Los tres ámbitos del aprendizaje De acuerdo con los estudios de Benjamin Bloom , psicólogo educacional norteamericano norteamericano (1913 – 1999), 1999), los seres humanos aprendemos mediante experiencias formativas . Lo que aprendemos lo integramos a nuestro repertorio de conocimientos, emociones y conductas . Por lo tanto, los ámbitos del aprendizaje son: cognitivo, afectivo y psicomotor. Las experiencias formativas tienden a producir un mayor impacto sobre la persona si llegan a comprometer los tres ámbitos o dominios del aprendizaje a la vez . Por lo tanto, para lograr un mejor aprendizaje debemos hacer que nuestra audiencia involucre estos tres ámbitos: cognitivo , afectivo y psicomotor.
Ámbito cognitivo
Se relaciona con la adquisición de conocimientos, donde participan los procesos intelectuales (la memoria de corto y largo plazo, el razonamiento lógico, el análisis de datos, la deducción, etcétera). Se refiere a la capacidad de las personas de reconocer y memorizar antecedentes nuevos, analizar datos, interpretar información, sintetizar contenidos, resolver problemas, etcétera. El aprendizaje se puede lograr mediante explicaciones y, mejor aún, empleando ejemplos ilustrativos. Sin embargo, el ámbito cognitivo se activa en mayor medida mediante conversaciones (diálogos), discusiones, análisis de casos, resolución de problemas y ejercitación intelectual en general. El cerebro responde activamente frente a preguntas que le obliguen a pensar, información que genere curiosidad e inquietud, datos insólitos que despierten la curiosidad, problemas de ingenio, revisión de casos impactantes, etcétera. El cerebro se aburre cuando se le entrega información pura de tipo conceptual o “teórica” que deba almacenar pasivamente. El nivel de aprendizaje en este caso es muy bajo o nulo.
Ámbito afectivo
Relacionado con nuestras emociones y sentimientos, que, según los expertos, son los impulsores de todas nuestras decisiones y conductas. conductas. En este ámbito se encuentran nuestras predisposiciones anímicas, actitudes, motivaciones y las sensaciones de agrado, © Rodrigo Ríos Nouveau - www.capacitacionefectiva.cl
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Los tres ámbitos del aprendizaje
disgusto, temor, sorpresa, alegría, etcétera. El aprendizaje se facilita mediante experiencias de alto impacto emocional, como ver determinadas películas o videoclips, interactuar con los demás participantes o competir individualmente o en equipo por un premio. El estado de ánimo es sensible a las condiciones del entorno (comodidad, espacio, iluminación, etcétera) y a la relación entre el relator y los participantes (respeto, apertura, cercanía, simpatía, confianza y empatía). Uno de los motivadores más importantes para los participantes es el reconocimiento (felicitaciones públicas por haber logrado un aprendizaje, por haber hecho un buen aporte, etcétera). Los participantes aprenden mucho más si el ambiente es grato, si hay interacción entre los participantes y si en general lo pasan bien durante la capacitación.
Ámbito psicomotor
Se refiere, en términos generales, al movimiento de nuestro cuerpo y de las partes que lo componen. Cuando el cuerpo se mantiene sin actividad por mucho tiempo, el sistema nervioso asume que se prepara para el descanso, el ritmo cardiaco disminuye, los músculos se relajan, la temperatura corporal desciende y nos da sueño aun cuando no estemos cansados. El aprendizaje se facilita mediante la participación de la audiencia en actividades que permita moverse e interactuar con documentos u otros objetos y la posibilidad de emplear los cinco sentidos durante la exposición. Los participantes deben moverse, ocupar sus manos y su cuerpo en general, no deben permanecer mucho tiempo sin hacer nada físico. El sólo ejercicio de tomar apuntes (escribir) no es la actividad física más adecuada para el aprendizaje. Los juegos y los desafíos para resolver en equipo ayudan a activar el ámbito psicomotor. En definitiva, aprendemos más y mejor cuando empleamos todo nuestro cuerpo.
Observaciones Cualquiera sea el contenido de una capacitación, el relator debe procurar que los participantes activen los tres ámbitos del aprendizaje , vale decir, ocupen su intelecto, compartan una experiencia agradable y no permanezcan quietos durante mucho tiempo; de lo contrario tenderán a aburrirse o a distraerse. Un buen relator evitará que sus participantes sean espectadores pasivos de un monólogo.
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