ENSAYOS O PRUEBAS SOBRE UNA RED HERMETICA
HECTOR LIBERTELLA
ENSAYOS ENSA YOS O P R U E B A S SOBRE UNA RED HERMETICA
Colección E s c r i t u r a d e h o y
212.239 !• edición ISBN 950-694-130-0
CONTENIDO
Otro caso. El restaurador de cuadros, 73; El anagrama o la traducción automática, 76; Sobre el vagido, 76; Anagnórisis la doble analogía de Mallarmé, 77; El papagayo americano y sus tres formas de hablar, 79; El arte de reconstruir ruinas, 84; Pastiche, parodia, arcaísmo, 86; La ficción teórica, 90; Los intrusos del texto, 92; Cómo hacerse nada por escrito, 97; En el Laboratorio Oscuro, 100; Introducción a la letra-heroína, 104.
A Josefina Ludmer y a Sylvia Molloy
Y q u é p a e t e s proporcionales de la locura y el dinero podrían firmar un contrato privado de locación de obra artística. O cuáles ha brían de ser las relaciones técnicas, jurídicas
H éctor Libertélla
ra con este hecho de reconocerse por un lado en nn mercado familiar —en el marco de una épo ca—, pero desconociendo al mismo tiempo el lugar que cada quien se asigna en cada Uno'? i Los locos son herméticos f Des, UNO DOS •j j_ de la-i -iliteratura hay pocos cami nos para rastrear el pasado de esa pregunta. La filología, quién sabe, tal vez ella podría exhumar las fuentes que llevan desde y hacia el cuerpo hermético. Aquí es posible englo
Ensayos o pru ebas so bre una red hermética
logia del círculo sino en el descentramiento ¡-/que es doscentramiento. %Cómo intervendrá J aquí el loco í ¿ El escritor loco se descentra o ! se doscentra %%Cómo funcionan las formas de esa geometría haciendo eco en las formas de su retorica! % Y cómo se comportará ese universo ck signos en relación con el mercado y/o las pautas de una comunicación literaria eficaz, en
H éct or Liberteüa
tido en el dios délo cerrado'y lo secreto; cuando en la realidad de la mitología es el dios del comercio y las comunicaciones %Un Rey de la Paradoja que, cuando interviene en la escena pública o social, se ve despojado de sus pode res y sólo puede asentir perplejo frente a un sistema que lo amordaza y lo obliga a ser un simple imitante. Alguien que no comunica nada, salvo la fascinación por el sociolecto de
Ensayos o pruebas sobre una red hermética
^proliferación del discurso; objeto parlante; loro. Aquí interviene otra y otra vez más la cuestión mimética: ¿es que el loro es loco? Á Don Quijote A PROPOSITO DEL FENOMENO se le secó en MIMETICO EN EL LORO tonces el cerebro, de tanto leer. A algún escritor loro de estos días le podría venir a suceder lo mismo, pero
H éct or Liberteíla
ría. ¿Dos formas emparentadas‘I La metáfora sí frena o congela: habla de otro lugar donde se dice lo que se está diciendo aquí. El des plazamiento, en cambio, es algo que muy po cos escritores alcanzan a emplear, a pleno; ese algo escaso en la historia de la literatura se parece al desafío mismo que significa retener un sueño, para después deslizarlo en alguien interlocutor. Ahí está la gramática que se
Ensayos o prueb as sobre una red hermética
Metonimia sería, ahora, también ese desliz, de la Ley: como un ir dejando aceite-sentido a medida que se escribe o se resbala por la correosa sustancia llamada sintaxis. Y si al guien sabe resbalar o patinar allí, en esa pista de linotipo, entonces la Historia •—o las his torias particulares que circulan por una na rración— no están antes de la literatura: no
H éctor Libertella
.cia: todo está puesto en el símbolo porque sólo
en él pueden re-presentarse. ¿ Habrá algo más opuesto a la lírica %Cualesquiera sean las rela ciones técnicas y clínicas entre esquizofrenia y -oligofrenia, ese modelo de locura se permea so cialmente y es el punto de partida para una fan tasía generalizada de querer hacer literatura. Todas y cada una JESCRITORES, LITERATOS, de las escrituras
Ensa yos o pru eb as sobre una red hermética
ga como agente, también, la falsa erudición —¿Borges?); y, por último, los patógmfosi aquéllos que emiten señales intermitentes que se corresponden con cierto orden de la lengua los que saben deletrear bien su propia enfer medad. Estos sí no leen Obras Completas sinoefectos parciales. En esos efectos están conte nidas infinitas posibilidades (tal vez las más
H écto r Libertella
del escritor: verticalidad del estilo y horizon talidad de la lengua, los elementos iniciales; el grado cero. De arriba abajo la vertical que .se hunde en lo personal y secreto del autor. Y de lado a lado horizontal el conjunto de convenciones y formas del mercado aceptado •en una época dada. Ninguno de ellos dos, por .sí solos, da escritura, porque el estilo es sólo persona y la sola lengua es formación social.
Ensayos o pruebas so bre una red herm ética
si el se descuida- y descuadra la cruz •Qué hace allí el practicante :•tiene las dos ma nos tensas' en la horizontal, pero las cruza de arriba abajo con lo suyo propio' más indeci ble: con su raye personal, su mano secreta, i,Ese es el imaginario! El corazón, de escritura o el centro de pasión. 1 “ El estilo —dice Lezama— se forma como
H écto r Liberte lla
A propósito del diálogo: paradigmático como es, el caso LINGÜISTICA T b ^ ’ J orge isomno pide ser leído desde los bordes. Y porque la literatura másextremista es la de Centro por lo mismo ella,, según una idea del círculo, es la que toca todos los extremos a la vez. ¿Es esto, también, ca minar en redondo! Comediante, orador, cómico de la lengua,, TA "hñ. TTT7TP1-? „
Ensayos o pru ebas sobre una red hermética
flictos raciales, qué es la política internacio nal, de cuál modo nace la música en cada país, quién sabe el destino de la botánica en su camino bajo tierra. ¿Cómo asumir, en fin, la propia instancia utópica de alguien que se disfraza de profesor para enseñar, con una lengua imposible, lo que no es sino uno de los límites del sentido puesto, específicamente, en
H éctor Liberteíla
lógico. Partiendo de un hecho admitido de comunicación escrita, ella vacía las expectati vas clásicas del receptor por una operación de desarme del medio, mostrándolo como -el número cero de lo que pudo haber sido un pe riódico, y devolviendo las bases de su trabajo—el empleo del grafismo— a su momento límite: función cero, embrión, maqueta de diario, que es decir maqueta del lenguaje con
Ensayos o prueb as sobre una red hermética
tico, como especies arbitrariamente sepa radas en general, son llevados nuevamente a la clase a la que pertenecen con iguales derechos.
En esa frontera parece constituirse la lite ratura como operación: comienza por producir enunciados o, en todo caso, se asume como un
H éct or Lihertalla
El hablante — sigue Rossi Landi— debe usar productos ya existentes, consumir los reproduciéndolos inconscientemente según modelos que de tal manera son confirmados y perpetuados. Aun cuandologre rechazar tales modelos, la pena que debe pagar consiste ni más ni menos que en la expulsión de la sociedad lin güística: no aprendiendo a hablar, o ha blando un lenguaje desviado personalmen
Ensayos o pru ebas sobre una red hermética
I Jorge Bonino es síntoma o es revelación •de esta especie de alienación lingüística % Aplas tado por una crítica que no entendía los ecos ■de idiolecto de su mensaje oral, él decide po ner en escena una obra cuya materia prima sea el castellano. Pero
H éctor Libertella
Alemania. Es evidente: para su sistema mís tico, tomar una lengua naturalizada y mos trarla en el revés de sus usos sólo puede dar como resultado la parodia, y no es este aspecto el que mejor define la posición de Bonino. En todo caso, al insistir su idiolecto en la conven ción de un lenguaje totalmente nuevo, el pro blema del sentido se desplaza a las rajaduras de su propio sistema: por allí se produce la
Ens E nsay ayos os o p ru e b a s so b re una red h erm er m ética ét ica
La patología oral (personal) ele Bonino — esa “ afasia p olig ol iglo lota ta”” , esa espe especi ciee de de desor ganización de hablas— se interrumpe de ma nera, quién sabe, inesperada. Cuando el actor ya recibía aceptables honorarios profesionales (su inserción en la cadena del dinero) y cuan do los medios de difusión de Francia se ocu paban profusa prof usame mente nte de este este prof pr ofee sor so r de leng lengu uasas(otra inserción), Bonino abandona su trabajo,,
H é c to r Libe Li berte rtella lla
De este caso, en fin, queda como efecto un concepto de Saussure (leído por Bossi Landi y mediado por el propio Bonino), allí donde se señala la noción de habla en sus cuatro instancias. En lo que un individuo excepcio nalmente añade al patrimonio de la lengua. En la confirmación del idiolecto-o estilo indi vidual como construcción original de mensa jes je s ; origin ori ginali alida dadd que está está en la base de- su
En E n sayo sa yoss o p ru e ba s s o b r e una un a red re d h erm er m étic ét ica a
es el caso de un trabajo contra-natural: con tra la naturaleza del periódico, del libro, dé las bibliotecas. Dermisache escribe libros que son delgadas capas de espejo sobre las que apa recen delicadas marcas de dedos pasados sobre las b o j as. %Esos dedos han LOS LIMITES DEL hojea ho jeado do realmente eso esoss v o PURO GRAFISMO lúmenes %JNT E
H éct or Libertella
ta, parecen el largo recorrido tecnológico que termina en nn signo artesanal y mudo, sorpren dido por el hecho de tener contenida —reteni da, en silencio— toda una historia de la lengua como comunicación. “ Acto original y, si no inédito, ancestral.’ ’ (Carlos Donnelly.) “ ...an cestral: lo que guardan esas páginas es el tes timonio de una empresa única, cuyo sentido es •cualquier planteo actual de las relaciones entre má ’ ’ (Ed rd Cozarinsky.)
Ensayos o pruebas sobre una red herm ética
tan, en fin, leerlo desde el supuesto exótico; lo reducen a una lengua extraña, tal vez árabe, oriental.. . ? Pero si lo concreto es lo que ofre ce resistencia al sentido, el trabajo de los grafismos será entonces la opinión que de nosotros, lectores, tiene la materia escrita neutra, con creta. Enfrentado al grafismo, el mirón es año ra el espectáculo de lo que busca hacerse incré
>
H écto r Libertella
atravesar, como un largo camino de iniciación, todo el sentido, para poder extenuarlo, eximir lo.” Y, a continuación, comenta ese trabajo de Mirtha Dermisache: [Ella] ha sabido producir un cierto nú mero de formas, ni figurativas ni abs tractas, que podrían ubicarse bajo el nombre de e s c r i t u r a i l e g i b l e — lo que lleva a proponer a los lectores, no los
Ensayos o pru ebas sobre una red herm ética
desplazamiento propiciada desde el producto mismo. Se trata —prosigue Arturo Carrera—• de una divinidad [de la escritura] esquizo frénica; la divinidad que determina el paso del sujeto por todos los predicados posibles. Queda entonces VANGUARDIA Y /O UTOPIA , preguntarse: si éste es el caso del tipo vanguardista, en lugar
H éctor Libertella
biguo escritor con táctica sintáctica), entonces él siempre podrá cumplir más de una peripe cia en un mismo lugar; inmóvil o fijo en su sitio, pero todo el tiempo fuera de sí —otra vez, el arte de la distribución. Quien escribe conociendo esa tradición am bigua es posible que no se confunda fácilmente con la escritura automática. Hacer una sola frase con más de cinco anécdotas intercambia
Ensayo s o pruebas so bre una red herm ética
llamarla— “ orgánica” , que empieza a dar nue va cuenta de cierto funcionamiento íntimo de la literatura.) Muy bien, ¿montar un ajedrez sutil y com plejo*? Qué es esto. A veces puede llevar varias semanas preparar esa pequeña topología. Pero cuantas sean esas semanas dan la noción exacta de la cantidad de valor contenida en la palabra
H éctor Libertella
excesivamente metafórico o representativo de cir que lo único que va a aparecer en el camino es sólo su cuerpo envejeciendo y muriendo en la Caja de Jubilaciones que es el cajón de ma dera de una Obra Social. Pero cada escritor —de la especie que sea— aplica, de hecho, determinado tipo de procedi mientos para convocar cosas. Cosas que apare cen súbitamente a partir de la más impensada
Ensayos o pru ebas sobre una red hermética
bueión a ese trabajo. ¿ Magia negra, magia blan c a . ? Depende, nuevamente, del tipo de proce dimientos que se apliquen para convocar cosas. Quién sabe en cuántos momentos de la litera tura aparece el milagro de esa cosa, así como en una sesión de análisis puede aparecer en cualquier momento un “ destello” que lo dice todo de una sola vez. ¿No se estará volviendo
H écto r Libertella
I cizo Corpus Hei mcticum y éste se le derramaen una multitud de formas I ra/d e pronto,
_que s( eonfun||g^ : clesde el arcaísmo al Mpergongorismo, del gra¡ fismo al concretismo, del grotesco a los idiolec j tos, al pastiche Siglo de Oro español, al filoUswKcealismo y, por último, a la ficción teórica. Pues bien, en sus redes-rejas queda com puesto ese retrato, o bien en sus finísimos hilos
Ensayos o pru eb as sobre una red hermética
Tocios parecen salir, en efecto, como proyecta dos de una bolsa común de lecturas: poesía, narrativa, teoría, crítica; un cierto eco de bi bliografías de época leídas y después olvidadas en la biblioteca de su escuela secundaria. Como si las disciplinas se les hubieran mezclado en la adolescencia y ahora hicieran un efecto de pentimento, lo raído que viene despacio del fondo de la página o del cuadro para corromperlo,
H écto r Libertella
no sólo aquélla que cursamos en la escuela secundaria. ¿Esto tiene alguna relación con la tipografía % ¿La vanguardia no seguirá siendo el eco de un icono lejano! ¿Será por eso que siempre quiere volver a aferrarse a la pintura de una letra, a la diagramación silenciosa de la página; al espacio visual ? Todo esto que se diga, MAS ACA DE LA en fin, sobre la van INTERPRETACION
Ensayos o pruebas sobre una, red hermética
letras (tipográfica), pero con un escritor au sente. De aquí, también, otra vez, las relacio nes entre el molde y el tipo que escribe. .. Será posible recordar que, en los límites del puro grafismo, o bien en los límites de la pura oralidad (desde el grafo al cassette: en esa prácti ca del pánico al terror del juego permitido a las costumbres de un escritor), porque hablan
H éctor Libertella
mezcla y mezcla, a su vez, por transdisciplina; palabras por cosas y red hermética por algo
que puede caer muy bien en el molde vacío de la literatura de hoy. Para decirlo con la expre sión que más se acomode a su enigma: La opo- ,X¡ sición ilustrada. Oposición, sí, ¿pero a qué? ¿E ilustrada por qué? ¿Por las ilustraciones que contiene ? ¿ Sólo porque lleva a cuestas y asume a ultranza su propio dibujo antiguo? El comienzo es ancestral. Vuelve y re
Ensayos o pruebas sobre uña red hermética
Corpus ifeiroeticum
Wv^
' Tradición cabalística / Tradición hermética; ÍK( ^ Renacimiento
,"v% Sy iív. t . Barroco o Arte de ¡a Contra-Reforma f'^iGóngora i............ ...
S S í
H écto r Libertella
Al pie caído de ENRIQUE LIHN. este árbol? y pa_ HACIA LA FABRICACION DEUN^OBJETO.PARLANTE ... ^ r e t o m a r lft pareja/ Mimesis = Represión,: se encuentra Enrique Lihn: '|et'TBiidTC''a encarnar la úl tima derivación de esta tautología en Su~ damérica? O como el perseguido Monsieur Klein de Joseph Losey en el cine, habría que poner en boca del terror colectivo todo lo
Ensa yos o pru eb as so bre una red herm ética
tipo ele trabajo emprendido por ciertos prac ticantes. %Practicantes, a propósito, como el H. L. Earabeuf de Salvador Elizondo? Sec cionadores anatómicos: bisturí, pluma. Ese se ñor Klein-Earabeuf, sujeto anónimo que opera sus fantasías en clima más bien negro, es tam bién el Enrique Lihn que se apega mudo a las retóricas del altoparlante, a la pompa violenta
H écto r Libertella
f"
formularse así: nuestra habladuría, la di sociación del lenguaje y la razonTefenmascaramiento verbal, el hecho de que exista, entre nosotros, uijí,,Arie„d,eJa Palabra, re /, toricismo consagrado a disociar la pala, t,/' bra de los hechos y de las cosas y a cony vencernos de que lo negro es blanco y \ V viceversa>a .traxéa*^ ornamentales; el vacío o la insuficiencia P de jñiestra realidad en contraposición a la pompóSrcrarrcon que la inventariamos
Ensayos o pru ebas sobre una red herm ética
El escritor, aquí, ya no es contestatario ni admite como estrategia la denuncia individual Ho la protesta. Sólo propone un trabajo que se I dejó contamin a r ^ vacíos del ‘ Poderjillá (“ un hacer suya la del enemi| go: internalizarla” ), que los rfepit^ intrigado y que, dejando a su vez que lo repitan, termina | por hacerse él un intrigante: sejsocializa, “ can-
H écto r Libertella
el mundo que habla debe hacerlo en una forma rigurosamente prevista: el paraíso de los oportunistas de la palabra vacía, de los oradores de turno. Situación dentro de la cual nos comunicamos. (E. L.)
/ ^ i s / Lejos de su halo esotérico, la literatura her mética parece también eso: una estrategia y ?! una política del signo por escrito. Grotesco, burla, pastiche, fus del ob de
Ensayos o pruebas so bre una red hermética
valija, el nexo sonoro, el arcaísmo, el encabal gado metonímico. Si se trata de crisis, ésta remite —además— al momento de estallido y dispersión (de la lengua castellana) hacia sus diferentes usos y costumbres históricos. En esos textos,6 en efecto, se lee una estrategia; pero también una apuesta puntual, una prác
H éctor Libertella
La práctica de la monstruosidad de un discurso neurótico colectivo — sociótico— como el medio de revelarlo, formalizán dolo. De ponerlo en evidencia (...) Yo mismo quise desplegar y encarnar, por la vía de la materialización de ese fantasma, la sociosis propia de nuestro discurso y decurso histórico, a través de un narra dor que cede constantemente la palabra
Ensa yos o pruebas sobre una red herm ética
voces que vociferan y enmudecen hasta la con fusión y el desgaste : Si su decir [el del loro] es un repetir violento y su oratoria un libreto hueco cuya única finalidad es repetirse, se po dría pensar que un discurso muy parecido a la autoridad habla a través de este ani mal paródico. Una autoridad loril que cen
H écto r Libertella
y cuya frontera — línea endecasílaba— se confunde con la línea del horizonte cam pero. El campo — el soneto— es la guari da del que dice (loro = escriba) y la frontera es el límite de "entendibilidad" al que se puede llegar ( . . . ) Y como es tar en el campo (en el soneto) es estar desfasado de los códigos internacionales (democráticos, modernos), estos "poemas de sociedad” son al mismo tiempo pro fundament asocíales están dando
Ensa yos o pru ebas sobre una red hermética
Y luego sus voces son las que repito: un loro.
Y más adelante "suspendida la libertad de palabra, el ha blante individual, que siempre es a la par colectivo, debe elegir entre el silencio y
iataBWiWjngeagMipwaagwiPaeaMaaiagtw^ffflBigaMgaBai^JMWiMBa^
H éctor Libertella
decide dramatizar la mueca, la seña, el signo, el ideograma, la huella casual en un vidrio. %Otro caso límite de traducción ? Un vacío (el instante) con su decoración de palabras (toda una novela) aparecen allí corporizados y re presentados. ¿Pero qué representación será la del vacío y el instante % Aquella vieja metá fora de la escritura como cuerpo es vuelta y vuelta aplicable a este libro que recoge, por
Ensa yos o pru ebas sobre una red herm ética
destino instantáneo, van generando, sin embar go, una decoración típica de la narrativa: Lugares: China, el barrio latino de París,
una playa, una casa antigua, un Anfi teatro. Tiempos: 1901, un presente que obra en la
H écto r Lihertelía
laclo en una fotografía, la adivinación de unos fantasmas lieclia desde un pa sado dudoso, su mutua corporización. Peripecia s : una caminata por cierto bal
neario lujoso, la entrada de un hombre a una casa de la rué Ocleón, la disección de cadáveres en un Anfiteatro, la lenta tortura de un funcionario chino.
Ensayos o pru eb as sobre una red hermética
o teatro instantáneo, del Dr. Earabeuf. Otro, metafórico: la propia escritura dispuesta en multitud de fragmentos .escritos y arrojados .sobre la página, como sugiriendo las combi naciones interpretativas del I-Ohing, lo que dibuja un clima de juego-profecía-adivinanza en el que parecen empezar a actuar esos per
H écto r Libertella
ñado, un gesto que reaparece ante los ojos de los protagonistas como obligando a una mirada ritual. Así, ritual, será la mirada del lector; otro efecto analógico que se desprende de Fa rabeuf y hace pensar en la iriología, esa ma nera de aplicarse al estudio del cuerpo aten diendo a la pequeña superficie marcada del iris, adonde convergen el estado y los síntomas de una compleja red de órganos que ahora pier den realidad en favor de una lectura textual, de
Ensayos o pru eb as sobre una red herm ética
aparecer así como producida por un golpe fo tográfico, y en actitud de saturar los modos posibles de dramatización de un signo. “ El suplicio es una forma de escritura” . La escritura, por fin, se somete a él: aparece segmentada, seccionada, disecada, (f, Habrá que pensar, otra vez, en el escritor como practi cante?)
H éct or Libertella
del significado que huye: su búsqueda, la per plejidad que se genera frente a un enigma, el clima ritual montado alrededor de esa concep ción. ¿No es que Farabeuf anticiparía, así, ambiguamente, cierta preocupación que otros textos han desatado al apegarse compulsiva mente a su propia letra, como en gesto de soli citar una lectura cada vez más estricta de sus síntomas; digamos: más técnica, más ocular %
Ensayos o prueba s sobre una re d herm ética
tés.” Capitán, emperador, ciudadano, señor: el sistema de vocativos propio de cada grupo cortesano (de cada quien cortés, en fin) que trae de otro lugar un grupo de signos para, presentarlos aquí en sociedad. Sea como es peculador, como intermediario o como agente, ese papel del traductor atraviesa todas las re lajones cíe cTáse'“'y ‘"toda' cláse de textos.
H écto r Libertella
trabajo literario (¿cómo son lo mismo 1). Para este tipo de traducción, que con toda facilidad cualquierarpodríaT"llamar metonímica, no im porta que la novela clásica de Cervantes pa rezca verosímil, convincente o segura de sí porque, incluso, el lugar llamado La Mancha podría traducirse (sin disparate alguno) como una mancha de tinta, o de salsa de tomate, y ese lugar de la mancha del ^ é^ lg m en "' no quiere acordarse puede ser, literalmente, un
Ensayos o pruebas sobre una red herm ética
viación podría llamarseU^cí^ra,,,^ este gesto crítico generalmente no le está permitido al traductor, ni se lo permitirá él mismo. Una vez más, lo que puede significar esto es que algunos consideran a la traducción como un hecho técnico-operativo, científicamente regu lable, pero otros como un hecho de pura crí tica. Y aunque la distancia entre la actividad
H éctor Libertella
paga por su trabajo. Ser cortés y respetar las formas del editor supone saber leer, primero, el libro que él escribió como editor: conocerle su estilo. ¿Cuál es el libro escrito por el edi tor?: obviamente, su catálogo. Así leído el libro del editor, allí podrán verse, tal vez, sus fantasías y apetitos de mercado, el segmento donde pone y fija sus deseos públicos, el lugar social recortado desde el que busca hablar.
Ensayos o pru ebas so bre una red herm ética
ciones del Reader’s Digest o la Universidad de Minnesota. Pues porque los interlocutores de estas tres editoriales son distintos, no es impo sible pensar que los textos que prometan a su público serán distintos. Es una posibilidad no del todo fantástica: que haya cien Quijotes diferentes si hay cien editoriales diferentes
¡.biliíl |:.V
.
...
‘
i
* s
- 'I á A.
^
.
.
■.',•* x:^'K.
H éctor Libertella
credulidad. Quien busque reproducir en toda su soledad y pureza el original puede llevarse las mismas sorpresas que, LA DEHISCENCIA 7 . ? por decir algo, quien bus que el origen solo y puro de unp..,,,pab hi -t Á este último deseo se lo llama ¿asión etimo lógica, y esconde una paradoja terrible. El tra ductor viaja hacia atrás buscándole a la pala bra su origen único y cierto, la cuna latina o griega donde ella tendrá, por fin, su descanso.
Ensayos o prueba s sobre una red hermética
palabra de la botánica literaria tan vieja ya como la palabra’ rizoma^ ^ En todos los casos, la ^raclucciórl, como ca pítulo privilegiado en la historiarde los inter cambios, viene a explicarse por su naturaleza. La vanguardista o marginales idealista cuan do vive alimenta,Ha~pñFlSá, idea previa: una teoría lt realista es de vanguardia capita
H éctor Libertella
Harfefleiai Jis esencias de esa obra original.»El Traductor es, apenas, un empleado menor en la mesa de intercambios de la literatura. Para el humanismo —dice R.G-.E.-— en la traduc ción se pierde el espíritu que misteriosamente el autor infunde a su obra, y que es el de la raza, el de la lengua —lengua cuya tradición literaria es como un árbol genealógico que de padre a padre remite al emisor de la semilla
Ensayos o pru eb as sobre una red herm ética
tuas referencias entre literatura y alcoholis mo. .. ?). “ El centro, el origen —sigue dicien do Roberto González Echevarría—, no existe, sino en una serie de reverberaciones que alu den a su ausencia. ’JDe manera tanta y tal que “ la literatura es ya una traducción.” ¿Qué se deriva de esto f”Xa producción literaria puede ser vista como una serie artieuíada de~trasla^
H écto r Libertella
Algo que represente los EL CASO DEL métodos y procedimientos TEXTO-SORPRESA de una hipotética “ socio logía de la traducción” . Entre marzo de 1973 y noviembre de 1975 diferentes lingüistas, traductores y sociólogos de origen suizo decidieron concretar una investigación inter disciplinaria. Tomaron un texto que descono cían y, sin haberlo leído, hicieron leer ese ori
Ensayos o pru eb as so bre una red hermética
rimento posiblemente se buscaba era obtener, a partir de la confrontación de la versión re construida con el original, todo un módulo para entender y estudiar a posteriori las desviacio nes, las diferencias de interpretación y los aciertos o fallas de cierto sistema sociológico (el relevamiento, la encuesta) aplicados a la literatura, y aplicados en la propia letra de ficción, desde el hecho fronterizo de
H éct or Libertella
ninas : de acuerdo con el ojo bizco de la crítica, Las Meninas ya cambiando año tras
año por acción de los restauradores. Ahora parece mucho más brillante, acerado, frío. Es posible que sea así, en tanto detrás de su pasión —de su amor inmoderado a la obra ori ginal— ellos mismos vayan traicionando im perceptiblemente el espíritu y los colores de Velázquez. Pero el problema es el siguiente: quién traduce aquí. ¿Los restauradores a Las
Ensayos o pru ebas sobre una red herm ética
componer otro Quijote ni reproducirlo o co piarlo, sino producir unas páginas que coinci dieran palabra por palabra con las de Cervan tes. Pero el Quijote de Cervantes es 300 años anterior al de Pierre Menard. De manera que el lectoescritor Borges se enfrenta con dos tex tos distintos en lo que es una misma letra. El
H éctor Libertella
Si en la tautolo EL ANAGRAMA O LA gía hay una tra TRADUCCION AUTOMATICA ducción secreta e íntima, en el anagrama hay una increíble posibilidad de traducciones. He aquí uno de cinco letras en cuatro lenguas. Arturo Carrera escribe: “ madre, merda, dream.’ ’ Rodolfo Fogwill agrega: “ drame.” Al final, yo les agrego: “ medra.” Didácticamente, leyendo una cual
Ensayos o pru eb as sobre una red herm ética
les. %Qué política vaticana emplea el bebé, para llamar la atención de sus padres? ¿Cómo es posible que ellos lean y disciernan perfecta mente varios tipos de demanda en lo que es apenas un mismo llanto? ¿Cómo intervendrá la mezcla de perversión y deseo en este tipo inaugural de traducción %En literatura parece haber textos igualmente vaticanos. Se rozan
H éctor Libertella
nieión de la traducción que es la de la doble analogía. Y hay una definición de la analogía que pasa poética o metafóricamente por Mallarmé. “ Todo el misterio está ahí — decía Mallarmé— : establecer identidades secretas para un dos a dos que roe y usa los objetos en nombre de una central pureza.” Es y no es como decir dos a dos que se enfrentan en un consultorio, con sistema todo hablado, y que
Ensayos o pru ebas sobre una red hermética
gen” , “ al margen, escrito con tinta roja ” , “ fal tan folios” , “ falta el folio siguiente” , “ al mar gen, letra desconocida” , “ hoja suelta” , “ roto, quemado lo que sigue” , “ petrificado el plasto de los diez folios siguientes” , “ apelmazado, ilegible lo que sigue” . . . El balbuceo, en fin, de alguien escritor o copista que está le
'Í3m ffi£<£S^33S3^$¡8M lgsí£8¡Z8'm ^
H écto r Lib ertelía
bir y reescribir obsesivamente un texto antiguo para enriquecer el continuo de la literatura. f" En este caso nada se inventa: la literatura es un papel que viene de otros papeles -—una “ proyección láser” — y los que escriben en lengua castellana son los que leen los antiguos | libros de su propia lengua, para ver cómo se ! acomodan a ella o bien cómo inventan una í forma de sobrevivir en ella. Por donde se viene a dar, ya no con el
Ensayos o pruebas so bre una red hermética
rica latina, empieza en la crónica indiana y termina en los libros que están escribiendo nuestros propios contemporáneos. Ese es el círculo de lectura, el suelo físico del mercado sobre el que los lectores caminan, o bien la bolsa de lecturas en la que también caen em bolsados los mismos escritores. Una reflexión de Edoardo Sanguineti afec
H éctor Libertella
v i e j o francés,
de origen libresco, emplea do no como citación sino, al contrario, como algo d esen t er r a d o d e l a s r u i n a s. Es decir que el mundo de la cultura, de la tradición cultural, se hace una simple ga lería de momias expuestas (...) Por su puesto que para mí (italiano) el latín no es una lengua "exótica”, mientras que sí lo es para Pound, y eso también es sin tomático de su poética. Pound ama el latín como ama el chino: el m áxi m o d e
Ensayos o pruebas sobre una red hermética
la Conquista o el Descubrimiento. ¿Cómo se dispone él en su sillón, de frente o al sesgo de esa letra ? ¿ Es el loro que copia la crónica f ¿El loco de la sintaxis mimética? ¿El escritor galante que adultera un texto y lo vende como nuevo? ¿El débil que se deja atravesar o acri billar por una metralla histórica, un estampido
H éctor Libertella
retraída por los efectos directos de una situa ción política devuelt t t x t a c a sus fantasías RECONSTRUIR oRUINAS ... medievales. La es critura arcaizante parece, allí, la respuesta natural a una situación feudal: una vueltageneralizada al antiguo español, asumida por escritores que en ese momento comparten ama blemente el estilo social del Estado. (Si en
Ensayos o pru eb as so bre una red hermética
lo opaco español, lo tejido, lo texto que fun da la primera diferencia material entre la literatura en lengua castellana y la de otras lenguas. Como una actitud de repliegue y pro tección, que es una de las primeras formas de la diferenciación, ¿Cuándo se forma el Yo? Origen-País-Lengua materna-Raza-Padre... Si somos hijos lejanos y olvidados de Europa
H éctor Libertella
El pastiche. Es el moniento límite y priviPASTICHE, PARODIA, i • -i f ARCAISMO legiado del estilo ar¡ / caizante, cuando el escritor se vacía por I completo en la letm -antigua: quiere ser ella. La instancia supremamente perversa. Su efecTcTes el del grotesco, la burla o el ridículo en los modos de buscar el objeto, y admite una variante vecina: la deformación o paro
Ensayo s o pruebas sobre una red herm ética
atrás, la novela histórica, el pastiche de la cró nica, la relación de aventuras en una América maravillosa, el informe, el libro de viajes. Des de las ráfagas de Abra palabra de Luis Britto García a El mundo alucinante de Reinaldo Are nas o a El arpa y la sombra de Alejo Carpentier, todos se reconocen en esa moda como si
H éctor Libertella
antiguo español; una rara torcedura para su medio ambiente, una sintaxis por momentos „ ^ri j o s a mente. hispanista en el momento cuan do Buenos Aires impulsa el máximo despres j tigio del hispanismo (1920 a 1930). La super posición barroca de Lezama Lima: junturas y fallas entre un idioma naturalizado cubano y la recuperación purista del español, pero para ar~ tificializarlo y/o hacer del español una conven ción más: exactamente como en el mismo mo
Ensayos o pruebas sobre una red herm ética
{ Realizar la práctica de la monstruosidad ) ¡^"W ^IIsc uIS o’^ S í^ S c o colectivo - s o ’-'"' jáotjgo— como el médio de revelarlo, for malizándolo. De ponerlo en evidencia... Yo mismo quise desplegar y encarnar, por la vía de la materialización de ese i fantasma, la sociosis propia de nuestro ¡ discurso y decurso histórico, a través de
V
1'
La ,
H éctor Libertella
las barrosas orillas del Río de la Plata sólo pa recen marcar algunos de todos los usos íntimos a los que está siendo sometida la lengua cas tellana. En esos descifraderos de la literatura el español- no"tie:ne tiempo para quedarse dor mido. jEl pastiche),—-amor patológico por la í letra antigua— es precisamente la forma últi|ma del texto perverso. Allí todo se empasta, se pasticha y hace pasta con eFmo^elo leído..
Ensayos o pru eba s so bre una red herm ética
decir nada. Allí la literatura de América lati na se hace otra literatura cualquiera: se vacía por fin de su unción, para convertirse en el .arte vano de la prestidigitación. El lector cum plirá la magia blanca de desviar con ojos rá pidos su atención al Contenido; lo que no está •en la página debe ser, de todos modos, leído, y lo que sí fue escrito admitirá siempre la
H éct or Libertella
piensa a partir de la diferencia, pero no confunde diferencia con frontera. Mon tada como intriga literal, el juego donde el texto teórico podrá ser portador de la ficción, y la reflexión semiótica tejerá la trama de poema. (Osvaldo Lambor ghini)
¡
l A qué otra práctica puede aspirar ahora
leí lector? Si él buscaha.la~p,az^del Género, ape|nas se encontrará con la intriga deTunF'vaga
En sayos o pru eb as sobre una red herm ética
Una frase de música del pueblo me can\ tó una rumana y luego la he hallado diez. \ veces en distintas obras y autores de los. \ últimos cuatrocientos años. Es indudable ■ que las cosas no comienzan; o no comieni zan cuando se las inventa. O el mundo fue .....4 , inventado antiguo. (Macedonio Fernán V dez) \
.. ..
..
H éctor Libertella
que has sido por fin encuadernado en la continuidad inesperada de tu leer.
Por su propia actividad, los lectores se hacen libro, sus fantasías se encuadernan y el fragmento queda libre para seguir su viaje errante por el campo de la tradición. En esta manera de hilar es donde la literatura se reco noce en familia —el cuerpo viejo de un bebé—,
esggg?«gagiS^igm?fiaa3BggaigsBgg¡B« gni^^
Ensay os o pruebas so bre una red hermética
que ella les recomienda. (Felisberto Her nández)
Todo lo propio del lector le es extranjero al texto, tanto como lo propio del autor: los agregados que ya permiten identificar al lec tor y al escritor, cómicamente, como ilusiones. A continuación, el que escribe se reconoce^
H éctor Libertella
mi yo antropoco solo y mi yo tumbo a tumbo canto rodado [en sangre yo abismillo. (Oliverio Girondo)
Así le dicen los cortes y las quebradas sig nificantes, a un autor argentino del siglo veinte, lo que es él cuando no puede reprimir la ilusión
Ensa yos o pru ebas so bre una red he rm ética
por el río feliz que se desliza y no transcurre, liso pensamiento. Me alejo de mí mismo, me detengo sin detenerme en una orilla y sigo, río abajo, entre arcos de enlazadas imágenes, el río pensativo. (Octavio Paz)
Para despegar textualidad de metafísica: es el río de las letras el que se ya, hecho texto,
H éctor Libertella
Escribo. Escribo que escribo. Mentalmen te me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome re cordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto es cribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. (Salva
Ensay os o pruebas sobre una red herm ética
voces ajenas, y ninguna: Don Gerardo de Pom~ pier. Mientras él habla y habla el lector se en cuentra, de pronto, con su molde exacto: un i objeto parlante) Hablar no cuesta nada si se lo hace a favor de la corriente, al dictado de la co
H écto r Libertella
en deformación. Un artilugio que concluye, en su camino desvariante, la vana búsqueda de un Lector Total; el héroe definitivamente perdido. Y EN EL LABORATORIO OSCURO
^ ,
fi
,
^
¡K . ,
la mas pura teorraruira que ^1 escritor debería ofrecerle, por lo menos, puro estilo. Precisamente: un cultivo intenso
ya
Ensayos o pru ebas sobre una red herm ética
el yo en este tipo de práctica. Sacado todo él se va el estilo, y en el laboratorio termina por fin la falsa competencia entre los participantes, la que rima con omnipotencia. Y también con diferencia: una vez que se localiza el lugar de trabajo de cada uno, allí es donde nace el pro yecto personal •todos saben que pueden echar mano a la tradición escrita desde la clase de sus intereses sociales.
H écto r Libertella
para darle algún destino a sus practicantes, si no sabe qué bacer con ellos. Siempre habrá que pedirle al psicoanálisis unas palabras prestadas, atención flotante, y después revolverlas para decir que ésta es la memoria específica que el coordinador retiene sobre cada uno. Su discurso monolítico, sus fallas, el programa: la forma de enunciarlos. Toda esta atención acumulada es una especie de archivo “ flotante” del escritor, aquello a
Ensayos o pruebas sobre una red hermética
como dádiva al final: todos se reconocen en la culpa mutua y, por eso mismo, nadie puede tirarle al vecino la piedra de su texto. En su grupo de Venecia, el renacentista Tiziano expulsaba a uno de los tantos participan tes, el alcohólico. El taller todo se sublevaba: “ ¡te estás inmiscuyendo e la vida privada d
H éctor Libertella
verdad de la información. Y como son ciertos modos de leer los que INTRODUCCION A se ¡een en lo que el parLA LETRA-HEROINA ... , ^ .. l ticipante. escribe, por allí entra una invalorable fuente de datos que también quedará flota&düjgn el ambiente. Cumplido este ejercicio/ la máquina de lectura\ liara sola el barrido de las ideologías: todo lo
B3BB3EBSBBa33a^KBI
Ens E nsay ayos os o p ru e b a s s o b r e una red re d herm he rm ética éti ca
será —a partir de ese momento— la puerta abierta por donde se va a introducir un texto clandestino que lo estaba esperando..
Este libro se terminó de imprimir, «durante el mes de noviembre de 1990 en Av. Salva Salvado dorr María María del Carr Carril il 2639 2639/41 /41,, Buenos Aires
Los libros de Héctor Liberteüa
enGEL EL CAMINO DE LOS HIPERBÓREOS (Novela, 1968) CAVERNÍCOLAS (RELATO, 1984) EL PASEO INTERNACIONAL DEL PERVERSO (Nouvelle, 1986)