El sujeto ético y el amor a la existencia Mariela Oliva Ríos Fragmento del libro de Mariela Oliva Ríos, La inmanencia del deseo. Un estudio sobre la subjetividad ética y el amor a la existencia en Spinoza , México, UACM!edisa, "#$%, &&' $($)"$#'
La reflexión no surge ya para turbar la estricta obra del sentimiento Todo, Todo, frente a nosotros, se pliega. ios, al !ue busc"bamos in#tilmente en el cielo, est" en nosotros. Carlo *ossi $inguna ética basada en reglas y costumbres, por racional y poderosa !ue sea, puede despertarnos a las necesidades del otro como puede %acerlo el auto& conocimiento. +ames ' -eisig .os individuos /umanos, somos cosas singulares, modos 0initos 1ue &asamos a la existencia y en la duraci2n &erseveramos, deseamos' .a subjetividad de este individuo com&uesto y determinado, tiene como condici2n de ser y estar, la trans0ormaci2n de sí con conciencia de tener en sí la causa de sí mismo' 3or la 0uer4a siem&re an/elante 1ue constituye la ex&resi2n de su &otencia de actuar, es a &artir del conocimiento y entrega a tal 0uer4a a0irmativa de la vida donde necesariamente damos cuenta de a1uello de lo 1ue &artici&amos, *ios o la naturale4a, el in0inito *ios inmanente, indi0erente y a la ve4 amante' El én0asis en la imaginaci2n, el deseo, la &asi2n, la ra42n, est5 en 1ue ya sea como &asajes, como estados o como conocimiento auto determinativo 1ue alcan4a la inmediate4 o velocidad de lo eterno, todos son &aisajes de un mismo /ori4onte, todos entonces necesarios en ese estar y &erseverar en la existencia' .as 0ormas en 1ue se mani0iesta la conciencia son ya deseo y constituyen nuestra condici2n subjetiva y objetiva en tanto modos, en una &ermanente interacci2n íntima con nosotros mismos, con los otros y con el mundo' En la existencia todo acontece, en la esencia todo es real, estas, son las determinaciones' El insistir en la no subordinaci2n del cuer&o ni de la mente res&ecto uno del otro, lo es &or1ue la identidad com&leja y &ersonal del ser /umano se tra4a en el 5mbito de sus a0ectos, de sus &asiones, de su deseo, a la ve4 1ue en la im&ersonalidad de la 6aturale4a de la 1ue es &arte, &or tanto su identidad no es s2lo &sicol2gica, sino &rinci&almente ética y ontol2gica' 6inguna ética es &osible sin el conocimiento de esa realidad 1ue es la subjetividad como a0ecto, cuya intensidad aumenta al tiem&o 1ue se 0orja la autonomía, esto es la necesidad del amor y de la libertad7 los &liegues y &lanos de este /ori4onte inmanente se ex&resan simult5neamente en la subjetividad /umana como la existencia del ser y el ser de la existencia en un &roceso de individuaci2n colectivo' Cuando el deseo de ese ser de la existencia, cuando su tendencia se encuentra dominada &or las &asiones, sean de alegría o de triste4a, sea 1ue aumenten o disminuyan su &otencia de actuar, contin8an siendo sim&les cambios o variaciones de estados, &aisajes 1ue se tejen sobre ese &lano en la duraci2n, y a8n no se es due9o de ellos, vaga inconsciente de a1uella &otencia 1ue le es &ro&ia' :in embargo no &or imaginar yerra, su imaginaci2n le &ermite dar cuenta de 1ue an/ela conocer su esencia, su &oder de a0ecci2n, la variaci2n no &ertenece a la esencia sino a la existencia en la duraci2n7 &ero es cuando ese estado nos conduce a un incremento de nuestra &otencia 1ue se inicia una concatenaci2n distinta de las ideas mismas
2
de las a0ecciones, &or eso :&ino4a a0irma 1ue ;el deseo 1ue surge de la alegría, en igualdad de circunstancias, es m5s 0uerte 1ue el deseo 1ue brota de la triste4a< =E>3$?@, &or1ue el deseo 1ue surge de la alegría aumenta &or el a0ecto mismo de la alegría y la 0uer4a del deseo 1ue surge de la alegría se de0ine tanto &or la &otencia /umana, como &or la &otencia de la causa exterior, a di0erencia del 1ue surge de la triste4a 1ue se de0ine s2lo &or la &otencia /umana, es decir ;*e todos los a0ectos 1ue se re0ieren al alma en cuanto 1ue obra, no /ay ninguno 1ue no se remita a la alegría o al deseo< =E3%(@' .a actuaci2n /umana entonces 1ue se rige &or la im&osici2n de los deseos dentro del conjunto de determinaciones 1ue le a0ectan como individuo se ex&resa, &ara el caso de la alegría como la &osibilidad de articular y de buscar a1uellos a0ectos 1ue le convengan y le sean 8tiles' Es desde a/í, desde la idea misma de a1uello 1ue le a0ecta de alegría, de lo 1ue se com&one con su deseo, 1ue el individuo es ca&a4 de 0ormar ideas ya no con0usas sino adecuadas de sí mismo, y &or lo tanto eventualmente com&render la idea de *ios' :er5 entonces, en la &osibilidad 1ue tiene el alma de /acer uso de la ra42n 1ue el individuo &odr5 &oseer la &otencia de actuar mediante la trans0ormaci2n de las &asiones en a0ectos, a/í el individuo se encuentra en un desdoblamiento distinto de su &ro&ia ca&acidad de a0ecci2n y deseo, el conatus de la ra42n y &or tanto en la &osibilidad consciente de una elaboraci2n de sus a0ectos y &asiones' La razón en la trama afectiva :&ino4a /a establecido en su teoría de los a0ectos /umanos, 1ue todos ellos remiten al deseo, la alegría y la triste4a, dado 1ue la triste4a &or la evidencia ya mostrada disminuye o re&rime la &otencia de &ensar del alma, esto es 1ue en la medida en 1ue el alma se entristece, su ca&acidad de entendimiento se encuentra dominada &or ideas &arciales e inadecuadas, &or lo 1ue su &otencia de obrar es &asiva, se a0irma entonces 1ue ninguna 0orma de triste4a &uede remitir al alma en cuanto est5 act8a' Con la alegría y el deseo no sucede lo mismo 1ue con la triste4a res&ecto a las &osibilidades del entendimiento =E3%(@, es decir los a0ectos 1ue &ueden re0erirse al alma en cuanto esta obra son los de la alegría y el deseo, de tal a0irmaci2n y de la generaci2n de ideas claras y distintas de los a0ectos, surgen a0ectos activos como la generosidad y la 0irme4a' 3or firmeza entiendo el deseo &or el 1ue cada uno se es0uer4a en conservar su ser, en virtud del s2lo dictamen de la ra42n' 3or generosidad entiendo el deseo &or el 1ue cada uno se es0uer4a, en virtud del solo dictamen de la ra42n, en ayudar a los dem5s /ombres y unirse a ellos mediante la amistad' =Escolio@ BC2mo se llega a este dictamen de la ra42n y Bc2mo 0unciona la ra42n en la trama a0ectiva Adem5s de a1uella alegría y a1uel deseo, /ay otros a0ectos 1ue derivan de ellos mismos y 1ue se re0ieren a nosotros en cuanto obramos =E3%?@, no /ay 1ue olvidar &ara com&render mejor esta distinci2n a0ectiva 1ue brota de la alegría y el deseo en cuanto el alma obra, 1ue todas las de0iniciones de los a0ectos &oseen un car5cter dual =3e9a, "##D, E, "%?, nota (D@, es decir 1ue su ex&eriencia varía en 0unci2n de la manera en 1ue los individuos reaccionan 0rente a ellos y 1ue &ueden &otenciar o no la ca&acidad /umana de ser a0ectado, esto es sean &asivos o activos satis0acen dic/a condici2n, tanto la alegría como la triste4a son modalidades del deseo 1ue aumentan o disminuyen la &otencia de obrar del cuer&o y de la mente'
3
A/ora bien, en la demostraci2n de esta &ro&osici2n se establece 1ue cuando el alma es ca&a4 de concebirse a sí misma y su &otencia se alegra, y dado 1ue el alma =E"3>@, se considera a sí misma cuando concibe una idea verdadera, entonces se alegrar5 en la medida en 1ue las concibe y se es0or4ar5 lo mismo &or estas ideas 1ue &or las inadecuadas en &erseverar en su ser, de lo 1ue se deduce 1ue el deseo también &artici&a y se re0iere a nosotros en cuanto entendemos, esto es en cuanto obramos' Es decir el alma &or el deseo y la alegría buscar5 &erseverar en a1uellos a0ectos 1ue le remitan a un entendimiento, esto es a la construcci2n de ideas adecuadas' Entonces com&render los a0ectos, &or el dictamen de la ra42n, sea en su 0orma &asiva o en su 0orma activa, constituye el &rimer es0uer4o de este segundo género de conocimiento, en ese sentido y dado 1ue ;las imaginaciones no se desvanecen ante la &resencia de lo verdadero en cuanto verdadero, sino &or1ue se &resentan otras imaginaciones m5s 0uertes, 1ue excluyen la existencia &resente de las cosas 1ue imaginamos< =E>3$:@, se /ace necesario 1ue el alma recono4ca en su es0uer4o &or constituirse el registro de la alegría y el deseo en tanto aumentan su &otencia de obrar y su entendimiento, 1ue es lo 1ue se ex&onía anteriormente' 3or lo tanto, no es 1ue la imaginaci2n deje de o&erar &uesto 1ue =E>3"@, &adecemos en la medida en 1ue somos una &arte de la naturale4a, 1ue no &uede concebirse &or sí sola sino en relaci2n a otras &artes, es decir 1ue en su &rimer es0uer4o la ra42n a&unta al registro, al tra4o de la génesis &ro&ia de las imaginaciones y no a la su&resi2n de su 0uncionamiento' Es indis&ensable com&render 1ue en la l2gica y din5mica de las a0ecciones de este modo 0inito 1ue somos, la teoría de los a0ectos constantemente nos remite al sentido ontol2gico de su &ro&uesta, es decir, :&ino4a ex&resa claramente 1ue una &asi2n no &uede ser su&rimida en su e0ecto sino &or otra &asi2n m5s 0uerte, /ay realidad en la &asi2n, y como tal en el /ec/o de imaginar' a lo /abía aclarado cuando ex&licaba s2lo el mecanismo cognitivo de la imaginaci2n como &rimer género de conocimiento en la &arte " con el ejem&lo &reciso del :ol, es decir no &or1ue lleguemos a conocer la verdadera distancia del :ol res&ecto a nosotros, deja nuestro cuer&o de ser a0ectado y de &ercibirlo como cercano, esto es deja de imaginar, sim&lemente da cuenta del error de su &erce&ci2n res&ecto al conocimiento verdadero y no del /ec/o de imaginar, &ues esta &erce&ci2n 0orma &arte de su naturale4a' Este mismo &roceso se a&lica al tema de las variaciones imaginarias 1ue alteran constantemente la vivencia de nuestro &otencial a0ectivo' *e suerte 1ue, ;un a0ecto, en cuanto re0erido al alma, no &uede ser re&rimido ni su&rimido sino &or medio de la idea de una a0ecci2n del cuer&o contraria a la a0ecci2n 1ue &adecemos, y m5s 0uerte 1ue ella< =E>3DC@' Es &or medio de la idea de una a0ecci2n del cuer&o m5s 0uerte 1ue tal a0ecci2n 1ue ex&erimentamos &ueda ser su&rimida, en este sentido :&ino4a vuelve a mostrar su o&osici2n a la visi2n 1ue sostendr5 el dualismo cartesiano,DDG cuando considera 1ue &odemos sim&lemente vencer una &asi2n &or la voluntad, e incluso desa&arecer al cuer&o &or la idea de una conciencia racional, contrario a tal visi2n, justamente el 0il2so0o /a dic/o 1ue la mente es la idea del cuer&o y de sus a0ecciones, de a/í el valor 1ue tiene desde esta &ers&ectiva el deseo 1ue surge de la alegría, tal condici2n nos conduce a la com&rensi2n de 1ue la ra42n es ya, una 0orma del deseo, es decir la ra42n no es ajena o distinta de la esencia 1ue constituye al ser /umano como &arte de la naturale4a, esto es de su conatus como tendencia en la existencia a &erseverar en a1uello 1ue aumente su &otencia de actuarH ;Como la ra42n no exige nada 1ue sea contrario a la naturale4a, exige, &or consiguiente, 1ue cada cual se ame así mismo, bus1ue su utilidad &ro&ia, a&ete4ca todo a1uello 1ue conduce realmente al /ombre a una &er0ecci2n mayor, y, en términos absolutos, 1ue cada cual se es0uerce cuanto est5 en su mano &or conservar su ser'< =E>3?:@
4
.a virtud entonces 1ueda 0uera del en0o1ue moral, 1ue como /abíamos dic/o nutre m5s la im&otencia /umana 1ue el sano juicio, es decir en :&ino4a la virtud es ese es0uer4o &or conservar el ser &ro&io, el egoísmo si se le &uede atribuir algo así a la subjetividad s&ino4iana, est5 en el /ec/o mismo de 1ue los individuos bus1uen actuar seg8n su &ro&ia naturale4a, esto es seg8n su &otencia, algo 1ue el &ro&io Ilijenberg/ no ca&t2 cuanto le era ex&licada esta condici2n natural de los /ombres y el car5cter exclusivamente de lo bueno y lo malo como registros de un aumento o disminuci2n de tal &otencia y no en tanto &rece&tos morales' 3ara :&ino4a, la virtud es algo 1ue el /ombre /a de a&etecer necesariamente, si en verdad busca su 0elicidad, y adem5s los individuos no &odemos no ser a0ectados &or las cosas del mundo externo, 1ue a su ve4 &erseveran en su ser, sean conscientes o no de ello, &or lo 1ue desde la &ers&ectiva de la ra42n como a0ecto 1ue nos conduce a una mayor &er0ecci2n, /a de buscar a1uellas relaciones 1ue le sean &ro&icias, en tal sentido nada /ay m5s &ro&icio &ara el /ombre, seg8n su teoría 1ue el vínculo con otro /ombre, &uesto 1ue ;los /ombres 1ue buscan su utilidad bajo la guía de la ra42n, no a&etecen &ara sí nada 1ue no deseen &ara los dem5s /ombres, y &or ello son dignos de con0ian4a<' .a con0ian4a ex&resada en esté deseo se sostiene &or las &ro&ias condiciones de nuestra naturale4a, una &otencia individual es m5s 0uerte e intensa cuando se une a otra &otencia igualmente 0uerte y ambas constituyen un solo individuo 1ue se es0uer4a &or sostener a1uellas condiciones 1ue le generan dic/a, y así sus cuer&os constituir5n un solo cuer&o y su alma una sola alma, evidentemente esto no es &osible cuando nos encontramos en las 0luctuaciones &ro&ias de las &asiones, este &adecer sucede cuando nos dominan 0uer4as externas y tan s2lo nos sostenemos en la reactividad y la resistencia' .a ra42n &ara :&ino4a es necesariamente un a0ecto activo' El es0uer4o &rinci&al 1ue /a de /acer la ra42n, es el de eliminar o discriminar las triste4as, y darse al encuentro de a1uellas relaciones 1ue le &ermitan ex&erimentar alegrías, la ra42n en este sentido &artici&a en tanto conatus mediante la organi4aci2n de a0ectos y vínculos 8tiles 1ue 0omenten una mayor realidad, así entoncesH Cuanto m5s se es0uer4a cada cual en buscar su utilidad, esto es, en conservar su ser, y cuanto m5s lo consigue, tanto m5s dotado de virtud est57 y al contrario, en tanto 1ue descuida la conservaci2n de su utilidad ))esto es, de su ser)), en esa medida es im&otente' =E>3"#@ Ese es0uer4o racional es su esencia misma dada a la existencia en la duraci2n, es decir es la ex&resi2n del ser de la existencia' Así, lo 8nico 1ue &uede evitar tal deseo de utilidad y de conservaci2n de ser, ser5 alguna 0uer4a cuyas causas exteriores sean contrarias a su naturale4a, &or eso dir5 1ue el suicidio es un deseo im&osible,D?G &uesto 1ue desde su &ers&ectiva a0irmativa nadie &uede desear su &ro&ia destrucci2n, así mismo como ya también /emos ex&uesto &reviamente, su tratamiento de los a0ectos y la distinci2n entre los activos y &asivos /ace di0ícil &ensar en el im&ulso de muerte 1ue la teoría 0reudiana desarrollo, temas todos ellos 1ue valdría la &ena estudiar com&arativamente' :in embargo dado 1ue no es esté nuestro tema, agregaremos 1ue, de acuerdo al escolio de la &ro&osici2n antes citada y como argumento a estas &ers&ectivas, se considera 1ue el /ombre &or la necesidad de su naturale4a di0ícilmente &uede es0or4arse &or no existir o &or cambiar su 0orma, esto resulta tan im&osible, dir5, como &ensar 1ue de la nada se &rodu4ca algo &rodu4ca algo, así todo suicidio no es sino la derrota, como en la esclavitud del &oder &ro&io 0rente al &oder de algo externo muc/o m5s 0uerte 1ue le descom&one y destruye'
5
Entonces, dado 1ue la virtud es la raí4 y el 0undamento activo 1ue re0leja ese es0uer4o &or conservarse y buscar la utilidad de los a0ectos, ser5 est5 la condici2n de todo actuar ético y &or lo tanto la subjetividad ética en su 0iloso0ía se ci0ra en el registro de tal an/elo &or vivir y ser 0eli4, &or ser due9os de nuestro &ro&io &otencial y en ese sentido ex&resar la virtud, ;6adie &uede desear ser 0eli4, obrar bien y vivir bien, si no desea al mismo tiem&o ser, obrar y vivir, esto es, existir en acto'< =E>3"$@ :i el 0undamento de la virtud es el deseo mismo, el deseo no se encuentra des&ués de la virtud o la virtud des&ués del deseo como sucede con la &rescri&ci2n de actos morales &or las ideas del bien y el mal, &uesto 1ue la virtud es ya el deseo mismo de la existencia, y esté /ec/o no &uede ser sino actual y &resente, nos remite a E3(, la ética es &otencia de acci2n, no mandato o ley, y en su caso sería llevar la ley natural al m5ximo de su ex&resi2n, esto es /abitar nuestro deseo' Conocer im&lica entonces guiarnos &or la 0uer4a del entendimiento y &or la &otencia de la virtud en sí misma, &or el amor a uno mismo y no &or un deseo egoísta de reconocimiento externo, sino &or la sencilla necesidad de ser libres y aut2nomos, esta es la trans0ormaci2n a la 1ue as&ira la subjetividad ética del s&ino4ismo, y estas son las determinaciones &ro&ias del conatus racional, es decir cuando el /ombre es guiado &or ideas inadecuadas su ca&acidad a0ectiva disminuye y &adece, en cambio cuando es guiado &or ideas adecuadas, &ro&ias al entendimiento entonces vive seg8n la virtud &ro&ia y busca su utilidad tanto como la de los otros, y ese es el valor 1ue otorga a los vínculos de amistad, &ues en ellos se ex&resa a1uel sentido griego de uni2n &or amor a la verdad, ;0uera de los /ombres, no conocemos en la naturale4a ninguna cosa singular de cuya alma &odamos go4ar, uniéndola a nosotros &or la amistad o &or alg8n otro género de asociaci2n'< =E>A&Ca&"J@ Al colocar el 0undamento de la virtud en la b8s1ueda del &ro&io bien, en la &ro&ia utilidad, la ética del /olandés se mani0iesta como la &uesta en &r5ctica de una vida 0eli4, 1ue constituye la esencia de la cosa singular dada a la existencia, &or eso diceH ;6adie se es0uer4a &or conservar su ser a causa de otra cosa'< =E>3"%@ .a raí4 de la virtud se encuentra en nuestra esencia y no en otra esencia, o en otra causa 1ue no seamos nosotros mismos y nuestra &otencia, este es0uer4o nos es &ro&io, siendo el &rinci&io de la uni2n con el in0inito *ios, a ello conduce la ra42n, a un amor &ro&io en tanto deseo de ser, &or tantoH ;Kodo es0uer4o 1ue reali4amos seg8n la ra42n no es otra cosa 1ue conocimiento, y el alma, en la medida en 1ue usa la ra42n, no ju4ga 8til nada m5s 1ue lo 1ue la lleva al conocimiento< =E>3"J@' Es decir, 1ue todo es0uer4o 1ue es conducido &or la ra42n im&lica conocimiento, &uesto 1ue el alma se concibe a sí misma en su &ro&ia utilidad y &otencia, &or tanto todo es0uer4o &or conservar el &ro&io ser signi0ica entendimiento y consecuentemente go4o' El deseo de conocimiento es lo 1ue constituye el raciocinio del alma, esto es 1ue el alma go4a y se deleita cuando conoce, a la ve4 1ue se &otencia su acci2n, ser5 entonces bueno lo 1ue conduce al conocimiento y malo lo 1ue im&ide el conocimiento =E>3"D@, &or ello el es0uer4o de su teoría a0ectiva &or conocer los mecanismos imaginarios de las &asiones, &ues s2lo a &artir del conocimiento es 1ue se incrementa nuestra &otencia de obrar' Entonces cuando decimos 1ue la ra42n es un deseo en la teoría a0ectiva de :&ino4a, lo es &recisamente &or1ue se trata de una ex&eriencia a0ectiva, de una actividad 1ue se da en el terreno del conocimiento, 1ue deleita al alma, y dado 1ue el deseo y el es0uer4o con el 1ue
6
&erseveramos en la actividad 0orma &arte de la necesidad de la naturale4a, /ay una identidad necesaria entre inteligencia)conocimiento y deseo, &or tanto una total ;ausencia de distancia entre a0ecto e inteligencia< =C/aui, "##>, @, siendo &recisamente el conatus el 0undamento mismo de la virtud' 6o /ace 0alta 0rente a este tratamiento entender como gobierno de los a0ectos el dominio de las &asiones &or la ra42n, en el sentido de una su&erioridad de esta sobre la imaginaci2n, sino del entendimiento de 1ue o&era igualmente, ontol2gicamente, es decir sobre las mismas condiciones de la naturale4a del conatus, esto es de la naturale4a deseante de los individuos /umanos, y en tanto ca&acidad 1ue &otencia la actividad act8a &or las mismas necesidades a0ectivas 1ue le constituyen naturalmente' .a trans0ormaci2n de las &asiones en a0ectos activos &or la guía de la ra42n, no es el de considerar un im&erio sobre otro im&erio, 1ue es el es&íritu combativo contra el 1ue luc/a la antro&ología s&ino4iana, ninguno de los elementos 1ue nos son esenciales &ueden regirse &or la jerar1uía y la dominaci2n de un registro sobre otro, al contrario tal es0uer4o de la ra42n &ro&orciona, a través de su natural &roceder, el sentido de una conciencia 1ue im&lica la e0ectiva vivencia a0ectiva de una mayor realidad y &re&ara en tal &lano de la existencia el terreno del tercero género de conocimiento, la sciencia intuitiva, 1ue im&lica una &osesi2n inmediata de la &ro&ia &otencia' *e suerte entonces, 1ue la ra42n desea y &ermite en su actividad cognitiva la contem&laci2n ca&a4 de discriminar los a0ectos buenos de los malos, toma distancia y se vuelve testigo en su actividad, &artici&a así en el es0uer4o y el an/elo de libertad /umana, generando las condiciones &ara ello a través de la elaboraci2n de ideas adecuadas, como la idea de *ios 1ue se constituye en la su&rema actividad del almaH ;El su&remo bien del alma es el conocimiento de *ios, y su su&rema virtud, la de conocer a *ios<' =E>3"?@ Kan &ronto el alma obra se conoce, accede al entendimiento de *ios, alcan4a entonces al m5s alto grado de su &otencia y su mayor actividad' .o 1ue la imaginaci2n es a las &asiones como conatus, lo es la ra42n al conocimiento activo de los a0ectos y al entendimiento también como conatus, esto es el alma como deseo, an/ela conocer, &or eso su ;virtud absoluta es el conocimiento<' Cuando el individuo conoce, se dis&one desde otro lugar a ser a0ectado, su ca&acidad de a0ecci2n se satis0ace en la actividad de su &ro&ia esencia y no en la variabilidad de las &asiones y sus imaginaciones' *ecir 1ue el individuo mira &or su &ro&ia utilidad, es decir 1ue a través de la ra42n da cuenta de su &otencial y entonces &rovoca las condiciones 1ue lo lleven a tal ex&eriencia sensible, entonces la ra42n no es vista como ajena o distante de lo a0ectivo, &or el contrario la a0ectividad es mayor, &uesto 1ue la realidad concreta de la ex&eriencia es de un amor &uesto en sí, de una a&ro&iaci2n y &ertenencia al orden de su determinaci2n y no a dic/o orden desde la ina&ro&iaci2n de los estados imaginarios' Así el /ombre mira &or lo 1ue le es com8n buscando con mayor ím&etu el bienestar &ro&io tanto como el bienestar de los otros, &or lo tanto, s2lo en la medida en 1ue los /ombres su0ren y &adecen &or sus &asiones &ueden ser contrarios entre sí =E>3>@' A &artir del ejem&lo 1ue &one en el escolio de ésta &ro&osici2n, la causa de ser contrarios el uno al otro, est5 &uesta no en a1uello en lo 1ue concuerdan en naturale4a, sino en lo 1ue di0ieren, ser5n contrarios en la medida en 1ue di0ieren &or1ue su0ren a0ectos contrarios, &or eso ;los /ombres s2lo concuerdan siem&re necesariamente en naturale4a en la medida en 1ue viven bajo la guía de la ra42n< =E>3%@' Al res&ecto :&ino4a agregar5 en el Corolario LL y el escolio de 3%, 1ue cuanto m5s un /ombre busca su &ro&ia utilidad m5s se es0uer4a &or el bien com8n, &uesto 1ue se encuentra m5s
7
dotado de virtud, esto es m5s a&to a0ectivamente de acuerdo a su &ro&ia naturale4a, y es cuando m5s concuerdan los /ombres en naturale4a 1ue decimos 1ue viven bajo la guía de la ra42n y m5s 8tiles son entre sí7 sin embargo esta dis&osici2n es rara, &ues los /ombres se encuentran m5s acostumbrados a ocasionarse da9o mutuamente, y a dejarse llevar &or las &asiones 1ue les son contrarias, otorgando &oder a a1uellos 1ue se burlan de la naturale4a misma, así 1ue a1uella de0inici2n de 1ue el /ombre es ;un animal social< no /ace sino com&lacer a la mayoría, y no a los 1ue re&ugnan el bienestar /umano, &ues en virtud de la comunidad social, los /ombres se dan con mayor 0acilidad lo 1ue necesitan' 3or lo dic/o, se /ace indis&ensable reconocer a1uello 1ue nos es com8n, &ues dic/o es0uer4o cuando se re0iere no a la ra42n, sino al a0ecto, es decir cuando 1ueremos 1ue los dem5s amen lo 1ue nosotros amamos, y tratamos de obligar a los otros a 1ue se acomoden a lo nuestro entonces en realidad son guiados &or el im&ulso, ;&uesto 1ue el su&remo bien 1ue los /ombres a&etecen en virtud del a0ecto es, a menudo, tal 1ue uno solo &uede &oseerlo, de a1uí &roviene 1ue los 1ue aman no sean consecuentes consigo mismos< =E>3D:L@, muy al contrario temen ser creídos, &ues no siendo ellos mismos causa de tal a0ecto, ex&resan &asiones &or algo 1ue ellos mismos no &oseen, en cambio el 1ue a&etece &ara sí y sigue la virtud, i'e' es causa de tal a0ecto lo desea naturalmente también &ara los dem5s' :er5 &or la ra42n 1ue nos dis&onemos como sujetos éticos y en tal medida no nos encontramos se&arados del mundo, sino 1ue /aremos todo lo &osible &or com&oner un mundo m5s intenso desde el cual en tanto subjetividades ya no vistas como conciencias aisladas luc/ando unas contra otras, nos dis&onemos ;a los estados a0ectivos individuales de una 0uer4a an2nima< =*eleu4e, "##$, $%J@' Bué &asa desde esta dis&osici2n a0ectiva del alma en tanto guiada &or la ra42n y su correlato cor&2reo A1uello 1ue &ro&icia 1ue el cuer&o /umano sea a0ectado de muc/ísimos modos, o a1uello 1ue le /ace a&to &ara a0ectar de muc/ísimos modos a los cuer&os exteriores, es 8til al /ombre, y tanto m5s 8til cuanto m5s a&to /ace al cuer&o &ara ser a0ectado, o &ara a0ectar a otros cuer&os, de muc/ísimas maneras7 y, &or el contrario, es nocivo lo 1ue /ace al cuer&o menos a&to &ara ello' =E>3?@ a /emos ex&uesto 1ue se considera 1ue tanto m5s a&to es el cuer&o &ara obrar muc/as cosas m5s a&ta es el alma, consecuentemente &ara &ensar muc/as cosas' A/ora bien, si ;nosotros somos movidos de muc/as maneras &or las causas exteriores, y 1ue, semejantes a las olas del mar agitadas &or vientos contrarios, nos balanceamos, ignorantes de nuestro destino y del 0uturo acontecer< =E3%(:@, 1ue es lo &ro&io de las intensas variaciones de las &asiones como condiciones imaginarias, tanto el cuer&o como el alma cuya dis&osici2n natural es ser a0ectados de muc/as maneras, nos encontramos ex&uestos de 0orma constante a las causas exteriores 1ue nos determinan y modi0ican' Esto no sucede desde la &ers&ectiva de la ra42n, &uesto 1ue tanto el cuer&o como el alma se dis&onen a ser causa &ro&ia, es decir a buscar desde la conciencia y conocimiento de su 0uer4a a1uello 1ue les sea 8til, de suerte 1ue se vuelve a&to &ara a0ectar de muc/ísimas modos a los cuer&os exteriores, es decir la din5mica se invierte' Es bueno lo 1ue &rovoca 1ue la relaci2n de movimiento y re&oso 1ue guardan entre sí las &artes del cuer&o /umano se conserve, y, al contrario, es malo lo 1ue /ace 1ue las &artes del cuer&o /umano alteren su relaci2n de re&oso y movimiento' =E>3(@
8
3ara esta misma re0lexi2n nos &uede ayudar recordar lo dic/o en E3$$, si la idea de todo cuanto 0avorece o re&rime la &otencia de obrar del cuer&o, 0avorece o re&rime la &otencia de obrar del alma, entonces, de la misma manera sucede cuando el alma se encuentra dis&uesta a la mayor causa de su ca&acidad a0ectiva, a &artir del entendimiento de muc/as cosas7 asimismo a1uello 1ue dis&one al cuer&o a ser a0ectado de muc/as maneras le ser5 8til al /ombre cuanto m5s a&to &ara a0ectar y ser a0ectado se encuentre su cuer&o, mediante a1uellas relaciones 1ue &ro&ician la condici2n necesaria de su naturale4a, es decir a1uello 1ue &rovoca 1ue se conserve la relaci2n de movimiento y re&oso del cuer&o en la totalidad del cuer&o y no tan s2lo en alguna de sus &artes, es lo 1ue lo /ace m5s ca&a4 de a0ectar y ser a0ectado de muc/ísimas maneras y esto es bueno, &or el contrario lo 1ue descom&onga tal relaci2n le ser5 malo y contra&roducente' A1uí :&ino4a &one el ejem&lo de a1uel &oeta 1ue atacado &or una en0ermedad, aun des&ués de /aberse curado, su0ri2 tales cambios 1ue ya no se &odía decir 1ue era el mismo /ombre, olvidando su vida &asada y sin saber 1uién era, trocando N&or la alteraci2n de las &artes del cuer&o 1ue conservaban el todoN su naturale4a &or otra enteramente distinta'D(G Considero 1ue en estas dos &ro&osiciones se inicia la inversi2n 1ue se o&era entre las &artes 1ue constituyen la 'tica s&ino4iana, a saber si en las &artes LL y LLL estableci2 la correlaci2n de 0uer4a e identidad entre las a0ecciones cor&orales y las ideas de la mente, ser5 a &artir de la l2gica establecida en la &arte L 1ue se ex&resar5 &or entero en la &arte =C/aui, "##>, %@, la identidad del orden de las ideas y las a0ecciones del cuer&o' Esta inversi2n ser5 m5s clara cuando ex&ongamos lo 1ue caracteri4a al tercer género de conocimiento como el a0ecto m5s elevado 1ue &uede alcan4ar todo individuo singular 1ue es el ;amor intelectual de *ios<' 3odemos decir entonces, 1ue la dis&osici2n del alma a obrar cuando es ca&a4 &or el ejercicio &ro&io de su a0ectividad racional de ser a0ectada &or a1uellos a0ectos 1ue aumentan su &otencia de acci2n, simult5neamente el cuer&o al dis&onerse a las relaciones adecuadas de com&osici2n 1ue le conservan en su e1uilibrio din5mico, mayor su ca&acidad de ser a0ectado y de a0ectar, &or ende su &otencia de acci2n es incrementada' A &artir de la &ro&osici2n >$ de esta cuarta &arte, se establecer5n las condiciones N1ue desde la distinci2n racional de los a0ectos 1ue &roducen alegría y 1ue son buenos a di0erencia de a1uellos 1ue son malosN &ara una economía de los a0ectos y una &otenciaci2n constante de nuestra naturale4a a0ectiva' Kal ca&acidad se ex&resa &or los deseos 1ue se guían &or la ra42n 1ue siem&re son buenos =E>Ca&LLL@' A1uella noci2n 1ue ex&res5bamos en la Lntroducci2n de este estudio y reiterando lo 1ue dijimos de ello en la segunda &arte, cuando ex&licamos la naturale4a del segundo genero de conocimiento, de sí en su 0iloso0ía el deseo sería exceso amena4ante, el mismo autor nos res&onde 1ue desde la imaginaci2n y &or las variaciones 1ue se generan &or las &asiones, en tanto &asivas y determinadas &or sus causas exteriores, el deseo es exceso, &ero 1ue justamente el conocimiento racional en tanto 0orma del deseo 1ue aumenta nuestra &otencia de acci2n, ya no ser5 exceso sino necesidad activa, esto es satis0acci2n del alma 1ue se da a la construcci2n de ideas adecuadas donde los a0ectos &or el conocimiento 1ue desatan, ya no se de0inir5n &or el &aso o transici2n de una mayor o menor &er0ecci2n, sino &or la dis&osici2n consciente de la &otencia de actuar a través del reconocimiento de a1uellos a0ectos 1ue nos son 8tiles, nos generan alegría y &or lo tanto son buenos' La razón, distinción entre afectos buenos y malos Recu&eremos la &ro&osici2n >$, ;.a alegría nunca es directamente mala, sino buena, en cambio, la triste4a es directamente mala<, siendo la alegría directamente buena no &uede /aber
9
exceso en el ;regocijo<, &uesto 1ue es una alegría 1ue en cuanto re0erida al cuer&o todas sus &artes son igualmente a0ectadas y &or tanto su &otencia de acci2n resulta 0avorecida, conservando entre las &artes 1ue le com&onen la misma relaci2n de movimiento y re&oso, la ;melancolía< en cambio es mala &or1ue la &otencia de obrar del cuer&o resulta disminuida en la totalidad de sus &artes =E>3>"@' Iajo el registro de a1uello 1ue es bueno res&ecto a lo malo, se establece la distinci2n entre a1uello 1ue 0avorece la &otencia de acci2n, y así se &ueden distinguir los a0ectos 1ue son 8tiles de a1uellos 1ue no lo son, &or tanto se desata una economía energética de los a0ectos 1ue se distinguen &or la &otenciaci2n 1ue generan en el individuo, &ues de ello de&ende nuestro cuidado, así como la ex&resi2n activa de nuestro &otencial vital' 3ara dar cuenta del 0uncionamiento de este &roceso de distinci2n entre los a0ectos buenos y los malos y de la utilidad de los a0ectos 1ue desde la ra42n necesariamente &otencian nuestra ca&acidad a0ectiva, :&ino4a recurrir5 al sentido mismo del ;exceso< en el conatus, de estos ejem&los ya /emos citado el del regocijo, a/ora bien los siguientes ejem&los ex&lican mediante el reconocimiento de lo excesivo en el deseo, m5s claramente la ®unta 1ue intentamos res&onder &reviamente sobre 1ué es lo 1ue /ace 1ue el cuer&o sea a&to &ara a0ectar de muc/ísimas maneras y ser a0ectado de muc/ísimas maneras' Re&etimos entonces, cuanto m5s a&to es un cuer&o &ara obrar de muc/as maneras m5s a&ta su alma &ara &ensar, luego no es lo mismo 1ue el cuer&o 1uedé a0ectado ya sea &or la disminuci2n o el aumento de su &otencia en su totalidad 1ue s2lo en algunas de sus &artes, de tal manera ser5 bueno tanto &ara el alma como &ara el cuer&o a1uello 1ue le &ermita obrar de muc/as maneras y no a1uello 1ue le restringa a una sola ex&eriencia de a0ecci2n, &or ejem&lo dir5H ;El &lacer &uede tener exceso y ser malo7 el dolor &uede ser bueno en la medida en 1ue el &lacer, 1ue es una alegría, sea malo'< =E>3>@ ;El amor y el deseo &ueden tener exceso'< =E>3>>@ :iem&re ser5 bueno tanto &ara el cuer&o como &ara el alma a1uello 1ue &otencie su &oder en la totalidad de sus &artes cuando nos re0erimos al cuer&o, y en la generaci2n de ideas cuando se re0iere al alma, esto es en su ca&acidad &ara &ensar muc/as cosas simult5neamente, luego entonces &ara el caso del placer y el dolor &or ejem&lo, el &lacer es una alegría 1ue cuando re0erida al cuer&o éste resulta a0ectado s2lo en alguna de sus &artes, esto es unas resultan m5s a0ectadas 1ue otras, y dada la naturale4a misma del deseo, incluso si tal a0ecto se &otencia &uede ser tan grande 1ue su&ere las restantes acciones de dic/o cuer&o, lo 1ue im&ide 1ue este cuer&o tenga la dis&osici2n &ara ser a0ectado de muc/as otras maneras, lo 1ue im&lica 1ue tal &lacer tiene exceso y en tal caso es malo' Este an5lisis 1ue /ace del exceso se &uede entender bien en el caso de las adicciones' Res&ecto al dolor &uede ser bueno cuando el &lacer a8n siendo una alegría sea malo, se ex&lica con la misma l2gica, es decir el dolor no &uede ser bueno considerado en sí, sin embargo se &uede concebir un dolor 1ue al re&rimir el &lacer &ara 1ue este no tenga exceso, &ermita 1ue el cuer&o no &ierda y se /aga menos a&to &ara ser a0ectado y entonces el dolor en tal caso es bueno, es decir un dolor &uede ser 8til &or1ue disminuye el exceso del &lacer 1ue a su ve4 disminuía &or ello la a&titud del cuer&o, ac5 también el ejem&lo de las adicciones &uede aclarar tal din5mica, es decir un dolor &uede contribuir a detener el deterioro de la com&osici2n del cuer&o en alguna de sus &artes, lo 1ue signi0ica a1uietar la 0uer4a del &lacer, 1ue aun1ue siendo una alegría conduce a la &asividad, &or su exceso' 3ara el caso del amor y el deseo como exceso el &roceso es el mismo, y de ello /ay muc/os ejem&los, el &lacer es una 0orma del amor, &uesto 1ue el amor es una alegría acom&a9ada de
10
la idea de una causa exterior, así &uede tener exceso, &or ejem&lo el amor con un exceso de celos, el deseo 1ue brota de tal a0ecto su&era a los dem5s deseos y es malo' 6o ser5 lo mismo, desde esta &ers&ectiva, considerar los a0ectos en tanto excesivos, cuando a0ectan a la totalidad del cuer&o 1ue cuando a0ectan s2lo alguna de sus &artes, 1ue correlativamente a0ectan al alma a tener s2lo ideas 1ue consideran a un solo objeto, no &ermitiendo 1ue sea a&ta &ara &ensar muc/as cosas sino solo una, no 0altan, se dir5 los /ombres 1ue se a0erran &ertina4mente a un solo y mismo a0ecto, y &or tanto a una sola y misma idea, 1ue ser5n todas las ex&resiones de lo 1ue se /a llamado delirio, &or lo tantoH ;El deseo 1ue nace de una alegría o triste4a 1ue se re0iere a una sola &arte del cuer&o, o a varias, &ero no a todas, no tiene en cuenta la utilidad del /ombre entero'< =E>3J#@ Así, el deseo 1ue no tiene en cuenta el todo, ya sea 1ue na4ca de una alegría o una triste4a, no mira &or la utilidad com&leta del ser sino tan s2lo &or alguna de sus &artes y generalmente tales &asiones se viven en la relatividad del &resente, y como tales no consideran las consecuencias, &or ejem&lo res&ecto a mantener la salud, de suerte 1ue no son buenas, &ues no miran &or la utilidad del /ombre en su totalidad' :er5 entonces, la ra42n cuyo deseo no &uede tener exceso =E>3J$@, la 1ue con mayor certe4a nos &ermite dejar de ser determinados &or los a0ectos 1ue son &asiones y ser determinados &or ella sin la necesidad de ellos =E>3%(@, ;resulta claro, 1ue no sería de ninguna utilidad ning8n deseo 1ue nace de un a0ecto 1ue es una &asi2n, si los /ombres &udieran ser guiados &or la ra42n< =Escolio@, tales otros deseos son ciegos,?#G en realidad, ;uien vive bajo la guía de la ra42n se es0uer4a cuanto &uede en com&ensar, con amor o generosidad, el odio, la ira, el des&recio, etcétera, 1ue otro le tiene'< =E>3>J@ :&ino4a considera 1ue, si se busca la vengan4a a través de cuales1uiera de estas &asiones, ellas mismas se incrementan, en cambio si son tratadas con el amor est5s &ueden ser destruidas' 3arece im&ortante dejar ver 1ue aun1ue esta &ro&osici2n &arece resonar con la idea religiosa de amar al enemigo, consideramos 1ue sin duda /ay 1ue remitirse a todo lo 1ue sustentaría en ambas consideraciones el sentido de tal acci2n éticamente /ablando, &ara el caso de la &ostura ética del 0il2so0o, cuando a8n no nos encontramos libres de tales reacciones, la ra42n sim&lemente nos &uede ayudar a com&render 1ue convendría alejarnos de tales vínculos &uesto 1ue no nos otorgan sino disminuci2n de 5nimo, es tan sim&le como ser inteligentes y evitar tales encuentros &or la guía de la ra42n misma, m5s 1ue amarles &or una es&ecie de sentimiento de conmiseraci2n, &ues a1uí se a&licaría la misma regla del 1ue se arre&iente &or sus &ecados es doblemente miserable, así 1ue a1uel 1ue no es ca&a4 de mirar con inteligencia la necesidad de alejarse de tales relaciones 1ue 0omentan el odio entre los individuos, diríamos y esto no lo dice así :&ino4a, lo estoy inter&retando, seríamos doblemente est8&idos, &or una 0alta de amor a uno mismo y de generosidad /acia los otros, 1ue estaríamos odiando &or la triste4a acom&a9ada de la idea de una cosa externa, lo mismo 1ue am5ndoles &or la idea de una causa externa, adem5s, Una cosa singular cual1uiera, cuya naturale4a sea com&letamente distinta de la nuestra, no &uede 0avorecer ni re&rimir nuestra &otencia de obrar7 y, en términos absolutos ninguna cosa &uede ser &ara nosotros buena o mala si no tiene algo com8n con nosotros' =E>3"(@ .o bueno, lo 1ue nos es 8til &otencia nuestra ca&acidad de autodeterminaci2n, así como el conocimiento de nosotros mismos, en cambio lo malo nos determina e im&ide la autoconciencia'
11
Resumiendo, todos los a0ectos 1ue nacen de la ra42n son buenos y dignos de ser 0omentados, &ues son la ex&resi2n misma de la virtud 1ue el /ombre considera clara y distintamente, esto es adecuadamente, su &otencia de obrar y entender se incrementa, así mismo nos generan dic/as constantes7 en cambio los a0ectos 1ue no nacen de la ra42n son malos, esto es in8tiles, de los &uimeros menciona, el contento de sí mismo, la gloria, la a&robaci2n7 de los segundos menciona, la /umildad, la conmiseraci2n, el odio, el arre&entimiento, la soberbia, etcétera' Evidentemente son m5s en n8mero los a0ectos 1ue no nacen de la guía de la ra42n, 1ue los 1ue nacen de ella, y esto es &or1ue a mayor com&rensi2n y conocimiento disminuyen las variaciones imaginarias de las &asiones' B3or 1ué este deseo 1ue ex&resa la ra42n no &uede tener exceso .a res&uesta se encuentra en la demostraci2n, sinteti45ndola dir5, siendo el deseo la esencia de la naturale4a /umana, sería contradictorio decir 1ue la naturale4a /umana considerada &or sí se excediera, esto es 1ue el /ombre &udiese ser m5s de lo 1ue &uede, &or lo tanto el deseo 1ue nace de la ra42n y 1ue se engendra en nosotros en la medida 1ue actuamos no &uede tener exceso' Es decir la vivencia de la virtud no &uede ser excesiva, &ues es en sí misma la acci2n 1ue &odemos de acuerdo a nuestro grado de &otencia, no &odemos en ese sentido ir m5s all5 de nuestro &ro&io límite como modos 0initos, &ero tender /acía tal límite im&lica la &osesi2n total de nuestra &otencia a0ectiva 1ue sería la ex&eriencia de la eternidad y el go4o &leno en la contem&laci2n íntima de nuestro m5ximo &oder de a0ecci2n, esto es el ;amor intelectual de *ios<' Notas DD' ;3or el dualismo 1ue sostiene en su teoría, *escartes es obligado a considerar la voluntad como un instrumento extra9o al cuer&o, un modo a&to &ara modi0icar las &asiones y coloni4ar la 4ona de límite entre el cuer&o y el alma' El &roblem5tico nexo entre alma y cuer&o, voluntad y &asiones es o0recido &or la soluci2n 1ue ex&resa a través de la gl5ndula &ineal< =Iodei, $((D, "?(@' :&ino4a al res&ecto en el &re0acio de E%, dir5 re0iriéndose a *escartes 1ue éste sostiene ;1ue el 5nima o el alma est5 unida &rinci&almente a cierta &arte del cerebro, la gl5ndula &ineal, &or cuyo medio el alma &ercibe todos los movimientos 1ue se suscitan en el cuer&o, así como los objetos exteriores, &udiendo el alma moverla de diversas maneras, con s2lo 1uererlo' :ostiene, adem5s, 1ue toda volici2n del alma est5 unida &or naturale4a a cierto movimiento de la gl5ndula<' Continuar5 :&ino4a P ;verdaderamente, no &uedo dejar de asombrarme de 1ue un 0il2so0o 1ue /abía decidido 0irmemente no deducir nada sino de &rinci&ios evidentes &or sí, ni a0irmar nada 1ue no &ercibiese clara y distintamente, y 1ue /abía censurado tantas veces a los escol5sticos el 1ue /ubieran 1uerido ex&licar cosas oscuras mediante cualidades ocultas, &arta de una /i&2tesis m5s oculta 1ue cual1uier cualidad oculta' 3ues B1ué entiende, me ®unto, &or uni2n del alma y cuer&o Bué conce&to claro y distinto, 1uiero decir, tiene de la íntima uni2n de un &ensamiento y una &e1ue9a &orci2n de cantidad<' D?' Al res&ecto est5 el cuidadoso estudio de Co/en ="##@ dedicado &recisamente a la &aradoja del suicidio dentro de la 0iloso0ía de :&ino4a' D(' Aun1ue el ejem&lo es un &oco con0uso, me &arece 1ue lo 1ue est5 1ueriendo ex&licar :&ino4a es 1ue el cuer&o &uede su0rir tales cambios, 1ue incluso alteren la &ersonalidad de un individuo, de suerte 1ue &ierda su identidad como sujeto, no sabiendo m5s 1uién era antes de 1ue le atacase la en0ermedad, es decir 1ue al &erder tal relaci2n de com&osici2n, así mismo las ideas de sí mismo se ven alteradas' Al res&ecto es interesante el artículo de Co/en ="##%@7 así como los casos neuro)cientí0icos 1ue anali4a *amasio ="##a@' ?#' Este sentido nos recuerda las 8ltimas res&uestas de :&ino4a a Ilijenberg/ 1ue ya /emos mencionado, &odemos sin embargo agregar el otro ejem&lo 1ue le &one ante su insistencia de &oner lo trascendental como condici2n &ara la com&rensi2n de los actos buenos o malos
12
moralmente' ;:i alguien cree 1ue &uede vivir m5s c2modo en el cadalso 1ue sentado a su mesa, obraría de manera muy est8&ida si no se a/orcar5, B/abría alguna ra42n &ara 1ue no lo /iciera< =CQQLLL@'