PRESENTACIÓN DEL LIBRO “LOS OLIVOS, UN DISTRITO EMPRENDEDOR” de SANTIAGO TÁCUNAN BONIFACIO.
UNA NUEVA HISTORIA, UN NUEVO HISTORIADOR. Carl Gustav Jung, el reconocido psiquiatra suizo, afirmaba que: “Todo “Todo ser humano civilizado, por alto que sea su desarrolló consciente, sigue siendo un hombre arcaico en los niveles más profundos de su mente”. Aceptando esta premisa de la manera más constructiva, quiero imaginar a los pundonorosos Colli, caminando el desierto desde el norteño Reque, sin rendirse ante las adversidades que ocasionaba el fenómeno de El Niño, buscando para su sociedad un valle en el que el alimento esté asegurado, un lugar en el que forjar una vida con progreso y trabajo. Los imagino ocupando los territorios fértiles de Carabayllo,
buscando asentamiento a las riveras del Chillón o extasiados frente a los pagos rituales al pie de la huaca de Aznapiquio. Ese mismo sentido del emprendimiento, más de mil años después, se sigue notando en el poblador de Lima Norte, de los olivenses que han creado una urbe a pulso, con el pundonor heredado de los hombres y mujeres llegados de todos los rincones del país, con sus costumbres, con sus sueños, con sus inquietudes y proyectos. En este punto, la responsabilidad del historiador trasciende a la profesión, al oficio y a la labor; se acerca más bien a lo que afirmaba Ortega y Gasset: “el historiador es un profeta al revés”. El profeta ve la esperanza en el futuro, el historiador la cimienta en un pasado de gloria y esfuerzo, pero también de errores que debemos conocer en el afán de no repetir. Atrás han quedado los tiempos de historiadores que con entrincadas
teorías o tecnicismos rebuscados, pretendían hacer de la historia una narración cerrada, elitista y cercenada del proceso que mira hacia el mañana. Hoy, el historiador presenta el pasado como parte integral de esa línea que nos corresponde seguir trazando, se acerca a las personas porque reconoce en ellas el elemento más importante de sus investigaciones y el fundamento de su quehacer. El historiador de hoy es consciente de la necesidad de sincerar la historia, de alejarla del discurso épico y del maquillaje retórico; el historiador de hoy sabe que sin historia no hay porvenir, que el pasado engendra el futuro y que cualquiera de nosotros, puesto en autos, se emocionaría hasta las lágrimas y reforzaría su identidad al saber que la misma tierra que pisa o el trozo de territorio en la que ha labrado su hogar, fue en su momento escenario de heroicidad, de mito y de leyenda. Es
lo que hace que cualquiera de nosotros se sienta parte integral de la historia. Santiago Tácunan pertenece a la estirpe de estos nuevos historiadores. En “Los Olivos, un distrito emprendedor”, nos guía en un viaje de miles de años para cimentar la vida de este distrito que, tal como indica un verso de su himno, avanza a crecer. Nos lleva por lugares cotidianos; por calles, avenidas, plazas y urbanizaciones que conocemos y transitamos a diario, pero que adquieren en el texto un halito de nostálgica retrospectiva que se convierte en esa relación íntima entre el hombre y su lugar. “Los Olivos, un distrito emprendedor”, de Tácunan, nos reúne hoy para celebrar el esfuerzo editorial del, muy justamente llamado, Historiador de Lima Norte, y para reconocer con énfasis ilimitado, el apoyo de la Universidad San Ignacio de Loyola y de la propia Municipalidad de Los Olivos. Como olivense, me siento orgulloso de mi distrito y de su historia, y el excelente libro de
Santiago ha contribuido con ello, por lo que recomiendo con entusiasmo su lectura y empiezo a
aguardar
con
expectativa
una
próxima
publicación, porque al igual que Los Olivos, el Historiador de Lima Norte, también avanza hacia el Sol. MUCHAS GRACIAS. Los Olivos, 21 de abril de 2017.