "Probablemente nunca se habrían dado cuenta de ello." Kerry enganchó sus dedos dentro de la cintura de la falda de Dar mientras la seguía desde la oficina. Estaba tranquilo afuera. María se había ido un poco antes, y los sonidos normales de la noche comenzaban a asentarse sobre el edificio. "Euu ... están lavando la alfombra esta noche." La nariz de Dar se arrugó cuando el olor de la alfombra mojada, sucia, mohosa flotó por el pasillo. "Definitivamente es hora de irse." Ella apretó el botón del ascensor. "¿Cómo fue tu reunión de la tarde?" "Ick." Kerry tenía los ojos cerrados, y estaba apoyada en Dar mientras esperaban el ascensor. "Tengo un problema loco pasando en Vancouver que no podemos aislar. Dos T1 que se supone son redundantes, pero uno de ellos se mantiene desplomado y el otro sólo se sienta allí mudo y feliz como una rana y se niega a pasar el tráfico a menos que lo rebotemos." "Uh huh," Dar reflexionó, guiando a su encantadora lapa a través de las puertas, y luego pulsó el botón del piso inferior. "HSRP (Hot Standby Router Protocol) bien colocadas?" "Duh."

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Dar miró los pisos bajar. "Las métricas revisadas?" "Baaap. Inténtelo de nuevo." "Estoy tratando de ser útil aquí, Kerrison." "Lo sé, pero he comprobado todo eso." Kerry bostezó. "Tres veces. Incluso tenían al proveedor para verificar las configuraciones." El ascensor llegó a su destino y se abrió para liberarlas. "¿Por qué estás involucrada en eso de todos modos?" Dar preguntó de repente, mientras cruzaban el vestíbulo. "¿Desde cuándo un VP de Operaciones soluciona los problemas de los enlaces WAN?" "Desde que ha estado ocurriendo durante cuatro meses y nadie lo ha arreglado todavía," Kerry respondió. "Y porque pensaron que si me lo traían, me devanaría los sesos sobre eso durante un rato y luego lo llevaría a mi jefa, el CIO que tampoco debería solucionar los problemas de enlaces WAN, y esa era la mejor oportunidad que tenían para resolver el problema." "Hum". "Es un cumplido, cariño," Kerry le aseguró. "Qué ridículo es que tengamos que tener las dos oficiales superiores de tecnología en la empresa trabajando en un insignificante problema T1?" Dar se quejó. "Vamos, Kerry. ¿Para qué demonios le pagamos a la gente?" "Lo sé, es ridículo," Kerry estuvo de acuerdo. "Sabes, déjame llamar al proveedor de nuevo." Salieron del edificio en silencio, atravesando el calor sofocante del verano. Kerry se alegró de ver el bulto apareciendo del Lexus con su promesa de asientos de cuero cómodos, aunque sobrecalentados. Puso su maletín en la parte de atrás y se metió en el lado del pasajero, acomodándose hacia atrás con cuidado mientras cerraba la puerta. "Ay." Dar la miró. "Tiempo de aloe para ti," remarcó. "Sí." Kerry se giró de lado y apoyó la cabeza contra el asiento. Sus ojos se dirigieron hacia la consola entre ellas, sin embargo, cuando el celular de Dar sonó. "¿Quieres que me ocupe?" "Por supuesto." Dar tenía sus manos llenas arrancando el coche y poniendo el aire acondicionado a funcionar antes de que ambas se derritieran. "¿Hola?" Kerry abrió el teléfono y escuchó. "Oh, sí. Hola, Sr. Quest." Le dio a Dar una mirada y recibió una en respuesta. "No, ella está aquí. Espere." Dar tomó el teléfono y pulsó el altavoz, luego lo dejó sobre la consola mientras ponía el Lexus en reversa. "¿Sí?" "Hola, es Dar Roberts?" "Sí," Dar repitió, un poco más alto. "Me tienes en camino, Peter. ¿Qué puedo hacer por ti?" preguntó. "Pasé algún tiempo con tus requisitos hoy, pero no he terminado de revisarlos." "Sí, bueno, el plan ha cambiado," Quest dijo. "Tenemos que salir de Nueva Zelanda antes así que vamos a hacer el acabado en los Estados Unidos."

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"Ah." Dar sintió una punzada de decepción. Había estado deseando visitar esa parte del mundo. "¿Y?" "El puerto de Miami me hizo una oferta. Estoy tomando cuatro muelles de pasajeros sin usar durante dos meses allí. Imagine que podría funcionar para ti, por lo menos, si no las otras dos empresas ofertantes." "Peh." Kerry resopló suavemente. "Prácticamente podríamos nadar allí desde nuestra casa." "De hecho, eso está a la vuelta de la esquina de nuestras oficinas," Dar contestó. "No pensaran esos otros tipos que nos estás dando una ventaja?" Quest se rió. "Estoy seguro de que lo harán. Pero puedes manejar el calor, o eso he escuchado." Se aclaró la garganta. "También hemos cambiado el itinerario. Los dos barcos estarán en el puerto en dos semanas. Estate preparada, o no te molestes." Colgó, dejando un eco claro en el coche. Durante unos minutos, continuaron en silencio. Dar cerró el teléfono y enroscó los dedos alrededor de el, palmeando la cubierta de cuero con el pulgar mientras Kerry se mordió el interior del labio pensativamente. Entonces las dos comenzaron a hablar al mismo tiempo. "Hay algo..." "Algo no está ..." "Ejem." Dar tosió ligeramente cuando se detuvieron y se quedaron en silencio de nuevo. "Hm," Kerry estuvo de acuerdo, frunciendo los labios. "¿Has hecho alguna investigación de fondo sobre estos tipos?" ella preguntó. "¿Quieres que ejecute nuestra consulta de cliente estándar?" Dar se sintió un poco avergonzada. "Sí." Redujo la velocidad para girar en la terminal del ferry. "No me ocupe de eso. Yo um ..." Ella hizo una pausa, y luego frunció el ceño mientras se ponía en un carril. "Mierda." Kerry rodeó la muñeca de Dar con los dedos y frotó el dorso de la mano. "Supongo que mi cerebro estaba exhausto, después de todo," Dar dijo. "Ni siquiera pensé en hacer eso, Ker." "Ni yo tampoco, hasta ahora. No te preocupes," Kerry le dijo. "Empezaré desde casa mientras esperamos por la cena." Vio que los músculos de la mandíbula de Dar se relajaban un poco. "Que fastidio venir hasta aquí." "Mm." Dar miró a través del parabrisas. "Pero nos da una ventaja." Su cabeza se giró y miró a Kerry. "Y voy a tomar cada pulgada de ello." Kerry le dio unas palmaditas en la mano y sonrió. "Nuestro territorio," estuvo de acuerdo. "Nuestro territorio," Dar repitió en voz baja, sus ojos entrecerrados. "Sí."

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EXISTÍA TAL COSA, Kerry descubrió, por estar demasiado cansada para siquiera querer comer. Estaba acurrucada en el sofá de cuero en la sala de estar, Chino en una pelota a sus pies. Se desvaneció dentro y fuera mientras Dar recorría por el condominio. Quería simplemente dejarse ir y caerse muerta. Ya podía sentir esa sensación de disociación que a menudo tenía justo antes de quedarse dormida. Lo único que le impedía ceder era el hecho de que estaba escuchando a Dar hablando sola mientras esperaban su sopa y medios bocadillos para ser entregados. "Dar," finalmente pronunció una protesta. "Déjalo ir." El ligero roce de pies descalzos contra el mármol le respondió, acercándose más junto con la sensación de la presencia de Dar hasta que una cálida rodilla golpeó contra su codo. En lugar de abrir los ojos, Kerry alargó la mano y envolvió su brazo alrededor de la pierna de Dar, metiendo su mano atrás bajo el brazo y emitiendo un pequeño gruñido contento. Dar no habló. En vez de eso, se reclinó en el borde del sofá y se sentó junto a Kerry, presionando contra su cuerpo y colocando un brazo sobre ella. Ah. Encantador. Kerry envolvió su cuerpo alrededor de su pareja y suspiró. Un ojo se abrió cuando Dar empezó a frotar su espalda con la punta de los dedos. "¿Ves? Ahora no es esto mucho mejor que quejarte de ti misma?" Ella mordisqueó el muslo de Dar. Dar hizo un sonido evasivo. "En realidad no me estaba quejando," protestó. "Estaba repasando sobre las pelotas que deje pasar en las últimas semanas." Kerry empezó a morder el interior de la pierna de su compañera, sacando un chillido de protesta de ella. "Perra mañana," dijo. "Es hora de descansar." Sus mordeduras se convirtieron en besos mientras Dar se inclinaba y la envolvía en un abrazo. Se movió en una posición más cómoda, emitiendo un gorgoteo feliz mientras Dar apoyaba la cabeza en su hombro. "Si me quedo dormida así, estoy acabada," Dar dijo, con un suspiro. "Lo siento, Ker. Me cansó y mi cerebro entra en ciclo de centrifugado." "Si, lo sé." "Quizás deberíamos haber ido por algunos Frosted Flakes para cenar." "Tal vez," Kerry admitió. "Pero no lo hicimos, y seguro que los conductores del Sunday, al segundo que nos quedemos dormidas estarán llamando a la puerta." "Mmph." Kerry miró distraídamente la gran pantalla de televisión a través de la habitación. "Oh, mira," ella dijo, "una iguana." Su frente se arrugó. "¿Qué está haciendo con su lengua?" Dar movió la barbilla y lamió la oreja de Kerry, haciéndola estornudar con sorpresa. "Nada que yo no podría hacer si realmente trabajaba en ello." "Oo."

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Con otro suave suspiro, Dar volvió a bajar la cabeza y medio cerró los ojos, aparentemente olvidando su auto-reprimenda anterior. Kerry estiró la mano y la colocó dentro de la de su pareja, acercándola a su corazón, tomando el momento de silenciosa contemplación donde lo encontró. Un fuerte golpe llamó a la puerta. Dar resopló una risa suave, antes de ponerse de pie y dirigirse a contestar. Kerry se quedó donde estaba, moviendo los dedos de los pies un poco contra la piel de Chino mientras observaba a Dar dejar pasar al camarero del club de playa con su bandeja, dándole una breve sonrisa mientras la pasaba para colocarla sobre la mesa del comedor. "Gruff." La cabeza de Chino apareció tardíamente mientras sentía un intruso. "Shh," Kerry la amonestó. "Es sólo Carlos. Sé amable, o no tendrás una galleta." El labrador se enroscó y puso su hocico en el tobillo de Kerry, manteniendo un ojo de águila marrón sobre Carlos mientras él ordenaba su cena sobre la mesa. Dar firmó el recibo y apuró al camarero afuera, girándose y apoyándose contra la puerta mientras observaba la forma todavía acurrucada de Kerry. "¿Quieres que te lo traiga?" "Hm." Kerry tamborileó los dedos sobre el cuero, luego se empujó en posición vertical con un suspiro. "Si fuera cualquier cosa menos la sopa, diría que sí." Sacó la primera silla en el lado derecho de la mesa y se sentó, esperando a que Dar se uniera a ella antes de que empezara a ordenar la comida. "Entonces, ¿qué piensas que significa todo ese cambio de itinerario, Dar? Seguro que me parece abrupto para mí." Dar alzó la vista de un rollo de mantequilla. "¿Podemos hablar de la pesca?" Kerry parpadeó con ligera sorpresa, vacilante en el acto de verter un vaso de jugo. "Um … está bien." Dar se encogió de hombros un poco. "Me dijiste que lo dejara pasar, ¿recuerdas?" Es cierto, lo hizo. Kerry terminó de servir su bebida y se quedó en silencio, abriendo su recipiente de sopa y empujando su contenido con la cuchara. Le ardían los ojos y levantó una mano para frotarlos, terminando apoyando la cabeza en su mano mientras hacía un intento de medio comer. Durante unos minutos, estaba tan silencioso que el sonido del ciclo intermitente del aire acondicionado era casi sorprendente. Kerry casi podía sentirlo como una cosa física entre ellas y se preguntó cuándo comenzaría a sentirse incómoda. Le ardían los ojos de nuevo, y se los frotó, dejando la cuchara y encontrando poco para interesarla en la sopa relativamente inofensiva mientras

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su estómago se rebelaba al consumirla. "Bueno, mierda." Rompió el silencio con un pequeño suspiro. "Esto no va a ninguna parte." La repentina sensación de los dedos de Dar corriendo a través de su pelo era indescriptible. Kerry levantó la vista de su plato para encontrar unos ojos azules inyectados en sangre que la miraban con un suave cansancio. "Al diablo con la comida," Dar dijo, levantándose y empujando el plato. Le tendió una incitante mano a Kerry. "Vamos a la cama." Kerry abandonó su sopa de fideos y se puso de pie, tomando la mano de Dar y siguiéndola al dormitorio sin ningún pensamiento más. Los relajantes tonos azules de la habitación la hicieron sentirse mejor casi de inmediato, y se paró delante de Dar mientras se dedicaron a desnudarse mutuamente con los inicios de una sonrisa en su rostro. Dar lo vio. Desabrochó el cinturón de Kerry con una mano, y puso la palma de la otra en la mejilla de Kerry, frotando su pómulo con el borde de su pulgar. Las pestañas de Kerry parpadearon, entonces levantó la cabeza y regresó la mirada de Dar con una de las suyas. Fue increíble, esa mirada. Dar se preguntó si Kerry realmente sabía cuanto de sus sentimientos mostraba en ella. "Lo siento por ser una cascarrabias malhumorada," se disculpó. "Estoy esperando ese momento del mes mañana." La suave subida de los labios de Kerry se convirtió en una sonrisa genuina. "Pensé que habías dicho que nunca tenías el síndrome premenstrual." "Tú dijiste que nunca tengo el síndrome premenstrual," Dar corrigió. "He dicho que sí, pero nadie nota la diferencia." Kerry terminó de desabrochar los jeans de Dar, deslizándolos por las caderas y dejándolos caer al suelo. Ella dio un paso adelante fuera de la camisa que Dar había terminado de desabrocharse y puso sus brazos alrededor de la cintura de Dar. "Puedes estar malhumorada, cariño," murmuró. "Si no te importa que yo esté completamente agotada y sea hipersensible a eso." Dar tiró los shorts de Kerry en la esquina y se volvió, dejándolas a ambas en la cama de agua. Se dio la vuelta con Kerry todavía en sus brazos para terminar en medio, la cálida superficie encerrándolas cómodamente mientras tiraba de la manta encima de ellas. "Mm." Kerry tenía los ojos cerrados. "Esto se siente muy bien." "Sí, lo hace. Maldita sea, me alegro de que mañana sea Sábado." "Yo también." Se quedaron allí juntas un rato, esta vez cómodas en la quietud que les rodeaba. Kerry empezó a rendirse al letargo rodando sobre ella, dejándola con apenas suficiente energía para trazar rítmicamente la línea central del vientre de Dar a la vez con la lenta respiración bajo su toque. Un suave ruido metálico la hizo abrir un ojo de nuevo. "Dar?" "Mmhmn?" "¿Escuchaste eso?"

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"Todo lo que puedo oír son ovejas." El otro ojo de Kerry se abrió. "¿Ovejas?" "Contándolas para ahorrarme la molestia." Otro suave ruido resonó claramente desde la sala de estar, acompañado por un repiqueteo. "Dar." Su compañera agarró el borde de las mantas y las puso cuidadosamente sobre las orejas de Kerry, acariciando la parte superior de ellas, solícitamente. "¿Mejor?" Kerry tomó las mantas y las bajó. "No, porque no me impide preguntarme qué diablos está pasando en nuestra sala de estar." Dar tiró de las mantas hacia atrás. "Kerrison, usas la lógica, verdad?" Kerry frunció el ceño. "Dejamos comida en la mesa, y un labrador en la sala de estar. ¿Qué crees que está pasando?" Dar dijo. "Es un buffet de cachorro." "Ew." La nariz de Kerry se arrugó. "Dar, se va a enfermar." Con un gemido, se alejó del centro de la cama y empezó a salir, sólo para ser capturada y devuelta en una maraña de brazos y piernas. "Dar!" "Shh." Dar la envolvió en las mantas y se acurrucó de nuevo. "Relájate. Ella estará bien. Es sólo sopa." Kerry escuchó distintos sonidos de sorber. "Va a hacer un lío." "Ella tiene una lengua, lo limpiara." Una risa comenzó a atravesar el pecho de Kerry. "Cariño ... vamos." Ella trató de desenredarse. "Eso está bien para mi sopa, pero la tuya tenía almejas. Las masticara durante días." Dar se negó a dejarlo ir. "Chino! ¿Qué haces, chica mala!" Giró la cabeza y alzó la voz, proyectándola en la habitación de al lado. "¡Para!" Ella fue recompensada por el ruido de uñas de patas, y poco después una mandíbula de Labrador estaba descansando en el borde de la cama de agua, inocentes ojos marrones mirándola con adoración. "Chino. ¿Qué estabas haciendo?" Las orejas de su perro se agacharon, y ladeó la cabeza hacia un lado en cuestión. "Muy agradable." Kerry se extendió sobre el cuerpo de Dar y retiró un fideo de la nariz negra de su mascota. "Pero estás tan pillada." "Gruff." Chino lamió sus dedos felizmente, estornudando después de un momento y echando una pedazo de almeja sobre las mantas bajo la nariz de Dar. Dar observó el pedazo brevemente, y luego suspiró. "Supongo que mejor recogemos la comida, ¿eh?" Kerry empezó a pasar por encima de ella. "Quédate, yo voy."

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"Nu eh." Dar se levantó de la cama, llevando a Kerry con ella mientras rodaba un poco demasiado lejos y perdió el equilibrio, terminando con ambas en el suelo. "Gah!" "Oh Jesús." Riéndose sin poder contenerse, Kerry sólo podía quedarse allí, completamente desnuda, mientras Chino le lamía la cara con entusiasmo. "Chino, para." Vio a Dar agarrarse del borde de la cama de agua y levantarse. "Bah ... bah, cariño, para!" Dar se sentó en la alfombra y agarró la cola del perro, jalándola hacia atrás. "Chino! Deja de hacer eso!" "Groowf!" El labrador volvió su atención a su dueña más alta. "A tu mamá sólo le gusta mi lengua lamiéndola," Dar instruyó al perro solemnemente, agitando un largo dedo hacia ella. "Así que mantén esa gran cosa rosada dentro de los dientes, me escuchaste? O sino." Kerry resopló y se dio la vuelta, ocultando su rostro en la curva de su brazo. Dar se pasó los dedos por el pelo, examinando la maraña de extremidades desnudas extendidas ante ella. "Esto se está convirtiendo en el tipo de historia que otras personas hablan sobre ti cuando estás borracha," se lamentó. "Y ni siquiera he bebido un sorbo de nada." "Jejejeje." "Ríete, yanqui." Kerry se empujó desde el suelo y se puso de pie, sacudiendo pedacitos de pelusa de la alfombra de su piel desnuda. "Vamos." Le ofreció a Dar una mano. "A este paso, nos llevara a ambas una hora para poner la sopa en el refrigerador y luego tal vez ... tal vez ... podamos dormir un poco." "O por lo menos ir a la cama." Dar soltó al perro y agarró la mano de Kerry. "Adelante, McGruff." "Tal vez debería traerte una cerveza." "¿Qué tal una malteada?" "Te conformarías con un poco de jarabe de chocolate?" "Hmm."

KERRY SE INCLINO en la encimera de la cocina, observando las hojas de las palmeras afuera marchitarse en el sofocante calor mientras esperaba a que el agua en la olla cercana hirviera. El aire acondicionado sopló suavemente contra los omóplatos ligeramente adoloridos a través de una suave capa de algodón, y se movió un poco hacia un lado para evitar la presión. Tenía poca ambición de no hacer mucho más. Era casi mediodía. Acababan de despertar una media hora antes y, después de haber conseguido un café y un puñado de Advil para los cólicos atentamente oportunos de Dar, se habían establecido para disfrutar de un 163



apacible, perezoso Sábado. Se sentía bien andar por aquí en su propio espacio sin el trabajo o exposiciones comerciales para inmiscuirse. Kerry se giró y miró la cocina, observando los detalles que había añadido con el tiempo para suavizar su frugal funcionalidad. Un conjunto de utensilios de cocina importados colgaban sobre la estufa aquí, una tabla de picar de madera bien pintada, intercalada allí ... ella se enorgullecía de su capacidad de hacer alimentos comestibles para ellas, y disfrutaba de tener un montón de herramientas para hacerlo. Además, las puertas del refrigerador de acero inoxidable ahora estaban salpicadas con imanes coloridos, traídos por ambas de varios aeropuertos por los que ya sea habían pasado o se habían quedado atrapadas, y la encimera de azulejo mostraba platos de la misma manera adquiridos de todas partes. A Kerry le gustaba especialmente el más cercano a la estufa, una fea escena de caza que ofrecía una réplica casi perfecta de su mascota a menudo traviesa pero muy querida, Chino. Pasó un dedo sobre ella con una sonrisa, luego se giró para vaciar un paquete de pasta en el agua ahora hirviendo. "Oye, Ker?" la voz de Dar surgió desde la sala de estar. "En la cocina," Kerry respondió. "¿Dejé esa maldita carpeta allí?" Kerry se apartó de la encimera y se giró en un círculo, estudiando las superficies disponibles. "No," dijo. "Pensé que la metiste en tu maletín." Salió de la cocina y se dirigió a la esquina donde ambas habían arrojado sus estuches de laptop la noche anterior. "La traeré." Atrapada en el acto de levantarse del sofá, Dar se desplomó de nuevo en él y se acurrucó. "Gracias." Con un tirón, Kerry recuperó la carpeta un poco maltratada y cruzó la sala de estar, poniéndola sobre la mesa de café. Tomó asiento junto a los pies de su pareja, estirando la mano para ajustar un dedo del pie cubriéndolo bajo su prístino calcetín blanco de algodón. "¿Cómo está el vientre?" Dar entrecerró los ojos y gruñó. "Hmm ... bueno, si te sirve de consuelo, me estoy sintiendo un poco adolorida," Kerry admitió. "Que en realidad no me sorprende, porque normalmente estamos al mismo tiempo juntas." Dar volvió a gruñir, pero flexionó los dedos de los pies contra el muslo de Kerry. "Por lo menos las dos estamos miserables a la vez," ella admitió. "Crees que eso es lo que hizo que los últimos días fueran más estresante de lo que eran de todos modos?" Hm. Kerry consideró la pregunta. Ella no era a menudo molestada por el síndrome premenstrual tampoco, aunque tenía una tendencia a ser un poco más emotiva unos días antes. Añadir eso al estrés de tratar con la primera novia de Dar y Michelle Graver desafiándolas a cada paso? "Siiiii, tal vez." Los pies calzados se flexionaron contra su muslo de nuevo, y Kerry les dio una palmadita antes de que se inclinara hacia delante y se levantara. "Déjame ir a buscar nuestro almuerzo." 164



Dar la empujó con el pie mientras pasaba, y sonrió ante la lengua rosada que salió en su dirección. Luego volvió su atención a los requisitos de Quest, estremeciéndose ligeramente mientras un cólico le retorció las tripas. Con un suave gruñido, dejó a un lado el documento inicial el cual ya había acabado, y sacó el conjunto de especificaciones técnicas, flexionando para poner la cabeza sobre el brazo del sofá mientras comenzaba a hojear las páginas. Vio varios grandes problemas directamente. Los cascos que Quest había puesto en sus manos eran viejos como las colinas - dos de ellos eran barcos de vapor, por el amor de dios, y el resto eran retirados barcos de pasajeros que él había cavado de bolas de alcanfor en alguna parte. Eso significaba, se dio cuenta, que tenían cero infraestructura. La mayoría habían sido construidos antes de las computadoras, y el idiota quería equiparlos con la última tecnología disponible. "Jesús." Dar cloqueó en voz baja y sacudió la cabeza. "El imbécil quiere poner video láser en el Merrimac. (*)" "¿Dijiste algo, cielo?" Kerry llamó desde la cocina. "No," Dar contestó, levantando un poco la cabeza mientras olía la salsa de pasta picante en el aire. "Sólo repasando estas cosas." Ella regresó a la lectura. Quest quería un sistema hotelero computarizado, un punto de venta, conexión con el maldito Internet, y - Dar tuvo que mirar dos veces, voz de telefonía IP. "Jesús," repitió. "No, sólo yo y unos fideos." Kerry apareció a su lado, llevando dos tazones humeantes. Los dejó en la mesa de café y volvió a sentarse a los pies de Dar. "Parmesano?" "Uh huh." Dar observó como una pequeña tormenta de nieve de queso recién rayado se posaba sobre la superficie de su pasta. "¿Son esas pequeñas albóndigas allí?" "Sip." Kerry espolvoreó su propio plato con el queso. "La última vez que hice salsa, congelé algunas." Dejó el rallador y le entregó a Dar un tenedor. "¿Entonces de que estás maldiciendo esta vez?" Dar clavó un tenedor lleno de pasta y lo levantó hacia su boca, haciendo una pausa mientras el utensilio entraba en la estrecha línea de enfoque. Lo puso un poco hacia atrás y observó la salsa cubrir los trozos, entonces seleccionó el último de los dientes del tenedor y lo quitó, sosteniéndolo en alto para examinarlo. "Kerrison?" "Mm?" Kerry gruñó con la boca llena. "¿Por qué estoy comiendo una unidad de disco?" Kerry tragó y se limpió la boca con la servilleta. "Ah." Ella se acercó y empujó el poco de pasta hacia la boca de Dar. "Mis chicos me dieron un canasta de agradecimiento por ayudar en la convención. Estaba lleno de cosas nerd, incluyendo una bolsa de formas de pasta nerd. Supuse que eras la persona perfecta para compartirlo." (*) Barco de vapor utilizado por primera vez en la Armada de los Estados Confederados que fue capturado y utilizado en la Marina de los Estados Unidos durante la guerra civil americana. 165



"Ah." Dar se comió la unidad de disco, y estudió el bocado de la PC dejado para consumir. "Se siente un poco canibalesco, pero está bien." Masticó el bocado y volvió al informe. Un dedo apuntando hacia un párrafo, y lo empujó hacia Kerry mientras tragaba. Kerry se inclinó sobre el sofá y empezó a leer. Su frente se arrugó. "Dar, estoy leyendo esto correctamente - él sólo quiere un conjunto de cables funcionando?" "Uh huh." "¿Se da cuenta de lo que va a costar en equipamiento?" "Él lo quiere con muy poco dinero." Kerry comió lentamente un bocado de su almuerzo. Engulló antes de contestar. "Dar, no podrías hacer eso con los cordones de Paul Bunyan (*)." "Telegenics dice que pueden." Dar respondió. "Ellos le dijeron a Quest que ajustarlo en su presupuesto era pan comido." Un resoplido respondió a la declaración. "Obviamente, el que le dijo eso no se molestó en usar el cerebro. Dar, sabes muy bien que hacer esto bien va a costar." Sí, lo sabía. Dar se abrió paso a través de su plato de comida, mirando las familiares formas todo el tiempo. "Bueno, esperaremos hasta que veamos el verdadero asunto," dijo. "Tal vez no es tan malo como la descripción parece mostrar." Kerry golpeteó el borde de su tenedor contra su labio. "Está bien. Parece que es todo lo que podemos hacer," admitió. "Tal vez cuando presentemos los proyectos, él se dará cuenta de qué es lo que está pidiendo. Después de todo, es su trabajo tratar de conseguir todo lo que pueda por lo menos como sea posible." "Eh." Dar volteó a la siguiente página. "Su línea de tiempo es imposible, también." Ella frunció el ceño. "¿Cuánto tiempo dijo que se llevarían esos barcos para ser transportados aquí?" "Dos semanas," Kerry recordó. "¿Pueden hacerlo para entonces? Me pregunto por qué tuvo que salir de Nueva Zelanda? Maldición, tenía muchas ganas de ir allí." Dar puso su tazón abajo. "Sabes, esa es una muy buena pregunta." Jaló de su portátil y rodó sobre su espalda, poniendo la máquina sobre su estómago y escribiendo en el teclado. "Mencionó donde en Nueva Zelanda estaban ubicados los barcos?" "Auckland." Kerry se inclinó y miró la pantalla con interés. "¿Crees que estaba mintiendo?"

(*)

Leñador legendario gigantesco que aparece en algunos relatos tradicionales del folclore

estadounidense.

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Dar tecleó una solicitud, y esperó, escrutando las respuestas mientras pasaban a través del monitor. "Creo que equipar a seis barcos significa mucho dinero para alguien. Ahora por qué ..." Ella tamborileó los dedos sobre las teclas. "¿Por qué ‘alguien’ derrocharía ese tipo de grandes cantidades de dinero?" Kerry apoyó su codo sobre la rodilla de Dar y miró la lista de los astilleros que se muestran ahora. Sólo había seis, pero a pesar de que se devano los sesos, no podía recordar que Quest mencionara ninguno de los nombres. ¿Qué había dicho? Sólo que los barcos estaban en algún lugar en Auckland, siendo trabajados. Dar llamó a uno de sus agentes de análisis de información y escribió los nombres de las empresas en ellos. "Ahora." Hizo una pausa cuando llegó al campo inteligente de la cuestión lingüística. "¿Cómo dirías si un astillero de repente perdió el negocio?" "Sin existencias." Kerry pensó, mientras Dar sacudía la cabeza. "Despidos?" "Muy pronto." "Artículos de periódico?" Dar asintió. "Vamos a ver lo que eso nos da." Tecleó rápidamente en el campo y pulsó enter, y luego vio el pequeño perro corriendo en la esquina lanzarse alegremente. "Bueno." Se dio media vuelta y dejó la portátil de nuevo sobre la mesa. "Entonces tal vez responda a tu pregunta de anoche." Volvió a apoyar su cabeza sobre el brazo de sofá y cogió de nuevo el informe. Kerry extendió un tenedor lleno de pasta hacia su pareja. "Tal vez," estuvo de acuerdo, sonriendo mientras Dar cerraba los dientes sobre la oferta y la quitaba. "Voy a lanzar las cosas en nuestras bolsas de viaje en la lavadora. Tienes algo más que tengas que meter?" "Pensé que era mi turno de hacer eso esta semana." Dar la miró. "Lo hiciste la semana pasada." "Mm ... sí, era tu turno." Kerry puso un dedo en la barbilla de su pareja y la levantó ligeramente. "Pero parece que algún pequeño gremlin empollón mandó toda mi ropa de oficina a la tintorería por mí cuando yo no estaba mirando. Supongo que no tienes idea de cómo sucedió eso, ¿eh?" Dar le sonrió encantadoramente. "Y de alguna manera mi coche se lavó y enceró misteriosamente mientras no estábamos. ¿Alguna idea?" La encantadora sonrisa se hizo más amplia. "Uh huh. Eso pensé." Kerry se inclinó y le dio un beso. "Así que voy a ir a coger tu ropa sucia del armario y poner esa enjabonadura en marcha". Se apartó de la cadera de Dar y se levantó, recogiendo los platos de la mesa antes de marcharse hacia la cocina. Dar dejó caer su mano sobre los papeles olvidados, tomando un momento para disfrutar de la simple sensación de calor en su interior dejada por la mirada 167



de indulgente afecto en los ojos de Kerry. Incluso aliviaba algunos de los cólicos, o por lo menos se convencía de que lo hacía mientras se estiraba, y luego curvó su cuerpo de nuevo en el cuero oscuro. Se tomó un momento para mirar alrededor de la sala de estar, que durante tanto tiempo había sido simplemente ‘el condominio’ para ella. Las paredes lisas y blancas y la mayoría de los muebles monocromáticos lo habían apreciado desde que se había mudado, proveyéndole un lugar agradable, aunque nada especial para tirar las llaves del coche al final del día, y descansar la cabeza en aquellas largas noches tropicales. Nunca había sido su casa. Pero ahora era su casa, y desde la colorida alfombra mexicana sobre el sofá hasta la fotografía enmarcada de las dos en el centro de entretenimiento se había convertido en una parte de ella de una manera que nunca pensó que sería. Por eso, reconoció en silencio, había estado tan tensa alrededor de Shari. Trajo recuerdos de lo que había sido su vida durante tanto tiempo, y había proporcionado un recordatorio de todo por lo que tenía que estar agradecida ahora. Ella nunca quiso dar esto por sentado. Nunca quiso que Kerry lo diera por sentado tampoco, a pesar de que nunca había tenido la sensación de que su pareja se sentía de esa manera. Era más bien una impresión que ella tenía que Kerry consideraba que su relación era una parte natural de su vida y esperaba que siguiera siendo así para siempre. Kerry no tenía ninguna duda. Dar no tenía alguna duda acerca de Kerry, pero la semana pasada le había hecho preguntarse si todavía no tenía algunas dudas sobre sí misma. Lo cual, francamente, apestaba. Había pensado que había superado eso. Era agravante por decir lo menos, sintiendo de nuevo esos diminutos dardos de inseguridad pinchándola. Dar suspiró. Tal vez había sido el PMS (Síndrome premenstrual). Ciertamente hoy, ahora que había empezado, las dudas parecían haber desaparecido por completo reemplazado por un sentimiento de sólida estabilidad a la que se había acostumbrado a lo largo del año pasado. Kerry paseó a través del azulejo frente a ella, dirigiéndose hacia el dormitorio. "Maratón del cazador de cocodrilos esta tarde ... estás preparada para ello?" Dar sonrió, soltando un suspiro feliz. "Por supuesto." Ella vaciló. "Hey, Ker?" "Siiiii?" Kerry se detuvo en la puerta, inclinándose hacia la habitación. "Gracias." "Por la colada?" Kerry se rió. "Olvidaste la última vez que lo hice lave tu ropa blanca con mi sudadera borgoña y ambas terminamos de color rosa en lugares inapropiados."

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"Me gusta mi sujetador rosa," Dar comentó suavemente. "Pero gracias de todos modos. Realmente no me siento como para estar parada sobre la máquina hoy." Kerry le hizo un guiño. "Me lo suponía. No hay problema." Desapareció en el dormitorio. "Será mi turno bastante pronto. Puedes conseguirme chocolate caliente." Chino se acercó y se subió al sofá, dando vueltas dos veces antes de echarse a los pies de Dar, apoyando su hocico en el tobillo de Dar. "Es un trato," Dar murmuró. "La mejor oferta yendo, de hecho, verdad Chino?" "Gruff."

Capítulo Ocho KERRY OYÓ EL suave sonido del correo electrónico que llegaba a su bandeja de entrada. Se giró en su silla y rodó su trackball (Bola de desplazamiento), mirando el remitente y el asunto y sofocando una maldición. "Oh, Idiota." Hizo clic en él de todos modos y leyó el texto. "Mierda, mierda, mierda." Acabando, se echó hacia atrás en la silla de cuero y frunció el ceño a la computadora, colocada inofensivamente en el centro del escritorio de su oficina. "No puedo creer que me haya olvidado de la maldita fiesta de mañana por la noche." Con un suspiro, pulsó el botón del intercomunicador en el teléfono. "Dar?" Ella soltó el botón y esperó, pero después de un minuto no hubo respuesta. Presionó el botón de nuevo. "Dar?" Aún sin respuesta. Kerry se levantó y rodeó su escritorio, saliendo de su oficina del segundo piso del condominio y empezó a bajar la escalera. Se asomó, pero la sala estaba vacía, la portátil de Dar colocada silenciosamente sobre la mesa de café girando su protector de pantalla en solitario silencio. "Hm." Siguió bajando las escaleras hasta el nivel inferior, asomando la cabeza en la oficina de Dar y encontrando un espacio igualmente vacío. "¿Dónde estás, eh?" Se dio la vuelta y se dio cuenta de que Chino tampoco estaba cerca. "Ah." Se dirigió hacia el patio, y vio una cola rubia de Labrador cerca del columpio para dos personas que habían colgado allí. "Oye." Kerry abrió la puerta y salió, haciendo una mueca ligeramente ante el contraste entre el aire frío y seco adentro y la cálida, lánguida brisa del mar afuera. "Escucha, estoy muy jodida." Dar alzó la vista con sorpresa del libro que estaba leyendo. "¿Tú?" "Yo." Kerry se acercó y se unió a ella en el columpio. "Yo ... um ... nos comprometí a una fiesta mañana por la noche que me olvidé completamente

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decirte." Estudió sus pies descalzos por un momento, antes de que mirar de reojo a su compañera. "Jodida." Dar dejó el libro cerca de su mano y estudió a su compañera de columpio pareciendo arrepentida. "Hmmm ... qué clase de fiesta? No me digas que es la asociación de condominios de nuevo." "No." "Bien. Tendré que azotarte con fideos ramen empapados." Los ojos azules brillaron suavemente. "Déjame adivinar ... la iglesia?" Kerry asintió, observando cuidadosamente la expresión en el rostro de Dar. "¿Vas a matarme?" "Nah." Dar mostró la cubierta de su libro. "La conversación ahí tendrá que superar esto. He visto material más seco acerca del cambio por ensayo y error, pero no por mucho." Aliviada, Kerry apoyó la cabeza en el hombro de Dar. "Recuérdame conseguirte algunos agradables, baratos libros de suspenso para tus descansos de la tarde, cariño. Vas a quedarte ciega leyendo estas cosas." Ella palmeó el libro. "Pero realmente lamento que se me olvidó. Dije que sí justo antes de que comenzáramos a hablar de salir temprano para la exposición comercial y ... bueno ..." Dar puso su brazo alrededor de Kerry y la empujó contra la barandilla, meciéndolas suavemente con la brisa ligera. Ella no era tan aficionada a las fiestas, pero las de la iglesia eran bastante inofensivas, y le había tomado el gusto a algunos de los miembros más regulares. "Tal vez incluso deje de tener cólicos para entonces. Hijo de puta, lo tengo mal este mes." "¿Quieres ir a dar un paseo? Tal vez te ayude." Dar echó el libro abajo y se puso de pie, tomando la mano de Kerry mientras abrían la puerta y bajaban los escalones hacia el pequeño jardín del patio con Chino brincando alegremente en sus talones. Era tarde, y la brisa del mar había comenzado a refrescar un poco el aire, trayendo consigo el olor del agua salada. Se dirigieron hacia la playa y se giraron para caminar a lo largo de ella mientras la marea entrante perseguía sus pasos. Chino encontró un trozo de madera flotante y se abalanzó sobre él, levantándolo y regresando a sus dueñas con un aire de excitado triunfo. "¿Qué tienes?" Dar se acercó y tomó el palo, examinándolo antes de arrojarlo delante de ellas. "¡Buena chica!" Chino corrió tras él, haciendo honor a su raza mientras recogía el palo y volvía hacia ellas. Kerry estaba contenta con mirar, su mano aún metida en la de Dar mientras caminaban por la playa casi desierta. Recibieron una mirada o dos, pero la mayoría de los residentes las conocían y ellas devolvieron las sonrisas y las medias agitaciones de mano de los pocos que todavía estaban acostados en las tumbonas perfectamente con toallas, tomando el sol.

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Dar se desvió un poco, llevándolas hacia el oleaje hasta sus pantorrillas. Chino se arrojó al agua, ladrando mientras el oleaje la hacia retroceder. "Chino, perro tonto," Kerry regañó a su mascota. El labrador se acercó a ella y se sacudió vigorosamente, mojándolas a las dos con agua fresca del mar. "¡Gruff!" "Bah." Dar protegió la cara con su mano libre. "Chino, pequeña ..." "¿Perra?" Kerry suministró, con una risita. "Sí, lo es, ¿verdad? Vamos, Chi ... coge el palo!" Señaló a la orilla. "¡Consíguelo!" Chino se alejó para recuperar su premio, dejando a sus dueñas salir de las olas en paz. "Ella es tan linda." Kerry suspiró. "Se sale con la suya con todo, y lo sabe," añadió. "Ella nos ha envuelto alrededor de su pequeña pata." Dar rió suavemente. "Caminar ayudo en algo?" "No." Dar logró una sonrisa irónica. "Pero las dos están manteniendo mi mente ocupada en otra cosa, por lo que el resultado final está bien," le dijo a su compañera. "Me siento mejor." "Mm .. bueno, eso es para lo que tu familia esta. Para hacerte sentir mejor cuando te sientas mal." Kerry apretó su mano ligeramente alrededor de la de Dar. "Así que me alegro de que estemos haciendo nuestro trabajo." Dar no respondió, pero su rostro se iluminó visiblemente ante las palabras, y su paso se hizo más fanfarrón mientras disfrutaban del sol de la tarde. Pasaron por el club de playa, intercambiando perezosas agitaciones de mano con unas pocas personas sentadas afuera y continuaron a lo largo del lado sur de la isla. Era más tranquilo en este extremo. Se pusieron de frente a la terminal de la isla donde los buques de carga cargados con contenedores con destino a América del Sur y más allá. Dar protegió sus ojos y luego señaló a un lado de la zona de carga, un gran espacio abierto con varias grúas de pie y a la espera para el trabajo. "Creo que ahí es donde él estaba hablando." Kerry revisó el lugar. "Dar, es muy retorcido que estas malditas cosas van a estar casi a la vista de nuestro dormitorio." Su compañera rió suavemente. "Recuérdame que señale eso en voz alta si nos cruzamos con nuestros amigas durante el proceso." Observaron como un crucero de carga se alejaba rígidamente del muelle, traqueteando fuera del canal hacia la salida, guiado por dos diligentes remolcadores. "Creo que ..." Kerry pensó, mientras continuaban su caminata, dirigiéndose alrededor de la parte trasera de la isla. "Creo que deberíamos hacer una gran fiesta. Invitar a todos nuestros competidores para romper el hielo, un poco, ya que somos las ... um ... anfitrionas ... por así decirlo." Dar la miró. "Invitarlos a todos a nuestro condominio?" 171



"Uh huh." "Realmente quieres decir, invitar a Shari y Michelle a nuestro condominio para que puedan babear por todas partes y estar celosas de nuestra vida hogareña y de buen gusto?" "Uh huh." Dar revolvió el pelo a Kerry con su mano libre, palpando alrededor en la coronilla de la cabeza. "Cuidado, Yanqui, tus cuernos están mostrándose," bromeó. "Michelle tiene algo de clase. Estoy segura de que vive en un lugar agradable." Kerry sacó solemnemente la lengua. "No es tan bonito como el nuestro," dijo. "Busqué la dirección sólo para demostrar mi educación WASP terriblemente cuidadosa." Sus ojos verdes brillaban ligeramente. "Pero hablaba en serio, Dar. Si vamos a hacer esto, no quiero pasar dos semanas siendo miserables como estábamos en Orlando. Vamos a hacer lo correcto, y las dejaremos ser idiotas si quieren serlo." Dar reflexionó en silencio mientras doblaron la curva y comenzaron a subir el extremo norte de la isla, el cual limitaba con la salida. Las embarcaciones se movían a través del canal, incluyendo a dos temerarios pilotos de motos acuáticas jugando con fuego mientras pasaban a través de un desfile de veleros. Chino trotaba detrás de ellas, y ahora que el sol comenzaba una inclinación seria hacia el horizonte una brisa refrescante surgió e hizo el paseo mucho más agradable. "Bueno, vamos a ver qué pasa" Dar finalmente concluyó. "Después de todo, ellas podrían no venir aquí. Supongo que la mayoría de los ofertantes enviará un equipo de ingenieros, no ejecutivos en seda y zapatillas." Kerry aceptó la victoria tácita con una sonrisa suave. "Te apuesto diez dólares que van a estar aquí," ella respondió. "Porque saben que tú estarás." "Estaremos," Dar la corrigió. "Creo que Michelle te respeta." La cara de Kerry se arrugó en una expresión de disgusto. "Sabes una cosa, me gustó en cierto modo hace tiempo. Me pareció que estaba muy bien, la forma en que hizo esa elección la primera vez, e incluso después cuando tuvo un lio con esos panoramas y llegó a la oficina, parecía bastante honesta." "Mm." Dar pasó por encima de un trozo de madera. Sus cólicos parecían estar disminuyendo después de todo, y estaba encontrando el paseo cada vez más agradable. "Sí, no tuve ningún problema con ella aquella primera vez. No enloquecí porque envió esas fotos a Alastair, pero me imaginé que estaba bastante ardida cuando la mande a volar esa noche en su hotel." Una sonrisa se dibujó alrededor de los labios de Kerry. "La noche que viniste a mi apartamento," murmuró. "Ah, sí. Recuerdo esa noche. Me sorprende que no manchara esa alfombra beige de verde. Estaba tan terriblemente celosa." Dar la miró, atrapada en medio de continuar su pensamiento original. "¿Lo estabas?"

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"Dar." Kerry se rió, poniendo los ojos en blanco. "Oh, Jesús, por favor. Dime que no lo viste escrito por toda mi cara." "Um." Dar se aclaró la garganta suavemente. "En realidad, no. Estaba demasiado ocupada mirando lujuriosamente a la mujer medio desnuda, hermosa, sudorosa en la alfombra para notar de qué color estaba." Kerry la miró, ambas cejas alzándose. Dar respondió con una sonrisa atractiva, provocando un rubor caliente mucho más raro que rápidamente coloreó la cara de Kerry. "Euhr ... dices las cosas más agradables a veces, cariño." Kerry se frotó la mejilla con una mano, y luego levantó la vista. "¿De verdad?" "De verdad," Dar contestó. "Fue un sentimiento - después de estar siendo ligada toda la noche por alguien que no me atrae." Metió la mano de Kerry en el pliegue del codo. "Es curioso cómo solía gustarme jugar ese juego. Estaba en una reunión el mes pasado con una media docena de nuevos representantes de esa empresa de consultoría que integramos ... no me conocía, no sabía sobre nosotros ... empecé a husmear sobre la mierda y pedí poner fin y salí y puse esto." Ella levantó la mano derecha, mostrando su anillo. "Fin de ese problema." Sorprendida de tener su pregunta no formulada respondida de una manera tan inesperada, Kerry simplemente se quedó en silencio durante unos pocos pasos. Entonces liberó una pequeña bocanada de aire, casi una risa. "Así que por eso," reflexionó. "Recuerdo que me dijiste una vez cómo sentías que las personas formaban ciertas ideas acerca de otras personas basándose en si tenían un anillo o no." Dar asintió. "Sí," estuvo de acuerdo. "Jodidamente bien quería que pensaran eso de mí." Echó un vistazo a la mano de Kerry metida en la de ella, su anillo brillando suavemente en la luz del sol, y luego se encontró con los ojos de Kerry. "Sí." "Me preguntaba," Kerry admitió. "Me estaba vistiendo una mañana y estaba a punto de poner mi collar y me detuve sólo para mirar mi anillo ... es tan bonito." Ella bajó la mirada hacia sus manos. "Decidí ponerlo en mi mano en cambio. No muy segura de por qué, pero luego vi que tenías el tuyo puesto." "Pensé que lo hiciste porque yo tenía el mío puesto." Dar se aclaró la garganta. "No, sólo terminamos haciéndolo el mismo día," Kerry dijo. "Un poco extraño, pero de una manera agradable. Realmente no estoy segura en absoluto por qué lo hice." "Tal vez es una cosa evolutiva," Dar sugirió, después de una breve vacilación. "Tal vez." Dar pateó una roca con su pie. "De todos modos. Me alegro de que lo hicimos."

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"Yo también." La sonrisa en el rostro de Kerry no dejó ninguna duda de sus sentimientos. "Sabes, Dar, deberíamos hacer estos pequeños paseos y hablar más a menudo." Una risa irónica salió de los labios de Dar. "Seguro que es mejor que los cólicos." Ella buscó. "Oye ... oye ... Chino!!!" "Oh no." Los ojos de Kerry se abrieron. "¡No! Ven aquí, muchacha." Chino vio un pato y corrió tras él, empujando a sus dueñas en una carrera loca detrás de ella, dejando la risa en el aire detrás de ellas.

"AQUI TIENES." El hombre de pelo corto, rizado detrás de la improvisada barra le entregó a Kerry una cerveza. "Cuidado, es un poco espumosa." "Gracias." Kerry inhaló algo de la efervescencia de sabor agudo antes de que se derramara sobre su mano y se moviera a un lado fuera del camino de la multitud. La iglesia estaba casi llena, el zumbido interior acogedor con conversación baja y la caída ocasional de la risa. Kerry esquivó a unos pocos grupos en conversación y se dirigió a los sofás bajos cerca de la pared del fondo, donde Dar estaba descansando dentro de un círculo de personas con las que estaban más familiarizadas. Al menos la fiesta era casual. Kerry pasó por delante de un hombre en shorts tan cortos que se preguntó por qué él realmente se molestó y tomó el asiento junto a su pareja en el sofá. "¿Qué me perdí?" "Ah, Lori y yo estábamos informando a Dar en las últimas noticias de la iglesia, ya sabes," una alta pelirroja le dijo. "Esto y aquello ... seguimos tratando de atraerla hacia el coro." Kerry se acomodó contra el cálido cuerpo de Dar. "Ella sería buena en eso," estuvo de acuerdo, ignorando el burlón ceño fruncido de un par de cercanos ojos azules. "Deberías verla cantando en la ducha. Es increíble." "Estoy segura de que nos encantaría. Invítanos." Lori respondió, con una sonrisa maliciosa. "Verdad, Rachel?" "¡Por supuesto! Kerry, pequeña encantadora! ¡Qué dulzura eres!" Su compañera rió. "¿Cuándo es la muestra?" Kerry sintió que Dar empezaba a reírse. "Bueno, me metí directamente en esto, ¿verdad?" admitió, brindando con todas con su cerveza. "Lo siento señoras, no comparto." Una sonrisa renuente apareció. "La muestra, o cualquier otra cosa." Golpeó a Dar con el codo. "Y deja de reírte!" "Ejem." Dar se aclaró la garganta. "Honestamente, mi horario de trabajo simplemente no me permite involucrarme en algo tan regular." Le dijo a Rachel, la pelirroja que era también una de las principales en el coro. "Y no me comprometo con cosas que no puedo garantizar que haré."

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Rachel despatarrada en el sillón frente a ellas, balanceando una pierna cubierta de mezclilla sobre el brazo de él. "Sí, sí. Pero todo trabajo y poca diversión ..." Dejó que las palabras salieran sugestivamente. "Los adictos al trabajo están tan fuera de moda en estos días." Ella sacudió su dedo hacia Dar. Un brillo divertido apareció. "Yo me divierto," Dar respondió con voz sedosa. "Sólo guardo todo mi tiempo de diversión para una persona." Giró la cabeza y miró a Kerry, capturando la rápida sonrisa y devolviéndola. Su atención fue atraída por un ruido repentino cerca y todas se giraron para ver a dos mujeres enfrentándose una contra la otra, las manos agarrando las camisas de algodón y las caras retorcidas de ira. "Oh mierda." Lori rodó los ojos. "Aquí vamos de nuevo." Ella alzó la voz. "¿Quieren ustedes dos parar esto y madurar?" "Mantente fuera de esto, perra!" una de las mujeres le gritó a su vez. "¿A quién llamas perra, feo pedazo de mierda?" Lori se levantó. "Saca tu maldito drama de aquí, ¿si?" "Lori, siéntate." Rachel la agarró por la parte trasera de sus jeans y tiró de ella hacia abajo en la silla. "Déjalas en paz." La mujer de pelo corto, oscuro fulminó con la mirada a las dos mujeres que discutían, que ahora la ignoraban, ocupadas con empujarse entre sí alrededor. "Pendejas." "Hola señoritas." David, uno de los trabajadores de la iglesia se apresuró. Era un hombre de mediana edad con pelo entrecano y barba bien recortada. "Vamos, vamos ahora ... es una fiesta! Seamos festivos!" Dar deslizó su brazo alrededor de los hombros de Kerry y observó distraídamente el espectáculo que se desarrollaba ante ella. Las dos mujeres estaban de nuevo, otra vez como las compañeras que siempre parecían estar discutiendo sobre algo. Dar sospechaba que ambas tenían algunos problemas reales y se utilizaban entre sí para mantener sus mentes fuera de ellos, pero nunca se había interesado lo suficiente en la situación para averiguarlo. Eso sonaba tan malditamente insensible, Dar reconoció, pero las dos mujeres eran desagradable para la mayoría, desagradable para el resto, y muy probablemente se merecían entre sí. "Bésame el culo, marica," la más baja de las dos mujeres le gritó a David. "Sólo déjanos en paz." "Hey, vamos ahora." David levantó las manos. "No tenemos que ponernos desagradables," advirtió. "Así que cálmate, ¿de acuerdo?" "Calma esto." La misma mujer le enseñó el dedo medio. Kerry miró a Dar. Dar miró a Kerry. "¿Queremos involucrarnos en esto?" Kerry preguntó. "Bueno." Dar puso su botella de YooHoo abajo. "O nos involucramos, o nos encontramos en una fiesta diferente. No estoy de humor para escuchar toda esta maldición sin sentido." Se levantó y se sacudió sus jeans desteñidos, dando un

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paso alrededor de la silla de Lori y dirigiéndose hacia el campo de batalla con un suspiro de resignación. Kerry se levantó y la siguió, tratando de no ver las sonrisas de anticipación en las caras de sus amigas. Alcanzó a Dar cuando llegaba a las afueras de la perturbación, que ahora había atraído a una pequeña multitud. Las dos mujeres eran bajas y pesadas, una con el pelo muy corto y la otra con largas trenzas enroscadas con cuentas. La mujer de pelo corto también tenía un anillo en la ceja, y un hermoso tatuaje de un loro en un hombro desnudo. "Está bien, gente." Dar se detuvo justo cerca de ellas, poniendo sus manos en sus caderas e inclinando ligeramente la cabeza para mirar hacia abajo. "Haz lo que dice el hombre y háblenlo afuera." David se acercó a ella inmediatamente, más que encantado de encontrar un aliado listo. Kerry se detuvo a un paso por detrás de su compañera, cruzando los brazos sobre el pecho y esperando a ver lo que pasaría a continuación, satisfecha de ver a las otras dos mujeres con una mirada aguda. No es que estuviera en absoluto preocupada. Dar podía más que cuidar de sí misma, de Kerry, de David, y probablemente de todos a la vista sin romper a sudar. En su camiseta roja sin mangas, con su bronceado bruñido y sólida musculatura, tenía una presencia innegable. La más baja de las dos mujeres se giró para enfrentar a Dar. "¿Alguien te pidió meterte en nuestros asuntos?" ella preguntó. "Sí," Dar respondió con voz tranquila. "Tú lo hiciste, al actuar como un par de burros en celo. Así que ya basta." "¿O?" preguntó la mujer, con sarcasmo. "¿Vas a golpearme?" Kerry dio un paso adelante, a punto de intervenir. Dar se le adelantó, sin embargo, y añadió un diminuto golpe a su hombro. "No. Lo disfrutarías demasiado. En lugar de eso, voy a cancelar todas tus tarjetas de crédito y obtener tus licencias de conducir revocadas si no te vas de aquí y dejan de ser un par de granos en el culo," Dar respondió. "Lárguense." Los ojos de la mujer más baja se estrecharon, y se tensó, pero después de un segundo se encogió de hombros y se alejó. "Lo que sea. Idiota." Ella chasqueó sus dedos de largas uñas mientras salía a paso tranquilo, abriéndose paso entre la multitud mientras se dirigía hacia la puerta. Su compañera miró a Dar también. "Crees que eres tan caliente. ¿Por qué no vuelves a tu isla de fantasía y dejas a las personas de verdad en paz. Estamos aquí mucho tiempo antes que tú." "Está bien," Kerry finalmente consiguió decir una palabra. "Así que permíteme entender eso. Ustedes se burlan y golpean mutuamente y estropean la diversión de todos aquí ... y se enfadan porque no nos gusta ver?" "Estúpida idiota." "Kerry Stuart," Kerry la corrigió ligeramente. "Y si estás tan interesada en que la gente te vea, ¿por qué no te unes al grupo de teatro? Creo que están 176



haciendo MacBeth este verano ... suena justo como tu trabajo ideal." Dio un paso hacia delante, poniéndose entre Dar y la otra mujer. "¿Sabes lo que pienso? Creo que sólo te gusta ser el centro de atención, así que es por eso que siempre actúas en estos jolgorios." "Oh, sí, claro," la mujer respondió. "Bésame el culo." "Ni en un millón de años." Kerry tomó un trago de su cerveza. "Tengo mejores cosas que besar." Oyó un débil sonido procedente de Dar, y sabía que si se daba la vuelta iba a ver unas cejas muy alzadas. "Así que ahora que el espectáculo ha terminado, por qué no vas a tomar una copa y ser normal como el resto de nosotros." "Gran idea," David intervino. "Vamos amigos, vamos a poner la música de nuevo. Ella tiene razón. El espectáculo terminó." Le dio a dos hombres junto a él un empujón, y luego señaló a la mujer que estaba parada cerca del sistema estéreo para encenderlo. "Basta, basta, ¿de acuerdo? Es una fiesta. Calma todo el mundo." Kerry se giró y chocó con Dar con la cabeza, empujándola hacia el sofá. "Vamos, elegante pretenciosa polluela rica, tú." Dar se rió en voz baja, dejándose ser conducida de regreso al sofá mientras la multitud poco a poco se separaba y se movía alejándose. Se acomodaron de nuevo juntas, dando a Lori y Rachel un idéntico rodar de ojos mientras algunos otros se reunían alrededor, observándolas con interés casual. "¿Qué sigue?" Dar preguntó. "Twister unisex?" Lori se sentó en una silla al lado del sofá. "Ustedes son muy graciosas. Como Batman y Robin." Ella aceptó la copa que Rachel le entregó después de una breve estancia a la barra. "Pero esas dos y su pequeña vaina siempre han tenido un problema con ustedes dos. No estoy realmente segura de por qué." "Nuestras cuentas bancarias?" Kerry sugirió, con una mueca. "Sí, como si viniéramos aquí en seda y perlas, tirando de nuestros visones." Ella bajó la mirada hacia sus pantalones de aviador un poco desgastados, con su extraña variedad de bolsillos, y luego indicó los jeans desteñidos de Dar. "¿Qué pasa con eso?" Lori se encogió de hombros. "Supongo que algunos de ellos imaginan ..." Rachel vaciló. "Ya sabes, siempre estamos recaudando dinero para el lugar. Tal vez piensan que si tienes más, sólo deberías darlo." Dar resopló. "Donamos." Ella levantó una mano. "Ellos quieren más, pueden venir a hacer mi trabajo y luego pueden tomar lo que quieran. Al diablo con eso." "Eso es correcto," Kerry dijo. "Nunca hemos dicho que no cuando David nos llamó." "¡Oye!" Rachel retrocedió un poco. "Yo no he dicho que eso es lo que pensamos. Sólo dije tal vez eso es lo que piensan, ¿sabes? Es decir, tu cheque de pago es tuyo, sí? Como el de todos nosotros lo es." Ella se encogió de 177



hombros. "Algunas personas se ponen muy celosas cuando ven a alguien que tienen cosas que ellos no tienen." "Dame un descanso." Dar recogió su YooHoo y tomó un sorbo. Kerry sorbió su cerveza, una mirada de cinismo irónico cruzando su rostro. "No es eso la verdad. He tenido que lidiar con eso desde que estaba en pañales con volantes." Ella suspiró. "Pero sabes qué, mi familia sólo tiene dinero. Yo me gano el mío." Lori se sentó en el brazo del sillón donde su pareja estaba sentada. "¿Qué es exactamente lo que ustedes hacen, de todos modos?" preguntó, dirigiendo con mucho tacto la conversación por un camino diferente. "¿Inversión bancaria?" Dar se recostó y extendió sus piernas, cruzándolas por los tobillos. "Somos nerds," explicó brevemente. "Nerds"? Rachel se rió. "Me estás tomando el pelo. ¿En serio?" Kerry asintió. "En serio. Nerds regulares, normales, trabajando," añadió. "Además, hacemos nuestra parte aquí. Estoy trabajando con los niños todas las semanas, y Dar ..." Miró a su compañera, que esbozó una sonrisa. "Dar aparece y se ve muy bien, y no se enoja conmigo por arrastrarla aquí todo el tiempo." "Je," Dar respondió. "Podrías unirte a nuestro grupo de acción comunitaria," Lori sugirió. "Tenemos un montón de cosas previstas para este año ... el cabildeo y todo eso. Apuesto a que eres buena en eso." "Apuesto a que no lo soy," Dar dijo. "Gracias, pero no gracias." Ambas mujeres enfrente de ellas parecían incómodas ante eso, Kerry se dio cuenta. Pero era la verdad, y sabía que Dar generalmente se negaba a endulzar sus respuestas. "Honestamente, nuestro horario no nos permite a ninguna de nosotras una gran cantidad de holgura en hacer cosas organizadas," Kerry dijo. "Nunca sabemos cuándo podríamos tener que viajar, o quedar retrasadas haciéndonos cargo de un problema." "Está bien, sólo una sugerencia," Lori dijo. "Voy por otra cerveza. ¿Quieres una?" le preguntó a Rachel. "Por supuesto." Lori se levantó y se fue. Kerry utilizó la breve pausa para terminar su cerveza, y notar que Dar había hecho lo mismo con su YooHoo. "¿Quieres otro?" Indicó la botella. "O algo más fuerte?" Dar jugueteó con la botella, y luego se la entregó. "Nah. Me quedo con esto. Gracias." Kerry se bajó del sofá y le dio una palmada en la rodilla mientras planeaba una ruta a través de la creciente multitud hacia la barra. Rachel esperó a que Kerry desapareciera, y luego volvió su atención a la mujer alta y morena en el sofá. "Nerd, eh?" Dar arrancó un hilo de sus pantalones de mezclilla. "Sí." "Uh huh." 178



"SABES LO QUE pienso?" Dar se echó hacia atrás, dejando que el aire acondicionado del coche la refrescara. Kerry estaba acurrucada en el asiento del pasajero, con aspecto despeinado y algo agravado. "¿Qué?" "Creo que tenemos que encontrar una nueva iglesia." "Ungh." Kerry apoyó la cabeza en el respaldo del asiento de cuero. "Te diré que. Dame el día de mañana libre, y voy a encontrar una nueva iglesia. ¿Qué te parece?" Ella se movió, haciendo una mueca por el cólico que se había manifestado con dolor repentino, dándole una excusa no deseada pero bienvenida para salir de la fiesta. Dar la miró con perfecta simpatía. "Cariño, puedes tener el día libre cada vez que quieras." ella respondió. "Sé que tu área está cubierta." Kerry hizo una mueca de nuevo. "Sabes lo que no está cubierto?" preguntó con tristeza. "Me olvidé de parar y recoger suministros en Walgreen." Sus ojos se encontraron con los de Dar. "Y sabes que no puedo manejar de la clase que tú usas." Dar puso el coche en reversa y comenzó a retroceder. "Supongo que vamos a la farmacia entonces," dijo. "Está bien. Necesito algunas cosas también. Estamos bajas en Advil ..." "Ahhhh!!!" Kerry chilló. "Y necesito algunas baterías para mi digital," Dar finalizó. "Así que pon el asiento hacia atrás y relájate, y nos encargaremos de atendernos." Kerry se aprovechó de la oferta, soltando el asiento e inclinándolo atrás hasta la mitad. Cerró los ojos y dejó la conducción a su pareja, ociosamente escuchando la suave música new age procedente de los altavoces. "Ellas realmente estaban un poco apestosas hoy, ¿eh?" dijo. "Me pregunto por qué? Nunca les hicimos actuar así antes. ¿Hicimos algo que no recuerdo?" Dar se quedó en silencio durante un rato, tamborileando con los pulgares en el volante mientras avanzaba por la superficie de las calles hacia la farmacia. "No lo sé," finalmente murmuró. "Simplemente me molesta que actúen como si les debiéramos algo todo el tiempo." ¿Lo hicieron? Kerry meditó sobre la idea. "Bueno, la mayoría de las iglesias asumen que sus miembros harán cosas como hornear galletas y poner dinero en el plato, Dar," concedió. "Sé que la nuestra lo hizo en casa. A lo grande. No es que alguien haya dicho nada directamente, pero chico ... si te saltaste una semana, las miradas que recibes." Dar hizo un ruido grosero. "Bueno, ya sabes, tienen que recaudar dinero de alguna manera." Kerry se sintió en la extraña posición de defender una fe con la que a menudo estaba en serios desacuerdos. "Ellos tienen que mantener el lugar, y pagar al pastor, y hacer programas comunitarios. El dinero tiene que venir de alguna parte." Dar entró en el estacionamiento y estacionó delante de la farmacia. Ella puso el freno de mano, pero dejó el coche en marcha. "Si lo sé." Abrió la puerta del lado del conductor. "No es esa parte lo que me importa. Lo hacen las cosas 179



buenas, especialmente por aquellos niños con los que juegas. Son las otras cosas que esperan que hagamos." Se bajó. "Como si sólo porque somos gay, tenemos que ser revolucionarias al respecto. No es mi trabajo." Kerry observó con desconcierto mientras su pareja cerraba la puerta con cuidado, y se alejó hacia la entrada de Walgreen.

DAR ESPERABA EN la fila, echando un vistazo a los artículos disponibles para la venta en los bastidores cercanos por aburrimiento. Tenía sus artículos elegidos, obtenidos en rápido orden, pero sólo había una empleada trabajando y varias personas por delante de ella esperando para pagar. Vamos. Tengo helado derritiéndose aquí. Dar miró maliciosamente la fila desde detrás de sus lentes. La empleada, por desgracia, estaba ocupada tratando de entender la solicitud de la primera mujer en la fila, que estaba tratando de obtener un tipo específico de cigarro utilizando un lenguaje con el que incluso Dar no estaba familiarizada. Era difícil decir en este punto cuál de ellas estaba más frustrada. Sus ojos se posaron en un estante sobre el nivel del muslo, y examinó el contenido, una sonrisa a regañadientes apareció lentamente mientras se agachaba y seleccionaba uno de los artículos. Después de un rápido vistazo a su alrededor, lo añadió a su cesta, luego reanudó la espera. La mujer delante de ella soltó un suspiro deliberadamente audible. "Jesús." La empleada levantó la vista hacia ella, dándole una mueca de disculpa, pero ligeramente encogiéndose de hombros. La mujer extranjera sacó un pedazo de papel de su bolso y lo abrió, mostrándolo a la empleada con un poco de impaciencia. "Señora, no tenemos de esos." La mujer le preguntó en su propio idioma. "Señora, no tenemos de esos," la empleada repitió, con una paciencia encomiable. Ella señaló a la imagen en el papel y sacudió la cabeza. La mujer sacudió el papel delante de ella, alzando la voz. "Jesús." El cliente delante de Dar repitió. "Qué idiota." Con una mirada de disgusto, tiró sus paquetes sobre el mostrador y se alejó, dejando la tienda con un golpe en la puerta corredera en su salida. El hombre delante de ella hizo lo mismo, enseñándole a la empleada el dedo de en medio mientras hacía lo mismo. En el mismo instante, la mujer extranjera agarró su papel y lo metió en su bolso, salió furiosa y caminó rápidamente a través de la puerta pisando los talones de los otros dos. Eso dejó a la empleada mirando detrás de ellos, y Dar sin nadie por delante de ella en la fila. Aceptando sin reparo la oportunidad, se adelantó y empezó a sacar sus opciones de su cesta, colocándolos en el mostrador de registro.

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"¿Por qué la gente hace eso?" la empleada se preguntó, mientras cogía el primer artículo y lo escaneaba. "Moverse a un lugar y no saber cómo comunicarse?" Dar la estudió desde detrás de sus lentes de sol envolventes. "Para darle a los americanos una muestra de lo que se siente al tratar con ellos en el extranjero?" sugirió suavemente. "¿Eh?" La chica frunció el ceño. "¿Qué quieres decir?" "¿Alguna vez has estado en otro país?" Dar preguntó. "No," contestó la chica. "¿Por qué querría ir a otro país?" "No importa. ¿Cuánto es?" Dar indicó la registradora. Observó del total llegado, y pasó su tarjeta de ATM (Cajero automático) a través del lector, marcando el código con un movimiento impaciente. La máquina vaciló, y luego devolvió su recibo, el cual agarró junto con sus compras de las manos de la empleada. "Gracias." "Adiós." Ahora desprovista de clientes, la empleada movió sus dedos hacia Dar. "Que tengas un buen día."

KERRY SE HABIA divertido tratando de inventar historias sobre la gente que veía salir de la tienda mientras esperaba que Dar regresara. El primer hombre que había salido parecía haber comprado algo de lo que no estaba muy seguro basado en cómo seguía mirando dentro de la bolsa que llevaba mientras se dirigía hacia su coche. Ella decidió que era una opción entre la fórmula para el crecimiento del cabello, algunos productos de higiene femenina, o de control de la natalidad. Lo observó hasta que se metió en su coche, con lo cual él sacó algo de la bolsa y lo mordió, sesgando su teoría. Esperaba. Las siguientes dos mujeres que salieron estaban aparentemente juntas, hablando sin parar en español mientras caminaban por delante del Lexus y se metieron en una camioneta marrón justo al lado de ella. Arrancaron su coche y sin romper su flujo de la plática, comenzaron a retirarse. Los ojos de Kerry se ampliaron cuando se dio cuenta de que las ruedas delanteras del coche se giraron bruscamente hacia la derecha, dirigiendo el vehículo directo hacia la puerta del lado del pasajero a unas pulgadas de ella. Reaccionando por instinto, se inclinó y cerró su mano sobre el claxon del Lexus, cerrando los ojos y extendiéndose la mitad sobre el asiento de Dar mientras esperaba el crujido y el impacto. Después de un momento de silencio, sin embargo, abrió los ojos y miró por encima del hombro. La camioneta marrón se había ido, y cuando se enderezó y miró hacia atrás, la vio incorporarse al tráfico con un chirrido de neumáticos. Un Jeep azul apenas esquivo el golpe lateral. Kerry sopló el pelo de los ojos y volvió a mirar hacia delante, decidiendo que las mujeres probablemente

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habían comprado ya sea estimulantes legales o sedantes recetados, o tal vez una combinación de ambos. Otro cliente pasó enojado por el frente del Lexus, caminando con pasos cortos, furiosos. Ella se golpeó con un papelera de basura en la acera, y la apartó con una audible maldición incluso a través de las ventanas cerradas del Lexus. Ella le dio al bote una patada cruel, antes de continuar adelante y doblar la esquina de la tienda hacia el otro lado del estacionamiento. No le gustaron sus fotos de una hora? Kerry se preguntó. Tuvo poco tiempo para considerarlo, porque la mujer fue seguida casi inmediatamente por otra, viéndose igualmente molesta, que parecía a punto de llorar. Se acercó a un pequeño coche de cuatro puertas cerca de la entrada y habló con el hombre que estaba dentro, mostrándole algo que tenía en sus manos. El hombre la agarró y luego la empujó hacia atrás con un gruñido de rabia. Abrió la puerta del coche y se dirigió a la puerta de la farmacia, dejando a la mujer atrás. Ella miró con tristeza en el coche por un breve momento, luego dio la vuelta y se metió en el lado del pasajero, bajando la visera y mirando ansiosamente en el espejo. Ahora, ¿cuál era la historia allí? Kerry se preguntó, pero no por mucho tiempo porque su visión periférica se llenó con una figura acercándose que capturó su atención por completo mientras giraba la cabeza para ver a Dar caminar hacia ella. Sólo la visión de ese rostro anguloso la hizo sonreír. Kerry podía sentir sus músculos faciales respondiendo, y vio a Dar reaccionar y devolver la sonrisa mientras abría la puerta y se deslizaba adentro trayendo un soplo de aire caliente, húmedo y el olor de la crema de albaricoque aún persistente en su piel. "Eso ha sido rápido. Gracias por conseguir mis cosas." Dar le entregó la bolsa. "No hay problema. Cuidado, hay un bote de ..." "De helado aquí," Kerry terminó, mirando el interior. "Y ... que en el ..." Sacó algo de la bolsa y lo sostuvo en alto, dejando caer la bolsa de plástico al suelo entre sus botas de montaña. "Dar, ¿qué es esto?" Dar estaba concentrada en sacar el Lexus del estacionamiento y mantener la carrocería intacta mientras lo hacía. "Um ... es un hámster." Kerry golpeó el pequeño pie, peludo, y el animal de peluche comenzó a bailar con la música de ‘Over There ...’ "Es un hámster bailarín," observó, bailando un poco en su asiento junto con él. "Es un hámster bailando en un traje de marinero, Dar." "Sí." Su compañera miró ferozmente a través del parabrisas. "Me llamaste un hámster el otro día así que ..." Una risita salió del pecho de Kerry. Dejó la criatura en su regazo y golpeó el pie otra vez, viéndolo bailar y moverse en su traje blanco y sombrero. "¿Se supone que eres tú?" Dar se aclaró la garganta. "Creí que podrías pensar que era lindo."

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"Jejejejejejejeje." Kerry dejó escapar una larga y baja risa. "Oh, tienes razón, lo creo." Bailó con su nuevo amiguito. "Espera a que tu padre lo vea." Dar giró la cabeza y la miró por encima de los lentes de sol. "Voy a poner esto en mi escritorio," Kerry decidió. "¿En el trabajo?" Los ojos de Dar casi saltaron. Kerry se acercó y giró su cabeza hacia adelante, mientras el semáforo se ponía en verde y estaban libres para cruzar la carretera elevada a casa. "No seas tonta. Por supuesto no en el trabajo. En casa." Dar se acomodó en su asiento, aliviada. "Sí, bueno ... tuve que matar el tiempo en la caja registradora. Estaban cortos de personal." "Aunque podría ser un gran rompehielos en las reuniones con clientes nuevos," Kerry reflexionó. Dar se giró para mirarla de nuevo, sólo para encontrar los conocedores ojos verdes traviesos esperando en silencio. "Tienes suerte de que te amo," ella gruñó en broma. La sonrisa de Kerry se suavizó y se moderó. "No sé lo afortunada que soy," respondió. "Y voy a buscarnos una iglesia diferente, Dar. Me gusta pertenecer a algo así. Me da un sentido de comunidad aquí. Pero no a expensas de que te sientas incómoda con eso." Dar se quedó en silencio mientras dirigía el coche hacia la base del ferry. "¿Tiene que ser una iglesia?" preguntó mientras llegaban a los conos. "Tal vez podríamos unirnos a un club de computadoras o algo así?" Kerry apoyó la barbilla en su puño. "Pasamos bastante tiempo con nerds," estaba en desacuerdo. "Hey ... ¿qué tal un club motoristas?" Dar se cubrió los ojos con una mano. "Rooom, Rooom."

AHORA ERA EL turno de Kerry de ser una telespectadora pasiva, y fácilmente lo aprovecho, metiendo la ligera, desgastada colcha de su infancia que había traído desde Michigan a su alrededor mientras observaba las últimas noticias. Tenía una taza de té de mora caliente en la mesa cercana, y una cantidad suficiente de analgésicos para ponerla aceptablemente cómoda, al menos por el momento. Se habían detenido en el Supermercado de la isla de camino a casa y comprado algunos filetes de pescado, que Dar había insistido en cocinar. Para gran sorpresa de Kerry, y también para la de su pareja ella sospechaba, el experimento relativamente simple de asar a la parrilla había resultado muy sabroso. Después de eso, y algunos de los recién adquiridos helados de Dar, el estrés de la fiesta finalmente se disipó. "Nada." Dar alzó la vista desde su posición tumbada en el sofá de dos plazas. "No lo entiendo. No hay nada aquí." Levantó una mano y la dejó caer, sacudiendo la cabeza en la pantalla de su computadora portátil. "No hay 183



mención, no hay pequeñas notas en el periódico, nada en los negocios ... un importante contrato se rompe, y todo lo que ves son noticias sobre el rugby." Kerry se rió suavemente. "No sé, cariño. Creo que me gustan esas prioridades para variar." Tomó un sorbo de su té. "Oh, bueno. Sabremos pronto cuál es el problema. Una vez que lleguemos a esos barcos, alguien hablará. Siempre lo hacen, Dar." "Mmph." Dar estaba repiqueteando en su teclado. Kerry volvió su atención en la gran pantalla de televisión, donde un reportero demasiado serio estaba contando las noticias del día en tonos serios, enfáticos. La toma cambiaba de plano hacia una escena nocturna, con luces intermitentes de la policía, y después de estudiarlo por un minuto, ella frunció el ceño. "Oye, Dar? Mira." "Mm?" Los claros ojos azules se posaron en ella, y luego en la televisión. "¿Qué estoy mirando?" "No es eso el Walgreen? En el que estábamos hoy?" Dar se apoyó en el brazo de sofá de dos plazas y miró la pantalla. "No ... diablos, todos me parecen iguales, Kerry. Tal vez si. ¿Por qué?" "Shh." Kerry subió el volumen para escuchar. "La policía no está segura de cómo la mujer fue dejada en la cajuela, o quien podría haberle hecho esto. Fue llevada al Hospital Jackson Memorial donde está en estado crítico." El reportero en la escena retrocedió, mostrando un coche pequeño de cuatro puertas estacionado en el lado del edificio. Su cajuela estaba abierta y obviamente había sido forzada. "El coche fue alquilado, según la policía, por un hombre no identificado que ahora está siendo buscando." "Eh," Dar murmuró. "Alguien encerrado en una cajuela? Suerte que no mueran con este calor." Ella sacudió la cabeza y volvió a la pantalla de su computadora portátil. "Me pregunto cuando sucedió?" "No lo sé." Kerry se inclinó hacia delante. "No pueden haberla encontrado hace mucho tiempo. Es un informe en vivo. Oh, Dar Odiaría pensar que esa pobre mujer estaba en esa cajuela cuando estuvimos allí! " Dar miró de nuevo, estudiando el coche. "No estábamos en ese lado del edificio," dijo. "El coche parece un poco familiar, pero es un tipo de alquiler común. A montones, Ker." "Sí." Algo era persistente en la memoria de Kerry, y apoyó la barbilla en su puño mientras la noticia pasaba a otra historia. Después de unos minutos de intentar erradicarlo, sin embargo, se dio por vencida y volvió de nuevo al reportero. "Ah ... va a haber lluvia mañana," ella se rió en voz baja. "¿Segura que no quieres pasar el día adentro conmigo viéndola?" "Mm." Dar le dio una mirada con los ojos entornados. "Tentador." Kerry dio su mejor impresión de bochorno, consciente de que su camiseta de Pooh estaba probablemente sesgando el impacto sólo un poco. "En realidad, tengo un montón de cosas que hacer mañana. Quiero cortarme el pelo para empezar, y mi coche está previsto para el servicio." 184



"Pensé que ibas a descansar?" Dar le recordó. "Lo haré," Kerry dijo. "Pero quiero tener algo arreglado también, así no me siento tan culpable pensando en ti trabajando como esclava en la oficina metida en tu traje de etiqueta." "Ahh, y tengo que reunirme con todos los directores de ventas internacionales. Estarán mañana." Dar le recordó. "Así que realmente puedes compadecerme. María tiene un bloque de cuatro horas programado por la tarde." "Ew." "Uh huh." Kerry rodó sobre su espalda y observó el perfil de Dar mientras trabajaba en su máquina. "Podría pasar de tener un día libre," sugirió. "¿Quieres un poco de respaldo?" "Nah." Dar la miró, y sonrió. "Pero gracias por la oferta." "Bueno." Kerry movió los pies debajo de la manta de algodón. "Pero me aseguraré de que tengas algo genial al volver a casa." Los ojos azules brillaron. "Algo más que tú? ¿Qué más crees que necesito?" Kerry suspiró felizmente. "Además, vas a tener que dirigir tu concentración con Quest," Dar continuó secamente. "No me lo agradezcas todavía." Ella regresó a la escritura, escuchando la suave risa mientras Kerry rodaba sobre su costado y la noticia cambiaba a los deportes. "Bueno." Ella revisó su trabajo por última vez, estudiando la presentación que había preparado para la reunión. "Creo que eso funcionará." Dejó la computadora portátil sobre la mesa de café y se estiró, alargando la mano para rascar la cabeza del Chino. Era una noche de Domingo completamente ordinaria en casa. Por lo general, veían lo que estaba en Learning Channel o Discovery, o una película, luego las noticias antes de reunir todo lo que necesitaban para el trabajo la próxima semana y acostarse. Reconfortantemente predecible. Dar miró las tomas de los jugadores de fútbol practicando bajo el ardiente sol con un toque de desconcierto. "Sabes, nos llevaron a ver a esos tipos hacerlo una vez." "¿Eso?" Kerry señaló. "¿Te refieres a la práctica de verano?" "Sí," Dar dijo. "Solían llevar a los niños de escuela en diferentes excursiones. Ver el zoológico, ese tipo de cosas." Una sonrisa burlona apareció. "Día de verano, noventa grados, sin agua en ninguna parte. Todos nos escapamos y asaltamos un camión de la leche McArthur Dairy que se había detenido para hacer una entrega. Casi fuimos lanzados a la cárcel." Kerry se echó a reír. "No me ha gustado ver a esos tipos jugar desde entonces."

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Capítulo Nueve DAR DEJÓ CAER su portafolio de cuero en su escritorio antes de rodearlo y sentarse, dándole un giro a su trackball mientras se acomodaba en su silla de cuero. Su correo apareció, la pantalla oscura con nuevos mensajes. Hizo clic en uno, y lo revisó, luego suspiró y sacudió la cabeza. "Chico, alguna vez soy una idiota." Después de un momento, pulsó uno de sus botones de marcación rápida y esperó una respuesta. "¿Mark?" "Hola jefa." Mark sonaba un tanto preocupado. "Vas a matarme?" Dar miró el teléfono. "Tengo el informe de seguridad." "Bueno," Mark suspiró. "Nuestros enrutadores web frontales están siendo golpeados. Voy a tener que lanzar un circuito de reserva en ello. Malditos hackers." Dar dio la vuelta a la pantalla de monitoreo y la revisó. Podía ver los puntos de entrada, y los destellos de color naranja y amarillo en su mundo normalmente verde y azul. "¿Fuerza bruta?" "Sí. Bastante débil," Mark dijo. "Sólo mucho volumen." Dar estudió el tráfico. "Están tratando de hackear el sitio o simplemente el DDOS?" ella preguntó. "Tenemos un rastreador en ese puerto exterior?" Mark sacudió un manojo de llaves. "No lo he averiguado todavía," admitió. "Dame un segundo." El ataque no afectaba realmente a su red interna. Dar frunció el ceño mientras estudiaba las estadísticas. Se habían registrado un número creciente de sondeos en sus interfaces externas, pero estás eran más sutiles, y casi vacilantes. Esto parecía algo más. "Si nos llevan sin conexión esto va a salir mal, Jefa," Mark comentó. Exactamente. "Creo que eso es probablemente lo que están tratando de hacer," Dar dijo. "Bastardos." Se apoyó en sus codos, mirando a la pantalla. "Vamos a poner una exploración en él, ver si hay una fuente común o si es un botnet (*)." "Lo haré." "Llámame." Dar soltó el teléfono y suspiró. Volvió a mirar el correo e hizo clic en un segundo con un signo de exclamación rojo. "Eleanor. Y ahora qué?" Recorrió el correo, y luego marcó el teléfono de nuevo. Dos timbrazos después, Eleanor respondió. "¿Qué diablos es este correo?" Dar preguntó. "¿Quién quiere hablar conmigo?"

(*)

Término que hace referencia a un conjunto o red de robots informáticos o bots, que se ejecutan de manera autónoma, infectados con el mismo tipo de virus, que están controlados por una misma persona u organización criminal.

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La vicepresidenta de marketing suspiró. "Al parecer el reportero de la tecnología de CNN recogió lo que AP proveyó en la convención. Él se enteró de esta competencia entre Telegenics y nosotros y quiere una historia de ello. Él ya ha hablado con las personas de Tech TV que estaban allí." "Estupendo." Dar se recostó en su silla. "¿Cuál es su enfoque?" "Que estamos siendo empujados por algunas nuevas empresas con coraje e innovación." "Agradable," Dar gruñó. "Él cree que tiene una buena historia, que puedo decirte, Dar?" Eleanor dijo. "¿Quieres volcarlo a Kerry? Probablemente obtendríamos fragmentos de entrevistas suaves de esa manera." Dar suspiró. "No, no le voy a pedir a Kerry que limpie mi desorden. Dale mi información de contacto. Hablaré con él." Se frotó las sienes. "Muy bien," Eleanor dijo. "Hazme un favor, sin embargo, ¿eh? Tratarás de no meternos en más problemas?" "Sin promesas," Dar respondió brevemente. "Nos vemos." Colgó el teléfono, y después pulsó el botón de nuevo cuando sonó un segundo después. "¿Sí?" "De acuerdo, tengo el rastreador en marcha." Mark dijo. "Voy a la salida para compartírtelo de acuerdo? Tengo un par de asuntos difíciles en este momento." "Seguro," Dar acordó. "Gracias. Lo tengo." Colgó de nuevo, y luego levantó la vista cuando su intercomunicador sonó. "¿Ahora que?" "Jefa, tengo un cliente, Sr. Godson en la línea uno. Dice que tiene que hablar contigo urgentemente." Godson. Godson ... oh. "Está bien, pásamelo," Dar dijo. "Hablaré con él." "Si, lo haré." La voz de María se apagó, luego la línea interna zumbó. Dar lo recogió. "Hola Stewart." "Dar, eres tú? Oh, por supuesto que eres," una voz de hombre contestó. "Me alegro de haberte encontrado. Escucha, Tengo un gran problema con el que necesito un poco de ayuda." Por supuesto que sí. Los clientes rara vez llaman a Dar sólo para detenerse a charlar, o felicitarla por sus métricas de servicio. Godson era el CIO de IT de Betadyne, un grupo de ventas y marketing muy de alta potencia que proporcionaba servicios de cumplimiento y centro de llamadas para una gran cantidad de clientes. Una cuenta grande, e influyente. Por lo tanto, por qué Dar estaba hablando con él sin dudarlo. "Claro, Stewart. ¿Qué podemos hacer por ti?" Giró su trackball de nuevo, y estudió su pantalla de correo mientras él empezaba a hablar, ahogando un bostezo y deseando que el día se moviera más rápido. "Bueno, mira, Dar, recientemente nos mudamos a esta nueva aplicación nuestra, una verdadera genialidad," Godson dijo. "Es fabuloso. Nos encanta. 187



Hace mucho más por nosotros que lo último que estábamos usando, y podemos ver que realmente nos llevará adelante en los negocios." Dar echó un vistazo al teléfono. "Me alegra escuchar eso, Stewart," comentó. "No sabía que estabas moviendo plataformas." Godson se aclaró la garganta. "No iba a hacerlo, ¿sabes? El cambio no es la mejor ruta a veces, pero recibimos una buena oferta de esta compañía, y nuestro nuevo VP de Operaciones aquí trajo el acuerdo a casa, dijeron que nos revolucionaría." Uh huh. "Está bien, entonces ... ¿cuál es el problema? Parece que estás contento con eso." Dar apoyó el codo sobre su escritoriio y apoyó la cabeza en su mano. "Bueno, no está satisfaciendo," Godson dijo. "Es lento como el infierno, y Meyer, que es mi VP, piensa que es la red que causa el problema." Dar giró la cabeza y miró el teléfono. "Ya veo." "Dice que tiene algunas personas que puede traer para arreglarlo todo." Godson sonaba un poco avergonzado. "Ya sabes, consultores o no. Amigos suyos, supongo." "Uh huh." "Pero le dije, antes que vayamos a gastar dinero en eso, vamos a ver lo que podemos averiguar sobre ello." El hombre se aclaró la garganta. "Después de todo, hemos estado haciendo negocios durante mucho tiempo, ¿verdad?" "Hemos." Dar ahora volvió su atención al teléfono, girando en su asiento y apoyándose en sus codos, ignorando la pantalla. "Lamento que no hayas venido a mí antes, Stewart. No sabía que tenías un problema, y mucho menos que considerabas que era nuestra culpa." "Ahora, Dar," Stewart dijo. "No vamos a hablar acerca de culpa, eh? Tal vez sea algo sencillo, si puedes mirarlo y ver lo que es?" "Absolutamente." Dar cruzó las manos. "Lo veré enseguida y te lo haré saber." "Estupendo." Godson parecía aliviado. "Espero tener noticias tuyas, Dar. Gracias!" Colgó y dejó a Dar reflexionando en su teléfono con una expresión severa. Luego se giró y minimizó su correo, llamando a su programa de monitoreo de la red con una sacudida de cabeza. Un suave pitido le hizo levantar la vista de nuevo para ver la transferencia del archivo de Mark completada, el recuadro parpadeando para su atención. "Sí, sí." Ella se movió en su asiento y resistió el impulso de abrir su programa de análisis, centrándose en el asunto de Godson en cambio. "Más vale que no sea un problema de capacidad que me perdí." Su mano movió el puntero del ratón con impaciencia. "Si lo es voy a despedir a mi culo."

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KERRY SILBÓ POR lo bajo mientras sacaba una última carga de ropa de la lavadora y la arrojaba a la secadora. Colocó la máquina y la puso a funcionar, entonces tomó su cesta de ropa ya seca y se encaminó de regreso a través de la cocina hacia el dormitorio de Dar, seguida de cerca por una atenta Chino. Colocó la cesta en el borde de la cama de agua y comenzó a clasificar su contenido. "¿Sabes qué, Chino?" se dirigió a su mascota. "No se lo digas a nadie, pero a veces en realidad me gusta hacer estas cosas." "¿Gruff?" Kerry abrió el cajón de la ropa interior de Dar y comenzó a guardar los pares de ropa interior cuidadosamente doblada adentro. Había metido dos de ellos dentro cuando el teléfono sonó, y se inclinó sobre la cómoda para coger el portátil que estaba allí. "¿Hola?" "Hola, es la Sra. Stuart?" preguntó una voz de hombre. "Soy Bob, de South Beach Lexus." "Sí, soy yo," Kerry estuvo de acuerdo. "La calesa está lista?" "Todavía no, señora, realmente queremos reemplazar los frenos. Ha sido un poco dura con ellos." Kerry frunció el ceño ante el teléfono. "¿Lo hice?" "Bueno, están mostrando mucho desgaste. Podemos dejarlos por un tiempo pero..." "No, adelante, por supuesto reemplácelos," Kerry lo interrumpió. "Simplemente no pensé que los metí tanto. Supongo que tendré que prestar más atención a la forma en que estoy manejando, ¿eh?" El hombre se aclaró la garganta. "Sí, bueno, ya sabes, muchas personas tienen el mismo problema ... debe ser el tráfico de aquí. De todos modos, vamos a cambiarlos, y mi chico te va a entregar el auto alrededor de la hora de cenar, si eso está bien." "Estpendo," Kerry respondió con facilidad. "Suena perfecto. Gracias!" Ella colgó el teléfono y volvió a su doblado, inspeccionando cada artículo por posibles agujeros antes de guardarlos. La mayoría de las bragas de Dar eran sencillas, y algo ordinarias, pero tenía una selección de extravagantes, la mayoría de los cuales Kerry había comprado para ella. Y por supuesto, los rojos de seda. Kerry sonrió mientras los ponía en el cajón, mirándose a sí misma en el espejo mientras terminaba. Una mano se levantó y agitó el pelo recién cortado, y dio a los resultados un aprobador asentir de cabeza, satisfecha con su día hasta ahora. El teléfono volvió a sonar, y le dio una mirada de leve exasperación antes de coger el auricular y contestarlo. "¿Hola?" "Hola," la voz de Dar respondió. "No estás contestando tu teléfono celular." Kerry contuvo el aliento. "Vaya ... lo siento. Está arriba cargándose," dijo. "Y yo estoy abajo jugando con tu ropa interior. ¿Qué pasa?" "Ahh ... me alegro de que finalmente aprendí la lección y no te mantengo en el altavoz," Dar rió. "Escucha, tuve que poner la sesión vespertina en 189



aplazamiento. Stewart Godson en Nueva York llamó, con un nuevo proyecto que acaban de lanzar en conjunto. Está al máximo con su ancho de banda y tengo que echarle un vistazo." "¿Ese es nuestro problema?" Kerry preguntó. "Bueno, le están diciendo que es nuestro problema," Dar suspiró. "De alguna manera nos las arreglamos para perder la capacidad de ser empujados allí. Tengo a alguien revisando el sistema de alertas, pero creo que olvidamos añadir una alerta para ello." "Uf." Kerry hizo una mueca. "No vas a causarme un cuello de botella allí, ¿verdad? Tengo un montón de cuentas muy delicadas en esas partes." "Te haría eso a ti?" La voz de Dar sonaba desconcertada. "Tal vez tenga que volar hasta allí y reunirme con ellos, sin embargo, y tuve noticias de Quest. Él está juntando en una reunión a todos los ofertantes en el Intercontinental el Miércoles." Kerry asintió, a pesar de que su pareja no podía verla. "Bueno, me dijiste que estaría encabezando eso de todos modos," ella comentó. "Así que mándame la información, jefa, y yo me encargaré de eso." "Ya está hecho," Dar respondió. "Parece que voy a llegar tarde. Vamos a iniciar la reunión de ventas en una hora." "Estaré esperándote." Hubo un momentáneo silencio, trayendo una sonrisa de complicidad a la cara de Kerry. "Dame una llamada antes de salir, ¿de acuerdo?" "Lo haré," Dar contestó suavemente. "Nos vemos más tarde." Kerry colgó el teléfono, su sonrisa aún permanecía mientras recogía su cesta vacía y volvía de nuevo a través de la sala de estar, su mente ocupada con la planificación de su estrategia para la reunión de Quest. Un destello brillante en la televisión rompió su concentración, sin embargo, y se volvió para mirar la noticia de la tarde. "Oh." Ella hizo una pausa, mientras parecía ser la continuación del informe de noticias de la noche anterior, ahora mostrando una foto del hombre que la policía estaba buscando. Kerry parpadeó, y luego simplemente se quedó mirando la foto, haciendo coincidir los detalles un tanto borrosos con un recuerdo del día anterior, desde el coche al otro lado del suyo, en la perezosa luz del sol por la tarde de un día de verano. ¿Era el mismo idiota? Ella entrecerró los ojos hacia la imagen, que parecía ser de un pasaporte. "Hijo de puta," susurró. "Creo que es."

"ENTONCES." LA BAJA, poderosa voz se extendió por la habitación. "Como se puede ver, la capacidad se mantendrá relativamente constante en todos los ámbitos, a través de las redes internacionales y nacionales, pero nuestro enfoque será refinar el uso de ancho de banda y agilizar la demanda de servicios."

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Una red apareció en la pantalla. "El efecto neto de este proyecto será que podamos agregar otro cincuenta por ciento en capacidad sin aumentar el hardware." Dar se detuvo y se apoyó en el atril. "¿Alguna otra pregunta?" Dejó que sus ojos barrieran la habitación, sospechando que el borde de su voz estaba suprimiendo el levantamiento de las manos finalmente. "Muy bien. Gracias, amigos. Eso es todo." Dar dio un paso atrás, reconociendo los aplausos en la habitación con un breve asentir de cabeza antes de cerrar las pantallas y retirarse del atril, contenta de que la maldita cosa finalmente terminara. Finalmente. Dar se dejó caer en su asiento en la cabecera de la mesa de presentación, era el frío cuero cerrándose alrededor de ella mientras el nivel de ruido en la habitación aumentaba. Cogió su vaso de agua y lo vació, contenta por la humedad para su garganta seca, áspera. La multitud de directores de ventas se estaba dividiendo en grupos, todos llevando folletos impresos de su presentación mientras discutían la sesión. Dar estaba feliz de ser dejada relativamente sola, aislada en el frente de la habitación con el espacio suficiente entre ella y el resto de ellos que incluso los pocos que la miraban no había conseguido el valor de acercarse. Dar asumió una mirada adusta para reforzar la distancia, agotada por su discurso de dos horas. Había ido bien, pensó, pero eso, y la hora de las preguntas después de que hubiera agotado su paciencia y su tolerancia a las preguntas ocasionalmente estúpidas. No quería entretener más a ninguno de ellos en este momento. Aunque la sala de presentación era un espacio interior y no podía ver las ventanas desde donde estaba, sabía que estaba oscureciéndose afuera y el largo día estaba llegando a su fin finalmente. Hora de ir a casa. Había sido un día de mierda. Encima de ello descubriendo un fallo en su sistema de monitoreo, los informes de seguridad empezaban a acumularse en su escritorio como mierda de elefante. Estaba sorprendida de que Mark no había sacado su contrato todavía. José terminó su conversación con otro director de ventas y se dirigió hacia ella. Dar lo fijó con su mirada, pero el vicepresidente de ventas la ignoró y rodeó la mesa, tomando asiento a su lado. "Bien! Estuvo muy bien, Dar." "Gracias." "Tenemos demasiada gente asustada por ahí." José continuó, apoyando los codos cubiertos de seda plateada sobre la mesa. "Todo el mundo estaba corriendo como pollos. Ahora, veo que tenemos un plan." "Uh huh." Dar apoyó su codo sobre el brazo de la silla y apoyó la cabeza en él. "Tenemos un plan." José la miró. "¿Qué te pasa?" Las cejas de Dar se arquearon. "Estás actuando como si no te importara," José dijo. "Estas personas, lo que les dices, eso importa por cómo hacen su trabajo, Dar." 191



"Lo sé," ella estuvo de acuerdo. "Me importa. Simplemente ha sido un maldito largo día, José y estoy cansada. Puede ser emocionante para ellos, pero para mí, es una repetición del mismo maldito discurso que ya he dado a la junta, he dado a la junta internacional, y he dado al montón de ustedes aquí." El VP de Ventas resopló. "No tienes ninguna atención. Es como mi hijo. Él mira una cosa, y luego ..." José chasqueó los dedos. "Es noticia vieja, y algo más que va a buscar. Eres así." Él señaló a Dar. "Siempre, has sido así." Dar intentó enojarse con él, pero no lo encontró en sí misma. Ella terminó encogiéndose de hombro en cambio. "¿Sí, y?" José también se encogió de hombros. "Nada." él dijo. "Te diré algo, sin embargo, Dar. Estar casada es bueno para ti. Lo digo yo. Mi esposa, también lo dice. Me dijo que ella piensa que no eres una perra desde entonces." "Gracias," Dar dijo arrastrando las palabras. "El que tú estés casado no te ha hecho menos idiota. ¿Cómo ella se imagina eso?" José tomó aire para responder, una línea roja arrastrándose por su cuello mientras levantaba su mano para sacudir un dedo hacia Dar. "¿Qué dijiste? Estoy siendo aquí tan agradable contigo, y ¿qué es esto?" Su voz se alzó en indignación, atrayendo la atención de la multitud que todavía charlaba alrededor en la habitación. Dar se rió de él. "Extrañas los viejos tiempos, José?" preguntó, un brillo irónico en sus ojos. "Puta," él gruñó, golpeando su mano sobre la mesa. "Eres la perra que recuerdo." "Oh si." Dar se inclinó hacia delante. "Está ahí dentro. Sólo que hace falta mucho más ahora para que se muestre." Se levantó y sacudió su elegante chaqueta a medida enderezándola. "Caballeros." Ella dio a los vendedores ahora viendo un amable asentir. "Damas," agregó, a las dos directoras que se encontraban cerca. "José," añadió sólo por diversión, mientras caminaba alrededor de la mesa y se dirigía a la puerta. "Que tengan un buen noche." "Espera, Dar!" Una de las directoras se apresuró a alcanzarla, la otra mujer muy de cerca. "¿Podemos robar un momento de tu tiempo?" Dar en realidad les gruñó. "Tuviste tres horas de mi tiempo." Las mujeres salieron de la sala de conferencias con ella. "Sólo algunas cosas rápidas ... mientras caminas?" "Habla rápido." Dar se dirigió hacia el ascensor. "Stacy, he dicho todo lo que quería decir por la noche allí." Ella golpeó el botón de la puerta y se metió al ascensor casi sin detenerse mientras sus hombros apenas despejaban la abertura. "Ha sido un día jodidamente largo." Las dos mujeres la siguieron apresuradamente adentro. "No se trata de la presentación," Stacy Allman dijo.

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"Queríamos hablar contigo sobre el contrato del barco." Ella miró a la otra mujer. "Rhonda y yo estábamos en el mismo bar que algunos viejos amigos tuyos, y obtuvimos un rapapolvo involuntario." Dar se apoyó contra la pared mientras la cabina subía al piso catorce. "Todo el mundo tiene un maldito rapapolvo," dijo. "No conseguí nada excepto todo el tiempo que estuve allí." Estudió a las otras dos mujeres, que podrían haber sido gemelas en sus trajes conservadores y estilizados cortes de pelo. Stacy esperó a que las puertas se abrieran antes de contestar. "Dar, permítenos llevarte a tomar una copa," ella dijo, mientras entraban en el silencioso piso, medio a oscuras. "Tienes que escuchar esto, y el mausoleo no es realmente el lugar, si entiendes lo que digo." Ella lo entendió. Dar se dirigió a su oficina, sosteniendo su puerta exterior abierta antes de seguir a las dos vendedoras al interior. Ella no era especialmente amiga cercana de ninguna de las dos, pero ambas eran relativamente veteranas y había tenido un vínculo poco común con las pocas mujeres que habían ascendido con y alrededor de ella. Ambas eran expertas. Stacy era de Nueva York, y Rhonda era de Los Ángeles. A pesar de que ambas mujeres eran hetero como tablas, ninguna había mostrado una aversión velada al estilo de vida de Dar que ella había detectado en otros en la compañía. "No sé, gente. Como he dicho, ha sido un día jodidamente largo." "Vamos, Dar." Stacy la siguió hasta su oficina interior, haciendo una pausa para mirar a su alrededor mientras Dar seguía hacia su escritorio y comenzaba a guardar en su maletín. "Huh. Este lugar se ve un poco diferente." La cabeza de Dar se alzó, y miró alrededor de su oficina en una leve confusión, esperando encontrar que la alfombra hubiera sido cambiada en su ausencia o un color diferente instalado en la pared. Pero el gran espacio parecía igual que cuando lo dejo, así que miró a Stacy para ver de lo que estaba hablando. "¿Qué?" "Escucha, Dar, no vamos a entretenerte toda la noche." Stacy dejó el tema y se sentó frente al escritorio de Dar. "Pero realmente creo que necesitas escuchar lo que oímos. Qué tal el salón en el Hyatt ... dame una media hora, ¿eh?" Dar consideró la cuestión, mientras que su visión periférica rastreaba a Rhonda examinando la colección de fotos de sus estanterías de aparador en la pared. "Muy bien," decidió."Vamos. Nos encontraremos allí en diez minutos." "Genial." Stacy se levantó. "Diez minutos, en el bar. Buen negocio, Dar. Creo que una vez que terminemos, estarás de acuerdo que no fue una pérdida de tu tiempo o del nuestro." Dar continuó guardando papeles en su maletín mientras las dos se iban, deteniéndose sólo cuando la puerta se cerró. Apoyó los nudillos sobre el

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escritorio y apoyó su peso sobre ellos. Finalmente gruñó y se enderezó, golpeando uno de los botones de marcación rápida en su teléfono casi sin mirar. El teléfono sólo sonó una vez antes de ser contestado. "Hola, cariño." Los labios de Dar se torcieron. "Sabes, podría haber sido alguien más que yo llamando desde aquí," comentó irónicamente. "No en nuestro número de casa." Kerry respondió, con una sonrisa evidente en su voz. "Ellos habrían llamado al celular." Nuestro número de casa. Las palabras provocaron un pequeño cosquilleo por la espalda de Dar incluso después de todo este tiempo. "Tienes razón. Muestra lo largo que el día ha sido." Dar alzó la mano y se frotó la sien izquierda. "Ya he terminado con la mierda de las ventas." "¿Cómo te fue?" "Muy bien, supongo," su compañera respondió. "Pero dos de los directores me atraparon después. Parece ser que tienen un poco de pendejadas que escucharon de nuestros amigos. Quieren contármelo afuera." Silencio. Dar casi podía imaginar la expresión de escéptica sorpresa en el rostro de Kerry. "Sí, parecía bastante estúpido para mí, pero las conozco desde hace diez años. No son idiotas." "Suena bastante extraño." "Como sea, les dije que nos encontraríamos en el Hyatt," Dar dijo. "No debería tardar mucho. Estoy segura de que ya oímos la mayoría la semana pasada de las bocas de las idiotas." Ella era consciente de una pensativa tranquilidad desde el teléfono. "Te interesa unirte a nosotras?" Kerry se rió entre dientes, después de un momento de vacilación. "Creo que me conoces demasiado bien." Dar sonrió. "Hey, yo y dos mujeres heterosexuales. Qué fiesta. Por supuesto que te invitó." Terminó de empacar su maletín. "Especialmente si estás con esos lindos overoles que llevabas puestos el otro día ... eso sorprendería a todos los cubanos en la hora feliz del Hyatt." Kerry se rió de nuevo, pero esta vez el sonido era completamente diferente. "Oh, los escándalos que tramas, Sra. Roberts. No, ve a reunirte con tus amigas encubiertas y saca la suciedad. Estaré aquí pasando el rato haciendo algo doméstico." Las cejas de Dar se alzaron. "Algo doméstico?" "Cocinando galletas." "¿Galletas?" Las orejas de Dar se animaron. "Estás haciendo galletas?" "La red de alimentos es peligrosa," Kerry afirmó. "Pero si lo sincronizas bien, podrías conseguir algo caliente del horno," bromeó. "Así que no te ensucies demasiado." "Ellas tendrán suerte si me siento," Dar dijo. "Nos vemos en un rato, Ker." "Está bien - oye, escucha Recuerdas esa historia de las noticias anoche?" Kerry dijo. "El coche en la farmacia?" "¿Sí?" la mano de Dar se cernió sobre el botón. 194



"Estábamos allí cuando ellos estaban. Vi al tipo que están buscando. Era un desgraciado." Era lo último que había esperado oír. "¿De verdad?" "Sí," Kerry dijo. "Pero te lo contaré todo cuando vuelvas a casa. Vete y encuentra a tus soplones." "De acuerdo. Sí," Dar respondió. "Tiempo extraño, supongo. Estaré pronto en casa." Soltó la línea y colgó su maletín al hombro, apagó la lámpara del escritorio mientras se dirigía a la puerta.

EN PLENO VERANO en un Lunes hacía una noche muy lenta en el bar. Dar dio al recepcionista en la puerta un asentir de cabeza mientras entraba, pasando sus ojos alrededor del salón escasamente ocupado hasta que vio a sus dos colegas cerca de una de las ventanas de cristal del piso al techo. Stacy agitó la mano hacia ella. Dar se dirigió en esa dirección, sólo para ser interceptada por un camarero deambulante y obviamente aburrido. Se detuvo cuando el hombre la miró inquisitivamente. "¿Puedo traerle algo, señora? Tenemos martinis de chocolate esta noche especial." Por mucho que la idea de un chocolate era algo intrigante para ella en el momento, Dar negó con la cabeza. "Café Jamaiquino, por favor." Ella señaló el pequeño grupo de sillas cerca de la ventana. "Estaré allí." "De inmediato, señora." Dar siguió su camino y tomó uno de los asientos frente a Stacy y Rhonda. Ambas tenían vasos delante de ellas, con bastante fruta ya comida para indicar su contenido alcohólico. "Muy bien. Entonces qué pasa?" "Cielos, Dar ... es bueno verte también." Stacy le dio una sonrisa irónica. "Ha pasado un tiempo." Dar se cruzó de brazos. "Hace media hora, no lo dijiste?" preguntó directamente. "No he venido aquí para socializar." Aceptó la taza humeante que el camarero le entregó, y tomó un sorbo cauteloso. El café estaba caliente y picante con un toque de ron y Tía María (Bebida alcohólica). "No, nunca has sido muy social," Stacy reconoció. "Aunque tuvimos algunos buenos tiempos en los viejos tiempos, en el camino." "Eh." Dar inclinó ligeramente la cabeza. "Todavía recuerdo que terminaste haciendo el tango con el chef en ese lugar italiano en Nuevo México," ella admitió. "Alguna vez han dejado de bromear contigo sobre eso?" Rhonda se rió. "No." Stacy se echó a reír. "No lo han hecho. Confió en que lo recuerdas, también. Creo que esa fue la primera noche que te vi beber algo distinto de la leche," agregó. "Aunque dura como esa maldita cuenta fue, todos nos lo debíamos. Que caso de hemorroides fue eso." Ah, sí. Dar sonrió débilmente y asintió. "Sí, lo fue," ella estuvo de acuerdo. 195



"Dar, es ese el primer lugar con el que chocaste con esa mujer Shari? La recuerdo de esa cuenta. La despediste allí, ¿verdad?" Rhonda preguntó. "Es por eso que ella era tan familiar cuando entró en ese bar. La recuerdo armando un lío en el edificio mientras seguridad la sacaba." "Sí." Stacy asintió. "Yo no la vi cuando ella entró, pero Rho lo hizo, y luego cuando ella y como se llame ..." "Michelle Graver," Dar contestó de manera uniforme. "Sí, de Vista, ¿verdad?" "Sí." Stacy hizo girar lentamente la pajilla mientras la succionaba. "Se sentaron, y no paso un minuto hasta que se estaban gritaban la una a la otra, y la primera palabra que reconocí fue tu nombre." Dar gruñó. "Sí, bueno." Se encogió de hombros. "Shari y yo tenemos un largo camino atrás," dijo. "Así que no era la primera vez que chocabamos. Tuve que tomar una decisión y podría haber ido de cualquiera manera, pero ella me había jodido una vez y la eché a la calle." "Lo recuerdo." Rhonda hizo señas al camarero, e indicó sus vasos casi vacíos. "Dar? Te apetece una segunda?" Dar miró su taza, que todavía estaba medio llena. "Estoy bien." "De cualquier manera." Stacy recuperando un nacho de la mesa y lo llenó con la salsa. "Ellas no nos conocen del gato de casa de Adam, naturalmente. Se sentaron en la mesa detrás de nosotras, y deja que te diga, se encendieron la una en la otra como si nada." El camarero volvió, dejando dos bebidas frescas de aspecto afrutado. "Alguna otra cosa que pueda ofrecerles a las señoras? Algunos entremeses, tal vez?" Él recogió la cesta de tortillas. "Traeré algunas papas frescas. ¿Le gustaría probar uno de nuestros platos combinados?" "Por supuesto." Rhonda lo ahuyentó. "Gracias." Dar bebió lentamente su café, apreciando el ligero ardor mientras el alcohol la golpeaba en el vientre. Para ella, esa noche en Nuevo México había sido una estupenda. El sentido de reivindicación personal casi la había hecho vertiginosa. Ella había dado la bienvenida a la oportunidad de compartir una noche con sus compañeros de trabajo, aunque nunca habían sabido por qué su hosca, solitaria gerente de tecnología regional de repente decidió ser social. Se había divertido. Se puso un poco borracha, pero no tanto como lo hicieron ellos, y disfrutó del simple placer de sentarse y relajarse después de un día duro de trabajo. Incluso regresar a su habitación de hotel sola no le había molestado. Recordó pasar el tiempo en el balcón de la habitación mirando hacia el desierto de Nuevo México, feliz para variar. Ah. O lo que pensaba que había sido feliz. Dar sintió que sus mejillas se movían en una sonrisa silenciosa. Ahora sabía que sólo había estado satisfecha porque en el último par de años había tenido una familiaridad mucho más cercana con la felicidad. "Así que, estaban peleando." 196



"Como comadrejas," Stacy acordó. "Graver estaba enojada por algún plan suyo que se había estropeado y lo juro, pensé que ella dijo que te había ofrecido un trabajo." "Ella lo hizo," Dar reconoció. "Su maldita compañía reclutó a Kerry y a mi, de hecho." Stacy la miró boquiabierta. "¿De verdad?" "No tenía idea de quienes éramos, pero sí," Dar rió. "Estábamos en la sala de exposición la noche antes de que se abriera instalando nuestro equipo y pensaron que éramos los frikis del personal." Rhonda se echó a reír, cubriéndose la boca apresuradamente. "Oh Dios mío." "No era gracioso entonces, pero ahora me río," Dar admitió. "Yde hecho, Graver nos ofreció a las dos puestos de trabajo más adelante, pero creo que todos sabíamos que era sólo un pedazo de pura mierda." "Eso es lo que ella dijo," Rhonda agregó. "Al parecer todo era para evitar que te involucraras con ese acuerdo de cruceros." La cabeza de Dar se inclinó hacia un lado. "¿Eh?" Stacy asintió. "Sí, exactamente. Eso es lo que estaban peleando. Al parecer la mujer Shari lo jodió por decirle algo a alguien sobre Kerry ... que ella estaba detrás de tu trabajo?" Kerry quería su ... oh. "Ah." Dar tomó un sorbo de su café. "Sí, en realidad, eso las jodió," ella reflexionó, en un tono de sorpresa. "Pero por qué Michelle no querría entrar en una competencia con nosotros? ¿No está toda su oferta demostrando que nos pueden ganar en nuestro propio juego?" Rhonda y Stacy se miraron la una a la otra. "Bueno, eso es lo que pensamos también," Rhonda dijo. "Fue bastante loco. En cierto modo me dio la impresión de que Graver estaba intimidada." "También debería estarlo." Stacy levantó la copa en un brindis en dirección de Dar. "Jesús." Stacy sacudió la cabeza. "Así que de todos modos, Dar ... para llegar al punto de por qué te sacamos hasta aquí, y no sólo compartir una taza de café en la cafetería ... la mujer Shari dijo que había recibido algo de información sobre Kerry y le dijo a Graver que habían estado yendo por todo el camino equivocado." Sólo escuchar el nombre de Kerry de la boca de Shari desencadenó los más bajos instintos de Dar. La noche dejó de ser divertida, y se inclinó ligeramente hacia adelante, su voz cayendo notablemente. "¿Sí?" Stacy se detuvo, estudiando a Dar por un momento. "Me acabo de dar cuenta que nunca he conocido a nuestra VP de Operaciones," comentó incongruentemente. "Pero creo que quiero hacerlo." Dar se limitó a esperar, su café olvidado. Rhonda se inclinó hacia delante. "Lo que Shari dijo fue que tenía alguna información confidencial sobre Kerry, y le dijo a Graver que dejara todo el asunto 197



con ella. Dijo que si podía llegar a Kerry, entonces no tendrían nada de qué preocuparse por este contrato de barco." "Dar?" Stacy pronunció, en el silencio que cayó. "¿Te das cuenta que tus ojos están realmente disparando chispas? Vas a prender fuego a la alfombra. Sólo tómalo con calma, ¿de acuerdo?" Con una gran cantidad de esfuerzo, Dar se obligó a empujarse hacia atrás en la silla. El latido de su corazón era un trueno en sus oídos, y podía sentir los espasmos en sus antebrazos mientras sus manos querían apretarse en puños. Tomó una respiración corta, y la soltó. "Perra," enunció con precisión. El camarero llegó con un plato de bocadillos calientes, el cual dejó, junto con una cesta fresca de papas fritas. "Aquí tienen, señoras." Se giró hacia Dar. "¿Ha terminado allí, señora? ¿Le gustaría otra?" Dar le entregó su taza de café. "Tráeme un vaso de leche, por favor." El camarero parpadeó. "¿Leche?" "Leche," Dar repitió. "Leche fría," aclaró, mientras él se giraba para irse. Después de que él se fue, se volvió hacia atrás y juntó los dedos, mirando a Stacy y Rhonda con los ojos entrecerrados. "Estás realmente enojada," Stacy murmuró. "Wow. Me olvidé de ese mal genio." "Rasgo de familia," Dar finalmente respondió mientras su corazón comenzó a asentarse. "Pero gracias por decírmelo. No es que crea que tienen algo de lo que Kerry no se reiría, pero es bueno saberlo." Rhonda tomó un mini-taco, y se lo entregó a Dar, junto con una servilleta. "Es por eso que realmente no queríamos decir esto en la oficina, Dar. Es ... esa mujer tiene un resentimiento contra ti y todo es personal. Incluso Graver lo dijo. Dijo que estaba obsesionada." Dar tomó mecánicamente el taco y lo examinó, antes de que le diera una mordida, masticando sin probarlo y tragándolo sólo para sacarlo de su boca. "Sí." Tomó el vaso de leche del atento camarero y bebió un sorbo. "Ella es algo." "Así que piensas que dijo estupideces?" Stacy preguntó. "Acerca de Kerry?" Dar esperó a que sus entrañas se relajaran. "Sí", respondió de manera uniforme. "Shari siempre cree que conoce los ángulos de todo. Siempre lo ha hecho." "Mm." Rhonda asintió. "Sí, me pareció a mí. Boca grande, todo aire." Stacy tomó una servilleta y una papa. "Bueno, todo lo que puedo decir es que espero que limpiemos el piso con ellos. Estoy muy cansada de sus mocosos de ventas prepotentes sobre nosotros cada vez que nos encontramos, contándonos todo sobre el último contrato que nos robaron." Se acomodó en su asiento. "Sobre todo porque están apuntando a tres de mis grandes para su renovación. Estoy recibiendo una gran cantidad de presión para reducir nuestros costos, Dar." 198



Dar escudriñó su leche. "No voy a jugar su juego," dijo. "Ya he dicho eso. Ningún contrato se firmara que nos haga perder dinero. No me importa cuántos ellos piensan que pueden tomar." "No tenemos mucha capacidad de influencia," Rhonda dijo, vacilantemente. "Quiero decir, sé que nuestro servicio no puede ser vencido, pero..." "Pero nada," Dar la cortó calmadamente. "Todo lo que van a tener es un gran desastre que no pueden cubrir. Así que mantén la calma, y no te preocupes." Stacy exhaló. "Bueno, la exposición comercial ayudó," admitió. "Tengo que admitir, Dar, éramos seis de nosotros en la oficina regional viendo Tech TV, y espero que tus oídos estuvieran ardiendo porque estábamos animándote como frenéticos. Adelante chica." Dar se relajó un poco y se echó hacia atrás. Después de la primera conmoción, su mente estaba ahora envolviéndose y asimilando la información que Stacy y Rhonda le habían dado, y con esfuerzo, separándola de la carga emocional. "Oye, Dar?" Rhonda de repente se inclinó hacia delante. "¿Sí?" Dar alzó la mirada y esperó, terminando su leche. "Lo siento si te hicimos enojar." Un medio encogimiento de hombros movió la seda sobre el hombro de Dar. "Está bien." Stacy giró su bebida en una mano. "Sabes que completamente asustaste a la mayoría de la fuerza de ventas cuando todo el asunto contigo y Kerry salió. Recuerdo que estábamos en una reunión de incentivos, y todo el mundo estaba aturdido." Dar se encogió de hombros. "Maldito día lento de noticias entonces." "Tienes que admitir que fue un poco fantástico," Rhonda ofreció. "Pero ya sabes, una vez que todo el mundo superó la conmoción y trabajó con ella la mayoría de las personas estaban bien con eso." Había sido fantástico? Dar ponderó eso por un momento. Eh. Tal vez. "Algo bueno," ella comentó. "Puesto que en realidad no tenían elección en el asunto." "¿Qué hubieras hecho si Alastair no hubiera estado bien con eso?" Stacy preguntó con curiosidad. "Irme." "¿Sólo así?" Dar resopló. "Sí. Sólo así," respondió. "Ahora bien, si a las damas no les importa, me voy a casa y salir de este traje tan formal." Dejó el vaso sobre la mesa y se puso de pie, elevándose sobre ellas en la tenue iluminación. "Gracias por la advertencia." "Segura que no tomaras otra, Dar?" Stacy levantó su vaso. "¿Por los viejos tiempos?" 199



"No, gracias." Dar levantó una mano y la agitó brevemente. "Buenas noches." Stacy la vio desaparecer, luego levantó su vaso. "Ahí esta una mujer que tiene algo por lo que quiere ir a casa," se rió irónicamente. "Dios la bendiga." Rhonda asintió. "Me alegro de que le dijimos," resumió. "Telegenics no tendrá una oportunidad ahora, pequeños bastardos. Ella los sacará de seguro." "Sin lugar a duda." Stacy tocó su vaso con el de Rhonda, y ambas tomaron una bebida solemne. "¿Crees que hay algo en esa historia de que Kerry quiere su trabajo?" Rhonda se encogió de hombros. "No sería la primera vez, pero todos con los que he hablado dicen que son una pareja hecha en el cielo." "Excepto José. Él piensa que es el infierno." Stacy le hizo un guiño, y tocaron de nuevo sus vasos.

KERRY ESTUDIÓ SU masa para galletas bien refrigerada en serio. "¿Qué opinas, Chino?" preguntó, apoyando ambas manos en la encimera de mármol. "¿Crees que tu mamá se conformaría con simples galletas ordinarias?" "Gruff." "Mm ... no, no lo creo tampoco." Kerry se dio la vuelta y se dirigió a uno de los cajones, abriéndolo y hurgando en él. "Sabes, nunca, nunca pensé que usaría ese viejo regalo de Navidad de la tía Enie, Chino, realmente no. Nunca me vi usando un delantal, haciendo lotes de galletas para los niños." "Gruff." Kerry sacó lo que estaba buscando y lo llevó de vuelta a la encimera, abriendo una bolsa y echando una pila de aluminio delgado. "Hm." Su dedo hizo a un lado varios. "Árbol de Navidad, no ... calabaza ... no ... trébol de cuatro hojas ... no ... ah." Seleccionó una y la sostuvo en alto. "Esa es la respuesta." Volviendo a su masa, colocó el cortador y presionó hacia abajo. "Así que, aquí estoy, Chino ... parada en la cocina, en un delantal, haciendo galletas en forma de corazón." Ella revisó su trabajo, quitando el corazón y colocándolo en el molde para hornear ya con mantequilla. "Y estoy disfrutando cada minuto de ello. ¿Qué pasa con eso?" "Gruff." "¿Qué pasa con eso?" Kerry repitió, con una voz mucho más suave. "No creo que sea mi reloj biológico, ¿verdad Chino?" Chino se quejó y se acostó, apoyando la barbilla en el pie de Kerry. "No, yo tampoco." Kerry se rió entre dientes. "¿Sabes lo que creo que es? Creo que tengo tanto amor dentro de mí por tu mamá que siempre está buscando una manera de salir. Supongo que esta es una de las maneras." Ella terminó de arreglar sus galletas y revisó el horno, abrió la puerta y deslizó la bandeja dentro. "Crees que tu mamá lo sabe?" 200



Algo en la mirada que había visto en los ojos de Dar esa mañana cuando se habían despertado juntas le había molestado. Casi pensó que lo había imaginado, pero cuanto más pensaba en ello, más sabía que no lo había hecho. Le recordaba a los primeros días de su relación cuando a veces captaba un indicio de lo que casi podría ser el miedo acechando en esos ojos azul pálido. Ella sabía de donde venía. Los ojos de Kerry se estrecharon un poco, mientras rodaba una bola de masa de galletas entre sus dedos. Había venido de esa número uno perra puta de Shari, a quien Kerry le encantaría golpear justo en la nariz. "Oh si." Ella dejó escapar una carcajada. "Eso se vería genial en Tech TV, Ker. Derribas a un rival en una pelea de gatas en medio de la sala de la convención." Kerry lanzó la bola de masa de galletas hacia la nariz del Chino. El labrador la cogió en medio del aire y se la tragó, mirando hacia arriba esperanzadamente por más. "Eh. Probablemente habrían sido los mejores índices de audiencia que hubieran tenido durante todo el año. No más, cerdita de perro." La perra suspiró, calentando la pierna de Kerry. Con una sonrisa, Kerry se sentó en el suelo junto a ella, y empezó a acariciar su piel suave. Se apoyó contra la encimera y saboreó un momento de tranquila satisfacción, contenta de que sus calambres finalmente habían amainado y desaparecido por completo. Parte de eso se debía a un nuevo descubrimiento de Dar. Kerry posó la mano sobre su vientre, sintiendo el calor residual de un pequeño paquete pegado a la parte exterior de su ropa interior. Era como una almohadilla térmica portátil, de unas cuatro pulgadas por dos, justo donde el calor podría hacer el mayor bien. Demasiado genial. Kerry se maravilló. Y había durado más de doce horas. "Una cosa fantástica de la tecnología, Chi. Oyes a todas aquellas personas que dicen cómo los viejos tiempos solían ser? Yo no. Dame la vanguardia en cualquier momento." Con un bostezo reprimido, se levantó y entró en la sala de estar, acercándose a las puertas correderas de cristal para mirar hacia la luna salpicando el mar. Dar estaría bien. Kerry se apoyó contra el cristal, observando como su aliento lo empañaba ligeramente. Sólo necesitaba unos cuantos recordatorios adicionales de lo mucho que significaba su relación para ambas, y lo equivocada que Shari había estado sobre todo lo que le había dicho a Dar años antes. Perra. Kerry sintió que sus propias manos se tensaban. "Dios, la odio," susurró, sintiendo la pasión en las palabras. "Es mejor que se quede en casa esta vez, Chino. Que se quede en el Condado de Orange y lejos de Miami si sabe lo que es bueno para ella." "Grrr". Chino vio algo afuera y soltó un gruñido bajo. "¿Qué pasa, Chi?" Kerry se protegió los ojos y miró, pero todo lo que podía ver era la luna reflejándose en el mar, y algunas hojas de palmera agitándose. "O estabas de acuerdo conmigo?" Ella levantó la cabeza mientras el delicado aroma

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de las galletas hornadas entraba desde la cocina. "Oo ... Hueles eso, muchacha? Vamos a ver cómo están." Chino la siguió a la cocina, pero a dos pasos en el interior el perro se detuvo y se giró, saliendo de nuevo a la sala de estar. Kerry sólo sonrió y siguió adelante, asomándose dentro de la estufa mientras mantenía un oído atento a los sonidos de la otra habitación. Escuchó el canto canino a la tirolesa de saludo, y sólo por poco se impidió de repetirlo. Luego pensó que demonios, y lo hizo de todos modos, levantando su voz en un contrapunto extraño al de Chino. "AwwwrrrooooO !!!!!" "¿Qué diablos es eso?" Dar respondió, entrando a la cocina con un labrador rubio pegado a la rodilla. "¿Hay un pato muriendo aquí?" Se había quitado su chaqueta, y desabrochado su camisa de seda, y ahora se acercó detrás de Kerry y apoyó la barbilla en el hombro de Kerry, mirando a través del cristal polarizado del horno. "Cuac." Kerry terminó de revisar el progreso de las galletas. Luego se dio la vuelta y se puso de frente a Dar. Antes de que su pareja pudiera dar un paso atrás, levantó las manos y suavemente cogió la cara, tirando de ella hacia abajo para darle un beso agradable, largo, y sincero. "Pero apuesto a que los patos no hacen eso." "No tan bien como tú." Dar se acercó y deslizó sus brazos alrededor de Kerry. "Hola." Kerry la abrazó. "Hola, cariño. Me alegro de que estés aquí." Sintió que el pecho de Dar se movía repentinamente mientras inhalaba, y apretó instintivamente su agarre. "Eerrf. Chino y yo estábamos hablando de ti." Ahora el cuerpo de Dar se sacudió nuevamente, por una razón diferente cuando surgió una risa. "Ah, sí? ¿Qué tenía que decir acerca de mí?" Apoyó los antebrazos sobre los hombros de Kerry mientras se separaban y se miraban. "¿Estaba quejándose de mi CD de nuevo?" "Ella estaba quejándose de que llegas tarde, y tiene que esperar para conseguir unas galletas." Kerry dejó sus manos descansar casualmente en las caderas de Dar. "Eso no tomó mucho tiempo." "Dije una media hora." Dar echó un vistazo al reloj de la cocina. "Entonces qué has estado haciendo, además de hornear?" Alargó la mano y revolvió el cabello de Kerry. "Me gustan los tijeretazos." Su voz se calentó con aprobación. "Esto se ve muy lindo en ti." "Tengo mi coche listo, tengo mi pelo hecho, tengo nuestra colada hecha, pagué las facturas ..." Kerry enumeró sus logros. "Te escribí un poema," terminó, un poco tímidamente, todavía insegura de sus habilidades en ese campo en particular. "Ha sido un buen día." ¿Poema? Dar sintió un leve rubor de placer sorprendido. Kerry había escrito algunos poemas que le había mostrado, uno había sido incluso sobre ella. "¿Qué clase de poema?" Ella no recordaba ninguno que hubiera sido escrito

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para ella, sin embargo, y la idea la intrigaba. La distrajo, de hecho, de las inquietantes revelaciones en el bar. Kerry produjo una sonrisa. "Bueno, vamos a agarrar nuestras galletas y leche, y puedes venir a leerlo. Decidir por tí misma qué clase de poema es." Abrió la puerta del horno y deslizó su mano en un guante de cocina. Sacó la bandeja y la puso en los soportes de madera que había puesto sobre la encimera antes. "Mm." Dar miró por encima de su hombro con profundo interés. "Mm, tienes razón." Ella olisqueó con delicadeza. "Son esos corazones?" Kerry asintió suavemente liberandolos de su bandeja para hornear con una espátula delgada y poniéndolas en una rejilla para enfriarse. "Sí, seguro que son." Ella sintió el cálido aliento de Dar en la oreja y se medio giró, presionando su mejilla contra la de su pareja. "Sólo quería asegurarme de que sabías de dónde salieron esas pequeñas chispas de chocolate." "Kerry?" "Mm?" "Es demasiado caluroso para que sea mi cumpleaños." Dar deslizó ambos brazos alrededor del cuerpo de Kerry y simplemente la abrazo, mirando las galletas avanzar lentamente. "Entonces por qué se siente como si lo fuera?" Kerry seleccionó cuidadosamente una de las muestras más pequeñas y la partió por la mitad, dándole un trozo casi goteando con chocolate por encima del hombro. "Ninguna razón." Le dio un mordisco cuidadoso, haciendo un ruido de aprobación ante el sabor. "Debemos dejar que estas se enfríen." "¿Dónde está la diversión en eso?" Dar aspiró el aire para enfriar su lengua picante. "Trae la rejilla, voy a traer una jarra de leche. Nos vemos en el sofá." Kerry estaba más que encantada de hacerlo. Siguió a Dar a la sala de estar, casi tropezando con un Chino violentamente meneando la cola y se acomodó en el suave cuero del sofá. Dar dejó la leche, pero siguió su camino hacia el dormitorio, desabrochando la camisa mientras atravesaba la puerta. "Voy a quitarme este maldito traje y ponerme algo más cómodo." "Desnuda funcionara," Kerry comentó, sonriendo al oír la risa seca en la habitación de al lado. "Me gusta ese traje en ti, por cierto. Creo que se ve muy bien." Seleccionó un canal ociosamente, subiendo el sonido mientras Dar volvía en un par de shorts de algodón y una camiseta sin mangas. "Pensándolo bien, me gusta más ese traje." Dar se relajó en el sofá, tendiéndose de lado y extendiendo sus largas piernas a lo largo de la superficie de cuero. "Me alegro de que hayas tenido un día mejor que yo," dijo. "Voy a tener que ir a Nueva York mañana por la noche. Ese maldito proyecto está resultando ser un problema más grande de lo que pensaba en un principio." "¿De verdad?"

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Dar suspiró. "Sí, estoy bastante segura de que no es el ancho de banda," dijo. "Le dije a Stewart que vi algunas micro estallidos, pero el enlace no está realmente saturado." "Por lo menos no somos nosotros," Kerry razonó. "¿Puedes ayudarlos a descubrir cuál es el problema?" "Probablemente," dijo su compañera. "Me gustaría ir allí de todos modos, porque su VP tiene un amigo en el negocio, como ellos dicen, y está ansioso por traerlos para hacerse cargo de ello." "Ah." Kerry frunció el ceño. "Eso no sería una buena prensa si lo hicieran. Puesto que fuiste bastante vocal sobre nuestra excelencia en el servicio." Le dio a Dar una mirada irónica. "No me lo recuerdes." Dar cubrió sus ojos. "Me pasé el día pateando mi propio culo por ser tan idiota." "Aw, cariño." Kerry hizo una mueca. "Kerry, lo era. ¿Sabes con lo que Mark tiene que lidiar?" Su compañera la miró a través de los dedos entreabiertos. "Eso es todo lo que necesitamos que suceda después de lo que dije. Fallamos, y estará en todas las noticias." Kerry hizo una mueca. "Por no hablar de que accedí a dar una entrevista a la CNN mañana." Dar suspiró. "Esperemos que no haga otra cosa estúpida." "Ven aquí." Kerry dio unas palmaditas en su muslo, sonriendo mientras Dar avanzaba y colocaba su cabeza en el lugar. "Entonces, sólo una noche?" Ella revolvió los dedos por el pelo oscuro, suave ahora derramado sobre su pierna desnuda. "¿En New York?" "Sí, volveré el Miércoles probablemente tarde." Dar la miró mientras ambas reconocieron silenciosamente el cambio de tema. Kerry tomó una galleta y la partió por la mitad. "Está bien, ya que voy a estar en el centro de la ciudad para esa reunión, ¿por qué no planeo recogerte en el aeropuerto entonces? Podemos hacerlo en el D&B’s (*) en el Dolphin para cenar." "Mm." Dar hizo un ruido agradable, aceptando su mitad de la galleta y dándole una mordida. "Escucha. Stacy y Rhonda me dijeron que escucharon a nuestras dos amigas peleando en un bar después de la exposición." "Tenían fotos?" "No." Dar se dio la vuelta y miró a Kerry, observando la expresión cambiando sutilmente en su cara. "Ker, esto no era una broma."

(*) Dave & Buster's, cadena de restaurantes.

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"Me importa un bledo," Kerry dijo. "Sabes lo que decidí esta noche? Decidí que ellas, y sobre todo esa perra de Shari, que será mejor que permanezcan fuera de mi camino en esta oferta." Dar parpadeó. "Estoy hablando en serio. Estoy harta de ellas. Si empiezan conmigo en esa reunión el Miércoles, vas a volver a casa para pagar mi fianza esa noche. Te lo juro, Dar. No voy a tolerar cualquier mierda de ellas nunca más." Dar la miró fijamente. "Shari piensa que tiene algo sobre ti que te hará ceder ante ellas." Las cejas de Kerry casi golpearon los adornos del techo. "¿Sobre mí?" "Sí." "¿Yo?" Kerry se señaló con el pulgar. "¿Qué diablos creen que se les puede ocurrir sobre mí que la mitad del mundo angloparlante no ha visto en la televisión o leído en el Washington Post? Que soy gay? Que soy republicana? Que soy una hedonista en ciernes? ¿Qué?" Dar se encogió de hombros. "No lo sé, cariño. No tenía una pizca de sentido para mí cuando lo oí. Creo que ella sólo está orinando limonada." Ella observó el rostro de Kerry, sin ver nada excepto un desconcierto honesto, escéptico allí. "Mi vida es un libro abierto." Kerry levantó las manos y las dejó caer. "¿Qué secreto podría estar guardando? Qué me lavo las manos con jabón de lavanda?" Dar levantó una de las manos de su pareja y olfateó delicadamente. "Me huele más como manzana." Kerry pellizcó su nariz. "Voy a hacer un poco de limonada y meterla en sus hoyos justo en su ..." Ella exhaló. "Oo ... Dar, enviarme a esta reunión puede no ser una buena idea," dijo. "Podríamos perder la oferta por adelantado si ellas me fastidian." "No te preocupes, Ker. Sólo ve, escucha, y quítatelas si se acercan a ti." Ella tomó otra galleta de la rejilla, y la partió, entregándole a Kerry su parte. Kerry se comió la galleta lentamente. "¿Me estás diciendo que las ignore? Déjarlas en paz?" Dar asintió. "No dejes que te afecten." Las pálidas cejas rubias se contrajeron. "Paladar, ¿Te resulta un poco irónico que me estás diciendo esto? Después de lo que acabamos de pasar con ellas? ¿Tomarás tu propio consejo en eso también?" Un encogimiento de hombros. "Te diré algo – las ignoraré si quieres. Deja de permitir que lo que te hizo esa perra puta te carcoma por dentro, y yo las trataré como si fueran viejas amigas, De acuerdo?" Kerry escuchó un tono más agudo en su voz de lo que había tenido la intención realmente, y vio el parpadeo en los ojos de Dar antes de que su pareja mirara brevemente lejos. "Porque la odio tanto por ti, que es la única manera de que pudiera lidiar con eso, Dar," añadió, en un tono más amable. Dar la volvió a mirar. "No quiero que odies a la gente por mi." 205



"Difícil." Un suspiro. "Tienes leche?" Kerry se inclinó y le dio un beso manchado de chocolate en cambio. "¿Quieres escuchar mi poema?" Ella susurró. "Al diablo con ellas." Dar suspiró de nuevo. Levantó una mano y la dejó caer en un gesto de resignación. "Mi poema, y pasa la leche. Tienes razón. Al diablo con ellas." La cara de Kerry se arrugó en una sonrisa feliz, mientras estiraba la mano hacia la mesa por su cuaderno de notas. "Lo tienes, compañera. Lo tienes." se inclinó cerca de la oreja de Dar. "Sabes lo que debe haber descubierto sobre mi?" "¿Qué?" Kerry le susurró algo, y casi acabó con todas las galletas sobre el pecho mientras Dar se convulsionaba de risa. Se rió maliciosamente junto con su pareja.

Capítulo Diez DAR APOYÓ LA cabeza en el puño, sus ojos explorando los informes frente a ella. Pasó el dedo índice sobre las listas de direcciones IP, luego cogió un marcador amarillo y lo pasó por encima de una de ellas. El intercomunicador zumbó. "¿Sí?" Dar alargó la mano y apretó el botón de confirmación. "¿Qué pasa María?" "Jefa, tienes a alguien en las cámaras de seguridad en el mostrador de la planta baja," María dijo. "Ellos les han dicho que los estás esperando?" Dar miró su reloj. "Llegan temprano." Ella suspiró. "Está bien, que seguridad los escolte hasta el centro de presentación. Nos reuniremos allí." "Si, lo haré," María dijo. "Además, tengo tus arreglos para tu viaje de esta noche, la confirmación es de tu hotel, y he pedido que te recojan en el aeropuerto." Dar miró el teléfono. "Gracias, María." Ella sonrió. "Te lo agradezco." "Por supuesto," su asistente dijo cálidamente. "Me encargaré de la seguridad." Ella apagó, dejando a Dar mordisquear el interior de su labio por un silencioso momento. Luego se enderezó y deslizó los informes de nuevo en su carpeta, cerrándola y guardándola dentro de su cajón superior. "Maldición." Se echó hacia atrás en su silla. "Realmente debería despedir a mi culo por esa maniobra." Había una gruesa pila de impresiones en su bandeja de entrada. Se debatió, luego abrió el cajón inferior, y recogió el montón, lanzándolos al espacio más grande y cerrándolo. Luego se levantó y se dirigió al armario, sacando la chaqueta del traje y poniéndosela.

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Estaba enderezando las mangas cuando oyó la puerta interior de su oficina abrirse, y se giró cuando Kerry entró, una carpeta en la mano. "Hola. CNN está aquí. ¿Quieres venir a verme como hago el ridículo otra vez?" Kerry se acercó y agarró las solapas, enderezándolas y cepillando un poco de polvo del hombro de su pareja. "Cariño, nunca haces el ridículo," no estaba de acuerdo. "Pero me encantaría ver como encantas a otro reportero. Vamos a movernos." Dar apoyó los brazos sobre los hombros de Kerry y se inclinó hacia adelante y apoyó la frente contra la de la rubia mujer. "Estamos apenas manteniéndonos por delante de los ataques a la página web. Mark tiene un redireccionamiento en su lugar, pero vas a tener que vigilarlo." "Uf." "Lo siento." Dar exhaló. "Ojalá pudiera quedarme y cuidar de mi propia mierda, excepto el alto perfil de Godson. Todo lo que necesitamos es que él se queje que no podamos manejar su negocio." "No hay problema, cariño." Kerry ladeó la cabeza y besó a su pareja. "Te cubro la espalda." Deslizó sus brazos alrededor de Dar y la abrazó. "Ojalá pudiera ir contigo." Dar deseó en silencio lo mismo. "Hey, es sólo una noche." Ella le devolvió el abrazo, y le dio unas palmaditas en la espalda de Kerry. "Vamos. No quiero darle a los reporteros una excusa para intentar deambular por el edificio." Ella salió de su oficina, dando a Maria una breve agitación de mano mientras pasaba el escritorio de administración y salió al pasillo con Kerry pisándole los talones. Se dirigieron al ascensor y bajaron unos niveles en silencio, saliendo en el piso que contenía el gran centro de presentación pública que normalmente se utilizaba para las funciones de prensa. Y las fiestas de cumpleaños, Kerry recordó, mientras abría la puerta para Dar y esperó a que entrara. Ella había conseguido su ascenso a vicepresidente en esta misma habitación, y se reunió con Alastair allí por primera vez también. Ahora estaba lleno de extraños que llevaban equipos y cámaras, portapapeles y extrañas piezas de cosas colgando de cada parte de ellos. Una de las mujeres se giró cuando entraron, y se dirigió hacia Dar. "Sra. Roberts?" Ella extendió la mano. "Christine Banks. Soy la productora de noticias de tecnología." Dar aceptó lo ofrecido y agarró la mano de la mujer, y luego la soltó. "Buenas tardes," dijo, brevemente. "Me alegro de que pudieras atravesar el tráfico." "No estaba bromeando," la mujer aceptó al instante. "Muy bien, si nos da unos diez minutos para instalar aquí, podemos empezar." Señaló a un hombre que estaba parado en silencio. "Este es nuestro reportero de tecnología, Nelson Argos. Él estará conduciendo la entrevista."

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"Hola," Dar saludó el hombre, tomando su mano extendida. "Encantada de conocerte." "Igualmente," dijo el hombre. Dar se medio giró. "Esta es nuestra vicepresidente de operaciones, Kerry Stuart." Señaló a su pareja que miraba en silencio. "Tomaremos una taza de café mientras que te preparas. Siéntete libre de servirte si lo deseas." Los camarógrafos comenzaron a desempacar sus equipos. "Hoss, instálalo en esa esquina," Banks dirigió. "Podemos filmar a través de esta manera y obtener la luz." Ella señaló el sol de la tarde que entraba a través de las persianas de la ventana orientada hacia el oeste. Dar se acercó a la barra de servicio y cogió una taza de cerámica en triste compañía, manteniéndose de espaldas hacia el ajetreo en la habitación. Kerry se sentó en uno de los taburetes cerca de la plataforma de presentación, dando a la gente de noticias una sonrisa agradable. La gran habitación era de usos múltiples, a veces filas de sillas se pusieron en el lugar, otras veces de mesas para la formación de directivos, y todavía otras veces podría convertirse en un pequeño centro de conferencias para reuniones informativas de alto nivel. Eso es lo que era esta vez. El espacio del piso estaba despejado, y la levantada área de presentación había sido instalada con un podio y taburetes, el logotipo de la empresa destacado en la pared curvada detrás de él, iluminado con discreta iluminación incorporada. Era serio, conservador y caro con incrustaciones de madera de teca y equipos audiovisuales de alta gama, incluyendo el nuevo sistema de videoconferencia que Kerry había supervisado instalar unas semanas antes. "Entonces." El reportero vagó su camino mientras el resto del equipo jugueteaba con trípodes y cámaras y luces. "Vi la grabación de tu presentación en la conferencia el otro día. Buen trabajo." "Gracias," Kerry respondió. "Me alegré de tener la oportunidad de contar nuestra historia allí." "Parece que había más emoción allí de lo que nadie esperaba." El reportero tomó el taburete a su lado. "Nos cogió un poco por sorpresa." Kerry le sonrió amablemente. "La tecnología es así." Ella sintió la presencia de Dar y se dio la vuelta, para encontrar una humeante taza siendo sostenida. "Ah gracias." Ella olfateó el rico olor de cerezas y tomó un sorbo del té de hierbas. Dar se acomodó en un tercer taburete y tomó un sorbo de su café. "¿Es cierto que tu gente no quiso asistir este año debido a que los aburríamos como el infierno?" Argos se frotó la nariz, pareciendo un poco avergonzado. Era de mediana estatura, con grueso, rizado cabello castaño y pecas. "Bueno, no lo diría de esa manera", dijo. "Sólo teníamos otras cosas entre manos."

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Dar le dio una mirada oscuramente divertida. "Pero sabes, no estoy seguro de que tus accionistas lo hubieran apreciado si hubiéramos estado," el periodista dijo. "Muchas más personas habrían visto ese pedacito sobre ti contratando hackers." Dar se encogió de hombros. "Tempestad en un vaso de agua," dijo. "Nadie lo admite, pero todo el mundo que contrata a los mejores técnicos de alto rango saben que hay una buena probabilidad de que hayan caminado en ambos lados en un momento u otro." "Si nadie lo admite, ¿por qué lo hiciste?" Argos preguntó. "Oye, espera a la cámara." Christine protestó. "Vamos, gente!" Dar tomó otro sorbo de su café. "Pensé que me ibas a interrogar acerca de cómo estoy entrando en pánico con nuestros abrumadores nuevos adversarios, Telegenics," ella dijo arrastrando las palabras. "Creo que los hackers son más interesantes." Argos sonrió brevemente. "Sigue hablando. Quiero ver a Christine implosionar." "Gente." Christine suspiró. "Charles, ¿estás listo?" "Casi," el camarógrafo dijo. Dar se relajó un poco, cayendo en silencio mientras bebía su café, esperando que la instalación estuviera completada. Kerry sintió su teléfono zumbar. Se levantó y dejó la taza sobre la mesa, y se acercó a la ventana antes de contestar. "Kerry Stuart." "Oh, Kerry. Bien. Soy Eleanor. Escucha, tenemos un problema." Kerry miró por encima del hombro. "Espera." Puso el teléfono en espera. "Vuelvo enseguida." Hizo una seña a Dar, y pasó por delante del equipo de cámara para salir por la puerta y moverse lo suficiente por el pasillo hasta encontrar un lugar tranquilo. "Está bien, adelante. Lo siento. Estaba en el centro de presentación." "Muy bien." Christine terminó su arreglo, y dio un paso atrás. "Estamos listos. ¿cierto?" "Listo," Nelson estuvo de acuerdo. Se sentó en el taburete al lado de Dar, tirando de su chaqueta recta y colocando sus notas en su rodilla fuera de la toma de la cámara. "¿Estás lista, Sra. Roberts?" "Por supuesto." Dar dejó sus manos apoyadas sobre su muslo, tratando de relajarse lo más que pudo dadas las circunstancias. Ella deseaba que Kerry volviera. "Bien, vamos," Christine dijo, enérgicamente. "Nelson, estás en el aire." La luz de la cámara se encendió, y Dar respiró hondo, dejándolo salir lentamente mientras sentía la tensión formarse en su interior. Argos se aclaró la garganta. "Estoy aquí hoy con Dar Roberts, Oficial Jefe de Información de ILS, una compañía de Fortune 100 que proporciona servicios de tecnología. Sra. Roberts, gracias por tomarse un tiempo para reunirse con nosotros." "A tus órdenes," Dar respondió amablemente. 209



"Una de las grandes historias en la reciente conferencia de tecnología en Orlando fue la rivalidad en ciernes entre su empresa y una pequeña empresa de nueva creación ..." "Alto." Dar levantó la mano. Argos se detuvo, un poco sorprendido. "¿Disculpe?" "Alto. Eso no es verdad," Dar dijo. "Esa no fue la gran historia allí. Nadie, de hecho, incluso me preguntó nada al respecto." Argos parpadeó. "Las grandes historias en la conferencia fueron un debate sobre la seguridad y el lanzamiento de noticias acerca de alguna nueva tecnología que implica avances heurísticos en hardware de red," Dar continuó. "No me importa hablar de lo que tengas en mente para hablar, pero no inventes cosas." La mandíbula de Christine se dejó caer. Argos fue agarrado muy desprevenido. "Lo siento, Sra. Roberts," dijo. "Me dieron alguna información sobre lo que ocurrió en esa convención, tal vez hubo un malentendido." "No hubo ningún malentendido" Dar sonrió brevemente. "Fuiste lanzado a un montón de pura mierda para darle a mis competidores alguna buena publicidad. Deberías haber hecho tu tarea." Argos volvió a parpadear. Luego miró a lo lejos hacia Christine en señal de súplica. "Así que." Dar se movió un poco. "¿Quieres hablar de la conferencia, o quieres pasar por tu guion de drama? Tu eliges." Argos se tomó un momento para recobrar su ingenio. "Muy bien, bastante justo." Él cerró su libreta. "Hablemos de la competencia, entonces. Por tu actitud, tengo la impresión de que realmente no crees que tengas ninguna." Dar asintió. "Esa es una mejor pregunta," dijo. "Por supuesto que la tenemos. Tenemos grandes competidores como nosotros mismos, y otros más pequeños como tus amigos en Telegenics. Todos son una preocupación. A nadie le gusta perder negocios, y a mi menos." "Así que, Telegenics tiene tu número? Han tomado el veinte por ciento de tus renovaciones en este trimestre. ¿Cuánto cuenta eso?" Argos fue agresivo, su expresión seria. "Todo el mundo tiene nuestro número," respondió a su tema. "Hemos estado haciendo esto durante décadas. No hay una empresa que no haya estudiado nuestros métodos y haya encontrado una manera de lanzarse contra nosotros. No les gustamos a todos." "Algo está haciendo que tus clientes se vuelvan contra ti," Argos dijo. "El argumento es que vienes con demasiada sobrecarga. Como este lugar." Él indicó la sala de presentaciones. "En esta economía, la gente no quiere lujos caros." Dar ladeó la cabeza y miró a su alrededor. "Me gusta pensar en la diferencia entre el servicio completo y el autoservicio," ella comentó. "Sí, puedes conseguir lo que hacemos con márgenes básicos y reducidos." 210



"¿Y?" "Eso no paga por el rendimiento y la innovación," Dar respondió. "También escuché a alguien decir que porque somos tan grandes, no podemos responder tan rápidamente como una compañía más pequeña. Eso es una tontería." "¿De verdad?" "Piénsalo," Dar dijo. "Digamos que eres un cliente, y de repente te vuelves muy exitoso. Necesitas abrir cuatro sucursales más, de inmediato, para aprovechar tu ciclo de crecimiento." "Muy bien," Argo dijo, en un tono dudoso. "Entonces quién crees que va a ser capaz de responder más rápido, dándote conectividad y servicios? Una pequeña empresa que tiene que salir y proporcionártelos desde cero, o una gran empresa, como nosotros, que puede simplemente hacer una llamada telefónica porque ya tenemos la infraestructura y los servicios integrados en reserva? " "Pero esa es una póliza de seguro cara." Los ojos de Dar centellearon, sólo un poco. "Obtienes lo que pagas," dijo. "Así que en respuesta a tu pregunta original - sí. Los clientes que nos dejan me preocupan. Es algo que hemos estudiado muy de cerca mientras estaba sucediendo, y fue debatido por aquí bastante fuerte. Pero la conclusión es que no estaba dispuesta a comprometer nuestra integridad y reputación con el fin de retener a un puñado de cuentas de servicios." "¿Estás diciendo que tu modelo funciona." "Estoy diciendo que al largo plazo, el nuestro funciona mejor. Con el tiempo los clientes entienden que su negocio vale la pena la inversión," Dar respondió. "Invertimos en nuestro servicio, y en poder ayudar a nuestros clientes a tener éxito." La puerta exterior se abrió, y Kerry volvió a entrar, deteniéndose para apoyarse contra la pared trasera. Ella dio a Dar los pulgares hacia arriba en su última declaración. "Muy bien, Sra. Roberts." Argos la dejó tener la última palabra sobre el tema. "Estoy seguro de que todos estaremos observando para ver qué sucede después. Tal vez pueda volver a esta pregunta con usted dentro de unos meses." "En cualquier momento," Dar acordó. Ella no estaba del todo contenta con la entrevista, pero no estaba del todo satisfecha con ella tampoco. Se limitó a dejar que terminara en una nota algo positiva. "Corte." Catherine agitó la mano. "Bien." Se rascó la cabeza. "No estoy segura de donde fuimos con esto." "Eres una entrevista difícil." Nelson se relajó en su taburete. "Pero tienes razón en una cosa, debería haber hecho mi tarea mejor." Se quitó el micrófono y lo enrolló. "No voy a cometer el mismo error contigo de nuevo." Kerry se dirigió alrededor de todo el equipo y terminó al lado de Dar. "Lo siento me lo perdí." Ella apoyó la mano en la espalda de Dar. "¿Se dirigen hacia el aeropuerto o pasan la noche? Escuché que hubo un gran accidente en la

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autopista rumbo a MIA (Aeropuerto Internacional de Miami), así que pensé en advertirles de cualquier manera." "Tuvimos suerte," Argos dijo. "Vamos a quedarnos toda la noche en South Beach." Se levantó y entregó su equipo a un técnico esperando. "No estamos seguros de cuánto tiempo tomaría." "Bueno, no he tenido tanta suerte." Dar se puso de pie. "Tengo que tomar un avión, como una cuestión de hecho. Así que si ustedes han terminado conmigo, tengo que alistarme para irme." "Creo que hemos terminado, sí." Christine dijo con una mirada irónica. "Tenemos algunas otras cosas de fondo para rastrear, pero creo que todo cubrió lo que habíamos pedido." Miró a Kerry. "¿Está preparada para un intento, Sra. Stuart?" Kerry sonrió brevemente. "Ojalá pudiera, pero tengo una reunión de la que no puedo zafarme dentro de unos cinco minutos." Ella empujó suavemente a Dar hacia la puerta. "Mi administrador estará aquí en breve. Si necesitas cualquier cosa, por favor no dudes en preguntarle a ella." "De acuerdo, gracias." Christine les dio un breve agitar de mano. "Lo apreciamos." Dar estaba contenta de oír cerrarse la puerta detrás de ellas. "¿Reunión?" Miró a su pareja. "Sí. Estoy reuniéndome contigo para que te pueda llevar al aeropuerto y prepararte algo de cenar antes de partir." Kerry metió la mano en el interior del codo de Dar. "Dime lo que me perdí, y te contaré acerca del último desastre." "Ah."

KERRY COLGÓ SU toalla humedecida por el sudor alrededor de su cuello, y se quitó los delgados guantes de boxeo que envolvían sus manos. Todavía respiraba un poco duro desde el final de su lección de entrenamiento, y sacudió la cabeza con una pequeña sacudida para despejar algunas gotitas de sudor de los ojos. "Bonitos movimientos agradables, Ker." Su compañero de entrenamiento Rod le dio una ligera palmada en el hombro mientras pasaba. "Me alegro que estés de vuelta." "Gracias." Kerry sonrió. "Eso fue muy divertido." "Eh." La mujer en el armario junto al suyo le dio una mirada irónica, examinando un gran moratón en el dorso de una mano. "En su mayoría divertido. ¿Cómo estás, Kerry? Te extrañamos y a la Taz (Demonio de Tasmania) la semana pasada." La Taz. Kerry arrugó la nariz ante el apodo que su pareja había obtenido de sus compañeros de clase de kickboxing. "Estábamos en Orlando,"

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explicó. "Ahora, Dar está en Nueva York. También lamentó que iba a perderse esta noche. A ella le gusta." "Bueno, nos gusta cuando estás aquí para mantenerla ocupada." La mujer le sonrió a Kerry. "¿Vacaciones?" "Nah. Una convención." Kerry se quitó el otro guante y lo arrojó a su casillero. Su protector de cabeza le siguió, y el cinturón de cuero que protegía su sección media. "Uf ... qué calor hace aquí hoy." Se secó la cara con una esquina de la toalla, y luego agarró su bolsa de ropa. "Voy a la ducha. Me siento más mugrienta que un viejo trapo de cocina." "Oye." Rod asomó la cabeza por la puerta de su casillero. "Estamos tomando cerveza y alas al otro lado de la calle. Estás dispuesta?" Kerry solamente vaciló un instante antes de asentir. "Claro. La cerveza fría suena muy bien en este momento," ella estuvo de acuerdo. "Nos vemos allí? Tú también, Sal?" "Muy bien," la mujer respondió con prontitud. "Tom tiene su nueva moto, y se está muriendo de ganar por lucirla. Pero estoy con Kerry - ducha primero." "Para que puedan sentarse en el bar y sudar?" Ron se echó a reír. "Ustedes chicas son tan ... tan ..." "Femeninas?" Kerry suministró, con una sonrisa. "Si eso significa que nos sentimos bien y no apestamos, gracias!" Ella lo golpeó con su toalla y se dirigió a al cuarto de ducha de mujeres con Sally pisándole los talones. Esta clase estaba llena de gente nueva, y ella y Dar habían hecho amistad con un buen número de ellos. A Kerry le gustaban. Eran una mezcla de profesionales y clase trabajadora, en su mayoría relajada, con una amplia gama de intereses incluyendo buceo y ciclismo, dos de sus propias fascinaciones actuales. Las mujeres estaban en buena forma, pero no aeróbicos, y los chicos eran más relajados y tranquilos que los artistas marciales que tendían a poblar las clases más tradicionales. Un grupo genial. Ellos la aceptaron y a Dar con buen carácter afable, incluso después de que su relación se había vuelto evidente y la mayoría de ellos tenían un sano respeto por las habilidades de lucha de Dar. "Uf." Kerry se quitó sus pantalones holgados y la camiseta, luego se puso debajo de la ducha con una sensación de alivio. El agua estaba agradablemente tibia, y la dejó correr sobre ella durante un minuto antes de que apretara por un puñado de jabón del dispensador de la pared y se frotara la piel con él. "Entonces qué nos hemos perdido la semana pasada?" Le preguntó a Sally, que se había unido a ella en la siguiente cabina de ducha. Los espacios estaban separados por medias paredes, para dar un mínimo de privacidad. "John simplemente vino con patadas altas de nuevo," Sally respondió. "Estaba de mal humor. Creo que perdió mucho en ese torneo en el que ingresó el pasado fin de semana. Ya sabes cómo se pone."

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"Ah." Kerry se enjabonó el pelo rápidamente y lo enjuagó, sintiéndose cien por ciento mejor. Sus músculos estaban un poco adoloridos, y estaba un poco cansada de la sesión, pero había completado las rondas sin obtener ningún golpe duro, y estaba bastante satisfecha de sí misma en general. "Sí, él es un poco susceptible sobre eso, lo sé. Especialmente cuando sus amigos vienen aquí para ver la clase." "Uh huh," Sally dijo. "Ron piensa que él escoge al estudiante más debilucho que tiene para entrenar cuando ellos están aquí. Has notado que nunca escoge a Taz." Kerry se rió irónicamente. "Bueno, Dar no es exactamente una novata, y él lo sabe," explicó, enjuagándose una última vez y agarrando su toalla. "Ella enseña una clase en nuestro otro gimnasio cerca del trabajo. Estamos justo a punto de dejarlo ahora mismo, y ella quiere aprender algo nuevo." "Sí, yo también," Sally admitió francamente, mientras se reunía con Kerry en el vestidor. "Realmente me harte del spinning. Alguna vez probaste eso?" "Nuh huh." Kerry se puso los shorts y los abotonó, luego sacó una camiseta limpia de su bolso. "La idea de andar y andar y andar y no llegar a ninguna parte no es mi estilo." Se pasó el cepillo por el pelo, acomodando sus recién cortados mechones en su lugar. "Quiero decir ... corremos todas las mañanas. Podríamos comprar una cinta de correr y hacerlo en el condominio, en el agradable aire acondicionado, pero no lo hacemos." Sally la siguió fuera de los vestuarios y a través del vestíbulo un poco desgastado del club de boxeo donde tenían su clase. "Veo a lo que te refieres, pero a veces es mucho más seguro correr en la cinta que correr en las calles, ¿sabes?" Eso era cierto, Kerry admitió, mientras salían del club y cruzaban la calle hasta el pequeño pub que ya emitía débiles sonidos de música en el aire húmedo. No era algo que ella y Dar tuvieran que preocuparse, ya que a veces tendían a olvidar que no todo el mundo vivía en una isla privada donde ese tipo de delito no existía. Rod y otros tres de la clase se unieron a ellas cuando se acercaron, ya habiendo reclamado una mesa afuera bajo un árbol ficus. Las puertas del pub estaban muy abiertas, al igual que las ventanas. El lugar no había tenido aire acondicionado cada vez que Kerry había estado allí. Afuera estaba más fresco, incluso en pleno verano. Se sentó en una de las gastadas sillas de madera y se echó hacia atrás mientras el grupo se acomodaba bajo la hilera de luces de colores pegajosas que colgaban del árbol. El lugar olía al aroma característico de la vegetación, de comida frita y especias. Kerry lo consideraba el antro más perfecto del vecindario que jamás había visto. Había incluso una diana muy gastada clavada en el ficus, y por un cuarto de dólar podrías conseguir tres dardos agrietados para lanzarlos en él.

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"¡Hola, cariño!" Su camarera regular se deslizó en su lugar, deteniéndose frente a Kerry. "¿Lo de siempre?" Kerry asintió y estiró las piernas mientras el resto del grupo hacía sus pedidos. Acababa de oscurecer, y había suficiente brisa para evitar que la noche se sintiera incómoda. La camarera se había ido un momento antes de que el estallido sordo de un motor de motocicleta interrumpiera la noche, su rugido cada vez más fuerte mientras se acercaba. "Ah ... supongo que ese es Tom." "Lo has adivinado," Rod convino, enganchando la rodilla y poniendo una larga pierna sobre el brazo de la silla. Era alto y delgado, de pelo oscuro y relativamente bien parecido en una manera discreta. "Gran Harley, y maldita sea que él quiere que todos lo sepan." Kerry resopló y sacudió la cabeza. El conductor y la moto llegaron entonces, el ruido impidiendo cualquier conversación hasta que Tom apagó el motor y estacionó la gran moto, mostrándola a diversos ruidos de apreciación. "Bonita, ¿eh?" "Más bonita que tú," Rod dijo con una carcajada. "Seguro que puedes manejar algo tan genial?" "Bésame el culo, idiota," Tom respondió con una sonrisa. "Si eres amable, podría dejar que la toques." Dio media vuelta y miró a Kerry. "Qué piensas, Kerry? Dulce, ¿eh?" Señaló la moto, que era un monstruo en negro y cromo con un tanque de combustible pintado cubierto de incongruentes peces tropicales. "Mucho," Kerry estuvo de acuerdo. "Me gusta la suave parte de atrás. No optaste por un VRSC? (Línea discontinua de motos musculares)" Tom se acercó y se sentó junto a ella, juntando las manos. "Oh ... creo que estoy enamorado de ti. Una chica que habla mi idioma." Él le sonrió. "¿Tú tienes una?" "No exactamente." Kerry aceptó su tarro helado de cerveza de barril y bebió. "Íbamos por una. Fuimos a la sala de exhibición, y el tipo le dijo a Dar que tendría que comprar lo que él estaba dispuesto a venderle." Se lamió los labios y suspiró. " Un ‘besa mi culo' después, nos dirigimos a la concesionaria de Honda y el resto es historia. Me gusta mi Shadow, sin embargo. Me queda bien." El grupo se rió. Tom gimió, y se golpeó la cabeza. "Kerry ... Kerry ... Kerry ... ¿cómo pudiste?" Él gimió. "¿Por qué no intentaste con un concesionario diferente? Yo conseguí la mía en Daytona durante la semana de la moto. Fue como una experiencia religiosa." Kerry tomó un trago perezoso de su cerveza de color ámbar y se encogió de hombros. "La usamos para la cabaña en las Keys. Si guardáramos una Harley en el cobertizo, tendríamos que pasar la mitad de nuestro tiempo escribiendo informes policiales sobre ello. Así que, funciona para nosotros. Tal vez mi próximo será un cerdo." Tom movió las cejas hacia ella. "¿Quieres ir a dar un paseo después de comer?"

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"Claro," Kerry estuvo de acuerdo. "Siempre y cuando no comas chile de nuevo." El grupo volvió a reír, y Rod lanzó un nacho a su amigo. "Ella te pilló" "Maldita sea, me gusta el chile!" Tom se quejó. "Está bien, aquí, al menos tendré una foto de mí con una chica guapa en mi moto. Tengo que tener algo para mostrar a los chicos." Él le dio a Kerry una mirada suplicante. "¿Te importaría?" Con una risa, Kerry dejó la cerveza y se levantó, siguió a Tom hasta la impecable máquina y admiró sus líneas mientras saltaba y cuidadosamente se acomodaba en la parte trasera del asiento. "Hm." Tom se subió frente a ella, e hizo una pose de tipo musculoso, flexionando su bíceps para la admiración de Kerry. Amablemente, ella se apoyó en él y señaló el músculo, alzando las cejas para la cámara. "Psst," ella susurró. "Creo que Dar es más sexy." Tom le echó una mirada por encima del hombro. Era rubio y estilo aficionado jugador de fútbol, y tenía el pelo corto que era casi de los cincuenta por su precisión. "Vaya, gracias Ker," murmuró. "Realmente sabes cómo hacer que uno se sienta muy bien." Kerry se rió entre dientes, y se deslizó fuera de la moto ahora que los destellos se habían detenido. Se dirigió a la mesa, esquivando los pies extendidos y reclamando su silla con un suspiro. "Bien, bien." Tom finalmente se unió a ellos, después de que cuidadosamente se aseguró que su nueva moto no iba a caerse sobre la acera. "Esta ronda la pago yo, ya que no tengo que empezar a pagar esta cosa durante tres meses." Silbidos por todas partes saludaron su discurso. Kerry se relajó, esperando por su hamburguesa con una sensación de placer decadente. Se sentía mal por Dar atascada en su hotel en Nueva York, pero estaba contenta de tener la oportunidad de relajarse después del trabajo. Dejó que sus ojos vagaran mientras el grupo charlaba sobre la nueva moto de Tom. La conversación abarcó desde la última desastrosa película de estreno hasta la última tormenta avecinándose en el trópico. "Entonces qué dijiste que harías mañana, Sal?" "Canotaje." Sally parecía bastante satisfecha. "Vamos a salir de Uleta Park, en North Dade. Donde puedes navegar en canoa por allí durante horas en esos ríos navegables. Luego vamos a hacer una barbacoa en el parque. ¿Interesados?" "Mm ... ojalá pudiera, pero tengo que trabajar mañana," Kerry se lamentó. "Eso suena maravilloso." "Repórtate enferma," Sally sugirió. "No puedo," Kerry dijo. "Dar está fuera de la ciudad y la cubró. Pero gracias por la invitación. Quizá la próxima vez? Apuesto que a Dar le gustaría también." 216



"Puedes apostar," Sally dijo. "Tenemos una especie de club de aventureros alrededor de mi complejo. Hacemos un montón de cosas por el estilo, caminatas en los Everglades, y navegación y todo, deberían conectarse con nosotros. Hay un calendario en línea." "Envíalo," Kerry dijo inmediatamente. "Estamos buscando algo así para involucrarnos, Sal. Gracias!" Sally parecía complacida. "Lo tienes. Ustedes son divertidas. Creo que se llevarían bien con el resto de mi gente." Ella se echó hacia atrás. "Será asombroso." Kerry estuvo de acuerdo. Eso haría a Dar feliz, y eso la hacía feliz. La noche estaba mejorando hasta ahora. "Brindo por mi moto!" Tom dijo, levantando su copa, y extendiéndola. "Y por un montón de buenos amigos!" Él hizo chocar su copa con la de ellos. "Es una lástima que Taz no está aquí para verla." Kerry inclinó la tarro hacia él. "Beberé por ese sentimiento. Yo también." Todos rieron. La camarera regresó y colocó sus platos abajo, agitando un dedo hacia los tarros de cerveza y levantando las cejas. "Puedes apostar." Kerry le dio la suya. "Vamos a empezar esta fiesta."

"DÉJAME ACOMPAÑARTE hasta tu coche, Kerry". Rod enganchó sus vaqueros y la siguió fuera del bar. "Es un poco tarde." "Claro," Kerry aceptó amablemente, sintiendo un toque de mareo. Se dirigieron por la acera, y luego cortaron por una calle moviéndose cerca de la playa. Había una ligera corriente de tráfico en las carreteras, los coches que rodaban junto con los estéreos a todo volumen y la gente en la normalmente ropa corta. Kerry ahogó un bostezo con una mano y miró casualmente en los escaparates a medida que pasaban. "Madre mía. ¿Las personas realmente compran esa ropa?" Ella señaló una camisa, que era en su mayoría brillosa y de lycra. "Ve tu a saber." Rod negó con la cabeza. "Especialmente porque se supone que es una tienda para hombres." Él miró las botas con lentejuelas. "Guau." "Guau," Kerry estuvo de acuerdo. "No me puedo imaginar a una mujer llevándolas." Había una fresca brisa que venía del océano, y Kerry agradecidamente giró la cara hacia ella, alcanzando hacia atrás para revolver su pelo cortado y dejar que el aire llegará a su húmedo cuello. En realidad no era tan tarde, un poco después de las nueve, y personalmente no quería apresurarse de regreso a su condominio que estaba tristemente carente con la presencia de Dar. Sin ánimo de ofender a Chino, por supuesto. "¿Estacionaste en el estacionamiento público?" Rod preguntó. 217



"Sí." Kerry asintió, sus ojos atraídos por un estridente letrero de neón. Fue más despacio mientras llegaron a la tienda de tatuajes, mirando el arte en las ventanas y las figuras apenas visibles en el interior. "Eso es un buen arte." "Diablos, sí," Rod acordó, deteniéndose para mirar. "¿Tienes alguno?" "No." Kerry sacudió la cabeza con cierto pesar. "En mi familia, eso no era algo que se hacía si no querías estar encerrado en el ático durante veinte años." "Pensé que vivías con Dar." Rod presionó sus dedos contra el cristal. "Un buen amigo mío trabaja aquí. Es un artista." "Vivo con Dar." Kerry encontró sus ojos atraídos en los diseños, algunos básicos y explícitos, otros fantásticas incursiones en el extraño arte. "Ella tiene un problema con los tatuajes? No me imagino que lo tenga. Es bastante genial." "No, no esa familia. Mi familia biológica." Kerry miró uno de los diseños. "¿Es algo de esto obra de tu amigo?" "Esas cosas." Rod señaló a un ave fénix emergiendo de un lecho de llamas, y un hermoso dragón chino. "Eso es suyo." Miró a Kerry. "Quieres uno." Los labios de Kerry se torcieron. "He pensado en ello," admitió. Rod echó un vistazo a la puerta. "Vamos a entrar y hablar con mi amigo. Al menos puede darte una idea de lo que cuesta, y cosas por el estilo. Tal vez si tienes un diseño en mente, puede dibujarlo y mostrarte como se vería." Sonaba bastante inofensivo. "Bueno." Kerry lo siguió al interior, consciente inmediatamente de varias cosas. Una, olía limpio adentro. Había un olor distinto de limpiador en el aire junto con un ruido de zumbido casi chirriante procedente de una de los tres sillas de estilo dentista contra una pared de espejos. "Hola, amigo." El hombre detrás del mostrador saludó a Rod. "Estás ascendiendo por el mundo." Rod se sonrojó. "Ah ... eh, no, eh ... esta es sólo una amiga mía. Su nombre es Kerry. Está en mi clase de kickboxing." "Uh huh." El hombre miró a Kerry. "Buscando algo de arte, Kerry?" Kerry se acercó valientemente al mostrador, poniendo sus manos sobre él y dándole una leve sonrisa. "Bueno, estaba pensando en eso," dijo. "Quería algo de tipo más personal." "¿Quieres decir que no quieres una calavera en llamas nacida para morir en tu bíceps?" El artista le sonrió. "Maldición." "No exactamente." Kerry sintió que su boca se secaba un poco. "Déjame decirte lo que tengo en mente, y tal vez puedas sugerir algo." El hombre sonrió ampliamente. "Ahora eso es lo que me gusta escuchar." Jaló de un taburete detrás de él, y le indicó que se sentara. "Rod, ve por un coca-cola." Él miró a su amigo. "Y trae uno para la dama." Rod le dio una sonrisa de resignación. "¿Quieres un refresco, Kerry?" "Ve si tienen un batido de leche." Kerry sintió un nervioso apretón en sus entrañas. "Tengo la sensación de que podría necesitarlo." Él le dio una palmada en el hombro. "Lo tienes. Vuelvo enseguida." 218



KERRY ESTUDIÓ EL pedazo de papel delante de ella, su corazón latiendo un poco rápido. Era consciente de los temblores en su vientre, y el aire acondicionado de la tienda parecía un poco demasiado frío en este momento. "¿Te gusta?" Ella trazó los contornos del diseño con los ojos, todos lisos y sinuosos. "Me gusta. Mucho." Alzó la vista hacia el artista. "Sólo estoy tratando de mentalizarme para hacerlo." El artista se sentó junto a ella. Estaban en el otro lado de la tienda, en una pequeña, casi acogedora área de asientos con un cómodo sofá y dos sillas afelpadas. "Sabes, he escuchado mucho eso." Kerry se rió débilmente. "Estoy segura de que sí," murmuró. "Tómate tu tiempo," dijo el artista. "Pero si realmente quieres hacer esto no te vayas a casa y lo pienses. No lo harás. " Él estaba en lo correcto. Podía sentirlo en su corazón. Si salía ahora, ella no volvería. Esta era una de esas cosas 'en el momento' de las que Dar siempre le hablaba. Pero quería hacer esto, sin embargo? Kerry pasó la punta del dedo sobre el diseño. Había estado pensando en hacerse un tatuaje durante unos meses, quizá estimulada por el arte corporal que vio en el gimnasio. Tal vez impulsada por la necesidad que todavía tenía de rebelarse contra su familia. El pensamiento de los rostros de su familia si les dijera hizo que sus labios se contrajeran en una sonrisa feroz. Esto era algo diferente de todo lo que compartía con Dar, también. Esto era solamente de ella. "Es para siempre," el artista dijo. "Bueno, a menos que seas estúpidamente rica y ames el dolor. El láser duele más que el tatuaje mismo. Así que si el diseño no es algo que quieres en tu piel durante mucho tiempo, olvídalo." Kerry lo miró, estudiando su rostro interesante, anguloso. Ella le devolvió el pedazo de papel, y logró una sonrisa temblorosa. "Lo quiero," dijo. "Hagámoslo." Él no parecía sorprendido. Se levantó y le dio unas palmaditas en el hombro. "Está bien, te sientas aquí y terminas tu batido, mientras tengo esto listo y pongo mi emisora ." vaciló. "¿Quieres saber primero el precio?" "No." Kerry negó con la cabeza. "No importa." El asintió. "¿Quieres saber si va a doler?" Kerry le dio una mirada irónica. "Asumí que lo haría," dijo. "Me corte mientras me afeitaba y dolió. ¿Puedes clavar agujas en el cuerpo y hacer que no duele?" "Te dolerá," confirmó. "Especialmente en donde lo quieres. Pero si llegas a donde no puedes soportarlo, sólo patéame en la rótula y te daré un descanso. Justo?" "Justo." Kerry anudó las manos y respiró profundamente mientras él se alejaba. "Whooof," murmuró. "Aquí vamos."

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DAR CAMINÓ PENOSAMENTE a su habitación de hotel, lanzando su chaqueta sobre la silla cercana y quitándose sus zapatos formales incluso antes de que tuviera la puerta cerrada correctamente. "¿Sabes qué?" Se dirigió a la habitación vacía. "Estoy lista para ir a trabajar a un lugar que pueda usar jeans todos los malditos días." Estaba cansada, y agravada, y aquí estaba cerca de la medianoche después de un día muy largo y estresante. "Estúpidos hijos de puta," maldijo, dando a su habitación una mirada. "He venido hasta aquí y todo el paquete de burros no tienen comenzada su organización. Un dolor en mi culo, y una pérdida de mi tiempo." El equipo de su cliente se había derrumbado tratando de responder a sus preguntas. Todo lo que ella pedía era aplazado a su VP de Operaciones que se encontraba fuera de la ciudad, o se encontraba con una mirada ansiosa, de ojos muy abiertos de incomprensión. Su CIO había estado bastante mortificado, y ofreció llevar a Dar a cenar para compensar el caos. Había resultado ser vegetariano. Dar lo había obligado a entrar en un asadero, enviando una breve disculpa mental a su madre mientras ordenaba el suyo raro y pasaba un par inconexa de horas mientras conversaba educadamente sobre nada significativo mientras que un palpitante dolor de cabeza crecía lentamente en lo que sospechaba era el inicio de una migraña. Agravada no era la palabra por como ella estaba. Disgustada, dolida, enferma del estómago, y sólo el maldito molesto fuego del infierno ni siquiera se acercaba tampoco. Con un suspiro, empezó a desabrochar las mangas de la camisa, desacelerando cuando vio una canasta sobre una pequeña mesa en la habitación bastante elegante. No recordaba que estuviera allí antes, cuando había tirado su equipaje en la habitación antes de dirigirse hacia el cliente, pero entonces la botella de champán posada con distinguida frialdad cerca no había estado tampoco. "Hm. ¿Qué tenemos aquí?" Ella echó un vistazo a la etiqueta en el champán. "Olvídalo, Stewie. Tendrás suerte si te dejo un juego extra de latas mañana." Sus labios se curvaron ligeramente al ver el nombre de su antiguo compañero de comedor. "Puedes quedarte con tu maldito falso francés burbujeante." Ella arrojó la tarjeta sobre la mesa y la observó deslizarse fuera de la superficie pulida y flotar hacia la alfombra con un absolutamente desinteresado encogimiento de hombros. Ahora, la canasta. Regalo de la gerencia? Dar rodeó la mesa y con cautela investigó la oferta inesperada. La canasta era un agradable mimbre con una tapa. Abrió la tapa y miró dentro, una sonrisa apareció en su rostro cuando lo primero que vio fue un paquete de buen chocolate caliente. "Así que." Se sentó y volteó la canasta, derramando su contenido.

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Brownies. Galletas. El chocolate caliente. Trufas. Dar pinchó su dedo entre ellos y se detuvo en el último artículo - una pequeña bolsa de gasa llena de kisses de Hersey. La cogió y la tomó en su mano, mirando los obsequios envueltos con ojos que de pronto, inesperadamente, ardieron. Había una tarjeta pegada al mimbre. Dar la abrió, ya sabiendo lo que iba a encontrar en el interior. Espero que estés viendo esto mientras terminas temprano el negocio y estás viendo la puesta de sol sobre Manhattan. Pero apuesto a que no lo estás. Con amor, Kerry. "Apuesto a que tienes razón," Dar contestó con voz ronca. "Ojalá estuvieras en esa canasta." El silencio de la habitación se asentó a su alrededor mientras estaba allí sentada, con la cabeza apoyada en una mano y una bolsa de kisses acunada en la otra. Finalmente, suspiró y se enderezó, abriendo la bolsa y recuperando uno de los dulces. "Vamos, Dar. Contrólate. Puedes aprovechar unas vacaciones con toda esta mierda de inseguridad que has estado teniendo la semana pasada." Con una mirada sombría, metió un kiss en la boca y lo masticó. Aquí, sola en esta habitación de hotel, podría inclinarse hacia atrás y estar tan deprimida como quisiera. Sus ojos se dirigieron hacia la mesa. Pero era difícil hacer eso, cuando estaba prácticamente hasta sus orejas en pensativos regalos de su amada compañera cuya cálida sonrisa parecía reflejarse en el envoltorio esparcido sobre la superficie frente a ella. Incluso si era medianoche, y tenía una migraña. Dar sacó la otra silla y puso sus pies sobre ella, inclinándose hacia atrás mientras comía más de los kisses. Al no tener leche, se estiró y cogió la botella de champán, desenvolviendo la parte superior y haciendo estallar el corcho en un movimiento suave. Se sirvió un copa y tomó un sorbo, dejando descansar la cabeza contra el respaldo de la silla, mientras pensaba en Kerry. Lentamente, la tensión disminuyó de sus hombros. Sabía que Kerry estaba intentando fuerte por apoyarla, sólo tenía que desplegar el pedazo de papel en su cartera y volver a leer el poema de ayer para verlo. Las galletas con trocitos de chocolate, sus cosas todas hechas ... esto ... Dar exhaló, reconociendo la profunda emoción en sus entrañas que el pensamiento provocaba. Kerry se preocupaba tanto por ella. Era casi como si pudiera sentir la presencia de su pareja, y si cerraba los ojos, casi podía sentir un par de manos fantasmales sobre los hombros y el leve roce de los labios de Kerry en la parte superior de su cabeza. Las lágrimas brotaron de nuevo, y Dar apoyó la cabeza en su mano, dejando que sus dedos se deslizaran hacia adelante para cubrir sus ojos. "Maldita sea," maldijo a sí misma en voz baja. "¿Quieres parar con esto ya?"

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Era ridículo. Era frustrante. Dar quería darse una bofetada a sí misma por sentirse de la forma en que lo hacía, por lo que consideraba una razón tan estúpida. Sin ninguna razón, en realidad. Entonces y si hubiera tenido que enredarse con Shari? Habría conseguido exactamente lo que quería de la exposición comercial, y ellas hubieran ganado, maldita sea! Entonces, ¿qué diablos le pasaba? Necesitaba patearse el culo. Disgustada, se puso de pie y se dirigió a la ventana, apartando las cortinas para apoyarse contra el cristal y mirar hacia la ciudad. Detrás del grueso cristal, los sonidos se silenciaron, y las luces chillonas y los vislumbrantes edificios parecían desconocidos más allá de lo habitual para ella. Nunca le había gustado Nueva York. La ciudad parecía grande, impersonal, desagradable y sucia para ella, sin ninguna de la emocionante energía y vida que había escuchado presumir de sus residentes. Las calles eran estrechas, los edificios eran dominantes y en algunos lugares sucios, y en el calor del verano, el lugar apestaba a rayos. ¿Emocionante? Dar había pasado por el distrito financiera antes, cuando el taxista le señaló con orgullo Wall Street. Mirando hacia abajo las hileras de edificios, no parecía nada más que un enorme, impersonal desfiladero tan pintoresco como un montón de cajas de zapatos colocadas en el extremo. El cambio de tema estaba ayudando. Dar tomó varias respiraciones profundas, tranquilizada por el orden que parecía volver a sus pensamientos. Vio a un hombre paseando con un perro al otro lado de la calle, y se centró en eso. Era una persona de la calle, se dio cuenta, vestido con ropa harapienta y llevando probablemente todos sus posesiones sobre la espalda. A su lado un perro pastor de raza mixta trotaba, meneando la cola con orgullo. Tenía un pañuelo alrededor del cuello que probablemente costaba tanto como la camisa del dueño, y mientras Dar los miraba pasar y estudiar la cabeza levantada y el paso alegre del hombre, decidió que ella merecía nada más que un patada de primera clase en lugar de canastas de chocolate y bonitos poemas. "Muy bien, Paladar," se dirigió a si misma, apartándose de la ventana y volviendo a empezar a desabrochar sus mangas. "Es suficiente. Ya lo has superado. Crece de una puta vez." Se quitó la camisa y la arrojó sobre la silla con su chaqueta. Se quitó la falda mientras caminaba hacia su maleta, abrió cuidadosamente la parte superior. Sacó un par de shorts y una camiseta, se cambió y respiró el aroma de su casa mientras los suaves pliegues se posaban sobre ella. "Eso es mejor." Tomó su kit de artículos varios de la bolsa de viaje y entró en el baño, poniéndolo sobre el fregadero y sacando su cepillo de dientes y pasta de él. Miró la pasta y medio se rió, reconociendo el sabor. "Uva." Sostuvo la pasta arriba. "Gracias, Ker." El dolor de cabeza se estaba aliviando un poco, y para lograr tal fin, se tragó algunos Advil después de que terminó de cepillarse los dientes.

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Regresando a la habitación principal se sentó en la cama, cambiando los canales del televisor más para proporcionar un poco de ruido de fondo que cualquier otra cosa. Encontró la CNN y se tendió en la cama, acostada y mirando la imagen de lado. Algunos de los presentadores de CNN, había descubierto, se veían mejor de esa manera. La noticia, sin embargo, siempre parecía ser la misma cosa. Problemas en Medio Oriente, tifones en Tokio, disputas políticas en los EE.UU. Nada ha cambiado. Dar miró su reloj, dudando preguntándose si era demasiado tarde para llamar a casa. El pensamiento apenas se articuló cuando su teléfono celular, que descansa sobre la mesilla de noche, sonó con un zumbido bajo, retumbante. Rodó varias veces para llegar a la cabecera de la cama y agarró el teléfono, mirando el identificador de llamadas mientras lo abría. "Hola." "Hola, cariño." Dar se dio cuenta cuando escuchó que había algo en la voz de Kerry que le hizo algo cuando la oyó. Era una reacción visceral - sintió que su cuerpo se relajaba en la cama, y la tensión sobre los hombros se aliviaba casi como magia. "Ahhh ... Kerrison. Ahora eso es un sonido para el dolor de oídos." Kerry se rió. "¿Te desperté?" ella dijo. "Lo siento si lo hice. Acabo de llegar a casa y quería asegurarme de que llegaras bien y todo fuera bien." Las cejas de Dar se alzaron. "Acabas de llegar a casa?" preguntó. "Sí." Kerry sonaba un poco avergonzada. "Fuimos al pub después de la clase y hablamos basura durante unas horas. Tom consiguió su nueva moto." Se aclaró la garganta. "Y ... yo ... um ... hice algo por lo que creo que me vas a matar." Dar parpadeó, sus ojos buscando en el techo arqueado. "¿Lo hiciste?" "Siiiii ... pero prefiero decírtelo en persona." "¿Sí?" "Sí." El ceño de Dar se frunció. Kerry no parecía muy preocupada, pero ... "Sabes que odio las sorpresas." Una risita suave, torcida. "Cariño, lo sé. Pero compláceme. Por favor?" El tono la tranquilizó un poco. "De acuerdo." Dar suspiró. "Ha sido un asco de día. Estoy alterada," se quejó. "Odio Nueva York." "Ojalá estuviera allí," Kerry admitió. "En lugar de ir a esa maldita reunión mañana. Al menos te buscaré para esperarte con impaciencia." Eso la hizo sonreír. "Oye. Gracias por la canasta," Dar dijo. "Fue muy agradable después de una pésima noche." "Aww". Kerry se rió suavemente. "Me alegró de escuchar eso. ¿Qué tal va el dimensionamiento? ¿Enderezaste lo que necesitan?" Dar suspiró. "No. No estaban preparados para mí hoy. Voy a tener que presionar realmente mañana para salir de aquí a tiempo. Tal vez debería tomar el vuelo de la mañana y olvidarme de esto. 223



"Dar." Kerry se aclaró la garganta con suavidad. "Estos tipos son bastante grandes. Debemos cuidar de ellos." "Si lo sé." "Después de esa retirada de la que Eleanor me habló, podríamos utilizar un poco de buenas noticias," Kerry dijo. "Ese fue un gran contrato." Dar suspiró. "Ese acuerdo estaba jodido desde el principio. Les dije que esa gente nunca iba a firmar," dijo. "Pueden decir que fue la fijación de precios pero eso es pura mierda." "Bueno, si le dicen a todo el mundo que somos demasiado caros ¿hace alguna diferencia?" Dar suspiró de nuevo. "Escucha, simplemente haz lo que puedas, y luego sube al avión. Todo saldrá bien," Kerry dijo. "Al menos te pusieron en un lugar agradable." Dar miró a su alrededor. "Sí." Ella se encogió de hombros. "Está bien, pero carece de una comodidad." "¿Sí? ¿Cuál es esa?" "Tú." Una risa baja llegó a través del teléfono. "Nos vemos mañana por la noche, corazón. Trata de tomarlo con calma, ¿eh?" "Igualmente." Dar sonrió. "Buenas noches. Te amo." "Yo también te amo. Buenas noches." Dar dobló el teléfono cerrándolo y lo puso sobre su pecho. Ahora qué, se preguntó, que podría haber hecho Kerry? Porque Dar la mataría? Dar suspiró. Iban a ser unas largas veinticuatro horas.

Capítulo Once EL SOL DE MEDIA MAÑANA caía con fervor líquido a través de la alfombra, su borde se acercaba cada vez más y más al escritorio colocado ligeramente desplazado, y en ángulo con la puerta. Su ocupante levantó la vista y lo estudió, como una nube de polvo mezclado con la luz fundida y reflejando un brillo opaco mientras las partículas se desplazaban hacia el suelo. "Nota. Traer al equipo de limpieza aquí con la aspiradora dos veces a la semana." Kerry sacudió la cabeza y escribió una nota. "No es de extrañar que he estado estornudando." Un zumbido. "Oye, Kerry, necesito un favor." Kerry dejó la taza y miró su teléfono con cautela. "Claro, Mark. ¿Qué es?" preguntó, moviéndose un poco y haciendo una mueca de leve molestia. "Estás listo para venir conmigo a la reunión, ¿verdad?"

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"Seguro que estoy, pero um ..." Mark se aclaró la garganta. "Escucha, tuve que llevar una de mis motos a la tienda la semana pasada y está lista. ¿Podrías darme un aventón a la reunión, y podrías dejarme para recogerla después de que hayamos terminado? Si espero hasta después de que volvamos, habrán cerrado." "Sí, claro," Kerry estuvo de acuerdo. "No hay problema. Estás listo para irte?" "Sí," Mark dijo. "Sólo poniendo mi equipo en la mochila. Tengo los escáneres y el cuaderno de dibujo conmigo, pero tengo que decirte, jefa, no soy la gran D cuando se trata de estas cosas." "¿Hay alguien?" Kerry sonrió, inclinando la cabeza y mirando la foto en su escritorio. "Bueno, segura que no quieres que uno de los ingenieros venga?" "No para esta sesión," Kerry dijo. "Por un lado, es sólo una introducción. Por otra parte, quiero a alguien conmigo que vio todo el circo en Orlando, y por una tercera parte, conoces el lado político de esto. Un ingeniero no lo sabe." "Ppphhh ... bien," Mark respondió. "Nos vemos abajo?" "Diez minutos," Kerry estuvo de acuerdo, soltando la línea. Ella regresó a su correo electrónico, haciendo clic en el siguiente en una sucesión de catástrofes menores. Tomó un sorbo de té de hierbas mientras revisaba la nota, moviendo su mirada hacia un lado brevemente mientras trataba de recordar la ubicación de un recurso que probablemente había sido antiguo a cuando Dar se había unido a la compañía. "Oh, diablos." Ella recogió su PDA (Ayudante personal digital) y tocó la pantalla, escribiendo un mensaje corto. Pulsó enviar y esperó, girando su lápiz óptico entre sus dedos hasta que vio la luz de un destello de una respuesta entrante. Una sonrisa arrugó su rostro, y puso el PDA abajo para que pudiera escribir algo en respuesta a su mensaje en su PC, y luego lo envió antes de que agarrara su PAD de nuevo. Gracias ... ¿qué haces? Teniendo un maldito desayuno aburrido. ¿Qué estás haciendo? Kerry sonrió. Preparándome para ir a mi reunión. Estoy llevando a Mark. Buena elección. El jugo de naranja es una mierda aquí. "Sí, claro. Lo bebes allí, pero no por mí, ¿eh?" Kerry regañó. ¿Estás teniendo gachas de maíz? Gachas de maíz en Manhattan? ¿Quieres que no vuelva? Oh, no. El pulgar de Kerry acarició ligeramente la pantalla. Ojalá estuvieras aquí ahora mismo. La respuesta tardó un poco más que antes. Yo también. Kerry exhaló. "Chico, ¿qué nos ha pasado en los últimos días?" murmuró, sintiendo la emoción tanto en ella como en las respuestas que estaba recibiendo. Bueno, te estaré esperando en el aeropuerto esta noche, así que es mejor que no demores en volver de esa loca manzana.

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Uf. Estaré allí, Ker, pero si estos idiotas no se organizan, podría tener que permanecer más de una noche. "Uf tiene razón." Kerry frunció el ceño. Ew. (fruncir el ceño) Kerry golpeó el lápiz contra la pantalla cuidadosamente. "Maldición." Avísame, ¿de acuerdo? Espero que no tengas que quedarte. Serás la primera en saberlo. Voy a tirar este mal omelette e ir a aterrorizar a la gente. Buena suerte con la reunión. Sí. Igualmente. Hablamos más tarde, Dixiecup. (Sonrisa) Nos vemos, Yanqui. El intercambio la hizo sentirse agradablemente cálida y difusa por dentro, aunque la persistente preocupación sobre el estado mental de Dar seguía ahí, acechando en el fondo. Sin embargo. Kerry escribió un breve párrafo en la pantalla, lo revisó, y después pulsó enviar, esperando expectante hasta que vio la respuesta. Pequeña insolente descarada. Di eso de nuevo esta noche. "Je. Lo haré." Kerry bajo el PDA y con una última mirada a su propio monitor, dejó su trackball a un lado y se levantó, encogiéndose de hombros cuidadosamente en su chaqueta de color bronce metálico sobre la camisa de seda dorada que había elegido esa mañana. Era un poco más llamativa de lo que normalmente prefería, pero Kerry no había sido educada en un nido de ratas político por nada. Sabía cómo vestirse para hacer un impacto, y en esta reunión, cuando ella sería la directora en lugar de actuar como la mano derecha de confianza de Dar, tenía una imagen diferente que presentar. Terminó su té, y luego deslizó la correa de su estuche de su laptop sobre su hombro derecho y se dirigió a la puerta, haciendo una breve pausa para comprobar su reflejo en el pequeño espejo sobre la credenza. Era una imagen relativamente sofisticada que le devolvió la mirada. El nuevo corte de pelo enmarcaba su rostro un poco diferente, alargándolo sólo un toque, pensó. Después de ahuecar su flequillo, le dio a su imagen un asentir a regañadientes, y luego siguió hacia la puerta. "Muy bien, Mayte. Me voy de aquí." Su asistente levantó la vista de su trabajo. "Oh, Sra. Kerry. Se ve tan bonita hoy," exclamó. "Que bonita chaqueta! ' No siendo inmune a los halagos por cualquier medio, Kerry hizo una pausa y sonrió, mostrando su atuendo. "¿Te gusta? Dar dijo que necesitaba algo un poco más vistoso la última vez que fuimos de compras así que ... " Ella se encogió de hombros ligeramente. "¿Acaso la jefa escogió eso? Ella tiene un buen gusto," Mayte dijo. "Sí, lo hizo," Kerry estuvo de acuerdo. "Y me gusta pensar que lo tiene." Le hizo un guiño a Mayte. "Estaré fuera de la oficina toda la tarde si alguien me está buscando. Voy a estar en el Intercontinental en una reunión de un potencial nuevo negocio." 226



"Si." Mayte asintió. "La Sra. Mariana llamó para la reunión de los empleados, y dijo que iba a moverlo para la próxima semana. Ella va a estar libre mañana por su cumpleaños." "Oh, Cielos." Los ojos de Kerry se ampliaron. "¿Cómo nos hemos perdido eso? ¿Podemos conseguir un pastel para el Viernes? Algo grande y decorado realmente loco?" Ella hizo una nota mental para recordarle a Dar también, quien probablemente evitaría una tarjeta, pero posiblemente no algo mucho más extraño ... como el cactus espinoso que había comprado para Duks para su último cumpleaños. "Podemos hacerlo, seguro," Mayte estuvo de acuerdo con confianza. "Me ocuparé de ello, Sra. Kerry. No hay problema." Con un movimiento de sus dedos, Kerry salió por la puerta de entrada de su oficina y se dirigió hacia los ascensores. Se sentía un poco nerviosa, tanto por el conocimiento de que sus rivales estarían allí esperando por ella y por el proceso de oferta en sí mismo. Eso, lo sabía al dedillo. Había hecho docenas de ofertas de nuevos negocios, la mayoría como la segunda de Dar, pero ocasionalmente como el contacto principal cuando su compañera estaba ocupada en otro lugar. Si bien su trabajo habitual era venir después de que el contrato se había cerrado y hacer que todo suceda, conocía el delicado lanzamiento de cierre que los acuerdos tomaban. Dar era, en términos del negocio, una cerradora. Ella no solía hacer la etapa inicial del trabajo, dejaba eso a los directores de ventas y gerentes regionales que trabajaban con las nuevas cuentas. Su trabajo consistía en entrar cuando la plática del dinero se ponía difícil y fijar la línea de fondo de lo que aceptarían en un contrato, y lo que no harían. Su palabra era ley, incluso por encima de los más altos ejecutivos de ventas, y todo el mundo sabía que sólo Alastair podría, o querría, ir por encima de ella y él nunca lo haría. Nunca. Kerry era más que consciente de entrar en cualquier nueva oferta. Se sentía responsable de hacer su trabajo, por supuesto, pero también era muy consciente de ser representante personal y profesional de Dar. Sabía que la gente tenía expectativas de ella a causa de eso, y se centró intensamente en estar a la altura o superarlas. Fue fácil para que la gente pensara que ella hizo lo que hizo debido a su relación con Dar. Kerry miró el contador de piso en el ascensor, esperando a que bajara hasta el suelo. La gente aquí en ILS ya no pensaba eso - eran muy conscientes de sus capacidades. Pero sabía que iba a entrar en una situación en la que su relación era conocida mejor de lo que ellas eran, y entonces ... Kerry suspiró. Eso se ponía muy molesto. Esperaba que pudiera poner a Michelle en su lugar antes de que todo el asunto empezara para que pudieran atenerse al

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negocio para variar. Tal vez tendría suerte, como Dar le había dicho, y Telegenics enviaría ingenieros en lugar de jefes de marketing muy molestas cuyos rostros hacían que Kerry quisiera coger un mazo. "Hola, jefa," Mark la saludó cuando las puertas se abrieron. Tenía una mochila nerd colgada sobre un hombro y estaba vestido con un traje formal más reservado de lo que era habitual para él. "¿Lista?" "Lista." Kerry abrió el camino hacia las puertas. "Vamos a hacer olas."

DAR SE SENTÓ DE nuevo en el gruesa, silla de cuero en la sala de conferencias y dejó que sus ojos viajaran alrededor de la mesa, simplemente observando mientras la discusión se movía de un asiento a otro. Apoyó los codos en los brazos de la silla y entrelazó sus dedos, haciendo lo mejor que podía para no agitarse o explotar. Despistados. "Así que lo que me estás diciendo," ella finalmente interrumpió la conversación. "¿Es que el desarrollador no puede controlar los recursos que su programa necesita para operar?." "Bueno ..." El VP de Operaciones hasta ahora ausente, Jason Meyer, suspiró. "No exactamente, pero hay un problema con la forma en que el código está escrito." "¿Problema?" Las cejas de Dar se levantaron. "Teniendo en cuenta la prueba que acabo de ejecutar, han descargado todo su procesamiento a los servidores, y se está ejecutando todo a través de sus enlaces WAN a clientes mínimos. Eso no es un problema, eso es un desastre de diseño, Jason." "Pero, es una ventaja, Dar," Stewart Godson dijo. "Cada vez que hacen cambios, no tienen que alterar el cliente, y es mucho dinero para nosotros en ahorros. Ellos sólo hacen lo que necesitan hacer, y se encargan de eso." Dar exhaló en silencio. "Estoy bastante familiarizada con las economías del mainframe basado en el modelo de distribución, Stewart. Ha estado por ahí más tiempo del que tengo yo," comentó con sequedad. "Y ni siquiera estoy en desacuerdo con ello, a escala local. Mi servicio de apoyo a menudo desean los viejos tiempos, cuando los usuarios sólo accionaban un interruptor y tenían una pantalla verde. Sin embargo," ella tocó sus pulgares juntos, "las aplicaciones basadas en GUI no están destinadas para ser empujadas a través de la red de área extensa si esperas cualquier tipo de tiempo de respuesta razonable." "Bueno..." "¿El proveedor hizo alguna prueba de ancho de banda?" Dar preguntó. Godson se encogió de hombros. "Dijo que lo hizo, y que tuvo un resultado aceptable." Dar lo miró durante un largo momento. "¿Qué definió como aceptable?" ella preguntó cautelosamente.

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Godson miró a Meyer, que miraba por la ventana. "Ah ... hay una barrera del idioma," Stewart admitió. "El desarrollador es alemán, y no ... um ... habla Inglés." Era como estar atrapado en algún mundo bizarro de Dilbert. Dar apoyó la barbilla en las manos cruzadas y se encontró ante una pérdida inusual de palabras. "Um." Finalmente exhaló, con una ligera sacudida de cabeza. "¿Qué es exactamente lo que quieres que haga, aquí?" El resto de los ocupantes de la habitación se miraron entre sí, luego se concentraron en Godson. "Bueno, haz que funcione," dijo. "Puedes, o no?" "Por supuesto." Dar respondió. "¿Tienes un millón de dólares para actualizaciones de infraestructura?" Godson realmente jadeó. "¡Por supuesto que no!" Dar se levantó y empezó a caminar, los instintos de su cuerpo finalmente se llevaron lo mejor de ella. "Bueno." Levantó ambas manos y las extendió ligeramente. "Tienes una nueva aplicación, escrita por una empresa en Alemania, que está diseñada para requerir cuatro veces la cantidad de ancho de banda que actualmente tienes provisionada." Se dio la vuelta y se apoyó en la mesa. "Entonces, caballeros, tienen una de tres opciones posibles." Una mano se levantó e indicó un dedo. "Pueden eliminar la aplicación, hacer que el desarrollador lo corrija para que funcione bien, o pagar por expandir su red." Agitado, Godson se levantó. "Dar, no podemos hacer nada de eso. Ya hemos pagado el programa ... que nos costó más de 10 millones de dólares! Y es un buen programa. Aumentará nuestra productividad diez veces!" Dar se limitó a mirarlo. "Pero no tenemos un medio millón de dólares para poner nuevos circuitos. Es por eso que te llamamos. Eres nuestro administrador de red. ¡Arréglalo!" "Tu red se basa en una curva de uso que firmaste," Dar respondió. "No tenemos que arreglarlo, Stewart. Todo lo que tenemos que hacer es entregar lo que pagaste, que es el ancho de banda que tienes en este momento." Ella señaló al CIO. "Dar, Ponte en mis zapatos. ¿Qué harías tú?" el hombre respondió, un toque de desesperación en su voz. "Me despediría a mí misma," Dar le dijo, sin rodeos. Toda la sala excepto ellos dos estaba congelada, todo el mundo mirando sus manos juntas en la gran mesa de conferencias de madera. La luz del sol de la mañana entró en la habitación a través de una hilera de pequeñas ventanas cerca de la parte superior de la pared, pero el efecto era casi como el de una pecera. Dar se sentía como uno de sus siameses peces luchadores, de hecho. "Así que..." "¿No puedes hacer nada?" Godson murmuró. "Se supone que ustedes son los mejores."

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Paciencia. Dar tomó tres o cuatro respiraciones antes de responder, teniendo en cuenta el hecho de que ella estaba, después de todo, en el sitio de un cliente. "Está bien. Lo arreglaré. Dame el maldito código fuente," dijo. "Pero te lo advierto, cobro por hora por servicios de programación y no es barato." La expresión de Godson se iluminó, y se giró hacia su vicepresidente. "¿Podemos hacer eso?" El vicepresidente negó con la cabeza. "No señor." Se aclaró la garganta. "No recibimos el código fuente." Dar rodeó la mesa y se sentó de nuevo en su asiento. Apoyó la barbilla sobre sus puños y se quedó mirando a la mayoría de ellos con patente disgusto. "Pagaste diez millones por una aplicación y no recibiste el código fuente?" ella preguntó. "Por favor, dime que tienes una garantía de que el desarrollador adaptará el programa a tus especificaciones." Godson miró a Meyer. "Creo que sí," Meyer suspiró. "Quiero decir, sí," se corrigió a toda prisa mientras Dar comenzó a ponerse de pie. "Sí, ellos reescribirán todo lo que necesitamos, solo ... um ... tienen un pequeño problema para entender qué es lo que necesitamos." Dar se sentó de nuevo y se echó hacia atrás, volviendo a su postura meditabunda. "No tienes el código fuente, no puedes comunicarte con su desarrollador, pagaste por algo que no funciona en tu existente infraestructura y quieres que lo arregle?" "Bueno ..." Godson se apoyó en los codos. "Quiero decir, ¿a quién más podemos ir, Dar? ¿En serio? Bueno, así que tal vez hemos calculado mal un poco, pero este proyecto es vital para la empresa. Tiene que suceder." Al otro lado de la mesa, Meyer levantó su mano para cubrir su boca, sus ojos adquirieron un brillo oscuro. "Bueno, tal vez tenemos otras opciones." Dar permaneció en silencio durante unos minutos, considerando sus propias opciones. Eran tan pocas como las de Gordson, realmente. Podía salir y decirles que era su problema, no el suyo, pero eso significaba un desastre para ellos, y tenían un contrato para su renovación el próximo año con ILS. Ella podría obligarlos a pagar por la nueva infraestructura, pero la idea la molestó dado que la culpa realmente no residía en Godson o su ingenuo VP de Operaciones, sino con el desarrollador que les vendió gato por liebre y ahora probablemente se estaba riendo en su trasero alemán al otro lado del mundo. Además, tenían un contrato para su renovación, y Dar sabía que si forzaba medio millón de dólares a bajar por la garganta de Godson, él se lo quitaría cuando estuvieran negociando en doce meses. Si volvían a firmar en absoluto. Algo así podría hacer que no lo hicieran, sin importar cuán buen acuerdo les entregara. Así que.

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Por otro lado, Dar razonó, si podía sacar esto adelante, y arreglar el problema de Godson, tendría sus cojones en una licuadora cuando llegara el momento de firmar en la línea punteada en esos mismos doce meses. El único problema con esto era ... Mierda. "Está bien," Dar finalmente dijo. Eso significaba que tenía que quedarse. "Llama a tu promotor, y pídele que ponga a su desarrollador en un avión antes del cierre de los negocios hoy. Cuando llegue aquí, él hará exactamente lo que le diga hacer, y veré si eso, además de lo que pueda sacar de las tuberías, hará que tu Frankenstein camine." Godson parecía tan aliviado, Dar sospechó que tendría que cambiar su ropa interior antes de salir de la habitación. "Pero ..." Meyer habló, dando a Dar una mirada cautelosa. "Su gente sólo habla alemán." "Hablo alemán," Dar le informó irónicamente. "Simplemente no se los digas, ¿de acuerdo? No hasta que el pequeño cabrón llegue aquí y finja que no sabe lo que está pasando." Ella casualmente sacó su PDA y abrió la tapa, frunciendo el ceño cuando empezó a garabatear en él. Después de un segundo, levantó la vista para verlos a todos mirándola. "¿Y bien?" "Llámalo." Godson golpeó la mesa, señalando a su vicepresidente. "Trae a ese tipo aquí ... ¿cómo se llama, Gunther?" "Hans." Meyer abrió su teléfono celular. "Está bien, lo traeré aquí. Será mañana por la mañana, incluso antes de que aterrice." "Bien," Dar murmuró mientras escribía. "Te diré que. Les voy a cobrar por tener que enseñar al bastardo cómo escribir una aplicación decente, ¿Qué tal eso?" Por primera vez, Godson se rió. "Escucha, Dar, sé que esto era una perra cosa para volcar en tí, pero sabes que realmente no teníamos elección. Eras la mejor opción que teníamos para salvar este ... este ..." "Desmadre es el término técnico que usamos." Dar se echó hacia atrás, calculando los días. Si el programador llegaba aquí mañana, y ella tenía mucha, mucha suerte, tal vez se largaría de aquí antes del fin de semana. Maldita sea. No quería quedarse aquí tanto tiempo. Quería llegar al aeropuerto, subir a un avión, y sólo ... Su PDA sonó, y miró hacia abajo, para ver una cara triste dibujada a mano aparecer en la pantalla. Entonces apareció un segundo mensaje, e hizo clic en él. Estoy sentada aquí en esta maldita sala de conferencias de hotel de color avellana teniendo que escuchar a la anormal de Michelle Graver seguir y seguir sobre lo maravilloso que es su compañía y cómo van a revolucionar el negocio de Quest, y me dices que ??? Augguuhhh !!!! Dar medio escuchó la conversación de Meyer con el programador mientras respondía. Lo siento, Ker. Más complicado de lo que pensaba. Hablaré contigo más tarde al respecto. Podría salir de aquí el Viernes por la noche. 231



Ella envió el mensaje. El PDA sonó casi inmediatamente. ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¡¡¡¡¡¡El VIERNES!!!!!!?????????????? "Dar?" Meyer dijo su nombre y esperó a que ella levantara la vista. "Ellos pueden hacerlo. El tipo estará en un vuelo que llegará aquí a las ocho horas de la mañana. ¿Cómo está eso?" "Bien." Dar asintió, y luego regresó a su mensaje. No estoy feliz por eso tampoco. Tengo que ir a buscar un par de repuesto de ropa, y estos hijos de puta van a sobrellevarlos siendo jeans y camisetas. Ella golpeó el lápiz unas cuantas veces. Lo siento. No quise que te quedaras con la basura. O las idiotas de mierda. "Aquí está el plan de juego". Dar alzó la vista después de que envió el último mensaje. "Comenzamos con trazar los cambios de diseño mañana por la mañana. Voy a darle a nuestro amigo alemán una estructura para empezar, y luego voy a ver lo que puedo hacer con nuestra infraestructura existente para maximizarla. Puedes terminar siendo un sitio beta." "Bien." Godson asintió, un poco nervioso. "¿Tenemos un descuento por eso?" Dar lo miró, levantando las cejas. "Es broma," el CIO sonrió débilmente. El PDA sonó. Los ojos de Dar cayeron sobre él, escaneando el mensaje y obteniendo un débil brillo mientras el fantasma de una sonrisa cruzaba su rostro. Creo que Michelle y Shari recibieron mi silencioso mensaje mental porque se han ido dejándome sola. Mi turno para yacer como un pez es lo siguiente, y luego se supone que todos tenemos el almuerzo. Si arrojó el pollo Kiev hacia ellas, ¿me despedirán para que pueda volar a Nueva York y estar contigo en cambio? "Dar?" "Hm?" Dar echó un vistazo a través de la mesa. "¿Todo listo?" Se dio cuenta de que la habitación la había estado observando, y se encogió de hombros, sosteniendo el PDA. "Diciendo a mi personal en Miami que no me esperen. Tengo un par de hierros calientes en la necesidad de alguien para cubrir." BRB Garabateó apresuradamente, pulsando enviar. "Eh ... sí, estamos listos," Meyer estuvo de acuerdo. "¿Hay ... podemos hacer algo hasta que llegue aquí? Ejecutar algunas ... um ... pruebas, o ..." Dar negó con la cabeza. "No." Ella luchó contra el impulso de ignorar la habitación y conversar con Kerry en su lugar, encontrando perturbadoramente difícil mantener su concentración en los clientes frente a ella. "Sólo dile a todos que se relajen, que sepan que es más lento que la melaza, pero que se está trabajando." Se levantó y deslizó su PDA en el bolsillo. "Y ahora, caballeros, voy a hacer los arreglos para el resto de mis responsabilidades, mientras estoy trabajando en este pequeño problema suyo. Nos vemos a primera hora de la mañana."

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Ellos se apresuraron a ponerse de pie y comenzaron a dar las gracias y adiós mientras ella cruzaba la habitación en dirección a la puerta y la dudosa libertad de las calles de Manhattan. Afuera, fue golpeada con un ráfaga de aire caliente, y todos los sonidos de una ciudad activa que sacudió sus oídos sensibles. Se metió entre dos edificios para escapar de lo peor del sol y abrió su PDA, apoyándose contra el edificio de ladrillos mientras empezaba a escribir. Acabando, pulsó enviar, y luego miró a su alrededor. "Así que." Se desabrochó el botón del cuello de su camisa. "¿Qué demonios haces en un día de verano en Nueva York?" Con un suspiro, salió a la acera y comenzó a buscar el lugar adecuado para encontrar un taxi. "Supongo que lo averiguaré." Se fijó en una víctima amarilla que se aproximaba con una mirada directa, haciendo contacto visual con el conductor y jalándolo a la acera al parecer por la fuerza de su propia voluntad. "Mierda," suspiró, abriendo la puerta de atrás. "Ahora no voy a averiguar lo que ella hizo durante dos malditos días enteros." Maldición. El secreto mordió en las esquinas de su conciencia mientras trataba de averiguar lo que su pareja podría haber hecho que no quería decirle a Dar por teléfono. Se rasuro la cabeza tal vez? Dar frunció el ceño. No, acababa de cortarse el pelo. Tal vez se pintó el pelo de un color diferente. "Hm." Dar guardó su PDA y observó la ciudad pasar. "¿Qué tan malo puede ser?"

DAR REVISÓ SUS opciones una vez que se había cambiado de su traje en un par de shorts y una camiseta. Había, tenía que admitir a regañadientes, un montón de cosas que hacer en Nueva York, pero la mayoría de ellas en realidad no la atraía. Por supuesto, podría quedarse en su habitación de hotel y ponerse al día en el correo electrónico. Le dio una mirada adusta a su laptop, inclinándose para revisar la pantalla. Estaba oscuro con nuevas líneas, algunas de ellas con signos de exclamación rojo a su lado. Dar leyó los dos primeros, luego empujó con impaciencia la laptop, decidiendo posponer la tarea hasta más tarde. La idea del remitente de urgente no coincidía con la suya, y tenía otras cosas que necesitaba hacer. Con un gruñido, se levantó de la cama y se dirigió a la pequeña mesa, agarrando una de las revistas allí y dejándose caer en la silla junto a la ventana. Débilmente, el sonido de la ciudad llegó a través del cristal. Dar giró la cabeza y miró hacia la calle, pero después de un breve momento, perdió el interés y volvió a decidir qué hacer. Pasó a través de la guía del hotel con inquietud, pasando por los paseos en coche en Central Park a los que se habría subido si Kerry estuviera allí, y las millas de ir de compras disponibles para aquellos en ese tipo de cosas. 233



Tiendas de lujo cuyos anuncios probablemente cuestan más de lo que la familia promedio gana en un mes. Las fosas nasales de Dar se movieron mientras reflexionaba en el hecho de que a pesar de todos sus recursos, sus gustos realmente no se habían alterado hacia la costosa presunción mucho. Pulseras de diamantes? Bueno... Dar de vez en cuando disfrutaba ir de compras, pero por lo general sólo cuando ella y Kerry estaban yendo a pasar el día afuera comprando cosas que necesitaban, y también mezcladas con el almuerzo, o un viaje a la tienda de informática, o algo que ambas encontraban interesante. A ellas les gustaban mucho las mismas cosas. Dar siempre encontró eso reconfortante. Al principio se había preguntado si Kerry fingía que le gustaban las cosas simplemente porque quería hacer que parecieran más compatibles, pero después de un tiempo se dio cuenta de que realmente le gustaban las mismas cosas y en los casos cuando no lo hacían, había aprendió a leer las expresiones faciales de Kerry con tanta precisión que sabía en una sola contracción de un músculo en su mejilla lo que estaba pensando. Eso fue muy agradable. Dar exhaló, y regresó a su búsqueda de diversión. Tal vez podría comprarle un brazalete de diamantes a Kerry. ¿Le gustaría eso? Ella frunció el ceño, imaginando la reacción de Kerry. A su pareja le gustaban las cosas bonitas, pero a menudo no parecía impresionada por las caras. De hecho, cuanto más insignificante era el regalo que Dar le daba, más Kerry parecía apreciarlo. Hm. Ella tenía que hacer un poco de compras para sí misma, pero lo que realmente quería era una especie de ... ah ... Dar abrió la revista y contempló el anuncio, un cuarto de página en la parte trasera. Contaba con la imagen de un portaaviones, y una sonrisa apareció en la cara de Dar mientras leía los detalles. "El Museo naval, aéreo y espacial del Intrepid. Sí. Ahora eso es más mi estilo." Comprobó la dirección. Estaba en el río Hudson, cerca del centro, no muy lejos de ella. Caminar era una opción. Los taxis eran también una opción. Dar lo consideró cuidadosamente. Hm. Pero también lo era el metro. Tamborileó con los dedos en la revista, recordando su última estancia en el subterráneo. Chicago, donde se habían quedado atascadas en la oscuridad bajo el río. Prácticamente había salido corriendo de la estación en el otro extremo, casi metiéndose a sí misma y a Kerry en un montón de problemas. El apretón en sus entrañas la enfureció. "Maldita sea, no eso también." Ella tomó su decisión y se levantó, agregando su cartera a su bolsillo trasero y metiendo la llave de la habitación allí también. "Tal vez me subiré en esa maldita cosa hasta que me echan fuera."

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Agarrando sus lentes de sol, Dar salió de la habitación y cerró la puerta detrás de ella, dirigiéndose al ascensor con una expresión sombría, determinada en su rostro. Dar esperó a que el ascensor se abriera en la planta baja del Hyatt, y luego cruzó el vestíbulo y salió de la ornamentada, imponente puerta principal del hotel. Afuera, el calor golpeo contra ella, pero sin su traje de lana, Dar ahora se encogió de hombros como lo habría hecho en casa. Se puso sus lentes de sol y dirigió su atención hacia el edificio adyacente a su hotel. "Grand Central Station. Apuesto a que puedo coger algo allí." Se dirigió hacia el edificio, trotando por los escalones y entrando por las amplias, decoradas puertas. En el interior, se detuvo, haciéndose a un lado y parpadeando mientras entraba en la enorme, cavernosa cámara que se extendía a todas partes a su alrededor. La extensión era inmensa, pero más que eso, había un indefinible sentido de la historia aquí que incluso Dar recogió. También era hermoso. "Huh." Dar avanzó lentamente, y empezó a bajar los escalones hacia el pasillo principal. El techo curvado por encima, pintado de un azul intenso, mostraba los signos del zodíaco. Las paredes de piedra parecían recién lavadas, su construcción era sólida e imponente. Lentamente, se dirigió a la planta baja, mirando a su alrededor las pizarras listando los trenes que salían a lugares fuera de la ciudad. La gente caminaba a su alrededor, con la intención de llegar a sus destinos y ella se vio obligadoa a restringir su embobamiento para no ser arrollada por los residentes de la ciudad que marchaban agresivamente. Su PDA sonó. Dar se apartó a un lado y lo sacó de su bolsillo, mirando hacia abajo en la pantalla. ¿Cuál es la palabra en español para cerdo fornicando? Dar miró a su alrededor en reflejo, aclarándose la garganta antes de quitar el lápiz y considerar su respuesta. A diferencia de un cerdo que sólo está parado allí comiendo? Un hombre la miró mientras se apresuraba pasando, haciendo contacto visual mientras él miraba por encima de sus lentes de sol. Dar le dio una breve sonrisa, luego volvió a concentrarse en el PDA, mientras sonaba. Sí. Con un suspiro, Dar sacudió la cabeza. Espero que no te metas en muchos problemas, corazón. Fornicando puerco, pero espero que no pongas eso en una diapositiva de PowerPoint. Sólo tuvo un momento para esperar la respuesta. Oh si. Un centenar de citas memorables de la inimitable Dar Roberts, anotado. ¡Será buenísimo! Dar rió en puro reflejo. Alborotadora. Sólo desahogando un poco de mi frustración con un poco de ayuda de mi única e incomparable. El fornicando puerco finalmente está hecho. Mi turno. Nos vemos. Te amo. 235



Te amo también. Dar se apoyó en la barandilla de la escalera y sonrió, dejando que sus ojos persistieran en las palabras antes de enviarlas y metió el aparato. Un pequeño quiosco le llamó la atención y esquivó a través de la multitud, llegando al puesto de recuerdos sin ser atropellada. El puesto tenía una vieja fotografía de la estación, en blanco y negro, con una serie notable de los rayos solares que entraban por las ventanas superiores. Kerry sin duda lo apreciaría. "Tomaré uno de estos." Seleccionó el poster y le entregó el dinero al hombre adusto, masticando su cigarro sin encender detrás del mostrador. "Segura que no lo quiere en un marco agradable, señora? Tengo una gran oferta aquí en este." Él señaló una monstruosidad adornada, dorada. "No, gracias," Dar negó cortésmente. "Tengo que llevarlo en el avión. Así es más fácil." "Lo que sea. Nos vemos. Adiós." El hombre se volvió hacia otro cliente, dejando a Dar de pie allí con su poster en la mano un poco desconcertada por la actitud brusca. Recobrándose, Dar enfilo contra una de las paredes y miró alrededor, finalmente, detectando la entrada al metro. Se acercó a ella, deteniéndose un momento antes de que comenzara a bajar los escalones. Las paredes eran brillantes y alegres, pero por cada segundo que estaba en la escalera, Dar era consciente del hecho de que se movía cada vez más y más bajo el suelo. Su garganta se secó, y tragó por reflejo al llegar a la primera plataforma, y estar de frente a una serie de carteles señalando las diferentes rutas. Dar se detuvo frente a un mapa del metro, con la excusa de estudiarlo para permitir que su corazón se asentara. Aún podía ver los escalones desde donde estaba, y no había suficiente espacio a su alrededor. "Bueno." Exhaló, centrándose en el laberinto de líneas de colores frente a ella. Después de un momento, su ceño se arrugó. "Jesús," murmuró. "He visto telarañas menos complicadas que esto." La idea de un taxi de repente se hizo sumamente atractiva. Dar miró por encima de su cabeza hacia la infraestructura de acero, haciendo una mueca cuando algún tren cercano se sacudió pasando y una ráfaga de aire frío sopló contra ella. "¿Qué demonios estoy haciendo?" Viendo si tienes agallas en absoluto? Su voz interior se burló de ella. Con el ceño fruncido, se dio la vuelta y se dirigió a una de las máquinas de fichas, estudiándola durante un minuto antes de que insertara algunos billetes y recuperara un cuadrado de cartón para sus problemas. Ella lo miró, y luego su expresión se iluminó. "Hey. Puedo demostrarle a Kerry que lo hice." Mirando a su alrededor para encontrar su ruta, Dar empezó a bajar por un pasillo, esquivando a un hombre que tocaba una flauta y a dos mujeres

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vendiendo bolsas de ... "Hm." Se detuvo y compró una bolsa de churros, agarrando uno para mordisquear mientras exploraba más el laberinto. Su ruta seleccionada era la que transportaba a Times Square, ya que parecía dejarla razonablemente cerca del museo Intrepid, y lo más importante, no estaba tan lejos bajo tierra. Dar encontró la plataforma correcta con relativa facilidad, y se apoyó contra el soporte metálico, esperando a que el tren llegara. Bueno, hasta ahora, todo bien. Dar echó un vistazo a su alrededor, y luego caminó por la plataforma hasta donde un pequeño conjunto de escalones parecía conducir hacia abajo. Se asomó por ellas, viendo más señales que conducían a más plataformas, conduciendo a diferentes trenes, que parecían correr en todas direcciones en muchos niveles diferentes. La complejidad y la aparente aleatoriedad inesperadamente la intrigaban. Era casi como si algunos niños hubieran tomado seis o siete de sus individuales juegos de trenes y los pusieran juntos, vertiendo pegamento en la parte superior y esperando lo mejor. Dar se giró e inspeccionó la estación en la que estaba parada, notando las piezas de mosaicos, y la variedad de enrejado de las vigas del techo que se cruzaban y se volvían a cruzar entre sí. Los elementos de acero parecían viejos, casi antiguos, aunque los azulejos de la estación parecían nuevos, y la instalación estaba bien cuidada. Hm. El tren llegó, en un ruido de ruedas y una ráfaga de aire almizclado. Dar esperó hasta que los ocupantes hubieran salido, y la mayoría de la gente que esperaba entrara. Luego se subió al tren, apreciando el frío del aire acondicionado mientras seleccionaba un asiento a un costado, cerca de la parte trasera y se acomodara en él. El tren estaba medio lleno. Dar estudió su mapa del metro, dando a las puertas una mirada impaciente cada pocos segundos cuando obstinadamente se negaron a cerrarse. Mientras el tren estaba allí, unos cuantos que llegaron tarde se subieron. Uno de ellos, una alta chica de piel bronceada en mezclilla y cuero negro tomó el asiento junto al de Dar. Se estudiaron entre sí por un minuto. Entonces la chica levantó uno de sus pies revestido en sus botas de cuero y lo puso sobre la rodilla opuesta. "Hey," se dirigió a Dar gratamente. "No eres de aquí, ¿eh?" Las cejas de Dar se arquearon ligeramente. Detrás de sus lentes de sol, se miró a sí misma, comparando su aspecto con el del resto de los ocupantes del tren. Hm. Al parecer, los neoyorquinos en el centro de Manhattan no se visten como refugiados de un concierto de Jimmy Buffet. "No," permitió brevemente. "Sí." La chica cruzó los brazos sobre su pecho. "Eso es lo que pensé. Porque los neoyorquinos no andamos medio desnudos así, ¿sabes?"

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Dado que el tren no se movía, Dar decidió que la conversación no le haría daño, y que la ayudaría a no pensar en las mariposas en su estómago. "¿Por qué no?" ella preguntó. "Está a cien grados afuera." "Sólo porque no lo hacemos," la chica respondió con prontitud. "Es decir, te vistes así, sólo estás pidiendo que los chicos salgan, y estar todos como, tocándote, y todas esas cosas. Sabes?" Dar inclinó la cabeza y dejó que sus lentes de sol cayeran sobre su nariz ligeramente, haciendo un verdadero contacto visual con la mujer. "No, no lo hago," replicó, escuchando el toque espeso entrar en su tono. "Hey. Tienes unos ojos geniales. Me gusta ese color," la mujer la felicitó. "Son de verdad?" Dar parpadeó, arqueando las cejas hacia arriba. Entonces se dio cuenta de a lo que se refería la mujer. "Sí." Ella empujó sus lentes de sol de regreso y se echó hacia atrás. "¿Qué pasa con el tren?" Cambió de tema a uno que se imaginó que la mujer sabría mejor que ella. "¿Este?" La mujer señaló por encima de su cabeza. "Oh, no lo sé. Lo hacen a veces. Sólo hazlos detenerse, bam. Así." Erf. Dar miró hacia la puerta todavía abierta. En ese momento, sin embargo, los altavoces crepitaron a la vida sobre sus cabezas y una voz grave se introdujo en el tren. Se ha producido un fallo de energía en la línea y todos los trenes están detenidos. No se pare en las puertas. Los trenes pueden moverse en cualquier momento. Gracias. Era como un presagio. Dar imaginó. Esta era la manera de Dios de decirle que saliera del maldito metro y fuera a tomar un taxi como cualquier otro que se aprecie de ser de Florida lo haría. Empezó a levantarse, pero mientras lo hacía, las puertas se cerraron, y el tren comenzó a moverse inesperadamente, arrojándola de vuelta en su asiento. "Supongo que nos vamos ahora," comentó secamente. "Entonces." La chica se acercó más. "¿De dónde eres, cómo te llamas?" Le tendió una mano. "Soy Scuzzy." Dar la miró alarmada. Es un paseo de sesenta segundos, Dar. Trata con ello. "Dar. Soy de Miami." "¡Genial!" Scuzzy le estrechó firmemente la mano. "Ese es un buen nombre, y Miami es un lugar estupendo," dijo. "Gracias." Dar sonrió brevemente. De repente, el tren desaceleró y se detuvo de nuevo. Dar echó un vistazo afuera, y no vio nada más que las paredes negras del túnel. Detrás de sus lentes, cerró los ojos y trató de no pensar en cuántas toneladas de edificios de granito estaban posados sobre su cabeza, presionando hacia abajo en los túneles que estaba segura eran demasiado viejos, basado en los que había visto en la estación. "Oye. Te gusta el hockey?" 238



Dar abrió un ojo. "¿Qué?" "Yo y mis amigos, vamos a ir a la pista de hielo y jugar al hockey más tarde, esta noche. ¿Quieres venir a jugar? Puedo ver que haces algo con todos esos músculos que tienes." Dar juró que oyó crujir afuera. El metro, se dio cuenta, estaba pareciendo como un grave, grave error.

"DULCE DE AZÚCAR." KERRY miró amenazadoramente hacia su PDA. "Dulce de azúcar, dulce de azúcar, dulce de azúcar." "¿Pasa algo, jefa?" Mark susurró. Kerry se echó hacia atrás en su silla, derramando algunas de sus inquietudes. "Ah ... Dar esta atascada en Nueva York," Suspiró. "Tal vez hasta el Viernes." La sesión hasta el momento no había sido más que un resumen de la solicitud de oferta, y luego presentaciones posteriores de las cuatro empresas sobre cómo pretendían cumplirlas. Quest estaba allí junto con tres de sus ayudantes y otros cuatro que había presentado de su empresa que eran inmediatamente olvidables y parecían más como extras de película que ejecutivos involucrados. Mark escribió algunas cosas en su libreta, haciendo ver como si prestara atención a la presentación de Michelle Graver. "Bueno, ella ha estado desaprovechada de estar aquí. Demonios, tú estás desaprovechada de estar aquí. Podríamos haber enviado a uno de los internos de ventas para hacer esta mierda." "Mm." Kerry tuvo que estar de acuerdo. "Todo es un espectáculo circense." Miró su reloj, deseando que su turno hubiera terminado y que al menos tendría el mínimo entretenimiento del almuerzo a esperar. "Oh, bueno, es el comienzo de la sesión. Supongo que era de esperar. Me alegro de que Dar no esté aquí." Totalmente no era cierto. "Estaría divagando," Mark murmuró irónicamente. Totalmente cierto. En realidad, Dar ya se habría ido, encontrando las presentaciones inútiles y el diálogo sin sentido. Probablemente habría estado en la taquería al otro lado de la calle con instrucciones para llamarla cuando algo se volviera un poco interesante. Kerry se apoyó en el codo y se imaginó la actitud inquieta de su pareja sin ningún problema en absoluto. Su PDA sonó y le echó un vistazo, leyendo el mensaje más largo, más coherente de Dar absortamente. "Sí, sí, sí," gruñó en voz baja. "Me vas a deber por esto, pequeña sureña frita ..." 239



"Uh ... Kerry, ¿Dijiste algo?" Kerry cerró su PDA y arrastró su atención de nuevo a Michelle. "No," ella suspiró. "No es hora del almuerzo, todavía?" Mark miró su muñeca. "Son sólo las once." "¿Cuál es tu punto?" Los ojos verdes lo estudiaron por debajo de los párpados medio bajos. "Me perdí el desayuno," Kerry admitió. "Estaba a las carreras esta mañana porque me quedé dormida." "Olvidaste la vieja alarma, ¿eh?" Kerry logró una sonrisa irónica. "Mi alarma está en Manhattan." Observó el rostro de Mark colorearse un poco. "Tu preguntaste." "Claro que sí," él aceptó con pesar. "TMI (Demasiada información), jefa. TMI." "Mm." Kerry escuchó el discurso con un oído, con la esperanza de que estaba detectando una sensación de cierre en la voz de Michelle. "Lo siento. Pero es verdad. Dar es mejor que cualquier reloj que he visto, y es muy difícil apagar su despertador." Ella apoyó la cabeza en el puño, sus ojos viajando ligeramente cuando vio entrar a un recién llegado, caminando tranquilamente para sentarse junto a Shari e inclinándose cerca para hablar con ella. Algo familiar en el hombre le hizo fruncir el ceño, y empujó el brazo de Mark ligeramente. "Quien es ese tipo?" Mark giró en su asiento y miró. "Oye ... no es que el tipo de Tech TV? El que estaba entrevistándote a ti y a la gran D?" Ah. No es extraño que le resultaba familiar. "Uh ... eh," Kerry reflexionó. "Ahora, no es acogedor con la competencia. Me pregunto qué pasa con eso?" El hombre parecía muy amigable con Shari, y mientras observaba, él sacó una libreta y una cámara, puso la cámara sobre la mesa, y garabateó algunas notas en su libreta. "Ohh ... ho. ¿Qué quieres apostar que no está pidiendo consejos en algunos enrutadores DSL?" "Por lo tanto, en resumen," Michelle se aclaró la garganta, "esperamos demostrar el tipo de valor que cualquier empresa que busque subcontratar sus soluciones de IT tiene derecho a esperar." Ella apoyó las manos en el atril. "Esperamos abrir una nueva era en la prestación de los tipos de servicios a todas las empresas que sólo las empresas más grandes, más ricas han podido pagar en el pasado." Sus ojos vagaron, aparentemente al azar, hacia los de Kerry y se mantuvieron allí por un momento, luego se movieron. Kerry deliberadamente abrió la tapa de su PDA y escribió una nota en él, luego pulsó enviar. "Hacia este fin, estoy segura de que estará encantado de escuchar, Sr. Quest, hemos invitado a un miembro de la distinguida prensa tecnología para unirse a nuestro equipo de oferta y la crónica de nuestro progreso, y cómo este desafío evoluciona hacia lo que estoy segura será un gran éxito para quien lo gane." Michelle continuó, sonriendo con facilidad y dando a Shari una mirada de complicidad. 240



"Hm. De alguna manera tengo la impresión de que Quest no quería que todo esto fuera publicado." Mark murmuró en voz baja. "No se ve muy feliz." Kerry observó la sonrisa forzada en la cara de Quest. "No, no parece," ella estuvo de acuerdo, enviando una última nota en su PDA antes de cerrarla. "Gracias por su paciencia y atención." Michelle cedió el atril al fin, tomando sus notas y retirándose por el costado antes de dirigirse de regreso a su asiento en un puñado de aplausos. "Ah, sí." Peter Quest se rascó la mejilla, luego se puso de pie. "Ah, gracias, Sra. Graver. Ahora, ah, antes de tomar un descanso para almorzar, tenemos una presentación final." Dio media vuelta hacia Kerry y arqueó las cejas. "Srita. ... ah, Stuart?" Kerry se levantó y empujó suavemente su silla, luego se dirigió al atril y apoyó los codos en él, inclinándose hacia adelante y esperando a que la agitación del prealmuerzo de la habitación se calmara y tuviera su atención. De alguna manera dudaba que el orden de la planificación había sido por casualidad, en ningún sentido. "Buenos días damas y caballeros." Permitió que una sonrisa débil, autocrítica apareciera en su rostro, y se tomó el tiempo para hacer contacto visual con aquellos interesados lo suficiente como para mirarla. "Cuando me pidieron que presentara un esquema básico de infraestructura aquí, no me notificaron del gran circo." Un número de caras se contrajo, sin esperar el suave ataque. "Si lo hubiera sido, habría traído mi SEAL amaestrado y mi hámster bailarín para amenizar todo esto." Kerry se enderezó, a una repentina, sorprendente ronda de risas. "Por desgracia para todos ustedes, sólo tengo una presentación de infraestructura de IT, por lo que voto para abrirnos paso a través de ella a una velocidad récord para que todos podamos comer, ¿qué tal eso?" Otra ronda de risas y algunos aplausos. "Estás comprando?" Grito uno de sus competidores. "¿Qué tal si cocino?" Kerry replicó, con una sonrisa atractiva. "Me han dicho que hago un PB y J (sándwich de mantequilla de maní y mermelada) para morirse." La multitud se relajó y se animó al mismo tiempo, exactamente la respuesta que Kerry estaba buscando. Esperó a que la risa se apagara, y ordenó sus breves notas. "Oh, lo siento." Michelle se medio paro, una dulce expresión amarga en su cara. "¿Necesitas el proyector? Me temo que estamos bastante conectados a él." "Nah." Kerry sacó un pequeño mando a distancia de su bolsillo. "¿Cuál es el punto de ser los chicos más ricos en la cuadra, si no tienes los juguetes más bonitos?" Apretó un botón. "No necesitamos ningún apestoso proyector." Ella esperó a que la delgada varita del láser saliera de la parte trasera de su laptop, y se elevara, abriendo la abertura y disparando un fino haz azul justo por encima 241



del hombro. Kerry miró hacia atrás y ajustó el haz ligeramente, luego activó su presentación para comenzar. "Como decía..." Detrás de ella, un diagrama de red perfectamente dibujado y detallado apareció, comenzando con un núcleo, y extendiéndose hacia los dispositivos de borde, todo cuidadosamente encapsulado dentro del contorno de un barco. Kerry se volvió y lo miró, luego se giró de nuevo a la habitación. "Tenemos un dicho en el negocio de IT," dijo. "Las partes son partes." Con un puntero láser indicó primero el núcleo, luego los dispositivos remotos. "Como en cualquier red, las mejores prácticas de casos dictan que tratamos la infraestructura de este barco como lo haríamos con cualquier red de sonido. Las mayores diferencias que vemos son la necesidad de redundancia sólida, absoluta y la necesidad de atornillar cada maldita cosa al piso para evitar que sea lanzada por la borda." "Y pagar una prima por ello," Shari comentó. "Bueno, eso es cierto," Kerry aceptó alegremente. "Por lo general no damos a nuestros clientes especiales luz azul." Sonrió a Shari. "Pero puedo ver el incentivo para que las empresas con menos recursos que el nuestro y clientes que o bien no saben o no se preocupan por la continuidad del negocio." Su dedo hizo clic en el botón, y esperó a que la pantalla pintara con el siguiente dibujo de Dar, un intrincado esquema de las piezas principales del equipo que pretendía utilizar para la oferta. "El diseño permite toda la funcionalidad especificada por el Sr. Quest. Nuestros esquemas completos serán puestos en sus manos para su revisión, y francamente, eso es todo lo que tengo que decir con respecto a nuestras intenciones." Ella hizo clic a través de dos pantallas más mostrando algunas de las dimensiones más generales del equipo que Dar había elegido, pero se detuvo en la última, que mostraba un bonito gráfico en varios colores que ilustraba los tipos de comunicación interconectados, que fluirían a través del sistema. "La conclusión, damas y caballeros." Kerry hizo contacto con los ojos de nuevo, fijando a Quest al final de todos. "No es quien puede hacer esto más barato y más fácil. Cualquiera puede hacer eso." Shari resopló. "La economía es un fuerte motivo, Sra. Stuart," Quest le recordó. Kerry encogió ligeramente los hombros. "Al final, Sr. Quest, usted es el que tiene que estar detrás de cualquier decisión que tome," dijo. "Así que tiene que decidir cuánto está dispuesto a arriesgar en términos de fiabilidad y protección. Porque eso es a lo que esto va a llegar." "P..." "Las partes son partes," Kerry le recordó. "Todos usamos el mismo equipo. Esto no es una ciencia exacta. Nadie está haciendo nada revolucionario." "Habla por ti," Shari habló.

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"Hey," uno de los hombres de Quest se levantó y se enfrentó a ella. "A ustedes gente se les permitió decir su pieza sin ser interrumpidas. Así que por favor manténganse callados y den a los demás la misma cortesía." Michelle ni siquiera miró a su pareja. Shari parecía considerar responder, luego se conformó con un poco raro de buen sentido y se limitó a asentir. Kerry esperó, con una expresión ligeramente divertida en su rostro. "Todos sabemos cómo hacer esto. Sólo porque está en un barco no cambia nada." Miró a Quest. "Pero tú eres el que tiene que hacer frente al resto de tu empresa y tus clientes si lo que compras no se mantiene. Te lo digo ahora mismo, ni yo, ni nuestra arquitectura de red se venden en Wal-Mart. " Quest jugueteó con su lápiz, claramente incómodo. "Sí, bueno, eso está todo bien. ¿Terminaste?" Kerry apagó su proyector, y lo miró plegarse cuidadosamente atrás contra el dorso de su laptop. "Sí, segura que termine." Metió el control remoto en el bolsillo y tomó sus notas, que básicamente consistían en las palabras ‘Bésame el culo.’ "Vamos a tomar un descanso, ¿de acuerdo?" Todo el mundo se movió y empezaron a levantarse. Kerry rodeó de nuevo hacia su asiento y sacó el estuche de su laptop en la silla, abriendo la parte superior para que pudiera deslizar dentro su máquina es su acolchado compartimento. El discurso había sido un poco más agresivo de lo que había planeado, pero después de la complacencia de Michelle, ella sabía que tenía que hacer una marca y distinguir su plan como algo diferente. Así que lo había hecho. Kerry era muy consciente de los ojos en ella mientras ponía su equipo, y deslizó cuidadosa y deliberadamente la correa de cuero en su hebilla y la aseguró antes de levantar la vista. "Bueno." Se dio media vuelta para ponerse de frente a Mark. "¿Listo?" "Lo que tú digas, jefa" Mark respondió, ya poniéndose al hombro su propio maletín. Su cara mostraba que estaba fuera de su terreno y lo sabía. "Adelante." Kerry sólo deseaba que pudiera llevarlos a los dos directamente fuera del hotel y por la calle a una pequeña tienda de sándwiches que Dar prefería con poco ambiente y buena comida. En cambio, sabía que tendrían que sufrir a través del almuerzo en el hotel, el cuál probablemente sería robusto con hojas de lechuga cuidadosamente modeladas y relativamente insípidas. Ah bueno. Todos salieron, y ella y Mark esperaron educadamente mientras varios de los otros oferentes se apresuraron a seguir a Michelle y Shari y su acompañante reportero. Después de que el último se había ido, cayó en un paso al final, dando a Quest un medio asentir de cabeza mientras él recogía su libreta y se preparaba para unirse a ellos. "Sabe, Sra. Stuart." Quest bajo su voz cuando salieron de la habitación. "Realmente no aprecio su actitud allí."

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Kerry enganchó su pulgar a través de la correa de su estuche de la laptop. "Bueno, ya sabe, Sr. Quest, usted pidió ofertas competitivas. Creo que recibió lo que pidió." Ella lo miró brevemente. "No estoy aquí para lamerle la cola. Creí que ya lo sabía." Él no respondió durante unos pasos mientras observaban a los otros ofertantes agruparse alrededor del reportero. "¿Dónde está la Sra. Roberts?" preguntó. "Pensé que estaría aquí para esto. Ella tiene algunos competidores muy importantes aquí." Kerry resistió el impulso de sacar su PDA. "Dar? Está trabajando con un cliente nuestro que tiene un problema importante de aplicación que acudieron a ella para resolver," respondió. "Un socio estratégico nuestro." "Así que eso es más importante que firmar nuevos negocios?" Una risa seca. "Si fueras el otro cliente, ¿cómo querrías que respondiera a eso?" Kerry dijo mientras empezaba a bajar los escalones hacia la fuente adornada del restaurante de almuerzo. Quest estuvo brevemente en silencio. "Bien." "No es todo sobre conseguir nuevos negocios, Sr. Quest," Kerry añadió, en un tono suave. "Si no retienes a tus clientes existentes y los ayudas a crecer, es sólo un engaño." Él la miró duramente. "¿Está deduciendo algo, Sra. Stuart?" Las cejas de Kerry se contrajeron. "¿Disculpa?" "No importa." Él miró a su alrededor. "Espero que seas competitiva. No quiero que me entreguen una costosa bolsa de trucos, de nadie aquí. Tengo que conseguir el mejor trato posible para mi empresa." "Le daremos el mejor trato que somos capaces de hacer," Kerry dijo. "Pero podemos darte lo que necesitas, no lo que quieres." Quest resopló. "Me dijeron que eras arrogante. Por eso me sorprende que la Sra. Robert no está aquí. Ella tiene eso controlado." Kerry sintió un gruñido iniciar en el fondo de su garganta. Lo limpió justo antes de que se hiciera audible. "Dar puso el tiempo en el diseño de su cuenta. Ahora ella lo dejó en mis manos. Las dos estamos cómodas con eso, lo siento si tu no lo estás." Un poco sorprendido, Quest sacó un respiró y se alejó ligeramente de ella. "Sra. Stuart ..." Kerry señaló repentinamente al reportero. "Pensé que habías dicho que querías mantener esto en silencio, Sr. Quest. ¿Cómo afecta eso a tus planes?" Quest cayó pensativamente silencioso. "Fue inesperado," admitió finalmente, cuando llegaron al pie de la escalera. "Pero todo es charla nerd. Nadie que me preocupe lo verá o le importara un demonio." Él se encogió de hombros. "Así que si quieres pasar todo tu tiempo fastidiándose entre ustedes, Sra. Stuart, y dándoles índices de audiencia - adelante. Tengo cosas más importantes que hacer."

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Kerry lo vio alejarse, contenta de los pocos momentos de respiro tranquilo antes de unirse a los otros. "¿Sabes qué?" ella le dijo a su silencioso compañero. "¿Qué?" Mark hizo un ruido de vago chasquido. "Conoces esa mirada que Dar pone, esa donde entrecierra los ojos, y piensas que va a morder a alguien?" "Oh si." "Soy tan entendida de esa mirada ahora mismo." Mark suspiro. "Hombre, ustedes hacen esto todo el tiempo? No creo que podría soportar eso. Estos tipos apestan." Kerry le dio unas palmaditas en la espalda y tuvo que en silencio, aunque con pesar, estar de acuerdo mientras llegaban al grupo y se unieron al resto de los hombres y mujeres apropiadamente bien vestidos sentados en dos grandes mesas, redondas. "Sabes lo que haría Dar?" susurró detrás de su mano mientras tomaban las sillas al lado del otro. "Hamburguesa con queso, papas fritas y un batido," Mark susurró. "En algún otro lugar." Kerry tomó la servilleta y la abrió, dejándola en su regazo con una fácil gracia mientras revisaba la carta del menú colocada en su plato. "Sí." Ella exhaló, encontrándose justo enfrente de Shari, que se complacía en sonreírle con ferocidad. "O habría pedido una pizza." Se encontró sonriendo por una razón diferente. "Entregada en la mesa. Pero no podemos, así que vamos a hacer lo mejor." Levantó su vaso y bebió un poco de agua fría. Iba a ser un día muy, muy largo.

Capítulo Doce DAR SALIÓ A LA luz del sol una vez más, después de que su viaje de sesenta segundos en metro se habían prolongado a veinte minutos. Había, sin embargo, al parecer hecho una amiga, ya que Scuzzy no mostraba señales de continuar su camino mientras salían de la estación del metro juntas. ¿Estación del metro? Dar miró detrás de ella en una de las muchas escaleras que eructaban a la gente del suelo. Más como una pesadilla de la imaginación de algún escritor de ciencia ficción. El calor había empeorado un poco, o tal vez sólo se había acostumbrado a los confines más fríos del mundo subterráneo. "Así que, Dar. A dónde vas?" Scuzzy interrumpió sus pensamientos. "Simplemente yendo para ver Square?" "No. Aquí." Dar sacó el folleto de su bolsillo y se lo mostró, girándose ligeramente mientras trataba de orientarse en la concurrida calle. Los edificios se

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elevaban por todos lados, y los caminos parecían correr juntos desde todas las direcciones. ¿Que demonios? Después de un momento de parpadear, se dio cuenta de por qué el lugar parecía tan malditamente familiar. Nunca había estado aquí antes que ella pudiera recordar, y ahora se tomó un momento para simplemente pararse y mirar a su alrededor. Times Square. Dar ladeó la cabeza hacia un lado, dándose cuenta de que siempre había considerado que el lugar era más un escenario que una verdadera calle de la ciudad. Su mirada se desvió. Calles. Ella giró la cabeza para mirar hacia otro lado. Lo que sea. Las marquesinas se extendían por las fachadas de los edificios tal como lo hacían en la televisión, y Dar echó la cabeza hacia atrás para mirar arriba hacia el poste que había visto caer la bola en innumerables vísperas de Año Nuevo. Luego se rió y volvió su atención en encontrar su camino hacia el río Hudson. "Te gusta, esas cosas?" Scuzzy se había mantenido justo con ella. "Como, las armas?" Ella le devolvió el folleto. Dar se detuvo y la miró. "¡Oye!" La mujer levantó ambas manos. "Es genial! No hay problema! Estoy en ese programa de La Ley del Revólver también, te gusta ese programa? Es muy bueno!" "No." Dar descubrió en que dirección ir y empezó a caminar. "Mi padre estaba en la Marina." Comprobó los números de la calle, y empezó a caminar en una con un poco de confianza. Estaba un poco sorprendida cuando Scuzzy eligió unirse a ella, arrastrando los pies por la acera a su lado. Le drigió a la mujer una mirada especulativa. "Pensé en asegurarme de que llegues bien," Scuzzy explicó. "Entonces regresaré para coger el autobús." Dar dejó de caminar, obligando a la chica a detenerte también o si no chocar contra ella. Se quitó sus lentes de sol y miró a su persistente compañera de arriba y abajo, y luego repitió el ejercicio en sí misma. Finalmente volvió su mirada a la cara de Scuzzy, y alzó las cejas significativamente. "Gracias," dijo arrastrando las palabras. "Pero llegaré bien." Scuzzy la estudió durante un minuto. "Estas intentando decirme algo?" Con un débil suspiro, Dar devolvió las lentes de sol a su percha en la nariz y empezó a caminar de nuevo, sacudiendo la cabeza. Una brisa se levantó, resoplando de manera irregular entre los edificios y trayendo el aroma inconfundible del agua con ella. Miró a los escaparates que estaba pasando,

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intrigada por la variedad de clubes cuya identidad cambiaba en casi cada paso. "Algo para todos, ¿eh?" ella comentó, pasando por un club de jazz junto a algo que imaginó atendía a la gente gótica. "¿Dijiste algo?" Scuzzy la miró. "Oye, ¿Alguna vez has estado aquí en la ciudad?" "Sí, he estado aquí," Dar finalmente cedió, acercándose ligeramente para que la mujer pudiera caminar a su lado y no arar en los árboles plantados incongruentemente en el centro de la acera. "No soy muy aficionada a ello." "Miami es un poco diferente, ¿eh?" Dar miró a su alrededor con una sonrisa irónica. "Como la noche y el día. No la cambiaría ni por un millón." "No, ¿eh?" La mujer miró a su alrededor. "Bueno, ya sabes, esto solía ser un barrio muy duro." Ella dijo. "Times Square, hombre, no querrías venir por aquí. Pero ahora lo arreglaron bastante bien." Dar contempló el teatro que estaban pasando, dándose cuenta de que había oído su nombre la mitad de su vida y nunca se dio cuenta de dónde demonios estaba. "Mal barrio, ¿eh?" preguntó con interés. "Oh, sí, absolutamente." Scuzzy asintió. "Las prostitutas alineaban las tetas y culos allí atrás, sí?" "¿Sí?" "¡Absolutamente!" Era difícil imaginar a todas aquellas personas con abrigos de visón que venían a ver espectáculos caminando en torno a vagabundos y traficantes de drogas. Dar apartó la idea para un estudio después, y esquivó a un lado cuando un hombre paso caminando un dálmata apresurado. O tal vez era un dálmata caminando al hombre, ya que el perro parecía mucho más relajado que su dueño. "¿Has estado aquí cuando lo era?" ella le preguntó a Scuzzy. "Cuando era un mal lugar?" Scuzzy parecía encantada de que Dar estaba gustándole a ella. "Oh, por supuesto." Hizo un gesto desdeñoso. "Mi hermano y yo, solíamos venir aquí todo el tiempo en ese entonces, porque tomaríamos el autobús a DC para visitar a mi viejo." "Ah," Dar murmuró. "Debe haber sido aterrador." "Nah. Sólo diferente." Scuzzy miró detrás de ella en dirección a Times Square. "Muchas personas como nosotros vivían por allí, ¿sabes? Ya no más. No sé dónde fueron ahora. El Parque, tal vez. Tienes que tener dinero para vivir allí ahora." Su nariz se arrugó un poco. "Lujoso." Dar fue golpeada con una similitud inesperada. "Sí," estuvo de acuerdo. "Eso ocurrió en South Beach, también." "¿Sí?" "Sí. Solían ser hoteles de retiro para todas estas personas de edad avanzada. Veinte dólares a la semana, o algo así," Dar dijo. "Entonces pusieron todo el

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dinero allí y ahora creo que tal vez por veinte dólares obtienes tu estacionamiento por la noche. Tal vez." Tal vez. "Jode a veces," Dar admitió. "Pagas treinta dólares por una coca cola y un maldito hot dog." "¡Eso es correcto!" Scuzzy aceptó fuertemente. "Tienes razón, sí?" Ella pateó una piedra que se sacudió por delante de ellas y divagó por los escalones de hierro forjado que conducían hacia abajo en el sótano de alguien. "Entonces, a dónde fueron los viejos?" Dar desaceleró, inclinando la cabeza hacia un lado un poco mientras pensaba. "No sé," finalmente respondió. "Pero recuerdo lo que sentí cuando vivíamos en la base de la Marina, y estaban hablando de cerrarla." El fantasma de un recuerdo flotó en su enfoque. "Ellos querían vender el lugar para construir un supermercado." "Oh, eso es cruel." Scuzzy le dio unas palmaditas en la espalda. "Así que viviste con todos esos chicos de la marina eh? Eso debe haber sido genial." "Sí, lo fue." Dar se encogió sacando los recuerdos. "Entonces, a dónde vas en autobús hoy, Scuzzy?" preguntó, cuando llegaron al final de la calle y se enfrentaron a un camino de cuatro carriles que las separaba de los muelles. A un lado, Dar podía ver la forma distintiva del Intrepid, y encontró una sonrisa formándose. "No hay lugar," Scuzzy se encogió de hombros. "Sólo tome un boleto y viaje a algún lugar y de regreso. Me despidieron la semana pasada." Dar se encontró atrapada por uno de los ataques de imprudencia que en ocasiones le pasaba. "¿Qué haces?" preguntó, volviéndose y apoyándose contra un poste de luz. "Porque fuiste despedida?" Tomada ligeramente desconcertada, su otrora compañera hizo un movimiento nervioso con sus manos. "Oh, ya sabes, sólo cosas de oficina. Estaba poniendo multas de tránsito, llamando a la gente. Cualquier cosa que querían que hiciera, pero fueron recortados más y tuvieron que dejarme fuera." "Trabajabas para la policía?" Dar aclaró. "Sí, un poco." Scuzzy parecía avergonzada. "Así que, es por eso que no me gusta que la gente se meta en problemas, ¿sabes?" Se aclaró la garganta. "Entonces que haces, Dar de Miami? Por qué es por lo que te pagan?" "Trabajo con computadoras." Dar sacó su PDA del bolsillo y abrió la tapa. Seleccionó un recuadro de cartulina blanca, y luego le dio la vuelta y sacó su bolígrafo y garabateó en la parte de atrás por un momento. "¿Sí?" Scuzzy se animó. "Oh, hombre, tuviste suerte. Me encantan las computadoras. Me conseguí una cosa del correo de Internet en la biblioteca el mes pasado y me encanta ir a revisar eso." Dar revisó lo que había escrito, y luego sostuvo la tarjeta, el lado reverso delante para que Scuzzy lo viera.

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"Ve allí." Ella indicó la dirección en la parte posterior. "Cuando llegues allí, dale al guardia de recepción esto." Dio vuelta a la tarjeta, el logotipo de ILS destellando brevemente en la luz del sol. "Diles que dije que te contraten." Ella le entregó la tarjeta. Scuzzy miró la tarjeta, y luego miró a Dar. "¿De verdad?" preguntó, después de un largo momento. "Como, ninguna mierda? Si les doy esta cosa, no van a lanzarme de culo y llamar a la policía? Eso es como, el Rockefeller Center!" Dar se rió. "No." Pasó un breve instante de anticipación deliciosamente malvada sobre cuantas retorcidas causaría a la estirada oficina de Manhattan de la compañía. "Ellos se ocupará de ti." Scuzzy miró hacia la tarjeta de nuevo, y le dio la vuelta. "Oficial Jefe de Información." Ella levantó los ojos al rostro de Dar. "Recibes buen dinero por eso?" "Sí," Dar asintió. "Pero lo vas a hacer bien también." "¿Sí?" Ahora un toque de incredulidad entró en el tono de Scuzzy. "Sabes algo? Me desperté hoy y sabía que algo genial iba a pasarme." Guardó cuidadosamente la tarjeta, en el bolsillo de la camisa y extendió la mano. "Esto está bien." Dar la tomó y le dio una sacudida. "Nos vemos." Ella soltó la mano de Scuzzy y se giró cuando la luz del semáforo cambió y le dio la oportunidad de cruzar hacia el muelle. "Nos vemos," Scuzzy repitió, esperando a que la alta figura hubiera desaparecido de la vista en la fachada cuadrada del muelle. "No es eso una patada en el culo?" Sacó la tarjeta y la miró. "Voy a conseguirme un trabajo, así que jódete, mamá, diciendo que no hablé con nadie en el metro!" Girándose, salió de nuevo por la calle, de regreso hacia Times Square.

DAR SE DETUVO ANTES de atravesar las puertas del museo, tomando un momento para disfrutar de la brisa del agua, y de la sensación de que había salido de los estrechos confines de la ciudad, al menos por un tiempo. Encontró un banco y se sentó en él, recuperando su PDA y abriéndola. Para su sorpresa, un mensaje que no había captado estaba esperando. Dio un golpecito sobre él. Alguna vez te he dicho lo mucho que te amo? Dar parpadeó un par de veces, y luego se frotó el dorso de la mano sobre los ojos con impaciencia. De hecho, lo haces. Pero no me canso de escucharlo. Casi podía oír el suspiro en las palabras de Kerry cuando respondió. Estoy sentada en una mesa frente a Shari y Michelle, sufriendo a través de una ensalada de endivia con la perspectiva de pechuga de pollo sobre arroz pilaf delante de mí.

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Uf. Dar extendió sus piernas al sol y las cruzó. Bueno, estoy sentada cerca del río Hudson, y acabo de enviar a un vagabundo a la oficina local para conseguir un trabajo. (Risa) Me llamas alborotadora? Dar sonrió por reflejo. Hey, me monté en el metro para llegar aquí. ¿Lo hiciste? ¡No es justo! No estaba allí para ir contigo! El nudo en la garganta estaba llegando a ella. Dar se movió en su banco, luego rodó su lápiz entre sus dedos antes de contestar. Nadie estaba aquí para verme acobardarme! Pero no lo hiciste. Cierto. Sí, especialmente porque la maldita cosa se quedó atascada tres veces conmigo en él. Ellos no me quieren. Dar permitió. Bueno, voy a ver el Intrepid, entonces tal vez voy a encontrar uno de los puestos de hot dog y enfermarme del estómago. (Risa) Toma uno por mí, ya que estoy sufriendo aquí con una vinagreta obscena. Hey - consigue una gorra marinera para que puedas ver mi baile del hámster de tamaño natural. Oh, Dios. Dar se echó a reír, su humor restaurado. Está bien. Tómalo con calma y ve a agarrar una hamburguesa después de la reunión. Eso es lo que hago. Lo haré. Te amo. Dar se sentía tan cálida en su interior de repente como lo hacía por fuera. También te amo. Envió el mensaje y se puso de pie, estirando la espalda, antes de dirigirse hacia el impresionante tamaño del portaaviones. Gorro de marinero, ¿eh? Dar esperaba algunas compras de calidad, por algo más que sólo su pareja. Nueva York, decidió, estaba potencialmente mejorando después de todo.

EL ALMUERZO ERA TAN amargo como la vinagreta. Kerry se limpió los labios con su servilleta y la devolvió a su lugar en el regazo. Ni siquiera se había molestado con el pollo, que era sequedad evidente para ella, incluso a través de la fina, rociada salsa de limón sobre él. Se aferró a su té helado en su lugar, y pacificó los gruñidos de su estómago con algunos de los rollos más bien benignos y con la mantequilla de la mesa con la que habían sido agraciados. Atrás quedaron los días, pensó, cuando podía estar satisfecha con un puñado de zanahorias y un poco de agua. Todavía le gustaba comerlas, e incluso había conseguido que Dar comiera los pequeños retoños, pero ya no le proporcionaba una comida para ella y tampoco lo hizo esta rechazada colección de pretencioso jardín y pseudo diversas aves de corral.

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Bah. Kerry se echó hacia atrás y tomó su té. La pequeña charla en la mesa era pequeña de hecho, y sólo escuchó a medias una plática acerca de una liberación anticipada de un nuevo sistema operativo de servidor. "Oye, Kerry?" Kerry miró al otro lado de la mesa a otro de sus rivales, aunque uno de los más agradables con los que más o menos se llevaba bien. "Hola, Ross?" "Ustedes se apegan a un sistema? He oído que eres una unialmacenamiento." "Nah." Kerry negó con la cabeza. "Tenemos un poco de todo, dependiendo de la aplicación. Apoyamos a demasiadas empresas diferentes que se adhieren a un sistema," dijo. "Los mainframes, minis, seis variantes de Unix, Linux, toda la gama de Microsoft, algunos de Novell, lo que sea." "Eso debe ser una pesadilla de apoyo," Ross Cunningfurth dijo, con una sonrisa fácil. "El entrenamiento es la parte más grande de mi presupuesto," Kerry respondió. "Pero vale la pena. Podemos aprovechar como locos. Tengo seis diferentes centros de apoyo principales que todos recurren entre sí." "¿Seis?" Kerry extendió una mano en un leve encogimiento de hombros. "Internacional." "Mierda." Ross sólo sacudió la cabeza con una sonrisa. "Sí, pero cómo puedes siquiera pensar en dar un servicio personalizado a tus cuentas, con ese tamaño operación?" El tono de Shari fue despectivo. "Sólo un montón de cortadores de galletas." Kerry debatió sobre si quería participar en el debate. Antes de que pudiera hacer una elección, Mark habló por casi por primera vez esa tarde. "No es tan difícil," Mark dijo. "Tenemos un sistema que perfila todas las diferentes cuentas y sistemas, para que quien responda el teléfono consigue todo el asunto en un par de clics." El se encogió de hombros. "Lo que importa es que consigas llamar a alguien que tiene el conjunto de habilidades correcto. Ese es el truco." "Exactamente," Kerry recogió el hilo cuidadosamente. "Pero ustedes chicos saben todo eso. No se necesita mucha ciencia," añadió. "Guardamos la ciencia para los equipos de soluciones." Mark se rió entre dientes. "Entonces, cuál es el asunto con el nuevo sistema que están rodando?" Ross preguntó. "Bud aquí fue a la exposición comercial, y dijo algo así como que Dar estaba enseñando a los enrutadores a pensar?" Shari se echó a reír en burla. "Vaya montón de mierda." Kerry miró al otro lado de la mesa y miró a Michelle. La mujer más baja desvió la mirada, luego suspiró visiblemente y le dio un codazo a su compañera.

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Shari le dio una cara indignada, pero Michelle bajó la barbilla y la miró fijamente hasta que se calmó. "Dar está trabajando en una gran cantidad de nueva tecnología," Kerry continuó después de la incómoda pausa. "La mayoría de los cuales realmente no puedo entrar, pero es justo decir que estamos siendo muy agresivos en quitar las limitaciones de nuestro nuevo hardware." "Sí, me puedo imaginar lo que estás vendiendo al gobierno con el dinero de nuestros impuestos." Shari miró fijamente a Kerry. "¿Cuántos millones eran para la Armada?" Perra. Kerry apoyó el codo en el brazo de la silla y apoyó la barbilla contra ello. "Bueno ..." finalmente se dirigió directamente a Shari. "Teniendo en cuenta que los sistemas que estaban funcionando antes de que entráramos allí fueron escritos por Dar cuando tenía quince años, supongo que pensaron que necesitaban una actualización." "¿Quince?" Ross la miró. "¿De qué estás hablando?" Kerry sonrió brevemente. "Ella estaba negociando sesiones de programación por mantequilla de maní en aquel entonces. Pero los sistemas se mantuvieron hasta que estuvieron listos para el próximo siglo." Ross ladeó la cabeza. "No sabía que Dar era programadora. Pensé que estaba todo en infraestructura y diseño." "Ella tiene muchas, muchas habilidades." Un centelleo travieso entró en los ojos verdes de Kerry. "Ese ha sido un contrato muy exitoso para nosotros. He disfrutado trabajando en ello. Me hace sentir bien saber que estamos brindando lo mejor a las personas que defienden nuestro país." Shari puso los ojos en blanco. Kerry captó la expresión interesada en la cara del reportero de Tech TV mientras estaba sentado allí picoteando su pollo. "Eso es lo que nos ha dado una ventaja sobre el nuevo proyecto. Dar está ayudándoles a escribir el código de máquina por ello." "Guau." Ross no disimuló su reacción. "Así que vamos a terminar todos licenciando sus células cerebrales, ¿eh?" "Con el tiempo," Kerry estuvo de acuerdo. "Pero tú has estado desde el principio. Ella tiene creo ..." Miró a Mark. "Doce," Mark suministró con prontitud. "Doce patentes," Kerry asintió. "Eso es correcto. La mayoría detrás de escena de los avances de firmware." Tomó otro sorbo de su té, mirando a su alrededor con una buena dosis de suave, fingida inocencia. "A veces realmente obtienes lo que pagas." "Tú sabrás," Shari espetó. "Habla del siglo pasado. Nunca vas a sobrevivir en el próximo con esa vieja estrategia de negocios. Nuestros últimos seis meses demuestran eso." Kerry se encogió de hombros. "El tiempo dirá."

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"Nadie quiere tratar con tus dinosaurios más," Shari agregó. "Ellos quieren las pequeñas empresas, que pueden reaccionar rápidamente, y no cobran un brazo y una pierna." Miró directamente a Kerry. "Y eres sólo tan buena como tu último éxito. Una gran metedura de pata en las noticias, y ni siquiera fue mucho." Kerry miró al reportero de Tech TV, luego a ella. "Muy cierto." "Bueno, si hemos terminado." Quest apareció, el pelo desordenado como si hubiera estado pasando sus manos a través de él. "Vamos a hacer que el resto de la reunión comience. He tenido algunas cosas surgiendo que necesitan atenderse." Kerry gustosamente se puso de pie y empujó su silla, dejando caer la servilleta en su plato sobre todo sin tocar. "Sin duda, sería un placer." Hizo un gesto a Mark para que la precediera, y eludió los pasos apresurado de Ross mientras se dirigían hacia la puerta. Afuera, tocó el brazo de Mark brevemente. "Ve arriba. Voy a hacer una parada al baño." Indicó los baños. "De acuerdo," Mark acordó "Pero vas a volver, ¿verdad?" preguntó, con una mirada irónica. "Es decir, quieres que llame al centro y haga que difundan un falso desastre para que podamos salir de aquí?" Kerry entrecerró los ojos. "No me tientes," murmuró, dándole un golpe. "Vamos. Tal vez Quest nos de un descanso y haga esto breve." Mark despegó hacia los escalones, y ella se giró después de un momento y se dirigió a la puerta del baño. Oyó pasos acercándose hacia ella, y sintió la extraña sensación de sus vellos ponerse de punta mientras imaginaba que eran de Shari. Su corazón comenzó a palpitar, y obtuvo el mismo hormigueo en sus entrañas como cuando estaban combatiendo en la clase de kickboxing, una respuesta al reto que hizo que sus dedos se contrajeran en la reacción repentina. Alcanzó adelante y agarró la manija de la puerta, jalándola para abrirla sólo para no encontrar a Shari, sino a Michelle detrás de ella mientras se giraba hacia su perseguidor. Tal vez Michelle consiguió la indirecta. Dio un paso atrás rápidamente y esperó, observando a Kerry con los ojos ligeramente alarmados. "Lo siento." Kerry miró más allá de Michelle, y comprobó que estaban solas. "¿Dónde está tu idiota de viaje?" preguntó directamente. "¿No la traes contigo para criticar el papel higiénico?" Michelle suspiró, y pasó junto a Kerry por la puerta que todavía mantenía abierta. "No voy a responder a eso," dijo. "Todos tenemos nuestros problemas." "Eso no es un problema." Kerry la siguió al interior y se dirigió a una cabina. "Eso es un cerebro del tamaño de una nuez y un ego del tamaño de los Glades." Ella cerró la puerta con un chasquido. "Y una falta de profesionalismo que te hace ver como una idiota."

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Michelle se aclaró la garganta con suavidad. "Cielos, Kerry. Dime cómo te sientes realmente. No te contengas." "A la mierda," Kerry espetó. "Ustedes dos han estado sacándome de quicio durante una semana. Crece de una puta vez, ¿quieres?" Un silencio de muerte. Kerry se divertía al abrir su PDA y leer algunos de sus mensajes guardados de Dar. "Bueno. Veo que realmente te hemos encabronado," Michelle dijo finalmente en todo ese silencio. "La verdadera Kerry Stuart emerge." Dejo correr un poco de agua en el lavabo, mientras las paredes exteriores resonaron con un débil anuncio. "Mira, Shari siente como si tuviera derecho a destruir tu reputación cuando puede. Es sólo negocios, recuerdas?" "Shari lo hace porque tiene una seria fijación con Dar," Kerry respondió de manera uniforme. "No tiene nada que ver con los negocios, y las dos lo sabemos." Michelle se aclaró la garganta suavemente. "Ella tiene una visión personal," comentó. "Es válido." Kerry emergió, apoyándose en la puerta de la cabina para hacer frente a su adversaria. "Tengo una visión personal también," le recordó a Michelle. "¿Quieres que traiga en esa reunión cómo perseguiste a Dar y quisiste meterte en su falda? ¿O cómo trataste de chantajearla enviando fotos de nosotras a la oficina corporativa? ¿O cómo ..." "De acuerdo." La voz de Michelle era aguda, y dura. "Vamos a relajarnos un minuto." Kerry esperó, manteniendo los ojos fijos en la mujer más pequeña. Después de un largo momento, cuando ninguna de las dos dijo nada, dio un paso hacia adelante. "Tú escúchame," dijo, su voz dejándose caer un poco. "Quieres que esto sea civilizado? Eso está bien conmigo. Quiero que esto sea civilizado. Quiero que sea una oferta difícil, y que el mejor trato gane. Podemos dejar toda la mierda personal fuera de eso?" Michelle se movió y se apoyó contra la pared. "¿Es por eso que Dar se ha escabullido? Se puso demasiado feo para ella?" Kerry rodó los ojos. "Jesús." Ella levantó las manos. "Me rindo. Bien. Que sea un festival de perras. Sólo asegúrate de que sabes cómo esquivar cuando comience a lanzar." Se dio la vuelta y se dirigió a la puerta, pero Michelle la rodeó y puso su espalda contra ella. "Realmente no quieres meterte en mi camino, Michelle." "Está bien - está bien - está bien." Grave pasó su mano por el pelo, desordenando su lustroso brillo. "Escucha, así como tú tienes un interés personal, también yo lo tengo. Puede que no te gusten los métodos, pero respeto la habilidad de Shari en el marketing, y ha sido una gran parte del progreso que hicimos en el último año." 254



Kerry puso la mano en la puerta y empezó a empujar. "Sí, está bien - ella tiene un problema sobre Dar, pero creo que es mutuo, ¿verdad?" Michelle persistió. "Ella tiene un reclamo, y ahora está en una posición para perjudicar a Dar como Dar la perjudicó hace tiempo. Es humano." Kerry dejó de empujar. "Michelle," dijo en voz baja. "¿Ella alguna vez te dijo por qué Dar la perjudicó?" La mujer más pequeña inclinó ligeramente la cabeza. "¿Necesitaba una razón?" "Dar siempre tiene una razón." Kerry pasó junto a ella, en el brillante caos del vestíbulo del hotel. "Quieres que esto sea desagradable?" Se dio la vuelta y observó a Michelle. "Puedo hacer que sea desagradable. Dar simplemente es honesta y directa." Ella sonrió sombríamente. "Soy la hija de un político. Fastídiame bajo tu propio riesgo." Se sentía bien para darse la vuelta y sólo alejarse entonces, paseando por el vestíbulo muy consciente de los ojos de Michelle en su espalda. "Perra, perra, perra", cantó en voz baja, mientras empezaba a subir las escaleras hacia las salas de conferencias del segundo piso. "Sabes, hay algunos días en que me gustaría haber seguido el consejo de mi familia y convertirme en maestra." Llegó a la parte superior de la escalera y se giró para ver a Michelle y Shari paradas junto al baño, obviamente en una acalorada discusión. "Je. Pero hoy no es uno de ellos." Dio un golpecito a la barandilla, y luego siguió su camino hacia la sala de conferencias, cuyas puertas estaban abiertas de par en par. Y cuando cruzó el umbral, cada luz del edificio parpadeó apagándose, dejando la habitación, y el resto del hotel, en la oscuridad total. "Yo no lo hice," la voz de Mark sonó justo detrás de ella. "De verdad." Kerry regresó al vestíbulo, que estaba iluminado por la luz exterior. "Se olvidaron de pagar FPL (*) o algo así?" le comentó a Ross, que se unió a ella rápidamente en la barandilla del balcón. "Buen momento sin embargo." "Tienes razón," Ross estuvo de acuerdo. "No estoy seguro de cuál es el trato aquí, Kerry. ¿Cuál es el juego? Tú nunca tienes vendedores que entran y hacen una confrontación." "Buena pregunta," Kerry estuvo de acuerdo. "No sé que ..." Miró hacia abajo mientras su PDA comenzó a apagarse, luego se volvió cuando Mark sacó el teléfono. "También estás consiguiendo esto?" Mark estudió su teléfono. Luego lo abrió y marcó. Esperó, sus ojos poniéndose un poco desenfocados, y luego colgó sólo para contestar el teléfono cuando sonó inmediatamente. "Polenti." Escuchó, luego sus ojos subieron y se fijaron los de Kerry. "Ella está aquí mismo." "Uh oh. Eso no suena bien," Kerry murmuró. (*) Florida Power & Light, compañía de energía eléctrica

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Quest se acercó, dejando el teléfono de la casa en la pared donde había estado hablando. "Pues bien, parece que no es culpa del hotel," anunció. "Al parecer, la electricidad se fue por toda la ciudad." Sus ojos cayeron en Kerry. "Algún problema u otro." "Está bien," Mark dijo. "Se lo diré a ella." Cerró el teléfono y lo sujetó a su cinturón. "¿Jefa?" Kerry sintió el zumbido contra su palma mientras las alertas vinieron una tras otra. Mantuvo su expresión ligeramente interesada. "Entonces, eso significa que tus reuniones para esta tarde se posponen?" ella preguntó. "Nos gustaría batir el tráfico de vuelta a nuestras oficinas si ese es el caso." "Bien." Quest parecía brevemente desconcertado. "No hay nada que podamos hacer en este momento. Tengo una presentación que iba a mostrar, pero tendrá que ser reprogramada. Espero que todos permanezcan disponibles para eso." Le indicó a su personal y comenzó a bajar las escaleras hacia la recepción del hotel. "¿Que se supone que hagamos?" Shari preguntó. "Sólo esperar por aquí en la oscuridad?" Kerry se mordió la lengua en la respuesta obvia. "Si el aire acondicionado está apagado aquí, de hecho iría afuera si yo fuera tú," ella ofreció. "Se pone muy caluroso, muy rápido. Mark, volvamos a nuestras oficinas. Estoy segura de que podremos trabajar un poco mientras tanto." "Vaya, gracias Kerry," Ross exhaló. "Se suponía que volaría de regreso a Oregón esta noche." Empezó a bajar las escaleras. "Maldición." "Nos vemos luego." Kerry le indicó a Mark para que la siguiera y bajaron trotando por las escaleras, poniéndose a cierta distancia del resto de la multitud antes de hablar. "¿Estamos en problemas?" ella preguntó. "En gran escala fregados," Mark confirmó. "Hemos perdido todos nuestros enlaces." "¿Qué?" Kerry se detuvo a medio paso, y se le quedó mirando. "Creo que mejor apuestas, pequeña jefa. Ni siquiera pueden entrar o salir de la oficina. Por suerte tenemos nuestros celulares." "Jesús." Kerry luchó para evitar de echarse a correr. "¿Qué diablos pasó con los sistemas redundantes?" "Nadie puede llegar hasta Telco para averiguarlo." "Maldita sea."

HABIA SUFICIENTE BRISA para que Dar pudiera sentarse cómodamente, permitiendo que el sol de la tarde la empapara con su luz extrañamente pálida. Tenía un recorrido deliciosamente intrincado detrás de ella, dos bolsas de compras desenfrenadamente turísticas junto a ella, y un vientre lleno de helado de vainilla y cereza.

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La vida era buena. El museo le había encantado y estaba bastante segura de que sus adquisiciones de chucherías le iban a encantar a su familia. Su familia. Dar tuvo que detenerse y tomar un respiro, soltándolo lentamente mientras pensaba acerca en lo completa de familia que su vida estaba ahora. Había comprado un modelo de submarino y una sudadera para su papá, y un transbordador espacial además de una camiseta que decía 'mi marido está en la marina, y todo lo que conseguí es esta camiseta y un cubo de algas' para su mamá, y una bolsa llena de sólo Dios sabe que para Kerry. Incluso Chino había obtenido un juguete. Fue un cambio radical para ella, tener a tanta gente para comprarles cosas. Dar sacó la chirriante cápsula de Apolo de peluche que estaba segura que Chino destrozaría en poco tiempo y la examinó, apretando suavemente con los dedos y escuchando el sonido claro sibilante. Sin duda hizo compras mucho más divertidas sin embargo. Dar sonrió. Ella misma se había comprado algunas cosas, pero había obtenido mucho más gozo escogiendo cosas para todos los demás, especialmente la bolsa llena de artículos para su pareja. Cosas tontas. Pero Dar estaba segura de que a Kerry le encantarían, y que un buen número de ellos se encontrarían en la oficina para posarse allí, con suerte, lugares inadvertidos cerca de su escritorio. Las horas de exploración le habían restaurado su buen humor, al igual que los momentos de indulgencia en los viejos recuerdos que le habían invocado el olor de latón y el diésel. De hecho, Dar sacó su notablemente silenciosa PDA y la abrió, escribiendo una pequeña nota y enviándola en camino. Esperó por un rato, pero no recibió respuesta, y pensó que Kerry probablemente estaba ocupada con la reunión, o se había quedado dormida en la reunión, pero probablemente lo estaba haciendo muy bien. Dar decidió que ya había descansado lo suficiente, y después de flexionar sus pantorrillas unas cuantas veces, se puso de pie y dispuso de sus bolsas de compras, y luego comenzó a bajar hacia la ciudad y lejos de los muelles. Ahora hacia la noche, el tráfico peatonal estaba empezando a repuntar, y las miradas apresuradas de la gente en la calle se relajaban a medida que terminaba la jornada laboral. Bueno, si estaba atrapada en Nueva York, al menos había tenido la tarde libre. Dar caminó por la acera, deteniéndose mientras un pequeño bar le llamaba la atención. Después de un momento de vacilación, se encogió de hombros y entró, encontrando un lugar en una zona tranquila a un lado. Se sentó en uno de los taburetes altos y puso sus bolsas en el suelo junto a sus pies, apoyando los antebrazos en la mesa redonda de madera mientras una de las camareras se acercaba hacia ella. "Hola." "¿Qué te doy?" la chica preguntó, dejando una pequeña servilleta cuadrada al lado del codo de Dar. 257



¿Leche? Dar echó un vistazo alrededor del lugar, que rezumaba un ambiente de taberna que casi podía sentir recubriendo su piel. Hm. Sus ojos se posaron en el grifo de la cerveza, y vio un nombre que sabía que a Kerry le gustaba. "Ah, tomaré una Killian," decidió. "Y un plato de alitas." "No hay problema." La chica la miró con aprobación. "Viniendo inmediatamente." Ella se dirigió hacia la barra, dejando a Dar para apreciar su entorno más plenamente. Los bares generalmente no eran lugares en los que tendían a pasar el rato, al menos no por ella misma. Aferrándose a la afición de Kerry por la buena cerveza, acompañó a su pareja a los pubs y los disfrutaba, pero más por la compañía que por el alcohol. No le importaba la cerveza. Siempre y cuando se sirviera muy fría y no tuviera un sabor demasiado fuerte que la satisfaciera y había encontrado una cosa razonable para beber cuando estaba con otras personas debido a su contenido de alcohol relativamente bajo. Había visto bastante gente borracha hasta el culo para saber que no tenía ningún deseo personal de emularlos. Kerry era una borracha linda. Se ponía tonta, y públicamente amigable, el lado más dulce de su personalidad saliendo. Dar, por el contrario, sabía que era una borracha maleducada las pocas veces que había ido por ese camino y razonó que era mejor parar antes que las cosas se pusieron feas. Seguro que ella no quería que Kerry tuviera que lidiar con eso. Dar apoyó la barbilla en su puño y suspiró. Una televisión estaba encendida encima de la barra, y se divirtió viendo el partido de baloncesto en curso, algo sorprendida de encontrar jugadoras mujeres. Una pancarta de noticias corría debajo de la imagen, pero permanentemente la ignoró hasta que una palabra familiar le llamó la atención. Miami. Dar se inclinó hacia delante y se centró en el títular, apretando los dientes y entrecerrando los ojos ligeramente para mantener las palabras en el enfoque. No tomó mucho tiempo. "Hijo de puta," pronunció con sentimiento. "¿Por qué diablos no me llamó?" Dar quitó el teléfono celular de su clip de cinturón y pulsó rápido un botón, esperando que se conectara y sosteniéndolo a su oído. El teléfono sonó ocho veces antes de que fuera contestado, y entonces el primer sonido que bajó por la línea era un ruido de traqueteo y una seria maldición del medio oeste sonando. "Dios bendiga al repartidor de leche ... sí, hola?" Kerry gruñó en el teléfono. Por su tono obviamente estaba al final del proceso en cadena acercándose al borde de la locura. Dar esperó un momento, y luego exhaló. "Te amo." Hubo unos segundos de silencio, luego un suave gruñido vino por la línea, y un sonido que Dar reconocido como un cuerpo aterrizando en la silla de cuero en su oficina. 258



"Jesús," Kerry exhaló. "No, sólo yo," Dar respondió. "Acabo de ver los titulares en la televisión. ¿Cómo va allí?" "Bueno," Kerry dijo. "Toda la ciudad no tiene electricidad." "Hijo de puta." "Sí," su pareja exhaló. "Por otra parte, cada uno de los empleados en este edificio está encendiendo velas de oración a tu imagen por tener un generador diésel lo suficientemente grande como para hacer funcionar las plantas de aire acondicionado." "Soy una nativa. Lo sé mejor." Kerry se rió débilmente, luego suspiró. "Ahora, las muy malas noticias. Tengo un dolor de cabeza del tamaño del Orange Bowl, y Bellsouth perdió su energía de reserva de una oficina central y un aumento estropeó su OC en otra. No disponemos de los servicios de telecomunicaciones o de datos en el edificio. " Dar cubrió sus ojos en pura reacción. "Mierda." "Estaba retrasando llamarte hasta que estuviera absolutamente segura de que lo único que podía hacer era darme palmaditas en la cabeza," Kerry suspiró. "Tengo todas las cosas críticas que tenemos cargadas en los enlaces de satélite, pero ..." "Jesús." "No. Sólo yo." Otro suspiro. "El único punto brillante en mi día fue que ese pedazo de alce de reunión fue cancelada." La camarera regresó, dejando la cerveza y dándole una sonrisa brillante. "Las alitas estarán enseguida. De acuerdo?" Dar asintió, agarrando el helado tarro de cerveza y tomando un largo trago. "Ker ..." "Dime que estás en un bar tomando una cerveza, y yo podría tener que volar a Nueva York sólo para poder morder tu trasero por eso." Dar casi escupió su boca llena de cerveza sobre la mesa, pero de alguna manera logró tragarlo en cambio. "Um ..." Ella se aclaró la garganta. "Me quieres en un avión de vuelta allí?" Kerry suspiró muy audiblemente. "Sí," respondió en un tono tranquilo. "No hay nada en el mundo que quiero ahora más que tenerte aquí a mi lado." Dar miró su reloj, luego tomó su PDA. "Dame un minuto ... déjame conseguir los vuelos ..." "Cariño, espera," Kerry dijo. "Tengo tanta gente enojada con nosotros aquí, realmente necesitamos que otro cliente este molesto porque te fuiste?" "Que se jodan." Dar estaba ocupada con su programación de los vuelos. "Dar." "Además del hecho de que todos ellos significan nada para mí junto a ti, Kerry, el resto de la compañía tiene prioridad sobre ellos," Dar contestó, revisando sus opciones. "Deberías haberme llamado antes."

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"Si, lo sé." El tono de Kerry ahora sólo sonaba cansado. "Pero a veces me gusta pensar que en realidad puedo hacer el trabajo por el que me pagas." Dar se detuvo a medio teclear. Puso su PDA abajo y se concentró en el teléfono exclusivamente. "Kerry, esto no tiene nada que ver con tu competencia. Esto está fuera del alcance de cualquiera." Ella vaciló. "¿Quieres que no me entrometa y te deje manejarlo?" Hubo un largo silencio después de eso. Finalmente, inmediatamente después del más ligero de los resoplidos, Kerry habló. "Profesionalmente? Sí." Dar hizo una mueca, el rechazo ardió más de lo que había previsto. "Personalmente, no," continuó tranquilamente. "Entonces qué debo hacer? ¿Me puedes dar algún consejo para que pueda hacer una especie de paz conmigo misma?" Dar soltó un aliento contenido, y ordenó sus pensamientos, bebiendo su cerveza mientras reflexionaba sobre la pregunta. "Está bien," dijo. "Estoy suponiendo que el grupo grande es donde nuestras líneas están caídas." "Sí." "Supongo que ya han intimidado y acosado a todo el mundo en Bellsouth que puedas conseguir." "Mmph ... sí. El problema es que los servicios de emergencia son prioritarios, y no lo somos," Kerry dijo. "A pesar de que les pagamos por diversificarlos fuera de la sección Wang." Lo cual era cierto. "De acuerdo." Dar cerró los ojos y pensó. "El interruptor estropeado está fuera de nuestras manos, pero la otra oficina central sólo se ha quedado sin energía?" "Sí." "Manda a Mark a Home Depot y pídele que compre todos los grandes generadores que tengan, entonces sólo ve allí y aprópiate del panel en el que estamos y mete electricidad a través de él." "No nos van a dejar hacer eso." "No les preguntes," Dar dijo en voz baja. "Solo aparece, entra, no aceptes un no por respuesta." "Van a pensar que estamos locos." "Sí," Dar estuvo de acuerdo. "Pero nuestros clientes van a pensar que somos trabajadores milagrosos." Un suave ruido de llaves vino por la línea, junto con el fantasma de otro resoplido. "Tenías razón," Kerry dijo, después de que el ruido se detuvo. "Debería haberte llamado antes," ella admitió. "Maldita sea." Kerry había estado haciendo todo lo humanamente posible, Dar estaba segura. Habían pasado por suficientes crisis juntas para que confiara en el juicio de su pareja implícitamente. Pero a veces, cuando Kerry se encontraba con lo improbable y estaba bajo mucho estrés, pensar de manera creativa no era su primer instinto. 260



Siempre era el primer instinto de Dar. "Está bien, cariño." Ella intentó una pequeña broma. "Eso es por lo que me pagan mucho dinero, ¿recuerdas?" Una leve risa la recompensó. "Yo tampoco hubiera llamado a nadie," Dar admitió. "Nunca he sido capaz de hacer eso. Así que ..." "Hola olla, hervidor aquí." Kerry suspiró irónicamente. "¿Quieres que nos reunamos para unos macarrones con queso?" Dar se relajó un poco, los nudos en su interior de aflojaron ligeramente mientras sentía que el latido de su corazón comenzaba a asentarse y cesaba el doloroso golpeteo dentro de su cabeza. "Suena delicioso." Kerry se rió un poco. "¿Hazme un favor?" "Cualquier cosa," Dar respondió. "Tengo los vuelos frente a mí. La oferta sigue abierta." Kerry estuvo muy callada por un momento, y Dar le dio el espacio para luchar con su propia conciencia. Por fin, ella gruñó suavemente. "Te diré algo, pareja. Si esto no funciona, te daré una llamada con tu información de vuelo, ¿de acuerdo?" Un compromiso. Dar lo aceptó a regañadientes. "Sabes que voy a ser un desastre toda la noche, ¿verdad?" se encontró diciendo de todos modos. "Estaré preocupándome por esa llamada." "Lo sé," su amante dijo. "Pero si funciona, voy a sacar un anuncio de página completa en el Herald y le diré a todos la persona inteligente y sorprendente que tengo como mi jefa." "Se supone que eso me hará sentir mejor?" Por fin, Kerry se rió, aunque sólo brevemente. "O tal vez volverán a conectar la red eléctrica en línea, Dar. Tener a toda la ciudad sin aire acondicionado está poniendo más presión sobre los poderes fácticos de lo que yo jamás podría." "Mmph." "Te llamaré tan pronto como sepa algo," Kerry continuó. "Lo prometo." "De acuerdo." Dar suspiró. "Resiste allí, Ker." "Te amo." "También te amo." Dar cerró el teléfono de mala gana, pensamientos corriendo por su mente a un ritmo frenético. Levantó la vista cuando un plato apareció frente a ella, encontrándose con los ojos de la camarera. "¿Alitas?" la chica dijo. Ojalá tuviera un par. Dar asintió en respuesta, mirando los crujientes objetos dorados ante ella. Con un suspiro, cogió una y la giró en la punta de sus dedos, ahora completamente desinteresada en todo excepto en la voz desaparecida en el otro extremo de su teléfono desconectado.

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Capítulo Trece KERRY SE OBLIGÓ A NO tensarse, concentrándose en mantener sus manos a sus lados abajo y no en puños. "Escucha, Barry, no tienes opción aquí." Ya con las mangas de la camisa arremangadas en deferencia al bochorno húmedo de la iluminación de emergencia encendida de la oficina, ella se negó resueltamente a secarse el sudor de su rostro mientras ordenaba sus argumentos. El hombre con el que estaba hablando, un alto, desaliñado gerente de estación con un bigote caído y los ojos desesperados, golpeó su mano sobre el escritorio. "Kerry, no puede hacerlo," repitió, por enésima vez. "Puedes," Kerry respondió inflexiblemente. "La verdad es, no tienes otra opción." Su voz ya tenía una ligera rasposidad. "Si dejo que lo hagas, tendré que dejar a todos. ¿Sabes cuántas líneas pasan por este edificio? Para el distrito financiero? Jesús, Kerry, ¿crees que eres la única que está abajo?" "Tenemos un contrato." "TODOS LO TIENEN!" Barry gritó, a pleno pulmón en frustración. "Mujer, no puedes entender lo que estás pidiendo." ¿Qué haría Dar? Kerry respiró hondo. Dar sólo gritaría más fuerte, hasta que las paredes temblaban. Pero no podía hacer eso - no era realmente su estilo. "Barry, tienes un contrato con nosotros para proporcionar diversidad. No lo hiciste. Todas esas otras empresas te pagan mucho dinero por ese tipo de seguro?" Él la miró fijamente. "Te pagamos para estar seguros." Kerry inhaló y aumentó un poco el volumen. "ASEGURAR de que nunca nos caigamos. Nunca. No 99 por ciento, no 99,5 por ciento, no del 99,9 por ciento. 100 por ciento, Barry. No puedo permitir nada menos, y sabes malditamente bien eso." "Sí, lo sé, pero ..." "Barry." Kerry se inclinó hacia delante. "¿Cuál es tu valor de garantía si todo lo que puedes decirme es demasiado malo, toma una estimación?" "No puedes simplemente conectar estas cosas con un generador," él respondió, después de una larga vacilación. "Simplemente no funciona de esa manera. No puedes comprender la complejidad de estas cosas, y yo ..." Kerry caminó alrededor del escritorio y lo agarró por la pechera de la camisa, sorprendiendo a los dos. "No puedo comprenderlo? No puedo comprenderlo? Con quién diablos crees que estás hablando, al vicepresidente de operaciones de Publix? Jesucristo, Barry! Tengo una tecnología más compleja colocada en mi sala de estar de lo que tienes en este lugar!" Los ojos de él se abrieron. "Oye, ahora escucha. ¡Suéltame!" Kerry lo hizo, pero no retrocedió. Las palabras de Dar resonaban en su cabeza como campanas de mar y era todo lo que podía hacer para evitar seguir 262



sacudiendo al hombre hasta que cediera. "Barry, usa la cabeza. Deshazte de mí. Sólo hazlo." "No puedo." "Puedes," Kerry insistió. "Kerry, por Dios, no puedo. Será mi trabajo!" Kerry se inclinó sobre él, deseando tener la presencia de Dar. "Lo harás." Ella lo clavó con una mirada directo a los ojos. "O será tu trabajo de cualquier manera. Lo juro." ¿Le creería? Kerry se obligó a mantener su mirada firme y fría, sin ofrecerle ningún compromiso. Sus entrañas se apretaban en el interior, y sólo esperaba que no lo estuviera mostrando. Él se enderezó y tomó un respiro para responder, sólo para soltarlo parcialmente mientras sus hombros caían. "Kerry, no es tan fácil. Vamos ahora. No puedes simplemente conectar una de esas cosas a un maldito generador. Que si explota los tableros? Entonces qué?" Ah. Kerry sintió el éxito, como ese momentáneo alcanzado en un tira y afloja cuando sabía que su equipo estaba a punto de romper el lodoso estancamiento, y empezar a moverse en la dirección correcta. "Entonces me entregas una factura," ella estuvo de acuerdo. "Tomaré la responsabilidad de la decisión." Él se inclinó hacia delante. "Sabes de cuánto dinero estamos hablando?" "Si, lo sé." Ella inclinó la cabeza un poco, y suavizó su expresión. "Vamos, Barry. Deshazte de mí. Sabes que tengo que hacerlo." Barry se relajó en derrota. "Qué demonios." Levantó ambas manos de los brazos de la silla y las dejó caer. "Estoy jodido de todos modos. Yo era el estúpido tonto que se olvidó de programar el mantenimiento de ese maldito sistema de respaldo." Kerry sintió el sudor rodar por la parte posterior de su cuello, y liberó un momento de cansada simpatía por él. "Gracias, Barry. Déjame ir por mis chicos rodando esto." Ella vaciló. "Tienes a alguna otra persona que es un gran dolor en el culo como yo? Puedo ver si tenemos suficiente energía para compartir algo." Él negó con la cabeza después de un segundo. "No sabría por dónde empezar siquiera." "Bueno." Kerry se volvió y se dirigió hacia la puerta, ya alcanzando su teléfono celular. Pulsó el botón de radio en él. "¿Mark?" "¿Sí?" Respondió una voz ligeramente aprensiva. "Adelante," Kerry dio instrucciones, ahora por fin secándose el sudor de la cara con una mano. "Pon el camión atrás. No tiene sentido darle a la gente de noticias algo más para grabar." Miró a su alrededor por la salida de emergencia, localizándola en la parte trasera de una de las paredes en la penumbra. Estaba caluroso y muy sofocante dentro de la oficina central, y extrañamente vacío de trabajadores.

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No tiene sentido, tenía que estar de acuerdo. ¿Por qué pagar para que los técnicos estén alrededor y miren el equipo no funcional? Con un profundo suspiro, golpeó la puerta y la abrió, encontrando un poco de alivio en el aire fresco de la noche que la rozó. Encontrando un pedazo roto de block a la mano, bloqueó la puerta abierta con él y se apoyó en la pared trasera del edificio, esperando a que Mark y su equipo llegara. Pateó un poco de pizarra con el pie, contenta de que se había tomado el tiempo para cambiarse en jeans y una camisa de manga corta antes de venir. Incluso eso era demasiado caliente, pero todo lo demás corría el riesgo de poner en peligro su capacidad para proyectar su autoridad de una manera seria, y Kerry no era tan estúpida. Cerró los ojos por un minuto, el estrés del largo día pesando sobre ella pesadamente. Entonces el estruendo del motor acercándose la empujó a enderezarse. Se sacudió el cansancio y se dirigió para reunirse con Mark mientras se detuvo cerca del edificio en la camioneta alquilada, poniendo la parte trasera del vehículo junto a la puerta de emergencia. "Hola, jefa." Mark parecía tan andrajoso como Kerry se sentía. Abrió la puerta y saltó fuera, rodeando el camión para abrir la parte de atrás y dejar que los otros cuatro técnicos salieran al bochornoso aire nocturno. "Lo siento por el viaje, chicos." "Mierda." Uno de ellos se frotó la cabeza. "Oh." Hizo una mueca, al ver a Kerry. "Lo siento, señora." "Mierda lo cubre todo," Kerry respondió. "Bueno." Miró dentro de la camioneta. "Seis. Bien." "Todo lo que tenían," Mark explicó. "Estos son los grandes. La mayoría de los pequeños ya se habían ido. Ya sabes cómo es la gente. Por suerte, nosotros estamos a mitad de la temporada." "Correcto." Kerry estudió las máquinas. "¿Cuántas funcionan con el interruptor dentro, Mark?" "Déjame ver." Mark se metió dentro del edificio, sacando su linterna mientras se agachaba detrás de la puerta. "Mierda, esto echa vapor aquí!" él sacó la cabeza hacia atrás. "Eh ... no estoy seguro de que podamos manejar esas cosas, incluso si hacemos jugo sobre ellas. Están sobrecalentadas." Mierda. Kerry golpeó contra el camión, una sensación de horror enfermizo viniendo sobre ella. "Averigua lo que van a necesitar," le dijo a Mark, para darle un momento para pensar. Idiota. Por supuesto que necesitan enfriamiento. Parpadeó una gota de sudor de los ojos. Por qué no había pensado en eso? Kerry apoyó la cabeza contra la pared metálica. Tal vez se había llegado a acostumbrar demasiado a dejar que Dar pensara por ella?

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Una corriente de aire fresco sopló en su rostro, y miró dentro del camión, pegando la mano en el compartimiento oscuro. Dio un paso atrás y miró a un lado, viendo el alarde de parte trasera de una camioneta con aire acondicionado. "Tienes una linterna?" le preguntó al técnico más cercana a ella. "Um, seguro." El técnico de pelo rizado se la entregó. Kerry la encendió y alumbró el interior de la camioneta, viendo la gran unidad de aire acondicionado cerca del techo. "Muy bien." Vio a Mark salir. "¿Cuál es el problema?" El se encogió de hombros. "Podemos hacerlo con uno de estos tontos." Señaló los generadores. "No hay problema, pero no va a permanecer más de diez minutos, jefa. Yo ..." Dudó. "Tendría que haber pensado en eso." "¿Por qué? Aún no lo hicieron." Kerry exhaló, señalando adentro. "Al menos, ellos nunca lo mencionaron. Así que tal vez ellos imaginaron que encontraríamos una forma de evitar eso, también." "Sí." Mark frunció el ceño. "Así que tendremos que hacerlo. Escucha." Kerry se apartó de la camioneta. "Este es el plan Mark - instala estos cuatro y tenlos yendo. Averiguaré lo que necesitamos para conectarlos en serie, pero usando uno a la vez para que podamos mantenerlos en funcionamiento más tiempo. Cuando uno se quede sin gasolina cambia al siguiente, pero no podemos dejar caer ninguna energía " "Uh ..." "Cuando averigües lo que necesitarás para eso, sobretensiona cajas o lo que sea, llámeme a Home Depot. Voy a estar allí comprando un ducto de aire acondicionado y cinta adhesiva para que podamos hacer funcionar el camión toda la noche y meter un poco de aire allí." Ella señaló." De acuerdo? Gracias. Llámame." Se dio la vuelta y se dirigió a su coche, sabiendo que había dejado a los empleados con las mandíbulas flojas detrás de ella. Al llegar a su Lexus, abrió las cerraduras de la puerta y se metió dentro, poniendo en marcha el SUV y cerrando la puerta mientras el aire acondicionado con prontitud la bañaba en un frío muy bienvenido. Mark se daría cuenta de todo eso? Kerry se preguntó. Si no encontraba una manera de mantener las cosas en marcha, sería inútil. Dejar caer las líneas cada par de horas mientras rellenan el diésel simplemente no iba a ser suficiente. "Una cosa a la vez, Ker." Se recordó a sí misma, poniendo el coche en marcha con una expresión determinada. "¿Qué fue lo que dijo una vez Dar? Un bocado a la vez y te puedes comer una ballena entera, la cola y todo?" Giró el coche con cuidado en la carretera, ya que las señales estaban apagadas junto con todo lo demás. El corte de energía había sido tan grave que la compañía de electricidad ni siquiera había sido capaz de proyectar una solución para ello.

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Se había hecho demasiado daño a demasiada infraestructura cuando un colapso anormal de una estación de transferencia había enviado de nuevo la energía por el camino equivocado hacia las líneas en la red. Así que, ella tenía que pasar por aquí. Tenían que pasar a través. No había ninguna elección - la presión estaba aumentando y había empezado a recibir más y más llamadas de sus clientes frustrados por la falta de o la lentitud del servicio de sus recursos vitales. Como si estuviera en sincronía cósmica con eso, su teléfono celular sonó. Kerry lo sacó y lo abrió, manteniendo sus ojos en la carretera. "Kerry Stuart." "Kerry, es Eleanor." Kerry exhaló en silencio. "¿Que pasa?" ella preguntó. "Estoy un poco ocupada por el momento." "Sí, yo también," Eleanor respondió. "Escucha, aparte de todos los que vienen por aquí llamando a José por todos los insultos posibles, tengo a ese maldito reportero de la CNN aquí. Alguien le dijo que nuestros clientes estaban en pie de guerra." "¿Es consciente de que hay un apagón?" Kerry dijo, esquivando un coche parado en el camino. "Uno que no es culpa de ILS?" "Claro." dijo. "Pero su punto es que hicimos un gran trato sobre el servicio. Así que ahora que hay un problema, ¿dónde está nuestro servicio? Cobramos una prima para asegurar que los clientes no se caigan, así que ..." Kerry suspiró. "Eso es exactamente el punto que acabo de hacer a nuestro gerente de Bellsouth aquí," dijo. "Pagamos una prima para asegurar que nuestros clientes no se caigan. Pero el hecho es, que ellos lo jodieron, y estamos abajo, por lo que ahora estoy aquí dirigiéndome a Home Depot para encontrar una forma de solucionarlo." Eleanor suspiró. "Así que supongo que no puedes hablar con él?" "No en este momento," Kerry dijo. "Cuando vuelva a la oficina, puedo." "Está bien," Eleanor sonaba aliviada. "Espero que tengas una buena historia para él. Ker. Este tipo es un escéptico." "Sí. Está bien," Kerry murmuró. "Hablaré contigo más tarde." Ella colgó el teléfono, y sacudió la cabeza. "Jesús." Un atasco de tráfico en una intersección la obligó a parar, y apoyó los brazos en su volante mientras la multitud lo solucionaba. Un movimiento revuelto de su estómago le recordó que no había parado para cenar, y aunque lo último que le apetecía hacer era comer sabía que se estaba buscando problemas si no lo hacía. Ya tenía un dolor de cabeza por estrés. Con un suspiro, soltó el freno un poco y se deslizó hacia adelante, una mano buscando en sus cosas hasta que encontró un poco de celofán. Sacó la barra energética, usó sus dientes para abrirla, y le dio un mordisco sin apartar los ojos de la carretera.

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No era satisfactorio, pero era de nuez y plátano, y la dejó más tranquila. Kerry la masticó mientras atravesaba la oscura intersección, sólo tuvo que tocar el claxon cuatro o cinco veces para evitar que otros coches se estrellaran contra los costados de color azul oscuro de su SUV. "Bah ... bah ... hey! Idiota! ¡Cuidado!" Un Mustang se lanzó pasandola en un estruendo de los claxon. Kerry sintió que su corazón martilleaba en su pecho mientras lograba pasar la intersección, dirigiéndose hacia la ferretería cercana. Se metió en el estacionamiento sin más incidentes y se dirigió a la tienda, lamentablemente intercambiando el interior de cuero fresco de su coche por el calor afuera. El Home Depot también estaba funcionando con los generadores, y estaba húmedo adentro. A Kerry le resultaba difícil respirar, entre el aserrín y el olor del aceite del generador, pero continuó, mirando por los pasillos hasta encontrar la fila central de suministro de aire. Se detuvo ante el conducto comprimido e hizo una pausa, dándose cuenta de repente que no tenía idea de cuánto comprar. "Jesús." Kerry se dio una palmada a sí misma en el lado de la cabeza, incapaz de creer la estupidez de no medir la distancia primero. "Debería haber hecho que Dar regresara. No puedo manejar esto." Pero Dar no estaba allí, así que después de un momento de patearse mentalmente Kerry se apoyó en la estantería de acero y cerró los ojos, tratando de imaginar los confines desconocidos del edificio de teléfonos. "Bueno." Ella suspiró. "¿Cuántas Dar pueden caber con los brazos extendidos entre el camión y el interruptor, Kerry. Vamos. Piensa." Dar era lo más fácil que podía imaginar, y sabía que los brazos extendidos de su pareja eran de poco más de seis pies de ancho. Mentalmente, posicionó ese cuerpo alto y delgado, imaginándola en el camión, luego en la puerta, luego en el interior, luego cruzando el pasillo y a la vuelta de la esquina, sólo Dar detrás de Dar detrás de Dar, hasta que sonrió y tenía su respuesta. "Mm ... diez Dar’s. Qué suerte la mía." Con setenta y cinco pies de conductos para estar segura, y cuatro rollos de cinta, Kerry cargó su carrito y después revisó su teléfono celular. Estaba obstinadamente en silencio, así que empujó el carrito hacia la sección eléctrica, y comenzó a explorar los diferentes dispositivos ella misma. ¿Qué necesitaría? La urgencia de llamar a Dar y preguntarle casi la alcanzó, pero Kerry cerró firmemente la mano lejos de su teléfono celular y se concentró en las grandes cajas que se alineaban en los estantes. Cables? Ellos tenían esos. ¿Diesel? Mark se había detenido para eso también. Los ojos de Kerry recorrían por las opciones hasta que cayó sobre una caja cubierta de polvo en el estante inferior etiquetada GAC Sistemas de Control de Carga, un artículo de aspecto solitario, único en su tipo. Agachándose, tiró de la caja hacia adelante, soltando una vieja nube de polvo que casi la tiró. Ahogando un estornudo, observó las letras en la caja, tratando de hacer que los términos técnicos se ajustaran a conceptos con los que 267



ya estaba familiarizada. "Hm. Equilibrio de carga entre dos o más generadores." Dejó sus manos apoyadas en la caja. "Bueno, supongo que eso es lo que estamos haciendo." Con un gruñido, levantó el artículo y lo puso en el carro con el resto, yendo a la parte delantera y transportando la plataforma detrás de una manera sudorosa, polvorienta parecida a un poni. Ella estaba de pie en el mostrador, entregando su tarjeta de crédito cuando tres o cuatro hombres entraron apresuradamente, corriendo delante de la entrada y dirigiéndose hacia el mismo pasillo del que acababa de salir. Kerry se giró de nuevo hacia la cajera mientras le presentaba con un papel para firmar, dándole a la empleada de aspecto agotado detrás del mostrador una sonrisa comprensiva. "Largo día." "Cariño, no estás bromeando." La mujer le entregó su tarjeta de nuevo. "Maldita sea, tenían una esta tarde." Los hombres regresaron, obviamente frustrados. "Jesús, esos malditos generadores no nos van a dar una buena mano si no podemos conectarlos en serie y mantener la energía arriba ... ¡Hey!" Se detuvo, mirando el carrito de Kerry. "Ella tiene uno! Ella lo tiene!" ¡Oye! Kerry se hizo eco en el silencio ligeramente sorprendida. Supuse bien! Whoa! "Eso es correcto. Disculpen, caballeros." Se metió en el bolsillo su tarjeta y comenzó a empujar la plataforma pasándolos. "Cosas por hacer, energía para generar, ya saben cómo es." "Maldita sea! ¡Eh, podemos comprártelo? Te pagaremos el doble por eso!" El hombre al frente la alcanzó. "Vamos, señora ... Realmente lo necesitamos!" "No, gracias. Lo siento. Yo también." Kerry se dirigió hacia su coche con un propósito definido. "Sabes lo que es?" el hombre gritó con frustración. Kerry se detuvo, se giró y lo miró, con una mano en su cadera. "Sí, sí, está bien." El hombre hizo un gesto de disgusto con la mano hacia ella, sacudiendo la cabeza. "Cinco minutos demasiado tarde." "Eso es cierto." Kerry hizo un movimiento de ahuyentarlo hacia él. "Ve a buscar otro Home Depot. Corre." Un estruendo sonó encima de su cabeza, y ella levantó la vista, consternada al ver las nubes de tormenta que se acumulaban. "Oh, genial. Justo lo que necesito." Le dio un empujón al carrito y se dirigió hacia el Lexus." Tal vez debería haber comprado una tienda de campaña." El trueno retumbó de nuevo, como si ella estuviera siendo el hazmerreír.

TELÉFONO CELULAR DE DAR sonó al entrar en el vestíbulo del hotel, y encontró un rincón tranquilo para dejarse caer en una silla de cuero y responder. "¿Sí?" "Dar!" La voz de Alastair saltó a través del teléfono. "Por Dios, mujer! ¿Dónde estás?"

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"En Nueva York," Dar respondió. "Salvando uno de los culos de nuestros clientes. ¿Por qué?" "¿Sabes lo que está pasando en Florida? Dar! Tenemos la mitad de la red caída!" Alastair dijo. "Tengo a veinte clientes en espera en mi maldito teléfono gritando como posesos!" Los presentadores silenciosos de la CNN enfrente de Dar desde la gran televisión del bar, el contorno de una Miami oscurecida prominente en el fondo. "Somos la primera página en la CNN. Por supuesto que sé lo que está pasando, Alastair," ella espetó. "Kerry lo está manejando." "¿Qué?" su jefe casi chilló. "Dar! ¡Esto es serio!" "Y estoy a 2.000 millas de distancia!" Dar gritó, sólo en un tono suave, ya que tres hombres en el bar se habían dado la vuelta para mirarla. "¿Qué te gustaría que haga al respecto? Jesús, cálmate!" "Cálmate." Alastair se enfureció. "Tengo una reunión de la junta internacional en dos horas, en caso de que lo hayas olvidado, Dar. Una en donde tengo que explicar todas las llamadas que he estado recibiendo de cada cuenta de gran nombre que tenemos en los EE.UU." Vaya. "No es broma. Yo también" Dar respondió con calma. "¿Y?" "Dar." Ella podía oír la frustración absoluta de pánico en su tono. "Alastair, es un corte de luz. La mayoría de las críticas están en el satélite, y Kerry está trabajando en un plan para obtener más líneas arriba. ¿Qué es lo que esperas que hagamos? Cambiar la física? Todo el dinero en el banco no va a dar un respiro allí porque no puedan conseguir los malditos hospitales funcionando. Adivina qué? Eso es lo primero." Hubo un breve silencio. "Kerry está trabajando en algo?" "Por supuesto." Dar inyectó tanta impaciencia en su tono como pudo. "Pensé que ya habíamos superado esa maldita cosa de que ‘la escogí por su aspecto’. ¿Qué te pasa?" Alastair suspiro. "No estoy acostumbrado a tener que confiar en nadie más sino en ti. Eso es lo que me pasa." "Puedo traerle algo, señora?" Una camarera se acercó a ella. Dar dudó, debatiendo sobre la respuesta, cubriendo el micrófono con sus dedos. Luego se medio encogió de hombros. "¿Tienes un batido de chocolate a la mano?" La mujer sonrió. "Puedo encontrar uno para usted. Vuelvo enseguida." "Bien." Dar habló por el teléfono. "Acostúmbrate a eso." Alastair hizo una pausa, tomando una respiración audible. "¿Que se supone que significa eso?" ¿Qué se supone que significaba? Dar se preguntó sombríamente. "Le pago por una razón," dijo finalmente. "Si no pensara que ella podría manejarlo, yo ya habría vuelto."

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Su jefe suspiró. "Sí, lo sé," admitió. "Lo siento, Dar. Cumplido equívoco, de verdad." "Sí," Dar aceptó suavemente. "Mira, ella se encargara de eso. Confía en ella." "Puesto que tú lo haces, lo haré," Alastair dijo. "Sólo es el nerviosismo, Dar. Han sido un par de meses duros aquí. Lo último que necesito es una mala prensa. Qué le ha pasado a las reservas que se supone tenemos ahí?" Dar explicó el problema. "Así que, sí, es problema de Bellsouth. Metieron la pata. No nos ayudan." "Pondré a Ham en eso," indicó, su voz ahora enérgica y formal. "Podemos sacar algo de dinero fuera de ello, de todos modos. Mantenme al tanto, ¿vale, Dar?" "Lo haré." Dar prometió. "Nos vemos en la conferencia telefónica más tarde." "Con buenas noticias," Alastair dijo. "Con noticias," Dar aclaró. "O sino estaré en un avión rumbo al sur. Garantizado." Un suspiro más contento. "Ahora me siento mejor," respondió. "Gracias, Dar. Hablamos pronto." Dar dobló el teléfono celular y lo sujetó a su bolsillo. Se deslizó abajo en la silla de cuero, contemplando el techo finamente enyesado hasta que la camarera regresó con su batido. "Gracias." "¿Segura que no quieres un trago en eso?" la mujer preguntó, con una sonrisa simpática. "Parece que te vendría bien." Dar se quedó mirando el vaso durante un largo rato, luego sus ojos se levantaron. "No, gracias." Acunó la bebida fría entre sus manos. "Sólo esto por ahora." Le entregó a la mujer su llave de la habitación, y luego firmó la factura resultante presentada de la impresora de mano. "Lo agradezco." "En cualquier momento, ¿de acuerdo?" La mujer le sonrió cálidamente. "Sólo pregunta por Angie." Ella le dio a Dar un guiño, luego se dirigió al siguiente grupo de hombres mayores, de negocios sentados cerca. El flirteo ni siquiera se registró, en realidad. Dar se levantó y se dirigió hacia el ascensor, apenas consciente de los ojos observando.

MARK LA ALCANZÓ mientras se bajaba del Lexus, el rostro de él un estudio de ansiosa consternación. "Kerry, escucha, he tratado como un hijo de puta de averiguar lo qué esas cosas eléctricas son pero ..." "No hay problema. Lo tengo," Kerry dijo brevemente. "Necesitaré una mano con las cosas en la parte de atrás. Tienes los generadores listos?" "Sí, pero ..." Mark señaló al cielo ahora muy nublado. "No sé lo bien que van a estar en eso." 270



"No hay problema." Kerry respondió de nuevo, con una sonrisa sombría. "Traje una tienda de campaña. Vamos." Se dio la vuelta y se dirigió a la parte trasera del coche, haciendo saltar la escotilla y bajando la puerta trasera. "Ustedes chicos, agarren ese conducto y la cinta y empiecen a estirarla. Tiene que ir desde la unidad de aire adentro hasta la parte trasera del camión todo el camino dentro del edificio." "Sí, señora." "Mark, coge la tienda de campaña. Pondré este aparatito en funcionamiento y lo conectaré a los generadores. Entonces podremos encenderlos y ver lo que tenemos." Kerry terminó rápidamente. "¿Alguna pregunta? Bueno. Vamos a hacerlo. Quiero salir de este maldito sauna." "Lo tienes, jefa." Mark sacó el toldo y lo tiró por encima del hombro, haciéndose a un lado para dejar que los otros dos técnicos sacaran el equipo del conducto. Él siguió a Kerry hacia la puerta trasera y observó mientras ella se dejaba caer sobre una rodilla delante de los generadores y comenzó a rasgar la caja de su aparatito abriéndola. "Whoa. No sabía que supieras la parte de ingeniería eléctrica, jefa." Kerry hizo a un lado el empaque de espuma y sacó la unidad de control, estudiándola de cerca. Cuatro entradas en la parte de atrás, cuatro en la parte delantera, diales, indicadores ... Jesús. "Sí, bueno ... nunca se sabe cuando la extraña clase en la universidad se necesita, ¿eh?" Colocó la unidad abajo y alcanzó el interior por los enchufes aislantes, conectando un extremo a cada generador y el otro extremo a la parte trasera de su unidad. Le temblaban las manos. Kerry se pasó el dorso de una a través de la frente. "Oye, Mark?" "¿Sí?" Mark terminó de desenrollar la lona y se acercó. "¿Me necesitas?" "¿Puedes sacar mi mochila del coche?" Ella buscó en el bolsillo de los jeans y sacó las llaves, entregándoselas. "Necesito algo de ahí." "Señora ... quiere esto en el suelo o ..." Uno de los técnicos metió la cabeza. "Está un poco inestable." Kerry se puso de pie y miró el interior del edificio, obteniendo una cara llena de aire viciado. "Déjame ver dónde están los tableros ... ah." Pasó por encima de los conductos desenrollados y miró el interruptor, agazapado en húmedo silencio frente a ella. "Está bien, ahí está la salida, así que la entrada tiene que estar aquí atrás." Ella señaló el ventilador. "Así que debería bombear justo detrás de eso." "Desplegarlo hasta aquí?" el técnico preguntó, tocando la parte superior de la unidad. "Es una curva difícil." Maldita sea, sí, lo era. Kerry miró hacia arriba, tomando la linterna del técnico y examinando el revestimiento del techo. "No, enrollar un poco de cinta por encima del travesaño, allí ... ves? Entonces un tipo de ..." "Acunar, así?" El técnico envolvió un trozo de cinta alrededor del conducto y lo sostuvo en alto. "¿De esta manera?" 271



"Perfecto." Kerry le dio una palmada en el hombro. "Sólo suspenderlo así fuera de la puerta, y luego llevarlo directo a la camioneta. Tenemos suficiente conducto?" "Oh si." El técnico asintió. "Perfectamente." Kerry logró una sonrisa, antes de escaparse afuera y volver a su trabajo. El sol hacía tiempo se había puesto, y ya estaba oscureciendo. Levantó la vista cuando Mark se acercó con su mochila, y la puso abajo. "Gracias." Sacó otra barra energética y la abrió. "¿Cómo va la tienda?" "Estoy mucho mejor en los enrutadores," Mark dijo con tristeza, mirando los postes. "Pero creo que lo tengo." Kerry alzó la vista. "Será mejor," Murmuró alrededor de su boca llena. "¿Qué pasa si sale mal esa cosa? Estos generadores no son los mejores," Mark comentó, mientras ponía un poste en la esquina de la lona y lo levantaba. "Ese es algún equipo perro allí." "Esta cosa tiene un masajeador de energía y de todos modos si lo destrozamos pagaré por ello." Kerry entornó los ojos en la penumbra hacia las indicaciones. Levantó la vista cuando una cálida luz la bañaba, luego le dio a Mark una sonrisa agradecida. "Gracias." "No hay problema." Mark sostenía la linterna entre los dientes, y trabajaba la lona con las manos. "Sabes cuántas veces lo hice la última vez que trasladamos a uno de los regionales? Fue un asco!" Kerry tenía todo conectado. Con una exhalación lenta, se inclinó y apretó el arranque en el primer generador, conteniendo la respiración hasta que la máquina lo atrapó y volvió a la vida en un estruendo sorprendentemente fuerte. Un zumbido bajo casi le dio un susto tremendo, hasta que miró hacia abajo para ver los indicadores obedientemente cobrar vida en su aparatito. "El último que ellos tenían." Su voz casi se quebró. "Tuve que pelear con algunos tipos por ello." Mark miró por encima del hombro a los diales, apuntando su destello hacia ellos. "Wow," dijo en un tono respetuoso. "Hombre, ya conoces tu mierda, deja que te lo diga." La ironía hizo a Kerry sonreír brevemente. "Gracias." Otra luz brillante de repente los interrumpió, y levantaron la vista para encontrar una cámara de televisión apuntando su redondo, inquisitivo ojo hacia ellos seguido por un reportero tropezando al lado a punto de perder el equilibrio en el esquisto suelto. "Uh oh," Mark murmuró. "Esto no es bueno." Kerry exhaló cuando el reportero se dirigió hacia ella. "¿Quieres ser Vicepresidente por un día?" "Nuh Uh." "No lo creo." "Apuesto que desearías que la gran D estuviera aquí."

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El sudor en sus ojos se sentía como lágrimas. Kerry tuvo que mirar hacia abajo por un largo momento y limpiar la humedad con la manga antes de que pudiera levantar la cabeza hacia atrás y dar la cara.

POR LO MENOS NO era CNN. Kerry se limpió las manos mientras caminaba sobre la piedra rota y la hierba, levantando una para protegerse los ojos de las estridentes luces mientras reconocía una de las estaciones de noticias locales. "Hola." Una mujer de unos treinta y tantos años, sudando como un cerdo, estaba desenrollando un cable de micrófono mientras se acercaba. "Está bien, espera, espera, estoy casi allí." Ella obviamente estaba hablando en su propio oído. "Dame un minuto." Kerry se detuvo y enganchó sus pulgares en los bolsillos delanteros. Observó al camarógrafo girar alrededor y tomar la mira puesta hacia ella, y le dio un momento para ordenar sus pensamientos cuando la reportera consiguió recomponerse e hizo contacto visual. | "Esta es Conchita González, de Canal Siete de noticias. Estamos aquí en el centro regional de Bellsouth, donde nos han dicho que alguien está tratando de poner algo en marcha aquí en este páramo de oscuridad." Ella extendió el micrófono. "¿Puedo preguntar quién eres?" Kerry casi dijo Martha Stewart. Pero en el último momento, su mejor sentido prevaleció. "Kerry Stuart." Se detuvo y esperó, con una mirada ligeramente inquisitiva en su cara. "¿Puedo ayudarle con algo?" "¿Que está pasando aquí?" la mujer preguntó, mientras la cámara enfocaba hacia el camión. "¿Es usted de la ciudad?" "No." Kerry negó con la cabeza. "Somos una empresa privada trabajando en recuperar el servicio de nuestros clientes de vuelta." Miró a su alrededor. "No hay nada realmente interesante pasando aquí." "Bueno." La mujer habló a su oído de nuevo. "Nos han dicho que los servicios de emergencia unidos a través de esta oficina están caídos. ¿Está ayudando a restaurar eso?" "No." Kerry negó con la cabeza otra vez. "¿Puedo preguntar por qué no?" La mujer se centró en ella. "Tenemos personas que podrían estar en problemas, que podrían estar heridas, o que necesitan ayuda, dependiendo de esos servicios. ¿No debería ser eso prioritario?" Kerry sintió que se le secaba la boca, mientras la cámara se centraba en ella. "No es mi prioridad," dijo, después de una pausa. "Mi prioridad es hacer lo que pueda por mis clientes. Los sistemas de emergencia son importantes, pero las personas a cargo de ellos son a quienes debería hacerles esa pregunta." La mujer asintió para sí misma. "Bueno." Ella dijo en su oído. "¿Puede decirnos lo que está haciendo?" 273



Todo se sentía muy desconectado. Kerry tenía la sensación de que la reportera estaba sólo el diez por ciento aquí con ella, y el noventa por ciento en alguna tierra de noticias de televisión loca con la gente quejándose en su cabeza todo el tiempo. "Claro," dijo. "Estamos generando energía para que podamos abrir los circuitos de nuestras oficinas principales, para restablecer el servicio a nuestros clientes." La reportera se quedó mirándola. "¿Por qué no haces eso para todos?" Kerry le devolvió la mirada. "¿Por qué la ciudad no está haciendo eso? Si es tan importante, ¿no deberían tener sistemas de respaldo?" "¿Qué?" La mujer inclinó la cabeza hacia un lado. "Están? De acuerdo. Me voy de aquí." Miró de nuevo a Kerry. "Gracias por su tiempo. No estoy segura de lo que estás haciendo, pero alguien debería estar averiguándolo." Hizo un gesto al camarógrafo que accionó un interruptor en su cámara y se giró para seguirla mientras ella se alejaba, su mano presionada contra su oreja. "¿Qué? ¿Qué? ¿En qué calle es eso?" Kerry puso sus manos en los bolsillos y se quedó mirando detrás de ellos. "Jesús." Se dio la vuelta y se dirigió de nuevo a su equipo, deteniéndose cuando su teléfono celular sonó. Miró el identificador de llamadas, decepcionada que no era Dar. "Kerry Stuart." "Hola, Sra. Stuart? Soy Nelson Argos." Oh mierda. "Sr. Argos, realmente no tengo tiempo para hablar ahora, estoy en medio de algo." "Oh, estoy seguro de que estás. Acabo de hablar por teléfono con un par de sus clientes más grandes y quieren saber dónde está ese famoso servicio a prueba de balas. Y yo también." "Puedes llamarles de vuelta y preguntarles en cinco minutos. Hasta entonces besarme el culo." Kerry colgó el teléfono mientras volvía a la camioneta, cayendo de rodillas junto a los generadores. Su teléfono sonó de nuevo, pero lo ignoró esta vez, mientras apoyaba las manos en el equilibrador de carga. "¿Estamos listos?" "Casi." Mark tenía un circuito de cable en su brazo, y él estaba proviéndolo mientras caminaba hacia la puerta abierta. "Dame un minuto." El teléfono de Kerry sonó, entonces sonó de nuevo. Ella lo dejó en su funda, mientras una brisa húmeda soplaba y el primer golpeteo de lluvia cayó sobre el techo de la tienda. "Está bien, hemos terminado." Uno de los técnicos salió, con un rollo de cinta adhesiva. "¿Quieres echarle un vistazo, señora?" "Confío en ti." Kerry no tenía ganas de levantarse, su estómago en un desorden agitado, revuelto. El teléfono volvió a sonar. Otra vez. "Jefa, estamos listos? Voy a conectarlo!" Mark dijo. "¡Cruza tus dedos!"

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El teléfono volvió a sonar. Kerry se lo quitó de su cadera y lo arrojó contra la pared. Rebotó en el suelo, y se quedó allí balanceándose, un pequeño charco creciendo a su alrededor. "Continúen," ella dijo de nuevo. Los técnicos la observaban en silencio con los ojos muy abiertos. Kerry los ignoró, centrándose en los indicadores de carga mientras escuchaba el ruido del teléfono y el zumbido, y saltaba contra el pavimento. Mientras miraba, las agujas se estremecieron, luego vibraron, y finalmente saltaron un poco, moviéndose desde cero hasta un veinte por ciento. "Sra. Stuart, ¿quiere que le traigamos su teléfono?" "No." Kerry se apoyó en el equilibrador, quitando un poco de peso de sus rodillas ya que el pavimento roto estaba cortándolas incluso a través de la mezclilla. "Vamos." "¡Subiendo!" Mark gritó de nuevo. "Tengo parpadeantes!" La lluvia comenzó a caer más fuerte, la niebla empezando a entrar en los lados de la tienda. Los técnicos se apresuraron para asegurarlos, bloqueando la lluvia, mientras Kerry se ponía de pie y se dirigió hacia el interior. Mark estaba parado enfrente de la rejilla, que no estaba fresca, pero no tan sofocante como lo había sido. Había un zumbido en la oscuridad, y las luces rojas y verdes reflejándose contra de su perfil. Kerry se acercó a su lado. Miraron en silencio mientras los LEDs se movían pasando de un patrón de prueba a otra cosa. "Eso es tráfico," Mark finalmente dijo en la quietud. "Sí, lo es," Kerry estuvo de acuerdo. "Crees que funcionó?" Mark abrió su teléfono y miró la pantalla. "Lo sabremos en un minuto."

ESTABA OSCURO EN LA habitación del hotel. Dar estaba acostada acurrucada de costado en la cama, su laptop abierta delante de ella y su teléfono celular descansando cerca de su mano. Sin embargo el protector de pantalla giraba sin molestias, y la pantalla del celular estaba oscura. Dar simplemente se quedó allí y observó el patrón hipnótico, esperando a través de lo que parecía ser la noche más larga de su vida. Estaba muy silencioso, y después de un rato levantó la mano y la dejó caer en el teclado, haciendo que la pantalla volviera a la vida y exponiendo el mapa de la red que había colocado allí. Las líneas que conducían a Miami estaban todavía en gran parte oscuras, y sintió un momento de intensa vergüenza mientras esperaba que siguieran de esa manera. No por el bien de Kerry. Por el suyo, porque si no subían, el teléfono sonaría, pronto, y ella agarraría su bolso y se dirigiría al aeropuerto y a casa. Casa. Pero mientras observaba, hubo un parpadeo en las líneas, una ondulación lenta que pasó del rojo, al amarillo, al verde mientras ella parpadeaba y se 275



incorporó, inclinándose hacia delante para mirar fijamente. Las luces se estabilizaron y se mantuvieron, pulsando un color sano que se reflejaba brillantemente contra el fondo oscuro. Ella lo hizo. Un estallido de orgullo dejo de lado la penumbra, y a pesar de todo, Dar se encontró sonriendo. A menos que la electricidad regresara pero ... comprobó un indicador. No, la oficina todavía estaba con el generador. Lanzó un aliento contenido en un torbellino de emociones encontradas. "Buena chica." El teléfono sonó. Dar miró el identificador de llamadas durante un largo momento antes de que respondiera, sosteniendo el teléfono cerca de su oído. "Hola." Un largo, largo, largo suspiro. "Funcionó." Kerry sonaba mareada de alivio. "Oh, Dios mío, Dar. Funcionó. Funcionó. Estamos arriba." Empujando a un lado su propia decepción ridícula, Dar se determinó a estar a la altura de las circunstancias. "Sabía que lo harías," dijo. "Dime cómo ha ido." "Espera, déjame sentarme." Kerry estaba casi sin aliento. Se oyó el sonido de una puerta de coche cerrándose, luego un breve retumbar de un motor arrancando. "Oh, Dios. Lo siento. Tenía que encender el aire acondicionado aquí. Me muero en este maldito calor." Dar cerró los ojos y sólo bebió en la voz. "Debe ser como el infierno." "Oh, cariño ... por dónde empiezo?" Kerry suspiró. "Mierda, tengo un dolor de cabeza." Los dedos de Dar se crisparon en puro reflejo, un testimonio de su natural inclinación para responder al comentario con un suave amasar del cuello de Kerry. "Tomaste algo?" Otro suspiro. "Quiero comer primero. De lo contrario me pone enferma." "No has cenado?" Dar miró el reloj. "No he almorzado," Kerry admitió. "Sólo algunas de mis barras. En fin ... ellos pelearon contra mí con uñas y dientes, Dar. De ninguna manera querían que hiciera esto, porque todo el mundo está en sus traseros deseando favores y gritarles." "Estoy segura de que estaban" Dar dijo. "¿Dónde estás ahora?" "Afuera de la oficina central. Mark y los chicos están limpiando. Estamos dejando dos técnicos aquí para seguir llenando los tanques de gasolina." Dar abrió su PDA y tecleó un mensaje, pulsando enviar rápidamente. "Buena idea." "Gracias," Kerry dijo. "Seguimos dándonos contra obstáculos, pero todo salió bien. Puse los generadores enganchados juntos, y solo empezamos la energía ..." "Enganchados juntos?" "Sí. Tengo un aparatito, una cosa que me permitió conectarlos a todos. Un equilibrador de carga. Ya sabes ... es decir, debes saber porque me dijiste que

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consiguiera un montón de generadores, pero no pensé acerca de cómo hacerlos trabajar juntos y supongo que supusiste que lo sabríamos ... " Los ojos de Dar se abrieron. "Mierda." Ella exhaló. "Ni siquiera pensé en eso, Ker. Sólo pensé que podrías necesitar más de uno en caso de que nuestras cosas estuvieran en más de un interruptor." Kerry se quedó en silencio por un momento. "Oh," dijo finalmente. "Wow. Bueno, no ... tengo esta cosa para hacerlos trabajar todos juntos, así que no tuvimos que bajar las líneas para rellenar la gasolina o algo así." "Continua." "Así q ue tuve que encontrar la manera de mantener el interruptor frío." Kerry dijo. "Puse un poco de aire acondicionado por conducto desde el interruptor de la puerta hasta el camión alquilado ... tenía aire acondicionado en la parte trasera." Dar apoyó la barbilla en su puño, una sonrisa genuina apareciendo en su rostro. "Uh huh." Kerry se aclaró la garganta. "Así que fue muy bien. Y entonces aparecieron los reporteros." Dejó escapar un suspiro agravado. "Dar, nos trataron como un grupo de vándalos escurridizos. Como si estuviera tramando o algo para conseguir lo que quería." "Cariño, lo estabas:" Dar le dijo. "Pero está bien. Es por lo que te pagan." "Eso es lo que le dije," Kerry dijo. "Ella se fue, pero creo que va a volver. De todos modos, lo puse todo en marcha, y conecté el interruptor, y todos simplemente contuvimos nuestro aliento." "Y funcionó." "Funcionó." "Kerry?" "Mm?" "Un trabajo excepcional. Fuiste muy por encima, y realmente aprecio eso. Bien hecho. Muy bien hecho," Dar dijo, sintiendo cada palabra. Kerry exhaló, y hubo un sonido suave como si hubiera apoyó la cabeza contra la ventana de cristal. "Gracias, jefa," ella respondió con sencillez. Ambas estuvieron en silencio durante un breve momento. Entonces Dar cambió el teléfono de una oreja a la otra. "Estoy muy orgullosa de ti." Un ligero resoplido viajó por el enlace celular. "Incluso si eso significa que no conseguiste venir al rescate?" Kerry preguntó, haciendo una débil broma. "Sí." Kerry hizo un pequeño sonido de satisfacción, pero luego volvió a suspirar. "¿Sabes algo?" "¿Qué?" "Estaba pensando en algo que una vez me dijiste. Sobre cómo te sentiste cuando te ascendieron, esa vez? Y cómo volviste a casa y fue como ..." "Terminó por no significar mucho, sí," Dar dijo. "Que ha traído eso?"

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"Uuugh. Porque estaba sentada aquí pensando que después de todo esto, después de este desagradable, repugnante, horrible día - todo lo que tengo es ir a una casa oscura, calurosa y una cama vacía." Dar se quedó sin palabras. "Quiero un abrazo," Kerry pronunció. "Te quiero." Dar tragó, oyendo una nota en la voz de Kerry que sabía que significaba que su pareja estaba muy cerca de las lágrimas. "Ker." Una pausa. "Lo siento," Kerry susurró con voz ronca. "Estoy sobrecargada ahora mismo. El estúpido tipo de la CNN me llamó en medio de esto y le dije que se fuera. Mi teléfono no dejaba de sonar." "Te amo," Dar dijo lo único que razonablemente esperaba que hiciera que su pareja se sintiera mejor. "Me gustaría estar en ese coche justo a tu lado en este momento." Kerry permaneció en silencio durante un minuto, luego exhaló. "Quiero estar entusiasmada con lo que acabo de hacer, pero sabes, Dar ... no sé. Espero que valiera la pena." "Lo fue," Dar dijo, en un tono positivo. "Estoy segura de que todos en la oficina están animando tu nombre ahora mismo." "Hm." Luego hubo un crujido, y el sonido de la ventana del coche abriéndose. "Espera, cariño." El sonido del viento se precipitó hacia adentro. "Hey, Mark ... oh ... oh, sí, um ... eso sería genial ... sí. Gracias! ¿Cómo ... oh, eso huele muy bien. Gracias." Dar sonrió débilmente ante su reflejo distorsionado en la pantalla de la portátil. Esperó a que el sonido del exterior desapareciera mientras Kerry subió la ventana de nuevo, y oyó el crujido de las bolsas de papel en el otro lado de la línea. "¿Tuviste algo que ver con esto, Paladar?" La voz de Kerry sonaba más normal. "¿Yo?" Dar preguntó. "Estoy sentada aquí en Nueva York. ¿Qué te hace pensar que tuve algo que ver con tu cena siendo entrega?" Una risa muy suave, conocedora le respondió. "El hecho de que el sándwich de pollo picante de Wendy no tiene lechuga y queso extra en él, el helado es grande, y la papa horneada no tiene trocitos de tocino. Mark quizá podría adivinar el número dos, pero los otros tienen tus pequeñas huellas dactilares todas en ellos." Dar flexionó su mano delante de sus ojos, estudiando sus huellas dactilares. Luego dejó caer el brazo a la cama otra vez. "Es lo menos que podía hacer," admitió. "Ya que no estoy allí para hacerlo yo misma." "Desearía que estuvieras." La voz de Kerry estaba amortiguada mientras masticaba. "Puedo admitirlo ahora, ya que esta cosa horrible ha terminado." "Desearía estar también," Dar replicó suavemente. Kerry tragó, y se aclaró la garganta un poco. "¿Estás bien?" preguntó, con una voz suave. "Suenas muy triste." 278



¿Ella estaba? Dar se quedó mirando la pantalla, con sus parpadeantes luces verdes. "Sí, estoy bien," respondió, después de una breve pausa. "Preocupada por ti toda la noche, eso es todo." "Mm." "Por lo menos tengo buenas noticias para la llamada de la junta internacional en media hora." Dar hizo un esfuerzo para inyectar un poco de normalidad en su tono. "Llamada? No sabía que tenías una," Kerry dijo. "Sí, me olvide también. Alastair me recordó," Dar admitió. "Está en mi agenda ... suele hartarme de todos modos. Dame algo que hacer ahora que la crisis ha terminado." Kerry parecía absorber esto en silencio durante unos segundos, masticando su sándwich de pollo en una reflexión casi tangible a través del teléfono. "¿Quieres un poco de mi helado?" Dar se rió. "¿Quieres que suba a un avión y vaya a Nueva York?" Kerry preguntó. "No es por negocios. Sólo para hacerte compañía y recibir mi abrazo?" "Realmente tienes que preguntar?" Dar respondió nostálgicamente. "Sabes que me encantaría. Pero tienes esa maldita oferta, Ker. Esto no me tomará más de un día o dos para enderezarlo. Entonces estaré de vuelta y tendrás tu abrazo." "Mm," Kerry gruñó con tristeza. "Al diablo con ellos," dijo. "Oh, mierda. Yo tenía razón. Aquí vienen esos malditos reporteros de nuevo." "Ay." "Crees que sólo se quedarán allí filmándome si como mi cena dentro del camión y me niego a abrir la puerta?" Dar sonrió. "Vale la pena intentarlo, cariño," dijo. "Supongo que puedo ir a ordenar servicio de habitaciones ahora también." "Dar nala." "Kerry mala," Dar respondió con prontitud. "Tal para cual." Kerry se rió de repente, una sonido ligero, alegre que hizo que los tensos músculos del cuello de Dar se relajaran en un instante. "Oh, que cumplido es ese. Está bien, amor de mi vida ... déjame dejarte ir a buscar la cena, y voy a tratar de no estrangular a estos reporteros. Te llamo más tarde?" "Claro," Dar estuvo de acuerdo. "Te dejaré saber lo que la junta tiene que decir sobre mi genio VP de Operaciones." "Te amo." "Yo también te amo. Nos vemos." Dar cerró el teléfono, sintiéndose mejor de lo que había estado toda la noche. Lo suficientemente bien como para hacerla levantarse e ir a la mesa, sentarse y abrir el menú de servicio de habitaciones con renovado interés.

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Capítulo Catorce Kerry se tomó su tiempo de terminar su cena. Ella odiaba devorar su comida, y el aire fresco y el cálido cuero acomodaron su cuerpo en algo parecido a la comodidad. El reportero se movía afuera, y se dio cuenta rápidamente después de que él había llegado que no era la mujer de la zona con la que había hablado. En cambio, reconoció al reportero de Tech TV que había sido retenido por Michelle y Shari y, francamente, Kerry estaba de humor para hacerle esperar hasta bien entrado el próximo siglo si la ocasión lo requería. Sus técnicos estaban sentados en la parte trasera del camión de alquiler comiendo sus propias cenas, con una luz apresuradamente arreglada que colgaba sobre sus cabezas enchufada en su aparatito junto con la energía del equipo de telecomunicaciones. Kerry bajo el respaldo del asiento un poco y apoyó la rodilla contra la puerta, cogiendo un recuadro recortado de papa agridulce y tomando un bocado de ello. El sabor de la crema agria y el queso y el amor, un poco salado y un toque dulce, esta comida rápida manifestaba el cuidado de Dar por ella. Totalmente insignificante en cuanto a la sustancia, y sin embargo esa serena reflexión significaba todo para ella. Entre eso, y las palabras de alabanza que Dar había derramado sobre ella, Kerry se encontró muy capaz de hacer a un lado las agravaciones del día, y ver el ansioso paseteo del periodista de Tech TV con una sensación de contenta diversión. Cerca de la pared, los generadores zumbaban, su bajo repiqueteo audible para ella a través de la ventana cerrada. El sol se había puesto, y además del pequeño chorro de luz de su lámpara, las áreas circundantes estaban profundamente oscuras y silenciosas ahora que la lluvia había disminuido. Le recordó a Kerry la noche de la tormenta, cuando ella y Dar se habían estado llegando a conocer entre sí. Ese día tenebroso, mágico. Kerry sonrió suavemente, recordando el momento en que se había despertado en el sofá de Dar, tendida allí casi sin respirar al sentir los suaves pliegues de una manta asentarse sobre ella acompañada por la distintiva presencia de Dar. ¿Dónde ... Kerry esperó a que el suave roce de pasos descalzos se alejara antes de que abriera los ojos, sus dedos alcanzando para enroscarse alrededor de la ligera manta que la cubría. El cuero del sofá le había calentado su cuerpo y se permitió disfrutar de un momento de perfecta comodidad. La casa de Dar. Movió un poco la cabeza y miró a su alrededor de nuevo. Sus oídos, sin embargo, estaban centrados firmemente en la cocina donde sabía que Dar había ido, cada sonido que detectaba enviaba un cosquilleo de arriba abajo de su espina dorsal. Después de un momento de vacilación, se

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sentó y se pasó la mano por el pelo, levantándose y envolviendo la manta alrededor de ella mientras se dirigía hacia la fuente de esos sonidos. Se detuvo ante la cocina, observando a Dar dentro antes de que la alta mujer supiera que se acercaba. Dios, es hermosa. Los ojos de Kerry bebieron en la forma larguirucha en su cubierta de delgado algodón, su cuerpo reaccionó con una oleada de energía sexual que casi la sorprendió. Casi la mortificó. Casi. "¿Que está pasando?" Kerry siguió hacia la cocina, disfrutando silenciosamente en el momento en que Dar se volvió y se encontró con sus ojos y apareció una sonrisa, pareciendo reconocer los límites que ambas estaban sabiamente bordeando. Dar señaló. "Tormenta tropical. De la nada." Kerry se acercó parándose justamente a su lado, apoyándose en la encimera mientras miraba primero por la ventana, luego hacia la pantalla del televisor. Seguro parecía desagradable ... demasiado desagradable para los taxis trabajar, tal vez? "¿Qué significa eso?" Los ojos azules casualmente se encontraron con los suyos y se mantuvieron allí, alcanzando el más débil de los destellos en sus profundidades. "Para empezar, significa que estás atrapada aquí." Cielos. Kerry miró afuera el oleaje golpeando mientras Dar hacía una llamada, una sensación de profundo afecto por la madre naturaleza. "Tenía razón. Los transbordadores están cerrados." Dar concluyó. "Supongo que debería haberme ido cuando tuve la oportunidad ..." El brillo creció perceptiblemente. "Quería tener los informes hechos, y sólo me senté por un minuto ... lo siento." Kerry concluyó su disculpa. "¿Cómo te sientes?" Los ojos de Dar cayeron, y su expresión adoptó un reparto más sombrío. "Bien. Las cosas funcionaron muy bien." Su mano se levantó y se deslizó a través de su cabello oscuro. "Escucha, es mejor que saque las velas." Velas? "¿Qué puedo hacer para ayudar?" Dar le mostró las persianas. No tardó mucho tiempo, entonces volvió a la cocina observando a Dar revolviendo en una caja llena de suministros para huracanes. Incluyendo velas. "¿Qué más puedo hacer?" Un paño en sus manos. ¿Qué otra cosa podía hacer? Podría cambiarse de la ropa de Dar. Santo Dios. ¿Estaba esto realmente sucediendo? "Tiene sentido. Ya regreso." Ella misma en el espejo, en una camisa de Dar, en la casa de Dar. Bueno, sabes algo Kerrison? Si ella está trayendo velas, tienes que estar a la altura de las circunstancias y hacer tu parte. "Apuesto a que le vendría bien una comida casera." Kerry susurró a su reflejo. "Haz que sea lo suficientemente buena, tal vez te pida que regreses." Sí. 281



Kerry se rió suavemente, sacudiendo la cabeza ante su antiguo yo con una sensación de desconcierto irreal. El amor la había tomado por sorpresa, había estado abrumada por ello antes de que se diera cuenta de lo que le estaba pasando. Y eso había sido una sensación maravillosa, pero decidió que le gustaba la relación más experimentada, con más facetas que tenía con Dar ahora. A pesar de que siempre estimaba la mirada del rostro de Dar cuando se había apoderado de su cocina esa primera vez. Si cerraba los ojos, todavía podía ver esa mirada frente a ella, medio sorprendida y medio tímida, una fugaz visión de su alma gemela que pronto sería. Maravilloso. Ah bueno. Kerry se sacudió sus dedos y se limpió los labios con la servilleta de color amarillo chillón antes de meterla, junto con el resto de las envolturas, en su bolsa de papel. Sorbió hasta lo último de su helado y apagó el coche, entonces abrió la puerta y saltó hacia la calurosa noche húmeda. El reportero la vio y se dirigió hacia ella. Kerry se debatió ignorarlo, luego cambió sus pasos para interceptar su camino y se detuvo cuando se encontró con él, inclinando la cabeza hacia un lado y esperando en silencio. "Ah, Srita. Stuart?" El hombre empezó fácilmente la conversación. "Realmente no nos conocemos pero ..." "Pero eres el biógrafo de Telegenics," Kerry suministró. "Algo que quieras de mí? Creo que he dicho todo lo que tenía que decir en la reunión esta tarde." "No, um ... bueno ..." Kerry miró a la cámara. "¿Está funcionando?" "No, no." El hombre sacudió su cabeza. "No, no estaba realmente aquí para ..." "Vernos tener éxito?" El hombre se balanceó sobre los talones y sostuvo ambas manos delante de él. "Whoa, tranquilícese, Sra. Stuart. Me ha malinterpretado totalmente." Kerry cruzó los brazos sobre su pecho. "Bueno." Ella estaba de humor para ser ligeramente benigna. "¿Qué puedo hacer por ti, entonces?" "En primer lugar, soy Ben." Él tendió la mano. "Y sí, sé que estoy trabajando en toda esa historia del barco y Telegenics siendo los desvalidos emprendedores. ¿De acuerdo?" "Bueno." "¿Pero sabes que?" Ben dijo. "La verdadera historia en este cuarto hoy, y aquí esta noche eres tú." "¿Yo?" Kerry sonaba escéptica. "Sí," Ben dijo. "Ayer, en esa reunión, lo que obtuve de ti es que era una pérdida de tu tiempo. Esa es una actitud extraña para alguien que intenta conseguir nuevos negocios." Kerry consideró la pregunta. "Consideró que es una pérdida de tiempo. No necesariamente sólo del mío, sino también de todos los demás." Ella hizo una 282



pausa. "¿Cuál era el propósito de tenernos a todos allí? Estábamos respondiendo a una solicitud de propuesta bastante normal." El reportero se movió un poco. "Bueno, tal vez esa es sólo la forma en que al cliente le gusta hacerlo," dijo. "¿Quién sabe?" "Tal vez." Kerry observaba su rostro. "Pero sabes, la última vez que vi algo así Michelle Graver estuvo involucrada también. Me pregunto si ella no le dio a Quest la idea." El rostro de él se crispó, demasiado rápido para ocultarlo. "No tengo idea," dijo, después de una pausa incómoda. "Pero de todos modos, ahora estás aquí, abriéndote camino en el sistema telefónico. ¿Quál es la historia? Escuché a la gente de las noticias locales decir que sacaste adelante esto cuando hay dos hospitales que no tienen teléfonos y el servicio de emergencia está caído." "No hay ninguna historia," Kerry respondió. "Sólo estoy haciendo mi trabajo. Cuidando de mis clientes. Tú podrías estar preguntándole al condado por qué no están haciendo lo que hice." "Tal vez eres más inteligente que todos ellos." Ben sonrió. Kerry alzó una ceja hacía él. Ben la estudió, luego sonrió un poco. "La adulación no te hace, ¿eh?" "Amigo ... del estanque de dónde vengo, ni siquiera te registrarías como un pez de colores," Kerry le dijo. "Así que si no te importa - voy a cerrar el negocio aquí e ir a buscarme una buena ducha caliente y un lugar relativamente fresco para dormir." Ben se rió. "Oo ... ahora, Sra. Stuart, es esa una manera de tratar a la prensa?" "No." Los ojos de Kerry brillaron con malicia. "Pero no tengo ningún lugar para ocultar el cuerpo aquí, y hace demasiado calor de todos modos. Así que has tenido suerte." El reportero se echó a reír. "De acuerdo, recibí el mensaje." "Bien. Mi lata de pintura en aerosol está en la parte trasera del coche de mi pareja. Odio tener que ir a buscar una sólo para ti." Ben se rió más fuerte. "Sra. Stuart, por favor. Cuando está loca ciudad vuelva a la normalidad ..." "¿Quieres decir que no lo está?" "Cuando la electricidad regrese," Ben aclaró. "Podrías por favor sentarte y dejarme entrevistarte? He recibido una perspectiva realmente de un solo lado de la ... bueno, la competencia. Estoy viendo una historia diferente aquí de lo que me llevaron a creer originalmente." Hm. "Está bien," Kerry estuvo de acuerdo. "Claro. Si la energía no está en la mañana, la reunión que Quest convocó será cancelada de todas formas a menos que él quiera tenerla en nuestras oficinas. Así que ... ¿por qué no?" Sería una buena oportunidad para quizás poner un giro en el plan de Michelle, y dar vuelta a la situación un poco. "Aquí está mi tarjeta." Ella le entregó una de su cartera. "Llámame." 283



Ben ansiosamente puso a buen recaudo la tarjeta. "Chico, eso fue más fácil de lo que pensaba que sería." Kerry le dio una mirada irónica. "Buenas noches." Ella lo rodeó y se acercó a la camioneta, apoyando una mano en el borde de la cubierta. "¿Cómo se ve, chicos?" "Mucho mejor que cuando empezamos." El más joven de los técnicos señaló. "Señora, usted es genial." Mark se rió entre dientes. Kerry se limitó a sonreír. "Bueno para que conste, todos ustedes son geniales también, y no sólo yo creo eso. Dar quería que les dijera a todos lo mucho que aprecia el esfuerzo que fue puesto aquí esta noche. Ella está a punto de entrar en una reunión de la junta, y acaban de hacer su noche mucho más agradable." "Wheew." Mark silbó. "Oye, debes recibir el crédito, Kerry. Sólo hicimos el trabajo sucio." "Todo es un equipo," Kerry negó con la cabeza. "Mark, puedes hacer que algunas personas tomen turnos para ver esto, y mantener los generadores funcionando toda la noche?" "Ya está hecho." Mark se balanceó arriba y abajo sobre sus talones. "Tengo doce chicos en fila, tres chicos cada cuatro horas. El primer grupo estará aquí en unos diez minutos y luego estos chicos pueden llevar su culo a casa." "Bien." Kerry miró a su alrededor en las zonas oscuras que los rodeaban. "¿Necesitamos seguridad?" Ella bajó la voz. "Puedo hacer que Matt envie algunos chicos de la oficina. Va a ser una larga noche." "Sí," Mark estuvo de acuerdo. "Buena idea." Kerry se apartó un poco y sacó su teléfono celular, feliz de que su calvario estaba, para ella, a punto de terminar. Entonces otro pensamiento se le ocurrió y maldijo en silencio, esperando a que la línea se conectara. Lo hizo, y habló brevemente con el supervisor de seguridad en turno, luego colgó y llamó a un número diferente. "Hola, John? Soy Kerry Stuart. ¿Cómo estás ... ah." Kerry podía oír el caos en el otro extremo. "Los ferries no están funcionando, ¿eh?" Exhaló, escuchando el tono de exasperación del hombre. "Bien, bueno, gracias." Ella cerró el teléfono y suspiró. "Bueno, mierda." "¿Qué pasa, jefa?" Mark asomó la cabeza por la esquina de la camioneta. "¿No hay seguridad?" "No, ya están en camino." Kerry suspiró. "Pero me acabo de dar cuenta que no tengo manera de llegar a casa. Nuestras rampas de los transbordadores están cerradas. Están llegando en un lado de la isla por el generador, pero el que está en el extremo de la calzada está muerto en el agua." Ella hizo una pausa. "Literalmente." "Yow." 284



"Sí. Tal vez vaya a dormir a la playa ... y pobre Chino." Kerry frunció el ceño. "Ratas, ratas, ratas y murciélagos de frutas." Bueno, siempre había un hotel. Kerry le dio al costado de la camioneta una palmada. "Vamos, Mark. Te dejaré en la oficina por tu coche. Siento lo de la moto." "Me alegro en cierto modo de todas maneras." Mark se bajó de la parte trasera del vehículo y se unió a ella. "Las puertas del garaje no se abrirán." Hm. Kerry pateó una piedra fuera de su camino mientras se dirigían al Lexus. Los cortes de energía eran mucho, mucho más divertidos cuando estaba alrededor de Dar. De lo contrario, eran sólo un gran dolor en el culo.

UN CAMION DE BOMBEROS despertó a Dar. Se sentó en una confusión de extraña oscuridad, las luces de la calle salpicando un patrón desconocido a través de las sábanas que la cubrían mientras pasaba un momento recordando dónde estaba. El aullido de la sirena alcanzó su punto máximo afuera, luego se desvaneció lentamente, penetrando a través de las ventanas cerradas sin esfuerzo. Otros sonidos entraron detrás de él. Un chirrido ruidoso, seguido de un choque de metal contra metal, algún camión de basura, tal vez. Entonces el sonido suave y muy lejano de una taladradora. Otra sirena, sonando de repente a la vida casi debajo de la ventana, ruidosa y aterradora, y mucho más lenta para desvanecerse. "Maldita sea." Dar se alzó y se reclinó contra la cabecera de la cama, pasando los dedos por el cabello para sacarlo de sus ojos mientras esperaba que su ritmo cardíaco se asentara. La oscuridad de afuera le aseguraba que no se había quedado dormido su despertador, pero ahora que estaba completamente despierta dudaba de que pudiera aprovechar el tiempo restante para volver a dormirse. Al menos no sin Kerry allí. Dar alcanzó el control remoto de la televisión y se movió a una posición con las piernas cruzadas mientras pulsaba el botón de encendido para comprobar las noticias. Kerry no era una persona que madrugara, Dar había descubierto. Teniendo en cuenta su propia preferencia natural, su pareja prefería dejar que la luz del sol la despertara, mucho después de que Dar normalmente estuviera rondando por el condominio. Vivir juntas significaba que habían tenido que aprender a comprometerse. Como resultado, ambas disfrutaron de un abrazo por la mañana, y poco a poco habían ajustado sus relojes corporales personales para permitir que, además de sus carreras, tuvieran el tiempo para prepararse para el trabajo sin llegar a la oficina también penosamente tarde todos los días.

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Compartir una ducha ayudaba. Dar sonrió ligeramente. Aunque de vez en cuando eso se salía por la culata, y arrojaba su horario aún más cuando llegaban a las risas y perdieron la noción del tiempo mientras jugaban la una con la otra, entregándose a la abierta sensualidad entre ellas. Natural para ellas ahora, pero podía recordar un momento en que Kerry había sido mucho más tímida, todavía insegura de si misma y lejos de confiar en su atractivo en el comienzo de su relación juntas. "Una fiesta en la playa?" Kerry rodeó una rodilla cubierta de mezclilla con los dos brazos y apoyó la barbilla en él. "No lo sé, Col ..." Miró a Dar, que estaba tumbada en el sofá del apartamento de Kerry, hojeando una revista de Linux. "Estamos un poco ocupadas ..." Dar alzó la vista. "¿Qué tipo de fiesta en la playa?" preguntó. "Tumbada en la arena poniéndose tostada, o algo que involucre voleibol y barbacoas?" Colleen vaciló, un poco dudosa de la nueva amiga de su amiga. "Ah ... más de lo segundo, estoy pensando." Dar miró a Kerry, alzando las cejas con curiosidad. "Estás dispuesta? Puedo hacer lo de la playa." Kerry se quedó en silencio durante un minuto, luego asintió. "Claro," ella estuvo de acuerdo. "Um ... llevaremos las bebidas?" "Estupendo." Colleen dio unas palmaditas en el brazo de sofá, luego se levantó y salió corriendo por la puerta. "Nos vemos en Crandon, en dos horas." La puerta se cerró. Kerry frunció el ceño ligeramente, luego soltó su rodilla y se enderezó. "Está bien, bueno ... creo que tengo toallas extra aquí." Dar se levantó y se acercó a ella, acomodándose a su lado en el sofá de dos plazas. "No parecías muy entusiasmada por la fiesta." "Um ... no, está bien. Me gusta la playa," Kerry dijo. "De verdad." Pero había un surco en su frente que incluso Dar podía distinguir con claridad. "Y los chicos aquí en el complejo son muy agradables." Ella se levantó. "Hemos tenido ... um ... algunas de este tipo de fiestas". La ventana parecía fascinarla, y se acercó para mirar afuera, de espaldas a Dar. "Uh huh." Dar estudió a su nueva pareja. "Parece un buen grupo. Un poco en el lado joven, yuppie, adictos al gimnasio, pero está bien." Ella observó cómo los ojos de Kerry se movían brevemente a través del cuarto hacia el espejo y su propio reflejo y luego de vuelta. Un pensamiento se le ocurrió. "Te da vergüenza mostrar a tu nueva novia?" Kerry se dio la vuelta y la miró, los ojos muy abiertos perceptiblemente. "¿Qué?" Dar se encogió de hombros. "N ... no!" "¿Entonces?" "¿Entonces… qué?" Kerry respondió vacilante. Dar sintió una incómoda sensación de torpeza. "Tengo la sensación ..." Vio las manos de Kerry tensas. "Que tal vez no quieres ir allí." 286



"Oh." La mujer rubia se dirigió hacia atrás y se agachó junto a Dar, apoyando una mano en su rodilla. "Bueno, no .. es sólo que nunca he sido mucho de ... um ..." Ella exhaló. "Tienes razón. La mayoría de las personas que viven aquí son realmente musculosas y de buena apariencia y yo ..." "No quieres eclipsarlos?" Dar preguntó suavemente. "No me sorprende. Eres mucho mejor de lo que soy yo." Kerry levantó los ojos y miró a Dar, quedando sin habla durante unos largos instantes. "¿Qué?" "¿Que qué?" Dar respondió. "¿Qué quieres decir con eclipsar?" Kerry añadió una breve, vacilante risa. "Tal vez tú eclipses a la gente. No yo." Sus ojos cayeron a la alfombra y se quedaron allí. "Tal vez no quiera avergonzarte." Era como una puerta abriéndose en un lugar que nunca había visto antes. Dar tuvo que preguntarse qué podía ver Kerry cuando se miraba en el espejo. Bueno. Dar sin duda sabía lo que veía cuando miraba a Kerry, y entonces en lugar de perder tiempo con las palabras, se bajó del sofá y se arrodilló junto a Kerry, capturando suavemente la cara con las dos manos y levantándola para que sus ojos entraran en contacto. "Kerry?" Esos grandes ojos verdes eran tan confiados. "¿Sí?" "No seas idiota," Dar dijo, sonriendo en el reflejo de la expresión en el rostro de su amante. "Eres todo lo que quiero en una mujer. Te importa la opinión de alguien más?" La piel bajo sus dedos se calentó cuando un rubor coloreó la cara de Kerry, haciendo que sus pálidas cejas se destacaran vívidamente. "Hm?" Kerry permaneció congelada en el lugar durante los siguientes instantes. Luego vacilantemente levantó sus manos y las dejó descansar en la cintura de Dar, inclinándose un poco hacia delante mientras una mirada tímida, de maravilloso placer crecía en sus ojos. "Nu uh." Dar la atrajo hacia sí y la besó. "Así que vamos a ir a la playa," susurró en una oreja todavía de color rosado. "Y escandalizar a tus vecinos." Kerry no respondió. Ella puso sus brazos alrededor de Dar y la apretó tan fuerte como pudo, robando a Dar el aliento, pero entregándole un mensaje tan fuerte como gritar lo haría. Chico. Dar disfrutó de un momento de vértigo absoluto. Estar enamorada seguro era mucho más divertido en esta ocasión. Sí, seguro que lo era. Dar apoyó la barbilla en su puño. Estar enamorada de Kerry le había traído más alegría de lo que jamás había considerado que fuera posible, y eso, reconoció en silencio, era lo que estaba perturbándola tanto en este momento. ¿Y si todo desaparecía? Dar sabía que no había garantías en la vida. También sabía que a veces, cosas malas pasaban, como lo que le había ocurrido a su madre cuando se les

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dijo que su padre se había perdido en una misión. Pero perder a su papá de esa manera había sido totalmente diferente que si hubiera salió de sus vidas. No esperaba eso de Kerry. Su compañera había demostrado más veces de las que podía contar su dedicación a su relación. Pero sabiendo eso no le impedía estar asustada de todos modos, y Dar no estaba muy segura de qué hacer acerca de cómo se sentía. Bueno. Estudió la pantalla, esperando alguna noticia de su casa. Probablemente pasaría, si simplemente se relajaba por un rato. Había conseguido superarlo en el comienzo de su relación, después de todo. Sus ojos siguieron la marquesina desplazándose, e hizo una mueca cuando se reportó que el apagón todavía continuaba. "Mierda." Con un gruñido, se dio la vuelta y sacó su PDA de la mesita de noche, abriéndola y escudriñando la pantalla. Como era de esperar, había varias notas esperando. Hizo clic en la primera. Gimoteo. Dar, no he dormido en mi coche desde la noche de mi baile de graduación en la escuela secundaria, y era un infierno mucho más frío en Michigan de lo que está aquí. ¿Puedo ir a Nueva York? K Aw. Dar hizo una mueca de simpatía, viendo la marca de tiempo después de la medianoche. Hizo clic en el segundo. Quiero a mi Dar. Es egoísta querer que estés aquí conmigo por South Pointe a las 2 am? Estoy esperando ver si puedo coger un paseo por tu casa. El personal de HK dice que Chino está bien, pero no es un cachorro feliz. K Silenciosamente, Dar hizo clic en el tercero, publicado poco después del segundo. Oo. ¿Te he dicho últimamente cuánto amo a tus padres? Ellos simplemente me rescataron. Que duermas bien, cariño. Hablamos en la mañana. K Dar lanzó un suspiro de alivio. No es que hubiera algo que pudiera hacer realmente por Kerry, pero sabiendo que estaba sana y salva en manos de las dos personas que confiaba más que cualquier otra en el mundo la hizo sentirse mucho mejor. Pulsó el mensaje y respondió, entonces escribió brevemente en la pantalla. Ker - Dile a mamá y papá que mando saludos, y que gracias por cuidar de ti. La reunión de la junta fue bien anoche - espero que tus oídos estuvieran ardiendo porque fuiste el tema principal de eso. Déjame saber lo que está pasando con Quest. Si la electricidad todavía no está por la mañana, podrías desear extenderle una amable invitación para utilizar nuestras instalaciones para conferencias. 288



Voy a ir a trabajar. El maldito ruido de aquí me despertó. Espero que hayas dormido bien - hablaré contigo en la mañana. D Las 4 a.m. Dar apagó la televisión y miró el reloj. Se levantó y buscó en el directorio del hotel, volteando las páginas hasta encontrar la que detallaba los servicios de propiedades. Un suave resoplido sonó cuando vio las horas para el gimnasio. "De nueve a diez. Cuando diablos en esas horas esperan que alguien esté allí?" Tanto para esa idea. Dar volvió a la cama y se sentó. Demasiado temprano para desayunar, tampoco. Con un suspiro de disgusto, se acostó y se acurrucó en su lado, metiendo un brazo alrededor de su almohada y tratando de relajarse. Quiero a mi Dar. Dar cerró los ojos y repasó las palabras una y otra vez en su mente con un placer ocioso. Kerry realmente había hecho un gran trabajo, y después de pasar toda la noche diciéndole eso a la junta, Dar incluso había dejado a su propia persistente decepción desvanecerse en la nada, cambiándola por un brillo de orgullo. Como debe ser, su conciencia le recordó con suavidad. No necesita que estés encima de ella cada segundo, ¿verdad? Dar exhaló. Y todavía no sabía lo que Kerry había hecho. Lo que a Dar no le iba a gustar. Lo que Kerry no le diría a menos que fuera en persona. Una sirena sonó de nuevo, roja intermitente a través de su ventana. Oscuras, adhesivas telas se aferraban a ella, envolviéndola cada vez más y más fuerte en su abrazo mientras una risa cruel resonaba a su alrededor. Luchó, pero cuanto más luchaba, peor se ponía, hasta que apenas podía moverse y los pesados, apestosos trapos estaban comenzando a envolverse en su cara. Ella gritó al viento. La risa continuó, y lo peor de todo, ella estaba crudamente, dolorosamente consciente de estar totalmente, completamente sola. Despojada. Las figuras se acercaron a ella, y fue agarrada por las manos ásperas, indefensa e incapaz de soltarse o de protegerse. Luchó de todos modos, desesperadamente tirando de sí misma a derecha e izquierda para mantenerse fuera de sus garras. Sólo se rieron más fuerte. Pero se detuvieron de repente, y en todo ese silencio, oyó el estruendo de ruido de cascos. Kerry se despertó de golpe, su corazón palpitante, sus ojos recorriendo la oscuridad, mientras intentaba situarse. Un segundo después, se dejó caer sobre la cama compacta, sus ojos parpadeando ante la salpicadura de la luz de la luna haciendo patrones a través de las sábanas. "Jesús."

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A los pies de la cama, Chino levantó la cabeza y gimoteó, luego se enroscó de nuevo cuando Kerry no mostró ninguna inclinación para levantarse. El barco se balanceó bajo ella. Kerry trató de recordar los fragmentos de su pesadilla, pero los detalles se desvanecieron rápidamente, dejándola con sólo una vaga sensación de malestar en la boca del estómago. Con un suspiro, empujó la ligera manta hacia atrás y se levantó, rodeando la cama y dirigiéndose afuera de la pequeña habitación y hacia la cocina de la Dixieland Yankee. Afuera estaba oscuro, pero a través de las ventanas de la cabina principal, podía ver el barco de Andy y Ceci reposando en el siguiente atracadero a la luz de la luna. Kerry tomó una pequeña botella de jugo de naranja de la nevera y se acercó a la mesa, deslizándose detrás de ella y sentándose mientras abría la tapa. Las 4 a.m. Sus ojos se encontraron con el reloj de viaje. "Bueno," le dijo a Chino, cuando el labrador apareció desde el dormitorio. "Dos horas es mejor que nada, eh, Chi?" "Growf." Ella apoyó la cabeza en una mano, esperando que las náuseas disminuyeran y no la obligara a perder los pocos tragos de jugo y todo lo que quedaba en el estómago. "Sí, bueno ... tal vez tú y yo podamos ir a dar un paseo, ¿eh? No creo que quieras volver a dormir ahora mismo." Maldición. Kerry sacó su PDA sobre y la abrió, viendo el parpadeo del mensaje destellando en espera. Su rostro se arrugó en una sonrisa al ver al remitente, y pulsó el mensaje para verlo. Después de absorber el primer párrafo, se detuvo y lo volvió a leer. Entonces volvió a leerlo, mientras bebía su jugo de naranja, sin dejar de sonreír. La sonrisa se desvaneció un poco al leer el segundo párrafo, luego se convirtió en un débil ceño fruncido mientras leía el tercero y comprobaba la hora. "A las 4 a.m.? Dar!" Hizo clic en un nuevo mensaje y escribió una nota rápida, y luego la envió. ¿Todavía estás ahí? Momentos después, el dispositivo destelló. Sí. El gimnasio está cerrado. Sigues despierta? Kerry cambió su posición, moviéndose a la esquina del pequeño sofá y se enroscó en una bola con la luz de la luna viniendo por encima del hombro. No todavía. Tuve un mal sueño. Me despertó y me dio dolor de estómago. Y un dolor de cabeza y un dolor en el pecho. Pero no tiene caso enloquecer a Dar demasiado. ¿Dónde estás? Es curioso cómo el texto sin formato podría asumir un tono de preocupación sin ningún adorno. En el Dixie. Mamá y papá están atracados junto a nosotros. Kerry escribió. Desearía estar estacionada a tu lado. 290



Kerry sintió que su pecho se apretaba aún más. Desearía que estuvieras también. Odio despertar de las pesadillas sola. Lo sé. Su última pesadilla, meses antes, la había asustado tanto que se había despertado en lágrimas, y Dar había insistido en sostenerla en sus brazos el resto de la noche para permitir que Kerry volviera a dormir. No es que ella se opusiera. Estar en el abrazo de Dar era muy cándido en su alma. Pero odiaba las pesadillas. No era nada gráfico. De hecho, Kerry ni siquiera se acordaba de lo que había sido minutos después de que se hubiera despertado. Pero el impacto emocional puro de ello la había sacudido. Como la de esta noche lo hizo, sólo que no tenía la cálida presencia de Dar para ahuyentar a las desagradables lejos. Pero esta extraña, desconectada conversación la estaba haciendo sentir mejor. Me alegro de que estés cerca para hablar, al menos. Informó a su pareja. Ya me siento mejor. Ker? ¿Sí? Siempre estaré aquí. Kerry se quedó mirando las palabras en silencio, oyendo el eco de ellas en su mente. Eso espero. Ella escribió de nuevo. Eres la piedra angular de mi vida. El barco se balanceó suavemente bajo ella, respondiendo a la estela de un buque entrante. Kerry apartó los ojos de la pantalla para mirar afuera mirando brevemente mientras un enorme velero navegaba silenciosamente, rumbo al extremo más alejado del puerto deportivo. Miró de nuevo, pero la pantalla estaba obstinadamente en silencio. Dar? Estoy aquí. Sólo haces que deje de respirar a veces, cuando escribes cosas así. Kerry sonrió suavemente. ¿Somos un par de bobas, sentadas aquí a las 4:30 a.m. escribiendo sensibeleras notas de amor una a la otra o qué? Sí. (Risa) Pero creo que puedo volver a la cama ahora. Gracioso. Kerry ahogó un bostezo. Había estado pensando exactamente lo mismo. Las sombras de su sueño habían sido expulsadas, y su dolor de estómago se había aliviado. Yo también. Se levantó y se dirigió hacia el dormitorio, llevándose su PDA y su jugo de naranja con ella. Dentro de la habitación, la luz de la luna inundó la cama, y Kerry se arrastró en su abrazo plateado. Esponjó la almohada y se acomodó, enroscándose sobre su lado y apoyando su PDA donde podía tenerla vigilada. Sólo te llevé a la cama. Informó a su pareja. (Risas) Última nerd-durmiendo con Palm Pilots. Kerry comenzó a reírse, también. ¿Sería tu nombre indio? Duerme con Palm Pilots? Sólo si cambias tu nombre, Palm.

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Chino trotó y saltó sobre la cama, dándole a Kerry una mirada indignada por su espíritu viajero y por la risa burbujeante que sacudía la superficie en donde ambos estaban tendidos. Gracias, cariño. Necesitaba la risa. Kerry finalmente envió. Chi y yo vamos a tratar de dormir. Hubo una pausa antes de que llegara la respuesta. Yo también. Me alegro de que me marcaste - se estaba haciendo una larga noche. Kerry dejó escapar un pequeño suspiro, escuchando tantos niveles en lo que Dar estaba diciendo, las palabras escritas mucho más expresivas que las habladas habrían sido. A pesar de su texto, los mensajes a veces traían una intimidad que la sorprendía. Sí. Aquí también. Duerme bien, ¿de acuerdo? Desea dulces sueños para mí. Puedes apostar. Buenas noches, Ker. Te amo. Te amo también, Dixiecup. Buenas noches. Kerry apartó el lápiz óptico y bajó la cabeza, reconociendo el dolor en el pecho que extrañaba la presencia de su pareja. Aunque Dar sólo se había ido unos días, se sentía un poco preocupada por ella, sintiendo la crudeza en su comunicación. Pero también había risas, argumentó en silencio. Dar estaba bien, simplemente todavía un poco sacudida por su confrontación en la exposición comercial. Un pensamiento se le ocurrió. Tal vez fue lo mejor que Dar estuviera en Nueva York, dejando a Kerry para manejar la oferta del barco. Eso la mantenía alejada de la fuente de su disgusto, y le dio la oportunidad de resolver todo antes de que regresara y se involucrara. Sí. Kerry se sintió mejor sobre las cosas. Ella se haría cargo de la operación, y quitaría el estrés de los hombros de Dar hasta que llegara el momento de llegar allí y simplemente hacerlo. Su compañera estaba trabajando en un intrigante problema, uno para el cual estaba perfectamente preparada. Si Dar pudiera centrarse en eso y resolverlo, buenas cosas sucederían. Ella estaba segura de eso. Todo lo que tenía que hacer era mantenerse hasta el final del acuerdo, y mantener a Michelle y Shari centradas en ella. Dar le había dicho que tenía plena confianza en ella, ¿verdad? Había pasado toda una reunión esta noche presumiendo sobre ella, ¿verdad? Así que, Stuart, arriba ese ánimo y empieza a cumplir con las expectativas. Kerry se retorció en una posición más cómoda y cerró los ojos. Shari y Michelle estaban convencidas de que Dar era la clave para ganar la oferta. Dependería de ella, entonces, dejar caer un pescado maloliente en sus planes y obligarlas a adaptarse a su estilo en vez de su pareja. "Puedo hacer eso," Kerry susurró mientras el suave balanceo del barco la atrapaba de vuelta hacia el sueño.

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TE AMO TAMBIÉN, Dixiecup. Apodos. Dar arrugó la nariz en la pantalla. En el tiempo que había conocido a Kerry, había adquirido más apodos que en los treinta años anteriores de su vida. Dixiecup. Tigre. Taz. Siempre había odiado a la gente llamando por sus nombres no propios, pero eso podría haber sido porque sus apodos anteriores nunca fueron realmente tan halagadores. Ah bueno. Cualquier cosa que Kerry la llamara estaba bien, porque no importaba cuales fueran las palabras, siempre había amor detrás de ello. Así que su pareja podría haberla llamado su Cheese Doodle, y ella lo habría aceptado. No es que fuera a darle alguna idea a Kerry en ese sentido, por supuesto. Dar se sintió veinte libras más ligera. Tiró del edredón hasta sus hombros y echó un vistazo al despertador, asegurándose de que estaba puesto para despertarla a tiempo para tomar una ducha antes de que tuviera que ir a reunirse con su desafío alemán. Esperaba que Kerry no tuviera más pesadillas. "Piensa buenos pensamientos de ella, eh?" Dar cerró los ojos y se concentró en eso, evocando imágenes de algunos de los grandes momentos que habían pasado juntas, y se centró en la calidez y la alegría que compartían. En un instante, su cuerpo se relajó y el sueño cayó sobre ella.

KERRY SE ACERCÓ A LA cubierta trasera de la Dixie, apoyando su peso sobre la barandilla mientras observaba el comienzo de lo que parecía ser un día hermoso, si impotente. El sol se estaba alzando, y el agua adquirió un resplandor luminoso mientras una bandada de pájaros giraban sobre su cabeza, buscando el desayuno. "Mm." Inhaló una bocanada de aire salado, y luego subió la escalera hasta el puente. Sentándose en el asiento habitual de Dar, Kerry ajustó cuidadosamente los interruptores, luego giró el encendido de uno de los grandes motores diesel que impulsaban el barco. Retumbó a la vida de inmediato, y ajustó el acelerador a ralentí, dejando que el motor funcionara para reponer las baterías dentro de la embarcación. Después de escuchar un momento, Kerry asintió con satisfacción y bajó por la escalera para unirse a un juguetón Chino esperando parado. "Hey, Chi," saludó a su mascota. "¿Qué tal algo de desayuno, hm? ¿Quieres tener tostadas y café conmigo aquí? " "Rowf!" "Está bien, un plátano, entonces." Kerry volvió a entrar y se dirigió a la pequeña cocina, colocando una tetera en la hornilla y abriendo el refrigerador. Había traído algunos alimentos básicos del condominio la noche anterior, y ahora seleccionó un panecillo de canela y pasas inglesas para ponerlo en la tostadora.

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Si Dar hubiera estado allí, por supuesto, estaría escuchando el tintineo de Frosted Flakes en un cuenco cerca, junto con el suave, conocedor golpe de contacto mientras Dar maniobraba alrededor de ella en el pequeño espacio. Pensar en eso hizo sonreír a Kerry mientras sacaba dos rebanadas de queso y un pequeño bote de mantequilla blanda. "Ah bueno." Tomó una de las tazas de su soporte y colocó el único cono de café sobre ello, alzando la vista mientras el barco se balanceaba más de lo que el ligero oleaje hubiera causado. Entonces un suave golpe llegó a la puerta, acompañado por una sombra afuera cuya altura traicionó su identidad a la vez. "Pasa, papá!" "Growf!" Chino se lanzó hacía la puerta al abrirse, y Andrew Roberts se agachó dentro. El labrador se precipitó hacia él, moviéndose de felicidad mientras el hombre alto se agachaba para saludarla. "Hola, bola de pelos," Andy dijo con voz áspera. Kerry sonrió a su suegro, que estaba vestido con su típico par de shorts y camisa azul sin mangas, y descalzo como Dar lo habría estado. "Buenos días." "Hola allí, kumquat." Andy se levantó y se encaminó, uniéndose a ella en la pequeña encimera de la cocina. "Ah veo que estás levantada antes que las gaviotas." "Mm." Kerry terminó su tarea y se volvió, abriendo el refrigerador de nuevo. "¿Quieres un poco de jugo de naranja?" Ella le ofreció un recipiente. "Te levantaste temprano también." Andy aceptó el jugo y lo puso abajo, abriéndolo con movimientos resueltos, precisos que eran tan la imagen de Dar que casi hicieron que Kerry se riera. "Pasé mucho años sacando a los hombres a patadas de la cama en la noche más oscura," admitió el marino retirado. "La costumbre." "Uh huh." Kerry recuperó su panecillo tostado ahora y lo colocó en un plato, esperando que se enfriara antes de untarle mantequilla. "Entonces, ¿cuál es la excusa de Dar?" ella preguntó. "Porque es mejor que un gallo, déjame decirte. Al minuto de que el sol comienza a subir, bing bong ... ella está allí con él." "Siempre ha sido así," el padre de Dar afirmó. "Incluso cuando niñita." Kerry colocó una rebanada de queso en cada mitad del panecillo. "¿Quieres algo de desayunar, papá? Puesto que ahora ya he sido entrenada para levantarme al amanecer, a pesar de mi inclinación por otra cosa," Ella le dio una sonrisa de complicidad." Sobre todo porque voy a tener que rogar por un viaje de vuelta a la otra orilla? Andrew resopló. "No tienes que pedirnos nada, Kerry. No es sino un placer." Él se acomodó en una de las cómodas sillas atornilladas a la cubierta. "Pero tomaré una de esas cosas redondas si tienes de sobra." Kerry otro otro panecillo en la tostadora y alcanzó detrás de ella la tetera. Sirvió un poco de agua caliente sobre el café molido. "No he visto las noticias todavía esta mañana. Alguna novedad de la electricidad?"

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Andy hizo un sonido de disgusto. "Fellers no tiene ni idea de lo que están haciendo." Ese pensamiento también se le había ocurrido a Kerry un buen número de veces el día anterior, como una cuestión de hecho. "Bueno, no voy a discutir con eso. Yo solo ..." su teléfono celular sonó. "Whoops. Disculpa." Lo cogió y lo abrió. "Kerry Stuart." "Buen os días, Kerry!" La voz de Alastair McLean fue sin duda una sorpresa. "¿Cómo estás?" Kerry parpadeó. "Um ... bien, señor," se las arregló para sacar. "¿Cómo está? Es muy temprano en Texas, ¿no es así? ¿Pasa algo?" Inconscientemente, se pasó los dedos por el pelo desordenado por el sueño, a pesar de que su último jefe estaba a mil millas de distancia. "¡De ningún modo!" el CEO dijo. "Sólo quería decirte lo mucho que apreciamos tu duro trabajo ayer en conseguir esos circuitos arriba. Un brillante trabajo!" Kerry hizo una mueca, complacida por los elogios pero un poco avergonzada por la vehemencia. "Bueno, ya sabe, tuve la mejor maestra," ella objetó. "Y realmente, la idea del generador no fue mía. Fue de Dar." Andy succionó su jugo de naranja, observándola con ojos azules suavementes centelleantes. "Ahora bien, sabes que sólo me lo imagino, no es cierto?" Alastair dijo. "Estoy tan contento de que ustedes dos hacen un buen equipo." Las cejas de Kerry se arquearon. "Bueno, creo que sí," respondió con cautela. "Quiero decir, me alegro de que Dar sabe que cuando está atada ayudando a otro cliente, yo puedo sustituir cuando algo sucede y asegurarme de que todo vaya bien." "Absolutamente," él respondió. "Bueno, como ya he dicho, buen trabajo!" "Gracias." Hubo una pequeña pausa. "Ah, escucha, mientras te tengo en la línea ..." ¡Ajá. Kerry se apoyó contra la encimera y ahuecó el teléfono en la oreja cuando el panecillo de Andy apareció y lo tendió. "¿Sí, señor?" "Oh, Alastair, por favor. No puedo recordar la última vez que Dar me llamó señor," dijo. "Si alguna vez lo hizo," él añadió, en un tono ligeramente desconcertado. "Escucha, Kerry ... estaba hablando con Dar anoche, y sabes ... bueno, se encuentra bien?" Las fosas nasales de Kerry se dilataron en sorpresa y sus ojos se ensancharon. "Ah." "Quiero decir, sabes que es muy difícil hacer ese tipo de llamadas por teléfono, pero la conozco desde hace mucho tiempo, y sabes, ella simplemente no sonaba bien para mí." Caminando alrededor de la encimera, Kerry le entregó a Andy su panecillo mientras se sentaba junto a él, tratando de decidir qué decirle a Alastair. "Bueno, sé que estaba realmente frustrada con ese cliente," temporizó. "Quería estar de 295



regreso aquí ayer, pero ellos no estaban preparados ... ahora tiene que trabajar con su programador, así que sí, ella estaba muy enojada." Los ojos de Andy se clavaron en su cara y su cabeza se inclinó ligeramente hacia un lado. "Eso no fue realmente ..." Alastair vaciló. "Pero todo está bien por lo demás? Su familia está bien? ¿Tú estás bien?" Era increíblemente personal, y Kerry se dio cuenta de que en algún nivel la pregunta de Alastair iba más allá de los negocios. Sus tratos previos con el hombre le habían dado la impresión de que realmente le gustaba Dar, y ahora podía oír una nota de honesta preocupación en su voz. "Todo el mundo está bien," ella respondió. "De hecho, su padre está aquí ahora." Vio como la frente de Andrew se frunció. "Creo que es sólo que tuvimos un momento difícil en esa exposición, y toda esta oferta del barco es realmente agravante." "Ah," Alastair dijo. "Telegenics, eh?" "Sí," Kerry dijo. "Ella también odia Nueva York." Una sonora risotada sonó a través del teléfono. "Debería haberlo recordado. Sí, tienes razón. Bueno, siempre y cuando todo está bien, Kerry. Me alegra escuchar eso. Sabes que Dar significa mucho para mí, ¿verdad?" "Lo sé. Ella significa mucho para mí, también," dijo en voz baja. "Gracias por preguntar." "Te tomas las cosas con calma hoy, oiste? Todo está bien y a las mil maravillas, y acabo de recibir una llamada de Bantelonics, y son felices como almejas por estar arriba. Quería que lo supieras, así que pensé en llamar y que lo supieras," Alastair dijo, en un tono más enérgico. "Te diré que ... ¿qué te parece si invito el almuerzo para todos? Haré que Bea se encargue de ello." "Si puedes encontrar algún lugar cuya cocina tenga electricidad," Kerry le recordó. "Eso seria genial." "Ah." Un suspiro. "Bueno, todo es sólo otro desafío. Me llamas si necesitas algo, de acuerdo, Kerry?" "Lo haré," Kerry prometió. "Gracias." Ella dobló el teléfono y apoyó los codos en las rodillas, dudando un segundo antes de girarse y encontrarse con los ojos de Andrew. "Bueno, eso fue interesante." "Sip," Andy acordó lentamente, sacando la palabra. Sus canosa cejas fruncidas. "Pasa algo con mi hija?" Kerry pensó mucho acerca de que responder, por una razón totalmente diferente a la que tenía con Alastair. "Ella está bien," aseguró a su suegro. "Simplemente tuvimos que lidiar con alguien que le dio un mal rato hace tiempo, y eso la sacudió un poco." Exhaló. "Y creo que, honestamente ... está un poco inquieta con la empresa." "Eh." Andrew tomó un bocado de su panecillo. "Alguien se metió con ella?" preguntó, aparentemente casual. Ella amaba a Andrew. Kerry sintió una sonrisa lentamente tirando de sus labios. Él era franco y honesto, un hombre orgulloso de voluntad inflexible cuya 296



adoración de su familia era tan absoluta que tocaba el alma misma. Así que sabía que su pregunta tenía por objeto averiguar si alguien había hecho daño a su amada hija, y si era así, bueno entonces Andy era apto para ver qué podía hacer al respecto. Había, reconoció, una violencia de él que no podía negarse. Pero entonces, Dar tenía ese mismo hilo negro corriendo a través de ella, a pesar de que estaba mucho más profundamente oculto. "Hace mucho tiempo," le dijo a Andy. "Cuando Dar era más joven ... hubo alguien con quién se involucró que no se sentía de la misma forma en que ella lo hizo." Andrew frunció el ceño inmediatamente. "Sí, bueno, no puedo entenderlo tampoco, pero de todos modos, ella estaba enojada, yo estaba enojada ... no fue divertido. Entonces ellas son parte de esta oferta para el contrato del barco, por lo que estoy de alguna manera contenta de que Dar no está aquí. Al menos desde mi perspectiva, sólo me encabrono como el infierno y quiero patearlas." "Huh." El gran ex-marinero volvió a gruñir. "El mundo está lleno de idiotas a veces." "A veces," Kerry estuvo de acuerdo. "Pero luego hay gente como tú, así que todo se equilibra." Ella puso su mano sobre la rodilla de Andy. "Supongo que es hora de que tome una ducha y vaya al trabajo. Al menos dormí un poco, gracias a ti y a mamá." Andy se levantó y le revolvió el pelo. "Te diré que, kumquat. Iré a encender algunos carbones debajo de este barco, y despertar a mi bella señora. Pon tus cosas en orden, y vamos a movernos cuando quieras." Kerry lo vio salir, luego se levantó y volvió a la cocina, para tomar un sorbo de café y un bocado de su propio panecillo, ahora frío. Se apoyó en la encimera por un momento, reconociendo las franjas de agotamiento que todavía se aferraban a ella por su falta de sueño. Si le impotara poco se quedaría aquí y se acostaría. Kerry echó un vistazo a su PDA, que chirrió. "Pero no me importa poco. Así que ..." Caminó trabajosamente y recuperó el instrumento, mirándolo. Un mensaje de Mayte, que ya estaba en la oficina. Señorita Kerry, el señor Quest ha llamado, y quiere reunirse con usted urgentemente. "Bésame el trasero." Kerry exhaló, un pequeño nudo de preocupación ahora torciéndose en su estómago de su conversación con Alastair. Envió una respuesta y puso el PDA abajo, adentrándose en su cabecita por una ducha esperanzadamente refrescante suficiente como para despertarla. Sólo esperaba que el día de Dar comenzara mejor que el suyo.

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Capítulo Quince EL RELOJ AFUERA del hotel hizo clic a las 7 a.m., y como si fuera una señal, la puerta principal se abrió y derramó un torrente de personas que salía deliberadamente del aire acondicionado del vestíbulo a algún otro lugar. Dar miró el tráfico frente a su hotel y decidió caminar en cambio. En consecuencia, se dio la vuelta y se dirigió hacia el centro, el sol de la mañana aún no opresivo mientras salpicaba sobre su camisa polo y sus pantalones de mezclilla. Se había decidido por un café y un plátano para desayunar, después de levantarse un poco más tarde de lo que había previsto y de precipitarse en una ducha y vestirse con alguna de la ropa nueva que había comprado el día anterior. Cambiando su maletín sobre el hombro, alargó sus zancadas y recorrió su camino a través de una lentamente creciente corriente de humanidad, moviéndose rápidamente hacia un lado mientras un hombre caminando con una cabra la pasó yendo en la otra dirección. Dar siguió moviéndose, resistiendo el impulso de girarse y ver si realmente había visto un mamífero ir a pie paseando por las aceras de Manhattan. Después de todo, había visto llamas en San Diego y caimanes en Miami. ¿Qué eran algunas cabras? El tráfico peatonal también estaba concurrido, todo el mundo parecía querer apresurarse hacia el trabajo temprano en esta mañana del Viernes. Dar se relajó en su andar, sin embargo, contenta de la oportunidad de estirar sus músculos en lugar de una sesión en el gimnasio del hotel. Pasó el tiempo en la caminata decidiendo cómo abordar el problema que enfrentaba. Su primer instinto - simplemente pasar por encima del programador alemán - probablemente no le traería nada más que una sensación de satisfacción personal y una gran cantidad de argumentos largos, gritantes. No es que Dar realmente se opusiera a los largos argumentos de gritos, pero cuanto más tiempo tomara el proceso, cuanto más tiempo tendría que permanecer aquí y soportar esta ruidosa ciudad, llena de gente que carecía de ciertos elementos esenciales, tales como su pareja. Y había decidido esta mañana, mientras pelaba su plátano, ese esencial particular era algo que tenía la intención de recuperar tan pronto como sea humanamente posible. Eso significaba que tendría que tomar un camino diferente con el programador y ganar su cooperación, si pudiera. Al menos lo intentaría. Siempre había horas de gritos para caer de nuevo. La nariz de Dar se contrajo cuando captó el aroma del café fuerte, y decidió meterse en una tienda cercana para aprovecharlo, escapándose minutos después con una sacudida de claustrofobia junto con su taza humeante. Veinte minutos más tarde, estaba afuera del edificio de oficinas. Entró en la puerta giratoria, una sonrisa parpadeante cruzó su rostro mientras captó las

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expresiones de la mujer con ropa de franela y sudadera con la que compartió la puerta corredera. "Buenos días." La mujer asintió, y siguió su camino una vez que despejaron la entrada. Dar ajustó la correa de su maletín y la siguió hacia los ascensores, que ya tenían un grupo de cuerpos en espera delante de ellos a pesar de la hora relativamente temprana. La idea de entrar en uno de esos ascensores rodeada por todos hicieron que las tripas de Dar se revolvieran inesperadamente. Con una mueca, miró alrededor por una ruta alternativa, detectando un camino de salida por la puerta marcada ‘Salir’ a la izquierda de los ascensores. Dar miró su reloj, y se encontró que todavía tenía veinte minutos antes de su cita de las ocho. En consecuencia, evitó la multitud y abrió la puerta de la escalera en cambio. Un tramo de escaleras de concreto la confrontó, junto con un olor a humedad le cosquilleó la nariz, pero empezó a subir de todos modos, trotando ligeramente en su andar a un ritmo interno. Quince pisos más tarde, emergió en un pasillo típicamente pintado y se abrió paso entre las filas de cubículos entrelazados hacia la sala de conferencias que había requisado el día anterior. Estaba, hasta el momento, vacía. Dejó el maletín sobre la mesa mientras apoyaba sus brazos contra la superficie de madera, estirando sus músculos de la espalda y flexionando sus piernas. Pésimo escenario, decidió, pero un buen entrenamiento, y no hay multitudes. Mientras se sentaba, la puerta exterior se abrió y Jason Meyer entró, el VP de Operaciones presentando un aspecto ligeramente preocupado mientras la localizaba a través del cuarto. "Oh. Buenos días, Dar." "Hola," Dar respondió. "¿Dónde está nuestro programador?" "En su camino desde el aeropuerto," Meyer le aseguró. "Mi asistente lo recogió." Se acercó, agitando nerviosamente el boligrafo en sus manos. "Escucha, estoy contento de haber tenido la oportunidad de hablar contigo antes de que él llegue aquí. Hay algo que es mejor que sepas primero." Dar suspiró y apoyó la barbilla en su puño. "¿Sabes algo?" ella dijo. "Si tuviera un dólar por cada vez que alguien me dijera eso, me habría retirado hace años." Meyer se sentó frente a ella. "Esto realmente no es gracioso." Dar lo miró hoscamente. "Tengo que tener mi diversión dónde la encuentro. ¿Cuál es el problema?" "No creo que este tipo realmente va a poder ayudarte," el hombre le dijo. Tenía el pelo rubio rojizo y ahora pasaba la mano a través de él, desordenando los mechones. "Hablé con ellos cuando iniciamos los servidores ... saben cuál es el problema. Simplemente tomaría demasiado para solucionarlo." "Demasiado qué?"

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"Tiempo. Dinero," Meyer admitió. "Significa que tienen que reescribir todo su modelo." Dar estudió su rostro. El hombre debía de estar en sus mediados de los cuarenta. "Entonces por qué implementarlo?" ella preguntó. "Si sabías que esto iba a pasar?" Los ojos de él se estrecharon ligeramente. "Estamos en un negocio muy competitivo, Sra. Roberts. Este software nos da la ventaja." Orbes suaves, azules le devolvieron la mirada. "No, si no funciona," respondió. "¿Sabes lo que pienso? Creo que te importo una mierda el efecto sobre tu infraestructura, porque imaginaste que tu jefe simplemente me pediría que me ocupara de ello por ti." Ahora la mirada de él era atenta. "Bueno, tienes una buena reputación." Él aplazó la pregunta. "Esperemos que puedas estar a la altura. De lo contrario, conozco a un par de empresas que les encantaría tomar tu lugar aquí." Ah. Los cuchillos estaban afuera. Dar permitió que una sonrisa atractiva cruzara su rostro. "Por una cuota para ti, estoy segura." "No me gusta la inferencia." "No me gusta la amenaza," Dar respondió. Sus oídos captaron pasos que se acercaban. "Has hecho una mala elección ya ... quieres correr el riesgo de una segunda?" Meyer se levantó. "No soy yo quien arriesga algo. Es mejor que tengas cuidado de no meterte en algo que te supera." Se dio la vuelta y se marchó, utilizando la puerta trasera de la sala de conferencias que conducen por un corto pasillo a las oficinas ejecutivas. La puerta se cerró detrás de él, dejando a Dar en una paz momentánea. "Bien, bien." Dar se echó hacia atrás, dejando los dedos de la mano derecha tamborilear sobre la mesa. "Es agradable dejarlo bien en claro." Su PDA pitó. Dar la abrió y pulsó el mensaje en espera, esperando que todavía tuviera unos segundos antes de que la interrumpieran de nuevo. #% $% $%#$$!!!!!!!!! Las cejas de Dar se alzaron. Con cautela, dio una respuesta. Hay algo que pueda hacer, Ker ? (Suspiro) No, estoy bien. Acaba de patear mi escritorio. ¿Por qué? Finalmente te sobrepaso el color? Qué lo pinten, nena. Dar bromeó, aunque estaba un poco preocupada sobre la nota. Kerry no solía atacar sus muebles sin una buena razón. Me encanta el color. Es que odio a Peter Quest. Se invitó a sí mismo y a todo ese maldito circo aquí a nuestra oficina, Dar! Él ni siquiera esperó a preguntar! Dar frunció el ceño. Idiota. Chico, puedes decir eso de nuevo. Casi le dije que se perdiera! Que podría haber sido lo que había estado buscando. Para ver hasta dónde podía presionarlos. ¿Le hiciste esperar? 300



La sensación de frustración latente era casi tangible en la respuesta de Kerry. Sí. Les dije que tenían que esperar hasta después de que tuvieramos nuestro almuerzo corporativo entregado desde Houston. Las cejas de Dar se dispararon. Almuerzo? Alastair? Sí. Gracias por dejarme desahogarme. Me llamó esta mañana para dar las gracias. No hay problema. Dar garabateó en respuesta, levantando la vista al oír el pestillo de la puerta empezar a funcionar. Me tengo que ir. Deséame suerte. Suerte? La respuesta de Kerry destelló. Cariño, eres demasiado buena para necesitar suerte. Dales el infierno por mí, ¿de acuerdo? Está bien. Dar pulsó envíar mientras la puerta se abrió. Dejó la PDA y respiró hondo, apoyando los codos sobre la mesa de conferencias y acomodándose en su postura mientras una joven mujer entró, seguida por un hombre alto y guapo en pantalones de color caqui prensados con un maletín no muy diferente al de ella. La mujer se encontró con los ojos de Dar, y sonrió brevemente. "Bien, bueno, aquí estamos. Hans, esta es Dar Roberts de ILS. Sra. Roberts, este es Hans Erhard, y él es el jefe de programación de Etecknics." Con eso, ella dio un paso atrás. "Háganos saber si necesita algo," añadió, antes de que se girara y se fuera, cerrando la puerta detrás de ella con un fuerte chasquido del pestillo. Dar y el recién llegado se miraron en silencio. Finalmente, Dar indicó el asiento junto a ella, y levantó una ceja a modo de invitación. El hombre amablemente se acercó, poniendo su maletín en el suelo y tomando la silla, apoyándose en sus codos casi imitando su posición. "Hola." "Hola," Dar respondió. "¿Cómo estuvo tu vuelo?" Él la miró en completa incomprensión, sólo una sonrisa educada en su rostro. "Hallo, wie war Ihr Flug?" Ella amablemente repitió la pregunta en alemán, un poco sorprendida de ver que los ojos del hombre se iluminaban. Había estado segura después de su conversación con Meyer que él había llenado a su invitado con sus planes. Pero la reacción tan lejana de Hans fue de una pizarra bastante en blanco. Inesperado. Agradable, pero inesperado. "Fue muy bueno," él respondió en alemán. "Sólo que demasiado largo. Me sorprende oírle hablar mi idioma, pensé que nadie en este lado del Atlántico hablaba algo más que el Inglés." Una mano se extendió sobre la mesa hacia Dar. "Y estoy especialmente contento porque he oído mucho de ti, aunque creo que no vamos a estar de acuerdo en gran medida con respecto a este problema." Dar tomó la mano y se la estrechó, gratamente sorprendida de nuevo por su franqueza. "Bueno, nunca se sabe," dijo. "¿Por qué no empezamos por el principio, y ver lo que podemos sacar de este lío."

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Hans inclinó la cabeza en acuerdo. "Sí, sí. Pero creo que deberíamos empezar con un poco de café, ya que es casi la hora de la cerveza para mí ahora mismo. ¿Hay algún lugar aquí donde podamos ir?" Bueno, esto estaba empezando mucho mejor de lo que había previsto. Teniendo en cuenta la hostilidad que había tenido de Meyer, la agradable cortesía de Hans fue debidamente apreciada, y pensó que sacarlo de la oficina para tomar algo de desayuno probablemente no era una mala idea. Si pudiera conseguir su cooperación activa, entonces tal vez lograr que se resolviera no sería una batalla tan difícil como había temido que sería. "Por supuesto." Ella se levantó. "Hay una tienda al otro lado de la calle. Vamos allá, y puedes empezar contándome todo acerca de este pequeño programa tuyo." "Con mi mayor placer." Hans indicó que le precediera. "Es un proyecto del que estoy muy orgulloso, y nunca me canso de hablar, especialmente hablando de ello con un colega muy respetado que tiene mucho de que enorgullecerse también." No es encantador. Dar observó irónicamente. Esto podría salir bien. "Ah." Llegó a la puerta exterior y la abrió, dando un paso atrás para dejarle pasar. "Esperemos que podamos conseguir estos dos productos perfectos para trabajar juntos." Hans se rió mientras caminaban hacia el ascensor. "Sin embargo no pretendía que mi software fuera perfecto." "Bueno, mi red lo es.".Dar lanzó un desafío ligeramente provocador. "Pero estoy segura que vamos a resolver algo." Ella observó su perfil atentamente, pero él sólo sonrió con facilidad y se rió. Sí. Esto podría resultar bien después de todo. Entraron en el ascensor y esperaron a que la puerta se cerrara. Dar logró echar un vistazo a Meyer mientras él pasaba, sus ojos clavados sobre ellos, y su rostro se torció en una mueca cuando pasaba. "Así que." Ella miró a Hans. "¿Cuánto tiempo has sabido que ellos han tenido algún problema?" Hans comprobó su reloj. "Me contactaron, sí, hace veinticuatro horas." "Interesante."

"¿CÓMO VA EL CAMIÓN?" Kerry se detuvo en el acto de prepararse un poco de té, mientras Mark entraba en la sala de descanso. "Todo parece estar aguantando por ahora." "Hasta ahora todo bien," Mark estuvo de acuerdo, yendo a la máquina de refrescos y metiendo algunas monedas. "Al final llegaste a casa anoche?" "Lo hice." Kerry se echó hacia atrás y tomó un sorbo de té. "Muy tarde, pero los padres de Dar me dieron un aventón y otra vez esta mañana. Pasé la noche en nuestro barco." 302



Mark se detuvo en medio de abrir su botella de Coca Cola. "¿Eh?" "Aire acondicionado," Kerry aclaró. "Tiene baterías, y los tanques estaban llenos de diesel para mantenerlos cargados." "Oh, cierto." Mark asintió. "Nosotros teníamos las ventanas abiertas, pero hombre fue horrible. Me alegré como el infierno de ir al trabajo esta mañana y refrescarme." Se sentó en el borde de una de las mesas. "¿Tuvimos alguna consecuencia sobre todo eso de anoche? No he visto nada en las noticias." "Te lo diré en unos minutos. Tengo a ese tipo de Tech TV apareciendo aquí." Kerry levantó la taza en dirección de Mark y se dirigió hacia la puerta. "Y un mensaje en el buzón de voz de la CNN." "Ugh." Mark negó con la cabeza mientras ella salía. "No podrías pagarme para hacer ese trabajo." Kerry se metió en su asiento justo cuando sonó el intercomunicador. "Sí, Mayte?" "Señorita Kerry, tengo al Sr. Argos aquí? Él dijo que lo esperaba?" Los ojos de Kerry se estrecharon. Se detuvo un momento y respiró hondo, luego pulsó el botón del intercomunicador. "No lo esperaba, Mayte. Por favor, pídele a seguridad que lo saque del edificio." "Si." Mayte valientemente asumió la responsabilidad y apagó. Kerry marcó a seguridad, por si acaso. Ella esperó hasta que alguien respondió, luego se aclaró la garganta. "Soy Kerry Stuart. Hay un intruso aquí en el decimocuarto piso en mi oficina exterior." "Señora, soy Celeste, acabamos de enviar a dos oficiales ahí arriba. ¿Quiere que llamemos a la policía?" Era tentador. Kerry apoyó su peso sobre los codos y se mordió el interior del labio, pensando seriamente. "Si causa un problema, entonces sí. Si simplemente se va en silencio, entonces no," decidió. "Muy bien señora. Nos encargaremos de ello." Kerry pudo oír voces masculinas afuera, fuertes e insistentes. Se levantó y rodeó su escritorio, dirigiéndose hacia la puerta y alcanzándola cuando el sonido llegó a su punto culminante. Abrió la puerta, para encontrar que dos guardias de seguridad se encontraban enfrente de ella, frente a frente contra Argos, mientras Mayte observaba con los ojos muy abiertos. Sacó su teléfono celular de su cintura y marcó a seguridad. "Celeste?" Ella habló por el teléfono."Llama a la policía." Argos dejó de gritar, dándose cuenta de que ella estaba allí. "Está bien, así que ahora llegamos a alguna parte." "La policía está en camino," Kerry dijo, brevemente. "Puesto que no puedes cooperar con mi seguridad, estoy segura de que vas a cooperar con

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ellos. Lo haría si fuera tú. He escuchado que la cárcel del condado de Dade no es para los tímidos." "No puedes llamar a la policía," Argos dijo. "Vamos, Sra. Stuart. Déjalo y habla conmigo." "He llamado a la policía," Kerry respondió. "Estás invadiendo una propiedad privada." "Soy la prensa principal. No puedes tratarme así," argumentó. "¿Quieres hacerte y a esta empresa verse peor de lo que ya lo hace?" "Sr. Argos," Kerry se dirigió a él en voz baja. "Si me presentó en la oficina central de la CNN en Atlanta, y miento para entrar, y luego irrumpó en el escritorio de tu secretaria, ¿qué harías?" Él se detuvo, y la miró con recelo. "Sólo estoy tratando de conseguir una historia." "Y yo sólo estoy tratando de dirigir una empresa." Kerry miró más allá de él cuando Celeste y otros cuatro guardias de seguridad aparecieron, atestando la antecámara. "Gracias Celeste. Voy a volver para ordenar después de lo de ayer." "Señora, tenemos esto." Celeste miró severamente hacia Argos. "Señor, usted va a venir con nosotros abajo. La policía está esperando." Argos la ignoró. "De veras no vas a hablar conmigo?" se dirigió a Kerry. "Está en tus intereses, y lo sabes." "Lo sé," Kerry aceptó. "Pero no voy a darte lo que quieres, ya que elegiste seguirlo de la manera en que lo hiciste. Culpa a mi educación. Celeste, por favor escoltenlo afuera." "Hija de puta." "Hija de un bastardo, en realidad." Se dio la vuelta y regresó a su oficina, cerrando la puerta con lo que esperaba que fuera un sonido de finalidad. "¿Señor?" Celeste se acercó. "Por favor venga con nosotros." Argos se metió las manos en los bolsillos. "Sabes, realmente no tengo mi estratagema así a menudo. ¿La policía está realmente abajo?" "Sí." El reportero asintió. "Bueno." Él dócilmente ocupó un lugar entre Celeste y uno de los otros oficiales mientras se daban la vuelta y salían del espacio lleno de gente de Mayte dirigiéndose hacia el ascensor. "Supongo que ninguno de ustedes está interesado en hablar con la prensa sobre lo que es trabajar aquí?" Celeste se limitó a mirarlo. "Muy bien entonces."

KERRY TENÍA SUS botas de senderismo apoyadas en su escritorio, y un plato de unicel de comida china en su regazo cuando el primer retumbar del trueno sonó en la distancia. Giró la cabeza y observó las nubes aglomerándose, contenta de estar adentro y fresca y relativamente cómoda.

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Con un suspiro, regresó a su almuerzo, hábilmente recogiendo un bocado del pollo picante, de nuez con sus palillos y poniéndolo en su boca sin dejar caer trocitos de arroz picantes sobre la parte delantera de su camisa polo azul aqua. Informal era informal, pero entrar en una reunión con otras tres empresas y un cliente con una camisa manchada de salsa de soja no era algo que realmente quería hacer, y la única camisa extra que tenía en la oficina era una de Dar. Obviamente una de Dar, de hecho, una polo de la compañía de alguna exposición o de otro tipo con su nombre en ella. Hm. Kerry consideró un trocito blando de castaña de agua, luego con pesar lo colocó entre los dientes. Un suave golpe llamó a la puerta. Consideró adoptar una postura menos informal, entonces se encogió de hombros. "Adelante." La puerta se abrió y Mayte entró, su forma delgada también envuelta en mezclilla y algodón. Llevaba un fajo de papeles, y una tímida sonrisa cruzó su rostro cuando vio a su jefa medio tumbada sobre su escritorio. "Señorita Kerry, tengo los documentos que solicitó." "Traélos." Kerry agitó sus palillos hacia ella. "¿Recibiste tu almuerzo?" "Si." Mayte dejó los papeles en la bandeja de entrada de Kerry. "Lo tengo afuera. Eso fue muy amable de la oficina grande hacer por nosotros." "Sí." Kerry selecciónó un trozo de pollo y lo mordió. "Está la sala de conferencias lista? Le dije a Mark que se asegurara de que nuestros visitantes recibieran insignias activas con etiquetas para que no tengamos que preocuparnos de que anden deambulando por ahí presionando sus oídos a las paredes." Ella levantó la vista. "Siéntate." Indicó la silla frente a su escritorio. Mayte se sentó, levantando una mano para empujar su pelo largo y oscuro detrás de la oreja. "Creo que todo está listo, sí," dijo. "Mi madre dijo algunas cosas no tan agradables de algunas de las personas. ¿Es algo malo lo que está pasando aquí, Sra. Kerry?" "¿Podrías hacerme un favor?" Kerry preguntó. "Por supuesto," Mayte respondió al instante. "Podrías por favor sólo llámarme Kerry?" Su jefa le pidió, dándole una mirada esperanzada. "De lo contrario realmente me siento como si estuviera atrapada dentro de una mala película de la época del Sur." Mayte hizo una mueca. "Vamos, no es tan difícil verdad?" Kerry preguntó. Su asistente sonrió vacilante. "No, no es difícil en absoluto. Sólo siento que le falto al respeto si hago eso. Usted es mi jefa." "Hm." Su jefa tocó sus palillos juntos ligeramente. "¿Por qué creo que ese argumento en particular no podría realmente tener peso conmigo?" Ella preguntó, un serio brillo en sus ojos. Mayte se sonrojó, un profundo coral contra su piel bronceada, pero no respondió.

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Hm. Kerry decidió posponer la discusión por el momento. "De todos modos, de vuelta a tu pregunta original. Estas personas son parte de la oferta de cruceros en la que Dar y yo hemos estado trabajando. El hombre que solicitó la oferta se invitó aquí para tener la reunión, porque somos los únicos que tienen luz, al parecer. En realidad no me importa. De hecho, Dar me sugirió que les preguntara, pero no me gusta que la gente simplemente asuma cosas." "Si." Mayte había recuperado la compostura, y ahora asintió con firmeza. "Y sí, conocemos a dos de las personas que están haciendo una oferta contra nosotros," Kerry agregó, un poco a regañadientes. "Una de ellas es un antiguo cliente. La otra ..." Exhaló. "Conoce a Dar desde hace tiempo." Mayte parpadeó. "¿No te gusta ella?," aventuró una conjetura. Transparente como el cristal. Kerry suspiró internamente. "No," admitió. "Pero de todos modos, espero que esta reunión no será tan larga. Todos presentamos una visión general de oferta ayer antes de que comenzara el corte de luz. Creo que él quiere poner las cartas sobre la mesa y pedir el precio formal." Recogió un poco de arroz y un brote de bambú. "Y con un poco de suerte, no tendré que dormir en el agua otra vez esta noche." "¿Perdón?" "Dormí en el barco," Kerry aclaró, tomando un sorbo de su té de hierbas. "Después de encontrar una manera de salir allí... tuve suerte y los padres de Dar me encontraron en South Pointe." Miró a Mayte. "¿Cómo te las arreglaste anoche?" "Hacía mucho calor," Mayte confesó. "Salimos a la terraza, tenemos protecciones allí, y papá nos hizo hamburguesas en el hibachi (*)," dijo. "Usamos velas y dormimos afuera. Hacía demasiado calor adentro." Jesús, eres una afortunada hija de una galleta, Kerrison. No tienes idea. "Guau." Kerry bajó su almuerzo. "Sí, recuerdo cuán caluroso se pone. Dar y yo pasamos la noche en el condominio una vez sin electricidad." Caluroso y tenso, con la tormenta rugiendo afuera y una aún más grande elaborándose dentro de ambas. "Que noche fue esa." "Papa fue a comprar un generador muy temprano hoy, cuando le dije lo que hiciste ayer para los clientes. Él piensa que eres muy inteligente," Mayte dijo. "Es mucho mejor para mamá, también. Ella no se sentía bien en absoluto." Las orejas de Kerry se alzaron hasta que juró que sintió el vello sobre ellas encresparse. "Por el calor?" preguntó casualmente. "Creo que sí," Mayte respondió. "No podía esperar para venir a trabajar hoy." Una tímida sonrisa volvió a aparecer. "Yo tampoco." "Bien." Kerry puso su plato abajo y tiró de su teclado. "Si esos perdedores no tienen la electricidad de vuelta esta noche, estoy autorizando a todos a quedarse aquí en el edificio durante la noche. No quiero que nadie se enferme, especialmente ..." Ella dio una mirada directa a Mayte . "Tu madre." (*)Tazón de hierro fundido lleno de carbón que se utiliza para asar alimentos. 306



Sólo tardó un momento en escribir el mensaje. Kerry volvió a leerlo varias veces, anticipándose a los problemas y objeciones del mismo, y luego lo envió, recordando enviar copia a Dar visiblemente. "Sé que no tenemos catres ni nada, pero sí tenemos duchas abajo," dijo. "Y tú y tu madre pueden hacerse cargo de nuestras oficinas." Señaló la foto de Dar, colocada en la esquina de su escritorio, y luego señaló su propio pecho. Los ojos de Mayte se ampliaron. "Oh, no, podemos encontrar otros lugares..." "¡Ah ah ah!" Kerry frunció el ceño simuladamente hacia ella hasta que cayó en un silencio dócil. "Es lo que querría Dar." Continuó con una voz más suave. "Tu madre significa mucho para ella, y sé que realmente aprecia todo el apoyo que tu madre le ha dado durante los años." "Si, lo sé ..." Mayte admitió. "Recuerdo cuando mamá llegó a casa una vez que no había aire acondicionado aquí." "Ick." "Si. Pero estaba tan molesta porque la jefa había estado aquí toda la noche, trabajando muy duro para lograr arreglar todo, y al día siguiente oyó tantas cosas horribles sobre ella, eso la enojo mcho," Mayte dijo. "Dijo que era tan injusto." Kerry cambió su posición, cruzando sus botas y mirando la pantalla llena de respuestas a su correo electrónico, algunas marcadas con un signo de exclamación rojo. "Sí," murmuró. "¿Pero sabes qué, Mayte? Ese fue el día en que Dar y yo nos conocimos." "¡Oh!. No sabía eso!" Una leve sonrisa apareció en el rostro de Kerry. "No creo que se acuerde del aire acondicionado más de lo que yo recuerdo su intención de despedirme." Ella suspiró y apartó los pies del escritorio, enderezándose y drenando su taza de té. Un mirada a su reloj le dijo que se estaba quedando sin tiempo, pero se detuvo para echar un vistazo a su correo. Las protestas. Había esperado eso. La gente se oponía a que abriera las oficinas, pensando más en la propiedad que en las simples pero básicas comodidades que el edificio podía proporcionar. Entonces - "Ah." Kerry hizo clic en un correo electrónico al final de la lista y lo abrió. De: Roberts, D. Para: Todos los usuarios de Miami Cc: Stuart, K. Muy buena idea, Kerry. D. Pasando ese correo, las objeciones se agotaron, reemplazadas con reconocimientos, breves y visiblemente sin signos de exclamación. Kerry cliqueo en el botón de respuesta y escribió un breve respuesta, tres palabras, de ocho

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letras y lo envió solo a Dar, entonces se puso de pie. "Está bien. Voy a esa maldita reunión. Si algo estalla aquí, envíame un mensaje." "Lo haré." Mayte se levantó también, y la acompañó hasta la puerta. "M ..." Se detuvo, arrugando la nariz mientras Kerry se aclaraba la garganta. "Kerry, ¿puedo preguntarte algo?" "Por supuesto." Kerry puso la mano en el pomo de la puerta y se apoyó en ella. "Esta persona que viene aquí, que a mi madre no le gusta y a ti no te gusta ... le hizo algo malo a la jefa, ¿no es así?" Kerry asintió brevemente. "Mama escuchó que esta mujer hablaba mal de Dar, es cierto eso también?" Mayte preguntó. Los ojos verdes adquirieron un toque de acero. "Sí." Mayte asintió solemnemente. "La jefa significa mucho para mi madre también. Me dijo esta vez, que si escucha a la gente diciendo cosas desagradables sobre ella, va a ir a buscar la escoba del conserje, y hacerlos volar con ella." Kerry se tomó un momento para imaginar a la pequeña, luchadora asistente administrativa de su amante persiguiendo a Shari por el pasillo con una escoba e inesperadamente estalló en carcajadas. Se apoyó en la puerta y sostuvo su estómago, tratando de recuperar el aliento mientras la imagen se repetía una y otra vez en su mente. Mayte parpadeó alarmada. "Mi mamá está hablando en serio!" "Oh, lo sé." Kerry se deslizó por la pared y siguió riéndose. "Pero ahora tengo que averiguar como introducirla en la sala de conferencias para que pueda oír todo y poner la escoba en marcha!" "Pero ..." Mayte sonaba muy perpleja. "Quieres que haga eso?" Kerry finalmente dejó que la risa se agotara, y sólo se sentó allí, levantó una rodilla con su brazo apoyado en ella y alzó la vista hacia su asistente. "No te preocupes, Mayte." Finalmente exhaló. "Tu mamá no tendrá que hacer nada." "¿No?" "No." La voz de Kerry era tranquila y seria ahora. "Porque lo haré primero." Se puso de pie y se sacudió el polvo. "Deséame suerte." Una respiración después, abrió la puerta y la atravesó, dirigiéndose al centro de conferencias con un aire resueltamente decidido.

HABÍAN TOMADO toda la mesa de conferencias por ahora. Hans tenía impresiones extendidas a más de la mitad de ella, y Dar tenía un enrutador y un interruptor depositados ensuciando la otra mitad mentras se concentraba en la pantalla de su computadora portátil. Estaba apoyada sobre la mesa y tenía ambas piernas envueltas alrededor de las patas de la silla en la que estaba sentada, balanceándose hacia adelante y atrás un poco mientras golpeteaba la 308



almohadilla del ratón con impaciencia."Todavía está enviando demasiados datos, Hans." "¡No lo está!" Hans insistió. "Mira, mira aquí." Empujó un documento hacia ella. "Ves allí? Es sólo lo que necesita el programa. Sólo eso." Dar tiró del documento y lo estudió, un largo dedo trazando el código. Su ceño se frunció, y luego pasó a la siguiente página, sus ojos recorriendo las líneas de texto en busca de algo. "Eh ... eh ..." "¿Qué?" Hans se levantó y dio la vuelta a su lado de la mesa, apoyándose en la superficie de madera y mirando por encima de su hombro. "No hay nada allí." "Ahí." Dar dio golpecitos en una línea de código con la punta de su dedo. "Mira lo que estás haciendo aquí." "¡Nada!" "Estás enviando toda la pantalla a la vez." Hans se acercó más, casi tocando el brazo de Dar mientras miraba en el papel. "¿Y entonces?" "Así que va como una cadena ininterrumpida de paquetes enlazados y agarra todo el ancho de banda," Dar dijo. "Estás enviando colores, Hans, como bits. Deberías estar enviando únicamente vectores." Él se quedó mirando el papel. "Trazarlo todo? No seas ridícula!" "No soy. Envías vectores, son sólo cuatro bits, lo transmito como un pequeño paquete," Dar argumentó. "Cambialo. Te lo mostraré." Hans tomó el papel y se sentó, con el ceño fruncido. "No, no puedo cambiarlo." "Dame eso. Lo cambiaré." Dar le tendió la mano. "Particiona tu disco." "No." Hans se negó. "No lo entiendes, Dar. Si esto cambia, todo el programa debe cambiar." Dar lo miró. "Eso es cierto." "No estoy cambiando todo mi programa. Eso no es lo que acordamos." "Tú aceptaste que funcionara para ellos. Eso es lo que hace falta," Dar dijo. "No, ustedes deben cambiar su red, para permitirles trabajar mejor." Hans negó con la cabeza. "No estoy en este momento rehaciendo todo mi programa." Dar se levantó, en un movimiento casi explosivo que hizo que la silla se deslizara hacia atrás unos saltos. Caminó hacia la ventana y se asomó afuera. "Hans, funcionará." "Pah". Hans empujó una pila de papeles de su camino. "Es mucho más fácil si les das más espacio." "Tienen que pagar por ello." Hans se encogió de hombros. "El mundo gira en torno a este tipo de cosas."

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Dar se volvió y se apoyó en la ventana. "Hans, corta la mugre. Te contrataron para un programa funcional. Les diste un gran elefante blanco, maloliente." "¡De ninguna manera!" él gritó en respuesta, golpeando la mesa con su mano. "Este sistema funciona tal como está diseñado! Tal como está diseñado! No voy a cambiarlo!" "Lo harás." Dar cruzó el espacio entre ellos y apoyó los brazos sobre la mesa, inclinándose hacia él. "Porque no voy a pedir a mis clientes que paguen más por una mala programación." "No puedes decir eso!" Hans advirtió. "No hay manera de que haré ..." Dar se movió de repente, inclinándose mucho más cerca y bajando la voz. "Sí, lo harás," gruñó. "Así que métetelo en la cabeza ahora mismo que vas a hacer esos cambios. Hazlo, o llamaré a tu departamento legal y podemos empezar a elaborar una violación de incumplimiento de contrato." "No te atreverías." "Claro que lo haría," Dar dijo con voz áspera. "Así que te sentarás allí, y harás ese cambio." Ella señaló con el dedo. "Porque sabes muy bien que tengo razón." "¡No la tienes!" "LA TENGO." La voz de Dar se acumuló hasta un grito impresionante. Hans la miró furioso. Dar mantuvo los ojos fijos en los suyos, negándose a dejarlo ir. Él se empujó hacia atrás de la mesa y tiró su lápiz, luego salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de él. Dar se enderezó con un resoplido reflexivo, y volvió a su asiento. "Hm." Ella cruzó los tobillos. "Olvidé lo mucho que me gusta hacer eso." Levantó la vista cuando la puerta se abrió de nuevo, lista para reanudar su discusión, pero lo puso en espera mientras Meyer entró en su lugar. "Hola." Él le dio una ligera inclinación de cabeza. "No va bien, ya veo." Dar parpadeó ligeramente hacia él. "Creo que va muy bien." Miró su reloj. "Sólo me tomó cuatro horas para averiguar cuál es el problema. Con un poco de suerte, podré arreglarlo en menos de una década." Meyer apoyó las manos en el respaldo de una silla alta y la miró. "Si tienes la oportunidad. No creo que lo hagas. Creo que molestaste tanto a nuestro amigo Hans que se marcha." Sonrió sombríamente hacia ella. "Así que supongo que tu gran descubrimiento es un fracaso." Dar se echó hacia atrás y entrelazó los dedos detrás de su cabeza. "Por desgracia para ti, creo que él tiene más integridad que eso," comentó. "No es que lo reconocerías si lo vieras." "Quién demonios te crees que eres?" él preguntó, con rabia. "¿Crees que puedes venir aquí y hablar así conmigo? Soy tu cliente!" La puerta se abrió de nuevo, y esta vez Godson Stewart entró. "Bueno, hola a los dos." Él sonrió, aparentemente ajeno a los nubarrones oscuros de

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tormenta que asomaban sobre la mesa de conferencias. "¿Cómo van las cosas? Hicimos algún progreso? Veo que tienes un montón de papeleo aquí." "Disculpe, señor," Meyer murmuró, pasando por delante de su jefe y saliendo de la habitación. Godson miró detrás de él, luego se volvió y miró a Dar. "¿Interrumpí algo? Sabía que ustedes dos se llevarían bien si sólo llegarán a conocerse un poco. No es un mal tipo, Dar." "Es un oportunista intrigante que quiere tu trabajo y tiene el conjunto de habilidades de un pepinillo," Dar contestó, con una ligera voz cansina. "Ten cuidado con él, Stewart. Te hundirá." "Oh, vamos Dar". Godson tomó el asiento junto a ella. "Uno siempre piensa lo peor de todos, ¿verdad? Él está bien. Ha hecho un gran trabajo para nosotros, y no sólo en este proyecto." Dar se preguntó si su contraparte era realmente tan ajeno. Finalmente, se limitó a sacudir la cabeza. "Lo que sea," dijo. "Muy bien, éste es el trato, Stewart." Se incorporó y empujó el trozo de papel. "Encontré el problema." "¿Lo hiciste? Excelente!" Godson estaba encantado. "Sí. Sólo que Hans me está provocando acidez sobre arreglarlo," Dar dijo. "Así que no sé hasta donde llegaremos," admitió. "Especialmente si tu chico Meyer llega a él, ya que él tiene una razón para mantenerlo obstinado." "¿Qué? Oh, en serio ahora, Dar. Vamos a parar esta charla." Godson frunció el ceño. "Él es un empleado valioso, y no apreció que lo destroces así," dijo. "No hablarías así de tu siguiente en la línea, ¿verdad?" Dar cruzó las manos sobre la mesa, y respiró hondo. "No," respondió de manera uniforme. "Bueno, allí tienes entonces." "No hablaría así de Kerry porque ella es la mejor en lo que hace," Dar continuó. "Y porque ha demostrado ser una persona de gran habilidad e integridad. ¿Puedes decir lo mismo de Meyer?" Godson frunció el ceño. "¿Confías en él?" "Bueno, yo ..." Dar se levantó y vagó por la habitación. "Stewart, eres mi cliente." Se detuvo y miró por la ventana de nuevo, parpadeando cuando vio a Hans en la calle de abajo. Él se paseaba arriba y abajo, la frustración evidente en cada línea de su cuerpo. Ella exhaló, de mala gana censurando sus palabras. "No quiero molestarte. Sólo los llamo como los veo, a veces." Ella observó el reflejo de él en la ventana, su cara plegada en una expresión pensativa. Bueno, bien. Tal vez él lo pensaría un poco. Mientras tanto, eso la dejó con su propio problema ahí abajo en la calle. ¿Y si ella no podía hablar con Hans?

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"Ah, lo sé, Dar," Godson finalmente respondió. "Escucha, soy yo el que te pidió que venieras aquí, ¿recuerdas? Si no respetara tu opinión, habría hecho eso?" Dar sintió un momento de casi vertiginosa duda. ¿Entonces que? ¿Qué pasa si el programador se negaba, y realmente se iba? "Dar?" "Sí." Dar tragó antes de darse la vuelta. "Lo siento. Sólo estoy pensando." Ella volvió a la mesa y se sentó de nuevo. ¿Qué haría? Sus ojos cayeron sobre la laptop de Hans, dejada tentadoramente cerca de la suya. Podría tomar el código y, si él se negaba, hacerlo ella misma? Godson juntó las manos. "Bueno, mira, Dar. ¿Por qué no me dejas llevarte a tí y a Jason y a Hans a cenar esta noche, eh? Podríamos ir hasta el lugar italiano de la esquina. ¿Qué te parece? Ustedes estarán listos para un descanso para entonces, ¿correcto?" ¿Eso sería ético? "Stewart, te importaría dejarme revisar el contrato que tienes con estas personas?" Dar preguntó. "Sólo quiero ver que ventaja tenemos." El se encogió de hombros. "Bueno, seguro, Dar ... seguro. Déjame que te traiga una copia." "Gracias." Ella se mordió el interior del labio. "Vamos posponer la cena hasta que sepamos lo lejos que vamos a llegar hoy." "Es justo." Godson se puso de pie. "Te dejaré con eso entonces. Parece que tú y Hans se están llevando bien y amistosos!" De acuerdo. Dar finalmente decidió. No es más que un idiota. "En realidad, no cómo lo pondría, pero ..." "Sí, claro, los vi a los dos." La puerta se abrió de golpe, chocando contra la pared y haciendo una grieta resonante. Hans entró aprisa, pasando junto a Godson y cerrando las manos sobre la mesa delante de Dar. "Esta es mi decisión." ladró en alemán. "Y si no te gusta, entonces es una lástima!" Los ojos de Godson se volvieron platillos. "¡Hey! .. Ah ..." Dar se inclinó hacia adelante y apoyó la barbilla en su puño. Sus ojos se estrecharon un poco, y se permitió que una sonrisa libertina apareciera. "Habla," respondió. "O camina." Hans cogió el papel que habían estado discutiendo y lo sacudió hacia ella. "Haré uno, UN cambio en esto. En sólo este módulo, y luego me mostrarás esta gran diferencia que hará. Lo veré con mis propios ojos cómo este es el gran problema que afirmas." Ahh. Te tengo. "Muy bien," Dar aceptó. "Un cambio." "Y si no mejora nada? Entonces?" Hans exigió. "¿Qué vas a hacer? Porque voy a hacer ningún otro cambio." ¿Ella estaba segura de su propio análisis? Dar se sintió inusualmente insegura. 312



"¿Y bien?" Hans ladró. Stewart Godson miraba de uno al otro, sus ojos y su mandíbula colgando. "Ah ...," él balbuceó. "Ahora, todos relájense, ¿de acuerdo?" Dar exhaló. "Si estoy equivocada, le daré el ancho de banda," dijo, en un tono uniforme. "Sobre mí. ¿Cómo es eso?" Hans retrocedió y la estudió. Luego gruñó elocuente. "Bien." Tendió su mano hacia ella. "Tenemos un trato." Dar aceptó su agarre, y lo soltó. Ella se echó hacia atrás cuando Hans se dejó caer en su silla, casi empujando a Stewart fuera de su camino mientras jalaba de su laptop y empezaba a picotear las teclas con dedos largos, ágiles. Después de un segundo, ella levantó la vista. "Para otro día la cena, Stewart?" sugirió, en inglés. "Uh ... bueno, sí." Godson levantó una mano y empezó a retroceder. "Me alegro de que ustedes dos ... eh ... arreglaron las cosas. Escucha, si necesitas algo, llámame, ¿de acuerdo?" "Por supuesto." Godson se fue. El silencio se asentó de nuevo en la sala de conferencias, marcado por la tecleó de Hans, y el murmullo alemán en voz baja. Afuera, los sonidos débiles de la ciudad se filtraban a través del grueso cristal, pero estaban mayormente ocultos por el aire acondicionado yendo en ciclos. Dar soltó lentamente una respiración contenida, y recogió su PDA. La abrió y pulsó en un nuevo mensaje. Ker? Unos segundos más tarde, la luz de mensajes parpadeó. ¡Hola! ¿Cómo te va? Muy buena pregunta. Muy bien. Creo que he encontrado algo. ¿Cómo va allí? Ella respondió, y luego esperó una respuesta que parecía tomar un tiempo para volver. Podría ser mejor. Acabó de encontrarme con Michelle en el baño. Dar hizo una mueca de dolor. No la ahogaste, ¿verdad? Esta vez la respuesta fue mucho más rápida. Deseaba. Sólo quiero que el día termine. Estoy destrozada. ¿Alguna idea de cuando estarás en casa? Dar podía sentir la melancolía en las palabras, sutilmente tranquilizadoras. Lo sabré mejor esta noche. Cruza tus dedos. (Sonrisa) Todos los que tengo están cruzados. Te extraño. Dar miró furtivamente a Hans, pero él no era consciente de ella, su atención se centró por completo en la pantalla de su computadora portátil con una intensidad que ella reconoció. Regresó a sus garabatos. Lo mismo aquí. Llámame cuando la reunión haya terminado, ¿de acuerdo? Lo tienes. Te amo. Te amo también. Dar dobló la cubierta sobre el PDA y masticó el extremo trasero del lápiz distraídamente. Hans estaba trabajando duro, pero ella se 313



encontró repentinamente preguntandose de su propia conmoción, si no debería simplemente abrir los canales y tenerlo acabado y hecho de una vez. El ir a casa valdría la pena? Dar mordió su lápiz, perdida en sus pensamientos.

KERRY SE DETUVO UN momento afuera de la sala de conferencias para reunir su compostura. Conscientemente, relajó los hombros y enderezó su espalda, y luego trabajó el pestillo de la puerta y la abrió. Adentro, diez personas ya estaban dando vueltas inquietas alrededor de la gran mesa de conferencias de roble. Estaban vestidos con típica ropa de negocios, lo peor para usar dado el calor afuera, y todos levantaron la vista cuando Kerry entró y se acercó a la mesa. "Buenas tardes," Kerry saludó brevemente. Ella puso su cartera de cuero y su PDA junto a la silla en la cabecera de la mesa y se acercó al aparador bien surtido para agarrar un vaso de té helado. Incluso de espaldas, podía sentir los ojos en ella, pero se tomó su tiempo sirviendo su bebida, mezclando una cucharada de miel en el vaso antes de regresar al lugar que había elegido. Su sala de conferencias, su silla. Kerry se sentó y se apoyó en el brazo de la silla, bebiendo su té mientras miraba la habitación. "Sr. Quest? ¿Estamos listos para empezar? Tengo una tarde completa programada además de esto." Por supuesto, si Dar hubiera estado allí, habría sido su silla. Era la que siempre usaba en esta habitación y si Kerry se concentraba lo suficiente, casi podía convencerse de que captaba un indicio del perfume habitual de Dar permaneciendo en el cuero. Luciendo como si él oliera a col, Quest caminó rígidamente al otro extremo de la mesa y se sentó en el asiento frente a Kerry. "Gracias por permitirnos usar su espacio para conferencias, Sra. Stuart. Estoy seguro de que todos apreciamos estar fuera del calor y sentados en un lugar cómodo." Él miró al resto de los ocupantes de la habitación." ¿Les gustaría tomar asiento? Realmente no quiero desperdiciar ... " Sus ojos se posaron brevemente en los de Kerry. "El tiempo de nadie. " "Bien," Michelle respondió por todos ellos. Tomó asiento a mitad de camino en la mesa, y Shari se acomodó junto a ella. Ambas estaban en trajes de negocios elegantes, de buen corte, y a pesar del calor Michelle al menos, había logrado conservar su aire de profesionalismo. El reportero de Tech TV, Kerry señaló, no se veía en ninguna parte. Los representantes de las otras dos empresas que permanecían en la oferta se sentaron frente a ellas en el centro, y los dos asistentes de Quest se le unieron en el otro extremo. Kerry aprovechó la oportunidad para inclinarse hacia atrás en su silla y alzar una rodilla cubierta de mezclilla descansar contra el borde de la mesa. 314



Sorprendentemente poco profesional. Tomó un sorbo de su té. Pero entonces, también lo era su camisa polo tecno-nerd cuyas mangas estaban enrolladas dos vueltas para mostrar sus bíceps. "Me alegro de que te sentiste lo suficientemente cómodo para pedirme acoger esto por ti," Kerry dijo. "Ha sido un par de días difíciles para todos nosotros, estoy segura." "Dilo de nuevo," el hombre inmediatamente a su derecha suspiró. Rickenback, era su nombre, Kerry recordó. Su compañía era uno de los competidores más grandes de ILS, mientras que el hombre que estaba junto a él, John Sellars, era de una pequeña empresa de subcontratación en el Medio Oeste. Ambos tenían ingenieros con ellos, y ambos eran hombres. Hizo un contrapunto interesante tanto para el equipo de Telegenics, y el suyo. La mitad hombres, la mitad mujeres. Kerry se preguntó si Quest lo había elegido deliberadamente de esa manera. Él parecía extraño y desconectado como para tenerlo. "Tom, dijiste que tu hotel no tenía electricidad?" "Sí," Rickenback estuvo de acuerdo. "Déjame decirte Kerry, puede gustarte este pozo de pantano, pero puedes quedártelo." Él le dio una mirada irónica. "¿Cómo demonios le haces para lidiar con este calor todo el tiempo?" "Nos quedamos adentro." Kerry esperó a que las risas se desvanecieran. "Bebes mucho de esto." Ella levantó su té helado. "Y no usas mucha ropa," Shari replicó. Kerry la ignoró. "Bueno, Sr. Quest? El piso es suyo. Si necesitas algo de material de presentación, házmelo saber." No tenía ningún sentido antagonizarlo más, estaba allí? "Somos todo oídos." Quest vaciló, y luego le dio un amable asentir antes de levantarse y caminar un poco a un lado, volviéndose hacia ellos. "Gracias a todos por venir aquí," dijo. "Me doy cuenta que fue un corto plazo, y me doy cuenta que todos hemos tenido algunos desafíos personales el pasado día más o menos. Sin embargo, tengo un proyecto para empezar, y no tengo tiempo para perder en esperar que las cosas se suavicen." Se aclaró la garganta. "Asi que." Todos se inclinaron hacia adelante, a excepción de Kerry. Ella permaneció relajada en su silla, lentamente sorbiendo su té helado. El sabor de las frambuesas y miel llenó su boca y dejó que su visión periférica abarcara el resto de la mesa mientras esperaban que Quest les informara. "He escuchado un montón de charla los dos últimos días," Quest dijo. "He escuchado las propuestas y conceptos, y sobre todo he escuchado tonterías." La ceja de Kerry se arqueó, junto con las comisuras de los labios. "Todo lo que he oído es promesas y frases huecas. Todos ustedes piensan que pueden hacer el trabajo que necesito que se haga. Pero todo lo que he visto es papel y humo," Quest continuó. "Disculpa," Shari empezó a hablar. "¿Qué esperabas que hicieramos, traer la tecnología con nosotros y ponerla en tu escritorio?"

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Era, Kerry reconoció, una pregunta muy razonable. "Sr. Quest, tienes propuestas porque eso es lo que pediste." Ella lanzó su propio comentario. "¿Estás buscando una demostración de la tecnología?" "Sí," Tom Rickenback habló. "Nos llamaste aquí para responder a tu solicitud de especificaciones técnicas. ¿Qué esperabas exactamente?" Quest esperó a que terminaran. Se paseaba cerca de la pared, por delante de los enmarcados certificados internacionales de certificación tranquilamente. "Esto es lo que espero." Se dio la vuelta y puso sus manos en sus caderas, apartando a un lado los pliegues de color caqui de la chaqueta. "Quiero ver tu entrega. Tengo cuatro barcos que necesito equipar para los negocios en menos de tres meses. Quiero que cada uno de ustedes tomen un barco, y poner su dinero donde sus bocas están." ¿Qué? Kerry puso su vaso en la mesa. "El que haga el mejor trabajo por el mejor precio, obtiene el resto de nuestra flota". Quest cruzó los brazos sobre el pecho. "Doce barcos." Hubo un notable silencio después de que terminara de hablar. Los ocupantes de la mesa se miraron el uno al otro. Kerry finalmente rompió la tensión con una ligera sonrisa. "Bueno, déjame entender esto," dijo. "Básicamente quieres que tus cuatro barcos estén equipados de forma gratuita, así que imaginas que tentándonos con un contrato lograras que esto suceda, porque todos somos más que capaces de poner una red simplemente en cualquier lugar." Incluso consiguió una sonrisa de Shari, se dio cuenta. Michelle lamió la punta de su dedo índice e hizo un golpe discreto en el aire, antes de que se acomodara en su asiento y cruzara sus propios brazos. Quest se encogió de hombros. "Puedes verlo de esa manera, si quieres. Pero la oferta es verdadera, y está aquí en papel. Así que." Se acercó y sacó cuatro montones de su maletín y los dejó sobre la mesa. "Propon algo o cierra el pico, como se suele decir. O estás adentro e interesado, o puedes irte ahora, y si tienen suerte conseguir un vuelo de este lugar." Su ayudante se levantó y cogió los papeles, caminando alrededor para distribuirlos. Le entregó a Kerry el suyo a lo último, deteniéndose un poco corto y obligándola a extender el brazo para ello. "Lo siento," él se disculpó, entregándoselo. "Aqui tienes." Quest esperó hasta que todos tuvieran sus copias. Luego cerró su maletín con un chasquido y lo recogió. "Estaré en el Intercontinental," indicó. "Preséntense con sus copias firmadas mañana si tienen la intención de participar." Sus ojos recorrieron la habitación. "Esperamos ser tomado en serio. Pero si no pueden darnos evidencia de ello, nos reservamos el derecho de rechazar su oferta." "Entonces, estás diciendo que no hay globos atados a los papeles?" Michelle preguntó en un tono seco. 316



Él señaló a sus ayudantes. "Gracias de nuevo, Srita. Stuart, por el uso de sus instalaciones. Estoy seguro de que todo el mundo está mucho más cómodo aquí de lo que hubieran estado en la sala de conferencias del hotel. No hay aire acondicionado allí." "Un placer," Kerry murmuró. "No puedo creer que no hayan solucionado este problema aun," Shari comentó. "Debe ser casi tan frustrante como vivir con Dar." En lugar de ruborizarse, Kerry sintió la extraña sensación de una corriente fría filtrándose a través de su cuerpo en cambio. Apenas reconoció la furia batiendo a tiempo para tomar un fuerte agarre de ello, oyendo el crujido suave del cuero cuando su cuerpo reaccionó instintivamente y se tensó. Ella mantuvo sus ojos en el contrato, forzando la mano para moverse y voltear la primera página. Después de deslizar sus ojos sobre el primer párrafo tres veces sin leerlo, finalmente levantó la vista, dándole a Shari una mirada suave. "¿Quieres que chasquee los dedos y que vuelva la electricidad? Claro." Kerry amablemente levantó su mano libre y chasqueó los dedos. "Puesto que piensas que todo lo que hacemos no requiere esfuerzo." Las luces parpadearon de repente en la sala, y todos levantaron la vista, sobresaltados. Kerry se enderezó un poco, ladeando la cabeza mientras escuchaba un repiqueteo bajo, luego una serie de chasquidos, antes de que las luces brillaran de nuevo y se estabilizaran. "¿Que demonios fue eso?" Tom preguntó. "Olvidaste pagar la factura del diesel, Kerry?" Kerry se rascó la mandíbula con desconcierto. "No exactamente," dijo. "Ese fue nuestro generador arrancando. Estamos de vuelta con la electricidad de la ciudad," admitió. "Así que supongo que pueden volver a sus hoteles y ponerse cómodos con el asunto de la lectura del Sr. Quest." Quest inclinó la cabeza en su dirección. "Estoy deseando verlos a todos mañana." Empezó a girarse, luego se detuvo y se encontró con la mirada de Kerry. "Gracias por arreglar ese pequeño problema, Sra. Stuart. Es bueno ver que estás a la altura de tu reputación." Él salió de la habitación, con sus asistentes detrás de él mientras el resto de la gente se agitaron y comenzaron a moverse. "Bueno." Tom miró el contrato. "Tienes un fax que pueda pedir prestado, Kerry? Ahora que arreglaste la electricidad?" Él logró una ligera sonrisa. "No me importa robar papel y una llamada telefónica de ti ya que tendrás la ventaja de jugar en casa aquí." Kerry presionó el botón de radio en su teléfono celular. "Mayte?" Un momento después, su asistente respondió. "¿Si?" "¿Puedes bajar a la sala de conferencias por favor? Necesito llevar algo a legal, y hay algunas personas aquí que necesitan usar el fax a la vuelta de la esquina." Kerry puso el documento abajo, y apoyó las manos sobre la mesa.

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"Sí, él tiene razón," Shari volvió a hablar. "Debemos obtener una ventaja escrita para compensar la oferta que se está manteniendo aquí. Tenemos que conseguir todo enviado." Kerry permaneció en silencio, sus ojos cayeron a su PDA cuando la abrió y empezó a escribir. John Sellars habló, su voz tranquila y apacible. "Buena decisión de él consiguiendo esos barcos terminados, Kerry," dijo. "Bastante resbaladizo, si me preguntas. Él sabe que obtendrá todos los accesorios, y vamos a estar luchando entre sí para reducir los costos." "Estoy de acuerdo. Él es un jugador," Shari comentó. "Pero entonces, nosotros también." "Mm." Kerry levantó la vista de su pantalla cuando la puerta se abrió y entró su asistente. Mayte rodeó la mesa y llegó al lado de Kerry, manteniendo los ojos estrictamente en su jefa. "Gracias Mayte." Ella extendió el contrato. "¿Puedes decirles que necesito esto revisado para realizarlo mañana? Y le muestras a estos señores el fax?" "Por supuesto." Mayte le dio una sonrisa a Kerry. "¿Sabías que tenemos electricidad ahora? Todo el mundo está animando, excepto que hay algunas personas que creo que realmente querían estar durmiendo en nuestra oficina." "La mejor noticia que he tenía todo el día." Kerry le devolvió la sonrisa. "Tom? Querías enviar un fax? ¿Alguien más?" "Tomamos nuestras propias decisiones," Shari le aseguró. "No necesitamos nuestros traseros cubiertos por nuestros abogados." Tom se puso de pie y agarró su maletín. "Entonces eres más idiota de lo que pareces," le dijo enérgicamente. "Además de ser uno de los mayores patanes que he conocido a través de una década. Señora? Después de usted." Él cortésmente indicó a Mayte que le precediera. "Damas ... caballeros ..." Sus ojos se fijaron en Shari. "Lo que sea. Que tengan un buen día." Se fue con su socio. John Sellars y su asistente se escabulleron detrás de él. "Te tomaremos la palabra en ese fax, Kerry, gracias." Él le dio una media agitación de mano, mientras desaparecía por la puerta. Eso dejó a Kerry con Michelle y Shari, una condición que no tenía intención de continuar. En consecuencia, cogió su taza. "Disculpen." Michelle se medio paró. "Kerry, espera." Su crianza educada a veces era muy inoportuna. Kerry se detuvo y esperó, una ceja levantada en una razonable imitación de la actitud de su pareja. "¿Podemos llevarte a cenar?" Kerry casi se rió. "¿Estás bromeando, verdad?" ella finalmente respondió. "Vamos, gente. Ha sido un duro par de días. ¿Crees que estoy sentándome y escuchando tonterías toda la noche?" Shari resopló. "Simplemente no puedes manejarlo." Ella agitó una mano. "Ninguna de ustedes gente tiene sentido del humor."

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"Tengo sentido del humor," Kerry respondió. "Los idiotas que son groseros no califican como divertido en mi mundo. Lo siento por eso." "Bueno, si tu ..." Michelle se puso de pie. "Shari podrías por favor cerrar la boca," dijo. "No estás haciendo esta situación más fácil a cualquiera de nosotros." Los ojos de Shari se estrecharon, pero cerró la boca con un chasquido de sus dientes. "Gracias." Michelle se volvió hacia Kerry. "¿Qué te parece?" Kerry se giró para irse. "Lo siento. Prefiero cenar con mi perro." "Kerry. Vamos." Michelle se adelantó y la interceptó en el camino a la puerta. "Vamos a tener que lidiar unos con otros para todo este maldito proyecto. No empecemos de esta manera." Kerry la miró, luego fijamente a Shari, luego otra vez a Michelle. "Además, tenemos algo que podrías querer escuchar." Michelle inclinó la cabeza hacia un lado en reconocimiento. "Escoge el lugar. Sé que esto ha sido una batalla hasta ahora, pero te aseguro que no te arrepentirás de escuchar lo que tenemos que decir." A punto de decir que no, Kerry hizo una pausa, recordando lo que Dar había dicho acerca de los planes de Shari. Tal vez podría hacer que ella pusiera sus cartas sobre la mesa ahora, y tenerlo terminado y hecho, antes de que su pareja llegue a casa. "Está bien," decidió. "Mi elección, ¿eh?" "A cualquier lugar que quieras ir," Michelle le aseguró. "¿Qué tan malo puede ser?" Kerry sonrió. "Es mi lugar favorito. En la playa. Estoy segura de que lo disfrutarás."

Capítulo Dieciséis DAR GOLPEÓ LA puerta abriéndola con el codo y procedió en su interior. Hans aún estaba inclinado sobre su laptop maldiciendo en alemán, y el sol se inclinaba dentro de los cristales polarizados en un grado mucho más radical. Ella puso una taza al lado del programador y regresó a su propio asiento, acomodándose y recostándose. "¿Cómo te va?" "Como mierda. ¿Sabes lo mucho que tengo que cambiar en esto para hacer tu estúpida prueba?" Dar sorbó su capuchino. "¿Quieres que le eche un vistazo?" "No." Programadores. Dar reconoció alegremente su propia especie. "Sí, te daría la misma respuesta," admitió. "Manten tus patas fuera de mi código." Hans la miró brevemente, y luego volvió a su pantalla. "Programas?"

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"Solía hacerlo," Dar admitió. "Antes de entrar en diseño e ingeniería. Todavía me meto con él un poco a veces." "Hum." Dar sacó su PDA y la abrió, viendo la luz parpadear. Ella dio un golpecito en el mensaje de Kerry. Hola cariño. Quest solo lanzó guisantes en la mesa de conferencias. Él quiere que todos nosotros hagamos uno de sus viejos barcos y quien quiera que venga con el mejor precio gana el contrato de su flota. Lo felicité por conseguir que sus barcos fueran hechos de forma gratuita, pero envíe el contrato abajo a legal. ¿Vale la pena hacerlo? K Oh, ps - Chasqueé los dedos y volvió la energía. Creo que tus genes friki se están filtrando en mí. Dar se rió. "Oh, eso es rico." Ella sacudió su cabeza. "Bastardo fangoso." "¿Eh?" Hans la miró de nuevo. "Otra compañía." Dar comenzó a escribir. "Mi pareja lo está manejando." Ker - Mi friki qué? Me alegro de que volviera la energía. Por lo menos sé que estarás cómoda esta noche mientras me siento aquí de niñera de un programador irritable - debe ser revancha. Quest es un operador hábil. Me gustaría poder decirte que lo dejaras, pero con la cobertura que Telegenics ha comenzado, nos veríamos como una mierda si nos rendimos ahora. Van a decir que les tenemos miedo. Así que tendremos que aguantar y participar a menos que encuentres algo en el contrato que no te guste. Dar dudó, y luego continuó. Creo que he encontrado el problema aquí. Este tipo está tratando de arreglarlo, y luego lo probaremos. Si es lo que creo que es, tendrá que reescribir la mitad del código del programa. Está enojado. Yo medio quiero abrir las tuberías incluso si no es el problema. Quiero ir a casa. D. Ella golpeó enviar, y luego esperó un poco. Sin embargo su PDA permaneció en silencio y la dejó sobre su pierna, razonando que Kerry podría estar ocupada. Aburrida, sacó su laptop y la puso sobre sus rodillas, minimizando las sesiones de red que tenía abiertas y haciendo clic en el icono para su almacenamiento personal en cambio. Tenía varias carpetas allí, pero abrió su favorita, que tenía fotos de Kerry, su familia, y escenas de su hogar. Estaban puestas en orden de fecha, y de vez en cuando se divertía simplemente dejando que sus ojos permanecieran sobre este registro visible de su relación. Una d e las que más le gustaba era la que había causado a Kerry más problemas cuando ella fue a casa esa primera acción de gracias. Era de ambas,

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sentadas en el sofá juntas. Kerry tenía una pierna colgada sobre la de ella y estaban inclinadas una contra la otra, sonriendo a la cámara de Colleen. Movió sus ojos a una foto de las dos vestidas para su reunión de la escuela secundaria. Ella estaba parada detrás de Kerry en está, los brazos alrededor del centro desnudo de su pareja. La vista de la expresión ligeramente avergonzada de Kerry en su escaso traje siempre traía una sonrisa a su cara. Pero se veía adorable en su bikini de cuero, y Dar siempre estaba tratando de encontrar una excusa para hacerla ponerselo desde entonces. Tal vez el próximo Halloween. Ella pasó a una foto tomada por su madre de las dos relajándose en la isla en alta mar durante uno de sus días de campo. Kerry estaba acurrucada en su lado, dormida en el regazo de Dar. Ambas estaban cubiertas de arena y sopladas por el viento y el mar, y estaban totalmente hechas polvo, pero a Dar le gustaba la foto sobre todo por la sonrisa de alegría pura claramente visible en el rostro de Kerry. Era sorprendente para ella saber que había puesto esa mirada allí. O la mirada en la siguiente foto, una imagen sola de Kerry que había tomado en el barco, justo al atardecer después de que habían venido de bucear y estaban descansando antes de ir a cenar. Con la luz dorada rojiza rodeándola, Kerry no miró en la lente, sino a los ojos de Dar, un amor cálido y apacible bastante brillante de ella. Dar exhaló suavemente. "Burbujeante basura," Hans maldijo. "Muy bien. ¿Estás lista para hacer esta prueba?" Dar flexionó los dedos y maximizó la sesión de red, accediendo a sus enrutadores locales y ansiosamente al monitor. Estableció varios parámetros, y luego revisó los resultados. "Bien." Ella sacudió más teclas. "Déjame ... es una base de datos de prueba que estás usando, ¿verdad?" "Por supuesto." "Muy bien ... te voy a dar una subinterfaz ... espera." Dar configuró rápidamente el puerto. "Cambia tu puerto de enlace predeterminado al 0.2." Hans murmuró algo en voz baja, pero se puso a trabajar en su computadora de todos modos. "Esta hecho." Dar montó un gráfico del puerto existente, y el nuevo, y los colocó uno al lado del otro. "Está bien, pon en marcha tu base de datos ... espera. Tienes a alguien en el otro lado que pueda pegarle?" Hans se detuvo a medio teclear, luego miró a Dar. Dar ni siquiera esperó a que él hablara. Se inclinó y cogió el teléfono, pulsando algunos botones. "Stewart? Necesitamos a alguien en un sitio remoto para que trabaje con nosotros. Tendrán que tener suficientes células cerebrales para cambiar su fuente de base de datos de aplicaciones." "Ah ... " la voz de Godson se filtró a través del altavoz. "Creo que puedo encontrar a alguien para que ... dame unos minutos, Dar. ¿De acuerdo?" 321



"Está bien," Dar acordó, y colgó. Tamborileó sus dedos sobre su teclado, luego recuperó la PDA que se había deslizado de su regazo y la abrió cuando empezó a parpadear. Ah. Nota de Kerry. Dar dio unos golpecitos en ella. Hola Dardar. Cariño, nadie te quiere en casa más que yo - pero no te dejes ganar el Noreste, por favor? Iré y te haré compañía si no funciona. Podemos encontrar algún pequeño lugar italiano y emborracharnos con Chianti y pastel de queso. Dar frunció el ceño. Michelle y Shari quieren llevarme a cenar. Me dan a elegir dónde. Voy a llevarlas al lugar que vamos después del kickboxing, y no darles la oportunidad de cambiarse de sus trajes. Crees que se negaran a hablar conmigo después de eso? Eso espero. Te amo, K. El ceño fruncido en una sonrisa de mala gana, que luego se desvaneció a una inmovilidad pensativa. Pasó un momento pensando en Kerry pasando la noche con Michelle y Shari, en picada o no en picada, e inesperadamente sintió que su sangre comenzaba a hervir. El teléfono sonó junto a su codo, y tuvo que apartarse de caer en los furiosos celos para responder. "¿Sí?" Su voz salió en un gruñido. "Ah ... Dar?" Dar se aclaró la garganta. "¿Sí?" repitió, en un tono más razonable. "Tengo a alguien de Tucson que trabajará contigo ... ah, eso está bien?" Godson dijo, un tanto vacilante. "La tengo en la línea, puedo ponerla en conferencia." Centrarse. Dar sintió que los músculos de sus muslos se contraían, una fuga de la energía nerviosa que de repente la llenó. "Eso está bien. Gracias." Ella oyó un clic, luego el ruido de fondo llegó a la línea. "¿Hola?" "Um ... hola?" Una voz llegó tímidamente. "Soy Angie. ¿Necesitas que haga algo?" Dar tenía la imperiosa necesidad de colgar y salir. Ir a algún lugar privado y llamar a Kerry y decirle ... Decirle qué? Que no confías en ella? Dar respiró ligeramente irregular. "Ah sí." Ella respondió a Angie. "Necesitamos que abras tu motor de reservas, pero necesitamos que realices algunos cambios en la configuración primero. Sabes dónde está?" "Sí." La voz de la mujer se convirtió en una bendita confianza. "Claro que sí. ¿Qué necesitas que cambie?" Dar miró a Hans. "Configuración"? preguntó en alemán. "Para la base de datos?" Él se las dio bruscamente a ella. Dar las repitió en inglés para el beneficio de Angie. Mientras la chica en Tucson estaba haciendo los cambios, Dar medio 322



decidió que iba a obligar a los puertos a mostrar lo que necesitaba mostrarles, y al diablo con ello. Subirse a un avión a casa, esta noche. Si ella llegaba, Kerry seguramente prepararía la cena y vendría a buscarla, ¿verdad? Por supuesto. Dar se quedó mirando la pantalla, incapaz de reprimir la agitada emoción. "Está bien, he terminado. Quieres que abra el programa ahora?" Angie preguntó. No me importa. Dar obligó su atención a la pantalla. Juro que no me importa. No me importa una mierda nada de esto. "Adelante." Alzó la vista cuando Hans se levantó y se acercó a mirar por encima del hombro hacia el monitor. En él, tenía el puerto de producción, que estaba saturado y parpadeando en rojo y el puerto de prueba, un verde benigno. "Ahora vamos a ver que tengo razón," Hans declaró calmadamente. "Estoy seguro de eso." No me importa. Pero Dar llamó a la configuración del enrutador de todos modos, asegurándose de que los buferes estaban configurados para aprovechar los cambios, y sus listas de prioridades estaban en su lugar. Observó como el nuevo puerto mostraba actividad, las estadísticas de tráfico formándose mientras Angie lo ponía en marcha. Todo mecánico. Ella era apenas consciente de lo que sus dedos estaban haciendo. "¡Oye!" La voz de Angie estalló a través del teléfono. El puerto se quedó en una apacible verde. Dar exhaló, su reivindicación sin sentido por el momento. "Eso fue muy rápido!" la chica de Tucson soltó, en un tono sorprendido. "¿Qué diablos hiciste?" "Mierda." Hans se dio vuelta y se alejó, agarrando una pila de páginas impresas y tirándolas contra la pared con una violencia impactante. Llegó a la puerta y la abrió de golpe, cerrándola detrás con tal fuerza que los certificados colgados en la pared saltaron y se estrellaron contra al suelo. "¿Hola?" Angie repitió. "¿Estás ahí?" "Lo siento." Dar puso sus dedos en el teclado, notando ahora que ellos estaban temblando. "Estoy aquí," respondió brevemente. "Hicimos algunos cambios. Supongo que puedes ver la diferencia." "Wow! Claro que puedo!" Angie sonaba muy entusiasmada. "Solía tomarme veinte segundos para pasar de la página uno a la página dos en esta base de datos, y ahora acabo de hacer clic, y estaba justo allí! ¡Fantástico!" Dar midió el tráfico. Había hecho una diferencia, sin duda. Sin embargo, fue sólo una sesión, y se dio cuenta a plena carga, que necesitaría más que eso. Era una oportunidad perfecta para que probara sus nuevos algoritmos inteligentes. Maldición. Pero eso significaba que tenía que quedarse aquí. Sólo la idea la hizo querer gritar de indignación. 323



"¿Vas a hacer eso con el sistema real?" Angie sonaba emocionada. "¿Como ahora?" El celular de Dar sonó. "Espera." Presionó el botón de espera y desenganchó su celular, abriéndolo y poniéndolo en su oído sin mirar el identificador de llamadas."¿Hola?" "Hola, cariño." Las abejas enojadas, zumbando en la cabeza de repente se asentaron. "Hola," Dar respondió. "¿Que pasa?" "¿Recibiste mi nota?" Dar se acomodó en su asiento, empujando su laptop atrás y fuera de su vista. "Sí." "Mm." La voz de Kerry se dejó caer una nota. "Suenas enojada. ¿Qué pasa? ¿Tú idea no funcionó?" Sólo había dicho tres palabras. Kerry podría realmente decir cómo se sentía basada en eso? Dar exhaló un poco. "De hecho, lo hizo," admitió. "Pero maldita sea, para hacer que funcione en producción, tengo que lanzar mi programa beta en este puto enrutador después de que el maldito programador arregle toda la maldita cosa." Kerry se quedó en silencio por un momento. "Y ... eso significa que no puedes venir a casa," aventuró. "¿Eso es lo que estoy escuchando?" "Mierda." "Cariño." Dar suspiró pesadamente. "Lo siento," murmuró. "Estoy tan malditamente frustrada. No quiero estar aquí." admitió. "Ese bastardo de Meyer ... creo que nos preparó para esto." "¿De verdad?" "Me dijo que sabía que era un problema desde el principio. Nadie quería admitirlo porque tardaría demasiado tiempo en arreglarlo." Dar bajó la voz, a pesar de que estaba sola en la habitación. "Creo que pensó que Godson nos apretaría para tener una tubería más grande como parte del nuevo contrato." "Wow," Kerry murmuró. "¿Eso solucionaría el problema?" "En realidad no." Dar exhaló. "Hice que el programador aquí hiciera una corrección, y lo probamos, y voló. Él está encabronado. No sé si él incluso va a volver y yo ..." Dejó de hablar. "Maldita sea sólo quiero patear algo." La frustración era dolorosamente evidente. "¿Qué tal si te pido a Col que se quede en la casa y voy allí?" Kerry preguntó. "Te diré que, voy a hacer las reservaciones. ¿En qué hotel dijiste que estabas? El Hyatt, ¿verdad?" Extraño, pero de repente, la oferta y todo lo demás que tenía que hacer fue rodando en el cubo de bits, eclipsado por la abrumadora necesidad de responder a esa nota en la voz de Dar. "¿Y perderte cenar con Michelle y Shari?" Dar preguntó.

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Kerry se rió. "Oh, me encantaría no sólo llevarlas hasta la hamburguesería, sino que mantendré sus cerdos desagradables traseros en el negocio. Tal vez incluso llame a los chicos y hacer que vengan a acosarlas." Dar cogió la costura a lo largo de la parte interior de la rodilla. "Preferiría tenerte aquí a que salieras con ellas, eso es seguro," dijo finalmente. "Pero no puedo pedirte que lo hagas." "¿Por qué no?" Kerry la interrumpió. "¿Sabes cuántas veces has dejado todo y te has metido en un avión por mí?" dijo. "Jesús, Dar. Dame un respiro!" Dar mordió el interior de su labio. Se salvó de responder por la puerta abriendose de golpe, cuando Hans reapareció y pisoteó por la alfombra hacia la mesa. "Espera," le dijo a Kerry en voz baja. "¿Terminaste de refunfuñar ya?" le preguntó a Hans en alemán. "Porque francamente, odio a los malos perdedores, y realmente me gustaría que maduraras de una puta vez y hagas tu maldito trabajo." "Oo ... eso suena desagradable," Kerry le susurró al oído. "No tengo idea de lo que estás diciendo, pero ese lenguaje sonaba como si estuvieras maldiciendo." "No lo estoy," Dar le respondió en Inglés. "¿Bien?" le ladró a Hans. Echando humo, él se sentó frente a ella y dejó caer sus brazos en su regazo. Sus pálidos ojos ardían mientras se encontraba con su mirada, su frustración escrita claramente en su rostro. "Maldita seas," él dijo finalmente. "Me gustaría darte un puñetazo en la cara." Dar se inclinó un poco hacia delante, su propia agitación interna subiendo de nuevo a la superficie. "Ohh ... por favor inténtalo." Le gruñó en inglés. "Estoy muy de humor para patear el trasero de alguien." "De acuerdo. Un vuelo a Nueva York, enseguida," Kerry dijo, enérgicamente. "Nos vemos en unas horas, cielo. Manten las sábanas calientes para mí, ¿quieres?" Dar sacudió su atención de nuevo. "Kerry, no tienes que ..." "Demasiado tarde. Ya está hecho." Kerry la interrumpió de nuevo. "Estás atrapada conmigo. Tengo que hacer las maletas. Hablamos más tarde, ¿de acuerdo?" "Pe..." "Te amo." La sonrisa de Kerry pasó fácilmente a través de la conexión celular. "Llámame cuando hayas terminado de gritar. Estaré de camino a casa." "Debes tener un buen concepto de ti misma," Hans dijo. "Pero no golpeo a las damas." Dividida entre dos conversaciones, Dar decidió abandonar una de ellas. Se dio media vuelta y se centró en su teléfono celular. "Kerry ..." "Siiiii?" La voz de su pareja trinó a su vez. "Por favor, no me digas que no vaya allí, Dar. Realmente quiero ir," añadió suavemente. "Te extraño tanto." Las palabras murieron en sus labios. Dar tragó, y sintió una sonrisa tirando en sus labios en cambio. "Nos vemos pronto," dejo salir. "Gracias." 325



"Está bien. Te quiero. Mi vuelo es a las ocho ... así que ten chocolate caliente esperando, ¿eh?" "Lo haré," Dar prometió. "Adiós." Cerró el teléfono y lo sostuvo un minuto, luego se sentó y giró la silla para hacer frente a Hans. Se miraron el uno al otro durante un largo momento. Entonces Dar exhaló. "Escucha," dijo. "No me gusta estar equivocada tampoco," dijo en alemán. "¿Podemos por favor simplemente hacerlo?" Hans se inclinó hacia delante. "Si," la señaló con un largo dedo, "me compras una cena cara, lo consideraré." Su corazón se estaba asentando de nuevo a su ritmo normal, y su cuerpo se relajó de nuevo, bajo una ola de letargo que siguió a la emoción relajante. "Claro," Dar acordó. "Te compraré una maldita media res si quieres. Vamos." Se puso de pie, sorprendida cuando sus rodillas temblaron debajo de ella. "Podemos empezar con una cerveza." "Ah." Hans cerró su computadora portátil. "Ahora estamos de nuevo hablando el mismo idioma. También me ayudará a ahogar mi ego. Vayamos, por cierto." Dar se encontró sonriendo, a través de una sensación de la vaga vergüenza. Se sentía muy confundida, y un tanto fuera de equilibrio, pero en general, no le importaba realmente. Kerry estaba volando hacia Nueva York. Eso es lo que importaba.

KERRY SE ECHÓ HACIA atrás en su silla y estudió las botas de montaña que había vuelto a plantar en su escritorio. Sabía que tendría que empezar a moverse a casa pronto, pero se tomó un momento para disfrutar de la sensación de felicidad pura que sentía el saber cómo su noche iba a terminar. No tenía idea de lo que estaba pasando con su pareja. Pero conocía el estrés cuando lo escuchaba, y la precaución salió por la ventana. Además, Dar había, de hecho, dejado caer el mundo varias veces en su nombre y el retorno en este caso estaba sin duda justificado. Ahora. Kerry cruzó las manos sobre su estómago y revisó su agenda alterada. Tenía que ir a casa, por supuesto, y empacar. Colleen ya había respondido a su correo electrónico y acepto venir y quedarse con Chino, y ella había revisado dos veces su bandeja de entrada para asegurarse de que todo lo repulsivo fueran expulsados de él. No es que hubiera importado si no lo hubiera echo. Kerry miró pensativamente el techo. Su cabeza se giró cuando su puerta se abrió, y Mayte metió la cabeza dentro. "Hola, Mayte. Entra." "Kerry." Mayte casi trotó por el suelo hacia su escritorio. "Ellos dijeron en legal que están trabajando en los documentos de les lleve. Van a tratar de trabajar con rapidez, pero es mucho para revisar."

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"Bueno," Kerry dijo. "Dado que no voy a estar aquí mañana de todos modos." Una sonrisa apareció. "Así que el Sr. Quest tendrá su copia firmada la próxima semana y al diablo con ello." Sintió una sensación de alivio. "Si él no quiere que hagamos una oferta, entonces no la tendrá." "¿No?" Mayte observó de cerca su rostro. "¿Vas a Nueva York, tal vez? Creo que estás." "¿Cómo lo sabes?" Kerry preguntó, sintiendo que la piel alrededor de sus ojos se arrugaba mientras su sonrisa se ampliaba. "Sí, lo estoy. Esta noche, de hecho," agregó. "Por lo tanto, ya que tengo que salir de aquí e ir a empacar, declaro la oficina cerrada. Ve a casa." "¿De verdad?" "Sí." Kerry se levantó y cerró el estuche de su laptop. "Hay electricidad, la crisis ha terminado, y tengo que coger un avión." "Eres feliz," Mayte dijo, con timidez. Kerry levantó la vista de su estuche. "¿Se nota?" preguntó en un tono irónico. "Oh si." "Bueno, lo estoy." Kerry terminó de abrochar el enganche de cuero y se puso el maletín al hombro. "Dar tiene algunos problemas con ese programador allá, así que voy a ir y darle un poco de apoyo moral," explicó. "O eso es lo que mi historia oficial es. La verdad es que la extraño y quiero ir allí." "Eso es tan dulce," Mayte dijo. "La jefa te debe extrañar también." "Mm." Kerry se dirigió hacia la puerta. "Sé que suena un poco loco, ya que sólo ha estado fuera unos días, pero ..." "No, no es una locura." Mayte abrió la puerta para ella. "Es hermoso." Kerry caminó hacia a la entrada exterior y se detuvo, apoyando una mano en la pared y volviéndose hacia Mayte. "Sabes, lo es," dijo. "La gente dice todo tipo de cosas sobre estar enamorado, pero casi nunca escuchas a alguien decir lo hermoso que es cuando te sucede." Con un leve movimiento de cabeza, se dio la vuelta y salió dirigiéndose hacia el ascensor. Mayte fue a su escritorio y se sentó en el borde, saltando un poco cuando su madre se unió a ella inesperadamente desde la oficina de Dar. "Oh, mamá!" "Soy yo, sí. Por fin han dejado de llamar a la oficina de Dar con la electricidad y tendré un poco de paz," María dijo. "¿Dónde va Kerrista? A casa espero? No tuvo mucho descanso ayer." "No, mamá." Mayte sacudió la cabeza solemnemente. "Ella va a Nueva York." "Ahhhh!" María sonrió ampliamente. "Ya era hora! Estaba preocupada por la pobre Dar allí en ese desagradable lugar sola. Me alegro de que Kerrisita vaya a estar con ella." "Si," Mayte estuvo de acuerdo. "Pero mamá, creo que Kerry olvidó algo antes de irse. Se suponía que tenía que ir con esas mujeres a una cena, y no les dijo que se iba."

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"Tcha." María cruzó las manos. "¿Son esas dos perras?" "¡Mamá!" La mujer más joven afectada estaba en shock. "¿Qué diría papá?" Su madre expresó un sonido muy parecido a un estornudo. "No me gustan esas mujeres, Mayte. Causan malos problemas para nosotros, y no son agradables con Kerrisita y Dar. Me alegro de que no habrá ninguna buena cena con ellas. No se lo merecen." Mayte simplemente parpadeó, dando al solemne pronunciamiento sólo lo debido. María cruzó los brazos sobre su pecho. "¿Dónde las estaba llevando Kerrisita?" preguntó, casi como una ocurrencia tardía. "La cola del cerdo," su hija suministró con prontitud. "Como?" "Si." Mayte se encogió de hombros. "Eso es lo que dijo Kerry." María frunció el ceño. "No he oído hablar de ese. ¿Y tú?" Por respuesta, Mayte rodeó su escritorio y se sentó en su computadora, accediendo a su pantalla con dedos eficientes. "No, mamá, pero estoy segura de que lo podemos encontrar en Internet. Hay de todo en Internet." Servicialmente, su madre le siguió alrededor y se asomó por encima del hombro. Después de un momento, ambas se enderezaron. "Dios Mio," María balbuceó. "No creo que Kerrisita vaya a ese lugar, Mayte. Ella es de mente muy abierta, pero ... ¿qué están haciendo esos dos hombres?" Mayte apresuradamente lo cerró. "Creo que es el equivocado, mamá." Continuó buscando. "Aquí hay uno ... oh." Ella frunció el ceño. "Eso no se ve agradable en absoluto, pero no está muy lejos de aquí." María miró la dirección. "Eso es cerca del lugar donde tienen sus lecciones de hatboxing." "Kickboxing, mamá," Mayte murmuró. "¿Crees que Kerry iba allí? Las otras mujeres estaban tan bien vestidas." María se rió entre dientes. "Vamos, Mayte. Todavía no he almorzado. Es hora de que vayamos a buscar las hamburguesas." Se dirigió hacia el pasillo con un trote intencionado. "Pero mamá ..." "Vamonos!" Mayte apresuradamente cerró la pantalla y agarró su mochila, esperando que su mamá no fuera a causar muchos problemas. "Soy demasiado joven para ser arrestada, espero," se lamentó, apagando la luz de la oficina mientras se dirigía hacia el ascensor.

KERRY SILBÓ SUAVEMENTE en voz baja mientras pulsaba su código de la puerta, y abría la puerta del condominio. "Hola Chi!" Se relajó adentro. "¿Como estas cariño?" Se agachó para darle a su mascota un abrazo. "Chi, vas a estar 328



muy molesta conmigo, porque tengo que irme esta noche, pero te prometo que cuando vuelva, voy a traer a tu mamá conmigo. ¿Qué tal?" "Growf!" Chino giró en un círculo, con las orejas volando. "Así es como me siento también." Kerry confesó, dejando caer su maletín y saltando dando vueltas. "Whoo!" Saltó arriba y abajo junto con Chino, bailando a través del piso con ella. "Sí bebé. Voy a traer a tu mamá. Te gusta eso?" "Groouf!" Chino se sacudió alrededor de Kerry y recuperó un juguete de peluche, presentándolo alegremente a ella. "Dame esa vaca." Kerry agarró el juguete y levantó su brazo, esperando hasta que Chino se acercara a la mesa del comedor antes de que lo lanzara, aplaudiendo cuando el perro lo atrapó en el aire. "Buena chica! Buena atrapada!" Se rió, continuando más allá del Labrador y abriendo la puerta trasera para ella. "Vamos." Esperó a que Chino saliera, y luego se apoyó en la encimera de la cocina, contenta de que el condominio ya se había enfriado. Se sentía muy agradable para estar cómoda, y no sudorosa. Kerry abrió el refrigerador y sacó una botella de té, haciendo estallar la tapa y tomando un sorbo. Dentro de la caja, los contenedores de hielo seco cuidadosamente proporcionados por el personal de la isla habían mantenido el contenido aceptablemente refrigerados a través de la interrupción de la energía. Incluso habían dejado un plato cubierto de fruta, el cual sacó y destapó, atraída por la fresa grande en el centro. "Mm." Kerry miró el reloj. Eran sólo las cinco y media, y su vuelo era a las ocho. Todavía hay tiempo. Calculó en salir para el aeropuerto a las seis y media. Con sólo su bolsa de viaje subir al avión no debería ser un problema. "Bueno." Esperó a que Chino regresara, luego se dirigió al dormitorio. Chino la acompañó, pero cuando vio a Kerry sacar la bolsa de viaje de cuero, le dio a su dueña una mirada lastimosa y fue a acostarse en su cama. "Aww." Kerry puso la bolsa en la cama de agua. "Sabes qué es esto, ¿verdad?" Chino gimió. "Ahora, te dije que iba a traer a tu madre de regreso. ¿No tengo puntos por eso?" Kerry abrió la cremallera de la bolsa y cogió su kit de artículos varios de viaje, metiéndolo a un lado. "Quisiera poder ponerte aquí también, Chi ... apuesto a que mamá Dar le gustaría verte, eh??" "Growf." Kerry se echó a reír mientras ponía tres pares de jeans en la bolsa, cuidadosamente doblados, y agregó unas cuantas camisetas y una de seda de manga larga que se negaba a arrugarse sólo en caso de que necesitara algo un poco llamativo. Un par de zapatos de tacón bajo de cuero junto con eso, luego algunos calcetines y un puñado de ropa interior. "Ahí." Puso las manos en las caderas y repasó sus opciones. "Creo que es suficiente ... a menos que Dar decida llevarme a un espectaculo de Broadway." 329



El pensamiento divagaba en su cabeza, chocando con sus otros pensamientos al azar. Hm. Kerry se preguntó si a Dar le gustaría ir a ver un espectáculo ... tal vez podría encontrar algo realmente genial y entretenido para mantener a su inquieta pareja ocupada por unas horas. "Y si lo hacemos ..." Ella observó pensativamente. "Y si requiere ropa elegante, pues bien, iremos a comprala." Ella quitó el gancho en la manija de la bolsa. "Cierto, Chi?" "Gimoteo." Kerry se acercó y se puso en cuclillas junto a la cama del perro. "Aw, vamos, Chino ... es sólo unos días. Tu mamá me necesita." Acarició la suave cabeza del laborador. "Sabes lo importante que mamá Dar es para mí, ¿verdad?" Chino meneó la cola. "Sabes cuánto amo a mamá Dar, ¿verdad?" Kerry añadió, en voz baja. "No puedo esperar a llegar allí, Chi. No puedo esperar ha verla, y pueda darle un gran abrazo." Se agachó y abrazó al perro. "Justo así, y le daré uno de tu parte también, ¿de acuerdo?" "Grrr." "¿Sabes qué? Creo que podríamos pasar un buen rato en Nueva York. Tal vez podamos ir a Central Park, y dar un paseo en carruaje." Kerry se enderezó un poco. "Me gustaría eso." Ahogando un bostezo, se levantó y se dirigió de nuevo a la sala. Calculando que las probabilidades de ser alimentada en un vuelo a las 8 p.m. eran escasas y ninguna, decidió ver lo que podía lanzar para una cena rápida antes de irse. "Vamos, Chi ... vamos por comida." Le dio al perro un plato de croquetas mezclado con un poco de pollo desmenuzado y agarró para ella un yogur, un plátano, un poco de mantequilla de maní, y el resto de su té helado. "Mm." Examinó su banquete. "Pero lo que estoy teniendo para el postre vale la pena." Alegremente, llevó los artículos a la sala de estar y se acomodó en el sofá, cambiando el televisor a las noticias mientras levantaba los pies y abría la tapa de su yogur. Ahora, por fin, escuchó como el apagón y su restauración fue explicada. "Santo cielo," murmuró con la boca llena de yogur de vainilla. "Mira esa cosa." Una vista desde el helicóptero de la planta nuclear de Turkey Point mostró el edificio del transformador que se había desintegrado, provocando oleadas en todas direcciones y causando el problema en primer lugar. Habían tenido suerte. Sólo el edificio del transformador se había visto afectado por la explosión, hasta el momento de origen desconocido. Nada había tocado la parte nuclear de la instalación, pero decir que las autoridades estaban nerviosas sería el mayor euferismo del año fiscal. Era aterrador pensar en lo que podría haber sucedido de lo contrario. Kerry sintió que un escalofrío le caía por la nuca. "Te diré que, Chi," murmuró al labrador, que había terminado su cena y ahora estaba saltando en el sofá para acurrucarse junto a Kerry. "Sé donde me gustaría estar si el mundo explotara." 330



"Growf?" "Mm." Kerry quitó su teléfono celular de su cinturón y en marcación rápida, sacudiendo la cabeza para apartar el pelo del camino antes de presionar el teléfono al oído. "Hola, cariño." "Hola." La voz de Dar sonaba media tonelada más ligera de lo que había sido. "¿Qué pasa? Ya sales?" "Casi. Estoy comiendo un plátano primero," Kerry le dijo. "Sólo quería saber si necesitabas algo de aquí." "Tú." Kerry sonrió al techo. "Además de eso," dijo. "Más ropa interior? Camisetas? Algo? Tengo un poco de espacio en mi bolsa." "Solo tú." Kerry se retorció en el sofá. "Está bien. Estoy saliendo al aeropuerto. Nos vemos en unas horas." "Estaré allí," Dar prometió. "Hey ... ¿Qué le dijiste a la terrible pareja?" "Nada." "¿Nada?" Una risa. "Las dejaste plantadas? ¿En serio?" "Claro que sí," Kerry estuvo de acuerdo. "Que se jodan. Espero que sean atropelladas por los chicos en sus motos, y terminen sobre sus traseros en el canal Snake Creek." "Kerrison." Dar se rió. "Pequeña demonio." "Sí." Kerry dijo. "Espera a ver mis cuernos. En la cena?" "Sí." "Nos vemos en breve, cariño." Dar se rió de nuevo. "Lo haré. Nos vemos más tarde." Kerry dobló su teléfono y salió del sofá, agarrando su plátano mientras se dirigía hacia el dormitorio. "Pequeña demonio," repitió, con una ligera risa."Sí, que rebelde estoy resultando ser. Dar, no sabes la mitad de eso." El sol centelleaba plácidamente en su bolso mientras agarraba las asas y se dirigía hacía afuera.

ENCONTRARON SU camino hasta Mulberry Street, y hacia lo que era, para Manhattan, un restaurante italiano relativamente espacioso y con un gran aroma para el momento en que el sol se estaba poniendo. Dar se acomodó en un asiento cerca de la ventana, mirando las paredes decoradas con colores vivos con una desconcertada expresión. "A mi pareja le encantaría este lugar." Hans hojeó el menú y luego lo tiró a un lado. "Tendré que creerte. ¿Tienen algo con pescado aquí?" Dar investigó. "Sí. Salmón a la parrilla o mojarra francese," informó. "¿Cuál es tu veneno?"

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"Si yo fuera francés, sería una excelente broma," él respondió. "Pediré la mojarra, y si pueden por favor darme los fideos con sólo un poco de aceite de oliva. No me gustan los tomates." Dar se echó hacia atrás y extendió sus piernas, cruzándolas por los tobillos debajo de la mesa. No le importaba el restaurante, pero ya su cuerpo se retorcía de impaciencia, deseando que los minutos pasaran más rápido. "¿Aún estás enojado conmigo?" ella preguntó. "Sí," Hans dijo. "Me has hecho trabajar demasiado." Dar se limitó a sonreír y jugó con el tenedor. "¿Por qué no habías dicho esto cuando estabas escribiendo este programa?" "No me preguntaron." Hans hizo una mueca. "Este cliente, ¿si? Él no es tan brillante." Él gruñó. El camarero pasó y simplemente miró a Dar con una ceja levantada. "Bier? (Cerveza)" Dar supusó, recibiendo un asentir de Hans. "Dos de cualquier importación que tengas de barril, el aperitivo muestra, una mojarra sin salsa sobre la pasta, una ternera de la misma manera, y a un lado el aceite de oliva." "Muy bien," el camarero murmuró, dejando una cesta de pan y marchándose. "Muy agradable." Hans rió irónicamente. "Es tan maravilloso estar aquí en los amistosos Estados Unidos." "Esto es Manhattan," Dar le aconsejó. "Tienes suerte de que no tiró el pan en ti." Tomó un pedazo y lo mordisqueó. "Godson está bien. No es un genio técnico, pero es bastante bueno en el aspecto financiero. Pensé que fue su vicepresidente quién empujó el proyecto." "Meyer?" Hans frunció el ceño. "Él llegó tarde a la mesa. Creo que él no ha estado aquí tanto tiempo." Él seleccionó una palito de pan y lo partió por la mitad, colocando una mitad sobre la mesa y masticando la otra. "A él no le importas." Dar se encogió de hombros. "Está en el final de una línea muy larga." Observó al camarero mientras regresaba y dejó dos tarros helados, goteando espuma por los lados y sobre la mesa. "Gracias." "No hay problema." El camarero se giró y se marchó de nuevo. "Él tiene su propia agenda." Dar continuó, tomando un sorbo de su cerveza. "Tiene un interés en un competidor mío. Quería traerlos para salvar la situación." "Bah." Hans resopló. "Sí, pensé que era algo así como un jugador." Mordió el palito de pan cuidadosamente. "Podría ser que él supiera que esto era un problema, y no quería cambiarlo. Sin embargo, no entiende cuestiones técnicas que de hecho me sorprendieron." Dar inclinó la cabeza. "¿Quieres decir que no entendía la programación?" Hans movió su dedo índice. "No entiende la tecnología en lo más mínimo," dijo. "Él dice ... ¿cómo lo dices aquí, usa palabras raras?" 332



"Eh." "Pero si lo interrogas de cerca, como yo lo hice, no tiene entendimiento. Utilicé esto a mi favor, debo admitir. Aprendí que podía decirle cualquier cosa y él estaría de acuerdo," Hans continuó, en un tono suave. "Su experiencia, tal vez, era de negocios, no de computadoras?" "Mm. Podría ser," Dar estuvo de acuerdo. "Él seguía diciéndome que tendríamos que ocuparnos del problema nosotros mismos. No creía que tú cooperarías." "¿Yo? Soy un hombre de negocios," Hans objetó. "Me atengo a mi contrato, y el contrato dice que sí, vamos a hacer que este programa funcione. No me tiene que gustar, y no tengo que estar contento con tener que hacer mucho trabajo, pero soy un hombre justo." Tomó un trago de cerveza y dejó el tarro en la mesa. "Si él dice algo más, no es cierto." Dar asintió levemente. "Creo que no contaba con que yo hablara alemán." "Bueno, yo tampoco," Hans se rió bruscamente. "Para ser honesto. He usado esto a mi favor en esta situación muchas veces también. Es más fácil simplemente aceptar lo que se da, y no tener que luchar para comunicarse." Se echó hacia atrás. "Sin embargo, cuando llegué, y hablamos, reorganicé mis planes, y así que aquí estamos." "Aquí estamos," Dar estuvo de acuerdo. "Y, para que conste, realmente no quería hacerte cambiar todo tu maldito programa." "No lo estoy haciendo," Hans respondió en un tono sereno. "He enviado la maldita cosa en pedazos a Alemania, y seis jóvenes chicos sanos están ahora mismo sudando cambiándolo mientras me siento aquí teniendo razonablemente una buena cerveza y un servicio horrible en el viejo Estados Unidos." Dar se echó a reír. "Eres un fraude." "No lo soy." Mantuvo un aire digno. El teléfono celular de Dar sonó, interrumpiendo el debate. Lo sacó y lo abrió. "¿Sí?" "Bueno, hola Dar!" Alastair respondió. "¿Cómo están las cosas? Suena ocupado allí!" "Estoy en un restaurante italiano," respondió secamente. "Así que sí, lo es. Las cosas están bien. Encontramos el problema." "¿Lo hiciste? Estupendo!" su jefe dijo. "No es que me sorprenda. Escucha, ha surgido algo." Maldita sea. "¿Sí?" Dar respondió con cautela. "No te preocupes, no es un desastre," Alastair se rió entre dientes. "De hecho, es una buena noticia para variar. Bob Alexander me acaba de llamar. Es mi homólogo de Allied Cruising." "Ah." "Él ha estado observando la acción en torno a nuestra pequeña guerra de oferta. Está interesado."

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"¿En?" Dar preguntó. "Quiere comprar esas pequeñas cosas malolientes, y sacarme de mi miseria con toda la maldita cosa?" El CEO resopló. "No es nada tan sencillo. Él ha estado pensando acerca de actualizar su flota. Ochenta y siete barcos. Dice que va a considerar seriamente el ir con el que gane el más pequeño." Dar parpadeó. "Santo cielo." "Uh huh," Alastair estuvo de acuerdo complacidamente. "Así que esos cacahuetes podrían convertirse en mantequilla de maní de pan de oro, señora. sabía que los chicos grandes estaban vigilando todo este pequeño circo, pero Alexander suena serio." "Eso es un gran contrato," Dar pronunció. "Jesús, Alastair, eso es ..." "Este trimestre ponerse al día. Sí," estuvo de acuerdo. "¿Y sabes qué? Me llamó porque piensa que tenemos una buena oportunidad para clavarlo. Así que hazme un favor, ¿eh? Clavalo?" Como si fuera tan fácil. Dar exhaló. "Él acaba de presentar la propuesta. Está abajo siendo revisado en legal. Quiere que cada empresa haga un barco. Cual sea que presente el mejor precio ganará." "Si, Ham me llamó," Alastair dijo. "Después de que terminó de llamar a Quest un oportunista, y un torpe, y un torpe oportunista, él aclaró. Tuve que mandarlo de vuelta a la oficina de Kerry." "Bueno." Dar recogió su ingenio. "Hablaremos de eso esta noche entonces. Ella está de camino aquí." Alastair hizo un pequeño sonido de sorpresa. "¿Está? Pensé que habías dicho que tenías todo prácticamente en orden … más problemas?" "No," Dar dijo. "Es decir, tenemos el problema en este caso aislado, pero va a tomar un poco de trabajo arreglarlo, pero no. Sólo viene a hacerme compañía." Ella sabía que las palabras sonaban un poco extrañas, pero Alastair ni siquiera perdió el tiempo. "Bien por ella. Ustedes dos disfruten de un espectáculo o algo así, ¿vale? Hey! Espera un minuto ... Bea! Bea!" Dar apartó el teléfono un poco dando a Hans una mirada ligeramente de disculpa mientras el camarero regresaba con su plato de aperitivos y lo dejaba sobre la mesa, junto con algunos platos pequeños. "Negocios son negocios." Hans medio se encogió de hombros, tomando un triángulo de mozzarella y poniéndolo en un plato para sí. "Es bueno para mí, sí? Dejé mi teléfono celular en Alemania." Dar cogió varias frituras de una cosa u otra y le dio un mordisco cauteloso. Podía oír el débil sonido de la música relajante de la oficina principal en su oído, e hizo una nota mental para que alguien hackeara en el interruptor telefónico y lo cambiara. Después de un minuto, comprobó su reloj, preguntándose si Kerry ya estaba en el aeropuerto, y si todo estaba bien con su vuelo, y si estaba a tiempo, y ...

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"Dar!" Alastair recogió la línea. "Escucha, tengo en mis manitas calientes un par de entradas para el Radio City Music Hall. ¿Puedo enviartelas?" Radio City Music Hall? Dar miró con curiosidad al teléfono, listo para rechazarlo. Entonces se detuvo. Bueno, provinciana, puede que a Kerry le gustaría ir allí, no te parece? "Ah ... claro," respondió. "Claro, Alastair. Me encantaría." "¡Estupendo!" Su jefe se rió bastante. "Bea los enviará ahora." "Hola Dar!" La voz de Bea se filtró. "¡Pásalo bien!" "Gracias," Dar respondió. "Bueno, te dejaré que vuelvas a tu cena, Dar. Hablamos más tarde," Alastair dijo. "Saluda a Kerry por mí." "De acuerdo." Dar escuchó el chasquido cuando el teléfono colgó. "Haré eso." Dobló el celular y puso de nuevo en su cinturón. "Ciertamente lo haré." "¿Todo bien?" Hans preguntó. Dar cogió su cerveza y tomó un buen trago. "Sí," dijo. "Más o menos, y el resto va a ser bueno en unas horas." "Cuando tu pareja llegue aquí?" Hans aventuró. Dar asintió. "Hm. Ya veo." El programador se sirvió otro aperitivo. "Tengo gran interés de conocer a esta pareja tuya. Creo que mis horizontes serán muy ampliados." Dar comprobó su reloj de nuevo, y tamborileó con los tacones en el suelo de linóleo. La noche se estaba haciendo más larga cada maldito minuto.

KERRY HOJEABA SU revista por segunda vez, alzando la vista cuando el asistente de vuelo se detuvo a su lado. "Hola." "Hola. ¿Puedo traerte algo? Otra copa?" el hombre preguntó, con una sonrisa. "Un avión más rápido," Kerry pidió seriamente. "¿Puedes pedirle al piloto que acelere un poco?" El asistente de vuelo se rió entre dientes. "No va a ser tan largo ahora. Es sólo un vuelo de tres horas." "El indicativo de llamada de este avión no es 'Minnow' verdad?" Kerry dijo en broma. "Tomaré otro jugo de naranja, seguro." Ella le devolvió el vaso, y luego se echó hacia atrás mientras el encargado se acercó hasta la cabina de primera clase casi vacía hacia el área de servicio. Tres horas realmente no eran mucho tiempo. Pero había estado en el aeropuerto durante una hora que le había parecido una eternidad. Ahora sólo quería que el viaje terminara. Se preguntó si Dar estaría en el aeropuerto para reunirse con ella, ya que su declaración acerca de estar cerca no era muy específica, y en realidad no había ninguna necesidad para que ella ande todo el camino para esperar el avión, verdad? 335



No en realidad no. Kerry puso su pie sobre su rodilla y alisó la tela de mezclilla sobre ella con sus dedos. No había una verdadera razón, pero esperaba que Dar estuviera allí de todos modos. Los aeropuertos eran lugares ruidosos, deprimentes y ella realmente, realmente quería ver a ese cuerpo alto, larguirucho y esos ojos azules esperando por ella cuando despejara el pasillo. ¿Egoísta? Sí, quizás. Kerry aceptó el nuevo vaso de jugo y bebió un sorbo. Había tenido tiempo suficiente para tomar una cerveza y algunos aperitivos en el Chili's to Go en el aeropuerto, pero la selección en el avión no fue suficiente para atraerla más. Ah. Kerry hizo una pausa, esperando. El fantasma de una presión que había pensado que había sentido en sus oídos volvió, y aumentó ligeramente. Estaban descendiendo. Apenas resistió el impulso de saltar arriba y abajo en su asiento para hacer que el avión bajara más rápido. "Jesús, Kerry," murmuró para sí misma. "¿Qué pasa contigo? Dar solamente ha estado fuera un par de días. Se podría pensar que habías estado lejos de ella durante seis semanas." Desperdició un poco de tiempo tratando de imaginar eso, ausentarse por seis semanas de su pareja, e inmediatamente pasó a pensar en otra cosa sólo por la mera incomodidad de ello. Y no era extraño? Dos personas casadas deberían ser capaces de estar separadas la una de la otra sin volverse locas, no es así? Kerry dio la bienvenida al estallido en sus oídos como un viejo amigo. Bueno, así que era extraña. Era extraña, y rara, y a pesar de todo quería estar en el suelo y salir por esa rampa y caer en esos brazos. Porque Dar estaría allí. Sin lugar a duda.

DAR SE RECARGÓ CONTRA la ventana, mirando hacia fuera en el área de la pista de rodaje con la suficiente intensidad para esperanzadamente obligar a un gran avión Boeing en existencia sin más demora. Su aliento empañó el cristal y retrocedió, limpiando la humedad con dedos impacientes. Un pequeño carrito se deslizó a través del concreto, y se inclinó de nuevo, viendolo atentamente mientras se estacionaba bajo la pasarela de acceso unida a la puerta en la que estaba parada. Un hombre salió, y él sacó de la parte trasera de su cinturón un par de varas reflectantes. Ah. Buena señal. Dar sonrió feliz. Su atención fue atraída por su reflejo en el cristal y se echó hacia atrás, parpadeando ante los brillantes ojos azules chispeando hacia ella. "Pareces como un niño en Navidad" se acusó a sí misma. "Vamos, ya basta." Un suave chirrido escuchado en la oscuridad le llamó la atención y miró afuera de nuevo mientras un número de otros pequeños cochecitos se prepararon cerca de la pasarela de acceso. Su alegría poco digna la avergonzaba. ¿Qué pensaría Kerry? Sólo habían estado separadas unos días, y ahora ... 336



Jesús. Dar se obligó a retroceder cuando vio la nariz de un gran avión blanco serpenteando dentro. Regresó por delante del pedestal de la puerta del agente y se sentó en la primera fila de sillas, cruzando las manos sobre una rodilla y aparentando un aire de despreocupación. Los agentes le prestaban poca atención, estando ocupados con el papeleo. Uno se dio la vuelta y abrió la puerta de la pasarela de acceso, manteniéndola abierta con un tope metálico antes de volver a comprobar algo en su computadora. Dar observó la nariz del avión rebotar en un alto, y oyó el zumbido de los motores a reacción cuando la pasarela de acceso se movió a su encuentro. Inexplicablemente, su corazón comenzó a latir con fuerza, y respiró hondo varias veces para calmarlo sin mucho éxito. ¿Y si Kerry no estaba en el avión? La idea se le ocurrió de repente, trayendo una sensación de conmoción que hizo que la habitación se desvaneciera un poco. "No seas idiota," murmuró en voz alta. "Por supuesto que está allí, o me habría llamado." Dar cruzó con firmeza los brazos sobre el pecho y se negó a mirar el teléfono celular colocado en su cinturón. En lugar de eso, fijó sus ojos en la apertura de la pasarela. Por supuesto que Kerry estaba allí. Probablemente justo en frente, tomando sus bolsas del compartimento de arriba, y tratando cortésmente de no ponerse en el camino de nadie. Tirando de sus jeans derechos, y pasando la mano por el pelo mientras tomaba una respiración impaciente, esperando para salir. Dar casi podía verla si cerraba los ojos, bordeando pasando por delante de los asientos y dirigiéndose hacia la puerta, la cabeza un poco hacia abajo. Abrió los ojos y miró la apertura vacía, sintiendo un movimiento acercándose. Escuchando el roce de los zapatos con suela blanda en la alfombra, en un ritmo suave que reconoció, momentos antes de que la apertura se llenara con la robusta forma familiar de Kerry, su cabeza ya moviéndose mientras sus ojos examinaron el espacio delante de ella.

"DEJAME SALIR DE este maldito avión." Kerry reprimió el impulso de darle un empujón al asistente de vuelo, y ajustó la correa del hombro de su equipaje de mano en cambio. Finalmente recorrieron hasta la puerta, y le pareció una eternidad antes de que movieran la pasarela y comenzaran a abrir la puerta. Estaba delante. Por lo general, esperaba pacientemente su turno, y dejaba que los demás fueran antes que ella, pero no esta noche. Había pasado por delante de los otros dos pasajeros en primera clase y se había apoderado de un lugar cerca de la salida, mirando con impaciencia mientras el asistente trabajaba la cerradura de la puerta y empujaba la gran puerta abriéndola.

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Rebotar rebotar. Kerry esperó a que el hombre retrocediera, luego se dirigió a la apertura sin dudarlo. Había estado mirando por la ventana cuando se habían detenido, y había jurado que había visto a Dar parada allí, esperando. Sólo un breve vistazo, pero eso había sido suficiente para que reconociera esa figura alta, las manos presionadas firmemente contra el cristal, observando hacia afuera por la llegada de Kerry. "Gracias! Que lo pasen muy bien en Nueva York," la asistente de vuelo le dijo, mientras seguía adelante. "Oh, lo haré," Kerry prometió, subiendo la rampa inclinada hacia la terminal. Era un olor mohoso y rancio dentro, e hizo una mueca cuando pasó una mancha oscura en la alfombra que apestaba a rayos. Dar no había dicho que la ciudad olía? Bueno, aquí estaba ella, y chico vaya si lo hacía. Kerry vio la luz al final del túnel y se acercó a la última curva de la pasarela, despejando el umbral y mirando a su alrededor. Sus ojos se encontraron con los azules pálidos a la vez. Dar estaba sentada a no más de diez pies de la entrada, y Kerry soltó un chillido mientras echaba a correr a través del suelo, dejando caer la bolsa y echando los brazos alrededor de su pareja mientras Dar se levantaba y daba un paso hacia adelante. "Eeeeyow!!" Kerry dejó escapar un suave canto a la tirolesa. "¡Me alegro de verte!" Hundió la cara en el pecho de Dar y se contoneó. Dar envolvió sus brazos alrededor de Kerry y la levantó de sus pies, abrazándola con fuerza sin responder. El calor de su cuerpo se sentía casi impactante, y antes de que se diera cuenta Kerry tenía un apretado agarre alrededor de su cuello y se inclinaba para besarla. Espectáculo en el aeropuerto. Ah bueno. Lo peor que podían hacer es deshacerse de ellas y se estaban yendo de todos modos. Dar restó importancia a la preocupación y respondió, rozando sus labios ligeramente a través de los de Kerry antes de hacer un contacto más largo, dulce. Se sentía familiar y maravilloso, y la tensión se enroscó dentro de su cuerpo relajándose como por arte de magia mientras Kerry echaba la cabeza hacia atrás un poco y miró a los ojos de Dar de nuevo. "Hola cariño." Kerry la miró con adoración inconfundible. "Es siempre un gusto verte." Dar sonrió como una idiota. "Hola." Se aclaró ligeramente la garganta. "¿Quieres salir del camino de esas personas?" Cogió la bolsa de Kerry y la cargó al hombro. "Por supuesto." Kerry envolvió su brazo por la cintura de Dar mientras avanzaban por el pasillo de asientos, y alejándose de la puerta. Ella captó una mirada de disgusto de una mujer. "¿Algo mal?" preguntó cortésmente. "Repugnante," la mujer respondió, alejándose. "Gracias," Kerry respondió amablemente. "Tenga una buena noche. Sé que yo la tendré." Le dio a Dar un apretón, y sonrió sin arrepentimiento cuando la mujer pasó apresuradamente y las dejó atrás. "¡Que cretina!" 338



"Su pérdida". Dar rodeó los hombros de Kerry con un brazo y apoyó su mejilla contra el suave, corto pelo rubio de su pareja. "¿Cómo estuvo el vuelo?" "Tardo una eternidad," Kerry admitió. "Sólo quería llegar aquí. Estuvo bien, supongo." Ella estiró el cuello. "Oh, me gusta eso. ¿Son nuevos?" Tiró de la pretina de los jeans de Dar. "Muy sexy." "Mmhm." Dar se sintió relajándose aun más en la charla casual. "Gracias ... tienes hambre? Podemos parar por algo ..." Kerry miró a su alrededor. "No aquí, cariño. He visto aeropuertos destartalados, pero no por mucho," comentó. "¿Podemos conseguir algo en el hotel? Tengo un dolor de cabeza por el que Bayer pagaría." "Lo tienes." Dar movió su brazo, cambiando el colocar casual por un apretón ligero en la nuca de Kerry. Amasó la tensión allí mientras caminaban, produciendo una media sonrisa ante los pequeños sonidos de alegría que sacaba de su pareja. "¿Un largo día?" "Ungh," exhaló. "Un largo par de días, y con tan poco sueño como el que tuve anoche, soy pan tostado de pasas." "Con queso crema?" Dar mordisqueó un poco el pelo. "Me alegro de que estés aquí," susurró, viendo el cambio del músculo debajo de la piel mientras Kerry sonreía. "Me alegro de estar aquí también." Kerry se apoyó contra ella mientras caminaban por la puerta hacia el exterior, y fueron recibidas con una sofocante noche de Nueva York. "Hm. Casi tan húmedo como en casa, pero con un paisaje mucho más desagradable." Ella arrugó la nariz. "Tomamos un taxi?" Dar vio una alternativa, un town car de aspecto largo, lujoso con un conductor de aspecto reservado apoyado en el lateral. "Tengo una idea mejor." Dirigió a Kerry hacia el coche. "Vas a Manhattan?" le preguntó al conductor. El hombre las miró, la cabeza inclinada hacia un lado. "¿Puedo ir a Manhattan? Que piensas, que esto se parece a un autobús de excursión? Claro que voy a Manhattan. A donde vas?" "Al Hyatt del lado este." Dar se sintió un poco avergonzada. "Lo siento, es tarde." "Lo tienes." El hombre abrió la puerta con un ademán ostentoso, y quitó la bolsa de Kerry del hombro de Dar. "Vamos, entra ahí. Tengo mejores lugares para estar que LaGuardia, eso es absolutamente seguro." Kerry entró primero, y esperó a que Dar se uniera a ella y cerrara la puerta antes de retroceder por el asiento y acurrucarse contra su pareja con un suspiro de satisfacción. Había un ligero aroma a orégano y ajo pegado a la camiseta de Dar, junto con el toque especiado que era su mutuo gel de baño corporal. "Hueles bien," comentó, apoyando la cabeza en el hombro de Dar. "Maldita sea, te he echado de menos. Pensaba que iba a volverme loca. Sólo has estado aquí un par de días, pero siento como que ha sido una eternidad."

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Dar se sorprendió al tener sus propios sentimientos articulados de manera tan precisa. "Sí," pronunció. "Sólo días verdaderamente estresantes, supongo." "Mm." Kerry frotó ligeramente el pulgar sobre el vientre de Dar. "Sabes, realmente lo fueron. Tanto mierda, y ese maldito corte de energía. Jesús." Dar observó las luces de la ciudad parpadear, el conductor sorprendentemente silencioso en el frente. Era increíble lo mucho más amigable que Nueva York se veía desde el interior del coche con su ocupante actual envuelta alrededor de ella. "Bueno, se acabó," dijo. "Y quién sabe? Tal vez podamos divertirnos un poco aquí." "Me estoy divirtiendo ahora." Kerry cerró los ojos. "Dar?" "¿Sí?" "Estamos un poco locas, ya sabes." "Si, lo sé." "¿Te importa?" "Demonios no," Dar dijo. "¿A tí si?" Kerry tomó una bocanada de aire impregnado de algodón, especias y amor. "Oh no," susurró, con una sonrisa tirando de los músculos de su cara. "Enloqueceré cualquier día." Ambas se quedaron en silencio, la música clásica mesurada se hizo audible por primera vez mientras el coche corrió hacia un túnel y el horizonte de Manhattan se extendió ante ellas.

KERRY TERMINÓ DE añadir sus cosas del baño al estante del fregadero mientras escuchaba a Dar pedirles algo al servicio de habitaciones. La habitación del hotel era grande y muy agradable, pero realmente podría haberle importado menos mientras tuviera a Dar en ella, una ducha, y un lugar para ellas para dormir. Incluso la segunda cosa no era en realidad un requisito, si era honesta. Con una sonrisa, Kerry regresó a la sala principal, deteniéndose para apoyarse en la puerta y ver a Dar mientras caminaba distraídamente de un lado a otro delante de la mesa. "Gracias." Dar colgó el teléfono y se volvió. "Veinte minutos. ¿Agarraste los Advil?" Kerry levantó la pequeña botella que había tomado del kit de Dar. La destapó y sacó un par de pastillas de color marrón, cruzando hacia la jarra de agua colocada en la mesa de lado y se sirvió medio vaso. "Esa es una linda cama allí, Paladar." "Mm." Dar se acercó a ella. "Demasiado grande para una persona, sin embargo," dijo. "Me costo bastante conseguir dormir en ella," admitió. "Supongo que tenemos la solución a ese problema." Kerry tragó las píldoras, dejando caer la cabeza hacia delante mientras las manos de Dar le masajeaban suavemente su cuello. Se sentía increíblemente bien, y no sólo por la calidez. 340



"¿Sabes qué?" "¿Qué?" El aliento de Dar le hizo cosquillas en el borde de la oreja. "Mi vida de repente se puso muy bien de nuevo." El tono de Kerry era tranquilamente serio. Dar se apoyó en la espalda de Kerry. "El mío también," respondió. "Te extrañe." "Me sentí muy mal cuando me desperté esta mañana," Kerry pensó. "Me alegro de estar aquí." "Yo también." Dar sonaba igual de seria. "Asi que." Ella quería sacar esto del camino primero, para desatar ese nudo de incertidumbre en lo profundo de sus entrañas para que pudiera hacer frente con lo que era, y superarlo. "Kerry." "Así que, Kerry qué?" su compañera preguntó con curiosidad. "Así que. ¿Qué es lo que hiciste por lo que te voy a matar?" Dar pronunció las palabras en una prisa impasible, sacando la última de su boca y apretando las mandíbulas después de ella. Kerry se volvió, dejando descansar sus manos sobre las caderas de Dar mientras levantaba la vista. "¿Eh?" preguntó. "¿Que hice ahora?" Una arruga apareció en la piel por encima de los ojos de Dar. "Ah ... tú ... dijiste ... el otro día?" "El otro día." La mirada de Kerry se deslizó hacia un lado, mientras pensaba. Bruscamente su expresión se aclaró, luego tomó una inmediata mirada de disgusto avergonzado. "Oh." Ella levantó una mano y medio se cubrió los ojos. "Si, eso." "Eso," Dar repitió, tranquilizada. Si Kerry había olvidado por completo la maldita cosa, que tan mal podría haber sido? "¿Que es … que?" preguntó, un toque vacilante. Kerry había olvidado por completo ‘eso’, y ahora se sentía como una idiota. Con un suspiro, tomó la mano de Dar y la llevó hasta la cama, sentándose y esperando a que su pareja se sentara a su lado. "De verdad vas a pensar que soy una loca." Los ojos de Dar fijos en la expresiva cara de su pareja con atención. "¿Lo haré?" "Sí." Kerry se frotó la nariz. "Creo que lo harás." Dar esperó, pero nada más parecía próximo. "Bueno." Se aclaró la garganta con suavidad. "¿Por qué no me dejas probar y ver? Quiero decir ..." Ella examinó a su pareja. "Por lo general no haces locuras." Kerry tomó una respiración profunda, y miró a Dar directamente a los ojos. "Lo hice esta vez," admitió. "Yo ... um ..." Tomo otra respiración. "Me hice un tatuaje." La cara de Dar permaneció inmóvil durante un largo, largo momento. Entonces parpadeó varias veces. "¿Lo hiciste?" Mirando su rostro ansiosamente, Kerry asintió. "Sí, lo hice." No vio las pequeñas señales que había aprendido eran desaprobación por parte de su 341



pareja, y le dio el valor para seguir adelante. "Sabes que he estado pensando en eso ..." "Lo sé," Dar finalmente logró sacar algunas palabras de su conmocionada garganta. "Lo dijiste un par de veces, pero yo um ... un tatuaje?" "Un tatuaje," Kerry confirmó, asomándose tímidamente a través de su flequillo. "Fue un impulso momentáneo." "Guau." "De todos modos, después de esa noche con la pandilla, estaba hablando con uno de los chicos sobre eso y dijo que su amigo era un gran artista tatuador, así que ..." Kerry hizo una mueca, medio encogiéndose de un hombro. "Así que fui a hablar con él y ver sus cosas." "¿Bonito?" Dar preguntó. "Hermoso," Kerry admitió. "Nos pusimos a hablar, y le dije cuáles eran mis ideas, y él dibujo esta cosa y ..." Dejó sus palabras desvanecerse, echando otro vistazo a la cara de Dar. Los ojos azul pálido estaban centrados en su rostro, una mirada de suave intriga mezclada con curiosidad en ellos. Sin disgusto. Sin desaprobación. Kerry se sintió un poco mejor. "Supongo que decidí hacerlo antes de pensar en ello y acobardarme." Dar absorbió esto. De todas las cosas posibles por las que Kerry podría haber pensado que iba a matarla, esto era de lejos lo menos que podría haber imaginado. ¿Por qué Kerry pensó que estaría molesta de todos modos? "Ker, es tu cuerpo," dijo. "Podrías pintarlo de naranja y estaría bien con eso." Kerry no respondió a eso por un momento. Tomó las manos de Dar en las suyas y las apretó, con los ojos fijos en sus dedos enredados. "Simplemente pensé que era una cosa bastante radical para mi hacerlo." "No," Dar discrepó. "Si hubieras perforado tu cara, podría haberme asustado. Pero los tatuajes ... diablos, yo quería uno cuando era una punk. ¿Por qué no?" Vió aparecer una sonrisa en la cara de Kerry. "Así que ... um ..." Los ojos verdes se alzaron hacía los de ella. "Vas a dejar que lo vea?" Kerry asintió. "Absolutamente." "¿Dónde lo pusiste?? Lentamente, Kerry soltó una mano y la levantó, golpeando ligeramente su pecho. Dar hizo una mueca. "Eso debe haber dolido." "Eh." Kerry exhaló, en respuesta a una suave presión en el hombro y se acostó de espaldas en la cama. "Aquí es donde se supone que debo continuar la gran tradición y demostrar mi feminidad primaria diciéndote que no." "Ah." Dar deslizó la mano de Kerry a un lado y desabrochó la camisa, reclinándose a su lado mientras empezó a retirar la tela. "Pero no es cierto." Se obligó a relajarse, dejando caer el brazo a la cama y centrándose en el rostro de Dar mientras ese toque cálido rozaba la piel debajo de su camisa. "Me dolió como el infierno, y traicioné a las chicas rudas en todas partes gritando como una comadreja cuando él lo hizo."

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Dar rió suavemente, terminando de desabrochar y apartando a un lado el lado izquierdo de la camisa de Kerry, dejando al descubierto su hombro y pecho. Un destello de color encontró sus ojos, y se inclinó más cerca mirando a esta cosa nueva y muy diferente con intensa curiosidad. Kerry contuvo la respiración. "Wow," Dar murmuró. "Es bonito." Se acercó un poco más. "¿Es una cuerda o ..." "No, es un ... um ... es una serpiente," Kerry pronunció en voz baja. "Ya sabes, es esa cosa celta, la que tiene la cola en la boca?" Ella vaciló un instante. "La que significa la eternidad?" "¡Oh si!" Dar ahora encontró el patrón. Cada escala del cuerpo de la serpiente había sido delineada y hecha en un color diferente, y el efecto era realmente sorprendente. La serpiente se enrollaba en sí dentro y fuera de un patrón más oscuro y Dar tuvo que mirarlo fijamente durante varios segundos antes de que su mente resolviera cuál era el patrón. Era su nombre. Dar puso la palabra ‘eternidad’ y esas letras juntas y lentamente levantó la cabeza para mirar a los ojos de Kerry. Después de un momento de silencio absoluto, Kerry logró una sonrisa. "Sin ánimo de ofender, cariño, pero me alegro de que lo hayas acortado. No creo que pudiera haber manejado la versión larga de tu nombre." Era impresionante. Dar sintió que le faltaba el aire. Era abrumador. Parpadeó y sintió el sorprendente escozor de las lágrimas. Su cabeza se sacudió un poco, y las gotitas se dispersaron sobre la piel desnuda de Kerry, temblando mientras Kerry respiraba inestablemente. Con un pequeño suspiro, Dar sólo enterró su cara en el vientre de Kerry, dando a su mente un poco de espacio para absorber este mensaje más explícito. Bueno, no creo que esté loca. Kerry extendió la mano y pasó los dedos por el pelo oscuro que le cubría el centro, rascando el cuero cabelludo de Dar con los dedos. En verdad, había olvidado por completo su ansiedad por la maldita cosa, también, y el repentino estrés después de un largo día estaba dejando su sensación totalmente perdida. Pero había salido bastante mejor de lo que esperaba, así que quizás no se estaba preparando para que este fuera el camino a seguir. De todas formas. "Sé que sabes lo que siento por ti," Kerry aventuró. "Así que no es una gran sorpresa, pero ..." Sintió que Dar exhalaba contra su piel. "Ahora quiero encontrar una excusa para usar un vestido sin tirantes para que todos puedan verlo." El cuerpo de Dar se retorció cuando una pequeña risa surgió. Kerry acarició el pelo de Dar suavemente, disfrutando de la sensación de él contra su piel. El dolor, decidió ahora, de hecho había valido la pena, y su última duda se alejó mientras Dar giró la cabeza finalmente y sus ojos se encontraron, y ella vio la maravilla y las lágrimas allí. 343



Definitivamente valió la pena.

Capítulo Diecisiete DAR DESPERTÓ MEROS segundos antes de que la alarma se activara y rápidamente la silenció antes de que pudiera sonar a través de la mesita de noche. Era apenas el amanecer, y pasó un momento recuperando el aliento de su brusco despertar antes de que se acomodara y volviera a su posición acurrucándose con Kerry. Un trueno resonó por encima, y una rápida mirada verificó el azote de la lluvia a través de la ventana de la habitación del hotel. Dar contemplaba la tormenta pacíficamente, sin embargo, ya que estaba en un lugar en este momento que no podía tocar el clima, independientemente de la severidad. Ni siquiera le importaba que estuviera en Nueva York. Dar ladeó la cabeza y estudió el perfil de Kerry, tratando de recordar cuando se habían dormido anoche. Lo último que podía recordar claramente era compartir un brownie de dulce mientras yacían juntas viendo las noticias, entonces ... Entonces se despertó, hace un minuto, se estrelló en medio de la gran cama con Kerry envuelta alrededor de ella de manera habitual, con la cabeza apoyada en el hombro de Dar y un brazo cubriendo sobre ella como si no fuera más que una gran, animada almohada corporal. Como a Dar le gustaba. Acurrucada como estaba, su nuevo adorno no era visible, pero Dar se encontró pensando en ello de todos modos. Aunque todavía un poco rojo y no del todo curado, podía ver que el tatuaje era, en verdad, un hermoso diseño. El hombre que lo había hecho era sin duda un artista. Dar estaba tumbada de espaldas pasmada sobre ello. El pensamiento y la emoción detrás del tatuaje la llenaron de tal sensación de asombro, y sorprendentemente, de emoción. Encontró su respiración acelerándose de nuevo sólo de pensar en ello. Mi nombre. Dar contempló el oscuro techo. Ella puso mi nombre en su cuerpo. Santo cielo. Nunca había esperado ese tipo de compromiso por parte de Kerry. Los anillos y la ceremonia que habían compartido habían parecido suficientes, no es así? Ella parpadeó. Tal vez Kerry había sentido que necesitaba dar un paso más allá. Tal vez ella ... tal vez había sentido cómo su pareja se había estado sintiendo este último par de semanas y esta era su manera de decir que Dar estaba pegada con ella. En un tipo para siempre. Gráficamente. Guau. Estaba totalmente emocionada por la decisión de Kerry de decorar su cuerpo con este símbolo en particular y ahora se medio preguntaba ... bueno, debería hacerlo también?

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Hm. Dar no había pensado seriamente en los tatuajes desde que estaba en la escuela secundaria. Entonces había querido ... que era? Oh, Correcto. Una daga a través de su bícep derecho. Giró la cabeza y contempló el lugar introspectivamente. ¿Qué podía poner allí o en cualquier parte que pudiera igualar lo que Kerry había ideado? Una foto de Kerry, tal vez? Dar sintió que un pequeño resoplido surgía al imaginarse quitarse su chaqueta en una reunión de alto nivel y revelar eso con su habitual camisa de seda de manga corta al mundo si lo tuviera hecho en su brazo. Por muy valiosa que supiera que era para la empresa, Dar reconoció que cruzaría la línea incluso para el más liberal de la junta, y aunque no le importaba realmente lo que pensaban de ella, también probablemente avergonzaría a Kerry. De acuerdo, así que no una foto de ella. ¿Entonces que? O ... tal vez podría poner la imagen en otro lugar que la mayoría de la gente no vería ... Kerry se removió, y Dar decidió posponer sus pensamientos hasta más tarde. Inclinó la cabeza para ver a su pareja mientras los ojos de Kerry lentamente se abrieron parpadeando y ella tomó en su entorno, una sonrisa apareciendo en su rostro. "Buenos días." "Uh huh." Kerry le dio un apretón. "Chico, dormí como una roca," admitió. "No creo que me haya movido desde que caí anoche." "Yo tampoco." Dar pasó los dedos suavemente por el pelo revuelto del sueño de Kerry, ordenando los pálidos mechones en sus lados correspondientes. "Has mirado afuera?" Kerry levantó la cabeza y se asomó. "Eew." Volvió a su posición anterior. "Un día perfecto para quedarse en la cama. Desafortunadamente, no estamos en casa para hacerlo." "Mmph." Dar puso su mano en la espalda de Kerry, luego comenzó a frotarla, ahogando una sonrisa mientras su pareja comenzó a producir pequeños ruidos de ronroneo. "Hey, Ker?" "Eh?" "Realmente me encanta tu tatuaje." Kerry apoyó la barbilla en el esternón de Dar, sus ojos verdes chispeantes felices. "¿En serio? ¿De verdad?" "Sí." "Bien." Kerry se dio la vuelta, estirándose y arqueando la espalda antes de mirar su nuevo adorno. "Realmente estaba emocionada por hacerlo, pero luego cuando llegué a casa y lo vi en el espejo ... estaba simplemente asustada." "¿Asustada?" Dar trazó el contorno del diseño con la punta del dedo. "Sí. Como, ¡oh Dios mío, ¿cómo pude haber hecho esto?" Kerry puso una mano sobre su estómago y miró hacia el techo. "Estaba preocupada por lo que pudieras pensar, y si debería haber hablado contigo primero acerca de eso." Dar se sentó en la cama y con gracia se giró a medias, extrayéndose de las mantas y acomodándose con las piernas cruzadas en el mismo movimiento. Apoyó los codos en las rodillas y miró seriamente a Kerry. 345



"Quiero decir ... sabía que no lo odiarías, al menos creo que lo sabía, pero ..." Kerry puso su mano sobre la rodilla de Dar. "Pensé en cómo me sentiría si llegaras a casa con uno y no me lo hubieras dicho, y no me gustó lo que sentí por eso." "Ah." La expresión de Dar se moderó a una más reflexiva. "¿Habrías hablado conmigo primero?" preguntó a Kerry, con curiosidad. Dar apoyó la barbilla en su puño. "No si quería que fuera una sorpresa," dijo. "Y créeme, poner mi nombre en tu pecho fue sin duda una sorpresa." "Hm. No lo había pensado de esa manera." "De todas formas." Dar se inclinó y besó suavemente el lugar. "Me encanta." Se movió hacia arriba y besó los labios de Kerry después. "Te amo." Se detuvo, cara a cara con su pareja. "Crees que podrías usar un vestido sin tirantes al Radio City Music Hall?" Los ojos verdes se abrieron y se iluminaron. "¿Cuando?" "Buena pregunta." Dar rió. "Lo sabré cuando el sobre de FedEx llegue. Alastair nos envió un par de entradas que tenía por ahí," dijo. "Esta noche tal vez, o mañana ... te interesa? No tengo ni idea de lo que se está mostrando allí ... supongo que será mejor que veamos eso primero." Kerry se sentó a su lado. "Claro," estuvo de acuerdo, con una sonrisa. "Entonces que está en la agenda además de eso hoy, jefa?" Dar estudió las gruesas, blancas mantas. "Supongo que llamaré a Hans ... para ver si sus seis robustos jóvenes alemanes llegaron a alguna parte con ese código. Si él lo hizo, voy a tener que sostener mi parte del acuerdo y encontrar la manera de conseguir esos malditos algoritmos trabajando." "Los beta?" Kerry preguntó, con sorpresa. "Pensé que habías dicho que el problema era de su parte?" Dar se levantó de la cama y caminó hacia la ventana, contemplando la lluvia. Kerry esperó, escuchando un chirrido de neumáticos en la calle abajo y divirtiéndose con preguntarse si una mujer desnuda parada en la ventana del hotel tuvo algo que ver con eso. La luz gris opaco de afuera esbozaba el cuerpo de Dar, por lo que Kerry disfrutó de la vista, admirando las líneas largas, agraciadas del torso de su pareja. Finalmente, Dar se giró y se apoyó en el alféizar de la ventana. "Es su problema," dijo. "Pero incluso si él lo arregla, eso no será suficiente. Tendremos que hacer el resto." Kerry se apoyó en los codos, extendiendo sus piernas y cruzándolas por los tobillos. "Cariño, ¿te das cuenta que estás enseñando el trasero en Manhattan, ¿verdad?" La cabeza de Dar se inclinó ligeramente y sus cejas se fruncieron. "¿Qué?" "Ven aquí." Kerry torció un dedo hacia ella. "Antes de que alguien te tome una foto a través de esa ventana y termines en la portada del New York Times."

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Dar se dio la vuelta, se quedó mirando la ventana, y luego se retiró tímidamente hacia la cama. Se subió a través de las mantas y se dejó caer sobre su costado junto a Kerry. "Lo siento. No estaba pensando." Su voz sonaba disgustada. "La historia de mi vida últimamente, parece." Kerry la empujó con la rodilla. "¿Qué se supone que significa eso? No has sido notablemente menos brillante que de costumbre en cualquier momento en el pasado cercano, que yo sepa." Conscientemente aligeró su tono. "¿Lo has hecho? ¿Me he perdido de algo?" Dar se encogió de hombros. "No. Me he sentido fuera de ello últimamente," admitió. "De todos modos, quieres desayunar aquí, o bajar? No es un mal sitio." Cambió de tema, una mano jalando ociosamente en las mantas. "Prefiero quedarme aquí." Kerry se acercó y tomó la mano de Dar en la suya. "Pasar algún tiempo contigo pasando el rato, si tengo elección. Si no tienes que ir a reunirte con ese tipo, quiero decir." Dar se mostró satisfecha con la respuesta. "Suena muy bien para mí," ella asintió. "Voy a darle a Hans una llamada, tú ordenas?" Se inclinó y agarró el menú, entregándoselo a Kerry. "Entonces tal vez podamos echarle un vistazo a ese Music Hall. No estoy segura de lo que se le metió a Alastair sobre esto." Kerry abrió el menú y dejó su mano apoyada en una página de la misma. "Está un poco preocupado por ti," le dijo a su compañera en voz baja. Los alertas ojos azules se encontraron los suyos de repente. "¿Yo?" "Él pensó que sonabas un poco apagada el otro día," Kerry explicó. "Me lo mencionó cuando me llamó." Dar frunció el ceño. "¿Qué le dijiste?" "No mucho," dijo, lentamente. "Sólo que la exposición había sido estresante, y la oferta de crucero era una perra. Ya sabes. La verdad." "Pero no toda la verdad." Dar suspiró, echándose hacia atrás y poniendo su barbilla en sus muñecas. Kerry puso una mano y revolvió el pelo oscuro de Dar. "Cariño, no iba a entrar en tu historia personal con él. No es de su incumbencia." "Mmph." "A pesar de que tengo la sensación de que a él realmente, realmente le gustas como persona," Kerry continuó. "Y se preocupa por ti." Dar miró hacia ella. "Sé que lo hace." Suspiró. "No me di cuenta que estaba saliendo como algo de lo que él tenía que preocuparse." Extendió la mano y tomó la rodilla de Kerry, acariciándole la piel con su pulgar. "Es frustrante. Sólo quiero patearme." El hecho de que Dar estaba hablando de eso tranquilizó a Kerry inmensamente. "Bueno, es por eso que estoy aquí. Para prestarte atención, para darte un abrazo, o simplemente para que tengas a alguien con quien cenar," dijo. "Cualquier cosa que necesites, estoy aquí." Dar estudió la rótula de Kerry pensativamente. "No estoy acostumbrada a estar necesitada." 347



"Lo sé. Por lo general es lo contrario, y siempre has estado allí para mí cuando te he necesitado. Por lo tanto, piensa en esto como un pequeño reembolso." Kerry la persuadió, alentada cuando Dar se acercó más y enroscó su mano alrededor de la pantorrilla de Kerry. Ella respondió inclinándose hacia adelante y deslizando sus manos sobre los brazos de Dar, amasando los abultados músculos allí con movimientos pequeños y suaves. "Estás en buenas manos, ¿verdad?" Los hombros de Dar se relajaron y ladeó un poco la cabeza. "Las mejores," se rindió, cediendo y retorciéndose más cerca. "Muy bien. Pero si te digo que me patees el culo, es mejor que lo hagas. No me des palmaditas en la cabeza." Kerry se inclinó y la besó. "Lo tendrás," prometió. "Ahora, ya que me has confiado pedir el desayuno, puedo preguntar si estás de humor para dulce o salado?" "Dulce." Dar exhaló con satisfacción. "Tienen muy buenos gofres." "Mm ... ese sería cubierto de fresas belgas, o de plátano?" Kerry rascó la nuca de Dar con las yemas de los dedos y la observó cerrar los ojos en reacción. "¿Puedo preguntarte algo más?" "Uh huh." "¿Qué hay en esa bolsa de ahí?" "¿Qué bolsa?" "La que tiene el gorro de marinero sobresaliendo por encima." Un ojo azul se abrió y la miró.

LLUEVA O NO LLUEVA, fue un día precioso. Dar terminó de enjuagar el jabón de su cuerpo y salió de la ducha, jalando la puerta translúcida cerrándola tras ella mientras cogía una toalla y se dirigía hacia el fregadero. Una figura muy húmeda y despeinada le devolvió la mirada desde el espejo, pero le sonrió mientras se secaba los brazos, un oído atento para escuchar el suave zumbido procedente de la otra habitación. Tener a Kerry alrededor estaba realmente haciendo una diferencia, se dio cuenta. Estaba mucho más relajada, y la idea de negociar con Hans sobre su aplicación ahora la estaba divirtiendo más que rozar su temperamento crudo. La idea de presentar a Hans a Kerry también la estaba divirtiendo, aunque no estaba segura de que su pareja apreciaría estar en una habitación donde los otros ocupantes estaban hablando un idioma que ella no sabía. "Ah." Dar se dirigió a su reflejo. "¿Qué diablos, ella vive en Miami. Está acostumbrada a eso." "Dar?" La voz de Kerry llegó. "Dijiste algo?" Dar se rió suavemente. "Nah - sólo hablando conmigo misma. Salgo en un minuto." "Más te vale ... se está poniendo bastante aburrido aquí." "Uh oh." Dar se secó con una toalla el pelo mientras salía del baño lleno de vapor, no localizando inmediatamente su objetivo. "Ker?" Miró a su alrededor, 348



encontrando a su rubia pareja en tan sólo su propia toalla parada cerca de la mesa inclinada sobre su laptop "¿Algún problema?" "¿Eh?" Kerry volvió la cabeza. "No, no ... sólo estaba recogiendo el correo de mi oficina." Se sentó en una esquina de la mesa. "¿A qué hora tenemos que reunirnos con el cliente, a las once, ¿verdad?" "Correcto." Dar puso la toalla sobre los hombros. "¿Algo interesante?" Kerry echo una ojeada sobre su correo. "No, nah, nah ... Whoa." Ella se inclinó más cerca y cliqueó en un correo electrónico, sus ojos rastreando sobre el texto. De pronto se enderezó. "¡Santo Dios!" "¿Qué?" Dar puso la barbilla en el hombro de Kerry y miró la pantalla. Después de un segundo, puso su mano sobre la mesa y soltó un resoplido. "Estoy leyendo bien?" Su voz se elevó incredulamente. Kerry se bajó de la mesa y se sentó en la silla. "Oh, chico, espero que no," murmuró. "Oh, Dios mío, ¿qué demonios pasó anoche?" "Sólo hay una forma de averiguarlo." Dar sacó su teléfono celular y marcó el número de la oficina. El teléfono sonó, y luego fue contestado. "Buenos días, María." Una vacilación perceptible. "Oh, buenos días, Dar. Y ¿cómo estás esta mañana?" María respondió. "¿Kerrisita está allí bien?" "Muy bien, gracias." Kerry respondió ella misma mientras Dar ponía el teléfono en altavoz. "Eso es maravilloso," María dijo. "Estoy tan orgullosa." "Y me estaba yendo muy bien hasta que abrí mi correo justo ahora," Kerry agregó. "¿Tiene Dar uno de estos en el suyo también?" María suspiró. "Si," dijo. "No fue exactamente así como lo dijeron, pero ..." "María, ¿qué demonios pasó?" Dar intervinó. "Ese maldito correo electrónico de Mariana dijo que habías agredido a alguien?" "Jesús," Kerry murmuró, tapándose los ojos con una mano. "Jefa, no fue así," María protestó. "No lastime a nadie! Fue sólo que Mayte me habló de esas dos mujeres que estaban siendo tan malas contigo y Kerrisita, y como ellas iban a estar en este restaurante para esperar a Kerrisita, y así que fuimos allí para decirles que ella no estaría yendo." "Uh huh," Dar gruñó alentadoramente. "¿Y?" "Y eso es todo! No era nuestra intención causar tales problemas!" su asistente dijo. "Aquí estábamos haciendo algo tan agradable, y fueron tan malas con nosotros también. Ellas son malas personas, Dar." "Bueno." Kerry se apoyó en el hombro de Dar. "Pero um ... ¿qué es todo eso de cargos, si todo lo que hiciste fue decirles que las deje plantadas?" María se aclaró la garganta con delicadeza. "No es que no aprecie la consideración, María, de verdad, yo ..." Kerry continuó. "Pero ellas podrían haberse estancado allí toda la noche no me importa. No te hubiera pedido que fueras para decirles algo."

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"Oh, si, Kerrisita, lo sé," María dijo. "Es sólo que Mayte y yo pensamos que podríamos hacer esto de camino a casa, ya que teníamos que ir hacía allí un poco de todos modos." "María." Dar tomó las riendas. "Los cargos?" "Jefa, fueron muy desagradables con nosotros. Fui con ellas y les dije sobre el viaje de Kerrisita, y empezaron a decir cosas tan desagradables!" María respondió en protesta. "No podía conseguir que pararan! Todas las personas en ese pequeño lugar se acercaban para averiguar cuál era el problema y así que pensé que a estas mujeres no les gustaría ser un espectáculo, así que hice algo para evitar que siguieran hablando tan fuerte." Dar y Kerry se miraron entre sí. "¿Como … que?" Kerry aventuró. "Les di algo para que tuvieran de que ocuparse y hacer que pararan lo que estaban diciendo," María dijo, casi audiblemente cuadrando los hombros. "Tomé los platos de la cena que tenían, y los puse en sus caras!" "Oh, Jesús," Kerry susurró. Dar se quedó mirando el teléfono celular, momentáneamente sin habla. "Ah." "Y estaban tan calientes, las cosas allí, que Mayte fue tan cortés y amable con ellas que puso sus vasos de cerveza sobre sus cabeza para enfriarlas." Dar se alejó hacia la ventana, sacudiendo la cabeza mientras se tapaba los ojos con una mano. "Alguien tomó fotos?" "Jefa?" María preguntó. "Dar estaba preguntando si alguien salió ... ah ... herida, María. ¿Estás bien? ¿Mayte está bien?" Kerry preguntó. "Oh, sí." María sonaba un poco menos estresada. "Estamos bien, si. Mi esposo, estaba muy sorprendido de escuchar acerca de lo que hicieron su señora y señorita, pero fuimos a casa muy rápido después de eso, Kerrisita. Sí, estamos bien." "Bien, bien. Bueno." Kerry se preguntaba qué decir a continuación. "Ahora, ah ... no es que no apreciamos lo que hiciste, ah ... pero ya sabes ..." "Kerrisita, no podíamos quedarnos allí y escuchar a esas mujeres. Estaban siendo tan desagradables contigo, especialmente," María dijo. "Estaban diciendo cosas tan horribles sobre ti! Terrible! No podía soportar escucharlas." "Bueno, lo sé, pero ..." "Oye, María." Dar se abalanzó por la derecha y con mucha suavidad llevó la mano a la boca de Kerry. "¿Recuerdas a Elena?" "Dar!" Kerry mordisqueó la palma de su pareja. Un momento de silencio. "Si! Si, sí la recuerdo, Dar. Sí," María dijo. "Otra persona muy desagradable." "¿Kerry te dijo alguna vez que nos la encontramos en la cena una vez?" Dar preguntó. "Noo ... no lo creo." 350



Dar liberó a Kerry, quien cruzó los brazos sobre su pecho y sonrió, agachando la cabeza en reconocimiento. "Recuerdale que te cuente sobre eso cuando vuelva, ¿eh?" Deslizó un brazo alrededor de la cintura de Kerry y tiró de ella más cerca. "De todos modos, no te preocupes. Yo me encargaré de Mariana, y le diré que lo lleve a legal para sacar todo este montón de estupideces." "Si, Dar. Gracias." La voz de María se calentó varias muescas. "No fue mi intención causarte problemas." "No lo hiciste," Dar declaró con firmeza. "Sobre todo si estaban hablando mal de Kerry. Tienen la maldita suerte que eras tú y no yo la que estaba allí, porque si yo hubiera estado allí, habrían conseguido mucho más de lo que ... tuvieron, ¿de todas formas?" "El chile, jefa." Kerry se disolvió lentamente en risas silenciosas, hundiéndose contra el cuerpo de Dar y ocultando su rostro en el hombro de Dar. Dar se aclaró la garganta. "Sí, bueno ... desperdicio de frijoles en mi punto de vista," ella dijo. "De todos modos, María, gracias. No te preocupes por los cargos. Es todo basura." "Si. Eso es lo que el hombre que vino a hablar con nosotros esta mañana también dijo," acordó María. "Es tan agravante, no?" "Sí," Dar dijo. "Siento que hayas tenido que involucrarte." "No lo estoy," su asistente dijo sorprendentemente. "Dar, he estado viendote sacar la cabeza por otras personas durante tantos años, y es bueno dar la cara por ti si puedo hacer eso." Dar se quedó mirando el teléfono en silencio durante varios segundos. "Yo también," la voz de Mayte dijo. Kerry se secó las lágrimas de la risa de sus ojos y dejó que su mano se posara en el vientre de Dar. "Chicas," dijo. "Sé exactamente a que se refieren." "Entonces no estás enojada con nosotras?" Mayte preguntó. Kerry alzó la vista hacia el inmóvil perfil de Dar, sólo el toque de humedad temblorosa en los párpados de sus ojos traicionaban sus sentimientos. "No, no estamos enojadas," ella respondió por ambas. "Pero escuchen, chicas mantenganse fuera de problemas mientras no estamos, ¿de acuerdo? Nos encargaremos de toda esa situación cuando volvamos." "Muy bien," María estuvo de acuerdo. "Seremos buenas." "Bien, hablaremos contigo más tarde," Kerry dijo. "Adiós." Cerró el teléfono, luego dejó reposar la cabeza de nuevo en el hombro de Dar. "Santos insecticidas, Batman." Dar se aclaró la garganta. "Definitivamente inesperado," ella estuvo de acuerdo. "Maldita sea, me hubiera gustado estar allí. Habría pagado el salario de un mes para ver que el chile saliera volando." Kerry se rió. "Yo también," confesó. "Quiero decir ... no es muy divertido, Dar. Sabes cuán molesta va a ser la próxima reunión de oferta para

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nosotros?" Ella suspiró. "No es que yo sea mucho mejor de lo que son. Yo soy quien las plantó." "Ah." Dar se encogió de hombros. "Pueden besarme el culo. Nos preocuparemonos cuando suceda." Con el ceño fruncido, su compañera revisó el resto de su correo electrónico, luego se encogió de hombros también. "Sí, supongo que eso tiene mucho sentido." Empujó la laptop un poco y se volvió hacia su compañera. "¿Alguna vez te he dicho lo bien que te ves con sólo una toalla?" Dar se sentó en el gran sillón y tiró de Kerry con ella en su regazo. Envolvió sus brazos alrededor de la toalla que cubría el cuerpo de Kerry y la abrazó. "Oye." "Mm?" "Si deja de llover, quieres ir a Central Park más tarde y tomar un paseo en carruaje conmigo?" Kerry voluntariamente se dejó distraer. "Esos con los caballos?" "Uh huh." Era una idea encantadoramente romántica, y a Kerry le gustaba mucho. "Tal vez podríamos encontrar uno de esos pequeños cafés y cenar," sugirió. "Sé que Manhattan no es tu lugar favorito, pero apuesto a que podríamos divertirnos aquí." Dar mordió suavemente el lado de Kerry a través de la tela de toalla. Ella inclinó la cabeza un poco mientras los dedos de Kerry se entrelazaban con su pelo húmedo y se besaban. Podía saborear el último indicio de pasta de dientes de uva en los labios de Kerry mientras los exploraba, saboreando el suave toque en su mejilla mientras Kerry trazaba la piel de su cara. "Apuesto a que podríamos divertirnos aquí en esta habitación de hotel," murmuró. "Sin apuestas." Kerry la acarició, luego volvieron a besarse. "Sinnn ... apuestas."

EL EDIFICIO DE LA OFICINA parecía tranquilo. Kerry caminó por el pasillo echando un rápido vistazo a la derecha y la izquierda en los cuartos silenciosos y artificiales, los atrios casi vacíos. Todo era blanco y gris, y lo encontró profundamente deprimente incluso para los estándares de su propia oficina. "Por lo menos tengo paredes de color burdeos." Una mujer que trabaja en un escritorio blanco pristino alzó la vista mientras ella pasaba, y Kerry tuvo la impresión de los amplios ojos azules, alarmados antes de que la mujer agachará la cabeza de nuevo y regresara a la pad en la que estaba escribiendo. Otra mujer, con un severo traje gris de lana se detuvo junto al escritorio, golpeando su superficie con el lápiz antes de seguir adelante, pasando junto a Kerry y dando a sus jeans una mirada muy desaprobatoria. "¿Estás aquí para entregar algo?" preguntó, haciendo una breve pausa. 352



"No," Kerry respondió, con una suave sonrisa. "Estoy trabajando en un problema de computadora." La mujer de ojos azules del escritorio furtivamente observaba el intercambio, sus dedos jugueteaqndo con el lapicero con el que había estado escribiendo. "Bueno, deberías decirle a tu compañía que vistan mejor a sus técnicos entonces. Es una lástima." La mujer de traje gris se giró y se alejó, sacudiendo la cabeza. "Terrible." Se volvió de nuevo. "¿Qué empresa es?" "ILS," Kerry proporcionó servicialmente. "¿Oh en serio?" La mujer puso su mano en la cadera. "No importa entonces. Uno de sus grandes jefes está aquí, y yo misma se lo diré." Ella se marchó en dirección a la sala de conferencias, sus hombros crispandose con indignación. El silencio se cerró sobre ellos de nuevo. Kerry sacudió la cabeza y comenzó a alejarse, pero un movimiento vacilante de la chica del escritorio la hizo detenerse. Ella esperó, observando el pelo corto, estilizado de color óxido, y los diminutos pendientes de cruz con ocioso interés. "Hola." "Lamento que te vas a meter en problemas," la chica dijo, con una voz suave. "Ella se mete en los asuntos de los demás." "Está bien. No estoy preocupada," Kerry le aseguró. "¿Es ella gerente de tu oficina?" "Sí. Hannah Meyer." Dudó brevemente. "Así que eres un técnico informático, ¿eh?" Un breve destello entró en los ojos verdes de Kerry. "No." Sacó su tarjeta de visita de uno de sus bolsillos traseros y se la entregó. "Me llamo Kerry." "Shawna ... oh." La chica estudió la tarjeta, luego miró a Kerry. "Eres vicepresidente? ¿En serio?" Su voz sonaba con un toque de incredulidad. "Wow. Eso es bastante salvaje." Miró los pantalones lavados a la piedra de Kerry y la camisa de manga corta carmesí dudosamente." Quiero decir, como, del tipo correcto de Hannah. No te pareces para nada. Pareces más como una persona técnica." "Las apariencias pueden ser engañosas," Kerry aconsejó. "¿Qué haces?" Señaló la impecable superficie blanca brillante del escritorio, que contenía el pad de escritura, una taza con dos lapiceros, y no mucho más. "Oh, yo ... um." Shawna encogió un hombro. "Yo coordino las reuniones. Ya sabes, como programar las salas de conferencias y cosas por el estilo." Una punta del dedo rozó el lapicero que había estado utilizando. "Establezco el almuerzo, también, y traigo los materiales. Pongo orden." Las palabras parecían molestarla brevemente. "Es un buen trabajo, y es una gran oficina aquí, muy elegante, ¿sabes? A mis padres les gusta mucho que trabaje aquí." Kerry sintió un muy breve momento de resonancia con este reflejo sesgado de una de las posibilidades de su propia vida. "A mis padres les hubiera gustado

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para mí también," le dijo a Shawna. "Pero me alegro de haber elegido mi propio camino," añadió. "Nos vemos más tarde." Sintió los ojos en la espalda todo el camino por el pasillo, hasta que dio la vuelta a la esquina y abrió la puerta de la sala de descanso. Una vez dentro se detuvo, mientras su teléfono celular sonaba. Kerry miró el identificador de llamadas, y luego se sentó en una de las mesas y contestó. "Kerry Stuart." "M ... Kerry, soy Mayte." Su administrativa sonaba un poco nerviosa. "Hay algunas ... necesito hablar contigo acerca de algunas cosas. ¿Está bien?" "Absolutamente." Kerry miró a su alrededor, contenta de que estaba sola. "Adelante." "Está bien," Mayte dijo. "El primer asunto, los documentos de ayer, el departamento legal los trajo para mí. Los tengo aquí." "Muy bien," Kerry dijo. "Sólo guárdalos por mí." "Pero ...," Mayte dijo. "Ese hombre, el Sr. Quest? Ha llamado aquí varias veces buscandote. Parecía muy molesto que no estuvieras aquí." "Bueno, eso es demasiado malo, supongo, porque no lo estoy." Kerry se frotó las sienes. "¿Que dijo?" "Dijo que había algo que ibas a darle, sí?." Mayte dijo. "Parecía muy enfadado que no estabas aquí, y la jefa no estaba aquí tampoco." Kerry miró al frente, sus ojos un poco desenfocados. Estaba Quest blofeando? Jugando otro juego? O simplemente exigiendo la respuesta que había solicitado el día anterior. "Ya veo." "Dijo que si no querías ser seria con él, te sacaría del trabajo?" Mayte continuó. "No es un hombre muy agradable." "No," Kerry pensó. "No lo es." "Creo que son los papeles que está esperando," Mayte sugirió. "¿Quieres que se los lleve? Sé dónde está el lugar en el que dijo que estaba. El Hotel Intercontinental. No está lejos de aquí." ¿Ceder? Kerry no estaba segura de que movimiento hacer en el juego de ajedrez extraño que había estado jugando. Hasta ahora, había trabajado para mantener a Quest y su oferta a distancia, sin querer parecer demasiado ansiosa. Jugar su juego? Kerry consideró brevemente ir a preguntarle a Dar, luego sacudió la cabeza. "Aguanta, Stuart." "Kerry? ¿Dijiste algo?" Mayte preguntó. "Dije, eso es realmente genial de tu parte ofrecerte, Mayte," Kerry respondió. "Realmente apreciaría si pudieras dejar los papeles, pero me harías un favor?" "Por supuesto." Mayte sonaba feliz. "Cualquier cosa." "Coge a Mark, o uno de los chicos que vaya contigo. Por si acaso te topas con esas señoras con las que tú y tu mamá tuvieron problemas anoche." Kerry sonrió al oír a su asistente hacer un sonido. "¿De acuerdo?" "De acuerdo," Mayte dijo. "Tal vez me pondré el casco de fútbol americano de mi hermano. Eso debería estar bien, ¿no?" 354



Kerry se rió entre dientes. "Suena muy bien. Gracias Mayte." Dejó esta desición a un lado. "¿Hay algo más?" Mayte barajó algunos papeles. "El reportero de ayer? Llamó aquí," Mayte dijo. "Pero él no quiso dejar un mensaje. Le dije que estabas fuera de la ciudad." "Bien." "Además, hubo algunos informes de seguridad. Mark dijo que querrías verlos. Los tengo en nuestra parte, eso está bien?" "Más que bien, Mayte. Gracias. Estás haciendo un gran trabajo allí. De verdad agradezco que des seguimiento de todo eso por mí," Kerry dijo sinceramente. "No hay de qué," Mayte dijo. "Espero que la pases bien en Nueva York. La Jefa estará feliz de verte estoy segura." Kerry se rió entre dientes. "Es difícil decir cuál de las dos es más feliz," admitió. "Está bien, déjame ir a ver lo que Dar está haciendo. Si hay algo más, sólo llámame." "Lo haré. Que tengas un buen día, Kerry." Kerry cerró el teléfono. Luego se levantó y se acercó a la ventana, contemplando la lluvia.

DAR SE ESTIRÓ, arqueando la espalda mientras caminaba por la pared de las ventanas, mirando afuera mientras la lluvia continuaba rodando. Estaba sola en la sala de conferencias. Hans estaba en una oficina privada más pequeña hablando con sus programadores y Kerry se encontraba afuera buscando un poco de café. Una oleada de bienestar la inundó, y echando un rápido vistazo a su alrededor, Dar rebotó un paso luego lo invirtió en un parado de manos, equilibrando su peso sobre sus palmas mientras daba vueltas en un pequeño círculo. "Je je je," ella se rió en voz baja. "No he hecho esto desde hace tiempo." Detrás de ella, oyó repentinamente la puerta abrirse, y supo por el chasquido de los tacones que no era ni Kerry ni Hans. Atrapada en el acto, por así decirlo, decidió fingir que caminar sobre las manos era un acto normal y se volvió, detectando una figura gris baja, un tanto achaparrada mirándola. "¿Sí?" preguntó enérgicamente. "¿Necesitas algo?" Sin decir una palabra, la figura se retiró y cerró la puerta. Dar apresuradamente dejó caer su cuerpo hacia atrás y dio la voltereta, aterrizando un poco precariamente sobre sus talones, pero balanceándose hacia adelante para recuperar el equilibrio antes de que pudiera caer hacia atrás y golpearse tontamente. Con una risa suave, irónica, regresó a la mesa de conferencias, acomodándose en su silla y dando vueltas lentamente.

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KERRY DIO A LOS DOS hombres que entraban en la sala de descanso una sonrisa cordial mientras se dirigía hacia la máquina de café. "Buenas tardes." "Ah, Sra. Stuart, ¿verdad?" El mayor de los dos se acercó a ella. "Me alegro de verla de nuevo, pero no sabía que iba a venir aquí. ¿El problema es tan complejo?" "Llamado de las reservas, me parece a mí," dijo su compañero. "Demasiado para ellos, creo." "No, Sr. Godson, en realidad no lo es." Kerry puso dos tazas abajo y comenzó a prepararlas en orden. "O, bueno ... para ser totalmente precisa, sí, es complejo, pero Dar está más que a la altura para arreglarlo. Estaba en la zona visitando otra cuenta y pensé en pasar por aquí." Era una mentira bastante inocua, pensó, y Godson tendría dificultades para demostrarlo de un modo u otro. "Ah, bueno por supuesto." Godson asintió. "¿Están haciendo progresos, espero?" El otro hombre resopló suavemente. Kerry dedujo correctamente su identidad y amortiguó una mueca. "Se podría decir eso. El programa esta siendo reescrito y estamos esperando el nuevo código para probarlo. Creo que deberíamos tener este pequeño problema solucionado para el atardecer." Ella les dio a ambos una sonrisa "¿En serio?" Godson se animó. "Tan pronto como eso? Ves Jason? Te dije que nos arreglarían. Eres demasiado pesimista." "Bueno, lo creeré cuando lo vea, señor," Meyer dijo. "Todavía creo que necesitamos una segunda opinión," agregó. "Le pedí al consultor del que te hable acerca de reunirse conmigo aquí hoy." Godson parecía vagamente molesto. "Jason, te dije que no quería que hicieras eso." "Bueno, pensé que era lo mejor," Meyer dijo. "Tengo que hacer lo que creo que es correcto para la empresa, ¿no?" Cogió su taza de café. "Disculpe." Se fue, dejando que la puerta se cerrara detrás de él. Godson frunció el ceño. "Lo siento, Sra. Stuart," dijo. "Estoy seguro de que tiene buenas intenciones." Kerry sonrió brevemente. "Estoy segura de que está buscando conseguir ventaja contra nosotros por sus propias razones," ella discrepó suavemente. "Pero está bien. Vemos eso todo el tiempo." El CIO suspiró. "¿Tú también?" él dijo. "Esto es muy desalentador. Nadie parece ser capaz de llevarse bien. Me siento muy incómodo, y encima de eso, alguien de las noticias está viniendo a verme. Dice que quiere hablar acerca de su empresa. ¿Sabe algo sobre eso?" La frente de Kerry se frunció. "¿Cual es su nombre?" Godson sacó un trozo de papel de su bolsillo. "Argos? Él es de la CNN. Parece que tengo algo que decir acerca de todos ustedes? Sonaba muy misterioso."

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Mierda. "Bueno, hacemos nuestra parte de atraer la atención." Kerry vaciló. "Creo que ese reportero en particular está interesado en otro proyecto en el que estamos involucradas." "Ah." Godson miró al papel. "Probablemente quiere una referencia de ti, ¿eh?" Él sonrió, mucho más a gusto. "Buscando antecedentes supongo. Muy bien entonces, lo traeré cuando llegue aquí. Está en camino ahora, al parecer." "Estupendo." Kerry pronunció la palabra, significando todo lo contrario. "Bueno, iré a ver cómo van las cosas. Espero tengamos buenas noticias pronto." "Yo también," él estuvo de acuerdo. "Francamente en este momento, sólo para callar a Jason. Quizás Dar tenía razón sobre él." Se fue, sacudiendo la cabeza, permitiendo a Kerry un momento a solas para recuperar el aliento y tomar un sorbo de su refrescante té. "Ratas, ratas ratas," murmuró, tirando la taza en la basura y regresando a la sala.

"¿ESTAMOS LISTOS?" DAR preguntó, mientras se apoyaba en un codo y le dio un empujoncito a su pantalla táctil. "Todavía no," Hans respondió, ocupado en su propia máquina. "Estoy esperando un último conjunto de bibliotecas." Él echó una rápida mirada a Kerry, quien estaba revisando su correo en el asiento junto a Dar. "¿Tu compañera tuvo un buen vuelo?" "Hm?" Dar trajo su atención de algún lugar. "Oh, estaba bien," respondió. "Voy a configurar algunas políticas del enrutador mientras esperamos." Un suave silbido melódico escapó de ella mientras se ponía a trabajar, su cuerpo moviéndose un poco mientras cerraba sus piernas detrás de la silla. "¡Ajá." Hans la miraba con un leve desconcierto. La actitud entera de Dar parecía muy diferente hoy, se había dado cuenta. Parecía relajada y amistosa, un gran contraste de la mujer nerviosa, amenazadora, inquieta que había encontrado ayer. ¿Era tal vez que había demostrado que tenía razón? Hans reflexionó. Eso a menudo lo ponía en un buen estado de ánimo, al igual que estar equivocado a menudo lo ponía en uno malo. "Hey, Dar. Mira esto. Email de tu madre." Kerry alargó la mano y le dio a la manga de su pareja un tirón. Dar se enderezó. "¿Mi madre?" Se volvió y miró a Kerry. "Hiciste que mi madre tocara una computadora?" Ella se inclinó y miró a la laptop de Kerry con incredulidad. "De ninguna manera." "Claro que sí." Kerry sonrió. "No es una computadora, sin embargo. Bellsouth tiene estos pequeños teclados de correo electrónico ... así que le hablé para que comprara uno." Ella abrió el correo. "De esa manera no terminaríamos teniendo que correr hacia el puerto deportivo si abría un virus de correo no deseado." 357



"Mm ... bien pensado." Dar escudriñó el correo. "¿Cómo es que ella no me envió uno?" Frunció el ceño. "Posiblemente porque no vas a saber la receta de la paella de Louisiana," Kerry señaló. "No lo sé, tal vez lo hizo. Lo has comprobado?" Dar volvió a su propia máquina, minimizando su sesión de red y abriendo su correo en cambio. Recorrió las líneas rápidamente, sus ojos iluminándose levemente cuando vio la nueva dirección. "Eh ... tengo uno." Hizo clic en él, entonces parpadeó. "Pero no de mamá." Kerry sonrió un poco, viendo a su pareja acercarse a la pantalla, su cabeza ladeada mientras leía. "Oye, Dar?" preguntó después de unos segundos. "¿Alguna mujer con un traje gris ha entrado aquí quejándose de mí?" Dar giró lentamente la cabeza y miró a Kerry. "¿Eh?" "No importa." Kerry le hizo un gesto para que volviera a su pantalla. "Dile a papá que mando saludos." Hans miraba entre la una y la otra, gruñendo mientras una aparente iluminación le llegaba. Picoteó unas cuantas teclas, luego empujó la máquina hacia atrás. "Muy bien, mi amiga, ya es hora. ¿Estás lista para probar este hijo nuestro?" Hubo un largo momento de silencio. "Dar?" Kerry estiró la mano y tocó la pierna de su compañera, sorprendiéndola un poco por su intensa concentración. "Creo que él está listo para probarlo ... ¿estás bien?" "Um ... sí, está bien." Dar parecía un poco avergonzada. "Lo siento." Se volvió a Hans y le habló en alemán. "Listo para ir?" "Sí. Estoy listo. Te advertiré, no hemos probado esto totalmente. Si ponemos esto ahora y no funciona, no puedo dar marcha atrás, y se estrellaran. ¿Entiendes esto?" Dar asintió. "Adelante." Los ojos de Kerry se movieron entre ellos, sin entender las palabras, pero viendo los cambios en la postura corporal de Dar que algo estaba a punto de suceder. "¿Estás segura?" Hans preguntó. "¿No quieres decirles a estas personas lo que estamos haciendo?" "Y darles la oportunidad de decir que no?" Dar se apoyó en los codos. "Tú eres el programador mandamás que es siempre perfecto. Tienes confianza en tus cosas? Tengo confianza en las mías," dijo. "Así que hazlo, o admite que lo arruinaste." Hans frunció el ceño en serio. "Eso no es justo," murmuró. "Pero voy a mantener mi parte. Si falla, te señalaré y me encogeré de hombros." Él atacó a su teclado con un sonajero furioso. "¿Está haciendo algo?" Kerry preguntó. "Poner el nuevo programa," Dar le dijo, mirando fijamente su pantalla.

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"En medio de una jornada de producción?" Kerry protestó. "Dar!" Ella se paró a medias, tomada por sorpresa. "¿Qué pasa si los derribamos!" Dar colocó los filtros, y esperó, flexionando ligeramente las manos sobre el teclado. "Voy a correr el riesgo. No me voy a perder de un paseo en carruaje y cenar contigo por esta bola de estúpidos." Miró a Hans. "¿Ahora?" Con un ruido final, Hans pulsó una última tecla y levantó las manos. "Esta hecho." Kerry se acomodó lentamente en su asiento, conteniendo la respiración y cruzando todo lo posible para que su confianza en el juicio de Dar no le fallara ... fallaran ambas, en esta más que pública de las circunstancias. Sólo unos minutos contarían la historia.

DAR SABÍA QUE estaba tomando un riesgo enorme. De hecho, sabía que tener a Hans reemplazando el programa en ejecución a mitad del día era más que un riesgo, era una acción sorprendentemente perturbadora, que ella le había ordenado hacer. Sin embargo, lo que le había dicho a Kerry era absolutamente cierto. No tenía ninguna intención de sentarse en esta caja de vidrio hasta después de horas sólo para volcar el programa cuando era menos inconveniente para Godson. La estaba incomodando por tenerla aquí, y ella le estaba haciendo un favor. Además, como la nota de su padre le había recordado - hazlo, y pide perdón después. Dar abrió su amplia sesión de red y observó a sus dos enrutadores con una intensidad de halcón. Vio el flujo de datos detenerse bruscamente, los paquetes fluir para absolutamente nada más que el tráfico de administración. "Reiniciando el programa." "Ya." Hans cruzó los brazos sobre el pecho. "Todas las sesiones fueron al baño," dijo. "No van a ser felices, eso es seguro." Kerry puso sus manos sobre la mesa, tamborileando su superficie suavemente con sus pulgares. Podía sentir la tensión del edificio, y al cabo de un momento se empujó para ponerse en pie y se colocó detrás de la silla de Dar. Puso su mano en la espalda de su pareja, dando a la piel debajo de la camisa de algodón un pequeño rasguño amistoso antes de centrar su atención en la pantalla delante de ella. A Dar no le gustaba ser cernida, pero Kerry sintió que algo de la rigidez de la espalda se relajaba ante el toque de Kerry y sabía que comprendía el gesto de apoyo. Observó como los dedos de Dar oscilaban sobre las teclas, el suave chisporroteo de pulsaciones de las teclas casi rítmico a medida que los patrones se ponían en marcha esperando que la corriente de datos volviera. "¿Debería tomar tanto tiempo para restaurar?" murmuró en voz baja. 359



"No sé," Dar contestó. "Hans ...," añadió en alemán. "¿Tienes que reiniciar los servidores?" "No debería tener que hacerlo." "¿Quieres comprobarlo? No veo las sesiones subiendo." Con un suspiro agraviado, el programador alemán se inclinó sobre su portátil de nuevo, justo cuando la puerta se abrió y Jason Meyer entró. "¿Qué está pasando? ¿Nos has derribado?" él chasqueó. "Tengo a todos en el edificio llamándome." Dar apenas levantó la vista. "Lo querías arreglado lo antes posible," dijo. "Tratamos de dar al cliente lo que quiere." "¿Estás loca? ¿Cómo pudiste hacer eso?" Meyer dijo. "En mitad del día laboral! Detengan lo que están haciendo en este momento!" "Hans?" Dar ignoró al ejecutivo de cara roja. "¿Siempre tienes que tener razón?" Hans respondió en un tono de disgusto. "Ellos están subiendo en este momento." Meyer avanzó sobre ellos, y Kerry reaccionó instintivamente para interceptarlo, rodeando la silla de Dar y poniéndose entre su pareja y el hombre que se acercaba. "Sólo deles un minuto, Sr. Meyer. Está casi hecho." "No voy a darle un minuto. Esto es totalmente irresponsable," Meyer respondió. "Te exijo que nos traigas de vuelta, ahora mismo, Roberts!" Intentó pasar por delante de Kerry pero encontró su camino bloqueado, y se dio cuenta de que el espacio detrás de la mesa no era lo suficientemente grande para rodearla. "Fuera de mi camino." "Sr. Meyer, por favor, cálmese." Kerry se mantuvo firme. "Sólo déjelos terminar. Sé que es una interrupción, pero ..." "Fuera de mi camino," Meyer repitió, ignorando sus palabras. "No voy a aguantar más de esta mierda. Ahora muévete, o voy a ..." Sus ojos se deslizaron más allá de ella, por encima del hombro mientras cortaba sus palabras. Kerry sabía que Dar debía haberse parado detrás de ella. Casi podía sentir el peligro erizado en los omóplatos, pero mantuvo la mirada fija hacia adelante y su tono uniforme. "Sr. Meyer, ha estado teniendo este problema desde que ha instalado este programa. La mayoría de su gente no puede trabajar durante el día de todos modos. Es tan lento que el resto de ellos se sienten frustrados. ¿Por qué no nos da la oportunidad de cambiar todo eso? Valdrá la pena por diez minutos de inactividad." Por un momento, pensó que iba a ignorarla. Pero luego él dio medio paso atrás, su cara temblando. Se dirigió a ella de nuevo, aunque el movimiento de sus ojos indicaba que estaba manteniendo algo detrás de ella en su visión periférica. "Diez minutos no es la cuestión," dijo en voz baja. "El tema que nos ocupa aquí es el hecho de que hiciste esto sin avisarnos. No lo encuentro aceptable, Srita. Stuart. ¿Verdad?"

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Kerry oyó el chirrido de la silla suavemente detrás de ella y se relajó un poco a pesar de que la pregunta del hombre era válida a la que no tenía una buena respuesta. "Bueno, eso es algo que podemos discutir una vez que esté arreglado," concedió. "Entonces por qué no ..." "Están arriba," la voz de Dar interrumpió. "Estoy restableciendo los filtros ahora. Vamos a ver si podemos hacer que a este jabalí le crezcan alas." Dejando escapar un suspiro de alivio imperceptible, Kerry se giró, encontrando a su pareja una vez más encorvada sobre su laptop. Dio un paso hacia delante y dejó su mano descansar en la espalda de Dar de nuevo. "¿Ves? Menos de diez minutos. Más bien como cinco." Dar sintió que su latido comenzaba a disminuir mientras se obligaba a concentrarse en la pantalla. La adrenalina que fluía por todo su cuerpo estaba amenazando con hacer que sus manos temblaran, y las colocó firmemente sobre el reposamanos mientras silenciosamente deseaba que sus algoritmos funcionaran. Obstinadamente, la corriente parecía resistirse a ellos, sin darle una mejora real. Sofocando una maldición, Dar estudió la salida, repentinamente consciente del tenso silencio a su alrededor, y de las expectativas que pesaban sobre sus hombros. La más pesada de todas en el tacto ligero, suave en la espalda. "Dudo mucho que algo esté arreglado," Meyer afirmó. "De hecho, dudo mucho que ustedes siquiera sepan lo que están haciendo." "Dar?" Kerry pronunció suavemente. "Lo sé," su compañera respondió. "Dame un minuto. Estoy buscando." Sus ojos detectaron un error. Con una contracción de sus labios, lo corrigió, entonces pusó la nueva configuración en el lugar y observó los flujos parpadear de nuevo, esta vez a un ritmo completamente diferente. Dar soltó un suspiro silencioso. Los picos erráticos en sus medidores se disiparon, sustituidos por un flujo mucho menor, uniforme, y el nivel de rendimiento se estableció en un reconfortante pulso verde. "Bueno, por desgracia para ti, pero afortunadamente para su empresa Sr. Meyer, se equivoca," Kerry habló. "Podría por favor ponerse en contacto con una de sus oficinas remotas, y vamos a ver cómo se ve desde allí? Se ve bastante bien aquí." Hans se había levantado, y ahora rodeaba el escritorio y se plantó sobre el otro hombro de Dar, inclinándose y mirando con interés a la pantalla. "Bah," gruñó. Meyer fue al teléfono en la mesa de conferencias y apretó algunos botones. Después de un breve timbrazo, hubo una respuesta. "Bob? Soy Jason Meyer en Nueva York." Hubo una pausa. "Ah ... ah, sí, sí, señor," Bob respondió. "¿Hay algo mal?" La cabeza de Meyer se echó hacia atrás un poco. "Tú dime." "¿Señor?" 361



Con el ceño fruncido, Jason se inclinó más cerca al teléfono. "¿Puedes hacer que alguien se conecte al sistema y me diga si ves una diferencia? No es que espere que lo hagas, pero hicimos algo aquí y estoy verificando." Miró hacia arriba cuando Stewart Godson entró, con Nelson Argos y un camarógrafo en sus talones. "Parece que nos llevaron abajo sin previo aviso, señor." Argos señaló a la esquina de la habitación, y el camarógrafo giró en su sitio, encendiendo su luz y apuntando la cámara hacia ellos. "Josh, asegúrate de tomarlos a todos," indicó. "Esto debería ser un buen video mientras se desarrolla." "Lo tengo," el camarógrafo dijo, centrando su enfoque. "¿Eh?" Godson se acercó. "Estámos? No me di cuenta." Miró con curiosidad al grupo en la cabecera de la mesa. "¿Qué está pasando aquí? No puedo irme por sólo un minuto." Se volvió hacia Argos. "Traje a este tipo, parece que él conoce a todos." "Ciertamente que sí." Argos les dio a ambas una sonrisa. "Sra. Roberts, Sra. Stuart. Estoy seguro que no les importara tener esto grabado." Kerry sintió que su corazón saltaba mientras el gran lente, redondo las fijaba. Podía ver el perfil enojado de Meyer por el rabillo del ojo, y sintió la tensión en el cuerpo de Dar. "No en absoluto," Dar contestó, en un tono engañosamente relajado muy en desacuerdo con el ligero abrir y cerrar de sus manos. "Verificar el sistema? Oh, está bien, señor," Bob respondió. "Espere." Kerry movió su mano, colocando su brazo sobre el hombro de Dar y moviéndose un paso más cerca, por lo que su cadera estaba rozando la manga de su pareja. Estaban a punto de caer en su propia trampa? Indudablemente esto haría un video de noticias muy satisfactorio para la historia de Argos si el cambio que Dar había hecho no funcionaba. Se preguntó cómo se sentía Dar al respecto. Podía ver su reflejo en la pantalla de la laptop, y por un segundo, los ojos azules se levantaron y sus miradas se encontraron. Kerry sonrió un poco, y fue recompensada con el parpadeo de un guiño. "No creo que vayamos a estar contentos en absoluto con estos resultados señor." Meyer negó con la cabeza. "Y toda la compañía se vio interrumpida. Sabe lo que pienso? Creo que necesitamos ..." "¿Señor?" La voz de Bob regresó. "No sé lo que hizo, pero chico, está volando aquí. Wow. Las personas de entrada están todos muy emocionados." Dar cruzó las manos y sonrió. "Necesitas traducción, Hans?" le preguntó al programador. "Funcionó." Godson dio una palmada. "Maravilloso Bob, estás en Arizona?" "Sí, sí ... ah, es ese el Sr. Godson? Sí, señor, estamos." Bob sonaba confundido, pero feliz. "¿Somos un grupo de prueba? No recibí ese correo electrónico." 362



"Nadie lo hizo," Jason dijo a través de los dientes apretados. "Eso está muy bien, Bob." Godson se inclinó sobre el teléfono. "¿Puedes preguntar a todos tus colegas allí cómo va todo? La vida no es sólo una taza de café ya sabes!" "Uh." Bob sacudió unos papeles, luego amortiguo el teléfono. "¡Oye!" Todavía podía ser escuchado, sin embargo. "Chicos probaron el sistema? No, me refiero como ahora!" Hubo un breve silencio, luego un murmullo de voces. "Sí, el mío también! Ya era hora!" él volvió en la línea. "Se ve muy bien aquí, señor. Una gran aprobación." "Fabuloso," Godson dijo. "¡Gracias!" "Por supuesto que funcionó." Hans esnifó. "Eres brillante, Soy brillante, es una maravilla que la habitación no se derrita con el brillo combinado de nosotros. Podemos ir a tomar una cerveza ahora?" Kerry sintió que todo su cuerpo se relajaba, y se apoyó en Dar sin darse cuenta. "No tengo ni idea de lo qué dijo, pero tengo la parte de cerveza. Yo me apunto." Ella captó a Argos viéndolas y casi se puso rígida y se alejó de su pareja. Casi. Pero algo dentro de ella se rebeló, y en vez de eso se estiró y pellizcó la oreja de Dar, dándole a su jefa una mirada cariñosa. "Genia." "¿Quieres una cerveza para el almuerzo?" Dar hizo un pequeño baile sutil de triunfo en su asiento, moviendo los hombros y chocando con Kerry con el izquierdo. "Stewart, puedes poner una nota a todos, y vamos a obtener un consenso antes de cerrar los libros sobre esto. Quiero saber que todo el mundo es feliz." "Absolutamente – sólo espera un segundo." Godson estaba en su teléfono celular. "Hola, Harry? Sí ... sí, es Stewart ... escucha, creo que tengo nuestro problema de rendimiento aclarado. ¿Quieres probarlo? ¿Qué?" El escuchó. "Lo hizo? Estás? Fabuloso! Estupendo escucharlo ... ¿Qué hice? Oh, bueno, ya sabes, todo era una cuestión de conseguir que algunos de los problemas se resolvieran ... ya sabes, el nuevo sistema y todo eso." Dar resopló y rodó los ojos. "Bueno, gracias, Harry." Godson sonrió. "Me alegro de que te sientas así, y espero seguir ganando ese respeto de ti. Escucha, si escuchas algún otro tipo de comentario, hazmelo saber, eh?" Cerró su teléfono y se puso de frente a ellos. "Damas y caballeros, hasta ahora muy bien. Ese era nuestro director financiero. Ha sido uno de los mayores críticos ... él está en Boca Raton." "Le salvamos el trasero," Dar le tradujo a Hans. "Apuesto a que obtendrá un bono extra." "Ah." Hans resopló. "Bueno, me alegro de que pudiéramos tener el problema resuelto, Stewart." Dar continuó en inglés. "Hans y yo pensamos que si lanzabamos el 363



cambio en la producción ahora, sabríamos al final del día si había algún problema con él. Si lo hacíamos en las horas libres tendríamos que esperar hasta el Lunes para probarlo y sabíamos que había mucha presión sobre ti." Stewart asintió enérgicamente. "Buen plan. Bueno, Jason? Vamos a tomar el crédito por esto, de acuerdo? Te dije que todo saldrá bien. Deberías tener más fe, a veces." Meyer parecía que estaba tratando sin éxito de tragar un limón pelado. "Sí, señor," finalmente dijo. "Supongo que tienes razón," admitió. "Pero creo que tenemos que discutir cómo organizamos nuestros contratos de subcontratación, para asegurarnos de que tenemos más control sobre lo que es este proceso." Se dio la vuelta y se alejó, sin detenerse a esperar a su jefe. "No olvidaré cómo se logró, independientemente del resultado." Se fue, y la puerta se cerró detrás de él. Godson se rió entre dientes. "Él debería relajarse." Miró el reportero. "Eso es lo que te estaba diciendo, ves? Estas personas? Las mejores." Señaló a Dar. "Las llamé, vinieron directo aquí y arreglaron todo. Maravilloso." Dar sonrió. "Él podría mencionar que hice un poco de trabajo también." Hans frunció el ceño. "Él podría mencionar que todo fue tu culpa." Dar lo miró, con una sonrisa. "Detalles, detalles." Hans esnifó. "Voy a fingir que trabajo para ti entonces, para que pueda obtener algo de esta gloria." "Sí, he escuchado mucho acerca de cómo funciona ILS," Argos dijo. "Tal vez podamos hablar de ello en tu oficina?" "Absolutamente." Godson señaló la puerta. "Y pediré algo para almorzar. Es hora de celebrar!" Él guió la salida, claramente esperando que el reportero lo siguiera. Argos lo hizo, pero se detuvo en la puerta y las miró. "Sería curioso saber cuántos conejos pueden sacar de sus sombreros colectivos." "Los conejos son prolíficos," Dar comentó. "Ellos hacen su propio abastecimiento." Argos la estudió. "Te has mantenido por delante de mí hasta ahora, Sra. Roberts. No puedes hacerlo para siempre. Hay un hedor en tu pastelería danesa y lo voy a encontrar." Él cambió su enfoque hacia Kerry. "Agradable ver que cuida de los negocios, Sra. Stuart." Kerry se encontró con sus ojos directamente. "No estoy aquí por negocios." Ella apoyó la mano sobre el hombro de Dar. El reportero ladeó la cabeza, luego desapareció por la puerta y los dejó a todos en paz. Todos estuvieron en silencio durante unos minutos, las yemas de los dedos de Dar ligeramente tocando sobre la mesa. Entonces Kerry finalmente suspiró y le dio unas palmaditas a su amante en la espalda. "Vamos a buscar un bar."

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Hans la miró. "Entendí la parte del bar," le dijo a Dar en alemán. "Y estoy a favor." "Yo también." Dar se echó hacia atrás, sintiendo que la tensión salía de ella. "Yo también."

LA LLUVIA FINALMENTE había cesado, y una pálida puesta de sol estaba cepillado las ventanas de la oficina de Stewart Godson mientras Dar terminaba formalmente su visita. El ejecutivo estaba sentado detrás de su escritorio, con las manos detrás de la cabeza, pareciendo muy satisfecho de sí mismo, y por consiguiente también satisfecho con Dar. "Bueno, Dar, me doy cuenta de que era una situación difícil, pero todo salió bien, ¿verdad?" Dar alineó sus antebrazos en las sillas con precisión. "Lo fue," reconoció. "No es la forma en que nos gusta hacer las cosas, pero la conclusión es que se hizo y ahora puedes seguir adelante." "Por supuesto," Godson estuvo de acuerdo. "Todo el mundo que he escuchado hasta ahora está muy contento, y creo que ahora incluso podemos encontrar una manera de trabajar realmente con la empresa de Hans si algo como esto vuelve a surgir. Así que, gracias, Dar. Te debo una grande." Había momentos para regodearse, y momentos en los que era mejor sólo ser amable. A Dar no le gustaba mucho ser amable, y era sin duda más divertido regodearse, pero había ganado laboriosamente un pequeño sentido de propiedad a lo largo de los años y no le gustaba desperdiciarlo. "Me alegro de poder solucionarlo por ti, Stewart." Él agitó una mano hacia ella. "Nunca lo dudé," Godson dijo. "He tenido gente viniendo aquí, haciéndome ofertas para hacer lo que haces más barato, pero sé que cuando mi trasero está en un aprieto, ustedes siempre han estado para mí. Significa mucho, y eso es lo que le dije a ese amigo reportero." "Bueno, Stewart, sabes que te valoramos mucho como cliente." Dar pasó por los debidos pasos de baile impasiblemente. "Así que espero que siempre estemos allí para ti." "Yo también." Godson se levantó y empezó a caminar un poco. "Pero que demonios hiciste para poner al viejo Jason tan disgustado contigo? Tuve una bronca del tamaño del Empire State después de que salimos de esa habitación." Se sentó en el borde del escritorio y miró con curiosidad a Dar. "Él realmente tiene un problema con lo que ve como tu ética." "Mi ética?" Dar se señaló el pecho con el pulgar. "Stewart, el hombre consiguió acciones de un competidor mío, y él nos quería fuera para que pudiera traerlos. Él habla sobre mi ética?" Ella sacudió la cabeza a medias. "Mejor cuídate de él. Está detrás de esta oficina." Un surco apareció sobre la frente de Godson. "¿Realmente lo crees? Él es un buen tipo, Dar. Muy agudo." 365



Dar suspiró. "Stewart, es una rata. No tienes que creerme, pero al menos cuida tu espalda porque te aseguro que no quiero estar negociando con él cuando nuestro contrato venga para la renovación. No vamos a tener una oportunidad." Godson no parecía muy convencido, pero asintió de todos modos. "Bueno, lo tendré en cuenta," respondió diplomáticamente. "Sabes que no todos podemos ser tan amistosos trabajando en conjunto como tú y la Sra. Stuart son." Dar levantó una ceja. "Pero entonces las chicas por lo general son más amigables de lo que somos nosotros los chicos," Stewart continuó. "De todos modos, no te entretengo más, Dar. Sé que tienes cosas que hacer y más gente para ayudar. Vuelves esta noche?" "No." Dar se levantó y extendió una mano, agarrando la de Godson cuando él la tomó. "Nosotras las chicas vamos a salir para una cena romántica luego dirigirnos a un espectáculo en Radio City Music Hall." Ella soltó su mano, observando su mandíbula caer mientras él procesaba su declaración. "Nos vamos mañana por la mañana. Pero gracias por preguntar. Qué tengas un buen día." "Per ..." Godson se medio paró mientras Dar se giraba y caminó hacia la puerta, la mano de él todavía extendida. "Ah ... adios?" La puerta se cerró detrás de la alta figura de Dar, dejando la habitación mucho más vacía sin su vibrante presencia. Godson dejó caer la mano en la rodilla y resopló, sacudiendo ligeramente la cabeza en todo ese silencio.

KERRY METIÓ LAS MANOS en los bolsillos mientras esperaba en la planta baja del gran edificio de oficinas. Las altas paredes de granito le recordaban un poco su oficina en Miami, pero encontró el gris pizarra aún más impersonal y frío que los tonos de cobre y bronce que utilizaban en el sur. Se alegró de que el clima se hubiera despejado, a pesar de que el brumoso sol prometía un calor sofocante. Al menos podrían ir para su paseo en carruaje y encontrar un lugar para tener una buena cena, perezosa. El espectáculo de esa noche era una ópera, a la cual ninguna de ellas eran muy parcial, pero a Kerry no le importaba. Tenían buenos asientos, y Dar había prometido llevar su vestido strapless. La vida era muy buena. Ella exhaló. Al menos, su vida personal era muy buena. A pesar de que habían arreglado el problema, había tenido la sensación de que había problemas bajo la superficie aquí. Sabía con certeza que Meyer iba a ser una espina clavada de ahora en adelante. ¿Qué habría hecho ella en el lugar de Dar, se preguntó. Ir a lo seguro? Involucrar al cliente en la decisión, y programar las pruebas en base a sus necesidades? ¿Habría sido una mejor solución a largo plazo?

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Kerry suspiró y se apoyó en el cristal, viendo el tráfico pasar afuera. Lo que Dar le dijo a Godson acerca de las pruebas en horario de oficina era bastante precisa, de hecho, y lo sabía. Pero también sabía que la decisión de Dar realmente no se había basado en eso - ella simplemente quería el problema hecho y terminado porque tenía, en su opinión, mejores cosas que hacer. Desde una perspectiva empresarial, Kerry tenía problemas con eso. Desde una personal, era lo mejor, era difícil discutir con ello ya que realmente no tenía ganas de pasar la noche sentada en este edificio tampoco. Ratas. A veces en verdad odiaba la dualidad de su vida. Hans se aclaró la garganta ligeramente, y se inclinó a su lado en el cristal, dándole un guiño amable. Kerry asintió en respuesta, y añadió una sonrisa tentativa. "Kerry, ¿verdad?" Hans dijo. "Correcto," Kerry respondió. "Hiciste un gran trabajo." No estaba segura de exactamente cuánto entendería, pero las palabras agradables nunca lastimaban a nadie sin importar el idioma. "Gracias por trabajar con Dar para arreglarlo." Parecía comprender la idea esencial, porque su cara se relajó en una sonrisa. "Fue un placer," declaró con cuidado. "Tu Dar tiene un gran talento." Mi Dar. Kerry calculó que él en realidad no quería decir eso en el sentido literal, pero estaba contenta de aceptar el cumplido de todos modos. "Gracias. Sí, ella es muy talentosa." "Además de buen gusto," Hans comentó, parpadeando plácidamente hacia ella. Kerry lo miró por un segundo antes de darse cuenta de que posiblemente se refería a ella. "Ah ... gracias," respondió, demoradamente. "Muchas gracias." "De nada." Hans vio como el personal de limpieza comenzó a recorrer el edificio, llevando cubos y trapeadores, contentos de recaer en silencio. Kerry exhaló, sus ojos dirigiéndose a los ascensores del vestíbulo mientras veía a Dar salir de uno y dirigirse hacia ellos. Su compañera parecía relajada mientras caminaba por el suelo de mármol, su característico caminar ligero oscilante casi éxitosamente en devolver una sonrisa a la cara de Kerry. "Nos vamos de aquí," Dar dijo, cuando los alcanzó, repitiendo la opinión en alemán para Hans. "¿Estás lista para esa cerveza ahora?" ella le preguntó a Kerry, dando a la parte de atrás de su cabello un pequeño pliegue. "Tenemos tiempo para eso, antes de que tengamos que ir por verdadera ropa y dirigirnos hacia el mundo de la cultura." El tacto la tranquilizó. Kerry asintió, indicando la puerta con un dedo señalando. Caminaron afuera, en el calor húmedo y comenzaron a andar por la acera juntos.

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"Creo que avergoncé a tu novia," Hans le dijo a Dar, en un tono desconcertado, después de que habían caminado alrededor de una media cuadra en relativa paz. Dar lo miró. "Ella no es mi novia." Hans se coloreó visiblemente, una visión un tanto sorprendente contra su pálida piel. "Entonces me he avergonzado a mí mismo y debo disculparme," dijo. "Supuse..." "Ella es mi esposa." Dar pasó un brazo sobre los hombros de Kerry. "No estás avergonzada por eso, ¿verdad?" ella le preguntó a Kerry en Inglés. Kerry movió la correa de su maletín, habiendo sospechado que estaba siendo debatida. "Por qué?" "Estar casada conmigo?" Dar repitió la pregunta en alemán. Casi se detuvo. "¿Tuviste algún alucinógeno en esa última taza de café? Por supuesto que no," Kerry respondió. "¿Qué te hizo preguntar eso, boba?" Enganchó un dedo dentro del cinturón de Dar y tiró de ella, para tomar cualquier ardor de sus palabras. "Sólo porque hoy no tengo puesta mi camiseta de 'estoy con ella’?" Dar se,rió. "Hans pensó que te había avergonzado allá," explicó. "Supuso que eras mi novia." "Oh." "Así que le corregí." "Eh." Kerry le dio una mirada tímida. "Sí, estaba siendo un poco obvia allá arriba. Lo siento. Me pregunto si esos otros chicos también lo notaron ... tal vez por eso Meyer estaba siendo tan desagradable." Dar ladeó la cabeza en una actitud desconcertada. "¿Eh?" "Oh, espera, ahí esta mi camiseta." Kerry señaló. "Esa, allí mismo." Dar miró en el escaparate. "Mi novia puede golpear a tu novia?" preguntó, con una carcajada. "Jesús, Kerry." "Elige uno. Prefiero ser Kerry," respondió su compañera. "Jesús era un chico dulce, pero no tengo una cosa por el sufrimiento y astillas." "Espera." Dar fue más despacio. "¿Qué quieres decir acerca de estar allá arriba?" Ella bajó la voz un poco. Dar no se había dado cuenta? Kerry se preguntó, entonces admitió que ella no lo hizo tampoco. Un autobús pasó rugiendo, escupiendo el olor de diesel. "No importa. Hablaremos de eso más tarde." Kerry golpeó a su pareja con la cadera. "¿A dónde vamos?" Se detuvieron en una esquina y esperaron a que el semáforo cambiara para cruzar. Hans se metió las manos en los bolsillos y miró a su alrededor, luego se volvió inquisitivamente hacia Dar. "El bar del hotel es bueno para ti?" Dar se había acercado hacia un carrito en la calle, olfateando el aire. "Sí, está bien," dijo por encima del hombro. "Ker, quieres nueces?" Se acercó al puesto y examinó su contenido, señalando las nueces cubiertas de canela mientras sacaba unos billetes del bolsillo delantero de los jeans. 368



Habiendo tenido nada desde el desayuno salvo varias tazas de café, Kerry encuentró las nueces sonando bastante bien. "Por supuesto." Se unió a su pareja en el carrito. Mientras pagaban por sus compras, una voz familiar se deslizó a través del bullicio circundante y Kerry se giró para ver a Jason Meyer parado en un teléfono público cercano discutiendo. Ella dio a Dar un empujón y sacudió la cabeza hacia él. Dar se giró, poniendo una nuez entre sus dientes mientras miraba inquisitivamente en la dirección indicada por Kerry. "Ah." Ella gruñó. "El idiota ni siquiera cree en los teléfonos celulares? Aquí tenemos a un tecnólogo." Era curioso, Kerry lo sabía. Los teléfonos celulares se habían vuelto tan entretejidos en la sociedad que parecía muy raro ver a un hombre que podía tener cualquier número de ellos, y toda una PBX (Central privada para extensiones) corporativa a su disposición usando un teléfono público de la calle en medio de una multitud el Viernes por la tarde en Manhattan. ¿Por qué? "Mira! No me importa lo que hagas! ¡Sólo hazlo!" Meyer gritó, y luego colgó el teléfono. Con una mirada de disgusto se marchó, recorriendo mientras estuvo muy cerca de estrellarse apresuradamente contra Hans. "Disculpa." Lo rozó pasando y siguió caminando, al parecer sin reconocer al programador. Hans lo siguió con la mirada, y luego miró a Dar y a Kerry. Se encogió los hombros y extendió las manos en un mensaje universal, el cual ellas regresaron en la misma medida. Se reunieron con Hans en la esquina, y observaron a Meyer volver de nuevo hacia la entrada del edificio de su empresa. Él empujó bruscamente delante de una mujer que llevaba dos cajas, y casi la tiró al suelo, pero ni siquiera miró hacia atrás mientras dejaba que la puerta se cerrara detrás de él. "¿Qué diablos le picó en el trasero?" Kerry se preguntó. "Sabes, hablé con él hace unos meses, Dar. Parecía bien entonces. Me pregunto qué pasó?" Dar masticó su nuez y se la tragó. "Ni idea." Ella dio un codazo a Kerry en la dirección a su hotel. "¿Quién sabe? Tal vez yo pasé. Me pisó la paciencia al segundo que llegué allí y estallé todo sobre él." Comenzó a cruzar la calle con Hans a su lado, yendo con el pesado flujo de tráfico peatonal. "Tal vez él es sólo un idiota." "Huh." Kerry la siguió, mordisqueando distraídamente su golosina. "Tal vez está relacionado con Shari. El mismo tipo de retrogrados estúpidos." Dar se detuvo y la miró. "Has estado hablando con mi padre otra vez, ¿eh?" dijo, dando a Kerry una sonrisa muy juguetona. "Eso suena extraño en un acento del Medio Oeste." "Je" Kerry se rió por lo bajo. "Me convertiré en sureña sin embargo. Espera y verás."

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Capítulo Dieciocho KERRY SE MIRÓ EN EL espejo y sonrió con picardía, ajustando la parte delantera de su vestido strapless con dedos cuidadosos. Lo único bueno de Nueva York era, que si querías compras rápidas, elegantes lo tenías a montones a tu alrededor. Ella y Dar habían entrado y salido de las tiendas en menos de cuarenta y cinco minutos, y ahora estaba revisando los resultados. "Agradable," se felicitó a sí misma. El vestido que había encontrado era de seda verde bosque profundo con un pequeño patrón bordado, clásico y sencillo, llegando justo hasta las rodillas. Era elegante, y se ajustaba muy bien a sus curvas, e incluso la perspectiva de sentarse a través de una ópera no podía poner un freno a su estado de ánimo. "¿Oye, cariño?" "¿Sí?" La voz de Dar flotó saliendo del baño. "¿Qué tal si buscamos un lugar para bailar después del espectáculo?" Kerry preguntó. "Salir de fiesta. Creo que nos lo merecemos, después de tu brillante solución del problema aquí." Dar sacó la cabeza del baño. "Considerarías bailar conmigo en una fiesta?" preguntó en un tono burlón. Kerry la miró. "No eres una mala bailarina," afirmó. "Así que no me vengas con eso. Vamos ven aquí." Obediente, Dar se alejó del marco de la puerta y se acercó para unirse a Kerry frente al espejo. Estaba vestida con un ejemplar elegante azul una o dos pulgadas más largo que el de Kerry, pero con el mismo corte. "Pero seguro, si quieres, me apunto." Cogió el cepillo de Kerry y comenzó a cepillar el pelo claro de su pareja. "Eso se ve muy bien en ti." Kerry giró la cabeza y alzó la mirada. "Igualmente, y gracias." Ella sonrió cálidamente. "Nos vamos a la ópera, madam?" Dar tiró el cepillo sobre la cómoda y señaló hacia la puerta con un gran ademán. "Después de ti." Agarró el pequeño bolso que contenía su cartera y la electrónica, y siguió a Kerry mientras medio caminaba, medio bailaba hacia el pasillo. "Je." Kerry se volvió cuando llegaron al ascensor. "¿Que es tan gracioso?" Los ojos azules parpadearon inocentemente. "Nada." Las puertas se abrieron. "Uh huh. Adelante." Kerry indicó la abertura. "Oh, no. Las damas primero," Dar dijo. "Por favor." Kerry le dio una mirada sospechosa, pero entró en la cabina de metal y recubierta de vidrio y esperó a que su pareja se uniera a ella antes de apretar el botón del vestíbulo. Empezaron a bajar, y a medio camino se encontró teniendo que equilibrar sus oídos. "Oh, egh."

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"Mm." Dar presionó su pulgar detrás de su lóbulo de la oreja derecha. "No me gusta tener que hacer esto sin mojarme." Ella levantó la vista a tiempo para ver una expresión muy diabólica en la cara de Kerry. "¿Qué es esa mirada?" Kerry cerró la distancia entre ellas y se apoyó en Dar mientras ponía una mano en la mejilla y la besaba en los labios. "Mm." Dar se olvidó de estar en un ascensor del hotel. Deslizó una mano alrededor del lado de Kerry y continuó el beso, permitiendo que la pasión se construyera entre ellas mientras la cabina desaceleró, y golpeó suavemente hasta detenerse. Se separaron justo cuando las puertas lo hicieron, y el resonante zumbido de la multitud en el vestíbulo se filtró. Kerry se lamió los labios y dio un paso atrás, tomando una estable respiración antes de atreverse a mirar hacia arriba de nuevo. La cara de Dar tenía un rubor definido, y sus ojos tenían un brillo oscuro que estuvo muy cerca de hacer que Kerry simplemente apretara el botón de su piso del hotel y se olvidara acerca de la maldita ópera. "Bien. Me hizo olvidarme de mis malditos oídos," Dar comentó. "¿Nos vamos?" Kerry medio salió del ascensor de mala gana, dando al pequeño grupo de gente esperando para entrar una sonrisa educada. Esperó a que Dar la alcanzara, luego ambas continuaron en dirección hacia la puerta de la calle. "Dar? ¿Alguna vez has estado en la ópera?" Dar simplemente se rió. "He ido unas cuantas veces," Kerry admitió, mientras salían el aire cálido de la noche. "Tengo que admitir que eche de menos las palomitas de maíz y Raisinettes (Pasas cubiertas de chocolate)." Dar se dirigió hacia la acera, pasando por alto el duro trabajo del hombre de la puerta quien estaba ocupado consiguiendo taxis para las personas. Ella fijó su mirada en un cercano taxi amarillo y lo llamó. El hombre de la puerta le dio una mirada respetuosa y se apresuró a abrir la puerta del taxi. "¿Señora?" "Gracias," Dar respondió amablemente, agachándose en el interior del taxi y deslizándose mientras Kerry se unía a ella. "Radio City Music Hall," le dio indicaciones al conductor. "Lo tienes," el hombre respondió alegremente, alejándose de la acera y entrando en el flujo del ajetreado tráfico prestando escasa atención ya sea a los coches aproximándose o la vida de cualquier persona en el suyo. Kerry deslizó su mano en la de Dar y la estrechó, acomodándose felizmente en su asiento para mirar la ciudad pasar. "Chico, me alegro de que hayas resuelto ese problema. No me gustaría haber pasado la noche en esa oficina." "Uhm." Dar sacó una pequeña caja de su bolso y ofreció a Kerry uno de sus contenidos. "A pesar de que los derribe en mitad del día? Te vi retorcerte por eso."

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"Bueno ..." Kerry escogió un caramelo pequeño y se lo metió en su boca, haciendo una mueca un momento después. "Flamingos en una cordón, Dar ... podrías haberme dicho que era amargo." Dar chupó su dulce con satisfacción. "Mandarina amarga," ella convinó. "Tenían limón, también." Kerry tragó resueltamente el ofensivo pedazo de dulce. "No fue la elección que yo hubiera hecho," admitió. "Pero ya lo sabes. Tiendo a ser ... un poco más conservadora de lo que eres tú." "Conservadora." Dar alzó la mano y trazó alrededor del tatuaje de Kerry, descaradamente visible sobre la línea de su vestido. "Uh huh." "Mm." Kerry sonrió un poco. "Pero de todos modos, tienes razón. Estaba retorciéndome. Sabía que lograrías que saliera bien, pero realmente pensé que estabas tomando un gran riesgo allí." Y lo había echo. Dar sintió el calor de los dedos de Kerry enroscándose en los suyos, y se sintió en paz con su decisión. "Siempre he sido una persona arriesgada," dijo. "Y para ser honesta, realmente no quería pasar más tiempo allí. Así que funcionó." "Definitivamente funcionó," Kerry convinó. "Y nuestro amigo, el reportero, no consiguió su foto de pago." Dar rió brevemente. "Eso podría haber ido por el camino equivocado." Suspiró. "Tuvimos suerte," añadió. "Espero que podamos mantenerlo así. Él va a estar olfateando todo durante esta maldita oferta, y tenemos que ganarla." "Porque se lo prometiste a Alastair?" Dar la miró. "No, maldición. No te dije," dijo. "Se me olvidó, supongo ... o tal vez ..." Cayó por un momento en silencio. "De todos modos, alguien importante en la industria de cruceros llamó a Alastair. Tene casi un centenar de barcos ... quiere actualizar su tecnología y va a considerar a quienquiera que gane para hacer el suyo." Kerry casi dejó de respirar. "Eso es mucho dinero, ¿eh?" finalmente pronunció. Dar resopló suavemente. "Alastair piensa que va a salvar nuestro trimestre." Miró por la ventana. "Es curioso cómo una reunión casual en Orlando resultó." Kerry se quedó mirando en la parte trasera de la cabeza del taxista detrás de la protección de plexiglás. "Dar, casi deje plantado a Quest ayer y no presente la documentación de la oferta." Dar giró la cabeza completamente hacia un lado y la miró directamente. "¿Casi?" Kerry asintió débilmente. "Estaba enojada porque él siguió llamando y hostigando a Mayte. Casi le dije que tirara los papeles en el cajón y fuera a casa." "Pero no lo hiciste?" 372



"No lo hice. Ella se ofreció a llevarselos y le dije que lo hiciera." Exhaló. "Pero era más importante para mí levantarme y verte. No estaba interesada en Quest." Hizo una pausa. "O mi trabajo." Se volvió y se encontró con los ojos de Dar. Ellos brillaban. "Bueno." Dar se inclinó hacia delante y la besó. "Teniendo en cuenta que casi vuelo un cliente importante y nos metemos en aprietos porque quería cenar contigo." "¿Es eso justo para la empresa, Dar?" Kerry le preguntó en voz baja. "No, pero es justo para nosotras." Su compañera se echó hacia atrás. "Y además, ganamos la apuesta de todos modos." "Mm." Kerry encontró que quería mucho aceptar esa respuesta, y no discutir el tema. A menudo tomaba desiciones muy diferentes a las que Dar tomaba como parte de su trabajo diario, y habían llegado a comprender que sus enfoques de las cosas eran, a pesar de su obvia compatibilidad, diferentes. Lo cual estaba bien. A menudo aprendía cosas de cómo Dar trabajaba, y sabía que a veces Dar aprendía un truco o dos de ella. Kerry apoyó la cabeza en el hombro de Dar y se quedó en silencio, contenta de ver como brillaban las luces de la ciudad mientras el taxista se abría paso a través del pesado tráfico. Entonces estaban allí. Dar ya había entregado al conductor su tarifa antes de que Kerry pudiera incluso agarrar su cartera, y ella reflejo esto en un aspecto, la planificación previa, Dar realmente lo tenía por todo ella en una base muy consistente. Se bajaron y se unieron a una corriente de personas que se dirigían hacia las puertas. La gama de vestidos era increíble, y Kerry se encontró casi mirando desorbitadamente a la vista del visón real envuelto alrededor de los cuellos de varias mujeres a pesar del calor del verano. "Uff. Me muero." Dar vio un mostrador cerca. "¿Quieres una bebida?" ofreció. "Mi turno." Kerry le dio un golpecito en la cadera con su bolso. "Consíguenos algunos programas?" Programas. Dar vio a una mujer entregándolos, y se dirigió en esa dirección. Ella esperó llamar su atención, y luego aceptó dos de los programas. "Gracias." "No hay problema, señora ... ¿puedo ver sus entradas? Tal vez pueda indicarle ..." la acomodadora le preguntó amablemente. "Es un lugar grande." Dar metió los programas bajo el brazo y sacó los boletos de su cartera. "Si seguro." Ella se los entregó. "Esto es lo que estás buscando?" La mujer sonrió. "Sí, señora, estos son fáciles. Vaya directo al frente, y están en medio de la fila. Los mejores asientos del lugar." Le devolvió a Dar sus boletos. "¡Disfrute el espectáculo!" "Gracias." Dar estudió los boletps desconcertada antes de meterlos de nuevo en su bolso. Tomó los programas y se dirigió, interceptando a Kerry que llevaba dos copas de vino. "Me han dicho que tenemos buenos asientos," le informó a su pareja, intercambiando un programa por una copa. 373



"Oo". Kerry abrió el folleto. "El Mikado - estoy tratando de recordar si he ... hm." Ella leyó la sinopsis. "No, nunca he visto éste." Al oír su nombre la hizo levantar la vista para ver a una mujer mayor que se acercaba a ellas, agitando una mano. Kerry tuvo que devanarse los sesos para ubicarla, pero afortunadamente lo hizo justo antes de que la mujer llegara a ellas. "Hola, Sra. Patrick." "Kerrison! ¡Qué sorprendente es verte aquí! Dios mío, han pasado años!" La mujer exclamó. Era quizás de unos cincuenta años, con el pelo gris plateado y un sofisticado vestido plateado con lentejuelas. "¿Estás viviendo aquí ahora?" "No." Kerry negó con la cabeza. "Vivo en Miami. Estoy en la ciudad unos días por negocios." Ella se giró a medias. "Sra. Patrick, esta es Dar Roberts, mi pareja. Dar, la Sra. Patrick era mi profesora en la universidad." "Encantado de conocerla," Dar respondió cortésmente. "Profesora de..?" "Informática," la mujer proporcionó. "¿Qué tipo de negocios, Kerrison? Sé que cuando te graduaste dijiste que querías hacer algo en dirección, pero ..." Y ella había estado muy segura, Kerry recordó de pronto, de que Kerry no terminaría en nada de eso en absoluto. "Trabajo para ILS." Ella saboreó un profundo sentido de placer en las palabras. "¿Lo haces? Qué maravilloso!" La Sra. Patrick parecía vagamente sorprendida. "¿En qué área? Me parece recordar que te gustaba mucho el diseño." "Soy la vicepresidente de operaciones globales." La mujer parpadeó en silencio durante un largo momento. "Oh," finalmente soltó. "¿No es encantador?" "Creo que sí," Dar interrumpió. "La mejor vicepresidente que hemos tenido en años." La mujer la miró en un desconcertado silencio por un momento, y luego una bombilla de luz visible pasó por su cabeza meticulosamente peinada. "Oh mi... eres esa Dar Roberts?" Dar simplemente la miró, negándose a dignificar la pregunta con la obvia respuesta. La Sra. Patrick retrocedió. "Bueno, no es eso grandioso ... agradable que te haya visto, Kerrison. Que se diviertan en el espectáculo." Dar esperó a que la mujer desapareciera entre la multitud, antes de que se girara hacia su compañera. "¿Lo disfrutaste?" "Uh huh." "Bien." Tomaron sus bebidas y se dirigieron al vestíbulo principal. Justo dentro de las puertas, después de entregar sus boletos, ambas tuvieron que parar y mirar a su alrededor con franco asombro.

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"Santo bagre (pez)." Dar estiró el cuello y miró alrededor de la vasta, magnífica, infraestructura art déco. "Esto es hermoso." "Uh huh," Kerry estuvo de acuerdo, parpadeando ante los brillantes colores temáticos del atardecer, que le recordaban desconcertantemente a Key West. "Vamos." Ella tomó el brazo de Dar y se dirigió por el pasillo. Se acomodaron en sus asientos, y ahora que no tenía que preocuparse de tropezar con matriarcas olorosas a naftalina, Dar era libre de asimilar la inmensidad del teatro, desde su delicado arco escénico hasta los asientos inclinados. Era un lugar increíble, y se encontró deseando ver lo que fuera que estaba a punto de comenzar. El Mikado. Dar estudió su programa. Ah. Intriga japonesa. Tal vez incluso habría una lucha a espada. Estiró las piernas, contenta de estar en la primera fila con todo el espacio extra. La vida era buena. Miró hacia un lado a Kerry, que estaba simplemente sentada, su programa en su regazo, y una mirada benignamente contenta en su cara. "Una moneda de veinticinco por tus pensamientos?" Kerry se rió entre dientes, cruzando las manos sobre su estómago y exhalando. "Estaba pensando en lo que mi familia daría por tener asientos centrales en primera fila en el Radio City," admitió. "Ir al teatro en Manhattan era la meta de toda la agenda social de cualquiera de donde vengo." "Ah." Dar movió los dedos. "Entrar en las películas gratis de clasificación para adultos es de donde vengo," respondió, con una sonrisa burlona. "Era muy buena en abrir las cerraduras de la puerta trasera del cine." Kerry se echó a reír. "¿Te das cuenta que la primera película para adultos que he visto fue en tu sala de estar?" susurró, atrapando las serias miradas de sus vecinos a pesar de que el espectáculo aún no había comenzado. "Jesús, gente ... relajense!" "Bueno." Dar se inclinó más cerca de ella. "¿Estarías hablando de películas para adultos delante de tu familia?" Kerry se cubrió apresuradamente sus ojos con una mano y se mordió el labio. "No lo creo." Poco tiempo después, las luces del teatro empezaron a bajar. Kerry metió los dedos dentro de los de Dar una vez más, y se acomodó pata mirar, resolviendo disfrutar el momento, la noche, y el sentido de la ocasión, incluso si la ópera no era su cosa favorita en la tierra.

PARECÍA SÓLO UNOS minutos después cuando las luces volvieron a subir, y el espectáculo había terminado. "Wow," Kerry murmuró. "Eso fue muy bueno." Se unió a la audiencia con aplausos entusiastas. "¿Qué te parecio?"

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"Me gustó," Dar estuvo de acuerdo. "Historia divertida, melodías pegadizas," agregó. "Y chicas bonitas. ¿Qué más se puede pedir?" Kerry se rió entre dientes. "Hm ... con un personaje protagonico llamado Yum-Yum, debería haber sabido que te gustaría." Dar se giró a medias y le dio una mirada indignada de burla, poniendo una mano en su cadera. "Kerrison!" Los ojos verdes batieron sus pestañas hacia ella con devastadora inocencia del medio oeste. "¿Sí?" "Vamos a comprar un helado." Dar se levantó y extendió la mano a su pareja. "Creo que necesitas refrescarte." Kerry aceptó la ayuda, y fue levantada con gracia a sus pies por una suave contracción del brazo de Dar. "Vaya, gracias, señora. Después de usted?" Salieron de la mano, acompañadas por el lento flujo de la audiencia mientras se filtraba a través de las altas, hermosas entradas y hacia el vestíbulo. Hubo un murmullo de conversaciones, y Kerry se encontró sonriendo mientras se ocupaba en una multitud una vez muy familiar para ella. "Cariño, voy a ir al baño ... te encuentró en el bar, allí?" "Nah. Voy contigo." Dar le puso una mano en la espalda, mientras avanzaban a través de la presión de los cuerpos. "¿Sabes qué?" "Tienes hambre," Kerry respondió sin perder un instante. "Te he oído gruñir allá atrás incluso por encima de este circo." Ella saltó un poco mientras Dar gruñía en su oído, terminando el ruido con un ronroneo retumbante. "Estoy bastante segura de que hay al menos un restaurante alrededor de este lugar." Dar se rió entre dientes, mientras abría la puerta del baño para ambas, extendiendo su brazo fácilmente más allá del cuerpo de Kerry. "Esto fue realmente agradable," comentó. "Recuérdame de enviar a Alastair una caja de galletas o algo por esto, ¿de acuerdo?" "Por supuesto." Kerry se encontró una división y entró. Escuchó ociosamente a las conversaciones a su alrededor mientras se ocupaba de sus asuntos. Escchó la voz baja, vibrante de Dar intercambiar una mutua disculpa, y luego un tono agudo, muy acentuado de Nueva York quejándose amargamente de la calidad del papel higiénico. Kerry sacó unas cuantas hojas y las examinó. "Oye, Dar?" Una garganta suave aclarandose cerca. "¿Sí?" "¿Ves estas servilletas de lujo que ponen aquí?" Kerry puso lo máximo de su acento que era capaz en su tono y fue recompensada con una risita ahogada. "Voy a llevarme algunos de estos y ponerlos sobre la mesa allá en casa." "Está bien, Forrest," Dar respondió a través de una carcajada. "Haz eso." Kerry terminó y fue al fregadero, lavándose las manos sin dejar de reír en voz baja. 376



Se secó los dedos y se volvió para esperar a Dar, intercambiando miradas con una alta mujer pelirroja que también esperaba. "Ese es un tatuaje precioso," la mujer comentó, con una ligera inclinación de cabeza hacia el pecho de Kerry. Kerry parpadeó, sufriendo un momento de desconcierto antes de mirar hacia abajo en su hombro y se dio cuenta de que la mujer estaba hablando con ella. "Oh. Gracias," murmuró, mirando de nuevo con un poco de timidez en la mirada. "No lo he tenido mucho tiempo." "Te lo hiciste aquí?" la mujer preguntó, girando su brazo para mostrar el lugar de su hombro, que tenía una cobra en él. "Lo hice el mes pasado." La cobra era bonita, pero Kerry se dio cuenta de que carecía de la vitalidad de su propia decoración. "No, lo hice en Miami," respondió. "Hay un tipo que es un muy buen artista." "Sí, no es broma." La mujer se acercó más. "Eso es genial." Sus ojos estudiaron la marca. "¿Quién es Dar?" "Ésa sería yo." Kerry resistió el impulso de mirar hacia arriba y sobre su hombro. La pelirroja no lo hizo, sin embargo, y se enderezó y dio un paso atrás cuando se le presento la imponente intimidación de Dar. "Bueno, de todos modos, felicidades por un buen tatuaje." La mujer se retiró más, agarrando una servilleta de la encimera antes de salir del baño, llevando su cobra pareciendo un poco decepcionada con ella. "¿Lista?" Kerry le dio a Dar una sonrisa mientras salía del baño con su paseante amante detrás de ella. "Sabes, eso fue agradable." "¿Qué era, el TP (Sostenedor de papel higiénico)? Te traeré un rollo doble de Charmin de Costco cuando volvamos, ¿de acuerdo? Puedes guardar un poco en tu cajón del escritorio." "A esa señora le gusto mi tatuaje," Kerry dijo. "Pero voy a recordar esa oferta. No sé qué diablos las personas de las instalaciones estaba pensando el mes pasado, pero las cosas que cambiaron me recuerdan a bolsas de supermercado." Salieron, aceptando el choque de pasar del frío helado al calor bochornoso como algo natural. "¿Cuál es tu veneno?" Dar preguntó. "Tuve italiano anoche, pero lo haré de nuevo si quieres." Kerry se lamió los labios. "Mm ... vamos a caminar un poco y ver lo que encontramos. No sé si estoy de humor para eso." Las calles estaban ajetreadas alrededor de ellas de una manera que en Miami nunca lo era. Su ciudad de residencia no tenía centro de la ciudad y no era en ningún modo una ciudad para andar. Era mucho más una enorme expansión urbana y suburbana, que se extendía arriba y abajo de la costa por tres condados formados por grupos de tiendas rodeadas por grupos de áreas residenciales.

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Este fue un cambio agradable, de verdad, pensó Kerry. Le recordaba un poco de los viajes ocasionales que había hecho a Chicago con su equipo de debate, cuando se escapaban por la tarde y recorrían el centro de la ciudad, cerca de su hotel, para buscar algo que no reprendieran en casa. Como las palomitas de Garrett. Kerry se lamió los labios ante el recuerdo, incluso después de todos estos años. O los pedazos de pizza gruesa que habían compartido en la acera, mirando hacia los enormes, altísimos edificios. Había sido muy diferente en sus pocos viajes a Manhattan con su familia, eso es seguro. Ah bueno. Dar tomó de nuevo su mano mientras caminaban, pasando las fachadas de las tiendas iluminadas y los lugares que se volvían de repente familiares de la televisión. "Hey Mira." Kerry señaló. "Ahí es donde siempre se ve la gente parada con carteles pareciendo como bobos en el programa Today." "Uh huh," Dar estuvo de acuerdo. "No es allí donde va ese enorme árbol de Navidad?" "Y la pista de patinaje sobre hielo, sí," dijo su compañera. "Puedes patinar sobre hielo?" Dar ponderó brevemente la pregunta. "Sí," finalmente admitió. "¿Chino?" Ella dirigió la atención de Kerry a un escaparate de un nivel superior. "Podría ir por algo picante." "Suena bastante bien para mí." Kerry abrió el camino hacia el restaurante. Acababan de sentarse cuando primero el de ella, y luego el buscapersonas de Dar se dispararon."Oh, mierda." Dar sacó el dispositivo de su bolso y tecleó. "Centro de operaciones. Nunca buenas noticias." Kerry suspiró y levantó su teléfono celular, pulsando la marcación rápida y sosteniendo el dispositivo en su oído mientras escuchaba a Dar ordenar por las dos. "Hola, es Kerry Stuart," dijo mientras la línea fue respondida. "¿Que pasa?" "Oh, hola señora," respondió la voz. "Soy Jason. Perdone que la moleste, pero Mark dijo que debería llamar. Tuvimos un gran intento de entrada forzada aquí hace un rato." Las cejas de Dar se arquearon cuando captó el diminuto sonido de las palabras desde el teléfono que Kerry sostenía un poco retirado de la oreja. "¿Exitoso?" Kerry preguntó. "Señora." Jason logró sonar cortésmente escandalizado. "Si hubiera sido así, usted estaría hablando con Mark en este momento, no conmigo, eso es seguro. Sin ofender." Dar resopló suavemente. "¿Tiene Mark algún culpable?" Kerry preguntó. "Algunas ideas, o ..." "Él tiene algunas cosas que está rastreando. Él quería que le dijera a usted que le dijera a la jefa que alguien estaba tratando de llamarla farol."

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Los ojos de Dar se estrecharon y los planos de su cara cambiaron a una expresión severa. "La jefa sabe," Kerry dijo. "Si encuentra algo, dile que nos llame." "Lo haré, señora." Kerry dobló su teléfono y le dio unos golpecitos en la mesa. "No me gusta mucho como suena eso." Dar se echó hacia atrás en su asiento, dandole al camarero un asentir de cabeza mientras él entregaba dos copas frías de vino de ciruela. Tomó una y bebió antes de contestar. "Fue excesivamente estúpido de mi parte hacer esa maldita afirmación." "Oh, bueno, eso no es lo que quise decir ..." "Kerry, lo fue," Dar la interrumpió. "Independientemente de si era verdad o no, orinar en un hidrante de incendios abierto es simplemente estúpido. Mark va a estar limpiando después de esto durante meses." Miró a su vino. "Bah." Kerry palmeó a su pareja en la pierna. "Nos conseguiste buena prensa, cielo. Si Mark puede mantenerlos a raya, podemos obtener incluso mejor prensa de ello. Tengo fe en él, y en tu infraestructura." "Hmph." Dar parecía apaciguada, sin embargo. "Tal vez si él tiene una pista sobre quienes son, puedo volver sobre ellos y clavarlos," sugirió. "Eso sería divertido." "Ahí tienes." Kerry sonrió al camarero, que apareció con dos cuencos de humeante sopa agripicante. "Mm ... eso huele muy bien." Dar había sacado su PDA de su bolso y estaba escribiendo en él. Kerry la observó mientras agarraba una cuchara y tomaba un sorbo de sopa. "¿Mark?" "Sí." "Sabes lo que sería genial?" "¿Qué?" Dar la miró. "Si tuviéramos un software que no sólo pudiera detectar este tipo de cosas, sino que de forma proactiva saliera y encontrara a los idiotas intentandolo y devolvérselas con creces," Kerry dijo. "¿No podrías escribir algo así, Dar?" Dar dio golpecitos con su lápiz óptico en el borde de su PDA. "Ya no hago codificación," objetó. "Ni siquiera he mirado algunos de los nuevos lenguajes ..." "Claro que sí," Kerry discrepó. "Escribes pequeñas cosas todo el tiempo. Mi Gopher bailarín, ese programa que realiza un seguimiento de nuestros gastos, la base de datos que utiliza Maria ... esas son todas tuyas." Un medio encogimiento de hombros. "Esas son sólo pequeñas cosas, como dijiste." Pero la voz de Dar carecía de una verdadera convicción. "¿No sería genial?" Kerry repitió. "Sería una aplicación tan asesina, si pudieras sacarla y atrapar a esos perdedores. Encontrar un camino a través de todos esos portales furtivos y todas esas cosas de enmascaramiento." Los ojos de Dar quedaron brevemente desenfocados. "Hm." Ella hizo un ruido profundo en su garganta, bajo y pensativo.

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"Eso sería genial," admitió. "Podría encajar con algunas de las cosas heurística que estaba viendo ... tal vez podría echar un vistazo a lo que podría necesitar la estructura ..." Ahh. Kerry sonrió internamente. Atrape esa mente, creo. "Sería genial." Dar escribió varias notas, luego tecleó algo, y escribió varias más. Luego pulsó enviar y cerró el dispositivo, cruzando las manos sobre el. "Asi que." Ella volvió su atención por completo a Kerry. "¿De qué estábamos hablando ... papel higiénico, ¿verdad?" "Papel higiénico, y los tatuajes." Kerry levantó su copa de vino, y la chocó con la Dar. "Y bonitas chicas llamadas Yum-Yum." Dar le devolvió el brindis, y ambas tomaron un sorbo. "Sabes ..." Dar miró a su alrededor. "Nueva York no está tan mal después de todo." "Oigan oigan," Kerry estuvo de acuerdo, con una sonrisa. "Me alegro de haber tenido la oportunidad de jugar aquí contigo." Los ojos azules se iluminaron mientras una sonrisa apareció. "Yo también," respondió. "Ker, realmente aprecio que viniras hasta aquí. Yo ... um ..." La mirada de Dar cayó brevemente, y luego la levantó de nuevo. "Realmente lo hago." Kerry puso su copa en la mesa y se inclinó para cubrir la mano de Dar con la suya. "En cualquier momento, cariño. Me hizo muy feliz hacerlo. A punto de hacer volteretas en el pasillo del avión," aseguró a su pareja. "Me encantó estar aquí." Dar levantó su copa de nuevo, y tocaron los bordes, luego con picardía, se inclinó más cerca y entrelazó su brazo con el de Kerry. Bebieron de la copa de la otra, y aprovecharon la penumbra de moda del restaurante para compartir un beso que duró un instante menos que un escándalo. Ah, bueno, Kerry reflexionó, cuando se separaron y recogieron sus cucharas. Si alguna parte de la tierra podía manejar eso, era Nueva York. Era lo suficientemente grande como para manejar casi cualquier cosa.

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Melissa Good 07 Convergencia Tropical

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