otoño 2012
AGENDA Roberto Fernández PROYECTO ANTERIOR 4 //// NÚCLEOS Carlos Eduardo Comas & Ana Carolina Pellegrini LA INVENCIÓN DEL PATRIMONIO 14 //// PROCESOS Cristián Nanzer & Alejandro Cohen
MUSEOS CORDOBESES: el discreto encanto de la cultura 20 //// TEORÍA
OUT_Arquías FILOATLAS para los límites en arquitectura 30 //// DIRECCIONES ( I ) Eduardo Mastripieri
MARCAS 39 //// DIRECCIONES ( II ) Fernando Boix CUANDO LAS COSAS
ENCUENTRAN EL JUSTO LUGAR
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Alejandro Beltramone, Marcelo Ponzellini Ponzellini y Mariano Costa
SUTURAR&SATURAR. SUTURAR&SATURAR. Completamiento del Monumento a la Bandera e integración del centro 64 //// DIRECCIONES ( III ) Fernando Pérez Oyarzún UN PALACIO ENTRE DOS PLAZAS. Política y espacio público en Santiago de Chile
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Cristián Undurraga PLAZA&PALACIO. Plaza de la
Ciudadanía en La Moneda 74 //// TENDENCIAS Carlos Tapia DIVISORIAS ARQUITECTÓNICAS. Plaza de la Encarnación en Sevilla, España 88 //// CRÍTICA HISTÓRICA ( I ) Franco Marigliano LA CIUDAD UNIVERSITARIA DE TUCUMÁN. Del megaproyecto a la realidad construida 96 ////
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CRÍTICA HISTÓRICA ( II ) Laura Aleman LUIS MIRO QUESADA Y LA ARQUITECTURA MODERNA EN EL PERÚ 102 //// CRÍTICA HISTÓRICA ( III ) Luis del Valle ALBERTO ALBERTO PREBISCH. Una Una
modernidad restitutiva 113 //// BUCLES Pedro Baltar LO NUEVO EN LO VIEJO. Óvalo & Torico: 2 intervenciones inter venciones en Teruel 120 //// INTENSIDADES Pablo Beitía EL TIGRE DE XUL 128 //// MAPA Fernanda Vértiz HOMBRE DE PALO. Juanelo, artífice del Rey
Y POLÍTICA. La estética estética de Sarmiento SMVD 12 existenzmaximum +
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Carlos Hilger IDEOLOGÍA
farq UdelaR PENSAR-PROYECTAR LA CIUDAD EXISTENTE.
DESEO Y REPULSIÓN. KOOLHAAS Y LAS CIUDADES DEL SIGLO XX
DORADA. Demostración de la inexistencia de los unicornios 139 Agus Silezius LA CAMPANA DORADA.
I
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Marcas por Eduardo Mastripieri
La arquitectura, una de las más claras manifestaciones de la reconciliación entre la materia y el espíritu, es un ejemplo de perseverancia y madurez que demuestra, en la mayoría de sus obras, anónimas muchas de ellas, la posibilidad de crear imaginarios imaginarios para transformar transformar la vida.
Rogelio Salmona* Quienquiera intente resolver el acertijo del espacio en abstracto construirá el perfil del vacío y lo llamará espacio. Quienquiera Quienquiera intente encontrar encontrar al hombre en abstracto abstracto hablará hablará con su eco y llamará a eso diálogo. diálogo.
Aldo van Eyck** ¿Abres los ojos? ¿Estás ¿Estás acostumbrado a abrir los ojos? ¿Sabes ¿Sabes abrir los ojos, los abres a menu menunudo, siempre y bien? ¿Qué es lo que miras cuando vas por la ciudad?
Le Corbusier***
Ver, Ver, divisar, divisar, escrutar, escrutar, examinar, examinar, admirar, admirar, guiñar, contemplar, avistar, observar, y también custodiar, vigilar, considerar, valorar y finalmente reconocerse: todo se hace con la mirada. La mirada puede ser activa o pasiva. Puedo quedarme quieto y lo que contemplo, admiro o examino será aquello de lo que yo no formo parte, o bien, puedo echarme a andar y verme implicado en lo que hasta entonces observaba. Estamos * Rogelio Salmona, ”Entre la mariposa y el elefante”, Archivos de arquitectura antillana: revista internacional de arquitectura, urbanismo, historia y cultura en el Gran Caribe, N.º 19, 2004, p. 51-53.
** Aldo van Eyck, “There is a Garden in Her Face”. Forum, agosto 1960, n. 3, p. 121.
*** Le Corbusier, Precisiones , Barcelona, Poseidón, 1978.
ante eventos que intentan hablar de la realidad, registrar experiencias, marcas, trazas y huellas. Estos sucesos estarán siempre presentes en la constante preocupación sobre la percepción y también, a veces, en temas específicos como la representación representación y la interpretación. Los nombres, las representaciones, las grafías, son necesarios, son lo nombrado. Nombrar, representar, dibujar, dibujar, significa que no se está transmitiendo una realidad mecánicamente, en espejo, sino que se la está interpretando. La construcción de la mirada, mediatizada por la subjetividad y por otros conocimientos, está constantemente presente en la arquitectura. La búsqueda de la objetividad y la exactitud del registro destruye y, a la vez, dificulta la interpretación y la construcción del proyecto de arquitectura. La aceptación
de la subjetividad y el reconocimiento de lo contingente, desarticula la linealidad de la representación y de la interpretación. Estas perturbaciones ubican el intento de reflejar la realidad en otro plano de conocimiento que relativiza la relación entre el observador y lo observado y donde la paradoja, o aparente paradoja, entre exactitud y fluencia, unidad y diversidad, reproducción y proposición se resuelven en la figura del arquitecto como un frágil demiurgo: ¿creador o o intérprete? Marcar, señalar, fijar La ciudad es una sucesión de marcas, trazas, huellas y registros de las formas de habitar. Estas marcas son todo tipo de signos visibles que, como testimonio material, orientan al diálogo de la ciudad con su pasado. Estos vestigios, Mastripieri
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1580. Plano fundación 1830
Fotos Históricas de Plaza de Mayo
1713. Plano Bermudez
Plaza histórica con pirámide
1800. Plaza de mayo
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1900. Visita. Diario Clarín
Plaza de mayo a fines de siglo XIX
1891 Plaza de mayo
Plaza Victoria, hoy Plaza de Mayo Mastripieri
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Algunos ac
1945. Archivo General de La Nación
1977. 1º ronda de las Madres ´77. Foto: Carlos
1955. Revolución del ‘55. Diario La Razón
1983 . Asunción Alfonsín 10-12-1983. 1974. Perón echa a los montoneros de la plaza, 1-05-1974 –. Diario Clarín 42 otoño
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Assosciated Press
ntecimientos Históricos en Plaza de Mayo
Villoldo 2001. Marcha por los 25 años del golpe de Estado. Assosciated Press
2006. Marcha repudio al Golpe´76. Diario Clarín Mastripieri
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que alguna vez fueron manifestaciones de la vida, pueden adquirir un nuevo significado desde la arquitectura. La capacidad del proyecto de crear imaginarios para transformar la vida, como sugiere Rogelio Salmona, propone una vía de interpretación y comprensión del mundo. La interpretación admite el juego de la mirada. Una mirada interpretativa y comprensiva orientada a la concreción del proyecto. Comprender significa abarcar, envolver, compenetrarse. Y, cuando se adopta esta disposición abierta, el proyecto reconcilia
Plaza Bicentenario
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–desde la acción y la contemplación– la arquitectura con el mundo. Esta perspectiva sugiere que, de toda mirada orientada al proyecto, surge una aplicación. La aplicación entendida como parte constitutiva del proyectar es la comprensión de la cualidad que cada obra o proyecto es y representa para nosotros, y no sólo la utilidad inmediata de una idea, comprendida primero en sí misma y materializada en un proyecto concreto. La comprensión es una forma de afecto y efecto sobre la que podemos construir nuevos preceptos para interpretar
cualitativamente lo dado. Husserl dirá que “la apertura del mundo lo es a título de horizonte, de un horizonte que no ha sido completamente concebido, completamente traído a la representación, pero que ya está formado de manera implícita”1. El proyecto está fundado en la interpretación, en las miradas y en las percepciones que colaboran en la producción de sentido. ¿Por qué el énfasis en la interpretación y en la subjetividad de la mirada? Interpretar un sitio es un acto de apropiación. Com-
prender un paisaje, encontrar un lugar y la ocasión para desplegar una acción urbana, concretar un hecho arquitectónico significa siempre un acto de apropiación y traducción. Interpretar con la mirada es no conformarse con ver de otra manera, sino en querer ver otra cosa, hacer visible lo invisible. El esfuerzo del traductor es ser fiel al texto original. A veces, el oficio de comprender e interpretar el texto no es suficiente, y el traductor en el exagerado afán de “querer ver otra cosa” termina traicionando al autor. ¿Se puede evitar la trampa de la
1 Edmund Husserl, La tierra no se mueve . Madrid, Editorial Complutense, 2006.
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subjetividad? Un arqueólogo del paisaje, Felipe Criado Boado, se pregunta ”¿Cómo transformar el mundo con la interpretación, sin incurrir en la mera transformación de los estados subjetivos individuales?” Criado Boado considera que el desmedido afán de traducir puede entorpecer el sentido de la realidad. Su provisoria respuesta al dilema de la interpretación, permitiría demostrar “que la comprensión, diálogo y tolerancia intercultural, son todavía posibles”. Subscribimos con él esta reflexión: “no podemos aceptar las interpretaciones sin referencia ni contexto, las interpretaciones sin forma ni materia. Frente al frenesí hermenéutico, frente a la pulsión discursiva, stop making sense”2. El propósito y la finalidad última de la arquitectura es su capacidad reparadora, su utilidad. Lo es también conciliar, mitigar y completar expectativas, ser un intérprete y mediador cultural de necesidades, deseos y demandas sociales imprecisas e insatisfechas. Crear y proponer espacios,
2 Felipe Criado Boado, “¿Se puede evitar la trampa de la subjetividad? Sobre arqueología e interpretación”, Complutum , 2006, Vol. 17, p. 252.
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ámbitos y lugares adecuados para lo que aún no se ha manifestado y permanece socialmente invisible. Hacer presente la ausencia, descubriendo lo permanente y lo efímero. Hacer presente no lo que ya no existe más, sino lo que ha existido a través de lo que ya no existe. La capacidad de imaginar a partir del mundo conocido y la posibilidad de construir imágenes nunca vistas o advertidas determinan la naturaleza artística del proyecto. La arquitectura tiene la capacidad de inspirar y transformar nuestra vida cotidiana. El mundo natural y el mundo artificial se presentan para ser reconocidos, registrados, ponderados como soporte del proyecto. La implacable acumulación de sedimentos naturales y la paciente superposición de estratificaciones culturales se hacen visibles y comprensibles en el espacio y en el tiempo. Sus acciones y efectos perduran en el mundo material. Habitar el desierto o la pampa son sinónimos de aridez o vergel. Proyectar y construir desde la ausencia o la abundancia transforman la percepción y
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19.00 - 20.00 - 21.00 - 22.00 23.00 - 24.00
1802/1811 Construcción de la Recova Inauguración de la Columna 25 de Mayo
19.05 - 20.05 - 21.05 - 22.05 23.05 - 24.05
1857/1873 Proyecto de Pridian Pueyrredón
19.10 - 20.10 - 21.10 - 22.10 23.10 - 24.10
1883 Proyecto del arq. Buschiazzo
19.15 - 20.15 - 21.15 - 22.15 23.15 - 24.15 19.30 - 20.30 - 21.30 - 22.30 - 23.30 - 24.30
1894 Proyecto de Carlos Thays
19.20 - 20.20 - 21.20 - 22.20 23.20 - 24.20
1912 Traslado de la pirámide al centro
19.25 - 20.25 - 21.25 - 22.25 23.25 - 24.25
1977 Primera ronda de “Madres de Plaza de Mayo” 48 otoño
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comprensión de nuestro mundo. El agua y el viento, lo estéril y lo fértil y las acciones humanas erosionan y definen las marcas y las formas del territorio que habitamos, convirtiéndolas en material de proyecto y motivo de reflexión y concreción. Un complejo entrelazamiento de lugar y ocasión, particiones y propósitos que definen las formas de ocupar el territorio. Esta acumulación y sedimentación de diferentes experiencias espaciales tienen un final abierto: la ciudad, que en su constante reescritura y transformación establece una red de marcas y relaciones entre el pasado y el presente, entre la memoria y el olvido. Un
tejido que hace visible y posible la búsqueda de diferentes identidades. Las ciudades desaparecen, se modifican, se edifican y se destruyen en un excitante juego de interpretaciones. La arquitectura siempre está a la espera de poder manifestarse y, como advierte Aldo van Eyck: “Cuando la sociedad le pide al arquitecto arquitectura, el buen arquitecto le entrega ciudad”. El
proyecto conjura este juego de espejos, entre empeño y resignación, entre ciudad y arquitectura, entretejiendo las trazas de memoria con las semillas del tiempo. La decisión de intervenir en el espacio urbano más importante de Buenos Aires y
la propuesta de crear un nuevo Centro Cívico para la ciudad, en un sitio atravesado de significativas marcas y huellas, revelan el interés de integrar fragmentos de tejido en un nuevo paisaje contemporáneo. Este desplazamiento conceptual hacia prácticas urbanas, que procuran conciliar conservación y transformación, demuestra que ya no es posible elegir entre cambio y permanencia, como si fueran formas antagónicas irreconciliables. Interpretar y crear, reproducir y proponer es un desafío y una responsabilidad del proyecto. Nombrar, marcar, fijar, designar, diseñar. El proyecto significa siempre crear y alumbrar lo nuevo.
Interpretando la sugerencia de Aldo van Eyck, podemos sumar otras preguntas y apreciaciones relacionadas con las prácticas y actuaciones en el espacio urbano: ¿cuánta arquitectura y cuánta ciudad proponen y entregan las acciones urbanas propuestas para la Plaza de Mayo y el nuevo Parque Cívico? ¿Cuánta materialidad podemos incorporar o sustraer sin perturbar las diferentes marcas, huellas y capas evolutivas de lugares significativos y trascendentes en la historia de la ciudad? ¿Cómo considerar la diferente capacidad simbólica de cada una de ellas? ¿Cómo dimensionar las cualidades tangibles e inmateriales del espacio público más trasMastripieri
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cendente del territorio nacional? ¿Cómo integrar las nuevas instituciones cívicas a un tejido determinado y condicionado por antiguas estructuras urbanas?
registros históricos, la red de relaciones y sentidos en torno a ellos propone valoraciones y construcciones culturales a partir del ajuste entre la dimensión simbólica y el recurso proyectual. Marcar y fijar un gran espacio vacío, aceptando su determinación Plaza de Mayo. Arquitectura y ciudad como gran plaza cívica, es todo lo que se Las relaciones entre arquitectura y ciudad necesita para materializar este lugar. El han cambiado profundamente a lo largo de las últimas décadas. La sociedad se ha acontecimiento marca en nuestra memoria un contorno, una huella, una imagen. Lo transformado. Superados ciertos hechos que queda es la imagen de una plaza, su trágicos del pasado parece propicio celebrar la consolidación de la democracia con silueta, y si los elementos urbanos y arquiuna acción urbana que, desde el presente, tectónicos preexistentes están adecuaprocure unir, desde la dimensión simbólica damente integrados, dicha silueta será su de la transformación de la Plaza de Mayo, significado, la esencia de lo que ha de decir como espacio urbano. el pasado de la ciudad con el futuro de la Nación. La convocatoria enuncia débilmente esta relación indivisible entre ciudad La propuesta de Ignacio Montaldo, Silvia Colombo y Roberto Szraiber seleccionada y territorio, aunque sugiere que la historia entre otras veintinueve presentaciones, es siempre una herramienta eficaz para enlaza esta mutación del proyecto como encontrar respuestas a esos problemas, intervención en el espacio urbano, con una al tiempo que ayuda a identificar, resolver nueva concepción paisajística y antimonuy justificar la lógica de nuevas y posibles mental. La proposición de Montaldo, Copropuestas. Esto obliga a reconsiderar conceptos que habíamos dado por cerra- lombo y Szraiber desplaza la atención del dos, tales como ciudad y espacio público, objeto excepcional al sujeto existencial: las abriéndolos a nuevas acepciones y valores. personas vivencian el vacío de la plaza. La ausencia se hace presencia. No hay nueEs por esto que podemos preguntarnos: vos objetos intérpretes o mediadores entre ¿cuánta arquitectura y cuánta ciudad enla plaza y la ciudad. Sólo el pabellón de trega la propuesta para la Plaza de Mayo? acceso al centro de interpretación emerEl espacio urbano de la Plaza de Mayo ge en un paisaje monumental poblado de puede interpretarse como una totalidad, como un lugar de encuentro trascendente marcas y señales históricas. Las fuentes, la pirámide-obelisco de Mayo y la escultura y como un paisaje de la memoria que se ecuestre de Manuel Belgrano permanecen, refleja manifestándose en una diversidad rodeados por el arbolado urbano existente, de elementos tangibles e intangibles. como monumentos modernos, en el centro La convocatoria advertía la dificultad de simbólico del conjunto monumental. transformar la naturaleza de la estructura urbana existente, sin modificar o perturbar La intervención se reduce a un conjunto de sustancialmente su carácter. ¿Qué parte marcas de cantero, como capas de memodel tejido material e inmaterial de la plaria lapidaria. Un piso de piedra, continuo y za es insustituible, escaso, testimonial y uniforme, con huellas y trazas que reprenecesario? ¿Cuánto espacio se entrega sentan los vestigios y siluetas de antiguos a la representación monumental y cuánto muros. Un juego de abalorios engarzados lugar se ofrece y compromete para los usos y las actividades de la vida cotidiana? en la piedra reproduce con los ritmos del No se esperaba en la respuesta proyectual día los registros invisibles de un tiempo histórico. Montaldo ideó una instancia que la desaparición, omisión o sustitución de articula las marcas y trazas contemporálos diferentes elementos patrimoniales, ni neas con el pasado rememorado, proyecla recuperación de formas arcaicas en la tándolas al futuro. La memoria conciente intervención de la Plaza de Mayo. La caracterización de cada uno de los diferentes e inconciente emerge desde el pasado, lo 52 otoño
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que considera importante para la persona o para la comunidad, de acuerdo con un sistema de valores y de experiencias; lo organiza y lo completa como homenaje de sentido y presencia. Esta respuesta proyectual está mediada por una valoración de la historia material y patrimonial de la antigua Plaza Mayor, que propone un paisaje mediático antes que un paisaje de acontecimientos. La obra de arquitectura no es un universo autónomo de significados. La naturaleza del proyecto necesariamente produce relaciones de tensión, conflicto o correspondencia, integrando al contexto las diferentes determinaciones y demandas. Toda intervención en un espacio de la trascendencia social de la Plaza de Mayo debe incluir elementos de ruptura y reconstrucción. No obstante, Montaldo sugiere una plataforma silenciosa y abstracta que, en su propia geometría y materialidad, permite el despliegue de sucesos y acontecimientos portadores de sentido. En la continuidad de los trayectos, nuestros cuerpos perciben las marcas, los nuevos objetos y campos de sentido, que definen a la plaza como un todo. El sugestivo efecto que produce la propuesta, que relaciona formas y eventos que representan la historia física y social de la plaza, se debe a la capacidad de representar, mediante el pasaje y la travesía, el vacío y la ausencia. Se recurre a elementos y recursos en los que la arquitectura se manifiesta recuperando marcas y trazas que narran el paso del tiempo y de las diferentes acciones humanas.
tar cambiantes puntos de vista. Nunca un espacio urbano puede ser visualizado por completo, la percepción se ve siempre alterada por los vacíos, los árboles, el cielo y la calle. La vivencia de andar y atravesar la plaza, estar y permanecer en ella, es diferente a cualquier “otra” plaza; cada traza, cada marca narra una historia diferente. No obstante, nuestra experiencia sólo puede ser fragmentada e incompleta. Las marcas se despliegan según nuestras trayectorias, vivencias y ángulos de visión. Lo cotidiano sugiere visiones cambiantes, ambiguas y dudosas como la ciudad. La tarea de la arquitectura es “hacer que estas huellas no sean solamente residuos, sino también testimonios actualizados del pasado que ya no es, pero que ha sido; hacer que el ‘haber sido’ del pasado sea salvado a pesar de ‘no ser más’: de todo ello es capaz la piedra que dura”3. Parque Cívico. Ciudad y arquitectura
Buenos Aires se ha construido a orillas del Río de la Plata. Pampa, ciudad y río son elementos arquetípicos de la geografía bonaerense, que se han convertido en elementos esenciales de la historia urbana de Buenos Aires. Si hay algo permanente en la ciudad, es la presencia de lugares que, siendo profundamente urbanos, manifiestan aún un fuerte vínculo con la geografía. Las suaves barrancas de Buenos Aires se hacen visibles en los miradores urbanos de la Plaza San Martín, Parque Lezama y Belgrano; en la “cuesta” de la “Calle larga de Barracas” o en los bruscos relieves de La crítica implícita de que sólo una visión los terrenos de la Convalecencia; uno de nocturna, estática y aérea reconstruye la los lugares “extramuros” que la ciudad totalidad de la plaza confunde la idea pro- destinó a los enfermos y menesterosos4. puesta, con falta de claridad e innecesaria Ese vínculo puede pasar desapercibido por complicación. Esta concepción del proyec- el crecimiento laberíntico de Buenos Aires. to expresa la confianza de que es posible El arroyo Maldonado y otros pequeños dar cuenta de la realidad con un solo golpe cauces que atravesaban la llanura, creande vista. Según esta orientación proyectual, do zanjones y fronteras entre los barrios, parece haber un lugar privilegiado para han quedado en el olvido, ocultos bajo los situar al observador que contempla el mundo y desde donde puede comprenderse el 3 Paul Ricoeur, “Architecture et nar rativité”, en relato que explica el todo. La propuesta de Urbanisme N.º 303, novembre-décembre, 1998, p. 44-51. Montaldo, por el contrario, entrega participación y dinamismo, sin privilegiar ninguna 4 Eduardo Maestripieri, “Barracas. Introducción hisposición o trayectoria y nos propone adop- tórica”, en Liliana Aslan et al. Buenos Aires. Barracas
Bases concurso (requerimientos)
35000 m2 edificios existentes 96950 m2 edificios nuevos 245050 m2 superficie de espacios públicos y parque A Situación actual
89000 m2 edificios existentes 288000 m2 superficie de espacios públicos B Proyecto concurso
23710 m2 edificios existentes 52763 m2 edificios nuevos 300527 m2 superficie de espacios públicos y parque
1872-1970 , IPU, Buenos Aires, 1990, p.12.
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cimientos de la omnipresente ciudad. La modernidad impuso reglas abstractas para legitimar el dominio de la nueva cultura urbana sobre la naturaleza y las formas urbanas precedentes. No obstante, la Piazza del Campo de Siena y la Piazza del Campidoglio conciliaron la abstracta representación urbana-institucional con la dimensión geográfica. Sus formas y disposiciones, sus tamaños y cualidades espaciales provienen de explorar las condiciones del lugar. La condición cívica ha sido favorecida por el singular relieve que las caracteriza: un anfiteatro natural que converge en el espacio de mayor condensación urbana y representatividad institucional y un balcónmirador urbano que contempla la ciudad desde la cima de la colina. En contraste, la Plaza Mayor de Madrid, parece ajena a la contingencia y a la espontánea determinación geográfica. Es una plaza rectangular porticada de generosas dimensiones que le confieren un inesperado aspecto monumental y abstracto. La topografía irrumpe bruscamente en el Arco de Cuchilleros, una de las nueve puertas de acceso a la plaza. Una empinada escalera salva el imprevisto desnivel vinculando la esquina suroeste del gran espacio urbano con la Cava San Miguel. Otras Plazas Reales, como la Plaça Reial en el Barrio Gótico de Barcelona, la Place des Vosges y la Place Vendôme en París aluden en su regularidad, proporción y ritmo, al mismo modelo abstracto. La naturaleza permanece ajena al juego de la geometría, la representación y la repetición articulan la relación entre el tejido urbano existente y la invención moderna. ¿Qué dimensiones y cualidades espaciales debe incorporar el nuevo espacio cívico de la ciudad? ¿Cuál debe ser la relación entre tejido y monumento? ¿Cuánto se conserva y cuánto se transforma? ¿Cuánta arquitectura podemos incorporar o sustraer sin perturbar las diferentes marcas naturales y culturales de un antiguo arrabal? ¿Cuánta ciudad? Marcar y fijar un gran espacio vacío. Nombrarlo y modelar su contorno como gran Plaza Cívica. El desafío de la arquitectura es producir los lugares del encuentro; el 54 otoño
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Articulación urbana
A Parque Cívico B Parque Lineal C Parque 9 de Julio Sur E Apertura traza FFRR D Área trasbordo Constitución F Área transbordo Bs. As. Parque Lineal
De la superposición del área de ambos emprendimientos emerge con nitidez un área de vinculación que seguramente se verá sometida a un círculo virtuoso de desarrollo en la medida que los proyectos urbanos mayores se consoliden. Como se ve en el esquema, en la segunda vuelta, agregamos la sugerencia de una fuerte vinculación espacial entre ambos proyectos en las inmediaciones de la Espación Buenos Aires. Pareciera ser un área de superposición muy potente que servirá para recibir un potencial incremento de flujos y actividad.
Integración urbana Mastripieri
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espacio simbólico en que ciudad, democracia y política se manifiestan y reúnen en libertad. El proyecto y la interpretación debieran ser una impresión que descubre lo escondido, lo inefable en la obra, y ayuda a descubrir su forma, su intención propia e interna. La interpretación se refiere a una nueva producción de sentido, única y específica, para un nuevo contexto geográfico, histórico y cultural. En la propuesta de Luis Bruno, Leonardo Lotopolsky, Marcelo Lorelli y Edgardo Minond, el todo y las partes, el patrimonio edilicio existente, el singular relieve del lugar, la plaza y el edificio cívico, articulando un gran parque urbano junto a la nueva configuración de tejido, procuran construir un relato, un sistema narrativo con una línea argumentativa que le dé sentido al proyecto como acción urbana a favor de un nuevo paisaje contemporáneo. El mérito de este trabajo fue actuar sobre la topografía natural del espacio escondido por lo artificial. Plaza Cívica y Parque Urbano se despliegan en un punto dominante del tejido, transformándolo en un lugar singular que da sentido a la propuesta como un nuevo fragmento de paisaje contemporáneo. En consecuencia, la propuesta no se dirige a sí misma, sino que propone asociarse a un modelo de generación urbana, enlazado por su estructura común: más ciudad y menos arquitectura. Los ejemplos y referentes mencionados (las manzanas y plazas tradicionales del urbanismo americano, el Zócalo, la plaza Mayor de Madrid, las comparaciones con otras plazas “secas” y parques urbanos) fueron muy pertinentes, porque la propuesta relaciona diferencias y semejanzas para integrarlas como material de proyecto. La voluntad de integrar fragmentos de tejido en un nuevo paisaje urbano contemporáneo revela el interés de renovar las formas de relación con la ciudad existente. La elección de lugares, con significativas marcas naturales y culturales, demuestra este desplazamiento conceptual hacia prácticas urbanas que procuran conciliar conservación y transformación, naturaleza y cultura. 58 otoño
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La idea de construir uno de los espacios públicos más trascendentes de la ciudad, en relación con la naturaleza y en relación con un tejido urbano de altísimo valor patrimonial, le confiere a la convocatoria una lógica de sentido estructural y coherente con las aspiraciones de comprensión, diálogo y tolerancia intercultural de la sociedad porteña contemporánea. El intento de apropia-
ción pública de los lugares más significati- de estas capas temporales y espaciales vos de la geografía urbana de Buenos Aires en una urdimbre de relaciones y entrelanos conduce nuevamente a la pregunta: zamientos físicos, históricos y sociales se ¿cuánta ciudad y cuánta arquitectura presta a nuevas interpretaciones. Proyectar entrega la propuesta para el nuevo Parque es estar atentos a estas marcas y señales, Cívico de Buenos Aires? La ciudad con las interrogándose acerca de la naturaleza de calles y los edificios es lo que permanece los acontecimientos que las han producido; de la sedimentación de diferentes intencio- abrir a un diálogo entre pasado, presente y nes y acciones humanas. La consolidación futuro dejándose contaminar por las trazas,
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huellas y registros de las diferentes formas de habitar. Proyectar es también anticipar y prefigurar comportamientos y tendencias que permitirán proponer nuevas formas urbanas y arquitectónicas, haciendo visible lo invisible, lo que aún no se ha manifestado. Dar forma a lo indeterminado y confuso. Pensado en estos términos, el proyecto se enriquece y se complementa respecto a un hacer especializado, que ensimismado en sus lógicas y procedimientos específicos es exigido a respetar la coherencia y autonomía de su lenguaje. Entrelazándose con lo cotidiano, con las determinaciones del sitio, los recursos y las necesidades, el proyecto se transforma y progresa sostenido por la 60 otoño
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memoria de acontecimientos y tradiciones. El proyecto tiene que explorar relaciones inéditas disponibles para nuevas disposiciones y configuraciones. Las referencias a marcas y trazas precedentes, a las superposiciones o estratificaciones históricas, producto de acciones plurales, diferentes y contradictorias como proceso o producción de capas de sentido, se reiteraron como recurso instrumental entre los diferentes proyectistas de la convocatoria para el nuevo Parque Cívico. La memoria de la presentación de Bruno, Lotopolsky, Lorelli y Minond propone: “in-
ventar una ciudad que nos resulte conocida, que podamos tocar y que desde su primer día parezca que siempre estuvo allí”. La cita precedente encierra un equívoco: “inventar una ciudad”. La ciudad ya existe y como un palimpsesto se reescribe día a día. El desafío de la “invención” es saber comprenderla. No obstante, esta línea interpretativa presupone la continuidad de la ciudad como la conocemos, repetir y representar la ciudad desde una posición propositiva. No es una reconstrucción o simulación de una forma del pasado, es hacer ciudad proyectándola desde el presente y proponer “tejido y espacio público que genere identidad antes que arquitectura”.
Ciudad antes que arquitectura. Con esta orientación, la articulación entre pasado y presente será consecuencia de las determinaciones e interacciones del tejido existente con el tejido nuevo. La capacidad de la arquitectura para interpretar la realidad y conducirla hacia un orden inteligible será posible comprendiendo las relaciones de proporción y ritmo entre trama y urdimbre. Interpretar equivale a proyectar. Sólo con un trabajo paciente de comprensión e interpretación de la ciudad existente, con sus marcas y huellas precedentes, podremos llegar a conocer su íntima sustancia. Tal vez este sea uno de los posibles caminos para acercarnos a una interpretación de la
ciudad que, al mismo tiempo, acepte una idea de transformación del proyecto. En la presentación de BLLM, tres palabras reflejan los alcances y las posibilidades de la propuesta: repetición, representación y ritmo. La primera evoca el aspecto mecánico del proceso, la continuidad del tejido. La palabra repetición carece de interés, aparentemente niega lo vivo, no obstante es importante reconocer que el rasgo distintivo del relato urbano que permite desplegar las manifestaciones de la vida es la consistencia entre trama y urdimbre. Repetir no es la simple acumulación de piezas anodinas o inexpresivos fragmentos urbanos,
sino que es producir sentido por medio de la reconstrucción de tejido. En Buenos Aires, la repetición de la recova frente a la avenida Alem fija un límite urbano. La suave barranca queda contenida por un pórtico o galería urbana estableciendo una transición entre la ciudad y el río. Los arcos de la Rue de Rivoli en Paris o los soportales de la Plaza Mayor de Madrid sugieren continuidad y repetición. Esta respuesta aparentemente elemental reúne, bajo la apariencia de unidad, una síntesis de lo heterogéneo, una forma urbana, diversa y plural. Para evolucionar hay que preparar, reparar, conciliar lo nuevo y lo existente. Volver una y otra vez sobre lo mismo, reconociendo matices Mastripieri
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y características esenciales que permitan la continuidad de la forma urbana. La repetición lleva también, en sí misma, el principio de la cristalización, la anomia y la decadencia. ¿Cómo superar esta contradicción?
En la ciudad, estas cadencias, que acompañan las configuraciones de la edilicia urbana, se entrelazan coralmente en los diferentes barrios, fragmentos y conjuntos urbanos.
La palabra representación contiene una respuesta. Una representación es el período de tiempo en que algo se manifiesta, en que algo del pasado se muestra de nuevo. La representación no es una reconstrucción o simulación de una forma del pasado. La representación niega el tiempo, anula la diferencia entre el ayer y el hoy. No considera el proyecto como composición y no pretende revivir, en cada uno de sus aspectos, la reproducción y clonación de tipologías. La re-presentación es lo que dice ser: hacer ciudad, presentar y proyectar desde el presente. Esta cualidad interpretativa de lo contemporáneo es la renovación de la vida, negada o subordinada, por la simple repetición. Se considera que hay proporción y ritmo cuando existe una ordenación determinada o una repetición armónica de una forma.
Repetición, representación y ritmo. Estas palabras resumen tres elementos necesarios para que el hecho urbano adquiera forma. No obstante, la esencia sigue faltando, ya que estas tres palabras son estáticas; cualquier fórmula es sólo un intento de captar una consistencia paradojalmente efímera. En la arquitectura, lo permanente está siempre en movimiento como soporte de sucesos y acontecimientos de naturaleza social.
dibujan infinitos matices en la forma de ser utilizados y apropiados por la comunidad, y aspiran a convertirse en acontecimientos de valor colectivo. Los espacios públicos son el lugar de representación de la comunidad. En ellos se realizan acciones de integración y promoción ciudadana. Los trabajos presentados a las convocatorias para la Plaza de Mayo y el Parque Cívico fueron generados desde la libertad y la objetividad que permite el proyecto. Representan el esfuerzo colectivo de la arquitectura de repensar y reformular los espacios de la integración ciudadana.
Calles, plazas, parques y costaneras de nuestras ciudades han sido históricamente los lugares del encuentro, del intercambio social y de la memoria. El espacio público no actúa por omisión, es parte de una totalidad en la que también participan otras formas del espacio urbano. Las plazas, las calles, los monumentos y el tejido urbano Mastripieri
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El llamado completamiento del Conjunto Cívico Monumental de Rosario se inscribe en el transcurso de una larga y errática historia de proyectos que aún no ha sido cerrada y, si bien parece llegar a su fin, en un modo similar al de las imprevisibles placas tectónicas, continúa en permanente acomodación. El proyecto de apertura del pasaje Juramento marcó un momento significativo de ese proceso, en tanto implicó el gran desafío de enfrentar varias cuestiones relevantes para este sector de la ciudad: la relación con los edificios existentes y su articulación con la trama urbana; aglutinar protagonistas tan notables como el Monumento de Ángel Guido1, el edificio del Palacio Municipal, la Catedral, incluyendo sus ampliaciones y sustituciones, la incorporación de la Plaza 25 de Mayo, reubicar
definitivamente el grupo escultórico de Lola Mora y especialmente, como lo destaca Aníbal Moliné, operar en un sustrato topográfico, urbanístico, histórico y social de extrema excepcionalidad2. La estrategia proyectual de Alejandro Beltramone, Marcelo Ponzellini y Mariano Costa3 procura concertar y, a la vez, realzar lo existente, sin que por ello lo nuevo decline asumir una fuerte y particular personalidad, utilizando una ajustada expresión temporalmente neutra. El resultado –señala Isabel Martínez de San Vicente– logra huir sabia mente de la grandilocuencia de sus referentes inmediatos, resolviendo con sutileza y sensibilidad los vacíos entre los edificios4.
Los autores asumieron los problemas ex2 Moliné y Lurá, Aníbal Julio, Proyecto Urbano y Pro- yecto Arquitectónico , Editorial Nobuko, Buenos Aires, 2008, pp. 401-402.
1 Alejandro Bustillo, que participó inicialmente en el concurso, se desvinculó tempranamente del proyecto. Brarda, Analía et al, Las huellas de un símbolo. Monumento Nacional a la Bandera , Edición FAPyD UNR –CEDODAL– Rosario y DN A, Rosario, 2007.
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3 El concurso es del año 1995 y las obras se realizaron en 1997-98.
4 Martínez de San Vicente, Isabel, “La sutil belleza de la ciudad aluvional”, Summa +33 , Buenos Aires, octubre-noviembre, 1998, p. 112.