Los juicios de Nuremberg José Luis Pérez Triviño Profesor de Filosofía del Derecho • Universitat Pompeu Fabra • 2006
1ª versión
Introducción
2
Antecedentes
4
La creación del Tribunal de Nuremberg
5
Contenido y aplicación del estatuto
12
Los jueces y fiscales (Fonttete)
14
El banquillo: los acusados
14
El proceso y su desarrollo
24
La doctrina del complot
26
Crímenes contra la paz
33
Crímenes de guerra
34
Crímenes contra la humanidad
34
Los principios de Nuremberg
35
Problemas que planteó el Juicio de Nuremberg
36
RESPUESTAS A LOS ARGUMENTOS
Balance
37
39
Aspectos negativos
39
Aspectos positivos
40
Diferencias entre el Tribunal de Nuremberg y los tribunales internacionales posteriores
43
1
Introducción Hay varias razones por las cuales un acontecimiento puede catalogarse de histórico y por ello de ser objeto de estudio por generaciones futuras. Puede ser que dicho acontecimiento tuviera una significación notable en el momento en que tuvo lugar, o que influyera en épocas posteriores o también que tal evento pueda servir para reflexionar en el presente desde nuestras preocupaciones actuales. Los juicios de Nuremberg cumplen esas tres condiciones. Sin duda fueron uno de los principales acontecimientos de la postguerra mundial, ya que en dicho juicio se dilucidaba la suerte de los principales instigadores del nazismo, de los perpetradores del Holocausto, en definitiva de los responsables del comienzo de la Segunda Guerra Mundial con toda su secuela de destrucción humana y material. Hay que recordar ciertos datos que dan cuenta de la magnitud de la responsabilidad de estas personas que fueron juzgadas en Nuremberg: como consecuencia del Holocausto se calcula que murieron más de seis millones de personas, y como resultado de la guerra murió aproximadamente más de 40 millones de individuos. En segundo lugar, los juicios de Nuremberg también son relevantes por su impacto en un asunto tan importante como es la exigencia de responsabilidades jurídicas a los individuos y Estados que desencadenan una guerra o llevan a cabo un genocidio. En este sentido, también los juicios de Nuremberg se han constituido un referente ineludible cuando se trata de establecer tribunales internacionales en los que se ventila la responsabilidad por genocidios o delitos contra la humanidad. Tras la derrota final del Tercer Reich en 1945 algunos miembros del grupo dirigente nazi se habían escondido, otros habían
huido y otros se suicidaron. Pero las potencias aliadas habían conseguido
encontrar, identificar y retener a varios de los principales dirigentes nazis los cuales fueron internados en campos de alta seguridad. La cuestión que se planteaba a los aliados era qué hacer con ellos. Y la respuesta, a pesar las apariencias, no era fácil. Nunca antes en situaciones similares se había tratado de enjuiciar formalmente a los instigadores de una guerra. Por otro parte, al tomar consciencia de la magnitud de la maldad régimen nazi algunos dirigentes de las potencias aliadas sugerían aplicar medidas “políticas” inminentes y tajantes que suponían ejecutar a los principales responsables del Tercer Reich. Entre un extremo y otro, finalmente en agosto de 1945 se tomó la decisión de celebrar un juicio que además de rendir cuentas por las atrocidades cometidas, y de mostrar a la opinión pública mundial la realidad del régimen hitleriano, también pudiera convertirse en un ejemplo a seguir si se volvían a producir calamidades humanas de naturaleza similar a las que inició el gobierno hitleriano. En palabras de uno de los abogados del equipo de la UNWCC, Murray Bernays, "En tiempos del César, al enemigo se lo trataba como a tal, es decir, se lo esclavizaba o se lo mataba sin contemplaciones. En tiempos de Napoleón se aplicaba el destierro y la cárcel mediante lo que se llamaba 2
"acción política"; hoy queremos imponer la muerte y sin duda, esto es un retroceso y no un progreso." (pág.23) Nunca hasta Nuremberg se había establecido un tribunal, unas normas, un procedimiento a través del cual exigir responsabilidades jurídicas a individuos acusados de cometer crímenes tan aberrantes. La práctica habitual había sido el puro y a veces, despiadado ejercicio de la venganza, o la “justicia de los vencedores”. Lo que se pretendió en Nuremberg era, precisamente y dicho con las palabras del fiscal norteamericano, Robert Jackson, juzgar a las autoridades alemanes no por haber perdido la guerra, sino por haberla comenzado. De esta forma forma los juicios de Nuremberg se constituyeron una semilla de la que surgieron en momentos posteriores tribunales internaciones cuyo cometido ha sido juzgar genocidios como el de Ruanda o guerras como la de los Balcanes, y más recientemente el establecimiento de un Tribunal Penal Internacional Ahora bien, la creación del tribunal y el desarrollo de los juicios no fue un camino fácil. Era una desafío jurídico al abordar problemas hasta el momento nunca previstos y sus impulsores se encontraron con obstáculos jurídicos y políticos muy poderosos. Al fin y al cabo, los hechos que se trataban de juzgar no tenían parangón en la historia de la humanidad y el Derecho histórico de ese momento no estaba preparado para enfrentarse a ellos. Al acabar la Segunda Guerra Mundial el reto estuvo en ver qué podía hacerse con los criminales nazis, como estableer un castigo que se adecuara a la magnitud de sus crímenes, pero sin salir de los márgenes jurídicos para entrar en las consideración personales de justicia que obviamente podían ser perturbadas al enfrentarse a unos hechos tan aberrantes como los que se trataba de evaluar y castigar. Se trataba de ver qué soluciones podía y debía dar la comunidad internacional en atención, por un lado al castigo de los culpables y por otro lado como prevención para que hechos semejantes no volvieran a suceder. Otro interrogante era saber cómo reaccionaría Alemania ante tantos de sus propios ciudadanos gravemente manchados por su implicación en el Tercer Reich. Para finalizar esta introducción señalaré una circunstancia que en ocasiones es ignorada o al menos poco conocida y es que en realidad, aunque se suele hablar en singular de “El Tribunal o Juicio de Nurembeg” lo cierto es que no hubo un único Juicio de Nuremberg, sino varios. En el conocido como “Juicio Principal”, que es el objeto central de este trabajo, se juzgó al grupo principal de dirigentes del Tercer Reich, a los criminales mayores, aquellos que por su posición, o por su celebridad encarnaban "los rasgos peores y más extremos del nazismo y el fascismo". Pero también se acusó y juzgó en juicios posteriores a un conjunto muy variopinto de personalidades desde juristas, médicos, empresarios hasta ciudadanos alemanes que habían delatado a vecinos judíos. Y por último, también se llevaron a cabo juicios en en cada zona de las potencias aliadas (EE.UU, Gran Bretaña, Francia y la URSS), así como en los países ocupados por los nazis donde se habían cometido delitos y donde se había podido capturar a sus autores. 3